225
Turismo, pesca y gestión de recursos Raquel de la Cruz Modino Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit Premio Marqués de Lozoya

AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos

Raquel de la Cruz Modino

Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

PremioMarqués deLozoya

AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1

Page 2: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Imagen de cubierta: Faenando en el entorno de las Islas Medas. Foto: Begoña Vendrell, 2011.

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) copia 31/1/12 10:39 Página 2

Page 3: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos

Premio de Investigación Cultural Marqués de Lozoya 2009

Raquel de la Cruz Modino

Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) 15/5/12 20:35 Página 1

Page 4: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

www.mcu.esCatálogo de publicaciones de la AGEhttp://publicacionesoficiales.boe.es/

Edita:© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA

© Del texto y las fotografías: sus autores

NIPO: 551-11-047-7ISBN: 978-84-8181-489-7

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA

Y DEPORTE

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) 15/5/12 20:35 Página 2

Page 5: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE

José Ignacio Wert Ortega

Ministro de Educación, Cultura y Deporte

José María Lassalle Ruiz

Secretario de Estado de Cultura

Jesús Prieto de Pedro

Director General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) 15/5/12 20:35 Página 3

Page 6: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) 15/5/12 20:35 Página 4

Page 7: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Quisiera agradecer a mis compañeros del Instituto deCiencias Políticas y Sociales de la Universidad de LaLaguna, y del Departamento de Prehistoria, Antropo-logía e Historia Antigua de la misma universidad, elapoyo, las críticas, los materiales, el asesoramiento ylas correcciones brindadas desde que en el año 2003iniciara mi trabajo de investigación sobre las reservasmarinas en Canarias. Especialmente, a don José J. Pas-cual Fernández y a don Agustín Santana Talavera, conquienes además de mil conversaciones, he comparti-do un proceso de crecimiento personal; casi una dé-cada, día a día, desde que terminara mi Licenciaturade Filosofía.

El agradecimiento es extensible a los colegas deotros departamentos y de otras universidades, cuyosnombres y trabajos aparecerán citados a lo largo deeste libro. Especialmente a don Joan Lluís Alegret Te-jero, pieza clave para el trabajo de campo que reali-cé en Cataluña, y quien ha tenido la amabilidad de tra-ducir al catalán un pequeño sumario de este libro; aligual que a Kyle Sloan, quien ha revisado la versióninglesa del mismo. Tanto las notas y la documentaciónetnográfica recopilada por don Joan Lluís Alegret enL’Estartit, como por don Carmelo Dorta en La Restin-ga, durante los años en que se implementara cada AMP,

me fueron de una enorme utilidad. Espero que susaportaciones, algunas de ellas sin publicar, hayan que-dado correctamente reflejadas. A otros técnicos, admi-nistradores e investigadores vinculados a las reservasmarinas de las Islas Canarias y al área protegida de lasIslas Medas, cuyas puertas toqué infinidad de veces,hallando casi siempre respuesta (y digo casi porqueen alguna ocasión, mea culpa, tal vez las preguntas nofueron bien planteadas por mi parte), valga la redun-dancia, gracias. Debo recalcar en este sentido la co-laboración de la Red de Reservas Marinas de la Secre-taría General de Mar del Ministerio de Medioambientey Medio Rural y Marino –MARM–. Así como de doñaNùria Muñoz y de don Álex Lorente, responsable degestión marina del Parque Natural del Montgrí, las Is-las Medas i el Baix Ter de la Generalitat de Catalunya;gran parte de los materiales fotográficos contenidosen este libro son de su autoría.

Deseo dejar constancia de que el centro de este do-cumento lo constituyen los vecinos y pescadores de LaRestinga y de L’Estartit, sin cuya colaboración y laamistad brindada, este trabajo jamás habría visto la luz.Sinceramente, no sabría decir cuál, pero si no hubieracontado con el tiempo que estas personas me han de-dicado, seguro que habría emprendido otro camino,

5

Agradecimientos

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) 15/5/12 20:35 Página 5

Page 8: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

muy diferente, hace años. Vaya ante ellos mi más sin-cera admiración y mis mayores respetos. Tendría quereconocer que me “inquieta” y me pregunto si estaránde acuerdo o no con la visión de proceso que he cons-truido en estas páginas. Pero al igual que cada AMP tie-ne su historia, su origen, dando comienzo en el mismomomento en el que sus implicados las imaginan de unamanera determinada y se sientan a negociar, yo no voya intentar ir más allá de los límites de mis propias pala-bras y del análisis realizado. Este trabajo, con unos ob-jetivos, un principio y un fin determinados, se ha ali-mentado de multitud de estudios científicos de los quehe tomado parte en la última década; tanto sus datoscomo sus fuentes están claramente referenciados y lagran mayoría son de fácil acceso. Así que solo me ca-be esperar que sean otros los que, si hallaran las in-formaciones contenidas en estas páginas en algún sen-tido interesantes, contribuyan con sus críticas o concualquier tipo de aportación. Al fin y al cabo solo en-tiendo a la maquinaria de la Ciencia funcionando de es-ta manera.

Muchísimas gracias a Raoul Bianchi, Eduardo Pa-rra, David Florido, Juan Luis Suárez de Vivero y Al-berto Galván Tudela, por las inestimables aportacio-nes que en su día hicieron a este trabajo. A DavidAcuña, Marta Guerra, Silvia Jiménez, Mikel Sacanell eIdaira Hernández, por los materiales y colaboraciónprestada durante estos años. A José Noé y a Chuchi,por un lado, y a Père por el otro, por haberme lleva-do a pescar alguna que otra vez. Gracias a todos lospescadores y a sus familias, que me dedicaron su tiem-po en tierra, durante largos paseos, en los mentide-ros, en las huertas o en sus casas. A los empresarios

y trabajadores de buceo quienes, además, me hanacompañado debajo del agua. A Jorge y su familia,que me ayudaron en mis primeros viajes. A Cacho yal resto de “chicos y chicas” de La Restinga, tambiénpor “las fiestas”. Mil gracias a Reyes, porque aceptóvenir conmigo (hace algunos años ya) a Galicia, nodejando de sorprenderme con sus sentido común, surespeto y reflexiones sobre la pesca artesanal y las fa-milias pesqueras. Y a Sara, de cuyo valor me he acor-dado y servido cada día en el campo. Me repito unavez más, sin ellos no sería la persona que escribe es-tas páginas.

Finalmente mis recuerdos van para Mauro y paraKavita, sin cuyo apoyo no habría terminado ni el insti-tuto. Gracias por dictarme los apuntes de la carrera; ygracias por aguantarme de la tesis, además de las milhistorias del trabajo de campo. A mis padres, que des-graciadamente no podrán ver nunca estas páginas; aVíctor, David y Sandra, sobre los que me apoyo un díasí y otro también. Y a mis abuelos, quienes casualmen-te se embarcaron, mucho antes que yo, en alguno delos barcos que luego encontré durante mi camino, aunsin tener nada que ver con el sector de la pesca arte-sanal. Mil veces me he acordado de una anécdota queme contaba mi abuelo; se trataba de un asunto relacio-nado con un motor que mi tío le montó a un pescadoramigo, para que levantara las nasas más fácilmente. Milveces me acordaré de cómo él recalcaba que luego suscompañeros de la Cofradía le achacaban, a cuenta delmotorcito, que “eso no era pescar”.

Santa Cruz de Tenerife, España,a 30 de agosto de 2011

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

6

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) 15/5/12 20:35 Página 6

Page 9: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................................................................... 9

CAPÍTULO 1. LAS ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS EN ESPAÑA ......................................................................................... 17

1. Antecedentes y marco legislativo de las AMPs en España ........................................................................................................ 19

1.1. De las vedas a las reservas ................................................................................................................................................. 22

1.2. Rediseñando el litoral ......................................................................................................................................................... 24

2. La creación de la Reserva Marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas (El Hierro, Islas Canarias) ................... 27

2.1. Zonificación y usos de la Reserva Marina ....................................................................................................................... 32

2.2 Demandantes y legitimados ................................................................................................................................................ 34

3. La creación del Área Protegida de las Islas Medas (Gerona, Cataluña) ............................................................................ 36

3.1. La protección del coral rojo ............................................................................................................................................... 39

3.2. El Área Protegida de las Islas Medas ............................................................................................................................... 42

CAPÍTULO 2. LA PESCA ARTESANAL EN LA RESTINGA Y L’ESTARTIT

DESDE UNA PERSPECTIVA SOCIOHISTÓRICA ........................................................................................................................ 47

1. Orígenes y evolución del núcleo de La Restinga ................................................................................................................... 48

1.1. Características y desarrollo general de la actividad pesquera profesional en La Restinga ................................... 50

1.2. Entidades asociativas, comercialización y territorialidad ............................................................................................. 53

1.2.1. La creación de Pescarestinga .................................................................................................................................. 53

1.2.2. Decidir en común, trabajar en grupo ................................................................................................................... 56

1.3. Infraestructuras pesqueras y Cofradía ............................................................................................................................. 57

1.4. Especificidades de la flota en torno a la reserva marina ............................................................................................. 59

2. Nacimiento y desarrollo de la población de L’Estartit .......................................................................................................... 61

2.1. La actividad pesquera profesional en L’Estartit .............................................................................................................. 62

2.2. Evolución de la población envuelta y pesquerías destacadas .................................................................................... 64

2.3. Infraestructuras y Cofradía ................................................................................................................................................. 69

2.4. Especificidades en torno al AP .......................................................................................................................................... 70

CAPÍTULO 3. EL DESARROLLO DEL TURISMO EN LA RESTINGA Y L’ESTARTIT .......................................................... 75

1. El despegue turístico de La Restinga: oportunidades y limitaciones ................................................................................ 76

2. Turismo y turistas en La Restinga ............................................................................................................................................. 79

2.1. Los turistas buceadores ....................................................................................................................................................... 80

2.2. Los pescadores recreativos ................................................................................................................................................. 81

3. Empleo, turismo y estrategias de diversificación económica .............................................................................................. 85

4. El despegue turístico en L’Estartit ............................................................................................................................................ 90

ÍNDICE

Pág.

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) 15/5/12 20:35 Página 7

Page 10: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

5. Las combinaciones “Pesca-Turismo” ........................................................................................................................................ 94

5.1. El trabajo en las embarcaciones turísticas ...................................................................................................................... 95

5.2. Los “socios protectores” ...................................................................................................................................................... 98

6. Buceadores, bañistas y turistas de bajo coste ........................................................................................................................ 99

CAPÍTULO 4. LA PESCA PROFESIONAL EN LA RESERVA MARINA PUNTA

DE LA RESTINGA-MAR DE LAS CALMAS .................................................................................................................................. 103

1. Características generales de los barcos y de las unidades productivas .......................................................................... 104

2. Evolución de la flota, perfil de los pescadores y estrategias adaptativas ....................................................................... 108

3. Transferencia, importación y exportación de fuerza de trabajo y medios productivos .............................................. 117

4. Pesquerías destacadas y la incidencia de la Reseva Marina .............................................................................................. 118

CAPÍTULO 5. EL TURISMO EN EL ÁREA PROTEGIDA DE LAS ISLAS MEDAS ............................................................. 125

1. La evolución del destino L’Estartit-Islas Medas .................................................................................................................... 129

2. La gestión del uso turístico del AP de las Islas Medas ....................................................................................................... 133

2.1. Evolución en el número de inmersiones permitidas en el AP de las Islas Medas ................................................ 135

2.2. La respuesta de los empresarios de buceo ................................................................................................................... 139

3. Rendimientos económicos derivados de la explotación del AP de las Islas Medas ..................................................... 142

3.1. El final del sistema UTE .................................................................................................................................................... 144

3.2. Sobre la pluralidad de los productos en las Medas y los diferentes ciclos de vida ............................................. 146

CAPÍTULO 6. LA IMPLEMENTACIÓN Y GOBERNABILIDAD DE LAS ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS ................ 149

1. Las AMPs desde la perspectiva de la gobernanza interactiva ......................................................................................... 150

2. La implementación y gestión de la Reserva Marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas ................................. 154

2.1. La Comisión de Gestión y Seguimiento ......................................................................................................................... 156

2.2. La gestión cotidiana ........................................................................................................................................................... 157

2.3. La regulación de la actividad del buceo ........................................................................................................................ 158

3. La implementación del Área Protegida de las Islas Medas ................................................................................................ 160

3.1. El Consell Assessor y los Planes de Uso ....................................................................................................................... 162

3.2. La gestión científica del AP de las Islas Medas ............................................................................................................ 165

4. La gestión turística de las AMPs .............................................................................................................................................. 166

5. Intervención “formal” e intervención “real” en las AMPs ................................................................................................... 170

6. La cuestión del reconocimiento e invisibilidad de usos y usuarios, y la participación ............................................... 173

CAPÍTULO 7. REFLEXIONES FINALES Y CONCLUSIÓN ....................................................................................................... 179

RESUM ................................................................................................................................................................................................... 189

SUMMARY ............................................................................................................................................................................................ 193

BIBLIOGRAFÍA CITADA .................................................................................................................................................................. 197

ANEXO 1. ÍNDICE DE ACRÓNIMOS EMPLEADOS ................................................................................................................. 217

ANEXO 2. LEGISLACIÓN DE REFERENCIA EN LAS AMPS ESPAÑOLAS ......................................................................... 219

Pág.

00.Proteger desde las Culturas (Capitulo preliminares) 15/5/12 20:35 Página 8

Page 11: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Este trabajo1 se desenvuelve sobre un espacio dinámicoy heterogéneo, localizado en una zona de interacción yde tránsito entre dos ambientes a priori radicalmentediferentes: uno acuático y otro terrestre. El litoral, alque nos referiremos ampliamente de aquí en adelan-te, es un área rica en innovaciones, estructuras y flu-jos de todo tipo. Pero, a su vez, es tremendamente frá-gil en términos sociales y ecológicos. No sin motivos,

las poblaciones litorales son, y han sido, el centro deatención de investigadores procedentes de distintasdisciplinas, así como el núcleo de importantes iniciati-vas y políticas de diverso tipo.

En España los espacios litorales y marinos han sidoutilizados para todo tipo de fines. Retratarlos implicacasi inevitablemente hablar de áreas saturadas, que con-centran la mayor parte de la oferta turística del país,

9

Introducción

1 Recoge parte del documento de Tesis Doctoral de Dña. Raquel de la Cruz

Modino “Turismo, pesca y gestión de recursos en la reserva marina Punta

de La Restinga-Mar de Las Calmas (El Hierro, Islas Canarias) y el Área Na-

tural Protegida de las Islas Medas (Girona, Cataluña)”. Codirigida por: el doctor

don José J. Pascual Fernández y el doctor don Agustín Santana Talavera.

Dicho trabajo contó con el apoyo económico del Gobierno de Canarias, ha-

biendo su autora recibido una beca para la realización de Tesis Doctorales

por Resolución de la Dirección General de Universidades e Investigación de

2 de octubre de 2003 (BOC n.º 205, de 21 de octubre). Las labores de tra-

bajo de campo desempeñadas se sufragaron económicamente a través de

los proyectos de investigación: Reservas marinas y poblaciones de pes-

cadores litorales: impactos y estrategias para un desarrollo sostenible [REF:

Ren 2001/3350/MAR]. Reservas Marinas, Gobernanza y Desarrollo Sosteni-

ble: La actividad pesquera litoral ante el desarrollo turístico y las estrategias

de diversificación [REF: SEJ2006-0629/SOCI]. Ambos, financiados por el Mi-

nisterio de Ciencia y Tecnología y el FEDER dentro del Plan Nacional de In-

vestigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica (I+D+I) y dirigidos por

el Dr. José J. Pascual Fernández. El proyecto Women in fisheries and Aquaculture

in Europe [REF: Q5TN-2002-01560 CCE DG Pesca, 5.º PCRD], financiado por

la Dirección General de Pesca, Unión Europea y coordinado por la doctora doña

Katia Frangoudes (Universidad de Bretaña Occidental-CEDEM). Y el proyecto

European Marine Protected Areas as tools for FISHeries management and con-

servation [REF: EMPAFISH, Contract n.º 006539], financiado por la Dirección

General de Pesca, Unión Europea, y coordinado por el doctor don Ángel Pé-

rez Ruzafa (Universidad de Murcia). Asimismo, algunos datos y referencias con-

tenidas en el libro se han revisado a colación de los proyectos: El análisis de go-

bernabilidad aplicado al proceso de creación de áreas marinas protegidas

[GOBAMP, Ref. CSO2009-09802], dirigido por el doctor don José J.Pascual

Fernández; y el proyecto post-doctoral en el que actualmente se encuentra

envuelta la autora: El proceso de creación de AMPs y su impacto en la go-

bernabilidad:análisis de escenarios de múltiple uso con pesquerías y turis-

mo. Dentro de la convocatoria del Ministerio de Educación, Subprograma es-

tancias de movilidad posdoctoral en centros extranjeros del Programa Nacional

de Movilidad de Recursos Humanos de Investigación, en el marco del Plan

Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica

(2009), y gestionado por la Fundación Española para la Tecnología (FECYT).

00.Proteger desde las Culturas (Intro) 15/5/12 20:37 Página 9

Page 12: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

y que reflejan los mayores efectos de transformacióny reorganización territorial del último medio siglo (Ba-rragán Muñoz, 2003, 2005). Los mares y las costas sonvertederos, rutas de transporte, espacios clave parala defensa del territorio y para el esparcimiento. El li-toral acoge importantes infraestructuras comerciales,estructuras lúdico-deportivas e instalaciones energé-ticas, entre otras. Sobre sus elementos o componentesse llevan a cabo una gran variedad de usos huma-nos, afectando tanto a los recursos marinos vivos co-mo a los inertes, energéticos y no energéticos. En es-te contexto, las Áreas Marinas Protegidas –AMPs–, hansurgido intentando dar respuesta a muchos de los pro-blemas relacionados con la extensión, con las carac-terísticas y los efectos de tales usos.

En los años 70 y principios de los 80, se elevaronlas primeras demandas oficiales de protección marinaen áreas litorales de múltiple uso, como las Islas Me-das en la costa de L’Estartit (Gerona, Cataluña) o la Ba-hía de Palma (Palma de Mallorca, Islas Baleares). Des-de entonces se han declarado numerosas AMPs enEspaña, con diferentes categorías, marcos legislativos,objetivos, colectivos implicados y procesos de imple-mentación. Cada AMP, podríamos decir, cuenta con supropia historia, siendo su estado en el punto cero ostep zero ( Jentoft y Chuenpagdee, 2007) decisivo pa-ra su futuro desarrollo y aceptación entre los colecti-vos de interés implicados en cada litoral. Tendríamosque aclarar que, siendo estrictos, hoy por hoy en es-te país sería más correcto emplear la expresión “Espa-cios Marinos Protegidos”, para referirnos de forma ge-nérica a la multiplicidad de figuras de protecciónmarina que pueden ser implementadas. El AMP tan so-lo es un tipo entre las existentes. No obstante, segui-remos empleando este apelativo para hablar de to-das ellas de manera genérica. Pues AMP es el conceptomás popular en la literatura internacional.

L’Estartit (Gerona, Cataluña) y La Restinga (El Hie-rro, Islas Canarias), son las dos poblaciones centralesde este trabajo. Se trata de dos núcleos costeros per-tenecientes a dos regiones turísticas bien diferencia-das: la Costa Brava y Canarias. Ambas nacieron de lamano de la pesca artesanal, experimentaron el desarro-llo del turismo, y en sus costas se han implementadodos AMPs sensiblemente distantes en el título, en elobjeto y en las consecuencias para sus diferentes gru-pos de población. En La Restinga, el AMP se localizaen la costa suroeste de la isla de El Hierro, en el en-torno del Mar de Las Calmas, el cual es así denominadodebido a sus especiales características meteorológicas.

La expresión local “trabajar de la punta al Faro” des-cribe esta área, que se extiende desde La Restinga has-ta el Faro de la Orchilla, y que es visualmente percep-tible desde el camino que conduce al pueblo por lavecina comarca del Pinar, así como un estado de la marque, por ser casi constante durante todo el año, pa-rece una propiedad inherente a dicha zona (GalvánTudela, 2000, 2002). En el Mar de Las Calmas, ademásde la pesca, otras actividades como el turismo de bu-ceo por ejemplo, tampoco sufren los rigores de la es-tacionalidad, tan típica de los destinos mediterráneos.La pesca profesional artesanal o de bajura y el buceoautónomo deportivo con medios artificiales de respi-ración, comercializado como producto turístico en LaRestinga, son las dos actividades de mayor improntaen la zona. Si bien, en este primer caso, el AMP se haimplementado primando y discriminando positivamen-te los usos pesqueros profesionales frente a los turís-ticos. En El Hierro, las administraciones regionales einsulares han sostenido tradicionalmente diversas ini-ciativas de gestión impulsadas desde el sector prima-rio, basadas en la localidad y que limitan la inversiónforánea. El AMP en las costas de La Restinga, en estalínea, se planteó como una herramienta más, en prode la sostenibilidad de la actividad pesquera artesanallocal. La otra AMP que trataremos en este libro se lo-caliza alrededor del archipiélago de las Islas Medas,que está compuesto por varias islas e islotes, de ape-nas 21,5 hectáreas de superficie, a una milla náutica(aproximadamente) de la costa de L’Estartit. Tal y co-mo explicaba un pescador local de este pueblo: “Me-das era un refugio para los días que no puedes ir maradentro…, los pescadores siempre tenían un sitio ce-rrado para pescar”. Las islas, a pesar de que tan solouna de ellas (la Meda Grande) haya estado habitada,han constituido un importante refugio para piratas, na-vegantes, pescadores y (más recientemente) subma-rinistas, que, a diferencia de otros turistas, llegan a L’Es-tartit a lo largo de nueve meses al año. Destacada supresencia en el litoral de la Costa Brava, el archipiéla-go representa un icono en la costa de L’Estartit y ocu-pa un lugar privilegiado en la historia e identidad lo-cal del pueblo. El AMP de las Islas Medas se haimplementado afectando a actividades de pesca pro-fesional de bajura (o de artes menores) y al buceo tu-rístico. Aunque en este caso es posible identificar unnúmero muy superior de usos recreativos, entre losque se encuentra la navegación, la pesca recreativa oel snorkeling, que son ejercidos estacionalmente yen ocasiones sin comercialización. La historia y algunos

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

10

00.Proteger desde las Culturas (Intro) 15/5/12 20:37 Página 10

Page 13: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de los retos de gestión del AMP de las Islas Medas po-drían ser vislumbrados a la luz del devenir de la pobla-ción de L’Estartit convertida en destino turístico con-solidado, de turismo de sol y playa, o masa ymasa-chárter (Santana Talavera, 1997), desde los años60 y 70 del siglo pasado. En este caso, es destacableel papel de las administraciones locales y regionalesque trabajan apoyando y promoviendo el uso turísti-co de aquella. El espíritu con el que algunos se hanacercado o han intervenido en alguna de sus fasesde implementación o post-implementación, podría que-dar resumido en estas palabras de un político local:“Ja que està comprovat que els centres de submarinis-me donen més ingressos que la pesca, s’haurien decrear més reserves à la Costa Brava per aprofitar aquestrecurs”.

Las dos AMPs que abordaremos en estas páginaspresentan notables diferencias socioecológicas y so-cioeconómicas. En relación tanto a las característicasfísicas y medioambientales de cada entorno, a las ca-racterísticas de cada población vinculada, así como alas relaciones que los distintos colectivos de interesa-dos y usuarios van a establecer con ellas. Evidente-mente consideramos aquí la inclusión de cada AMPen el sistema turístico (Santana Talavera, 1997), biencomo escenario, como producto o como medidade corrección y absorción de efectos más o menos de-seados. El AMP del Mar de Las Calmas en La Restin-ga y el AMP de las Islas Medas, frente a L’Estartit, ade-más se gestaron en contextos diferentes; contaron conimpulsores, implicados y actores clave desemejantes;y de igual manera, sus efectos han sido dispares (denuevo) en términos socioecológicos, socioeconómi-cos y socioculturales. No obstante, ambas se han en-frentado a problemas comunes de gestión y de go-bernabilidad, de las propias figuras de proteccióny de sus sub-sistemas asociados ( Jentoft, van Son yBjorkan, 2007).

En este libro defendemos que los retos de la pro-tección medioambiental y de gestión de las AMPs,como otros desafíos sociales, son el resultado de lainteracción entre varios factores, que rara vez son ple-namente conocidos, ni están causados ni se hallan ba-jo el control de un solo actor (Prats i Catalá, 2007).Se trata por ello de cuestiones abordables o que ata-ñen a una reflexión sobre o desde las teorías de la go-bernanza. Hoy en día, uno de los problemas de ma-yor trascendencia para la gobernanza a nivel globaltiene que ver precisamente con el medio marino, elcual está sujeto a múltiples presiones a las que tradi-

cionalmente se ha intentado responder utilizando unavisión ecosistémica. El planteamiento de las AMPs co-mo una medida de protección de los ecosistemas ma-rinos se relaciona con la crisis del paradigma de laciencia pesquera tradicional, basado en la gestión es-pecie por especie, y la pujanza de tales modelos eco-sistémicos. Sin embargo, la teoría de la gobernanzanos anima a mirar a las zonas marinas protegidas des-de diferentes ángulos, y subraya la conveniencia deatender las necesidades, principios institucionales y va-lores que sustentan aquellas. Desde este horizonte lacomparación, como la planteada para nuestros dos ca-sos, aunque difícil, resulta muy pertinente. A fin de en-tender cómo mejorar las características del sistema y/ocuándo éstas dificultan la gobernabilidad (Jentoft; vanSon y Bjorkan, 2007). En consonancia con este plan-teamiento, autores como Chuenpagdee y Jentoft (2009),han dibujado un marco analítico aplicable al tratamien-to de multitud de problemas relativos a la evolución yal desarrollo de áreas y poblaciones costeras, y pes-querías, el cual diferencia claramente entre el siste-ma a ser gobernado (ecológico y socioeconómico), elsistema de gobierno (donde se localizan las activida-des de gestión), y que atiende a las interacciones en-tre ambos (2009:114) al mismo tiempo. Tal esquema,como este libro, pretende ser más útil en términos ope-racionales que finalistas. Pues de hecho, no hay unúnico modelo de gobernanza, como bien ha señala-do el politólogo español Joan Prats i Catalá. La go-bernanza no pretende ser un modelo organizativo yfuncional de validez universal, ni siquiera en situacio-nes de alta complejidad en las que convenga que seaplique (2007).

Para los fines de nuestro trabajo hemos aplicado lateoría de la gobernanza interactiva (Kooiman et al., 2008),que pone el énfasis en la calidad de las interacciones degobierno pero sin obviar los modos tradicionales degobernación (burocracia y gerencia) (Prats i Catalá,2007). “In governance, all kinds of governing activitiestake place, varying from short-term routine decisionsaimed at small matters to the development of strategicplans pertaining to major issues and long-term deve-lopments” (Bavink, Chuenpagdee et al., 2005: 33).Entendemos que el potencial del marco de análisisplanteado por los autores mencionados reside en suempleo como herramienta heurística. Aunque podríaser usado para evaluar la realidad empírica con una re-flexión sobre la gobernanza. Lo que podríamos deno-minar un análisis de la gobernabilidad aplicable a es-cenarios potencialmente muy diferentes: “Governability

Introducción

11

00.Proteger desde las Culturas (Intro) 15/5/12 20:37 Página 11

Page 14: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

can therefore be defined as: The overall capacity forgovernance of any societal entity or system.” (Kooimanet al. 2008:3).

Por otro lado, en estas páginas defenderemos quela participación de los usuarios de las AMPs en su ges-tión es una variable relevante para mejorar la gober-nabilidad en los escenarios locales, donde se han re-lacionado a través del tiempo poblaciones y recursosde una manera estable y sostenible. Si bien advertimosque la participación no es una ni única. “Bajo la defi-nición genérica de participación –tal y como ha deta-llado Cerrillo i Martínez– pueden incluirse una diver-sidad de mecanismos incorporando a los diferentescolectivos de la sociedad civil en los procesos de to-ma de decisiones públicas; los cuales pueden ir des-de la simple consulta hasta la cogestión, desde la par-ticipación exclusiva de los afectados o interesados hastala participación de cualquier ciudadano, desde la par-ticipación puntual hasta la participación deliberativa...y no todos los mecanismos existentes son eficaces opertinentes en las mismas situaciones.”2 No querría-mos sugerir con este énfasis, que la gobernanza se cir-cunscribe únicamente a la cuestión de la participaciónmisma, o que únicamente representa una vuelta detuerca de aquella. Bavinck, Chuenpagdee et al. (2005)han detallado un primer orden de gobernanza que serefiere a la resolución y la superación de problemascotidianos. Un segundo orden atendería al manteni-miento y diseño de las instituciones necesarias pararesolver dichos problemas, incluyendo aquí la retroa-limentación o el ajuste de dichas instituciones. En es-tos dos niveles, evidentemente, la cuestión de la par-ticipación de los agentes y colectivos se encuentrapresente. Pero existe un tercer orden o meta-gober-nanza que se pregunta por la formación y articulaciónde los valores y principios subyacentes, que guían losniveles institucional y de resolución de problemas, im-prescindible para considerar a largo plazo las tenden-cias y necesidades sociales. El tercer orden de gober-nanza no plantea líneas de acción concretas, pero síprincipios rectores para las instituciones (Bavinck,Chuenpagdee et al. 2005:33-39), que por ejemplo pue-den ser tenidos muy en cuenta para las políticas públi-cas sobre el medio ambiente. Evidentemente la cuestiónde la participación, una vez más, como la transparencia

y la responsabilidad tiñen parte del horizonte de lametagobernanza. Pero la gobernanza ni se agota nilas asume como panaceas.

Volviendo al objeto de estudio y en relación a loscasos presentados en este libro, en definitiva, dire-mos que en las AMPs no solo aparecen implicadoselementos biológicos sino también otros de caráctersocioeconómico y cultural, cuyo análisis resulta esen-cial para conseguir que aquellas logren constituirseen verdaderos instrumentos de gestión de los usosy recursos litorales y marinos. Desde que comenza-ron a declararse las primeras figuras de protecciónmarina en España, han destacado y proliferado los es-tudios biológicos pero todavía son escasos los so-cioeconómicos, socioculturales o los relacionados consu gobernanza. Son muy pocos los trabajos que enfa-ticen las interacciones entre actores, grupos sociales einstituciones involucradas en la gestión marítimo-costera. Tampoco contamos con demasiados análisisque consideren los acuerdos con los que dichos acto-res persiguen solventar problemas sociales o crearoportunidades en torno a las AMPs. Ni que prestenatención a las instituciones sociales en las que lasactividades de gobierno tienen lugar (Kooiman,2005:58). Tendríamos que enfatizar que hablar de ins-tituciones no equivale a trabajar únicamente observan-do las estructuras administrativas y técnicas a través delas que se dirigen las políticas de protección ambien-tal en este país. Siguiendo a C. Béné (2003, 2007), cuan-do hablamos de instituciones nos estamos refirien-do a mecanismos socio-institucionales. Hablamos deun conjunto de reglas, normas, cometidos, acuerdos,fórmulas de coordinación u organización social y pro-cesos de decisión, a través de los que los actores so-ciales (individuales o colectivos) interactúan para lo-grar o mantener su mando (acceso, uso y control) sobrelos recursos y los beneficios extraídos o derivados deéstos. Nuestro estudio pretende contribuir a suplir par-te de las carencias apuntadas mediante una compa-ración de casos con la que aspiramos a ofrecer un nue-vo enfoque, llamando la atención sobre multitud deelementos socioculturales relacionados con la decla-ración, implementación y gestión de las medidas deprotección del medio ambiente marino.

En estas páginas también deseamos orientar futu-ros análisis de los rendimientos sociales de las figurasde AMP, y recalcar que los problemas asociados consu gestión no están únicamente vinculados con los me-dios administrativos y económicos dispuestos para ello.Entendemos que algunos de esos problemas pueden

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

12

2 (Cerrillo i Martínez, http://mediambient.gencat.net/cat/el_departament/re-

vista/35/participacion_desarrollo.jsp?ComponentID=51214&SourcePa-

geID=51295#1, último acceso a 17 de julio de 2006.

00.Proteger desde las Culturas (Intro) 15/5/12 20:37 Página 12

Page 15: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

resultar, a priori, de difícil estandarización pero no porello son poco previsibles ni irrelevantes. Las AMPs sonreguladoras y facilitadoras de la acción humana y lainteracción, como han puesto de relieve Jentoft, vanSon y Bjorkan. En cierto modo son lo que los usuariosy otras partes interesadas –que denominaremos stake-holder– hacen con ellas. Por ello, el efoque de la go-bernanza nos anima a ser consecuentes tanto con eldiseño estructural de las figuras concretas de protección,como con el proceso social ( Jentoft, van Son & Bjor-kan, 2007) en el que se desenvuelven y se hallaninsertas.

No ha sido un objetivo de este trabajo plantear so-luciones genéricas ni técnicas, sino abarcar de la mane-ra más exhaustiva posible un conjunto de cuestionesque pueden favorecer la gestión de las figuras de pro-tección marina desde la localidad, evitando determi-nadas situaciones de conflicto y detectando fallos quepueden llegar a convertir a estas figuras, y a sus órga-nos de gobierno, en inoperantes. No deseamos deses-timar el uso de las AMPs. Muy al contrario, pretende-mos enriquecer la literatura existente y sus propuestasde evaluación pero desde las Ciencias Sociales.

El estudio contenido en este libro se podría en-marcar dentro de las líneas de investigación de laAntropología de la Pesca, la Antropología del Tu-rismo, el Patrimonio y la Gestión de recursos. En éldefendemos la aplicación de un enfoque sistémicoprocesual, que da importancia a los factores ambien-tales en la configuración de los patrones de compor-tamiento colectivo. Pero considerando, a la vez, loscambios a partir del análisis de los procesos que ge-neran relaciones económicas, políticas y sociales enlas poblaciones litorales. Apostamos además por lapertinencia del enfoque de la gobernanza, comomarco de análisis y horizonte teleológico. La preser-vación y el análisis global de los ecosistemas obje-to de múltiple uso, la gobernabilidad de los escena-rios costeros, y el mantenimiento de las formas devida y empleo en las poblaciones litorales, han si-do las grandes preocupaciones que lo han dirigido.Y la cuestión acerca de cómo las poblaciones loca-les organizan y dirigen el diálogo con las institu-ciones de gobierno, en aras de asegurar sus activi-dades económicas y su reproducción social, ha sidouna de las grandes preguntas que ha motivado sudesarrollo.

Las labores de investigación que preceden a es-te trabajo fueron iniciadas en el año 2003 con unasubstancial tarea de documentación y aplicación in

situ de las técnicas apropiadas a los casos, siempreprocedentes de las Ciencias Sociales, pero actuandode manera multidisciplinar en el quehacer cotidiano.Fue necesaria una combinación de herramientascuantitativas y cualitativas, atendiendo a las peculia-ridades de las áreas y casos de estudio. El contactocon compañeros investigadores y grupos de trabajoprocedentes de las disciplinas afines a las CienciasMarinas fue permanente. Las poblaciones de las quehablamos en este libro son La Restinga y L’Estartit.Pero hemos de advertir que el estudio en general seenriqueció con el contacto, las experiencias y las la-bores de investigación desempeñadas en otras AMPscanarias y peninsulares; tales como la Reserva Mari-na de La Palma (Islas Canarias), el ejemplo de la Re-serva Marina de Interés Pesquero creada en Lira (Ga-licia), la propuesta de AMPs para la isla de Tenerifey otras avanzadas en la isla de La Gomera o en Pala-mós (Cataluña).

Además del marco de análisis provisto por Chuen-pagdee & Jentoft (2009), del conjunto de herramien-tas y técnicas empleadas, destacaría la observaciónparticipante, tan propia de la Antropología Social yclave para comprender el día a día de los usuariosy profesionales que acuden a las AMPs, además depara valorar en qué medida las actividades cotidianasde todos éstos se han visto alteradas por la implemen-tación de cada medida de protección. También es ne-cesario subrayar la relevancia de las entrevistas se-miestructuradas. Las labores de trabajo de campo hanestado marcadas por tal dinamismo y por la sucesiónde importantes cambios a lo largo de los años, queno podrían haber quedado suficientemente registra-dos de otra manera. Acentuaría el uso de las encues-tas y los censos como herramientas básicas para lacuantificación y para el trabajo con la variedad deusuarios que se citan en torno a las AMPs. Las encues-tas, por ejemplo, han sido esenciales para valorar lapercepción de estos espacios por parte de los actoreslocales, los niveles de uso y las actividades desarro-lladas en cada una. Tanto como los efectos que estasfiguras han tenido sobre las actividades concretas dela pesca y del turismo, sobre las que nos centramos.Analizando el proceso de planteamiento y creaciónde cada AMP, se emplearon numerosas fuentes secun-darias documentales, desde Actas de las Cofradías depescadores involucradas, la prensa local, o informesy publicaciones que desde los años 60 y 70 ya reco-gían testimonios sobre el interés de proteger las cos-tas de La Restinga y L’Estartit. En la tabla 1 se resumen

Introducción

13

00.Proteger desde las Culturas (Intro) 15/5/12 20:37 Página 13

Page 16: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

las técnicas empleadas durante la fase de documenta-ción, y recopilación y tratamiento de los datos de cam-po, en el marco de los proyectos de investigación men-cionados al inicio. Si bien la recogida de datos sobreel terreno se realizó entre los años 2003 a 2006, conalguna incursión en el 2007; las labores de investiga-ción finalizaron en el año 2008. En la misma tabla seenumeran las principales variables de análisis y lasprincipales acciones llevadas a cabo, las más desta-cadas, para ambas poblaciones.

Especialmente relevantes han resultado las apor-taciones de los equipos liderados por el doctor donAlberto Brito3 y el doctor don Lluís Mundet i Cerdan4,que trabajan en La Restinga y L’Estartit respecti-vamente desde hace décadas. Así como el contac-to y el trabajo activo con el personal del Grupo deReservas Marinas del Centro Oceanográfico de Ca-narias, del Instituto Español de Oceanografía y li-derado por Pablo Martín Sosa. El trabajo interdisci-plinar ha incentivado importantes colaboraciones

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

14

Tabla 1

Fases Período Objetivo Principales herramientas Agente

2003

2004

Reconstruir los procesos de dise-

ño y creación de cada AMP des-

de su punto cero

* Durante esta primera fase se

prestó atención a otras áreas pro-

tegidas próximas a las zonas de

estudio así como a otras pobla-

ciones y AMP (como la RM de

La Palma)

– Entrevistas semi-estructuradas

– Trabajo con informantes clave

– Análisis documental

– Revisión bibliográfica

– Observación participante

– Censos (generales de población,

población envuelta en la actividad

pesquera, empresas-actuvidades

turísticas localizadas, empresas sec-

tor servicios relacionados turismo,

infraestructuras disponibles; etc.)

– Sector Pesquero Profesional

– Administraciones e Institucio-

nes relacionadas con el diseño

y gestión de las AMPs

– Empresariado local

– Otros colectivos de usuarios di-

rectos e indirectos de las zonas

afectadas por las AMPs

Documentación

2007

2008

Valoración de la gestión en la prác-

tica y detección de problemas

Valoración de los principales

efectos socioculturales de la de-

claración de AMPs

– Indicadores de Gobernabilidad

a partir de Pomeroy, R., J.Parks

et al. (2004)

– Análisis estadístico

– Análisis documental

– Stakeholders involucrados en

la gestión de las AMPs

– Stakeholdes usuarios de las

AMPs

Análisis

2005

2006

Elaboración de datos cuantitati-

vos claves para llevar a cabo

comparaciones

Estudio de los principales efec-

tos socioeconómicos de las de-

claraciones de AMP

* Durante este período el equipo

Pescatur, liderado por D. José J.

Pascual Fernández, realizó el

que tal vez sea uno de los pri-

meros estudios de análisis de

los grupos de población sus-

ceptibles de recibir una pro-

puesta de protección marina en

la isla de Tenerife, y de las ins-

tituciones que podrían ser im-

plementadas para la gestión de

una futura AMP, previamente a

su propuesta oficial

– Entrevistas semi-estructuradas

– Observación participante

– 1 encuesta Pescadores Profesio-

nales, sobre percepción e infor-

mación disponible sobre el AMP

– 1 encuesta Pescadores Profesio-

nales para valorar el nivel de uso

del AMP (tiempo de trabajo den-

tro del AMP, costes, especies ob-

jetivo, etc.)

– 1 encuesta Turistas buceadores

que visitan el AMP (incluye per-

cepciones sobre el AMP, perfil ge-

neral del usuario, gastos asociados

al ejercicio de la actividad, etc.)

– 1 encuesta Pescadores Recreativos

que visitan el AMP (incluye per-

cepciones sobre el AMP, perfil ge-

neral del usuario, gastos asociados

al ejercicio de la actividad, etc.)

– Censos de unidades productivas

pesqueras, alojamientos turísti-

cos y unidades de explotación

turística, principalmente

Usuarios directos de las AMPs:

– Pescadores profesionales

– Turistas buceadores

– Pescadores recreativos

Evaluación

de efectos

00.Proteger desde las Culturas (Intro) 15/5/12 20:37 Página 14

Page 17: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

con investigadores y compañeros (antropólogos ono) de universidades nacionales e internacionales, sincuyas aportaciones nuestro análisis habría resultadofalto o insuficiente5. Somos conscientes de la comple-jidad y el dinamismo que impera sobre los proce-sos y situaciones que enmarcan el devenir de las po-blaciones litorales. Por ello, cualquier propuesta deinvestigación desde las Ciencias Sociales, acotada enel tiempo, requiere de constantes actualizaciones yrevisión de datos. Recordando de nuevo a Joan Pratsi Catalá, en tanto que asumimos que nadie tiene elconocimiento suficiente para resolver unilateralmen-te cuestiones complejas, y conscientes de los límitesde nuestros conocimientos, nuestra propuesta quie-re alentar a interactuar para buscar soluciones provi-sionales, siguiendo procedimientos que nos permi-tan aprender permanentemente y adaptarnos a losresultados del aprendizaje (Prats i Catalá, 2007).

En los escenarios litorales, la actividad pesqueray el turismo se encuentran ante oportunidades y cons-tricciones impensables décadas atrás. Y las posibili-dades abiertas en términos de gobernabilidad sonmúltiples y hasta antagónicas. De ahí que desvelaren detalle cuáles han sido los factores que han con-ducido a la situación actual, desde los momentos an-teriores a la existencia de las figuras de protección,sea un elemento de enorme relevancia. Asimismo,exponer de qué manera el sistema turístico ha incor-porado para su uso y explotación unas figuras deprotección que no siempre nacieron con las miraspuestas en el desarrollo de la actividad turística, pue-de ser clave para afrontar el devenir de las medidasde protección del mar.

Este documento se organiza a lo largo de sietecapítulos en los que describimos cómo los diferen-tes agentes y grupos de población local emprendenestrategias de uso y negocian con otros agentes y/ocolectivos las posibilidades y las condiciones deaprovechamiento de los recursos con los que se re-lacionan y de los que dependen sus actividades, sea

de la mano de la pesca o del turismo. En el capítu-lo 1, repasamos la historia general de las medidasde protección marina existentes en España y esbo-zamos el marco legal en el que grosso modo se hanido generando las declaraciones de AMPs. En estecapítulo se presentan los dos casos centrales dellibro. El capítulo 2 describe el nacimiento y el des-arrollo de las poblaciones de La Restinga y de L’Es-tartit, de la mano de la actividad pesquera artesanalo de bajura. El capítulo 3 está dedicado al desarro-llo turístico en ambas poblaciones, de diferente mag-nitud pero con grandes implicaciones para los gru-pos de población vinculados a la actividad pesquera.El capítulo 4 trata la pesca artesanal en la ReservaMarina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas (ElHierro, Islas Canarias); y el capítulo 5 analiza el de-venir del turismo alrededor del Área Protegida delas Islas Medas, en L’Estartit (Gerona, Cataluña) y sugestión. Tras la exposición de los principales datosy resultados de campo, en el capítulo 6 evaluamosla implementación y la gestión que se ha llevado acabo en cada una de ellas. Reflexionamos sobre lacuestión de la participación de los usuarios y gru-pos de interés del patrimonio natural. Y finalmente,a la luz de dicho examen, el capítulo 7 está dedica-do a las reflexiones finales y conclusión. El librocontiene, asimismo, un resumen en lengua inglesay catalana.

No podríamos ni desearíamos sentenciar de for-ma única e inequívoca ¿cuál es el siguiente paso? ¿Cuáles el próximo reto o desafío para las AMPs? Máxime,cuando reconocemos que su futuro no puede tenerun fundamento exclusivamente legal o técnico. Muyprobablemente la legitimidad de la orientación y lasmedidas tomadas vendrán determinadas por la cali-dad de las relaciones y la interacción entre los acto-res, colectivos sociales, instituciones y administracio-nes vinculados en la esfera pública.

Nuestra propuesta de futuro pasaría por atendera la dimensión cultural de las AMPs que implica in-evitablemente volver la vista hacia el conjunto de nor-mas, valores y creencias (más o menos instituciona-lizadas) presentes en las distintas colectividadeshumanas que van a recibir las medidas de proteccióndel mar, reforzando aquellas, chocando abiertamen-te o institucionalizando otras tantas.

Proteger desde las culturas es una invitación a re-pensar sobre las medidas de protección medioam-biental como productos socioculturales. Con las mi-ras puestas tanto en las necesidades de conservación,

Introducción

15

3 Doctor don Alberto Brito es catedrático de zoología marina de la Univer-

sidad de La Laguna. 4 Doctor don Lluís Mundet i Cerdan es profesor de la Facultad de Turismo

de la Universidad de Gerona.5 Especial mención merece el doctor don J. Lluís Alegret, profesor titular

de la Universidad de Gerona (UdG), la doctora doña Ratana Chuenpagdee,

de la Memorial University of Newfoundland (Canadá) y el doctor don

Svein Jentoft, de la Universidad de Tromso (Noruega).

00.Proteger desde las Culturas (Intro) 15/5/12 20:37 Página 15

Page 18: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

como en los grupos humanos (presentes y futuros)que van a recibirlas, tratando de hacernos cada vezmás conscientes de los límites dinámicos dentro delos que el sistema es capaz de actuar favoreciendo lareproducción de grupos y poblaciones y donde se man-tiene el juego entre el mantenimiento y la adaptación

de sus prácticas culturales. Las AMPs son fruto de unmomento determinado, de un contexto y el resulta-do de una negociación entre varias partes. Mirarlascon relatividad y cierto escepticismo no supone mi-nusvalorarlas, sino entender que aún se puede traba-jar en pro de su optimización.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

16

00.Proteger desde las Culturas (Intro) 15/5/12 20:37 Página 16

Page 19: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Aunque la primera Área Marina Protegida –AMP– dela que se tiene constancia fue el Santuario Marino deFort Jeferson (Florida, EEUU) en 1932, no fue hastala segunda mitad del siglo XX cuando este tipo de me-didas comenzaron a extenderse por numerosos paísesribereños. Por aquellos años, la demanda por estable-cer y fomentar la creación de zonas marinas protegi-das partió casi en exclusiva desde ámbitos conserva-cionistas y foros internacionales6 (Ramos Esplá, 2004:35). Desde entonces, el mantenimiento de la diversi-dad biológica y la adecuación del principio de conser-vación con el desarrollo de las poblaciones humanashan dirigido la mayoría de las políticas y de los pro-yectos de creación de AMPs en todo el mundo, al me-nos sobre el papel.

A priori no existe un modelo de AMP estándar, yaque muchas se caracterizan por su diversidad y los con-trastes en diferentes aspectos. En algunas se prioriza laprotección de ciertas especies amenazadas, como por

ejemplo, en el Santuario Nacional Marino de la Bahíade Monterrey y el Santuario Nacional Marítimo de laBallena Jorobada de las Islas Hawái, creados por el go-bierno de los Estados Unidos –EEUU– en 1992, conel objetivo de proteger a los mamíferos marinos. En paí-ses como Kenia, Filipinas y Belice, por ejemplo, se hancreado zonas marinas protegidas para colaborar en lagestión de los recursos pesqueros y el turismo. Tam-bién hay ejemplos de espacios protegidos cuyo objeti-vo es preservar ecosistemas especialmente frágiles, co-mo los manglares o los arrecifes de coral. El diseñoinstitucional, así como los modelos de uso y gestión demuchas de esas AMPs son igualmente variados. Y enrelación a todo ello, existe una gran variedad de térmi-nos para abrazar los diferentes objetivos de las AMPs.En países como España, donde se encuentran los doscasos analizados en este libro, conviven multitud de fi-guras legales, desde las vedas a las reservas de pescao los biotopos protegidos. Aunque a un buen núme-ro de AMPs se las denomine con el sobrenombre de“reserva marina”.

En el contexto internacional se apremia de cuandoen cuando a los gobiernos para que adopten una vi-sión integral en la gestión de las zonas costeras (Comi-sión de las Comunidades Europeas, 2000). Por ejemplo,

17

Capítulo 1

Las áreas marinas protegidas en España

6 Entre ellos podríamos citar la Declaración de Estocolmo sobre el Medio

Ambiente (1979), el Programa MaB de la UNESCO (1974), la Estrategia Mun-

dial para la Conservación de la Naturaleza de la Unión Internacional para

la Conservación de la Naturaleza (1978), o la Cumbre de Río de 1992.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 17

Page 20: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

con el objetivo de favorecer la planificación nacionaly global, la Unión Internacional para la Conservaciónde la Naturaleza –UICN7– ha desarrollado un sistemade categorización general (IUCN Commission on Na-tional Parks and Protected Areas y World Conserva-tion Monitoring Centre, 1994) aplicable a multitud deespacios y entornos susceptibles de ser protegidos. Delas distintas categorías propuestas desde los 90 des-tacamos que casi todas –Reserva natural marina es-tricta, Parque nacional marino, Monumento naturalmarino, Área marina de ordenación de hábitats/espe-cies, Paisaje marino protegido– atienden a la conser-vación de la diversidad biológica a largo plazo princi-palmente dibujando a las AMPs como espacios parala conservación, la investigación científica y la recrea-ción/contemplación. Tan solo una, la categoría VI, sedefine como área marina protegida para la ordena-ción de recursos (Kelleher, 1999: xviii). Solo con ellase reconoce el interés de ordenar espacios objeto demúltiple uso. Aunque, como especifica la propia UICN,cada categoría podría estar sujeta a algún grado deinterpretación, especialmente cuando se contemplanlos usos humanos, que están poco definidos en laclasificación.

En España el concepto mismo de AMP es relativa-mente reciente. A pesar de que las primeras declara-ciones de zonas vedadas a la pesca y algunas propues-tas de reservas marinas cuentan ya con más de 30 añosde antigüedad, como en el caso de las Islas Medas. Eltítulo mismo de AMP no había sido un concepto jurí-dico preciso hasta el año 2007, y en ocasiones, por iner-cia, se le había hecho equivaler simplemente al de es-pacio natural protegido pero situado en el mar. La Ley42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Naturaly de la Biodiversidad (BOE n.º 299, de 14 de diciem-bre de 2007), definió por primera vez a nivel estatal alas Áreas Marinas Protegidas como “espacios naturalesdesignados para la protección de ecosistemas, comu-nidades de elementos biológicos o geológicos del me-dio marino, incluidas las áreas intermareal y subma-real, que en razón de su rareza, fragilidad, importanciao singularidad, merecen una protección especial”.Esta ley considera el concepto de AMP desde la pers-pectiva del uso múltiple, valorando la necesidad deorganizar los usos humanos del mar y de las costas.

El documento reconoce la pertinencia de “zonificar”,de manera tal que se puedan reservar determinadas áreaspara el desarrollo de actividades y otras zonas para laprotección del medio. Por otro lado, la ley contemplay asume otras figuras de protección marina y da cober-tura a otros espacios protegidos amparados por la RedNatura 2000, e instrumentos de ámbito internacional.Desde la publicación de esta ley en un momento decierre del estudio que da lugar a este libro, sería másexacto hablar de Espacios Marinos Protegidos –EMPs–para referirnos a la diversidad de reservas marinas, re-servas de pesca, reservas marinas de interés pesquero ovedas, entre otros, que contamos en este país. Sin em-bargo seguiremos haciendo uso del apelativo Áreas Ma-rinas Protegidas de aquí en adelante, por su nivel de co-rrespondencia con la literatura y con las figuraspropuestas por la UICN, que dominan (al menos a ni-vel de discurso) el panorama de la protección mundial.

En este capítulo analizaremos los procesos de pro-puesta, declaración e implementación de las dos AMPspresentadas: la Reserva Marina de Interés Pesquero–RMIP– Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas y delÁrea Protegida –AP– de las Islas Medas, recientemen-te incorporada al Parque Natural del Montgrí, las IslasMedas i el Baix Ter. Entendemos que, a priori y desdeposturas particularistas, la comparación puede pare-cer complicada, a pesar de la coincidencia en el tiem-po de cada proyecto y propuestas de protección. Ca-da entorno, figura de AMP y población involucradaposeen notables diferencias, como aclaramos en la In-troducción. No obstante, en ambos casos, aspectos ta-les como el ámbito en el que surge la idea de pro-tección, qué expectativas se generan, quién lidera cadapropuesta y el proceder de cada administración in-volucrada, imprimirán un cariz decisivo e interesantea nivel comparativo. Elementos como éstos, identifica-bles en el punto cero de cada AMP, actuarán, por ejem-plo, generando imágenes que son capaces de influiren la recepción y cumplimiento de las medidas de pro-tección, hacia el interior de cada población, a lo largodel tiempo.

En este capítulo nos referiremos también a una va-riedad de AMPs que pueden ser creadas tanto enaguas interiores como exteriores. Las aguas interiores,tal y como explica Suárez de Vivero (2007), son aque-llas aguas comprendidas entre puntas, bahías, ense-nadas, puertos, canales marítimos, radas, estuarios,etc., siempre dentro de la línea de base recta. El ar-tículo 148.1 de la Constitución Española contemplalas aguas interiores, como un espacio en el que las

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

18

7 Nos fijamos en esta institución porque su sistema y nomenclatura son

ampliamente reconocidos por un buen número de países, entre ellos

España.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 18

Page 21: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Comunidades Autónomas –CCAA– podrán asumircompetencias en materia de pesca. Igualmente, segúnel artículo 148.1.9, las CCAA podrán asumir compe-tencias en materia de protección del medio ambien-te. De otro lado, las mal llamadas “aguas exteriores”comprenden el espacio denominado “mar territorial”(que se extiende aproximadamente hasta la Plana Abi-sal), el cual se ha ampliado desde las tres millas náu-ticas fijadas a inicios del siglo XVIII hasta las 12 mi-llas estipuladas en 1982.

1. Antecedentes y marco legislativo

de las AMPs en España

En España la protección de los espacios naturales te-rrestres y marinos se llevó a cabo en consonancia conla tradición iniciada por la monarquía de crear CotosReales (Santamarina, 2005: 30), revalorizando ciertosespacios como lugares de educación y recreación, aso-ciados a las actividades ociosas practicadas por las cla-ses pudientes. Es decir, siempre se ha llevado a cabocomo una protección para lograr un fin u objetivos, yatendiendo a los intereses de grupos y colectivos so-ciales concretos. Tal y como ha expuesto B. Santa-marina (2005), las originarias declaraciones tenían unajustificación conservacionista8, y se hallaban en con-sonancia con ciertos movimientos ambientalistas, quea principios de siglo XX pujaban por crear parques na-turales, principalmente en países de la órbita anglosa-jona y localizados en territorios agrestes y de tardíaocupación, tales como Canadá, Estados Unidos o Nue-va Zelanda. Del análisis sociohistórico que realiza estaautora, subrayamos que la protección de muchos es-pacios naturales ha venido generalmente dada comoun ejercicio de autoridad, realizado casi siempre des-de arriba, obviando muchas veces a los habitantes delterritorio afectado y los usos tradicionales del mis-mo. Los usuarios rara vez han participado en los pro-cesos de creación de las áreas protegidas. Muy al con-trario, las inciativas de conservación han sidocomúnmente justificadas sobre la necesidad de prote-ger valores naturales de las clases populares y de losusos inadecuados que éstas podían llevar a cabo,

debiendo quedar aquellas zonas como lugares de re-creación (Santamarina, 2005). En términos semejantes,A. Diegues (2005) ha defendido que el modelo de áreasnaturales protegidas creado en los EEUU a mitad delsiglo XIX, y exportado mundialmente, en buena partese fundamenta en una visión del hombre como un sernecesariamente destructor de la naturaleza. Este autordefiende que los preservacionistas americanos, par-tiendo del contexto de la rápida expansión urbano-industrial de los EEUU, propusieron islas de conserva-ción frente al progreso industrial, de gran bellezaescénica, donde el hombre de la ciudad podría apre-ciar y reverenciar la naturaleza salvaje. De esta ma-nera, las áreas naturales protegidas se constituyeronen propiedad o espacios públicos (Diegues, 2005: 4).Hablando de espacios protegidos pero en el mar yáreas litorales, un destacado referente para investiga-dores de todo el mundo lo constituye la serie de teo-rías trágicas de autores como Gordon (1954), Scott(1955) o Hardin (1968), bajo las que se han dirigidomultitud de demandas de creación de AMPs en todoel mundo, en base de una supuesta imposibilidad degestión de la pesca bajo sistemas de gestión de dere-chos de uso de explotación común (Symes y Phillipson,2001). El espíritu de los planteamientos trágicos se re-sume en la máxima: lo que es de todos no es de na-die. Es decir, “cuando un recurso natural dado es físicay jurídicamente accesible para más de un usuario, sedice que es gratuito para todos” (Ciriacy-Wantrup, 1992[1975]: 340), con la consiguiente pérdida de valor o des-preocupación ante un posible deterioro. Frente a es-tos autores y pensadores, otros tantos investigadoresse han afanado en demostrar que, sin minusvalorar uobviar la situación de deterioro medioambiental queatenaza a los mares y los océanos del mundo, nos ha-llamos también ante una confusión conceptual, iden-tificando la propiedad común con la inexistencia oausencia de propiedad (Pascual Fernández, 1996). Porejemplo, tal y como ha apuntado Aguilera Klink (1992[1991]: 369): “(…) Hardin ignora que el concepto depropiedad carece de significado sin la capacidad deexcluir a todos aquellos que no son propietarios (…)”.O como también señala Wade de manera acertada:“(…) generaliza de manera inadecuada los resulta-dos que se producen cuando no hay propiedad a lassituaciones de propiedad común”. En 1975, Wantrupy Bishop definieron con precisión el concepto de pro-piedad común, señalando sus dos características fun-damentales, a saber: “todos los propietarios poseen elmismo derecho a usar el recurso, derecho que no se

Las áreas marinas protegidas en España

19

8 Se trataba de proteger “aquellos sitios o parajes excepcionalmente pin-

torescos, forestales o agrestes del territorio nacional”, según se recoge en

la Ley de 7 de diciembre de 1916, de Parques Nacionales, Art.2 (Santama-

rina, 2005: 29 y ss.).

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 19

Page 22: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

pierde si no se usa, y que los no propietarios, no per-tenecientes a la comunidad, son excluidos del uso”.Estos aspectos son obviados por los autores más trá-gicos, quienes no entraron a valorar que existen dis-tintos regímenes de derechos de propiedad colectiva(Feeny, Berkes et al., 1990), diametralmente diferentesde la situación de libre acceso donde no hay regula-ción. Las instituciones relativas a los derechos de pro-piedad pueden variar, estableciendo desde acuerdosformales, incluyendo derechos, obligaciones, estatusy reglas jurídicas, hasta acuerdos informales y costum-bres relativas a la asignación y uso de esos recursos oa la propiedad en general, tal y como especifica Ale-gret refiriéndose a Libecap (1989). Que los derechosde propiedad no estén completamente definidos, noquiere decir que esos derechos sean irracionales o po-co operativos (Alegret, 1999a: 181). J. J. Pascual Fernán-dez sintetizó en los 90 la bibliografía más relevante dela época, tanto la que apoyaba como la que criticabalas posturas trágicas. Y reconociendo que el debate entorno a la gestión de los recursos comunes había te-nido en la pesca uno de sus ejemplos preferidos, apun-tó además que el contexto de amenaza que suele aso-ciarse al desarrollo de la pesca de altura industrializadatiene poco que ver con las circunstancias en las que tie-ne lugar la pesca de bajura o artesanal, sobre la queactúan la mayoría de las AMPs declaradas en Españay a la que nos referimos en este libro. La pesca arte-sanal o de bajura se ejerce manejando diferentes es-trategias de apropiación del medio marino, que vandesde el conflicto abierto hasta formas sutiles de con-trol como el secreto. En este contexto, la presencia deAMPs puede ser aprovechada para reforzar tales me-canismos de control o crear otros nuevos. Los pesca-dores artesanales, de artes menores o de bajura, noactúan de forma despreocupada o inconscientemente,únicamente motivados por la posibilidad de maximi-zar las ganancias de la pesca a corto plazo. Y no seencuentran en una situación de perfecta información,que permitiera incrementar de manera exponencial laactividad extractiva (Pascual Fernández, 1996: 143-168). Otras cuestiones asociadas al desarrollo de laactividad como el acceso al capital y a la tecnologíanecesaria, las vías de reproducción y adquisición deconocimiento y habilidades para la pesca, o la pro-pia comercialización de los productos pesqueros (conlos problemas de almacenamiento, venta y transpor-te que pueden ser comunes a muchas poblaciones depescadores litorales), tampoco pueden ser obviadasaun bajo la sombra, el eco o la tentación de las

teorías trágicas. Las AMPs constituyen interesantes la-boratorios en los que contrastar y/o desterrar algunosde los prejuicios dominantes en la literatura sobre lapesca profesional y la gestión colectiva de recursos na-turales. Otros prejuicios presentes en las teorías trá-gicas se apoyan en consideraciones erróneas sobreel proceder de la elección, guiada en todo momentoe inevitablemente por la sombra del egoísmo.

Volviendo al contexto español, a diferencia de losespacios naturales protegidos terrestres, en la décadade los 80 eran todavía escasos los instrumentos de pro-tección generados específicamente para proteger losecosistemas marinos, tanto a nivel nacional como regio-nal (Suárez de Vivero y Frieyro de Lara, 1994: 345).La Ley 15/1975, de 2 de mayo, de Espacios NaturalesProtegidos (BOE n.º 107, de 5 de mayo de 1975) ha-bía desarrollado, por primera vez en España y con ca-rácter general, un régimen jurídico de protección paraespacios naturales que por sus características específi-cas se consideraban merecedores de una clasificaciónespecial. En aquel primer texto se definían los ParquesNaturales como “aquellas áreas a las que el Estado, enrazón de sus cualificados valores naturales, por sí o ainiciativa de corporaciones, entidades, sociedades o par-ticulares, declare por Decreto como tales, con el finde facilitar los contactos del hombre con la naturaleza”,en la línea de las propuestas conservacionistas estadou-nidenses mencionadas en Diegues. Posteriormente, laLey 4/1989, de Conservación de los Espacios Naturalesy de la Flora y Fauna Silvestres (BOE n.º 74, de 28 demarzo de 1989) la subsumió y estableció varias figurasde protección: Parques Nacionales, Reservas Naturales,Monumentos Naturales y Paisajes Protegidos. La Ley4/89 fue considerada la “Constitución Conservacionis-ta” (Santamarina, 2005), favoreciendo el desarrollo delas primeras herramientas de planificación y de gestiónde usos. Su objetivo era “extender el régimen jurídicoprotector de los recursos naturales, más allá de los me-ros espacios naturales protegidos”, considerando eldesarrollo de Planes y de Directrices para la Ordena-ción de los Recursos Naturales. Con esta ley los objeti-vos de la conservación se hicieron explícitos en muchoscasos y las acciones proteccionistas obtuvieron una co-bertura legal, económica e institucional sin preceden-tes. Además, se ajustaba al reparto de competencias lle-vado a cabo entre el Estado y las ComunidadesAutónomas –CCAA– durante los 809.

Hoy en día y en líneas generales, podemos identi-ficar numerosas figuras de protección afectando a lazona costera o litoral, tanto como a áreas de marismas,

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

20

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 20

Page 23: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

humedales o ríos de España. Los espacios naturalesprotegidos –ENPs– terrestres y marinos pueden tener dis-tintos reconocimientos y diferentes tipos de protección,que a veces se superponen10. Según el Ministerio deMedio Ambiente, actualmente Ministerio de Medio Am-biente, Medio Rural y Marino –MARM–, habría que con-siderar espacio protegido, en un sentido estricto, úni-camente a los así declarados mediante una norma estatalo autonómica. En España existen por ejemplo ENPs de-clarados al amparo de la legislación interna, pero aco-gidos al régimen de protección de la normativa de laUE, y espacios naturales acogidos a un régimen de pro-tección internacional. En estos ámbitos, en ocasionesresultaría más exacto hablar de espacios acogidos a unrégimen de protección ya sea comunitario o interna-cional. Cuando hablamos de ENPs implementados me-diante una norma estatal o autonómica, se puede ha-blar de una verdadera protección activa. Mientras queen el segundo caso, cuando hablamos de espacios aco-gidos a un régimen de protección, la protección sueleser pasiva o preventiva, en tanto no se lleguen a fijarlas medidas de regulación necesarias en todos los ca-sos. La mencionada Ley de Patrimonio Natural y Bio-diversidad (Ley 42/2007) y la Ley 41/2010, de 29 de di-ciembre, de protección del medio marino (BOE n.º 317,de jueves 30 de diciembre de 2010) representan dosimportantes avances en este sentido.

Es destacable que desde que comenzaron a utili-zarse en España los espacios protegidos para el ocioturístico y el disfrute, en las décadas de los 70-80, laafluencia de visitantes a éstos ha experimentado unconsiderable incremento: de 4,2 millones en 1973, a20 millones en 1982; 25,5 millones en 1999, y más de30 millones de visitantes según datos de Europarc11

correspondientes al año 2004. En esta línea, el Minis-terio de Industria, Turismo y Comercio, en un informeelaborado en 2006, se planteaba literalmente que era“indispensable reconocer el papel de los ENPs comofocos de atracción turística”. Para un buen númerode investigadores, el desarrollo de formas de turismoen las AMPs es visto como una extensión más de losbeneficios de la protección del ecosistema en térmi-nos económicos (Alban, 2006:12).

Tal vez debido a la diversidad sobre los títulos quepueden ser empleados para referirse a los ENPs, te-rrestres o marinos, o quizás porque muchos de esosno han tenido un marco legal de referencia hasta re-lativamente poco tiempo, cuando se consideran y enu-meran las primeras AMPs declaradas, en este país exis-te cierta confusión. El orden cronológico dependerá,por ejemplo, de dónde nos situemos geográficamen-te (aguas interiores o mar territorial) o del estatus le-gal que ostente cada figura proteccionista, frente al usosocial que se pueda hacer de la misma. A un buen nú-mero de AMPs se les denomina popularmente “re-serva” 12, aunque sobre la zona afectada tan solo pe-se una prohibición de extraer recursos marinos vivos.Inadecuadamente se nombran así numerosos espaciosdonde se adopta una determinada política sectorial.

Por otro lado, resulta extremadamente difícil ex-plicar la diversidad de figuras de protección medioam-biental que existe en España sin tener en cuenta elgrado de descentralización de este país. El Estadopuede impulsar medidas de protección afectando alos ecosistemas acuáticos o marinos. Las CCAA, a tra-vés de sus administraciones de ámbito regional, puedenestablecer algún tipo de espacio marino protegidotambién. De hecho, la diversidad de figuras de pro-tección implementadas es especialmente evidente ha-cia el interior de algunas de estas CCAA. Por ejem-plo, sobre el litoral de Cataluña hallamos una reservamarina así declarada en el mar territorial, la RM deMassia Blanca; mientras que en aguas interiores con-tamos: a) un AMP creada sobre una normativa de ve-da (Ses Negres), b) otra AMP creada sobre una norma-tiva de veda en 1983, consolidada como área protegidatras la declaración de una ley conservacionista en

Las áreas marinas protegidas en España

21

9 Entre las décadas de los 70 y 80 tuvieron lugar las declaraciones de los

Estatutos de las Autonomías españolas. El proceso de descentralización

de las competencias detalladas en cada una de las declaraciones, entre

las que se halla la protección del medio ambiente, se dilataría aún en el

tiempo del orden de cinco años en la mayoría de los casos. El desarrollo

de las primeras AMPs en España tuvo lugar a la vez que una eclosión sin

precedentes de Consejerías, Concejalías y distintos Departamentos de Me-

dio Ambiente, Pesca y Ordenación Territorial. 10 Uno de los territorios más emblemáticos en este sentido es Doñana (An-

dalucía, España) calificado, a la vez, como Reserva de la Biosfera, Zona

Húmeda de Importancia Internacional, Zona Especial de Protección de

Aves –ZEPA–, Parque Nacional (declarado por el Organismo Autónomo

de Parques Nacionales), Espacio Natural (declarado por la Junta de Anda-

lucía), integrante del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y próxi-

mamente Zona de Especial Conservación de la Unión Europea-ZEC. 11 Organización implicada en la planificación y gestión de los espacios na-

turales protegidos del Estado español, en www.europarc-es.org

12 A nivel internacional, también el término “reserva” parece ser el más em-

pleado para designar a la mayoría de las áreas protegidas; aunque “reser-

va” solo se refiere a un tipo particular de área protegida que puede no ha-

llarse exclusivamente en el mar, como las Reservas de la Biosfera (Agardy,

2000b: 876).

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 21

Page 24: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

1990-1 y subsumida por un Parque Natural en el 2010(Parque Natural del Montgrí, Illes Medes y Baix Ter),y c) otra AMP formando parte de un parque natural(el Parque Natural del Cap de Creus), aunque las cua-tro puedan ser denominadas “reservas marinas” porigual en algunos foros y medios.

Al margen de la cuestión administrativa, hemos deadvertir que las costas españolas son enormemente va-riadas. Abarcan distintos mares y se extienden por dis-tintas unidades geográficas. En ellas pueden encontrar-se playas, acantilados, marismas, estuarios, lagunaslitorales y deltas, entre otros sistemas. Y en atención aello, no resulta descabellado mirar a la multiplicidad defiguras de protección como un elemento estratégico.Los ecosistemas litorales y marinos son diversos y, porencima de la universalidad en el cierre de las medidasde protección, lo cierto es que contamos con infini-dad de medidas más o menos adaptadas, o que atien-den específicamente a cada contexto en cuestión.

1.1. De las vedas a las reservas

En España, las vedas se corresponden con la imagenmás afín al respecto de aquello que a nivel interna-cional se entiende como AMP, bajo el imperativo de

no-take zone. Es decir, como áreas no tocadas. Lasfiguras de veda, aplicadas básicamente como una “pro-hibición” o limitación de usos espacial, sobre especieso artes, han sentado un precedente en el imaginariocolectivo de muchas poblaciones litorales. En ocasio-nes, donde existen zonas vedadas próximas o en suscostas, aun transcurridos los años y desarrollos legis-lativos, vecinos y pescadores identificarán general-mente cualquier medida de AMP con el funcionamien-to de aquellas. Es decir, con la mera prohibición depescar, y no así con medidas activas de gestión dellitoral y de los recursos marinos. Aunque sobre estasfiguras se han declarado otras de rango superior, co-mo en el caso de las Islas Medas, incluso se han desa-rrollado mecanismos especiales de gestión, como enSes Negres, que se ha implementado como un área pa-ra la realización de estudios científicos y técnicos, sien-do gestionada durante años por una fundación de cor-te conservacionista.

Hasta la década de los ochenta del siglo pasado nose generó una legislación específica sobre áreas veda-das a la pesca. Con anterioridad a dicha regulación,tan solo encontramos espacios excluidos a las activi-dades de pesca profesional, como en las Islas Chafa-rinas, frente a las costas de Melilla. Este archipiélago

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

22

Tabla 2

Heterogeneidad de las AMPs en Cataluña

Nombre Cap de Creus Ses Negres – Pa de Pessic Islas Medas Massía Blanca

Parque Natural Área Protegida integrada en

un Parque Natural

Prohibición de pesca y extracción

de recursos marinos vivos

Reserva Marina conocida con

el sobre nombre de “Reserva

Marina de Interés Pesquero”

Tipo

Aguas Interiores Aguas InterioresAguas Interiores Aguas Territoriales

(exteriores)Ámbito

Autonómica AutonómicaAutonómica Estatal, a través de la Secre-

taría General del Mar (SEGE-

MAR)

Gestión

Fuente: elaboración propia.

Ley 4/1998, de 12 de marzo,

de protección de Cap de

Creus, DOGC de 1 de abril

de 1998, n.º 2611, págs. 4236

y ss.

Ley 19/1990, de 10 de diciem-

bre, de Conservación de Flo-

ra y Fauna de las Islas Medas,

DOGC n.º 1381, de 17 de di-

ciembre de 1990, págs. 5724

y ss.; BOE de miércoles 9 de

enero de 1991, n.º 8, págs. 678

y ss. Ley 15/2010, de 21 de

mayo de 2010, que declara el

Parque Natural del Montgrí,

les Illes Medas i el Baix Ter

Orden de 3 de marzo de 1993

DARP, DOGC, 24 de marzo de

1993, n.º 1725, pág. 147

Orden de 21 de diciembre de

1999, BOE n.º 7 de 8 de ene-

ro de 2000, págs. 398 y ss.

Legislación

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 22

Page 25: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

constituía una zona de interés para la Defensa Na-cional por la Real Orden Circular de 20 de octubre de1902 (Ley 8/75, de 12 de marzo). Y sobre ellas, en 1982se creó un Refugio Nacional de Caza (Real Decreto1115/1982, de 17 de abril de creación del Refugio Na-cional de Caza de las Islas Chafarinas). Desde enton-ces el área es gestionada por el Organismo Autónomode Parques Nacionales13. En 1982 precisamente se pu-blicó también la primera medida que contemplaba laposibilidad de crear reservas marinas sobre las áreascosteras y marinas. Se trata de la Orden Ministerial–OM– de 11 de mayo de 1982 (BOE n.º 125, 26 de ma-yo 1982), que se apoyaba y bebía directamente del RealDecreto 681/1980, de 28 de marzo, de ordenación dela actividad de pesca marítima, la cual había previstoel establecimiento de vedas zonales. Esta OM definióuna serie de estrategias y medidas destinadas a la re-población en las aguas de la plataforma continentaly en la zona económica exclusiva, en el mar territo-rial y en las aguas interiores marítimas, sin perjuicio delas competencias que sobre esta materia pudieran co-rresponder a las CCAA. Tal y como detallaba “(…) laDirección General de Ordenación Pesquera, por si oa petición de parte, previo informe de la Comandan-cia Militar de Marina correspondiente y del InstitutoEspañol de Oceanografía, oída la Federación Nacionalde Cofradías de Pescadores, podrá establecer zonas dereserva, en las que quedará prohibida la extracciónde alguna o de todas las especies de fauna y flora ma-rinas que se determinen por el tiempo que se establez-ca” (OM de 11 de mayo de 1982, BOE n.º 125, 26 demayo 1982, art.18, pág. 13825). Además aclaraba quese podría pescar con artes e instrumentos autorizadosen las zonas de protección definidas, observando lasnormas que en materia de pesca y extracción estuvie-ran en vigor. Gracias a esta OM nacieron en Españalas RRMM, íntimamente ligadas a las acciones y polí-ticas de gestión pesquera, y no exclusivamente a lapremisa de la conservación medioambiental.

A comienzos de la misma década hallamos tambiénlos primeros planteamientos proteccionistas para áreasque estaban siendo usadas con fines recreativos. Porejemplo, en 1982 y en respuesta a la petición realiza-da por un grupo de empresarios hoteleros de Baleares

(denominada Agrupació d’Hotelers de la Platja de Pal-ma), el por entonces denominado Consell Interinsularde les Illes Balears declaró una zona de “Paisaje sub-marino” en aguas de Mallorca, desde el Club Náuticode S’Arenal hasta el Cabo de Regana. Sobre dicha zo-na se proyectó además, tal y como se detalla en el Bo-letín Oficial del Consejo General Interinsular de las Is-las Baleares, n.º 33, de 30 de noviembre de 1982, lacreación de una reserva, la primera de España que eraplanteada sobre el papel en base a la OM de 1982.

A pesar de aquella iniciativa balear, la figura de RMno se consolidaría hasta 1986, tras la declaración de laRM Isla de Tabarca14, en Alicante. El proceso de crea-ción e implementación en Tabarca proveyó de un mo-delo sobre el diseño, los objetivos, los criterios de se-lección y gestión para las futuras AMP de este país(Ramos Esplá, 1994: 127-129). “(…) Tabarca –tal y co-mo ha declarado uno de sus más importantes promo-tores– es la primera reserva marina de toda España,con una ordenación de zona integral, de amortiguacióny de múltiple uso (…), a partir de la reserva marinade Tabarca han ido surgiendo todas las demás (…)”15.La filosofía con la que se implementó esta primera RM,que “es una figura que nace de una legislación pesque-ra para la repoblación de zonas circundantes”16, estabainspirada en el objetivo de proteger no tanto las espe-cies concretas como los fondos marinos y sus hábitats.Si bien se ideó desde un principio como una zona demúltiples usos, dividiéndose en tres áreas con distin-tos niveles de restricción respecto a las actividades cien-tíficas, recreativas y profesionales que podrían desarro-llarse en su interior. El ejemplo de Tabarca, cuyaprotección fue promovida desde un Ayuntamiento lo-cal (el de la ciudad de Alicante), también nos da unamuestra del nivel de implicación que la localidad ha lle-gado a tener sobre este tipo de medidas en España, aligual que el caso balear.

Casi dos décadas después, la Ley 3/2001, de 26 demarzo, de Pesca Marítima del Estado (BOE n.º 75, de miér-coles 28 marzo de 2001) se volvió a referir a la figura deRM, considerando a ésta como una herramienta especí-fica en el logro de la explotación sostenida de los recur-sos de interés pesquero, y aportando mayor concreción

Las áreas marinas protegidas en España

23

13 Las características legales del sitio limitan la concesión de autorizaciones

exclusivamente para estancias con fines científicos. De hecho, para cual-

quier actuación planeada se precisa de la autorización del Organismo

Autónomo Parques Nacionales y la conformidad del Ministerio de Defensa.

14 OM de 4 de abril de 1986, B.O.E. n.º 112, de 10 de mayo de 1986.15 Entrevista realizada a Alfonso Ramos Esplá, Dr. en Ciencias Biológicas y

profesor titular de Biología Marina en la Universidad de Alicante, en el año

2003 en Alicante por Tita Alberti Poulet. 16 Ibíd.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 23

Page 26: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

sobre los objetivos de protección y recuperación del me-dio marino apuntados en anteriores normativas. En ba-se a esta ley se han declarado varias RRMM con el ca-rácter de Reservas Marinas de Interés Pesquero–RRMMIP–, si bien este no es un aspecto originariamen-te recogido en el texto legal. Y algunas, como la men-cionada Tabarca, han sido revisadas o adaptadas infor-malmente, a posteriori, para atender a tal horizonte.

1.2. Rediseñando el litoral

Si contempláramos globalmente el conjunto de las figu-ras de protección que pueden ser declaradas sobre elmedio ambiente marino en España, el número de espa-cios naturales protegidos que deberían de haber sido in-cluidos en este libro aumentaría considerablemente.Para el año 2011, no obstante, considerando solo el ám-bito marítimo-costero y dejando fuera a las figuras aco-gidas a un régimen de protección procedente de la UEo a nivel internacional, así como otros espacios protegi-dos donde solo pesan prohibiciones sobre artes o prác-ticas pesqueras, como las zonas de veda para la pescasubmarina, podríamos hablar de 28 Espacios Marinos Pro-tegidos –a los que nos referimos errónea pero globalmen-te como AMPs– que están reflejados en la siguiente tabla.

Del análisis de las órdenes y declaraciones oficialespor las cuales fueron establecidas las AMPs reflejadas

en la tabla 3 (véase Anexo 2), es posible observarque en la mayoría de los documentos oficiales se em-plean y repiten una serie de títulos, acciones y argu-mentos, que de manera resumida son:

a) La intervención de las instituciones científicas.En la mayoría de las órdenes y decretos se alu-de a estudios elaborados por las Universida-des o el Instituto Español de Oceanografía,principalmente, apoyando la adopción de me-didas proteccionistas. Mucho más recientemen-te comienzan a aparecer informes y propues-tas desarrollados por grupos, fundaciones uorganizaciones ecologistas o de corte conser-vacionistas, proponiendo AMPs en el contex-to nacional.

b) La presencia de especies endémicas o hábitatsamenazados y la existencia de especies de in-terés pesquero.

c) El apoyo o el interés de grupos de población y/oinstituciones locales por proteger áreas y/o recur-sos marinos. Por ejemplo, en 8 de las 10 declara-ciones de “reserva marina” llevadas a cabo por laAdministración General del Estado –AGE–, se ha-cía mención explícita al interés y/o al apoyo degrupos e instituciones locales, muchas vincula-das a la pesca profesional.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

24

Tabla 3

Lista de AMPs en España

Nombre Descripción Fecha Superficie

(Has)

Localización

Comunidad

Autónoma (CA)

Gestión

1. Isla de Tabarca 1.400 AGE y CAValenciaReserva Marina (RM) 1986

2. Isla Columbretes 4.400 AGEValenciaRM 1990

3. Illes Medes 533 CACataluña

Veda

Área Protegida

Parque Natural

1983-5

1990-1

2010

4. Archipiélago de Cabrera 10.021 AGE y CABalearesParque Nacional Marítimo-Terrestre 1991

5. Cap Negre/Ses Negres SIN DATOS CACataluñaVeda 1993-96

6. Cabo de San Antonio 250 CAValenciaRM 1993

7. La Graciosa e islotes del norte

de Lanzarote70.700 AGE y CACanariasRM 1995

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 24

Page 27: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Las áreas marinas protegidas en España

25

9. Cabo de Gata-Níjar 12.200 AGEAndalucíaParque Natural

RM

1987

1995

10. Punta de La Restinga-Mar

de Las Calmas750 AGE y CACanariasRM 1996

11. Isla de Alborán429

425.645 AGEAndalucíaZona de protección pesquera

RM y Reserva de Pesca

1997

1998

12. Cap de Creus 3.073 CACataluñaParque Natural

(Reserva Natural Integral)1998

13. Gaztelugatxe 487 CAPaís VascoBiotopo Protegido 1998

14. Freus de Ibiza y Formentera 13.617 CABalearesRM 1999

16. Bahía de Palma 2.394 CABalearesPaisaje submarino

RM1982

1999

15. Norte de Menorca 5.119 CABalearesRM 1999

17. Masía blanca 280 AGECataluñaRM 1999

18. La Palma 3.719,1 AGECanariasRM 2001

19. Migjorn de Mallorca 22.332 CABalearesRM 2002

20. Islas Atlánticas 8.480 AGE y CAGaliciaParque Nacional Marítimo-Terrestre 2002

21. Irta SIN DATOS CAValencia

Reserva Natural Marina

Reserva Marina de Interés

Pesquero (RMIP)2002-3

Nombre Descripción Fecha Superficie

(Has)

Localización

Comunidad

Autónoma (CA)

Gestión

8. Cabo de Palos-Islas Hormigas 1.898 AGE y CAMurciaRM 1995

23. Islas Malgrats

22. Isla del Toro CABalearesRM 2004

CABalearesRM 2004

24. Desembocadura del Guadalquivir CAAndalucíaReserva de Pesca 2004

25. Cala Ratjada AGEBalearesRM 2007

26. Os Miñarzos CAGaliciaRMIP 2007

27. Cedeira CAGaliciaRMIP 2009

28. El Cacucho AGEAsturiasÁrea Marina Protegida (AMP) 2008 234.966,89

136,02

720

2.200

5.900

22.200

88,85

Fuente: elaboración propia.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 25

Page 28: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

d) El buen estado de conservación o el “valor ecoló-gico” de los recursos costeros y marinos que que-darían protegidos mediante la propuesta de AMP.

e) Una posible situación de sobrepesca, o de degra-dación de los valores naturales de los territoriospropuestos para su protección; si bien tal reco-nocimiento no constituye el eje central de lasdeclaraciones llevadas a cabo tanto por la AGEcomo por las CCAA.

f) La existencia de otras figuras proteccionistas enla zona concreta o en sus cercanías. Esto está es-pecialmente presente en el caso de las AMP de-claradas por las CCAA en aguas interiores.

g) Las posibilidades o la idoneidad de regular lasactividades no profesionales localizadas en cadazona afectada por la figura de AMP, como la pes-ca recreativa o el buceo.

Hemos de puntualizar que la ordenación y la gestiónde las AMP reflejadas en la tabla 3 son cuestiones quese han planteado muchas veces como un asunto de com-petencias entre las diferentes Administraciones del Esta-do. Y que a pesar del dinamismo de las adminsitracio-nes españolas y las actualizaciones señaladas, algunashan sido esbozadas todavía a partir de normativas adap-tadas de la legislación ambiental terrestre existente, obien de regulaciones de las actividades extractivas de re-cursos marinos vivos tales como las vedas.

De las 28 AMPs señaladas, quince se encuentranlocalizadas en aguas interiores; seis AMPs se locali-zan en el mar territorial; y siete se extienden abar-cando aguas interiores y mar territorial, por lo quesu titularidad es compartida entre las CCAA y la AGE,incluyendo aquí los dos Parques Nacionales Maríti-mo-Terrestres. Con respecto a las figuras legales queostenta cada una, además de esas dos AMPs integra-das en Parques Nacionales, hay una AMP proyecta-da como tal, un Biotopo Protegido, una veda, dosAMPs integradas en Parques Naturales Marítimo-Te-rrestres, tres Reservas Marinas de Interés Pesquerodeclaradas como tales por las CCAA y localizadasúnicamente en aguas interiores, dos Reservas de Pes-ca, y diecisiete RRMM declaradas como tal. Muchasde estas últimas pueden ser denominadas RMIP, ypuedan aparecer asociadas o hallarse íntimamenteligadas a otras figuras como Paisajes Submarinos (co-mo en el caso de Bahía de Palma), Reservas de Pes-ca (como en la Isla de Alborán) o a otras figuras deParque Natural (como en el caso de Cabo de Gata-Níjar).

En cuanto a la cuestión sobre las competencias ad-ministrativas, hecha la aclaración entre las aguas in-teriores y el mar territorial, añadimos que la Ley de Pa-trimonio Natural y de la Biodiversidad (Ley 42/2007),estipula en su Art. 6 que: “corresponde a la Adminis-tración General del Estado (…) el ejercicio de las fun-ciones administrativas (…), respetando lo dispues-to en los Estatutos de Autonomía de las Comunidadesautónomas del litoral, en los siguientes supuestos:

a) cuando se trate de espacios, hábitats o áreas crí-ticas situados en áreas marinas bajo soberanía ojurisdicción nacional;

b) cuando afecten a especies cuyos hábitats se sitúenen los espacios a que se refiere el párrafo ante-rior, o a especies marinas altamente migratorias;

c) cuando, de conformidad con el Derecho inter-nacional, España tenga que gestionar espaciossituados en los estrechos sometidos al Derechointernacional o en alta mar”.

Tal y como continúa en su Artículo 7: “las Adminis-traciones Públicas cooperarán y colaborarán sumi-nistrándose información eficaz para el cumplimientode los objetivos de la ley (…) y se creará un órganoconsultivo y de cooperación entre el Estado y las CCAAdenominado Comisión Estatal para el Patrimonio Na-tural y la Biodiversidad”.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

26

Imagen 1. La posidonia (Posidonia oceanica) es una planta marina endémica

y protegida en el Mediterráneo al igual que la nacra (Pinna nobilis). Foto:

Álex Lorente, L’Estartit-Islas Medas, año 2003.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 26

Page 29: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

2. La creación de la Reserva Marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas (El Hierro, Islas Canarias)

La población de La Restinga se localiza en la punta másmeridional de la isla canaria de El Hierro, en una zonarelativamente inhóspita de forma marcadamente trian-gular, que limita al Norte con la Montaña Restinga, alEste y Oeste con territorios que forman parte del Par-que Rural de Frontera, y al Sur con el mar; abriéndoseal “Mar de Las Calmas”. Aunque los vientos a menudoafectan a la zona de Punta de La Restinga, penetrandoen el sector Este y azotando con especial virulenciael núcleo del pueblo, el régimen habitual de los ali-sios (de dirección NE) asegura un acceso casi continuoa esta zona litoral. La Restinga también es el núcleo pes-quero más importante de todo El Hierro; alberga la úni-ca Cofradía de pescadores de la isla, y a una poblaciónactiva que roza el medio centenar de profesionales, en-tre armadores y marineros. Se trata de la población depescadores más joven de todas las Islas Canarias.

Entre la década de los 70 y principios de los 80, ungrupo de investigadores de la Universidad de La Lagu-na (ULL, Tenerife), relacionados con la denominada“Sección de Biológicas” de la Facultad de Ciencias, co-menzó a trabajar en diferentes proyectos que teníanpor objeto el estudio y la descripción del Bentos Ma-rino en el Archipiélago Canario. Según las palabras deuno de aquellos investigadores: “(...) se estudiaron1275-1200 especies de invertebrados marinos (…) y eléxito con el que presentamos nosotros el proyecto, eradiciendo que queríamos poner las bases de lo que eraun estudio de invertebrados marinos y de fauna mari-na en general (...), para luego, con el conocimiento decausa de cada una de las islas, decidir cuáles eran loslugares más ricos y más idóneos para aplicarlo al es-tudio de reservas marinas (…)”.

En aquellos iniciales proyectos la posibilidad decreación de reservas marinas “(…) era una coletilla quesiempre iba (…). Ya nosotros conocíamos algunas re-servas de Francia y habíamos contactado con Ramos–se refiere a Ramos Esplá investigador de la Univer-sidad de Alicante vinculado a la creación de la reser-va marina de Tabarca en 1986, a quien mencionamosanteriormente– (…) y siempre llevaba esa coletilla,siempre que presentábamos lo de El Bentos (…) po-níamos que al final queríamos hacer un manual deidentificación para las facultades (…) y que ese cono-cimiento nos llevaría a saber qué lugares eran los más

ricos y los más idóneos para elaborar un proyecto convistas a las futuras reservas marinas de Canarias (…)”.

La primera propuesta de creación de reservas ma-rinas en Canarias se fraguó en la ULL en este con-texto, durante el desarrollo del proyecto Bentos II, elcual contenía ya una propuesta específica para deli-mitar áreas susceptibles de ser declaradas AMPs si-guiendo los criterios de la UICN, que también habíaempleado Ramos Esplá durante el proceso de creaciónde la RM de Tabarca. Los investigadores desecharonotros modelos o estrategias de protección, como el es-tablecimiento de vedas sobre artes o la veda espa-cial, debido a que el carácter temporal de las mismassolía ser objeto de conflictos de diverso tipo con losusuarios. Las reservas marinas planteadas al términodel estudio de Bentos II se hallaban también en con-sonancia con la definición de reservas recogida en lalegislación española de la época (OM de 11/05/82,BOE n.º 125).

Los resultados fueron expuestos sistemáticamenteen el libro Reservas Marinas de Canarias (Bacallado,Cruz et al., 1989). Esta publicación, tal y como han ex-plicado alguno de sus autores, tuvo un gran “(…) éxi-to inicial y salió en los periódicos (…), la gente res-pondió, el Gobierno de Canarias, la Dirección Generalde Pesca del Gobierno de Canarias (…). Había entu-siasmo, había ganas de trabajar y (...) se formó un equi-po bastante bueno (…). Entonces empezamos a reco-rrer las islas (…)”. Dicho libro contenía propuestas decreación de reservas marinas en todas y cada una delas islas, incluida La Graciosa e islotes del Norte deLanzarote, atendiendo a un espectro de valores defi-nidos por el interés científico (geológico, paleontoló-gico, arqueológico, espeleológico, botánico, zoológi-co, ecológico, etc.), didáctico-pedagógico (a todos losniveles, no solo universitario), y socioeconómico (deuso público, riqueza pesquera-marisquera, turístico,deportes náuticos, etc.) (Bacallado; Cruz et al., 1989:37), tal y como fueron detallados por los propiosautores. La selección de las posibles áreas se llevó acabo atendiendo a criterios de: extensión, diversidad,representatividad, estado de conservación –definidocomo naturalidad por los autores (1989:25)–, valorpotencial y estado ecológico con vistas a una posibleregeneración de los poblamientos, atractivo intrínsecodel área en función de los usos que se pudieran desa-rrollar en la “reserva”, y posición en una unidad geo-gráfica (1989: 25 y ss.). Las conclusiones además con-tenían una serie de normas de uso y gestión, quepodrían regir sobre los sectores seleccionados.

Las áreas marinas protegidas en España

27

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 27

Page 30: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Tal y como se hacía explícito en el libro, la impli-cación de los propios usuarios, pescadores y subma-rinistas principalmente, conjuntamente con los cien-tíficos, era un elemento esencial para garantizar el buenfuncionamiento de las medidas de reserva. Si bien lospropios investigadores se toparon con el rechazo deaquellos en alguna ocasión:“(…) la primera vez queyo fui a La Restinga a explicar el porqué era bueno po-ner allí una reserva (…) tenía que dar una conferen-cia, fue hace muchísimos años, el 87 o quizás antes.Pues entonces me voy allá a dar una conferencia y lospescadores no querían entrar en la conferencia y ha-bía un jaleo (…). Aquello estaba lleno de gente (…) yhabía una serie de políticos, había senadores, había detodo. Entonces yo me puse a dar la charla, hablé conel alcalde de Frontera (…) entonces –los pescadores–vinieron con las escopetas cargadas y empezaron allía darme leñazos cuando yo terminé la conferencia (…)y les dije: esto no se va a hacer a espaldas de ustedes,se tiene que hacer con ustedes, si no esto no se pue-de hacer (…)17.

En el año 87, antes de la publicación del libro deReservas Marinas de Canarias pero avanzado el pro-yecto Bentos se había presentado a la población depescadores de La Restinga, por primera vez, la pro-puesta de creación de una reserva marina en El Hie-rro, en la zona conocida como las playas. Duranteaquella primera reunión se rechazó tajantemente elproyecto. Los motivos por los cuales los pescadores senegaban a oír siquiera hablar del mismo no están deltodo claros. Según algunos, en esta zona se cogía lamejor carnada para el atún, que representa la pesque-ría más importante en esta población. Por otro lado,muy probablemente, la presencia en el pueblo de fo-ráneos ajenos al sector pesquero, hombres de tierra,que venían a hablar de imponer limitaciones a la ac-tividad extractiva, no fue simplemente bien recibidapor los pescadores (De la Cruz Modino, R., 2004: 140).

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

28Imagen 2. Vista parcial del pueblo de La Restinga. Foto: la autora, año 2004.

17 Extracto de entrevista realizada por José J. Pascual Fernández al doctor

Bacallado en el año 2003.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 28

Page 31: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

A juicio del doctor Alberto Brito, quien trabajó en losproyectos de Bentos y, con posterioridad, en la defini-tiva declaración de RM en el Mar de Las Calmas, lasprimeras reuniones resultaron infructuosas debido avarios factores. Por aquel entonces no existía prece-dente alguno de creación de reservas marinas en lasIslas Canarias. La postura de las Administraciones lo-cales y estatales, pese a estar interesadas por el pro-yecto, no era de apoyo sólido. Y tampoco existían apo-yos o contactos hacia el interior de la población local.

A pesar del rechazo, miembros del equipo de inves-tigación de la ULL, mantuvieron el contacto con la po-blación pesquera de La Restinga durante la realizaciónde posteriores trabajos. Estos reencuentros y la apari-ción en escena de un estudiante de biología, hijo de unpescador local de La Restinga, y de un nuevo vicepa-trón de la Cofradía fueron clave para recuperar el pro-yecto a mediados de los 90. La segunda propuesta decreación de una RM en El Hierro se situaba en la costamás inmediata de la población de La Restinga, pero fuemejor acogida que la primera. Según el estudiante cita-do, a diferencia de los 80, “(...) en los 90 los pescadoresvieron la reserva con otros ojos, con cierto interés y conmenos suspicacias”. A comienzos de esa década y a ini-ciativa de los mismos pescadores locales, se habían su-primido artes y trampas que difícilmente habrían sidocontempladas en la propuesta de RM. El proyecto se pre-sentaba en gran medida como una evolución de esas ac-ciones iniciadas por los propios pescadores, en pro dela sostenibilidad de las pesquerías locales; y no tanto uncambio drástico para los profesionales. La reserva, másbien, vendría a dar soporte a aquellas prohibiciones aus-piciadas por los profesionales.

Así se especificaba por ejemplo en la Orden de 27de mayo de 1994, por la que se prohibía el uso de lasnasas para peces y se regulaba la pesca con puyónen las aguas interiores de la isla de El Hierro: “El De-creto Territorial 154/1986, de 9 de octubre, de regula-ción de artes y modalidades de pesca en las aguas in-teriores del Archipiélago Canario, establece en suartículo 4.º Uno (nasa para peces), párrafo primero, quequeda permitida transitoriamente la práctica de la pes-ca con nasas, adoptándose las medidas oportunas en-caminadas a su desaparición a medio plazo, quedan-do prohibido su uso en aquellas zonas en que así lodeterminen las Juntas Locales de Pesca de cada isla, cu-yos acuerdos al respecto sean ratificados por el Órga-no competente en materia de pesca. Habiendo sidoadoptado el día 5 de agosto de 1993 acuerdo de rati-ficación por la Junta o Asamblea General de la Cofra-

día de Pescadores de Nuestra Señora de los Reyes, conámbito insular en la isla de El Hierro, en el sentido deeliminación del uso de la nasa para peces en aguas dela isla y habiendo sido a su vez ratificado dicho acuer-do por la Dirección General de Pesca, resulta oportu-no proceder a la prohibición de dicho arte de pescapara la captura de peces en el ámbito de las aguas in-teriores de la isla de El Hierro. La nasa camaronera, cu-yo uso, según el apartado Dos del artículo 4.º del De-creto de referencia, está limitado hasta un máximo de3 nasas por tripulante enrolado en cada embarcación,no se ve afectada por la expresada prohibición, aun-que es conveniente velar por el estricto cumplimientode lo reglamentado para la misma. Por otra parte, estradicional en El Hierro la práctica de la pesca en lamodalidad de ‘al puyón’, como variante de la pesca conanzuelo, la cual precisa de una mínima regulación pa-ra su ejercicio. (….) Artículo 1.º- 1. Queda prohibida lapesca con nasas para peces en las aguas interiores dela isla de El Hierro. 2. La prohibición prevista en el apar-tado anterior no afecta al uso de la denominada nasacamaronera, cuyo empleo se reducirá únicamente ala captura del camarón, con estricta sujeción a las limi-taciones establecidas en el artículo (…) Artículo 2.º- 1.Dentro del ámbito marítimo de las aguas interiores dela isla de El Hierro, se autoriza la pesca de anzuelode la modalidad de ‘al puyón’ siempre que se realicepor pescadores profesionales, desde la superficie delagua y con total respeto a las tallas mínimas de cap-tura de especies establecidas (…)”. Queda prohibida lapráctica de la pesca “al puyón” en cualesquiera de lasmodalidades de pesca recreativa. (…) (Fuente: ORDENde 27 de mayo de 1994, por la que se prohíbe el usode las nasas para peces y se regula la pesca al puyónen las aguas interiores de la isla de El Hierro. BoletínOficial de Canarias –BOC– n.º 072, de 13 junio de 1994).

En segundo lugar, si bien los primeros años de ladécada que se iniciaba fueron prósperos para la pes-ca del atún, y se había concretado estrategias eco-nómicas y pesqueras relevantes sobre esta pesquería,los años siguientes no registraron el mismo nivel decapturas. La zafra, como se denomina al período enel que se desarrolla esta pesquería, constituía (y aúnhoy en día constituye) una importante estrategia pa-ra desviar el esfuerzo pesquero sobre los recursos ben-tónicos durante los meses de verano (aproximada-mente de mayo a septiembre). En años “malos” deatún, los pescadores ejercían un esfuerzo mayor so-bre las pesquerías que comúnmente eran objetivo única-mente entre el otoño y el invierno. En algunas reuniones

Las áreas marinas protegidas en España

29

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 29

Page 32: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de la Cofradía, los pescadores habían resaltado cómociertas capturas, tanto en la costa como “en el alto”,estaban descendiendo. En aquellas reuniones se em-pezó a considerar la posibilidad de adoptar medidasde recuperación o repoblación, tales como la cons-trucción de arrecifes artificiales. En este contexto, losprofesionales se mostraron más favorables a la adop-ción de una RM, demostrando cierta concienciaciónmedioambiental.

Otro elemento que posiblemente contribuyó acambiar la perspectiva de los pescadores locales se-ría las restricciones que la figura de RM imponía so-bre la pesca recreativa. En otras zonas del archipié-lago, la pesca submarina, por ejemplo, se estabaconvirtiendo en una fuente de conflictos para la ac-tividad profesional. Las especiales condiciones meteo-rológicas del Mar de Las Calmas podían favorecer elcrecimiento de la actividad recreativa en la zona. Adiferencia de lo sucedido en los 80, esta vez, la ini-ciativa partía desde dentro de la población, basándo-se en problemas y soluciones identificadas por lospropios pescadores locales.

El 29 de diciembre de 1994, la Cofradía de pesca-dores de Nuestra Señora de los Reyes elevó una peti-ción por escrito al director general de Pesca del Go-bierno de Canarias, con el fin de que se tomaran lasmedidas necesarias para evaluar la conveniencia deestablecer una reserva marina en la zona del Mar deLas Calmas. En sus propias palabras: “La Cofradía dePescadores ‘Nuestra Señora de los Reyes’ de la islade El Hierro, se dirige a Vd. para exponer: Que en va-rias ocasiones hemos tratado la posibilidad de crearuna reserva marina en nuestra isla, por el gran bene-ficio que esto pueda suponer a medio y largo plazopara nuestro sector. Lógicamente, después de tener elcorrespondiente asesoramiento técnico de la mano deuno de los grandes especialistas que tenemos en Ca-narias en temas marinos (…), y ver en teoría sus po-sitivas consecuencias. Por todo esto, esperamos lo máspronto posible nos pongamos manos a la obra de unamanera oficial y con una clara meta fijada. Por nues-tra parte esperamos su respuesta, para sentarnos laspartes interesadas y crear la reserva del Mar de Las Cal-mas en El Hierro” (Fuente: Carta dirigida al Sr. Direc-tor General de Pesca del Gobierno de Canarias. Escritocedido por la Cofradía de pescadores de Nuestra Se-ñora de los Reyes, La Restinga, El Hierro). Las venta-jas de crear una reserva en la zona, percibidas y de-fendidas por los pescadores de la Cofradía, según serecoge en dicho escrito, se basaron:

a) en la imposibilidad de que profesionales con ba-se en otros puertos acudan a pescar tanto es-pecies demersales como pelágicas a las zonasprotegidas;

b) en un incremento sustancial de la vigilancia, coninspectores dedicados exclusivamente a la zona;

c) la exclusión de la pesca submarina y desde em-barcación en el área;

d) en la adopción de medidas reguladoras deotros usos turístico-deportivos como el subma-rinismo;

e) en la generación de puestos de trabajo relacio-nados con el servicio de vigilancia18 y las labo-res de administración de la reserva.

Si bien es cierto que, tal y como concluyeron en losestudios de caracterización realizados previamente a ladeclaración de la reserva, no existían indicios de unposible estado de sobre explotación de los recursospesqueros ni de degradación del ecosistema a nivel ge-neral. En la zona del Mar de Las Calmas, a juicio de losbiólogos de la ULL, “no existe ninguna medida de con-trol y la bondad del tiempo permite la continuidad de

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

30

Imagen 3. Vista del Mar de Las Calmas desde el faro de La Orchilla.

Foto: la autora, año 2006.

18 En el servicio de vigilancia de la reserva marina de El Hierro, por ejem-

plo, trabajan tres profesionales que con anterioridad ejercían la actividad

pesquera.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 30

Page 33: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

la labor extractiva a lo largo del año” (Bacallado, Cruzet al., 1989: 45). En cierto modo, actuó el principio pre-cautorio. Y, la creación de una RM en esta zona estabatambién determinada por la complejidad de los hábi-tats localizados y su rica, particular y representativa bio-diversidad, de forma que el criterio de conservación dela biodiversidad estaba plenamente incorporado en elproyecto.

Hemos de destacar que la segunda iniciativa de lacreación de una reserva marina en El Hierro tuvo co-mo mayor impulsor al vicepatrón de la Cofradía, y quefue especialmente valorada por el conjunto del sec-tor (tal y como se hacía explícito en el escrito remi-tido en 1994) debido a la exclusión de embarcacionesforáneas profesionales y recreativas, y el aumento enla vigilancia. A este respecto cabría recoger las pala-bras del vicepatrón en una reunión celebrada el 13 defebrero de 1996 (Libro de Actas de la Cofradía de Pes-cadores Nuestra Señora de los Reyes, 1996: 83): “(…)Lo que se recalca es el beneficio inmediato que el pro-fesional tendrá ya que ningún barco que no sea denuestro puerto podrá pescar en la reserva, además, elfurtivo que cojan pescando de fusil en dicha zona obarco deportivo se le aplicará una ley muchísimo mássevera que la que hay fuera de la reserva, ningún bar-co de recreo podrá ejercer un deporte de pesca enmenos de doscientos metros de profundidad de la cos-ta (…)”. El vicepatrón defendió el proyecto con ím-petu asegurando que se trataba de una medida ten-dente a garantizar los recursos pesqueros y que losmayores beneficiarios a largo plazo serían los profe-sionales. Igualmente aseguró que no se crearía la RMsi no se llegaba a un acuerdo. La intermediación deeste actor, así como su trabajo, fue clave. Como algu-nos reconocen:“(…) él ha sido quien ha manejado ahía los pescadores (…).” Tal y como se lee en las ac-tas de las reuniones de la Cofradía celebradas du-rante el año 1995, ante posibles quejas o reticenciasde los pescadores locales, el vicepatrón actuó inten-tando responder y recalcando siempre que, en cual-quier caso, los cofrades mantendrían la última pala-bra, la capacidad final de decisión: “(…) el vicepatrónle explica que eso no es así, que la única zona don-de no se puede pescar es desde el Roque de PuertoNaos hasta el pesquero de La Herradura, en el restono hay problema salvo que el 90% se pongan deacuerdo (…)”19.

Los pescadores votaron la definitiva implantaciónde la RM, y de 48 cofrades con derecho a voto, 40 lohicieron a favor, a finales de 1995.

La RM Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas sedeclaró el 24 de enero de 1996 (BOE n.º 39, de 3 defebrero de 1996) y por el decreto núm. 30/1996, de 16de febrero, del Gobierno de Canarias (BOC n.º 31, de11 de marzo de 1996) en el que además se considera-ba bajo la categoría de Reserva Marina de InterésPesquero. Puesto que el diseño de RM abarca tantoaguas interiores como exteriores, la Comunidad Autó-noma de Canarias comparte su titularidad y la gestión,a través de sus administraciones pesqueras. Con res-pecto a la votación realizada en 1995, la definitiva or-den de creación de la RM probablemente se demoróporque los profesionales de La Restinga intervinieronsobre el diseño de los órganos de gobierno, plantea-dos originariamente por las administraciones titularesde la reserva. El primer borrador elaborado a tal fin nocontemplaba la participación de los pescadores en lagestión de la RM, en la medida en que ellos estima-ban. Su respuesta no se hizo esperar. Según se leeen una carta remitida por la Cofradía de pescadoresNuestra Señora de los Reyes al Sr. Secretario Generalde Pesca Marítima del Gobierno de Canarias, el 16de julio de 1995: “(…) si la reserva del Mar de Las Cal-mas se crea a propuesta única y exclusivamente delpropio sector pesquero de nuestra isla, nos parece in-creíble que en la propuesta de la formación del patro-nato de la reserva los representantes del sector nosean miembros de pleno derecho, sino en todo casomeros ‘invitados’ del patronato (...). Por todo lo ante-rior solicitamos: se ratifique el artículo 9 de dicha or-den en el cual nos incluyan con dos miembros de ple-no derecho en el patronato de la reserva del Mar deLas Calmas”.

Finalmente, cuando la orden de creación de la RMfue publicada en el año 1996, según se lee en el do-cumento oficial, la elección final de la zona se basóen “criterios de potencialidad para mejorar los recur-sos de fondo litorales, en base a su situación respec-to a las corrientes, la variedad y complejidad de losbiotopos, así como a su elevada riqueza de especies,alta diversidad y representatividad y buen estado deconservación de las comunidades” (BOE n.º 30, de30 de febrero de 1996). Se especificó que esta era unamedida de protección directa de los recursos litora-les potencialmente explotables por el sector pesque-ro local.

Las áreas marinas protegidas en España

31

19 Fuente: Acta de la reunión de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora

de los Reyes de la isla de El Hierro, 30-03-1995, pág. 73.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 31

Page 34: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Con los años, de cuantas reservas marinas han lle-gado a materializarse en Canarias: “(…) quizás la queha funcionado al principio mejor ha sido, por el con-tacto con los pescadores y por lo bien que se han lle-vado, la de La Restinga (…).” En años posteriores, lospescadores han colaborado en la adopción de nuevasmedidas de supresión de artes de pesca. Por ejemplo,en 1997, a través del Decreto 90/1997 de la Conseje-ría de Agricultura, Pesca y Alimentación, se reguló eluso del palangre en toda isla. En el decreto se hacemención a la intervención directa de los pescadores: “(…)el sector pesquero profesional de El Hierro, a travésde la Cofradía de Pescadores de Nuestra Señora de losReyes, ha instado a la Administración pesquera auto-nómica para que se adopten medidas encaminadas ala supresión de la pesca que se viene realizando me-diante la utilización del aparejo de pesca denominado‘palangre de alfonsiños’, comprendida dentro de la mo-dalidad de pesca conocida en dicha isla como ‘pescadel alto’, por las preocupantes consecuencias que es-ta actividad pesquera está teniendo sobre las limitadaspoblaciones de las especies de peces bentónicos co-nocidas comúnmente con los nombres de ‘Alfonsiño”,‘Fula colorada’, ‘Fula de altura’ o ‘Besugo americano’,así como otras especies afines, cuyas denominacionescientíficas son Beryx splendens (Lowe, 1834), Beryx de-cadactylus (Cuvier, 1829) y Heteropriacanthus cruen-tatus (Lacepéde, 1801), que habitan en estrecha de-pendencia de la reducida plataforma submarina y verilde El Hierro” (Fuente: BOC n.º 084, de lunes 30 de ju-nio de 1997, pág. 792). Otras propuestas de amplia-ción de la protección de las costas de El Hierro, aúnestán siendo negociadas.

2.1. Zonificación y usos de la Reserva Marina

La RM Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas estádividida en diferentes zonas, y en cada una de ellas sehan restringido usos y prácticas. A nivel general pode-mos distinguir entre 1 zona de máxima protección o Re-serva Integral, 2 zonas de amortiguamiento, o zonas deusos restringidos, y 2 zonas de usos tradicionales, a ve-ces denominada “resto de la reserva”. En el centro seencuentra la zona de Reserva Integral, que es la zonade máxima protección. En ella no se puede ejercer nin-gún tipo de actividad, salvo la pesca profesional detúnidos con artes tradicionales, y las actividades cien-tíficas. A ambos lados se extienden las dos zonas de usosrestringidos o de amortiguamiento, donde se puede ejer-cer la pesca profesional con arte de liña, y el buceo

autónomo deportivo o recreativo. Y por fuera de éstasse extienden dos zonas de usos tradicionales, en lascuales, además de los anteriores, se puede ejercer lapesca profesional con artes y aparejos tradicionales, elbuceo, y la pesca recreativa con caña desde costa. Laspescas profesionales permitidas son: pescas con anzue-lo, con gueldera de pelágicos para carnada, con saleme-ra, con tambor de morenas y con nasa de camarón20.

Aunque fuera aprobado, el segundo proyecto decreación de una reserva marina en El Hierro tambiéntuvo opositores. Los profesionales que poseen barcospequeños se resistieron a la propuesta, pues debido alas condiciones meteorológicas, centran su actividad enla zona del Mar de Las Calmas durante la mayor partedel año. La posibilidad de ir a pescar a otras partes dela isla durante el invierno, al Norte concretamente, noconvence a unos pescadores que reconocen que en elSur se encuentran más seguros, más cerca de la orilla,faenando por una costa que conocen a la perfección, yque ahora quedaba protegida casi en su totalidad. Porejemplo, tal y como ejemplifica esta queja: “S.A. pide lapalabra para decir que él no está de acuerdo con eso–se refiere a los límites de la reserva aprobados– ya queno se podrá pescar desde la Punta de La Restinga has-ta el final de Tifirabe y esa es la zona donde escapanunos cuantos barcos en invierno (…)”21.

Otros pescadores se sintieron algo descontentostambién, tras la creación de la RM, pues los límites fi-nales se ampliaron pese a lo acordado en las reunio-nes de la Cofradía, correspondientes a las zonas deamortiguamiento. Este hecho levantó ciertas resisten-cias y suspicacias con respecto a futuras ampliacioneso a nuevas declaraciones proteccionistas. La modifica-ción de los límites afectó directamente a la actividadde varios profesionales que empleaban tambores enla zona afectada por la extensión de las zonas de amor-tiguamiento. Aun así, contamos con algunos indiciosque apuntan hacia que los pescadores pudieron votarpara ratificar o modificar estos límites establecidos. Taly como se lee en un acta de la Cofradía de Pesca-dores Nuestra Señora de los Reyes, por aquellos años:“A su vez se plantea a la junta la situación en que haquedado limitada la reserva en lo que es la zona de

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

32

20 La pesca con salemera deberá realizarse exclusivamente para cardúme-

nes localizados de salema u otras especies pelágicas o semipelágicas que

no se capturen con anzuelos.21 Fuente: Acta de la reunión de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora

de los Reyes de la isla de El Hierro, 30-03-1995, pág. 73.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 32

Page 35: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

amortiguamiento, en el lado más cercano a La Res-tinga. En su día planteamos que fuera del Pesquero dela Herradura a la Piedra de la Herradura y en si la gen-te la quiere dejar como está o solicitamos que se de-limite en donde primero se planteó. Después de estedebate se acordó rectificar el límite en la Piedra de laHerradura y eso es lo que se tratará de corregir”22.

En el lado opuesto, a juicio de algunos investigado-res involucrados en el proyecto, las dimensiones finalesde la RM son demasiado reducidas. La escasa porción deespacio sometido a la máxima protección (de apenas 1

kilómetro de costa) limita mucho las posibilidades deconservación y de mejora global de la productividad pes-quera. “Una mayor superficie protegida permitiría maxi-mizar los rendimientos pesqueros, propiciando que sealcance una situación ideal en relación con las propiascapacidades de la isla y en un estado de desarrollo sos-tenible, generando empleo y contribuyendo a conservarla cultura del mar y de la pesca. Para ello sería necesa-rio llegar a disponer de una superficie de protección in-tegral que cubriera el 20% del litoral herreño”23.

Otros aspectos de la zonificación que han sido ob-jeto de discusión o descontento por parte de los pesca-dores se relacionan con el hecho de que en la zona deusos tradicionales está permitida la pesca marítimade recreo con caña desde tierra. Con los años se hanlevantado diferentes quejas y voces a fin de que estaactividad se reduzca mediante otro tipo de medidas, yse han iniciado estudios de seguimiento de la actividad.

Las áreas marinas protegidas en España

33

22 (Acta de la reunión de la Cofradía de Pescadores de Nuestra Señora de

los Reyes, de La isla de El Hierro, celebrada el 03-04-1996 pág. 05).23 Informe sobre la singularidad del ecosistema marino y de la pesca en El

Hierro elaborado por el doctor don Alberto Brito, y consultado en la Agen-

cia Insular del Mar, en La Palma, en octubre de 2003. [Sin Publicar]

Mapa 1. Reserva Marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas (El Hierro).

Líneas de base recta

Reserva marina

Reserva integral

Zona de amortiguamiento o uso restringido

Aguas exteriores

Aguas interiores

Zonas evitar buques tránsito (500Gt)

Zonas marinas especialmente sensibles

Zona ejercicio militar

Juan Luis Suárez del Vivero

Universidad de Sevilla

Dpto. Geografía Humana

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 33

Page 36: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Es destacable que el diseño y la zonificación dela reserva marina, con los años, impactará muy posi-tivamente sobre las pescas de orilla. No sin motivos,muchos pescadores de La Restinga reconocerán iróni-camente que los más beneficiados han resultado ser,con los años, quienes más se oponían a su declara-ción; aquellas unidades productivas que poseyendoembarcaciones de pequeña eslora concentraban su ac-tividad en la zona del Mar de Las Calmas.

2.2. Demandantes y legitimados

Cuando se creó la RM se prohibió el buceo en el áreade reserva integral, se levantaron restricciones a lapesca recreativa ejercida con caña desde tierra, y seexcluyó la pesca recreativa desde embarcación en to-da el área afectada por la protección. Buena parte delos empresarios de servicios turísticos locales solicita-ron entonces al Consejero de Turismo de la isla de ElHierro, su mediación ante la Secretaría General dePesca Marítima (actualmente “Secretaría General delMar” –SEGEMAR–). Tal y como expresaron pública-mente, deseaban “la derogación de la imposibilidadde la práctica de actividades subacuáticas dentro dela zona integral de la RM (...) ya que consideran queperjudica gravemente los intereses turísticos de la zona”,

según se lee en una carta remitida el 8 de febrero de1996 por los dueños de varios centros de buceo24, decomplejos de apartamentos, supermercados, restau-rantes, e incluso empresas de alquiler de vehículos25.El propietario de uno de estos centros llegó a presen-tar ante la Audiencia Nacional un recurso en el querecalcaba la disconformidad del sector empresarial,apoyándose en la importancia que tiene la actividaddel buceo para el desarrollo socioeconómico del pue-blo de La Restinga en general26. En 1998, dos años des-pués, la Audiencia Nacional dictó sentencia a favordel proyecto vigente y en contra del empresario, ha-ciendo hincapié en “(…) la falta de legitimación delrecurrente para interponer este recurso, y por tanto,la inadmisibilidad del mismo…”27.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

34

Fuente: elaboración propia a partir de la información publicada por el MARM, www.reservasmarinas.net/

24 Cuando se declaró la reserva marina existían tres centros de buceo en

el pueblo. Al margen de esos, existen clubes en la isla que en ocasiones

acuden a realizar inmersiones en el área del Mar de Las Calmas pero cu-

ya actividad nunca ha sido significativa. 25 Escrito cedido por su autor, en La Restinga, en agosto de 2003.26 Ibíd. 27 Carta firmada en Madrid el 16 de diciembre de 1998 por el presidente de

la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores. Cedido por la Cofra-

día de Nuestra Señora de los Reyes, en La Restinga, agosto de 2003.

Tabla 4

Usos en la reserva marina

Actividades Reserva Integral

Pesca Profesional Sólo pesca profesional de túnidos Pesca profesional de túnidos y

artes de liña

Pesca con artes tradicionales

Zona de Amortiguamiento Zona de usos tradicionales

Pesca submarina No No No

Pesca de caña desde tierra No No Sí

Actividades subacuáticas No Sí, aunque con limitaciones Sí, aunque con limitaciones

Fondeo No Sí, aunque con limitaciones Sí, aunque con limitaciones

Navegación Sí Sí Sí

Baño No Sí Sí

Marisqueo No No No

Pesca recreativa desde embarcación No No No

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 34

Page 37: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Los empresarios de buceo, si bien fueron informadosde la iniciativa de creación de la RM, nunca fueron en-vueltos en las negociaciones o en los procesos de dis-cusión de su propuesta y diseño. No fueron considera-dos ni reconocidos como interesados o afectados. Setrataba de una cuestión de pesca, de una RM de “inte-rés pesquero”, y de un asunto de los pescadores del pue-blo. Con estas palabras lo justifican vecinos, administra-dores y pescadores, aún hoy en día en La Restinga.Tomando como ejemplo el análisis realizado por Bua-nes, Jentoft et al. (2004) sobre los stakeholders –intere-sados– en las zonas costeras y marítimas de Noruega,pescadores, investigadores, empresarios de buceo y em-presariado en general, a pesar de compartir el interéspor la reserva marina, quedarían en muy distinto lugar.

Los pescadores profesionales, frente a otros co-lectivos, aparecen como los stakeholders definitivos.Bajo la figura de RM declarada con el sobrenombrede RMIP y así desarrollado el proceso se respondió asus demandas y preocupaciones, consideradas lícitasy prioritarias en el entorno descrito. Los pescadoresademás poseyeron la capacidad de influir en el pro-ceso de planificación y creación de la reserva. A di-ferencia de ellos, los empresarios de buceo son mera-mente stakeholders expectantes, que esperan que susdemandas y preocupaciones se tengan en cuenta. Em-presarios y buceadores son usuarios directos y afecta-dos por las medidas adoptadas, pero no tienen el po-der de influir en los procesos o mecanismos de tomade decisión en torno a la RMIP.

A pesar de que los empresarios turísticos no hayan si-do nunca reconocidos como tales afectados o interesa-dos, el interés por obtener beneficios económicos deri-vados del desarrollo de actividades turísticas en la reservaha estado presente desde sus primeros planteamientos.Tanto la Administración local como los representantesdel sector pesquero profesional entendieron e inclusodefendieron que aquella serviría para atraer y potenciarun nuevo tipo de turismo sostenible que ayudaría al cre-cimiento económico de la zona. En este sentido se ex-presaron en la Cofradía de pescadores en una reunióncelebrada el 13 de febrero de 1996, según se recoge ensu Libro de Actas: “Luego, se expone el tema de la Re-serva Marina y el revuelo que la gente (...) ha pretendi-do armar con este tema alegando hoy que se les quitanunos puntos de buceo, el vicepatrón califica estos hechoscomo una falta de respeto al sector pesquero que es elmás sacrificado en todo esto simplemente porque creeen un mejor futuro y para ello se sacrifica hoy. (…) Des-de la dirección de la Cofradía entendemos que el futu-ro puede ser extraordinariamente positivo ya que ade-más hay grandes posibilidades turísticas que tambiénestamos trabajando (…). Se expuso la intención del Ca-bildo de promocionar turísticamente nuestro pueblo (…),en esa línea se pretende celebrar en abril un fotosub, quees una competición de fotografía a nivel internacional”28.

Las áreas marinas protegidas en España

35

Tabla 5

Situación de los usuarios e interesados en la RM Punta de la Restinga-Mar de Las Calmas

a partir del análisis de Buanes, Jentoft et al., 2004.

Urgencia Legitimidad Poder

Pescadores locales de La Restinga.

Ministerio y Gobierno de Canarias, considerando que cada uno de ellos solo tiene respon-

sabilidades sobre una porción de agua determinada afectada por la reserva marina.

Investigadores de la Universidad de La Laguna, Gobierno Insular (Cabildo) y otras agencias

presentes en los órganos de gobierno de la reserva marina. Municipio y en general los ve-

cinos de La Restinga, así como otros usuarios de la reserve tales como los Pescadores re-

creativos de caña.

X X

X

X

X

X

X

XEmpresarios de buceo y otros empresarios turísticos quienes se hallan directamente involu-

crados en el desarrollo de productos turísticos en el entorno de las aguas y recursos afecta-

dos por la reserva marina.

Fuente: Elaboración propia

28 Fuente: Libro de Actas de la Cofradía de Nuestra Señora de los Reyes, de

la isla de El Hierro; reunión general del día 13-02-1996.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 35

Page 38: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Un aspecto desprendido de las múltiples conversa-ciones y charlas, y que aún hoy en día pesa en el ima-ginario colectivo de los pecadores, es que el hecho deque casi todos los empresarios de buceo son foráneos,ninguno es natural de El Hierro o de La Restinga. Du-rante años el sector pesquero ha mirado con recelo aestos “extraños”, como “extranjeros o forasteros” queobtienen beneficios económicos de una actividad quedesarrollan en exclusiva. No querríamos inducir al errorcon estas palabras. Ciertamente existe, a nivel del pue-blo de La Restinga, buena sintonía entre los dos secto-res y el reconocimiento de que ambos son importan-tes para el desarrollo del pueblo. Pero los pescadoresprofesionales son reticentes ante el hecho de que sus“esfuerzos” –autolimitándose– sean “aprovechados porotros”. Las comparaciones en cuanto a los rendimien-tos económicos obtenidos por parte de unos y de otros,derivados del uso del mismo espacio protegido, hansido constantes en boca de algunos líderes o represen-tantes locales. En el año 2006 asistimos a una polémi-ca similar cuando una serie de barcos de pesca profe-sional pero ajenos a El Hierro solicitaron permiso parapescar en las aguas de la reserva durante la zafra delatún. En esta ocasión los pescadores también argumen-taron con recelo que los esfuerzos que ellos hacían du-rante todo el año, trabajando en un espacio reserva-do y privándose de entrar a la zona de máximaprotección, iban injustamente a ser disfrutados por otros.En este sentido, los pescadores hacen una lectura co-herente de la relación costes-beneficios de cada unode los usuarios de la RM; pero también actúan defen-diendo su grado de dependencia y relación con el re-curso para el mantenimiento de su forma de vida, de-mostrando un claro sentimiento de propiedadcomunitaria avivada alrededor de la RMIP.

Además del origen, la temporalidad es otro factorclave. En el caso de los empresarios de buceo, llama laatención la volatilidad de muchas de las empresas es-tablecidas en La Restinga. Algunos centros han llegadoa cambiar hasta tres y cuatro veces de propietarios, alo largo de los 10 años de vida de la reserva marina.Este aspecto ha contribuido a que muchos de los tra-bajadores del sector sean vistos en ocasiones como me-ros especuladores, desinteresados por el devenir de lareserva y del pueblo, y tan solo interesados por “hacerdinero” en el lugar. La opción contraria también se pro-duce, existiendo un reducido grupo de empresariosque, tras casi quince años en La Restinga, poseen y sonvistos con un grado de vinculación y disfrutan de unrespeto mucho mayor.

En años posteriores a la declaración de la RM, laactividad del buceo autónomo deportivo ha sido ob-jeto de nuevas regulaciones. Sin embargo, este grupode usuarios nunca ha tenido la oportunidad de to-mar parte activa en la gestión o en los procesos de to-ma de decisiones que afectan a la misma.

3. La creación del Área Protegida

de las Islas Medas (Gerona, Cataluña)

Las Islas Medas son y han sido un enclave estratégico úni-co en el Mediterráneo, debido a la riqueza y a las carac-terísticas de sus poblaciones emergidas y sumergidas. Uni-das al Macizo del Montgrí, el archipiélago se avista desdecualquier punto de la costa del pueblo de L’Estartit, el cualse halla situado a 6 km de distancia del núcleo urbano deTorroella del Montgrí y a unos 70 de la frontera francesa.Si bien L’Estartit nació como un barrio de pescadores deTorroella, en la segunda mitad de la década de los 90 elnúcleo formado por ambos se consolidó como uno delos centros laboral y de servicios más importantes de to-da la comarca del Baix Empordà. Desde entonces su po-blación ha crecido paulatina y notablemente. Su econo-mía está fuertemente terciarizada; aunque, la marcadaestacionalidad turística del destino L’Estartit y su excesivadependencia económica del sector servicios, genera no-tables problemas de desocupación laboral y de emigra-ción durante los meses de menor afluencia de turistas yde visitantes, de noviembre a marzo.

A diferencia de La Restinga, el volumen de poblaciónactiva vinculada a la pesca profesional en L’Estartit hadescendido enormemente en las últimas décadas, a pe-sar de la creación del AMP. A mediados de la primeradécada del 2000 son menos de 10 los pescadores conpuerto base en esta población y que se dediquen a lasactividades extractivas durante todo el año. Abandona-das mayoritariamente las pescas de pelágicos costeros yde semipelágicos, como la de la sardina (Sardina pil-chardus), la Cofradía se ha especializado poco a pocoen artes menores o de bajura; siendo ya, a mediados delos 80, la que registraba un mayor número de pesca-dores jubilados de toda la provincia de Gerona. A dife-rencia también de La Restinga, donde existe un colecti-vo estrictamente vinculado con la actividad, que guardalazos de parentesco entre sí y que se identifica con unterritorio de manera destacada, los pescadores de L’Es-tartit comprenden a un conjunto de profesionales pro-cedentes de varias localidades pesqueras, que van a tra-bajar en distintos espacios repartidos a lo largo del golfo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

36

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 36

Page 39: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de Pals. Por el Norte en dirección hacia L'Escala y ha-cia el Sur hasta las costas del término municipal de Ba-gur. Este espacio además es compartido por pescadoresde Cofradías vecinas.

Las Islas Medas han contado con un enorme inte-rés estratégico, económico y científico a lo largo de lahistoria, debido a su especial situación geográfica y alas características ecológicas del archipiélago, tanto delespacio emergido como del entorno submarino. De he-cho, la primera propuesta de protección que contamosen este caso data de 1963, y se encuentra contenida enun estudio sobre el poblamiento vegetal y animal dela superficie de las islas (Balcells, 1963). Este estudioprestaba una especial atención a las comunidades deaves identificadas en el entorno del archipiélago. Pero,como también hallaremos en posteriores estudios, enél ya se destacaba a) la colaboración de los pescado-res locales en las labores científicas desarrolladas, y b)el interés turístico de la zona y del establecimiento deuna figura de protección de cara a su promoción y apro-vechamiento (Balcells, 1963: 5, 31).

Pocos años después de la publicación de este estudio,la Federación Española de Actividades Subacuáticas –FE-DAS– encargó, en 1969, la elaboración de un proyecto decreación de un Parque Submarino en las Islas Medas, asu Departamento de Actividades Científicas, el cual se pu-blicaría en 1971 (Ballester Nolla, 1971). El proyecto, conmarcado carácter conservacionista, tenía como objetivodelimitar una zona susceptible de ser protegida median-te la declaración de parque, a fin de que en el interior deesta área: “(…) la Naturaleza se pueda mostrar tal y co-mo es”. El AMP proyectada, tal y como fue concebida ydiseñada en este estudio a comienzos de los 70: “(…) con-tribuiría a la atracción del turista, al hombre de ciencia yal fotógrafo especializado, dada la seguridad que los mis-mos tendrían de encontrar en aquéllos fauna y flora enabundancia en un ambiente adecuado, no adulterado nimixtificado” (1971: 9-11). Su creación se apoyaba en trestipos de argumentaciones: mantenimiento o recuperacióndel equilibrio biológico, beneficios pesqueros, turísticosy científicos-educacionales. Además, se reconocía el esta-tus que este espacio podría adquirir al erigirse segundoparque natural submarino de TODA Europa29.

En la originaria propuesta de protección elaboradapor el doctor Ballester Nolla para la FEDAS se desta-caba especialmente el atractivo turístico y deportivoque poseían las islas. De hecho, el estudio se justifica-ba (entre otros) sobre la base del interés creciente delas instituciones, de los científicos dedicados al estu-dio del mar, de los pescadores deportivos y cazadoressubmarinos, tanto como de los escafandristas, por “elacotamiento de ciertas áreas marinas con el fin de po-der conservar y preservar las estructuras naturales quecondicionan sus especiales características (1971: 8)”. Asícomo por la relevancia que la creación de un “Parque-Reserva Submarino” tendría de cara al desarrollo deactividades turísticas y deportivas en el entorno de lasIslas Medas. Según el autor del trabajo resultaba im-prescindible excluir de la zona seleccionada cualquiertipo de actividad humana; salvo el buceo y la investi-gación, que eran presentadas como actividades mera-mente contemplativas e inocuas. En cuanto a la pescaprofesional en L’Estartit, el doctor Ballester Nolla senten-ciaría: “A pesar de que en 1920 existía en Estartit unasociedad de pescadores (...) y que el número de em-barcaciones movidas a remo o velas se elevaba a 88,con un registro total de 145 toneladas ocupando a 150hombres, las actividades pesqueras fueron menguan-do en importancia con los años. (...) Hoy en día soncontados los habitantes de Estartit que viven exclusi-vamente de la pesca. (...) solo de abril a noviembre,cuando se arman las 12 embarcaciones de traíñas exis-tentes, se convierten en pescadores temporales. Comoquiera que las traíñas no trabajan en la zona propues-ta para Reserva por su excesiva proximidad a la costay los arrastreros de otras localidades tampoco entranen ella (por ser las profundidades menores que las le-gisladas y existir peligro de las rocas) pueden des-cartarse tales tipos de pesca. Solo los pocos pescado-res que utilizan artes menores (nasas, palangres,trasmallos, etc.) frecuentan la zona y ellos son los úni-cos que podrían sentir lesionados sus intereses en elcaso de prohibirse la pesca dentro del recinto de laReserva. Sería pues necesaria y conveniente una peri-tación del número de afectados, total o parcialmente,y del montante del perjuicio que se les debe ocasio-nar a fin de encontrar la manera de paliar en lo posi-ble los daños que pudieran colegirse”. (1971: 13- 14).Unas páginas más adelante recalcaba: “En relación ala pesca con trasmallos, palangres y nasas, aún cuandola acción de estos artes sea menos violenta (...), es dedesear que su acción sea prohibida totalmente (...). Porotra parte, ya hemos visto antes la escasa trascendencia

Las áreas marinas protegidas en España

37

29 Con anterioridad, en 1963, había sido declarado el Parque Natural Terres-

tre y Submarino de Port-Cros en Francia que, además de una zona prote-

gida terrestre (cuya declaración se remonta a la década de los 50), con-

tenía una zona marina de usos restringidos.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 37

Page 40: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

económica de esta pesca en la zona afectada por elproyecto. La pesca deportiva (submarina y con caña)debe ser totalmente prohibida en el área del Parquepor motivos obvios” (1971:15).

Un año después de la publicación del estudio en-cargado por la FEDAS, en 1972, el grupo de Bentosperteneciente al Departamento de Ecología de la Uni-versidad de Barcelona inició un programa titulado “Es-tudio ecológico de las comunidades bentónicas de sus-tratos duros de la zona superior de la plataformacontinental mediterránea española”, en el que las Me-das fueron una de las estaciones de muestreo. Debi-do al interés de sus fondos, poco después, se inició unsegundo programa denominado “Estudio ecológico delas comunidades terrestres y marinas de las Islas Me-das (Girona)”, financiado por la Comisión Asesora deInvestigación Científica y Técnica de la Presidencia delGobierno de Cataluña. Este segundo estudio realizóun análisis exhaustivo de la composición y de la dis-tribución de las comunidades que se encontraban enlas islas. Como resultado del programa, se publicó “Lossistemas naturales de las Islas Medas” (Ros, Olivella yGili, 1984). Un trabajo en el que se difundieron los re-sultados de las actividades de investigación llevadas acabo, a modo de compendio. En el libro se realizabauna petición explícita de conservación para las islas,alentando a las instituciones a implementar un nue-vo estatus de protección bajo la figura de “Parque Na-tural”. Aquello que fuera un parque natural bebía dela definición de Folch de 1976, quien se había referi-do a las islas como una “Zona mereixedora d'una pro-tecció especial” (Ros, Olivella y Gili, 1984: 777) y quedetalló: “Cal entendre per parc natural o per reservaun enclavament més o menys extens, notable per al-gun concepte biològic, geològic o paisatgístic, sobreel qual el poder públic adopta o patrocina mesures es-pecials de salvaguarda i sobre el qual es comprometa no introduir altres modificacions que les que hi ten-deixen a anul·lar els efectes de passades maltempsa-des... el parc natural comporta sempre un ús públic,no privatizat, d'un fragment del patrimoni natural,i... és una renúncia a alterar quelcom de valuós queens ha pervingut” (Ros, Olivella y Gili, 1984: 768). So-bre las características, los usos y dimensiones del mis-mo, los autores de “Los Sistemas Naturales...”, las defi-nieron en referencia al trabajo del doctor Ballester Nollade 1971, mencionado anteriormente. Si bien, en este se-gundo libro se hizo además mención, por primera vez,al nivel de frecuentación que las islas soportaban.Y se hablaba de los “riesgos” que ello podía entrañar

para las comunidades coralígenas y sobre las prade-ras de posidonia, por acciones de “rapiña” y por el usodel ancla, entre otros. Ros, Olivella y Gili se refirie-ron en 1984 a la necesidad de proteger las Medas aten-diendo al nivel de uso turístico que ya se registraba,especialmente en relación a la afluencia de submari-nistas. Este es el argumento que será constantementerepetido y recordado a lo largo de los años, por otrosinvestigadores y administradores implicados en al-gún momento del proceso: “La finalitat primera de pro-tección és, doncs, la conservació de la flora, la faunai les comunitats de les illes; sostreure-les a l’stress quel’activitat de l’homme excerceix sobre elles; permetreque el funcionament de les espècies i les comunitatshi sigui el ‘normal’. (…) Les finalitats secundàries, quetendeixen a permetre la millor consecució de la prià-ria, són l’estudi, la difusió de la idea i de la realitatde la protección, i la de posar la zona protegida (o partd’aquesta a l’abast del públic.” (1984: 776). El libro “LosSistemas Naturales...”, contenía también un Anexo de-dicado a “Una possible normativa del Paratge Naturalde les illes Medes” (1984: 783-790). A prori, de aplica-ción exclusiva a la zona emergida, pero que se referíaa la exclusión de la actividad pesquera y a la zonifica-ción del futuro Parque: “Es fa totalment imprescindi-ble la prohibició de tot tipus de pesca en la zona delparc, zona que podría ésser, com a mínim, d’una mi-lla al voltant de les illes (…)” (1984: 789).

A pesar de esta variedad de estudios, y a diferen-cia de lo sucedido en La Restinga (El Hierro), cuan-do en L’Estartit se planteó por primera vez la posibi-lidad de limitar la pesca profesional en el entorno delas islas, se realizó un análisis muy superficial de la si-tuación del sector pesquero profesional local. Bacellsno prestó atención a las actividades de los pescadoresde L’Estartit, y hablaba claramente de promocionar lasactividades contemplativas (turísticas y científicas) ex-cluyendo cualquier otro uso humano, incluyendo la pes-ca. El doctor Ballester Nolla se refirió con mayor deta-lle a los pescadores locales, afirmando: “(…) el pescadorpuro es raro en L’Estartit y ha pasado a ser, casi ensu totalidad, barquero de turistas” (Ballester Nolla, 1971:14). El investigador no fue capaz de apreciar las múl-tiples estrategias económicas que los pescadores loca-les desarrollaban entre las diversas formas de explota-ción pesquera y turística de las Islas Medas. La actividadpesquera rara vez ha estado aislada de otras laboresproductivas a lo largo del tiempo. En muchas pobla-ciones de la Península Ibérica y de las Islas Canarias,la pesca ha sido combinada con otros oficios, como el

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

38

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 38

Page 41: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de pintor por ejemplo, en aras de conseguir sustentopara toda la unidad doméstica o familiar (Pascual Fer-nández y De la Cruz Modino, 2004: 247-250). A pe-sar de los equívocos, esa visión de los pescadores co-mo “no pescadores puros”, ha permanecido en losdiscursos e imágenes colectivas compartidas por losinvestigadores, administradores y empresarios vincu-lados a la creación y gestión del AMP de las Islas Me-das, minusvalorando el interés de estos profesionales,y las consecuencias derivadas de las medidas de pro-tección sobre sus actividades.

3.1. La protección del coral rojo

En 1983, a través de la Orden 25/ 11/ 83, se prohibióla extracción de recursos marinos vivos en el entornode las Islas Medas, en un perímetro de 75 metros (DOGC391 de 21/12/83). Esta limitación que afectaba a la acti-vidad pesquera profesional ejercida en la zona, presu-miblemente era el fruto de un conjunto de medidas adop-tadas por la Generalitat de Cataluña para controlar la

actividad de la extracción de coral rojo (Corallium rum-brum) en el Mediterráneo: “el objetivo de esta disposi-ción era evitar la acción degradadora de las activida-des del hombre y salvaguardar las especies (…)”.30

Con anterioridad a esta declaración, el 20 de oc-tubre de 1983, la Cofradía de pescadores de L’Estar-tit, hallándose al corriente de las intenciones de la Ad-ministración, se había reunido. En el Libro de Actas, alborde de la página que contiene el resumen de la se-sión, figuraba el número de pescadores asistentes: 18pescadores, y no asistentes: 16. En el momento en elque la reunión tiene lugar había 34 pescadores en ac-tivo asociados, sumando los que trabajaban en la cos-ta de L’Estartit y los pescadores de la angula (Angui-lla anguilla), que aún hoy en día concentran suactividad en la orilla del río Ter Vell. No hemos halla-do indicios de que pescadores de esta Cofradía com-

Las áreas marinas protegidas en España

39Imagen 4. Coral rojo (Corallium rubrum) en las Islas Medas. Foto: Álex Lorente, año 2004.

30 Fuente: DOGC 1381, 10-12-1990, Ley 19/1990.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 39

Page 42: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

binaran una y otra actividad o sistema de pesca. Du-rante aquella reunión no se refirieron directamente laslimitaciones que, apenas un mes después, iban a serimpuestas sobre el ejercicio de la actividad pesqueraprofesional. En el Acta tampoco se recogen ruegos, pre-guntas o quejas que hubieran podido ser expresadaspor los asistentes. Sin embargo se habló abiertamentesobre la creación del “Parque Submarino”, en los térmi-nos en los que lo había denominado el doctor Balles-ter Nolla en 1971: “En cuanto al Parque de las Islas Me-das, se propone acudir a hablar con los responsablesde la Generalitat de Cataluña de las condiciones de pes-ca: cabría limitar la pesca de las artes de arrastre a unadistancia mínima de las Islas Medas, es decir, crear unespacio alrededor de las Islas Medas en el que no pue-dan pescar aquí. Cabría también prohibir totalmentela pesca submarina (…) de acuerdo con una pesca con-trolada (veda de especies según la época del año)”.31 Esnecesario recordar aquí que los profesionales habíanparticipado en el proyecto del doctor Ballester Nolla(1971), tal y como habían colaborado con Bacells ante-riormente. Pero a pesar de estos deseos e intenciones,cuando se declaró la Orden, no se mencionó ningunode los aspectos contemplados por los pescadores loca-les, ni discutidos en la reunión previamente celebrada.

El Ayuntamiento de Torroella de Montgrí-L’Estartit,tras la primera protección del área, a través de su Patro-nato de Turismo (creado en 1982), presentó en 1984 uninforme titulado Proposta de funcionament del futur parcde les Illes Medes 32, en colaboración con la Cofradía dePescadores. En las palabras del exdirector de la OficinaMunicipal de Turismo: “(…) en este escenario fue enel que pensamos que la creación de un parque, de unparque natural en las Medas, podía ser un elemento im-portante de identificación y de prestigio para L’Estartit.A partir de aquí, aprovechamos un momento determi-nado clave en que en el año 83 la Generalitat hizo undecreto de intentar racionalizar la pesca del coral en to-da la Costa Brava. (…) Hicimos una serie de reunionesy luego yo hice un primer expediente (…), que lohice conjuntamente con la Cofradía de pescadores deaquí (…) ellos, lo que proponían era, bueno, pues ‘nos-otros vamos a limitar la pesca en las Islas Medas, porejemplo, en verano no vamos a pescar nunca; estamos

dispuestos a renunciar a determinadas artes de pesca, alimitar el número de capturas de pesca…’, a toda unaserie de cosas que era fruto de una negociación inicialque luego tendría que continuar, pero con la condi-ción de que como aquí es una cofradía absolutamenteartesanal (...) se reservaba un espacio entre la punta…del Cap de Bagur a Cap de Montgó donde no podíanentrar los arrastreros. De tal manera que la limitación seviera compensada con este espacio. Y además, tambiénpropusimos un mecanismo de gestión del buceo, queen aquel momento era muy pequeñito, muy incipiente,pero que preveíamos que se podía aumentar, y por es-to, también, propusimos una ordenanza para que se pa-garan las inmersiones en las Medas. No tanto, porqueeran 100 pesetas, por la cantidad, sino para poder ges-tionar la capacidad de carga”.

Los pescadores locales apoyaban la creación del“Parque Submarino” planteado por el doctor BallesterNolla y defendido también por el Patronato de Turis-mo, a cambio de obtener determinados beneficios so-bre control de los submarinistas, en la gestión del bu-ceo33; además de los posibles puestos de trabajo quese creasen para llevar a cabo las labores de vigilan-cia en el área protegida. Los profesionales querían ejer-cer un mayor control sobre las aguas de la Cofradía,esperando que se prohibiese la pesca de arrastre den-tro de sus aguas territoriales. Esto comprendía prácti-camente el espacio comprendido entre las líneas quevan desde el Cap de Bagur hasta el Cap de Montgó,tomando como perpendicular la línea que une el Capde Bagur con el Cap de Creus. La petición era fruto delas constantes polémicas entre las embarcaciones dearrastre y aquellas que utilizaban artes de bajura, comolos trasmallos, que eran mayoritarios en esta Cofradía.

La Cofradía de pescadores de L’Estartit estaba dis-puestos a renunciar a faenar en el entorno inmediatode las Islas Medas, al uso de ciertas artes y a modifi-car el empleo de otras tantas, llegando incluso a plan-tear la posibilidad de suprimir todo tipo de pesca, enel ámbito del parque, durante los meses de julio y agos-to: “(…) si tres años después de haberse prohibido lapesca dentro de arrastre se comprueba que dentro delos límites de la Cofradía de L’Estartit, la pesca se harepoblado suficientemente, los pescadores estarían

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

40

33 En aquellos momentos solo existían cuatro centros en L’Estartit y los pes-

cadores desplazaban a los buceadores hasta Islas Medas, bien en sus pro-

pias barcas o empleados como patrones por esos centros.

31 Fuente: Libro de Actas de la Cofradía de L’Estartit, reunión celebrada el

20-10-1983.32 Cedido por el autor del proyecto, en abril de 2004.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 40

Page 43: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

dispuestos a reconsiderar la situación, aceptando laprohibición de la pesca dentro del que sería el parquede las Islas Medas”.34 Vale la pena recordar aquí quevarios pescadores abandonaban por completo las ac-tividades de pesca durante el verano; retornando aellas sin problema y siendo considerados como miem-bros de “pleno derecho”.

Por desgracia, la Orden de 1983 no sufrió modifica-ción alguna para atender a los interses del Ayuntamien-to y de los pescadores. Una publicación de ámbito lo-cal resumía en 1984 los ánimos de ambos. Bajo el título:“Preservar les Medes: Perjudicar els pescadors?”35, sehacía eco de las consecuencias de la Orden, del inte-rés de proteger el entorno submarino de las Islas Me-das de cara al desarrollo de la actividad turística del bu-ceo, y de las quejas de los pescadores, quienesdenunciaban la decisión tomada por el gobierno ca-talán de manera autónoma y sin su participación. Es-ta publicación también recogía el proyecto alternativopresentado por el Patronato de Turismo y la Cofradía.

En 1985 se aprobaron las normas de obligado cum-plimiento en la zona vedada, mediante la Orden29/4/85 (DOGC 544 de 31/5/85), sin atender a ningu-na de las demandas realizadas un año antes. Estandoprohibida cualquier actividad de pesca en la zona, lasnormas se referían en exclusiva al uso recreativo delárea; como los horarios de visita a las islas y una se-rie de prohibiciones afectando a los excursionistas. Pe-ro no hizo mención alguna a la creación o declaraciónde un “Parque Submarino” en la zona. Frente a esta si-tuación los pescadores profesionales expresaron denuevo su malestar. Achacaron el desinterés de la Ad-ministración a su poca capacidad de influencia comocolectivo. Como afirmara el antiguo patrón mayor, lospescadores no tuvieron fuerza para hacer nada: “Comosomos cuatro barquitas de trasmallo, aquí no cuentasnada. Si aquí hubiera 20 arrastreros y palangreros, ibaa mandar el patrón mayor de la Cofradía”.

En marzo de 1990, la Dirección General de Pesca Ma-rítima del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pes-ca, en cumplimiento de lo previsto en el artículo 63 dela ley 13/1989, de 14 de diciembre, de la Administraciónde la Generalitat de Cataluña, ofreció a consulta un

anteproyecto de ley de conservación de la flora y lafauna de los fondos marinos de la Islas Medas36. El an-teproyecto fue enviado al Ayuntamiento de Torroellade Montgrí y al presidente de la Asociación de CentrosTurísticos Subacuáticos Costa Brava, dentro de la cualse encuentran los centros y clubes de buceo del pue-blo; pero no existen indicios de que éste fuera discu-tido por los pescadores. En los Libros de Actas de laCofradía no se recogen nuevas noticias sobre una po-sible declaración, salvo una reunión celebrada el día22 de mayo de 1991. A la misma acudieron 14 pesca-dores en total, y en el Acta correspondiente se espe-cifica: “En quand al següient punt, la zona de protecciototal de les Illes Medes queda ampliada a un total de200 mts. En aquesta zona hi regiran les mateixes nor-mes que i havien fins ara pèro l’únic que s’ha fet mésgran”. En la reunión mencionada de 1991 se expusie-ron las normas que limitaban las actividades extracti-vas ejercidas en la zona protegida o pre-parque, perono se recogen ruegos o preguntas al respecto. Aunqueen la síntesis de la reunión se denunciaba que: “Aques-tes postures que estant adoptant, son molt comodes,pèro al final s’esta retallant la zona per anar a pescar iarrivara un dia que no sabrem a on anar”.37

Las áreas marinas protegidas en España

41

34 Fuente: Proposta dels Organs de Funcionament del Futur Parc de les Illes

Medes (1984), elaborado por la Junta Municipal de turismo de L’Estartit-To-

rroella. Cedido por el autor del proyecto en abril de 2004.35 Fuente: Presència, n.º 646 de 8 de julio de 1984.

36 Carta dirigida al señor presidente de la Asociación de Centros Turísticos Sub-

acuáticos de la Costa Brava, firmada por el director general de la Dirección

General de Pesca Marítima, fechada el 23-03-1990, registro de salida núm. 951,

Generalitat de Cataluña, Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca.37 Fuente: Libro de Actas de la Cofradía de Pescadores de L’Estartit, reunión

celebrada el 22-05-1991.

Imagen 5. Vista de las Islas Medas y el puerto de L’Estartit. Foto: la autora,

año 2005.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 41

Page 44: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

A pesar de haber colaborado desde los años 60 enlos estudios que proponían la protección de las islas,y a pesar de haber trabajado activamente en la ela-boración de una propuesta de “Parque Submarino” ele-vada desde el Ayuntamiento local, los pescadores notomaron mayor partido en el proceso de creación delÁrea Protegida de las Islas Medas. Si bien tampoco ini-ciaron acciones en contra de aquella.

En diciembre de 1990 se aprobó definitivamente laLey 19/90 de conservación de la flora y fauna de losfondos marinos de Islas Medas. En esta ocasión no so-lo los pescadores profesionales resultarían desconten-tos con la medida. Como antaño, en 1990 la polémicasaltó a los medios de comunicación, y en una publi-cación local se recogieron las primeras impresiones devarios usuarios. El abanico de afectados se había agran-dado. Esta vez, bajo el título “Salvar les Medes al gustde cadascú”, se aseguraba que “Els pescadors es con-sideren enganyats, els submarinistes, discriminats, i al-guns biòlegs, defraudats (…)” 38. En los medios de co-municación, los pescadores denunciaban que, en unacarta remitida por el director general de Pesca de laGeneralitat de Cataluña, se les había asegurado quetendrían acceso al área estrictamente protegida; y encambio, “Una semana desprès –son palabras del pa-trón mayor recogidas en el artículo– havien canviatd’opinió i ens van prohibir la pesca en la zona delsdos-cents metres. També se’ns havia promès, de pa-raula, que no deixarien practicar la pesca esportiva enl’àrea protegida, i ara resulta que hi deixaran pescarcon amb una canya per llicència (…)”. Los biólogosde la UB, que desde 1984 trabajaban en los proyectosde protección de las islas, en el mismo artículo, a pe-sar de reconocer el efecto de repoblación que las pri-meras medidas había tenido, sentenciaban: “Caldría ferun estudi a fons dels diners que s’ingressen per les Me-des, via turisme, i els que entren per la pesca. Ambsels números a la mà no hi hauria tantes discusiones.Cal ser realista i reconèixer que el destí de la costa ca-talana ès el turisme. (…) El que havia de ser un pro-jecte amable i presigiós (…) s’está converitnt en unafont de conflictos per la complexitat de competènciesi la confluencia d’interessos contrapostats (…)”39.

3.2. El Área Protegida de las Islas Medas

Cuando en 1990 se aprobó la Ley 19/1990 de 10/ 12/90 (DOGC 1381 de 17/ 12/ 90) de Conservación de laflora y fauna de las Islas Medas, en ella, el archipiélagomarino era descrito como “un lugar privilegiado desde

el punto de vista ecológico por el gran interés biogeo-gráfico que presenta”. El objetivo de la ley, que se apo-yaba en la Orden de 1983 y en la normativa dispuestaen 1985, pretendía garantizar el desarrollo armónico delas especies que se encontraban en el área. Para lograr-lo, establecía un área de máxima protección, por la queel perímetro vedado a las actividades extractivas se am-pliaba hasta 200 metros alrededor de las islas. Y orde-naba otra zona, la conocida como pre-parque, que seextiende hasta la costa de L’Estartit, donde era permi-tida la pesca profesional con las artes de trasmallo yel palangre, y la pesca recreativa desde embarcación.Formalmente el perímetro de 200 metros sería denomi-nado “área estrictamente protegida”, y su entorno “áreaprotegida”. Sin embargo, en el imaginario colectivo y eluso popular, aún hoy en día se refieren a estos espa-cios como parque y pre-parque, en referencia al origi-nario estudio del doctor Ballester Nolla y a la propues-ta elevada en 1984 desde la localidad. Las imágenesparque y pre-parque, son adaptaciones o acomoda-ciones que demuestran el peso de la figura ideal de “Par-que Submarino”, como área de recreación o contempla-ción proyectada desde los años 70 para la zona. La leydeclarada en 1990 no definía los objetivos de la conser-vación, más allá de la permanencia misma de los va-lores naturales identificados en las Islas Medas.

En 1992, dos años después, el Departamento deAgricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat de Ca-taluña estableció el número de piezas, las característi-cas de la malla, el número de anzuelos y el tamaño delas artes de pesca profesional permitidas en el área depre-parque (área protegida) (DOGC n.º 1629 de7/8/1992); y también reguló las restantes actividadesno profesionales que eran ejercidas en la zona, inclui-das las visitas a la parte terrestre de las islas. En todoel AP se prohibió la acuicultura y la pesca submarina.

La ampliación a los 200 metros afectó de maneramuy negativa a los pescadores, ya que si bien los pro-fesionales de L’Estartit faenaban tanto en el entorno delas islas como en la costa hacia L’Escala y en el ámbi-to del golfo hacia Bagur, con la ampliación del área ve-dada les privaron de una zona buena para pescar, yde un refugio en los días de viento. Aunque la adop-ción de medidas de índole proteccionista suele argu-mentarse sobre la afirmación de que la protección del

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

42

38 Fuente: Presència, número fechado el 15-07-1990.39 Ibíd.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 42

Page 45: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

entorno ayudará a la repoblación de los caladeros ad-yacentes, mediante el denominado “efecto reserva” (Ro-berts y Hawkins, 2000b), en este caso, los objetivos dela ley se manifestaban exclusivamente conservacionis-tas. En su texto no se sugiere siquiera la posibilidad deque la repoblación dentro del área protegida –AP– pu-diera llegar a beneficiar a las actividades extractivasejercidas alrededor. Para la administración local, la im-portancia de la ley de 1990 estribaba en que “definelos usos y da una regulación específica para el área”,frente a la Orden de 1983 que era de carácter gene-ral. Luego, la gestión de la zona protegida consistiríaen “(…) regular los usos turísticos que se hacían enel área, porque estos eran los sectores y el colectivode mayor peso en la zona”. El Ayuntamiento de To-rroella de Montgrí, tras recibir el anteproyecto de laley que más tarde sería aprobado, realizó una seriede consideraciones que pasaban, en primer lugar, por

la ampliación del espacio protegido y por centralizarlas gestiones de toda el área mediante la creación deun patronato local, similar al planteado en el proyec-to elaborado en 198440. Además, el Ayuntamiento con-sideraba que se debían controlar el resto de activida-des realizadas en la zona, como los cruceros marítimosy la afluencia de embarcaciones particulares. Este or-ganismo, en sus alegaciones al proyecto de ley, nohizo mención alguna sobre los profesionales de la

43

Tabla 6

Usos en el AP de las Islas Medas (previamente a su incorporación al Parque Natural en 2010)

Actividades permitidas y prohibidas

Verter desperdicios y basuras

Área estrictamente protegida (parque) Área protegida (pre-parque)

Introducir especies no autóctonas

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

Sí, con limitaciones

No

No

Navegar más de tres nudos

Presencia de barcos desde el ocaso al amanecer

Tirar el ancla y no fondear en las boyas permitidas

Utilización de antorchas

Extracción de recursos marinos

Tocar animales y plantas

Actividades de pesca profesional

La pesca submarina

La pesca de arrastre y de cerco

No

No

Sí, con limitaciones

La pesca deportiva desde embarcación

La inmersión sin permiso

Instalaciones de acuicultura

Fuente: elaboración propia a partir de la información cedida en la Oficina del Área Protegida de las Islas Medas (L’Estartit).

40 Fuente: Carta dirigida al señor director general de Pesca Marítima, Depar-

tamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat de Catalu-

ña. Ayuntamiento de Torroella de Montgrí, Oficina Municipal de Turismo,

24-04-1990, registro de salida 3574. Ver también. “Plan para salvar las Me-

das y el Montgrí de la acción humana”, artículo publicado en La Van-

guardia el lunes, 3-09-1990, pág. 16.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 43

Page 46: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

pesca, ni se refirió a las medidas compensatorias de-talladas en el proyecto de 1984 para este sector. La Ley19/90, a juicio de un antiguo cargo de la Dirección dePesca: “Era una ley que perseguía racionalizar y orde-nar los recursos (turísticos) y las actividades (turísticas)relacionadas con este espacio”.

La pesca profesional ya había sido excluida en elentorno de las Islas Medas, por lo que en ningún mo-mento los gestores locales apreciaron esta segunda re-gulación como una medida que pudiera (o pretendie-ra) favorecer el desarrollo de la población localvinculada a la actividad. El mismo cargo ha apunta-do que en aquella época: “no existía un colectivo fuer-te de pescadores que pudieran ejercer presión en L’Es-tartit. (…) Grandes protestas no podía haber porqueera un colectivo muy pequeño, de edad avanzada (…).A los pescadores profesionales se les mandó a la zona

para pescar como a los otros41 (…). Se trataba de creardos áreas: una donde se podría pescar y otra en la queno se podría pescar”. No se llevaron a cabo estudiosque evaluaran el impacto que la declaración de la leypodía acarrear sobre el sector pesquero profesional,porque se entendía que no quedaban pescadores enL’Estartit. “(…) los pescadores, eran 4 pescadores…, sihabía 15 o 20… Cuando desaparecieron las traíñas porel turismo, los pescadores invirtieron en turismo y de-jaron de pescar”. (…). En este contexto, no es de ex-trañar que algunos pescadores locales valoren el pro-ceso de proteción de las Islas Medas como una sucesión

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

44

41 Se refiere a los pescadores deportivos que acudían a las Islas Medas, en

verano principalmente.

Mapa 2. Área Protegida de las Islas Medas.

Juan Luis Suárez del Vivero

Universidad de Sevilla

Dpto. Geografía Humana

Líneas de base recta

Emisarios submarinos

Aguas interiores

Mar territorial

Área estrictamente protegida

Detalle 2

Área protegida Islas Medes

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 44

Page 47: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de “decretazos”: “(…) todos nos opusimos, pero lo pro-hibieron igualmente. Para los pesadores esto era muymalo porque los días de mal tiempo en las Islas Me-das siempre había resguardo. Cuando venía el vientodel Norte, nos colocábamos aquí y cuando venía elviento del Sur nos íbamos al otro lado. (…) Dio igual,lo prohibieron (…)”.

Cuando en 1990 los centros de buceo con sede enL’Estartit (cinco centros, agrupados en la Asociaciónde Centros Turísticos Subacuáticos Costa Brava des-de 1989) recibieron el anteproyecto de ley se mos-traron cautelosos, pues, a pesar de apoyar la protec-ción, tenían ciertas reservas sobre la imposición de unatasa a los buceadores. A su juicio, la cuantía de la mis-ma, el sistema de recaudación y la gestión de los be-neficios, eran cuestiones que no estaban suficientemen-te claras en el anteproyecto que se les había remitido.Desde 1989, en numerosas ocasiones, estos empresa-rios habían denunciado el escaso control que se ejer-cía sobre los submarinistas extranjeros que acudían ala zona vedada en sus propias embarcaciones; y apo-yándose en el Decreto 2055/1969, BOE 23242, habían

exigido a las autoridades competentes que se prohi-biera la práctica del buceo con fines comerciales en elarchipiélago, desde embarcaciones foráneas. Ademásdemandaban que, de aplicarse una tasa o canon de vi-sita, esta se hiciera extensiva a todas las actividades re-creativas. También exigían que se regulara el tráficode embarcaciones en la zona43.

En cuanto a los propietarios de las embarcacionesde cruceros turísticos, cuando entró en vigor la Ley19/90 se vieron perjudicados por el establecimientode un circuito específico que les alejaba de las zonasde menor profundidad, donde la visibilidad y la con-centración de vida eran mayores. En cuanto a la obli-gatoriedad de pagar por acceder al parque, que se jus-tificaba sobre la conveniencia de ejercer algún tipo decontrol, igualándolos a los restantes usuarios, este co-lectivo siempre ha defendido que debe permanecerexento de la misma. Si el objetivo de la ley era prote-ger los fondos marinos de las Islas Medas, y ya que losbarcos ejercían su actividad en la superficie, ellosentendían que no debían estar sujetos a las mismas

Las áreas marinas protegidas en España

45

42 Según marca el Decreto: “queda prohibido a los súbditos extranjeros ejer-

cer actividades subacuáticas deportivas o profesionales en aguas jurisdic-

cionales españolas desde buques con bandera extranjera”.

43 Fuente: Asociación de Centros Turísticos Subacuáticos Costa Brava, es-

crito remitido al Conseller de Agricultura, Ramadería y Pesca de la Ge-

neralidad de Catalunya, a 12-06-1990. Y escrito remitido al Conseller

en L’Escala, a 11-01-1991.

Tabla 7

Análisis de los stakeholders en torno al AP de las Islas Medas

Urgencia Legitimidad Poder

Pescadores locales de L’Estartit.

Investigadores de la Universidad de Barcelona, e instituciones científicas catalanas.

Gobierno de Cataluña.

Empresarios de buceo y otros empresarios turísticos que desarrollan desde la segunda mitad

del siglo XX su actividad en Medas; presentan una alta dependencia de las actividades que

se puedan desarrollar en la zona estrictamente protegida del AP; y han luchado por mante-

ner cierta posición “exclusiva” en la zona.

X X

X

X

XX

X

X

X

XX

Administraciones locales que comparten, conjuntamente con la Administración catalana, res-

ponsabilidades sobre el área de las Islas Medas y la costa del Montgrí.

Vecinos de L’Estartit quienes históricamente han desarrollado numerosos y diferentes usos

recreativos y extractivos en el entorno de las Medas y la costa del Montgrí.

Nuevos y viejos empresarios del pueblo que no han podido (ni querido) entrar en el nego-

cio concesionario para la explotación de actividades turísticas en el área protegida.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 45

Page 48: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

46

regulaciones de las actividades que implicaban la in-mersión. El argumento de muchos se podría resumiren las siguientes palabras: “(…) si Medas es como unzoo submarino y nosotros lo vemos desde arriba…,desde la calle… ¿Por qué tenemos que pagar?”. Porotro lado, algunas de estas empresas surgen dentro devarias unidades domésticas pesqueras. Frente a la obli-gatoriedad de pagar o de ver limitado su acceso a lasislas, algunos empresarios se han negado taxativamen-te durante años, apoyándose en sus derechos históri-cos adquiridos; argumentando que no van a pagar porlo que sus padres llevaban haciendo toda la vida.

Aplicando el mismo tipo de análisis sobre los dife-rentes stakeholders presentes en el proceso de crea-ción del AP de las Islas Medas, hallamos que todos losseñalados: Patronato de Turismo y Administraciones

locales, investigadores, empresarios de buceo, pesca-dores profesionales y otros empresarios turísticos, apesar de ser usuarios directos de la zona objeto de pro-tección, resultan ser unos meros stakeholders expec-tantes ya que ninguno poseyó o tuvo el poder sufi-ciente como para hacer cumplir sus demandas eintereses sobre la zona en cuestión. El gobierno dela Comunidad Autónoma de Cataluña, a pesar de lasquejas expresadas en los medios de comunicación, yde las propuestas y contrapropuestas presentadas en-tre 1983 (cuando se tomaron las primeras medidas delimitación de usos en la zona) y 1990 (cuando se de-claró la ley de conservación), fue la única capaz de ac-tuar de manera autónoma. Y atendiendo al menos so-bre el papel, a un único interés preservacionista parala zona.

01.Proteger desde las Culturas (Capitulo 1) 15/5/12 20:46 Página 46

Page 49: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

La pesca artesanal suele asociarse con la noción de“pesca litoral o costera” (coastal fishing), y generalmen-te es descrita sobre un variado conjunto de actividadessituadas dentro del área de la plataforma continental omuy cerca de ella (Colloca, 2003: 2). Tanto los pesca-dores profesionales de La Restinga como los de L’Es-tartit faenan a lo largo de la costa y, salvo en conta-das excepciones, no pasarán más de un día en el mar.En L’Estartit la pesca profesional se realiza siempre den-tro de la plataforma continental, actuando generalmen-te sobre especies demersales (bentónicas) y semipe-lágicas, en un rango de profundidad máximo de 80metros. En La Restinga, en el entorno del Mar de LasCalmas, los pescadores llevan a cabo pescas de espe-cies demersales, de recursos semipelágicos costeros yde pelágicos oceánicos principalmente realizadas has-ta poco más de 200 metros de profundidad.

L’Estartit y La Restinga comparten unos orígenes co-munes vinculados a la extensión de pesquerías deespecies pelágicas. Si bien, durante décadas, ambosnúcleos habían contado con impedimentos que difi-cultaban la residencia permanente de grupos de po-blación voluminosos. Tales factores iban desde los ata-ques de los piratas, por ejemplo para el caso deL’Estartit, a la ausencia de vías de comunicación y pro-

blemas en el abastecimiento de agua, entre otros, pa-ra el caso de La Restinga. Si ambos eran conocidos en-claves para pescadores procedentes de la vecina islade La Gomera para el caso de La Restinga, y de la po-blación de Bagur para el de L’Estartit.

El Mar de Las Calmas y las aguas que bañan las IslasMedas posen una gran importancia pesquera debido tan-to a su riqueza faunística como a su ubicación estraté-gica, al abrigo de los vientos dominantes en cada costa.Se trata de dos zonas que pueden ser faenadas duran-te la mayor parte del año por embarcaciones de peque-ño porte (hasta 12 metros aproximadamente), las máscaracterísticas de la pesca artesanal o de bajura en lasdos poblaciones. En L’Estartit, la expansión de la in-dustria de salazón de pescado, unida a la construcciónde líneas férreas y de fábricas de transformación, favo-recieron el asentamiento definitivo de un número con-siderable de familias; y el crecimiento de una flota pes-quera especializada en la captura de especies como laanchoa y la sardina. Los productos pesqueros tenían co-mo principal destino núcleos urbanos cercanos, o inclu-so algo más distantes como Barcelona. En el caso de LaRestinga, el desarrollo de la industria de conservas detúnidos orientada a la exportación fue clave. Este mo-delo productivo permitiría a los pescadores obtener unos

47

Capítulo 2

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 47

Page 50: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

ingresos relativamente estables, que se podían combi-nar con las pescas de peces demersales realizadas en losfondos someros. Además las empresas de transforma-ción, como las factorías de Canarias por ejemplo, en oca-siones, adelantaban fondos financieros, útiles de pes-ca, motores, e incluso embarcaciones (Díaz de la Paz,1993: 226), que redundaron positivamente en el incre-mento de la actividad.

Las aguas que rodean la isla de El Hierro y La Res-tinga son básicamente oceánicas y oligotróficas, esto es,de baja producción. En ellas hallamos una situación tí-pica de muchas islas tropicales y subtropicales cuyosecosistemas litorales se destacan por su diversidad, pe-ro donde la densidad en especies es notablemente ba-ja en número de individuos (Pascual Fernández, Santa-na Talavera et al., 2001). Las aguas del Mar de Las Calmas,tal vez sean las más cálidas y transparentes de todo elarchipiélago. Sus fondos son abruptos, dominando elsubstrato rocoso con numerosas coladas que penetranen el mar, grandes rocas y cantos de diverso tamaño.Abundan las cuevas, oquedades y grietas infralitoralesdonde se localizan importantes especies bentónicas deinterés comercial, como el mero (Epinephelus margina-tus) o la morena (Muraena helena). En las partes ilumi-nadas, los fondos vegetados pueden alcanzar hasta los70 metros de profundidad. La estrechez de la platafor-ma insular de El Hierro, junto a la existencia de múl-tiples hábitats, explica la existencia de una compleja eintensa interacción entre peces pelágicos y semipelá-gicos costeros y especies demersales (o betónicas) –véanse los distintos trabajos de A. Brito, J. Barquín oBacallado J. J., citados en la bilbiografía de este trabajo.

Las aguas de las costas catalanas se caracterizan (en-tre otras) por: su alta salinidad, su estabilidad térmica,y la ausencia de corrientes y mareas (Alegret, 1987b: 18y ss.), con la salvedad de la que desciende del golfo deLeón. El entorno marino de las Islas Medas alberga unagran variedad de comunidades y posee una elevadaproductividad, gracias a la acción simultánea de variosfactores. Por un lado, las islas reciben un afloramientode corrientes profundas provenientes del Norte (del gol-fo de León) que enriquecen la calidad de las aguas. Porotro, entre la L’Estartit y la Meda Grande existe unacorriente superficial provocada por el régimen de vien-tos característicos de la época estival (el Garbí), el cualsuscita un afloramiento de aguas profundas relativamen-te frías en la costa norte. Estos fenómenos de trans-porte vertical tienen mucha importancia porque moti-van la fertilización de las capas más superficiales eirradiadas, permitiendo la existencia de una productivi-

dad primaria relativamente elevada (Ballester Nolla, 1971:26). Por último, la cercanía de las islas con la desembo-cadura del río Ter, es clave en el aporte de materia or-gánica a la zona. Este hecho también explica la eleva-da turbidez. A diferencia de La Restinga-Mar de LasCalmas, la visibilidad en el entorno de las Islas Medasoscila entre rangos de 8,5 metros de invierno, y de 26,5metros en agosto. La topografía de los fondos del archi-piélago y de las costas de L’Estartit combina diferentesambientes debido a su composición arenosa y rocosa,y a su formación cárstica. Podemos hallar rocas que seamontonan entre 5 y 20-25 metros, y hasta los 35 me-tros en algunos puntos. Y plataformas planas rocosas yconcreciones coralígenas que se pueden extender delos 20 a los 32 metros (Zabala, 1997a, 1997b). Los ma-teriales que constituyen el archipiélago poco tienen quever con los de la isla de El Hierro, al ser de naturalezacalcárea y margosa (Ballester Nolla, 1971: 18), y no vol-cánica. En los fondos arenosos de las islas se localizanademás importantes praderas de fanerógamas marinas.

1. Orígenes y evolución del núcleo

de La Restinga

Para algunos investigadores, La Restinga fue un lugarmarginal durante décadas, situado en una zona árida,deshabitada e incomunicada hasta la segunda mitaddel siglo XX. A principios de dicha centuria, hasta LaRestinga solo se acercaban algunos barcos de mercan-cías. En enero de 1922, había llegado por primera vezun vapor del correo insular (popularmente denomina-do correíllo), y en marzo de 1927 se construyó un pe-queño embarcadero, denominado la “Laja de Gonza-lo” (Acosta Padrón, 2003). La Restinga durante esos añosfue simplemente un punto de entrada y salida de mer-cancías, procedentes de la vecina comarca agrícolade El Pinar. Los veintiuno de cada mes llegaba el bar-co para llevarse la producción agraria (higos pasados,quesos, almendras…) a la isla de Gran Canaria (Gal-ván Tudela, 1997: 91). Por tierra, las obras de comu-nicación de La Restinga con el núcleo de Taibique (elmás habitado de la comarca) no finalizaron hasta la dé-cada de los 70, a pesar de que este camino vecinal fueuno de los primeros proyectados en la isla44.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

48

44 Declarado de utilidad pública por la Real Orden de 28 de junio de 1912

(Acosta Padrón, 2003: 319).

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 48

Page 51: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Antes de la década de los 40 La Restinga era, además,un refugio estacional para varios campesinos de El Pinar,que ocasionalmente compatibilizaban la agricultura y laganadería con la actividad pesquera, y que disponían deunos cuantos barcos de pequeño porte (Dorta Piñero,2003 [Sin Publicar]; Galván Tudela, 1997; Pascual Fernán-dez; Santana Talavera et al., 2001). En el año 1941, variasfamilias procedentes de la isla de La Gomera, relacio-nadas con la pesca y que conocían la zona, se estable-cieron en este núcleo, ya que en esta zona se podía pes-car de manear continuada; “se podía trabajar todo el añoen las calmas” (Galván Tudela, 1997). Estas familias em-plearon como alojamiento los cuartos utilizados paraalmacenar las mercancías que transportaba el correíllo,y algunas de las cuevas localizadas en la costa. Su per-manencia estuvo ligada a la riqueza agrícola de El Pinar.

Años más tarde, la fábrica de conservas de ÁlvaroRodríguez López, situada en La Gomera, en el núcleode Playa Santiago, considerando las posibilidades pes-queras de la zona, envió una expedición de varios bar-cos durante el verano de 1957. Así relata aquella expe-dición uno de los pescadores gomeros: “Aquí fue unagente que tuvo... un tal Juan Guajara, el marido de Ma-rusa, el padre de Manolo, ese y Perico el alzado, y untal Alfonso Ferres, que vino de fuera pero que se ca-só aquí y aquí estuvo toda la vida. Esos fueron a pro-bar al Hierro, a probar a ver si había pesca, y cogieronunos rabiles chicos, unos tres rabiles pequeños, y en-tonces le dijeron a don Álvaro que sí, que allí habíapesca. Y entonces ya nos preparamos en el verano yfuimos. El Sancho llevó los barcos y nosotros llevamostodos los amaños de los barcos, porque, por ese en-tonces, de allá no pescaba nadie, toda era gente deaquí. El Sancho llevó los barcos y nosotros llevamos to-dos los amaños en la faluga, y las cañas, la comida ytodo lo demás... Y entonces fuimos a pescar allí los deLa Gomera”. (Dorta Piñero, 2003 [Sin Publicar]). Con lallegada de estos pescadores gomeros, la pesca dejó deser una actividad estacional (Dorta Piñero, 2003 [SinPublicar]) y creció el número de familias residiendo demanera permanente en La Restinga. Dos después seconstruyó una fábrica de hielo en el pueblo, denomi-nada Santa Rosalía; y gracias a la intervención de Álva-ro Rodríguez López, se impulsó la mecanización de lospequeños barcos y se dispuso de luz eléctrica paraalgunas casas de pescadores, con el mismo generadorde la fábrica de hielo. También los pescadores trajerontanques de agua dulce necesarios para el abastecimien-to de la fábrica, cuyos excedentes vendían a la pobla-ción. El comprador fomentó el desarrollo de la pesca de

túnidos que tenían como destino su propia factoría, pa-ra ser exportados al resto del archipiélago.

Para algunos autores como A. Galván Tudela (Gal-ván Tudela, 1993, 1997) el papel secundario de la ac-tividad pesquera en Canarias estuvo relacionado du-rante largo tiempo con la imposibilidad de almacenary comercializar adecuadamente el pescado. En La Res-tinga, las infraestructuras y las actividades impulsadaspor este empresario, fueron esenciales pues para eldesarrollo de la pequeña población. Además, los cré-ditos concedidos por Álvaro Rodríguez López, para laadquisición de embarcaciones, y la construcción delmuelle, ayudaron mejorar poco a poco las condicio-nes en las que se desarrollaba la actividad.

Trabajando agrupados, en torno a la fábrica, los pes-cadores comenzaron a reivindicar una Cofradía en LaRestinga, y en 1968 se fundó la Cofradía de PescadoresNuestra Señora de los Reyes. También solicitaron el acon-dicionamiento de un refugio pesquero e instalacionesde frío. En 1988 concluyeron definitivamente las obrasdel refugio45, y estas hicieron posible la adquisición de

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

49

45 El puerto de La Restinga tiene una ubicación 27º 37,5’N-17º 59’ 5’’ W. Se

trata de un puerto refugio cuyo uso principal es pesquero. Depende ad-

ministrativamente del Gobierno de Canarias. Cuenta con un dique de 405

metros de longitud y 15 metros de ancho, protegido por una escollera

de bloques. El calado de la bocana es de 8 metros y en dársena de 5.

En el año 2007 se instalan pantalanes y finaliza la construcción de un con-

tradique. La superficie abrigada es de 24.750 metros. El refugio pesque-

ro cuenta con una infraestructura terrestre de servicios de 12.000 m2, que

entre los años 2007-10 es objeto de numerosas mejoras y reformas.

Imagen 6. Antigua fábrica Santa Rosalía. Foto: la autora, año 2010.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 49

Page 52: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

embarcaciones boniteras y atuneras de mayor eslora ytonelaje (Dorta Piñero, 2003 [Sin Publicar]). Desde 1963la comunidad pesquera contaba con luz eléctrica, y en-tre todos los vecinos del pueblo instalaron las tuberíaspara canalizar el agua corriente, que se elevaba desdela playa de Icota. Estos hechos propiciaron que la po-blación aumentara notablemente y que algunos emigran-tes retornaran desde Venezuela y Cuba. Tal y como haexpuesto el historiador local V. Acosta Padrón (2003) lasgraves sequías producidas en la primera mitad del siglo XX,especialmente durante el año 1948, denominado “el añode la seca”, incitaron a numerosos herreños a emigrar aAmérica y a las islas capitalinas del Archipiélago Canario(2003: 409-422). Mejoradas las condiciones de vida en LaRestinga, de las diez casas que existían en 1950 se pasóa veintiocho en 1970, y a cincuenta y tres en 1975 (Gal-ván Tudela, 1997: 94). La población se incrementó másdel doble, pasando de 124 habitantes en 1970, a 303 en1981 (Dorta Piñero, 2003 [Sin Publicar]).

A su llegada, muchos de los herreños emigrados,o sus hijos o nietos, no se ocuparon en la pesca, bienporque llegaban jubilados o bien porque prefirieroninvertir en otros sectores, dado el relativo desarrolloeconómico acaecido en el pueblo. Con experiencia ydinero a su vuelta a La Restinga, algunos abrieron res-taurantes pero sobre todo levantaron apartamentosdestinados al uso turístico. En su ausencia, era prác-tica común alquilar sus casas temporalmente a vera-neantes o residentes temporales en la población. Delmismo modo, muchos de los herreños desplazados aotras islas del archipiélago, pero que volvían a veraneary a visitar a la familia, compraron terrenos y edificaron,o adquirieron apartamentos como segundas residen-cias, que en su ausencia se empleaban como alojamien-tos de uso turístico.

En la actualidad La Restinga cuenta algo más de 500habitantes contando con los retornados, peninsulares,y vecinos de El Pinar que han establecido su residen-cia en la costa. En momentos puntuales del verano esacifra puede llegar a duplicarse, con la presencia de tu-ristas y trabajadores temporales del turismo. Conectan-do con estos desarrollos, es destacable que, si bienla isla de El Hierro es la menos poblada de todo elarchpiélago, su índice demográfico a variado a lo lar-go del siglo XX a tenor de los movimientos migratoriosacaecidos hacia a Cuba, desde finales del siglo XIX yhasta comienzos del XX, y a Venezuela, mediada yala centuria. En 1940 la población de la isla registró sumayor índice para el siglo XX con 8.849 habitantes,coincidiendo con el fin de la Guerra Civil española.

En los 80 la población residente comenzó a aumentarllegando a superar los 10.000 habitantes en el 2000,según los datos del Instituto Canario de Estadística–ISTAC–. En los últimos años, el número de residen-tes en El Hierro ha seguido aumentado aunque la po-blación de hecho es de edad elevada. A nivel insularse ha venido produciendo un cierto desarrollo del sec-tor terciario ligado al sector servicios. Por ejemplo, en2005, los empleos registrados en El Hierro en este sec-tor ascendían a 2.046 para una población activa de3.712 personas, con una tasa de empleo del 42, 27%,calculado sobre el total de la población ocupada, yla población de 16 y más años, medido en porcenta-je. Según los datos oficiales del Gobierno de Canarias,otra gran parte de la población herreña ocupada sevincula a la Administración pública, mientras que ape-nas el 2% se relaciona con la actividad pesquera pro-fesional que tratamos en estas páginas. El peso de laAdministración pública como generador de empleo esdestacable en todos los municipios herreños (Valverde,Frontera y El Pinar de El Hierro).

1.1. Características y desarrollo general de la actividad pesquera profesional en La Restinga

En la década de los 70, informes elaborados por elInstituto Español de Oceanografía –IEO a partir deahora– y por el Laboratorio Oceanográfico de Cana-rias, describían a La Restinga como un pueblo pes-quero con 85 pescadores profesionales y aproxima-damente 44 embarcaciones de entre 6 y 7 metros deeslora, sin cubierta y con motores de seis a doce ca-ballos de potencia, donde salían a pescar con un mí-nimo de dos hombres de tripulación (García, 1974).Observando los datos de la evolución de la poblaciónactiva vinculada al sector pesquero en la isla entre1991-1996, los años que precedieron al establecimien-to de la Reserva Marina –RM–, resulta sorprendentecomprobar cómo ésta ha ido en aumento, cuando latendencia hacia la disminución ha sido una caracte-rística en todas las poblaciones litorales del Archipié-lago Canario46. En el año 1996, en el que se declara laRM, existían 60 pescadores agrupados en torno a la

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

50

46 Fuente: Borrador del Plan de desarrollo pesquero de Canarias 2000-2006.

Segunda fase: programas operativos y actuaciones. Gobierno de Cana-

rias, consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación. Viceconsejería de

Pesca. [Sin Publicar]

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 50

Page 53: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Cofradía de Nuestra Señora de los Reyes, los cualesrepresentaban el 5% del total de la población ocu-pada del municipio de Frontera, cifrada en 1.308 per-sonas47 en ese año.

La pesca en La Restinga se caracteriza por la diver-sidad de especies objetivo, que los pescadores puedencombinar a lo largo del año. A grandes rasgos podemosdiferenciar entre: una serie de pescas de especies de-mersales que se llevan a cabo hasta los 200 metros, otrasdesarrolladas sobre especies demersales en el veril has-ta los 500 metros de profundidad aproximadamente(aunque con alguna excepción), la pesca de peces pe-lágicos y semipelágicos costeros, y de pelágicos oceá-nicos y profundos; además del aprovechamiento derecursos marisqueros. En líneas generales también po-dríamos decir que las estrategias pesqueras desarrolla-das por la mayoría de las unidades productivas pasanpor un importante aprovechamiento de los pelágicosoceánicos, complementándose con la pesca de fondoen la zona costera y en fondos medios. Los recursos defondo son los que aportan mayor estabilidad al conjun-to de la flota, debido al precio que pueden alcanzar enel mercado y debido a su continuidad, manteniendo yrentabilizando la actividad pesquera durante casi todoel año48 (Pascual Fernández, Santana Talavera et al., 2001:97-98). Buen ejemplo de ello es que los pescadores pro-fesionales de La Restinga nunca han desechado los bar-cos más pequeños, a pesar de la importancia del desa-rrollo de la pequeña “flota” de atuneros, debido a lainestabilidad que presentan las zafras del atún tanto enafluencia como en precios (Dorta Piñero, 2003 [Sin Pu-blicar]). En La Restinga se siguen conservando pues losviejos barcos de esloras menores a 7 metros, que se uti-lizan tanto para la pesca del alto como para otras rea-lizadas en el veril, debido a su maniobrabilidad y su me-nor oposición a las corrientes marinas, frente a lasembarcaciones de mayor eslora. Los barcos de entre8 y 10 metros se emplean durante la mayor parte del

verano para la pesca del atún, pero también son ade-cuados para la pesca de viejas con puyón, ya que conellos se puede acceder a caladeros más lejanos (DortaPiñero, 2003 [Sin Publicar]). El puyón, variación de unantiguo amaño de pesca para viejas (Sparisoma creten-se), es una técnica muy selectiva en la que el pescador,provisto de un neopreno, gafas, tubo y aletas de sub-marinista, una serie de aparejos, y una boya flotante uni-da a su cuerpo por un cordel en el que va insertandolas capturas, nada por la superficie del agua y obtienelas piezas deseadas mediante un anzuelo (Dorta Piñe-ro, 2003 [Sin Publicar]). Tanto el puyón y como la liña(arte también compuesta por un anzuelo y un nylon)son dos artes muy presentes en esta población y quedestacaremos por su bajo coste y mantenimiento; asícomo por las posibilidades de repartir la fuerza de tra-bajo a bordo durante las jornadas de trabajo en el mar.Otras de las artes representativas en la zona, y que co-necta directamente con los orígenes gomeros de los pes-cadores de La Restinga, es la vara para los petos (Acan-thocybium solandri), por su nivel de especialización ybajo impacto ecológico. Nos interesa llamar la atenciónaquí que, valorando las artes empleadas por los pesca-dores de La Restinga, tras la supresión de las nasas (1994)y de los palangres (1997), el impacto ecológico de lasrestantes es mínimo. Tomando como referencia bare-mos desarrollados en la literatura científica internacio-nal, la vara y las artes de anzuelo prácticamente no re-gistran capturas no deseada o descartes (Bycatch), y suimpacto en los hábitats marinos es muy reducido o ba-jo (Fuller, Picco, et al., 2008:10-12).

También la captura de distintas especies de more-na (Muraena augusti / Gymnothorax unicolor/ Murae-na helena / Gymnothorax polygonius / Gymnothoraxmaderensis) con tambor, tiene una gran incidencia. Al-gunas unidades productivas utilizan además las na-sas para camarones (Plesionika narval) (Brito; Barquínet al., 1995; Brito; Braun et al., 1998; Pascual Fernández;Santana Talavera et al., 2001). En resumidas cuentas,las artes más empleadas son:

– Artes de anzuelo, con diferentes variaciones de-pendiendo del tipo de pesca y de la profundidada la que se realiza. Básicamente son: la liña, elpuyón, el arganeo y la caña. Se va a trabajar conellas tanto en la parte superior como en el bordedel veril.

– Tambor para capturar morenas.– La vara, para pescar petos.– La nasa de camarón.

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

51

47 Fuente: EPC 1-5-1996. 13. Población de 16 y más años ocupada según ra-

ma de actividad, por grupos de edad y sexo. Viviendas familiares. Fronte-

ra, en http://www.gobiernodecanarias.org/istac/estadisticas/trabajo/

area_03_frame.html, a 24/09/2007.48 Los recursos demersales o de fondo han constituido, en líneas generales,

el sustento básico de las comunidades de pescadores litorales de Cana-

rias. Sobre estos se desarrolla en la actualidad una pesquería compleja,

multiespecífica, ejercida sobre más de 60 especies de peces y algunos

crustáceos y cefalópodos que tienen un gran valor comercial, y que se

captura conjuntamente con especies pelágicas costeras (Aguilera Klink,

Brito Hernández et al., 1994: 176).

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 51

Page 54: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

– La red salemera con diferente tamaño y luz, de-pendiendo de si se emplea para capturar carna-da (algunos pescadores también denominan a es-te tipo de red sardinal), o para capturar especiesque serán comercializadas. Si bien se emplea fue-ra de la reserva marina y solo hay una unidadproductiva de La Restinga con licencia para ello.

La importancia de la pesca de túnidos que tiene lu-gar entre los meses de primavera y verano, especialmen-te del bonito (Katsuwonus pelamis), ha condicionadodurante años a las restantes pesquerías desarrolladas enLa Restinga en relación al desvío de esfuerzo (Brito, Fal-cón et al., 2000b; VV.AA., 1995). De hecho las zafras hanmarcado la evolución de la flota e influido en las redesde comercialización en esta pequeña población. Cuan-do entra el atún, prácticamente todos los pescadores vana capturarlo, dejando descansar el pescado en la ori-lla. Esta maniobra constituye una importante veda a jui-cio de los locales. Luego, en otoño se recuperan otraspescas de especies bentónicas o demersales.

Otra de las características principales de los pro-fesionales de La Restinga es la flexibilidad con la quelas unidades productivas han organizado y maximiza-do la fuerza de trabajo y los medios productivos dis-ponibles. En este trabajo entendemos que la unidadproductiva es un elemento mínimo de trabajo, capazde producir asumiendo los costes derivados de la ope-ración. No puede ser considerada como el barco úni-camente o las artes o el pescador, sino solo como elconjunto de todos éstos, contando con un sistema deorganización de costes y beneficios de la operación, yde distribución de los productos. Es decir, la unidadproductiva está constituida por el barco/os, las artes,el/los pescado/res, el sistema de partes establecido ensu interior, por el que se gestionan los costes y los be-neficios, y el sistema de distribución y/o comercializa-ción de las capturas; que puede condicionar el ante-rior. En La Restinga es común ver en algunos momentosde la jornada cómo los pescadores llegan a emplearartes distintas de manera simultánea, desde el barcocon la liña y el carrete eléctrico o la caña, y con algún

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

52Imagen 7. Embarcaciones “boniteras” empleadas durante la zafra. Foto: Marta Guerra Artal, año 2005.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 52

Page 55: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

pescador en el agua pescado a puyón. También es co-mún que un mismo pescador forme parte de más deuna unidad productiva, que puede constituirse aten-diendo tanto a relaciones de parentesco, como a lascaracterísticas de una pesquería tan específica comola del atún; o con el objetivo de disminuir costes enépocas de poco rendimiento.

Además de la optimización de fuerza de trabajo ymedios materiales de producción, los pescadores hanhecho frente a los azares ambientales y a algunas cons-tricciones de mercado mediante la asociación. Expli-car cómo por encima de estrategias comunes de reclu-tamiento, como el parentesco, los profesionales se hanllegado a organizar para pescar en grupo, es una cues-tión que trataremos en las siguientes páginas.

1.2. Entidades asociativas, comercialización y territorialidad

Los pescadores de La Restinga faenan en las costas detoda la isla pero su actividad extractora se ejerce es-pecialmente en la zona del Mar de Las Calmas. Salvoraras excepciones ningún barco, incluso los de mayoreslora y tonelaje, abandona El Hierro para trabajaren otros caladeros del archipiélago. Hemos detectadocasos en los que algunos jóvenes se han enrolado tem-poralmente en embarcaciones con base en otros puer-tos, pero esta práctica ha sido muy puntual y ha es-tado motivada generalmente por el descenso de laactividad pesquera en La Restinga durante el invierno,o bien por la necesidad de acumular horas de embar-que, en el marco de los estudios náutico-pesquerosque algunos han realizado.

Los pescadores conocen de forma exhaustiva las ca-racterísticas climáticas, los fondos marinos y el com-portamiento de las especies objetivo. Si además de do-minar una serie de técnicas de pesca, no conocierany reciclaran sus conocimientos sobre los nichos ecoló-gicos ocupados por las diferentes especies y su formade localización, así como sobre los comportamientosde las diferentes especies explotadas, combinacionescomo las señaladas anteriormente entre medios pro-ductivos, fuerza de trabajo, y rotación de pesquerías,difícilmente tendrían lugar.

La competitividad, el secretismo y la independen-cia, han sido características resaltadas en muchos aná-lisis llevados a cabo sobre el perfil de los profesiona-les del sector pesquero; así como su incapacidad paradesarrollar estrategias cooperativas, salvo en los casosen los que la ayuda es necesaria para realizar acciones

tales como varar las barcas o ayudarse en momentosde peligro en la mar49 (Acheson, 1981; Galván Tudela,1990; Pascual Fernández, 1991b). Sin embargo elgrupo de pescadores de La Restinga representa unejemplo de organización y de trabajo colectivo, en elque los profesionales se pueden ayudar unos a otros,compartiendo incluso la información bajo ciertas con-diciones.

1.2.1. La creación de Pescarestinga

En el año 1989, la experiencia de trabajo en comúnorganizado surgió con fuerza como una respuesta adeterminadas condiciones ambientales, y a una situa-ción en la que los pescadores profesionales se halla-ban en clara desventaja frente a un único compradormonopolista que dominaba los precios y que en unmomento de sobreabundancia del recurso decidió po-ner topes de capturas para el bonito. A. Galván Tude-la, describe aquel año de la siguiente manera: “A fina-les de mayo se formó la ‘rebambaramba’. El banco debonito listado en junio era impresionante. Y la carnadaen la orilla abundantísima. La zafra se prometía comonunca. (…) se concentraron dos factores no siempreconcomitantes, abundancia de bonitos y abundancia decarnada, pero con la peculiaridad de que ambos esta-ban al alcance de la mano, desde Las Playas al costadode La Restinga, Las Calmas, hasta el Faro de La Orchilla.(…) Se añadía, por tanto, una altísima densidad del car-dumen, lo que reducía los costes de búsqueda y extrac-ción” (1990: 51-63).

En La Restinga no existe lonja y la comercializacióndel pescado azul ha estado en manos de compradoresque se hacían cargo de la totalidad de los kilos descar-gados. En 1989, en un momento de sobreabundancia, losdesacuerdos con el comprador hacían peligrar toda lazafra, debido a la bajada de precios estipulada y a la im-posibilidad congelar el pescado. Aunque las cámaras fri-goríficas ya habían sido instaladas en la dársena del re-fugio, aún no habían entrado en funcionamiento. En aquel

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

53

49 Pascual Fernández sentencia de la siguiente manera: “En caso de desas-

tre la ayuda mutua entre las tripulaciones es un precepto sagrado que no

puede ser saltado bajo ningún concepto. Aunque dos unidades producti-

vas se encuentren peleadas y no se hablen, resultará imprescindible que

se presten socorro en caso de extrema necesidad. (…) Negar el auxilio

en tal coyuntura en nuestras comunidades de pescadores, puede signi-

ficar para la tripulación que no la presta, además de problemas legales,

un desprestigio y rechazo tan inmenso por vulnerar la ley más sagrada de

la mar, que difícilmente se producirá algún caso” (1991b: 80).

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 53

Page 56: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

momento los profesionales, tras llevar a cabo varias mo-vilizaciones y protestas, llevaron hasta la capital de laisla una asociación para comercializar ellos mismos suscapturas. Crearon la sociedad anónima laboral Pescares-tinga S.A.L. con la idea no tanto de lograr una posiblemejora de precios y de mercado para los túnidos, sinopara romper definitivamente con el comprador monopo-lista que no mantenía estables los precios (Galván Tude-la, 1990: 66).

Esta experiencia asociativa no hubiera podido lle-varse a cabo sin el apoyo institucional y económicode diversas Administraciones públicas, especialmentedel Cabildo Insular de El Hierro. Los pesadores emplea-ron la figura de la Cofradía como su interlocutora, ycomo la administradora de las ayudas necesarias paraimpulsar las nuevas estrategias proyectadas. Salvo enmomentos puntuales como ese, la Cofradía siempre seha mantenido al margen de las labores de comercia-lización, ya que algunos cofrades no se incorporarona la sociedad, y otros se han separado de ella con eltiempo.

Los asociados a Pescarestinga designaron un presi-dente (elegido entre los propios profesionales) y bus-caron personal laboral propio50. A través de Pescares-tinga comenzaron a organizar y a controlar todo elproceso productivo y los medios de trabajo. Los bar-cos, especialmente los grandes, fueron puestos al ser-vicio de aquella, estableciéndose un complejo sistemade organización de todos los medios materiales de pro-ducción, así como de los pescadores que iban a salira faenar y de los días laborables durante la zafra. Laasociación los organizaba y controlaba el proceso detrabajo en tierra, siendo los pescadores, cuando llega-ban a puerto, quienes preparaban el pescado parasu posterior almacenamiento y/o exportación. Tam-bién se estableció un sistema de retribución: los pro-fesionales entregaban todo el pescado y la asociacióncomercializaba de manera conjunta el montante de lascapturas, redistribuyendo las ganancias mediante unsistema de partes organizado en función de los tiposde barco y los días que se hubiera ido a pescar. Enla mar se compartía la información, puesto que a pe-sar de ir en diferentes barcos era como si pescara unosolo. De tal forma que se reducía la competencia y los

conflictos entre los pescadores, y la unidad de búsque-da maximizaba las capturas (Galván Tudela, 1990:56). Pescarestinga también se hizo cargo de todo elpescado blanco capturado, aunque estas especies ra-ra vez han encontrado problemas de comercializa-ción. La producción de pescado blanco se pagaba in-dividualmente.

En el año 1997, la sociedad anónima laboral Pes-carestinga S.A.L. se transformó en cooperativa, contan-do aproximadamente con la mitad de los pescadoresque en aquel momento pertenecían a la Cofradía Nues-tra Señora de los Reyes de La Restinga. Ya disponíade un túnel de congelación con cabida para 20 tone-ladas, un travel lift y diversa maquinaria que comple-mentaba las instalaciones localizadas en la explana-da del refugio. En teoría cualquier profesional puedeformar parte de ella, pero la inclusión de nuevos miem-bros está sujeta a la decisión de la asamblea formadapor los accionistas, a través de la cual se gestiona. Ade-más la cooperativa tiene la “obligatoriedad” de ceder lasinstalaciones y facilitar los servicios de grúa, monta-cargas, cajones de carga, pesca, lavado, cámaras de man-tenimiento, túnel de congelación y hielo, al resto de losprofesionales de la isla, previo pago del canon estipu-lado en los estatutos de las sociedad cooperativa quefueron elaborados cuando esta quedó instituida. No obs-tante, no hemos hallado casos de pescadores que ha-yan abandonado y posteriormente se hayan reintegra-do en ella. Por otro lado, aquellos que, aun sin formarparte de la cooperativa, han ejercido el derecho de usodetallado sobre las instalaciones mencionadas, se hantopado con el rechazo y la desaprobación de los res-tantes miembros de Pescarestinga.

¿Por qué se produjo la escisión entre los pesca-dores, a pesar del éxito de la estrategia común y delapoyo económico prestado por las diferentes Ad-ministraciones a esta estrategia? A. Galván Tudela,cuando en 1990 analizó la experiencia, se atrevió apronosticar que si para los pescadores había sidoprioritario mantener su independencia por encimade todo a la hora de crear Pescarestinga, dentro dela cooperativa la complejidad de las relaciones en-tre los miembros podría tornarse conflictiva, en ca-so de que los profesionales insistieran en hacer va-ler precisamente la productividad individual deltrabajo sobre la retribución colectiva del mismo (1990:66-67). Dentro de Pescarestinga los beneficios se me-dían por días de trabajo, no por el rendimiento nipor la productividad individual de cada pescador. Loque en ciertos casos, alterados los patrones y roles

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

54

50 Hasta que la asociación no se transformó en la “Cooperativa de Pescado-

res Pescarestinga, Sociedad Laboral”, utilizó a la Cofradía para pagar a sus

empleados ya que jurídicamente la asociación no podía tener empleados.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 54

Page 57: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

cotidianos de orden y subordinación a bordo, pu-do dar lugar a conflictos puntuales durante las jor-nadas de pesca. Por otro lado, muchos pescadoresde los escindidos han reconocido que no se halla-ban de acuerdo con el sistema de partes aplicado;considerando que era claramente favorecedor a losintereses de los armadores de los barcos de mayoreslora y tonelaje. A pesar de los años, todavía se ge-neran algunos desencuentros entre los profesionalesdel pueblo. Según la versión de los pescadores quese separaron de la asociación, los desencuentros sedeben a un supuesto trato de favor que la coopera-tiva recibiría de la Administración local. Por ejemplo,en 1999 la cooperativa y el Cabildo firmaron un con-venio por el cual éste costea una parte (0,14 eurospor kilo) de los gastos generados por la producciónde hielo; práctica que ha ratificado posteriormenteconcediendo subvenciones específicas para costearel montante acumulado derivado de la producciónanual de hielo51. Algunos de los pescadores escin-didos crearon en 1997 la Asociación de PescadoresRoques del Salmor, pero sus miembros desecharonla posibilidad de organizar la producción. Lo que síque hicieron éstos fue “traer de nuevo” al compra-dor con el que antaño se había producido el enfren-tamiento en la isla, lo que deterioró aún más las re-laciones entre el grupo de pescadores.

Por encima de los conflictos individuales y de lacompetitividad que acompaña a la actividad pesque-ra, no es imposible organizar la actividad contandocon un grupo hasta cierto punto homogéneo o conunos claros intereses comunes. Autores como Wade(1992 [1987]), han ahondado en el tipo de precondi-ciones bajo las cuales se puede dar la acción colec-tiva. Por ejemplo, el hecho de contar con una pobla-ción no demasiado amplia, como la de La Restinga,con una identidad y unos intereses de grupo acepta-dos y defendidos por la mayor parte de sus miembros,y con el apoyo de instituciones que pudieran hacer-se cargo de la gestión de los recursos empleados porlos anteriores, podría facilitar mucho el desarrollode fórmulas de gestión o cogestión local (Pascual Fer-nández, 2003b: 73). Sobre el grupo de pescadores trata-do se cumplieron buena parte de esas precondiciones.

Pero determinados cambios socioeconómicos y socio-culturales pueden entorpecer el desarrollo de la ac-tividad colectiva o disiparlas. En la segunda mitadde la década de los noventa ya se comenzaban a ob-servar diferencias entre los pescadores de la pobla-ción de La Restinga, comenzando por los más viejosde procedencia gomera, que dominan técnicas comola pesca del peto con la vara o la de las morenas contambores (esta última rara vez va a ser ejercida porlos pescadores más jóvenes); y los pescadores que trasla experiencia de la emigración regresaron al Mar deLas Calmas pero empleando artes pasivas como lasnasas. Evidentemente, también existen diferencias en-tre todos esos y los que se han ido incorporando a laactividad en edad adulta, pescadores procedentes deEl Pinar y sin relación directa con familias pesqueras.Esos profesionales, en muchas ocasiones no serán con-siderados por los restantes como “verdaderos pesca-dores”. Dentro de Pescarestinga cuentan con ciertasdesventajas al respecto de los pescadores que mante-nían lazos de parentesco entre sí y que, poseyendobarcos boniteros de mayor eslora y tonelaje, disfruta-ban de mayor peso y capacidad de decisión. Cuan-do se incorporan al sector estos “nuevos” pescado-res sin arraigo (o desarraigados) ni familia en la pescay sin experiencia, acontecen numerosos conflictos en-tre esos y los profesionales que empleando las artesde liña veían entorpecida su labor. Según las palabrasde un pescador profesional: “Aquí el que hacía un po-co de dinero se ponía a echar nasas y jodía a los de-más, y así está el mar lleno de nasas… llegaba unoy se le enganchaba ahí el arte y ya…, ya pasaba y lacortaba, la boya directamente. Hasta que nos reuni-mos y dijimos de quitarlas, que eso no podía ser”.

Hemos de destacar que, entre los años 2003 y2007 durante los que se desarrollan las principaleslabores de trabajo de campo en La Restinga los aban-donos y bajas de la actividad pesquera que se pro-ducen entre los miembros de la Cofradía, correspon-den en su totalidad a estos “nuevos” pescadores oa pescadores que se había separado en algún mo-mento de Pescarestinga.

También en los 90 se observaban ciertas diferen-cias entre aquellos y las unidades productivas que, conel tímido desarrollo del turismo acaecido, habían in-vertido en restaurantes de pescado fresco, hacia losque derivaban la mayoría de sus capturas. Ademásse vislumbraban diferencias al interior del grupo, cuan-do ciertas unidades comenzaron a intensificar la pes-quería de las viejas a puyón.

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

55

51 Existen a este respecto varias noticias publicadas en la prensa local y en la

revista oficial del Cabildo de El Hierro, edición digital en www.el-hierro.org/

noticias

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 55

Page 58: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En el año 2001, de 46 pescadores que desembarca-ban sus capturas en el puerto de La Restinga, forma-ban parte de Pescarestinga 26 de ellos (Dorta Piñero,2003 [Sin Publicar]). Lo que representaba poco más del50% del total de profesionales en el pueblo. Los restan-tes profesionales comercializaban sus capturas a travésdel comprador restituido, en los restaurantes de la zo-na, o incluso vendiendo sus excedentes a la propia Pes-carestinga. En ocasiones, hallamos unidades producti-vas en las que se dan todas esas posibilidades.

En el 2005 aproximadamente el 30% de los pesca-dores pertenecientes de la Cofradía Nuestra Señora delos Reyes forman parte de la cooperativa, otro 30%comercializa sus capturas de manera individual (a tra-vés de los restaurantes locales o la venta de maneraparticular), y el 30% lo hace a través del antiguo com-prador. La mayor parte de los integrantes de la coope-rativa guarda relaciones de parentesco entre sí y con-tinúan agrupándose tanto para ir al atún como paraotras pesquerías. Solo hemos contado un caso en elque un pescador de Pescarestinga y otro que vendía

al comprador mencionado, salían a pescar juntos; pe-ro se trata de dos jóvenes que ni proceden de familiasrelacionadas con la pesca profesional, ni vivieron losepisodios descritos a principios de la década de los 90.Hasta la fecha, transcurridos veinte años de su crea-ción, ningún pescador que haya abandonado Pesca-restinga se ha vuelto a integrar en la cooperativa.

1.2.2. Decidir en común, trabajar en grupo

¿Qué nos interesa destacar de esta experiencia, para lacuestión de las AMPs? En primer lugar, que cuando enlos 90 se recupera el proyecto de reserva marina lospescadores poseen una experiencia exitosa de proce-so asambleario, donde son capaces de sentarse a dis-cutir, establecer pautas de organización, y cambiar orenovar las formas de participación por su trabajo y losmedios de producción (barcos, artes, infraestructurasdemandadas en tierra, etc.) que ponen al servicio dela empresa en común. En segundo lugar, que la crea-ción de Pescarestinga fue una experiencia en curso no

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

56Imagen 8. Capturas durante la zafra. Foto: la autora, año 2006.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 56

Page 59: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

planificada (Galván Tudela, 1990), surgida desde aba-jo, adaptándose y haciendo frente a nuevas circunstan-cias, como la escisión de un buen número de pesca-dores con el paso del tiempo. De la misma manera,la RM, desde sus originarias propuestas, es negociaday renegociada en cuanto a límites, artes, requisitos deuso, etc. En tercer lugar, destacamos la capacidad delos pescadores para dar una respuesta organizada a de-terminados factores que no controlaban, demandando,cuando se hacía necesario, la colaboración de otras Ad-ministraciones y ajustándose a las condiciones localesespecíficas (Pollnac, 1981; Pollnac y Carmo, 1981). Lospescadores, de manera similar, negociarán la creaciónde la RM en el seno de la Cofradía, contando con elapoyo de los investigadores de la Universidad de LaLaguna, y con el respaldo del Cabildo de El Hierro ydel Gobierno de Canarias. En cuarto lugar hay que des-tacar que, frente a los roces y desencuentros en la mar,frente a la juventud y frente al relativamente bajo pe-so económico del grupo de pescadores sobre el con-junto de la provincia, los profesionales de La Restingahan logrado tomar y proyectarse ante las distintas Ad-ministraciones, ante los compradores y multitud deagentes, como un grupo con unos intereses y unos de-rechos propios. Frente a las visiones románticas de loshombres de mar como individuos solitarios, estos profe-sionales han adoptado y defendido una identidad degrupo clara y recurrente. La reserva “se creó por y paralos pescadores”, es una de las frases más repetidas en elpueblo, aun transcurridos los años de su creación.

El grupo de pescadores que aún forma parte dela cooperativa trabaja funcionando como una únicaunidad productiva cuando es época de zafra, pero esono quiere decir que todos trabajen de la misma mane-ra ni todos los días. En el año 2006-2007 forman par-te de ella 22 pescadores que faenan de manera activa,pero también hay armadores que no van a la mar des-de hace años, aunque continúan relacionados con elsector pesquero. Estos últimos aunque no ejerzan lapesca artesanal, mantendrán sus barcos en tierra peroasociados. De la misma manera, los censos de la RMvan a reflejar más barcos censados, autorizados a ejer-cer actividades extractivas en su interior, de los querealmente salen a pescar. Existiendo una experienciade cogestión como la descrita, y un sentimiento depropiedad o pertenencia colectiva sobre el área de tra-bajo detallado, nadie parece dispuesto a renunciar nia la mar ni a su acceso, a pesar de que las circunstan-cias concretas no sean propicias o proclives a la acti-vidad pesquera.

Pescarestinga cuenta entre 2003 y 2007 con 4 bar-cos de más de diez metros de eslora que son los queacuden a la zafra. Aunque de manera particular cual-quier otra embarcación pueda pescar túnidos, en al-gún momento de la temporada y fuera de las sema-nas durante las que la cooperativa organiza la zafra.La tripulación “fija” de esos barcos ronda los 15 hom-bres en total, los cuales guardan relaciones de paren-tesco entre sí prácticamente en todos los casos, condiferente grado. Cada verano, se pueden llegar a in-corporar entre 5 y 10 hombres a esos cuatro barcos.El número de barcos menores de 10 metros cuyos ar-madores forman parte de la cooperativa, y cuyas cap-turas comercializa Pescarestinga fuera de la tempo-rada, asciende a un total de 15 aproximadamente.Durante la zafra, Pescarestinga divide las gananciasentre hombres y barcos grandes. No toma en cuen-ta a los barcos pequeños sino solo a los armadoresque salgan cada día a pescar. Así, en el 2006, contan-do hombres y barcos que salieron a faenar, se repar-tieron las ganancias de la zafra aproximadamente en26 partes activas, correspondientes a 22 hombres y 4barcos. Aunque a diario esta cifra podía variar por-que no todos los pescadores salieron todos los díasy solo se cobra por día trabajado. Nótese que no es-tamos teniendo en cuenta en este dato a otros arma-dores, aquellos que no ejercen de manera activa lapesca profesional pero cuyo medios de producciónquedan igualmente subsumidos bajo la unidad pro-ductiva de Pescarestinga.

1.3. Infraestructuras pesqueras y Cofradía

El puerto de La Restinga cuenta con la clasificación de“refugio” desde su creación, si bien en el 2006, segúnlas informaciones oficiales de la Consejería de ObrasPúblicas y Transportes del Gobierno de Canarias, for-ma parte del conjunto de Puertos e Instalaciones de In-terés General de la Comunidad Autónoma de Canarias52.Cuenta con un uso principal: pesquero, y un uso se-cundario: deportivo. Depende administrativamente delGobierno de Canarias. Cuenta con un dique de 405.00metros de longitud, 15 metros de ancho, una escollerade bloques y una superficie abrigada de 24.750 me-tros53. En el 2007 finalizan las obras de contradique y

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

57

52 Fuente: http://www.gobcan.es/citv/puertos/puertos_ges.html53 Fuente: www.puertosdecanarias.com/larestinga2.htm

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 57

Page 60: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

la instalación de pantalanes; aun siendo la bahía ha-bitualmente segura, se encuentra expuesta a los vien-tos del Oeste y del Suroeste. Las infraestructuras delpuerto cuentan con instalaciones de agua, electricidady un surtidor de gasoil. Una rampa de varado, un tra-vel lift con capacidad para 60 toneladas métricas, y unagrúa fija con capacidad de 5 toneladas métricas54. A me-diados de los 80 se construyó una lonja y una fábricade hielo, aunque, como vimos, tardaría tiempo en en-trar en funcionamiento; y a mediados de los noventaun complejo de cinco túneles de congelación. Todaslas infraestructuras de frío y manipulación del pescadolas gestiona Pescarestinga, aunque depende de una re-novación anual por parte del Cabildo herreño (DortaPiñero, 2003 [Sin Publicar]).

Cuando en 1989 los pescadores prescindieron delos intermediarios y crearon su propia red de comer-cialización se avanzó notablemente en la gestión yfinanciación de la nueva entidad productora. Pero ellopudo cercenar las posibilidades de autofinanciaciónde la Cofradía. Por aquel entonces, los mayores esfuer-zos se destinaban a consolidar Pescarestinga, mientrasque la Cofradía permanecía en un segundo plano. Hoyen día existe una total independencia en la gestióneconómica de ambas entidades, y la Cofradía única-mente maneja el varado de los barcos y una peque-ña ferretería. Esta entidad, a pesar de su escaso podereconómico, ha llegado a adquirir una gran importan-cia y ha sido empleada para desarrollar acciones noformales. Alrededor de ella los pescadores locales sehan cohesionado en momentos importantes, comocuando se decidió prescindir del comprador monopo-lista, o cuando se tomó la decisión de eliminar el usode artes poco selectivas como las nasas (1994) y lostrasmallos (1997), o como cuando se creó la RM (1996).

La Cofradía Nuestra Señora de los Reyes se rige através de una junta de la que forman parte 7 miembros,que suelen hallarse repartidos de manera tal, que tan-to los miembros de la cooperativa como los que no for-man parte de esta están representados. A éstos se su-ma el patrón mayor, que es el antiguo vicepatrónreferido en el capítulo anterior, y que no ejerce la pes-ca profesional. Anteriormente, destacamos el papel queeste actor jugó en el proceso de creación de la RM.Ahora nos interesa llamar la atención sobre el hechode que, para muchos pescadores ancianos, éste no es

un pescador en sentido estricto, ya que no dependeeconómicamente de la actividad para su subsistencia.Este hecho, el desinterés económico, ha podido jugara su favor cuando se han negociado en el seno de laCofradía medidas tales como la creación de la RM. Ade-más, la capacidad de liderazgo y de mediación, que hademostrado tener frente a las diferentes Administracio-nes, le ha servido para ganarse en respeto de muchosprofesionales, no solo el de los pescadores.

En la figura de este actor, clave para comprender ladeclaración de la RM, encontramos el mejor ejemplode los individuos descritos por Ludolfo Paramio (2000)cuando se refiere a la necesidad de masa crítica parael éxito de la acción colectiva, reconociendo que en suinterior existen individuos con muy diversas motivacio-nes. “(…) lo cierto es que (…) es razonable pensar quelas personas que asumen el riesgo o el coste de la mo-vilización inicial pueden no tener las mismas motiva-ciones que el resto de los individuos que finalmente semovilizan. El ejemplo más extremo, como ha señaladoJon Elster (1985), es el de los individuos que actúan enfunción de sus valores morales, sin esperar una utili-dad de su comportamiento. (…) personas para las queel supuesto coste de la acción forma parte de la recom-pensa, porque les permite expresar sus creencias, cons-truirse una identidad colectiva o encuentran placer enla misma acción (Hirschman, 1982).”

Desde que se declarara la RM el ya patrón mayor seha convertido en el “abanderado” de otras acciones en-marcadas en el llamado “desarrollo sostenible”, prestán-dose además a participar en proyectos de creación deotras RRMM de España. La colaboración y las buenasrelaciones con las Administraciones, no obstante, nohan tenido traducción en formas de “clientelismo”, yaque (por ejemplo) este actor ha mantenido siempre unaactitud reivindicativa frente a las Administraciones loca-les y estatales. En los últimos años se ha desmarcadoclaramente de la política pesquera desarrollada por elGobierno de Canarias, orquestando distintas manifesta-ciones en la isla en contra de la última Ley de Pesca deCanarias (Ley 17/2003, de 10 de abril, de Pesca de Ca-narias; Reglamento de la Ley de Pesca de Canarias,Decreto 184/2004, de 21 de diciembre, por ejemplo).Su independencia política, además de la económica, leha ayudado para mantener los niveles de confianza des-critos anteriormente, y la imagen de que “siempre tra-baja por los pescadores”. A lo largo del 2003 inició unacampaña de presión para lograr que se regulase la ac-tividad del buceo en la reserva; colabora activamentecon los científicos de la Universidad de La Laguna que

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

58

54 Ibíd.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 58

Page 61: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

evalúan del estado de la RM; lleva tiempo reivindican-do una mayor restricción para la actividad de la pescarecreativa en el interior de ésta; y en el 2005 encabezójunto con otros vecinos del pueblo, la plataforma ciu-dadana desde la que se luchó por obtener la indepen-dencia de la comarca de El Pinar (que incluye a La Res-tinga) del municipio de Frontera.

Los profesionales de La Restinga han logrado presen-tarse y posicionarse, frente las autoridades y frente a losrestantes usuarios del Mar de Las Calmas, como un gru-po sólido y cohesionado, por encima de las diferenciasy de las divisiones descritas, por ejemplo, en torno a lahistoria de Pescarestinga. El grupo de pescadores ha si-do capaz de demandar y hacer valer su derecho a deci-dir sobre los territorios y recursos que históricamente hanusado. Nos atreveríamos a afirmar que su identidad pro-fesional y territorial ha salido reforzada tras las accionescolectivas descritas y llevadas a cabo. Tal y como habíasucedido a comienzos de los 90 con la constitución dePescarestinga, con la creación de la RM los pescadoresllevaron a cabo acciones para reducir la incertidumbreque acompaña a la actividad pesquera, estableciendoacuerdos con otros pescadores (Acheson, 1981), aprove-chando además el respaldo de numerosas institucioneslocales, regionales y nacionales. Con esta estrategia esta-ban formalizando los usos que ellos habían determina-do que se podrían ejercer sobre los recursos localiza-dos en el Mar de Las Calmas, dejando patente a los ojosde los restantes usuarios del área cierta posición “de po-der” de decisión por encima de otros implicados. Auncontando con individuos con distintos umbrales, moti-vos e incentivos, para la acción, en torno a la Cofradía seha generado una masa crítica con el suficiente númerode participantes para que disminuyan los riesgos yaumenten las posibilidades de éxito de las acciones em-prendidas. En este contexto, la RM ha dado soporte a lasdecisiones tomadas por el conjunto de pescadores, ins-titucionalizando normas de acceso y uso de los recursosque, previamente a la declaración, ellos habían estable-cido en su área de pesca y trabajo. Autores como B.McCay (McCay, 1978: 399) han señalado que en la ma-yoría de las sociedades los derechos pesqueros implicanun control del “espacio”. Si los pescadores no puedencontrolar el pescado, al menos pueden controlar a quiénse le permite pescar y cómo lo hacen. El objetivo de es-tas acciones, entonces, no es tanto proteger o conser-var el recurso como reservarlo para uno mismo. Los pes-cadores de La Restinga, abanderados de la población,pusieron límites al uso y expansión de nuevos usos yusuarios; especialmente de aquellos ajenos al pueblo.

1.4. Especificidades de la flota en tornoa la reserva marina

Aunque dedicaremos un capítulo específico a la acti-vidad de la pesca profesional en La Restinga y en laReserva Marina Punta de La Restinga-Mar de Las Cal-mas, nos gustaría reflejar grosso modo el devenir de laflota con base en este puerto desde que en 1996 sedeclarara. En el 2003, encontramos en La Restinga adiversas unidades productivas compuestas por un nú-mero variable de hombres (de 1 a 5 con distintas re-laciones de parentesco entre sí), que empleaban másde una embarcación (de 6 a 11 metros) a lo largo delaño, pudiendo ser armadores de más de una a la vez;y que combinan un número determinado de pesque-rías ejercidas con diferentes artes y con diferentes ni-veles de especialización. Prácticamente la mitad dela flota comercializaba todavía sus capturas a través dela cooperativa Pescarestinga, que distribuye la mayorparte de las especies demersales dentro de la isla, mien-tras que exporta (por ejemplo) la producción de túni-dos. Los pescadores que trabajan para la cooperativamantienen el sistema de pescar en grupo descrito an-teriormente. Entre los restantes profesionales hallamosal menos a tres que venden el montante de sus cap-turas de manera individual; dos de ellos lo hacen a unmismo restaurante del pueblo. Los demás entreganel pescado capturado al comprador que hasta los 80recogía toda la producción. El nivel de especializaciónde estos pescadores es también muy diferente; y el vo-lumen de trabajo localizado alrededor de la RM tam-bién puede variar enormemente dependiendo de unau otra pesquería. Hemos intentado reflejar esas varia-ciones en la tabla, donde figuran los datos actualiza-dos hasta el año 2005:

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

59

Foto 9. Viejas en el Mar de Las Calmas. Foto: Silvia Jiménez, año 2006.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 59

Page 62: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

60

Tabla 8

Unidades productivas trabajando en torno a la Reserva Marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas55

Embarcación Eslora (m)Principal

o SecundarioPesquería Tipo actividad

Intensidad

en área de RMNivel especialización

19

4

20

21

22

23

3

24

25

1

26

27

28

29

6 P

S

P

S

P

P

P

S

S

P

S

P

P

S

VPTDBC

PBVC

OVAPB

PBVD

VAPMTCO

PADV

SBDP

VP

SBP

BCPDV

V

PBOA

VPOCM

PBV

Anual

Estacional

Anual

Estacional

Anual

Anual

Estacional

Estacional

Anual

Estacional

Anual

Anual

Estacional

Medio

Alto: atún

Alto: pelágicos costeros

Alto: pelágicos y demersales

Alto: petos

Medio

Alta: pelágicos y viejas

Alta: pelágico y semipelágicos

Medio

Alto: demersales

Alto: pelágicos costeros y oceánicos

Alto: pelágicos oceánicos y demersales

Alto: pelágicos oceánicos y demersales

10,5

6,79

6,1

7,22

8,38

10,6

6,2

5,9

11,25

5,8

7

10,23

5,12

30

31

S

P

PBVD

TPCMOB

Estacional

Anual

Alto: pelágicos

Barcos que dedican menos de un 25% del total del tiempo de pesca a faenar en las aguas de RM

Medio

5,15

5,85

32 P V Anual Alto: demersales6,03

18 P CPBATO Anual Medio7

5

6

7

8

9

2

10

11

12

13

14

15

16

17

6,69 S

P

P

P

P

P

P

S

P

P

P

P

S

P

VTOPB

BDPT

VPDOC

APB

NPA

VBPD

PABC

PB

PACB

N

VPBC

VPTB

PB

APCOB

Estacional

Anual

Estacional

Anual

Anual

Estacional

Anual

Estacional

Anual

Estacional

Anual

Anual

Estacional

Anual

Medio

Medio

Medio

Alta: pelágicos coseros y oceánicos

Alta: demersales

Alta: demersales y pelágicos

Alta: pelágicos coteros y oceánicos

Alto: pelágicos

Medio

Alto: demersales

Medio

Alta: pelágicos y demersales

Alta: Pelágicos

Alta: pelágicos coteros y oceánicos

11,65

5,3

5,5

8,7

10,5

5,6

5,5

6

7,2

9

8,1

5,8

7,15

Barcos que dedican hasta un 50%

Barcos que dedican hasta un 75%

Barcos que pescan durante todo el año en la RM

Fuente: Elaboración propia a partir de las fuentes citadas.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 60

Page 63: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

2. Nacimiento y desarrollo de la población de L’Estartit

L’Estartit nació como un barrio de pescadores de To-rroella, que originariamente se localizaba en el extre-mo Noroeste de la costa, al abrigo del Macizo del Mont-grí y al resguardo de los vientos de la tramontana (delNorte). Es uno de los pueblos de fundación más re-cientes de la Costa Brava. Según se recoge en la his-toria local elaborada por Marcelí Audivert (1971), ellose debe principalmente a dos motivos: a la ausenciade un refugio natural que protegiera el pueblo de lasfuerte batidas del mar, durante las tormentas que sesuceden en el otoño y el invierno, junto con las fre-cuentes crecidas del río del Ter; y (en segundo lugar),al peligro de los continuos ataques de piratas. Aunqueno disponemos de referencias concretas, según los re-gistros parroquiales de Torroella y Bagur a los que ha-ce referencia también Audivert (1971: 65 y ss.), el prin-cipal contingente de población que se habría establecidoen L’Estartit estaba constituido por pescadores de lavecina villa de Bagur. Esos pescadores habrían prefe-rido dejar aquellas costas abruptas y de difícil oro-grafía, que dificultaban durante el invierno el ejerciciode la actividad, para instalarse en L’Estartit. Este encla-ve cuenta con una extensa playa de arena fina, sobrela que se podían varar cada día las embarcaciones, se-car y reparar las redes.

En el catastro de Torroella del año 1757, figuranpor primera vez veinte casas en la localidad. En 1790,el pueblo “(…) consiste en una mala calle de casitasde pescadores puestas al pie de una elevadísima mon-taña y delante entra el río Ter amenazándole con sudestrucción continuamente. (…) Hay unas 80 casastodas ellas de este siglo (…)” (Francesc Zamora c.f.Audivert, 1971: 44-45; Mundet, 1998: 256). Las primeras

casas se levantaron al pie de la montaña, aprovechan-do el resguardo que el Macizo del Montgrí ofrecía fren-te a los vientos de la tramontana. Por aquel entoncesno existía muelle alguno, pero tras sufrir las embesti-das de las olas durante varias tormentas se construyóun primer dique que salía del extremo del macizo. Enlas primeras noticias escritas, en las que se mencionala existencia de un grupo de población en L’Estartit,se hace referencia a los primeros habitantes como“los pescadors de la present villa y amos del sardinal”(Audivert, 1971: 36; Mundet, 1998: 253). Con posterio-ridad se menciona la existencia de las islas y la acti-vidad comercial de su puerto, que fue punto de par-tida de numerosos barcos de mercancías hasta el siglo

XVIII: “(…) En L’Estartit se embarca trigo, y arroz pa-ra Barna, se pesca alguna anchoa, y sardina hay ca-torce llaudes. Debajo de las Medas se cría coral (...)”(Audivert, 1971: 44-49).

La cifra de habitantes fue creciendo a los largo delsiglo XVIII y XIX hasta alcanzar los 400 habitantes y 95edificios. A comienzos del siglo XX, en 1910 se conta-bilizaban 149 casas y 604 habitantes. Aunque esta ci-fra descendería, según el nomenclátor del año 1960que establecía para L’Estartit una población de dere-cho de 493 habitantes, posiblemente a consecuenciade la Guerra Civil española (1936-1939). El volumende residentes se recuperaría de manera sorprendenteen las décadas de los 60 y 70, alcanzando los 1.000 ha-bitantes en pocos años (Ballester Nolla, 1971).

A finales del siglo XIX, comenzaron a llegar al pue-blo los primeros bañistas y veraneantes. Se tratabade habitantes del interior, familias catalanas pudientesprocedentes de núcleos tales como Torroella, Gironay la Bisbal, que se desplazaban durante los meses dejulio y agosto para tomar baños de mar. En los últimosaños de la década de los 50, comenzaron a acudir aL’Estartit los primeros turistas europeos. Este inicial tu-rismo se desarrolló en torno al originario núcleo delpueblo. Tal y como relata un pescador jubilado: “Fuecuando empezó el turismo que muchos abandonaronel mar, algunos levantaron hoteles, bares, casas comer-ciales, etc. Al principio, puesto que no había más em-barcaciones, eran los propios pescadores los que lle-vaban a los turistas hasta las Medas. Solían llevar entre9 y 10 pasajeros en sus barcas. Según pasaron los añosentraron nuevos barcos y puesto que ellos no teníanlicencia, los primeros empresarios les presionaron pa-ra que dejaran de realizar esta actividad. (…) luegovino una competencia de Palamós con 6 o 7 barcosde golpe y bajó el precio (…) quien no trabajaba en

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

61

55 Hemos dividido los barcos en Principal (P) o secundario (S) según la clasifi-

cación realizada por C. Dorta Piñero (2003 [Sin Publicar]) y los datos obteni-

dos durante el trabajo de campo. La clasificación de secundario obedece al

empleo de estas embarcaciones únicamente para ciertas pesquerías espe-

cíficas, lo que no les resta importancia económica. También diferenciamos

entre: A = aparejos de alto, B = cañas y liñas para atunes, C = Aparejos de

veril, D = aparejos para medregales y abades, M = marisqueo, N = nasas pa-

ra camarón, O = otras artes de pesca, P = aparejos para la pesca del peto, S

= salemera, T = tambores para morenas, V = puyón para viejas. Con el fin de

valorar la intensidad de trabajo en el área de reserva marina y el nivel de es-

pecialización de cada unidad productiva, en función de la combinación anual

de pesquerías, además del trabajo de campo, nos apoyamos en las encues-

tas realizadas durante el desarrollo del proyecto EMPAFISH.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 61

Page 64: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

esto montaba un hotel, ahí hay otro (…) que montóuna cosa de buceo (…)”. Al igual que en La Restin-ga, la población local de L’Estartit aprovechó las opor-tunidades laborales y de inversión que el turismo lesbrindaba, si bien en esta población son destacables(como veremos más adelante) las alianzas que se es-tablecieron entre los pescadores y los empresariosde buceo, y con otros dedicados a la comercializaciónde excursiones marítimas. A diferencia de La Restinga,y con la excepción de algún ciudadano extranjero, lamayoría de estos empresarios turísticos eran oriundosde la localidad.

Con el boom del turismo y de la construcción, ex-tendido a lo largo de toda la Costa Brava en la décadade los 70, aparecieron nuevas modalidades de ocupa-ción: los apartamentos y los campings, que contribuye-ron definitivamente a cambiar la imagen del origina-rio núcleo pesquero. Algunos autores catalanes, paraeste año de 1970, estimaron el número de plazas dealojamiento en apartamentos en 28.771; en un momen-to en el que el residencialismo era el elemento máscaracterístico del modelo turístico de la Costa Brava(Mundet, 1998, c.f. Basieras Llavero, 2002 [Sin Publi-car]). Actualmente el proceso urbanizador se ha frena-do en el ámbito costero, pero la proliferación de blo-ques de apartamentos, camping, áreas recreativas y desuperficies comerciales a lo largo de la carretera deTorroella, han dado a L’Estartit el aspecto de un em-budo56. En el actual enclave se distinguen claramen-te tres áreas de expansión: el L’Estartit histórico lo-calizado entre las calles Les Illes, Santa Anna, la líneade la costa y la punta Les Salines; el polígono maríti-mo que sigue la línea de la costa por el golfo de Pals,atravesando el área de marismas y dunas de los Ai-guamolls de l’Empordà, y las urbanizaciones en la la-dera del macizo.

Los pescadores de L’Estartit, y a pesar de las alian-zas señaladas, se decantaron por la inversión en bienesinmuebles que podían ser explotados como alojamien-tos turísticos; o bien cedían los bajos de sus casas,

situadas en las principales calles del pueblo, a estable-cimientos comerciales de diferente tipo (desde baresa tiendas de suvenires). Cuando le preguntamos poreste desarrollo a vecinos y pescadores, la mayoría coin-cide en afirmar que el turismo benefició a aquellospescadores que pudieron invertir, abriendo tiendas ypensiones, pequeños negocios en los que se emplea-ría la familia. No obstante algunos se lamentan de quela mayoría de los hijos de los pescadores se han que-dado trabajando en tierra, regentando estas empresas.

Según el Instituto de Estadística de Cataluña–IDESCAT–, en el 2001, el 64, 7% la población ocu-pada de Torroella de Montgrí trabajaba en el sector ser-vicios, y el 15,3% en la construcción. Tan solo un 5,8%se empleaba en la agricultura, y el 14,2% en industria.No hay datos oficiales referidos a porcentaje de pobla-ción dedicada a la actividad pesquera. En el año 2002,el IDESCAT contabilizó un total de 1.200 establecimien-tos de empresas y profesionales, de las que el 45% serelacionaban con los servicios y el comercio, y el 21%con el comercio al detalle. Existían, 551 empresas deservicios constituidas en el municipio, 253 de comer-cio al detalle, y 57 establecimientos de empresas indus-triales. Según los datos del Ayuntamiento de Torroella,en el 2004 las principales actividades económicas delmunicipio eran las vinculadas al sector servicios (76%),seguidas de las que se relacionan directamente con laconstrucción (14%), un sector íntimamente ligado al tu-rístico. La industria representaba apenas el 9% de la ac-tividad económica y la agricultura había descendidohasta el 1%. El sector servicios llega a generar el 69,2%del Producto Interior Bruto –PIB–. El sector industrialrepresenta un 16,2% del PIB y ocupa proporcionalmen-te a un 20% de la población activa. La agricultura, tanimportante en el pasado reciente de toda la comarca,solo representa un 3,1 % del PIB del municipio.

2.1. La actividad pesquera profesional en L’Estartit

La flota de bajura en Cataluña, al igual que la de La Res-tinga, podría caracterizarse atendiendo a la importan-te combinación de artes y aparejos que emplea; así co-mo por el importante número de especies objetivo,tanto bentónicas o demersales como pelágicas, que lospescadores profesionales contemplan. El desarrollo dela pesca en L’Estartit, en origen, estuvo ligado a la ex-plotación intensiva de recursos pelágicos costeros, co-mo la anchoa (Engraulis ssp.) y la sardina (Sardina pil-chardus), que tenían como destino alguna de las tresfábricas de salazón que llegaron a existir en el pueblo.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

62

56 En 1967 el Ayuntamiento de Torroella había aprobado un Plan General de

Ordenación Urbana de carácter expansionista, que fue revisado en un se-

gundo Plan General aprobado en 1983. Este segundo plan perseguía or-

ganizar el área de crecimiento inmediato de L’Estartit hacia Torroella, lejos

ya del núcleo originario del pueblo. El plan del 83 aumentaba considera-

blemente la superficie calificada como suelo urbano. En 2001 el Plan

Municipal de Ordenación fue revisado, y aprobado definitivamente el 4 de

abril de 2001. DOGC núm. 3645 de 11 de junio de 2002.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 62

Page 65: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En 1935 se fundó la Cofradía de Pescadores de L’Es-tartit y, según la “Relación nominal de los individuosque componen el Pósito”, contaba con 91 socios en-tre marineros, armadores y rederas57. Existen indiciosde la presencia en L’Estartit de un número mayor depescadores, hasta 150 antes de esta fecha, pero muyprobablemente estas cifras se alcanzaban únicamen-te en momentos puntuales del año. Y obedecen al em-pleo de artes de pesca comunitarios tales como el bou,los sardinales, o el arte de playa, que requerían dela fuerza de numerosos hombres, y que atraían a tra-bajadores temporales hasta las playas de L’Estartit du-rante unos meses concretos al año. El arte de playa,que no ha sido estudiado en esta población pero delque poseemos referencias procedentes de otros pue-blos catalanes, por ejemplo, era un sistema de pescacomunitario en el que participaban numerosos indivi-duos de forma temporal, se realizaba recogiendo unared desde la playa, y cada uno de los participantes re-cibía una parte de la captura (Alegret, 2001).

Los principales sistemas de pesca empleados en L’Es-tartit fueron durante años el bou, pesca de ròssec ode arrastre que se realizaba entre dos barcos, y los sar-dinales. El primero se introdujo en L’Estartit a finalesdel siglo XIX, cuando llegaron las primeras parejas debarcos, denominadas parella de bou, desde Vilanova iGeltrú, de Tarragona. La pesca del bou se llevaba a

cabo empleando estos dos barcos de similares carac-terísticas que arrastraban al unísono una red con for-ma de saco. Por entonces no existía puerto alguno enL’Estartit y las embarcaciones eran varadas en la pla-ya a diario. La mayoría del pescado azul desembarca-do ya estaba vendido entre las fábricas de salazón men-cionadas anteriormente; no así el pescado blanco quedebía consumirse fresco y que era adquirido por inter-mediarios. Hasta L’Estartit acudían compradores de otrospuntos del municipio, sobretodo de Torroella. Y a tra-vés de la línea férrea se transportaba el pescado a otrospuntos de Cataluña tan distantes como Olot y Barcelo-na por ejemplo (Roviras, 2003b: 84-85). La actividad desalazón de pescado tuvo su momento de auge en L’Es-tartit entre las décadas de 1920 y 1930. La extensión deesta técnica de conservación permitió ejercer una acti-vidad pesquera intensiva durante años, como sucedie-ra en Canarias. Tales condiciones favorecieron la incor-poración de numerosos hombres y mujeres a la pesca,y el desarrollo diversas actividades asociadas, como re-parar redes, preparar el pescado, etc.

La pesca del bou se realizaba aproximadamente en-tre el primero de octubre y el treinta del abril. El nú-mero de hombres dedicados a esta faena durante elinvierno podía ascender a 50 o a 60 (Audivert, 1971:203-222). Según fuentes historiográficas, el número ar-tes de bou que existían en el pueblo a principios desiglo oscilaba entre cinco y seis. Nosotros estimamosque pudieron llegar a citarse hasta doce barcos en L’Es-tartit, en los que iban por lo menos cuatro marinerosy un patrón que solía ser el dueño. A lo largo de laprimera mitad del siglo XX se introdujeron otras artescomo el palangre gros o palangre de penjar, les sol-tes, l’art de platja, diversas pescas de caña como la deljonquet, y algunas realizadas desde pequeñas embar-caciones como el volantí, el palangró, o empleandoartes como la potera o nasas para las sepias (Sepia of-ficinalis) 58. El resto de los meses, los pescadores se de-dicaban a los sardinales, la pesquería de mayor im-portancia de las ejercidas durante el verano, y a otraspescas de menor relevancia. Esta pesca también se rea-lizaba con artes de enmalle y generalmente se llevabaa cabo durante la noche. Tres hombres formaban la

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

63

57 Fuente: Datos obtenidos en la Cofradía de Pescadores de L’Estartit, en

marzo de 2004.

58 Audivert (1971) realiza una extensa descripción de la pesca en L’Estartit des-

de comienzos del siglo XX hasta la década de los 60, en la quinta parte de

su obra. Ver también Alegret (1987b) quien describe con gran exactitud las

características generales de la actividad pesquera en Cataluña, y de las di-

ferentes flotas de pesca litoral.

Tabla 9

Evolución de la población vinculada a la pesca profesional

en L’Estartit durante el siglo XX

N.º Pescadores

1920 150

N.º Embarcaciones

88

1946 109 68

1959 122 55

1966 56 -

1976 40 -

1990 15 38

Fuente: Mundet i Cerdan (1998: 60-61).

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 63

Page 66: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

tripulación de cada barco; normalmente uno de ellos,el patrón, al igual que en la mayoría de los barcos quese dedicaban al bou, era el propietario de la embarca-ción. La pesca del sardinal sufrió ciertas modificacio-nes cuando se introdujo el uso de la llum, que erangrandes farolas (de acetileno primero y de gasolinadespués). Se empleaban dos barcas: una grande queportaba la red y otra pequeña con un solo marineroque llevaba la llum. Las barcas que se dedicaban a lossardinales desaparecieron poco a poco, a medida quese fueron introduciendo las teranyines, traínas o traí-ñas en español. Estas eran empleadas en la captura deespecies de pescado azul como la sardina y la anchoa(Alegret, 2001), mediante el empleo de un sistema decerco. La incorporación de estas embarcaciones, ge-neralmente adquiridas entre 4 o 5 pescadores, per-mitió una rápida capitalización. En L’Estartit llegarona existir tres embarcaciones de cerco según los pro-pios testimonios de los pescadores y censos de la Co-fradía en 197059, justo cuando está a punto de propo-nerse la protección de las Islas Medas.

Entre los años 60 y 70, momento clave también pa-ra el desarrollo turístico de la mayoría de las poblacio-nes costeras del mediterráneo español, los ingresosobtenidos por estas embarcaciones de cerco, segúnexplican los pescadores de mayor edad, se dirigieronen dos sentidos: por un lado, aquellos que no eran ar-madores adquirieron sus propias embarcaciones, ge-neralmente barcos de pequeño tamaño que destinaríana la pesca del trasmallo y del palangre. Los armadoreseran los patrones, y con el tiempo serían su única tri-pulación. Por otro lado, ciertos pescadores invirtieronen establecimientos y en empresas turísticas: bares,apartamentos, algún restaurante, pensiones y tiendasprincipalmente. Varios profesionales llegaron a com-binar el trabajo activo en la pesca y en el turismo du-rante los meses de julio y agosto. El desarrollo de ar-tes fijas hizo posible que se mantuviera la combinación.Un pescador local lo explicaba con las siguientes pa-labras: “(…) lo que pasa es que el trasmallo queda per-manente en el mar. Tú lo pones y lo dejas durante cin-co o seis horas, depende… Se echaba por la tarde yhasta el día siguiente. Y cuando llegábamos de reco-gerlo era ducharte y asearte rápidamente para hacerotro oficio”. Autores como el doctor Ballester Nolla, aquienes nos referimos anteriormente, no fueron capaces

de reconocer el valor de estas estrategias de combina-ción de actividades pesqueras con otras económicas,que han sido ampliamente descritas para otras pobla-ciones de pescadores, como las del Archipiélago Ca-nario (Santana Talavera, 1990a, 1990b; Pascual Fernán-dez, 1982, 1991b; Pascual Fernández y De la CruzModino, 2004; De la Cruz Modino y Pascual Fernán-dez, 2004). Tal y como es común a muchas poblacio-nes, como sucediera en La Restinga, la combinaciónentre pesca y turismo en ocasiones es impracticable,debido a la dedicación requerida, especialmente enmomentos álgidos de la actividad. Con el tiempo, elesfuerzo pesquero ejercido durante los meses estiva-les se fue reduciendo en L’Estartit, y las traíñas fuerondesapareciendo a lo largo de la década de los 70. “(…)en verano, durante mayo, junio, julio y agosto, cua-tro o cinco meses más o menos. Luego ya dejabasaquello –se refiere al trabajo como patrón de una em-barcación turística– y durante el invierno hacías la pes-ca. (…) Aquello rendía más. Era un sueldo fijo cadadía… en la pesca un día ganas… en aquellos tiemposun día ganabas 10 o 15 mil pesetas pero luego esta-bas diez días que no ganabas nada. ¿Entiendes? Y conel barco este tenías tu jornal cada día. Rendía muchomás que la pesca.”

2.2. Evolución de la población envuelta y pesqueríasdestacadas

Actúe como motor o acelerador de cambios, el rápidodesarrollo del turismo marcó un antes y un despuésen L’Estartit, y en el grupo de población vincualdo ala actividad pesquera profesional.

En la década de los 80, poco antes de que el áreaprotegida de las Islas Medas fuera declarado, su Co-fradía de Pescadores contaba con 34 miembros acti-vos, lo que representaba apenas el 2,19% de los pro-fesionales citados en la Costa Brava60. En 1987, J.L.Alegret describió la situación del grupo, especifican-do que: todos los pescadores se dedicaban al tras-mallo, menos 4 pescadores de río que se centraban enla angula; todos los eran nacidos en L’Estartit, menoslos cuatro pescadores de río que provenían de To-rroella; la edad media por entonces era de 47 años, ysolo el 10% tenía entre 20 y 34 años; y que formaban

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

64

59 Fuente: Cofradía de L’Estartit, Libro de Actas, Reunión Celebrada el 3-03-1970.

60 Alegret cifra en 1.553 el número de miembros con el que contaban en con-

junto las cofradías de la Costa Brava, en abril de 1987 (Alegret, 1988: 29).

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 64

Page 67: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

la flota pesquera un total de 28 embarcaciones de pe-queño porte, que no sobrepasaban las 5 TRB. La ma-yoría de los armadores eran los propios patrones delas embarcaciones, y 18 de ellos salían a pescar solos;siendo únicamente 8 los que lo hacían acompañadosde un marinero pero sin relación de parentesco en to-dos los casos (Alegret, 1987a: 94, 1987b, 1988: 33).

La tendencia dentro del sector pesquero profe-sional de L’Estartit, en los últimos 20 años, ha estadomarcada por el progresivo envejecimiento de la po-blación vinculada y por la no incorporación de los hi-jos de los pescadores profesionales. De hecho en 1987esta Cofradía contaba con numerosos pescadores ju-bilados, algunos de la provincia, que en muchos ca-sos seguían ejerciendo la actividad pesquera. En 1999,mediante un acto celebrado en el local social de laCofradía, al que asistieron la mayoría de los represen-tantes de las cofradías de la provincia, se propuso de-mandar a la Generalitat y al Parlamento de Cataluñaque aprobaran una normativa por la cual todos lospensionistas, todos los pescadores jubilados de la zo-na, pudieran pescar libremente con ciertas artes y li-mitaciones61. En el 2005, solo hay un pescador pro-fesional en activo natural de L’Estartit. En 2011 solohay un pescador profesional en activo, hijo de pesca-dores de L’Estartit.

La cifra de pescadores profesionales activos en es-te pueblo se mantiene desde los 80 en torno a los 10-25 individuos, con pequeñas oscilaciones, al igual queel esquema patrón–armador en embarcaciones dondesalen a pescar solos. Lo que sí ha cambiado hoy endía es el origen de los pescadores con puerto base eneste pueblo, ya que la mayoría proceden de otros en-claves donde generalmente no existe puerto o refugio.Muchos de esos van a trabajar en L’Estartit solo de ma-nera temporal. El puerto de L’Estartit, además, cada ve-rano da base a varias embarcaciones de pesca profe-sional procedentes de otros núcleos, generalmente deaquellos sin refugio pesquero, aunque de forma tem-poral. La incorporación de profesionales activos forá-neos ha permitido que, frente a las jubilaciones, semantuviera estable el número de profesionales en lazona. En líneas generales, además del palangre, las ar-tes de enmalle empleadas e identificadas durante losaños 2004 y 2005 en los que realizamos trabajo de cam-po en L’Estartit son:

– Trasmallo, que es un arte de red calado entre los25-30 metros de profundidad, o a mayores profun-didades (entre 40 y 50 metros) para la captura porejemplo de la langosta (Palinurus elephas), del len-guado (Solea vulgaris) y del rodaballo de profun-didad. En estos últimos casos, se emplea un tras-mallo de luz diferente y más grande.

– Soltas, que es una red empleada en la pesca deindividuos más grandes y a mayor profundidad.También se puede usar una solta muy ciega y chi-ca para pescar el salmonete (Mullus surmuletus).Todas las redes que se calan fuera de la Meda(a profundidades superiores de 50 metros) songeneralmente soltas.

Además de la especialización en el uso del trasma-llo, es destacable el número de especies objetivo que es-tos profesionales alternan durante el año y el gran nú-mero de días durante los que no se puede faenar. Otraspescas objetivos son el sargo y la morraja (Diplodus sp.),la herrera (Lithognathus mormyrus), el rape (Lophius pis-catorius), la dorada (Spaurs sp.), la lubina (Dientrarchus

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

65

61 Trasmallo (300m), Palangre (200 anzuelos), Nasas (4) y Calamar (según las

costumbres de cada puerto). Fuente: libro de Actas de la Cofradía de Pes-

cadores de L’Estartit, Acta de la reunión celebrada el 14-08-1999 en el local

social de la Cofradía.

Imagen 10. Embarcaciones de pesca en el Puerto de L’Estartit (I). Foto:

la autora, año 2005.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 65

Page 68: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

labrax), la merluza (Merluccius merluccius), la barracu-da o espetón (Sphyraena sphyraena), la escórpora (Scor-paena sp.), y el pajel (Pagellus sp.). Descontando finesde semana en los que la Generalitat no permite pes-car, aproximadamente hay 261 días hábiles al año. Peroesta cifra puede bajar hasta los 160 debido al mal tiem-po, y, en años de largo invierno como el 2005, se llegaa reducirse a los 100 días reales en los que es posibleejercer la pesca profesional.

Todos los anteriores factores: envejecimiento de lapoblación, ausencia de actividad comercial en el puer-to, numerosos pescadores jubilados ejerciendo la pes-ca, gran número de días, en los que es imposible pes-car debido al mal tiempo, combinación con otrasactividades económicas, etc. han redundado en la ima-gen marginal de esta actividad en el pueblo. A pesarde ello frente a Torroella, L’Estartit siempre recuerdasus orígenes pesqueros en sus fiestas, en sus histo-rias locales y en sus folletos turísticos. Buena mues-tra de ello es, por ejemplo, la fiesta de Gigantes cele-brada durante el mes de julio. La misma consiste en

un “encuentro” de estructuras de madera, proceden-tes de diferentes pueblos, como Olot, Torroella… ata-viados con trajes típicos y relacionados con los orí-genes de cada población participante. La pareja degigantes de L’Estartit representan respectivamente a unpescador y a una redera.

El territorio de pesca de los pescadores de L’Es-tartit se localiza tanto en el entorno inmediato de lasIslas Medas, como por el área que se extiende a lo lar-go del golfo de Pals y la zona de costa por el Nortehacia L’Escala. La importancia de las Islas Medas, co-mo ya señaláramos, reside en su especial ubicacióngeográfica. La orientación y la masa de las islas ofre-cen abrigo frente a los vientos del levante (del Sur) yde la Tramontana (del Norte) que azotan la costa du-rante gran parte del año “(…) la Meda era una zonade pesca…, una zona en la que viniera de donde vi-niera el viento, siempre en la parte opuesta la mar es-taba bien. O sea, si eran vientos del noreste pues enel sudeste la mar estaba bastante en calma, y podíaspescar allí. Si era viento del sur, podías pescar en el

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

66Imagen 11. Trasmallos en la costa de L’Estartit. Foto: Álex Lorente, año 2010.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 66

Page 69: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

norte… o sea que, era un comodín, un sitio donde po-dían ir a pescar casi siempre. Y claro, quitar esto re-sultaba que… según con qué vientos determinabas aqué sitios podías ir a pescar y a qué sitios no”. Ade-más, en el entorno rocoso de las islas se localizabanimportantes especies demersales como el mero (ephi-nepelus guaza) o los congrios (Conger conger), queno se encuentran en el entorno arenoso del golfo y dela playa de L’Estartit. En las palabras del antiguo secre-tario de la Cofradía, describiendo las pescas que rea-lizaban en las islas antaño: “En las Islas se pescada to-do el año, con el palangre, nasas, trasmallo. Una redmuy ciega llamada moxonera, que solamente cogía unpescado azul llamado mujo, en verano se pescaba conlienza el mero, también se pescaba con el volantí. To-das estas especies de pescado, que era mucho, lo quese pescaba más era molla y congrio con el palangrepor la noche, además de sargos y dentos. La langostay bogavante, que era mucha la que pescábamos, secogían con nasas y trasmallos. Eran muchos los díasque capturábamos entre 5 y 30 kilos de langosta. Tam-bién se pescaba mucha boga, jorel y caballa, esto conlos trasmallos. Antes del boom turístico, también sepescaban bastantes centollos. Las artes son trasmallo,para el lenguado, rodaballo y langosta, ésta toda secoge en el Cabo Begur. Con la red llamada saltas, sepesca merluza y otros…” –que sin ser especies objeti-vo, caían en las redes–.

Al igual que en La Restinga, la especialización y losmedios técnicos de los que disponen los pescadoresvan a marcar importantes diferencias entre las unidadesproductivas. Por otro lado los conocimientos que po-seen unos y otros van a influir a la hora de seleccio-nar las zonas de pesca y las especies objetivo. Ello esespecialmente evidente entre los pescadores locales, losforáneos residentes y los foráneos que permanecenen el puerto de L’Estartit de manera temporal. Tambiénel esfuerzo pesquero ejercido entre unas unidades pro-ductivas y otras será distinto atendiendo a si se trata depescadores jubilados o de pescadores realmente “acti-vos”. Por ejemplo, tanto unos como otros emplean lasartes del trasmallo, pero los pescadores de mayor edadpescan a un rango de profundidad medio de entre 10y 20 metros. Sus labores extractivas se concentran fren-te a la playa de L’Estartit, llegando como máximo a ladesembocadura del río Ter, y en la zona correspondien-te a la costa rocosa de L’Estartit hacia L’Escala para cap-turar langostas. Estos pescadores de mayor edad se hanespecializado en la pesca de la sepia en primavera, ydel lenguado de diciembre a mayo aproximadamente.

Los pescadores profesionales “activos” también acu-den al área de playa y del golfo de Pals, trabajando enun área de poca profundidad que puede reducirse has-ta los 5-12 metros, para capturar sepia y lenguado con elarte del trasmallo. Hay alguna unidad productiva que em-plea las nasas para la captura de sepias en esta zona.El trasmallo es un arte que puede ser empleado con cier-tas modificaciones en otras pesquerías como la del sal-monete, el pajel y la dorada, pero a profundidades quese sitúan entre los 25 y los 30 metros, y que pueden au-mentar hasta los 40-50 metros para la captura de langos-tas, o el rodaballo. Los profesionales en activo tambiéncalarán sus redes sobre de los 50 metros, en el entornode las Islas Medas y por el Sur, hacia el Cap de Bagur.

La actividad de unos y otros se concentra durantelos meses de marzo a noviembre, especialmente du-rante el verano. Aunque algunas pesquerías puntua-les, como las del rodaballo y del lenguado de fondo,se desarrollan el invierno.

En general, muchos pescadores faenan sin coinci-dir en el mismo espacio. Hablando en términos de pes-cadores de mayor edad, pescadores activos residentesy pescadores foráneos, todos éstos “evitan” calar susredes colisionando o coincidiendo en el espacio conotros profesionales. A pesar de esta distribución espa-cial, que no se daba en La Restinga, parece que noexiste ningún tipo de acuerdo entre las unidades pro-ductivas que practican la pesca de borde en torno alAP durante todo el año. Según se desprende de las en-trevistas realizadas, las estrategias obedecían a cues-tiones de tipo técnico y tiene más que ver con el ba-gaje profesional y el nivel de conocimiento de cadapescador. También se han dado desencuentros entrepescadores “activos” y algunos pescadores jubiladosque pescan como los “activos”; que con los años hanmotivado la revisión de los acuerdos más o menos in-formales adoptados a final de los 90. Una informantelocal razonaba el reparto del territorio de pesca, aten-diendo a la experiencia y el arraigo de cada pesca-dor en la actividad y en la zona, con estas palabras:“El (…) conoce la zona como la palma de su manopuesto que lo ha mamado desde pequeño, y sabe per-fectamente dónde ir y qué pescar, y tiene sus zonasmás hacia mar abierto donde los demás no van por-que generalmente se coge mucha porquería muchapiedra etc. El (…) tiene una embarcación que le per-mite ir más lejos y con peor tiempo, por ello sus cala-das suelen ser profundas, sobre todo en verano cuan-do va hacia el Cap de Begur. Al no ser de la zona,supongo que con los años después de probar zonas se

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

67

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 67

Page 70: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

habrá quedado con la suya. También se dedica muchoa la merluza con lo que la zona de pesca siempre es másprofunda y lejana, y cada vez más porque hay menos.El (…) es como una mariposa que va picando dondepuede, antes tenía restaurantes o sea que lo de la pes-ca como que le viene un poco de nuevo... A partir deahí hay una ley no escrita de territorios, por eso en ge-neral no coinciden, cada uno a su zona sin nada ha-blado ni pactado, y por lo general se respetan aunquea veces tampoco es así”.

Los pescadores de mayor edad también calan susartes en el área del pre-parque, pero hay que desta-car que la dirección del AP no ha tomado nunca nin-guna medida en contra de este colectivo, al menosno es así hasta el año en el que se da por finalizadoeste trabajo.

A diferencia de los pescadores de La Restinga tam-bién, no hay una pesquería que agrupe el esfuerzo delconjunto de los pescadores en L’Estarit. Tampoco exis-ten sistemas de comercialización conjunta. Las fábricasde salazón fueron clausuradas a mediados de siglo

pasado, pero los pescadores profesionales nunca le-vantaron una lonja. Ciertamente, a lo largo de los añosy de manera no continuada, han puesto en marcha sis-temas más o menos organizados de venta y distribu-ción de las capturas. Esos podían ir desde el alquilerde un medio de transporte hasta la reciente instalaciónde un primer punto de descarga. Durante la década delos 70, cuando se empleaban las traíñas, por ejemplo,parte de las capturas se destinaba a la lonja cercana dePalamós, y los profesionales solían contratar algún mé-todo de transporte para trasladar todo el producto atiempo. Pero cuando este sistema fue abandonado, ca-da profesional se encargó personalmente de encontrara sus compradores, no teniendo problemas para co-mercializar sus productos entre los restaurantes del pue-blo durante el verano. En invierno, todavía algunos ven-den sus capturas en la lonja de Palamós. Aunque enlíneas generales hemos de advertir que práctica varíaa lo largo del año, disminuyendo considerablementeen verano, y no es realizada de manera regular por to-das las embarcaciones con puerto base en L’Estartit.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

68Imagen 12. Faenando en el entorno de las Islas Medas. Foto: Begoña Vendrell, 2011.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 68

Page 71: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

2.3. Infraestructuras y Cofradía

El Puerto de L’Estartit, coordenadas 42º 4’ N 3º 11’ E, fueconstruido originalmente como lugar de refugio para lasembarcaciones de pesca. Como se señalara, las casas delpueblo fueron levantadas en el extremo del Macizo delMontgrí, en una zona resguardada de los vientos y delas embestidas de las olas que en 1942 destrozaron unade las fábricas de salazón de pescado (Roviras, 2003a,2003b). Tras estos acontecimientos se construyó un pri-mer muelle que, en unos años, considerando la impor-tancia adquirida por las traíñas y el desarrollo del ClubNáutico de L’Estartit, quedó obsoleto. Las obras de am-pliación de este puerto fueron emprendidas en la segun-da mitad del siglo XX, pero tenían una clara vocación tu-rístico-recreativa. Las instalaciones están destinadas, hoyen día, casi en exclusiva a los usos no profesionales. Elsector pesquero cuenta con 121 metros lineales de mue-lle aproximadamente, para un máximo de 36 embarca-ciones. Mientras que el sector deportivo cuenta con 1.028metros lineales de muelle y 1.052 amarres para barcosde entre 6 a 20 metros de eslora. Los servicios que ofre-cen a las embarcaciones son: dársena deportiva connichos, áreas de reparación y limpieza del barco, capi-tanía, muelle de espera, rampa para varado, grúa, travellift, surtidores de gasolina, gasoil, hielo, agua, recogidade basuras, recogida de aceites, recogida de aguas desentina, oficina del puerto y guarda muelles62. Todos es-

tos servicios se comparten indistintamente entre las em-barcaciones profesionales y las deportivas; de hecho, laúnica grúa existente y el travel lift lo mantiene el ClubNáutico de L’Estartit. No existen infraestructuras dedica-das en exclusiva para la pesca profesional, con la salve-dad de un pequeño local situado frente al muelle don-de los pescadores reparan sus redes; y donde se hainstalado el primer punto de descarga con servicio depesado y hielo. Es más, en el segmento de muelle des-tinado a las embarcaciones profesionales se ubican lascasetas de venta de tickets para realizar excursiones ma-rítimas a las Islas Medas. Aunque los pescadores cuen-ten con parte de las instalaciones portuarias para su usoen exclusiva, en verano todo el muelle es un ir y venirde turistas.

Los únicos ingresos con los que ha contado la Cofra-día de L’Estartit han provenido de las cuotas de los so-cios y de una tienda en la que los propios pescadoresse podían proveer de diversos artículos. No se han po-dido encontrar datos que ofrezcan una relación detalla-da sobre los artículos manufacturados en dicha coope-rativa. Sin embargo, cabe señalar que en los Libros deActas se refieren a la misma, en ocasiones, como “tien-da”. Por otro lado, en la Cofradía de L’Estartit existían so-cios protectores, tal y como aparecen denominados enlos Libros de Actas. Esta figura parece responder a la ne-cesidad de buscar fuentes de ingresos complementariosante la ausencia de lonja. Se trataba de benefactores dela Cofradía a los que se les cobraba por el amarre en elpuerto, en un momento en el que aquella disfrutaba demayor control sobre el conjunto de las infraestructuraspesqueras; y podían ser pescadores deportivos, subma-rinistas y/o veraneantes que tuvieran sus embarcacionesen el puerto de L’Estartit. Aunque en principio entrega-ban donaciones voluntarias, en 1975 la Cofradía acordóimponer una cuota mensual de 150 pesetas y 400 pese-tas para los socios que tuviesen embarcación, la cual au-mentaría considerablemente con el paso de los años. Es-ta última era la misma cantidad que debían entregar lospescadores en concepto de cuota fija, a la Cofradía63.Los pescadores de L’Estartit establecieron lazos con di-versos empresarios turísticos del pueblo, y pusieron enmarcha estrategias para controlar y sacar rendimientosdel uso que otros individuos hacían de su misma áreade trabajo. Los pescadores han sido conscientes de la

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

69

Gráfico 1

Ejemplo de la diversidad de las pesquerías realizadas en L’Estartit

Fuente: Elaboración propia.

8%

8%

4%

2%

9%

11%

11%

8%

9%

6%

8%

12%

Rape

Pajel

Merluza

Otros (xonxo, mero, pulpo…)

Rodaballo

Escórpora

Calamar

Lenguado

Salmonete

Sepia

Dorada

Lubina

4%

Langosta

62 Fuente: www.portsgeneralitat.org

63 Fuente: Libros de Actas de la Cofradía de L’Estartit. Reuniones celebradas:

el 12-03-1974; el 25-04-1974; el 1-03-1975; el 23-04-1977.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 69

Page 72: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

importancia económica que elementos tales como elpuerto o el acceso al archipiélago de las Islas Medas ad-quirieron bajo nuevas actividades y formas de explota-ción recreativa.

La habilitación del muelle y de la dársena depor-tiva ha tenido importantes consecuencias para el con-junto de los vecinos en general, ya que todas las ins-talaciones se ubican en la que antaño era el área deplaya por excelencia; el tramo de la costa más cerca-na al núcleo del pueblo, y el mejor resguardado porel Montgrí. A juicio de muchos residentes las instala-ciones deportivas desplazaron la tradicional playa deuso público, en cuyo frente se ubican la mayoría delas casas de los locales. Por otra parte, la ampliacióndel muelle y de sus instalaciones alteró la dinámica desedimentación de la costa, haciendo desaparecer prác-ticamente toda la arena que quedaba bajo la influen-cia del muelle deportivo. Aún hoy en día son comu-nes las quejas y las discusiones afectando al cierre ouso de la última porción de playa, la “platyeta”, em-pleada por los residentes de manera habitual. En pa-labras de la mayoría: tras la última ampliación del mue-lle “acabaron” con la playa del pueblo.

2.4. Especificidades en torno al AP

A pesar de que en 1990 se declarara el Área Protegi-da –AP–, el número de pescadores profesionales ha idodecreciendo en esta población. En las siguientes tablashemos tratado de reconstruir grosso modo la evoluciónde la flota en L’Estartit, a partir de las listas consultadasen la Cofradía de Pescadores y los datos oficiales dis-puestos por el MARM; y el nivel de especializaciónde las unidades productivas que pescaban de maneraregular en el 2005 alrededor del AP de las Islas Medas,entrando al área de pre-parque. Además de la tenden-cia a la baja, con la “fuga” de muchas embarcaciones,no existen importantes variaciones en la eslora, poten-cia y capacidad de las embarcaciones que van a acu-dir al AP a lo largo de los años. Si bien se ha produci-do una ligera recuperación en la capacidad de la flotacon recientes incorporaciones desde el año 2005. Ade-más de las bajas y los barcos para los que carecemosde datos, destacamos que varias naves van a cambiarde puerto base entre 1992 al 2005. No parece que elAP haya ejercido un “efecto llamada”, ni tampoco quesea la responsable de la tendencia a la baja, descrita ya

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

70

Imagen 13. Vista del puerto pesquero-deportivo de L’Estartit. Foto: la autora, 2011.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 70

Page 73: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

durante los 80 y referida anteriormente. El detalle so-bre las unidades productivas que van a trabajar alrede-dor del AP denota un alto grado de especialización yconfirma el reparto por el espacio de pesca.

A diferencia de los pescadores de La Restinga, loslímites a la intensificación pesquera en L’Estartit y alre-dedor del AP se relacionarán con la escasa mano de obradisponible, pero también con ciertos límites que fre-nan la capitalización del sector mencionados a colacióndel desarrollo del turismo y el desvío de capitales, la in-existencia de infraestructuras pesqueras, y las vías de co-mercialización “informales” mayoritariamente adoptadas.Una vez más, y frente a otros puertos cercanos de laCosta Brava, como Palamós por ejemplo, todos estos ele-mentos alimentarán la visión de que en L’Estartit no que-dan pescadores. Exceptuando la imagen folklórica depueblo pesquero ofrecida para los turistas.

Sobre las bajas y las reincorporaciones a los censosde embarcaciones autorizadas a faenar en el AP, hayque destacar la movilidad de ciertas unidades produc-tivas que a lo largo de los años han solicitado base en-tre diferentes puertos de la Costa Brava. No podemosolvidar que las primeras embarcaciones que llegan a es-

te pueblo lo hacen desde la vecina Bagur, y que de he-cho, el puerto de L’Estartit cada verano da base tempo-ralmente a una media de cinco embarcaciones64.

Algún barco, a pesar de figurar en las listas de la Co-fradía de L’Estartit como embarcación con puerto baseen Palamós, ha solicitado el cambio a L’Estartit y su in-clusión en el censo de las autorizadas a ejercer la pescaprofesional en el AP. Barcos como estos proceden gene-ralmente de puertos donde la flota de Artes Menores esmuy minoritaria, frente a las embarcaciones de Artes Ma-yores las dedicadas por ejemplo a la pesca de arrastre yde cerco. También hallamos a barcos procedentes de po-blaciones que no poseen muelles o refugios pesquerosacondicionados. Muchos de los armadores jubilados enel 2004 se resistían a modificar sus embarcaciones de lis-ta 3.ª Figuraban en los censos de la Cofradía, de bu-ques con base del puerto de L’Estartit, como embarca-ciones de lista 3.ª pertenecientes a “jubilados”.

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

71

Imagen 14. Barracudas en las Islas Medas. Foto: Álex Lorente, año 2004.

64 Fuente: Cofradía de Pescadores de L’Estartit, relación de embarcaciones en

localizadas en el puerto de L’Estartit en el año 2004.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 71

Page 74: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

72

Nombre de

embarcación TRB

Gross

Tonnage

(GT)

Eslora

(metros)

CV

(potencia

motriz)

CENSO

1992

CENSO

1995

CENSO

2002-3

CENSO

2004-5

CENSO

1999

Tabla 10

Embarcaciones autorizadas a acudir al AP de las Islas Medas65

1. Anna a 2,89 1,18 5,8 16 X X X X X

1,96 0,72 4,98 13 X X X X Cambia de lista2. Anna María

1,96 0,73 4,98 16 X X X X Cambia de lista3. Can Falet

5,03 2,53 7,95 70 X X X X Puerto base en L’Escala4. Cinco Santos

4,68 2,44 7,85 48 X X X Puerto base en L’Escala5. Cruiff

1,02 0,45 3,95 4 X X X X X6. Datella

1,79 0,96 5,48 7 X X X X X9. Esmeralda

1,96 1,03 4,98 21 X X X X Cambia de lista13. Gemma

1,96 1,03 4,98 16 X X X No figura en las listas de la Cofradía

de L’Estartit aunque sí en el censo

del MARM con base en L’Estartit

17. L’Esclova

1,62 0,72 5,2 7 X X X X X14. Inés

2,84 1,29 6,36 12 X X X X Cambia de lista15. Joaquín II

2,55 1,18 5,74 36 X X X X X21. Magda

5,35 3,37 7,97 45 X X X26. Medellot

2,84 1,29 6,36 45 X X X X X25. Maria Pilar

1,96 1.03 4,98 12 X X X X X24. Matinera

Sin datos en el censo de la flota del MARM X X23. Martí Amat

1,5 0,66 4,45 5 X X X X Figura en la Cofradía

como Jubilat

22. Mar i Cel

Sin datos en el censo de la flota del MARM X X20. Llum d’alba

1,96 1,03 4,98 16 X X X X Cambia de lista18. La Pubilla

2,84 1,65 6,35 43 X Cambia de puerto base19. L’Escalaix

Sin datos en el censo de la flota del MARM X X X16. Juan

2,5 1,29 6,5 27 X X X X X10. Esther II

1,9 1 5,48 8 X X X X X11. Fiera del Mar

Sin datos en el censo de la flota del MARM X12. Francisco

1,24 0,79 4,75 2 X X Baja provisional7. Dos Gardenias

Sin datos en el censo de la flota del MARM X X8. Elena

Fuente: Elaboración propia a partir de DOGC núm. 1629, de 07-08-1992; DOGC núm. 2086, de 06-08-1995; DOGC núm. 2944, de 03-08-1999, el censo de

la flota pesquera detallada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en www.mapa.es/es/pesca/pags/flota/censo.htm, los datos cedidos

por la Cofradía de pescadores de L’Estartit y los datos cedidos por la dirección del ANP de las Islas Medas, Departament de Medi Ambient i Habitatage, con-

tenidos en los planes de usos y actuación disponibles en esta dirección.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 72

Page 75: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

La pesca artesanal en La Restinga y L’Estartit desde una perspectiva sociohistórica

73Fuente: Elaboración propia en colaboración con Mikel Sacanell.

Tabla 11

Ejemplo del trabajo en el área permitida del AP de las Islas Medas para el año 200566

Nombre de la

EmbarcaciónEslora (m) CV Pesquería

Intensidad en

área protegida

Nivel de

especialización

Barcos que dedican menos de un 25% del total del tiempo de pesca a faenar en las aguas del AP (Pre-parque) Barcos que dedican menos

de un 25% del total del tiempo de pesca a faenar en las aguas del AP (Pre-parque)

1

3

4

5

6

7

6,8 27

44

45

45

27

49

36

Pp

ScP

TSP

SScT

TN

TS

TPpN

Alta: lubina y dorada

Medio

Baja

Medio

Alta: sepia, lenguado

y langosta

Media

Media

Rango de

profundidad

medio (m)

10-12

30-50

10-80

30-80

12-30

20-30

20-30

Nivel de

especialización

Playa y golfo de L’Estartit

Límites exteriores del AP

Límite Sur exterior del AP

Límite Norte del ANP

Golfo y costa de L’Estartit

Límite interior del parque

hacia el golfo y hasta la

desembocadura del Ter

Costa del Montgrí y playa

y golfo de L’Estartit

8,25

7,97

6,36

6,5

6,8

5,74

Barcos que dedican hasta un 50%

Barcos que dedican hasta un 75%

Barcos que pescan durante todo el año en el AP

2

65 Fuentes: DOGC núm.1629 de 07-08-1992, pág. 4789, Orden de 3 de

agosto de 1992 por la cual se aprueba el Plan para la Conservación

del AP de las Islas Medas. DOGC 2086 de 09-08-1995, pág. 6006,

Orden de 1 de agosto de 1995, por la cual se aprueban las normas

generales del Plan para la Conservación de las áreas protegidas de

las Islas Medas, para el período 1995-1998. DOGC núm. 2944, de

03-08-1999, pág. 10410, Decreto de 27 de julio por el cual se aprueban

las normas generales del Plan para la Conservación de las áreas pro-

tegidas de las Islas Medas, para el periodo 1999-2002. Documento

de trabajo para la elaboración del Plan para la Conservación de las

áreas protegidas de las Islas Medas, para el período 2003-2007. Ce-

dido por la Dirección del área protegida de las Islas Medas, en L’Es-

tartit en 2004. Trabajo de campo realizado en el marco de los pro-

yectos “Reservas marinas…” y EMPAFISH; datos obtenidos a través de

la Oficina del Área Protegida de las Islas Medas y de la Cofradía

de pescadores de L’Estartit; y censo de la flota pesquera operativa

según el MAPA.66 T = Trasmallo, P = Palangre, S = Soltas, Sc = Solta Clara, Pp = Palangre

pequeño de fondo, N = Nasas para sepias y pulpo. Elaboramos esta cla-

sificación tomando como fuente el trabajo de campo realizado con es-

tas unidades productivas a lo largo del proyecto “Reservas marinas…”,

desarrollado entre 2003 y 2005, y los datos obtenidos por Mikel Sa-

canell en 2005 en el marco del proyecto EMPAFISH. Con estas informa-

ciones tratamos de aproximarnos al nivel de trabajo de las unidades que

acudían regularmente al área protegida de las Islas Medas a mediados

de la década del 2000. Así mismo, hemos establecido los niveles de es-

pecialización entre Alto-Medio y Bajo, en función de la afluencia y la com-

binación anual de pesquerías. También señalamos las pesquerías más

representativas, en función de la afluencia estimada, la rotación de es-

pecies objetivo y el nivel de especialización.

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 73

Page 76: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

02.Proteger desde las Culturas (Capitulo 2) 15/5/12 20:49 Página 74

Page 77: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Hoy en día se asume que, conjuntamente con la pro-tección de la biodiversidad y la sostenibilidad de laspesquerías, otro propósito asignado a las AMPs es eldesarrollo de usos no extractivos relacionados conformas de turismo en la naturaleza. De hecho, paraun buen número de investigadores, como ya indica-mos, el desarrollo de formas de turismo en las AMPspuede ser visto como una extensión más de los be-neficios de la protección del ecosistema en términoseconómicos (Alban, 2006: 2-12). La Restinga y L’Es-tartit son dos áreas receptoras de turismo de impor-tante proyección nacional, gracias, en buena parte,al desarrollo del subsector del buceo en las costasde cada población. Aunque la relación con cada AMP,y la extensión y dirección de los beneficios de dichodesarrollo va a ser distinto en cada caso. El desarro-llo del turismo, de cualquier manera, va a estar acom-pañado de cambios en la estructura social y econó-mica de los destinos. Algunos de los más significativosserán el desarrollo de bienes y servicios turísticos querevierten positivamente a escala local, la atracción defuerza de trabajo y capitales desde otros sectores eco-nómicos tradicionales (como la pesca), la generaciónde oportunidades laborales para la población activa fe-menina y cierta temporalidad en el empleo.

El turismo, generalmente, es bienvenido como unaforma de diversificación y motor de empleo. Pero élmismo es capaz de conducir a las economías localeshacia situaciones de dependencia o bien hacia su dua-lización. Tal y como ha descrito A. Santana Talavera(1997: 69-80), cuando las pequeñas economías optanpor una economía dual, tratan de incrementar sus in-gresos a través de la búsqueda del equilibrio entre dosfuentes alternativas pero relativamente relacionadas,controlando la producción y distribución, y compa-tibilizando la estructura local con una nueva organi-zación. Sin embargo, cuando no se produce tal dua-lización, el turismo provoca o refuerza la tendenciainflacionaria, en tanto que establece cierta presión–por ejemplo– sobre recursos a menudo insustituibles(como el suelo), y una institucionalización del subde-sarrollo estructural. Si bien los locales que están di-rectamente involucrados en el desarrollo turístico pue-den verse rápidamente beneficiados, la penetraciónde capitales e intereses financieros foráneos conducegeneralmente a la pérdida del control local sobre laactividad, que puede crecer desproporcionadamentey desarticular los otros sectores productivos tradicio-nales (Cohen, 1984:384 [c.f. Santana Talavera, 1997:69-80]).

75

Capítulo 3

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 75

Page 78: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Los resultados del desarrollo turístico acaecido enLa Restinga y en L’Estartit van a ser muy desiguales,conduciendo a situaciones de dualidad y de depen-dencia, y cada AMP influirá en aspectos de cada ten-dencia. La reserva marina –RM– de La Restinga darácobertura a algunas fórmulas de control local sobrelos recursos, desenvueltas por la población en una si-tuación de incremento del turismo lento y desorgani-zado. En este pueblo, la tendencia general será a ladualización pero con diferencias entre las familias pes-queras. En el caso de las Islas Medas, el área protegi-da –AP–, lejos de servir como herramienta para las es-trategias de territorialización de los pescadoresprofesionales, va a jugar un papel importante enaje-nando a la población vinculada a la pesca y limitan-do sus posibilidades de aprovechamiento de los re-cursos turísticos contenidos en ella. En el pueblo deL’Estartit, muchas economías domésticas están estre-chamente ligadas a la producción de bienes turísticos(característicos o conexos siguiendo la clasificaciónde la OMT, 2001). Y la economía local es altamentedependiente de la actividad, en ausencia de otras vin-culadas al sector primario o secundario prácticamen-te. En ambos contextos, el papel de las institucioneslocales va a ser relevante contribuyendo o favorecien-do las opciones de dualidad o dependencia.

Sea cual sea la vía, las AMPs siempre ponen límitesexplícitos a las formas de uso del patrimonio natural.La supresión de ciertos usos o la potenciación de otrosva a favorecer la transformación en la manera de con-ceptualizar y asumir los elementos costeros y marinoscomo recursos, y sus posibilidades de explotación.Hablando de recursos turísticos, hemos de anotar, ade-más, que un elemento sea considerado un recurso im-plica unas intenciones de uso determinadas. Así comociertas posibilidades de aprovechamiento. Es decir, cuan-do hablamos de recursos siempre nos estamos refirien-do a “recursos para una demanda objetiva”. En caso deno poder utilizarse, o de no darse las condiciones ne-cesarias de logro del objetivo por el cual un recurso esdemandado, diremos que esos elementos son solo re-cursos potenciales. Su propia existencia no basta paraentenderlos como tales (Simancas Cruz, 2004:2). Ade-más, un recurso no es algo fijo ni invariable, ni tienepor qué ser fácilmente apropiable. Aun cuando se die-ran las condiciones de uso adecuadas, el éxito y el pro-vecho de los recursos marítimo-coseros, por ejemplo,tampoco estarán garantizados; pues su apropiación yexplotación se pueden ver truncadas, por ejemplo, poruna normativa de protección.

1. El despegue turístico de La Restinga:

oportunidades y limitaciones

El crecimiento turístico de La Restinga, y en la isla de ElHierro en general, siguiendo la tipología de Peck y Le-pie (c.f. Santana Talavera, 1997) ha sido lento, atendien-do a la magnitud y velocidad del desarrollo turísticoacaecido, a los agentes impulsores del desarrollo y a losimpactos sobre la comunidad anfitriona, expresados entérminos de rentabilidad e impactos socioeconómicosprimarios. Se trata de un destino turístico joven, surgi-do de manera espontánea, dictada por la demanda, sinorden ni planificación previa. Y se ha desarrollado apartir de iniciativas particulares, que en muchas ocasio-nes (y especialmente en las primeras fases de despeguedel destino) son foráneas, y se realizan con capital aje-no a la pesca. Como suele ocurrir en la mayoría de es-tos casos, en posteriores etapas de crecimiento o desa-rrollo, ante la escasez de infraestructuras y el incrementoen la llegada de turistas y visitantes, fueron los pro-pios residentes locales quienes pusieron todos los me-dios disponibles a su alcance para atender a la deman-da. En ausencia de intermediarios o grandes empresaso tour-operadores, el contacto entre los locales y los tu-ristas se ha mantenido a lo largo de los años.

En La Restinga se da una importante relación entrelos movimientos migratorios y la mejora en infraestruc-turas de servicios y turismo. Por un lado, en el 1968un ciudadano alemán abrió en La Restinga la prime-ra pensión-restaurante de esas características en el pue-blo, y fue el primero en promocionar el buceo comoproducto o actividad en sus costas. Trabajaba con tour-operadores alemanes e italianos desplazando turistasbuceadores hasta La Restinga. Aunque el aeropuertode la isla, situado en Valverde, no fue inaugurado has-ta 1977 y no había líneas de transporte marítimo–ferrys– operando de manera regular entre las islas.En la década de los 80, nuevos empresarios turísticosno naturales de la isla se van a establecer en La Res-tinga, instaurando nuevas empresas de buceo, cuyosprincipales clientes serán turistas peninsulares y euro-peos (alemanes, ingleses e irlandeses). Por otro lado,buena parte de los herreños emigrados, a su regresoa La Restinga, con experiencia y dinero, abrieron res-taurantes y pequeños negocios. Habiendo conservan-do inmuebles y terrenos en propiedad, edificaron vi-viendas destinadas al uso turístico. Este retorno, quecontinua hoy en día, y la tímida (pero importante) acti-vación de la economía insular gracias a la introducciónde cultivos de exportación como la piña y el aguacate,

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

76

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 76

Page 79: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

especialmente en el municipio de Frontera, explican(según fuentes del Gobierno de Canarias) el rápidocrecimiento demográfico experimentado en la isla du-rante los últimos años del siglo XX. Además, a esto seañade la mejora de los accesos y transportes en gene-ral, que conectan El Hierro con el resto del archipié-lago67; si bien, de cara a abastecer la demanda turísti-ca, aún necesitan mejoras. Por último, hemos deconsiderar que hasta La Restinga van a emigrar fami-lias y trabajadores individuales, tanto españoles pro-cedentes de la Península Ibérica como de otros pun-tos de Europa, para ocuparse de manera temporal enel sector del buceo, en ausencia de fuerza de trabajolocal que ocupara los empleos generados. Del grupode empresarios y trabajadores dedicados a la explota-ción de la actividad turística de buceo en La Restin-ga, tan solo localizamos a un empresario local, natu-ral de El Hierro, y son pocos los originarios de las IslasCanarias. El volumen de individuos vinculados direc-tamente con este sector puede alcanzar los 20 traba-jadores en períodos álgidos de la actividad. Pero la ma-yoría de las empresas a las que nos referiremos son detipo familiar, donde trabaja un matrimonio propietarioy un trabajador, guía de buceo generalmente.

En el contexto de la región turística Canarias, des-tino de sol, playa y naturaleza, El Hierro en general yLa Restinga en particular se presentan, promocionan,y defienden como destinos con una oferta de activida-des substancialmente diferente de las restantes islas,gracias a su paisaje y recursos turísticos-medio ambien-tales, y singularidad, debido a sus especiales condicio-nes sociohistóricas y socioeconómicas. El Hierro se pre-senta en el mercado turístico como un collage depaisajes naturales protegidos o destacables por su es-pecificidad. Y La Restinga, dentro de tal composición,es el único centro construido en el ámbito sur de la is-la que cuenta con unas infraestructuras mínimas paraacoger al turismo. Tiene un fácil acceso al mar y es elúnico en cuyas costas se pueden realizar actividadesturísticas durante todo el año. Además, la reserva ma-rina –RM–, asumida como eje de atracción de visitan-tes que se acercan para realizar actividades de pesca,buceo, o para “veranear” simplemente, podría favore-cer el desarrollo económico de los núcleos poblacio-nales colindantes por dispersión.

A pesar de lo antedicho, debido a la espontaneidadque ha acompañado el desarrollo del micro destino deLa Restinga, aún hoy en día ciertos aspectos de su ca-pacidad receptiva e infraestructuras disponibles son in-suficientes para abastecer la demanda en períodos ál-gidos de actividad. Especialmente problemático, en losúltimos años, ha sido el abastecimiento de energía eléc-trica, y las pésimas conexiones telefónicas y de accesoa Internet68. Por otro lado, cualquier elemento o pro-ducto que se quiera comercializar del núcleo, cuentacon un problema de comunicaciones y de conexiónentre los diferentes medios de transporte dispuestos,tanto hacia el exterior de la isla como hacia el interior.En líneas generales, el aeropuerto de Los Cangrejos,en Valverde, solo recibe vuelos interinsulares desdeTenerife, Gran Canaria y La Palma; y aunque, por ejem-plo, desde Tenerife hay varios vuelos que unen a dia-rio la isla de El Hierro con el aeropuerto de Los Rodeos(Tenerife Norte), esos no mantienen relación algunacon los horarios de las restantes líneas nacionales.Si se pretende llegar a El Hierro procedente del aero-puerto Reina Sofía del Sur de Tenerife (Tenerife Sur),el viaje se complica, pudiendo, un turista peninsular,tardar más un día entero en llegar a Valverde. En bar-co el viaje se prolonga casi el doble. Dos compañíastrabajan en el Puerto de la Estaca (también localizadoen Valverde). Una de ellas mantiene rutas con las is-las de La Gomera, La Palma, Tenerife y Gran Canaria;con una afluencia de una o dos travesías semanales,que pueden durar desde las 2 o 3 horas, hasta 12 des-de la isla de Gran Canaria. Tampoco hay relación en-tre estas rutas y los vuelos nacionales. Una vez dentrode la isla, la situación no es mucho mejor, puesto queno hay un servicio de transporte público que una elpuerto y/o el aeropuerto con el núcleo de La Restin-ga de manera regular. En la primera década del 2000,hay 4 empresas de alquiler de vehículos –rent a car–que trabajan en la isla, siendo 2 de estas de ámbito in-sular y las otras 2 de ámbito regional. Los restantestransportes, taxis y autobuses forman parte de una coo-perativa local, “la Cooperativa de transportes de viaje-ros de El Hierro”. Taxistas y conductores de toda la is-la, incluida La Restinga, forman parte de ella. Algunas

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

77

67 Fuente: http://www.gobcan.es/boc/anexos/2003/082/00009.pdf a

09-09-2007.

68 Hemos de mencionar que el avance de las primeras medidas de orde-

nación y gestión turística han contribuido al embellecimiento de La Res-

tinga, a su pavimentado, a la mejora de las infraestructuras portuarias de

uso recreativo y a las telecomunicaciones.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 77

Page 80: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

agencias minoristas, tanto españolas como de otras na-cionalidades europeas (alemanas sobre todo) comer-cializan actividades de buceo o senderismo en la is-la, pero se trata de empresas de escasa relevancia ypresencia si tomamos en cuenta el conjunto de laisla. Las empresas de buceo no llegan a la veintena yalgunas (incluso en La Restinga) son muy inestables.Solo hay una de senderismo que trabaja de maneracontinua y es de carácter semipúblico. Y la actividady presencia de otras empresas de actividades turístico-recreativas, como las que comercializan actividades deparapente o kayak, es muy irregular a lo largo del año,así como su impacto en la economía local.

A diferencia de las estrategias de compra tradicio-nalmente empleadas por los tipos de turismo masa ychárter, caracterizados por la compra del “paquete”vacacional, en El Hierro, la mayoría de los turistas setienen que enfrentar a la adquisición de productosde manera sesgada; contando casi en exclusiva conla información procedente de la experiencia de ex-turistas y la provista por los propios agentes comer-cializadores de los productos singulares tales comoel buceo. La mayoría de los bienes y servicios turís-ticos disponibles no guardan relación entre sí en cuan-to a precios, disponibilidad, forma de pago, etc, loque entorpece el proceso de compra. El desarrolloturístico desordenado también se hace patente encierta desorganización de la oferta, en el hecho deque gran parte del alojamiento discurra por canalesinformales, y que (en líneas generales) pocos esta-blecimientos, hasta el año 2007, cumplían la norma-tiva de alojamientos de uso turístico dictaminada porel Gobierno de Canarias69. Carencias como éstas pue-den influir en los precios de servicios en La Restin-ga, encareciéndolos y/o generando cierta disparidadsobre los importes de productos tales como el buceo.

El segundo elemento que consideramos de gran re-levancia para comprender el desarrollo turístico de LaRestinga es el control que los locales mantienen sobremuchos recursos turísticos; tanto desde el punto de

vista de la oferta como de la demanda. La mayor par-te de los servicios de restauración (restaurantes, baresy tascas), así como varias empresas de alojamiento yestablecimientos de comercio minoristas, pertenecena personas nacidas en La Restinga y residentes en elpueblo. Los inmuebles de uso turístico también estánen manos de propietarios locales aunque en menormedida, mezclándose en este caso con inversores deotras islas o herreños de otros municipios. El hechode que existan inversores y propietarios de alojamien-tos turísticos, herreños pero residentes en otras IslasCanarias, en la Península Ibérica y/o en Venezuela to-davía, es un hecho común en el tejido económico em-presarial de la isla y no exclusivo del sector servicios-turismo.

No existe en la primera década del 2000, al mar-gen del buceo y de una empresa de pesca deportivade altura, una oferta específicamente orientada al con-sumo turístico. Locales, turistas buceadores, veranean-tes canarios, turistas de proximidad y trabajadores delturismo no nacidos en el pueblo ni en la isla, se citanen los mismos bares, restaurantes, tiendas, panaderías,etc. El alojamiento y el buceo son los dos productosque mayor ratio turística presentan en La Restinga, ade-más de los restaurantes de pescado fresco que disfru-tan de una importante cuota de visitantes70. Los restan-tes establecimientos, que ofrecen servicios en los quelocales y foráneos van a coincidir, son considerados,en este trabajo, solo conexos al turismo.

Teniendo en cuenta a residentes y a los despla-zados podemos afirmar que son los herreños, natu-rales de La Restinga o no, quienes controlan aún hoyen día gran parte de los bienes y servicios suscep-tibles de ser usados turísticamente: suelo disponible,inmuebles, mano de obra, empresas de servicioscomplementarios, conocimientos específicos relacio-nados (por ejemplo) con la oferta gastronómica lo-cal, proveeduría de artículos y bienes de consumonecesarios para el desarrollo de la actividad turísti-ca, etc. Además de los recursos en tierra, la pobla-ción natural y residente en La Restinga controla (di-recta o indirectamente) otros recursos vinculados alas redes informales a través de las cuales se comer-cializa parte de la oferta en el destino. Un ejemplode esos son las relaciones de vecindad y parentesco,

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

78

69 Véase Ley 19/2003, de 14 de abril, por la que se aprueban las Directrices

de Ordenación General y las Directrices de Ordenación del Turismo de

Canarias. El 25/12/2005, la Consejería de Turismo de El Hierro y el Cabil-

do, presentaron un proyecto para censar y geo-referenciar todas las ex-

plotaciones turísticas de la isla. En la presentación del acto se declaró que

en la isla existían unas 1.000 camas censadas y se estimó que las que se

hallaban fuera de ordenación podrían duplicar esta cifra. Véase noticia en:

http://www.elhierro.es/index.php?item=00010001

70 A diferencia de los turistas, los visitantes, siguiendo la clasificación al uso,

no van a pernoctar en La Restinga.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 78

Page 81: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

a través de las cuales se mantiene un sistema de “ges-tión por comisión”, aplicado en la explotación degran parte de los apartamentos turísticos del pueblo.Otro ejemplo lo encontramos en los pescadores pro-fesionales, que disfrutan de una gran capacidad dedecisión sobre la RM, decidiendo sobre el espaciodonde se localizan y desenvuelven la mayoría delas actividades turísticas. Los empresarios de buceo,y otros agentes involucrados con el desarrollo tu-rístico local, no tienen ni la misma representación nicapacidad de decisión en los órganos de gestión deaquella.

La pesca profesional artesanal y el buceo autóno-mo deportivo, comercializado como producto turís-tico en La Restinga, se han desarrollado de maneraparalela sin demasiados conflictos en los primeros10 años de vida de la RM. Tan solo hemos consta-tado dos problemas derivados de la confluencia deambas actividades en el mismo espacio. Concreta-mente en el área conocida como el Bajón: un verilcon una caída superior a 50 metros donde se loca-lizan importantes especies semipelágicas y pelági-cas, de gran interés tanto para la pesca como parael turismo. El otro punto objeto de discusión se lo-calizaba en el interior del puerto, previamente a lainstalación de pantalanes en el 2007, debido al usodel área del muelle empleada para los desembarcos.Con la salvedad de las situaciones señaladas, ambasactividades se desenvuelven en el mismo espacio sinconflictos. Por otro lado, y a pesar de que el buceoestaba restringido espacialmente dentro de la RM des-de su creación en 1996, los pescadores denunciaronen innumerables ocasiones que sentían que sus es-fuerzos estaban siendo aprovechados por “otros”. Enel año 2005, tras expresar su malestar tanto en losórganos de gobierno de la RM como en los mediosde comunicación local, el Ministerio de AgriculturaPesca y Alimentación, actual Ministerio de Medioam-biente, Medio Rural y Marino –MARM– publicó unanormativa específica para la regulación de las acti-vidades subacuáticas en aguas exteriores de la Re-serva Marina de Interés Pesquero –RMIP– Punta deLa Restinga-Mar de Las Calmas (ORDEN APA/89/2005, de 25 de enero, BOE núm. 24, de 28 de ene-ro). Ciertamente en la mayoría de las RRMM españo-las declaradas por el Ministerio existe una normati-va específica para las actividades recreativas, perolos pescadores de La Restinga lograron acelerar suimplantación en el caso de la del Mar de Las Calmas.Con ello, lograron:

a) reivindicar su papel central y su capacidad dedecisión en la gestión de la RM, por encima delos intereses de otros colectivos de afectados,

b) limitar el posible incremento de este uso recrea-tivo en la RM, y

c) mantener el nivel desarrollo de la actividad tu-rística dentro de unos parámetros de demandaque son satisfechos por el empresariado y lafuerza de trabajo existente, en ausencia de in-versores, productores, u otro tipo de oferentesde servicios turísticos ajenos a la localidad.

2. Turismo y turistas en La Restinga

Desde su creación la Reserva Marina Punta de La Res-tinga-Mar de Las Calmas ha podido servir de reclamopara un buen número de turistas buceadores. Porejemplo, en el año 2000 se estimó que la cifra de bu-ceadores que viajaron a El Hierro pudo superar losmil visitantes, lo que supuso un incremento del nú-mero de aficionados desplazados, por lo menos enun 12% con respecto al año anterior. En dicho perío-do, el submarinismo dejó aproximadamente 900.000 €de beneficio en la isla71. En cierto modo, de cara a larealización de actividades vinculadas al turismo sub-acuático, la presencia de las RRMM, como ocurre conalgunos parques y Espacios Naturales Protegidos entierra, podrían representar un sello de garantía de ca-lidad, de preservación de un espacio y de ciertos ele-mentos marinos en buen estado de conservación. Po-drían constituirse en elementos de llamada, o focosde atracción sobre el destino y sus productos, y lle-gar a alentar cierta sensación de “exclusividad y ca-lidad” (Martín de la Rosa, 2003b: 5). Las AMPs po-drían aumentar el nivel de interés para la práctica deactividades recreativas en su interior, debido a la re-levancia que en ocasiones llegan a adquirir (Davis yTisdell, 1995: 21). Pudiendo de hecho convertirse enrefugios para la propia actividad turística, limitandoel desarrollo de otras actividades en el mismo espa-cio, como se verá en el caso del área protegida delas Islas Medas. No obstante, la operación no esautomática, ni se da en todos los contextos para to-dos los tipos de turistas que buscan recrearse al ladodel mar.

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

79

71 Véase periódico Canarias 7 de 11-08-2001.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 79

Page 82: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

2.1. Los turistas buceadores

Mientras que en 1996 tan solo existían 3 empresas quecomercializaban actividades de inmersión en el pue-blo, en 2003 la cifra se incrementó hasta 10 centros debuceo. Desde 2004 son 9 las empresas con sede en LaRestinga que trabajan durante todo el año en el entor-no del Mar de Las Calmas. Durante los meses de ve-rano otros centros, ubicados en otras partes de la islao en vecinas como la de Tenerife, pueden desplazar aclientes buceadores hasta la RM, de manera ocasional.

El buceo es un producto turístico consolidado enLa Restinga. La oferta de las empresas de buceo inclu-ye la gestión del alojamiento bien poniéndolos en con-tacto con las mujeres encargadas de arrendar aparta-mentos, o encargándose los propios centros de sualquiler y pudiendo percibir una comisión sobre el pre-cio del mismo. También estas empresas gestionan elalquiler de vehículos cuando así lo demandan los bu-ceadores. Suelen captar a sus clientes a través de pá-ginas web, de anuncios en revistas especializadas, me-diante la colaboración con otros centros de las islaso de la península, y gracias al boca-oreja y a las reco-mendaciones de exturistas buceadores.

Entre los meses de agosto de 2005 y agosto de 2006,llevamos a cabo una encuesta entre los turistas queacudían a La Restinga para bucear, en el marco delproyecto EMPAFISH (European Marine Protected Areasas tools for FISHeries management and conservation.EMPAFISH, Contract n.º 006539). Considerando el nú-mero de inmersiones permitidas en los puntos de bu-ceo habilitados en la RM, el uso desigual de los mis-mos a lo largo del año, la capacidad de carga de loscentros que trabajan en el pueblo, y el volumen me-dio de inmersiones realizadas por cada turista, estima-mos un total de 2.700 buceadores en La Restinga eseaño. Entre un año y otro encuestamos a un total de159, de manera satisfactoria, obteniendo los siguien-tes resultados: los buceadores que llegan a La Restin-ga realizan una media de 9 inmersiones y se declarana sí mismos como principiantes (39%) o con un nivelintermedio (36,5%); realizan una media de 28 inmer-siones al año, generalmente durante las vacaciones,que suelen ser contratadas a empresas (62,3%) comolas existentes en La Restinga. El 33% de los turistas en-cuestados en el período señalado había visitado conanterioridad el pueblo y la isla de El Hierro; y el 27%había buceado ya en la RM. El 42,8% de los turistas

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

80

Imagen 15. Buceadores en la RM. Foto: la autora, año 2006.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 80

Page 83: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

buceadores respondieron que la presencia de ésta ha-bía influido mucho en la elección del destino de buceo.El 52,2% habían buceado previamente en otras AMPs.Más de la mitad (el 52%) admitió que el submarinismopodía tener impactos sobre el medio físico marino.Pero achacaron los mismos al comportamiento de al-gunos buceadores (el 59%), y no así a la sobrefrecuen-tación o a un elevado número de buceadores en unamisma área. Alrededor del 90% de los turistas bucea-dores son españoles, aunque identificamos grupos deirlandeses y alemanes representativos, que viajan pe-riódicamente con la intermediación de agentes mino-ristas en sus países de origen. Sobre la forma de orga-nizar el viaje, destaca que el medio de transporteempleado mayoritariamente es el avión (64,8%), y el79,2% se aloja en apartamento. Entre los buceadoreshallamos porcentajes muy similares entre aquellos queorganizaban el viaje a través de las empresas y los queorganizaban el viaje por cuenta propia. El primer gru-po suele viajar con un número de inmersiones pre-viamente reservadas y pagadas. Por regiones, aproxi-madamente un tercio de los encuestados procedían deComunidades Autónomas del interior de la PenínsulaIbérica, de Madrid principalmente, y detectamos im-portantes contingentes de buceadores procedentes deCataluña y del País Vasco. Las tres mencionadas son lastres CCAA con mayor número de buceadores practi-cantes estimados y federados. Al margen de la cuestióndemográfica, su llegada a La Restinga va a estar condi-cionada por las redes de comercialización de cada em-presa, donde, al igual que para el caso de la gestión delos apartamentos, las relaciones personales juegan unpapel fundamental. Sobre el perfil de los turistas bucea-dores, podríamos afirmar también que se trata princi-palmente de hombres (65,4%), que suelen viajar so-los (38,4%) o en pareja (21,4%), y que permanecen unamedia de 7 días en La Restinga. El 64% declararon in-gresos superiores a los 3.600 euros al mes. Consideran-do el transporte, alojamiento, alimentación y actividad,el gasto medio de un viaje de buceo a La Restinga esde 900 €, cuando hablamos de buceadores nacionales.Para el 86,2%, la actividad misma del buceo fue deci-siva en la elección del destino, constituyendo el moti-vo principal e impulsor del viaje.

2.2. Los pescadores recreativos

En La Restinga, además de los turistas buceadores, tam-bién se citan numerosos veraneantes de origen cana-rio. Muchos son herreños residentes en otras islas del

archipiélago que permanecen con sus familias en LaRestinga de manera temporal. Estos veraneantes, a losque además de turistas domésticos los consideraremosturistas de proximidad (diferenciándolos así de los tu-ristas domésticos procedentes de la Península Ibéricacuyo contacto con la población local e impactos eco-nómicos difieren notablemente), presentan índices derepetición y una fidelización en el destino superioral de los turistas buceadores. Las principales activida-des que van a realizar durante sus estancias en La Res-tinga se concentran en torno a la zona costera y la RM,pero ejerciendo principalmente la pesca recreativa yel baño.

En las costas de La Restinga se pueden contabilizaralrededor de 20 y 30 pescadores recreativos a diario,durante el mes de agosto. Existe una empresa que ex-plota la actividad en el pueblo, trabajando como Clubde Pesca Deportiva, pero ha tenido una escasa reper-cusión hasta la fecha y ninguna relación con la RM. Enlíneas generales, la pesca recreativa ejercida con cañadesde la costa ha sufrido una evolución ascendente enlos últimos años, aunque con notables diferencias en-tre los meses de verano e invierno. El Servicio de Vi-gilancia de la RM contabilizó 4.368 cañas durante elaño 2003, 6.610 durante 2004 y 7.288 durante 200572.La regulación de la actividad de pesca recreativa den-tro de la RM está sujeta a una normativa espacial, taly como se detalló en el capítulo 1 de este libro. El usoconcreto de artes y aparejos, así como el volumen decapturas permitido en su interior, se rige por una nor-mativa autonómica73.

En el marco del mismo proyecto EMPAFISH, y en co-laboración con el Instituto Español de Oceanografía–IEO–, durante el verano del 2005 y 2006 desarrolla-mos un muestreo con encuestadores en el terreno, pa-ra conocer a estos usuarios de la RM. Al término, reco-nocimos que la intensidad de la actividad medida pornúmero de cañas contabilizadas en la costa de La Restin-ga no se traducía en un alto nivel de captura. Existían

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

81

72 Fuente: Instituto Español de Oceanografía (IEO), y dirección de la Reserva

Marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas (SGPM, MAPA). Véase:

Martín-Sosa, P. y S. Cansado. 2007. Seguimiento científico de la Reserva

Marina de La Restinga (El Hierro, Islas Canarias). Resultados del estudio

del impacto de la pesca recreativa desde orilla “PROELHIERRO 2006”. Ins-

tituto Español de Oceanografía, Centro Oceanográfico de Canarias. Me-

moria científico-técnica final: 28 pp. + Anexos. 73 Reglamento de la Ley de Pesca de Canarias. BOC n.º 4 del 07 de enero

de 2004. Pág. 408 y siguientes.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 81

Page 84: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

además importantes diferencias entre los objetivos decaptura expresados por los pescadores y el volumen depescado extraído. Si bien sería recomendable continuarcon las labores de seguimiento de la actividad, tal y co-mo se lleva a cabo con las restantes. Y supervisar otrosefectos derivados de semejante afluencia a la costa, talescomo el vertido de basuras y materiales de deshecho dela pesca, y la frecuentación en una zona dominada porel malpaís, donde se localizan algunos concheros o res-tos de la actividad marisqueras practicada por los abo-rígenes herreños.

Sobre el perfil de los turistas pescadores recreativos,podemos afirmar que más del 90% son residentes ca-narios procedentes de las islas capitalinas de Tenerife(el 83% de los turistas pescadores encuestados) y GranCanaria (el 13%). Emplean el barco (87%) como prin-cipal medio de transporte para llegar hasta El Hierro.Viajan hasta La Restinga generalmente en sus propiosvehículos, y en grupos de hasta 4 personas (51%). Más

del 90% se aloja en el propio pueblo, permaneciendouna media de 10 días en La Restinga. Muchos, el 76%,alquilan apartamentos, pero también, algunos poseencasas en propiedad (8%), permanecen en casas defamiliares o de amigos (10%), o emplea la auto-carava-na (3%). Todos ejercen la actividad de la pesca recrea-tiva alrededor de la costa de la reserva, dedicándolegeneralmente todo el día. Estos turistas no suelen des-empeñar otro tipo de entretenimiento. Tampoco com-binan la pesca ejercida con caña desde tierra con otrasestrategias de pesca y artes como los fusiles de pescasubmarina o la pesca de altura desde embarcación. Am-bas prohibidas en el interior de la RM.

La media de edad de este segmento, 41 años, es su-perior a la media de edad de los turistas buceadores(35 años). Los pescadores recreativos que encuesta-mos se reconocieron a sí mismos básicamente comoprincipiantes (28%) o con un nivel de experiencia ydestreza intermedio (51%). El 37% de afirmó que solo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

82

Foto 16. Pescando de caña en la RM. Foto: la autora, año 2006.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 82

Page 85: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

pescaba durante las vacaciones, y el 44% que pesca-ba durante todo el año. El 22% de los pescadores lle-vaba realizando esta actividad durante más de 10 años,y el 34,5% más de 20 años. Cifras que reflejan una ex-periencia superior a la expresada por los buceadoresen el desarrollo de la actividad. El 78% de los encues-tados pescaba menos de 60 días al año, y solo el 14%pertenecían a clubes de pesca o asociaciones simila-res. Los turistas pescadores recreativos organizan suspropios viajes. El contacto entre éstos y las encarga-das de gestionar los apartamentos de uso turístico esmayor que en el caso de los buceadores. Probable-mente debido al alto índice de repetición y a la fide-lidad en el destino. Además, y a diferencia de lo suce-dido con el buceo, la actividad se lleva a cabo enausencia de intermediarios y de manera autónoma. Co-mo muchas mujeres que gestionan apartamento en LaRestinga nos confirmaron, estos “veraneantes” reser-van los apartamentos de un año a otro. Los pescado-res emplean Internet durante el proceso de compra delos productos turísticos (alojamiento, transportes y ac-tividades), solo de manera ocasional. El gasto reali-zado es también desigual, con respecto al ejercido porlos turistas buceadores. El 48%, apenas gastaban 100euros al año en esta actividad. El 69% de los encues-tados gastaban menos de 200 euros. Muchos de lospertenecientes al grupo que pescaba únicamente du-rante las vacaciones, ni siquiera había pagado la licen-cia de pesca recreativa necesaria, y obligatoria en elámbito de la RM. Menos de un 25%, llegaba a dedicarmás de 600 o 1.000 euros al año en la actividad, prin-cipalmente en material de pesca deportiva. De cual-quier manera, el gasto en el destino era muy inferioral realizado por los turistas buceadores. La media erade 750 € aproximadamente, para un grupo compues-to por el doble de individuos. No podemos hablar dela pesca recreativa como un producto turístico conso-lidado en La Restinga porque, a excepción del Club depesca y algún otro vendedor informal, la actividad mis-ma no es comercializada como un bien o servicio.

Sobre la capacidad de atracción de la reserva y dela actividad, el 65% de los encuestados, reconocieronque la posibilidad de practicar la pesca recreativa influ-yó a la hora de elegir el destino, decisiva o moderada-mente. En cuanto a la elección del área concreta de pes-ca, el 46% afirmó escogerla atendiendo a “otros” motivosno relacionados con la existencia de la RM o con unasupuesta abundancia de peces, sino, más bien, con laposibilidad de hacer turismo familiar, con la búsquedade sitios tranquilos, y con ciertas condiciones ambien-

tales. El 96%, afirmó que la reserva no había influido ensus estrategias de pesca; el 87%, que la RM no habíaafectado a sus resultados; y el 79% respondió que nohabía influido nada en la elección del área o punto depesca.

Una de las principales conclusiones extraídas delestudio y que diferencia esencialmente a este grupode usuarios de la RM, de los buceadores, es su hete-rogeneidad. En líneas generales, podríamos hablar de:

a) Pescadores principiantes, quienes solo pescandurante sus vacaciones y realizan esta actividadcomo otra más de las posibles actividades quese pueden llevar a cabo aire libre y de maneragratuita en el pueblo. Este grupo apenas obtie-ne capturas, y casi siempre se trata de especiessin valor comercial.

b) Pescadores con conocimientos y experiencia me-dia, que unen el desarrollo de la actividad de lapesca con sus vacaciones de manera intencio-nada. En este grupo hallamos a pescadores conniveles de captura muy diferentes, y con gran-des diferencias entre las especies objetivos ex-presadas/deseadas y las pescadas realmente.

c) Pescadores expertos, que hallamos en las áreasmás solitarias e inaccesibles. En este grupo con-sideramos a los pescadores con capturas más im-portantes de todas las estudiadas, y a los pocospescadores locales identificados ejerciendo la ac-tividad recreativa.

En La Restinga, además, se observó una importan-te relación entre la pericia expresada, los lugares depesca escogidos y el volumen de pescado capturado.El nivel de frecuencia y el esfuerzo pesquero ejerci-do entre unos y otros puntos muestreados es tremen-damente desigual. Las áreas donde hallamos al ma-yor número de pescadores, en el entorno inmediatodel pueblo La Restinga, no coinciden con las áreasen las que se ejerce un mayor esfuerzo pesquero entérminos de capturas. Alrededor del pueblo, a 1 kmde distancia a pie, hallamos a la mayoría de los pes-cadores autodenominados principiantes. La zona deLas Lapillas, donde aumenta el esfuerzo pesqueroejercido de manera considerable, se dan cita pesca-dores locales, y los que poseen mayor experienciay conocimientos que los anteriores. Además, debi-do a las propias condiciones orográficas de esta área,el número de practicantes que se pueden citar ala misma vez en la misma zona es muy reducido.

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

83

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 83

Page 86: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Por último, alrededor de la zona de Tacorón (CharcoManso, Baja El Rosario, El Desierto), donde se encuen-tra una importante área de recreo y baño, se puedenencontrar a pescadores recreativos de diversa proce-dencia, veraneantes de otras islas canarias y vecinosde otros pueblos de El Hierro ejerciendo la pesca recrea-tiva. Durante la noche, muchos de los veraneantes quelocalizamos pescando de día, dejaban paso a pesca-dores llegados de diferentes puntos de la isla de ElHierro, con mayor experiencia y capturas.

Comparando el perfil de los turistas buceadores yde los pescadores recreativos, resulta todavía más lla-mativa esa heterogeneidad frente a la homogeneidadde los buceadores. Nos hallamos ante dos usos que sedesenvuelven sobre la misma área pero de muy dife-rentes formas: la primera es una actividad comercial,la segunda, todavía, un entretenimiento o hobby queno es explotado económicamente por ninguna empre-sa. Además, la actividad del buceo es un producto tu-rístico consolidado desde el punto de vista de la ofer-ta y de la demanda, solo ejercido por turistas, porpersonas que se desplazan a La Restinga ex profeso

para bucear, pagando por realizar esta actividad. A pe-sar de que no pueda ser considerada de esa manera,los pescadores recreativos reconocieron que, enausencia de otro tipo de entretenimientos, si se pro-hibiera muy probablemente no regresarían al pueblo.

A través del muestreo, realizado principalmente conpescadores de día, se identificaron 24 tipos de especiescapturadas en el año 2006, que no se correspondíanplenamente con las especies objetivo expresadas porlos pescadores encuestados. Había 4 especies claramen-te más abundantes que el resto, igualando o superan-do los 60 ejemplares en el total del estudio: la salema(Sarpa salpa), el pejeverde (Thalassoma pavo), la vie-ja (Sparisoma cretense), y la boga (Boops boops), quecon 186 ejemplares es la más representativa en el mon-tante de las capturas. El resto de las especies no supe-ró los 22 ejemplares, y la gran mayoría no supera los 10(Martín-Sosa y Cansado, 2007). La vieja constituye la es-pecie más “deseada” por los usuarios interpelados; sinembargo, el volumen total de su captura fue de 22 ki-logramos, al término de nuestro estudio para ese año.Las capturas de bogas no superaron los 6 kilos totales.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

84 Tabla 12

Comparación turistas buceadores y pescadores recreativos en La Restinga

Turistas buceadores Turistas pescadores recreativos

Origen Islas Canarias (83% de Tenerife)

Hombre (90, 1%)

Península Ibérica

Hombres (65, 4%)

A través de las empresas de buceo local

Avión (64, 8%) Barco (87%)

Menos de 200 € (69%) 220 € media

7 días de media %) 10 días de media

Apartamento alquilado (79, 2%) Apartamento alquilado (76%)

1000 € por persona 200 € por persona

128 €/día 22,5 €/día

89% dice que la actividad del buceo fue

decisiva para elegir el destino65% dice que la pesca recreativa fue

decisiva o moderada

64,2% dice que la presencia de la RM

influyó (decisiva o moderadamente)

en su elección del sitio de buceo

79% dice que la presencia de la RM no tuvo

influencia en la elección de su área de pesca

Ellos mismos en contacto con los dueños

o gestores de los apartamentos

Solos (38, 4%)

En parejas (21, 4%)

En grupos

Grupos compuesto por al menos

4 personas (51%)

Género

Organización del viaje

Transporte

N.º personas viajando

Presupuesto anual para la actividad

Días en el destino

Gasto medio en el destino

Importancia de la actividad

Interés por la RM

Alojamiento

Presupuesto medio del viaje

Fuente: Elaboración propia. Estimaciones elaboradas a partir de información obtenida durante la recopilación de datos estadísticos del proyecto EMPAFISH.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 84

Page 87: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

3. Empleo, turismo y estrategias

de diversificación económica

Generalmente, cuando alrededor de un núcleo en desa-rrollo como La Restinga surgen expectativas de em-pleo, se abren oportunidades laborales para segmen-tos de población concretos tales como las mujeres ylos más jóvenes, así como para un importante volu-men de población no cualificada. El empleo en turis-mo atrae también trabajadores desde otros sectores dela economía, como el sector primario, tanto de mane-ra temporal como continuada. Las expectativas de em-pleo conquistan a individuos localizados alrededor delárea afectada primariamente, pero las oportunidadestambién pueden atraer a personas desde enclaves dis-tantes, favoreciendo procesos migratorios. Por otro la-do, si ciertamente durante sus primeras fases el turis-mo requiere (o puede absorber) a un gran número defuerza de trabajo no cualificada, en etapas siguientesnecesitará de trabajadores formados, para preservar oincrementar la reputación del área, y garantizar a lar-go plazo los beneficios (Santana Talavera, 1997). Ade-más, aunque se suela considerar que la mayor propor-ción de empleo en turismo está unido al empleo

directo, en muchos casos el empleo indirecto y el em-pleo inducido (Kadt, 1979) van a envolver a muchasmás personas. Ello es especialmente importante en undestino como el de La Restinga, donde la mayor par-te de la oferta se organiza a través de canales informa-les de la economía (De la Cruz Modino y Pascual-Fer-nández, 2004).

Una estrategia, comúnmente empleada por los pes-cadores artesanales del Archipiélago Canario para re-ducir la incertidumbre y hacer frente a los períodos depoca actividad, ha sido la combinación de actividadeseconómicas, aprovechando toda la fuerza de trabajo ylos recursos disponibles en la unidad doméstica. So-bre el caso de otra población de pescadores litoralesde Canarias, A. Santana Talavera (1990a, 1990b) hamostrado cómo a partir de una combinación de las ac-tividades desempeñadas por cada uno de los miem-bros de la unidad doméstica se pueden organizar y/oreorganizar las estrategias de trabajo e inversión, asícomo la dedicación a las diferentes labores desem-peñadas por cada uno de ellos, incluida la pesca.

En La Restinga, como en buena parte de las pobla-ciones litorales que han experimentado un desarro-llo turístico paulatino y sin la intervención de grandes

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

85

Tabla 13

Ejemplo de comparación del esfuerzo pesquero controlado para el año 2006

Pesca recreativa (1)1. Pesca profesional (2)

N.º/ diversidad de especies demersales

capturadas a cotas inferiores a 50 m

Más de 50 especies de interés pesquero

Flota compuesta por 22 unidades productivas esta-

bles aproximadamente

Hasta un máximo de 56 hombres figurando en las

listas de la Cofradía entre armadores y marineros

Desembarcos procedentes de diversos puntos

de la costa de La Restinga

24 especies objetivo identificadas

4 especies sobrepasaron los 60 ejemplares

capturados

469 pescadores controlados con captura

Captruras en el área de RM

186 ejemplares = 6 kg

60 ejemplares = 4 kg 25 kg No proceden del área de RM

96 ejemplares = 22 kg 21.956 kg (2005)

22 T (2004)

13 T (2003)

75% procedente de la RM aprox.

684 kg No proceden del área de RM

(sin interés comercial pero empleada como carnada)

70 ejemplares = 1 kg 0 kg (sin interés comercial)

2.

Boops boops

Salpa salpa

Thalassoma pavo

Sparisoma cretense

Fuente: elaboración propia a partir de Martín-Sosa y Cansado (2007) (1), EMPAFISH Project y datos de campo (2).

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 85

Page 88: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

inversores foráneos, una de las estrategias adoptadascomúnmente por la población local ha sido la inver-sión en pisos o apartamentos que pueden ser alquila-dos a veraneantes, o a residentes habituales en la po-blación, como apuntamos anteriormente. Frente a laapertura de oportunidades económicas, habitualmen-te la gente adopta tecnologías que reducen los riesgos(Bailey, Jentoft et al., 1996: 11), y frecuentemente se-lecciona inversiones que los minimicen, a la vez quediversifican sus oportunidades de explotación, toman-do en consideración el conjunto de recursos de losque se dispone (medio materiales, recursos humanos,intelectuales, tecnológicos…, etc.). La ventaja funda-mental de la opción de inversión en apartamentos esel rendimiento de la inversión a largo plazo, por la re-valorización que han sufrido durante años los inmue-bles en las zonas costeras, junto a los rendimientos acorto plazo producto de los alquileres obtenidos; tan-to a veraneantes, como a trabajadores temporales delturismo, o a emigrantes retornados incluso. La inver-sión de fuerza de trabajo en el mantenimiento de losapartamentos en La Restinga es reducida, ya que nohay servicios complementarios a la contratación. Ge-neralmente una mujer se encarga de la limpieza de to-dos los apartamentos de un mismo edificio. En líneasgenerales, no existe personal cualificado encargadodel mantenimiento trabajando activamente en los com-plejos, sino que son los propios dueños (en los ca-sos en que estos residen en el pueblo), las mujeresque gestionan y/o limpian los inmuebles, o incluso loshijos y maridos de éstas los que se ocupan de solven-tar los pequeños problemas que puedan surgir.

En La Restinga no es fácil diferenciar entre los alo-jamientos que se ofertan en régimen de alquiler con-tinuado, las segundas residencias, y las viviendas quepueden ser alquiladas solo de manera temporal. Sinembargo, estimamos que, entre el 2005 y el 2006, losdueños de aproximadamente el 72,22% de los aparta-mentos censados no residían de manera continuadaen el pueblo La Restinga, aun siendo en su mayoríacanarios-herreños. Entre los propietarios locales deapartamentos de uso turístico hemos encontrado a al-gunos pescadores profesionales. En 2007 la cifra deplazas turísticas se elevaba aproximadamente a las 892,calculando una media de cuatro plazas útiles, reales,sobre un número aproximado de 223 apartamentos.Es difícil distinguir cuántos de esos se hallan en régi-men de alquiler continuado, y cuántos son segundasresidencias que se alquilan a turistas únicamente enperíodos álgidos del año.

La inserción de mujeres de La Restinga a la activi-dad de gestión de inmuebles de uso turístico se deri-va de las relaciones de vecindad y parentesco existen-tes entre los propietarios de los apartamentos y lasmujeres, entre las propias mujeres encargadas de unosy otros apartamentos, así como a partir de la propiaamistad que mantienen muchos turistas repetidoresen el destino y aquellas. La labor de gestión por comi-sión que realizan incluye el mantenimiento y la lim-pieza de los inmuebles, la recepción y atención direc-ta a los clientes y, en ciertos casos, la reserva de plazas.En la mayoría de las ocasiones se trata de una activi-dad no regulada. Además de las condiciones no nor-malizadas de empleo, la gran desventaja que este siste-ma de contacto entre oferentes y demandantes generaen el conjunto del destino es la enorme disparidad quellega a ocasionarse en los precios y la disponibilidad delalojamiento en La Restinga (De la Cruz Modino y Pas-cual-Fernández, 2004: 263-273). Muchas veces la ges-tión del alojamiento se realiza en cadena, por lo queel precio de cada apartamento en particular y su dis-ponibilidad se establece en función de los interesesque surgen casi en cada reserva, al irse sumando in-termediarios relacionados entre sí de manera informal(De la Cruz Modino, 2007).

En el año 2005 llevamos a cabo una sucesión deentrevistas dirigidas entre las mujeres (esposas de pes-cadores o no) que gestionaban apartamentos de usoturístico en La Restinga. Hay que señalar que la cifrade mujeres que se dedicaban a esta actividad se situa-ba en torno a las 22, contando con alguna que no re-sidía en el pueblo. Hallamos que 10 mujeres gestiona-ban apartamentos familiares, de las cuales 6 formanparte de unidades domésticas vinculadas a la activi-dad pesquera profesional. En total 16 mujeres que lim-piaban y/o gestionaban apartamentos (familiares o no)formaban parte de unidades domésticas vinculadas ala actividad pesquera profesional, lo que constituíael 72,72% del total de mujeres en 2005. De manerapuntual alguna mujer, además de las 22 señaladas, po-día sumarse en el verano de forma temporal. De aque-llas 22 logramos encuestar satisfactoriamente a 19: el94,44% reconoció que se dedicaba a la actividad du-rante todo el año, pues podían ser requeridas en cual-quier momento en el que llegaran turistas a La Restin-ga. Aunque no en todos los casos se exigía la presenciafísica de las mujeres en sus puestos de trabajo a dia-rio. Contando con cierta estacionalidad en la actividad,muchas de ellas la simultaneaban con otros empleos,temporales o no. El 72,22% de las mujeres tenía al

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

86

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 86

Page 89: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

menos una segunda ocupación. La mayoría reconocíaque lo percibido por la actividad gestionando aparta-mentos se dedicaba bien a los gastos cotidianos dela casa o para los gastos personales. Solo para el 11,11% representaba más del 50% de lo que entraba ensus casas. El 61,11% afirmaba que esos ingresos le per-mitían ahorrar; el 44,44% lo reinvertía; y otro 44,44%lo empleaba también para sufragar los costes deriva-dos de los estudios de los hijos. Sobre todo en aque-llos casos en los que los hijos se hallaban estudiandofuera de la isla. En 2001, por ejemplo, se contabiliza-ron alrededor de 23 hijos de pescadores cursando es-tudios fuera de El Hierro, normalmente en Tenerife(Dorta Piñero, 2003 [Sin publicar]). Sobre el grupo demujeres entrevistadas habría que señalar también queel 100% contaba con otros ingresos dentro de la uni-dad doméstica. Prácticamente el 50% eran “ayudadas”en algún momento del año, por hijas o madres.

En los casos referidos a mujeres pertenecientes aunidades domésticas vinculadas directamente a la pes-ca artesanal, los ingresos del cónyuge, según afirma-ron las entrevistadas, eran siempre los principales. Bienpor el volumen que representan sobre el montante to-tal económico con el que contaba la unidad domésti-ca, o bien debido a la afluencia, mucho más regular,frente a la eventualidad de los beneficios procuradosdesde el sector turístico.

A la vez que realizamos este trabajo, encuestamosa los pescadores profesionales en activo, preguntán-doles si tenían otros ingresos ajenos a la pesca profe-sional en su casa. Del conjunto de 26 pescadores en-cuestados74, el 50% admitió que sí. Tenemos motivospara pensar que la cifra de unidades domésticas pes-queras que cuentan con otras fuentes de ingresos esmuy superior75, ya que el mismo año identificamos ac-tividades relacionadas por ejemplo con la agriculturaque podían proveer otros rendimientos puntuales, su-ministrando la pesca los principales ingresos económi-cos dentro de las familias.

Estimar las ganancias económicas que las mujeresobtienen desarrollando la labor de gestión por comisión,

no es una tarea sencilla. Ante la ausencia de regula-ción en la actividad, los beneficios percibidos puedenvariar enormemente entre unas mujeres y otras, y en-tre una época del año y otra. Algunas pueden perci-bir una cantidad fija por cada alquiler realizado; otraspueden percibir un porcentaje sobre el precio de ca-da alquiler, o sumarle, al precio estipulado por los pro-pietarios, una cantidad deseada; y unas pocas perci-ben un sueldo fijo y tienen contrato laboral estable.Los rendimientos derivados de la actividad de gestiónpor comisión también puede variar en función de laépoca del año, ya que, los segmentos de turismo iden-tificados en el micro destino no tienen comportamien-tos similares, presentando los turistas domésticos deproximidad, veraneantes sobre todo, cierta estacio-nalidad. La temporada alta, cuando buceadores y elmayor contingente de veraneantes se encuentran enLa Restinga, se concentra entre los meses de julio yagosto, durante los cuales se puede rozar el 100% dela ocupación. Los veraneantes constituyen aproxima-damente el 75% de los huéspedes durante estos me-ses. Se trata en su mayoría de turistas canarios, apro-ximadamente el 90% según las estimaciones de lasmujeres citadas. El resto del año, la actividad es rela-tivamente escasa para la mayoría de las explotaciones.Durante el invierno, salvo en festividades concretas,los únicos turistas son buceadores que no llegan a ocu-par todas las plazas de alojamiento extrahotelero delpueblo. Muchos de estos grupos de buceadores van apreferir ocupar los apartamentos localizados en prime-ra línea de costa, o se alojan en apartamentos cuyasmujeres mantienen algún tipo de alianza con centrosde buceo.

Aunque la mayoría de las entrevistadas reconocie-ron que le dedicaban todo el año a la actividad, exis-ten diferencias entre unas y otras mujeres en el nivel dedependencia demostrado. Las pertenecientes a unida-des domésticas vinculadas a la pesca profesional se mos-traron más reacias a permanecer todo el año vincula-das al trabajo con los apartamentos mediante unarelación contractual; la mayoría de estas mujeres prefe-ría trabajar por comisión. De esta forma, las esposas ohijas de pescadores, en momentos álgidos del año seincorporaban al sector terciario obteniendo unos ren-dimientos extras a los ingresos principales procedentesde la pesca, pero durante el invierno, cuando apenasllegan turistas a La Restinga, las mujeres reducían laintensidad en el trabajo. Recordemos que, tal y comoellas mismas reconocieron, y como ratificaron los pes-cadores, en estas unidades domésticas, la principal

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

87

74 En el verano de 2005, cuando llevamos a cabo el grueso de este traba-

jo, había en La Restinga trabajando de manera activa 41 profesionales, si

bien esa cifra puede sufrir modificaciones de manera temporal.75 Hemos identificado actividades no estrictamente ligadas al desarrollo tu-

rístico de La Restinga; algunas por ejemplo, se relacionan con la agricul-

tura (como secar higos o preparar almendras o con la apicultura). Aunque

en general todas estas actividades son estacionales.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 87

Page 90: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

fuente de ingresos la constituía la actividad pesqueraprofesional. Además registramos numerosos abandonosentre unos años y otros, debido a las condiciones en lasque las mujeres tenían que trabajar. Tal y como relata-ba una mujer: “(…) Te llaman a cualquier hora, traba-jas sábados, domingos… a veces si un mes no tienesreservas no ganas; mientras que en el restaurante tie-nes un sueldo fijo, trabajas cuatro horas y ya está, (…)”.La opción de trabajar a comisión con una dedicaciónvariable a lo largo del año, aunque parezca contradic-torio, favorecía la continuidad, tal y como explicaba otratrabajadora: “Las mujeres que se van de los apartamen-tos son las que no están casadas con pescadores. Lasmujeres de los pescadores que en casa tienen un suel-do ‘fijo’ prefieren quedarse limpiando. No sé… ellas tie-nen una entrada de dinero semanal que les permite or-ganizarse de otra forma (…)”. La opción de trabajar porcomisión en los apartamentos sin contrato era “(…) unabuena alternativa para estar en casa… te permite traba-jar y dedicarte a otras labores, estar con los hijos, enel pueblo… pero no es un dinero como para comprar-te una casa (…)” (véase De la Cruz Modino y Pascual-Fernández, 2004).

Del caso de las mujeres de La Restinga, destacamosen primer lugar, la flexibilidad con la que estas hancontado para incorporarse como fuerza de trabajo endeterminados momentos en diversos sectores. Las mu-jeres de los pescadores de La Restinga han jugado unpapel activo aunque cambiante en el proceso de circu-lación de pescado: han llevando a cabo su venta, hancontrolado durante mucho tiempo los desembarcos yla primera venta a pie de muelle, han sido las encarga-das de preparar el pescado para su venta y las que hantratando con los intermediarios. Es sorprendente inclu-so la capacidad de organización demostrada por és-tas cuando, a finales del siglo pasado, y en el contex-to de la cooperativa, decidieron desligarse de las laboresde limpieza del pescado. También han sido tradicio-nalmente las administradoras de los ingresos y gastosfamiliares, jugando un importante papel en las estrate-gias de reinversión de los excedentes. Y aunque los re-sultados económicos de las labores que han desempe-ñado sean calificados como “una ayuda” dentro delseno familiar, en la actualidad, el trabajo gestionandoapartamentos de uso turístico procura unos ingresosrelevantes para la mejora de las condiciones de vida(De la Cruz Modino y Pascual-Fernández, 2004: 270).Por otro lado, es destacable la estabilidad de los in-gresos derivados de la actividad pesquera. Recorde-mos que las mujeres esposas de pescadores podían

disminuir el tiempo dedicado al trabajo gestionandoapartamentos durante el invierno, de ahí su preferenciapor el trabajo a comisión. Tal y como la informante ex-plicaba, la existencia de ingresos procedentes de la pes-ca, “(…) les permite organizarse de otra forma (…)”.

Otra estrategia de combinación de actividades desa-rrolladas por las familias de los pescadores en esta po-blación ha sido la creación de restaurantes de pesca-do fresco, que frente a la anterior estrategia descrita,ofrecen importantes oportunidades para un gran nú-mero de miembros dentro una misma familia. Supo-nen la posibilidad de utilizar toda la fuerza de traba-jo de la unidad doméstica, más allá de las jornadashabituales en la actividad pesquera o del apoyo quese prestan las mujeres (madres e hijas) limpiando losapartamentos de uso turístico. En ocasiones, se apro-vecha la vivienda familiar para ubicar el establecimien-to. Las habilidades para preparar el pescado de las mu-jeres de estas familias cobran entonces una especialimportancia. Los restaurantes venden productos queen ocasiones son difícilmente asequibles en contextosurbanos, cuya preparación y cocina requiere de un co-nocimiento específico y que, en contextos litoralesdonde tradicionalmente se han desarrollado activida-des de pesca, pueden llegar a gozar de ciertas garan-tías de frescura, singularidad o incluso “naturalidad”.En ellos se da un valor añadido a numerosos produc-tos locales (vinos, quesos, salsas o miel, en el caso deLa Restinga) sobre los que los márgenes de gananciason probablemente superiores, que en muchas espe-cies de pescado, y que difícilmente se venderían en-tre la población no local de otra manera (Pascual-Fer-nández y De la Cruz Modino, 2004: 255-256). A pesarde estas ventajas, y a diferencia también de la anteriorestrategia descrita, las combinaciones entre pesca yrestauración pueden toparse con numerosos inconve-nientes. Por ejemplo, hemos de tener en cuenta quepara mantener un restaurante debe de haber fuerza detrabajo disponible, se requiere de una buena y com-pleja organización entre todos los miembros, y que nose produzcan tensiones por la distribución de las tareasa lo largo de unas jornadas que superan las habitua-les en la actividad pesquera.

En La Restinga entre el 2003 y el 2006 identificamosa 4 unidades domésticas relacionadas clara y directa-mente con el ejercicio de la actividad de la pesca arte-sanal, explotando negocios de restauración. Bien por-que sus miembros eran propietarios en ambas opciones,o bien porque la unidad doméstica proveía de fuerza detrabajo constante para las dos actividades, involucrando

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

88

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 88

Page 91: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de alguna manera a todos sus miembros. Las cuatrose organizaban en torno a dos familias, y las hemos re-presentado en la ilustración de esta página. En todoslos casos, los rendimientos obtenidos de la combina-ción, además de estables, poseían gran relevancia pa-ra el mantenimiento de las unidades domésticas mis-mas. En la primera familia identificamos a un padre,pescador jubilado y armador de un barco de pesca pro-fesional, quien posee un restaurante de pescado frescoen la planta baja de su vivienda y varios apartamen-tos. Todos los negocios fueron creados cuando el pa-dre era un profesional en activo. Su esposa, su hija ydos de sus tres hijos varones trabajan en el negociode restauración, siendo copropietarios de las restantesexplotaciones, aunque de manera desigual. El tercer hi-jo trabaja como pescador profesional en La Restinga,proveyendo al restaurante de pescado fresco y recursosmarisqueros. Se había especializado en la captura decamarones (Plesionika narval) con nasas76. En este pri-mer restaurante trabajan más de 10 personas en tempo-rada alta entre cocineras –al menos 3 (esposa, hija, nue-ra) aunque pueden incorporarse más mujeres en verano(entre 1 y 2)–, camareros –2 hijos y 2 contratados

externos–, además del personal encargado del almacén(como mínimo 1 persona), y por lo menos 2 pescado-res –un hijo y un ajeno– que proveen de forma cons-tante pescado al establecimiento. Todos los hijos delpescador jubilado tienen a su vez hijos, pero ningunotrabaja en el restaurante ni en el barco de pesca. En ve-rano también es común encontrar a algún primo traba-jando en alguno de los negocios de la familia; tanto enel restaurante como gestionando los apartamentos.

La segunda familia representada posee numerosasdiferencias. En primer lugar, hallamos a tres pesca-dores profesionales en activo que, a diferencia del ca-so anterior, son todos armadores de los barcos de pes-ca en los que van a faenar. Ninguno circunscribe todasu actividad en la mar a las demandas del restauran-te, al menos no de una manera tan clara como en elcaso anterior. Ninguno está tan especializado como encaso del hijo pescador de la Familia 1.

En la Familia 1, había un individuo que se dedicabaen exclusiva a la actividad de la pesca para el restauran-te. En la Familia 2 hay un individuo (Pescador Profe-sional 3) que se dedica en exclusiva a la actividad pes-quera pero desconectada del restaurante. En la Familia2, el padre cabeza de familia (Pescador Profesional 1)y el yerno (Pescador Profesional 2) pescan formandoparte de unidades productivas. De hecho el primero for-ma parte de Pescarestinga y el segundo no, aunque losdos pueden derivar parte de sus capturas al restauran-te. Estos dos además, y a diferencia del anterior, dismi-nuyen considerablemente su actividad en el mar duran-te el verano porque incrementan las horas de trabajo entierra, en el establecimiento. Durante el verano, los dospueden trabajar como ayudantes en la cocina, en el al-macén, o como camareros. En la Familia 2, el hijo pes-cador denominado Pescador Profesional 3, no va a pes-car con el cabeza de familia. Puntualmente, podemosverlo salir con su padre a faenar, o en solitario en el bar-co de este, y capturar pescado que puede ser derivadohacia el restaurante, pero se trata de una práctica pocousual. Él es armador de su propia embarcación y for-ma parte de una unidad productiva de 4 hombres ads-crita a Pescarestinga, a la que entregan todas sus cap-turas. Posee un barco de más de 10 metros especializadoen la zafra del atún, y en la captura de otras especiesobjetivo orientadas al consumo externo a la población.

En la Familia 2, en líneas generales, cada pesca-dor mantiene las mismas estrategias de comercializa-ción emprendidas con anterioridad a la creación delrestaurante. Aunque el cabeza de familia y el yerno, po-co a poco, vayan sufriendo pequeñas modificaciones

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

89

76 Es preciso señalar que hasta la fecha solo ha habido otro pescador de-

dicado a esta pesquería en La Restinga, y que su desarrollo se halla es-

trechamente vinculado a la extensión de la actividad de los restaurantes

de pescado fresco en el pueblo.

Ilustración 1. Combinación Pesca-Restaurantes de pescado fresco en La

Restinga. Fuente: elaboración propia.

Familia 1

Armador

Dueño del restaurante

Dueño de apartamentos

Familia 2

Armador/Pescador Profesional 1

Copropietario del restaurante

Gestiona el restaurante

y los apartamentos de

manera directa con

más capacidad de

decisión que sus Hnos.

Pescador Profesional que

provee al restaurante (trabaja

en la embarcación del padre: él

provee al restaurante y el padre

asume todos los costes)

Trabajan en el restaurante

de manera continuada

/son copropietarios

del restaurante y

los aptos. aunque

no en la misma medida)

Armador/Pescador Profesional 3 Armador/Pescador Profesional 2

NO trabajan en el restaurante

Trabajan en el restaurante (son coexplotadores)

Unidad Doméstica 2

Unidad Doméstica 1

Unidad Doméstica 3

Unidad Doméstica 4

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 89

Page 92: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

en su actividad en el tiempo dedicado en la mar y en lacomercialización de determinadas especies. Otra dife-rencia, con respecto a la Familia 1, la constituye la pro-piedad. Si bien en el primer caso el cabeza de familiaera propietario (o copropietario) de todos los medios deproducción, en el segundo ejemplo, la propiedad estámucho más repartida. La madre y la hija, quienes ges-tionan el restaurante y trabajan en la cocina, anterior-mente explotaban las instalaciones de restauración lo-calizadas en el área recreativa próxima de Tacorón.

La fuerza de trabajo disponible en esta segunda fa-milia es mucho menor. A pesar de que este restaurante,considerando sus características (número de mesas, ser-vicios de almuerzo y cenas, a la carta, bar/cafetería, etc.)puede llegar a requerir de un volumen de trabajadoressimilar. También en el caso de esta familia contamos conuna tercera generación, pero cuyos miembros aún se si-túan por debajo de los 10 años de edad. Ciertamente loque ha posibilitado el mantenimiento de estrategias co-mo estas ha sido contar con suficiente fuerza de traba-jo, tanto estable como estacional. Aun así, esto no supo-ne siempre una garantía. En palabras de algún miembro,reclutado durante un período álgido de la actividad, “aveces la familia abusa mucho (…)”.

Los dos casos expuestos se diferencian notablemen-te. En el primero, la propiedad de todos los medios deproducción estaba muy concentrada en las manos deun solo miembro, y las estrategias económicas empren-didas se circunscribían y se medían generalmente porla actividad del restaurante; algo que no sucedía en elsegundo caso. Además, mientras que la primera fami-lia llevaba trabajando bajo este sistema casi 15 años,para la segunda familia la actividad en restauración esreciente. En los dos casos, no obstante, los restauran-tes surgen cuando parte de los hijos no van a ir a pes-car. Asegurada la continuidad en la mar, pero enausencia de otras oportunidades económicas en tie-rra, la inversión en servicios-turismo aparece como unaestrategia de expansión económica interesante paraunas familias que poseen ciertas garantías sobre elabastecimiento de pescado fresco, conocimientos so-bre cómo prepararlo y una fuerza de trabajo mínimapara poner en marcha un negocio de este tipo.

4. El despegue turístico en L’Estartit

A pesar de la innegable importancia de la pesca en losorígenes del asentamiento de L’Estartit, habría que es-pecificar que sus habitantes combinaron esta actividad

durante décadas con una agricultura de subsistencia(Audivert, 1971; Mundet, 1998).

El desarrollo turístico en este pueblo, siguiendo laclasificación establecida por Barbaza (1970) para ca-racterizar el modelo seguido en la Costa Brava, surgeespontáneamente dictado por la demanda. Siguiendola clasificación expuesta por Peck y Lepie (Peck, 1977;Santana Talavera, 1997), y al igual que en el caso deLa Restinga, el crecimiento de la localidad fue lento,impulsado por proyectos individuales, en los que pre-dominaba la propiedad y la inversión local. Según laclasificación de Pearce (1988), podríamos hablar deun inicial desarrollo catalítico en torno al originarionúcleo del pueblo. Justamente en el área que quedaa resguardo de los vientos, de la tramontana, donde seubica el puerto pesquero al abrigo del Montgrí y justa-mente en frente del archipiélago de las Islas Medas, lascuales son una prolongación del propio macizo.

Desde finales del siglo XIX, L’Estartit era ya un áreade residencia temporal para ciertos veraneantes gerun-denses: habitantes del interior, familias pudientes pro-cedentes de núcleos tales como Torroella, Girona y laBisbal, quienes se desplazaban durante los meses dejulio y agosto para tomar baños de mar. Muchas deesas primeras familias de veraneantes construyeronresidencias y suntuosas casas de veraneo que testimo-nian el carácter burgués de estos primeros “turistas”(Roviras, 2003b: 86). Su llegada fue aprovechada bási-camente por aquellos locales que poseían terrenos einmuebles en el área más cercana a la playa. En el pue-blo no existía infraestructura turística, así que, al igualque en La Restinga, los residentes emplearon cuan-tos elementos poseían para atender y captar los ren-dimientos económicos generados por los visitantes; yafuera mediante el uso de habitaciones libres en la ca-sa familiar, las embarcaciones de pesca, o viejos alma-cenes destinados antaño a los productos de la pescao del campo y reconvertidos en tabernas. A los turis-tas se los alojaba y alimentaba, y se les proveía de unaserie de actividades recreativas, muchas de las cualesse desarrollaban en el archipiélago de las Islas Medas.

A comienzos del siglo XX existía únicamente unafonda donde se alojaban los bañistas, que más tardese transformaría en la Taberna Monserrat. Esta perte-necía a una familia natural de Torroella que no teníarelación directa con la actividad pesquera desarrolla-da en el L’Estartit. En 1930, el establecimiento conta-ba 4 habitaciones. En 1936 se abriría otro con 8 habi-taciones, y casi diez años más tarde se inauguró untercero con 4 habitaciones también (Mundet, 1998:

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

90

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 90

Page 93: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

265). Durante los años 40 y 50 predominó este mode-lo, caracterizado por una falta total de previsión dela oferta y una gran improvisación por parte de los ha-bitantes de L’Estartit (Basieras Llavero, 2002 [Sin publi-car]). Todas las explotaciones eran de tipo familiar, yse gestionaban de manera directa por sus dueños, apro-vechando la fuerza de trabajo disponible en la unidadfamiliar.

En los últimos años de la década de los 50 comen-zaron a acudir a L’Estartit los primeros turistas europeos.Generalmente ciudadanos ingleses, que llegaban enautobús a través del aeropuerto francés de Perpignan.Es importante destacar de este período la presencia enel pueblo del tour-operador británico Ramblers, espe-cializado en la organización de viajes que tenían co-mo finalidad la observación ornitológica. Según el geó-grafo Ll. Mundet i Cerdan (1998) este incipiente turismobritánico era de clase media-alta, y la mayoría provenía

del Sur de Inglaterra. En L’Estartit se localiza un áreade marismas, los Aiguamolls de l’Empordà, donde secitan multitud de especies de aves acuáticas, especial-mente especies palmípedas, zancudas y limícolas. Ade-más del área de marismas, la parte emergida de las Is-las Medas es un área de importante poblamientoavícola. La presencia de la gaviota (Larus argentatus)es notable, pero en las islas pueden avistarse otras es-pecies como los cormoranes, con mayor o menos asi-duidad (Balcells, 1963: 21-28).

En los inicios de los 60, en contraste con el ritmode crecimiento acaecido hasta entonces y en consonan-cia con ciertas tendencias desarrollistas dominantes a lolargo de la costa mediterránea occidental, se comen-zaron a inaugurar numerosos hoteles, hostales y cam-pings. Estos nuevos negocios se inauguraban ex profe-so para atender a una demanda turística creciente. Nonos estamos refiriendo a alojamientos construidos en

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

91

Foto 17. Vista de las marismas o aiguamolls con las Islas Medas de fondo. Foto: Álex Lorente, año 2011.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 91

Page 94: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

pisos superiores de casas de residentes locales, o a laadaptación de antiguos almacenes de pesca (por ejem-plo), sino a edificaciones de nueva planta proyectadasespecíficamente como alojamientos de uso turístico. Apesar de ello, muchas de estas empresas conservabanuna estructura marcadamente familiar. Sus dueños enraras ocasiones mantenían ya relaciones con otras ac-tividades económicas vinculadas al sector primario. Enesta década, además, dos empresarios extranjeros, quehabría establecido en Londres su propia agencia de via-jes especializada en la comercialización de paquetesturísticos de bajo precio (Mundet, 1998: 267), inaugu-raron el Hotel El Catalá. También se inauguraron entreotros, el Hotel les Illes (1957), el Hostal les Medes(1961), el Hotel Coral, la Residencia Massager (sobre laantigua Fonda Massager), el Hotel Flamingo (1970),y los primeros campings: el camping La Sirena (1960) yel camping Rifort (1968). La apertura del Hotel Pano-rama en 1961, con 150 habitaciones y más de 450 pla-zas (repartidas entre habitaciones de diverso tipo), su-puso un cambio con respecto a las infraestructurashoteleras de carácter familiar y de baja capacidad alo-jativa existentes hasta entonces en L’Estartit. El estable-cimiento marcó un cambio en la tipología infraestruc-tural y organizativa de los hoteles del pueblo.

La crisis de los 80 y el desarrollo constructivo dio pa-so a nuevos inversores, a nuevas estructuras de explo-tación de alojamientos turísticos, y a nuevas tipologíasde turistas que tendrían un menor contacto con la po-blación local. A partir de las informaciones cedidas porel Grupo de Estudios Turísticos –GET, a partir de aho-ra– de la Universidad de Girona, y tomando como fuen-te el informe 20 años de encuestas, llevado a cabo conla colaboración de la Oficina de Turismo de L’Estartit,resumimos las características del destino y de sus turis-tas, y las variaciones sufridas desde 1983 (Mundet, 2004).El turista tipo que visita L’Estartit es un hombre o unamujer (indistintamente) de mediana edad (entre 35 y 49años), de nacionalidad española o francesa, que tieneuna profesión cualificada y una renta media. Viaja consu pareja e hijos, se aloja en un apartamento alquilado,emplea el coche como principal medio de transporte,y organiza sus vacaciones de manera individual. Desde1983 el GET ha identificado una tendencia a la reali-zación de estancias breves, menores en muchos casosa los 15 días, una clara disminución en el volumen deturistas repetidores, y un aumento de los turistas que vi-sitan por primera vez la localidad77.

L’Estartit es conocido y promocionado como el me-jor destino de buceo de todo el Mediterráneo. Frente a

la oferta de “sol y playa” dominante en la mayoría de losmicro destinos de la Costa Brava, L’Estartit ha buscadodistinguirse con una oferta de turismo “activo”, que sedesenvuelve sobre distintas áreas naturales protegidas,como el AP de las Islas Medas. Alrededor de cada unade las áreas protegidas declaradas en este micro desti-no se pueden desarrollar multitud de actividades turís-tico-deportivas, cuya oferta y organización se gestiona através de numerosas empresas y centrales de reserva, adiferencia de lo descrito en caso de El Hierro. A pesarde que desde 1992 se han desarrollado numerosas ini-ciativas para impulsar una rica oferta de productospatrimoniales ligados a la historia, a los valores am-bientales, o a la gastronomía local, las principales moti-vaciones que siguen impulsando a los turistas a visitarL’Estartit son las predominantes en el modelo masa-chárter: el sol, la playa y la arena78. Este modelo, ennúmero de visitantes y afluencia, sigue siendo domi-nante. El principal motivo que impulsa a permaneceren L’Estartit es relajarse, descansar y, a la vez, conocerla zona y tomar baños de sol y mar. Tal y como es-pecifica el GET: “La conclusió inicial que es pot ex-treure és que els visitants de l’Estartit concebeixenles vacances com un moment de tranquilitat i relax, demanera que les principals motivacions són, per aquestordre: reposar, conèixer la zona, prendre el sol i ban-yar-se i divertirse” (Mundet, 2004: 52-53).

A diferencia de lo sucedido en La Restinga, el con-sumo paralelo de locales y visitantes sobre los mismoselementos es muy reducido, tanto porque la poblaciónresidente posee unas características demográficas no-tablemente diferentes a las de los turistas, como por-que buena parte de esa oferta ha sido construida conuna clara orientación recreativa. Tomando como eje elentorno protegido las Islas Medas, en la tabla resu-mimos las principales actividades realizadas por unosy otros a su alrededor. Sabemos que existen otros pro-ductos turísticos, como el vuelo recreativo en apara-tos ultraligeros, que pueden citarse o coincidir en elentorno de las Islas Medas, pero los recogidos en latabla se desarrollan expresamente en el AP.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

92

77 La intención de retorno es en general muy elevada: las tres cuartas partes

de los encuestados por la UdG manifestaron que volverían con seguridad

o probablemente, y apenas un 5,8% afirmó creer que no volvería. Por na-

cionalidades, los holandeses y los catalanes son los que más prolongan

sus estancias, llegando a los 16-21 días (Mundet, 2004).78 Las denominadas 3 S (sun, sea, send) a las que algunos autores añaden

una cuarta (sex) (Santana Talavera, 1997).

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 92

Page 95: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En el gráfico 2 se detallan las motivaciones expre-sadas por los turistas en L’Estartit, a raíz del trabajo 20años de encuestas... (Mundet, 2004). Ciertamente, conrespecto a 1983, elementos tales como “conocer la zo-na”, “hacer deporte” o “estar en contacto con la natu-raleza” han ido adquiriendo cierta relevancia entre losvisitantes que han sido encuestados. Pero todavía losintereses dominantes entre la mayoría de los que lle-gan a L’Estartit siguen siendo: descansar, tomar ba-ños de sol y mar, y divertirse. Siguiendo por ejemplola visión arrojada por autores como Moyano y Pania-gua (1998) cuando hablan de la “ambientalización” deciertos procesos y sectores productivos, afirmando quela tendencia (expresada en modo de preocupación enel caso de la agricultura española), no obedece única-mente a factores de tipo ecológicos sino a cambios decarácter más general, que se han dado en las dos úl-timas décadas en las sociedades industriales avanza-das, de índole cultural y político; encontramos en eldestino a individuos expresando una variedad de dis-

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

93

Actividad Tipo específico Localización Público/usuarios

Tabla 14

Ejemplo-resumen de actividades recreativas en el entorno de las Islas Medas y L’Estartit

Baño

Excursiones

Actividades de pesca

Actividad de inmersión

Baño

Marítimas

Macizo del Montgrí

Aiguamolls de L’Empordá

Micro destino y sus alrededores,

tanto por tierra como por aire

Islas Medas-costa del Montgrí

Pesca de caña desde embarcación

Otros: recolección de erizos

Buceo

Apnea, snorkeling, seawatching

Islas Medas-costa del Montgrí Locales y veraneantes asiduos

Turistas

Turistas

Pesca de caña desde tierra

AP, área protegida o pre-parque

Golfo de L’Estartit

Puerto y Macizo del Montgrí

Locales, veraneantes asiduos y turistas

Locales

Locales, veraneantes asiduos y turistas

Terrestres

Otras

Locales

Turistas

Islas Medas y área del puerto –

playa cercana al pueblo

Playa a lo largo del golfo

de L’Estartit

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 2

Motivaciones de los turistas a la hora de escoger el destino L’Estartit

Fuente: Grupo de Estudios Turísticos de la Universidad de Girona (UdG)

(Mundet, 2004: 53).

90

1983 1987 1991 1995 1999 2008

%

Censos

Descansar

Divertirse

Conocer a otra gente

Hacer deporte

Otros motivos

Tomar baños de mar y sol

Conocer la zona

Estar en contacto con la naturaleza

80

70

60

50

40

30

20

10

0

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 93

Page 96: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

cursos, deseos y expectativas mediadas por imáge-nes más o menos adaptadas a tendencias alejadas deltradicional modelo turístico de sol y playa; más o me-nos populares (o popularizadas) tanto desde el pun-to de vista de la oferta como de la demanda. Pero quecomulgan y que siguen desarrollándose en los mismosespacios y bajo similares fórmulas de recreación, con-sumo y contacto con la población local, que los origi-narios turistas de sol y playa de los 60 y 70 del siglopasado.

5. Las combinaciones “Pesca-Turismo”

Tal y como describe Josep Pla en la Guía de la CostaBrava (1978): “La gent de L’Estartit tenia llavors diver-sos oficis: era una població amb un peu a l’ aigua i l’al-tre a terra, mig pagesa, mig marinera. (…) A L’Estartits’ esperava tenir un tros de terra al pla o a la mun-tanya i els seus habitants eren tan hàbils amb l’ aradacom amb el timó” (Pla, 1976: 222). “De toda la vida,

los pescadores de L’Estartit tenían un huertito y com-binaban la pesca con el trabajo en tierra, cuando es-taba mala la mar.”

Durante los primeros años del turismo, los pescado-res combinaron la actividad pesquera con otras labo-res asociadas a la atención y entretenimiento de los ve-raneantes. Una vez consolidada una demanda y afluenciacontinua, incrementada la inversión foránea y con la apa-rición de nuevas infraestructuras proyectadas para su es-tricto uso turístico-recreativo, los pescadores, como granparte de la población local, se sumaron como fuerza detrabajo dedicada a las tareas de atención a los turistas.No obstante, la estacionalidad que caracteriza a este des-tino (y a buena parte de los micro destinos de esta re-gión del Mediterráneo), desaconsejaba abandonar com-pletamente una de las dos actividades. Durante décadasun buen número de pescadores mantuvieron una com-binación perfecta entre el empleo temporal en turismoy el trabajo en el mar. Como ocurriera en La Restinga,han sido pocos los pescadores de L’Estartit que se cons-tituyeran en propietarios de empresas nuevas, creadas

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

94Imagen 18. La playa y el puerto deportivo de L’Estartit cuando azota el viento. Foto: la autora, año 2005.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 94

Page 97: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

ex profeso para atender a la demanda. La mayoría ha op-tado por rentabilizar medios materiales que ya poseía,ha utilizado su propia fuerza de trabajo, o ha realizadoinversiones muy puntuales en bienes inmuebles. Tam-bién, como en el caso canario, hemos de recordar aquíque si bien la flota con base en L’Estartit ha sufrido im-portantes variaciones, no han existido en el pueblo, enlíneas generales, armadores que no estuvieran trabajan-do activamente en el mar. En general, tras el abandonode sistemas de pesca que requerían del trabajo conjun-to de un número considerable de hombres, se ha man-tenido el esquema armador-patrón de embarcación enla que sale a faenar el pescador en solitario. Y las uni-dades domésticas pesqueras, al menos para esta prime-ra generación de pescadores que van a recibir a los tu-ristas de sol y playa, mantendrán la dedicación y ladiversificación de fuerza de trabajo y medios materia-les de producción destinados a la pesca y al turismo.Cuestión diferente será el empleo o el camino seguidopor los hijos de éstos.

En el caso de los hijos, hallamos solo a un pesca-dor en activo originario del pueblo, de todos los con-tabilizados entre el 2004 y el 2005. También contacta-mos con dos hijos de pescadores profesionales que enla actualidad dirigían empresas turísticas constituidaspor sus padres pescadores profesionales: el primerogestionaba una empresa de restauración y alojamien-tos; y el segundo, una empresa de embarcaciones deexcursiones marítimas. Los restantes hijos de pescado-res de los que pudimos tener conocimiento no vivíanen L’Estartit; alguno de los inmigrados había poseídootros negocios relacionados con el sector turismo, pe-ro sin demasiado éxito. Y sabemos que de forma máso menos temporal algún otro ha estado contratado enembarcaciones de excursiones marítimas como mari-neros.

5.1. El trabajo en las embarcaciones turísticas

En L’Estartit, la actividad que los profesionales del sec-tor pesquero desempeñaron más asiduamente fue lade emplearse como patrones de embarcaciones querealizaban actividades turísticas, durante la época es-tival. Antes de que se desarrollara una flota de embar-caciones turísticas en el pueblo, e incluso antes de queel buceo se constituyera en producto con una infraes-tructura propia, muchos pescadores profesionales uti-lizaban sus propios barcos para desplazar a turistasdesde el puerto hasta las Islas Medas, realizando tam-bién excursiones marítimas a lo largo de la costa.

Los pescadores eran los únicos patrones y armadoresde la zona, ellos transportaban a turistas, a buceadores, ya científicos. De hecho, tanto en el primer estudio don-de se hablaba del interés turístico de las Islas Medas,de Balcells (1963), como en el Ballester Nolla de (1971),en el que se proyectaba la creación de un parque sub-marino en el archipiélago, se agradece a los pesca-dores su activa colaboración e informaciones. Los pes-cadores también mantenían una estrecha relación conciertos submarinistas catalanes que se hallaban orga-nizados en torno a la asociación CRIS79. Esta asocia-ción contaba por aquellos años con una importanterepresentación en L’Estartit y había colaborado en eltrabajo de Ballester Nolla (1971), realizado a peticiónde la Federación Española de Actividades Subacuáti-cas (FEDAS). Con el tiempo, muchos pescadores pro-fesionales se convirtieron en trabajadores temporalesempleados por los dueños de los centros de buceo,y por algunos empresarios hoteleros que habían in-corporado a su oferta de servicios la realización de ex-cursiones marítimas por la costa del Montgrí y de lasIslas Medas. El empleo de artes de pesca de red está-ticas, concretamente de los trasmallos y de los palan-gres, hizo posible la combinación de las actividadesde pesca y de turismo durante años. “(…) lo que pa-sa es que el trasmallo queda permanente en el mar.Tú lo pones y lo dejas durante cinco o seis horas, de-pende… Se echaba por la tarde y hasta el día siguien-te. Y cuando llegábamos de recogerlo era ducharte yasearte rápidamente para hacer otro oficio.” No obs-tante, el trabajo continuado como patrones de embar-caciones turísticas llevó a muchos pescadores a re-ducir su esfuerzo pesquero considerablemente duranteel verano: “(…) en verano, durante mayo, junio, julioy agosto, cuatro o cinco meses más o menos. Luegoya dejabas aquello –se refiere al trabajo como patrónde embarcación turística– y durante el invierno hacíasla pesca. (…)”.

A mediados de los 80, cuando J. Ll. Alegret des-cribía la situación de los pescadores de la Cofradía deL’Estartit, explicaba la combinación y el papel que elárea protegida estaba jugando en su mantenimientodurante aquellos años con las siguientes palabras:“Actualment la Confraria de Pescadors de l’Estartit

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

95

79 Véase: http: //www.cris.es/index2.asp, entre los miembros de esta organi-

zación destaca Eduard Ametlla, quien está considerado uno de los pione-

ros del submarinismo en Cataluña, con importantes relaciones en L’Estartit.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 95

Page 98: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

compta amb 27 membres actius. Tots ells es dediquenal tresmall o l’anomenat ofici petit, menys 6 pescadorsde riu que es dediquen a la pesca de l’angula, un quees dedica primordialment al palangre de fons, i dos almarisqueig. Per a la majoria d’aquests la pesca ha es-devingut una activitat econòmica complementària ad’altres desenvolupades dins el sector serveis com pe-tites botigues, residències, lloguer de bots, etc. El grandesenvolupament turístic de la vila en els anys 60 i 70,donà la oportunitat a la població de dedicar-se a lesactivitats turístiques que, encara que temporals, repor-ten forts beneficis i són menys incòmodes i arriscadesque la tradicional activitat pesquera. La posterior de-claració del parc natural de les Illes Medes ha conso-lidat aquesta situació. Per això, malgrat que teòrica-ment es considera membre de la Confraria el pescadorque viu exclusivament d’aquesta activitat i està donatd’alta a la Seguretat Social, són molts els pescadors quetenen una altra activitat –vinculada amb el turisme–que combinen amb la pesca; només 2 o 3 es dediquenexclusivament a la pesca. Tots aquests pescadors querealitzen una altra activitat, a l’estiu (que es quan esdediquen a les activitats turístiques) deixen de cotitzarcom a pescadors i ho fan per la marina mercant. En-cara que no es guanyin exclusivament la vida com apescadors, se’ls considera membres degut a la seva an-tiguitat a la Confraria”. Los profesionales que aban-donaban la pesca durante el verano para emplearsecomo patrones de embarcación de los cruceros queiban a las Islas Medas no pagaban la cuota estableci-da por la Cofradía para el uso del puerto durante eseperíodo. No obstante, cuando se reincorporaban a laactividad pesquera debían abonar una cantidad supe-rior, pero eran considerados de cualquier maneramiembros de pleno derecho.

Al margen de los pescadores “empleados” en el tu-rismo, en L’Estartit identificamos a dos unidades do-mésticas relacionadas con la pesca profesional que crea-ron sus propias empresas de excursiones marítimas.Es más, la primera empresa que comenzó a organi-zar excursiones marítimas a las Islas Medas de mane-ra regular Excursiones Nùria, era propiedad de un pe-cador profesional. Los inicios de esta empresa seremontan al año 52, cuando el abuelo del actual due-ño acondicionó su propia embarcación de pesca parallevar a aquellos primeros turistas ingleses a las IslasMedas. A comienzos de la década de los 60, el abue-lo y el padre del actual dueño adquirieron otra bar-ca, Nùria adaptada de otra antigua nave de pesca, des-tinada en exclusiva para la realización de cruceros

turísticos. Se trataba de una embarcación de 8 metros,antiguamente empleada en la pesca de cerco pero mo-dificada para llevar pasajeros. En palabras de su due-ño (ya fallecido): “La Nùria es el barco que ha rendi-do más de todo el pueblo. Cuando se dejó de pescarcon ella la arreglamos para llevar turistas (…) la gaso-lina y el amarraje costaban muy poco, y todo el di-nero era limpio”. Algunos años, durante la temporadade verano, este pescador combinó la pesca de cerco,del trasmallo y las excursiones. Para la pesca de cer-co empleaba una embarcación adquirida formandounidad productiva con dos pescadores más. Esta ac-tividad se realizaba durante algunos días del verano,principalmente durante la noche, y las capturas setransportaban hasta la cercana lonja de Palamós, em-pleando un medio de transporte arrendado o sufraga-do entre varios pescadores de la misma Cofradía. Lapesca del trasmallo la realizaba en solitario, en unaembarcación de la que era su único armador-patrón ymarinero. Durante todo el año mantenía esta activi-dad, aunque con diferentes especies objetivos y nivelde intensidad. En verano las especies capturadas lasvendía principalmente entre los restaurantes locales.Los restantes miembros de la unidad doméstica parti-cipaban activamente en el desarrollo de esta estrate-gia. El hijo trabajaba durante el verano en el barcoNùria y finalmente se hizo cargo de esta labor en so-litario, adquiriendo una nueva embarcación diseñadaespecíficamente para la realización de excursiones ma-rítimas y creando una nueva empresa. La hija, tambiénse involucró de alguna manera a la empresa familiar.

La actividad de las embarcaciones de cerco deca-yó notablemente a finales del siglo XX. En los 80 yano se hallaban trabajando en el puerto de L’Estartit.Muchas de ellas no fueron reutilizadas para la activi-dad de las excursiones marítimas, como la Nùria, por-que, de hecho, en esta década se había desarrolladoya una flota considerable de embarcaciones especí-ficamente construidas para la actividad de las excur-siones marítimas. Nuevos y sofisticados barcos confondo de cristal, con una capacidad muy superior quelas antiguas, vendrían a copar el mercado y el puertode L’Estartit.

La segunda unidad productiva, que creó una em-presa propia de excursiones marítimas estando vincu-lada a la pesca profesional, estaba formada por un pa-dre y un hijo. Siendo el padre el armador del barco depesca, ambos pescaban juntos (especialmente en ve-rano), y ambos se habían empleado como patrones deembarcaciones turísticas, hasta que decidieron crear

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

96

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 96

Page 99: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

una empresa propia y adquirieron un barco especial-mente acondicionado para realizar esta actividad. Elpadre se quedó trabajando en la pesca profesional yel hijo (quien todavía colabora con su padre en vera-no) mantuvo la empresa hasta mediados de los 90.

También, en el año 68, un hotel local comenzó aorganizar excursiones. Adquirió un barco de arrastrecomprado en la vecina población pesquera de Pala-mós), que, al igual que la Nùria, fue transformado pa-ra su uso turístico. El hotel llegó a adquirir tres em-barcaciones, algunas de las cuales tenían fondo decristal. Durante el verano cada embarcación podía lle-gar a realizar hasta 7 excursiones, desde la salida has-ta la puesta del sol; empleando a pescadores queabandonaban las actividades extractivas durante losmeses de julio y agosto.

La aparición de una nueva empresa dedicada enexclusiva a las excursiones marítimas, sin relación nicon la pesca ni con otros establecimientos del pueblo,con catamaranes de fondo de vidrio, desplazó a lasrestantes que quedaron obsoletas. Dicha empresafue adquiriendo las anteriores embarcaciones, con la

salvedad de la heredera de la Nùria. El desarrollo deesta nueva empresa coincidió con el abandono de mu-chos pescadores, de los que se empleaban como pa-trones de embarcación aún en la década de los 90. Al-gunos se jubilaron durante estos años. Pero tambiénhemos de anotar que el sistema de trabajo implanta-do por la nueva empresa, que no cesaba en su acti-vidad durante el invierno, que ha llegado a tener unaflota compuesta por 4 barcos, y que realiza múltiplesexcursiones a diario, trabajando de manera segmenta-da con sectores diferentes de turismo –escolar, fami-liar, de la tercera edad…–, dista mucho de la maneraen la que tradicionalmente los pescadores profesiona-les habían organizado las excursiones marítimas encombinación con la pesca profesional. El trabajo des-empeñado por los pescadores y por las unidades do-mésticas pesqueras se vio desplazado por un nuevosistema de explotación turística intensiva; el cual sedesarrollaba bajo un modelo ante el cual era práctica-mente imposible competir tanto por fuerza de traba-jo necesaria, disponibilidad a lo largo de la jornada ymedios productivos dispuestos para el turismo.

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

97Imagen 19. Embarcaciones de excursiones marítimas. Foto: la autora, año 2005.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 97

Page 100: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

5.2. Los “socios protectores”

La relación entre los pescadores y los agentes turísticosno se ha limitado al empleo de los profesionales de lapesca como patrones de embarcaciones turísticas. Tan-to de manera individual como agrupados en torno ala Cofradía, los pescadores de L’Estartit desarrollaronalianzas estratégicas con los empresarios hoteleros ycon ciertas asociaciones relacionadas con el desarrollodel buceo autónomo deportivo. Por ejemplo, en la Co-fradía de Pescadores, el 12 de marzo de 1974, fue pre-sentada la siguiente solicitud: “(…) es expuesta la peti-ción formulada por un grupo de personas interesándosepor ser ‘socios protectores’, en particular, los que se de-dican ‘Actividades Subacuáticas’, FEDAS y CRIS, acor-dándose, en aceptar, mediante las proposiciones quehaga la Cofradía”80. La solicitud fue aceptada teniendoen cuenta que, tal y como se expresaba en una reunióncelebrada el 25 de abril de 1974: “(…) los mismos, endiversas ocasiones han venido realizando gratuitamen-te y sin afán de lucro diversos trabajos en el fondo delmar, como es extracción de ‘nasas y trasmallos’ enreda-dos entre las ‘rocas’ recogiéndolas, en su momento sinavería (…)”81. La figura de “socio protector”, respondíasegún detallarse el antiguo Patrón Mayor de la Cofradíade L’Estartit, a la necesidad de buscar fuentes de ingre-

sos alternativas ante la ausencia de lonja. Estos agenteseran en sus palabras “benefactores de la cofradía”, a losque se les cobraba por el amarre en el puerto. Ademásde los representantes del CRIS, también podían ser “so-cios protectores” los pescadores recreativos y veranean-tes que tenían sus embarcaciones en el puerto y quie-nes realizaban en ocasiones donaciones voluntarias. En1975, estos socios pagaban una cuota mensual de 150pesetas (poco menos de 1 €), y de 400 pesetas (2,10 €,aproximadamente), en el caso de los socios protecto-res que tuvieran embarcaciones82. Por aquellos años esacantidad era la misma que debían entregar, en concep-to de “cuota fija”, los pescadores asociados a la Cofra-día, “(…) como valor de pesca capturada y vendida porcada pescador, incluyendo los ‘socios’ que faenan enotras embarcaciones (por ejemplo en la ‘traíña’) y que,también se dedican a la pesca, por consiguiente tambiéndisfrutan de amarre en el Puerto”.83 La cifra aportada porlos socios protectores aumentó considerablemente enel transcurso de unos pocos años, tal y como se reco-ge en una reunión celebrada en 1977: “(…) 7.º Sobreel aumento de 1.000 pts. (aproximadamente 6 €) año atodos aquellos ‘socios protectores’ que hagan uso de laZona de pesca. (…) También se acuerda que los ‘so-cios’ protectores sean 7.000 pts. (aproximadamente 42 €)año”84.

En este ambiente de mutuo “entendimiento” y ocu-pando los pescadores un lugar privilegiado y contro-lando las infraestructuras portuarias, decidiendo y ob-teniendo rendimientos de la presencia de colectivosajenos a la pesca profesional, la mejora de las infraes-tructuras portuarias y la ejecución obras destinadas aldesarrollo de nuevas actividades marinas recreativas noencontró oposición. De hecho, en 1972, la Cofradía ha-cía constar que la ocupación de terrenos de dominionacional y uso público (en zona marítimo terrestre)en el puerto de de L’Estartit, para la construcción de unadársena deportiva y la ejecución de las obras pertinen-tes, “(…) no solo no perjudican en lo más mínimo a laCofradía (…), sino que más bien la benefician por la mayor protección y mejora de instalaciones que lanueva obra reportará, dando mayor categoría y real-ce al puerto y a la localidad misma de L’Estartit”85.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

98

Ilustración 2. Combinación Pesca-Embarcaciones de excursiones marítimas.

Fuente: Elaboración propia.

Barco 3

Uso: pesca de cerco durante la noche

Área: golfo L’Estartit

Barco 1

Uso: pesca con trasmallo

Área: Islas Medas-costa Montgrí

Barco 2

Uso: excursiones turísticas

Área: Islas Medas-costa Montgrí

RestauranteLonja

Pesca: cerco

Nùria

no cons

tant

e

Pesca: trasmallo

80 Cofradía de L’Estartit, Libro de Actas, reunión celebrada el 12-03-1974.81 Cofradía de L’Estartit, Libro de Actas, reunión celebrada el 25-04-1974.

82 Cofradía de L’Estartit, Libro de Actas, reunión celebrada el 1-03-1975.83 Cofradía de L’Estartit, Libro de Actas, reunión celebrada el 1-03-1975.84 Cofradía de L’Estartit, Libro de Actas, reunión celebrada el 23-04-1977. 85 Cofradía de L’Estartit, Libro de Actas, reunión celebrada el 20-10-1972.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 98

Page 101: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Nos atrevemos a inferir pues que, pocos años antes dela primera declaración de veda en torno a las Islas Me-das, existía en el pueblo un clima cordial entre los pes-cadores y diversos usuarios no profesionales de los re-cursos marinos. Además de una posición relativamente“dominante” por parte de los pescadores. En este climallegaron las primeras noticias sobre la creación del “Par-que submarino de reserva de las Islas Medas”. A esterespecto, en el Libro de Actas de la Cofradía, hay seña-lada en su página n.º 8, de fecha 17 de febrero de 1974,que tal día se celebró una reunión informativa sobre elanuncio realizado en la Televisión Española (T.V.E.) delproyectado “parque submarino de reserva de las IslasMedas”. Durante la misma, se acordó lo siguiente: “1.ºQue la zona afectada por el ‘parque’ sea tal y como sereseña en el adjunto plano que se remitió en su día alSr. Ballester, o sea que la zona comprenda solamentelo que en términos ‘marineros’ se llama el brut (que con-siste a partir de las últimas rocas existentes en el fon-do) y desde la cara norte, este-suroeste y sur, exceptola zona comprendida desde el sur, suroeste, noreste delas Islas Medas, o sea desde el Medellot hasta el CavallBernat por la parte oeste de las Islas, esta zona a unadistancia de 200 metros del brut. 2.º Que las embarca-ciones que se dedican a la pesca de ‘arrastre’ lo efec-túen desde la altura del río Ter, hasta cabo de Ultra, NOfaenen a una profundidad inferior a 100 metros. 3.º Quelas aguas procedentes de los ríos Ter y Daró, NO es-tán contaminadas al efecto de que nuestros producto-res puedan volver a la pesca de la ‘angula’. 4.º Que setenga en cuenta a la hora de la formación del ‘cuerpode vigilancia’ primeramente se tenga en cuenta si algún‘asociado’ previos los trámites legalizados pueda teneropción a entrar en este cuerpo”86.

En un momento en el que la colaboración entre lospescadores locales y los empresarios turísticos localesera muy estrecha, el anuncio fue recibido incluso conoptimismo y fue aprovechado para introducir otro ti-po de mejoras: “Acto seguido, toma la palabra el señorpatrón mayor, explicando el motivo de esta reunión,manifestando, el deseo de algunos ‘cofrades’ solici-tando, la constitución dentro del seno de esta Cofradía,de la Sección Recreativa Deportiva; (…) dado a la grandivulgación, por todos los medios informativos del

proyectado Parque submarino de Reserva de las IslasMedas, si el día de mañana, se pone a la práctica, di-cho ‘parque’ y contando que esta Cofradía desde unprincipio, puede disponer de sus propios ‘socios pro-tectores’ que ejerzan el deporte náutico, con ‘escafan-dra autónoma’ (…), además de poder supervisar y con-trolar e incluso vigilar, en el fondo del mar, el ‘ParqueSubmarino’ para darnos cuenta en su momento del mo-vimiento de la flora y fauna (ya que estos ‘socios pro-tectores’ son los únicos deportivos, científicos y huma-nitarios), creo que todas estas aportaciones o trabajosson dignos de ser aceptados, siendo esta la causa o mo-tivo, por los que tenemos que constituir y reglamentarla Sección Recreativa y Deportiva”87.

6. Buceadores, bañistas y turistas

de bajo coste

La diferenciación y especialización de L’Estartit comodestino de buceo, gracias al uso de las Islas Medas, hamarcado la evolución de numerosas empresas turísti-cas del pueblo. En líneas generales se ha producido unimportante desarrollo de empresas especializadas entodo tipo de actividades marinas (no solo el buceo),y ello ha favorecido el crecimiento del sector servi-cios en general. Ya sea como complemento o comoproducto estrella, el turismo de buceo posee una seriede ventajas sobre los productos tradicionales asociadosa la recreación en las playas. Principalmente porquepueden contribuir a la fidelización y distinción del des-tino, y a incrementar el gasto medio realizado por ca-da turista. Tal y como afirman los propios hoteleros,los turistas buceadores son muy atractivos puesto que,además del alojamiento, pagan por realizar diferentesactividades específicas: recibir cursos de formación,comprar material para la práctica del buceo, contratarexcursiones de buceo, etc. Además, la actividad del bu-ceo permite “desdoblar” el destino, ya que un mismovisitante puede acudir como turista de “sol y playa” ycomo buceador, en diferentes momentos del año.

En 1992, un estudio publicado en la revista TheEconomist Intelligence Unit 88 analizó el perfil de los

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

99

86 Extracto de la reunión recogido en una carta redactada a petición del CRIS,

firmado y sellado en la Cofradía de L’Estartit, por su secretario, a 1-10-1976.

Libro de Actas de la Cofradía de Pescadores de L’Estartit.

87 Cofradía de L’Estartit, Libro de Actas, reunión celebrada el 25-04-1974.88 Jenner, P. y Smith, C. (1992), The Mediterranean. The tourism Industry and

the Environment. Special Report, n.º 2.453. The Economist Intelligence

Unit, pág. 60-68 c.f. Mundet (1998: 293, 294).

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 99

Page 102: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

submarinistas que llegaban a L’Estartit para bucear enel Área Protegida –AP– de las Islas Medas, y desta-caba el alto poder adquisitivo de estos visitantes. Elestudio comparaba el tipo de alojamiento utilizadopor éstos, mayoritariamente el hotel, frente al turismomasa-chárter convencional, que se decantaba por losapartamentos (más del 50%) y los campings. En la mis-ma línea Ll. Mundet i Cerdan en su trabajo de 1998valoraba positivamente la llegada de submarinistas almunicipio, ya que estos eran visitantes de nivel ad-quisitivo medio-alto, el 80% eran repetidores, y per-manecían una media de 10-12 días. Además, el con-tacto entre clientes buceadores y los hoteleros delpueblo era directo, sin intermediarios, vía correo elec-trónico, ferias, contactos entre los clubes, etc. Este geó-grafo destacaba que L’Estartit, gracias a la proyeccióndel AP de las Islas Medas y al incremento del turismomarino, representaba una notable excepción en el con-texto de la Costa Brava alargando su temporada turís-tica 7 meses, “en lugar de los 3 que dura el sol y laplaya. (…). La presencia de un público (esencialmen-te submarinistas) fuera de la temporada clásica de soly playa garantiza el mantenimiento de un nivel de lademanda de alojamiento, que permite mantener enfuncionamiento una parte de las infraestructuras dealojamiento y restauración, y también un nivel de ac-tividad suficiente para atender otros segmentos de de-manda” (1998: 296-300). De todas maneras, al margende la importancia de la declaración del AP de las Is-las Medas, y de la intervención de las administracio-nes locales, no podemos olvidar que este núcleo sehalla en una región turística consolidada, en cuyaevolución y analizando sus características se com-prenden mejor algunos de los procesos que afec-tan al destino L’Estartit. Por encima de productos so-fisticados, el auténtico protagonista del crecimientoglobal del parque de alojamiento turístico en este li-toral son las viviendas de uso turístico (González,2001), en consonancia con otros tantos núcleos dellitoral gironí.

En la actualidad, la Costa Brava recibe a más de dosmillones de turistas al año89. Y si bien no tenemos da-tos fieles sobre el volumen exacto de los que se alo-jan en el núcleo de L’Estartit, podríamos hacernos unaidea tomando como indicador las 35.000 camas turís-ticas que existen en este pueblo de 1.500 habitantes,

según las estimaciones del Ayuntamiento de Torroellade Montgrí 90. Sobre estas habría que hacer notar quela mayoría corresponden a campings y apartamen-tos. Aunque todavía siguen en funcionamiento varioshoteles de los originariamente establecidos. Según elinforme Agenda 21 (2003), en el año 2000 solo las pla-zas de alojamiento correspondientes a apartamentosascendían a 25.000, representando el 62,9% del total91.Otro indicador, reflejo de la demanda turística (direc-ta e indirecta) existente, puede ser la cifra de pobla-ción estacional para el municipio, en términos de equi-valencia a tiempo completo anual (ETCA), que en 1998ascendía 6.717 personas y en 2003 a 10.861, según elInstituto de Estadística de Cataluña –IDESCAT, a partirde ahora92. La mayor parte de la población estacional seconcentra en el municipio durante unos pocos meses alaño para trabajar en empresas relacionadas con el sec-tor del turismo (Càtedra de Geografia i Pensament Te-rritorial y Universitat de Girona, 2003: 316, 317).

Según los informes elaborados por el GET93 de laUniversidad de Girona, a pesar de la importancia quetiene el pueblo como destino de buceo en el ámbitomediterráneo, los buceadores representan apenas en-tre el 10 y el 20% del volumen total de turistas que vi-sitan la zona (Mundet y Ribera, 2001). Además, a dife-rencia del relax o de la diversión promocionada para

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

100

89 Instituto Nacional de Estadística, 10-03-2006.

90 Esta cifra, como en el caso de anterior puede verse ampliamente supera-

da si tenemos en cuenta que, actualmente, la Costa Brava cuenta con

78.000 plazas hoteleras, y se configura como un litoral de segundas re-

sidencias y apartamentos (representan el 85% de su capacidad receptiva

estimada en 1.200.000 plazas). En esta zona se concentra la mitad de

las plazas de camping de toda Cataluña, 250.687 según datos del año

2001 (Oliveira, 2004: 7). 91 Fuente: informe Agenda 21, Ayuntamiento de Torroella de Montgrí-L’Estar-

tit, Diputación de Girona, Pla d’Acció Local per a la Sostenibilitat de Torro-

ella de Montgrí-L’Estartit. Elaborado por la Universidad de Girona y la Cá-

tedra de Geografía y Pensamiento Territorial de la UdG.92 El cálculo de la población estacional ofrecido por el IDESCAT se realiza

a partir de la información que proporcionan los censos de población, las

estadísticas sobre turismo, la oferta municipal de alojamiento y de casas

de colonias y los padrones municipales de habitantes. La información se

ofrece en una unidad de medida que tiene en cuenta el número de per-

sonas a tiempo completo durante todo el año, es decir, contando los

365 días. Esto significan las siglas ETCA: “Población equivalente a tiempo

completo al año”. Fuentes: INDESCAT, www.idescat.net a 23/03/2006 y

Agenda 21 (2003: 316).93 El Grupo de Estudios Turísticos de la Universidad de Girona lleva más de

veinte años trabajando en L’Estartit, en colaboración con el Patronato de

Turismo de L’Estartit. A ellos, y más concretamente a su director, Lluís Mun-

det i Cerdan (Dpto. de Geografía, Historia e Historia del Arte de la UdG),

nuestro agradecimiento por la colaboración dispensada en la realización

de este trabajo.

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 100

Page 103: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

bañistas y turistas de bajo coste que siguen llegandoa L’Estartit, el buceo, dentro de un mercado esencial-mente dinámico que comercializa emociones y pro-mesas de autenticidad, presenta al mar y al fondo ma-rino de las Islas Medas, aún hoy en día, cargados deatributos tales como la virginidad, posibilidad de des-cubrimiento y aventura, y exclusividad. Consolidadascomo un espacio “para el turismo”, las islas son ensal-zadas como “la última frontera por descubrir”, y a lavez accesible para grandes grupos de población y por

ello susceptibles de incorporarse a diferentes discur-sos sobre la identidad del destino. L’Estartit no ha de-jado de ser nunca un destino de sol y playa. Ha supe-rado, pero no evitado, algunas tendencias generalesdel destino Costa Brava. Y aun así, es capaz de man-tener una importante cota e imagen de mercado gra-cias a las islas convertidas en escenarios de activida-des marinas que se multiplican para mantener ciertascotas de rentabilidad turística.

Comercializado dentro del sistema turístico comoun subproducto enmarcado en el denominado turis-mo marino, el buceo actualmente responde a la bús-queda y demandas de segmentos de turistas en buscade “nuevas sensaciones”. Como producto turístico, enocasiones se encuentra y se ejerce de manera más cer-cana al turismo espacial que a otras fórmulas de “turis-mo de naturaleza”. Sus practicantes, los submarinistas,

El desarrollo del turismo en La Restinga y L’Estartit

101

31 a 45 = 56% 18 a 35 años = 49, 74%

Hombres = 80,6% Diferencias inapreciables

Sobre todo nacional, francés, belga Inglés

Sobre todo nacional, francés, belga Inglés

Submarinismo Acudir a la playa (90%)

Media de 12 días < 7 días = 39,29%; 7 a 14 días = 35,71%

80% formación elevada Sin datos

70% encuentra lo que esperaba Sin datos

>50% individualmente 47,17% emplea canales diferentes a los tradicionales

Submarinismo, otras actividades

de naturaleza y deporte

Submarinismo, otras actividades

de naturaleza y deporte

Turista submarinista (Mundet, 1998, 1999, 2004,

2005a, 2005b; Mundet y Ribera, 2001)

Turista que llega en vuelos de bajo coste (Mundet,

2004, 2005a, 2005b)

Tabla 15

Turistas submarinistas y usuarios de compañías de bajo coste94

Edad

Sexo

Nacionalidad

Formación/ Empleo

Motivaciones del viaje

Organización del viaje

Tipo de alojamiento

Actividad Principal/

Es en el destino

Duración de la estancia

Valoración de la estancia

Imagen 20. Buceadores regresando a puerto. Foto: la autora, año 2005.

94 Nótese que los turistas de origen inglés tienen un papel destacado cuan-

do se analizan las nacionalidades de los turistas que se trasladan emplean-

do líneas aéreas de bajo coste. Pero este dato está condicionado por la

ubicación de los puntos de origen de las conexiones aéreas. Por otro la-

do, el Patronato de Turismo Costa Brava-Pirineo de Girona, que llevó a ca-

bo el muestreo, solo contemplaba las posibilidades: a) Oficina de Turismo,

b) Agencia de Viajes, c) Internet, d) Directamente con el establecimiento,

e) Otras vías.

Fuente: elaboración propia a partir de los trabajos citados de Mundet i Cerdan (1998, 1999, 2004; 2005a, 2005b).

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 101

Page 104: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

gustosos de distinguirse de antiguos y coetáneos usua-rios de los mares y costas (como bañistas, cruceristasy tal vez en menor medida “surferos”), casan con losque E. Cohen ha denominado “turistas extremos” (2005:21): “individuos más sofisticados y persistentes quegastan una buena cantidad de dinero y de tiempo encomprar el equipamiento necesario y en entrenarsey planear sus excursiones en los márgenes más inhós-pitos del sistema turístico. En algunos sentidos, se pa-recen a los exploradores del pasado aunque buscanmás experiencias que conocimiento”. Si bien como ve-remos en próximos capítulos, en el caso de L’Estartit,en su posterior desarrollo, el destino y producto de tu-rismo de buceo pueden adoptar patrones muy cerca-

nos a los tradicionales de turismo masa-chárter, aso-ciados a la oferta de “sol y playa”, de los que se ha pre-tendido diferenciar gracias a la promoción del buceoprecisamente (De la Cruz Modino y Santana Talave-ra, 2008; Shaalan, 2005; Van Treeck & Schuhmacher,1998). Por lo pronto, nos interesa destacar en la an-terior tabla, algunas de las diferencias entre tres seg-mentos de la demanda efectiva del destino. Compa-rando el perfil del “turista tipo” con los datos obtenidosde los submarinistas y de los visitantes que empleanlas líneas aéreas de bajo coste, podríamos destacar al-gunas variaciones, las cuales están recogidas en elinforme “Escenarios de Futuro…” (Mundet, 1999, 2004,2005a, 2005b).

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

102

03.Proteger desde las Culturas (Capitulo 3) 15/5/12 20:51 Página 102

Page 105: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Tal y como Davy y Breton hacen notar al inicio de suobra Manejo de Recursos Costeros en el Gran Caribe(2006), los grupos de población más dependientes ysensibles al deterioro de los recursos naturales han cons-tituido el centro de atención y han sido el objeto depreocupaciones y esfuerzos en torno al manejo cos-tero. Buena parte de esos esfuerzos fueron iniciadosa nivel internacional en la segunda mitad del siglo XX,y han sido ratificados en una variedad de cumbres in-ternacionales relacionadas con el desarrollo sostenible(Breton, 2006: 1). Trabajando en esta línea, las tres re-servas marinas creadas en el Archipiélago Canario sehan proyectado el sobre nombre de “Reservas Marinasde Interés Pesquero” –RMIP– y en ellas “el objetivo prin-cipal es la sostenibilidad de las pesquerías artesanales”(Revenga Martínez, 2001: 101).

En La Restinga, el efecto de la reserva se ha he-cho notar especialmente en especies herbívoras ba-jas en la cadena trófica, como la vieja. La mayoría delos estudios realizados coinciden en afirmar que es-ta especie presenta una mayor abundancia y bioma-sa dentro del área protegida, y desde que la reser-va fuera creada (Brito, Barquín et al., 1995; Brito,Braun et al., 1998; Brito y Dorta, 1998; Brito Hernán-dez, 1991; Franquet y Brito Hernández, 1995; González

Pérez, 1991; Martín-Sosa, Brito et al., 2001). Otras es-pecies como el abade, la cabrilla o el sargo, tambiénpresentan mayores abundancias y biomasas dentrode la RM cuando su situación es comparada con áreasdesprotegidas o con respecto a la situación consta-tada antes del establecimiento de aquella (Planes etal., 2006: 90). Igualmente, la lapa, otra especie de in-terés comercial en La Restinga, muestra mayores va-lores en la abundancia, biomasa y tallas medias enel interior de las diferentes zonas de la reserva, conrespecto a las áreas desprotegidas. Solo unas pocaszonas ajenas a la protección presentan valores simi-lares, pero generalmente se trata de áreas de difícilacceso (Planes et al., 2006: 90). Por otro lado, en es-ta RMIP se ha detectado un incremento en el núme-ro de especies tropicales que pueden ser observa-das. Algunas de ellas tienen interés comercial comoel gallo, y se ha identificado poblaciones estables porel momento. Muy probablemente el incremento dela fauna marina tropical esté relacionado con cam-bios en las condiciones del medio ambiente mari-no en general, pero es razonable pensar que la pre-sencia de esas especies puede estar parcialmentefacilitada por las medidas de protección (Planes etal., 2006: 89-91).

103

Capítulo 4

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 103

Page 106: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

1. Características generales de los barcos

y de las unidades productivas

Diez años después de la creación de la RMIP, en LaRestinga, hallamos 4 embarcaciones de más de 9 me-tros de eslora trabajando en torno a la cooperativa Pes-carestinga, y una quinta embarcación de más de 9 me-tros (que no pertenece a ésta) pero que se halla a laespera de ser desguazada. Todos esos accederán a laRMIP en algún momento del año. En ocasiones, otraembarcación se puede incorporar a este puerto, conpatrones y marineros locales, pero solo de manera tem-poral, para trabajar durante la zafra del atún. Segúnlas estimaciones realizadas por los propios pescado-res, el valor medio de una embarcación de este tipo(de segunda mano) es de 63.000 €; los costes anua-les de reparación y mantenimiento, inluyendo sus ar-tes, se sitúan en torno a los 3.500 € en condicionesnormales, aunque pueden incrementarse hasta los7.000. A esos costes semivariables se añade el com-bustible, que se incrementa ostensiblemente durantela época de la zafra. Según los datos recogidos duran-te el proyecto EMPAFISH, el coste en combustible as-cendía en el 2005 a unos 40 € de media por viaje, y seelevaba aproximadamente hasta los 12.000 € al año,considerando una media de 300 días reales de pesca,a excepción de los barcos que eran únicamente em-pleados durante el desarrollo de la zafra, lo cual su-pone entre 30 y 60 días reales de pesca. El pago delos seguros y cotizaciones a la Seguridad Social de lostripulantes, constituía prácticamente el mayor coste fijo

al que debían de hacer frente los armadores. La ma-yoría de estas embarcaciones trabajan con carnada vi-va que es capturada por la propia tripulación. Si biensu obtención no supone un desembolso económicodirecto, tal práctica podía incrementar el gasto realiza-do en combustible a final de año. Los barcos mayoresde 9 metros pueden viajar entre las islas, pero ningu-no de los detectados en 2005 solía alejarse a más de 3millas de distancia de la costa. Las jornadas de pescano sobrepasaban las 12 horas, siendo generalmente deentre 8 y 10 horas.

En La Restinga localizamos otras embarcaciones deentre 7 y 8,90 metros, cuyo uso puede variar entre unasunidades productivas y otras. El valor de una embar-cación de las de este grupo (de segunda mano) esde 21.000 €, según las valoraciones de sus propieta-rios. En líneas generales el coste más importante quedeben afrontar estos armadores es el pago del fuel:7.500 € al año aproximadamente, considerando 300días reales de pesca. Estas embarcaciones trabajan pordebajo de las 3 millas de distancia de la costa, y la du-ración media de la jornada de pesca es de 8 y 10 ho-ras. Los costes relacionados con el mantenimiento deestos barcos y sus artes resultaron ser muy desiguales,como resultado de las diferentes estrategias pesquerasque las distintas unidades productivas llevan a cabo.Podían variar de los 1.000 € a más de 3.000 € al año.En este segundo grupo de embarcaciones, de entre 7y 8,90 metros, hallamos tanto a pescadores que acu-dían a pescar al alto95, como a pescadores que se que-daban en la orilla. Pescadores que empleaban el ca-rrete eléctrico, los tambores de morenas y/o las nasas

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

104

Gráfico 3

Biomasa de Sparisoma cretense en el área de RM

de La Restinga antes y después de su creación

Fuente: Pascual Fernández et al. 2007.

5000

4000

3000

2000

1000

IR RUZ TUZ H-E H-SW

Antes

Después

Gráfico 4

Aparición de especies tropicales en la RM Punta

de La Restinga-Mar de Las Calmas

Fuente: Pascual Fernández et al. 2007.

125

100

75

50

25

01994 1997 1998 2001 2004

Otra

Tropical

me

ro d

e e

spe

cie

s

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 104

Page 107: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

para camarón, o pescadores que utilizan simplemen-te la liña y el puyón. Encontramos también a un grannúmero de pescadores que compraban carnada, pa-ra los tambores de morenas y para las diversas pescasdel alto. Algunos asumían además costes de hielo, es-pecialmente las dos unidades productivas especializa-das en la pesca del camarón (las cuales no estaban re-lacionadas con la cooperativa). Mientras que otroscapturaban su propia carnada, actuando como los bar-cos de mayor eslora mencionados anteriormente.

El tercer tipo de embarcación localizado en estepuerto, son barcos que no alcanzan los 7 metros de es-lora y poseen un valor en el mercado bastante más re-ducido, unos 12.200 € de media. Se trata de los barcosque menos costes asumen en gasolina, puesto que seemplean para diversas pescas de orilla y, en ocasiones,alguno sale a la mar solo de manera temporal. El cos-te medio por viaje era de 18 €. Algunos faenan en tor-no a los 100 días al año o incluso menos. Los costes demantenimiento y reparación, al igual que en el grupoanterior, podían variar mucho, entre 700 € y 2.500 €,debido no tanto a la diversidad de pescas realizadascomo al rendimiento anual del barco medido en tiem-po en la mar. La mayoría de estas embarcaciones seemplean para pescar viejas a puyón y petos con la va-ra. Algunos de éstos se quedarán prácticamente en loslímites de la RMIP, practicando la pesca de borde.

En general, los pescadores no asumen costes de co-mercialización, salvo el porcentaje que toma Pescares-tinga por kilo desembarcado, en el caso de sus miem-bros. Los pescadores no pagan por el uso del puerto

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

105Imagen 21. Barcos de más de 9 metros de eslora en el puerto-refugio pesquero de La Restinga. Foto: la autora, año 2006.

95 La legislación canaria define exactamente qué se entiende por “pesca de

alto” y frena el uso de artes tales como los trasmallos o los palangres. Se-

gún se recoge en la regulación canaria: “Se entiende por ‘pesca de alto’,

la utilización de un aparejo (liña o amaño) que desciende verticalmente

desde la embarcación hasta una cota situada entre 400 y 700 metros de

profundidad, portando en su extremo un número de anzuelos no superior

a veinticinco unidades; el aparejo, que no se podrá utilizar más de una uni-

dad por pescador enrolado en la respectiva embarcación, puede ser ac-

cionado manualmente o por medio de carrete manual o eléctrico” (Decre-

to 90/1997, de 9 de junio, en www.gobcan.es/boc/1997/084/001.html)

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 105

Page 108: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

106Imagen 22. Imagen de barco de entre 7 y 8,90 metros de eslora. Foto: José Pascual Fernández, año 2005.

Imagen 23. Ejemplo de barco de menos de 7 metros de eslora y pescadores pescando a puyón. Foto: la autora, año 2005.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 106

Page 109: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

ni por las instalaciones requeridas cotidianamente; noal menos durante los años en los que el puerto care-cía de pantalanes. No sucede lo mismo con las grúasde varado de barcos, con las máquinas de limpieza,etc., empelados para la reparación y mantenimientode las naves. Por último, los costes de la manutencióna bordo son mínimos, ya que la mayor parte de lospescadores regresan a casa a media tarde, o a la ho-ra del almuerzo. Solo unos pocos pescadores que vanal alto, pescan durante la tarde, pero partiendo tras elmediodía. En líneas generales, aún manteniendo lasdistancias entre pescadores que poseen embarcacio-nes de más de 9 metros y los que faenan regularmen-te en barcos de menos de 7, entre los pescadores quepertenecen a la cooperativa y los que no, y los pesca-dores que van al alto y los que se quedan en la ori-lla, podríamos afirmar que el capital comprometido deen la actividad es relativamente bajo en La Restinga.

Sobre las formas de organizar la fuerza de trabajo ylos medios productivos, apuntaremos inicialmente queen esta población es tan común que una misma unidadproductiva posea más de una embarcación como que unmismo hombre forme parte de más de una unidad pro-ductiva, ya sea como armador, patrón, marinero o miem-bro de la cooperativa. En La Restinga, los pescadores handesarrollado una estrategia de pescar en grupo, transfi-riendo, importando y exportando medios materiales yfuerza de trabajo de unos barcos a otros. Esta estrategiase inició como respuesta a la situación descrita en 1989y que dio origen a Pescarestinga. Pero al margen de lazafra e incluso de la cooperativa, algunos pescadorescontinúan pescando agrupados, formando diferentes uni-dades productivas temporales, estables u ocasionales, alo largo del año. Entre los años 2003 y 2007, por ejem-plo, sobre el conjunto de la flota hemos contabilizado22 unidades productivas trabajando de manera estable.Temporalmente podríamos hablar de 4 más en el Marde Las Calmas. Y ocasionalmente identificamos a otras4 unidades productivas, que surgen de manera muy pun-tual. De otro lado, cuando es temporada de zafra,Pescarestinga operará como una unidad productiva más,por lo que, considerando a sus socios, solo podemos ha-blar de transferencia de medios materiales y fuerza de tra-bajo dentro de la unidad, durante este período concretodel año.

Atendiendo al núcleo estable de cada una de las uni-dades productivas estudiadas, hallamos que aquellas cu-yos miembros tienen relaciones de parentesco de pri-mer orden entre sí (padres-hijos, hermanos-hermanos yun matrimonio) ascienden a 13, de las cuales 7 se rela-

cionan con la cooperativa. Las relaciones de parentescode primer orden se concentran principalmente en tornoa las unidades productivas que poseen barcos de másde 9 metros. Este rasgo está presente en otras poblacio-nes de pescadores litorales de Canarias (Pascual Fernán-dez, 1991b: 201 y ss.). Tal y como ha detallado PascualFernández, en poblaciones centradas en pescas demer-sales, que necesitan embarcaciones y motores peque-ños, es relativamente fácil acceder a una embarcaciónincluso para los pescadores más jóvenes. Mientras quela adquisición de barcos grandes suele requerir de launión de varias unidades domésticas relacionadas porparentesco cercano entre sí (Pascual Fernández, 1991b:136,137). El parentesco de segundo orden (tíos-sobri-nos, primos-primos), no se halla tan presente en la com-posición de las unidades productivas estables, pero apa-rece en determinadas estrategias de importación yexportación de fuerza de trabajo y medios de pro-ducción, y en la composición y organización de Pesca-restinga; tal y como se muestra en la ilustración.

Hemos de advertir que en la ilustración elaboradaconsideramos únicamente a los armadores de los bar-cos que pescan con regularidad durante todo el año.Por otro lado, son numerosas las relaciones de paren-tesco de segundo orden y tercer orden y siguientes,que existen entre todos los miembros de la coopera-tiva en general.

Dentro de la cooperativa, la unidad productiva cuyospescadores “se mueven menos”, son los más alejados en

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

107

Ilustración 3

Ejemplo de relaciones de parentesco y organización

del trabajo entre unidades productivas

Fuente: Elaboración propia.

Barcos de más de 10 m que se ponen a disposición de la cooperativa

Barcos de menos de 10 m de eslora

cuyos armadores pertenecen a la cooperativa

Parentesco de 1º orden: padre-hijo / hermano-hermano

Parentesco de 2º orden: tío-sobrino / primo-primo

Parentesco de 1º orden y siguientes

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 107

Page 110: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

términos de parentesco con respecto a los restantesmiembros, y que en cambio mantienen relaciones de pa-rentesco de primer orden entre sí. Esta es la unidad pro-ductiva, que hemos señalado en color rojo en la ilustra-ción. Aquella trabaja durante todo el año tal y como lohace Pescarestinga mientras dure la zafra: aunando hom-bres, barcos y medios productivos, y estableciendo unmismo sistema de asunción de costes y beneficios. Delconjunto de las que forman parte de la cooperativa, con-sideramos a ésta como la más autosuficiente y la mejoradaptada. Hace frente a las diferentes pesquerías a lo lar-go del año sin necesidad de importar o exportar capitalhumano, tecnológico o económico, permaneciendo siem-pre todos los costes y beneficios derivados de la activi-dad pesquera en su interior. Todos sus miembros son ar-madores repartiéndose entre los diferentes barcos.

De resto, veremos a casi todos los pescadores lo-cales “viajar” de un barco a otro, formando unidadesproductivas más o menos estables, atendiendo a:

– La necesidad de fuerza de trabajo medida en re-lación con las estrategias de pesca que puedanser emprendidas.

– Las relaciones de parentesco y la disponibilidado no de fuerza de trabajo en el seno familiar.

– La disponibilidad de mano de obra con posibili-dades pesqueras limitadas, al igual que un mer-cado de trabajo limitado al que poder integrarse.

– La vinculación de propiedad que puedan tenercon los medios de producción.

– El sistema de comercialización y distribución decostes y beneficios aplicado; ya que no todos lospescadores de La Restinga forman parte de la co-operativa.

Rara vez encontraremos a dos pescadores profesio-nales, uno perteneciente a la cooperativa y el otro ajenoa ella, pescando juntos. Solo hallamos un caso en el quedos pescadores de estas características salieron a pescarjuntos durante un verano. Pero se trataba de dos hom-bres jóvenes que no pertenecían a familias de pescado-res locales, y que no estuvieron presentes durante la cons-titución de Pescarestinga y su posterior escisión.

2. Evolución de la flota, perfil de

los pescadores y estrategias adaptativas

En el Decreto 30/1996, de 16 de febrero, por el quese estableció la Reserva Marina de Interés Pesquero

en la isla de El Hierro, en el entorno de la Punta deLa Restinga, Mar de Las Calmas, se especificó que la Con-sejería de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Comu-nidad Autónoma de Canarias elaboraría, a través de laViceconsejería de Pesca, el censo de las embarcacionesautorizadas a ejercer la pesca en el ámbito de la RMIP.

El primer censo publicado mediante la Orden de14 de octubre de 1998, contenía a todos los barcos per-tenecientes a los armadores de la Cofradía de NuestraSeñora de los Reyes, aunque algunos de ellos no ejer-cen la pesca profesional con regularidad, y a pesar deque algunas de estas embarcaciones trabajan en otraszonas de la isla como El Golfo, en Frontera, o tienenpuerto base en Valverde. Estos últimos barcos perte-necen a pescadores no naturales de La Restinga, y novan a ir al Mar de Las Calmas ni a la RMIP; aunquese hallan inscritos en su Cofradía por ser ésta la únicade la isla. Entre los años 1998 y 2007 han figurado ins-critos y autorizados a faenar en la RMIP, en algún mo-mento, hasta 51 embarcaciones diferentes. En 1998, laflota con base en La Restinga sumaba un total de 134,96TRB, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pes-ca y Alimentación –actualmente Ministerio de MedioAmbiente, Medio Rural y Marino, MARM–. El 37,8% dela flota estaba constituida por barcos de menos de 6metros de eslora, un 35,5% correspondía a barcos deentre 6 y 8 metros de eslora, el 11,1% de los barcoscontaban entre 8 y 10 metros, y solo el 15,5% corres-pondía a embarcaciones de más de 10 metros. En losaños 2001, 2004 y 2007 ese censo se actualiza con cier-tas modificaciones, descendiendo desde los 45 barcosreflejados en el primer censo de 1998 a 41 censadosen enero de 2007. Entre el 2004 y el 2007, y a diferen-cia de lo sucedido en años anteriores, ningún barconuevo se incorporó oficialmente a la flota con base enLa Restinga. Sabemos que algunos pescadores profe-sionales han dejado de pescar entre un año y otro, vol-viendo al oficio al cabo de unos años. También quealgunos pescadores se han jubilado, con lo que la com-posición de las unidades productivas señaladas ha po-dido variar.

De la manera que sea, recordamos que en este ca-so, ningún pescador parece dispuesto a perder la po-sibilidad de faenar en algún momento dentro de laRMIP. Aunque muchos acudan solo puntualmente, nin-guno aceptaría renunciar al uso de un entorno conce-bido como “propio”. Todos tienen un fuerte sentimien-to de apropiación tanto por el espacio de pesca, comopor la figura de la reserva misma, comprendida co-mo algo que “hicieron los pescadores”.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

108

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 108

Page 111: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En el 2007, el número de embarcaciones que po-drían acudir a pescar a la RM era de 41. Sin embar-go, la cifra de barcos que trabajan con regularidad esde 31.

Las embarcaciones señaladas con dos asteriscos,aunque figuran en los censos de la reserva, lo hacenen situación de baja provisional en el censo de la flo-ta pesquera operativa, tal y como se recoge en el BOEnúm. 19 de lunes 22-1-2001 y en el BOE núm. 297, demiércoles 12-12-2001.

Cuando en 1995 los pescadores votan la creaciónde la RMIP, 40 cofrades, de los 49 existentes con de-recho a voto en la Cofradía, firmaron un documentobajo las siguientes palabras: “Los abajo firmantes miem-bros de pleno derecho de la Cofradía de pescadoresNuestra Señora de los Reyes, apoyamos la creación dela reserva del Mar de Las Calmas, que abarcaría desdela Punta Restinga hasta el final de la Playa de Tifirabe,como garantía para nuestro sector”. De este año care-cemos de datos sobre el número de pescadores pro-fesionales que estaban trabajando en el mar activa-mente durante todo el año. Según informes de laUniversidad de La Laguna, en 1995 se contabilizaron62 embarcaciones en este puerto (Brito; Barquín et al.,1995: 10).

En el año 2000, siguiendo los datos de C. Dorta Pi-ñero (2003 [Sin Publicar]), en La Restinga vivían un

total de 46 pescadores en activo, y otros 13 que esta-ban jubilados. La gran mayoría eran armadores de al-gún barco. La edad media era de 38,44 años, la míni-ma de 18 y la máxima de 65 años. Los 46 pescadoresen activo se agrupaban en 21 unidades productivas.También en el año 2000 había numerosos trabajado-res en La Restinga que de alguna manera se relacio-nan con la actividad pesquera: el patrón mayor de laCofradía, aunque no se dedicara activamente a la pes-ca profesional; 4 vigilantes contratados para realizar elseguimiento de la RMIP y otros empleados en organis-mos tales como el Servicio de Inspección Pesquera, al-gunos de los cuales eran, previamente a la creaciónde la reserva, pescadores (y alguno aún se encuentraadscrito a la Cofradía como armador); y 7 empleadospermanentes de las dos empresas comercializadorasde pescado localizadas en el pueblo, 2 de los cualestambién figuran como cofrades.

En los años 2004 y el 2005, en las listas de la Co-fradía figuran 58 armadores y 6 marineros. Sin embar-go en La Restinga solo ejercen la pesca profesional conasiduidad 36 hombres y una mujer. Hay 4 marinerosde la lista de la Cofradía trabajado activamente, a losque habría que sumar 3 que no figura en ellas peroque pueden sumarse temporalmente. La edad mediaes de 44 años en el 2004; manteniéndose estable, conalguna jubilación e incorporaciones, desde entonces.

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

109

Gráfico 5

Diferencias entre los barcos censados

y los que faenan con regularidad en la reserva

Fuente: elaboración propia a partir de los BOC y en los BOE citados, el cen-

so de la flota pesquera detallada en la página web del MAPA –ahora MARM–,

el trabajo de campo realizado durante el proyecto “Reservas Marinas y

Poblaciones de Pescadores Litorales. Impactos y estrategias para un

desarrollo sostenible” REN 2001/3350 MAR, y los datos ofrecidos por de la

Cofradía Nuestra Señora de los Reyes de La Restinga, El Hierro durante

los años 2003, 2004, 2005 y 2006.

25,00

20,00

15,00

10,00

5,00

0,00

3-4,90m 5-6,90m 7-8,90m 9-10,90m 11-12,90m 13-14,90m

Censo R.M.I.P. 2007

Trabajan regularmente

Gráfico 6

Edad media de los pescadores en el año 2004

24,39%

25%

12,19%

12%

17,07%

18%

29,26%

30%

entre 31-40 años

entre 41-50 añosentre 51-60 años

entre 61-70 años

entre 24-30 años

14,63%

15%

Fuente: Listas de armadores y marineros de la Cofradía Nuestra Señora de

los Reyes de La Restinga, julio de 2004.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 109

Page 112: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

110

Balares 11,65 X X X X X

Carmen 7 X X X

Cejas 5,3 X X X X X

Charly 5,5 X X X X X

Dos Hermanos 6,2 Barco inactivo desde 2002

Barco inactivo desde 2003

X X X X X

El Mariel 8,7 X X X

Elio Primero 8,7 X X X X X

Estrella del Este 5 X X X X X

Fanny 10,5 X X X X X

Faraón 5,6 X X X X X

Gonzalo 5,5 X X X X X

Isbando 6,4 X X X X X

Jaime 6 X X X X X

Javi 7,2 X X X X X

Jesús 9 X X X X X

Juan José 8 Barco inactivo desde 2003 X X X X X

Jurel 3,95 Actividad muy irregular X X X X X

Lele 5,8 X X X X X

León 7,15 X X X X X

Mabel ** 5,46 X X

Manolo II 6 Barco inactivo desde 2003 X X X X X

María 7 X X X X X

María del Carmen 6 X X X X X

Maribel 5,35 Barco inactivo desde 2003 X X X X X

Montecristo** 9,42 X X X

Niño de Marchena 13,5 X X

N.º 30 6,79 X X X X X

N.º 34 6,85 X X X X

N.º 47 10,5 X X X

Embarcación Eslora (m) Actividad Censo 1998 Censo 2001a Censo 2001b Censo 2004 Censo 2007

Tabla 16

Embarcaciones censadas en la reserva marina96

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 110

Page 113: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

111

Fuente: elaboración propia a partir de los datos oficiales publicados en los BOC y en los BOE citados, el censo de la flota pesquera detallada por el Minis-

terio de Agricultura, Pesca y Alimentación –ahora MARM–, C. Dorta Piñero (2001[Sin Publicar]), el trabajo de campo realizado durante el desarrollo del pro-

yecto “Reservas Marinas y Poblaciones de Pescadores Litorales. Impactos y estrategias para un desarrollo sostenible” REN 2001/3350 MAR, y los datos ofre-

cidos por de la Cofradía Nuestra Señora de los Reyes de La Restinga, El Hierro durante los años 2003, 2004, 2005 y 2006.

Omar 6,1 X X X X X

Pez Verde 10,6 X X X X X

Piloto 6,2 X X X X X

Pinar 5,9 X X X X X

Restinga 11,25

Actividad muy irregular

Llega después de 1996

Barco inactivo

desde 2001

Barco inactivo desde 2000

X X X X X

Salvador 5,8 X X X X X

San José 7 X X X X X

San Miguel II 10,23 X X X X X

Saturno 6,95 X X

Sirius 5,35 X X X

Taibique 5,12 X X X X X

Teófila 4,3 X X X X X

Tres Hermanos 5,15 X X X X X

Valito 5,85 X X X X X

Veterano 6,03

Barco inactivo desde 1995

Llega después de 1996

Llega después de 1996

Llega después de 1996

Llega después de 1996

Llega después de 1996

Llega después de 1996

Barcos que desaparecen del censo de embarcaciones autorizadas a faenar en la R.M.I.P. de 1998 a 2007

Barcos cuya actividad cesa temporal o definitivamente, aunque sigan figurando en las listas de embarcaciones autorizadas a faenar en la R.M.I.P.

Barcos que se incorporan entre 1998-2001 reflejados en el censo 2001 a

Barcos que se incorporan durante el 2001 reflejados en el censo 2001 b

Barcos que se incorporan entre 2002-2004 reflejados en el censo de 2004

X X X X X

Vicente 5,35

Actividad muy irregular

X X X X X

Kumbayah 8,1 X X X X

N.º 48 10,5 X X X X

Pami 7,22 X

Valle Gran Rey 11,2 X X X

Afortunado 6,69 X X X

Pedro Miguel 8,38 X X X

Embarcación Eslora (m) Actividad Censo 1998 Censo 2001a Censo 2001b Censo 2004 Censo 2007

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 111

Page 114: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En conjunto, los pescadores se hallan agrupados en elsegmento entre los 31 y los 50 años. Podemos afirmarque se trata de un grupo relativamente joven.

En este núcleo pesquero, desde que se creó la RMIPse ha ido produciendo un proceso de optimización dela flota en su conjunto. Dicho proceso ha estado mar-cado por los acuerdos adoptados y las estrategias em-prendidas por los pescadores locales, bien en tornoa la cooperativa, en torno a la Cofradía, o frente a lareserva. Desde 1996, se han ido desguazando o handejado de trabajar numerosas embarcaciones menoresde 7 metros, y parte de las que tenían más de 9 me-tros de eslora. Sobre otras islas Canarias, investigado-res como J. J. Pascual Fernández y A. Galván Tudela,han descrito cómo muchas unidades productivas hantenido que renunciar a los barcos grandes debido alos mayores costos de explotación que conllevan, a lanecesidad de rentabilizar un capital invertido conside-rable, a la escasez de fuerza de trabajo y a la alta de-pendencia sobre las especies pelágicas (Galván Tude-la y Pascual Fernández, 1989). Estas últimas, ademásde cierta variabilidad en su afluencia, en ocasiones pre-sentan problemas de comercialización, almacenamien-to y distribución, con los que no cuentan otras espe-cies bentónicas o demersales. En este sentido, laexistencia de la cooperativa favorece la rentabilidadde la zafra para los barcos grandes, ya que el sistemaimplantado divide las ganancias a partes iguales entrehombres y barcos por días de trabajo. Mientras, los cos-tes de producción, incluidos los de almacenamiento,

son asumidos por la cooperativa, y se les hace frentecon las ganancias obtenidas por la venta del pescadoque todos los miembros desembarcan y entregan aaquella, tanto de atún como de otras especies captu-radas durante todo el año.

La consideración del entorno, la disponibilidad defuerza de trabajo, la estructura de comercialización em-pleada y los medios de producción de los que dispo-nen los pescadores así como el conocimiento del me-dio, son elementos claves para comprender cómo sedesenvolverán las estrategias emprendidas por cadaunidad productiva. Por otro lado, la situación de lasunidades domésticas y la diversificación o no de susingresos también condicionará el comportamiento delos profesionales, optando por la intensificación o ladiversificación. Siguiendo el análisis realizado por J. J.Pascual Fernández (1991b: 145-154) hablamos de in-tensificación cuando existe un compromiso de inver-sión elevado con una técnica o varias compatibles en-tre sí. En La Restinga, debido al carácter temporal demuchas pesquerías, hablaremos únicamente de estra-tegias más o menos intensificadoras; mirando hacia lospescadores que emplean los tambores para morenas,las nasas de camarón, la salemera con capturas paracomercialización (tan solo hay una con autorizacióny que trabaja por fuera de la RMIP), y el arganeo o elcarrete eléctrico. Las unidades productivas que no em-plean ninguna de esas (con la salvedad de la red sa-lemera utilizada para la captura de carnada) podráncombinar, incluso a lo largo de una misma jornada depesca, diversas artes de liña y de superficie, como lavara y la caña. El coste aparejado a las anteriores téc-nicas es muy superior, así como el nivel de conocimien-to requerido, mientras que los requisitos de las op-ciones diversificadoras son bajos y pueden serabandonados por otra actividad sin un costo excesivo.

Otro elemento de importancia que hemos de te-ner presente a la hora de comprender cómo se arti-culan las estrategias de estos pescadores son las carac-terísticas del ecosistema herreño, y el desarrollo detécnicas especialmente adaptadas a este entorno comoel puyón. Las reducidas dimensiones de la plataformacostera, junto con la localización de un buen númerode especies de interés pesquero, en una estrecha fran-ja donde las condiciones climáticas favorecen el traba-jo continuado tanto a bordo como inmersos en el agua,han favorecido la diversificación de las técnicas de pes-ca utilizadas incluso al mismo tiempo, pudiendo lospescadores actuar sobre un buen número de espe-cies objetivo en una misma área y jornada de trabajo.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

112

96 Nótese que en el año 2001 se corrige el censo de embarcaciones auto-

rizadas a faenar en el entorno de la reserva marina. Fuentes: Orden 14 de

octubre de 1998, por la que se hace público el censo de las embarcacio-

nes autorizadas a ejercer la pesca marítima profesional en la R.M.I.P.

Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas (isla de El Hierro). Boletín Ofi-

cial de Canarias, 1998/153 de lunes 07-12-1998. Pág. 1.802. Resolución

de 26 de diciembre de 2000 de la SGPM, por la que se actualiza el cen-

so de embarcaciones autorizadas a ejercer la pesca marítima profesio-

nal en la R.M.I.P. Punta de la Restinga-Mar de Las Calmas (isla de El Hie-

rro). Boletín Oficial del Estado núm. 19 de lunes 22-01-2001. Pág. 2.581.

Resolución de 19 de noviembre de 2001, de la SGPM, por la que se actua-

liza el censo de embarcaciones autorizadas a ejercer la pesca marítima

profesional en la R.M.I.P. Punta de la Restinga-Mar de Las Calmas (isla de

El Hierro). Boletín Oficial del Estado núm. 297 de miércoles 12-12-2001. Pág.

46.755. Datos cedidos por la Secretaría General de Pesca Marítima –ac-

tualmente Secretaría General del Mar, SEGEMAR– y la Cofradía de Pesca-

dores Nuestra Señora de los Reyes de La Restinga. Resolución de 9 de

enero de 2007 de la Secretaría General de Pesca Marítima, por la que

se actualiza el censo de embarcaciones autorizadas a ejercer la pesca

profesional en la reserva marina del entorno de la Punta de La Restinga-

Mar de Las Calmas (isla de El Hiero). B.O.E. núm. 17, de 19 de enero de 2007.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 112

Page 115: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

113Imagen 24. Pescando morenas con tambores. Foto: José J. Pascual Fernández, año 2005.

Imagen 25. Pescando túnidos con la caña. Foto: la autora, año 2006.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 113

Page 116: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

El desarrollo de la técnica del puyón, en este contextoha sido clave; tal y como la aparición del buceo en elpueblo, ya que los pescadores van a acceder a los “tra-jes de agua” (de neopreno) gracias a su desarrollo. Conlos trajes de neopreno pueden ganar tiempo en el aguay confort, gracias a la protección frente a la hipoter-mia y la insolación, y a la flotabilidad que aportan.

La evolución de la flota también ha estado marca-da por la combinación o alternancia de diversas es-pecies objetivo, que tras la creación de la reserva y conel desarrollo del turismo han podido variar. Las viejasy las morenas son especies objetivo en el área de RMIP.La pesca de la vieja mediante la técnica del puyón seha convertido en una de las principales de todas lasdesarrolladas en la reserva. Debido a su abundancia,precio y a las especiales condiciones en que se lleva acabo su captura, esta especie ha incrementado su re-levancia para un buen número de unidades producti-vas. A diferencia de otras especies como el peto, porejemplo, cuyo volumen de descargas puede llegar a sermuy similar al de las viejas, el precio de estas últimasse ha mantenido muy estable a lo largo de los últi-mos 10 años, gracias a la gran demanda de pescadoblanco que existe en todo el archipiélago; en buenaparte vinculada al desarrollo del sector de la restaura-ción-turismo. La captura de morenas, especialmente demorena negra o moreno con tambores, al igual que enel caso de las viejas, se realiza mayoritariamente en lasáreas afectadas por la reserva. Aunque a diferencia delpuyón y de la vara para los petos, los tambores son em-pleados por un menor número de unidades producti-vas, fundamentalmente por aquellas que cuentan conlos pescadores más ancianos del pueblo.

Las pesquerías caracterizadas por el uso de carna-da viva y aparejos de liña, que tienen como especiesobjetivo las localizadas tanto en el litoral costero co-mo entre aguas, han ido adquiriendo una gran impor-tancia a lo largo de las últimas décadas. A lo largo delaño, un buen número de ellas se desarrollan sobre es-pecies tales como los gallos (Canthidermis sufflamen),los abades (Mycteroperca fusca), las cabrillas (Serra-nus atricauda), los jureles (Pseudocaranx dentex) olos medregales (Seriola ssp.). Pero su incidencia es muydiferente de unas unidades productivas a otras, y va-ría también de una temporada o año a otro, en fun-ción del desarrollo de las anteriores pesquerías y dela zafra. El peto, capturado tanto con la vara comocon la currica, se mantiene como una especie de cier-ta importancia, aunque algunos años haya contado conproblemas de comercialización.

Los pescadores de La Restinga, en líneas generales,van a percibir rendimientos por el trabajo realizado enmás de un barco, y harán frente a los costes derivadosde cada pesquería de diferente manera en función de sison armadores o marineros. Algo que se respeta igual-mente a la hora de repartir los beneficios de Pescares-tinga, con respecto a los barcos que son empleados efec-tivamente para llevar a cabo la zafra. Algunos hombrespueden llegar, al cabo del año, a sumar rendimientosderivados del trabajo de tres barcos en la mar. Sin em-bargo, la manera de asumir a los costes derivados dela actividad de cada uno será muy diferente, dependien-do de si existe o no relación de propiedad con los me-dios materiales de producción. A lo que se añade la re-lación de cada unidad productiva e individuo con lacooperativa. En La Restinga, llevar a cabo una contabi-lidad de costes de cada unidad productiva, con el fin deanalizar los movimientos internos de creación de rique-za y evaluar los ingresos de cada pescador de maneraindividual, así como los rendimientos finales de su tra-bajo, es una tarea dificultosa teniendo en cuenta algu-nos aspectos previamente apuntados, sobre la organiza-ción de los hombres en los barcos o entre unidadesproductivas, en distintas épocas del año. Además es com-plejo calcular con exactitud la parte que cada pescadorpercibe de la zafra, considerando la parte de Pescares-tinga (en el caso de los pescadores que forman parte dela cooperativa), teniendo en cuenta que cuando nosotrosobtenemos los datos todavía no se han fijado los pre-cios de venta de la mayoría de las capturas de bonitodesembarcadas, y que carecemos de datos sobre las ayu-das y subvenciones que perciben los pescadores porparte de las diferentes administraciones (Cabildo Insu-lar, Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias,FROM…), tanto en ventas como en gastos realizados porla actividad. Estas circunstancias impiden fijar los resul-tados de la actividad de pesca con una cuenta de pér-didas y ganancias exacta. Afortunadamente conocemosgrosso modo las diversas fuentes de ingresos y de gas-tos, la dinámica “general” de organización de unidadesproductivas-hombres y barcos, así como las cantidadesaproximadas a las que debe hacer frente cada unidadproductiva. Y contamos con los datos de las capturas devarios años y sus precios medios, aunque no conoce-mos las cifras de ventas exactas correspondientes a lodesembarcado, ni el porcentaje acumulado por media-dores tales como la cooperativa. Con estos datos, esti-mamos que un pescador de La Restinga, al margende la zafra, puede obtener entre 12.000 y 21.000 €netos derivados de su actividad de pesca individual,

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

114

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 114

Page 117: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

115Imagen 26. Pescando a liña. Foto: la autora, año 2006.

Imagen 27. Empleo de la red salemera o sardinal para la captura de carnada. Foto: Marta Guerra Artal, año 2005.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 115

Page 118: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

dependiendo de si es armador o no; y en caso afirma-tivo, en función de si lo es de un barco grande o deun barco pequeño.

No hemos hallado grandes diferencias entre los ren-dimientos que (según nuestros cálculos) obtienen lospescadores que pertenecen a la cooperativa y los quevenden sus capturas al otro comprador. Al menos esasí, cuando no nos referimos al período de la zafra.La incidencia de los primeros es mucho mayor sobrela pesquería de pelágicos oceánicos. También son ma-yores los costes a los que tienen que hacer frente yprecisamente la mayoría colabora en el mantenimien-to de una organización que actúa reduciendo costes,entre otras cosas. Recordemos que solo una de las uni-dades productivas que contaban con barcos de másde 9 metros no se relacionaba con la cooperativa. Lacaptura de túnidos, por ejemplo en el año 2005, pu-do llegar a doblar los ingresos totales por pesca paraalgunos profesionales. Y aunque la vinculación decada unidad productiva con esta pesquería difieraenormemente de unas a otras, en conjunto podríamos

afirmar que aporta importantes beneficios aún en unbreve espacio de tiempo, favoreciendo una rápida ca-pitalización con la que hacer frente a períodos de in-actividad o de imprevistos.

Sobre las estrategias adaptativas, destacamos que en-tre las unidades productivas que van al alto podemoshablar de cierta intensificación, siendo estas pescas lasmás costosas en cuanto a artes, combustible (a excep-ción del período de zafra) y carnada. De todos modossu capacidad de intensificación está limitada por las re-gulaciones existentes. El esquema general de este tipode unidades productivas es el de armador-patrón de unbarco en el que generalmente trabaja un solo pescador.Las vías de capitalización para este tipo de unidades pro-ductivas pasan por diversificar el esfuerzo pesquero acu-diendo a la zafra, bien en sus propios barcos o bien fae-nando temporalmente en uno de los barcos de más de9 metros, asociado a la cooperativa o ajeno a ella.

Los pescadores que concentran su actividad en laorilla pueden simultanear el uso de artes activas ypasivas. En líneas generales las unidades productivas

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

116Imagen 28. Regresando a puerto durante la zafra. Foto: Marta Guerra Artal, año 2005.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 116

Page 119: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

que trabajan sobre esta franja cuentan con un varia-do abanico de especies objetivo y pesquerías en lasque van a actuar a lo largo del año, aunque muchasveces el trabajo se articulará a partir de una combi-nación de viejas-petos-túnidos. Trabajando en la ori-lla localizamos a las unidades productivas más flexi-bles y las mejor adaptadas a su entorno ecológico.Ello a pesar de la alta especialización de los nase-ros que ubicamos también en este subgrupo. Este con-junto de pescadores es el que realiza las pescas “másbaratas” (a excepción de los que emplean las nasas)ya que los costes derivados del mantenimiento de susaparejos, liña y puyón básicamente, son incompa-rables a los del arganeo o del carrete eléctrico, uti-lizados en las pescas del alto. Las unidades produc-tivas que se concentran en la orilla podrían sercaracterizadas también compartiendo una serie derasgos en común: su composición es de dos indivi-duos generalmente, actúan durante la mayor partedel año en el entorno de la RMIP, y trabajan atendien-do diversas especies objetivo durante una misma jor-nada de pesca. Muchas de las unidades productivascuentan con más de una embarcación de similarescaracterísticas, y suelen trabajar empleando las mis-mas artes y técnicas en ambas.

Considerando el trabajo tan extendido “en parejasde barcos” las variaciones existentes entre unas y otrasunidades productivas, dependerán por orden de im-portancia:

a) de si combina el uso del puyón, de la vara y dela liña, con artes que permitan una cierta inten-sificación, tales como los tambores, las nasas decamarón o el carrete eléctrico;

b) de su vinculación o no con la cooperativa Pes-carestinga, hecho que marcará el devenir de lazafra;

c) y de la incidencia sobre las capturas realizadascon carnada viva y aparejos de anzuelo (jureles,gallos, abades, medregales, bicudas, gallos…) quepueden variar de un año a otro.

Nos gustaría destacar que de manera informal, lospescadores de La Restinga suelen afirmar que los quemás se han beneficiado de la reserva son los pescado-res que concentran su actividad en la orilla: “los quepescan las viejas, las lapas, las morenas…” Sin embar-go, en conjunto, los que van al alto, a pesar de en-trar rara vez a la RMIP a pescar, reconocen que la mis-ma les ha beneficiado mucho ya que tienen “menos

competencia”. La reserva desvía a una gran parte lasunidades productivas que podrían acudir a pescar alalto, una zona mucho más sensible en términos eco-lógicos además.

3. Transferencia, importación y exportación

de fuerza de trabajo y medios productivos

Además de las estrategias, condicionantes y limita-ciones señalados, podemos establecer una serie de cri-terios generales con los que resumimos cómo se danlas combinaciones de fuerza de trabajo y medios ma-teriales, y cómo son las fórmulas de transferencia, im-portación y exportación de unas unidades producti-vas a otras:

a) Transferencia de fuerza de trabajo y medios ma-teriales, dentro de una misma unidad producti-va, combinando hombres, barcos y artes. Las uni-dades productivas que trabajan así mantienensiempre el mismo sistema de partes y el sistemade comercialización de las capturas. Este es elaplicado por Pescarestinga durante la zafra y poruna unidad productivas señalada anteriormente.Es destacable que esta opción se da cuando to-dos los miembros de la unidad mantienen lazosde parentesco entre sí.

b) Importación-exportación de fuerza de trabajo,de unidades productivas con barcos pequeñosy tripulación reducida, hacia unidades produc-tivas formadas con barcos más grandes y vice-versa, donde existe entre todos los hombres ytodos los barcos una relación de propiedad. Va-ría el sistema de partes, no así el de comercia-lización. Este es el caso de los pescadores que,aun manteniendo un barco mayor de 9 metros,son todos armadores de barcos de menor eslo-ra empleados temporal u ocasionalmente. Así,cuando el barco de mayor eslora no sale a lamar, los pescadores se embarcan, cada uno, enuno de sus barcos, de menor porte, y viceversa.También se da cuando existen lazos de paren-tesco entre los miembros de su tripulación.

c) Importación-exportación de fuerza de trabajo, deunas unidades productivas a otras donde locali-zamos barcos de mayor o menor tamaño. Con res-pecto a la opción B, los hombres se van a embar-car ahora en naves sobre las que no tienen relaciónde propiedad, aunque en la mayor parte de las

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

117

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 117

Page 120: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

ocasiones existe algún tipo de parentesco entre lastripulaciones (de segundo y tercer orden sobre to-do). Cambia el sistema de partes, no así el de co-mercialización de las capturas. Los armadores-pa-trones de los barcos de menor eslora pueden acudira pescar en el barco de mayor tamaño, y vicever-sa: los armadores pueden separarse para ir a tra-bajar a alguno de los barcos pequeños.

Hemos tratado de ejemplificar la estrategia y lasprincipales combinaciones descritas entre los pesca-dores de Pescarestinga, cuando no es temporada dezafra, en la anterior ilustración.

Entre los pescadores que no forman parte de la coo-perativa vemos que también se dan estrategias de im-portación y exportación de fuerza de trabajo, cuando nopuedan reclutarla a través de las redes de parentesco. Lafalta de tradición familiar de alguno de esos o la inexis-tencia de una unidad que, como Pescarestinga, organi-ce el trabajo y los medios productivos en un período ál-gido de la actividad, favorecerán el establecimiento dealianzas estratégicas con ajenos y con pescadores sinarraigo en la pesca procedentes de otros sectores pro-ductivos. Entre los que no se relacionan con la coope-rativa identificamos no obstante, también, a algunas uni-dades productivas cuyos miembros mantienen relacionesde parentesco y que son de origen gomero. Estas uni-dades productivas mantendrán el sistema de partes, yentre ellas hallamos a la mayoría de las especializadasen el uso de las nasas de camarón y los tambores.

4. Pesquerías destacadas y la incidencia

de la Reserva Marina

Para la mayor parte de las unidades productivas de LaRestinga, estén relacionadas o no con la cooperativa,la zafra maca las estrategias que van a ser aplicadasdurante buena parte del año. Durante la primavera yel verano principalmente, si la entrada del atún es bue-na, y si los pescadores tienen capacidad de almacena-miento y/o una vía de distribución de las capturas, lamayor parte de las unidades productivas se concen-trarán en esta pesca.

En el 2005, prácticamente todos los pescadores pro-fesionales socios de Pescarestinga, y que trabajaban enel mar de manera activa, se embarcaron durante el mesde junio en alguno de los 4 barcos mayores de 9 me-tros de eslora para ir a capturar especies de túnidos,bonitos y rabiles sobre todo. Las capturas, distribuidaspor orden de importancia según kilogramos (kg) des-embarcados, de bonitos, rabiles, tuna y barrilote, apor-taron más de 60.000 € brutos para el conjunto de launidad productiva.

Los pescadores que no forman parte de la coope-rativa también capturan túnidos durante los meses deprimavera y verano. Sin embargo, la actuación de es-te conjunto de pescadores frente a la zafra es menosprevisible. Si los precios a los que venden sus captu-ras son similares a los de Pescarestinga, su incidenciasobre la pesquería se ve afectada por las estrategiasempresariales adoptadas por el comprador estableci-do en la localidad, durante el transcurso de los mesesque dura la zafra. Además, a diferencia de la organi-zación de la cooperativa, los restantes pescadores nodisponen de instalaciones de mantenimiento o frío enLa Restinga.

Las restantes pesquerías que localizamos en elentorno de La Restinga y del Mar de Las Calmas, alas que ya nos hemos referido en este capítulo, vana sufrir fluctuaciones más o menos importantes enfunción del desarrollo de la zafra. Las pescas quereflejamos en la tabla se concentran entre los me-ses de febrero, marzo y abril, previos a la zafra, yfinales de agosto, septiembre y octubre y noviem-bre sobre todo, después de la zafra. La mayor par-te de las unidades productivas varan sus embarca-ciones entre los meses de diciembre y enero.Durante estos dos anotamos cómo se reducía con-siderablemente el esfuerzo pesquero, mantenién-dose únicamente determinadas pescas de especiessemipelágicas.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

118

Ilustración 4

Transferencia, importación y exportación de fuerza de trabajo

y medios de producción

Fuente: Elaboración propia.

B) Importación-exportación entre diferentes unidades productivas,

siendo los hombres siempre armadores del barco en el que trabajan.

A) Transferencia dentro de la misma unidad productiva.

= UP = A

= UP = A

= UP = A

C) Importación-exportación entre diferentes unidades productivas,

los armadores dejan temporalmente sus barcos.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 118

Page 121: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Durante el desarrollo del proyecto EMPAFISH eva-luamos la importancia de las artes y pesquerías obje-tivo del grupo de pescadores, así como el nivel de usoy la importancia que cada uno de ellos le otorgaba ala reserva marina. Entre otras cuestiones, les pedimosa los pescadores encuestados que ordenaran de ma-yor a menor importancia las técnicas y artes de pesca,que cada uno de ellos empleaba y que había en sus

barcos, siendo el valor 1 la más importante y mejor va-lorada. La encuesta recogía 10 posibilidades referidasa las estrategias y pescas desplegadas por los pesca-dores de La Restinga, pero los encuestados solo de-bían señalar las que ellos ejercían concretamente. Lavaloración de las artes y pesquerías realizada por lospropios pescadores obedece generalmente a criteriosrelacionados bien con la rentabilidad o bien con la

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

119

Pesca Artes Especies Tipo – Distribución

Pesca Artes Especies Tipo – Distribución

Tabla 17

Principales especies objetivo y pesquerías en La Restinga (al margen de los túnidos)

Viejas

Petos

Pesca de alto

Vara

Currica/

Arganeo

Carrete eléctrico

y arganeo

principalmente

Puyón Vieja (Sparisoma Crentense)

Peto (Acanthocybium solandri)

Alfunsiño (Beryx splendens)

Tableta (Beryx decadactylus)

Lirio (Polymixia nobilis)

Conejo (Promethichthys

Prometheus)

Escolar (Ruvettus pretiosus)

Demersales del veril: parte

superior y media principal-

mente (pesca del alto)

Morenas Tambores Morena negra (Muraena augusti)

Moreno (Gymnothorax unicolor)

Morena Pintada (Muraena helena/

Gymnothorax…)

Demersal litoral costero y

profundo, hasta la parte su-

perior del veril

Camarón

Pescas con anzuelo y liña

Salemera

Nasas de camarón

Liña y cebo vivo

Camarón (Plesionika narval)

Medregal / Loco (Seriola sp.)

Bicuda (Sphyraena viridensis)

Gallo (Balistes carolinensis /

Canthidermis sufflamen)

Cabrilla (Serranus atricauda)

Abade (Mycteroperca fusca)

Pejeperro (Bordianus scrofa)

Sargos (Diplodus ssp.)

Jurel (Pseudocaranx dentex)

Bosinegro (Pargus Pargus)

Demersal litoral profundo

Semi-pelágicos costeros

Demersal litoral costero y

profundo, pudiendo llegar

hasta la parte superior del

veril.

Red Salemera Galana (Oblada melanura)

Saifía (Diplodus vulgaris)

Palometa (Trachus ovachus)

Dorada (Sarpa salpa)

Pelágicos costeros

Marisco Lapas (Patella candei crenata /

Patella ulyssiponensis aspera)

Recursos marisqueros

Pelágico oceánico

Demersal litoral costero

(pesca de orilla)

Fuente: Elaboración propia.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 119

Page 122: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

seguridad que ofrecen en el tiempo determinadas pes-querías, en relación con las inversiones realizadas ycon la disposición de fuerza de trabajo y medios deproducción de los que disponga cada unidad produc-tiva. El puyón y el carrete eléctrico son las artes quemás veces fueron designadas con el valor 1, de má-xima importancia, aunque no se trate de las dos artesy las dos pesquerías ejercidas con mayor frecuencia porlos encuestados. El puyón y el carrete eléctrico se co-rresponden con la pesca de las viejas y con las pes-cas en el veril, respectivamente. Desde que se crearala reserva marina, la pesquería de la vieja ha ido in-crementándose tanto en kg capturados, como en nú-mero de descargas realizadas y en euros aportados. Lapesquería es atractiva además por los bajos costes queconlleva en combustible y artes. Por otro lado, nues-tra encuesta confirmó que la pesquería del peto es ejer-cida por la gran mayoría de los pescadores. La varao la currica para los petos fue la segunda arte más va-lorada. Esta pesca aportó en el año 2005 el 11,3% delas ganancias totales; y fue considerada por casi todoslos pescadores, aun con distintos valores, hallándosepresente en 25 de los 28 barcos estudiados. No obs-tante, la del peto es una pesca que casi todos los pes-cadores combinan con otra de cierta importancia; esuna pesca ejercida a nivel general pero “secundaria”.La vara, al igual que el puyón, es una pesca ejercidaen superficie, de bajo impacto y nulos descartes, y re-lativamente “barata”.

Las técnicas de pesca que requieren un compromi-so de inversión elevado como las nasas no son emple-adas en combinación con otras salvo que éstas ocu-pen el primer lugar. En La Restinga hallamos a unidadesproductivas que tienen como especie objetivo los ca-marones y que ejercen pescas secundarias con artesque pueden ser valoradas en segundo o tercer ordende importancia, como la vara del peto. Y a unidadesproductivas que, poseyendo varias embarcaciones yfuerza de trabajo suficiente, combinaban la pesca demorenas con tambor con el uso del puyón, valorandoambas artes con valores cercanos al 1.

Las pescas realizadas con liña y cebo vivo, así co-mo la del atún (entendiéndose por esta la pesca de es-pecies pelágicas con caña), tienen una posición sólida.Casi todos los pescadores las emplean y están pre-sentes en las estrategias de 22 unidades productivas,aunque tengan una pesquería dominante diferente.Es decir: los pescadores encuestados pueden consi-derar que las pescas realizadas con el puyón, con el ca-rrete eléctrico o con artes pasivas, tienen más impor-

tancia que las realizadas con liña y cebo vivo, y la delatún, debido a la seguridad que ofrecen a lo largo delaño, pero las segundas se mantienen presentes en lasestrategias de casi todas las unidades productivas.

Otro dato interesante referido a las artes menos va-loradas lo constituye el puyón. Si bien para una buenaparte de los pescadores esa era la base de su pesque-ría más importante, como sucediera con el carrete eléc-trico, el número de pescadores que ni la nombraba fuemuy alto. Es decir, el puyón como el carrete eléctrico,son dos pesquerías muy importantes para dos gruposdiferenciados, mientras que la vara, la liña y las ca-ñas las emplean la gran mayoría de la flota en su con-junto. El puyón fue nombrado en 18 ocasiones, de lascuales 8 fue con la máxima puntuación, e ignorado en10 ocasiones. Las cañas de atún, en cambio, no siendonombradas hasta el 3º o el 4º lugar en importancia, es-tán presentes en las estrategias de 22 unidades produc-tivas que las valoraron y las nombraron. El desarrollode la pesca a puyón, con el pescador flotando en elagua, presenta ciertas dificultades (cansancio, insola-ción, deshidratación...) que no todos los individuospueden acometer. Mientras que las pescas que se desa-rrollan en el veril, además de sus costes, requieren deun gran conocimiento de los fondos, zonas y tiemposde pesca.

El puyón y el carrete eléctrico configuran los dosgrandes grupos y las dos principales pesquerías que,al margen de la zafra, se relacionan con alguna u otramanera con la explotación de la reserva. Existe unabuena parte de los pescadores que combinan el usode un arte y otra, aunque el carrete eléctrico no pue-de ser empleado en el interior de la RMIP.

En general diremos que todos los estudios reali-zados parecen indicar que las reservas marinas, nosolo la de El Hierro, favorecen el mantenimiento delos stocks de ciertas especies demersales, como la vie-ja cuya importancia en La Restinga parece evidentea la luz de los datos expuestos. Así lo creen los pro-pios pescadores, quienes nos comentan año tras añoque con las temporadas tan “malas” que han tenidode atún, “la orilla” no habría aguantado si no hubie-se sido por la existencia de la RMIP. Por otro lado, lareserva como estrategia de apropiación territorial li-mitando el acceso y la explotación de ciertos recur-sos a los pescadores ajenos a La Restinga, y especial-mente a los pescadores recreativos, actúa comoelemento capaz de dotar de cierta seguridad; exclu-yendo además la competencia sobre pesquerías cla-ves como la zafra.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

120

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 120

Page 123: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En este gráfico reflejamos grosso modo el nivel deuso de la RM según la valoración realizada por los pes-cadores, en cuanto a la distribución de su propio tiem-po de trabajo. Serán los pescadores que trabajan so-bre “la orilla” los que más tiempo pasen en el interiorde la RM. Mientras que los que trabajan en la parte su-perior del veril serán quienes, al margen de la zafra,menos penetrarán en ella. Los barcos que mayor com-binación de artes y pesquerías presentan, y en gene-ral los menos especializados, serán los que se hallensobre el 50% de su tiempo de pesca trabajando en elinterior de la reserva. En líneas generales nos gustaríadestacar que al margen de las diferencias entre pesca-dores y pesquerías, ninguna unidad productiva ha de-jado de acudir al área protegida desde que esta fueradeclarada.

Entre 1995, año en el que se inicia la tramitaciónde la Reserva Marina, y el 1998 cuando ésta entró ple-namente en funcionamiento, el biólogo Carmelo Dor-ta (Pascual Fernández, Santana Talavera et al., 2001)calculó la composición de las pescas realizadas por elconjunto de los pescadores. Por aquellos años, la cap-tura de especies de túnidos representaba el 75% de to-dos los kilogramos capturados por el conjunto de laflota, y aportaban más del 35% de los euros totales de-rivados de la actividad de pesca profesional; aunquesobre el conjunto de descargas efectuadas, eran las vie-jas y los alfonsiños (Beryx splendens) las especies des-embarcadas con mayor frecuencia a lo largo del año.

Esas dos últimas se corresponden con el uso del pu-yón y del carrete eléctrico respectivamente (aunquetambién del arganeo en el caso de los alfonsiños). Diezaños después, en el 2005 las especies pelágicas conti-núan representando aproximadamente el 70% de loskilogramos totales capturados. Si bien las viejas, lospetos, los alfonsiños y las morenas, siguen siendo lasespecies más desembarcadas por día de pesca.

Según los datos de las capturas realizadas con tam-bores, existe una enorme disparidad en cuanto al es-fuerzo pesquero que se ejerce sobre la morena negra/moreno (Muraena augusti/ Gymnothorax unicolor) ysobre la morena pintada/ papuda (Muraena helena/Gymnothorax polygonius). Las segundas se hallan amayor profundidad que la primera, localizándose enla zona profunda de la plataforma litoral y en la par-te superior del veril. Además su precio de compra-ven-ta varía de los 5 € a los que se compra el kilogramode morena negra, y los 3 € a los que se compra la mo-rena pintada.

En cuanto a las capturas realizadas con nasas de ca-marón, no disponemos de datos exactos de las cantida-des desembarcadas, puesto que las dos unidades pro-ductivas que las emplean, para las que ésa es su pescaprincipal y objetivo durante todo el año, venden suscapturas de manera particular. Ambos tienen un preciode venta similar, en torno a los 8-12 € el kilo, pero elrendimiento medio que cada una de estas unidades pro-ductivas obtiene de cada nasa es diferente, debido aque pescan a diferentes cotas de profundidad, y a quelos costes en gasolina y la reinversión que cada una tie-ne que asumir para el mantenimiento y reposición delas artes son diferentes también. Además, estas dos uni-dades productivas, se relacionan con unidades domés-ticas que, a su vez, trabajan en el sector turismo, en alo-jamiento y restauración respectivamente.

En cuanto a las restantes pescas llevadas a cabodestacamos, sobre el conjunto de los rendimientos to-tales estimados para el 2005, que el aporte económi-co de las pescas realizadas con liña y carnada viva (lo-co, abade, medregal, cabrilla, bicuda, pejeperro y gallo)que pueden llevarse a cabo tanto dentro como fueradel área de RMIP, representa más del 10% del montan-te obtenido.

En el uno de los dos gráficos mostrados a continua-ción hemos representado porcentualmente la aporta-ción económica de las distintas pescas llevadas a caboen La Restinga, respecto al total de ventas estimado tan-to en los años 1995-98 y 2005. En el segundo gráficocomparamos los rendimientos económicos estimados

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

121

Gráfico 7

Tiempo de pesca en la reserva

17%

38%

45%

entre 33%-66%

entre 0%-33%

más de 66%

Fuente: Elaboración propia durante la realización del trabajo de campo co-

rrespondiente al proyecto EMPAFISH.

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 121

Page 124: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

para las diferentes especies capturadas en La Restinga, en-tre un año estimado para el período 1995-98 y el 2005.

En el año 2007, durante una visita de las autorida-des y administraciones de gobierno a La Restinga, elpatrón mayor de la Cofradía Nuestra Señora de los Re-yes, defendiendo una posible ampliación de la reservaa todo el perímetros costero de El Hierro, afirmaba: “Lasmedidas adoptadas hace años nos han permitido queel pescador en El Hierro continúe viviendo del mar, apesar de que no hay atún, que dejó de pasar por es-tar aguas desde hace siete años. Eso ha incrementadola presión sobre el pescado blanco o de fondo, peroseguimos viviendo del mar y en gran parte es porquela Reserva permite la regeneración del pescado (…).De hecho, la venta de pescado en los últimos añosen la cooperativa de pesca, Pescarestinga, ha ido enaumento. De los 127.578 kilos que se vendieron en2003 pasaron a 397.329 kilos en 2006. Viejas, galanes,alfonsiños, cabrillas, morenas y gallos son las espe-cies más capturadas. La venta de viejas, por ejemplo,se ha mantenido en estos últimos años con una mediade 15.000 kilos de pescado vendidos en Pescarestin-ga al año”98. La percepción general de los pescadoresde La Restinga es que la RM ha impactado positivamen-te, de una u otra manera, sobre las actividades de pes-ca artesanal para el conjunto del pueblo.

Hemos de apuntar que el órgano de gestión de laRM y su dirección técnica han intervenido poco, a lolargo de estos años, sobre las labores ejercidas por lospescadores y las estrategias de trabajo descritas ante-riormente. En este sentido, se ha limitado a mantenerlas directrices estipuladas en sus órdenes de declara-ción de 1996, al respecto de lo negociado entre pes-cadores, científicos y administradores previamente ala creación de la reserva. Pero a pesar de este recono-cimiento, entendemos que la RM ha mejorado el es-cenario y las condiciones en las que la pesca artesa-nal en La Restinga tiene lugar, pues ha reforzado lacapacidad del colectivo y del conjunto de la poblaciónpesquera para responder a nuevos cambios y necesi-dades. En cierto sentido, la reserva, implementada conel carácter de “interés pesquero”, está funcionando co-mo una institución. Y los pescadores la usan o tomanventaja de ella para crear y promover nuevas reglassobre una porción relevante de su espacio de pesca,

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

122

Gráfico 8

Relevancia económica de las diferentes pesquerías97

Fuente: elaboración propia a partir de los datos cedidos por Carmelo Dor-

ta, los datos elaborados durante el desarrollo del proyecto EMPAFISH y Pas-

cual Fernández; Santana Talavera et al., (2001).

40

35

30

25

20

15

10

5

0

%

Pesquerías

esp

ecie

sp

elá

gic

as

vie

jas

pe

tos

pe

scas

de

l alto

mo

renas

pe

scas

co

n li

ñas

y

cam

ad

a v

iva

sale

me

ra

marisc

o

1995-98

2005

97 Estimado sobre el total de las capturas realizadas por el conjunto de la flo-

ta en La Restinga.98 Declaraciones recogidas en el diario El Día, en su versión digital: “El Hie-

rro y su apuesta por la pesca sostenible”, publicado el día 28 de noviem-

bre de 2007. En: http://www.eldia.es/2007-11-28/islas/islas0.htm, a 20/12/2010.

Gráfico 9

Rendimientos económicos estimados, comparación

entre un año del período 1995-98 y el 2005

Fuente: elaboración propia a partir de los datos cedidos por Carmelo Dor-

ta, los datos elaborados durante el desarrollo del proyecto EMPAFISH y Pas-

cual Fernández; Santana Talavera et al., (2001).

250.000,0 €

200.000,0 €

150.000,0 €

100.000,0 €

50.000,0 €

00,0 €

bo

nito

barr

ilote

pe

to

mo

rena

ne

gra

/mo

reno

gala

na

do

rad

a

bic

ud

a

pe

jep

err

o

lap

a

1 año estimado a partir de los datos 1995-1998

2005

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 122

Page 125: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

como por ejemplo, incentivando la adopción de me-didas de regulación afectando al sector del buceo tu-rístico-deportivo, tal y como vimos en el capítulo an-terior, o frenando la extensión de la pesca recreativaejercida desde embarcación que está completamenteprohibida en la reserva. Evidentemente, la RM hace lasveces de herramienta de “territorialización” y defien-de los intereses de los pescadores, mantenido el re-curso, frente a la extensión o el incremento de nuevosusos y usuarios. En este sentido, ha sido muy relevan-te además el soporte económico que ofrece para elmantenimiento y la coordinación de las labores de vi-gilancia. Los pescadores de La Restinga realizan unavaloración muy positiva de las labores de seguimien-to y vigilancia de la zona bajo protección.

Es en este tipo de escenarios donde entendemosque las AMPs pueden mejorar la gobernabilidad, so-portando o apoyando la capacidad de decisión de losgrupos locales de población; respondiendo a proble-mas y demandas previamente identificadas por los pro-pios usuarios del área y principales receptores de las

medidas de protección; creando o ayudando a esta-blecer y mantener reglas claras de uso del área, quecontribuyen a enfrentar o apaciguar potenciales con-flictos; y, especialmente en el caso de La Restinga, sir-viendo de marco para la generación de un ambientede gestión flexible o adaptativa, desde el cual, frentea la universalidad aparente de las medidas de protec-ción del mar, los desarrollos llevados a cabo han si-do coherentes con las características del sistema a sergobernado. En La Restinga, por ejemplo, vimos có-mo existe un claro liderazgo por parte del colectivopesquero, una buena organización hacia el interior dela Cofradía, un alto grado de control local sobre los re-cursos (pesqueros y turísticos) y su comercialización,y cierta percepción de fragilidad del ecosistema local.Y la RM, como sistema de gobierno, ha actuado res-petando ese liderazgo y ayudando a mantener tal po-sición, ya sea interviniendo directamente como man-teniéndose relativamente “al margen” de las estrategiascotidianas emprendidas por los pescadores; directa oindirectamente; activa o pasivamente.

La pesca profesional en la reserva marina Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas

123

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 123

Page 126: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

04.Proteger desde las Culturas (Capitulo 4) 15/5/12 20:53 Página 124

Page 127: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Tal y como Jiménez y Prats han descrito (2006), des-de el arranque del turismo de masas en Cataluña en lasegunda mitad de los años 50 y hasta los años 90 (co-mo mínimo), este se ha basado en la ocupación inten-siva de la playa en verano, con turistas procedentes depaíses europeos (Francia, Reino Unido, Alemania, Bél-gica, Holanda…), y de otras zonas de España y del in-terior de Cataluña, predominando durante el inviernoel turismo de esquí, fundamentalmente local. En losdestinos litorales catalanes se ha dado una ocupaciónmuy irregular a lo largo del año y cierta profusión enla construcción de segundas residencias. El modelo tu-rístico con el que se llega a los últimos años del sigloXX se basa en una oferta de sol y playa clónica, asen-tada en infraestructuras agresivas con el medio y enve-jecidas, con unos precios a la baja, sin prácticamenteoferta complementaria y escasos valores añadidos. Mu-chos destinos catalanes se han posicionado como des-tinos “baratos” en las últimas décadas. Existe una sen-sación de crisis en el sector, que, más que por elnúmero de turistas, que sigue incrementándose añotras año, viene avalada por un estancamiento del gas-to y una reducción en la duración de las estancias. Igual-mente es repetida la idea generalizada de insostenibi-lidad del sistema (Jiménez, 2006: 160).

El despegue turístico de L’Estartit, en el municipiode Torroella de Montgrí, estuvo marcado por dos fa-ses diferenciadas: una primera de crecimiento lento,de exploración o descubrimiento, y otra de rápido de-sarrollo pero con escasa planificación (Peck, 1977; San-tana Talavera, 1997), en la que se integraron tanto lospromotores locales como los primeros inversores fo-ráneos sobre los que hablamos en capítulos anterio-res. Con posterioridad, en las décadas de 1960-70, L’Es-tartit sufrió el desarrollo del turismo de masasaprovechando los recursos básicos de playa y sol, du-rante los meses de verano. Con el boom del turismoy de la construcción extendido a lo largo de toda laCosta Brava, aparecieron nuevas modalidades de ocu-pación: los apartamentos99 y los campings. Si bien es-te rápido desarrollo se ralentizaría a finales de la dé-cada de los setenta con la consolidación del turismomasa-chárter. A comienzos de los 80 el número de pla-zas correspondientes a apartamentos y a camping se

125

Capítulo 5

El turismo en el áreaprotegida de las Islas Medas

99 En 1970, el número de plazas de alojamiento en apartamentos se estimó

en 28.771, en un momento en el que el residencialismo era el elemento

más característico del modelo turístico de la Costa Brava (Mundet, 1998).

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 125

Page 128: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

había disparado frente al estancamiento del sector ho-telero, el que había sido el motor del crecimiento tu-rístico de la localidad hasta entonces. Los turistas in-gleses provenientes del Sur del país (Londres) fueronsiendo poco a poco sustituidos por ingleses del Nor-te (Liverpool); los que, según describe el geógrafoLl. Mundet i Cerdan (1998), poseían niveles económi-cos inferiores a los anteriores. Y amentó el númerode visitantes alemanes, franceses y belgas y holande-ses100. El desarrollo constructivo alcanzó su punto ál-gido en el pueblo en 1986, con la urbanización de laszonas de los Salats y la Pletera, a ambos lados de lasBasses del Ter Vell en el extremo oriental de L’Estar-tit. Este desarrollo afectó al sistema de dunas y maris-mas localizado frente a la playa de L’Estartit. El nú-cleo turístico, a finales de los 80, poco tenía ya que vercon el pueblo de agricultores y pescadores de anta-ño, ni con el centro de veraneo y residencia para lasfamilias catalanas del interior de la provincia. L’Estartit,al igual que L’Escala, Roses o Palamós, era ya un mi-cro destino turístico consolidado dentro de una regiónturística mayor, la Costa Brava.

A finales del siglo XX, L’Estartit sufriría una fase de re-cesión, relacionada con el contexto de crisis que a nivelinternacional sufrió la actividad turística a lo largo de los80. Siguiendo el ciclo de vida del producto turístico adap-tado de Prosser101 y el ciclo de vida de los destinos deButler (1980), podríamos decir que entró en una fase dedeclive. En los años siguientes se recurrió a un descen-so general de precios, un hecho común a numerososdestinos que comienzan a dar signos de “madurez” (Pi-relli del Amo, 2006). Frente a otros destinos competido-res emergentes, las empresas de alojamiento y serviciosdel pueblo iniciaron una estrategia global basando sucompetitividad en el precio. En ausencia de otros atrac-tivos objeto de gasto, al margen del binomio alojamien-to-restauración, y considerando la fuerte estacionali-dad existente, el descenso en los precios se ajustómediante un aumento general en la oferta de alojamien-

to, aun con las mencionadas limitaciones y corriendo elpeligro de sufrir una situación de saturación en el des-tino102. Para investigadores como el mencionado Ll. Mun-det i Cerdan (1998: 272-274), a comienzos de los 90 yfrente a esta situación, el futuro inmediato del destinopasaba por lograr reorientar el sector hacia estrategiasdiversificadoras y de diferenciación, tanto sobre los mer-cados emisores de turismo como en relación a la pro-ducción de actividades y servicios en L’Estartit. Era ab-solutamente necesario lograr diferenciar este enclave deotros destinos de sol y playa de la Costa Brava. Era ne-cesario buscar nuevas fuentes de ingreso turístico, ydistinguir y reorientar (al menos) la imagen de L’Es-tartit. Frente al conjunto del empresariado local, lasAdministraciones, y especialmente las de turismo lo-cal, tomaron un lugar principal, en el primer nivel deinnovación y liderazgo en este momento de crisis.

A juicio de otros tantos investigadores catalanes co-mo Donaire o Gali Espelt, (Donaire Benito, 2002; Do-naire, 1997; Gali Espelt y Donaire Benito, 2005; Mundeti Cerdan, 1995; Mundet, 1998), la década de los 90 secaracterizó por la capacidad de los municipios litoralescatalanes, desde la Costa Brava a la Costa Dorada, pa-ra diseñar nuevas estrategias de desarrollo turístico enel marco de una relativa reconversión de un sector, acu-ciado por problemas comunes tales como la menciona-da estacionalidad, la reducción del gasto medio por tu-rista en el destino, una escasa capacidad para generarproductos turísticos complementarios a los servicios bá-sicos de alojamiento y restauración, y por la degrada-ción de entorno paisajístico. Muchos municipios de laregión gerundense (no solo Torroella de Montgrí-L’Es-tartit) desarrollaron sus propias iniciativas poniendo elénfasis en la singularidad paisajística de cada localidad.B. Donaire y Ll. Mundet i Cerdan han destacado, porejemplo, cómo la mayor parte de las estrategias de re-activación turística detectadas en los años 90 se circuns-criben al ámbito local, o en su defecto a entidades queagrupan a unos pocos municipios; y cuán significativoresulta comprobar que esos municipios “literalmente re-niegan de la marca genérica –Costa Brava por ejemplo–y deciden crear marcas menores o nuevos criterios deidentificación”, apoyados en la proyección turística delpatrimonio local. Este significativo cambio, para los dosautores, se asentaría en tres factores: la búsqueda de ladiferenciación, en la asimilación entre producto y espa-cio turístico en los ámbitos locales, y en la tematizaciónde las especificidades locales (sobre todo en flujos tu-rísticos de corto y medio recorrido) por encima de lasgeneralidades de una gran región turística (Donaire

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

126

100 Por ejemplo, según el informe Veinte años de Encuestas (Mundet, 2004),

desarrollado entre 1984 y 2004, desde 1984, año en que comenzó el

estudio, y hasta 1995, los ingleses constituyen el grupo de visitantes más

numeroso, con un 44%, por ejemplo, sobre el resto de nacionalidades de

los turistas encuestados en el año 1984, en L’Estartit. 101 Fuente: Agustín Santana, en www.antropologíasocial.org102 Sirva como ejemplo de la situación que se estaba viviendo, que a media-

dos de los 80, durante la crisis, el número de plazas hoteleras había comen-

zado a disminuir. El 71% de los alojamientos turísticos pertenecían a apar-

tamentos, apenas un 5% a hoteles, y el 25% a campings (VV.AA., 2005).

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 126

Page 129: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Benito, 2002: 44). A principios de los 90, los planesestratégicos desarrollados a nivel local incorporaron cri-terios como la creación de escenarios, la flexibilidad dela estrategia o la participación (Donaire Benito, 2002:43. Geógrafos tales como Vera et al. (1997), y algunosde los investigadores mencionados, se han referido aeste fenómeno también como una estrategia de “tema-tización” del territorio, la cual ha sido (y continúa sien-do aún hoy en día) un elemento clave de las políticasy programas de desarrollo local de Cataluña (Tresserras,2004). Así, a lo largo de la costa catalana se asociaronáreas y poblaciones con diferentes elementos fácilmen-te reconocibles en base a su interés turístico. En ocasio-nes se readaptaron las imágenes y ciertos usos de laslocalidades según una estética adecuada al nuevo usoturístico de elementos naturales como las Islas Medas,de vestigios históricos, o para la organización de even-tos culturales.

Tras diez años de políticas activas de adaptaciónturística de los escenarios locales, numerosos estudiossostienen que la especialización de las áreas recepto-ras como L’Estartit ha contribuido a cierta fragmenta-ción: “los modelos turísticos del litoral catalán estánterritorialmente diferenciados y cada uno de ellos pa-rece seguir determinadas líneas estratégicas en la re-composición de su producto turístico” (González, 2001:23). El litoral aparece compuesto por espacios frag-mentados, espacios mosaico y no conectados entresí (Donaire Benito, 2002: 46).

Otra práctica común en las políticas turísticas localescatalanas ha sido la mimesis, “copiar” los productos y lasactividades desarrolladas en otros núcleos receptores deturismo. En palabras de la geógrafa C. Martí Llambrich:“Intenten copiar el que funciona al poble del costat, siun té un port, l’altre también en vol un, i el camp de golf,els apartaments arran de mar… tothom vol oferir el ma-teix i, en canvi, s’emplenen la boca de singularitat” (Oli-veira, 2004: 4). El resultado es que, a mediados de la dé-cada de 2000, entre los 23 municipios costeros del litoralde Gerona se reparten 17 puertos deportivos, pesque-ros y marinas; 78.000 plazas hoteleras, 106.958 plazas decamping, y 200.000 plazas correspondientes a segundasresidencias (Oliveira, 2004). A los que habría que sumarnumerosos campos de golf en el interior, los clubes náu-ticos, los museos locales, las numerosas jornadas gastro-nómicas que se organizan durante todo el año, las ca-sas culturales, e infinidad de espacios naturales protegidosterrestres y marinos.

En el caso del municipio de Torroella al que perte-nece L’Estartit, se han activado numerosos elementos

del patrimonio local, tales como la gastronomía, la mú-sica o ciertos episodios históricos concentrados princi-palmente entre el siglo XV y el XVIII, adecuados estética-mente a la demanda turística y persiguiendo promoverla visita fuera del período estival, e incentivar el gastode turistas y visitantes. Esta presentación o adaptacióndel paisaje local a sus posibilidades de uso turístico haproducido notables cambios tanto en la estructura co-mo en el uso de los espacios urbanos y litorales. Conla consiguiente adaptación de las imágenes patrimonia-les en función de los nuevos usos que pueden serdesarrollados en cada uno, como por ej.: senderismoen el Macizo del Montgrí, submarinismo en el Área Pro-tegida –AP– de las Islas Medas, windsurf en la playa delgolfo de L’Estartit, u observación ornitológica en la zo-na de marismas o Aiguamolls.

Una iniciativa especialmente llamativa fue la queen el verano del 2005, a finales de septiembre, cuan-do finaliza la temporada turística, organizó el Patrona-to de Turismo local, en colaboración con los empre-sarios del pueblo. Se trató de una “fiesta de piratas”que surge como inciativa tras detectar y recibir algu-nas quejas ante la falta de “color local” en el munici-pio. El casco antiguo del pueblo se adornó con moti-vos marineros, y los trabajadores de la principal callecomercial de L’Estartit acudieron a trabajar ataviadoscon disfraces de piratas. Todo L’Estartit era un gran es-cenario donde se intentaba representar “cómo debíaser” la cotidianeidad de un pueblo marinero del siglo

XVI. Sobre un pequeño escenario, un rapsoda contabahistorias de cuando los piratas empleaban las Islas Me-das como refugio y sobre los repetidos ataques quesufrió el pueblo de Torroella. Durante los días que du-ró la fiesta, se celebraron jornadas gastronómicas, sellevó a cabo la botadura de una nave, reproducciónde un antiguo galeón, y todas las tardes una cabalga-ta recorría el paseo marítimo, a ritmo de samba. A pe-sar de la aceptación que tal evento tuvo entre los em-presarios locales y turistas, algunos vecinos expresaronsus quejas ya que, siendo estrictos con la historia, lospiratas jamás estuvieron en L’Estartit. Es más, según loshistoriadores locales –véase Audivert (1971)–, hastaque no cesaron los ataques de los piratas no se pudoestablecer un núcleo de población estable en este en-clave costero. Al margen de la confusión entre corsa-rios y piratas, de origen caribeño o turco; algunos ve-cinos se quejaron, considerando que todo era un“montaje ficticio” sin relación con la historia o la tra-dición de L’Estartit. Entendían que su “identidad local”poco tenía que ver con los piratas turcos que arribaban

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

127

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 127

Page 130: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

128Imagen 29. Celebración de la Fiesta de Piratas (I). Foto: la autora, año 2005.

Imagen 30. Celebración de la Fiesta de Piratas (II). Foto: la autora, año 2005.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 128

Page 131: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

a la costa en una época pretérita a la constitución delpropio pueblo. Y que, al fin y al cabo, los piratas eranlos otros, los atacantes, y no ellos, la población local deL’Estartit. Ciertamente, y pese a los pocos trabajos es-pecíficos, todo apunta a que los piratas, cuando las con-diciones eran propicias, desembarcaban, atacaban a laspoblaciones del interior, tales como Torroella, y huíancon el botín. No sabríamos decir a ciencia cierta cuán-to o cómo llegaron a contactar, al margen de ataquesy desembarcos, con la población local de la época. Porotro lado, ante la “fiesta organizada” muchos pescado-res se sorprendieron pues, siendo el mar y el estilode vida marinero del pueblo otro de los alicientes dela misma, no habían sido contactados ni con su Cofra-día. Las administraciones se habían encargado de con-tratar a actores que representaban ante la atenta mira-da turística los supuestos oficios tradicionales de lalocalidad, mientras que los habitantes locales observa-ban atónitos no habiendo sido invitados a participar.

1. La evolución del destino

L’Estartit-Islas Medas

Sobre el caso de L’Estartit, Mundet i Cerdan (1995, 1998)ha descrito un claro ejemplo del ciclo de vida de undestino turístico103 en relación directa con la proteccióndel archipiélago, y la generación de productos vincula-dos a las actividades subacuáticas que se pueden llevara cabo en su interior. Analizando el proceso de crea-ción y consolidación de este enclave, y su especialidad,se distinguen varias fases:

1. Una primera fase de descubrimiento o explora-ción, que se inicia a principios del siglo XX.

2. Una fase de implicación, de los 50 a los años 60.3. Un período de desarrollo y popularidad a lo lar-

go de la década de los 60 y principios de los 70.4. Una etapa de consolidación, ya entrada la déca-

da de los años 70.5. En los últimos años de esa década y a lo largo

de la de los 80, se produjo un cierto estanca-miento y crisis (especialmente en los últimos añosde los 80).

6. A comienzos de la década de los 90, se abrió unaetapa de recuperación o rejuvenecimiento, graciasen parte a la creación del AP de las Islas Medas.

El uso de las Islas Medas ha sido el eje del desarro-llo de una oferta turística complementaria al productoalojamiento, ha ayudado a crear una imagen de desti-no diferenciada y especializada, y ha contribuido a in-crementar el gasto en el destino Las Islas Medas, co-mo muchos sentencian, “son únicas” en el Mediterráneocatalán y “solo L’Estartit las tiene”.

Como ya hemos señalado, no se llevaron a caboestudios que evaluaran el impacto que la declaraciónproteccionista podría acarrear sobre el sector pesque-ro profesional de L’Estartit; y las noticias o informacio-nes que se tenían sobre el conjunto del grupo soninexactas en muchos aspectos. A ello se añade la vi-sión, con tintes marginales, que buena parte de los im-plicados y de las administraciones tenía sobre este co-lectivo. Y la práctica o disposición de los pescadorespara dejar de pescar durante los meses de verano, sin-cronizados e implicados en la atención estacional a vi-sitantes y turistas. En palabras de un antiguo cargo dela Dirección de Pesca de la Generalitat, en aquella épo-ca “a los pescadores profesionales se les mandó a lazona para pescar como a los otros104 (…). Se trataba decrear dos áreas: una donde se podría pescar y otra enla que no se podría pescar”. En esa segunda área sedesarrollarían actividades turísticas en exclusiva.

Tras la declaración del AP de las Islas Medas en 1990,la imagen de L’Estartit comenzó a ser objeto de unaenorme atención por parte de los medios de comuni-cación nacionales e internacionales, desde los que sepresentaba a este pequeño archipiélago y al conjuntoL’Estartit-Islas Medas como el mejor destino de buceode toda la costa mediterránea (Mundet y Ribera, 2001:501-510). La existencia de una figura proteccionista, sinduda, favoreció la singularización del destino L’Estar-tit. La vinculación de la imagen del pueblo a la de lasislas, bajo la denominación de Área Marina Protegidaprimero y de Reserva Marina (de manera informal) des-pués, contribuyó también a promocionar la especializa-ción de la oferta turística existente. Muchas activida-des recreativas se fortalecieron como productos turísticos,contando con la ventaja diferencial de que, a partir deentonces, serían explotados en un espacio reconocido

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

129

103 Véase un análisis histórico del desarrollo del turismo en Cataluña, des-

de la perspectiva del ciclo de evolución del destino turístico, interesante

para enmarcar el proceso local que nosotros describimos, en Garay Ta-

majón (2007).

104 Se refiere a los pescadores deportivos que acudían a las Islas Medas,

sobre todo en verano.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 129

Page 132: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

como único en todo el Mediterráneo. El recurso centralo focal (Álvarez, 2004) del destino L’Estartit no era ya laplaya sino un elemento único y excepcional en la Cos-ta Brava: el AP de las Islas Medas.

Desde 1990, la existencia de las islas preside la ima-gen de marca de empresas y comercios de todo tipoen el municipio, disfrutando la del destino y sus pro-ductos de una especie de “etiqueta verde” (véase Ba-sieras Llavero, 2002 [Sin Publicar]). La declaración pro-teccionista otorgó una especie de sello de garantía,que hacía referencia al hecho de que este era un mi-cro-destino con una significativa oferta basada en va-lores naturales en buen estado de conservación. Trasla declaración del AP, las Islas Medas y las actividadesque se desarrollaban en su interior –especialmente elbuceo– pasaron a ocupar un lugar central de las estra-tegias promocionales del municipio. Convertidas enicono turístico, las islas no eran ya ni el refugio de lospiratas que había sido con anterioridad al nacimientodel propio pueblo, ni la zona de pesca de los pesca-dores de L’Estartit.

La explotación turística del AP contribuyó, a jui-cio de muchos empresarios locales, a mitigar el pro-

ceso de estandarización que parecía afectar al desti-no a finales del siglo pasado, y a reanimar a buenaparte del sector empresarial local. En años posterio-res a la declaración de la Ley 19/90, y según el tes-timonio de los propios afectados, se produjo una re-cuperación del sector hotelero y un sorprendentedesarrollo del sector servicios ligado a diferentes for-mas de aprovechamiento recreativo de las islas. Des-de 1990 se han creado seis centros de buceo, que seañaden a los siete existentes en el pueblo anterior-mente a la creación del AP, y numerosas tiendas dematerial de buceo. Se ha desarrollado de una flotade embarcaciones turísticas con fondos de vidrio querealizan excursiones a las Islas Medas y a la costa delMontgrí. Y se han creado dos centros especializadosen la recepción de turismo escolar. Actualmente, to-dos los establecimientos turísticos se esfuerzan enincluir en sus campañas de promoción la imagen deun municipio con un importante patrimonio natu-ral (Basieras Llavero, 2002 [sin publicar]). La existen-cia del AP representa el emplazamiento y la ima-gen central de una importante oferta de actividadeslúdicas.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

130

1960 - 19701940 - 60 1970 - 1995 1995 - 2005

Tabla 18

Crecimiento turístico en L’Estartit

Tipo de desarrollo

(Según modelos espaciales)

Características generales

del viaje (organización)

N.º de turistas/ grado de

aceptación

Motivación/ actividades

predominantes

De impactos físicos

o primarios

Desarrollo

transitorio/lento

Espontáneo

Integrado

No institucional

Desarrollo transitorio/

rápido

Planificado

Integrado

Crecimiento rápido

Planificado/ extensivo

Catalítico

Crecimiento lento

Planificado/ extensivo

Catalítico

Institucional

Masa individualInstitucional

Masa individual/

organizada

Institucional

Masa individual/

organizada

Élites

Exploradores

Doméstico

Inusuales

Rurales

Élites

Exploradores

Doméstico

Inusuales

Rurales

y 1os turistas

Masa-Chárter

Doméstico

Masa

Masa-Chárter

Doméstico

Masa

Masa-Chárter

Recreacional

Cultural

Medioambiental

Salud

Recreacional

Cultural

Medioambiental

Deportivo

Recreacional

Cultural

Medioambiental

Deportivo

Recreacional

Cultural

Medioambiental

Deportivo

Bajos Medio (Continuado) Alto Alto

Fuente: elaboración propia a partir de Santana Talavera (1997: 41-44).

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 130

Page 133: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

A pesar de la etapa de rejuvenecimiento abierta,años después, en el 2004, ciertos agentes turísticos en-trevistados coincidían en apuntar que el destino atra-vesaba por una situación que podría calificarse comode estancamiento del rejuvenecimiento. No obstante,el destino L’Estartit-Islas Medas ha continuado en sutendencia hacia la especialización sobre el segmen-to de turismo activo, relacionando las actividades de-portivas en espacios naturales adecuados para acogera los turistas. El buceo sigue siendo el producto es-trella y otras actuaciones, como la creación de una Es-tación Náutica L’Estartit-Islas Medas105, o la expansiónde la estrategia de protección por el Macizo del Mont-grí, están incidiendo aún más en esa personalización“natural-deportiva” del destino.

Existe una evidente relación entre el turismo y lasáreas protegidas, no confinada entre los límites del éxi-to absoluto o el desastre (Hall, 2005). El turismo usael medio ambiente y las áreas protegidas, ya sea por-que reflejan y se corresponden con aquellos atributos

a través de los cuales se construye e identifica el pa-trimonio (estén más o menos asumidos y buscados porel turista); porque constituidas en productos turísticoslos turistas asumen que son capaces de ofrecer y/o deasegurar la calidad de valores y elementos medio am-bientales; o simplemente porque se encuentran en losdestinos. En el caso de L’Estartit, para los dueños delos hoteles que tienen centros de buceos incorpora-dos a sus instalaciones, los nuevos “turistas”, los bucea-dores, se presentaban como unos clientes que, aún mi-noritarios sobre el conjunto del año, reportan grandesbeneficios en comparación con los tradicionales de“sol y playa”. Pues, al margen del alojamiento, gene-ran rendimientos derivados de la compra de otros ser-vicios, tales como inmersiones, alquiler de material,cursos de formación, etc., dentro el propio estableci-miento. Hemos de aclarar que el producto principalsobre el que se sustentan la mayoría de las empresaslocales sigue siendo el alojamiento y la restauración.No hemos localizado unidades productivas que, trasmás de 10 años de AP, hayan sustituido un tipo de ex-plotación por otra. El uso turístico intensivo de lasIslas Medas y el AP ha ayudado a desestacionalizarla temporada, alargando el período de actividad de lasempresas de alojamiento que poseen una oferta de ac-tividades subacuáticas. Además, frente al turista tradi-cional de procedencia española o francesa (mayori-tariamente), el turismo de buceo ha contribuido a atraera nuevas nacionalidades de turistas europeos. La ma-yor parte de los hoteles y campings, que en 2005 sehallaban aún en funcionamiento, tienen centros de bu-ceo incorporados. Casi todas las empresas han incor-porado alguna forma de uso de las Islas Medas a suoferta de productos y mantienen algún tipo de rela-ción con la oferta de buceo.

Merece la pena señalar que el sector hotelero, so-bre el que se ha consolidado buena parte de la ofer-ta de buceo en el entorno protegido, concentra tan so-lo el 8% de las plazas de alojamiento turístico censadas

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

131

Imagen 31. Anuncio a la entrada de L’Estartit. Foto: la autora, año 2004.

105 En 2001 se inaugura en L’Estartit la Estació Nàutica L’Estartit-Illes Medes,

que participa de la marca de calidad de ámbito estatal “Estaciones Náu-

ticas”. La primera creada en nuestro país fue la Estación Náutica del Mar

Menor (Murcia, 1995). Aunque con mucha menor relevancia, la de L’Es-

tartit opera como una gran central de reservas en la que, a partir de la

oferta de actividades náuticas (buceo, snorkeling, sea-watching, kayak,

vela, windsurf, excursiones marítimas y apnea básicamente), se estruc-

turan una serie de productos y paquetes turísticos con alojamiento en

ocasiones.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 131

Page 134: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

132

Nombre

Hoteles y Pensiones, N.º establecimientos = 16; Plazas estimadas = 1.812

* Hab. CamasServicio

RestauraciónServicios complementarios relacionados con el uso del AP

Tabla 19

Caracterización del sector del alojamiento turístico en L’Estartit

H3 76 140 No

Buceo (Centro de Buceo vinculado al H)

Buceo (Infraestructuras tales como compresor)

Buceo

Buceo. Excursiones marítimas

Buceo (a través de otras empresas)

Buceo (Centro de Buceo vinculado al H)

Apnea, snorkeling y sea-watching

Las pensiones tienen un período de actividad diferente

al de los hoteles, mucho más estacional, la mayoría de ellas

se encuentran fuera de servicio temporalmente o han cerrado

definitivamente.

No

No

126

283

113

143

63

145

194

126

101

8

22

45

58

48

70

154

59

75

33

82

100

61

63

4

10

25

29

24

H3

H3

H2

H2

H2

H2

H1

H1

H1

H3

P2

P2

P1

P1

Bell – Aire

Nereida

Panorama

Coral

La Massía

Santa Anna

Univers

Flamingo

Les Illes

Medes II

Cal Tet

Dalfó*

Santa Clara*

Egara*

Racó del Mar*

Nombre

Campings, N.º establecimientos = 8; Plazas estimadas = 8.862

Capacidad Servicios base Servicios complementarios relacionados con el uso del AP

360 parcelas

25 bungalósTienda de Campaña

(TC), Auto-caravana (A),

Instalaciones Recreativas

(IR), Supermercado (S),

Restaurante (R)

Buceo (Centro de Buceo vinculado al camping)

Apnea, snorkeling y sea-watching

La Sirena

135/ 140 parcelas

5 bungalós

TC, A, Bar (B) Buceo (Centro de Buceo vinculado al camping) Rifort

172 parcelas

12 bungalós

TC, IR, S, R, B Buceo (a través de otras empresas)Medes

191 parcelas

9 bungalósTC, IR, S, R Buceo (a través de otras empresas)Ter

832 parcelas

9 bungalósTC, IR, S, R Se localizan a las afueras del núcleo de L’Estartit.

Aunque no contengan servicios complementarios

poseyendo infraestructuras o en relación directa

con las empresas que explotan las actividades turísticas

desarrolladas en el AP, dan servicios de asesoramiento

y facilitan el contacto entre turistas y empresas

de actividades marítimas.

Castell Montgrí

92 parcelas

9 bungalósTC, A, IR, S, REstartit

270 parcelas

9 bungalósTC, IR, S, RL’Empordá

1435 parcelas TC, IR, S, REl Delfín

10 bungalósVerde

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos cedidos por el Patronato de Turismo de L’Estartit para 2004.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 132

Page 135: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

en el año 2004. En comparación con las empresas decampings turísticos, su índice de ocupación a lo largodel año, considerando los períodos de actividad, re-gistra una variación mucho menos acusada. La mayo-ría de los hoteles mantienen acuerdos o relación conlas empresas que desarrollan actividades turísticas al-rededor de las Islas Medas; cerca del 90% según se des-prende de los cuestionarios elaborados durante el desa-rrollo del proyecto EMPAFISH. Si bien los turistasbuceadores no constituyen sus principales huéspedes,muy al contrario, “son veraneantes en su mayoría”.

2. La gestión del uso turístico

del AP de las Islas Medas

A juicio de investigadores tales como M.R. SimancasCruz (2004), la valoración de la dimensión recreativa yturística de las áreas protegidas ha contribuido nota-blemente al crecimiento, en número y superficie, delos Espacios Naturales Protegidos –ENPs– en todo elplaneta. El aprovechamiento recreativo de las áreas nourbanas no constituye un hecho reciente. Sin embargola consolidación de las áreas protegidas como recursosturísticos está íntimamente ligada al acto de explota-ción o utilización de ciertos elementos naturales, capa-ces de satisfacer las necesidades o motivaciones del tu-rista. En las palabras de un representante de los centrosde buceo de L’Estartit: “Mira, desde 1983, el tema de la

reserva consistía en (…) el establecimiento de dos po-lígonos: uno en el que solo se podría bucear y otro enel que solo podrían pescar los pescadores de L’Estar-tit. Así, contando con que se produciría el ‘efecto re-serva’, cuando los peces salieran del área estrictamen-te protegida ya habían tenido su uso turístico y podíanser capturados por los pescadores (…). Al principio seles dijo a los pescadores que se les compensaría traba-jando con los turistas, sobretodo como patrones de em-barcación o como personal de apoyo en los barcos.Así, en verano, estas personas tenían un sobresueldo.Muchos de ellos pescaban solo en invierno y en ve-rano trabajaban para nosotros, y otros trabajaban enturismo y seguían pescando durante el verano. (…) LaLey de 1990 sirvió para poner en valor el espacio delas islas. Se trató de un tema de gestión de las activida-des que ya se estaban realizando y de aprobar un plande usos y de ordenación del espacio”.

Una de las primeras labores desarrolladas tras lacreación del AP de las Islas Medas fue la elaboraciónde “planes” rectores que regularían los diferentes usosturísticos, pesqueros y deportivos, que se ejercían ensu interior. Una vez creada, la cuestión de cómo esti-pular la capacidad de carga del área fue el mayor pro-blema al que hubieron de enfrentarse los integrantesdel órgano de gestión creado a tal efecto, denomina-do Consell Assessor del AP de las Islas Medas. Desdesus comienzos, tal y como han reconocido muchos desus integrantes, existió una gran divergencia entre las

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

133

Gráfico 10

Índice de ocupación estimado para los alojamientos de uso turístico

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la oficina de Turismo de

Torroella de Montgrí-L’Estartit, 2003.

100%

90%

80%

70%

60%

50%

40%

30%

20%

0%

10%

S. Santa Mayo Junio Agosto SeptiembreJulio

H

Cpng

Aptos

Gráfico 11

Relación entre empresas de alojamiento y actividades turísticas

Fuente: elaboración propia a partir de una encuesta realizada en 2005 en

el marco del proyecto EMPAFISH.

12

10

6

4

2

0

8

¿Tiene relación con empresas que oferten

servicios alrededor de las Medas?

¿Trabaja con algún centro de buceo?

¿Trabaja con algún operador de buceo

o con agencias especializadas?

No

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 133

Page 136: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

posturas adoptadas por cada uno de sus componentes,a saber:

1. El Ayuntamiento local y las administraciones deTurismo que impulsaron la protección.

2. El equipo de la Universidad de Barcelona encar-gado de llevar a cabo el seguimiento científicosobre el estado ecológico del área.

3. El sector de empresarios del buceo que en esemomento explotaba económicamente el archi-piélago.

4. El Club Náutico, como representante de sus aso-ciados, asiduos pecadores y aficionados a la náu-tica, que cada verano acudían con sus embar-caciones a las Islas Medas.

5. Los submarinistas que acudían a las islas con in-dependencia de los centros y empresas del pue-blo.

6. Los pescadores profesionales de L’Estartit.7. Los empresarios de embarcaciones de excursio-

nes marítimas.8. Las autoridades y representantes de administra-

ciones relacionadas (Agricultura y Pesca, Cultu-ra y Deportes, Medio Ambiente…)106.

Además de las labores de balizamiento y señaliza-ción, información y planificación de actividades edu-cativas, tan habituales en las áreas protegidas, una delas primeras acciones emprendidas por el órgano ges-tor del AP fue la reducción en el número de inmer-siones permitidas dentro del área estrictamente pro-tegida que, en los primeros años de la década de los90, ascendían a más de 1.000 inmersiones al día. Des-de entonces, la mayoría de las reuniones del ConsellAssessor han estado monopolizadas por las discu-siones sobre el nivel de uso turístico que puede so-portar el área estrictamente protegida; la zona más in-mediata a la costa rocosa de las islas. De un lado,los científicos encargados de evaluar el estado del AP,aplicando el “principio de prudencia” y señalando al-gunos de los posibles efectos que podía provocar lasobrefrecuentación de buceadores, en lugares especial-mente sensibles como cuevas, túneles o áreas coralí-genas, siempre han insistido, desde que comenzaran a

realizar los informes de evaluación del estado ecoló-gico del área en 1992, en la obligatoriedad de limi-tar el número de inmersiones, reduciéndolas hasta 200al día. Pero esto es algo que jamás se ha cumplido yaque, aunque la ley por la cual se creó el AP de las Is-las Medas tenía una clara vocación conservacionista,los niveles de uso estipulados por los biólogos siem-pre se han topado con la oposición de los empresa-rios turísticos locales. A juicio del investigador que di-rigía el equipo encargado de realizar las evaluacionesmencionadas107, el “error” que los biólogos cometie-ron, cuando comenzaron a elaborar los informes, fueel de contabilizar en más de 1.000 las inmersiones quea diario se realizaban en el archipiélago, y pretender,posteriormente, rebajar esta cifra hasta las 100 o 150.Es decir, señalar un techo “real” de frecuentación dela zona y a partir de éste estimar un nivel óptimo deuso del área, con semejante diferencia. Tal y comoel director del equipo señaló: “Pretender reducir elnúmero de inmersiones de 1.000 a 100 o 150 es im-posible (…) simplemente se llegó a un acuerdo, trasmúltiples disputas… a un término medio. Aunque 450inmersiones diarias son demasiadas todavía (…)”.

Tal y como lo recuerda un antiguo cargo del Ayun-tamiento y de la administración turística de Torroella,quien participara en las reuniones del Consell Assessor,entre los años 91 y 99, las disputas y la tensión eran fre-cuentes: “(…) se generó una tensión con los centros debuceo que estaban haciendo mil inmersiones al día y…la primera reunión que hicimos… bueno se creó unconsejo asesor y en la comisión permanente de esteconsejo asesor en el que habían representantes de laCofradía de Pescadores, de los Centros de Buceo, delAyuntamiento, de la Generalitat y de la Universidad.Pues la Universidad proponía que de mil y pico de in-mersiones que se estaban realizando teníamos que pa-sar a cien… pues evidentemente la tensión fue enorme.Además, había que aplicar una tasa, entonces fue bas-tante complicado. (…) el peso de los centros de buceo,en un primer nivel, y de las barcas con fondo de cris-tal, los cruceros y tal, ha sido muy fuerte. Muy fuerteporque han ejercido una presión fortísima (…) recu-rriendo a la opinión pública, a los medios de comuni-cación (…)”. Sobre las discusiones previas al estableci-miento del definitivo número de inmersiones, este

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

134

106 Fuente: Resolución del 10 de mayo de 1991 de nombramiento del Consell

Assessor del área protegida de las Islas Medas. Generalitat de Catalunya,

Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca.

107 Véase una entrevista realizada a comienzos de la década de 2000 en

http://www.buceo21.com/REPORTAJES/entrevistas/zabala.htm a 15/21/2010.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 134

Page 137: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

informante recuerda: “Esto fue un regateo. Es decir, fren-te a la Universidad que decía 100, y los centros de bu-ceo que decían (…) si puede ser… mil y pico que eralo que tenían en aquel momento, se intentó llegar a unconsenso. ¿Y cómo se llegó? Pues, como era muy difí-cil hablar de números, se llegó definiendo cuáles eranlas zonas de buceo, identificando zonas de buceo ¿eh?pues mira aquí puede haber una zona de buceo, aquíotra, y cada zona de buceo va a tener una boya. ¿Cuán-tas veces se puede visitar esta zona de buceo? Pues, dosveces al día. Pues, cada barca ¿cuántas personas puedellevar? Veinticinco personas. Pues 25 personas por ca-da zona de buceo, por dos veces al día. Así, más o me-nos se llegaba a este… porque yo creo que es impor-tante el número. Evidentemente es importante elnúmero, pero también la calidad. Estuvimos… es quehicimos un trabajo bastante importante delante del caosque había inicialmente”.

Es destacable que, durante este proceso de discu-sión o de “regateo”, los empresarios disfrutaron delapoyo de ciertas Administraciones, en ocasiones ex-presado de manera abierta, a pesar de las tensionessurgidas. Sirva como ejemplo que en 1997, durantela celebración de una jornada sobre municipalismo tu-rístico, organizada por el Consell Comarcal del BaixEmpordà en Calonge, el por entonces director gene-ral de Turismo de la Generalitat, considerando que“en tot paratge natural hi ha d’haver un equilibrientre l’ explotació raonable de la natura i la genera-ció d’ ingressos”, defendía que la reducción en el nú-mero de inmersiones no debía perjudicar los intereseseconómicos de las empresas ubicadas en la zona. Dehecho él creía que era necesario “fomentar i protegir”el submarinismo en las Islas Medas108, según se lee enun periódico local.

Analizando el contenido de las actas de las reu-niones celebradas109 por el Consell Assessor, entre losaños 1991 y 2003, y las de la Comisión Permanente(cuya función era responder y apoyar a las medidas

planteadas en el órgano de rango superior agilizan-do ciertos procesos), podemos afirmar que las reu-niones han estado centradas en las discusiones sobreel uso turístico del área estrictamente protegida delAP de las Islas Medas; aunque en términos generalesse distinguen 4 grandes áreas de interés, relaciona-das con:

a) la protección o conservación de los elementosnaturales contenidos en el AP,

b) el uso turístico del área estrictamente protegi-da del AP de las Islas Medas,

c) la gestión administrativa del AP,d) la actividad de la pesca profesional dentro del

área protegida o pre-parque.

Durante los 12 años de reuniones de los que tene-mos registros, básicamente, se ha estado negociandoy renegociando las condiciones en las que se desarro-llaban las actividades turísticas dentro de la zona delárea estrictamente protegida o “parque”. Es destacableque a lo largo de 10 años de reuniones, el patrón ma-yor de la Cofradía de L’Estartit intervino en apenas10 ocasiones. Y aún más significativo resulta que, almargen de esas intervenciones, en muy pocas ocasio-nes algún otro miembro del órgano se refirió a la pes-ca profesional. La naturaleza de las intervenciones delpatrón mayor se ha referido principalmente a:

a) Solicitudes relativas a la gestión del mero (Ephi-nepelus marginatus).

b) Quejas sobre la actividad de la pesca recreati-va en el área de pre-parque.

c) La ratificación o modificación (en los casos enque hubiera sido necesario) de la lista de barcosque debían ser incluidos en el censo de embar-caciones de pesca profesional, autorizadas a ejer-cer usos extractivos en el área de pre-parque.

Pocas veces alguna de estas cuestiones fue respon-dida llegando al mismo nivel de disputa, que las cues-tiones relativas al desarrollo del buceo en el área es-trictamente protegida o parque.

2.1. Evolución en el número de inmersiones permitidas en el AP de las Islas Medas

La normativa genérica, previa a la elaboración de losPlanes de Uso del AP reproducía las regulaciones exis-tentes desde 1985, y que dictaminaban (por ejemplo)

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

135

108 Noticia Publicada en el periódico El Punt [13-05-1997].109 Para la elaboración de este trabajo hemos contado con la colaboración

de la dirección del Área Protegida de las Islas Medas. Desde sus oficinas

en L’Estartit, a lo largo de los años 2004, 2005 y 2006, nos proveyeron

de diversos documentos escritos en los que se recogían las estrategias

de gestión emprendidas desde 1991. Entre 1991 y 2003, contamos con 12

actas de las reuniones del Consell Assessor celebradas en L’Estartit, y

10 actas de reuniones celebradas por la Comisión Permanente, del AP de las

Islas Medas.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 135

Page 138: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

las horas de visita del área (desde la salida a la puestade sol) o la prohibición de arrojar desperdicios, o la deintroducir / extraer especies de flora y fauna. En estesentido, no hubo grandes cambios cuando se creó elAP en 1990; tampoco al respecto de la normativa sobrela pesca profesional permitida en el área protegida opre-parque. Sobre la actividad específica del buceo encambio, desde el año 1992 en el que se elabora el pri-mer Plan de Usos, se impondrían numerosas medidasde control. La primera de ellas fue la ordenación de loscentros que explotaban la actividad, a los cuales se lesotorgaría una licencia administrativa, y la imposición deuna tasa de inmersión, que debían de abonar todos lossubmarinistas. Los centros de buceo, a pesar de que nose mostraron de acuerdo con tal imposición, incorpo-raron la tasa al precio de sus inmersiones, haciéndoseellos cargo de gestionarla posteriormente frente a la ad-ministración del AP. Los buceadores que prescindie-ran de los servicios de los centros de buceo abonaban(y abonan) la tasa en las propias oficinas del AP.

Entre 1990, año en que fue declarada la ley, y 1992,cuando se comenzó a controlar la afluencia de visitantes

mediante el pago de la tasa (aplicada a partir del mesde julio), la estimación sobre el número de buceadoresque se sumergían en las las Islas Medas se llevaba a ca-bo mediante un cálculo de la capacidad para llevar vi-sitantes de cada una de las embarcaciones censadas yautorizadas para explotar esta actividad en la zona, des-de la salida a la puesta del sol. Se habían establecido 16boyas para el fondeo de las embarcaciones de los cen-tros con autorización administrativa; considerando ochozonas de buceo y la procedencia del viento (de com-ponente norte o sur); si bien en dos de las mismas elbuceo es impracticable durante buena parte del año de-bido al mal tiempo reinante. Los centros y la direccióndel AP elaboraron un sistema de rotación de las boyasatendiendo a la procedencia de los vientos, el númerode empresas autorizadas y la afluencia de buceadores“por libre”. Por aquel entonces, el número de centrosautorizados ascendían ya a 11.

Desde 1990, el Departamento de Ecología de la Uni-versidad de Barcelona –UB– ha estado llevando a caboun seguimiento sobre el estado de las comunidades bio-lógicas localizadas en el área, y si bien dichos informes

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

136Imagen 32. Gorgonias en las Islas Medas. Foto: Álex Lorente, año 2011.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 136

Page 139: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

no arrojan datos sobre el estado de los recursos pesque-ros con la salvedad del mero (Ephinepelus margina-tus)110, se han centrado en el seguimiento de las pobla-ciones de fauna sésil (inmóvil), siendo las especiescoralígenas las más sensibles a la acción de los bucea-dores y las más estudiadas. Desde 1992, estos informesrecomiendan en sus conclusiones llevar a cabo una “ur-gente restricción del número de visitas”, y sugieren queno se deberían superar las 200-300 inmersiones al día.Lo que, distribuido de forma equitativa entre los seis sec-tores más frecuentados, daba como resultado una me-dia de 50 buceadores por sector y día. Los biólogos, ade-más, recomendaban que cada sector fuera visitado porun solo centro en cada momento, que las boyas no fue-ran empleadas por más de un centro a la vez, e inclu-so la supresión de ciertos puntos de buceo111, desacon-sejando la instalación de nuevos fondeos. Un añodespués, en 1993, los biólogos de la UB advirtieron enlos medios de comunicación de las graves consecuen-cias del exceso de submarinistas en las Islas Medas. “Enlas zonas donde casi nadie bucea se pueden ver gorgo-nias (…), corales y unos organismos muy frágiles (…).En las zonas con más buceadores, en cambio, estos or-ganismos no están o viven en grietas, casi escondidos”112.Aunque en 1993 todavía no se contaba con datos sufi-cientes para establecer una relación causa-efecto entrela actividad del buceo y la degradación de los fondos,los biólogos, denunciaron que “las normas parecen es-tar hechas a la medida de quienes explotan las Medas,de los empresarios de los barcos con suelo de cristal yde las empresas de inmersión, a la vez propietarias dehoteles y campings. Hasta la cantidad de inmersionespermitidas se ha definido según el número medio de vi-sitantes ya existente, no por lo que pueda soportar es-te fondo”113. Según las estimaciones recogidas en el in-forme anual de seguimiento del AP, en 1993 se realizaronun total de 53.040 inmersiones, en los ocho puntos debuceo situados en el área estrictamente protegida de lasIslas Medas.

En 1994, la afluencia al AP aumentó con 54.771 in-mersiones114 realizadas. Existían ya 12 barcos pertene-cientes a centros de buceo con base en L’Estartit. Enel informe elaborado por los biólogos, una vez más seinsistía en llevar a cabo una “urgente restricción delnúmero de vistas subacuáticas a las Islas Medas”, re-comendando no superar la cifra de 200 inmersionesdiarias (lo que equivalía a 25 personas por sector ydía); y se reiteraba que cada punto no debía ser visi-tado por más de una embarcación a la vez115. Ese año,mediante la Orden/08 de 11 de julio de 1994 (DOGCnúm. 1923) se decretó la primera reducción significa-tiva en el número máximo de inmersiones diarias quepodrían ser realizadas, siendo 450 las permitidas en lazona estrictamente protegida del AP de las Islas Me-das. A excepción de ciertos días coincidentes con lospuentes y fiestas en Francia que eran consideradospunta, en los que la cifra aumentaba a 700 y 800 in-mersiones. En 1995, la regulación fue modificada nue-vamente. Se mantuvo el número máximo de 450 in-mersiones pero se repartieron 400 licencias o cuposde inmersión entre los centros, y se reservaron 50 cu-pos los buceadores particulares que no desearan acu-dir al AP contratando los servicios de alguna empre-sa. La Dirección General de Pesca del Gobierno dela Generalitat de Catalunya, ese mismo año, median-te la Orden/08 de 1 de agosto de 1995 aprobó las nor-mas generales del Plan Para la Conservación del ÁreaProtegida de las Islas Medas, para el período 1995-1998(DOGC núm. 2086). En ella estipulaba que expediríalicencias anuales para las empresas que explotaraneconómicamente la actividad del buceo en el AP, con-feccionando anualmente un censo de embarcacionesautorizadas a trabajar en el área estrictamente prote-gida, tal y como se hacía con los pescadores en el áreaprotegida o pre-parque. La misma orden, en su capí-tulo 3 (Inmersiones), detallaba que el número máximode licencias para particulares, que se otorgarían parauna misma embarcación, no podía exceder las 15 li-cencias por día, 25 licencias por dos días y un máxi-mo de 50 licencias por embarcación y semana (artícu-lo 15). En sus disposiciones transitorias puntualizaba

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

137

110 Ver a este respecto los múltiples estudios publicados por el doctor M.

Zabala (García-Rubies, 1990; Zabala, 1997a, 1997b). Y también: “El antago-

nismo entre turismo y medio ambiente”, artículo publicado en el periódi-

co La Vanguardia el día 18/03/1995, págs. 5-6, Barcelona.111 Fuente: Seguimiento temporal de la reserva marina de las Islas Medas. In-

forme Anual (año 1992). Departamento de Ecología de la Universidad de

Barcelona. Pág. 179.112 Declaraciones recogidas en el periódico La Vanguardia, en 1993.113 Ibíd.

114 Fuente: Seguimiento temporal de la reserva marina de las Islas Medas. In-

forme Anual (año 1994). Departamento de Ecología de la Universidad de

Barcelona. Cuadro 3: Frecuentación de Inmersión por zonas.115 Seguimiento temporal de la reserva marina de las Islas Medas. Informe

Anual (año 1994). Departamento de Ecología de la Universidad de Barce-

lona. Páginas 100-101.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 137

Page 140: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

que para la campaña de 1995 se permitiría alcanzar las600 inmersiones diarias, durante 10 días de máximaafluencia. También la actividad de la apnea realizada des-de embarcaciones profesionales aparecía reflejada porprimera vez en esta Orden. Si bien no se establecía untecho máximo de afluencia, la misma informaba de quela nueva actividad no representaría un aumento en el nú-mero de embarcaciones autorizadas para explotar las ac-tividades turísticas desarrolladas en el AP. A pesar de lanueva limitación, el informe de seguimiento de la UB co-rrespondiente al año 1996 continuaba insistiendo en lanecesidad de reducir el número de inmersiones a 200.Lo que equivalía a 25 personas por sector y día.

En 1997, mediante la Resolución de 29 de enero de1997, por la cual se establecen las normas complemen-tarias del Plan Para la Conservación del AP de las Is-las Medas (DOGC núm. 2325), el Departamento deAgricultura, Ganadería y Pesca, decretó definitivamen-te que el número máximo de inmersiones sería de 450,suprimiendo los denominados días punta. El númerode licencias o cupos de inmersión se distribuyó de lasiguiente manera:

– 50 licencias/cupos reservados para los bucea-dores particulares, que se otorgaban de acuerdocon lo establecido en la Orden anterior.

– 350 licencias/cupos reservados para los centrosturísticos de buceo con sede en L’Estartit. Los cu-pos se distribuirían entre aquellos centros que de-mostrasen haber estado trabajando en la zona du-rante el año anterior (1996).

– 50 licencias/cupos reservados para los centros tu-rísticos de buceo autónomo con sede fuera deL’Estartit; que se distribuirían entre aquellos cen-tros que demostrasen haber trabajado en la zonadurante el año anterior (1996).

Con posterioridad, siguiendo este modelo, se regula-ron las actividades de la apnea, del snorkeling y del sea-watching (itinerarios submarinos comentados), estable-ciendo un número máximo de 300 licencias/cupos diariospara estas actividades, la obligatoriedad de amarrarse aunas boyas específicas, y la prohibición de que más deuna embarcación se amarrase a una misma boya a la vez.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

138

> 1.000 inmersiones por día (sin limitación) 200-300 inmersiones

200-300 inmersiones

200 inmersiones

200 inmersiones

200 inmersiones

500 inmersiones por día + 30 días punta hasta 1.000

450 + 11 días punta hasta 700-800

450 (400 C.B autorizados + 50 particulares) + 10 días punta hasta 600

450 = 350 C.B autorizados de L’Estartit + 50 C.B autorizados con base

en otros pueblos + 50 particulares

PermitidoAñoDemandado por los biólogos encargados

de llevar a cabo el seguimiento del AP

Tabla 20

Resumen de limitaciones a las actividades turísticas en las Islas Medas

1992

1993

1994

1995

1997

Fuente: Elaboración propia a partir de los informes y órdenes citados anteriormente. C.B.= Centro de Buceo.

Gráfico 12

Evolución en el número de inmersiones realizadas anualmente

en las Islas Medas

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos cedidos en las Oficinas del AP.

80000

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

1992 1994 1996 2000 20021998

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 138

Page 141: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

2.2. La respuesta de los empresarios de buceo

En marzo de 1997, como respuesta a la normativa desa-rrollada desde el Consell Assessor, la Asociación deCentros Turísticos Subacuáticos Costa-Brava-Sub ela-boró un informe titulado “Balanç de 6 anys de pro-tecció: que fan els Centres d’Immersió que operen a lesIlles Medes”. En dicho documento, la Asociación, quepor aquel entonces se nutría de 11 empresas de buceoautorizadas para operar en Medas, defendía el submari-nismo como un producto especializado y de calidad,compatible con la conservación de la flora y la fauna delos fondos marinos de la Costa Brava. Además, se pre-sentaba como la gran defensora “en solitario, de los fon-dos marinos de las Islas Medas”: “La preocupació com-partida per la conservació del patrimoni natural,especialment la flora i la fauna del nostre litoral, les haconvertit durant moltes anys en defensores solitaris dela necessitat de preservar el medi i, en seu moment, enpromotores actives de la reserva natural de les Illes Me-des116”. La Asociación defendía el submarinismo en L’Es-tartit como un producto turístico y medioambiental deprimer orden, la principal actividad económica de lascomarcas gironinas, que ha ayudado a desestacionalizarla temporada turística, y a rentabilizar las inversiones pú-blicas dispuestas en materia de preservación y conser-vación del medio. Según se recoge en el mismo, las in-versiones realizadas por estos centros hasta 1996ascendían a 530.930.000 de pesetas. Y, tal y como argu-mentarían en un segundo escrito de respuesta dirigidoa la administración catalana, consideraban que: “No sepuede desarrollar una actividad turístico-recreativa fun-damentada en la improvisación, en las Ordenes o re-soluciones de última hora ignorando los compromisose inversiones realizadas (…)”.117

Los centro de buceo de L’Estartit, recurrieron la re-distribución de cupos de inmersión mediante la presen-tación de un recurso contra la Generalitat. A ésta la “acu-saban” de haber realizado una reducción encubierta enel número de licencias118 que podía conllevar importan-

tes pérdidas, ya que la creación de una infraestructurade buceo significaba unas inversiones permanentes, norecuperables y difícilmente transformables. Tal y co-mo han explicado los empresarios, una temporada debuceo no puede planificarse y cambiarse a escasas fe-chas de que esta comience. Especialmente en destinostan estacionales como L’Estartit, donde la actividad nose nutre de turistas ya presentes en el destino. La ma-yoría de los turistas buceadores viajan con paquetes,con el alojamiento, al menos, y las inmersiones con-tratadas. Y la mayor parte de la oferta se comercializa através de clubes, agencias minoristas y tour-operadoresen los países de origen de los turistas. En el destino secomercializa un pequeño porcentaje, que puede verseincrementado durante la temporada baja, bien a travésde la Estación Náutica o a través de la venta directa.“Nosotros en invierno vamos a todas las ferias y contra-tamos el verano… y ¿tú sabes con cuanta antelación hayque contratar el ‘stand’ en una feria internacional? Puescon seis meses de antelación… y ahora me están di-ciendo que tengo que ir para contratar unas inmersio-nes, contando con unos cupos, que luego a lo mejor novoy a poder ofrecer… El problema, es que éstos (…)no están acostumbrados a que en un parque naturalexista una gran actividad económica. Los Centros deBuceo tendrían que estar dentro de las empresas tu-rísticas, como se regulan los hoteles y muchos servi-cios… Al principio nos regulaba industria, luegoagricultura, ganadería y pesca… y ahora con medioambiente…”.

Los recurrentes entendían que la reducción en elnúmero de buceadores vulneraba un principio jurídi-co fundamental, el de los derechos históricos adqui-ridos por los administrados. Entendiendo que, confor-me a lo establecido en la Ley 19/1990, de 10 dediciembre, y en la Orden de fecha 1 de agosto de1995119, se había configurado un marco jurídico al quese acomodaron los destinatarios de dichas normasquienes, “(...) confiando en la regulación que se de-cía debía permanecer inalterable cuatro años –la du-ración del Plan de Usos– realizaron toda una serie deinversiones cuya efectividad ha de respetarse por lasencilla pero fundamental razón de venir ampara-das en normativa de rango legal y reglamentario.

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

139

116 Fuente: Informe: Balanç de 6 anys de protecció: que fan els Centres d’

Immersió que operen a les Illes Medes. Pág. 5, 1997. Sin publicar. Cedi-

do en L’Estartit en el año 2004.117 Escrito remitido a la Generalitat de Cataluña, departamento de Agricultura,

Ganadería y Pesca, Dirección General de Medio Natural, firmado por diver-

sos empresarios locales, en L’Estartit el 18 de mayo de 1997.118 Ver por ejemplo los artículos publicados en el Diari de Girona los días 22

de marzo y 10 de mayo de 1997, págs. 13 y 11 respectivamente.

119 Por la cual se aprobaron las normas generales para del Plan para la

Conservación de las Áreas Protegidas de las Islas Medas por el período

1995 -1998.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 139

Page 142: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

(…) La Resolución de fecha 29 de enero de 1997 porlos expuesto en la presente solicitud, ocasiona impor-tantes perjuicios (…) al haber sido publicada en unasfechas en las que las inversiones más importantes depromoción de la actividad submarinista ya han sidorealizadas, a través de la publicidad (…), habiendoofrecido al público un producto que, pese a ajustar-se plenamente a la legalidad vigente, conforme a latan repetida resolución, no podrá ser prestado en lascondiciones ofertadas”.120

Por todo ello, de conformidad con lo dispuestoen la Orden de 1 de agosto de 1995, los representan-tes de los centros de buceo solicitaban que:

a) Se elevara el cupo de inmersiones destinado alos centros particulares, de 350 a 400 inmersio-nes diarias,

b) que estas se distribuyeran únicamente entre loscentros acreditados en la última temporada de1996,

c) que los centros firmantes pudieran trasladarseentre sí el cupo hasta alcanzar el máximo esta-blecido,

d) y que los 50 cupos diarios reservados para losbuceadores particulares no agotados se revirtie-ran en los anteriores.

A juicio de los empresarios locales, la solución quegarantizaría la viabilidad económica de las empresasde L’Estartit pasaba por permitir que los cupos se ges-tionaran de manera única, a partir del monto disponi-ble a diario. El representante de los centros de buceoen 1997, justificaba las ventajas de este sistema en lossiguientes términos: “Cada centre s’ ha especialitzat enuna clientela diferent que té unes dates de visites con-cretes. (…) alguns centres es quedessin sense clientso que no esgotessin la quota (…) si algun centre lo so-bren clients, els por traslladar a altres centres (…)”.121

La limitación sobre el número de inmersiones trajoconsigo otra importante consecuencia: los empresariosse vieron obligados a diversificar los productos ofertados

para compensar las pérdidas en el número de clientespotenciales y efectivos. Este hecho, lejos de lograr unareducción efectiva en el número de visitantes que acu-den a las islas, incrementó el nivel de uso del AP con losnuevos productos de snorkeling, apnea y sea-watching.Fue el propio Consell Assessor de las Islas Medas, quienlos impulsara, planteando que podrían representar unaalternativa a la reducción en el cupo de inmersiones122.Gracias a estos nuevos productos, las empresas de bu-ceo podrían reutilizar sus instalaciones e infraestructuras(barcos y locales comerciales sobre todo). Los productos“alternativos al buceo”, poseen algunas ventajas frente alsubmarinismo:

a) Necesitan de una instrucción previa mínima, encomparación con la recibida para la práctica delbuceo;

b) no requieren ni la titulación ni la inversión eco-nómica necesaria para practicar el buceo, encuanto alquiler o compra de material, cursos deformación, etc.;

c) no conllevan los riesgos físicos que entraña elsubmarinismo;

d) son actividades que pueden ser realizadas portodo tipo de personas y edad123,

e) y pueden ser ofertadas a todos los miembros deuna misma familia.

La importancia adquirida por el snorkeling, la ap-nea, y el sea-watching, es tal que, al margen de loscentros de buceo y las tiendas especializadas, se hancreado nuevas empresas dedicadas a su explotaciónen exclusiva en L’Estartit. La incorporación de nue-vas actividades, por otro lado, obligó a la instalaciónde más boyas, diferenciadas de las anteriores en for-ma y color. A ésas hay que añadir las que sirven deamarre para las embarcaciones particulares. Comoresultado de la combinación de las múltiples activi-dades que se desarrollan al mismo tiempo en el mis-mo espacio, el área estrictamente protegida delAP de las Islas Medas se asemeja más a “un campode minas”, o a un “parking”, como han denominado

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

140

120 Escrito remitido a la Generalitat de Cataluña, Departamento de Agricultu-

ra, Ganadería y Pesca, Dirección General de Medio Natural, pág. 10, 11 y

ss. L’Estartit a 18 de mayo de 1997.121 Declaraciones recogidas en el Diari de Girona, “La Generalitat i els cen-

tres d’ immersió estan satisfets per l’ acord de les Medes”, 01-08-1997, pág.

10. Ver también El Punt, 13-05-1997, Sección: Economía-Turismo; y Diari de

Girona 13-05-1997, pág. 12.

122 Acta de la reunión del Consell Assessor de les Illes Medes, celebrada en

L’Estartit el 19 de marzo de 1997.123 La edad mínima necesaria para obtener la titulación mínima requerida pa-

ra la práctica del buceo es de 13 años. Para aquellas personas que ten-

gan problemas relacionados con el aparato auditivo o con el sistema res-

piratorio se desaconseja su práctica.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 140

Page 143: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

algunos de sus usuarios, que a un área “estrictamen-te protegida”.

En 1999, entró en vigor el Plan de Usos correspon-diente al período 1999-2002, con el que se consolidóun nuevo sistema de obtención de licencias para la ex-plotación turística de las actividades desempeñadas enel área estrictamente protegida del AP de las Islas Me-das (DOGC núm. 2944, Decreto 215/1999, de 27 de ju-lio). El que fuera representante de los centros de bu-ceo en 1997, explicaba el cambio en estas palabras:“De 1990 al 99, contábamos con autorizaciones admi-nistrativas anuales para realizar actividades turísticasen el entorno de las Medas. La Generalitat, fue recor-tando con el tiempo el número de cupos y se planteóimponer el sistema de concesiones”. Dentro del nue-vo sistema, para gestionar la actividad del submarinis-mo se estableció una bolsa de 400 inmersiones diariasque podría gestionar un único concesionario del ser-vicio. Reservándose otras 50 inmersiones diarias parasubmarinistas que quisieran realizar inmersiones de

manera particular (DOGC núm. 2944, Decreto 215/1999,capítulo 3, art. 9, 10, 10.1, 10.2). Para explotar la acti-vidad de la apnea en el área estrictamente protegida,se concederían 300 plazas a un único concesionario,que podría explotar también la actividad del snorke-ling y el sea-watching, siempre que ambas actividadesse llevara a cabo en grupos de hasta 8 participantescon un monitor. El mismo sistema se aplicó a la acti-vidad de los cruceros turísticos, entregándose una úni-ca concesión para la explotación del servicio en el áreaestrictamente protegida de AP de las Islas Medas. Lasconcesiones administrativas se sacaron a concurso pú-blico124, y según las palabras de los involucrados en eldesarrollo de este sistema: “(…) se hizo una cosa ló-gica que es lo mismo que nosotros hacemos en las

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

141

124 Ver DOGC núm. 2951, de 06 de agosto de 1999, DOGC núm. 2986, de

20 de septiembre de 1999 (por ejemplo).

Imagen 33. Buceando en la Cueva del Delfín en las Islas Medas. Foto: Álex Lorente, año 2011.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 141

Page 144: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

playas, que es poner a concurso. Y, a partir del con-curso, se hacen grupos y unos ganan y otros pierden.Se hizo un concurso en el cual (...) forzó a unirse a lasempresas, a dar una sola concesión a una Unión Tem-poral de Empresas y en la cual ya se vio sobre todouna lucha, que ya se había iniciado que es los centrosque habían estado aquí toda la vida no… querían im-pedir que otros centros entraran. Entonces hubo dosgrupos: los de siempre y los nuevos”.

Para optar a los 400 cupos de inmersiones autori-zadas, 11 centros de buceo que poseían desde princi-pios de los años 90 la licencia administrativa requeri-da se asociaron para formar una Unión Temporal deEmpresas Turísticas (UTE). Seis de estos estaban inser-tos en empresas de alojamiento, y cuatro tenían su se-de en pueblos cercanos, y acudían únicamente a lasIsalas Medas en temporada alta. No todos formabanparte de la UTE en igualdad de condiciones, ya quelos 7 centros locales se repartirían 350 cupos diarios(= 50 cupos por centro/día), y los 4 ajenos, los 50 res-tantes. A cambio de la concesión, fue necesario pagarun canon estipulado según el montante total acumu-lado sumando las tasas abonadas por 400 buceadores(aproximadamente 25.000.000 de pesetas que son apro-ximadamente 154.309,83 € 125). Existiendo un únicoconcesionario de las 400 plazas, los empresarios debuceo-alojamiento vieron satisfecha la reivindicaciónrealizada en 1997, cuando pedían que los centros dis-pusieran del monto total como compensación a la re-ducción realizada en el número total de inmersionespermitidas, y atendiendo a las distintas formas de tra-bajo resultantes del distinto carácter de las empresasque se agrupaban en la UTE. Aunque sobre el papelcada empresa contaba con 50 cupos para vender aldía, en dos franjas –25 inmersiones por la mañana y25 inmersiones por la tarde–, sus miembros se “inter-cambiarían” los cupos entre sí, especialmente en tem-porada alta.

La formación de una Unión Temporal de Empresascontribuyó a reforzar el poder y la capacidad de deci-sión del colectivo de buceo. Pero en el caso de los cru-ceros marítimos la aplicación de este sistema favorecióla actuación de una empresa, de capital e infraestructu-ras muy superiores a las tradicionales y familiares em-presas de excursiones marítimas existentes en L’Estartit.

A diferencia de los centros de inmersión, las empresasde cruceros marítimos nunca habían trabajado juntas.Una de ellas, a lo largo de los años, ha ido absorbien-do a las restantes que formaban parte de la UTE, ha-ciéndose con todos los cupos. Hasta que en el año 2005se eliminaron las concesiones para realizar excursionesmarítimas y desapareció el sistema para tal actividad,determinándose que la dirección del AP (dependien-te de la Consejería de Medio Ambiente y Vivienda,por aquel entonces) no tenía potestad para regular lanavegación126.

3. Rendimientos económicos

derivados de la explotación

del AP de las Islas Medas

Antes de la creación del AP de las Islas Medas, Zaba-la y García-Rubies (1990) habían observado ya un im-portante incremento en la riqueza y la diversidad delas especies representadas dentro del área vedada, conrespecto del área no vedada. Hoy en día, presumible-mente y en líneas generales, todas las comunidadesde especies de peces de roca localizadas en el entor-no protegido se han visto impactadas positivamentepor la existencia de medidas de protección, incremen-tándose la riqueza en especies, en la abundancia delas tallas medias de los individuos y en biomasa de to-das las especies (Planes et al., 2006: 41-42). Siendo elcenso visual submarino la principal técnica de mues-treo, los resultados de las sucesivas investigaciones hanrevelado un importante incremento en la abundanciade los meros dentro del área protegida y especialmen-te dentro del área estrictamente protegida, con respec-to a las áreas desprotegidas estudiadas. Según los in-vestigadores, el mero y la corvina negra (Scianeaumbra) están prácticamente confinados en el inte-rior del área estrictamente protegida. Y en general, lasprincipales especies piscívoras identificadas (Epinepe-lus marginatus, Dentex dentex, Dicentrachus labrax,Sphyraena sphyraena, Pomatomus saltatrix, Scorpae-na scrofa y Seriola dumerili) son más abundantes enel interior del AP. Por el contrario las comunidades depequeños peces predadores, o los individuos pequeños

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

142

125 Según http://www.ine.es/cgi-bin/calcula?L=0, a 18/10/2007, según el IPC

del mes de septiembre de 2007.

126 Merece la pena aclarar que es el Ministerio de Fomento, a través de la

Dirección General de la Marina Mercante, es la institución que ordena la

navegación marítima y la flota civil española.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 142

Page 145: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de las especies más voraces no parecen haber sidoafectados de forma tan notoria por el “efecto reserva”,y tienen densidades similares tanto dentro del área pro-tegida como en las zonas desprotegidas estudiadas,por ejemplo, por el EMPAFISH. Este proyecto en par-ticular concluyó que la abundancia de larvas de espe-cies de peces residentes no era significativamente di-ferente en el área protegida y desprotegida (Planeset al., 2006: 42).

La concentración de las actividades de submarinis-mo ha sido otro de los fenómenos más estudiados des-de que el AP fuera declarada. Los puntos de buceo es-tablecidos representan aproximadamente el 10% delárea protegida (Planes et al., 2006: 43-44) y el inten-so uso ejercido por los submarinistas ha podido tenerefectos sobre comunidades bentónicas infra- y circali-torales (Garrabou, 1998; Riera Aragó, 2001; ZabalaLimousin, 1995), especialmente en las constituidas pororganismos sésiles con frágiles esqueletos calcáreos ocórneos (Garrabou, 1998: 302). Otro efecto derivadode la actividad de los submarinistas ha sido el posiblecambio en el comportamiento de los meros (Zabala,1997a, 1997b) ante la presencia humana. Presumible-mente esta especie ha sido objeto de la práctica delfeeding, o alimentación artificial.

En su trabajo, el geógrafo Ll. Mundet i Cerdan rea-liza una estimación del impacto económico de la de-claración del Parque Natural de las Islas Medas parael año 1996 (Mundet, 1998: 291). Según las cifras re-cogidas en sus trabajos, éste ascendería a 811.588.000de pesetas en 1996, incluyendo el gasto realizado porlos turistas subacuáticos y lo recaudado por las empre-sas dedicadas a realizar excursiones marítimas. Conrespecto a los años anteriores, según se recoge en elInforme Anual de 1994 elaborado por el Departamen-to de Ecología de la UB: del total de permisos expe-didos durante el año 1993 en las oficinas del AP de lasIslas Medas, que ascendieron 53.040, los ingresos ob-tenidos por la recaudación de tasas, ascendieron apro-ximadamente a 16.432.170 pesetas. En 1994, la recau-dación derivada de las tasas ascendió a 16.704.345de pesetas. En 1999, cuando el actual sistema de con-cesiones entró en vigor, la Oficina de Turismo de L’Es-tartit, tomando como referente los beneficios obteni-dos por los centros de buceo que podían realizarinmersiones en el área estrictamente protegida de lasIslas Medas, estimó los beneficios obtenidos del turis-mo subacuático en un total de 513.000.000 de pese-tas. Los beneficios económicos derivados de la acti-vidad de los cruceros turísticos al AP ascendían a

425.000.000 de pesetas. El total del impacto económi-co derivado de la creación del AP de las Islas Medas,teniendo en cuenta las dos principales actividades quese explotaban económicamente en el área, se calcula-ba entorno a los 938.000.000 de pesetas en 1999. Enel 2001 la Oficina Municipal de Turismo realizaba unestudio127 en el que se incluyeron por primera vez lasinmersiones fuera del AP, además de la actividad delsnorkeling, el alojamiento, y 2.000 pesetas en concep-to de gastos varios por día. Según estos cálculos, losbeneficios económicos derivados de la actividad delos turistas buceadores ascendían a 573.083.600 de pe-setas. Los beneficios obtenidos por las empresas querealizan excursiones se cifraron en 500.000.000 de pe-setas. El monto del impacto económico derivado dela protección y del uso del espacio protegido de lasIslas Medas, ascendía, según los cálculos de la Ofici-na Municipal de Turismo a 1.073.083.600 de pesetasen 2001.

Hemos de apuntar que ninguno de los cálculosmencionados consideró el gasto derivado del desa-rrollo del turismo escolar en L’Estartit, donde existendos centros para la recepción de escuelas y colecti-vos con programas de educación ambiental. Además,aunque la Oficina Municipal de L’Estartit, incluyeraen su estudio la creación de 160 puestos de trabajo,tan solo se refirió a los empleos directos relaciona-dos con la actividad del buceo (instructores, guías,los monitores…), con las embarcaciones (de buceoo de crucero) y con las restantes actividades rela-cionadas con la educación ambiental o deportivas,como el kayak o la vela (por ejemplo). Y no hizomención alguna a los empleos indirectos o inducidosdel uso turístico de las Islas Medas, para el conjun-to del destino L’Estartit.

Tras más de veinte años de protección de las IslasMedas, y treinta si empezamos a contar desde la ori-ginaria declaración de veda, podríamos decir que exis-te una importante relación entre la explotación turís-tica del área estrictamente protegida y la evolución departe del sector hotelero local. En el año 2005, encues-tamos a los directores de los 10 hoteles, y a los de 2campings que cuentan con centros de buceo en suspropias instalaciones. La mayoría de los empresarios

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

143

127 El paper de les administracions locals i el cas de les illes Medes, presen-

tado en marzo de 2004 durante un acto organizado en la Oficina Descen-

tralizada de L’Estartit (Capellà Hereu, 2004).

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 143

Page 146: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

coincidieron al afirmar que la creación del AP favo-recía el funcionamiento de sus empresas. Cierto es quepara más del 75% de los establecimientos, los turistasbuceadores no constituían su principal clientela. Pe-ro también, que el gasto medio realizado por los bu-ceadores al día, en cada establecimiento, era supe-rior al de los simples veraneantes. Otra importanteventaja derivaba del hecho de que frente a otros clien-tes, los turistas buceadores llegan a L’Estartit duranteel otoño y la primavera, alargando la temporada tancircunscrita a los meses de verano.

Es pertinente mencionar aquí, que salvo los hote-les y complejos de apartamentos vinculados a empre-sas de buceo, el resto de los establecimientos de aloja-miento turístico aún sufre importantes variaciones entrelos meses estivales y el resto del año, permanecien-do generalmente cerrados. La mayoría de las empre-sas fueron fundadas en la década de los 60, aproxima-damente el 65% del total entre los años 1960 y 1969;todas son de tipo familiar, donde se emplea el matri-monio principal y temporalmente a progenitores e hi-jos. Aunque prácticamente todos hacen esfuerzos porincorporar a su oferta productos complementarios alalojamiento, realizando integraciones horizontales conotras empresas de servicios de la comarca, la capaci-dad de captación de nuevos segmentos de demandaes muy reducida para la mayoría de explotaciones. Enlíneas generales podemos afirmar el sector no se ha

renovado. Ciertamente, para afrontar la etapa de rece-sión que mencionamos al comienzo de este capítulo,se diferenció la oferta y se segmentó en el destino, enbase a la multitud de productos patrimoniales que sehan ido desarrollando con los años, disfrutando cadaempresa de un segmento de la demanda concreto. Amediados de los 90 se diferenciaba perfectamente en-tre los hoteles que tenían centros de buceo incorpo-rados a sus instalaciones, hoteles que poseían em-barcaciones para realizar excursiones marítimas a lasIslas Medas, aparta-hoteles especializados en la recep-ción de turistas que viajaban en familia y que habíaninvertido en la construcción de instalaciones recreati-vas, hoteles que incorporaban a su oferta la activi-dad del golf mediante acuerdos comerciales con lasempresas que gestionan los campos cercanos, etc. Pe-ro en años posteriores, la mayoría se ha limitado amantener las fórmulas exitosas de antaño. Los únicoshoteles que han llevado a cabo importantes inversio-nes, consolidando una oferta comercial propia, son re-lacionados con el submarinismo. En contraste, es des-tacable que casi todos los restantes establecimientoscesan temporalmente su actividad, entre los meses deoctubre y mayo o junio. Y en este punto nos estamosrefiriendo también a empresas de restauración y a es-tablecimientos de comercio minorista en general (ropa,calzado, alimentación, etc.).

3.1. El final del sistema UTE

El grupo de empresarios de alojamiento relacionadoscon la explotación del buceo ha luchado durante añospor mantener su posición de usuarios exclusivos en la

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

144

16. 704.345 de pesetas

436.588.000 de pesetas 375.000.000 de pesetas 811.588.000 6.702.017,67

513.000.000 de pesetas 425.000.000 de pesetas 938.000.000 7.283.641,65

573.083.600 de pesetas 500.000.000 de pesetas 1,073.083.600 7.771.481,61

103.105,7716. 704.345

16.432.170 de pesetas 146.657,6116.432.170

Recaudado en tasas de inmersión para buceadores Total pesetas Total Euros (€)Año

Tabla 21

Cuadro resumen del impacto económico del uso turístico del AP de las Islas Medas128

1993

1994

1996

1999

2001

Gasto Turistas buceadores Gasto excursiones marítimas Total pesetas Total Euros (€)Año

Fuente: Elaboración propia a partid de las fuentes citadas anteriormente.

128 Rentas actualizadas por el INE, http://www.ine.es/cgi-bin/calcula?L=0, el

18/10/2007, según el IPC del mes de septiembre de 2007.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 144

Page 147: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

zona. Viendo frenadas sus posibilidades de crecimien-to, a mediados de los 90, las empresas emprendierondos estrategias: por un lado, optimizaron los mediosmateriales de producción con los que ya contaban,mediante el desarrollo de las actividades del snorke-ling, apnea y sea-watching, con el apoyo del ConsellAssessor. La segunda estrategia emprendida fue la degarantizarse para sí mismos el montante de cupos quelimitaban el uso económico del AP de las Islas Me-das en su vertiente turística. De ahí la importancia dela implantación del sistema concesionario. Con él, elimportante patrimonio natural localizado en el área es-trictamente protegida se convirtió en un bien priva-do para estos usuarios. Las Islas Medas, como lugar derecreación, tenían un valor de uso considerable den-tro del conjunto de los micro destinos turísticos en laCosta Brava. Pero la aplicación del sistema UTE esti-muló un valor de cambio muy superior. El valor delproducto “buceo” en el AP no dependería desde en-tonces ni de las cualidades intrínsecas de los bienes ode los recursos marinos localizados en las islas, ni dela calidad de las empresas o del servicio, sino de lasposibilidades mismas de comercialización del propioproducto dentro del área estrictamente protegida.

Los años que siguieron a la implantación del sis-tema concesionario estuvieron plagados de pleitos yquejas entre los miembros del UTE, y un grupo de em-presas de nueva creación que deseaban acceder al áreaestrictamente protegida del AP de las Islas Medas, sal-picando los periódicos locales con agrias discusionessobre el sistema implementado. Véase a título ilustra-tivo, por ejemplo: “Neguen que l’ampliació de club ales Medes afecti els que ja hi ha” en el periódico El Punt[14-11-1996]. “Intenten confiscar els equips als clubsexclusos dels permisos a les Medes” noticia publicadaen el Diari de Girona [06-05-2000]. “Acusen d’actuaren benefici propi la junta dels centres subaquàtics”,Diari de Girona [22-11-1998]. “El negocio de las inmer-siones turísticas en las islas Medas se abrirá a nuevasempresas”, La Vanguadia [13-11-1996]. “El TSJC dónala raó a dos centres d’inmersió de L’Estartit”, periódi-co El Punt [10-10-2002]. En L’Estartit, el Consell Asses-sor de las Islas Medas, con sus decisiones, ha actuadocomo un agente regulador de mercado mucho másfuerte que las empresas, que los productores-consu-midores o que los simples consumidores. Al igual queen el caso de los pescadores de La Restinga, el AP harepresentado una importante estrategia de territoria-lización para colectivos de usuarios de arraigo en elespacio protegido. El AP ha sido, a pesar de los vaivenes

en el número de inmersiones permitidas, una garantíade control sobre el recurso; y una barrera frente a po-sibles competidores a lo largo del tiempo.

Entre el 2004 y el 2005, y tras numerosas discusio-nes, la dirección del AP de las Islas Medas eliminó elsistema UTE, y permitió que 6 nuevas empresas de bu-ceo explotaran la actividad en el área estrictamente pro-tegida. Aunque sin aumentar el techo de cupos de in-mersión diarios. Para ello estableció tres “categorías”:

– Los centros de buceo “grandes” o “de siempre”,que correspondían a los 7 centros locales que dis-frutaban de la concesión y que ahora constituiríanen el grupo A. Estos sufrieron inicialmente un re-corte aproximado del 16%, en el volumen de in-mersiones que podrían comercializar, disponiendode 42 cupos de inmersión para cada uno a diario.

– Los centros de buceo “nuevos” o “pequeños”,compuesto por las 3 empresas que llevaban de-mandando el derecho de acudir al área estricta-mente protegida desde los noventa, y 3 empre-sas de nueva creación. A este grupo, denominadoB, se les otorgaban 12 cupos de inmersión paracada uno a diario. No podrían trabajar portandoa grupos de más de 8 buceadores a la vez, y to-das sus inmersiones debían ser guiadas.

– Y los centros de buceo que no tenían su sede enL’Estartit, sino en pueblos cercanos como Pala-mós. Este grupo, compuesto por 7 centros (4 queya estaba en el antiguo sistema UTE y 3 nuevos),denominado grupo C, tan solo contarían con unabolsa de 32 cupos de inmersión que debían re-partirse entre los 7, y tenían contados los días quepodían acudir al AP.

El resultado, además de complejo, no fue del agra-do de ninguno de los afectados. Los antiguos conce-sionarios vieron severamente recortado el número deinmersiones que podían comercializar en el área es-trictamente protegida del AP de las Islas Medas; y loscentros nuevos estimaban la medida injusta porque li-mitaba sus posibilidades de crecimiento y establecíaun modelo de trabajo discriminatorio. Los costes porbuceador, considerando por ejemplo la obligatoriedadde guiar las inmersiones, superaban los asumidos porlas empresas “grandes” donde esto es “opcional”, sal-vo para los buceadores principiantes. Se hace perti-nente especificar aquí que tres de esos centros nuevoseran empresas que trataban de conseguir autorizacióndesde antes de 1997 para acudir a las AP. Una de las

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

145

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 145

Page 148: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

grandes razones esgrimidas para impedir que esos trescentros accedieran a trabajar en el área estrictamenteprotegida del AP de las Islas Medas se basaba en la po-sible “venta” o “reventa” de empresas agraciadas con laautorización. Como ya dijimos, en este caso, el valor delbuceo y del negocio turístico del buceo, no se apoya-ba ni en el inmovilizado, ni en los valores ecológicos, nien “una cartera de clientes” sino en la posibilidad, enla autorización misma para realizar inmersiones en den-tro del área estrictamente protegida.

En el año 2005, se contabilizaron un total 60.800 in-mersiones, explotadas por los diferentes centros auto-rizados. El volumen de negocio derivado es tremenda-mente desigual entre unas empresas y otras. A pesar deque se eliminó el sistema UTE en pro de fórmulas más“democráticas”, las diferencias entre un tipo de empre-sas y otras persisten, y se mantendrán en la medida enque responden a una estructura impuesta por el órganode gobierno de la AP. En el gráfico hemos reflejado có-mo se repartieron esas inmersiones tras el nuevo siste-ma de reparto de cupos impuesto para el año 2005129.

3.2. Sobre la pluralidad de los productos en las Medas y los diferentes ciclos de vida

El ejemplo del AP de las Islas Medas nos da idea deque existe una importante diferencia entre los tiposde bienes y las diferentes estrategias de apropiaciónque los interesados pueden llegar a ejercer, tanto in-dividual como colectivamente. Tradicionalmente, elárea marina afectada por el AP de las Islas Medas y loselementos contenidos en su interior han sido defendi-dos como bienes públicos que (supuestamente) bene-ficiaban de manera indivisible a una colectividad, y es-pecialmente al conjunto de empresarios del destinoturístico L’Estartit. Un bien público como las islas, ocomo la playa de L’Estartit, serían desde el punto devista de la teoría económica contemporánea clarosejemplos de bienes públicos. Durante décadas, la di-cotomía defendida entre bienes públicos y privados seha apoyado sobre dos dimensiones cruciales, emplea-das para clasificar tales bienes, (1) la posibilidad deque los usuarios puedan ser excluidos del acceso albien (exclusividad del bien), y (2) si el uso de una por-ción del bien reduce o no, la fuente o disponibilidaddel mismo (rivalidad o substractabilidad del bien)(Gibson; McKean et al., 2000a: 6). Supuestamente losbienes públicos son no rivales, ya que su consumo porparte de un usuario no disminuye las capacidades deconsumo de otros usuarios en las mismas condiciones;y no excluibles, ya que no es posible impedir que unapersona utilice un bien público. Sin embargo, tal y co-mo es gestionado el uso turístico del Área Protegida,desde su propio órgano de gobierno (el Consell As-sessor que es quien elabora los Planes de Uso), losbienes de interés turístico explotados por las empre-sas de buceo sí son rivales, ya que tan solo se puedencontratar 400 inmersiones al día en el área estrictamen-te protegida; y sí son excluibles, ya que se excluye desu consumo a determinados agentes. Solo unas cuan-tas empresas pueden ofertar el buceo en el AP, sololos clientes de esas empresas pueden disfrutar del bien,y solo se pueden vender en total 400 inmersiones adiario. Limitando el número de empresas que puedencomercializar el buceo, el snorkeling, la apnea, el sea-watching y los cruceros marítimos, el Consell Asses-sor delimitó a un grupo de empresarios con derechosy obligaciones de propiedad, como por ejemplo pa-gar un canon, cumplir un criterio de habitualidad, yotros requisitos en las estrategias de explotación delárea (como las impuestas a los centros “nuevos”), etc.Aunque, a diferencia de la propiedad privada, este

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

146

Gráfico 13

Inmersiones realizadas en el AP de las Islas Medas en 2005

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos cedidos en las Oficinas del AP

de las Islas Medas.

9000

8000

7000

6000

5000

4000

3000

2000

1000

0

inm

ers

ion

es

ene

ro

feb

rero

marz

o

ab

ril

mayo

junio

julio

ag

ost

o

sep

tiem

bre

octu

bre

no

vie

mb

re

dic

iem

bre

Individuales

Groupo A

129 En 2006, finalizado el trabajo de campo concluíamos que tras esta última mo-

dificación que afectaba la explotación turística del AP, el censo de centros de

buceo autorizados a explotar económicamente la actividad del buceo en el

área estrictamente protegida del AP de las Islas Medas se encontraba de nue-

vo cerrado a nuevas empresas. Por lo menos hasta la publicación de un nuevo

Plan de Usos que pudiera contener modificaciones.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 146

Page 149: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

grupo de empresarios no pueden transmitir el dere-cho de uso –solo pueden vender los centros de buceoy con él va su concesión–, ni tienen títulos de propie-dad a tal efecto. Con más o menos acierto o legitimi-dad, en L’Estartit durante años se habló de formas deoligopolio y monopolio alrededor de las Islas Medas.

La gestión turística del AP de las Islas Medas se hadefendido siempre como una cuestión de vital impor-tancia para la continuidad del destino en general. Sinembargo, observando la evolución de las diferentes em-presas turísticas, no podemos hablar de uniformidad enesos desarrollos. Tal y como han sintetizado autores ta-les como Vera (1997), los destinos no puede tratarsecomo productos singulares. Sino que son, de hecho,un mosaico de elementos diferentes (hoteles, centrosde buceo, empresas de excursiones, etc.) que presen-tan cada uno de ellos, su propio ciclo o evolución. En-tre las diferentes empresas de buceo incluso, cada unade ellas ha tenido su propio ciclo de evolución, al igualque entre las diferentes empresas de alojamiento ho-telero, dependiendo de factores internos y de factoresexternos tales como la posibilidad o no de comercia-lizar el producto “buceo en las Islas Medas”.

Por otro lado, en el caso concreto de los produc-tos basados en el uso turístico del AP, hemos de apun-tar que la saturación no ha sido el factor inductor deldeclive que algunos productos y empresas han podi-do sufrir, como comúnmente se suele asumir en tor-no a los espacios naturales con usos recreativos en suinterior. Desde 1990, el número de inmersiones diariasha bajado en durante los meses de verano, de más de1.000 inmersiones a 400-450 diarias. Pero, se ha incre-mentado el volumen total de usuarios anuales, segúnse ha ido alargando la temporada turística y se ha in-novado en nuevos productos que pueden ser desarro-llados en el AP. En L’Estartit, los empresarios comen-tan cómo la demanda se ha ido adaptando a lascondiciones en las que el buceo se desarrolla, y cómoesto es posible gracias a la cercanía geográfica exis-tente con su principal foco emisor de turistas, Francia,que se encuentra a 75 km de distancia aproximada-mente, y a la alta fidelidad de los turistas buceado-res. Entre el 2000 y el 2003, se alcanzaron cifras récorden número de buceadores anuales. El declive pues,para muchas de las empresas comercializadoras deproductos, devino en relación a la imposibilidadde competir o hacer frente al sistema concesionarioy a la exigencia de crear uniones temporales deempresas, que pudieron favorecer la absorción o la es-peculación.

Usuarios e interesados de todo tipo (administrado-res, científicos, empresarios, vecinos…) han expresa-do su deseo de organizar los usos que se ejercían enel AP, pero tras más de diez años, las decisiones delConsell Assessor han favorecido un incremento del usototal del área, el establecimiento de una relación di-recta entre los beneficios económicos derivados de taluso y una serie de empresas privadas, y la imposiciónde un modelo de trabajo interempresarial que ha desem-bocado en situaciones de oligopolio y monopolio.Esta institución ha incidido directamente sobre la evo-lución de las empresas y productos, impulsando nue-vos o modificado notablemente la organización de losexistentes.

En las ilustraciones siguientes, tomando como mo-delo el modelo del ciclo de vida para ciudades histó-ricas reelaborado por Borg y Gotti (1995), representa-mos hipotéticamente, a partir de las informacionesaportadas por los empresarios hoteleros de L’Estartit,el ciclo de vida de las diferentes explotaciones de alo-jamiento turístico, y de los productos asociados a és-tas. A partir de los relatos de los implicados, hemos in-tentado reflejar cómo, iniciada la recuperación tras lacrisis de finales de los 80, los hoteles con centros debuceo en sus instalaciones y autorización para acu-dir al área estrictamente protegida, los hoteles sin cen-tros de buceo y los campings, han sufrido desarro-llos diferentes. Los primeros son los únicos que en el2000 continúan creciendo, aunque de manera indivi-dual, y aprovechando la oferta complementaria al bu-ceo. Tan solo se ha abierto un establecimiento hotele-ro nuevo desde 1995130, y se siguen cerrando hotelesen L’Estartit. Todos los establecimientos cerrados per-tenecen a ese número de hoteles sin centros de buceoincorporados.

El turismo en el área protegida de las Islas Medas

147

130 El único hotel inaugurado en L’Estartit tras la crisis de finales de los 80 y prin-

cipios de los 90, abrió en el año 2005, tiene 11 habitaciones y pertenece a

un restaurador local. El dueño, poseyendo restaurante y complejos de apar-

tamentos, decidió en el 2004 invertir en hostelería, como complemento a

los negocios que ya poseía. Es decir, en vez de proyectar el restaurante y/o

los apartamentos como complemento al hotel, una vez contando con una

clientela consolidada en su propio restaurante, el empresario decidió des-

arrollar un producto de alojamiento minoritario y muy exclusivo en precio

(entre 150 y 90€/noche) y prestaciones, en comparación con los restantes

hoteles de L’Estartit. A pesar de la fuerte inversión realizada durante la cons-

trucción del hotel (1 M de € aproximadamente), el empresario, a quien en-

trevistamos en el año 2005 en su restaurante, consideró que siendo el ne-

gocio de tipo familiar, y empleando infraestructuras y medios productivos

ya en manos de la propia unidad doméstica, el hotel constituía una (re)in-

versión en su propio patrimonio familiar.

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 147

Page 150: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Los hoteles que sí tenían centros de buceo han con-tinuado diversificando los productos que complemen-tan el alojamiento, mediante una estrategia de espe-cialización por segmentos diferenciados: turismo detercera edad, turismo de buceo, turismo de golf, turis-mo escolar, y turismo de congresos y eventos, princi-palmente. Ahora bien, todos estos subgrupos de turis-tas no construyen más que formas de clasificar laslíneas a través de las cuales se pretende canalizar yaumentar gasto realizado por los clientes en el esta-blecimiento. El modelo general de turistas tipo siguesiendo el de turismo chárter, o de “paquete” vacacio-nal (Smith, 1992), aunque sea un “paquete de buceo”.En términos generales, el destino sigue sufriendo unaimportante estacionalidad, aunque empresas concre-tas hayan alargado su temporada de 3 a 7, e incluso 9meses (aun con diferencias entre unos y otros).

Concluimos, de acuerdo con Agarwal (2002) cuan-do examina el ciclo de vida de los destinos litorales,que es necesario llevar a cabo una reflexión profundaa la hora de evaluar los motivos de disminución o re-estructuración de áreas y de productos Es clave, y pa-ra nuestro ejemplo especialmente, examinar las rela-ciones entre las contingencias del lugar y las fuerzasdel cambio internas y externas a empresas y produc-tos. De hecho, frente a las ciertas o supuestas posibi-lidades y potencialidades de las AMPs, como elemen-tos de atracción de la demanda y de reestructuraciónde la oferta turística, hemos visto que las respuestas yestrategias de cada empresa o subsector han podidodiferir enormemente. E igualmente, resultan muy dis-tintas las circunstancias que explican cómo cada em-presa turística ha podido plantear posibles vías o estra-tegias de aprovechamiento del AP de las Islas Medas.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

148

Ilustración 6

Evolución de los productos relacionados con el área protegida

1990-2005

Fuente: Elaboración propia a partir de los modelos de Borg y Gotti (1995) y

los testimonios de hoteleros y empresarios locales.

1992 1995 1997 2000 2005 Tiempo

Vis

itan

tes

Apnea,

seawatching

snorkeling

Excursiones marítimas

Buceo

Otras actividades

(kayak, baño,

pesca deportiva…)

0

1

Ilustración 5

Variación sufrida por las empresas de alojamiento

1940-2005

Fuente: Elaboración propia a partir de los modelos de Borg y Gotti (1995) y

los testimonios de hoteleros y empresarios locales.

1950 1960 1970 1980 1990-

1992

1995 2000 2005

Vis

itan

tes

H sin CB

Apartamentos de uso turístico H: Hotel.

CB: Centro

de buceo.

H con CB

Camping con/sin CB

Tiempo

05.Proteger desde las Culturas (Capitulo 5) 15/5/12 20:54 Página 148

Page 151: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Las Áreas Marinas Protegidas AMPs en España se hanconsolidado a lo largo de los años como medidas re-currentes dentro de una infinidad de proyectos y es-trategias de desarrollo del litoral. En la actualidad, sonpatrocinadas como herramientas de gestión, de ma-nejo y de gobernabilidad (Chuenpagdee, Fraga et al.,2002; González Serrano, 2001; Kelleher, 1999; Kelle-her, 1997; Pomeroy, Watson et al., 2005; Revenga,2001). Se considera que limitando, prohibiendo o con-trolando los patrones de uso y la actividad humana,bajo una estructura de derechos y normas (Pomeroy,Watson et al., 2005: 163), las AMPs pueden servir pa-ra la resolución de conflictos y para la superaciónde ineficiencias o problemas subyacentes a la ges-tión de las zonas marítimo-costeras. Nosotros no de-jamos de reconocer el valor de propuestas como és-tas, aunque no nos parezca resuelta la pregunta sobrela continuidad de la actividad pesquera de bajura úni-camente bajo el paraguas de las medidas de protección.A la luz de los dos casos analizados y de los escena-rios descritos, tampoco nos parece resuelta la cues-tión acerca de la continuidad de los grupos y colecti-vos arraigados en el litoral sin tener en cuenta el cómo,la manera en que se toman decisiones y se proyectanintervenciones como las de AMPs, más allá del tipo y

de la figura proteccionista que pudiera ser implemen-tada en cada caso. A pesar de ello, reconocemos quecuando las AMPs se implementan contando con elapoyo y la implicación del sector pesquero profesio-nal, disfrutando éste de un peso considerable comose viera en el caso de La Restinga, los efectos socio-ecológicos, socioeconómicos y socioculturales pue-den abarcar un espectro de aspectos relevantes parala población envuelta en su conjunto. Los mismos notienen por qué estar estrictamente vinculados a las la-bores extractivas, sino que pueden actuar sobre lasestrategias territoriales desempeñadas por los dis-tintos usuarios del mar. Las AMPs pueden favorecerel control local de recursos clave, pueden contenerla extensión de nuevos usos y usuarios de la zonamarítimo-costera, pueden consolidar una imagen y undiscurso determinado sobre el territorio frente a laaparición de nuevos grupos de interés socioeconó-mico, y revivificar aspectos de las identidades locales.Y aun bajo grandes dosis de tensión, pueden obli-gar a diferentes stakeholders o interesados e impli-cados, a sentarse en torno a una misma mesa a nego-ciar. La atención a los ambientes en los que seproducen tales discusiones pueden ser casi tan deci-sivas como las medidas resueltas propiamente dichas.

149

Capítulo 6

La implementación y gobernabilidadde las áreas marinas protegidas

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 149

Page 152: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En torno a los órganos de gobierno de las AMPs, co-mo veremos, se establecerán nuevas líneas o ámbitosde diálogo entre las Administraciones del Estado y losgrupos de población. Tal vez una de las innovacionesmás importantes, introducidas por algunas AMPs esla creación de estructuras y vías de comunicación ynegociación entre las colectividades locales, y el re-posicionamiento de los grupos de interés, así comoun nuevo reparto de poder, en ocasiones, frente a laAdministración. Sobre este aspecto nos centraremosen este capítulo.

1. Las AMPs desde la perspectiva de la gobernanza interactiva

La gobernabilidad de los recursos marítimos y coste-ros afecta a: a) los modos formales e informales depropiedad del recurso, b) los derechos de uso y leyesque los amparan, y c) las reglas, derechos y regulacio-nes que dictan cómo los recursos pueden o no pue-den usarse; pudiendo estar la gestión definida porlas organizaciones y la ley, por los cuerpos tradiciona-les y/o por la práctica aceptada (Pomeroy, Watson etal., 2005: 163). Nosotros asumimos que la gestión delos recursos marítimos y costeros debe ser adaptativao flexible, considerando los contextos dinámicos enlos que los fenómenos del litoral se complejizan ca-da día más. Siguiendo la serie de contribuciones de lateoría de la gobernanza interactiva (Kooiman, Bavincket al., 2005), las AMPs, consideradas como sujeto y ob-jeto de gobernabilidad, a la vez que como un sistemainteractivo, no son una simple solución de conserva-ción y gestión ( Jentoft, 2007a: 612-619). Desde estaperspectiva las AMPs son medidas reguladoras y fa-cilitadoras de la acción humana y la interacción; sonlo que los usuarios y los interesados hacen de ellas,teniendo implicaciones sobre la distribución y el ac-ceso a los recursos para todos los anteriores. Por ellosu gobernabilidad (que no gestión ya) implica tantoel proceso social como el diseño estructural de las mis-mas. La teoría de la gobernanza, a juicio de S. Jentoft,nos anima a mirar a las AMPs desde diferentes ángu-los comenzando por el step zero, punto cero o de par-tida, y subraya la necesidad de mirar de frente los prin-cipios institucionales básicos, y valores que éstassustentan ( Jentoft, 2007a: 619-620). Al margen de ladiferencia en los títulos, muchas veces otorgados o cons-truidos a posteriori, las grandes diferencias entre lasAMPs de La Restinga y de L’Estartit, bajo un punto de

vista social, se muestran en el devenir del propio pro-ceso mismo de ideación, planteamiento, comunica-ción, negociación e implementación (con todo lo queello conlleva) de cada figura de protección, hacia elinterior de cada población afectada.

A pesar de este último reconocimiento, la evalua-ción sobre la eficacia de las medidas de AMP es unacuestión que en la práctica suele quedar circunscritaal logro de ciertos parámetros biofísicos, empleándo-se únicamente indicadores tales como la abundanciade determinadas especies y su estructura poblacional,la distribución y complejidad del hábitat, la composi-ción y estructura de las comunidades biológicas iden-tificadas, la calidad del agua, etc. Existen algunos es-quemas de gestión y ciclos desarrollados por autorescomo Hockings (2000, 2003), empleados por institu-ciones internacionales tales como la UICN, la WWF, oPROARCA (Programa Ambiental Regional Para Meso-américa). Pero estos generalmente se asemejan a losprotocolos de ejecución que pueden ser empleadospor cualquier empresa, básicos para la dirección es-tratégica de cualquier proyecto. Los datos biológicos,así como los económicos, ya “no son suficientes parauna gestión adecuada y exitosa de la pesca” (Alegret,2002: 23). Tradicionalmente se ha procedido asumien-do que, por encima de cualquier apreciación, cuandose produjera el “efecto reserva” prácticamente todoslos afectados y usuarios se beneficiarán de las AMPs,viendo favorecidas sus actividades e intereses. La ex-periencia de los casos documentados, no solo de losdos presentados en este libro, nos está demostrandoque las estructuras de gobernabilidad creadas parala gestión de las AMPs en España generalmente nocontienen objetivos ni han desarrollado indicadoresque pudieran ser estrictamente relacionados, ni conlas actividades socioeconómicas detalladas en este tra-bajo ni con la realidad sociocutlural de los colectivosimplicados en ellas. Consideramos, tal y como apun-tan investigadores de otros ámbitos relacionados conla gestión de los espacios protegidos, que “muchas delas actuales deficiencias en el manejo y gestión delas áreas naturales protegidas españolas tienen su ori-gen en la insuficiente consideración estratégica de losespacios naturales protegidos en el desarrollo socioe-conómico, en la escasa coordinación de las adminis-traciones públicas que intervienen en los mismos, enla escasez de recursos financieros, en la falta de me-canismos reales de participación social y gestión cen-tralizada, y en una subóptima estructura administrati-va y de gestión”131. A éstos se añaden otros aspectos

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

150

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 150

Page 153: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

relacionados por ejemplo con la visibilidad e invisi-bilidad de usos y usuarios, con la legitimidad de lospromotores de las iniciativas y su grado de represen-tatividad, con la falta o no de transparencia en los pro-cesos de toma de decisiones que van a afectar a losdistintos grupos de población local… En definitiva,con la cuestión de la libertad con la que cada colec-tividad acepta o genera para sí normas de uso sobreel entorno y los recursos relevantes para su reproduc-ción, con toda la carga y el ejercicio dialéctico, para sío frente a otros, que ello pudiera conllevar.

Los esfuerzos desplegados actualmente para incor-porar en la gestión de las áreas protegidas a las comu-nidades locales y a los actores sociales, en muchas oca-siones se limitan a consultas, o a la mera presencia deun representante de sectores clave, como la pesca, enlos órganos de gestión de estas figuras. Obviando cues-tiones como la “representatividad” o el “liderazgo” delos mismos, y frente a una amplia variedad de interlo-cutores de la administración y de las instituciones cien-tíficas. La toma de decisiones en muchos de estos ór-ganos es lenta, y en algunas AMPs “poco transparente”a juicio de muchos de sus usuarios. En ocasiones, ade-más, la implementación se lleva a cabo sin suficientesrecursos infraestructurales, económicos y de personal,para abordar los conflictos sociales que pueden surgira colación de la declaración de las figuras, y que taly como sucediera en las Islas Medas, llegan a dilatar-se décadas.

Tal vez por todo ello, y no sin motivos, buena par-te de las miras internacionales están haciendo hinca-pié en el cariz de las relaciones que se establecen en-tre los distintos niveles de gobierno y las organizacioneshumanas, y la sociedad civil en general, relacionadascon los ámbitos marítimo y costero. En un buen nú-mero de fueros internacionales se plantea la idonei-dad de que las estructuras de gestión puedan ser im-plementadas considerando tales relaciones, así comolas capacidades de las instituciones en las que las es-tructuras se apoyan (Bavinck, Chuenpagdee et al., 2005;Chuenpagdee, 2007; Jentoft y McCay, 1995; Kooiman,Bavinck et al., 2005; Mikalsen, Hernes et al., 2007; Mi-kalsen y Jentoft, 2001).

Desde el enfoque de la gobernanza interactiva(Kooiman, Bavinck et al., 2005), que aplicado a la ges-tión de pesquerías asume que es tan necesario valorarlos parámetros biológicos como asegurar la viabilidadde las instituciones encargadas de la gestión, realmen-te no se pretende derrumbar sino comprender positi-vamente y reformar si fuera necesario, la estructura ylos procesos de resolución de los asuntos públicos enlos ámbitos en los que la burocracia o la gerencia pú-blica resultan inapropiados o insuficientes (Prats Ca-talà, 2001, 2003, 2005). Desde esta perspectiva la ges-tión de las AMPs se debe afrontar valorando en quémedida los esquemas de gestión implementados pue-den ser modulados para llegar a atender las necesidadescambiantes de los grupos de interesados y afectadospor las declaraciones proteccionistas.

Tomando las palabras del politólogo Joan Prats iCatalà, “existe una primera propuesta fuerte cuandose afirma que la gobernabilidad en relación con losproblemas del desarrollo supera los problemas espe-cíficos de la acción de gobierno, y se proyecta amplia-mente como una capacidad social, como atributo co-lectivo de toda la sociedad para dotarse de un sistemade gobierno que empuje el carro de los objetivos deldesarrollo humano” (Prats Català, 2003). Así pues, go-bernanza no es únicamente el modo de gobierno queimponen las agencias estatales, sino que incluye la to-talidad de las interacciones entre gobernadores y go-bernados, y entre el Estado, los mercados y la socie-dad civil (Jentoft, 2004: 147). Al contrario que gobierno(gobernanza) “hace referencia a un planteamiento degestión de los procesos económicos y sociales, así co-mo a un diseño de las instituciones encargadas de ello,adecuado a los principios de justicia y racionalidad,donde se parte de tomar muy en cuenta a la sociedadcivil y sus organizaciones, además del Estado y los mer-cados” (Pascual Fernández y Florido del Corral, 2005).Esto implica partir de la idea de que cualquier posibleresolución de problemas es un proceso con múltiplesactores donde la legitimidad resulta imprescindible,y para alcanzarla han de respetarse principios comotransparencia, equidad, corresponsabilidad, legitimi-dad y consistencia (Kooiman, Bavinck et al., 2005).

La legitimidad es un tema complejo, pero tambiénuna cuestión crucial, pues implica autoridad y apoyo,y facilita la maniobrabilidad política para la gestión delos sistemas; además de aumentar las perspectivas deadhesión reduciendo los costes del seguimiento y con-trol (Alegret, 2002: 23). A lo largo de nuestros ejemploshemos visto cómo unos y otros usuarios, estuvieran

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

151

131 Reproducimos aquí las palabras de S. García Fernández-Velilla, coordinador

de la Unidad de Conservación de la Biodiversidad para el programa de Ges-

tión Ambiental, viveros y repoblaciones de Navarra; recogidas en un Infor-

me disponible en la Web de Europarc-España a 18 de mayo de 2008.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 151

Page 154: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

vinculados a la pesca o a otras actividades económi-cas, han reivindicado derechos históricos de uso; o co-mo mínimo un reconocimiento diferenciado en fuerosclave de gestión patrimonial. Algunos grupos de po-blación local han luchado por frenar claramente el avan-ce de otros, limitando la extensión de los usos socia-les y socioeconómicos que podían ejercer en las áreasprotegidas, y usando las normas y entidades instituidaspara su gestión como herramientas para tal fin. Con-templamos además, cómo las pugnas entre unos y otroshan trascendido los límites de aquellas instituciones,para defender y abanderar una idea muy determina-da sobre el futuro de cada AMP, asumida la razónde ser, motor u objetivo final (o meta). La frase o sen-tencia “(...) aquí todo el mundo se piensa/cree que lareserva es suya (...)”, que escuchamos en los dos casospresentados en este libro, por boca de diferentes acto-res sociales, es un fiel reflejo de la diversidad de imá-genes que cada colectivo puede llegar a portar. Talesimágenes son acordes a una pluralidad de principiosque se hallan guiando la acción concreta, en las diver-sas arenas dispuestas para el diálogo social, en torno acada AMP. Cada grupo, como hemos visto indistinta-mente entre pescadores, administradores, científicosy empresarios, tenderá a presentar su visión y expec-tativas particulares como intereses globales; lo mejorpara la AMP y para cada población relacionada conella; de forma justa y legítima para la colectividad. Esen este contexto en el que se fragua la negociación,siempre bajo el prisma de la cultura y las prácticas cul-turales. La lucha o el conflicto que puede acompañara la gestión de cada AMP, parte ineludible del proceso(cuando no el proceso mismo), no debería aparecer re-ducida a una cuestión de competencia entre la multi-tud de actividades presentadas alrededor de las AMPs,como las caracterizadas en este libro. Es reflejo de lasmorales particulares y las éticas colectivas intervinien-do en el proceso político.

Un sistema social es gobernable, cuando está es-tructurado sociopolíticamente de modo tal que todoslos actores estratégicos se interrelacionen para tomardecisiones colectivas y resolver sus conflictos confor-me a un sistema de reglas y de procedimientos forma-les e/o informales, con diversos niveles de institucio-nalización, dentro del cual formulen sus expectativasy estrategias. No todos los sistemas sociales goberna-bles funcionan sobre la base de la democracia. “Lagobernabilidad democrática se da solo cuando latoma de decisiones de autoridad y la resolución deconflictos entre los actores estratégicos se produzca

conforme a un sistema de reglas y fórmulas que po-damos calificar como democracia” (Prats Català, 2001:103-104). Existen legitimidades diferenciadas y meca-nismos para poner límites a la intervención y a la par-ticipación, entre colectivos de usuarios, entornos y re-cursos. Revisar las estructuras de gestión de las AMPsdesde la perspectiva de la gobernanza interactiva, noimplica deshacer la estructura de gestión anterior sinotrabajar por aumentar su eficacia, capacitándolas an-te un mayor volumen de población (no solo pescado-res o empresarios turísticos), y proporcionando unaconfianza adecuada y necesaria para superar los pro-cesos y cambios abiertos en los contextos litorales, sincausar situaciones de trauma o grandes perturbacio-nes. Aunque aceptamos que siempre van a existir lí-mites a la participación de usuarios y grupos de inte-rés, internos y externos a cada población en cuestión.Ello no invalida la posibilidad de llevar a cabo unaconstante revisión crítica, capaz de avanzar hacia unalegitimidad ético-política, por encima de la mera di-mensión resolutiva. Participar, al fin y al cabo, impli-ca poder decidir; no es una cuestión de hallarse infor-mado simplemente. La eficacia y la legitimidad delactuar público se fundamenta en la calidad de la inter-acción entre los distintos niveles de gobierno, y en-tre éstos y las organizaciones empresariales y de la so-ciedad civil (Prats Catalá, 2001, 2003, 2005). Y endefinitiva, en democracia (no deberíamos olvidar que)importa más el cómo, las reglas del juego, que los pro-pios resultados.

Siguiendo las reflexiones de S. García Fernández-Velilla132 cuando habla de las debilidades en las actua-les estructuras de gestión de las áreas protegidas denuestro país, apostamos por la necesidad de mejorar:a) la integración estratégica y jerárquica de los dife-rentes afectados e interesados (los que denominamosstakeholders en este trabajo), b) la coordinación de lasinstituciones y entidades relacionadas con las AMPs,sus usos y sus usuarios, c) la potenciación de la par-ticipación de los diferentes afectados e interesados,d) la incorporación de nuevos actores a los escena-rios locales, e) la dotación de servicios de gestión ex-ternos a los organismos de gestión establecidos, f)y la autonomía y posibilidades de actuación de esos

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

152

132 Véase Guía metodológica para la elaboración de Planes de Gestión de

los Lugares Natura 2000 en Navarra. De S. García Fernández-Velilla, 2003,

publicación electrónica referida en: www.cfnavarra.es/MedioAmbiente/

downloads/guiaLIC.pdf

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 152

Page 155: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

organismos, que consideramos insuficiente para en-globar la complejidad de la gestión de las AMPs comolas presentadas y hacer frente a posibles problemas in-ternos, como los originados en el seno del Consell As-sessor de las Islas Medas, cuyas discusiones, estuvie-ron polarizadas durante décadas entre dos colectivosenfrentados (conservacionistas y empresarios turísti-cos), y prácticamente circunscritas al número de in-mersiones que podían ser realizadas en el área es-trictamente protegida.

La gobernanza, concepto que estamos empleandopara indicar una nueva manera de gobernar diferen-te del modelo de control jerárquico, se caracteriza –si-guiendo a Cerrillo i Martínez (2005)– por la interac-ción entre una pluralidad de actores, las relacioneshorizontales, la búsqueda del equilibrio entre poderpúblico y sociedad civil, y la participación en el go-bierno de la sociedad en general. Todo esto implicaque las decisiones de gobierno no pueden ser toma-das por un único actor, sea este político, económico,social o cultural. Es más, la gobernanza, por todo es-to, puede ser entendida como una institución ya queengloba un conjunto de pautas que afectan a las re-laciones sociales (Cerrillo i Martínez, 2005: 12-23). Si-guiendo este enfoque sería deseable, en el ámbito dela gestión marítimo-costera, que fueran los propios gru-pos de interesados o involucrados los que definieransus necesidades, propusiesen soluciones, y gestiona-ran los medios para lograr éstas desde el marco de lacogestión (Kooiman; Vliet et al., 1999).

A diferencia de la gobernanza, a nivel sociopolíti-co podemos hablar de la cogestión, entendida comoun proceso de toma de decisión colaborativo y parti-cipativo entre los representantes de los grupos de usua-rios, el gobierno y las agencias e instituciones inves-tigadoras. En este proceso la responsabilidad sobre lasfunciones de gestión se encuentra descentralizada ydelegada en los grupos de usuarios a nivel regional/lo-cal. Esto implica reconocer la autonomía de los usua-rios dentro de un marco de instituciones. Además, lacogestión también es comprendida como un sistemade gestión interactiva y democracia cooperativa ( Jen-toft y McCay, 1995). No existe un único modelo de co-gestión o de gestión interactiva o participativa. Eviden-temente cualquier medida de regulación de usospropuesta sobre un área, centro de diferentes activi-dades y objeto de múltiples estrategias de explotación,puede contar con detractores; puede afectar a las ac-tividades de muchos usuarios; y puede que nuncacuente con la aprobación global de todos los sectores

vinculados al área donde esta se aplica. Pero sí quepodemos comenzar a trabajar para obtener un míni-mo consenso, sobre el que desarrollar programas degestión que puedan ser optimizados poco a poco. Co-mo algunos estudiosos reconocen si bien las solucio-nes aportadas a la gestión de los espacios costeros di-fícilmente serán del todo óptimas, teniendo en cuentala confluencia de circunstancias y aspectos sociocul-turales a los que nos hemos referido caracterizando elespacio costero, podemos trabajar por obtener com-promisos prácticos (Pascual Fernández, 2006), favore-ciendo el desarrollo de los actores y grupos presentesen el litoral. Desde los modelos de gestión centrali-zada a los modelos donde no está presente la Admi-nistración, el Estado u otras agencias de gobierno, exis-ten distintos niveles de cogestión, tal y como hanexpuesto autores como Raakjær Nielsen (1999). Lacuestión reside en el grado de intervencionismo, el pa-pel que adopta el Estado (como actor o interviniente)y en el reparto del poder efectivo para la toma de de-cisión entre grupos de implicados y administraciones yagencias del gobierno. La gobernanza, además, se plan-tea la cuestión acerca de cómo, dónde, cuándo y conqué resultados la interactuación tendría lugar, ponien-do el énfasis en la calidad de la interacción misma. Lacogestión está ligada al poder (y a su reparto), mientrasque la gobernanza se plantea además cómo dicho po-der es negociado y ejercido, y qué principios guían lasacciones propuestas tanto como sus resultados.

La gobernanza, al menos en un primer nivel de tra-bajo, no es razón suficiente ni un fin en sí mismo, pe-ro sí un medio para conseguir una variedad de obje-tivos (Cerrillo i Martínez, 2005: 14), entre los que seencuentra una buena implementación de las AMPs.A la pregunta sobre si es realmente necesario construirnuevas estructuras de gobernanza para la gestión delas AMPs y de los usos que se dan en su interior, con-cluimos que en muchos casos potencialmente conflic-tivos, como el de L’Estartit-Islas Medas, sí que sería de-seable. Pues así como el momento cero o punto departida es crucial para orientar las negociaciones, lashistóricas relaciones establecidas entre colectivos en-frentados en un marco o mesa de trabajo concreta,puede, cuanto menos, “torpedear” el futuro de nuevasiniciativas. El reparto de poder y el tipo de interaccio-nes que se establecen entre los diferentes participantesen un órgano de gestión (como el Consell Assessor) sonclaves para entender la orientación de sus decisiones yresultados; pero además hay que considerar quese trata de un entorno relacional y de experiencia, en

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

153

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 153

Page 156: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

ocasiones acumulativa, donde cada decisión o inter-vención predispone a los intervinientes ante futurosprocesos de decisión. Las estructuras creadas para ges-tionar un determinado ente o evento, como cualquierotro producto sociocultural, pueden tornarse inopera-tivas, hasta el punto de obstruir la implementación deposibles soluciones a problemas identificados por suspropios protagonistas. Por ello, no aceptamos aseve-raciones, como las que asumen que “cualquier tipo deprotección es buena o mejor que ninguna”. Muy al con-trario, los efectos de malas estrategias conservacionis-tas pueden provocar desequilibrios socioeconómicoscapaces de generar nuevos efectos a nivel biofísico. Yuna mala relación o experiencia entre colectivos pre-sentes en el litoral, incluyendo aquí a las administra-ciones de gobierno y a los científicos, puede senten-ciar la disposición de los stakeholders ante futuraspolíticas de gestión o medidas de protección. Solo des-de una orientación integrada, capaz de afrontar el con-junto de dimensiones productivas y recreativas del áreacostera, se podrán plantear verdaderas estructuras degestión participativa. Solo aceptando que los distintoscolectivos y stakeholders tienen legitimidad (aunquediferenciada) para decidir sobre su futuro, territorio yrecursos disponibles, podremos aspirar a que dichasestructuras sean más democráticas.

El planteamiento de la gobernanza interactivapropuesto por Kooiman, Bavinck, Chuenpagdee oJentoft, entre otros integrantes de la red europea Fis-hgovnet, de la que hablamos, proporciona un mar-co heurístico para el análisis de los sistemas a ser go-bernados, de los arreglos institucionales y de losprincipios y valores que están siendo empleados enla práctica, el cual enfatiza la naturaleza de los com-ponentes del sistema y las interacciones entre ellos;esenciales para buscar oportunidades con las quehacer frente a los retos y problemas surgidos en losescenarios locales. La dimensión interactiva de la go-bernanza asume que es necesario llevar a cabo ajus-tes tanto en el sistema de gobierno (governingsystem), como en el sistema a ser gobernado (system-to-be-governed) ( Jentoft, 2007b). Los sistemas natu-rales y sociales que deben ser gobernados, compren-den una serie de cualidades estructurales que lossistemas de gobierno deben tomar en cuenta, ya quelos primeros establecen las condiciones bajo las cua-les los sistemas de gobierno operarán. En cierto mo-do, esto supone una revisión sobre las condicionesen las que la participación debe hacerse efectiva,reconociendo que tanto las instituciones formales

como las “informales” o locales pueden ser replan-teadas. Es más, se reconoce que las propiedades delos sistemas a ser gobernados, además de cambian-tes, pueden ser resultado de las propias medidas queregulan el sistema ( Jentoft, 2007b: 362-363). Por lotanto, más que un marco de soluciones, como tan-tos otros, la perspectiva de la gobernanza interacti-va pretende constituir además un enfoque prácticodesde el que abordar problemas concretos de ges-tión, aplicable en nuestro caso al estudio de los efec-tos derivados de la declaración de AMPs.

2. La implementación y gestión

de la Reserva Marina Punta

de La Restinga-Mar de Las Calmas

Las 750 hectáreas que comprende la Reserva Marina–RM– Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas se re-parten entre aguas exteriores (mar territorial) y aguasinteriores por lo que su titularidad se comparte entreel Estado y la Comunidad Autónoma de Canarias, sien-do gestionada a través la Secretaría General de PescaMarítima –actualmente Secretaría General del Mar, SE-GEMAR– y la Viceconsejería de Pesca del Gobierno deCanarias. La ordenación de los medios para su gestiónse atiende con las dotaciones que el Gobierno de Ca-narias y la SEGEMAR determinen para su eficaz cum-plimiento. Esta reserva ha contado además con la co-financiación de los fondos del Instrumento Financierode Orientación de la Pesca –IFOP133– (BOC núm. 31 dellunes 11 de marzo de 1996; BOE núm. 30, de 3 defebrero de 1996).

Tal y como dejó constancia el jefe del Área de Ca-laderos de la Dirección General de Recursos Pesque-ros, en las Primeras Jornadas sobre reservas marinasy reunión de la Red Iberoamericana de Reservas Ma-rinas, organizadas por el Ministerio de Agricultura,Pesca y Alimentación –actualmente Ministerio de Me-dioambiente, Medio Rural y Marino, MARM– en el

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

154

133 De acuerdo con lo establecido en el Programa Operativo del objetivo n.º 5.a),

Pesca, de Regiones Objetivo n.º 1, entre las que se encontraba Canarias durante

su vigencia para el período 2000-2006. Fuente: http://europa.eu/scadplus/leg/

es/lvb/g24203.htm. Véase también R.D. 3448/2000, de 22 de diciembre, BOE

n.º 307, de 23/12/2000; y Reglamento (CE) n.º 2792/1999 del Consejo, de

17 de diciembre, DOCE n.º 4337, de 30/12/1999, para el período 2000-2006.

Más información en www.mapa.es/rmarinas. Y http://www.mapa.es/es/pesca/

pags/IFOP/ifopWeb.htm

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 154

Page 157: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

año 2001, en Almería, como premisas de la gestión,se asumía que: a) una reserva comienza realmentecuando se inicia la vigilancia; b) que las reservas so-lo funcionan si esta vigilancia se mantiene año trasaño; c) y que los efectos de las reservas marinas des-bordan el marco pesquero y se extienden sobre as-pectos tales como el deporte, el ocio, la educacióny la investigación (González Serrano, 2001). En di-chas jornadas se presentó la actividad investigado-ra como el “marco en el que se inscribe una reser-va”, destacando la necesidad de que existainvestigación previa que confirme “los valores ‘0’ dela reserva”, investigación de seguimiento sobre la“evolución de los fondos y comunidades”, y difusiónencaminada al mejoramiento de las labores de vigi-lancia y la educación (González Serrano, 2001). Deacuerdo a ello, la implementación de las reservas –almenos de las declaradas y gestionadas o cogestiona-das por la SEGEMAR–, generalmente se apoya en cin-co elementos: 1) la organización de un servicio devigilancia que asegure el cumplimiento de lo dicta-minado en la/s orden/es ministerial/es por las cua-les la reserva se crea. 2) Las labores de divulgacióny señalización del área afectada. 3) El seguimientocientífico de las comunidades biológicas y hábitatsafectados. 4) La educación y sensibilización de gru-pos de población objetivo. 5) La cooperación en re-des y foros internacionales involucrados en la pro-tección del medio ambiente marino134. Y las accionesque deben realizarse en el marco de la implementa-ción de una reserva marina podrían dividirse en:acciones con coste económico y acciones sin costeeconómico.

El Ministerio y el Gobierno de la Comunidad Autó-noma de Canarias mantienen convenios de asistenciay colaboración en relación con la gestión compartidade reservas marinas en Canarias (BOC núm. 115, de28 de agosto de 1999, pág. 1543; BOE núm. 35, de 10de febrero de 2006; BOE núm. 46, de 22 de febrero de2007), mediante los cuales se soporta económicamente

parte del mantenimiento de la RM de La Restinga. ElCabildo Insular de El Hierro también colabora en elmantenimiento de infraestructuras vinculadas a la ges-tión de la reserva.

La puesta en funcionamiento de la RM Punta de LaRestinga-Mar de Las Calmas ha requerido de la ade-cuación de diversa infraestructura. En su entorno sehan colocado mojones y carteles en tierra, y boyas deseñalización en el mar. También se ha construido uncentro de visitantes y desde 1999 está en funciona-miento el Servicio de Vigilancia, que ha incorporadoal menos tres antiguos pescadores. En el año 2001 secontrató a un técnico y a una administrativo/a que des-arrollan las labores de coordinación de la vigilancia,seguimiento de las actividades que se desarrollan enla reserva y la atención al público. La reserva cuentacon una embarcación para el servicio de vigilancia pormar. Además la reserva dispone del siguiente equi-pamiento135:

– Vehículo todo terreno (para llevar a cabo la vi-gilancia terrestre).

– Equipo completo de buceo autónomo.– Equipo de fotografía submarina.– Vehículo de inspección remota (ROV), con gra-

badores de imágenes.– Cámara geo-referenciada.– Prismáticos de visión nocturna.– Señalización terrestre: 6 mojones y vallas infor-

mativas.– Señalización marítima: 12 trenes de fondeo para

el buceo y 4 boyas de limitación de la reserva.– El edificio del centro de visitantes, en la explana-

da del muelle de La Restinga.

El coste más relevante ante el que tiene que ha-cer frente una RM es el relacionado con la ejecuciónde las labores de vigilancia, pues implica la compra debarcos, de equipos, colaboración con la inspecciónpesquera, contratación de un servicio de vigilancia es-pecífica, además de los gastos de combustible y man-tenimiento los medios necesarios. Aproximadamen-te, el gasto medio anual que se realiza en relación al

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

155

134 Fuente: charla impartida por la coordinadora de la RM de La Palma, título

de la ponencia: Reservas Marinas en España. El caso de Canaria. Impar-

tida el 27-07-2005, durante la celebración del curso de extensión univer-

sitaria: “Las áreas protegidas como instrumentos de gestión de recursos

marinos: diseño, seguimiento institucional, científico, impactos sociales y

estrategias de diversificación”, organizado por el doctor José J. Pascual

Fernández y el doctor Alberto Brito Hernández. Universidad de La Lagu-

na, Cabildo Insular de El Hierro.

135 Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; Pesca; Reservas

Marinas de España: Reserva Marina Punta de La Restinga Mar de Las Cal-

mas http://www.mapa.es/es/pesca/pags/rmarinas_mapa/restinga/caracte-

risticas/caracteristicas.htm#art5, a 08/04/2008.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 155

Page 158: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

coste de personal contratado a tiempo completo pue-de situarse en torno a los 250.000 € 136. El coste de man-tenimiento de material y equipos puede situarse demedia sobre los 30.000 €. Y a ellos hay que añadir otroscostes variables, como por ejemplo los vinculados a laadquisición de medios tales como robots submarinos.

2.1. La Comisión de Gestión y Seguimiento

Con el fin de gestionar la RM Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas, se ha creado una Comisión de Ges-tión y Seguimiento en la que se integran represen-tantes de diversos colectivos e instituciones. Grossomodo, podríamos decir que en ella se hallan involu-crados de alguna manera: la Secretaría General delMar, el Gobierno de Canarias, el Cabildo Insular de ElHierro y la Cofradía de Pescadores Nuestra Señorade los Reyes de La Restinga. Pero la composición delas comisiones puede sufrir alguna modificación en susreuniones, pudiendo asistir otros usuarios e interesa-dos, como por ejemplo representantes de administra-ciones e instituciones científicas españolas.

En algunas reservas marinas de Canarias, a esta co-misión hay que añadir otra llamada Comisión de Con-trol, creada en La Palma experimentalmente para el pe-ríodo 2002-2006, por acuerdo de la primera. Su principalobjetivo, según detalla su reglamento, es “garantizar unarelación activa entre las Administraciones o gestoresde la reserva marina y el sector pesquero profesional”.137

Tal Comisión de Control “entiende” de diferentes cues-tiones relacionadas con la “gestión y control directo delos recursos pesqueros”, particularmente sobre diseñode sistemas de acceso a la reserva, establecimiento deprohibiciones de pesca por zonas y modalidades, ela-boración de censos de pesca profesional, supervisión deactividades y establecimiento de cupos, “monitorización”de esas actividades y realización de estudios de impac-to “con el fin de conocer la evolución de los recursos”.

Los actores implicados en la Comisión de Gestióny Seguimiento de la Reserva Marina Punta de La Res-tinga-Mar de Las Calmas, “representan” a una variedadde usuarios. Tanto a los tradicionales usuarios de losespacios y de los recursos afectados por la RM (lospescadores profesionales principalmente), como a nue-vos interesados, sean éstos usuarios efectivos o poten-ciales; como por ejemplo los relacionados con las ins-tituciones científicas que, involucradas o no en losproyectos de protección desde sus inicios, poco a po-co se consolidan como unos usuarios efectivos al ge-nerarse en torno a las AMPs espacios adecuados a lainvestigación. De cualquier forma las comisiones norepresentan un órgano autónomo de gestión de nivellocal (Batista Medina y Pascual Fernández, 2005), sinoque se parecen más a un foro en el que se informa deciertos asuntos, se comentan problemas y se planteanposibles líneas de actuación. A pesar de que sus deci-siones son vinculantes, este órgano no tiene poder deejecución autónomo, haciendo las veces de filtro o deinterlocutor final entre la dimensión estrictamente lo-cal y estatal de la reserva. De semejante manera, loscoordinadores no tienen capacidad de decisión autó-noma y su labor es principalmente organizativa sobrecuestiones de coordinación, información y vigilancia.

La comisión se reúne generalmente una vez al añopara examinar los resultados del ejercicio anterior, ydeterminar las inversiones y gastos previos para elpróximo (BOE núm. 12, de martes 15 de junio de1999). En ella se exponen las necesidades y los logrosde la reserva que, en líneas generales engloban losgastos de mantenimiento y control sobre señalizacio-nes marítimas y terrestres, y puesta en marcha de cam-pañas de divulgación e información. La Comisión deGestión y Seguimiento trata las acciones que pudie-ran ser adoptadas tanto con coste económico comosin coste, aunque no disponga de un fondo propiopara afrontarlas.

Si identificásemos, como hacen Batista Medina yPascual Fernández (2005) un continuum en el que enun extremo se situaría la gestión centralizada —lide-rada únicamente por el Estado o sus Administracio-nes— y en el otro la llevada a cabo por las comuni-dades o grupos de usuarios, sin la intervención estatalo con una mínima implicación, en medio tendríamosque colocar la figura de Reserva Marina implementadacon Interés Pesquero –RMIP– como ejemplo de sistemacombinado, en el que se implican tanto los gobiernoscomo las comunidades, los grupos de usuarios, etc.(Batista Medina y Pascual Fernández, 2005: 73). Cierta-

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

156

136 Fuente: Dossier Informativo sobre la Reserva Marina de la Isla de La Pal-

ma hecho público por el MAPA y la SGPM, en La Palma en octubre de

2005. En este documento se detallan las inversiones llevadas a cabo entre

2003 y 2006 en las RM existentes por entonces. Véase también S. Reven-

ga (2007), información disponible en la página Web del Ministerio de Me-

dio Ambiente, Medio Rural y Marino: http://www.mma.es/portal/secciones/

raa/documentos_enlaces_raa/jormadas_red/ jornada_29/pdf/

el_fep_las_areas_marinas_protegidas.pdf137 Reglamento de la Comisión de Control de la Reserva Marina de la Isla de

La Palma. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Secretaría

General de Pesca Marítima.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 156

Page 159: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

mente la gestión aún contiene cierto componente ver-tical, pues la autoridad última está en el el Ministe-rio correspondiente. Pero en la práctica la toma de de-cisiones se lleva a cabo contando con órganos de unnivel inferior en los que participan representantes lo-cales. Además, la capacidad de decisión de la que dis-frute cada agente dentro de la comisión no viene de-terminada por la representatividad numérica. En LaRestinga, el patrón mayor de la Cofradía de Pesca-dores Nuestra Señora de los Reyes, habiéndose pre-sentado como un claro interlocutor del sector pesque-ro, y gozando de gran representatividad y apoyo entrelos profesionales, ha influido decisivamente en la evo-lución y en la gestión de la RM. Él mismo ha sabidopresionar a las administraciones locales, regionales,provinciales, autonómicas o nacionales, en aras de vercumplidos sus intereses y los que él representa. Elliderazgo de este agente ha sido clave para mantenerciertos niveles de participación y para lograr, por ejem-plo, que los pescadores se involucrasen en aspectosrelevantes al orden de la RM, o relacionados con lasinvestigaciones desarrolladas por las instituciones quellevan a cabo el seguimiento científico de la misma.

El patrón mayor ha ejercido un importante rol, ges-tionando el conocimiento de técnicos, biólogos y ad-ministradores involucrados en la declaración de la re-serva. Como líder, ha demostrado tener una importantecapacidad de influir en una variedad de procesos quevan a afectar a la población local de La Restinga. Hasabido utilizar los medios de comunicación públicos,para difundir la creencia de que un grupo particular(el de los pescadores profesionales) existe y que escapaz de actuar en respuesta a los problemas que pue-den afectar al grupo (Abers, 2007). Es un gran interlo-cutor que goza de credibilidad, gracias a su cercaníapero limitada intromisión en el sector pesquero pro-fesional. Se muestra altruista y no expresa deseos oexpectativas económicas. Los pescadores han visto sa-tisfechas la mayoría de las reivindicaciones que surepresentante directo ha elevado al órgano de gestiónde la reserva.

2.2. La gestión cotidiana

Mediante las labores de gestión cotidiana y de direc-ción técnica de la RM, se coordinan el servicio de vigi-lancia, se deja constancia en la SEGEMAR y en la Vice-consejería del Pesca del Gobierno de Canarias de lasactividades desarrolladas con cierta periodicidad, y segestionan los permisos necesarios para la realización

de la actividad del buceo y para la pesca recreativa ejer-cida con caña desde tierra, en las zonas permitidas.La gestión cotidiana incluye el control de las embarca-ciones que acceden a la RM y la vigilancia en el cum-plimiento de las medidas publicadas acerca de las ar-tes de pesca permitidas. En líneas generales, y enausencia de contratiempos inesperados, podría decir-se que ésta se reduce a la “guarda del recurso”.

En La Restinga, con el paso de los años hemos no-tado cierta relajación en general, en el nivel de im-plicación de los pescadores profesionales, tanto fren-te a la Cofradía como en las discusiones que afectana la RM. También hemos detectado ciertos problemasde comunicación entre la coordinación de la misma ylos pescadores locales en el quehacer cotidiano, queha podido afectar a dicha implicación. Los profesiona-les conocen cuantas decisiones y elementos atañen asu actividad de pesca, a través de su patrón mayor ydel servicio de vigilancia; pero en cambio desconocenotras muchas normas y aspectos relacionados con laorganización y el funcionamiento “formal” de la RM,que no están conectados estrictamente con la activi-dad de la pesca profesional.

En agosto de 2004 entre marineros y armadores rea-lizamos una pequeña encuesta para valorar el nivel deinformación de los pescadores sobre el funcionamien-to oficial o formal de la RM; y para identificar las fuen-tes de dicho conocimiento. Logramos encuestar satis-factoriamente a 32 profesionales de los 41 que trabajaronese año con regularidad. Sobre los resultados obteni-dos cabría destacar que, de los 32 pescadores encues-tados, el 53% afirmó conocer solo algunas normas a tra-vés de las que se gobierna el uso de la reserva, y el 28%afirmó conocer muy pocas o ninguna. Tal y como sequejaba un pescador: “(…) hay normas que no hanpuesto los pescadores y se han aprobado a posterio-ri”, y todavía “(la reserva) está desconectada de la pes-ca y falta información”. La información de la que lospescadores profesionales de La Restinga disponen secircunscribe, como muchos han explicado, a “lo que losvigilantes nos dicen”. Cuando se les preguntó por los or-ganismos de gestión y control de la RM, la gran mayo-ría señaló a los vigilantes como los “controladores” deésta. Algunos encuestados intuían que el Gobierno deCanarias y/o la Administración en Madrid tenían algoque ver. Pero la mayoría no estaba al corriente, por ejem-plo, de que en el edificio de la RM (situado en lamisma explanada del muelle) se llevaran a cabo reu-niones periódicas. Desconocían qué era eso de la“Comisión de Gestión y Seguimiento”. El 90% de los

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

157

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 157

Page 160: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

profesionales encuestados desconoce los resultados delas acciones de seguimiento y evaluación sobre el esta-do del área protegida. Solo tres pescadores afirmaronestar más o menos al corriente de lo que pasaba en ella.Frente a esta situación, el 71% afirmó interesarse bas-tante por lo que se acordaba en el órgano de gestiónde la RM, y el 78% aseguró que asistiría a las reunionesde la Comisión de Gestión y Seguimiento si se les die-ra la posibilidad.

Merece la pena destacar como un hecho muy po-sitivo que, la gran mayoría de los pescadores, al seña-lar a los vigilantes como los “controladores” de la re-serva, actúan demostrando cierto grado de “controllocal” o empoderamiento frente a la propia Comisiónde Gestión y Seguimiento, o a los gobiernos estatal yautonómico. También, que los pescadores de La Res-tinga se reconocen a sí mismos como los creadores dela RM, y que muestran un gran interés por conocer quées lo que está pasando en su interior. Si bien, un 37,5%del total de profesionales encuestados, considerabaque muchos pescadores se hallaban en desventaja fren-te a otros usuarios de la zona, y frente a ciertas unida-des productivas dedicadas casi en exclusiva a la cap-tura de especies demersales.

Es importante señalar que dicha situación de “des-ventaja”, respecto a las posibilidades de explotacióndel área y de los recursos protegidos, fue expresa-da un año antes de que se publicasen las normas de

regulación sobre la actividad del buceo autónomodeportivo; cuya implementación los pescadores lle-vaban reivindicando desde hacía años.

Esta misma encuesta se llevó a cabo de manera simul-tánea entre los pescadores que acudían a la RM de LaPalma. De entre sus resultados destacamos, en palabrasde J. Batista Medina: “(…) debemos indicar que hay ungran desconocimiento de la gestión de la reserva. El co-nocimiento que tienen los pescadores de sus órganos–las comisiones– y de su funcionamiento es deficiente o,como ocurre entre la mayoría de los que entrevistamos,nulo. Para ellos el manejo de la reserva tiene que ver másbien con el servicio de la misma, es decir, con la coordi-nadora y, sobre todo, los vigilantes. A eso hay que aña-dir que circula poca información hacia abajo. Los pesca-dores cuentan en las comisiones con dos miembros, unode cada cofradía, que, en principio, actúan como sus re-presentantes. Pero su participación en las comisiones noimplica que ‘representen’ la opinión de los pescadoresen general, ni que lo que en ellas se trata se transmita demanera eficaz a los representados. Es más, la Cofradía deSanta Cruz de La Palma dejó de asistir durante un tiem-po a las reuniones. Creemos, en este sentido, que habríaque buscar la forma de reforzar y mejorar la implicaciónde estas figuras, que, sin duda, son un elemento clave enun sistema de cogestión (véase Jentoft, 2000), aunque noestén exentas de problemas. En la prensa ha salido, al-gunas veces, información de las reuniones y de sus acuer-dos principales, aunque este no sea el medio adecuadopara que los pescadores reciban información clara y pre-cisa de aquellos asuntos que les interesan directamente–es corriente su bajo nivel formativo–. Nos hallamos, pues,ante un aspecto mejorable y muy importante para con-seguir una mayor implicación de los pescadores en la re-serva marina. De hecho, ahora su gestión se percibecomo algo desconocido y distante que tiene que ver máscon políticos y técnicos que con ellos” (Batista Medina yPascual Fernández, 2005: 76). Aunque la situación enLa Restinga no revestía este grado, contando con la ven-taja diferencial de poseer un patrón mayor como el des-crito y un cuerpo de vigilancia de la RM compuesto porantiguos pescadores, sería deseable revisar las vías de co-municación y contacto entre las comisiones, y el conjun-to de la población afectada en cada localidad y reserva.

2.3. La regulación de la actividad del buceo

En el año 2003 se inició la regulación del buceo de-portivo dentro de la RM. Durante el 2004 se organiza-ron contadas reuniones con los empresarios de buceo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

158

Imagen 34. Servicio de vigilancia de la RM. Foto: la autora, año 2006.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 158

Page 161: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de La Restinga. No se hizo público ningún estudio deimpacto sobre esta actividad en la RM; y siguiendo elmodelo aplicado en otras gestionadas por la SEGE-MAR, se preparó una orden con unas condiciones mí-nimas sobre las que los implicados podrían seguir ex-plotando el buceo en la RM. Hasta entonces laadministración técnica y este colectivo no habían man-tenido un estrecho contacto. Es más, el diálogo no sehabía retomado desde el recurso judicial interpuestopor el director de uno de estos centros, en contra dela propuesta de reserva discutida y aprobada entre1995 y 1996, al que nos referimos en el capítulo 1 deeste libro y que fue rechazado por la “falta de legiti-midad del recurrente”. La administración técnica de lareserva había rechazado en repetidas ocasiones la so-licitud de los centros de buceo de involucrarse en lagestión de la misma, a pesar de que los centros cola-boren en el mantenimiento de las boyas de fondeo porejemplo. En alguna ocasión, sin embargo, han sido in-vitados a reuniones de la Comisión de Gestión y Se-guimiento, con voz pero sin voto.

En enero de 2005 se publicó la orden definitiva porla que se regulaba el ejercicio del buceo en la RMen los puntos situados en aguas exteriores (OrdenAPA/89/2005, de 25 de enero de 2005, que regula elejercicio de actividades subacuáticas en la reserva ma-

rina del entorno de la Punta de La Restinga-Mar deLas Calmas). Al igual que con los pescadores profe-sionales, la información que les llega a estos usuariosprocede principalmente de los vigilantes, y en ocasio-nes de los técnicos coordinadores.

Con respecto a los empresarios y a la actividad delbuceo, la dirección de la RM ha mantenido una pos-tura que podríamos calificar de escéptica, similar a laexpresada desde el sector pesquero profesional. Pro-bablemente un factor que alimenta dicho escepticis-mo es la volatilidad de muchas de ellas. En el veranodel 2006, contabilizamos 9 centros de buceo en el pue-blo, de los cuales, solo tres tenían una actividad esta-ble durante todo el año. Las restantes presentaban cier-ta estacionalidad. La mayoría se habían constituidoentre los años 2001, 2002 y 2003, y en el 2006 másde la mitad ya habían cambiado de dueño una o dosveces, como mínimo. A diferencia del grupo de pes-cadores locales, la inexistencia de un grupo bien de-finido y cohesionado, al menos hacia el exterior, ca-

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

159

8 puntos de inmersión

450 inmersiones/día

164.250 como máximo permitido,

aunque la media se sitúa en los 70.000

NO, aunque en 4 puntos de inmersión se

permiten globalmente 9.200 inmersiones

repartidos entre esos cuatro

NO hay límites diarios

9 puntos de inmersión

+1 para inmersiones nocturnas exclusivamente

La RestingaL’EstartitTipo de limitación

Tabla 22

Comparación de las limitaciones impuestas a la actividad del buceo en cada AMP en el año 2006138

Espacial

En el número de buceadores total

50 NOEn el número de buceadores por punto

de inmersión / día

Entre 20 y 50 en el caso de algunos centros

8 buceadores máximo en el caso de las 6

empresas de buceo “nuevas”

10 buceadores, con independencia

de la empresa

En el número de buceadores que pueden reali-

zar inmersión en grupo

20 Centros de Buceo (CB) en total en

2005-2006, pero que no disfrutan de las

mismas condiciones ni del mismo número

de cupos de explotación

NO hay restricción sobre el número

de empresas. Y todas las existentes trabajan

en igualdad de condiciones

En el número de empresas que pueden comer-

cializar el buceo

Temporal

Fuente: elaboración propia a partir de las informaciones cedidas por la dirección del AP de las Islas Medas y la normativa oficial de la RM Punta de

La Restinga.

138 Seleccionamos para el ejemplo este año porque es cuando se da por fi-

nalizado el trabajo de campo, y no poseemos datos exhaustivos sobre

años más recientes.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 159

Page 162: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

paz de poner límites a la entrada de nuevos usuarioso frente a otros competidores por espacios y recursos,ha podido jugar en contra del colectivo de empresa-rios de buceo. Evidentemente, el carecer del apoyo delas administraciones del gobierno se ha revelado ade-más un elemento clave en este sentido.

3. La implementación del Área Protegida

de las Islas Medas

Aunque el Área Protegida –AP– de las Islas Medas nose implementa hasta el período de 1991-92, las prime-ras regulaciones sobre los usos que podían ser desa-rrollados en el entorno de las islas se llevaron a ca-bo en la década de los 80. A principios de ésta, elcomandante de Marina de Palamós dictó una norma-tiva de regulación sobre la extracción de coral en lasIslas Medas y en 1983 la Generalitat de Cataluña pro-hibió cualquier actividad extractiva, decretando en 1985un perímetro de veda de 75 metros alrededor de lasislas, respondiendo así a las reivindicaciones de la co-munidad científica y de ciertas asociaciones de acti-vidades subacuáticas locales. En 1985, cuando las com-petencias sobre el área estaban en manos de laDirección General de Pesca (departamento de Agricul-tura, Ganadería y Pesca –DARP–, de la Generalitat deCataluña), comenzaron a desarrollarse las labores devigilancia por parte de un oficial de la Marina Mercan-te, ayudado por un pescador profesional de L’Estartitdurante el verano.

En origen, las medidas de “gestión” decretadas so-bre el AP se circunscribían a la vigilancia en el cum-plimiento de la prohibición de pescar. Los pescadoresno colaboraban ni se involucraban en ella, salvo el queapoyaba al servicio de vigilancia. Con el tiempo, y de-bido en parte a ciertas presiones que los restantes pre-sumiblemente ejercían sobre el “pescador ayudante”,las autoridades optaron por desarrollar un conveniode colaboración con los centros de buceo existentesen L’Estartit139. También participaron en su día, elpersonal de las empresas de excursiones marítimas.

Los centros de buceo colaboradores, 4 o 5, fueron de-signados y acreditados como tales ostentando la con-dición de “auxiliares voluntarios”, por lo que no per-cibían retribución alguna. Este sistema de vigilancia semantuvo hasta que en 1992 se aprobó el Plan para Ga-rantizar el Equilibrio Ecológico del Área Protegida delas Islas Medas, aprobado mediante la Orden 3-8-92(DOGC 1629, de 7 de agosto de 1992). La vigilanciadesde entonces es realizada por agentes de medio am-biente; por “forestales”, como a veces son denomina-dos de forma despectiva por algunos pescadores deL’Estartit. Un personal que, a juicio de muchos stake-holders locales, carece de autoridad para llevar a ca-bo tales labores de vigilancia.

En 1996, las competencias sobre la gestión y vigi-lancia del AP de las Islas Medas fueron traspasadas dela Dirección General de Pesca Marítima a la DirecciónGeneral de Medio Ambiente (perteneciente al DARPen 1996); y a comienzos de la década del 2000 pasa-ron a manos de la recién creada Consejería de MedioAmbiente y Vivienda140; para volver a cambiar en unosaños. Sobre el terreno, las labores de vigilancia delAP continuaban siendo efectuadas por agentes de me-dio ambiente.

En el año 2005, en las Oficinas del AP de las Islas Me-das trabajaban: dos administrativos, una técnica que seocupa del área terrestre ya que el área natural implicaal Macizo del Montgrí, una directora que coordina el áreamarina protegida, y dos agentes de la Generalitat que seocupan del mantenimiento de las balizas y de las boyasque delimitan el parque y cada zona de uso (snorkeling,cruceros, amarraje de embarcaciones particulares, sub-marinismo…); así como del control de las embarcacio-nes. Unos recursos que son tachados como insuficien-tes, a juicio de los diferentes stakeholders identificadosalrededor de esta AMP. Tanto los pescadores como losempresarios de buceo han hecho patente su desconten-to en este sentido, en numerosas ocasiones. A lo largode la última década, los empresarios de buceo han em-pleado esa situación como arma arrojadiza141. Si bien lasituación cambia ligeramente cuando en el 2010 se creael Parque Natural del Montgrí, Islas Medas y el Bajo Ter(Ley15/2010, del 28 de mayo, de declaración del ParcNatural del Montgrí, les Illes Medes i el Baix Ter).

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

160

139 Fuentes: Generalitat de Cataluña, DARP, Dirección General de Pesca Ma-

rítima. Conveni de Col·laboració en les tasques d’inspecció i control de la

zona protegida de Illes Medes. Firmat en L’Estartit el 11-08-1989. Pròrro-

ga del conveni de col·laboració en les tasques d’inspecció y control de la

zona protegida de les Illes Medes, firmado en Barcelona a 5-07-1990. En-

trevista realizada a Rafael Algarre en L’Estartit a 5 de mayo de 2004.

140 En catalán el título exacto de esta Administración sería Departament de

Medi Ambient i Habitatage, donde habitatage podría ser traducido vivien-

da si bien los usos del lenguaje no son exactamente equivalentes entre

una lengua y otra.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 160

Page 163: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

A diferencia de la RM de La Restinga, la direccióndel AP de las Islas Medas ejecuta parte de su propiopresupuesto, ejerciendo además una actividad recau-dadora entre los buceadores usuarios. El mayor gastoen el caso de la gestión del AP de las Islas Medas serealiza en relación con las labores de mantenimiento ysupervisión del área. El coste del personal empleadoes de aproximadamente 150.000 € al año, y los costesde mantenimiento (que incluyen desde el material in-movilizado hasta el pago de trabajos de asesoramien-to y soporte a la gestión del parque) pueden superarlos 300.000 € al año, según los presupuestos oficiales142.

Si bien entre los pescadores de L’Estartit no es co-mún oír quejas en los medios de comunicación, comoen cambio hemos visto entre los centros de buceo, enlos años de trabajo de campo recopilamos todo tipoquejas acerca de: a) el comportamiento de los subma-rinistas acusados hasta la saciedad de robar langostas,b) de los pescadores recreativos quienes pueden acu-dir a pescar al área de pre-parque al igual que los pes-cadores profesionales, y c) sobre la acción de los bar-cos de pesca de arrastre, procedentes de otros puertos,que en ocasiones pasan a menos de los 50 metros deprofundidad permitidos. Consideramos que los medioshumanos y técnicos dispuestos para el seguimiento delas AMPs pueden y deben ser perfeccionados; aten-diendo a las nuevas circunstancias a las que las AMPs,como sistemas a ser gobernados y actuando como sis-temas de gobierno, van a enfrentar a lo largo del tiem-po. Sin embargo, tal revisión ha de llevarse a cabode manera coherente y consciente de los prejuicios yestereotipos que pesan sobre el comportamiento delos distintos colectivos (incluyendo aquí a las propiasentidades de gestión de las mismas AMPs), y el de-venir y características de sus usos dentro de las áreasen cuestión.

La mayoría de las sanciones que han recibido lospescadores profesionales se deben a la prohibición,

dictaminada por la Generalitat, de pescar los finesde semana143. Los profesionales de L’Estartit se justi-fican sobre el reducido número de días en los quepueden faenar debido al mal tiempo. Y expresan sumalestar ante la norma, en base a una desafortuna-da comparación: los pescadores recreativos puedenpescar todo el año en la misma zona del AP en laque ellos trabajan. Tal y como nos explicaba en elaño 2004 el patrón mayor de la Cofradía, los profe-sionales de L’Estartit, frente a buceadores y pescado-res recreativos, cuando van al mar tienen que “so-portar” que les vigilen diferentes cuerpos: “(…) hastalos guardamuelles que supervisan las descargas”. Lapercepción, de que reciben un trato muy diferentecon respecto a los restantes usuarios del AP, se po-dría resumir en estas palabras: “Nos vigilan más quea los maleantes; sale uno con el barco y parece quehaya matado a alguien”. Al margen de la desatencióna la norma en base a las circunstancias relacionadascon las posibilidades de faenar, la ruptura o el in-cumplimiento también podría ser visto como una ma-nera de debilitar o demostrar abiertamente su recha-zo ante un sistema con el que los pescadores nocomulgan, en el que no se sienten partícipes y a cu-yos representantes (especialmente en el caso de losvigilantes) no consideran con legitimidad para ac-tuar en la zona o decidir sobre las actividades queellos van a desempeñar.

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

161

141 Ver: “Denuncien que la Generalitat no vigila prou els pescadors furtius de

les Medes. Les empreses l’inmersió de la zona demanen més contundèn-

cia al Govern català.”, noticia pubicada en el Diario de Girona (D de G) en

1997; “La poca vigilancia del parque natural agrava el deterioro ecológico

de las Islas Medas”, La Vanguardia [25-08-1991]; “Las empresas de sub-

marinismo exigen a la Generalitat eficacia contra los furtivos en las Me-

das, La Vanguardia [12-03-1997]; “Els pescadors critiquen la vigilancia de

les Medes perquè no evita els furtius” D de G [25-01-1997].142 Fuente: Área Protegida de las Islas Medas. Resumen presupuestario del

año 2005, 2006 y 2007. Departamento de Medio Ambiente y Vivienda,

Gobierno de Cataluña.

143 Véase por ejemplo el Real Decreto 1440/1999 de 10 de septiembre que

regula el ejercicio de la pesca con arrastre de fondo en el caladero na-

cional Mediterráneo, Art.9: “(…) En cualquier caso, el período de reposo

debe ser como mínimo de 48 horas continuadas”. Advertimos que ya en

la década de los 80, los pescadores de la Cofradía habían solicitado

una modificación en esta normativa. Tal y como lo describiera Alegret

en los 80 [Sin publicar]: “El principal problema d’aquesta petita flota és

el mal temps que durant els mesos d’hivern presenta la seva zona d’ac-

tuació. La tramuntana impossibilita la sortida de port molts dies. A aques-

ta limitació de la feina s’hi ha d’afegir la prohibició de pescar a la zona es-

trictament protegida del voltant de les Illes Medes, tradicional zona

d’explotació durant els mesos d’hivern per la poca incidència del vent.

Aquesta doble limitació per desenvolupar el treball pesquer durant els

mesos d’hivern, en què les activitats turístiques desenvolupades pels mem-

bres de la Confraria no necessiten gaire dedicació i permeten sortir a pes-

car, va determinar que la Confraria de l’Estartit s’afegís a la petició que va

fer la Confraria de l’Escala davant la Generalitat per poder sortir els dis-

sabtes a pescar i així contrarrestar els dies perduts pel mal temps. Per tant

i en funció d’aquest permís aconseguit pels mesos d’hivern els tresma-

llers d’aquesta Confraria poden sortir a pescar els dissabtes. D’aquesta

manera en comptes de l’obligat descans dels arts durant 48 hores setma-

nals que marca la llei general de la Mediterrània pels arts petits, durant els

mesos d’hivern queden restringides a 24 hores”.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 161

Page 164: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

3.1. El Consell Assessor y los Planes de Uso

En 1991, mediante el Decreto 22/1991, de 4 de febre-ro, a propuesta del Consejero de Agricultura, Ganade-ría y Pesca, se determinó la composición del ConsellAssessor (Consejo Asesor) del AP de las Islas Medas.Este órgano sería el encargado de elaborar el Plan deUsos por el que se gestionaría el área y se regularíanlas diversas actividades de interés en la zona, tal y co-mo expusimos en el capítulo anterior. El primero re-dactado data de enero de 1991144 y se denominó: Plande Actuación para la Conservación de la Flora y la Fau-na de los Fondos Marinos de las Islas Medas.

Aunque la composición del consejo ha sufrido mo-dificaciones, es destacable el alto número de miem-bros e instituciones que han formado parte de él a lolargo de los últimos veinte años, representando a mul-titud de grupos de interés, frente a un solo represen-tante de la Cofradía de Pescadores de L’Estartit y aun representante de la Federación Territorial de Cofra-días de Pescadores de Gerona. Según la primera listapublicada de miembros del consejo, éste estaba com-puesto por más de veinte personas procedentes de a)la Administración de la Generalitat, b) de la Adminis-tración local, c) del sector pesquero profesional, d) delsector turístico y deportivo, e) de las universidades ca-talanas, el Instituto de Estudios Catalanes, el Grupo deDefensa del Montgrí, y f) dos personalidades que porsu actividad profesional, científica o cultural, se hubie-ran distinguido por su defensa de las Islas Medas145. ElConsell Assessor se tendría que reunir como mínimodos veces al año y, en pleno, podría crear comisio-nes de trabajo de carácter transitorio. Además, debíaconstituir una Comisión Permanente146, encargada depreparar las propuestas de actuación y discusión queserían debatidas posteriormente.

El número de representantes del sector pesqueroprofesional, siempre ha sido inferior en ambos órganos,con respecto a los restantes interesados e implicados en

la gestión del AP; y especialmente frente a los agen-tes involucrados con el sector turístico y deportivo, orecreativo. Esos agentes van desde representantes deentidades, administraciones hasta de agrupaciones em-presariales.

El primer Plan de Usos elaborado por el consejotenía como principal objetivo instaurar ciertas limita-ciones, aunque siempre atendiendo a los “legítimos in-tereses económicos, sociales y turísticos del área”, taly como se especificaba en el documento. El plan par-tía de un requerimiento de conservación inspirado enla propia Ley 19/90, pero se mantenía acorde con losusos turísticos de la zona, representados en el ConsellAssessor. Posteriormente mediante la Orden de 03 deabril del 1992 (modificada mediante la Orden de 9 dediciembre de 1992), se aprobó definitivamente el pri-mer Plan para garantizar el equilibrio ecológico de lasáreas protegidas, y se puso en marcha el primer Plade Conservació de les àrees protegides de les Illes Medes(DOGC de 7 de agosto de 1992).

Los primeros proyectos y documentos de gestióndel AP tenían un marcado carácter conservacionistay desarrollaron tanto limitaciones para la actividad depesca profesional, localizada en el área de pre-parque(o área protegida), como para el buceo, en el área es-trictamente protegida. Con respecto a la pesca profe-sional: se zonificó el área y se decretaron las artes depesca (características en tamaño, número de anzue-lo, etc.) permitidas. Como en La Restinga, se contem-pló la necesidad de elaborar un censo de embarcacio-nes locales autorizadas a faenar en el área. No seiniciaron acciones vinculadas a la investigación pes-quera; aunque se continuó con los extensos estudiossobre las características de ciertas poblaciones de es-pecies como el mero o el coral rojo dentro del AP.En los últimos años, a ésos se ha incorporado los es-tudios del “efecto reserva” sobre las especies de inte-rés comercial, se han iniciado labores de seguimien-to de las capturas pesqueras y de monitorización delbuceo autónomo recreativo o deportivo.

Las medidas adoptadas para regular los usos tu-rísticos ejercidos en el área estrictamente protegida,han variado a lo largo de los años. La “gestión” de lasactividades recreativas en el AP han influido notable-mente en la evolución de las empresas que comercia-lizan el buceo en L’Estartit. El primer plan de usos, co-mo primera medida, impuso a las empresas localesla obligatoriedad de solicitar un permiso a la DirecciónGeneral de Pesca Marítima para poder realizar acti-vidades turísticas en la zona estrictamente protegida.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

162

144 Fuente: Generalitat de Cataluña, Departamento de Agricultura, Ganade-

ría y Pesca. Dirección General de Pesca Marítima. Plan elaborado por el

Consell Assessor de las Islas Medas, 24 de enero de 1991. 145 En este caso se designó a un miembro del CRIS local, en calidad de

“experto en las Islas Medas” y luego en representación de los submari-

nistas particulares.146 Fuente: DOGC 1411, 04-02-1991, Decreto 22/1991, de 4 de febrero por el

cual se determina la composición del Consell Assessor del Área Prote-

gida de las Islas Medas.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 162

Page 165: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En 1992 se acordó que todas las empresas que desea-sen llevar a cabo usos turísticos (superficiales o sub-marinos) dentro del AP, tendría que abonar una tasade autorización de un año de duración (según la Ley33/1991, de 24 de diciembre). Además, se impuso elrequisito de abonar una tasa individual por buceador/in-mersión en la zona estrictamente protegida, tal y como

relatamos en el capítulo anterior. La Dirección Gene-ral de Pesca Marítima –DGPM– confeccionaría cadaaño un censo de las empresas autorizadas a trabajaren el entorno de las Islas Medas, pudiendo limitar elnúmero y la actividad de las embarcaciones que trans-portaban a buceadores. En el primer Plan de Conserva-ción tan solo se detallaba que las autorizaciones serían

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

163

Ilustración 7

Ejemplo de composición y grupos representados del Consell Assessor del AP de las Islas Medas

Fuente: Elaboración propia a partir de las informaciones cedidas en las oficinas del AP entre los años 2004 y 2005.

ÁREA PROTEGIDA

DE LES ILLES MEDES

Personalidadeslocales destacadas

por su defensa de las Islas Medas

Sectorpesquero

Cofradíade L’Estartit

Federación Provincial

de Cofradías

Federación Catalana

de ActividadesSubacuáticas

Federación Catalana de Pesca Deportiva

Club Náuticode L’Estartit

Empresarios Cruceros turísticos

Diputación de Girona

ConsellComarcal

del Pals Empordà

Ayuntamiento Torroella-L’Estartit

Agricultura, Ganadería

y Pesca

Departamentode PolíticaTerritorial

Departamentode Comercio,

Consumo y Turismo

Departamentode Cultura

Dirección Generalde Deportes

Instituto deEstudios

Catalanes

Grupode Defensa del Morigrí

Universidadescatalanas

Sector turísticoy deportivo

Administraciónlocal

Administraciónde la Generalitat

Expertos en Ciencias

Marinas

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 163

Page 166: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

prorrogables siempre y cuando los centros acredita-sen “l’exercici continuat de l’activitat durant el perío-de anterior; no haver estat mal sancionat (...)”. Esta nor-ma perjudicó gravemente a las empresas de nuevacreación, no pudiendo cumplir con el criterio de ha-bitualidad en la zona. Por otro lado, la DGPM hizoconstar en el primer Plan de Conservación que cadaaño se podría establecer un número máximo de in-mersiones diarias permitidas. Desde entonces, las reu-niones del consejo han estado monopolizadas por ladiscusión sobre la ordenación de los usos turísticos, yel volumen de usuarios y empresas permitidas en elinterior del AP. El segundo Plan de Usos y Gestión (Or-den de 1 de agosto de 1995) para el período 95-98, se-guía las líneas marcadas en el primero. Limitó el nú-mero de inmersiones que podían ser realizadas en elárea estrictamente protegida y, como novedad, hacíamención sobre la necesidad de regular las actividadesrecientemente incluidas de apnea, snorkeling y sea-watching, iniciadas en 1995. El siguiente Plan de Usosaprobado en 1999 desarrolló el sistema de concesio-nes por el que se gestionaría la actividad del buceo.Una vez más, el argumento sobre la necesidad de con-servar el patrimonio natural de las Islas Medas, aban-deró la implantación de un régimen por el que se cedíaparte del uso y las posibilidades de explotación eco-nómica del AP a un grupo de empresarios concretos.

A comienzos de la década de 2000, un cambio enla composición del gobierno local y regional propulsóla derogación de este sistema de concesiones. Ante lainmediatez, casi obligatoriedad, de cambiar dicho sis-tema, y ante la falta de acuerdo entre los miembros delConsell Assessor sobre cómo y quién explotaría la ac-tividad del buceo en el AP, el Plan de Usos de 1999se estuvo prorrogando durante varios años. Por fin enel año 2005, bajo la intervención del gobierno autonó-mico entrante, se aprobó uno nuevo cuyo contenidoestaba marcado por la autorización a nuevos centrospara que explotasen económicamente el uso recreati-vo del AP de las Islas Medas. Este plan, al igual que losanteriores, estaba elaborado por el Consell Assessor,pero siguiendo las directrices de la Dirección de Me-dio Natural, y de la Consejería de Medio Ambiente yVivienda. Según el director general de Medio Naturalen el 2004, el objetivo de los cambios introducidos erarecuperar y conservar el patrimonio marino de lasIslas Medas147. A pesar de que lo que estaba en juegoera la explotación de los rendimientos derivados deluso recreativo del AP, según sus palabras, el nuevo plan“(…), a diferencia del anterior, elaborado el año 1999,

deja en un segundo plano la actividad económica”.148

La abolición del sistema concesionario y el nuevo re-parto de los 400 cupos disponibles para comercializarinmersiones en el área estrictamente protegida fue lacuestión más controvertida a la que los miembros delconsejo hubieron de enfrentarse. Las empresas que du-rante años habían explotado económicamente los 400cupos en solitario tenían que aceptar la inclusión denuevas empresas, y un leve recorte en el número deinmersiones totales que podrían comercializar. Además,el nuevo plan también abolía el sistema concesionariopara las actividades de apnea, snorkeling y seawatching,reconocía la incompetencia del órgano de gobierno delAP en materia de navegación marítima, y establecía no-vedades en el sistema de recaudación para las empre-sas. El plan introdujo también sanciones para los cen-tros que incumplieran la normativa de cupos y para losbarcos que sobrepasaran los límites de velocidad de na-vegación en el área. Además, estableció la creación deun comité científico que debería determinar, en el futu-ro, “cómo volver a orientar el conjunto de actividadeshumanas que se realiza en el entorno de este espacio”.149

La derogación del sistema de concesiones por par-te de una administración ajena al Consell Assessor cues-tionó la capacidad de este órgano para gobernar el AP.Ciertamente entre el período 2002-2003 y hasta el2005-2006, el Plan de Usos se estuvo derogando por lafalta de entendimiento mostrada entre los miembros delconsejo. Y existían graves acusaciones sobre que dichoórgano había favorecido una situación de oligopolio, enla explotación turística de las Islas Medas. Tal y comoreconoció uno de sus miembros en el año 2005, quienno tenía vinculación directa ni con el sector pesquero,ni empresarial ni con los biólogos, a pesar de que la in-tervención desbloqueó la elaboración del nuevo Plande Usos, si la administración era capaz de intervenir deesa manera, la figura de aquel órgano se tornaba real-mente innecesaria.

Frente a las modificaciones, el Ayuntamiento de To-rroella de Montgrí-L’Estartit ha mantenido, como siem-pre ha hecho a través de su Patronato de Turismo, unaparticipación activa; asumiendo que el principal ejede los Planes debía ser la protección del espacio

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

164

147 Véase noticia aparecida en el periódico El Mundo lunes, 9 de agosto de

2004. Edición digital: www.elmundo.es/papel/2004/08/09/catalunya/

1676784.html a 16/01/2008.148 Ibíd.149 Ibíd.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 164

Page 167: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

pero teniendo en cuenta el interés turístico y econó-mico de las islas. Ante el nuevo régimen sancionador,el consistorio abogó por “llevar a cabo campañas in-formativas y de señalización que ‘permitan a los usua-rios conocer la nueva normativa’. En este sentido, elalcalde aprueba incrementar la vigilancia pero apues-ta porque su función sea ‘más informativa que sancio-nadora’”150, para los usuarios recreativos y para los tu-ristas en general.

A pesar de los sucesivos cambios y planes afectan-do a la gestión turística del AP, las acciones desarro-lladas relacionadas con la actividad de pesca profesio-nal se han limitado a la periódica actualización delcenso de las embarcaciones profesionales autorizadasa acudir al área de pre-parque. Esta situación cam-biará con los años, gracias a la incorporación de nue-vos pescadores, ajenos a la historia de protección delas islas, y a la aparición de nuevos líderes locales re-lacionados con la dirección del AP –véase Vendrell yDe la Cruz (2011)–.

3.2. La gestión científica del AP de las Islas Medas

Desde que en 1991 se creara el Consell Assessor, dossectores abiertamente enfrentados han monopolizadolas discusiones y han dirigido todas las decisiones to-madas. Estos dos sectores son el sector turístico, espe-cialmente el grupo de los empresarios de hosteleríay buceo, y el relacionado con la investigación marina.Más concretamente, el conflicto se origina y mantienepor el desacuerdo existente entre el representante delas empresas de buceo de L’Estartit y el representan-te del Instituto de Estudios Catalanes (IEC), ambos pre-sentes en el Consell Assessor y en la Comisión Perma-nente. En más de 10 años de reuniones ambos no hanlogrado ponerse completamente de acuerdo acerca delvolumen de buceadores que el área estrictamente pro-tegida podía soportar. Podríamos decir que han reali-zado concesiones mutuas y/o que han perdido antelas propuestas de sus opositores, pero jamás se haalcanzado un acuerdo que satisficiera plenamente a al-guna de las dos partes.

Las empresas de buceo-alojamiento tal vez sean quie-nes más beneficios hayan obtenido con la declaraciónproteccionista, al menos en comparación con las uni-dades productivas pesqueras y otras explotaciones

turísticas; pero también son las más sensibles a un cam-bio en el régimen de uso del AP y de los recursos apro-piados a través del sistema concesionario. Su grado dedependencia es mucho mayor que el de otras empre-sas debido al capital comprometido en la actividad,de difícil reorientación en algunos casos. Por otro lado,al igual que en el caso del grupo de pescadores cana-rios, estos empresarios gozan del apoyo de las Admi-nistraciones locales, del que no disfrutan otros stakehol-ders o al menos no de la misma manera.

En el caso de las Islas Medas, consideramos tam-bién pertinente valorar los usos y las estrategias deapropiación que los científicos marinos han desarro-llado dentro del AP, generando una importante pro-ducción científica y académica. Al igual que los em-presarios de buceo, los investigadores han luchadoactivamente intentando lograr la exclusión, o al menosuna severa limitación, de otros usuarios del área estric-tamente protegida. Asimismo cuentan y se apoyan enciertas Administraciones (aunque de rango regional eneste caso), y se escudan en instituciones relacionadascon la Academia; tal y como otros interesados hechobuscando el apoyo de Federaciones o Asociaciones em-presariales (por ejemplo) de peso. Los científicos vin-culados al Consell Assessor del AP de las Islas Medashan trabajado considerando que las medidas de pro-teccionistas son efectivas solo en la medida en que pro-híben o limitan las actividades humanas. Siempre handefendido con firmeza que el número de inmersionespermitidas al día en el área estrictamente protegida, nodebía sobrepasar las 200 inmersiones. Y han emplea-do igualmente a los medios de comunicación (espe-cialmente a la prensa escrita local) para expresar sumalestar frente al devenir de las negociaciones, y laevolución de las limitaciones sobre el número y tipode actividades turísticas permitidas en el área estricta-mente protegida. Por ejemplo, en 1997, un investiga-dor miembro del Consell Assessor y de la Comisión Per-manente del AP de las Islas Medas, publicaba losiguiente: “La colisión de intereses ha llevado a un en-cendido debate sobre quiénes son los auténticos res-ponsables de la degradación de la costa. El razonamien-to (…) básicamente podría resumirse así: ‘nosotros nopodemos ser los responsables ya que nuestra actividadviene realizándose desde antiguo y antes las cosas noestaban mal’. Corolario: ‘Si no somos nosotros, los res-ponsables deben ser los otros’. Curiosamente todos lossectores razonan igual. ¿Por qué? Creo que básicamen-te todos tienen razón: su actividad no es agresiva. Pe-ro olvidan una cosa: antes eran muchos menos (…)

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

165

150 Ibíd.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 165

Page 168: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

la causa principal de la degradación del litoral es la acu-mulación de un exceso de actividades humanas (…)”(Zabala Limousin, 1995: 56-58).

La flora y fauna marina de las islas ha sido objetode innumerables estudios desde la década de los 70.Sus fondos han sido definidos como “un pequeño mu-seo natural” donde están representados todos los eco-sistemas sumergidos del litoral mediterráneo. Aquellasencarnan un “laboratorio interesantísimo, porque setrata de una situación muy forzada. Es un espacio muypequeño donde se concentra mucha biomasa que gozade una protección enorme”151. Las Islas Medas poseenun entorno enormemente antropizado pero de granriqueza ecológica. Son únicas en el Mediterráneo pre-cisamente por el alto nivel de uso que soportan, por-que son de fácil acceso para los investigadores (situa-das a una milla de la costa), y porque poseen unestatus capaz de garantizar que al menos se manten-drán ciertas condiciones para su estudio continuado.Sin embargo, algunos trabajos sobre las especies degorgonias se hayan visto truncados por el efecto de lapesca o de los buceadores que las destruyen, y el com-portamiento de los meros está tremendamente alte-rado debido a que han sido alimentados de maneraartificial. Son numerosos los estudios desarrollados so-bre la fauna sésil (especialmente sobre especies degorgonias y corales), sobre los meros (y su reproduc-ción), y sobre los efectos derivados de la frecuenta-ción de submarinistas. Los 10 años de seguimientocientífico y los más de 20 años de recogida de datosen el entorno de las islas, han servido para que un gru-po de investigación de la Universidad de Barcelonapusiese en marcha una metodología consolidada a tra-vés del trabajo en red, dentro del espacio de reser-vas marinas creadas en el Mediterráneo. Bajo la pers-pectiva de una lógica supuestamente no económica,este equipo de biólogos ha encontrado en el AP un“laboratorio a cielo abierto”. Es innegable que desdeque el AP se declarara, los objetivos proteccionistas nohan sido satisfechos desde un punto de vista conser-vacionista. Y que “(…) las Medas han representado unéxito sin precedentes de promoción del turismo sub-acuático”, o que “el beneficio más evidente no ha si-do de conservación sino económico”. Pero tampoco

podríamos obviar el interés y los rendimientos acadé-micos del uso científico del AP.

En el caso de La Restinga, el papel de los científi-cos relacionados con la Universidad de La Laguna, fuerelevante durante el proceso de diseño y negociaciónde declaración de la RM. Pero una vez implementada,los investigadores no han intervenido en la gestión dela reserva en la misma medida que los de la Univer-sidad de Barcelona en el AP de las Islas Medas. Solose han mantenido como asesores puntuales, ejercien-do ciertos usos científicos dentro de la RM.

De cualquier forma, concluimos que a pesar de losimportantes usos científicos desarrollados en cadaAMP estudiada, no creemos que se pueda llegar a ha-blar de una severa apropiación científica en la prác-tica; ya que aun siendo un colectivo interesado, la ca-pacidad de actuación de los científicos ha quedadomuy restringida a las labores de seguimiento de cadaárea. Y sus decisiones han estado siempre limitadaspor las reivindicaciones de uso de los restantes stake-holders representados en los órganos de gobierno de ca-da AMP. A pesar de su presencia en la Comisión de Ges-tión y Seguimiento de la RM y en el Consell Assessor delAP, no ha existido apropiación científica en la prác-tica en ninguno de los dos casos porque este colecti-vo no ha logrado limitar la capacidad de decisión deninguno de los restantes usuarios.

4. La gestión turística de las AMPs

Hemos visto que en las últimas décadas numerososplanteamientos consideran el desarrollo turístico co-mo un fenómeno derivado de la creación de las figu-ras de AMP, entendiendo que las “reservas marinas tie-nen el mismo atractivo para los turistas que los parquesnacionales tierra adentro” (Roberts y Hawkins, 2000a:69), y concediéndole al turismo un papel generalmen-te secundario en el diseño y en la gestión las medidasproteccionistas (Davis y Tisdell, 1997; Davis y Tisdell,1995; Dixon, 1993; Hall, 2001; Kelleher, 1999; Orams,1999; Ramos Esplá, 2004; Ramos Esplá, 1985b; Robertsy Hawkins, 2000b).

La capacidad anunciada de las AMPs como figu-ras de atracción turística ha gozado de gran popula-ridad tanto en destinos maduros (como L’Estartit) co-mo incipientes (como La Restinga), donde una nuevaversión del turismo de masas demanda actividades cer-canas a las nuevas formas turísticas (Santana Talave-ra, 2003a, 2002). Nosotros, a la luz de nuestros datos,

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

166

151 Declaraciones realizadas por Mikel Zabala, representante en el Consell

Assessor del IEC, recogidas en la publicación Thalassa online, en

www.thalassa-online.com/revista/article.phtml?id=290 a 17/01/2008.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 166

Page 169: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

consideramos que esos argumentos y asunciones obvianla complejidad del turismo, y de sus patrones de desa-rrollo sobre productos y destinos concretos. De acuer-do con Agarwal (2002), analizando el aprovechamientoturístico del AP de las Islas Medas, consideramos queera necesario llevar a cabo una reflexión profunda so-bre los motivos a los que atiende la disminución o lareestructuración de áreas y de productos turísticos.

El desarrollo turístico no es ni inmediato ni un efec-to derivado directamente de la creación de AMPs. Apesar de que casi siempre su interés se halle anota-do en la base y en los ideogramas de muchos proyec-tos proteccionistas. Podríamos recordar de nuevo aquícómo los primeros proyectos de protección de las Is-las Medas, impulsados desde la localidad, perseguíanla declaración de un “Parque Submarino” con una cla-ra orientación recreativa, consensuada por la mayo-ría de los usuarios del mar (pescadores profesionalesincluso) y de las Administraciones locales. También enLa Restinga, el interés por impulsar una imagen de na-turaleza adecuada y diferente a la imagen de las islasde mayor afluencia turística, se hallaba presente en lasreuniones y en las primeras discusiones sobre la reser-va que sería posteriormente declarada. Tanto en L’Es-tartit como en La Restinga, la mayoría de las empresaslocales, así como las administraciones turísticas, em-plean la presencia de las AMPs en sus estrategias pro-mocionales. En La Restinga, aunque la reserva se ha-ya defendido como una medida favorecedora del sectorpesquero artesanal, desde 1995 se celebra el concur-so de fotografía denominado Openfotosub. La RM esdefendida por administraciones y usuarios como unespacio de interés pesquero hacia el interior de la po-blación. Pero hacia el exterior, la misma se proyectacomo el mejor destino de buceo de toda Europa.

El producto del turismo de buceo en cada una delas dos AMPs, además de ayudar a singularizar a L’Es-tartit y a La Restinga en sus respectivos contextos/re-giones turísticas –la Costa Brava y las Islas Canarias–ha ayudado a desestacionalizar la temporada turística.Aunque hay que matizar que la estacionalidad en LaRestinga no se deriva de sus condiciones climáticas si-no que obedece a sus características como destino deturismo doméstico, especialmente de veraneantes, a suescasa oferta de servicios, y a la inexistencia de víasconsolidadas de comercialización del destino. Las es-peciales condiciones geográficas de La Restinga, ade-más, limitan el desplazamiento de los buceadores trasrealizar inmersiones, pues solo hay una carretera queconecte el pueblo con otras localidades y el relieve de

la comarca de El Pinar es abrupto, alcanzado cotas dealtitud de 0 a 1.500 metros en laderas con pendien-tes de hasta 45 grados152. Por así decirlo, en La Res-tinga, estos turistas se hallan “cautivos” tras cada in-mersión, constituyéndose el pueblo en un núcleo dealojamiento obligatorio para la mayoría. En L’Estartit,si bien las condiciones climáticas no son tan ideales,fuera del período estival llegan grupos de buceadoresprocedentes del interior y del norte de Europa. En es-te caso, la desestacionalidad no se ha visto únicamen-te favorecida por las características del destino, sinopor las de la demanda y sus países emisores de turis-tas. Cierta tendencia generalizada hacia la fragmenta-ción del tiempo global dedicado a las vacaciones, y larealización de estancias cortas en destinos cercanos,ha favorecido también que europeos y peninsularesvisiten L’Estartit y La Restinga, respectivamente, a lolargo de casi todo el año. En los dos destinos la acti-vidad de buceo es irrelevante por fuera de las zonasprotegidas, y la mayoría de las inmersiones se concen-tran en el interior de aquellas. Si bien es cierto que enel caso de las Islas Medas, ante las reducciones, mu-chas empresas llegan hoy en día a ofertar casi tantasinmersiones en la costa del Montgrí hacia L’Escala co-mo en el interior del AP.

Sobre los efectos ecológicos de la actividad del bu-ceo, diremos que, asumiendo que cualquier actividadhumana tiene consecuencias sobre el medio en el quese realiza, algunos de los posibles efectos negativos delbuceo son153:

1. Molestias a la fauna durante períodos críticos.2. Desorientación de la fauna.3. Cambios en el comportamiento de algunas espe-

cies, producto de prácticas tales como el feeding.4. Molestias producidas por la luz artificial.5. Expoliación del fondo submarino.

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

167

152 La comarca de El Pinar, se eleva desde la costa de La Restinga hasta la

zona de cumbres de la cordillera central, donde se da la mayor elevación

de la isla, el pico de Malpaso (1.500 m). Uno de los principales riesgos de

la práctica del buceo autónomo con botella es sufrir una enfermedad des-

compresiva (ED); y uno de los elementos que puede provocarla sería

ascender en altura cuando el cuerpo del buceador, aun fuera del agua,

se halle liberando el nitrógeno (N) , sin respetar ciertos tiempos pruden-

ciales detallados en las tablas descompresivas.153 Fuente: Curso de Buceo Sostenible en Reservas Marinas, Organizado por

la SEGEMAR, el Gobierno de Canarias y la Viceconsejería de Pesca. Re-

servas Marinas del Estado Español y Ecosub Mediterránia. Celebrado

en La Restinga en octubre de 2004.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 167

Page 170: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

6. Degradación de grutas y cuevas por el roce pro-ducido con las botellas o con utensilios para li-gar cuerdas, y por embolsamiento del aire de lasburbujas.

7. El efecto sobre el lecho marino derivados del ale-teo, del uso continuado del ancla o de fondeosinadecuados.

8. Contaminación sonora, y contaminación por hi-drocarburos y material orgánico.

Pero el impacto ambiental de la actividad concretade inmersión depende de dos variables: de la magni-tud de acción y de la sensibilidad del medio receptorde la acción (Davis; Harriott et al., 1995; Davis y Tisdell,1996; Hawkins, 1999; Roberts y Hawkins, 2000a; Rou-phael, 1997). Y en La Restinga y en L’Estartit esos efec-tos no se producen de la misma manera puesto queni las características del ecosistema marino son simila-res, ni la forma en la que se ejecuta la actividad concre-ta de la inmersión. Gestionar el importante volumen deinmersiones que se realizan en el AP de las Islas Me-das, considerando la existencia de fauna sésil, cuevas ygrutas con un elevado índice de frecuentación, y pra-deras de posidonia oceánica, constituye un reto de pri-mer orden desde un punto de vista socioecológico.

Por otro lado, en los dos casos, los efectos multipli-cadores del producto están muy concentrados en ma-nos de un número limitado de empresas. En L’Estartit,las mismas empresas autorizadas a explotar y a comer-cializar el buceo dentro de la zona protegida, trabajancon empresas de alojamiento en las que se incorporan,o con las que se relacionan bajo diferentes fórmulas deasociacionismo. Éstas ofrecen “paquetes vacaciona-les” con alojamiento-dietas y actividades servidas porlas mismas, en ocasiones. Al margen de esta oferta, tansolo hay 50 cupos de inmersión al día para los bucea-dores que prefieran prescindir de los servicios concre-tos de alguna de ellas. En La Restinga, ante la falta deservicios y productos complementarios, el gasto turís-tico se circunscribe casi en exclusiva a transporte, elalojamiento, la alimentación y el buceo.

De todos modos hemos de recordar que en La Res-tinga hallamos a 9 empresas pero que de las cuales so-lo 3 mantienen su actividad de manera continuada, du-rante todo el año, con índices de buceadores relevantes.Y en L’Estartit, a pesar de la autorización a nuevas ex-plotaciones, el conjunto de los centros o clubes “gran-des o de siempre”, sigue disfrutando del grueso de loscupos de inmersión. El efecto multiplicador del desa-rrollo de actividades como el buceo en las AMPs,

como vemos, puede ser reducido; pero, además, losrendimientos de la actividad misma quedan, por distin-tos motivos, muy concentrados en unas pocas manos.

A pesar del anterior reconocimiento, en poblacioneslitorales cercanas a La Restinga y a L’Estartit, la deman-da de creación de AMPs como elementos claves paraponer en marcha la popular fórmula que asocia turismocon áreas protegidas o patrimonio y desarrollo (Prats,2003), ha llegado a generar verdaderos enfrentamientosentre administraciones locales. Éstas se disputan la crea-ción de espacios protegidos, tanto como la instalaciónlas infraestructuras de gestión en su territorio adminis-trativo. En la prensa canaria por ejemplo, coincidiendotemporalmente con la propuesta y declaración de la Re-serva Marina de La Palma, descubrimos numerosas de-mandas procedentes de varias corporaciones insularesque deseaban crear AMPs en sus costas. Por ejemplo:“La Corporación propone crear una segunda reserva ma-rina en la isla”, en Tazacorte, La Palma, noticia publica-da en El Día [17-05-200]; “El Gobierno proyecta una re-serva marina en Tazacorte para paliar la crisis pesquera”,El Día [12-02-2001]; “Una reserva marina en Rasca”, enTenerife, noticia publicada por el Diario de Avisos en elaño 2000; “Tazacorte pide que se cree una reserva ma-rina en su litoral”, El Día [24-11-2003]; “(…) El alcalde deHermigua reclama la declaración de una reserva mari-na”, en La Gomera, Diario de Avisos [2001]. En la CostaBrava, la creación del Parque Natural del Cap de Creus,por ejemplo, desencadenó una larga disputa entre losayuntamientos que deseaban contar con la sede del par-que dentro de sus competencias administrativas. La pren-sa local lo recogía con titulares como este: “Parque mul-ti-sede. Sant Pere de Roda será la cuarta sede del parquenatural del Cap de Creus”, publicado en el periódico LaVanguardia [26-09-1997], relatando el desacuerdo exis-tente entre los ayuntamientos afectados, y deseosos dealbergar las oficinas y servicios anexos al parque.

La demanda de medios económicos para promo-cionar el uso turístico de las áreas protegidas tambiénse ha reflejado en la prensa local. Por ejemplo, en elcaso del Ayuntamiento de Torroella de Montgrí-L’Es-tartit, encontramos, coincidiendo en el tiempo con eldebate abierto sobre cuál debía de ser la sede del ParcNatural del Cap de Creus, titulares como: “Torroella pi-de recursos para dar a conocer el parque de las Me-das y atraer así turismo de calidad”, publicado en LaVanguardia [07-05-1996].

También hacia el interior de las poblaciones, losdiferentes interesados (usuarios o no) y de cada AMPse mirarán con recelo, especialmente, cuando unos

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

168

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 168

Page 171: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

169

De febrero a diciembre De marzo a noviembre

L’Estartit La Restinga

Tabla 23

Comparación de turistas buceadores en La Restinga y L’Estartit

Estacionalidad

Hombre (65,4%) Hombre (80,6%)Género

Española (procedentes de la Península Ibérica) Española, francesa y belga, principalmenteNacionalidad

El 75% gasta al menos 2000 € 600 € aproximadamentePresupuesto para

el viaje

Para el 89% la actividad de submarinismo fue decisiva

en la elección del destinoBuceo, pero también otras actividades y deportes

realizadas en áreas naturales

Motivaciones

e intereses

A través de las empresas de buceo (el 60%)

o individualmente > 50% individualmente, aunque en contacto con clubes

de buceo no comerciales de sus áreas de residencia

Organización

del viaje

Apartamento alquilado (79, 2%) Hotel (65%)Alojamiento

Más del 50% de todos los turistasAproximadamente el 10-20% del volumen total

de turistas en el destinoRepresentatividad

Actividad ordenada espacialmente

N.º de buceos limitados en 4 puntos de inmersión

(2.300 inmersiones/año por punto)

Actividad ordenada espacialmente

N.º de buceos limitados (450 inmersiones/día

y 50 inmersiones por punto)

Gestión del buceo

en cada área marina

protegida

2.700 turistas estimados en 2006 > 15.000 turistas estimados en 2006Buceadores visitantes

5.000 turistas en La Restinga en 2006 aprox. Más de 70.000 turistas en L’Estartit aprox.Total visitantes

900.000 € en 2000 (1.000 turistas de buceo

aproximadamente)3.444.301,8 € en 2001 (72.248 inmersiones realizadas)Volumen de negocio

9 Empresas privadas

8 de ellas pertenecen a propietarios no locales

10 Empresas privadas; la mayoría se relacionan con

empresas de alojamiento; todos los propietarios son

locales; cada una se ha especializado en un público

objetivo diferente

Empresas de buceo

Ayudan a mantener las infraestructuras de buceo

en la RM (fondeos, por ejemplo)

Ayudan a mantener las infraestructuras de buceo

Buceadores y empresas pagan una tasa a la dirección

del Área Protegida

Contribución al

mantenimiento

del área protegida

Pobre oferta complementaria

Alta especialización en actividades de turismo marino

Importante oferta de actividades

Diferentes sub-segmentos en el destino: turismo escolar,

turismo de la tercera edad, turismo de empresas, etc.

Especialización

del destino

Buceo BuceoAlojamiento principal

7 días aproximadamente12 días aproximadamente, considerando que la media

de días de los paquetes de buceo no alcanza la semanaDías en el destino

Bajo, solo el 27% habían buceado ya en la reserva

con anterioridad. Es irrelevante el volumen

de individuos que aun sin bucear, habían visitado

El Hierro y La Restinga anteriormente.

Alto nivel de repetición (> 50%).

El 70% afirman encontrar lo que esperaban en el destinoNivel de repetición

Fuente: Elaboración propia. Volumen de negocio calculado por estimación a partir de datos de campo tomados durante la realización de 159 encuestas

del proyecto EMPAFISH, en el caso de La Restinga, y, en el caso de L’Estartit-Islas Medas, datos cedidos por el Patronato de Turismo del Ayuntamiento de

Torroella de Montgrí, por el Centro de Estudios Turísticos de la Universidad de Girona (UdG) y por el doctor Lluís Mundet i Cerdan, profesor de la UdG (Ins-

tituto Superior de Estudios Turísticos, 2005; Mundet i Cerdan, 2004; Mundet y Ribera, 2001).

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 169

Page 172: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

usuarios realicen actividades económicas de las queotros no puedan participar. En La Restinga, los bucea-dores son vistos con recelo y considerados “forasteros”que, de alguna manera aprovechan los esfuerzos y lasrenuncias realizadas por los pescadores que impulsa-ron la RM. También podemos mencionar las acusa-ciones de los pescadores profesionales de L’Estartit so-bre supuestos casos de “robo de langostas” por partede los buceadores. En ninguna de las dos localidadeslos pescadores profesionales toman parte activa en eldesarrollo del buceo, aunque mantengan relación conel sector mediante por ejemplo el abastecimiento depescado a los restaurantes locales, el empleo como pa-trones de embarcación (hace décadas en L’Estartit) oel acceso a materiales (en el caso de La Restinga).

En este libro, anteriormente, recogimos las palabrasde la geógrafa C. Martí Llambrich, quien afirmaba, re-firiéndose a la incapacidad de los microdestinos lito-rales gerundenses para hacer frente a los ciclos y va-riaciones turísticos, que la estrategia adoptada consistíaen “(…) copiar el que funciona al poble del costat (…)”(Oliveira, 2004: 4). En este sentido, las AMPs son unaimportante herramienta, contando con la consabidaaceptación social y el rendimiento político que pue-den llegar a adquirir las figuras conservacionistas so-bre el medio ambiente. Nosotros hemos observado uncierto efecto de mimesis, a) entre poblaciones que de-mandan figuras proteccionistas en sus costas, y b) enla puesta en marcha de estrategias proteccionistas apli-cadas a diferentes áreas localizadas en una misma po-blación. Por ejemplo, en 2001 se declaró la totalidadde la isla de El Hierro, Reserva de la Biosfera, y La Res-tinga es objeto de un plan parcial de ordenación de-nominado: Plan Territorial Parcial del Polo Turístico-Ambiental de La Restinga154. En L’Estartit además de la

protección del área de desembocadura del río Ter, seha impulsado la protección de la zona de dunas y ma-rismas de los Aiguamolls de L’Empordà y de todo elMacizo del Montgrí, a través de proyectos especiales(como el programa Life Naturaleza y el Convenio RAM-SAR) y diferentes planes e instrumentos de ordena-ción. En el 2010 se materializó el nuevo Parque Na-tural que envuelve esos tres sistemas naturales. Elinterés por promocionar-gestionar turísticamente el es-pacio resultante se hallaba presente en su planteamien-to e implementación.

A pesar del “énfasis proteccionista y de la extensiónde los beneficios de la protección”, en los dos casosconcluimos que los problemas estructurales de cadadestino persisten, a pesar de la presencia de las AMPsy de las nuevas estrategias conservacionistas. L’Estartitsigue siendo un destino de turistas masa (aun cuandohablemos de turistas buceadores), con una marcada es-tacionalidad y cierta obsolescencia en su oferta. Ade-más, las pautas de afluencia y las formas de consumodel turismo de buceo en esta localidad son muy se-mejantes a la del turismo masa-chárter, o de “paquete”;en afluencia, número y organización. Estudios sobreel desarrollo del turismo de buceo en otras regiones co-mo Egipto, demuestran que este tipo de productos pue-den tomar la vía del turismo de masas o de “paquete”,tanto en su organización como en sus impactos, a pe-sar de desarrollarse usando importantes áreas protegi-das, con distintos niveles de protección y significativosvalores ambientales (Shaalan, 2005). La Restinga, por suparte, sigue siendo un destino muy minoritario dentrode la región turística de Canarias; debido a las ineficien-cias de las que adolece en general la isla, la cual no po-dría hacer frente a una demanda similar a la de L’Estar-tit. Con o sin reserva marina, es un destino para turistasdomésticos, explorer, y en ocasiones para élites (Santa-na Talavera, 1997). No dudamos de que el turismo debuceo abra destinos imposibles en áreas escasamentepreparadas para recibir turistas. Pero aun reconociendoesas potencialidades, los beneficios del producto “turis-mo de buceo en AMPs” son todavía reducidos, tanto enuna como en la otra población estudiada.

5. Intervención “formal” e intervención

“real” en las AMPs

Para autores tales como Oracion (2005), las políticasde gestión integrada de las zonas costeras, y sus regla-mentos u ordenaciones, por muy bien intencionados

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

170

154 Fuentes: Decreto 82/2002 de la Consejería de Política Territorial y Medio

Ambiente, de 17 de junio, por el que se aprueba definitivamente y de

forma parcial, el Plan Insular de Ordenación de El Hierro [BOC 2002/107,

viernes 9 de agosto de 2002]. Previsión del plan de desarrollo sosteni-

ble (PDS) de la isla de El Hierro, elaborado por el Cabildo Insular de El Hie-

rro y Atlántida-Consultores Estratégicos, en 2006, disponible en http:

//www.elhierro.es/files/Plan%20desarrollo%20sostenible/PDS.pdf. Apro-

bación inicial del avance del Plan Territorial Parcial de los Polos Turísti-

co-Ambientales de La Restinga, El Tamaduste, El Pozo de la Salud y Las

Puntas, BOPSC 51/2003, de fecha 21/4/2003. Orden de 15 de mayo de

2007 de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, por

la que se dispone la publicación de la normativa íntegra del Plan Territo-

rial Especial de Ordenación Turística de la isla de El Hierro [BOC 2007/102,

martes 22 de mayo de 2007].

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 170

Page 173: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

y justificados que sean, casi siempre generan (casi deinmediato) una gran controversia; en buena parte de-bido a que el perímetro costero y marítimo se hallacongestionado en numerosas partes del mundo. Losámbitos marítimos y costeros son lugares de múltiplesusos y valores, de los que pueden llegar a brotar dife-rentes problemas entre muy diversos sectores e inte-reses de ámbito local y no local; tal y como hemos vis-to sobre los casos de La Restinga y L’Estartit. Para esteautor, ello implica necesariamente la intervención deorganismos capaces de reconciliar esas diferencias yfomentar el desarrollo sostenible; ya que solo el equi-librio entre el diálogo y la conservación en democra-cia, puede asegurar el objetivo de la sostenibilidad alargo plazo (Oracion, 2005). Ahora bien, definir quéorganismos o instituciones deben llevar a cabo esta la-bor, qué colectivos de la sociedad civil y de las ad-ministraciones las integran, y cómo se entiende el re-parto de “poder”, cómo se estipulan determinado roles,o las capacidades de decisión en su interior, tal vez seael mayor de los retos.

Los gobiernos o las administraciones pesqueras noson los únicos actores capaces de solventar los pro-blemas sociales derivados de la gestión o del múltipleuso de los recursos naturales. Ahora bien, cómo se de-finan a los implicados o interesados alrededor de lazona costera (Buanes, Jentoft et al., 2004; Mikalsen yJentoft, 2001), cuáles son los actores capaces de hacerfrente a aquellos problemas, quién los designa y le-gitima como tales, qué voz se les da, y cómo se tomanen cuenta sus palabras, constituyen los mayores pro-blemas a la hora de poner en marcha nuevas estrate-gias de gestión participativas y más democráticas.

Con frecuencia, uno de los parámetros que se sue-le aplicar a la hora de conceder voz y opinión a los gru-pos es el poder que esos efectivamente ya detentan(Buanes, Jentoft et al., 2004). En otros casos se valoraqué grupos son los más dependientes (Oracion, 2005),y cuáles se hallan más conectados a través del uso conlas zonas y elementos que deben ser objeto de una cui-dadosa ordenación, protección o gestión. También seconsideran los derechos históricos de los colectivos co-mo los pescadores profesionales, y el papel que éstoshan podido jugar tradicionalmente en la gestión del sec-tor (Suárez de Vivero, Frieyro de Lara et al., 1997; Suá-rez de Vivero y Frieyro de Lara, 1997). Por encima dela diversidad de usuarios, apuntamos también que lapropia administración puede operar imponiéndose fi-nalmente como la voz principal y haciendo uso de suscompetencias y responsabilidades administrativas.

En este punto, es importante tener presente la lite-ratura y las visiones dominantes que se han desarro-llado en torno a la “tragedia de los comunes” (Hardin,1968), a la que nos referimos al inicio de este libro, yque ha conducido a una reflexión sistemática sobre laincapacidad de los usuarios para gestionar colectiva-mente sus recursos. Del lado opuesto, los debates so-bre las precondiciones de la acción colectiva (Wade,1992 [1987]), de los factores que explican las diferen-cias entre las comunidades para diseñar, implementary hacer cumplir instituciones autónomas y eficaces pa-ra la gestión de los recursos comunes (Ostrom, 1986,2005; Ostrom y Schlager, 1996; Ostrom y Walker, 2003),han dado buenos ejemplo del proceder contrario. Dehecho, en nuestros dos ejemplos de caso, colectivosdiametralmente diferentes (pescadores artesanales yempresarios turísticos) han demostrado su capacidadpara influir y controlar espacios marinos y recursos;excluyendo a otros usuarios y sirviéndose de las fi-guras de AMP implementadas. La postura de aque-llos que aún defienden el mar como un área de libreacceso es incapaz de ver que los propios interesadospueden llegar a decidir y a desarrollar normas que re-gulan los usos de los recursos necesarios para su pro-pia reproducción. Y desde ese punto de vista se ob-via la capacidad de los interesados para llegar aacuerdos, tanto con agentes internos como externos acada población. Otra cuestión es si estamos de acuer-do o no con las medidas y estrategias que pudieranser desarrolladas a partir de entonces. Los agentes so-ciales son capaces de hablar y de ponerse de acuer-do. Cuando se plantea un proyecto de gestión de lasáreas y recursos marítimo-costeros, los individuos no“dialogan” únicamente acerca de qué es lo mejor pa-ra el área, sino que “negocian” sobre la base de sus in-tereses y objetivos, más o menos generales o genera-lizables, y de sus posibilidades de actuación. Existeuna base social y física para el diálogo; los individuoshablan pragmáticamente, convencen y se dejan con-vencer en el lenguaje en el que todos ellos han sidosocializados.

Diferentes autores han tratado de sistematizar lasprecondiciones de la acción colectiva en materia degestión de recursos naturales. En general, y a la luz delos casos planteados puede decirse que, en el análisisconcreto de las posibilidades de la acción colectiva pa-ra gestionar las AMPs, habría que tener en cuenta almenos tres elementos básicos: los atributos de los re-cursos; las relaciones entre recursos y grupos de usua-rios; y características de los grupos de usuarios y sus

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

171

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 171

Page 174: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

relaciones con el Estado (Gibson, McKean et al., 2000a;Mitchell, 1999). Nosotros consideramos que el nivel decompromiso colectivo alcanzado por el grupo de pes-cadores de La Restinga, por ejemplo, se ha visto muyfavorecido por a) una baja competencia por parte depescadores profesionales procedentes de otras Co-fradías y poblaciones, b) la existencia de una organi-zación productiva bien estructurada y lo suficiente-mente flexible como para variar optimizando laactividad en el entorno protegido, c) el apoyo de ins-tituciones como el Cabildo, o la no “intromisión” deotras Administraciones y d) la existencia de vías de co-mercialización local consolidadas y alentadas por elincremento del consumo de pescado en la población.Además, la participación de los pescadores locales du-rante la implementación de la reserva marina, refor-zando ciertas restricciones que ellos ya habían levan-tado sobre la zona, enfatizó la capacidad autoasumidade este grupo para hacer valer sus decisiones e inte-reses en su territorio de pesca por excelencia (De laCruz Modino, 2003; Galván Tudela, 1997, 2000). De to-dos modos, querríamos puntualizar que, aunque losagentes afectados por la aplicación de una medida pro-teccionista dialoguen en los mismos términos y com-partiendo ese pool cultural al que se refería Ll. Pratsen 1997, esos pueden conceptualizar de maneras di-ferentes los distintos elementos y recursos marinos ob-jeto de discusión. Aquello que “sea” o “signifique” unAMP es muy diferente para cada grupo involucrado.Además, aunque sean capaces de ponerse de acuerdode manera colectiva, ello no quiere decir que inevi-tablemente todos y cada uno renuncien a una partede sus intereses en favor del interés general, ni auto-regulándose de manera común ni aceptando unaautoridad externa. En muchas ocasiones, los indivi-duos emplean instrumentalmente la colectividad y lasinstituciones, de manera más o menos transitoria; su-mándose o “saltándose la norma”, lo que implica des-legitimar y tratar de debilitar también el poder o el sis-tema estipulado. Para la cuestión de las AMPs, muyprobablemente los grupos de usuarios e interesadosno dialogarán sobre el futuro de elementos y prácti-cas sociales únicamente por adscripción a unos idea-les conservacionistas, ni por un cálculo de costes-be-neficios relativamente exhaustivo y predeterminado;sino que hablarán desde las estructuras culturales den-tro de las que esas mismas colectividades interpretany dan sentido a las medidas y posibilidades abiertascon la protección medioambiental. Solo se negocia enla cultura, y en este contexto intervienen además de

intereses, como los descritos para cada uno de los gru-pos sociales a los que prestamos atención en este li-bro, valores, principios, creencias e imágenes sobrecada interviniente, oponente y el objeto de discusión.

Pescadores y empresarios han sido capaces de lle-gar a acuerdos para limitar su uso, antes, durante y des-pués de la implementación de las figuras de AMP; ac-tuando tanto dentro como fuera de sus órganos degobierno; y en ocasiones con cierta independenciade su presencia o peso, en términos numéricos. Aho-ra bien, es importante reconocer que los grupos de in-terés local que han logrado ver mayormente satisfechassus reivindicaciones son los que han disfrutado del ma-yor apoyo político necesario. La administración y cier-tos desarrollos jurídicos pueden socavar la legitimi-dad de los grupos u organizaciones de usuarios(Frangoudes, Marugán-Pintos et al., 2008), pero tam-bién puede contribuir decisivamente a todo lo con-trario, a reforzar socialmente la capacidad y la licitudde estos grupos, de sus intereses y de sus actividades.

Existen notables diferencias entre la capacidad deintervención formal, que denominamos nosotros, ex-presada en el número de representantes e interlocuto-res con los que cada grupo de interés cuenta en los ór-ganos de gobierno de las AMPs, y la intervención realde todos ellos en la gestión y en los procesos de tomade decisiones que afectan a cada área protegida de ma-nera cotidiana. A pesar de que pescadores y empre-sarios turísticos se hallaran en minoría representativa,tanto en los órganos de gestión de la RM de La Restin-ga como en el del AP de las Islas Medas, los dos colec-tivos han hecho alusión a derechos históricos adquiri-dos, se han apoyado en la importancia de susactividades económicas para el conjunto de cada po-blación, y han defendido la adecuación de sus activi-dades al marco administrativo generado, así como lasostenibilidad de esas mismas. Los dos grupos han he-cho patente cierto sentimiento de pertenencia o pro-piedad sobre cada territorio afectado por la protección.Y pueden organizarse para defender sus intereses entorno a entidades existentes, como por ejemplo usan-do la figura de la Cofradía en el caso de La Restinga, ocrear nuevas colectividades, como las asociaciones deempresarios de buceo de L’Estartit.

Ciertamente, sobre “el papel”, los pescadores de LaRestinga y los empresarios de L’Estartit, aun siendo loscolectivos más vulnerables frente los efectos de la ges-tión de cada AMP, se hallan en minoría en los órganosque rigen cada una. Pero a pesar de esta aparente de-ficiencia, en ambos casos la implementación de cada

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

172

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 172

Page 175: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

figura ha servido para dar cobertura legal y proteccióna las decisiones e intereses de esos dos grupos, fren-te a los restantes usuarios y frente a nuevas formas deusar el mar y los recursos marinos. Aun estando en mi-noría, ambos colectivos han logrado obtener cierta ca-pacidad de exclusión sobre otros interesados y usua-rios de las mismas áreas y recursos.

También en La Restinga y en L’Estartit hemos obser-vado que el establecimiento de derechos de uso sobrecada área protegida, y la asunción o delegación de res-ponsabilidades, han sido elementos claves para legiti-mar socialmente unas actividades y a sus ejecutores.

Las AMPs, como cualquier otra selección patrimo-nial, siempre implican un ejercicio de poder (Prats,1997); y alrededor de las declaraciones e implementa-ción de cada una, la legitimidad se puede encontrarfundada en el poder ( Jentoft, 2000: 142). En los doscasos presentados en este libro se ha observado cómolos usuarios que, defendiendo una legitimidad cons-truida generalmente desde dentro del grupo, son ade-más legitimados por una autoridad externa e incluidosdentro de los órganos de gestión de cada AMP, cum-pliendo con la normativa impuesta durante su imple-mentación, pueden llegar a usar las figuras protec-cionistas para la defensa de sus intereses y de susactividades frente a otros grupos de interesados. Así,hallamos una “legitimidad interna”, construida desdey defendida por el grupo; y una legitimidad recono-cida y aportada por agentes “externos” al grupo (ge-neralmente supralocales y ostentando algún grado depoder dentro y fuera de la población). Tanto los em-presarios del buceo como los pescadores, habiendoaceptado las restricciones levantadas durante la imple-mentación de cada AMP y proponiéndose como losprincipales usuarios de cada una, proyectan la figurade la propia AMP como un elemento patrimonial queellos han construido y del que forman parte. Si efecti-vamente podemos hablar de una participación (y nomera intervención) formal y una participación real deestos interesados, los desiguales niveles de legitimidaddisfrutados por cada grupo implicado han resultadoser los elementos claves en su ejercicio. Los pescado-res de La Restinga poseen una capacidad de decisiónsobre la reserva no equiparable y muy superior a suescasa representación en la Comisión de Gestión y Se-guimiento. Y ello es debido en parte a la legitimidadde la que disfrutan tanto bajo la mirada de las diferen-tes administraciones como desde el reconocimiento dela población en general que acepta la figura de Reser-va Marina de Interés Pesquero. Los vecinos de este pe-

queño pueblo siempre han asumido y presentando lareserva como una “cuestión de los pescadores”. Igual-mente en L’Estartit, aunque el gobierno catalán dierala entrada a multitud de interesados y usuarios al in-terior del Consell Assessor, va a ser el conjunto de em-presarios que de manera abierta defienden su papelcomo motor económico del pueblo y su posición pre-dominante en las las Islas Medas durante casi mediosiglo, quienes ostenten el mayor y principal lugar enlos procesos de toma de decisión.

6. La cuestión del reconocimiento

e invisibilidad de usos y usuarios,

y la participación

Las figuras proteccionistas presentadas en este traba-jo se han implantado con un diseño y una localizaciónque favorece principalmente la protección de especiesmarinas bentónicas o demersales; y donde la pesca ex-tractiva y el turismo (y más concretamente el segmen-to del turismo de buceo) constituyen las principalesactividades en sus destinos de referencia. En La Res-tinga la pesca profesional constituye la principal acti-vidad económica relacionada directamente con la evo-lución de la reserva en el pueblo. En L’Estartit, undeterminado grupo de empresarios se ha erigido co-mo el principal grupo de interesados, representandola explotación turístico-recreativa del AP la principalestrategia de uso económico del área y de sus recur-sos.

En la primera población señalada hallamos a ungrupo de pescadores profesionales organizado y bienrepresentado frente a instituciones, y administracionesde gobierno de diverso rango y ámbito como el Cabil-do o la Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Ca-narias. La Cofradía de Pescadores Nuestra Señora delos Reyes de La Restinga ha intervenido en cuantosprocesos de toma de decisión puedan ser desarrolla-dos afectando al sector de la pesca y del turismo en laisla de El Hierro. Aun con sus diferencias, estos pes-cadores cuentan con una experiencia de acción colec-tiva exitosa y con una experiencia de conflicto tam-bién, aunque mitigada. De la primera, de la accióncolectiva, podríamos afirmar que la Cofradía y el Ca-bildo habían salido reforzados como figuras “media-doras”, como importantes interlocutores o incluso co-mo soportes (económicos y/o institucionales) anteel advenimiento de cambios a nivel local. Las dosinstituciones han sido claves durante los procesos de

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

173

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 173

Page 176: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

toma de decisiones abiertos por los propios pesca-dores, como por ejemplo durante la conversión de laAsociación Pescarestinga a cooperativa, o a la hora deregular el uso de artes de pesca, o de enfrentar unanueva Ley de Pesca en el ámbito de la ComunidadAutónoma. Todo ello a pesar de que esas dos institu-ciones, no suelen intervenir en la actividad cotidianade los profesionales de La Restinga. La Viceconseje-ría de Pesca del Gobierno de Canarias por su parte, aligual que el Cabildo herreño, se ha posicionado en fa-vor de los intereses de estos profesionales locales cuan-do han hecho explícitas sus demandas de manera uná-nime. Además, una vez satisfechas las reivindicacionesde los pescadores, las instituciones regionales se han“apartado” generalmente, situándose en un segundoplano en los procesos de toma de decisión, como su-cediera durante el proceso de implementación de laRM. En líneas generales podemos decir que siemprehan actuado concediendo a los pescadores un papelprincipal, protagonista, haciendo frente a cambios quepudieran afectar al sector pesquero profesional arte-sanal o de bajura. Papel que, por otro lado, los pesca-dores han sabido mantener y/o demandar, a través desu Cofradía y representantes. Participar, en este caso,y refiriéndonos concretamente al planteamiento, crea-ción, implementación y gestión de la RM, no se ha re-ducido a la mera información o consulta sino que seha materializado en una capacidad de decisión autó-noma, aun matizada dentro de la estructura formal degestión de la reserva.

Los pescadores de La Restinga gozan de una expe-riencia fuerte en la manera de organizar, decidir y ges-tionar los procesos productivos en los que ellos se in-tegran, controlando buena parte de los recursos físicos,tecnológicos, y humanos presentes en la población. Esmás, tal y como se describió, los pescadores mante-nían una distribución de la fuerza de trabajo “parale-la” a la normativa. Al igual que el conjunto de la pobla-ción local, no han sido meros agentes pasivos ni alejadosde los cambios acaecidos en la localidad.

Cuando los cambios pueden llevarse a cabo lenta-mente, sin grandes interferencias ajenas a la poblacióny contando con grupos de afectados e interesados bienorganizados y representados (disfrutando de apoyos ex-ternos en los casos en los que estos fueran demanda-dos), pueden enfrentarse con un alto índice de parti-cipación y con resultados exitosos, o al menos adaptadosa las demandas y necesidades de una buena parte dela población local. Prueba de esa actividad (y no pasi-vidad), y de la capacidad de la población local para

adoptar un cambio de la índole de una AMP es que,cuando con los años surgen nuevos actores en esce-na, los propios pescadores usan la propia figura de la“Reserva Marina de Interés Pesquero” para defender lalegitimidad de sus intereses en el Mar de Las Calmas.La reserva ha ayudado, tal vez como ninguna otra me-dida, a visibilizar a este colectivo, a nivel local y na-cional. La reserva ha ensalzado el “uso pesquero (arte-sanal)” del Mar de Las Calmas, frente a cualesquieraotros desarrollos. Y ha colocado a su patrón mayor enla primera línea de decisión, como el representante dequienes ejercen ese uso pesquero en la zona reserva-da. El liderazgo, tal y como hemos visto en este caso,es fundamental en los procesos de auto-organización.Los líderes son importantes interlocutores entre diferen-tes interesados, agentes y grupos, efectivos, latentes oexpectantes (Buanes, Jentoft et al., 2004; Mikalsen y Jen-toft, 2001); y es importante que el resto de la colectivi-dad reconozca y apruebe esta capacidad. Los dirigen-tes pueden llegar a convertirse en modeladores y enuna especie de catalizador de sistemas abiertos, don-de se encuentran y enfrentan diferentes actores y pro-cesos. Los líderes, como interlocutores locales, son cla-ves para la proyección de las identidades colectivas, yen el mantenimiento –o el cambio también, ¿por quéno?– de aspectos concretos de las mismas. El ejerciciodel liderazgo favorece la percepción de las capacidadesde los grupos locales, su organización y adaptación du-rante los procesos sociales (Schneider y Somers, 2006).Puede ser que estos líderes no posean un poder o unacapacidad coercitiva real sobre el resto de la población,pero en muchas ocasiones, de cara a los procesos denegociación sobre un AMP por ejemplo, pueden tenerun papel estratégico fundamental en la organización;inspirando orden, cohesión y emulando las supuestascapacidades de sus representados. El paisaje del Mar deLas Calmas, hoy por hoy, como cualquier otro paisaje,está condicionado por los usos, las actividades pre-sentes y expectativas futuras que los individuos proyec-tan para sí mismos, y para los miembros afines de sugrupo, sobre un territorio determinado (Santana Tala-vera et al., 2011). En este caso, la imagen del área serevela afín al devenir de la pesca artesanal, a pesar dela impronta del turismo de buceo y de la divergenciaentre ciertas imágenes proyectadas interna y externa-mente a la localidad, dependiendo de las característicasdel público receptor. El Mar de Las Calmas podría serconsiderado uno de los destinos de turismo de buceomás importantes de toda España, pero también se pro-yecta como uno de los entornos de pesca artesanal más

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

174

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 174

Page 177: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

importantes de toda Canarias. Su ejemplo y el procesode creación de esta RM serán empleados como “mode-lo” ante futuras propuestas de creación de AMPs, enotros puntos de la geografía española.

En L’Estartit identificamos claramente a dos gruposde usuarios (y en ciertos momentos a un tercero con-formado por los científicos representados y trabajan-do en torno a las Islas Medas), con distinta represen-tatividad y conexiones hacia el interior de la poblaciónlocal, pero que basan sus actividades en el aprovecha-miento del entorno marino de las islas. Científicos, pes-cadores profesionales y buceadores intervinieron enla elaboración de los primeros proyectos y propues-tas sobre los que se justificó y argumentó la necesidadde proteger el archipiélago. Y todos ellos participanhoy en día en la gestión del Área Protegida pero dis-frutando de una representatividad y capacidad de de-cisión incomparable.

Sobre este caso asumimos que la caída de la acti-vidad de las fábricas de salazón, así como otros pro-blemas asociados, por ejemplo, a la inestabilidad de-tectada en las vías de comercialización-distribución delos productos pesqueros, debieron reducir notable-mente el volumen de población total que podía vin-cularse a la actividad pesquera profesional. Conside-ramos que probablemente, buena parte de esa fuerzade trabajo fue absorbida durante el importante desa-rrollo turístico acaecido en los años 70, 80 y aún enlos 90. Como se ha observado en otras poblaciones li-torales (Santana Talavera, 1997), se produjo una pau-latina fuga de fuerza de trabajo y capital. En un con-texto además de infraestructuras marítimas crecientes,pero de orientación turístico-recreativa, donde los pes-cadores se incorporaron como patrones de embarca-ción de la flota turística que se estaba desarrollando.La incorporación de los miembros de las unidades do-mésticas pesqueras al trabajo en turismo ha influidoen la observación de la actividad de la pesca profesio-nal de bajura en L’Estartit como un hecho absoluta-mente marginal, a ojos de administradores y usuarios.La pesca rara vez es un aspecto contemplado en losanálisis sobre la realidad socioeconómica de esta po-blación. De hecho, informes y herramientas de desa-rrollo local, tales como la Agenda 21 de Torroella deMontgrí-L’Estartit (Cátedra de Geografía i PensamentTerritorial, 2003), no la han examinado ni contempla-do en sus escritos.

Entendemos que la creación del AP pudo contri-buir al “arrinconamiento” del sector pesquero local. Yque su posterior inclusión en un órgano centrado en

la gestión turística de las de aquél, pudo oscurecer aúnmás la presencia de este colectivo en el área. Los pes-cadores, privados del uso de las islas desde 1983, nofueron vistos como un sector afectado ni siquiera du-rante la implementación del AP en los años 90. LasIslas Medas siguen siendo el eje sobre el que se defien-den y desarrollan la mayoría de las estrategias eco-nómicas de la población. Pero oscureciendo o arrin-conando las actividades de la pesca, se ha podidocontribuir al olvido de las personas que realizaban di-chas actividades. Sirva como ejemplo la asunción quepesa, desde los primeros estudios de creación de un“Parque Submarino”, sobre que en L’Estartit no queda-ban “pescadores puros”; minusvalorando la compleji-dad de las combinaciones entre pesca y turismo des-empeñadas por las familias locales. No siendo la purezaun criterio de valoración comunmente empleado enlos estudios sobre la pesca artesanal o de bajura (másbien todo lo contrario), la legitimidad profesional delos pescadores de L’Estartit se puso en entredicho; afec-tando con ello al reconocimiento social de este colecti-vo y obviando un campo de saberes y competenciasque podían intervenir en el proceso de implementa-ción del AP de las Islas Medas. Los pescadores, a jui-cio de los restantes usuarios, no eran un grupo ni deusuarios ni de afectados, ni un colectivo de interés quedebía ser envuelto de alguna manera. Cuando hemospreguntado a diversos implicados en el proceso de crea-ción del AP, por la ausencia de participación de losprofesionales de la pesca, las respuestas han variadoyendo desde la negación del propio colectivo, confrases como: “no quedaban pescadores en L’Estartit”;hasta la negación sobre su capacidad de interven-ción, con expresiones como: “no pintaban nada”. Laidentidad pesquera de L’Estartit se ha valorado siguien-do dos lógicas completamente diferentes. Una, lade las Administraciones y otros colectivos de la po-blación, basada en un criterio de desarrollo territorialy socio-económico. Y la otra, la de los propios pesca-dores, basada en la tradición y el tiempo en el mar,con independencia de la orientación de las activi-dades desempeñadas.

Hemos de considerar que cuando los gestores y losrestantes involucrados en el AP de las Islas Medas sedesmarcaron del grupo de pescadores, fallida la pro-puesta enviada por la administración turística local en1984, estos carecían de una organización interna lo su-ficientemente fuerte como para ofrecer respuestas, pro-poner alternativas o incorporarse a los procesos de dis-cusión abiertos. Los pescadores de L’Estartit, tampoco

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

175

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 175

Page 178: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

poseían un interlocutor que gozara de representativi-dad y liderazgo. Consideramos que, abandonadas lasestrategias de trabajo colectivo y consolidadas por elcontrario otras particulares de aprovechamiento tu-rístico-pesquero, el desengaño que supuso la nueva li-mitación de la actividad entorno a las Islas Medas pu-do alentar aún más la división entre los pescadores deL’Estartit. Otro elemento que entendemos relevante,a diferencia de lo sucedido con el colectivo de pesca-dores de La Restinga, es que, cuando se consolida elproyecto de AP entre 1990 y 1991, el grupo de pes-cadores cuenta con numerosos individuos en edadescercanas a la jubilación y sin hijos trabajando en la pes-ca profesional. Estos dos elementos, en opinión de al-gunos pescadores locales, tornaron la balanza hacia elresignamiento final del colectivo ante la materializa-ción de un AP que poco tenía que ver ya con ellospero que, al fin y al cabo, sus hijos tampoco iban aheredar.

Un buen reflejo de los desencuentros internos sur-gidos lo hallamos cuando, intentando reconstruir elproceso de creación del AP, muchos de los pescado-res que participaron activamente en la propuesta del“Parque Submarino” negaron haber tomado partido enninguna idea o iniciativa de protección. Muchos de-fendieron (y aún hoy en día defienden) la teoría deque había sido impuesta por la Generalitat completa-mente a sus espaldas. Algo que, si bien no deja de sercierto en parte, tampoco lo es del todo en la medidaen que los pescadores desde la década de los 60 es-tuvieron al corriente, y colaboraron en cuantos estu-dios y propuestas de protección se llevaron a cabo entorno a las Islas Medas. J. L. Alegret reflejó el sentir dela época con éstas palabras: “Durant el període previa la declaració del Parc Natural de les Illes Medes, hiva haver nombroses reunions de l’Assemblea, a travésde les quals s’arribà a una voluntat unànime per partdels pescadors de l’Estartit. Tot i que es va dialogaramb l’entitat que tenia les competències en aquestamatèria, la proposta dels pescadors de l’Estartit no vareeixir”.

Además de la teoría del “decretazo”, otra de las de-fendidas por los pescadores, ofrecidas para explicarsu “enajenación” de las Islas Medas y su poca relacióncon el AP, era la que arrojaba las culpas directamen-te sobre un antiguo patrón mayor, a quien se acusabade haber participado en la declaración e implementa-ción del AP a espaldas de los restantes pescadores, yen contra de sus intereses. Sea como fuera, de lo que nocabe duda es de que sin un liderazgo claro, limitada

su capacidad de organización y contestación (debidoa factores tales como la edad, el volumen de indivi-duos y la existencia de divisiones internas, sobre to-do), el establecimiento del AP y de unos órganos degobierno poco conectados con el sector pesquero lo-cal, pudo terminar de debilitar las escasas posibilida-des para la acción colectiva en el marco del AP de lasIslas Medas.

A diferencia de la reserva de La Restinga, los pes-cadores de L’Estartit no percibieron ningún tipo de in-centivo, ni individual ni colectivo, con la creación delAP. A pesar de los socorridos argumentos relativos auna posible “compensación” mediante su empleo enel sector turístico, como vimos, posteriormente a sucreación, el consejo impuso un sistema a todas lucesinaccesible para las pequeñas familias pesqueras. Porotro lado, frente a otras ventajas que suelen acompa-ñar el establecimiento de estas medidas, como las res-tricciones de acceso al territorio para nuevos usuarios,el uso del AP ha seguido creciendo con los años, com-partiendo los pescadores profesionales y los pescado-res recreativos el mismo espacio para pescar.

Los pescadores de L’Estartit no representan el úni-co colectivo que se siente de alguna manera “privado”de las Islas Medas. Algunos empresarios y vecinos tam-bién han visto truncadas, o al menos severamentemodificadas, usos y expectativas de explotación conmayor o menor arraigo en la zona. El sistema conce-sionario aplicado durante algunos años fue decisivoen este sentido, pero existe cierto reconocimiento engeneral de un apego reducido, a nivel local, por las is-las; y creemos que la multiplicidad de grupos de usua-rios y la identificación del espacio protegido con cier-tos patrones de explotación turística, han podidoinfluir en ello, hacia el interior de una sociedad civilcon muy distintos niveles y capacidades de organiza-ción y movilización.

A la luz de nuestros estudios entendemos que laactividad de la pesca profesional está inmersa en unared de relaciones socioeconómicas mucho más exten-sa que los elementos y condicionantes integrados ge-neralmente en la planificación y el diseño de las AMPs.Y que es en ese contexto donde se desarrollan losprincipales patrones de reclutamiento de fuerza de tra-bajo, las vías de comercialización de los productos pes-queros y las estrategias de reinversión de los benefi-cios de la actividad pesquera, así como donde surgeny se consolidan nuevas y diversas oportunidades deaprovechamiento de las áreas marítimo-costeras. Cier-tas estructuras de gestión e implementación de las

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

176

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 176

Page 179: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

AMPs, no obstante, pueden afectar el desarrollo dela actividad de la pesca profesional. En el caso de lospescadores de L’Estartit, la implementación del AP delas Islas Medas impuso una serie de límites a las fór-mulas de apropiación y explotación desarrolladas his-tóricamente por las unidades domésticas pesqueras,cercenando el uso total que este colectivo podía ejer-cer en las islas y que resultaron ser insalvables para lamayoría, desde la pesca o desde el turismo. Además,consideramos, en concordancia con ciertas premisasdefendidas por J.L. Suárez de Vivero, que en el con-texto del Consell Assessor del AP las Islas Medas se hadado lo que él denomina una “paradoja de la partici-pación”. Esto es, acompañando al paulatino aumentoen el número de actores implicados alrededor del APde las Islas Medas, se ha producido una disminucióndel papel que cada uno de ellos juega, y cierta pér-dida en la importancia o el peso de sectores tradicio-nales (Suárez de Vivero, Rodríguez Mateos et al., 2008)como la pesca. Cierto es que sobre el grupo de em-presarios de buceo tampoco existía consenso a prio-ri, y en cambio sí numerosas denuncias y acusacionesentre sí, y otros integrantes del Consell Assessor. Pe-ro sí que constituían un subgrupo bien diferenciado,con intereses y un papel relevante para el crecimien-to económico del conjunto de L’Estartit.

Sobre nuestros dos casos de estudio, considerandola estructura y las fórmulas de gestión aplicadas en ca-da AMP, podemos afirmar que el diálogo y la participa-ción de la población local pueden ocurrir aun bajo es-quemas de gestión aparentemente verticales (Hampton,2005: 752); incluso cuando existe una escasa repre-sentación numérica por parte de algún sector afectado.

A lo largo de este trabajo hemos defendido que par-ticipar es, básicamente, tener poder o capacidad dedecisión y de acción. Hemos considerado como desea-ble la activa implicación de la gente (individual y/ocolectivamente) en todas las fases que integran el ci-clo de un proyecto de desarrollo o modelo de gestión.La gestión participativa o interactiva implicaría, bajonuestro punto de vista, que la gente tiene poder dedecisión y acción en todas las etapas que intervienenen la resolución de sus problemas o en la satisfacciónde sus necesidades. A pesar de que (la participación)trabaje de manera diferente en variados contextos cul-turales y políticos (Aas, 2005: 42). En La Restinga y enL’Estartit hemos comprobado como por defecto o porexceso, respectivamente, la representación no escausa suficiente para asegurarla. El órgano de gestión,Comisión de Gestión y Seguimiento de la RM de La

Restinga, no es más participativo o democrático, sinomás coherente con el principio de sostenibilidad pes-quera que se le atribuyó a la declaración de RM. Y enhonor a dicha coherencia, la voz y la capacidad de de-cisión de los pescadores ha sido muy superior a su es-casa representación formal en el órgano de gobier-no, y por encima de la larga presencia de lasadministraciones en el mismo. Sobre el caso del Con-sell Assessor del AP de las Islas Medas hemos visto có-mo una amplia representación de sectores interesados,sobreentendida generalmente como “pluralidad devoces”, equiparada a “participación” y tomada comosigno de “democracia”, en la práctica no ha podido ga-rantizar ni una gestión sin conflictos ni más partici-pativa. Es más, frente a un amplio número de inter-locutores, voces aisladas y sin suficiente peso, comolas de los pescadores, podían quedar acalladas fácil-mente bajo una “tiranía de la mayoría” relativamentedesinteresada por las cuestiones pesqueras. En mate-ria de gestión pesquera precisamente, autores comoPeter Weber (1995: 66-73), relatan cómo los criteriosde gestión de las pesquerías fueron desarrollados hacemiles de años por numerosos pueblos costeros de todoel mundo que dependían de la pesca y que el acceso li-mitado formaba parte integral del mantenimiento dela productividad, y concluye afirmando que la mayorparte de los ejemplos de una buena gestión conllevanun alto nivel de participación de los pescadores. Dehecho, este autor considera que “siempre que un sis-tema de gestión pesquera desarrolle en los pecadoresun fuerte sentido de propiedad, los pescadores ten-drán más de un incentivo para administrar la pesca alargo plazo” (Weber, 1995: 67).

Más o menos repartido el poder, lo que subyacedel análisis de los procesos de implementación descri-tos es el papel central al que no suelen renunciar lasadministraciones en cuestiones de gestión marítimo-costera. Generalmente, esa centralidad se suele apo-yar en la asunción de que el Estado, a través de susorganismos, es el mejor gestor posible. En el sentidode que solo él es capaz de acabar con el mal uso, elagotamiento y la degradación de los recursos natura-les considerados públicos y, en general, del medio am-biente, frente a los tradicionales usuarios de los recur-sos que son vistos con frecuencia como ignorantes,egoístas, conflictivos, etc. (Batista Medina, 1999: 58-59). Por otra parte, en un contexto en el que se mul-tiplican los usos y los usuarios hallamos que, ante losdiferentes agentes afectados por una AMP, la Adminis-tración puede actuar, como en L’Estartit, multiplicando

La implementación y gobernabilidad de las áreas marinas protegidas

177

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 177

Page 180: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

su presencia al erigirse en representante o garantede los derechos e intereses de cada grupo. En este ca-so, no se cuestionó jamás la presencia de la Adminis-tración en el Consell Assessor, en representación delos múltiples sectores afectados (deportivos, profesio-nales, turísticos, científicos…). A simple vista el inter-vencionismo practicado en la década del dos mil po-dría ser considerado inevitable, dado el “atasco” en elque se encontraban las negociaciones entre los secto-res involucrados en la gestión del AP. Varios miembrosdel Consell Assessor, sin embargo, se cuestionaron laactuación de la autoridad supralocal deslegitimando laactuación del propio órgano de gestión local.

De todos modos, y a pesar del papel jugado en ca-da caso, se ha visto cómo la localidad impone límitesmás o menos estrictos y más o menos explícitos a las

actuaciones de la Administración. En La Restinga porejemplo, la población pesquera ha rechazado la adop-ción de nuevas medidas restrictivas que pudieran limi-tar aún más la actividad pesquera profesional, cuan-do estas han provenido de instancias ajenas a lasdecisiones locales. Los pescadores no rechazan las ac-ciones de protección, de hecho contemplan la posibi-lidad de que se amplíen las medidas de reserva a todala isla, pero desconfían de ciertas iniciativas que se per-ciben desconectadas de las especificidades y necesida-des locales. Además, en las dos poblaciones los gruposde interés local mejor posicionados en los órganos degestión de cada AMP, pescadores en un caso y empre-sarios del buceo en el otro, han organizado accionesde protesta y resistencia ante las decisiones de la Ad-ministración, en los medios de comunicación públicos.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

178

Imagen 35. Pintada-anuncio antes de una manifestación sobre un muro de las instalaciones de Pescarestinga. Foto: la autora, año 2006.

06.Proteger desde las Culturas (Capitulo 6) 15/5/12 20:56 Página 178

Page 181: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Las áreas marinas protegidas –AMPs– son un produc-to humano en cualquiera de sus versiones y el resul-tado de un proceso de negociación, con independen-cia del nivel de satisfacción alcanzado por las partesintervinientes en discusión y de si se apoyan más omenos en el marco de la ley, de la ciencia, en prohi-biciones explícitas procedentes de alguna autoridadmoral o de si están basadas en acuerdos informalesentre sus usuarios. Ésta es una de las primeras y másimportantes conclusiones a las que nos lleva el estu-dio sobre el desarrollo de la Reserva Marina Puntade La Restinga-Mar de Las Calmas y del Área Protegi-da de las Islas Medas en L’Estartit. A la luz de los da-tos y del análisis realizado hemos anotado además que,frente a las posibilidades y limitaciones de las merasmedidas de cierre a usos pesqueros o recreativos, entorno a muchas AMPs españolas se institucionalizannuevas fórmulas de toma de decisiones, y se reparte(o modifica) el poder de diferentes colectivos de usua-rios e interesados del litoral.

En este libro hemos hecho especial énfasis sobre lascondiciones y ánimos con los que los afectados y losparticipantes llegan o se involucran en proyectos decreación de AMPs. Cómo y por qué se suman distintosusuarios e interesados de la zona marítimo-costera.

Hablamos del step zero, que implica tener en consi-deración aspectos tales como: de dónde y cómo surgela idea de protección, quién la comunica, quién lide-ra la iniciativa, cómo se desarrollan las fases del pro-yecto, etc. Y más específicamente: quién tiene potes-tad para soportar el proceso, para conducirlo en unadirección u otra, y qué usos o prácticas (productivas ono) van a salir reforzadas o verse más inmediatamen-te afectadas por las medidas de protección. Al step zerode las AMPs sumamos nuestra atención sobre determi-nadas dinámicas socioculturales y sociohistóricas, a finde comprender mejor ciertas condiciones en las que seencuentran tanto los grupos de la sociedad civil co-mo las instituciones involucradas en los proyectos deAMP, y el estado o el cariz de las relaciones entre losactores participantes en los procesos de implementaciónde las figuras de protección del medio marino. ¿Có-mo es el trato o la comunicación entre aquellos que sevan a sentar a negociar? ¿Qué estructuras o espacios dediálogo construyen para tal fin? ¿Y qué va a caracteri-zar la interacción que se va generando? Por ejemplo,al margen de cómo se hayan ido desenvolviendo lasactividades extractivas, pocas similitudes existirán en-tre el ánimo de los pescadores profesionales de la Re-serva Marina –RM– de La Restinga, cuando se sientan

179

Capítulo 7

Reflexiones finales y conclusión

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 179

Page 182: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

en la Comisión de Gestión y Seguimiento, tras haberreivindicado y logrado su incorporación a esta mesa;y el de los pescadores de L’Estartit, cuando se crea elConsell Assessor del Área Protegida –AP– de las IslasMedas en 1991, tras haber visto frustradas sus expec-tativas y demandas sobre el área objeto de proteccióntras las intervenciones de 1983, 1985 y 1990.

No se puede obviar la dimensión socio-cultural quesubyace a cualquier tipo de análisis sobre las conse-cuencias de la creación y el mantenimiento de AMPs.Los efectos de la protección marina sobre actividadesy grupos humanos en el litoral son múltiples y no estric-tamente traducibles a partir de parámetros biológicos oeconómicos en exclusiva. Es difícil “aislar” el peso deun AMP sin considerar condicionantes y dinámicas pro-pias del lugar; como vimos por ejemplo analizando latrascendencia turística de la RM de La Restinga y del APde las Islas Medas. Es más, la aceptación social de estetipo de medidas, aunque está muy relacionada con sucapacidad (cierta o supuesta) para influir en las econo-mías locales, se alimenta de otros factores vinculadospor ejemplo a la defensa de las identidades locales y/ola reproducción social o mantenimiento de grupos deinterés determinados. En atención a ello, en estas con-clusiones nos gustaría insistir sobre que dicho recono-cimiento, como indicásemos al inicio del libro, ni lasdesmerece ni las invalida como importantes medidaspara la sostenibilidad social y ecológica del litoral; muyal contrario, dimensiona su potencial.

Las figuras de protección marina son recibidas siem-pre por la sociedad civil y atañen primeramente a losgrupos de población más directamente relacionados conlos recursos marinos, por la afección al recurso mismo,a ciertos usos o las actividades socioculturales que esosdesarrollan. En este trabajo nos hemos centrado en lasactividades concretas de la pesca artesanal o de bajura,y del turismo en su versión marina. Reflexionamos so-bre cómo a través de las medidas de protección se hapodido contribuir al mantenimiento de las poblacionesde pescadores litorales y a la sostenibilidad de otras ac-tividades económicas clave, desarrolladas por grupos ysubgrupos de población de La Restinga y L’Estartit. Ysobre estos dos casos de estudio comprobamos cómolas AMPs pueden ser empleadas como herramientas te-rritoriales, como iconos turísticos, como escenarios pa-ra la recreación o filtro de nuevas medidas y servicios,como por ejemplo la mejora de la vigilancia en una zo-na costera determinada.

Existe un amplio consenso sobre el hecho de que lasAMPs pueden servir a un variado rango de objetivos.

Tal y como el propio Ministerio de Medio Ambiente,Medio Rural y Marino –MARM– de España defiende, conellas se persigue la protección de zonas de alto valorecológico pero se desarrollan sin menoscabo del esta-blecimiento de medidas sectoriales, como la creaciónde Reservas Marinas de Interés Pesquero –RRMMIP–.Las AMPs son útiles para contrarrestar los efectos de lasactividades humanas en los ecosistemas marinos, comolos del buceo autónomo deportivo en las Islas Medas,revelándose como importantes estrategias de ordena-ción espacial. También son relevantes haciendo frentea algunas de las circunstancias, a veces impredecibles,de los entornos y recursos de los que dependen las po-blaciones litorales. En este sentido vimos cómo la RMde La Restinga ayudaba a soportar la variabilidad de laszafras del atún y el incremento en la incidencia ejerci-da sobre ciertos recursos bentónicos como la vieja. Fren-te a estas generalidades, además, al investigador socialle resulta casi más interesante comprobar cómo las fi-guras concretas de protección pueden ser adaptadas lo-calmente de manera flexible. Y la autonomía de la quealgunos grupos de población llegan a disfrutar tras unaintervención pública de este calibre; pudiendo emplearestratégicamente las figuras de AMP para resolver pro-blemas, cumplir deseos o expectativas, o crear opor-tunidades; especialmente de cara a la aparición de nue-vos usuarios competidores por espacios y recursos.

Sobre las dos AMPs atendidas en este trabajo he-mos hallado numerosas visiones, versiones y propues-tas surgidas de la experiencia de los distintos usua-rios (buceadores, pescadores, científicos, empresariosturísticos…); que podrían ser conceptualizadas comoimágenes155, en términos de la gobernanza interactiva,y resultar contradictorias en ocasiones. No tiene nadaque ver la reserva imaginada y demandada por los pes-cadores profesionales de La Restinga, con la imagenque “venden” administradores y ciertos empresarios tu-rísticos de la isla. De hecho, muchos turistas bucea-dores se sorprenden cuando descubren que es posibleejercer actividades extractivas en el Mar de Las Calmas.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

180

155 “Images constitute the guiding lights as to the how and why of governance.

Images come in many types: visions, knowledge, facts, judgments, presup-

positions, hypotheses, convictions, ends and goals. They not only relate to

the specific issue at hand, such as fisheries or food security, but also con-

tain assumptions on fundamental matters such as the relation between so-

ciety and nature, the essence of humankind, and the role of government.

The main question is not whether actors involved in governance possess

images –because everyone does– but how explicit and systematic they ha-

ve been and will be made.” (Kooiman y Bavinck, 2005: 25).

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 180

Page 183: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En L’Estartit, las divergencias a este respecto han sidotan grandes, que el espacio marino protegido ha sidodenominado “área protegida”, “parque”, “reserva ma-rina”, “parque submarino” o “laboratorio a cielo abier-to”, por citar alguno de los calificativos ofrecidos porvecinos y stakeholders de manear simultánea. La crea-ción de una AMP –como han planteado S. Doyon y J.Fraga (2005)– cambia aspectos relacionales del paisa-je local. Entendiendo éste como una porción del te-rritorio físico, su imagen proyectada y el conjunto derelaciones que sobre él se desenvuelven; productivaso no (Santana Talavera et al., 2011). Consecuentemen-te, como plantean las autoras, el proceso de protecciónpodría modificar ciertas percepciones e intereses parael futuro (2005:139). Bajo esta óptica es relevante con-siderar en qué medida la introducción de nuevas nor-mas regulando el uso y acceso a los recursos naturaleses coherente con los principios éticos y políticos deuna colectividad; por ejemplo respecto a aquellos de-tentados por los pescadores profesionales afectadospor la intervención; si lo que se desea es avanzar ha-cia interpretaciones e imágenes más positivas sobre lasAMPs, logrando mejores y más altos niveles de com-promiso por parte de los grupos de población local.

Siempre que se proyecta un AMP se produce unproceso de inclusión y exclusión de usuarios en el es-pacio afectado. En su proceso de implementación selegitiman ciertas visiones y discursos, habilitando el es-pacio protegido para un fin o fines determinados. Co-nocer en qué medida esas visiones son compartidaso armoniosas entre sí, es ejercicio útil para entendery predecir hasta cierto punto el desarrollo de futurasnegociaciones afectando a las AMPs. Tanto como vis-lumbrar qué sector o sectores tendrán capacidad paraimponer una dominante, o para actuar efectivamenteincluso al margen de las más extendidas o aceptadas.¿Qué es lo que entiende, desea y proyecta cada gru-po o colectivo involucrado, acerca de la razón de ser,sentido o utilidad de una AMP en cada población? ¿Ycuál es la imagen dominante o finalmente proyectadaa nivel general? Las imágenes de las AMPs se gestan,desarrollan y modifican a lo largo del tiempo. Volvien-do al caso de las Islas Medas, por ejemplo, comproba-mos que a lo largo de 40 años la propia figura de pro-tección varió en su título y ánimo; desde 1970, cuandoel doctor Ballester Nolla realizó sus primeras propues-tas e investigaciones, hasta el año 2010, que se decla-ra el Parque Natural del Montgrí, Islas Medas i Baix Ter.El AMP se transformó de veda a Parque Natural, pasan-do por Área Protegida; aunque denominada en multi-

tud de ocasiones por la propia administración comoreserva marina, e inspirada en la imagen de un “Par-que Submarino” y calificada por muchos como “par-que de atracciones”. Títulos al margen, sus usos y lasrelaciones que los usuarios han ido consolidando so-bre estas islas y sus elementos, con los años, han ad-quirido una lectura y efectos exclusivamente económi-co-recreativos. Aunque también las Islas Medas seanun importante centro de investigación. En La Restinga,la imagen de “interés pesquero” reforzó la apropiaciónhecha por el colectivo de pescadores sobre el espa-cio del Mar de Las Calmas.

Frente a diferentes y divergentes imágenes y efec-tos de las AMPs, que pudieran añadir complejidad asu valorización, en estas conclusiones abogamos porla necesidad de adoptar una visión holística; ya queun AMP no puede comprenderse únicamente comouna suma de los aspectos técnicos que las medidas deprotección pueden llegar a cubrir. En esta línea asu-mimos, como la propia Comisión Europea plantea ha-blando de la gestión de la zona marítimo-costera y dela necesidad de prestar atención los contextos, que “noexiste ninguna solución legislativa sencilla a estos pro-blemas complejos. Habida cuenta de la diversidad delas condiciones físicas, económicas, culturales e insti-tucionales, la respuesta ha de ser una estrategia flexi-ble centrada en los problemas reales de cada lugar.Por consiguiente, se necesita un enfoque territorial in-tegrado y participativo para garantizar que la gestiónde las zonas costeras europeas sea sostenible desdeun punto de vista ambiental y económico, ademásde fomentar la cohesión y la justicia social” (Comisiónde las Comunidades Europeas, 2000).

En este libro hemos prestado también atención a losambientes generados o creados ex profeso para la to-ma de decisiones, afectando a las AMPs y a sus activi-dades involucradas. Alrededor de cada una de las estu-diadas se han barajado y potenciado diversos intereses,no necesariamente contrapuestos. Y consideradas en suconjunto, las elecciones han determinado el tipo y latrascendencia de cada AMP por encima de los títulos, el“espíritu”, o incluso de las metas originariamente plan-teadas en los proyectos o normativas de protección –véa-se a este respecto Jentoft et al., 2011:75-83–. En el casode La Restinga, además del liderazgo de los pescado-res promoviendo y materializando el proyecto de reser-va, una vez ésta es creada con la única intervención deaquellos en sus órganos de gestión, de entre todoslos grupos de usuarios directos e indirectos del Mar deLas Calmas, la mejor estrategia para asegurar el buen

Reflexiones finales y conclusión

181

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 181

Page 184: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

funcionamiento de la propia RM ha sido la de permitira los pescadores actuar en pro de sus intereses (mate-riales o no), y manteniendo una posición privilegiada.Dada cierta concienciación ambiental, la existencia deuna importante estrategia de desvío de esfuerzo pesque-ro, un alto nivel de implicación en las labores de vigi-lancia y mantenimiento de la RM, y un fuerte sentimien-to de propiedad sobre ésta, la ganancia de los pescadores(material y simbólica) no ha supuesto pérdidas para elresto de miembros del la Comisión de Gestión y Segui-miento, o para la propia RM. Muy al contrario, su posi-ción privilegiada alimenta el propio devenir de aquellaconsolidada como una reserva de “interés pesquero”. Lareserva se creó “por y para los pescadores” y con el apo-yo de las Administraciones puede ser considerada co-mo una institución en sí misma. En L’Estartit, la exis-tencia de múltiples decisores en los órganos de gestióndel AP, añadió complejidad al proceso de gestión. Porcuanto, además de la coordinación o no de intereses, entorno al Consell Assessor se establecieron alianzas decooperación capaces de bloquear los propios planes degestión del AP misma. En este segundo caso, la únicaestrategia de gestión posible ha pasado por que todas laspartes afectadas e intervinientes obtuvieran un mal re-sultado; no el peor, tampoco el mejor, pues era impo-sible eliminar por completo a unos u otros competido-res. Ni científicos ni empresarios han visto completamentesatisfechas sus reivindicaciones. Por otro lado, una po-sible ganancia de los pescadores habría ido en contrade la idea misma de conservación de las Islas Medas, entanto aquella había sido definida por el doctor BallesterNolla desde los años 70 asegurando que era impres-cindible excluir toda actividad humana –salvo las activi-dades contemplativas– a fin de asegurar su mantenimien-to ecológico y para que la Naturaleza pudiera “mostrarsetal y como es”. Estos hechos han llenado de compleji-dad y tensión el escenario de gestión del AP. Además elproceso decisorio se repite cada cierto tiempo, ya queel consejo se tiene que reunir periódicamente para vol-ver a “jugar” al mismo tema, decidiendo quién, cómo ycuánto accederán a explotar/usar el AP de las Islas Me-das. Con toda la carga de intereses, rencillas, y enfren-tamientos que se van sumando con los años, y enausencia de un dispositivo coercitivo capaz de obligaro forzar al cumplimiento de los acuerdos alcanzados porel órgano de gestión local. Los individuos y las colecti-vidades, no tienen por qué actuar conforme únicamentea principios racionales o motivos egoístas. Tal vez seamás interesante analizar en qué escenarios y bajo quéestructuras o programas, están obligados a trabajar. Con

todo lo dicho, creemos que existe una serie de idearioso asunciones que podrían ser revisados, para mejorar,en los casos en los que fuera necesario, los diseños ins-titucionales de las AMPs españolas. Grosso modo, y aten-diendo a nuestras dos áreas de estudio, hallamos que:

a) Los grupos sociales no deben ser considerados anivel local como comunidades homogéneas e ina-movibles a lo largo del tiempo. Muy al contrario,insertos en un sistema dinámico de intercambios,actualmente son promotores y emisores de cam-bios, y no meros receptores que “usan” los recur-sos. En consonancia con ello, a lo largo de estetrabajo por ejemplo hemos preferido hablar siem-pre de poblaciones, grupos y colectivos156, en vezde comunidades; por la carga semántica que, eneste sentido de homogeneidad, posee el concep-to. Igualmente hemos hablado de agentes, suje-tos, actores o interesados (stakeholders), para en-fatizar la dimensión individual incorporada alsistema; así como el papel de los líderes localesy la aparición de intervinientes ajenos a la reali-dad local de las poblaciones marítimo-costeras,pero capaces de influir en algunos aspectos desu desarrollo.

b) El patrimonio cultural de las poblaciones litoraleses dinámico y siempre se construye en relacióncon los colectivos sociales que los viven, usan yproyectan como propios. Otra cuestión diferentees que esos repertorios patrimoniales se encuen-tren legitimados “oficialmente” o “formalmente” ono. Solo desde esta perspectiva podremos asumirla capacidad demostrada por los grupos de inte-rés para posicionarse y reposicionarse durante lasnegociaciones y procesos de toma de decisión,que pueden ser llevados a cabo en el marco delas AMPs. Por ejemplo, a lo largo de este trabajohemos insistido sobre la diversidad de discursose idearios que acompañan a las propuestas y de-claraciones de AMPs. Y sobre cómo esos podíanser apropiados y defendidos incluso, en diferen-tes momentos y a lo largo del tiempo, por gruposenfrentados entre sí.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

182

156 Incluso, dentro de los grupos de pescadores de La Restinga y de empre-

sarios turísticos de L’Estartit, detallamos importantes diferencias; como las

existentes entre los pescadores del alto y los que se quedaban en la

orilla, entre los pescadores que pertenecían a Pescarestinga y los que no,

entre los empresarios turísticos que podían acudir a las Islas Medas y

los que no, etc.

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 182

Page 185: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

c) Los objetivos y aportaciones de las AMPs debenatender y medirse considerando los dos aspec-tos anteriormente apuntados. Solo desde el re-conocimiento del rol de los interesados, podre-mos valorar la trascendencia de las medidasproteccionistas de cara al mantenimiento y la re-producción de los grupos sociales, y las pobla-ciones identificadas sobre el litoral. En esta líneahacemos extensible la recomendación de la FAOsobre que es necesario llevar a cabo una ma-yor experimentación antes de que se puedan for-mular afirmaciones definitivas sobre la posiblefunción de las AMPs tanto en el ámbito de la or-denación pesquera en diferentes circunstancias157,como respecto a las restantes actividades, usosy usuarios, presentes en el litoral y contempla-dos en este trabajo. Todavía hace falta definirmás claramente cuáles son los objetivos socialesde las medidas de protección, y avanzar en lacomprensión del carácter multidimensional dela gestión de las AMPs de nuestro país.

En muchas AMPs españolas, como en otros espaciosnaturales protegidos, se han implantado modelos degestión más cercanos a la gestión vertical que a la ges-tión basada en la localidad; en consonancia con plan-teamientos afines a las teorías de Hardin (1968), las cua-les presuponían que el egoísmo, el desconocimientoy la inhabilidad para el trabajo colectivo de los usua-rios, conduciría al agotamiento de los recursos. Siendohonestos y a la luz de los ejemplos presentados, ten-díamos que admitir que, bajo ciertas circunstancias ycanalizada por diversas vías, los más variados grupossociales pueden actuar de manera coordinada yendotanto a favor como en contra de las medidas de pro-tección marina. Por otro lado, querríamos destacar quecuando se plantea la creación de AMPs, como las ex-puestas en este libro, ni administraciones ni científicosposeen un conocimiento extenso y exhaustivo del pa-norama socioecológico de las áreas que van a ser afec-tadas por las medidas de protección. Ignorando, porejemplo, las características del sistema turístico que vaa incorporar a las AMPs y/o las relaciones entre los di-ferentes actores públicos y privados que van a partici-par directa e indirectamente en él, modulando el cariz

y la dimensionalidad de las medidas de protección den-tro de una economía de servicios-turismo, acuciada porproblemas tales como la reestructuración-renovación dela imagen de destino y sus productos. En otras ocasio-nes, el conocimiento científico disponible es limitado oestá sesgado, debido a cierta incapacidad para obser-var o comprender las complejas relaciones entre los dis-tintos grupos de interés del litoral, los recursos dispo-nibles y las estrategias de explotación existentes (o susposibilidades). No obstante, se demanda de las diferen-tes colectividades que acepten, respeten o apoyen lasmedidas de conservación; alegando que cuando se pro-duzca el deseado “efecto reserva” individuos y activi-dades se verán beneficiados. Lo que en la práctica, sinnegar la utilidad de las medidas de AMPs para la recu-peración de los ecosistemas marinos, equivaldría a rea-lizar un acto de fe en la práctica local. Especialmenteen aquellos casos en los que las medidas se aplican sindiálogo o consenso entre promotores y poblaciones;o en ausencia de incentivos explícitos, como el cierre aotros grupos de usuarios competidores por espacios yrecursos. Por otro lado, constatada cierta recuperaciónsobre poblaciones y hábitats marinos, cuando se creauna AMP –y por mucho que hayamos intentado defen-der su diferencia al respecto del funcionamiento delas tradicionales medidas de veda– se llevan a cabo cie-rres espaciales, a usos y a tecnologías, a actividades ya grupos de población, que difícilmente serán modifi-cados en el futuro. Esa dimensión “atemporal” de lasmedidas de AMP, frente al dinamismo con el que cier-tos colectivos de interés pueden llegar a responder an-te los cambios que afectan al litoral, alimentará una lec-tura en clave “privativa” entre los afectados (efectivos opotenciales), tal y como expresaban los pescadores deL’Estartit-Islas Medas, contraria generalmente a nuevasiniciativas de protección. Aspectos como éstos deberíande ser manejados cuidadosamente durante los proce-sos de propuesta y planteamiento de nuevas AMP; es-pecialmente en áreas de múltiple uso con actividadesde pesca y de turismo. Hablar de AMPs y sostenibilidadde la pesca artesanal o de bajura implica, además deatender al recurso, asumir y trabajar por el mantenimien-to de estos colectivos profesionales. Atendiendo a susespecificidades y soportándolo con medidas discrimi-natorias positivas en los casos en que fuera posible ycoherente con los principios de protección, como vi-mos en el caso de La Restinga. En un contexto de de-gradación medioambiental es imperioso mantener elrecurso, pero también atender a (y no exactamente lidiarcon) las personas.

Reflexiones finales y conclusión

183

157 FAO (2005), Zonas Marinas Protegidas (ZMP) y Pesquerías. Comité de Pesca,

26º período de Sesiones. Roma (Italia, 7-11 de marzo de 2005). En

www.fao.org/newsroom/es/news/2005

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 183

Page 186: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

En este trabajo, hemos destacado el papel otorga-do a los pescadores profesionales, artesanales o de ba-jura, en el contexto de las Reservas Marinas declaradascon el sobre nombre de Reservas Marinas de InterésPesquero –RRMMIP–. En ellas, la Secretaría General delMar –SEGEMAR–, del MARM, ha proyectado a este co-lectivo como los principales usuarios e interesados deestas áreas y medidas de protección. Las RRMMIP sehan consolidado como figuras sectoriales, que primanel papel de las Cofradías y la perdurabilidad del sectorpesquero artesanal o de bajura. Para hacer esto posi-ble, ha sido necesario dejar a los pescadores “decidir”más que participar; aunque los mismos se hallasen enminoría representativa en las comisiones de las RRMMIP,y en este sentido nosotros nos hayamos mostrado crí-ticos a pesar de aplaudir globalmente la medida.

En las AMPs creadas y gestionadas únicamente porlas Comunidades Autónomas –CCAA– los pescadoresprofesionales también están presentes, pero compro-bamos que en algunos casos su poder de actuación ydecisión se diluía frente a una amplia representaciónde los más variados colectivos. En este libro hemos de-fendido como un hecho positivo la adaptación local delas medidas de AMP; la detección de distintos gradosde autonomía entre los colectivos que van a recibir lasfiguras de protección, para “hacer suya” una norma ge-neral y heterónoma. Sin embargo, sin la existencia deunas metas sociales de las AMPs asociadas al desarro-llo de la pesca profesional, en un contexto como el deL’Estartit, donde el sector pesquero es uno más de losmúltiples presentes y usuarios del litoral, sin capacidadpara poner límites a las intervenciones de otros y sinliderazgos internos o externos al sector trabajando porél, es fácil caer en la desconexión o en una falta de sin-tonía entre las medidas de protección y el sector pes-quero profesional de bajura. En el ámbito de las CCAA,en los últimos años han surgido nuevos modelos, co-mo las RRMMIP de Lira y Os Miñarzos en Galicia, don-de en la presencia del sector pesquero profesional des-taca sobre el resto de usuarios y administraciones concompetencias en las áreas reservadas158. Es relevantemencionar que en el caso de Lira, cuando se inicia-ron las primeras acciones conducentes a la protección,

se presentó y proyectó la iniciativa de reserva marinabajo el rótulo o calificativo de “despensa del mar”.

Con todo lo dicho, resulta muy importante recordarque, cuando las medidas concretas de reserva marinason impulsadas en España, éstas surgen de la mano delas administraciones pesqueras. El ambiente en el quese toman las decisiones, además, va a estar marcado porla presencia de estas administraciones, representantesdel sector pesquero, y el asesoramiento de los científi-cos; tal y como pautaba hasta cierto punto la OM de1982, detallada en el capítulo 1 de este libro. Aunquelos pescadores no posean un alto número de represen-tantes en la mesa de negociaciones de la Comisiónde Gestión y Seguimiento de La Restinga, poco a po-co se ha ido alimentando cierta idea sobre “quién de-be ganar”, manteniéndose los restantes implicados enposturas más o menos proactivas. Los pescadores pro-fesionales de La Restinga han logrado que sus decisio-nes y voces sean vinculantes en el área protegida. Mien-tras que en L’Estartit la única definitiva ha sido la delgobierno regional; si bien otros agentes han logradoinfluir en la gestión del AP a lo largo de los últimosveinte años. Otra de las conclusiones arrojadas en es-te trabajo es que el papel de las Cofradías de Pescado-res es crucial conectando, soportando o impulsandolas propuestas de protección marina; y poniéndolas enrelación con el conjunto del sector pesquero profe-sional artesanal o de bajura. Trabajar previamente conlas colectividades pesqueras, mejorando (cuando fue-ra necesario) su nivel y capacidades para la organiza-ción y acción, puede ser muy beneficioso previamen-te a cualquier estrategia de gestión costera integrada,o incluso previamente al step zero de las AMPs.

Las diferentes figuras de AMP que hemos revisadoen este trabajo también han surgido, en buena medi-da, de acuerdo con nuevos paradigmas relacionadoscon la gestión de los ecosistemas marinos, y en conso-nancia con algunas respuestas generales planteadas aproblemas tales como el del colapso de los recursospesqueros, y el aumento desmesurado de la presiónhumana en la franja costera. Nadie niega a estas altu-ras de siglo la variedad de problemas que azotan a lacosta española; y pocos son los colectivos que recha-cen abiertamente la “benevolencia” de figuras de pro-tección como las de las reservas marinas. Sus benefi-cios y potencialidades se multiplican. Por ejemplo: lospescadores profesionales de La Restinga y los empre-sarios del buceo-alojamiento de L’Estartit han reinven-tado el control que antes alcanzaban mediante el co-nocimiento o a través de acuerdos informales con otros

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

184

158 Decreto 8520077, de 12 de abril, por el que se crea la reserva marina de

interés pesquero Os Miñarzos Diario Oficial de Galicia N.º 88, martes, 8

de mayo de 2007 y Orden de 27 de noviembre de 2007 por la que se re-

gula el uso y gestión de la reserva marina de interés pesquero Os Miñar-

zos, Diario Oficial de Galicia N.º 236, viernes, 7 de diciembre de 2007.

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 184

Page 187: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

usuarios de los recursos, empleando ahora el marco le-gal e institucional que llegan a tener a su alcance conlas figuras de AMP.

Teniendo en cuenta los datos aportados, entende-mos que las AMPs efectivamente pueden ayudar al desa-rrollo de diversos grupos socioeconómicos del litoral,desde la óptica o meta de la sostenibilidad en el uso delos recursos naturales. Sin embargo, concluimos que el meromantenimiento de los elementos biofísicos del ecosis-tema, no garantiza que las actividades involucradas seperpetúen a lo largo del tiempo. No negamos la idonei-dad de las AMPs, pero entendemos que se trata de res-puestas relativamente limitadas y constreñidas al dic-tamen biologicista para cuestiones sociales de mayorcalado social y envergadura. Tal vez no exista un me-jor criterio que el biológico para el diseño y emplaza-miento de un AMP. Pero el mismo no es suficiente pa-ra atender a la complejidad y dimensionalidad de suproceso de planteamiento, desarrollo e implementación,gestión y evaluación de resultados. El monitoreo de lasAMPs implica inevitablemente realizar un seguimientosobre el estado del recurso y los hábitats afectados porla protección; pero en la práctica, en el día a día, con-lleva importantes esfuerzos de gestión personal y diá-logo social. En este sentido han resultado ser elemen-tos tremendamente relevantes las habilidades socialespersonales de técnicos y coordinadores de las AMPs,tanto como la incorporación y la colaboración de co-lectivos de usuarios clave en ciertas tareas cotidianas,como el caso de los pescadores profesionales de La Res-tinga sobre las labores de vigilancia de la RM. Nosotrosinsistimos en que la participación activa de los colecti-vos de usuarios durante las fases de pre-implementa-ción, implementación y gestión de las AMPs, es impres-cindible para favorecer la adaptación de las figuras a lasnecesidades concretas de cada localidad. Por otro lado,y en un sentido práctico, en todos los casos estudiadosacertamos que era posible mejorar las medidas de con-trol y mantenimiento de las AMP, a través de la activaimplicación de los usuarios de estas áreas. Considera-mos que involucrar (y no meramente “informar”) a losusuarios desde el principio, desde la fase de plantea-miento y propuesta de un AMP, puede incrementar suposible nivel de compromiso.

Otra de las conclusiones que extraemos en este tra-bajo es el reconocimiento de que la inclusión de múl-tiples agentes en los órganos de gestión de las AMPsno implica el ejercicio de la “pluralidad” en el gobier-no, ni en la extensión de las estrategias de uso y apro-vechamiento del patrimonio activado. Aunque en tér-

minos generales los repertorios patrimoniales se pre-sentan como recursos de uso gratuito y de interés pú-blico, en la práctica, en el marco de las AMPs, son apro-piados por diferentes grupos de interés, virtual, materialy ritualmente. Que el patrimonio sea público no im-plica que pueda o que llegue a ser usado por una granmayoría, en tanto que siempre se crean mecanismosde exclusión que refuerzan la pertenencia por partede un determinado grupo social, que identifica espa-cios y recursos como “propios”. Existe una legitimidaddiferenciada entre los usuarios del patrimonio, quepuede quedar afectada durante la implementación delas figuras de AMP. Cuando la implementación de lasmedidas proteccionistas se lleva a cabo no reconocien-do tales diferencias, o favoreciendo a unos usuariosdiferentes de los considerados relevantes por el con-junto de la población local, muy probablemente se ge-nerarán resistencias y conflictos entre ellos. En el con-texto de las AMPs, la legitimidad de los grupos deusuarios e interesados puede estar reconocida por elconjunto de la población local a nivel sociopolítico.Puede hallarse soportada y ser concedida por organis-mos e instituciones externas a la localidad pero reco-nocidos a nivel global. Y también puede generarse enel seno de las propias AMPs, estando respaldada porlas Administraciones e instituciones que las implemen-tan y gestionan cotidianamente. Es en ese juego o cons-tante diálogo entre “dentro y fuera”, a nivel formal einformal, y a lo largo del tiempo, como la legitimi-dad toma cuerpo o se embaza.

En estas últimas páginas, nos gustaría llamar la aten-ción sobre la cuestión de la participación que, conclui-mos, inevitablemente plantea numerosos problemas so-bre quién y cuánto (o hasta dónde) debe participar;cuáles son los intereses o metas se esconden tras di-cha participación; a quién representan los agentes in-tegrados y en qué medida son representativos; por ci-tar algunos de los más importantes que han ido saliendoa lo largo del estudio. Hay muchos caminos para par-ticipar y muchas formas de definir la participación, pe-ro eso no debe tornarla inoperante o justificar una des-atención a la misma. Actualmente, sobre las AMPsespañolas su delimitación formal está sujeta únicamen-te a lo decidido por las Administraciones e institucio-nes de gobierno. Y generalmente se relaciona con elreparto de competencias y del poder que cada una os-tente sobre el territorio protegido. Algo que, sin du-da, creemos que puede ser revisado. Una mayor impli-cación de colectivos clave, como los pescadoresartesanales o de bajura, sería deseable en la ampliación

Reflexiones finales y conclusión

185

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 185

Page 188: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de los beneficios sociales derivados de las figuras deAMP, sobre el sector de la pesca profesional. Si bien he-mos de reconocer que también las características de losgrupos de usuarios pueden dificultar o favorecer laacción colectiva y el desarrollo de habilidades necesa-rias para la cogestión. El desarrollo de mecanismos lo-cales de gestión no es un hecho automático ni se dasiempre, de ahí la importancia que administraciones einstituciones de gestión resalten el poder de acción degrupos en concreto, en el marco de las AMP. Comparan-do la situación y la capacidad de decisión del grupode pescadores profesionales de La Restinga y de L’Estar-tit, hallamos multitud de factores que explican impor-tantes diferencias a la hora de favorecer la organizaciónen la gestión del recurso. El éxito y/o fracaso de expe-riencias pasadas, por ejemplo, resultó ser un elementode relevancia para los pescadores de ambas poblacio-nes; así como el apoyo de las administraciones localesy regionales. En las dos AMPs concluimos que los si-guientes elementos casi siempre entorpecían la puestaen marcha de acciones colectivas, y disminuían la capa-cidad de decisión de los grupos de pescadores locales:

a) Las situaciones de cambio socioeconómico rápi-do y la expansión de un sector servicios pococonectado con el sector pesquero artesanal, co-mo describimos para L’Estartit y en oposición alcontrol local de recursos, estimado como unacuestión clave en La Restinga.

b) La existencia de diferentes grupos de usuariosopuestos o con intereses enfrentados, capacesde desarrollar múltiples usos sobre los mismosrecursos. Esto resultó especialmente conflictivopara los pescadores cuando existían pocas opor-tunidades de exclusión de usos y usuarios, ycuando se trató de usos alternativos o diferen-tes a los tradicionalmente ejercidos por ellos.

c) Cuando el Estado, representado en sus Adminis-traciones, o incluso las instituciones creadas pa-ra gestionar las propias AMPs, contradijeron pro-fundamente a las organizaciones y las decisionespesqueras locales; pudiendo llegar con ello acontribuir a su marginación como sucediera enL’Estartit.

Sobre la cuestión de la participación, nos gustaría ano-tar además que, tras ejemplificar la estructura de los sis-temas de gobierno implementados en las AMPs de LaRestinga y de las Islas Medas, hallamos que la inclusiónde numerosos representantes no constituía un indicador

fiel del poder que podría ser efectivamente ejercido porcada colectivo. Dentro de cada órgano se establecieronalianzas, hubo diferentes enfrentamientos, algunos miem-bros prácticamente no han intervenido en las negocia-ciones... Y otros han copado y hecho valer sus intere-ses y visiones, a lo largo del tiempo, a pesar de que sehallaban en minoría en la mesa de negociaciones. Con-cluimos que la participación, como la capacidad o el po-der para hacer valer una visión o propuesta, nunca sedesarrolla de manera homogénea. Aun en un mismo fo-ro o contexto aparentemente “equitativo” o “igualitario”.Por otro lado entendemos que ni la inclusión de los usua-rios ni su efectiva participación son garantes de una ges-tión sin conflicto. Como hemos mencionado, refirién-donos al ambiente generado en torno al AP de las IslasMedas, un colectivo puede participar activamente perocon el fin de debilitar el AMP, sus estructuras de gestión,o bloqueando su desarrollo. De ahí la necesidad de re-cordar en estas conclusiones el énfasis puesto en la “ca-lidad de la interacción” desde la perspectiva de la gober-nanza interactiva. Un mismo colectivo, a lo largo deltiempo, dentro de un mismo órgano y manteniendo unosmismos mecanismos de participación, puede presentardinámicas y niveles desiguales de implicación y conflic-tividad, incluso manteniendo la misma representaciónformal.

En este sentido, nos gustaría recoger las palabrasdel investigador S. Jentoft cuando, en un reciente fo-ro de discusión, en relación a la gestión de la pescaartesanal y la zona marítimo-costera, preguntó, de ma-nera retórica a todos los presentes, “¿Desde cuándo elconflicto no ha sido parte del juego?”159.

A nivel de destino, los productos marinos desarrolla-dos sobre las AMPs de La Restinga y L’Estartit han ser-vido para incentivar el desarrollo turístico global de losdos enclaves. Sin embargo, ciertos problemas estructu-rales de cada destino persisten. L’Estartit sigue siendo undestino de turismo de sol y playa, con una limitada ca-pacidad de renovación de la oferta, y dependiente y ex-puesto ante las fluctuaciones en la demanda turística.Los problemas de estacionalidad persisten para la ma-yoría del sector, pese a las “readaptaciones patrimonia-les” del entorno y las fiestas de nueva producción, comola de los piratas. En sus hoteles, valga el ejemplo, halla-mos una paradoja asociada a la fidelización, cuandoalgunos clientes, según relataban los directores de ciertos

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

186

159 Véase por ejemplo, http://www.seafdec.or.th/wsfc2010/ a 26/12/2010.

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 186

Page 189: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

establecimientos, habían dejado de acudir tras más de30 años de veraneo porque se hallaba en edad avan-zada o porque habían fallecido. La declaración del APde las Islas Medas fue decisiva en los 90, pero su capa-cidad para promover la renovación del destino turísti-co es limitada. En La Restinga, los problemas de acce-so y comercialización del destino y de sus productossiguen siendo notables, a pesar de los esfuerzos empren-didos por el empresariado local, y las iniciativas de laAdministración orientadas (más bien) hacia a la promo-ción del buceo autónomo deportivo. El producto turís-tico “buceo en la RM de La Restinga” pervive, princi-palmente gracias a las estrategias locales de distribución,y gracias al mismo principio sobre el que se sustentala mayor parte de los productos turísticos de Canarias:a) cercanía a mercados emisores de turistas europeos;b) exotismo diferenciado, en base a su patrimonio na-tural; c) y la posibilidad de hacer turismo, casi en cual-quiera de sus versiones, durante todo el año. A grandesrasgos se mantiene la vieja fórmula: “Canarias, paraísode sol, playa y naturaleza”, aun sustituyendo “playa” por“mar”, en este caso (el Mar de Las Calmas). En La Res-tinga se aviva el mito de las islas como paraísos, mate-rializándose aquella idea de la “buena vida” que muchosde los turistas potenciales tienen en su mente (Martín dela Rosa, 2003: 11), y que el gobierno insular de El Hie-rro se afana en exportar, empleando a la RM y a los pes-cadores artesanales como muchos otros elementos delpatrimonio local.

En los dos casos, tanto en el micro destino de LaRestinga (considerando la región turística Canarias) co-mo en el micro destino L’Estartit (considerando la re-gión de la Costa Brava), los rendimientos de las nue-vas formas o productos alternativos de turismo estánrelativamente concentrados en manos de unas pocasempresas, o grupos locales de población. A pesar delos efectos benefactores, defendidos generalmente pa-ra estos productos patrimoniales, o frente a cualquierversión blanda del denominado “turismo marino” , he-mos detectado que ciertas medidas de restricción delas actividades turísticas han dado como resultado unincremento global del uso de las AMPs, estimulandonuevas formas de utilización recreacional de los recur-sos marinos. Y que el establecimiento un techo o lími-te de capacidad de carga para la actividad del buceodeportivo, ha generado notables conflictos en cada AMPy población estudiada. Comparando las actividades depesca y de turismo detectadas en las AMPs, debemosreconocer que las posibilidades de equilibrio dentrodel sistema turístico (Santana Talavera, 1997) son ma-

yores. El mismo ha podido afrontar importantes restric-ciones de uso del territorio y de los recursos afectadaspor las medidas de protección, frente a la situación de-venida para otras actividades como la pesca artesanalen L’Estartit. Muy probablemente la pesca artesanal pre-cise de una atención diferenciada en áreas costeras don-de se proyectan importantes desarrollos turísticos. Aun-que esta petición no es resultado de una típica asunciónpesimista sobre la acción de la actividad turística enáreas costeras. Los datos están demostrando que el de-venir de las actividades de pesca y de turismo no tie-nen por qué ser excluyentes. Más allá de los efectos deretroceso del sector pesquero comúnmente descrito so-bre muchas poblaciones litorales españolas, bajo cier-tas condiciones, las unidades domésticas vinculadas ala pesca han llegado a incorporar relevantes estrategiasde explotación turística, directa e indirectamente rela-cionadas con cada área protegida.

En este libro hemos analizado importantes variacio-nes en los patrones de uso de diferentes recursos lito-rales, originalmente empleados por los pescadores pro-fesionales casi en exclusiva; con su consiguiente cambiode valor, atendiendo a nuevos parámetros culturales,y bajo nuevas demandas y cánones estéticos, recreati-vos o científicos. Vimos además cómo las diferentes lec-turas o interpretaciones sobre esos recursos, patrimo-nializados bajo las figuras de AMP, podían favorecer lasvías de apropiación o consolidación de unos usos fren-te a otros. Detectamos, especialmente en el área de L’Es-tartit-Islas Medas, que los cambios de valor introduci-dos bascularon la balanza del uso de los recursoscontenidos en el AP hacia las actividades no extractivasy no desempeñadas por los pescadores profesionales.

Controlados por actores locales vinculados al sec-tor pesquero o bien por otros relacionados con el sectorde la hostelería, lo que hallamos además en las dospoblaciones son diferentes versiones de los mismosrecursos y elementos patrimoniales, consolidados co-mo especies de interés pesquero, turístico y científico.El valor de uso y de cambio de cada bien o elemen-to afectado por las declaraciones proteccionistas resultóser diferente para los diversos interesados (stakehol-ders); dependiendo de la estrategia de explotación em-prendida por cada uno (o colectivo de interesados),del sector de mercado hacia el que se dirigiera ese biencuando era apropiado, y dependiendo de las posibili-dades de satisfacción. Recordemos, por ejemplo, queuna vez limitado el buceo en cada AMP, el consumode bienes turísticos estaba tremendamente circunscri-to a unas posibilidades y empresas concretas, aunque

Reflexiones finales y conclusión

187

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 187

Page 190: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

se siguiera hablando de espacios y recursos marinoscomo bienes públicos. Por encima de la generaliza-ción sobre la promesa del “efecto reserva” o repobla-dor, en los dos casos presentados en este libro, las li-mitaciones al recurso impuestas tras las declaracionesproteccionistas poseyeron desiguales efectos econó-micos para cada colectivo de la población. En este sen-tido dudamos de aquellos discursos que enlazan, casicomo un hecho automático, la declaración de AMPsal desarrollo del turismo marino, y a la generaciónde beneficios económicos. Tal y como desconfiamosde las narrativas que hacen extensibles dichos bene-ficios a grandes capas de población.

La participación de los agentes en las institucionescreadas para gestionar las AMPs debería ser una varia-ble sujeta a revisión en los planes de gestión de este ti-po de figuras. Sabemos que dicha revisión puede re-sultar problemática, en la medida en que habría quedecidir qué institución debería revisarla, bajo qué crite-rios y con qué alcance. Pero creemos que con ello se po-drían evitar situaciones, por ejemplo, de monopolio o in-movilismo en la gestión, tal y como sucediera en el APde las Islas Medas. Y que se podría atender mejor a lasdinámicas necesidades de los grupos de población in-volucrados o afectados por estas medidas. Un diseño ins-titucional inadecuado puede inducir a conflictos de di-versa índole. Por ejemplo enfrentando o soterrandoagentes interesados en la localidad, acabando con susactividades, o con su capacidad de decisión sobre los te-rritorios y los recursos tradicionalmente empleados. Unamejor o “buena gobernanza” pasa por considerar las ca-racterísticas sociohistóricas, organizacionales, socioeco-nómicas, pero también coyunturales de los grupos depoblación local donde se implementan las medidas deprotección. Los sistemas de gobierno deben ser sensi-bles, inclusivos, flexibles y atender a la precaución(Chuenpagdee y Jentoft, 2007; Jentoft, 2007a). Las AMPsabren nuevas oportunidades pero también imponen im-portantes restricciones, pudiendo su gestión conducir ha-cia el debilitamiento de grupos de implicados presentesen el litoral. Estamos seguros que mejores diseños ins-titucionales, implementados desde un enfoque que con-sidere las particularidades y las diferentes variables queintervienen en la práctica de la participación a lo largodel tiempo, favorecen la adaptabilidad de los grupos so-ciales frente los cambios que acaecen sobre el litoral. Es-to es, incrementan su capacidad de adaptación o –comoalgunos autores prefieren– su resiliencia160.

Una de las reflexiones a subrayar después de reali-zar esta investigación es la gran variabilidad que presen-

tan las figuras de protección marina; hecho que con-duce a efectos, impactos y procesos divergentes en losescenarios locales. Ello se enfatiza si tenemos en cuen-ta la diversidad de condiciones de partida en las que na-cen las AMPs, que tienen que ver con condiciones na-turales, socioeconómicas y de gobernabilidad. Ladesatención de la dimensión social de la protección ex-plica en parte el desinterés y la reducción de la partici-pación aun en los proyectos mejor acogidos por la po-blación local. Especialmente cuando se plantean ogeneran a través de órganos e instituciones, ante los quelos diferentes usuarios no se sienten representados. Laverticalidad en los sistemas de gestión limita las posibi-lidades y la flexibilidad de las respuestas que puedenser aportadas a nivel local, frente a los retos de gestiónmarítimo-costera. Los pescadores de La Restinga y losempresarios de buceo de L’Estartit asumieron las posi-bilidades abiertas por las medidas de protección, en lamedida en que entendieron también que era plausibleemplear aspectos concretos derivados de la implemen-tación de estas figuras para mejorar sus condiciones devida. Por encima de las estructuras de gestión de AMPs,es la población local en su conjunto la que garantiza lalegitimidad de las instituciones creadas y de aquellos queparticipan de su mantenimiento.

Podemos concluir con una idea que quizás sea unode los elementos centrales de este libro: la gobernabi-lidad de las áreas protegidas comienza con su nacimien-to, o mejor dicho, antes de su nacimiento. Es necesarioenfatizar los esfuerzos que hay que colocar sobre lasetapas tempranas de los espacios protegidos, tanto enmar como en tierra. Las AMPs dependen en gran me-dida de los consensos que lleguen a ser generados, tan-to entre los grupos de población local, otros colecti-vos de usuarios e interesados, como para con losdiversos entes de la Administración. Dudamos de la efec-tividad de las imposiciones, de las decisiones tomadaspor unos pocos, y de los modelos que se extrapolan sintener en cuenta el contexto. Las áreas protegidas, reciénnacidas, necesitan de atención y consenso, no conflictosa su alrededor. Aunar imágenes, voluntades, intencio-nes e incluso intereses –especialmente en las primerasetapas de diseño e implementación de las mismas– pue-de rendir dividendos sustanciales, en términos de go-bernabilidad, para el futuro.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

188

160 Entendida no como mera elasticidad sino como capacidad de un sistema

para experimentar el cambio y las perturbaciones, manteniendo, a pesar de

ello, cierta forma de control sobre su integridad inicial (Breton, 2006: 12).

07.Proteger desde las Culturas (Capitulo 7) 15/5/12 20:57 Página 188

Page 191: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Aquest treball161 s’ha desenvolupat a un espai dinàmici heterogeni, localitzat sobre una zona d’interacció i detrànsit entre dos ambients: un d’aquàtic i un altre terres-tre. El litoral és un àrea rica en innovacions, estructuresi fluxos de tot tipus, però al seu torn és tremendamentfràgil en termes socials i ecològics. En aquest context,les Àrees Marines Protegides-AMP, han sorgit intentantdonar resposta a una gran varietat de problemes relacio-nats amb l’extensió, amb les característiques dels usoshumans del litoral i amb els seus efectes.

Actualment existeixen 25 AMP a Espanya, amb dife-rents categories, objectius i col·lectius implicats; a mésd’altres espais protegits a l’empara de figures com les deParc Nacional. Des que als anys 70 s’elevessin les prime-res demandes de creació d’aquests espais, han proliferatels estudis sobre els impactes ecològics de les mesuresproteccionistes, però són escassos els treballs relacionatsamb els efectes socio-econòmics i socioculturals. Aquesttreball pretén contribuir a suplir aquesta manca, en part,parant esment a les interaccions entre els actors, els grups

189

Resum

161 Recull part de la Tesi Doctoral de Sra. Raquel de la Creu Modino: “Turisme,

pesca i gestió de recursos en la Reserva Marina Punta de la Restinga-Mar

de las Calmas (El Hierro, Islas Canaries) i l'Àrea Natural Protegida de les

Illes Medes (Girona, Catalunya)” codirigida pel doctor José J. Pascual Fer-

nández i el doctor Agustín Santana Talavera. i defensada a la Universidad

de la Laguna, Facultad de Geografia e Història, al desembre de 2008.

Aquest treball va comptar amb el suport econòmic del Gobierno de Ca-

naries, havent-hi la seva autora rebut una beca per a la realització de Te-

sis Doctorals per Resolució de la Dirección General de Universitats e In-

vestigación de 2 d'octubre de 2003 (BOC núm. 205, de 21 d'octubre). El

treball de camp realitzat es va sufragar econòmicament a través dels pro-

jectes de recerca: Reserves marines i poblacions de pescadors litorals:

impactes i estratègies per a un desenvolupament sostenible [REF: Ren

2001/3350/MAR]. Reserves Marines; Gobernanza y Desarrollo Sostenible:

La Activitat pesquera litoral frente al desarrollo turístico y las estrategias

de diversificación [REF: SEJ2006-0629/SOCI]. Finançat pel Ministerio de

Ciencia y Tecnologia, Dirección General de Investigación. L'investigador prin-

cipal del qual va ser el doctor José J. Pascual Fernández. Women in fishe-

ries and Aquaculture in Europe [REF: Q5TN-2002-01560 CCE DG Pesca, 5.º

PCRD]. Financiado por la Dirección General de Pesca, Unió Europea i coor-

dinado per la Dra. Katia Frangoudes (Universitat de Bretanya Occidental-

CEDEM). European Marine Protected Areas as Tools for Fisheries manage-

ment and conservation [REF: EMPAFISH, Contract n.º 006539]. Financiado

por la Dirección general de Pesca, Unió Europea, y coordinado por el doc-

tor Ángel Pérez Ruzafa (Universitat de Múrcia). L’anàlisi exposat i realitzat

en aquestes pàgines s'ha revisat a col · lació dels projectes: L'anàlisi de go-

vernabilitat aplicat al procés de creació d’àrees marines protegides [GO-

BAMP, Ref. CSO2009-09.802], liderat per José J. Pascual Fernández. I el

projecte post-doctoral de Raquel de la Creu Modino: El procés de creació

de AMPs i el seu impacte en la governabilitat: anàlisi d'escenaris de múlti-

ple ús amb pesqueries i turisme; amb la finacciación del Ministeri d'Educa-

ció a través de la Fundació Espanyola per a la Ciència i la Tecnologia.

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 189

Page 192: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

socials i institucions involucrades en la gestió de les AMP.Hem pres en consideració els acords amb els qualsaquests actors persegueixen solucionar problemes socialso crear oportunitats al voltant de les AMP, i ens hem pre-ocupat per les institucions socials en les quals les sevesactivitats de govern tenen lloc des de la perspectiva dela goverança interactiva (Kooiman, 2005).

Les tasques de recerca realitzades es van iniciar al2003 amb una substancial tasca de documentació i apli-cació in situ de les tècniques apropiades als casos.Va ser necessària la combinació d’eines quantitatives iqualitatives atenent a les peculiaritats de les àrees il’objecte d’estudi. La recerca es va recolzar principal-ment en l’observació participant, entrevistes estructu-rades i no estructurades, enquestes, anàlisis d’imatge,censos i estadístiques. Les àrees d’estudi selecciona-des, van ser La Restinga (El Hierro, Illes Canàries) iL’Estartit (Girona, Catalunya), però aquest treball engeneral es nodreix d’experiències i altres treballs rea-litzats durant el període 2003-2007 sobre altres AMPcanàries i peninsulars, en el marc de diferents pro-jectes de R+D desenvolupats pel grup d’investigacióPesca, turisme, migracions i gestió de recursos naturals162.Especialment rellevants han estat les aportacions delsequips liderats pel doctor Juan Luís Alegret Tejero163,el doctor Alberto Brito164 i el doctor Lluís Mundet i Cer-dan165 que treballen en les localitats de la Restinga iL’Estarit des de fa dècades; així com el contacte i eltreball actiu amb el personal del Grupo de ReservasMarinas del Centro Oceanogràfico de Canaries (Insti-tuto Español de Oceanografia).

A través del treball realitzat hem comprovat quesempre que es declara i implementa un àrea protegi-da, el que es produeix és una selecció d’usos i una in-evitable exclusió d’usuaris, o almenys una severa limi-tació en les formes en les quals certs agents podenexplotar l’entorn marí. Al seu torn, les figures de AMPhan introduït una dinàmica de supervisió externa sis-temàtica, que no sempre és coneguda i assumida per

tots els usuaris amb precisió, especialment en els mo-ments previs a les propostes de AMP o a les seves pri-meres etapes de disseny i implementació.

Amb aquest treball mostrem que durant els primersanys de protecció del medi ambient marí a Espanya,el paper atorgat a la societat civil ha estat reduït en totsels tipus de AMP creades. En els anys 90 es van imple-mentar la majoria dels sistemes de gestió verticals quehem detectat on, l’Estat, representat a través d’algunade les seves administracions, ocupa encara avui el llocmés alt i important en la cadena de presa de decisions.Malgrat això destaca el paper que l’Estat, a través dela Secretaria General de Pesca Marítima –SGPM– (ac-tualment Secretaria General del Mar), ha atorgat alspescadors professionals en el context de les ReservesMarines d’Interès Pesquer –RMIP–, legitimant-los i pre-sentant-los com els principals usuaris i interessats d’a-questes àrees. En les AMP creades i gestionades úni-cament per les Comunitats Autònomes –CC.AA.– elspescadors professionals també estan presents, però enalguns casos hem comprovat que ho fan de forma gai-rebé testimonial i diluint-se enfront d’una àmplia re-presentació dels més variats col·lectius. Aquesta situa-ció ha estat descrita en el cas de l’òrgan de gestió del’àrea protegida de les Illes Medes.

Tant en La Restinga com a L’Estartit hem detectatque diferents grups de població, vinculats tant a la pes-ca artesanal o costanera, com al turisme, són capa-ços de proposar i acceptar les figures de protecció ate-nent als efectes particulars que les mesures restrictivespoden generar sobre les seves activitats socio-econò-miques concretes. Existeix, des de fa dècades, una per-cepció general que els ecosistemes i els recursos ma-rins es troben altament afectats a causa de l’accióhumana. Però els col·lectius i grups de població local,en els nostres dos casos d’estudi, s’han sumat als dis-cursos i accions de protecció, no únicament a partird’aquest reconeixement, sinó aprofitat les figures le-gals i els desenvolupaments institucionals, per prote-gir “a la seva mesura” els recursos i territoris dels qualsdepenen per a les seves activitats. Els pescadors pro-fessionals de la Restinga i els empresaris del subma-rinisme-allotjament de L’Estartit, participant en la pos-ta en funcionament i en certs aspectes de la gestióde cada AMP, han reinventat el control, que abans acon-seguien mitjançant el coneixement o a través d’acordsinformals amb altres usuaris dels recursos, sobre cadaespai protegit.

Després de descriure l’estructura dels sistemes degovern implementats en les AMP de la Restinga i

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

190

162 El Grupo de Investigación Pesca, Turismo, migraciones y gestión de recur-

sos naturales –PESCATUR– pertany a la Universidad de La Laguna (Teneri-

fe, España) y es troba adscrit al Instituto de Ciencias Políticas y Sociales de

dita universitat.163 Don Juan Luís Alegret Tejero es professor de la Universitat de Girona, De-

partament d’Història i Història de l’Art.164 Don Alberto Brito es Catedrátic de Zoología Marina de la Universidad de La

Laguna.165 Don Lluís Mundet i Cerdan es professor de la Facultat de Turisme de la Uni-

versitat de Girona, Departament de Geografía.

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 190

Page 193: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

de L’Estartit-Illes Medes hem arribat a la conclusió quela inclusió dels representants dels grups de poblacióimplicats en cada AMP, en els seus òrgans de govern,no constitueix un indicador fidel del poder que real-ment ha exercit cada col·lectiu present, de manera efec-tiva, al llarg dels anys. Dins de cada òrgan es van es-tablir aliances, va haver-hi diferents enfrontaments,alguns membres pràcticament no han intervingut enles negociacions, i uns altres en canvi les han copat,i han fet valer els seus interessos al llarg del temps,malgrat que es trobaven en minoria. La participaciómai es desenvolupà de manera homogènia, i un ma-teix col·lectiu, al llarg del temps, dins d’un mateix òr-gan i mantenint uns mateixos mecanismes de partici-pació, pot presentar dinàmiques i nivells desigualsd’implicació, fins i tot conservant la mateixa represen-tació formal. Una de les principals conclusions que ex-traiem del nostre estudi és el reconeixement que la in-clusió de múltiples agents en els òrgans de gestió deles AMP no implica l’exercici de la “pluralitat” al go-vern, ni una gestió sense conflictes.

Encara que en termes generals els elements natu-rals protegits es presenten com a recursos d’ús gratuïti d’interès públic, però en la pràctica, en el marc deles AMP, aquests recursos han estat apropiats per di-ferents grups d’interès, de manera virtual, material iritualment. En tots dos casos, al llarg dels anys, s’-han anat creant mecanismes d’exclusió que han refor-çat el sentiment de pertinença i el control efectiu so-bre aquests, en el marc de les AMP per part dedeterminats grups socials que els identificaven com a“propis”. Prenent com a exemple ús turístic de les AMP,hem comprovat que, en ocasions, les mesures de res-tricció han donat com resultat un increment global del’ús recreatiu d’aquestes àrees, estimulant noves for-mes d’utilització dels recursos marins. Els productes iles activitats turístiques desenvolupades sobre les AMPde la Restinga i L’Estartit han servit per estimular eldesenvolupament turístic global dels dos enclavaments.No obstant això, ambdues poblacions, convertides enmicro-destinacions turístiques de submarinisme, hanhagut de fer front a tendències globals comunes a al-tres destinacions i productes. A més, en els dos casos,els rendiments econòmics directes de l’explotació tu-rística dels espais protegits s’han concentrat en mansd’unes poques empreses o grups locals de població.Aquestes dades ens han conduït finalment a relati-vitzar el denominat “efecte atracció” de les AMP i elsbeneficis atribuïbles a l’explotació turística d’aquestesfigures.

Existeix una legitimitat diferenciada entre els usua-ris del patrimoni, la qual pot quedar afectada durantla creació de les figures d’AMP i que en qualsevol cas,ha de ser reconeguda prèviament als processos de cre-ació de les figures. El reconeixement de la legitimitatdiferenciada entre els diferents usuaris de les AMPno té perquè ser un element conflictiu a priori. No obs-tant això, quan la implementació de les figures protec-cionistes es duu a terme no reconeixent tals diferèn-cies, o legitimant a uns usuaris diferents dels consideratsrellevants pel conjunt de la població local, molt pro-bablement es generaran resistències i conflictes entreuns usuaris i uns altres.

Comparant la situació dels col·lectius vinculats a lapesca artesanal en La Restinga i L’Estartit, hem identi-ficat una sèrie de factors que expliquen les diferènciesen la capacitat mostrada per cada grup per involucrar-se en la gestió del recurs en el marc de les *AMP:

a) L’èxit i/ o fracàs d’experiències col·lectives pas-sades, relacionades amb la co-gestió o gestió lo-cal del recurs.

b) El suport de les administracions i les caracterís-tiques de certes institucions com les Confraries.Considerem que quan l’Estat, representat per lesseves Administracions, o fins i tot les institucionscreades per gestionar les AMP, van contradir pro-fundament a les organitzacions de pescadors iles decisions locals, la capacitat de decisió i laposta en marxa d’accions col·lectives per partd’aquests, es van veure severament entorpides.Això, a més ha pogut contribuir a la seva margi-nació, com ha succeït a L’Estartit amb el col·lec-tiu de pescadors artesanals locals en el marc delConsell Assessor de l’Àrea Protegida de les IllesMedes.

c) Les situacions de canvi socio-econòmic ràpid, il’expansió d’un sector serveis poc connectat ambel sector pesquer artesanal, com descrivim per aL’Estartit i en oposició al control local dels re-cursos, considerat com una qüestió clau a laRestinga.

d) L’existència de diferents grups d’usuaris oposatso amb interessos enfrontats capaços de desen-volupar múltiples usos sobre els mateixos recur-sos. Això va resultar especialment conflictiu quanexistien poques oportunitats d’exclusió d’usos iusuaris, i quan es va tractar d’usos alternatius, ode diferents als tradicionalment exercits pels pes-cadors; tal com hem identificat a l’àrea de les

Resum

191

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 191

Page 194: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Illes Medes sobre les quals s’han anat multipli-cant les accions concretes d’ús recreatiu i on hemconstatat importants enfrontaments entre unsempresaris turístics i uns altres.

Entenem i defensem, a la llum dels resultats d’aquesttreball, que certs dissenys institucionals, implementatsdes d’un enfocament realment participatiu, això és, unenfocament que consideri les particularitats i les dife-rents variables que intervenen en la pràctica de la par-ticipació al llarg del temps, afavoreixen l’adaptabilitatdels grups socials als canvis que esdevenen sobre el li-toral. Però existeix una sèrie d’idearis o assumpcionsque necessiten encara ser revisats per a la millora delsdissenys institucionals de les AMP espanyoles.

La gestió d’una AMP no es pot valorar únicamenta partir dels mitjans dedicats a la seva ordenació o man-teniment. No pot ser analitzada exclusivament sobre elpaper a través de les seves ordres i regulacions. De lamateixa manera, les conseqüències i efectes de les AMP,no poden mesurar-se únicament a partir dels rendi-ments econòmics o ecològics que aquestes puguin pro-duir. Les AMP afecten a les formes en què les personeses relacionen amb el seu medi ambient. Poden afec-tar a la manera en què els grups d’interessats s’identi-fiquen i es posicionen, tant front de les AMP, com frontd’altres usuaris. I per descomptat, influeixen en la for-ma com tots aquests s’organitzen i negocien les sevesestratègies d’ús i apropiació de cada àrea, i dels re-cursos naturals que empren per a la seva reproducciósocial. És necessari reflexionar sobre la governabilitatde les Àrees Marines Protegides, al nostre país i en elcontext mundial, des de les etapes primerenques deconcepció els espais protegits, tant en mar com en te-rra. Podem concloure amb una idea que potser siguiun dels elements centrals d’aquesta tesi: les condicionsde governabilitat de les àrees protegides comencen agestarse abans del seu naixement. Les àrees protegides,

necessiten d’atenció i consens, no de conflictes al seual voltant, i han de respondre a les necessitats sentidesi expressades per les poblacions locals i usuaris. Per ai-xò, conjuminar imatges, voluntats, intencions i fins i totinteressos (especialment en les primeres etapes de pro-posta i disseny d’aquestes figures) pot rendir dividendssubstancials, en termes de governabilitat per al futur.Creiem que el paper dels investigadors socials enaquests processos ha estat durant llarg temps reduït,però que les possibilitats d’utilitzar models d’investiga-ció-acció participativa en aquest àmbit generen espe-rances de cara al futur. Creiem que les AMP poden aju-dar al desenvolupament socioeconòmic i socioculturaldels grups i poblacions de pescadors litorals, des del’òptica o meta de la sostenibilitat en l’ús dels recursosnaturals. Però encara fa falta definir més clarament quinssón els objectius socials de les mesures de protecció;i avançar en la comprensió del caràcter multidimensio-nal de la gestió de les AMP al nostre país. Conside-rem que la implicació dels usuaris des del principi, desde la fase de plantejament i proposta d’una AMP, cons-titueix un factor clau per avançar en la implementa-ció d’estructures de gestió més democràtiques. Però en-tenem també que la participació dels agents ha de seruna variable subjecta a revisió en els plans de gestiód’aquest tipus de figures. Aquesta revisió pot resultarproblemàtica en la mesura en què caldria decidir quèinstitució hauria de revisar-la, baix quins criteris i ambquin abast. Però creiem que amb això es podrien evi-tar situacions, per exemple, de monopoli o immobi-lisme en la gestió. En definitiva, direm que és necessa-ri estendre la recomanació de la FAO, sobre la necessitatde desenvolupar una major experimentació abans deformular afirmacions definitives sobre la possible fun-ció de les AMP en l’àmbit de l’ordenació pesquera endiferents circumstàncies166, sobre les restants activitats iels diferents col·lectius socials implicats en elles, en elsespais protegits.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

192

166 FAO (2005), Zonas Marinas Protegidas (ZMP) y Pesquerías. Comité de Pes-

ca, 26.º período de Sesiones. Roma (Italia, 7-11 de marzo de 2005).

A www.fao.org/newsroom/es/news/2005

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 192

Page 195: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

This work167 has been developed on a dynamic andheterogeneous space, located in an area of interactionand transit between two environments: aquatic andother terrestrial. The coast is an area rich in innovations,structures and flows of all kinds, but is itself extremelyfragile in social and ecological terms. In this context,Marine Protected Areas –MPAs– have emerged tryingto answer a wide range of problems related with theextension and the characteristics of human coastal usesand their effects.

Currently there are 25 MPAs in Spain, with differentcategories, objectives and stakeholder groups involved.

There are also other protected areas combining aquaticand terrestrial areas, covered by figures such as theNational Park. Since the 70s, when the first demandsof creating these spaces appeared, there have beenmultiple studies focused on the ecological impacts ofthe protectionist measures, but there are few studiesrelated with the socioeconomic and cultural effects ofthose figures. This work has sought to help fill the gap,paying attention to interactions between actors, socialgroups and institutions involved in the managementof MPAs. We took into consideration the agreementswith these actors seeking to solve social problems or

193

Summary

167 It reproduces part of the PhD of Raquel de la Cruz Modino “Tourism, fishing,

and natural resources management, in the Punta de La Restinga- Mar de

Las Calmas marine reserve (El Hierro, Islas Canarias) and Medes Island

Protected Areas (Girona, Cataluña)”; developed under the supervision of

doctor don José J. Pascual Fernández & doctor don Agustín Santana Talavera;

University of La Laguna, Faculty of Geography and History, December 2008.

The work had the economical support from the Canarian Government. The

fieldwork developed was financed by several reserach projects such as:

Reservas marinas y poblaciones de pescadores litorales: impactos y

estrategias para un desarrollo sostenible [REF: Ren 2001/3350/MAR]; and

Reservas Marinas, Gobernanza y Desarrollo Sostenible: La Actividad

pesquera litoral ante el desarrollo turístico y las estrategias de diversificación

[REF: SEJ2006-0629/SOCI]. Both funded by the Ministry of Science and

Technology of Spain and led by doctor José J. Pascual Fernández. And also

the European projects: Women in fisheries and Aquaculture in Europe [REF:

Q5TN-2002-01560 CCE DG Pesca, 5 PCRD]; coordinated by Dra. Katia

Frangoudes (University of Bretagne-CEDEM). And European Marine Protected

Areas as tools for Fisheries management and conservation [REF: EMPAFISH,

Contract n.º 006539]; coordinated by doctor Ángel Pérez Ruzafa (University

of Murcia). The analysis presented has been revised under the projects:

The analysis of governance as applied to the process of creating marine

protected areas [GOBAMP, Ref. CSO2009-09 802], led by José J. Pascual

Fernández. And the post-doctoral project of Raquel de la Cruz Modino: The

process of creating MPAs and their impact on governance: analysis of

multiple-use scenarios with fisheries and tourism; supported by the Spanish

Ministry of Education and the Spanish Foundation for Science and Technology.

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 193

Page 196: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

create opportunities around MPAs. We have askedabout the social institutions in which governmentactivities have taken place, from a perspective close tothe interactive governance (Kooiman, 2005).

The research work began in 2003 with a substantialdocumentation task and the application of appropriatetechniques in each case in situ. The study areas selectedwere La Restinga (El Hierro, Canary Islands) andL’Estartit-Medes Islands (Gerona, Catalonia). It wasnecessary to combine quantitative and qualitative tools,taking into account the peculiarities of the areas chosenand the objective of our study. The research was basedon participant observation, structured and unstructuredinterviews, surveys, image analysis, census and statistics.For the reconstruction of the story of each MPAproposition and declaration, we have used manydocumentary sources such as newspapers, meetingsummaries, and scientific reports elaborated from thefirst marine protect proposals in each area. The fieldworktoke place between 2003 and 2007.

This work is linked with other Spanish MPAsresearch made during the same period in other SpanishMPAs, under different scientific projects realized by theresearch group Fishing, tourism, migration andnatural resource management 168. During these yearsthe contributions of the teams lead by doctor Juan LuisAlegret Tejero (University of Gerona), doctor AlbertoBrito (University of La Laguna) and doctor Lluís Mundeti Cerdan (University of Gerona), which are working inL’Estartit and La Restinga for some decades, were crucial.The contact and cooperation with the Marine ReservesGroup of the Canarian Oceanography Centre (SpanishInstitute of Oceanography) were also been important.

Throughout our research, we have found that whena protected area is declared and implemented, a selectionof users and uses is inevitably produced, or at leastseveral limitations on the ways in which some agentsmay exploit the marine environment. In addition, MPAsintroduce a dynamic and systematic process of externalmonitoring and management, the details of which arenot always well known and accepted by all users,especially at the beggining of the MPA proposals or inthe early stages of their designs and implementation.

In these pages we show that during the first yearsof the marine environment protection in Spain, the role

given to civil society has been reduced, in all types andcases of MPAs. In the 1990s most of the verticalmanagement systems were implemented, with the State(represented by some of their administrations)occupying the highest position and the most importantrole in the decision-making chain. Despite this, it isremarkable that the State, through the GeneralSecretariat of Maritime Fishing –SGPM– (currentlyGeneral Secretariat of the Sea) gave at the professionalfishers some power in the context of the MarineReserves with Fishing Interest –RMIP–, legitimizing andpresenting them as the principal users and the principalstakeholders in these areas. In MPAs created andmanaged by the Autonomous Communities –CC.AA.–professional fishers are also participating, but in somecases their role is only symbolic and their voice dilutedinto the representation of the most varied groups. Thissituation has been described in the case of themanagement of the protected area of the Medes Islandsin L’Estartit.

In La Restinga and L’Estartit we have found differentpopulation groups, linked with fishing and tourismactivities, proposing and accepting the MPAs takinginto account the particular effects that these restrictivemeasures may cause on their specific socio-economicactivities. A general perception that ecosystems andmarine resources are highly impacted due to humanaction is accepted. But stakeholders groups and localpopulations, in our two case studies, have acceptedand supported protection actions and measures notonly from this recognition. They have used MPA andtheir institutional developments, to protect “itsmeasurement” resources and territories relevant fortheir activities. The fishers of La Restinga and touristentrepreneurs of L’Estartit, participating in theimplementation and management of each MPA, haveintensify the control on each area, previously reachedthrough knowledge or informal agreements with otherresource users.

After describing the structure of governing systemsimplemented in the MPAs of La Restinga and L’Estartit-Medes Islands, we have concluded that the inclusionof a variety of representatives from the different usergroups involved in each MPA is not a true indicator ofthe power effectively exercised by each group over theyears. Inside of each governing body many allianceswere established, there were several confrontations,some members hardly participated in negotiations andothers however monopolized all discussions, defendingtheir interests over time even in a minority. Participation

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

194

168 This research group is led by doctor don José J. Pascual Fernández,

and is located at University of La Laguna (Tenerife, Spain) inside the Insti-

tute of Social and Political Sciences.

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 194

Page 197: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

never developed in uniform ways, and, over time,stakeholders groups, inside the same governing body,keeping the same mechanisms of participation, havedifferent dynamics and levels of involvement, evenwhen enjoying the same formal representation. Oneof the main conclusions that we draw from our studyis the recognition that the inclusion of multiple actorsin the governing bodies of MPAs does not involve oneexercise of “plurality” in the government, nor amanagement without conflicts.

In general terms, the protected natural elements (areasor resources e.g.) are defended as free-use resourceswith public interest. But, in the context of MPAs, in theday to day, they are appropriated by various interestgroups, by different ways using the implementationmechanisms of each MPA. In La Restinga and MedesIslands MPAs, over the years, new sets of exclusionmechanisms have been developed by stakeholder groups,new and old, that have reinforced a sense of ownershipand effective control over them. Taking the example ofthe tourism use of the MPAs, we have found that therestrictive measures sometimes resulted in an overallincrease of the recreational use of these areas,encouraging new uses of the marine resources, butcontrolled and managed by a few stakeholders groups.The products and the tourism activities developed in theL’Estartit and La Restinga MPAs have served to encouragethe global tourism development in the two villages.However, in both cases, the direct economic returns oftourism exploitation of protected areas are concentratedin the hands of a few companies or local groups. Thesedata have led us to relativize or reconsider some effectsof the MPAs, the consequences of some touristmanagement measures and also the benefits of the touristexploitation of the MPAs.

There is a differentiated legitimacy among heritage’users, which may be affected during the implementationof the MPAs. And in any case, this legitimacy must berecognized before at the implementation process of theprotection measures. The recognition of the legitimacydifferentiated between different users of the MPA doesnot have to be a conflictive question a priori. However,when the implementation of the MPAs takes placewithout recognizing these differences, or legitimizingsome users differ from those relevant for the wholelocal population, it may generate some resistance andconflict between users and governing systemsimplemented.

Comparing the situation of each group linked withthe artisanal fishing activity in La Restinga and L’Estartit,

we identified a number of factors explaining thedifferences in the ability displayed by each group toengage in the resource management in the contextof MPAs:

a) The success or failure on passed collectiveexperiences, related to the co-management orlocal resource management

b) The support of the Administration and thecharacteristics of certain institutions, such asfisher’s associations (Cofradías). We believe thatwhen the State, represented by its administrations,or even the institutions created to manage theMPA have profoundly contradicted the fisher’sorganizations and local decisions, the decision-making and the collective action developmentwere severely hampered. This may have alsocontributed to fishers’ marginalization, as hashappened in L’Estartit with the group of localfishers inside of the Protected Area governingbody.

c) The situations of rapid socioeconomic changeand the expansion of one service sectordisconnected with the artisanal fishing sectorwere estimated as key issue in both cases withdifferent results.

d) The existence of different user groups withconflicting interests developing multiple usesover the same resources. This was particularlytroubling when there were few opportunities forthe exclusion of any users, and when their useswere alternative or different from thosetraditionally exercised by fishers.

Considering the results of this work, we understandand defend that certain institutional designs, deployedfrom a truly participatory approach, considering theparticularities and the different variables involved inthe practice of participation throughout time, encouragethe adaptability of the social groups to changes thatoccur on the coast.

There are a number of assumptions that still needto be revised to improve the institutional designs ofthe MPAs, before speaking about management andlocal development. The management of an MPA cannotonly be evaluated with regard to technical managementquestions or elements but regarding a range of socialand cultural aspects. MPAs cannot be analyzedexclusively through ist rules and regulations. Similarly,the consequences and effects of each MPA cannot be

Summary

195

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 195

Page 198: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

measured only from the economic and theenvironmental results and perspectives. MPAs affectthe ways people interact with their environment. Theyaffect the ways in which stakeholders are identifiedand positioned relative to the MPA and other users andstakeholders, claiming their historical rights andrecognition for example. MPAs influence how all theseare organized and how they negotiate their uses andappropriate strategies for each area and naturalresources used for their social reproduction.

We argue that there is a need to reflect about thegovernance of marine protected areas in our countryand the global context, from the early stages ofdesigning protected areas, at sea and on land. It isimportant to recognize that: the conditions ofgovernance of protected areas begin to take shapebefore their initiation. Protected areas need attentionand consensus, not conflict around it, and they mustbe responsive to the needs felt and expressed by localpeople and stakeholders. Therefore, combining images,desires, intentions and even interests, especially in theearly stages of proposal and design of these figures,can yield substantial dividends in terms of governancefor the future. We believe that the role of socialresearchers in these processes has long been

underestimated. We are convinced that MPAs can helpeconomic development of different socio-culturalgroups and coastal fishing communities, from the pointof sustainability in the use of natural resources. But westill need to define more clearly the social objectivesof the protection measures, and advance theunderstanding of the multidimensional nature of MPAmanagement. The involvement of users from thebeginning, from the stage of a proposed approach andMPA, is a key factor for progress in implementingdemocratic management structures. This includes therecognition that the involvement of agents can be avariable subject to review management plans of theMPAs over time. Of course this may be problematic tothe extent that one would have to decide whichinstitution should review it, under what criteria and towhat extent. But we understand that this situation couldavoid, for example, monopolistic or immovablesituations in the MPA management. In short, it isnecessary to extend the FAO169 recommendation on theneed to develop more experimentation before makingdefinitive statements about the potential role of MPAsin the field of fishery management in differentcircumstances, on the other activities and differentsocial groups generally involved in protected areas.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

196

169 FAO (2005), Zonas Marinas Protegidas (ZMP) y Pesquerías. Comité de Pesca,

26º período de Sesiones. Roma (Italia, 7-11 de marzo de 2005). En

www.fao.org/newsroom/es/news/2005

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 196

Page 199: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

AAS, C.; LADKIN, A.; FLETCHER, J. (2005). “Stakehol-der collaboration and heritage management”, Annalsof Tourism Research, 32(1): 28-48.

ABERS, R. N. (2007). “Organizing for Governance: Buil-ding Collaboration in Brazilian River Basins”, WorldDevelopment: 1-14.

ACOSTA PADRÓN, V. (2003). El Hierro (1900-1975),Apuntes para su historia, Valverde, El Hierro: Cabildo in-sular de El Hierro, Centro de la Cultura Popular Canaria.

ACHESON, J. M. (1981). “Anthropology of fishing”,Annual Review of Anthropology, 10: 275-316.

– (1989). “Where have all the exploiters gone? Co-ma-nagement of the Maine lobster industry”, en BERKES,F. (Ed.), Common property resources: Ecology and com-munity-based sustainable development (pp. 199-217),Londres: Belhaven Press.

AGARDY, M. T. (1993). “Accommodating Ecotourismin Multiple-Use Planning of Coastal and Marine Pro-tected Areas”, Ocean & Coastal Management, 20(3):219-239.

– (1994). “Advances in marine conservation: The roleof marine protected areas”, Trends in Ecological Evo-lution, 9(7): 267-270.

– (2000a). “Effects of fisheries on marine ecosystems:a conservationist’s perspective”, ICES Journal of Ma-rine Science, 57(3): 761-765.

– (2000b). “Information needs for marine protected are-as: Scientific and societal”, Bulletin of Marine Science,66(3): 875-888.

– (1999). “Creating Havens for Marine Life”, Issues inScience & Technology, 16(1): 8, 37-44.

AGARWAL, S. (2002). “Restructuring seaside tourism: TheResort Lifecyle”, Annals of Tourism Research, 29(1): 25-55.

AGRAWAL, A., y GIBSON, C. (Eds.) (2001). Communi-ties and the environment: Ethnicity, gender; and thestate in community-based conservation, New Bruns-wick, New Jersey, y Londres: Rutgers University Press.

AGUILERA KLINK, F., y SÁNCHEZ GARCÍA, J. (2006).“El deterioro ambiental en Canarias como resultado

197

Bibliografía citada

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 197

Page 200: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

del deterioro de la democracia”, en AGUILERA KINK, F.(Ed.), Calidad de la democracia y percepción ambien-tal en Canarias (pp. 145-168), Teguise, Lanzarote: Fun-dación César Manrique.

AGUILERA KLINK, F. (Ed.) (1992 [1991]). “¿La trage-dia de la propiedad común o la tragedia de la malin-terpretación en economía?”, en AGUILERA KLINK, F.(Coord.) (Ed.), Lecturas sobre economía del agua(pp. 359-382), Madrid: M.A.P.A.

AGUILERA KLINK, F.; BRITO HERNÁNDEZ, A.; CAS-TILLA GUTIÉRREZ, C.; DÍAZ HERNÁNDEZ, A.; FER-NÁNDEZ-PALACIOS, J. M.; RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ,A.; SABATÉ BEL, F., y SÁNCHEZ GARCÍA, J. (1994).Canarias: economía, ecología y medio ambiente, LaLaguna: Francisco Lemus Editor.

ALBAN, F.; APPÉRE, G., y BONCOEUR, J. (2006). Econo-mic Analysis of Marine Protecetd Areas. A literature re-view, EMPAFISH Project, Booklet n.º 3. Online publica-tion: www.um.es/empafish

ALEGRET, J. L. (1987a). “El acceso a los recursos y lapenetración del capital en el sector pesquero de Pala-mós”, Actas del IV Congreso de Antropología. Alicante:abril de 1987, sin publicar.

– (1987b). Els armalladers de Palamós: Una aproxi-mación a la flota artesanal desde l’antropología ma-rítima, Girona: Diputació de Girona.

– (1988). “Aspectes socials de la pesca al litoral Gironí”,Revista de Girona, 128: 27-34.

– (1990). “Del corporativismo dirigista al pluralismodemocrático: las Cofradías de Pescadores de Cataluña”,Eres, serie de Antropología, II (Monográfico Antropo-logía de la pesca en España): 161-72.

– (1996). “Ancient Institutions Confronting Change: theCatalan Fishermen’s Confradies”, en CREAN, K., ySYMES, D. (Eds.), Fisheries Management in Crisis (pp.92-98), Oxford: Fishing New Books-Blackwell.

– (1996b). “Co-management and Legitimacy in Cor-porate Fishermen’s Organizations. The Confraries dePescadors de Catalunya, Spain”, en MEYER, R. M.;ZHANG, C.; WINDSOR, M.; MCCAY, B.; HUSHAK, L.,y MUTH, R. (Eds.), Fisheries Utilization and Policy.

Proceedings of the World Fisheries Congress, Theme2 (pp. 342-348), Nueva Delhi, India: Oxford, Lib. Pub.Co., Pvt, Ltd.

– (1998). “Space, Resources and Historicity: The SocialDimension of Fisheries in the Northwestern Mediterra-nean”, Fourth ESSFiN Workshop: Southern waters, Syros,Grecia.

– (1999a). “Economics and political anthropology offisheries governance: the incipient failure of collectivein Catalan Cofradías”, en HATCHER, A., ROBINSON,K. (Ed.), Management Institutions and GovernanceSystems in European Fisheries (pp. vi + 305), Vigo (Es-paña), CEMARE (Centre for the Economics and Mana-gement of Aquatic Resources).

– (1999b). “La dimensión organizativa del sector pes-quero de Cataluña. Las Cofradías de Pescadores”, enMONTES DEL CASTILLO, Á. (Ed.), Antropología de laPesca. Debates en el Mediterráneo (pp. 157-178), Mur-cia: Servicio de publicaciones de la Universidad deMurcia.

– (2000b). “Gobernabilidad, legitimidad y discursocientífico: el papel de las ciencias sociales en la ges-tión de la pesca de bajura”, Journés d’Anthropolo-gie de la pêche et de la mer en Pays Basque, Saint-Jean-de-Luz, 11-12 de junio de 2000.

– (2002). “Gobernabilidad, legitimidad y discursocientífico: el papel de las ciencias sociales en la ges-tión de la pesca de bajura”. Zainak, Cuadernos deAntropología-Etnografia, La Pesca y el Mar en Eus-kalerria, 21: 13-25.

ALEGRET, J. L., y MARTÍ, M. (2001). “La pesca a Cata-lunya”, en Generalitat de Catalunya, DARP, DirecciónGeneral de Pesca i Afers Marítims, Museu de las Pescade Palamós (Ed.) (pp. 46), Catalunya: DARP.

ÁLVAREZ, A.; HERNÁNDEZ, J.; SIMANCAS, M. (Eds.)(2004). Las áreas protegidas como recurso turístico,Adeje: Ayuntamiento de Adeje, Instituto Pascual Ma-doz del Territorio, Urbanismo y Medio Ambiente.

ARMSTRONG, C. W., y SKONHOFT, A. (2006). “Mari-ne reserves: A bio-economic model with asymmetricdensity dependent migration”, Ecological Economics,57(3): 466-476.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

198

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 198

Page 201: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

ARRIETA, I. (2003). “Expectativas y limitaciones en lapuesta en marcha de un proyecto patrimonial y turís-tico en un municipio rural vasco”, Pasos. Revista de tu-rismo y patrimonio cultural, 1(1): 111-122.

AUDIVERT, M. (1971). L’Estartit i les Medes. Biografiad’un poble de la Costa Brava, Museu del Montgrí i delBaix Ter (Ed.), Collecció de Monografies Locals, núm.6-B, (pp 429), Girona.

BACALLADO, J. J.; CRUZ, T.; BRITO, A.; BARQUÍN, J.,y CARRILLO, M. (1989). Reservas marinas de Canarias,Canarias: Consejería de Agricultura y Pesca de Cana-rias Secretaría General Técnica.

BAGADION, BE.U., y KORTEN, F. F. (1991[1985]).“Developing Irrigator’s Organizations: A LearningProcess Approach”, en CERNEA, M. (Ed.), PuttingPeople First. Sociological Variables in Rural Deve-lopment (pp. 73-112), Washington: World Bank.

BAILEY, C.; JENTOFT, S., y SINCLAIR, P. (1996). “So-cial Science Contributions to Aquacultural Develop-ment”, en BAILEY, C.; JENTOFT, S., y SINCLAIR, P.(Eds.), Aquacultural Development: Social dimensionsof an emerging industry (pp. 3-20), Boulder, Colora-do: Westview Press.

BALCELLS, E. (1963). “El poblamiento vegetal y animalde las Islas Medas”, Annals de l’Institut d’Estudis Giro-nins, 16: 5-32.

BALLESTER NOLLA, A. (1971). “Proyecto para el es-tablecimiento de un Parque-Reserva Submarino en lasIslas Medas (Costa Brava, Gerona)”, Inmersión y Cien-cia, n.º 3: 34.

BARRAGÁN MUÑOZ, J. M. (2003). “The end of the Cen-tury for Coastal Management in Spain”, Journal of Co-astal Research, 19(2): 314-325.

– (2005). “Política y gestión integrada de áreas litora-les en España”, Universidad Internacional de Andalu-cía (Ed.), Andalucía (pp. 30).

BARRETO, M. (2003). “La delicada tarea de planifi-car turismo cultural: Un estudio de caso con la «ger-manidad» de la ciudad de Blumenau-SC (Brasil)”, Pa-sos, Revista de turismo y patrimonio cultural, 1(1):51-63.

BASIERAS LLAVERO, M. (2002). L’Evolució de la imat-ge turística de L’Estartit i del seu sector hoteler lligadaa la creació de la reserva marina de les Illes Medes, Gi-rona: Universitat de Girona [sin publicar].

BATISTA MEDINA, J. A. (1993). Una crítica al mode-lo teórico convencional de los comunes: el caso de lagestión comunal del agua en Los Sauces (La Palma):Universidad de la Laguna (Ed.) Facultad de CienciasEconómicas y Empresariales (pp. 41).

– (1995). “Las respuestas de la Comunidad de Regan-tes de Los Sauces a la escasez de agua (1986-1993)”,Canarias Agraria, Otoño: 41-43.

– (1997). El agua es de la tierra: análisis ecológico-pro-cesual de un sistema de irrigación comunal (Los Sau-ces, La Palma 1900-1995), La Laguna: Tesis Doctoralleída en la Universidad de La Laguna, Departamentode Prehistoria Antropología e Historia Antigua.

– (1999). “Recursos naturales, comunidades y Estado:una relación compleja”, en NAROTZKY, S.; GALVÁNTUDELA, A., y MARTÍNEZ VEIGA, U. (Coords.) (Ed.),Antropología y Economía Política (pp. 57-67), Santia-go de Compostela: Asociación Gallega de Antropo-logía, Federación de Asociaciones de AntropologíaEspañolas (FAAEE).

– (2004). “Proyecto Docente DF 1421/TU” (pp. 849),La Laguna Departamento de Prehistoria, Antropolo-gía e Historia Antigua, Universidad de La Laguna [sinpublicar].

BATISTA MEDINA, J. A., y PASCUAL FERNÁNDEZ, J. J.(2005). “Espacios marinos protegidos, pescadores y Es-tado: la participación local en la Reserva Marina de LaPalma (Islas Canarias)”, en PASCUAL FERNÁNDEZ, J.,y FLORIDO del CORRAL, D. (Eds.), ¿Protegiendo losrecursos? Áreas protegidas, poblaciones locales y soste-nibilidad (pp. 63-82), Sevilla: Fundación El Monte,FAAEE, Asociación Andaluza de Antropología.

BAVINCK, M.; CHUENPAGDEE, R.; DIALLO, M.; HEIJ-DEN, P. van der; KOOIMAN, J.; MAHON, R., y WI-LLIAMS, S. (2005). Interactive fisheries governance: aguide to better practice, amsterdam: Eburon Publishers.

BEATTIE, A.; SUMAILA, U.R.; CHRISTENSEN, V., yPAULY, D. (2002). “A Model for Bioeconomic Evaluation

Bibliografía citada

199

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 199

Page 202: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

of Marine Protected Area Size and Placement in theNorth Sea”, Natural Resource Modeling, 15(4).

BÉNÉ, C. (2003). “Natural Resource Institutions andProperty Rights in Inland African Fisheries. The Caseof the Lake Chad Basin Region”, International Journalof Social Economics 30(3): 275-301, et al.

BÉNÉ, C.; MACFADYEN, G.; ALLISON, E. H. (2007).“Increasing the contribuition of small-scale fisheries topoverty alleviation and food security”. FAO Technicalpaper n.º 481, ISBN 978-92-5-105664-6, Roma.

BENNETT, J. W. (1976). The ecological transition: Cul-tural anthropology and human adaptation, NuevaYork-Oxford: Pergamon Press.

BIANCHI, R., y SANTANA TALAVERA, A. (2004). “Betwe-en the sea and land: exploring the social organisationof tourism development in a Gran Canaria fishing villa-ge”, en BOISSEVAIN, J., y SELWYN, T. (Eds.), Contes-ting the Foreshore: Tourism, Society and Politics on theCoast (pp. 83-108). Ámsterdam, Amsterdam UniversityPress, MARE series.

BLOUNT, B., PITCHON, A. (2007). “An Anthropologi-cal Research Protocol for Marine Protected Areas: Crea-ting a Niche in a Multidisciplinary Cultural Hierarchy”,Human Organization, Summer 2007 (pp. 15).

BOERSMA, P. D., y PARRISH, J. K. (1999). “Limiting abu-se: marine protected areas, a limited solution”, Ecolo-gical Economics, 31(2): 287-304.

BOHNSACK, J. A. (1993). “Marine reserves”, Oceanus,36(3): 63-71.

– (1996). “Marine reserves, zoning, and the future offishery management”, Fisheries, 21(9): 14-16.

– (1998). “Reef fish response to divers in two ‘no-take’ marine reserves in Hawaii”, Reef Encounter, 23:22-24.

– (2001). “La ética y las reservas marinas vedadas (No-take marine reserves) en la administración del eco-sistema”, en AA.VV. (Ed.), Actas de las I Jornadas In-ternacionales sobre Reservas Marinas, Murcia, marzo1999 (pp. 17-28), Madrid: Ministerio de AgriculturaPesca y Alimentación.

BRETON, Y.; BROWN, D.; DAVY, B.; MILTON, H.;OVARES, L. (Eds.) (2006). Manejo de recursos coste-ros en el Gran Caribe: resiliencia, adaptación y diver-sidad comunitaria, Ottawa: Centro Internacional deInvestigaciones para el Desarrollo (IDRC).

BRITO HERNÁNDEZ, A. (1991). Catálogo de los pecesde las Islas Canarias, La Laguna: Francisco Lemus.

BRITO, A.; BARQUÍN, J.; FALCÓN, J. M.; DORTA, C.;P.; PASCUAL y GONZÁLEZ, G. (1995). Informe sobrela propuesta de creación de una reserva marina en elMar de Las Calmas (El Hierro, Islas Canarias): Depar-tamento de Biología Animal (Ciencias Marinas) de laUniversidad de La Laguna, Ministerio de Agricultura,Pesca y Alimentación.

BRITO, A.; BRAUN, J. G.; REYES, J.; FALCÓN, J. M.;GONZÁLEZ, G.; PASCUAL, P. J.; BÁEZ, A.; CABRERA,M.; SANCHO, A.; MARTÍN-SOSA, P.; DORTA, C., y TOS-CO, J. O. (1998). Estudios de los parámetros biológicos,ecológicos y pesqueros en relación con el funcionamien-to de las reservas marinas canarias, La Laguna: Depar-tamentos de Biología Animal (Ciencias Marinas y Zoo-logía) y Biología Vegetal (Botánica), Universidad de LaLaguna, Consejería de Agricultura, Pesca y Alimenta-ción, Gobierno de Canarias [sin publicar].

BRITO, A., y DORTA, C. (1998). Estudio global de lapesca en El Hierro, Departamento de Biología Animal(Ciencias Marinas), Universidad de La Laguna, Con-sejería de Agricultura, Pesca y Alimentación del Go-bierno de Canarias.

BRITO, A.; FALCÓN, J. M.; MARTÍN-SOSA, P.; DOR-TA, C., y GARCÍA, N. (2000). Proyecto de creación deun archivo fotográfico de las especies de interés pes-quero de la reserva marina de La Restinga-Mar de LasCalmas, Departamento de Biología Animal (CienciasMarinas), Universidad de La Laguna, Consejería deAgricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno deCanarias.

BRITO HERNÁNDEZ, A.; BARQUÍN DÍEZ, J.; FAL-CÓN TOLEDO, J. M.; GONZÁLEZ LORENZO, J. G.;CLEMENTE MARTÍN, S.; HERNÁNDEZ, J. C.; TOLE-DO GUEDES, K.; SANGIL HERNÁNDEZ, CA. A., yMARTÍN GARCÍA, L. (2006). “Valoración in situ de laspoblaciones de especies indicadoras del efecto reser-va en la Reserva Marina de La Graciosa y los Islotes del

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

200

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 200

Page 203: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Norte de Lanzarote”, La Laguna: Viceconsejería dePesca del Gobierno de Canarias, Universidad de laLaguna-Fundación Empresa Universidad de La La-guna.

BUANES, A.; JENTOFT, S.; RUNAR KARLSEN, G.;MAURSTAD, A., y SORENG, S. (2004). “In whose in-terest? An exploratory analysis of stakeholders in Nor-wegian coastal zone planning”, Ocean & Coastal Ma-nagement, 47(5-6): 207-223.

BUTLER, R. (1980). “The Concept of a Tourist AreaCycle of Evolution: Implications for Management ofResources”, Canadian Geographer, 24 (1): 5-12.

CABRERA SOCORRO, G. (1995). La isla de La Gracio-sa: un estudio antropológico “Los hombres y las muje-res del mar”, Tesina Universidad de La Laguna. 272 pp.[sin publicar].

– (1997). Los hombres y las mujeres de la mar: Isla deLa Graciosa, La Laguna: Centro de la Cultura PopularCanaria.

– (1998). Transformaciones socioeconómicas, orga-nización del trabajo e ideologías de género. La pobla-ción pesquera de La Graciosa desde una perspectiva deeconomía política, Tesis Doctoral Universidad de LaLaguna, 626 pp. [sin publicar].

CABRERA SOCORRO, G., y CABRERA SOCORRO, A.(2005). “La Reserva Marina de la Isla de La Graciosa (Is-las Canarias): pescadores, turistas y políticas de protec-ción”, en PASCUAL FERNÁNDEZ, J., y FLORIDO delCORRAL, D. (Eds.), ¿Protegiendo los recursos? Áreasprotegidas, poblaciones locales y sostenibilidad (pp. 103-123), Sevilla: Fundación El Monte, FAAEE, AsociaciónAndaluza de Antropología.

CADDY, J. F., y MAHON, R. (1996). Puntos de refe-rencia para la ordenación pesquera, Roma (Italia):FAO.

CAPELLÀ HEREU, J. (2004). “El paper de les adminis-tracions locals i el cas de les Illes Medes”, Oficina Mu-nicipal de Turismo, Ayuntamiento de Torroella de Mont-grí [sin publicar].

CÁTEDRA DE GEOGRAFÍA I PENSAMENT TERRITO-RIAL, UNIVERSITAT DE GIRONA (2003). L’Estartit,

Agenda 21. Pla d’acció local per a la sostenibilidad deTorroella de Montgrí (Ed.), Torroella de Montgrí-L’Es-tartit, Càtedra de Geografia i Pensament Territorial. Uni-versitat de Girona.

CERRILLO i MARTÍNEZ, A. (2005). “La gobernanza hoy:Introducción”, en CERRILLO i MARTÍNEZ, A. (Ed.), LaGobernanza hoy: 10 textos de referencia (pp. 11-35),Madrid: INAP-Instituto Nacional de la AdministraciónPública.

CHUENPAGDEE, R.; FRAGA, J., y EUÁN-ÁVILA, J. I.(2002). “Community Perspectives Toward a Marine Re-serve: A Case Study of San Felipe, Yucatán, México”,Coastal Management, 30: 183-191.

CHUENPAGDEE, R., y JENTOFT, S. (2007). “Step zerofor fisheries co-management: What precedes imple-mentation”, Marine Policy, 31(6): 657-668.

CIRIACY-WANTRUP, S. V. (1992 [1975]). “La ‘propiedadcomún’ como concepto en la política de recursos natu-rales”, en AGUILERA KLINK, F. (Coord.) (Ed.), Lecturassobre economía del agua (pp. 339-358). Madrid: M.A.P.A.

CLANCY, M. (2001). Exporting Paradise: Tourism andDevelopment in Mexico, Ámsterdam, Londres, NY,Oxford, París, Shannon, Tokyo: Pergamon.

CLARKE, R. (1997). “Project management in protec-ted areas–a tale of two systems”, International Journalof Project Management, 15(4): 245-253.

COLLOCA, F.; CRESPI, V.; COPPOLA, R.; CERASI, S.;MALOULI IDRISSI, M.; ZAHRI, Y, HOUSSA, R.; ABDE-LLAOUI, B.; ELOUAMARI, N. (2003). “Artisanal fisherycommunities in the Mediterranean. Two Case Studies:Evolution of the artisanal fishery in Cilento, Italy. Pê-che artisanale dans la lagune de Nador: exploitationet aspects socio-économiques”, en COPEMED (Ed.):COPEMED.

COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS (2000).Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamen-to Europeo sobre la Gestión Integrada de las Zonas Coste-ras: una estrategia para Europa, http://europa.eu.int/eur-lex/es/com/cnc/2000/com2000_0547es01.pdf.

COMISIÓN EUROPEA (1999). Hacia una estrategia eu-ropea para la gestión integrada de las zonas costeras.

Bibliografía citada

201

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 201

Page 204: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

Principios generales y opciones políticas. Documentode reflexión. http://europa.eu.int/comm/environment/iczm/pdf/vol1_es.pdf. 19-04-2005.

– (2007a). “Desarrollo sostenible en Europa para unmundo mejor: estrategia de la Unión Europea en favordel desarrollo sostenible (Propuesta de la Comisiónpara el Consejo Europeo de Gotemburgo)”, Comuni-cación de la Comisión de 15 de mayo de 2001 UniónEuropea.

– (2007b). “El rendimiento máximo sostenible: la soste-nibilidad para el logro de una pesca rentable”, Pesca yAcuicultura en Europa, 32: 4-8.

COMMITTEE ON THE EVALUATION, DESIGN ANDMONITORING OF MARINE RESERVES AND PROTEC-TED AREAS IN THE UNITED STATES (2001). Marineprotected areas: tools for sustaining oceans ecosystems,Washington: National Research Council, National Aca-demy Press.

COSTABRAVASUB (1997). “Informe”, Balanç de 6 anysde protecció: que fan els Centres d’ Immersió que ope-ren a les Illes Medes, L’Estartit: Asociación de CentrosTurísticos Subacuáticos [sin publicar].

CRUZ MODINO, R. de la, y BARBUZANO, I. (2007).“Comercialización y distribución de productos turísti-cos marinos en El Hierro a través de Internet” (pp. 59),La Laguna: Master en Gestión de Empresas Turísticas[sin publicar].

CRUZ MODINO, R. de la, y SANTANA TALAVERA, A.(2008). “Modelo clasificatorio de productos y turismos.El turismo de buceo en La Restinga (Islas Canarias) yL’Estartit (Cataluña)”, Revista Brasileira de Pesqusa emTurismo, 2(1): 72-112.

CRUZ MODINO, R. de la (2003). Gestión de los recur-sos: turismo, usos y apropiación del patrimonio natu-ral, Tesina de la Universidad de La Laguna. (pp. 217)[sin publicar].

CRUZ MODINO, R. de la, y PASCUAL-FERNÁNDEZ,J. J. (2004). “Mujeres, diversificación económica ydesarrollo del turismo marino. En torno a la Reser-va Marina Punta de la Restinga-Mar de Las Calmas (ElHierro-Islas Canarias)”, en FRANGOUDES, K., y PAS-CUAL-FERNÁNDEZ, J. J. (Eds.), AKTEA Conference:

Women in Fisheries and aquaculture: lessons fromthe past, current actions and ambitions for the futu-re (pp. 263-275), La Laguna, Tenerife: Asociación Ca-naria de Antropología.

– (2005). “Reservas marinas, ¿herramientas de gestiónpesquera?”, en PASCUAL FERNÁNDEZ, J., y FLORI-DO del CORRAL, D. (Eds.), ¿Protegiendo los recur-sos? Áreas protegidas, poblaciones locales y sostenibi-lidad (pp. 83-101), Sevilla: Fundación El Monte, FAAEE,Asociación Andaluza de Antropología.

DAVIS, D.; BANKS, S.; BIRTLES, A.; VALENTINE, P., yCUTHILL, M. (1997). “Whale sharks in Ningaloo Ma-rine Park: managing tourism in an Australian marineprotected area”, Tourism Management, 18(5): 259-271.

DAVIS, D.; HARRIOTT, V.; MACNAMARA, C.; ROBERTS,L., y AUSTIN, S. (1995). “Conflicts in a marine protectedarea: scuba divers, economics, ecology and manage-ment in Julian Rocks Aquatic Reserve”, OceanographicLiterature Review, 42(12): 1148-1148.

DAVIS, D., y TISDELL, C. (1997). “Economic manage-ment of recreational scuba diving and the environment”,Oceanographic Literature Review, 44(8): 900-900.

– (1995). “Recreational scuba-diving and carrying capa-city in marine protected areas”, Ocean & Coastal Mana-gement, 26(1): 19-40.

– (1996). “Economic management of recreational scubadiving and the environment”, Journal of EnvironmentalManagement, 48: 20 pp.

DÍAZ de la PAZ, Á. (1993). “Ecología y pesca en Cana-rias: una aproximación histórica a la relación hombre-recurso”, Ayer, 11: 207-231.

DIEGUES, A. (2005). El mito moderno de la natura-leza intocada, Edición Revisada, NUPAUB-Núcelo deApoio à Pesquisa sobre Populaçoes Humanas e ÁreasÚmidas Brasileiras (Ed.), Centre for Research on HumanPopulation and Welands in Brazil-US, São Pablo.

DIXON, J. A. (1993). “Economic benefits of Marine Pro-tected Areas”, Oceanus, 36(3): 35-40.

DONAIRE BENITO, J. A., y MUNDET i CERDAN, LL.(2002). “Estrategias de reconversión de los municipios

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

202

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 202

Page 205: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

litorales catalanes”, en FERNÁNDEZ GUTIÉRREZ, F.;PUMARES FERNÁNDEZ, P., y ASENSIO HITA, Á. (eds.)(Ed.), Turismo y transformaciones urbanas en el si-glo XXI (pp. 41-49), Almería Universidad de Almería,Servicio de Publicaciones.

DONAIRE, J. A.; FRAGUELL i SANSBELLÓ, R.M., yMUNDET i CERDÁN, LL. (1997). “La Costa Brava an-te los nuevos retos del turismo”, Estudios turísticos,133: 77-96.

DORTA PIÑERO, C. (2003). “La Restinga, Informe Ini-cial” (pp. 14), La Laguna: Universidad de La Laguna,IUCCPPSS [Sin publicar].

DOYON, S., y FRAGA, J. (2005) “Desarrollar un áreamarina protegida: iniciativa local, retos instituciona-les y transformaciones sociales en Mexico.” En PAS-CUAL FERNÁNDEZ, J., y FLORIDO del CORRAL, D.(Eds.), ¿Protegiendo los recursos? Áreas protegidas, po-blaciones locales y sostenibilidad (Vol. VIII, pp. 125-139). Sevilla: Fundación El Monte, FAAEE, AsociaciónAndaluza de Antropología.

DUTRY-LAMBERT, G. (1980). “Crisis económica yecología”, Crisis económica y ecología. Crisis ecoló-gica y economía (pp. 11-84), Madrid: Miraguano Edi-ciones.

ELPER WOOD, M. (2002). Ecotourism: principles, prac-tices y policies for sustainability, UNEP (Ed.): UnitedNations.

ESTEVA, G. (2000). “Desarrollo”, en VIOLA, A. (coomp.)(Ed.), Antropología del Desarrollo. Teorías y estudiosetnográficos en América Latina (pp. 67-101), Barcelo-na: Paidós.

EUROPARC (2004). “Alcanzar la eficacia en la gestiónde los espacios naturales protegidos. Actas del X Con-greso de EUROPARC-España”, en BERNÁLDEZ, FUN-DACIÓN FERNANDO GONZÁLEZ (Ed.): Ed. Funda-ción Fernando González Bernáldez, Madrid, 104páginas.

FABER, D., y O’CONNOR, J. (1990). “La lucha por lanaturaleza: la crisis ambiental y la crisis del ambienta-lismo en los Estados Unidos”, en MARTÍNEZ ALIER, J.y O’CONNOR, J. (Coords.) (Ed.), Ecología Política(pp. 57-74), Barcelona: ICARIA-FUHEM.

FABINYI, M. (2008). “Dive tourism, fishing and marineprotected areas in the Calamianes Islands, Philippines”,Marine Policy, doi:10.1016/j.marpol.2008.01.004: 7.

FAO (1996). Precautionary approach to capture fis-heries and species introduction, Roma: FAO.

FEENY, D.; BERKES, F.; MCCAY, B. J., y ACHESON, J.M. (1990). “The Tragedy of the Commons - 22 YearsLater”, Human Ecology, 18(1): 1-19.

FERNÁNDEZ de PAZ, E. (2006). “Del tesoro ilustradoa recurso turístico: el cambiante significado del patri-monio cultural”, Pasos, Revista de turismo y patrimo-nio cultural, 4(1): 1-12.

FISKE, S. J. (1992). “Sociocultural Aspects of Establis-hing Marine Protected Areas”, Ocean & Coastal Mana-gement, 17(1): 25-46.

FOGARTY, M. J.; BOHNSACK, J. A., y DAYTON, P. K.(2000). “Marine reserves and resource management”,en SHEPPARD, C. (Ed.), Seas at the Millennium: An En-vironmental Evaluation, Nueva York: Pergamon.

FRANGOUDES K., y ALBAN, F. (2004). “Fishermen andthe Creation of Marine Parks: Northen Sporades (Gre-ce), Northern Cap de Creus (Catalonia) and the IroiseSea (France)”, en BOISSEVAIN, J., y SELWYN, T., (Ed.),Contesting the Foreshore, Tourism, Society, and Politicson the Coast, Ámsterdam: Amsterdam University Press.

FRANGOUDES, K.; MARUGÁN-PINTOS, B., y PAS-CUAL-FERNÁNDEZ, J. J. (2008). “From open access toco-governance and conservation: The case of womenshellfish collectors in Galicia (Spain)”, Marine Policy,32(2): 223-232.

FRANQUET, F., y BRITO HERNÁNDEZ, A. (1995). Es-pecies de interés pesquero de Canarias, Islas Canarias:Consejería de Pesca y Transportes.

FREIRE, J., y GARCÍA-ALLUT, A. (2000). “Socioecono-mic and biological causes of management failures inEuropean artisanal fisheries: the case of Galicia (NWSpain)”, Marine Policy, 24(5): 375-384.

GALI ESPELT, N., y DONAIRE BENITO, J. A. (2005). “Thesocial construction of the image of Girona: a methodo-logical approach”, Tourism Management, 26(5): 777-785.

Bibliografía citada

203

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 203

Page 206: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

GALVÁN TUDELA, A. (1982). “Aspectos sociológicosde las comunidades pesqueras canarias”, en VV.AA.(Ed.), II Jornadas de Estudios Económicos Canarios LaPesca en Canarias (pp. 81-96), La Laguna: Universi-dad de La Laguna-Banco de Bilbao.

– (1984). La antropología de la pesca: Problemas, con-ceptos y teorías, Santiago de Compostela: Actas del Co-loquio de Etnografía Marítima.

– (1990). “‘Pescar en grupo’: De los azares ambienta-les a los factores institucionales (La Restinga, El Hie-rro)”, Eres (Serie de Antropología): 2:-39-60.

– (1993). “Entre la tierra del común y la mar de todos:una cuestión de economía política y ecología huma-na”, en PASCUAL FERNÁNDEZ, J. (Coord.) (Ed.), Pro-cesos de apropiación y gestión de recursos comunales(pp. 105-140), Santa Cruz de Tenerife: Asociación Ca-naria de Antropología, VI Congreso de Antropología.

– (1997). La identidad herreña, La Laguna: Centro dela Cultura Popular Canaria-Cabildo del Hierro.

– (2000). “Espacio dado, espacio imaginado: entornoa la globalización y las identidades pesqueras”, enMORALES PADRÓN (Coord.) (Ed.), XIV Coloquio deHistoria Canario-Americana (pp. 184-205), Las Pal-mas de Gran Canaria: Casa de Colón.

– (Ed.) (2002). La Construcción de la identidad cultu-ral en regiones insulares: el caso de las Islas Canarias,La Palma: Cabildo Insular de La Palma.

GALVÁN TUDELA, A.; GONZÁLEZ LEMUS, N.; MOO-RE, K., y HERNÁNDEZ ARMAS, R. (2004). Sol de in-vierno, Patronato de Turismo de Arona, Ediciones Lla-noazur, Santa Cruz de Tenerife.

GALVÁN TUDELA, A., y PASCUAL FERNÁNDEZ, J.(1989). “La pesca en el Sur de Tenerife: Calmas, factorías,túnidos y turismo”, Etnografía Española (7): 59-113.

GARAY TAMAJÓN, L. A. (2007). El ciclo de evolucióndel destino turístico. Una aproximación al desarrollohistórico del turismo en Cataluña, Bellaterra: Univer-sidad Autónoma de Barcelona.

GARCÍA-RUBIES, A., y ZAVALA, M. (1990). “Effects of to-tal fishing prohibition on the roky assemplage of Medes

Islands marine reserve (NW Mediterranean)”, ScienceMarine, 45(4): 317-328.

– (1990). “Effects of total fishing prohibition on the rockyfish assemplages of Medes Islands marine reserve (NWMediterranean)”, Scientia Marina, 54(4): 317-328.

GARCÍA ALLUT, A. (1990). “Del libre acceso a la pro-piedad comunal: el caso de la comunidad pesquera deMuxía”, Eres (Serie de Antropología), II (Monográfico:Antropología de la pesca en España): 99-114.

GARCÍA, C., y PEREIRO, J. A. (1974). “La Pesca en Ca-narias”, Hoja del Mar. Escómbridos de las Islas Cana-rias I Laboratorio Oceanográfico de Canarias, Institu-to Español de Oceanografía.

GARCÍA CANCLINI, N. (1999). “Los usos sociales del pa-trimonio cultural”, en COMARES, JUNTA DE ANDALU-CÍA. CONSEJERÍA DE CULTURA. INSTITUTO ANDA-LUZ DEL PATRIMONIO HISTÓRICO Y EDITORIAL (Ed.),Patrimonio Etnológico, Nuevas perspectivas de estudio(pp. 16-33), Granada.

– (2000). La Globalización Imaginada, Buenos Aires:Paidós.

GARRABOU, J.; SALA, E.; ARCAS, A., y ZAVALA, M.(1998). “The Impact of Diving on Rocky SublittoralCommunities: A Case Study of a Bryozoan Population”,Conservation Biology, 12(2): 302-312.

GIBSON, CLARK C.; MCKEAN, MARGARET A., y OS-TROM, E. (2000a). “Explaining Deforestation: the roleof local institutions”, en GIBSON, CLARK C.; MCKEAN,M.A., y OSTROM, E. (Eds.), People and forests: commu-nities, institutions, and governance (pp. 1-26), Cam-bridge, Massachusetts: The MIT Press.

– “Forests, people and governance: some initial theo-retical lessons”, en GIBSON, CLARK C.; MCKEAN, M.A., y OSTROM, E. (Eds.), People and forests: commu-nities, institutions, and governance (pp. 227-242), Cam-bridge, Massachusetts: The MIT Press.

GONZÁLEZ-LAXE, F. (2005). “The precautionary principlein fisheries management”, Marine Policy, 29(6): 495-505.

GONZÁLEZ, F.; GUASCH, S., y BEAS, L. (2001). “Losturismos del litoral catalán. Una aproximación en ba-

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

204

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 204

Page 207: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

se a la evolución estructural de la oferta de alojamien-to, 1991-2001” (pp. 24): Universidad Abierta de Cata-luña, Unversidad Rovira y Virgili.

GONZÁLEZ LEMUS, N., y MIRANDA BEJARANO, P. G.(2002). El turismo en la historia de Canarias: Viaje-ros y turistas desde la antigüedad hasta nuestros días,Ediciones Nivaria, La Laguna.

GONZÁLEZ PÉREZ, J. A. (1991). Biología y pesqueríade la Vieja, Sparisoma (Euscarus) cretense (Linnaeus,1758) (Osteichthyes, Scaridae), en las Islas Canarias,La Laguna: Universidad de La Laguna.

GONZÁLEZ SERRANO, J. L. (2001). “La Gestión de lasReservas Marinas del Estado Español”, en Ministerio deAgricultura, Pesca y Alimentación (Ed.), I Jornadassobre reservasmarinas y reunión de la Red Iberoameri-cana de Reservas Marinas, Cabo de Gata, Almería: MA-PA, SGPM.

GORDON, H., y SCOTT, A. (1954). “The economic the-ory of a common property resource: The fishery”, TheJournal of Political Economy: LXII, feb-dic 1954: 124-142.

HABERMAS, J. (2001). Israel o Atenas: ensayos sobrereligión, teología y racionalidad, Madrid, Trotta.

HALL, M. C. (2001). “Trends in ocean and coastal tou-rism: the end of the last frontier?”, Ocean & Coastal Ma-nagement, 44: 601-618.

HALL, C. M., BOYD, S. (2005). Nature-based Tourismin Peripheral Areas. development or Disaster?, NuevaYork: Channel View Publications.

HAMPTON, M. (2005). “Heritage, local communitiesand economic development”, Annals of Tourism Rese-arch, 32(3): 735-759.

HARDIN, G. (1968). “The Tragedy of the Commons”,Science, 162: 1243-48.

HARKES, I., y NOVACZEK, I. (2002). “Presence, perfor-mance, and institutional resilience of sasi, a traditionalmanagement institution in Central Maluku, Indonesia”,Ocean & Coastal Management, 45(4-5): 237-260.

HAWKINS, J. P., y ROBERTS, C. M. (1996). “The growthof coastal tourism in the Red Sea: present and possible

future effects on coral reefs”, Biological Conservation,76(2): 216.

HAWKINS, J. P.; CALLUM, M.R.; VAN’T HOF, T.; DE ME-YER, K.; TRATALOS, J., y ALDAM, CH. (1999). “Effectsof Recreational Scuba Diving on Caribbean Coral andFish Communities”, Conservation Biology, 14(4): 888-897.

HECHT, S. B. (1992). “Valuing Land Uses in Amazonia:Colonist Agriculture, Cattle, and Petty Extraction inComparative Perspective”, en REDFORD, K. H., y PA-DOCH, C. (Eds.), Conservations of Neotropical Forest:Working from traditional resource use (pp. 379-399),Nueva York: Columbia University Press.

HIRAOKA, M. (1992). “Caboclo and Ribereño Resour-ce Management in Amazonia: A Review”, en REDFORD,K. H., y PADOCH, C. (Eds.), Conservations of Neo-tropical Forest: Working from traditional resource use(pp. 134-157), Nueva York: Columbia University Press.

HYRENBACH, K. D.; FORNEY, K. A., y DAYTON, P. K.(2000). “Marine protected areas and ocean basin ma-nagement”, Aquatic Conservation: Marine and Fres-hwater Ecosystems, 10: 437-458.

IMESON, R. J., y VAN DEN BERGH, J. C. J. M. (2006).“Policy failure and stakeholder dissatisfaction in com-plex ecosystem management: The case of the DutchWadden Sea shellfishery”, Ecological Economics, 56(4):488-507.

INSTITUTO DE ESTUDIOS TURÍSTICOS, IET (2006).“Balance del turismo en España en 2005” (pp. 21), Ma-drid: Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS TURÍSTICOS,ISET (2005). “Escenaris de futur de Torroella deMontgrí i L’Estartit”, Girona: Universidad de Girona,Ayuntamiento de Torroella de Montgrí-L’Estartit [sinpublicar].

IUCN Commission on National Parks and Protected Are-as y World Conservation Monitoring Centre (1994).Guidelines for protected area management categories =Lignes directrices pour les catâegories de gestion desaires protâegâees = Directrices para las categorías demanejo de areas protegidas, Cambridge, UK:IUCN/UICN.

Bibliografía citada

205

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 205

Page 208: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

JENTOFT, S. (2000). “Legitimacy and disappointmentin fisheries management”, Marine Policy, 24(2): 141-148.

– (2004). “Institutions in fisheries: what they are, whatthey do, and how they change”, Marine Policy, 28(2):137-149.

– (2007b). “Limits of governability: Institutional impli-cations for fisheries and coastal governance”, MarinePolicy, 31(4): 360-370.

JENTOFT, S.; CHUENPAGDEE, R., y PASCUAL-FERNÁN-DEZ, J. J. (2011). “What are MPAs for: On goal forma-tion and displacement”. Ocean & Coastal Management,Volume 54, Issue 1, January 2011, Pages 75-83.

JENTOFT, S., y MCCAY, B. (1995). “User Participationin Fisheries Management-Lessons Drawn from Inter-national Experiences”, Marine Policy, 19(3): 227-246.

JENTOFT, S.; MCCAY, B. J., y WILSON, D. C. (1998).“Social theory and fisheries co-management”, MarinePolicy, 22(4-5): 423-436.

JENTOFT, S., y VAN SON, T., BJØRKAN, M. (2007a).“Marine Protected Areas: A Governance System Analy-sis”, Human Ecology, 35: 611-622.

JIMÉNEZ GÓMEZ, M. (1993). El Hierro y los Bimba-ches, La Laguna, Centro de la Cultura Popular Canaria.

JIMÉNEZ, S., y PRATS, LL. (2006). “El turismo en Cata-luña: Evolución histórica y retos de futuro”, Pasos, Re-vista de turismo y patrimonio cultural, 4(2): 153-174.

JONES, P. (2007). “Offshore marine conservation po-licies in the Norh East Atlantic: Emerging tensions andopportunities”, Marine Policy, 31: 336-347.

JONES, PETER J. S. (2006). “Collective action problemsposed by no-take zones”, Marine Policy, 30(2): 143-156.

KADT, E. (Ed.) (1979). “Tourisme. Passeport pour ledéveloppement? Regards sur les effets culturels et so-ciaux du tourisme dans les pays en développement”,París, UNESCO.

KELSEN, H. (1988). Escritos sobre la democracia y elsocialismo, Madrid, Debate.

KELLEHER, G. (1996). “Can the Great Barrier Reef mo-del of protected areas save reefs worldwide?”, Biologi-cal Conservation, 76(2): 218.

– (1997). “Marine protected areas: Are they necessary?”,International Science, Technology & EnvironmentalEducation Newsletter, vol. 22(3/4) UNESCO.

– (1999). Guidelines for Marine Protected Areas, Grae-me Kelleher (Ed.) Best Practice Protected Area Guide-lines Series n.º 3. IUCN, The World Conservation Unionof Nature and Natural Resources.

KELLEHER, G.; KENCHINGTON, R. A., y GREAT BA-RRIER REEF MARINE PARK AUTHORITY (1992). Gui-delines for establishing marine protected areas, Gland,Switzerland, IUCN in collaboration with Great BarrierReef Marine Park Authority.

KOOIMAN, J., y BAVINCK, M. (2005). “The Gover-nance Perspective”, en KOOIMAN, J.; BAVINCK, M.;JENTOFT, S., y PULLIN, R. (Eds.), Fish for life: inter-active governance for fisheries (pp. 11-24), Ámster-dam, Amsterdam University Press, Mare Series.

KOOIMAN, J.; BAVINCK, M.; JENTOFT, S., y PULLIN,R. (Eds.) (2005). Fish for Life: Interactive Governancefor Fisheries, Ámsterdam, Amsterdam University Press:Mare Series.

KOOIMAN, J.; VLIET, M. V., y JENTOFT, S. (Eds.)(1999). Creative governance: opportunities for fisheriesin Europe, Aldershot, Ashgate.

LEVINE, E. B., y MCCAY, B. J. (1987). “Technologyadoption among Cape May fishermen”, Human Orga-nization: 46(3): 243-253.

LÓPEZ AMO, J. (1985). “Creación y gestión de la reservamarina de la Isla Nueva Tabarca (Alicante)”, en RAMOSESPLÁ, A. A. (Ed.), La reserva marina de la Isla Plana oNueva Tabarca (Alicante) (pp. 161-167), Alicante, Ayun-tamiento de Alicante-Universidad de Alicante.

LOWENTHAL, D. (1998). El pasado es un país extraño,Madrid, Akal.

LOZATO-GIOTART, J. P. (1990), Geografía del turismo,Barcelona, Masson.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

206

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 206

Page 209: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

– (1991). Mediterráneo y turismo, Barcelona, Masson.MACÍAS GONZÁLEZ, J.; PASCUAL FERNÁNDEZ, J.;LOZANO SOLDEVILLA, I.; GONZÁLEZ PÉREZ, J.;SANTANA MORALES, J.; DÍAZ de la PAZ, Á., y POR-TILLO HANEFELD, A. (1999). Plan de Desarrollo Pes-quero de Canarias. 1999-2004. Situación y perspec-tivas, Las Palmas de Gran Canaria, CanaestConsultores-Consejería de Agricultura, Pesca y Ali-mentación [sin publicar].

MARTÍN-SOSA, P., y CANSADO, S. (2007). “Seguimien-to científico de la Reserva Marina de La Restinga (ElHierro, Islas Canarias). Resultados del estudio del im-pacto de la pesca recreativa desde orilla ‘PROELHIE-RRO 2006’” (pp. 28 + anexos), S/C de Tenerife, Insti-tuto Español de Oceanografía (IEO), CentroOceanográfico de Canarias [sin publicar].

MARTÍN-SOSA, P.; BRITO, A.; LOZANO, I. J., y SAN-CHO, A. (2001). “Establecimiento de un sistema de reco-gida de datos pesqueros para el análisis del «efecto reser-va» en las poblaciones de interés pesquero de la reservamarina de «La Graciosa» (norte de Lanzarote, Islas Cana-rias). Primeros resultados”, en AA.VV. (Ed.), Actas de las IJornadas Internacionales sobre Reservas Marinas, Murciamarzo 1999, Madrid, Ministerio de Agricultura Pesca y Ali-mentación.

MARTÍN de la ROSA, B. (2003a). “La imagen turísticade las regiones insulares: las islas como paraísos”, Cua-dernos de Turismo, Universidad de Murcia, 11: 127-137.

– (2003b) “Nuevos turistas en busca de un nuevo pro-ducto: el patrimonio cultural”. Pasos, Revista de turis-mo y patrimonio cultural, 1(2): 155-160 .

MARTÍNEZ GARCÍA, S. J. (2004). “Distintas aproxima-ciones a la elección racional”, Revista Internacional deSociología, n.º 34, pp. 139-173, ISSN 0034-9712.

MARTINOY, J., y CANCELL, M. (1984). “Preservar les Me-des: Perjudicar els pescadors?”, Presència, n.º 646: 17-20.

MAY, PETER H. (1992). “Common Property Resourcein the Neotropics: theory, management progress, andaction agenda”, en REDFORD, K. H. y PADOCH, C.(Eds.), Conservations of Neotropical Forest: Workingfrom traditional resource use (pp. 359-378), NuevaYork: Columbia University Press.

MCCAY, B. J. (1978). “Systems ecology, people ecologyand the anthropology of fishing communities”, HumanEcology: 6(4): 397-422.

MCELROY, A., y TOWNSED, P. K. (1985). “The ecologyand economies of nutrition”, Medical anthropologyin ecological perspective, Boulder, Westview Press.

MCGODWIN, J. R. “Fish for Life: Interactive Governan-ce for Fisheries. KOOIMAN, J.; BAVINK, M.; JENTOFT,S., y PULLIN, R. (Eds.), MARE Publication Series, No. 3,Amsterdam University Press, Amsterdam (2005)”. Ocean& Coastal Management, 50(7): 590-596.

MCINTOSH, A. J., y C. PRENTICE, R. (1999). “Affirmingauthenticity: Consuming cultural heritage”, Annals ofTourism Research, 26(3): 589-612.

MIKALSEN, K. H.; HERNES, H. K., y JENTOFT, S.(2007). “Leaning on user-groups: The role of civil so-ciety in fisheries governance”, Marine Policy, 31(2):201-209.

MIKALSEN, K. H., y JENTOFT, S. (2001). “From user-groups to stakeholders? The public interest in fisheriesmanagement”, Marine Policy, 25(4): 281-292.

– (2003). “Limits to participation? On the history, struc-ture and reform of Norwegian fisheries management”,Marine Policy, 27(5): 397-407.

MITCHELL, B. (1999). La gestión de los recursos y delmedio ambiente, Madrid, Mundi-Prensa.

MOYANO, E., y PANIAGUA, A. (1998) “Agricultura, es-pacios rurales y medio ambiente”. Revista Internacio-nal de Sociología. Tercera época, n.º 19 y 20, enero-agosto, pp. 127-152.

MUNDET i CERDAN, LL. (1995). “Torroella-l’Estartit: El turisme i els seus cicles”, Revista de Girona, 173:37-41.

– (1998). L’evolució dels models de turisme litoral: elRegne Unit, la Costa Brava i Cuba, Girona, Universitatde Girona [sin publicar].

– (1999). “Illes Medes” (pp. 146), L’Estartit-Girona, Uni-versidad de Girona, Ayuntamiento de Torroella deMontgrí-L’Estartit [sin publicar].

Bibliografía citada

207

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 207

Page 210: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

– (2004). “Vingt anys d’enquestes” (pp. 173), Girona,Universitat de Girona, Escola Universitària de Turisme.“Opinió dels visitantes de l’Oficina Municipal de Tu-risme de L’Estartit (anàlisi comparativa de les enques-tes realitzades els anys 1984, 1987, 1991, 1995, 1999 i2003)” (pp. 109 + Annex), Girona, Universidad de Gi-rona, Escuela Universitaria de Turismo, Grupo de es-tudios turísticos [sin publicar].

– (2005a). “Escenaris de futur de Torroella de Mont-grí i L’Estartit. Diagnosis” (pp. 154), Girona, Institut Su-perior d’Estudis Turístics (ISET) [sin publicar].

– (2005b). “Escenaris de futur de Torroella de Montgríi L’Estartit. Escenaris i línes d’actuació” (pp. 118), Gi-rona, ISET [sin publicar].

MUNDET, LL., y RIBERA, LL. (2001). “Characteristics ofdivers at a Spanish resort”, Tourism Management, 22(5):501-510.

NATAL, A. (2002). “Participación Ciudadana y admi-nistración del desarrollo. Análisis histórico de la par-ticipación en el contexto de la ayuda internacional”,Documentos de discusión sobre el Tercer Sector, 20:46.

NIELSEN, J. R., y VEDSMAND, T. (1997). “Fisherme-n’s organisations in fisheries management. Perspecti-ves for fisheries co-management based on Danish fis-heries”, Marine Policy, 21(3): 277-288.

– (1999). “User participation and institutional changein fisheries management: a viable alternative to the fai-lures of ‘top-down’ driven control?”, Ocean & CoastalManagement, 42(1): 19-37.

OLIVEIRA, S. (2004). “El somni de la Costa Brava”,Presència: 2-9.

OMT (2001). “Tourism Highlights”, en OMT (Ed.), Da-tos esenciales 2001 (Versión española): OMT.

ORACION, E.” MILLER, M., y CHRISTIEB, P. (2005).“Marine protected areas for whom? Fisheries, tourism,and solidarity in a Philippine community”, Ocean &Coastal Management, 48: 393-410.

ORAMS, M. (1999). Marine Tourism. Development, Im-pacts and Management, Londres Routledge.

OSTROM, E. (1986). “A method of institutional analy-sis”, en KAUFMANN, F. X., MAJONE, G. y OSTROM, V.(Eds.), Guidance, control, and evaluation in the publicsector: the Bielefeld interdisciplinary project (pp. 495-510),Berlín, Nueva York: W. de Gruyter.

– (2005). Understanding institutional diversity, Prince-ton, NJ, Princeton University Press.

OSTROM, E., y SCHLAGER, E. (1996). “The formationof property rights”, en HANNA, S.; FOLKE, C., y MÄLER,K.G. (Eds.), Rights to nature: ecological, economic, cul-tural and political principles of institutions for the envi-ronment (pp. 127-156), Washington, D.C.: Island Press.

OSTROM, E., y WALKER, J. (2003). Trust and recipro-city: interdisciplinary lessons from experimental rese-arch, Nueva York: Russell Sage Foundation.

PÁLSSON, G. (1993). “From Commons to Quotas: theformation of Icelandic fisheries policy”, North AtlanticStudies, 3(2): 17-24.

PÁLSSON, G., y DURRENBERGER, E. P. (1982). “To dre-am the fish: The causes of Icelandic Skippers’ fishingsuccess”, Journal of Anthropological Research: 38(2): 227-242.

PÁLSSON, G., y HELGASON, A. (1995). “Figuring fishand measuring men: the individual transferable quotasystem in the Icelandic cod fishery”, Ocean & CoastalManagement, 28(1-3): 117-146.

PARDO, M. (2000). “El Desarrollo”, en BALLESTEROS, J.,y PÉREZ ADÁN, J. (Ed.), Sociedad y Medio ambiente(pp. 187-205), Madrid, Editorial Trotta.

PARSONS, L. S.; POWLES, H., y COMFORT, M. J. (1998).“Science in support of fishery management: Newapproaches for sustainable fisheries”, Ocean & Coas-tal Management, 39(1-2): 151-166.

PASCUAL FERNÁNDEZ, J. (1989). “Antropología ma-rítima y administración de pesquerías”, en VV.AA. (Ed.),Jornadas de Economía y Sociología de las comunida-des pesqueras (pp. 531-545), Santiago de Composte-la, MAPA-Universidade de Santiago de Compostela.

– (1990). “La apropiación del medio marino insular: elcaso de tres comunidades pesqueras canarias”, Eres

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

208

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 208

Page 211: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

(Serie de Antropología), II (Monográfico: Antropologíade la pesca en España): 61-82.

– (1991a). Antropología marítima: historia, ecología,organización social y cambio económico entre los pes-cadores, Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Ali-mentación.

– (1991b). Entre el mar y la tierra: Los pescadores arte-sanales canarios, Santa Cruz de Tenerife, Ministeriode Cultura-Interinsular Canaria.

– (1996). “El paradigma de la tragedia de los comu-nes y el caso de los pescadores”, en NOËLLE CHA-MOUX, M., y CONTRERAS HERNÁNDEZ, J. (Eds.),La gestión comunal de recursos. Economía y poderen las sociedades locales de España y América La-tina (pp. 143-168), Barcelona, Icaria-Institut Catalád’Antropologia.

– (1998). “La antropología de la pesca y el problemade la gestión”, en CALO LOURIDO, F. (Ed.), Antropo-loxia Mariñeira, Galicia un reencontro co mar (pp.145-158), Santiago de Compostela, Consello da Cultu-ra Galega.

– (1999a). “Los estudios de antropología de la pescaen España: nuevos problemas, nuevas tendencias”, Et-nográfica, III (2): 333-359.

– (1999b). “Los estudios de antropología de la pescaen España: nuevos problemas, nuevas tendencias”, enGARCÍA ALLUT, A., y PASCUAL FERNÁNDEZ, J. (Eds.),Antropología de la pesca. Actas del VIII Congresode Antropología (pp. 53-80), Santiago de Compostela,Asociación Galega de Antropoloxía.

– (1999c). “Participative management of artisanal fis-heries in the Canary Islands”, en SYMES, D. (Ed.),Southern Waters: Issues of management and practi-ce (pp. 66-77), Londres: Blackwell’s Science, FishingNew Books.

– (1999d). “The Share System in Fishing: The Case ofthe Canary Islands”, Europaea-Journal of the Europe-anists, 2: 65-87.

– (2002). “Del ‘mar es de todos’ al mar reservado: turis-tas, poblaciones de pescadores y reservas marinas en Ca-narias”, IX Congreso Nacional de Antropología, Simposio:

Recreaciones medioambientales, políticas de desarrolloy turismo, Barcelona, Federación de Asociaciones de An-tropología del Estado Español-ICA (en prensa).

– (2003a). “Del ‘mar es de todos’ al mar reservado: tu-ristas, poblaciones de pescadores y reservas marinasen Canarias”, Pasos, Revista de Turismo y PatrimonioCultural, 1(1): 65-78.

– (2003b). “Pescadores, turistas y reservas marinas enCanarias”, El Pajar, cuaderno de Etnografía Canaria,15 (2ª época): 101-107.

PASCUAL FERNÁNDEZ, J., y ALEGRET, J. L. (2004). Es-tado actual de la antropología de la pesca en España,(Girona, Palamós), Serie Quaderns Blaus, Càtedra d’Es-tudis Marítims, Museu de la Pesca.

PASCUAL FERNÁNDEZ, J. J.; BATISTA MEDINA, J. A.,y CRUZ MODINO, R. de la (2005). “Reservas marinas,participación y desarrollo sostenible: ejemplos desdeCanarias”, en PASCUAL FERNÁNDEZ, J., y FLORIDOdel CORRAL, D. (Eds.), ¿Protegiendo los recursos? Áre-as protegidas, poblaciones locales y sostenibilidad (pp.45-62), Sevilla, Fundación El Monte, FAAEE, AsociaciónAndaluza de Antropología.

PASCUAL FERNÁNDEZ, J. J., y CRUZ MODINO, R. dela (2004). “Mujeres, reservas marinas y estrategias dediversificación en las poblaciones litorales: el casode los restaurantes de pescado”, en FRANGOUDES, K.,y PASCUAL FERNÁNDEZ, J. J. (Eds.), AKTEA Conferen-ce: Women in Fisheries and aquaculture: lessons fromthe past, current actions and ambitions for the future(pp. 247-262), La Laguna, Tenerife, Asociación Cana-ria de Antropología.

PASCUAL FERNÁNDEZ, J., y CRUZ MODINO, R. de la(2008). “Los espacios marinos protegidos en España:¿Nuevas formas institucionales para las estrateigasde apropiación?”, en BELTRÁN COSTA, O.; PASCUALFERNÁNDEZ, J., y VACCARO, I. (Coords.), Patrimo-nialización de la naturaleza. El marco social de laspolíticas ambientales. XI Congreso de Antropología.Retos teóricos y nuevas prácticas, Ankulegui- FAAEE(Ed.), Donostia-San Sebastián.

PASCUAL FERNÁNDEZ, J. J.; CRUZ MODINO, R. de la;MARTÍN-SOSA, P.; CANSADO, S., y SANTANA TALA-VERA, A. (2007) “Marine reserves, recreational fishing

Bibliografía citada

209

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 209

Page 212: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

and tourism: a case study from the Canary Islands(Spain)”, European Symposium on MPAs as a tool forfisheries management & conservation [Abstract], Dis-ponible en www.um.es/empafish/

PASCUAL FERNÁNDEZ, J. J.; FALCÓN, J. M.; MARTÍN-SOSA, P.; BRITO, A.; DORTA, C.; CANSADO, S.; CRUZMODINO, R. de la; SZELIANSKY EMESE, N.; RODRI-GUES-HENRIQUES, K., y SANTANA TALAVERA, A.(2007) “A DIPSIR framework for evaluating indicatorsin Canary Silands marine reseves (subtropical MPAs):A governability perspective”, Symposium on MPAs asa tool for fisheries management & conservation, [Abs-tract], Disponible en www.um.es/empafish/

PASCUAL FERNÁNDEZ, J., y FLORIDO del CORRAL,D. (Eds.) (2005) ¿Protegiendo los recursos? Áreas pro-tegidas, poblaciones locales y sostenibilidad, Sevilla,Fundación El Monte, FAAEE, Asociación Andaluza deAntropología.

PASCUAL-FERNÁNDEZ, J. J.; FRANGOUDES, K., y WI-LLIAMS, S. (2005). “Local Institutions”, en KOOIMAN,J.; BAVINCK, M.; JENTOF, S., y PULLIN, R., Editors (Ed.),Fish for Life. Interactive Governance for Fisheries, Áms-terdam, Amsterdam Universtity Press.

PASCUAL FERNÁNDEZ, J.; MESA MORENO, C., y PÉ-REZ SOSA, A. (1982). La pesca en Canarias: Un aná-lisis antropológico social, La Laguna, Centro de la Cul-tura Popular Canaria.

PASCUAL-FERNÁNDEZ, J.; RODRIGUES HENRIQUES,K.N.; CRUZ MODINO, R. de la, y MORALES MARTÍN,L. (2006). “Estudio sociológico para el diseño institu-cional de las Reservas Marinas de Interés Pesquero enla isla de Tenerife” (pp. 154), La Laguna, Universidadde La Laguna, IUCCPPSS [sin publicar].

PASCUAL FERNÁNDEZ, J.; SANTANA TALAVERA, A.;BATISTA MEDINA, J. A.; DORTA MORALES, C.; HER-NÁNDEZ ARMAS, R.; DÍAZ de la PAZ, Á.; MARTÍN dela ROSA, B., y MACÍAS GONZÁLEZ, J. (2001). Pesca-tur: un modelo de desarrollo integral de poblaciones li-torales, La Laguna, Instituto Universitario de CienciasPolíticas y Sociales, Viceconsejería de Pesca del Go-bierno de Canarias [sin publicar].

PAULY, D. (2006). “Major Trends in Small-Scale MarineFisheries, with Emphasis on Developing Countries, and

Some Implications for the Social Sciences.”, en MA-RE, MAST- (Ed.), MAST (pp. 7-22), Ámsterdam: Ebu-ron Academic Publishers, Delft, the Netherlands.

PAULY, D.; CHRISTENSEN, V.; GUÉNETTE, S.; PITCHER,T.; SUMALIA, U.; WALTERS, C.; WATSON, y R.; ZELLERD. (2002). “Towards sustainability in world fisheries”,Nature, 418: 689-695.

PEARCE, D. (1988). Desarrollo turístico. Su planifica-ción y ubicación geográficas, México, Editorial Trillas.

PECK, J. G. (1977). “Tourism and Development in ThreeCalorina Coastal Towns”, en V. L. SMITH (Ed.), Hostsand Guests. The Anthropology of Tourism (pp. 159-172),Philadelphia, University of Pennsylvania Press.

PEZZEY, J. C. V.; ROBERTS, C. M., y URDAL, B. T.(2000). “A simple bioeconomic model of a marine re-serve”, Ecological Economics, 33(1): 77-91.

PIRELLI del AMO, O. (2006). “Claves de la renovaciónde un destino maduro”, I Congreso Internacional de Tu-rismo de Tenerife, 28 de septiembre de 2006, Tenerife.

PLA, J. (1976). Tres Guies: La Costa Brava, Mallorca,Menorca i Eivissa: Catalunya, Barcelona, Destino.

PLANES, S.; GALZIN, R.; RUBIES, A.G.; GONI, R.; HAR-MELIN, J. G.; LE DIREACH, L.; LENFANT, P., y QUET-GLAS, A. (2000). “Effects of marine protected areas onrecruitment processes with special reference to Me-diterranean littoral ecosystems”, Environmental Con-servation, 27(2): 126-143.

PLANES, S.; GARCÍA-CHARTON, J. A.; MARCOS, C., yPÉREZ-RUZAFA, A. (Coord.) 2006. Ecological effects ofAtlanto-Mediterranean Marine Protected Areas in the Eu-ropean Union, EMPAFISH Project, Booklet n.º 1. 158 pp.

POLLNAC, R. B. (1981). “Sociocultural Aspects of Fis-heries Management”, Anthropology Working Paper: 40.

POLLNAC, R. B., y CARMO, F. (1981). Kinship links wi-thin small scale fishing crews of Rabo de Peixe, San Mi-guel, The Azores, Rhode Island: I.C.M.R.D, Universityof Rhode Island.

POMEROY, R.; PARKS, J., y WATSON, L. (2004). Howis your MPA doing? A guidebook of natural and social

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

210

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 210

Page 213: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

indicators for evaluating marine protected area ma-nagement effectiveness, Gland (Switzerland) and Cam-bridge (UK): IUCN.

POMEROY, R. S.; WATSON, L. M.; PARKS, J. E., y CID,G. A. (2005). “How is your MPA doing? A methodologyfor evaluating the management effectiveness of mari-ne protected areas”, Ocean & Coastal Management,48(7-8): 485-502.

PRATS i CATALA, J. O. (2001). “Gobernabilidad demo-crática para el desarrollo humano. Marco conceptual yanalítico”, Revista Instituciones y Desarrollo, 10: 103-148.

– (2003). “El concepto y el análisis de la gobernabili-dad”, Revista Instituciones y Desarrollo (14-15): 239-269.

– (2005). “Pero ¿qué es la Gobernanza?”, Gobernanza,Revista Internacional para el desarrollo humano.

PRATS, LL. (1997). Antropología y Patrimonio, Barce-lona, Ariel.

– (2003). “Patrimonio + Turismo = ¿Desarrollo?”, Pasos,Revista de turismo y patrimonio cultural, 1(2): 127-136.

PRATS, LL., y SANTANA TALAVERA, A. (2005). “Refle-xiones libérrimas sobre Patrimonio, Turismo, y sus con-fusas relaciones”, X Congreso de Antropología, Sevilla,ASANA.

PROVANSAL, D., y SICHES, C. (1990). “El pasaje a lo«inaudito»: turistas y pescadores”, Eres (Serie de An-tropología), II (Monográfico: Antropología de la pes-ca en España): 189-200.

RAAKJÆR NIELSEN, J. (1999). “Danish experiences ofdevolved decision-making in fisheries”, EU FAIR Con-certed Action on Economics and the Common Fishe-ries Policy: perspectives for the future economic mana-gement of Europe’s fisheries. Management Institutionsand Governance Systems in European Fisheries, Pro-ceedings of the third workshop held in Vigo, España,28-30 octubre (pp. 140-157).

RAAKJÆR NIELSEN, J.; DEGNBOL, P.; VISWANATHAN,K., y AHMED, M. (2002). “Fisheries Co-management -an institutional innovation”, IIFET Conference 2002: Pa-per No. 216.

RAAKJÆR NIELSEN, J., y VEDSMAND, T. (1999). “Userparticipation and institutional change in fisheries ma-nagement: a viable alternative to the failures of ‘top-down’ driven control?”, Ocean & Coastal Management,42(1): 19-37.

RAAKJÆR NIELSEN, J.; VEDSMAND, T., y FRIIS, P.(1997). “Danish fisheries co-management decision ma-king and alternative management systems”, Ocean &Coastal Management, 35(2-3): 201-216.

RAMOS ESPLÁ, A.; VALLE PÉREZ, C.; BAYLE SEMPE-RE, J. T., y SÁNCHEZ LIZASO, J. L. (2004). “Áreas Ma-rinas Protegidas como herramientas de gestión pes-quera en el Mediterráneo (Área COPEMED)”, enCOPEMED, FAO - (Ed.): FAO-COPEMED.

RAMOS ESPLÁ, A. (1980). “Informe preliminar del me-dio marino y comunidades bentónicas de la Isla de Ta-barca. Propuesta de reserva submarina. Informe N.º16”, en AA.VV. (Ed.), Plan especial de Ordenación pa-ra la Isla de Tabarca (Alicante), Alicante, Ayuntamien-to de Alicante.

– (1985a). “Contribución al conocimiento de la activi-dad pesquera (artesanal y deportiva) en los alrededo-res de la Isla Nueva Tabarca”, en RAMOS ESPLÁ, A.(Ed.), La reserva marina de la Isla Plana o Nueva Ta-barca (Alicante) (pp. 149-159), Alicante, Ayuntamien-to de Alicante-Universidad de Alicante.

– (Ed.) (1985b). La reserva marina de la Isla Plana oNueva Tabarca (Alicante), Alicante, Ayuntamiento deAlicante-Universidad de Alicante.

– (Ed.) (1994). Trabajos de campo en la reserva ma-rina de Tabarca (Alicante), Alicante, Universidad deAlicante, Instituto de Ecología Litoral.

REVENGA MARTÍNEZ, S. (2001). “Las Reservas Mari-nas Canarias (España)”, en MORENO, D., y FRÍAS, A.(Eds.), Actas de las I Jornadas sobre Reservas Marinasy I Reunión de la Red Iberoamericana de Reservas Ma-rinas (RIRM), Cabo de Gata, Almería 17-23 de septiem-bre de 2001 (pp. 101-111), Madrid, Publicaciones delMAPA, Secretaría Técnica, Madrid.

– (2001). “Las Reservas Marinas en España” (pp. 24),Alicante, FAO-COPEMED.

Bibliografía citada

211

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 211

Page 214: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

– (2007). “El FEP y las Zonas Marinas. Reservas Marinas:Garantía de Futuro”, Ministerio de Medio Ambiente, Me-dio Rural y Marino (Ed.) (pp. 38), Madrid, MMAMRM.

RIBOT, J. C.; AGRAWAL, A., y LARSON, A. M. (2006).“Recentralizing While Decentralizing: How NationalGovernments Reappropriate Forest Resources”, WorldDevelopment, 34(11): 1864-1886.

RIECHMANN, J. (2002a). “Introducción: Un principiopara reorientar las relaciones de la humanidad con laBiosfera”, en RIECHMANN, J., y TICKNER, J. (coords.)(Ed.), El principio de precaución. El medio ambiente yla salud pública: de las definiciones a la práctica (pp.7-38), Barcelona, Icaria Editorial.

RIECHMANN, J., y TICKNER, J. (coord.) (Ed.) (2002b).El principio de precaución. El medio ambiente y la sa-lud pública: de las definiciones a la práctica, Barcelo-na, Icaria Editorial.

RIERA ARAGÓN, V. (2001). “Gestión de las actividadessubacuáticas en las áreas protegidas de las Islas Me-des”, en VV.AA. (Ed.), Actas de las I Jornadas Interna-cionales sobre Reservas Marinas, Murcia, marzo 1999(pp. 313-319), Madrid, Ministerio de Agricultura, Pes-ca y Alimentación.

ROBERTS, C., y HAWKINS, J. (2000a). Fully ProtectedMarine Reserves: A Guide, Washington, DC: World Wil-dlife Fund.

– (2000b). Reservas marinas totalmente protegidas: unaguía, Washington-York: WWF-University of York.

ROBERTS, C., y SARGANT, H. (2002). “Fishery bene-fits of fully protected marine reserves: why habitat andbehavior are important”, Natural Resources Modeling,15(4): 487-507

ROBERTS, C. M.; BOHNSACK, J. A.; GELL, F.; HAWKINS,J. P., y GOODRIDGE, R. (2001). “Effects of marine reser-ves on adjacent fisheries”, Science, 294(5548): 1920-1923.

ROBERTS, C. M., y POLUNIN, N. V. C. (1991). “Are ma-rine reserves effective in management of reef fisheries?”,Reviews in Fish Biology and Fisheries, 1(1): 65-91.

ROS, OLIVELLA, y GILI (1984). Els sistemes naturals deles Illes Medes, Barcelona.

ROUPHAEL, A., e INGLIS, G. J. (1997). “Impacts of Re-creational Scuba Diving at sites with different reef to-pographies”, Biological Conservation, 82: 329-336.

ROVIRAS, A., y TORRENT, E. (2003a). “El Turisme”, enDiputació de Girona, Caixa de Girona (Ed.), Torrella iL’Estartit (pp. 86-87), Girona, Diputació de Girona, Cai-xa de Girona.

– (2003b). “La Pesca a L’Estartit”, en Diputació de Gi-rona, Caixa de Girona (Ed.), Torrella i L’Estartit (pp.84-85), Girona: Diputació de Girona, Caixa de Girona.

RONCIN, N.; ALBAN, F.; CHARBONNEL, E.; CREC’H-RIOU, R; CRUZ MODINO, R. de la; CULIOLI, J. M.; DI-MECH. M.; GOÑI, R.; GUALA, I.; HIGGINS, R.; LAVIS-SE, E.; LE DIREACH, L.; LUNA, B.; MARCOS, C.;MAYNOU, F.; PASCUAL, J.; PERSON, J.; SMITH, P.; STO-BART, B.; SZELIANSZKY, E.; et al. (2008). “Uses of ecos-ystem services provided by MPAs: How much do theyimpact the local economy? A southern Europe perspec-tiva”, Journal for Nature Conservation, 16 (4): 256-270.

RUDDLE, K. (1997). “Traditional Marine Resources Ma-nagement Systems in the Asia-Pacific Region: DesignPrinciples and Policy Options”, en NICKERSON, D. J., yMANIKU, M. H. (Eds.), Workshop on Integrated Reef Re-sources Management in the Maldives-Bay of Bengal Pro-gramme, Madras, India: Bay of Bengal Programme, FAO.

– (1998). “Traditional community-based coastal mari-ne fisheries management in Viet Nam”, Ocean & Coas-tal Management, 40(1): 1-22.

SALA, E., y ZAVALA, M. (1996). “Fish predation and thestructure of the sea urching Paracentrotus lividus po-pulations in the NW Mediterranean”, Marine EcologyProgess Series, 140: 71-81.

SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, J. O. (1992). Ecología y estrate-gias sociales de los pescadores de Cudillero, Madrid, S. XXI.

SANCHIRICO, J. N., y WILEN, J. E. (1999). “Bioeco-nomics of Spatial Exploitation in a Patchy Environ-ment”, Journal of Environmental Economics and Ma-nagement, 37(2): 129-150.

– (2001). “A Bioeconomic Model of Marine ReserveCreation”, Journal of Environmental Economics andManagement, 42(3): 257-276.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

212

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 212

Page 215: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

SANTAMARINA, B. (2005). “La patrimonialización dela naturaleza: figuras (espacios protegidos) y discur-sos (desarrollo sostenible)”, en Fundación El Monte,Federeación de Asociaciones de Antropología del Es-tado Español, ASANA (Ed.), ¿Protegiendo los recursos?Áreas protegidas, poblaciones locales y sostenibilidad(pp. 25-44), Sevilla: Fundación El Monte.

SANTANA TALAVERA, A. (1990a). Desarrollo turísti-co e impactos medioambientales sobre dos poblacio-nes pesqueras insulares (Arguineguín y Playa de Mo-gán, Gran Canaria), La Laguna, Universidad de LaLaguna.

– (1990b). “Turismo, empleo y dependencia económi-ca: Las estrategias de las unidades domésticas en dospoblaciones pesqueras (Gran Canaria)”, Eres (Seriede Antropología), 2(25-38).

– (1993). “La apropiación escénica. Espacios, usos e ima-gen del turismo”, en PASCUAL FERNÁNDEZ, J. (Coord.)(Ed.), Procesos de apropiación y gestión de recursos co-munales (pp. 183-195), Federación de Asociaciones deAntropología del Estado Español.

– (1994). “Encuentros turísticos: efectos de los estere-otipos en los cambios socioculturales (Islas Canarias)”,Estudios y Perspectivas en Turismo, 3(3): 199-213.

– (1997). Antropología y turismo: ¿Nuevas hordas, vie-jas culturas?, Barcelona, Ariel.

– (1999). Identidade e turismo rural: un producto di-ferente para unha demanda similar?, Santiago deCompostela, Museo do Pobo Galego.

– (2002). “Turismos y productos minoritarios: las reser-vas marinas”, IX Congreso Nacional de Antropología,Simposio: Recreaciones medioambientales, políticas dedesarrollo y turismo, Barcelona, Federación de Asocia-ciones de Antropología del Estado Español-ICA (enprensa).

– (2003a). “El mar de unos y otros: patrimonios y tu-rismo”, El Pajar, cuaderno de Etnografía Canaria, II(15): 142-149.

– (2003b). “Patrimonios culturales y turistas: unos le-en lo que otros miran”, Pasos, Revista de turismo y pa-trimonio cultural, 1(1): 1- 12.

SANTANA, A.; RODRÍGUEZ, A. J., y DÍAZ, P. (2011)“La percepción del paisaje en la declaración de unparque nacional en las zonas áridas de Fuerteventu-ra”, en SIMANCAS CRUZ, M., y CORTINA RAMOS, A.(Coord.) Retos y perspectivas de la gestión del paisajeen Canarias. Santa Cruz de Tenerife: Observatorio delpaisaje. Gobierno de Canarias. Univ. Menéndez Pelayo:pp. 72-91.

SCOTT, A. (1955). “The fishery: the objectives of soleownership”, The Journal of Political Economy, LXIII(2):116-124.

SCHNEIDER, M., y SOMERS, M. (2006). “Organizationsas complex adaptive systems: Implications of Comple-xity Theory for leadership research”, The LeadershipQuarterly, 17(4): 351-365.

SECRETARÍA GENERAL DE PESCA MARÍTIMA (2007).Plan Estratégico Nacional del Fondo Europeo de laPesca, Madrid, Secretaría General de Pesca Marítima,MAPA.

SHAALAN, I. M. (2005). “Sustainable tourism develop-ment in the Red Sea of Egypt threats and opportuni-ties”, Journal of Cleaner Production, 13(2): 83-87.

SIMANCAS CRUZ, M. R. (2004). “Las áreas protegidascomo recurso turístico”, en ÁLVAREZ ALONSO, A.;HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, J., y SIMANCAS CRUZ,M.R. (Coord.) (Ed.), Turismo y territorio en la socie-dad globalizada (pp. 508), La Laguna: Ayuntamientode Adeje, Instituto Pascual Madoz del Territorio, Ur-banismo y Medio Ambiente, Universidad Carlos III deMadrid.

– (2006). “Los modelos de uso turístico de las áre-as protegidas de Canarias: Una propuesta metodo-lógica”, Investigaciones Geográficas, Instituto Uni-versitario de Geografía, Universidad de Alicante, 39:pp. 25-45.

SMITH, V., y BRENT, M. (2001). “Introduction”, enSMITH, V., y BRENT, M. (Eds.) (Ed.), Host and GuestRevisted: Turism Issues of the 21 st Century (pp. 461).Nueva York: Coganizant Communication.

SMITH, V. L. (1992). Anfitriones e invitados. Antropolo-gía del turismo, Vàlene L. Smith (Comp.) Madrid, Endy-mion.

Bibliografía citada

213

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 213

Page 216: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

SOUTHGATE, C., y SHARPLEY, R. (2002). “Tourism,Development and the Environment”, en SHARPLEY,R., y TELFER, D. J. (Eds.), Tourism and development:concepts and issues (pp. 231-262), Clevedon, etc., Chan-nel View Publications.

STOJANOVIC, T.; BALLINGER, R. C., y LALWANI, C. S.(2004). “Successful integrated coastal management:measuring it with research and contributing to wisepractice”, Ocean & Coastal Management, 47(5-6): 273-298.

SUÁREZ de VIVERO, J. L. (2007). Atlas de la EuropaMarítima. Jurisdicciones, usos y gestión, Barcelona, Edi-ciones del Serbal.

SUÁREZ de VIVERO, J. L., y FRIEYRO DE LARA, M.(1994). “Spanish Marine Policy-Role of Marine Pro-tected Areas”, Marine Policy, 18(4): 345-352.

– (1997). “Regions at sea: the administrative region as abase for an alternative fisheries management system forSpain”, Ocean & Coastal Management, 35(2-3): 173-183.

SUÁREZ DE VIVERO, J. L.; FRIEYRO de LARA, M., yJURADO ESTEVEZ, J. (1997). “Decentralization, regio-nalization and co-management: A critical view on theviability of the alternative management models for fis-heries in Spain”, Marine Policy, 21(3): 197-206.

SUÁREZ de VIVERO, J. L.; RODRÍGUEZ MATEOS, J. C.,y FLORIDO del CORRAL, D. (2008). “The paradox ofpublic participation in fisheries governance. The risingnumber of actors and the devolution process”, Mari-ne Policy, 32(3): 319-325.

SUMAILA, U. R. (1998). “Protected marine reserves asfisheries management tools: a bioeconomic analysis”,Fisheries Research, 37(1-3): 287-296.

SYMES, D., y CREAN, K. (1995). “Privatisation of the com-mons: the introduction of individual transferable quotasin developed fisheries”, Geoforum, 26(2): 175-185.

SYMES, D. G., y PHILLIPSON, J. (Eds.) (2001). Insho-re fisheries management, Dordretch, Boston: KluwerAcademic Publishers.

SZIVAS, E., y RILEY, M. (1999). “Tourism employmentduring economic transition”, Annals of Tourism Rese-arch, 26(4): 747-771.

SZIVAS, E.; RILEY, M., y AIREY, D. (2003). “Labour mo-bility into tourism: Attraction and Satisfaction”, Annalsof Tourism Research, 30(1): 64-76.

TICKNER (2002). “Un mapa hacia la toma de decisio-nes precautoria”, en RIECHMANN, J., y TICKER (co-ords.) (Ed.), El principio de precaución. En medioam-biente y salud pública: de las definiciones a la práctica(pp. 41-82), Barcelona, Icaria.

TRESSERRAS, J. (2004). “La tematización cultural de lasciudades como estrategia de desarrollo a través del turis-mo”, Portal Iberoamericano de Gestión Cultural (pp. 19).

URRY, J. (1990). The Tourist Gaze. Leisure and Travelin Contemporary Societies, Londres: Sage.

VATTER, M. E. (1996). “La democracia, entre represen-tación y participación”, El debate sobre la crisis de larepresentación política (pp. 31-54).

VERA, J. F. (Coord.) (Ed.) (1997). Análisis territorialdel turismo: una nueva geografía del turismo, Barce-lona, Ariel.

VIDAL, L., y PAULY, D. (2004). “Integration of subs-ystems models as a tool toward describing feedinginteractions and fisheries impacts in a large marineecosystem, the Gulf of Mexico”, Ocean & Coastal Ma-nagement, 47(11-12): 709-725.

VV.AA. (1991). Estudios sobre la Reserva Marina de laIsla de Tabarca, Madrid.

VV.AA. (1995). “Informe sobre la propuesta de crea-ción de una reserva marina en el Mar de Las Calmas(El Hierro, Islas Canarias)”, La Laguna: Dpto. de Bio-logía Animal (unidad de Ciencias Marinas) de la Uni-versidad de La Laguna, Tenerife, Islas Canarias.

VV.AA. (1997). Los símbolos de la identidad canaria,Tenerife: Centro de la Cultura Popular Canaria.

VV.AA. (Ed.) (2001). Actas de las I Jornadas Interna-cionales sobre Reservas Marinas (Murcia, marzo 1999),Madrid.

VV.AA. (2005). “Escenaris de futur de Torroella de Mont-grí i L’Estartit”, Girona: Instituto de Estudios Turísticos,Universidad de Girona.

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

214

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 214

Page 217: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

WADE, R. (1987). “The Management of Common Pro-perty Resources-Collective Action as an Alternative toPrivatisation or State-Regulation”, Cambridge Journalof Economics, 11(2): 95-106.

– (1988). “Why Some Indian Villages Co-Operate”, Eco-nomic and Political Weekly, 23(16): 773-776.

– (1995), “The ecological basis of irrigation institutions: Eastand South Asia”, World Development, 23(12): 2041-2049.

– (1992 [1987]). “La gestión de los recursos de pro-piedad común: La acción colectiva como alternativa ala privatización o a la regulación estatal”, en AGUI-LERA KLINK, F. (Coord.): (Ed.), Lecturas sobre econo-mía del agua (pp. 403-425), Madrid: M.A.P.A.

WEBER, P. (1995). Pérdidas Netas. Pesca, empleo y me-dioambiente marino, Bilbao: Bakeaz, Centro de docu-mentación y estudios para la paz.

– (1996). El abandono de los océanos: políticas para surecuperación, Bilbao: Bakeaz, Centro de documenta-ción y estudios para la paz.

ZABALA LIMOUSIN, M. (1995). “Efectos biológicos dela creación de una reserva marina: el caso de las Is-las Medas”, en GUIRADO ROMERO, J. (Coord.) (Ed.),La gestión de los espacios marinos en el MediterráneoOccidental: actas del VII Aula de Ecología (pp. 55-103),Almería, 9-20 de diciembre de 1992: Instituto de es-tudios almerienses.

ZABALA, M.; GARCÍA-RUBIES, A.; LOUISY, P., y GAR-CÍA, V. (1997a). “Socio-behavioural context of the re-production in the Mediterranean dusky grouper Epi-nephelus marginatus (Lowe, 1834) (Pisces, Serranidae)in the Medes Islands Marine Reserve (NW Mediterra-nean, Spain)”, Scientia Marina, 61 (1): 79-89.

ZABALA, M.; GARCÍA-RUBIES, A.; LOUISY, P., y SALA,E. (1997b). “Spawing behaviour of the Mediterraneandusky grouper Epinephelus marginatus (Lowe, 1834)(Pisces, Serranidae) in the Medes Islands Marine Re-serve (NW Mediterranean, Spain)”, Scientia Marina,61 (1): 65-77.

Bibliografía citada

215

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 215

Page 218: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 216

Page 219: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

AMP Área Marina ProtegidaAP Área ProtegidaBOC Boletín Oficial de CanariasBOCA Boletín Oficial de la Comunidad de AndalucíaBOCAIB Boletín Oficial de la Comunidad Autónomade las Islas BalearesBOE Boletín Oficial del Estado BOPV Boletín Oficial del País VascoCB Centro de BuceoCCAA Comunidades AutónomasCET Centro de Estudios TurísticosCRIS Centro de Recuperación y de Investigación Sub-marinaCSIC Consejo Superior de Investigaciones CientíficasDARP Departament de Ramadería i Pesca (Departa-mento de Ganadería y Pesca)DGPM Dirección General de Pesca MarítimaDMAH Departament de Medi Ambient i Habitatage(Departamento de Medio Ambiente y Vivienda)DOG Documento Oficial de GaliciaDOGC Documento Oficial del Gobierno de CanariasDOGC Documento Oficial de la Generalitat de Cata-lunyaDOGV Documento Oficial de la Generalitat Valen-ciana

EEUU Estados UnidosEIN Espacio de Interés NaturalEMP Espacio Marino ProtegidoEMPAFISH European Marine Protected Areas as toolsfor Fisheries management and conservationENP Espacio Natural ProtegidoFAO Food and Agriculture Organization of the UnitedNationsFEDAS Federación Española de Actividades Subacuá-ticasFEP Fondo Europeo de la PescaGET Grupo de Estudios Turísticos de la Universidadde GironaGT General TonelICC Instituto Cartográfico de CataluñaIDESCAT Instituto de Estadística de CataluñaIEC Instituto de Estudios CatalanesIEO Instituto Español de OceanografíaIET Instituto de Estudios TurísticosIFOP Instrumento Financiero de Orientación de la Pes-caIMSERSO Instituto de Mayores y Servicios SocialesINE Instituto Nacional de EstadísticaIPC Índice de Precios al ConsumoISET Instituto Superior de Estudios Turísticos

217

Anexo 1. Índice de acrónimos empleados

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 217

Page 220: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

ISTAC Instituto Canario de EstadísticaIUCN International Union for Conservation Nature(Unión Internacional para la Conservación de la Na-turaleza)LIC Lugar de Interés CientíficoLOC Laboratorio Oceanográfico de CanariasMAPA Ministerio de Agricultura, Pesca y AlimentaciónMITC Ministerio de Industria, Turismo y ComercioMMA Ministerio de Medio AmbienteMMAMRM Ministerio de Medio Ambiente, Medio Ru-ral y MarinoOM Orden MinisterialOMT Organización Mundial del TurismoPIB Producto Interior BrutoPRUG Plan Rector de Uso y GestiónRM Reserva Marina RMIP Reserva Marina de Interés PesqueroS.A. Sociedad AnónimaS.A.L. Sociedad Anónima LimitadaS.A.U. Sociedad Anónima Unipersonal

SGPM Secretaría General de Pesca MarítimaSGM Secretaría General del MarTNR Toneladas de Registro BrutoUE Unión EuropeaUM Universidad de MurciaUN United Nations (Naciones Unidas)UNESCO United Nations Educational, Scientific andCultural OrganizationUB Universidad de BarcelonaUdG Universidad de GironaUTE Unión Temporal de EmpresasULL Universidad de La LagunaUNEP United Nations Environment ProgramVVAA Varios AutoresWWF World Wide Fund for Nature ZEPA Zona Especial de Protección de AvesZEC Zona de Especial Conservación de la UniónEuropeaZEPIM Zonas Especialmente Protegidas de Importan-cia para el Mediterráneo

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

218

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 218

Page 221: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

ORDEN MINISTERIAL –OM– de 4 de abril de 1986 queestablece una reserva marina en la isla de Tabarca, BOEnúm. 112, de 10 de mayo de 1986, y ORDEN de 4 deabril de 1986 de la Consejería de Agricultura y Pescapor la que se establece una reserva marina en la Islade Tabarca, DOGV núm. 397, de 27 de junio de 1986.OM de 19 de abril de 1990 por la que se establece unareserva marina en el entorno de las Islas Columbretes,BOE núm. 97, de 23 de abril de 1990.

ORDEN de 25 de noviembre de 1983, del Departa-mento de Agricultura, Ganadería y Pesca, por la quese prohíbe la pesca y la extracción de recursos mari-nos vivos del litoral de las Islas Medas, DOGC núm.391, de 21 de diciembre de 1983, y LEY 19/90 de Con-servación de la flora y fauna de los fondos marinosde las Islas Medas, DOGC núm. 1381, de 17 de diciem-bre de 1990.

LEY 14/1991, de 29 de abril, de creación del Parquenacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabre-ra, BOE, núm. 103, de 30 de abril de 1991.

ORDEN de 3 de marzo de 1993 por la cual se prohí-be la pesca y la extracción de recursos marinos vivos

y se establecen normas de cumplimiento obligatoriasen la zona vedada del Cap Negre al Pa de Pessic, con-tenidas en el litoral del municipio de Begur, DOGCnúm. 1725, de 24 de marzo de 1993.

DECRETO 212/1993, de 9 noviembre de 1993, del Go-bierno Valenciano, por el que se establece una zonade reserva marina en el entorno del Cabo de San An-tonio, DOGV núm. 2145, de 16 de noviembre de 1993.DECRETO 62/1995, de 24 de marzo, por el que se es-tablece una reserva marina de interés pesquero en elentorno de la isla de La Graciosa y de los islotes delNorte de Lanzarote, BOC núm. 51 de 26 de abril de1995 y OM de 19 mayo de 1995, por la que se estable-ce una reserva marina en el entorno de la isla Gracio-sa y de los islotes del Norte de Lanzarote, BOE núm.131 de 2 de junio de 1995.

DECRETO núm. 15/1995, de 31 de marzo, por el quese declara reserva marina de interés pesquero la zonade Cabo de Palos - Islas Hormigas, BORM núm. 92 de21 de abril de 1995, y ORDEN de 22 de junio de 1995,por la que se establece una reserva marina en el en-torno del Cabo de Palos - Islas Hormigas, BOE núm.161 de 7 de julio de 1995.

219

Anexo 2. Legislación de referencia en las AMPs españolas

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 219

Page 222: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

OM de 3 de julio de 1995, por la que se establece lareserva marina de Cabo de Gata - Níjar, BOE núm. 165,de 12 de julio de 1995.

DECRETO núm. 30/1996, de 16 de febrero, por el quese establece una reserva marina de interés pesqueroen la isla de El Hierro, en el entorno de la Punta de LaRestinga, Mar de Las Calmas, BOC núm. 31, de 11 demarzo de 1996, y OM de 24 de enero de 1996, por laque se establece una reserva marina en el entornode la Punta de La Restinga - Mar de Las Calmas (islade El Hierro), BOE núm. 30 de 3 de febrero de 1996.

REAL DECRETO 1315/1997, de 1 de agosto, por el quese establece una zona de protección pesquera en elMar Mediterráneo, BOE núm. 204 de 26 de agosto de1997, y OM de 8 de septiembre de 1998 por la quese establece una reserva marina y una reserva de pes-ca en el entorno de la isla de Alborán y se regula elejercicio de la pesca en los caladeros adyacentes, BOEnúm. 233 de martes 29 de septiembre de 1998. LEY4/1998, de 12 de marzo, por la que se declara el Par-que Natural del Cap de Creus, DOGC núm. 2611 de1 de abril de 1998.

DECRETO 229/1998, de 15 de septiembre, por el quese declara Biotopo Protegido el área de Gaztelugatxe,BOPV núm. 188, de 2 de octubre de 1998. Decreto63/1999, de 28 de mayo, por el que se establece la re-serva marina de los freus de Ibiza y Formentera, BO-CAIB núm. 74, de 8 de junio de 1999.

ORDEN del consejero de Agricultura, Comercio y In-dustria de 15 de junio de 1999, por la que se estable-ce la reserva marina del Norte de Menorca, compren-dida entre la punta des Morter, la isla de los Porros yel cap Gros, se regulan las actividades a desarrollar,BOCAIB núm. 81, de 24 de junio de 1999.

ORDEN de 6 de agosto de 1999, de la Consejería deEconomía, Agricultura, Comercio e Industria, por laque se regulan las actividades a desarrollar en la re-serva marina comprendida entre el club náutico deS’Arenal y el cabo de Regana, BOCAIB BOCA núm.104, de 17 de agosto de 1999.

OM de 21 de diciembre de 1999 por la que se estable-ce la reserva marina de Masía Blanca, frente al térmi-no municipal de El Vendrell (Tarragona), BOE núm. 7de 8 de enero de 2000.

OM de 18 de julio de 2001 por la que se establece unareserva marina en la isla de La Palma, BOE núm. 185,de 3 de agosto de 2001.

ORDEN de 3 de mayo de de 2002, del Consejero deAgricultura y Pesca, por la cual se establece la reservamarina del Migjorn de Mallorca, comprendida entre ca-bo Blanco, el Parque Nacional marítimo-terrestre deCabrera y cala Figuera, BOIB núm. 56 de 9 de mayode 2002.

LEY 15/2002, de 1 de julio, por la que se declara elParque Nacional marítimo-terrestre de las Islas Atlán-ticas de Galicia, BOE núm. 157 de martes 2 de julio de2002.

DECRETO 108/2002, de 16 de julio, del Gobierno Va-lenciano, de Declaración del Parque Natural de la Sie-rra de Irta y de la Reserva Natural Marina de Irta, DOGVde 23 de julio de 2002 y LEY 16/2003, de 17 de diciem-bre, de la Generalitat, por la que se declara como re-serva marina de interés pesquero la zona de aguas in-teriores comprendida en la reserva natural marina deIrta, DOGV de 19 de diciembre de 2003, capítulo XXVde la modificación de la LEY 9/1998, de 15 de diciem-bre, de la Generalitat Valenciana, de Pesca Marítima,de la Comunidad Valenciana, artículos 83 y 84.

ORDEN de la Consejera de Agricultura y Pesca de 28de mayo de 2004, por la que se establece la reservamarina de la isla del Toro, comprendida entre Es Clotdes Moro, la isla del Toro y Cala Refeubetx, y se regu-lan las actividades a desarrollar, BOIB núm. 78 del 3de junio de 2004.

ORDEN de la Consejera de Agricultura y Pesca de 15de junio de 2004, por la que se establece la reservamarina de las islas Malgrats y se regulan las activida-des a desarrollar, BOIB núm. 89, de 24 de junio de2004.

ORDEN de 16 de junio de 2004, por la que se decla-ra una Reserva de Pesca en la desembocadura del ríoGuadalquivir, BOJA núm. 123 de 24 de abril de 2004.DECRETO 87/2007, de 12 de abril, por el que se creala reserva marina de interés pesquero de Os Miñarzos,DOG núm. 88 de 12 de abril de 2007.

DECRETO 21/2007, de 23 de marzo, por el cual seestablece la reserva marina del Llevant de Mallorca,

Turismo, pesca y gestión de recursos. Aportaciones desde La Restinga y L’Estartit

220

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 220

Page 223: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

BOIB núm. 48 del 31 de marzo de 2007 y ORDENAPA/961/2007 que establece una reserva marina de in-terés pesquero en Cala Rajada, a levante de la isla deMallorca, y define su delimitación, zonas y usos permi-tidos, de 3 de abril, BOE núm. 89 de 13 de abril de 2007.

ORDEN ARM/3840/2008, de 23 de diciembre, por laque se aprueban medidas para la protección de la zo-na marina de El Cachucho, BOE núm. 2 de viernes 2de enero de 2009

Anexo 2. Legislación de referencia en las AMPs españolas

221

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 15/5/12 20:59 Página 221

Page 224: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

08.Proteger desde las Culturas (Capitulo 8) 31/1/12 10:24 Página 222

Page 225: AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 1 Turismo

MINISTERIODE EDUCACIÓN, CULTURAY DEPORTE

GOBIERNODE ESPAÑA

AF Cubierta Final Restinga 31/1/12 10:31 Página 2