Africa en Cuba3

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    carbn se pronuncia [kabbT|], verde se dice [bdde], cuelga [kuggaetc. Ahora bien, estos mismos hablantes siguen una regla generalizadpaol, ya mencionada anteriormente, que establece que los fonemas /b/, /d/, /g/cuando se encuentran en posicin intervoclica, no se realizan como oclusivos,sino como fricativos. O sea que en la palabra gago , por ejemplo, la primera/g/ es oclusiva, pero la segunda no lo es. El yoruba, sin embargo, no sigue estregla; de modo que la /g/ de Ogn y la /b/ de eb no se pronuncian comofricativas, sino como oclusivas. Lo que han hecho los autores de las liblas que se refiere Lydia Cabrera ha sido interpretar esta caracterstica del yorubay del lucum tradicional siguiendo las reglas inconscientes de su espaol cu-bano: es decir, si Ogny eb no se pronuncian con b y g fricativas, sinocon un sonido que se parece a la variante geminada de su dialecto,porque ante ellas ocurre un fonema lquido como la/r/.'

    El caso de gbgbo -que , como vimos, quiere decir todo tanto en lucumcomo en yoruba africano- es de ms fcil explicacin. La combinaci /gb/ noocurre en espaol. Algunos informantes, como hemos visto, mantieconsonante yoruba en el lucum oral. Otros, por el contrario, la simplifican en loque respecta a punto de articulacin, siguiendo, nuevamente, las reglpaol. De ah que gbgbo se convierta en bobo. ^ Otras vacilaciones del sistemade escritura lucum que hallamos en las libretas se deben a dificultpresenta el mecanismo de escritura en castellano. En este ltimo idioma, yasabemos, no existe el fonema /v/ aunque s aparece la letra v en el discursoescrito. Pues bien, la confusin ortogrfica que resulta de ello en espaol, sobretodo entre personas de poca educacin formal, se traslada a las libretas lucumesy hallamos, por ejemplo, eb o evo , Obarau Ovara . Similar dificultadexiste con la letra h -que no se pronuncia en castellano- y con el empleo de la

    s y la z que, por supuesto, no se distinguen fonolgicamente en Cubla libreta del viejo santero Gabino Sandoval y Herrera, gentilmente pnosotros por Lydia Cabrera, hallamos la expresin ly mi (madre ma)transcrita como hillam y Yansa (nombre de la diosa Oy) escrito como Yanz.Tpicos casos de ultracorreccin castellana trasladada al lucum.

    14. LydiaCabrera nos asegura que jams escuch a sus informantes pronunciar el nombre

    del dios Ogn con una r , sta slo ocurra en la forma escrita. Elena Iglesu pane, informa que, en Miami, algunos dicen Orgn .15. La consonante yoruba /gb/ se realiza en lucum unas veces como /b/, seg

    hemos visto, y otras como /g/. Es as, por ejemplo que la palabra Osogbo (suerte, malo) a veces se halla escrita como Osobo y otras como Osogo.

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    Ya nos hemos referido, muy superficialmente, l delimitacin de funcionesdel lucum y el espaol, demarcacin que comenz desde tiempos atrs. En el

    momento del estudio de Bascom -hace ya cuarenta aos- ste encontr que, apesar de que algunos individuos eran capaces de hablar lucum con fluidez, dichalengua ya era empleada, fundamentalmente, para propsitos religiosos. Fuerade los contextos rituales, el lucum era usado, ocasionalmente, en las conversaciones entre negros ancianos, particularmente cuando se deseaba excluir aalgn extrao que desconoca dicha lengua. Es decir que, en esa poca, el lucumy el espaol tenan ya una clara distribucin de propsitos: el uno era la lenguaritual cuyo uso se extenda a ciertos mom entos de com unicacin intra-tnica; el

    otro era el vehculo de interaccin entre los grupos y la lengua nativa de lasnuevas generaciones. Gradualmente, pues, el espa o l- y, como veremos, elboz l fue desplazando l lucum de la mayor parte de sus funciones hasta llegara la situacin actual, que es una de diglosia bastante estable: el yoruba cubanoes hoy exclusivamente un lenguaje ritual, empleado en las ceremonias de laRegla de Ocha, mientras que el espaol es la lengua de las actividades secularescotidianas.

    Incluso en los actos litrgicos de l Regla de Ocha encontramos eventos quese realizan en espaol, tales como la adivinacin y partes del Asiento o iniciacin. En este ltimo ritual, por ejemplo, las preguntas que se hacen al nefitoantes de entrar al cuarto sagrado o ig odu son formuladas y respondidas enlengua castellana. En este contexto religioso, el uso limitado del espaol sirvepara crear una distincin simblica entre los miembros iniciados y el catecmeno, que an se halla en proceso de transicin. Estas ocasiones, sin em bargo,son escasas y puede decirse que, en general, las actividades litrgicas del culto

    lucum se realizan en la lengua sagrada.Ya hemos dicho que la relacin del lucum y el espaol, en la comunidadafrocubana, es una de diglosia. Este es un trmino que sirve para identificarciertos casos de bilingism o donde coexisten una variedad lingstica que es lalengua nativa del grupo y que sirve como medio de comunicacin cotidiana einformal y otro cdigo -conocido con el nom bre de variedad superpuesta - quecasi siempre es adquirido posteriormente y que se emplea, generalmente, encontextos formales: religin, literatura, educacin. En el caso cubano actual, el

    espaol es la lengua nativa de toda l poblacin y el lucum se aprende por mediode la instruccin religiosa o mediante la asistencia a celebraciones de Regla deOcha. Es decir, en nuestro caso el lucum es la variedad superpuesta . Ahorabien, por sus particulares circunstancias, l relacin entre esta lengua y el espaolpresenta en Cuba caractersticas peculiares. En primer lugar, un buen nm erode situaciones diglsicas posee una tradicin de literatura escrita en la variedad

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    superpuesta, y estos textos son muy estimados por la comunidad lingstica. Ellucum, sin embargo, ha sido transmitido primordialmente por va oral. Elespaol es el vehculo de la literatura escrita, la lengua de la educacin. Segundo,en los contextos diglsicos usuales, la variedad superpuesta tiende a ser estandarizada y casi siempre encontramos libros de gramtica, manuales de pronunciacin, diccionarios, etc. que establecen normas para el uso correcto de lalengua. En la comunidad lingstica afrocubana el espaol es el idioma estndary el lucum, ya lo hemos visto, exhibe una considerable variacin tanto en supronunciacin como en su escritura. omo expusimos anteriormente, este lenguaje ha sido transmitido oralmente de generacin en generacin y no es hasta

    fecha relativamente reciente que ha comenzado a ser escrito en libretas quecontienen oraciones, leyendas y cnticos religiosos. El sistema de escritura hasido primordialmente fontico y moldeado por la ortografa espaola.

    Las peculiares caractersticas de esta situacin de bilingismo se hacen mscomprensibles cuando analizamos otra categora asociada alos casos de diglosia:el prestigio relativo de las variantes. En gran nmero de dichos contextos, lavariante superpuesta es la de mayor prestigio. En nuestro caso, sin embargo, lavaloracin de los cdigos es ambivalente. Recordemos, en primer lugar, que los

    miembros de la comunidad lingstica afrocubana pertenecen tambin a otra msamplia, donde el espaol es la lengua dominante y los idiomas afrocubanos sonsubvalorados. Y esto hace que las actitudes hacia el castellano y el lucum seanambiguas. omo las creencias afrocubanas han primado tradicionalmente en lasclases sociales ms bajas, el conocimiento del lucum tiene una connotacinestigmatizada. Dentro de la comunidad religiosa, sin embargo, el dominio dellucum se asocia con la sabidura y un conocimiento profundo de las prcticasreligiosas y ello infunde respeto. Una de las quejas ms frecuentes entre lossacerdotes y sacerdotisas de cierta edad es que algunos jvenes iniciados no sepreocupan por aprender lucum debidamente. Por ejemplo, un da en que LydiaCabrera admiraba en una botnica miamense un envase de amansa-guapo enaerosol, se le acerc una seora y le dijo: Esto nuestro se acaba....Puede ustedcreer que ya no saludan ni le hablan a los Santos en lucum?... La Yaw noaprende... a decirle sus palabritas en lengua a su Santo, que es lo que al Santo legusta y es lo que debe ser... '*

    En su celo por proteger una religin que est en franco proceso de cambio,nos parece que la vieja iy loch exageraba un poco. En todos los ritos de Ochaa los que hemos asistido, las oraciones y los cantos han sido en lucum. Resulta

    16. Cabrera (1980 a), p. 2.

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    sumamente interesante observar las actitudes de la poblacin cubana hacia lasreligiones de origen africano, actitudes que estn claramente permeadas de

    sentimientos contradictorios. Es cierto que el pertenecer a una agrupacinreligiosa afrocubana ya no se esconde como antes. Por el contrario, en losEstados Unidos a veces se confiesa abiertamente y casi con orgullo. Sinembargo, aun priman los prejuicios contra dichas sectas y stos se reflejan en lasactitudes hacia la lengua lucum. Los miembros de la comunidad lingsticaafrocubana se encuentran, pues, en una situacin ambigua con respecto a lavaloracin de sus idiomas. El espaol es considerado uniformemente prestigi-oso, aunque muchos opinan que no debe ser usado en ciertos contextos rituales.

    l lucum, por su parte, es prestigioso dentro de la religin y estigmatizado fuerade ella. Igual ambivalencia encontraremos en la relacin entre el castellano y lasotras lenguas afrocubanas que an persisten y que estudiaremos a continuacin:el congo y el abaku.

    La Lengua Sagrada de los aigos.

    La Sociedad Secreta Abaku, como hemos visto, proviene de agrupacionessimilares que existan y an subsisten entre los africanos del rea del Calabar. Lamayor informacin que poseemos acerca de la lengua abaku cubana la debemosa Lydia Cabrera, quien recientemente dio a la estampa un amplio y valiosovocabulario recogido hace aos en Cuba directamente de boca de los cofrades.Enrique Sosa Rodrguez, en uno de los Apndices de su libro Los igoscompara algunos trminos abakus con sus correspondientes en efik y ekoi

    (Ejagham). Pedro Deschamps Chapeaux public, en 1967, un breve glosariotomado de obras anteriores de Lydia Cabrera, Israel Castellanos y Juan LuisMartn. Lo mismo, aunque en forma ms amplia, realiz Cndida Quesada en1973. Deschamps afirma que en el abaku o lengua aiga la influencia del efikes predominante, aunque el cdigo ha sufrido mltiples alteraciones por lainfluencia del espaol: Rotos desde hace muchos aos los vnculos con lalengua de origen, el tono, el acento, la inflexin, que imprimen a la palabra sucorrecta expresin, se han perdido y el lenguaje b ku ha devenido en una jerga

    1. Utilizamos para encabezar este acpite, el ttulo del monumental diccionarioabaku recientemente publicado por Lydia Cabrera (1988 b).

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    o dialecto afro-espaol o mejor, afrocubano- en el que se dificulta cada vez msprecisar la exacta procedencia de sus voces .

    Sosa Rodrguez, por su parte, encuentra influencias efik, ekoi, obant en la conformacin del vocabulario aigo, siendo la efik la preDice Sosa: El anlisis comparativo de estos vocabularios da priorlengua efik en la formacin de la jerga aiga, pero esto puede deberse a que hasido precisamente del efik de donde ha podido lograrse un diccionagramtica, siendo muy inferiores las fuentes sobre otras lenguas delLos vocabularios muestran ser falsa la observacin de algunos invesque han sostenido que el aiguismo es indescifrable; por el contrar

    resulta es que a pesar de las largas decenas de aos sin contacto con fricaadeptos en Cuba han logrado conservar con inevitables modificaciones y quizla utilizacin de algunas palabras no originales, una sorprendente, cequivalencia con las palabras usadas por sus antepasados africanos, fdebido seguramente al carcter dogmtico de su jerga, a su cuidadovacin como parte indisoluble del culto aigo .'

    No cabe duda de que una fuente importante en la conformacin de la lenguaabaku ha sido el efik. As lo demuestra la breve lista comparativa preparada por

    Sosa, as como estos trminos que hallamos en La engua Sagrada de losaigos d LydiaCabrera, cotejadas con los dclDictionary ofthe EfikLanguagde Hugh Goldie:

    Abaku Efik Espaol

    obonAbasiuekuriknsenin(Lit.de gallina)inuninunudia

    huevo

    aboAbasiunenikurikut

    nseninuainumdia

    reyDiosgallinalechuza

    huevobocacotorracomer

    2. Deschmps Chapeaux (1967), p. 40.3. Sosa (1982), p. 409 .4. Sosa, ibid.,pp . 410-411.

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    fia, afiaibaitiban (plural)abaenyinlyamba

    blancodostresmujer(es)cuevaojoscargo en la Sociedad SecretaAbaku y en la Sociedad Secreta Egbo de los Efik.

    afiaibaitaibanabebaue, uenlyamba

    A pesar de las semejanzas apuntadas anteriormente, la comparacin entre elabaku y el efik presenta dificultades que no hallamos al comparar el lucum conel yoruba y, como verem os, el congo con el kikongo. En estos dos ltimos casoslas semejanzas son abundantes y notorias. En lo que se refiere a l abaku, sinembargo, num erosos trminos que aparecen en los libros de Cabrera y en otrasfuentes carecen de correspondientes reconocibles en efik y viceversa. Variosautores han sealado la gran heterogeneidad lingstica que caracterizaba a lospueblos del Viejo Calabar. En la Introduccina su diccionario efik-ingls nos

    dice G oldie :: ... No encontramos entre ellos reinos grandes, como el Ashanti,sino que su escasa poblacin se halla dividida en muchas pequeas tribus... ycada tribu habla su lenguaje peculiar. Por ejemplo, s tomam os Creek Town, enel ro Calabar, como centro, y describimos un crculo de cien millas de radio,incluiremos o tocaremos las tribus de Usahadet (Bakasey), Efut (Camern),Aqua (Kwa), Akayo, Uwet, Umon (Boson), Ekoi y Unee (Ib o) .' Com o hasealado ^ez Cedeflo (1988), la procedencia del nutrido lxico abaku que noes de origen efik es asunto an no resuelto.

    La imprecisin en lo que respecta al origen del abaku hace que sea difcildescribir con seguridad los cambios ocasionados por el contacto con el espaol.El m s sealado, en lo que a la pronunciacin se refiere, es la insercin ocasionalde una vocal inicial en palabras que comienzan con ciertos grupos consonanticosquejiunca ocurren en espaol en dicho contexto. Por ejemplo, la palabra efikkanika (campana) se vuelve a veces en ahakxienkanik. Nez Cedeo (1988)seala cambios morfolgicos tales como la adicin del morfema p lural castellano a la raz efik ( obonlobones y la utilizacin de inflexiones verbales

    5. Goldie (1862), p. xlii. Hemos utilizado la edicin reproducida en 1964. Traduccin nuestra.

    6. Nez Cedeo (1988), p. 152.

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    espaolas (ampear matar ).' Estas asimilaciones morfolgicas al espaol, sinembargo, ocurren cuando los vocablos abakus surgen como prst mos en undiscurso 0 texto castellano y no dentro de las frmulas aigas. Un proceso

    semejante ocurre tambin en lucum y en congo. Hablando de los santos enespaol, por ejemplo, oiremos decir ochas , pero esta forma espaola depluralizar no ocurre en los textos lucums. Los congos, conversando en caste-llano, podrn llamar mpungos a sus dioses, pero no cuando rezan en congo.

    Hasta hoy los cnticos y oraciones del complejo ritual aigo se entonan enlengua abaku, y sta se halla, con respecto al espaol, en una relacin bastanteestable de diglosia, similar a la discutida en el acpite anterior. Actualmente,segn los hallazgos recientes de Nez Cedeo, la competencia comunicativa enabaku es escasa y se reduce al reconociniiento de palabras aisladas y a larepeticin de frmulas aprendidas de memoria. Idntica situacin existe entre losusuarios del lucum y, ms an, del congo. En el pasado no muy lejano, sinembargo, el lenguaje ritu l sala a veces de su contexto religioso y haca su apa-ricin en otras esferas de la vida social como, por ejemplo, la poltica. En unpasqun bilinge de 948 se solicita a los cofrades que voten por el candidato alSenado Carlos Miguel de Cspedes, ocobio blanco de la Sociedad:

    A c e r e C r c o ro O b o n c u e O ta n Ef Otan f M o n i n a H e c h e q u e r e q u e O c o b i o

    A m a n a n b O c o b io A m a n a n b

    Car los Migue l de CspedesSEN AD OR No . 2 POR EL PA RT IDO LIBERAL

    A fa ipa Engom o Cur M embara Crucero AllerequemioEL I ro . DE JUN IO DE 19 48

    India Arnaco End em e Cufon A fianta E ngom o Am enir,A fanip Afauker, Crucor End em e Efi, End em e Ef,Monina M osongo. LL uaoza Ef Co ndo.

    MA TAN ZAS ABRIL 22 l4 8

    7. Nez Cedeo 1988), p. 150.

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    E n esta otra muestra d e l sincretismo cultural de nuestro pueblo, se pide a losdeptos q u e marquen e l nmero 3 3 -la tinosa en la charada china- que identifca

    al candidato abaku Ricardo Cabanas.*

    A LOS ABANEKUES N A C I O N A S T A

    Acer krukoro a\ anekue er mo-mi afom endik apotarenken

    RICARDO CA BANA S Jendomitn embara engomo afraga*ll afanip arenill kibn. SI

    Ialuda a los abanekues y les pido rrayen la tinosa No. 33 Ricardo Ca- ;*Lbaas, para hacerlo representante. J^Juan Enseftat Boza

    n 3 e i $ .^ a i i5 ? iK S ? 3 e i^ ^ e i 3 i w e i^ &

    De enorme inters es e l sistema de escritura ideogrfica Abaku conocido enCuba con el nombre de ereniy y documentado extensamente por Lydia Cabreraen su libro Anaforuana. ' Lx s tr zos comprenden mltiples firmas o anaforua-n s que representan los diversos cargos de las Potencias o agrupaciones; nu-

    Am bos pasquines aparecen en Sosa (1982), ilustraciones al final del libro, sin nm erode pgina. Obsrvese en el segundo anuncio un ejemplo del fenmeno explicado enprrafos an teriores. En la frase castellana A los Abanekues Nacionalista (sic) hallamos la palabra abanekues conlafo rmacinespaoladel plural. En el texto abakuencontramos acer krukoro abanekue... (literalmente, saludos a las personas iniciadas . . . ) . si bien es cierto que no se intenta pluralizar utilizando el morfema cor-respondiente en efik tampoco se sa la forma espaola. Simplem ente, el plural se dejasin marcar, lo cual es muy corriente en efik y en otras lenguas africanas.Cabrera (1975).

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    merosos escudos , emblemas , banderas o sellos que identifican cada unade las sociedades; y los gandas que describen acciones, delimitan superficiesy rompen barreras tempoespaciales retrotrayendo el ritual a sus aejas fuentes

    africanas .' Robert Thompson seala que cada vez ms se emplea en Cuba eltrmino anaforuana para designar toda escritura ideogrfica abaku. El ereniy cubano proviene, en ltima instancia, del sistema de signos

    empleados por los ekoi o ejagham) y que recibe el nombre de nsibidi. Entre losejagham, ya lo hemos visto, existan y existen numerosas sociedades secretascomo la Ngbe, la agrupacin masculina del leopardo, que se reprodujeron entrelos efik y luego en Cuba dieron origen a las ramas abaku. En su libro lash ofthe Spirit Thompson advierte que los nsibidi cuyo significado literal es letrascrueles ) no se derivan de ningn sistema occidental de escritura: se trata de unacreacin totalmente africana. Los trazos representan ideas en distintos nivelesde discurso. Algunos son signos accesibles a todos e identifican relaciones humanas u objetos de uso cotidiano: '

    amor, unin odio, separacin

    10. Sosa (1982), Anexo 5, p. 43 7.11. Thompson (1983), p. 252. Lydia Cabrera (1970 b) define ereniy como escritura; el

    smb olo ; p. 68, nota 1. Tambin significa ojos .12. T hompson, ibid., pp. 244-245.

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    ^

    A

    palabra reunin, congreso viaje

    Otros son seales de peligro -los llamados signos oscuros - y, comoconsecuencia, frecuentemente aparecen sombreados:

    cadver muerte de un am igo

    Finalmente, algunos son tr zos ritu les de l s diversas sociedades secretas y

    su conocimiento ha sido celosamente guardado, como lo percibi Talbot aprincipios de siglo: En otra ocasin se le pidi a un prominente miembro de'Egbo', que ten l reputacin de conocer ms Nsibidi -una escritura primitivasecreta muy us d en est p rte del mundo- que ninguna otra persona viva, queme ayudara un poco en el estudio de estos signos. Se neg vehementemente,aunque se le ofreci una buena remuneracin por sus servicios. Aadi a otromiembro de la sociedad, sin saber que sus palabras eran entendidas por 'elhombre blanco', 'Si le enseo Nsibidi D.C., l sabra todos los signos de Egboy el secreto de los anim ales'. Se neg a dar ninguna informacin adicional y,poco despus, se march .'' Los nsi idi ekoi fueron adoptados por otros

    13. Talbot (1912), p. 39. Traduccin nuestra.

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    pueblos del rea del Calabar y, finalmente, viajaron a Cuba y a otros lugares delNuevo Mundo en los barcos negreros.

    La alianza entre los ejagham o ekoi -conocidos tambin como e/or en Cuba-y los efik se recuerda en mltiples rutforu n s de la Isla. Veamos solamentedos, tomados del estudio ya citado de Lydia Cabrera. El primCTO, identificadocomo el emblema de Anamangu, se dibuja de la siguiente manera:

    Cabrera explica as su significado: " La flecha representa el camino deUnfris -el cementerio- es decir el camino que conduce a la vida eterna, al pasde los Muertos'. El crculo, 'La boca del pozo donde Nasak lo invoc y aparecila sombra de Ndugo'. El valo en el espacio inferior, del circulo a laderecha, el sello de Ekue Efor. 'Cuando los hombres de Efor iniciaron a los deEfk y les sacramentaron su Bonk (tambor), transmitindole el Espritu, stostrazaron una cruz en el sello significando as que el Espritu es el mismo en Eforque en Efik'. En este emblema de Anamangu la cruz o Cuatro Vientos, insertaen el valo, a la izquierda en el espacio superior del cfrculo, es la 'firma' deEfik". "

    La alianza sagrada de los pueblos, que se efectu mediante la consagracinde Efik en el embarcadero de Usagar, se recuerda en el ideograma conocidocomo "Embarcadero de Efor y Efc"." La cruz, de nuevo, identifica a los efik,el crculo es el emblema de los ekoi (efor). Obsrvese que las cruces y los valos

    14. Cabrera (1975), fig. 164, p . 262 . Todos los anaforuanas de Cabrera aparecen reproducidos aqu con permiso de su autora.

    15. C abrera ibid., fig. 184, p. 287.

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    estn dispuestos en forma totalmente inversa -como en un espejo- en ambasmitades del dibujo:

    n ocasiones los dibujos abakus son ms bien pictogramas que ideogramas.Por ejemplo, en ste recogido por Cabrera, un aigo representa la transformacin de Tanse, el Pez sagrado, en el tambor Ekue. l cuerpo del Pez se tomaen el cuerpo de Ekue, mientras que su cola se convierte en las tres patas del tam or *

    16. Cabrera, ibid., fig. 37, p. 111.

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    Hallamos, adems, signos como el de Nasak que, hacindose cada vez msabstractos, van del pictograma al ideograma. El siguiente dibujo es una representacin ideogrfica del emblema:

    ^

    F

    o

    ~ o ^

    0

    0 o

    \ \

    Segn Lydia Cabrera, la lnea perpendicular representa la palma sagrada dela consagracin. La flecha ondulante simboliza la serpiente de Nasak y las

    ramas en el extremo superior de la culebra son signos de Efor, Bekura y Efo-rinsn. En el extremo inferior aparece la firma de Sikn, la mujer sagrada. Eltringulo de la base identifica al Ekue y los cuatro crculos sombreados son losojos de Tanse y de Sikn. Los tres valos en la ltima curva sealan las trespiedras sobre las cuales Nasak coloc a Ekue en el ro. Los crculos en lascurvas superiores representan a los efor. Si aparecen cruces alternando con losvalos, con ello se identifica tambin a los efik. os ejemplos a continuacinson versiones pictogrficas del mismo emblema. *

    17. Cabrera, ibid., fig. 135, p. 224.18. Cabrera, ibid., figs. 136, 137 y 138; pp. 225-228 .

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    Ntese que en el segundo las ramas de la palma se asemejan a la cola del Pezsagrado.

    En el prximo acpite, dedicado al estudio de la lengua conga cubana,examinaremos un sistema similar de escritura ideogrfica, conservado fielmente hasta hoy por los descendientes de africanos en la Isla y por otrosmiembros blancos de las Reglas Congas.

    La Lengua Conga: el Bant de C uba

    Menos estudiado que el lucum y el abaku, el congo es, en parte, la lenguaritual de las diversas Reglas Congas de origen bant. Al igual que los otrosidiomas afrocubanos, el congo exhibe una considerable variacin. Veamos, porejemplo, tres versiones del canto ]mhis2iErisiBaland La primera A) transcrita por Fernando Ortiz, ^ la segunda B) por Lydia Cabrera y la tercera recogida por nosotros en una ceremonia de M iami :

    1. Ortiz (1965 ), p . 316 .2. Cabrera(1977 ), p. 36.3. Castellanos, Isabel (1977), pp . 66-69.

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    (A) Erisi Baland EdeCon go du gu

    Con go du guAy Kunia ngangulAy Kunia ngangulErisa mi.

    (B) ErisibarandErisi barand ' .Rondonguloay tuliangangulErisibaranderisamio... - '

    C) EliseBaluand _Elise BaluandconcondubconcondubAy Kulia gangulAy Kulia gangulElise mi

    La gran variabilidad que caracteriza a la lengua conga cubana es resultado,en parte, de un fenmeno similar que ocurre en las lenguas bantes de frica yparticularmente en el kikongo, el idioma que dio origen a nuestro cdigo isleo.

    En primer lugar, las lenguas bantes poseen races lxicas comufonologa similar, aunque con numerosas diferencias entre ellas. Usirve para ilustrar este punto. En un reciente estudio comparatiyo, Obenga rastrea el vocabulario de la agricultura en varios idiomaExaminemos nicamente la realizacin de la palabra lluvia :

    Tsogho:Kota:Kikuyuka:Mbochi:

    mbmbmvlmbv, mb

    4. Obenga (1985), pp. 35-68.

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    Espaol

    negro

    macheteperroabuelo, antecesoraguardienteaguaalbinoblanco (persona)orejaamigagallinaaura tinosadedosfuerza

    ongo de uba

    bafiota

    mbeli, mbelemba, bankaimalafomambandundamundelektunkundinsusumayimbenlembo, lembongolo, golo

    Kikongo

    fyti

    mbelembw

    nkyi (abuelos m atemos)ma-lvummbandndum-ndelektunkndinssuma-yimbinlmbonglo

    Como en el caso del lucum, bien podramos continuar la lista, pero no hace

    falta. Sin duda, una de las fuentes ms importantes -aunque no la nica- en laconformacin del congo cubano fue el kikongo, con sus varios dialectos.Gonzlez Huguet y Baudry (1967) han comparado 359 voces congas de Cubacon sus equivalentes en lari, monokutuba (o kituba), lingala y swahili, todos ellosidiomas bantes. El mayor nmero de voces iguales o parecidas (el 63.3 porciento) corresponden al lari y al monokutuba, ambos relacionados al kikongo. *Estos investigadores no consultaron directamente ningn diccionario kikongo yresulta interesante el comprobar que algunas de las expresiones contenidas en sulista -y para las cuales no hallaron equivalentes muy precisos en otras lenguasbantes- corresponden casi exactamente a trminos kikongos. As, por ejemplo,la palabra conga fuamato (sordo) equivale al trmino fwa matu en kikongo.Lo complejo de la situacin lingstica de esta regin africana se refleja, ennuestros das, en esta afirmacin de Gabriel Manessy: La interpretacin de lasvariaciones lingsticas se complica an ms por el hecho de que la normadominante no es siempre, ni para todos los hablantes, la norma verncula. Pormucho tiempo aquellos entre los Bakongos que han estado ms ntimamenteapegados a sus tradiciones se han quejado de que los jvenes casi nunca usan ms

    8. Gonzlez Huguet y Baudry (1967), pp. 31-64. Los porcentajes fueron com putadospor nosotros, utilizando los datos suministrados por los autores.

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    variedad que la Kituba, una forma corrupta del lenguaje de acuerdo con los tra-dicionalistas y un verdaderopidgin segn Nida y Pehderau...pero que a los ojosde la generacin actual representa la forma moderna del lenguaje ancestral .'

    pesar de que la lengua conga cubana es fcilmente reconocible como unaversin del kikongo, el contacto de ste con el espaol promovi una serie demodificaciones lingsticas, tal y como ocurriera con el lucum. Las vocalespermanecieron bastante estables, aunque las vocales largas (o reduplicadas) sereducen en el congo cubano a vocales simples: e.g., mbele (machete) se convierte en mbele. Las consonantes prenasalizadas en posicin inicial de palabra[nganga (caldero mgico), mba (perro)] frecuentemente se mantienen comotales, aunque tambin hallamos dos posibles transformaciones: o bien se pierdela nasal inicial nganga se convierte en ganga; mba se vuelve ba) o se leantepone una vocal a la nasal inicial [enganga en vez de nganga, enkangue( amarre ) en vez de nk nguej . ^ La vocal /u/ tona, que en espaol ocurre pocasveces en posicin final, en congo se convierte ocasionalmente en la vocal /o/ y,menos corrientemente, en la vocal/a/: [ngndu (cocodrilo) se realiza comongando;ndndu como ndunda]. La fricativa kikonga/v/, que no forma parte delinventario fonolgico del espaol se reinterpreta en congo como /f/: ma-lvu

    (aguardiente) se torna en Cuba m alafo. El grupo de sonidos ky se convierte enel cdigo afrocubano en / / ch): kyla (rana) se vuelve chula. Tal y comoocurriese en lucum, los tonos kikongos desaparecen en favor del sistema deentonacin caracterstico del espaol. E incluso, como veremos en breve,hallamos claras influencias castellanas en la morfologa del congo cubano.

    Las lenguas lucum y abaku han sido conservadas en Cuba en una proporcin mucho mayor que la conga. Como sealamos en un captulo anterior, en losrituales congos a los que hemos asistido en los Estados Unidos, la mayora de los

    mambos y de las invocaciones han sido en un bozal o en un espaol salpicadosde voces congas. Por ejemplo, durante el sacrificio de un gallo a la nganga eloficiante canta:

    9. Manessy (1977), p. 131 .10. De forma independiente a la nuestra, Gema Valds Acosta (1974) llega a las mismas

    conclusiones acercade la variabilidad que acabamos de discutir. Un rasgo muy interesante que observa ella en sus informantes es lo que llama neomorfologizacin y queno es ms que una hipercorreccin: la aadidura de un morfema posiblemente interpretado como africano a palabras que no lo llevan. Da los siguientes ejemplos: /emuana/en vez de /muan a/ (nio, mujer); /enloso/ en lugar de /loso/ (arroz).

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    Ya ure, ya ureYa mi nganga ya ure(Ya comi, ya comi, ya mi nganga comi)

    Aunque las palabras subrayadas son congas, la estructura sintctica esespaola. Y an ms, el trmino ure (del kikongo da, udia, comer ) ha sidoadaptado a la morfologa del pretrito espaflol. Este no es un fenmeno reciente.El proceso de desplazamiento hacia el castellano se observa ya en materialesrecogidos hace cuarenta o cincuenta aos por Femando Ortiz y Lydia Cabrera.En fecha ms cercana. Cabrera lo constata en-los siguientes trminos: Escurioso que los Padres Nganga que hemos conocido, que hablaban y sabanlargos rezos en 'lenguaje de congos' al entonar sus 'mambos' y dirigirse en susritos a su Mpungo, Nkisi o Nkita, al fuiri, fumbi, fa o fuidi (muerto) mezclancon las palabras bant palabras castellanas pronunciadas como bozales, lo queno ocurra ni ocurre an en el presente, con los Olorichas, que conocen bien sulengua y se dirigen a sus dioses eri Anag (Yoruba). Nos explica un viejoVrillumbero, con razn ms o menos vlida, que eso lo hicieron los congos y loscriollos para los relloUos en un tiempo en que ya todos hablaban espaol, por sialgn munangeye (hermano) no los entenda y porque as les gustaba hablara los muertos, que eran bozales .^^

    Es decir, que la relacin de diglosia entre el congo y el espaol ( o entre elcongo y el bozal que originalmente puede haber sido relativamente estable,comenz a resquebrajarse en poca bastante temprana. Si bien la reconstruccinde procesos lingsticos es sumamente imprecisa en casos como el nuestro dondecarecemos de fuentes documentales abundantes que registren el cambio, esposible proponer algunas posibles causas para este fenmeno, todas a manera de

    hiptesis. En primer lugar sabemos que un nmero de esclavos congos hablabanpidgins y lenguas criollas de base portuguesa, lo que debe de haber contribuidoa una adquisicin relativamente rpida del bozal Dice Lydia Cabrera: Esosloangos, me explicaron, vinieron de la parte de arriba del Congo, y de la parte deabajo de un ro grandsimo vinieron los Angola, que hablaban portugus comolos Ngunga . ^ En segundo trmino, ya sabemos que los ritos ms genuinamen-te congos son los mgicos que involucran a los muertos. Y muchos de los difuntos, cuyos espritus se convertan en esclavos de sus dueos , no hablaban enlengua conga, como explica el informante de Lydia Cabrera que citamos

    11 . Cabrera (1979), p. 1 21 . Subrayado nuestro.12. Cabrera, ibid., p. 213, n. 10.

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    anteriormente. Podan ser, y en efecto eran, negros de diversa filiacin ingstica,blancos que solamente hablaban espaol y hasta chinos, sumamente apreciadospor su eficacia. No olvidemos que la magia conga es esencialmente pragmticay, por ello, resulta necesario que los muertos entiendan sin dificultad las rdenesde sus amos. El boz l y, ms tarde, el espaol se convirtieron as en una suertede lingu fr nc entre el Padre Nganga y sus espritus, ya que stos, a lo mejor,no comprendan el congo. Los lucumes, por el contrario, podan y puedenconfiar en la competencia lingstica de sus dioses yorubas, quienes prefierenque se les hable en su idioma. Vemos, por tanto, como factores religiosos puedencontribuir a los procesos de retencin o desplazamiento lingsticos.

    Los congos, al igual que los Abakus, poseen un complejo sistema deescritura ideogrfica -las firmas , fmbas o marcas - que sirven para consultar la voluntad de dioses y espritus y como emblemas de identificacin de lasdeidades, los fi l s y las prendas mgicas. e que se trata de un autnticosistema de escritura lo demuestran los siguientes ideogramas que aparecen en elapndice a este volumen, del cual Lydia Cabrera es autora: El trazo * ,porejemplo, significa mujer , ^ corresponde a cementerio , el grafemay^fH-h

    representa al verbo ir , mientras q u e , quiere decir trabajar. Sin firmasno se pueden realizar las acciones rituales, ya que a ellas responden las divinidades y los muertos. El dibujar la firma equivale a invocar sus nombres.El siguiente, por ejemplo, es un ideograma que representa a Nsambia o Sambia,el Dios supremo de los congos: '*

    13. Vase el apndice que qiarece al final de este libro, en el que se reproducen lasfirma s congas recogidas por Lydia Cabrera.

    14. Lpez (1961) pp. 1 7-24, dibujos sin nmero de pgina.

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    Observamos aqu como en otros muchos, el cosmograma de los congos, dosde cuyas versiones ms sencillas son:

    ]Segn explica Robert F. Thompson, la lnea horizontal divide el mundo de

    los vivos ntoto) del reino de los muertos {kalunga . os cuatro puntos de la cruzindican los cuatro momentos del sol : el de la extrema derecha representa elalba y el comienzo de la vida; el superior indica el medioda y la plenitud vital;el de la izquierda simboliza el ocaso y la muerte; el inferior significa lamedianoche y la inmortalidad que puede ser alcanzada mediante una vida rectay la produccin de descendientes. ' ' El ideograma cubano conocido comoLucero o Cuatro Vientos reproduce, en su forma y en su nombre, el contenidoconceptual bakongo:

    f

    15. Thom pson y Com et (1981), p. 28 y Thom pson (1983), pp. 108 y 109.

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    Don Femando Ortiz, al referirse a la importancia que ienen as encrucijadasen los ritos afrocubanos dice: Los cuatro caminos equivalen a los 'cuatrovientos' o sean los cuatro puntos cardinales y, por extensin a todo el espacio delmundo . '*

    Thompson ha sealado igualmente la preocupacin, tanto en los ideogramasabakus como en los congos, por las imgenes cruciformes, que se repitenobsesivamente en los trazos cubanos. En sociedades que surgen del tajo culturalde la trata, esta simbologa de liminalidad, de transicin, de mediacin de losmundos, se hace eminentemente comprensible y apropiada. Y como, curiosa-mente, a los dioses y a los fieles afrocubanos les ha tocado en ms de una ocasinatravesar el mar, su significado sigue siendo vigente.

    Ya hemos sealado que las firmas congas, como su nombre lo indica, tie-nen un carcter personal. Cada miembro de una agrupacin conga recibe,adems de su apelativo en lengua africana, una firma anloga a la de su santotutelar. La identificacin entre una persona y su firma es absoluta. omo afir-ma Leovigildo Lpez, ningn adepto consentir en escribir su firma completa,ya que alguien podra obtenerla y utilizarla para hacerle mal. De igual modo,segn algunos fieles, el santo se encuentra efi la firma , es decir, la divinidad

    se hace presente en el trazo. El siguiente ideograma es una de las marcas deChola o Chola Wengue (Ochn):' '

    16. Ortiz (1981), p. 61. El trazo de Lucero o Cuatro Vientos aparece en Lpez (1961).17. Lpez, ibid., no pag.

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    Finalmente, se emplean firmas o fimbas en la preparacin de trabajosmgicos y para recibir respuestas a ciertas preguntas. Los trazos se hacen contiza blanca si el conjuro es para invocar un bien ( trabajo cristiano ) o en carbn

    negro si se trata de efectuar un mal ( trabajo judo ). Veamos lo que al respectodice un informante de Lydia Cabrera: Hice este trazo -el de Nkuyo o Tata Legua, un Elegu congo. La flecha a la derecha representa al enemigo. Para preguntar se utiliza la del centro. En el punto negro que est en la parte baja de laflecha central, se pone el primer montoncito de plvora, y el Mayombero dice:si de verdad, verdad l es enemigo mo, coja usted tres del camino que est hechopara l (derecha) y tres de la gua (centro) del lado derecho. Deje libre el medio.Si estallan seis montoncitos de fula y quedan siete, el que sospecha que es enemigo lo es. 1 *

    5 ;

    Hemos visto, a lo largo de este captulo, cmo los negros africanos lograron,literalmente contra viento y marea, mantener algunas de sus lenguas ancestralesy transmitirlas a sus descendientes, los cubanos de hoy. En el prximo acpiteanalizaremos el proceso de creacin lingstica que dio origen al llamadobozal . Lejos de haber sido pueblos incapaces de dar fe de su historia y de sus

    creencias, stas se ven documentadas en narraciones orales y dibujos ideogrficos a los que los criollos aadieron sus propios significados y su propiaimaginacin. La cultura religiosa afrocubana y su uso del lenguaje oral y escrito

    18. Cabrera (1979), pp. 146-147.

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    dan, adems, testimonio simblico del sincretismo que sirve de base a nuestracultura nacional. Todo fiel tiene su nombre "catlico", en espaol, y su nombre

    en "lengua", bien sea en congo, en lucum o en abaku. Los orishas respondentambin a apelativos africanos y espaoles. Y es por esto que, segn la tradicinpopular, la Virgen de Regla-Yemay - "la que lleva cadena de plata en los tobillosy collar azul claro"-'' reina an sobre Nunkwe Amanison Yorama La Habana,en abaku- y sobre las otras poblaciones, dentro y fuera de la Isla, donde siguenvenerndola sus hijos cubanos.

    El habla bozal cubana

    Adems de las lenguas afrocubanas que hemos discutido anteriormente,hallamos en Cuba otro cdigo que se conoce por el nombre de habla bozal Lasmuestras ms tempranas que hemos encontrado son las transcritas por JosLezama Lima en su ntologa de la Poesa Cubana El siguiente, por ejemplo,es un canto congo de Cabildo para tres tambores:

    -Elo gire? Elo gire?Su mess, la cabayero,dipnseme la molettia;ba jabl poco cuetto,ni so cosa de miettoni biene co la lacongo de brujila.Yo mimo soy cabanga,mimo cheche lucuanda.Yambo chiriqu engundeMovimbe prende lenguaTamb manda suppende...Cautibo, casa malo

    Eng teramene

    Jabre cutu guiri mambo.Eng terameneJabre cutu guiri diambo

    19. C abrera (1970 a), p . 25

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    Eng terameneJabre cutu guiri dinga.

    Eng terameneJabre cutu muana inqun diame.Eng teramene '

    (Escuche, escucheSu merced, el caballerodispnseme la molestiavoy a contar un cuento cortono es cosa de miedo(?)ni vengo con el lode los congos e brujeraYo mismo soy cabangayo mismo soy cheche lucuandaYambo chiriqu engunde (?)Movimbe aprende la lenguaManda suspender el tamborCautivo n la casa malaEng terameneabre los odos y escucha el cantoEng terameneabre los odos y escucha al EsprituEng terameneabre los odos y escucha lo que digo

    Eng terameneabre los odos, mujerEng teramene )

    A este canto ritual annimo del siglo 18, podemos aadir otro de comparsatambin de la misma poca:

    -Qu diablo son ese?

    pregunta e mayorMira diente d anim,mira fomma ne rocc,

    1. Lezama Lima (1965), Vo l. 3, pp. 174-175.

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    mira sojo d ese nim,candela ne prese?

    Qu nim son eseque ne prese maj?Ta Julia mimo ba mat^

    (Qu diablos es eso?pregunta el mayoralmira los dientes del animalmira la forma en que l est enroscado

    mira los ojos de ese animalcandela ellos parecen?Qu animal es eseque l parece majTa Julia mismo lo va a matar)

    En el siglo 19, encontramos el bozal en poemas populares como el titulado"Exclamaciones de un negro en las fiestas efectuadas con motivo de la inauguracin del patrono de este pueblo San Marcos, el da 5 de abril de 1857", escritopor el artemisefio Manuel Cabrera Paz. Las dcimas parecen haber sido recitadasde boca en boca en la regin occidental de la Isla:

    Yo mira santo tensu pruma gara la manoy si son santo cribanopa qu son pero la pi?Yo t mira, mir...ehHora branco me amapa que yo santo cargao risponde -no sique pero ta mira yoco' labocacoror '

    2. Lezama Lima, ibid., p . 176.3 . Usamos acju la versin que aparece en Fernndez de la Vega y Pamies (1973 ), pp .

    124-129. Lydia Cabrera ha recogido una versin oral con ligeras modificaciones.Lydia Cabrera, comunicacin personal.

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    (Yo vi que el santo tenasu pluma agarrada en la manoy si es un santo escribanopara qu est el perro a los pies?Yo lo miro, lo miro...ehAhora el blanco me llampara que yo cargue al santoYo respondo - no sefiorque el perro me est mirando .con la boca colorada)

    Tambin hace su aparicin el bozal en obras teatrales del mismo siglo y,particularmente, en las que pertenecen al llamado gnero bufo. En 1847, porejemplo,BartolomJosCrespoBorbnpublicasu"juguetecmico" Un Ajiacoo la oda de Pancha Juta y Canuto Raspadura en el que casi todos los personajes hablan bozal:

    Bariga mo son jancha

    como diabro. Uno casionyo va cun su amo la Baa,cunvite que lo dio niaPipilla, cuando lo casacun Nio Grabi Potrosa;y cumpare...yo lo traga...Mari Pursima ... Mira,carabela, t ve pailaguarapo? Pueyatvebariga mo. Jinchaaayo lo ten po lo meno...eh eh como uno semana

    (La barriga ma es anchacomo un diablo. En una ocasinyo fui con mi amo a La Habana,al convite que dio la niaPepilla, cuando ella se cas

    4 . Crespo y Borbn (Creto Ganga), 1847, p . 9

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    con el nio Gabriel Pedrosa:y compadre....y o trago...

    Mara Pursima .. .Mira,carabela, t ves la pailadel guarapo? Pues ya t vesmi barriga. H inchadayo la tuve por lo menos...eh eh com o una semana)

    Esta pieza teatral es extraordinariamente interesante, ya que el autor utiliza

    el seudnimo de Creto Ganga y trata de hacem os pensar que se trata de una obraescrita por un negro africano.

    En pleno siglo veinte, Lydia Cabrera se encuentra con viejos como TM nico que hablan de la siguiente manera:

    Tnze s mismo rey viejo Ekoi.N mur jay tiempo, tiempo ante, y pritu di bob pecao que mu coge, n contra lo ro la suete

    lo rey Ekoi, y varn quita neye, mata mu pa poneun religin. Oban Tanze e rey mueto que entrapecao y pasa bong.

    (Tanze es el mismo rey viejo de los Ekoi. El murihace tiempo, en el tiempo de antes, y el espritude l se volvi un pescado que la mujer cogi, ellaencontr en el ro la suerte del rey de los Ekoi yel varn se lo quita a ella, mata a la mujer paraponer [iniciar] una religin. Obn Tanze es el reymuerto que entr en el pescado y [luego] pas albong)

    En nuestros das, Celia Cruz ha interpretado canciones que conservan anrasgos bozales:

    Chang t venChang t ven

    5. Cabrera, 1970 a, p . 88 .

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    con el machete en la manotierra va temblsi Sarabanda malongomundo t cab...*

    (Chang est llegandoChang est llegandocon el machete en la mano,la tierra va a temblarsi Sarabanda [Chang] est furioso

    el mundo se acaba...)Miguelito Valds, incluso, cantaba en "Bruca Manigua" versos que coin-

    ciden con los del canto congo de Cabildo que anotamos anteriormente:

    Abre cuta guiri ndinga''

    (Abre los odos y oye lo que digo)

    El grado de mutua inteligibilidad entre el bozal y el espaol estndar essumamente variable. Algunas muestras se encuentran, efectivamente, muyprximas al castellano:

    Nosotro tabaj casa lo ingenio cuando ingenio era de masa. Un chinomanila puso uno pincho pa coloca la masa y nosotro t m ir chino. Chinose descuida. Chino enganchao, garrao entre masa que lo meti en el ta-cho. Quita lo pincho. Vamo pone caa Dio bindito, Si Ni botncamisa apareci de chino. Y ese chino a m me gutaba.

    6. "Chang ta venf cancin de Justi Barrete, inlcrprolada por Celia Cruz y la SonoraMatancera.

    7. "Bruca M anigua", cancin de Arsenio Rodrguez, interpretada por Miguelito Valdsy la orquesta Casino de la Playa.

    8. Cab rera(1979 ), p. 58.

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    (Nosotros trabajamos en la casa del ingenio cuando elingenio era de masa. Un chino de Manila puso un pinchopara colocar la masa y nosotros mirbamos al chino. Elchino se descuid. El chino qued enganchado,agarradoentre la masa que lo meti en el tacho. Quitamos elpincho. Vamos a poner la caa Dios bendito, Seorni el botn de la camisa apareci del chino. Y esechino a m me gustaba.)

    Otras, como hemos visto en algunos de los ejemplos anteriores, resultan de

    casi imposible comprensin para un hispano-parlante. Es decir, que el bozal haestado presente en Cuba durante varios siglos y a lo largo de su historia ha mostrado una enorme heterogeneidad.

    Pero, qu exactamente es el bozal? La respuesta no es sencilla, ya queinmediatamente nos enfrentamos a dos posibilidades: o bien el bozal es, simplemente, un espaol "mal hablado", desfigurado por la influencia de las diversaslenguas nativas de los esclavos, o bien es una lengua criolla o, por lo menos,un cdigo criollizado que muy pronto despus de nacer cay en un acelerado,

    casi vertiginoso proceso de descriollizacin. Nosotros nos inclinamos por lasegunda hiptesis, y a probarla dedicaremos gran parte de este acpite. Antes,sin embargo, es menester aclarar ciertos trminos y conceptos, tales como lasdefiniciones de lenguas pidgines y criollas y discernir cules son los procesosque originan unas u otras. Debemos examinar, adems, lo que entendemos pordescriollizacin.

    En primer lugar, un pidgin es una variedad lingstica que surge por elcontacto de dos o ms grupos cuyos idiomas no son mutuamente inteligibles yque no tienen entre s un vehculo lingstico comn. Los pidgines, como sealaSarah Grey Thomason, no son en realidad el resultado de un proceso d c mbiolingstico es decir, aquel en el que un cdigo evoluciona normalmente porrazones internas o por la influencia de una lengua extranjerasino casos deverdadera gnesis lingstica, de la formacin de cdigos nuevos, creados demateriales tomados de dos o ms lenguajes.' Por esta razn los pidgines han sidoa menudo catalogados de "lenguas mezcladas", trmino que, como plantea

    David de Camp, resulla peligroso al sugerir que un pidgin o una lengua criollason solamente un potpourri sin ninguna estructura coherente propia".'"

    9. Thom ason (1982), pp. 478 -483.10, De Cam p (1971), p. 15.

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    Las lenguas pidgines se emplean siempre en contextos comunicativos muyespecficos, frecuentemente de comercio o intercambio. Por eso, generalmentese limitan a poseer las construcciones y el vocabulario bsicos para cumplir susfunciones inmediatas. R. A. Hudson lo ilustra de la siguiente manera: Si loscontactos estn restringidos a la compra y venta de ganado, entonces solamentese necesitan elementos lingsticos que se refieran a sto; por lo tanto, no habrforma de hablar de la calidad de los vegetales, o de emociones, o de ninguna delas muchas cosas acerca de las cuales se puede hablar en un lenguaje norm al .Gomo su uso se limita a situaciones especiales, un pidgin no es la lengua nativade ninguno de sus usuarios. Adems, como debe ser un cdigo fcil de aprendersobre todo para el grupo dominante gran parte de su vocabulario esttomado de la lengua del superestrato. Su sintaxis y s fonologa, por otro lado,pueden tener elementos de las variedades lingsticas subordinadas y la morfo-loga (inflexiones y desinencias) es prcticamente inexistente, hecho que apa-rentemente facilita su aprendizaje. Es as que en los pidgines de los que tenemosnoticias, independientemente de cuales hayan sido las lenguas que les han dadoorigen, hallamos, por ejemplo, ausencia de conjugaciones verbales y de marca-dores morfolgicos de gnero y nmero. Otro rasgo comn en estos cdigos es

    el frecuente uso de la reduplicacin (combinacin de dos trminos ya existentespara expresar un nuevo concepto), iPor razones histricas y sociales un pidgin puede evolucionar y convertirse

    en la lengua nativa de la mayora de sus hablantes, en cuyo caso nos referimosa un crele criollo lengu criolla. La esclavitud de tipo plantacional es,precisamente, una de las instituciones que ms propici la formacin de lenguascriollas. Es cierto que para entenderse con el mayoral bastaba con un pidgin ele-mental. e ah las listas o vocabularios que funcionaban en los ingenios y alos que nos referiremos ms adelante. Pero, al encontrarse esclavos d divereoorigen lingstico compartiendo sus vidas en un mismo campo y en un mismobarracn, necesitaron ampliar el pidgin original en un lenguaje que pudiera serusado ms all de los restringidos contextos laborales de aqul. El proceso detransformacin de un pidgin en un criollo s decir, el proceso de criolli-zacin implica una expansin de su estructura interna y de su lxico para aspoder abarcar funciones ms amplias.

    1 1 . Hudson (1 980), p . 62. Traduccin nuestra. .12. Por ejemplo, en el Ingls Pidgin del Gamern, be significa doblar, mien tras que

    ben ben quiere decir torcido. Todd (1984), p . 9 V eremos qu e en Guba tenemos evi-dencia de casos similares.

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    En el Caribe encontramos lenguas criollas de base francesa o sea, cuyovocabulario procede fundamentalmente del francs en Hait, lFrancesa, Luisiana y algunas de las Antillas Menores como Guadalupe

    Luca, Mara Galante y Martinica; lenguas criollas de base inglesa en Jamaica,Guyana, Trinidad-Tobago, Barbados, San Andrs, etc.; y de discutida base p r-tuguesa (el Papiamento en Aruba, Bonaire y Curazao. Tambin hallamos lguas criollas de base portuguesa en algunas islas de la costa occfrica: Cabo Verde, Annobon y Sao Tom.' En un gran nmero de casos, loshablantes de lenguas criollas tuvieron,ms tarde, ocasin de establecer contactocada vez ms estrechos con los usuarios de las lenguas dominantes. Y este acercamiento tuvo profundas consecuencias lingsticas, ya que los idiomas criollos

    comenzaron a cambiar y a parecerse, cada vez ms, al lenguaje del superestratEste proceso, conocido con el nombre de descriollizacin produce, generalmente, una enorme gama de variedades lingsticas que van desde el criollo mspuro hasta cdigos casi exactos a la variedad estndar. Este espect

    terstico de las situaciones de descriollizacin, ha sido denominad continuopost criollo.

    A pesar de que los criollos americanos de base inglesa y francesa, as comoel Papiamento, se han visto adecuadamente documentados, la opinin generalizada entre los iberoamericanistas ha sido que en la Amrica espaola no se desarrollaron lenguas criollas. Como dicen Derek Bickerton y Aquiles Escalante:Tan difundida se halla esta actitud que la posibilidad casi nunca se discute, ni

    siquiera con el nimo de refutarla . * El descubrimiento del pa/en^Mero, lencriolla empleada hasta hoy por los habitantes del Palenque de San Basilio, en lacosta norte de Colombia, no ha modificado sustancialmente dicha pconsiderarse que ste es un caso aislado, producto de circunstanccionales, por tratarse de un grupo humano que tuvo origen en un asentamientode esclavos cimarrones y que hasta muy recientemente se mantuvo aisla

    13. Precisamente, hasta hace poco se supona que todos los criollos del Cariborigen en stos d base portuguesada la costa occidental del frica. Lhiptesis monogentica ha planteado que algunos de los esclavos conocriollos y los empleaban entre s como medio de intercomunicacin. Poste

    en l Nuevo Mundo, este criollo de base portuguesa se fue relexificando cambiando su vocabulario en la direccin de cada una de las lenguas dominantes conlas que estaba en contacto. Hoy en da dicha hiptesis se halla en perodorevisin y ha sido puesta en entredicho sobre todo por Derek Bickerton.

    14. B ickerton y Escalante (1970), p. 254.

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    resto del pas. Esta actitud explica, en parte, la razn por la que el bozal no hasido objeto de atencin hasta hace muy poco. Por ejemplo, en 1971 JohnE.Reinecke se hace la siguiente pregunta: Qu circunstancias inhiben el de

    sarrollo de un pidgin, especialmente en pases de plantacin y su posteriordesarrollo en un criollo?... Aqu pertenece tambin la cuestin an no resuelta depor qu no se formaron dialectos criollos permanentes en Baha y en Cuba,aunque estos lugares son, en muchos aspectos, altamente africanizados '^ Loque hace la interrogacin de Reinecke an mas interesante es que el investigadorconoce la existencia del bozal, ya que incluso lo menciona en su monumentaltesis de grado de 1937. l final de este acpite, una vez que hayamos examinado las caractersticas del bozal haremos un resumen de los argumentos quedemuestran que efectivamente estamos ante un cdigo crioUizado que, a diferencia de otros criollos caribeos, pronto se vio en un proceso aceleradsimo dedescriollizacin.

    Germn de Granda y Manuel Alvarez Nazario fueron los primeros enplantear que el habla de negros conocida con el nombre de bozal era, en realidad, una lengua criolla. Alvarez Nazario, por ejemplo, reproduce y comentala comedia puertorriquea La Juega de Gallos o el Negro Bozal de RamnC.F. Caballero, publicada originalmente en 1852, y donde uno de los personajes Jos se expresa en trminos casi idnticos a los de sus hermanos deCuba:

    Ah Nazaria...no son tu corazon? T siempre t jablando a m congrandsima rig. Yo t quer mucho a t; grande, grande as son misufrimienta ...Aqu yari yari mucho....'*

    (Ah Nazaria...no soy tu corazn? Tu siempre me hablascon grandsimo rigor. Yo te quiero mucho a t; as degrande es mi sufriniiento...Aqu estoy muy enfermo...)

    15. R einecke (1971), p. 500. Traduccin nuestra.16. Alvarez Naza rio (1974), p. 384. Como se puede apreciar, el lxico bozal que aparece

    en la obra procede fundamentalmente del espaol, aunque hallamos algunas otraspalabras dedistinto origen en el texto. As yari-yari quiere decir dolor, enfermedaden lengua conga. Ver Cabrera (1984 b), p. 67. Este trmino aparece tambin enalgunas listas de trminos empleados en la plantacin azucarera y a las que nosreferiremos posteriormente.

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    Hoy en da sabemos que el bozal se empleaba, adems de en Cuba y PuertoRico, en otros lugares de la Amrica hispana donde abundaba la poblacin de

    origen africano. n Panam, por ejemplo, existen hasta hoy las interesantsimasagrupaciones de congos en la provincia de Coln. Por la descripcin que deellas hacen Manuel y Dora Zarate, las cofradas congas mantienen cargos querecuerdan a los de los antiguos cabildos y una de sus funciones es la de escenificarJuegos o representaciones dramticas que recuerdan, por cierto, a las celebra

    das por los negros del norte del Departamento del Cauca, en Colombia. Lo queaqu nos interesa es que durante los das de fiesta los personajes utilizan unlenguaje llamado por ellos lengua de congos y que, como ha sealado Lipski,

    presenta rasgos del bozal afrohispano. '* Este cdigo tiene, adems, la interesante caracterstica de una frecuente inversin del sentido de los trminos porejemplo, t mono por estar vivolo cual lo hace an ms esotrico. Veamosuna muestra tomada del libro de los Zarate llamado ambor y Socavn

    Oye, Mic, pnete y-ejo da y-o A..y-o sao Mic Puto Borrachate, dePinga. Yo tee acutose pabresa en Guinea. Como sa ma consigue labuena muette de c abr la mutacin de lacut mantena, sei ma, y sa cutya no cut, ya na juntao.

    (Oye, Merc, ponte cerca de m. Yo soy Merc, lalegtima representante de Pina [aldea de la costaatlntica]. Yo tengo mis dominios en Guinea. Comoyo considero, es una buena suerte el de la costumbremantenida de que seas de los mos, costumbreque debe ser siempre costumbre, para que estemosjuntos)

    En Colombia, como hemos visto, permanece hasta nuestros das elPalenquero, lengua criolla cuyo origen se remonta al bozal. Alejndonos, incluso, de la costa atlntica y adentrndonos en el norte del Cauca encontramosan hoy coplas como sta, recogida por nosotros en el casero de Santa Rosa:

    17. Ver A tencio y Castellanos (1982) y Castellanos y A tencio (1984).18. Lipski 1985, pp. 23-47.19. Za rate y Zarate (1962), p. 129.

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    Tapa portillo vaca rompetapa colino vaca comela vaca del primo Juan Andr.

    (Tapa el portillo que la vaca rompitapa el colino que la vaca se comila vaca del primo Juan Andrs)

    En el dialecto de los negros de esta zona se observan rasgos que posiblementetienen un origen criollo.

    Incluso en pases como el Ecuador donde la poblacin negra se localiza casiexclusivamente en reducidas zonas costeras del Pacfico, encontramos datosdan testimonio de la existencia del bozal. En las Crnicas del Guayaquil Antiguode Modesto Chavez Franco se mencionan traviesos esclavos negros que apren-dieron a sisar, robar el peso en la carne, esconder presas, trabulcarlo todo, haceruna MERIENDA DE NEGROS en la carnicera con una bulla inferlenguaje bozal .^ Y en nota a pie de pgina aade Chvez: Bozal, por analogaal dificultoso ladrar de un perro embozalado. Se llamaba bozal al de

    hablar castellano del negro, mezclado con su fontica africana, defecto quedur b en dos i tres generaciones ya por dificultad de adaptacin, ya porqera el lenguaje de los suyos y el familiar tansmitido. ^' Es decir que en Ecuadorel bozal era una legtima lengua criolla que se convirti en la lengua generaciones sucesivas de afroecuatorianos y que, como es usual, pmente se descriolliz. Otro dato interesantsimo suministrado por eChvez es acerca del casero de Palenque, poblacioncita antiqusima, vecina deVinces, cuyo progreso le ha absorbido la relativa importancia que ancomo nico pueblecito situado en medio de tupidas montaas . ^

    En Palenque se conserv una lengua criolla, proveniente sin dudamitivo bozal. Chvez la describe en los siguientes trminos: Como esta genteviva divorciada de la civilizacin, se haba formado un idioma llamado jerga ocal qiie diramos, para entenderse solo entre ellos, mezcla de casteideologa traslaticia, de tropos y anagramas, un guirigai, en fin, enrivariado y hecho ms enrevesado todava con la defectuosa fonacin bozal . 23

    20. Chvez Franco.(1930), p . 349. nfasis en el original.21. Ibid., id., nfasis nuestro . 22. Ibid., p. 377.23. Ibid., p. 339.

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    El estudioso reproduce asimismo algunas frases, advirtiendo que se trata demuestras mal o bien recordadas: Bella, ma como si ner bellara, eque son delpropio magarrn que jipa nel adentril del jabeque de la chimba (Tengo, perocomo si no tuviera, porque son de mi patrn que vive all adentro, en la casa dela hacienda)-^

    Incluso en las dcimas recogidas por Laura Hidalgo hace unos pocos aos enla provincia ecuatoriana de Esmeraldas hallamos rasgos que, como veremos, sehallan relacionados a nuestro bozal y a otras lenguas criollas. Veamos algunos:a. Falta de concordancia de gnero y nmero: varios criatura , varios

    camarn , nias colegial .b. Pronombres casi siempre el de primera persona del singular utilizadostanto como sujeto como objeto de preposicin: a yo , con yo , parayo .^

    c. Verbos en serie: Quin fue que fue a preguntar? .'

    d. Construcciones paratcticas, es decir oraciones en las que faltan elementosde enlace tales como preposiciones y conjunciones: ven ataca la Bocana ^; vamos matar los Cayapos -^'

    Estos ejemplos bastan para demostrar que el lenguaje denominado bozal seextendi no solamente por todo el territorio cubano, sino tambin por muchosotros lugares de la Amrica hispana donde el asentamiento de negros fue numeroso. La posible influencia de este hecho en el castellano hablado en estas zonas est an por estudiarse.

    En lo que a la isla de Cuba se refiere, dos estudios anteriores acerca de lanaturaleza del boz l el de Germn de Granda y el de Ricardo Otheguyutilizaron como fuente las transcripciones que ydia Cabrera ha hecho del hablade algunos de sus ancianos informantes.' Granda se basa en datos obtenidos

    24. Ibid., p. 340.25 . Hidalgo (1982), p. 159.26. Ibid., P. 160.27.1bid. ,p. 16L28. Ibid., p . 22 5.29. Ibid., p . 22 9.30. Granda, 1971 , pp . 481-491 (aparece tambin en Granda, 1978, pp . 362-385 ).

    Otheguy, 1973, pp. 323 -339. Antes de ser publicados estos dos estudios, ya Alzla(1965) haba sealado algunas caractersticas del hab labozal. Lp ezM orales (1981),por su parte, plantea argumentos en contra de la hiptesis crioUista.

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    de El Monte mientras que Otheguy emplea, adems, los que aparecen en Laociedad ecreta Abaku. Nosotros hemos ampliado el corpus, extrayendo

    muestras tanto de aquellas dos obras como de todas la otras de Lydia Cabrera

    donde se ilustra el bozal que se hablaba en Cuba. Hemos usado adems otrasfuentes cubanas, tales como ciertas obras de Femando Ortiz, varias piezas deteatro vernculo del siglo XIX, cuadros de costumbres tambin del XIX, poemaspopulares de los siglos XV y XIX, novelas cubanas del siglo X X y principiosdel XX, as como las grabaciones de cantos religiosos afrocubanos realizadas porLydia Cabrera en Matanzas alrededor de 1950.

    Aunque nuestro corpus proviene de orgenes diversos, los datos ms confiables siguen siendo los de Cabrera, por varias razones. En primer lugar, lainvestigadora se propuso sistemticamente reproducir de modo fiel lo que decansus informantes. Sus datos estn libres, por eso, de los intentos de elaboracinque pueden afligir a obras literarias carentes de propsitos cientficos. En segundo trmino, hemos tenido el privilegio de poder consultar sus viejas libretasde campo donde , f recuentemente , aparecen la rgas nar rac iones algunas deellas an inditasen habla bozal Adems, en nuestro trabajo de campo hamospodido comprobar que los cantos y rezos en Lucum o en Congo anotados por

    Cabrera en sus diversos libros son absolutamente fieles a la realidar Somostestigos, pues, de la escrupulosidad con que Lydia Cabrera anotaba \L - jrma deexpresin de sus ancianos informantes, bien fuese en lengua lucum, conga,abaku o en bozal Finalmente, Cabrera a menudo identifica a los personajes quehablan en sus obras. Esto nos permite rastrear las caractersticas del cdigo

    3 L Com o puede observarse, tanto los estudios anteriores como el nuestro se basan fundamentalmente en fuentes escritas. Como apuntamos anteriormente, los ltimosdatos que tenem os del bozal son los sum inistrados por Cabrera y recogidos por ellahace ms de treinta aos. Ya en esa poca, el bozal se hallaba en vas de ex tincin ysu uso se hallaba limitado a una m inora de ancianos negros criollos, hoy desaparecidos. Como nuestro corpus procede de textos escritos, hemos decidido (comoGranda y Otheguy) prescindir de cualquier anlisis de tipo fonolgico y concentrarnos en el estudio de las caractersticas gram aticales. Aparte de las canciones y poemasen los que pueda aparecer el bozal hoy en da, este cdigo todava se emplea en ciertasceremonias religiosas afrocubanas, particularmen te para sealar el estado de trance.El bozal all empleado, sin embargo, no nos es de utilidad pa ra el anlisis gramaticaldetallado ya que en dichas celebraciones estn estrictamente prohibidas las grabadoras. Una lista completa de las fuentes de nuestro corpus aparece al final de estevolumen.

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    empleado por diversos informantes y comprobar su consistencia interna. Observamos, por ejemplo, que la simptica Francisquilla Ibaez empleaba un bozalmucho ms prximo al espaol que el usado por T Mnico de Biabang, mientras que Jos de Calazn Herrera se expresaba unas veces en espaol estndar yotras en bozal.

    El bozal ya lo veremos, exhibe caractersticas gramaticales de origen claramente criollo. Por razones que discutiremos ms adelante, las muestras quehan llegado a nuestros das la mayorparte procedentes de la segunda mitad delsiglo XIX y comienzos del XX nos ilustran un cdigo en franco y rpidoproceso de descriollizacin. Por este motivo, el bozal presenta una considerable

    variabilidad estructural. Aqu, a diferencia de los escasos estudios anterioressobre el tema, intentamos dar cuenta de dicha variabilidad, aunque nuestrosdatos no nos permiten, en un gran nmero de casos, determinar los factores delcontomo lingstico que promueven una u otra variante. Analicemos ahoraalgunos de los rasgos gramaticales ms salientes, que indudablemente separanal bozal de otros dialectos usuales del espaol. ^

    A) Nmero

    Una de las caractersticas ms claras del habla bozal cubana es la ausenciade marcador morfolgico de plural y su indicacin por medio de determinantes que sealan cantidad (d, tr, mucho, t o por el contexto. Como losverbos tambin carecen de inflexiones numricas, en ocasiones resultadifcil el determinar si estamos ante una construccin en singular o en plural.En nuestro corpus hemos aislado 80 frases nominales que claramente tienenel significado de plural y en 69 de ellas (el 86.2%) no hallamos marcadormorfolgico alguno:

    32. Francisquilla Ibez regularmente em pleaba el bozal. Calazn Herrera, por el contrario, utilizaba casi siempre el espaol estndar en su conversacin regular pero, sise enfureca, inmediatamente se desplazaba al bozal. Am bos eran negros criollos,nacidos en Cuba, hijos de africanos. (Lydia Cabrera, comunicacin pe rsona l).

    33. Somos perfectamente conscientes de que estamos tratando de probar que el bozal esun cdigo criollizado y, al mismo tiempo, afirmamos de entrada que nuestrasmuestras indican una avanzada descriollizacin. No se trata de una peticin deprincipio, sino de la aceptacin de los datos, tal y como han llegado hasta noso tros.La variabilidad, adems, es una de las caractersticas m s acusadas de un continuopost-criollo.

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    All tiera nosotro hombre no cabe po pueta, muj no cabe po pueta.(All en la tierra de nosotros, los hombres no cabenpor las puertas, las mujeres no caben por las puertas)

    Bueno da t lo Tata, bueno da t lo Mama.(Buenos das a todos los padres, buenos das atodas las madres)

    T da ut habla con m(Todos los das usted habla conmigo)

    Gayina negro son mucho y toto pone gebo blanco.(Las gallinas negras son muchas y toditas ponen huevos blancos)

    Dos observaciones: 1 En el boz l hay ausencia casi categrica de /s/ final,lo que nos puede hacer pensar que la falta de plural obedece a criterios fo

    nolgicos ms que morfolgicos. Hallamos, sin embargo, la palabra mujutilizada en contexto plural. Si el proceso fuese uno de reduccin fonolgica,cabra esperar aqu mujere en vez de muj . 2) En los ejemplos anteriores,la cpula son y el artculo lo dan la impresin de plural pero, como veremosms adelante, se trata de formas que no expresan nmero.

    B) GneroEn bozal los modificadores aparecen casi siempre en la forma correspondiente al masculino en espaol. Adems, los artculos y otros determinantesexhiben rasgos que pueden alterar el anlisis especfico de la concordanciade gnero. Por estas razones, decidimos examinar solamente la concordancia entre adjetivos que modifican a sustantivos de forma femenina. Elrestringir los datos de esta manera ofrece ms confiabilidad en el anlisis,aunque nos reduce la muestra considerablemente. De las 37 frases nominalesque cumplen con los requisitos anteriores 24 (el 65%) son casos de ceroconcordancia. Veamos algunas:

    Gosa geno (cosa buena) ' -Santa Brbara bendito (Santa Brbara bendita)

    Un gnero incipiente comienza, sin embargo, a observarse en nuestros datos,

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    como veremos al discutir los artculos.

    C) Los ArtculosEl sistema de artculos del bozal es extremadamente variable. Granda haobservado que es notoria la ausencia de artculos en construcciones talescomo:

    Yo aprende divino...(Yo aprend de los adivinos)Mayombero ama con mambo(Los mayomberos [hechiceros] llaman con mambos [cantos])

    En efecto, de 475 contextos examinados, no aparecen artculos en 247, esdecir en el 52% de los casos. En general, los artculos siguen el siguientepatrn: dos artculos definidos ( la y lo ) en frases nominales especficasy presupuestas: ^

    Yo tiene la pecho premio pur nelle(Yo tengo el pecho exprimido por ella)

    Lo ingenio cuero na m(En el ingenio nada ms [se reciben] palizas)

    Un artculo indefinido con dos variantes ( uno un ) en frases nominalesespecficas mas no presupuestas:

    Un chino manila puso uno pincho(Un chino de Manila puso un pincho)

    En los dems casos, frecuentemente no aparece artculo alguno:Negro criollo son m mijo quei congo(Los negros criollos son mejores que los congos)

    l contraste entre presencia versus ausencia de artculos se observa muy bienen el siguiente ejemplo tomado de un canto de congos:

    34. Aq u utilizamos el trmino presup uesto en el sentido que le da Bicke rton (1981:248 ) de informacin que se presum e sea com partida por el hablante y el oyente .

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    Ah Mayor son malotira cuero do manoMarayo parta lo Mayor...^^

    (Ah los mayorales son malostiran cuero [dan palizas] a dos m anosMal rayo parta al Mayoral...)

    La ausencia de artculos es tambin muy notoria en las frases nom inales enlas que algn otro determinante aparece despus del sustantivo:

    Ik ese cae na m(El muerto ese es carne nada ms)

    T v bariga mo (T ves mi barriga)

    Yo so piara ese (Yo soy esa piedra)

    Ya hemos visto que en nuestro cdigo hallamos dos artculos definidos ( lay lo ) empleados en construcciones de significado singular o plural. La prim eraforma ( la ) ocurre con sustantivos femeninos en el 68.9% de nuestros ejemplosy con sustantivos masculinos en una proporcin del 31 .1%. El artculo la ,asim ismo, se emplea dos veces ms frecuentemente que lo y este ltimoacompaa a sustantivos masculinos en el 90% de los casos. Esto nos permitesuponer que el artculo la es , posiblemente, anterior a lo y que ste surgecomo un modo inicial de marcar gnero . En las muestras del boz l ms antiguas

    que poseemos, cantos populares del siglo XV III, hallamos la forma la y no aslo :

    Su mess, la cabayero (Su merced, el caballero)Ni biene con la la (Ni viene con el lo)

    El artculo indefinido ocurre con sustantivos masculinos y femeninos enigual proporcin

    Un guja (Una aguja)Uno geno regalito (Un buen regalito)

    35 . Cabrera, 1979, p. 40 , subrayado nuestro.

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    Uno visita (Una visita)

    an slo en cuatro construcciones aparece el artculo una y en tres de ellasconcuerda con sustantivos femeninos. El determinante demostrativo que hallamos casi exclusivamente es ese , empleado con sustantivos tanto masculinos como femeninos y que puede preceder o suceder al nombre:

    Ese Mayor (Ese Mayoral)Pollo ese no viene (El pollo ese no viene) *

    Todo ello nos permite plantear a manera de hiptesis, que en los estadios ms

    antiguos del bozal los determinantes eran formas invariables con respecto agnero. En una etapa siguiente se comienza a establecer la distincin entre loy la , a la que sigue una muy incipiente diferenciacin entre un uno yuna . La concordancia de gnero entre determinantes y sustantivos -particu

    larmente en el caso de los artculos definidos- parece mucho ms avanzada quela que ocurre entre el sustantivo y otros modificadores de la frase nominal.Quizs estudios posteriores, con datos ms amplios, permitan confirmar estahiptesis acerca de la evolucin del gnero en el proceso de descriollizacin del

    habla bozal cubana.D) istema Pronominal

    Los pronombres personales los nicos que vamos a examinar aquexhiben tambin una considerable variabilidad, como podemos observar enel siguiente cuadro:

    Nia, yo va lo Nfindo(Nia, yo voy al Monte)Nosotro t mira chino(Nosotros mirbamos alchino)

    2a. pers. sing. t T saca muj ese(T sacaste a esa mujer)

    ut(ust) Ut ve cosa como ese(Usted ve una cosa comoesa)

    36. En todo nuestro corpus slo hallamos un caso en que se emple esa .

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    i. p ers. sing.

    pl.

    SUJ TO

    yo

    noso-o

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    3a. pers. sing. n / N mur jaya tiempo muri hace tiempo)

    E mimo dic t t ole (Elmismo dijo que t ests ro-bando)

    sing. plural nelle(neye) Nelle tiene un bariga (tiene una barriga)

    Toto neye t carga (Todasellas estn cargadas)

    la. pers. sing.OBJETyo

    me

    m

    Quin ama yo? (Quinme llama?)

    Si yo me muere (Si yo memuero)

    Contramayor manda (Elcontramayoral me manda)

    2a. pers. sing. ut E d come ut t (El le dcomer a usted todo)

    te Cuando cometa te sal(Cuando te sali el cometa)

    t Yo v cont a t un cosa(Yo te voy a contar unacosa)

    3a. pers. sing. n / Yo v cura n (Yo lo va curar)Yo tumba (Yo lo tumbo)

    lo Pa ac lo que yo quiere

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    (Para hacer lo que yoquiera)

    sing& plural nelle(neye) Varn quita nelle (Losvarones le quitan a ella)

    Moso t mirando neye (Losmozos las estn mirando)

    No hemos encontrado en nuestros datos ejemplos en que aparezcan

    pronombres plurales de objeto para la primera y la segunda persona. En el casode la tercera persona, slo nelle puede ser empleado tanto en singular como enplural. Un rasgo caracterstico, aunque no generalizado, del habla boz l cubanaes la unificacin de formas pronominales de sujeto y objeto, particularmente enlaprimera y tercera persona del singular y la tercera del plural, como observamosen el cuadro anterior. Esta unificacin pronominal alterna con formas diferen-ciadas . Con las muestras que poseemos no hemos podido determinar los factoresque favorecen la realizacin de las tres variantes de tercera persona ( nelle , n

    y ) en el singular. Otheguy , basndose en el habla de T Mnico, un viejoinformante de Lydia Cabrera, plantea que n ocurre solamente como sujeto y como sujeto y objeto. En nuestro corpus, sin embargo, hallamos varios

    ejemplos en los que aparece n usado como complemento.En una de las muestras ms antiguas (del siglo XVIII el pronombre n es

    tambin empleado como copia del sujeto:

    Mira sojo d'ese nimcandela n preseQu nim son eseque n prese maj?

    (Mira los ojos de ese animalcandela ellos parecenQu animal es ese

    que l

    parece un maj?

    Uno de los informantes de Lydia Cabrera utiliza n de idntica manera:

    37. Lezama Lima, 1965, vol. 3, p. 176. Subrayado nuestro.

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    Divino entonce n mata mu...'*(El adivino entonces l mata a la mujer..)

    E igual funcin cumple lo en La Boda de Pancha Juta y Canuto Raspadura:

    Branco que vivi la Baa lo come mu puquitica(Los blancos que viven en La Habana ellos comieronmuy poquitico)

    , Cumpare, poque cunvite lo debe s a la campana(Compadre, porque el convite l debe ser [alsonar] la campana)''

    Bickerton ha apuntado que en otros criollos ocurre la insercin de unpronombre en la manera que acabamos de describir subject copying).* Losdatos que poseemos acerca de este rasgo son tan escasos que no nos permitenllegar ninguna conclusin definitiva acerca de su funcin, pero es posible quehaya tenido el propsito de enfocar algunas frases nominales, especialmentela que aparece en primer lugar.

    E) Posesivos y ParataxisYa hemos visto que el determinante ese puede preceder o suceder alsustantivo y que en este ltimo caso no hallamos artculo alguno en la primera posicin de la frase nominal. Lo mismo ocurre con los determinantesposesivos, pero aqu s encontramos formas diferenciadas:

    Cuando sueta ut va come mi casa(Cuando lo suelten, usted va a comer a mi casa)

    T ve bariga mo (T ves mi barriga)

    Adems, como en otros criollos, las frases nominales posesivas son frecuentemente paratcticas:

    38 . Cabrera (1970 b), p . 259, subrayado nuestro.39. Crespo (1847), pp. 9-10, subrayado nuestro.40. Bickerton (1981), pp. 34-37.

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    Garabata gana Gui(Da vueltas, gallina de Guinea)

    Ni botn camisa qued de chino- (Ni el botn de la camisa qued del chino)

    Sin embargo, en otras ocasiones hallamos frases preposicionales:

    Or de gente (La cabeza de la gente)

    Ese son ereniy de mu(Esos son los ojos de la mujer)*'

    Tratamos vanamente de establecer los factores que favorecen una u otrarealizacin a lo largo de todo nuestro corpus. Decidimos, finalmente, examinartan solo el habla de tres informantes de Lydia Cabrera, dos de los cuales Francisquilla Ibez y T Mnico de Biabang aparecen identificados repetidamente en sus obras. n el boz l de estos informantes hallamos una marcada

    tendencia a emplear frases preposicionales si uno de los sustantivos es [+hu-mano]:Barriga de Mabona (La barriga de Mabona)Or de gente (La cabeza de la gente) ^

    La tendencia a la parataxis antes sealada se manifiesta no slo en las frasesnominales posesivas, sino tambin en muchos otros tipos de construcciones. Por

    4 1 . Ereniy es tambin uno de los nombres que reciben los dibujos rituales de la Sociedad Secreta Abaku, de origen Ejagham y Efik. Sobre los interesantsimos ereniy oanaforuana afrocubanos puede consultarse a Cabrera (1975) y Thom pson (1 983).

    4 2 . Estos mismos informantes dijeron, por ejemplo pilita fula (pilitas de plvora);botn camisa (el botn de lacam isa); casa lo ingenio (la casa del ingenio). Ahora

    bien, hallamos algunas pocas excepciones al principio general que acabamos de proponer. Francisquilla, por ejemplo, tambin dijo maca de buey (la marca del buey ),lo que podra indicar que la preposicin est en proceso de extenderse a otroscontextos. T Mn ico, por su parte, en una ocasin emple suete lo rey Ek oi (lasuerte del rey Ekoi). Este informante tambin parece usar, opcionalmente, unacontraccin cuando la preposicin de precede al pronombre ; con cuero d(con el cuero de l); con ropa d (con la ropa de l).

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    ejemplo, solamente encontramos la preposicin a en 17 de 77 posiblescontextos (el 22%):

    Ekoi viene buc pa lleva mundo la verd(Los Ekoi [lo] vienen a buscar para llevar al mundo la verdad).*'

    Lo mismo podemos decir de la preposicin en , que est ausente en el 54.2%de los casos.

    F) istema VerbalEn primer lugar, en el bozal existen dos verbos copulativos: son d e d u -cido, en ocasiones, a so que ocurre con predicados nominales como en

    Ese son ereniy de mu que mata, son Sikn y pesca(Esos son los ojos de la mujer que mataron, es Sikn y [tambin] unpescado)

    y con predicados adjetivos que indican estado o condicin permanente: ;

    All gana son grande como vaca(All las gallinas son [tan] grandes como las vacas)

    Nelle son burico(El es un borrico) .,

    La otra cpula t se emplea con predicados de estado transitorio:

    Yo t namor Yo estoy enamorado)

    y como verbo locativo:

    Aqu t yo (Aqu estoy yo)

    Los verbos copulativos son invariables con respecto a persona y nmero,

    43 . En los casos de presencia versus ausencia de a hemos eliminado de nuestros datostodos aquellos contextos dudosos en los que la palabra que precede a la preposicintermina en /a/ y en los que la palabra que sigue a la preposicin comienza con /a/.

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