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La llb»Mad do Im; renta nc Mere mis límite» que el respete á !a vtda prlrad*. i la moral y i !a paa pública.—Art. 7 o de U Constitución. Periódico, independiente, de combate. Director: RICARDO FLORES MAGON Cuando la República pronuncie au YOI soberana, teri fortoso'someierie 6 dimitir.—CAMBETTA.. AÑO I.- Jofo do Redacción: Juan Sarabia. -2.1 É P O C A . Oficinas*. 107 North Channing Ave- SAINT LOUTS, MO., E. U. A.—Julio 22 de 1905. Administrador: Enrique Flores Magon TOMO III.-No 38. Kutcrecl IIH HCComl«cl«f*n tiintler, l'cliruiio 1 £7, I905. itt tliu pon! >fllcc Jil Sutttt l-otilw. ,Mo, uiicli-r ilic Aci of CoiiifrcHf* of M a r c l i 3 , 1871». Nuestra miserable situación económica, Itosiilliiilos (lo lii I ir.iiiiii. La miseria pública es la resul- tante obligada de toda tiranía, El acaparamiento del poder marcha paralelamente con el acapara- miento de la riqueza, del bienestar, de todos los goces mateiiales para unos cuantos, con perjuicio de la inmensa mayoría de los oprimidos. Nuestra Patria en la actualidad, presenta el ejemplo de este amargo axioma, la falta de libertades polí- ticas lia llevado al pueblo á la más miserable condición económica; la falta de derechos para pensar y es- cribir, para reunirse libremente, pa- ra votar en los comicios, para ejer- citar todas las actividades ele la vi- lla cívica, ha traído la falta de fuer- zas para luchar contra la miseria, para conquistar la comodidad, para cjeicitar provechosamente todas las actividades de la vida social. Kn todas las tiranías se observa ese o- dioso contraste c¡ue vemos á cada paso en México: por una parte los dueños de la autoridad y sus favo- ritos ó amigos, realizando fortunas colosales con rapidez maravillosa, y por otra, la gran nía*» del pueblo, vegetando en la más dura pobreza. "El lmparcial" á la cabeza de lodos los papasales alquilados por el Gobierno, en la imposibilidad de negar ciertas verdades y en su afán de disculparlo todo, ha reconocido la mísera situación de nuestro pue- blo, pero, según costumbre, ha he- cho eulpabic á la misma clase tra- bajadora de su estado miserable y decadente. VA Gobierno, por boca de sus pasquines, ha proclamado muy alto que los vicios inauditos del pueblo, son los que lo mantie- nen cu la esclavitud de la miseria, y ha llegado á asegurar que el au- mento de jornales sería perjudicial para nuestros trabajadores, pues cquivaldn'a á proporcionarles el medio de dar rienda suelta á sus tan traídos y llevados vicios. Es viejo sistema de la Dictadura acha- car á sus víctimas la culpa de lo que ella las hace padecer. Fijémonos en los hechos y vea- mos si la corrupción que cauta la miseria públicca está en las clases humildes ó en la tiranía. De todo lo que hemos publicado en este pe- riódico, resulta que la gran mayoría de los mexicanos, viven en una si- tuación monstruosa de miseria y o- presión. Kn nuestra Patria, como una suprema deshonra, existe la es- clavitud; no la esclavitud relativa de que se habla en figuras de dic- ción, sino la verdadera, la absoluta esclavitud de los siglos de feudalis- mo y de barbarie. Kn todo el Es- tado de Yucatán, en Ozumacín y Valle Nacional, de Oaxaca, y en algunos lugares de Campeche, mi- llares de hombres viven sometidos á forzada y completa servidumbre, trabajando de las cuatro de la ma- ñana á las nueve de la noche, co- miendo á medias, sin poder dar un paso Juera del campo en que traba- jan ó de la infecta galera en que duermen, siempre bajo la vigilan- del capataz brutal, con frecuencia azotado.-.- como bestias y sin perci- bir jamás el pago de sus enormes fatigas, pues para colmo de infortu- nio, estos infelices siervos aparecen adeudando á sus amos grandes can- tidades de no se sabe qué ignota procedencia. Eu Chihuahua, en Sonora, en San Luis Potosí, en Puebla, eu Tlaxcala, en casi todos los Estados de la República, losjor- naleros sufren también una servi- dumbre que con poco extremarse, llegaría á ser esclavitud. Esos tra- bajadores tienen que estarse sobre el surco quince horas diarias, á la intemperie, en una labor agotadora, para recibir la irrisoria recompensa de veinticinco centavos! No están exentos de vejaciones estos pobres jornaleros, pues en San Luis Poto- sí, en las Haciendas del Goberna- dor Espinosa y Cuevas y en las de otros ricos, se aplican duros casti- gos á los trabajadores 6 se les man- da á la cárcel, pues basta que los hacendados den al Juez una con- signa, para que se proceda contra el jornalero en desgracia. Eu So- nora, en una Hacienda de un íntimo amigo del Gobernador Izábal, hay establecida la costumbre de que las deudas de los padres pasen á los hi- jos. Todos los jornaleros están a- deliciados; cuando alguno mucre, su familia es obligada á seguir traba- jando eu la Hacienda hasta pagar la deuda del finado, cosa que nunca sucede, ¡mes el amo se da tales ha- bilidades para conservar sus sirvien- tes, que la clásica deuda de indesci- frable o: ¡gen aumenta fabulosamen- te de generación en generación. Si la familia huérfana es demasiado pequeña, el amo la recoje y la sos- tiene lo peor posible, hasta que lle- gada á cierta edad, la pone á traba- jar para que desquite la famosa deu- da. Los que trabajan en fábricas y grandes Compañías industriales, son también víctimas de inicuas ex- plotaciones. Aparte de que son mu- chas las horas de labor y los jorna- les demasiado bajos,—de cincuenta á sesenta y cinco centavos por ter- mino medio,—los pagos no son he- chos cu efectivo, sino en boletas que representan cierto valor y sólo son a- ceptadas por las tiendas de raya, doude el obrero se ve obligado á consumir efectos., pésiruos^pagando por ellos el doble de lo que se pa- garía en cualquiera otra parte, si tuviera dinero para hacer sus com- pras. El obrero mexicano, por muy honrado y competente que sea, .siempre se ve relegado al últi- mo lugar, donde quiera que hay extranjeros, y es tan triste la con- dición del trabajador que la férula de sus jefes lo persigue hasta en su vida privada, hasta en sus íntimas expansiones, que nada tienen que ver con las labores del infeliz asa- lariado. Eu la Moctezuma Copper Co. de Xacozari, Son., según dijimos otra vez, se paga á los trabajadores con boletas, infringiendo cínicamente el Código Penal, y ni siquiera se les deja el derecho de recrearse. El Comisario José Terán, un canalla que solo por ser ayankado obtuvo ese puesto, niega casi siempre á los trabajadores el permiso para hacer uu baile ó cualquier otra fiesta, y cuando lo concede, no es sin que los interesados paguen tres ó cuatro veces el importe de la licencia. En cambio los yankees que trabajan allí mismo, no tienen que pedir per- miso para sus diarias francachelas. Los mexicanos no pueden ni tomar cerveza porque son multados ó lle- vados á la cárcel, con lujo de cruel- dades. Eu la Fábrica "Bella Unión," de la Compañía Industrial Saltille- ra, se cometen también escandalo- sos abusos por el Director, uu sui- zo ladróu y atrabilario. Buscando este individuo el modo de explotar á los obreros, encajó en el Regla - mentó de la Fábrica un artículo que dice que todo operario depositará seis centavos diarios de su jornal en calidad de ahorro, para estar pre- venido contra alguna enfermedad ó cualquier otro apuro. Algunos creían beneficiarse con este ahorro, pero ya están vieudo que en reali- dad es una pérdida irreparable. La primera víctima íué el operario Dio- nisio López. Llevaba este algún tiempo de estar depositando seten- ta y dos centavos semanarios, cuan- do recibió aviso de que su padre se encontraba gravemente enfermo en Saltillo; resolvió ir inmediatamente á esa dudad y así se lo comunicó al Director, pidiéndole el monto de sus ahorros. El Director, con todo cinismo, le dijo que hacía muy bien en irse, pero que no le entregaba su dinero, unos cinco pesos, para que pudiera volver. López se fué y el Director se robó el depósito. Otro operario, Aurelio Lozano, que por no tener más familia que un hijito, hacía depósitos de cierta cuantía, murió en el Hospital, pues al enfermarse no recibió ni un cen - tavo del' Director de la Fábrica que le tenía sus ahorros. El huér- fano nada ha recibido tampoco, no obstante que su padre había depo- sitado una cantidad de considera- ción, según los boletos encontrados en el cuarto que ocupaba antes de morir. Otro negocio del Director de "Bella Unión" consiste en ha- ber organizado con los trabajado- res una sociedad que da mensual- mente un baile. El Director, que lo es también de la sociedad, recoge cuotas en gran cantidad y gastn eu el baile la mitad ó la tercera parte de lo reunido , robándose lo demás. Aparte de eso, molesta á los opera- rios en el baile, interrumpe las pie- zas y comete mil impertinencias. Para que todos se vean obligados á ingresar á la sociedad y pagar su cuota, prohibe que los trabajadores hagan bailes en lo particular, y si alguno llega á hacer uua Gesta, lo multa; como le pasó á Vidal Domín- guez, que tuvo «íue pagar $6 oopor haber celebiado el matrimonio de su hijo. En todas las Fábricas de hilados y tejidos inmediatas á Sta. Cruz, Tlaxcala, ya de este Estado ó del de Puebla, los operarios trabajan quince horas diarias y á veces más. Principian sus labores á las 5 a. ni. y las concluyen á lasQJAj p. m., dis- poniendo de limitado tiempo para tomar sus alimentos. Ganan 50 ó (¡2 l centavos al día, y algunos, muy pecos, $1.50. Los maestros de sec- ción tienen asignado un jornal de $2.50 si son mexicanos y de $10.00 hasta $20.00 si son extranjeros.; Los dueños do las tiendas de raya' venden las mercancías á precios al-| tísimos y haceu víctimas á loj bajadores'd'e"las"más"groS! dilaciones. Sólo en la Fábrica "La Estrella," dtbido á las gestiones de su administrador, se ha suprimido este comercio infame: el propietario de esta Fábrica, que es eu la que menos mal está el obrero, es hom- bre de sentimientos humanitarios y desea procurar alguna mejoría á los que están á su servicio. Trata de disminuir las horas de trabajo, pues comprende que son excesivas, pero antes desea ponerse de acuerdo con los dueños de otras fábricas para que hagan lo mismo que él, circuns- tancia que nos hace temer el fraca- so de la iniciativa, pues no todos saben apreciar el trabajo ajeno ni renunciar á unas cuantas monedas por sentir la aprobación de su con- ciencia. No citamos algunos otros hechos por falta de espacio, pero en lo di- cho podemos apoyarnos para pre- guntar: ¿dónde están aquí esos vi- cios del pueblo que le ocasionan la miseria, según el decir de los go- biernistas? Los esclavos de Yuca- tán, Oaxaca y Campeche; los jor- naleros explotados de toda la Re- pública, los operarios de las Fábri- cas, toda esta gente que trabaja du- ramente de la aurora á la noche por un miserable jornal, ¿está en tal si- tuación por sus vicios 6 por la co- dicia y la brutalidad de los explo- tadores? Y los explotadores, son; los dueños de la autoridad, son la tiranía. Son Olegario Molina, sus hermanos, sus Magistrados, sus funcionarios en Yucatán; son Izá¿ bal y sus compinches en Sonora; son Crecí y Terrazas en Chihua- hua; sou Espinosa y Cuevas y sus amigos en San Luis Potosí, Pimen- tel en Oaxaca, Cárdenas en Coa- huila, todos los Gobernadores, to- dos los caciques en su respectiva jurisdicción; son los extranjera en todo el país^ protegidos por la Dic- tadura, y son unos cuantos capita- listas mexicanos, hasta los honra- dos, como el propietario de "La Es- trella," que se ve arrastrado por la corriente general. Infame e¿» hablar de los vicios del pueblo cuando las iniquidades y las corrupciones de los tiranos se levantan á la vista. Y aún admi- tiendo la corrupción del pueblo, ¿es eso razón para que se le robe su trabajo, se le veie, se le azote, se le impida entregarse basta á las más inocentes distracciones? El hombre más vicioso del Universo tiene de.; recho á percibir un buen jornal si trabaja quince horas diarias, como la mayoría de nuestros infelices proletarios. No; la miserable situación econó- mica de nuestro pueblo, tiene su o- rigen en la desenfrenada y rapaz tiranía que nos agobia, y sólo me- jorará esa situación cuando nues- tra vida política se normalice y un régimen de libertad pueda imperar en nuestro suelo. OBREGON GONZÁLEZ Debería »er SENTENCIADO A MUERTE. A la obstinación estúpida del clerical Gobernador de Guana- juato, Joaquín Obrcgón González, se debe la catástrofe que tan hondamente ha conmovido:! la na- ción. Con gran insistencia los parti- culares y la prensa independien- te habían exhortado al Goberna- dor Obrcgón González para que no continuase encauzando el río de Guanajuato en un túnel estre- cho de tres y medio metros de al- tura por tres de ancho. Se sabia por experiencia que el río se ha- bía desbordado aun cuando tenía ¡tul cauce más ancho, y á pesar, á veces, del cuidado que se tenía en desazolvarlo. Hace algunos años que no se desazolvaba el río, lo que, unido á la estrechez del tú- nel por donde se le quiso hacer pasar, dio por resultado que al ¡desbordarse el agua de la Presa de la Olla, el angosto túnel no pu- do dar paso al líquido producién- dose la temida catástrofe. h Obrcgón González estaba, pues, advertido del peligro que corría jauejudad; pero no hay déspota ¡jelcrea equivocarse ó, que quiera _ /i- Jás~ijúsiasj«-:qu£ja8, cuando de atenderse esas quejas se lesionan intereses de favoritos y de lacayos á quienes se protege aun á. costa del bienestar público. Obrcgón González tiene una in- mensa responsabilidad en la ca- tástrofe, y por esc hecho, en un país en que imperase la justicia, sería inexorablemente ahorcado. Pero no hay que esperar que sea ahorcado el mocho Obrcgón González. Éntrelos tiranos, como lo hemos repetido hasta la sacie- dad, hay una solidaridad inque- brantable. Se protegen, se defien- den, se ocultan solícitamente sus crímenes. Para los tiranos nada significan las mil vidas sacrifica- das por la estupidez ó la maldad de un funcionario. Obregóu González va á ser im- puesto nuevamente por el Dictador como Gobernador del infortuna- do Estado de Guanajuato, cuando en justicia merecía ser procesa- do y sentenciado á muerte por no haber atendido los sanos consejos del pueblo. Excelente oportunidad. Remita vd. eu giro de Ban- co sobre esta plaza, ó New York, ó en billetes de Banco á la orden de R. Bustamante, la canti- dad de $110.00 moneda americana, y se le enviará por Express, li- bre de gastos, una máquina de es- cribir «OLIVER,» ó una SMITH PREMIER último modelo. Agencia Comercial - P. O. Box., 584. St- Louis, Mo. UN REYISTA. Le* colaboradores de Porllrlo Dial. Todos los aliados de Bernardo Reyes tienen en su ser moral mil puntos de contacto con el epiléptico opresor de Nuevo León. Abraham Bandala, Gobernador de Tabasco desde hace muchos años, puede ser clasificado entre los degenerados in- eriores como Bernardo Reyes. Na- furalmente, Bandala es partidario de Reyes. Bandala es veracruzano. Duran- te la Intervención Francesa se afilió á los sostenederes de la República; pero cuando comprendió que sola- mente gloria podría ganar defen- diendo á su Patria, prefirió aliarse á los írancefes que, si no podían darle gloria, le daban en cambio su- ficiente dinero para satisfacer sus groseros apetitos. Traicionó, pues, á la Patria, por un puñado de mo- nedas. Después, viendo Bnndala que el Imperio de Maximiliano se desmoronaba, pidió consejo á su es- tómago y volvió á ingresar al Ejér- cito Republicano, cometiendo dos traiciones repugnantes en un corto número de años. Posteriormente continuó al servicio del Ejército, y siendo pagador del 99 Batallón, re- sultó desfalcado. El robo que co- metió le valió el ascenso á General, pues no se conoce otro motivo para alcanzar esc alto grado. Con el grado de General asistió á la insu- rrección de Tomóchic y Temosa- chic, siendo derrotado, por su co- bardía, por los indios. En esa In- surrección fué capturada la Santa de Cabora á la que trató de violar Bandala en un coche en que era conducida. La Sauta se defendió heroicamente de la grosera lujuria del traidor. Bandala mismo, cuan- do está ebrio, refiere ese hecho. Siendo Gobernador provisional del Estado de Tabasco, injurió estúpi- damente al Dr. Tomás Pellicer, quien repeliendo el ultraje humilló públicamente al sátrapa traidor. Algún tiempo después, por los méritos de ser traidor á la Patria y bandido vulgar, fué nombrado Go- bernador de Tabasco por el Dicta- dor, satisfecho el casi octogenario tirano de haber encontrado un cola- borador tan distinguido como Ban- dala. Entonces comenzó á hacer grandes negocios el sátrapa de Ta- basco. Estableció los juegos pú- blicos en San Juan Bautista, en la fiesta de Santa Cruz que anualmen- te se celebra. En dichos juegos tiene participación con los dueños de,garitos que rcba¿r descaradamen- te con sus fullerías. Otro negocio lucrativo para Ban- dala es el de la justicia. Por me- dio de uu su eunuco, Lie. Rodolfo Brito, ordena diariamente á los jue- ces y magistrados el sentido en que deben fallar los negocios. Los fun- cionarios que se resisten son desti- tuidos, porque la honradez es una remora que impide que los déspotas vacíen los bolsillos ágenos. Por eso fueron destituidos los Sres. Lies. José del Carmen Sastre, Antonio Padrón Reyes y otros que no obe- decieron las consignas del déspota. Por la venta de la justicia, gana Bandala anualmente más de ciento veinticinco mil pesos. Cualquiera puede robar, siempre que esté dis- puesto á darle á Bandala una parte del robo, y, también, cualquiera puede matar, siempre que compre su sentencia absolutoria según sus circunstancias. Este excelente colaborador de la obra de engrandecimiento—según re- zan los periódicos gobiernistas— vende, como Emilio Pimeutel, los puestos públicos del Estado de Ta- basco. Por conducto del Secreta- rio Particular, Salvador de la Rosa, se venden al mejor postor las Jefa- turas Políticas y las Receptorías de Rentas. Un empleo de esos vale de doscientos á mil quinientos pe- sos, aparte de la participación que Bandala, como jefe de la gavilla, tie- ne en los robos de tales empleados. Inútil es quejarse ante el sátrapa, porque Bandala vomita sobre los quejosos las más crudas injurias. La injuria favorita de Bandala es hacer referencia á la autora de los días de las personas que no le son gratas. Pero Bandala es un dege- nerado, pues que él mismo se apli- ca ese ultraje. Una vez, Bandala tuvo un disgus- to con su socio Brito al hacer una liquidación de los productos de la venta de la justicia. El finado José- García Trucba intervino como ami- gable componedor. L. - Bandala conoce bien el flaco del anciano Dictador. Cuando quiere perjudicará nlgunn persona, escri- be al rencoroso Autócrata dlciéndo- lc que ó tal cual ciudadano es anti- porfirista. Con esc sólo hecho se siguen mil perjuicios á ciudadanos honorables. Todos los años, en los informes de Bandala, se ve que hay grandes existencias de dinero; pero ni aca- bar la anualidad fiscal, se esfuman esas existencias sin que se vea su inversión, pues ninguna mejora re- presentan esos valores que lian ido acumulándose en los bolsillos de Bandala y socios. En el Presupuesto aparece que hay en San Juan Bautista ochenta y cinco gendarmes; pero en realidad sólo hay 36. A pesar de eso, la partida se agota. ¿Se negará que Bandala tiene mu- chos puntos de contacto con Bernar- do Reyes de quien es aliado? ¿Se negará que Bandala es un digno co- laborador de la ol»a de engrandeci- miento que se atribuye al l3lctador? ¡Bien por Coahuila! A LOS COAIIUII.KNSIÍS: «Un deber de patriotismo nos impide permanecer mudos ante la viril actitud de los coahuilcn- ses, que, abandonando el indife- rentismo tan común en la actuali- dad para todo lo que signifique democracia, y desafiando las iras de quienes .aun nos creen ineptos para elegir nuestros gobernantes, se'han lanzado á lucTiarhonrndá- mente, dentro de la ley, por recu- perar el sublime legado de nues- tros reformadores: el sufragio li- bre. Por tal motivo, nosotros, obs- curos hijos del trabajo, enviamos á los dignos hijos de Coahuila nuestros entusiastas parabienes, deseándoles éxito completo en sus trabajos y que no se aparten ni un ápice de la conducta indepen- diente que hasta hoy han obser- vado. ¡Quepa á Coahuila, esa perla fronteriza, la honra de ser la ini- ciadora práctica de nuestra re- dención política) Sta. Rosa, Nogales, Veracruz, Junio de 1005. Ernesto E. Guerra, Camerino /£. Mendoza, Alfonso J. Cervcra, Gilberto E. Vélez, Alejandro V. Mendoza, Prisciliano A. Martí- nez, Carlos Roldan, Antonio Al- varez, Fernando García, Miguel Olivera, José D. Méndez, Enri- que Rivera, LuisPonseca, Carlos Huerta, Francisco G. Chaparro, Gonzalo Bcrmúdez, Herminio Re- yes, Luis Osorio, Nabor Casco, Manuel Grande, Cayetano Men- doza, Fausto B. Hernández. DJD! Suplicamos á los Sres. FRAN- CISCO CABRERA URIJIK, de Oriza- ba, Ver., ANGKL VKCA, de Mé- xico, D. F., y MARCOS RODRIGUKZ, de Orizaba, Ver., nos envíen á la mayor brevedad la cantidad que adeudan por ejemplares que co- mo Agentes recibieron para su venta. A nuestros Agentes en gene- ral, suplicamos se pongan al co- rriente en sus cuentas durante el presente Julio, para no vernos en el penoso caso de cobrarles por medio del periódico. AgeiKJ* Soipetml. Esta Agencia se encarga de la venta de artículos americanos é precios reducidos, pudiendo enviarlos á cualquier punto de donde se soliciten. Antes de comprar artículos en cualquiera otra parte, dirijan sus pedidos á Rosalfo Hustamante, P. O. Box,, SS-4. St. Louis, Mo. U. S. A. Se reciben en coipisioo artículos roexiaoos.

AgeiKJ* Soipetml.archivomagon.net/wp-content/uploads/e2n38.pdf · procedencia. Eu Chihuahua, en Sonora, en San Luis Potosí, en Puebla, eu Tlaxcala, en casi todos los Estados de la

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La llb»Mad do Im; renta nc Mere mis límite» que el respete á !a vtda prlrad*. i la moral y i !a paa pública.—Art. 7 o de U Constitución.

Periódico, independiente, de combate. Director: RICARDO FLORES MAGON

Cuando la República pronuncie au YOI soberana, teri fortoso'someierie 6 dimitir.—CAMBETTA..

AÑO I.-

J o f o d o R e d a c c i ó n :

Juan Sarabia. -2.1 ÉPOCA.

Oficinas*. 107 North C h a n n i n g Ave-

S A I N T LOUTS, MO., E. U. A.—Julio 22 de 1905.

Administrador:

Enrique Flores Magon TOMO I I I . - N o 38.

K u t c r e c l IIH HCComl«cl«f*n t i i n t l e r , l ' c l i r u i i o 1 £7 , I 9 0 5 . itt t l i u p o n !

>fl lcc Jil Sut t t t l-otilw. ,Mo, u i ic l i -r i l i c A c i o f CoiiifrcHf* o f M a r c l i 3 , 1871».

Nuestra miserable situación económica,

Itosiilliiilos (lo lii I ir.iiiiii.

La miseria pública es la resul­tante obligada de toda t i ranía, El acaparamiento del poder marcha para le lamente con el acapara­miento de la riqueza, del bienestar , de todos los goces mateiiales para unos cuantos, con perjuicio de la inmensa mayoría de los oprimidos. Nuestra Patria en la actualidad, presenta el ejemplo de este amargo axioma, la falta de libertades polí­ticas lia llevado al pueblo á la más miserable condición económica; la falta de derechos para pensar y es­cribir, para reunirse libremente, pa­ra votar en los comicios, para ejer­citar todas las actividades ele la vi­lla cívica, ha traído la falta de fuer­zas para luchar contra la miseria, para conquistar la comodidad, para cjeicitar provechosamente todas las actividades de la vida social. Kn todas las tiranías se observa ese o-dioso contraste c¡ue vemos á cada paso en México: por una parte los dueños de la autoridad y sus favo­ritos ó amigos, realizando fortunas colosales con rapidez maravillosa, y por otra, la gran nía*» del pueblo, vegetando en la más dura pobreza.

" E l lmparcial" á la cabeza de lodos los papasales alquilados por el Gobierno, en la imposibilidad de negar ciertas verdades y en su afán de disculparlo todo, ha reconocido la mísera situación de nuestro pue­blo, pero, según costumbre, ha he­cho eulpabic á la misma clase tra­bajadora de su estado miserable y decadente. VA Gobierno, por boca de sus pasquines, ha proclamado muy alto que los vicios inauditos del pueblo, son los que lo mantie­nen cu la esclavitud de la miseria, y ha llegado á asegurar que el au­mento de jornales sería perjudicial para nuestros trabajadores, pues cquivaldn'a á proporcionarles el medio de dar rienda suelta á sus tan traídos y llevados vicios. Es viejo sistema de la Dictadura acha­car á sus víctimas la culpa de lo que ella las hace padecer.

Fijémonos en los hechos y vea­mos si la corrupción que cauta la miseria públicca está en las clases humildes ó en la tiranía. De todo lo que hemos publicado en este pe­riódico, resulta que la gran mayoría de los mexicanos, viven en una s i­tuación monstruosa de miseria y o-presión. Kn nuestra Patria, como una suprema deshonra, existe la es­clavitud; no la esclavitud relativa de que se habla en figuras de dic­ción, sino la verdadera, la absoluta esclavitud de los siglos de feudalis­mo y de barbarie. Kn todo el Es-tado de Yucatán, en Ozumacín y Valle Nacional, de Oaxaca, y en algunos lugares de Campeche, mi­llares de hombres viven sometidos á forzada y completa servidumbre, trabajando de las cuatro de la m a ­ñana á las nueve de la noche, co­miendo á medias, sin poder dar un paso Juera del campo en que traba­jan ó de la infecta galera en que duermen, siempre bajo la vigilan-del capataz brutal, con frecuencia azotado.-.- como bestias y sin perci­bir jamás el pago de sus enormes fatigas, pues para colmo de infortu­nio, estos infelices siervos aparecen adeudando á sus amos grandes can­tidades de no se sabe qué ignota procedencia. Eu Chihuahua, en Sonora, en San Luis Potosí, en Puebla, eu Tlaxcala , en casi todos los Estados de la República, losjor-naleros sufren también una servi­dumbre que con poco extremarse, llegaría á ser esclavitud. Esos tra­bajadores tienen que estarse sobre el surco quince horas diarias, á la intemperie, en una labor agotadora, para recibir la irrisoria recompensa de veinticinco centavos! N o están exentos de vejaciones estos pobres jornaleros, pues en San Luis Poto­sí, en las Haciendas del Goberna­dor Espinosa y Cuevas y en las de otros ricos, se aplican duros casti­gos á los trabajadores 6 se les man­da á la cárcel, pues basta que los hacendados den al Juez una con­

signa, para que se proceda contra el jornalero en desgracia. Eu So­nora, en una Hacienda de un íntimo amigo del Gobernador Izábal, hay establecida la costumbre de que las deudas de los padres pasen á los hi­jos. Todos los jornaleros están a-deliciados; cuando alguno mucre, su familia es obligada á seguir traba­jando eu la Hacienda hasta pagar la deuda del finado, cosa que nunca sucede, ¡mes el amo se da tales ha­bilidades para conservar sus sirvien­tes, que la clásica deuda de indesci­frable o: ¡gen aumenta fabulosamen­te de generación en generación. Si la familia huérfana es demasiado pequeña, el amo la recoje y la sos­tiene lo peor posible, hasta que lle­gada á cierta edad, la pone á traba­jar para que desquite la famosa deu­da.

Los que trabajan en fábricas y grandes Compañías industriales, son también víctimas de inicuas ex­plotaciones. Aparte de que son mu­chas las horas de labor y los jorna­les demasiado bajos,—de cincuenta á sesenta y cinco centavos por ter­mino medio,—los pagos no son he­chos cu efectivo, sino en boletas que representan cierto valor y sólo son a-ceptadas por las tiendas de raya, doude el obrero se ve obligado á consumir efectos., pésiruos^pagando por ellos el doble de lo que se pa­garía en cualquiera otra parte, si tuviera dinero para hacer sus com­pras. El obrero mexicano, por muy honrado y competente que sea, .siempre se ve relegado al últi­mo lugar, donde quiera que hay extranjeros, y es tan triste la con­dición del trabajador que la férula de sus jefes lo persigue hasta en su vida privada, hasta en sus íntimas expansiones, que nada tienen que ver con las labores del infeliz asa­lariado.

Eu la Moctezuma Copper Co. de Xacozari, Son., según dijimos otra vez, se paga á los trabajadores con boletas, infringiendo cínicamente el Código Penal, y ni siquiera se les deja el derecho de recrearse. El Comisario José Terán , un canalla que solo por ser ayankado obtuvo ese puesto, niega casi siempre á los trabajadores el permiso para hacer uu baile ó cualquier otra fiesta, y cuando lo concede, no es sin que los interesados paguen tres ó cuatro veces el importe de la licencia. En cambio los yankees que trabajan allí mismo, no tienen que pedir per­miso para sus diarias francachelas. Los mexicanos no pueden ni tomar cerveza porque son multados ó lle­vados á la cárcel, con lujo de cruel­dades.

Eu la Fábrica "Bella Unión," de la Compañía Industrial Saltille-ra, se cometen también escandalo­sos abusos por el Director, uu sui­zo ladróu y atrabilario. Buscando este individuo el modo de explotar á los obreros, encajó en el Regla -mentó de la Fábrica un artículo que dice que todo operario depositará seis centavos diarios de su jornal en calidad de ahorro, para estar pre­venido contra alguna enfermedad ó cualquier otro apuro. Algunos creían beneficiarse con este ahorro, pero ya están vieudo que en reali­dad es una pérdida irreparable. La primera víctima íué el operario Dio­nisio López. Llevaba este algún tiempo de estar depositando seten­ta y dos centavos semanarios, cuan­do recibió aviso de que su padre se encontraba gravemente enfermo en Saltillo; resolvió ir inmediatamente á esa dudad y así se lo comunicó al Director, pidiéndole el monto de sus ahorros. E l Director, con todo cinismo, le dijo que hacía muy bien en irse, pero que no le entregaba su dinero, unos cinco pesos, para que pudiera volver. López se fué y el Director se robó el depósito. Otro operario, Aurelio Lozano, que por no tener más familia que un hijito, hacía depósitos de cierta cuantía, murió en el Hospital, pues al enfermarse no recibió ni un cen -

tavo d e l ' Director de la Fábrica que le tenía sus ahorros. El huér­fano nada ha recibido tampoco, no obstante que su padre había depo­sitado una cantidad de considera­ción, según los boletos encontrados en el cuarto que ocupaba antes de morir. Otro negocio del Director de "Bella Unión" consiste en ha­ber organizado con los trabajado­res una sociedad que da mensual-mente un baile. El Director, que lo es también de la sociedad, recoge cuotas en gran cantidad y gastn eu el baile la mitad ó la tercera parte de lo reunido , robándose lo demás. Aparte de eso, molesta á los opera­rios en el baile, interrumpe las pie­zas y comete mil impertinencias. Para que todos se vean obligados á ingresar á la sociedad y pagar su cuota, prohibe que los trabajadores hagan bailes en lo particular, y si alguno llega á hacer uua Gesta, lo multa; como le pasó á Vidal Domín­guez, que tuvo «íue pagar $6 oopor haber celebiado el matrimonio de su hijo.

En todas las Fábricas de hilados y tejidos inmediatas á Sta. Cruz, Tlaxcala, ya de este Estado ó del de Puebla, los operarios trabajan quince horas diarias y á veces más. Principian sus labores á las 5 a. ni. y las concluyen á lasQJAj p. m., dis­poniendo de limitado tiempo para tomar sus alimentos. Ganan 50 ó (¡2l/¡ centavos al día, y algunos, muy pecos, $1.50. Los maestros de sec­ción tienen asignado un jornal de $2.50 si son mexicanos y de $10.00 hasta $20.00 si son extranjeros.; Los dueños do las tiendas de raya' venden las mercancías á precios al- | tísimos y haceu víctimas á loj bajadores'd'e"las"más"groS! dilaciones. Sólo en la Fábrica " L a Estrella," dtbido á las gestiones de su administrador, se ha suprimido este comercio infame: el propietario de esta Fábrica, que es eu la que menos mal está el obrero, es hom­bre de sentimientos humanitarios y desea procurar alguna mejoría á los que están á su servicio. Trata de disminuir las horas de trabajo, pues comprende que son excesivas, pero antes desea ponerse de acuerdo con los dueños de otras fábricas para que hagan lo mismo que él, circuns­tancia que nos hace temer el fraca­so de la iniciativa, pues no todos saben apreciar el trabajo ajeno ni renunciar á unas cuantas monedas por sentir la aprobación de su con­ciencia.

No citamos algunos otros hechos por falta de espacio, pero en lo di­cho podemos apoyarnos para pre­guntar: ¿dónde están aquí esos vi­cios del pueblo que le ocasionan la miseria, según el decir de los go­biernistas? Los esclavos de Yuca­tán, Oaxaca y Campeche; los jor­naleros explotados de toda la Re­pública, los operarios de las Fábri­cas, toda esta gente que trabaja du­ramente de la aurora á la noche por un miserable jornal, ¿está en tal si­tuación por sus vicios 6 por la co­dicia y la brutalidad de los explo­tadores? Y los explotadores, son; los dueños de la autoridad, son la tiranía. Son Olegario Molina, sus hermanos, sus Magistrados, sus funcionarios en Yucatán; son Izá¿ bal y sus compinches en Sonora; son Crecí y Terrazas en Chihua­hua; sou Espinosa y Cuevas y sus amigos en San Luis Potosí, Pimen-tel en Oaxaca, Cárdenas en Coa­huila, todos los Gobernadores, to­dos los caciques en su respectiva jurisdicción; son los ex t ran je ra en todo el país^ protegidos por la Dic­tadura, y son unos cuantos capita­listas mexicanos, hasta los honra­dos, como el propietario de "La Es­trella," que se ve arrastrado por la corriente general.

Infame e¿» hablar de los vicios del pueblo cuando las iniquidades y las corrupciones de los tiranos se levantan á la vista. Y aún admi­tiendo la corrupción del pueblo, ¿es eso razón para que se le robe su trabajo, se le veie, se le azote, se le impida entregarse basta á las más inocentes distracciones? El hombre más vicioso del Universo tiene de.; recho á percibir un buen jornal si trabaja quince horas diarias, como la mayoría de nuestros infelices proletarios.

N o ; la miserable situación econó­mica de nuestro pueblo, tiene su o-

rigen en la desenfrenada y rapaz tiranía que nos agobia, y sólo me­jorará esa situación cuando nues­tra vida política se normalice y un régimen de libertad pueda imperar en nuestro suelo.

OBREGON GONZÁLEZ Debería »er

SENTENCIADO A MUERTE. A la obstinación es túp ida del

clerical Gobernador de G u a n a -juato , Joaquín Obrcgón González, se debe la ca tás t rofe que tan hondamente ha conmovido:! la na­ción.

Con g ran insis tencia los parti­cu la res y la prensa independien­te habían exhor tado al Goberna­dor Obrcgón González para que no cont inuase encauzando el río de Guanajuato en un túnel e s t r e ­cho de t r e s y medio met ros de al­tu ra por t r e s de ancho. Se sabia por exper iencia que el río se ha­bía desbordado aun cuando tenía ¡tul cauce más ancho, y á pesar, á veces, del cuidado que se tenía en desazolvarlo. Hace a lgunos años que no se desazolvaba el río, lo que, unido á la es t rechez del tú­nel por donde se le quiso hacer pasar , dio por resu l tado que al ¡desbordarse el agua de la Presa de la Olla, el angosto túnel no pu­do da r paso al l íquido producién­dose la temida catástrofe. h Obrcgón González es taba , pues, adver t ido del peligro que corr ía jauejudad; pero no hay déspota

¡jelcrea equivocarse ó, que quiera

_ /i- Jás~ijúsiasj«-:qu£ja8, cuando de a t e n d e r s e esas quejas se lesionan in tereses de favoritos y de lacayos á quienes se protege aun á. costa del bienestar público.

Obrcgón González tiene una in­mensa responsabil idad en la ca­tástrofe, y por esc hecho, en un país en que imperase la just ic ia , ser ía inexorablemente ahorcado.

P e r o no hay que e s p e r a r que sea ahorcado el mocho Obrcgón González. É n t r e l o s t i ranos , como lo hemos repetido has ta la sacie­dad, hay una solidaridad inque­brantable . Se protegen, se defien­den, se ocultan solícitamente s u s cr ímenes . Para los t i ranos nada significan las mil vidas sacrifica­das por la estupidez ó la maldad de un funcionario.

Obregóu González va á se r im­puesto nuevamente por el Dictador como Gobernador del infortuna­do E s t a d o de Guanajuato, cuando en jus t ic ia merecía s e r procesa­do y sentenc iado á m u e r t e por no haber a tendido los sanos consejos del pueblo.

Excelente oportunidad. Remita vd. eu giro de Ban­

co sobre esta plaza, ó New York, ó en billetes de Banco á la orden de R. Bustamante, la canti­dad de $110.00 moneda americana, y se le enviará por Express, li­bre de gastos, una máquina de es­cribir «OLIVER,» ó una S M I T H P R E M I E R último modelo.

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UN REYISTA. Le* colaboradores de Porllrlo Dial.

Todos los aliados de Bernardo Reyes tienen en su ser moral mil puntos de contacto con el epiléptico opresor de Nuevo León. Abraham Bandala, Gobernador de Tabasco desde hace muchos años, puede ser clasificado entre los degenerados in-eriores como Bernardo Reyes. Na-

furalmente, Bandala es partidario de Reyes.

Bandala es veracruzano. Duran­te la Intervención Francesa se afilió á los sostenederes de la República; pero cuando comprendió que sola­mente gloria podría ganar defen­diendo á su Patr ia , prefirió aliarse á los írancefes que, si no podían darle gloria, le daban en cambio su­ficiente dinero para satisfacer sus

groseros apetitos. Traicionó, pues, á la Patria, por un puñado de mo­nedas. Después, viendo Bnndala que el Imperio de Maximiliano se desmoronaba, pidió consejo á su es­tómago y volvió á ingresar al Ejér-cito Republicano, cometiendo dos traiciones repugnantes en un corto número de años. Posteriormente continuó al servicio del Ejército, y siendo pagador del 99 Batallón, re­sultó desfalcado. El robo que co­metió le valió el ascenso á General, pues no se conoce otro motivo para alcanzar esc alto grado. Con el grado de General asistió á la insu­rrección de Tomóchic y Temosa-chic, siendo derrotado, por su co­bardía, por los indios. En esa In­surrección fué capturada la Santa de Cabora á la que trató de violar Bandala en un coche en que era conducida. La Sauta se defendió heroicamente de la grosera lujuria del traidor. Bandala mismo, cuan­do está ebrio, refiere ese hecho. Siendo Gobernador provisional del Estado de Tabasco, injurió estúpi­damente al Dr. Tomás Pellicer, quien repeliendo el ultraje humilló públicamente al sátrapa traidor.

Algún tiempo después, por los méritos de ser traidor á la Patria y bandido vulgar, fué nombrado Go­bernador de Tabasco por el Dicta­dor, satisfecho el casi octogenario tirano de haber encontrado un cola­borador tan distinguido como Ban­dala. Entonces comenzó á hacer grandes negocios el sátrapa de Ta­basco. Estableció los juegos pú­blicos en San Juan Bautista, en la fiesta de Santa Cruz que anualmen­te se celebra. En dichos juegos tiene participación con los dueños de,garitos que rcba¿r descaradamen­te con sus fullerías.

Otro negocio lucrativo para Ban­dala es el de la justicia. Por me­dio de uu su eunuco, Lie. Rodolfo Brito, ordena diariamente á los jue­ces y magistrados el sentido en que deben fallar los negocios. Los fun­cionarios que se resisten son desti­tuidos, porque la honradez es una remora que impide que los déspotas vacíen los bolsillos ágenos. Por eso fueron destituidos los Sres. Lies. José del Carmen Sastre, Antonio Padrón Reyes y otros que no obe­decieron las consignas del déspota.

Po r la venta de la justicia, gana Bandala anualmente más de ciento veinticinco mil pesos. Cualquiera puede robar, siempre que esté dis­puesto á darle á Bandala una parte del robo, y, también, cualquiera puede matar, siempre que compre su sentencia absolutoria según sus circunstancias.

Este excelente colaborador de la obra de engrandecimiento—según re­zan los periódicos gobiernistas— vende, como Emilio Pimeutel, los puestos públicos del Estado de T a ­basco. Por conducto del Secreta­rio Particular, Salvador de la Rosa, se venden al mejor postor las Jefa­turas Políticas y las Receptorías de Rentas. Un empleo de esos vale de doscientos á mil quinientos pe­sos, aparte de la participación que Bandala, como jefe de la gavilla, tie­ne en los robos de tales empleados. Inútil es quejarse ante el sátrapa, porque Bandala vomita sobre los quejosos las más crudas injurias. La injuria favorita de Bandala es hacer referencia á la autora de los días de las personas que no le son gratas. Pe ro Bandala es un dege­nerado, pues que él mismo se apli­ca ese ultraje.

Una vez, Bandala tuvo un disgus­to con su socio Brito al hacer una liquidación de los productos de la venta de la justicia. El finado José-

García Trucba intervino como ami­gable componedor. L. -

Bandala conoce bien el flaco del anciano Dictador. Cuando quiere perjudicará nlgunn persona, escri­be al rencoroso Autócrata dlciéndo-lc que ó tal cual ciudadano es anti-porfirista. Con esc sólo hecho se siguen mil perjuicios á ciudadanos honorables.

Todos los años, en los informes de Bandala, se ve que hay grandes existencias de dinero; pero ni aca­bar la anualidad fiscal, se esfuman esas existencias sin que se vea su inversión, pues ninguna mejora re­presentan esos valores que lian ido acumulándose en los bolsillos de Bandala y socios.

En el Presupuesto aparece que hay en San Juan Bautista ochenta y cinco gendarmes; pero en realidad sólo hay 36. A pesar de eso, la partida se agota.

¿Se negará que Bandala tiene mu­chos puntos de contacto con Bernar­do Reyes de quien es aliado? ¿Se negará que Bandala es un digno co­laborador de la ol»a de engrandeci­miento que se atribuye al l3lctador?

¡Bien por Coahuila! A LOS COAIIUII.KNSIÍS:

«Un deber de patr iot ismo nos impide pe rmanece r mudos ante la viril act i tud de los coahuilcn-ses , que, abandonando el indife­rent i smo tan común en la actuali­dad para todo lo que signifique democracia, y desafiando las i ras de quienes .aun nos creen ineptos para elegir nues t ros gobe rnan te s , se 'han lanzado á lucTiarhonrndá-mente, den t ro de la ley, por recu­pera r el subl ime legado de nues­t ros reformadores : el sufragio li­bre.

Por tal motivo, nosotros , obs­curos hijos del trabajo, enviamos á los dignos hijos de Coahuila nues t ros en tus ias tas parabienes , deseándoles éxito completo en s u s t rabajos y que no se apar ten ni un ápice de la conducta indepen­diente que has ta hoy han obser­vado.

¡Quepa á Coahuila, esa perla fronteriza, la honra de ser la ini­ciadora práct ica de nues t ra re­dención política)

Sta. Rosa, Nogales, Verac ruz , Junio de 1005.

E rnes to E. Guerra , Camerino /£. Mendoza, Alfonso J. Cervcra, Gi lber to E. Vélez, Alejandro V. Mendoza, Prisci l iano A. Mart í ­nez, Carlos Roldan, Antonio Al-varez, F e r n a n d o García, Miguel Olivera, José D. Méndez, Enr i ­que Rivera, LuisPonseca , Carlos H u e r t a , Francisco G. Chapar ro , Gonzalo Bcrmúdez, Herminio Re­yes , Luis Osorio, Nabor Casco, Manuel Grande , Cayetano Men­doza, Faus to B. Hernández .

DJD! Suplicamos á los S res . F R A N ­

CISCO CABRERA URIJIK, de Oriza-ba, Ver . , A N G K L V K C A , de Mé­xico, D. F. , y MARCOS RODRIGUKZ, de Orizaba, Ver . , nos envíen á la mayor brevedad la cantidad que adeudan por e jempla res que c o ­mo Agen tes recibieron para su venta.

A nues t ro s Agentes en g e n e ­ral, supl icamos se pongan al co­rr iente en s u s cuen tas du ran t e el p resen te Julio, para no vernos en el penoso caso de cobrar les por medio del periódico.

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U. S. A.

Se reciben en coipisioo artículos roexiaoos.

R E G E N E R A C I Ó N .

La Democracia Cardenista,

tu

• « • • a

r/ lK8/!8 IÍSUTII.C8.

Inspi rar ían conmiseración, si no i r r i t a ran , los procedimientos del Cardenismo para rodear de forzada popular idad el despresti­giado nombre del rapaz Goberna­dor de Coahuila. Desde que la Convención del Par t ido Indepen­diente tuvo lugar en la Capital de la República, provocando los aplau­sos de todos los l iberales mexica­nos, el Cardenismo, de s e g u r o por consigna del Centro, sin la cual nada hacen los lacayos, co­menzó á efectuar con intempest i ­vos bríos, t rabajos rcelcccionis-tas en apar iencia democrá t icos , que hoy parecen e n c o n t r a r s e en su apogeo.

E s cur ioso observar los p a t o s del vacilante Carden i smo en la t rascendenta l campaña política de que cst.1 s iendo teatro el va­liente Es t ado de Coahuila. La oposición fue la p r imera que le­vantó su bandera de combate , y el Cardenismo, desde entonces , no hace más que obse rvar los movimientos de la oposición para d e t e r m i n a r s u s propios movi­mientos, como el enemigo torpe y sin alientos para la iniciativa, que se concreta á defenderse co­mo puede de un ag re so r intel i­gen te y valeroso. Cuando los p r imeros c lubs y periódicos in­dependientes se fundaron, los Gobie rn i s tas no supieron hacer otra política que la de un obs­t ruccionismo es túpido: los caci­ques analfabetas negaban su per­miso, que no hacía falta, para que se ins ta laran los clubs an l i -ca rden i s t a s y esgr imían impla­cab lemente su poder, como razón s u p r e m a de s u s actos . Se exhi­bieron como imbéci les y opreso­res y no consiguieron sofocar la oposición que , consciente de su derecho, avanzó s i e m p r e . Pue­den d i scu lpa r se los p r imeros t raspiés del Cardenismo, por la so rp resa que sin duda la causó verse a tacado inespe radamen te , cuando debía e s t a r confiado en que los sopores de abyección de nuestra paz clásica liarían d o r ­mir al pueblo en el crí t ico per ío­do de las elecciones. P e r o las to rpezas poster iores no t ienen disculpa posible.

P r o b a b l e m e n t e el Dictador es­peraba que los oposicionistas de Coahuila le fueran á pedir su ve­nia para n o m b r a r tal ó cual c a n ­didato, y por eso no dio consigna á Cárdenas de que t r aba ja ra os­tensible y act ivo por su reelec­ción. P e r o cuando se desenga­ñó de tal esperanza, cuando vio que los coahuilcnses iban á ele­g i r su candida to en una Conven­ción Popular , dio ó r d e n e s á Cár­denas de que t r aba ja ra para po­pular izarse . Como esto no se puede ob tene r sino por procedí micntos democrá t icos , Cá rdenas tuvo que imi ta r á la oposición, y al f rente de periódicos y Clubs independientes , tuvo que estable­cer periódicos y Clubs rcclecio-n is tas . Más como el e lemento gobiern is ta no es tá práct ico en achaques de democracia , ha obra­do con poquísimo tacto en s u s t ra­bajos. Comenzó por d a r uno de esos golpes t ea t ra les que no se ven en la ve rdade ra democracia , y que denuncian la p reparac ión , la farsa, la consigna. El mismo día que la Convención abr ía en México sus sesiones, en varios pun tos de Coahuila, al mismo t iempo, como por a r t e de magia, su rg ie ron varias agrupac iones e i r d e n i s t a s . Esos movimientos uniformes, esos efectismos de Dramón a r r aba l e ro , esas unani midades maravil losas, han s ido cosas t ípicas de la actual Dicta d u r a ; de scub ren el au tomat i smo de quienes las r e p r e s e n t a n y la torpeza de quienes las d i r igen . P ron to se descubr ie ron las inte­r io r idades de la política suigene-ris del Ca rden i smo y el t r i s t e p rocedimien to con que se forma­ron los c lubs del Gobierno; aquí; fué un cacique que a r rancaba fir­mas , amenazando con la cárcel ; mas allá, un hábil político que t r a s l adó al pie de una acta r ce -lcccionista c u a n t a s firmas halló en los a rch ivos del r e g i r t r o civil; pa r otro pa r t e , media docena de empleados del Gobierno , que s e declaraban Mesa Direct iva de un Club sin socios; y a s í por el esti lo. Lo oposición ha publica­do c a r t a s en que no uno, mú-caos c iudadanos cuyos n o m b r e s se tomaron a r b i t r a r i a m e n t e pa ra las ac t a s ree lecc ionis tas , niegan su adhes ión á Cárdenas y s e pro­nuncian por el L i e . f u e n t e s . Muchas de esas personos com­prueban e s t a r a u s e n t e s de la po blacióa en que el Ca rden i smo las hacía aparecer .

. E n ma te r i a de p rensa , es tá el ^ c a r d e n i s m o como en ma te r i a de Líáft J C l u b s . P r e t e n d e sin lograr lo ,

;é d a n el t imo de la democrac ia ; en ^ s ú V ^ p e r i ó d i c o s s e descubre* lo

ímismo que en s u s Clubs , - la con­

s igna , la falta de expontaneidad , el au tomat i smo de los lacayos ba­jo la o rden supe r io r . Y el con­t r a s t e e n t r e s u s t raba jos y los del P a r t i d o Independ ien te s , sa l ­ta á la vista. M i e n t r a s en los procedimientos de la oposición se ve el c u r s o na tura l de las cosas, las dificultades del principio, el paulat ino robus tec imiento y des­pués la fuerza, en los del Carde­nismo se ve anormalidad, unas veces inacción completa , o t ras r epen t ina s explosiones de activi­dad Así como en un mismo día hizo apa rece r t c a t r a lmcn tc varios c lubs a l a vez, en un t iempo de­terminado lanzó s o b r e Coahuila un chubasco de periódicos gobier­n i s t a s .

¡Y que periódicos! Un afecto á la sá t i ra , podría l lenar muchas cuar t i l las clasificándolos uno por uno; son el protot ipo de lo ridí­culo. P a r e c e que el órgano más caracter izado del Cardenismo es " E l O r d e n " de Silti l lo, sin duda por s e r el de mayor tamaño y el más soporífero. O t r o s hay, co­mo " L a Voz de Coahui la" de Monclova, que la dan por el hu­mor i smo, aunque no por eso de­jan de p roduc i r sueño . T o d o s cultivan el géne ro fastidioso, en el que indefect iblemente tiene que caer lodo el que esc r ibe sin entus iasmo, sin convicción, ma-quinalmcnte , como el gañán que realiza de malagana alguna labor, para g a n a r s e la vil pitanza. Has ­ta los más fur ibundos , los que más á conciencia desqu i t an la soldada, los de San P e d r o , á pe­sar de s u s rab ie tas y bufonadas , resu l tan sosos y faltos de in t e ré s . " L a s Not ic ias" t r a t a de narco­tizar á s u s lectores con ar t ículos so lemnemente e n m a r a ñ a d o s y llenos de vocablos campanudos , á los que son muy afectos los bo-r r a j eadores de poco meollo, que creen disfrazar su ignorancia y d e s l u m h r a r á los imbéciles con f rases embrolladas y pedantes­cas. " E l Eco de la L a g u n a " es­tá dedicado á hablar de I). F r a n ­cisco Y. Madero y de R E G E N E ­RACIÓN; para esc infeliz papa­sal el mundo se c ie r ra en el Sr . Madero y nosot ros . Son tan ne­cias los crí t icas del pasquín que necedad ser ía tomarlas en ser io. Ricardo Hickman, el más notable foliculario del Carden i smo en San Pedro , es tá degenerando; ya sea po rque este medi tando com­binaciones para despo ja r á s u s prójimos ó porque las emociones del tapete verde le volatizaron la miaja g r i s que a lguna vez pudo tener , pero es el caso que ya no s i rve para la p rensa . Última­men te tuvo la cur iosidad de co­leccionar y publicar por orden al­fabético, no sabemos con que ob­jeto, las pa labras que se usan en es te semanar io . Suponemos que lo haría pa ra l lenar espacio y c-v'ttarse la difícil ta rea de defen d e r a l indefendible Cá rdenas .

O t r o que p resen ta s ín tomas de degeneración es el m a m a r r a c h i s ­ta David Ccrna: hace versos , ma­los por supues to , y t ra ta de inju­r iarnos con ellos, s in tomar en cuenta que también injuria á sus lec tores , si es que los t iene. A-caba de ded ica rnos un soneto que es de lo peor que hemos ins­pirado, y amenaza con t inuar la se r i e . El desarrol lo de las facul­tades poéticas por la influencia del P r e s u p u e s t o , es fenómeno digno de o b s e r v a r s e , y lo obser-

U solidaridad de los bandidos.

D i a i expulsa a • • emigrado p a l i l l o .

Porfirio Díaz acaba de arrojar u-na nueva mancha sobre la Nación, confabulándose con el odioso tirano de Guatemala, Estrada Cabrera, para perseguir en territorio.mexica-no á los emigrados políticos de a-quella República hermana. • El Gral. D. Lisaudro Badilas á quien el patido independiente de Guatemala considera digno de ocu­par la Pr imera Magistratura de a-quel país, y que se encpntrata en México, fué intimado por Porfirio Díaz á que saliera de la República para no disgustar al sátrapa guate­malteco.

El hecho es odioso y es en estos momeutos duramente comentado por la prensa de los Estados Uni­dos. Los refugiados políticos son respetables en todas partes y vistos cou simpatía, porque ellos son la protesta viviente de los oprimidos-contra los abusos de los opresores. Quedaba reservado á nuestro país, por culpa de los tiranos, dar el es ­pectáculo salvaje de perseguir á los refugiados políticos de otros países.

Ese es el prestigio que Porfirio Din/, procura á la Patria.

Díaz es uu tirano vulgar ligado á Estrada Cabrera por los lazos del compañerismo. .Entre los malhe­chores hay mil afiuidades que losli-gau estrechamente hasta hacerlos solidarios en el crimen. Un ladrón, debe ver con simpatía á otro ladrón; un asesino debe emocionarse gra ta­mente al estrechar la mano de otro asesino; un tirano tiene que ser a-nilgo de otro tirano. En el corazón encallecido del sanguinario Presi­dente de México, tenía que ocupar distinguido lugar el bandolero Pre­sidente de Guatemala. •

El Gral. D. Lisaudro Badilas no debe guardar rencor contra el pue­blo mexicano. Nosotros, como parte de ese pueblo, estamos en ap­titud de decir que somos, como los guatemaltecos, unos oprimidos. Lá responsabilidad es de la tiranía qué pesa sobre nuestra Pa t r ia . . Ella; la tiranía, es quien ha arrojado al Sr. Badilas del territorio nacional para halagar al déspota guatemal­teco.

Los mexicanos nunca podremos sancionar esos actos de salvajismo que deshonran á la Patr ia , y protes­tamos en nombre de la democracia contra la tiránica orden de expul-. sión dada por P o r f i r i o ' F ' . el Gral. D. Lisandro Badilas. [Que la ignominia caiga sobre el Dictador de México y uo sobre el esclaviza­do pueblo mexicano I

Goüld en su artículo publicado des­pués de su regreso á Bisbec, dijo que la Mina ' «El "l^íTe» estaba en posesión de Mr. Graham, y que la gente armada que se quedó allí se­ría capaz de resistir un regimien­to »

A esto conducen las complacen­cias de nuestro Gobierno con los a -mericanos. Convencidos los y'an-kecs de que bajo la actual Dictadu­ra pueden hacer lo que les da la ga­na sin que nadie los moleste, no se detienen ui ante el atropello de nues­tra soberanía, y cuando debíau acu­dir á los Tribunales, prefieren op­tar por la "violencia para asegurar l o q u e creen sus derechos. SI uu mexicano hubiera atropellado de tal modo á la autoridad, tal vez el Gobernador Izábal ya lo hubiera mandado ahorcar sin formación de causa, según acostumbra: pero para los yankecs no ha habido castigo uinguuo, y nada sabríamos de este hecho escandaloso si no fuera la misma prensa americana la que lo da á couocer y pide que se abran a-veriguaciones!

Esperamos que la Dictadura ten­drá un resto de pudor para fijarse en el caso que denunciamos, y hará efectivas las responsabilidades que resulten, auuque se trate de ameri-cauos, ó de lacayos, como el Juez Castañedo. Nosotros vamos á to­mar mayores iuformes sobre el asun­to, y los daremos á conocer oportu: ñámente.

Lo que dice la Prensa Honrada.

Excelente Oportunidad. Remita usted en giro de Ban­

co sobre esta plaza, ó New York, ó en billetes de Banco, á la orden de R. Bustamantc, la canti­dad de $i 10.00 moneda americana, y se le enviará por Express, li­bre de gastos, una máquina de es­cribir «OLIVER,» ó una S M 1 T H PREMILÍR último modelo.

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I>. O. Ho.x., 5 4 » . S I . Loulm, Mo.

»»» REGENERACIÓN y la Piusa M u t a .

a

Hay cosas que si no se vieran no se c reer ían y aun viéndolas hay resistencia á c ree r l a s .

E n t r e ellas es tá , sin duda algu­na, el c inismo y desplante de la prensa mendaz que ataca á los re­dac tores de R E G E N E R A C I Ó N y hace la apología de los bandi­dos que imperan en México, lla­mándolos g randes , inmaculados, necesar ios , porque, ó imitando al mero mandón asal taron el P o d e r por la ment i ra , el engaño, la trai­ción y el d e r r a m a m i e n t o de s an ­gre , y se han mantenido en él por el robo, bajo el s i s tema de com­ponendas con las compañías, ó de emprés t i t o s ruinosos para el país, emprés t i t o s que han desapareci­do c u t r e las uñas de los que los cont ra ta ron y á la Nación sólo le ha tocado el deber de pagarlos , 6 á imitación .del V i c e - P r c s i d c n t e de la República, se han elevado a r r a s t r á n d o s e , s i rviendo hnsta de palos blancos, y se mantienen robando en el juego , emit iendo por duplicado bonos de la deuda pública, y no haciendo figurarlos duplicados, e tc . , e tc .

Y decimos que esto es de las cosas que no se pueden creer , porque sólo una carencia absoluta de sentido moral puede conducir al hombre á hacer la apología del c r imen, pues e s t o y no otra cosa es bat i r palmas al criminal en­cumbrado , y sólo una degradación suma , inconcebible, puede llevar á fust igar á los ca rac t e re s viriles y en te ros , como los que redactan R E G E N E R A C I Ó N , que fusti­gan , aún á r iesgo de pe rde r la vi­da, á bandidos tan auduecs y po­derosos, tan hipócritas é infames como Díaz.

Y sin e m b a r g o así lo hacen al­gunos periodistas de México.

La Reforma Social.-VA Paso, T c x .

Regeneración July 22nd. 1905. Subscription rates:

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úbados. El número suelto vilo cinco centavos oro en los Estados Unidos del Norte y dleí cantaros pla­ta en la República Mextcana.

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LAS FINANZAS DE GREEL.

Ultraje a la Sobe­ranía de México.

E n «The Bisbec Daily Review» de Bisbec, Ariz., leemos un alar­mante artículo que trata d t uu atro­pello á nuestra soberanía, artículo cuya traducción íntegra uo pode­mos publicar por falta de espacio. El hecho es que un norte-america.-no de apellido Graham, descando poseerla Mina «El Tigre» del Es­tado de Soñera y no pudieudo obte­nerla por bien, llevó gente de Dou-glas, Ariz., á territorio mexicano, para tomar posesión por la fuerza de la referida Mina. Bien puede calificarse de filibusterismo esta ex ­pedición de extranjeros armados para apoderarse de una propiedad situada en territorio mexicano. Por mucho derecho que Graham creye­ra tener sobre la Mina » El ' Tigre», no era el procedimiento de violen-

varemos cu idadosamente en D o n ' c ¡ a q u e e m p | e ó c i m á s á propósito David. E n t r e t a n t o le recomen damos, y con el a todos los tur i ­bular ios de Cárdenas , que no por hacer c r í t i cas ó versos , se desen­t iendan de su ve rdade ra misión: defender al amo. L a oposición, con m á s ó menos dureza, ha ha­blado de los latrocinios, y bas ta hoy no ha habido n ingún periódi­co gobiernis ta que lo s ince re de tales cargos, ni de los que se le hacen por su t iranía, por s u s pe rsecuc iones á los independien­tes- La p r e n s a c a r d c n i s t i pro­clama que los coahuilcnses es tán en Jau ja , que t ienen el m e j o r de los Gobiernos , pero no lo p rueba , y menos convence porque al mis­mo t iempo que publica, tales lin­dezas, el Gobierno comete bruta­les a ten tados , de los que hemos dado cuenta .

En r e sumen , los c lubs , los pe­riódicos, todo el apa ra to de de­mocracia de que se ha rodeado el Cardenismo, como último r e c u r s o de defensa, de nada le ha servido. L a s e s túp idas f a r sas de los laca­yos no han logrado e n g a ñ a r al pueblo que cada día cobra nuevos a l ientos , p r e p a r á n d o s e firme­m e n t e para d e r r o c a r e n las próxi­m a s elecciones al insopor tab le la­d rón Miguel C á r d e n a s .

para obtenerla Parece que Graham sostiene un

litigio sobre esa propiedad minera, y es patrocinado por un abogado yankee, Richardson, que según se asegura fué el instigador de la ex ­pedición filibustera. Es te Richard-son vivía en Cananca, SonMeñ cu­yos Tr ibunales ganaba todos los pleitos, no obstante que apenas masculla el español, lo que hace su­poner que contaba de antemano con el corrompido Juez Isidoro Castañe­do, del que es íntimo amigo y con el que tenía frecuentes conciliábu­los. Se cree que el Juez Castañe­do no es ajeno á la cuestión de «El Tigre», es decir, á la invasión de nuestro territorio por filibusteros americanos.

Léase "REGENERACIÓN."

Los pulpos chihuahuenses, E n ­rique C. Creel y Luis Terrazas, consideraban que impunemente po­dían entregarse á sus explotaciones,

'"•'•o; las puertas de la cárcel no se hau abierto todavía para ellos porque al Dictador le conviene te­ner bandoleros en los puestos públi­cos; pero la opinióu pública, esa justiciera inexorable, ha señalado ya las protervas frentes de ese par de traficantes.

Creel y Terrazas continúan de­bilitando al Estado de Chihuahua. Niugúu negocio prospera en ese in­fortunado Estado, á no ser que pertenezca á la odiosa dinastía Creel-Terrazas. No hay quieu em­prenda obras materiales, con excep­ción de los pulpos. Actualmente, y tal vez presintiendo que se acerca

na era de justicia en nuestra P a ­tria, Crecí y Terrazas sedan pri­sa por acaparar la mayor cautidad posible de dinero. De ahí que los empleados, .rabajadores y artesa­nos que pagados por el Erario de­berían ocuparse en las obras públi­cos, estén prestando sus servicios en el sinnúmero de fincas que están construyendo los vampiros. Inú­til es decir que las fincas de los pulpos se están construyendo con materiales del Estado y aún de par­ticulares despojados con gran cinis­mo. Desde la época en que fungió de Jefe Político el eunuco Mápula, muchos propietarios han sido des­pojados de las losas de sus banque­tas, para arreglar con esos materia­les las propiedades de los vampiros. El actual Jefe Político, Franco Lo­zano, continúa despojando á los pro­pietarios en beneficio de Creel y de Terrazas . La cantera del costado de la Penitenciaría que queda rum­bo á la Estación del Pacífico, ha ser­vido también para las fincas de los gobernantes. Más de la mitad de los materiales destinados para la construcción de esta Penitenciaría han pasado á poder de Creel y de T e n a z a s para construir sus casas. . Últimamente se ha acordado un

gasto de, doscientos cincuenta mil pesos para construir una presa que surta de agua á la ciudad de Chi­huahua. No hay quien deje de creer que la mayor parte de esa su­ma quedará en poder de Creel y de

Atención. - Las personas que durante el pre­

sente mes de Julio no manden cu­brir sus subscripciones, quedaran borradas de nuestras listas.

Tienen la obligación de enviar el importe de sus subscripciones to­das aquellas personas que habiendo recibido un ejemplar no se hayan dignado devolverlo)- hayan seguido recibiendo nuevos números.

Notas interesantes,

Richardson comprendió á última hora la responsabilidad que le trae- j Terrazas, en virtud de que Creel es ría la citada invasión que había •a-Iquien está autorizado para contra-consejado, y trató de desmentir a los periódicos que la dieron á cono­cer. Con este motivo, «The Büsbee Daily Review» dicelo siguiente: «Si las autoridades mexicanas desean investigar en Douglas, no tendrán ninguna dificultad en hallar que lo que la prensa publicó fueron los he­chos verdaderos en el caso.» «Los artículos escritos (por M r . Gould, uno de la expedición) antes de par­tir y después que regresó del viaje, todos substancian los hechos con respecto á las armas, los hombres y las municiones, como se publicaron en los periódicos de Douglas.» «Mr.'

•'.-xas.'.iísi'ss

tar esa obra. Viene al caso recordar, que Luis

Terrazas hizo negocio con el abas­tecimiento de agua para la ciudad, cuando fué Gobernador del Estado durante catorce años. Ter razas era dueño de" una finca denominada "Labor de Dolores," de donde pro­ceden ahora casi todas las aguas que nominalmente posee el Municipio. Terrazas, persiguiendo un buen ne­gocio COB perjuicio de otro, vendió la finca á la Sra. ,Carmen Pérez viuda de'Sáenz, en una fuerte suma. Después, Terrazas se encargó de a-rruinar á la infortunada señora e x ­

propiándole la finca por causa de utilidad pública en la cantidad de tres mil pesos. Todas las aguas de la finca quedaron á favor del Muni­cipio de una manera nominal, pues Terrazas se hizo conceder una gran parte de las aguas para regar sus huertas y surtir sus fincas. El ne­gocio que hizo Terrazas en perjui­cio de la pobre compradora, es claro.

Damos á conocer á nuestros lec­tores un nuevo fraude á la Nación llevado á cabo por Enrique C. Creel. No hace mucho que el aven­tajado financiero hizo uua compra de desechos de fierro en los Esta­dos Unidos, para la fundición que tiene en Chihuahua y que lleva por nombre: " L a Industrial Mexica­na." No paga derechos aduanales el desecho de fierro, pero los ca­rros en que era couducido á la fun­dición fueron detenidos por el A d ­ministrador de la Aduana de C. Juárez, en virtud de haber descu­bierto un vista de la Aduana que en uno de los carros no solamente había desecho, sino fierro labrado sujeto á derechos aduanales. El Administrador dio orden de que se citara á Creel ó á alguno de sus re­presentantes, á fin de que presen­ciaran el registro de los demás ca­rros. Creel movió influencias, co­rrompió empleados con dinero y o-fertas, y consiguió que los carros uo fueran revisados sino hasta que llegasen á la Fundición. Apenas llegados á la Fundición, Creel man­dó que fueran vaciados inmediata­mente los carros rompiendo los s e ­llos de la Aduana que habían sido puestos para que uo se vaciaran los carros sino en presencia de los em­pleados de la oficina Federal. Cuando el Administrador y el vista se presentaron á presenciar la des­carga de los carros tres habían sido ya vaciados, pero en los demás se encontró un contrabando por valor de setenta mil pesos. Crecí no In­gresó á la prisión porque los bando­leros gozan de toda clase de privi­legios.

Creel ha ensayado todos los siste­mas de explotación, menos los hon­rados. Cuando hubo Casa de Mo­neda en Chihuahua, Creel puso su Casa de Moneda particular para de­fraudar al Tesoro de la Nación con los derechos que cobraba por la a-cuñaclón de moneda.: No le dio buen resultado el negocio en virtud de que la gente de que se rodeó te­nia las mismas aptitudes financieras que él, al grado do que en tres me­ses le robó esa gente una gran can­tidad de plata en pasta. ¡Quiso perseguir á sus desleales cómplices

que habían robado á un ladrón!

Parece" inagotable el número de fraudes y toscos , robos efectuados porlCreel y por Terrazas, los actu»-l e s j l u e ñ o s d e L Infortunado ^Estado de Chihuahua.

—151 infeliz Vicc Cónsul An to ­nio de la Maza publica en Dou­glas, A m o n a , un papasal llama­do " E l Correo." Esc papasal ha dicho que REGKNEKAC10N es un periódico que tiene por objeto la especulación.

Quien especula como cualquier dueño de bar raca , es el propio de la Maza en compañía de un su so­cio I. A, Gut iérrez , conocido con el nombre de " E l Melcochcro ." Esc par de badulaques explotan saloncillos de baile que harían en­rojecer de vergüenza al mismo Bordenavc, aquel célebre perso­naje de Nana.

—Román Rodríguez Peña lla­ma en su " P r o g r e s o La t ino" go­bernante probo y progres is ta al ladrón Miguel Cárdenas ¿Cuánto le costará al pueblo de Coahuila esa desinteresada alabanza á .su ti­ranuelo?

J51 mismo Rodríguez Peña se queja en otro lugar de su papasal d e q u e los mexicanos veamos con d i sgus to que los ex t r an je ros lle­guen á nuestro país.

Rodríguez Peña asienta una falsedad. Los mexicanos no ve ­mos con d isgus to á los ex t ran je ­ros . Lo que nos molesta es esa preferencia odiosa que manifies­ta el gobierno á favor de los ex­t ran je ros ; lo que nos molesta es que, en virtud de esa preferencia, los ex t ran je ros se enriquezcan ex­plotando a los obreros , obtenien­do concesiones en perjuicio de los in te reses del país y en t r ando en negocios turb ios con la tiranía.

Lo» ext ran jeros honrados, son bien aceptados por los mexica­nos, no así los que se confabulan con los déspotas para explotar al pueblo.

—El Dictador se es tá bur lando del pueblo, l i a dispuesto que no sean admi t idas las monedas que tengan la menor huella de mal t ra to . E s difícil que las mo­nedas se conserven intactas y de ahí que todos estén sufr iendo la t iranía de una estúpida disposi­ción.

Hace bien Porfirio Díaz en exas­pe ra r al pueblo, porque más pronto se decidirá éste á conquis­t a r su l iber tad.

—El Club " Juan Antonio de la F u e n t e , " de Buda, Texas , honró con una velada fúnebre la memo­ria del inmorta l Benito Juárez el 18 del p re sen te .

La reunión tuvo lugar en el Templo Masónico y las invitacio­nes fueron firmadas por los S r e s . Eulalio Trevifio, P . Tenorio , An­tonio Valdés y Mat ías L . Reyes .

Digno de aplauso es el e s fue r ­zo de loa liberales de Buda por e-ducar al pueblo en la glorificación de s u s héroes.

— E n un ramplón discurso que prenunc ió J u s t o Sierra—el fla­mante Ministro de Ins t rucción Pública y Bellas Ar te s—cuando lo felicitaron a lgunos es tud ian tes por el nombramien to que había recibido, manifestó que tal vez podría susc i ta r las p ro te s t a s con a lguna iniciativa. Sabe J u s t o Sie­r r a que va á hacer, el papel de • verdugo de los estudiantes^aiem-'p^ p re que se lo ordene el DJctador$JT

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REGENERACIÓN

y por eso se anticipa á dar una satisfacción.

lin el mismo discurso, Justo Sierra elevó por las nubes la esté­ril labor del Ministro Justino Fernández que si se ha distingui­do por algo, es por permitir que los jueces vendan la justicia.

,—Miguel Cárdenas que roba mucho, solamente dio quinientos pesos para socorrer á los inunda­dos de Guanajuato.

—Joaquín Obregón González, el responsable de que se haya inundado la ciudad de Guanajua­to por no haber atendido las in­dicaciones que se. le hicieron con anticipación, está dando ¡nues­tras de una grosería inexplicable aun en un galeote. Quiso acapa­rar él el dinero que se está reci­biendo para auxiliar á los inunda­dos, y en efecto, molestó tanto á los honorables miembros de la Junta de Socorros que se formó en Guanajuato, que el Tesorero de la misma y que es á la vez Ge­rente del üanco de Guanajuato, hizo entrega al grosero Goberna­dor de los fondos que se estaban recibiendo por conducto de la Junta de Socorros. A esn Junta pertenecían varios norteamerica­nos á quienes difamó el Goberna­dor. Los americanos se quejaron con su Cónsul, quien les dijo que presentaran su queja al embaja­dor. ¡Cuántas vergüenzas nos hacen pasnr nuestros imbéciles gobernantes!

— De acuerdo con Obregón González, se estaban haciendo en liapnalo algunos preparativos para festejar al Gobernador con motivo de la inauguración de un Mercado. Se tiene presupuesta­da una buena cantidad para los festejos en honor de Obregón González, y. sin embargo, nada ha dado el Municipio de Irapua-to para socorrer á los inundados, pretiriendo celebrar las fiestas adulatorias á hacer una obra de caridad.

Obregón González y el Sultán-cilio de Iiapuato, Malhechor Aya-la, carecen de pudor, pues se han empeñado en no suspender las fiestas. No les avergüenza que la colonia americana en Aguasca-lientes hubiera suspendido la fies-taque iba á celebraren conmemo­ración del 1 de Julio, cediendo en favor de los inundados la canti­dad que iban á destinar para la fiesta y que ascendió á más de mil pesos.

—Tenemos á la vista el primer número de "Convicción," viril pe­riódico que ha comenzado ú pu­blicar en el Puerto de Vcracruz el valeroso periodista Sr. Teodo­ro Hernández.

tirata nos ha sido la visita del nuevo campeón de nuestras holla­das libertades, porque vemos que á pesar del medio infecto ha habi­do espíritus que no se han man­chado, y queá pesar del afemina-intento'común, ha habido carac­teres viriles que no han claudica­do.

Felicitamos cordialmcutc á nuestro querido amigo ^r. Teo­doro Hernández y llamamos la atención de nuestros correligio­narios hacia el nuevo periódico que deben proteger.

—Kl poetastro Kafaci Téllez Girón, en compañía de un aboga-áovanker apellidado Paschal, se ha'propuesto á ¡levar á cabo en San Antonio, Texas, una gran ex­plotación, siendo las víctimas u-nas pobres mujeres que ganan la vida mondando nueces l ia em­baucado á las dichas mondado-ras, entremetiéndose en la Socie­dad que tenían constituida y ofre­ciéndoles su dirección para con­ducirlas á brillantes destinos. Desde luego impuso el poetastro, para quien sabe cuantos gastos, cuotas que primero fueron de 5 centavos, luego de 25 centavos y más tarde hasta de $3.00, reca­bando últimamente una contribu­ción extraordinaria dizque para inaugurar la Unión Mondadora de Nuez, nombre bombástico que puso el farsante explotador a lo que antes se llamaba Socie­dad de Obreras, por componerse casi en su totalidad de mujeres. Tres periódicos de San Antonio, "El Combate," "El Alacrán" y "El Eco del Obrero," han ataca­do ya al emborronador Téllez y á su compañero Paschal, incu­rriendo en l is amenazas de los ex­plotadores. Los que conocen al poetastro auguran á la Unión Mondadora el mismo fin que tu­vieron la Confederación Mexica­na en 1901, la Unión de Artes en 1903 y el Club Liberal Ignacio Ramírez en 1904; es decir la des­organización y la ruina, que es lo único que procura Téllez á los que embauca y explota. No se han olvidado las tentativas del poeta huero para hacer negocio en cualquier terreno. Una vez reclutó beatas y fundó la Socie­dad Católica "Carmen Romero Rubio," para conquistárselapro-

; tección de la mujer del Autócrata ||Pv¿'Díaz¿' otra vez embaucó á una r ^ í Compañía para fundar el fracasado TJIgperiódico "Twetieth Century" que

Adulaba en inglés y en castellano

Bernardo Reyes, á Cárdenas y o-

tros gobernantes y en el que Téllez se elogiaba á sí mismo como bardo monumental. Alguuos proyectos gigantescos y deslumbradores; co­mo la compra del Jardín Central, le construcción de Salones-jardines, de un Tívoli Mexicano y otras co­sas por el estilo, han proporcionado algunas cntrndas á los bolsillos del coplero. Las mondadoras de nuez debían de buscar mejores guías, considerando que los brillantes des­tinos que les promete su actual mentor, pueden convertirse, como para otras agrupaciones que le • hi -cicron caso, cu la más completa rui­na.

—Tenemos á la vista, no publi­cándola por falta de espacio, el acta de una junta que varios ciudadanos mexicanos celebraron en Ritche, Me Lennau Co., Texas, como preliminar para constituir un club liberal. Firman el acta los Srcs. Casimiro Regalado, Audrés Var­gas, Timoteo Ramírez, Margarito González, Solero Zapata, Panlnlcón Torres, Hipólito González, Satur­nino Ramírez. José Ángel Ramí­rez, Santos Sánchez, Eulogio Villa­lobos, Hermenegildo Curiel, Juan Torres y Agapito Ramírez. El i-m'ciador de la reunión lo fué nues­tro buen correligionario D. Victo­riano López, á quien felicitamos en compañía de los demás compa­triotas citados.

— lin Carbonera S. L. P. se conmemoró el iS de Julio cou mía Velada Literaria, en el local de la escuela del lugar. Se distinguie­ron cntic los organizadores de tan justo homenaje al inmortal Juárez, los Srcs. Prof. J. Merced C. Mén­dez, Silvestre Ruiz, Natividad Re­yes, Jesús Arceo, Mauro Almazán, Timoteo Castillo, Mauro Huiz y al­gunos otros buenos liberales á los que felicitamos por su patriotismo.

— Firmado por todos los miem­bros del valiente Club nnti-carde-nista "Melchor Ocampo," de Bella Unión, Coahuiln, hemos recibido un voto de gracias en que el citado nos manifiesta su reconocimiento, lauto por haber publicado su acta de instalación, como por las frases que le dedicamos. Nada tienen que agradecernos aquellos buenos co­rreligionarios, pues no hemos hecho otra cosa puc cumplir con nuestros deberes de solidaridad para con los que luchan por la misma causa que nosotros. Mucho nos congratula ver que los dignos miembros del Club "Melchor Ocampo" reiterau sus propósitos de luchar sin flaque­zas, de ejercitar con decisióu los de­rechos que cu vano ha pretendido arrebatarles la tiranía y de ser siem­pre dignos del inmaculado Patricio cuyo nombre sirve de bandera á su agrupación. Con ciudadanos tan completos, la justicia triunfará en Coahuila.

í\ ULTIMA IIOItM.

¡ALERTA, COAHUILENSES! El f unosto y onsangrontado azote do

Nuovo Loan, Bernardo Royos, proton-do hacor A Coahuila campo do sus ha­zañas siniestras. Considera el feroz protector do Cardonas quo laoposición coahulloaso es tuerto en el terrono del oivisrao, poro quo no resistirá ol em­puje de la fuerza bruta, y trata do pul­verizar a los indopondloDtos cou un golpa do salvajismo, un 2 de Abril. Las autoridades do Coahuila tieoen consigna del chacal de NUOTO León, para exasperar al pueblo y obligarlo A levantarse on armas antes de las elecciones, para, con tal pretexto, rea­lizar las hecatombes y orgías de san­gro con quo acostumbra imponerse la Dictadura. Los coahuilenses deben obrar con prudencia, poro al mismo tiempo deben prepararse a rechazar la fuerza con la fuerza; si ft olio se les o-bllca. Los coahuilenses no permiti­rán quo se les asesino como á rebaño inerme.

Las autoridades de San Pedro están persiguiendo brutalmente A unos jó-Tenes que redactaban <El Mosco,» pe­riódico satírico de oposición. Se trata de consignar al Ejército A los perio­distas, quo se han ocultado. Por creer­se que-están en 1» casa de D. Francis­co V. Madero, la policía ha sitiado dicha residencia, no permitlondo que nadie entre ni salga. Se teman serios atentados, y en previsión de ellos da­mos la voz de alarma. ' '

En el próximo número nos ocupare­mos extensamente de estos asuntos.

"El Colmillo Publico,"

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Recomendamos á los liberales esta Importante publicación, que por su vi­rilidad y acierto se ha colocado entr« las primeras de la prensa Indepen­diente. £1 precio da subscripción, de­masiado bajo para el mérito del perió­dico, es como signe:

Por un semestre • 3.SA. - Toda correspondencia: deberá diri­girse al Administrador, _ Sr. Federico Pérez Fernández. Saa Ildefonso"N?t México, D, V - / / ' - . . J-¿

Adn)¡n¡5tr2icion purulenta. U sUrop* Piípentelish.

La Administración pimentilista continúa exhibiéndose.

Los vecinos de Huajuapam de León ya no soportan la tiranta del Jefe Político. En cuanto á la ti­ranía del Presidente Municipal, no tiene igual. Este funciouario hizo él mismo las elecciones el año pasado, impidiendo á los ciu­dadanos el que hicieran uso de su derecho. Hay dos individuos que se apresuran á obtener la Prcsi dencia Municipal, Vicente Arias y Maximiliano Ramírez. De no obtener alguno de ellos esc pues­to, serían acusados de peculado. Trabajan, pues, por el puesto pa­ra salvarse de entrar á la cárcel. La Tesorería Municipal sufre las embestidas de esos dos zánga­nos.

Un tal Cala tico fué alguna vez á valuar los terrenos de los pro­pietarios del Distrito..El resulta­do fué que solares que apenas va­len cinco pesos resultaron valua­dos en ciento cincuenta. Pocos pueden pagar las contribuciones debido á ese estúpido avalúo y el hambre y la ruina se ciernen so­bre el Distrito en beneficio de los bolsillos de Emilio Pimcntcl.

En Jamiltcpec hay un Jefe Po­lítico tan ladrón como Dámaso Gómez. Cínicamente se roba los caballos de los vecinos. A la feria de Huaxpaltcpcc, llevó clJcfc Po­lítico veintisiete caballos robados que vendió como propios. Varias personas reconocieron sus caba­llos y un pastor increpó dura­mente al Jefe Político por ladrón. Las multas que imponen la Jefa­tura, el Municipio, etc., pasan á los bolsillos del Jefe. Los tres centavos que se arrancan á los ve­cinos para pagar una gendarme­ría'montada, pasan igualmente á los bolsillos del Jefe, y los ciuda­danos tienen que hacer el servi­cio de policía.

En este desdichado Distrito, el Juez Andrés Pan toja sigue ven­diendo la justicia. Tiene dos in-vidttos que le sirven de "ganchos» para husmear en los bolsillos áge­nos. Ha sido acusado, pero Pi­mcntcl lo protege por ser quien está enterado del sucio negocio que hay entre el Gobernador y el gachupín Dámaso Gómez, - - ' Juez no ha sido castigado

En Tla.xiaco, los vecinos gimen bajo una tiranía salvaje. • El'Jefe Político ha ordenado que los veci­nos de cada pueblo den un día de trabajo gratis. Los pobres veci­nos tienen que perder un tiempo precioso para satisfacer los deseos del despótico Jefe Político que tiene fiebre por dar cierto lustre material á su administración, por más que nada haya hecho hasta aquí. Todas las obras materiales que ha ideado este tiranuelo, han quedado en proyecto. No hay fon­dos para nada porque todo se lo apropia, y por eso tiene que obli­ga rá los vecinos á trabajar gratis porque el dinero que había de dar á los trabajadores ha ido á parar á sus profundas faltriqueras.

En Ejutla, Ramón Murguía, el Jefe Político, vende ciudadanos á los negreros. Hace poco que lle­gó un negrero procedente de Tuxtcpec, y el Jefe Político le vendió muchos infelices con lo que hizo un buen negocio el ban­

dolero Jefe Político. En Miahuatlán, aparte de otras

calamidades sufren los vecinos la presencia de un Juez venal de 1? Instancia. Llámase esc émulo de Wistano Velázqucz, José Trini­dad Ríos (a) Chcpc Teñera. Es­te Chcpc Tcnera desconoce la ciencia del derecho. Tiene presos á los ciudadanos por más tiempo del que marca la Constitución. Cuando ocupó el mismo puesto en Justlahuaca, vendió descara­damente la justicia, tal como la vende en Miahuatlán actualmen­te. Tan mal se portó en Justla­huaca, que el pueblo, justamente indignado, iba á lyucharlo. Es un ebrio consuetudinario y á conse­cuencia del abuso del alcohol su­fre ataques epilépticos.

En-el Centro, el Jefe Político, el tristemente célebre bandolero Tirso Inurrcla, mediante una cantidad de dinero impuso de Presidente Municipal del Mar­quesado, á un camarada suyo lla­mado Pablo Vázquez que fomenta el juego y la prostitución obte­niendo buenas ganancias, refugia bandidos y tiene en jnque la ha­cienda y vida de los ciudadanos.

Y nadie puede quejarse en Oa-xaca. La menor objeción contra las arbitrariedades acarrean las iras del clerical Emilio Pimcntcl. Cierta vez aquel Pedro Camacho que cu Pochutla robó á los veci­nos mientras fué Juez de la Ins­tancia, quiso robar una casa á los herederos de Trinidad Castro. Uno de los herederos, D. Anto­nio Hernández, fué á exponer su queja al dcnli/ico, quien lejos de oírle, le arrojó al rostro estas pa­labras: ¿Quién le aconsejó que vinieras á difamar á Camacho que es hombre bueno y honrado? Lár­gate de aquí antes de que yo pro­ceda como me convenga!» Don Autouio consultó el caso con una persona entendida, y cuando Ca­macho iba á ser exhibido como ladrón y Pimcntcl como encubri­dor de bandidos, el venal ex-Juez de Pochutla desistió de robarse lo ageno por temor á la condena­ción social, Pero la sociedad ya ha condenado tanto á Pimcntcl corno al picaro Camacho.

rano que en.Oaxaca se véndala justicia y se robe des­caradamente y se maltrate al pue­blo, cuando un Gobernador je­suíta saquea al pueblo y un Ofi­cial Mayor nacido y educado en las sacristías es el factótum de la administración. No hay que ex­trañarse de que Oaxaca sufra la más odiosa tiranía, cuando un bandido, Tirso Inurrcta, quease-sinó á su hijo político en Tabasco, es el Jefe Político del Centro. El Comandante de Policía de Oaxa­ca, fué capitán de ladrones. El Mayor de la Gendarmería, fué a-sesino en la época de Martín Gon­zález.

Asesinos, ladrones, rufianes, he ahí el personal de la administra­ción oaxaqueña que tiene por jefe al hipócrita Pimcntcl, el sarda­na palo, que tiene convertido en prostíbulo el Palacio del Gobier­no.

Pimentel es otro de los distin­guidos colaboradores de Porfirio Díaz.

Sinaloa.

CULIACAN.— Parece que el Gobierno al tomar á su cargóla celebración del Centenario de Juá­rez, se propuso reprimir y ofen­der el sentimiento nacional, a-biertamentc declarado en favor de nuestro gran Reformador. No de otro modo se explica la obsti­nación con que procura hacer que los nombramientos de Delegados para la organización de esas fies­tas, recaigan en personas que por su calidad de siervos de la Dictadura, ó por estar filiados en el partido conservador, están in­teresados en impedir que se glori­fique al Sr. Juárez.

La comisión -sinaloense, como las de los demás Estados de la República, está integrada por cle­ricales y gobiernistas: en ella fi­gura el Director de«Mefistófeles,» periódico abyecto consagrado á incensar al Gobierno y al Clero.

Dicha comisión no ha hecho ningunos preparativos para dicha solemnidad y cuando se les inter­pela acerca de su negligencia, responden que aun no reciben los nombramientos de México y que no son ellos admiradores del gran Juárez. - , < *- ,\ , ^ |

—El Prefecto,PoUtico;Jbsé;Ma Escobar.es müyodado á entregar­se á báquicas^orgús,y áápasear

con escándalo su embriaguez, por garitos y:mancebías.

-—La policía se distingue por los atropellos que comete día á día: ya efectuando prisiones arbi­trarias ó ya golpeando á los que cometen faltas contra los bandos de policía. El gendarme Pedro Fragoso apaleó últimamente con saña feroz, á un pobre carretero llamado Miguel Espinosa.

Sonora.

SÉSL

HERMOSILLO.—Ramón Gas-telum, Sargento de la Guardia de la Cárcel de Hermosillo, es un esbirro despreciable quegoza ha­ciendo sufrir á los presos que es­tán bajo su custodia. Para satis­facer sus perversos instintos, los insulta <y les aplica castigos in­quisitoriales.

"Es de pésimos antecedentes. En Cananea fué también polizon­te y una,vez, con tal carácter y en estado de ebriedad, riñó á balazos con ¿1 joven Manuel Ruiz; Gaste-lüm fué el agresor y resultó heri­do: á sucón trincan te se le impu­so iiña larga condena y á él, el principal culpable d« la reyerta, no se leaplico castigo alguno, f ¿DnrantéMa primera vezquede'-

sémpeñójel puesto que hoy tiene ájsu cargo', cometió tan graves a-búso8,que sus superiores se' vie­ron ¿obligados á destituirlo: su

crueldad para tratar á- los infeli­ces presos no tuvo límites y sus rapiñas fueron escandalosas, los hábiles dedos de Gastclum deja­ban sin un centavo los bolsillos de los ebrios que eran conducidos á la prisión en calidad de deteni­dos.

Arrojado de esc puesto, se di­rigió á esta Nación y en Nogales, Ariz., se dedicó oficiosamente al espionaje y denunció á un prófu­go Planlc. Por esc medio y a fuer­za de repugnantes bajezas, logró nuevamente que lo nombraran Sargento, puesto del que abusa en detrimento de los desventura­dos presos.

CANANEA.—-Una tarde del mes de Junio próximo pasado, el Alcaide de la Cárcel de Cananea ordenó que se practicara un re­gistro minucioso en los vestidos y camas de los presos. La policía, al mando de Francisco Carmelo, se instaló en el patio de encausa­dos; los presos fueron formados en doble hilera y se procedió á despojarlos de sus ropas y calza­do: operación humillantísima que fué llevada á cabo, con un placer indescriptible, por los inmorales gendarmes.

El periodista de oposición, D. Antonio de P. Araujo, que en esa época se encontraba preso en las mazmorras de dicha cárcel, fué objeto de la más negra inquina de parte del policía No 8, quien, sin duda, obedeciendo órdenes superiores, lo trató de la manera mas indigna: á fuerza bruta lo despojó de sus ropas, tanto inte­riores como exteriores y le arre­bató varios escritos que tenía pre­parados para el Juez de Distrito y para el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia de .Sonora y en los que hacía notar las irre­gularidades que en su proceso estaba cometiendo el Juez Casta­ñedo.

Diez días después, el mismo gendarme N° 8, envalentonado por la protección que le dispen­saba su jefe Carmelo, déla mane­ra más cobarde y alevosa asesinó á un pobre llamado Antonio Za­ragoza, en la calle del Puente.

Aunque los caciques querían que su esbirro no ingresara á la cárcel, el Juez Castañedo en vista de la indignación del pueblo con­tra el asesino de Zaragoza, se vio obligado á incoarle proceso por homicidio y á reducirlo á prisión.

Chihuahua.

SANTA BARBARA.—El mi­llonario-Terrazas está poniendo en planta un nuevo sistema para colectar las cantidades que le a-deudan: coloca á sus deudores en puestos públicos con autorización para robar á fin de que en poco tiempo salden las cuentas que tie­nen con él. A Santa Bárbara, en­vió de Jefe Municipal á un tal Albino Padilla que le debía una suma considerable. Padilla llegó á la citada población tocando á saqueo. Principió por aplicar á los reos correccionales exhorbi-tantes multas, superiores á las que marca la Ley; dio de baja al Comandante de Policía, Sr. H. Sánchez, que no quiso secundar sus arbitrariedades y firmó pac­to de complicidad con su secreta­rio, un señor apellidado Galván y con Serapio Castañeda que fué nombrado Comandante de la Po­licía. Rodeado de servidores adic­tos, no encontró obstáculos para llevar adelante su obra de pillaje.

A cuanto infeliz es llevado á la cárcel lo obliga á pagar multas elevadísimas: reúne así cada mes grandes cantidades de dinero, de las que insignificante porción en­vía á la Tesorería, una parte con­siderable á su acreedor Terrazas y el resto lo deja para ir forman­do su fortunita-

Coahuila.

SALTILLO. — Continúan las persecuciones contra los oposi­cionistas: á quien se sorprenda hablando contra la actual Admi­nistración es llevado á la cárcel, donde se encuentran muchas per­sonas humildes que no han come­tido otro delito que censurar al gran ladrón Miguel Cárdenas. El Juez Charles no desiste de su cos­tumbre de maltratar á los proce­sados y el Juez de Letras del ra­mo civil, cada día es más indis­creto y más arbitrario: viola el 9ecreto profesional y cínicamente falla negocios contra la ley expre­sad tan sólo por obedecer consig­nas del Gobierno.

TORREÓN.-^ Los directores da «La Constancia,» fábrica de hilados perteneciente á unos fran­ceses, obligaron á los operarios á trabajar el día 5 de Mayo y en cambio cierran sus talleres los días de fiesta religiosa, en los que no perciben salario los obreros.

Braulio Zúñiga, un idiota que funge de Juez auxiliar en esa fá­brica, ejerce odiosas especulacio­nes con los trabajadores: les ven­de comestibles de la peor calidad y'realiza rifas de mala'léy.^én las que obtiene ganancias enormes.

J S A N PEDRO. — Hace j p£cos días, á la hora de hácerel pagoá

los gendarmes, el Inspector déla Policía Isaac Valdés entregó un peso falso al gendarme rio 15." Es­te suplicó á Valdés que le resti­tuyera dicho peso; pero el arbi­trario Inspector, en lugar de a-tender la demanda que se le hacía, dio de bofetadas al gendarme.

Los antecedentes de Valdés están en abierta pugna con la hon­radez. En Monterrey, siendo Al­caide de la Penitenciaría, robó los depósitos de la prisión y los haberes de los militares procesa­dos. Se le redujo á prisión abrién­dosele el sumario respectivo, y condenándosele á sufrir seis me­ses de prisión. Más grave hubiera sido la sentencia dictada en su contra á no haber militado á su favor el empeño que tiene nues­tro Gobierno de proteger á todos los empleados públicos, así sean criminales empedernidos.

DcMapimíy Lerdo, ügo., en donde también tuvo á su cargo la Jefatura de la Policía, fué asi­mismo arrojado (le esos puestos por los escandalosos abusos que cometió.

Sólo la hampa que oprime á San Pedro puede admitir en su seno, para honrarse, á seres tan repug­nantes como Isaac Valdés.

VIESCA.—El Presidente Mu­nicipal Tomás Zertuchc, está atacado de delirio de persecución: ha cometido tantas infamins que espera de un momento á olroscr víctima de justiciera venganza; pero á pesar de sus temores, su vicio de embriagarse lo arrastra á la cantina de Raymundo Micr donde diariamente se le ve custo­diado por seis gendarmes cuando menos.

HDA. DE JUAN EUGENIO.— La Acordada que capitanea el asesino Juan Guajardo, allanóla casa del Sr. Juan Homero la noche del día 12 del mes próximo pasa­do, minutos después de las 11. Los rurales llevaban orden de aprehender al citado señor y al llegar á la casa de éste, con pala-

'brns soeces le ordenaron que a-briera la puerta. El Sr. Romero se indignó porque se le insultaba en presencia de su familia y ca­rabina en mano abrió la puerta resuello á hacerse respetar. Los rurales se alcmoriznron y presen­taron ásu valeroso contendor co­bardes excusas. El Sr. Romero se tranquilizó é hizo entrega del arma que portaba á su esposa. Los esbirros se lanzaron enton­ces sobre él: lo machetearon, lo golpearon cruelmente y por últi­mo lo amarraron á un árbol. Ter­minada esta operación, entraron á la casa del Sr. Romero y gol -pcaron a su esposa. Por ultimo, el aprehendido fué llevado, pie á tierra, á Torreón y confinado á la la cárcel.

El Sr. Romero no cometió nin­gún delito: se le aprehendió para satisfacer el capricho de unos españoles arrendatarios de la ha­cienda en que se desarrollaron los acontecimientos narrados.

Taniatilipas.

TAMPICO.—El robo cometido por el célebre Castillo á la Com­pañía del Central, no ha sido ol­vidado por los que tuvieron noti-ticia de esc asunto escandaloso. Castillo pudo entonces evadir la acción de la Justicia: obsequió parte de lo que había robado al Secretario de Gobierno, Lie. Car­los A. Passcmcnt y éste se com­prometió á libertarlo. Passcmcnt quiso obligar al entonces Presi­dente del Supremo Tribunal, Lie. Fernando Lachica y Flores á que dictara sentencia absolutoria en ese asunto. El Lie. Lachica no quiso enecnegarse y prefirió re­nunciar el puesto que ocupaba. Poco tiempo después se fugaba el ladrón del Central: Passement había cumplido el compromiso que con él contrajera.

Se sabía que Castillo residía en El Paso, Tcx , y que él era el au­tor de varios artículo laudatorios referentes al Gobierno de Ta-

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REGENERACIÓN. .

LA P O D E R O S A SANADORA. CURA TODAS LOS ENFERtyEPftPES JIM EL USO PE NINGUNA dlEPICIHA.

A cualquiera distancia por medio del poder oculto con que nació. ICH In McpUma liljn d e m í a scpti i i i i t l i l jn. > o p e r l e u c c c a nli i i ftm c u l l o

o e r e ti o ii I l><> «IjtciilUo I n t u p o c o mi» co i ioc lml i ' i i tow rtt lo» l ibro». UIKCCCION PCRMANCMCi UK.V ALVCSSA'MATTNCWS.

708 S. LARCDO, Sr . S.XN ANTONIO, TEX.

El cliché arriba Impreso en la úlllma loto-orolia de la Ora. Alvc»*a Malthew», cuyo nombre ha llegado n »cr proverbial o trové» de lodo el hemlulerlo de Occldenlct *u pode-1

curativo, cotilleado "non-contad" ó fi laroa dlutancla, c»IÁ no solamente corroborado, AIMO también comprobado por miles de ho­norable* y dlstlnouldo» persona», habitan-de e»la y de la vecina República.

Nos tomamos la libertad de llamar la a-tención de usted y de Invitarle/i o,ue_ note cuidadosamente las palabras espontáneas de estas personas, los cuales palabras ex­plicaran n usted lAcllmenle cómo la Docto­ro Alvessa Moflhew» «ano rcpuloclón lan envidiable.

N o hace mucho t iempo publiqué en este p¿ri6dico una detallada e x ­posición de los métodos que y o em­plee para curar á cualquier distan­cia y ahora me referiré nuevamente al mismo asunto, en beneficio de las personas que en aquella época no leyeron R E G E N E R A C I Ó N .

En primer lugar, debo advertir que y o no pretendo hacer milagros ni creo que es tos hayan alguna vez tenido verificativo. Y o creo que los buenos resultados que he obtenido, obedecen á leyes naturales. M u ­chos de los testimonios firmados por mis pacientes consideran como mi­lagros las sorprendentes curaciones que he realizado; pero el hecho es que el espíritu humano es infinito y cuando se dedica enteramente á prácticas ocultas, guiado por un afán de descubrir la verdad, al fiu vence y adquiere un gran poder de imaginación que para ser efectivo, debe estar libre de viciosas inlluen-cias, tales co'iio pasiones desenfre­nadas, odio, malicia, miedo. A l sis­tema de vida que observa, al hecho de estar mi espíritu completamente l ibrede influencias nocivas se deben, en gran parte, los triunfos que he obtenido como sanadora.

N o niego que a lgunos posean ma­y o r poder que otros; al contrario, pienso que á este respecto, a lgunos ocupan más alto lugar que otros en

la escuela de la evolución. A n t e s de que y o fuera una sana­

dora profesional ya podía por influ­j o de mi voluntad mitigar el dolor d e los enfermos y hacía esto s in tocarles la parte afectada. H a c í a instantáneas cuando no encontraba oposición en el pensamiento del pa­ciente, cuando es te era dócil á mis sugest iones, cuando de buena vo­luntad se preparaba á recibir la in­fluencia de mis vibraciones curati­vas.

H o y mi poder curativo ha alcan­zado mayor intensidad y puedo e-jercerla victoriosamente aún en ca­sos de suma gravedad.

A q u í debo cons ignar que en mis labores soy ayudada por un grupo de entidades que están bajo mi inmediata dirección.

L o expresado, por supuesto , no será creído por los materialistas quienes piensan que só lo existe lo que ven al rededor de ellos; pero á pesar de todo, lo que yo atirmo es rigurosamente cierto y lo he proba­do con el asombroso é x i t o que he alcanzado en mis curaciones .

Y o creo que así como el s ig lo X L X fué el s ig lo de los grandes progresos materiales, el X X lo se rá de notables conquistas en las ciencias ocultas.

N O T A . — C u a n d o U d . se sujete á mi tratamiento no espere que y o realice mliagros; pero tenga fé en mi poder curativo, fortifique su vo­luntad, arroje tan pronto como le sea posible las perniciosas influen­cias á que me he referido y podre­mos, juntamente , combatir cualquie­ra de las enfermedades que la espe­cie humana está condenada á sufrir.

Oakdale, La , Julio 10, 1905. Dra. Alrossa Matthews.

San Antonio Texas; Respetable sonora:

En vista de la suya, fecha 9 del pa­sado, á bien tengo participar a usted, que mi papá está ya bastante recobra­do, ó bien, para mejor decir; y de biendo á Ud., después do Dios, tan generosas acciones, tanto él como yo estamos muy agradecidos, y deseamos que Dios corresponda a usted osos fa­vores con mil vidas para Ud., para bion de nuestros semejantes. Quiero dar á conocer estas palabras á toda persona en la tierra, que esté sufrion-do como yo estaba, para que ellas se­pan donde encontrar al ivio. Pero ea caso do que usted publique esta, le pi do de favor que corrija mi ortografía

S. S.—Juan Elizondo.

tro completamente aliviado por lo que doy a Ud. los mas expresivas gra­cias.

Sin más soy do Ud. S. S. Jesús Magallanes.

Dra.

Pasan.onto, N ,M. Julio 15 1005.

Sra. Dra. Alvessa Matlbews.

San Antonio, Toxas

Uospotablo sefiora; Teniendo la oportunidad do escri­

birlo á ustod estas líneas, espero quo la hsn do hallar á Ud. progresando on sus curaciones.

Tocante A. nit, yo ostoy ontoramonte curada do mis enfermedades, y ahora me hallo engordando tanto, quo yo creo quo lo tengo quo decir A Ud., me do una curación para no engordar tan­to.—S. S.—Plácida R. García

(P. D.) Lo do arriba lo escribe una señora, la esposa de un creudor do ga­nado do Nuevo México.

ADgala, Kans. Julio 0 do 1005. Dra. Alvessa Matthews.

San Antonio, Texas. Mi estimada sefiora: He tenido verdadera satisfacción

do que recobró mi salud al fin. Des :

piló» de la voluntad do Dios, le doy á Ud. mis repetidas gracias, y espero on Dios quo ya no han do volvor jamás mis males, quo ya he sufrido bastan­te.

Como siompre, quedo de Ud. S. S. Sebastián Aguilar.

Roswoll, N. M. Julio 0. l!»o5

Sra. Dra. Alvessa Matthews,

San Antonio, Texas,

Mi muy estimada Doctora:—Espero quo al recibir esta on sus manos, se bailo buena como mi corazón lo desea. La prosooto al retirarse do mi me do-ja buono, por lo quo doy gracias á Dios, por todos los boncflclos hechos por su podor.

Apreciablo señora: ahora lo diré que yo soy la persona quo Ud. curó en Elida, N. Mex., y viendo los resul­tados do Ud. on curarmo, me he re­suelto á subscribirme en EL CLUB DE ÉXITO. Yo Amado Ortega y A-belino Sánchez, ambos sus seguros servidores, no mandamos ol dinero, por no sabor si todavía admito discí­pulos on su Club ó no; poro podemos mandarlo segiín su resolución. So­mos dos los quo tonomos buen deseo y pensamos hacer una vida pací/lea por completo.

Ahora quedo on espera do su grata rosoUición, volvlóndomo á ofrecer a sus órdenes.—Amado Ortega.

Nota: El Sr. Ortega so refiere al CLUB DE ÉXITO, quo publiquésola-mouto on los Estados Unidos. Este Club ahora consisto do 600 miembros, y es accosiblo á cualquier persona honrada quo desee mejor"^- "•• "*""'"" ción, en donde quiera qué ésta viva

Bridge Port, Texas, Junto 19 de 1905. Dra. Alvossa Matthews.

San Antonio, Texas. Señora de mi respeto:—Una vez que

terminó los ejercicios que Ud. mo or­denó, digo á Ud. quo mis terrible! ma­les so han acabado y que estoy ente­ramente busno y sano, por lo que doy á Ud. las más exprosivas gracias. Después de Dios á Ud. lo dobo la vi­da y esto es palpable dada mi enferme­dad quo ora muy gravo. En oste cam-

- po donde trabajo daré los mejor»! tos-• tlmonios de mt salud por habermo

puesto en sus manos, así como tam­bién hacer ver que Ud. no usa ningu na medicina. Casi es iucroible que yo esté sano puos estaba casi raurlen-domo.

Esto os un testimonio que lo remito para que si lo tiene á bion lo publi­que, pues deseo quo toda la humanidad quo sufro, l e dirija á Ud.

Sin más, soy de Ud. agradecido ser­vidor,

Francisco Gómoz.

Rancho Laureles, Toxas. Junio 1S do 1905.

Alvessa Matthovs. San Antonio, Texas.

Apreciablo sefiora:—Esta tlono ol objeto de comunicarlo quo no obstan-t3 mi penosa enfermedad, después do 11 días de su prodigiosa curación, mo he soctido ya casi restablecida y por esta causa nos anticipamos mi madro y yo á darlo un millón de gracias y le podlinos á Dios bondiga la hora on que supimos que Ud. existía.

Quisiéramos estar á su lado para personalmente hacorlo ver nuestro »-gradecimionto, poro como ostamos muy lejos, que la presente basto á Ud.

S. S. Paula Narvnoz.

Extractos do algunas de las cartas y testimonios quo espontáneamente envían a la Ora. Alvessa Matthews.

PALABRAS ESPONTANEAS do uno de mis paciontos, quo vienon á corroborar la eticada do mi potencia mental:

Tucson, A rizo o a, Junio 5 do 1905. Dra. Alvessa Matthews.

San Antonio, Texas. Muy apreciablo dama:—Comencó á

practicar sus instrucciones el 28 dol p.pdo. y con GRAN ÉXITO, porque nucía tres aflos quo venía sufriendo do un dolor do cintura y tos á la vez, cosas ambas que me hacían trabajar con gran sacrificio; hoy con placer hago sabor que dosdo que comoncé á practicar las instrucciones sentí un cambio rápido y las dosenformodados ya NO ME MOLESTAN, y trabajo PERFECTAMENTE.

Haciondo á Ud. preíonte mi más profundo agradecimiento, mo ¡repito

Su atto y S. S. Q. 13. S. M. LORENZO G. MONTOYA.—Rúbrica. Dirección:—30 S. Main St.

Extracto de la Carta quo onvía ol Sr. Juan Hernández.

San Marcos, Tox , R, P. D. Route No. 1. Junio 25 do J905.

Sra Dra Alvessa Matthews, San Antonio, Texas.

Muy Sra mía do mi respeto:—Con la prosentu lo manifiesto quo con fo cha U dol actual recibí sus instruccio­nes y desdo luego las ho cumplido eje­cutándolas como Ud. mo lo ordena. Solamente quiero por esta, manifestar­lo quo ol enfermo va do MUCHO ALI­VIO, gracias á Dios y á sus sabias manos do Ud.

c l n otro particular, soy do Ud., Juan Hernández.

Los Angolés, Cal. Junio 2(5 do 1905.

Sra. Dra. Alvessa Matthews, San Antonio, Texas.

Inolvidable Sefiora:—... .Por ol ul­timo ataque quo tuvo no pudo ejecutar bien BUS instrucciones, poro después quo mo lio ropuosto ho hecho todo lo que Ud. me dico y á la fecha mo sien­to mucho mejor.

Me siento un poco fatigado on las tardos y oslo mo quita un poco ol ape­tito, poro con toda mi fo y osporanza en Ud. de que mo sanará mo pongo entonto , v mucho más cuando slonto TANTO ALIVIO YA, y jamás podro olvidar ol bien quo Ud. mo está ha­ciendo, por mas quo nunca haya teni­do la dicha do conocerla. Estoy muy satisfecho con ol resultado de sus ins­trucciones y seguiré ejecutándolas tal como Ud mo las ordoca.

Do Ud. «tto. y S. S. Kedorlco Rojas.

Loo, Wyoming, Junio l!0 do 1905. Sra, Dra. Alvossa Matthews,

San Antonio, Texas. Muy señora mía-—Bo terminado las

instrucciones do Ud. tal como ostrtn escritas, v al prosooto me oncuentro COMPLETAMENTE BU UNO V S A ­NO por lo cual doy á Ud. mis más cordialos gracias, puos esta curación así lo merece.

Qedo do Ud. alto, y S. S. Felipe Horrora,

Floresvillo, Tox., J u l i o ! do ÜI05.

Sra. Doctora Alvessa Matthews.— San Autouio", Tox.

Apreciablo sefiora: • Lo escribo la prosonto para comunicarlo quo con fe­cho 10 del pasado recibí su última fo­cha, dondo me comunica sus Instruc­ciones las quo desdo luego principió mi esposa a ejecutar. El estado de olla ahora es do completo alivio, tiene el cuerpo al corriente buen apotito, ote. y aumentado algunas libras do poso, puede atenderá sus trabajos domésti­

cos y tanto mi esposa como yo to da­mos gracias á Dios y á Ud. por asta gracia tan grado que nos ha hecho.

Muchas porsonas que han visto el rosultado tan buono do sus curncionos mo dicen verán á Ud. pues so han quo-dudo admirados.

Do Ud. S. S. Juan Carrasco.

González, Tcx., Julio S do 1905. Sra. Alvessa Matthews.

San Antonio, Tox. M u y apreciablo soflora:—Doscándolo todo bien on compañía do su esposo ó hijos desearé quo su salud sea como la mío, puos después do seguir sus instrucciones mi onfermodad va per­fectamente bion y por lo consiguiente ostoy muy agradecido y nUDCa la olvi­daré. Sus curaciones son muy acor­tadas y deseándolo todo bien,

Soy de Ud utto. y S, S. Dionisio Lindo.

Plerce, Tox., Julio 1 do 1905. Sra. Alvessa Matthews.

San Antonio, Teje. Muy aprociablc señora:—Recibí su

atonta carta del dia 8 do Junio dondo mo onvió sus instrucciones quo ho prluclplndo á tonfar desdo ol día 10 dol mos pasado.—Estoy mucho mojor, pues su mo han limpiado mucho los ojos.—En ospora do mi completo res­tablecimiento,

Soy do Ud. atto. afino. S. S, Santos Garza.

Ruda, Texas, Julio 4 do Ji',05. Sra. Alvossa Matthews.

San Antonio. Tox, Muy apreciablo Dama:—Dirijo á U.

esto on contestación do su muy esti­mada fecho J3 dol mos pasudo on quo mo envió las Instrucciones para la cu­ración do mi osposa.—Quedo do Ud. muy ngradoeldo pues Ud. ha curado A mi osposa con Unto acierto quo está compluliimonto aliviada.— Estamos admirados por ostu curación y lo da­mos las más slncoras gracias puoR ha sido un benoficlo muy gratulo. —Ud. será siempre nuestra Doctora y lo cxpodlmos esto testimonio espontaneo pura quo nunca nos olvido,—Cristo-bal do Loóu.—Francisca V. do León. —Slguon las firmas do la familia.

Castaños, Conhuilu, Atóxico, .Mayo 17 do 1905.—Sra. Dra. Alvi-ssa Mat­thews.—San Amonio, Texai. —Muy sefiora nuestra:—Lo dirijo la prosonto con ol fin dodocirle quo lo doy las do-bldas gracias porqi'O mi esposa so en­cuentra ya muy ullvindo; ya creíamos Inútiles los esfuerzos quo hicimos por BU salud; poro Dios os grnndc y la po­tencia mental do Ud., positiva" Dios ha permitido quo por medio dol poder monlal do usted, mi osposa recobrara su salud, así es quo lo roplto mi agra­decimiento.

Sin más, tongo ol gusto do ropotlr-mo su nfmo. utio. y S. S.—Merced de Hoyos Gutiérrez.—Rúbrica.

Dirección:—Casianos, Coah,

mauli'pas y p u b l i c a d o s cu periódi­c o s v e n a l e s . '

Ú l t i m a m e n t e Cas t i l l o d io m u e r ­te á s u e s p o s a y por e s e mot ivo s e hizo públ ico no só lo q u e vivía e n El P a s o , s i n o q u e g o z a b a de la p r o t e c c i ó n de A r g u e l l e s y ^ q u e e r a el e n c a r g a d o d e h a c e r r e c l a ­m e á é s t e en a l g u n o s d e s p r e s t i ­g i a d o s p e r i ó d i c o s g o b i e r n i s t a s .

V o i M c n i / . .

( D R I Z A B A . — E l C u e r p o d e P r o ­f e s o r e s del Coleg io del E s t a d o , e s t á f o r m a d o por i n d i v i d u o s q u e gozan d e s i m p a t í a s en el G o b i e r ­no: a p t i t u d e s lo m e n o s q u e s e l e s e x i g e .

S o n m u y p e r e z o s o s : g e n e r a l ­m e n t e p e r m a n e c e n en c l a s e m e d i a hora m e n o s del t é r m i n o r e g l a ­m e n t a r i o .

Para la e n s e ñ a n z a o b s e r v a n m é ­t o d o s r u d i m e n t a r i o s : s e l imi tan á e x i g i r q u e l o s a l u m n o s r e p i t a n lo q u e d ice el t e x t o .

El P r e f e c t o de e s t e i n s t i t u t o e s un a b y e c t o d e i n n o b l e s s e n t i ­m i e n t o s : s e pone d e a c u e r d o c o n l o s p r o f e s o r e s para f a v o r e c e r en l o s e x á m e n e s á l o s c o l e g i a l e s q u e p e r t e n e c e n á f a m i l i a s i n f l u y e n t e s y t ra ta con i n a u d i t o d e s p r e c i o y r i g o r i s m o á los h u m i l d e s , á l o s q u e ni s o n r i c o s ni t i e n e n c a r t a s d e r e c o m e n d a c i ó n .

Burango.

g u e y y F r a n c i s c o N e v a r e s c o m e * tió i d é n t i c o d e l i t o .

A n t o n i o S o l í s y s o c i o s c a u s a r o n g r a v e s l e s i o n e s á un i n d i v i d u o .

I r c n c o Q u i ñ o n e s , V i c e n t e V i -l l a n u e v a y J o s é T o r r e s c o m e t i e ­ron el de l i to d e a b i g e a t o y Va len -te P é r e z el de a l l a n a m i e n t o d e morada.

T o d o s los c r i m i n a l e s c i tados e s ­tán en l iber tad d e b i d o á las g e s ­t i o n e s de l t in ter i l l o R a m o s , q u i e n e s t á e n c o m b i n a c i ó n c o n el Juez d e L e t r a s para e x p l o t a r e s t a c l a s e de n e g o c i o s .

— E l J e f e M u n i c i p a l e s el t error d e los l i t i g a n t e s . C o m p r a t e r r e ­n o s en l i t ig io y hace q u e l o s fa l los s e d i c t e n d e m a n e r a q u e r e s u l t e n f a v o r e c i d o s s u s i n t e r e s e s . E s a-f e c t o t a m b i é n á c e r c a r t e r r e n o s á g e n o s y á d e c l a r a r l o s l u e g o d e s u prop iedad .

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