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Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas 46 © Böhlau Verlag Köln/Weimar/Wien 2009 Los archivos y la construcción de la verdad histórica en América Latina por Carlos Aguirre y Javier Villa-Flores Esta sección especial del presente número del Anuario de Historia de América Latina intenta retomar el debate sobre las relaciones entre la producción de conocimiento histórico, la formación, ordenamiento, ocultamiento y destrucción de archivos, así como las diversas formas de poder que informan dichas prácticas. Partimos de la premisa, harto conocida, de que los archivos no son el resultado de una práctica administrativa neutra consistente en “preservar” todo aquello que es “importante”. Lejos de ser depósitos imparciales, los archivos operan a partir de relaciones de autoridad y fuerza que determinan lo que es “archivable” y lo que es “accesible”. Su propia creación, contenido y funcionamiento son el resultado de acciones deliberadas de inclusión y exclusión tendientes a “organizar”, “ordenar” y, por lo mismo, “construir” el pasado. Los archivos, en otras palabras, también tienen su historia. Los artí- culos aquí reunidos presentan estudios de casos en distintos países de América Latina que iluminan las formas en que los archivos reflejan – y a su vez contribuyen a (re)producir – prácticas y tensiones sociales que moldean la manera en que se escribe la historia. Intentamos así responder a diversas preguntas: ¿Cómo se ha construido histórica- mente la noción de “evidencia”? ¿Qué jerarquías se han utilizado – implícita o explícitamente – en la selección de materiales a ser conser- vados? ¿De qué manera la forma y contenido de uno o más archivos han condicionado los temas a investigar y el tipo de narrativa sobre el pasado producida por historiadores profesionales? ¿Cómo se ha con- trolado el acceso a los archivos y documentos, y cómo se refleja ese control en la producción historiográfica? ¿Cómo contribuye el uso de P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 5 P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 5 25.03.10 16:57 25.03.10 16:57

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Jahrbuch fr Geschichte Lateinamerikas46 Bhlau Verlag Kln/Weimar/Wien 2009Los archivos y la construccin de la verdadhistrica en Amrica Latinapor Carlos Aguirre y Javier Villa-FloresEsta seccin especial del presente nmero del Anuario de Historia de Amrica Latina intenta retomar el debate sobre las relaciones entre la produccindeconocimientohistrico,laformacin,ordenamiento, ocultamiento y destruccin de archivos, as como las diversas formas de poder que informan dichas prcticas. Partimos de la premisa, harto conocida,dequelosarchivosnosonelresultadodeunaprctica administrativa neutra consistente en preservar todo aquello que es importante. Lejos de ser depsitos imparciales, los archivos operan a partir de relaciones de autoridad y fuerza que determinan lo que es archivable y lo que es accesible. Su propia creacin, contenido y funcionamiento son el resultado de acciones deliberadas de inclusin yexclusintendientesaorganizar,ordenary,porlomismo, construir el pasado.Los archivos, en otras palabras, tambin tienen su historia. Los art-culos aqu reunidos presentan estudios de casos en distintos pases de Amrica Latina que iluminan las formas en que los archivos reflejan y a su vez contribuyen a (re)producir prcticas y tensiones sociales que moldean la manera en que se escribe la historia. Intentamos as responderadiversaspreguntas:Cmosehaconstruidohistrica-mente la nocin de evidencia? Qu jerarquas se han utilizado implcita o explcitamente en la seleccin de materiales a ser conser-vados? De qu manera la forma y contenido de uno o ms archivos han condicionado los temas a investigar y el tipo de narrativa sobre el pasado producida por historiadores profesionales? Cmo se ha con-trolado el acceso a los archivos y documentos, y cmo se refleja ese control en la produccin historiogrfica? Cmo contribuye el uso de P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 5 25.03.10 16:576 Carlos Aguirre y Javier Villa-Floresciertosarchivos(yciertosdocumentos)adotardecredibilidady objetividad a ciertas narrativas sobre el pasado, al tiempo que se las niega a otras? Finalmente, cul es la relacin entre las prcticas de archivamientoylacreacindecriteriosaceptablesdeevidencia, prueba y testimonio?En tanto instrumentos de gobernabilidad, administracin y vigilan-cia, los archivos han jugado un papel decisivo en la expansin colo-nial europea en Amrica Latina. En 1490, slo unos aos antes de que Coln arribase al continente americano, la palabra archivo entr al idioma castellano. Fue tambin bajo los Reyes Catlicos que surgie-ron las primeras ordenanzas acerca de la importancia de conservar la documentacin, asegurar su consulta e impedir su manipulacin.1 La conquista y colonizacin de nuevas tierras gener una enorme docu-mentacin de corte gubernamental (actas, ordenanzas, nombramien-tos,mandamientos,etc.),administrativo(informes,registros,licen-cias),judicial(autos,procesos,sentencias),yeconmico(cuentas, patrones,repartimientos,mayorazgos)querequiridecomplicados procesos de registro y gestin. La poltica indiana de emitir originales mltiplesgenerunnmeroabrumadordeejemplaresquefueron guardados en Audiencias y cabildos,2 el Consejo de Indias y, a partir de 1785, en el recin creado Archivo General de Indias.3Productos de la violencia colonial, los archivos desempearon tam-bin un papel importante en la instauracin de la ley y la gestin del crimen. Mientras que las cortes eclesisticas presidan sobre disputas maritales, anulamientos, divorcios y otras causas relacionadas con los sacramentosdelaIglesia,4lasAudienciasmantenanregistrosde 1RobertoGonzlezEchevarra,Mythand Archive: ATheoryofLatin American Narrative (Cambridge 1990), p. 32.2Alfonso Rubio Hernndez, El archivo del cabildo colonial: antecedentes histri-cos: Historia y Espacio 27 (2006), pp. 119.3El Archivo General de Indias fue creado en gran medida a iniciativa del valencia-no Juan Bautista Muoz, quien enfatiz la importancia de utilizar fuentes primarias (o pblicas, como se les denominaba en la poca) para escribir la historia del Imperio espaol.Vase AntonioBallesterosBeretta,JuanBautistaMuoz:Lacreacindel Archivo de Indias: Revista de Indias 4 (1941), pp. 5595; Margarita Gmez Gmez, El Archivo General de Indias, genesis histrica de sus ordenanzas: Archivo General de Indias: Ordenanzas (Sevilla 1986), pp. 53120; Jorge Caizares-Esguerra, How to Write the History of the New World (Stanford 2002), pp. 193196.4Patricia Seed, To Love, Honor, and Obey in Colonial Mexico: Conflicts over Marriage Choice,15741821(Stanford1988);SilviaM. Arrom,Lamujermexicanaanteeldivor-P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 6 25.03.10 16:577 Los archivos y la construccin de la verdad histrica en Amrica Latinanumerosas causas civiles y criminales.5 En las zonas rurales, corres-pondaalaSantaHermandadgarantizarlaseguridaddecaminosy poblaciones. La institucin dependa de la Sala del Crimen de la Real Audiencia, pero la creciente complejidad de la sociedad requiri de una nueva instancia de control y vigilancia.6 En 1719, Felipe V orden el establecimiento del Tribunal de la Acordada, el cual actu con rela-tiva independencia de la Audiencia de la Nueva Espaa.7 La gestin del crimen por parte de estas instancias requiri del cuidadoso registro depesquisas,antecedentesysentencias,peropocasalcanzaronel nivel de sofisticacin de las inquisiciones hispanoamericanas.Creados con el fin de combatir la hereja en Mxico (1570), Lima (1569) y Cartagena de Indias (1610), los Tribunales del Santo Oficio de la Inquisicin generaron gigantescos archivos de represin e infa-mia.8 A diferencia de las otras instituciones de gestin criminal, los tribunales de la Inquisicin vivan literalmente de la memoria de los comportamientos y las creencias heterodoxas. Esto implic el surgi-mientodecomplicadastareasdearchivamientodecuadernosde denuncias, listas de condenados, registros de sambenitos expuestos en las iglesias y procesos de habilitacin o de registros genealgicos.cioeclesistico(Mxico,D.F.1976);BiancaPremo,Estadodemiedo:Edad,gnero,y autoridad en las cortes eclesisticas de Lima, siglo XVII: Mara Emma Mannarelli/Pablo Rodrguez (eds.), Historia de la infancia en Amrica Latina (Bogot 2007), pp. 187211. 5Charles C. Cunningham, The Audiencia in the Spanish Colonies (Berkeley 1919); Pilar Arregui Zamorano, La Audiencia de Mxico segn los visitadores, siglos XVI y XVII (Mxico, D.F. 1981); John H. Perry, The Audiencia of New Galicia in the Sixteenth Century (Cambridge 1948); Javier Barrientos Grandon, La Real Audiencia de Chile. La institucin y sus hombres, 16051817 (Madrid 2000).6Marvin Lunenfeld, The Council of the Santa Hermandad: A Study of the Pacification Forces of Ferdinand and Isabella (Coral Gables 1970).7C.M. MacLachland, Criminal Justice in Eighteenth-Century Mexico: A Study of the Tribunal of the Acordada (Berkeley 1974); y F. Casado Fernndez, El tribunal de la Acordada de Nueva Espaa: Anuario de Estudios Americanos 7 (1950), pp. 279323.8SolangeAlberro,InquisitionetsocitauMexique,15711700(Mxico,D.F. 1988); Richard Greenleaf, The Mexican Inquisition of the Sixteenth Century (Albuquerque 1969); Joaqun Prez Villanueva/Bartolom Escandell Bonet (eds.), Historia de la Inquisi-cin en Espaa y Amrica, 3 vols. (Madrid 1993); Fermina lvarez Alonso, La inquisicin en Cartagena de Indias durante el siglo xvii (Madrid 1999); Pedro Guibovich, En defensa dedios.EstudiosydocumentossobrelaInquisicinenelPer(Lima1998);Paulino Castaeda/Pilar Hernndez Aparicio, La Inquisicin de Lima, vol. I (Madrid 1995) y vol. II (Madrid1998);RenMillarCarvacho,LaInquisicindeLima,vol.3(Madrid1998); Henry Charles Lea, The Inquisition in the Spanish Dependencies (Londres 1908).P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 7 25.03.10 16:578 Carlos Aguirre y Javier Villa-FloresEl alcance del archivo inquisitorial en trminos espaciales y tempora-les era bastante menor de lo que la poblacin imaginaba, pero el rigu-roso secreto con el que se conducan sus ministros permiti a la Inqui-sicinmedrarconmedianaeficaciaentrelosfielesenEspaay Amrica. Los grupos indgenas quedaron fuera del alcance del Santo Oficio a partir de 1571, pero como muestra David Tavrez en su con-tribucin a este dossier, los nativos tambin fueron vctimas de perse-cucinycastigoamanosdejuecessecularesyeclesisticos.Enel siglo XVII, estos orquestaron rabiosas campaas contra la idolatra y supersticin indgenas en Per que, contrariamente a lo sostenido porlahistoriografatradicional,habrandeprolongarseenMxico incluso hasta la primera mitad del siglo XVIII.9Resultara absurdo, sin embargo, reducir las prcticas archivsticas en las colonias a la formacin de los archivos de la represin de la Iglesia o el Estado. Desde fecha muy temprana en la expansin colo-nial, los habitantes originales se vieron en la necesidad de documentar sus derechos territoriales a travs de mapas, cdices, relaciones, testa-mentosyttulos.Muchosdeestosdocumentosfuerongenerados, paradjicamente, a peticin de la Corona misma. Es el caso, en parti-cular,delasRelacionesGeogrficas,quefueroncompiladascomo respuesta a un cuestionario distribuido en tierras americanas por rde-nes de Felipe II en 1577. Al igual, los hospitales, comunidades indge-nas,lascofradas,parroquias,monasterios,conventos,haciendasy plantaciones, reales de minas, consulados de comerciantes y otras ins-tituciones coloniales mantuvieron sus propios archivos con el fin de defender sus derechos y privilegios. El archivo constitua una herra-mientaesencialparainterpelaralEstado,ymuchasdeestasinsti-tucionesllegaroninclusoalextremodepoblarsusdepsitosdein-strumentos falsos para lograr una intervencin favorable por parte de las autoridades. No faltaron, por supuesto, quienes produjeron instru-9Roberto Moreno de los Arcos, New Spains Inquisition for Indians from the Six-teenth to the Nineteenth Century: Mary Elizabeth Perry/Anne J. Cruz (eds.), Cultural Encounters: The Impact of the Inquisition in Spain and the New World (Berkeley 1991), pp. 2336; John Chuchiak, The Indian Inquisition and the Extirpation of Idolatry: The ProcessofPunishmentintheEcclesiasticalCourtsoftheProvisoratodeIndiosin Yucatn,15631812(tesisdoctoral,UniversidaddeTulane2000);SergeGruzinski, Man-GodsintheMexicanHighlands(Stanford1988);David Tavrez,TheInvisible Wars: Idolatry Extirpation Projects and Native Responses in Nahua and Zapotec Com-munities, 15361728 (tesis doctoral, Universidad de Chicago 2000).P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 8 25.03.10 16:579 Los archivos y la construccin de la verdad histrica en Amrica Latinamentosapcrifosparabeneficiopersonal.Encualquiercaso,como muestra Javier Villa-Flores en su ensayo, fueron los principales garan-tesdeautenticidaddocumentaldentroyfueradelosarchivos,los escribanos y notarios, quienes se convirtieron en los principales artfi-ces de la falsedad.Pero incluso si se hubieran empleado documentos autnticos para defender o promover los intereses propios, es evidente que el acto de interpelar al Estado y las autoridades coloniales utilizando el marco de la ley conllevaba riesgos. Para los miembros de grupos subalternos, como los esclavos, los indgenas y otros menores en particular, las prcticasdeautodocumentacinqueacompaabanellitigioyla defensalegalsignificabanunreconocimientotcitodelsistemade dominacin colonial.10 Esto no significa por supuesto que estos gru-pos no pudieran utilizar el sistema legal a su favor. Auxiliados por el defensor de menores, numerosos esclavos litigaron en contra de sus amos durante el periodo colonial alegando maltrato excesivo o sevi-cia.11 De la misma manera, la creacin del Juzgado General de Indios (1571)permitialoshabitantesoriginalesdefendersusderechos frente a los abusos de corregidores y otros oficiales.12 Es tambin con el propsito de defender los derechos propios y ajenos que numerosos habitantesrecurrieronalosserviciosdenotariosyescribanospara documentar diversas actuaciones legales. Los archivos notariales se convertan en este sentido en invaluables registros de la vida social y jurdica de los habitantes a travs de la produccin y consignacin de innumerables peticiones, memoriales, testamentos, cartas, probanzas y otros instrumentos legales.10Woodrow Borah, The Spanish and Indian Law: New Spain: George A. Collier/Renato I. Rosaldo/John D. Wirth (eds.), The Inca and Aztec States, 14001800: Anthro-pology and History (Nueva York 1982), pp. 265288; Steve S. Stern, The Social Signifi-cance of Judicial Institutions in an Exploitative Society: Huamanga, Peru, 15701640: ibidem, pp. 289317.11Carlos Aguirre, Working the System: Black Slaves and the Courts in Lima, Peru, 18211854: Darlene Clark Hine/Jacqueline McLeod (eds.), Crossing Boundaries: Com-parative History of Black People in Diaspora (Bloomington 1999), pp. 202222; Bianca Premo, Children of the Father King: Youth, Authority, and Legal Minority in Colonial Lima(ChapelHill2005),pp.213214,216217y228229;SherwinK.Bryant, EnslavedRebels,Fugitives,andLitigants:TheResistanceContinuuminColonial Quito: Colonial Latin American Review 13, 1 (2004), pp. 746.12Woodrow Borah, Justice by Insurance: The General Indian Court of Colonial Mexico and the Legal Aides of the Half-Real (Berkeley 1983).P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 9 25.03.10 16:5710 Carlos Aguirre y Javier Villa-FloresSiendo los archivos instrumentos esenciales de la administracin colonial, la defensa de derechos y privilegios y la gestin del crimen, resultacomprensiblelatendenciaasusaqueoydestruccinen momentos de conflicto. En las zonas rurales, las disputas de tierras desembocaban ocasionalmente en el robo o destruccin de los archi-vos de las comunidades rivales. En tiempos de rebelin, el incendio de los archivos judiciales resguardados en las casas reales form parte de un amplio repertorio de acciones rebeldes que inclua la liberacin de prisioneros en las crceles locales, el robo de armas, dinero, muebles yotrosobjetos,ascomoelasaltoaautoridadeslocales.13Porotro lado, el incendio de la casa del cabildo, el ayuntamiento y el ala sur del palacio virreinal de Ciudad de Mxico en 1692 muestra dramtica-mentequelosarchivosurbanosnoestabanfueradelalcancedela furia popular.14 Slo unos aos ms tarde, gran parte de los documen-tos albergados en los palacios virreinales de Lima (1769) y Cartagena deIndias(1786)fueronconsumidosporlasllamas.15Luegodelas guerras de independencia, muchos archivos coloniales se vieron mer-mados como resultado de la labor combinada del saqueo popular, la negligenciayeltrasladodedocumentosalasmetrpolis. As,por ejemplo, los papeles de dos de los tres tribunales de la Inquisicin en Amricadesaparecieron.SlolosdeMxico,conservadosenel Archivo General de la Nacin, nos habran de llegar casi intactos. En el caso de otras naciones, como Cuba, una buena parte de la documen-tacin de sus instituciones coloniales acabara en Espaa.Luego de obtener su independencia, los nuevos pases latinoameri-canos empezaron un arduo proceso de reorganizacin poltica y admi-nistrativa.Gradualmente,nuevoscdigosyconstitucionesfueron dando forma a regmenes formalmente republicanos y, con frecuencia, 13Scarlett OPhelan, Un siglo de rebeliones coloniales (Cuzco 1988), p. 114; Eric Van Young, Agrarian Rebellion and Defense of Community: Meaning and Collective Violence in Late Colonial and Independence-Era Mexico: Journal of Social History 27 (1993), pp. 245269; idem, The Other Rebellion: Popular Violence, Ideology, and the Mexican Struggle for Independence, 18101821 (Stanford 2001), p. 390.14Carlos Sigenza y Gngora, Alboroto y motn de Mxico del 8 de junio de 1692, editado por Irving A. Leonard (Mxico, D.F. 1932); y Douglas Cope, Limits of Racial Domination:PlebeianSocietyinColonialMxico,16601720(Madison1994),pp. 125160.15Rafael Guevara Bazn, Los incendios en la historia de Lima: Revista Actuali-dad Militar 254 (1979), pp. 1415, aqu: p. 14; Jos Manuel Groot, Historia eclesistica y civil de Nueva Granada, 3 vols. (Bogot 18891893), vol. II, p. 255.P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 10 25.03.10 16:5711 Los archivos y la construccin de la verdad histrica en Amrica Latinaorganizadosalrededordeprincipiosliberales.16Comopartedeeste proceso, los nuevos Estados-nacin crearon tambin sus respectivos archivos nacionales. Los casos ms tempranos son los de Argentina (en realidad, Buenos Aires) en 1821 y Mxico en 1823; en aos suce-sivos otros pases iran recorriendo el mismo camino. Los estadistas latinoamericanos, siguiendo las tendencias de sus contrapartes euro-peas, vean en la formacin de un archivo central un mecanismo de legitimacin poltica y de centralizacin administrativa, ambos crucia-les para la consolidacin de los gobiernos post-independentistas. Los archivos de la administracin colonial pasaran entonces a integrarse a estos repositorios, y los documentos producidos por los nuevos Esta-dos independientes pasaron a incrementar el patrimonio archivstico de cada uno de ellos. Los archivos eclesisticos se mantuvieron, en algunoscasos,bajoelcontroldelaIglesiaCatlica,peroenotros pasaran a integrarse a los respectivos archivos nacionales.17El uso que se daba a estos archivos durante las primeras dcadas despus de la independencia era, por lo general, estrictamente admi-nistrativo y legal. No exista todava la Historia como actividad profe-sional,aunquealgunosintelectualesempezabanahurgarendichos archivos en busca de informacin que les permitiera reconstruir bio-grafas, escribir tradiciones y relatos sobre la vida colonial u organizar colecciones de documentos de carcter histrico sobre temas geogr-ficos (delimitacin de fronteras), legales (constituciones, leyes, casos criminales clebres) y polticos (luchas por el poder entre los conquis-tadores,rebelionesanticoloniales).Deenormeimportanciafueron tambin los archivos militares que se empezaron a formar luego de la independencia y que seran utilizados ampliamente por quienes empe-zabanaescribirlasprimerashistoriasnacionalesdecadaunode 16Brian Loveman, The Constitution of Tyranny, Regimes of Exception in Spanish America(Pittsburgh1993);CarlosRamosNez,LacodificacindelsigloXIX:los cdigosdelaconfederacinyelCdigocivilde1852(Lima2001);Paul W.Drake, Between Tyranny and Anarchy. A History of Democracy in Latin America, 18002006 (Stanford 2009), pp. 88115.17Una visin de conjunto de los archivos latinoamericanos en Roscoe R Hill, Los archivos nacionales de la Amrica Latina (La Habana 1945). Para el caso Argentino, ver Graciela Swiderski, El Archivo General de la Nacin: publicado en lnea, www.bibli-oteca.clacso.edu.ar:8080/reciaria/reciaria/charlas/2004/swider.rtf ; para Mxico, Jorge Ignacio Rubio Ma, Conmemoracin del sesquicentenario de la fundacin del Archivo GeneraldelaNacin.Mxico,18231973(Mxico,D.F.1973);yparaPer,veren lnea, http://www.archivogeneral.gob.pe/home/Sub-NI/Historia.html .P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 11 25.03.10 16:5712 Carlos Aguirre y Javier Villa-Floresestospases.18Enestemismoterrenodeloshechosmilitares,los archivos no podan estar al margen de los conflictos armados interna-cionales, y en no pocas ocasiones fueron vctimas de saqueo y expo-liacin, como ocurri en el caso de los archivos peruanos durante la Guerra del Pacfico, hechos que Pedro Guibovich y Carmen McEvoy analizan en sus respectivos artculos.Hacia mediados del siglo XIX, procesos simultneos de estabiliza-cin poltica, relativa prosperidad econmica y modernizacin permi-tieron mejorar los mecanismos de control del Estado sobre las pobla-ciones,especialmentesussegmentosmenosprivilegiados.Enla segunda mitad del siglo XIX, generalmente bajo la gua doctrinaria del positivismo, los Estados hicieron uso de materiales estadsticos, censos, registros de criminalidad, huellas dactilares y fotografas para vigilar, identificar y clasificar individuos, adquiriendo as una capaci-dad mucho mayor para administrar efectivamente a las poblaciones bajo su control.19 Los archivos as constituidos cumplieron un rol cru-cial en la consolidacin de formas estatales de control y vigilancia. A partirdelsigloXX,enrespuestaalacrecientemovilizacindelas clases trabajadoras y la emergencia de partidos polticos socialistas, nacionalistas y radicales, el brazo poltico-represivo del Estado incre-18Lasprimerashistoriasnacionalesempiezanapublicarsealpromediarelsiglo XIX. Vase, por ejemplo, Vicente Fidel Lpez, Manual de la historia argentina, dedi-cadoalosprofesoresymaestrosquelaensean(Buenos Aires1845);ClaudeGay, Historia fsica y poltica de Chile (Pars 18451865); Jos Mara Crdova y Urrutia, Las tres pocas del Per o compendio de su historia (Lima 1844); Lucas Alamn, Historia de Mjico desde los primeros movimientos que prepararon su independencia en el ao de 1808, hasta la poca presente, 5 vols. (Mxico, D.F. 18491852). Ver tambin Sebas-tin Lorente, Escritos fundacionales de historia peruana (Lima 2005); e Ivn Jaksic, Andrs Bello. Scholarship and Nation-Building in Nineteenth-Century Latin America (Cambridge 2006).19RicardoSalvatore/Carlos Aguirre(eds.),TheBirthofthePenitentiaryinLatin America (Austin 1996); Kristin Ruggiero, Fingerprinting and the Argentine Plan for Uni-versal Identification in the Late Nineteenth and Early Twentieth Centuries: Jane Caplan/John Torpey (eds.), Documenting Individual Identity. The Development of State Practices in the Modern World (Princeton 2001), pp. 184196; Marco Antonio Len Len, Una impresin imborrable de su personalidad. La fotografa carcelaria y la identificacin crimi-nolgica en Chile, 18701940: Revista Chilena de Historia del Derecho 18 (19992000), pp. 311333; Julia Rodrguez, South-Atlantic Crossings: Fingerprints, Science, and the State in Turn-of-the-Century Argentina: American Historical Review 109, 2 (2004), pp. 387416; Deborah Poole, Vision, Race, and Modernity. A Visual Economy of the Andean Image World (Princeton 1997).P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 12 25.03.10 16:5713 Los archivos y la construccin de la verdad histrica en Amrica Latinament tambin su actividad, generando una inmensa documentacin sobre el conflicto social. Estos archivos hoy resultan fundamentales no slo para los historiadores que buscan reconstruir los esfuerzos del Estado por gobernar a sus poblaciones y reprimir a quienes cuestio-naban el orden oligrquico-liberal, sino tambin para aquellos intere-sados en iluminar facetas importantes de la vida de los sectores subal-ternos.20Pese a todo, sin embargo, era mucho ms lo que se silenciaba que lo que se registraba. La vida cotidiana de los grupos populares, sus estrategias de supervivencia, los conflictos en que se vean envueltos y sobre todo sus mentalidades y sus visiones del mundo quedaban por lo general completamente al margen de la mirada del Estado o, en el mejor de los casos (como, por ejemplo, en los expedientes crimina-les),enlosintersticiosdelosregistrosdocumentales.Nosetrata, obviamente, de un descuido o de una incapacidad para registrar esosavatares.Esossilenciosreflejanconfiguracionesdepoderque determinaban qu se preservaba y con qu intenciones se archivaban esos materiales. En muchos casos se trat adems de un esfuerzo con-cienteporborrardelosarchivossinolaexistencia,almenoslas memorias de determinadas experiencias de los sectores subalternos. En algunos casos extremos por ejemplo, las masacres de trabajado-ressalitrerosenSantaMaradeIquiqueen1907,detrabajadores bananeros en Colombia en 1928 o de campesinos indgenas en El Sal-vador en 1932 a la represin del Estado se sumaba el manto de silen-cio impuesto sobre los recuerdos, memorias y vestigios de esos even-tos.21 Aqu, el caso de los esclavos del Caribe francs analizado por Laurent Dubois ilustra la misma lgica de supresin e invisibilidad 20RicardoSalvatore,PositivistCriminologyandStateFormationinModern Argentina,18901940:PeterBecker/RichardF. Wetzell(eds.),Criminalsandtheir Scientists. The History of Criminology in International Perspective (Nueva York 2006), pp. 253280; Pablo Piccato, City of Suspects. Crime in Mexico City, 19001931 (Dur-ham 2001); Lila Caimari, Psychiatrists, Criminals, and Bureaucrats: The Production of ScientificBiographiesinthe ArgentinaPenitentiarySystem,19071945:Mariano Plotkin(ed.),ArgentinaontheCouch(Albuquerque2003),pp.113140;yCarlos Aguirre, The Criminals of Lima and their Worlds. The Prison Experience, 18501935 (Durham 2005).21Pedro Bravo Elizondo, Santa Mara de Iquique 1907: documentos para su histo-ria (Santiago de Chile 1993); Eduardo Posada-Carb, Fiction as History: The banane-ras and Gabriel Garca Mrquezs One Hundred Years of Solitude: Journal of Latin American Studies 30 (1998), pp. 395414; y Hctor Lindo-Fuentes/Erik Ching/Rafael P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 13 25.03.10 16:5714 Carlos Aguirre y Javier Villa-Floresimpuesta por las autoridades estatales sobre los esfuerzos y la movili-zacin de los grupos subalternos.Esa misma lgica exacerbada por la paranoia y la crueldad que impuso la Guerra Fra gui las formas ms brutales de terrorismo de Estado que ensombrecieron la regin entre 1950 y 1990. El encarcela-miento, la tortura, ejecucin y desaparicin de personas y comunida-des, al ser consumados de manera clandestina e ilegal, llevaban impl-cita la voluntad o la expectativa de eliminar pruebas incriminatorias. Pese a todo, una inmensa cantidad de documentacin militar, poli-cial, administrativa, carcelaria y judicial ha sobrevivido, a veces de manera fortuita, en contra de la voluntad de los perpetradores, y casi siempregraciasalesfuerzodegruposdefamiliaresyactivistasde derechos humanos interesados en preservar las memorias del horror comopartedelesfuerzoporhacerjusticia. Aestosrepositoriosde carcter oficial hay que sumar los archivos de esos mismos organis-mos de derechos humanos y aquellos generados por las Comisiones de la Verdad formadas para investigar la historia de la represin y la violencia poltica, como en el caso peruano, estudiado en este dossier por Carlos Aguirre. En conjunto, lo que estos archivos reflejan es una suertedeconcienciaarchivsticaquemarchaparalelamenteala eclosin del inters por preservar las memorias de esos periodos de terrorestatalyviolenciapoltica.Setrata,probablemente,delcaso ms importante de participacin de la sociedad civil en la generacin, recuperacin, organizacin y democratizacin de archivos en Amrica Latina.22Ascomolasrevolucionesproducencambiosrpidosyaveces dramticosenlasestructurassociales,tambinsuelentenerun impacto visible en la formacin y/o resignificacin de los archivos. Porunlado,losprocesosdecambiorevolucionario(comosonlos casos de Mxico, Cuba y Nicaragua) generan sus propios archivos, que naturalmente no existan previamente; por otro lado, estas revolu-ciones suelen modificar la organizacin y formas de acceso a archivos pre-existentes,yauspiciarlacreacindenuevosrepositorios.La A. Lara-Martnez, Remembering a Massacre in El Salvador: The Insurrection of 1932, Roque Dalton, and the Politics of Historical Memory (Albuquerque 2007).22Louis Bickford, The Archival Imperative: Human Rights and Historical Memory in Latin Americas Southern Cone: Human Rights Quarterly 21, 4 (1999), pp. 10971120.P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 14 25.03.10 16:5715 Los archivos y la construccin de la verdad histrica en Amrica Latinaimplementacin de procesos de reforma agraria, por ejemplo, en pa-ses como Mxico y Per permiti la formacin de valiosos archivos consistentes en la documentacin de las haciendas expropiadas, que ha sido utilizado en numerosas monografas de historia rural.23En pocas ms recientes, un proceso bastante desigual de multipli-cacin y diversificacin de archivos ha permitido enriquecer el regis-trodocumentaldisponibleparalosinvestigadores,democratizarel accesoanumerosasfuentesqueanteshabanestadoprcticamente inaccesibles, darle visibilidad a grupos antao poco representados o totalmente ausentes en los archivos convencionales, incorporar otros tipos de fuentes ms all de las escritas y auspiciar la formacin de archivos en lenguas indgenas. Archivos orales, arqueolgicos, foto-grficos, flmicos y musicales; archivos de empresas privadas, fami-lias, sindicatos y partidos polticos; archivos pertenecientes a grupos tnicos (afroamericanos, indgenas y diversos grupos de inmigrantes); archivospertenecientesaentidadesdelEstadoqueantesnohaban estado disponibles; archivos de materiales efmeros, como volantes polticos o propaganda electoral: estos tipos de repositorios, con todas sus limitaciones, han permitido un avance notable en la diversifica-cindocumentalylademocratizacinenlaproduccindeconoci-mientos histricos.24Peseatodo,losdesafoscontinansiendoenormes:elaccesoa muchos archivos contina estando restringido o sometido a capricho-sasreglasescritasynoescritas;lacentralizacinburocrticaque afecta a los pases latinoamericanos limita la posibilidad de que las provincias y regiones tengan mayor control sobre sus repositorios y 23HumbertoRodrguezPastor,El ArchivodelFuero Agrario:Latin American ResearchReview14,3(1979),pp.202206;LawrenceDouglasTaylor,Revolucin mexicana: gua de archivos y bibliotecas: MxicoEstados Unidos (Mxico, D.F. 1987); Raymond Craib, Cartographic Mexico: A History of State Fixations and Fugitive Land-scapes(Durham2004).UnailuminadoradiscusinsobrelosarchivosenCubase encuentraenLouisPerez,EssaysonCubanHistory:HistoriographyandResearch (Gainesville 1995), especialmente la seccin III.24Una breve lista de ejemplos incluira el Centro de Documentacin e Investiga-cin de la Cultura de Izquierdas en Argentina (Buenos Aires), el Archivo de Historia Oral de la Argentina Contempornea (Buenos Aires), el Archivo Arturo Sabroso (Ponti-ficia Universidad Catlica del Per), el Archivo Fotogrfico TAFOS (Pontificia Univer-sidad Catlica del Per),el Archivo de Msica Popular Chilena (Pontificia Universidad Catlica de Chile), el Archivo Musical de Chiquitos (Bolivia), el Archivo Histrico del Instituto Nacional de Migracin (Mxico), entre otros.P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 15 25.03.10 16:5716 Carlos Aguirre y Javier Villa-Floresofrezcan a sus ciudadanos e investigadores la posibilidad de acceder a ellossintenerqueviajaralacapital;segmentosimportantesdela sociedad no estn representados en los archivos existentes (especial-mente los grupos tnicos y lingsticos indgenas); y la falta de recur-sos y la desidia burocrtica trae consigo muchas veces la prdida y destruccin de materiales insustituibles. Parte del problema radica en la falta de una conciencia histrica y archivstica entre las autoridades del Estado y sectores de la ciudadana. Cuntas veces hemos escu-chado o ledo historias sobre documentos rescatados de la basura, per-didos para siempre por la ignorancia o la inaccin o vendidos al mejor postor a travs de las varias mafias de patrimonio documental existen-tes? De all que en no pocas ocasiones la produccin de conocimien-tosacercadelpasadodenuestrassociedadesdependadelazar,la buena voluntad de ciertos archiveros o las relaciones de clientelismo que se puedan establecer con quienes tienen a su cargo colecciones documentales.Losarchivosdebenservistoscomoartefactos(ocoleccionesde artefactos) que cumplen distintos roles, a veces totalmente opuestos. Esta asercin se hace ms visible cuando analizamos los as llamados archivos de la represin: ellos representan la razn del Estado, y su formacin (o destruccin) y control refuerzan la hegemona de quie-nes detentan el poder, pero tambin pueden ser utilizados para cues-tionar esa misma hegemona y revelar lo oculto detrs de los secretos de Estado. Como sugiere Eric Katelaar, los documentos y los archivos pueden ser instrumentos de poder pero, paradjicamente, los mismos documentos pueden convertirse en instrumentos de empoderamiento y liberacin, salvacin y libertad.25 Sucede que los archivos su for-macin, organizacin, control y accesibilidad terminan siendo, inevi-tablemente, espacios de conflicto y tensin, de pugnas por el poder, de batallas no slo por el pasado, sino tambin por el presente. Como ha enfatizado Jacques Derrida, es imposible pensar los archivos al mar-gen de las pugnas por el poder poltico.26 De all que concebimos al archivo como un elemento activo y dinmico dentro de las batallas 25EricKatelaar,ThePanopticalArchive:FrancisXavierBlouin/WilliamG. Rosenberg (eds.), Archives, Documentation, and Institutions of Social Memory: Essays from the Sawyer Seminar (Ann Arbor 2007), pp. 144150, aqu p. 145.26Jacques Derrida, Archive Fever. A Freudian Impression (Chicago 1998), p. 4.P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 16 25.03.10 16:5717 Los archivos y la construccin de la verdad histrica en Amrica Latinapor la memoria que, en ltima instancia, constituyen la esencia de la prctica de la historia como registro del pasado.Como parte de estas batallas el archivo cumple tambin la funcin de legitimar ciertas maneras de hacer historia y otorgar autoridad y credibilidad a determinadas fuentes, lecturas y narrativas.27 Nin-gn archivo es inocente o neutral. Desmontar las lgicas existentes detrs de su creacin, organizacin y funcionamiento nos permitir, a su vez, cuestionar nuestro propio trabajo como historiadores. Pensar los archivos es una manera de re-pensar la prctica historiogrfica y sus conexiones con las redes de poder y conocimiento dentro de las que operan los historiadores.Los ensayos que a continuacin presentamos ofrecen estudios de caso que nos ayudan a entender las complicadas relaciones entre la formacin, organizacin, accesibilidad y funcionamiento de los archi-vosylaproduccindenarrativasqueaspiranaofrecerlaverdad histrica. Confiamos que su lectura permitir profundizar la reflexin en torno a la importancia de interrogar los archivos y las maneras en queellosmoldeanlasimgenesquedenuestropasadoofrecenlos historiadores.27Sobre este tema, ver especialmente Michel Rolph-Trouillot, Silencing the Past. Power and the Production of History (Boston 1997).P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 17 25.03.10 16:57P9199_412_20369_JBLA46_02_Aguirre 18 25.03.10 16:57