Al son de la tierra

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  • 8/12/2019 Al son de la tierra

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    Cuando se le pregunta a unfabricante de gaitas, o a un

    msico gaitero de la costa norte

    colombiana, cul es el tamao

    adecuado para la caa de una

    gaita, es normal que estire uno

    de sus brazos y seale desde

    el hombro hasta la punta desus dedos la longitud ideal. Su

    respuesta es ntida y no admite

    controversia, la longitud es esa

    que muestra, no otra, pero al

    preguntrsele a otro msico

    ste no sealar el brazo de su

    compaero, sino el suyo. Todos

    los fabricantes de gaitas e

    intrpretes de este instrumento

    que habitan las sabanas del

    norte del pas podran desfilar

    sealando sus brazos desde el

    hombro hasta la punta de sus

    dedos, siempre ofreciendo la

    misma respuesta: el largo ideal de

    la caa es el de sus brazos.

    Pero cul es verdaderamentela longitud adecuada? Habra que

    embalsamar los brazos de esos

    hombres y mostrarlos cuando

    surgiera la ocasin. No hay un

    estndar, una medida oficial, un

    metraje nico. Esa es tal vez

    la mayor virtud de las msicas

    tradicionales en Colombia y al

    mismo tiempo un gran reto: no hay

    dos gaitas iguales en el Atlntico,

    as como no hay dos marimbas

    de chonta iguales en el Pacfico

    sur, ni dos golpes de tambor

    que se repitan exactos aunque

    produzcan el mismo sonido, o

    dos abozaos idnticos en el

    Choc. Virtud porque expresa

    una fecunda diversidad creativa

    y una riqueza inconcebible en

    las formas de interpretar esos

    instrumentos, en los sonidos que

    producen y en el color de la fiesta

    o el acontecimiento que con ellos

    se acompaa. Reto porque implica

    generar conceptos y mtodosespecficos y porque resulta

    arduo delimitar los gneros,

    los toques o los instrumentos

    y sistematizarlos, o encontrar

    matrices y bases que permitan

    definir lo que es un vallenato

    sin despertar el descontento de

    alguien que considera que es otra

    cosa muy distinta. O establecer

    sin lugar a discusiones lo que es

    el abozao chocoano en Quibd

    cuando en Nuqu le cambian

    alguna nota.

    Las msicas tradicionales enColombia son tantas, tan variados

    sus ritmos, tan diferentes sus

    instrumentos, tan diversas las

    formas de interpretarlos y tan

    dispares las miradas de sus

    intrpretes, que es evidente la

    ausencia de reglas que puedan

    establecerse, o trazar lneas

    fijas que las definan histrica

    y territorialmente en sus

    componentes musicales ms

    ntimos.

    La msica es como el lenguaje.A partir de elementos de

    base como las palabras y sus

    gramticas se pueden establecer

    tantas maneras diferentes de

    hablar como individuos hay que

    hablen una misma lengua, ya sea

    por los acentos que emplean parapronunciar esas palabras, o por

    el significado que les atribuyen.

    De igual forma, partiendo de los

    sonidos que se arrancan al cuero

    de un tambor cununo pueden

    construirse bases rtmicas y

    tmbricas nicas que varan

    entre los miembros de una misma

    familia del pacfico nariense.

    Msica y lenguaje estnvivos y cambian, se recogen,son reinventados y mutan

    permanentemente a una

    velocidad vertiginosa, por lo que

    es casi imposibleatraparlos enel papel. Es innegable tambin

    que ese cambio representa el

    sentir de los hombres y mujeres

    que interpretan y escuchan esas

    msicas, y que en torno a ellas

    se establecen dilogos, puntos

    de encuentro y situaciones de

    convivencia en las que el respeto

    por la diferencia y por lo que el

    otro tiene que decir emergen sin

    dificultad. As en la diversidad de

    sus prcticas musicales Colombia

    encuentra una puerta abierta

    al intercambio cultural; y abre

    por medio de sonidos y melodas

    dismiles, un terreno para la

    comprensin entre habitantes de

    regiones dismiles.

    El Plan Nacional de Msicapara la Convivencia, inspirado

    en el valor de la msica para

    construir nacin, busca aportar

    a la valoracin y promocin de la

    diversidad cultural expresada en

    la msica, mediante el fomento

    a las prcticas colectivas de lasorquestas infantiles y juveniles,

    las bandas de viento, los coros

    y las agrupaciones de msicas

    tradicionales que vibran al son

    de la tierra. Cada una de estas

    prcticas posibilita el dilogo y

    la interaccin entre las culturas,

    engrandece nuestro patrimonio

    cultural, expresa nuestras

    identidades, interpreta nuestras

    aspiraciones ms profundas,

    promueve el pluralismo,

    contribuye a la convivencia y

    llena de alegra nuestro paso por

    el mundo.

    Al son de la tierra buscacelebrar la diversidad de

    nuestras msicas tradicionales,

    mantenida de generacin en

    generacin, transmitida con

    sabidura y generosidad por

    nuestros creadores, enriquecida

    por millares de jvenes que hoy

    reinventan nuestras msicas,

    enraizados en tradiciones

    que permanecen vivas, que

    evolucionan, que se fusionan

    con otras msicas y renuevan,

    cada vez con ms vigor, nuestras

    memorias e identidades.

    Al son de la tierra:Msicas tradicionales de Colombia

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    Cuando se le pregunta a unfabricante de gaitas, o a unmsico gaitero de la costa nortecolombiana, cul es el tamaoadecuado para la caa de unagaita, es normal que estire unode sus brazos y seale desde

    el hombro hasta la punta desus dedos la longitud ideal. Surespuesta es ntida y no admitecontroversia, la longitud es esaque muestra, no otra, pero alpreguntrsele a otro msicoste no sealar el brazo de sucompaero, sino el suyo. Todoslos fabricantes de gaitas eintrpretes de este instrumentoque habitan las sabanas del

    norte del pas podran desfilarsealando sus brazos desde elhombro hasta la punta de susdedos, siempre ofreciendo lamisma respuesta: el largo ideal dela caa es el de sus brazos.

    Pero cul es verdaderamentela longitud adecuada? Habra queembalsamar los brazos de esoshombres y mostrarlos cuando

    surgiera la ocasin. No hay unestndar, una medida oficial, unmetraje nico. Esa es tal vezla mayor virtud de las msicastradicionales en Colombia y almismo tiempo un gran reto: no haydos gaitas iguales en el Atlntico,as como no hay dos marimbasde chonta iguales en el Pacficosur, ni dos golpes de tamborque se repitan exactos aunqueproduzcan el mismo sonido, odos abozaos idnticos en elChoc. Virtud porque expresa

    una fecunda diversidad creativay una riqueza inconcebible enlas formas de interpretar esosinstrumentos, en los sonidos queproducen y en el color de la fiestao el acontecimiento que con ellosse acompaa. Reto porque implica

    generar conceptos y mtodosespecficos y porque resultaarduo delimitar los gneros,los toques o los instrumentosy sistematizarlos, o encontrarmatrices y bases que permitandefinir lo que es un vallenatosin despertar el descontento dealguien que considera que es otracosa muy distinta. O establecersin lugar a discusiones lo que es

    el abozao chocoano en Quibdcuando en Nuqu le cambianalguna nota.

    Las msicas tradicionales enColombia son tantas, tan variadossus ritmos, tan diferentes susinstrumentos, tan diversas lasformas de interpretarlos y tandispares las miradas de susintrpretes, que es evidente la

    ausencia de reglas que puedanestablecerse, o trazar lneasfijas que las definan histricay territorialmente en suscomponentes musicales msntimos.

    La msica es como el lenguaje.A partir de elementos debase como las palabras y susgramticas se pueden establecertantas maneras diferentes dehablar como individuos hay quehablen una misma lengua, ya sea

    por los acentos que emplean parapronunciar esas palabras, o porel significado que les atribuyen.De igual forma, partiendo de lossonidos que se arrancan al cuerode un tambor cununo puedenconstruirse bases rtmicas ytmbricas nicas que varanentre los miembros de una mismafamilia del pacfico nariense.

    Msica y lenguaje estnvivos y cambian, se recogen,son reinventados y mutanpermanentemente a unavelocidad vertiginosa, por lo quees casi imposibleatraparlos enel papel. Es innegable tambinque ese cambio representa elsentir de los hombres y mujeresque interpretan y escuchan esasmsicas, y que en torno a ellas

    se establecen dilogos, puntosde encuentro y situaciones deconvivencia en las que el respetopor la diferencia y por lo que elotro tiene que decir emergen sindificultad. As en la diversidad desus prcticas musicales Colombiaencuentra una puerta abiertaal intercambio cultural; y abrepor medio de sonidos y melodasdismiles, un terreno para lacomprensin entre habitantes deregiones dismiles.

    El Plan Nacional de Msicapara la Convivencia, inspiradoen el valor de la msica paraconstruir nacin, busca aportara la valoracin y promocin de ladiversidad cultural expresada enla msica, mediante el fomento

    a las prcticas colectivas de lasorquestas infantiles y juveniles,las bandas de viento, los corosy las agrupaciones de msicastradicionales que vibran al sonde la tierra. Cada una de estasprcticas posibilita el dilogo yla interaccin entre las culturas,engrandece nuestro patrimoniocultural, expresa nuestrasidentidades, interpreta nuestras

    aspiraciones ms profundas,promueve el pluralismo,contribuye a la convivencia yllena de alegra nuestro paso porel mundo.

    Al son de la tierra buscacelebrar la diversidad denuestras msicas tradicionales,mantenida de generacin engeneracin, transmitida con

    sabidura y generosidad pornuestros creadores, enriquecidapor millares de jvenes que hoyreinventan nuestras msicas,enraizados en tradicionesque permanecen vivas, queevolucionan, que se fusionancon otras msicas y renuevan,cada vez con ms vigor, nuestrasmemorias e identidades.

    Al son de la tierra:Msicas tradicionales de Colombia

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    inisteriodeCulturaRepblicadeColombia

    En el territorio de San Andrs,Providencia y Santa Catalina sehace presente una variedad muy

    amplia de formas musicales que

    son interpretadas por buena parte

    de la poblacin, pero su principal

    caracterstica es que conviven a

    diario combinndose entre ellas el

    calypso y el mento con canciones

    y bailes de saln europeos quetienen ms de quinientos aos de

    antigedad.

    Estas formas musicales, queconstituyen la base de un sonido

    tradicional, provienen de distintos

    lugares y culturas y se han

    convertido en la identidad musicalde las islas en las que adems se

    combinan lenguas como el ingls,

    el creole y el espaol. Entre ellas

    tambin se encuentran otras formas

    tpicas como el foxtrot, el waltz, el

    pasillo, la mazurca, la polca y los

    shottish, que se unen y suenan junto

    a la soca, el suck y el reggae, queson ms populares y no tan antiguas.

    Los cantos religiosos, interpretadospor coros en templos e iglesias,

    aaden vigor con sus voces a una

    tradicin musical que ha sabido

    enriquecerse permanentemente sin

    dejar de reflejar nunca el sentir deuna comunidad.

    CalypsoShottishMentoReggaeFoxtrot

    WaltzMazurca

    PolcaPasillo

    Soca y Suck

    MSICAS ISLEAS

    I N S T R U M E N T O S

    Carraca o mandbulaMandolinaTinfono o tinajo

    GuitarraVioln

    Acorden

    PRINCIPALES GNEROS

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    inisteriodeCulturaRepblicadeColombia

    La pennsula de la Guajira y lavertiente oriental de la Sierra Nevada

    de Santa Marta vieron nacer a los

    acordeoneros, quienes inicialmentefueron hombres que, armados con su

    acorden, se movilizaban de pueblo

    en pueblo contando noticias y sucesos

    cotidianos. No tenan ms instrumentos

    que ese, y lo empleaban para darle un

    fondo musical a sus narraciones. Fueron

    juglares, herederos de una tradicin que

    provena de Europa, cuando msicos apie recorran grandes distancias para

    transmitir en voz alta las decisiones de

    reyes o las noticias de reinos vecinos.

    GNEROS

    SonPaseoPuya

    Merengue

    I N S T R U M E N T O S

    AcordenCaja vallenata

    GuacharacaGuitarraBajo elctrico

    MSIC AS VALLEN ATAS

    La msica que interpretaban pasa popularizarse en la primera mitad

    del siglo XX como msica vallenata,

    pero sus inicios sonoros ya estabanarraigados en la cultura tradicional

    del litoral. El acorden sustituy

    instrumentos como las gaitas y las

    flautas de millo y se alej de los orgenes

    para constituirse como insignia de un

    gnero musical independiente.

    Actualmente se han identificado cincofocos de influencia que son los que

    determinan las escuelas de msica

    tradicional para las msicas vallenatas.El primero de ellos es Valledupar, que

    domina la Zona central, el segundo es

    El Paso, que funciona como epicentro

    de la zona negroide. Continan la Zona

    Ribana, cuyo foco es Fonseca, y una

    Zona Riberea, de la que Plato es su

    epicentro. Cierra el mapa la zona de

    influencia del vallenato en guitarra quetiene como eje a Codazzi en el Cesar.

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    MSICAS DE P ITOS Y TAMBORES

    Con la llegada de los espaoles, lastribus que poblaban la regin norte

    de Colombia fueron diezmadas, no sinoponer resistencia. Pero cuando se dio la

    entrada de los esclavos trados de frica

    los indios que quedaban eran tan pocos

    que fue necesario que abandonaran la

    lucha violenta contra los colonizadores

    para buscar formas de convivencia y no

    desaparecer.

    Cimarrones e indgenas entraron aparticipar en un proceso de mestizaje

    en el que se fundieron las tradiciones de

    los blancos, negros e indios. A lo largo

    del litoral se difundieron gaitas, pitos o

    flautas y tambores, a los que se sumaron

    luego, durante el siglo XIX, instrumentos

    como los platillos, el bombardino, lastrompetas y los clarinetes con los que

    haran su intervencin las bandas que

    llegaron para interpretar bailes de saln

    como mazurcas, polcas y valses, que hoy

    reinterpretan los ritmos tradicionales

    y representan un fuerte movimiento de

    bandas pelayeras en las sabanas.

    La cumbia, el porro y la puya, entreotras formas musicales de la zona, fueron

    instrumentales en un principio, pero el

    canto no tard en aparecer.

    PRINCIPALESGNEROS

    CumbiaBullerengue

    MapalGaitaPuya

    ChandChalupaGuacherna

    PorroFandango

    I N S T R U M E N T O S

    GaitasPitos

    Arco musicalCaaemilloGuacharaca

    GuacheTablitasBombos

    Redoblantes

    PlatillosCampanas

    Tambor alegreTambora

    Llamador

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    Musicalmente el Pacfico colombiano sedivide en dos zonas bien diferenciadas:

    La primera es el norte, que est

    determinada por el departamento

    del Choc y en la que la chirima, una

    manifestacin musical heredera de

    las bandas militares tradicionales que

    llegaron con los espaoles al continente,

    convive con los alabaos, arrullos y

    cantos de boga que se hacen sentir

    entre los ros.

    NORTEPRINCIPALES

    GNEROS

    Cantos de bogaGual

    ChigualoTamboritoMazurca

    Contradanza

    JotaAbozaoAguabajo

    PasilloBambaz

    Porro chocoano

    INSTRUMENTOSFlauta traversa

    ClarineteBombardino

    AcordenTambora

    RedoblantePlatillos

    SURP R I N C I P A L E S

    G N E R O SCurrulao

    JugaPatacor

    Bambuco viejoPango

    CaderonaBerej

    Velorio de santoNovenarioChigualo

    INSTRUMENTOS

    MarimbaGuasCununo

    (hembra y macho)Bombo

    (hembra y macho)

    MSICAS DEL PACF ICO

    En el sur, el territorio conformado porla zona costera de los departamentos

    de Cauca, Valle del Cauca y Nario,

    la principal expresin musical

    est marcada por la marimba, un

    instrumento fabricado con lminas de

    madera de chonta y resonadores de

    bamb, que al ser interpretado abre

    paso a una actividad fundamental en

    las tradiciones del litoral: el currulao.

    Los cuerpos de una pareja establecen

    un dilogo sin tocarse. El hombre

    corteja a la mujer, quien en un principiono le presta atencin y lentamente

    va cediendo a las insinuaciones del

    parejo. Cuando ste obtiene respuesta

    demuestra su hombra castigando el

    piso con sus pies descalzos. La marimba

    suena todo el tiempo y otras parejas se

    suman al baile, cargando la atmsfera

    con un rito en el que la tensin entre

    hombres y mujeres es febril.

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    La de la regin andina esmsica campesina que rompe la

    idiosincracia de hombres y mujeres

    enjutos, para permitirse cantarlea las situaciones cotidianas de

    las que resulta imposible hablar

    o quejarse, porque ocupan la

    totalidad de la existencia. Es

    msica, adems, que se revitaliza

    da a da, pues ha recibido la fuerza

    de jvenes que la reinventan,

    inyectando a la tradicin el sentir

    de una academia que vuelve a las

    races y abre paso a vanguardias y

    nuevas sonoridades.

    MSICAS ANDINAS CENTRO

    Desde Cundinamarca,pasando por Boyac

    y enfilando hacia los

    Santanderes, y desde las

    montaas que dominan el

    Eje Cafetero y Antioquia, las

    msicas tradicionales varan

    no tanto por los lmites

    departamentales, sino por

    antiguas expresiones que

    han quedado impresas en

    el territorio desde tiempos

    de la Nueva Granada. As,

    en la zona que se expande

    hacia el oriente se imponen

    gneros como el de la

    guabina torbellino y la

    msica de carranga, y hacia

    el occidente, el pasillo y el

    bambuco se hacen fuertes.

    Los instrumentos quecaracterizan a las msicas

    de estas regiones son la

    guitarra, la bandola, el

    requinto, el tiple y una

    variedad de instrumentos de

    origen indgena y campesino

    como el quiribillo, las

    cucharas, el chucho, la

    guacharaca y la marrana.

    PRINCIPALESGNEROS

    Pasillo

    TorbellinoBambucoGuabina

    Rumba criollaSanjuanero

    Bambuco caucanoDanza

    I N S T R U M E N T O S

    QuiribilloEsterillaChuchoTambora

    Flautas de caaRiolina o dulzaina

    GuitarraTipleRequinto

    Bandola andina

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    inisteriodeCulturaRepblicadeColombia

    La msica tradicional producida porlos campesinos del Huila y el Tolima

    le canta al goce permanente de estar

    vivo. Las coplas, utilizadas dentro

    del rajalea de una manera mordazy graciosa, le han permitido a los

    habitantes de la zona expresar los

    diferentes momentos de la vida al

    aire libre valindose de personajes

    que todos conocen y admiran, o de

    los que se burlan cariosamente. A

    su manera, los pobladores del Macizo

    Colombiano y su rea de influenciaen Cauca, Nario y Putumayo, han

    encontrado en las flautas y otros

    vientos, en los instrumentos de

    cuerdas y en la percusin, la forma de

    construir sus sonidos para dialogar con

    un paisaje de cordilleras anudadas, pordonde los Andes entran a Colombia,

    y se despliegan perfilando rostros y

    territorios.

    MSICAS ANDINAS SUR

    Los valles interandinos del Magdalena,del Cauca y del Pata, entre otros,

    han visto circular a hombres que,

    empuando guitarras, tiples, flautas,

    quenas, charangos, y acompasadospor el chucho, la guacharaca, la

    marrana, los mates, las tamboras, le

    han sacado gusto a las tradiciones

    gastronmicas de la regin, as como

    a los comportamientos humanos ms

    expresivos. El baile, componente

    fundamental de estas msicas, ha

    cobrado vida bajo los rboles, los rayosde sol y las lluvias, con una gracia

    atemperada por los diferentes climas y

    la fertilidad de estas tierras.

    PRINCIPALESGNEROS

    RajaleaBambuco

    Bambuco fiestero

    CaaGuabina

    Rumba criollaDanza

    Bambuco viejoSanjuaneroSon sureo

    PasilloHuayno

    CarracaEsterillaQuiribilloMarrana

    MaracasTamboraGuacheGuitarraBandolaandina

    Requinto

    CarnganoChucho

    RedoblanteTringulo

    BomboMates

    FlautastraversasZampoa

    QuenaTiple

    I N S T R U M E N T O S

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    Cuando las lluvias se esconden yle ceden paso a las brutales sequas

    bajo las que el territorio de los

    Llanos Orientales se ha forjado, el

    hombre llanero organiza un joropo

    para alumbrar a un santo. Hay bebida,

    baile, msica de arpa y maraca, carne

    en abundancia y familia. Se le pide

    al santo que enve lluvias, y se bebe

    y se baila en su nombre. Todos los

    parientes, trabajadores y llaneros

    del hato que organiza el parrando se

    hacen presentes, y el joropo, animado

    incansablemente por el arpa y las

    maracas se puede extender tres das con

    sus noches.

    El llanero no slo canta, tambin recitay declama pasajes, corridos y poemas.

    El arpista es virtuoso y se entrega

    con una concentracin a toda prueba

    a la interpretacin de su instrumento,

    lo que ha llevado a que el Joropo haya

    alcanzado en los ltimos aos un alto

    nivel de comercializacin y difusin en

    Colombia y Venezuela.

    PRINCIPALESGOLPES

    CarnavalSan Rafael

    QuirpaPeriqueraChipolaPajarillo

    Zumba que zumbaGavn

    GuacharacaGalern

    Perro de agua

    I N S T R U M E N T O S

    ArpaBandola llanera

    BandolnGuitarro

    CuatroMaracas

    Bajo elctricoSirramplaFurruco

    MSICAS LLANERAS

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    inisteriodeCulturaRepblicadeColombia

    Forr, bailes, samba, marchas,dobrados, batuques y xotes del Brasil,

    mixtianas marineras, valses criollos y

    hwaynos del Per, y bambucos, joropos

    y pasillos colombianos se sumaron a las

    msicas tradas por los habitantes de

    la costa Caribe colombiana, que fueron

    trasladados a la Amazona por sus

    conocimientos en marinera cuando fue

    necesario custodiar las aguas fluviales

    territoriales del pas muy cerca de la

    mitad del siglo XX. El resultado fue una

    mixtura riqusima musicalmente, en

    la que hoy predominan gneros como

    la lambada o el carimb, e incluso

    como el porrosamba, conocido por los

    habitantes de la zona como porsam.

    Las msicas tradicionales de fronteradel territorio colombiano se alimentan

    de la variedad lingstica y racial, de

    nuevos ritmos que se replican desde

    puertos como Manaos y Leticia en

    la cuenca amaznica, de las zonas

    que limitan con Venezuela, tanto en

    el Norte de Santander como en los

    Llanos Orientales y en La Guajira, del

    Tapn del Darin en el que Panam y

    Colombia se funden, de lugares como

    Puerto Leguzamo, Mit, Inrida, Iquitos

    o Tulcn en Ecuador. Su riqueza y

    supervivencia dependen de las idas y

    vueltas por fronteras en las que los

    lmites territoriales se entrecruzan por

    la msica.

    PRINCIPALESGNEROS

    SambaMarchaBaiesForr

    DobradoXote (chotises)

    BatuqueVals criolloMixtianaMarineraHwaynoBambucoPasilloJoropo

    Lambada

    CarimbPorroPorrosamba

    MSICAS DE FRONTERA

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    La msica en el ojo del fotgrafo: N E R E O L P E Z

    Las msicas tradicionales deColombia suenan con su propioritmo y carcter en cada una delas regiones que componen elterritorio nacional. Al norte, losmsicos emplean las gaitas y

    el acorden para aduearse delviento y encontrar los sonidosque le imponen una marchaclida y vibrante a la vida. Al sur,la zona de frontera en la quese encuentran Colombia, Per yBrasil, se agita con los coloresde una msica que va y vienea lo largo del ro Amazonas,demostrando que su identidad se

    alimenta de la diferencia.

    El Pacfico promete al negrolos materiales necesarios parafabricar marimbas en Nario,

    y recibe ros por entre los quelos bogas chocoanos cantan almovimiento cadencioso de susbrazos con una voz sonora ydesnuda de instrumentos.

    El arpa vibra en los llanosy el zapateo del joropo seacelera llenando las planiciesde picarda y vivacidad. Elcrujido de la carraca de unburro impone su ritmo en elarchipilago de San Andrs,Providencia y Santa Catalina. Ylas montaas que cruzan el pascomo una banda, desde el Nudo

    de los Pastos hasta el norte deSantander, han presenciado eldespliegue de los instrumentosde cuerda preferidos por loscampesinos.

    Este fue el pas que recorriel fotgrafo Nereo Lpez en ladcada de 1950 para legar unarchivo visual en el que paeces,tolimenses, llaneros y guajiroscomparten un mismo lenguaje:

    la msica. Visit festivales,asisti a corralejas, se entrega parrandas vallenatas y montsu equipo entre el hueco dechalupas que cruzaron los ros deloccidente, as como en el lomo demulas que se encaramaron en lasmontaas del Cauca.

    Hoy, exploramos su legado al

    tiempo que nos asomamos alespectculo de una diversidadmusical que pervive indiferentea las fronteras y que cambiarpidamente sin perder su fuerza.