Alberto Girri

Embed Size (px)

Citation preview

"...La rutina del hablar y el pensar,la exigencia de que hablar y no pensarno se puede, ni pensar callando..."

"The profit"

Giorgio de Chirico

Resea biogrficaPoeta y traductor argentino nacido en Buenos Aires en 1919.Pertenece a la generacin de los aos cuarenta, aunque su estilo nico y personal, no encaja en algn movimiento especial, razn por la cual, recibi grandes elogios y provoc rechazo de algunos sectores debido a su lenguaje a veces incomprensible y extremadamente intelectual.Es autor de ms de treinta volmenes de prosa y poesa entre los que se destacan: Coronacin de la espera en 1947, Poemas elegidos en 1965, Los valores diarios en 1970, Poesa de la observacin en 1973, El motivo es el poema en 1976, Pginas de Alberto Girri en 1983 y Juegos algoricos en 1993.Tradujo a numerosos poetas ingleses y estadounidenses, tales como T. S. Eliot, Wallace Stevens, Robert Frost , John Donne y William Carlos Williams.Falleci en 1991.

Amazona como lrica

Andrmeda

Cmara oscura

Cancin de amor

Cuando la idea del yo se aleja

El compaero de los pjaros

Elega en vida

En la agona romntica

La sombra

Lrica

Oficio de amor

Or uno su propia sombra

ParfrasisPascal

Pero slo son pensamientos

Poema con un poema

Primavera de Sufes

Puertas adentro

Que tu mirada vaya...

SafoVolver a: A media vozVolver a: ndice A-KPulsa aqu para recomendar esta pgina

AMAZONA COMO LRICA

Femineidad cobrandoentonacin masculina, gracia donde resuenala voz virago, carne con todolo que insina de caballo, vientre recogido,redonda grupa, ancho pecho,orejas en punta, cerviz levantada,crines densas, la tibia piel y el belfoen sucesivo mudar, del reflejocastao al ceniciento, bayo,dorado, a manchas...

Y la vitanda conclusinen tu deleite, un abrazoque por imprevista alquimiase agrega tambin dones histrinicos, un caballo que adems fingeno admitir en su dorso a nadieque no sea su dueo, y adems la prevencinde perder mansedumbre toda vezque se lo ceda a otro dueo!

ANDRMEDA

La Andrmeda del Tiempo, impar en la belleza y el agravio,sobre este rudo peasco ahora escruta largamente hacia unoy otro brazo de la costa,su flor, su porcin de vida, condenada a ser alimento del dragn.Muchos golpes y venenos la tentaron y acecharon una vez;pero desde Occidente oye ahora el rugir de una bestiams salvaje que las dems, ms desenfrenadaen sus daos, ms inicua y ms obscena.

Es que su Perseo se demora y la libra a sus vehemencias?Pero l, hollando por un tiempo el aire suave como una almohada,suspende sobre ella que se dira abandonada, sus pensamientos,

mientras, desgarrada hasta la angustia, su pacienciacrece, luego consigue desarmarla, y nadie lo sospechacon los arneses y hierros de la Gorgona, correas y dientes.

De "Obra potica IV"

CMARA OSCURA

Mientras espera que la desnuden,la expresin se esfuerza en desearsea s misma en blanco y negro,

y el ojo cuidadoso acechahasta sorprenderla empandose,empaada por matices de tensin,fsico desamparo.

Se trata de cazar,y se trata de robo, la vctimalo consciente, sometindose,y el ladrn llena de facciones, visajes,su bolsa;

no supone angustias, trabajo aflictivo,incomodidad, suceso infeliz. pero es un tomar lo ajenodesde artificios que requiereningenio en proporcin directacon la propiedad, limpieza,austeridad de recursos,

y soluciones fortuitas, ocurrencias,"Improvisacin creadora", dirade su pillaje el que aqu, sbito,se decide a atacar cubriendolas lentes con tules, muselinas, y en el incomparablemente jovenperfil modela por distorsionesotra carne, helada y luminosa, placidez de mscara noh, ascenso a lo andrgino.De "Obra potica IV"

CANCIN DE AMOR

Aqu yazgo pensando en ti:

La mancha del amorse extiende sobre el mundo!Amarilla, amarilla, amarillaroe las hojas,unta con azafrnlas corngeras ramas que se inclinanpesadamentecontra un liso cielo prpura!No hay luz,slo una espesa mancha de mielque gotea de hoja en hojay de rama en rama desluciendo los coloresdel mundo entero;

t all lejosbajo el rojo zumo del oeste!De "W.C.W. :Doce versiones"

CUANDO LA IDEA DEL YO SE ALEJA

De lo que va adelantey de lo que sigue atrs,de lo que dura y de lo que cae,me deshago,abandonado quedodel fuerte soplo,del suave viento,y quieto, las espaldasvueltas las manos hacia arriba,apoyo en el suelo,coraznabjurando de armas, faltas,de oraciones donde borrar las faltas,blando organismo, entidadque ignora cmo decir: Yo soyy en la enfermedad y la muerte,vejez y nacimiento,ya no encontrarn lugar,como no lo encontrara el tigrepara meter su garra,el rinoceronte el cuerno,la espada su filo.

Antes haca, ahora comprendo.

De "Obra potica IV"

EL COMPAERO DE LOS PJAROSComo el amor que se posacada da sobre la ramita que puede morirAs brota tu amorlozano vigoroso de solcompaero de los pjaros...De "W.C.W. :Doce versiones"

ELEGA EN VIDA

Intenta dibujar un leny logra un perro,

cuando siente hambre creecalmarla dibujando pasteles,

si dibuja una serpientele agrega patas,

al concentrarseen un grano de mostaza, cabezade alfiler que crece en arbusto,dibuja una higuera, lo estril,leo seco destinado al fuego.

De preguntrsele por qu,hallara que son confesiones, desajustesdocumentando sus fallas, un orden visualpara simbolizarlas,

primero la imagende su dbil fuerza en las ambiciones,luego la de su vocacin por lo ilusorio,luego la de su placer de deformar,

y en conjunto la imagende su extravo, incapacidadde ofrecer frutos legtimos, tal un rbol que no los daas haya estado siempre junto al agua.De "Obra potica IV"

EN LA AGONA ROMNTICA

En el mismo escenariodonde hasta avanzado el siglolos enamorados todava se buscabany estrechaban por lo idlico, posndose"cada da sobre la ramitaque puede morir", elevse gradualmente un marcode gustos crepusculares, por las prostitutas de lujo titilante rococ, baudelaireanas correspondencias,

y all acechabanlas Lou Andreas Salom, Alma Malher,proponiendo que a partir de sus romances,

exaltacin de luminarias en ciernes (el casto Nietzsche, Rilke el joven, atrados hacia la rbita de un texto difano ya la vez temible),caducaran todos los estereotiposfemeninos hasta entonces conocidos,

y en trance ya de esfumarse para siempre hasta el ms leve rastro del bblico infundio que asegura que la mujer no tiene potestad sobre su cuerpo.

De "Obra potica IV"

LA SOMBRA

De algn modo soy tu cuerpo,Me designo en l, me quemaEn la mentira til como un remo,En la desgracia y la amorosa luchaAbriendo los huecos de su mscara.Pero no me lo permitas,No me dejes ser slo tu cuerpo.De algn modo soy tu cuerpo,Cuando la rica, inexplicable sangre,Transcurre en medio de representaciones.Y lo ser hasta que cenizasAcaricien tu prestada, ltima parcela.Pero no me lo permitas,No me dejes ser slo tu cuerpo.De algn modo soy tu cuerpo,La opresin que difunde me sostiene,Y no en otro descienden las palabras,Urde la disculpa el vejado sermnPor nuestras pasadas facciones.Pero no me lo permitas,No me dejes ser slo tu cuerpo.De algn modo soy tu cuerpoY si en atencin a su daina menguaMe cuido bien de mirarlo como esencia,Con qu prodigio, incisivo milagro,Percibir tu pasin cuando lo excluya?Pero no me lo permitas,No me dejes ser slo tu cuerpo.De "Obra potica IV"

LRICA

Lo no previsto,lo que con nombre de sarcasmo: novsima luna de miel,arrastras por dentro, y que afuera, juzgado y aisladodesde ciencias del comportamiento,merecera rtulo ms cierto, el de novsimaerotizacin del vnculo,transparente caso, muy sabidode acuerdo con estadsticas,noticias sueltas, cuadros personales, y que tan por sorpresacomo se instal se revertir, una tardaexaltacin que en la casi penumbra,receptculo de los desposados,toca a pagar, te tocacorresponder con el recelo de que acasono transcurriera sino en ti, y ella intacta, lo femeninoexaminndote, sobrepasndotea fuerza de no conocer altibajos, la femenina complacenciade resistirse a transformacionesde alta tensin y dbil intensidaden baja tensin y gran intensidad.De "Obra potica IV"

OFICIO DE AMOR

De la intimidad que ahora nos asusta Sale el pasado, Sale la esplndida nostalgia, Ejercicio callado del ocaso; De la valuacin de Dios en la plegaria, Para que no estemos uno fuera del otro, Saldr la amenaza, Celosa corrosin de los gestos Interrumpiendo nuestro abrazo.

Oh manoseados sentimientos! Ms y mejor ser yo mismo Cuando guarde de tu boca la idea Y aunque ya no pase del existir a la presencia Igualmente me vers contra tu boca Vigilando la mudanza de los das Hasta que, siendo como yo reliquia, Me ayudes a evitar esta agona. De "Obra potica IV"

OR UNO SU PROPIA SOMBRA

Repeticiones intiles, verbosidaden pleonasmos, redundancias,tautologas,

garruleras en las casasamadas amando hasta el mirloque sobre ellas habla,

ruidos continuadosaislndote, los arrullospor sentimientos melanclicosdel tiempo otoal,

cantinelas ensalzandoimposibles concordias: que al agua del pozole sea dado invadir la del ro, que la cosecha pasaday la nueva se unan.

Es mantener abierto el pico,no puedan las palabras obstruirlo: como leznasdentro de una bolsa(acaban por romperla).

Es el anversodifano de la vida suavizandolas reas hostiles, la de los ojos turbios,balbuceos lastimeros, orejas calientes,vrtigos de borrachos.

Es tu cotidiano ensayar, mientras no suena la campana,

no se haya ido la arena del reloj,cmo hacer con discursos de aireque el mundo de los felicesy el mundo del desdichadono parezcan distintos.De "Obra potica IV"

PARFRASIS

Lc. 11, 5

Mejor vecino cercaque hermano lejos,para cuando, de improviso,en tardas horas pedirle el pande agasajar a tus amigos, y te respondacomo quien se libra de un importunoy no cae en descortesa, desvergenza, y aunque tuvierasque golpearle con tesn, no dejartedespedir, asustar desde palabras duras, hasta que por tus manos abiertas,rejas alzadas ante los ojos,se filtre esa luz de la ddiva,tus pasos atravesando cerrojos,reverberacin de tus voceshaciendo que tiemblen los cuartos.

De no ser as, lo llamarasvecino, o siquiera medio vecino, creeras en tu oportunidad,si no escrita, insinuada por el Evangelista,de que al contar lo recibido, panes y no piedras,haya de haber un nmero mayorque el que rogaste en prstamo?De "Obra potica IV"

PASCAL

Casi ninguna verdad,el vacopara sentirte segurocontra la historia,apstatapor aconsejar la inconstancia,la fatiga extrema,la tempestad,aunque los hombres no las amen,por juzgarnos mserosy tener tan alta idea de tique no quierescompartir nuestras debilidades,por ser t mismo endebley admirar las moscas,extraas potenciasque ganan todas las batallas,perturban el alma,y devoran el resto,por sustraerte al destino comnasomndote al abismo,tu abismo, a tu izquierda,y orar con un largo grito de terror,por cerrarte a la caridadmientras velas, implacable,y exigesque en esa Agonaque durar hasta el fin del mundonadie se duerma,por haberte ofrecido a Diostras anunciar que en todas partesla naturaleza seala a un Dios perdido.

Casi ninguna verdad,el vacoy el morir solosdebajo de un poco de tierra.Tuviste razn,qu necios son estos discursos.

PERO SOLO SON PENSAMIENTOS

Slo los pensamientosde quien por haber cedido a la fascinacinde idiotas de las familias, retratarlossin la caridad que provoca amistades,se lo recrimina visualizndosecomo algn Tolstoi chino, maestro de almas,lo cuestionara y reflejara,contrahecho, lisiado,hombros que se levantanpor encima de su cabeza, mentnen descenso hacia su ombligo,dedos de ms y de menos,esforzados inclinarse de adelante atrsremedando una actitud que propiciala cavilacin: "Estoy en dificultadesporque tengo un cuerpoy es msero. Cuando me falte,qu dificultades podra tener?"

Pero slo pensamientoscomo tantos, un irse anticipandoal morir y la muerte,a la sorpresa del miedode morir y la muerte, como los tanteosque en el pensamiento de Ivan Ilichdetectaba Tolstoi.De "Obra potica IV"

POEMA CON UN POEMA

Del emperadorque desvalido se adormeceen su jardn, tiene algo esteanciano a quien sbitamenteel deseo, husped no invitado,vuelve, persiste en sacudirlo.

Tambin se amodorra,y los dos son como gatos, no les importa sino sobrevivir;

pero en su precario retiroel viejo no enhebra canciones,y en lugar de ir entreviendoejrcitos que incendian y destruyenconcita sobre l un retornoen procesin de bellezasahora agrias, cada cual mostrndolela forma de un tringuloall donde hubo un sexo, todas semejantes a las tardas flores que en el imperial jardn aguardan el invierno.De "Obra potica IV"

PRIMAVERA DE SUFIES

El ocano hablando, en espumas, gotas,dismiles instante a instante,pero una sola agua, y las lenguasde pjaros, flores, el halcnal relatar sus paseos acompaadode los cuervos, el ruiseor, alabanzainfinita de la rosa, la paloma que preguntapor el camino hacia el amado, y la cigea, su piadosadisposicin: "Tuyo es el reino,tuyas las loas a Dios", y el vocearde hojas, ptalos, la violetaen hondos azules, el narcisode ojos lnguidos, tulipanes,el enrulado jacinto.

S, lo mltiple, en nombredel que no tiene nombre,mltiple y uno, el que en eternasoledad era oculto tesoro,y procur que lo conocierany cre el mundo.

S, nacidos de locanos, pjaros, flores,y para que con lo que dicentejamos la tela que nos viste,bebamos el productoque destila lo que dicen.

PUERTAS ADENTRO

Como Blake con el tigre,en tu gato no atiendesa uas, lengua spera,poblados pelos largos,estras blancas,c lo que provocas desde confusaf hermandad, la pretensinde que en su vigor est el tuyo,y de acercarleelusivos discursos, soliloquiospara un no favorableni adverso nimo,sin cooperar, sin airadamenteestirarse indicando que apenascerraste postigos, cortinas,l ya capt,tu agitar antipatas, infatuaciones,prontuarios de la menuda hojarascaque en la sagacidad animalpudiera disolverse,apremiopor alguien que se mantieneatado a su especie,alcanzarel par donde apoyarte, tu correspondiente;como Blake y el tigre,Poe y el cuervo,Basho y la rana,recluyndote a pedirel benjgno, consolador ajustede tu aliento, fatigoso golpe, desazn,y la prescindencia del libre, que no juzga.

QUE TU MIRADA VAYA...

Que tu mirada vayadejando de separarimpresiones sensibles, afectivas,de las meras formas, y resbale, no coherente,a despojar de relieve lo que encuentre,

indicara cmo pierdesel dominio sobre ella, paralizado tambintu cuerpo en lo que hasta ahora fue: manifestacin y participacin, y en suspensola rutina del hablar y el pensar,la exigencia de que hablary no pensar no se puede, ni pensar callando.

Y ms aun hara patenteun empezar a abandonartea lo suelto y espontneocomo viento, como corriente, viento y corriente,no ya situaciones fijas, inmovilidad objetiva,

no ya dilemas, sino un calmo estaren el que te permitas vertecazando pjaros con redes,liebres con gestos, irreflexivamente.

SAFOEse hombre es igual a los diosesfrente a frente sentado escuchandotu dulce voz y tu encantadora risa.Eso es lo que provoca un tumultoen mi pecho. De slo mirartemi voz tiembla, mi lengua desfallece.De inmediato, un ligero fuego correpor mis miembros; mis ojosenceguecen y mis odos retumban.Brota el sudor: un temblorme acosa. Empalidezco msque la hierba y a punto estoy de morir.De "W.C.W. :Doce versiones"