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%ffiffiL*ffiffiffiWaS Sevi$ta ds H¡stoP¡a del cine, n.' U7 ART¡CULO5 7 nüc a dB la [inütra en Glcine e$[añ01uas Güenna Givf José Luis Castro de Paz 23 stmna.le ta ethü de on al Umitren$0 FanGnGr0 Amparo Martínez Herranz 55 Monst'uos dc ¡yer y hoy, tlor¡ $üpGnnüest0 Imanol Zumalde Arregi 72 P¡otagon¡¡tas de l0 roal. l-¡ constrlcción de lonsona¡es Gn Gl cine docrmental Aida Vallejo Valiejo 90 trt¡s allá del d0cümcnd y d0 van[ra¡üia:01 cino en [alcría Ángel Quintana NOTAS 105 0cno ¡ecc¡onc$ tnan$vG¡$alG$ s0[nG Gl e$tado del cine, cine,osléllca y IGns¡miGnto Leandro Alarcón De Mena 110 nr fmno¡ dolloPmab. znGD¡ 2007 y Pünb dc u¡sr| 2008 Aida Vallejo 115 male ¡n Rumania. cinc rünano en el testival dG las Palmas 2008 Lidia Merás 119 a lgan lelcire Gn la oxl0sición "ti [0cne españo|a. tl¡mcnco, vangüarúia y cülüln¡ po0ülan lSSFl ggd' Daniel Sánchez Salas LIBROS 124 Scenes ol lnsuüGüon. Tno Boginn¡ngs 0f ür0 U.S: Strdy 0l Flm Dana Poland 126 U¡n sUo m: üsalíc y mn6 úe lfl npv0 ciE ldtrrftrb OW-zlIl7) Luis Miranda (ed.) 129 Cu¡a. C¡nóma 0t Révolüti0n Julie Anior y Nancy Berthier (eds,) Cine G¡rbam. llación, di¡sp0Fa e identidad Juan Anronio García Borrero (ed.) 132 Ricando Un¡o¡ri. [0s Fa[alos y l0$ dí¡$ Luis Fernández Colorado yJoserro Cerdán 135 G¡nlos Senran0 úe osma: llisüfir úe ün¡ o[s0slón Asier Aranzubia Cob

Alonso 2008 06 Res Bergala

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  • %ffiffiL*ffiffiffiWaSSevi$ta ds HstoPa del cine, n.' U7

    ARTCULO57 [ nc a dB la [intra en Glcine e$[a01uas l Genna Givf

    Jos Luis Castro de Paz

    23 stmna.le ta eth de on al Umitren$0 FanGnGr0Amparo Martnez Herranz

    55 Monst'uos dc yer y hoy, tlor $pGnnest0Imanol Zumalde Arregi

    72 Potagontas de l0 roal. l- constrlccin de lonsonaes Gn Gl cinedocrmentalAida Vallejo Valiejo

    90 trts all del d0cmcnd y d0 l van[raia:01 cino en l [alcrangel Quintana

    NOTAS105 0cno ecconc$ tnan$vG$alG$ s0[nG Gl e$tado del cine, cine,oslllca y

    IGnsmiGntoLeandro Alarcn De Mena

    110 nr n fmno dolloPmab. znGD 2007 y Pnb dc usr| 2008Aida Vallejo

    115 male n Rumania. cinc rnano en el testival dG las Palmas 2008Lidia Mers

    119 a lgan lelcire Gn la oxl0sicin "ti [0cne espao|a. tlmcnco, vangaria yclln po0lan lSSFl ggd'Daniel Snchez Salas

    LIBROS124 Scenes ol lnsuGon. Tno Boginnngs 0f r0 U.S: Strdy 0l Flm

    Dana Poland

    126 Un sUo m: salc y mn6 e lfl npv0 ciE ldtrrftrb OW-zlIl7)Luis Miranda (ed.)

    129 Cua. Cnma 0t Rvolti0n Julie Anior y Nancy Berthier (eds,)Cine Grbam. llacin, disp0Fa e identidad Juan Anronio Garca Borrero (ed.)

    132 Ricando Unori. [0s Fa[alos y l0$ d$Luis Fernndez Colorado yJoserro Cerdn

    135 Gnlos Senran0 e osma: llisfir e n o[s0slnAsier Aranzubia Cob

  • '137 m nptess lcl cine: Pe G0 t'aH0 80hE l Fnsmisin dGl GinG cn lae$cela y lGm de GllaAlaln Bergala

    139 cne lirecto. BGllGxi0nGs en l0rn0 a n G0nceltoMara Luisa Ortega y Noem Garca (eds )

    "i42 cneasus t,ente al esneioGregorio Martn Gutirrez (ed )

    DVD146

    148't50151152

    [iscos Didtalcs (Gada vcz ms) llclPsle$Jos Manuel Lpez

    colne colcccifu Chris Ma wA n ow of lrce(tdnz 0sten, lg2g)ltat llanilGy, f,ft (rsffi), me eiil fiqn MMhy(2005)ffrc reN d rlnltqw ttwiltain(I2 hesa ft h non@a, Hwar las$oun clsmael R0dngcr, 1 9ffi1 I lhe WIw 0 ny frlt ($am NG$rlield' 1 938)

  • habia cado en picado. La caren de Serrano deOsma, a paftir de entonces, slo va a encontrar sali-da en el cada vez ms problemtico ambiente de laEscuela Ofrcial de Cine, en la televisin, y en el cor-tometmje industrial hasta llegar a "los aos sincine", desde que en 1969 abandona la EOC hastaque en 1979 la Filmoteca Nacional le encarga la di-reccin de su archivo.

    La principalvirtud del libro de Aranzubia est enel planteamiento arqaeolgto que sostiene el rela-to que acabo de resumir Una documentacin ex-haustiva que abarca desde el proceso de elabora-cin de los guiones hasta la respuesta de crtica ypblico, una acertada en cada caso descripcin delfuncionamiento de las instituciones y las empresas,de las redes y lazos profesionales y de amistad, quedetalla la evolucin de los planteamientos crticos,conenen lo que habitualmente llamamos contextoen verdaderas condiciones de posibilidad para eldesarrollo de una obra marginal. Es desde esas con-diciones de posibilidad de los mrgenes desdedonde el libro contribuye a iluminaq como deca-mos antes, una poca.

    FERNANDO GONZATEZ GARCA

    tA HIPTESIS DEL CINE: PEOUEOTRATADO SOBRE LA TRANSMINDEL CINE EN LA ESCUELA Y FUERA DEELLAAlain BergalaBacelonaLaertes,2007206 pginas16

    lQu lugar ocupa ya el vieo artificio del cine -el

    amado celuloide de barrio- en las mentalidades ylos comportamientos de una sociedad global y digi-tal, dominada por el desaforado consumo de estan-darizados productos, tan nipidamente digeriblescomo desechables? iQu papel le cabe entonces acierta idea de lo flmico

    -el gran arte del relato vi-sual en una pantalla colectiva- en una cultura domi-nada por una rcd biper-rnedia plagada de solifai.osy ubicuos monitores, donde la fluida circulacin dedescargas de rpido djsfirte domina sobre la densaapropiacin de obras de reposado gozo?

    Aderto ya que Ia biptesis del cine no pafieabiertamente de estos interrogantes ni trata directa-mente de su resolucin. Su tema es, aparentemen-te, mucho ns estrecho y manejabler "el cine en laescuela". Pero esa interrogacin general no cesa delatiq como un rumor de fondo, en las pginas dellibrito de Alain Bergala, As

    -al hablar de la creacinde un pequeo fondo escolar de obras maestas delcine en DVD el autor plantea que el progresivosometimiento a la regla del mrimo beneficio en elmenor plazo provoca.da marginacin burlona de laspelculas "diferentes" y de las pelculas imprescindi-bles de Ia historia del cine en un ghetto cada vezms cerrado. La escuela tiene el deber de proponerotra cultura, que nunca ha querido ser alternativapero que acabar por serlo, a pesar su)o, ante uncine impuesto de manera cada vez ms masivacomo "el todo" del cine. Quizs es la cultura en sutotalidad, simplemente, lo que est a punto de con-vertiffe en excepcin ante los grandes cnones delbombardeo de los productos 1nsyise, (p. 96).De un correcto balance sobre la situacin econmi-ca y esttica del cine actual se pasa a un apresumdojuicio en cascada sobre los deberes de la escuela ylos males de la sociedad, cayendo en la hano caducacrtica "anti-massmeditica" de la "muene de la cul-tura" de siempre a manos de los "nuevos medios"de cada poca. Con la diferencia de que ahora elcine ya no es uno de los nuevos medios a condenarsino una de las nobles artes a salvar.

    Es indudable la brillantez y justeza de Bergala ensus ideas sobre el sentido delcine; de su historia, sulenguaje, su pm,'ris, E incluso, es destacable Ia oflgi-nalidad e idoneidad de su planteamiento en esasiempre escasa y necesaria bibliografa general delcine apta para todos los pblicos, del nefito a.lerudito. Pero ese insistente rumor de fondo, nunca

    LrrRos 137

  • trado a primer plano ni tntado en detalle, exigeaclarar que gran pane de su propuesta tiene menosque yer con un determinado objeto artstico (elamado cine de antao y hogao) que con una deter-minada relacin esttica: la que maestros yalumnospueden mantener con las obras (cinematogrficas,o no) que analizar y realizar en el aula,

    Hecho este largo preliminar sobre el libro, cabeadenrrarse en su contenido. aunque en un primermomento resulte difcil acotarlo dada la multiplici-dad de formatos y temticas que acoge: del anlisispedaggico (en torno a las relaciones "cine y educa-cin') al informe didctico (sobre los problemas dela introduccin de la "prctica del cine en la escue-la"), pasando por el memorndum administrativo(sobre un proyecto ministerial fracasado), elapuntebiogrfico (personal y generacional, de una pocasurgida por y para el cine) finaly ms ampliamen-te, el ensayo terico sobre ai menos tres grandestemas constantemente mezclados a lo largo deitextol

    en primer lugar, sobre el cine como ane pls-tica nacida de un contacto con lo real, all donde serevela la especificidad de Ia creacin y recepcincinematogrfica, tanto en relacin al resto de lasaftes como de la propia realidad de la que surge larepresentacin flmica. Sobre dicha especficidad,Beryala centra una teora y un anlisis del cine basa-do en elvalor delfragmenlo, criticando frontalmen-telas corrientes pedagogistas que consideran exclu-sivamente la lectura del cine como hecho de"lenguaje" y/o de "ideologa" (ya sea para desentra-nar el "sentido" del texto o para desarrollar el "espiritu crtico" del espectador).

    - en segundo luga sobre el arte como expe-

    riencia de aquello que necesariamente se nos resis-te, aquello que, en palabras de Simone Veill, debepfovocar un "consentimiento" del espectador, ha-ciendo ceder en uno mismo una hostilidad nicialrnla obra que va a resultar importante en la vida dealguien es de entmda una obra que se resisrc, queno se ofrece inmediatamente con todas las ventajasde seduccin instantnea de las pelculas desecha"bles que invaden las pantallas ylos medios de comu-nicacin el da de estg6e' (p. 72).

    - en tercer lugar, sobre Ia educacin como aque-

    llo que debe conducir a una iniciacinr ,,la gran hip"tesis de Jack Lang sobre la cuestin del arte en laescuela fue la del encuentro con la alteridad. . , que

    138 LTBROS

    se hiciea entmr el afte en la escuela como algo radi-clmente otro. . , Esta hiptesis tuvo por ello el cora-je de distinguirla educacin aftstica de la enseanzaanisca" (p. 33.. Asi. frenre a la ensenanza Lomoinstruccin en contenidos (sobre la historia, la teorao la tcnica del cine), Bergala plantea

    -aunque elautor no emple estos tminos- una doble idea dela educacin como transmisin de una experienciaesttica y como iniciacin en la experiencia anstica.Apuesta arriesgada, sin duda; pero nada ingenua: ulaescuela puede hacerse cargo del arte (y del cine)como un bloque de alteridad?... Una respuesta seimpone: la escuela, talcomo funciona, no est hechapara este trabajo, pero al mismo tiempo, hoy en daes, para la gran mayora de los nios, el nico lugardonde este encuentro con el ane puede producirse.As pues, est obligado a hacerlo, aun a riesgo de quese tambaleen un poco sus hbitos y su mentalida(p.36).

    Sin duda, cada uno de estos tres campos es losufit ienremenre amplro y complejo como pam exi-gir un mayor tratamiento que el dedicado por elautor. Peo el truco es que, en realidad, ninguno deellos es el objetivo red de La biptesis del cine. Sloson los postulados desde los que se pane (sobre Ioflmico, lo anstico, lo pedaggico) pam acceder aun determinado y particular objetor la inffoduccinde la prctica delcine en la escuela. Toda la reflexindel autor conduce nica y exclusivamente ah. Poreso, los tres captulos finales adquieren de repenteuna linealidad totalmente ausente en toda la pdme-m parte del libro. As, en "Por una pedagoga de losfragmentos puestos en relacin", se sientan magis-rralmenre las bases de un anlisis lilmico que poneen estrecha relacin dos bjetos aparentemente in-conexos I el "plano" como lo dado en la creacin y e1"fragmento" como lo escogido en Ia recepcin. As,en "Por un anlisis de )a creacin", intenta dar unavisin exacta, sujeta a todos los condicionamientosreales y materiales, del tanta veces mitificado proce-so de la creacin cinematogrfica, Y finalmente, enel ltimo captulo, "Crear en clase, el pasaje al acto"1ue debera ser una lectura obligatoria en todas lasescuelas, incluidas las de nivel universitarie, el au-tor analiza cada uno de los peligros que amenazanla experiencia de introducir las cmaras en las aulas,desde la decisin de hacer un corto hasta la exhibi-cin de los productos realizados ante los familiaresde los alumnos.

  • Es ah donde Alain Bergala espera reencontrar,hacer encontrar al nino y aJ ioren. un experienciaverdadera:

    "Elcine siempre es joven cuando r'uelvea partir de verdad del gesto que lo fund, de susorgenes, Cuando alguien se sita frente a lo realcon una cmara durante un minuto, con un encua'dre fijo, en estado de extrema atencin a todo loque va a ocurrir, reteniendo el alienro ante lo quehay de sagrado e irremediable en el hecho de queuna cmara capte la fragilidad de un instante, conel sentimiento grave de que ese minuto es nico yno )e volver a producir nunca mi.. el r inc renar epara l como el primer da en que una cmararod' (p. 201).

    LUIS AIONSO GARCIA

    CINE DIRECTO. REFLEXIONES ENTORNO A UN CONCEPTOMara Luisa Ortega y Noem Garca (eds.)MadridT&B Editores / Festival Internacional de Cine deLas Palmas de Gran Canaria,2007270 pgirns18

    Un ao despus del estreno en Estados Unidos deIa pelcda Salesman (1968), sus directores, Albet yDad Maysles, concedieron una entrevista al crticode la revista Nensweek, Jack I'roll, que formarapane del programa Cmara Tres, del canal de tele-sin CBS de Nueva York. En este programa se emitila pelcula seguida del coloquio, uno de los pocosque quedan registrados de los hermanos, ya queDad falleci en 1987 ffas sufrir un derrame cere-bnl, Cuando les preguntan en la entrevista qu es

    para ellos el cine directo, es deci la corriente de laque son pioneros, Albert habla de la inmediatez de1os rodajes, de la continuidad entre mente y lente,para concluir que 1, en realidad, prefiere hablar de

    "cine, directamento,. Con independencia de) nom-bre que reciba, es indudable que la obsewacin, laimprosacin y las tcnicas del momento abrieronnuevos caminos de experimentacin que, ahora, lasespecialistas Mara Luisa Ortega y Noem Garca nosofrecen con sus anlisis, refleones y enriquecedo-res puntos de vista en la publicacin que coordinanbajo el ttulo de Clrze directa. Re.fleones en tornoa un conceqto.

    El direct cinema nace en la Norteamrica delos aos sesenta, pero no por ello queda circunscri-to a un espacio ni un tiempo determinados o cadu-cos, Sin ir ms lejos, en la ltima edicin delFestival de Cine de Tribeca (Nueva York), se presen-t a concurso la pelcrla docvmental A President toRemember: ln the Company of Jobn E Kennedy(2008), dirigida y producida por Robert Drew, conbuena pane del meraje que utiliz en Primary(1960), la pelcula sobre la campaa de J. F.Kennedy que se convirti en un referente de la re-novacin del gnero documental y que, en el ao2008, r.uelve con una voz en qf que quiere dar aconocer a las nuevas generaciones unas formas dehacer poltica y comunicacin muy distintas de lasactuales. Como el futuro lector podr constatar, laexistencia de un libro que hable, al fin, de esta for-ma de hacer cine es ms que pertinente,

    La situacin era as: una cmara ms ligera, equi-pos de grabacin de sonido sincronizado, la necesi-dad de ir ms all de las prisas de la televisin (loanaliza ampliamente Rafael R. Tmnche en su captu-lo de "Contextos", en el que adems detalla la evo-lucin tecnolgica que cambi por completo losusos y abusos del momento), y las ganas de hacercosas nuevas aunque no se tuviera mucho dineropara eilo, formaron el contexto circunstancial deesta avanzadilla, La inmediatez tambin se trasladal hecho de no pensrselo mucho antes de salir a lacalle con una cmara, Y el caso de los hermanosMaysles sirve de claro ejemplo: uno, Albert, llevabala cmara, y el otro, Dad, grababa el sonido. Nohay ms. Ese era todo el entramado con el que rea-lizaron pelculas como Salesm.an, que citamos aJprincipio, sobre los vendedores ambulantes deBiblias, homenaje a lo ms profundo de la cultura

    L]BROS 139