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Lina Bo Bardi: la Casa de Vidrio y los misterios del Jardín Morumbi ANA BELEN LOPEZ PLAZAS. MPAA 2011-2012. La primera obra construída de Lina Bo Bardi en Brasil, se situó dentro del Jardín Morumbi en 1951. Bautizada por los vecinos como Casa de Vidrio, fue el reflejo del estilo internacional que la arquitecta importaba a un país donde el movimiento moderno estaba empezando a definirse. Treinta y cinco años después, construyó una Casinha-Estudio para sus colaboradores en los alrededores de la casa. La distancia física y temporal que existe entre las dos obras dentro del Jardín Morumbi, se convierten en objeto de estudio en este relato. La autora os invita a observar el camino que Lina realizó a diario para comprender la valentía intelectual que caracteriza su obra. La escalera En 1946, Lina Bo Bardi viajó a Brasil junto su marido Pietro Maria Bardi con la intención de conocer varios países latinoamericanos. Cuando por primera vez divisó la costa brasileña desde el barco mostró una inmediata fascinación por el nuevo país que se abría ante sus ojos: “Me sentí en el país de lo imaginable, donde todo era posible.” (1) Atrás dejó una Italia de posguerra con decepcionantes cambios políticos donde en 1939 se licenció en Arquitectura por la Escuela Superior de Arquitectura de Roma. En los años siguientes realizó trabajos para el estudio de Gio Ponti, y comenzó su carrera editorial junto a Carlo Pagani al cargo de la revista Domus y creando la revista Quaderni di Domus. En aquel momento sus aptitudes periodísticas ya demostraban la capacidad crítica que era capaz de desarrollar, confirmando la gran producción escrita y pedagógica que acompañó su obra toda su carrera. A su llegada a Rio de Janeiro, Pietro M. Bardi organizó una exposición en el Ministerio de Educación y Sanidad (2) , donde Lina Bo Bardi conoció las principales figuras del movimiento moderno brasileño -Oscar Niemeyer, Lucio Costa y Burle Marx- que le dieron la bienvenida a un país donde la arquitectura moderna estaba empezando a definirse. El matrimonio se estableció en Sao Paulo, donde Pietro M. Bardi fue invitado a crear y dirigir el Museo de Arte de Sao Paulo. Decidieron establecerse a las afueras de la ciudad en una zona de residencias alegres de gente humilde y pobre (3) conocida como Jardín Morumbi, donde compraron una colina en el interior de una hacienda. El terreno que había sido antiguamente una zona de 'mata brasileira' (4) con abundante flora y fauna, se encontraba devastado por la intensa actividad agrícola realizada en la hacienda. Lina Bo Bardi no conocía el jardín brasileño, se encontraba ante un terreno agrícola con vestigios de un paisaje selvático y rodeado de leyendas fantásticas que influyeron determinantemente en su diseño de la Casa de Vidrio. Trabajó con el pasado del lugar elaborando una reconstrucción gracias a la memoria colectiva de los habitantes de la zona, intuyendo el movimiento de su jardín. Unas herramientas de proyecto intangibles que daban coherencia a sus decisiones, a priori basadas en su influencia moderna importada de Europa. Después PAGINA 1

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Lina Bo Bardi: la Casa de Vidrio y los misterios del Jardín MorumbiANA BELEN LOPEZ PLAZAS. MPAA 2011-2012.

La primera obra construída de Lina Bo Bardi en Brasil,

se situó dentro del Jardín Morumbi en 1951. Bautizada

por los vecinos como Casa de Vidrio, fue el reflejo del

estilo internacional que la arquitecta importaba a un país

donde el movimiento moderno estaba empezando a

definirse. Treinta y cinco años después, construyó una

Casinha-Estudio para sus colaboradores en los

alrededores de la casa. La distancia física y temporal

que existe entre las dos obras dentro del Jardín

Morumbi, se convierten en objeto de estudio en este

relato. La autora os invita a observar el camino que Lina

realizó a diario para comprender la valentía intelectual

que caracteriza su obra.

La escalera

En 1946, Lina Bo Bardi viajó a Brasil junto su marido

Pietro Maria Bardi con la intención de conocer varios

países latinoamericanos. Cuando por primera vez divisó

la costa brasileña desde el barco mostró una inmediata

fascinación por el nuevo país que se abría ante sus

ojos:

“Me sentí en el país de lo imaginable, donde

todo era posible.”(1)

Atrás dejó una Italia de posguerra con decepcionantes

cambios políticos donde en 1939 se licenció en

Arquitectura por la Escuela Superior de Arquitectura de

Roma. En los años siguientes realizó trabajos para el

estudio de Gio Ponti, y comenzó su carrera editorial

junto a Carlo Pagani al cargo de la revista Domus y

creando la revista Quaderni di Domus. En aquel

momento sus aptitudes periodísticas ya demostraban la

capacidad crítica que era capaz de desarrollar,

confirmando la gran producción escrita y pedagógica

que acompañó su obra toda su carrera.

A su llegada a Rio de Janeiro, Pietro M. Bardi organizó

una exposición en el Ministerio de Educación y

Sanidad(2), donde Lina Bo Bardi conoció las principales

figuras del movimiento moderno brasileño -Oscar

Niemeyer, Lucio Costa y Burle Marx- que le dieron la

bienvenida a un país donde la arquitectura moderna

estaba empezando a definirse.

El matrimonio se estableció en Sao Paulo, donde Pietro

M. Bardi fue invitado a crear y dirigir el Museo de Arte

de Sao Paulo. Decidieron establecerse a las afueras de

la ciudad en una zona de residencias alegres de gente

humilde y pobre(3) conocida como Jardín Morumbi,

donde compraron una colina en el interior de una

hacienda. El terreno que había sido antiguamente una

zona de 'mata brasileira'(4) con abundante flora y fauna,

se encontraba devastado por la intensa actividad

agrícola realizada en la hacienda.

Lina Bo Bardi no conocía el jardín brasileño, se

encontraba ante un terreno agrícola con vestigios de un

paisaje selvático y rodeado de leyendas fantásticas que

influyeron determinantemente en su diseño de la Casa

de Vidrio. Trabajó con el pasado del lugar elaborando

una reconstrucción gracias a la memoria colectiva de los

habitantes de la zona, intuyendo el movimiento de su

jardín. Unas herramientas de proyecto intangibles que

daban coherencia a sus decisiones, a priori basadas en

su influencia moderna importada de Europa. Después

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de la lectura de la geografía paulista, decidió colocar la

casa en lo alto de la colina con una clara orientación

hacia la ciudad, y con el paso de los años difuminar Sao

Paulo a través de un telón de naturaleza selvática.

Entendía la vivienda como un objeto híbrido de la suma

de naturaleza y artificio, expresado con sus propias

palabras:

Esta vivienda supone un orden de

acumulación entre naturaleza y el orden natural de las

cosas.(5)

Ella no tenía prisa, acababa de llegar, y quería que el

jardín se convirtiera en un escenario donde a través de

su movimiento desarrollar un 'orden dinámico'(6) que

indicara que el lugar estaba en evolución. Un jardín por

casualidad de máxima entropía que rescatara la 'mata

brasileira' que añoraba la memoria colectiva del Jardín

Morumbi.

En la colina se establece un orden natural de las

estancias que componen la vivienda. Las zonas de

servicio y dormitorios se encuentran apoyadas

directamente sobre el terreno, destacando la

funcionalidad a través del dimensionado de cada una de

las estancias. Están construidas con ladrillo y cemento

como las casas que ella observa en la zona,

incorporando el uso de paneles de madera de color rojo

en la cocina -en el interior de color verde- y en el

dormitorio principal, que nos alertan del carácter

industrial que invade Brasil en esos momentos. En

contraposición a estas estancias de una forma técnica

pero también en términos dimensionales, crea un gran

contenedor sobre unos pilares metálicos de color verde

y dieciocho centímetros de diámetro para alojar las

actividades sociales e intelectuales. Diseña un patio

centrado que ayuda a distribuir las diferentes estancias

de la gran pieza acristalada. Una maleta vacía de vidrio

con una situación dominante ante el Brasil desconocido

para la recién llegada arquitecta italiana [2].

No es objeto de este escrito desvelar el interior de la

casa, que actualmente ha sido objeto de impecables

estudios(7). Mi aportación dentro del Jardín Morumbi con

este relato es descubrir a través del jardín de Lina los

itinerarios más importantes que marcaron el desarrollo

de su carrera.

En la obra de Lina Bo Bardi encontramos su gran

dedicación al diseño de escaleras que son notables en

cada una de sus obras. Para ella, es importante mover a

los actores en el escenario, como demostrará con sus

proyectos escenográficos, por lo tanto los movimientos

en sus diseños son medidos y estudiados al detalle. En

1951, cuando se construye la Casa de Vidrio, la

elección y diseño de la escalera fue una labor de

conocimiento y estudio pormenorizado de la topografía

del Jardín Morumbi. Nos encontramos ante una

escalera de ida y vuelta, una pieza de dos tramos de

ancho constante pero de diferentes longitudes que

enseñándonos inocentemente el acceso a la casa, nos

provoca el primer acercamiento con el jardín y sus

componentes. Serán unas láminas de piedra apoyadas

sobre el terreno las que nos marcarán el camino hacia

el primer tramo de la escalera, comenzando los giros de

la coreografía que ella diseña para subir a su casa.

Subamos la escalera. El primer tramo de siete

escalones nos eleva un metro del terreno para

colocarnos en un mirador donde observar la ciudad

paulista antes de girarnos para seguir avanzando hasta

la casa. Damos la espalda a la ciudad y son quince

escalones los que nos separan de la puerta principal

que se encuentra en el lado izquierdo haciéndonos girar

otra vez. En el interior nos encontramos con el patio y

descubrimos el árbol cuyo tronco nos ha acompañado

en la subida hacia la casa y cuya copa presenta sus

primeras ramas. El árbol, que de puntillas alcanza a ver

las piezas de color azul celeste que forman el solado de

la casa, observa el contenedor vacío donde los muebles

se diluyen ante la imagen presente de Sao Paulo.

Los muros

Pero volvamos a bajar la escalera, dejando un momento

la maleta vacía, para acercarnos al jardín y descubrir

como se convierte en un laboratorio donde Lina Bo

Bardi pone en práctica las nuevas ideas que abordan en

su cabeza [1]. Nuestro viaje comienza tomando el

camino al lado del estanque.

En el jardín consciente de la futura regeneración de la

'mata brasileira', ella realiza una red de caminos que

conectan las diferentes construcciones que existen en la

finca (hablamos de pequeñas construcciones a modo de

pabellones que servían de vivienda a los cuidadores de

la finca y para apoyo de actividades agrícolas). Debido a

la topografía de la colina, los caminos se delimitan por

unos muros que ayudan a distribuir el agua del terreno

creando un sistema de elementos sinuosos con función

estructural y drenante. Unos muros de fabrica de ladrillo

en los que incrusta elementos que encuentra en los

alrededores del Jardín Morumbi: cantos rodados, trozos

de cerámica, tablas de madera... Los muros acolchados

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cobran vida gracias a la acción de Lina Bo Bardi

consiguiendo una mimesis directa con el paisaje de la

finca. Estos muros, que ante el lenguaje moderno o

'modernidad universal'(8) serian simples elementos

constructivos, se convierten en objetos vivos de

grosores heterogéneos con diferentes colores y

texturas, mostrando que su mirada va mas allá del estilo

internacional. Su modo de operar forma parte de la

llamada 'tercera generación moderna'(9), donde existe

una atención al lugar y a lo vernáculo. Avanzada la

década de los 50, y sin salir del jardín Morumbi, ya

encontramos superada la dicótoma en la que que se

había dividido la estética del siglo XX. El pensamiento

de Lina Bo Bardi forma parte de la 'modernidad

específica'(10) porque sus obras alcanzan paulatinamente

su valor de arte universal a partir de su síntesis entre

modernidad y cultura del lugar.

Los muros recubiertos de minerales y cantos rodados

nos acompañan mientras divisamos las cubiertas planas

de las humildes construcciones de la finca, la luz y su

claridad son protagonistas del paseo dejando en un

segundo plano las especies excepcionales que surgen

del sustrato vegetal.

Estos muros serán las probetas que Lina Bo Bardi uso

para las fachadas de la Casa Valeria Cirell, situada en

los alrededores de la Casa de Vidrio, y la Casa Chame-

Chame, ambas proyectadas en 1958. En estos

proyectos los muros del jardín Morumbi dan un paso

más y se convierten en fachadas vegetales, un

concepto que trabajará hasta su máxima expresión en

su último proyecto para la Nueva Sede del

Ayuntamiento de Sao Paulo (1990-1992), donde a

través de un muro vegetal de gran longitud quiso

demostrar el poder de la transformación del jardín por el

paso del tiempo, como lo hace la propia naturaleza día a

día(11). Al igual que en la Casa de Vidrio donde la

arquitecta quiere reflejar la naturaleza en sus grandes

ventanales, en estas casas se produce una mimesis

conceptual plástica, un desarrollo de la abstracción

conceptual previamente experimentada en el jardín

Morumbi.

Después del descenso hasta la casa del portero, que

por antigüedad guarda los secretos mejor guardados del

jardín, encontramos un tramo de camino mas suave

formado por una láminas de piedra que se apoyan en el

terreno. Esta sucesión de piedras nos sugieren avanzar

saltando de piedra en piedra, como en un juego infantil

donde está prohibido pisar el terreno. El camino

engorda para crear una zona de descanso, dejando de

ser un pasillo estrecho de unos sesenta centímetros de

ancho donde avanzábamos en fila india. Una pausa

después de la bajada donde tomar consciencia de la

envolvente vegetal con la que soñó Lina.

En esta parada del camino [3] podemos imaginar a Lina

sentada cuando volvió a Morumbi después de su

estancia en Salvador de Bahía (1958-1964). Ella tomo

su tiempo para analizar los nuevos materiales que traía

en su maleta y remarcar como los matorrales, que

interrumpían el manto herbáceo del terreno, habían

crecido durante los seis años que dejo la Casa de Vidrio

abandonada. Volvió después de su principal contacto

con la cultura nordeste de Brasil, donde realizó un

estudio de la artesanía y arte popular formando parte

del movimiento Tropicália(12) -que en esos momentos

surge en Salvador de Bahía para posteriormente

desarrollar su máxima expresión en Rio de Janeiro-.

Gracias a este movimiento ella realiza sus primeros

colaboraciones con el mundo del cine y del teatro. Unido

a su fascinación por el arte popular, realiza el Museo de

Arte Popular de Salvador en el Solar de Unhao, donde

se propone la atrevida labor de mostrar a los brasileños

su propia cultura. Es importante destacar, que la

arquitecta no solo diseñaba los edificios, sino que

contenido y contenedor eran inseparables para ella. Fue

directora artística de la mayoría de edificios culturales

que proyecto a lo largo de su carrera. Su interés

pedagógico se refleja en la posibilidad de socialización

entre humanos y no-humanos(13) a través de sus

acciones.

La Casinha

En el artículo de 1958 titulado Arte Industrial, Lina Bo

Bardi revela la importancia que tiene la unión de técnica,

diseño y ejecución en el mundo de la arquitectura. Para

ello, apoya la creación de una escuela de oficios, y

diseña sus bases pedagógicas, paralela al desarrollo del

proyecto del MASP. Pretende crear lugares donde

realizar labores de comunicación entre todos los

agentes que intervienen en el proceso constructivo:

El arquitecto que desconoce la realidad de la

obra, y los ejecutores que no saben leer un plano.

Estamos en una era colectiva, donde el resultado

técnico de la artesanía es la industria.(14)

Una observación que comparte con Charles Eames,

quien tampoco cree en un proceso de creación

individual y divino sino en el esfuerzo y trabajo de las

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personas que están interesadas en lo que hacen(15).

En el año 1986, treinta y cinco años después de la

llegada de Lina Bo Bardi, un nuevo elemento aparece

en el Jardín Morumbi [4] [5]. Una pieza con un lenguaje

formalmente distante al de la Casa de Vidrio, pero que

comparte las ideas expresadas por ella en 1951 sobre

su vivienda:

En esta casa no fueron buscados efectos

decorativos o de composición, pues el objetivo era su

extrema aproximación con la naturaleza por todos los

medios, los mas simples, que menos interferencia

pusieran junto a la naturaleza. El problema era hacer un

ambiente 'físicamente' abrigado, esto es, donde vivir

defendido de la lluvia y del viendo, participando, al

mismo tiempo, de aquello que es poético y ético, mismo

una tempestad. (16)

En los pies de la colina vuelve a trabajar con un orden

natural de las estancias para crear una Casinha-Estudio

para sus colaboradores. Dos piezas definen la nueva

construcción: una pieza de baños y almacenaje se

encuentran apoyada directamente sobre el terreno

construída con ladrillo y cemento como las casas

iniciales que ella observaba en la zona, la segunda

pieza aparentemente ingenua presenta un carácter

artesanal, estructura de eucalipto y cubierta de teja. Es

un contenedor para las actividades de trabajo envuelta

por unos paneles de madera, algunos de ellos

correderos(17). Está elevada del terreno a través de unos

soportes de madera, que nos transmiten la idea de

elemento industrial efímero que podemos trasladar en

cualquier momento.

Al observar el croquis realizado por Lina Bo Bardi [6]

vemos los elementos con los que ella diseña este

espacio, dotando de la misma jerarquía a la vegetación,

la estructura de eucalipto, el terreno y el agua. Creando

un parlamento de las cosas(18) donde todo tiene la

misma importancia. En el croquis solo aparece el

modulo del espacio de trabajo, como si la pieza auxiliar

de ladrillo ya estuviera en la parcela o como si su

descripción formara parte de otro documento destinado

a otros técnicos. Lo que nos muestra el lenguaje

diferenciando que utiliza para diseñar las dos piezas. En

el croquis, dibuja una pieza rectangular formada por tres

módulos con una estantería en el eje central y cubierta a

dos aguas. Indica hacia donde se mueven los paneles

de madera y es evidente el estado en que se encuentra

la vegetación en su dibujo en planta -lo que antes fueron

unas fachadas de vidrio, ahora son unas puertas de

madera correderas que consiguen una perfecta armonía

con la trama vertical que produce la 'mata brasileira'

regenerada que constituye otro cerramiento mas del

espacio de trabajo. En la sección destaca la forma en la

que el agua discurrirá por el tejado, esta vez no crea

puntos concretos de evacuación -como los vierte aguas

de la Casa de Vidrio que usa en otras obras- sino que el

agua caerá libremente al terreno en el lateral derecho, y

en el lateral izquierdo donde se realiza el acceso coloca

una zona de guijarros a modo de capa drenante. El

terreno fluye debajo de la casinha, un gesto de respecto

ante el jardín en movimiento que ha cumplido 35 años.

El camino

Pero, ¿qué lleva a Lina Bo Bardi a instalar otra pieza

más 35 años después el jardín Morumbi [7]? Cuál era su

intención, ¿crear una zona de trabajo? ó ¿provocar un

paseo diario? Ella bajaba de la Casa de Vidrio a hablar

con sus colaboradores(19). Lina creó un mueble para sus

colaboradores y un camino para ella.

Si volvemos al camino y realizamos el ascenso a la

Casa de Vidrio, podemos observar los cambios que ha

sufrido el jardín. Unas sinuosas barandillas de color

verde nos ayudan en la subida, a veces se encuentran

apoyadas directamente en el terreno, otras son los

muros las que sirven de pieza de conexión. Los muros

acolchados que reconocimos en la bajada son unos

muros que han engordado y los colores se han tornado

más oscuros. El camino sigue forzándonos a subir uno a

uno, en fila india, pero ahora tenemos que observar mas

detenidamente el camino, la luz es mas escasa por que

la exuberante vegetación la convierte en un bien

preciado, existen infinitos detalles en la subida que nos

hacen detenernos. El sonido es más grave, los bichos

del bosque(20) son ahora más numerosos y están

preparados para contarnos todos los secretos del jardín.

Mientras subimos el parte de más pendiente,

remarcamos que antes de proyectar en 1986 la Casinha

que dejamos en nuestras espaldas, los proyectos más

significativos de Lina Bo Bardi en Sao Paulo ya están

terminados, como el MASP (1957-1968) y el SESC

Pompeia (1977-1986). También otros destacables en la

zona de Salvador de Bahia, como la Iglesia de Espiritu

de Cerrado (1976) y la Capilla de Santa Maria de Anjos

(1978-1982). Si avanzamos el tramo final del camino,

nos esperan proyectos en Salvador como la Casa de

Benin (1987), Casa del Olodum (1988), las obras en la

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Ladera de la Misericordia (1987-1990) -donde elabora

un sistema prefabricado de hormigón junto al arquiecto

João Filgueiras Lima (Lelé)- y el Teatro Oficina (1991)

en Sao Paulo, entre otras.

La Casinha no fue un proyecto clave en la obra de Lina

Bo Bardi, nunca ningún proyecto se impuso a otro. Ella

no confiaba en el desarrollo del tiempo de forma lineal,

cada proyecto era nacido de muchos y de ninguno,

como lo transmitió con la creación zoomórfica de

objetos y su proximidad a la obra de Tarsila do

Amaral(21). Consideraba vital el conocimiento del pasado

para afrontar el presente, haciendo viable la

contradictoria entre lo vernicular y lo moderno. Por lo

tanto, no hay un antes y un después de la Casinha, sino

un durante. El camino nos sigue relatando su forma de

operar desde el conocimiento del pasado.

“No necesito del High-tech ni de los

materiales de moda para ser moderna.”(22)

Cuando alcanzamos el último tramo del camino,

estamos en la explanada de pavimento de piedra que la

arquitecta diseñó para dar acceso rodado a la Casa de

Vidrio [8]. Ahora es un claro en el bosque y nos deja

observar el contenedor acristalado rodeado de 'mata

brasileira' que ha alcanzado el climax(23). Allí de pie con

los ojos cerrados, pensamos como ella lo imaginó

cuando puso los pies por primera vez en el jardín

Morumbi. Visualizó como todos los troncos jóvenes

adolescentes crecerían y se harían adultos para crear el

telón vegetal reflejado en las fachadas acristaladas que

borrarían la imagen de la ciudad Paulista. Un refugio

donde participar de los peligros de la naturaleza(24). Una

naturaleza que ha crecido de forma azarosa y salvaje(25),

creando el jardín en movimiento que envuelve la Casa

de Vidrio. El conjunto de pilares Mannesmann(26) ahora

es un Bosque de Maestras de colores(27) donde viven

todos los Bichos del Bosque que Lina ha traído en su

maleta.

Al subir la escalera 60 años después de la llegada de la

Casa de Vidrio al Jardín Morumbi, podemos observar

todos los objetos que han ido llenando la maleta de Lina

Bo Bardi a su paso por Brasil. La colocación de estos

objetos dentro del contenedor acristalado sería otro

tema de trabajo, el de este relato ha sido dejar

constancia de los objetos que situó, y de aquellos que

encontró, en los caminos en movimiento del Jardín

Morumbi [9].

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(1) “Arrivo a Rio per nave, in ottobre. Incanto. Per chi arrivava dal mare, il Ministerio dell'Educatione e della Sanità si stagliava come una grande nave bianca e azzurrra contro il cielo. Primo messaggio di pace dopo il diluvio della Seconda Guerra Mondiale. Mi sono sentita in un Paese inimmaginabile, dove tutto era possibile. Mi sono sentita felice, e a Rio non c'erano macerie. [...] Palabras de Lina Bo Bardi a su llegada en barco a Rio de Janeiro. BO BARDI, LINA. Curriculum literario. Encontrado en: GALLO, ANTONELLA. Lina Bo Bardi Architetto. Editorial Marsilio. Venecia. 2004.

(2) Proyecto de Lucio Costa, Oscar Niemeyer, Carlos Leao, Jorge Moerira, Affonso Reidy y Ernani Vasconcelos a partir de un croquís de Le Corbusier.

(3) traducción. pag 78 y 81. BO BARDI, LINA. Lina Bo Bardi. Editan Charta, Milan e Instituto Lina Bo Bardi y Pietro M. Bardi, Sao Paulo. 1994.

(4) Mata Brasileira significa Bosque Brasileño en portugués. Lo encontramos referenciado de esta forma en numerosos artículos sobre la Casa de Vidrio.

(5) Fragmento del articulo que escribe su casa. Artículo: Residencia en Morumbi. BO BARDI, LINA. Revista Habitat, Sao Paulo, n.10, jan.-mar. 1953, pp 31-40.

(6) Jardines de 'orden dinámico' y de 'orden estático'. CLÉMENT, GUILLES. El jardín en movimiento. 2006. Encontrado en: Naturaleza y artificio. ed/Gustavo Gili, Barcelona. 2009.

(7) Es importante destacar la aportación de: DE OLIVEIRA, OLIVIA. Subtle substances. The architecture od Lina Bo Bardi. ed/Gustavo Gili, Barcelona y Romano Guerra, Sao Paulo. 2006.

(8) A través de la obra de Lina Bo Bardi podemos diferenciar la 'modernidad universal' de la 'modernidad específica'. Ensayo: La superación de la abstracción con el retorno a la mimesis. Encontrado en: MONTANER, JOSEP MARIA. La modernidad superada. Ed/Gustavo Gili, Barcelona. 1999. pp 11-22.

(9) Ibíd.(10) Ibíd.(11) Análisis del proyecto para la nueva sede del Ayuntamiento de Sao Paulo. SANCHEZ LLORENS, MARIA DEL MAR. Tesis doctoral:

Objetos y acciones colectivas en la obra de Lina Bo Bardi. Madrid. 2010. p 103.(12) Lina Bo Bardi como unión de tres mundos: movimiento moderno, nordeste brasileño y movimiento tropicália. SANCHEZ LLORENS,

MARIA DEL MAR. Tesis doctoral: Objetos y acciones colectivas en la obra de Lina Bo Bardi. Madrid. 2010. Op. Cit.(13) Bo Bardi consigue la socialización de los muros no-humanos, la relación de humanos y no-humanos marcara toda su carrera. Ella

es consciente, como explicara Latour en sus textos, de su posición privilegida de humano para realizar acciones que implican a no-humanos. Artículo: De la mediación técnica: folosofía, sociología, genealogía. LATOUR, BRUNO. Encontrado en: revista oeste 016. Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura. Cáceres. 2003.

(14) BO BARDI, LINA. Arte industrial. Revista Crônicas de arte, de história, de costume, de cultura da vida. Arquitetura. Pintura. Escultura. Musica. Artes visuais. Salvador. 1958.

(15) “No creo en esa idea de una 'minoria superdotada', sólo en gente realmente interesada en lo que están haciendo encuentran la manera de desenvolverse buenos en lo que sea.” Charles Eames hablando de los colaboradores de su estudio. COLOMINA, BEATRIZ. La domesticidad en guerra. Actar. Barcelona. 2006. p89.

(16) Comienzo del articulo que escribe su casa. Artículo: Residencia en Morumbi. BO BARDI, LINA. Revista Habitat, Sao Paulo, n.10, jan.-mar. 1953, pp 31-40. Op. Cit.

(17) En 1978 viaja a Japón. En el croquis de la Casinha-estudio anota: puertas correderas tipo japonés.(18) BRUNO, LATOUR. Politiques de la nature: comment faire entrer les sciences en démocratie. ed/La Découverte. 2004.(19) [...]tenía el estudio a los pies de la casa, donde conversa con sus arquitectos. SANCHEZ LLORENS, MARIA DEL MAR. Tesis

doctoral: Objetos y acciones colectivas en la obra de Lina Bo Bardi. Madrid. 2010. p 107. Op. Cit.(20) Colección de objetos que crea Lina Bo Bardi para diferentes exposiciones y escenografías.(21) Nos habla sobre Tarsila do Amaral y su obra dentro del movimiento tropicália. SANCHEZ LLORENS, MARIA DEL MAR. Tesis

doctoral: Objetos y acciones colectivas en la obra de Lina Bo Bardi. Madrid. 2010. p 191. Op. Cit.(22) Entrevista manuscrita de Lina Bo Bardi, página Cultural do Diário de Noticias, Salvador de Bahía. Publicada en 19/03/2005.(23) El climax es el estado óptimo de vegetación. CLÉMENT, GUILLES. El jardín en movimiento. 2006. Encontrado en: Naturaleza y

artificio. ed/Gustavo Gili, Barcelona. 2009. Op. Cit.(24) Expresión que usa en su artículo: Residencia en Morumbi. BO BARDI, LINA. Revista Habitat, Sao Paulo, n.10, jan.-mar. 1953, pp

31-40. Op. Cit.(25) En contraposición de la naturaleza ordenada de Europa.(26) Marca de los pilares de la Casa de Vidrio, Lina Bo Bardi describe los principales materiales utilizados en la construcción de la Casa

de Vidrio. Artículo: Residencia en Morumbi. BO BARDI, LINA. Revista Habitat, Sao Paulo, n.10, jan.-mar. 1953, pp 31-40. Op. Cit.(27) Exposición realizada en el SESC Pompeia, sobre las zonas rurales brasileñas. A la entrada de la exposición encontramos una

conjunto de columnas de madera muy altas, estampadas con diferentes motivos y colores muy llamativos. El visitante tiene que andar entre ellas para avanzar en la sala.

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[1] Lina Bo Bardi 1941. Instituto Lina Bo Bardi y P. M. Bardi.

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[2] Vista desde el interior de la Casa de Vidrio en 1951. Instituto Lina Bo Bardi y P. M. Bardi.

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[3] Casa del protero. AYARA MENDO PEREZ, 2010.

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[4] Camino y Casinha. AYARA MENDO PEREZ, 2010.

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[5] Acceso a Casinha. AYARA MENDO PEREZ, 2010.

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[6] Croquis de la Casinha-Estudio. LINA BO BARDI, 1986.

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[7] Casinha-Esctudio. AYARA MENDO PEREZ, 2010.

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[8] Casa de vidrio. AYARA MENDO PEREZ, 2010.

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[9] Ilustración del camino narrado en el artículo. ANA BELEN LOPEZ PLAZAS, 2012.