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Gabriel Ignacio Anitau Historias de los pensamientos criminológicos. 1- El ocaso del ideal resocializador. La caída del Estado de bienestar. El neoliberalismo y los gobiernos conservadores como responsables de la actual inflación punitiva: Tras varias décadas de investigación criminológica e inversión social en priones y barrios carenciados alguno criminólogos realizarían balances desalentadores. El delito no se había erradicado sino que aumentaba. Frente a esa sensación y por el apoyo de parte de la población muchos criminólogos pasaron en los años sesenta a asumir la caída de la época del tratamiento y su reemplazo por una línea penal de mano dura. Resultaría más conveniente entonces por razones de justicia, y también económicas, volver a un tratamiento clásico del delito y abandonar las políticas sociales, Pero la forma en que se implementara esta reforma penal iría mucho más lejos de los que podían sostener y desear los autores que la proponían. Para cuando los esquemas de pensamiento criminológico neoconservadores y neoliberales se estaban formulando el gobierno de EEUU y del resto del mundo se lanzaría hacia una nueva campaña de represión: GUERRA A LAS DROGAS y de esta forma se evitaba reflexionar sobre la complejidad social en relación al delito. Esto crearía una diferencia muy definitiva entre los incluidos y los "otros”: a los que dividiría entre los malos: traficantes y los peligrosos: los consumidores. El efecto inmediato de estos nuevos "criminalizables" seria el aumento del número, capacidad y empleados de las prisiones, inevitablemente conduciría al aumento del número de encarcelados. La mayoría de encarcelados pertenecía a minorías negras e hispanas, de acuerdo a estadísticas un

Anitau - Historias de Los Pensamientos Criminologicos

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Gabriel Ignacio AnitauHistorias de los pensamientos criminolgicos.1- El ocaso del ideal resocializador. La cada del Estado de bienestar. El neoliberalismo y los gobiernos conservadores como responsables de la actual inflacin punitiva:

Tras varias dcadas de investigacin criminolgica e inversin social en priones y barrios carenciados alguno criminlogos realizaran balances desalentadores. El delito no se haba erradicado sino que aumentaba.Frente a esa sensacin y por el apoyo de parte de la poblacin muchos criminlogos pasaron en los aos sesenta a asumir la cada de la poca del tratamiento y su reemplazo por una lnea penal de mano dura. Resultara ms conveniente entonces por razones de justicia, y tambin econmicas, volver a un tratamiento clsico del delito y abandonar las polticas sociales, Pero la forma en que se implementara esta reforma penal ira mucho ms lejos de los que podan sostener y desear los autores que la proponan. Para cuando los esquemas de pensamiento criminolgico neoconservadores y neoliberales se estaban formulando el gobierno de EEUU y del resto del mundo se lanzara hacia una nueva campaa de represin: GUERRA A LAS DROGAS y de esta forma se evitaba reflexionar sobre la complejidad social en relacin al delito. Esto creara una diferencia muy definitiva entre los incluidos y los "otros: a los que dividira entre los malos: traficantes y los peligrosos: los consumidores. El efecto inmediato de estos nuevos "criminalizables" seria el aumento del nmero, capacidad y empleados de las prisiones, inevitablemente conducira al aumento del nmero de encarcelados. La mayora de encarcelados perteneca a minoras negras e hispanas, de acuerdo a estadsticas un varn negro estadounidense recin nacido tendra una posibilidad entre cuatro de estar en prisin en algn momento de si vida.Estos cambios criminolgicos y penitenciaros corran en paralelo con cambios socio econmicos avalados por una ideologa neoconservadora que se dice a si misma a veces neoliberal pero que es profundamente conservadora.2- Devolver el control a las familias. La privatizacin del control:Al lado del eficientsimo de un liberalismo moderno tendra su auge un reaccionario renacimiento de la idea de la familia otra vez asentado en profundas ideas religiosas y cristianas. Esta revitalizacin de la familia como mejor herramienta de control aria anudada a una creciente reduccin de determinados gastos de aquel estado de bienestar en crisis.Se esbozara la denominada teora del control que sostiene que la forma de evitar la delincuencia juvenil radica en crear un entorno afectivo que puede proporcionar a los jvenes un ambiente no delincuente. Y ello es una tarea principal de las familias de pertenencia. Si los jvenes estn integrados en una familia, una escuela o un club, cometeran menos delitos que si no lo estn. Ellos suponen que las redes afectivas funcionan a la vez como redes de control. Son estas redes las que evitaran siempre segn Hirschi, el delito en base al apego, admiracin, afecto o identificacin con personas respetuosas de las leyes. Y en segundo lugar en base al compromiso con instituciones, amigos, trabajo o familiares que le otorgan afecto al joven; si tiene mucho que perder delinquiendo se abstendr de hacerlo. Luego en base a la participacin en actividades que eviten tener tiempos para otras ilcitas. Y finalmente en base a las creencias compartidas con su grupo de origen, si son respetuosas de la vida, la propiedad y el orden.La cada del estado benefactor produjo entonces un aumento importante del rol de las familias en el contrato social, en la educacin y posibilidades de ofrecer a sus hijos al mercado de trabajo en condiciones favorables. Pero tambin aumento en forma muy destacada el rol de las empresas en general, estas empresas ofreceran nuevos miedos y nuevas formas de aplacarlos. La seguridad seria un bien que estara en el mercado. Aun cuando el estado seguira cargando con el trabajo sucio, ciertas empresas aplicaran el mismo esquema de las privatizaciones para ofrecer nuevos servicios a quienes pudieran pagarlo. Para los pobres este sera un bien excesivamente caro, pero para aun los ms pobres seria una nueva herramienta para la discriminacin y represin. As entonces la seguridad era un negocio, constantes propagandas de alarmas, cmaras de seguridad, guardias de seguridad y elementos para la defensa personal constituiran los principales elementos que el mercado ofreca. Esta privatizacin tambin se dio en relacin a las funciones del estado de bienestar en las prisiones. El negocio seria entonces redondo y tan complejo que podra hablarse del complejo industrial penitenciario. Quienes se vean perjudicados con estas politicas serian los propios internos, se perjudicaran con el empeoramiento de servicios y comidas y tambin con el menor rigor al contratar guardias muchas veces ex militares que practicaran malos tratos. Para mejorar estas desesperadas condiciones los presos o sus familias deberan pagar formar o informalmente por servicios "extras" como comidas y comunicaciones.

3- Las polticas de ley y orden y el realismo penal duro.Era necesario abandonar las grandes teorizaciones y volver a lo bsico, a lo que la gente comn entiende como bien y mal. Sus autores se centraran sobretodo en la prevencin del delito que tendra que ver con la eleccin racional, con las rutinas cotidianas y con las oportunidades racionales. Wilson se convirti en el criminlogo de cabecera para la derecha punitiva estadounidense. Para el los ndices delictivos en EEUU haban subido porque haban bajado las posibilidades de ser detenido, y de ser severamente castigado. Este autor propuso la teora de las ventanas rotas: la polica y la sociedad en los barrios sostenan con vehemencia la necesidad de perseguir las ms pequeas incivilidades callejeras debido a que estas son el punto de partida de un mayor deterioro en los barrios. Si una ventana de un edificio est rota y se deja sin reparar el resto de las ventanas sern rotas pronto porque una ventana sin reparacin es seal de que a nadie le preocupa y por lo tanto romper ms ventanas no tiene costo. Un edificio con todas sus ventanas rotas traduce la idea de que a nadie le importa lo que pasa en las calles y pronto otros edificios sern daados. Ello tendr efectos negativos pues solo los jvenes, los criminales, tienen un negocio en una avenida sin proteccin y por lo tanto los ciudadanos abandonaran la calle. Wilson propondra una polica ms barata, eficiente y visible. Pero esa polica ms cercana no tendra tanto la finalidad de perseguir delitos sino que ms bien le correspondera combatir las conductas desordenadas o antisociales como el vagabundeo, la mendicidad, la prostitucin, etc. Pues ellas serian la ventana rota que luego dara lugar a conductas mas graves. La poltica criminal preventiva recomendada era la consecuencia de no dejar ninguna ventana rota ni una muestra de descontrol sin castigo. De aquella teora de las ventanas rotas se derivara la tcnica de polica intensiva conocida como tolerancia cero.En 1994 entonces se declarara una nueva guerra, a la delincuencia callejera, a las drogas, a las bandas y a la violencia de los jvenes en general. A todo ello se le dice "basta" con la expresin tolerancia cero. Dejara de tolerarse cualquier violacin a las leyes y a los cdigos morales ultraconservadores que representara una polica relegitimada. Solo al ao de haber asumido se mostraran nmeros que daran cuenta de que la guerra se estara ganando, pues a los que pedan limosnas o lavaban parabrisas se les arrestaba en vez de multarlos, las detenciones se haban triplicado, el numero de policas haba aumentado y los delitos denunciados haban disminuido. As mismo las demandas por abusos policiales se duplicaran, el nmero de muertos por balas de la polica aumentara y la mayora de los fallecidos eran consecuentes de la custodia policial. Pero lo que resultaba ms importante era que tres de cada cuatro neoyorquinos consultados se declaraban ms "seguros". Esos eran los resultados buscados. De lo que se trataba "sin complejos" era de justificar una nueva criminalizacin de la marginalidad o pobreza. En 1985 Wilson y el psiclogo Herrnestein escribieron una obra claramente racista, hablaban de la predisposicin al delito como una opcin racional de ciertos individuos. La clave explicativa de la criminalidad debe volver a un criterio de sentido comn que indica que el que delinque lo hace para beneficiarse. Insistan en excluir explicaciones sociales y polticas y reducir el problema a una cuestin de mentalidad humana. Se renunciara cualquier investigacin etiolgica y se deca entonces que todo el esfuerzo pensante deba centrarse en la forma de reprimir ms eficazmente.Herrnestein propondra que la mayora de la poblacin tiene una inteligencia o habilidad cognitiva normal o similar, segn este autor el coeficiente intelectual de los presos sera inferior al de los que viven en libertad. Desde esta perspectiva se recuperan entonces teoras del siglo 19. Parece mentira la forma en que se recuperan dichas teoras ya que su abandono provena de la demostracin de que esas teorias resultaban irracionales. Sin embargo muchas veces pensamientos cientficos que parecen abandonados resurgen de la mano de la necesidad poltica o ideolgica, por ejemplo la teora de Lombroso fue resucitada en 1930 en Alemania por las necesidades del gobierno Nazi.