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Anuario UPA 2001

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El Anuario 2001 de la Agricultura Familiar en España, editado por la Fundación de Estudios Rurales y por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), contiene artículos de opinión y de análisis, así como datos estadísticos de gran interés para comprender a fondo el sector primario europeo.

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Page 1: Anuario UPA 2001
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Page 3: Anuario UPA 2001

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

Redacción y administtación Agusrin de 13erancourr, 17-3°. 28003 Madrid Tel.: 91 554 18 70 Fax; 91 55+ 26 21 e-mail · [email protected] incemec: www.upa.es

Gesrión y Adminisrración José Luis Marrín

Redactores y colaboradores

Esteban López Plaza Elena Conesa Sánchez José Manuel Delgado

Héctor Samz Femando Vaquero Javier Alejandre

Man Luz de Sancos David Ence

Ana Batanero Vícmr Salazar (.l\ndah1cía)

Carlos Ballesteros (Castilla-u1 Mancha)

áscar Foncán (Caslí lla y León)

Manfé Zama (Badajoz) Héctor Sánchcz (Bniselas)

Secrcrnría Pilar Moncanc.I, Emestina

Rufo, Manuela Nú fi ez, Pilar García

Coordinador de los aráculos sobre

Globalización y Agriculrura Eduardo Moyano

Fotografia Joaquin Terán

Documentación Deparnunemo Técnico de UPA Umones Territonales de UPA Uniones Sectoriales de UPA

Maquetación Ana B. Gómez

Departamento de publicidad

Agustln de Betancourr, 17-6°. 28003 Madrid Tels.: 91 533 97 81 /

91 533 83 55 Fax: 554 26 21

Impresión Gráficas Jomagar

EDlTA

//llj FUNDACIÓN DE ESTUDIOS RURAlES

Con la colaboración del Ministerio de

Agricultura, Pesca y Alimentación

~ M>NITTEIUO DE ,o..GNCUl TUll.A. l'UCA Y ALIMENTACIÓN

,._,

AGRICULTURA FAMILIAR EN ESPANA 2001 GLOBALIZACIÓN Y AGRICULTURA

AGRICULTURA Y CALIDAD DE LOS AUMENTOS. UN DEBATE NECESARIO EN EUROPA

DAVlD BYRNE

PAC: LA HORA DEL CAMBIO FERNANDO MORALEDA

ECONOMÍA, ECOLOGÍA Y AG RI CULTURA RISTO VOLANEN

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AGRICULTURA Y GLOBALIZAClÓN. LA HORA DE LA VERDAD

JOSÉ tvLAAÍA GARCÍAÁLVAREZ-COQUE

AGRICULTURA Y TERRITORIO EN LA AMPLIACIÓN EUROPEA

GRUPO DE BRUGGE-BRUJAS

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GLOBALJ.ZAC!ÓN, AGRICULTURA Y TERRITORI.O. UNA REFLEXIÓN A PARTIR DE LA EXPERIENCIA FRANCESA

PATRlCE L"COMBE / PIERRE YVES GU!HENEUF 35

EL DESARROUO LOCAL EN CONTEXTOS DE GLOBALIZACIÓN. UNA REFLEXIÓN DESDE LA EXPERIENCIA DEL MUNDO RURAL BRASILEÑO

JOSÉ GRAZJANO DA SILVA 47

JOSÉ BOVÉ, O lAS DOS CARAS DE LA GLOBALIZAOÓN EDUARDO MOYANO 59

LOS CU LTIVOS TRANSGÉNICOS: UNA VIS IÓN CRÍTICA DESDE LA AGRICULTURA FAMILIAR

JOSÉ MANUEL DELGADO PÉREZ 63

EL IMPACTO ECONÓMICO DE LA BIOTECNOLOGÍA EN LA AGRICULTURA .

ESTHER GRÁVALOS / ALEJANDRO GARCÍA

lRURAL-URBANO O LOCAL-GLOBAL? UN ANÁLISIS DE LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZAClÓN EN ÁREAS RURALES

ÁNGEL PAN!AGUA MAZORRA

74

83

UN FUTURO MEJOR PARA EL MEDIO RURAL DE TODO EL MUNDO

JOSÉ tvL"RÍA VERA 89

GLOBALIZACIÓN Y MERCADO DE TRABAJO EN LAS AGRICULTURAS MEDITERRÁNEAS

ANDRÉS PEDREÑO CÁNOVAS

IMPACTO DE LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA EN LOS DERECHOS SOCIALES Y LABORALES

JOSÉ MARÍA ZUFIAUR

TOMÁS VALDÉS

LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO COMPLJ.CADO PARA EL SECTOR AGROAL!MENTARIO

JOSEP PUXEU l ROCAMORA

LA GLOBALJ.ZAC!ÓN EN LA DISTRIBUCIÓN AGROALlMENTARlA

95

103

115

ALFONSO REBOLLO ARÉVALO 118

GLOBALIZACIÓN Y HÁBITOS ALIMENTARIOS HÉCTOR SA!NZ 12 7

INFORME SOClOf:CONÓMICO DE LA AGRICULTURA ESPAÑOLA

2001 La agrichltura española en 2000: grandes cifras y realidad socioeconómica Jea~ G. J¡.eg!dor

Medios de producción Sectores lllichas seetariales Agricultura y alirhentación Agricultura y medio ambiente

1

137 142 150 16il 174 179

Comunidades Autónamas, Balance de 2000

AccíéE: SindiGal de l!IPA

Uniones Federales

Uniones Sectoriales

Unianes Territoriales

Sedes UPA •Índice de anunciantes

183

209

218

223

234

248

Page 4: Anuario UPA 2001

Agricultura y calidad de los alimentos. Un debate necesario en Europa

Agricultura y calidad de los alimentos. Un debate necesario en Europa

DAVID

Comisa.ria Europeo de Sa.nidad y Protección

de los Consumidores

Estoy encantado de poder contribuir al Anuario de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos.

Me complace especialmente la ini­ciativa de su organización de pro­mover un debate abierto sobre los principales retos a que se enfrenta el sector agrícola en un mercado global.

En mi calidad de Comisario Eu­ropeo de Sanidad y Prorección de los Consumidores, estoy convenci­do de la necesidad de que en el fu­ruro renga lugar un debate sobre la

calidad de los alimentos, su seguridad y los méto­dos de producción de los mismos. La preocupa­ción de los consumidores en relación con la cali­dad y la segmidad de los alimentos es cada vez ma­yor y e1 nivel ele los estándares en la materia es cada vez más elevado. En consecuencia, en colaboración con el Comisario de Agricultura, Pesca y Desarro­llo Rural, Franz Fischler, hemos lanzado la inicia­tiva de lievar a cabo un debate a nivel europeo so­bre estas cuestiones. Queremos desarrollar nuevas ideas para lograr una agricultura sostenible y eco­nómicamente viable en colaboración con todos los agentes de la cadena de producción alimemaria.

Constatamos importantes cambios ele mienta­ción de las políticas agrícolas y alimentarias. En las décadas posteriores a la segunda Guerra Mundial la necesidad más apremiante era incrememar la producción y la productividad a 6.n de garantizar un suministro de alimentos suficiente para una po­blación de rápido crecimiento. Actualmente , la prospe1idad general y la existencia de excedentes de alimentos han desviado la atención de los ob­jetivos cuantitativos a la calidad y la diversidad de la producción agra1ia de alirnemos. Recién es­trenado el siglo XXI, los productores de alimentos europeos se enfrentan a retos que cambian cons­tantemente. Consumimos alimentos más va1iaclos durante todo el año, no sólo procedentes de to­do el territmio comunitario, sino también del res­to del mundo . Valoramos la extraordinaria gas­tronomía de nuestras naciones europeas y nos en-

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rusiasma descubrir alimentos diferentes , proce­dentes de las también ricas tradiciones gastronó­micas de las culturas de otros continentes.

Esto no significa que los logros del pasado no sirvan para nada. Con demasiada frecuencia, la crí­tica popular de la agricultura moderna proyecta una imagen monolítica y estática del secro r pri­mario , caracterizado por mérodos de producción intensivos . En realidad, en la Unión Europea po­demos estar orgullosos de tener uno de los siste­mas agrícolas más ricos y variados del mundo. la variedad es uno de nuestros puntos fuertes, algo que debemos preservar y apoyar. Y creo que la agri­cultura familiar desempeñará un papel clave en la preservación de nuestras ricas tradiciones en el sector de producción primmia.

Al mismo tiempo, debemos ser conscientes de que los modernos mérodos de producción han causado graneles preocupaciones en la opinión pú­blica. La crisis ele la EEB ha marcado los límites de la búsqueda de una mayor productividad en la cría de ganado. Asimismo, ha puesto de relieve que las cuestiones relacionadas con la seguridad de los ali­mentos rrascienden las [romeras nacionales y re­quieren respuestas a escala comunira1ia en el ám­bim de la salud pública. Si queremos restablecer la confianza del consumidor en los productos ali­mentalios, debemos tener en cuenta las lecciones de esta crisis. Asimismo , tenernos que exigir un nivel de seguridad equivalente en los alimentos imponados en la Unión Europea y crear los con­troles necesarios en las fronteras para comprobar que se cumplen estas exigencias.

En el contexto de la seguridad alimentaria, hay que resaltar la importancia del temprano estable­dmiento de una Autmidad Alimentaria Europea independiente. Esta autoridad actuará como prin­cipal asesora en el establecimiento de estrictas nor­mas de seguridad ele los alimentos, necesarias pa­ra la prmección ele la salud pública. Otra ele sus rareas clave será crear una red de coordinación y

cooperación con otros organismos similares como las au toridades nacionales responsables de la se­gulidad alimentaria y las instituciones científicas de los Estados miembros, así como comunicar los riesgos alimentarios a todos los consumidores ele

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Agricultura y calidad de los alimentos. Un debate necesario en Europa

Es posible que los consumidores tengan que ajustar sus expectativas y sus demandas a las oportunidades y las limitaciones con que se encuentran los agricultores.

la Unión Europea. La estrecha cooperación a ni­vel nacional y comunitario ayudará a evitar la trans­misión de mensajes discrepantes a los consumi­dores y a enconrrar soluciones comunes para la gestión de los riesgos en materia de seguridad de los alimentos.

La relación entre los agricultores y los consumidores

Pero los consumidores no sólo ponen en tela de juicio la seguridad de los alimentos que consumen. Quieren alimentos sanos y nutritivos y también se interesan por los aspectos de la agricultura rela­cionados con el entorno, la ética o el bienestar de los animales. los agricultores y ganaderos deberí­an prestar la debida atención a las demandas de los consumidores. Los futuros productores de ali­mentos deben dar prioridad al consumidor; deben participar en un diálogo dirigido a lograr un acuer­do común sobre la calidad y la seguridad de los alimentos que llegan a las mesas europeas.

Para ello, es posible que los consumidores ten­gan que ajustar sus expectativas y sus demandas a las oportunidades y las limitaciones con que se en­cuentran los agriculrores. En particular, será pre­ciso replantearse la relación entre la calidad y el pre­cio, entre el precio y la diversidad y entre la calidad y la diversidad. La calidad y la diversidad tienen un precio , pero este precio ha de ser el adecuado. Y debemos tener claro qué significa calidad, tanto en los mercados locales y regionales como a nivel na­cional, comunitmio o mundial. Soy consciente de que el concepto de calidad puede ser distinto pa­ra los consumidores alemanes que para sus com­patriotas españoles. Pero debemos ser capaces de llegar a un acuerdo respecta a algunos de los ele­mentos de la misma, o diversificar los producros en función de los posibles mercados sobre la base de las preferencias en cuestión de calidad.

Pero los cambios de actitud de los consumido­res y los productores de alimentos implican un cambio en la industria de procesado de alimentos y en la distribución de los mismos. Mi objetivo es asegurar que las demandas de los consumidores lle­gan a las reuniones de la dirección de las multina­cionales del sector agroalimentario. El desanollo de marcas mundiales y su comercialización mediante intensivas campañas publicitarias puede constituir una amenaza para los alimentos diversificados de calidad. La concenrración que tiene lugar en el sec­tor de distribución de alimentos hace que los gran­des disoibuidores desempeñen un papel central en la cadena alimentaria. El consenso que queremos alcanzar implica a éstos igual que a los consumi­dores y a los agricultores y ganaderos.

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De forma creciente , al consumidor no sólo le preocupa el producto en sí, sino que exige prácti­cas agrícolas correctas, más respetuosas con el me­dio ambieme y con el bienestar de los animales. Agricultores y ganaderos deben reaccionar ante es­tas señales del mercado. Los consumidores espe­ran recibir cada vez más información sobre el mé­todo de producción de los alimentos que se les ofre­cen el mercado. El crecimiemo del mercado de producros biológicos es un claro ejemplo de esta tendencia. Una agricultura orientada a la demanda debe suministrar lo que la sociedad espera de ella.

Por último, la calidad de los alimentos sólo se puede mantener por medio de una agricultura res­pot15able. Y, como ha di.cho mi colega Franz Fisch­ler, la agricultura responsable sólo es posible si co­operamos con la naturaleza, no si la atacarnos. Una agricultura responsable debe ser viable y durable en términos económicos, medioambientales y so­ciales. Por esto , las explotaciones agrícolas y ga­naderas sin una economía sana no son perdura­bles. La industria agrícola y ganadera de la Unión Europea debe ser competitiva. Se deben introdu­cir rentas equitativas, las reformas esrructurales de­ben ser económicamente soportables. De hecho , con la reforma de la Política Agrícola Común, las restituciones a la exportación y las medidas de intervención del mercado ya empiezan a dejar pa­so al apoyo directo a agricultores y ganaderos.

Como responsables de la toma de decisiones a nivel de la UE, estamos buscando formas de dar a la calidad un lugar prioritario en la agenda del diá­logo con los consumidores y los agemes del sector. Dirigimos nuestros esfuerzos a lograr calidad y di­versidad. Los aspectos que se han detener en cuen­ta son complicados, y complicadas son también las soluciones. Por eso, creo que es muy importante trasladar este debate de la sede de Bruselas a las personas directamente implicadas a nivel nacional y sus respectivas organizaciones. Nuestra intención es recoger sugerencias para elaborar futuras políti­cas a rravés de debates abiertos en los Estados miembros; hacer que los ciudadanos de Europa participen en un debate televisado en todo el te­nitorio de la UE, en los foros de opinión de lmer­net relacionados con la calidad, la seguridad y la producción de alirnentos; organizar conferencias con el Parlamemo Europeo y los agentes europeos del sector; mejorar las iniciativas de calidad secto­riales que existen actualmente en los Estados miembros , y que implican a los consumidores, los productores y los comerciantes; y fomentar el aná­lisis y la investigación en los ámbitos en cuestión.

Espero poder comar con su connibución a es­te debate para elaborar las futuras políticas en el ámbita de la producción alimentaria en Europa.

Page 6: Anuario UPA 2001

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Page 7: Anuario UPA 2001

PAC: la hora del cambio

FERNANDO MORALEDA

Sea'eta1io General de

UPA

PAC: la hora del cambio

L a crisis alimentaria que ha suscitado la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), acompañada de la alarma más re­ciente de la fiebre aftosa, y con los pre­

cedentes no muy lejanos de las dimanas en el sec­tor avícola , han creado un ámbito de preocupa­ción sin precedentes en los consumidores, que ha terminado por influir, en tanto en cuanto ciuda­danos con derecho de voto , en la decisión de los Gobiernos europeos y en las iniciativas de la pro­pia Comisión Europea.

Sin embargo, a pesar de ser una crisis de ver­dadero "interés general'', el entorno que la rodea no ha sido suficientemente explicado en todas sus vertientes, generando una creciente desinforma­ción de la opinión pública.

Comprender este entorno de la crisis es im­prescindible para poder enconr.rqr eA.'Plicaciones a las distintas actuaciones políticas, sindicales y de los propios consumidores; porque, sin duda, ayu­darán a encontrar las vías de solución a la hora de establecer los cambios necesarios de la políti­ca agraria europea.

En relación a la situación del ámbito político, la crisis de la EEB se ha producido en un momento de clara debilidad, cuando no de retroceso , en el proceso de integración europea.

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La Comisión ha perdido la capacidad de inicia­tiva que tenía en el pasado. El Comisario de Agri­cultura ha dejado de ser el comisario más impor­tante del Colegio para depender del de Presupues­tos, y de una figura emergente, como es el área de Sanidad y Protección de los Consumidores. El Cort­sejo de Ministros de Agricultura lleva varias sesio­nes sin tomar decisiones concretas por la limitación presupuestaria acordada en Berlín y más reciente­mente aparecen Ministerios de Agricultura ·donde sus titulares proceden de partidos verdes o simila­res, destacando en esto la Ministra alemana recien­temente nombrada, Renate Künast. Cabe destacar en este sentid.o, por simbólico, la denominación del nuevo Ministerio alemán, de Protección de los Con­sumidores, Alimentación y Agricultura.

En definiüva, la Comisión carece de influencia suficiente para modificar la situación creada y la ten­dencia a una renacionalización creciente. El Con­sejo se ve incapacitado para tomar nuevas decisio­nes europeas que significan un incremento del pre­supuesto; y los jefes de Estado se encuentran atados a la decisión del Tratado de exigencia de la regla de unanimidad para la modificación presupuestaria. Y por último, aparecen nuevas opiniones dentro del Consejo de Agricultura, como ya hemos mencio­nado, hacia la ecologización de la PAC.

Page 8: Anuario UPA 2001

PAC: la hora del cambio

El segundo enromo, represemado por el ám­bito sindical, se define por un cambio de ciclo en la representación de las organizaciones que agru­pan a los agricultores y ganaderos, que en la ac­tualidad defienden intereses de una población mu­cho más reducida que la de hace 40 años , cuan­do se creo la PAC.

En el origen, cuando el presupuesto de la UE dedicaba más del 70% a financiar la PAC, el lobby agrícola determinaba en gran medida los propios comenidos de esa política. Hoy en día, con me­nos del 50% del presupuesto total destinado a la agricultura, el mismo lobby agrícola de entonces se encuentra en minoiía ante una corriente de opi­nión pública que pone en tela de juicio la conri­mtidad en los instrumentos actuales de la política agraria, por tres razones fundamentales:

-La existencia de [raudes: lino , aceite,etc. -El reparto de las ayudas de esa política: el 80%

del gasto lo perciben el 20% de agricultores -Los problemas de seguridad alirnernaria: dio­

xinas, EEB. De esta manera, la representación de los pe­

queños agricultores, que en el pasado siempre fue minoría en la construcción de opinión agra1ia eu­ropea, puede disponer ahora de una amplia co­mente de apoyo social, tanto por vincular estas ex­plotaciones con el territorio rural como con la ca­lidad agroalimentaria.

Por último, el tercer entorno o el de los consu­midores , como movimiento emergente de una so­ciedad desarrollada, viene inl1uyendo para crear un cambio de cultura en el diseño de la polí tica

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agraria, si bien más como vorantes que como mo­vimiento con una vertebración sujeta a la repre­sematividad que es requerida para otras organi­zaciones sociales.

Un movimiemo emergente, que se está viendo impulsado por el propio alcance ele las crisis más recieme y que, sin embargo, no está exento de contradicciones: ¿comprar más barato y, por ran­to, exigir una mayor competitividad en la pro­ducción de alimentos, es sinónimo de una agri­cultura o una ganacleiía vinculada al tenitmio, pro­tectora de los espacios naturales, con una dimensión económica pequeña o mediana, y con una esrructura ele costes mayor inevitablemente que las explotaciones más inclusnializadas, don­de sólo las economías de escala abaratan de ma­nera muy notable sus costes ele producción? lPro­cluci.r más calidad no es si.nónimo ele pagar más por esa calidad?.

Esta es la contradicción que podemos tener en­cre la generación ele la alarma en el consumo y la ausencia ele políticas concretas que yendo en la di­rección de defensa del consumidor mantengan una estructura agraria compatible con el medio ambiente, protectora ele los recursos naturales y vinculada a nuestras zonas rurales.

Por otra parte, les compatible dedicar el pre­supuesto ele la PAC a proteger a las pequeñas ex­plotaciones y a la vez, en el seno ele la Organiza­ción Mundial de Comercio, liberalizar totalmen­te los intercambios agrícolas, cuyo comercio principal se genera a través de las graneles multi­nacionales agroalimentarias? Como se ve, deci­siones rodeadas de entornos que no sólo tienen un escenario europeo, sino que tienen también un escenario internacional, que necesita de respues­tas meditadas y no improvisadas.

Un cambio necesario

La PAC tiene que cambiar. UPA viene recla­mando este cambio desde su propio nacimiento. El principio ele cohesión de Europa sigue siendo desconocido en su aplicación sobre la mayor po­lítica europea. Se apoya más a los productores más ricos y a los territorios más desarrollados. Llegado el caso, hoy la PAC ha generado más descohesión, porque sobre ella ha estado siempre presente la búsqueda de una mayor competitividad, susten­tada en la disminución de costes de producción, de la agricultura europea. Cambiar esta PAC im­plica un compromiso del Gobierno español, que a día de hoy no ha aelquilido, por dos razones:

Primero, porque no ha creído o influido en un nuevo proyecto europeo y segundo, porque care­ce de política propia en nuestro propio país.

Page 9: Anuario UPA 2001

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Page 10: Anuario UPA 2001

PAC: la hora del cambio

¿cual puede ser la solución? ¿Ecologizar la PAC o agrarizar los planteamientos ecológicos? La solución podría estar en cambiar la PAC en el sentido que persigue Alemania, pero dotando de realismo esas propuestas.

¿cual puede ser la solución? lEcologizar la PAC o agrarizar los plameamientos ecológicos? La so­lución podtía estar en cambiar la PAC en el senti­do que persigue Alemania, pero dorando de rea­lismo esas propuestas, ya que es impensable que la agricultura ecológica pueda suministrar ali­menros al conjunto de la población europea. Por tamo, debemos ser conscientes de que podemos es tar en un falso debate y que las tramp as que encierra esta discusión pueden terrninar dificul­tando una salida razonable en el sen rido que más interesa ramo a los pequeños productores euro­peos -cuyo futuro resulta inviable sin el marco de protección de la PAC- como al conjunto de los consumidores. Y ello siempre sobre la base que la mejor garamía y seguridad alimentaria pasa ne­cesariamente por la supervivencia del modelo de agricultura familiar; pegada al terreno, respetuosa con el medio natural e interesada en producir ca­lidad a un precio justo .

Una reflexión que, en el fondo, pone en tela de juicio el principio abusivo de la competitividad , tal y como se viene interpretando erroneamenre desde hace tiempo. Porque una cosa es estar or­gullosos de que, como afirma la FAO, "a princi­pios del siglo XX, una vaca producía 2.000 litros de leche anuales con 15 kilos de pasto al día , mientras que en la actualidad , con 5 kilos de pas­to y 15 ki los de piensos llega a producir más de 10.000 litros"; y otra muy disrima es creer que la productividad de los animales y las plantas no tie­ne límite.

Una gestión irresponsable

La descripción del escenario nos conduce a algunas conclusiones: la dificultad cuando no pa-

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ralización de las propuestas europeas, el cambio de ciclo en la influencia sindical y el papel emer­gente de los consumidores, confirma claramente que las opciones de pequeños agricultores y ga­naderos , pueden convenirse en el referente so­cial que obligue a los gobiernos eu ropeos a un cambio ele rumbo positivo de la PAC. Lamenta­blemente el Gobierno español, en lugar ele reco­nocer estos cambios, lo que hace es escudarse en la exculpación propia inculpando a terceros, so­bre todo con declaraciones que inducen a crimi­nalizar a los ganaderos.

Todo los pasos dados por el Gobierno en tomo al problema de las "vacas locas" reflejan una gra­ve irresponsabilidad. Primero, insistiendo hasra el verano de 2000 en qu e aquí ni pasaba ni iba a pasar nada. Después con la teoría de casos aisla­dos para a continuación, cuando estalla la crisis en roda su magnitud, recos tarse en las Comuni­dades Aurónomas como método para segu ir ne­gándose a realizar una política ele Esrado dorada de presupuestos adecuados. Todo ello, cuando na­die discute ya que este año puede haber más de 200 casos de EEB en España y que, por tanto, es necesario hablar de epidemia.

La cuestión es que el Gobierno no resuelve el problema en Bruselas y culpabiliza a los ganade­ros en España. Una acritud que no tiene referen­te en ningún otro país de la UE, porque ningún gobierno europeo ha culpabilizado a los ganade­ros sino que se han centrado en la gestión públi­ca ele la crisis o en la generación de debates sobre el modelo de producción. En ambos casos en Es­paña no hay ni gestión ni opinión.

La misma irresponsabilidad se está demostran­do en otros dos frentes decisivos: el cumplimien­to riguroso de la nom1ariva comunitaria sobre ins­pección , conrrol y segu tidad alimentaria; y en la falta de intervención sobre el funcionamiento de Jos mercados para garantizar una mayor elasticidad en la formación de precios y en los márgenes co­merciales de los diferentes operadores.

En el primer caso, hay que resaltar que Espa­ña esrá incumpliendo varias Directivas comuni­tarias sobre la fabricación de medios de produc­ción e inspecciones industriales, hasta el punto de hacer posible el fraude impune en la elaboración de piensos con harinas animales prohibidas des­de 1994 para los rumiantes. Todo ello , teniendo en cuerna también la enorme desproporción que se ha ido generando entre el incremento de pro­ductividad de las fábricas ele medios de produc­ción y la capacidad inspeccionadora del Estado.

En gran medida estamos pagando ahora tam­bién la irresponsabilidad pública -compartida por rodas las Administraciones- de haber desmonta-

Page 11: Anuario UPA 2001

PAC: la hora del cambio

En UPA creernos que es necesario un cambio radical que ayude a reforzar la PAC dentro de la construcción europea pero dotándola de instrumentos de cohesión.

do el sis[ema centralizado de inspección y comrol ve[erinario sin haber organizado en paralelo una buena estructura coordinada y adecuada al Esta­do de las Aumnomías.

Sigue hablándose, pero sin concretar nada, de una Ley de Sanidad Animal; al igual que sólo aho­ra se habla de rnomar una Red de Alerta Sanitaria y se asume la necesidad de organizar la Agencia de Seguridad Alimemaria. Y mdo ello, a un ri[mo de­masiado lento , demasiado burocra[izado y esca­sameme dotado en mamia presupuestaria.

En cuamo al funcionamienm de los mercados, la crisis de las "vacas locas" es[á emergiendo ver­güenzas ya conocidas y denunciadas en múltiples ocasiones: cuando los precios bajan en origen, la [raducción a los consumidores ni es equivaleme ni es amomática; en cambio, cuando los precios suben en origen, la cadena comercial [raslada esa [endencia de forma insramánea al consumo y la multiplica de fonna exagerada, hasta superar a ve­ces el 100% de incrememo entre el precio mayo­rista en matadero y el que pagan los consumido­res en la vema detallista.

Por mdo ello, cuando decimos que a la Política Agraria Común le ha llegado la hora del cambio, nos estamos refiriendo a modificar un amplio con­junto de aC[itudes polítlcas; nonnas yreglamemos; cri[erios presupuesta1ios; pautas de gesüón aclmi­nisErativa a nivel europeo y nacional; e incluso un cambio sustancial en ma[eria educaüva e infonna­üva para que [Ocios los consumidores puedan sen­ürse realmente seguros a la hora de comer:

En definiriva, el principal objeüvo del cambio de la PAC debe ser la coordinación ele los inrere­ses de los consumidores y de los producmres de alimemos. Dotarla , en definitiva, de legitimidad social. jusro lo comrario de lo que estamos vi­viendo en España en la gesüón políüca de las úl­ümas crisis ganaderas , como esrán poniendo de manifiesm los burdos imemos ele enfrentar a los consumidores con los ganaderos.

Un modelo para el cambio: el tJ.iángulo mágico.

Una vez definidos los problemas que ha origi­nado la aplicación de la PAC y el comexm social en el que debe producirse su cambio , cuestiones ambas en las que e,xis[e un aho nivel de consen­so social, la cues[iÓn lógicameme se complica cuando llega el momemo de aporrar soluciones. Hay quien comparriendo el diagnósüco se mues­tra panidario de la continuidad, expresando así una opinión cínica que comparibiliza la acepta­ción de la crfrica social en lo negaüvo de la PAC con el mantenimienm de los insrrumemos finan-

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cieros que han pennitido que un grupo reducido de producmres sean los p1incipales beneficiaiios ele esta polí üca.

En UPA creemos que es necesario un cambio ra­dical que ayude a reforzar la PAC demro de la cons­[rucción europea pero do[ándola de ins rrumenros de cohesión frente al desequilibrio enrre proclucm­res y regiones que ha favorecido en su última etapa.

La Minisrra alemana en su primera compare­cencia parlamentaria definía sus prioridades polí­ücas para el cambio de la PAC en seis concepms que agrupaba bajo la denominación de "hexágo­no mágico".

Parafraseando esta reflexión , y buscando la simplificación , para UPA la cohesión de la PAC podría dibujarse en un "rriángulo mágico" que le diera legiümación social. Un triángulo com­puesm por eres T representativas de otros rres fac­[ores sobre los que cons[ruir el futuro de la cons­trucción agraria del comineme: Territorio, Tra­bajo y Tamaño.

El facmr [errirorial puede u[ilizar cualquier indicador represemaüvo desde la superficie agraria úril a las zonas desfavorecidas o ele m on­raña , para ser considerado como uno de los fac­rores sobre los que descanse la fi nanciación pre­supuestaria.

El [rabajo debe relacionarse con el fomemo del empleo en la agricultura y la ganadería, jun­[0 a la diversificación de nuevas acrividades eco­nómicas en el medio rural. El empleo debe ser no sólo un objeüvo sino la aplicación de polfri­cas concretas.

Y por úlümo el tamaño de las exploraciones de­be convertirse en positivo como un mecanismo de apoyo explícim a los pequeños producmres que realizan prácticas agronómicas compatibles con el medio ambi.ell[e y con la obtención de produc­ms de calidad.

Por tanto , las compensaciones, que en la lógi­ca de la OMC tendrán que ser desacopladas de la producción, deberían esmr diseñadas bajo cri[e­rios de diferenciación de las ayudas en función de la dimensión económica de la explotación -Ta­maño-, la dedicación en [érminos de empleo del agriculror o ganadero -Trabajo -y de la zona don­de se ubique la exploración -Tenimrio - .

La agricultura mulriluncional que define la Co­misión Europea como modelo europeo y que se sus[enra en las funciones productivas social y me­dioambiemal del agriculror, podría [ener así una aplicación concreta de una definición genérica.

En definitiva un modelo para un cambio que se hace imprescindible. Un rriángulo mágico que rompa la realidad actual en la que una nueva agri­cultura descansa sobre una vieja polírica.

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Protección total GRARIOS

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Economía, Ecología y Agricultura

Economía, Ecología y Agricultura C01nentarios en torno a un debate sobre la EEB entre el Canciller Schroeder y diversos catedráticos alemanes

RISTO VOLANEN

Seaetario General del COPAydel COGE CA

L a nueva crisis de la EEB ha provocado un extraordinario debate sobre la agiiculcu­ra, cuyos hitos han sido la declaración del Canciller alemán Gerharcl Schréiecler y

la c1ítica que de ella han hecho 42 catedráticos ale­manes. Efectivameme, el Canciller alemán declaró en el Bundestag que deberían desarrollarse nuevas perspectivas para la agricultura, poniéndose fin a la agriculcura indusrrial. Por su parte, los catedrá­ticos, entre los que cabe desracar al famoso espe­cialista ele economía agraria, el Profesor Tanger­mann, contestaron que en la actualidad no e,-xiste una verdadera agriculrura industrial en Europa, pe­ro que de cara al futuro, por razones comerciales, la concentración es un proceso inevitable.

Esta nueva ola verde de alto rango fue puesta en marcha por el Presidente Chirac en noviem­bre del pasado año 2000, cuando solicitó la su­presión toral de las harinas cárnicas y cuando al poco tiempo ele celebrarse la Conferencia de La Haya, tomó una posición contundente sobre el cambio climático. La nueva ministra alemana, la

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Sra. Künast, abundaba en el sentido de lo preco­nizado por el Presidente Schréieder, vaticinando que en un plazo de diez años el 20% ele la agri­cultura debería ser biológica.

El Comisario de Agricultura, Sr. Fishler, tam­bién adoptó el tono ecológico cuando con todo énfasis declaró durante la Semana Verde de Berlín que no debíamos convenir las vacas en caníba­les. Así pues, la Comisión declara que, sobre la ba­se de argumentos científicos, la harina de carne y hueso es inocua y que de acuerdo con las nor­mas de la OMC no puede prohibirse la importa­ción a la UE de productos en cuya composición haya entrado; pero, por otra parre, desde un pun­to de vista érico, también dice que está mal su con­sumo. Una semana después, el Comisario de Agri­cultura dio un paso más en el Parlamento Euro­peo, culpando a los Estados miembros y a los sindicatos agrarios de todos Jos problemas por los que atraviesa la Política Agraria Común.

También cabe destacar algunas recientes de­claraciones que apuntan a que Europa debería es-

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Economía, Ecología y Agriculmra

forzarse más en conseguir tanto una mayor libe­ralización de sus mercados como una normativa agraria más exigente en materia de seguridad ali­mentaria y más resperuosa del medio ambiente. Este enfoque tan contradictorio fue expresado ha­ce cierto tiempo en una memoria de la Comisión Europea, a modo de contestación al debate ale­mán en que, tras alabar la reciente política llevada a cabo por la Comisión a favor de "la promoción de una agriculrura respetuosa del medio ambien­te", declara que el término de "agri.culrura indus­trial" se utiliza a menudo de manera despectiva, a pesar de que no esté nada claro lo que significa exactamente. Si significa una mayor productivi­dad, debería recordarse que ésta es una de las prin­cipales caracteristicas de la economía de merca­do y no tamo de la política. "Una mayor produc­tividad significa una utilización más prudente de los escasos recursos na rurales" , dice la Comisión.

Así pues, ya tenemos varios argumentos de al­to nivel en apoyo de diversas opciones. En primer lugar, por razones ecológicas, deberíamos volver a una producción más extensiva. En segundo lugar, por razones económicas, deberíamos seguir con­centrando las estrucruras e intensificando la pro-

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ducción y, en tercer lugar, deberíamos hacer am­bas cosas a la vez.

Hace tan sólo cuatro años, cuando salíamos de la primera crisis de la EEB, todos pensábamos que pronto acabaría la pesadilla y que podríamos vol­ver a nuestras ocupaciones más habituales. Pero fue entonces cuando empezaron a aparecer cada vez más "cuestiones nuevas" en la agenda de po­lítica agraria: hormonas, antibióticos, nitratos, nue­va normativa ambiental, ecocondicionalidad, bie­nestar de los animales, biodiversidad, medicina ve­terinaria , pesticidas, dimana, purines , etc. Es importante reconocer que el segundo trastorno provocado por la EEB es la peor racha que he­mos tenido de problemas económicos y ecológi­cos, pero no la única.

Lo que hace falta ya es determinar las razones esrrucrurales fundamentales que han provocado la acumulación de todos estos retos , para poder determinar las soluciones estructurales apropia­das. Y este estudio debe hacerse con carácter ur­gente, particularmente porque del debate acrual derivarán las opiniones que conformarán la polí­tica agraria europea del mañana, al menos de es­tos próximos años, en el contexto de las negocia­ciones de la OMC, la ampliación al Este, la deter­mi.nación de las perspectivas financieras y otras muchas cuestiones más.

Historia de los agricultores

¿Por dónde empezar? ¿y porqué no por el p1inci­pio? Todo empezó hace aproximadamente diez mil años, en las i.nmediaciones del Eúfrates y del Tigris. Los p1imeros mllenios de la agricultura consistie­ron en ciclos continuos de catástrofes ecológicas y sociales. Los mejores rendimientos incidieron en un aumento de Ja población, lo cual requirió a su vez una mayor producción. Pero así se llegó a la de­gradación y salinidad de las tierras , debido al ex­ceso de rendí.miento al que fueron sometidas. En las regiones montañosas, la constirución de tienas de cultivo desembocó en la erosión, al perderse la cobertura forestal. La arqueología moderna ha ha­llado este mismo proceso en todas panes, a esca­la mundial, desde el Meditenáneo hasta Ja China antigua o Ja isla de Pascua. Huelga decir que estas pautas nos recuerdan lo ocurrido en la época mo­derna en algunos países en vías de desanollo . Lo menos que puede decirse es que desde el princi­pio, la agricukura ha venido desempeñando di­versas funciones, de las que la producción de ali­mentos y la gestión de las tierras no han sido más que las dos caras de una núsma moneda.

Desde esta perspectiva, la historia europea re­cienre es sin duda alguna la hisroria de un éxito

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A pesar de que la mayoría del ecosistema agrario haya sobrevivido hasta nuestros tiempos, no debemos olvidar que la vida diaria de la mayoría de la población ha estado salpicada durante varios siglos por el hambre y la pobreza.

sin par, paro también inhabicual. Dos acomeci­mientos principales parecen haber sido decisivos a la hora de prQ[eger la productividad de las tie­rras y de lo vi o. En primer lugar, la rotación rrie­nal de cultivos impuesta por Carlomagno a partir del siglo IX, que impidió la degradación de la ma­yoría de nuestras tierras y en segundo lugar la ges­tión práctica de los recursos naturales desarrolla­da por las comunidades locales, a pesar de que du­rame mucho tiempo estuvieran sumidas en un régimen feudal.

A pesar de que la mayoría del ecosistema agra­rio haya sobrevivido hasta nuestros tiempos, no de­bemos olvidar que la vida diaria de la mayoría de la población ha estado salpicada durante varios siglos por el hambre y la pobreza, hasta la ilustra­ción británica y alemana de finales del siglo XVlll, para que se reconociera que no sólo se debía pro­teger la productividad de la tierra y de los anima­les, sino que también podía mejorarse. Fue enton­ces cuando Adam Smith propuso una solución más. Efecrivameme, declaró que si se liberaba a los agricultores del yugo feudal , les interesalÍa desa­rroüar la productividad de sus tierras ; y así fue có­mo tras varias revoluciones , la agricultura europea se puso en marcha hasta llegar a nuestros días.

Poco después de Adam Smith, su compatriota David Ricardo anticipó que al incremento de la pro­ductividad o de la intensidad del capital, le segui­rla la concentración de la propiedad del capital en todos los sectores de la economía. A los trabaja­dores de la industria, Ricardo prometió un salario justo, que les permitiese "subsistir para que se per­petuara la raza". A los agricultores , la concentra­ción ticardiana del capital les prometía abandonar el campo y salir así del escenario de la hismria.

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Pero entre Smith y Ricardo hubo igualmente otro acontecimiento que desde la perspectiva ac­tual parece haber sido fatal: los fisiócratas france­ses, los agrónomos alemanes de la ilustración e in­cluso hasta el propio Adam Smith reconocieron el carácter productivo y frágil de la tierra y de lo vi­vo. Por consiguieme, hasta llegaron a reconocer que debía pagarse una "renta" por la tierra, para compensar su labor productiva. No obstante, en cono·a de la opinión de Smith, Ricardo definió to­da la naturaleza como algo "indesnuctible", con lo que aisló la ecología de la economía, hasta ha­ce poco tiempo.

Huelga decir que en lo que se refiere al factor de producción "trabajo" , la contraposición de Ri­cardo fue Carlos Marx, lo cual ha dado lugar a la época de conflictos entre el capital y el trabajo que hemos conocido. Pero tanto los liberales adeptos de la doctrina de Ricardo, como los socialistas mar­xistas tenían un problema común: qué hacer con los agricultores que no estaban dispuestos a aban­donar el campo y que concentraban en sus ex­plotaciones todos los factores de producción: tra­bajo , capital y tierras, a pesar de que sus teorías afirmaran que estas fuerzas debían estar separadas.

Ricardo se dedicó a la política para defender el librecambio)' en 1846 consiguió que se abolieran los aranceles británicos impuestos a las importa­ciones de maíz, en nombre de su célebre temía de la ventaja comparativa. Pero dos años antes Marx predijo que el librecambio que se avecinaba obli­gmía a los agricultores a abandonar las explotacio­nes para sumarse a la revolución. Al ver que no fue así, Marx exigía en su manifiesto de 1848 la socia­lización de la tierra y la industrialización activa de la agricultura. Al cabo de un largo debate, también los socialdemócratas alemanes, como la mayoría de los demiís partidos socialistas europeos, acep­taron en su programa de Erfurt de 1892, la con­centración e industrialización de la agricultura.

Pero en la práctica, la evolución política ha si­do más complicada. A principios del siglo pasado, todas las sociedades europeas tenían del 50% al 70% de su población ocupada en la agricultura o en sectores afines. En semejantes condiciones, el pensamiento y la táctica socialista optó en el seno de las comunidades rurales por favorecer un mo­vimiento de pequeños agricultores. Lo cual desa­rrolló a su vez, a escala nacional, una estrategia so­cialista de doble vertiente: partidaria tamo de la "industrialización como de los pequeños agricul­tores; y este mismo dilema ideológico fue causa de la mayoría del drama político vivido durante el siglo 20, desde la tragedia que representó la co­lectivización soviética de la ag1icultura hasta las políticas de "frente popular''. Esta parte de nues-

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LaPACse estableció para incrementar la productividad, para estabilizar el mercado y para garantizar a los agricultores una renta adecuada, ya los consunúdores unos precios razonables.

na hismria , y los dramas que se volvieron a vivir en 1960, se relleja aún en nuesrros días en el de­bate actual al que está siendo sometida la agri­cultura europea. Globalmente, la ilustración , la ciencia y la tecnología, así como el Liberalismo y el socialismo han ido confonnando la p1imera ola ele modernización en Europa. La sociedad pedía una alimentación más abundante, más barata y más se­gura y los agricultores atendieron esta demanda. Poste1ionnenre , organizaron sus sindicatos y sus cooperativas para defenderse, pero también para ir adaptándose ellos mismos al cambio. Esta pri­mera fase del cambio ha sido suscitada por el mer­cado y se ha sustentado en las innovaciones me­cánicas. Finalizó después de la primera guerra mundial, con la crisis de los años 20.

Desarrollar la PAC

La segunda fase de modernización fue suscitada por los cambios políticos. La Política Agra1ia Co­mún europea de la posguerra se inspiró mucho ele la política del "New Deal" que llevó a cabo el Pre­sidente Roosevelt antes ele la guerra. Durante cua-

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renta años, tanto la política agraria europea como la estadounidense h icieron lo posible por equili­brar los mercados y las políticas, con el apoyo de las nuevas tecnologías, de la química y de la ener­gía barata.

Puesto en perspectiva histórica, el Tratado de Roma ele 1957 fue un compromiso entre los di­ferentes intereses de la agricultura de la Europa de aquel entonces. La PAC se estableció para incre­mentar la productividad, para estabilizar el mer­cado y para garantizar a los agricu ltores una renta adecuada, y a los consumidores unos precios ra­zonables.

Son harto conocidas las diversas fases por las que ha pasado la Política Agraria Común. Desde la Conferencia de Stresa ele 1958 fl.teron necesarios 10 años hasta que se establecieron precios y mer­cados comunes para los principales productos. El entonces Comisario Mansholt hizo ele la produc­tividad el objetivo prioritario , y en marzo de 1968 propuso un plan de política esrrucrural radical, lla­mado "Agricul tura 1980". El Consejo lo rechazó y enfadada, La Comisión congeló la fijación anual de precios. En 1971 , el COPA y el COGECA organi­zaron una manifestación en la que participaron 100.000 agricultores, y que escapó a su conrrol. Algunos barrios de Bruselas resultaron muy daña­dos, el Consejo de Ministros fue invadido, e incluso hasta mmió un agiicultor. En 1972, el Consejo aceptó finalmente la Directiva Mansholt, pero por iniciativa propia decidió otorgar una importante subida ele precios, del orden de un 8% a un 12%.

Al subir los precios, aumentó la producción, y tras varias fases de fijación de techos a la produc­ción y ele las cuotas lecheras en 1984, la Comisión publicó en 1985 su Libro Verde que desembocó e.n la refonna ele La P.l\C de 1992. Los graneles objeci­vos en que. se fijó la refonna ele 1992 fueron poner bajo control tanto la producción como las existen­cias y el presupuesto agrícola, a la luz de los cam­bios que se anunciaban en el ámbito del comercio internacional . Sus instrumentos princi,pales fue­ron las bajadas de precios, compensadas parcial­mente por las ayudas directas. las compensaciones se financiaron en gran medida gracias a los aho­rros realizado con los instrumentos que dejaron de ser necesarios para financiar los desequilibrios.

Además de una producción in tema excedem a­ria y de crecientes problemas presupuesta1ios, en las negociaciones comerciales internacionales se inició un importante giro, al pasarse de la defen­sa ele una política evolutiva de precios, a una po­lítica restrictiva. La refom1a de 1992 abrió también las puenas del acuerdo del GATT de 1994. En mu­chos aspectos, la reforma de la Agenda 2000 no e.s más que. la continuidad de. las ideas funda-

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La agricultura europea alimenta diariamente a los 370 millones de habitantes de la UE, que se gastan unos 750.000 millones de euros al año para adquirir su alimentación.

mentales de la refmma de 1992 y, además, tam­bién abre camino al próximo acuerdo de la OMC. El esfuerzo realizado para aumentar la competiti­vidad a trm és de una política de precios resaicti­va se ha reflejado con mayor claridad en el sector ele cereales y en el de la carne de vacuno, en los que después ele las reformas de 1992 y 1999, los precios de la UE han registrado una bajada del 40% y del 32% respectivamente con respecto a sus amenores niveles, a principios de la década.

Así pues, el objetivo clave de la Reforma de 1992 fue alcanzar la competitividad a través de la bajada de precios, si bien ésta incluía igualmente otros elementos políticos importantes, como el medio ambiente, la extensificación y la política ru­ral y regional. Efectivamente, algunos aspecros eco­lógicos menores cuadraban bien con la reforma para connibuir a resolver el gran problema del mo­mento que era la superproducción; y los aspecros del mundo rural eran un paralelo significativo de los efectos estructurales que , como es bien sabi­do , son causa de una política restrictiva de pre­cios. El desarrollo rural, o segundo pilar, fue tam­bién ampliamente debatido en el marco de la Agenda 2000, pero sin que se apreciaran ningu­nas consecuencias financieras importantes en el paquete final acordado en Berlín.

De manera simultánea a la Agenda 2000, los efectos de la primera crisis de la EEB se regisrra­ron cuando se estaba constituyendo la nueva Co­misión del Presidente Predi. La mayoría de las cuestiones relacionadas con la seguridad alimen­taria se trasladaron de la Dirección General de Agri­cultura y Desarrollo Rural a la Dirección General de Sanidad y Protección del Consumidor, lo cual no ha hecho más que aumentar de manera dra-

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mática el problema intrínseco ele las reformas de 1992y1999, es decir, la ausencia total de análisis en profundidad y de discusión de las relaciones existentes entre los objetivos económicos y eco­lógicos y la política agraria.

Esta ha siclo una incoherencia que siempre ha caracterizado a la Comisión y la totalidad de las políticas de la UE; incoherencia que se agudiza aún más con el debate de alto nivel sobre la EEB , al pedírsele a la agricultura que se oriente simul­táneamente hacia la vía económica de las bajadas de precios y hacia la vía ecológica del incremento de costes.

lCuál es nuestra situación actual?

Como consecuencia de esta reciente histeria mo­derna , la presencia de los agriculrores en nues­tras sociedades se ha reducido del 70-90% que ocupaban a principios del siglo XIX, y del 30% que representaban en 1950 a los 7 millones (el 7%) que representan en la actualidad. De estos 7 mi­llones , aproximadamente 5 millones viven en el sur de Europa.

La agricultura europea alimenta diariamente a los 3 70 millones de habitantes de la VE, que se gastan unos 750.000 mrnones de euros al año pa­ra adquirir su alimentación, lo cual viene a ser el PNB de una nación de unos 35 millones de habi­tantes. Algo más de una cuarta parte de estos 750.000 millones de euros, es decir, unos 210.000 millones de euros, se destinan a la agricultura , completados con 33.000 millones procedentes del presupuesto de la UE. Una vez han pagado sus costes, que ascienden a unos 180.000 millones de euros, a los 7 millones de agricultores les queda aproximadamente una renta de unos 70.000 mi­llones de euros al ali.o, lo que equivale al 9% de lo que han pagado los consumidores-ciudadanos por su alimentación.

En la actualidad, los consumidores europeos dedican el 17% de sus ingresos a la alimentación, mientras que hace cincuenta ali.os, esta propor­ción era de un 30%. Es decir, que la renta agraria deriva en un 1,5% de la renta disponible de los consumidores.

Actualmente, Europa exporta e importa pro­ductos alimenticios por valor de más de 50.000 mi­llones de euros, una cuana parte del valor de la pro­ducción agraria. Europa es el mayor importador y el segundo exportador, por orden de importancia, de productos alimentarios del mundo entero.

Todo este progreso realizado y estas imponen­tes cifras no deberian hacer perder de vista la gran fragilidad económica de la agricultura europea. En las cifras relativas a finales de los 90, las ayudas di-

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Después de doscientos años de una fuerte presión y de desarrollo de la productividad, las explotaciones europeas, salvo unas pocas excepciones, siguen siendo explotaciones familiares que integran la tierra, el capital y algunos aspectos del trabajo en la explotación.

rectas concedidas a la agricultura ascendían apro­ximaclameme a unos 33.000 millones de euros. Ahora bien , no debemos ele olvidar que los pre­cios de mercado incluyen el apoyo al precio po r valor de unos 40.000 millones, cantidad que cu­bre la diferencia entre los precios de la UE y los precios del mercado mundial. El apoyo a los pre­cios y las ayudas directas suman juntos unos 70.000 millones de euros, lo cual viene a ser más o menos la cantidad equivalente a la rema agraria en la UE. Así pues, si. se quita el apone del pre­supuesto europeo y se liberaliza el mercado , se pierde el equivalente ele la renta agratia europea. Por supuesto, seguirán quedando algunos agri­cultores porque el apoyo que están percibiendo ya otros es supe1ior a su renta neta, incluidos los costes de producción.

Esta frágil construcción fue atacada por la Agenda 2000 antes de celebrarse la conferencia de Berlín hace dos años. En aquel entonces, los europeos aceptaron el modelo multifuncional de la agricultura europea, cuya idea consiste en que además ele alimentos, la agricultura genera otros muchos complementos positivos y bienes de uso público, que merece la pena financiar con las arcas públicas . Pues bien, la causa de nuestros problemas ele hoy proviene de esos otros complementos, negativos, que también genera la agricultura, y que causan miedo a la población , hasta el punto de que pueden hacer olvidar tanto la función básica ele producción

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agraria, como los múltiples complementos po­sitivos que aportan los agricultores a través de sus actividades.

¿y ahora qué?

En vista ele estos an tecedentes h is tóricos y ele nuestra situación actual, l hacia dónde vamos aho­ra? Los catedráticos alemanes tienen razón cuan­do dicen que en Europa no tenemos una verda­dera agricultura indusoial, pero se olvidan de que su propio programa de globalización Uberal llega­ría a crearla.

De los 7 millones de e>..rplotaciones europeas, 5 millones tienen menos de 10 hectáreas. Nuestro tamaño medio es, sin lugar a dudas , modesto y nuestras grandes exploraciones son pequeñas en comparación con la media de las explotaciones ame1icanas . Después de dosciemos años de una fuerte presión y de desarrollo de la productividad, las e>..rplotaciones europeas, salvo unas pocas ex­cepciones, siguen siendo e>..1Jlotaciones familiares que integran la tierra, el capital y algunos aspec­tos del trabajo en la exploración. En estos 7 millo­nes de eA1Jlotaciones europeas trabajan 15 millo­nes de personas , incluida la familia del agricultor.

La gravedad de los problemas de hoy no de­bería hacemos olvidar los problemas fundamen­tales de mañana. Todo observador honrado y bien informado puede reconocer que en un mercado que ambicione a ser competitivo sin más, es decir

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Economía, Ecología y Agriculrura

No sólo es natural, sino también necesario, que se replantee el debate sobre la agricultura a partir de nuestros problemas actuales.

sin política reguladora, las estrucruras de la pro­ducción se determinarán por el mercado y por la tecnología disponible , que es lo que proporciona el rendimiento más elevado de las inversiones. Du­rante estas últimas décadas, sólo la PAC o el mo­delo europeo consistente en alcanzar el equilibrio entre el mercado y la política le ha impedido a los mercados y a las nuevas tecnologías acelerar ra­dicalmente la intensidad tecnológica y la concen­tración del capiml, que va mucho más allá del mo­delo de la e>..'¡)lotación familiar. El mismo obser­vador honrado y bien i.nfonnado sabe igualmente que una producción que no desee ser mas que competitiva en el mercado se concentrará no só­lo a escala de la empresa, sino también en aque­llas regiones , países y continentes en los que la productividad, tanto narural como tecnológica, sea elevada y donde los costes sean bajos.

La visión más cercana de la indusn1alización pue­de observarse del otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, donde existen conglomerados de empresas integradoras de más de 80. 000-100. 000 reses de ga­nado vacuno o de unidades de ganado porcino, así como de 4.000-5.000 vacas lecheras. Pero a la vuel­ta de la esquina esperan muchas cosas más.

Aquellos que desarrollaron el concepto de "agri­business" en la Universidad de Harvard están ele-

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sarrollando ahora estrategias para la "ciencia de lo vivo" o las industrias de los "organismos biotec­nológicos". Su visión de fururo es que el mercado global y las nuevas tecnologías irán integrando la agricultura poco a poco hasta llegar a controlar los conglomerados de empresas de trasformación de productos alimentarios concentradas a escala global, así como las industrias química y farma­céutica, más o menos según el mismo proceso que han seguido los sectores de la comunicación, la banca, o las industrias del automóvil o de la avia­ción. En su opinión, en el futuro, las industrias controladas genómicamente se desvincularán de la ti.erra y se "remodelará el material biológico de base en las industrias de trasformación, ele mane­ra que nos recuerden aquellos productos históri­cos de la época de nuestros abuelos. En las revis­tas más chic de estilo y del hogar moderno, se pre­dice ya que en el futuro sólo las personas muy ricas podrán perrn itirse el consumo de una alimentación natural elaborada a partir de su producción propia de cerdos, vacas u hortalizas .

Por tanto, no sólo es narural, sino también ne­cesario que se replantee el debate sobre la agri­cultura a partir de nuestros problemas acruales, si bien debe reconocerse igualmente que las próxi­mas negociaciones de la OMC, la ampliación , el presupuesto de la UE, la PAC, la seguridad ali­mentaria y las decisiones tomadas en relación con el medio ambiente, influyen no sólo en nuestros problemas del momento, sino que también prefi­guran nuestro futuro a largo plazo.

De acuerdo con la visión neoli.beral del fururo, éste debería ser prometedor y brillante. El Profe­sor Tangermann y sus colaboradores no están tan preocupados, como lo están los agricultores, por los problemas a cono plazo que plantean el Can­ciller Schroeder o la ministra Künast en sus de­claraciones. Lo que preocupa a los profesores son los efectos a largo plazo de esta creciente acti.rud ecológica que mantienen los dirigentes políticos.

El ángulo muerto de los profesores

En lo relativo a los productos alimenticios, el pro­fesor Tangemrnnn y sus colegas, que pertenecen a la corriente dominante de economía neoclásica, parecen tener un ángulo muerto al principio y fi­nal de la cadena alimentaria, es decir, en su for­ma de entender el factor de producción "tierra" o "naturaleza" y en la visión que tienen del con­sumidor moderno de productos alimenticios.

Efectivamente, como decíamos ames, los padres fundadores de la agriculrura moderna, desde los fi­siócraras franceses, los británicos o alemanes de la llustración, hasta Adam Smith reconocieron to-

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Economía, Ecología y Agricultura

dos la fragilidad de la naturaleza en el proceso de producción agrícola. Incluso hasta llegaron a pre­conizar que se compensara esta fragilidad de la tie­rra a su propietario, con el pago de una "renta". Posteriormente, David Ricardo y sus correligiona­rios definieron la naturaleza como algo "indes­tructible" y pusieron en pie de igualdad a la natu­raleza viva y la economía de la naturaleza muerta. Intentaron hacer lo mismo con el factor de pro­ducción "trabajo", pero la mano de obra reaccio­nó rápidamente, originando el conflicto que ha ca­racterizado toda una época durante estos dos últi­mos siglos. Desgraciadamente, la tierra no habla.

Las ideas de la Ilustración y la estrategia mo­derna de la agricultura -el que no sólo se debe pro­teger, sino aumentar la productividad e la ti.erra y de lo vivo-, se han aplicado hasta ahora con bas-

tante éxito para toda la humanidad: la visión mal­tusiana de hambruna permanente ha sido evitada, al igual que otras nuevas catástrofes ecológicas en Europa. Durante la última década, la población mundial se ha multiplicado por cuatro mientras al mismo tiempo se ha duplicado la superficie agrí­cola, lo cual ha permitido salvar muchos bosques. La alimentación de los europeos , tanto en canti­dad como en calidad, no se ha situado nunca a un nivel tan elevado como ahora, y los 800 millones de personas que se están muriendo de hambre en los países en desarrollo pueden poner su esperanza en los métodos modernos de producción y en el comercio internacional.

Pero resulta que han surgido el problema de la EEB, la crisis ele las dimcina5 y otros diez "nuevos problemas" más. A pesar de que algunos de ellos se están controlando, han entrañado detennina­dos riesgos tecnológicos que a su vez suscitan una mayor precaución e incluso han hecho que cun-

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da el pánico alimentario en nuestras sociedades. A la hora de analizar nuestros problemas ac­

tuales, la economía dominante no es mal punto de partida. Le hemos añadido doscientos años de tecnología al sistema agroecológico europeo y parece que en algunas partes de Europa se están mermando ya los beneficios mennados, particu­larmente si se tienen en cuenta los complementos aporrados y la valoración que de ellos hacen los ciudadanos.

En términos económicos, el problema que es­tá cobrando cada vez más importancia es qu e las reformas de 1992y1999, así como los condicio­nantes impuestos por las negociaciones de la OMC, bajan los precios y obligan a los agriculto­res o bien al abandono de su actividad o a au­mentar su productividad, intensificando su pro­ducción. Y en diversas parres del sistema alimen­tario europeo, aún es posible hacerlo . Pero en otras, una mayor intensidad desemboca en la re­ducción de los beneficios, debido a la presencia de los riesgos, a la precaución o a los escándalos alimentarios. Si interviene cualquier riesgo, éste origina la toma de mayores medidas de precaución y una subida de los costes, al aumentar el proce­so regulador y al reducirse la productividad.

Las cadenas del comercio detallista y la políti­ca comercial demandan precios más bajos. A su vez; al bajar los precios se incita a aumentar la pro­ductividad, pero este aumento de la productivi­dad determina igualmente la intervención de la presión política a favor de la reducción de la pro­ductividad. Por consiguiente, los agricultores de­ben afrontar sendas presiones que les obligan a re­ducir y a aumentar su productividad, al mismo tiempo. Puede decirse, por tamo, que cuanto más se obliga a los agricultores , desde la gran distri­bución o a través de la política comercial, a redu­cir sus precios, más se les obliga, o a poner fin a su actividad productiva, o a desarrollar métodos más intensivos de producción, lo cual incluye una mayor proporción de riesgos.

El dilema europeo

La respuesta que se ha dado habitualmente a es­tos problemas recientes es que no hay nada como el liesgo. cero. Es verdad, y también es verdad que los consumidores europeos no han tenido nunca una alimentación tan inocua como ahora. En cual­quier otro sector, un margen de error del 0,1 por mil en 1a elaboración del producto, o un fallo de 2 gramos de producción en una partida de miles de toneladas, sería un buen resultado. No así en la agricultura. Los consumidores de productos ali­menticios no son personas amantes del riesgo ca-

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Economía, Ecología y Agricultura

En términos económicos, el problema es que las reformas de 1992 y 1999, así como los condicionantes impuestos por la OMC, bajan los precios y obligan a los agricultores o bien al abandono de su actividad o a aumentar su productividad, intensificando su producción.

si racional , como los fumadores o los automovi­listas. Tras ciemos de años de hambruna y de ries­gos alimenticios narurales , hemos conocido du­rante varias generaciones una alimentación sana e inocua en cantidad suficiente y a precios razona­bles. Y los consumidores dicen ya que no es ra­zonable que se tomen nuevos riesgos.

Lo que ocurre a escala de la eh'Ploración ocurre igualmente a escala europea. Efectivamenre , re­nemos el sistema agroeconómico europeo que no podemos cambiar fundamentalmente . En la épo­ca moderna, se ha cambiado de esrrategia, pa­sando de la prorección de la producrividad al au­mento de la productividad, a rravés de un mayor aporte tecnológico. De esra manera se han podi­do satisfacer hasta ahora, cada vez más, las nece­sidades del consumidor europeo y de la sociedad en su conjunto. Pero ahora hemos de afrontar es­tos "nuevos problemas" que nuestra ciencia o eco­nomía no han podido predecir ni incluso explicar.

De lo que no cabe duda es que no se puede sin más imensificar, algunos dicen indusrrializar, el sis­rema agroecológico europeo a través de las rondas sucesivas de negociación previstas para la libera­lización del comercio de productos agricolas, de manera que pueda ser competitivo frente a aque­llos a los que no les importa la ecología europea o la seguridad, o que de por sí tienen ya un sisre­ma agroeconómico de gran productividad, a me­nudo, jumo con una mano de obra barata.

Digamos las cosas como son: el modelo euro­peo de agricultura no sobreviviría económica o eco­lógicameme en una zona de libre comercio global.

Con esro no queremos subesrimar la impor­tancia viral que tiene el comercio de productos agricolas para aquellas panes del mundo donde aún subsisre el hambre, o para los consumidores europeos, ni para los agriculrores europeos. A es-

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re respecto, cabe desracar que en la acrualidad dis­ponemos de un sisrema global de inrercambios co­merciales que funciona bien y que debe ir desa­rrollándose pragmáticamente, poco a poco, sobre la base de los verdaderos inrereses de las diversas parres y no sobre la base de experimenros reóricos de corre neoliberal, que al poco de aplicarse en Es­rados Unidos han sumido a la agriculrura ameri­cana en una gran crisis.

Precisamente, el mundo que padece hambre, al igual que Europa, necesitan a roda cosra un comercio de productos agricolas bien organizado, pero eso sí, plenamenre consciente de que los pro­ductos alimenticios son un caso aparre. Debería­mos contener el extremismo que represenra la co­rrienre neoliberal, de igual manera que después de la segunda guerra mundial se conruvo el exrre­mismo opuesro de aquel entonces.

Los consumidores y los agricultores tienen ya los mismos intereses fundamentales : pedir a los políticos que hagan prueba de coherencia en su toma de decisiones . Nuestros dirigentes políticos han recibido ya esre mensaje y lo que , por ramo, se espera de ellos es que pasen realmente a la ac­ción. En primer lugar, debería pedírsele al Canci­ller Schri:ieder, al Presidente Chirac y a la ministra Künast que discuran con los Comisarios Lamy, Verheugen , Schreyer y Fischler, para pedirles que adapren sus políticas de manera que se halle el punro de equilibrio enrre la economía y la ecolo­gía, con el fi.n de que se relaje la presión econó­mica que recae sobre los agticulrores, para que no se sientan obligados, o a abandonar sus eh'Plota­ciones, o a rransmitir a su vez la presión a la na­ruraleza. Y és ra no es una mera observación reró­rica, sino un hecho muy concreto de la vida real, una verdadera cuestión de actualidad.

Las políticas actuales

Europa no suele funcionar sentándose en romo a una mesa para decidir qué rumbo seguir. No, no es así cómo se decidirá el fururo de la agriculrura; el futuro de la agricultura se decidirá esros próxi­mos años a rravés de diversos procesos de roma de decisiones, en los que las negociaciones de la OMC, la ampliación al Este y el presupuesto de la UE ocupan un lugar destacado.

Hace ran sólo dos años, la Cumbre Europea de­cidió en Berlín la política agraria hasra el año 2006, y con esras decisiones se deseaba lanzar un claro mensaje a la OMC. Por otra parte, si bien la Cum­bre no reservó recursos para desarrollar la política agraria en una Europa ampliada, sí dio mandato a la Comisión para que presentara un informe con objeto de aplicar "los ajustes que fueran necesa-

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Economía, Ecología y Agricultura

rios". Además de estas medidas, el acuerdo con­templa unas cláusulas de revisión, mediante la pre­semación de sendos informes sobre la süuación del secror de cereales para ames de la campaña 2002/2003, de las oleaginosas durante el primer rrimesrre de 2003, de la leche en 2003 y del pre­supuesto en 2002.

Por ahora, la evolución de los mercados de la mayoría en los sectores, salvo en vacuno, no mues­rra señales de que deban rransformarse los infor­mes de evaluación en reformas prematuras. No obsrame, sí que se está acelerando la presión en conrra de las conclusiones de la Cumbre de Ber­lín. Efectivameme, son muchos los que están sa­cando partido de la crisis de la EEB para corregir las medidas del Acuerdo de Berlín que no eran de su agrado. Se anuncia un debate duro, y es po­sible que la lucha lo sea igualmente. Esta vez es­tamos ante una situación en la que los consumi­dores y los ecologistas entenderán que no les con­viene que se siga presionando a los agricultores.

Por otra parte, el cuadro indicativo de la Co­misión sobre la negociación agrícola con los PE­COs prevé la conclusión de estas negociaciones ames de mediados de 2002. En lo relativo a la am­pliación al Este, dentro de los limites de las pers­pectivas financieras actuales, caben todas las po­sibilidades de mantener la situación actual hasta

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el 2006 si el calendatio y los procesos de transi­ción se formulan teniendo en cuenta el interés co­mún, ramo de los nuevos Estados miembros co­mo de los antiguos.

Y en cuanto a las perspectivas financieras, la principal preocupación la constituye la financia­ción de la crisis de la EEB, porque estamos vien­do ya que el margen disponible de 1.200 millones de euros no basta. Para esta nueva problemática, que es esencialmente una cuestión de salud pú­blica, pedimos nuevos recursos, sin cambiar los compromisos existemes.

En nuesrros calendarios europeos también es importante tener en cuema los planes norteame­ricanos. La actual legislación agraria de Estados Unidos expira en abril de 2002. Por consiguiente, el Congreso debe vo tar una nueva ley a principios de 2002. A pesar de todo lo que haya podido de­clarar, Estados Unidos se ha aproximado en estos últimos años al enfoque europeo. Efectivamente, en 1996 decidió reducir su presupuesto agrario de 8.000 a 2.000 millones de dólares. Pero de hecho, en rres años su presupuesto agrario ha subido de 8.000 a 29.000 millones de dólares. Y no puede cambiar de política y de presupuesto de la noche a la mañana. Un frío análisis nos hace presagiar que, rras una dura discusión, debería alcanzarse una solución razonable, si bien rodavía es promo para saberlo. En Europa, se observa una incohe­rencia emre la economía y la ecología en el seno de la poUtica agraria. También en la política nor­teamericana se observa una incoherencia, ya que disponen de una política de apoyo a su agricul­tura, pero de un enfoque liberal para los demás.

Hasta ahora, la posición de la UE en el proce­so de negociación de la OMC se ha mantenido dentro de la linea de lo acordado en Berlín, salvo la desafortunada excepción de la irliciativa delco­misario Lamy llamada "roda menos las armas".

Como ya dije antes, la renta agraria europea, 70.000 millones de euros, viene a ser más o me­nos la suma del precio de apoyo, diferencia entre los precios mundiales y los precios de la UE y las ayudas directas previstas en el presupuesto agra­rio. En jerga de la OMC la práctica roralidad del precio de apoyo, es decir, 40.000 millones de eu­ros , constituye la llamada "caja ámbar", y las ayu­das directas la "caja azul" . En la actualidad no pue­den constituirse fácilmente nuevos fondos para compensar el apoyo a los precios, que forma la "ca­ja ámbar". Al mismo tiempo, esta caja ámbar de­pende en gran medida de los instrumentos de ges­tión de la oferta que se acoplan a la producción , y que se financian con las ayudas directas de la ca­ja azul, así como con los mecanismos de impor­tación y exportación. Tocar a un elemento de es-

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Economía, Ecología y Agricultura

Desde que cayó el muro de Berlín y se reformó la PAC en 1992, muchos observadores han podido darse cuenta de que la tercera ola de modernidad ha empezado a integrar la agricultura en el proceso general de globalización neoliberal.

te edificio supone poner en peligro su estabilidad. Un argumento más a favor del respeto de lo

acordado en Berlín es que resulta difícil creer que Alemania y los jefes de Estado y de Gobierno acep­tarian que se debilitara la credibilidad de las deci­siones tomadas en la Cumbre, cambiándolas in­mediatamente después de su adopción. Cuando los gobiernos se preguntan cómo podrian tener en cuenta las necesidades ecológicas de los consu­midores, de los ciudadanos y del agro-ecosistema, la primera conclusión a corto plazo a la que de­berian llegar es que urge defender con toda con­vicción los resultados ele la Cumbre de Berlín.

La solución

lQuién podía pensar hace unos años que el siglo XXI empezarla en Europa con un debate sobre su agricultura?

Hemos llegado a determinada posición dentro de un ciclo de largo alcance, iniciado hace dos­cientos años . La primera ola de modernidad se ca­racterizó por la emergencia de las fuerzas del mer­cado y acabó con la crisis ele 1920. Al principio de este período, la productividad de la agricultura au­mentó pero su estructura se fraccionó desde un régimen feudal hasta llegar a la explotación fami­liar. Después de la segunda gueITa mundial, la se­gunda ola ele modernidad, la PAC, se concentró en el afán de equilibrar el mercado y la política agraria, Durante esta ola ele cambios, se aumentó la productividad y se concentraron las estructuras, mientras en Europa se mantenían las estructuras dentro del modelo de e,'Cplotación familiar. A pe­sar ele todos los problemas que ha atravesado, la Política Agrícola Común ha sido, y debe seguir siendo, la piedra angular de la agricultura europea. Lo importante en esta situación, es llegar a iden­tificar realmente los elementos ele progreso pre­sentes en esta evolución . Si se da un cambio del cambio en el exterior ele la PAC, debería practicarse una reforma de la reforma en el seno de la misma.

Desde que cayó el muro de Berlín y se refonnó la PAC en 1992, muchos observadores han podi­do darse cuenta de que la tercera ola de moderni­dad ha empezado a integrar la agricultura en el pro­ceso general de globalización neoliberal. Hasta aho­ra, los agricultores han sabido resistir con todas sus fuerzas, pero, para poder sobrevivir, han tenido que adaptarse y prepararse para la próxima fase.

Sin embargo, Los americanos han fracasado completamente en La fase inicial de su experimento neoliberal y en Europa han surgido fuerzas nuevas totalmente contrapuestas.

Efectivamente, por primera vez en la época mo­derna, se observa en Europa la existencia de im-

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portantes poderes, socialdemócratas y verdes, aje­nos a la agricultura y a sus aliados políticos tradi­cionales, que cuestionan la eterna concentración y la intensificación de la agricultura. En primer lu­gar, esta nueva situación se repercute muy dura­mente en los agricultores, ya que simultáneamente deben hacer frente a una doble presión: la presión económica ejercida en los precios y la presión que representa el coste ecológico. Pero no cleberiamos caer en la trampa ele resistir a la presión econó­mica utilizando un argumento ecológico, ni en la de resistir a la presión ecológica utilizando argu­mentos económicos. Porque si así fuera, saldria­mos perdiendo en ambos campos.

Creo que es importante que se responda a los nuevos impulsos a través de un diálogo franco y abierto tanto con los socialis tas como con los ver­des, acerca del futuro de la agricultura europea y de sus explotaciones familiares multifuncionales .

Lo primero que podtiamos replicar seria que lo que pedimos a los Gobiernos europeos y a la Co­misión, es que sean coherentes en su fonna ele abordar cuestiones como la seguridad alimentaria, la agiicultura, el comercio, la ampliación, el me­dio ambiente y la polí tica presupuestaria, porque estas diversas políticas están incitando ya a los agri­cultores a seguir simultáneamente diferentes orien­taciones opuestas.

En segundo lugar, también podríamos decir­les que cada consumidor debe tener acceso a una alimentación inocua y sostenible, a un precio ra­zonable. La política o los mercados no deberian polarizarse en satisfacer mercados de élite o seg­mentos ele mercado específicos, en denimento ele este principio ele base del modelo europeo.

En tercer lugar, también podríamos replicar que el modelo europeo ele explotaciones familiares mul­tifuncionales constituye la estrategia y la estn.tctu­ra ideal para reconciliar los intereses ecológicos, ele seguridad y económicos en el seno ele la agricul­tura. La única alternativa del modelo descentrali­zado ele explotación familiar agraria es la concen­tración industrial realizada a golpes ele capital, ador­nada probablemente con algunas producciones especiales realizadas en cletermirtadas regiones.

Pero ya son visibles las nuevas exigencias que estos planteamientos imponen a los agricultores: una ele ellas es la responsabilidad que deben asu­mir los agiicultores en la cadena alimentaria.

La "explotación familiar" no es sólo el fruto ele ciertos aires ele nostalgia. Desde una perspec­tiva histórica, significa que un agricultor cumple una función doble en una explotación: con su pro­ducción atiende a una necesidad inmediata ele los consumidores y generaciones futuras de su fami­lia. Hasta ahora, los agricultores han confiado en

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Economía, Ecología y Agricultura

Los agricultores aceptan asumir su responsabilidad en la cadena alimentaria, pero también desean invitar a los demás eslabones a compartir con ellos esta misión.

las autoridades públicas para que dicten las nor­mas y controlen la aplicación de las mismas fuera de la explotación. En la actualidad, lo que se está pidiendo es que asuman una mayor responsabili­dad de la totalidad de la cadena alimentaria y de su enromo. Creo que los agricultores aceptan asu­mir su responsabilidad, pero también desean in­vitar a los demás asociados en la cadena alimen­taria a compartir con ellos esta misión.

Toda esta idea de multifuncionalidad significa que a través de sus múltiples funciones, la agri­cultura satisface igualmente diversas otras nece­sidades que no pueden conseguirse a través del mercado. Hoy en día la gestión de las tierras que desde siempre han vendido realizando los ag1i­culrores, se reconoce cada vez más como un bien público. Esta función ha formado siempre parte de la función de producción , para dejar así unas tierras en buen estado a las generaciones futuras. Creo que la respuesta de los agricultores a este re­conocimiento emergente es positiva. De lo con­trario , hay otras personas activas en la sociedad dispuestas a apropiarse esta función de gestión de las tierras agiico las.

No cabe duda de que en la futura agricultura europea, constituida en red a través de las coope­rativas, un agriculror será un e>.'Perto profesional, como un médico o un psicólogo, que necesitará disponer de una gran pericia en producción ali­mentaria y en gestión de las tierras de acuerdo con normas morales y profesionales excepcionalmen­te elevadas.

Sin embargo, el trabajo del agricultor ha sido

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menospreciado hasta el día de hoy y no ha sido debidamente retribuido , si se tienen en cuenta to­das las tareas que asume, según la descripción que se hace de su trabajo. Y es que algo falló a princi­pios de los tiempos modernos, cuando Ricardo y sus correligionarios restaron a lo vivo su carácter único pero creativo, y por consiguiente algo por lo que merecía la pena pedir una renta o com­pensación. Hoy en día deberiamos encontrar la forma de financiar las crecientes necesidades de garanóa de seguridad alimentaria y de calidad, a la vez que se resuelven las tensiones entre econo­mía y ecología.

Por consiguiente sugiero que una vez más re­vitalicemos y revisemos la renta positiva histórica de la tierra, de tal manera que la función de ges­tión de la tierra que realizan los agricultores que­de reflejada, directa o indirectamente, en el valor del producto. Prácticamente, la idea consistiría en lo siguiente: cuando, a través de sus decisiones políticas, los ciudadanos aumenten los costes de la gestión de las tierras que realizan los agriculto­res al añadirle un componente ecológico, estos costes podrían sufragarse a través del presupues­to global o a través de un impuesto especifico que gravaría el producto final.

LQué decir sobre esta manera alemana de abrir un debate europeo sobre la agricultura/

Obviamente, los catedráticos alemanes tienen razón: hoy por hoy y en la siruación actual aún no existe agricultura industrial en Europa. Pero sí que es sumamente positivo que el Canciller Schri:ieder entienda el problema fundamental mucho mejor que los profesores alemanes: nunca deberiamos disponer de una agricultura industrial, tampoco en el futuro. A este respecto, según sus últimas de­claraciones , el Canciller alemán parece estar bas­tante próximo a la actitud del Presidente Chirac, a partir de nuestra interpretación, como repre­sentantes de los agriculrores europeos, de las de­claraciones del Presidente francés realizadas du­rante nuestras recientes discusiones con él.

Como dice una novela finlandesa, en una gue­rra, el problema sólo lo entienden los de arriba y los de abajo. Por tanto, ya sólo falta que los agri­culrores en sus campos, los consumidores en sus cocinas y todos los dirigentes políticos europeos desarrollen juntos la sabiduria conciliadora nece­saria para nuestra alimentación, nuestra namrale­za y nuestra agricultura del siglo XXI . Estamos llamados a vivir una etapa importante de la cons­trucción de Europa. Los europeos necesitan una Europa fuen:e, democrática y que funcione bien. Para los agricultores europeos, y para todo el sec­tor agroalimentario, es absolutamente necesario que esa Europa llegue a ser una realidad.

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Agricultura y globalización. La hora de la verdad

Agricultura y globalización. La hora de la verdad

JOSE MARIA GARCIA

Universidad Politécnica de

Valencia

L a firma del acuerdo de la Ronda Uruguay del GATT y la creación de la Organiza­ción Mundial de Comercio (OMC) mar­caron un purno de inflexión importante

en el ámbito de las relaciones agrarias internacio­nales. Seis años después de dichos eventos es mo­mento de hacer un cierto balance, sobre todo de cara a una negociación en Ginebra que prosigue en estos instantes y que debería culminar a fina­les de 2002 con la firma de un nuevo acuerdo para avanzar en la liberalización del comercio agrí.­cola internacional. Es corriente la opinión de que la integración de la agricultura en las reglas de la OMC supuso un paso esencial para la desregula­ción de los mercados agrarios . El Acuerdo sobre Agricultura de la Ronda Uruguay fue visto con recelo por muchos agricultores, quienes temieron una radical disminución de las ayudas a la agri­cultura y una amenaza real para el modelo agrí­cola europeo. Podríamos planteamos si estos te­mores tienen fundamento. frla disminuido de ma­nera apreciable la ayuda y la protección a la agiicultura7 lfstá en verdad el modelo agrícola eu­ropeo amenazado por las negociaciones comer­ciales internacionales?

Para la primera cuestión la respuesta es senci­llamente negativa. Los gobiernos de los países in­dustrializados, en particular de la Unión Europea y de Estados Unidos, siguen transfiriendo volú­menes sustanciales de recursos económicos a la agricultura. Si hubo un capítulo presupuestario particularmente inmune a las restricciones pre­supuestarias impuestas en la cumbre de Berlín ele mayo de 1999 fue precisamente el agrícola. En el próximo quinquenio el gasto agrícola en la

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Unión Europea seguirá siendo aproximadameme del 46% del presupuesto total de la UE. Ni la re­gresividad ele las ayudas directas (propuesta fran­cesa) ni la cof:inanciación de las mismas por los Es­tados miembros (propuesta alemana) tuvieron éxi­to en la negociación europea de 1999 en la que todos los ministros europeos de Agricultura pro­clamaron haber ganado en la negociación. La ayu­da total notificada por la UE a la OMC, combi­nando todas las "cajas" (ámbar, azul y verde), as­cendía a más de 100.000 millones de dólares en 1998 Qo que incluía las transferencias "intangi­bles" financiadas por los consumidores).

En Estados Unidos la situación no es muy di­ferente . Después de la euforia liberalizadora de la FAIR Act ele 1996 y del poste.rior derrumbe de los mercados subsiguiente a la crisis financiera inter­nacional de 1997, el Congreso norteamericano ha ido aprobando créditos presupuesta1ios adiciona­les en auxilio de sus agricultores. La ayuda inter­na por e,\.-plotación ha crecido desde menos de 3.000 dólares en 1996 a casi 15.000 dólares en 2000. El aumento de los pagos directos totales del gobierno federal al secror agrmio ha sido resultante no sólo de la crisis del sector, sino también de la situación holgada ele superávit presupuestario de­rivado del acelerado crecimiento de la economía norteamericana. La administración Bush parece jugar al liberalismo en muchos tetTenos, pero no precisameme en el agrario. Durante la pasada cam­paña electoral, el candidato a presidente de la prin­cipal potencia del planeta aseguraba que "el cam­bio hacia economías agrícolas orientadas al mer­cado requiere sólidas redes de seguridad".

Así pues , ni Estados Unidos ni la Unión Euro-

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Agricultura y globalización. La hora de la verdad

pea han reducido significativamente las uansfe­rencias totales a la ag1icultura, como lo indican las cifras de la OCDE, las cuales sugieren que inclu­so ha habido un repunte reciente de la protección en los países desarrollados. Según la OCDE, el Equivalente de Apoyo a la Producción (medida del valor de la transferencia de rentas de la sociedad al sector agrario) ascendió en 1999 a 361.000 mi­llones de dólares en los países industrializados. Como proporción de los ingresos brutos de los agricultores, el apoyo ha aumentado del 31 % en 1997 al 40% en 1999, siendo esta cifra supe1ior a la registrada a mediados ele los ochenta. En cier­to modo, esta siruación tiene su origen en el ca­rácter light del propio Acuerdo sobre Agriculrura en el seno del GAIT Éste no obligó a una reduc­ción radical de los aranceles ni de los subsidios a la exportación, sino más bien a la adopción de cier­tos límites a las ayudas y a las prácticas comercia­les que habían sido aplicadas por los países in­clusuializados hasta mediados los noventa, con un programa de desmonte parcial de algunos tipos de subvención desde 1995 a 2001.

lQuiere decir todo esm que las políticas no se han reformado? Nada de eso. La PAC inició con la refmma MacSharry, y continuó luego en la Agen-

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da 2000, un programa de reformas caracterizado especialmente por la introducción ele un nuevo instrumento de apoyo al secmr: las ayudas direc­tas (mal llamadas "ayudas compensatorias"). Pe­ro ambas reformas no restringieron significativa­mente el volumen de recursos públicos transferi­do a la agricultura europea. Sólo hubo un cambio de instrumentos de política. l as ayudas directas representan en la actualidad casi el 60% del pre­supuesto del FEOGA, mientras a inicios de la dé­cada de los noventa esa proporción era práctica­mente nula.

La verdadera amenaza

Muchos agiicultores españoles manifiestan serias razones para quejarse de la PAC, pero la causa de ello no debería encon trarse en el volumen total de gasto público destinado a la agriculrura, sino en la falta de adecuación de los instrumentos elegidos para asignar dicho gasto de una manera transpa­rente, eficaz y justa. Es cierto que los Acuerdos de la Ronda Uruguay han conllevado una moderada reducción de la protección en frontera de la agri­culrura de la UE, pero los problemas de la agri­cultura europea, por el momento, no parecen ra­dicar en una débil protección exterior. Otra cosa es que nos planteemos el futuro, en el que apare­cen serias incertidumbres como resultado de la ronda actual de negociaciones de la OMC, la am­pliación de la UE a los PECOs, la posible renego­ciación de los acuerdos euromeditetTáneos y lavo­rágine de crisis sanitarias en el sector ganadero.

Por consiguiente, en la práctica, la creación de la OMC no parece haber supuesto una restricción importante para la agiiculrura europea, y los acuer­dos de la Ronda Uruguay han ido asimilándose re­lativamente bien y sin sobresaltos (en parte con la ayuda de un euro devaluado que encarece los pro­ductos importados) . Podemos entonces pasar a la siguiente cuestión. lCuál es la amenaza que se cier­ne sobre el modelo agrícola europeo?

De fom1a preliminar habría que debatir el pro­pio concepto de "modelo agrícola europeo". La Comisión Europea se ha referido al mismo como un modelo de agricultura coherente con su papel multifuncional, lo que suele plantearse, en térmi­nos filosóficos, como el reconocimiento del papel ambiental y cul tural de la agricu ltura en la UE. La mulrifuncionalidad aparece como un té1mino relativamente nuevo, cuyas bases se encuentran, en 1996, en la Cumbre Mundial de la Alimenta­ción de Roma y en la Declaración de Cork, y más tarde, en 1998, en la Conferencia de Ministros de la OCDE. Unos ven el concepto como una carac­terística ele la agiiculrura que debe ser promovida

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Agticultura y globalización. La hora de la verdad

La negociación actual en la OMCbien podría culminar con un nuevo acuerdo de reducción parcial de las ayudas a la agricultura, pero no es probable una dramática desaparición de las mismas.

a rravés del desarrollo rural. Ocros observan la mul­tifuncionalidad como un argumemo para justifi­car un trato diferenciado a la agricultura en el có­digo de comercio mundial representado por los acuerdos de la OMC.

Esta última acepción es la que provoca un ma­yor grado de confusión. lEs el proteccionismo el mejor medio para promover una agricultura eu­ropea mulrifuncional? El temor de muchos agri­cultores , y en general de muchos ciudadanos eu­ropeos, es que una liberalización radical delco­mercio llegue a arrasar la producción agraria europea, sobre todo en zonas marginales, lo que acentuaría el despoblamiento y la erosión. Desde este punto de vista dejar a la agricultura al libre albed1io del mercado no representada, desde lue­go, el mejor medio para promover una agiicultu­ra mulri.funciona1.

Sin embargo, el mayor riesgo para la promo­ción de la mukifuncionalidad y del modelo agrí­cola europeo, hoy en día, en 2001, no parece pro­ceder de la amenaza de la globalización. Puede ser el día de mañana, pero no ahora. La negociación acrual en la OMC bien podría culminar con un nuevo acuerdo de reducción parcial de las ayudas a la agricultura, pero no es probable una dramá­tica desaparición de las mismas. Los propios Es­tados Unidos parecen apostar actualmente por la baza de su integración regional en el mercado la­rinoame1icano, lo que podría relajar la presión de este país en el frente multilateral de la OMC. Ja­pón no es muy amigo de aperturas comerciales, desde su propio concepto de mulrifuncionalidad basado en la autosuficiencia alimentaria. China y Rusia no son miembros actuales de la OMC, pe­ro pronto lo serán, y no asimilatían fácilmente una

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reforma radical de sus políticas comerciales, em­pezando por las empresas estatales. Sólo queda el Grupo Cairns como bastión del liberalismo, pero se encuentra aislado en esa postura. Los países en desarrollo también se beneficiatían de una aper­tura de los mercados agrícolas de los países in­dustriales, pero su capacidad competitiva deja to­davía que desear en muchos casos, empezando por la situación de los países terceros mediterrá­neos, cuyos productos todavía tienen un cami­no que recorrer para responder a las crecientes exigencias de calidad de la gran distribución en los países importadores.

La OMC aprieta, pero no ahoga, podtía ser una conclusión provisional. Sin embargo , muchos agricultores no perciben que la situación actual sea sarisfactrnia. Es el caso, por ejemplo, de aque­llos agricultores sin medios para reestructurar sus explotaciones por e.! mal funcionamiento del mer­cado de tien-as y su encarecimiento excesivo; tam­bién de aquéllos que quisieran innovar adoptan­do nuevas prácticas ele cultivo y carecen ele sufi­cientes incentivos públicos para ello; o de aquellos jóvenes que no ven en el medio rural oportunidades reales de alcanzar un nivel de vi­da adecuado, y continúan sintiendo 1a necesidad de emigrar. Los modelos tradicionales de la PAC -primero el p roteccionismo comercial, y luego la introducción de pagos desconectados de la pro­ducción- han hecho un flaco favor a estos agri­cultores. El proteccionismo de antaño ba esti­mulado una especie de sesgo "anti-calidad" en al­gunas producciones agroalimenrarias, más preocupadas en asegurar precios que en buscar un mercado efectivo para sus productos. Los ayu­das directas de la reforma de la PAC no han re­suelto e.! probl.ema, sino que más bien han crea­do otros. Estas ayudas han rendido a p1ivilegiar, en no pocos casos , la propiedad de la ti.erra, más que la propia actividad del agricultor profesional, creando una nueva forrna de dependencia de mu­chos cultivos respecto de las ayudas directas , in­dependientemente de la escrategia productiva más o menos innovadora de los beneficiarios. Las cri­sis sanitarias en los sectores ganaderos (la la­mentable enfermedad de las "vacas locas " y la emergencia de la "fiebre aftosa" , entre oLros pro­blemas) no hacen sino poner al descubierto el to­davía insuficiente énfasis que la política agraria ha puesto en atender la calidad de los productos y en la presión productivista que aún predomina en el sistema agroalimentatio.

No puede defenderse, por tanto, que el mo­delo actual de la PAC sea el más adecuado para promover ni el modelo agrícola europeo ni la multifuncionalidael que tanto pregona la UE en

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Agricul[ura y globalización. La hora de la verdad

La agricultura familiar se encuentra desasistida cuando una parte sustancial de los recursos se "filtra" e de manera legal o ilegal) en forma de ayudas hacia intereses ajenos que no deberían merecer un trato de favor por parte dela sociedad.

las negociaciones de Ginebra. A pesar de los mensajes emitidos por la Agenda 2000, las poli­ticas de desarrollo rural seguirán representando un escaso 10% del presupuesto agrícola de la UE en los próximos cinco años. Se sigue carecien­do precisamente de un esquema de políticas que contemplen medidas adaptadas precisamente a favorecer los objetivos multifuncionales, es decir, aquellas características de la producción agraria para las que no existe un mercado, pero que de­berían ser legítimamente remuneradas por la so­ciedad. El agricultor que asume el riesgo de ju­gar la carta multifuncional exige una política agra­ria adecuada a sus necesidades, lo que no debería significar la disminución del apoyo o ayuda to­tal, sino su reorientación hacia los intereses con­cretos de la mayoría de las explotaciones fami­liares. En muchos casos, estos intereses no están en una agricultura subsidiada sin contrapartidas, sino en la financiación de proyectos que permi­tan que un mayor número ele explotaciones pue­da llegar a ser viable, pero respondiendo al mis­mo tiempo a lo que la sociedad espera de la agri­cultura en la actualidad.

Convertir las amenazas en oportunidades

Las presiones globalizadoras irán ejerciendo a me­dio plazo una indudable influencia sobre el mo­delo agrícola europeo. Sin embargo, el enfoque ac­tual de la PAC, multi.funcional en sus mensajes,

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pero sólo subvencionador en la práctica, tiende a apuntalar un modelo de agricultura en el que pre­dominan los intereses económicos sobre los so­ciales. Además, la agricultura familiar se encuen­tra desasistida cuando una pane sustancial de los recursos se "filtra" (de manera legal o ilegal) en for­ma ele ayudas hacia intereses ajenos que no de­berían merecer un trato de favor por parte de la so­ciedad. En este contexto, la globalización podría inspirar procesos de cambio que deben ser vistos como una oporrunidad para reformar la PAC ha­cia una orientación más multifuncional.

Así, por ejemplo, la creciente limitación que la OMC impondrá sobre los llamados subsidios de compartimentos o cajas "ámbar" y "azul" obli.­gará no sólo a dotar de contenido el comparri­memo "verde", sino también a asegurar que las medidas incluidas en esta última caja lleguen a ser verdaderamente "verdes". Las presiones de nuestros socios negociadores de la OMC final­mente irán obligando a hacer de la "eco-condi­cionalidad" un concepto necesario para justificar las ayudas agrarias permitidas. Esas presiones tam­bién condicionarán los criterios para asignar el gasto público asignado al sector agrario de una manera más justa, dotando así a la modulación de un significado, sobre todo en aquellos países donde no existen todavía leyes de orientación agrícola como la vigente en Francia. La Comisión podría aprovechar incluso la negociación en Gi­nebra para argumentar que "no queda más re­medio que reformar la PAC" , más allá de la iner-

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Agiiculrnra y globalización. La hora de la verdad

Las acreditaciones de calidad, la agricultura compati'ble con el medio ambiente, los productos biológicos, las denominaciones de origen, etc., son características que protegen a la vez a los agricultores y a los consumidores.

cia de los intereses domésticos. En sectores co­mo el aceite de oliva, en donde las ayudas del companimento "ámbar" son sustanciales, el en­torno global debería ser aprovechado para refor­zar la estrategia de calidad y el apoyo a la fun­ción agroambiemal del olivar marginal y de bajo rendimiento , huyendo de sistemas de apoyo a la producción cuyo beneficio para los grandes agri­cultores es seguro, pero más que discutible para las pequeñas explotaciones familiares ..

La globalización irá acentuando las presiones del mercado hacia la adopción de estrategias de calidad en la agricultura europea. Las acredita­ciones de calidad, la agricultura compatible con el medio ambiente , los productos biológicos, las de­nominaciones de 01igen, etc., son características que protegen a la vez a los agricultores y a los con­sumidores, y constituyen mecanismos de defensa de las rentas de los agricultores que conviene res­paldar desde los poderes públicos. En las pro­ducciones mediterráneas (vino, aceite de oliva y frutas y hortalizas), los productos de la UE de­ben ir ocupando los segmentos del mercado de mayor poder adquisitivo, dejando así un hueco a los productos importados procedentes de países que juegan todavía la baza de la competitividad por la vía del coste y no por la vía ele la diferen­ciación. Sólo de esa forma podrán compatibili­zarse los intereses de los agricultores europeos con los de los países en desarroUo, cuya ventaja rela­tiva descansa en la abundancia de mano ele obra, y no precisamente de tecnología. La creación de valor añadido debería ser una máxima de la polí­tica agraria actual.

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En consecuencia, el resultado del cúmulo de presiones sobre la PAC podría tener un efecm te­rapéutico sobre el secmr agrícola comunita1io y sobre el modelo agrícola europeo que se dice de­fender. Sería necesario poner en práctica la filoso­fía de la política rural integral que teóricamente de­fiende la Agenda 2000, dotando incluso ele re­cursos adicionales a la política agraria para facilitar su adaptación al nuevo entorno. Sería necesario proseguir en la descentralización ele la gestión de la política del desarrollo rural , en un marco co­munitario coherente, pero que integre las políti­cas agrarias con las necesidades de los sectores agi·arios de cada territorio de la UE. Sería necesa­rio reforzar institucionalmente a las administra­ciones agrarias nacionales y regionales, con el ob­jetivo de acometer el esfuerzo de gestión de una política agraria descentralizada y basada en medi­das adaptadas a objetivos ele política ambiental y de ordenación del espacio rural.

Descentralización no debe entenderse corno equivalente a renacionalización de la PAC. Pueden compartirse unos objetivos comunes y una solida­ridad financiera al nivel comunitario, en favor de las regiones menos desarrolladas. Pero el "café pa­ra todos" ele los mecanismos actuales de subven­ción dillcilmeme puede atender a la vez todas las necesidades de sistemas agrarios regionales tan he­terogéneos como los existentes en los distintos territorios de la UE. La descentralización de la po­lítica agraria, indicada tímidamente en las pro­puestas ele modulación y en las dotaciones nacio­nales de la propia Agenda 2000, representaría un desafío para la administración autonómica espa­ñola, que ya no estaría encargada de gestionar sub­venciones automáticamente otorgadas desde Bru­selas, sino de adminisu-ar la integración de los ob­jetivos de la política agraria en el desarrollo rural.

En el frente exterior, la UE tiene la responsabi­lidad de favorecer la solidaridad internacional. Es legítimo que la UE defienda, como lo hace en Gi­nebra, la integración del medio ambiente y de los derechos sociales en el ámbim de la OMC, pero no deberíamos equivocarnos en aprovechar esa in­clusión para justificar un nuevo proteccionismo agrícola en los paises industrializados. Si de ver­dad se inicia una Ronda de agenda amplia en la próxima Conferencia de la OMC (Doha, Qatar) , los países en desarrollo deberán obtener mejoras para el acceso de sus v.-ponaciones a los merca­dos agrícolas de la UE (lserá la "Ronda del Desa­rroUo", como propone la Unión?). A medida que la agricultura europea vaya aprendiendo a convi­vir con la globalización, se irá haciendo inminen­te la hora de la verdad de la PAC, la hora de dotar de contenido al modelo agiicola europeo.

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para todos

nuestros pueblos • Mejoramos las comunicaciones • Extendemos la cultura • Protegemos el medio ainbiente

DIPUTACIÓN DE ALBACETE www.dipualba.es

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Agricultura y territorio en la ampliación europea

Agricultura y territorio en la ampliación europea

GRUPO DEBRUGGE·

BRUJAS*

*El G111po de Brugge (Bnaas) es

im grupo de reflexión europea

creado en 1995 por Edgard Pisani en la

ciudad belga de Bnaas (Brugge).

Desde entonces, ha reunido a

profesionales, profesores

un iversita1ios, antigi.ws diligentes

del sindicalismo agra1io, técnicos de ONGs y miembros

del movimiento ecologista, en un

esfuerzo plwidisciplinar por reflexionar sobre la

ag¡icultura y el mundo rnral

europeos. Este texto se elaboró en la

rewiió11 del Grupo celebrada en

Cracovia (Polonia) el pasado mes de octubre, y se está publicando como carta abierta en

distintos medios de comw1icació11

europeos.

L a integración de los países de la Euro­pa central y oriental (PECOs) en la Unión Europea (UE) puede concebirse de diversas maneras. Una puede ser en­

[endiendo la ampliación como una concesión a antiguos países del bloque comunisrn que solici­rnn ser admiüdos en el seno de una de las regio­nes más prósperas del mundo. Desde es[e punto de visrn, [iene sentido remarcar las diferencias emre las dos Europas y poner condiciones a la en­[rada de nuevos miembros exigiéndoles que se adap[en a los grandes principios que regulan y mantienen la casa común europea. Ese modo de entender la ampliación europea no carece de fun­damento, ya que la UE es el resulrndo de un pa­ciente proceso de construcción polícica, jurídica e insti[Ucional, que es[á mdavía amenazado de fuer­zas cenmfugas. Seria namral , por [amo, e incluso prudente, preservar sus fundamemos básicos y ve­lar por que una ampliación insuficiememente conrrolada no provoque desequilibrios de resul­rndos imprevisibles.

Sin embargo, hay otra manera de percibir la am­pliación de la UE, ernendiéndola como la recon­ciliación de dos Europas separadas durante más de medio siglo, que ahora desean aproximarse al comprender que es[án unidas por irnereses co­munes. Desde esrn segunda perspectiva, que rnm-

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bién riene sólidos argumentos, el énfasis se pone en valorar no las diferencias , sino las comple­memariedades que exis[en enrre los países mjem­bros de la UE y los candidams a la integración, y en definir nuevos cri[erios de funcionamiemo pa­ra una Europa ampliada. Fue así como se abordó la adhesión de Grecia, España y Portugal, países que no participaron en el proyecm europeo inicial por no reunir las condiciones democráricas exigi­das y que mvieron que esperar hasrn la democra­üzación de sus sis[emas políticos.

Las instiruciones europeas oscilan por lo ge­neral enrre esrns posiciones. Pero mienrras que es­ta segunda posición -la de la complememariedad y la reconcil"iación- inspira el discurso oficial de la UE, es la primera la que realmeme guía los as­pecms de procedimienm y los mecanismos de la adhesión.

La ampliación debe basarse en un proyecto compartido

No puede haber un proyecm europeo sin la "vo]ul1[ad de vivir juntos" de la que habla plena­meme convencida Haima ArendL Si ruados en la posición de simples aspirames , los países PECOs ven cómo se les impone el respem de normas complejas, como son las de la UE. Bien es cieno

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Agricultura y terrimrio en la amphación europea

que, después ele la caída del sistema soviético y de una transición económica todavía inacabada, es necesario que estos países hagan cambios impor­tantes en sus economías. A lo largo de los últimos años, los PECOs han conocido, en grados diver­sos, una recesión económica sin precedentes, con la aparición del paro, la caída de las remas de una gran parte de su población y la aparición de cre­cientes desigualdades sociales. Cienos sectores, sobre todo la pequeña agricultura, siguen siendo particularmente frágiles, y la nostalgia del pasado comunista surge como salida a esas desilusiones. Las mutaciones son, pues, indispensables; la cues­tión es saber en qué sentido y a qué ritmo deben hacerse los cambios.

En principio, estos países pueden discutir las condiciones de su entrada en la UE, pero en la re­alidad su margen de negociación es pequeño. Al entusiasmo de los primeros años han sucedido las inquietudes ele una adhesión restringida. La "im­posición negociada" de las normas europeas pue­de generar un formalismo administrativo superfi­cial y embarcarnos en un engranaje infernal de sos­pechas, controles y picaresca, del que nadie saldría beneficiado. Puede también provocar entre los pa­íses candidatos un deseo de conformarse a lo que se espera ele ellos, actitud sumisa que haría desa­provechar la originalidad ele su contribución al destino de Europa.

lQué Europa queremos?. No puede haber un proyecto compartido sin una conciencia clara de tener unos intereses comunes y sin identificar lo que cada parte puede aportar a ese proyecto. La Europa que nosotros queremos es un territorio en paz. La construcción europea ruvo por primer ob-

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jetivo acabar con los conflictos que nacieron en el corazón ele Europa y que se extendieron por to­do el mundo, dando paso a una dinámica de con­certación y desarrollo. Entre los países beligeran­tes de las dos guerras mundiales, el enfrentamiento dio paso a la negociación. Hoy todavía, preservar la paz en Europa continúa siendo un objetivo de primer orden. La crisis de los Balcanes ha mos­trado nuestra impotencia en tales contextos. La única estrategia eficaz a largo plazo consiste en pre­veo.ir este tipo de tensiones. Cuando valoramos el coste de la ampliación de la UE deberíamos ha­cerlo comparándolo con el precio que tendríamos que pagar por soportar tensiones políticas y zonas de inestabilidad en el territorio europeo.

En un mundo que se amplía y globaliza, la constitución de un polo europeo fuerte es un se­guro de autonomía y estabilidad. Desde este pun­to de vista, la ampliación de la UE constituye una formidable oporruniclad para reforzar la construc­ción europea y contribuir a la emergencia de un mundo multipolar. En esta línea de pensamien­to, acoger a los PECOs como países candi.daros no es hacerles un favor, sino velar por los intere­ses europeos, reconociendo plenamente su con­tribución a la consolidación de un proyecto co­mún en Europa.

Agricultura y territorio

Como se ha recordado en muchas ocasiones , el espacio europeo fue concebido justo después de la ll Guerra Mundial por países que tenían eco­nomías todavía agrarias y cuya autonomía ali­mentaria constituía una preocupación central. Es por este motivo que la política agraria común (PAC) se convirtió en el primer eje de la cons­trucción europea, hasta absorber más de la mitad del presupuesto común. Pero el contexto ha cam­biado y exige redefinir Jos fundamentos del pro­yecto europeo. No es causalidad que la amplia­ción hacia el Ese y el dossier agrícola presenten dos de los principales puntos ele discusión sobre el futuro de la UE. Estos dos dossiers, íntima­mente ligados, están en el corazón de los cambios que se van a producir en los próximos años.

Los territorios europeos constituyen un vector de consnucción esencial. La ocupación del espa­cio, las dinámicas demográficas , las relaciones en­tre la ciudad y el campo, forman parte de nuestro paaimonio común, tanto como los paisajes, el me­dio ambiente natural y nuestra cultural rural. Los territorios, cuadros de vida cotidiana, han sido, y continúan siendo, un elemento incuestionable de la identidad europea. Son territorios cuya gestión se ha basado en la producción agraria y el apro-

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Agiicultura y territorio en la ampliación europea

El reparto del presupuesto agrícola y las condiciones de concesión de las ayudas europeas, ocultan uno de los grandes desafíos de una Europa ampliada: la gestión de un territorio que aumentará en un tercio, y los problemas que ello traerá consigo.

vechamiemo forestal, actividades éstas que, como grandes arquitectos del paisaje rural , conformaban su fisonomía y definían su uso. Hoy, los usos de los territorios se diversifican y nuevas demandas se imponen: el rurismo, las actividades de servi­cios, la protección del medio ambiente, el equili­b1io demográfico de las regiones, ... El reparto del presupuesto agrícola y las condiciones de conce­sión de las ayudas europeas -objeto de discre­pancias enrre los países miembros de la UE y los países candidatos- ocultan lo que constiruye uno de los graneles desafíos de una Europa ampliada: la gestión de un territorio que, con la ampliación , incrementará en un tercio su superficie, y que tra­erá consigo nuevos problemas y apasionantes de­safíos Oa solidaridad entre regiones , la regulación ele los flujos migratorios , las coneA'iones entre las metrópolis y su periferia, o la creación ele activi­dades nuevas en espacios que se reestruccuran) .

Como ayer la agricultura, hoy la gestión con­certada del territorio y la puesta en marcha ele una política ele desarrollo rural pueden contrlbuir a un verdadero debate sobre el proyecto europeo, un debate en el que la contribución de los PECOs pue­de ser ele gran importancia. Aunque las situaciones nacionales presentan claras diferencias, son nu­merosas las regiones rurales de los países candi­datos a la integración que dan ya buena prueba de un fuerte dinamismo. En estas regiones habría que estimular el apoyo a las iniciativas locales com­prometiéndolas en procesos sostenibles ele desa­rrollo. Asimismo, aunque haya fuertes diferencias entre países según las distintas producciones, es una realidad que las prácticas agrícolas de los paí­ses PECOs presentan características interesantes

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por su impacto limitado sobre el medio natural y por insertarse en explotaciones multifuncionales. En estos casos habría que asegurarles unos perio­dos de transición que les permita preservar las rrayectorias respetuosas con el medio ambiente que han venido desarrollando hasta ahora.

Sobre estas cuestiones al menos, el Este y el Oeste de Europa adolecen de una misma necesi­dad de reflexión. Cada parre sabe que el proyec­to de unificar los mercados, aunque necesario , no es respuesta suficiente a los desafíos del territorio. Esa unificación debe ser acompañada de una am­biciosa política pública que tenga amplitud de mi­ras y que vaya más allá de la problemática de los mercados. Es sobre ese tipo de política sobre la que debemos comprometemos en una reflexión colectiva basada en la construcción de un pane­nariado europeo.

Construir un partenariado europeo

Nunca se insistirá lo bastante en la importan­cia del debate social para la coordinación de los actores locales. Hoy, las negociaciones sobre la ad­hesión de los PECOs se limitan demasiadas ve­ces a discusiones técnicas entre funcionarios de los países candidatos y funcionarios de la Comi­sión Europea en Bruselas. la contribución de los responsables políticos democráticamente elegidos y de los sectores organizados ele la sociedad civil debe ser estimulada, y sugerimos hacerlo en un sentido concreto y preciso : iniciando un debate sobre los periodos rransitorios que deberán seguir las grandes políticas de la UE, es decir, la política agraria y la política regional.

Este debate debiera ser conducido de modo pa­ritario con los PECOs, y el objetivo no debe ser que estos países adopten de un modo pasivo nues­tras formas de actuar y hacer, sino que contribu­yan, a partir ele su historia reciente y de sus prio­ridades actuales, a una reflexión compartida sobre las dinámicas de desarrollo de los territorios rura­les. Hace falta encontrar los medios para pasar de una situación de concurrencia por un presupues­to limitado, a orra de partenariado y cooperación para la definición de proyectos comunes.Es mul­tiplicando las relaciones de intercambio y acep­tando poner en cuestión los instrumentos actua­les, que seremos capaces de comprometemos en una definición progresista del futuro europeo. Nuesuo deseo de vivir juntos sólo quedará enrai­zado de forma duradera en la ciudadanía euro­pea si se apoya en el respeto muruo enue los pa­íses que integran la UE y los candidatos a la inte­gración, y si se basa en una permanente voluntad de diálogo y cooperación.

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Globalización, agricultura y territorio

Globalización, agricultura y territorio Una reflexión a partir de la experiencia francesa

PATRICE LACOMBE L

a agricultura está sujeta hoy día a nue­vas, y a veces, contradictorias exigencias. Se les pide a los agricultores que pro­duzcan alimentos abundantes y a bajo

coste, pero también que mejoren y garanticen su calidad ; se les anima a que conquisten los merca­dos internacionales, pero también que dinamicen el desarrollo de las comunidades locales; se les pi­de que suministren alimentos a las poblaciones urbanas, pero al mismo tiempo se les exige que gestionen adecuadamente el medio ambiente; se

El grupo de estudio "Agriwltura y Tenito1io en Francia y Europa en el ho1izonte del 2015" de la DATAR, después de vahos aí'ios de trabajo

(1997-2000), ha elaborado vahos escenmios para analizar el proceso de cambio en el secta,- agra1io: un escena1io de adaptación a la

situación actual; w1 escenaiio que corifiere a los agricultores el rol de sttbcontratados de las empresas agro-industriales; w1 escenwio basado

en la puesta en valor de productos de calidad siguiendo el m.odelo de las denominaciones de 01igen; y, por último, w1 escena1io ele revitalización

n,rral, que inserta la agiicultLtra en las dinámicas de desa ffollo local. ALmque son reflexiones centradas en la realidad francesa, pueden ser de

utilídad para 01ientm-los debates en otros contextos europeos, y muy partirnl.annente en el espa i1.ol, donde pueden encontrarse muchos de los

elementos qite dr:finen los cuatro escenmios analizados.

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les exhorta a que aumenten la productividad agrí­cola, pero sin que aumente el desempleo en el me­dio rural. ... La actualidad política, el debate pú­blico y las negociaciones internacionales son tes­tigo de esta nueva situación que sufre el sector agrario y que con frecuencia socava las certidum­bres a que han estado acostumbrados los agricul­tores durante las décadas de mayor auge de la política agraria.

Portadora de temores o esperanzas, de adhe­siones o rechazos, y en todo caso de incertidum­bre, esta nueva situación alimenta y renueva los debates sobre el lugar que ocupa la agricultura, so­bre sus funciones y las formas de organización de los agricultores. Estos debates, evidentemente con­fusos y coníli.ctivos a causa de la complejidad de las cuestiones y de los intereses en juego, se im­ponen hoy con gran fuerza.

Participar en esos debates tratando de identifi­car los temas en cuestión, de evaluarlos y estu­diarlos , implica, corno primera tarea, hacer un diagnóstico ele la situación, destacando a conti­nuación los posibles escenarios de futuro. A par­tir de ese ejercicio de prospectiva, se podrán ana­lizar las condiciones actuales del desarrollo de la agricultura y la política agraria.

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Globalización, agricultura y territorio

Cuatro escenarios

El trabajo de la DATAR se ha basado en la reali­zación de diversos estudios de prospectiva y en la consulta a más de cien especialistas: responsa­bles de las organizaciones profesionales, investi­gadores, representantes del movimiento asociati­vo y técnicos de la administración pública. La in­formación recogida ha permitido elaborar los cuatro escenarios que se presentan a continuación y que son el resultado de haber elegido entre cien­tos de combinaciones posibles. El sector forestal no ha sido incluido en estos escenarios, ya que el grupo ha preferido limitar su análisis a la actividad agraria propiamente dicha.

El método Las opciones metodológicas han estado guiadas por la voluntad del grupo de investigación de po­ner de manifiesto los márgenes de maniobra que existen en un futuro próximo en materia de agri­cultura y política agraria, así como de identificar a los principales protagonistas, precisando sus es­trategias e imaginando las alianzas que serian ne­cesarias para hacer factib le cada escenario. Par­tiendo de las dinámicas actuales, el grupo se ha interesado por las tendencias más f1.1enes que se observan en el actual proceso de cambio, así co­mo por los factores de discontinuidad y ruptura que pueden abrir espacios de libertad. El método

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adoptado ha supuesto cuatro etapas esenciales: l. Identificación de variables. Gracias a los

estudios existentes y a la consulta realizada a ex­pertos, profesionales, representantes del movi­miento asociativo y de la administración pública, se ha seleccionado una treintena de variables que presumiblemente ejercen, o pueden ejercer, in­fluencia en la evolución de la agricultura . Estas va­riables han sido reagrupadas en cinco subsistemas, a saber: el contexto geopolítico y socioeconómi­co; los mercados y las políticas públicas; las téc­nicas y las prácticas agiícolas; las dinámicas rura­les, y las organizaciones profesionales.

2. Definición de hipótesis. Dentro de cada uno de los cinco subsistemas, el grupo ha exami­nado cómo las variables seleccionadas han evolu­cionado en el pasado y cómo serán susceptibles de evolucionar en el futuro, según qué actores intervendrán y qué factores estarán presentes. Co­mo no es posible examinar todos los futuros po­sibles, para cada variable se han seleccionado en­tre dos y cuatro hipótesis a fin de caracterizar me­jor el abanico de posibles evoluciones.

3. La constitución de escenarios parciales. En cada subsistema, las hipótesis han sido com­binadas entre sí en función de su coherencia, dan­do lugar a escenarios parciales o "micro-escena­rios". Cada uno de estos escenarios ha sido ca­racterizado según sus protagonistas , sus factores favorables o desfavorables y las condiciones ne­cesarias para su realización.

4 . La construcción de escenarios. La ú ltima etapa ha consistido en explorar las combinaciones posibles de los escenarios parciales, a fin construir los escenarios propiameme dichos. La coherencia interna de cada escenario ha sido ve1ificada, pre­cisándose también su desarrollo en el tiempo.

Escenario 1 Un escenario de adaptación

La pregunta que guía este primer escenario es la siguiente: da política agraria tal como la conoce­mos hoy día, puede ser mantenida en sus princi­pios fundamental hasta el año 2015? Este esce­nario parte de una respuesta positiva a esa pre­gunta, pero con la condición de se introduzcan algunos cambios con el fin de corregir ciertas ca­racteristicas de la política actual.

Mercados protegidos, sistemas de cuotas y eco-condicionalidad La factibilidad de este primer escenario supone que las negociaciones llevadas a cabo en el mar­co de la Organización Mundial del Comercio au­torizarán el mantenimien to de un cierto nivel de

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Globalización, agricultura y territorio

El modelo ag"l'Ícola que conocemos desde hace cuatro décadas puede encontrar una nueva vía para asegurar su mantenimiento, basandose en la intensificación de los procesos de producción, la especialización y la profesionali­zación de los agricultores.

protección en los mercados agricolas europeos. En tal caso, los cereales, las oleaginosas, la carne bo­vina y la leche se verían relativamente preservados de la competencia internacional y conservarían precios más elevados que los del mercado mun­dial. Pero debido a ello, las camidades exporta­das serían limiradas, ya que nuestros panenaires comerciales nos obligarían a dejar de subvencio­nar nuestras exportaciones agricolas. Esta situa­ción tiene dos consecuencias importantes. Por un lado, el progreso técnico , que, como se sabe, pro­voca un aumento del volumen de producción, ha­rá necesaria la introducción de ciertas limitaciones a la producción en la casi totalidad de los sub­sectores agtícolas para evitar la aparición de exce­dentes en un mercado europeo ya saturado. Por orro lado, el mantenimiento de las ayudas direc­tas a los agricultores hará necesario condicionar­las al respeto y protección del medio ambiente .

Con esas reorientaciones, el modelo agricola que conocemos desde hace cuatro décadas pue­de enconn·ar una nueva vía para asegurar su man­tenimiento. Dicho modelo se basa en la intensifi­cación de los procesos de producción, la especia­lización y la profesionalización de los agricultores , así como una vertebración de los actores econó­micos en tomo a filiéres verticales . Un proyecto como ése, defendido por organizaciones agrarias que son apoyadas por el Estado para preservar el viejo orden, podría encontrar en la inestabilidad de los mercados mundiales un argumento a favor del autoaprovisionamiento alimentario de Euro­pa. Pero esta agricultura, a la vez producrivista y fuertemente subvencionada, sería criticada por unos consumidores cada vez más exigentes y por una sociedad deseosa de limitar los efectos de la intensificación agricola sobre el medio ambiente y a la que no le basta con el simple respeto de las normativas legales.

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Este escenario pondría a la Unión Europea en una posición difícil frente a sus parrenaires inter­nacionales y retrasaría la integración plena de los países de la Europa central y oriental (PECOs) , de­bido a que el mantenimiento de la actual política agraria supondría un coste presupuestario de tal calibre, que haría imposible su total generalización a la agriculrura de estos países.

Reducción de empleo y especialización re­gional ¿cuáles serian las principales consecuencias de tal escenario? Los puestos de trabajo agricolas conti­nuarían probablemente su lema disminución , a un ritmo del 3 al 5% anual. El tamaño de las ex­plmaciones agrarias continuaría creciendo, lo que plantearía el problema de su transmisión de una generación a otra, ya que el capital fundiario se convertirá en un obstáculo considerable y será ca­da vez más difícil para un joven instalarse como agricultor debido al elevado coste de la tierra.

Los productos agricolas beneficiarios de este ti­po de política serán en su mayoría productos bru­tos (no transformados) y poco diferenciados. Los distintivos de: calidad y las denominaciones de ori­gen se limitarán a los vinos y los quesos. De un modo general, los productos de calidad o la agri­cultura ecológica verían preservados sus nichos de mercado, pero se desarrollarían a un ritmo lento y sin apoyo significativo por parte de las institucio­nes públicas.

En este escenario, el dualismo agricola se acen­tuará. De un lado, una agricultura especializada en producciones para el consumo de masa, que se concentrará de forma intensiva en determinadas regiones, provocando graves efectos ambientales a pesar de la dureza de las posibles normas lega­les que puedan implementarse al respecto. De otro lado, habrá regiones en las que continuará desa­rrollándose un modelo de agricultura pluriactiva o bien un modelo agrícola centrado en los pro­ductos típicos de la región, pero que se manten­drán con dificultades e incluso irán cediendo su espacio al aprovechamiento forestal.

Los retos: cuotas , eco-condicionalidad e instalación de nuevos agricultores Si este escenario llegara a imponerse, el estableci­miento de Límires a la producción constituirá un elemento de importancia. Según las modalidades elegidas para evitar los excedentes agricolas, los po­sibles derechos de producción (sistema de cuotas) se podrán concentrar de acuerdo con determina­dos criterios o, por el contrario, repartirse entre agri­cultores, producciones y territorios . Un segundo elemento de este escenario será la definición de

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Globalización, agricultura y territorio

Es probable que un escenario marcado por la hegemonía del sistema agroindustrial pueda satisfacerse a corto plazo las expectativas de las capas más desfavorecidas de la población europea, que buscan alimentos baratos.

nuevos criterios para la distribución de las ayudas públicas, entre ellos los relacionados con la pro­tección del medio ambiente (criterios ecológi.ca­mente condicionados). Según como se implante el principio de la eco-condicionalidad, se podrá me­jorar la acepración social de esta política de ayudas públicas o, por el contrario, acentuar el distancia­miento entre los agricultores y el resto de la socie­dad. Por último, el problema ele la transmisión de las explotaciones se convertirá en un elemento ele gran importancia. Para evitar que la instalación co­mo agricultores se convierta en un tema disuaso­rio y pierda atractivo entre los jóvenes, los poderes públicos deberán poner en marcha una política de incentivos que, no obstante, seguirá dando que ha­blar en determinados círculos de opinión criricos con este tipo de medidas, como un ejemplo cor­porativo de "excepcionalidad agrícola" que no se aplica en otras actividades económicas.

Escenario lI Un escenario marcado por la hegemonía del sistema agroindustrial

Este escenario se basa en la apa1ición de un nuevo liderazgo en el sector agrario, protagonizado por las empresas agroindustriales y los grupos de la gran dis­tribución alimentaria. En un escenario como ése, se plantea la hipótesis de que, en un contexto ele rápi­da imemacionalización, estas empresas ocuparán el lugar del Estado, que se irá retirando poco a poco del sector agrario bajo el efecto de una ideología li­beral que acabará por imponerse en Europa.

Una agricultura subcontratada por el sec­tor agroindustrial Estas empresas agroindusuiales y ele la distribu­ción, dotadas de estrategias sólidas y de medios importantes, se esforzarán por responder a las ex­pectativas de los consumidores en [avor de ali­mentos sanos y diversificados. Desarrollarán ga­mas de productos ligados al proceso de transfor­mación agroalimentaria e identificados con determinadas marcas comerciales. En ese con­texto, los agricultores se convertirán en provee­dores de materias primas standarizadas para una industria que les impondrá condiciones cada vez más exigentes. La multiplicación de los contratos de integración irá sometiendo a los agricultores a una lógica creciente ele subcon tratación.

Este escenaiio encuentra un contexto favorable en el actual proceso ele liberalización de los inter­cambios comerciales. La Organización Mundial del Comercio irá logrando el desmantelamiento progresivo de las medidas de protección ele la agri­cultura europea y del sistema jurídico que regula

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actualmente las denominaciones de origen. La Unión Europea, debilitada, renunciará en este es­cenario a sus políticas de reequilibrio de las desi­gualdades y se dedicará a de5.nir estrategias rpara la apertura de sus mercados. En esas condiciones, el montante de las ayudas directas a los agricul­tores dismimürá fuertemente, debiendo ser mo­duladas en función del empleo y del respeto al me­dio ambiente. No obstante, el sistema de modu­lación de las ayudas tendrá un impacto limitado sobre los modelos de producción , lo que apenas afectará a la tendencia general que caracteriza a es­te segundo escenario.

En este escenario, es probable que puedan sa­tisfacerse a corto plazo las expectarivas de las ca­pas más desfavorecidas de la población europea, que buscan alimentos baratos, le dan poca im­portancia a la calidad y a las denominaciones de origen, y que se fían ele las marcas comerciales. Son grupos amplios de consumidores, cuyas ex­pectativas serán alimentadas por las industrias y las empresas distribuidoras, que, utilizando como argumento la creciente competencia, irán desa­rrollando estrategias tendentes a bajar los precios de los productos agrícolas.

Pero tales estrategias tropezarian con las reti­cencias ele determinados grupos de consumidores que desconfían de las marcas comerciales y que de­nuncian la falta de transparencia en los procesos de transformación agroindusaial. Para este gmpo de la población, cuya fe en el progreso técnico (espe­cialmente en la ingenietia genética) no ha sido com­pletamente recuperada, la pérdida de las referencias territoriales y el oscurantismo en tomo a la pro­ducción de alimentos, serán fuente ele inquietud.

Otros grupos se opondrán a este escenario, co­mo algunas organizaciones agra1ias que represen­tando , por ejemplo, los intereses ele los agriculto­res pluriactivos o con e>..1Jlotaciones diversi5.cadas, o defendiendo las producciones de calidad, se resistirán a la hegemonía de las industrias sobre el sector y exigirán una intervención más activa ele los poderes públicos. Asimismo, las colectivida­des territoriales, inquietas por los problemas que genera en sus comarcas tanto la intensificación de la agricultura, como el abandono de la producción, actuarán en una línea muy parecida a los grupos anteriormente señalados, y previsiblemente to­marán iniciativas para limitar los efectos negativos de este segundo escenario.

El juego de la competencia y la diferenciación

Tendencialmen te, este escenario tendrá diversas implicaciones. La primera será una disminución acelerada del empleo agrícola, debido a la aper­tura de los mercados , a la competencia entre los

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www.aeasa.com

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Globalización , agricultura y territorio

El escenario marcado por la calidad y denominación de los productos podría ser el de los agricultores que estén deseosos de reorganizar los sistemas de referencia de la agricultura y de construir una nueva imagen de su profesión.

agricultores y al rechazo de la multifuncionalidad. Las ex'Ploraciones se especializarán y su tamaño aumentará. En los mercados internacionales, se. presentarán oportunidades a la exportación para algunos agricultores, pero la competencia in ter­nacional será muy fuerte. Globalmente, los volú­menes de producción de ce.reales, de leche y de carne se reducirán entre el 10 y el 20%.

En las regiones, las diferencias comarcales au­mentarán . La agricultura, sometida a una fuerte competencia, se. repliegará hacia zonas especiali­zadas. En el resto del territorio, las colectividades locales (ayuntamientos, mancomunidades, grupos de desarrollo rural) intentarán poner en valor (va­lorizar) , a través del turismo y de productos muy específicos, un espacio abandonado por las gran­des producciones. El te1Titorio se dividirá en dos, ya que algunas producciones fácilmente desloca­lizables, como la ganadería industrial (granjas de porcino o avícolas), serán trasladadas desde Eu­ropa a países donde la mano de obra y las mate-1ias primas son más baratas.

Los retos: nuevas formas de regulación y protección de los consumidores Si un escenario como éste ve la luz, un reto fun­damental para los agiiculrores será regular el cre­ciente proceso de subcontraración a que estarán sometidos, estableciendo mecanismos que actú­en de contrapeso de los grupos industriales y co­merciales. En concreto, organizar a los agriculto­res que estén en estas situaciones de subcomra­tación sería una buena vía para reequilibrar las relaciones de fuerza en el sector. El Estado, a tra­vés de la legislación, estará llamado a jugar un papel fundamental en esta regulación. La protec­ción de la consumidores será una segunda área pa­ra la intervención de los poderes públicos, ya que podrá contribuir a limitar los efectos de una com-

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petencia internacional poco regulada. La gestión de las cuestiones ambientales constituirá la terce­ra de estas áreas de actuación pública, pudiendo justificar la introducción de normas que evitarían una concenmición abusiva de las producciones en determinados territorios, especialmente de las que son producciones fácilmente deslocalizables.

Escenario Ill Un escenario marcado por la calidad y denominación de los productos

La fuerza motriz de este escenario reside en las de­mandas de la sociedad hacia la calidad de los ali­mentos. En este caso, la noción de calidad no va asociada únicamente a productos ele alto ''stan­ding" (ele lujo), sino que se trata garantizar al con­sumidor que los alimentos han siclo producidos respetando sistemas de control transparentes, que son productos asociados a un dete1minado origen geográfico, y que han cumplido de.terminados re­quisitos en el proceso ele producción. Este esce­nario parre de la hipótesis de que el sistema de cle­nominacion es ele migen podrá extenderse a un gi·an número de productos y a una fracción ma­yoritaria e importante de ali.memos.

Generalización del sistema de denomina­ciones de migen Este escenario podría hacer.se realidad en un con­texto de crecimiento económico y de reducción de las desigualdades ral, que penniticra a una fran­ja amplia ele la población satisfacer sus deman­das en materia de calidad de los alimentos. La pro­tección tradicional de los mercados europeos (que descansa sobre la fijación de un precio inte1ior ele­vado y garantizado) cederá su lugar a un sistema ele normas de calidad exigidas por los consumi­dores y certificadas por los poderes públicos. Los mercados serán abiertos, pero regulados.

Este escenario podría ser el de los consumido­res, pero también el ele los agricultores que estén deseosos de reorganizar los sistemas de referencia de la agricultura y de consouir una nueva imagen de su profesión, legitimada por satisfacer las de­mandas de la ciudadania en mate1ia de consumo. Tal escenario seria apoyado por las colectividades locales de territolios cuyo potencial turístico , pa­trimonio cultural y natural, beneficiarán a los pro­ductos de la región, al tiempo que la calidad de es­tos productos contribuirá a mejorar la imagen de estas regiones. Las que dispongan de estas venta­jas comparativas estarán en posiciones más favo­rables para apoyar este escenario, lo que dará lugar a un proceso de diferenciación entre regiones, si bien sobre bases distintas a las que impulsan la di-

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Globalización, agricultura y [eniwrio

ferenciación acmal. No obsranre, este escenario po­dría ser cuesrionado por algunos Estados de La Unión Europea en nombre de la defensa de los gru­pos menos favorecidos de la población, pero sobre todo por las industrias, deseosas de imponer una concepción ele la calidad que repose mucho más sobre las marcas comerciales, que sobre el origen y referencia tenirorial de los productos.

Mantenimiento del empleo, diferencia­ción de mercado y valorización de los te­rritorios Tenclencialmente, este escenario tendrá diversas implicaciones. De un lado, se producirá una me­jor preservación de los empleos agrícolas, inclu­so una creación neta de empleo en la regiones más favorecidas por las razones antes comentadas. Una fuerte formación técnica ele los agricultores sería, no obstante, necesa1ia para la adecuada ges­tión de las condiciones en que se desenvuelve la actividad productiva de sus explotaciones y la co­mercialización de las producciones. De otro la­do , hay que tener en cuenta que si bien la com­petencia se ejercerá sobre el precio de los pro­ductos, también girará en torno a la calidad gusrariva y a la garanría sanitaria ele los mismos , así como a Las expectativas generada por su su­puesta excelencia. Para ello, los mercados agríco­las, aunque segmentados y estimulados por ini­ciarivas locales , deberán ser regulados por los po­deres públicos a fin de garantizar el respeto ele las reglas de juego y evitar los fraudes. Los teni­torios estarán, por tanto, a la vanguardia de este escenario, marcado por una política que val01iza­rá sus especificidades. Mercados y tenitmios se construirán mutuamente. Pero rodas las regiones no dispondrán de las mismas ventajas, de ahí que el desarrollo inducido por este tercer escenario se­rá un desarrollo desigual.

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Los retos: organización colectiva y control público El desarrollo ele las denominaciones de 01igen su­pone una organización de tipo colectivo de los agii­cultores y una sinergia con las iniciativas regiona­les, principalmente en Lo relativo al turismo, la comunicación o la estructuración de los intercam­bios. Ello supone, además, una organización te­rri[orial de las complementariedades, pues la com­petencia incontrolada -entre regiones o en den­tro de una misma región- tirará hacia abajo de la calidad y minarla los fundamentos ele esta política.

Uno ele los riesgos fundamentales de este esce­nario reside, por tanto , en su posible marginaliza­ción. Se puede incluso concebir que pueda ser un escenario degradado y servir como elemento de va­lorización de om1s políticas; en esta situación, la ca­lidad de Los productos ele origen se convertirán en algo marginal y elitista. Para limitar este iiesgo, los poderes públicos deberán reorientar profundamente los mecanismos ele asignación de las ayudas direc­tas , que serian entonces concebidas como meca­nismos incentivadores para esrimular la innovación y la aniculación entre la agriculrura y los tenitorios.

Escenario IV Un escenario marcado por una agricultura de servicios

Este escenario parte ele la hipótesis de una susti­tución ele la actual política agraria por otra de de­sanollo rural en la que, si bien la actividad agrícola y ganadera será parre integr<mte, descansaría en la promoción de las iniciativas creadoras de nuevas y diversificadas acriviclades en el medio rnral. Des­de esta perspectiva, la agriculrura será juzgada por su contribución al desarrollo del territorio: no sólo como productora ele alimentos, sino también por los servicios que presta a La comunidad en ma­teria de preservación y conservación del espacio, de prevención de riesgos naturales y de creación de condiciones y actividades ÚLiles para el desa-1TOllo de otros sectores, como las tutíslicas .

Prestación de servicios a la colectividad En un contexto de crecimiento económico, este cuarto escenario parte del supuesto de que una Unión Europea fuerte consolidará sus políticas de redistribución y reducción de las desigualdades. Una subsidiariedad activa se pondrá en marcha, instaurando un nueva forma de compartir las res­ponsabilidades e1me el Estado y Las colectividades locales . Los poderes públicos se centrarán en el carácter mukifuncional ele la actividad agraria pa­ra legitimar ante la opinión pública la continuidad de las ayudas públicas a los agricultores .

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Globalización, agiicultura y tenitorio

En un contexto de crecimiento económico, un escenario marcado por una agricultura de servicios parte del supuesto de que una Unión Europea fuerte consolidará sus poiíticas de redistribución y reducción de las desigualdades.

Este escenario responde a la aspiración de grn­pos cada vez más amp1ios de la población urbana, que creen encontrar en el medio rnral espacios de vida y de trabajo para instalarse allí. Los jóvenes em­presarios o los jubilados optarán por el campo y es­timularán las actividades de servicios. Ellos exigi­rán un paisaje dinámico y bien cuidado, así como un medio ambieme bien conservado, demandas to­das ellas que plamean servicios que podrán ser pres­tados por los agricultores y remunerados por las colecti\~dades locales. Estas colectividades (ayuma­mien tos, mancomunidades, .. .) tomarán iniciativas cada vez más diversificadas para promover la crea­ción de acrividades en el medio rural y establecerán contratos con los agricultores para remunerar; gra­cias a una reoriemación de las ayudas públicas, los servicios que ellos prestarán a la comunidad: pre­servación de los paisajes, gesrión de los recurso bio­lógicos, reducción de los riesgos de incendios, . ..

Este escenario deberá afrontar las reticencias que surgirán de los que consideran que el coste ele la or­denación y dinamización de los tenitorios no está siem­pre jusúficado, o las reclamaciones de una parte de la población urbana en favor de los pueblos y las barria­das pe1ifé1icas de las grandes ciudades (banlieues). Pe­ro sobre todo, deberá enfrenrarse a los corporativismos profesionales que obstaculizarán a los panenariados locales, a la pluriactividad o a la mulrifuncionalidad.

Empleos rurales, inserción de los agriculto­res en el territorio En este escenario, la creación de empleos rnrales se­rá fuertemente estimulada por los poderes públicos, sobre todo si se establecen mecanismos para frenar el proceso de concentración de tierras, impidiendo que se produzca un aumento e,xcesivo del tamaño de las ex'Plotaciones agrarias. Pluriactividad y mul­tifuncionalidad desarrollarán empleos en la periferia de la actividad agraria: tmismo rural, transformación

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y venta directa de productos en la e>..'Plotación, ac­tividades de servicios, ...

La inserción de las explotaciones agrarias en su medio más próximo se verá reforzado por el esta­blecimiento de contratos, en cuya definición parti­ciparán activameme las colectividades locales. Los acuerdos serán establecidos con grnpos de agricul­tores mediante programas amplios, concernientes por ejemplo a la preservación de las zonas de mon­tafia, lo que estimulará la cooperación en servicios ele proximidad. Los territorios movilizarán sus ca­pacidades de organización para establecer relaciones contractuales con el Estado y la Unión Europea. Nuevas áreas de coordinación, como los pays (equi­valentes a las comarcas o mancomunidades en Es­paña) se convertirán en interlocutores privilegiados para la puesta en marcha de estos servicios.

Los retos: estanito jurídico y relaciones con­tracniales

Para que un escenario como éste se reilice plena­meme, el estatuto jurídico y fiscal de los empresa­rios rurales deberá ser armonizado y simplificado pa­ra evitarlos enfrentamientos entre los agricultores y otros actores económicos, como los empresaiios que se encargan de prestar servicios de animación del es­pacio rural destinados a la colectividad, o los profe­sionales del sector turistico que se encargan de pres­tar servicios de acogida. Otro punto de importancia es que los contratos con los agricultores deben ser suficientemente fiables e incenrivadores para evitar los comporramiemos oportunistas y suscitar la pre­senración de proyectos profesionales sólidos y sos­tenibles. De otro lado, las relaciones contracruales entre los diferentes niveles implicados (Europa, Es­tado u colectividades locales) deben ser flexibles y eficaces para evitar una inflación burocrática y un peso excesivo de los procedimientos adminisrrari­vos que frene el desarrollo de tales iniciativas.

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Así es como deben seguir siendo los tomates del mañana. Poir eso, en BASF ya llevamos

tiempo investigando en la tecnología fitosanitaria del futuro. Para que las cosechas sean

igual de sana$ y naturales que siempre. Pero tan abundantes como nunca.

El sector agrícola está evo lucionando a una velocidad de manera personalizada. Por eso, como respuesta a las

vertiginosa. Y, en BASF, queremos hacer frente a esa

evolución manteniendo nuestros principales compromisos:

ofrecer al agricu ltor las so luciones óptimas para sus

cultivos, ayudarle a respetar el medio ambiente y asesorarle

Fitosanitarios

nuevas demandas que plantea la agricultura, BASF trabaja

para encontrar ideas innovadoras, eficaces y, por

supuesto, respetuosas con el medio ambiente .

Éste es nuestro compromiso hoy. Y lo será siempre.

• <:--Cultivamos Ideas

BASF

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Globalización , agiicultura y territorio

Cuadro 1

ESQUEMA DE LOS ESCENARIOS Y SUS IMPLICACIONES

Escenario

Evoución del empleo agrícola

Función del territorio

Actores motrices

Formas de regulación

Proceso de dile-renciación regional

Protagonismo de las colectividades !occ¡les

Papel del Estado

1 2 Adaptación a los Una agricultura cambios actuales subcontratada

por la industria

A la baja Fuerte descenso

Factor de ren ta Factor de producción

Estado y Empresas y grupos organizaciones agrarias agroindustriales

Regulación pública Libre competenc ia de los mercados

Fuerte (contínuación de Muy fuerte (acentuación de tendencias actuales) de tendencias actuales)

Débi l (se limitarían Muy débil (se limitarían a contribuir a resolver a ordenar las los problemél§ desigualdfilles ambientales) territoriales)

Fuerte (protección y Débil (se limitaría a regulación del mercado respetar las reglas de la europeo, fijación de competencia, asf como a cuotas, implementación velar por la seguridad y de normas ambientales) sanidad de los alimentos)

Otro posible escenario

No se ha planteado ningún escenatio "ca[astrofis­ta" , pero la hipótesis de una crisis económica y so­cial de grandes magnitudes, que provocase un fuer­te crecimiento de las desigualdades y un rechazo del modelo de vida urbano, haciendo de la agri­culcura un refugio para los exduidos del mundo la­boral, y de la política agra1ia una política que con­tribuyese a gestionar las grandes fraC[uras sociales que dicha crisis generatia, es una hipótesis que no debería ser descartada de un modo definitivo .

Se comprende fácilmente que los instrumemos políticos actuales - y sobre todo el sistema de ayu­das directas- podtía ser reorientado para hacer de la agricultura un sector "social" y para transfor­mar el mundo rural en un lugar de supervivencia donde las actividades podrían clesanollarse de mo­do informal en tomo a los mercados locales. Esta siruación de "retomo forzoso al campo", que se manifiesta ya a pequeña escala en cierras regio­nes, ¿podría extenderse incluso a amplias áreas del tenitorio?. lSe podría divisar en ese escenario una especie de reivindicación de "derecho a la tierra", similar a la del "derecho a la vivienda" que hoy se oye en las ciudades ernre determinados grnpos de jóvenes, y que seria una reivindicación que des-

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3 4 Una agricultura Una agricultura de calidad de servicios

Estable Al alza

Factor de diferenciación Factor de vertebración

Estado, colectividades Colectividades y y ag ricultores empresarios rurales

Organización de Coord inación los mercados y contratos

Fuerte Débil (recomposición) (recomposición)

Fuerte (tendrían uh fuerte Muy fuerte (apoyo a protagonismo en la los actores locales, estn,Ji;;turación de las así como a la creación filléres y en la imagen de redes y a su de los productos) coordinación)

Fuerte (reglamentación Débi l (se limitaría y organización de los a compartir mercados, protección competencias con jurídica del sistema de las instituciones denominaciones de origen) regionales y locales)

bordaría la jurisdicción actual sobre la propiedad de la tierra y enrrañaría la puesta en marcha de ac­tividades precarias y ele empleos mal remunerados que se desarrollarían en los límites de la legalidad? . Aunque es poco probable que una evolución de ese tipo pueda darse en los próximos años, hay que pensar que un fracaso de los cuatro escenarios aquí contemplados como factibles o una incapacidad ele los actores implicados para ponerse de acuerdo sobre perspectivas de futuro, podria dar una cier­ra credibil idad a este escenario catastrofisra.

La dinámica de los escenarios

Los cuarro escenarios planteados no ofrecen las mismas posibilidades de realización ni las mismas perspecüvas ele evolución.

El Escenario I es el mejor situado para reali­zarse plenamente en los próximos años, dado que descansa esencialmente en una adaptación de la simación acrual. Sin embargo, se encontra­rá en una posición frági l por la ampliación de la Unión Europea hacia el Este, pues el régimen de las ayudas directas será difícilmente generaliza­ble a la importante población agraria de los PE­COs y deberá ser modificado. En tomo al año 2005, este escenario podría evolucionar hacia el

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Globalización, agricultura y tenicorio

No es descartable la hipótesis de una crisis económica y social de grandes magnitudes, que provocase un fuerte crecimiento de las desigualdades y un rechazo del modelo de vida urbano, haciendo de la agricultura un refugio para los excluidos del mundo laboral.

Escenario 11 si la UE reduce sus inrervenciones y deja su lugar al mercado para regular la ag1icul­rura. También puede que evolucione hacia el Es­cenario lV si se adoptase una política acriva de desarrollo rural y de ordenación del reITirorio. A la altura del año 2015 , la supervivencia de esre primer escenario pasaría, sin embargo, por una gesrión sosrenible de la conrestación de que es objero, ranro en el inre1i.or ele la UE como fuera de Europa, lo que represenra probablemenre su fragilidad más manifiesta.

El Escenario ll es poco creíble a corro plazo, ya que la sociedad europea permanece impregnada ele valores relacionados con la calidad ele los ali­memos, el medio ambiente y el empleo tura!, y no tiene confianza alguna en que el secror privado pueda defenderlos. Pero a medio plazo las cosas pueden ser diferentes , pues las presiones inrer­nacionales y las esrraregias de las grandes empre­sas europeas van precisamente en esa misma di­rección. Esre escenario podria activarse como con­secuencia de que el Escenario I entrara en cris.is o como resultado del fracaso de los dos úlrimos y podría comenzar a concretarse a partir de la dé­cada en curso. Este segundo escenario se veiia favorecido si el secror agrario y los poderes públi­cos no se pusieran de acuerdo en una esrrategia a largo plazo, ya que entonces se impondria por de­fecro, para llenar el vado que se produciría. Des­pués del año 2015, se planreaiía la cuestión del futuro ele este escenario, pues las perspectivas de delocalización de las producciones, de la interna­cionalización y concentración de los agrandes gru-

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pos agroalimentarios podrían levar a un retroceso imponanre de la acrividad agraiia en Europa.

El Escenario lil podría ponerse en marcha en un futuro relativamente cercano, pues supone una política activa por parte de los Estados, apoyada por la Unión Europea y defendida a nivel inter­nacional, concretamenre en la prfo.ima ronda de negociaciones de la OMC. Este es un escenario exigente, que requiere fuertes capacidades de or­ganización por parte de los agriculrores y una re­fundación de los sistemas de inrervención de las políricas públicas , incluyendo la política de in­vestigación y formación . Su posible fracaso podiia conducir a una especie de laisser-faire que podría facilitarle las cosas al Escenario Il o, por el con­trario , a un repliegue sobre la agricultura y su in­tegración en una política de desaJTollo tura! inci­siva y ambiciosa.

El Escenario N es difícilmenre concebible a cor­ro y medio plazo, pero es alimenrado por unos mo­vimienros de fondo que corren por algunos países europeos, concretameme por la sociedad france­sa: aumento de las preocupaciones ecologisras, au­mento del individualismo y la figura del empre­sario emprendedor, envejecimiemo de la pobla­ción y nuevas demandas de servicios, ampliación del ciernpo libre, .. . Mejor comprendido o acepta­do por nueso·os partenaires internacionales que el Escenario Ill, este cuarto escenario podria ser ob­jero de activación en un contexto de creciente glo­balización; podría resultar de una evolución del Esceanrio l o combinarse con el Escenario lll con el que no es incomparible.

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PLAN DE FORMACIÓN AGROPECUARIO 2001

El lugar de celebración de todos los cursos será el aula del Centro de Investigación, Desarrollo y For­mación Agropecuario y Ecológico (C. l.D.F.A.E.) en la Finca El Borri l (Polán). El horario de todos los cursos será por las mañanas de 9,30 h. a 14,00 h. y por las tardes de 16,000 h. a 19,30 h. El precio de todos los cursos es de 6.000 pesetas e incluye e desayuno y la comida.

Curso de Apicultura. Apicultura Ecológica · Nivel: Básico. · Resumen del contenido: Introducción. Conoci­miento del medio. Anatomía de la Abeja, Crianza y Manejo. Comportamiento socia l. Al imentación. Pa­tología y Terapéutica. · Parte Prác tica: Dura nte el curso, se ha rá n di­versas aplicaciones prácticas desde el inicio en la construcción y ubicación de colmenas, manejo de los animales y puesta en marcha de una instala­ción apícola. · Fechas de Celebración: 19, 20, 21y22 de abril. · Duración: 25 horas. A cada alumno se le proporcionará un equipo pro­tector para las clases prácticas.

Curso de Horticultura. Horticultura Ecológica · Nivel: Medio. · Resumen del contenido: Introducción a la horti· cultura ecológica. Conocimiento del suelo. Carac­terísticas organolépticas y analíticas. Propiedades y descripción de los distintos frutos hortícolas. Pa­tologías y Tratamientos alternativos. · Parte Práctica: Este curso es fundamentalmente práctico. Durante el desarrollo del mismo se pon­drá en marcha un huerto ecológico en las propias instalaciones de la finca, facilitando así que el alum­no tenga la oportunidad de trabajar y conocer la di­námica y el conocimiento de este tipo de actividad. · Fechas de Celebración: 26, 27, 28 y 29 de abril. • Duración: 25 )loras.

Curso de Viticultura · Nivel: Básico. • Resumen del contenido: Clasificación de las dis­tintas clases de uva. Recolección. Distintos tipos de vino. Elaboración. Crianza . Comercialización. · Fechas de ce lebración: 11, 12 y 13 de mayo. · Duración: 20 horas.

Curso de Quesería y Derivados Lácteos · Nivel: Medio. · Resumen del contenido: Control de la materia pri­ma. Fermentos. Tecnologías de los principales tipos de quesos. Productos lácteos fermentados. · Parte Práctica: Elaboración de cuajadas, reque­són, queso fresco, cremoso, yogur, etc. · Fecl1as de celebración: 21, 22, 23 y 24 de junio. · Duración: 25 horas.

Curso de Energías Alternativas en Explotaciones Agropecuarias. Energía Térmica · Nivel: Medio. · Resumen del contenido: Descripción de la Ener­gía solar. Energía solar térmica. Materiales de cons­trucción. Finalidades de este tipo energético. Ele­mentos de unidades de energía térmica. Produc­ciones y consumo. Rentabilidad, montaje y subvenciones. · Fechas de celebración: 19, 20, 21 y 22 de julio. • Duración: 25 horas.

Curso de Gestión de Residuos en Explotaciones Agropecuarias · Nivel: Medio. · Resumen del Contenido: Descripción y tipos de re­siduos. Residuos Agrarios. Residuos Ganaderos. In­cidencia en el Medio. Problemas de Gestión. Gestión Alternativa. Métodos de gestión. · Parte Práctica: El alumno tendrá que acometer la resolución de casos hipotéticos de gestión de resi­duos tanto ganaderos como agrícolas. Se tiene pre­visto de igual modo la construcción de un Filtro Ver­de en las instalaciones de la finca El Borril, como método de gestión de las aguas residuales. · Fechas de celebración: 7, 8 y 9 de septiembre. · Duración: 20 horas.

Curso de Agricultura y Ganadería Ecológica • Nivel: Medio-al to. · Resumen del contenido: Características gerera­les de la agricu ltura y ganadería ecológica . Pautas de comportamiento . Tipos de cu ltivo. Tipos de ga­nado. Sanidad. Reglamentación. Subvenciones. Co­mercialización de productos. · Fechas de celebración: 27, 28, 29, 30 de sep­tiembre y 4, 5, 6 y 7 de octubre. · Duración: 50 horas. Se tratará de que este curso esté Homologado por la JJCC para que, aquellos que lo realicen, puedan solicitar las subvenciones y la acreditación como agricultor o ganadero ecológico por parte de la Ins­titución autonómica.

Curso de Homeopatía Veterinaria · Nivel: Medio-alto. · Resumen: Introducción a la omeopatía. Des­cripción de patologías y tratamientos homeopáticos. Pautas de comportamiento. · Parte Práctica: Durante el Curso se establecerá un turno rotatorio de distintos casos clínicos reales para ser tratados. • Fechas de Celebración: 19, 20, 21 de octubre y 2, 3 y 4 de noviembre. · Duración: 40 horas.

Curso de Inseminación Artificial · Nivel: Medio. · Resumen del contenido: Curso eminentemente práctico en el que al alumno se le darán nociones básicas de anatomía y ciclos reproductivos. Casi un 50% del horario lectivo está destinado a que el alum· no realice prácticas de inseminación artificial en ani­males vivos. · Fechas de celebración: 13, 14y15 de noviembre. · Duración: 20 horas.

SOLICITUD DE CURSO Para la solicitud de cualquier curso, se deberá re­llenar el impreso adjunto. Las plazas son limitadas y el plazo de recepción ele solicitudes final izará 20 días antes de la celebración de cada curso.

SECTOR INFORMATIVO Y ASESORAMIENTO AGROPECUARIO Y ECOLÓGICO. GABINETE DE ASESORAMIENTO TÉCNICO

Desde abril, comenzará a funcionar un gabinete de asesoramiento técnico dirigido a los agricultores y ganaderos de nuestra provincia, así como también a estudiantes y demás profesionales del sector interesados en los temas agrícolas, ganaderos y ecológicos. Este Gabinete, junto con otras actividades e insta­laciones como el aula de formación , será lo que se

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denominará CENTRO DE INVESTIGACIÓN, DESA­RROLLO Y FORMACIÓN AGROPECUARIA Y ECOLÓGI­CA (C. l.D.F.A.E.) . Ubicado en la Finca El Borril, este equipo de ase­soramiento estará compuesto por técnicos de la A.D.G.E. (ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA GANADERÍA ECOLÓGICA)1 Técnicos del M.A.P.A., ase­sores sanitarios en medicina veterinaria alternati­va, técnicos agrícolas y técnicos de la Diputación de Toledo que mantendrá una conexión directa con res­ponsables y técnicos españoles en la UE. Lo qúe pretendemos con la formación de este equi­po es mantener una línea directa informativa ten­dente a asesorar a todas aquellas personas que así lo requieran y fundamentalmente mantener una lí­nea de diálogo y conexión entre los responsables institucionales y nuestros profesionales. De esta iniciativa recibirán puntual información las asociaciones de ganaderos y agricultores, de igual modo pueden llamar al teléfono 925 25 93 72 en el que les informaremos de los días de reunión, ho· rarios y teléfono de consulta.

• Nombre del curso:

• Nombre y apellidos:

• Dirección:

C/ _________ no ----

Localidad -----------

C.P. __ Telf. : ____ Fax: ----

Profesión -----------

Edad _ Lugar de trabajo _____ _

• Motivos por los que solicita el curso:

(a rellenar por la Diputación)

Fecha de recepción de la solicitud _ / __ / _

Solicitud número ________ _

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INFORMACIÓN Y ENVÍO DE SOLICITUDES: Diputación de Toledo. Departamento de Agricultura y Ganadeña. Plaza de la Merced, 4. 45002 Toledo. Teléfono: 925 25 93 OO. Teléfono directo y fax: 925 25 93 72. E·mall: [email protected]. Página Web: http://www.diputoledo.es • Teléfono Finca El Borril: 925 37 05 09

Page 49: Anuario UPA 2001

El desarrollo local en contextos de globalización

El desarrollo local en conltextos de globalización Una reflexión desde la experiencia del n1undo rural brasileño

JOSE GRAZIANO DA SILVA

Instituto de Economía.

Universidad Estatal de Campinas. Sao Paulo

(Brasil)

e uando se trata el tema de la globaliza­ción/mu ndialización suele darse opi­niones excesivameme generales como si sus efecros fueran similares en rodas los

._ países y regiones del planeta. Sin embargo, cuando ..o ~ reflexionamos con algo más de detenimiento sobre § la magnimd del proceso _globalizador, nos damos ·g cuenta de que no es un proceso que tenga lugar con 8 igual imensidad en rodas los países, sino que sus @ efectos dependen del aa·activo que cada país o re­g gión pueda ofrecer a las redes de la nueva econo­<U

·¡::¡ mía. Dicho ao-activo varía según la importancia eco­¡s oo nómica y política de cada país , del tamañ.o y po-

tencialidad de su mercado interno, de la naturaleza e importancia de las mate1ias primas que interesan a las empresas transnacionales y de la legislación in­terna que regula las relaciones comerciales y el flu­jo de los capitales financieros transnacionales, a Jos que habría que añadir otros facrores como los que se refieren al nivel de com1pción de los gobiernos nacionales. De esta forma , el proceso de mundiali­zación no distribuye por igual sus costes y benefi­cios emre los diferemes países y regiones, ni elimi­na la necesidad de que intervengan los Estados en aras de la integración nacional.

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La lógica del proceso globalizador implica una competencia tan brutal y depredadora, así como un grado tan alro de especulación en las inversio­nes patrimoniales, que sólo puede ser regulada a través de nuevas instituciones y mecanismos de intervención pública que refuercen y comple­menten los instrumentos de que disponen los go­biernos nacionales .

Al tiempo que los países se insertan en proce­sos globales, es un hecho que, clemro de cada país, hay dinámicas que se desanollan a nivel lo­cal para intentar la resolución ele problemas que , si bien se manifiestan a ese nivel, sus causas hay que buscarlas a niveles más amplios, ya sea den­tro o fuera de las fronteras nacionales. En este sen­tido puede decirse que las fuerzas que actúan en el proceso de globalización son causa ele proble­mas regionales o locales, pero estimulan también dinámicas sociales para intentar darle respuesta en esos niveles inferiores de decisión.

Por ello , se hace cada vez necesario encontrar nuevos modos de equilibrar las interrelaciones que se producen entre los niveles global y local. De ahí que , a la hora de analizar las dinámicas de desa­rrollo local, no deberíamos limitar nuestro análi­sis al esnicto marco de una comarca o incluso de una región , sino ampliarlo para incluir en él las in­teracciones entre el nivel local y las dinámicas que acontecen en el proceso de globalización (Cam­panhola y Graziano da Silva, 2000). La frase "pien­sa globalmente, acn'.ia localmente", que se ha ido e.,....:tendiendo para referirse a las estrategias de las regi.ones y países en un come.,xro de creciente glo­bali.zación, tiene especial relevancia en la reflexión que se está haciendo aquí.

La reorganización espacial de la producción im­plica una aceleración de la movilidad del capital y la creación de fi.Liéres de producción para obtener mayores ventajas competitivas en la acumulación

Una versión wnplia de este texto será publirnda en la Revista !11 ternacional de Sociología. El texto oiiginal co1Tespo11de a la ponencia presentada en el X Congreso Mundial de Sociología Rurnl (Ria de jancim, 30 de julio y 3 de agosto de 2000). La traducción desde el portug11és al espaiiol ha siclo realizada por Eduardo Moyana.

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El desarTOUo local en contextos de globalización

de capüal en diferemes países, descentralizando y especializando los procesos de producción. Inclu­so en los países en vías de desarrollo, la globaliza­ción acelera los procesos de exclusión social de los pequeños ag1iculrores, así como de los rrabajado­res agrícolas y de los consumid ores más pobres. De­terminadas naciones, regiones y núcleos locales son incorporados a estas filiéres de producción, mien­rras que orros son excluidos. Así, pues, más que re­presemar un fenómeno mundial de homogeneiza­ción en la disoibución del capital, el proceso de glo­balización contribuye a incrementar aún más las diferencias entre naciones y regiones.

En el caso de los sistemas de producción de ali­memos, los gobiernos de los países desa1rnllados procuran no implicarse en ellos mediante sistemas direcros de regulación económica, traspasando esa responsabilidad a los minoristas del secror priva­do. El Estado delega, así, en estos actores inter­medios el papel de represenrar los intereses de los consumidores, concediéndoles determinadas fa­cultades que funcionan tanto a nivel nacional, co­mo más allá de sus fronteras . Así, la supuesta ac­ción de los consumidores a través de las redes de venta al por menor ha contribuido a redefinir los mercados, promoviendo la aparición de nuevos modelos culrurales en relación con la calidad nu­tritiva de los alimentos y con el medio ambiente, tal como ha señalado Marsden (1998). Este au­tor explica que las redes internacionales de pro­ductos alimenticios se conectan horizontal y ver­ticalmente con los espacios donde se localizan, de tal manera que la combinación de esos dos tipos de relaciones ha empezado a remodelar el espacio rural desde dentro, pero de forma imeractiva con orros espacios más amplios. De este modo, se ere-

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an espadas que actúan en una relación de de­pendencia y/o de dominación con otros. Por ejem­plo , en la indusuia del vestido , los bienes no se producen en las fábricas que son propiedad de las compañías internacionales, sino que su produc­ción es contratada a productores locales , regio­nales y nacionales, que producen estos bienes (vestido, calzado, ... ) de acuerdo con las caracte­rísticas que les marcan las grandes fumas comer­ciales (F1iedland, 1994). La situación es similar en el caso de la producción de fruta fresca y verdu­ra, que proviene de una amplia gama de n úcleos locales, algunos muy lejos de los otros, pero cuya distribución está controlada por compañías trans­nacionales. Así, los precios de los alimentos están cada vez más determinados en las (ases posterio­res a la de la producción agraria. De esta forma, y en lo que se refiere a las redes internacionales de producros alimenticios, los procesos de acumula­ción en el sector de la producción agraria, y más concretamente en la de alimentos, se están dife­renciando cada vez más en vez de hacerse más ho­mogéneos; tocio lo contrario de lo que inicial­mente se podía esperar del proceso de globaliza­ción. Es evidente que lo global no puede existir sin lo local, y que lo local se caracteriza por unas relaciones sociales que se ven estructuradas por las relaciones sociales globales (Marsden, 1997).

Es importante subrayar que no tocias las activi­dades productivas locales y regionales están inte­gradas en las redes o cadenas transnacionales. Hay demandas de productos locales y regionales que son también singulares y específicas y que constituyen una impon.ame oportunidad económica para los pe­queños y medianos agricultores o incluso para los empresarios agrícolas. La competitividad de cada área o región depende de su habilidad para í.megrar el saber-hacer local que se ha í.do acumulando his­tóricamente y ele su capacidad de información e in­tercambio con los mercados no locales.

Por ello , la globalización de los mercados tie­ne un efecto mayor sobre la diferenciación teni­torial, que sobre su homogeneización (Saraceno, 1998). Los llamados "nichos de mercados", que se refieren a la demanda de productos con carac­telÍsticas concretas y alto valor (como por ejem­plo, los alimentos libres de residuos químicos o que no hayan producido daño sobre el medio am­biente en el proceso ele producción), están gene­ralmente dirigidos a las clases sociales acomoda­das , ya que, para la población ele renta baja, con­tinúa funcionando la dema nda de alimentos bararos y escasamente cliferencí.ados que resultan de los procesos de producción en masa.

Junto a estas tendencias, encontramos un cam­bio, en el sentido de un traspaso del poder y de la

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~~ -­·--

cada uno es diferente

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El desarrollo local en contextos de globalización

La diferenciación y participación en mercados y nichos específicamente localizados han creado nuevas oportunidades para los pequeños agricultores familiares.

capacidad política desde un contexto fuene a ni­vel nacional, pero débil a nivel local, a otro débil a nivel nacional, pero fuerte a nivel local. Por otra par­te, la globalización está estimulando la reestructu­ración de lo local, en lo que se refiere a las particu­laridades del uso del espacio y de los actores so­ciales implicados. La diferenciación y participación en mercados y nichos específicamente localizados han creado nuevas oportun idades para los peque­ños agricultores familiares, cosa que ocurre incluso en países no desarrollados donde estos grupos han sido los menos privilegiados a la hora de afrontar los sucesivos procesos de ajuste macroeconómico (Campanhola y Graziano da Silva, 2000).

Globalización y exclusión

De acuerdo con la retlexión que se viene hacien­do en este trabajo, puede decirse que el actual pro­ceso de globalización acentúa la naturaleza desi­gual que ya tenía el desarrollo capitalista en la era fordista, ya que su impacto varía aún más de un país a otro e in cluso entre diferentes regiones de un mismo país. Para apoyar esta tesis, destacaré cuatro diferencias fundamentales en lo que se re­fiere al desigual impacto de la globalización en los países desarrollados -también llamados países del Norte o del Primer Mundo, y a los que me referi­ré aquí con la abreviatura Cl- y en los países en ví­as de desarrollo -también denominados países del Sur, subdesarrollados o de desarrollo tardío, y a los que me referiré con la abreviatura C2.

1) Nuevas Jonnas de regulación estatal En este aspecto, y en lo que respecta a los países Cl, no sería correcto afirmar que la globalización viene acompañada de una "retirada general del Es­tado", sino de una reorientación de sus funciones. De hecho, se le demanda funciones de regulación política para nuevas áreas, como ocurre con la in­teracción entre el medio ambiente y las actividades productivas, por citar un ejemplo de especial in­terés para el argumento de este artículo. Estas nue­vas formas de regulación no son necesaliamence públicas, sino que, a menudo, significan una de­legación de funciones desde el Estado hacia gru­pos particulares de intereses a los que se les con­cede facultades para que ejerzan tareas de control en nombre del interés general, creando así nuevas formas de gobierno privado (Bonano ec al. 1994).

En los países C2 , la globalización ha tenido lugar dentro de un contexto en el que no sólo se ha reducido la capacidad de los gobiernos nacio­nales para regular la actividad económica, sino en el que se ha producido una crisis del propio modelo de Estado, tanto en términos fiscales , co-

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mo en términos de pérdida de su legitimidad so­cial. la crisis fiscal de los Estados-nación en mu­chos países C2 ha conducido a un verdadero des­mantelamiento del sector público en lo que se refiere no sólo a sus funciones de regulación eco­nómica, sino también de regulación social. La in­capacidad financiera y operaciva de los gobiernos nacionales para atender incluso las más mínimas demandas de sus ciudadanos, ha llevado a un es­cenario de creciente marginalización ele grupos so­ciales que tienen cerrado el acceso a la educación, la salud, el transpone, la vivienda, la seguridad, ere. En los países C2 no se trata simplemente de que el Estado se haya retirado de estas actividades para dedicar más atención a otras nuevas que es­tén siendo demandadas por la población, corno ocurre en los países Cl. Lo que está ocurriendo realmente en los países C2 es que las institucio­nes estatales están siendo intencionadamente des­manteladas, condenando a la ruina a las adminis­traciones públicas con el fin de eliminar fom1as so­ciales de regulación que se opongan a los objetivos de las compañías rransnacionales.

En general, puede decirse que el fenómeno de la retirada del Estado tanto en los países Cl , co­mo en los C2, no deja "espacios vacíos" para que, de nuevo, la mano invisible (y renovada) del mer­cado actúe, como a los neo-liberales les gustaría que todos pensemos. A nivel económico, por ejemplo, la bancarrota de los Estados en los paí­ses C2 ha provocado que la función de regular mercados altamente oligopólicos sea asumida por las empresas transnacionales, como se ha puesto de manifiesto en estudios sobre el sector de fruta fresca en Argentina y Chile o en el de zumos con­centrados de naranja en Brasil (véanse los trabajos presentados en Cavalcanti, 1999). A nivel social, la retirada del Estado ha hecho que la exclusión se intensifique, contaminando violentamente toda la esnuctura social y estimulando e.'(¡lresiones radi­cales de protesta. A nivel político, el vacío dejado por el Estado ha sido ocupado por formas cre­cientes de autoritarismo por parte ele los grupos dominantes en lo que se refiere a las tareas de re­gulación privada que le han siclo delegadas.

2) Dis tintos niveles de vertebración social Como hemos visto, en algunas de las nuevas for­mas de regulación social impulsadas por la glo­balización, los espacios locales y regionales son ca­da vez más relevantes. Estas formas de regulación infranacional se originan en el marco de las nue­vas relaciones que se establecen entre los sectores públicos y privados, delegando a grupos priva­dos el ejercicio de funciones de gobierno (nuevas fonnas de gobemancia en la terminología al uso).

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El desarrollo local en contextos de globalización

La diferencia enrre los países Cl y los C2 en este asunto , es que, en los países Cl . gran parte de la sociedad civil esrá ya organizada en wmo a sus propios gnipos ele inrereses , lo que garanriza su participación en las nuevas formas privadas de go­bemancia que se esrán implanrando. Así, en los países Cl exisre al menos la posibilidad ele reno­var el sisrema democrárico , en rérminos de favo­recer la represenración ele los grupos organizados ele intereses , conrribuyendo a introducir un nue­vo equilibrio en la configuración de los Esrados­nación. Sin embargo, en los países C2, en los que la sociedad civil esrá clébilmeme organizada, for­talecer los procesos de wma de decisiones a ni­vel local y/o regional significa en muchos casos re­vitalizar el poder de los graneles propietarios m­rales, ligados por lo genera l a las elites locales dominames. En este sentido, y para comprender mejor esra realidad desigual en los países C2, hay que recordar que la fase más temprana de acu­mulación forclista nunca fue ran extensa ni ran sig­nificativa en estos países, por lo que no dio lugar a la fuerte organización sindical que fue carane­rística de los países Cl en esa [ase. La realidad de los países C2 está marcada por la existencia de un

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movimiento obrero débilmente organizado, que conviene a los rrabajadores en las principales víc­timas de la globalización. De ahí que tenga senti­do decir que: la muy loada "flexibilización del tra­bajo" es, en la práctica de los países C2 , una for­ma ideológica disimulada de retirar del movimiento obrero organizado derechos con­quistados en épocas precedentes, ral como han mostrado los esmdios realizados por Cavalcanti (1999) en Argentina y Brasil.

3) Nuevos estándares de calidad de vida

Este tema se suele asociar con el medio ambiente y los alimentos, pero debería extenderse rambién a las condiciones de trabajo. Como ya se: ha plan­teado, las demandas de los grupos organizados -sobre wdo los ecologistas, pero también las aso­ciaciones de consumidores y los sindicaws de rra­bajadores- se convienen con la globalización en parámetros para medir los nuevos estándares de calidad de vida en los países Cl. Las compañías uansnacionales milizan esras demandas como un arma adicional para la comperencia, de tal mane­ra que dichos parámetros y estándares de calidad guían las esa-ategias comerciales ele las empresas en todo el mundo. Las normas ISO y sus infini­tas versiones no son sino la formalización a esca­la internacional de estas estraregias.

Desde el puma de visra esrricramente produc­tivo , esto significa imponer restricciones adicio­nales a todos los sisremas de producción existen­tes , sean fordisras o no, sean tradicionales o mo­dernos . Concretamente, y en relación con la agri.cultura, puede decirse que , en los países C2, la aplicación de esras resuicciones sobre los sis­rernas de producción acentúa el carácter exclu­yente de la competencia entre las empresas capi­ralistas, eliminando de la cadena productiva los es­labones más débiles, es decir, los que son incapaces de llevar a cabo sistemas de control de la calidad y/o los que se localizan en áreas sujetas a resrricciones ambientales.

Esro tiene al menos dos importantes conse­cuencias para los pequeños agricultores en los pa­íses C2. La primera es una concentración cada vez mayor de la producción de bienes que han encon­trado un lugar en esras cadenas productivas trans­nacionales, a lo que habría que añadir el hecho de que son las propias compañías transnacionales las que se encargm coordinar dichas cadenas -dada la bancairnta del poder público en los países C2, a la que nos hemos referido más arriba-, acelerando así el proceso de venicalización de la producción agroindustrial. De esta manera, las compafüas rrans­nacionales comienzan a dominar también la esfera de la producción agraria en sentido estricto, bien

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El desarrollo local en contextos de globalización

El actual proceso de globalización acentúa la naturaleza desigual que ya tenía el desarrollo capitalista.

directamente o a través de diferentes mecanismos conrracruales (Cavalcanti, 1999).

Una segunda consecuencia está ligada a las res­tricciones impuestas sobre los agricultores que tie­nen localizadas sus explotaciones en áreas de in­terés ecológico, restricciones que, a menudo, de­bilitan los sistemas de agricultura tradicional existentes en esas áreas. Quizás el caso más extte­mo que podemos mencionar es el de los campe­sinos de la región de la Amazonía, que están acos­tumbrados a técnicas de rala y quema con el obje­to de aclarar la tierra para llevar a cabo sus sistemas de agricultura de subsistencia. Las nuevas restric­ciones ambientales dictadas por grupos organiza­dos de los países Cl -especialmente, las organi­zaciones de preservación del medioambiente- aca­ban por lo general destruyendo la producción local de áreas de los países C2 que han si.do puestas en el punto de mira de los intereses ecológicos tal como éstos son definidos por los países Cl.

Además, y más allá de las dificultades que los pequeños agricultores tienen para encontrar un lugar en el actual sistema económico, el proceso de globalización acentúa la exclusión de este gru­po y del de los asalariados agrícolas debido a la aceleración que provoca en la dinámica de inno­vación tecnológica. Las áreas de regadío en los alrededores del río San Francisco en el estado bra­sileño de Pernambuco ilustran muy bien este asun­to. Hace alrededor de diez años, los colonos cul­tivaban cebolla y tomate en las áreas de riego, cre­ando 6 o 7 puestos de trabajo anuales por hectárea. Luego, se comenzó a plantar frutales y viñedo, que en esos momentos era un cultivo que requería un uso intensivo de mano de obra y ge­neraba una renta significativa, lo que creó gtandes

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esperanzas respecto a las nuevas oportunidades que el riego -por aspersión o a manta- podía dar a la población caatinga del Nordeste. Hoy, ni la ce­bolla ni el tomate son rentables, y el viñedo ge­nera sólo 2 puestos de trabajo anuales por hectá­rea, ya que una nueva técnica de riego (micro-as­persión) desarrollada en Israel se ha inttoducido en la región, dejando obsoletos miles de kilóme­tros de canales de hormigón para riego construi­dos hace apenas una década a través de fuertes in­versiones subvencionadas por el Estado y que aún está pagando el pueblo brasileño . No se trata, por tanto, sólo de la exclusión de los pequeños cam­pesinos que vivían en la región, sino de todos los trabajadores que llegaron allá atraídos por las opor­tunidades de empleo que traía consigo el sistema de regadío que en aquellos años representaba el no va más en términos de modernización tecno­lógica de la agricultura del nordeste y que años más tarde quedó obsoleto por la introducción de nuevas tecnologías.

Más allá de estos impactos de la globalización en el nivel productivo, debemos también consi­derar la fuerte discriminación que se produce so­bre los consumidores locales, a los que se les de­ja para su consumo los productos que no satisfa­cen los estándares de calidad exigidos para su exportación a los países Cl o a otras regiones bra­sileñas con niveles más altos de poder adquisiti­vo . Éste es un aspecto que no debe ser ignorado: la globalización es también una forma de acelerar las dinámicas de exclusión social dentto de los pa­íses C2 , tanto en lo que se refiere a los pequeños agricultores, como a los trabajadores y consumi­dores con menor poder adquisitivo.

En este sentido, hay que recordar que, en los países Cl, además de haberse resuelto ele un mo­do general los problemas de satisfacer la deman­da interna de alimentos, existen polícicas de ayu­das y subsidios (en la forma de las pensiones no contributivas, por ejemplo) a los consumidores de menos renta, convirtiéndolos en segmentos de la población con poder adquisitivo y, por tanto, en potenciales consumidores de alimentos y otros bienes o servicios producidos en sus respectivos países. Esto permite, al menos parcialmente, com­pensar la competitividad cada vez menor de sus agricultores en los mercados internacionales, evi­tando así que las restricciones adicionales ligadas al control de calidad y la protección medioam­biental conduzcan a una exclusión social mayor. Puesto que los países C2 carecen de los recursos necesarios para una política social más amplia, son incapaces de romper el círculo vicioso de pobre­za-destrucción de los recursos naturales a la que están sujetos los pequeños agricultores de las re-

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El desarrollo local en comexws de globalización

El proceso de globalización acentúa la exclusión de los pequenos agricultores y de los asalariados agrícolas debido a la aceleración que provoca en la dinámica de innovación tecnológica.

giones desfavorecidas. Además, puesto que los pa­íses C2 no han solucionado sus problemas de se­guridad alimentaria, es prácticamente imposible que las políticas desincemivadoras de la produc­ción (como el "set-aside" que se aplica en Estados Unidos) adquieran legitimidad. En estas regiones, el hambre está asociada no sólo a los bajos nive­les de renta, sino también al insuficiente abaste­cimiento de alimentos básicos, a pesar de la gran capacidad de producción agrícola que tienen los países C2.

4) La nueva división internacional del trabajo Antes de nada es importante señalar que, en los pa­íses Cl, la agricultura es hoy un sector económico de cada vez menos importancia desde la perspec­tiva de la producción, el empleo y la generación de renta. Además, hay que recordar que estos países lograron la autosuficiencia alimentaria en la mayo­ria de sus productos agiicolas básicos durante la dé­cada de los 70, y que, desde ese momento, su par­ticipación en los mercados internacionales ha te­nido lugar como exponadores a través de los excedentes que genera el sector agrario, o bien co­mo importadores de productos específicos regula­dos a través de acuerdos bilaEerales que normal­mente fijan los precios y cantidades a negociar. Esto significa que, en el momento en que el pro­ceso de globalización se traslada desde la esfera fi­nanciera a la productiva, la dependencia de los países Cl respecm de los mercados agrícolas in­ternacionales es ya muy baja, y esto es cierto incluso para países, como Estados Unidos, que exportan una cantidad importante de lo que producen.

Debe señalarse también que los países Cl -y esto es particularmente cierto para la Unión Eu-

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ropea, cuya agricultura es menos competitiva que la de Estados Unidos- han implantado desde mi­tad de los años 80 un conjunto de políticas de de­sarrollo rural basadas en fuertes incentivos eco­nómicos , que no estaban incluidas entre las res­tricciones que la Ronda Uruguay del GATI impuso sobre las subvenciones agrícolas. Son po­líticas destinadas a incentivar la reforestación, ex­tensificar la producción agrícola y promover acti­vidades no agrarias en el medio rural (como el turismo rural, la artesanía, las actividades recrea­tivas y de ocio, las de conservación del medio am­biente o preservación del paisaje), que deben ser contempladas como complementos de rema de los agricultores y la población rural en general. Ac­cúan en realidad como compensaciones a los agri­cultores por las pérdidas asociadas a la reducción de las rentas de origen agrícola debida a las res­tricciones impuestas a las tradicionales políticas prQ[eccionistas basadas en los precios de garanúa.

Esto no es sólo un cambio en la orientación de las políticas agrarias en los países Cl, sino que refleja también el hecho de que las políticas de de­sarrollo rural se impregnan de criterios medioam­bientales (se hacen más "verdes") en lo que algu­nos autores denominan "the greeening of rural po­licy" . Como señala Harper (1993), lo que está ocurriendo es. que la opinión pública se impregna de valores ambientales (che greening process of che public) y las políticas se ambienralizan (che envi­ronmentalization process of the Sta te) . Uno de los hechos más ilustrativos de esta tendencia en Eu­ropa es la legislación británica sobre "el derecho a pasear por el campo" (right to roam) prometida por la Reina Isabel 11 en su discurso ame la Hou­se of Commons en noviembre de 1999. En esa le­gislación, se prevé reconocer a los ciudadanos el

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El desarrollo local en comextos de globalización

Cuando el proceso de globalización se traslada desde la esfera financiera a la productiva, la dependencia de los países más desarrollados respecto de los mercados agrícolas internacionales es ya muy baja.

derecho de acceso a gran parre de la tierra no cul­tivada, sobre todo en las regiones montañosas de Escocia y País de Gales . Estos nuevos derechos de acceso son también el rnsgo principal de la futura ley británica sobre medio ambiente, que prevé es­tablecer una mayor protección de los derechos de los animales salvajes y de los turis tas rurales, así como penalizar de un modo más riguroso los de­litos ecológicos, tales como coger huevos de nidos de pájaros salvajes. La propuesta está siendo du­ramente atacada por la asociación de propieta­rios agrícolas CLA.. (Country Landwoner's Asso­ciation), pero apoyada con firmeza por la Ram­bler's Associati.on (asociación ele senderistas) , que agrupa a la mayor parte de los grupos ambi.enta­listas y de senderismo.

En el caso ele los países C2, el peso económi­co de la agri.culrura es, por el contrario, aún muy importante, tanto en términos de creación de puestos de trabajo, como de producción de ali­mentos, representando una parte significativa de la renta y de los ingresos que estos países necesi­tan para pagar sus importaciones, unas importa­ciones que se han incrementado fuertemente co­mo resultado de la globalización. Por ello, el ac­ceso a los mercados agrícolas internacionales es cada vez más importante, tanto para los países que exportan una cantidad significativa de sus pro­ductos (como los países integrados en el Grupo Caims) , como para los que han dependido siem­pre de la imporración para hacer frente al déficit de su balanaza alimentaria y/o para el control de los precios a nivel interno, como ocurre con Bra­sil y Argentina. Por otra parte , y dadas las presio­nes de1ivadas de los últimos Acuerdos GATI (fir­mados en Marrakech en 1995), los países C2 se han visto forzados en estos últimos años a ab1ir sus mercados a productos agrícolas proceden tes del exterior para evitar posibles represalias de los países Cl que no quieren ver afectadas rti sus ex­portaciones agrícolas ni las no agrícolas.

El caso del Nordeste de Brasil es un buen ejem­plo de lo que estamos describiendo. Si considera­mos sólo las imporraciones a la Región Nordeste de Brasil procedentes de los países que forman Mercosur (Argentina, Paraguay y Uruguay, además de Brasil) , resulta que se duplicaron entre 1994 y 1996. Estas importaciones están basadas en pro­ductos agrícolas, principalmente granos como el trigo y el maíz, lo que ha provocado la casi com­pleta interrupción de los circuitos locales de pro­ducción y clistribución. El maíz que se consume en la Región viene ahora de Argentina, estimulando, por un lado, el desatTOllo de una indusoia avícola moderna en el Nordeste, pero , por otro lado, em­peorando las condiciones de vi.da de los agri.cu lto-

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res de las tierras secas del interior, que solían pro­ducir maíz en sus pequeñas exploraciones y llevar el excedente a los mercados locales. Además, no sólo se importan inputs, sino también tecnología, como es el caso ya citado de la tecnología del rie­go por micro-aspersión importada de lsrael, o los tipos de tecnología y equipamiento que ahonan trabajo y aceleran el desempleo. El resultado final del proceso de globalización de la agri.culrura del Nordeste brasileño muestra que la competitividad, ames resoingida a niveles locales y regionales, se ha extendido ahora a niveles supra-nacionales e in­ternacionales, acelerando la innovación tecnoló­gica, particularn1ente en el sector ele Erutas. Es en el marco de esta loca carrera donde aparecen nue­vas formas de gobernancia que conectan el sector público con los intereses p1ivaclos. Una vez más, los grnpos menos privilegiados son los que pier­den más con todo este proceso: agricultores pe­queños y medianos, asalariados y consumidores con escaso poder adquisirivo.

Implicaciones para las políticas de desarrollo local

En la era de la globalización, la idea del desarro­llo local ha sido presentada desde hace algún tiem­po como la nueva "panacea para el desarrollo eco­nómico " en los países del Tercer Mundo. Hoy, a los que vivimos en los países en vías de desmTo­llo, nos resulta más difícil que antes saber quiénes somos: después ele haberse producido lo que, según Schumpeter, pod1iamos denominar la "des­trucción no creativa" del mundo socialista, hemos perdido nueso-a identidad como Tercer Mundo y, desde entonces, no hemos vuelto a saber cómo autocalifi.camos, si. como países de desarrollo re­ciente, países en vía de desarrollo , países emer­gentes o subclesanollados, o lo que sea.

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El desarrollo local en contextos de globalización

El hecho es que todo parece solucionarse apli­cando como receta la retirada del Estado, dele­gando sus poderes de regulación a la sociedad ci­vil organizada a nivel local. La euforia es ral, que hemos olvidado incluso preguntan1os quiénes son exactamente los destinatarios de tales poderes en esta sociedad local supuestamente organizada, qué intereses están representados efectivamente en ella y cómo se organizan en la realidad. Si lo tuviéra­mos en cuenta, las respuestas serian en la mayo­ría de los casos muy poco estimulantes. Desafor­tunadamente, en los países no desarrollados sólo los viejos y oligárquicos intereses están bien re­presentados a nivel local. Los nuevos actores so­ciales que están surgiendo en el nuevo escenario rural de los países C2 son aún débiles y no han da­do lugar a formas institucionalizadas de organiza­ción. En ese contexto, las ONGs (organizaciones no gubernamentales) apenas son formas alterna­tivas de organización de intereses. Muchas de ellas son poco más que acuerdos "ad hoc" dirigidos a conseguir apoyo económico gubernamental e in­ternacional y a emplear a media docena de "pro­fesionales plenamente dedicados a su tarea", pero que no enconcrarían ocra forma de ganarse la vida.

No obstante, la idea del desarrollo local no es la primera panacea que se ha intentado vender a los países del Tercer Mundo como "la evolución natural" hacia el desarrollo . Allá por los años se­senta, en los albores de la Revolución Verde, nos auroconvencimos de que el desarrollo agrario lle­varía por sí mismo al desarrollo rural. En el caso de Brasil, el resultado fue la "modernización con­servadora" de la agricultura, es decir, una moder­nización sin cambios en la estructura de la pro­piedad fundiaria, que mantuvo niveles extrema­damente altos de concentración de la tierra y de la renta por ella generada, y, por ende, del poder político a ella asociada. En las áreas rurales brasi-

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leñas, ese proceso de modernización conservado­ra significó la exclusión de los pequeños agticul­tores, especialmente en áreas que ya eran de por sí pobres. Menos de cincuenta años después de la introducción de nuevas variedades agrícolas cul­tivadas mediante sistemas altamente mecanizados y gran consumo de productos químicos, Brasil conquistó la envidiable posición de ser uno de los mayores productores de cereales y carne del mun­do, así como el mayor exportador de zumo de na­ranja concentrado y orros logros semejantes. A pe­sar de ello, una cuarta parte de su población ur­bana sigue pasando hambre o sufre algún tipo de desnurrición. En el campo, un tercio de la pobla­ción rural está ocupada sólo en actividades no re­muneradas o de autoconsumo, y ocro tercio esrá formado por trabajadores ocupados en activida­des de mal pagadas y sin protección alguna ni por parte de la legislación laboral ni del sistema na­cional de salud.

Actualmente, la globalización está acelerando aún más el proceso de exclusión social de los gru­pos menos favorecidos, acentuando el desequili­brio que ya estaba implícito en la modernización agrícola. Aunque es verdad que la idea del desa­rrollo local permite superar las viejas dicotomías (rural/urbano y agrario/no agrario), también lo es que en el mundo rural no existe un grado sufi­ciente de vertebración social como para garantizar la participación de los nuevos actores sociales en los procesos de globalización.

Es necesario construir una nueva red institu­cional a nivel local si queremos asegurar que los nuevos sujetos sociales puedan expresarse y ex­poner sus necesidades. Esta nueva red institucio­nal, que está sólo en fase embrionaria en las áreas rurales de los países subdesarrollados, no debería sólo proponerse como una vía para mejorar la re­presentación de los grupos ames excluidos, como los rrabajadores sin tierra o los pequeños campe­sinos, sino que debería también favorecer nuevas formas de representación de los propietarios agrí­colas y de los trabajadores asalaiiados, ambos re­henes de viejas estructuras sindicales unita1ias y del predominio de la vieja ideología ruralista. En el caso brasileño, la imposibilidad de permitir una representación plural de los intereses rurales es uno de los factores que contribuyen a la perpe­tuación del poder en manos de las oligarquías lo­cales, incluso en aquellas regiones en las que és­tas no ostentan ya el poder económico o social de amaño . También debemos buscar vías para re­presentar los intereses de la población que reside en el mundo rural, como los rrabajadores no agrí­colas, los pensionistas o los residentes de origen urbano propietarios de viviendas en el medio ru-

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El desan-ollo local en contextos de globalización

Es necesario construir una nueva red institucional a nivel local si queremos asegurar que los nuevos sujetos sociales puedan expresarse y exponer sus necesidades.

ral o de pequeñas fü1cas de recreo, así como de aquellos otros grupos que no tienen ningún inte­rés productivo, pero que se preocupan por temas como el paisaje, la preservación de los recursos na­turales , la agroecología, etc.

En esta nueva red institucional, los nabajado­res agdcolas y los agricultores no deben mono­polizar la representación del mundo rural, ya que los intereses a articular no son ya sólo económi­cos, ni sectoriales, sino los generales de un espa­cio delimitado geográficamente y en el que con­fluyen una diversidad de actores sociales. En mu­chos casos, por ejemplo, el ámbito local debería ser más amplio que el de un municipio , exten­diéndose a ámbitos como el de una región o una cuenca hidrográfica, una zona de montaña o in­cluso un área que produzca cieno producto en tor­no al cual giren los intereses de distintas localida­des, como acune con la región del cacao de Bahía o de la caña de azúcar en el Nordeste.

Un tema fundamental es cómo cons truir esa nueva red institucional: ¿comenzando a partir de las estructuras y organizaciones ya existentes, o a partir de nuevas identidades? En principio, pare­ce que no hay una regla clara sobre si excluir una u otra de estas posibilidades. Así, parece obvio que las instituciones dedicadas a la enseñanza, inves­tigación y asistencia técnica tendrían que ser re­formuladas para incluir las dimensiones no agrí­colas del desanollo rural/local. Por otra parte, pa­rece también lógico que tal reformulación no puede llevarse a cabo simplemente agregando nue­vos departamentos , secretariados o incluso mi­nisterios a los ya existentes, que, no lo olvidemos, fueron creados en los albores de la Revolución Ver­de de los afias sesenta y están por ello impregna­dos de la lógica que le acompañó.

Por encima de todo, se debe modificar el con­tenido, los métodos y los objetivos ele estos or-

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ganismos, así como de sus programas y métodos de acmación. Igualmente, habría que reconocer que las políticas ele descentralización adminis­rrativa y económica no son suficientes por sí so­las para fortalecer el poder de los nuevos acto­res sociales que están emergiendo, sino que se necesita crear nuevos mecanismos para facilitar la panicipación de las poblaciones locales, me­canismos que deben ir más allá de la creación for­mal de "consejos de desmTollo " donde los acto­res sociales sólo tienen posibilidad de expresar sus opinion es sobre el destino de los fondos transferidos a los gobiernos locales (Campanho­la y Graziano da Silva, 2000). Más hasta ahora , el tema de cómo crear una nueva red institucio­nal a nivel local, es una cues tión aún abierta, que no puede resolverse "ex-ante" como dicen los economistas, sino en la práctica: es decir, plan­teando soluciones a medida que se va luchando por la transfom1ación de la esnuctura de poder en cada localidad .

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Fax: 983 37 4 157

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José Bové, o las dos caras de la globahzación

José Bové, o las dos caras de la glo balización

EDUABDO lVIOYANO

IESA-CSIC. Córdoba

S i hay un personaje que encarna hoy la fu­ria popular contra la globalización, ése es José Bové, dirigente del sindicato agrario francés Con[édéracion Paysanne,juzgado y

condenado por desmontar (que no saquear) el 19 de agosto de 1999, junto a oo-os nueve compañe­ros, un establedmiento McDonald's en comrucción en la ciudad francesa de Mi11au (Aveyron). Su acción era en prmesra por la subida de aranceles dictadas por el gobierno de Estados Unidos contra el queso Rochefort, principal fueme de ingresos de un am­plio sector de los ganaderos del Macizo Cen o·al fran­cés. Desde entonces, la figura de Bové ha traspasa­do las fronteras nacionales, siendo reclamado como bandera por todos los que se movilizan cono-a la glo­balización, ese fantasma tan impreciso como escu­nidizo que recone el mundo desde hace unos años.

El juicio a Bové y sus compañeros el pasado 30 de junio de 2000 conceno-ó en la pequeña \illa ele Millau a varias decenas de miles ele personas ele clis­cirnas procedencias e ideologías, unidas todas ellas cono-a las multinacionales, el FMl, el Banco Mundial, la OMC, y todo lo que representa e.1 "mal" de la glo­balización. Si el pasado año [ue la "caravana imer­contine.ntal campesina" -que, tras reconervarias par­tes del mundo, acabó concentrándose ante la sede de Ne.stlé en Suiza- o la gran movilización de Seatcle del pasado noviembre, hoy es el "affaire Bové" la oca­sión para que amplios movimientos sociales e>.lJre­sen sus iras conrra el proceso globalizador.

Un breve itinerario histórico

Quienes acusan de oportunismo a Bové y su gn.1-po o lo descalifican con epítetos peyorativos mar­cando la cara rosca y violenta de lo n11al , desco­nocen quien es el personaje y qué representa en

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el entramado social de Francia. Hace quince años tuve la oportunidad de conocer a Bové y a otros dirigentes del sindicato Paysans Travailleurs (cam­pesinos rrab:ajadores se denominaban, a pesar de ser titulares ele modernas e,'-lJlotaciones agrícolas), migen de la actual Con[édération Paysanne. Ya en­tonces, representaban un sector de jóvenes agri­cultores franceses que, influidos por la estela del mayo del 68, aspiraban a convertirse en alternati­va al sindica lismo mayoritmio de la todopodero­sa FNSEA. No eran agricultores marginales, como podía hacemos pensar su interés en reivindicar el término paysan (campesino), sino verdaderos he­rederos ele la modernización .acelerada que había e,"'Perimentado la agricultura francesa en los años 60: agriculrores con explotaciones modernas , cul­tos , de buena formación , ilustrados (muchos de ellos universitarios) y, sobre todo, muy politizados en una mezcla de maixismo , cristianismo a lo Theillard ele Chardin y ecologismo militante. Pre­cisameme por eso, habían adquiiido conciencia de los efectos perversos del proceso moderniza­dor (espiral de mecanización-irnensificación-en­deudamiemo-depenclencia de las industrias agro­alimentarias) . No por casualidad , su bbro de ca­becera era por aquel entonces "Les paysans et la lune de classes" (Los campesinos y la lucha de cla­ses) , escrito en 1972 por Bemard Lamben, anti­guo dirigeme del ala radical del movimienro ca­tólico ele jóvenes Agricultores, y luego promotor ele un movimiento ahernativo que daria lugar a los ya citados Paysans Travailleurs.

Ya entonces, y a pesar de gestionar explotacio­nes modernas y competitivas, reivindicaban en un sentido militante y con una fuerte carga simbóli­ca la utilización del ténnino ''campesino" (paysan) en contraposición con los de "agriculror" (agiicul-

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José Bové, o las dos caras de la globalización

[eur) o "tirular de exploración" (exploirant) que so­lía utilizar el sindicalismo may01i[aiio y que la pro­pia CEE situaba en el centro de su modelo de po­lítica agraria común (PAC). Esa idernidad campe­sina de la que hacían gala, les llevaba a criticar el sesgo productivista de la PAC, advirtiendo, en un alarde profético, de sus costes para el medio am­biente y la seguridad de los alimentos.

Desde aquellos años, el movimiento de los Pay­sans Travailleurs tenía ya una vocación interna­cionalista , conec[ándose con los movimienws campesinos de wdo el mundo, especialmente del mundo subdesarrollado, a través de los circuiws de las ONGs y de la ext:ensa red de organizaciones católicas. Como movimiemo al[emativo, promo­vió a nivel europeo la Coordinadora Campesina Europea (CPE) -antüesis del COPA, órgano oficial de representación de los agricu lwres en la Unión Europea- y, a nivel imemacional, la llamada Vía Campesina, donde se imegran actualmente orga­nizaciones campesinas de wdo el mundo . En es­[e sentido puede decirse que Bové y su grupo fu e-

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ron unos adelantados de la globalización, ya que comparóan emonces un ideal imemacionalisra por el cual criricaban los decws perversos del mode­lo productivis ra del mundo desairnllado sobre los paises del Tercer Mundo.

Cuando los Paysans Travailleurs se unen en los años 80 con la FNSP (cercana al partido socialis­ra francés ele Mit[errand), para crear la aC[ual Con­fédération Paysanne, el movimiento especializa sus acciones. De un lado, se desarrolla una rama po­lítica, procedente sobre todo de la FNSP, que par­ricipará en los circuiws de la concenación social, beneficiándose del reconocimiento oficial como interlocuwres (con lo que eso supone de sub­venciones y ayudas públicas); y de otro, se man­tiene una dinámica de movimiemo ahemativo, or­ganizando campañas de movilización y acción di­recta, protagonizada principalmeme por los antiguos Paysans Traivailleurs, pero a la que poco a poco se incorporarán otros grupos sociales (eco­logistas, pacifistas, jóvenes desempleados del me­dio rural), diluyendo así su dimensión campesi­na inicial para entrar dentro de la categoría más amplia de los nuevos movimientos sociales de pro­[esra. La campaña en los años 70, ya protagoni­zada por Bové, contra la creación de un campo mi­litar en Larzac, o ahora la acción de protesta con­tra el McDonald, s, de !.a que hábilmente la dirección nacional de la Confédération Paysanne ha procurado distanciarse, serían dos de sus más emblemáticas expresiones.

Un retrato sociológico

El personaje Bové reúne además unas caracterís­ticas singulares, algo distintas del grupo que le apoya. Es hijo de la mediana burguesía francesa (sus padres fueron investigadores científicos en uno de los centros de investigación del prestigio­so lNRA), estud ió en California, conectó con los movimientos alternativos de la izquierda radical norteamericana, se instaló más tarde en Francia como ag1icultor en Monrredon dentro del movi­miento ele los neo-rurales en los años 70, y des­de entonces ha siclo diri.geme ele Paysans Travai­lleurs, primero, y, luego, ele la Confédération Pay­sa1111e. Su dominio del inglés le ha permitido moverse entre los medios de comunicación an­glosajones, para denunciar los efectos perversos de la globalización (la comida "basura", las "vacas locas", los rransgénicos ... ). La singularidad del personaje, bastante diferente al perfil medio del agricultor francés o europeo, hace que, desde al­gunos sectores de la agricultura, se pregunten lqué tiene de campesino el campesino Bové7. Es evi­dente que el perfil de Bové no responde a las ca-

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José Bové, o las dos caras de la globalización

El fenómeno Bové refleja la explosión de pluralidad que caracteriza a las sociedades rurales de hoy, y pone de manifiesto las dificultades de las viejas élites agrarias para hablar en nombre de un mundo rural heterogéneo y diferenciado.

racte1ísticas que dominan hoy el panorama so­cial de la agricultura europea, y que su forma de concebir los problemas de la agiicultura no refle­ja el sentir mayoritario de los agricultores , preo­cupados todavía por los problemas de la rentabi­lidad a cono plazo de sus e,-xplotaciones o por la competencia de los productos agrícolas proce­dentes del exterior (sobre todo, los que provienen de los países en vías en desarrollo). Pero también es verdad que el fenómeno Bové refleja la diversi­dad que impregna cada vez más a la sociedad ru­ral europea, una diversidad en la que como Bové hay nuevos grupos que , procedentes del mundo urbano, se instalan en la agricultura y que reivin­dican tener voz propia en la dinámica que acon­tece en el mundo rural. El fenómeno Bové refle­ja, pues , la eA1JlOsión de pluralidad que caracteri­za a las sociedades rurales de hoy, y pone de manifiesto las dificultades de las viejas élites agra­rias para hablar en nombre ele un mundo mral he­terogéneo y cada vez más diferenciado en grupos con fom1as distintas ele ver e interpretar los pro­blemas que les afectan.

La dialéctica ele la globalización

Aunque hay que reconocer a Bové y su gmpo la virtud ele haber sido unos adelantados al plante-

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ar los costes y riesgos del procluctivismo a ul­tranza, creemos que su furia contra la globaliza­ción encierra algunos peligros. El primero es atra­er a sus filas a grupos del más rancio corporati­vismo agrario, que, lejos del espmru internacionalista que manifiesta el grupo de Bo­vé, abogan por posiciones funclamemalistas de renacionalización de la PAC y de satanización del proyecto de construcción europea y que se con­vienen en caldo de cultivo de los grupos de ex­trema derecha, como ha ocurrido en Francia con el partido de Le Pen y la Coorclination Rurale , que es de donde salen las directrices para quemar los camiones españoles en la frontera francesa (no confundir con el grupo de Bové y la Confédéra­tion Paysanne, que no tienen nada que ver con esos ataques). El segundo peligro es clemonizar el proceso de globalización como un todo, sin apre­ciar los elementos positivos que tiene para el de­sarrollo de las zonas más pobres del planeta. me qué se habla cuándo se critica la globalización? me las transnacionales tipo Nesdé o Monsamo, o también de: las filiéres ele café ecológico y de eti­queta verde que, gracias a las ONGs, conectan a los campesinos colombianos con los grandes hi­permercados de Suiza, Bélgica o Alemania, ha­ciendo viables sus proyectos alternativos? me las acmaciones financieras del FMI y del Banco Mun­dial (no todas perversas) o también de los pro­yectos multicultulturales financiados con recur­sos procedentes de los organismos internaciona­les? ; me los efectos perversos (que los hay) de la liberalización del comercio internacional que encama la OM.C o también de las posibilidades que dicha liberalización abre a los productos agrí­colas procedentes del Tercer Mundo?; ¿De la co­mida "basura" representada por los McDonald 's, o de las posibilidades que, gracias precisamente a la globalización y a Internet, se abren para ha­cer viables formas alternativas de alimen ración li­gadas a tenitorios y culturas locales?

Bové y su grupo reflejan parte del malestar so­cial ante los costes de un proceso de globaliza­ción que presenta dos caras: una , que homoge­neiza pautas culturales, diluye identidades y acre­cienta las desigualdades; y otra, que favorece la diversidad y permite la emergencia de nuevas identidades basadas en el multiculturalismo y en una nueva versión de los movimientos interna­cionalistas. En cualquier caso, el "fenómeno Bo­vé" es un producto ele estas dos caras de la glo­balización, ya que sin las posibilidades ele inter­conexión que dicho proceso pennite, no habría sido posible su impacto internacional ni la res­puesta que ha tenido en los nuevos movimien­tos sociales de todo el mundo.

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los cultivos transgénicos: una visión critica desde la agiiculmra familiar

Los cultivos transgénicos: u.na visión crítica desde la agricultura fainiliar

DELGADO PEBEZ

Ingeniero agrónomo. Gabinete

Técnico de UPA

E n el presente informe se pretende dar una visión crítica desde el puma de vis­ta de la agricultura familiar ame los cul­tivos ele origen transgénico. Se u·arn de

un debate muy extendido en toda la sociedad, so­bre todo a nivel ele consumidores, pero que ne­cesita una mayor profundización en las repercu­siones que puede tener esta biorecnología en los agricultores y ganaderos españoles.

Son indudables los beneficios que la biorecno­logía aporta y más aún puede aponar en un fmu­ro, en el ámbito de la prevención y el diagnóstico ele enfermedades cancerígenas y de tipo degene­rativo mediante la aplicación de terapias génicas, que justifican, en su gran mayoria, el esfuerzo de l +Den este campo. No obstante, las aplicaciones biorecnológicas dirigidas a la producción de ali­mentos manipulados genéricamente (en adelan­te nos refe.1iremos a la denominación de transgé­nicos) presentan riesgos potenciales, poco cono­cidos y difíciles ele predecir, que inciden sobre la salud, el medio ambieme y el modelo tradicional de agricultura. De ahí la inquietud y preocupación

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social traducida en rechazo a este tipo de alimen­tos y en demanda de garantías para el agricultor y consumidor sobre el control , la calidad y seguri­dad de estos productos.

La potencialidad del 1iesgo asociada a estos ali­mentos, la dificultad de predicción y la imposibi­lidad de comrolar el proceso de dispersión de or­ganismos vivos liberados a gran escala, lo que lle­varía a su irreversibilidad, son razones de suficiente peso corno para que resulte sorprendente la ace­lerada expansión que está ex-perimemanclo este sec­tor agroincl usnial. Sector, por arra parte, conrrola­do exclusivamente por la iniciativa privada de un reducido grupo de multinacionales que concen­tran la producción ele semillas y fito.sanitario aso­ciados, sometiendo al sector agrmio a una gran de­pendencia en el suministro de estos productos res­pecto al oligopolio que representan estas empresas multinacionales. El impacto socioeconómico so­bre las explot:aciones agrarias familiares puede ser de gran importancia si sigue mameniéndose la ten­dencia dominadora ele estas grandes empresas.

A continuación se mencionan algunas de las du­das que se puede plantear cualquier agricultor ame los cultivos transgénicos y que se responden con planteamientos que esrnmos defendiendo desde la Unión ele Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

1- lQué son y como se obtienen los transgéniicos?

Los alimentos rransgénicos son productos e ingre­cliemes alimentarios obtenidos a partir de organis­mos (animales, plantas o microorganismos) a los que se les ha transferido material genético (genes) de ou-os organismos no emparentados genéticamente con el fin de modificar alguna de sus cualidades.

No se trata solamente de insertar el gen con la característica buscada. También hay que lograr que el nuevo gen se exprese en el organismo receptor. Para ello se utiliza un gen "promowr". Actual­mente en la inmensa mayoría de los rransgénicos se utiliza el promotor del virns del mosaico de la coliflor. Además , como las tecnologías disponibles para la transferencia tienen un amplio margen de enor, se inserta también un gen "marcador", que con su presencia indica si se realizó la operación. En este caso, se ha usado ampliamente genes el.e

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Los cultivos transgénicos: una visión crítica desde la agricultura familiar

Tabla 1 Tabla 2

SUPERFICIES MUNDIALES DE SUPERFICIES MUNDIALES DE PLANTAS TRANSGÉNICAS PLANTAS TRANSGÉNICAS POR PAÍS POR CULTIVOS (en millones de hectáreas) (en millones de hectáreas)

1999 2000 Variación (%) 1999 2000 Variación t%l

EEUU 28,7 30,3 +6 Superficie Reparto Superficie Reparto 1999/2000

Soja 21,6 54% 25,8 58% +19 Argentina 6,7 10 +49

Mafz 11.1 25% 10,3 23% -7 Canadá 4 3 -25

China Algodón 3,7 9% 5,32 12 "lo + 4.3

0,3 0,5 +66

Sudáfrica Colza primavera 3,4 9% 2,8 7% -18

O, 1 0,2 Otros < 0, 1 < 0,1

Australia O, 1 0,2

TOTAL TOTAL 39,9 100 44,2 100 + 11

39,9 44,2 +1 1

Fuente: Servicio Internacional sobre la Incorpora-Fuente: Servicio Internacional sobre la Incorporación de la Bioteenologfa en la

clón de la Biotecnologfa en la Agricultura (ISAAA) Agricultura (ISAAA)

resis[encia a antibióticos, pero hay orros marca­dores, que en muchos casos rnmbién provienen de virus o bacterias.

Por arra parte, se utilizan bac[e1ias y virus co­mo vectores, es decir como vehículos para infec­rnr al organismo recepmr, rransfiriénelole la nue­va información genéüca.

Otra tecnología ele transferencia es a través ele la llamada biobalística, o cañón genético, por la cual, una vez hecha la cons[rucción del "pa­que[e" con promornr, gen buscado y marca­dor, éste se adosa a una microbala de mngste­no u oro y se dispara contra células del orga­nismo receptor.

2- lQué cultivos transgénicos exis ten y donde se producen?

Las su,perficies mundiales de cultivos rransgénicos alcanzaron 44,2 millones de hectáreas en el año 2000, con un aumento del 11 % con respec[o a 1999. Las siembras de rransgénicos continúan au­memando cada año, a pesar del rechazo de la Unión Europea a ab1ir las puertas a esms cultivos. A nivel mundial, han pasado de 1, 7 millones de hectáreas en 1996 a las citadas 44,2 millones el año pasado.

Acrualmeme rrece países cultivan plamas rrans­génicas. Sin embargo, sólo cuatro de ellos repre­seman el 99% de la superficie: Esrndos Unidos (68%), Argentina (23%), Canadá (7%) y China (1 %). Por arra lado, Argentina y China regisrraron en el 2000 el aumemo más significativo en sus su­perficies transgénicas con un 49% y un 66% res­pecrivameme. Los demás países tienen siembras inferiores a 100.000 heC[áreas.

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La soja sigue siendo el transgénico más cul[i­vado con 25,8 millones de hec[áreas ( + 19 % con respecto a 1999) , por clelame del maíz (10,3 mi­llones de hectáreas, -7%); el algodón (5 ,3 millo­nes de hectáreas, +43 %) y la canola (colza de primavera) (2,8 millones ele hectáreas, -18 %). En Estados Unidos las superficies de maíz rrans­génico han descendido. En Argentina, el au­ment de 3,3 millones de hec[áreas se centró principalmeme en la soja y en el maíz transgéni­co, y en menor medida en el algodón. En Sudá­frica, los cultivos de maíz y algodón han contri­buido a un aumento signi.ficativo de las siembras, de más ele 100.000 hectáreas. Por último, unas 150. 000 hectáreas ele algodón [ransgénico se sembraron en Ausrralia en el 2000.

En Europa del Es[e, Rumania ha empezado a cultivar soja y parntas rransgénicas , mientras que Bulgaria cultiva maíz resistente a un herbi­cida. Por el conrrario, en la Unión Europea, los países que cultivan o han cultivado rransgéni­cos (España, Alemania, Francia, Portugal) han disminuido sus superficies o incluso han aban­donado este tipo de cultivo. Según diversas es­timaciones, apenas superaría las 50.000 hectá­reas , repartidas entre España, Alemania y Fran­cia. Una cantidad similar se atribuye a Rumania, Bulgaria y Ucrania

Desde diciembre de 1992, fecha de la prime­ra homologación ele [ransgénicos en la Unión Eu­ropea, sólo han obtenido la autorización cornu­nirnria 18 transgénicos, de los que 14 son pro­d uctos agratios (colza, soja maíz, endibias y claveles). Más de 20 productos están a la espera de autorización debido a la aplicación desde ju­nio de 1999 de una moratoria de facto en los Es-

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Los cultivos rransgénicos: una visión crítica desde la agricultura familiar

Tabla 3

PLANTAS TRANSGÉNICAS COMERCIALIZADAS EN LA UNIÓN EUROPEA

Planta modificada Empresa Finalidad de la Decisión Comisión (usos autorizados) modificación ~enética (D.O.C.E.)

Semil las de tabaco( cultivo/industria tabaq) Se ita Tolerancia brom0ximinil 8/6/94

Semillas de colza (producción de semi llas) Aventis/Agrevo Tolerancia glutosinato 6/2/96

Soja (A5403) (import. y procesado) Monsanto Tolerancia a glifosato 3/4/96

Endibia (cultivo) Bejo Zaden Andresterilidad/ Tolerancia glufosínato de amonio 20/5/96

Maíz (Bt 176) (Todos ios usos) Novartis (Ciba-Gelgy) Resistencia al taladro 23/1/97

Colza (MS1xRF1) (cultivo) Aventis/Agrevo (Plant Genetic Systems) Tolerancia glufosínato de amonio 6/6/97

Colza (MS1xRF2) (cultivo) Aventis /Agrevo (Plant Genetlc Systems) Tolerancia glufosinato de amonio 6/6/97

Claveles( cultívo/ornamentac1ón) Florígene Cambio de color 1/12/97

Colza (Topas 19/2) (import. y procesado) Aventis/Agrevo Tolerancia glufosínato de amonio 22/4/98

Maíz (T 25) (Todos los usos) Aventis /Agrevo Tolerancia glufosinato de amonio 22/4/98

Maíz (MON 810) (todos los usos) Monsanto Resistencia al taladro 22/4/98

Maíz (Bt-11) (import. y procesado) Novartis (Northrup Kíng) Resistencia al taladro

Claveles (cultivo)

Claveles (cultivo)

y glufosinato de amonio 22/4/98

Florigene Mayor longevidad 20/10/98

Florigene Cambio de color 20/10/98

rados miembros a la espera de la revisión de la di­rectiva 90/ 220 sobre liberación oluntaria de ¡ransgénicos en el medio ambiente, que ha sido revisada reciememente (enero 2000)

En la Unión Europea una cuestión de gran po­lémica en los últimos años ha sido la auwriza­ción de homologación y comercialización de las vaiiedades ¡ransgénicas. No mdos los países tie­nen la misma política sobre es¡e ¡ema. Algunos de ellos siguen sin permitir que, pese a la auwriza­ción comuniraria, circulen por su tenimrio varie­dades ele maíz transgénico procedentes de EEUU o el cultivo ele dichas va1iedades debido a que ale­gan que wdavía no hay conclusiones cientificas sobre el impacm de los rransgénicos en la salud y el medio ambiente.

3- ¿cuál es la situación de cultivo en España?

A diferencia de las reticencias mencionadas en va­rios países ele la UE, en España no ha habido graneles reparos a su imponación , ensayos expe­rimentales y cultivo comercial. De hecho somos el primer país de la UE en el cul¡jvo comercial de rransgénicos. La superficie culüvada se sirúa

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alrededor de las 20.000-25.000 hec¡áreas en los últimos años. Con fecha de 26 de marzo de 1998 el Minis¡erio de Agriculrura publicaba en el BOE una Orden por la que se disponía la inscripción de dos variedades de maíz rransgénico Bt (950242 COMPA CB y 950243 JORDI CB), de la multi­nacional agroquímica Novarás 01oy Syngenta des­pués de su fusión con AstraZenaca) en el Regis­rro Nacional de Variedades Comerciales. Estema­íz contiene un gen de la bacreria Bacillus rhuringiensis (Bt) que actúa como insecticida frente a los daños causados por el taladro.

También se están clesa1TOllando ensayos aumri­zados en un número ele 181 , que representan algo más del 10 % de los 1.649 que se llevan a cabo en la UE. Por especies, es el maíz con 62 ensayos el que mayor in ¡erés des pi erra en España. Le siguen la remolacha (22), el algodón (16) y la parara (10).

Por otro lado, España es uno de los mayores imponadores de soja ele EEUU, país con una gran extensión de soja rransgénica (más de 30 millones de hectáreas) y que no la separa de la convencional, por lo que estamos imponando una gran cantidad de soja transgénica ranw pa­ra uso animal como humano sin que se identifi­que en los productos finales.

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Los cultivos rransgénicos: una visión crítica desde la agricultura familiar

4- ¿Para que son útiles los transgénicos?

La construcción de plantas transgénicas permite desarrollar nuevas variedades de cultivo con nue­vas características de interés. Con las nuevas téc­nicas se han obtenido plantas resistentes a orga­nismos perjudiciales y por lo tanto más producti­vas y se están desarrollando nuevas variedades que resultan más nutritivas

Las plantas transgénicas resistentes a insec­tos que han sido comercializadas (patata, algo­dón y maíz) expresan una toxina de origen bac­teriano con especifi.dad por determinados gru­pos de insectos . La bacteria productara denominada Bacillus thuringiensis (Bt), de ahí el nombre de plantas Bt, permiten reducir los numerosos tratamientos insecricidas usados en estas cultivos. Existen plantas transgénicas re­sistentes a herbicidas de amplio espec tro , tole­ran su apli.cación después de la germinación de la semilla y a lo largo del desarrollo de la plan­ta, lo que pem1ite realizar aplicaciones según las necesidades de cada año y lugar.

La tecnología de obtención de plantas transgé­nicas incorpora tres ventajas fundamemales res­pecta a las técnicas convencionales de mejora ge­nética basadas en la hibridación.:

1) los genes (características) que se van a in­corporar pueden ser de cualquier procedencia y no es necesario que se encuentren en plantas que puedan ser hibridadas entre sí.

2) En la planta transgénica se puede introducir un único gen nuevo con lo que se preservan en su des­cendencia el resto de los genes de la planta original

3) Este proceso de modificación se realiza en mucho menos tiempo.

66

5- ¿Qué problemas pueden ocasionar?

Desde que aparecieron los cultivos transgénicos, los partidarios y detractores de estas plantas han presentado argumentos opuestos sobre si son se­guros o nocivos para el medio ambiente. Los au­tores de la primera evaluación completa de datos científicos publicados encuentran que aún no se pueden extraer conclusiones sobre las ventajas y riesgos de estos productos porque faltan los es­tudios más importantes. Los autores del estudio publicado en la revista Science (diciembre-2000) indican que es probable que la evaluación de los riesgos ecológicos sea compleja, ya que los riesgos varían de un cultivo a otro, incluso entre dis tin­tas cepas de un mismo cultivo, de un entorno a otro y también con el paso del tiempo. Según afir­man, algunos riesgos pueden ser tan difíciles y len­tas de evaluar que en términos prácticos serán im­posibles de conocer.

Entre los problemas que pueden ocasionar en relación al medio ambiente y a la salud se han plameado las siguientes cuestiones:

A) Impactos sobre el medio ambiente: -Transferencia de la característica transgéni­

ca a cultivos nativos o plantas silvestres em­parentadas: los cultivos de polinización abierta (por ejemplo a través de diseminación de polen por insectos o por el viento) se cruzan con otras plantas nativas o silvestres emparentadas y le trans­miten la caracterís tica transgénica . En el caso de resistencia a herbicidas, crean "malezas" resis­tentes a los mismos herbicidas que se suponía iban a combatirlas, generando "superinvasoras". Esto, además de ser lógico en Ja teoría, se ha compro­bado en la realidad , y paniculam1ente con el ma­íz y la colza. En Dinamarca, fue motivo de mora­toria inmediata, ya que hubo un "·escape" de col­za que se cruzó con plantas emparentadas consideradas malezas. En Escocia se comprobó cruzamiento de colza transgénica a 2,5 km de la plantación. En mayo del 2000 se descubrió que la introducción y cultivo ilegal de colza transgénica en Europa contaminó un enorme porcentaje de colza nativa. Suecia y otros países europeos orde­naron la destrucción de cultivos para evitar la pro­pagación.

-Transferencia horizontal: la transferencia ho­rizontal de información genética es la que se da entre especies no relacionadas directamente entre sí. A nivel de plantas transgénicas se ha compro­bado, entre otras especies, la transferencia hori­zontal entre colza y rábano silvestre, entre remo­lacha y remolachas silvestres, entre trigo y la in-

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Los cultivos rransgénicos: una visión critica desde la agricultura familiar

Los transgénicos, una vez liberados al medio ambiente, no pueden volver atrás ni ser recuperados.

vasora Aegilops cilmdrica, enrre sorgo y sorgo de alepo. Pero también se han relatado casos de rrans­ferencia horizontal entre plantas tmasgénicas y bacterias o virus del suelo.

-Muerte de insectos no objetivo: los cultivos "Bt" fueron modificados con los genes de la toxi­na de Bacillus Turingiensis , que es una bacteria tó­xica para la mayoria de las orugas de lepidópteros. El Bt se viene usando en su forma natural desde hace muchos años como conrrol biológico, inclu­so para la agriculrura biológica. Sin embargo, al in­corporarlo a la infonnación genética de la p lanta, la toxina es cientos de veces más potente y está presente durante todo el periodo de crecimiento. Por esta razón, el potencial tóxico es mucho ma­yor, e incluso, esmdios recientes demosrraron que sigue activo en el suelo por más de 2 40 días. Es­to afecta tamo a las orugas consideradas plaga, co­mo a los insectos benéficos que viven en ellas y a todos los lepidópteros que estén por alrededor, produciendo desequilibrios en la cadena alimen­taria y en los sistemas de conrrol biológico que pu­dieran existir en la zona.

-Generación de resistencias: el uso masivo de determinados productos, sea la toxina del Bt, co­mo el uso de glifosato u otros herbicidas , está ge­nerando resistencia en las plagas y malezas a las que se propone combatir en forma mucho más acelerada de lo que se pensaba. Ya se han encon­trado numerosas poblaciones de orugas resisten­tes al Bt, por lo que las propias empresas reco­miendan sembrar un máximo del 60% de es ta planta rransgénica, para crear zonas de refugio.

-lrreversibilidad y desconocimiento: otro de los impactos muy importantes es que los trans­génicos son organismos vivos, es decir, se repro-

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<lucen en forma autónoma e independiente en el medio ambiente. A diferencia de, por ejemplo, el uso de pesticidas, que son muy dañinos, pero tie­nen un efecto sobre determinado grupo que los consume o sobre áreas geográficas detenninadas, los transgénicos, una vez liberados al medio am­biente, no pueden volver arrás ni ser recuperados.

B) Impactos en la salud: Después de varios años de la utilización de

transgénicos, empiezan a acumularse los datos ex­perimentales sobre los impactos que éstos pueden tener. A continuación se mencionan algunos de los efectos negativos potenciales más conocidos:

-Transferencia de la resistencia a antibióti­cos : la mayoría de los cultivos Bt, (como el maíz Bt-176 de Novartis) tienen un gen marcador que produce resistencia a antibióticos. Desde el Insti­mto Pasteur de Francia, demostró que éste y arras genes marcadores similares, pueden transmitir la resistencia a antibióticos a quienes consuman es­tos productos, e incluso a los humanos que con­suman animales que hayan sido alimenrados con piensos transgénicos .

-Generación de alergias: los alimentos rrans­génicos podrían convertirse en tóxicos o alergé­nicos. Miemras que hoy sólo aproximadamente una docena de alimentos naturales son suscepti­bles de producir reacciones alérgicas, la ingeniería genética posibilita que proteínas procedentes de organismos que antes nunca hemos comido (mo­hos, insectos, arboles ... ) lleguen a nuestros estó­magos sin que sepamos nada sobre su potencial alergénico. Si bien no se puede demostrar una relación causa-efecto directa, el laboratorio de Nu­trición de York (lnglmerra), en 1999 incluyó por primera vez a la soja entre los 10 alergénicos más probables en la alimentación. la soja nunca ames había sido considerada un alergénico, e incluso era usada como susciruto de otros alimentos con­siderados origen de alergias. Este laboratorio de­claró que el único cambio que veía Qa única va­riable con respecto a años anteriores) era la utili­zación de soja rransgénica.

6- lQuiénes controlan el mercado~ lExiste peligro de dependencia?

El rirrno de fusiones y adquisiones empresariales en el área biorecnológica es vertiginoso. Sin em­bargo, es muy clara la lógica de esas fusio nes: en la última década se han unido las empresas pro­ductoras de semillas, con las productoras de agro­químicos y el sector farmacéutico. la tendencia más reciente (que se suma a la anterior comple­mentándola) es a la integración vertical en el sec-

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Los cultivos transgénicos: una visión crítica desde la agricultura familiar

Actualmente prosigue el impresionante proceso de concentración empresarial que está convirtiendo los mercados del "agribusiness" en un oligopolio planetario.

tor alimentario: la misma empresa poseerá desde el germoplasma -o sea la patente de la semilla y el conocimiento del proceso para lograrla- hasta el procesado final, es decir, lo que el consumidor compra directamente en el supermercado.

Actualmente prosigue el impresionante pro­ceso de concentración empresarial que está con­virtiendo los mercados del agribusiness en un oli­gopolio planetario. Cuarro grandes corporaciones conrrolan el 85% del comercio mundial de cere­ales. Las diez primeras empresas agroquímicas del mundo controlan ya el 91 % de su mercado ; las diez primeras empresas de semillas (en buena me­dida, compradas o absorbidas por las anteriores) se han hecho con el 33% del comercio mundial. Como los fabricantes de agrotóxicos, en los últi­mos años, han ido controlando o comprando di­rectamente las empresas de semillas, no sorpren­de constatar que, sólo entre Dupont, Monsanto y Novartis (actual Syngema) copan ya el 20% del comercio mundial de semillas. Entre estas mul­tinacionales destacan : • Syngenta: de la fusión de Novartis y AsrraZeneca • Aventis : de la fusión de Hoechst y Rhone Poulenc • Monsanto • Dupom • Dow Chemical

Estas multinacionales han seguido la política de comprar las empresas de producción y distri­bución de semillas y agroquímicos nacionales u operando a nivel nacional o regional en África, Asia y América Latina. La mayoría de solicitudes de en­sayo y liberación comercial de transgénicos , lo realizan estas empresas multinacionales y otras vin­culadas accionarialmente a éstas .

Las mismas empresas controlan también por­ciones mayoritarias y muy significativas de la in­vestigación y desarrollo biotecnológico agrope-

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cuario y farmacéutico. Esto no solamente a través de sus propios laboratorios, sino en gran porcen­taje en conrratos con universidades e institutos de investigación agrícola públicos en muchos países, logrando así que todos los ciudadanos en cada pa­ís subsidien sus actividades empresariales.

Este tipo de acuerdos, además de ser un sub­sidio a las empresas -través del uso de infraes­rructura y sobre todo de profesionales capacitados por recursos públicos- significa que las mismas multinacionales tienen cuando menos una fuerte influencia en las prioridades de la investigación.

En este contexto, no es extraño que la primera generación de transgénicos haya sido la venta de semillas resis tentes no a enfermedades, sino a los herbicidas patentados por la misma compañía; o que ninguno de los primeros rransgénicos en cam­po haya tenido ningún beneficio específico para el consumidor o para el agricultor en aspectos de mayor interés como pueden ser la adaptación a condiciones de suelo o clima (ej sequías).

La propia Dirección de Agricultura de la UE a través de un estudio denominado "Impactos eco­nómicos de los cultivos transgénicos en el sector de la agroalimentación" señala que la biotecnolo­gía ha generado una concenrración incrementada en el sector agrario, lo que plantea la cuestión de la creciente dependencia de los agricultores de un número limitado de proveedores. Una de las prin­cipales conclusiones de este estudio es que los agri­cultores europeos que siembren productos rrans­génicos corren el 1iesgo de resultar "esrrujados" en­tre los dos oligopolios que flanquean su actividad: de un lado, las multinacionales biotecnológicas, que les venden semillas , y de otro , la industria ali­mentaria, que les compran las cosechas.

El citado estudio también señala que la estrate­gia de mercado de las firmas biotecnológicas está destinada en muchos casos a aumentar la depen­dencia del agricultor. Muchas empresas biotecno­lógicas están vendiendo tanto la semilla modifica­da genéticamente como el producto asociado para la protección de la cosecha. Por ejemplo, una firma puede vender una semilla resistente a un herbici­da concreto y además vende ese herbicida. La ven­taja para el agricultor es que puede fumigar sus cam­pos con el herbicida sin temor a que pueda dañar su cosecha. El inconveniente es que se ve forzado a adquirir todos esos productos a la misma füma.

El gran peligro de esta biotecnología desde el punto de vista de la agricultura familiar es que el agricultor se vuelva un cultivador, que provee la fuerza de trabajo y a menudo algo de capital, pe­ro que nunca llega a poseer el producto que se mueve por el sistema alimentario y nunca toma una decisión importante sobre su gestión.

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Los cultivos rransgénicos: una visión critica desde la agricultura famihar

Tabla 4

COSTES Y RENDIMIENTOS DE SEMILLAS TRANSGÉNICAS Y CONVENCIONALES

Coste de semillas

(euros/Ha)

Rendimientos(%)

Cultivo transgénico

Soja Maíz

Soja

Maíz

Diferencia entre trasngénicos

y convencionales

Mínimo Máximo

13,5

3

-12

3

15

35

4

9

Fuente: Informe de la Unión Europea

De¡erminadas multinacionales han emple­ado la manipulación genética para impedir que los agricultores puedan sembrar de nue­vo la semilla y también impide que desarro­llen sus propios sis¡emas agrícolas. Un ejem­plo de ello es la ¡ecnología denominada "Ter­minator" que produce semillas es¡ériles en la segunda generación , para obligar al productor a que vuelva a comprar semillas en cada co­secha. Se ¡rata de una "pa¡ente biológica" que viola efectivamente los llamados "Derechos del Agricultor", a producir y guardar semillas para la próxima cosecha .

El proceso tecnológico usado para "Termi­nator" es el mismo que se miliza para manejar "a control remoto" -es decir con la aplicación de inductores químicos ex¡ernos- la expresión de de¡erminadas características genéricas. La ma­yoría de las multinacionales en el sector están desarrollando este tipo de tecnologías , que obli­gará a los agricultores a usar de¡errninados pro­ductos químicos -de propiedad de la misma compañía que les vende las semillas- si quie­ren lograr que sus cultivos sean exi tosos o ex­presen de¡erminadas carac¡erísticas .

La relación entre el cos¡e de las semillas rrans­génicas y el incremento de rendimientos obteni­do no es muy beneficioso para el agriculmr tal y como se demuesrra en la tabla 4.

La carrera par intensificar la producción e in­troducir altas ¡ecnologías ha conllevado en nu­merosas ocasiones a expulsar a las pequeñas explotaciones agrarias de su ac¡ividad a costa del beneficio de los grandes propietarios . Los investigadores que analizan los efectos de la bio¡ecnología constatan que la mayor parte de los agriculmres no se benefician de los fuertes cambios tecnológicos. Los beneficiarios sólo son aquellos que primero adoptan las nuevas ¡ecnologías, que normalmente son los que ope-

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ran a gran escala . Estos últimos tienen capaci­dad de aportar rápidamente capital para inver­tir en la nueva tecnología , así pueden mante­ner sus beneficios incluso cuando los precios por unidad caigan.

7 - lLos cultivos transgénicos pueden resolver los problemas del hambre en el mundo?

Uno de los argumentos que se emplean a favor de los cultivos rransgénicos por parte de sus im­pulsores es que pueden solucionar los proble­mas del hambre en el mundo y que los países más beneficiados serán los menos desarrollados. Sin embargo, los países más opuestos a los cul­tivos ¡ransgénicos son precisamente los países pobres, como los africanos. Donde mayores ma­nifestaciones y reacciones entre agricultores se han producido ha sido en países como India o Bangladesh miernras que los países que más apuestan por el desarrollo de esta ¡ecnología son naciones como EEUU o Canadá, actuando en defensa de los intereses de sus poderosas mul­tinacionales agroquímicas.

Las multinacionales agroquímicas nos ha­cen creer que la producción agrícola no está au­memando al mismo ritmo que crece la pobla­ción. Hasta ahora numerosos estudios y esta­dísticas refutan esta afirmación . De hecho aunque el hambre en el mundo aumentó desde 1970, también lo ha hecho en la misma pro­porción la producción alimentaria per cápita. Es­tas estadísticas y muchas otras indican que el crecimiento demográfico no ha sido , por lo me­nos actualmente, la razón principal del aumen­m del hambre desde 1970. En teoría el volumen total de alimentos disponibles por individuo ha aumentado de manera significativa.

Se sabe perfectamente que en el mundo hay ali­mentos suficientes para alimentar a todos sus ha­bitantes varias veces. Sólo con la producción ac­tual de grano mundial sería suficiente para que ca­da ser humano de este planeta tuviese una dieta diaria de 3.500 calorías.

La razón principal del hambre radica en la de­pendencia alimentaria. El sistema industrial ha expulsado de diversas maneras a las comunida­des indígenas y campesinas de sus ¡ierras apro­piándose para instalar allí cultivos de exporta­ción, expulsados de sus tierras, emigran a las nuevas ciudades donde rápidamente pasan a for­mar parte de las clases urbanas empobrecidas . Así comienza la dependencia alimentaria . In­crementar la producción agrícola no es el reme­dio más eficaz para solucionar el hambre.

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Los cultivos transgénicos: una visión c1itica desde la agricultura familiar

8- ¿Qué efectos ejercen las multinacionales sobre las patentes de seres vivos?

La búsqueda de beneficios por parte de las gran­des compañías agroquímicas que dominan los ne­gocios basados en técnicas de ingeniería genética está llevando a una desenfrenada calTera por ha­cerse con patentes sobre el material genético es­tudiado, incluido el humano. La concesión de pa­ren tes sobre seres vivos y sobre material genético supone una profundización sin precedentes en el proceso de rotal mercantilización y privatización de la naturaleza que impera en el contexto ac­tual. Hay que mencionar que las empresas co­mercializadoras de semillas poseen la tasa de ren­dimientos por capital invertido más aira de cual­quier industria productiva, seguidas de cerca sólo por las empresas farmacéuticas.

Si las patentes fueran simplemente una ma­nera de asegurar a los invenrores la obtención de un beneficio por su inversión no existiría mu­cha discusión. Hoy, sin embargo, las empresas demandan un monopolio exclusivo que les per­mita no sólo la obtención de royalties, sino dic­tar las condiciones de acceso a sus invenciones. Con las nuevas biotecnologías, las multinacio­nales esperan extender su control a gran parte de la econom(a mundial que se basa en productos y procesos biológicos.

La concesión de patentes sobre el material bio­lógico puede ocasionar profundas consecuencias en la seguridad alimentaria, en el desarrollo rural y en la protección ambiental. Entraña el riesgo de incrementar todavía más los procesos de mercan­rilización, oligopolización de la agricultura y ero­sión de la diversidad genética presente en los cul­tivos agrícolas. Un mayor control de la patentes obligaría a que los agricultores necesiten incre­mentar las compras de nuevas semillas cada año, obstaculizarían el intercambio libre de datos cien-

70

tíficos y aumentarían aún más el control por par­te de las grandes empresas multinacionales.

9- ¿cuál es la normativa que regula la autorización, cultivo y consumo de transgénicos?

Las actividades con organismos modificados gené­ricamente en la UE se controlan a rravés del marco regulador establecido en 1990. Se trata fundamen­talmente de la Directiva 90/219/CEE sobre "utili­zación confinada" y la Directiva 90/220/CEE sobre "liberación intencional en el medio ambiente de or­ganismos modificados genéticamente(OMG)" por la que se regula no sólo los ensayos en campo sino también la comercialización de nuevos organismos.

En España, esras dos directivas se han incorpo­rado a la legislación interna mediante la Ley 15/1994 de3 de junio yel Real Decreto 951/1997 por el que se aprueba el reglamento de desarrollo de la Ley.

La Ley establece que tanto la utilización confi­nada como la liberación voluntaria de OMG será una responsabilidad autonómica, con excepción de los casos en que suponga una posible incor­poración a medicamentos de uso humano y/o ve­terinario así como en los supuestos de investiga­ción básica del Estado donde será la Administra­ción central. Por tanto la concesión de la autorización para los ensayos en campo con plan­tas transgénicas es competencia de las Consejerí­as Autónomas. Otra de las competencias que la Ley 15/94 asigna a las Comunidades Autónomas es la vigilancia y control ele las pruebas de campo.

La Ley establece un órgano Colegiado, presi­dido por el Ministerio de Medio Ambiente, en­cargado de conceder las autorizaciones que co­rresponden a la Administración central com­puesto por representantes de varios Ministerios. Existe además un órgano de carácter consultivo, la Comisión Nacional de Biosegu1idad, que ase­sora a la Administración General y a las Comu­nidades Autónomas; esta Comisión está com­puesta por representantes de los ministerios im­plicados, representantes de las CCAA que lo soliciten y por ~'Penos en representación de ins­tituciones relacionadas con la materia, pero no hay representantes de los agricultores ni de los consumidores.

En junio de 1999 los ministros ele Medio Am­biente ele la UE decidieron una moratoria de fac­to para nuevos productos transgénicos. Esta mo­ratoria se mantendría hasta que concluya el pro­ceso de revisión de la directiva 90/220/CEE sobre liberación al medio ambiente de organismos trans­génicos . La nueva directiva se aprobó en enero de 2001 como se detalla más adelante.

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Los cultivos transgénicos: una visión crítica desde la agricultura familiar

La nueva Directiva de la UE sobre transgénicos ha entrado en vigor en abril de 2001 y los Estados miembros deben comenzara aplicarla en un plazo máximo de seis meses.

De acuerdo con la legislación vigente los pro­ducws comercializados en vinu9 de la Ley 15/94 están sometidos al etiquetado que figura a conti­nuación:

-Etiquetado obligatmio diciendo "puede con­tener organismos modificados genéticamente" cuando se piensa que puede tratarse de una com­binación con no modificados

-Etiquetado obligarorio diciendo "contiene or­ganismos modificados genéticamente" cuando po­sitivamente se sabe que los contiene.

En abril de 2000 entró en vigor el etiquetado obligatorio de rodas los alimentos cuyos ingre­dientes (considerados por separado) contengan más de un 1 % de trasngénicos. Con ello se ha da­do sarisfacción a una de las reivindicaciones so­ciales más generalizadas en relación con los trans­génicos. Pero no debemos olvidar que el etique­tado obligatorio es una medida complementaria de la segregación a lo largo de toda la cadena ali­mentaria -para pern1itir la adecuada rasrreabilidad de los productos- , y que ambas medidas , etique­tado y segregación, deberían ponerse en práctica en todo el mundo, y no únicamente en la VE.

Sin embargo existe escasa uansparencia en el eti­quetado actual y se sigue demandando tanto des­de los agricultores (por la compra de piensos) co­mo por los consumidores un etiquetado claro y diferenciado tanto de los productos obtenidos en la UE como de los importados. Además, los pien­sos compuestos no precisan etiquetado, al no ha­berse desarrollado una nonnativa paralela a la de nuevos alimentos que regule el etiquetado de pro­ductos destinados a la alimentación animal. Con esto se ha creado un vacío legal que facilita la co­mercialización de soja, maíz y arras semillas mani­¡:JUladas genéticamente destinadas a piensos para el ganado, sin que sea obligatorio informar de ello en el etiquetado. Esta situación cobra especial impor­tancia y actualidad en la crisis motivada por las "va­cas locas" y en concreto a la sustitución de las ha­rinas cárnicas por las harinas vegetales, ya que la mayoría de la soja que importamos para la elabo­ración de piensos contiene semillas rransgénicas. Es decir, estamos alimentando a nuestros anima­les con piensos que contienen transgénicos sin que los ganaderos sean conscientes, y ello sin tener ga­rantías de que puedan suponer algún problema de segu1idad alimentaria añadido, y tampoco de lapo­sible responsabilidad que se pueda asignar a los ga­naderos por este tipo de alimentación.

Después de cinco años de difíciles negociacio­nes se logró aprobar en Montreal , en enero de 2000, un Protocolo de Bioseguridad que es el pri­mer tratado internacional que reconoce a los rrans­génicos como una categmía separada de organis-

71

mos, necesitada de su propio marco jurídico. Es­te acuerdo internacional permitirá a los países im­portadores de alimentos transgénicos regular su entrada de acuerdo con el "principio de precau­ción" (la ausencia de certeza científica debido a una insuficiente información y conocimiento cien­tífico relevante sobre el alcance de los posibles efectos adversos de un organismo vivo modifica­do sobre la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica, teniendo también en cuenta los riesgos para la salud humána, no impedirá a la parte importadora adoptar la decisión que consi­dere apropiada para evitar o minimizar tales posi­bles efecros adversos), lo cual supone un avance notable , aunque otros aspectos son insatisfacto­rios , como por ejemplo los siguientes:

a) que el acuerdo alcanzado se refiera exclusi­vamente a los organismos rransgénicos vivos, de­jando fuera rodas los productos derivados (como es el caso de los piensos, aunque sus materias pri­mas povengan de organismos transgénicos),

b) que en las transacciones comerciales no se exija un etiquetado detallado que contenga toda la información sobre las manipulaciones genéticas de­sarrolladas y las características de esos productos;

c) que no hace referencia a la rastreabilidad de los transgéni.cos, imprescindible por razones tan­to ambientales como de salud pública;

el) que no se establezca una prioridad de las consideraciones sobre diversidad biológica y se­guridad alimentaria sobre las normas internacio­nales de libre comercio contempladas en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El Parlamento Europeo adoptó el 14 de febre­ro de 2001 la nueva directiva que sustituye a la an­terior (90/ 220) sobre la liberación intencional de organismos modificados genéticamente en el me­dio ambiente. El Consejo de Min.istros de la VE también ha dado su aprobación oficial al texto, con la abstención de Francia e Italia.

La nueva Directiva 2001/ 18/CE de 12 de mar­zo de 2001 se publicó en el DOCE el 17 de abril de 2001. Los Estados miembros deberán poner en vigor las disposiciones legales, reglamentarias y administrarivas contempladas en esta nueva nor­mativa comunitaria antes del 17 de octubre de 2001.Cubre tamo los cultivos experimentales co­mo la comercialización de transgénicos y con­templa la evaluación de los riesgos en rodas las fa­ses del procedimiento de autorización, la obliga­ción de disponer de registros públicos sobre la localización de estos organismos, la limitación a 10 años del período de validez de las licencias de explotación y la supresión progresiva de los trans­génicos que lleven genes resistentes a los antibió­ticos. También contiene eidgencias en materia de

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Los cultivos transgénicos: una visión crítica desde la agricultura familiar

etiquetado y trazabilidad, confiando a la Comisión Europea la tarea de elaborar, a lo largo del año 2001, propuestas legislativas sobre estas cuestio­nes, al igual que un proyecto de directiva marco sobre la responsabilidad medioambiental que cu­bra los posibles daños causados por los transgé­nicos. Por último, invita a la Comisión a presen­tar, antes del mes de julio una propuesta legislati­va para la aplicación del Protocolo de Carragena sobre la bioseguridad, que garantiza a todos los países signatarios la posibilidad ele aceptar o re­chazar la importación de transgénicos.

Sin embargo a pesar de la aprobación de esta nueva Directiva, seis países de la UE (Austria, Di­namarca, Francia, Grecia, Italia y Luxemburgo) se niegan a levantar la moratoria para nuevas auto­rizaciones hasta que se complete el disposi tivo por medio de un sistema fiable de trazabilidacl y etiquetado. Estos seis países también pidieron a la Comisión Europea que acelere la aplicación de un sistema ele responsabilidad medioambiental para completar el marco reglamentario necesario para el desarrollo del campo de las biotecnologí­as. En este sentido es preciso recordar que ac­tualmente no hay ninguna n01111a que libere de responsabilidad a los agricultores que cultivan transgénicos, siendo necesario establecer en esta cuestión una responsabilidad directa a los fabri­cantes de estas semillas y en todo caso a las Ad­ministraciones que las autorizan.

10- lQué opinan los consumidores?

La actitud de los consu midores es hasta el mo­mento contraria al consumo de alimentos ob te­nidos por procesos de manipulación genética. Se­gún datos de Eurobarómetro 2000 (encuesta en­cargada por la UE para sondear la opinión de los europeos sobre el uso de las biotecnologías) los europeos consideran que los riesgos derivados de la modificación genética de los alimentos son muy altos y por eso son favorables a que no se apo­ye esta técnica. Tampoco lo son de la clonación de animales, ni siquiera cuando tienen fines médicos. La modificación de bacterias para limpiar vertidos contaminantes o fab1icar medicamentos o el uso de la biotecnología para detectar y curar enfer­medades cuenta con mayor aprobación. El Euro­barómetro muestra que la mayoría de los ciuda­danos tiene bastante miedo de los alimentos rrans­génicos y rechaza la afirmación de que los riesgos sean aceptables.

El rechazo de los consumidores ha provocado que las multinacionales de la alimentación hayan retirado los alimentos transgénicos del mercado español, siguiendo la tendencia iniciada en otros

72

países, y reconociendo implícitamente que la es­trategia en su apuesta inicial a favor de la comida transgénica resultó equivocada.

Los agricultores deben producir lo que la so­ciedad les demanda, es más debe existir un "contrato social" entre el sector agrario produc­tor de alimentos y el conjunto de la sociedad consumidora de dichos productos. Dicho "con­trato" debe tener por objetivo básico que el fu­turo de la agricu ltura y el medio rural se aborde con el compromiso solidario y corresponsable de todos los ciudadanos.

En la actualidad hay un gran debate a nivel eu­ropeo en relación a la seguridad alimentaria, de­bate que incluso puede remover los pilares sobre los que se asienta la actual PAC. Gran pane de las crisis alimentarias que se han sucedido en los ú ltimos años üenen como embrión determina­das actuaciones en que lo importante es produ­cir más cantidad a menor coste sin tomar en con­sideración que la competitividad ele la agricultu­ra y la ganadería tiene, o debe tener, el límite de la seguridad alimentaiia. Producir alimentos de ca­lidad y sanos es el único objerivo socialmente aceptable que se reclama a los agricultores y ga­naderos. Por este motivo la agricultura familiar no debe ir en contra de la opinión de los consu­midores en cuanto a la producción de transgéni­cos, ya que ellos son los demandantes de nuestros alimentos y los que contribuyen financieramente a la labor multifuncional que ejerce la agricultura familim; tanto para la producción ele alimentos de calidad, la gestión del territorio y la conservación del medio ambiente rural.

En cualquier manera s igue pendiente la nece­sidad ele información y debates públicos, de una mayor transparencia para que este tema pase a ser de control social. La única forma de asegu­rar que estas innovaciones sirvan a propósitos útiles es incorporar la participación activa de la sociedad a todas las fases del proceso de inno­vación tecnológica.

BIBLIOGRAFÍA

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Fundación Uni vers ita1ia

La introducción de las nuevas técnicas biotecnológicas en la agricultura

La Convención sobre Diversidad Biológica de­fine la bimecnología como cualquier aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos, or­ganismos vivos, o derivados de ellos , para ha­cer o modiJicar productos o procesos para un uso específico. Según esta definición, la utiliza­ción por los egipcios, por ejemplo, de levaduras para la fabricación de cerveza pod1ia ser consi­derada como biotecnología. Sin embargo, labio­tecnología, tal y como la conocemos hoy en dfa, dista mucho de las técnicas usadas en la pro­ducción de alimentos en la Antigüedad e, in­cluso, de las usadas hasta hace sólo unos años. Los avances desarrollados desde la década de los 70 han cambiado sustancialmente la concepción y la potencialidad de esta tecnología. Según el Protocolo de Bioseguridad, la biotecnología mo­derna consiste en la aplicación de las técnicas de ADN recombinante y de fusión celular más allá de la familia taxonómica, que suponen la supe­ración de las barreras fisiológicas reproductivas naturales, y que no son las utilizadas en los pro­cesos de hibridación y selección tradicionales. En este artículo , cuando hablamos de varieda­des modificadas , nos referimos a las obtenidas con estas técnicas modernas. Éstas implican una modificación en el componarniento natural de un organismo mediante la variación de su ma­te1ial genético, y se identifican habitualmente con modificaciones en el genoma de los orga­nismos , por la alteración en la eA.11resión de ge­nes propios o la introducción de genes foráneos (transgénesis). Estos avances implican un cam­bio radical en la concepción de la agricu ltura, por lo que algunos au tores afirman que nos en­contramos ante una nueva revolución verde (García Olmedo , 1998).

Desde la aparición en el mercado de la prime­ra variedad modificada genéticamente, la exten­sión del área cultivada con este tipo de cultivos no ha dejado de aumentar, como puede comprobar­se en la rabia 1. Las tasas de adopción de este ci­po ele culrivos han sido mucho mayores que las de cualquier otra tecnología agrícola anterior, y las

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estimaciones para el año 2000 sitúan su extensión en torno a los 44,2 millones de hectáreas (ISAAA, 2000), lo que supone un incremento del 250% desde 1996. Estados Unidos y Canadá, dentro de los países industrializados, y Argentina y China, en el ámbito de los países en desatrnllo , se sitúan a la cabeza por extensión de las áreas cultivadas con organismos modificados genéticamente (OMGs). En España ehlsten unas 20.000 hectá­reas cultivadas con maíz modificado. Por tipo de cultivos, destacan la soja, con el 58% del área cul­tivada con transgénicos, el maíz, el algodón y la colza (1SAAA, 2000).

Tabla 1

EXTENSIÓN DE LOS CULTIVOS TRANSGÉNICOS (m. ha)

Cultivos 1996 1997 1998

Soja* 0,5 5,1 14,5

Maíz 0,3 3,2 8,3

Algodón 0,8 1,4 2,5

Colza O, i 1,2 2,4

Otros** i 'i 1,9 O, i

Total 2,8 12,8 27,8

1999

21,6*

11, 1

3,7

3,4

0,1

39,9

Fuente: ISAAA (Servicio Internacional para el De­sarrollo y la Aplicación de la Biotecnología en la Agricultura). • Sin incluir la soja transgénica cultivada en Bra­sil, que ocupa una extensión estimada de 1 millón de hectáreas. •• Las cifras de 1998 y 1999 no incluyen el área

cultivada con tabaco transgénlco en Ch ina, que suponía rnás de un millón de hectáreas en 1996 y 1997.

Los primeros cultivos modificados genética­mente estaban diseñados para aumentar la resis­tencia de las variedades cultivadas a insectos o su tolerancia a herbicidas, sin va1iar las característi­cas del producto [Lnal. Éste es el caso del maíz Bt, que ciene incorporado un gen de la bacteria Ba­cillus thuriengensis con propiedades insecticidas, y de las variedades resistentes a herbicidas, como la soja RoundUp resistente al glifosato ele la em­presa Monsanto. Este tipo ele OMGs son los !la-

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El impacto económico de la biotecnología en la agricultura

mados de primera generación, y han sido desa­rrollados por las ptincipales multinacionales es­pecialmente para los grandes cultivos, siendo los agticultores los potenciales beneficiarios de este tipo de modificaciones.

Las modificaciones de los productos de se­gunda generación están dirigidas a cambiar las ca­racteristicas organolépticas de los frutos (sabor, apariencia, ere.); una combinación de caracterís­ticas agronómicas (variedades más productivas o resistentes a siruaciones ambientales adversas y a plagas o enfermedades, ere. ); sus cualidades pa­ra la transformación industrial y la fabricación de alimentos para animales; y sus características nu­tricionales (por ejemplo, arroz con mayor conte­nido de provitamina A o coles de Bruselas con al­to contenido en vitamina C). Algunos de estos pro­ductos están ya cultivándose, y sus potenciales

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beneficiarios son tanto los agricultores , como los consumidores finales.

Los cultivos modificados genéticamente de ter­cera generación serán las llamadas plantas-factoría, utilizadas para la obtención de sustancias quími­cas, plásticos y productos farmacéuticos. Se calcula un plazo entre diez y quince años para que estos productos lleguen al mercado, aunque reciente­mente la empresa Goodyear ha anunciado la ob­tención por técnicas biotecnológicas de polímeros a partir del almidón de maíz, que serán utilizados para la fabricación de neumáticos. En el caso de es­tos productos , los principales beneficiarios po­tenciales serán las grandes empresas alimentarias y las industrias qu[mica y fam1acéutica.

De forma esquemática, éstas serán las fases por las que atravesará la revolución biotecnológica en la agricultura, revolución que también se exten­derá por Europa, pese a los movimientos de re­chazo que se han producido. Tras la revisión de la Directiva 90/ 220, que regulaba la aprobación co­mercial de los organismos mocllficados genética­mente , y la previsible finallzación ele la moratoria de facto, cabe esperar que nuevas variedades mo­dificadas genéticamente sean aprobadas en los próJ<..i.mos años en Europa. La agi.icultura españo­la no será ajena a esta nueva revolución , ya que muchas de las especies que se utilizan en nues­tro país ya están siendo modificadas genética­mente por las empresas productoras de semillas en otras partes del mundo.

La configuración del sector biotecnolé>gico

La industria mundial de semillas y agroquími­cos se caracteriza por la fuerte integración ver­tical (presencia en sucesivas etapas del proceso del producción ele un bien o servicio final) y el airo grado de concentración (grosso modo, do­minio del mercado por unas pocas empresas). En los úlrimos años estos procesos de concen­tración e integración se han acentuado y el sec­tor se reesrrucrura continuamente mediante fu­siones, adquisiciones , formación de alianzas es­tratégicas y desaparición de empresas. La compenetración entre los negocios de semillas y agroquímicos es evidente, si observamos la coincidencia de empresas en los ranldngs de am­bos sectores (tablas 2 y 3). En cuanto a la con­centración , las once mayores empresas de se­millas acaparan aproximadamente el 26% del mercado mundial; y las ocho primeras compa­ñías de agroquímicos controlan aproximada­mente el 88% del mercado de productos para la protección de las plantas (PPPs).

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El impacro económico de la biotecnología en la agricultura

Tabla 2

PRINCIPALES EMPRESAS DE AGROQUÍMICOS EN 1999

Empresa Volumen de ventas de agroquímicos (m. de dólares USA)

Syngenta (Novartis y Astra Zeneca) 6.410

4.320

3.525

3.214

2.316

2.099

2.088

Aventis CropScience (AgrEvo y RhOne Poulenc)

BASF

Monsanto (Pharmacia)

Bayer

DuPont

Dow AgroSciences (Dow Chemical)

Makhtesh im-Agan 720

Fuente: WoodMacKenzie, 2000

A finales de la década de los ochenta, el mer­cado de agroquímicos entró en una fase de es­tancamiento, en la que, además, las empresas se enfrentaban a la finalización del periodo de pro­tección por patente de muchos de sus productos, y a unos requisitos legales y medioambientales más estrictos para sacar productos al mercado. La bio­tecnología proporcionó a estas empresas nuevas rutas para ob tener nuevos productos y métodos más eficaces y rápidos para enconrrar nuevas mo­léculas. La necesidad de incorporar la biotecno­logía a sus competencias tecnológicas llevó a es­tas compañías a la adquisición de las empresas de semillas que tenían los conocimientos y los re­cursos genéticos necesarios.

El negocio de semillas es menos lucrativo y las empresas son, en general, más pequeñas y menos poderosas que las multinacionales de agroquími­cos, por lo que son más vulnerables a la absorción. Esto se ha rraducido en la reducción del número de empresas independientes productoras de se­millas. Finalmente, el incremento de los costes de investigación, junto con la necesidad de ampliar el mercado han acentuado la dedicación de las multinacionales a los grandes cultivos y el proce­so de globalización de este sector.

Por otra parte, en la década de los 70, en Es­tados Unidos aparecieron pequeñas empresas de biotecnología que tenían el objetivo de convertir en productos comerciales los descubrimientos bio­tecnológicos realizados en el ámbito académico. La primera empresa biotecnológica, Genemech, se formó en 1976; a partir de entonces, y de lama­no de investigadores universitarios que contaron con los fondos procedentes del capital riesgo, se produjo en Estados Unidos un intenso proceso de creación de pequeñas y medianas empresas dedi-

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Tabla 3

PRINCIPALES EMPRESAS DE SEMILLAS EN 1999

Empresa Volumen ventas semillas (m. de dólares USA)

Pioneer (DuPont) 1.850

Monsanto 1.700

Syngenta 947

Grupo Limagra in 700

Semlnls (Savia, Grupo Pulsar) 531

Advantª (_Cosun y AªtraZeneca) 416

Sakata 396

KWS 355

Dow AgroSciences 350

Delta&Pine Land 301

Aventis C::ropScience 288

Fuente: RAFI , 2000.

cadas a la investigación en biotecnología (Senker, 1998). Desde entonces, Estados Unidos ha man­tenido en términos industriales el liderazgo mun­dial en biotecnología.

En Europa también ha surgido este tipo de em­presas, pero su número es mucho más importante en el sector farmacéu tico que en el de la agroali­mentación, como ocurre también en el caso de Es­paña. El papel de estas empresas y de los centros públicos de investigación en el desarrollo de labio­tecnología ha sido muy importante, porque han ac­ruado como líderes tecnológicos y porque han per­mitido a las multinacionales de agroquímicos es­tructurar su estrategia de innovación a través de redes. Esta estrategia de innovación en red les per­mite ampliar sus competencias tecnológicas, exter­nalizar los riesgos y acelerar la innovación. Hoy en día, la mayoría de las empresas biotecnológicas es­tán dominadas por multinacionales, a través de la participación en su capital, o a través de contratos de exclusividad, y son muy pocas las que perma­necen independientes (Grávalos y García, 2000). De igual forma, la importancia de la financiación privada en la investigación de las universidades en esta área se ha incrementado notablemente.

Como hemos señalado, nos encontramos con un sector fuertemente globalizado, en el que las decisiones estratégicas se hacen teniendo en cuen­ta fac tores internacionales. La localización de las actividades de las grandes empresas obedece a es­ta lógica global: los núcleos de decisión y los cen­tros de investigación avanzados se sitúan en Es-

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El impacto económico de la biotecnología en la agricultura

La aplicación de la biotecnología a la producción de alimentos ha originado una enorme preocupación entre instituciones y ciudadanos, especiahn.ente en Europa.

tados Unidos y en el norte de Europa, las esta­ci.ones de ensayo de nuevas variedades están re­partidas por las regiones agrícolas a cuyas condi­ciones hay que adaptarlas, y las zonas de produc­ción se encuentran en las grandes regiones agrícolas del mundo (Asia y América del Sur, prin­cipalmente) . España es uno de los países europe­os donde se realiza gran parte de la adaptación de nuevas variedades a las condiciones agrocli­máticas mediterráneas. Por ello, y por la impor­tancia del mercado agiicola español, existe una im­portante presencia de subsidiarias de multinacio­nales (Cuerda et al., 2000).

Los movimientos de fusión y adquisición for­man parte de una estrategia más amplia: la crea­ción de las industrias de "ciencias de la vida". La mayoría de las empresas que producen agroquí­micos pertenecen a grupos que producen otras sustancias químicas y productos farmacéuticos.

Esta estrategia consiste en recuperar los costes crecientes de las actividades del+ D, aprovechan­do las fuertes inversiones realizadas en investiga­ción biotecnológica, para obtener una amplia va­riedad de productos, desde semillas , PPPs y pro­ductos veterinarios, hasta alimentos y fármacos. Esta estrategia ha perdido fuerza últimamente por­que las sinergias esperadas no se han producido y porque el uso de la biotecnología ha encontrado mucho más rechazo en el sector agroalimemario que en el farmacéutico (Assouline, et al., 2000).

Implicaciones para los agricultores

La aplicación de la biotecnología a la produc­ción de alimentos ha originado una enorme pre­ocupación entre instituciones y ciudadanos, es­pecialmente en Europa, donde se han paralizado

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las aprobaciones de nuevos productos y los mo­vimientos sociales en contra de la biotecnología han adquirido más fuerza. La polémica se suscita porque existen opiniones controvertidas sobre los riesgos e impactos asociados a la aplicación de la biotecnología en la producción de alimentos.

El conjunto de preocupaciones que surgen en tomo al uso de la biotecnología vegetal pueden agruparse en tres categorías, según el tipo de fac­tores a los que afecte: medioambientales y de sa­lud , económicos y sociales, y filosóficos o metafí­sicos (The Royal Sociery of Canada, 2001) .

Los riesgos para la salud humana están aso­ciados a la posibilidad de aumentar la exposición a sustancias tóxicas, el incremento de alergias , y las consecuencias de los cambios en el conteni­do nutricional de los alimentos. El principal ries­go que se apunta de la biotecnología en relación con el medio ambiente es la pérdida de biodiver­sidad, especialmente la pérdida de variedades agrí­colas tradicionales frente a otras nuevas más pro­ductivas y competitivas, la posibUidad de expan­sión de las nuevas variedades más resistentes en detrimento de variedades autóctonas no agrícolas, los efectos adversos sobre microorganismos, in­sectos u otros animales de las variedades modifi­cadas genéticamente resistentes a plagas, y la trans­ferencia "na rural " de genes introducidos por el hombre hacia otras especies.

En este artículo nos centraremos en las impli­caciones socioeconómicas que previsiblemente tendrá la biot:ecnología vegetal. Todavía existen muchas incertidumbres, pues las evaluaciones re­alizadas hasta ahora se han realizado para unos po­cos cultivos y unas pocas regiones, y porque la re­gulación de numerosos aspectos asociados a los OMGs está continuamente revisándose.

Quizás, el argumento económico más esgrimi­do en contra de los cultivos modificados ha sido el aumento de la dependencia de los agricultores y de las regiones agrícolas más pobres del poder de las multinacionales. Como hemos visto, la con­centración de la producción de semillas y agroquí­micos en manos de unas pocas multinacionales es­tá acentuándose. La globalización del sistema agro­alimentario y esta concentración de poder implican un incremento de la dependencia de los peque­ños agricultores de estas empresas e, incluso, su desplazamiento por unos pocos gigantes agroali­mentarios, con la consiguiente pérdida de autosu­ficiencia en el abastecimiento de alimentos de las regiones más pobres del planeta. El incremento de la dependencia se produce porque los agricultores tendrán menor poder de decisión que sus provee­dores y que sus clientes sobre los inputs que usan y sobre los productos que venden, respecrivamen-

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El impacto económico de la biotecnología en la agiiculrura

re. La dependencia también aumenra porque las se­millas modificadas son vendidas frecuememenre bajo comrato y guardar las semillas de una cosecha para orra esrá prohibido para salvaguardar los de­rechos de propiedad inrelecrual del invemor de la semilla. Los derechos de propiedad inrelecrual, en­rre ellos las paremes, sobre el marerial genético cons­tituyen orra vía por la que aumenta la dependen­cia de los agricultores. Esre efecto será menor, por tamo, en las explotaciones más competitivas y ren­rables, donde la compra de nuevas semillas en ca­da cosecha es ya práctica habirual.

Orro impacro de las variedades transgénicas es la variación ele los cosres ele producción porque las semillas rransgénicas son más caras que las con­vencionales. Sin embargo, el incremento del pre­cio de la semilla puede ser compensado por un in­cremento de rentabilidad debido a la reducción de cosres en el uso de agroquímicos y al incremento ele la producción. Este impacm variará en gran me­dida según los cu ltivos, las regiones agrarias y el tipo de modificación genética in traducida. Los es­tudios realizados para el caso de los Estados Uni­dos no han podido concluir que exisra una mayor rentabilidad general de los culrivos modificados, ya que ésra depende de numerosas condiciones (fertilidad del suelo, condiciones climáticas, inci­dencia de las plagas y enfennedades, etc.). Así, la evaluación realizada por el Departamento de Agri­culrura del gobierno estadounidense (Fernández Cornejo y McBride, 2000) indica que, para el ca­so del algodón resisrente a herbicidas, se produ­jeron incrernemos significativos en los rendi­mientos netos y en la producción, pero no en la cantidad usada de herbicidas, lo cual, unido al in­crernemo en el coste de las semlllas, niveló los be­neficios de los cultivos transgénicos con los con­vencionales. En el caso de la soja, tampoco au­memaron significativamente los beneficios por el

uso de rransgénicos, ya que, pese a que se produjo una reducción significativa del uso de herbicidas, no se observaron cambios en los rendimientos ne­tos. En el caso del algodón Bt, los resultados han sido más favorables, ya que se produjeron incre­mentos en la producción y en los rendimientos netos, y una reducción signiJicariva del uso de insecticidas.

En este mismo informe se recogían los resulta­dos de una encuesta en la que los agricultores se­ñalaban que las principales razones para usar vatie­dades transgénicas eran el incremento de la pro­ducción mediante un conrrol mejor de las plagas y la reducción de los costes en agroquírnicos (tabla 4).

Lo que sí indican estos estudios es que, efecti­vamente, los cultivos modificados genéticamente para mejorar el comportamiento agronómico de la planta permitirán reducir los riesgos ele las con­diciones climáticas y ambientales adversas y, por tanto, un mayor control de los agricultores sobre las cosechas y un aumento en la producción. La agricultura convencional, sin OMGs, tendrá en­tonces que competir en los mercados internacio­nales con producciones mayores y más estables obtenidas gracias a la biotecnología. Además, es probable que este tipo de variedades modificadas sólo sean desanolladas por las grandes empresas para los cultivos más rentables, abandonándose otros cultivos tradicionales o sociales (como, por ejemplo, es el caso del ajo en España) con poca importancia en el mercado mundial, y que en­contrarán muchas dificultades para ser objeto de mejoras tecnológicas.

En el caso de las modificaciones genéticas que supongan una variación en las características fina­les del producto, será el incremento en el precio de venta el que tendrá que compensar el incremento del coste ele la semilla, por lo que el nuevo pro­ducto tendrá que tener claras ventajas para los con-

Tabla 4 RAZONES PARA LA ADOPCIÓN DE CULTIVOS TRANSGÉNICOS

Razón declarada para adoptar cultivos modificados genéticamente

1. Incremento de la producción a través de un mejor control de las plagas

2. Reducción de los costes de agroqufmicos

3. Incremento de la flexibilidad en los métodos de cultivo

4. Adopción de prácticas más respetuosas con el medio ambiente

5. Otras razones

Fuente: Fernández Cornejo y McBride, 2000

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Porcentaje de superficie cultivada con transgénicos

Soja Algodón Algodón tolerante tolerante Bt

a herbicidas a herbicidas

65,2 76,3 54,4

19,6 18,9 42,2

6,4 1,8 2,2

2,0 0,9 0,0

6,8 2,3 1,2

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El impacw económico de la biotecnología en la agricultura

La biotecnología aumenta la dependencia de los agricultores, incrementa los gastos en semillas, hace más complejos los sistemas de producción y comercialización, y aumenta la incertidumbre sobre la aceptación de los consumidores finales.

sumidores, de forma que estén cUspuestos a pagar un mayor precio. Sin embargo, para que este ma­yor precio pueda realizarse, es necesario que el pro­ducto final obtenido a parür de un cultivo modifi­cado llegue al consumidor de forma diferenciada, es decir, sin mezclar con los productos no modifi­cados, y con la garantía de que el producto final mantiene las propiedades que se le atribuyen.

Esto no lleva al segundo gran argumento eco­nómico del debate ele los transgénicos: las conse­cuencias económicas de la segregación y de la pre­servación de la identidad. los cultivos transgéni­cos que se han comercializado hasta ahora han sido mezclados con los convencionales; sin embargo, el rechazo de los consumidores y el escándalo pro­tagonizado por la aparición en ciertos alimentos de la proteína del maíz Starlynk, modificado genéti­camente y aprobado en Estados Unidos para con­sumo animal pero no para el humano, han dado fuerza a los argumentos a favor de la segregación.

la segregación implica la organización y el con­trol de canales comerciales disrirnos para los pro­ductos modificados genéticamente y los no mo­dificados a lo largo ele toda la cadena agroalimen­taria . llevada a su e,'(tremo, la segregación implica la "preservación de la identidad", es decir, la pues­ta en marcha de un proceso de producción y co­mercialización que preserva el migen y la natura­leza ele un cultivo especifico. El impacto para la agriculrura procede ele los cambios necesaiios en las prácticas de cultivo y de comercialización pa­ra llevar a cabo la segregación y garantizar la pre­servación de la identidad.

la preservación de la identidad ele los alimen­tos supone mayores costes a lo largo de la cadena alirnenta1ia y un etiquetado riguroso y preciso de los alimentos, pero la clisnibución de este incre­mento de costes entre los distintos agentes (agri-

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cultores , empresas agroalimemarias, consumido­res, ere.) dependerá, en cada caso, del nivel tole­rado para la contaminación (de productos no mo­dificados por sustancias modificadas) , el precio de la responsabilidad por la contaminación, la dis­ponibilidad de productos sustitmivos, y de la es­tructura del mercado (fundamentalmente del nú­mero y del poder de los agentes en la cadena agro­alimentaria) . Incluso, se han dado circunstancias en las que los agricultores han recibido un precio más alto por preservar sus productos de la conta­minación de OMGs (Dirección General de Agri­cultura, Comisión Europea, 2000). En caso de ge­neralizarse el uso de OMGs, los cultivos modifi­cados también podrán alcanzar un precio mayor porque serán más difíciles de sustituir.

la segregación y el principio de preservación de la identidad requieren un etiquetado de los pro­ductos finales que claramente indique su origen y componentes. Este tipo de eciquetado es también necesario para garantizar el derecho del consu­midor a la información y a la libertad de elección. Estos derechos del consumidor adquieren más fuerza en el caso de la biotecnología porque exi.s­ten razones filosóficas, éticas o morales para re­chazar la modificación genética. Aunque no es el objeto de este artículo analizar dichas razones, bas­te señalar que este cipo ele argumentos reforzarán probablemente la tendencia hacia la segregación.

En definitiva, la biotecnología ofrece a los ag1i­cul tores la posibilidad de reducir sus gastos en agroquímicos, ejercer un mayor control sobre sus cosechas, aumentar su producción, obtener nue­vos productos para nuevos mercados y, por tanto , aumentar la di:versificación. En el lado negativo, la biotecnología aumenta la dependencia de los agri­cultores, incrementa los gastos en semillas , hace más complejos los sistemas de producción y co­mercialización, y, como consecuencia del rechazo social, aumenta la incertidumbre sobre la acepta­ción de los consumidores finales .

Conclusiones: cómo evitar los impactos negativos y aprovechar los positivos

Las aplicaciones comerciales de la biotecnología en las industrias farmacéucicas, agroalimenta1ias y medioambiemales tendrán un impacm tan fuerte en la economía mundial del nuevo siglo como las tecnologías de la infonnación lo han tenido a finales del siglo veinte. las fuertes inversiones que tanto los gobiernos ele los países desarrollados co­mo las grandes empresas están realizando en la in­vestigación biotecnológica verán sus frutos en los próximos años. Los movimientos ele rechazo ha-

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El impacro económico de la bio[ecnología en la agriculrura

Los agricultores deben acceder a información fidedigna sobre las consecuencias positivas y negativas de la utilización de OMGsencada caso específico.

cia los cultivos modificados genéticameme difícil­mente podrán parar esta revolución, pero sí pue­den influir en los caminos que tome. La organi­zaciones civiles han aumentado su capacidad de influencia en la toma de decisiones, y los políticos y las empresas tienen cada vez más en cuerna sus opiniones y actitudes. Los agricultores, uno de los colectivos más afectados por el desarrollo de la bio­tecnología, tienen que tomar parte en este deba­te y adquirir el protagonismo que les correspon­de. Si aceptamos que es poco probable que, en un futuro , los cultivos modificados desaparezcan por el rechazo de los consumidores hacia los mismos. quedan otros dos escenarios posibles: el primero se caracterizaría por una generalización de los OMGs en los grandes cultivos, en un primer mo­mento, y en el resto de los cultivos, paulatina­mente, con un desplazamiento de las variedades no modificadas y de los cultivos tradicionales por nuevas variedades con mejo r comportamiento agronómico y que responden a nuevas deman­das específicas de los consumidores o de la in­dustria; el segundo escenario se caracterizada por la aparición ele mercados diferenciados para culti­vos modificados y no modificados, en el que los agricultores podrán decidir qué tecnología aplicar en función de las características de sus cultivos y sus mercados.

Este escenario se produciría si el movimiento de rechazo hacia los cultivos modificados fuese tan fuerte como para provocar un incremento de la de­manda de alimentos no modificados genética­mente. Los agricultores españoles tendrán que es­tar preparados para hacer frente a la competencia de los OMGs o para adoptarlos en sus procesos de producción con el mínimo riesgo económico , social y medioambiental.

El papel ele los agricultores puede reforzarse , a nuestro juicio, a través de diversas vías. La más ob­via y sencilla es la adquisición de infonnación, me­diante la reivindicación permaneme de la misma a los poderes públicos y a las empresas suministra­doras de inputs. Los agricultores deben acceder a in­formación fidedigna sobre las consecuencias positi­vas y negativas de la utilización de OMGs en cada caso específico, y deben exigir a la administración pública la prestación de servicios de asesoramiento y formación en esta materia. Como hemos visto, se­gún el tipo de modificación genética, el cultivo y las características del mercado, la utilización de OMGs tendrá consecuencias distintas, y estas consecuen­cias tienen que ser analizadas rigurosamente en ca­da caso y ser conocidas por el agricult01:

Un segundo paso, más complejo, sería parti­cipar en la generación de dicha información me­diante el impulso de las relaciones permanentes y

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el trabajo en común con investigadores públicos y pequeñas empresas productoras de semillas lo­cales. La investigación pública en España en ma­teria de biotecnología vegetal está en condicio­nes de ofrecer los conocimientos científicos más avanzados a los agricultores, y éstos deben de­mandar estos conocinlientos, implicándose en ma­yor medida en actividades de investigación apli­cada e incrementando su inversiones en innova­ción ligada a esta tecnología y a otras. Aunque el número de empresas locales independientes con capacidad para obtener n uevas variedades es cada vez más pequeño, cuando existan, es necesario aprovechar su experiencia y conocimientos para obtener variedades, transgénicas o no, adecuadas a las características de la producción agrícola lo­cal. Las modernas técnicas biotecnológicas ofre­cen la oportunidad de mejorar los procesos de se­lección clásicos, no sólo de obtener variedades transgénicas. Esto es especialmente importante en aquellas variedades o cultivos menos rentables o de mayor carácter social, en los que las soluciones tecnológicas no serán ofrecidas por multinacio­nales. La conjunción de la investigación básica más avanzada de los grupos públicos de investi­gación y de la investigación aplicada y el conoci­miento del mercado de las pequeñas empresas de semillas y de los agricultores, propiciará que el agri­cultor pueda decidir en cada momento y en cada caso qué tipo de tecnología quiere aplicar y có­mo aplicarla, reducir los riesgos del aumemo ele la dependencia y optar a una mayor participación de los beneficios de1ivados de la biorecnología.

Un tercer paso, el más complejo pero el más importante, es aumentar el poder de mercado de los agricultores. Aquí, como en tamos otros casos, hay que señalar la necesidad de reforzar el asocia­cionismo y de incrementar la participación de los agricultores en el valor añadido de la producción

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El impacto económico de la biotecnología en la agricultura

final agra1ia. Ante el riesgo de dependencia tec­nológica y comercial, los agricultores tienen que aumentar su fuerza frente a las grandes empresas agroalimentarias y de inputs, mediante la creación de organizaciones dinámicas y profesionalizadas capaces de invertir en innovación y de acometer las fases de comercialización y distribución de los productos agrarios. Especialmente importan­te será la capacidad del agricultor de conocer y sa­tisfacer directamente las demandas de los consu­midores finales, para, de esta forma , aprovechar las oportunidades que se abren para otro tipo de productos, como los no modificados y los ecoló­gicos, y para otro tipo de sistemas de producción, como los sistemas de producción integrados, los sistemas de bajo uso de inputs, y los sistemas de agricultura ecológica. El recelo de los consumi-

dores hacia las consecuencias para la salud y el me­dio ambiente de las prácticas de la agricultura in­tensiva actual y las crisis alimentarias que última­mente estamos viviendo, como las provocadas por la fiebre aftosa o la encefalopatía espongiforme bo­vina, abren una oportunidad para la expansión de productos que puedan garantizar el respeto al me­dio ambiente y al bienestar de los animales. EJ...is­te una demanda creciente de este tipo de pro­ductos, especialmente en mercados con alto po­der adquisitivo, y los pequeños agricultores pueden aprovechar estas oportunidades.

Todo lo expuesto hasta ahora dibuja un esce­na1io para el pequeño agricultor caracterizado por el cambio y la incertidumbre. La globalización, la biotecnología, los problemas medioambientales plantean unos desafíos que no por ser de ámbito mundial dejan de tener un impacto directo en las actividades del pequeño agricultor. Ante este panorama, los agricultores tienen que actuar con­juntamente, no sólo en reacción a las decisiones tomadas por las grandes empresas y la adminis-

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tración pública, sino también anticipándose a las mismas e imponiendo sus propios criterios sobre cómo y qué producir y vender. El incremento del poder de decisión de los agricultores sólo puede realizarse mediante la unificación de esfuer.zos , el diseño de una estrategia común y la implicación efectiva en el debate económico y social. Son las únicas vías para reducir la incertidumbre, evitar los impactos negativos y aprovechar las oportu­nidades que ofrece la biotecnología.

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El nogal híbrido, un árbol con mucho futuro

• La madera de nogal es Ja más valiosa y noble de las producidas en España. Hasta ahora, su cultivo se ha

orientado a la producción de fruto y en ningún momento se había planteado realizar plantaciones de nogales con fines únicamente madereros puesto que era necesario es­perar al menos 80 años para conseguir ejemplares aptos para este aprovechamiento.

Los hfbridos de nogal son el resultado de tres décadas de investigación de los selvicultores centroeuropeos y nor­teamericanos que han logrado ejemplares que, gracias a su desarrollo extraordinariamente rápido, pueden convertir­se en árboles maderables en un periodo próximo a los 25 años, además de ser más resistentes a enfermedades y pla­gas, así como a las heladas tardías.

Algunos datos económicos El precio de la madera de nogal puede oscilar entre las 120.000 y las 250.000 pesetas por metro cúbico depen­diendo de su calidad, siendo el producto más valioso el des­tinado a chapa. Su valor se ha incrementado en los últimos 30 años un 11 % de media anual.

En muchas de nuestras tierras agrícolas, en 25 años, es posible obtener de un solo nogal tubrido 1,3 m3 de ma­dera. Si tenemos en cuenta que en una hectárea se pueden cultivar 156 nogales , tomando como un precio medio

170.000 pesetas/m3, obtendríamos, considerando el in­cremento del 3% en el precio de la madera, 72.185.088 pe­setas por hectárea, a los 25 años. Además, durante los pri­meros años, permite intercalar cultivos agrícolas cuyas ren­tas podrfan financiar la inversión.

El futuro En los últimos años ya se han empezado a realizar en Es­paña las primeras plantaciones de nogal híbrido para la ob­tención de madera y concretamente durante la pasada tem­porada, muchos agricultores y propietarios han efectuado su plantación y ya están comprobando crecimiento espec­tacular de estos árboles.

En nuestros campos hay grandes extensiones donde el nogal tubrido puede cultivarse obteniendo de ellas una ren­tabilidad que con los cultivos agrícolas u otros productos forestales nunca se podrfa alcanzar. El sector forestal pre­cisa conjugar la ecología con la economía, fundamentales para conseguir su desarrollo sostenido. Al igual que ha ocu­rrido en la agricultura, con los lubridos de nogal, se abre una nueva época para el cultivo de nuestros árboles que ga­rantiza la perpetuidad de nuestros ecosistemas.

FERNANDO CABAÑAS MARCITLLACH Ingeniero de Montes e Ingeniero Técnico Forestal

·para modere

Importadores, distribuidores y asesores en plantaciones de maderas nobles de alto valor económico

f;d:ud ios- & 1 ngenie1°ía

medioambienta l

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mural-urbano o local-global?

lRural-urbano o local-global? Un análisis de los efe e tos de la globalización en áreas rurales*

ANGEL PANIAGUA

Cie:ntí.fico Titulm-del

CSIC. Mad1id

* Este texto Jonna parte del proyecto

de investigación PB98-644

financiado por la OCYr

Introducción

Después de la polémica sobre lo rural y lo urbano en las cuatro últimas décadas, como categorías ana­líticas con significado en sí mismas , la transfor­mación del espacio rural ha provocado que el de­bate sobre lo rural se esté trasladando de forma paulatina al debate sobre la localidad. De esra for­ma, globalidad y localidad sustituyen a las anti­guas categorías ruralidad y urbanidad. Se advier­te que la ruralidad es un concepto anaütico re­basado. El tamaño de lo local condiciona el estilo de vida por exigir más o menos desplazamientos y, en buena medida, el esquema de actividades más o menos complejo.

De esra forma , la ruralidad, que para muchos ha sido una categoría condicionada por su excepcio­nalidad , es el punto de partida para un marco de estudio mucho más balístico, ramo en términos comparativos como puramente conceptuales . La dicotomía global-local no es nueva. Nace en el con­te'(to de la reestructuración económica y social de los años 70 y siempre ruvo un marcado marchamo

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territorial. Lo que ha cambiado es la óptica de es­tudio , pasando de la ciudad como foco difusor de globalización a las pequeñas localidades, pueblos, como reducidos multirreceptores de los numero­sos procesos transversales de reestructuración eco­nómica y social a escala planetaria.

Uno ele esos procesos de globalización es la transformación de los procesos producrívos y el lu­gar donde se realizan, la reestructuración de acti­vidades hacia áreas de tamaño reducido, pero ram­bién debido al incremento de la movilidad, el aba­ratamiento del transporte, la posible traslación de los empleados en las actividades más relaciona­das con la agricultura, hacia las ciudades. De esta forma, lo que hasta hace poco se ha tenido como más característico de lo urbano se está convinien­do en notablemente rural y lo que se creía carac­terístico de lo rural se puede convertir en notable­mente urbano, en el marco del nuevo debate glo­bal-local. Pero en este contexto, lpor qué es preciso diferenciar el movimiento de un arquitecto que vi­ve en un pueblo y se acerca periódica u ocasional­mente a la ciudad para su actividad, de la del agri-

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lRural-urbano o local-global?

La llegada de nuevos residentes a las comunidades locales supone avanzar en un proceso de evolución económica y social.

cultor que vive en la ciudad y se acerca a 'llevar sus tierras' al pueblo? (Durán y Paniagua, 2001).

Adquiere considerable relevancia en este debate la transformación de las estructuras y relaciones de trabajo caracterizadas por una mayor flexibilidad y dispersión, por un incremento del autoempleo y una mayor tendencia a diseñar la actividad que uno mis­

mo realiza y su propia carrera profesional. En los años 70, a la luz de las nuevas posibilidades tecnológicas y del incremento de la movilidad, se planteó un acu­sado proceso de reestructuración de carácter des­centralizador; pero, a finales de los años 90, se cons­tata que los efectos descentralizadores no han sido tan notables como se preveía (Duran, Paniagua, 2001). Manuel Castells (2000) indica que los gru­pos sociales más ligados al proceso de globalización, como son los profesionales liberales y gestores de em­presas, no han ejercido, en términos generales, una nueva dinámica espacial que suponga un desplaza­miento residencial hacia núcleos de menor tamaño.

En este trabajo pretendemos mostrar este esce­nario a la luz del análisis de un tipo de actividad fuer­temente ligada con los procesos de globalización y con la reestructuración de las áreas rurales: el esta­blecimiento de profesionales liberales en esras zonas.

Los nuevos migrantes y la reestructuración rural

Desde el punto de vista de la evolución de las co­munidades locales, la llegada de nuevos residentes supone avanzar en un proceso de evolución eco­nómica y social, dado que esros grupos de inmi­grantes no establecen habitualmente relación con las actividades agrarias. En prácticamente ningún ca­so poseen tierras en propiedad y sus intereses se cir-

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cunscriben al área construida del pueblo. De esta forma, la concentración de profesionales en deter­minadas áreas no supone únicamente modificacio­nes socioeconómicas en la comunidad local, sino la apertura de una nueva fase, de gran relevancia, en el proceso de reestructuración de las áreas rurales. Si las áreas rurales han estado sometidas a diversos pro­cesos de cambio en los últimos 50 años, estos siem­pre estaban ligados, sobre roda en el plano político, a cierta excepcionalidad respecto a otras áreas de la política pública sobre roda durante los años 80 y 90 (Moyana y Paniagua, 1998) , que han asegurado los elementos de continuidad en épocas de muy in­tensos cambios (políticos, demográficos, sociales, productivos ... ). De esta manera, los denominados procesos de reestructuración son, en países como España, todavía procesos de rearticulación, donde las modificaciones socioproductivas se imbrican no­tablemente con la herencia del pasado (Moyana y Paniagua, 1998).

El proceso de reestructuración ligado a la ins­talación de profesionales, todavía de carácter mi­noritario, presenta tres amplias dimensiones:

1. Productivas. Rearticulación productiva e in­cremento del número de empleos desligados com­pletamente del sector agrario. Los profesionales li­berales son, por su propia naturaleza, exógenos al medio rural. Su cualificación profesional tiene Lu­gar en área urbana.

2. Políticas. Reducción del carácter 'excepcio­nal' de la política agraria y evolución en paralelo a otras políticas públicas. Aquí influye el carácter espontáneo del movimiento de profesionales li­berales a áreas rurales y la libertad de mercado.

3. Valores y cambio social. Incremento de los valores cosmopolitas en las áreas rurales, modifi-

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lRural-urbano o local-global?

Tabla 1

cación de las tradiciones locales que afectan a la vida cotidiana y nueva polarización social en los núcleos de instalación.

Empleo y migración. Las áreas rurales como oportunidad de empleo

El grupo de profesionales liberales que se traslada hacia áreas rurales cubre enrre un 12 y un 20% del conjunto de inmigrantes hacia estas zonas. Su dis-

EVOLUCIÓN RECIENTE DEL NÚMERO DE PROFESIONALES EN MUNICIPIOS RURALES DE TRES PROVINCIAS SELECCIONADAS

Peso en la Variación Variación estructura 1995-1999 1995-1999 provincial Municipios Municipios

de menos de demás de 2.000hab. 10.000 hab.

Ciudaq Real 11,6 8,0

1995 4,8

1999 5, 1

Giro na 27,4 6, 1

1995 16,5

1999 21,8

Guadalajara 44,5 36,5

1995 32,6

4999 34,4

Fuente: elaboración propia. Datos de base registros informatizados del IAE.

Tabla 2

DINÁMICA INTERANUAL DE LOS PROFESIONALES INSTALADOS EN PROVINCIAS SELECCIONADAS

Ciudad Real Girona Guadalajara Variación% Variación o/o Variación%

1995-96

500-1 .000 hab. 3,0 1,4 41,7

+10.000 hab 3,7 0,8 3,3

1996-97

500-1.000 hab. 26,9 5,0 29,4

+ 10.00.0 hab 1,8 4,3 8,3

1997-98

500-1 .000 hap. 6, 1 7,4 -27,3

+ 10.000 hab 2, 1 2,3 2,4

1998-99

500-1.000 hab. 20,6 2,4 6,2

+10.000 hab 1,6 0,3 i 9,2

Fuente: elaboración propia. Datos de base registros Informatizados del IAE.

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posición geográfica se caracteriza por una notable dispersión. Se instalan en la mayor parte de los mu­nicipios de las provincias analizadas y tienden a una mayor concenrración en cabeceras comarcales.

a) La evolución del número de profesiona­les en áreas rurales La evolución del empleo en las socied.ades globali­zadas e inforrnacionales presentan algunas carac­terísticas comunes como son el descenso acusado del empleo relacionado con la agricultura, la diver­sificación de las actividades de servicios o el rápido ascenso de puestos directivos, profesionales y téc­nicos. Todos estos procesos también están ocu­rriendo m áreas rurah:s (el primero, obviamente). Los dos ¡:rimeros har sido notoriamente analiza­dos. Al te1 cero no se h ha prestado tanta atención, dado que en términos numéricos no alcanza la re­levancia de los anteriores, aunque en todo caso su significad1J cualitativo es muy notorio. Su número todavía e5 reducido n:specto a otros países euro­peos, donde su creciniento desde los años 60 ha sido mayc1r. A nivel m.cional, el número de profe­sionales q 1e trabajan en las áreas rurales ha crecido notablemente durante los últimos años. (Según fuentes fu cales, rres v1 :ces más que los profesiona­les que desarrollan su actividad en áreas urbanas) .

El pese de éste grupo socioprofesional en los mu­nicipios niralies es mu¡ variable según la provincia que consideremos. Depende de distintos factores como la esrructura poblacional, la densidad de po­blación, la estructura ocupacional o la maduración del mercado de trabajo regional. La dinámica inte­ranual del número de licencias de profesionales en municipios de: distinto tamaño refleja diferentes pau­tas en función de su carácter urbano o rural.

Ello sugiere que los factores relevantes en la ins­

talación en áreas rurales no sean idénticos a los que influyen en la dinámica global o urbana y que en consecuencia existan unos factores de atracción rural que no r,espondan al comportamiento general del mercado de trabajo para este grupo socioprofe­sionaL Las diferentes tendencias interanuales entre las provincias consideradas pone de manifiesto una tetritorialización en la evolución del fenómeno.

b) Razones para migrar a áreas rurales Las razones de los profesionales liberales para mi­grar a áreas mrales es un tema aún controvertido dado que, aunque las relaciones entre las condi­ciones económicas regionales y los patrones mi­gratorios han sido bien definidas en la literatura, suelen estar a:sociados a una segmentación y loca­lización específica de los mercados de trabajo. Es decir, las motivaciones migratorias pueden variar notablemente según el área geográfica. Habitual-

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lRural-urbano o local-global?

mente se indican dos graneles tipos ele motivacio­nes: las económicas y las de cambio en el estilo de vida. Entre las económicas estañan, aparte ele las es­rrictamente laborales, menores costes de la vivien­da y costes más bajos de instalación . Emre los re­lativos a la modificación del estilo de vida se en­contrarían las ambientales, culturales y relacionales.

Es posible indicar, ele acuerdo con el plantea­miento expuesto en la introducción, que estos fac­tores oscilan entre los relativos al proceso ele glo­balización (modificación ocupacional, incremento del grupo ele profesionales liberales, incremento ele las posibilidades tecnológicas propias de la socie­dad informacional, flexibilización ele las relaciones laborales, asunción de riesgos en la carrera profe­sional...) o los relacivos a la mralidad (atracción por un paisaje más natural , valoración de unas relacio­nes más directas, tranquilidad, ... ). Aparte existen los directamente relacionados con la localidad, co­mo todos los aspectos relacionados con la vivien­da. Quedaria por detem1inar el peso de la ruralidad en el proceso de globalización que representan, de fom1a muy significativa, los profesionales liberales.

c) Grandes tipos de profesionales liberales en áreas rurales La migración hacia áreas rurales no estaría tan re­lacionada con las nuevas tecnologías como ha­bitualmente se ha repetido , sino con el incre­memo de la movilidad y la terciarización o de­sarrollo de mercados locales en mun icipios de tamaño poblacional reducido.

Las iniciativas de autoempleo tienen una larga tradición en las áreas rurales. Frente al mundo de asalariados que constituyen las ciudades , en los

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pueblos predomina más la iniciativa particular a pequeña escala. En un contexto de flexibilización del trabajo y las relaciones laborales para muchos profesionales liberales es más fácil iniciar su acti­vidad en áreas rurales. Este es el caso de los pro­fesionales que tienen su mercado de trabajo en la propia área rural donde se instalan. El tipo más notable es el de arquitectos independientes, que habitualmente indican que los pueblos es un lu­gar más favorable para establecerse por su cuenta y poner un estudio propio que la ciudad, domi­nada por las grandes empresas y las grandes obras.

El grupo de profesionales que más está cre­ciendo en relación a un proceso de terciarización de las áreas rurales y la constitución ele mercados locales es el de profesionales del derecho, servi­cios financieros , de aseguramiento y en general de servicios a empresas. Las diferencias en las carac­teristicas del trabajo ele los profesionales liberales que desarrollan su actividad en las áreas rurales respecto a sus homólogos urbanos son: una ma­yor movilidad espacial, un contacto e implicación más directos con los clientes y un horario flexible o la inexistencia de hora1io establecido.

Por otro lado, estaña el caso de los profesionales que residen en municipios rurales y que tienen su clientela en la ciudad, a 100 ó 150 kilómwos de dis tancia. Las pautas de movilidad suelen ser se­manales a la capital provincial y quinquenales a la metrópoli más cercana. Las caracteristicas de su tra­bajo permiten su movilidad geográfica, dado que a·abajan por encargo, su clientela es habitualmen­te urbana o internacional y consideran más impor­tante la movilidad y accesibilidad que las nuevas tecnologías. Normalmente, se refuerzan territorial­mente, al elegir instalarse donde ya había otros pro­fesionales. Prevalece en su decisión de instalación las caracteristicas (rurales) de la localidad.

Nuevos residentes, comunidad local y capital social

Un aspecto escasamente abordado por los estu­dios rurales en España es la formación de capital social de los nuevos residentes en áreas rurales. Aunque es un concepto no aclarado totalmente, en este texto se utiliza para analizar la influencia de los nuevos residentes en la formación del teji­do asociativo de la comunidad y en la modifica­ción ele redes sociales de apoyo mutuo de las co­munidades locales donde se instalan.

Habitualmente, se presentan las relaciones en­tre las comunidades locales y los recién llegados de forma conflictiva, principalmente debido a la diferencia en cuanto a valores y forma de vida. Sin embargo, mvestigaciones más pormenorizadas han

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¿Rural-urbano o local-global?

La globalización y su incidencia en las áreas rurales parece ser consecuencia de una compleja serie de procesos que interactúan entre sí, de forma incluso contradictoria.

puesto de relieve que ambos grupos es[án vincu­lados habitualmeme por el mamenimiemo del 'ambiente rural' de la localidad y la preservación medioambiental. Además, los mi.grames a comu­nidades rurales tienen una alta valoración del rra­bajo agrario y la idiosincrasia propia de la vida ru­ral. La realidad parece mucho más compleja y se pueden establecer cuatro üpos:

1. Recién llegados incrustados. No participan en la vida asociativa local, generan su propio teji­do asociaüvo y relacional con otros recién llega­dos de acuerdo con sus propios intereses econó­micos y laborales. Relación complementaria con la comunidad local

2. Recién llegados gregarios. Se adaptan a la di­námica de la comunidad local y no fomentan un te­jido asociativo al margen del establecido, si existe.

3. Recién llegados disfuncionales. Establecen relación de conflicto con la comunidad local.

4. Recién llegados líderes. Participan en la co­munidad local liderando su tejido asociativo y la vi.da políüca. Se presenta en comunidades loca­les afectadas por procesos de despoblamiento y no estructuradas socialmente.

Las nuevas áreas de tejido asociativo que se cre­an con los recién llegados pueden ser de tres ti­pos: defensa del patrimonio cultural-arquitectó­nico, asociaciones de demanda de equipamientos colectivos e infraestructuras locales y fundaciones de carácter cultural. En todo caso, existe una ma­yor [endencia de los recién llegados a poner en marcha un tej ido asociativo en las áreas desfavo­recidas, donde éste suele estar ausente o ser frágil.

Por arra pane, los nuevos residentes participan en su prácüca totalidad en asociaciones que ex­ceden el marco local o comarcal, al integrarse en asociaciones provinciales o regionales, principal­mente de caráC[er profesional , en muchas oca­siones en puestos directivos.

El concepro de capital social también es muy útil en comunidades rurales , que al ser reducidas se ca­racterizan por un alto componente relacional y de apoyo mutuo. La llegada de nuevos pobladores, con nuevos valores (¿urbanos?) y disüntas aspiraciones, puede modificar en sentido positivo o negativo las relaciones sociales establecidas en la comunidad lo­cal. Los nuevos pobladores suelen representar in­tereses más globales o universales, mienrras que la comunidad local representa a menudo valores e in­tereses de carácter más local. La imbricación entre ambos tipos de intereses y valores determina el ca­rácter de las nuevas relaciones sociales.

La idealización de las áreas rurales del profe­sional que migra hace que las nuevas relaciones sociales con la comunidad de origen sean amiga­bles. Lo rúscico no sería sólo una estécica para el

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que migra, sino también una fonna diferente (a la urbana) de establecer las relaciones sociales, pa­ra muchos el verdadero contenido del capital so­cial. La facilidad de integración en un núcleo pe­queño, la facilidad para organizar actividades es­pontáneas con otros 'para hacer amigos' son aspectos de atracción a áreas rurales destacados por muchos entrevistados. En todo caso, la apa­rición de este tipo de migrantes, en su mayor par­te con una gran movilidad, densifica la exÍS[encia de capital social al superponer diversas redes so­ciales, las de los migrames de tipo profesional que tienden a conocerse y relacionarse entre sí; la red entre estos profesionales y la comunidad donde se integran; y la red social preexis[ente del mi.grame que en muchos casos este conserva.

Conclusiones

La globalización y su incidencia en las áreas ru­rales parece ser consecuencia de una compleja serie de procesos que interacruan entre sí, de for­ma incluso contradictoria. Uno de ellos sería el incremento de profesionales y [écnicos que de­sarrollan su actividad por cuenta propia. Pero es­ta manifestación de la globalización ocurre de una manera más acemuada (siempre en términos relativos) en las áreas rurales. Esta dinámica di­ferencial es posible imerpretarla en dos sentidos: la mayor atracción de las zonas rurales para de­terminados grupos sociales o la acentuación del proceso globalizador en estas zonas . No obstan­te, parece que el fenómeno de instalación de es­tos profesionales en áreas rurales puede ser am­bivalente entre los procesos de globalización y una valorización de identidades culrurales rura­les y del medio ambiente rural.

Los procesos de instalación e imegración en las comunidades locales son elementos determinan­tes de la redefinición de la ruralidad en una etapa de globalización. Redefinición que constituye un importante ámbito de relaciones entre áreas ur­banas y rurales .

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AUMENTOS de

CASTILLA Y LEÓN

Jrulaa

Alimentos de Castilla y León

Jl/imenlos OcoAfricos

Jierra con cm-ácle1· 'J L. '<uÍición, Jierra Jo grarukt> feJm'OJ .

Ea ~Juntade

Castilla y León

Page 91: Anuario UPA 2001

Un futuro mejor para el medio rural de todo el mundo

Un futuro mejor para el medio rural de todo el mundo

JOSE Mª

Director de Estudios y Relaciones

Institucionales. lntennón Oxf am

El 17 de mayo de 2001 UPA e lntermón Oxfam firmaron un convenio de colabo­ración en el que expresan su deseo de participar en el debate abierto sobre el

futuro de la PAC. Así como todos entienden la ne­cesidad de que una organización como UPA par­ticipe en este debate, a muchos 1es llamará la aten­ción el interés que ha mostrado lntermón Oxfam, una ONG de desarrollo cuyo fin es la lucha con­tra la pobreza en el Tercer Mundo.

El hecho es que desde muchas organizaciones del sector de desarrollo hemos estudiado a [ondo la Política Agraria Común y sus implicaciones pa­ra los países pobres. Y nos hemos encontrado con una doble lectura: existen mecanismos, como los acuerdos preferenciales, en los que algunos países pueden ganar mucho; pero, por otro lado, la PAC en su conjunto tiene implicaciones negativas pa­ra las economías pobres, y por lo tanto exige una reforma que considere estos elementos.

Pero, igual que constatamos estos hechos, tam­bién reconocemos la complejidad del medio m­ral , y el conjunto de implicaciones sociales, eco­nómicas y medioambientales que éste tiene en los países europeos. Por eso no somos partidarios ele dejar al campo al albur de un mercado supuesta­mente 'libre' que acabaría con el modelo social por el que nuestra sociedad ha luchado durante tanto

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tiempo. Defendemos un modelo reformado de protección selectiva que elimine las consecuencias indeseables para países pobres y defienda al mis­mo tiempo a quienes realmente cuidan del medio rural en los países europeos.

Es en este camino donde hemos encontrado muchos puntos comunes con la posición y el tra­bajo de la UPA. Por eso hemos querido ir un pa­so más allá del tradicional alejamiento entre nues­tros respectivos sectores y buscar una a1ianza que defienda un nuevo modelo de PAC más justo y equitativo, que defienda los intereses del medio mral y sus habitantes en todo el mundo. Por eso no quiero dejar de E'..'{!)resar aquí la ilusión y el in­terés con el que hemos asumido este reto. Con­fiarnos en que otras muchas instancias sociales se sumen a este esfuerzo y logremos entre todos un futuro mejor para el sector agrario .

Convenio UPA-lntennón Oxfam

El convenio finnado entre la Unión de Peque­ños Agricultores y Ganaderos (UPA), sindicato que agrupa y defiende los intereses de las explotacio­nes familiares en España, e lmermón Oxfam, ONG de desarrollo que trabaja por el derecho a una vida digna de las poblaciones empobrecidas de los países del Sur, comienza resaltando la coin-

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Un fu curo mejor para el medio rural de todo el mundo

cidencia de ambas organizaciones en la necesidad de plantear un trabajo conjunto sobre la situación del medio rural en España y en los países en de­sarrollo.

La realidad ele los agricultores en España y en los países del Sur es disünta. Existen diferencias en los niveles de renta, en la importancia relaüva de la agricultura en sus economías, en los sistemas de protección agraria y, desde luego, en el por­centaje de sus poblaciones que dependen de la agi.icultura; minoritaiio aunque significaüvo en Es­paña y mayoritario en los países del Sur. Sin em­bargo, hemos encontrado que hay una serie de problemas que tienen raíces similares y conse­cuencias comunes. Las crecientes relaciones en­tre países en el marco de la globalización, el papel de las empresas rransnacionales y la eA1Jansión del comercio internacional, conducen a una mayor in­terdependencia entre los sectores rnrales de los países desarrollados y de los países pobres. Sen­dos factores hacen patente la necesidad ele una re­[Jexión conjunta que -respetando nuestras dife­rencias con respecto a algunos temas- nos forta­lezca en aquellas reivindicaciones en las que coincidimos, defendiendo un modelo mral en Es­paii.a y en los países del Sur en el que los agricul­tores familiares disfruten de una vicia digna (con­siderando los contextos propios ele cada región).

Por ello, se ha realizado un manifiesto común, que recoge los principios que queremos defen­der y desarro llar de forma conjunta a lo largo de los próximos años y que concretaremos en líneas de trabajo , invesügaciones y propuestas ante las instancias políticas perrinemes. El contenido del manifiesto recoge los siguientes puntos básicos:

1. En defensa del medio rural Cualquier reforma o decisión política que se to­

me en ámbitos nacionales o internacionales y que tenga que ver con la agricultura, debe anteponer

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la defensa del medio rural como espacio con valor productivo, social, cultural y ecológico; así como del agricultor presente en el campo, como garan­te del mantenimiento de ese medio y sus valores.

2. Medios suficientes para una vida digna Cada agricultor tiene el derecho a disfrutar ele

un medio de vida sostenible a través de unos in­gresos que le permitan cubrir sus necesidades bá­sicas y disfrutar de una vida digna. Para ello es crn­cial garanüzar el acceso de los agricultores a los recursos naturales (tierra, agua, semillas) y finan­cieros (crédito, seguro agrario) que sean necesarios, promoviendo a su vez inversiones productivas, in­fraestructuras ele comunicación y servicios socia­les básicos ele calidad en el mismo medio rnral.

3 . Seguridad y soberanía alimentarias para los países del Sur

Defendemos la seguridad alimentaria de las po­blaciones empobrecidas de los países del Sur. Ello supone garantizar el acceso de toda la población a alimentos suficientes con una dieta equilibrada y completa. Para ello es imprescindible potenciar los mercados locales, diversificar la producción y fomentar el cultivo ele productos para el consumo interno hasta donde sea necesario Debe revisarse así el modelo que prioriza el monocultivo para las e>..1JOrtaciones y que desrina a ellas las mejo­res tierras y la mayor parte de las inversiones.

Asimismo, defendemos la soberanía de cada pa­ís o grupo de países a la hora de definir las políri­cas necesarias para lograr estos objetivos. Pensa­mos que el agrario es un sector en el que se debe permitir que los países establezcan medidas de protección selectiva y estratégica. Sin abogar por un proteccionismo a ultranza, cada país debe con­tar con la posibilidad ele introducir ciertas medi­das proteccionistas ante determinadas circuns­tancias, en defensa de sectores que consideren cla­ve para su seguridad alimentaria o la subsistencia del medio rural. Consideramos injusto que los mercados europeo y norteamericano mantengan airas niveles de protección frente a productos agra­rios del Sur, cuando en estos países se ha impuesto una apertura comercial indiscriminada que ha te­nido efectos negativos sobre amplios sectores cam­pesinos. Debe permitirse la pro tección selecriva -en el Norte y en el Sur-, pero atendiendo siem­pre a los intereses de los que realmente sostienen el medio rural.

4. La agricultura como sector excepcio­nal dentro de la OMC

En consecuencia con el punto anterior -y en el marco de las actuales negociaciones mulrilatera-

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tIEGO LOCALIZADO [RKD)

MANGUERA PLANA Y ACCESORIOS PARA PRINCIPALES Y SRCUNilARIAS

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Un futuro mejor para el medio rural de todo el mundo

Es necesario que el precio del producto final refleje el coste real del producto, garantizando una renta mínima para el agricultor e incorporando costes, como el ambiental, que actualmente no se consideran en el precio final del producto.

les- defendemos que la agricultura constituya un sector excepcional denrro de la agenda de la Or­ganización Mundial del Comercio (OMC). La pro­ducción agraria no puede ser tratada como un sec­tor comercializable más, por lo que las negocia­ciones abiertas deben incorporar criterios de seguridad y soberanía alimentaria, así como una previsión del impacto social y ambiental de las me­didas adoptadas. Los alimentos son sobre todo un derecho humano básico y no una mercancía más . Su importancia social y ambiental hace que no se pueda dejar su desarrollo a las fuerzas del merca­do de forma exclusiva, por lo que es necesaria una firme intervención pública.

5. Seguridad alimentaria para los con­sumidores

El modelo de producción debe ofrecer garantí­as sobre la calidad de los alimentos que llegan a los consumidores. En nuestra opinión, esta segu­ridad ha sido puesta en peligro por un modelo que prima la producción intensiva y los intereses de ciertas explotaciones; un modelo en el que el be­neficio de intermediarios y empresas agroalimen­tarias -tanto de suministro de insumos como de comercialización de productos- se ha puesto por encima de la calidad de los alimentos y de los in­gresos de los agricultores familiares.

6. Condiciones laborales dignas Sabemos que los sectores agrarios de España y

de los países del Sur viven realidades diferentes en lo que se refiere, por ejemplo, a niveles salariales y de renta. Sin embargo, consideramos que ni si­quiera la pobreza puede negar el cumplimiento de unos niveles mínimos en las condiciones labora­les y ambientales en las que se desarrollan los rra­bajos productivos agrarios . Los ocho convenios

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básicos ele la Organización Internacional del Tra­bajo deben ser de obligado cumplimiento en to­dos los países.

7. Precios reales sobre costes reales Los precios de los productos agrarios no pue­

den seguir una carrera a la baja en la cual los per­dedores sean siempre los pequeños agricultores de todo el mundo, compitiendo entre ellos. Es ne­cesario que el precio del producto final refleje el coste real del producto, garantizando una renta mínima para el agricultor e incorporando costes, como el ambiental, que actualmente no se consi­deran en el precio final del producto.

8. Denunciar los abusos de las empresas transnacionales

La gran beneficiaria -y principal impulsora- del modelo agrario que se impone a nivel mundial es la empresa rransnacional agroalimentaria y agro­química. Mientras la renta de los pequeños agri­cultores baja, la capacidad de presión y el volu­men de negocio de este tipo de compañías se mul­tiplica. El agricultor depende cada vez más de las empresas para obtener insumos -como semillas y agroquímicos- y se enfrenta a problemas adicio­nales con la aparición de los cultivos transgénicos, sobre los que existen serios indicios de riesgo am­biental y sanitario. la legislación internacional so­bre propiedad intelectual favorece el control ex­haustivo por parte de las multinacionales, mien­tras mira hacia otro lado ame los abusos de estas empresas, como la biopiratería o la 'privatización' de organismos vivos.

9. Una apuesta sincera por la multifun­cionalidad de la agricultura

El modelo actual de Política Agraria Común (PAC) tiene considerables efectos negativos sobre los agricultores de los países del Sur. Al mismo tiem­po, la distribución de sus ayudas en los países eu­ropeos beneficia mucho más a los grandes agricul­tores que a los pequeños. Creemos, por tamo, que el inminente proceso de reformas del modelo agra­rio europeo debe priorizar estas consideraciones y propiciar un sistema de ayudas que conserve el me­dio rural europeo sin perjudicar a los países del Sur. Exigimos que la reforma de la PAC incorpore una modulación de las ayudas que tenga por objeto re­partir con mayor justicia social los recursos entre los verdaderos agricultores y ganaderos, no entre los cultivadores de subvenciones, y de este modo sega­rantice el apoyo a la agricultura y ganadería familiar y al fmuro del mundo rural.

El concepto de multifuncionalidad forma par­te ya de la retórica de gobiernos y Comisión Eu-

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Un futuro mejor para el medio rural de todo el mundo

UPA e Intermón Oxfam manifiestan públicamente su coincidencia en el esfuerzo por abrir un diálogo entre las organizaciones españolas de agricultores y las ONGde desarrollo.

ropea, pero [enemas dudas sobre la verdadera vo­luntad política de aplicarlo en mdos sus términos. La función productiva de la agricultura es impor­tante, pero hay arras funciones que también cum­ple el agricultor presente en el campo y que son esenciales para la sostenibilidad del medio rural; funciones como el mantenimiento del entorno am­biental, el manejo sostenible de bosques y recur­sos namrales, el rurismo rural o el repano ade­cuado de los asentamientos humanos. La promo­ción de esrns funciones dentro de la nueva PAC [raerá indudables beneficios para las sociedades europeas en el medio y largo plazo.

Con el fin de dorar de una mayor legitimidad social a los mecanismos de la PAC. defendemos que su futuro pase por el es[ablecimiento de un 'contram social' entre el secmr agrario y el con­junto de la sociedad. El fmuro de la aglicultura y del medio rural no debe ser diseñado desde una óptica sectorial excluyente, sino como un com­promiso so lidario y corresponsable de mdos los ciudadanos europeos.

10. Eliminar de forma progresiva las ex­portaciones subvencionadas de la UE

La expon ación de excedel1[es europeos do­blemente subsidiados (en su producción y en su vema) supone una compe[encia desleal para pe­queños agriculmres del Sur, que se ven desplaza­dos de sus propios mercados por la imposibilidad de competir con producms comercializados a pre­cios inferiores al coste de producción. Deben [O­

rnarse medidas para la eliminación progresiva de estas prácticas, analizando sus efecms en la agri­cultura familiar española y contemplando medi­das que miriguen el posible impacto negativo so­bre ésrn.

11. Una apuesta por el desarrollo de la agricultura ecológica

La producción ecológica es[á [eniendo una aceprnción creciente entre la población española, un mercado que previsiblemente será mayor en el futuro, como ya ocurre en orros países europeos. Este tipo de producción puede ser además el ex­ponente más claro de un modelo agrario basado en el respe to ambiental y en la responsabilidad so­cial. La agricultura ecológica no será por el mo­mento la única alternativa al modelo vigente pero sí debe ser un ripo de producción que se apoye desde las instancias públicas y que se acerque ca­da vez más al consumidor que la demanda.

12. Una Ayuda Oficial al Desarrollo de calidad para el medio rural

La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) puede ser

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un apoyo esencial para la defensa del medio rural en los países empobrecidos, siempre que se den cienas condiciones. El volumen actual de la ayu­da ha caído respecto de años anteriores y, con demasiada frecuencia, está oriemada por los in­tereses de los países donantes, con lo que pro­mueve políticas que reproducen y refuerzan mo­delos de producción intensiva para la exponación. lns[rumentos como la ayuda alimentaria pueden llegar a provocar más perjuicios que beneficios si no se ariende a los imereses reales de los países re­ceptores. Una ayuda de calidad debe comar con recursos suficientes , ser diseñada con la partici­pación de las organizaciones campesinas locales y oriemarse al apoyo de polüicas que defiendan al campesino y al medio rural sostenible. Es clave promover acciones imegradas de desarrollo rural en los países del Sur, por lo que la ayuda debe es­rnr condicionada a la participación , la coordina­ción y la dinamización de los diferemes [erritorios rurales.

13 . Libertad para una actuación res­ponsable de los países pobres

Pese a la impon ancia del comercio in[ernacio­nal de productos agra1ios para muchos países del Sur, el elemento determinante para el desarrollo del medio rural es[á en la capacidad de cada país o grupo de países para definir y aplicar políticas nacionales adecuadas, sin imposiciones ni imer­ferencias de instituciones multilaterales como el Banco Mundi.al o el FMI. La imposición de aper­turas comerciales rápidas e incondicionales ha [enido efectos dramáticos sobre grandes capas de población y ha impedido desarrollar políticas nacionales eficaces para la lucha contra la pobre­za y el acceso adecuado a los alimemos. Una vez cuenten con esa soberanía, debe pedirse a los go­biernos del Sur la aplicación de políticas que pro­muevan el acceso a recursos naturales y financie­ros , favorezcan la inversión pública en infraes­[rucmras rurales y adecuen la políüca comercial a los intereses de los sectores rurales mayorirn­rios y los mercados interiores.

A través de este compromiso conjunto, UPA e lntermón Oxfam manifiestan públicamente su coincidencia en el esfuerzo por abrir un diálogo entre las organizaciones españolas de agriculw­res y las ONG de desarrollo, un esfuerzo que que­remos ampliar a otros colectivos y que se une al proceso de reflexión abieno ya en otros países eu­ropeos. lnsrnrnos al Gobierno español a conside­rar estos elememos en el deba[e sobre la reforma de la PAC, abriendo los debates a la parricipación de los diferemes sectores implicados.

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Globalización y mercado de trabajo en las agriculturas mediterráneas

Globalización y lllercado d'~ trabajo en las agriculturas lllediter1ráneas

PEDBENO OANOVAS

Departame:nto de Sociología y Política Social. Univers idad de

Murcia

E scribir sobre la figura social del jornale­ro agrícola pareciera rememorar una fi­gura arcaica, que en claro declive en la estructura social, está llamada a desa­

parecer en la ciber-modemización que nos sitúa en esa realidad que los analistas concepmalizan como sociedad informacional. Y sin embargo, las estadísticas nos muestran que lejos ele ese su­puesto , la categoría de trabajador agrícola por cuenta ajena invierte desde principios de los 90 su secular tendencia declinante, y crece cuantitativa­mente (ello lo está mostrando la encuesta de po­blación activa, crecen los asalariados agiicolas si­tuándose en 400.000 trabajadores, mientras que los agricultores disminuyen a un ritmo de unos 30.000 anuales). Es por ello necesario borrar esa imagen estereoripacla del jornalero como una fi­gura social arcaica Llamada a su deBnitiva extinción en el interior de la lógica moclemizaclora.

Lejos de ese prejuicio nos llevaría un simple re­corrido por las agriculruras de mayor productividad del conjunto de la Unión Europea, que se desano­llan en la vertiente meclitenánea española, desde los

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campos de fresas ele Huelva, pasando por las ex­plotaciones de frutas tropicales de la costa grana­dina-malaguei'la, los invernaderos de tomate, pi­miento y otros productos hortícolas de Alme1ía , Aguilas y MazarTÓn , las grandes plantaciones de lechuga y brócoli del Campo ele Cartagena o de Lar­ca, las huertas ele cítricos de Valencia, hasta llegar a las explotaciones de frutales de Lleicla y Tanago­na. Esta es la despensa de la huerta ele Europa, aquí se plantan y recolecrnn las óutas y hortalizas que in­mediatamente son transportados en camiones fri­goríficos a los supennercados de las grandes ciu­dades europeas. Las demandas de las clases medias que mueven los circuitos ele la economía inforrna­cional ele las ciudades globales europeas son aten­didas desde estas huertas y campos del mediterrá­neo español. Así se ha desarrollado una agriculru­ra eminentemente exportadora, vanguardia en innovaciones tecnológicas y organizacionales, que ha posibilitado una producción de alimentos en fresco a lo largo de prácricamente todo el ciclo anual, superando la vieja limitación de la estacio­nalidad del producto en la agriculmra o·adicional.

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Globahzación y mercado de trabajo en las agriculturas mediterráneas

Los neo­jornaleros que trabajan como asalariados agrícolas en las agriculturas mediterráneas están sometidos a las viejas prácticas de eventualidad, sobrexplotación y máxima flexibilidad del jornalerismo más tradicional.

Un tipo de producción agroindustrial que dada su búsqueda permanente de inserción en los merca­dos más competitivos, donde las exigencias de ca­lidad y diferenciación del producto son muy altas, ha incorporado para ello tecnologías informáticas que pe1miten una integración muy grande enrre producción y comercialización, en definitiva, una agricultura informacional dado que utiliza profu­samente información basada en el conocimiento pa­ra producir teniendo en cuenta y atendiendo las de­mandas de los mercados situados a gran distancia.

Debe destacarse e insistirse en la cenm1lidad de la relación salarial en este tipo de agricultoras (por ejemplo, en una agricultura como la murciana, el 70% del trabajo se realiza en condiciones salariales). Los asalariados agrícolas que rrabajan en las agri­culturas mediterráneas, dadas las características des­critas del sistema productivo al que nos referimos, están muy lejos de la figura tradicional del jornale­ro agtícola, con presencia histórica en regiones co­mo Andalucía o Exrremadura. Y sin embargo, estos neo-jornaleros están sometidos a las viejas prácti­cas de eventualidad, sobrexplotación y máxima fle­xibilidad del jomalerismo más tradicional.

lCómo se produce y gestiona esta paradoja de una agriculmra hipersofisricada , propia del si­glo XXI, que sin embargo reproduce en su inte­rior seculares relaciones de rrabajo propias del jomalerismo decimonónico? Esta pregunta es la que se tratará de abordar en las próximas líneas. Para ello, en un primer momento, se presenta la estrategia de globalización de las agriculturas me­diterráneas, la cual conlleva una articu lación con el capital comercial en términos de dependencia, que genera una serie de efectos duales sobre el

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mercado de trabajo. En un segundo momento , se trazan las principales características de las re­laciones de trabajo dominantes en los campos de la agricu ltura mediterránea.

La lógica de globalización de las agriculturas mediterráneas

El mercado de productos agrícolas en fresco , que es al que atiende la empresa agraria que opera en las agticulturas de exportación mediterráneas, re­quiere de una adecuada organización, para conse­guir la coordinación precisa entre las diferentes fa­ses del proceso productivo exigida por la elabora­ción de un valor de uso de gran complejidad como es el producto perecedero. Es precisamente el ca­rácter perecedero del producto manejado por estas industrias, en el que el tiempo que transcurre enrre la recolección y la llegada al punto de venta es un factor de competitividad absoluto, así como las e,'<i­gencias de los mercados a los que hay que atender en cuanto a factores de diferenciación y calidad (ca­libres, color, apariencia, etc.), lo que está en la ba­se de unas empresas cuyas disposiciones organiza­cionales son cada vez más sofisticadas.

Quizás el condicionante más importante para la organización de la producción en estas empresas se derive de las detenninaciones de la norma de consumo. En concreto, las estrictas exigencias de los clientes o de los mercados donde el producto obtiene una mayor valorización. La continua de­manda de normalización y diferenciación en la pro­ducción para acceder a los mercados de mayor valor, implica reducir al má.'<imo la vaiiabilidad de los factores que pueden incidir sobre las caracte-

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Globalización y mercado ele trabajo en las agriculturas mediterráneas

risticas del producto agrícola, lo cual supone au­mentar su nivel de complejidad organizacional.

Al mismo tiempo, la fragmentación de la nor­ma de consumo y de los mercados obliga a las estrategias de competitividad de las empresas a afrontar ese desafío. La búsqueda de nichos de mercado por diferenciación de los productos es la vía. Es decir, producir teniendo en cuenta los gus­tos de los consumidores específicos. Por tanto, también la empresa agrícola está dejando atrás la era de la producción en masa de objetos indife­renciados , y entrando en la fase posúordista del consumo diferenciado.

Estas estrategias de variedad están sobredeter­rni.nadas e inducidas por las grandes cadenas de comercialización a las que "prestan un servicio" las empresas productoras. Esta articulación de los pro­ductores con las redes comerciales se hace en tér­minos de extrema dependencia. Son las superfi­cies comerciales las que definen los parámetros de calidad, tamaño, etc. con cambios frecuentes de forma arbitraria para levantar barreras de entrada al mercado. Estos cambios implican un caudal ele riesgos y problemas a los productores, amen ele la continua variabilidad de los precios a menudo en periodos de tiempo muy cortos, siempre pre­sionando hacia abajo. La lógica que rige un com­plejo de producción-comercialización anudado en ténninos de dependencia, y ayudado por la pro­pia irunovilidacl de las empresas productoras para articular estrategias ofensivas con capacidad de im­poner a los mercados sus propios parámetros de calidad, productos innovadores, gamas específi­cas, etc., termina imponiendo un mercado de tra­bajo con unas característi.cas muy contradictorias. Por un lado, se elevan las cualificaciones del tra-

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bajo, e incluso se requieren nuevas categorías pro­fesionales, mientras que por otro lado se ahonda en la precariedad y eventualidad del trabajo como forma de abaratar costes.

En efecto, el organigrama de las empresas de­dicadas a la agricultura ha ido ganando en com­plejidad, apareciendo una norma salarial en la que aparecen nuevas categorías profesionales (geren­tes, ingenieros, etc.), y en las que las viejas figuras seculares de los trabajadores del campo ya no han de conceptualizarse como "jornaleros" sino como "obreros de las factorías vegetales".

La figura del gerente aparece en el vértice de la esouctura piramidal que dibujan los organigramas de las empresas agrarias y de las cooperativas de agricultores. Esta nueva figura social de la ag1icul­tura, propia de la agricultura industrial, es la en­cargada de la relación con el mercado, del esta­blecimiento de las redes de comercialización, etc.

Otra figura asalariada emergente en la agricul­tura industrial es la del ingeniero agrícola. Es el es­labón fuerte del flujo de comunicación que se es­tablece entre el almacén como estructura mani­puladora del producto y comercializadora, y el encargado de finca (caso de las empresas) o el agri­cultor (caso de las cooperativas).

La figura del "técnico" dota de homogeneidad a las labores de campo realizadas por los diferen­tes encargados en las respectivas fincas de la em­presa , e igual función coordinadora ejerce con los diferentes agricultores que integran la coope­rativa. En una agricultura cada vez más planifica­da como criterio para acceder a los mercados de eA'Portación, el equipo de técnicos de la empresa agrícola asume esa función programadora.

La figura del ingeniero ocupa una centralidad indispensable en las estrategias de diferenciación del producto, influyendo de fo1ma creciente en las labores de "concepción" y "diseño" del producto. La base de todo el edificio, sin embargo, está en la ingente cantidad de mano de obra asalariada re­querida por la empresa agraria, tanto en el cam­po como en el almacén. La opción de estas em­presas por alargar al máximo el ciclo estacional de trabajo, en una apuesta por romper con la secu­lar estacionalidad de los cultivos en la agricultura tradicional, está también relacionado con los re­querimientos de trabajo asalariado. Y ello al me­nos por dos razones. Por un lado, la necesidad de mantener una cantidad de mano de obra con una cierta estabilidad y regularidad el máximo de tiempo posible, dado los fuertes requisitos cuan­titativos de trabajadores. Por otro lado, la búsqueda de calidad del trabajo a través de la reducción re­lativa de la inestabilidad y rotación de la mano de obra, propia de la actiyidad agrícola.

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Globalización y mercado de trabajo en las agriculruras mediten-áneas

Búsqueda de flexibilidad salarial y uso de categorías sociolaborales vulnerables

La agricultura industrial está generando de fom1a creciente una acusada dualización de las cualifi­caciones de trabajo , que es al mismo tiempo una polarización de las condiciones de empleo. Mien­tras que está e,'(¡Jerimentando un incremento de las cualificaciones hacia arriba (gerencia, ingenie­ros , etc.) , hacia abajo abre un amplio proceso de desvalorización y descualificación del trabajo ma­nual. La e,'Ctrema flexibilidad de la relación salarial ha sido la estrategia empresarial sistemáticamen­te buscada como forma de abaratar costes labora­les . Ello ha supuesto una degradación muy im­portante de las condiciones de trabajo. Esta si­tuación llama la atención, pues siendo una agricultura que depende tanto en cantidad como en calidad del trabajo asalariado, sin embargo, esta dependencia no ha posibUirado a los trabaja­dores agrícolas un mayor control sobre sus con­diciones de trabajo y el e empleo, ni ha generado un movimiento organizativo de los mismos. Más bien al contrario, las relaciones laborales en las agriculrnras mediterráneas han profundizado la eventualidad, incrementando la intensificación del trabajo (de los 800.000 asalariados inscri tos en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad So­cial, solamente un 1 % son trabajadores fijos); han e,'Ctemalizado las funciones de reclmamiemo, ad­ministración, gestión, transporte y clisciplina de los obreros a toda una serie de intermediari.os o comrarisras - liquidando así la relación directa en­tre empresa y trabajador-; han proliferado los des-

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tajos unUateral e informalmente decididos por Los contratistas antes de la recolección; y en fin, se ha constituido un tipo de trabajo de exrrema fluidez.

Esto ha sido factible mediante la movilización continua en el tiempo de categorías sociolabora­les alrameme vulnerables en el interior de la or­ganización social del trabajo , principalmente mu­jeres y e inmigrantes, es decir, sujetos que por su débil posición en la estructura social tienen una escasa capacidad ele hacer valer su cualificación y por tanto de ejercer un poder de negociación de las condiciones de vema de su fuerza de trabajo.

Una mano de obra consrruida socialmente en función de la categoría de género se muestra al ta­mente atractiva para las exigencias de flexibilidad que la agricultura industrial requiere. Ello se ma­nifiesta en tres ámbitos:

1. El organigrama jerárquico de la empresa agrí­cola sigue un diseño patriarcal. Si nos atenemos a la división funcional del trabajo en las empresas agrícolas, hay una línea divisoria fundamenta! en­tre, por un lado , el trabajo de planificación, con­cepción, comrol y administración, y, por otro , el trabajo manual de campo (cultivo y recolección) y de manipulado. La mayor parte de las mujeres están concentradas en la esfera del trabajo manual y prácticamente ausentes en la esfera del trabajo de concepción y control. Pero, además, esta línea divisoria marca una diferenciación en la relación salarial. En la esfera del trabajo ele planeación y control aparecen los contratos fijos, los sala1ios al­tos, la estabilidad ocupacional, etc., mientras que en la esfera del trabajo manual prevalece una plan­tilla contratada evenrualmeme, muy flexible en su relación contractual , el salario a joma!, la inesta­bilidad e intensa movilidad laboral , etc.

2. Existe una división del proceso de trabajo claramente segmentada por relaciones de géne­ro. Puede afinnarse que la mujer ha sido excluida en la agricultura del uso de herramientas y de má­quinas con la excepción ele labores cuyo ritmo es impuesto por la tecnología y donde, por ramo, el trabajo humano es un apéndice ele la máquina, y concentrada en los trabajos más intensivos y re­petitivos. Aunque se argumente que las rareas más delicadas e intensivas en destrezas manuales son propias ele mtijeres , y las que requieren de fuerza física se adscriben a varones, en realidad esta di­visión simbólica del trabajo sustenta una discri­minación salarial muy importante. Las rareas con­rrolaclas e.'Cclusivamente por varones son aquellas con un mayor reconocimiento rprofesional, y por tanto con una remuneración más elevada (poda, injerto) o, dentro de las "rareas comunes", aque­llas donde se puede obtener un mayor joma! me­diante destajos.

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Globalización y mercado de trabajo en las agriculturas m editerráneas

La historia del exitoso crecimiento de las agriculturas mediterráneas es la historia de la búsqueda continua de una oferta de trabajo vulnerable y disponible.

3. La movilización de una mano de obra fe­menina asegura a las empresas agrícolas una con­currencia numerosa y estable de fuerza de traba­jo en unas condiciones de extrema llexibilidad. En­tre los trabajadores agrícolas varones la práctica del abandono o la rotación en el trabajo es elevada, dado sus mayores opciones ocupacionales. En el caso de las mujeres, las alternativas de empleo son bastante menores y, por ello, la ro tación dismi­nuye, y en términos generales representa una ma­no de obra estable. La agricultura industrial, al ser un rrabajo altamente flexible y estacional, permi­te que las mujeres se muevan en su doble rol de trabajadora domésti­ca para su familia y tra­bajadora asalariada. Es por ello que su estabili­dad ocupacional está condicionada por el ci­clo familiar: cuando se casa o tiene hijos aban­dona el trabajo asalaria­do , para retornar una vez las exigencias fami­liares se lo permitan. A las propias empresas les interesa la existencia de ese modelo de rotación femenina a largo plazo, pues refuerza las prácticas de flexibilidad laboral (y de construcción por tan­to de una mano de obra flel\ible). Además, esa ro tación está siendo contrarrestada creando en las localidades rurales verdaderos polos de trabajo fe­menino gracias a los cuales las trabajadoras que se van son rápidamente sustituidas. De esta forma , la fuerza de trabajo femenina reúne al mismo tiem­po dos atributos de gran au·activo para la gestión de la mano de obra en la empresa agrícola: esta­bilidad y flex:ibilidad de la plantilla.

Igualmente sucede con la incorporación de tra­

bajadores inmigrantes a las agriculturas medite­rráneas. Una mano de obra segmentada en fun­ción de la procedencia nacional y/o émica garan­tiza una se1ie de características bien atractivas para las empresas: estabilidad , extrema flexibilidad, dis­ciplina, trabajo barato poco eAigente, etc.

Puede afirmarse que la historia del exitoso cre­cimiento de las agriculturas meditenáneas es la his­toria ele la búsqueda continua de una oferta de tra­bajo vulnerable y disponible. Me centraré en una de esas agricul turas, el complejo hortofrutícola de la Región ele Murcia, para ejemphlicar cómo se ha venido constituyendo ese flujo de trabajo barato. Podemos establecer una sucesión de diferentes es­tadios en cuanto a las prácticas y relaciones de

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trabajo con relación a las estrategias de acumula­ción de la agiicultura industrial murciana.

En un primer momento , se produce una ace­leración del ritmo de los procesos económicos - la transformación agraria hacia los cultivos intensi­vos es posible, primero, con la llegada del trasva­se Tajo Segura, y segundo, con la incorporación de España a la Unión Europea que garantiza el acce­so a unos mercados muy competitivos-, al tiem­po que persisten y se reproducen viejas prácticas de gestión empresarial de la mano de obra a tra­vés de la eventualidad, precariedad, desregulación,

etc. Ahora los trabaja­dores de la agricultura industrial se ven some­tidos cada vez más a la disciplina del cronó­merro y del flujo en ca­dena regulado tecnoló­gicamente, con objeto de satisfacer las necesi­dades de cumplimien­to con los es trictos tiempos de llegada del producto al mercado.

En un segundo mo­mento, comienzan las luchas de los obreros del campo por elevar

sus salarios, por un lado, y por el reconocimiento ele la figura contractual del fijo-discontinuo , por otro. Entre 1987y1989, sucesivas huelgas gene­rales en el campo murciano tuvieron como obje­tivo el reconocimiento ele los conrratos fijos-dis­continuos en las relaciones laborales. Esto hubie­ra supuesto un revulsivo para la reorganización de las relaciones sociales en el espacio de u·abajo, im­plantando un control obrero sobre el proceso de trabajo y erosionando al mismo tiempo el poder de los encargados a rravés de la constitución de una relación laboral directa entre trabajadores y empresa. Si se hubiera logrado hubiera supuesto la eliminación de la eventualidad, e iniciado un ca­mino de profesionalización y reconocimiento de las cualificaciones de los asalariados agrícolas. Y lo que es más importante , hubiera sustituido las prácticas discrecionales ele encargados a la hora ele reclutar personal, imponer los ritmos de trabajo o los sistemas de incentivo-castigo en el rrabajo por una negociación directa entre los rrabajadores y la empresa. En definitiva, hubiera supuesto la implicación del empresario en las condiciones la­borales y de vida del trabajador.

En un tercer momento , hacia finales de los años 80 , se produce la entrada masiva de inmi­grantes marroquíes. El tejido empresarial hace

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Globalización y mercado de trabajo en las agriculturas mediterráneas

La atribución de actitudes laborales a individuos en función de su etnia o nacionalidad es un tipo de práctica o discurso racista que responde a la necesidad de perpetuar continuamente una bolsa de trabajo barato y vulnerable.

una profusa utilización empresarial de esta ma­no de obra para romper con las reivindicaciones laborales de los obreros del campo. Se produce una intensificación del tiempo de trabajo, y las condiciones salariales no son consensuadas con este colectivo a través de ninguna instancia sino que se obtienen ventajas derivadas de la mani­pulación de las condiciones de ilegalidad de la mayoría de los inmigrantes.

Por último, se produce una ordenación del te­rritorio, de tal modo que el colectivo de inmigran­tes queda situado fuera de los pueblos donde ha­bitan los ciudadanos y cerca de los campos donde trabajan, alojados en "infraviviendas" y en condi­ciones de chabolismo. El modelo de relaciones la­borales con respecto al uso de mano de obra inmi­grante se caracteriza también, como vemos, por ex­temalizar las condiciones de reproducción de la mano ele obra a los propios inmigrantes, los cuales, encontrándose en siruación de precariedad jurídi­ca ante la Administración española (vía Ley de Ex­tranjeria), y soportando condiciones laborales pre­carias, no más pueden desarrollar estrategias para la mera supervivencia en un medio hostil en el que se enfrentan a las manifestaciones xenófobas del en­torno circundante y a la indiferencia nada neutral de las autoridades económicas y políticas locales.

En un cuarto momento, que se desarrolla a lo largo de toda la década de los 90, se abre paso la visibilidad espacial del inmigrante. la invisibilidad laboral y existencial del inmigrante comienza a dis­minuir a partir de tres situaciones fundamentales: la regularización y lucha por la ciudadanía, la rei­vindicación de vivienda y de otros derechos de protección social; y los fenómenos de racismo y

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xenofobia popular. No es casual, a efectos de fun­cionamiento y reproducción de los discursos so­ciales y las estrategias empresariales, que brotes de racismo y manifestaciones reivindicativas de los trabajadores inmigrantes ocurran en el mismo es­tadio . Es en este momento cuando el colectivo de trabajadores lucha por participar en la definición y uso del tiempo en el trabajo y modificar la exis­tente, luchando también consecuentemente por la adquisición ele autonomía y control sobre su propio trabajo. Se alcanzan ciertas conquistas la­borales, manifestadas a través de la eliminación de las discriminaciones salariales, la inconformidad hacia la disciplina temporal impuesta, la lucha por el reconocimiento del Ramadán, etc.

En un quinto momento, y estado actual de la cuestión, se abre paso un proceso de segmentación émica de la fuerza de trabajo. En los últimos años se hace constatable el crecimiento de las cuadrillas de trabajadores agrícolas de origen centroafiica­no, ecuatmiano y de los países del este. Al tiempo un discurso empresarial se impone planteando que la mano de obra marroquí es "conflictiva", "im­productiva", etc., mostrándose una inusitada pre­ferencia por los inmigrantes ecuatorianos y de los países del Este ("son más disciplinados", "más tra­bajadores", etc.). Así, se observa que el denomi­nado "nuevo racismo", también funciona en el ám­bito laboral al identificar unas determinadas ca­racterísticas culturales o pautas de conducta como propias de un determinado grupo humano y atri­buirlas a cualquier individuo perteneciente a ese grupo. la atribución de actirudes laborales a indi­viduos en función de su emia o nacionalidad son un tipo de prácticas o discursos (racistas) que res-

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Globalización y mercado de trab ajo en las agriculmras medüerráneas

Los acontecimientos de El Ejido o la crisis que se produjo tras el accidente de Lo rea manüiestan dramáticamente la enorme concentración de violencia real y simbólica que late en este régimen de marginalidad del :inmigrante.

ponde a la necesidad de perpetuar continuamen­te una bolsa de trabajo barato y vulnerable.

La hipótesis explicativa de este fenómeno ra­dica en que estamos ame una estrategia de seg­mentación étnica del trabajo para romper reivin­dicaciones laborales o movimientos organizaüvos, como ha venido siendo práctica habitual en la his­mria del capitalismo, en diferentes comexms so­ciales y nacionales. En efecto, los inmigrantes ma­rroquíes llevan diez años en el campo murciano, y han tenido tiempo, por experiencia y antigüe­dad, y en la medida en que han accedido a su re­gularización, de plantear determinadas reivindi­caciones salariales y condiciones de trabajo. Ade­más, los empresarios se enfreman con un problema de "conformidad cultural" respecm a la disciplina laboral exigida. Por eso una nueva ole­ada de inmigración con otros orígenes étnicos, y la posibilidad de levantar un sistema de clasifica­ciones simbólicas de las "cualidades" laborales de unos trabajadores u mros en función de la emia, conviene a sus propósiros.

Como se desprende de este rápido recorrido por los diferentes momentos de las relaciones de tra­bajo en el campo murciano, la presencia de un suminisrro continuo de mano de obra barata. Si an­teayer eran gitanos , andaluces o manchegos, des­pués fueron mujeres, y finalmente inmigrantes pro­cedentes de países subdesarrollados. Entre éstos últimos, primero llegaron marroquíes, y cuando es­tos trabajadores habían obtenido ciertas (raquíti­cas) conquistas laborales, las estrategias empresa­riales optaron por trabajadores ecuatorianos y pro­cedentes de los Países del Este, para segmentar aún más el mercado de trabajo , y perpetuar la preca­riedad laboral. A esto se suma que la presencia per­manente de una bolsa de trabajadores inmigrantes indocumentados, alimentada por las sucesivas ole­adas de población inmigrante, ha garantizado a lo largo del tiempo una mano de obra extremada­mente disciplinada y muy barata.

El crecimiento de las agriculturas intensivas ha dependido de los dispositivos institucionales de producción de una fuerza de trabajo vulnerable y disponible para cubrir los degradados puesros de trabajo requeridos por la vertiginosa expansión de los cultivos intensivos . A través de las políticas de extranjería se ha generado desde mediados de los 80 este flujo de trabajo predispuesro y disci­plinado para las prácticas de sobreexplotación do­minantes en los campos. Algunos analistas de la legislación de extranjería han destacado precisa­mente el papel de la misma en la generación de si­tuaciones de ilegalidad sufridas por los inmigran­tes . Se produce así un círculo de acumulación de desventajas y de reproducción de la precariedad,

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que convierten al trabajador inmigrante en para­digma de esa dinámica descrita recientemente por el sociólogo juan j osé Castillo en los siguientes tér­minos: "malos puestos de trabajo que, una vez cre­ados , sólo pueden funcionar fabricando social­mente mano de obra dispuesta a jugarse la vida para ganársela. Y lo mismo se puede leer al revés: una vez degradas las condiciones sociales, las re­glas del juego, el trabajo degradado será su con­secuencia inevitable".

A modo de conclusión

En un conocido artículo dejean-Pierre Berlan, cu­yo significativo titulo era "La agricultura medite­rránea y el mercado de trabajo : luna California para Europa?", publicado en España en la revista Agricultura y Sociedad (nº 42, enero-marzo de 198 7), se advertía sobre las consecuencias de im­plementar el modelo californiano de relaciones de trabajo en la agricultura mediterránea europea: "La cuestión de la agricultura mediterránea de Europa es, en nuestra opinión, la de qué modelo de desa­rrollo agrícola. se va a seguir. O bien el mercado, los mecanismos económicos y las fuerzas sociales se desenvuelven libremente y esta agricultura evolu­cionará hacia un modelo californiano sinónimo de hecho de regresión y tensiones sociales, o Europa deberá perseguir los objetivos que se había fijado: reducir las desigualdades de desarrollo entre re­giones y entre países. De esta forma, el desarrollo de la agricultura del Sur seguirá otro camino".

Hoy cuando leemos de nuevo la advertencia de Berlan, y sabiendo que estamos plenamente ins­talados en el modelo californiano, el artículo re­sulta profético. Tras los acontecimientos de El Eji­do (Almería) en febrero de 2000, y el accidente de la furgoneta de Lorca (Murcia) del 3 de enero de 2001 , en el que murieron doce trabajadores in­migrantes ecuarorianos, las tensiones sociales que esre modelo agrario lleva implícitas se han expre­sado con un enorme grado de violencia. Estos he­chos han puesro en evidencia -han hecho visible­la existencia de un específico régimen de explo­ración , marginación y segregación de la población inmigrante en los enclaves de agricultura intensi­va mediterránea. Estos hechos manifiestan dra­máticamente la enorme concentración de violen­cia real y simbólica que late en este régimen de marginalidad del inmigrante. Más que nunca es preciso, dado lo visto, replantear este modelo de desanollo agIÍcola en un debate social y político amplio , que incumbe a la propia Unión Europea, para reconducir una situación que está creando graves situaciones de polarización social. El reto está, pues, planteado.

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lrnpacto de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

Impacto de la globalización económica en los derechc)s sociales y laborales

ZUFIAUR

Miembro de1 CES europeo. Director de .LABOUR. , Grupo de análisis

soci.o-labora1es e internacionales

VALDES

Experto en educaci.ón para el

trabajo. Director de

Programas ele .LABOUR. Grnpo de análisis

socio-laborales e internacionales

"Si pudiéramos reducir la población de la tieJTa a una aldea con sólo cien habitantes, pero con /.os mismos porcentajes humanos actuales, obte11d1iamos el siguiente resiiltado: habría 57 asiáticos, 21 europeos, 14 habitantes de las Américas y 8 africanos. La

L a mundialización, mejor cabria llamarla el mundialismo por la gran carga ideo­lógica que conlleva, se ha convenido en el discurso dominame. Este discurso

nos impele a creer que la mundialización es un im­perativo básico, fundamental, i11evitable, irrever­sible, contra el que nadie puede hacer nada. Sólo cabe adaptarse a la mundialización. Los que no se­an capaces de adaptarse serán eliminados. La su­pervivencia de cada individuo, empresa, región, país o continente pasa por una adaptación eficaz al mercado mundial. Es el discurso del fin de la historia. Ya no hay que hacerla, transformando la realidad. Sólo queda aceptar el triunfo final del ca­pitalismo ... y encontrar un hueco donde acomo­damos .

De ese discurso se deriva otro imperativo, otro concepto clave: la competitividad. La competiti-

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mitad de la riqueza del mundo estaría en manos ele sólo 6 personas . .Las seis serían de nacionalidad norteameri.cana. Ochenta vivirían en casas de calidad i11Jerio1: Sesenta serían iletrados. Ci11 rn en ta es ta rían desnutridas ... ". Carlos Fuentes

viciad de todos contra todos. La competitividad en su peor sentido danvinista, en el sentido guerre­ro de arrebatar territorios (económicos) a los otros. La competitividad así entendida es una máquina de dejar cadáveres en la cuneta. Cuanto más com­petitivo es uno, menos competitivo es el otro: in­dividuos, empresas, regiones , países, continentes.

Bajo el imperativo de la competitividad, se ha pasado ele una lógica de crecimiento -en la que la expansión económica de los unos enn-aiiaria tam­bién la de los otros-, es decir de una lógica coo­perativa, a una lógica de conquista de panes del mercado en la que el crecimiento de unos no pue­de hacerse más que en detrimento de los otros. Todos los países quieren ser más competitivos, ex­portando mucho e importando poco. De ahí se suelen derivar una serie de políticas pretendiendo trasladar al vecino los problemas: mediante deva-

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lmpacto de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

luaciones competitivas, en unos casos, medidas pro teccionistas, en otros, ajustes hacia abajo de los sistemas sociales, en casi todos. En este juego de ganadores y perdedores sólo hay ganadores rransitorios. Al menos en lo que a las capas po­pulares se refiere. A la larga, todos - los rrabaja­dores, por ejemplo, de los países ganadores y de los países perdedores - salen perdiendo, como consecuencia de esa espiral, de esa carrera hacia la competitividad en base al desmamelamiemo de las condiciones sociales.

La globalización, en sí misma, no es el proble­ma, ya que , como tantas otras cosas, -la revolu­ción tecnológica, por ejemplo- puede engendrar beneficios importantes . El problema es la lógica en que se inspira (excluyente y no cooperativa); el profundo desequihbrio de fuerzas, entre los dis­tintos actores, en el que se asienta; la falta de ins­tituciones de regulación en la que se desarrolla; la vuelta a una dialéctica de reducir a la pseudo-im­po tencia a los Estados, bajo el pretexto de que es el mercado quien ha de regularla, en que se fun­da.

En suma, esta mundialización - inorganizada y llevada a cabo sobre un fondo de mercados y de relaciones de fuerza profundamente desequi­librados- sólo puede conducir a una mayor vio­lencia de la relaciones sociales y a un aumento de las desigualdades. El desafío que se nos pre­senta es el de imaginar propuestas, establecer al­ternativas, crear relación de fuerzas y configurar mecanismos institucionales para orientar la glo­balización en un sentido solidario.

La idelogía de la munclialización

La ideología de la nmndialización, se materia­liza, en una serie de principios inspiradores:

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l. La constitución de un gran mercado mun­dial único, integrado, autoregulado.

2. El desarrollo tecnológico concebido al ser­vicio de las necesidades de la indusnia.

3. La liberalización, la desregulación económi­ca, las privatizaciones, como instrumento de la cre­ación de un capi.ralismo de mercado mundial.

4. La regulación financiera -inflación cero, equilibrio presupuestario, reducción de déficits públicos, reducción de gasto público (especial­mente el social), reducción de la fiscalidad sobre el capital - como reemplazante de la regulación poütica.

5) El dogma de la competitividad. Las trazas de esta ideología mundialista nos las encontramos to­dos los días , especialmente bajo el requerimiento constante, persistente, invariable de la reducción de los costes laborales y de la protección social pa­ra "ganar competitividad".

En todo éaso, parece indudable que la globa­lización económica es un hecho. ¿Qué significa­do ti.ene este hecho?. En primer lugar, resaltar que la globalización no es exclusivamente un fenó­meno económico. La globalización como con­cepto formalmente integrado en el universo sim­bólico de las naciones ti.ene un 01igen cultural, generado través de la sustitución progresiva de parámetros culturales autóctonos por formas de vida trasnacionales, generalmente asociadas al Ame1ican Way of Life. Determinados productos de consumo, el papel nuclear de la televisión en la conformación social de la opinión y de los há­bitos, determinadas formas de vestir, de comer y de beber, patrones de comportamiemo generados a través de las películas, actitudes ame los sím­bolos del éxito personal como el coche, d culto al cuerpo, el miro de la eterna juventud o el po­der, unidos a una creciente rrivialización en el per­fil de noricias de los medios de comunicación, han generado la sensación de pertenencia a un mundo único y han abierto la posibilidad de pe­netración comercial a través de consumidores convenientemente reeducados.

La segunda dimensión de la globalización es política. Ti.ene que ver con la evolución de los me­canismos de gobemabilidad de los países en el lla­mado tercer mundo, la evidencia de fracaso del modelo comunista y el ago tamiento de la doctri­na de "seguridad nacional" de los Estados Unidos, por falta de enemigo, en los años finales de la dé­cada de los 70 y el principio de los 80. De pron­to llegó la democracia. Países históricamente go­bernados por dictaduras sangrientas, descubrie­ron que estaban dadas las condiciones para la implantación de democracias, la separación de po­deres y el sufragio universal.

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lmpacw de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

6De que estamos hablando entonces, cuando nos referimos al fenómeno de globalización económica? De hecho, se trata de un proceso creciente de absorción de mercados por cada vez menos empresas productoras.

Nuevos partidos y cancüdatos y en algún caso, los mismos que habían gobemado o ejercido po­derosas influencias en las dictaduras , se apresta­ron a dar su mejor perfil democrático y concurrir a la fiesta de las umas. Veime años después, la idea democrárica es un valor firmemerne consolidado a nivel mundial Qa comunidad de naciones ya no apoya golpes de fuerza) , aunque los efectos de la idea no solamente no se han hecho visibles para tres cuartas partes de la humanidad, sino que en muchos casos las condiciones sociales han empe­orado. Lo que si se ha logrado es establecer un mo­delo de democracia fo1mal en prácticamente todo el antiguo tercer mundo, basado en algunas evi­dencias de interés estratégico para los líderes del nuevo orden mundial:

l. Las democracias legitiman las decisiones ele sus gobernantes (aunque estas supongan mal­vender o regalar el patrimonio económico y natu­ral a empresas ex:u-anjeras)

2. Las democracias se integran en los foros in­ternacionales y responden ordenadamente a las propuestas 01ientadoras de los centros mundiales de decisión económica.

3. Las democracias pagan sus deudas Qo cual representa una cierta seguridad para los acreedo­res en relación con las decisiones incontroladas de las dictaduras populistas).

4. Las democracias están legitimadas para in­corporar un modelo de pensamiento único a su práctica de gestión política y económica, siempre que este se instale a través de las urnas.

Desde el punto de vista económico, el nuevo escenario global viene condicionado por algunos factores que tienen su origen en el crecimiento económico producido a partir de los años 50 con

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la generación de un entorno político, económico y social estable, al cual connibuyeron de fomia es­pecial el acuerdo Bretton Woods, estableciendo la estabilidad de los tipos de cambio, el acuerdo co­mercial del GATI y la consolidaóón del lideraz­go económico de EE UU. La liberalización de los flujos de capitales y mercancías contribuyó deci­sivamente a la expansión económica de las dos si­guientes décadas (entre 1960 y 1990 el comer­cio exterior creció a una tasa media del 5 ,5%) y al desaJTollo tecnológico, factor altamente dinami­zador, aunque escasamente distribuido.

Los factores descritos, han generado la apari­ción de un nuevo escenario mundial, cuyos ras­gos mas significativos serían los siguientes:

l. El final de la politica de bloques y la desa­parición de contramodelos en la visión capitalis­ta del mercado y su función social.

2. La caída de la hegemonía económica norte­americana, a favor de Europa,] apón y el Sudeste Asiático.

3. El requilibrio y la regionalización de la eco­nomía mundial con la apaiición de bloques eco­nómicos.

4. El cambio tecnológi.co y la modificación sus­tancial de la oferta de factores productivos , espe­cialmente los vinculados a la energía.

5. La crisis del sector público y el papel del Estado.

6. El creciente peso de los servicios en las eco­nomías avanzadas

7. La internacionalización de las economías productivas y el peso creciente de los mercados exteriores

8. La inestabilidad financiera internacional y los flujos incontrolados de capital

9. La concentración de las oportunidades de producción y distribución en cada vez menos cen­tros productivos y países , siguiendo modelos de economías de escala que hacen absolutamente im­posible la competencia para las empresas locales.

10. La desregulación creciente de los mercados laborales.

lDe que estamos hablando entonces, cuando nos refe1imos al fenómeno de globalización eco­nómica 7 De hecho, se trata de un proceso cre­ciente de absorción de mercados por cada vez me­nos empresas productoras , a través de redes mun­diales de distribución comercial, aunque se pretenda hacer creer que de pronto el mundo se llenó de opon:unidades para todos y cualquiera puede competir con cualquiera en su propio mer­cado interno si tiene ideas brillantes. Wguien ima­gina a Níger compitiendo en Hollywood por el control de los estudios o a Guatemala compitien­do en japón o en Europa por el mercado interno

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lmpacro de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

El ciclo histórico que asoma no apunta en la dirección de universalizar las condiciones de trabajo conseguidas tras un siglo de luchas por los trabajadores.

del automóvil? En la práctica, se está producien­do una especie de división internacional de las fun­ciones productivas a nivel planetario que precon­figura algunas categorías a fururo para el conjun­ro de las naciones y prescribe, sin posibilidad de rebelión intelecrual, el papel de cada país. Una es­pecie de ranking mundial en el que cada cual ten­ga bien clara su función: países producmres de co­nocimiento y tecnología, países producmres de bienes y servicios, países producmres de marerias primas y países sin valor económico, inexistentes.

Resulra obvio que, en un sistema económico de mercado, el capiral es un factor clominanre, en relación con el resm de fac tores de producción. La globalización incorpora como novedad, la con­versión de un poder dominante en un poder he­gemónico, que utiliza como mecanismo de in­centivación y estímulo económico la desigualdad extrema y la lógica del mal menor o la posibili­dad cierta ele empeorar, desde el convencimiento mah:.husiano de que la pobreza es una actirud re­educable.

Las consecuencias de esta concepción globali­zada de las relaciones económicas empiezan a ser evidentes. Se consolida el reparto de mercados en­tre bloques económicos hegemónicos (America del Norte , Europa, japón y Sudeste Asiático), im­permeable a la incorporación de nuevos opera­dores productivos, que excluye la posibilidad de un tímido desarrollo industrial ele los países del antiguo tercer mundo. Los estados pierden auto­nomía y disminuyen las posibilidades de control politico de las decisiones económicas, al tener que segui.r las formu las preescriras por sus acreedores. Los flujos de capital son incontrolables por parte de las autoridades económicas de las naciones en desarrollo, que tienen que optar entre negar la en-

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trada a capirales especuladores, que desaparecen a la primera señal de riesgo y ponen a los estados al borde de la quiebra o bien proponer fórmulas autárquicas, en países descapiralizados, con una culrura fiscal evasiva.

En un nivel mas cercano a la actividad pro­ductiva de las empresas y al empleo, el impacto se ha producido en dos planos. Las empresas se ato­mizan y se hacen mas pequeñas, reducen sus cos­tes fijos, disminuyen sus plantillas y los costes ele producción, externalizan sus necesidades ele com­ponentes y servicios y proponen a sus proveedo­res (pequeñas empresas) comparür los riesgos, a través de sistemas de producción a tiempo , sin compartir las expectativas de beneficio del con­junto de la cadena de valor. En último té1mino, y siguiendo la lógica del máximo beneficio, lejos de la imagen de "empresa moderna" asociada al ver­tiginoso cambio tecnológico, se trasladan las plan­tas de producción a países con mercados labora­les desregulados y costes del trabajo hasta 40 y 50 veces menores y se produce mediante procesos manuales de bajo requerimiento tecnológico y al­ta aportación de horas/hombre, en base a están­dares ele calidad predefinidos. Este resulta ser el ciclo mas evidente de la globalización.

Mientras ramo las condiciones laborales de los trabajadores en el mundo desarrollado se pre­carizan, a la vez que se produce un proceso pau­latino de desregulación de las relaciones laborales, siguiendo la lógica que se ha dado en llamar fle­xibilización ele los mercados ele trabajo . Dicha íle­xibilización , sugiere la implantación de una es­mictura del mercado de trabajo practicamente mo­nopolizada por las relaciones laborales transimrias en no mas de 15 años, con un potencial impacto de proporciones incalculables sobre el consumo interno y a rravés suyo sobre la viabilidad de las economías clesarrol laclas.

El ciclo hisró1ico que asoma no apunta en la di­rección ele universalizar fas condiciones de traba­jo conseguidas tras un siglo de luchas por fos tra­bajadores ele los países industrializados. Mas bien parece que el modelo que se nos propone apun­ta a universalizar la precariedad, la depe ndencia y las condiciones indignas de vida. Habrá que em­pezar de nuevo.

El globo

El planern se calienta y se agora. Y parece que las alremarivas ele solución se encuentran abso­lutamente con taminadas (en tocios los sentidos) por la lógica depredadora de lo que los alemanes llaman las economías de rapiña; y ello a pesar de que la presión social y el rrabajo de los grupos eco-

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Impacto de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

Algunos incentivos agrícolas orientados al fomento y a la colonización de nuevas tierras destinadas a la agricultura, han tenido un efecto devastador sobre la riqueza forestal de los países en desarrollo.

logistas han promovido en los últimos veinte años una cierta regulación de los efectos ambientales externos al mercado, lo que ha tenido un impac­ro distributivo, intra e intergeneracional, ya que implica una expropiación de unos derechos de propiedad sobre el ambiente, que pertenecían, en la práctica, a los agentes contaminadores. lnver­samerne, las desigualdades en la distribución del ingreso influye sobre los valores sociales y econó­micos con los que una sociedad ges tiona sus re­cursos ambientales.

Efectivamente, determinados incentivos eco­nómicos a la producción agrícola consiguen , en este sentido, efectos contrarios a los perseguidos, supues tamente encaminados a estimular la efi­ciencia de las exploraciones agrícolas. Por ejem­plo, algunos incentivos agrícolas orientados al fo­mento y a la colonización de nuevas tierras des­tinadas a la agricultura , han tenido un efecro devastador sobre la riqueza forestal ele esos paí­ses, ya que las superficies ganadas de esta forma para la agriculrura, han sido sustraídas a la su­perficie forestal.

Obviamente los intereses de los países ricos, los mayores contaminadores, no son los mismos que los intereses de los países pobres con bajo nivel de contaminación y ambos, la legítima e.>qJecrativa de progreso de la inmensa mayoría de las naciones en situación de pobreza y subdesarroll o y las posi­ciones defendidas por los países industrializados para consolidar su posición preeminente econó­mica y política, se mueven en un estrecho margen de maniobra, condicionados por la absoluta in­compatibilidad de la vida con el modelo de desa­rrollo de los países industrializados, si este se hi­ciera extensivo a todas las naciones de la tieITa.

Los bábiros de consumo de los países desa­rrollados y la presión económica de estos sobre la producción incontrolada de materias primas en el resto de los países, constituyen estimulas con­taminantes que condicionan irremediablemente aspectos de la vida cotidiana de países que su­fren los efectos de la contaminación, sin obtener ninguno ele los beneficios económicos y sociales de la misma.

El informe ele Desarrollo Humano del PNUD de 1998 señala algunos claros sobre degradación ambiental, relevantes para entender la actual si­tuación en el planeta. Mientras que los países in­dustrializados emiten una media de 11. 4 Tonela­das de C02. per cápita, los países no desarrolla­dos, tienen una media de emisión de 2. Toneladas per cápita. Ellos, los países no desarrollados, tie­nen una extensión de tierras arboladas entre el 4 7 y el 50% de la superficie total de sus tierras, mien­tras que en los países industrializados la media de

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tie!Tas arboladas en relación con la superficie ro­tal no llega al 2.8%.

La deforestación , sin embargo, se concentra en los países en desarrollo . En los últimos dos dece­nios América Latina y el Caribe perdieron siete mi­llones de hectáreas de bosques tropicales y Asia y el Africa al sur del Sabara, cuatro millones de hec­táreas cada uno. La mayor parte de las pérdidas se ha producido para satisfacer la demanda de ma­dera y papel , que se ha duplicado y quimuplica­do respectivamente desde 1950. Pero mas de la mitad de la madera y casi tres cuartas partes del papel se usan en los países industrializados. Si la pregunta fuera ¿quién crea el problema?, la res­puesta es obvia, si la pregunta es ¿quién tiene un problema?, desgraciadamente también.

Sin pretender reducir el planeta y la extraordi­naria biodiversidad que contiene a un mero re­curso escenográfico para la vida del hombre e in­tentando no caer en una posición excesivamente antropocéntrica, resulta absolutamente inconsis­tente pensar en un modelo de desarrollo sosteni­ble , que se compadezca con la vida de las focas y los cormoranes y fije , a través de complicados mo­delos econométricos, los costes intergeneraciona­les de procesos i.rreversibles en la naturaleza, sin tener en cuenca la siruación deseperada de buena parte de los seres humanos que habitan este pla­neta. Un ser humano , cada ser humano, es un bien precioso e irrepetible. Un bien , cuya pérdida ineparable origina en la conciencia colectiva un agujero de mayor trascendencia simbólica que los agiueros en la capa de ozono. La vida también re­sulta impensable para la especie humana sin la idea del otro. lncluso la vida de los grandes mag­nates es impensable sin otros. Otros que le re­cuerden comparativamente su posición, otros que le ayuden a nacer y a vivir y finalmente, otros que le entierren.

La globalidad

El hombre y las sociedades que confonna, pa­recen rransitar por un desüno histórico inevita­ble , según el cual, todo lo que hace para no re­petir sus errores históricos le aparta del camino que lleva a la solución de sus problemas y todo lo que supuestamente le acerca a la solución de sus problemas, le acaba enceITando en un labe­rinto sin salida.

El complejo entramado político, económico y social que condiciona el marco de relaciones in­ternacionales, el nivel de desanoLlo de cada na­ción, los niveles de bienestar de los diferentes es­tamentos sociales y el difícil equilibrio conceptual entre el derecho y el lucro, constituyen al día de

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Impacto de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

El problema no es solamente repartir la renta, sino repartir, también, las oportunidades de producirla. El objetivo no es solamente el empleo, sino también, la posibilidad del trabajo elegido.

hoy una especie de laberinto sin solución, per­fectamente estructurado.

Todo lo no previsto, todo lo innovador, todo lo que cuestiona las causas, es inviable, pero a su vez resulta ser el principio inevitable de cualquier pro­ceso de cambio estructural. Todo lo previsible, to­do lo pautado, todo lo que opera sobre los efec­tos es fac tible, pero inocuo y conduce a un labe­rinto sin salida.

Si los países del mal llamado "tercer mundo" se hacen cargo de su deuda externa, a pesar del mi­gen, generalmente espúreo, de esa deuda, sus eco­nomías son inviables. Si deciden no pagar, sus eco­nomías se hacen inviables, por falta de crédito y mercados , sin mencionar los traumas y terremo­tos políticos internos que acaban sufriendo si se atreven a decir en voz alta que no se puede pagar la deuda. Los acreedores, dueños de la deuda y a través suya del futuro de países enteros, son los mismos que regulan el orden económico mundial a través ele los organismos internacionales de cré­dito. Si pagas la deuda (o al menos los intereses), te puedes endeudar más. Lo que no está pem1iti­clo es dejar ele deber.

Si se ofrece como única solución para las eco­nomías "emergentes" el rigor prcsupuesra1io y la ortodoxia macroeconómica, estamos en un labe­rinto. Todo lo que haga para disminuir el déficit público y evitar la inílación, penaliza las oportu­nidades de desanollo y generación de empleo, so­bre todo, en espacios económicos donde la acu­mulación de capitales no se oriema a la linancia­c1 on de nuevas actividades productivas generadoras de empleo.

Si se sostiene que las economías de países no desarrollados se encuentran en una fase incipien­te del desarrollo capitalista, susceptible de evolu­ción positiva si perseveran en las políticas ele ajus­te y que el crecimiento sostenido acabará mejo­rando las condiciones de vicia del conjunto de la población, estamos en un laberinto. No hay po­sibilidades de desarrollo social , aún crecimiento de forma estable, en economías estructuralmente corruptas , concentradoras ele la riqueza e inefi­cientes en la distribución de la renta y en la gene­ración de un consumo interno significativo.

Si se busca garantizar la viabilidad ele tocias las "economías emergentes" a través de medidas ma­croeconómicas estandarizadas, estamos en un la­berinto. No hay recetas únicas para economías en competencia, capaces de resolver simultánea­mente los problemas esnucrurales de tocias y man­tener la viabilidad operativa del mercado en su conjunto. Ningún mercado trata homogénea­mente a los operadores que lo integran, a algu­nos los discrimina positivamente, a otros les ex-

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pulsa. En esni.cta lógica ele mercado, para que al­gunas economías vayan bien otras deben de ir mal.

Si se pretende favorecer la creación de empleo desregulando el mercado de trabajo, con el obje­tivo de disminuir las resistencias de los empresa­rios hacia las relaciones laborales indefinidas, es­tamos en un laberinto. Un empresario creará em­pleo ame la expectativa de beneficio. Si el beneficio le llega a través de exenciones fiscales no lo bus­cará mejorando su producto o creando nuevos productos que demanden fuerza de trabajo y ries­gos financieros.

Si Europa se plantea como prioridad polltica garantizar la cohesión de las sociedades que con­forman la nueva idea de Unión Europea y se en­frenta a la desigualdad y a la exclusión social de los ciudadanos operando sobre los efectos, no so­bre las causas, mediante políticas e instrumentos de distribución de recursos, no de oportunidades, estamos en un laberinto. Un elemento de un sis­tema se encuentra integrado, no solo por el hecho de estar dentro, sino fundamentalmente por con­tribuir de forma significativa a su funcionamiento (sin posibilidad de exclusión) y ser parte relevan­te de su identidad como sistema. Un ser huma­no se encuentra integrado en una realidad social, no solamente por la disponibilidad coyuntural de recursos para la supervivencia (el alimento, el empleo, la vivienda) , sino por el dominio de ca­pacidades y competencias que le permiten ga­rantizar su inclusión en la sociedad a la que per­tenece y participar de forma acüva en la confor­mación de la identidad colectiva.

El problema no es solamente repartir la ren ta, sino repartir, también, las oportunidades de pro­ducirla. El objetivo no es solamente el empleo, sino también, la posibilidad del trabajo elegido. El reto no es ajustar desequilibrios inillviduales en los ciudadanos para reintegrarlos a la vida en so­ciedad , sino la posibilidad de que estos contribu­yan a generar el modelo de convivencia. La solu­ción no es integrar a los excluidos , sino eliminar los factores condicionantes de la exclusión.

Un buen ejemplo son las políticas de integra­ción social centradas en el empleo. Todo lo que se haga para favorecer la integración sociolaboral de los ciudadanos, que pase por situarles en las con­diciones de otros ciudadanos en situación de ex­clusión de baja intensidad, caracterizada por el co­nocimiento de un oficio de baja cualificación y el manejo de técnicas instrumentales básicas, le de­ja a medio p lazo en la misma situación de de­sempleo y exclusión o en una situación de inse­guridad social basada en la entrada y salida cons­tante del mercado de trabajo (políticas pobres para pobres).

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lrnpacto de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

La realidad política, social y económica mwidial, ofrece wiamplio abanico de situaciones donde se hacen evidentes las consecuencias implacables de wimodelo de convivencia cada vez menos regulado y por ende cada vez mas injusto y desequilibrado.

Si por el contra1io reciben un nivel de cualifi­cación suficiente para competir en el mercado de rrabajo , en una coyuntura de excedente de mano de obra, la expectativa mas favorab le es que sus­tituya en el empleo a un semejante, con lo cual volvemos a la situación de partida.

Si se destinan grandes inversiones de dinero pú­blico a la financiación de procesos masivos de for­mación para el empleo desvinculados de la oferta de trabajo y la demanda real de cuali[icación y competencia, estamos en un laberinto. Todos los procesos de formació n para el empleo que no transfieran capacidades y competencias con valor y significado en el mercado de o:abajo ( dominio de los instrumemos de aprendizaje , tiempos de formación suficiemes, conocimiemos técnicos re­levantes con un bajo nivel de distribución social) , no solamente no contribuyen de forma significa­tiva a la inserción laboral de los parricipantes, si­no que generan arrificialmente un excedente de mano de obra que acaba modificando a la baja las condiciones de trabajo de los empleados.

Si se pretende satisfacer las expectativas edu­cativas de una sociedad y garamizar el p1incipio de igualdad de oportunidades mediante proce­sos de disrribución homogénea de la oferra, es ta­mos en un laberinto. La sociedad no construye las desigualdades solamente desde la escuela, por tan­m, si las desigualdades de acceso a la educación básica desaparecen, se refuerzan otros factores de desigualdad, que afectan al aprovechamiento y al significado simbólico de la educación en cada ciudadano.

Todo lo que se haga para garantizar la igual­dad de oportunidades, que no pase por la discri-

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minación positiva sostenida y por tanto por dar más y durante mas tiempo a los que necesitan más , tendrá una respuesta social de igual propor­ción y sentido contrario , tendente a la acumula­ción de los conocimientos significativos, condi­cionames del estatus social y económico y de las oportunidades de empleo, en los sectores y clases sociales dominantes.

La realidad. política, social y económica mun­dial, ofrece un amplio abanico de situaciones don­de se hacen evidentes las consecuencias implaca­bles de un modelo de convivencia cada \7ez menos regulado y por ende cada vez mas injusto y dese­quilibrado. Es cieno que en una parre de esa rea­lidad, no mas de una veintena de países, se han alcanzado cotas razonables de equidad en la ga­ran ría de mínimos para los mas desfavorecidos , pero también lo es que dichos logros se han al­canzado , en este pequeño club de países desa­rrollados , a cos ta de la pobreza inmisericorde del resto y a o:avés de largos procesos de acumulación de beneficios, condicionados por la posesión res­rringida de los recursos de producción (capital y tecnología) y el control hegemónico de los precios en el mercado de materias primas. Nada mas lejos de la competencia perfecta.

Esa fractura planetaria entre economías viab les y las llamadas eufeministicamenre "en vías de de­sarrollo" (hoy economías emergentes), se reprodu­ce al in rerior de: las naciones, de fom1a cada vez mas evidente, generando microsociedades opulentas en medio de páramos de pobreza. Supuestamente se globalizan las economías pero las oportunidades ele producción, distribución y consumo, se restringen a un número de países cada vez menor.

Se reclama menos Estado sin redefinir el pa­pel del Estado, ni explicitar las formulas, supues­tamente mas eficaces, para cumplir su papel de ga­rante de los derechos fundamentales de una so­ciedad, pudiendo darse el caso que para el papel previsto no haga falta ningún Estado Qo que su­pondría un aho1To) o que determinadas medidas "modernizadoras '' y una fe sin límite en el merca­do para gestionar derechos, además de bienes y servicios, acaben de forma irreversible con el mo­delo de sociedad que hemos conocido en la últi­ma mitad del siglo XX.

Los países desarrollados manifiestan una preo­cupación creciente por los problemas medioam­bientales. Se exportan expertos y consignas, seor­ganizan cumbres, se limitan las emisiones y verti­dos en los países pobres y se generan normativas de defensa del patrimonio medioambiental, de aplicación restringida al territorio de los países ti­cos Qos pobres no pueden permitirse restringir el comercio de recursos no renovables, financiar el

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Impacto de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

reciclaje de vertidos o implantar medidas preven­rivas anricontarninantes), mientras que las em­presas de esos mismos países, ralan los bosques y las selvas del Sudeste Asiático, Centroamérica o la Amazonía.

Se pronostican vertiginosos cambios tecnoló­gicos en las formas de producir, pero las micro­empresas y pequeñas empresas generadoras de la inmensa mayoría del empleo , mantienen un po­tencial mínimo de asimilación tecnológica y una capacidad de endeudamiento a largo plazo cerca­na a cero, con lo cual las posibilidades reales de inversión y sustitución tecnológica son práctica­mente inexistentes.

Vivimos una etapa histórica caracterizada por la acumulación, en pocas manos, ele capitales y conocimientos. Este sencillo principio, e,xplica las tenibles diferencias de rema per cápita y nivel de vida entre unas sociedades y otras, pero también explica algunos sutiles cambios que se están pro­duciendo en los países desarrollados respecw de los criterios y procesos de selección social para el ejercicio profesional de los ciudadanos. Asistimos a una suerte de cultivo e,xtensivo de mano de obra cualificada, donde algunos viejos paradigmas de las sociedades ele los sesenta Oa exvectaliva ele un futuro previsible basado en el trabajo , la aspiración legítima de vivir mejor que la generación anterior, la posibilidad ele emancipación y ruptura de los lí­mites de clase de los hijos, etc.) se esfuman, dan­do lugar a una realidad mas cruel donde acceder a cualquier empleo ya es un triunfo.

El siglo XXI se presenta como el siglo de la ini­ciativa individual (no busque empleo, busque clientes, se dice) pero las clases medias ilustradas

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con mayor nivel de formación nos acurrucamos en empleos públicos o en empleos por cuenta aje­na en niveles intermedios o directivos, con exce­lentes niveles de rema y escaso riesgo, miemras que se insta desde los programas de atención so­cial a los colectivos sociales excluidos o a los de­sempleados de larga duración a que pongan en marcha iniciativas empresariales.

El trabajo corno facror de producción pierde va­lor y el mercado laboral ajusta sus precios a la ba­ja. El desempleo crece a nivel mundial y cada vez responde mas desordenadamente a los ciclos de crecimiento económico, haciendo menos clara la correlación entre crecimiento económico y crea­ción de empleo, especialmente en lo que se refie­re a la creación de empleo estable y de calidad. Au­mentan las oportunidades de formación para el empleo y disminuye la distribución de aprendi­zajes profesionales significarivos. Proliferan los anuncios de nuevas profesiones y disminuyen las oportunidades de empleo para los jóvenes.

Las expectativas y condiciones de trabajo su­fren igualmente un proceso creciente de polari­zación entre aquellos segmentos sociales en con­diciones irreversibles de exclusión (cada vez más) y los nuevos estandartes del éxito profesional, ca­da vez menos y mas ricos, pasando por una in­mensa mayoría que contempla atónita como se precarizan sus condiciones de trabajo y se hacen mas inestables, en base a una supuesta moderni­zación ele los mercados laborales y de un "todo por la competitividad" sesgado e ineficiente.

En cada caso, es posible utilizar los niveles de conocimiento y cualificación de los trabajadores como predictor de su situación sociolaboral y su futuro profesional y en la inmensa mayoria de los casos existe una con-elación evidente entre el ni­vel ele cualificación alcanzado y Las capacidades educativas y el estatus socioeconómico del en­torno familiar.

La sicuación de libertad condicionada en que se produce la elección de profesión u oficio y la naturaleza social, convivencia[ entre pares, del pro­ceso ele construcción de la "carrera" profesional suponen, en la prácrica, la confirmación de una nom1a social no escrita, en vircud de la cual las op­ciones vitales ele cada generación, entre las que se incluyen las profesionales, se construyen siguien­do un principio de emulación hereditaria, en lo que consriruye un claro mecanismo de reproduc­ción social, no resuelto por el sistema democráti­co en su concepción actual. Tal situación supone, en la práctica, la transfonnación del sistema de­mocrático en un puro fom1alismo simbólico. Su­pone renunciar a la iniciativa social y a la inteli­gencia creadora de cada ciudadano, se encuernre

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Cosechadoras de patatas. ---·-----GRINIMS Líderes en su clase por sus resultados.

Separación más

efectiva, gran

rendimiento y trato

delicado del producto, gracias a innovaciones

tecnológicas patentadas

internacionalmente.

Tres tareas en una: separación de la tierra, limpieza de ramas y transporte gracias al sistema de cinta dual.

Protectores del producto en las correas de las cintas de tamizaje.

Rodillos de tracción especiales, dentados en goma, proporcionan un suave funcionamiento, prolongando la vida de las cintas.

Sección de arran­que arrastrada.

La sección de arranque está formada por rejas (de 2 ó 3 cuchillas), un tambor de caballones o diábolo, dos discos de

~..,"t'Y"••"" .if'.:".l"!'I!~~ corte y dos grandes ro­dillos de broza para evitar

atascos por hierba. La profundidad de arranque y los discos de corte son regulables mediante un husillo, según las condiciones de terreno y hierba.

GRSPRRCC

HASSIA ---- --,

Separación de impurezas.

Los separadores, como equipamiento de serie, realizan una efectiva separación de terrones, piedras y matojos.

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Impacto de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

Se anuncia la sociedad del conocimiento pero el número de países que puede dedicar recursos financieros relevantes a la investigació es cada vez menor.

donde se encuentre y se llame como se llame, su­pone la vuelta a una sociedad feudal, adornada, caracterizada por las relaciones vitales depen­dientes de una inmensa mayoría respecto del" se­ñor", papel que hoy desempeña el empresario co­mo "creador de riqueza y provisor de empleo" y a través suyo de las oportunidades vitales del tra­bajador y su familia.

Y supone, desde el punto de vista científico y educativo, la participación de mela una esfera del conocimiento en una suerte de escenografía de cartón, cuya función real consiste en la cualifica­ción acrítica de la mano de obra demandada por el sistema productivo, en los nichos ocupaciona­les, niveles profesionales y ámbitos tertitmiales que éste determina. Una especie de sistema de pro­ducción a tiempo de mano de obra cualificada, que evita a los empresarios los costes de almace­namiento (estabilidad laboral , costes sociales, ca­!Tera profesional, formación) y transfiere a los pro­veedores (trabajadores) , la responsabilidad de la calidad del componente ofertado (trabajo) y los costes ele mantenimiento de su estructura (admi­nistración, tecnología, actualización de la cualifi­cación , inestabilidad psicosocial).

Se anuncia la sociedad del conocin1iento pero el número de países que puede dedicar recursos financieros relevantes a la investigación, en medio de feroces procesos de ajuste, son cada vez me­nores, dando lugar a un proceso progresivo de acu­mulación de tecnología y conocimiento que hace imposible la competencia en sentido estricto.

Se trivializa la educación, sus funciones y sus efectos. lQuién enseña a discernir? lQuién ense-

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ña a elegir y tomar decisiones? lQuién educa la mi­rada para interpretar lo que ocurre a nuestro alre­dedor? Educar para la libertad no es exactamente igual que celebrar el día de la Constimción. Edu­car para el trabajo no consiste en multiplicar ÜTe­flexivamente la oferta de cursillos. Educar univer­sitarios no puede reducirse al anuncio de la ver­dad revelada y al manejo eficiente de la bibliografía. Investigar, no puede ser, no es, solamente dise­t'íar cuestionarios y preguntar por obviedades a un número suficiente de "elementos muestrales".

Los medios de comunicación, cada vez mas previsibles en sus opmiones según el color del ca­pital que les financia, lejos de asumir una posición reíle.xi.va y crítica, renuncian a la vieja u·aclición ana­lítica y didáctica de la prensa escrita y la sustitu­yen por una culmra del ünpacto y el culto a la pal­pitante actualidad perecedera y banal

Consecuencias de la globalización sobre los derechos sociales y laborales

La globalización se está consuuyendo a lomos del neoliberalismo económico. En base a una con­cepción equivocada de la competitividad, que con­siste en tratar de ofrecer las mejores ventajas al ca­pital para intentar así arrebatar o conquistar par­celas del mercado mundial.

En los países emergentes, este paradigma se ha traducido en políticas económicas orientadas a au·aer capitales e.'<temos para financiar la inversión . Capitales a los que se trata de incentivar ofrecién­doles todo tipo de ventajas fiscales, sociales y la­borales. Este modelo de crecimiento se ha de­mostrado incapaz de crear una fuerte demanda in­terna y una economía estab le. Ahí están para demostrarlo, las recientes crisis que han afectado a los llamados "tigres asiáticos" y a algunos países de América Latina.

En los países desarrollados (en Europa sobre todo ya que EEUU, como señaló con acierto.Jac­ques Delors, no ha puesto como la UE "el freno, al mismo tiempo, sobre la política moneraiia y pre­supuestaria"), se ha buscado la eA'[Jansión eco­nómica tratando de conquistar una porción de los mercados extranjeros dentro de la propia Europa y, en mucho menor medida, en otros países ex­tranjeros; en base a reducir las finanzas públicas, restringir infraestructuras necesarias, deprimir los salarios, etc. Es lo que se han conocido como "desinllaciones competitivas", que han estado en el 01igen del aumento del paro y del deterioro de las condiciones sociales.

Para el neoliberalismo, la comperitividad se de­be basar en políticas de oferta. Es decir, encami-

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lmpacw de la globalización económica en los derechos sociales y laborales

Los países europeos más competitivos no son aquellos que tienen un mercado laboral más precario y sujeto a continuas rotaciones

nadas a reducir costes y por tanto precios , a través de la modificación del tipo de cambio (devalua­ciones), de la disminución de los salarios, y de las cotizaciones sociales, de los impuesms a las empresas y a través de las subvenciones a las mis­mas. La reducción de costes no es la consecuen­cia de aumenrar la de productividad, sino de arti­ficios con los que ganar uansiroriamente cuotas de mercado. Pero, como todos los demás países terminan haciendo los mismo, la competitividad así en tendida es un juego de suma cero. Todos los países vuelven a la situación competitiva de par­tida, pero con una situación social mucho más de­teriorada.

Los sindicaros y una parre de la izquierda siem­pre han abogado por otro modelo de competiti­vidad. El que se basa en el incremento de la pro­ductividad, a través de modificaciones reales y efectivas del proceso productivo: políticas de in­vestigación y desarrollo, reorganización de los sis­temas de trabajo , educaci.ón, formación y cualifi­cación de los trabajadores .

Precisamente los países europeos más compe­titivos no son aquellos que tienen un mercado laboral más precario y sujeto a continuas rotacio­nes, los que tienen menos equipamientos públi­cos o sistemas de educación menos desarrollados, los que más han reducido los salaiios y con ellos el consumo y la demanda interna , o los que tie­nen menos cobertura de protección social.

Dinamarca, por ejemplo, es un país muy com­petitivo aunque el gasto público alcanza el 62%

del PlB, el salario mínimo horario es de 2.080 Ptas., su tasa de imposición obligatmia es del 52%,

sus prestaciones por desempleo son el 90% del sa­lario y durante cinco años, su nivel de desempleo es del 7% y su tasa de actividad del 81 % (en Es­paña, es el 50%) .

¿cuáles han sido las consecuencias sociales de esa doctrina neoliberal , basada en la desregu­lación y la reducción de costes? lQué repercusio­nes ha tenido para los objetivos sindicales esa te­oría que , ame la globalización creciente de la eco­nomía , lo que propone es que las economías nacionales respondan al desafío de la competen­cia bajando los impuestos empresariales, limitan­do la negociación colectiva, reduciendo las pres­taciones sociales y desmantelando los derechos de los trabajadores?

• En primer lugar, ha provocado una serie de "reformas" y "políticas modernizadoras", con me­didas que intentan retrotraemos al siglo XIX.

• También se han puesto en práctica políti­cas dirigidas a la moderación de los salarios, pre­sentados como los culpables de la inflación y del paro.

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• La protección al desempleo se ha reforma­do y recortado, al tiempo que iban creciendo ex­ponencialmente las exenciones fiscales y las bo­nificaciones a las empresas.

• La flell.'i.bilidad laboral -justificada única­mente por la obsesión de la reducción de costes­se ha traducido en una profunda desregulación de las relaciones laborales y en una espectacular pre­cariedad en el empleo.

• Las condiciones de o-abajo se han deteriorado: aumento de la jornada real de trabajo, enorme si­niestralidad labora, aumento de los ritmos de traba­jo y del estrés, mayor subordinación en el trabajo ...

• Bajo distintas formas , se ha ido recorrando también el sistema de pensiones.

• Debilitamiento de la negociación colectiva. • Tendencia creciente a los procesos de sub­

conrraración y de extemalización de las empresas. Las políticas neoliberales, practicadas en nom­

bre de la adaptación a la globalización económi­ca, han debilii:ado, así mismo, la cohesión social. Si en el pasado el "vínculo social" ha estado asen­tado sobre el pleno empleo, el sistema de protec­ción social y la familia, hoy vemos que la sociedad se está deshilachando como consecuencia del pa­ro , del recorre en la protección social, de la ina­daptación del sistema de protección social a nue­vas necesidades surgidas de la precariedad del mer­cado de trabajo y de los cambios en la estructura de la familia, por la pobreza y la exclusión.

Además, los sindicaros ven constreñida de for­ma creciente su capacidad de negociación como consecuencia del paro, de la amenaza de deslo­calización de las empresas, del desplazamiento de los centros de decisión de las empresas a niveles supranacionales, del recurso a la mano de obra ex­tranjera, del debilitamiento de la protección social pública. El resultado es que la autonomía de"las partes se ha ido desequilibrando cada vez más en favor de una de las partes, los empresarios. De tal manera que tanto la concertación como la nego­ciación colectiva se han escorado, con frecuencia, hacia una concertación de "limitación de daños" y hacia una "negociación de concesiones".

Por todo ello, y aunque no sólo los derechos la­borales se encuentran en peligro, su afirmación es parre integral y una precondición para un desa­rrollo coincidente con los intereses de la sociedad en general, desde un punto de vista ecológico, so­cial y cultural.

De ahí la gran importancia de que el movi­miento sindical, además de organizarse global­mente, establezca alianzas con otros movimientos (organizaciones no gubernamentales , etc.) que también luchan por la democracia y los derechos humanos en el mundo.

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Las consecuencias de un año complicado para el sector agroalimentario

Las consecuencias de un año complicado para el sector agroalimen tario

JOSEP

Agricult01; industrial y consumidor.

Director General de AGRO LES,

Sociedad Cooperativa

Los consumidores-contribuyentes euro­peos, tan bien acostumbrados a no su­frir en sus propias carnes problema al­guno de abastecimiento alimentalio des­

de los años difíciles ele posguerra, tan sensibles a los problemas de interés mediático y a la vez tan interesadamente insensibles a las hambrunas que los marginados de la vieja y bienpensante Europa acoge con total caliño en la vanlieu de las grandes metrópolis , en los bartios proximos a los viejos y obsoletos núcleos industriales, o en los prósperos campos de fresas y cercanías de el Poniente de ese sur, competitivo sur. .. Poco podían prever que vol­verían a padecer desasosiego y temor por proble­mas tan simples corno la manduca cotidiana.

Tanta ciudad hecha unos zorros por el cablea­do de la fibra óptica, tanto niño estudiando en co­legio bilingüe, tamo espejismo tecnológico, para que venga LA VACA, la de Castelao, la dejoan Ma­ragaU ... gallega o ciega, pero nuestra vaca, la de los chis tes del Roto, la que no supo contabilizar aquel Comisario Europeo que llego a Vicepresidente ,

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Franz Andliessen se llamaba, que cuando pisó la muy honorable mierda de Antonia, una vaca con nombre que moraba en una aldea cercana a So­brado de los Montes, dejó de contar e impuso cuo­ta para bien o para mal. Quien lo iba a decir, LA VACA, nuestra vaca, fasüdió el sistema.

lQué ha sucedido para que nuestro querido y nunca suficientemente valorado consumidor-con­uibuyenre se desvele todas las noches y este en es­tado ele pre anorexia o bulimia? ¿qué podemos ha­cer por éP Voy a intentar desde estas paginas que me brinda una organización profesional compro­metida con el sector para dar respuesta a algunas de sus cuitas .

La responsabilidad europea

Es cierto que el nivel de eficiencia del sistema agroalimen tario europeo. ha alcanzado en las últi­mas décadas cotas difícilmente comparables a otras áreas de:l planeta. Por ello , no puede permi­tirse bajar la guardia y debe ejercer un rol de fia-

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Las consecuencias de un año complicado para el sector agroalimenrario

bilidad absoluto, dictando las pautas a seguir por el res to de países.

Los productores de materia prima "made in Eu­ropa" están preparados técnica y económicamen­te para ofrecer el máximo de garantías en el apro­visionamiento de alimentos al consumo en fres­co y al consumo industrial; por tanto, sin renunciar a un proceso de formación continua, pueden proveer a la distribución y a la industria de una amplia gama de productos que cumplan los estándares de calidad demandados. Probable­mente la agricultura y la ganadería europeas sean las mejor preparadas para garantizar la trazabilidad de sus producciones, y las mas dinámicas a la ho­ra de incorporar nuevos conceptos en sus sistemas de producción

Si la sociedad en su conjunto demanda más res­peto al medio ambiente, si debemos orientar es­tas producciones a favor de los aspectos cualitati­vos y no cuantitativos, si el consumidor-contribu­yente, en definitiva, está pidiendo que seamos beligerantes en la reforma de un sistema supera­do y está dispuesto a financiar con sus impuestos otro tipo de orientaciones que coincidimos en lla­mar sostenibles, démosle satisfacción sin perder más tiempo, para que deje de ver a los producto-

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res como contrarios, y entienda que la nueva PAC es necesaria para preservar un medio y una for­ma de vida en el inmediato futuro .

Una industria con garantías

La industria agroalimentaria europea no sólo es eficiente; es rigurosa y autoexigente sobremanera, se juega dia a día la presencia en el mercado, y el prestigio de sus marcas garantiza la fiabilidad de sus productos.

Discrepo radicalmente de las acusaciones de­magógicas que se han vertido en contra del sector durante la crisis de las "vacas locas"; la imagen del empresario que fuma un habano mientras con­templa como la basura se transforma en produc­tos para el consumo, ni es veraz ni sirve para otra cosa que para destrozar la labor realizada por un sector industrial que sólo en España factura anual­mente mas de ocho billones de pesetas , y emplea a mas de seiscientos mil españoles.

Todos los productos agroalimentarios que es­tán en el mercado cumplen con las normas de calidad, porque de no ser así las administraciones públicas tienen los mecanismos suficientes para proceder a su inmediata retirada del mercado. La red de alerta alimentaria funciona a la perfección desde los años ochenta y con la colaboración en­tre el sector y la administración ha demostrado una eficacia encomiable. Desde las organizaciones pa­tronales con políticas de puertas abiertas y con la máxima transparencia en los procesos industria­les se puede colaborar en la mejora de la imagen del sector. No es lo mismo disfrutar visitando una bodega de prestigio que visitar una moderna sala de despiece de una industria cárnica, pero nada tenemos que ocultar.

Los ciudadanos de la vieja Europa no toleramos en lo que a riesgos alimentarios se refiere apartar­nos del cero muertos por millón. Como ya hemos visto, nuestra prioridad no es la alimentación, es la calidad de vida de fomrn más compleja. Tene­mos la ventaja de disponer de sistemas de infor­mación suficientes, y podemos contrastar opinio­nes constantemente, pero tampoco es necesario atormentamos diariamente y a la hora de comer con las consabidas imágenes del hoy presidente del gremio de "menescals" platicando con fervor sobre la vida y obra del prión, al tiempo que se desmenuza por enésima vez el cerebro de la vaca Paca. La visión poco púdica de nuestra máxima autmidad zampando vaca de forma continuada y la retroexcavadora jugando a preparar el cocido ... ivaya disparate mediatico!, y duró meses .

Las administraciones competentes tienen ins­trumentos más que suficientes para afrontar el pro-

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Las consecuencias de un año complicado para el sector agroalimentario

blema y, además , nuestro ciudadano-contribu­yente, no les negara los apoyos presupuestarios perúnentes. Por tanto , lo que se ha hecho con más o menos acierto , hecho está.

La hora de las decisiones

Si se opta por dejar enfriar los efectos de este an­nus honibilis , y esperar que escampe el temporal sin tomar decisión alguna, y no se aprovecha con

decisión para mejorar el sistema de control y segu­ridad , pues probablemente no pasará nada. Tony Blair ganará las elecciones, algunos ganaderos per­derán la explotación y la vida, unas pocas industrias cerraran sus puertas con la ruina del empresario y el subsidio de desempleo de los trabajadores, mi­noristas y carniceros en tratamiento psiquiátrico, pero poco más: la ruina de unos pocos y el olvido de otros muchos, y a esperar la próxima.

Aprovechemos la situación para mejorar de forma general el sistema agroalimentario, inos lo están pidiendo a voces! Acometamos una reforma de la PAC urgente y necesaria, realicemos los cam­bios imprescindibles para que las políticas de ca­lidad sean prioritarias en el sector productor. iPor favor! no constituyan doscientas cincuenta y cua­tro agencias de la alimentación, con una de ám­bito europeo y que esté dotada de contenido, competencias y presupuesto, tenemos suficiente; y si además tiene la sede en Barcelona, mejor.

La confianza del consumidor contribuyente, debemos ganarla día a día. Perderla es muy fácil. Pero hay que tener rigor, seriedad y una política de comunicación discreta y adecuada; y a esperar tiempos mejores. pero con el mazo dando.

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La globalización en la distribución agroalimemaria

La globalización en la distribución agroalilllentaria Cl)

ALFONSO REBOLLO ABEVALO

Universidad Autónoma de

Madrid

plantear el análisis de la globalización, sta se presenta como un fenómeno brumador, casi inabordable por su in­ensidad, por lo novedoso de sus ele­

mentos y por lo radical de las transformaciones que se le atribuyen. La globalización se presenta "como una realidad que está por encima de los su­jetos sociales, lo que le otorga un carácter de no opinable, tendiendo a producirse independiente­mente de los poderes, natural y lógico en la evo­lución unidireccional del mundo" (2) , y que su­pondrá además u n momento de discontinuidad histórica, que marcará un ames y un después en el devenir de la humanidad.

Sin embargo, un análisis mas sereno muestra más bien la expansión de un fenómeno tremen­damente importante, la llamada sociedad infor­macional, que marcará un hito histórico, pero pre­cisamente porque da con t.inuidad al modelo eco­nómico del capiralismo, al ampliar los espacios de rentabilización del capiral. De manera que puede afirmarse que lo que sí ha sido novedoso en es­tos últimos años y puede considerarse como la pri­mera característica de la llamada globalización es "la aceleración, profundización, extensión e in­terpenetración de los mercados financieros inter­nacionales, lo que ha supuesto a la vez la debili­tación de las políticas de regulación social en tor­no a los Estados nacionales"

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Manuel Castells (3) señala tres rasgos funda­mentales de una economía globalizada:

- Es informacional "porque la productividad y competitividad de las unidades y los agentes de esta economía (ya sean empresas, regiones y na­ciones) dependen fundamentalmente de su capa­cidad para generar, procesar y aplicar con eficien­cia la información basada en el conocimiento".

- Es global porque la producción, el consumo y la circulación, así como sus componentes (ca­pital, mano de obra, materias primas, gestión, in­formación, tecnología, mercados) están organiza­dos a escala global, bien de forma directa, bien me­diante una red de vinculas entre los agentes económicos.

- Está conectada en red porque, en las nuevas condiciones históricas, la productividad se gene­ra y la competencia se desarrolla en una red glo­bal de interacción entre redes empresariales".

En este aróculo se examina como se concretan los aspectos característicos de la globalización en la actividad de la disrribución comercial de pro­ductos agroalirnentarios. En el siguiente apartado se plantean los aspectos más generales de la glo­balización en la distribución comercial; en el ter­cer apartado se analiza la mundiahzación de los for­matos comerciales minoristas, diferenciando dos de sus aspectos principales, el diseño de los esta­blecimientos y su surtido; en el cuarto apartado se analiza la fmma de expansión internacional de las empresas de distribución comercial; en el quinto apartado se revisan los aspectos informacionales de la moderna disaibución comercial; finalmente, en el último apartado se establecen algunas conclu­siones. Un objetivo de este artículo es conocer como puede afectar el fenómeno de globalización a la producción agroalimentaria española, por lo que el análisis tiene este enfoque principal.

La globalización de las empresas de distribución comercial

Siguiendo la caracterización realizada en el pá­rrafo anterior, la globalización en la distribución comercial minorista se articula sobre los aspectos sigui.emes:

- La internacionalización de los formatos co­merciales a través de la eA'Portación del "produc-

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La globalización en la distribución agroalimentaiia

ro minorista", consistente en la aper[Ura de esta­blecimientos en nuevos mercados sin apenas mo­dificaciones de sus enseñas ni del diseño original de sus establecimientos. Baste recordar que el pri­mer hipermercado implantado en España, en 1973 en la provincia de Barcelona, lucía la ense­ña de su matriz en Francia, Carrefour, y supuso una gran innovación de la distribución comercial española precisamente porque mantenía la tipo­logía miginal, sin apenas adaptaciones a la situa­ción española.

Este modo ele internacionalización de la dis­rribución mino1ista es posiblemente el más carac­terístico debido a su capacidad homogeneizado­ra de los componamienros de los consumidores ele los distintos países y de los productos vendi­dos en esos establecimientos, como condición de globalización ele la producción y circulación de los productos agroalimentarios , que al ampliarse a un buen ele países da lugar a la mundialización de los formaros comerciales minoristas.

La participación ele la financiación internacio­nal en la distribución minorista también ha sido un factor ele expansión de determinados formatos co­merciales , al haberse ligado a la e.'<-pansión de unos negocios minoristas concretos. Así, en España la gran expansión ele los "centras comerciales" ha sido debida en buena parre a la financiación pro­veniente de fondos de pensiones británicos.

- En otros casos la internacionalización de las empresas de la distribución comercial se ha reali­zado mediame la compra de establecimientos ya existemes , a los que se mantiene la enseña co­mercial local y el diseño general del estableci­miento (p.e. Ahold) . Este modo de internaciona­lización se corresponde más con la internaciona­lización de los flujos de capital que con la

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mundialización de la distribución minorista, y tie­ne más significación respecto de la creación de re­des de empresas y con los procesos de negocia­ción con los proveedores , que veremos en otros a panados.

- La internacionalización de las actividades de producción de las funciones de distribución, es decir, de las funciones de compras, constitución y mantenimiento de inventarios , etc ., mediante la creación de redes de empresas, corporativas o me­diante acuerdos emre empresas , da lugar a la apa­rición de "nuevos agentes económicos" especia­lizados. En el caso de las grandes empresas lide­res , se crean frecuentemente nuevas empresas en el grupo rransnacional encargadas de realizar fun­ciones específicas (p.e. la gestión inmobiliaria, la compra y dist:ribución de productos hortofrutíco­las en fresco , etc.) en varios de los países o en to­

dos en los que opera el grupo. Entre las empresas de mediano o gran tamaño

no líderes, la internacionalización de las funciones de distribución tiene lugar habitualmente a través de las "centrales de compra", que aúnan la fun­ción ele compra de buena parre de productos pa­ra sus asociados y centralizan los pagos corres­pondientes , y de acuerdos entre empresas para compartir recursos de distribución e información en mercados de distintos países.

- La gestión de estas redes , corporativas o de asociados, es posible gracias a la estandarización y rápida comunicación de la información, es de­cir, gracias al carácter infonnacional de la gestión de las relaciones entre las empresas ( 4). En la dis­tribución comercial la gestión de la información se basa en la codificación comercial de los pro­ductos (el conocido código EAN. representado en barras), en la normalización de las comunicacio­nes entre empresas y en la existencia de una red de comunicaciones entre las empresas informati­zada. En la distribución comercial viene realizán­dose desde hace años comercio electrónico emre empresas a través del sistema EDI.

La mundialización de los formatos comerciales minoristas

La ex-pansión mundial de unos determinados formaros comerciales se ha realizado bien me­diante la apertura en otros países de nuevos esta­blecimientos que reproducen el formato de éxito desarrollado en el país de migen, con ligeras o nu­las modificaciones para adaptarlos a los gustos lo­cales (Carrefour, lkea, etc.); bien por la compra de empresas locales cuyos establecimiemos adop­tan la enseña comercial y el formato de los de la empresa rransnacional (p.e. la reconversión en su-

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La globalización en la distribución agroalimentaria

LAS 25 EMPRESAS LÍDERES DE LA DISTRIBUCIÓN COMERCIAL EN EL MUNDO

Empresa País de Origen Volumen de negocio Beneficios

Mill. euros % 1999/98 Mill. euros

WAL-MART USA 162.750,8 25,3 8.673,4

CARREFOUR Francia 51 .946,S 60,4 1.244',4

KROGER USA 45.135,4 5,3 1.113,7

METRO 43.952,4 -6,3 690,2

ITM E. FranGia 40.490,0 4,3

HOME DEPOT ugA 38.250,4 27 ,2 3.7B5,8

ALBERSTON 'S USA 37.299 o 45 87 1,8

La expansión SEARS ROEBUCK USA 36.552,5 O, 1 2.345,7

mundial de unos KMAfffi USA :35.753,4 6,7 736,5

determinados TARGET USA 33.541,0 8,9 1.885,9

formatos TESCO Reino Unido 32.773,8 18,7 1.502,0

comerciales se ha realizado bien

J.C. PENNEY USA 31.316, 1 3,3 528,5

mediante la ROYAL AHOLD Holanda 31.073,0 2,9 1.048,5

apertura en otros SPl.FEWAY (lnc) USA 30.925,9 14,7 1.666,0

países de nuevos REW¡: Alemania 30.421,7 4,9

establecimientos ITO-YOKADO Japón 30.113,4 -2,0 1.765,5

con el formato de EDEKA Alemania 29.654,7 1,2

éxito COSTCO USA 26.847,6 13,2 737,5

deSéUTOllado en el TENGELMANN Alemania 26.382,5 -4,1

país de origen, ALDI Alemania 25.982,8 2,3

bien por la J. SAINSBURY Reino Unido 25.71 1,3 5,1 1.656,6

compra de DAEI Japón 25.523,9 -9,4 323,1

empresas locales. JUSCO Japón 24.576,0 2,3 630,4

AUCHAN Franela 23.629,0 4,7

LECLERC Francia 22.767,7 3,0

CINCO MAYORES EMPRESAS DE DISTRIBUCIÓN ESPAÑOLAS (Volumen de ventas superior a 600 millones de euros anuales)

Empresa Volumen de negocio Beneficios

Mill. euros % 1999/98 Mill. euros

El CORTE INGLES 9.435,9 12,1

6 rupo EROSKI 3.846,0 29,6

MERCADO NA 2.722,6 25,2 41 ,2

Grupo INDITEX 1.803,0 12,5 180,3

CAPRABO (Grupo) 1.250,7 26,9 32,6

Fuente: DistribuGlón Actualidad, nº 284. Julio-agosto, 2000

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La globalización en la disrribución agroallrnemaiia

pennercados Champion de los antiguos estable­cimientos Simago). Cuando la expansión interna­cional del producto, el "producto-establecimien­to" (5), afecta a un buen número de países y se ha realizado manteniendo la mayor parte de las ca­racterísticas originales del producro-estableci­miemo, se puede hablar de mundialización de un formato comercial.

La mundialización de los formatos comerciales viene impulsada por la posibilidad de remabilizar en orros países los formatos comerciales que en los países de origen han alcanzado ya la fase de madurez o declive, o errcuemran problemas de lo­calización para nuevos establecimientos, produ­ciéndose lo que se ha llamado "efecto desborda­miento" (6). Para conseguir la máxima rentabili­dad en la e,\."'[Jansión imemacional de las empresas, es necesario que puedan implantarse los nuevos establecimiemos sin necesidad de realizar en ellos grandes rransformaciones para adaptarlos a los gustos locales, lo que implicaría realizar nuevas in­versiones.

Lo que a su vez requiere que en los países re­ceptores se den una serie de circunstancias que afectan a la demanda y al entorno legal de la acti­vidad de distribución.

- La mundialización de los formatos minmistas requiere, por parte de la demanda, primero, que alcance un volumen de demanda suficiememen­te grande y, segundo, que "converjan" los hábi­tos de consumo y de compra de grandes grupos de consumidores de los distintos países, es decir, que las preferencias de éstos tanto por los pro­ductos que desean, como por los lugares y modos de comprarlos sean iguales o muy similares. La si­militud ele unos y otros hábitos entre grupos de población suficiememente numerosos de distin­tos países, da lugar a la formación ele segmentos

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de demanda trasnacionales (7) en los que se apo­ya la mundialización de las empresas minoristas.

- Por parte del mercado al que se "e;.,,-porta" el nuevo formato, es preciso que éste suponga al­gún grado de innovación en la oferta minorista, ob­\~ameme cuanto mayor sea el grado de innovación y siempre que exista suficiente demanda, más fá­cil será la implantación en el nuevo mercado. Es decir, que se plantea como requisito la e .. istencia de un relativo grado de inmadurez de los merca­dos minorista:S y de demanda insarisfecha, en los países receptores de los nuevos formaros. De esta forma , la in temacionalización de los formatos co­merciales se apoya en un proceso similar al de e,x­pansión del consumo de los productos innovado­res, por el cuál éstos comienzan su introducción como "bienes superiores" , cuyo consumo corres­ponde principalmeme a los grupos de demanda con mayor capacidad de gas ro, para poste1ionneme convenirse en "bienes normales", a medida que su consumo se extiende a los grnpos ele demanda con menor capacidad de rema. Esta consideración de los formaros comerciales minoristas como pro­ductos, en pri.ncipio superiores, podría ayudar a explicar la aceptación de los nuevos formaros por grnpos de demanda cada vez mayores.

- La imroducción ele un nuevo formato co­mercial, especialmente cuando se trata ele forma­tos ele gran superficie de ventas , requiere modifi­car la normativa legal del país receptor, que al es­tar adaptada a otros formatos y otros usos comerciales y hábitos de compra, emorpece el de­sarrollo de los nuevos establecimientos. Así, son típicos los procesos de clesregulación ele la activi­dad comercial , como ocunió con el paradigmáti­co R. D. de abril ele 1985, de liberalización de los horarios comerciales, el llamado "Decreto Boyer". Otro área legal fuertemente afectada por la inter­nacionalización de los formatos comerciales es el ordenamiento urbanístico, que debe recoger la im­plantación de unos elementos urbanos nuevos (8).

Aunque la discusión de estos aspectos es mu­cho más amplia, en estas notas nos limitaremos a selialar brevemen re sólo un par de cuestiones más. En primer lugar, debe hacerse notar que la des­cripción realizada no se corresponde totalmente con la situación que es posible encontrar en paí­ses con un sistema de distribución desarrollado. En estos casos la penetración de nuevas empresas y formatos minoristas, aliade el factor de compe­tencia entre grandes empresas que luchan entre ellas por conseguir cuota ele mercado, en situa­ciones de demanda satisfecha o, en todo caso, só­lo ligeramente creciente y con escasas posibilida­des de "descremar el mercado" dirigiéndose a los grupos de mayor gasro. La diferencia con la si-

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La globalización en la distribución agroalimentaria

La mundialización de los formatos comerciales viene impulsada por la posibilidad de rentabilizar en otros países los formatos comerciales que en los países de origen han alcanzado ya la fase de madurez o declive.

tuación anterior es que la competencia que en­frentan las empresas que pretenden penetrar en un nuevo mercado, ya no se compone de peque­ñas empresas o microempresas de comerciantes rradicionales, sino de empresas que detentan im­portantes cuotas de mercado.

La estrategia de crecimiento de las empresas en los mercados evolucionados, en los que ya e.\.isten estab lecimient0s similares a los de la empresa rransnacional, se fundamenta en muchos casos en el crecimiento externo, mediante la compra de em­presas locales a cuyos establecimientos se les cam­bia la enseña y formato por el de la empresa trans­nacional, agudizándose entonces los procesos de concemración empresarial.

El papel que en estos casos juega la regulación de la actividad comercial continua siendo funda­mental, aunque en muchas ocasiones se trate de regu lar de nuevo la actividad de venta minorista para ordenar la competencia entre empresas, fun­damentalmente emre grandes empresas. Un ca­so que ilustra bien esta asimetría entre clesregula­ción -cuando la competencia es entre grandes y peque ñas empresas-y nueva regulación -cuando la pugna competitiva es entre graneles empresas, unas ya instaladas en el mercado y on·as que pug­nan por entrar en él- , es el de las Leyes ele co­mercio interior de varias comunidades autónomas, como Murcia y Madrid, que "regulan" la implan­tación de establecimientos de descuento, impo­niéndoles la necesidad de obtener la llamada se­gunda licencia, aun cuando su tamaño no alcan­ce, ni mucho menos, los tradicionales 2.500 metros cuadrados a partir de los que se conside­ra que un establecimiento es ele gran superficie. Tamo en un caso -desregulación- como en el otro -nueva regulación- se uti lizan simi lares argu­memos: la de[ensa de la competencia y, en defi­nitiva , ele los derechos ele los consumidores. El que se utilicen argumentos simi lares para Llevar a

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cabo políticas contradictorias, indica poco respe­to por la argumentación, pero es perfectamen te válido dentro de la lógica de la globalización, tal como se está realizando.

La mundialización de los formatos comerciales llevada a cabo por las principales empresas glo­bales se ha basado, como venimos diciendo, en la expansión internacional de formatos comerciales homogéneos. De los distintos factores que com­ponen la definición de la forma hipermercado (a cuya eA'Plotación se dedican las dos mayores em­presas mundiales de la distribución; (ver cuadro adjunto), tres son los principales a la hora ele ana­lizar el grado ele adaptación a los gustos de los con­sumidores ele los mercados locales: la localización, la técnica de venta y el surtido. Los dos primeros se manti.enen prácticamente constantes en todos los países en que se han instalado, localización pe­riurbana y técnica de venta en libreservicio, lo que implica la imroclucción de nuevos hábitos de com­pra entre los consumidores (como el acceso a los establedmientos en vehículo particular, para rea­lizar la compra ele bienes cotidianos), así como la homogeneización del nivel de servicios en el acto de la compra condicionada por una misma técni­ca de venta , el libreservicio.

El surtido de los hipermercados es el factor en que aparece una mayor adaptación a los usos y gustos locales , aunque sólo aparentemente. La va-1iación de los surtidos afecta sólo a los productos de algunas categorías, pero manteniendo la mis­ma esrructura de o[ena, es decir, las mismas sec­ciones y categorías de productos. Por ejemplo, to­dos los hipermercados mantienen una sección de carnicería, pero podrán variar las carnes que en ella se vendan, in traduciendo carne de serpiente en los esrablecimientos del sudeste asiático , o evi­tando la carne de cerdo en los situados en entor­nos de demanda de musulmanes. Pero la estruc­tura ele ofena ele los establecimientos seguirá sien­do la misma, pues se basa sobre el tipo de compra: la "compra fuerte" o de "carro lleno", antes que sobre los productos en panicular. En todo caso, esta adaptación a los gustos locales es mínima comparada con la homogeneización que suponen los productos con marca de distribuidor, que ba­jo el amparo de la enseña comercial globalizada salvan las reticencias que puedan tener los con­sumidores ame marcas desconocidas. La garan­tía del producto no la ofrece ya el productor, sino el distribuidor (9).

La posible cli[erencia en la configuración de las secciones ele los establecimientos, en nuestro ca­so, entre los hipermercaclos de una misma ense­ña situados en di_ferentes países, es debida a las distintas fases de evolución de los mercados lo-

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La globalización en la distribución agroalimentaria

cales, pe.ro en el sentido antes mencionado de ex­pansión de. los bienes. En los países menos evo­lucionados se. instalarán estable.cimientos con la configuración que. años atrás tenían en e.1 país de. origen, evolucionando (en el número y tipo de. sec­ciones y servicios de. venta) a medida que. lo bace. la de.manda local y siguiendo las pautas que. si­guieron antes los estable.dmie.ntos del país matriz. Se. trata de. nuevo de. un proceso de. expansión por imitación de. los países pioneros, antes que. una adaptación a los gustos locales.

Como se. desprende. ele lo comentado en pá­rrafos anteriores, la mundialización ele. los forma­tos comerciales se. ha producido sin re.alizar nota­bles transformaciones en ellos. Se ha globalizado la producción de los servicios de. distribución mi­norista de. forma bastante. homogénea , a través de. la expansión de. productos-establecimiemo muy nonnalizados, apoyándose. en la convergencia de. los comportamientos ele. los consumidores de. dis­tintos países. Tal vez esta sea una nota caracterís­Lica de la globalización ele. la distribución comer­cial. Si es cieno que. la globalización comporta el paso "de. la producción en serie a la producción flexible " o del "fordismo al post.fordismo" (10), la Llevada a cabo me.diarne los formaros de hiper­me.rcados y supermercados, principales líneas de. negocio de. las mayores empresas de distribución globalizadas (fo globalizantes?, no es precisamen­te lo mismo), no cumple esta condición , sino que se ha basado en la producción en masa y en el con­trol de. la evolución de la de.manda, marcando a ésta cuáles son las fom1as superiores de sus com­portamie.rnos de compra. La mundialización de los formaros comerciales se. ha lle.vado a cabo me­diante la práctica del fordismo en la producción de los servicios de distribución, que conlleva la homogeneidad en la gestión ele. los hogares, al me­nos en su función de aprovisionamiento.

Si esto es cierto, habrá que. admitir que la glo­balización supone. un "pensamiento único" para

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los ciudadanos que caen bajo su égida, pero no im­pone. la misma restricción de "acción única" a las empresas, a las que dejaría en libenad para actuar en función de sus intereses de. re.ntabilización.

Redes de empresas e "informacionalización" en la distribuci6n comercial

La mundialización de. las empresas de distri­bución comercial también tiene como objetivo principal la consecución de poder de negociación ame los proveedores y mayor capacidad de. e.lec­ción de. proveedores en los mercados internacio­nales, a fin de conseguir disminuciones de. precios de compra de los producros y mejores condicio­nes de aprovisionamiemo que. disminuyan los cos­tes de. producción de las funciones de distribución en los mercados intermedios (transporte., mante­nimiento de. inventarios, ciclo de. pedidos, etc.). La negociación de unos y otras se. fundamenta en la existencia de. una elevada cuota de mercado en los mercados finales que. otorga a los distri­buidores un elevado poder de. compra, a la vez que. les da el carácter de imprescindibles, ante. los pro­veedores, para vender en los mercados en los que mantienen la condición de. pre.dominantes .

Por supuesr:o, este objetivo de me.jora de los tér­minos del aprovisionamiento se. mantiene. en el concepto de g"lobalización de. las empresas ele dis­tribución ¿cuál es entonces lo novedoso del con­cepto respecro ele. la distribución comercial?. La respuesta suele consis tir en afirmar que. la pro­ducción y la disoibución se realicen en re.des em­presariales en las que las empresas multinaciona­les "son un componente esencial , pero un com­pone.me que. n.o podlia funcionar sin el resto de la red" (11). De aquí se deducen dos características que de.ben tener las organizaciones d e. distribui­dores para poder ser consideradas globales: man­tener relaciones estables entre. los miembros y ar­ticularse en tomo a nodos , que serán las empre­sas con mayor capacidad de organizar eficaz y eficientemente las funciones del conjunto de la red. Nada ele. esto es nuevo en los canales de dis­tribución , en los que es habitual la e,'<istencia ele relaciones estables entre los participan tes en el ca­nal , así como e:! liderazgo del que. tenga mayor po­der de control del proceso ele comercialización en un mercado dete.nninado (12).

Lo nuevo de la organización global, en nuestro caso de la globalización de. los canales de distri­bución, es, corno señala Achrol, la constitución en redes que se organizan con una nueva cultura de cooperación, en las que destaca el cambio del con­cepto de "alianza funcional", como forma de or-

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La globalización en la cllsrribución agroalimernaria

Los acuerdos ECR (Respuesta eficiente al consumidor) se encuentran implantados en toda Europa. En España participan más de 100 empresas de producción y distribución

ganizar la actividad de los canales ele disnibución, por el ele "alianza es¡ra¡égica". El concepto de "alianza funcional" se conesponde con el de ca­nal de dis¡ribución comercial en red ("Vertical Market Net\'lorks") (13) , cuya unidad funelamen~ tal son las "relaciones duales" ("dyadics") que se establecen entre los panicipantes en el canal de distribución , que habi tualmente se basan sobre el ejercicio de poder del líder que "administra" el ca­nal, legitimado por su mayor capacidad para con­seguir la mayor eficiencia y esrabihelad del canal en un determinado mercado. Este objetivo de me­jora continua de la eficiencia y de adapración a la evolución del mercado, e,xige que tanto el líder del canal como el resto de los participantes manten­gan un comportamiento oportunista, de manera que puedan eliminarse los panicipantes menos eficientes y darse entrada a otros nuevos , a la vez que los participames en el canal puedan salir cuan­do encuentren en otras redes de disuibución me­jores condiciones. Este es un comportamiento tí­pico entre los asociados a centrales de compra , en las que con cierta frecuencia se producen bajas en una cemral ele compras o transvases ele empresas entre la dos e,x-istentes en España (13) .

Esra íle,xibilldacl hace que sea difícil crear una frontera que demarque la supraorganización , den­tro de la cuál se respetan los intereses mutuos y la interdependencia entre los participantes en el ca­nal (14). Además , el poder de negociación del lí­der que impone duras condiciones en las relacio­nes duales con los otros participantes en el canal, basadas en descuentos en precios y transferencias ele costes hacia los participantes más débiles, tie­ne como límite ele la posibilidad ele ob¡ener nue­vas "mejoras de productividad, que penniran que las ganancias ele unos no supongan necesariamente pérdidas para los otros participantes en el canal. Cuando la si tuación llega a ser de "suma cero", el control del canal cambia de forma" (15).

Una vez agotadas las posibilidades del ejerci­cio del poder, es necesario articular un nuevo sis­tema de relaciones en las que se den lugar a nue­vas mejoras ele la productividad. "El nuevo siste­ma de producción depende de una combinación ele alianzas estratégicas y ele proyectos de coope­ración ad hoc entre corporaciones y redes ele pe­queñas y medianas empresas que se conectan en­tre sí y/o con grandes co11Joraciones o redes de cor­poraciones" (16). Estas redes se caracterizan por:

- El centro ele las relaciones ya no es sólo el nú­cleo formado por las relaciones duales entre los par­ticipantes en el canal, sino también las relaciones horizontales en los distintos niveles ele la red.

- Las relaciones se arüculan sobre la coopera­ción de los participantes en el canal, de manera

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que se refuercen mutuamente -todos mejoren la consecución de sus objetivos- y mantengan rela­ciones estables a largo plazo, que evi ten pérdidas a los panicipantes en el canal, por comporta­mientos oportunistas de alguno de ellos.

lnsti tuciones típicas de este tipo ele relaciones horizontales y de acuerdos de cooperación, es lo que se ha dado en llamar "coomarketing" (17), por el que los participantes en el canal, productores y distribuidores, coordinan la realización de algunas de sus acciones de marketing, promociones, fun­ciones ele aprovisionamiento , configuración de los lineales, etc. Y, sobre todo, los acuerdos para la ri.rn­plantación del sistema de "Respuesta eficiente al consumidor" (ECR, según sus siglas inglesas). Los acuerdos ECR se pusieron en marcha en Estados Unidos a principios de los años novema, a fin de sistematizar las prácticas de colaboración entre pro­ductores y distribuidores para "dado un objetivo ele n ivel de servicio, reducir los costes e incre­mentar las ventas del canal" (18). Los acuerdos ECR se encuentran implantados en toda Europa; en España participaron en 1999 más de 100 em­presas de producción y distribución (19).

- El canal se convierte en una red con distin­tos nodos y subredes, algunas de ellas corporati­vas, generadas por la creación por parte de las grandes empresas de nuevas unidades empresa-1iales y centros operativos especializados de ca­rácter autónomo.

Es significativo señalar aquí la creación, en 1985, de SOCOMO (Sociedad de Compras Mo­dernas) por la entonces PRYCA. Esta empresa se dedica al aprovisionamiento de frutas y hortalizas de los cenrros Carrefour, tanto de los localizados en España como en otros países , así como al de esrableci.mientos de otras empresas en el Reino Unido con las que Carrefour mantiene acuerdos. En sólo quince años SOCOMO se ha convertido en la segunda opereclora mayorista en el merca­do español y en la cuarta exportadora de frutas y verduras (20).

La cuestión es como prevenir la desintegración ele la red y como lograr ~a cooperación ele partici­pantes en el canal que son renuentes a la coope­ración y mantienen comportamientos oporrunis­ras. La solución la encuentra Achrol en la adopción de una nueva "cultura" en las relaciones entre los participantes en el canal, cuyos principios básicos serian [uerre lealtad en las relaciones verticales en el canal , intenso diálogo en las relaciones hori­zontales, confianza entre todos los participantes en canal y compromisos a largo plazo entre ellos, jun­to con el manrenimien to y respeta de unas normas sociales de comportamiento, referidas a aspectos tales como solidaiiclad (en el sentido de unidad en-

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La globalización en la disttibución agroalimentaria

tre los miembros de la red); mutualismo (emen­dido como la acruación guiada por el imerés mu­tuo y reparto equitativo de los beneficios [u turas) ; flexibilidad (como aceptación de que los aspecms fundamemales de la relación serán respetados an­re la posibilidad de rener que modificar los rérmi­nos de la relación para adaptarse a los cambios en los mercados); y resolución armónica de los con­llicros (basada en el interés mutuo y la solidari­dad de los miembros del canal) (21).

En España se ha imentaclo en los últimos años que las empresas adopren un "código de buenas prácticas comerciales" que evite ciertas prácticas rayanas en el abuso ele posición dominante, como los excesivos aplazamiemos ele pago,)' arbirre me­canismos imemos a los canales para la resolu­ción de conflictos sin necesidad ele acudir a los tri­bunales. Pese a la e21.'istencia ele una interpelación parlamemaria y a haberse plameado la cuesüón en el Observamrio de la Disrribución Comercial de la Secretaría de Estado de le Comercio Interior, el único logro hasta la [echa son los códigos de bue­nas prácricas puestos en marcha por entidades pri­vadas, como es el caso del elaborado por AECOC (Asociación Española de Codificación Comercia]) en colaboración con una empresa multinacional de consultoría.

La úlrima ele las caracrerísticas definitorias de la globalización es la de ser "informacional". En la distribución comercial hace ya años que funcio­nan los SIE (Sistemas de Información Empresaiial) irnemos, conectados a los SlE de orras empresas, a través de los cuales se realiza lo que en una jer­ga propia de "la red" se conoce como negocio B2B ("Business to Business") . Las dos piezas funda­memales del comercio entre empresas en la dis­rribución comercial son la codificación EAN ("Eu-

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ropean Arride Number") de los producro , que se representa en barras suscepribles de ser leídas por un escáner; )' d sisrema EDI, de Intercambio Elec­trónico de Información entre empresas. Ambos sistemas y, sobre todo este último, suponen un pa­so importante en la cooperación entre empresas. Los sisremas EDI pueden ser definidos "como un sisrema de información interorganizacional de carácrer cooperativo" (22), ya que las empre­sas se muestran dispuestas a comparrir un recur­so ran iroponante como es la información sobre mercados, y como un modo de globalización de las operaciones mercantiles, en ranto que los sis­remas EDI no tienen más fronrera que la que quie­ran imponerse sus participames (23) . Con rodo, los sisremas EDI tienen un carácrer instrumemal , como soporte de los acuerdos de colaboración en­tre empresas. Sus objetivos son la disminución del cosre de las operaciones del ciclo de pedido, la eli­minación de errores, redundante en cuamo a la disminución de cosres, )'la mejora de los térmi­nos en que se realizan los aprovisionamiemos, con criterios cercanos a los de "jusr in time" (2 4). La mera descripción de los caracrerísticas funda­memales de la recnología EDI ilustra bastante bien la imponancia de estos Sis[emas:

a) Transmisión electrónica y rápida de los dams. b) Utilización de documemos comerciales es­

randarizados y de formato predefinido. c) Transmisión de sisrema a sisrema. d) Caráner cooperativo e imerorganizacional (25).

A modo de conclusiones

En es[e aro:culo hemos realizado una aproxi­mación a lo que significa la ªglobalización" en la disrribución comercial. Reconozco que, antes que nada, he desconfiado de un concepm que se pre­senta como totalitario, inevitable y de imerprera­ción unívoca. El examen detallado del fenómeno de la globalización lleva a concluir la conrinuidad de buena parte de sus elementos respecro de fe­nómenos ameriores )'ya muy antiguos como los modos de reproducción ampliada del capital. Lo que no significa restar un ápice de importancia a la mundialización creciente de las actividades, en nuestro caso, de la disnibución comercial. Se tra­ta únicameme de no aceptar el "pensamiento úni­co" que implica la interpretación "oficial" del fe­nómeno, preservando la libertad de pensamiemo.

La importancia ele la mundialización y la "in­formacionalización" de la distribución comercial es enorme por cuanto que significa dar un paso mas allá en la privarización de los espacios de uso público, como son los mercados , y en esa medi­da, la posible exclusión de los mercados más re-

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La globalización en la disoibución agroalimentaii a

En España se ha intentado en los últimos años que las empresas adopten un "código de buenas prácticas comerciales", que evite ciertas prácticas rayanas en el abuso de posición clonti.nante,como los excesivos aplazanúentos de pago.

levantes de las empresas, de producción y distri­bución, que no dispongan de los medios adecua­dos -tamaño de su producción, recursos tecno­lógicos, etc.- para incorporarse a las redes mun­diales e informacionales de empresas. Si el consenso sobre la conveniencia de la globahzación es generalizado, debieran arbitrarse medidas para que la Schumpeteriana "creación destrnctíva" de la globalización no imponga una única lógica de renrabilización, empujando a la desaparición de empresas que pueden ser eficientes fuera de esa "lógica única".

Un repaso de los principales daros, sugiere que el grado de globalización de la distribución co­mercial española de productos agropecuarios se caracteriza por las notas siguientes:

- Hay un grado considerable ele internacionali­zación, motivado por la participación de empre­sas extranjeras en la distribución en España, mien­tras que la tnremacionalización ele las empresas es­pañolas del sector es nula.

- Efectivamente, se han desarrollado canales de distribución como "redes verticales de distribución".

- Sin embargo, el sentido de cooperación en rre empresas aún se encucmra muy poco extendido, al­canzando sólo a un pequeño grupo de grandes em­presas, asociados a los reciemes acuerdos ECR.

- Desde el punto de vista del análisis se abre un amplio campo ele trabajo. Estas notas pretenden ser sólo una aportación a la discusión, necesaria­mente más amplia de la globalización de la distri­bución comercial.

NOTAS

(1 ) Este trabajo se lia beneficiado y fomw pai1.t: de los rc­Sll ltados del proyecto PB98-0068, Cono::ntración, Compe­tencia y Comercio Mino1ista, ele la DClCYI (2) ALONSO, L E. fa1bajo y posmodernidad: el empleo dé­bil. Ecl. Fundamentos. Madlid, 2000. Pág. 22.

(3) MANUEL CASTEUS. La Em de la lnfon11ación. Vol. 1. La sociedad red. 2ª edición. Alianza Eclitolial. /vlad1id, 2000.

(4) Espero que se me di.srn lpe este rodeo para evitar Liti/i.zar el ténnino "infonnaciona/i~ación ".

(5) Ver en REBOLLO, A. "La clasificación ele las fomws comerciales: el "producto es tableci111ie11to". Distiibució11 y Consumo, nº 10. (6) CASARES,). Y REBOUO, A. Distribución comercia /. 2" edición. Ed. Cfvitas, Mad1id, 2000.

(7) Nos refelimos a los co11surnidores de los países que se be­n ~fic ian de la globa/ización, por supuesto, ya que amplias za11as del planeta y muchos millones de personas están ex­cluidos de los potencia/es beneficios de la globalizació11 , aw1-que participe11 , incluso cn1elme11te, de sus inco11ve11ie11tes. (8) No es infrecuente que las p1imeras implantaciones de es­tablecimientos de gran st1pe1jície deban "sortem·" el vacío le-

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gal w·banístico. Es bien conocido c¡ue el pri111er hipennerca­do implantado en Espafla, en 1973, se i.11staló en suelo cali­jicado de uso agrario, nonnalizándosc su sitLiación legal con la posterior recalificació11. del suelo. (9) Las marcas ele c/istlibuido1· complementan el fcnó111e 110

tmifonnador de los co111po1tamientos ele las marcas nmn­

dia les de Jab1ica11tes, pero profundizando/o, pues gracias a ellas es posible es posible salvar ciei1.as preferencias por lo lo­cal. ele los consumidores. La denominación ele "salchichas tipo Fra nifowt" amparado por la marca de w1 gran disbi­buido1; posibilita que las salchichas haya n sido elabomdas en .Lleida, por ejemplo. (10) CASTELLS, M. La era de la información .... Ob. cit.;

pág. 204.

(11) CASTELLS, M. La cm de la i11fon11ación . ... Ob. cit.;

pág. 158. (12) ACHROL, R A. "Clwnges i11 the Theoiy of 111terorga­nizational Relations in Madiet:ing: Toward a Networl< Pa­radigm ". ]ourna! of Academy of Marlieti.ng Scicnce. Vol. 25, nº 1, 1997; págs. 56-71. (13) Las dos centrales de co111pras existentes en España en

el sector de bienes de gran co1m11110, tras el proceso ele co11-

ce1Hració11 habido a Jo largo ele los aiios noventa, son LFAy EUROMADl, que facturan en tomo al 1,5 billones de pese­t.as anuales. Ver CRUZ, J. (Coordinador). Los canales de di5-t1i/n1ci.ón de gran consw110. Co11.ce11tradó11 y competencia. Ed. Pirámide. Madlid, 1999. (14) ACHROL, R. A. "Clrnnges ... "Ob. cit.; pág. 61. (15) CASARES,]. Y REBOLLO, A. Dist1ibt1ció11 comercial. 2" edición. Ed. Cívitas, /V/ad1icl, 2000.

(16) CASTEUS, M. La era de la infomwción . ... Ob. cit.;

pág. 159. (17) BOl, A. Y BUCANEVE, R. 'f\1·ce e i11stru111e11ti della co/aborazjone di canal lra la Indust1ia de Marca e Disui­bt1cio11c Moderna ". 1i·ade lvlarlleting, nº 10; aLiiil, 1994.

(18) DOMENECH,]. 1imlc Marhct ing. Ed. ES1C. Madiid, 2000Pág 89 (19) DOMENECH,J. ibiclcm. (20) MATÉ, V. "CmTefottr colidera la exportación hortofrn­tíco/a". El País. Negocios. 22 de ab1il, 2001; pág. 15. (2 1) ACHROL, R. A. "Clianges ... "Oh. cit.; pág. 65 y sgtes. (22) SANCHEZ,J. Y WQUE, I "Evolución cid uso del EDI en la clist1i/mción comercial en España". Di5t1ibució11 y Con­

sumo, 11º 56;febrero-111arzo. 2001. Pág. 7.

(23) Los sistemas EDI, en p1incipio, se artirnlan sobre redes plivcrdas de comw1icaciones. En Espaiia el sistema EDI se i111planta a partir de 1990 como red pmtirnlai; sólo recie11-tc111ente , a partir ele febrero de 2000 e.\iste la posibilidad de 11egocia1· con EDJ a través ele Internet (Ver en

DOMENECH,]. Tr·ade Marl1eting. Ob. cit., pág 88). (24) ACUIRRE, M. S., LAFUENTE, A Y TAMAYO, U. "Las opcracio11es comerciales clestrónicas: reperrnsiones en la cadena logística". Disliibució11 y Consumo, nº 55, di­ciembre 2000-enero 2001; pág. 58. (25) SANCHEZ,). Y LUQUE, I "Evolt1ció11 del uso del EDI ... " Ob. Cit.; pág 7.

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Globalización y hábitos alimentarios

Glo balización y hábitos alimentarios

HECTOR

Consi1ltor in temacional.

Experto en agiirnltura y a Hmentación

N os pasamos la vicia hablando ele la glo­balización y ele sus consecuencias so­bre la vida de las personas, de sus be­neficios y, últimamente, de sus cada

vez más perceptibles efectos perniciosos. Termi­nada la resaca provocada por la caída del Muro de Berlín , y finalizado el equilibrio bipolar que con­figuró durante casi 50 afias el panorama interna­cional, el nuevo orden mundial, esa especie de pax americana plagada de conflictos regionales, de gue­nas étnicas y religiosas y de desigualdades extre­mas , aparece como el escenario en el que, previ­siblemente, se clesanollarán nuestras vicias en los próximos aflos.

En cualquier caso , nada nos pem1ite suponer que hemos llegado, utilizando una Erase que tuvo su momento de popularidad, "al fin de ninguna historia". Los cambios se aceleran , surgen nue­vas contradicciones y fricciones y, aunque no se vislumbren en el horizonte modelos alternativos a este nuevo orden mundial, el futuro no parece ser ese camino de sentido único como, en algún mo­mento, se nos pretendió convencer.

La globalización, simplificando quizás de ma­nera abusiva, se basa en la expansión a nivel mun­dial de los mercados como elementos de regula­ción de la actividad económica, mientras que a ni­vel politico-cultural, el modelo estadounidense parece haber reafinnado una hegemonía que ya es­taba presente en la etapa anterior.

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Los capitales financieros han sido y son la pun­ta de lanza de todas estas transformaciones . Es, de hecho , en ese ámbito donde la globalización pue­de ser percibida con mayor claridad.junto a ellos, los medios de comunicación masivos y la rápida evolución de las tecnologías de las comunicacio­nes y de la información han permitido crear la base material que sustenta unas radicales trans­formaciones en las relaciones laborales, en los sis­temas productivos y en el papel tradicionalmente asignado a los Estados nacionales.

Globalización e integración son presentadas , a menudo , como dos caras ele un mismo proceso histó1ico que conduce a un mundo en el que las barreras de todo tipo parecen tener una impor­tancia cada vez menm La rápida innovación, la in­tensilkación de la circulación de las riquezas y de Los conocimientos son presentadas como ras­gos positivos que caracterizan a esta nueva época. Por el contrario, la imposición de las reglas del mercado como elementos reguladores de todas las relaciones sociales ha tenido como consecuencia una mayor desarticulación social, un incremento de las desigualdades y de las bolsas de marginali­dad y de e.xclusión, tanto en el seno de cada país como a escala internacional.

Lo cieno es que, hoy por hoy, la tiqueza se en­cuenrra cada vez más concentrada y la brecha en­rre ricos y pobres no hace sino aumentar. Para los defensores de este proceso, se trata de una situa-

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Globalización y hábitos alimentarios

ción pasajera que concluirá cuando las riquezas generadas caigan en cascada sobre los grupos y los sectores menos afortunados. Para sus detractores, la lógica de este crecimiento clesregulado amena­za a la propia supervivencia del planeta, mien o·as lireralmeme mueren de hambre y desnmrióóo unos 45 millones ele seres humanos por aiio. Y, lo que es peor, todas esas muertes ocurren no por­que falten los alimentos en este mundo, sino por­que los muenos eran incapaces de pagarlos.

En este artículo vamos a hablar ele globalización y hábitos alimentarios, pero antes de comenzar hay que precisar que esa es una cuesúón que, de momento, afecta a una parte relativamente redu­cida de la población mundial. Para muchos , el dUema es, más concretamente, el de comer o mo­rir ele hambre. Según el Informe de Desarrollo Hu­mano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el 20% más rico de la po­blación mundial acapara el 86% del PlB planeta­rio, mientras que el 60% mediano dispone del 13% ele la riqueza y el 20% más pobre sólo del res­tante 1 %. En ese contexto, es evidente que para vatios mUes de millones de personas hablar de gas­tronomía no deja ele ser un sarcasmo.

La alimentación como hábito cultural

El hombre, de alguna manera, es un producto ele sus hábitos alimentarios. Los graneles avances en el aprovechamiento de los recursos alimenta­rios disponibles en su entorno han marcado hitos fundamentales en su historia evolutiva y configu­ran un elemento clave para entender sus culturas e, incluso, su morfología. "Somos lo que come­mos" es mucho más que una frase rotunda. Las

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diferencias entre las grandes cocinas del mundo son consecuencia de las Limitaciones y oportuni­dades ecológicas pero, también, de un heterogé­neo conjunto de püncipios y normas que fom1at1 lo que llamamos cultura. La interacción entre cul­tura y alimentación tiende a ser un camino ele do­ble vía, en donde las influencias son mutuas.

Sea como sea, lo cieno es que la gastronomía ha sido y es un elemento clave para la definición de una cultura determinada. Cuando entramos en un res taurante chino o en un mexicano sabemos que las ofertas gaso·onómicas, de alguna manera, representan una cletenninada tradición cultu ral, igual que si escuchamos un mariachi o vemos una represemación de la Ópera de Pekín.

Que no todos comemos lo mismo es algo bien sabido y que asignamos valores a los alimentos dis­ponibles a nuestro alrededor, derel111inando lo qué es bueno y lo qué es malo para comer, rampoco necesita muchas exphcaciones. Las paradojas ali­mentarias son un campo plagado de curiosidades. Nuestro esti mado maiisco produce autémica re­pugnancia en muchos pueblos del planera, in­cl uso la benemérita Leche genera una verdadera aversión entre amplios contingentes de la pobla­ción mundial y no solamente por la i.nsuficiencia ele una enzi.ma que les impide una adecuada ab­sorción ele La lactosa. Por contra, nosotros no in­gerimos ratas o larvas de insectos, alimentos ha­bituales en muchos lugares del mundo.

En resumen, la alimentaci.ón aparece como uno de los p1incipales rasgos que definen una cletemú­nada área culrural y constituye uno ele los elemen­tos más evidentes de la gran diversidad de las cul­turas humanas. Ahora bien, igual que no pode­mos asumir la inmutabilidad de las culturas, como si existiera una esencia universal que clefüúera el ser "espaiiol" o "japonés" o "kurdo" Oa sombra del mi­to platónico ele la caverna es mucho más alargada de lo que a veces creemos), tampoco La gasrrono­mía es una esencia que se prolonga a través de los siglos. Igual que las culturas son construcciones his­tó1icas, sometidas a cambios y síntesis constantes ele nuevos elementos, los hábitos alimentarios van transfom1ándose con el paso del tiempo.

Un fenómeno relativamente reciente, en ese sentido, es el de la creciente homogeneización ele los hábitos alimentarios en muchas zonas del planera. La imagen más visible de ese proceso es La constituida por la proliferación ele determina­dos establecimientos de la Llamada "comida rápi­da", si utilizamos un tono relativamente aséptico, o ele "comicia basura", asumiendo una clara car­ga peyorativa. En la actualidad, es posible comer una oferta gastronómica idémica en Dakar, en Sevilla o en Hong Kong.

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Globalización y hábitos alimentarios

En la actualidad casi todo el mundo asume que los españoles comemos de manera abundante y saludable. Pero hay que recordar que hasta no hace mucho tiempo el hambre era una realidad cotidiana.

Más aliá de la aloración que establezcamos so­bre ese tipo de comida, lo cieno es que la difusión de unos determinados hábitos de vida y el presci­gio de un modelo de consumo que se rransmite a rravés de los medios de comunicación pueden ser las causas principales que explican ese fenó­meno sorprendeme. La intensificación de los in­tercambios, la globalización en suma, ha llegado, como no podía ser de arra manera, a los hábitos gasrronómicos y ese fenómeno no parece que va­ya a ser fugaz . Emte un pmrón de consumo uni­versal que configura las demandas de ropa, de ocio o de alimentación.

Curi.osameme, la reacción frente a la extensión de la "comida global" es similar a la que se obser­va ame otros aspectos de esca homogeneización "desde aniba" que fo1ma uno de los rasgos más carac rerísticos de nuesrro riempo. Para unos , la modernidad es un proceso positivo)' deseable. Sus defensores son los nuevos herederos del miro oc­cidenral del progreso, según el cual la humanidad avanza en una senda que conduce a rravés de su­cesivos esradios a siruaciones más plenas y posi­rivas. Los derractores de ese proceso rambién tie­nen modelos presrigiosos a los que acudir La nos­ralgia de la "edad de oro" o del "paraíso perdido" es ran vieja, o más, que la idea del progreso. La conciencia de la pérdida irreparable de una épo­ca feliz ya afecraba al poera Hesíodo en el siglo Vil a. C. jumo a esra idea ran querida para el pensa­miemo occidemal, aparece la defensa de la diver­sidad como el orro gran caballo de batalla que se opone a ese avance iITesistible de los nuevos há­biros de vida . Somos como somos )'no quere­mos que nos cambien, parecen decir los que se re­sisten a emrar en un McDonald.

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La polémica está servida, miemras que la lógi­ca de las cosas avanza sin somererse a los dicrados de la razón. La globalización se impone por rodos siüos, los capirales campan a sus anchas por en­cima de fronteras, Es rados y culturas . Los me­dios de comunicación transmiten valores y cos­tumbres que rompen los localismos más asenra­dos. Los sarélires vigilan con sus ojos mecánicos el mundo que se desenvuelve a sus pies, mientras que, allí abajo, unos tienen problemas derivados de un consumo excesivo, mienrras que para orros la comida que ingieren apenas les permire poner­se en pie. La globalización es una cosa rara; que se lo cuenren a los que esperan subirse a una pa­rera para poder dar el salto al mundo de las ma­ravillas, aunque al final eso signifique acabar re­cogiendo alcachofas, sin con traro, viviendo en una cueva y con el miedo a que les pidan la docu­mentación en cualquier control.

La dieta mediterrénea y los españoles

En la acrualidad casi todo el mundo asume que los españoles comemos de manera abundante y saludable. Hay que recordar, de todas maneras, que hasra no hace mucho tiempo el hambre era una realidad cotidiana que afecraba a muchos comparrioras. La literarura de nuesrro Siglo de Oro está plagada de personajes para los que su princi­pal preocupación era enconrrar algo que llevarse a la boca. Mucho más recientes esrán los recuer­dos de los rrisres años de posguerra, ele las carti­llas de racionamienro y del esrraperlo, cuando co­mer diariamente era una avenrura que no esraba al alcance de cualquiera.

Por formna, ese hambre esnucrural que arenazó a muchos esp.af10les durante cenrrnias ha desapa­recido. En nuesrro mundo rural pueden identifi­carse toda una serie de fechas señaladas en las que se celebraban (se celebran rodm'Ía) grandes comi­lonas, como reacción a una realidad coricliana de penurias. En cualquier caso, y a pesar de esa esca­sez crónica, se fue conformando poco a poco un modelo alimentatio propio, no exclusivamente es­pañol, que ha recibido en estos años de obsesión catalogadora el nombre de diera medi terránea.

La idea de la existencia de una diera medite­rránea se basa en una vieja concepción de la an­rropologfa . Durante el siglo XIX la anrropologia pretendió definir con mayor o menor forruna to­da una se1ie de áreas culrurales que se formarian a partir de un núcleo difusor y que se caracteriza­rían por la presencia de toda una serie de hábitos y rasgos culrn rales propios. Esas áreas no tienen por qué coincidir, no coinciden de hecho , con

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Globalización y hábüos alimemarios

Los cereales, especialmente el trigo, el aceite de oliva y el vino conforman el auténtico "núcleo duro" de la dieta mediterránea.

las fro nteras de los Estados y hacen referencia a sustratos básicos del carácter de los pu eblos y sus culturas.

El Mediterráneo, con una historia mi lenaria a cuestas, constituye una de las más protoápicas áre­as culrurales. En ella se han identificado desde ras­gos tan suti les como los del honor hasta elemen­tos tan de andar por casa como el pan.

La dieta mediterránea se ha constituido a par­tir ele una trilogía básica de alimentos, a los que se han ido añadiendo diferentes apones con el paso de los tiempos. Los cereales , especialmen­te el trigo, el aceite de oliva y el vino conforman el auténtico "núcleo duro " de la diera medite­rránea. Los griegos clásicos. que intentaban ofre­cer explicaciones mitológicas acerca de todo lo que les rodeaba, tenían dioses para cada uno de estos alimentos. Así, consideraban a Deméter co­mo la protectora de los cereales, mientras que Dioniso (el Baco de los romanos) andaiía detrás del vino y Atenea sería la que habría regalado el olivo a su ciudad predilec ta, como un don au­ténticamente divino.

Otro rasgo típico de la dieta mediterránea es el consumo relativamenre elevado de productos vegetales, frutas y honalizas. Algunas de éstas no son au tóctonas del área, sino que han sido im­portadas y asumidas de manera muy creativa por los habitantes de la zona. Sin ningún ánimo de e.x­haustividad, pueden citarse Los casos muy signi­ficativos del tomate, los pimientos y las patatas, provenienres de América; de las berenjenas y las espinacas, traídas por los árabes desde el Oriente, de donde importaron también los ahora tan ca­racterísticos cultivos de cítricos, naranjas y limo­nes especialmente. De América llegó la chumbe-

130

rn, una p lanta que ha ayudado a con figurar el pai­saje mediterráneo.

Las legumbres, originarias de la zona o impor­tadas desde América -como es el caso de las alu­bias-, los [rutas secos, los productos lácteos (que­sos y yogures), el consumo masivo de pescado frente a un consumo más moderado de carnes de procedencia variada (cerdo, alabado por unos y considerado tabú por orros, aves, cabras y ovejas, conejos, etc.) y la utilización de especias y cond i­mentos especiales son oo·os tantos rasgos que de­finen esta dieta. En resumen, variabilidad y adap­tación a los recursos de un medio agreste y diffcil parecen ser los principales rasgos que pueden de­finir esa dieta.

Los avatares sobre la valoración de este mode­lo gastronómico son bastante conocidos y no ha­ce falta insis tir en ellos. Hace no mucho, esa die­ta recibió fuertes ataques, asociándola a periodos de hambnma y considerando que se encontraba superada por los avances de la agricultura y la ga­nadería. Algunos productos típicos ele la dieta me­diterránea, como el aceite de oliva o los pescados azules, fueron denigrados y considerados, cuando menos, como poco adecuados para garantizar la salud de los consumidores. La dieta mediterránea parecía un atavismo de los tiempos de penuria, de­finitivamente atTinconados al baúl de los recuer­dos. El filete ele vaca sustituía al viejo puchero. Las verduras y las legumbres se batían en retirada fren­te al avance irresistible de las proteínas an imales.

Sin embargo, el progreso no es un camino en un único sentido como querían los ilusa·ados y pa­recen seguir queriendo los neoliberales y, poco tiempo después, los nutricionistas vinieron a in­formar que la dieta mediterránea era una de las más saludables y connibuía a prevenir algunas de las enfennedacles más características de los pue­blos desarrollados, como las cardiovasculares y al­gunos tipos de cáncer. En resu men, que cuando empezábamos a dejar ele ser lo que siempre habí­amos siclo , nos vinieron a decir que aquello era lo bueno y que menos hamburguesas y comidas rápidas y más pucheros y ensaladas.

¿Qué comemos los españoles?

Hay un estereotipo de español que, como casi todos los estereotipos, tiene su parte de verdad y su parre de ficción. El español devorador ele ajos, cerdo, aceite y pan , bebedor ele vino, hospitalario y orgulloso, preocupado por problemas de honra y honor, parece un cliché sacado de las novelas de Prospero Merimée. Aquí, por suene, no tenemos que adentramos en los rasgos que atañen más bien a su calificación moral sino, más sencillamente,

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Globalización y hábitos ahmentarios

CONSUMO DIARIO DE CALORIAS SEGÚN LA DIETA MEDITERRÁNEA PATRÓN

Productos Grs-ml/persona/día

Cereales y qerivados

(pan, arroz, pastas, gal letas y bol lería) 309

Frutas 401

Patatas y hortalizas 382

Leche y derivados 379

Protéicos (huevos, carnes, pesca y legumbres)

Grasas

Azúcares (azúcar, miel y chocolates)

Vino

Bebidas no alcohólicas

Fuente: La Alimentación en España. MAPA. 2000

COMPARACIÓN ENTRE EL CONSUMO MEDIO DE

210

24

29

95

300

LOS ESPAÑOLES Y LA DIETA MEDITERRÁNEA PATRÓN

Productos Grs-ml/consumidor Comparación

español/día % patrón

Cereales y derivados 222 - 28

Frutas 315 - 21

Patatas y hortalizas 3 15 - 18

Leehe y derivados 414 +9

Pmtéicos 323 +54

Grasas 61 + 154

Azúcares 30 +6

Vino 94 - 1

Bebidas no alcohólicas 334 + 11

Fuente: La Alimentación en España. MAPA. 2000

COMPARACIÓN ENTRE EL CONSUMO MEDIO DE LOS ESPAÑOLES Y LA DIETA MEDITERRÁNEA PATRÓN

Años

1964

1987

199@

Recomendaciones

Proteínas

11 ,0

14,0

14,5

12-15

Fuente: La Alimentación en España. MAPA. 2000

Carbohidratos

58,0

39,2

40,9

55-60

131

Grasas

31,0

46,7

44,6

30-35

confirmar o refutar el estereotipo en lo que hace referencia a la comida.

Para empezar, hay que indicar que, con basrame consenso, se ha establecido una diera mediterránea patrón, por lo que se supone que las siguienres cantidades, ex­presadas en gramos o mililitros, constitu­yen el tipo ideal a partir del cual pueden establecerse comparaciones. Según ese modelo, las calmías ingeridas diariamen­te deben situarse en tomo a las 2.360.

Frente a este óptimo, la realidad deri­vada del consumo registrado de los espa­ñoles en el hogar y fuera de éste, muestra algunas diferencias notables. Si esa clistri­bución la establecemos en función del apon:e calórico de los macronutrientes, te­nemos otro dato para conocer de manera más comprensiva cómo comemos los es­pañoles. Además, podemos observar co­mo han evolucionado en los últimos años la composición de la dieta española.

A este respecto, los cuadros adjuntos sirven para establecer una clara diferen­cia entre lo que realmeme comemos y lo que constituye el paradigma al que a me­nudo nos vinculamos. Las diferencias más notables entre el patrón y la di.era española se perciben en los capítulos de grasas, de las que se ingieren dos veces y media más de las recomendadas y en el de proteínas ( + 54%). En este último caso , es el consumo de carne es el que dispara las diferencias , mientras que los pescados se encuentran en los niveles de consumo considerados deseables. En el extremo opuesto, aparecen los cerea­les y derivados (-28%), las frutas (-21 %) y las hortalizas (-18%).

El consumo de vino es casi el único que aparece en el término definido co­mo ideal. Para decirlo ele manera rápida, Los españoles comemos muchas más proteínas animales y grasas de las consi­deradas normales dentro de la dieta me­diterránea (y de las consideradas salu­dables) , mienrras que estamos muy por debajo de los consumos típicos de esa di.eta en el caso de los cereales y de los productos vegetales en general.

Históricamente, puede observarse que la di.eta de 1964 resultaba en térmi­nos clieLéticos mucho más adecuada que la que ingerimos 35 años después. En la actualidad, nos atibonamos de proteínas, de carne para ser exactos, y de grasas,

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Globalización y hábitos alimenrarios

La dieta de los españoles ha sufrido cambios muy importantes en los últimos años y que, en la actualidad, nos encontramos ante un sistema mixto, con influencias de signo muy variado.

mientras que el consumo de carbohiclratos está muy por debajo de los niveles deseables. Para ser positivos, podemos señalar que, en comparación con los daws ele 1987, se observa una cierta recu­peración de este capírulo, aunque todavía muy le­jos de las recomendaciones. En el mismo sentido, se señala como saludable una cierta reducción de las camidades wtales consumidas, en comparación con las registradas en años anteriores.

Hay algunos datos especialmente llamativos. Si se ha identificado a España con un producto ali­menticio, ése ha sido el pan. Pues bien, el consu­mo español de pan, en tomo a los 58,1 kilos por persona y año, está en la actualidad muy por de­bajo de los promedios europeos. Aunque hay pa­íses como Suiza, Finlandia o Suecia, donde ape­nas se come este alimento (entre 2 7 kilos per cá­pita en el primer caso y 39,4 kilos en el último), lo cierto es que en la mayoría de los grandes paí­ses europeos se come bastante más pan que en Es­paña. Eso ocurre en Francia (62 ,5 kilos), Italia (76,6 kilos) o Alemania (84,4 kilos). Los mayo­res consumos se registran en Grecia, con 89,6 ki­los de pan por persona y año.

Por lo que hace referencia al vino, aunque el ni­vel español se acerca al óptimo, somos también superados por otros países en los que se regisrra una mayor afición a esta bebida. El consumo pro­medio de vino en España está situado en 34,3 li­tros por persona y año, mientras que los franceses llegan hasta los 64 litros, los portugueses rondan los 61 litros y los italianos se quedan en los 56 li­tros per cápirn.

La última pata del banco de la dieta medite­rránea es la constituida por el aceite de oliva y aquí sí que estamos en los puestos ele cabeza. Tan só­lo nos superan con clari.dad los griegos, mientras que los italianos se mueven en cantidades simila­res a las registradas en nuestro país, en tomo a los 12,5 litros por persona y año El consumo español de aceite de oliva es casi el triple de la media re­gistrada en el seno de la Unión Europea. Los ha­bitantes del Reino Unido, los alemanes, los irlan­deses, los daneses, los suecos y los finlandeses ape­nas consumen medio litro de aceite de oliva al año.

Todos esws datos vienen a demosrrar que, aun­que existe un modelo alimentario rnecl ite1Táneo y aunque nuestro país se acerca en algunos casos a ese modelo, se detecta un amplio margen de va­riabilidad. Las rransfonnaciones de la dieta espa­ñola han sido muy acusadas en los últimos años, con aspecws que pueden considerarse positivos junto a otros negativos. De hecho, nos encontra­mos ante un modelo "mestizo" de consumo, en el que junto a rasgos propios se perciben iníluen­cias muy significativas que han hecho que se mo-

132

difiquen de manera profunda los hábitos alimen­ticios de los consumidores de nuestro país.

... Y ahora, lqué?

Hemos visw que, sobre una base originaria co­mún, la dieta de los españoles ha sufrido cambios muy importantes en los últimos años y que, en la actualidad, nos encontramos ante un sistema mix­w, con influencias de signo muy variado. En ge­neral, y de forma simplificada, podemos decir que sobre una die ta originaria que coincidía casi ple­namente con el patrón ideal de la dieta medi te­rránea se han ido añadiendo aportaciones de otros modelos alimentarios, en los que la ingestión de proteínas animales tienden a ser más significati­vas, hasta constituir la realidad que ha quedado definida en la actualidad.

Esas transformaciones han sido más acusadas en los últimos tiempos. Algunas causas específi­cas pueden explicar esa aceleración de los cam­bios. Por una parte, ha habido una fuerte presión publicitaria y comercial desde grandes grupos em­presa1iales vinculados al negocio de la alimenta­ción, con el propósito de generar y consolidar una demanda sobre cletenninaclos tipos de comidas. Ahora bien, hay que reconocer que esa oferta ali­mentaria posee una clara funcionalidad, teniendo en cuenta los hábitos de vida y de consumo im­puestos por las nuevas relaciones sociolaborales. Las dificultades de transporte y los horarios labo­rales impiden que la mayoría de los trabajadores pueden regresar al hogar para comer, lo que pro­voca que los establecimientos de restauración y las instituciones tiendan a acumular cuotas de con­sumo cada vez más significativas. Además, hay que reconocer que la progresiva incorporación ele las mujeres al mercado de trabajo promueve, sin du­da, el recurso a tipos de alimentación mas rápidos y sencillos.

Por si esto fuera poco, esa comicia "moderna" riene un claro prestigio entre determinados tipos de consumidores , básicamente en los secmres infantil y juvenil, al encontrarse asociada con pa­trones de vida y consumo que son transmitidos por los medios de comunicación, la televisión y el cine, fundamentalmente.

De todas fmmas, también este nuevo modelo alimenta1io se ha encontrado ame dificu1tades que tienden a frenar su avance y que ponen de mani­fiesto la resistencia de los modelos culturales tra­dicionales. Según los países, esas resistencias han sido más o menos acusadas. La importancia del fenómeno "Bové" en la sociedad francesa muestra como esa resistencia cuenta con grandes simpatí­as en muchos sectores sociales.

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Globahzación y h ábirns alimema1ios

Hay que pensar que los nuevos hábiros ali­mentarios van vinculados de forma directa con una agricultura indusnializada, de producciones ma­sivas, en donde la cantidad y la mmdmización de los beneficios son los auténticos objetivos de la ac­tividad. Ese modelo agrario no está pasando en la actualidad por sus mejores momentos. Las su­cesivas crisis de los pollos con dimanas y de las "vacas locas", entre otras , han pues ro en entredi­cho sus supuestas "bondades" y han generado la desconfianza entre los consumidores.

Los consumidores europeos se muestran en la actualidad muy justificadameme preocupados por su seguridad alimentaria, por la salubridad de las condiciones de producción de los alimentos que se ofrecen en los mercados. Esa preocupación por la seguridad alimentaria es positiva, sin duela, pe­ro también insuficiente.

Parece necesario impulsar, junto a políticas que garanticen que los alimentos se producen en unas condiciones óptimas desde el punro de la salud , otras iniciativas que orienten y mejoren la cultura

133

alimentaria ele los consumidores de nuestros paí­ses. La preocupación no debe ser tan sólo la de protegerse frente a los alímentos contaminados, sino, más ambiciosamente, la de comer "bien". Promocionar hábitos saludables de consumo, in­crementar la cultura gastwnómica de los consu­midores, impulsar la diversidad, generar progra­mas educativos para los segmentos de consumi­dores más afectados por el empobrecimienro cultural que significa una dependencia excesiva de modelos alimentarios importados, son cuestiones que deben acompañar a las leyes que pretenden garantizar una producción alimentaria en condi­ciones seguras.

La característica esencial de esta época ele glo­balizaciones es el mestizaje. La defensa de su­puestas culturas primigenias resulta un anacro­nismo absurdo y peligroso. Pero ni el integrismo ni una nueva colonización son unas opciones de­seables. La defensa numantina de Lo "nuestro" es tan ridícula como la copia mimética de cualquier novedad de fuera . Si asumimos la inevitabilidad de un cieno mestizaje, e incluso si vamos más allá y reconocemos su bondad, debemos pensar que, en los hábitos alimentarios y en todo , nos enca­minamos hacia sistemas mixtos, en los que con­vivan rasgos culturales propios de nuestra tradi­ción junto a otros importados que contribuyan a elaborar nuevas síntesis. Nuestra cultura es pre­cisamente esa síntesis de elementos de dentro y de fuera y, siempre que exista un cierto equilibrio entre unos y otros, esa será la prueba de su vitali­dad. Una cultura cerrada es una cultura muerta, pero también muere aquella que se limita única­mente a copiar.

La dieta alimentaiia del futuro será un cruce en­tre lo que podamos y queramos. Si querernos, de­bemos defender nuestra tradición alimentaria, no porque es nuestra , sino esencialmente por­que es buena. Esa defensa de lo nuestro no debe hacemos perder de vista que la vida ha cambiado y que , inevitablemente, se han impuesto nuevos hábitos de consumo. En la medida en que sepa­mos avanzar hacia modelos mixtos, donde la se­guridad, la calidad y la funcionalidad alimentaria se complementen, el proceso será positivo.

Para ello, e5 preciso que desde Los poderes pú­blicos se impulsen políticas que tiendan a reo­rientar las tendencias puras y duras del mercado y actúen como contrapesos a las fuerzas econó­micas que dominan el panorama. En caso de no ser así, ese proceso complejo que llamamos glo­balización nos acabará llevando a un escenario en el que unos pocos se atiborran de comida ba­sura, mientras que desde el escaparate mirarán los que se mueren de hambre.

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AGRICULTURA ESPAÑOLA - 2000

La agricultura española en 20010: grandes cifras y realidad socioecon.ómica

JESUS G. REGIDOR Universidad Autónoma de Madrid

E 1 anál isis de los resultados eco­nómicos de la actividad agraria en 2000, según los datos oficia­

les avanzados por el Ministerio de Agri­cultura (ver cuadro), constituye un ejer­cicio obligado pero de limitado interés si se ciñe simplemente al comentario de las grandes cifras, obviando referirse a la evolución de la realidad socioeco­nómica que subyace en el sector. La observación convencional de las macromagnitudes se inicia con la Pro­ducción Final Agraria , cuya mejora con relación al año anterior (un aumento del 3 ,3% en valor) se debe casi en igual medida al incremento de las produc­ciones que de los precios , destacan­do entre las primeras una excepcional cosecha de cereales y una mala cose­cha de olivar y entre los precios las su­bidas de aves , huevos y porcino y las caídas de olivar y frutas (el hundimien­to definitivo del vacuno estaba por lle­gar con la aparición a final de noviem­bre de la crisis de las "vacas locas"). La evolución a más largo plazo de

nuestra producción agraria parece evi­denciar su virtual estancamiento (a pre­cios constantes de 1980) desde nues­tra entrada en la Unión Europea (en 1986), conociendo una recuperación a partir de 1996, según cifras provisiona­les que requieren una confirmación . Las dudas razonables sobre este cambio de tendencia (que coincide en el tiem­po con el cambio de signo político del Gobierno) se alimentan al observar que

137

los Consumos Intermedios (gastos de fuera del sector) vienen retrocediendo en volumen (a precios constantes) du­rante el mismo periodo. Cabe preguntarse cuál es el funda­mento de esta mejora de productividad sobrevenida desde 1996, sabiendo que la única respuesta asumible sería la existencia de cosechas excepcionales de forma continuada a partir de ese año. Un cambio metodológico introdu­cido a partir de 1996 (la adopción del nuevo sistema SEC/95 europeo de cuentas) habría producido igualmente una sobreevaluación de la Producción Final Agraria en relación con el periodo anterior (minusvalorando los "reemple­os", sobrevalorando la producción ga­nadera, revisando los tipos de precios , etc .). De todo ello se derivará poste­riormente un aumento "contable" de la Renta Agraria que, al menos en parte, respondería al nuevo sistema de cál­culo de las cuentas agrarias. En cualquier caso, de este comporta­miento productivo se deduce que el sector agrario habrfa mejorado su apor­tación a la economía en 2000 (un in­cremento del 3,6% del Valor Añadido

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AGRICULTURA ESPAÑOLA· 2000

• Resumen de evolución de m.acro~tudes ~ en 1000 1

MACRO MAGNITUDES (MILES DE MILLONES DE PTAS. CORRIENTES)

A.- PRODUCCIÓN FINAL AGRARIA 4.430,7

Producción Final Agricola 2.530,1

Cereales (inclu ido arroz) 479,2

Plantas de escarda 128,2

Plantas industriales 1 91 ,1

Hortalizas • 641 ,9 ' Frutas no cltri cas

1

258,5

Citricos 228,8

Viñedos 342,0

Olivar 172,8

Otros productos ag rlcolas 187,7

Producción Final Ganadera 1.869,6

Carne y ganado 1.392,0 ·-Vacuno 281,4

Porcino 1 645,5

Ovino y caprino 1 172,2

Aves 1 226,2

Otros 66,7

Productos ganaderos 477,6

Leche 348,8

Huevos 111 ,6

Otros 17,2

Bienes de capital producidos por cuenta propia 31,0

B. - CONSUMOS INTERMEDIOS 1.991,6

Energia y lubricantes 174,0

Abonos y Enmiendas 155,9

Al imentos para animales 755,5

Conservación y reparaciones de capital 351 ,0

Otros 555,2

C=A-8.- VALOR AÑADIDO BRUTO a precios de mercado 2.439,1

D.- SUBVENCIONES

E.- IMPUESTOS ligados a la producción

F = C+D-E.- VALOR AÑADIDO BRUTO al coste de los factores

G.- AMORTIZACIONES

H = F-G.- VALOR AÑADIDO NETO al coste de los factores o RENTA AGRARIA

Bruto a precios de mercado), resultado compatib le con la pérdida de impor­tancia continuada de la agricultura en la economía (apenas supone ya el 3% del PIB). Detrás de esta débi l aportación a la economía se encuentran dos elemen-

770,2

21 ,7

3.187,6

373,8

2.813,8

tos causales: la evolución de los precios perc ibidos y pagados y una pérd ida continuada de ocupados. En concreto los precios pagados subieron de media (el 5,8%) más del doble que los perci­bidos (el 2,6%), con lo que la actividad agraria contribuyó a frenar la inflación,

138

VARIACIONES 2000/1999 (%)

VOLUMEN PRECIOS VALOR

1,7 1,6 1,3

3,9 -4,4 -0,6

46,3 -0,8 45 ,1

-4,3 0,7 -3,6

-1,2 -1 ,9 -3,0

-4,2 4,5 -

0,1

-4,5 -15,8 -19,6

2,6 -13,4 -11 ,2

11 ,2 -1 ,3 9,8

-22,5 -16,5 -35 ,3

6,2 -6,6 -0,8

-1 ,7 11 ,0 9,1

-1,2 13,9 12,4

-7,2 -2,0 -9,0

0,9 22,4 23 ,5

2,8 -3,6 -0,9

-2,5 37,1 33,7

2,1 3,3 5,5

-2,8 3,3 0,4

-2,2 -1,8 -3,9

-5,5 23,7 17,0

0,0 1,0 1,0

0,0 0,0 0,0

-2,2 5,2 2,9

0,9 23,8 24 ,8

0,1 9,4 9,5

-4,7 3,0 -1,9

-2,7 4,0 1,2

0,4 3,1 3,5

--- ·-· 3,6

--- --- 4,1

·-- --- 2,8

--- --- 3,7

--- -- -0,1

--- --- 4,2

si bien las industrias abastecedoras de materias primas para la agricultura y las industrias alimentarias se lucraron de esta situación y tuvieron un comporta­miento más inflacionista. Este es el re­sultado inevitable para un sector que viene padeciendo caídas constantes de

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AGRICULTURA ESPAÑOLA - 2000

La agricultura española en 2000: grandes cifras y realidad socioeconómica

los precios percibidos desde 1996, por lo que sus posibles ganancias de pro­ductividad se les escapan vía precios hacia otros sectores productivos. Por lo que se refiere a los ocupados su reducción sigue a buen ritmo (el 3,9% en el último año), fenómeno que afecta más a los no asalariados que a los asa­lariados. En realidad la Encuesta de Po­blación Activa (EPA) está reflejando de forma muy deficiente este hecho, del que se conoce por otras fuentes que la actividad se está concentrando en empresarios con asalariados perma­nentes mientras se reduce drástica­mente en agricultores familiares. Otro hecho es el trasvase creciente de agri­cultores "a título principal" a agriculto­res "a tiempo parcial", produciéndose una elevada concentración de agricul-

lores profesionales en un número ca­da vez más reducido. Hasta aquí tendríamos los resultados más propiamente vinculados a la acti­vidad agraria en relación con la situa­ción de los mercados, si bien los pre­cios , y en particular los percibidos, es­tán parcialmente intervenidos aunque cada vez en menor medida. Un paso más conduce a considerar los resulta­dos derivados de la política agraria (la omnipresente PAC) , y muy singular­mente al impacto de las Subvenciones de Explotación, dado que los Impues­tos ligados a la producción son prácti­camente desdeñables. Las Subvenciones de Explotación pre­sentan dos aspectos destacables. Por un lado su importancia cuantitativa (su­ponen más del 27% de la Renta Agra-

BULLAS JUMILLA

CALAS PARRA

Pimentón de Murcia

ria , con un aumento en términos mo­netarios del 4, 1 % en el último año), que las convierte en un factor que ejerce una influencia determinante sobre las orientaciones productivas , producien­do aumentos y reducciones de cultivos y cabañas ganaderas. Parece claro que estas ayudas están ya tocando techo y que la perspectiva es de reducción en los próximos años. Por otro lado hay que señalar el irregu­lar rEiparto de las subvenciones sobre los diversos colectivos de activos agra­rios , para quienes significan una posi­bilidad de pervivencia o unos ingresos extraordinarios según se trate de titu­lares de explotaciones familiares o no fami liares. Mientras la legitimación de estas ayudas está cada vez más políti­ca, social y económicamente en entre­dicho, su modulación sigue pendiente por falta de voluntad política para to­marla en consideración . En todo caso el carácter aberrante de tan desigual re-

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parto (más del 70% de los beneficiarios reciben apenas el 14% del total frente al 2% que recibe el 32%) no se solu­cionaría con una modulación simbólica (en el caso español se han barajado propuestas oficiales que redistr ibuirí­an sólo el 2-3% de las subvenciones).

RENTA AGRARIA

Llegamos así a la macromagnitud que mide el resul tado final del sector, la Ren­ta Agraria (Valor Añadido Neto al coste de los factores, una vez descontadas las Amortizac iones). Este es el mo­mento de comprobar que un buen año agrícola no implica necesariamente un buen año de rentas, y que, dado el im­pacto de las políticas y el peso deter­minante de las subvenciones, los agri­cu ltores hacen bien en mirar más hacia Bruselas que al cielo para adivinar su futuro económico inmediato. Veamos. La Renta Agraria tuvo en el último año un aumento del 4,2% en términos mo­netarios, que se queda reducido a un 0,8% en términos reales al descontar el incremento anual del IPC (el 3,4%) . Es­te estancamiento de la Renta Agraria re­al forma parte de la tendencia neta­mente decreciente que desde 1996 vie­nen experimentando los resultados económicos del sector. Sorprendente­mente las publicaciones del Ministerio de Agricultu ra evitan la difusión de es­te dato (la Renta Agraria a precios cons­tantes) , optando por favorecer la divul­gación de indicadores como Ja Ren ta real por ocupado o la Renta real por uni­dad de trabajo anual (UTA), los cuales también vienen cayendo en picado desde 1996, después de una década de subidas constantes por encima de la media de los países de la Unión Eu­ropea (a una tasa media anual acumu­lativa del 5,6%). Es precisamente esta Renta rea l por ocupado la que, según las primeras es­timaciones oficia les, habría conocido una recuperac ión (un aumento del 4,9% en 2000) fundamentalmente deb ida a la caída del número de ocupados. No hay, por tanto, motivo real para la eufo­ria sobre un pretendido "sensible au­mento de la Renta Agraria en 2000, tan­to en valores absolutos como re lativos

AGRICULTURA ESPAÑOLA - 2000

\~f.

(Indice de renta real por ocupado)", que figura en los balances oficiales del Mi­nisterio de Agricu ltura, y menos aún si esta Renta Agraria estuviera sobree­valuada desde 1996 debido al cambio metodológico anteriormente comenta­do (la Renta Agraria real por ocupado habría caído también en 2000). En todo caso, el aspecto más relevan­te del análisis de los resu ltados es el de la distribución dentro del sector de Ja Renta real. Esta distribución por tipos de explotaciones y colectivos agrarios permiti ría real izar un balance socioe­conómico (y político) de la verdadera si­tuación del sector. Sin embargo, este ti­po de anál isis es el más difíc il de hacer, justamente por la fa lta de información estadística disponible. Una aproximación indirecta, basada en la Encuesta de Estructuras Agrarias del INE en 1999, muestra que de un total es­timado de 1.061.000 explotaciones exis­ten tes el 65% (690.500 explotaciones "marginales") presentan unos resu lta­dos medios anuales inferiores a 1,5 mi­llones de pesetas , lo que representa apenas el 13% del Margen Bruto Total (MBT) de nuestra agricu ltura; otro 20% (215 .000 explotaciones "mejorables") obtiene entre 1,5 y 3,2 millones de pe-

140

setas. que representa el 18% del MBT; un 11 % (117.000 explotaciones fami­liares "viables") alcanza entre 3,2 y 8 mi­llones de pesetas, esto es el 25% de l MBT; y finalmente apenas el 4% (38.000 de explotaciones no familiares "viables") superan los 8 millones de pesetas anua­les, acumulando el 44% del MBT. Estos simples datos ofrecen una idea del grado extremo de concentración de la Renta Agraria en un número muy es­caso de explotaciones no fami liares, de Ja limitada importancia de las explota­ciones familiares "viables", y de la enor­me cantidad de explotaciones "mejo­rables" y "marginales" que hacen fren­te a su situac ión de agricu ltores insufic ientes con una dedicación cre­ciente "a tiempo parcial" (en un 70%). Estos aspectos de la reali dad socioe­conómica son los que quedan ocultos por unas grandes cifras que, inc luso aunque no estén sesgadas o confundi­das por razones metodológicas no ex­p lic itadas, nada muestran sobre la si­tuación y las perspectivas económicas de los colectivos sociales implicados en la actividad agraria. El análisis agrega­do y sectorialista se convierte así sim­plemente en un instrumento de legiti­mación de unas políticas determinadas.

Page 143: Anuario UPA 2001

AGRICULTURA ESPAÑOLA· 2000

Empleo: los activos agrarios vuelven a dlescender y ya representan sólo el 6,4% de la ocupación total

Siguiendo en la línea de años an­teriores, la Población Activa Agra­ria en el año 2000 descendió un

2,6%, según los datos del Instituto Na­cional de Estadística (INE). De los acti­vos totales (1.130.800 como media del año), 927. 100 eran ocupados - un 3,2% menos que en 1999-y el resto estaban parados. Todo ello, en un año como 2000 de creación de empleo a nivel ge­neral para la economía española. Lógicamente, mientras que en 1999 el porcentaje de activos del sector agra­rio representaba el 7% de los activos to­tales del país, en el año 2000 ese por­centaje descendió hasta el 6,4%. Por su parte , los realmente ocupados del sector agrario suponían al acabar el año 2000 el 6,4% de los ocupados to­tales y los parados agrarios eran el

8,7% del total nacional. De los activos totales en el año 2000, 775.500 eran hombres y 350.300 mujeres. Asimismo, de los ocupados totales el grueso (670.000) también eran varones. En caunto a los tramos de edad, lama­yor parte de estos agricultores y gana­deros está entre los 30 y los 59 años y sólo un 10% de los mismos son meno­res de 25 años. Por regiones, y en cifras absolutas, An­dalucía es la comunidad autónoma con mayor número de ocupados (aproxi­madamente el 24% del total) , seguida de Galicia y Castilla y León . En cuanto a los asalariados, de acuer­do con los datos que faci lita el INE en 2000 hubo una media de 357.000, con un descenso del 2,2% respecto al año anterior.

servicios de investigación agraria

laboratorios de análisis

~

fACIÓN DE PALENCIA ICIOS AGROPECUARIOS

__ ,,.

ayudas técnicas a Ayuntamientos

nuestro compromiso

el calllpo i

y además

campañas para Ja mejora genética

animal .S '· ª - --

promoción comercia/

de nuestros productos

T ~ ~. e

nuestros grupos multí-p1rofesionales, siempre al servicio del agricultor y ganadero palentino

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MEDIOS DE PRODUCCION

Alimentación animal: consecuencias de la crisis de las "vacas locas"

L a producción de alimentos com­puestos para el ganado dentro de la Unión Europea se mantuvo más

o menos estable en el año 2000. En el conjunto de los Quince, la producción rondó los 123 millones de toneladas, un 0,7% más que el año anterior.

Sin embargo, el año será recordado por la polémica respecto al uso de las ha­ri nas cárn icas en la alimentac ión ani ­mal. Cabe record ar que aunque la prohibición de usar estas harinas para los rumiantes estaba vigente desde 1994, para otros animales sí se estaban

manten iendo. De acuerdo con los da­tos de la Federac ión Eu ropea de Ali­mentos Compuestos (FEFAC), la pro­ducc ión total de piensos se incremen­tó en España un 2,8% hasta alcanzar los 16,9 millones de toneladas. No obs­tante, la producción española, que es la tercera en volumen a escala comuni­taria, no fue la que más creció en el se­no de la Unión ya que en Dinamarca se produjo un aumento del 9%. Además de estos, los países en los que la producción de piensos creció fueron Alemania (un 3%), Francia (un 1,9%) y Finlandia (un 5%). En el resto (con la ex­cepción de Austria donde se mantuvo el nivel de producción de 1999), las ci­fras del año 2000 fueron inferiores, des­tacando el caso de Irlanda que registró una caída del 7% en su producción. Por tipos de p ienso, el g rueso de la producción com unitaria lo forman los piensos para porc ino (con 43 ,2 mil lo­nes de toneladas en el año 2000) y pa­ra el vacuno (34 millones de tonela­das). Con relación a la campaña pre­cedente, la producc ión comunitaria de piensos para el vacuno se incremen­tó ligeramente ; la de piensos para el porcino descendió un 1 %; la de pien­sos para las aves creció un 1,4%; la de sustitutivos de la leche descend ió un 4,8% y la del grupo de otros pien­sos aumentó un 3%. En España, según los datos de FEFAC, todas las cifras fueron positivas, aun­que en piensos para el vacuno el volu­men producido fue el mismo que en el año anterior: 3,5 mil lones de toneladas.

Fitosanitarios: aumenta el consumo

E 1 aumento de la pluviosidad en el pasado año p rovocó la pro life­rac ión de hierbas y hongos, lo

que hizo también que las ventas de las empresas de productos f itosanitarios se incrementaran un 1, 1 % hasta alcanzar un volumen de 97.350 mi llones de pe­setas (585,10 millones de euros). Según los datos de la Asoc iación Em­presaria l para la Protecc ión de las Plantas (AEPLA), por productos, en el ejercic io del 2000 aumentaron las ven­tas de fungicidas y herbicidas. En el

primer caso, las ventas llegaron has­ta los 21 .800 millones de pesetas ( 131,02 mi llones de euros) , un 5,32% más que en el año p recedente ; y en los herbicidas, hasta 30.595 millones de pesetas (183 ,88 millones de eu­ros), un 2% más. Por el contrario, en este ejercicio se re­dujeron ligeramente las ventas de pro­ductos insecticidas (un 0,3%), hasta lle­gar a 33.965 mi llones de pesetas (204, 13 millones de euros). Igualmente, descendieron las ventas del grupo de

142

otros productos f itosanitarios (un 4,48%). A nivel de comunidades autónomas , Andalucía sigue siendo con mucho la comunidad que más productos de es­te tipo consume (un 32% de las ventas de las industria se reg istraron en esta reg ión). Le siguieron la Comunidad Va­lenciana, Murcia y Cataluña. El aumento de las ventas de fitosanita­rios en España contrastó con el des­censo reg istrado de las ventas de es­tos productos en los países de la Unión Europea.

Page 145: Anuario UPA 2001

MEDIOS DE PRODUCCION

Gasóleo agrícola: precios disparados, movilizaciones y acuerdos

Como ya ocurriera en 1999, los precios del gasóleo B se dispa­raron en el año 2000. De acuer­

do con los propios datos del Ministerio de Agricultura, la subida media de Jos precios pagados por los agricultores y ganaderos por este combustible se ele­varon un 47,26% sobre los del año an­terior, que asimismo también habían su­bido considerablemente. En concreto. desde enero de 1999 has­ta septiembre de 2000, los precios prácticamente se duplicaron. pasando de unas 45 pesetas por litro a 90 pese­tas por litro. Ante la imparable escalada de precios y la grave situación que estaban so­portando los agricultores y ganaderos españoles. UPA lideró la creación de una plataforma de usuarios, integrando

STARCE Cebo atrayente Bfoió!JlcO

a otros colectivos , con movilizaciones en toda España que condujeron a ne­gociar con el Gobierno y alcanzar final­mente un acuerdo para poner en mar­cha un plan de apoyo al sector. Entre las medidas puestas en marcha destacó una línea de créditos por va­lor de 35.000 millones de pesetas (con un plazo de cinco años, incluido uno de carencia . y un tipo de interés equiva­lente al del tipo de referencia del JCO); el incremento del IVA compensatorio para los agricultores y ganaderos; la co­rrección de los módulos del IRPF y la prórroga de los beneficios fiscales de la Ley 19/95 sobre incorporación dejó­venes al sector agrario. Al margen del gasóleo, en el pasado año 2000 se abarató el precio de la electricidad un 2,22%. a la vez que el

Para la captura masiva de hembras y machos

precio de los lubricantes se encareció un 3.74% sobre el año anterior, según los datos del Ministerio de Agricultura. Conforme a estos datos, el precio pa­gado por la energía total consumida por el sector se encareció finalmente un 25.76%.

1 ~~e biológico

de Mosca del Mediterráneo (Ceratitis Capitata) y también captura de otras especies de dípteros (Mosca del Olivo, etc ... )

~ Bl~RO BIOESTIMULANTES

AGRÍCOLAS, S.L.

cu.i,b/A;~~ C/ Jaime 1, B. Polígono Industrial del Mediterráneo

46560 Massalfassar. Valenáa Tel.: 961 417 069. Fax: 961 401 059

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Page 146: Anuario UPA 2001

MEDIOS DE PRODUCCION

Maquinaria: las ventas vuelven a caer

P or segundo año consecutivo , la insc ripción' de maquinaria agrí­cola en el año 2000 descendió en

España. Aunque la caída fue menor que la de 1999, en el sector de los tractores se produjo descenso considerable. De acuerdo con el reg istro que lleva a cabo el Ministerio de Agricul tura, se ins-

cribieron 42.899 unidades de las que 20.033 eran tractores. Comparando es­tas cifras con las del año precedente, el resultado es negativo en un 3,4% a ni­ve l general y en un 11 % en el caso de los tractores. Dentro de estas máquinas, el líder de ventas fue John Deere, se­guido muy de cerca por New Holland y

ya a más distancia por el Grupo Agco. Además de los tractores. también fue ne­gativo el saldo al comparar el registro del grupo de otras máquinas (un 40% menos, con un total de 92 máquinas registradas). Por el contrario, en el resto de los gru­pos se produjeron más inscri pciones que en el pasado año. Así, se inscribie­ron 1.313 unidades de maquinarias au­tomotrices (tractocarros, de recolección, etc .), que supusieron un incremento de un 8,51 %. Igualmente, se inscribieron 9.356 máquinas del grupo "arrastradas y suspendidas". un 8% más.

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Los fabricantes de maquinaria achacan esta caída de ventas al mal momento que vivieron los mercados internacio­nales con el encarecimiento del petró­leo y del dólar. Asimismo, para el año 200 1 pronostican que las ventas vo l­verán a cae 1·, especialmente en el sec­tor de los tractores.

Hipotecas: menos fincas, pero más capital prestado

E 1 número de hipotecas sobre fi ncas rústicas se re­dujo un 4% en el año 2000, al tiempo que el capi­tal prestado se incrementó en un 11 %. Según el

Institu to Nacional de Estadística (INE), el capital presta­do por las entidades de créd ito ascendió a 330.747 mi­llones de pesetas (1 .987,83 mil lones de euros) y el nú­mero de fincas para las que se solicitó una hipoteca fue de 21.585. De este total, el número mayor correspondió

a las fi ncas de secano ya que se hipotecaron un to­tal de 17.703 fincas . Aunque la reducción so­bre el pasado año se ha apreciado tanto en fincas de regadío como en las de secano, son estas últi­mas las que más han apreciado el descenso. Atendiendo a las entida­des de crédito que coin­cid ieron los préstamos, en el año 2000 también

conti núo la tendencia de año anteriores: las cajas de ahorro ocupan el primer puesto, segu idas de los ban­cos y de otras entidades financieras.

Page 147: Anuario UPA 2001

las nuevas cargadoras telescópicas le ayudan a trabajar sin agobio en sitios difíciles

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Page 148: Anuario UPA 2001

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Page 149: Anuario UPA 2001

Fertilizantes: los precios se

disparan

L os precios de l o '~~e r ti l izantes experimentaron a lo largo de l año 2000 una subida de precios

espectacular. El incremento de la pa­ridad dólar/eu ro y el encarec imiento del precio del petróleo son las causas de esta subida; a lo que se añade, se­gún las exp licaciones de las indus­trias del sector, que los costes de pro­ducción se han incrementado por la aplicación de nuevas normas de ma­nipulación, almacenamiento y trans­porte de abonos nitrogenados. Los precios que más han subido son los de los productos nitrogenados, los más consumidos en España, cuyos precios en abri l de 2001 eran entre un 20 y un 30% más altos que un año antes. Una situación que se ve agravada, ade­más, por la situación de oligopolio que se produce en el mercado español, ya que só lo cuatro grandes empresas se reparten el mercado. El consumo de fe rtilizantes en el año 2000 rondó los 6, 1 millones de tonela­das con un ligero incremento respecto al año anterior. Asimismo, la producción -que descendió- quedó en el entorno de los 5,4 millones de toneladas.

MEDIOS DE PRODUCCION

• CCIDENTES LABORALES

Menor número d•~ accidentes y menos gJraves

En el año 2000, el número de ac­ciflentes laborales con saja descendió en el sector agrario

un 6,5% sobre el año anterior, según los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales . En todo el ejercic io se contabilizaron como media 44.055 accidentes, la cifra más baja de los últimos cinco años. Los meses en los que se produjeron rn ayor número de accidentes en el sector fueron enero , febrero y marzo, mientras c;¡ ue, por el contrario, ju lio y agosto fueron los que menor número de accidentes registraron.

147

Con relación al número total de acci­dentl3s laborales con baja registrados en España, los del sector agrario su­ponen algo menos del 5%. Del número total de accidentados en el sector agrari0, el grueso (42.814) lo fu EJ ron por accidentes leves , mien­tras q ue los accidentes graves su­maron 1. 120 y los mortales 11 2. Con relac ión al año precedente, el maym descenso se produjo en el grupo de los accidentes mortales (un 11 % me­nos) .. Igualmente también desoen­diemn más que la media los acci­dentados graves.

Page 150: Anuario UPA 2001

Se.guros de Daños

l'llUUUCCIOl!ES SUl'IEltl:IOll Fa:ILl lllJCIO ASEGURUl.ll MÁXIMA (ll) IUSCllPCllift

Frutales 45% 1 de enero MulUcultivo en Explotaciooes Frulicolas del Valle del Ebro 47% 1 de enero Cereza 43% 1 de enero

Berenjena 34% 15de enero Cebolla 34% 15de enero JudlaVerde 34'1\ 15de enero Klwl 34% 16de enero Melón 34% 15de enero Pimiento 34% 15 de enero Sandia 34% 15de enero Tomate 34% 15de enero Uva de Vinificación 43% lSde enero Zanahoria 34% 15de enero

Girasol 20% 1 de lebrero Uva de Mesa 43% 1 de lebrero Viveros da Viñedo 34% 1 defebrnro

Avellana 34% 1 de marzo Cereales de lnVlemo 20% 1 de marzo Cereales de Prfmavera 20% 1 demaílD Collllory Brútull 34% 1 de marzo Colza 20% 1 de marzo lllchuga 34% 1 de marzo Leguminosas Grano 20% 1 de marzo lúpulo 34% 1 de marzo MulUcullJvo en Cultl'ltls Herbáceos Extensivos 22% 1 de marzo Paja de Ceroales de Invierno 20-t'a 1 de maria Tarlla Goneral 34% 1 do marzo

Algodón 34% 1 de ilbrll Cllrtcos 43% 1 de abril MulUculüvo do Cítricos 45% 1 de abril Tabaco 34% 1 de abril Tomate de Invierno 34% 1 da abrH

Aceituna de Almazara 34% 1 de mayo Aceituna de Mesa 34% 1 de mayo Arroz 34% 1 de mayo Fabes en Asturias 34o/o 1 de mayo

A4)uacale 34% 1 de junio Culmros Protegidos 34% 1 de junio Pl!lano 47% ldejunlo

Alcachofa 34% 1 de Julkl Guisante Verde 34,, 1 do julio Haba Verde 34% 1 de Julio Tomate fin Canarias 47% 1 de Julkl

Pi1<at en Cftrlcos 43% 1 de agosto

Ajo 34% 1 de septiembre Fresa y fresón 34% 1 de septiembre

Seguras de Rcndrmientos Explotaciones Frutícolas en el Bierzo 47% 1 de enero

Explotaciones de Cultivos Herbáceos Extensivos 47% 1 de septiembre Remolacha Azucarera 47% 1 de sepltembre

Aceituna 47% 1 de octubre Albaricoque en el Noroeste de Murcia 47% 1 de octubre Almendro 47% 1 de octubre Uva de \tiniOcaclón 47% 1 de octubre

Seguros Integrales Uva de Vinificación on la O.O. Aloja y en Ja l5la de Lanwote 43% 15de enero

Cebolla en Lanzarole 43% 1 de seplJembre Cereales de Invierno en Ser.ano 43% 1 de septiembre Leguminosas Grano en Secano 43% 1 de septiembre

.Seguros Pecuari.os Explotación de Ganado Ovino y Caprino 43% 15de enero Explotación de Ganado Vacuno en Reproductores y Recria 43% 15de enero

Aculcullura Marina {Dorada, Lubina y Rodaballol 34% 1 da lebrero Pisclfactorfas de Truchas 34% 1 defebram

Aculcullura Marina {Mejl/IÓI\) 34% 1 de mayo

Cobertura de gaslas derivados de la deslrucclón de rastos de anlmaJes muertos en la explotación 43% 1 de jullo Elcplolaclón de Ganado Vacuno en Cebo 43% 1 dc]ullo

Le subvenoionam'Os hasta ·el 4 7% de su Se,guro Agrarim.

Hay 27. 000 millones para los Seguros Agrarios.

Para que su cosecha no corra ningún riesgo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de ENESA, la Entidad Estata l de Seguros Agrarios, le subvenciona hasta el 47% de su Seguro Agrario._ Infórmese en ENESA, en las Delegaciones Provinciales de su Comunidad

Plan de Seguros Agrarios 2001

MINISTERIO E AGRICULLURA. PESCA

ENTI DAD ESTATAL DE SEGUROS

~

Page 151: Anuario UPA 2001

MEDIOS DE PRODUCCION

Seguros .Agrarios: más líneas y contratos

Tanto en número de póli­zas como en superficie asegurada, la contrata­

ción de seguros agrarios en el año 2000 aumentó . En total, se suscribieron 348 .689 pólizas (un 7% más que en 1999), so­bre una superficie asegurada de 6 millones de hectáreas (un 6% más) y con una producción garantizada superior a los 28,5 millones de toneladas (un 9% más). Igualmente , el valor de la producción asegurada as-cendió a 970.976 millones de

esetas (5.835,68 millones de euros), un 10% más. ara entender estos resultados, hay que tener en cuenta tres as­ectos fundamentalmente : la elevada siniestralidad de la cam­aña de 1999, que hizo incrementar la contratación en 2000; el fa­Jrable comportamiento de la climatología (que ha permitido el in­remento de las producciones) y la incorporación de nuevas líneas 1 Plan de Seguros Agrarios . JS cu ltivos herbáceos son los que acumulan un mayor valor de roducción asegurada, con 194.265 millones de pesetas (1.167,55 1illones de euros); seguidos del ganado vacuno y los cítricos. En­e las llamadas líneas experimentales, en el pasado año destacó espectacular crecimiento registrado en ganado ovino (un 38%).

n cuanto a la siniestralidad registrada, el año 2000 fue uno de los 1ejores de los últimos años.La línea que registró mayor número e avisos de siniestralidad fue la del Integral de Cereales de ln­erno, con 11.584; seguida de la línea de seguros combinados ara uva de vino (con más de 9.000). n cuanto al Plan de Seguros Agrarios 2001 , además de continuar Jn las líneas del Plan 2000 se han incorporado algunas noveda­es. Las principales son: la puesta en marcha de un seguro cam­inado de pedrisco y riesgo excepcional para las fabes de Astu-3.s; la extensión de la garantía de daños por falta de nascencia los cultivos de secano que no disponen de ella en el seguro de ?ndimientos de cultivos herbáceos extensivos; el seguro colecti­J de tomate específico para Canarias; la implantación de unas Jndiciones de aseguramiento más favorables en el seguro de fru­.les; un nuevo seguro para cubrir los daños ocasionados por la :¡quía en los pastos de ganado vacuno, ovino y caprino en régi-1en extensivo; un seguro para explotaciones de ganado vacuno 3 cebo y de lidia y otro que cubre los gastos derivados de la des­Jcción de los restos de animales que mueren en la explotación 1plicable en el marco del programa sobre la EEB, de acuerdo con normativa comunitaria).

3te año, el Plan de Seguros cuenta con una dotación de 28.806 iillones de pesetas (173,13 mi llones de euros), lo que supone 1 aumento del 7,3% con respecto al año anterior.

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Page 152: Anuario UPA 2001

CEREALES

Un año de buenas cosechas

•Tras un invierno muy seco, las lluvias de primavera consiguieron paliar en gran medida la fuerte sequia que en los primeros meses del año amenazaba con arru inar la campaña, consiguiendo finalmente que la cosecha 2000 en to­do el terri torio nacional fuera buena, lo mismo que en la Unión Europea. Al final de la campaña, en España se habían recogido unos 20 millones de to­neladas de cereales de otoño-invierno, casi un 50% más que en la campaña de 1999. De este total, que no incluye las

cosechas de maíz y sorgo, más de 7,33 millones de toneladas eran de tr igo; 11,2 millones de toneladas eran de ce­bada y el resto se dividió entre avena, centeno y triticale. Con respecto al año anterior, los mayores incrementos de producción fueron los del t rigo duro (más de un 129%), el trit icale, la avena y la cebada de dos carreras. En cuanto al maíz, la cosecha fue tam­bién superior a la de 1999, mientras que la producción de sorgo fue inferior de­bido, principalmente, a que las siem­bras se redujeron. En cuanto al mercado, el comienzo del año fue difíci l debido al tope de expor­taciones con restitución impuesto por la Unión Europea. Los precios medios del trigo en los mer­cados nacionales alcanzaron su mejor momento en el mes de abril (con unas cotizaciones que rondaban las 26 pe­setas/ki lo) y acabaron el año por de­bajo de las 25 pesetas. Por su parte, la

SECTORES

cebada de movió en una banda más uniforme (entre las 24 pesetas/kilo de los primeros meses del año y las 21 pe­setas de los últimos meses) . En cuanto al maíz, la cotización máxima (26,5 pe­setas/kilo) se consiguió en septiembre, mes en el que comenzó un descenso en picado de las cotizaciones que lle­vó a este grano hasta las 24,5 pese­tas/ki lo al finalízar el año. Por lo que respecta a la nueva campa­ña de siembras , la abundancia de llu­vias durante todo el invierno hizo que muchas parcelas ded icadas al cu ltivo de cereal tuvieran que resembrarse o destinarse a otros cul tivos de primave­ra. Aunque las lluvias afectaron a toda la geografía nacional, la situación fue es­pecialmente grave en Castil la-La Man­cha y Castilla y León. Ante la inundación de los campos, en algunas reg iones se optó por solicitar el incremento del por­centaje de retirada y en otras, la opción fue sembrar cereal de primavera. Las expectativas para oleag inosas y cultivos forrajeros son muy buenas en esta campaña, por eso no es extraño que se produzca al final un descenso de la superficie sembrada de cerea l, como ya se intuía en las primeras esti­maciones de siembras real izadas por el Ministerio de Agricu ltura. De acuer­do con esos datos, la superficie dedi­cada a tr igo y cebada será menor, mientras que la de avena y centeno se incrementará. En la Unión Europea se estima también que el descenso de las siembras pro­vocado por las lluvias ronde el 2%. Los países más afectados por el exceso de agua son Gran Bretaña, Irlanda, Fran­cia, Bélgica, y algunas zonas de Ale­mania, Portugal y Dinamarca. La mayor caída se pronostica para el tri­go blando, un sector en el que la su­perficie comunitaria podría reducirse este año en un 7% sobre las siembras del pasado ejercicio que ascendieron a 14.339 hectáreas. Aunque las consecuencias del des­censo de la superficie de cereales son difíciles de predecir, se espera que los precios de algunos de los cereales de los que la Unión Europea es deficitaria (trigo, cebada maltería, etc.) comiencen con fue rza la nueva campaña.

150

Sin embargo, hay que tener en cuenta que aún quedan fuertes stocks de ce­reales para pienso en muchos de los países comunitarios y ese stock podrá frenar el avance de los prec ios hasta el enlace con la nueva campaña.

ARROZ

A la espera de la OCM

• La campaña de arroz en el año 2000 se desarrollo con normal idad . Aunque las siembras de arroz superaron las de la campaña anterior (115.200 hectáre­as frente a 112. 100 hectáreas), la pro­ducción estimada por el Ministerio de Agricultu ra ha sido in ferior. Así, se han recog ido unas 797.800 toneladas, que suponen un descenso del 5,5% con re­lación al año precedente

LEGUMINOSAS

Buenas cosechas y penalizaciones

• Aunque la siembras de garbanzos, judías secas, veza y yeros fueron infe­riores a las del año precedente, en 2000 todas las cosechas de leguminosas fueron en general muy buenas. La abundancia de oferta provocó, por un lado, un descenso de los precios pa­gados al agricultor y, por otro, la supe­ración de las cantidades máximas ga­rantizadas, con la penalización corres­pondiente. La superfic ie sembrada durante la campaña pasada aumentó en el caso de las habas secas, las lentejas, los guisantes secos y el altramuz dulce.

Page 153: Anuario UPA 2001

Por el contrario, fue menor en el caso de las judías secas , los garbanzos, la veza y los yeros. En cuanto a las producciones, todas ellas registraron incrementos importan­tes, siendo especialmente significativos en el caso de las lentejas (un 160% más) y de los yeros (un 131% más). Los precios de las leguminosas desti­nadas al consumo humano permane­cieron más o menos fi jos porque tanto el mercado de lentejas como el de gar­banzos mantuvieron un mercado muy estable . No obstante, para el conjunto de las leguminosas Jos precios del año 2000 fueron un 15% más bajos que los de 1999. Por otra parte, el Comité de Gestión de leguminosas y forrajes de la Unión Eu­ropea fi jó el importe definitivo de las ayudas a las leguminosas grano, una vez analizadas las superficies decla­radas por los Estados Miembros. Las superficies por las que se ha soli­citado ayuda ascienden a 114.098, 19 hectáreas para lentejas y garbanzos y 295.667,50 hectáreas para vezas y ye­ros . En España, las superficies objeto de ayuda fueron: 21.950,09 hectáreas de garbanzos; 70 .603,44 hectáreas de lentejas y 243.636,71 hectáreas de ve­zas y yeros. Para las leguminosas de consumo hu­mano (la Organización Común de Mer­cado de este sector diferenció por pri-

SECTORES

mera vez entre consumo humano y ani­mal), el importe de la ayuda quedó en 181 euros/hectárea. (30 .115 pesetas) , al no haberse sobrepasado el límite de 160.000 hectáreas que corresponde a la superfic ie máxima garantizada. En cuanto a las leguminosas de consu­mo animal, la ayuda fijada fue de 175,02 euros/hectárea (29.121 pesetas) porque se descontó de la ayuda íntegra un 3,3% como penalización por haber­se sobrepasado la cantidad máxima garantizada (que es de 240.000 hec­táreas para toda la Unión). De todas formas, la penalización para las leguminosas de consumo animal (vezas y yeros fundamentalmente) , po­dría haber sido mucho mayor si la su­perfic ie cultivada no se hubiera reduci­do como se hizo. Para la campaña 2001, las primeras es­timaciones de siembras apuntan a que la superficie se mantendrá, si bien en casos como los yeros y la veza se ha re­gistrado un leve descenso.

OLEAGINOSAS

Mejoran las expectativas

• Los mercados mundiales de oleagi­nosas vivieron en el año 2000 una si­tuación anómala. En los primeros me­ses del año, los precios fueron muy ba­jos, pero en el último trimestre del

151

mismo se consiguió una cierta recupe­ración del mercado gracias al tirón de la demanda ganadera. Las siembras de los principales cultivos (soja, girasol y colza) fueron en España notablemente inferiores a las de la cam­paña precedente, especialmente en el caso de los dos primeros. Sin embargo, la cosecha no fue tan mala gracias a las favorables condiciones meteorológicas. Así, la producción de girasol superó en un 4El,4% a la cosecha del año anterior (se recogieron unas 848.300 tonela­das), mientras que en soja se produjo un descenso del 40% y en colza, del 23%. A escala comunitario, tanto las siem­bras como la producción se redujeron en la última campaña en to rno a un 12%. El descenso de producción fue mayor en colza que en girasol. Para la campaña 2001, las perspecti­vas son favorables . Al margen del in­cremento de la demanda internacional, hay que tener en cuenta que el exceso de a~iua ha impedido sembrar muchas zonas que tradicionalmente producían cereales de otoño-invierno y que tienen una alternativa viable en estos cultivos. Aunque los productores saben que la subvención del girasol se va a ir igua­lando a la de los cereales en los próxi­mos años, como en el año 2000 la Co­misión Europea tiene habilitadas para esta campaña ayudas medioambienta­les para el cultivo de 10.000 pesetas por hectárea, acumulables a las ayudas PAC y no sujetas a la regionalizac ión. Estas ayudas fueron poco utilizadas en el pasado año debido a Jos requisitos que se exigen para poder acceder a ellas, principalmente la obligatoriedad de mantener el cu ltivo en rotación du­rante 5 años y no utilizar la escarda quí­mica. Aunque es difícil hacer previsiones, pa­rece que tanto para su venta como se­milla entera (para alimentación animal) como para otros usos (biodiésel, etc.), las alternativas para estos cu ltivos son, en principio, interesantes. A este respecto , las primeras estima­ciones de siembras tanto en España co­mo e11 la Unión Europea ya recoge un incremento de la superficie dedicada a este tipo de cultivos .

J

Page 154: Anuario UPA 2001

FORRAJES

Se incrementa la demanda

•El aumento de la demanda ganade­ra de forrajes hizo que la producción del sector forrajero nacional reg istrara en el año 2000 un crec imiento espectacular. Aunque algunas fuentes sitúan la pro­ducción nacional por encima de los 2 millones de toneladas, los datos bara­jados por la Asociación Interprofesional de Forrajes Españoles se quedan algo más abajo, en el entorno de los 1,85 mi­llones de toneladas, que de todas far-

mas ya supone un incremento del 10% sobre la producción de 1999. En el conjunto de la Unión Europea, la producción de forrajes deshidratados superó en la campaña pasada la Can­tidad Máxima Garantizada (CMG) con derecho a ayuda, lo que supuso una re­ducción de la misma para todos los pa­ises, independientemente o no de que se superara la CMG nacional. En los últimos años, el sector de forra­jes deshidratados ha experimentado un importante crecimiento debido a la de­manda de alfa lfa por parte del sector ganadero. La alfalfa se produce princi­palmente en siete comunidades autó­nomas. Aragón , con una producción que ronda las 800.000 toneladas; Ca­taluña con 495.000 toneladas; Casti­lla-La Mancha con 450.000 y Navarra, con 125.000 toneladas, ocupan los pri­meros lugares. Les siguen, ya a mucha distancia, Castil la y León , Andalucía y Extremadura. Con todos los problemas que este año han surgido en t orno a la alimentación animal, los productores de forraje ere-

SECTORES

en que es el momento adecuado para apostar c laramente por la utilización de harinas vegetales y potenc iar en la Unión Europea este tipo de cultivos. Co­mo se sabe, las proteínas más puras proceden de los forrajes, que son ca­paces de producir hasta 2.500 ki logra­mos de protefnas por hectárea y año. Sin embargo , a pesar de que las ex­pectativas son muy optimistas, sobre el sector forrajero español se ciernen tam­b ién algunos nubarrones. En concreto, los productores asegu ran que si la Agencia Tributaria pers iste en su inten­c ión de repercutir el IVA sobre las ayu­das comunitarias al sector, la produc­ción se vería seriamente dañada por los desequi librios financieros y muchas de las industrias del sector podrían llegar a desaparecer. De momento, en el año 2000 se alcan­zó un principio de acuerdo con la Agen­c ia Tributaria que el sector confía se ponga en marcha a lo largo de la cam­paña 2001.

FRUTAS Y HORTALIZAS

Crecen la exportaciones

•La cosecha de frutas de hueso fue en la campaña 2000 mucho mejor que la del año anterior, especialmente en el capítu­lo de melocotón donde se registró un au­mento del 14%. En albaricoque, la cose­cha fue ligeramente inferior y lo mismo ocurrió para la pera (un 8% menos) y con manzana (un 18% menos debido a la es­pectacular reducción de la cosecha de manzana para sidra). Otra fruta que también tuvo un buen año en el 2000 fue la cereza, que consiguió llegar hasta las 120.000 toneladas (un 12% más que en 1999). Asimismo, en ci ­ruela la cosecha rondó más o menos los niveles del año precedente y en plátano sucedió más o menos lo mismo, aunque los datos oficiales recogen un ligero des­censo sobre la cosecha del año prece­dente. Por el contrario, la cosecha de cítricos de la pasada campaña sufrió un serio revés, en consonancia con lo sucedido en el res­to de los países productores. Los daños provocados por la "gota fría" en la zona

152

de Levante a finales de septiembre hi­cieron, entre otras razones, que la pro­ducción final de naranja y mandarina re­sultase inferior a la de 1999. Sólo en limón la producción nacional superó la del año precedente (se recogieron 927.100 tone­ladas, un 4% más). En cuanto a las hortalizas, la superficie sembrada en general fue muy buena, aunque los precios conseguidos por los agricultores resultaron mucho más bajos que en la campaña anterior. Especial­mente relevante fue el caso de la alca­chofa, cultivo en el que se produjo un in­cremento de cosecha importante y una caída de precios también considerable. En el lado contrario se situaron los pi­mientos y los tomates, pues además de conseguir unos precios medios por en­cima del 2000, lograron también buenas cosechas. Como en años anteriores, el tomate y los ajos fueron los dos productos más con­flictivos, porque tienen problemas con las importaciones comunitarias desde paises terceros. En el año 2000 volvieron a repetirse los problemas derivados de la exportación de tomate procedente de Marruecos en cantidades superiores a las acordadas. Los productores nacionales se echaron a la calle y consiguieron finalmente que las autoridades comunitarias incrementaran la vigi lancia sobre las exportaciones del Reino de Marruecos. Por otro lado, la exportación española de frutas y hortalizas en el año 2000 aumen­tó con relación al año anterior, un 6,5% en valor y un 3,7% en volumen, pues seco­mercializaron un total de 9, 1 mi llones de toneladas por un valor de 1 billón de pe­setas (6.010, 12 millones de euros). Aun­que el dato es positivo, los exportadores consideran que no se ha roto aún la ten­dencia descendente de los últimos años. Por tipos de productos, en el pasado ejercicio se exportaron 3.426.054 tone­ladas de hortalizas frescas por un valor de 407 .000 millones de pesetas (2.446, 11 mi llones de euros), con un in­cremento del 8% en valor y del 2,4% en vo lumen . Estos resu ltados se consi­guieron gracias al incremento del pre­cio medio de las hortalizas que pasó , según datos de la Federación de Pro­ductores y Exportadores de Frutas y

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Hortalizas, de 107 pesetas/kilo en 1999 a 119 pesetas en 2000. Dentro de este sector tuvieron un buen comportamiento, con precios medios más altos, los tomates, los pimientos y los pepinos, mientras que productos como la lechuga vieron reducidos sus precios en los mercados exteriores. Mención a parte merece la fresa ya que en el pasado año las ventas al exterior su­frieron un fuerte retroceso tanto en volu­men como en valor. En cuanto a las frutas frescas, la exporta­ción total alcanzó los 5.200.573 toneladas y su valor fue de 545.11 O millones de pe­setas (3.276, 18 millones de euros) . En ambos casos, se produjo un incremento del 6%, a pesar de que el precio medio quedó en niveles similares a los del pa­sado año. Todas las frutas , excepto las peras y las cerezas , tuvieron un creci­miento positivo. Del total de exportaciones hortofrutícolas, el 90% fue a parar a los mercados co­munitarios, con Alemania, Francia, el Rei­no Unido y los Países Bajos como desti­nos principales. Por su lado, las importaciones de frutas y hortalizas registraron en 2000 un des­censo del 3% en volumen y del 10% en valor. En total se compraron 1.423.946 to­neladas por un valor de 110.000 millones de pesetas (661 , 11 millones de euros). Los productos más importados en el pa­sado ejercicio fueron , dentro de las hor­talizas, las patatas, y dentro de las fru­tas, las manzanas. En cuanto a los países de procedencia, la mayor parte de las compras realizadas por los importadores españoles se hicie­ron en Francia y en Holanda. Si bien la producción de frutas y hortali­zas está diseminada por todo el territorio nacional , Andalucía, la Comunidad Va­lenciana y Murcia suman la mayor parte de la exportación .

PATATA

Menos siembras y buenos precios

•El incremento de la producción co­munitaria en la campaña de 1999 mar­có los primeros meses de la campaña del año 2000. Los stocks eran muy al-

SECTORES

tos y no había posibilidad de sacar mer­cancía. A consecuencia de esto, la pa­tata de primera cosecha salió al mer­cado a precios que rondaban los um­brales de rentabilidad del productor. Sin embargo, a medida que los meses pasaron y que se constató una reduc­ción de las siembras (que en algunas regiones se vieron afectadas por la apa­rición del virus de la "Sarna Plateada"), las cotizaciones fueron t irando hacia arriba hasta llegar a niveles aceptables. En concreto , se sembraron 123.300 hectáreas, según los datos del Ministe­rio de Agricultura , una cifra inferior en

casi un 10% a la de la campaña pre­cedente . De este total , a patata extra­temprana correspondieron 3.900 hec­táreas; a patata temprana 23.800 hec­tá reas ; a patata de media estación 62 .000 hectáreas y a patata tardía 33.600 hectáreas. La cosecha total rondó los 3.138.000 to­neladas que supusieron un descenso del 7,3% con relación a la cosecha de 1999. La cosecha de media estación, con 1.588.700 toneladas , fue la más abundante, seguida de la de tardía (con 948 .000 toneladas) , la de temprana (541.000 toneladas) y la de extratem­prana (60.100 toneladas) . En cuanto a la cosecha 2001 , los datos del Ministerio de Agricultura confirman que se ha producido un descenso im­portante de las superficies sembradas, especialmente en patata temprana y extratemprana. Las lluvias caldas du­rante todo el invierno provocaron, por un lado daños en las plantas y, por otro, el retraso de la cosecha de tardía que a su vez derivó en una recuperación de los precios.

153

• FRUTOS SECOS

Alt;a calidad pero menos producción

•Los productores de frutos secos recor­darán el año 2000 por las múltiples mani­festaciones celebradas para reclamar el mantenimiento de las ayudas comunita­rias al sector. Tras meses y meses de pro­testas en las calles, la Comisión Europea decidió a mediados del verano prorrogar un afio más las ayudas a los planes de mejora de los frutos secos, unos planes con los que los productores comunitarios han podido realizar mejoras varietales, elaborar planes de comercialización y re­ducir sus costes de producción, entre otras cosas. La prórroga fue bien recibi­da, aunque sigue siendo imprescindible un ré!~imen específico para la producción de frutos secos, con ayudas directas por hectérea y ayudas complementarias de carácter estructural. En cuanto a la evolución de la campaña, la del año 2000 comenzó antes de tiempo y fue en general , corta en cantidad pero buena en calidad. La producción de al­mendra, de acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Agricultura , quedó en 223.300 toneladas mientras que la de ave-1 lana se situó en 17.800 toneladas, con descensos respectivos del 20 y del 36%. En cuanto a la evolución del mercado, los precios en España están supedita­dos a la evolución de las cotizaciones in­ternacionales. Debido a la buena calidad de lo:s frutos , los precios estuvieron en niveles bastante aceptables. En avellanas, los productores comunita­rios llegaron a un acuerdo con los turcos para que éstos retiraran 20.000 tonela­das del mercado y lograran el manteni­miento de los precios internacionales . Por su parte , la almendra comenzó el año con precios altos, para bajar poco a poco y volver a subir en el otoño. De cara a la cosecha del 2001, las esti­maciones son muy favorables porque el nivel de humedad es bueno y la flora­ción se ha desarrollado con normalidad. En cualquier caso, el nivel de autoa­bastecimiento en la Unión Europea só­lo llega al 60%, por lo que aunque la co­secha sea buena habrá que seguir re­curriendo a las importaciones.

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FLORES Y PLANTAS

Aumentan las exportaciones en volumen pero bajan en valor

•La comercialización de flores y plan­tas en los mercados exteriores fue en el año 2000 superior en volumen a 1999. Sin embargo, el valor de esas exporta­ciones fue inferior. De acuerdo con la in­formación proporcionada por la Fede­ración Española de Productores y Ex­portadores de Frutas, Hortalizas y Plantas (FEPEX) , en el pasado año se exportaron unas 116.794 toneladas por un valor de 31.065 mi llones de pesetas

(186,70 mi llones de euros). Del volumen total, correspondió a plan­tas vivas (árboles , arbustos, rosales , etc.) 59 .892 toneladas; a flor cortada 51 .205 toneladas y a fol laje las 3.468 to­neladas restantes. Por su parte, las flo­res cortadas movieron en los mercados internacionales casi 16.000 mi llones de pese tas {96, 16 millones de euros) , mientras que el valor de las plantas vi­vas rondó los 14.545 millones de pe­setas (87,41 millones de euros). Por lugares de destino y a niveles ab­solutos , los Países Bajos, Francia y Ale­mania ocupan los primeros puestos y con gran diferencia. Por tipo de cultivos, dentro del grupo de la flor cortada, que es el que más dinero mueve, los clave­les siguen siendo las flores más expor­tadas: en el año 2000, las ventas de cla­veles en los mercados foráneos ronda­ron los 12.300 millones de pesetas (73,92 mil lones de euros). De acuerdo con el sector, los datos del

SECTORES

2000 confirman la caída del valor de las exportaciones de fl ores y p lantas al tiempo que refuerzan los argumentos del sector para pedir una rev isión de la OCM de plantas vivas y productos or­namentales. En España, aunque los datos son difí­c iles de concretar, la producción de flo­res y plantas ocupa aproximadamente 6.300 hectáreas y representa en torno al 4,3% de la Producción Vegetal Final. Igualmente, se estima que en estas la­bores se ocupan al año aproximada­mente 50.000 personas. En el ámbito europeo, la producción es­pañola es la segunda tras la de Países Bajos. El sector ha venido denuncian­do desde hace años la competencia desleal que representan países terce­ros a los que se les permite exportar a la Unión en condiciones muy ventajo­sas. Para promocionar el consumo de estas producciones, la Comisión Euro­pea lleva varias campañas financiando acciones de promoción.

Calidad y cantidad con una nueva OCM

•La cosecha vitivinícola de la campaña 2000/2001 será recordada por ser una de las de mejor calidad y cantidad de los últimos años, así como por ser la prime­ra en la que entró en vigor la nueva Or­ganización Común de Mercado (OCM) del sector, cuyo funcionamiento se inició el 1 de agosto de 2000 aunque algunos de sus aspectos ya se habían puesto en marcha meses antes. La vend imia se adelantó por el buen tiempo y las expectativas de producción fueron mejorando a medida que la co­secha avanzaba. Al final , la producción de vino quedó en alrededor de 42 millo­nes de hectolitros, un volumen superior en más de un 13% al de la campaña 1999/2000. Las regiones donde la pro­ducción fue claramente mayor fueron País Vasco, Navarra, La Rioja (con una cosecha superior a los 2,47 millones de hectol itros) , Castilla y León, Castilla-La Mancha (con 22,31 mi llones de hectoli­tros), Comunidad Valenciana, Extrema­dura y Canarias.

154

Por el contrario, la producción de vino de la campaña 2000/2001 fue in ferior en Galicia, Asturias, Aragón, Cataluña, Ba­leares, Murcia y Andalucía. En al ámbito de la Unión Europea, la producción de vino se redujo en torno al 2% sob re el año precedente , que­dando la cosecha del 2000/200 1 en una cifra cercana a los 182 millones de hectolitros. Con la excepción de Espa­ña, Reino Unido y Bélgica, todos los pa­íses tuvieron una cosecha menor. Así, en Francia se produjo un descenso en la producción del 6% sobre el año an­terior; en Alemania la caída fue del 13%; en Italia del 7%; en Grecia del 3%; en Luxembu rgo del 29%; en Portugal del 15% y en Austria del 17%. En consonanc ia con el aumento de la producción, el mercado nacional del vi­no permaneció prácticamente paraliza­do en los primeros meses del año. Los precios medios bajaron durante los pri­meros meses de la campaña vi tiviníco­la entre un 20 y un 30%, siendo espe­cialmente significativa la caída de coti­zaciones entre los vinos tintos debido al exceso de oferta. Igualmente, la exportación de vinos du­rante el pasado año bajó un 6, 11 % en volumen y un 7,86% en valor, según los datos manejados por el sector, un sec­tor que a pesar de esta caída se mostró razonablemente satisfecho porque es­peraban una caída mucho mayor de sus ventas. Sólo en los sectores de vinos con Denominación de Origen y en los vina­gres se produjeron resultados positivos. Para hacer frente a la grave situación que atravesaba el mercado, a comien­zos de abrir de 2001 se aprobó la desti ­lación de crisis para 2,6 millones de hec­tolitros, pero esta medida no fue del gus­to de todos ya que, aunque el volumen aprobado era ef deseado, el precio fija­do (286,638 pesetas por hectogrado) fue considerado demasiado bajo. Anteriormente a esta destilación de cri­sis se había aprobado una destilación vo luntaria de 7,265 mil lones de hec­tolitros de vino (el 60% del tota l permi­tido por la Comisión Europea para to­da la Unión) para usos de boca, por lo tanto, el volumen total retirado del mer­cado español superó los 1 O milfones de hectoli tros .

Page 157: Anuario UPA 2001

Al terminar el año 2000 finalizó también el reparto autonómico de los fondos pa­ra la reestructuración del viñedo. En to­tal, el Ministerio de Agricultura repartió 27.000 millones de pesetas de los cua­les, 20.317 millones de pesetas proce­dían de los fondos comunitarios. La co­munidad autónoma más beneficiada por estos fondos, cuyo fin es modernizar las actuales estructuras de producción, es Castilla-La Mancha, seguida de Extre­madura, Castilla y León , Cataluña y la Comunidad Valenciana.

ACEITE DE OLNA

Buena cosecha, pero bajos precios

• La campaña oleícola 1999/2000 finali­zó con unas existencias inferiores a las 185.000 toneladas, una cifra mínima pa­ra abastecer el mercado hasta la apari­ción de aceite de nueva cosecha. Antes de comenzar la recogida a prime­ros de noviembre, las previsiones eran muy optimistas gracias a las lluvias caí­das en octubre en el sur del país. Aun­que las buenas expectativas no eran ex­tensibles a todas las zonas productoras, en general se esperaba una cosecha muy superior a la de la campaña anterior. Estas buenas perspectivas para España contrastaban con las de la mayor parte de los países productores de la Unión Euro­pea. Así, a finales de noviembre del 2000, el Comité Oleícola Internacional se reu­nió en Madrid y publicó sus estimaciones de cosecha a nivel mundial. De acuerdo con las primeras estimaciones de este or­ganismo internacional, la producción ole­ícola mundial iba a rondar en la campa-

SECTORES

ña 2000/2001, los 2.551.500 toneladas, ci­fra que, comparada con la de la campa­ña precedente, suponía un incremento del 13%. El COI ya pronosticaba un aumento considerable en la cosecha española y griega, pero avanzaba una caída sustan­cial para Italia y Portugal . A medida que la cosecha en España iba avanzando, las previsiones se fueron ha­ciendo cada vez más pesimistas. Las llu­vias provocaron no sólo el retraso de la campaña sino también la caída del fruto con la consiguiente pérdida de rendi­mientos . Además, la campaña se pro­longó en el tiempo llegando incluso has­ta el mes de abril en algunas comarcas concretas del sur del país. Pese a todo, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura de comien­zos de abril de 2001 , la producción total de aceite de oliva rondaba en España las 925.615 toneladas, lo que supone apro­ximadamente un 28% más que en la campaña anterior. Sin embargo, las esti­maciones del sector productor en esas mismas fechas apuntaban a una cose-

155

cha superior a las 950.000 tone ladas. Igualmente, las existencias iniciales se elevaban ya a 703.300 toneladas, las im­portaciones a 1 .300 toneladas y las ex­portaciones a 233.100 toneladas. Por su parte, la producción de aceitu­na de mesa se situó en la última cam­paña en 294.700 toneladas , mientras que la destinada a almazara rondó los 4.533.300 toneladas. En el primer caso, la cantidad recogida fue inferior en un 25% a la del año precedente y en el se­gundo, se produjo un incremento so­bre el ejercicio anterior del 50%. Los precios en origen del aceite de oliva durante todo el año 2000 siguieron una línea descendente que llegó a su punto más bajo en el mes de junio, para des­pués volver a subir ligeramente en los meses previos al inicio de la campaña y volver a bajar una vez iniciada ésta. Co­mo media, los precios percibidos por los productores fueron en el conjunto del año un 1B% inferiores a los de 1999, según datos del Ministerio de Agricultura. Las mayores diferencias de precios se regis­traron entre los aceites de oliva virgen de 1 a 1 ,5 grados. Finalmente, las ventas de aceite de oli­va de la industria envasadora en el pa­sado año se situaron en 352,4 millones de litros, lo que supuso un descenso del 1 ,36'Yo en relación con las ventas de 1999 , según los datos del sector. Las ventas de orujo también descendieron debido a la caída del consumo y lo mis­mo ocurrió con el aceite de girasol. Sin embargo, en los primeros meses del año 2001 las ventas experimentaron una ten­dencia ascendente.

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(1°): Los "VINOS DE MESA DE CALI­DAD VERIFICADA (LOS VINOS DE LA TI E­

RRA!", han ascendido en la presente Ca m paña a 2.208.000 Hls. , doblando prácticamente el volumen de esta Categoría en la pasada Campaña, [un 13% de todos los Vinos de Mesa tras des­ti laciones!. Como conocen, nuestra veci­na Francia comercializa sus "Vinos de Mesa", en un 70% , con Ind icación Geog ráfica, a t ravés de cas i 150 Indicaciones, por lo que solicitamos que en las correspondientes Conferenc ias que el M.A.P.A pract ica con las Comu nidades Autónomas, se las insista para que, concretamente, se active la regu lación autonómica tan necesaria para poner en marcha los Vinos de la Tierra territoriales en Anda lucía, Aragón, Ga l icia, Comunidad Valenciana, Murcia y Madrid, que actualmente padecen artifi­ciosas restr icciones propiciadas por los distin tos y sesgados intereses de algu­nas Denominaciones de Origen, en ten­diendo "A.V. l.M.E.S", que siempre que exista un solo Operador económico inte­resado en estas comercializaciones, no puede restri ngirse su opción cuando la Normativa comunitar ia propicia la aflo­ración de Vinos de Mesa con Indicación Geográfica, único segmento de demos­trado crecimiento y potencialidad, ante el pers istente descenso de nuestras Exportaciones y Expediciones, así como del consumo interior de los Vinos de Mesa sin Indicación Geográfica.

(2°) : Concatenado con el punto pre­cedente, nuestra Organización viene postulando desde hace años por una desagregación al fanumérica de las correspondientes codificaciones de la

Nomenclatura Combi nada , que, como conoce, resultan idénticas para clasificar a todos los Vinos de Mesa, cuenten o no con Indicación Geográ fica , lo que nos impide la necesar ia trazabilidad estadís­ti ca de los movimientos específicos sobre "Vinos de la Tierra", a cuyo efecto bastaría que el M.A.P.A. solicitara de Bruselas que el actual TARIC incorpora­ra un nuevo dígito o letra de control para clasif icar a los disti ntos Vi nos de Mesa co n Indicació n Geográfica de la Unión Europea , o, cuando menos, que nuestro Depa rtamento de Aduanas e 11. EE. prac-

tica ra esa desagregación para nuestros internos "Vinos de la Tierra".

(3°): Nuestras exportaciones a terce­

ros países, van a enfrentarse con la com­petencia argent ina, que va a producir vinos semejantes a un precio de unas 21 Ptas. por li tro [once centavos de $ USAI. por lo que deviene imprescind ible postu­lar ante Bruselas, desde el M.A.P.A., para una dotación de 50 millones de Euros, y para un vo lumen de 3 millones de Hecto l it ros , de las Resti tu ciones

Vi tivinícolas (Mostos Concentrados. más los pend ientes Mostos Rectif icados , Vinos de Mesa si n y con Ind icación Geográfica, y determi nados Vi nos de Licor!. sin que resu lten aceptables los suces ivos recortes que en Volumen y en Euros vienen practi cá ndose arbitraria­mente por la Comisión, incluso después de haberse practi cado los recortes de los últimos acuerdos de la Organizac ión Mundia l de Comercio [Rebaja del 36% en Vo lumen [6% al año l. y rebaja del 21 % en Presupuesto [3,5% al año). que se inicia­

ron en 1.995, pa ra un per iodo de 6 años que finalizó en el año 2.0001. y a la vista de que Estados Unidos y otros Terceros Países mantienen crec ientes Subven­ciones a la Exportación, Desgravaciones Fisca les, Desrregula -rizaciones abara­

tantes de productos, etc.

(40): En cuanto al "RÉGIMEN ESPE­CIAL DE ABASTECIMIENTO DE VINOS DE MESA A LAS ISLAS CANARIAS", encua­drado dentro del específico Programa "POSEICAN" , desde "A.V.l.M.E.S" , llama­mos la atención sobre los movimientos regionalistas po lit izados, que pretenden anular estos Cu pos trad iciona les, y que de los 250.000 Hls. inicia les se han recortado absurdamente a los actuales 210.500 Hls., imponiendo, además, que los graneles remitidos desde Península sean comercial izados envasados.

Es demostrab le que la demanda aumenta insisten temente, para el con­su mo de tales "VINOS DE MESA" en el Archipiélago Ca nario, así como la insufi­cien te producción autóctona, de modo que el Abastecim ien to de esta Categoría

de Producto desde Penínsu la deviene indispensable, siempre y cuando el volu­men global conjunto, nunca resu lte infe­rior a los trad icionales 250.000 Hls., sin ningún recorte para ninguna de las dos gamas, !envasados y graneles!. elimi­nando para estos últ imos la obligación de su comercializac ión en envases menores a dos litros, y trasvasando en todo caso al cupo de los envasados el remanente del cupo de graneles que se prevea no vaya a utilizarse hasta el 30 de Junio del año correspondiente.

Producción en España de todos los tipos de "VI NOS DE MESA":

-Campaña 1.998/1 .999: 17.960.000 Hectolitros (Blancos: 11.053.000 Htls. y Tintos/Rosados: 6.907.000 Hectolitros)

-Campaña 1.999/2.000: 20.631.000 Hectol itros (B lancos: 12.892.000 Htls . y Tintos/Rosados: 7.739.000 Hectolitros)

-Campaña 2.000/2.001: 26.478.000 Hectolitros (Blancos: 17.370.000 Htls. y Tintos/Rosados: 9.108.000 Hectolitros)

De los cuales resultaron "VINOS DE LA TIERRA":

-Campaña 1.998/1.999: 851 .522 Hectolitros (Blancos: 336.992 Htls. y Tintos/Rosados: 514.530 Hectolitros)

-Campaña 1.999/2.000: 1.092.229 Hectolitros (Blancos: 403.418 Htls. y Tintos/Rosados: 691.811 Hectolitros)

-Campaña 2.000/2.001: 2.208.000 Hectolitros (Blancos: 717.000 Htls. y Tintos/Rosados: 1.491.000 Hectolitros)

Consumo interior en España de todas las categorías de "VINOS DE MESA":

-En 1.998: 1.009.640.000 Litros

-En 1.999:

-En 2.000:

983.780.000 Litros

926.660.000 Litros

El Secretario Genera l de "A.V.l.M .E.S." Rafael Puyó

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EL RELEVANTE SECTOR DEL "MOSTO i ZU~ftO DE UVA", - , Vi LA LABOR PENDIENTE DE LA ADMINIS•TRACION

• • 1 •• 1

(1°): Los "MOSTOS DE UVA", se han producido en la presente Campaña en unos 4.500.000 Hls., tan solo en un 7% más que en la anterior Cosecha, (repa­rese que, en cambio, la producción del Vino de Mesa ha supuesto un 30% más). habiendo sido deseable una mayor pro­ducción para mantener, a precios sensa­tamente competitivos, nuestro posicio­namiento como principal abastecedor mundial de esta Categoría Vitivinícola, extremo que debería sensibilizar al sec­tor productor.

-Como contamos con Mostos que en algunas regiones se elaboran incluso en Octubre, nos es indispensable la modifi­cación reglamentaria comunitaria para que el Mecanismo de Mercado de la "Ayuda al Almacenamiento Privado", se pueda contratar con los Organismos de Intervención a partir del 01/0ctubre de cada año, en lugar del actual inicio del 16/Diciembre, debiéndose igualmente posibilitar el adelanto de las "Declaraciones de Producción/ Cosecha" al mismo 01/0ctubre, lo que nos permi­tiría desinmovilizaciones desde el 01/Marzo, en lugar de tener que aguar­dar hasta finales de Mayo, como en la actualidad, lo que perturba la disponibi­lidad de producto y el abastecimiento a nuestros tradicionales adquirentes.

(2°) : Modificación reglamentaria comunitaria para que el "Mosto de Uva Rectificado" se le incluya y se le dote de "Restitución a su Exportación a Terceros Países", en simetría con las actuales restituciones a los "Mostos de uva Concen-trados", y desagregándose su codificación para permitir su trazabili­dad estadística, al resultar en la actuali­dad codificados con la misma nomencla­tura tanto los "Concentrados" como los "Rectificados".

(3°) :Promulgacíón Normativa Autonómica, en Cataluña, Andalucía y Galicia, con ratific·ación estatal, para la captación de Ayudas Comunitarias por los Productores de "Vinos de Mesa" o "Vinos con Denominación de Origen", que utilicen "Mostos Concentrados" y "Mostos Rectificados" para el aumento del grado alcohólico de determinados productos vinícolas, [enriquecimiento endógeno). postulando desde el M.A.P.A.

esta necesidad en las correspon­dientes Conferencias o Consejos Sectoriales que celebre con las CC.AA.

(4°): Apoyos instituciona les con dotaciones de Ayudas al efecto , para el desarrollo de la 1 nvestigac ión sobre Variedades Viníferas que dotan de mayor intensidad colorante a los

"Mostos Tintos", previsiones de futuras comercializaciones de "Mostos Ec1ológicos", "Mostos Varietales", e intensificación de Estudios y Promo-cio­nes para consumos y utilizaciones, m21xime cuando la nueva OCM ha anula­do las anteriores Ayudas a la Promo­ción del Consumo del "Zumo de Uva ".

ESTADÍSTICAS DE "AE.M .Z.U"

Producción en España de todos los tipos de MOSTOS/ZUMOS DE UVA:

-Campaña 1.998/1.999: 3.249.000 Hectolitros (Blancos: 2.500.000 Htls .; Tintos: 724.749 Htls)

-Campaña 1.999/2.000: 4.193.832 Hectolitros (Naturales: 4.074.000 Htls.; Concentrados 16.518 Htls;

y Rectificados 13.440 Htls.)

-Campaña 2.000/2.001: 4.500.000 Hectolitros (Naturales: 4.330.000 Htls .; Concentrados 24.71 O Htls;

y Rectificados 17.207 Htls .)

Consumo interior en España de "MOSTOS/ ZUMOS DE UVA"

-En 1.994: 74.280.000 Litros -En 1.995 : 67.900.000 Litros -En 1.996 : 60.150.000 Litros -En 1.997: 55.810.000 Litros -En 1.998: 61.280.000 Litros -En 1.999: 67.100.000 Litros -En 2.000: 64.230.000 Litros

La Asociación viene consiguiendo significativos logros en la ampliación de las utilizac iones de los "MOSTOS DE UVA/ ZUMOS DE UVA" en los productos agroalimentarios más diversos, con las correspond ientes dotac iones de Ayudas , continuando su legítima pre­sión para las modificaciones optimi­zantes que la regulación comunitaria y estatal mantienen pendientes para el desarrollo de este imprescindible

LAS EMPRESAS AFILIADAS EN

"A.E.M.Z.U", CONSTITUYEN EN

2.007, LA MAYORÍA REPRESENTA­

TIVA DE LOS OPERADORES TRANS­

FORMADORES, CONCENTRADO­

RES, RECTIFICADORES Y EXPORTA­

DORES DE "MOSTOS DE UVA " Y

"ZUMOS DE UVA " DE ESPAÑA.

Sector que tanto incide en el equilibro del Balance vitivinícola español.

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REMOLACHA

Nuevo AMI y mayor producción

• La campaña remolachera 2000/2001 se vio marcada por un aumento de las siembras y de la producción, a pesar de los problemas sufridos para recoger las

SECTORES

últimas remolachas de la campaña de invierno y de la rebaja de la contratac ión practicada para saldar los excedentes de campañas anteriores. La campaña de verano se cerró con un sobrepasamiento del 30% sobre la can­tidad asignada. Las entregas, que ter­minaron a mediados de agosto, ascen­dieron a 3.076.619 toneladas. Las bue-

nas cond iciones meteorológicas, unidas a que la superficie cu ltivada se incre­mentó notablemente, fueron las causas de este favorab le resultado. Por el contrario, la campaña en la zona centro no superó las expectativas y no alcanzó la cantidad prevista, pues sólo se entregaron 417.096 toneladas (un 7% por debajo de su cuota). Finalmente, en la zona Norte-Duero la campaña comenzó muy b ien. Parecía que iba a terminar mucho antes de fi n de año, pero las lluvias empezaron a retrasar la campaña y al final ésta du­ró hasta primeros de mayo de 2001. La producción a mediados de abri l de es­te año rondaba los 4,048 millones de tone ladas y el descuento med io era del 12,46%. En el ámbito comunitario, la producción quedó en torno a los 116,4 mi llones de toneladas debido a que los resu ltados en la mayoría de los países productores han sido mejores de lo esperado. Según las estimaciones de Bruselas, el repor-

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te para la campaña siguiente podría ron­dar los 1,7 millones de toneladas. Ya en 2001 , en marzo se firmó el Acuer­do Marco Interprofesional (AMI) remo­lachero azucarero que regirá en las pró­ximas cinco campañas. Se trata del do­cumento que regula las relaciones contractuales entre remolacheros e in­dustrias azucareras, con la excepción de los precios y el nivel de las cuotas, que son fijados por la Unión Europea.

TABACO

Baja la producción y suben los rendimientos

•Los productores de tabaco tuvieron en el año 2000 un resultado muy desi­gual. a campaña se desarrolló con normalidad y se consiguió, por un la­do, el incremento de los rendimientos por hect· rea y, por otro, un aumento de los precios pagados al productor, es­pecialmente de los de las variedades de tabaco rubio que son las m·s ge­neralizadas. La producción total rondó las 42.000 to­neladas (una cifra aproximada a la cuo­ta que tiene asignada España, que es de 42.300 toneladas) y la calidad de las hojas fue alta. Sin embargo , como en otros sectores , a los cultivadores de ta­baco les afectó la subida de precios del

SECTOBES

gasóleo ag rlcoia, que incrementó los costes de producción una media de 32 pesetas por kilogramo de tabaco pro­ducido. De los aproximadamente 6.018 cultiva­dores de tabaco que hay en España, el 98% est· integrado en alguna de las 1 O agrupaciones reconocidas. En cuanto a la ubicación del cu ltivo, el grueso se centra en la comunidad de Extrema­dura, con la provincia de C·ceres a la cabeza, pero tambiEn hay produccio­nes en otras comunidades autónomas como Andaiucla o Castilla y León. El año 2000 fue tambiEn el ' !timo ejer­cicio en el que el pago de la prima a los productores se realizó a travEs de las empresas transformadoras ya que a partir de la campaña 2001 ser·n los Go­biernos autónomos los que paguen de forma individual esas primas. En el ·mbito comunitario, la producción de tabaco es importante porque crea empleo en zonas donde la renta est· por debajo de la media . En total , la pro­ducción de la Unión Europea ronda las 342.955 toneladas y la superficie dedi­cada a este cultivo es de unas 139.000 hect·reas. Italia, Grecia y Portugal son los tres palses con mayor producción de tabaco, justo por delante de Espa­ña, pero lo cierto es que tambiEn hay muestras del cultivo en palses como Alemania, Austria, Bélgica, Luxembur­go y Francia.

ALGODÓN

Fuerte descenso de producción y nuevo régimen de ayudas

•Desde el comienzo de la campaña, el sector productor ya preveía que la co­secha de algodón iba a ser mala, una previsión que a medida que los meses pasaron se fue confirmando. De acuer­do con los datos del Ministerio de Agri­cultura, las siembras de algodón bruto se redujeron sensiblemente y ese des­censo contribuyó también a que la pro­ducción final fuera menor. Así, la superficie destinada a este cul­tivo se redujo un 18% sobre la superfi­cie de la campaña 1999/2000, pues só­lo se dedicaron al mismo 89.600 hec-

159

!áreas. Igualmente, la producción ca­yó un 28% al quedar en torno a las 298.400 toneladas. La mayor parte del cu ltivo de algodón se concentra en Andalucía , que tiene una cuota de producción del 98%, con la provincia de Sevilla a la cabeza. En la última campaña, las siembras en es­ta región se redujeron cons iderable­mente y la cosecha rondó las 278.000 toneladas. Tras Andalucía, las otras co­munidades que cuenta con producción, por superfic ie sembrada, Murcia, Ex­tremadura y la Comunidad Valenciana. La reforma del régimen de ayudas del sector del algodón (cuya última modi­ficación data de 1998) fue tratada en los p1·imeros consejos ordinarios de Mi­nistros de Agricultura de la Unión Euro­pea del año 2001 . En principio , España y Grecia (los dos únicos países con pro­ducción) rechazaron de plano la pro­puesta de la Comisión para incremen­tar las penalizaciones a los productores que superasen las Cantidades Máxi­mas Garantizadas para cada país. No obstante, a finales de abril , el Con­sejo de Ministros de Agricultura llegó a un compromiso para reformar este régi­men de ayudas basado en la propues­ta de España de mantener la actual tasa de penalización (0,5% de penalización por cada 1 % de rebasamiento) hasta un límite de 1.500.000 toneladas de algo­dón bruto para el conjunto de la Unión Europea, incrementando la tasa de pe­nalización a partir de dicho límite . Si se sobrepasa esta cantidad, las pe­nalizaciones se endurecerán conside-

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rab lemente y el precio al productor ca­erá de forma brusca. Además, la refor­ma del sistema de ayudas introduce también como novedad la capacidad de los Estados Miembros para limitar el cu ltivo alegando razones medioam­bientales.

Nueva OCM y menos producción

• Durante Jos primeros meses del año 2000 en el sector del lino se arrastró tanto el debate sobre la reforma del merc;:ado, como la polémica por el co­bro de ayudas a la producción. A mediados del verano, se aprobó por fin la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) para este sector, una reforma que entra en vigor en la campa­ña de comercialización 2001/2002. Entre otras muchas cosas, en el nuevo texto se fija la Cantidad Máxima Ga­rantizada (CMG) para España en

SECTORES

20.000 toneladas de lino de fibra corta (una cantidad superior a la que en prin­cipio se estimaba por parte de Bruse­las). Igualmente, las ayudas para este cultivo, fijadas hasta el año 2005, se di­viden en dos partes bien diferenciadas: una que corresponde al lino oleag ino­so del rég imen de cultivos herbáceos y otra en función de la fibra obtenida. En definitiva, la reforma aprobada su­pone para los productores de lino de fi-

bra corta una cierta mejora sobre la pri­mera propuesta de la Comisión, pero no deja por ello de significar un cambio drástico para el cultivo del lino. De cobrar unas ayudas de 118.000 pe­setas (709, 19 euros) por hectárea, se ha pasado a una nueva situación en la que el agricultor cobrará la ayuda fi ja de la PAC en función del rendimiento de l Plan de Regional ización y la otra parte de la misma dependerá de la fi­bra producida, dos variables que, com­binadas en el mejor de los casos, no se acercan ni de lejos a las ayudas que se cobraban hasta ahora . Además, hay que tener en cuanta que en la campa­ña 2002/2003 la ayuda fija se equipa­rará a la de los cereales, que es toda­vía más baja. Con estas expectativas , no es extra­ño que en los próximos años asista­mos a un abandono del cultivo del lino de f ibra corta en España, especial­mente en las zonas donde la pluviosi­dad media es baja y los rendimientos son muy variables .

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Page 163: Anuario UPA 2001

LECHE

No hubo superación de cuota

• En coherencia con el descenso del número de vacas de ordeño en más de un 3%, la producción de leche de va­ca en 2000 fue inferior a la del año an­terior, según las primeras estimaciones del Ministerio de Agricultura. Teniendo en cuenta esta negativa evolución, las mismas fuentes estimaban a comienzos del nuevo año que en la campaña 2000/2001 no se iba a sobrepasar la cuota láctea de que España dispone en aplicación de la Organización Común de Mercado (OCM). Sin embargo , al fi­nalizar la campaña algunas voces del sector discreparon con las estimacio­nes oficiales apuntando una superación de la cuota. A pesar de que los datos del balance definitivo no se conocerán hasta el ve­rano, dado que el plazo para entregar los balances de leche definitivos por parte de los primeros compradores ter­mina el 15 de mayo, todo hace pensar que no habrá que pagar este año su­pertasa dado que las entregas se han situado por debajo de la cuota asigna­da que ya es unas 350.000 toneladas mayor que la que teníamos en la cam­paña precedente. En este sentido, aunque el MAPA hizo un único reparto de 550.000 toneladas, los beneficiarios sólo pudieron utilizar una parte de la asignación en la cam­paña 2000/2001, quedando el resto (200 .000 toneladas) para la campaña 2001/2002.

SECTORES

Para esta campaña, la cantidad de le­che de referencia de venta a industrias queda para España en a 6.028.977 to­neladas. Por otro lado, antes de finalizar el año 2000, el Ministerio de Agricultura pro­cedió a real izar la asignación de dere­chos de la Reserva Nacional de vaca nodriza correspondiente a la campaña 2001. De acuerdo con las disponibili­dades de la Reserva Nacional , de las 14.727 solicitudes de asignación reci­bidas, se concedieron 632 y se repar­tieron un total de 7.812,4 derechos. Los ganaderos que se benefic iaron en el reparto de derechos de la Reserva Nacional tuvieron que incluir los en su sol icitud de primas ganaderas corres­pondientes al año 2001 , cuyo plazo fi­nal izó el 30 de marzo. En el ámbito comunitario, las entregas de leche realizadas a lo largo del año 2000 fueron un 0,4% inferiores a las de la campaña anterior, de acuerdo don di­versas fuentes. También descendió en la Unión Europea la producción de lác­teos, excepto en quesos. La reducc ión de la producción comu­nitaria provocó un alza en los precios de los ganaderos a la que también con­tribuyó la buena situación del merca­do mundial. En este sentido, el año 2001 comenzó bien para los productores nacionales de leche. En origen, los precios medios pagados a los ganaderos pasaron de 45 pesetas a 58 pesetas por litro debi­do a que las cantidades vendidas fue­ra de cuota se han reducido y a que han aumentado los controles por parte de la Administración. A este respecto, coincidiendo en el tiempo con la oleada de problemas pa­ra el sector ganadero que se produjo a primeros de año (fiebre aftosa, nuevos casos de EEB, etc.), se detectó un frau­de importante en la venta de leche fue­ra de cuota en España. Las cantidades de "leche negra" comercializada por una única empresa rondaban las 80.000 tone ladas, aunque desde di­versas fuentes se estimó que el fraude podría elevarse a cantidades muy su­periores . En el mes de abr il se inic ió la nueva campaña láctea 2001/2002 que, entre

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otras cosas, se caracterizará porque la cantidad de leche de venta a indus­trias ascenderá a 6.028.977 toneladas (sin c:ontar las 87.972 toneladas de cuo­ta de venta directa). Esta cuota se ha cons,eguido tras la entrada en vigor de las 200.000 toneladas que quedaban pendientes de las 550 .000 toneladas concedidas a España en la última revi­sión de las cuotas comunitarias. También al inicio de la nueva campaña, el Ministerio de Agricultura publicó la re­lación de los nuevos compradores de l echE~ autorizados para adquirir leche a los ganaderos la campaña 2001/2002. El Ministerio concedió autorización a 617 compradores (26 menos que en la campaña precedente) con lo que se constata una tendencia a la disminu­ción prog resiva del número de com­pradores que se ha venido producien­do en las últimas campañas. Como en años anteriores, los primeros compradores autorizados se concen­tran principalmente en Galicia, Casti lla y León, Cataluña y Andalucía

• VACUNO DE CARNE

El t1!stallido de las "va.cas locas"

• El ;~2 de noviembre de 2000 pasará a la historia de la ganadería española por ser el día en que se confirmó el pri­mer caso de Encefalopatía Espong ifor­me Bovina (EEB) en España. Cinco me­ses después, el número de casos se elevaba ya a 37 y las pérdidas para el sector bovino eran incalculables. Antes de la EEB, el sector había tenido un año más o menos tranquilo. La pro­ducción avanzaba a ritmos normales y lo mismo ocurría con el consumo inter­no y la exportación. A lo largo del año, el censo total de reproductoras de bo­vino permanecía prácticamente estabi-1 izado (incluso con un aumento del 0,7%), continuando la tendencia de años anteriores de reestructuración in­terna, con descenso del número total de vacas de ordeño y aumento parale­lo de las vacas de aptitud cárnica. Aunque en el primer trimestre de 2000 parecía que el descenso iba a ser ma­yor, los animales censados al finalizar

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el año fueron 6.249.349 en total (el 7,7% del total de cabezas a nivel comunita­rio). Asimismo, la Producción Indígena Bruta (número de bovinos sacrificados, más los comprados y menos los ven­didos como importaciones) ascendió en ese ejercicio a 1.208.000 cabezas , que comparadas con la cifra del año an terior supusieron un descenso del 14%, según los datos manejados por el Ministerio de Agricu ltura. Por otro lado, en los 1 O primeros meses del año 2000, el volumen de sacrificio de vacuno era sólo un 1,3% inferior al del mismo período de 1999 , pero de­bido a la crisis de la EEB en el conjun­to del año 2000 dicho volumen se re­dujo hasta llegar a ser un 7,2% inferior. Y si las cifras del 2000 ya suponen una reducción, las de 2001 apuntan a una caída espectacular. Los primeros datos manejados como estimaciones por el Ministerio de Ag ricultura recogen una caída en la Producción Ind ígena Bruta del 1,7%. En cuanto a la producción de carne de bovino, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, ésta quedó en 631.784 tone ladas que suponen un descenso del 6,76% con respecto al año anterior. Los datos manejados in­dican además que España fue, tras Ir­landa y los Países Bajos, el tercer país comunitario donde más se redujo la producción de carne en el año de las "vacas locas".

SECTORES

En el ámbito de la Unión Europea, la producción neta de carne de bovino descendió un 3,8% en el año 2000, lle­gando a 7.391 .346 tone ladas. Desde 1995, cuando se incorporaron Suecia y Finlandia a la UE, la producción de va­cuno ha descendido en 573 .039 tone­ladas de carne, según los datos de la Dirección General de Agricultura de la Comisión. Igualmente, el sacrificio de vacas ascendió a nivel comun itario a 1.968.262 toneladas que suponen tam­bién un descenso sobre el año ante­rior del 3,63%. Los datos de la Comisión confirman que, en 2000, el comercio exterior co­munitario de bovino con destino a ter­ceros paises registró un descenso del 29,8% en las exportaciones y del 2,2% en las importaciones.

PORCINO

El fin de una crisis

• Después de dos campañas en las que el sector porc ino anduvo de capa caída, la del 2000 fue fina lmente una campaña muy positiva para el sector, tanto a nivel de producción como de precios. La crisis de vacuno reforzó la posición del sector porcino y contribu­yó también a que los primeros meses del 2001 fue ran muy buenos, a pesar de la aparición del brote de Glosopeda en la cabaña europea.

162

A comienzos del año 2000, los precios fueron bajos (no hay que olvidar que el sector venia de una situación de crisis). pero a medida que las semanas fue­ron pasando, el precio del porcino se enfiló hasta llegar a un nivel máximo en los meses del verano. Como los precios en la Unión Europea estaban más ba­jos, el mercado retrocedió a comienzos de otoño para volver a recuperar posi­ciones en noviembre tras la reaparición de la Encefalopatía Espongiforme Bo­vina en la cabaña europea. También el mercado de lechones, que fue el más castigado durante la crisis de precios de los años anteriores, registró en el año 2000 una recuperación de precios no sólo en el mercado español sino también en el comunitario. La producción de porcino en España es la más importante de las producc iones ganaderas pues representa aproxima­damente el 15% de la Producción Fi­nal Agraria. De acuerdo con los datos del Ministerio de Agri cultura, el censo de animales porcinos se elevó en el año 2000 a 22,434 millones de cabezas , que supusieron un incremento del O, 1 % con respecto a la cabaña que había en 1999. El grueso de la cabaña (9 mi llo­nes de animales) lo componía el grupo de cerdos para sacrificio con un peso superior a 50 kilogramos. Por su parte, la Producción Indígena Bruta (PIB), que suma sacrificios menos las importaciones y más las exporta­ciones, quedó ese año en 35.128.000 cabezas, mientras que la producc ión de carne ascendió a 2,91 millones de toneladas. A escala de la Unión Europea, los ani­males censados fueron 121,9 mi llones. El país con mayor cabaña sigue siendo Alemania, que ese año censó 25,77 mi­llones de cerdos. Por su parte, la Pro­ducción Indígena Bruta comunitaria se colocó en 203,93 millones de cabezas y la producción de carne de porcino en 17,55 mil lones de toneladas. El balance para el sector a nivel comu­nitario se cerró con un descenso del sa­crif icio del 2,67% sobre el año anterior, un descenso de las importac iones y una caída de las exportaciones de car­ne en canal. Por el contrario, en ese año subió el peso medio en canal de los ani-

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males sacrificado y el precio medio de las canales. Un dato también relevante es que el consumo por habitante y año de carne de porcino en la Unión Europea des­cendió en 2000 un 2,5% con relación al año anterior, pues sólo se consumieron 43,4 kilogramos, según los datos de Eu­rostat. Para este año, las primeras estimacio­nes publicadas por la Dirección Gene­ral de Agricultura de la Comisión apun­taban a que seguirán descendiendo tanto el sacrificio como el consumo, la producción y las exportaciones. Sólo se prevé que crezcan en este año las com­pras de carne desde países terceros. Sin embargo, para España las estima­ciones no son tan pesimistas. De acuer­do con las mismas fuentes, la produc­ción de carne aumentará este año un 1,23%. De todas formas, estas previsiones fue­ron hechas antes de comprobar cómo evolucionaba la epidemia de fiebre af­tosa en la Unión Europea y por eso hay que tomarlas con todas las salvedades. Por lo pronto, en los primeros meses de 2001 los precios del cerdo siguieron al alza debido por un lado a que los pro­blemas con la carne de bovino se man­tuvieron y, por otra, a que España no se vio afectada por la fiebre aftosa. Además de esto, el sector del porcino estuvo en 2000 muy pendiente de la pu­blicación de la normativa sobre reorde­nación de las explotaciones (que im­pone techos al tamaño de las explota­c iones) y de la reforma de la Organización Común de Mercado, que se aprobó en el mes de junio.

SECTORES

Asimismo, durante 2001 el sector ten­drá que estar atento a las repercusio­nes sobre los costes de producción que supondrá la prohibición de las harinas de carne y a los temas sanitarios que cada vez están determinando más la rentabi lidad de las explotaciones .

OVINO Y CAPRINO

Aumenta la producción pero bajan las primas

• La evolución del sector del ovino y caprino en España estuvo marcada en el año 2000 por las negociaciones pa­ra la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del sector. Además de constatarse una satisfactoria dispo­nibilidad de pastos, se produjo un au­mento apreciable del volumen de pro­ducción y un incremento de la cabaña ganadera ovina. En el lado negativo, la prima que reci­be el sector sufrió un descenso del 20% con respecto a la de 1999. En concre­to, el saldo final de la prima fue de 17,4 77 euros para las ovejas pesadas (2 .907 ,928 pesetas) , y 13,982 euros (2.326,409 pesetas) para las ovejas li­geras y las cabras.

En cuanto al censo, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultu­ra , la cabaña censada en España se situó en 24.167.000 cabezas , un 0,8% más que un año antes. Por su parte, la Producción Indígena Bruta (animales sacrificados menos los importados, más los exportados), se elevó a 20.682.000 cabezas .

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Por lo que respecta al caprino, la ca­baña también se redujo . Según los da­tos del Ministerio de Agricultura, en to­tal se encontraban censados 2.565.000 animales, un 2,4% menos que un año antes. Diferenc iando por animales, los datos de 2000 confirman que se ha producido una caída muy importante entre las chivas. Dentro de esta cabaña, la Producción Indígena Bruta se situó en España en 1.92:2.000 cabezas mientras que en la Unión Europea la cifra fue de 8.138.000 cabezas. También a escala comunita­ria , la cabaña caprina ha descendido. En el conjunto de los Quince l1abfa cen­sados al fina lizar el año unos 6.120.000 animales de los que el 42% correspon­den a España, el 22% a Italia, el 17% a Francia y el 10% a Portugal . A nivel de precios , el año 2000 trans­currió sin grandes sobresal tos. El sec­tor comenzó el año con unos precios medios muy por encima de los del año precedente, pero hacia la primavera, el nive l era ya mucho más bajo. En los meses del verano, las cotizaciones co­menzaron a remontar hasta llegar a septiembre , mes tras el cual se inició un pi3ríodo de bajadas que cu lminó a finalE3S de noviembre cuando la in­fluenc ia de la cri sis del sector vacuno hizo que los precios terminaran el año muy por encima del nivel con el que lo habían iniciado.

• HUEVOS

Un cierto respiro

• En el año 2000 la producción de hue­vos rondó los 722 millones de docenas mientras que la cabaña de ponedoras se situó en 35,3 millones , cifras que comparadas con las del año anterior suponen un descenso del 6% en am­bos casos. Sin embargo, el año no fue malo para los pmductores ya que los precios su­bieron en torno a un 27% debido, en­tre otras causas , a que la producc ión también descendió, especialmente en Italia , país que tras Francia y Alemania ocupa dentro de la UE un lugar desta­cado en producción avícola. En relación con esta caída de la pro-

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ducción comunitaria (que algunas fuen­tes del sector sitúan en torno al 3%), la exportación de huevos en España se in­crementó. Antes de acabar el año, los ministros de Agricultura de la Unión decidieron que desde el 2004, todos los huevos que lle­guen al mercado tendrá que llevar obli­gatoriamente en su cáscara un código identif icativo. Con este código, se da un paso más en la política de seguridad alimentaria que se está imponiendo desde la Unión Europea. De cara al 2001. los buenos datos del 2000 han provocado un aumento de las repocisiones de poll itas, de lo que se desprende que al finalizar el nuevo año habrá un aumento de la produc­ción nac ional de huevos . Estas esti­maciones, un idas a que en la Unión Europea también se prevé una recu­peración de las producciones, hace presagiar que el nivel de precios des­cenderá esta campaña.

CUNICULTURA

El sector se organiza en torno a INTERCUN

• Desde comienzos de año, el sector cuníco la estuvo debatiendo sobre la rnejor forma de constituir una organiza­ción interprofesional , un reto que ya

SECTORES

arrastraban desde la campaña anterior, pero no fue hasta finales de mayo cuan­do quedó formalmente constituida IN­TERCUN. Las funciones de esta organización que representa tanto a productores, como al sector de la comercialización o a los mataderos, están encaminadas a me­jorar la transparencia del mercado, tan­to a nivel interno como en el mercado comunitario y con relación a terceros países. Especialmente, la interprofesional se en­cargará de regular las campañas de promoción; de mejorar la calidad del co­nejo, efectuando el seguimiento desde la fase de producción, transformación y comercialización , hasta su llegada a destino o al consumidor f inal; de pro­mover programas de investigación y de­sarrollo que impulsen los procesos de innovación en el sector y de realizar ac­tuaciones que tengan por objeto una mejor defensa del medio ambiente. En cuanto a la evolución del sector cu­nfcola, en el año 2000 la producción de carne superó con creces la del año pre­cedente. En concreto, los datos del Mi­nisterio de Agricultura apuntan a que se sacrificaron 121 millones de animales (un 8,2% más), con un peso de 155.100 toneladas (un 14,4% más). Durante los primeros meses del año la evolución del mercado fue bastante ne-

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gativa, pero a medida que se acercaba el verano los precios comenzaron a su­bir influidos por un aumento del con­sumo. No obstante, como en el resto de las cabañas ganaderas fue la crisis de las "vacas locas" la que definitivamen­te reactivó el mercado en el último tri­mestre. Los precios medios en las prin­cipales lonjas nacionales osci laron en­tre las 252,31 pesetas/ki lo en vivo de Bellpuig (Lérida) a las 274,23 pese­tas/kilo de Reus (Tarragona) .

APICULTURA

Más colmenas y menos miel

• Por te rcer año consecutivo, la pro­ducción nac ional de miel en España descendió debido a la sequía y las ad­versidades climáticas de comienzos de año. La escasez de algunos tipos de flores provocó en el sector cuantiosas pérdidas y, por ello, la producción fue finalmente menor, situándose en unas 28.000 toneladas, a pesar de que tan­to el número de colmenas como de api­cultores aumentó, en este último caso con 11 % más que el año anterior, has­ta llegar a un total de 27.800 apicu lto­res, de los que unos 4.000 son profe­sionales. El número de colmenas de España pa­ra la campaña 2000/01 se cifra en unos 2,2 mi llones, 180.000 colmenas más la campaña anterior; mientras que en el conjunto de la Unión Europea las col­menas censadas son 8,6 mil lones. Es­paña es el país comunitario con el cen­so apícola más importante, seguido de Francia, Grecia, Italia y Alemania. En el año 2000, la Comisión Europea aprobó un programa de ayudas para la apicultura española por 1.326 millones de pesetas (7,97 millones de euros) en el año 2001. Dicho programa está den­tro del marco establecido por el Regla­mento 1221/97 de medidas para la me­jora de la producción y comercializa­ción de la mie l comunitaria. De este presupuesto, el 50% estará financiado por la Unión Europea, mientras que el 50% restante será, aportado a partes iguales por las Comunidades Autóno­mas y el Ministerio de Agricultura.

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AVICULTURA

Menor producción y mejores precios

• A pesar de que en los dos últimos meses del año 2000 el sector de la car­ne de pollo consiguió recuperarse gra­cias al aumento de consumo produci­do tras la aparición de la EEB, el saldo final de la producción española de aves fue negativo. El número de pollos sacrificados du­rante el pasado año (556.990) resultó ser inferior en más de un 1 % al del año precedente y algo similar ocurrió con la producción de carne. Sin embargo, y de acuerdo con las es­timaciones del Ministerio de Agricultu­ra, el comercio exterior de carne evolu­cionó más favorablemente . En concre­to, las exportaciones crecieron un 20% hasta colocarse en 75. 754 toneladas de carne, al tiempo que las importaciones sólo se incrementaron un 5%, pasan­do de las 112.584 toneladas de 1999 a 118.504 toneladas . Por destinos y procedencias de estas carnes , el grueso, tanto en importacio­nes como en exportaciones, fue el co­mercio comunitario. En el caso de las compras, se importaron en el año 2000 un total de 90.807 toneladas de carne, lo que supuso un incremento sobre el año precedente del 4,6% (las importa­ciones desde países terceros crecieron un 7,5% en el mismo período). Por su lado, los productores españo-

SECTORES

les vendieron unas 56.306 toneladas de carne a los países comunitarios (un 14% más que un año antes) y 19.448 to­neladas a otros países (un 41 % más). En cuanto a la evolución del mercado, el precio medio del año 2000 fue fi­nalmente superior al del año 1999, gracias al tirón experimentado tras la aparición de la crisis de las "vacas lo­cas". Los problemas con los precios fueron frecuentes en la primera mitad del año, pero a medida que el verano iba pasando, las cotizaciones comen­zaron a mejorar. La producción comunitaria también se vio mermada en el año 2000 debido a los problemas sanitarios de Italia (la "influenza" hizo estragos en la caba­ña italiana) y al descenso de produc­ción en Francia.

AGRICULTURA ECOLOGICA

Cada vez más y mejor

• De acuerdo con los datos del Mi­nisterio de Agricultura , la superficie dedicada a la producción ecológica en España alcanzó en el año 2000 las 380.838 hectáreas, un 8% más que a en 1999. El conjunto de las produc­ciones ecológicas movió en el merca­do unos 17.000 millones de pesetas (102, 17 millones de euros) . En cuanto a las explotaciones dedicadas a este tipo de cultivos , a finales de 2000 ha­bía en España 13.424 agricultores y ganaderos siguiendo estos métodos, a los que hay que añadir otros 666 ela­boradores . Los resultados de 2000 no hacen sino confirmar la tendencia de los últimos años. Así , desde 1996 la superficie dedicada en España a estas produc­ciones se ha incrementado en un 300%, al tiempo que el número de pro­ductores ha crecido multiplicándose casi por siete . Por Comunidades Autónomas, como en años anteriores, la mayor superficie destinada a la agricultura ecológica co­rresponde a Extremadura con 170.087 hectáreas de las que aproximadamen­te 100.000 hectáreas son pastos y tie­rras dedicadas a los cultivos forrajeros. Tras la comunidad extremeña están, por

165

superficie dedicada a cultivos ecológi­cos, Andalucía (que cuenta con una su­perficie de 69.042 hectáreas); Castilla y León (con 36.368 hectáreas) ; Aragón (con 26.317 hectáreas); La Comunidad Valenciana (18.886 hectáreas); Castílla­La Mancha (12.127 hectáreas); Murcia (11 .B52 hectáreas); Cataluña (10.826 hecté3.reas) ; Navarra (9 .865 hectáreas) ; Canarias (4.961 hectáreas) ; Baleares (4.7Ei5 hectáreas); La Rioja (2.202 hec­táreas); Cantabria (1.410 hectáreas) ; Madrid (1 .279 hectáreas) ; País Vasco ( 423 hectáreas); Galicia (267 hectáre­as) y Asturias (173 hectáreas). En cuanto al número de agricultores y ganaderos que trabajan de acuerdo con métodos de producción ecológi­cos , los datos del año 2000 confirman de nuevo a Extremadura, con 7.404 productores , como la región con un nú­mero mayor de productores interesa­dos. Le siguen por orden , Andalucía con :2.749 y la Comunidad Valenciana con 613. En cuanto al número de elaboradores, la primera Comunidad es Andalucía con 124, casi igualada con Cataluña con 123, tras las que se sitúa la Comu­nidad Valenciana con 66. Finalmente, por tipos de cultivos, lama­yor superficie dentro de la agricultura ecológica se destina a los pastos y cul­tivos forrajeros (unas 167.471 hectáre­as en toda la geografía nacional) . Le si­guen en orden a la superficie dedica­da, el olivar (con 71.351 hectáreas) y los cereales y leguminosas (con 48 .950 hectáreas). El resto de la superficie de agricultura ecológica se divide entre hortalizas, cí­tricos, otros frutales, vid , frutos secos, cultivos subtropicales, plantas aromáti­cas, cu ltivos silvestres y de bosque, se­millas y tierras dedicadas al barbecho o "abono verde''. Por lo que respecta a las explotaciones ganaderas que siguen métodos ecoló­gicos de producción , las más numero­sas son las de vacuno (557 entre va­cuno de carne y leche, en el pasado año), seguidas de las de ovino (303 en­tre carne y leche), caprino (57), aves (54 entre producción de carne y hue­vos); porcino (52), apicultura (35) y otras producciones (24).

Page 168: Anuario UPA 2001

111 MERCASA 1 I I T T 1

MERCASA ,

UNA GRAN ORGANIZACION AL SERVICIO DE LA

, DISTRIBUCION ALIMENTARIA

Empresa Nacional MERCASA Pº DE LA HABANA, 180 I 28036 MADRID

TEL.: 91 350 06 09 I FAX: 91 350 47 90

CORREO ELECTRÓNICO: [email protected] / INTERNET: www.mercasa.es

Page 169: Anuario UPA 2001

FICHAS SECTOBIALES

•!rlgo duro • !rJgo blanda • Sup. Cultivada en España (Has) 868.000 • Sup. Cultivada en España (Has) 1.501 .800 • Sup. Cultivada en España (Has) 816.900

% aproximado respecto a la UE-15 26% % aproximado respecto a la UE-15 11% _1 aproximado respecto a la UE-15 30% • Producción española (2000) (Tn) 1.916.800 • Producción española (2000) (Tn) 5.416.300 • Producción española (2000) (Tn) 2.434.500

% aproximado respecto a ta UE-15 23% % aproximado respecto a la UE-15 6% ¿ aproximado respecto a la UE-15 22% • Precio medio en origen (Ptsl kg) 22,5 • Precio medio en origen (Pts./kg) 21 ~ecio medio en origen (Pts./kg) 18 • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras

(% s/total nacional) (% s/total nacional) ~; s/totat nacional)

Andalucía 63% Castilla y León 48% Castilla y León 53% Aragón 13% Castilla-La Mancha 17% Castilla-La Mancha 25% Castilla-La Mancha 6% Aragón 7% ~1ón 10% Fuente: MAPA/Coceral Fuente: MAPA/Coceral Fuente: MAPA/Cacera!

• Cebada dos Ol1'1'l1'll • • Sup. Cultivada en España (Has) 2.489.800 • Sup. Cultivada en España (Has,) 8.100 • Su1p. Cultivada en España (Has) 427.000

% aproximado respecto a la UE-15 30% % aproximado respecto a la UE-15 9% ¿ aproximado respecto a ta UE-15 21 %

• Producción española (2000) (Tn) 8.848.500 • Producción española (2000) (Tn) 41 .300 :...f!:oducción española (2000) (Tn) 952.1 00 % aproximado respecto a ta UE-15 22% % aproximado respecto a ta UE-15 7% ...!:, aproximado respecto a la UE-15 7%

• Precio medio en origen (Pts./kg) 19,24 • Precio medio en origen (Pts./kg) 23,47 ~ecio medio en origen (Pts./kg) 19,7 • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras

(% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional) Castilla· y León 39% Cataluña 57% Castilla-La Mancha 34%

Castilla-La Mancha 20% Extremadura 21 % Castilla y León 23% Navarra 17% Andalucfa 11% Extrnrnadura 17% -Fuente: MAPA/Cacera! Fuente: MAPA/Cacera! Fueíllte: MAPA/Cacera!

•Oemmm •Mm • Sup. Cultivada en España (Has) 110.700 • Su~. Cultivada en España (Has) 424.900 • Sup. Cultivada en España (Has) 32.500

% aproximado respecto a la UE-15 9% % aproximado respecto a la UE-15 10% ...!:, aproximado respecto a la UE-15 4% • Producción española (2000) (Tn) 210.300 • flroducción española (2000) (Tn) 3.841.400 • Pnoducclón española (2000) (Tn) 75.900

% aproximado respeoto a la UE-15 4% % aproximado respecto a la UE-15 10% % aproximado re.specto a ta UE-15 2% • Precio medio en origen (Pts./kg) 18,8 • Precio medfo en origen (Pts./kg) 23,85 :Eaclo medio en origen (Pts./kg) 18,5 • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Pri:ncipales zonas productoras

(% s/total nacional) (% s/lotal nacional) (% s/total nacional) Castilla y León 75% Castilla y León 28% Andalucía 59% Casfilla-La Mancha 11% Aragón 19% Extremadura 21 % Galicla 7% Extremadura 15% Castii lla-La Mancha 15% Fuente: MAPA/Cocerat Fuente: MAPA/Cacera! Fuente: MAPA/Coceral

•Tiros • • • • Sup. Cultivada en España (Has) 108.500 • Sup. Cultivada en España (Has) 2.646 • Sup. Cultivada en España (Has) 163.300

% aproximado respecto a la UE-15 98% % aproximado respecto a la UE-15 1% ~aproximado respecto a la UE-15 70%

• Producción española (2000) (Tn) 83.000 • Producción española (2000) (Tn) 5.500 • Producción española (2000) (Tn) 130.300

% aproximado respecto a la UE"15 98% % aproximado respecto a la UE-15 1% 2 aproximado respecto a la UE-15 60%

• Precio medio en origen (Pts./kg) 21,6 • Precio medio en origen (Pts./kg) 35 ~lelo medio en origen (Pts./kg) 32,98

• Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras (% s/total nacional) (% s/total nacional) ~ s/total nacional)

Castilla-La Mancha 82% Extre¡nadura 98% Castilta-La Mancha 45% Castilla y León 5% Andaluola 1% ' Castilla y León 35%

Aragón 4% Aragón 1% ~ón 8%

Fuente: MAPA/Eurostat Fuente: MAPA/FAO Fuente: MAPA/FAO

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Page 170: Anuario UPA 2001

FICHAS SECTORIALES

•OoJsa • Sup. Cultivada en España (Has) 31.400 • Sup. Cultivada en España (Has) m .2on • Sup. Cultivada en Eseaña (Has) 841 .000

% aproximado respecto a la UE-15 1% % aproximado respecto a la UE-15 29% % aproximado respecto a la UE-15 43%

• Producción española (2000) (Tn) 49.600 • Producción española (2000) Q:n) 797.800 • Producción española (2000) (Tn) 848.300 % aproximado respecto a la UE-15 1% % aproximado respecto a la UE-15 31 ,80% % aproximado respecto a la UE-15 26%

• Precio medio en origen (Pts./kg) 29 • Precio medio en origen {P1s./kg) 45,66 • Precio medio en origen (Pts./kg) 29,05 • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras

(% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional) Aragón 35% Andalucía 40% Andalucía 52% Castilla-La Mancha 28% Extremadura 20% Castilla y León 24% Andalucía 22% Cataluña 1?% Castilla-La Mancha 13%

Fuente: MAPNFAO Fuente: MAPA/FAO Fuente: MAPA/FAd

• Bemollcha ancarera • Sup. Cultivada en España (Has) 89.600 • Sup. Cultivada en España (Has) 14.281 • Sup. Cultivada en España (Has) 188.561

% aproximado respecto a la UE-15 17% % aproximado respecto a la UE-15 10% % aproximado respecto a la UE-15 10% • Producción española (2000) (Tn) 288.300 • Producción española (2000) (Tn) 42.217 • Producción española (2000) (Tn) 8.295.300

% aproximado respecto a la UE-15 19% % aproximado respecto a la UE-15 13% % aproximado respecto a la UE-15 8%

• Precio medio en origen (Pts./kg) 159,14 • Precio medía en origen (P1s:'/kg) 511,74 • Precio medio en origen (Pts./kg) 8,4

• Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productóras (% s/total nacional) (% s/tbtal nao1onal) (% s/total nacional)

Andalucía 96% Extremadura 85% Castilla y León 53%

Murcia 1% Andalucía 10°/o Andalucía 36%

Extremadura 1% Castilla y León 2% Castilla-La Mancha 6% Fuente: MAPA/FAO Fuente: MAPA/Eurostat Fuente: MAPA/FAO. inc\ay!n datos lirn•""'d•illvi"""'""""

•Vino • Sup. Cultivada en España (Has) 124.500 • Sue. Cultivada en España (Has) 2.221 .900 • Sup. Cultivada en Eseaña (Has) 1.133.400

% aproximado respecto a la UE-15 54% % aproximado respecto a la UE-15 53% % aproximado respecto a la UE-15 34%

• Producción española (2000) (Tn) 323.600 • Producción española (2000) (Tn) 950.000 • Producción española (2000) (Tn) 45.000.000 % aproximado respecto a la UE-15 62% % aproximado resp·ecto a la U E-15 52% % aproximado respecto a la UE-15 25%

• Precio medio en origen (Pts./kg) 102 • Precio medio en origen (Pts./kg) 322,26 • Precio medio en origen. (2000)' 667,47 (pts.hgdo) • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras

(% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional)

Andalucía 71% Andalucía 85% Castilla-La Mancha 49,50%

Extremadura 27% Castilla-La Mancha 5% Cataluña 9,70%

Valencia 1% Cataluña 3% Extremadura 7% Fuente: MAPA/Eurostat Fuente: MAPA/Eurostat Fuente: MAPA/Eurostat.' Precio rosado

•Uva de mesa • •Pimiento • Sup. Cultivada en España (Has) 31.400 • Sup. Cultivada en España (Has) 24.100 • Sup. Cultivada en España (Has) 23.000

% aproximado respecto a la UE-15 35% % aproximado respecto a la UE-15 70°/o % aproximado respecto a la UE-15 50% • Producción española (2000) (Tn) 352.700 • Producción eseañola (2000) (Tn) 187.000 • Producción española (2000) (Tn) 939.000

%.aproximado respecto a la UE-15 15% % aproximado respecto a la UE-15 71 % % aproximado respecto a la UE-15 56% • Precio medio en origen (Pts./kg) 72,73 • Precio medio en origen (Pts./kg) 141 ,24 • Precio medio en origen (P1s./kg) 127,31 • Precio medio mayorista (2000) 165 • Precio medio mayorista (Pts./kg) SIC • Precio medio mayorista (Pts./kg) 175 • Principales zonas.productoras • Principales zonas. productoras • Principales zonas productoras

(% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional) C.Valenciana 57% Andalucía 39% Andalucía 63% Murcia 27% Castilla-La Mancha 35% Murcia 15% Andalucía 14% Castilla y León 10% e.Valenciana 5% Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fuente: MAPA/FAO/Mercasa

168

Page 171: Anuario UPA 2001

•Lech • Sup. Cultivada en España (Has) 37.420

% aproximado respecto a la UE-15 27% • Producción española (2000) (Tn) 990.600

% aproximado respecto a la UE-15 28% • Precio medio en origen (Pts./kg) 47 • Precio medio mayorista (Pts./kg) 68 • Principales zcmas productoras

(% s/total nacional) Murcia 35% Andalucía 27% Cataluña 9% Fuente: MAPA/FAO/Mercasa

•h verdel • Sue. Cultivada en Eseaña (Has) 20.241

% aproximado respecto a la UE-15 88% • Producción española (2000) Q:n} 293.100

% aproximado respecto a la UE-15 90% • Precio medio en origen (Pts./kg) 209,83 • Precio medio mayorista (Pts./kg} 303 • Principales zoras productoras

(% s/total nacional) Andalucía 52% La F.lioja 11% Cataluña 7% Fuente: MAPA/FAO/Mercasa

FICHAS SECTORW.ES

•Alcachofa • Sup. Cultivaila en España (Has) 19.900 • Sup. Cultivada en España (Has)

% aproximado respecto a la UE-15 23% % aproximado respecto a la UE-15 • Producción española (2000) (Tn) 284.600 :"Pr'C1ducción eseañola (2000) (Tn)

% aproximado respecto a la UE-15 32% % aproximado respecto a la UH 5 • Precio medio en origen (Pts./kg) 81 ,56 =-Pre~cio medio en origen (Pts./kg) • Preoio medio mayorista (Pts./kg) 150 :-pre,cio medio mayorista (Pts./kg) • Principales zonas productoras :p[jjílcipales zonas productoras

(% s/total nacional) J! s/total nacional) Murcia 34% Castilla-La Mancna e.Valenciana 33% Andalucía Andalucía 8% Comunidad Valenciana Fuente: MAPA/FAO/Mercasa 'Fu'eñi:e: MAPA/FAO/Mercasa

•Patata • mde • Sup. Cultivada en Eseaña (Has) 124.100 • Sup. Cultivada en España (!'las)

% aproximado respecto a la UE-15 9% % aproximado respecto a la UE-15 • Producción espa~ola (2000) (Tn) 3.138.000 =-Priiducclón española (2000) ('f n)

% aproximado respecto a la UE-15 7% % aproximado respecto a la UE-15 • Precio medio en origen (Pts./kg) 27,7 :::Ecio medio en origen (Pts./kgl • Precio medio mayorista (Pts./kg) 40 • Precio medio mayorista (Pts./kg} • Principales zonas productoras =Prii1cipaies zonas produotoras

(% s/total nacional) (% s/total nacional} Castilla y león 30% Extremadura Andalucía 17% Andalucía Galicia 15% La Rioja Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fueiiie: MAPA/FAO/Mercasa

GARANTfA DE CONTROL CON ACENTO AN

23.300 23%

1.053.800 28%

21,41 41

43% 18% 12%

59.600 22%

3.524.500 23%

71 ,95 132

49% 19% 9%

AGRtlCULTURA ECOLOGICA

Comité Andaluz de Agricultura Ecológica llJ

Cortijo de Cuarto sin, 41O~4-Sevilla Apartado de correos, 111 07, 4108(')-Sevilla

Telf.: 95-4689390 (6 líneas), Fax: 95-4680435 [email protected], web: www.caaa.

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u

Page 172: Anuario UPA 2001

FICHAS SECTORIALES

• l'resa-l'resón •• a •Mandarina • Sup. Cultivada en España (Has) 10.700 • Sup. Cultivada en España (Has) 138.100 • Sup. Cultivada en España (Has) 100.900

% aproximado respecto a la UE-15 21% % aproximado respecto a la UE-15 46% % aproximado respecto a la UE-15 72% • Producción española (2000) (Tn) 354.200 • Producoión española (2000) (In) 2.721 .200 • Producción española (2000) (Tn) 1.798.400

% aproximado respecto a la UE-15 45% % aproximado respecto a la UE-i 5 48% % aproximado resP.ecto a la UE-15 70% • Precio medio en origen (Pts./kg) 108,04 • Precio medio en origen (Pts./kg) 24,89 • Precio medio en origen (Pts./kg) 46,51 • Precio medio mayorista (Pts./kg) 214 • Precio medio mayorista (Pts./kg) 75 • Precio medio mayorista (Pts./kg) 105 • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras

1% s/total nacional) _1% s/total nacional) (% s/total nacional) Andalucla 94% e.Valenciana 62% C. Valenciana 86% Cataluña 3% Andalucía 29% Andalucía 7% Madrid 1% Murcia 4% Cataluña 4% Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fuente: MAPA/FAD/Mercasa Fuente: MAPA/FAO/Mercasa

•Limón •Pera •Sandía • Sup. Cultivada en España (Has) 43.400 • Sue. Cultivada en España (Has) 40.700 • Sup. Cultivada en España (Has) 18.500

% aproximado respecto a la UE-15 46% % aproximado respecto a la UE-15 25% % aproximado respecto a la UE-1 5 37% • Producción española (2000) (Tn) 938.500 • Producción española (2000) (Tn) 649.600 • Producción española (2000) (Tn) 729.700

% aproximado respecto a la UE-15 55% % aproximado respecto a la UE-15 27% % aproximado respecto a la UE-15 39% • Precio medio en origen (Pts./kg) 38,54 • Precio medio en origen (Ptslkg) 54,08 • Precio medio en origen (Pts./kg) 29,67 • Precio medio mayorista (Pts./kg) 87 • Precio medio mayorista (Pts./kg) 105 • Precio medio mayorista (Pts./kg) 58 • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras

(% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional) Murcia 44% Andalucía 51 % Andalucla 58% C.í:lalenciana 36% C. Valenciana 22% C. Valenciana 17% Andalucía 18% Murcia 6% Murcia 11% Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fuente: MAPA/FAO/Mercasa

La agrícultura es /J proft.:síón propía dtl la m25adec

y la ocupacíón

Page 173: Anuario UPA 2001

FICHAS SECTORIALES

11 JllDllDI • Sup. Cultivada en España (Has) 49.300 • Sup. Cultivada en España (Has) 39.518 • Sup. Cultivada en España (Has) 25.000

% aproximado respecto a la UE-15 14% % aproximado respecto a la UE-15 45% % aproximado respecto a la UE-15 38% • Producción española (2000) (Tn) 713.200 • Producción española (2000) (Tn) 1.006.500 :"PrOducción eseañola (2000) (In) 147.200

% aproximado respecto a la UE-15 9% % aproximado respecto a la UE-15 50% % aproximado respecto a la UE-15 25% • Precio medio en origen (Pts.Jkg) 35,96 • Precio medio en origen (Pts.Jkg) 43,93 :""Precio medio en origen {Pts./kg) 48,39 • Precio medio mayorista (Pts.Jkg) 99 • Precio medio mayorista (Pts.Jkg) 147 • Precio medio mayorista (Pts./kg) SIC • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras

(% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional) Cataluña 54% Castilla-La Mancha 33% Murcia 53% Aragón 28% Andalucía 31% C. Valenciana 24% Castilla y León 3% Murcia 19% Baleares 9% Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fli'8ñie: MAPA/FAO/Mercasa

• •Plátanos • lerezu • Sup. Cultivada en España (Has} 71 .247 • Sup. Cultivada en España (Has) 8.700 • Sup. Cultivada en España (Has) 28.600

% aproximado respecto a la UE-15 27% % aproximado respecto a la UE-15 85% % aproximado respecto a la UE-15 25% • Producción española (2000) (!n) 1.127.400 • Producción española (2000) (Tn) 420.200 :-producción española (2000) (Tn) 113.000

% aproximado respecto a la UE-15 27% % aproximado respecto a la UE-15 % % aproximado respecto a la UE-15 23% • Precio medio en origen (Pts.Jkg) 64,54 • Precio medio en origen (Pts./kg) 38,21 :""Pre::io medio en origen (Pts.Jkg) 224,57 • Precio medio mayorista (PtsJkg) 142 • Precio medio mayorista (Pts./kg) 110 :p;e;:io medio mayorista (Pts./kg) 325 • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras =-Pr'ir1cipales zonas productoras

{% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional) Aragón 27% Canarias 98% Extrernadura 31 % Cataluña 24% Andalucía 1% Aragón 26% Murcia 21 % C. Valenciana 1% Cataluña 11 % Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fuente: MAPA/FAO/Mercasa Fli'8ñie: MAPA/FAO/Mercasa

•Avellana cara • endra iiüCUi • Sup. Cu ltivada en España (Has) 20.100 • Sup. Cultivada en Eseaña {tl_as_) _ 28.700 • Sup. Cultivada en España (Has) 658.500

% aproximado respecto a la UE-1 5 16% % aproximado respecto a la UE-15 28% ~proxlmado respecto a la UE-15 79%

• Producción española (2000) (Tn) 155.700 • Producción eseañola (2000) (Tn) 17.800 • Producción española (2000) (Tn) 239.300

% aproximado respecto a la UE-15 24% % aproximado respecto a la UE-15 12% ..!!!proxlmado respecto a la UH 5 57%

• Precio medio en origen (Pts./kg) 65,39 • Precio medio en origen (Pts./kg) 208,15 ~:io medio en origen (Pts./kg) 114,95

• Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras (% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional) -

Murcia 28% Cataluña 95% C. Valenciana 21%

Andalucía 17% C.Valencían_a 1% Andalucía 19% -e.Valenciana 17% Castilla y León 1% Cataluña 16%

Fuente: MAPA/FAO Fuente: MAPA/FAO Fuente: MAPA/FAO

• díU secas • Sue. Cultivada en España (Has) 24.700 • Sup. Cultivada en España (Has) 77.100 • Sup. Cultivada en España (Has) 19.100

% aproximado respecto a la UE-15 76% % aproximado respecto a la UE-15 70% ...!:,!proxímado respecto a la UE-15 33%

• Producción española (2000) (Tn) 23.100 • Producción española (2000) (Tn) 45.900 • Producción española (2000) (Tn) 22.800

% aproximado respecto a la UE-15 75% % aproximado respecto a la UE-15 73% ~proximado respecto a la UE-15 19%

• Precio medio en origen (Pts./kg) 77,31 • Precio medio en origen (Pts./kg) 128,75 ~cio medio en origen (Pts./kg) 236,07

• Principales zonas productoras • Principales zonas productoras • Principales zonas productoras (% s/total nacional) (% s/total nacional) (% s/total nacional)

Bastilla-La Mancha 65% Andalucía 25% Gastirna y, León 48%

Castilla y León 29% Castilla-La Mancha 24% Galicia 24%

Madrid 3% Castilla y León 22% Asturias 18% -Fuente: MAPA/FAO Fuente: MAPA/FAO Fuente: MAPA/FAO

171

Page 174: Anuario UPA 2001

FICHAS SECTOBWJlS

• carno ele ~o • carno de vacuno • carne de brollen • Censo español 2000 (cabezas) 260.000 • Censo español 2000 (cabezas) 6.249.349 • Censo eseañol 2000 (cabezas) 232.970.000

% aproximado respecto a la UE-15 12% % aproximado respecto a la UE-15 7,7% % aproximado respecto a la UE-15 25% • Producción española (tm) 6.600 • Producción española (tm/canal) 631.784 • Producción española (tm) 863.336

% aproximado respecto a la UE-15 8% % aproximado respecto a la UE-15 8,5% % aproximado respecto a la UE-15 15% • Precio medio en origen • Precio medio en origen • Precio medio en origen (Pts./kg) 181 ,74

(Potro lechal) PtsJkg 565 (Terneras) Pts./kg 300,8 • Distribución de la cabaña ganadera • Distribución de la cabaña ganadera • Distribución de la cabaña ganadera Cataluña 35% Cataluña 38% Castilla y León 20% Andalucía 14% C. Valenciana 27% Galicia 18% O.Valenciana 12% Cantabria 10% Andalucía 12%

Fuente: MAPA/FAO/Euroslat Fuente: MAPA/FAO/Eurostat Fuente: MAPA/FAO/Eurostat

•Cuno ele ~rlno • carne de porcino • Carne ele COD~O • Censo español 2000 (cabezas) 2.565.000 • Censo español 2000 (cabezas) 22.434.758 • Censo español 2000 (cabezas) 22.500.000

% aproximado respecto a la UE-15 42% % aproximado respecto a la UE-15 19% % aproximado respecto a la UE-15 24% • Producción española (tm) 18.300 • Producción española (tm) 2.948.066 • Producción española (tm) 138.200

% aproximado respecto a la UE-15 30% % aproximado respecto a la UE-15 17% % aproximado respecto a la UE-15 29% • Precio medio en origen • Precio medio en origen (Pts./kg) 237,3 • Precio medio en origen (Pts./kg) 257,31

(Chivos) Pts./kg 439,22 • Distribución de la cabaña ganadera • Distribución de la cabaña ganadera • Distribución de la cabaña ganadera Cataluña 26% Cataluña 37% Andalucía 48% Castilla y León 17% Aragón 14% Castilla-La Mancha 14% Aragón 16% Galicia 13% C. Valenciana 14% Fuente: MAPA/FAO/Eurostat Fuente: MAPA/FAO/Eurostat Fuente: MAPA/FAO/Eurostat

S extremadura ,, provincia de Cáceres una tierra que se descubre a1 mundo

Viqjar p or esta tierra de tolerancia y dil'ersidad

es adentrarse en una cultura que conserva stt historia

grabada en edificios .Y monumentos. Dehesas, gargantas, alcornoques, sierras .J ·llanos ...

habita.das por gentes amables y el sabor de sus productos en el calor de sus fogones

Page 175: Anuario UPA 2001

FICHAS SECTORWJlS

• Oame de orino • ltliel •• VOi

• Censo español 2000 (cabezas) 24 .167.000 • Denso español 2000 (colmenas) 2.193.366 • Censo de ponedoras 2000 (cabezas) 35.300.000 % aproximado respecto a la UE-15 22% % aproximado respecto a la UE-15 25% % aproximado respecto a la UE-15 11 % -• Producción española (tm) 227.200 • Producción española (tm) 27.970 • Producción española (docenas) 722.504 % aproximado respecto a la UE-15 21 % % aproximado respecto a la UE-15 30% ~1proximado respecto a la UE-15 10%

• Precio medio en origen • Precio medio en origen (Pts./kg) 275 • Precio medio en origen (cordero recental) Pts./kg 420,99 • Distribución de la cabaña ganadera (Clase Len Pts./docena) 152,52

• Distribución de la cabaña ganadera e.Valenciana 24% • Distribución de la cabaña ganadera Castilla y León 24% Castilla y León 18% Castilla y León 17% Extremadura 16% Andalucía 16% C . Val1~ nclana 16% Andalucía 15% Fuente: MAPNFAD/Eurostat Castilla-La Mancha 16% -Fuente: MAPNFAD/Eurostat Fuente: MAPA/FAD/Eurostat

• • Leche de vaca • lt.eche de cabra • Censo español 2000 (cabezas) * 3.345.000 • Censo español 2000 (cabezas) 1.183.000 • Censo español 2000 (cabezas)' 1.795.000

% aproximado respecto a la UE-15 27% % aproximado respecto a la UE-15 5,80% ..:t::proximado respecto a la UE-15 46% • Producción española (Mil lones de litros) 308 • Producción española (Millones de litros) 4.659 • Producción española (Millones de litros) 317

% aproximado respecto a la UE-15 • Precio medio en origen (Pts./L) • Distribución de la cabaña ganadera Castilla y León Castilla-La Mancha

Madrid Fuente: MAPAIFAD/Eurostat ' Hembras ordeñadas

30% % aproximado respecto a la UE-15 6% ..!!!1proximado respecto a la UE-15 44% 130,94 • Precio medio en origen ( Pts./L) 46,92 ~cio medio en origen 71,87

• Distribución de la cabaña ganadera • Distribución de la cabaña ganadera 58% Galicia 32% Andalucía 57% 36% Castilla y León 14% Castilla-La Mancha 16% 4% Asturias 12% Canarias 14% -Fuente: MAPNFAD/Eurostat Fuente: MAPA/FAO/Eurostat

· chivas cubiertas y cabras

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Page 176: Anuario UPA 2001

AGRICULTURA Y ALIMENTACION

Industria agroalimentaria: caen las ventas

L a desaceleración de la economía española , que afectó a Ja de­manda interna y a la exportación,

hizo que las ven tas netas de alimentos de la industria agroalimentaria descen­dieran en el año 2000. Descontado el efecto de la inflación y con precios de salida de fábrica, la facturación bruta de la industria ascendió a 9, 15 billones de pesetas (54.992,60 millones de eu­ros), un 2,71 % menos que en el año an­terior. según Jos datos de la Federación Española de Industrias de la Alimenta­ción y Bebidas (FIAB). El volumen de ventas netas de estas in­dustrias descendió también casi un 1 %,

pero por el contrario aumentó (un 1,2%} el volumen de producción bruta. Asimismo, y esta vez según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y

Alimentación , en el año 2000 la indus­tria agroalimentaria cons iguió estabil i-

zar sus prec ios y c rear unos 398. 700 empleos nuevos. Otros datos positivos en el pasado año fuero , según el Ministerio, la re­ducción del paro regi strado y el in­cremento de la tasa de cobertura del comercio exterior. Por otro lado, el Ministerio l1a hecho pú­blico un informe en el que se hace una radiografía del sector agroindustrial. En este estudio, se asegura entre otras co­sas que el 17,72% de las ventas tota­les de Ja industria española correspon­den a la industria agroalimentaria. Con base a los datos de la Encuesta Indus­tria l de Empresas del Instituto Nacio­nal de Estadística (!NE) del año 1999, el estud io señala además que esta in­dustria consume el 22,33% de las ma­terias primas y engloba al 14,53% de la mano de obra industrial. Dentro del sector agroindustria l espa-

• Producción bruta de la hidistria illiiienmti 1

Variación de precios (%) Años P. B. (*) en miles de Deflactor

ñol , más de Ja mitad de las ventas ne­tas corresponden a cinco grandes sec­tores: la industria cárn ica (18,1 1%); la láctea (11, 14%); el sector se aceites y grasas (8 ,9%) ; los vinos (8 ,6%) y las conservas vegetales (el 8,5%). Por Comunidades Autónomas, Cata­luña, Andalucía, Castilla y León y Co­mun idad Valenciana representan aprox imadamente el 55,3% de las ventas de productos; el 58% del con­sumo de materias primas; el 55% del valor añadido y el 55% del empleo ge­nerado en el sector. Un dato cu ri oso en este informe del Ministerio de Agricu ltu ra es que el subsector de panadería y bollería re­presenta aproximadamente el 20% del gasto total, seguido del sector de la in­dustria cárn ica ( 16%), las industrias lácteas (9,6%) y las conservas vege­tales (8 ,79%).

Variación de producción (%) ·-

millones de cada año implícito En términos En valores En pesetas Pesetas Euros del sector IPC físicos corrientes constantes

1998 8.923 53,62 1,07 1,4 0,69 1,8 0,36

1999 9.048 54,38 1,50 2,9 -0,10 1,4 1,46

2000 9.155 55,02 2,10 4,0 -0,91 1,2 -2,71

(' )Ventas Ne.tas de Productos a precios salida fábrica.

FUENTE: Federación de Dndustrias de Allmentaolón y Bebidas (FIAB), con datos del INE y del Departamento de Aduanas.

174

Page 177: Anuario UPA 2001

IPC alimentario: los precios siguen subiendo

O urante el año 2000, los precios de

los alimentos, bebidas y tabacos

subieron un 3.2%, un porcentaje

muy superior al de 1999, pero inferior a

la subida del IPC general , que fue del

4%. Por tipos de alimentos, los que más

subieron fueron los frescos (un 6,5%). Aunque los precios al consumo comen­

zaron el año por encima de los del pa­

sado, desde febrero hasta junio estuvie­

ron por debajo, pero al llegar julio, el IPC

alimentario comenzó a subir, iniciando

una escalada que culminó con el dato

de diciembre. Comparando con el año

anterior, los precios de los alimentos con

elaboración permanecieron casi todo el

año por debajo, mientras que para los

frescos ocurrió todo lo contrario.

Los alimentos que más subieron fueron

la carne de ave (un 23,6%) ; las patatas y

sus preparados (un 21 ,3%); la carne de

cerdo (un 15.4%); los huevos (10,5%); las

hortalizas frescas (6,9%) ; el pescado

fresco y congelado (5,3%); los crustáce­

os, moluscos y preparados (un 4, 1 %), el

pan (3,4%), las bebidas no alcohólicas

(3%) y el grupo de otras carnes (2,8%). En el caso de las carnes, la subida vie­

ne explicada por la aparición del brote

de EEB en noviembre. La subida de la

patata se explica por el incremento de

los precios pagados al productor.

En el lado contrario, el mayor descenso

de precios se registró en 2000 en el gru­

po de aceites y grasas, con un 16,3%. Por lo que respecta a los precios al con­

sumo armonizados, a nivel general se

produjo en la UE un aumento del 4% , pero en el caso de los alimentos la su­

bida fue del 2,3% . Igualmente , el au­

mento de los precios al consumo en la

zona Euro aumentó un 2,5% , un por­

centaje inferior al registrado en España.

Por otra parte , el Instituto Nacional de

Estadística (INE) ha comenzado a apli­

car un nuevo diseño de Índice de Pre­

cios al Consumo en el que disminuye

la ponderación de los al imentos. Con

el dato de enero de 2001 (el grupo de

los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentó una subida del 0,8%, tasa

interanual del 3,7%), entró en vigor la Fase 1 del proceso de cambio del Sis­

tema del IPC. El proceso de cambio se

ha estructurado en dos fases , la segun- • Jlvolu ndel da de las cuales se implantará en el año couLportamiento de 101 precios· 2002. En esta primera fase se ha adap- de J.01 alimentos tado la clasificación internacional de

VARIACIÓN MEDIA INTERANUAL consumo para los grandes grupos, lo

IPC IPC IPC que supone que los ocho Grupos para Alimentación alimenlos al imenlos los que hasta ahora se publicaban los sin con

elaboración elaboración índices pasan a ser doce. 198!1 3,6 3,7 3,6 Asimismo, las ponderaciones del IPC 1989 7,7 6,7 8,5 han sido actualizadas para los doce 1990 6,6 7,3 5,9 grandes grupos de consumo a partir de 1991 3,5 3,4 3,6 la Encuesta Continua de Presupuestos 1992. 3,7 1,3 5,9 Familiares. Así, el grupo de la alimenta-

1993 1, 1 -3,0 4,3 ción , que ponderaba hasta ahora con

1994 5,7 6,3 5,3 el 29,36%, se ha dividido en dos nuevos

1995 5,3 3,8 6,4 grupos: Alimentos y bebidas no alcohó-

1996 3,7 2,9 4,3 licas (con una ponderación del 21 ,5%) y

1997 0,5 0,9 0,2 tabaco y bebidas alcohólicas (con una

1998 1,7 2,1 1,3 ponderación del 3,21 %). Con la reduc-

1999 1,8 1,2 2,1 ción de la ponderación de los alimen-

2000 2,2 4,2 0,9 tos en el IPC general, la relación entre és-

Fuentll: MAPNINE. tos y la inflación se ajusta un poco más.

'VHliCiOn anual (% acumulado al final de c:ada año)

RÚBRICAS 1998 1999 2000 Total Alimentación 0,6 2,4 3,2 Cereales y derivados 0,3 0,1 1,0 Pan 2,2 1,7 3,4 Carne de vacuno 0,3 1,0 2,1 Carne de ovino -6,2 15,9 -3,8

Carne de cerdo -14,9 5,8 15,4 Carne de ave -4,3 -3,6 23,6 Otras carnes -1,8 -0,3 2,8 Pescado fresco y congelado -0, 1 6,2 5,3 Preparados de pescado 3,4 2,5 4,1 Huevos -2,8 -1,7 10,1 Leche 0,4 0,2 2,8 Productos lácteos 0,9 -0,5 1,0 Aceites y grasas -7,2 21,6 -16,3 Frutas frescas 6,1 3,2 -0,1 Conservas y pre¡:¡arados de frutas 0,4 1,4 2,0 Hortalizas frescas 8,3 1,2 6,9 Preparados de hortalizas 0,2 -0,2 1,9 Patata y sus preparados 28,7 -20,0 21,3 Cacao, café , té y sucedáneos café -3,3 -5,1 -1,4 Azúcar 0,6 -0,2 0,2 Otros productos alimenticios 1,7 0,4 0,2 Bebidas no alcohólicas 0,9 1,0 3,0 Bebidas alcohólicas 2,0 9,4 1, 1 -Tabaco 0,6 4,4 5,2 FUENTE: MAPNINE.

175

Page 178: Anuario UPA 2001

AGRICULTURA Y ALIMENTACION

Consumo: las subidas de precios disparan el gasto en la compra de alimentos

E n el año 2000 el gasto total en ali­mentación se elevó a 9,4 bi llones de pesetas (56.495, 14 millones

de euros), un 6,8% más que en 1999, en pesetas corrientes, según los pa­neles de consumo al imentario del Mi­nisterio de Agricultura. Un aumento del gasto favorecido sobre todo por el au­mento de los precios, que crecieron un 5,6%, mientras que el consumo en vo­lumen apenas subió un 1,2%. Por grupos de productos, en el año 2000 aumentó de forma generalizada el con­sumo de carnes y pescados a pesar de que en ambos casos subieron los pre­cios. También se incrementó ligeramen­te el consumo de leche líquida (un 0,6%) y de derivados lácteos (un 3%), aunque en este último caso disminuyó su coste.

Otros productos que aumentaron en consumo a pesar de l inc remento del coste fueron el pan (un 0,8%), la bolle­ría (un 7%): las hortalizas frescas (un 1,4%) y las frutas (un 11,4%). Por el contrario, en este año disminu­yó el consumo de aceite en general (un 1 %) y de aceite de oliva en parti­cular (un 6,5%) , a pesar de que sus precios bajaron respectivamente un 5% y un 3,6%. El aceite de oliva par­tic ipa con un 55% del consumo total de aceites, mientras que el de giraso l lo hace con un 37%. En el 2000 se in­crementó el consumo de aceite de gi­rasol y otros aceites en detrimento del aceite de oliva. Igualmente, otro producto que también vio disminuido su consumo en el pasa-

176

do año fue el vino. En concreto, el con­sumo de caldos de calidad se redujo un 3,4% y el de vinos de mesa, un 6%. No obstante, en ambos casos los precios se habían incrementado notablemente. Aunque tanto el gasto realizado como el consumo crecieron en hogares, res­tauración e instituciones, fue en los pri­meros donde más se notó. En este sen­tido, el gasto total de alimentación y be­bidas en los hogares durante el año 2000 fue de 6,8 billones, lo que supone un gasto per cápita de 169.747 pese­tas, un 11 % más que en 1999. En la evolución del gasto en los hoga­res se observa que el 24% se destina a la compra de carnes y el 14% a la de pescados. Otro capítulo importante en el gasto de las famil ias españolas hace referencia al grupo de leche y mante­qui llas, que supone más del 12%. De todas fo rmas, la estructura de l gasto apenas ha variado en los últimos año y lo mismo ha sucedido con el consumo. Tanto las tiendas tradic ionales como los supermercados y los hipermerca­dos han ganado cuota de mercado en el 2000 a costa de las fo rmas comer­c iales menos convenc ionales, que pierden peso sobre todo en alimenta­ción fresca. En este contexto, la t ienda tradicional sigue siendo la forma de distribución más utilizada para la alimentación en fresco, mientras que el supermercado lo es en alimentación seca. El sector de hostelería y restauración se gastó en el año 2000 unos 2,5 bi­llones de pesetas (15.025,30 mi llones de euros) en la compra de alimentos y bebidas, que representan un incre­mento del 6,4% en pesetas corrientes y del 3% en pesetas constantes con re lación al año precedente. El motor del consumo y el gasto en estos esta­blecimientos es la alimentación, con porcentajes que rondan el 44% del to­tal. Le siguen las bebidas alcohólicas (un 34% del gasto), las no alcohólicas (que rondan el 13% del gasto) y los ca­fés (con el 4% restante).

Page 179: Anuario UPA 2001

AGRICULTURA Y ALIMENTACION

Productos HOGARES EXTRADOMÉSTICO TOTAL KG/CÁPITA 1999 2000 %00/99 1999 2000 %00/99 19199 2000 %00/99 2000

Huevos 6.459,98 6.646,20 2,88 2.386,57 2.274-, 61 -4,69 8.846,.55 8.920,81 0,84 2'22,88 Carne 2.087,24 2.122, 19 1,67 506,50 506,91 0,08 2.593,.73 2.629,09 1,36 65,68 Pesca 934,03 979,75 4,90 318,28 321,80 1, 1 o 1.252,31 1.301,55 3,93 32,52

Leche Líquida 4.028,88 4.025,32 -0,09 609,03 640,57 5,18 4.637,91 4.665,89 0,60 116,57

Otras Leches 29,16 23,20 -20,44 6,76 11 ,52 70,34 35,92 34,72 -3,35 0,87

Derivados Lácteos 1.126,53 1.152, 13 2,27 235,57 248,24 5,38 1.362, 1 o 1.400,37 2,81 34,99

Pan 1.956,78 2.019,18 3,19 365 ,23 321 ,31 -12,03 2.322,02 2.340,49 0,80 58,47 Boll . Past. Galle!. Cereales 408,08 442, 18 8,36 56,72 54,19 -4,47 464,80 496,37 6,79 12,40

Ohocolates/Cacaos/Ssuc. 119,43 119,48 0,04 6,55 6,62 1,01 125,98 126,10 0,09 3,15

Cafés e Infusiones 67,55 69,50 2,89 77,47 77,35 -0,15 145,02 146,85 1,26 3,67

Arroz 209,32 199,33 -4,77 46,66 44 ,52 -4,58 255,97 243,86 -4,73 6,09 Total Pastas 170,67 136,40 -20,08 29,07 27,08 -6,85 199,74 163,48 -18,16 4,@8

Azúcar 205,22 199,61 -2,73 88,70 90,@9 1,57 293,92 289,70 -1 ,44 1\24, Miel 20,45 18,50 -9,56 1,13 0,99 -12,33 21,58 19,49 -9,71 0,49

Legumt>res 185,95 162,27 -12,73 38,10 36,75 -3,55 224,05 199,02 -11 , 17 4.,91 Total Aceite 603,35 596,97 -1,06 235,75 233,94 -0,17 839, 1 o 830,91 -0,98 2@,76

Ac. @iva 399,81 369,73 -7,52 90,90 88,97 -2,13 490,71 458 ,70 -6,52 11,46 Ac. Girasol 177,58 177,92 0,19 125,73 128,56 2,25 303 ,.32 306,48 1,04 7,66

Margarina 37,35 32,15 -13 ,94 6,87 5,77 -16,02 44,:22 37,91 -14,27 0,95

Patatas Frescas 1.191 ,35 1.088 ,91 -8,60 478,26 461 ,19 -3,57 1.669,61 1.550, 10 -7,1 6 38,73 Patatas Congeladas 24,84 24,22 -2,49 35,7,6 38,61 7,98 60,60 62,83 3,69 . 1,5?

Patatas Procesadas 42,75 49,86 16,62 14.97 13,85 -7,46 57,72 63,71 10,37 1,59 Hortalizas Frescas 2.055 , 14 2.096,20 2,00 411,98 406,66 -1,29 2.467,12 2.502,86 1,45 62,53 Frutas Frescas 3.050,09 3.415,83 11,99 325,17 342.78 5,42 3.375,26 3.758,61 11 ,36

Aceitunas 90,20 93,32 3,46 30,86 36,05 16,85 121,!06 129,37 6,87 3,23 Frutos Secos 51,16 81,38 59,07 18,74 22,45 19,77 69,!90 103,82 48,53 2,59

Frutas/Horta Transf. 533,91 512,09 -4,09 133,89 141,89 5,98 667,190 653,98 -2,07 ~6.34

Platos Preparados 267,22 277,88 3,99 19,83 23,11 16,56 287,05 301,00 4,86 7,52

Caldos 9,27 8,62 -7,04 1,58 1,48 -6,24 10,135 10,10 -6,93 0,25

Salsas 60,66 63,99 5,49 36,24 40,13 10,73 96,BO 104,12 7,45 2,6(')

Vine V.C.P.R.D. 80,97 78,71 -2,79 225,27 217,19 -3,59 306,:~4 295,90 -3,38 7,39

Vino de Mesa 481 ,03 450,09 -6,43 502,75 476,57 -5,21 983,78 926,66 -5,81 23,1'5

Espumosos y Cavas 28,42 29,27 2,97 21,64 26,49 22,43 50,06 55,76 11 ,38 1,39 Otras Vinos 15,96 17,39 8,95 15,62 14,79 -5,3(') 31 ,!58 32, 18 1,90 @,80

Cervezas 498,75 512,25 2,71 1.697,85 1.690,79 -0,42 2.196,130 2.203,04 0,29 55,04

Otras Bebidas Alcohol. 36,08 44,51 23,35 121,82 150,19 H',50 163,BO 194,70 18,79 4,86

Sí.dra 16,25 15,04 -7,47 60,70 61,99 2,12 76,B6 77,03 0,09 1,92

Total Zu me de Frutas 457,57 435,69 -4,78 235,49 258,25 9,66 693,06 693,94 0,13 17,34

Zumo de Uva/l\l'losto 16,08 11 ,87 -26,19 51 ,03 52,37 2,63 67,-10 64,23 -4,28 1,60 Agua Mineral 1.643,90 1.452,96 -11 ,62 680,80 718,58 5,55 2.324,71 2.171,54 -6,59

Gaseosas y Beb. Refresc. 1.538,33 1.553,59 0,99 1.016,42 1.061 ,04 4,39 2.554,i75 2.614,63 2,34 Otros Prod. en peso 184,17 216,98 17,81 57,52 69,11 20,26 241,fi9 286,14 18,39 Otras Prod. en Volumen 66,62 47,60 -28,55 18,87 16,06 -14,91 85,49 63,66 -25,54

TOifAL ALIMENTACIÓN 25.200,40 25.489,71 1,15 9.Q09,03 9.117,93 1,21 34.209,113 34.607 ,64 1,16

FUENTE: Minrsterlo de Agricultura, !?esca y Alimentación.

177

Page 180: Anuario UPA 2001
Page 181: Anuario UPA 2001

Ni Ley de Montes, ni Plan Foriestal u n año más ha pasado sin qce se Cantabria, Navarra, Madrid , Murcia y apruebe el Plan Forestal. Lo mis- Baleares y tanto en las zonas de eco-

DIL Dlllir1buat6D da mo ocurre con la Ley de Montes. sistemas atlánticos como mediterráne-por OOm1mi4a4ll Sucesivos borradores del Plan han es- os , el aumento de masa forestal es con-

lado circulando por las comunidades au- siderable. Los motivos de este aumen-tónomas, pero sigue sin concretarse ni to de árboles son el abandono de Comunidad Superficie forestal consensuarse. En cuanto a la Ley, aun- tierras y el Plan de Reforestación de tie- Aut16noma Hectáreas % que debe existir algún documento, no se rras agrarias financiado por la Unión Eu- Andalucía 4.325.378 16 ha hecho público ni en fase de borrador. ropea a través del FEOGA. Ara1Jón 2.478.760 9 Sin embargo, los primeros avances del El Inventario se elabora mediante un Canarias 485.980 2 Tercer Inventario Forestal apuntan a un proceso continuo que dura diez años. Cantabria 359.459 crecimiento superior al 30% de los bos- Hasta ahora se han hecho dos Inventa- C. -L.a Mancha 3.473.536 13 ques en España. Hasta ahora se ha ela- rios completos y ya se está realizando c. y León 4.S-16.386 17 borado la contabi lidad de las Comuni- el tercer ciclo . Las comunidades inven- Cataluña 1.855.944 7 dades Autónomas de Galicia, Asturias , tariadas representan el 16% del terri to- C. F.. Navarra 586.483 2

rio y el 19% de la superficie foresta l. In-C. Valenciana 1.215.078 5

corporando los datos de este Tercer In-Extremadura 2.278.587 9

ventario, la superficie forestal española Galicia 2.039.575 8

asciende a 26 millones de hectáreas, l. Baleares 223.601

de las cuales los bosques ocupan 15 La F!ioja 294.404 mil lones de hectáreas. Las comunida-

des autónomas que mayor superficie Maclrid 420.093 2

forestal tienen, en términos absolutos, País Vasco 469.355 2

son: Castilla y León, Andalucía y Casti- Prln . Asturias 764.597 3

lla-La Mancha. Las comunidades que Reg . Murcia 486.0'19 2

más pies de árboles tienen son Cata- Tota1l 26.273.235 100 luña, Castilla y León y Galicia. Fuente: MIMAM.

Muchos incendios f orestalets

L a superficie quemada en España durante el año 2000 alcanzó la ci­fra de 146.000 hectáreas , lo que

significa que casi se duplicó con res­pecto a 1999, año en el que el fuego afectó a 82.000 hectáreas. La misma proporción se produjo en superficie ar­bolada y desarbolada, con 44.000 hectáreas y 102 hectáreas en el año 2000 y 24.000 hectáreas y 58 .000 en

1999. en todos los datos falta por com­putar los correspondientes al cuarto tri­mestre del año en las comunidades de Castilla y León y Navarra. En el año 2000, el número de incendios superó los 24.000, lo que significa 6.000 más que en 1999. Los grandes incen­dios (superiores a 500 hectáreas) as­cendieron a 19 el último año, mientras que el anterior fueron 3 menos.

D de los buJendiol fonstalt11D llpaña 1

AÑO 1998 1999 2000 Nº Conatos ( <1 Ha) 14.301 11 .650 15.773 Nº 1 ricendios (>= 1 Ha) 8.037 6.587 8.539 Sup. Arbolada (Ha) 42.664,1 24 .034,3 44.260,3 Sup. Na Arbolada (Ha) 90.156.7 58.163,1 102.541,0 Superficie Forestal (Ha) 132.820,8 82.217,4 146.801 % Sup. Forestal afectada 0,492 0,305 0,544 Nº Grandes Incendios (>500 Has.) 25 16 19 Fuente: MIMAM.

179

Por á reas geográficas , el noroeste (Galicia , Astur ias, Cantabria , País Vasco, León y Zamora) es la zona más afectada con el 90% de los si­niest ros. También están a la cabeza en la superficie forestal quemada, con el 58% del total. Alguno de los incendios del año 2000 fueron especialmente devastadores como el ocurrido en La Palma en ju lio que afecto a casi 4.000 hectáreas fo­restales y más de 1. 700 hectáreas agrícolas. En el mes de agosto, co n una climatología muy desfavorable, se produjeron once grandes incendios. El mc3.s extenso fue el de Garrigue lla en Girona con más de 6.000 hectáre­as quemadas. En septiembre también hubo grandes incendios, en este ca­so cinco. El mayor se produjo en Pe­dro Elernardo (Avila) en donde el fue­go recorrió 3.500 hectáreas entre su­perficie forestal y ag ríco la.

Page 182: Anuario UPA 2001

t!füi(íi11i~lr¡filj1'1•#•)otCi11:f •#hil

Más subvenciones para Parques Nacionales

L as zonas de influenc ia soc ioe­conómicas de los Parques Na­c ionales reci b ieron durante el

año 2000 ayudas por valor de unos 1.700 mil lones de pesetas (10,22 mi­llones de euros) , con el objetivo de promoc ionar el desarrollo sosten ible y la calidad de vida de los habitantes de los entornos de estos espacios pro­tegidos. Otro de los temas importantes para la Red de Parques Nacionales es la ca­da vez más cercana incorporación del espacio número trece. Se trata del fu­turo Parque Nacional de las lilas Atlán­ticas, que ya ha sido presentado en las Cortes , tras su aprobación por unani­midad en el Parlamento gallego. El proyecto incluye las islas Cíes, Sál­vora y Ons con una extensión de 2. 772 hectáreas entre zona emergida y su-

merg ida. En su interior, los científicos han contabi lizado siete tipos de hábi­tats prioritarios según la Directiva co­munitaria. En la catalogac ión elabo-

rada para el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) han iden­tificado 200 especies de algas, 412 ve­getales y 213 especies de fauna.

NOMBRE COMUNIDAD EXTENSIDN ZONA PERIFERICA DECLARACIDN OTROS TIPOS INVERSIONES VISITANTES DEL PARQUE AUTONOMA PARQUE (HAS) PROTECCIDN (HAS) PROTECCIDN 2000{miles ptas) 2000

AIGÜES TORTES LAGO SANT MAURICI CATALUÑA 14.119 26.733 o. 21-10-55 ZEPA 98.258 382.624

CABAÑEROS C. LA MANCHA 41.805 90.612 LEY 33/1995 ZEPA 1.468.925 59.015

CABRERA BALEARES 10.021 LEY 14/1991 197.401 44.983

CALDERA DE TABURIENTE CANARIAS 4.690 5.956 R.D.6-10-54 ZEPA 152.102 347.619

DOÑANA ANDALUCIA 50.720 26.450 D.24-12-69 Patrimonio humanidad 758.138 385.563 Diploma Europeo

RAMSAR ZEPA MAB

GARAJONAY CANARIAS 3.984 1.160 LEY 3/81 Patrimonio humanidad 175.977 615.000 ZEPA

PICOS DE ASTURIAS/ EUROPA CASTILLA Y LEON 64.660 LEY 16/1995 ZEPA 206.668 1.869.063

ORDESA Y ARAGON 15.608 19.679 R.D.16-8-81 Diploma Europeo 258.997 635.876 MONTE PERDIDO ZEPA

MAB

TABLAS CASTILLA-LA MANCHA 1.928 5.410 D. 1874/73 RAMSAR 228.132 115.503 DE DAIMIEL ZEPA

MAB

TEIDE CANARIAS 18.990 12.220 D.22-1-1954 Dieloma Europeo 209.905 3.722.913

TIMANFAYA CANARIAS 5.107 D.2615/74 MAB 37.497 1.800.000 ZEPA

SIERRA NEVADA ANDALUCIA 86.208 LEY 3/1999 264.417 275.000

ZEPA: Zona de Especial Protecoión Ambiental. RAMSAR: Convenio Internacional Protección Zonas Húmedas. MAB: Programa Hombre y Biosfera de la UNESCO. FUENTE: Elaboración propia, MIMAM.

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Page 183: Anuario UPA 2001

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Andalucía Balance de un buen añc) para el sector agrario

E 1 año 2000 tue un buen año para las pro­ducciones agrarias andaluzas. La Produc­ción Final Agraria (PFA) aumentó notable­

mente, llegando a superar el billón de pesetas . De esta Producción, la mayor parte (unos 850.000 mi­llones de pesetas) correspondieron a la Produc­ción Vegetal y el resto a la ganadera.

Entre las producciones ve­getales destacaron los bue­nos resu ltados obtenidos por los productores de ce­real (se logró un "cosechón" tanto en trigo blando como en trigo duro y cebada) , de remolacha (la producción superó con creces los 3 mi­l Iones de toneladas) y de hortalizas (con el tomate y la cebolla a la cabeza). No obstante, el año agrícola fue peor para los productores de maíz, patata y algodón , cultivo este último en el que

la comunidad andaluza encabeza la producción nacional. Por su parte, la producción de remola­cha azucarera de verano (otro producción que li­dera Andalucía) , casi llegó a los 3 millones de to­neladas, un 53% más que en 1999. En el sector de las frutas , las cosechas fueron muy buenas (ex­ceptuando la pera) y en frutos secos se produje­ron descensos en la producción regional. Otras dos producciones agrarias muy represen­tativas en la región son el viñedo y el olivar. La ven­dimia en la campaña 2000 se adelantó bastante y aunque todo parecía indicar que la producción iba a ser muy inferior a la de la campaña prece­dente (que había sido muy buena). al final el vo­lumen de vino y mosto producido fue similar ( 1.935.907 hectol itros , un 0,9% menos) . Por el contrario, en el sector del olivar se pasó de una primera etapa de euforia al comienzo de la campaña a otra más pesimista a medida que los meses pasaban y el mal tiempo impedía el normal desarrollo de la campaña. Seis meses después de iniciada ésta, la recogida finalizó con unas cifras de producción de 842.000 toneladas de aceite, un 8% más que en la campaña anterior.

1 8 3

En cuanto al sector ganadero, las producciones en las que destaca la comunidad andaluza son principalmente el porcino, el ovino y el caprino. Aunque la situación en el sector porcino Ibérico no fue excesivamente buena y la del vacuno empe­oró con los meses, el valor de la producción ga­nadera finalmente aumentó. Un sector en continuo crecimiento es el de la in­dustria agroalirnentaria que en Andalucía repre­senta el 38% de todo el sector industria. Las ven­tas de estas empresas superaron el medio billón de pesetas. Igualmente, estas industrias han rea­lizado en la última década un gran esfuerzo de mo­dernización. Por otro lado, la población activa agraria en An­dalucía registró en el año 2000 un importante re­troceso. Según los datos del cuarto trimestre del año de la Encuesta de Población Activa (EPA), ha­bía en esta región 392.000 agricultores y ganade­ros activos, que comparados con los que l1abía en el mismo período del año anterior suponen un des­censo del 3,92%. De los activos agrarios de la re­gión , que representan el 14% de todos los activos , 256 .100 estaban ocupados y el resto parados. En el pasado ario 2000, la balanza comercial agro­alimentaria obtuvo un superávit en Andalucía de 356.325 millones de pesetas, lo que supuso un in­cremento del 2·1,6% con respecto al año anterior, según datos del Gobierno autónomo. En total , las exportaciones agroalimentarias en esta reg ión as­cendieron a 3.EI07.316 toneladas por un valor de 595.678 millones de pesetas, mientras que las im­portaciones se elevaron a 2.831 .288 toneladas por un valor de 239 .353 millones de pesetas . El grue­so de las expo1·taciones está formado por el to­mate, los pimientos, la fresa y el aceite de oliva. Por su parte, las provincias que más comerciali ­zan en el extranjero son Almería y Sevilla. Uno de las características de la agricultura anda­luza es su estrecha relación con la ecología. En la última década, la producción agraria ecológica en la región ha experimentado un crecimiento ver­tiginoso, tanto en número de productores como en superficie. Este crecimiento ha propiciado también que la Administración haya decidido poner en · · marcha un Plan Estratégico para potenciar un mo­delo de agricultura y ganadería.

Page 186: Anuario UPA 2001

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Aragón Producciones aceptables, a pesar de la sequía

La sequía que se arrastraba desde el año an­terior, marcó el inicio del año agrícola 2000 en Aragón . Tras unos meses de invierno en

los que parecía que las cosechas iban a perder­se. las lluvias de la primavera lograron salvar los grandes cultivos en un año en el que además, los aragoneses plantaron cara al Gobierno en el de­bate sobre el Plan Hidrológico Nacional. El valor de la Producción Final Agraria en esta co­munidad autónoma se elevó en el año 2000 has­

ta unos 330.000 millones de pesetas, de los que un 45% correspondió a las produc­ciones vegeta les y el 55% restante a las ganaderas. Dentro del sector agrícola, la cosecha de cereales de la re­gión fue finalmente superior a la media de los últimos años, a pesar de que en algunas comarcas sí se perd ió la co­secha por causa de la se­quía. Los que tuvieron una cosecha espectacular fueron los pro­

ductores de forrajes deshidratados. Aragón, que es la comunidad autónoma española con mayor producción, dedicó a la alfalfa unas 72.000 hec­táreas y obtuvo una cosecha ce rcana al millón de tone ladas. En hortal izas, las producciones fueron algo más bajas que las de otros años, mientras que en el sector de las frutas la cosecha no fue mala. Aun­que en manzana y pera la producción quedó por debajo de la de la campaña 1999, en otras pro­ducciones como los albaricoques, los melocoto­nes, las cerezas y las ciruelas se consiguieron au­mentos de producción de entre un 5% y un 20%. La cosecha de uva, tanto de mesa como de vin i­ficación , también fue muy buena. Además, los calores de los meses de verano hi ­cieron que el fruto madurase antes de tiempo, pro­vocando un adelantamiento de la vendimia. Se re­cog ieron aproximadamente 155.000 toneladas de uva con las que se elaboraron cerca de mi l hec­toli tros de vino y mosto (una producción muy si­milar a la de 1999).

184

Por el contrario, donde sí se produjo un descen­so significativo fue en la producción de aceite de oliva, que pasó de las aproximadamente 10.000 toneladas de la campaña 1999/2000 a poco más de 6.000 toneladas en la campaña actual. En el sector ganadero, el balance del año 2000 no fue negativo, a pesar de la crisis del sector vacu­no y a que los costes de la alimentación animal se dispararon en los primeros meses del año por la falta de pastos. El sector del bovino de carne es mayoritario en las explotaciones extensivas de Huesca. La produc­ción anual, que en el año 2000 se vio resentida, asciende a unas 150.000 toneladas. Por su parte, en el sector lácteo se consiguieron buenos precios y además, a la comunidad autó­noma de Aragón le correspondió en el reparto na­cional del cuota realizado en el pasado año 6.000 toneladas más. En cuanto al porcino, la producción supera con creces las 400.000 toneladas anuales, mientras que la cabaña ganadera ronda los 5 millones de cabezas. Los precios medios del cerdo cebado pagados al productor subieron un 29% sobre los del año 1999, porcentaje que se eleva hasta el 60% en el caso de los lechones. Para el ovino, hubo problemas de falta de pastos en los primeros meses del año y un aumento final de los precios pagados al ganadero. Sin embar­go, el sector registró una caída del importe de las primas ganaderas. Finalmente, para los pollos y conejos la situación al final del año no fue tan buena como se preveía meses, pero en cualquier caso no fue mala. Aunque en la comunidad autónoma hay una im­portante industria jamonera , no ex iste una in­dustria transformadora de carne fuerte que evite que los cerdos criados en Aragón tengan que ir a otras reg iones para su transformac ión como ahora ocurre. En cuanto al empleo que genera el sector agra­rio , la población activa en Aragón era al finalizar el año de 34.800 personas, el 7% de los activos totales y un 2,5% menos que los que había en las mismas fechas de 1999. De total de los activos registrados, 33.300 estaban ocupados y el resto eran parados.

Page 187: Anuario UPA 2001

COMUNIDADES AUTONOMAS

Balance de 2000

Asturias Fuerte descenso del empleo en la agricultura y la gar1adería

En el Principado de Asturias el grueso de la producción agraria lo lleva el sector gana­dero y, más en concreto, el vacuno extensi­

vo. En el año 2000, la Producción Final Ganadera se elevó a unos 47.000 millones de pesetas, mien­tras que la Producción Final Vegetal se quedó en torno a los 8.000 millones de pesetas. Entre la producción ganadera, la mayor partida procede del sector lácteo (en el pasado año su­puso más de la mitad de la Producción Final Ga­nadera) , pero también es muy importante la pro­ducción de carne. El alto grado de humedad del

campo asturiano hace nor­malmente posible mantener la cabaña bovina con un mf­nimo gasto en alimentación. Como ocurre en otras regio­nes de la cornisa cantábrica, la superficie forestal en Astu­rias ocupa buena parte de la superficie total regional. En la actualidad , la superficie de bosques existente en el Prin­cipado ronda las 433 .284 hectáreas, que sumadas a otras 291 .000 hectáreas cali­ficadas como "otras superfi­

cies" y en las que están integradas desde eriales a zonas de montaña, suponen que casi dos ter­ceras partes de la superficie total del Principado están ocupadas por bosques y similares. Los bosques están poblados por eucaliptos , pi­nos (radiata y pinaster principalmente) y castaños en su mayor parte. La producción de madera que anualmente se obtiene de estos bosques es de 600.000 metros cúbicos, lo que da una idea de su importancia en la economía regional. Además de la madera, el bosque es aprovecha­do en esta comunidad autónoma para el pastoreo del ganado. Como ya hemos dicho, las produc­ciones de vacuno de carne y leche son las pri­meras en esta región en la que también hay una importante cabaña de ovino y caprino (por enci­ma de las 250.000 cabezas) que se crían también de forma extensiva. Entroncado con esto , la superficie dedicada a la producción ecológica se elevaba en el pasado

185

año 2000 a 85,29 hectáreas certificadas y 88 hec­táreas pendientes de calificación . Aunque la superficie de cu ltivo es pequeña (unas 30.320 hectáreas). dentro del Principado tienen importancia desde el punto de vista agrícola las producciones de fruta (con la manzana de sidra en cabeza) , forrajes y cereales. La campaña del año 2000 fue buena para el trigo (se mantuvo la cosecha de 200 toneladas) , el ma­íz grano (que quedó también en los mismos nive­les de la campaña precedente con una cosecha de 3.800 toneladas) y las leguminosas (la pro­ducción de judías se incrementó un 2%). Por el contrario, en el sector de los forrajes se registró un descenso, especialmente en la producción de al­falfa, que descendió un 40% frente a un 6% que cayó la cosecha de mafz forrajero . Entre las hortalizas también hubo descensos. En todas las producciones la cosecha fue inferior, pero donde más se notó este descenso fue en la patata (se recogieron 66.000 toneladas, un 6% menos). En cuanto a la fruta , el mayor descalabro se pro­dujo en la cosecha de manzana, que por otra par­te es la más representat iva del sector en Astu­rias . La cosecha de manzana para sidra sólo fue de 3.000 toneladas, con lo que la diferencia con la campaña anterior (que había sido muy buena) resultó abismal. Lo mismo ocurrió con la manzana para mesa y con la pera , aunque los descalabros no fueron tan grandes. Por el contrario , todas las producciones de fruta de hueso (ciruelas, cerezas, melocotones, etc.) cerraron la campaña 2000 con mejores resultados que la anterior al tiempo que la cosecha de uva de vinificación no varió. Tanto la leche de vacuno como la de oveja y ca­bra se utilizan en la elaboración de quesos, un producto que junto con la leche liquida constitu­ye la base de la industria agroalimentaria. En Asturias , la Población Activa Agraria al aca­bar el año ascendió a 30.800 personas de los cua­les 30.400 eran ocupadas. Con relación al año an­terior, los activos se redujeron en un 11,49% al tiempo que los ocupados lo hicieron en un 10,59%. Asimismo, los activos del sector agrario repre­sentaban en diciembre de 2000 aproximadamen­te el 7% de todos los activos del Principado.

Page 188: Anuario UPA 2001

COMUHIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Baleares Menos activos en la agricultura y mejores cosechas

La economía agraria de las Islas Baleares es­tá basada fundamentalmente en las produc­ciones agrícolas. Prueba de ello es que en la

campaña 2000, mientras la Producción Vegetal Fi­nal se elevó por encima de los 40.000 millones de pesetas, la Producción Ganadera Final sólo llegó hasta los 12.000 millones de pesetas. La Produc­ción Final Agraria, suma de las dos anteriores, se situó en torno a los 52.000 millones de pesetas, una cantidad superior a la de la campaña pasada.

Las producciones agrí­colas de las Islas Balea­res están más orienta­das hacia la exportación y hacia el consumo in­terno que hacia los mer­cados de la Penínsu la. Tradic ionalmente, las producciones más des­tacadas de Baleares han sido las hortalizas (con Ja patata a la cabe­za), las frutas (desde fru­

tas dulces a cítricos) y los frutos secos. No obs­tante , como ocurre con otras agriculturas reg io­nales, las Islas Baleares se están abriendo de año en año a más producciones . Entre los cereales, en el año 2000 la cosecha de trigo fue la misma que en la campaña preceden­te , mientras que las de cebada y avena descen­dieron y la de sorgo aumentó. Las hortalizas en general tuvieron un mal año, mien­tras que entre las frutas ocurrió todo lo contrario pues tanto en cítricos como en manzanas o peras, las cosechas quedaron más o menos en los nive­les de la campaña anterior. Donde sí se registró un incremento de la cosecha fue en almendras. Además de esto, en las Islas Baleares se cultiva, como no podía ser de otra forma, dos produccio­nes típicamente mediterráneas: el olivo y la vid . La producción de aceite de oliva en la campaña 2000/2001 rondó las 300 toneladas. Por su parte , la cosecha de uva de vinificación y la producción de vino en la campaña 2000 per­manecieron en los mismos niveles aproximados de campañas anteriores, es decir que se produ­jeron unos 4.300 hectolitros de vino.

186

Por lo que respecta a las producciones ganade­ras , en Baleares hay mayormente ovino, porcino y vacuno, tanto para carne como para leche. Tam­bién hay una importante cabaña caprina e inclu­so ejemplares de cerdo de tronco Ibérico. La producción de leche de vaca en esta comuni­dad autónoma está en torno a los 98 millones de ki­los. En el pasado año 2000, esta comunidad autó­noma recibió 7.920 toneladas de cuota láctea. Di­rectamente conectado con el sector ganadero se encuentra buena parte de la industria agroalimen­taria de esta comunidad autónoma. En concreto, el sector porcino es el que aporta la materia prima pa­ra la producción de sobrasada y camayot, al tiem­po que aporta también grasas y mantecas para Ja producción de dulces típicos de la región que ca­da vez se están comercializando más (ensaimadas, etc.). Otras industrias agroalimentarias de la región son las bodegas y las queserías. Una de las caídas más importantes de la actividad agraria de cuantas se registraron en el pasado año en las distintas comun idades autónomas fue la que se produjo en Baleares. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, los ac­tivos agrarios en esta reg ión descendieron nada menos que un 14% al finalizar el año 2000, ya que sólo había inscritas 6.800 personas como agricu l­tores o ganaderos (el 2% de todos los activos de esta comunidad autónoma) . De esta cifra tota l, 6.500 personas estaban registradas como ocu­pados (un 15,6% menos que en el año anterior) y 300 como parados. La supe rficie ded icada a tierras de cultivo as­ciende a 179.263 hectáreas, a las que hay sumar 2.235 hectáreas destinadas a prados y pastizales, 175.053 hectáreas dedicadas a terrenos foresta­les y 137.651 hectáreas de "otras superficies". En el año 2000, la superficie dedicada a la agri­cu ltura ecológica certificada era de 3.037 hectá­reas y la superficie que estaba pendiente de cali­ficación ascendla a 1.722 hectáreas. La industria ecológ ica de esta región se centra en los secto­res vitivinícolas, de envasado de productos horto­frutícolas y en los frutos secos. También, dentro del sector ganadero de la región balear había en el pa­sado año varias explotaciones ecológicas de va­cuno, ovino, porcino y aves.

Page 189: Anuario UPA 2001

Hay otras cosas tan conocidas en el mundo como nuestras playas y hoteles,

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Conselleria d' Agricultura i Pesca

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¡pruébalas!

Page 190: Anuario UPA 2001

COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Canarias Menos plátanos, pero más vino y tomates

La Producción Final Agraria de Canarias al­canzó en 2000 un valor cercano a los 105.000 millones de pesetas y de esta can­

tidad el grueso (cerca de un 70%) correspondió a la aportación del sector vegeta l. Aunque en estas islas se cultivan otras muchas producciones agrícolas, la más genuina es el plá­tano, que dentro del terri torio nacional sólo se da también en Andalucía y en una cantidad muy pe­queña. La producción de plátanos en la campaña de l año 2000 quedó en 370.000 toneladas, una can­tidad inferior a la del año precedente . Sin em­bargo, para la campaña 200 1 se espera no só­lo recuperar el nivel de 1999, sino superarlo con creces. De la can tidad tota l producida en Ca­narias en la campaña pasada, 325.000 tonela­das correspondieron a la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Además del plátano, el toma­te es otro producto característico de la econo­mía agraria canaria. Cada año, los productores de esta comunidad autónoma tienen que luchar en los mercados comunitarios con las importa­ciones de países terceros como Marruecos, que co inciden en el tiempo con la producción de in­vierno de las islas. La campaña del año 2000 se saldó de manera positiva, pues la cosecha su­peró a la del año anterior (la producción de in­vierno rondó las 205.000 toneladas) y se cons i­guió que la Unión Europea incrementara el con­tro l sobre las importaciones. También la cosecha de patata canaria fue mejor

188

que la del año precedente. (se recogieron unas 83.000 toneladas, la misma cantidad que en la campaña de 1998) y lo mismo pasó con el pi­miento. Por el contrario, las cosechas de cebolla y judía verde fueron malas en el año 2000. Por último, los vinos son desde hace muchos años otra de las producciones reputadas de Canarias. La cosecha de uva de vinificación en la última campaña fue muy superior a la anterior y además, alcanzó un alto nivel de cal idad. La producción de vino y mosto -que mayoritaria­mente se concentra también en Santa Cruz de Te­nerife- superó los 205.000 hectolitros, un 75% más que en la campaña anterior. En el reparto de fon­dos para financiar planes de reestructuración del viñedo, a Canarias le correspondieron 606 millo­nes de pesetas. En cuanto a la producción ganadera, menos de­sarrollada que la agrícola, en Canarias no faltan aves, conejos, vacuno de leche, porc ino y ovino, aunque la cabaña mayoritaria por número de ca­bezas es (sin tener en cuenta a los pollos) , la ca­prina. Además de la carne, en esta comunidad se han desarrollado mucho las industrias de elabo­rados lácteos (como los quesos de cabra, por ejemplo). Igualmente, otros dos puntos fuertes de la industria agroalimentaria son las bodegas y la industria conseNera. Por otro lado, en 2000 la superficie calificada en agricultura ecológica dentro de Canari as se ele­vaba a 4.761 hectáreas a las que había que su­mar otras 200 hectáreas más que se encontraban en proceso de calificación. 1 número de agricultores y ganaderos ecológicos se elevaba ese año a 372 y las actividades in­dustriales en las que trabajan los operadores re­gistrados son, principalmente, las bodegas y la producción hortofrutícola. En el sector agrario canario había, al finalizar el año, un total de 43.200 activos. un 5,88% menos que el año anterior, con 41.100 ocupados y 2.100 parados. A pesar de que a Canarias se le conoce más por el turismo y otras actividades, la población activa agraria regional todavía representaba en el año 2000 el 6% de los activos totales de esta comuni­dad autónoma.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Cantabria Mejora la producción agraria

E 1 valor de la Producción Final Agraria en Can­tabria se situó en el año 2000 en torno a los 39.000 millones de pesetas, de los cuales

36.000 millones correspondieron a la producción ganadera, lo que pone en evidencia el enorme pe­so de la ganadería respecto a las producciones vegetales. Un dato que corrobora esta realidad es que mien­tras la superficie de cultivos en la región está en torno a las 14.000 hectáreas, los prados y pasti­zales ocupan 145.000 hectáreas aproximada­

mente. Además de es­tas, en la reg ión hay unas 278.300 hectáreas de bosques y otras 95.000 hectáreas de matorrales, zonas de montaña, etc . De la producción total generada por el sector ganadero , el grueso lo compone el subsector bovino y ,dentro de es­te, la producción de le­che es la más importan­te. En el pasado año se

produjo una notable subida de los precios paga­dos a los ganaderos con lo que sus rentas también crecieron. En cuanto a las carnes, las ventas efectuadas por el Mercado Nacional de Ganaderos de Torrelave­ga durante el año 2000, ascendieron a 159.755 ca­bezas de ganado bovino. Con relación a las ven­tas del año anterior, en el 2000 se produjo un des­censo, lógicamente mayor en el último trimestre del año por la reaparición de la crisis de las "va­cas locas". En este sentido, el ganado de abasto fue el más afectado por la crisis, tanto en la dis­minución del precio como en la caída de las ven­tas. En materia de sanidad animal, se controlaron en el último año 12. 718 animales de la especia bovi­na dentro del marco de los programas de erradi­cación de enfermedades de los animales, cifra que supone un descenso considerable sobre la de 1999. Por otro lado, en la cabaña ovina y ca­prina se controló a 72.849 ovejas y 15.404 cabras. Además de esto, en el 2000 continuó desarrollán­dose el programa de vigilancia de las Encefalo-

189

palías Espongiformes transmisibles, centradas en la investigación de los casos sospechosos de es­tas enfermedades y en la detección de la presen­cia de harinas de carne y hueso en piensos des­tinados al consumo de rumiantes. Asimismo, a finales del pasado año se iniciaron las actuaciones en materia de control de la EEB para poder llevar a cabo, a partir de enero de 2001, las pruebas rápidas (test Prionics) en todos los bovinos de más de 30 meses destinados al consumo humano. Estas actuaciones han permi­tido a la comunidad cántabra ser una de las pri­meras Comunidades Autónomas en contar con la­boratorios para 131 desarrollo de estas técnicas, fi­gurando entre las primeras por número de test realizados. Con respecto a la producción vegetal , en el año 2000 se produjo un ligero retroceso. Al final del ejercicio, la producción generada por los agricul­tores tuvo un valor aproximado de 3.000 millones de pesetas . Los principales cultivos de esta región son las hor­talizas (patata, tomate, repollo , etc.), el maíz y los forrajes. Las producciones agrícolas no varían mu­cho de campaña en campaña, ni en superficie cul­tivada ni en producción. La producción agraria de Cantabria también está muy ligada a la ecología. La superficie cataloga­da como ecológica se elevó en el pasado año 2000 a un total de 1.205 hectáreas , a la vez se en­contraban a la espera de ser catalogadas defini­tivamente otras 200 hectáreas. En Cantabria, la Población Activa Agraria al fina­lizar el año 2000 rondaba las 13.170 personas, un 5% menos que en el mismo período de un año an­tes. De la cifra total, 13.000 eran agricultores y ga­naderos ocupados. A su vez, con relación a los ac­tivos totales, los del sector agrario representaban en esas fechas en torno al 6,3%. Además del agrnrio, en esta comunidad autóno­ma tiene mucha importancia el sector alimentario. La facturación anual de este subsector alcanza los 112.000 millones de pesetas, que representan cer­ca del 20% del total de las ventas industriales de la región montar1esa. Todas estas empresas , que generan unos 6.500 puestos de trabajo, son en su mayor parte indus­trias del sector lácteo, del pescado, del chocola­te-cacao y de la repostería.

Page 192: Anuario UPA 2001

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Page 193: Anuario UPA 2001

COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Castilla y León Un buen año en producciones

E 1 balance agrario de Castilla y León se ce­rró en 2000 con resultados positivos. Si bien en el sector ganadero la crisis del vacuno

se dejó sentir, en el sector agrícola los resulta­dos tanto en producción como en precios fueron buenos. Concretamente, la Producción Final Agraria de la región en 2000 alcanzó un valor aproximado de 575.000 millones de pesetas de los cuales un 48% correspondieron a la Producción Final Vegetal y el resto a la Producción Final Ganadera. Dentro de la agricultura, en el pasado año se lo­graron en algunas de las producciones más im­portantes de la región cosechas históricas. Así , por ejemplo, se recogieron unos 2,61 millo­nes de toneladas de trigo, cantidad que supone un 3% más que en 1999. Igualmente, en ceba­da se alcanzó una cifra récord , con casi 5,7 mi­llones de toneladas, el 50% de toda la cosecha nacional en esa campaña . Valladolid y Burgos fueron las provincias en las que más cebada se recogió, pero fue Ávila, con una cosecha esti­mada de alrededor de 813.600 toneladas, la que registró un mayor incremento porcentual con re­lación al año anterior. El otro gran cultivo cerealista de la región es el

191

mafz. En la campaña 2000 , también se consiguió superar la cosecha del año precedente gracias, entre otras razones, al aumento de las siembras. Lo mismo ocurrió con los cultivos forrajeros (es­pecialmente con el mafz y las vezas), mientras que todo lo contrario a ocurrió con el girasol , que des­cendió un 68%. También la producción de hortalizas fue mala en 2000 (sólo en pimientos la cosecha fue similar a la de la campaña anterior) y lo mismo ocurrió con las frutas, especialmente con las manzanas, las ce­rezas y las peras. La producción de remolacha azucarera de invier­no, cuya recolección se retrasó varios meses por las lluvias de finales y primero de año , fue de 4,4 millones de tone.Jadas, un 14% menos que el año anterior. En los últimos años se está viviendo en la región castellano y leonesa el auge del sector vitivinícola. La última cosecha del siglo resultó ser de gran calidad y abundante en cantidad. Las estimaciones apuntan a una producción de uva de vinificación clel orden de 235.500 toneladas y una producción de vino superior a los 1,6 millo­nes de hectolitros. Por lo que respecta a las producciones ganaderas, en la región destacan por su calidad las carnes de vacuno, el porcino de tronco Ibérico y ovino, pero también hay grandes producciones de porcino, de pollos, de conejos y de cabras. A nivel general, en el año los precios para los ganaderos de por­cino y de ovino fueron muy buenos. En cuanto al empleo, al finalizar el año había en Castilla y León 92 .600 activos dentro del sector agrario, sin apenas cambios respecto a 1999. Los activos agrarios representan en esta comunidad autónoma el 9,3% del empleo total. No obstante, hay que tener en cuanta que también un alto porcentaje de la mano de obra industrial tra­baja en empresas agroalimentarias, que en esta re­gión son las mayoritarias. En este sentido, en la co­munidad castellano y leonesa hay mucha industria harinera, de repostería, de embutidos y bodegas, principalmente. En cuanto a las producciones agrícolas y gana­deras ecológicas , los productores inscritos al fina­lizar el 2000 eran 179, con 35. 784 hectáreas de su­perficie de agricultura ecológica, dentro de una ac­tividad con tendencia a crecer.

Page 194: Anuario UPA 2001

COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

. Castilla-La Mancha Buen año para las producciones vegetales

Aunque en los prime­ros meses del año la sequía volvió a ame­

nazar a los campos caste-1 lano-manchegos, las pri­meras lluvias de la prima­vera trajeron la esperanza para los agricultores y ga­naderos, que al fina l aca­baron el año con optimis­mo, a pesar de la crisis del sector bovino y del encare­cimiento de los carburan­tes . En general, las cose­chas fueron mejores que las de la campaña anterior, pero hay que tener en cuanta que esta región fue una de las que más sufrió con la sequía en la campa­

ña de 1999 y prueba de ello es que el Gob ierno autónomo aprobó créd itos por valor de 16.353 mi­llones de pesetas. Las oportunas lluvias lograron que la producción de trigo superase en un 71 % a la de la campaña anterior. En cuanto a la cebada, el incremento fue mucho mayor, pues se llegó a duplicar la cosecha de 1999 que había sido muy mala por la sequía. En sentido contrario, en el maíz se produjo una ca­ída de la producción del 8%, con una cosecha de 483.900 tone ladas . En frutas y hortalizas, las producciones en general estuvieron en los niveles de las campañas precedentes. En cuanto al olivar, la cosecha de aceituna para almazara fue mayor que la anterior y la producción de aceite de oliva quedó en torno a las 52.500 to­neladas. Sin embargo, ante la buena cosecha na­cional, los precios pagados a los productores fue­ron más bajos que los de la campaña anterior. La "guinda" del paste l la aportó este año el sector vitivinícola porque la cosecha de uva fue históri­ca. Así, mientras que la producción media de las bodegas de Castilla-La Mancha en los úl timos años rondó los 14,2 mi llones de hectolitros, en el año 2000 se consiguió producir 22,3 millones de hectolitros. Además de la cantidad, la cosecha fue también de buena calidad .

192

Asimismo, el sector acogió favorablemente los pla­nes de reestructuración y reconversión varietal del viñedo, pues en el primer año de ejecución del plan se aprobó ya la reestructurac ión de 43 .000 hectáreas, casi la mitad del objetivo planteado pa­ra los ocho años que dura el programa. Continuando con el vino, el año fue bueno también en materia de comercialización, ya que se incre­mentó la presencia en el exterior de los vinos con Denominación de Origen de la región . En el sector ganadero, desde la comunidad au­tónoma caste llano-manchega se colaboró acti­vamente para restablecer la confianza en el sec­tor bovino, adoptando progresivamente todas las medidas previstas (puesta en marcha de dos la­boratorios de referencia, recogida gratuita de los animales muertos, etc.). Además de esto, el sector lechero consensuó con la Administración el reparto de 11 , 7 mi llones de to­neladas de cuota láctea que les fue asignada a la comunidad autónoma. En el ámbito político, el Gobierno autónomo sacó adelante la Ley de Pastos, Hierbas y Rastrojeras, un nuevo programa de Desarrollo Rural y un con­junto de Programas de Fomento de la Calidad Agroalimentaria denominado FOCAL 2000.Con es­tos programas se pretende establecer un régimen de ayudas al que podrán acogerse empresas agroalimentarias, cooperativas agrarias y Conse­jos Reguladores de las Denominaciones de Ori­gen de la región . Por su parte , en el pasado año 2000 la Población Activa Agraria en Castil la-La Mancha se situó en 74.000 personas (67.600 ocupados y 6.400 parados), según los datos de la Encuesta de Po­blación Activa. Con re lación al año anterior, los activos agrarios de esta reg ión se incrementaron un 6%. Igualmente, con respecto de los activos totales, los agrarios representaban al finalizar el año un 11%. Además de los métodos de producción tradicio­nales, en Castil la-La Mancha hay también mucho interés por la producción ecológica. En el año 2000 había inscritas 12.127 hectáreas ded icadas a este tipo de cultivos de las que 3.348 ya conta­ban con la calificación correspondiente y el resto se encontraba en el proceso de calificación.

Page 195: Anuario UPA 2001

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Page 196: Anuario UPA 2001

COMUNIDADES AUTONOMAS

Balance de 2000

Cataluña La ganadería equilibra el balance del sector agrario

Después de dos campañas en las que la pro­

ducc ión y las rentas del sector agrario ca­talán experimentaron serios retrocesos, en la campaña 2000 se apreciaron claramente los síntomas de una re­cuperación económica agraria. El aumento de las producciones ga­naderas en un 22% y el de las producciones vegetales en un 4%, hi­c ieron posible un in­cremento de la Renta Agraria en la región del orden del 31%.

Al acabar el año, el valor de la Producción Final Agraria en Cataluña rondaba los 530.000 mi llones de pesetas. De esta cantidad, 205.000 millones de pesetas correspondían a las producciones vege­tales y 325.000 mil lones de pesetas aproximada­mente a las producciones animales. Por su lado, los ac tivos agrari os en Cataluña des­cendieron en el pasado año un 18,45% hasta co­locarse en 69.400, el 2,5% del total de activos. Tanto desde el punto de vista agrícola como des­de el ganadero, en Cataluña predominan los sis­temas de producción intensivos sobre los exten­sivos. Dentro de las producciones ganaderas des­taca por encima del resto el porc ino, un subsector que tuvo en el 2000 un buen año después de los duros reveses sufridos en ejercicios anteriores por la peste porcina. Con respecto a 1999, el va lor de las produc­ciones porcinas creció un 37%, mientras que las del sector avíco la (el otro gran sector pro­ductivo de la economía ganadera regiona l) lo hizo en un 18%. También tuvieron un buen año los productores de conejos, de huevos e inc lu­so de ovino, mientras que los del vacuno (que se concentran mayoritariamente en las comar­cas pirenaicas) se vieron afectados por la EEB, a pesar de que en esta región el año terminó sin

194

que se hubiera detectado ningún caso de en­cefa lopatía bovina. En el terreno puramente agrícola destacan las pro­ducciones de frutas, frutos secos, hortalizas y flo­res , aunque la com unidad cuenta también con considerab les producciones de cereales , vino y aceite de oliva. El balance del 2000 se cerró positivamente para los productores de trigo (la cosecha creció un 9%), y plantas ornamentales, mientras que por el con­trario, el resultado fue negativo para los de frutas (especialmente para los de manzanas), hortalizas (patatas, etc.) y avellanas. En cuanto al vino, desde el comienzo de la cam­paña, tanto en Barcelona como en Tarragona (las dos provincias con mayor peso en la producción vitivinícola catalana), las estimaciones apuntaban a una buena cosecha. Finalmente, la producción de vino y mosto rondó los 3, 15 mi llones de hecto­litros, casi la misma cantidad que en el año ante­rior. En la última campaña se in ició el proceso de aplicación de los planes de reestructuración y re­conversión de la viña. A lo largo de ocho años está previsto actuar sobre 18.473 hectáreas, con un vo lumen de ayuda estimado de 18.576 millo­nes de pesetas. En cuanto al aceite, la producción quedó en torno a las 19.000 toneladas , un volumen muy inferior al de la campaña precedente. Asimismo, además de contar con importantes pro­ducciones agrarias, en Cataluña se ha desarrolla­do también una gran industria agroalimentaria que abarca una ampl ia gama de producciones, que van desde los embutidos a las conservas , pasan­do por los vinos, los productos lácteos, las panif i­cadoras y los aceites. Un capítulo significativo del año agrario 2000 en Cataluña fue la aprobación del Programa de De­sarrollo Rural regional, med iante el que se desti­nan 155.000 millones de pesetas hasta el año 2006 para modernizar el campo. Finalmente, cabe destacar la presencia que las producciones agrarias ecológicas tienen en esta comunidad autónoma, pues cuentan con una su­perficie agraria cal ificada de 7.428 hectáreas (se­gún el censo del año 2000), con otras 3.400 hec­táreas en proceso de calificación .

Page 197: Anuario UPA 2001

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! GENERALITAT VALENCIANA ~ CONSELLERÍA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

~,:;:::\ Comunidad Valenciana -~~1 Menos cítricos, .

pero con meJ ores precios

La Producción Final Agraria en la Co­munidad Valencia­

na depende totalmente de la evolución de las cosechas, pues el peso de las producciones ve­getales representa apro­ximadamente el 80% del total . En 2000, mientras el valor de la Producción Vegetal alcanzó los 335.000 millones de pe­setas, el de la Produc­ción Ganadera sumó 80.000 millones. En la campaña 2000, la producción de arroz ba­jó un 9%, con una cose­cha de 91.000 toneladas. Por su parte , la produc­ción de trigo aumentó un 11 % (quedando en

16.900 toneladas) , la de cebada también aumen­tó (ascendió a 37.100 toneladas) y la de maíz re­gistró un descenso del 23% en la producción de grano. Además de los cereales, en la Comunidad Valen­ciana se cultiva también una importante superficie de maíz forrajero, así como de alfalfa (la produc­ción en el pasado año descendió). En hortalizas se dan prácticamente todos los cul­tivos , aunque las grandes producciones en volu­men son las de patata, tomate, pimiento, cebolla y alcachofa. En 2000, las cosechas de patata y to­mate fueron inferiores a las del año anterior, mien­tras que las de cebol la, alcachofa y pimiento fue­ron superiores. Otras producciones hortícolas importantes en la región valenciana son el melón (que en 2000 re­gistró un descenso del 17%) y la sandía (cultivo en el que ocurrió todo lo contrario). En frutas , las cosechas de frutas de hueso (melo­cotón, cerezas, albaricoques) fueron mejores que las del año anterior, pero por el contrario , la pro­ducción de ciruelas y peras fue inferior. En cuanto a los cítricos, que representan aproxi-

197

madamente el 55% del valor de la Producción Ve­getal regional , la cosecha de 2000 fue mala en cantidad pero buena en precios . Así , la producción de naranja ascendió a 1,7 mi­llones de toneladas (un 3% menos que en la campaña anterior) . Por su lado, la cosecha de mandarina cayó un 13%, pero la de limones se incrementó. Para los frutos secos, la cosecha de avellana en el año 2000 aumentó un 33%, al tiempo que la de almendra registró una caída considerable. En el sector de la uva, la cosecha de mesa fue li­geramente inferior a la de la campaña pasada (se recogieron unas 200.000 toneladas) . Por su parte, la uva para vinificación superó las 319.000 tone­ladas, casi 100.000 más que en la campaña an­terior. Con estas cosechas, la producción de vino y mosto en la campaña superó los 2,3 millones de hectolitros. Donde sí se registró un descalabro fue en la pro­ducción de aceite de oliva , ya que se pasó de unas 24.000 toneladas en la campaña 1999/2000 a unas 12.000 toneladas en la 2000/2001 . Al margen de esto, una producción típicamente valenciana y que está muy ligada con la industria agroalimentaria regional es la chufa, de la que se producen unas 9.000 toneladas al año. Otras in­dustrias del sector con importancia en la región son las conserveras, la industria de elaboración de helados, las del arroz y las bodegas . Asimis­mo, destacan las industrias turroneras, las de la miel y las que fabrican licores. En cuanto a la ¡~anadería , el grueso de la cabaña (más del 55%) lo forma el porcino, pero también cuentan con producciones de importancia en el sector avícola y, en menor proporción, en el del ovino y el vacuno. Con respecto a la producción ecológica, había en Valencia 3.645 hectáreas calificadas al finalizar el año 2000, pero además habla otras 15.000 hec­táreas más pendientes de su calificación .Los pro­ductores de agr·icultura y ganadera ecológica ins­critos en esas :fechas eran 613 y los elaborado­ras sumaban 66. En la Comunidad Valenciana habla, al acabar el año 2000, 70.700 agricultores y ganaderos en ac­tivo, un 7,46% menos que en 1999.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Extremadura Aumentan la producción y los activos en la agricultura

La campaña agro-ganadera 2000 en Extre­madura se cerró con resultados muy desi­guales. La Producción Final Agraria (que re­

presenta el 13,5% del Producto Interior Bru to re­g ional), rondó los 255 .000 mi llones de pesetas gracias a que la Producción Vegetal fue muy bue­na (unos 130.000 millones de pesetas). Por sectores , las lluvias lograron que la cosecha de granos de otoño-invierno fuera mejor que la an­terior a pesar de que las siembras se habían re­ducido en torno a un 12%. Sin embargo, la cam­paña de cereal de primavera fue mala, por exce­so de humedad. De todas formas, al analizar estos datos hay que tener en cuenta que la campaña de 1999 fue desastrosa para el cultivo de cereales en Extremadura a causa de la sequía. Otro cultivo que también resultó afectado por las lluvias fue el arroz (se recog ieron unas 168.000 toneladas). Por su parte , la cosecha de vino en la región ron­dó los 3,4 millones de hectolitros, un 15% más que en la campaña anterior. La entrada en producción de un gran número de viñedos de uva tinta en es­ta campaña hizo posible este aumento de la pro­ducción . A este respecto, en Extremadura se ha reestructurado en los últimos años aproximada­mente el 25% de la superficie de viñedo regional para adaptarlo a la demanda del mercado. Dentro del sector fru tíco la, la cosecha de 2000

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se caracterizó por su elevada cal idad. Aunque las producciones fueron inferiores debido a causas meteorológicas, la subida media de los precios compensó las pérdidas en producción . En los úl­timos años, el Gobierno autónomo ha apostado por aumentar la superfic ie de frutales y por mo­dernizar el sector mediante la reconversión varie­tal de los cultivos. En el capítulo de las hortalizas destaca el tomate para industria. En 2000 se alcanzó una cosecha récord de algo más de 900.000 toneladas. La cosecha de aceite en la región fue algo más ba­ja que la anterior. Se recog ieron unos 10 mil lones de kilos de aceituna para almazara y se obtuvo aproximadamente 25.000 toneladas de aceite. Además del tomate, la otra gran producción agra­ria representativa de Extremadura es el tabaco. La producción anual de esta región, que supone apro­ximadamente el 85% del total nacional, rondó as 36.000 toneladas y fue de muy al ta cal idad. Por lo que respecto al sector ganadero, en el ba­lance del año las dos caras de la moneda fueron el porcino (en el lado positivo) y el vacuno (en el ne­gativo) . Con respecto al primero, la producc ión y los precios fueron buenos, aunque en el sector del porcino Ibérico, que tanta importancia tiene en la economía regional , el aumento de la producción tra­jo consigo un descenso de los precios. Otro subsector con importancia en la reg ión es el ovino-caprino. La cabaña extremeña está com­puesta aproximadamente por 4 millones de cabe­zas y alcanzó en el pasado año resu ltados acep­tables porque los precios de la carne subieron. En la producción agraria de Extremadura tiene ca­da vez mayor importancia la producción ecológi­ca. No en vano, esta reg ión es la que cuenta con más agricu ltores "b iológicos" y mayor superficie dedicada a este tipo de ag ricultura. Igualmente, cada vez gana más peso en la economía reg ional la industria agroalimentaria que factura por encima de los 90.000 mi llones de pesetas al año. En cuanto a la población activa agraria de la re­gión, al terminar el año 2000 había 73.500 acti ­vos ag rarios, un 11 ,5% más que el año anterior, con 50. 700 ocupados y 22.800 parados. Los ac­tivos agrarios extremeños suman el 16,5% del em­pleo total en la región.

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COMUNIDADES AUTONOMAS

Balance de 2000

Galicia Mayor producción ganadera, a pesar de la crisis del vacuno

E 1 75% de la Producción Final Agraria ga­llega procede de las producciones gana­deras , cuyo valor ascendió en 2000 a

195.000 millones de pesetas (un 2,6% más que en el año anterior) , mientras que la Producción Final Vegetal fue de 50.000 millones de pesetas (un 20% menos) . A estas cifras hay que sumar los 30.000 millones de pesetas anuales que supone aproximada­mente el valor de la producción forestal, pues Ga­licia es la región con mayor superficie forestal y mayor producción de madera del país. Dentro de la producción ganadera, Galicia sobre­sale lógicamente en el sector de la leche y la car­ne de vacuno. En el pasado año 2000, la Encefalopatía Espongi­forme Bovina (EEB) se ensañó especialmente con la cabaña gallega, por lo que el balance final en el sector cárnico no fue positivo. Si embargo, los ganaderos gallegos tuvieron un buen año de precios y fueron de los más benefi­ciados en el reparto de nuevas cuotas lácteas. Además del vacuno también son significativas las producciones de porcino, aves y conejos.

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La cabaña de porcino supera ampliamente el mi­llón de ejemplares y es una de las más numero­sas del país. En el pasado año, la situación de los mercados bovinos propició un incremento de las rentas para los productores. Por otra parte, la ganadería equina está muy bien representada en esta región, que tiene una de las mayores cabañas del país. Recientemente, el Go­bierno ha publicado las normas para controlar la cabaña de los llamados "Caballos de Pura Raza Gallega". En cuanto a las producciones agrícolas, destacan los cultivos forrajeros y los tubérculos. La cose­cha del pasado año fue buena en patata (se re­cogieron 454.000 toneladas) , normal en maíz (las siembras se redujeron un 10%) y buena también en el grupo de las hortalizas. En cuanto a las frutas, la cosecha de manzanas fue peor de lo esperado (sólo se recogieron unas 31 .000 toneladas entre manzanas de mesa y de sidra) y lo mismo ocurrió con las peras, las cere­zas y los melocotones. En los últimos años se han comenzado a cultivar con éxito en la región frutas foráneas como los kiwis . Otro de los cultivos en auge dentro del territorio gal lego es el viriedo par vino. La producción de vino en la campaña 2000 superó sobradamente la del año anterior, llegando hasta los 1, 1 millones de hectolitros. La población activa agraria regional incluye a 180.000 personas (174.300 ocupados y el resto, parados) un 3% más que en 1999. Con respecto a los activos totales de la comuni­dad autónoma de Galicia, los del sector agrario representan aproximadamente el 15,6%. En esta comunidad autónoma hay que tener también en cuenta la importancia de la industria agroalimen­taria , especialmente la de conservas y elabora­dos de pescados. Por otro lado, producción agrícola ecológica, la región gallega está especializada en pastos, bos­ques y cultivos frutales , con tendencia a crecer en los últimos aí'ios, En el año 2000 había inscritas 267 hectáreas y el número de operndores que desarrollaron activi­dades industriales de agricultura ecológica en ese año fue de 215.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

La Rioja Una vendimia histórica en producción y calidad

La Rioja es, desde el punto de vista ag ríco­la, una reg ión privi legiada pues la fertilidad de las tierras del Val le del Ebro y su c lima

favorecen el desarrol lo de los cu lt ivos. Aunque en el mundo entero su nombre se asocia al buen vino, en esta comunidad autónoma hay una pro­ducción agrícola muy importante que se basa fundamentalmente en las producciones hortofru­tícolas. El valor de la Producción Final Agraria riojana en 2000 alcanzó los 100.000 millones de pesetas. El 80% de esta producción correspond ió a las pro­ducciones vegetales y aproximadamente el 45% de la misma sólo al vino , por eso, no es extraño que cada todos los riojanos estén pendientes de la evolución de la vendimia. La cosecha del año 2000 amparada por el Con­sejo Regulador de la Denominación de Origen Calif icada Rioja alcanzó un vo lumen de pro­ducción de 490 millones de ki logramos de uva, que suponen un crec imiento de 185 millones de kilos sobre la producción del año anterior. Una vez finalizada la cal ificación de l Consejo, la pro­ducción de vino quedó en 308 ,61 mi llones de li­tros , can tidad que asimismo representa con re­lación a la anterior campaña un incremento de 93,4 mi llones de litro y supuso tamb ién para la Denominación de Origen Cal if icada , alcanzar un récord históri co de producción. La buena climatología favoreció la ausencia de plagas y accidentes meteorológicos y también fue be nef iciosa pa ra que la uva llegara a la

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época de la vendimia en un perfecto estado sa­nitario, fundamento básico para conseguir ca­lidad en los caldos. Además , el índ ice de co lor fue satisfactorio , por eso al presentar la añada del 2000 unos meses después de la vendimia el Consejo Re­gu lador la calificó como "Buena". Continuando con las prod ucciones vegetales, la cosecha regional de trigo superó ampliamente las 182.000 toneladas, una cantidad muy superior a la anterior. Por su parte, la producc ión de ceba­da quedó en 99.000 toneladas. Otras producciones agrarias con importancia en la región son la remolacha, las hortalizas y las fru­tas. Con respecto a la primera, la producción en 2000 bajó un 24%, con una cosecha de 129.000 toneladas, y lo mismo ocurrió con las patatas -un 9% menos-, lechugas, pimientos y cebollas . Por el contrario, dentro de las hortalizas fue superior la cosecha en coles-repollos, alcachofas, sandías y tomates para conserva. En cuanto a las frutas, en las principales produc­ciones (pera, manzana de mesa, melocotón y ci­ruela) hubo incrementos considerables. En La Rioja tienen representación todas las ca­bañas ganaderas. En el sector bovino, la comu­nidad autónoma está más especializada en la pro­ducción de carne que en la de leche, aunque bien es cierto que en los últimos años se ha notado un incremento de la producción láctea destinada ma­yoritariamente al consumo interno. Lógicamente, el sector industrial agroalimentario en esta comunidad autónoma está encabezado por las bodegas. Sin embargo, también hay en La Rioja una desarrollada industria de conservas y elaborados vegetales (que tienen su base en los productos de la región) , así como industrias cár­nicas y de embutidos. Al terminar 2000, la Población Activa Agraria rio­jana era de 10.100 personas, sin apenas cambios respecto al año, anterior. Por lo que respecta a la producción ecológica, en esta comunidad autónoma hay aproximadamente unas 2.203 hectáreas dedicadas a este tipo de agricultura, con una actividad que ha reg istrado un fuerte incremento en los últimos años, tanto en agricultura como en ganadería.

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Productos Agro alimentarios

de La Rioja Gobierno de~ La Rioja Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Madrid El viñedo y el cereal se recuperan

Aunque el peso de los agricultores y gana­deros entre los activos de la comunidad au­tónoma madrileña es de los más bajos de

España (menos de un 1 %), en esta región todavía viven de la ag ricultu ra y la ganadería más de 13.300 personas que cultivan lo mejor de las agri­culturas continental y mediterránea, y explotan to­das las cabañas ganaderas, desde el vacuno ex­tensivo al porcino intensivo, pasando por los po­llos, las cabras o los conejos. En el pasado año, el valor de la Producción Final Agraria madrileña rondó los 56.000 millones de pe­setas. Las producciones ganaderas sumaron por sí solas 39.000 millones de pesetas y las vegeta­les, los restantes 17.0000 millones. Dentro de la producción agrícola destacó la re­cuperación de los cereales, que habían tenido una campaña an terior muy mala debido a la sequía. Aunque en volumen la producción de trigo no lle­gó a las 80.000 toneladas, a nivel porcentual en la campaña 2000 se reg istró un incremento del 116% sobre la del año anterior y lo mismo ocurrió con la cebada. Otros cult ivos con tradición de Madrid son los hortíco las . La producción de melones en 2000 superó en un 20% a la de l año anter ior, hasta llegar a 14.500 tone ladas . Tamb ién fueron su­periores las cosechas de uva de mesa, a lca­chofa, co lif lor, cebolla y ajo. Por el contrario, las

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producciones de fresa (que se concentran prin­cipalmente en la zona de Aranjuez) y de sandía se mantuvieron en los mismos nive les de l año precedente . La cosecha de uva de vinificación en la campaña 2000/2001 superó ampliamente las 55.000 tone­ladas, que dieron lugar a una producc ión de vino y mosto de más de 335.000 hectoli tros. Finalmente, la comu nidad madri leña tiene asi­mismo su pequeña producc ión de acei tuna de mesa y almazara. En la últ ima campaña, mientras en el primer caso la producc ión se mantuvo en los nive les normales, en el segundo se produjo un notable incremento (de 8.000 a 9.000 kilo­gramos) . Pero , en todo caso, el sector puntero de la eco­nomía ag raria madrilena es el ganadero. La pro­ducción ganadera se diferencia por zonas. En los valles y dehesas de la zona nor.te. es donde se dan las producc iones de vacunq de carne y le­che, así como las de ovino y caprino. Por su la­do, en el sur de la región es donde se encuen­tran mayormente las explotaciones de porc ino, aves y conejos . Los productores de leche de vaca tuvieron un año muy positivo gracias a la subida de los precios. Por su parte, los de aves, conejos y porc ino tam­bién se beneficiaron de la caída del consumo de carne de ternera y cons iguieron también buenos precios para sus producciones. En los últimos años, el sector ganadero de Madrid ha crecido y ha ampliado su cabaña gracias a la pro li feración en el territorio regional de explota­ciones de ganado "exótico" como los avestruces y los búfalos. Ya dentro del sector agroindustrial, la situación ge­ográfica madrileña ha propiciado que en estaco­munidad se desarrolle una potente industria es­pecializada en el faenado de canales animales que en muchos casos llegan de otras regiones li­mítrofes. Otro sector agroindustrial muy implanta­do en la región es el de la repostería, que está muy ligado con la industria harinera. Por último, el des­pegue de la cultura del vino en la Comunidad de Madrid está trayendo consigo la pro liferación de bodegas. En cuanto a la actividad en el sector agrario, al fi­nalizar el pasado año había en Madrid un total de 13.300 activos, un 18,4% menos que en 1999.

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CURSOS D

Curso

1. Manipuladores de productos f itosanitarios :

Nivel básico

2. Horticultura bajo plástico

3. Informática aplicada a la explotación agraria

4 . Técnicas de cultivo del olivar

5. Manipuladores de productos fitosanitarios:

N ivel especial Arsenito sódico

6. Técnicas de cultivo de la vid

7 . Empresarial : Contabil idad y fiscalidad agraria

8. Agricultura ecológica

9. Sanidad, selección y producción del ovino de leche

10. Elaboración de queso artesano

11. Tratamientos en jardinería

12. Manipuladores de productos fitosanitarios:

Nivel básico

13. A vi cultura alternativa

14. Básico de apicultura

15. Empresarial : Contabilidad y fiscalidad agraria

16. Agricultura de conservación

17. Programas agroambientales

18. Horticultura al aire libre

19. Manipuladores de productos fitosanitarios:

Nivel cualificado

20. Curso práctico de manejo de maquinaria agrícola

21. Empresarial : Contabilidad y fiscalidad agraria

22 . Vacuno extensivo de carne

23. Forestación de tierras agrarias

Feeho

22/1-26/1 29/1-9/2 12/2-23/2 19/2-2/3

5/3-9/3 12/3-23/3

19/3-6/4 2/4-6/4 16/4-20/4 23/4-27/4 7 /5-11/5

21/5-25/5 28/5-1/6 4/6-12/6 11/6-29/6 18/6-22/6 10/9-14/9 17/9-28/9

24/9-15/10 1/10-5/10 8/10-29/10 22/10-5/11 12/11-16/11

Unión Europea FONDO SOCIAL EUROPEO

Información y solicitudes INSTITUTO TECNOLÓGICO DE DESARROLLO AGRARIO

Teléfono: 91 580 17 71 y en las Delegaciones Comarcales de Agricullura

San Martín de Valdeiglesias

Villa del Prado

Colmenar Viejo

Arganda del Rey

San Martín de Valdeiglesias

Arganda del Rey.

Colmenar de Oreja

Villaviciosa de Odón

ITDA Madrid

Aranjuez

Campo Real

Arganda del Rey

Aranjuez

ITDA Madrid

San Fernando de Henares

Colmenar Viejo

Arganda del Rey

ITDA Madrid

San Martín de la Vega

Villaviciosa de Odón

Aranjuez

ITDA Madrid

Buitrago de Lozoya

ITDA Madrid

• Comunidad de Madrid CONSEJERIA DE MEDIO AMBIENTE

Dirección General de Agricullura lnstilulo Tecnológico de Deserrollo Agrario

lnsl.llulo Madrileño de lnvesllgaclón Agraria y Alimentaria

Page 208: Anuario UPA 2001

COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Murcia Mejoran las producciones hortícolas

E 1 valor de la Producción Final Ag raria en la Región de Murcia ascend ió en 2000 a cerca de 245.000 mi ll ones de pesetas,

siendo la aportación de la producción vegetal de 175.000 millones de pesetas. La mayor parte de esta producción (en torno a un 75%) la compo­nen el grupo de las hortal izas, un subsector en el que la agricultura murciana es una de las pri­meras de España. Entre las producc iones agríco las de la Reg ión de Murcia destacan por su vo lumen y valor eco­nómico el tomate (para su consumo en fresco , principalmente), las alcachofas (la producción de Murc ia es la mayor de España) y los pi­mientos. En la campaña de l año 2000 la pro­ducción se incrementó deb ido en parte al au­mento de la superf icie sembrada. O tras pro­ducciones con importancia reg ional son la pa­tata, la cebolla, el melón y la sandía. Por lo que respecta a las frutas , en la comuni­dad murc iana se cu lt ivan desde peras , a me­locotones , pasando por nectarinas, albar ico­ques , cítricos y uva de mesa. En general, las

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campañas de pasado año fueron peores que las de l anterior. As í, por ejemplo , la cosec ha de albaricoque fue inferior en un 10% a la de l año anterior; la de peras en un 28%; la de mandarina en un 13% y la de manzana en un 30%. En el lado contrario se situaron las producciones de na­ranja (que quedó más o menos en el mismo ni­vel de l año anterior), la de limones (con un li­gero crecimiento) y la de melocotones, que re­gist ró un crecim ien to del 4% al cosecharse más de 237 .000 toneladas). En cuanto al vino, la producc ión final de uva de vi­nificación se situó en unas 80.000 toneladas, mien­tras que la producción de vino y mosto rondó los 57 1.000 hectolitros, un volumen inferior en un 7% al del año 1999. Directamente relacionada con el sector agrícola está la industria agroalimentaria. Además de las bodegas, en esta comunidad autónoma es re le­vante la industria de las conservas vegetales, de las fru tas en almíbar, los embutidos y el pimentón. En el sector ganadero destaca por encima del res­to la cabaña de porcino. La Región de Murcia se ha especializado en la cría de lechones que luego se llevan a engordar a otras comunidades autónomas. Como para el resto de las regiones productoras del país , el año fue en general bueno para los productores de porcino y de ovino-caprino pues los precios pagados a los productores fueron altos. La población agraria activa en la Región de Mur­cia supone aproximadamente el 9,5% de los acti­vos totales. Al finalizar el año 2000, había regis­trados 47.400 personas activas en la agricultura y la ganadería, de los cuales 45.000 eran ocupados. Con respecto al año anterior, los activos agrarios en el 2000 se redujeron un 9%. Muy relacionado directamente con la política de ahorro de agua se encuentra la agricultura ecoló­gica. En el pasado año se concedieron ayudas re­gionales para la reconversión de explotaciones agrarias a la agricultura ecológ ica por un valor de 191 mil lones de pesetas y se calificaron 253 ex­plotaciones prioritarias. La superficie calificada ascendía en esas fechas a 5.599 hectáreas, pero estaban pendientes de conversión casi 6.300 hectáreas más.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

Navarra Aumenta la producción de cereales

Las producciones agrícolas y ganaderas en la Comunidad Foral de Navarra están, en cuan­to a su aportación a la Producción Final Agra­

ria, bastante equilibradas . En el pasado año 2000, el valor de la producción final rondó los 100.000 millones de pesetas de los que prácticamente el 50% correspondieron al valor de las producciones vegetales y el resto a las ganaderas. La gama de cultivos dentro de las producciones agrícolas de Navarra es muy extensa y va desde los cereales a los kiwis, pasando por las frutas de

hueso o el vino. Las condiciones meteoro­lógicas en los primeros meses del invierno fueron extremadamente secas , pero a partir del mes de marzo la situación se nor­malizó y al final, la campa­ña fue más lluviosa y más cálida de lo normal. En ce­reales, la cosecha de trigo total fue mejor de lo espe­rado y ascendió a 346.300 toneladas (un 9% más que en el año anterior). En cuanto a la produc­ción de cebada, la cose­cha en esta comunidad autónoma se co locó fi­nalmente en 445. 100 to­neladas (un 24% más) . En girasol , cultivo que su­pone una alternativa tra­dicional a los cereales en las comarcas de la Baja Montaña, se alcanzaron unos rendimientos eleva­

dos gracias a las precipitaciones de los meses de primavera y de comienzos de verano. De todas for­mas, la superficie dedicada a estos cultivos dis­minuyó, quedando finalmente en 9.449 hectáreas, la mayor parte de ellas de regadío. Por el contrario , en Navarra aumentó la superficie dedicada al arroz (un 2,5% sobre la del pasado año} , quedando ésta en 1.727 hectáreas. Los ren­dimientos medios conseguidos alcanzaron las 5 toneladas por hectárea. Otro de los cultivos que también vio aumentada su

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superficie en esta región fue el maíz (un 8%, al alcanzar las 14 . ~l06 hectáreas). La estabilidad de los mercados tanto internos y la ausencia de cu l­tivos alternativos están haciendo que el maíz si­ga siendo, de momento, el cultivo extensivo más representativo de la agricultura navarra. Por lo que respecta a las frutas , en general la co­secha fue muy buena, especialmente en meloco­tones donde se alcanzó una producción superior en más de un 75% a la de la campaña preceden­te . Sólo en albaricoque la cosecha fue inferior. Entre las hortalizas, las producciones de patata y tomate fueron inferiores , pero por el contrario en otros productos muy representativos de la región como la alcachofa, el pimiento, el espárrago y la cebolla hubo aumentos de producción . En Navarra, la cosecha de uva de vin ificación se aproximó a 134.000 toneladas, un 35% más que en 1999. La cosecha, que tuvo también un mayor grado alcohólico y una equilibrada acidez, dio co­mo resultado una producción de vino y mosto de alrededor de 84S.000hectolitros. La cabaña ganadera navarra está formada prin­cipalmente por bovino y ovino, aunque también son importantes las producciones de los sectores avícola y cunícola. La producción de carne de vacuno, que en la re­gión cuenta con una Denominación de Calidad pa­ra la ternera, sufrió en el pasado año un serio re­vés con la aparic ión de la EEB. Por el contrario, en el sector del ovino las cosas marcharon muy bien tanto, para la carne como para la leche. El sector industrial de la región está muy rela­cionado con el sector ganadero porque, además de la industria cürnica que existe en la zona, hay también industrias dedicadas a la elaboración de quesos que, en algunos casos están protegidos por distintivos de calidad (como Roncal e ldia­zabal) . Asimismo, la agricultura y ganadera navarras es­tán muy conectadas con la producción ecológica. Según los datos del pasado año 2000, en la Co­munidad Foral había 6.660 hectáreas ya califica­das y más de 3.200 hectáreas más en proceso de calificación . En cuanto a la actividad y la ocupación en el sec­tor agrario, a finales de 2000 había en Navarra 15.300 agricultones y ganaderos en activo, casi un 4% menos que el año anterior.

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COMUNIDADESAUTONOMAS

Balance de 2000

País Vasco Más rendimientos en cereal y viñedo

Desde el punto de vista agrario, el País Vas­co se puede dividir en dos zonas bien di­fe renciadas: la cornisa cantábrica (con pe­

queñas y medianas explotaciones, donde predo­mina la producción hortícola, la ganadería extensiva, los cu ltivos forrajeros y el aprovecha­miento forestal) y la zona sur (con explotaciones más grandes y cu ltivos como el cereal, la remola­cha, la patata o el viñedo). La provincia de Álava bien puede considerarse el "granero" de los vascos y también su "bode­ga" porque en la zona denominada Rioja Alavesa se producen los mejores caldos de esta región . En conjunto, en 2000 la Producción Final Agraria vasca rondó los 60.000 millones de pesetas de los que 34.000 mi llones correspondieron a la pro­ducción vegetal. Asimismo, el Va lor Añad ido Neto al coste de los factores (Renta Agraria) se situó en 34.000 mi llo­nes de pesetas aproximadamente. En el pasado año se obtuvo una cosec ha de 146.700 toneladas. Si bien la superficie dedica­da fue menor, los rendimientos por hectárea su­peraron a los de la campaña precedente . Por el contrario, las siembras de cebada fueron ma­yores (14.500 hectáreas, un 3,9% más) y lo mis­mo ocu rrió con la producción (se recogieron 76.700 toneladas) . Además de esto , en Álava

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también se siembra avena (unas 5.000 hectáre­as) , centeno (200 hectáreas) y varias produc­ciones fo rrajeras. Dentro del sector hor tofrutícola destaca la pro­ducción de pimiento, patata y manzana. Con res­pecto a la primera, la producción total (de la que participan las tres provincias vascas) rondó en el pasado año las 119.000 toneladas, un 7% menos que en la campaña precedente. Por su parte, la producción total de manzana (unas 8.500 toneladas), fue también inferior debido a la menor cosecha de la variedad de sidra. En cuanto a las producciones industriales, en la provincia de Alava también se cult ivaron un total de 2.548 hectáreas de remolacha azucarera de in­vierno, con una producción de 185.900 toneladas. Tanto las siembras como la producción fueron me­nores que en la campaña precedente. La producción de vino y mosto en esta comunidad rondó en 2000 los 712.000 hectol itros, un 6% más que en la campana anterior. Para apoyar la rees­tructuración del viñedo, el País Vasco contará es­te año con 1.103 millones de pesetas de ayudas comuni tarias La producción de carne se vio afectada por la apa­rición del "mal de las vacas locas'', aunque el pri­mer caso confirmado de esta enfermedad en la cabaña ganadera vasca no se produjo hasta mar­zo de 2001. Además del vacuno tanto para carne como pare leche, la comunidad autónoma vasca cuenta con una importante producción avícola que está es­pecializada en aves de calidad que incluso cuen­tan con el reconocimiento de la Admin istración. Al finalizar 2000 había en el País Vasco 11 .700 ac­tivos, un 20% menos que el año anterior. En el año 2000 finalizó el Plan de Actuación para el Desarrol lo del Med io Rural. Este plan se puso en marcha en 1997 con el objeto de garantizar y reforzar la multifuncionalidad del medio rural, un medio que por otra parte está muy ligado a la pro­pia sociedad vasca. Además de potenciar las producciones autócto­nas, el Gobierno vasco ha dado en los últimos años prioridad al medio ambiente , potenciando la agricultura eco lóg ica y la educación medio­ambiental.

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ACCION SmDICAL DE UPA Balance 2000/2001

La crisis del gasóleo y las "vacas locas" marcan la acción sindical de UPA ,, lVIOVILIZACIOl\T Y ACtJrERDOS

L a acción sindical de UPA durante buena parte del año 2000 y el pri­mer semestre de 2001 ha estado

marcada por dos de las crisis más gra­ves que ha sufrido la agricultura fami­liar en España: la escalada de precios de los combustibles y la extensión al va­cuno español de la encefalopatía es­pongiforme bovina . Gasóleo y "vacas locas", que han exi­gido a la Unión de Pequeños Agriculto­res y Ganaderos volver a demostrar, una vez más , como la presión de las movilizaciones y el diálogo permanen­te a través de la negociación son he­rramientas decisivas para contribuir a resolver los problemas. En el caso del gasóleo, la imparable subida de precios, que se inició ya en 1999, llegó en el verano de 2000 a una

situación realmente insostenible . UPA lideró la vertebración de todos los co­lectivos afectados y forzó una negocia­ción a la que inicialmente se resistía el Gobierno , hasta conseguir, a finales de septiembre, un acuerdo muy positivo para las explotaciones familiares , con compensaciones y ayudas valoradas en más de 70.000 millones de pesetas . La crisis de las "vacas locas" , que UPA venía anunciando desde hacía tiempo, estalló a finales de 2000 y ni el Gobier­no español ni la Unión Europea res­pondieron con agilidad y responsabili­dad. El consumo descendió a toda ve­locidad , los precios se hundieron y los ganaderos asistían indefensos a una si­tuación que no sólo no habían provo­cado sino que, además, les convertía en las víctimas reales de la crisis.

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La respuesta de UPA en este tema volvió a ser movilización -con más de 50.000 ganaderos manifestándose en toda Es­paña- y búsqueda de acuerdos, basa­dos en unas propuestas razonables cu­yo objetivo es la defensa de la ganade­ría familiar y de la seguridad alimentaria. Una estrategia sindical que ha dado tam­bién sus frutos con la firma, en marzo de 2001 , del Acuerdo Marco para la Moder­nización y Competitividad de la Carne de Pollo, con el que UPA culminó las nego­ciaciones mantenidas durante varios me­ses con las empresas integradoras de po­llos y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Un acuerdo que por pri­mera vez se firma en este sector y que tie­ne, por tanto, un marcado carácter histó­rico, porque garantiza la supervivencia y el desarrollo del sector avícola español.

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ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2000/2001

,, TRAS LA MOVILIZACION, ACUERDO

E n el año 2000 asistimos a una su­bida continua de los precios de Jos carburantes y en especial del

gasóleo ag ríco la que hizo que se ele­varan espectacularmente los costes de producción de las explotaciones espa­íiolas. Para frenar esta situación UPA li­deró la movilización social contra la su­bida del precio del gasóleo a través de la constitución de la Plataforma Nacio­nal de Consumidores de Gasóleo que englobaba a asociaciones de transpor­tistas, consumidores, subcontratistas, vecinos, consumidores y agricultores. Fruto de este impulso fue la realizac ión el 7 de junio de la manifestación con­junta de todos los sectores profesio­nales en Madrid ante el Ministerio de Economía, bajo el lema "Todos contra la subida del precio de los carburan­tes" , que contó con más de 20.000 ma­nifestantes. Otra de las líneas de actuación de la Plataforma fue personarse como parte afectada en las diligencias informativas abiertas por la Fiscalía Anticorrupción contra las compañías petroleras ten-

dentes a investigar posibles delitos co­metidos por el ol igopolio petrolero . En este sentido, UPA tomó parte activa aportando sus propios estudios sobre la evolución y la situación actual del sector, incluyendo pruebas evidentes del oligopolio de las petroleras. El proceso de movilizaciones y presio­nes continuó a lo largo del verano y se extendió al otoño teniendo su punto cul­minante en las manifestaciones del 15 de septiembre en Mérida, la tractora­da de Vil larrobledo y los bloqueos de los centros logísticos de distribución de Extremadura, Andalucía y Castilla y Le­ón a partir del 18 de septiembre. En paralelo al proceso de movilizacio­nes se iniciaron las negociaciones con el Gobierno con presencia de los mi­nistros de Hacienda y de Agricultura, hasta culminar en la firma de un acuer­do el 27 de septiembre. Se venció la tozudez del Gobierno y fui ­mos, una vez más, los primeros en fir­mar un acuerdo que beneficia a las ex­plotaciones familiares, a las que UPA re­presenta y defiende.

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Fue una experiencia dura. que puso a prueba nuestra capacidad como orga­nización agraria madura y responsable, capaz de gestionar con responsabili­dad su liderazgo en la representativi­dad de los pequeños y medianos agri­cultores españoles, profesionales autó­nomos, ti tulares de exp lotaciones famil iares, que constituyen la única ga­rantía de futuro para la actividad agra­ria y el mundo rural en España. En de­finitiva, conseguimos que: 1. Un acuerdo que legitima a UPA co­mo organización representativa de la explotación familiar. 2. Un acuerdo que es positivo para más de un millón de agricultores y ganade­ros con pequeñas y med ianas explo­taciones, que cotizan en el régimen de módulos. Es cuantitativamente más im­portante que la eliminación del Im­puesto Especial de Hidrocarburos y tie­ne la virtualidad de permanecer en el tiempo, aún cuando se normalicen los precios del gasóleo. El acuerdo firmado recoge los siguien­tes puntos más importantes: 1. deducción de un 35% de la factura real del gasóleo agrícola en el cálculo del rendimiento neto del sistema de mó­dulos del IRPF. 2. Elevac ión de 2 puntos porcentua­les de la compensación de IVA so­portado en el REAGP para la gana­dería y 3 para la agricultura, con ca­rácte r estructural. 3. Exoneración inmediata a las coope­rativas ag rarias de la obligación de constituir sociedad mercantil para la venta de gasóleo agrícola a terceros. 4. Puesta en marcha de una línea de crédito por importe de 35.000 mi llones de pesetas a interés preferencial.

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5. incremento del porcentaje de gastos de difíci l justificación en el régimen de estimación directa simplificada del IRPF. En posteriores reuniones a la firma del acuerdo UPA consiguió avances signi­ficativos respecto a las previsiones ini­ciales del acuerdo, cuya estimación ini­cial de 70 .000 millones de pesetas en ingresos extraordinarios se ha visto su­perada con creces. Entre estos avan­ces destacan sobre todo dos: la retro­actividad conseguida en el desarro llo normativo de las compensaciones a tra­vés del IVA para las mercancías entre­gadas y no facturadas antes del 7 de octubre de 2000, y la incorporación a esta compensación de la ganadería in­depend iente: avicultura y apicultura. El desarrollo normativo y la ap licac ión práctica del acue rd o firmado con el Gobierno se ha realizado, además, en un tiempo récord, debido fundamen­talmente a la presión y la habi lidad ne­gociadora de UPA, que ha conseguido incluso algunos avances significativos respecto a la previsiones iniciales de los acuerdos , cuya estimac ión inicial de 70.000 mil lones de pesetas en in­gresos extraord inarios fue superada.

ACCION SmDICAL DE UPA Balance 2000/2001

Recogidas 250.000 firmas para mostrar Gobierno que debe modular las subvenciones y promover el Estatut del .Agricultor y Ganadero

,.

LA CAMPANA DE u·PA POR LA MODULACIÓN DE LAS .AYUDAS RECIBE

UN MASIVO APO~lo SOCIAL

L a campaña iniciada por UPA en abri l de 2000, para recabar el apoyo a la propuesta de mo­

dulación de las ayudas agrarias, ha recibido el respaldo masivo de la so­ciedad española, que comprende, reconoce y avala la necesidad de apoyar con las subvenciones públi­cas a los verdaderos agricultores y ganaderos, titulares de explotaciones agrarias , que viven y trabajan de or­dinario en el campo. Como reflejo de este apoyo masivo, en UPA hemos acumulado 250.000 firmas de adhesión a nuestras pro­puestas y hemos recibido en directo la solidaridad hacia la exigencia de la modulación en los cientos de ac-

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tos que estamos celebrando en to­da España. El desarrollo de esta campaña ha vue lto a demostrar también la enor­me vi talidad de UPA, como organi­zación representativa de la agricu ltu­ra familiar, que es capaz de movili­zarse a nivel nacional para impulsar una acción como ésta, que tan sólo exige una mayor legitimidad social en la distribución de los recursos públi­cos para el sector agrario. Asimismo , la campaña nos ha per­mitido comprobar que contamos con el apoyo de instituciones y organiza­ciones sindicales y sociales, que no han dudado en añadir su firma a la campaña de UPA.

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ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2000/2001

"VACAS LOCAS"

UPA LIDERA LAS MOVILIZACIONES DE LOS GANADEROS PARA EXIGIR AYUDAS

E 1 proceso de movi lizaciones perma­nentes de UPA para exigir soluciones a la crisis de las "vacas locas" tuvo uno

de sus momentos más importantes el pasa­do 23 de febrero de 2001, con manifestacio­nes y concentrac iones en las capitales aL,!­tonómicas, en las que la participación supe­ró todas las previsiones, hasta situar por encima de 50.000 el número de ganaderos que acudió a la llamada de UPA para de­nunciar la grave situación de las más de 100.000 explotaciones fami liares de vacuno que hay en España. En todas las movilizaciones se reivindicó la inocencia de los ganaderos en el origen del problema -en contra de las insinuaciones lanzadas desde el propio Gobierno- , para dejar bien claro que las explotaciones fami­liares son la principal víctima de la encefalo­patía espongiforme bovina.

Manifiesto por la defensa de la ganadería familiar

L a crisis de las "vacas locas" ha teniendo consecuencias muy graves para el conjunto de la so­

ciedad española y europea, en tanto que todos somos consumidores y a to­dos nos afecta la más mínima alarma en materia de seguridad alimentaria. Además, el desarrollo de los aconteci­mientos en esta crisis ha sido cada vez más preocupante y lo único claro es que los pequeños y medianos gana­deros de vacuno de carne se han en­frentando a una crisis sin precedentes y a una amenaza real de supervivencia. El origen y la responsabilidad en la en­fermedad y la crisis de las "vacas locas" ha estado en la negligencia administra­tiva y en las prácticas de las industrias de alimentación animal que hayan em-

pleado harinas de origen animal en los piensos compuestos, a pesar de estar prohibidas para los rumiantes - vacas, ovejas y cabras- desde 1994. Los pequeños y medianos ganaderos son la primera victima de esta crisis, que en sus seis primeros meses ha su­puesto pérdidas de más de 80.000 mi­llones de pesetas. Y la responsabilidad de compensar ese daño es una res­ponsabilidad públ ica, que no han asu­mido plenamente ni el Gobierno espa­ñol ni la Unión Europea. Por todo ello, UPA, como organización representativa del colectivo más afec­tado por la crisis, ha moviliza a gana­deros en toda España en defensa de la ganadería familiar, para que el con­junto de la sociedad conozca las difi­cultades que están atravesando las ex­plotaciones familiares en el sector de vacuno de carne y tras ladar al Go­bierno nuestras propuestas y reivindi­caciones, que se resumen en los si­guientes puntos:

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1. Ayudar de forma eficaz a la recu­peración económica de la ganadería familiar, que es la que fi ja a la pob la­ción en el medio rural y favorece el de­sarrollo económico en nuestros pue­blos y aldeas. Para alcanzar este ob­jetivo es necesario poner en marcha las siguientes medidas: • Indemnizaciones por pérdida de ren­ta a todos los ganaderos de vacuno, así como exoneración de cargas fis­cales. • Introducir el concepto de pequeño productor para modular las medidas de apoyo a los ganaderos. • Modificación de la intervención pú­bl ica, para todo tipo de canales y a un precio que garantice al menos los cos­tes de producción . • Compra por parte de la Administra­ción de los animales mayores de 30 meses a un precio adecuado y sin aval. • Que la Administración asuma el cos­te total de la retirada de los Materiales Especificados de Riesgo (MER) que

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afectan a ovinos, bovinos y caprinos, que se cifra actualmente en 20.000 mi­llones de pesetas. 2. Apl icación real de los test a todos los bovinos según la edad que establezca el comité Científico Veterinario de la UE. 3. Etiquetado riguroso de los piensos, detallando las materias primas que los componen y los porcentajes corres­pondientes. 4. Etiquetado efectivo e inmediato de la carne de vacuno, donde se indique de forma c lara la procedenc ia del animal y el modo de producción. 5. Desarro ll o de campañas de infor­mación a los consumidores sobre la ca lidad y seg uri dad de la carn e de vacuno. 6. Constitución y dotación presupues­taria suficiente de la Agenc ia de Se­guridad Alimentaria española, como autoridad científica sanitaria indepen­diente y responsabl e de realizar los estudi os e in vestigac iones sobre la enfermedad.

ACCION SmDICAL DE UPA Balance 2000/2001

LAS RAZONES DE UPA PARA /

RECHAZAR EL PLAN HIDROLOGICO NACIONAL

U PA votó en contra del proyecto de Plan Hidrológico Nacional (PHN) presentado por el Go­

bierno, durante la reunión de la Comi­sión Permanente del Consejo Nacional del Agua celebrada el 30 de enero de 2001 . Un rechazo que se fundamenta con las razones de peso planteadas por UPA en su voto particular, porque no se han recogido nuestras principa­les demandas ni se solventan impor­tantes preocupaciones que afectan a las explotaciones famil iares agrarias.

::404 1111idnr11~. Agrlr:ultaros !'...E!"iJdC!ros

Los argumentos que justifican el re­chazo de UPA son la ausencia de una valoración global en el precio del agua trasvasada, la desconexión con el Plan Nacional de Regadíos, el hecho de que se trate de un Plan Hidrológico Nacio­nal incompleto y, además, que se haya realizado sin el consenso necesario. Por todo ello , UPA tuvo un protago­nismo destacado en la gran manifes­tación que se celebró en Madrid en marzo de 2001, para rechazar el con­tenido del PHN .

CONVENIO DE COL.ABORACION /

ENTRE INTERMON OXFAM Y UPA

E 1 Director General de lntermón Oxfam , Ignacio Carreras , y el Secretario General de UPA,

Fernando Moraleda, fi rmaron el 17 de mayo de 2001 un convenio de cola­boración que tiene como objetivo apoyar políticas para el sostenimien­to del medio rural y de sus habitantes, tanto en los países del Norte como en los menos desarrollados . El conve-

uf '1111 ~· 1i>< 1 .

2 13

nio busca aportar elementos al deba­te sobre el futuro de la PAC y su papel en el conjunto de la regulación inter­nacional de las políticas agrarias. El convenio incluye un "Manifiesto por la Defensa de un Medio Rural Soste­nible en el Norte y en el Sur" que de­sarrolla los aspectos ideológicos fun­damentales del acuerdo. INTERMÓN OXFAM y UPA coinciden en la nece­sidad de reconocer la multifunc iona­lidad de la agricultura, cuyas implica­ciones no son sólo económicas, sino tambi én soc iales y ambientales . El medio rural es un sector vulnerab le que exige protección y apoyo por par­te de los gobiernos del Norte y del Sur.

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ACCION SmDICAL DE UPA Balance 2000/2001

LOS PROBLEMAS DE FONDO IMPIDEN A LA AGRICULTURA FAMILIAR BENEFICIARSE ,.,

DE UN ANO DE BUENAS COSECHAS BALANCE DEL ANO AGRARIO Y ACCION SINDICAL

El análisis realizado por UPA confirma que el aumento de la renta agraria se convierte en puro espejismo ante los efectos de las subidas del gasóleo, el descenso de precios percibidos por los productores, el continuo deterioro del empleo y la especulación creciente en el mercado de la tierra y los derechos de producción.

La agricu ltura familiar en España concluyó el año 2000 con los mis­mos problemas de fondo que se

arrastran desde hace varios ejercicios, ante la fal ta de una política agraria, tan­to europea como nacional, que actúe con decisión para frenar el deterioro del empleo en la actividad agraria, contro­lar las subidas de los medios de pro­ducción, invertir la tendenc ia al alza en los precios de la tierra y acabar con la especulación en el mercado de dere­chos de producción. Todo ello, acom­pañado de las consecuenc ias negati­vas que están teniendo para los pro­ductores los problemas en materia de seguridad alimentar ia, como se ha comprobando con las crisis de las "va­cas locas" y la fiebre aftosa. De acuerdo con los análisis realizados por UPA, las carencias estructurales convierten, por tanto, en un puro espe­jismo el aumento de renta agraria esti­mado por la Admin istración española y Eurostat, porque esa subida es conse­cuencia exclusiva de una climatología favorable para las producciones agra­rias; con un aumento de cosechas que no consigue amortiguar realmente el resto de indicadores negativos para los pequeños y medianos agricultores y ganaderos. Una situación que en el año

2000 ha sido especialmente grave en el caso del gasóleo. Por su pmte el em­pleo en el año 2000 registró un nuevo descenso de activos y ocupados, den­tro de un sector que tiene los mayores índices de paro.

CULTIVOS HERBÁCEOS

Buena cosecha, pero malos pre­cios. Los teóricos benefic ios del in­cremento de cosechas provocado por una climatología favorable se han visto amortiguados por el descenso de pre­cios percibidos por los produc tores y las penalizaciones en las ayudas , en la que ha sido la primera campaña de aplicación de la Agenda 2000, con el consiguiente descenso de los precios de intervención. Otro factor negativo ha sido la mala gestión de las medidas de intervenc ión por parte del FEGA, co­mo el retraso en la apertura de la inter­vención y otras cuestiones que dificul­taron la oferta a la intervención por par­te de los agricultores.

ARROZ

La penalización en las ayudas supera el 46%. La superficie sem­brada superó en un 7,7% la cantidad máxima garantizada, con una penali­zación en las ayudas del 46,3%. Ade­más, este sector se enfrenta una pro­puesta de la Comisión Europea para eli­minar el sistema de intervención .

Precios bajos en el primer año de la nueva OCM. La campaña ac­tual es la primera bajo la nueva OCM del sector. La producción ha superado los 41 mil lones de hectolitros, pero los

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precios han bajado un 25%, sobre todo en vinos de mesa. En cuanto a vinos de denominación de origen la tónica es muy diferente según zonas, aunque el descenso también ha sido importante, destacando zonas emblemáticas como Rioja o Ribera del Duero.

ACEITE DE OLIVA

Precios hundidos. En una campaña de producción media-baja (752.000 to­neladas), hemos asistido al continuo hund imiento de los precios del aceite hasta cotas desconocidas de 250 ptas/kg . en junio, como consecuencia de la desaparición del precio de inter­venc ión como único mecanismo posi­ble para garantizar precios mínimos. UPA desarrolló a lo largo del verano de 2000 numerosas movi lizaciones para exigir que el Gobierno y la Unión Euro­pea reconozcan los problemas de los pequeños y medianos olivareros espa­ñoles y aborden vías de solución. Las movilizaciones comenzaron a pri­meros de julio en Baeza y continuaron en la Subbética cordobesa, el 29 de ju lio, con una caravana de tractores y todo­terrenos que final izó en el cruce de la Nacional 301 y donde se produjo un cor­te de carretera de hora y media. 81 12 de agosto se organizó otra caravana con unos 500 vehículos agrícolas, que se di­rigieron a la N-323, cortando el tráfico durante una hora. Diez días después, 600 tractores cortaron la N-IV (autovía Madrid-Sevi lla) a la altura de Bailén.

FRUTAS Y HORTALIZAS

Incertidumbre t ras la última re­forma de la OCM. Los productores de frutas y hortal izas afrontan el futuro con gran incertidumbre, tras la reforma

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de la OCM del sector aprobada en no­viembre, que contempla la reducción de cantidad máxima de cítricos en fres­co que pude retirarse del mercado, la elevación de los cupos de transforma­ción de cltricos, peras y manzanas y la sustitución de los cupos de tomates transformados por un sistema de um­brales. La ayuda se concederá direc­tamente a los productores a través de las organizaciones de productores, y respecto a los fondos operativos, se es­tablece un límite único del 4, 1 % de la producción comercia lizada por cada organización de productores. La UE ha vue lto a marginar a los pro­ductores españoles de frutas y hortalizas con esta reforma, aprobada en una reu­nión en la que el titular español, Miguel Arias Cañete, desaprovechó el respal­do unánime del sector español a través de la Plataforma Hortofrutícola y terminó aceptando un acuerdo que responde a una política agraria de dos velocidades, la continental y la mediterránea. Esta es la valoración general de la reforma que realizó la Plataforma Hortofrutícola, inte­grada por UPA y el resto de organiza­ciones agrarias y cooperativas.

FRUTOS SECOS

La presión de las movilizaciones fuerza la prórroga de las ayudas. El 17 de julio de 2000, el Consejo de Mi­nistros de Agricultura de la UE aproba­ba la prórroga durante un año de las ayudas a los productores de frutos se­cos. Una medida que en UPA conside­ramos positiva pero insuficiente , como se está demostrando en la primavera de 2001, al concluir este plazo y vo lver a abrirse el debate sobre el futu ro del sec­tor. La prórroga del año 2000 fue posi­ble gracias a la presión de las moviliza­ciones organizadas durante los últimos meses por UPA. Primero, fueron las con­centraciones en las principales zonas de producción , luego la gran manifes­tación de Évora, en Portugal, coinci­diendo con el Consejo de Ministros de la UE, y finalmente la movilización en Lu­xemburgo, el 17 de junio de 2000. Por ello, en 2001 , UPA ha vuelto a movili­zarse, ya que sin ayudas no hay futuro para los productores de frutos secos.

ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2000/2001

TABACO

El cultivo, amenazado. El presi­dente de la Comisión ha anunciado, en la primavera de 200 1, una propuesta para suprimir las ayudas a los cultiva­dores de tabaco a medio plazo, lo que supone una amenaza real de supervi­vencia para 20.000 familias en España y más de 200.000 puestos de trabajo en la UE; sin que una medida de este tipo tenga ninguna repercusión real sobre la elaboración industrial de cigarrillos y otro tipo de labores en Europa, porque la materia prima procede en un 80% de la importación de terceros pafses; y ob­viamente, sin ninguna relación directa con el consumo de tabaco, cuya de­manda no tiene nada que ver con el lu­gar del cultivo. Hasta ahora se trata só­lo de un anuncio de intenciones, pero el clamor socia l de un paro general y más de 30.000 personas man ifestán­dose, el 1 de junio de 2001, en Naval­moral de la Mata (Cáceres), reflejan la enorme sensibi lidad que genera cua l­quier sombra de amenaza al futuro del tabaco en las zonas productoras.

VACUNO DE CARNE

Los pequeños ganaderos, prin· cipales víctimas de la crisis de las "vacas locas". Los pequeño ga­naderos de vacuno de carne están siendo los más afectados por la grave crisis desatada tras aparecer el primer caso de "vacas locas" en España, cu­yas consecuencias se traducen en un fuerte descenso de precios y una caí­da de la demanda que no se están vien­do compensadas por las medidas adoptadas hasta ahora, tanto a nivel eu­ropeo como nacional .

SECTOR LÁCTEO

Bajos precios y nuevas penali· zaciones. El sector lácteo sufrió una grave crisis de precios durante la cam­paña 1999/2000 y el inicio de la cam­paña 2000/2001. Además, el sector lác­teo ha sufrido una nueva multa este año, que ascendió a 5. 195 mi llones de pesetas , con lo que se genera un acu­mulado desde la campaña 1993/94 de

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20.895 mi llones de pesetas en multas. El sector lácteo se encontraba, en el ve­rano de 2000, en una grave crisis, con más eje 40.000 mil lones de pesetas en pérd idas por el descenso de precios pactado por las industrias lácteas. Co­mo respuesta a esta situación, UPA ini­c ió una campaña de movi lizac iones que comenzó el 20 de ju lio con una concentración ante la sede de la Fe­deración Nacional de Industrias Lác­teas (FENIL); la misma patronal que fue multada, junto a 40 industria lácteas, por el Tribunal de Defensa de la Com­petencia, ante la denuncia que presen­tó UP.A por prácticas monopolísticas en la fijación de los precios de la leche ha­ce ya nueve años.

• OVINO Y CAPRINO

Pérdida de renta y necesidad de refor·ma. El sector ha sufrido una fuer­te pérdida de renta, que no ha sido compensada por la prima actual, que descBndió un 27% respecto al año an­terior. Además ha seguido arrastrando la crisis de precios, sólo frenada en par­te a finales de año, debido desgracia­dame!nte a la crisi s del sector vacuno.

• POLLOS

Por fin, la interprofesión. El sector de pollos ha acumulado unas pérdidas próximas a los 7.000 millones de pe­setas en los dos últimos años . UPA asu­me la defensa de los ganaderos inte­grados - que no están representados en la interprofesional Propollo- y para de­fenderlos se convocó un paro general para el 14 de diciembre, finalmente aplazado tras alcanzar un principio de acuerdo con la Administración.

• APICULTURA

Año •catastrófico. El sector ha sufri­do uno de los peores momentos de los últimos años, ya que a la di sminución de precios percibidos (aproximada­mente un 20%) se ha unido una muy es­casa recolección debido sobre todo a situaciones climáticas. Se puede afir­mar que la reducc ión de cosec ha en este año ha sido al menos de un 50%.

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ACCION SINDICAL DE UPA Balance 2000/2001

LA ENTRADA EN LA FIPA Y EL REINGRESO EN EL CES EUROPEO REFUERZAN LA PROYECCIÓN INTERNACIONAL DE UPA

L a proyección internacional de UPA se ha visto sensiblemente re­forzada durante el periodo 2000-

2001, tras la integración en la Federa­ción Internacional de Productores Agrí­co las (F IPA) y la recuperac ión de la representatividad en el CES europeo. Dos hechos que se añaden al trabajo permanente de la Secretaría de Rela­ciones Internacionales de UPA, volca­do de manera especial en impulsar la interlocución de la organización con las Instituciones europeas. UPA es la primera organización agraria española que se ha integrado en la Fl­PA, de la que forman parte 75 organi­zac iones de agricultores y ganaderos, de 57 países en los cinco continentes. La formalizac ión del ingreso de UPA se produjo en julio de 2000, durante un via­je a París -ciudad en que la tiene su se­de esta Federación- de Fernando Mo­raleda, Secretario General de UPA, y Pere Margalef, Secretario de Re lacio­nes Internacionales de UPA. Sólo unos meses después de ingresar en la FIPA, UPA organizó en noviem­bre de 2000, en Sevi lla, una sesión de trabajo de esta organización, bajo el titu lo "El régimen de intercambios de productos agropecuarios en la zona mediterránea". Una sesión de trabajo en la que participaron los máximos res­ponsables de la FI PA y que sirvió como punto de encuentro y debate de orga­nizaciones agrarias del Mediterráneo. Por otra parte, la Secretaría de Relacio­nes Internacionales asiste a todas las reuniones convocadas por el Comité de las Organ izaciones Profesionales Agra­rias de la Unión Europea (COPA). Tam­bién partic ipa en las reun iones de los Comités Consultivos y en los Grupos Permanentes de la Comisión europea en los que UPA tiene representación: • Comités Consul ti vos: de la PAC, de cu ltivos herbáceos, de cu ltivos no ali­mentarios y fibras , de producciones es­pecializadas, de cal idad y salubridad, y de agricu ltura y medio ambiente. • Grupos Permanentes: de aceitunas y producc iones derivadas, de frutas y

hortalizas, de lino y cáñamo, de leche, de ovino y caprino y de vino. Durante el año 2000 y primeros meses de 2001 se ha hecho un mayor hinca­pié en mejorar las relaciones de nues­tra organizac ión con las instituciones europeas, así: • Se ha realizado un seguimiento ex­haustivo de los Consejos de Ministros de agricultura y de otros Consejos don­de se discutían asuntos que afectaban a nuestros intereses. • Se han multiplicado las asistencias a la Comisión de Agricultura del Parla­mento Europeo, haciendo llegar nues­tro parecer a los eurodiputados. • Se ha puesto en conocimiento de los funcionarios de la Comisión los puntos de vista de la organización en las re­formas de las diferentes OCM. • Se ha conseguido una inter locución más directa con las instituciones al for­mar parte del Comité Económico y So­cial Europeo (CES) que participa en la elaboración de reg lamentos y directi­vas de contenido agrícola. UPA, a través de esta Secretaría de Re­laciones Internacionales, representa al sector agrícola y ganadero europeo en las reuniones del MEBF (Mercosur and European Business Forum) que se han ce lebrado en París y en Bruselas.

Seminario de UPA sobre globali· zación y agricultura . UPA organizó en octubre 2000, en Madrid, el primer encuentro entre organizaciones ag ra­rias de la Unión Europea y Mercosur (Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil) con un Seminario sobre Globalización y Agricultura, en el que participaron re­presentantes al máximo nivel de orga­nizaciones agrarias españolas, france­sas, italianas, griegas y portuguesas, así como de la Federación de Asocia­ciones Rurales del Mercosur, inc luido su presidente Carlos Rivac i. Entre las organizaciones agrarias del Mercosu r, cabe resaltar la presencia del Presi ­dente de la Sociedad Rural Argentina, Enrique Crotto y del Presidente de la Sociedad Rural del Uruguay, Roberto

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Symonds. En el Seminario participaron también el Ministro de Ag ricu ltura, Mi­guel Arias Cañete, y el Director Gene­ral de Agricultura de la Comisión Euro­pea, José Manuel Silva.

Fernando Moraleda toma pose­sión como miembro del CES eu­ropeo. El Secretario General de UPA, Fernando Moraleda, tomó posesión el 24 de enero de 2001 de su puesto co­mo Consejero del Comité Económico y Social Europeo. Con este acto se ha restablecido la legalidad institucional rota hace dos años y medio por la ex­ministra de Agricu ltura, Loyola de Pa­lacio, que en un acto de clara persecu­ción política y sindical decidió marginar a UPA de un puesto que había venido ocupando legalmente duran te varios años el representante de UPA, Pere Margalef. En septiembre de 1998, Lo­yola de Palacio designó a su íntima ami­ga y actual Senadora del PP por Sego­via, Juana Borrego, para el citado pues­to en el CES comu nitario hasta el año 2002. Tras las elecciones generales de marzo de 2000, al ser elegida Juana Borrego senadora del PP por Segovia y ser incompatib le con su cargo en el CES comunitario , tuvo que renunciar. UPA rec lamó el restablecimiento ins­titucional ante el ex-ministro de Agri­cultura, Jesús Posada, que se com­prometió a hacer las gestiones nece­sarias, cu lminadas poster iormente por el actual Ministro de Agricu ltura, Miguel Arias Cañete . A ambos minis­tros, UPA ha agrndecido pública­mente esta actitud .

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ORGANIZACION

Congresos Regionales celebrados (2000-2001) • UPA-CANTABRIA. 17 de noviembre de 2000. Secretario General: Antonio Martínez de la Pedraja.

Congresos Provinciales celebrados (2000-2001) • UPA ZAMORA. 9 de septiembre de 2000 . Secretario Genera l : Aurelio González del Río • UPA ALBACETE. 1 de diciembre de 2000. Sec retario Genera l: José Domingo García . • UPA MÁLAGA. 2 de diciembre de 2000. Secretario General : Juan Calderón . • UPA LEÓN. 17 de diciembre de 2000. Secretario General : Matías Llorente. • UPA ÁVILA. 26 de enero de 2001 . Secreta rio Genera l : Juan Ignacio Antonio Senovil la.

1 NOMINACION ESPECIFICA )PARRAGO DE NAVARRA

g] ~ ~

ACCION SmDICAL DE UPA Balance 2000/2001

• UPA HUELVA. 17 de febrero de 2001. Secretario General : Vicente Supriano. • UPA GRANADA . 2 de marzo de 2001 . Antonio Palma. • UPA SEVILLA . 31 de marzo de 200 1.Secre taria Genera l : Dolores Escalona.

El portal de la agricultura familiar en Internet: www.upa.es El portal de la agricultura familiar en In­ternet - www.upa.es- se ha convertido durante sus primeros meses de funcionam iento en uno de los sitios agrarios más visitados de Internet, tanto por los pequeños agricul tores y ganaderos españoles, como po r profesionales de diferentes ámbitos re lacionados con la actividad agraria, o simplemente personas interesadas en el mundo de la agricultura y el medio rural. El portal se puso en marcha el 1 de diciembre de 2000, con una amplia oferta de información y se rvicios . El porta l web de UPA responde a un

NOMINACION DE ORIGEN QUILLO DE LODOSA

DENOMINACION DE ORIGEN CALIFICADA RIOJA

NOMINACION DE ORIGEN ::>NCAL

NOMINACION DE ORIGEN 1IAZABAL

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DENOMINACION ESPECIFICA PACHARAN NAVARRO

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DENOMINACION DE CALIDAD ALCACHOFA DE TUDELA

DENOMINACION DE CALIDAD TERNERA DE NAVARRA

1·~ . ·~·~· ' ' · ' Departamento de Agricultura, ~.;.l.IYAJ'Xhl Ganadería y Alimentación

objetivo de faci lidad en el manejo, presentación atractiva y utilidad para los visitantes . Incluye los siguientes apartados : estructura de la organización, servicios a l afiliado, "UPA informa", revista LA TI ERRA, enlaces de interés , debates abiertos y Fundación de Estudios Rurales . Espec.ialmente activas están siendo las consu ltas a los informes y documentos, así como la participación en los foros de debate abiertos.

Nuev1D carnet del afiliado El Comité Federal de UPA celebrado el 27 de junio de 2000 acordó impulsar la renovación de los carnets que tienen todos los afi liados, con un nuevo diseño más moderno y funcional, que ofrece más posibilidades futuras de uso. Para compl13tar esta renovación , el Secretario de Or~ianización de UPA, José Domingo García , con la colaboración de las Uniones Territoriales, está actual izando el listado de afiliados en cada provincia.

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ACCION SINDICAL DE UPA Unfones Federales

UNIÓN FEDERAL DE RECURSOS HÍDRICOS

UPA rechaza el Proyecto de Plan Hidrológico Nacional propuesto por el Gobierno

E 1 trabajo de la Unión Federal de Recursos Hfdricos de UPA se ha centrado básicamente en el últi­

mo año en el Plan Hidrológico Nacional. Una vez que el Gobierno aprobó, en di­ciembre de, 1999 la modificación de la Ley de Aguas, con la inclusión de la compra-venta de derechos de conce­sión de uso del agua, a la que se opu­so ro tundamente UPA, el Ministerio de Medio Ambiente se centró fundamen­talmente en el desarrollo del Proyecto del Plan Hidrológico Nacional (PHN), después de muchos años en espera. El 5 de septiembre de 2000 se presen­tó el Anteproyecto y la Memoria del PHN en el Consejo Nacional del Agua. en el que está representada UPA. Con este motivo se celebraron varias reu­niones de la Unión Federal de Recursos Hídricos para valorar el Anteproyecto y presentar nuestras observaciones. Se mantuvieron dos reuniones con el Se­cretario de Estado de Aguas a finales de enero de 2001 con el objeto de in­formarnos de los cambios introducidos con motivo de las reuniones de la Co-

misión Permanente del Consejo. En la reunión del Consejo Nacional del Agua del 30 de enero se aprobó el dictamen de la Comisión Permanente favorable a la propuesta de l Gobierno sobre el PHN, con el voto en contra de UPA. UPA reconoce que tanto en el informe presentado por la Comisión Permanen­te del Consejo así como en el Antepro­yecto de Ley del PHN se introdujeron modificaciones de importancia que me­joran el documento inicial presentado por el Gobierno en septiembre de 2000. En concreto, se valoran aspectos como la ampliación de garantías de las cuen­cas cedentes que permitan su desa­rrollo futuro. un incremento de la parti­cipación en la gestión y decisiones en materia de planificación con la inclusión de las diversas administraciones y usuarios implicados, la inclusión de pro­gramas de actuación importantes pa­ra paliar déficits hídricos en determina­dos ámbitos territoriales a través de trasvases, la ampliación de normas complementarias a la planificac ión (gestión de sequías, aguas subterrá-

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neas ... ) y determinadas consideracio­nes de carácter medioambiental. Sin embargo, y a pesar de estas mo­dificaciones, UPA rechaza el Proyec­to del PHN porque no recoge los as­pectos de mayor importancia contem­plados en las observaciones que UPA presentó al Minis ter io de Medio Am­biente, sobre todo en los siguientes as­pectos fundamentales: - Exis te gran incert idumbre en el pre­cio que tend rán que pagar los ag ri­cultores receptores del agua trasva­sada , ya que tendrá más efecto real en este importe el funcionamiento del mercado que los estud ios de costes previstos en el PHN. Además , no se ha analizado la repercusión en el pre­cio de la apl icación de la Ley de Ag uas en re lac ión a la compra-venta de los derechos de uso. - También, y en relación al precio del agua trasvasada, cabe prever su in­cremento por la aplicación de la Direc­tiva Marco de Aguas, ya que se reper­cutirá una gran parte de los costes de los servicios del agua. Y, por otro lado, la posibilidad de que la ejecución y ex­plotación de las infraestructuras de ca­da transferencia sea a cargo de enti­dades societarias provocarla un más que seguro incremento de los costes a los agricultores. Otro de los aspectos de gran impor­tancia para rechazar el PHN es la au­sencia de un Plan Nacional de Rega­díos. UPA siempre ha reclamado una conexión directa entre los dos planes, tanto en el debate previo como en su tramitac ión . El problema no es sólo prever las dotaciones de superficie re­gadas en función de previsibles de­mandas, sino que es tanto o más im­portante conocer las característ icas agronómicas de esas futuras deman­das, analizando la estructura de ren­tabilidad por cultivos. - Además , el PHN propuesto por el Gobierno no atiende défic its históri­cos de varias Cuencas Hidrográficas, y se ha aprobado sin un consenso previo de las Comun idades Autóno­mas más afectadas.

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ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Federales

UNIÓN FEDERAL DE MEDIO AMBIE

UPA pide compensaciones para los agricultores y ganaderos por la aplicación de la Red Natura 2000

E ntre las actuaciones de la Unión Federal de Medio Ambiente de UPA durante el último año, cabe

resaltar que se ha continuado con la la­bor de seguimiento, información y divul­gación en relación a los organismos mo­dificados genéticamente (transgénicos). En este sentido se ha seguido deman­dado una moratoria de estos productos tanto en su comercialización como pro­ducción hasta que no existan una ga­rantías desde el punto de vista medio­ambiental y sanitario, pero sobre todo una mayor transparencia y control de es­ta nueva biotecnología que salvaguarde los intereses de las explotaciones fami­liares. Se ha participado en numerosas mesas redondas con todos los colecti­vos implicados, también se han mante­nido varias reuniones con representan­tes de las multinacionales Monsanto y Novartis (actualmente Syngenta) . A petición de UPA se mantuvo una reu­nión, en junio de2000, con el Ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. Es­ta reunión tuvo como objeto presentar los planteamientos y demandas de la Organización en el inicio de mandato del Ministro. En concreto se abordaron

los siguientes temas: Plan Hidrológico Nacional , Política de gestión de aguas, Consejo Asesor de Medio Ambiente , organismos modificados genética­mente , Estrategia Forestal Española , Estrategia de Biodiversidad y Red Na­tura 2000. En relación a este último te­ma, UPA mantuvo en septiembre de 2000 una reunión con la Directora Ge­neral de Conservación de la Naturale­za, Inés González , a la cual se trans­mitió la gran preocupación que existe en el sector agrario por la falta de fi­nanciación de cara a compensar de­terminados perjuicios para los agricul­tores y ganaderos en el establecimien­to de la Red Natura 2000. UPA participó en el V Congreso de Me­dio Ambiente celebrado en noviembre de 2000. En concreto estuvo presente en una mesa redonda con el título "Re­percusiones medioambientales del Re­glamento de Desarrollo Rural ". UPA también presentó su punto de vis­ta sobre las medidas agroambientales en diferentes jornadas celebradas en varias localidades. En relación a estas medidas se mantuvieron reuniones con las diversas Administraciones, en es-

2 19

pecial en base al nuevo Programa de Desarrollo Rural para las medidas de acompañamiento en España, aproba­do en octubre de 2000 y al nuevo Real Decreto que desarrolla este Programa, así como a las Ordenes de las respec­tivas Comunidades Autónomas. En relación al acuerdo entre el Gobier­no y el sector agrario sobre la crisis del gasóleo, se constituyó una Mesa de Biocarburantes que se ha reunido va­rias veces con el objeto de incrementar un uso sostenido y sustancial en la uti­lización de fuentes de energía renova­bles para la obtención de biocombusti­bles. En abril de 2001 se dio por con­cluida dicha Mesa con la elevación a la Comisión lnterministerial de Biocarbu­rantes de una serie de conclusiones en­tre las que destacan la necesidad de unas ayudas específicas a los cultivos energéticos por distintas motivaciones (medioambientales, tierras de retirada, sustitución de energías no renovables y contaminantes, etc), la petición al MA­PA de solicitar a la UE la puesta en mar­cha de una Política Agroenergética que, dentro de la PAC, defina las medidas de apoyo a los cultivos energéticos. En estas conclusiones también se in­cluye la necesidad de solicitar a la UE, mientras no se produzca la armoniza­ción fiscal, autorización para equiparar el costo de nuestras producciones agrarias destinadas a la elaboración de biocarburantes con las de otros países comunitarios, e impulsar las acciones de l+D+I para optimizar los procesos de producción agraria y transformación industrial de forma que las nuevas tec­nologías permitan reducir costos y me­jorar la competitividad . UPA también intervino en unas jornadas sobre Biomasa que organizo el IDAE a finales de 2000. Por último, UPA participó en marzo de 2001 en el debate en relación al Pro­grama de Acción Nacional contra la Desertificación.

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ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Federales

UNIÓN FEDERAL DE DESARROLLO RURAL

UPA reclama mayor protagonismo de las organizaciones agrarias en el seguimiento de los

programas de desarrollo rural

E 1 seguimiento de la Programa­c ión de las diversas acciones de desarro llo rural tanto refe­

rentes al Reglamento (CE) nº 1257/99 de desarro llo rura l como a los reg la­mentos relativos a los fondos estructu­rales ha constituido una de las princi­pales labores de la Unión Federal de Desarrollo Rural de UPA. Se han man­ten ido algunas reuniones con la Di­rección General de Desarrollo Ru ral del MAPA, en las que se han aborda­do la situación de la aprobación de los Programas Operativos referentes a las regiones Objetivo i y los Programas de Desarrollo Rural de las reg iones fuera de Objetivo 1. Por pa1·te de UPA se presentaron varios documentos con­teniendo las observaciones a los nu-

merosos borradores de Programas presentados a la Comis ión . La principal demanda de UPA ha con­sistido en la inclus ión de las Organi­zaciones Profesionales Agrarias en los Comités de Seguimiento de cualq uier acción relativa a las acc iones ante­rio rmente menc ionadas. Al mismo t iempo, se ha demandado a las Ad­ministraciones competentes de las di­versas Comunidades Autónomas una mayor interlocución sobre estos temas con las organ izac iones agrarias . En este sentido, se llevaron a cabo d iver­sas reuniones con los Directores Ge­nerales o responsables en desarrollo rural de diversas Comunidades Autó­nomas, entre ellas las de Extremadu­ra, Castilla-La Mancha, Galic ia y An-

22Ó

dalucía. En dichas reuniones se plan­teó las princ ipales demandas de UPA en materia de desarrol lo rural y se pi­dió una mayor interlocución. En el último año se celebraron varias reuniones de la Unión Federal para ana­lizar la situación de la programación en desarrol lo rural a los distintos niveles: Unión Europea, Ministerio de Agricultu­ra y Comunidades Autónomas. También se establec ió una estrategia de parti­cipación y coordinación tanto en la nue­va inic iativa comunitaria LEADER+ co­mo en los programas de desarrollo ru­ral PRODER. Con respecto a la iniciativa LEADER se ha seguido participando dentro de los numerosos grupos de acción local en los que UPA está integrada, además de l1acer un esfuerzo para ser miembros en otros que se creen o en los que has­ta ahora no teníamos presencia. Tam­bién se hicieron observaciones a pro­yectos de normativa respecto a estos programas de desarrollo rural , hacien­do especial hincapié en la necesidad de priorizar más las actuaciones hacia las explotaciones agrarias fami liares que se encuentran en los territorios be­neficiados. En el último año UPA partic ipó en me­sas redondas de debate en el marco de diferentes jornadas de desarrol lo rural celebradas en diversas comarcas del terr itorio nac ional. También se produ­jeron varias reu niones con la Red Es­pañola de Desarro llo Rural dentro del objetivo de consolidar una estrecha re­lación de colaboración entre ambas or­ganizaciones. Por otro lado la Unión Federal celebró una jornada de formación con el obje­to de homogeneizar criterios y meto­dologías para la presentación de pro­yectos cofinanciados por la Unión Eu­ropea y en especial sobre la inic iativa comunitaria EQUAL.

Page 223: Anuario UPA 2001

ACCION snmICAL DE UPA U Iliones Federales

Propuestas para que las medi(ias de acompañamiento defiendan los intereses de las

explotaciones familiares

E 1 trabajo de la Unión Federal de Es­tructuras Agrarias de UPA se ha centrado en el último año en el se­

guimiento de la traslación normativa a nuestro país del Reglamento (CE) nº 1257 /1999 de desarrollo rural que marca las actuaciones relacionadas con las es­tructuras agrarias productivas para el pe­ríodo 2000/2006. Después de la aproba­ción de los Programas Operativos para las regiones Objetivo 1 y de los Progra­mas de Desarrollo Rural para las regio­nes fuera de Objetivo 1, el Ministerio de Agricultura ha publicado diversos Rea­les Decretos que desarrollan determina­dos aspectos contenidos en el Regla­mento de desarrollo rural. En concreto, los referentes a las medidas de acom­pañamiento (medidas agroambientales, forestación de tierras agrarias, jubilación anticipada y ayudas en zonas desfavo­recidas) . Sobre estas medidas la Unión Federal envío al MAPA las respectivas observaciones que se basan fundamen­talmente en preservar los intereses de las explotaciones familiares. En el mismo sentido se mantuvieron reuniones tanto con la Dirección General de Desarrollo Rural del MAPA como con las Conseje-

rías de Agricultura de las diversas Co­munidades, que tienen la obligación de desarrollar estas medidas. Otra de las cuestiones de importancia que trató la Unión Federal fue el estudio y observaciones presentadas al borrador de proyecto de Real Decreto que susti­tuirá al R.O. 204/96 sobre mejoras es­tructurales y modernización de las ex­plotaciones agrarias. Con dicho motivo se celebraron dos reuniones internas de la Unión Federal previas al contacto con la Dirección General de Desarrollo Rural. En las observaciones que presentó UPA a la modificación del R.O. 204/96 se plan­teó la necesidad de elaborar un nuevo marco de regu lación que defina el mo­delo de agricultura y de desarrollo rural que se quiere fomentar; para ello UPA ha propuesto la creación de un "Estatuto del Agricultor y Ganadero" que sirva como marco general donde se definan perfec­tamente las figuras que estén relaciona­das con la agricultura y ganadería y que se utilice de soporte para la concreción de todas las políticas agrarias, en espe­cial a la hora de establecer criterios pa­ra la modernización de las explotaciones. En cuanto a medidas concretas que pro-

221

puso UPA respecto a la citada modifica­ción del R.O. 204/96, destacan: -Modificar la exigencia de la viabilidad económica de la explotación teniendo en cuenta el concepto de multifuncionalidad que se define en el contexto de la agri­cultura europea; es decir, que esa viabi­lidad económica se defina no sólo des­de un punto de vista productivo, sino también social y medioambiental o terri­torial, externalizando estas últimas fun­ciones en un valor económico. -En cuanto a la definición de la renta agraria, UPA propuso que se tuviese en cuenta el "rendimiento neto previo" en lu­gar del concepto de rendimiento neto empleado actualmente y por tanto que no se contabilicen las diferentes deduc­ciones existentes. Este cambio facilita­ría la inclusión como agricultor a título principal o agricultor profesional a per­sonas que no llegan a los parámetros exi­gidos debido a las deducciones del ren­dimiento neto previo. - Es obligada la creación de un Comité de Se¡Juimiento para todas las actuacio­nes referentes a programas estructurales en los cuales estén las organizaciones profesionales agrarias.

Page 224: Anuario UPA 2001

ACCION SmDICAL DE UPA Uniones FederaJ.es

Fuerte impulso a los programas de formación con el objetivo de la igualdad

E 1 Departamento de la Mujer de UPA realizó un intenso trabajo de formac ión dirigida a mujeres ru­

rales durante el año 2000. Se completó la totalidad del plan formativo p lurire­gional dirig ido a este colectivo; traba­jando siempre hacia la igualdad de de­rechos sociales entre mujeres titu lares de explotación agraria y las llamadas "cónyuges colaboradoras". Asimismo, el Departamento de la Mujer de UPA es­tuvo presente en multitud de actos for­mativos y reivindicativos en los que se expuso la situación de discriminación de la mujer rural respecto al reconoc i­miento de sus derechos sociales. La interlocución con el Instituto de la Mujer continuó, solicitando al Ministerio

de Trabajo la inclusión de nuestra or­ganización en el Observatorio de la Igualdad, de inminente creación como foro de interlocución para reso lver los problemas de desigualdad en materia de género en el mundo rural. Incidiendo en temas de formación, se ce lebraron distintas jornadas y cursos, tanto a nivel regiona l como nacional , potenciando la figura de la Federación de Mujeres Rurales de UPA .. Se elaboró y concretó un plan de tra­bajo dirigido a conseguir una presencia más activa de mujeres en la Organiza­ción; y además, se ha mantenido el ni­vel de representac ión institucional, asis­tiendo a reuniones del COPA Femenino, interlocución con el Instituto de la Mu-

DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN

Más de 25.000 agricultores y ganaderos partipan en los cursos de formación de UPA

Entre los objetivos de la acción sin­dical de UPA, la formación de sus afil iados y de sus cuadros sindi­

cales tiene un lugar relevante , creando es tructuras nuevas y fortalec iendo las existentes. En ta l sentido , UPA viene partic ipando, de forma cada vez más importante, en el desarrollo e imparti­c ión de todos los Planes de Formación que cuetnan con el apoyo de las dife­rentes administraciones públicas . En cuanto al balance del año 2000, des­taca el aumento significativo de desti­natarios finales de la formac ión , tanto en formación continua (FORCEM), co­mo en formación sectorial (MAPA), con­siderando los Planes de ámbito estatal. A través de la financiación obtenida por FORCEM, en UPA impartió en 2000 for-

rnación a más de 4.500 agricultores y ganaderos, y a través del los Planes de Formación Plurirregional del MAPA, se ha llegado a más de 6.000; con lo que sólo en Planes estatales se ha llegado

222

Jer, participación en encuentros de gé­nero organizados por sindicatos, ayun­tamientos, universidades.También se denunció una situación de clara discri­minación hacia las mujeres del med io ru ral, al observar los c riterios que se pretendían marcar en la formación plu­riregional que suponía un claro retroce­so para el acceso a la formac ión por parte de las mujeres agricultoras y ga­naderas que no son titu lares. Se remi­tieron cartas a la Administración y este tema se ha corregido en esa fase nor­mativa.

a impartir formación a más de 10.500 agricultores y ganaderos. Asimismo, a través de los Planes de formación re­gionales, que son competencia de las administraciones autonómicas , UPA ofrec ió, a través de sus Uniones Regio­nales, programas de formac ión en el año 2000 a un total de 15.000 agricu l­tores y ganaderos. De esta forma, y en resumen en el año 2000 UPA llegó a formar a más de 25.500 agricultores y ganaderos de to­da España. Todo ello, junto a la preocupación por mejorar y adaptar los métodos y mate­riales de enseñanza util izados en esta labor; para lo cual, UPA está trabajan­do a través de FORCEM en la elabora­ción de herramientas formativas adap­tadas a un sector tan particu lar y ne­cesitado de formación, como es el mundo agrario y ganadero, así corno en la detección de las necesidades for­mativas de cada subsector y en cada momento.

Page 225: Anuario UPA 2001

Unión Sectorial de Azúcar

Nuevo Acuerdo Marco Interprofesional

hasta la campaña 2005/06

O urante el año 2000 y los primeros meses del 2001 se han produci­do importantes cambios en el

sector remolachero-azucarero, como consecuencia del vencimiento del Acuer­do Marco Interprofesional (AMI) que ha regulado las relaciones entre agricultores e industriales durante los últimos años. Finalmente se firmó un nuevo AMI, que tendrá una validez de cinco años, hasta la campaña 2005/06 y en el que desta­can los siguientes puntos: - Se establece un nuevo envasado para la contratación, teniendo en cuenta los datos de los últimos años, fijándose dos valores diferentes uno para cada azu­carera firmante del AMI: 136 kilos de azú­car por tonelada de remolacha tipo para Ebro Puleva y 130 kilos/tonelada para Azucareras Reunidas de Jaén. - Se fija un reporte como franquicia de un 12%. En el cul tivo de secano esta fran­quicia se fija en un 20%. - Las cesiones de derechos podrán rea­lizarse para una sola campaña o podrán ser definitivas. Las cesiones temporales con llevan la necesidad de sembrar en la campaña siguiente, o bien ceder defini­tivamente los derechos. - Para que una zona pierda derechos en favor de otra es necesario que el hueco se produzca durante dos años consecu­tivos. Esta pérdida será la mitad de las dos campañas, con el límite de la última, y sin que pueda ser mayor del 10% de los derechos de la empresa en esa zona. Al final de cada campaña se calculará el hueco existente como consecuencia de los incumplimientos en una determinada zona. El proceso de transición entre la re­ca lificación zonal y la recalificación a ni­vel nacional se realizará en tres años. - El agricultor, como hasta ahora, tiene la posibilidad de retirar o no la pulpa. Si quie­re retirarla, la empresa azucarera se la ven-

ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Sectoriales

derá al precio de secado más un 5% que la empresa considera que quiere ganar por secar la pulpa. Si no la retira, la única compensación que recibe el agricultor por parte de la empresa es una compensa­ción del 5 % del precio de secado. Durante los primeros meses del año 2001, la empresa Ebro Puleva comuni­có su intención de cerrar dos fábricas de molturación de remolacha, a la vista de sus planes de reestructuración del sec­tor. En tal sentido, la Unión Sectorial de UPA está negociando con la empresa azucarera un acuerdo de reestructura­ción, de manera que los cierres progra­mados no supongan una desaparición del cu ltivo en las zonas tradicionales, y los agricultores afectados mantengan sus condiciones actuales. Además, a finales de año, la Comisión Europea hizo oficial su propuesta de re­forma de OCM, que desde el primer mo­mento fue rechazada por la Unión Sec­torial de Azúcar de UPA, que es partida­ria de una prórroga del régimen actual hasta la campaña 2005/06, y un reajus­te de la cuota nacional.

Por otro lado, todavía queda por resolver un tema muy importante, como la com­pra de las acciones de la compañía KIO por parte de la Dirección General del Pa­trimonio, a un precio de 3.600 pesetas por acción, lo que supondría unas pérdi­das para el Estado superiores a los 11 .000 millones de pesetas, ya que ac­tualmente las acciones cotizan a poco más de 2.300 pesetas. De la misma forma, los agricultores están esperando, la posible subasta de 30.000 toneladas de azúcar de cuota de AEA, anunciada tras el proceso de fusión por el Ministerio de Economía, considerada por el Tribunal de la Competencia como una medida buena para el sector, limitando el monopolio creado tras dicha fusión.

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E 1 año 2000 fue un año muy diná­mico para el sector avfcola en el que se produjeron una serie de

acontHcimientos destacados, que de­sembocaron en los primeros meses del año 2001 en la firma de un acuerdo marco sin precedentes, para la moder­nización , competitividad y desarrollo de la avicultura de carne, poniendo así fin a más de 30 años de falta de relaciones entre productores integrados y empre­sas integradoras, esto es, desde la mis­ma existencia de este sector. Tras varios de años de reivindicaciones y movilizaciones, la Unión Sectorial de Avicu ltura de UPA y la Plataforma Aví­cola Estatal consideraron inadmisible la falta d1:i respuesta y sensibilidad de las empresas integradoras y del MAPA ha­cia este sector, y así el 27 de noviembre decidiGron convocar un paro general in­definiclo de la actividad a partir del día 14 de diciembre de 2000.

Como consecuencia de esta decisión , el día -12 del mismo mes se produjo un principio de acuerdo con las empresas integradoras con el concurso del MA­PA, que provocó la desconvocatoria del paro, 'l el inicio de un proceso largo de negociaciones que tenía que rubricar aquel preacuerdo del día 12.

Durante este proceso negociador junto a las empresas integradoras y el Minis­terio de Agricultura , la Unión Sectorial de Avicultura se fijó unos objetivos, ba­sados en históricas reivindicaciones, y cuya principal meta era la vertebración del sector, y romper con la situación ac­tual existente de feudalismo en el siglo XXI por parte de las integradoras. Esta situación ha p rovocado durante muchos años, que las pérdidas de ren­ta dentrn del sector repercutan directa-

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mente sobre los más débiles, esto es, los avicu ltores integr-ados, mientras que los momentos de bonanza nunca han supuesto un impulso de muchas de es­tas granjas famil iares, que se han visto ob ligadas a cesar la actividad.

En el futuro estas circunstancias se verán atenuadas mediante la firma y posterior desarrol lo del citado acuerdo marco. Sobre los aspectos económicos, el acuerdo fija como principales medidas: • Asunción por parte de las empresas integradoras del 100 % del coste de las vacunas. • Asunción por parte de las integrado­ras de los costes de pesaje en báscu­la y de las gufas sanitarias. • Corresponsabi lización de ambas par­tes en el pago al 50% de la carga y de los medicamentos. • Incluir al sector avícola dentro de los colectivos benefic iados por el incre­mento del IVA en el marco de los acuer­dos del gasóleo, firmados por UPA. con efecto retroactivo de 1 de enero de 2000 y sucesivos, lo que viene a supo­ner un ingreso adicional sobre las ven­tas de un 2%. • Establecer plazos de pago a los avi­cultores entre los 20 días como mínimo y 45 días como máximo. • Asunción por parte de las integrado­ras de la responsabilidad civil derivada

de las labores de carga. Junto a estos temas se han consegui­do otros, que equiparan al sector aví­cola al resto de sectores ganaderos y agríco las: 1.- lnclusión de UPA en la interprofesional PROPOLLO, en representación de los avi­cultores integrados. De esta forma se re­conoce la representación de los aviculto­res integrados y de UPA en el sector, y se permite nuestra presencia en el único fo­ro adecuado en donde se decide todo lo que incumbe al sector y en donde se de-

ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Sectoriales

batirán, revisarán y resolverán todos los as­pectos re lacionados con los contratos y

con el desarrollo de la avicultura de carne. 2. - Establecimiento en el seno de PRO­POLLO de un Estatuto Sectorial que marcará el desarro llo y futuro del sec­tor en e l que se recojan todos los as­pectos con tractuales de la relación en­tre integrador e integrado, así como los derechos y obligaciones de las dos par­tes; y que el Ministerio de Ag ricultura dotará del rango normativo adecuado siendo por tanto de obligado cump li­miento para toda España. 3.- Potenciar el establecimiento de me­canismos de control de los medios de producción, junto con las Comunidades Autónomas . De esta forma, se preten­de controlar la calidad tanto de piensos como de pollitos, para evitar los pro­blemas que sufren los avicu ltores en sus liq uidaciones , cuando la mater ia prima no es la adecuada. 4.- El MAPA potenciará el cese anticipa­do en el sector avícola a partir de los 55 años, para permitir que cualquier avicul­tor que lo desee pueda acogerse a este mecanismo, al igual que en otros secto­res de la actividad agrícola y ganadera. 5.- Para la mejora de las exp lotaciones, el MAPA creará una línea presupues­taria en fo rma de préstamos blandos subvencionados destinados a la refor­ma y transformación de las granjas. 6.- Compromiso por parte del MAPA de incluir a los avicultores integrados en el

Régimen Especial Agrario de la Segu­ridad Social (REASS). 7.- Compromiso de realizar en un perí­odo máximo de tres meses un estudio de costes en las granjas, por parte de una empresa independiente, que sirva como futuro precio de remuneración

base a percibir por los avicultores, en determinadas condiciones. 8.- Incluir a la avicultura en el Plan de Seguros Agrarios de ENESA, en el que se cubra p rincipalmente el riesgo de asfixia en la temporada de verano. 9 .- Manten imiento de las condiciones actuales que pueda tener un avicultor, en caso de que éstas sean más venta­josas a su favor. 10.- Creación de un comité de segui­miento de dicho acuerdo, que vele por el cumplim iento del mismo.

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Unión Sectorial de Algodón

Propuestas de UPA para que la nueva

OCM modUle su aplicación

E 1 2000 ha estado marcado por la incertidumbre creada por la pro­puesta de reforma del régimen de

ayudas. Dicha propuesta supone un im­portante endurecimiento de las penali­zaciones, lo que provocaría la desapari­ción de muchas explotaciones fam il ia­res . Ante esta situación, la Unión Sectorial de Algodón de UPA redactó un documento alternativo, como la única vía de escape de los pequeños y medianos algodoneros. Dicha alternativa fue con­sensuada con un gran número de coo­perativas productoras y desmotadoras de algodón, y presen tada al Ministro de Agricultura en septiembre.

La Unión Sectorial ha defendido siempre el actual sistema de ayudas como mal menor, pero incluso si no se llevase a ca­bo la propuesta oficial , el sector necesi­taría una reestructu ración que permitie­ra la supervivencia de los algodoneros. En este cultivo se están produciendo im­portantes desequi librios en los últimos años, debidos a la gran mecanización, y que están acentuando espectacular­mente las diferencias entre algodoneros. Para compensar esta tendencia, las pro­puestas de UPA aportan varias solucio­nes, como la diferenciación en cuanto a las penalizaciones en función del tama­ño de las explotaciones. la limitación de las siembras o los cupos individuales. Unas propuestas que han ganado vali­dez tras aprobarse la reforma en abril de 2001, que UPA valora como la "menos mala" dentro de las posibil idades que se estaban barajando. El mantenimiento de

la Cantidad Nacional Garantizada (249.000 toneladas) y de la penalización aplicada da un cierto respiro a los al­godoneros españoles. Sin embargo, la amenaza de las penalizaciones justifica que UPA reclame a la Administración es­pañola la reestructuración del sector.

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Unión Sectorial de Apicultura

UPA· consigue incluir a los

apicultores en las ayudas de los acuerdos del

gasóleo

E 1 trabajo de la Unión Sectorial de Apicultura a lo largo del último año ha servido para consolidar la

importancia que desde UPA se ha ve­nido dando a este sector. A nivel inter­no, a lo largo de 2000 y primeros meses de 2001 se ha incrementado notable­mente el número de apicultores que in­dividualmente o mediante asociaciones se han unido al proyecto que represen­ta UPA De hecho, este sector es el que más ha crecido dentro de UPA en el úl­timo año. Entre las asociaciones que han establecido recientemente acuer­dos de colaboración o se han integra­do en UPA se pueden destacar entre otras a la Asociación de Apicultores de La Alcarria y demás comarcas de Cas­ti lla-La Mancha (ASAPIA), la Asoc iación de Apicultores de Toledo o la Asocia­ción Regional Valenciana de Apiculto­res (ARVA), así como con tactos bas­tantes avanzados con asociaciones de apicu ltores de Málaga y Granada. La Unión Sectorial ha participado tam­bién en diversas ferias apícolas a lo lar­go de toda la geografía española, des­tacando especialmente en las Ferias Apícolas de Don Benito (Badajoz) y Pastrana (Guadalajara) en las que ade­más de contar con un stand propio, se intervino en las Jornadas que se desa­rrollaron . Aunque el mayor logro en los últimos meses fue el acuerdo alcanzado para el sector apícola como resultado de las negociaciones con el Gobierno a cau­sa de la cris is motivada por el incre­mento de precios en el gasóleo a fina­les de 2000. La iniciativa partió de UPA como una manera de compensar al

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

sector (inicialmente marginado) de las pérdidas motivadas por la subida del gasóleo. El resultado de dicho acuer­do se basó principalmente en los dos siguientes puntos: - Reducción de la cuota devengada de IVA por operaciones corri en tes quepa­saron del 7% al 5% para la actividad apícola, haciéndolo extensivo para los ejercic ios 2000 y 2001. Esto significa que los apicultores facturan al 7%, pe­ro en la declaración anual del IVA sólo computará con el 5%. - Reducción de los porcentajes para determinar las cuotas trimestrales en 2001 en el régimen simplificado del IVA para determinadas actividades ag ra­rias . En el caso de la apicultura se pa­sa del 32% al 19%. Por otra parte se han mantenido varias reuniones con las distintas Administra­ciones competentes en el sector, ya sea a nivel nacional o regional. En con­creto, cabe resaltar el acuerdo alcan­zado con la norma que regula la Or­denación de las Explotac iones Apíco­las, que después de muchos años de intentos ha podido ser consensuada tras numerosas y maratonianas reunio­nes con el sector. Ante la dificultad de obtener unas pro­ducciones normales en años con fuer­tes adversidades c limatológicas (se­quías, fríos , ll uvias .... ) como ha suce­dido en el año pasado, desde la Unión Sectorial se ha so licitado al Ministerio de Ag ri cu ltura la necesidad de esta­blecer una línea de seguros que ga­rantice unos rendimientos o produc­ciones medias para paliar las pérdidas sufridas por dichas ci rcunstancias. Una línea similar se ha establ ecido ya en sectores que también se ven afectados directamente por las características cli­máticas como son los cereales, el vi­ñedo y el olivar. Por el lo se ha rec la­mado que se estab lezca este apoyo para un sector que tiene simi lares difi­cu ltades . Por último hay que mencionar la parti­cipac ión en las diferentes líneas con­templadas en el Programa Nacional Apícola y la co laboración con el MA­PA en la recogida de muestras con ob­jeto de tener análisis para valorar la ca­lidad de la miel española.

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E 1 trabajo de la Unión Sectorial de Vacuno de Carne de UPA se ha centrado en los últimos meses de

2000 y primeros de 2001 en la grave si­tuación creada tras la aparición de los primeros casos de Encefalopatía Es­pongiforme Bovina (EEB).

Los ganaderos están atravesando una cri sis muy dura, con muchas facetas y derivaciones, pero que está provocada fund amentalmente por la pérdida de la confianza de los consumidores en la carne de vacuno que consumen, lo cual, a su vez, es consecuencia de una mala ¡;;¡estión de esta crisis y de una in­formación difusa. La pérdida de confianza ha conducido de manera irremed iab le a un hund i­miento de los precios de las canales y a una caída del consumo a niveles des­conocidos. Así por ejemplo un ternero para vida, que podía venderse a 90.000 pesetas antes de la cri sis, en abril de 2001 cuesta menos de la mitad. Ademés, los ganaderos de vacuno es­pañoles han visto incrementarse los costes de producción como co nse­cuencia de una prolongación del tiem­po de estancia de los terneros en la ex-

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plotación, con el consiguiente incre­mento de los costes de alimentación. Además, están pagando los costes de eliminación de los MER de las canales, incluido el espinazo, y cofinancian la eli­minación de los animales muertos en la explotación. Y por si fuera poco, ade­más pagan los costes derivados de los certificados veterinarios necesarios pa­ra llevar los animales a matadero. Como consecuencia de todo ello, están en serio peligro de desaparición las pe­queñas y medianas explotaciones fa­mi liares , que son el soporte del tejido social de este sector. Las pérdidas se cuantifican desde el comienzo de la cri­sis (fecha de aparición de la primera va­ca enferma de EEB en España) en 67.500 millones de pesetas , que co­rresponden a unos cinco meses. Se tra­ta de explotaciones que producen ali­mentos de calidad, que se encuentran en zonas desfavorecidas en la mayo­ría de los casos y que fijan la población al medio rural. Como respuesta sindical a esta crisis, la Unión Sectorial de Vacuno de Carne de UPA ha seguido muy de cerca todos los problemas de los ganaderos ha re­al izado movilizaciones y concentracio­nes, a nivel nacional y autonómico, co­mo medidas de presión para que el Go­bierno aborde la crisis como un problema de salud pública y, por tanto, como problema de Estado. De este modo, el 20 de diciembre de 2000 UPA real izó una concentrac ión delante del Ministerio de Agricultura, que continuó con una marcha hasta lle­gar al Ministerio de Sanidad. En Agri­cultura, una delegación de UPA fue re­cib ida por el Subsecretario, y en am­bas entidades fue entregado un documento donde se recogían las pro­puestas de la organ ización. UPA ela­boró un decálogo de propuestas para acabar con el problema de las vacas locas que supone una grave amenaza para la Seguridad Alimentaria de lapo­blación y la estabi lidad de las explota­ciones ganaderas familiares, con los si­guientes puntos: • Medidas de compensación de ren­tas a los ganaderos afectados. • UPA exige que el gobierno asuma el coste de eliminación de los Materiales

ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

Especificados de riesgo (MER). • Modificación de la intervención públi­ca de modo que ésta sea sin subasta, a precio fi jo, y para todo tipo de cana­les. • Prohibición de las harinas an imales para todo tipo de piensos de manera permanente. • Aumento del número de controles de la enfermedad. • Etiquetado efectivo de la carne de vacuno.

• Etiquetado exhaustivo y riguroso de los piensos, deta llando las materias primas componentes de los mismos. • Reforma de la actual OCM del sector vacuno de carne, de modo que sirva para hacer frente a situaciones de cri­sis en el sector. • Creación de una mesa de seguimien­to de la crisis. • Realización de test a todos los ani­males mayores de tre inta meses. Asimismo, el 23 de febrero de 2001 se celebraron nuevos actos de protesta con concentraciones simu ltáneas en todas las Comun idades Autónomas. UPA movil izó a 50.000 ganaderos en toda España para exigi r al Gobierno soluc iones urgentes a la crisis de la EEB. El éxito fue rotundo; así, a las 15.000 personas de Santiago de Com­postela se sumaron más de 5.000 en Sevil la, más de 3.000 en Valladolid , otros tantos en Toledo, Badajoz y Oviedo, 1.000 en Cantabria y Valencia. Otras movilizaciones se realizaron en fechas posteriores en Salamanca y en numerosos puntos de Galic ia. En paralelo, UPA mantuvo encuentros con diferentes colectivos y asociacio­nes relacionados con el sector, con el fin de impulsar un frente común; en es­te sentido, tuvieron lugar encuentros

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con organizaciones de consumidores, Colegio de Veterinarios y con perso­nalidades relevantes dentro de la vi­da política española. La presión rea lizada por los ganade­ros de UPA dio sus primeros resulta­dos; así el Gobierno español aprobó en abril el primer paquete de ayudas nacionales para los ganaderos afecta­dos por la crisis de la EEB, que inclu­ye un incremento de los precios que se pagan por sacrificio de bovinos ma­yores de 30 meses, subida del impor­te de la prima a la vaca nodriza, esta­blecimiento de ayuda para la novilla, concesión de créditos con interés sub­venc ionado, real izar un plan de rees­tructuración del sector, reducción de los módulos a efectos de IRPF y con­ceder moratorias en los pagos a la Se­guridad Social. UPA considera que estas ayudas son claramente insuficientes y en el próxi­mo periodo de negociación tratará de que el reparto de las ayudas se realice de una manera justa mediante la intro­ducción de criterios de modulación. Así mismo, desde la Unión sectorial de Vacuno de UPA, se recurrió en su día el certificado veterinario ante la Audiencia Nacional y actualmente se está traba­jando en la preparación de una de­manda de la Administración General del Estado por negligencia en muchos aspectos relacionados con la EEB. También se seguirá luchando por con­seguir ayudas para nuestros ganade­ros en cuantía suficiente para paliar la pérd ida de renta que sufren las pe­queñas y medianas explotaciones de vacuno, consti tuidas por hombres y mujeres que viven y trabajan en el campo . Otra línea de trabajo de gran trascen­dencia es el rechazo de la propuesta de la Comisión para reformar la OCM de carne de vacuno. Desde Bruselas se pretende solucionar la crisis perju­dicando al propio sector; pretende ins­talar medidas como la individual iza­c ión de los derechos de vacuno ma­cho y el aumento del número de novil las obligatorias en la explotación de entre un 20% y 40%. UPA ha argu­mentado enérg icamente su rechazo total a estas propuestas.

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Unión Sectorial de Porcino

Las consecuencias de la fiebre aftosa

amenazan la recuperación del

mercado

E 1 año 2000 fue un buen año para el sector porcino en cuanto a niveles de precios. A unas previsiones op­

timistas por parte de la Comisión Europea se sumaron los efectos positivos para es­te sector de la crisis sin precedentes que ha afectado al ganado vacuno. De mane­ra inevitable los demás sectores ganade­

ros suministraron la carne sustitutiva a la de vacuno y vieron cómo sus precios se

elevaban de manera considerable. El precio medio del porcino durante el año

2000 fue de 166 pesetas/kilo/canal y en los primeros meses de 2001 se ha man­tenido en 224 pesetas/kilo/vivo. Sólo des­de octubre de 2000 los precios de la car­ne de porcino han aumentado un 30%. De este modo el sector porcino se ha recu­perado de la crisis de 1998-99 y de las situaciones angustiosas en que quedaron sumidos muchos ganaderos a raíz de la última Peste Porcina Clásica (PPC).

Sin embargo, a pesar de los vientos favo­rables que soplan para los productores de porcino españoles, algunas adversidades importantes planean en torno a él y ame­

nazan la viabilidad de muchas explota­ciones, especialmente de las más pe­

queñas, que son las que, por economías de escala, trabajan con unos márgenes más ajustados. Desde el punto de vista sanitario, es la

fiebre aftosa la principal amenaza del sector. Si la crisis de la Encefalopatía Es­pongiforme Bovina hizo subir los precios del cerdo, por la caída del consumo de vacuno, la amenaza de la fiebre aftosa

puede alterar el mercado del porcino. En los últimos días, la situación de la enfer­medad ha empeorado, sobre todo por la aparición de varios casos en Holanda,

con el consiguiente cierre de fronteras, que puede generar una escasez de le-

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

chones en la UE, dado que es el princi­pal suministrador del sur de Europa. Es previsible que se produzca un aumento del precio de los lechones. Para complicar más las cosas, al cierre de algunas fronteras comunitarias, hay que añadir que muchos países terceros han decidido suspender temporalmente las importaciones de la UE.

Otra amenaza para el sector lo constituye la nueva normativa europea que se pre­tende aprobar y que está en relación con el bienestar animal porcino. Actualmen­te, están en proceso de decisión en Bru­selas dos propuestas: una de la Comisión y otra del Consejo de modificación de las condiciones vigentes de bienestar de los cerdos (Directiva 91/630/CEE)30/CE. Am­bas suponen una reestructuración de las granjas de porcino tal y como están esta­blecidas en nuestro país. Los nuevos requisitos, si se aprueban, van a suponer para el sector una serie de pro­blemas sanitarios, económicos y de ma-

nejo de las explotaciones que cuestionan seriamente si las medidas propuestas van a mejorar el bienestar de los cerdos. Es previsible que la mayoría de los con­sumidores no estén dispuestos a pagar más por una carne de porcino producida en cond ic iones más satisfactorias para el bienestar de los animales. En conse­cuencia, los ingresos y el empleo en el sector porcino de la UE se verán seria­mente amenazados, debido a la menor competitividad de las exportaciones en el mercado mundial. Además, las importa­ciones de carne de porcino de terceros países entrarían a precios más baratos, porque tienen exigencias en materia de bienestar animal menos estrictas. Desde UPA entendemos que la apues­ta por una ganadería extensiva, de me-

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nor carga ganadera y más respetuosa con el medio ambiente debe englobar­se dentro de una revisión en profundi­

dad de toda la PAC y de la OCM del sector carne de porcino y basarse en un sistema de apoyo de las rentas de los ganaderos y no hacerse tomando como excusa el bienestar animal. En lo que se refiere al porcino extensivo,

se está intentando establecer un marco de normas básicas para la ordenación zoo­técnica y sanitari a de las explotaciones porcinas extensivas.

L a actuación de la Unión Sectorial Vitivinícola de UPA en el último año

ha venido marcada por el desa­rrollo normativo de la reforma de OCM

aprobada dentro de la Agenda 2000. Tanto a nivel comunitario, con la publi­

cación de los Reglamentos referentes a los diversos capítu los de Reglamento marco de la OCM (potencial productivo, mecanismos de mercado, prácticas eno­lógicas, comercio exterior, vinos de ca­

lidad, etc), como a nivel nacional (con un Real Decreto que regula las actuaciones sobre potencial productivo) y las Orde­nes regionales de desarro llo sobre re­conversión y reestructuración de plan­taciones de vid, se han realizado nume­rosas reuniones de representantes de la Unión Sectorial con las diversas admi­nistraciones implicadas. También se ha participado, como viene siendo habitual, en las reuniones del Grupo de Trabajo de Vinos del COPA y se ha asistido al Grupo Permanente de Vinos de la Comisión Europea. En dichos organismos se ha trabajado tanto con el seguimiento de la campaña vitivinícola

Page 230: Anuario UPA 2001

2000/2001, sobre todo en relación con los mecanismos de intervención esta­blecidos (desti laciones de alcohol de uso de boca y destilaciones de crisis). Dentro del desarrollo de la OCM, el tema que ha absorbido la mayoría del trabajo ha sido la preparación de los planes de reconversión y reestructuración de viñe­do. Con este motivo se hicieron nume­rosas asambleas informativas con el ob­jeto de divulgar los contenidos requeri­dos para dichos planes; y también se celebraron varias jornadas en las que se trataron estos temas con mayor profun­didad. A lo largo del otoño se han pre­parado p lanes de reestructuración y re­conversión en d iversas reg iones, pre­sentando por parte de la Organización varios proyectos de estos planes como uno de los d iversos servicios que se ofre­cen a los af il iados. Otro de los aspectos a destacar dentro del trabajo de la Unión Sectorial ha sido el segu imiento de la campaña 2000/2001, con una producción récord y unos precios de la uva y del vino muy bajos; ante lo que UPA pid ió una desti­lación de crisis con ayuda nacional, al igual que han hecho otros países comu­nitarios como Francia, Italia y Alemania. En el último año cabe destacar también la consolidación de las Organizaciones Interprofesionales Agroal imentarias del Vino de Mesa, incluido el vino de mesa con indicación geográfica de la Tierra y el vino de mesa con indicación geográ­fica (IVIM), y la del mosto (INTERMOS­TO). Ambas interprofesiones tuvieron el reconocimiento por el Ministerio de Agri­cultura, Pesca y Alimentac ión el 28 de septiembre de 2000, tras numerosas reu­niones internas en las cuales se consi­guió que UPA tuviese la misma repre­sentación que el resto de organizacio­nes agrarias, aunque el número de vocales cambie de manera rotatoria en cada campaña. Posteriormente, el 26 de octubre se ce lebraron las Asambleas Generales de las dos interprofesionales citadas y se nombraron a los vocales y cargos de las Juntas Directivas, en los cuales se encuentran representados miembros de UPA. En estas interprofe­sionales se han elaborado estudios y tra­bajos en re lación a los problemas inter­nos del sector.

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Unión Sectorial de tas y Hortalizas

UPA denuncia la reforma de la OCM

e impulsa la Plataforma

Hortofrutícola Española

E 1 año 2000 se inició con fuertes ten­siones como consecuencia de los desequilibrios de mercado que

provocó la entrada sin control de tomate marroquí. Fruto de estas tensiones surgió la Plataforma Hortofrutícola Española, de la que UPA es uno de los mayores impul­sores. Además de realizar medidas de

presión específicas ante el problema de la caída de precios en el tomate (seor­ganizaron manifestaciones en Almerfa, Murcia, Gran Canaria y Tenerife) la Plata­forma emprendió otras actuaciones e ini­ciativas para defender los intereses del sector de fru tas y hortalizas en los dife­rentes frentes abiertos. De este plantea­miento surg ió la elaboración de un plan de futuro para el sector de las frutas y hor­talizas españolas que fue presentado en el mes de marzo al Ministro de Agricultu­ra. En relación con la política comercial de la UE en este sector, se pidió el estableci­miento de nuevas disposiciones de apli­cación de los precios de entrada de fru­tas y hortalizas; así como el control ex­haustivo de las concesiones a terceros

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países, arancelarias y no arancelarias; y el reequilibrio de los diferentes niveles de protecc ión en la UE a lo largo del año. Otras demandas en este mismo sentido hacen referencia a la eliminación de las barreras fitosanitarias fictic ias aplicadas por terceros países que dif icultan las ex­portaciones españolas; y a la necesidad de hacer efectivos los diferentes meca­nismos de control de las importaciones de frutas y hortalizas de terceros países. En cuanto a la reforma de la OCM de fru­tas y hortalizas se solic itó, entre otras me­didas, el incremento de la partida presu­puestaria destinada a este sector, tanto en lo que se refiere a fresco (a través del aumento de los fondos operativos de 31 O a 770 millones de euros) como a trans­formados (incremento del cupo y la cuan­tía de ayuda en tomate, pera, melocotón y cítricos). Todo ello junto a la petición de simplificar los procedimientos de acceso a los fondos operativos y al reconoc i­miento de OPFHs, simplificación del ré­gimen de penal izaciones en transforma­dos de cítricos y modificación del siste­ma de cupos de ayuda a la industria por cupos por países. En política de estructuras se solicitó la complementariedad de los fondos ope­rativos y de desarrollo rural y la adapta­ción de los techos de inversión auxiliables a las necesidades del sector. También se sol icitó la real ización de campañas de promoción del consumo interior y exterior y el desarrollo de una política de calidad. A principios de julio la Comisión presen­tó su propuesta de "mini-reforma" de la OCM de frutas y hortalizas que fue rápi­damente contestada por UPA y rechaza­da en la reunión que tuvo con el Ministro de Agricultura el 11 de julio por cuanto su­pone empeorar el agravio comparativo del sector hortofrutícola respecto a sec­tores continentales, cuya f ichas financie­ras sí que fueron incrementadas. Lejos de ser una mini-reforma la propuesta supo­ne una reforma en toda regla por cuanto afecta al 80% del presupuesto de este sector. La reforma fu e aprobada el 20 de no­viembre por el Consejo de Ministros de Agricultura. La valoración global de la misma fue claramente negativa por cuan­to consolida la política agraria de dos ve­locidades y no hace otra cosa que cua-

Page 231: Anuario UPA 2001

drar los números para atender al dinero disponible, sin tener en cuenta las ne­cesidades del sector. El resultado es que en transformados las ayudas y los um­brales concedidos son totalmente insufi­c ientes para regular el mercado de fres­co, se va a incurrir en penalizaciones es­tructurales; respecto al tomate para industria las ayudas concedidas son mu­

cho más bajas que las que demandaba el sector, además se cambia el sistema de apoyo desapareciendo el precio mí­nimo, lo que pone en una situación deli­cada al sector productor frente al indus­trial a la hora de negociar los precios a percibir por el producto. El resultado de la negociación obliga al Gobierno español a no dar por cerrada la OCM de frutas y hortali zas . Si en 2003 se va a producir una revisión de la PAC, el Ministro debe incluir dentro de su agen­da la revisión de la OCM para conseguir un mayor equil ibrio entre sectores. A finales de enero, fuera del plazo pre­visto, la Comisión presentó el informe so­bre la situac ión del sector del frutas y hor­talizas. Este informe debería servir como punto de partida para el debate sobre la próxima reforma de la OCM, sin embar­go es totalmente decepcionante y no res­ponde a ninguna de las incertidumbres que rodea el sector. Es un informe mera­mente descriptivo del sector que no in­c luye un análisis en profundidad de las razones que motivan la situación que des­cribe y mucho menos incluye propuestas ni soluciones para el sector. Es, por tanto, un documento inconsistente y superficial que se limita únicamente a hacer un aná­lisis estadístico sin establecer un sopor­te para que el legislador pueda acometer una reforma con garantías de responder a las verdaderas necesidades del mer­cado. UPA está trabajando por modifi­car el contenido del informe para que pueda ser útil para el sector. A finales del mes de agosto los produc­tores de ajo españoles volvieron a vivir una situación que parecía de otros tiem­pos: agricultores franceses en la frontera de La Junquera vac iaron violentamente aquellos camiones que llevaban ajos. Es­ta ac titud fue denunciada por UPA, que instó al Gobierno español a ejercer las presiones necesarias para hacer cumplir el princ ipio básico de libre circulac ión.

ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

Igualmente UPA pidió a la administración nacional que presionase a la Comisión para cumplir su promesa de sacar una normativa reguladora de las importacio­nes de ajos chinos que reduzca la incer­tidumbre que vive el sector europeo an­te la falta de solución a las importacio­nes indiscriminadas de estos ajos. El 5 de abril de 2001 se alcanzó un principio de acuerdo entre los países productores, pendiente de ratificar por el Consejo eu­ropeo, que establece un contingente a las importaciones de unas 38.000 toneladas, subdividido en tres subcontingentes: Chi­na, Argentina y otros paf ses terceros. Es­tos subcontingentes serán divididos en trimestres. Fuera de estos contingentes se impone un derecho específi co de aduana disuasorio. Este acuerdo deberá entrar en vigor el 1° de junio próximo, si no fuera posible tener listas las medidas de aplicación se prorrogaría un año más la cláusula de salvaguardia.

Por su parte, el sector de los frutos se­cos está atravesando un pe ri odo de fuerte incertidumbre al irse terminando los planes de mejora. Para UPA la so­lución pasa necesariamente por arbi­trar una ayuda a la renta específi ca y desacoplada para este sector, a través del in cremento de la part ida presu­puestaria contemplada en la OCM de frutas y hortalizas. UPA desplegó durante la primavera una fuerte labor sindica l en las zonas pro­ductoras para concienciar del problema que amenaza la supervivenc ia del sec­tor. Fruto de esta iniciativa se produjo una manifestación de más de 4.000 agricul­tores el 28 de mayo en la ciudad portu­guesa de Évora, coincidiendo con la reu­nión informal del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, dentro del periodo

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de presidencia portuguesa de la Unión Europea. Esta inic iativa se tomó como respuesta a las pretensiones de la Co­misión de eliminar la ayuda a los frutos secos: y sustituirlas por otras fuera de la OCM, vía desarrollo rural, a través de medidas agroambientales. Esta manifestación fue seguida por otra en Luxemburgo el 19 de junio, co inc i­diendo con el Consejo de Ministros, don­de nuevamente se reivindicaron ayudas directas para el sector. Fruto de todas estas medidas de presión el 17 cJe julio se consiguió que en el mar­co del paquete de precios se aprobara una prórroga de un año para aquellos planes de mejora que conc luían en el 2000, a la vez que el compromiso de in­cluir en el informe que debe elaborar la Comisión sobre el fun cionamiento del sector de frutas y hortalizas una mención especial a este sector. Tras conocer el informe la decepc ión se ha vuelto a apoderar del sector por cuan­to las medidas previstas ni se han reco­gido en la mini-reforma de noviembre ni el informe ha tratado en serio a este sec­tor, no planteando ninguna alternativa de futuro viable que asegure la estabilidad del sector a medio plazo. Mientras tanto, los programas operativos siguen venciendo por lo que en el 2001 se esti3 reproduciendo la misma situación de incertidumbre que en el 2000. Con respecto al plátano, en el último Consejo del año se llegó al compromi­so de aprobar la reforma d e la OCM del sector del pl átano. Esta nueva OC M está basada en el s istema de contingentes arance lari o "pr imer lle­gado, primer servido", que es compa­tible con las reglas de la OMC. Habrá tres cuotas: A, B y C que a su vez ti e­ne cu otas semanales para regular e l tráfico de plátanos a la UE. En abril de 2001, la UE y Estados Unidos han llegado a un acuerdo para resolver la disputa sobre el plátano. El acuerdo con­siste t>ásicamente en modificar la OCM del plétano en el sentido siguiente: se es­tablece durante el régimen transitorio en vigor hasta llegar al arancel único en el 2006, unos contingentes basados en re­ferenc ias históri cas; se incrementará la cuota Ben 100.000 toneladas, que serán detraídas de la cuota C.

Page 232: Anuario UPA 2001

Unión Sectorial de Aceite de Oliva

Movilización para denunciar la caída

de precios y las consecuencias

de la OCM

Este ha sido un año marcado por una grave crisis en los precios del acei­te de oliva, con una situación que ya

fue denunciada por la Unión Sectorial en la reunión de mayo de 2000 en Jaén. En esos momento el precio se situaba sobre las 300 ptas/kg y ante las previsiones de cosecha y nivel de importaciones y con­sumos, UPA vaticinó un descenso de pre­cios que finalmente se ha producido. Las consecuencias de la mala reforma de 1998 se han empezado a sufrir con dure­za en el año 2000, ya que la desaparición de la intervención y los cambios en el sis­tema de almacenamiento privado han pro­vocado el hundimiento de los precios has­ta unos niveles desconocidos de 250 ptas/kg de aceite. A esta situación tam­bién contribuyeron las fuertes importacio­nes de aceite de Italia y Grecia, porque por primera vez el aceite que compraron los envasadores en estos países es más barato que el español. Esto se explica por­que en 1999 los italianos cobraron ayuda plena mientras que nosotros, con un cu­

po insuficiente, tan sólo 192 ptas/kg. La situación del mercado fue la que de­sencadenó una oleada de movilizacio­nes convocadas por UPA durante todo

el verano en las principales zonas pro­ductoras, que comenzaron con Jaén a finales de junio, siguieron una semana después en Extremadura, para repetir­se a finales de julio en Córdoba y a lo lar­

go del mes de agosto en Casti lla-La Mancha y nuevamente en Jaén. El 8 de noviembre, el Secretario General de UPA, junto con una delegación de pre­sidentes de cooperativas, se reunió con el Ministro de Agricultura para trasladarle la situación preocupante que sufre el sec-

ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

tor ante los bajos precios del aceite y las previsibles penalizaciones estructurales ente el incremento de rendimientos y el ba­jo cupo asignado a España. Todo esto lle­vó a UPA a solicitar que la reforma de la OCM del aceite de oliva se realice en el primer semestre de 2002, coincidiendo con la presidencia española de la UE. La situación del sector fue anal izada en las jornadas que UPA organizó en Reolid (Albacete), con una participación de más de 350 personas. En estas jornadas se presentó el informe que UPA ha realiza­do sobre la realidad del ol ivar español y cómo está influyendo la reforma de la

OCM en la economía de Jos pequeños y medianos olivareros de las diferentes zo­

nas de España. Entre las conclusiones más relevantes del informe se puede in­dicar que si no se hace nada, se va a pro­ducir un continuo e inexorable abandono de las explotaciones olivareras pequeñas y medianas que tienen unos rendimientos inferiores a los 2. 700 kilos/hectárea. Por to­do ello, UPA cree que es necesario refor­mar con urgencia y en profundidad la ac­tual OCM del aceite de oliva y que el me­jor momento para realizar la reforma es en el primer semestre del 2002 coincidien­do con presidencia española. El 21 de diciembre la Comisión presen­tó su informe sobre la estrategia de la ca­lidad del aceite de oliva la propuesta de reglamento sobre la prolongación del ré­gimen de ayuda y la estrategia de cali­dad para el aceite de oliva. En esta pro­puesta se aboga por prorrogar la actual OCM hasta el año 2003 e introducir al­gunas modificaciones en lo que se re­fiere a las clasificaciones y calidades del aceite de oliva, la fundamental es la de sustituir el término aceite de oliva por aceite de oliva estándar. UPA rechaza el informe, por cuanto considera que no ha

analizado las repercusiones de la refor­ma aprobada en 1998 y, por tanto, no propone ninguna medida que palie la ac­tual situación de incertidumbre y pérdida de renta que atraviesa el sector. Por otro lado, UPA ha conseguido que en el Patrimonio Comunal Olivarero es­tén representados los intereses de los pequeños y medianos ol ivareros a tra­vés del compromiso firme del Ministro de incluir al compañero Lorenzo Ramos en su Consejo Rector.

230

Unión Sectorial de Cultivos Herbáceos

UPA exige una intervención útil y que la UE defienda las producciones

para alimentación animal

L os buenos resultados obtenidos en las cosechas de la pasada campaña, junto a una serie de de­

claraciones no muy bien intencionadas, produjeron un importante descenso de los precios de todos los cu ltivos, que provocaron un descenso en la renta de los agricu ltores.

En todo momento, la Unión Sectorial de Cultivos Herbáceos de UPA se mostró en contra de elevar el tono de las de­claraciones sobre una cosecha históri­ca , que únicamente podría provocar un mayor descenso de los precios.

Las dificu ltades que encuentran los agricultores para comerc ial izar sus

cosechas a precios rentables confi r­man las negras expectativas que anunciamos, tras las pésimas nego­ciaciones realizadas en la cumbre de

Page 233: Anuario UPA 2001

Berlín y el descenso de los precios de intervención. La Unión Sectori al considera necesa­rio el establecimiento de un sistema de intervención realmente útil para el agricultor, y para ello deben revisar­se muchos aspectos, como fecha de ape rtura, gastos de transporte , con­trol de las calidades mfnimas necesa­rias, etc . A mediados del año 2000, el Ministe­rio de Agricultura pretendió de re­mendar el gran roto que se produzco en la reforma de la Agenda 2000, en cuanto a las oleaginosas, mediante la ap robación de un plan agroam­biental. Los resu ltados han sido totalmente nefastos, debido a la falta de homo­geneidad a la hora de aplicarlo en­tre las diferentes Comun idades Autó­nomas, los compromisos que obliga­toriamente tienen que asum ir los agricu ltores, y principalmente la falta de presupuesto que en su día pro­metió el Gobie rno. Desde que se hizo público el primer caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina en España, comenzó un amplio debate sobre la necesidad de fomen­tar desde la Unión Europea el consu­mo de proteína vegetal, para sustituir el consumo de proteína an imal, lo que lleva cons igo un importante aumento del pago compensatorio . La Unión Sectorial considera necesa­rio un mayor apoyo de estos cul tivos, como medida alternativa a las prime­ras intenciones de la Comisión Euro­pea, que prefiere un aumento de las im­portaciones de soja. Con esta filosofía, la Unión Europea vuelve a dejar c lara su intención de reducir el presupuesto dedicado a los pagos compensatorios, a la vez que hace un favor a los paí­ses productores de soja. Por estos motivos, desde el año 2000 se están manteniendo sucesivos con­tactos con productores e industriales europeos con el objet ivo de crear una alianza europea en defensa de las ole­ag inosas y proteaginosas, para aca­bar con el sistema de apoyo con el que cuentan los productores nortea­mericanos y facilitar la expansión del cultivo en la Unión Europea.

ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Sectoriales

E n el año 2000, los productores de arroz han seguido con gran in­certidumbre las noticias referidas

a la reforma de la OCM de arroz, pero con la obligación de realizar sus siem­bras, ya que en muchos casos no exis­te una alternativa posible. La Unión Sectorial de Arroz de UPA continúa estando en contra de la refor-

ma propuesta por la Comisión, que con­templa al eliminación del sistema de in­tervención, que pretende ser compen­sado por un aumento ridículo de la ayuda, que se perdería con una bajada del precio de mercado de menos de 2 pesetas por kilo. Desde UPA consideramos necesario el mantenimiento de este sistema, pero ade­más debe estudiarse su funcionamiento y realizar los cambios necesarios para convertirse en un mecanismo eficaz pa­ra los agricultores y no para los interme­diarios especuladores, que compran el arroz a los productores y posteriormente inundan el sistema de intervención. Esta última campaña la situación se ha visto muy agravada por las penaliza­ciones sufridas, ya que la superación en un 7,7% de la superficie máxima ga­rantizada ha supuesto una penalización del 46,3% del pago correspondiente.

231

La pasada campaña ha sido atípica para el tabaco. Comenzó con la in­certidumbre creada por las incle­

mencias climatológicas: los terrenos es­tuvieron enfangados por las lluvias torren­ciales hasta bien entrada la primavera por lo que se tuvo que posponer el transplan­te, con el consiguiente retraso de la co­secha .. Esta situación produjo bastante in­quietud en el sector, a lo que se añadió la falta de un acuerdo de contrato homolo­gado del tabaco. Desde la Unión Secto­rial de UPA se vigilaron los baremos de ca­lidad, los precios y la calidad del produc­to. El tabaco producido en España posee una de las mejores calidades a nivel eu­ropeo, pero sigue sin reflejarse esta con­dición en los precios, ya que dentro de la UE se encuentra en penúltimo lugar. El precio percibido por los productores es­ta campaña no ha sido malo si tenemos en cuenta que nos encontrábamos en una situación atípica; los precios finales me­dios se situaron entre un 3 y 4 % por enci­ma de los de la pasada campaña. Otro tema de interés ha sido el trata­miento del IVA por las agrupaciones de productores de tabaco desde el 1 de enero de 2001. Desde UPA se realizó un seguimiento de la situación, hasta ob­servarse que no recaerá el IVA sobre los productores y que el efecto financiero se­rá para las empresas de primera trans­formación . Todo este nuevo tratamiento del IVJ\ fue ratificado posteriormente por fuentes del Ministerio de Hacienda.

Page 234: Anuario UPA 2001

J

Unión Sectorial de Ovino

y Caprino Incertidumbre

ante la reforma de la OCM

E ste año ha sido problemático para los productores de ovino, porque han sufrido la subida de los inputs,

un aumento de los costes de producción por la retirada de los MER y el certificado veterinario, y no ha habido reparto de de­rechos de la reserva nacional; y además, nuevamente en el año 2000 ha vuelto a descender la prima para los productores de ovino y cáprino. Para la Unión Secto­rial de UPA sigue sin estar justificado es­te descenso de la prima de cerca de un 20% respecto al año 1999, ya que el ac­tual sistema de prima continúa sin reflejar la verdadera pérdida de renta de los pro­ductores españoles de ovino. Esta situa­ción impedirá la incorporación de jóvenes y la mejora de las explotaciones. Como ejemplo significativo, las explotaciones medias españolas de 330 ovejas de car­ne, cobrarán 231.000 pesetas menos que el año anterior y para los productores de leche con los mismos animales el des­censo será de unas 185.000 pesetas. También cabe destacar la constitución de la interprofesional (INTEROVIC). Después de varios años se consiguió el consenso y la paridad en la representatividad del sector. UPA está representada con la Vi­cepresidencia de esta organización. Respecto a la reforma de la OCM de ovi­no, la Comisión realizó un estudio de la via­bilidad de la prima y como era de esperar la conclusión fue que el actual sistema de primas no cubre la pérdida real de renta de los ganaderos, es decir, el sistema de primas está obsoleto. La Comisión pro­puso tres alternativas y posteriormente ha presentado una propuesta de una prima fija de 21 euros para Jos corderos pesa­dos y 16,8 euros para corderos ligeros, además de 7 euros para las zonas des­favorecidas, pero toda esta negociación se ha visto paralizada por el brote de fie­bre aftosa sufrido por Europa, especial-

ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

mente en el Reino Unido, que es el primer productor europeo de ovino seguido muy de cerca por España. Esta situación y la crisis de la EEB, que ha consumido lama­yoría de las reservas de fondos agrícolas comunitarios, crean un panorama com­plicado para cualquier tipo de reforma de la OCM, sobre todo si lo que se pretende es un aumento de la cuantía de las primas; si bien el sector ovino y caprino es uno de los más respetuosos con el mundo rural y dados los aires de proteccionismo agro­ambiental y alimentario existentes en la UE después de las crisis sufridas, este podría ser un punto a favor del sector. Respecto a los precios, han tenido la ten­dencia de los años anteriores hasta que, desgraciadamente, se han visto benefi­ciados de rebote por la terrible crisis su­frida por el sector vacuno.

N uevamente, los ganaderos lác­teos han tenido que soportar la supertasa de la pasada campa­

ña 1999/2000, en la que el rebasa­miento alcanzó las 87.632 toneladas, si­tuándose en segundo lugar (detrás de la campaña 1995/96), con 5.195 mil lo­nes de pesetas (31,22 mi llones de eu­ros) de penalización. Esta situación de

232

desajuste y mala gestión en el sistema de cuotas está siendo soportada por los productores españoles que ya han de­sembolsado casi 21.000 mi llones de pesetas (126,21 millones de euros) en concepto de supertasa desde la im­plantación del sistema de cuotas en la campaña 1993/94. Los productores es­tán cada vez mas afectados por una política que castiga al modelo tradicio­nal ag rar io de pequeñas y medianas exp lotaciones, que son las que real­mente se hacen cargo de la supertasa. Además, esta supertasa se aplica de una forma lineal, es decir, un porcenta­je sobre la cuota, lo cual perjudica más a las pequeñas y medianas explotacio­nes y a los jóvenes que están inmer­sos en inversiones y tienen que pagar también la supertasa. La campaña 2000/01 comenzó arras­trando los bajos precios, por lo que des­de la Unión Sectorial de UPA se hizo un minucioso seguimiento y estudio de los mismos. En abril del 2000 la bajada es generalizada y se mueve en una hor­quilla de entre 2 y 4 pesetas depen­diendo del ganadero y de la comunidad autónoma. La caída de los precios has­ta agosto se sitúa entre 7 y 9 pesetas, si tomamos como referencia los precios de la campaña 1999/2000. La valo ra­ción de UPA por las pérdidas como consecuencia de la bajada de los pre­cios de la leche fue de 40.000 mil lones de pesetas (240,40 mi llones de euros). Esta critica situación de los precios lle­vo a celebrar una concentración de ga­naderos el día 20 de julio frente a la se­de de la Federación de Industrias Lác­teas (FENIL). Esta Federación ya fue multada junto a otras 40 industrias lác­teas, por el Tribunal de la Competencia, ante la denuncia que presentó UPA por

la práctica monopolística de las indus­trias en la fijación del precio de la leche. Además de la mala situación de los pre­cios de la leche pagada a los produc­tores, también se produjo la venta a pér­didas de la leche en la gran distribu­c ión. Ciertas empresas utilizaban la leche como producto reclamo en los grandes supermercados, hundiendo aún más los precios. Para evitar esta si­tuación, la Unión Sectorial Láctea de UPA trabajó denunciando a las empre-

Page 235: Anuario UPA 2001

sas que realizaban estas prácticas. Los ganaderos, además de todo lo anterior, tuvieron que hacer frente a la fuerte su­bida de los inputs como fertilizantes , plásticos, gasóleo, etc.

También se publicó el Real Decreto 11 92/2000 que regulaba el incremen­to de la cuota, ya c riticado en su día por la Unión Sectorial de UPA al poli­tizarse el reparto entre las comunida­des autónomas sin pensar en los ga­naderos ni en la realidad socioeconó­mica del sector. La Unión Sectorial de UPA está total­mente a favor del sistema de cuotas , pero es necesaria una profunda y ver­dadera reestructuración del sector lác­teo si queremos mantener el sistema. Actualmente los pilares básicos del programa de reestructuración se basan solo en el abandono y la jubilación. Evi­dentemente, cualquier proyecto que in­tentemos construir basándonos en el abandono y la jubilación no puede te­ner mucho futuro . El sector lácteo es­pañol necesita un nuevo plan de rees­tructuración buscando nuevos puntos de apoyo, donde realmente se priorice a los productores y las explotaciones fa­miliares, que son la base del sector. Es necesario fomentar la producción láctea, sobre todo c reando iniciativas atractivas para que los jóvenes acce­dan al sector fomentando de esta ma­nera el relevo generacional y el mante­nimiento de las explotaciones ya exis-

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Sectoriales

lentes . Todo esto, por supuesto, pro­porcionando una salida digna a los pro­ductores que deseen abandonar el sec­tor por propia voluntad . La industria intenta crear su propia re­estructuración, incentivando a las ex­plotaciones más grandes porque así le resulta más fácil y barata la recogi­da de la leche, aumentando su margen de beneficios y su competitividad . Se han perdido los principios de la Agenda 2000, se está olvidando la con­tribución social del ganadero, se apo­ya al producto pero no al productor, ca­da año se rompe más ese equilibrio en­tre el hombre y el campo descendiendo paulatinamente los efectivos ag rarios un 3,7% en el sector lácteo en este úl­timo año. Desde UPA se quiere reim­pulsar una verdadera reordenación del sector que anteponga la función social del productor, una reestructuración que se acerque a las realidades concretas del sector lácteo, y que no deje en ma­nos de grupos empresariales la recon­versión del sector, ya que de esta for­ma se pierden los principios de la agri­cultura y ganadería tradicional europea pasando a ser un juego de intereses principalmente políticos y económicos.

Unión Sectorial Cunícola Arranca la

interprofesional

P ara la Unión Sectorial Cunícola de UPA, este es un sector que no consigue dejar de ser tratado co­

mo de segundo orden por parte del Go­bierno, aunque España sea el tercer pa­ís productor mundial, detrás de China e Italia. El Ministerio de Agricultura aún no ha publicado el Real Decreto de orde­nación del sector cunícola que sigue paralizado en borradores . La Unión Sectorial de UPA cree que se debería incluir la ganadería intensiva en el Ré­gimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) y dejar de considerar­lo una actividad industrial, ya que los

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ganac!eros no obtienen los beneficios reales de una actividad industrial, pero tributan como industria. En la última campaña se ha consegui­do una mayor estabilidad en el merca­do, salvo en la temporada de primave­ra-verano de 2000 que, por diversos factores como el descenso de consu­mo en la época estival, una alta morta­lidad de animales, etc., registró un des­censo en los precios percibidos por los ganac!eros que no se vieron reflejados

en el resto de la cadena de comerciali­zación . A finales de año se produjo una recuperación de los precios, principal­mentEl debida a la crisis de las vacas lo­cas y la desconfianza de los consumi­dores hacia la carne de vacuno. El principal problema sanitario de los cunicultores es la Enteropatía mucoide, que es una enfermedad digestiva de los conejos que eleva la mortalidad me­dia de las granjas españolas al 15% y que ha doblado el coste sanitario de los productores. El sec tor cunícola se ve también afec­tado por las menores dimensiones que tiene este sector respecto a otros en Es­paña, algunos laboratorios no ven ren­table la renovación de las licencias pa­ra fabricar determinados medicamen­tos así como la investigación de nuevas líneas, con lo que aumenta el coste de los mismos a los productores. Respecto a la Interprofesional INTER­CUN, ya dispone de un gerente y co­mienza a funcionar. La interprofesión re­aliza diversos estudios relacionados con la investigación del mundo cuníco­la, así como campañas de promoción .

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ACCION SllmICAL DE UPA U Iliones Territoriales

, UPA .ANDALUCIA Un año complicado

L os datos de la agricultura y la ga­nadería andaluzas durante el año 2000, y por ende, la actividad sin­

dical desarrollada por UPA Andalucía, arrojan una vez más un balance de lu­ces y sombras. Las cifras de la Produc­ción Final Agraria, las exportaciones ali­mentarias, etc., muestran cómo el sec­tor primario continúa desempeñando un importante papel. Pero sin embargo, si nos atenemos a otros hechos, como las repercusiones de las d istintas reformas comunitarias, el persistente problema de la falta de agua por fa lta de infraes­tructura, la pérdida de empleo en el sec­tor, las fluctuaciones de los mercados. la influencia de la subida de los precios de los carburantes, la grave crisis de las vacas locas, las caídas de precios ... ve­mos cómo el panorama no es tan alentad or y ha llevado a UPA Andalucía a realizar una intensa actividad .

El otro gran sector en Andalucía es el de frutas y hortalizas. En el año 2000 siguie­ron los problemas derivados de los acuer­dos preferenciales con terceros países, especialmente con Marruecos. La com­petencia desleal de este país hace que Europa se vea invadida por sus produc­tos, saturando mercados y hundiendo pre­cios, siendo los más perjudicados los agri­cultores andaluces. De ahí que protesta­ramos con manifestaciones en Almería, Motril. .. y dedicándole una "tomatada" a la Delegación de Gobierno en Sevilla. El subsector de frutos secos también fue motivo de polémica. La intención de la UE de suprimir las ayudas al sector hizo que UPA Andalucía se levantara para pedir la prórroga del sistema actual. Y ello con ac­tos de protesta no sólo en Andalucía, sino

en Évora (Portugal) o en Lu­

xemburgo, ciudades éstas don­de se reunían los Ministros de Agricultura de la UE.

Comencemos con los sectores. En Andalucía resulta ineludible tratar el sector del aceite, y más en un año tan compl icado co­mo el 2000, momento en el que se ha dejado notar como nun­ca las repercusiones tan nega­tivas de la OCM que tenemos

Unión de Pequeiios Agricultores y Ganaderos

UPA Andalucía también ha tra­bajado mucho con el algodón. Ante la idea de la UE de redu­cir el presupuesto, algo que se consigue no aumentando los cupos por países y endure­ciendo las penalizaciones, UPA Andalucía difundió su pro-

ANDALUCÍA

en vigor, algo que ya predijo UPA en su día. Esas repercusiones se tradujeron en un significativo descenso del precio en origen del aceite, con unas pérdidas que han oscilado en tono al 25%. La supre­sión del sistema de intervención, el con­tar con una cuota insuficiente, un au­mento considerable de las importacio­

nes, la intervención del Gobierno para frenar el IPC ... son las causas del mismo. La difícil situación para los olivareros hi­zo que UPA Andalucía liderara las reivin­dicaciones. En primer lugar, presentan­do estudios sobre la viabilidad de las ex­plotaciones, y en segundo, llevando a cabo protestas escenificadas a través de "tractoradas" en localidades como Bae­za, Alcalá la Real , Úbeda, o los munici­pios de la Subbética, con una nota co­mún: el éxito de convocatoria.

puesta de modular éstas, a lo que habría que añadir la limitación de las siembras y el establecimiento de cupos indivi­duales. Para ello organizamos jornadas, nos reunimos con cooperativas, ... y ob­tuvimos de éstas el apoyo a nuestra idea gracias a un documento firmado por más del 50% del sector. Pero ha sido la ganadería sin duda la más afectada por múltiples problemas en el año 2000. Por encima de todo, con el problema de las vacas locas. UPA An­dalucía desde el primer momento en­

cabezó las reivindicaciones del sector, convirtiéndose en referencia ineludible cuando se hablaba del problema ante el conjunto de la sociedad. Instamos al Go­bierno andaluz a que elaborara un plan autonómico que solventara los déficit del nacional y participamos activamente en

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las movilizac iones emprendidas por nuestra organización. No debemos olvidar tampoco los persis­tentes problemas que venían acarreando los avicu ltores , consecuencia de la falta de respuesta de las Compañías Integra­doras. Comenzamos el año organizando las 1 Jornadas Avícolas que se celebraban en Andalucía, seguimos aglutinando al sector en torno a una Plataforma en la que hemos llevado la voz cantante y ante el anuncio de un paro sectorial, consegui­mos arrancar una serie de compromisos que mejoran las condiciones de vida y de trabajo de los productores de pollo. Y fuera ya de los sectores hay que hacer referencia a dos asuntos de gran enver­gadura: uno, la subida desmesurada del

precio de los carburantes ante la cual el Gobierno permanecía impasible, lo que nos llevó a iniciar una campaña intensa de movilizaciones, con manifestaciones yac­tos en Madrid, en las ocho capitales an­daluzas, bloqueos de los centros de dis­tribución, etc .; algo que sólo concluyó cuando UPA arrancó de los Ministerios de Economía y de Agricultura un acuerdo fis­calmente muy positivo. Por último el problema del agua. En 2000 se dio a conocer el que entonces era bo­rrador el Plan Hidrológico Nacional, q ue suscitó la opinión contraria de UPA Andalucía, algo que pusimos de mani­fiesto en los Consejos Nacional y Anda­luz del Agua. Y ello porque obviaba to­talmente algo que reconoció en su dia el Plan de Cuenca del Guadalquivir: el dé­ficit estructural de esta cuenca en más de 500 hectómetros cúbicos. Ninguna actuación para la cuenca del Guadal­quivir y el trasvase para Almería es cla­ramente insuficiente: así se resume un Plan que deja hipotecado una vez más el futuro de Andalucía.

Otros aspectos a destacar son nuestros intentos de mejora en la legislación que afecta al agricultor y ganadero, la forma­ción que le ofrecemos, nuestra reestruc­turación interna gracias a los Congresos Provinciales como los de Córdoba, Jaén y Málaga, etc. Todo ello, como fiel reflejo de la intensa actividad que UPA Andalu­cía desarrolló en el año 2000 del peso es­pecífico que ha adquirido nuestra orga­nización en el panorama agrario, econó­mico y social de Andalucía.

Page 237: Anuario UPA 2001

ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Territoriales

, UPAARAGON UPA refuerza sus estructuras para asumir la defensa de la agricultura familiar aragonesa

L a Unión de Pequeños Agriculto­res y Ganaderos ha reforzado du­rante el año 2000 y los primeros

meses de 2001 sus estructuras sindi­cales en Aragón, para poder desarro­llar con eficacia la representatividad y defensa de la agricu ltura fami liar, ma­yoritaria en la región. Para ello, UPA Ara­gón cuenta con un nuevo Coordinador Regional, José Manuel Roche, que es el responsable de impulsar el trabajo de todas las oficinas comarcales que pres­tan servicio a los agricultores y ganaderos.

mejores condic iones y con los mejores resultados posibles; en un marco de progreso y so lidaridad que permita afrontar el futuro con optimismo, con­vencidos de que la actividad agraria es fundamental para el desarrollo del me­dio rural. En tal sentido, durante los últimos me­ses UPA Aragón ha realizado múltiples charlas informativas en las principales zonas agrícolas y ganaderas de la re­gión, en las que responsab les y técni­

cos de UPA han explicado los temas de mayor interés y las propuestas de la organización en cada caso, como por ejem­plo, en relación al Plan Hidro­lógico Nacional, la crisis del gasóleo o los problemas con las "vacas locas".

Asimismo, UPA Aragón ha abierto una nueva sede regio­nal en Zaragoza (en la cal le Don Pedro de Luna, 22) que, junto a las sedes provinciales de UPA Huesca y UPA Teruel , y las numerosas sedes co­marcarles que están abriendo, conforman la estructura terri ­torial de UPA en Aragón.

un;ón de Pequeños Agricultores y Ganaderos

Un trabajo informativo que se comp leta con los cu rsos de formación en los que ha parti-ARAGÓN

Como en el resto de España, UPA tra­baja en Aragón por el futuro del sector con un único obje tivo: conseguir que los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, los profesionales del sec­tor agrario, desarrollen su trabajo en las

cipado UPA durante los últi-mas años, colaborando con el Instituto de Formación y Estud ios Sociales (IFES) y la Federación de Trabajado­res de la Ti erra (FTI) en numerosos pueblos de Aragón , centrados, entre otros temas , en la utilización de pro-

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duetos fitosanitarios y otros medios de producción. En concreto, entre 1999, 2000 y los pri­meros meses de 200 1, UPA, IFES y FTI han organizado unos 200 cursos, con un total de unas 6.000 horas, en los que han participado cerca de 3.000 alumnos de Zaragoza, Huesca y Teruel. Los cursos se han centrado en la manipulación de productos fitosani­tarios - con la concesión d el cor res­pondiente carnet de manipu lador-, di­ferentes técnicas de cultivo, informá­tica, etc ... Unas reuniones con agricultores y ga­naderos en las que UPA exp lica tam­bién su trabajo como organización pre­sente en todos los foros de represen­tación y negociación en los que se juega el futuro de las explotaciones fa­miliares; y como organización que se moviliza - ante cualquier gobierno, sea del color que sea- siempre que hay que denunciar situaciones de injusticia o exigir soluciones puntuales . Asimismo, UPA Aragón ha asumido el rechazo de la agricu ltura familiar ara­gonesa al Plan Hidrológico Nacional aprobado por el Gobierno, porque con­sidera que el PHN no cue nta con el consenso necesario, no contribuye a la vertebración territorial , no contempla la necesidad previa del Plan Nacional de Regadíos y, además, impu lsa un mer­cado del agua favorab le a los "aguate­nientes" La variedad y la capacidad productiva del sector agrario aragonés es muy am­plia y está basada mayoritariamente en explotaciones de carácter familiar, cu­yo futuro depende, en gran medida, de la gestión de los recursos hídricos; de ahí la importancia que tiene el proble­ma del agua en Aragón y la sensibilidad que se está volviendo a poner de ma­nifiesto ahora con el debate del Plan Hi­droló~¡ico Nacional. La posición de firmeza y coherencia de UPA Aragón ha permitido, finalmente, obtener representación en las tres Cá­maras Agrarias provinciales de Zara­goza, Huesca y Teruel, tras las eleccio­nes CE3lebradas en junio de 2001, en las que UPA ha sido la única organización agraria que ha crecido en respaldo electoral.

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ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Territoriales

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UNION DE CAMPESINOS ASTURIANOS (UCA-UPA)

Negociar para conseguir ayudas por las "vacas locas"

Durante el año 2000 la actividad de la Unión de Campesinos As­turianos (UCA-UPA) se desarro­

lló a un altísimo ritmo. Desde las activi­dades ya tradicionales en la organiza­ción, como el mu ltitudinario Día del Campo, a las enérgicas respuestas a la crisis del vacuno, UCA-UPA sigue su­mando esfuerzos y apoyos en el medio rural del Principado.

años de desencuentro. Prueba de el lo ha sido la presencia del Presidente au­tonómico y el Consejero de Medio Rural, junto a centenares de ganaderos, en nuestra ya tradicional tiesta anual, que en esta ocasión tuvo lugar en el Concejo de El Franco.

Pero el gran asunto del año y más en una región ganadera como Asturias ha sido la aparición de la Encefalopa­tía Espongiforme Bovina. Un desastre sin paliativos para todos los ganade­ros asturianos que sólo con sacrif ic io y tesón sobreviven a esta situación in­sostenible. La caída de las ventas y la pérdida de la confianza de los consumidores han colocado a los ganaderos en una difícil situación, por esta razón UCA-UPA ha

A lo largo del año se desarrollaron los ya conso lidados programas de infor­mación y formación: gestión económi­co-financiera, agroambientales , veteri­narios, diversificación, etc ...

En cuanto a la actividad productiva, UCA-UPA ha considerado fundamental conseguir una marca de calidad para la carne de

ASTURIAS

elaborado una serie de medidas necesarias y ur­gentes en sintonía con las de UPA en el ámbito na­cional. Fruto de las inten­sas negociaciones han si­do ayudas como las que reducen un 80% los cos­tes de transporte e incine­rac ión de an imales muer­tos en las explotaciones, o

También se convocaron gran número de jornadas informativas atend iendo a los problemas de mayor urgencia: ayu­das al sector, daños de animales sal­vajes, crisis de las "vacas locas", ... con la colaborac ión de técnicos de recono­cido prestig io y los máxi mos respon­sables políticos de la región. La relación con las instituc iones del Principado se han normalizado tras

Asturias y ha apoyado con entusiasmo la creación de una Indicación Geográfica Protegida. A pesar de las muchas difi­cultades, parece que pronto será una re­alidad una IGP eficaz, justa y de calidad, contando con el mejor respaldo posible, el de todos los ganaderos de Asturias. Asimismo, UCA-UPA ha participado acti­vamente en sectores como el de Ja sidra y su transición hacia la denominación de origen, la taba, los quesos artesanos, ...

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las rec ientes aprobadas ayudas directas de la administración re­gional bajo criterios de modulación, sin precedentes en nuestro país. Una vez más UCA-UPA ha sido punta de lanza en el campo asturiano . Re­presentando y reivindicando los inte­reses de nuestros ganaderos ante to­dos los foros posibles. De lo político a lo social, de la investigación al desa­rrollo, ... con la fuerza el respaldo de las familias campesinas de Asturias.

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ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Territoriales

UPA CANARIAS Una acción sindical volcada en los problemas sectoriales de plátano, tomate y papa

L a acción sindical de UPA Ca­narias durante el año 2000 se concentró en los pri ncipales

prob lemas secto ria les: plátano, to­mate y papa, fundamentalmente . En relación con el p látano,

Asimismo, se mantiene la reivindicación del incremento del actual contingente de 420.000 toneladas, al tiempo que se rechaza la tarifa única porque conlle­varía la desaparición del sector.

En relación con el tomate, UPA UPA Canarias se muestra contraria al fondo que se quiere crear, detrayendo una cantidad por kilo de plátano auspiciada por Aspocran pa­ra compensar los precios ba­jos del mercado. Además, seguimos insistiendo en nuestra vieja reclamación de la distribución de las ayudas compensatorias por pérdida

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

Canarias sigue solicitando una ayuda compensatoria por pér­dida de renta o que se esta­blezcan las distintas ayudas dentro del POSEICAN , ade­más de exigir a Marruecos el cumplimiento de los contin­gentes de importación para que así no se vean afectados nuestros precios. CANARIAS

de renta bimensual, y reivindicando el equi librio de la ayuda compensatoria por pérdida de renta entre las distin­tas zonas de producción platanera, para que se repartan de una manera más equi librada y acortar la diferen­c ia que existe.

UPA Canarias reclama tam­bién que la papa tenga unas ayudas di­rectas a la producción que sean reco­gidas dentro del POSEICAN al haber perdido el periodo sensible que iba del 1 de abril al 30 de octubre de cada año, porque así es imposible competir den­tro del mercado interior con las pro-

237

ducciones foráneas dado el coste de las producciones locales por la orogra­fía de nuestros terrenos de siembra. En relación con los regímenes espe­ciales de comercio que tiene el Archi­piélago, UPA Canarias solicita a las au­toridades competentes un documento que contemple a las is las como zona periférica , con compensaciones al transporte para las producciones loca­les ante la entrada de productos de ter­ceros países, seguimos reivindicando que se subvencionen las producciones locales como mínimo con igual canti­dad que las foráneas, dada la situación geográfica del Archipiélago Canario. UPA Canarias reivindicó también en el año 2000, como lo había hecho en años anteriores , ante los distintos Cabildos Insulares y la Consejería de Agricultu­ra, Pesca y Alimentación, las inversio­nes pertinentes para desarrollar las zo­nas de medianía, tanto en agricu ltura como en ganadería. Asimismo, se re­clama a los Consejos Insu lares de Aguas más inversiones en red de rie­gos y balsas para poder desarrollar di­chas zonas, para lograr el asentamien­to de las poblaciones rurales con una renta digna para poder continuar con la ag ri cultura y la ganadería familiar y el mantenimiento sostenib le del Medio Ambiente de las Islas.

Page 240: Anuario UPA 2001

ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Territoriales

SDGlVI-UPA CANTABRIA

La organización agraria con más experiencia de España se prepara para "ganar el siglo XXI"

En el balance de actividades del Sindicato Democrático de Gana­deros Montañeses (SDGM-UPA

Cantabria) correspondiente al año 2000 destaca especialmente la celebrac ión, el pasado 17 de noviembre en Santan­der, del V Congreso Regional de la or­ganización, bajo el lema "Para ganar el sig lo XXI". Un Congreso en el que se re­novó la Comis ión Ejecutiva Regional , con Anton io Martínez de la Pedraja Abarca como Secretario General y Ri­cardo García Seco como Vicesecreta­rio General y portavoz. El V Congreso aprobó una serie de resoluciones de carácter general y sectorial, que mar­carán la acc ión sindica l del SDGM-UPA Cantabria durante los próximo años. En el Congreso se recordó que el SDGM-UPA Canta­bria fue hace 25 años la primera organización agraria española legaliza­da tras la restauración de la democracia , cuando existían en Cantabria no menos de 20.000 explota-

CANTABRIA

do ello, con el objetivo final de reforzar el liderazgo sind ical del SDGM-UPA Cantabria en la región , más aún ante la previsión de una próxima convoca­toria para elegir la Cáma­ra Agraria.

ciones agro-ganaderas, que se han vis­to reducidas hasla las 6.500 actuales, tras la reconversión del sector en los úl­timos años . En tal sentido, se acordó también la creación de un Comité de Honor, integrado por los socios funda­dores del sindicato, como reconoci­miento a los compañeros que en los di­fíc iles años setenta tuvieron la constan­cia y el coraje necesario para constituir el sindicato. En tal sentido, el V Congreso Regional ha adaptado la estrategia sindical del SDGM-UPA Cantabria a la nueva reali­dad, para lo cual, además de la acción sindical y reivindicativa, se va a poten­ciar la vía de los servicios a los afil iados como med io y método de ser auténti­camente rentable e interesante para los afiliados y el sector en su conjunto. To-

En cuanto a los temas sec­toriales, la ponencia del V Congreso Re­gional del del SDGM-UPA Cantabria sobre el sector lácteo resaltó la conti­nua desaparición de exp lotac iones de leche en los últimos años, desde las 10.500 que había en 199 1 a las 6.600 de 1995 y las poco más de 4.000 ex­plotaciones que hay en la actualidad. Un descenso que no se detiene y que podría suponer la desaparición de otras 2.000 explotaciones más en los próxi­mos cuatro años y llegar al año 20 1 O con apenas mil rebaños de leche en la región . Como alternativas de futuro en es te sector, el SDGM-UPA Cantabria apues­ta por el mantenimiento del sistema de cuotas más allá del 2008, como medio de defensa de las explotaciones lácte­as; al tiempo que se exige que los po-

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sibles planes de abandono que se re­gulen sean dignos y a precio de mer­cado; y se reivindica una red istribución modulada y gratuita de la cuota proce­dente de la Reserva Nacional , con la desaparición del Fondo Nacional de Cuotas Lácteas. El SDGM-UPA Canta­bria reclama también una subvención directa al litro de leche para compensar el deterioro del mercado. En relac ión con el sector cárn ico , el SDGM-UPA Cantabria propone la elec­ción de una raza cohcreta dentro de la normativa de la Indicación Geográfica Protegida y el establecimiento de ayu­das a la reposición, con el objetivo de consolidar una Denominación de Ori­gen de la Carne de Cantabria, antes de cinco años. Asimismo, la organización propone la agi lización de los tramites en la identi­ficación animal, para evitar los colap­sos en las oficinas comarcales de ex­tensión agraria y la demora en la colo­cac ión de los crotales por los veterinarios, lo que conlleva graves per­juicios para los ganaderos. Las medi­das propuestas se basan en el modelo holandés, que funciona desde hace más de diez años. En materia de sanidad animal, se pre­sentó en el año 2000 el Plan de Erradi­cación de Enfermedades sujetas a Campaña de Saneamiento: ante la alar­ma de casos de brucelosis en la caba­ña ganadera cántabra, en la que un 0,73% dio positivo frente al 0,30% de la media en España. A este respecto, des­taca también que el sindicato tenga re­presentación en el 85% de las comisio­nes locales de saneamiento ganadero. A lo largo del año 2000, el SDGM-UPA Cantabria continuó también con su la­bor formativa e informativa, tanto a tra­vés del Boletín de Información Rural co­mo con unas Jornadas de Promoción de la Carne de Cantabria, y numerosos cursos de formación.

Page 241: Anuario UPA 2001

ACCION SINDICAL DE UPA U Iliones Territoriales

, UPA CASTILLA Y LEON Espectacular subida en las elecciones a Consejos Reguladores

E n noviembre de 2000, UPA obtu­vo una victoria espectacular en Castilla y León. Se celebraban en

la región elecciones a consejos regula­dores de varias Denominaciones de Ori­gen (Ribera de Duero, Rueda, Toro, Ci­gales, Judías de El Barco, Agricultura Ecológica, Manzana Reineta y Queso de Valdeón) en las que podían ejercer su derecho al voto un total de 9.500 agri­

últimas elecciones, UPA ha sido la or­ganización agraria que más crece y ma­yor número de vocales incrementa, con siete más que los obtenidos en 1996. Un éxito de UPA que responde al acer­tado enfoque dado a la campaña como representantes de los pequeños y me­dianos agricultores y ganaderos. Se tra­taba de unas elecciones profesionales de los productores y en esa línea trabajamos.

cultores y ganaderos. UPA concu rría a estos comicios con un excelente precedente. La victoria conseguida por amplia mayoría en las urnas meses antes en el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Lecha­za de Castilla y León . Lo cier­to es que con un 30% de par­ticipación en el censo de pro­ductores y cerca del 50% en

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

La profesionalidad mostrada por UPA Casti lla y León en cuanto a la promoción y defensa de los productos autóctonos en los úl­timos años ha quedado refleja­da fielmente en estas elecciones con unos resultados muy satis­factorios para los intereses de los profesionales del sector. Así en la O.O Ribera de Duero y en el censo B, correspondiente a productores que no están en

CASTILLA Y LEÓN

el de elaboradores, las urnas mostraron bien a las claras quién es quién al día de hoy en los consejos reguladores de Castilla y León. Las últimas elecciones se habían celebrado en 1996, y res­pecto a éstas, las del año 2000, han su­puesto por encima de cualquier otra va­loración un espectacular y muy llamati­vo vuelco de representatividad. En las

cooperativas la victoria fue de UPA. En la C.R. Agricultura Ecológica y en el cen­so C, correspondiente al sector transfor­mador-comercializador no embotellador la victoria fue de nuestra organización. En el censo B, correspondiente al sector pro­ductor que no están en cooperativas - los agricultores y ganaderos- los dos voca­les los consiguió UPA.

239

En el censo A del ' Queso de Valdeón ' correspondiente al sector productor en cooperativas UGAL-UPA consiguió la victoria. Además en la ' Judía de El Bar­co de Avila ' en el censo B, correspon­diente al sector productor que no está en cooperativas - es decir en el censo en el que votaban los auténticos profe­sionales que son los agricultores- el triunfo también fue de UPA. Por otro lado, la crisis del gasóleo tuvo un prota~ionismo especial en Casti lla y Le­ón. La acción reivindicativa de nuestra or­ganización fue respondida con extrema violencia por parte de las fuerzas de se­guridad. El corte pacífico de los centros CLH ele distribución de combustible por parte de los agricultores en la región pa­ra protestar por el alza de los combusti­bles fue ' reventado ' violentamente por la Policía y la Guardia Civil. Los antidistur­bios cargaron con desmesura y sin con­templaciones contra los manifestantes tanto en Salamanca como en Valladolid donde incluso hubo amenazas a la pren­sa para que no tomaran imágenes de la dura rel?resión policial. El secretario ge­neral de UPA Casti lla y León incluso tuvo que ser ingresado en urgencias tras la agresión policial, y no fue el único pro­blema, ya que un compañero de Sala­manca fue detenido e incomunicado du­rante 1jos horas. Sin embargo, el esfuer­zo y los palos recibidos merecieron la pena porque gracias a estas acciones y otras realizadas en todo el país se con­siguieron grandes logros para los pe­queños y medianos agricu ltores y gana­deros con el acuerdo firmado con los Mi­nisterios de Economía y Agricultura. El trabajo realizado por UPA también se ha centrado en la capacidad negocia­dora. Hemos solicitado a la Consejería de Agricultura la electrificación de las perforaciones, especialmente en la zo­na de sondeos, y es que el consumo de electric idad en vez de gasóleo repre­sentaría la utilización de recursos pro­ducidos dentro de la propia comunidad. Además, el riego electrificado se desa­rrollaría preferentemente por la noche en horario de menos consumo, lo que re­presentaría una mejor utilización de los recursos. Desde UPA hemos reclamado un compromiso firme de la Consejería para que potencie todos los esbozos de

Page 242: Anuario UPA 2001

proyectos de electrificación de perfora­ciones y así mantener la viabilidad y ren­tabilidad de las explotaciones. UPA Castilla y León llevó a las Cortes Re­gionales la campaña de modulación ex­plicando a todos los partidos políticos de la reg ión los detalles de nuestro modelo de modulación como sistema más justo y equi librado del reparto de las ayudas agrarias. La acción reivindicativa de UPA en esta región hizo que tras numerosas reuniones con las partes afectadas pre­sionásemos lo suficiente para lograr la ayuda agroambiental al girasol dado el gran peso específico de este cultivo en nuestra comunidad autónoma. También a principios de verano, UPA pro­puso a la Administración regional una completa campaña contra incendios de cara a velar por el medio rural y las ex­plotaciones agroganaderas. Nos reuni­mos con el Director General de Medio Na­tural y en dicho encuentro solicitamos el desbroce, limpia de montes, reforestación y personal cualificado para estas labores, además de una perfecta compatibilidad del aprovechamiento silvícola con el ga­nadero y campañas de información. Por segundo año consecutivo UPA Cas­ti lla y León tramitó cientos de planes de pensiones asociados a los agricultores y ganaderos beneficiándose estos de las ayudas promovidas por la Junta para ga­rantizar en la medida de lo posible el fu­turo del productor y el de toda su familia con dichos planes. Durante el 2000 numerosas reuniones con jefes de servicio, directores genera­les y con el propio Consejero de Agricul­tura han permitido agilizar expedientes de mejora y de incorporación de jóvenes así como reducir a la edad de 55 arios el li­mite para acogerse al cese anticipado. A lo largo del año pasado se celebraron dos importante congresos provinciales en la región, concretamente los de Palencia y León , en los que salieron reelegidos co­mo secretarios generales Domiciano Pas­tor y Matías Llorente respectivamente. También durante el 2000 las tradicionales fiestas campesinas de las provincias de Avila, León, Palencia y Salamanca tuvie­ron una presencia importantísima de agri­cultores y ganaderos siendo el referente indudable de los profesionales del sector durante el mes de agosto.

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Territor iales

, UPA PAIS VALENCIANO Primer Congreso Regional por la defensa de los pequeños agricultores y ganaderos

En febrero del año 2000 UPA País Va­lenciano celebró su primer Congre­so Regional, bajo el lema "Por la de­

fensa de los pequeños agricultores y ga­naderos", en el que se eligieron los órganos de dirección, con Rafael Cerve­ra Calduch como Secretario General, y se marcaron las pautas de la acción sindi­cal a desarrollar durante lo próximos años, con un objetivo básico: apoyar a la agri­cultura familiar valenciana.

gran envergadura organizado por UPA País Valenciano. Unas movi lizaciones que conc luyeron con los acuerdos fir­mados con el Gobierno. La presencia en las mesas con la Admi­nistración ha venido siendo constante. Nos posicionamos en contra del decreto de la polinización cruzada, por entender que ataca directamente y sobre todo a las rentas de los apicultores y demuestra la

insolidaridad con respecto a los apicultores de otras comunida­des, a la vez que nos cargamos un mercado tan importante co­mo es la miel de azahar. Asimsimo, durante todo el año, UPA País Valenciano realizó

En cuanto al balance económi­co y sectorial, el año arroja un re­sultado negativo para la agricul­tura regional, de forma especial en los cítricos, donde los precios han sido los más bajos de los úl­timos 20 o 25 años, en una cam­paña en la que parte de la co­secha se quedó en los árboles. A esta situación contribuyó el la­mentable comportamiento de

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

charlas, jornadas y cursos; jun­to a varios viajes educativos a ferias, invernaderos en Almería y visitas a mercados de origen. UPA País Valenciano ha desa­

PAÍS VALENCIANO

las empresas que compran y comerciali­zan los cítricos, porque siguen sin querer ni hablar del Contrato Homologado de Compra-Venta de Cítricos, aferrándose al injusto sistema actual, mediante el que los productores ponen los frutos en manos de estos comercializadores y sólo una vez vendidos reciben el precio estimado por el propio comercio. Una situación de la que sólo se libra en parten la producción de naranjas y mandarinas comecializadas a través de las cooperativas. Otro de los graves problemas del año fue la crisis del gasóleo, que exigió una res­puesta contundente por parte de UPA País Valenciano, favoreciendo la creación de la Plataforma de Usuarios de la Co­munidad Valenciana y convocando múl­tiples movilizaciones a nivel regional, ade­más de participar también en las realiza­das por UPA a escala nacional. Especialmente relevante fue la manifes­tación realizada en Valencia el 22 de sep­tiembre, porque supuso el primer acto de

2 4 0

rrol lado una Intensa campaña a favor de la modulación de las ayudas, en una co­munidad que es de las que menos sub­venciones recibe de la Unión Europea. En relación con la situación estructural del sector, UPA País Valenciano denuncia per­manentemente la delicada situación de un sector que ocupa al 4,5% de población activa agraria, cuenta con un 82% de agri­cultura a tiempo parcial , en una comuni­dad que acumula las mayores pérdidas de renta de toda España. Todo ello, con un constante deterioro del empleo - cada año perdemos más activos agrarios, apro­ximadamente un 13,5%, lo que represen­ta 12.000 agricultores y ganaderos me­nos- y con unas estructuras agrarias for­madas por un minifundio histórico, poco rentable y difícil de mecanizar, por lo que resulta complicado ser competitivo, con explotaciones pequeñas, por debajo de tres hectáreas, y con poca voluntad polí­tica de hacer una ley que permita agrupar parcelas en torno a una misma linde.

Page 243: Anuario UPA 2001

ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Territoriales

UPA CASTILLA-LA MANCHA

Una organización . ,, en expans1on

U PA-Castilla-La Mancha ha de­sarrollado durante el año 2000 y primeros meses de

2001 una intensa labor organizativa, institucional e informativa. No en va­no, se han celebrado el primer Con­

UPA-Castilla-La Mancha creó también en 2000 su Departamento de la Mujer y se gestó la Asociación de Mujeres Ru­rales de Castilla-La Mancha (MAR), que ha iniciado su actividad durante 2001 . Asimsimo, a lo largo del año 2000 se

greso de UPA-Toledo, el ter­cero de UPA-Ciudad Real , y el cuarto de UPA-Albacete, junto con la celebración del primer Comité Regional . También a nivel interno se han creado las Uniones Sectoriales de Apicultura y Cultivos Herbáceos, y se han integrado en UPA las asociaciones de apicultores de Albacete, Guadalajara y

CASTILLA-LA MANCHA

celebraron tres jornadas de especial relieve: las Primeras Jornadas Regionales de la Mujer, las Jornadas Naciona­les sobre el Futuro del Olivar, y las Jornadas de Sensibiliza­ción del Agua . En cuanto al agua, desde mayo hasta no­viembre UPA celebró nueve jornadas en las cinco provin­cias de la región , rematando con una jornada regional que

Toledo . Para rematar este trabajo se han abierto nuevas sedes en varias localidades de las cinco provincias , con lo que UPA sigue acercándose al afiliado.

se celebró en Toledo. En cuanto a política del agua, UPA fue una de las organizaciones que crea­ron en octubre de 2000 la Plataforma en Defensa de la Cuenca Alta del Se-

241

gura, al entender que las obras reco­gidas en el Plan del Segura frenan las posibi lidades de desarrollo de los 70 .000 habitantes de esta zona, pues se prevén obras que suponen entu­baciones, trasvases de agua, nuevos embalses, recrecimientos y centrales hidroeléctricas. UPA pide que las in­versiones se destinen efectivamente a reforestación , depuración y recu­peración de los cauces naturales de los ríos, para que el Segura se con­vierta también en factor de desarrollo de las comarcas albaceteñas. UPA mantiene la solicitud de que se creen nuevos regadíos en la parte albace­teña del Segura. También se reivindi ­ca que los órganos de gobierno de la Confederación Hidrográfica respeten la proporcionalidad en función de la territorialidad. Por su relevancia destacaron las Jor­nadas Nacionales sobre el Olivar ce­lebradas en Albacete los días 17 y 18 de noviembre de 2000, en las que UPA reunió para debatir a técnicos , políti­cos y agricultores de nuestra región (segunda región productora con 27 mi­llones de olivos), Andalucía, Cataluña y Extremadura. Los asistentes deba­tieron sobre las denominaciones y la calidad como herramientas indispen­sables para la competitividad, exis­tiendo coincidencia en la necesidad de una nueva reforma de la OCM del aceite de oliva, que UPA espera que se aborde en el primer semestre de 2002 , en coincidencia con la presi­dencia española de la UE. El sector se enfrenta a un estancamiento del con­sumo mundial en torno a los 2,4 millo­nes de toneladas , y a la eliminación de los precios de intervención con la OCM de 1998, por lo que UPA reivindica pa­ra la reforma que se reestablezca un sistema de intervención que permita un precio mínimo y justo, y que se prohiba totalmente la mezcla de acei­te de oliva con otros de semilla. Por supuesto, la actividad de UPA ha si­do especialmente intensa en el sector vitivinícola, porque no hay que olvidar que Castilla-La Mancha produce en tor­no al ti3% del vino de España. Los téc­nicos de UPA-CLM han realizado pla­nes colectivos de reestructuración, al-

Page 244: Anuario UPA 2001

canzándose en este primer año de vi­gencia 190 planes que agrupan a 45.000 hectáreas, todo un éxito, te­niendo en cuenta que la Consejería de Agricultura prevé que se reestructuren 100.000 hectáreas en estos ocho años. UPA forma parte de la Comisión de Se­guimiento de los Vinos de la Tierra de Castil la, del recientemente creado IVl­CAM (Instituto del Vino de Castilla-La Mancha), y de las interprofesionales IVll\I e 11\lTERMOSTO, constituidas ofi­cialmente en el otoño de 2000. En el sector del ajo, del que viven unas 10.000 fami lias en Castilla-La Mancha, es destacable la constitución de la Fun­dación Consejo Regulador "Ajo Mora­do de Las Pedroñeras", que integra a 82 municipios de la región . En la parte negativa, el sector sigue necesitado de un contingente definitivo, en torno a las 40.000 toneladas anuales para ajos de terceros países, as1 como un arancel di­suasorio de 1 .345 euros por tonelada. El ajo está viendo reducida su superlii­cie debido, fundamentalmente, a lama-

ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Territoriales

siva impo11ación de ajos procedentes de China y otros países asiáticos me­diante operaciones triangu lares. Preci­samente Las Pedroñeras es una de las localidades de nuestra región que más de cerca viven el problema de la mano de obra inmigrante, necesaria para la recolección. En este sentido, UPA-Cas­til la-La Mancha presentó a los grupos parlamentarios de las Cortes reg iona­les una propuesta para que impulsen la creación del precontrato y el contrato de campaña, como fórmu la flexible pa­ra la regularización de los inmigrantes. UPA está participando en las Comisio­nes de Seguimiento de las Migraciones que se han creado en nuestra región . Un cultivo de marcado carácter social, como los frutos secos, asentado en co­marcas de Albacete y Cuenca sin otras alternativas, ha visto prorrogado por un año los planes de mejora, por lo que UPA-Castilla-La Mancha se mantiene vigilante para que se mantengan unas subvenciones esenciales para el man­tenimiento de estas comarcas. En

242

cuanto a ganadería, junto a la integra­ción en UPA-Castilla-La Mancha de apicultores que producen el 80% de la producción de miel de la región, se ha experimentado una fuerte afiliac ión en­tre los ganaderos al responder la or­ganización con rapidez y eficacia an­te las cris is ganaderas (vacas locas y fiebre aftosa). Así, UPA ha canal izado las reivindicaciones ganaderas y con­seguido que se tengan en cuenta, al obtener un sistema gratuito de trans­porte y eliminación de reses muertas , una mayor agilidad burocrática en la li­citac ión de reses de más de 30 meses o fó rmu las que permitan el transporte de an imales cump liendo con la nor­mativa de la fiebre aftosa. En cuanto al sector avícola, los avicul­tores de la región se han integrado en UPA-Castilla-La Mancha como conse­cuencia de la negociación del Acuerdo de la Carne de Pollo, y en 2001 se va a constituir la Unión Sectorial Avícola, que representará a la gran mayoría de avi­cultores castellano-manchegos.

Page 245: Anuario UPA 2001

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Territoriales

UPA EXTRElYIADURA

La organización más representantiva del campo extremeño lidera las movilizaciones por el gasóleo, el agua, el olivar y el arroz

E 1 crecimiento de UPA y nuestra

mayor implantación en el sector

agrario extremeño fue notable en

el año 2000. Prueba de ello es la acción

sindical desarrollada por UPA Extrema­

dura, que ha logrado situar a la organi­

zación en una posición representativa en

el panorama sind ical de la región .

La grave crisis del gasóleo es un claro ex­

ponente del importante papel que ha ve­

nido desempeñando UPA Extremadura en

estos meses al liderar en Mérida una de

las mayores movilizaciones de los últimos

años. La convocatoria realizada por la Pla­

taforma de Consumidores de Carburan­

tes, en la que también se encontraban

otros sectores, como taxistas y transpor­

tistas, fue rechazada por el resto de or­

una orden de embargo por la Confedera­

ción Hidrográfica del Tajo. La intervención

de UPA fue decisiva para la condonación

de la deuda pendiente por el agua de rie­

go de manera que los regantes pudieran

seguir trabajando sus tierras.

Por otra parte, el conflicto de UPA Extre­

madura con la Confederación Hidrográfi­

ca del Guadiana continuó en el 2000 ya

que el organismo público no abandona su

política de incesantes incrementos en el precio del agua para riego y el cobro del

canon de obras, cuando en los últimos

años no ha existido ningún tipo de inver­

sión en infraestructura. Estos y otros pro­

blemas que acusaba el campo en la pri­

mavera, pusieron de nuevo a prueba la

capacidad de convocatoria durante la

ganizaciones agrarias que no

creyeron en la unidad de acción

en un momento tan delicado . La manifestación, celebrada el

15 de septi embre y en la que

participaron más de 5.000 per­

sonas, demostró la capacidad

sindical de UPA en la región. La

respuesta fue muy desigual en

el resto de organizaciones agra­

rias y los resultados saltan a la

vista: miles de agricultores y ga-

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

movilización en Badajoz para re­

clamar soluciones. Más de

3.500 personas procedentes de

todos los puntos de la región se

sumaron al acto de protesta.

Inmediatamente después de la grave situación en que se en­

contraba el campo tras la pro­

longada sequía de 1999, el gra­

nizo dio un duro revés arruinan­

do cosechas enteras. Las EXTAEMADUAA

naderos extremeños se benefician hoy de

las medidas que entonces negociábamos

con el Gobierno. En los últimos días del

año f inalizábamos una exhaustiva cam­

paña de información por toda Extrema­

dura para explicar a los agricultores los

principales puntos del documento que en

su día suscribimos con el Gobierno.

Pero el año 2000 tuvo otros aspectos rei­

vindicativos para nuestra organización de

los que también nos ocupamos, como los riegos de Valdecañas, en la provincia ca­

cereña, para los que UPA Extremadura re­

c lamó una soluc ión que evitara su desa­

parición, ya que sobre los varios cente­

nares de agricultores de la zona pesaba

pérdidas de producción de la

primavera fueron en muchos casos supe­

riores al 80% de lo que hubiera corres­

pondido a un año normal y UPA fue la pri­

mera organización capaz de dar una va­

loración rápida de los destrozos

provocados, que ascendieron a 9.800 mi­

llones de pesetas, junto con una tabla de

propuestas, algunas de las cuales fueron

tenidas en cuenta por la Administración

a la hora de redactar medidas paliativas.

En el sector olivarero valoramos muy ne­

gativamente para la región y los profesio­

nales dedicados a la oleicultura, la políti­

ca que está llevando a cabo el Gobierno

para bajar la inflación junto con la desa­

parición de la intervención, lo que provo-

243

ca la caída de los precios y pone en gra­

ve peligro la viabilidad de las explotacio­

nes. Por este motivo, protagonizamos, con

una importante repercusión, diversas ma­

nifestaciones en el ámbito regional. UPA

Extremadura se manifestó reiteradamen­

te en contra de los planteamientos del Mi­

nisterio de Agricultura de aplazar la re­

forma del sector hasta el año 2003, ya que

coincidiría con otras negociaciones pre­

vistas, lo que restaría importancia a las dis­

cusiones del sector en el seno de la UE.

En el arroz, uno de los cultivos principales

de la región, seguimos insistiendo a lo lar­

go del año sobre lo perjudicial que resul­

taría la eliminación del precio de interven­

ción , único mecanismo que garantiza al

productor su renta . Esta postura fue re­

frendada tanto por los productores como

por los industriales que participaron en los

diversos debates organizados al respec­

to . También fueron coincidentes sobre la

pervernidad del actual sistema de pena­

lización que rige en el cultivo.

La campaña de modulación y la creación

del Estatuto del Agricultor y Ganadero si­

guieron abanderando las principales ac­

tuaciones de la Secretaria Regional y en

los últimos días del año la crisis de las va­

cas locas comenzó a afectar a la gana­

dería extremeña por la bajada de consu­

mo en todo el país; por fortuna Extrema­

dura se ha caracterizado por un modelo

de ganadería extensiva en la que prima la

calidad y seguridad alimentaria.

Por último, cabe destacar la incorporación

de la organización a las nuevas tecnolo­

gías con la creación de una página web

en Internet, destinada a convertirse en una

de las herramientas más valiosas en nues­

tra comunicación con el exterior, dirigida

tanto a los profesionales del campo corno

a los medios de información, y desde la

que acceder a los distintos servicios que

ofrece UPA a sus afi liados. así como a la

información de nuestra actividad sindical.

Page 246: Anuario UPA 2001

ACCION SINDICAL DE UPA Uniones Territoriales

,, UNIONS AGBARIAS-UPA GALICIA

Movilización permanente en defensa de la dignidad de los agricultores y ganaderos

La acción sindical de Unións Agra­rias-UPA Galicia a lo largo del año

2000 volvió a estar marcada por una

amplia serie de movilizaciones, para de­

nunciar los graves problemas que afectan a los agricultores y ganade-

ros gal legos, presentar al­

ternativas de solución y exi­

gir una respuesta adecuada

por parte de las Administra­

ciones públicas.

de Unións Agrarias participó en la mani­

festación celebrada en Porto (Portugal) el

19 de junio bajo el lema "Pola Europa do

pleno emprego"; y, por último, el 20 de

julio más de 300 ganaderos gallegos se

concentraron delante de la

Federación Nacional de In­

dustrias Lácteas para pro­

testar por la bajada de los

precios de la leche.

Cabe resaltar, en este senti­do, la manifestación cele­

brada el 15 de febrero para l-:'\ lO:-.:S :\CiR.-\RL\S

Un apartado relevante me­

rece, el trabajo llevado a ca­

bo en el año 2000 en el sec­

tor avícola. Unións Agrarias-demandar a la Xunta de Ga-

licia "A defensa da dignidade de ser agri­

cultores e das nosa produccións: prezos

xustos e interprofesionais, marco estable de diálogo". Más de 7.000 personas se

congregaron en Santiago para demandar soluciones a la caída de precios genera­

lizada, especialmente en la leche; un mar­

co estable de diálogo; el cese de la re­

presión en las movilizaciones de agricul­

tores que ha protagonizado en muchas

ocasiones el Delegado del Gobierno en

Galic ia a través de multas y procesa­

mientos; y dotación presupuestaria ade­

cuada para los planes de mejora.

Asimismo, Unións Agrarias-UPA Galicia

participó en la manifestación de las Co­munidades de Montes Vecinales en Ma­

no Común, celebrada el 19 de febrero en Santiago para exigir una fiscalidad justa

para esta forma de propiedad caracterís­tica de Galicia.

Nuestra organización llevó a cabo diver­

sas concentraciones de productores de

patata para protestar por el hundimiento

del precio y para reivindicar una Organi­

zación Común de Mercado específica. Además, hubo una participación impor­

tante de agricultores y ganaderos galle­

gos en la manifestación celebrada el 7 de

junio en Madrid contra la subida del pre­

cio de los combustibles; una delegación

U PA Galicia es la única

organización agraria gallega que apostó y sigue apostando decididamente por los

productores integrados de la avicultura de

carne, y para eso, en el seno de la Plata­

forma Avícola Estatal (PAE) como impul­

sora de ésta, continúa en la lucha diaria

por conseguir los objetivos que en su día

se marcaron los productores. El año 2000 fue un año muy dinámico pa­

ra el sector avícola. Se mantuvieron reu­

niones con responsables del MAPA y de

la Consejería de Agricultura en busca de

soluciones, sin respuesta positiva alguna

de ninguna de las dos administraciones.

Ante esta situación e impulsado desde Unións Agrarias-UPA Galicia, en Madrid

el 27 de noviembre junto con el resto de

organizaciones que conforman la PAE, se convocó un paro general indefinido del

sector desde el 14 de diciembre. Como consecuencia de esta convocato­

ria y el nivel de organización y unión del

sector, la reacción de las integradoras y

del MAPA fue inmediata, y así el 5 de di­ciembre el Subsecretario del MAPA Ma­

nuel Lamela nos convocó a una primera

reunión con las integradoras encabezada

por su presidente, Federico Félix, para sentar las bases de una negociación. Es­

to supuso un paso histórico para el sector,

ya que es la primera vez que los produc-

244

lores, después de una convocatoria de

paro, fuimos capaces después de 30

años de sentar a las compañías integra­

doras para alcanzar un acuerdo.

Especial relevancia cabe dar a la intensa

actividad desarrollada por Unións Agra­

rias-UPA Galicia en la crisis de las vacas locas. Entre las acciones llevadas a cabo

destaca el programa del charlas informa­

tivas a los ganaderos, ante la pasividad e

inhibición de la Administración en esta ta­

rea tan necesaria al inicio de la crisis.

Asimismo, hay que resaltar la denuncia

presentada por Unións Agrarias-UPA Ga­

lic ia contra el enterramiento de reses en Mesía, que tanto daño hizo a las ventas y

al consumo de carne gallega, y que mo­

tivó la destitución del Conselleiro de Agri­

cultura y de varios de sus colaboradores.

En el ámbito organizativo, durante el año

2000 se constituyeron 13 Uniones Co­marcales que, en otros tantos congresos,

han elegido a sus correspondientes eje­

cutivas. Estas comarcas son Barcala e Xa­llas, Bergantiños, Santiago e Ordes, y So­

neira e Fisterra, en A Coruña; Chantada e T. de Lemos, Lugo e a Ulloa, Os Aneares,

Sarria y Terra Chá, en Lugo; A Limia, Via­

na e Verín; y O Ribeiro e O Carbal liño, en

Ourense; y Caldas e o Salnés, y Deza e

Tabeirós, en Pontevedra.

Como viene siendo habitual, Unións Agra­rias-UPA Galicia realizó en el año 2000

un programa formativo importante, en el

que participaron más de 10.000 agricul­

tores y ganaderos, con materias centra­

das en gestión de explotaciones, diversi­

ficación de actividades, técnicas admi­

nistrativas, aplicaciones informáticas, etc.

Y en cuanto a la prestación de servicios , la principal novedad son los servicios fo­

restales prestados a través de la Asocia­

ción Sectorial Forestal Gallega, que per­miten prestar asesoramiento juríd ico-ad­

ministrativo a propietarios forestales

pmticulares y a Comunidades de Montes

Vecinales en Mano Común , desarrol lar

actividades de formac ión y d ivulgación

de temas selvícolas, tramitar ayudas ofi­ciales y asesorar sobre forestación , trata­

mientos selvícolas y ordenación de mon­

tes y masas forestales.

En este apartado también es relevante la

apertura de tres nuevas ofic inas, dos en

A Coruña (Moeche, Betanzos) y una en

Lugo (Monterroso).

Page 247: Anuario UPA 2001

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Territor iales

UPA MADRID Las elecciones a la Cámara Agraria confirman la representatividad de UPA

E 1 2000 ha sido el año de consoli-1 mico y Social ; donde también se han dación de UPA Madrid, con todas analizado y realizado propuestas en re-las dificultades y anomallas que !ación con los programas de desarrollo

han surgido con el cambio de rural y medidas agroambienta-ConseJ·ería de Economía y Em- ~ ~, les, la iniciativa Leader+ y los

~~§ "' Pleo a la ConseJ'era de Medio .. ~"" \ Proder. UPA Madrid está en to-.,,,,/f lit,,,, Ambiente separando la agri- .._ ,...

cultura y la ganadería de la ~ ~ agroindustria . A pesar de lo cual , UPA Madrid ha participa­do activamente en el desarro­llo de la Ley regional de Pastos y Rastrojeras, a través de los debates en el Consejo Econó-

UPA LA RIOJA

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

MADRID

das las actividades y platafor­mas realizadas por la Conseje­ra de Medio Ambiente: en la Cuenca Alta del Manzanares, en Cursos Bajos del Manzana­res y Jarama, en la Junta de Fomento Pecuario, etc. Igual­mente, forma parte de la Jun-

La movilización a favor de los avicultores integrados concluye con éxito

O entro de la amplia actividad sin-1 la Feria Ganadera de Burdeos como dical desarrollada por UPA La delegación española; a la montaña de Rioja a lo largo del año 2000, Palencia; y la participación en la Mesa

destacan sobre todo los temas Ganadera. sectoriales , como en el caso de la avicultura, en torno a la cual se realizaron múltiples reuniones y contactos con los granjeros riojanos y de mane­ra conjunta con los granjeros de Navarra y Aragón, con reu­niones en las tres comunida­des. En este sector, consegui­mos finalmente concluir con

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderas

En relación con el sector vitivi­nícola, UPA La Rioja realizado en el año 2000 un permanente seguimiento de los Contencio­so-Administrativos por dene­gación de las transferencias de derechos de plantación; junto a una intensa actividad forma­tiva, con viajes de viticultores del sindicato a Rías Baixas y LA RIOJA

éxito el proceso movilizador, forzando negociaciones con las em­presas integradoras y el MAPA. En el sector vacuno, destaca la puesta en marcha de una estrategia para pro­ducciones de calidad; la realización de cursos formativos en producción de carne de calidad, incluidos los viajes a

Oporto y devolución de visita de nuestros compañeros gallegos de Unions Agrarias; viaje de nuestro técni­co a Italia con aquélla organización, etc. Asimismo, UPA La Rioja presentó cinco proyectos de reestructuración de viñe­do, que afectan a unos 100 agricultores y a 125 hectáreas.

245

ta Directiva del Leader Sierra Oeste de Madrid y mantiene contactos en los otros Leadm de Las Vegas y Sierra Norte. Uno de los retos más importantes para UPA Madrid en el año 2000 fueron las elecciones a la Cámara Agraria, supe­rando con holgura el porcentaje exigi­do para tener representación y contan­do con un miembro de UPA en la Junta Directiva de la Cámara. Otros temas de interés en los que ha participado UPA Madrid han sido la Reestructuración del viñedo, realizando reconversión enlazo­na de San Martín de Valdeiglesias, Ce­nicientos y Cadalso de los Vidrios. UPA Madrid forma parte de la junta electoral para el Consejo Regulador de la Deno­minación de Origen Vinos de Madrid, presentando candidatura para la misma. UPA Madrid ha participado en todas las manifestaciones convocadas por UPA Federal, en relación con las crisis del ga­sóleo y de las vacas locas.

Respecto a otras actividades, en mate­ria de desarrollo rural , es significativa la reelección de UPA para la Vicepresi­dencia del CEIP (Centro Europeo de In­formación y Promoción del Medio Ru­ral), organismo que gestiona el proyec­to Carrefour y la iniciativa Comunitaria LEADER 11 . UPA La Rioja organizó también en 2000 seis cursos de artesanía textil de alto y bajo lizo en diversas localidades, y re­alizó, junto a la Universidad de Zarago­za, un estudio de estrateg ia de calidad para 121 vacuno extensivo de las Sierras de La Rioja, canalizado a través de LE­ADER 11 a propuesta de UPA. El grupo ADEMAR (grupo del medio ambiE3nte del sindicato) realizó un estu­dio, entre abril y diciembre, de micro­fauna del Parque de Cebollera encar­gado por el CELP y con el apoyo de la D.G. de Medio Natural. Y, finalmente, destaca el esfuerzo for­mativo de UPA La Rioja, porque por primera vez gracias a la acción del sindicato se complementaron en el año 2000 las acciones de formación autonómicas con cursos de FORCEM, impartiéndose cu rsos de ganadería de calidad, productos artesanos y gestión vitivinícola.

Page 248: Anuario UPA 2001

ACCION SmDICAL DE UPA Uniones Territoriales

UPA MURCIA

Problemas sectoriales y reclamación del PHN

La gran diversidad de cultivos y pro­

ducciones que se dan en la Región

de Murcia y la respuesta que en mu­

chos sec tores ha sido necesario canalizar

en defensa de las explotaciones agrarias familiares, han sido factores que han mul­

tiplicado el trabajo y las actuaciones de

UPA Murcia durante el año 2000.

en zonas sin alternativas de producción.

En este sector, la presencia de UPA en de­

fensa de los productores de frutos secos,

actuando de forma conjunta con las Or­ganizaciones de Productores de Frutos

Secos se hizo patente desde el primer mo­

mento, como lo demostró la masiva pre­

Se iniciaba el 2000 con un pro­

blema arrastrado del último tri­

mestre de 1999, como era la pre­

sión que las exportaciones de to­

mate procedente de Marruecos

ejercían sobre las producciones

murcianas (concentradas en las

comarcas de Águilas y Maza­rrón) sin que existiera un control

fiab le por parte de la UE del

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

sencia de la Organización en la

manifestación unitaria celebra­

da en Murcia el 15 de Abri l y en

las celebrad.as posteriormente a nivel nacional ante el Consejo

de Ministros de Agricultura en

Évora (Portugal) y en Luxem­

burgo el 28 de Mayo y el 19 de

Junio respectivamente; actua­

ciones todas ellas que al menos consiguieron que el Consejo de MURCIA

cumplimiento de los calendarios,

contingentes y precios de entrada exigi­

bles a dichas exportaciones marroquíes.

Después de que la UE hubiera decidido

imponer e inmediatamente suprimir la exi­gencia de certificados de importación,

UPA exigió con firmeza a la Administración

española un seguimiento exhaustivo de las

exportaciones de tomate marroquí, lo que

permitió que durante los primeros meses

las exportaciones se ajustaran práctica­

mente al contingente pactado.

Igualmente el sector de frutos secos, que

en Murc ia se circunscribe en su prácti­

ca totalidad al cultivo del almendro, te­nía que afrontar el vencimiento de los pri­

meros planes de mejora del cultivo pre­sentados y la consigu ien te pérd ida de

ayudas comunitarias; lo que conllevaría

iniciar un proceso de abandono del cu l­

tivo y desertización que podría afectar a

las casi 63.000 hectáreas de almendros

cultivadas en secano en la Región de un

total de 75.000 hectáreas.

Un problema de primera magnitud , da­

do que casi 68 .000 hectáreas de al­

mendro pertenecientes a más de 7.000

agricultores están acogidas en la Re­

gión de Murcia a Planes de Mejora y

dado que el cultivo se asienta en lasco­marcas más deprimidas de la Región y

Ministros aprobara una prórro­ga de un año a los planes de mejora con

vencimiento en el año 2000 y que obliga­

rán a que en el 2001 el sector de frutos se­

cos tenga que seguir reivindicando un marco estable de ayudas.

Igualmente, la escalada de precios de los

productos derivados del petróleo, de gran

incidencia en los costes de producción de

los agricultores y ganaderos murcianos,

fue otro de los motivos que requirió la aten­

ción de UPA Murcia durante el año 2000.

Significativa fue la presencia en la mani­

festación celebrada en Madrid el 7 de Ju­

nio y de primera línea también el papel ju­gado por UPA Murcia como impulsora y

coordinadora de la Plataforma Reg ional

de Consumidores de Carburantes que

agrupó a agricultores, pescadores, trans­

portistas, taxistas, etc., actuaciones todas ellas que coadyuvaron a que en el ámbi­

to nacional pudiera alcanzarse gracias a

la capacidad de negociación de UPA un

acuerdo positivo para el conjunto de agri­

cultores y ganaderos españoles.

El déficit estructural de recursos hídricos

que padece la Cuenca del Segura y por

tanto toda la Región de Murcia y los rei­

terados incumplimientos por parte del

Gobierno en la presentac ión de un an­

teproyecto de Plan Hidrológico Nacional

246

(P.H.N .), motivaron un incremento de la

actividad de la Plataforma Social del Agua para exigir al Gobierno la aproba­

c ión de un P.H.N. que incluyera inexcu­

sablemente la interconexión de Cuencas

y un trasvase de recursos hídricos hasta

la Cuenca del Segura que permitiera pa­

liar su déficit hídrico.

UPA desarrolló una gran actividad en los

trabajos de la Plataforma Social del Agua y en tal sentido no sólo mostró una signi­

f icativa presencia en la manifestación ce­

lebrada el 29 de julio en Murcia para exi­

gir al Gobierno la presentación de un

P.HN sino que además se pronunció con

respecto a las premisas que el P.H.N. de­

bía tener en cuenta: Tramitación simultá­

nea con el Plan Nacional de Regadíos,

garantía de precio asumible por los pe­

queños y medianos agricultores, satis­

facción de todos los déficits del Estado

como actuación prioritaria del P.H.N. y amplio consenso social, territorial y polí­

tico en torno al mismo. Dentro del impulso dado a la consol ida­

ción de las Uniones Sectoriales, cabe des­

tacar la constitución de la Unión Sectorial

Avícola de UPA Murcia, que en pocas se­

manas aglutinó en torno a ella a la prácti­

ca totalidad de ganaderos avlcolas inte­grados de la región y que secundó la con­

vocatoria de Paro General realizada a nivel

nacional por la Plataforma Avícola Estatal.

En las últimas semanas del año, el sec­

tor vacuno regional, que está compues­

to por más de 60.000 cabezas de ga­

nado y que afecta a más de 200 gana­

deros, también ha rec ibido la atención

de UPA ante la crisis originada por la

aparición en España de animales afec­tados por el mal de las "vacas locas".

También a finales de año se celebraron las

elecciones a los Consejos Reguladores de

las Denominaciones de Origen y de Cali­

dad dependientes de la Comunidad Au­

tónoma de la Región de Murcia, en las que UPA pactó una candidatura con el resto

de OPAS en el Consejo de Agricu ltura

Ecológica (lo que aseguró la presencia de

las tres OPAS en dicho Consejo) y repitió

la victoria de las anteriores elecciones en

el Consejo Regulador de la Denominación

de Origen Bullas asignándole el vocal tras

ganar en la votación por mayoría absolu­

ta a las candidaturas presentadas por las

otras Organizaciones Agrarias.

Page 249: Anuario UPA 2001

ACCION SmDICAL DE UPA U Iliones Terr itor iales

UPANAVARBA

El primer Congreso reafirma el proyecto de "un sindicato para el nuevo siglo"

Tras las elecciones a Cámaras Agrarias de 1998 y el año de con­solidación que supuso 1999, UPA

Navarra reafirmó su proyecto sindical para la agricultura familiar de la Comu­nidad Foral con la celebración del pri­mer Congreso de la organización en fe­brero de 2000. Bajo el lema "Un sindi­cato para el nuevo siglo", los Delegados de toda la Comunidad Foral eligieron a la Comisión Ejecutiva Re­gional, con Pedro Mangado como Se­cretario General, y aprobaron los estatutos internos de la or­ganización.

mate, etc.) , en la Comisión de Seguros Agrarios y en la de Medio Ambiente, en la Asociación Interprofesional de Forra­je de España, etc. El trabajo cotidiano de UPA Navarra transcurrió durante una primavera y un verano muy calientes debido a la crisis del gasóleo. En reuniones con los Con­sejeros Autonómicos de Agricultura y de Hacienda les hicimos llegar la gra­ve situación en la que se encontraban inmersas la agricultura y ganadería de

En este primer Congreso se es­tablecieron una serie de priori­dades que poco a poco se han ido consiguiendo a lo largo del año. La constitución de Agru­paciones Locales, el fortaleci­miento de las Uniones Secto­riales y el aumento de la afilia­ción han sido objetivos en los

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

nuestra Comunidad debido a las importantes subidas de los carburantes. En junio respon­dimos a la convocatoria de UPA y de la Plataforma de Consumidores y Usuarios , y acudimos a la manifestación celebrada en Madrid. Des­pués de la firma en septiem­bre del Acuerdo del Gasóleo con los Ministerios de Agri-NAVARRA

que hemos puesto nuestros mayores es­fuerzos , y en los que se continuará ha­ciendo especial hincapié en el futuro. Asimismo, UPA Navarra ha continuado con su trabajo activo en las Mesas de Contratos Homologados (espárrago, to-

cultura y de Hacienda, desa­rrollamos el dispositivo necesario (no­tas y ruedas de prensa, reuniones co­marcales , etc .) para dar a conocer y explicar este acuerdo en toda la Co­munidad Foral. Tras la consecución de este acuerdo estatal , volvimos a man­tener una reunión con el Consejero de Economía y Hacienda para que la Ha­cienda Foral navarra asumiera los be­neficios fiscales que se contemplaban en el mismo. A partir del mes de octubre asumió un relevante protagonismo en nuestra labor sindical la Unión Sectorial de la Avicul­tura Integrada. Se recogió el malestar existente entre los ganaderos de este sector a través de reuniones comarca­les, lo que nos llevó a preparar a todos para un cierre de granjas convocado para el día 14 de diciembre a nivel na­cional. La disposición de las empresas integradoras, tras la amenaza del cierre,

247

para sentarse a negociar con los gana­deros , sirvió para desconvocar las mo­vilizaciones previstas y abrir una dura negociación que concluyó inicialmente con el acuerdo firmado a nivel nacional por UPA, PROPOLLO y el Ministerio de Agricultura. Estos hechos nos han lle­vado a contactar con todas las exp lo­taciones navarras de este sector y re­cabar datos económicos y estadísticos de todas ellas. A toda ello, hay que añadir las conse­cuencias de la aparición de la Encefa­lopatía Espongiforme Bovina. El sector bovino tiene una gran importancia en nuestra Comunidad y de una manera especial en el norte de Navarra, en don­de supone el principal medio de vida de muchas familias y de pequeños pue­blos. Profundamente preocupados por las deficientes soluciones que se pro­ponían desde las Administraciones pa­ra paliar la crisis de las vacas locas, una representación de nuestros ganaderos acudió a la manifestación que UPA or­ganizó el día 20 de diciembre. La campaña de recogida de firmas a fa­vor de la modulación también ocupó un lugar import~nte en el trabajo desarro­llado por UPA Navarra a lo lago del año 2000. Una campaña con una acogida social muy favorable , que nos llevó a conseguir los objetivos planteados al inicio de la misma. Y acompañando a nuestra labor sindi­cal se potenciaron y afianzaron los ser­vicios de que desde nuestra organiza­ción se ofrecen a todos los af iliados. En­tre ellos ha destacado la demanda para realizar Planes de Inversiones y Estudios de Viabi lidad imprescindibles para ob­tener las ayudas previstas dentro de los planes de mejora y de primera instala­ción. Así mismo, continuamos prestan­do asesoramiento fiscal y contable, tra­mitando matriculaciones e inscripciones de maquinaria agrícola, gestionando la­boralmente las necesidades de los em­presarios agrícolas y sus empleados (al­tas, bajas, cotizaciones, etc.), y otras uti­lidades dirigidas siempre a facilitar la gestión de las explotaciones agrícolas y ganaderas. La prestación de todos es­tos servicios nos ha proporcionado un importante incremento de afiliación a lo largo de todo el año.

Page 250: Anuario UPA 2001

UPA FEDERAL

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Tel.: 91 554 18 70 / Fax: 91 554 26 21 [email protected]

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Tel. y Fax: 00-322 219 18 27

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UPA ANDALUCÍA Alberche, 4 B1 ' 41013 Sevilla Tel. 954 64 82 21

UPAALMERÍA Al jibe, s/n 04110 Campohermoso­Nijar (Almería) Tel. : 950 38 64 28

UPA CÁDIZ Avda. de la Marina, 29 11520 Rota (Cádiz) Tel.: 956 84 16 41

UPA CÓRDOBA Plaza de Andalucía, 9-12 A 14013 Córdoba Tel. : 957 42 19 10

UPA GRANADA P. Feo. Padilla, E.Hawai, 13-14 18014 Granada Tel. 958 80 43-63

UPA HUELVA Avda. Andalucía, 16 21270 Cala (Huelva) Tel. : 959 19 10 51

UPA JAÉN Avda. Granada, 1-2º E 23001 Jaén Tel.: 953 27 07 28

;

UPA MÁLAGA Heroe de Sestea, 119-1 2 D 29006 Málaga Tel.: 95 234 04 05

UPA SEVILLA Alberche, 4 Bl ' 41005 Sevilla

• UPAARAGON

D. Pedro de Luna, 22 Bajos 51010 ZARAGOZA Tel. : 976 34 81 60

UPA HUESCA Parque, 9 22004 Huesca Tel.: 974 22 40 50

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13002 Ciudad Real Tel.: 926 21 41 54

UPA CUENCA Colón, 14 16004 Cuenca Tel.: 969 23 00 60

UPA GUADALAJARA Plaza Pablo Iglesias, 2 19001 Guadalajara Tel. : 949 22 39 80

UPA TOLEDO Avenida de Toledo, 31, 2º 45600 Talavera de la Reina Te l. : 925 80 84 17

• UPA CASTILLA Y LEÓN

Panaderos, 58 47004 Valladol id Tel. : 983 30 68 55

UPAÁVILA Cuesta an tigua, 3 05001 Ávila Te l.: 920 21 31 38

ACOR 58 COMPO AGRICULTURA --------------_A E_M_Z_U _________ 1_57~y_1_60 COMUNIDAD DE MADRID AGROBANESTO Interior Contraportada CONASPI AGRONUTRIENTES ESPECIALES, S.L. 73 JUNTA DE COMUNIDADES ALFERSÁN, S.A. 111 DE CASTILLA-LA MANCHA

UPA BURGOS Victoria, 17-8 09004 Burgos Tel.: 947 20 39 46

UGAL-UPA LEÓN Valcarce, 8 24010 León Tel.: 987 22 00 26

UPA PALENCIA José Zorri lla 4 34001 Palencia Tel.: 979 70 60 63

UPA SALAMANCA Pizarra, 19-bajo 37005 Salamanca Tel.: 923 22 01 71

UPASEGOVIA Moral, s/n 40440 Santa M• de Nieva (Segovia) Te l.: 921 59 46 19

UPA SORIA Teatro, 14 Bajo 42002 Seria Tel.: 975 23 15 46

UPA VALLADOLID Panaderos, 58 47004 Va lladolid Tel.: 983 30 68 55

UPA ZAMORA PI. de Alemania, 1. Bajo lz. 49014 Zamora Tel.: 980 16 01 92

• UPA PAIS VALENCIANO

Arquitecto Mora, 7 46010 Valencia Tel.: 96 388 41 09

UPA ALICANTE Pintor Lorenzo Casanova, 4. 42

03003 Alicante Tel: 965 12 02 52

UPA CASTELLÓN Ramón y Cajal, 17 12500 Caste llón Tel.: 964 23 13 79

• UPA EXTREMADURA

Avda . de la Libertad, s/n 06800 Mérida Tel. : 924 37 27 11

• UNIONS AGRARIAS ·- ~----- --

-UPA GALICIA

Romero Donallo, 38 15707 Santiago de Compostela Tel. : 981 53 05 00

l!!I UPA LA RIOJA

Milicias, 1 bis 26002 Logroño Tel.: 941 24 00 22

• UPAMADRID

Agustín de Bethencourt, 17. 6' 28003 Madrid Tel.: 91 554 18 70

• UPA MURCIA

Santa Teresa, 10 52

30005 Murcia Tel. : 968 28 13 24

• UPA NAVARRA

UPA NAVARRA Avda. de Zaragoza, 12 31003 Pamplona Tel. : 948 23 64 50

134 y 200 205 173

GOBIERNO DE CANTABRIA 114 GOBIERNO DE LA RIOJA 203 GOBIERNO DE NAVARRA 217 GOVERN BALEAR 187

94 y 102 JOHN DEERE Interior Portada y 145 AVIMES 156 y 158 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALBACETE 30 JUNTA DE ANDALUCÍA 182 AZUCARERA EBRO 39 BASF 43 BBVA 7 BIAGRO 143 C.R.D.G.P. TERNERA GALLEGA 4 CAJA CASTILLA-LA MANCHA 193 CAJA DUERO Contraportada CAJAMAR 34 CAJAS RURALES DE CASTILLA-LA MANCHA 1 O crn~A ~

COMITÉ ANDALUZ DE AGRIC. ECOLÓGICA 169

DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CÁCERES DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE PALENCIA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE TOLEDO ENESA ESTUDIOS E INGENlERÍA EUROAGRO/IBERFLORA FECOAM FERIA DE LÉRIDA FERTILIZANTES NATURALES, S.A. GABINETE TÉCNICO FORESTAL GENERALITAT VALENCIANA

248

172 JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN 88 y 190 141 JUNTA DE EXTREMADURA 199 46 KVERNELAND PIMSA, S.A. 62

148 MERCASA 166 82 NEW HOLLAND ESPAÑA, S.A. 21

149 PFIZER, S.A. 136 117 REGIÓN DE MURCIA 139 195 RIEGOS IBERIA REGABER, S.A. 49y181 146 RKD IRRIGACION, S.L. 55 y 91 144 SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ORNITOLOGÍA 178 196 VIVEROS ATANASIO NARANJO, S.L. 170

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Tarjeta AgroBanesto XXI

o o o o o o CALINDARIO ANUAL • CALINDARIO ANUAL • CALINDARIO ANUAL

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1 2 3 4 s 6 7 8 9 1 o 11 1 2 13 14 1 s 16 1 7 18 19 20 21 22 23 24 2S 26 27 28 29 30 31 32 33 34 3S 36 37 38 39 40 41 4243 44 4S 46 47 48 49 so Sl S2 S3 S4 SS 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71

72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88

~~4 ELIJA EL DIA DE~ :~~ ~~: EN QUE LE VIENE BIEN !!! ~:~ PAGAR LO QUE HA ~!! ~~~ COMPRADQ DURANT.._E~~~ 189 LA CAMPANA 201 213 214 21S 216 217 225 226 227 228 2 237 238 239 240 2 41 .... 249 2SO 251 252 25

273 274 275 276 277 2862872882892902 298 299 300 301 302 3 310 311 312 313 314 31 322323324325326327 334 33S 336 337 338 339

360 36 1 362 363 364 365

17 318 319 320 321 9 330 33 1 332 333 1 342 343 345 346

' 356 357 358 359

Con la Tarjeta AgroBanesto XXI, da lo mismo que sea tiempo de

siembra o de cosecha, q\Je usted necesite comprar semillas o hacer un

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sólo tiene que pagar una vez al año.

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