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“Hago lo que entiendo”Investigación sobre improvisación escénica.
UC: Metodología de la investigación I; introducción al campo de la investigación en danza - Trabajo final del cursoFecha de entrega: 20 de noviembre de 2018Estudiante: Cinthia CorderoLicenciatura en Danza Contemporánea
¿Qué sucede en lxs cuerpxs cuando improvisamos?
Para mi cuerpx, la improvisación es el canal para expresar la espontaneidad al
máximo donde el consciente y el inconsciente se encuentran en un juego de presencia y
receptividad en un espacio con infinitas posibilidades para explorar. Es acción y efecto, hacer algo
de pronto sin haberse preparado previamente, reiterarlo y aprender del movimiento y continuar
creando. Darse la posilidad de reconocer las dificultades, corregirse a sí mismo y cambiar en la
marcha. Es todo eso que sucede en una estructura profundamente dimensional, un espacio donde
nxs permitimos dominar información presente y acontecimientos reales. Es star disponible a lo que
puede acontecer, desenvolverse y desplegar la creatividad hacia múltiples caminos que puedan
surgir. Reconocer nuevas facetas de unx mismo y descubrirnxs trabajando individualmente y en
colectivo.
En relación a...
La improvisación se relaciona con varias disciplinas; dentro el campo de las artes
escénicas se utilizan principalmente para la creación teatral y dramaturgia. Para la danza es una
herramienta escencial en las dinámicas de creación que proporciona múltiples posibilidades en el
ejercicio del movimiento y permite fluir el contenido presente que se desarrolla en cada instancia
de creación individual o colectiva. Es totalmente funcional en la aplicación de técnicas o pautas a
seguir para el proceso creativo de cualquier artista. Sería injusto no tener en cuenta estas dinámicas
si queremos comenzar un proyecto artístico, presentarnos frente a un público, dar un discurso o
trabajar nuestra espontaneidad.
¿hago lo que entiendo?, ¿entiendo lo que hago?, ¿hay que entender?
Esta investigación nace principalmente de la curiosidad y necesidad de continuar desarrollando
aprendizajes escénicos que puedan relacionarse con la creación en danza y su lenguaje
dramatúrigico que tanto se vincula con el teatro. Un gran impulso y disparador para comenzar a
investigar al respecto en base a una experiencia de imrovisación en mi último viaje a Buenos Aires
en setiembre de este año. Allí tuve la oportunidad de participar en el taller“Teatro Recreo” a cargo
de Marta Mediavilla y Lala Rossi; un espacio donde se desarrollan dinámicas de improvisación
teatral en un formato recreativo, como paso previo al estudio de una carrera de actuación. Apuntan
a un público heterogéneo, con diversidad cultural, con la finalidad de atraer a todo aquel que le
interese desde perder el pánico escénico, hasta aquel que sólo quiere distenderse y expresar aquello
que tiene para dar.
Entre varias pautas de calentamiento corporal, de la voz, de afojar las tensiones,
bailar con ojos cerrados y desarrollar la confianza; hubo una práctica que llamó mi atención
particularmente, “hago lo que entiendo”: una dinámica de representación muy interesante donde
creamos en tiempo presente y modificándolo constantemente. Su única regla es jugársela y salir al
espacio escénico, abandonar la quietud e interpretar una propuesta, siendo previamente
concientizados que no hay error.
La práctica funciona al dejarse ver, tener vergüenza, encontrar dificultades, encontrar logros,
disfrutar, meter cuerpo, dejar de lado el pensamiento, dejar fluir la creación, reír, emocionarse,
jugar, estar disponible y entregar lo mejor de nosotrxs.
Consiste en acatar la pauta imágen de un objeto, un ser inhumano, un animal en determinado
espacio, sintiendo una emoción, realizando alguna acción con el cuerpx. Se interpreta libremente y
se aplica en su totalidad hacer lo que se entiende. Las pautas variaron desde un pantalón en una
vidriera, hasta un ojo de vidrio que habla alemán, un ventilador enamorado, un zapato de taco
luciéndose por la calle corrientes.
Esta práctica dejó tanto en mi y yo en ella, que al volver a uruguay a las clases de danza me
reencuentro con otra práctica similar, “el deseo del director”, donde también bajo pautas imágen o
cumpliendo el deseo de quien te dirige, representar con lxs cuerpxs lo propuesto, danzando y
trabajando la imaginación en modo presente y creando en movimiento.
En este proceso me acompaña la lectura de Free Play de Stephen Nachmanovicht, que reafirma y
nutre lo aprendido hasta el momento. A lo largo de esta invesigación adjuntaré algunos fragmentos
con el fin de argumentar algunos pensamientos sobre la improvisación.
¿cómo se aprende a improvisar? La única respuesta es otra pregunta: ¿Qué nos loimpide?La creación espontánea surge de lo más profundo de nuestro ser y es inmaculada y originalmente nosotros mismos. Lo que tenemxs que expresar ya está con nosotrxs, ES nosotrxs, de manera que la obra de la creatividad no es cuestión de hacer venir el material sino de desbloquear los obstáculos para su flujo natural. (Nachmanovitch, pag. 23)
A partir de estas vivencias y con las ansias de comenzar un proyecto de
acercamiento de las artes escénicas a quienes se sientan interesados por fuera de nuestro campo
académico y propio de la danza, me pregunté cuales serían las metodologías que podría tener en
cuenta para desarrollar esta idea.
El proceso
Al adentrarse en la improvisación, comienzas a notar lo relacionado que está con
lo cotidiano; desde que nos levantamos y organizamos nuestro día, hasta enfrentar cualquier
situación con alguien, ya estamos improvisando. La espontaneidad es el vehículo necesario para
adentrarse en este mundo cambios constantes. Acompañarse de la creatividad y tener en cuenta los
obstáculos que pueden aparecer en el camino, las complejidades o trabas en la creación sabiendo
que la salida es a través de ellas.
Anteriormente hablé de acercamiento a las artes escénicas, y este es el potencial
de mi investigación; compartir el arte de improvisar. Como estrategia metodológica me plantié
convocar personas que no hayan atravesado anteriormente dinámicas de improvisación y que
sintieran interés de participar de esta investigación improvisando la pauta “hago lo que entiendo”.
La invitación fue a través de facebook con el siguiente mensaje con su respectiva reiteración:
A su vez les propuse a lxs compañerxs de la licenciatura a acercarse para
observar el encuentro, compartir el aprendizaje y enriquecer nuestrxs conocimientos adquiridos.
El foco de este proyecto es investigar sobre el proceso creativo de quien se
enfrenta a una práctica de improvisación. La desición de convocar inexperientes en el campo, se
relaciona con la curiosidad de observar que sucede en los cuerpxs cuando crean de forma
espontánea, que gestos expresan, que fisicalidades se presentan, que emociones se ponen en
escena, sus singularidades, sus personalidades, su nivel de entrega, su curiosidad por descubrir lo
que va a acontecer. A su vez como se relaciona la información personal que trae cada unx en lxs
cuerpxs y como se desempeñan por fuera de su zona de confort bajo en una nueva experiencia.
Posicionarnxs en un estado de observación interior y cuestionarnxs ¿a qué recursos imaginativos y
corporales recurrimos para improvisar?
Nachmanovitch en Free play dice: “...no podemos hablar de “el” proceso
creativo, porque hay diferentes tipos de personalidad, y los procesos creativos de uno no son los
mismos que los del otro. En la lucha por la expresión del yo, muchos yoes deben expresarse. Cada
uno de nosotros debe encontrar su propio camino para penetrar en estos misterios y salir de ellos.”
Finalmente el encuentro se realizó el 5/11/18 en el salón de danza 423 de la
facultad de artes (Udelar) al cual asistieron seis colaboradores; Santiago, Guillermo, Valeria,
Andrés, Valentina y Leonardo como improvisadores y compas de la licenciatura; Inés, Marylin y
Florencia, en rol de observadoras. Cada unx realizó una improvisación de apróximadamente tres o
cuatro minutos, donde también tuvieron posibilidad de ser espectadores de si mismos y de los
demás improvisadores.
Fue interesante habitar el rol de dirección de la práctica, posición que me
permitió vivir la improvisación desde la creación de pautas y sus modificaciones de forma
espontánea, fluyendo con lo que surgía en y con cada unx de ellxs. Observar desde una visión
ingenua y disponible al aprendizaje que cada cuerpx puede compartir, logrando varios objetivos
que contribuyen a esta investigación. Decidí también permitirnos una instancia de charla y
escritura sobre lo trabajado para intercambiar desde emociones, sensaciones generadas,
descubrimientos, sorpresas y finalizando con un feedback general y personalizado sobre la
experiencia vivida.
Jugando con estrategias
Algunas estretegias metodológicas fue preguntarles; ¿cómo se sintieron sus
cuerpxs improvisando?, ¿a que sienten que se atribuye lo que improvisaron?, ¿hubo algo que les
generó un conflicto de asociación?. Otra fue la escritura automática; brindar la posibilidad de
expresar y plasmar en palabra sensaciones, emociones, movimientos, curiosidades revisando el
archivo corporal y dejando un registro de lo vivenciado. Ellxs, amigxs, conocidxs de la vida,
curiosxs por la propuesta quedaron más que contentos y yo infinitamente agradecida por el
interés, la desición y la entrega que desplegaron. Se generó un espacio de experimentación muy
enriquecedor para todxs.
En cuanto a la disposición espacial, considero que trabajar la improvisación en
un contexto de contención y cuidado habilita a la comodidad del improvisador alimentando su
habilidad de creación, el hecho de convocarlos a trabajar en el salón de danza, le aportó una cierta
formalidad y respeto hacia la investgación por todxs los que participamxs. De esta manera se logra
vivir una experiencia colectiva de conexión con unx y con lxs demás, enriqueciendo nuestrxs
cuerpxs y nuestra imaginación.
Me pregunto, basándome en la experiencia comentada, ¿cuál es la incidencia del
contexto donde se desarrolla la improvisación? ¿qué nos atraviesa en el instante de interpretar para
crear espontáneamente? ¿nos dejamos llevar sólo por la orden de dirección o nos permitimos
generar nuevos rumbos dentro de lo pautado?
Para continuar con esta investigación, me resulta relevante preguntarme que otras
herramientas o estrategias tendría en cuenta para impulsar un proyecto como tal a futuro y si
hubiese realizado este proceso de otra manera. Fue un gran desafío para mi tomar las riendas de
esta idea y posicionarme en rol de directora y a cargo de una clase. Desde el atrevimiento y la
inexperiencia me sentí muy a gusto con lo trabajado y con ganas de aprender más al respecto. Sin
embargo la inexperiencia entre todxs lxs roles que se relacionaron en este trabajo nxs brindó un
disparador para continuar desarrollando ideas y proyectos de cada unx, sumando las posibilidades
de modificación para mejorar resultados.
Estas y otras preguntas formaran parte de un proceso de investigación que
continuaré desarrollando.
Conclusión entre realidad y lecturas
La fuente viva de la observación de las improvisaciones aportó mucha
información a la investigación, pero acompañarlo con la lectura de Free Play de Stephen
Nachmanovitch, reforzó algunas sensaciones y conceptos sobre la improvisación que vengo
trabajando y es sin dudas un gran material para continuar leyendo y tener en cuenta en mi proceso
como artista. En dicho libro se encuentran muchas reflexiones y verdades sobre este arte. Escribe
desde la experimentación de la improvisación en la música , reconociendo el uso de esta habilidad
en otras artes como la danza, el teatro y la literatura. Tratando la temática desde una escritura
coloquial y sencilla en su comprensión, con la finalidad de poder vincularse con distintas ramas del
arte y aportando contenido escencial como; qué es improvisar, la relación entre el yo y el mudo, la
inspiración, la creación espontánea, el proceso creativo, el tiempo, las reglas, trabajar con lo
desconocido, la comunicación, la presencia, la entrega, el impulso, entre otros.
Lo interesante de improvisar es que no hay error. Nada está bien, nada está mal,
es un estado de creación, presente, espontáneo, sorprendente, evolutivo, mutante, aventurero.
Cuando uno viaja de esta manera es libre, no debe ni tiene que hacer nada. Tal vez la única
estructuración es el horario de avión al partir. A medida que revelamos nuestra propia estructura y
ritmos internos, se prepara el escenario para aterrizar en los encuentros que brinda el azar.