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ITINERARIO DIOCESANO DE FORMACIÓN DE LAICOS RESUMEN DE LA ENCíCLICA del Santo padre Francisco “Hermanos todos” ARZOBISPADO DE VALENCIA Vicaría para el Laicado y Acción Caritativa y Social Delegación Diocesana de Apostolado Seglar

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ITINERARIO DIOCESANO DE FORMACIÓN DE LAICOS

RESUMEN DE LA ENCíCLICA del Santo padre Francisco

“Hermanos todos”

ARZOBISPADO DE VALENCIAVicaría para el Laicado y Acción Caritativa y Social

Delegación Diocesana de Apostolado Seglar

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RESUMEN DE LA ENCíCLICA del Santo padre Francisco1 “Hermanos todos”

Sobre la amistad y la fraternidad social

Introducción

La Encíclica está basada en cuestiones de fra-ternidad y amistad social. Toman la forma de encíclica los temas planteados en el Documento sobre la Fraternidad Humana por la paz mun-dial y la convivencia común firmada con el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb en febrero de 2019.

Se dirige a todas las personas que hagan de esta reflexión una apertura al diálogo. El título proviene de una expresión de san Francisco de Asís “Fratelli Tutti” (Hermanos todos) (Admoni-ciones 6,1) que usaba san Francisco para pro-poner una forma de vida con sabor a Evangelio.

El Papa invita a todos a renovar la esperan-za dirigida a todos sus hermanos y hermanas en un mundo herido, puesto de rodillas por la pandemia del coronavirus y otra crisis de po-breza, racismo y violencia. Con esta Encíclica sugiere formas en las que podemos construir un mundo más justo y pacífico, reconociéndo-nos como hermanos y hermanas de la familia humana.

1. Las sombras de un mundo cerrado

En el primer capítulo se pasa revista a las ten-dencias del mundo actual que obstaculizan el desarrollo de la fraternidad universal: dere-chos humanos insuficientemente universales, confrontación, injusticia entre pueblos y socie-dades, crecimiento de la opulencia en mino-rías con desprecio de los más pobres, resenti-mientos entre pueblos, cultura de lo inmediato sin perspectiva de un proyecto común, falta de atención a la Casa Común y, en ella, la exclu-sión, maltrato y violencia a las mujeres y los ni-

“HERMANOS TODOS”ños… «La sociedad globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos». Una visión que suscita la urgencia de convertirnos en un nosotros, que se preocupa de la Casa Común y que debe enfrentarse tantas veces a poten-cias económicas que olvidan o silencian el su-frimiento de tantas personas. Ante esto, Fratelli Tutti señala que «el camino es la cercanía y la cultura del encuentro». Dios sigue derramando en la humanidad semillas de bien. El bien, el amor, la justicia y la solidaridad han de ser conquistados cada día.

2. Un extraño en el camino

La Encíclica se centra en la figura del Buen Samaritano, icono de la propuesta que cabe desarrollar para que la fraternidad pase de ser un sueño a ir haciéndose realidad. Es un recor-datorio nuevo inscrito como ley fundamental de nuestro ser y que lleva a encaminarse ha-cia la búsqueda del bien común, a ser vecino de los demás, a vivir de tal modo que todo lo humano nos concierne. De los personajes de la parábola (los salteadores, el herido y los que pasan de largo) la Encíclica nos interpela: «¿Con quién te identificas? ¿Quién es tu próji-mo?» Jesús no nos invita a preguntarnos quié-nes son los que están cerca de nosotros, sino a volvernos nosotros cercanos. La Encíclica nos invita a ser parte activa en la rehabilitación de las sociedades heridas. ¿Seguiremos de largo o nos detendremos ante los heridos del cami-no? Ante el dolor y las heridas, la salida es ser como el buen samaritano.

3. Pensar y gestar un mundo abierto

Jesús decía que «todos vosotros sois herma-nos» (Mt 23, 8). El individualismo radical des-truye nuestra relación con los demás, nos hace creer que todo consiste en dar rienda suelta a nuestras propias ambiciones como si el bien común se lograra por la acumulación de los intereses particulares. Es necesario promover el bien moral y el valor de la solidaridad, el de-recho a vivir con dignidad no se le puede ne-

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RESUMEN DE LA ENCíCLICA del Santo padre Francisco2 “Hermanos todos”

gar a nadie y nadie debe estar excluido, haya nacido donde haya nacido. En este contexto afrontar el derecho de la propiedad privada como una realidad subordinada al destino uni-versal de todos los bienes. El Papa hace una llamada a la fraternidad universal con una ac-titud de apertura pues el ser humano encuentra su plenitud entregándose a los demás. El amor reclama una mayor capacidad de acoger a otros, integrando las periferias. Promover el bien significa promover los valores que llevan al desarrollo humano integral: toda persona es valiosa y tiene el derecho a vivir con dignidad. No hay mundo abierto, sin corazón abierto.

4. Un corazón abierto al mundo entero

El gran tema son las migraciones. Francis-co invita a tener un corazón abierto al mun-do porque las diferencias étnicas y culturales representan una posibilidad de crecimiento. Para ello se necesita cambiar las políticas que hacen y crean fronteras e impiden la incorpo-ración de los migrantes. Por eso, trabajar para desarrollar corredores humanitarios abiertos, garantizar la vivienda y los servicios esencia-les, ofrecer oportunidades de trabajo y capaci-tación, proteger a los menores, garantizar la li-bertad religiosa y promover la inclusión social son elementos que necesitan para su logro un gobierno global, una colaboración internacio-nal. Podemos pensar así en la realidad de una gran familia humana, de una fraternidad uni-versal. Para trabajar en pos de la fraternidad universal se nos invita a (1) acoger, proteger, promover e integrar a las personas migrantes y a todos los marginados; (2) desarrollar la consciencia de que nos salvamos todos o no se salva nadie y (3) buscar un ordenamiento mun-dial jurídico, político y económico que tienda hacia el desarrollo solidario de todos los pue-blos. «La verdadera calidad de los distintos países del mundo se mide por la capacidad de pensar también como familia humana. Dios siempre da gratis».

5. La mejor política

«La caridad, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la ley» (cf. Mt 22, 36-40). La mejor política para hacer posible el desarrollo de una comunidad mundial capaz de realizar la fraternidad de los pueblos y naciones que viven la acción social ha de ser un servicio que tiene como centro la dignidad de la persona, de toda la persona y de todos; es decir, el bien común. El Papa recuerda que la política no debe someterse a la economía ni ésta a los dictados de una eficiencia tecnocrática. No se puede justificar una economía sin política que busca, ante todo, ayudar a las personas, curar las heridas, superar el sufrimiento. Los políticos están llamados a cuidar la fragilidad de los pueblos y las personas. «La caridad social nos hace amar el bien común y nos lleva a buscar efectivamente el bien de todas las personas, en la dimensión social que las une». En la ac-tividad política cada persona es sagrada y merece nuestro cariño y nuestra entrega, pues «si logras ayudar a una sola persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de tu vida».

6. Diálogo y amistad social

«Dialogar» significa acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de com-prenderse y buscar puntos de contacte. La cul-tura del encuentro se puede resumir con el prin-cipio de que de todos se puede aprender algo, nadie es inservible u nadie es prescindible. El verdadero diálogo es lo que permite respetar la verdad de la dignidad humana. La paz se construye con el diálogo que tiene como pila-res la verdad y la justicia y como orientación radical el amor y la misericordia. Trabajar en favor del diálogo constituye una tarea funda-mental de toda sociedad. Superar las actitudes sistemáticas de confrontación y promover pun-tos de encuentro cuyo centro son la dignidad de la persona y el bien común. En todo este camino se trata de volver a empezar desde los últimos porque son ellos quienes mayormente necesitan reconocimiento y promoción. No se

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RESUMEN DE LA ENCíCLICA del Santo padre Francisco3 “Hermanos todos”

El Papa recuerda el documento de 4 de fe-brero 2019 en Abu Dabi con el Gran Imán Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyib, el tema de la fra-ternidad para la paz y la convivencia en el mundo, un camino que se va tejiendo con la colaboración y mutuo conocimiento, en favor de aquellas causas que promuevan la fraterni-dad universal.

niega el valor de cada uno, la propia respon-sabilidad, pero no como un absoluto que todo lo somete en función de su propia realización con olvido de su condición social, fraterna. «El auténtico diálogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro».

7. Caminos de reencuentro

La artesanía de la paz. Jesús nunca invitó a fomentar la violencia o la intolerancia. El Evan-gelio pide perdonar «setenta veces siete» (Mt 18, 22). «Pido a Dios que prepare nuestros corazones al encuentro con los hermanos más allá de las diferencias de ideas, lengua, cultu-ra, religión». Es la tarea de primer orden que incluye la memoria y el perdón, la aceptación de las diferencias y la búsqueda de lo que nos une, trabajar para impedir las persecuciones por diversas razones, la trata de esclavos, las masacres étnicas… El valor de la vida es un imperativo moral y humanitario, que lleva a cuestionar la guerra como pérdida y derrota; la carrera armamentística y la pena de muerte son formas de garantizar la vida de otras per-sonas del injusto agresor.

8. Las religiones al servicio de la fraternidad del mundo

Las religiones ofrecen una contribución precio-sa para la construcción de la fraternidad y la defensa de la justicia. En su centro, la alaban-za a Dios va unida al amor al prójimo. Una perspectiva dual, necesaria cultivar, pues se da el caso entre nosotros de formas de vivir la fe que justifican comportamientos violentos e injustos. Los líderes religiosos están llamados a ser auténticos “dialogantes”: a trabajar en la construcción de la paz como auténticos me-diadores.

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Lee la Encíclica del Santo Padre Francisco completa en el siguiente enlace:

Nota

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