“Por tanto, también vosotros estad preparados;…” · Recuerden que la fe viene por el oír de la palabra de Dios. Romanos 10:17. Por lo tanto, cuando se sienten a leer la palabra

Octubre - Diciembre 2018

“Por tanto, también vosotros estad preparados;…”Mateo 24:44

Bienaventuradopág. 3

La Religión en la Familiapág. 5

¿Cómo entró el pecado en el mundo? pág. 9

“Yo soy el Buen Pastor”pág. 13

Obra Misionera a Nivel Mundialpág. 14

Creo que estamos en los límites del mundo eterno, y estoy intentando mantenerme en constante comunión con el Señor. Aprecio la vida eterna y nada me separará del amor de Dios. Deseo educar y adies-

trar constantemente mi alma para que repose en Jesús, y para que obtenga fuerza espiritual de él. Dios quiere que tengamos un conocimiento expe-rimental de Cristo; entonces seremos fieles testigos de Dios, y daremos testimonio, mediante nuestras palabras y acciones, de la gracia de Cristo...

Temo muchísimo que numerosos jóvenes relacionados con la obra de Dios no conozcan a mi Salvador. Cuando pienso en la obra que Dios está ha-ciendo por el hombre me lleno de admiración cuando veo que Dios toma a los pobres seres caídos para darles poder moral, de manera que se manifies-te en ellos la obra interior de su gracia, para transformar el carácter y lograr que los hombres sean aptos para las mansiones que Dios está preparando para ellos, para comparecer delante de Dios, para ser compañeros con los ángeles y para tener comunión con Dios. ¡Oh, cuánto anhela mi corazón encontrarse entre los que caminarán con Jesucristo en la tierra nueva!...

La obra de nuestra vida aquí debe consistir en prepararnos para la eter-nidad. No sabemos cuán pronto puede terminar la obra de nuestra vida, y cuán esencial es que nuestra naturaleza baja y pecaminosa sea vencida, y que recibamos la imagen de Cristo. No tenemos tiempo que perder. Necesita-mos prepararnos cada día para la eternidad. Se nos concede tiempo en esta vida para buscar la dádiva de la vida eterna. Dios nos ha concedido un tiem-po de prueba, y si vivimos nuestros setenta años, ¡cuán corto es este perío-do para obrar nuestra salvación! Comparemos entonces este lapso con la vida que se equipara con la de Dios. Nuestro corto tiempo de prueba puede terminar en cualquier momento. Entonces, cuán fervientes deberíamos ser a fin de asegurarnos un título indiscutible para un hogar en la tierra nueva...

Mi inquietud consiste en hacer la obra que el Maestro me ha confiado y que nada me aparte de ella... Debemos tratar de ser uno con Dios. Su in-terés debe ser el nuestro, como asimismo sus sentimientos y sus designios. Conocemos el amor de Dios por los pecadores y el infinito sacrificio que se ha hecho para salvar a las almas que perecen; entonces, unámonos con Cristo en esta gran obra.—Carta 82, del 18 de abril de 1887, dirigida a Edson y Ema White. (Cada Día con Dios, 115).

Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre

vendrá a la hora que no pensáis. Mateo 24:44.

2 El Guardián del Sábado

Vol. 93, No. 4Faro de esperanza, fe y verdad en un mundo confuso.

Nosotros creemos que:• El omnisapiente Dios creó todas las

cosas en el universo por medio de su Hijo Jesucristo; Él es el Dueño y Sustentador.

• Hizo frente al desafío a su amoro-so liderazgo y autoridad mediante la reconciliación del mundo a sí mismo a través de la vida, muerte y resurrección de su Hijo, el Verbo hecho carne.

• El Espíritu Santo, quien es el repre sentante de Jesús en la tierra, con-vence de pecado, guía hacia la ver-dad y da fortaleza para vencer toda injusticia.

• La Biblia es el registro de la forma cómo Dios ha tratado a la humani-dad y es el estandarte de toda doc-trina; los Diez Mandamientos son la transcripción de su carácter y el fundamento de toda reforma dura-dera.

• Su pueblo, en armonía con la Pala-bra de Dios y bajo la dirección del Espíritu Santo, llama a todos los hombres de toda raza y lugar para que se reconcilien con Dios me-diante la fe en Jesús.

• La profecía bíblica revela que la his-toria de esta tierra pronto llegará a su fin con el regreso visible de Je-sucristo como Rey para tomar con-sigo a todos los que le hayan acep-tado como su Señor y como único Redentor del mundo.

Publicación oficial de la Sociedad Misionera In-ternacional de la Iglesia de los Adventistas del Septimo Día Movimiento de Reforma, 625 West Avenue, Cedartown, GA 30125, EE.UU. Teléfono: 770-748-0077. Fax: 770-478-0095. Email: [email protected]. Página Web: www.sda1844.org.EL GUARDÍAN DEL SÁBADO es publicado cuatro veces por año por el Departamento de Publicaciones de la Conferencia General.Impreso y distribuido por Religious Liberty Pu-blishing Assn., 9999 East Mississippi Avenue, Denver, CO 80247-1927, U.S.A. Correo postal o Email a las órdenes de suscripción: 9999 East Mississippi Avenue, Denver, CO 80247 / [email protected]. Suscripción por año (unicamente US $): EE.UU.: $30; Otros paises: $45. Teléfono: 916-765-3389 / Página Web: www.sda1888.org.

BienaventuradoEstará Feliz Esperando el Tiempo Culminante

Carlos Spurgeon contó una anécdota de un espo-so irreligioso y su esposa religiosa de voto. Ella se llamaba María y él Ricardo. Ricardo le dice de una

manera burlona a María mientras ella se preparaba para ir a la iglesia, “María, vete a la iglesia por los dos. Ora por no-sotros dos, por mí y por ti.” Ella salió como de costumbre temprano en la mañana a la iglesia y él se quedó en la cama. Santiago volvió a quedarse dormido y tuvo un sueño que le conmovió. Soñó que tanto María como él mismo llegaron a las puertas perlinas del paraíso de Dios. Allí ante las puer-tas, se apareció el apóstol Pedro. Pedro entonces le dijo a María—“María, tu entra por los dos.” Al verse fuera de la ciudad santa y separado de su esposa, Santiago despertó asustado y cubierto de sudor. Había sido tan real su sueño que decidió que él también iría a la iglesia con su esposa María para no perder su entrada al paraíso.

El cristianismo hoy está soñoliento, desplazado y des-interesado. Pero hay un libro que nos puede despertar del letargo espiritual. Es el Apocalipsis. Apocalipsis significa lite-ralmente “mover el telón” del futuro. Muchos, tanto laicos como pastores, no comprenden su mensaje en símbolo.

Es sorprendente que el mismo Martín Lutero, el más famoso y renombrado de todos los reformadores del Re-nacimiento, no entendía el Apocalipsis y concluyó que no era inspirado sino un libro apócrifo. Por eso, lo colocó al final del canon bíblico. Quizás no podía comprender sus tantos símbolos como langostas semejantes a caballos y con aguijones de escorpiones, almas muertas sufriendo y pidiendo clemencia debajo del altar, y una mujer ramera que se volvía ebria por beber la sangre de los mártires.

Sin embargo, Jesús profetizó que los últimos serán los primeros. Y el Apocalipsis que aparece al final de nuestro Nuevo Testamento debe “ocupar el primer lugar en el pen-samiento de los hijos de Dios.”1

BienaventuradoLa palabra original en griego para bienaventurado es

makarios. Literalmente, makarios significa feliz o bendito.2 “Bendito el que lee, oye y guarda las palabras de la profecía de Apocalipsis.” Además, de dicha palabra se parece a kai-ros que significa tiempo.3 Así que esta bienaventuranza da

felicidad y bendición todo el tiempo al que sigue el consejo divino.

Hay 7 bienaventuranzas en el libro profético del apo-calipsis. Lo fascinante es que mientras más nos acercamos al final del libro, las bienaventuranzas aumentan, se hacen mas frecuentes. La palabra makarios aparece más frecuen-temente hacia el final, que al principio del libro profético. Observa la tabla 1. ¿Qué significa esto? Pues que mientras nos acercamos al fin del tiempo, Dios desea concederles más bendiciones a sus hijos e hijas. Y no es casualidad que 6 de las 7 bendiciones comienzan con el tercer mensaje angélico y refiriéndose principalmente a los 144,000.

Tabla 1. Las 7 Bienaventuranzas del Apocalipsis

Leer y OírEl evangelista Lucas nos dice que dicho mensaje de oír

y observar es de Jesús: “Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.” Lucas 11:28.

Antiguamente, los edictos del emperador romano eran leídos en público y la gente se congregaba para oír el men-saje del emperador. El desobedecer traía una penalidad de multa, cárcel, destierro o muerte. Pero en este caso el agente motivador es una promesa y bendición. “Feliz será el que lee, oye, y guarda las palabras de la profecía.”

3El Guardián del Sábado

“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca.” Apocalipsis 1:3.

“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca.” Apocalipsis 1:3.

Idel Suarez Moleiro

TEXTO BÍBLICO Bienaventuranza Apocalíptica

Apocalipsis 1:3 Bienaventurado el que lee, oye, y guar-da las palabras de la profecía

Apocalipsis 14:13 Bienaventurado los que mueren en el Señor

Apocalipsis 16:15 Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas

Apocalipsis 19:9 Bienaventurado los que son llamados a las bodas del Señor

Apocalipsis 20:6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección

Apocalipsis 22:7 Bienaventurado los que guardan las palabras de esta profecía

Apocalipsis 22:14 Bienaventurado los que guardan los mandamientos


Además, hasta hace poco la costumbre era leer en alta voz. Cuando el apóstol Pablo escribía sus cartas y las envia-ba a las iglesias, el aconsejaba que se reuniera la congrega-ción para oír la lectura de sus epístolas. Los psicólogos nos dicen que hay mayor retención del mensaje que leemos si lo leemos en alta voz.

Recuerden que la fe viene por el oír de la palabra de Dios. Romanos 10:17. Por lo tanto, cuando se sienten a leer la palabra de Dios, léanla en alta voz para mayor com-prensión, retención, y felicidad. Así oirán lo que leen.

GuardarPero la bendicíon o felicidad, el makarios, del Espíritu

no puede tomar raíz hasta que el lector y oyente guarde o viva lo que aprendió. Hay que hacer la voluntad de Dios expresada en su palabra. Hay que guardar y compartir la palabra. Hay que vivirla para ser netamente feliz todo el tiempo.

La palabra “guardar” aparece 11 veces en el Apocalipsis. Y ¿qué hemos de guardar? Pues lo que hemos leído y oído en la profecía de Apocalipsis. Y ¿Qué hemos leído y oído de esa profecía? Pues que los santos de los últimos días, los siervos de Dios, los que entrarán por las puertas perlinas y vencerán al pecado, al mundo, al diablo y sus demonios, y al mismo yo, guardan los diez mandamientos. Repetidas veces el libro profético del Apocalipsis relata que los hijos e hijas de Dios en el último tiempo guardan los diez man-damientos.

“Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus hijos, los que guardan los Manda-mientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús”. Apoca-lipsis 12:17.

“¡Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los Mandamientos de Dios y la fe de Jesús!” Apocalipsis 14:12.

“¡Dichosos los que guardan sus Mandamientos, para que tengan derecho al árbol de la vida, y entren por las puertas en la ciudad!” Apocalipsis 22:14.

El tiempo está cercaDios desea que su pueblo este bendito y feliz en el

Espíritu todo el tiempo aún al acercarse más al fin. Ese tiempo que se acerca se refiere a la segunda y tercera venida de Cristo.

En la segunda venida, la iglesia es su esposa por la cual el viene. Apocalipsis 19:7, 8. Y en la tercera venida, la ciudad es la esposa y los santos son los invitados. Apocalipsis 21:2. En los dos casos necesitamos comprender que “el tiempo está cerca” implica una gran fiesta de bodas y la llegada del esposo. Jesús es el esposo en sus dos venidas.

El tiempo de las bodas se acerca y debemos preparar-nos para ella. Debemos guardar la fecha y alistar nuestras ropas espirituales para dicho evento.

A las niñas les encantan y se gozan al hablar de sus bodas y planificarla con años de anterioridad. Mis hijas cuando tenían dificultad entre ellas, se regañaban y amo-nestaban diciéndose una a la otra: “Si sigues así, no te voy a invitar a mi boda.” Ese era el mayor insulto que se les imaginaba.

Como a mis niñas, a Dios también le gusta las bodas y desea invitarnos a participar de las bodas del Señor. Y una de las bienaventuranzas del Apocalipsis trata de esa invita-ción a las bodas del Cordero.

Apocalipsis 19 con alegría anuncia la llegada de “las bo-das del Cordero” como algo añorado y esperado. Apoca-lipsis 19:7. Además declara que “Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.” Apoca-lipsis 19:9.

Al confesar el nombre de Jesús como tu Salvador, eres automáticamente invitado o llamado a las bodas. Pero Je-sús declaró que aunque muchos son llamados pocos son escogidos. Todos no son llamados a las bodas y menos aún son escogidos. Mateo 21:14.

A la iglesia de Laodicea especialmente se le invita a ce-nar con el Cordero en sus bodas. Es un llamado personal y la esperanza de una reforma. Jesús mismo presenta la invi-tación a la cena pues nos considera sus amigos y familiares. “Yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a su casa, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis 3:20.

Hay que prepararse para las bodas para no ser rechaza-do. Mateo 21:11-13. Hay que vestirse de un ropaje de lino fino que “es las acciones justas de los santos.” Apocalipsis 3:27. Necesitamos el ropaje que el mismo Rey nos conce-de—la túnica espiritual de Cristo Nuestra Justicia.

El apóstol Pablo lo presenta como bautizarse en Cristo y revestirse de Cristo. “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.” Gálatas 3:27. Esto significa revivir la vida de Cristo en nuestra car-ne y experiencia como testimonio al mundo del amor de Dios. Es vivir una vida de fe y obras justas. Es confiar plena-mente en la plenitud de Cristo realizada a nuestro favor y para su gloria eterna. Es guardar lo que hemos leído y oído de sus cartas de amor invitándonos a las bodas.

Realmente, es una dicha vivir en este último tiempo ante tanta expectación de ser testigos de los últimos even-tos y recibir cada vez más makarios o bendiciones por los méritos de Cristo. Bienaventurado, feliz, y dichoso sean los que leen, los que oyen, y guardan todas las cosas escritas en el libro profético del Apocalipsis, pues el tiempo y la celebración culminante de ver al esposo Jesucristo está cerca. Amén.

1 Elena G. de White, Joyas de los Testimonios, tomo 3, 279.2 James Strong, Diccionario Strong de palabras griegas del Nuevo Testamento, Nueva Concordan-cia Strong Exhaustiva (Miami: Editorial Caribe, 2002), 52. Es la palabra griega número 3107 y sig-nifica bendecido, afortunado, bien librado, dichoso y glorioso.3 James Strong, Diccionario Strong de palabras griegas del Nuevo Testamento, Nueva Concordan-cia Strong Exhaustiva (Miami: Editorial Caribe, 2002), 42. Es la palabra griega número 2540 y sig-nifica ocasión, tiempo fijo o apropiado, oportunidad, sazón, tiempo.

La Religión en la Familia

La promesa mesiánica impartida a los primeros seres hu-manos, después de la caída, y reiterada a lo largo de los siglos, llegó a su primer cumplimiento en la venida de

Jesús a la tierra como hombre. Sin embargo, esta promesa también es vinculante a todas las familias de la tierra en la actualidad, ya que la garantía de la bendición divina y el gozo celestial, se nos aseguran a través de la presencia de Cristo en el más estrecho de los vínculos humanos.

El primer advenimiento de Jesús, ocurrido hace alrede-dor de dos mil años, no sólo entrelazó el cielo con la tierra por medio de la sangran expiatoria del Cordero divino, sino que impartió infinitas y múltiples bendiciones celestiales a los seres humanos a través del nacimiento, vida, sufrimiento, muerte y resurrección de nuestro amado Salvador.

Las Sagradas Escrituras hacen una mención específica al plan de salvación en relación a la bendición de la familia, pues declara: Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra (Efesios 3:14, 15).

“Podemos tener la salvación de Dios en nuestra familia; pero debemos creer en ella, vivir para ella y tener una con-tinua y permanente fe y confianza en Dios. … La restricción que la Palabra de Dios nos impone es para nuestro propio interés. Aumenta la felicidad de nuestra familia, y proporcio-na paz a la mente y al fin la vida eterna” (Conducción del Niño, pág. 457). Así, pues, existe una estrecha relación entre la salvación y la condición o estado de la familia, pues es el propósito divino que las familias del cielo y de la tierra sean una por medio de Cristo, el vínculo entre Dios y la huma-nidad.

“… MIEMBROS DE LA FAMILIA DE DIOS” EFESIOS 2:19

Dios nos ha llamado individualmente al conocimiento de su verdad y su acción salvadora en nosotros también es personal. Así como las familias terrenales se componen de individuos, según el diseño divino, del mismo modo la ce-lestial. Como consecuencia, el círculo íntimo de la familia se encuentra influenciado fundamentalmente por los dos seres principales que la forman: el hombre y la mujer. Cada uno de ellos aporta a este nuevo hogar su carácter, personalidad, conocimiento, pasado, experiencia y espiritualidad. De este

modo, la suma final del nivel religioso de la familia dependerá directamente de ambos cónyuges, pues en la proporción que se encuentren unidos con Dios, serán capaces de irradiar esta influencia sobre los demás miembros de la familia, la iglesia y todas las demás personas con las que se relacionen.

Los principios y valores que rijan la vida de los fundado-res de la familia, del hombre y la mujer, se manifestarán en la calidad de su espiritualidad y serán éstos los que caracte-rizarán, también, a todos los que forman parte de ese hogar. ¡Cuán solemne es entonces mi relación con Dios! No sólo decide mi vida futura, mi salvación, sino también influye en la de los demás, al imprimir sobre la vida presente de los otros miembros de la familia, tanto las debilidades, los defectos y los pecados, como también el valor, la abnegación, los logros y virtudes, nacidos de los frutos celestiales y madurados en el carácter. Decidamos hoy qué influencia ejerceremos; qué herencia impartiremos a nuestros hijos y qué poder dirigirá nuestras vidas.

“Hombres y mujeres pueden alcanzar una norma ele-vada, si tan sólo quieren reconocer a Cristo como su Sal-vador personal. Entregándolo todo a Dios, velad y orad. El saber que lucháis para obtener la vida eterna os fortalecerá y consolará a ambos. Habéis de ser luces en el mundo por vuestros pensamientos, palabras y actos. Disciplínaos en el Señor; porque Él os ha confiado cometidos sagrados, que no podéis desempeñar debidamente sin esa disciplina. Por creer en Jesús, no sólo habéis de salvar vuestras almas, sino que por precepto y ejemplo debéis procurar salvar otras almas. Haced de Cristo vuestro modelo. Ensalzadle como al único que puede daros poder para vencer. Destruid por completo la raíz del egoísmo. Magnificad a Dios, porque sois sus hijos. Glorificad a vuestro Redentor, y Él os dará un lugar en su reino” (El Hogar Adventista, pág. 83).

“… yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me serán a mí por pueblo” Jeremías 31:1

El deseo del Cielo acerca de la familia se encuentra clara-mente expuesto a continuación: “El que creó a Eva para que fuese compañera de Adán… Había dispuesto que hombres y mujeres se unieran en el santo lazo del matrimonio, para formar familias cuyos miembros, coronados de honor, fueran reconocidos como miembros de la familia celestial” (El Mi-nisterio de Curación, pág. 275).


“… y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente” Génesis 28:14

“… y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente” Génesis 28:14

Raquel Orce-Sotomayor

• AMOR

“Permanezca el amor fraternal” Hebreos 13:1. El amor que recibimos de Dios que nos lleva a amar a nuestros semejantes en la misma medida que hacemos nuestro el amor divino, viniendo a ser el principio impulsor en nues-tra vida. “Sobre todas las cosas, los padres deben rodear a sus hijos de una atmósfera de alegría, cortesía y amor” (El Hogar Adventista, pág. 386).

• UNIDAD“Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo

de la paz” Efesios 4:3. La unidad es el principio vinculador en el ámbito familiar, tanto entre los esposos con los hijos como, especialmente, con el Cielo. “Acercarse a Cristo es acercarse unos a otros. El secreto de la verdadera unidad en la iglesia y en la familia no estriba en la diplomacia ni en la administración, ni en un esfuerzo sobrehumano para vencer las dificultades –aunque habrá que hacer mucho de esto- sino en la unión con Cristo” (El Hogar Adventista, pág. 158.

• OBEDIENCIA“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia

a la verdad,…” 1 Pedro 1:22. La obediencia debe ser el principio regidor en todos los comportamiento familiares, de modo que Dios y su Palabra sea la norma distintiva en todas las acciones y decisiones. “Cuando Cristo está en el corazón, se le trae a la familia. El padre y la madre sienten cuán importante es vivir en obediencia al espíri-tu Santo para que los ángeles celestiales,… los atiendan como maestros en el hogar y los eduquen y preparen para la obra de enseñar a sus hijos” (El Hogar Adventista, pág. 291).

• FIDELIDAD“Y … procedían con fidelidad en la obra; …” 2 Cró-

nicas 34:12. La fidelidad es el principio gemelo de la obe-diencia y el elemento amalgamador de la unidad en Dios y entre los seres humanos. “Los hijos deben ver en la vida de sus padres un espíritu consecuente con su fe. Llevando una vida que concuerde con sus principios y ejerciendo dominio propio, los padres deben amoldar el carácter de sus hijos” (El Hogar Adventista, pág. 291).

• DEDICACIÓN“… lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida…”

1 Samuel 1:11. La dedicación o consagración a Dios en cuerpo, alma y espíritu debe ser el principio edificador de toda relación humana exitosa. “La instrucción religiosa sig-nifica mucho más que la instrucción común. Significa que debemos orar con nuestros hijos, enseñarles cómo deben acercase a Jesús y hablarle de todo lo que necesitan. Signi-fica que en nuestra vida debemos demostrar que Jesús lo es todo para nosotros…” (El Hogar Adventista, pág. 286).

• CORTESÍA“… sino amables, mostrando toda mansedumbre para

con todos los hombres” Tito 3:2. La cortesía nacida de Dios no corresponde a un simple comportamiento según las normas humanas de educación, sino que es un principio nacido del amor y respeto a toda persona. “La esencia de la verdadera cortesía es la consideración hacia los demás. … La cortesía cristiana es el broche de oro que une a los miembros de la familia con vínculos de amor y los estrecha más y más con cada día que pasa” (El Hogar Adventista, pág. 383).

• TOLERANCIA “… soportándoos con paciencia los unos a los otros en

amor” Efesios 4:2. La tolerancia como principio es posible gracias a la fuerza motriz que lo impulsa: el amor. “…cada miembro de la familia debe considerar y respetar como sagrados los sentimientos y derechos ajenos” (El Hogar Adventista, págs. 386, 387).

• ENTREGA“… me amó y se entregó a sí mismo por mí” Gálatas

2:20. La entrega es el principio paralelo al amor, ya que el primero es la consecuencia del segundo. “Debiéramos olvidarnos de nosotros mismo y buscar siempre oportu-nidades de alentar a otros, de aliviar sus pesares y cargar mediante actos de tierna bondad y menudas atenciones hechas con amor” (El Hogar Adventista, pág. 387.

• ALEGRÍA“… llenando… de alegría nuestros corazones” He-

chos 14:17. La alegría es un don del Cielo que debe ser


Si la meta de la familia terrenal es la de un día formar parte de la familia celestial, sus integrantes deben relacionarse con los valores envueltos en alcanzar este propósito.


un principio motivador en nuestra vida diaria, pues Dios nos la imparte en su gracia salvadora. “Cultivad la simpatía hacia los demás. Dejad que la alegría, la bondad y el amor compenetren el hogar” (El Hogar Adventista, pág. 392).

• SANTIDAD “… perfeccionando la santidad en el temor de Dios” 2

Corintios 7:1. La santidad debe ser un principio constante, progresivo y al mismo tiempo una meta diaria a conseguir por medio del Señor. “Y cuando las familias terrenales sean dirigidos correctamente, la misma santificación del Espíritu se comunicará a la iglesia” (El Hogar Adventista, pág. 275).

• DISCIPLINA “… criadlos en disciplina y amonestación del Señor”

Efesios 6:4. La disciplina es un principio corrector y regula-dor del comportamiento, de acuerdo a los mandamientos de los Alto, y al mismo tiempo una demostración auténtica de verdadero amor. “Enseñad a los niños y jóvenes a ser fieles a Dios y a los buenos principios; enseñadles a respe-tar y obedecer la ley de Dios” (El Hogar Adventista, págs. 274, 275).

• ORDEN“Pero hágase todo decentemente y con orden” 1 Co-

rintios14:40. El orden y la disciplina son principios comple-mentarios en la orientación de una vida según la voluntad de Dios. “Los padres y las madres que ponen a Dios delan-te de los ángeles y delante de los hombres, presentando al mundo una familia bien ordenada y disciplinada,…” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 134).

• DEVOCIÓN “… y todas las familias de las naciones adorarán delante

de ti” Salmo 22:27. La devoción o el espíritu de solemne adoración es un principio que debe regir nuestra relación diaria con Dios en esta tierra, ya que también lo hará en el cielo. “En cada familia debería haber una hora fija para el culto matutino y vespertino. ¿No conviene a los padres re-unir en derredor suyo a sus hijos antes del desayuno para agradecer al Padre Celestial para su protección durante la noche, y para pedirle su ayuda y cuidado durante el día? ¿No es propio también, cuando llega el anochecer, que los

padres y los hijos se reúnan una vez más delante de Dios para agradecerle las bendiciones recibidas durante el día que termina?” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 92).

• EVANGELIZACIÓN“Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la

congregación te alabaré” Salmo 22:22. La evangelización, o la actividad misionera, es el principio que imparte y com-parte la verdad con todos. No puede existir un auténtico seguidor de Cristo que no realice esta labor. “Por precep-to y por ejemplo, los padres han de enseñar a sus hijos a trabajar por los inconversos. … Debe enseñárseles a ser diligentes en la obra misionera; y desde los primeros años debe inculcárseles la abnegación y el sacrificio a favor del bienestar ajeno y del progreso de la causa de Cristo, a fin de que sean colaboradores con Dios” (Joyas de los Testi-monios, tomo 3, pág. 62).

• LABORIOSIDAD“… descansarán de sus trabajos, porque sus obras con

ellos siguen” Apocalipsis 14:13. La laboriosidad, o el prin-cipio del trabajo, fue establecido por Dios mismo ya antes de la caída y continuará después de la restauración salva-dora. Nuestro trabajo debe ser hecho de tal modo que deje tras sí olor de vida para vida. “Las voces agradables, los modales amables y el afecto sincero que se expresan en todas las acciones, juntamente con la laboriosidad, el aseo y la economía, truecan hasta un tugurio en el más feliz de los hogares. El Creador considera con aprobación un hogar tal” (El Hogar Adventista, pág. 382).

• ECONOMÍA“… que cada uno sea hallado fiel” 1 Corintios 4:2. La

economía, o el principio de la buena administración de los recursos, imparte al mismo tiempo bendición y responsa-bilidad, ya que incluye no sólo los bienes pecuniarios, sino todo bien que el Señor nos ha impartidos, pues todo le pertenece a Él. “Los padres deben aprender a vivir dentro de sus recursos. Deben cultivar la abnegación en sus hijos y enseñarles por el precepto y el ejemplo. Deben hacer que sus deseos sean pocos y sencillos, a fin de disponer de tiempo para la cultura mental y espiritual” (El Hogar Adventista, pág. 341).





• RESPONSABILIDAD“… anuncie al hombre su deber” Job 33:23. La respon-

sabilidad, o sentido del deber, es un principio impartido por Dios al ser humano al confiarle su verdad, bendiciones y el sin fin de beneficios celestiales. “Enseñe toda madre a sus hijos que son miembros de la sociedad formada por la familia y que en ella deben llevar su parte de las respon-sabilidades. Cada miembro de la familia debe desempeñar estas responsabilidades tan fielmente como llevan las suyas los miembros de la iglesia con respecto a ésta” (El Hogar Adventista, pág. 255).

• SALUD“… y que tengas salud, así como prospera tu alma” 3

Juan 2. La salud es también un don del Cielo y para con-servarla debemos respetar los principios que la preservan. “… deberían familiarizarse con las leyes del desarrollo fí-sico: con la fisiología y la higiene,… la salud, el vestido, el ejercicio, y el tratamiento de las enfermedades; deberían comprender también las leyes del desarrollo mental y de la educación moral” (La Educación, pág. 268).

• PUREZA “Acerquémonos con corazón sincero, en plena certi-

dumbre de fe, purificados los corazones de mala concien-cia, y lavados los cuerpos con agua pura” Hebreos 10:22. La pureza es un principio que debe entrelazarse en todo pensamiento, acción y palabra humana, de modo que Dios pueda asistirnos. “Enseñadles a apreciar la temperancia, la pureza de pensamiento, corazón y acción, que pertenecen a Dios…” (Conducción del Niño, pág. 108).

• INSTRUCCIÓN “Camino a la vida es guardar la instrucción;…” Pro-

verbios 10:17. La instrucción, o formación en la verdad salvadora, debe ser el principio guiador en el desarrollo de nuestras vidas, nuestros amados y nuestros semejantes. “Consideremos el círculo de la familia como una escuela, en la cual preparamos a nuestros hijos para el cumplimien-to de sus deberes en el hogar, en la sociedad y en la iglesia” (El Hogar Adventista, pág. 161).

Sea nuestra petición a Dios nos conceda que la conducción de nuestras vidas, familias e iglesias esté de acuerdo a los principios y al modelo divino que deben

conformar nuestra vida religiosa. Amén.

Sea nuestra petición a Dios nos conceda que la conducción de nuestras vidas, familias e iglesias esté de acuerdo a los principios y al modelo divino que deben

conformar nuestra vida religiosa. Amén.


¿Cómo entró el pecado en el mundo?

Antonino Di Franca

Cuando el primer hombre salió de la mano del Crea-dor era puro, santo, y perfecto; él era la imagen, y semejanza de Dios en todo su ser, en su vida, pala-

bras, pensamientos, sentimientos, y deseos, todo era bue-no, recto, santo, y justo. (Génesis 1:27; Eclesiastés 7:29).

Era un ser libre en armonía con la voluntad de Dios, y podía continuar siéndolo ejerciendo su dominio sobre toda la creación. (Génesis 1:28). Desde su origen el recibió privilegios, promesas, y bendiciones, pero también instruc-ciones, y condiciones. Su vida era un don de Dios, de él dependía; también su libertad de pensamiento, decisión, y acción, estaban en estrecha conexión, y armonía a su vo-luntad. “Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, el árbol de la ciencia del bien, y del mal. Mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien, y del mal no comerás; porque el día que de él co-mieres, ciertamente morirás”. (Génesis 2:9, 16,17).

Siendo santo, y justo el hombre no tenía problema en cumplir con el mandamiento de Dios, por lo tanto no deseaba lo que él le había prohibido. Fue así hasta el día de la caída, que empezó por influencias, e insinuaciones externas, acerca del fruto prohibido. Mientras que Dios había ordenado, “no comerás”, porque si comes, “cierta-mente morirás”, la insinuación del tentador era: comeréis, porque “no moriréis”, sino, “serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien, y el mal”. (Génesis 3:4,5). Trágicamente la mujer se dejó convencer, y cedió a la tentación: “vio que el árbol era bueno para comer, que era agradable a los ojos, árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; tomó de su fruto, y comió”. (Génesis 3:6). Así empezó el camino de la desobediencia con la mujer, y con el hombre que la siguió.

En este drama encontramos varios errores; ante de todo en la evaluación, porque ella se convenció que, “el árbol era bueno para comer”, y no era así; en segundo lugar, siendo que “era agradable a los ojos”, en su concepto personal limitado, y superficial tendría que serlo en todo; al final se releva un convencimiento equivocado con ambi-

ción de alcanzar un conocimiento superior, porque llegó a la conclusión que el fruto era, “codiciable para alcanzar la sabiduría”. Todo esto revela que la mujer dio más impor-tancia a sus impresiones, deseos, y conclusiones que a la orden de Dios, denotó completa falta de fe, y obediencia a la clara orden del amado Creador.

CONSECUENCIAS

Las consecuencias de pensamientos, deseos, conclu-siones equivocados, y de la acción dañina no esperaron a hacerse sentir, porque pronto nuestros antepasados advir-tieron el sentido de culpa, se dieron cuenta, que la gloria de la cual eran revestidos había desaparecido, y “que esta-ban desnudos”. (Génesis 3: 7). Al escuchar la voz de Dios, en lugar de ir a su encuentro, “se escondieron”, detrás de los árboles. (Génesis 3:8). Cuando Dios llamó Adán, en lu-gar de responder con gozo, el hombre reveló que tenía, “miedo”, porque ahora se encontraba, “desnudo”. (Génesis 3:10). Resultaba claro que a consecuencia de su compor-tamiento, su condición había cambiado, un abismo se había producido entre el hombre, y Dios. De hijo de Dios, Adán se había vuelto siervo, y esclavo del enemigo del mal.

En esta tragedia, ante de todo lo que Adán perdió fue la confianza en Dios, y en sus palabras; en consecuencia la duda, y desobediencia, además desapareció la fidelidad, la inocencia, y la santidad. En el día de la caída, el hombre no murió físicamente, pero si espiritualmente. En el mismo momento que la voluntad de Dios quedo bajo el deseo humano, el hombre quedo vencido, separado de Dios, y esclavo del mal; en el mismo instante que comió, ya esta-ba espiritualmente muerto. “Morirás”, se realizó en aquella hora, como en el mismo día fue pronunciada su condena de muerte, y empezó la progresiva debilitación del hombre continuando de generación en generación. Empezando con la pérdida de la inocencia, al camino del pecado, la culpa-bilidad, los conscientes dolores, las tentaciones, las enfer-medades, las degeneraciones, y todo el mal en sus distintas formas hasta acabar con el salario final que es la muerte. (Génesis 3:16-19; Romanos 6:23).


Como escribe la mensajera inspirada. “La advertencia hecha a nuestros primeros padres: “Porque el día que de él comieres, morirás”. (Génesis. 2:17), no significaba que morirían el mismo día en que comiesen del fruto prohibi-do, sino que ese día sería dictada la irrevocable sentencia. La inmortalidad les había sido prometida bajo la condición de que fueran obedientes; pero mediante la transgresión, perderían su derecho a la vida eterna. El mismo día en que pecaran serían condenados a la muerte”. (Patriarcas y Profetas, pág. 44).

“Ya antes se sabía que si [nuestros primeros padres] cedían a la tentación, su naturaleza se depravaría, y no tendrían en sí mismos poder ni disposición para resistir a Satanás. (Patriarcas y profetas, pág. 35). “Cuando cedieron, una ola de angustia siguió a la transgresión de nuestros primeros padres. A Eva le pareció de poca importancia desobedecer a Dios al probar el fruto del árbol prohibido, al tentar a su esposo a que pecara también; pero su peca-do inició la inundación del dolor sobre el mundo. ¿Quién puede saber, en el momento de la tentación, las terribles consecuencias de un solo mal paso?” (Patriarcas y Profetas, págs. 44,45).

El pecado no puede ser considerado con superficiali-dad, o liviandad. No se puede reducir a un juego de curio-sidad, un experimento; el mal es una tragedia que trae ver-güenza, culpa, dolor y castigo. Recordemos. “El pecado de nuestros primeros padres trajo sobre el mundo la culpa, la angustia, y si no se hubiese manifestado la misericordia, y la bondad de Dios, la raza humana se habría sumido en irremediable desesperación”. Nadie se engañe. “La paga del pecado es muerte”. (Romanos. 6:23.) (Patriarcas y Profe-tas, pág. 45).

EFECTOS EN LOS DESCENDIENTES

Una vez que se le abrió la puerta, el pecado no quedó solo en la experiencia en la vida de Adán, y Eva, afectó también su ser, y entro en el mundo. Esto significa que to-dos sus descendientes tendrán su naturaleza, y serán seres mortales como sus primeros padres. Por esto el Espíritu de profecía escribe:

“El cielo se entristeció al saber que el hombre estaba perdido, y que el mundo creado por Dios iba a poblar-se de mortales condenados a la miseria, la enfermedad, y la muerte, sin remisión para el ofensor”. Toda la raza de Adán debía morir. Vi entonces al amable Jesús, contemplé una expresión de simpatía, y tristeza en su semblante. Su semblante era tranquilo, exento de perplejidad, y turba-ción, resplandecía de amor, y benevolencia inefable. Dijo entonces a los ángeles que se había hallado un medio para salvar al hombre perdido; que él había estado intercedien-do con su Padre, y había obtenido el permiso de dar su vida como rescate de la raza humana, y de tomar sobre sí la sentencia de muerte a fin de que por su medio pudiese el hombre encontrar perdón”. (Primeros Escritos, pág. 126; ver pág. 149).

“A consecuencia del pecado de Adán, la muerte pasó a toda la raza humana”. Todos descienden igualmente a la tumba. Debido a las disposiciones del plan de salvación, todos saldrán de los sepulcros. “Ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos”. (Hechos 24: 15). “Porque como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados”. (1 Corintios 15: 22). (El Conflicto de los Siglos, pág. 599).

LO QUE ADÁN NO PODÍA TRANSMITIR

Siendo ahora un ser débil, con una vida limitada, Adán no podía transmitir a su posteridad más de lo que el mis-mo tenía. Si este aspecto queda claro, todo el tema será más fácil de entender. “La inmortalidad prometida al hom-bre a condición de que obedeciera, se había perdido por la transgresión”. Adán no podía transmitir a su posteridad lo que ya no poseía, y no habría quedado esperanza para la raza caída, si Dios, por el sacrificio de su Hijo, no hubiese puesto la inmortalidad a su alcance. Como, “la muerte así pasó a todos los hombres, pues todos pecaron, “Cristo”, sacó a la luz la vida, y la inmortalidad por el evangelio”. (Romanos 5:12; 2 Timoteo 1:10). Y sólo por Cristo puede obtenerse la inmortalidad”. (El Conflicto de los Siglos, pág. 588).

NATURALEZA PECAMINOSA

Esto es un punto fundamental en la compresión del problema del pecado; el hombre caído, tenía una natura-leza pecaminosa, débil, y depravada, esa iba a trasmitir a todos los descendientes. Haciendo referencia a este parti-cular, el Espíritu de profecía nos informa que esta es la ra-zón por la cual nosotros tenemos la misma naturaleza. “Era posible para Adán, antes de la caída, conservar un carácter justo a la obediencia de la ley de Dios”. Más no lo hizo, y por causa de su caída tenemos una naturaleza pecaminosa, y no podemos hacernos justos a nosotros mismos. Pues-to que somos pecadores, y malos, no podemos obedecer perfectamente una ley santa. No tenemos por nosotros mismos justicia con que cumplir lo que la ley de Dios de-manda. “Más Cristo nos ha preparado una vía de escape”. (El Camino a Cristo, pág. 62).

NATURALEZA DEPRAVADA

Después de la caída al hombre, “les dijo que su natu-raleza se había depravado por el pecado, que había dismi-nuido su poder para resistir al mal, y que habían abierto la puerta para que Satanás tuviera más fácil acceso a ellos”. “Si siendo inocentes habían cedido a la tentación; ahora, en su estado de consciente culpabilidad, tendrían menos fuerza para mantener su integridad”. (Patriarcas y Profetas, pág. 46:1).

“Cuando el hombre quebrantó la ley divina, continua la mensajera inspirada, su naturaleza se hizo mala, llegó a


estar en armonía, y no en divergencia con Satanás. No pue-de decirse que haya enemistad natural entre el hombre pecador, y el autor del pecado. Ambos se volvieron malos a consecuencia de la apostasía”. (El Conflicto de los Siglos, pág. 559).

“Calumniando el carácter de Dios, y excitando la des-confianza en él fue cómo Satanás indujo a Eva a pecar”. “Por el pecado, la mente de nuestros primeros padres se obscureció, su naturaleza se degradó, y su concepto de Dios fue amoldado por su propia estrechez, y egoísmo”. “A medida que los hombres se hicieron más audaces en el pecado, el conocimiento, y el amor de Dios se borraron de su mente, y corazón”. (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 335).

“Satanás introducirá toda clase de teorías para perver-tir la verdad”. “La obra avanzará con dificultad; pues, desde la caída de Adán el mundo ha tenido por costumbre pe-car”. (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 411).

NATURALEZA DEBILITADA

Siempre con referencia a las consecuencias, otros tes-timonios relatan: “Tentando a nuestros primeros padres para que se entregasen a la complacencia propia, y la am-bición, Satanás consiguió su caída; desde entonces hasta el momento presente, la satisfacción de las ambiciones huma-nas, las esperanzas, y deseos egoístas ha reportado ruina a la humanidad”. La transgresión de la ley de Dios dejó desgracia, y muerte en su estela. Por la desobediencia se pervirtieron las facultades del hombre, y el egoísmo reem-plazó al amor. “Su naturaleza se debilitó de tal manera, que le resultó imposible resistir al poder del mal”. (Consejos para los Maestros, Padres y Alumnos, págs. 32, 33).

“Mediante su transgresión habían abierto la puerta para que Satanás tuviera más fácil acceso a ellos. Se les informó que, al caer de la inocencia a la culpa no se ha-bían fortalecido, sino por el contrario se habían debilitado enormemente. No habían preservado su integridad cuan-do gozaban de un estado de santa, y feliz inocencia, mucho menos tendrían fortaleza para permanecer leales, y fieles en un estado de culpa consciente. Se llenaron de profunda angustia, y remordimiento. Comprendieron entonces que el castigo del pecado es la muerte”. (La Historia de la Re-dención, pág. 42).

“Pero por su desobediencia se perdió todo esto. El pe-cado mancilló, y casi borró la semejanza divina. Las faculta-des físicas del hombre se debilitaron, su capacidad mental disminuyó, su visión espiritual se oscureció. Quedó sujeto a la muerte. No obstante, la especie humana no fue dejada sin esperanza. Con infinito amor, y misericordia había sido trazado el plan de salvación, y se le otorgó una vida de prueba”. (La Educación, pág. 15).

TENDENCIAS, E INCLINACIONES

Además de la naturaleza debilitada, tendencias, pasio-nes, e inclinaciones se volvieron al mal. “El hombre había

de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter. Sólo Cristo es, “la misma imagen”, del Padre. (Hebreos.1: 3); pero el hombre fue creado a semejanza de Dios. Su naturaleza estaba en armonía con la voluntad de Dios. Su mente era capaz de comprender las cosas divinas. Sus afectos eran puros, sus apetitos, y pasiones estaban bajo el dominio de la razón. Era santo, y se sentía feliz de llevar la imagen de Dios, y de mantenerse en perfecta obediencia a la voluntad del Padre”. (Patriarcas y Profetas, págs. 25, 26).

¿En qué consistió el vigor del asalto contra Adán, que causó su caída? No fue el pecado inherente, pues Dios hizo a Adán conforme al carácter divino, puro, y recto. No había principios corruptos en el primer Adán ni propensio-nes corruptas, o tendencias al mal. Adán era tan impecable como los ángeles que están delante del trono de Dios”. (Carta 191, 1899; Comentario Bíblico, tomo 1, pág. 1097; tomo 7-A, pág. 15).

“Dios hizo a Adán de acuerdo con su propio carácter puro, y recto. No había principios corruptos en el primer Adán, no había propensiones corruptas, o tendencias al mal, Adán era tan intachable como los ángeles que están delan-te del trono de Dios. Estas cosas son inexplicables, pero muchas cosas que no podemos entender ahora resultarán claras cuando veamos cómo somos vistos, y conozcamos como somos conocidos”. (La Maravillosa Gracia, pág. 345).

“En la vida de todo hombre se manifiesta el resultado de haber comido del árbol del conocimiento del bien, y del mal. Hay en su naturaleza una inclinación hacia el mal, una fuerza que solo, y sin ayuda, él no podría resistir. Para hacer frente a esa fuerza, para alcanzar el ideal que en lo más íntimo de su alma reconoce como única cosa digna, puede encontrar ayuda en un solo poder. Ese poder es Cristo”. (La Educación, pág. 29).

Originariamente. “Nuestras inclinaciones naturales, y apetitos, fueron divinamente determinados, cuando fueron dados al hombre eran puros, y santos. El designio de Dios era que la razón rigiera a los apetitos, y que éstos sirvieran para nuestra felicidad”. (Manuscrito 47, 1896; La Temperan-cia, págs. 12, 13).

“Debemos someter a rígida sujeción los apetitos de nuestra naturaleza animal. Esos apetitos nos fueron dados con fines importantes, para el bien, y no para que fueran los ministros de la muerte pervirtiéndolos, y haciendo de ellos concupiscencias rebeldes”. (Testimonios para la Igle-sia, tomo 4, pág. 240. Testimonies for the Church, tomo 4, pág. 244).

“Nuestras inclinaciones naturales, y apetitos fueron di-vinamente determinados cuando fueron dados al hombre eran puros, y santos. El designio de Dios era que la razón rigiera a los apetitos, y que éstos sirvieran para nuestra felicidad. Cuando son regulados, y regidos por una razón santificada, con santidad para el Señor”. (Temperancia, págs. 11,12. Conducción del Niño, pág. 354).


Pero con el pecado estos también se alteraron, y el hombre como la posteridad quedó afecta-do. La mensajera del Señor escribe al respeto: “El primer Adán fue creado como un ser puro, y sin pecado, sin una mancha de pecado sobre él; que era la imagen de Dios. Podía caer, y cayó por la transgresión. Por causa del pecado, su posteridad nació con tendencias inherentes a la desobedien-cia”. (Carta 8, 1895; Comentario Bíblico, tomo 5, pág. 1102; tomo 7-A, pág. 246).

“Las inclinaciones naturales han sido perver-tidas, continua la mensajera inspirada; se ha he-cho mal uso de las facultades naturales. Satanás ha puesto al hombre en antagonismo con Dios. Trabaja continuamente para destruir la imagen di-vina en el hombre”. (Mensajes Para los Jóvenes, pág. 66).

Vale la pena anotar todos estos testimonios, porque nos informan acerca de nuestra herencia desde Adán. De él recibimos debilidades, inclina-ciones, pasiones, tendencias, y algo más, pero no está dicho que él nos transmite físicamente su pe-cado. No lo puede decir porque el pecado según el Espíritu de profecía es algo voluntario, y perso-nal, como voluntario, y personal fue el de Adán, y Eva. (Patriarcas y Profetas, págs. 39, 40).


“Yo soy el Buen Pastor”Teresita Corti-GutknechtTeresita Corti-Gutknecht

Jesús es al mismo tiempo el Cordero y el Buen Pas-tor. Como pastor sabe muy bien lo que necesitan sus ovejas. Es el buen pastor por excelencia.

El Señor tiene un rebaño en este mundo, un grupo de gente humilde que oye su voz y la obedece porque ha tenido una revelación del Cordero de Dios muriendo por ellos en la cruz, un rebaño que sigue al Pastor a lo largo de senderos a veces escabrosos, llenos de espinos o abrojos, pero lo hace con plena confianza pues sabe que lo conduce a pastos verdes donde “nunca más serán para rapiña.” (Ez. 34:22) y “habitarán en el desierto con seguridad, dormirán en los bosques.” (Ez. 34:25). Han tenido suficientes pruebas de su tierno cuidado y han realizado muchas experiencias con El quien las ha libra-do de “todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y dela oscuridad” (Ez. 34:12), ha vendado a la periniquebrada, y fortalecido a la débil. (Ez. 34:16)

Cada persona que se decide a seguir a Cristo ha te-nido señales visibles de su interferencia en su vida para salvarlo de los peligros, consolarlo en las horas de desa-liento, instruirlo en justicia. Las ovejas dóciles y humildes saben que el Buen Pastor tiene experiencia y quiere lo mejor para ellas y si a veces se asustan pues lo ven tomar un camino intrincado al ascender a la alta montaña y se sienten cansadas y débiles, igualmente lo siguen porque saben que las quiere llevar a las alturas más elevadas, saben que no es indiferente a su estado y condición y de ser necesario, las llevará en sus brazos.

A un pastor se le confían un número determinado de ovejas que debe conducir a salvo, alimentar, proteger de los animales feroces y delas aves rapaces, y si alguna se descarría, dejar las otras y salir en su búsqueda mientras el rebaño queda solo y espera, pues cada oveja sabe que sin la guía del pastor no se puede ir a ningún lado, no tiene discernimiento, no conoce el camino. El pastor sabe que sus ovejas son fieles y obedientes, así es que se aventura en busca de la que no estuvo lo suficientemen-te atenta al camino que seguía, o se sintió atraída por algo que vio en el trayecto y perdió el sendero.

Muchas grutas de estalagmitas y estalagtitas y muchas corrientes subterráneas han sido encontradas debido a que una oveja ha perdido su huella y ha caido en algún hoyo en el suelo y cuando el pastor salió a buscarla, la oyó balar y bajó por ese agujero y de pronto se en-contró en ese fantástico mundo subterráneo lleno de formaciones rocosas, tomó a la oveja en sus brazos, la examinó para ver si se había hecho daño, y la llevó de regreso al rebaño. El animal, asustado, siente gran ali-vio cuando su tierno amo lo levanta, no lo regaña, sino que lo lleva de regreso con sus hermanas. La ovejita ha aprendido una lección, la próxima vez debe poner más atención para no perderse, seguir firmemente los pasos del pastor para evitar tales pruebas, miedo, ansiedad y soledad. Jesús dice: “Yo soy el buen pastor, el buen pas-tor su vida da por las ovejas.” (Juan 10:12) “Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen.” (Juan 10:27)

El tiempo llegará, sin embargo, en que Jesús aparecerá como juez, y entonces “juzgaré entre oveja y oveja” (Ez. 34:22) “Y serán reunidas delante de él todas las nacio-nes; y separará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos; y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Pa-dre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo... entonces también dirá a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” (Mateo 25:32-34, 41)

Un terrible momento para algunos, y un momento sublime para otros. Quiera el Señor, en su infinita gracia, hacer de nosotros ovejas obedientes y no cabritos, para que podamos escuchar su voz y cantar alabanzas con plena confianza en su cuidado. “Jehová es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará de-cansar, junto a aguas de reposo me pastoreará. Confor-tará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.” (Salmo 23:1-3) Amén.

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Algunas historias de gratitud de nuestras últimas ceremonias de bautismo

Alabemos al Señor y muchas gracias por vuestro continuo y amable apoyo, ayuda y oraciones por Indonesia. Bendiciones y saludos.

Hno. Adrie Jules Kalengkongan

1. La Hermana Norry Rattu, fue nuestro miembro anteriormente. Mientras ella era miembro ella había estado activa en los servicios y obra de la iglesia, apoyando a su esposo que es un obrero, no solo en Yakarta, sino también en Medan. Sin embargo, después, ella se separó de la iglesia. Ella todavía asistía a nuestras actividades de vez en cuando. Los años anteriores, ella siempre vagabundeaba, y algunas veces iba a la Iglesia Adventista (ASD). Pero esta hermana no estaba interesada en las doctrinas de ASD u otras iglesias, y también deseaba unirse y regresar a la iglesia de su esposo. Por lo tanto, con la ayuda de Dios, finalmente decidió regresar a IMS. Ella fue bautizada en la iglesia local de Yakarta, el 13 de diciembre de 2017.

2. El Hermano Rodrigo Sumual - Este joven hermano es un hijo de nuestros hermanos en la iglesia. Él ha seguido a sus padres al asistir a las actividades de nuestra iglesia. Hace aproximadamente un año recibió la doctrina de la Refor-ma, pero los padres le prohibieron bautizarse demasiado pronto, porque vieron que todavía era demasiado joven. Siguió asistiendo a las reuniones y participan-do en las actividades de la iglesia con los jóvenes. Más tarde, siguió pidiendo ser bautizado, también mediante consultas y compartiendo con algunos miem-bros de la iglesia, los padres finalmente le dieron permiso para recibir su bau-tismo. Fue bautizado en la Iglesia local de Amurang el 24 de diciembre de 2017.

3. La Hermana Jecklin Koapaha - Ella fue miembro de los Testigos de Jehová. Pero su Espíritu Santo la ha bendecido con la doctrina de la iglesia. Aproximadamente un año antes de su bautismo, recibió la verdad de SMI de su maestro de escuela, que es nuestro miembro. Después de conocer la doctrina de la Reforma, realizó algunas investigaciones más personales para descubrir más sobre el Movimiento de Refor-ma. Finalmente, ella cree que esta es la iglesia correcta y recibió la verdad, y pidió el bautismo. Fue bautizada en la Iglesia local de Bengkol, el 18 de febrero de 2018.

4. El Hermano Jems Rangingisan. Este hermano era miembro de ASD, luego se volvió inactivo, por un problema familiar. Un día, visitó a su tío, que es nues-tro miembro de iglesia. Aproximadamente tres semanas después, su tío le dio estudios bíblicos sobre la Reforma. Este hermano estudió diligentemen-te. Alabado sea nuestro querido Señor, finalmente confesó nuevamente que la iglesia de la Reforma es seguramente la iglesia de la verdad. Por sus propios esfuerzos, también luchó para asistir a los servicios de adoración todos los sá-bados. Algunos meses después, este hermano estaba pidiendo el bautismo. Por lo tanto, fue bautizado en la Iglesia local de Manado, el 25 de marzo de 2018.


NOTICIAS DE INDONESIA

Mundo en Breve

15El Guardián del Sábado 15El Guardián del Sábado

CONFERENCIA DEL CAMPO DE FIJI

¡Saludos a nuestros amigos y hermanos! Nuestros hermanos de Fiji les saludan a todos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, nuestro Salvador y amigo. Juntos compartimos la bendita esperanza de la pronta venida del Señor y con gran urgencia buscamos estar preparados para encontrarnos con el Señor cuando venga.

Recientemente celebramos nuestra Conferencia de reorganización de campo y ha sido un gran placer y una bendición para nosotros tener al Pr. Anton Sala-vyov, Presidente de la División de Oceanía en las Islas Fiji, para venir a realizar esta importante reunión y, más aún, compartir refrescantes mensajes espirituales a los hermanos.

El trabajo en Fiji se ha extendido en los últimos años con la creación de nuevos grupos de iglesias en muchos lugares nuevos. Fue en uno de estos nuevos grupos de iglesias que habíamos elegido celebrar la conferencia, un lugar a dos horas en coche al norte de la isla principal de Viti Levu, más cerca de la costa.

El viernes, todos se habían reunido para abrir el sá-bado. La mayoría de nuestros miembros viven cerca de la capital principal, mientras que otros viven en aldeas o asentamientos, por lo que en esta ocasión viajaron al lugar de la aldea rural para la reunión.

Nuestro tema para la conferencia, “Elíge hoy a quién servirás” Se desafió a cada participante a dar una respuesta definitiva con respecto a sus prioridades es-pirituales.

Mundo en Breve

Hermanos, tenemos que responder a esta pregunta en nuestra alma, debemos responder esta pregunta a los hermanos, ¡y debemos responder esta pregunta ante Dios! Necesitamos aclarar, ¿a quién estamos sirviendo? A menos que elijamos y demos la respuesta correcta, esta-mos sirviendo algo diferente en el lugar de Dios.

Nuestra pequeña iglesia local estaba llena de nuestros miembros y también visitantes. La bendición vino con la serie de presentaciones en power point de Pr. Salavyov tituladas ‘Oro refinado siete veces’ y ‘La raíz de todo mal’. Hizo hincapié en cómo Dios repite el mismo proceso de limpieza espiritual y procesos de crecimiento a través de diferentes períodos de nuestra experiencia y cómo somos afortunados de sentir el desarrollo espiritual cada día, para que podamos estar preparados para la primera venida de Cristo en nuestras vidas y luego con una alegría increíble experimentaremos su segunda venida, también.

Dios espera no menos de las 7 veces de oro refinado en nosotros ahora como siempre lo ha requerido de sus hijos en el pasado. Hasta el cierre del sábado todos se dispersaron con satisfacción de que habíamos com-partido la verdadera bendición de otro sábado.

El domingo comenzó con el bautismo en el océano de dos hermanas jóvenes, Makereta y Litia. Fue seguido por su aceptación, el servicio de la Sagrada Cena y el almuerzo antes de que pasáramos el resto de la tarde con la reorganización y finalmente con la ordenación de los ancianos de la iglesia. A pesar de la cantidad de tiempo que pasamos juntos, la presencia del Señor se sintió durante todos los eventos hasta la conclusión de la reunión.

Tenemos una gran responsabilidad de llevar a cabo en nuestra región, tanto como individuos y también colectivamente como iglesia el mensaje de verdad. Nuestros números pueden ser pocos y no hay mucho que podamos hacer solos, pero creemos que al poner todas nuestras energías y capacidades limitadas en manos del Señor, podemos estar seguros de nuestro éxito.

Nos gustaría extender nuestro agradecimiento por sus oraciones, pensamientos y apoyo al campo de Fiji, así como a la región del Pacífico. No podemos tener éxito en nuestros esfuerzos si no fuera por vuestra asistencia, por lo tanto, igualmente, seguiremos suplicando por vuestro apoyo y teniendo en cuenta el curso supremo que Jesús ha establecido para nosotros, a saber concluir la labor de preparar a las personas para que se reúnan con el Señor.

Continuemos trabajando juntos con Dios, es nuestro deseo y oración.Dios les bendiga.

Pastor Sanaila Ravia Kenivale

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“Por tanto, también vosotros estad preparados;…” · Recuerden que la fe viene por el oír de la palabra de Dios. Romanos 10:17. Por lo tanto, cuando se sienten a leer la palabra