El propósito de base de la ponencia es presentar una visión de los aportes teóricos de la Inteligencia Emocional como un sistema integrado y coherente de actitudes y comportamientos que pueden proporcionar resultados exitosos en el desempeño personal e interactivo del futuro profesional de la Administración, quién deberá abordar con actitud emprendedora, los nuevos sistemas administrativos integrándose “…con conciencia crítica y participativa al desarrollo del país contribuyendo al bienestar social en sus diferentes contextos y ámbitos de acción, de acuerdo a las exigencias sociales, ambientales y las nuevas tendencias tecnológicas. (PNFA, p.62). Autores como Goleman (1996), Weisinger (1998). Coopers y Sawaf (1999), orientan sus reflexiones a la comprensión de la Inteligencia Emocional como la capacidad de sentir, comprender, intuir y aplicar eficazmente el poder y la agudeza de las emociones como fuente de energía humana, información, conexión e influencia, lo cual incrementa el ámbito de acción proactiva de la persona, de manera individual y colectiva, en las organizaciones y en el entorno. Pero, de igual manera, es necesario orientar la reflexión hacia como el inadecuado control de las emociones, puede generar frustraciones profundas, conflictos y rechazos, que inhiben el pensamiento y la actuación efectiva, afectando de manera evidente, el desarrollo personal y organizacional, en un momento sociohistórico que genera la necesidad de adaptarse a ámbitos laborales cambiantes y de demanda incierta- Al respecto, numerosas investigaciones realizadas a finales del siglo XX e inicios del XXI, han permitido una sistematización y generalización de conductas observadas en la práctica de profesionales de la administración, tanto en su actividad laboral como en diferentes esferas de la vida, vienen destacando la necesidad de promover, en la formación del Administrador, competencias para trabajar en las nuevas condiciones, señalando

competencias o aptitudes personales. (autoconocimiento, autocontrol y automotivación) y competencias o aptitudes sociales. (empatía y habilidades sociales), asociadas a la inteligencia emocional tales como:

- Saber escuchar y comunicarse de manera integral- Adaptabilidad y respuestas creativas ante obstáculos - Dominio personal, confianza en sí mismo,- Motivación para trabajar en función de un objetivo común, fortaleciendo vínculos de pertenencia - Deseo de desarrollar la carrera y enorgullecerse de lo alcanzado, - Efectividad grupal e interpersonal, - Espíritu de colaboración y de equipo, - Habilidad para negociar desacuerdos, conflictos, entre otras. - Catalizadores del cambio, con empatía - Aceptación de la diversidad- Conciencia política al asumir las corrientes emocionales y de las relaciones de poder subyacentes en un grupo

A manera de conclusión, el desarrollo, promoción, fortalecimiento de la inteligencia emocional como factor de desarrollo personal y organizacional debe ser parte de las políticas de formación del talento humano tanto el ámbito universitario, como, de manera permanente en las organizaciones comprometidas con los procesos de transformación, para garantizar respuestas que demanda la sociedad para una mejor calidad de vida.

REFERENCIAS

- Cooper, R.K.; Sawaf, A.; (1999) La inteligencia emocional aplicada al liderazgo y a las organizaciones. Barcelona: Editorial Norma, - Goleman, D. (1999) La práctica de la inteligencia emocional. Barcelona: Editorial Kairós. - Weisinger, H. (1998) La inteligencia emocional en el trabajo. Javier. Buenos Aires : Vergara Editor

PONENCIAAPORTES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL A LA ADMINISTRACIÓN

COMO FACTOR DE DESARROLLO INTEGRALFilomena Severino

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