AQUELLA NOCHE

Soy de esos que se consideran una buena persona. Y la prueba

de ello es que todos los que me conocen opinan igual. Lo que no

sabe ninguno, ni sabrá jamás, es que dentro de mí guardo un

terrible secreto que, si lo llegaran a conocer, acabaría con la

opinión que tienen acerca de mí. En realidad no solo acabaría

con eso. Por eso será siempre un secreto.

Detrás de ese maestro simpático y bonachón, de ese esposo

devoto e ideal, de ese padre amantísimo y de ese abuelo cariñoso

que todos conocen, se esconde también la sombra de un ex

asesino. Al menos así es como me considero.

Eso sí, en mi ya larga vida solo he cometido dos crímenes, y de

eso hace ya muchos años. Tantos que ni siquiera los familiares

de las víctimas se acuerdan. Yo sí.

Cometer un crimen no era fácil, pero ese tipo me hacía chantaje.

Conseguí un dinero que no tenía y le pagué, y volvió a hacerlo.

Le pagué una segunda vez. La tercera le dije que no, y quiso

cumplir su amenaza. No podía permitirlo.

Cuando le maté - era la primera de mis víctimas - pensé que

nadie me había visto. Me equivoqué.

Con el segundo tuve mucho más cuidado, y así evité un tercero e

inevitable.

Esa misma noche del 21 de Octubre de 2010, me convertí en

asesino y en ex asesino.