Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou

Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou

Volumen 09 - [Light Novel]

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Arifureta: From Commonplace to World’s Strongest

[Light Novel]

Volumen 10 - Premium

Autor: Shirakome Ryou Ilustrador: Takaya Ki

Traducción al español: Jaden Editor y Corrector: McKnight

Editor De Imagen: Hades - Ahvarok

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Arifureta: From Commonplace to World's Strongest

Volumen 10 - [Light Novel] Premium

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INDICE

Capítulo I – La Princesa Vampiro Super Poderosa Y La Gran Batalla De La Conejita Divina .......... 6

Capítulo II – ¡Gracias A Dios Que Sigue Siendo Una Pervertida! .................................................. 70

Capítulo III – Qué Hace A Un Héroe ............................................................................................ 106

Capítulo IV – La Llave Del Mundo ............................................................................................... 144

Capítulo Extra – Las Siete Cosas Más Importantes Para Una Invocación Al Otro Mundo ........... 192

Relatos Cortos De Bonificación ................................................................................................... 210

La fuerza de la conejita no tiene límites ................................................................................... 210

Lecciones mágicas de Yue: Parte 2......................................................................................... 214

Academia de Magia Común: Papá, un estudiante transferido y una víctima ............................ 218

Super Tio ................................................................................................................................. 224

Cuentos de hadas comunes: Aladino ...................................................................................... 229

El Cuarto Secreto de Vandre-san ............................................................................................ 234

Palabras Del Autor ...................................................................................................................... 239



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Capítulo I – La Princesa Vampiro Super Poderosa Y La Gran

Batalla De La Conejita Divina

El fuego del infierno cubrió la tierra, quemando todo a su paso. El empalagoso hedor de la sangre llenaba el aire, aferrándose a la ropa y a la piel. Gritos de terror, gritos de enojo y explosiones apagadas se mezclaron, creando una cacofonía de caos. Esto era un campo de batalla. Sin embargo, no era en absoluto un caso típico.

"¡Maldita monstruo!" Para empezar, un monstruo estaba presente. Aunque parecía una chica increíblemente

hermosa con rasgos de muñeca, era un monstruo. Parecía de mediana edad, con el cabello rubio dorado y los ojos carmesí que brillaban como rubíes. Llevaba un vestido carmesí con volantes que combinaba con el color de sus ojos, y su cara estaba ligeramente sonrojada. Su gracia y belleza contrastaban con la suciedad y la mugre que cubría el resto del campo de batalla.

Sin embargo, esa no fue la razón principal por la que este era un campo de batalla atípico.

No, la razón más grande era que ella estaba sola contra un ejército de cinco mil hombres. "Jabalina Carmesí - Mil Flores." Su voz atravesó el campo de batalla, tan clara como una campana. Por encantador que

fuera, también significaba un final despiadado para sus enemigos. Otra ola de fuego infernal arrasó el campo de batalla debido a las acciones de una sola chica. Después de viajar una distancia determinada, el fuego se elevó hacia el cielo y se dividió en mil lanzas.

Bastaba una sola mirada que los soldados entiendan que no había escapatoria de la

guadaña de la parca. Se quemarían en cenizas aquí y ahora. "¡Pongan sus barreras! Todos, necesitamos antiincendio..." El comandante del ejército gritó, pero había reaccionado con demasiada lentitud. Y ese

retraso fue fatal. Sin embargo, incluso si los soldados hubieran logrado levantar barreras a tiempo, el resultado habría sido el mismo.

El fuego carmesí cayó sobre el ejército. Los valientes soldados fueron arrastrados como

hojas en el viento. Las pocas barreras que se habían erigido fueron destruidas sin dejar rastro, sus lanzadores incinerados. Todo lo que quedó después del final del torrente fueron cadáveres carbonizados y soldados heridos de muerte retorciéndose de dolor.

Incluso aquellos que habían estado fuera del radio del ataque estaban demasiado

conmocionados para moverse. Acababan de ver a miles de sus camaradas ser aniquilados en cuestión de segundos.



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"Así que este es... el poder del país de los semidioses... el poder de la línea vampírica real..." Los soldados miraron a la niña aterrorizados. Los vampiros eran una raza temida. Eran

capaces tanto de fortalecer sus habilidades físicas como de amplificar su maná chupando la sangre de los demás. Además, sus cuerpos se regeneraban y vivían mucho más tiempo que cualquier otra raza. Aunque eran la raza menos poblada, su poder era inmenso, por lo que a pesar de que la nación de los vampiros era pequeña, era conocida como el "país de los semidioses" por todos. Debido a que los vampiros también chupaban la sangre de otros, eran temidos por las demas razas. Pero al mismo tiempo, los gobernantes de otras naciones sabían que cualquiera que lograra conquistar el país de los vampiros podría gobernar sobre el mundo. Y la princesa de este país de vampiros que todos temían y codiciaban era la chica rubia que acababa de arrasar con este ejército.

"...Tengo un mensaje para ustedes, insolentes tontos que se atreven a invadir mi tierra natal.

Retírense ahora si valoran sus vidas. O si no, perezcan." Habló en voz baja, pero todos escucharon la declaración de la princesa. No solo se

enfrentaba sola a todo un ejército, sino que también lo hacía sin el más mínimo indicio de miedo. Su poderío era abrumador. Y su majestuosidad tan dominante que hacía que uno instintivamente deseara servirla. Era realmente apta para ser princesa.

"...¡Todas las tropas, avancen! ¡No titubeen! ¡Nuestro oponente es una chica solitaria!

¡Tenemos la ventaja en números!" Por un momento, incluso el comandante enemigo quedó encantado con la princesa. Pero

entonces, recobró la cordura y ordenó un ataque. El comandante era un hombre bajo y gordo que había elegido permanecer en la retaguardia. La codicia en sus ojos era inconfundible. Pero no sólo quería el país. También quería hacer suya a la hermosa princesa que tenía ante sí. Sin embargo, su lujuria le había llevado a tomar una decisión estúpida.

"Una locura total. Pagarás por tus transgresiones con la muerte." Una hora más tarde, todo el ejército había quedado reducido a cenizas.

◇ ◇ ◇

"Majestad, ha sido una batalla espléndida." Un hombre de mediana edad que vestía un uniforme militar a medida ofreció

reverentemente a la princesa una taza de agua. Su rasgo más llamativo era su bigote rizado en el manillar.

"Gracias, Ubaldo. Pero ese ejército era una mera distracción para diluir nuestras fuerzas.

Las tropas claramente carecían de entrenamiento."



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La mirada de la princesa era mucho más suave que la mirada penetrante que le había dado al ejército al que se había enfrentado antes.

"Además, trajo a sus hombres para que me apoyaran en caso de que necesitara ayuda, así

que no tenía nada que temer." "No soy digno de tales elogios, Su Majestad." El hombre conocido como Ubaldo miró con cariño a su princesa. En realidad, los guardias

imperiales que había traído con él se sentían un poco conflictivos porque ni siquiera habían sido necesarios. Aún así, miraron a su princesa con respeto y admiración. La princesa tomó un sorbo de agua, refrescándose después de los rigores de la batalla y sanando su agotamiento.

"Su Majestad. ¿No deberías descansar?" Preguntó indeciso Ubaldo. Era el capitán de su

guardia real y había pasado mucho tiempo con ella. La princesa ciertamente era fuerte; la vampiresa más fuerte de Avatarl, el país de los vampiros. De hecho, podría haber sido la mortal más fuerte que había en Tortus.

Desde el momento de su nacimiento, ella había poseído una cantidad increíble de maná.

Además, su belleza era tan grande que era conocida en todo el mundo. Durante su juventud, sus tutores se habían sorprendido de lo rápido que había absorbido los fundamentos de la magia y dominado sus estudios.

Lo más importante es que, a la edad de doce años, descubrió algo más sobre sí misma.

Podía hacer magia sin usar conjuros, lo que significaba que podía manipular directamente el maná. Mientras visualizaba el círculo mágico en su mente, podía lanzar cualquier hechizo instantáneamente. Además, su magia especial, la regeneración automática, significaba que era inmortal mientras tuviera maná. Esa habilidad en particular era tan rara, que la gente sólo la conocía por los registros. Los antiguos héroes vampiros habían poseído esa habilidad, pero nadie más había nacido con ella desde entonces.

Ahora mismo, el mundo estaba en un estado de confusión. Constantemente estallaban

guerras por religión, economía, recursos e incluso cosas insignificantes como el orgullo. Países grandes y pequeños iban y venían. Desde el principio, Avatarl había sido una nación cerrada. Había cortado todos los lazos diplomáticos con otros reinos. Geográficamente, se encontraba en el extremo suroeste del continente austral. También era autosuficiente, por lo que no necesita comerciar con otros países. En cuanto a Avatarl, el resto del mundo podía luchar todo lo que quisiera. Su postura era no involucrarse.

Dicho esto, no podían evitar ser invadidos por otros países. El dominio sobre la raza

vampírica y la mano de la princesa en matrimonio eran sólo eso, un premio que tentaba a otros países. En ese caso, era lógico que la princesa usara su abrumador poder para defender a su nación. Después de todo, ese era el deber de un soberano. Y lo que era más importante, la propia princesa deseaba proteger a sus queridos súbditos y sirvientes.



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Sin embargo, la princesa era lo suficientemente joven como para que ella misma necesitara protección.

"Estoy bien, Ubaldo." Naturalmente, eso no fue suficiente para calmar las preocupaciones de Ubaldo. Aunque era

uno de los sirvientes de la princesa, también era uno de sus guardianes. "Pero Su Majestad, estas últimas semanas apenas ha dormido. Deberías habernos dejado

este ejército de distracción a nosotros. Además, no es apropiado que corra al campo de batalla con su vestido puesto. Se fué en el momento en que escuchó el informe."

"Ugh... ¿Qué otra opción tenía? Había pueblos en el camino del ejército..." "Todos y cada uno de los ciudadanos de nuestro país son hábiles guerreros. Aunque no

pudieran derrotar a un ejército tan grande, podrían haber evacuado fácilmente. Además, eso no explica por qué no nos dejaste al enemigo."

"Pero... Si le muestro al enemigo lo poderosa que es nuestra princesa." "Ciertamente, ese es el deber de un soberano. Pero Su Majestad, han pasado tres años

desde que entró al campo de batalla a la tierna edad de doce años. El mundo ya conoce bien su poder, así que, por favor, permítenos al menos tratar con enemigos de este calibre. En primer lugar-"

"Nunca me ha gustado cuando empiezas una frase con 'en primer lugar', Ubaldo." La princesa se hinchó las mejillas y se dio la vuelta mientras se tapaba las dos orejas con

las manos. Un rubor rosa rojizo se extendió por sus mejillas. Hasta la forma en que hacía pucheros era linda.

"Su Majestad..." Ubaldo frunció el ceño. Sus subordinados se habían acostumbrado a esta

escena y todos reían en silencio. Ubaldo había servido a la princesa desde su nacimiento, y era más como un abuelo para

ella que nada. Al mismo tiempo, Ubaldo trataba a la princesa más como a su nieta que como a su soberano. Fue por esta razón que se sintía cómodo regañándola. Al ver que Ubaldo estaba a punto de lanzarse a una de sus diatribas, la princesa cambió de tema apresuradamente.

"De todos modos, ¿cómo le va a mi tío? Fue a someter a la fuerza principal del enemigo,

pero estoy segura de que puede manejar cualquier cosa que le lancen." Ubaldo sabía que ella estaba tratando de desviarse del tema, y sonrió con pesar.



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La princesa cumplía 15 años este año. En la sociedad de los vampiros, a los quince años uno era reconocido oficialmente como adulto. Gracias a su magia especial, su cuerpo había dejado de envejecer cuando cumplió doce años. Cuando fue al campo de batalla, parecía la encarnación de una diosa de la guerra, pero cuando estaba cerca de ella, todavía parecía una niña. Ubaldo sabía que no debía dejar que su aspecto infantil le encantara, pero no pudo evitar mimar a su amada princesa de todos modos. Naturalmente, los otros sirvientes de la princesa eran igual de susceptibles a sus encantos.

Ubaldo se aclaró la garganta y volvió a ser el consejero de su princesa. "No temas. Nuestro ejército tiene una ventaja abrumadora. Sin embargo, el enemigo ha

desplegado dos divisiones enteras, así que la batalla tomará tiempo."

"Ya veo. En ese caso, necesito..."

Como si interrumpiera a la princesa, un pájaro se lanzó desde aire. Era del tamaño de una paloma y tenía plumas blancas puras. Pero sus ojos eran de color carmesí oscuro, lo que significaba que era un monstruo. La aparición del monstruo pájaro en lugar de ponerla en guardia hizo que la princesa se iluminara de alegría. La princesa no tenía miedo porque este pájaro era un familiar de su tío. Su tío poseía la habilidad única de controlar a los monstruos. Esa fue otra razón por la que Avatarl era referido como el país de los semidioses por otros.

La princesa levantó el brazo y el pájaro blanco se posó sobre él.

"Las fuerzas enemigas se han retirado temporalmente. He dejado la primera división para vigilar la situación y regresar a casa."

La magia especial de este monstruo era la telepatía, que el tío de la princesa utilizaba para hablar directamente dentro de la mente de la princesa. La princesa sonrió al enterarse de que su tío ganó la batalla y estaba a salvo.

"Aparte de eso, ¿en qué estabas pensando, yendo a la batalla con un vestido puesto? Tonta marimacho, ¿cuándo aprenderás?"

La sonrisa de la princesa se congeló. Tras una breve pausa, se giró lentamente hacia Ubaldo, con su cuello crujiendo como una puerta mal engrasada. Ubaldo le sonrió y asintió. Los otros guardias imperiales también sonreían.

¡Me traicionaste! Despojada de aliados, la princesa no tuvo más remedio que aceptar que tenía un sermón esperándola a la llegada de su tío.

"Tengo que hacer un informe para Fat..."

"Ya me he encargado de eso, no te preocupes."

"Tengo que ir a hacer..."



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La princesa intentó escapar subrepticiamente, pero—

"¿Adónde crees que vas?"

"¿Tío?"

Al darse la vuelta, se encontró cara a cara con su tío. Como la princesa, su tío tenía el pelo rubio y los ojos carmesí. Su largo cabello estaba atado en un nudo en la espalda, y aunque su cara estaba arrugada, todavía se veía bastante atractivo. Su nombre era Dienleed Galdea Vesperitio Avatarl. Era el hermano menor del rey y el primer ministro del país. Como guerrero, su fuerza rivalizaba con la de la princesa. Miró a la princesa con una sonrisa. Aunque su sonrisa parecía genuina, estaba envuelto en un aura amenazadora. Incluso los dos monstruosos guardias tuertos que estaban detrás de él retrocedieron unos pasos.

"Tu capacidad de regeneración automática es peligrosa. Ha hecho que te vuelvas engreída."

"¡Eso no es verdad!"

La princesa agitó la cabeza, lágrimas le salían de los ojos. Parecía una niña que acababa de ser sorprendida haciendo una travesura.

"Con todo respeto, Su Alteza, es gracias a los esfuerzos de Su Majestad que no hubo bajas."

"¡Ubaldo!"

La princesa se giró agradecida hacia Ubaldo. Temía que su perdición estuviera grabada en piedra, pero ahora había aparecido un solo rayo de esperanza. Los otros guardias imperiales también expresaron su apoyo a la princesa. Cuando su amada princesa empezaba a llorar, la mayoría de la gente no podía dejar de compadecerse de ella.

En realidad, los guardias imperiales también querían que la princesa dejara de ser tan imprudente y que confiara más en ellos, pero no podían evitar malcriarla de todos modos. La princesa se giró hacia su tío y le dijo con voz suplicante: "Te prometo que no lo volveré a hacer, así que por favor no te enojes."

Suspirando en resignación, su tío le contestó: "Sheesh... No me preocupes tanto, ¿de acuerdo?"

Dienleed volvió a sonreír, pero esta vez su sonrisa estaba llena de genuina calidez. Con suavidad, acarició la cabeza de la princesa.

"Sí, tío."

"Bien. Ahora, volvamos a casa y descansemos."



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Sonriendo perezosamente, la princesa asintió y siguió a su tío. Sus guardias la siguieron, charlando alegremente.

"¿No es genial, Su Majestad?" "Ahora puedes descansar sin preocupaciones." "La sirvienta dijo que preparó dulces para tu regreso."

La princesa tenía un tío que la amaba, y guardias en los que podía confiar. Mientras la tuvieran de vuelta, no perdería ante ningún invasor.

"Oh, sí."

Su tío la llamó, su era voz tan amable como siempre.

"¿Qué pasa tío?"

La princesa respondió sonriendo.

"¿Serías tan amable de morir por mí, Aletia?"

◇ ◇ ◇

Se dio la vuelta justo a tiempo para ver como una boca de fuego azul se la tragaba completa. "¡Ah!"

Un agudo dolor corrió por el brazo derecho de Yue y ella emitió un grito sin palabras. Al mismo tiempo, la visión que había estado viendo se desvaneció como una acuarela que se derretía con la lluvia. En cambio, en sus ojos se reflejaba una imagen reflejada de sí misma. No, no era una imagen de cuerpo completo en el espejo. Su ejemplar tenía el cabello negro, ojos dorados y sonreía maliciosamente.

Yue se enfrentaba al último juicio de la Caverna de Escarcha, y eso le acababa de dar un duro despertar. No sólo se la había comido una serpiente zafiro a quemarropa, le habían arrancado el brazo derecho también. Usó la magia de gravedad para enderezarse mientras se lanzaba por el aire, y la magia de la restauración para arreglar su ropa. Justo antes de estrellarse contra la pared, usó la magia de gravedad para detenerse. Sin embargo, antes de que pudiera recuperar su postura, fue atacada por una ola de magia de gravedad de su copia.

"¡Los cielos caen!" [Heavensfall]

"¡Vórtice de Obsidiana!" [Obsidian Vortex]

Yue neutralizó la onda de presión con su propia magia de gravedad. En ese momento, su regeneración se completó, y sacó su brazo derecho para lanzar su hechizo favorito.

"¡Trueno Dracónico!" [Draconic Thunder]



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"Fufu. ¡Trueno Dracónico!"

Con un aullido feroz, los dos dragones dorados chocaron. Los núcleos mágicos de gravedad de los dos dragones se empujaron entre sí, haciendo que la electricidad que los rodeaba se mueva y se deforme. La atmósfera misma parecía que se estaba doblando. Ignorando el choque de poderes, Yue modificó su propia gravedad para caer de lado y lanzar su siguiente ataque.

"Jabalinas de hielo – Centurión." [Ice Javelins - Centurion]

"Jabalinas de hielo – Centurión."

Los dos eran iguales. No, más que eso. Yue y su copia estaban disparando hechizos exactamente al mismo tiempo. Doscientas lanzas de hielo chocaron entre sí, causando ondas de choque que se extendieron por el cielo y trozos de hielo que caían por el suelo.

"¡Fisura de vacío!" [Void Fissure]

"¡Fisura de vacío!"

El espacio a su alrededor se rompió. Yue y su copia habían usado un hechizo mágico espacial para distorsionar el espacio alrededor del otro. Las explosiones resultantes fueron tan poderosas que el gigantesco árbol de hielo en el centro de la habitación se rompió y astillas de hielo calleron desde el techo.

Forzado a retroceder por la explosión, Yue se deslizó por el suelo mientras utilizaba la magia de gravedad para mantenerse en pie. Tanto Yue como su copia atacaron con magia de gravedad, tratando de tomar el control de los grandes trozos de hielo que golpeaban el suelo. Ráfagas de maná dorado y rojo chocaron. Ninguno de los dos bandos pudo obtener el control total y los pedazos de hielo comenzaron a romperse a medida que los campos gravitatorios en conflicto ejercían sus fuerzas sobre ellos.

"Eres muy persistente, considerando que te mostré esas visiones del pasado."

"Odio cómo hablas..."

"¿No es así como solías hablar, Aletia?"

"No me llames por ese nombre..."

"Oblígame."



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Irritada, Yue arrastró su mano hacia un lado, enviando un aluvión de trozos de hielo a su copia. Su copia sonrió e hizo una imitación de la acción. Tanto Yue como su copia tuvieron que tomar la decisión en fracciones de segundo sobre qué trozos usarían para desplazar a sus oponentes, y qué trozos podrían dejar pasar y destruir personalmente. Hicieron todo esto mientras desataban un aluvión de cuchillas de viento [Wind blades] con una precisión milimétrica.

Al entrar en las Cavernas de Escarcha, el grupo se había visto obligado a atravesar un

laberinto de susurros insidiosos mientras luchaba contra varios monstruos a lo largo del camino. Y, al final de todo, se les había presentado una puerta resplandeciente. Pero como era de esperar, la puerta había sido un portal que había dividido al grupo antes de imponerles otro juicio.

Después de caminar por un largo pasillo, Yue se había encontrado cara a cara con su copia sellada dentro del árbol de hielo en el centro de la habitación. Entonces, había empezado a luchar contra ella, y rápidamente se dio cuenta de que las habilidades de su copia estaban perfectamente emparejadas con las suyas. Después de todo, esa verdad se la habían metido en la cabeza varias veces.

Además de eso, también se vio obligada a revivir sus viejos recuerdos. Era como el mundo de los sueños que se le había mostrado en el laberinto de Haltina, pero en lugar de un mundo ideal, se le estaba mostrando su peor pesadilla.

Aparte de lo último que había dicho su tío, todo en la memoria de Yue había sido correcto. Ese había sido su pasado, el pasado en el que no había pensado ni una sola vez desde que conoció a Hajime. Durante los últimos trescientos años, esos recuerdos habían estado encerrados en lo más profundo de su corazón.

Y ahora estaban siendo arrastrados a la superficie a la fuerza.

Probablemente está usando magia espiritual para hacerme revivir mis recuerdos... Pensé que podía protegerme de eso, pero parece que no.

Yue y su copia eran perfectamente compatibles en términos de poder. Pero como Yue seguía desequilibrada por sus recuerdos, estaba perdiendo la iniciativa.

Además, había algo más que se había dado cuenta después de enfrentarse a sí misma. Ella era fuerte. Increíblemente sorprendente. Hasta el punto de que era injusto para sus enemigos.

"Me molestas..." Murmuró Yue.

"No olvides que yo soy tú..." La copia de Yue rió para sí misma.

Dios, qué molesta... Pero así es como Yue había hablado antes de ser sellada. A lo largo de los siglos, sin embargo, se había dado cuenta de que el estilo de discurso falso y educado utilizado por la realeza era totalmente ridículo. Y así, lo olvidó por completo. Ayudó que no



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hubiera hablado durante años hasta que conoció a Hajime también. Pero su transformación era precisamente por lo que odiaba a su copia, que actuaba exactamente como la de antes. Molesta, Yue invocó a doce dragones eléctricos.

"No hay nadie en quien puedas confiar en este mundo."

Cualquier cosa que pudiese hacer Yue, su copia también podía hacerlo. Contraatacó a los dragones de Yue con doce de los suyos, todo mientras la acosaba.

"El tío en el que confiabas tanto, incluso Ubaldo y los otros, nos traicionaron. ¿Qué más pruebas necesitas de que no se puede confiar en nadie?"

"......" Yue se quedó en silencio mientras se le mostraba otro flashback.

"Luchaste, luchaste y luchaste por tu país, pero al final..."

Yue se había unido al campo de batalla el día que cumplió doce años. Desde entonces ha sido testigo de la muerte de miles de personas y ha matado a muchas más con sus propias manos. Naturalmente, eso la había hecho enemiga de muchos.

No habría sido sorprendente si se hubiera roto bajo el trauma mental de tanto odio y muerte. O si se hubiera doblado bajo la presión y la expectativa de sus compatriotas. Sin embargo, su amor por su país le había dado la fuerza para salir adelante. El saber que estaba protegiendo a las personas cercanas a ella. Y aún así, los recuerdos se la tragaron. Para cuando volvió en sí, ya era demasiado tarde. Estaba en otra visión.

Esta vez estaba en el salón del trono. Una alfombra carmesí corría por el centro de la habitación, dividiéndola en dos partes iguales. De pie en el centro de la habitación estaba Aletia, vestida con un vestido de color carmesí similar al anterior. Había sido coronada reina a la tierna edad de diecisiete años, y habían pasado tres años desde entonces.

Normalmente su padre, el rey Lambert, habría reinado otros treinta años. El cambio temprano en los soberanos no se produjo porque Aletia había usurpado a su padre. Sólo había sido necesario.

Los logros abrumadores de Aletia y su defensa incansable de Avatarl la habían hecho respetada por sus compatriotas y temida por sus enemigos. La mayoría de los estados enemigos habían abandonado los ataques después de sufrir un número asombroso de víctimas. Sus reyes y señores se habían visto obligados a aceptar que Aletia estaba muy por encima de ellos.

Aunque su aspecto no había cambiado en absoluto desde que cumplió doce años, su belleza había adquirido un encanto maduro con el paso de los años. Fue en parte debido al hecho de que su apariencia no había cambiado que todo el mundo la encontró tan divina. De hecho, algunas personas habían comenzado una secta para adorarla.



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En un momento dado, los líderes de la religión humana habían pedido reunirse con ella para poder nombrarla como su nuevo dios. Eso, por supuesto, no tenía precedentes y terminó con la aceptación por parte del mundo de que Aletia era una forma de ser divino. La reina de Avatarl era alguien que era amada y adorada por todo el mundo.

El rey Lambert había decidido no luchar contra la creciente popularidad de su hija y con mucho gusto le había abdicado el trono. Poco después, príncipes y señores de todas las naciones habían venido a pedir su mano en matrimonio. Todas las naciones sabían que si eran capaces de formar una alianza con Avatarl, estarían a salvo de las guerras caóticas que asolaban la tierra. De hecho, incluso la frecuencia de esas guerras había empezado a disminuir gracias a la presencia de Aletia. O eso parecía en ese momento al menos.

"¿Dejará que nos encarguemos de eso entonces, Su Majestad?"

"Sí, puedes."

"Entendido. Con su permiso, entonces."

"¡Ah, tío!"

Aletia había terminado de ver al mensajero extranjero que había venido de visita y estaba en medio de una reunión con su tío, Dienleed. Él había estado inexpresivo en todo momento, y ahora que había concluido sus asuntos, se marchaba. No queriendo que se fuera todavía, Aletia lo llamó.

"¿Qué pasa?"

"Estaba pensando que tal vez podríamos cenar. No hemos pasado mucho tiempo juntos en mucho tiempo y me vendrían bien tus consejos."

"¿Es una orden?"

"¿Eh? No, claro que no..."

"Entonces mis disculpas, pero debo declinar. Hay muchos asuntos que requieren mi atención."

"Ya veo..."

"Buenos días," dijo Dienleleed mientras salía a toda prisa del salón del trono como si detestara pasar un segundo más allí.

Aletia miró a su tío salir de la habitación con una expresión de abatimiento. Ni una sola vez se dio la vuelta. Hubo un ruido sordo cuando las puertas se cerraron tras él, dejando a Aletia sola en el salón del trono.



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"......"

¿Cuánto tiempo había pasado desde que su tío empezó a actuar distante hacia ella? ¿Cuándo dejó de ser su tutor? ¿Cuando cenó la última vez con ella en su cumpleaños hace un año? ¿O cuando fue coronada reina? Aletia recordaba claramente la expresión amarga que había puesto durante su ceremonia de coronación.

Aletia se puso a pensar. Había pasado más tiempo con su tío que con sus verdaderos padres. Aunque nunca se lo había dicho a nadie, su tío se sentía más como un padre para ella que sus verdaderos padres. Aunque su madre y su padre la habían malcriado y le habían dado todo lo que ella quería, su tío la regañaba a veces y había mostrado un interés genuino en criarla.

Aletia pensó en las sonrisas gentiles que él solía darle. Ahora no sonreía en absoluto. Parecía como si estuvieran separados por una pared de hielo.

¿Hice algo para que se enfadara? ¿Le fallé de alguna manera?

No importa lo mucho que ella intentara empezar una conversación con él, todo lo que él le mostraba era su espalda. O algún mensajero u otro aparecería para interrumpirlos. Peor aún, su madre, su padre e incluso sus consejeros se habían ido distanciando de ella. Como resultado, ella no había tenido una conversación adecuada con él en años.

Y no era sólo su tío. También, sus subordinados, su familia e incluso sus criadas se negaron a hablar con ella durante mucho tiempo. Su soledad actual era una analogía de su aislamiento reciente. Una mezcla de confusión y soledad la abrumaba.

Sus recuerdos avanzaron rápidamente durante unos años. La frágil paz que se había asentado en Avatarl había empezado a quebrarse y estaba a punto de romperse.

"Querida, dulce Aletia. Esto no puede seguir así. Como reina, por favor, toma la decisión correcta."

La madre y el padre de Aletia le suplicaban. Sus voces eran suaves, pero sus expresiones estaban llenas de miedo. La exhortaban a exiliar a su querido tío, el primer ministro.

En realidad, Dienleed y sus subordinados rara vez habían estado en el palacio en estos días. En vez de eso, Aletia se encontró rodeada de los sirvientes y asesores de la época del rey anterior. Hasta Ubaldo la había abandonado.

"Es demasiado ambicioso para su propio bien. Tememos que esté planeando un golpe de estado. ¡Tu vida está en peligro!"

"Se ha excedido en su autoridad demasiadas veces. Su Majestad, está claro que ansía el poder. Y ya ha expandido demasiado su influencia. Por favor, debes hacer algo."



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"Exactamente, Su Majestad. Entiendo tus sentimientos, pero debemos actuar."

¿Entiendes mis sentimientos? ¡Como si fuera así! Aletia empujó hacia abajo su ira y se enfrentó a sus sirvientes con la mirada de una reina.

No puedo hacerlo. No puedo exilar a mi tío. Todos a su alrededor estaban de acuerdo en que su tío era un hombre ambicioso, hambriento de poder y peligroso. Pero Aletia no lo creyó ni por un segundo. Aunque fuera cierto que su tío estaba tras el trono, ella se lo entregaría gustosamente. Todo lo que ella quería era la oportunidad de hablar con él. Tenía tantas ganas de volver a oír su voz. No importaba lo que él tuviera que decir, ella sólo quería saber cómo se sentía realmente.

Sin embargo, no tuvo esa oportunidad hasta el final. El fatídico día en que fue traicionada.

Ese día, Aletia se había estado reuniendo con un mensajero de la iglesia. Para su sorpresa, querían darle el título de oráculo divino, un título cuya autoridad rivalizaba con la del Papa. Esto sería el primer gesto oficial de amistad entre los humanos y las otras razas.

En medio de una ocasión tan alegre, las puertas de la sala de audiencias se abrieron de repente por una explosión, y después de ella hubo una lluvia de balas mágicas. Los mensajeros de la iglesia fueron incinerados en un instante. Una vez terminado el bombardeo, Ubaldo y sus guardias imperiales intervinieron, completamente armados. Sin dudarlo, comenzaron a masacrar a los asistentes de Aletia.

"¡U-Ubaldo! ¡Detengan esta locura! ¡Es una orden!" Aletia gritó, dándose cuenta de lo ridícula que debe haber sonado. Ella sabía lo que significaban sus acciones, pero su corazón se negó a aceptarlo, por lo que precisamente, a pesar de ser la vampiresa viva más fuerte, se dejó apuñalar en el corazón.

"Te relevaré de ese trono."

"¿Tío? ¿Por qué...?"

Su tío la miró fijamente, lo suficientemente cerca como para abrazarla. A pesar de eso, no pudo ver su expresión. Sin embargo, se dio cuenta de que le temblaban las manos. Empujó la espada más profundamente dentro de su pecho y los gritos de Aletia llenaron la sala de audiencias. Así de furioso se había puesto Dienleed. Lo mucho que odiaba a Aletia. Ese conocimiento la atravesó más profundamente de lo que cualquier espada podía hacerlo, y su corazón se congeló.

"¡Tío, por favor, háblame!"

Aún así, Aletia intentó desesperadamente entablar una conversación con él.

◇ ◇ ◇



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Pero nuestro querido tío nunca dijo una palabra, ¿verdad?"

"¡Ah!"

De repente, el dolor en el pecho de Yue se sintió mucho más real. De pie frente a ella no estaba su tío, sino una copia sonriente de sí misma. Y lo que la apuñalaba en el pecho no era una espada, sino una lanza de hielo. El escenario era el mismo que el de su pasado traumático, lo único que había cambiado eran los actores. Todo el flashback que Yue había presenciado probablemente apenas había durado un segundo en la vida real.

"¡Eres tan malditamente persistente!" Yue maldijo, algo raro en ella, y creó una esfera espacial a su alrededor. Eso hizo que su copia volara y su regeneración automática empujó la lanza fuera de su pecho. La copia se enderezó en el aire, usando la magia de gravedad para evitar que se estrellara contra la pared.

Detrás de Yue, Ubaldo y sus hombres estaban ocupados matando a su madre, padre y amigos. Con una sonrisa burlona, su copia arrojó más abusos verbales.

"Todos los demás dudaban de Dietleed, pero nosotras elegimos creer en él."

Yue ignoró las palabras de su copia y disparó una Ruptura del Vacío. El espacio se deformaba a su alrededor, nublando tanto a su copia como la visión a su alrededor. Parecía como si estuviera mirando al mundo a través de un espejo roto. Sin embargo, la visión no desapareció. Además, la copia usaba su propia magia espacial para protegerse de la Ruptura del Vacío de Yue.

"¡Fuiste traicionada! ¡Me traicionaron!"

La copia gritó, su voz sonaba tanto alegre como triste. Se deslizó a un lado y lanzó su siguiente ataque. Numerosas balas de viento corrieron hacia Yue. Al mismo tiempo, una tormenta de balas rodeó a Aletia en su visión. Pero mientras Yue contrarrestaba sin decir una palabra el asalto, Aletia gritaba de dolor mientras la atravesaban. El bombardeo continuó, tanto en el pasado como en el presente.

"Tenías tanta fe en él. ¡Creíste en los lazos que habías cultivado!"

Aletia voló a través de la habitación, directamente entre Yue y su copia. Aunque seguía recibiendo heridas fatales, su regeneración automática la salvaba cada vez. Sin embargo, su regeneración no podía reparar su corazón destrozado. Confundida, herida y poco dispuesta a aceptar la realidad, Aletia ni siquiera trató de defenderse. Cayó al suelo, la luz desapareció de sus ojos. Ya no tenía ganas de seguir adelante.

Lo que pasa después es algo que Yue recordaba bien. No necesitaba ver las escenas para recordarlo.



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Después de ser derrotada, Yue había sido encadenada. Su dolor la había hecho perder el conocimiento y cuando se había despertado había quedado atrapada en el abismo. A partir de ahí, habían pasado 300 años. En esa negra prisión, en las profundidades de la desesperación, Yue había alimentado su odio. Continuamente.

"La gente traiciona a otros para su propio beneficio. Ese es un hecho innegable."

La copia apuntaba a la figura de Aletia arrastrándose patéticamente por el suelo. Echa un buen vistazo. Acepta la realidad.

"El hombre que amas, tu mejor amiga, tus seres queridos, todos te traicionarán eventualmente."

Hajime Nagumo, Shea, y todos los demás inevitablemente traicionarían a Yue como lo había hecho su tío. Ese era el miedo escondido en lo profundo del corazón de Yue. Que cosas como la confianza o los lazos eran una farsa. Sin embargo-

"...¡Adiós, pasado oscuro!"

Una enorme onda de choque onduló a través la visión. Maná dorado giraba alrededor de Yue, extendiéndose por la habitación. Yue miró hacia abajo a su pasado, arrastrándose por el suelo y la pisoteó. La visión se nubló, como si un televisor recibiera una mala señal. Luego se desvaneció y Yue regresó a la habitación con el árbol y los espejos de hielo.

Esta vez sí que había destruido la visión.

"Supongo que ya no te afecta después de todo. Pero lo adiviné cuando me di cuenta de que me estaba debilitando."

La copia parecía algo resignada. Esta prueba en particular era una prueba para ver si los aspirantes podían o no superar sus propias emociones negativas y traumas del pasado. Cuanto más negaba alguien sus verdaderos sentimientos, más fuerte se hacía su copia. Por otro lado, si eran capaces de aceptar su propia debilidad, su copia se debilitaba. Esa era la base de este juicio. Sin embargo, ni una sola vez desde el comienzo de este juicio la copia de Yue se había fortalecido. Lo que significaba que no solo ver su traición de nuevo no había conseguido perturbar a Yue, sino que no había dudado del amor de Hajime ni de la amistad de Shea en lo más mínimo.

"Hmph, ¡por supuesto! ¡Todo el mundo ama a un personaje mascota como yo!"

Proclamó Yue mientras se hinchaba el pecho con orgullo.

Un silencio dolorosamente incómodo siguió a su declaración. Yue miró un poco hacia otro lado cuando se dio cuenta de que su copia ni siquiera iba a dignificar eso como una respuesta. Suspirando, la copia continuó como si nada hubiera pasado.



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"Aún así, me debilité lentamente, lo que prueba que aún tienes un poco de miedo de ser traicionada."

La copia intentó abrirse camino hacia cualquier pequeña duda que Yue aún tenía. Pero, aunque sus despectivas palabras sonaban verdaderas, Yue no fue influenciada.

"...¿Y qué? Esa traición es una parte importante de mi vida."

"¿Qué has dicho?"

La copia le dio a Yue una mirada de confusión.

"Después de todo, si no me hubieran traicionado, si no me hubieran encerrado en el abismo, yo..."

"...Nunca habría conocido a Hajime." Yue aún recordaba lo mucho que le había dolido la traición de su tío. Cuánto dolor le había causado. Estaba desesperada. Se había rendido al odio. Incluso se había resignado a su destino. Su encarcelamiento había sido tan agonizante que deseaba la muerte. Pero, ¿y qué?

"Si es sólo gracias a esa traición que pude conocerlo, entonces, incluso si pudiera hacer el pasado de nuevo, haría la misma elección cada vez. Volvería a pasar por ese infierno. Incluso si pudiera volver atrás en el tiempo y volver a ese día, seguiría haciendo todo de la misma manera."

Hajime se lo había dicho una vez a Yue. Había sido traicionado por sus compañeros, enviado al fondo del abismo y obligado a sufrir una y otra vez. Pero aún así, dijo que estaría dispuesto a hacerlo todo de nuevo para encontrarse con Yue. Yue se rió para sí misma mientras pensaba en ese momento.

Su amor por Hajime era tan fuerte que ella estaría dispuesta a aceptarlo aunque él la traicionase. Por supuesto, no dudó de Hajime. Pero no fue la confianza lo que construyó la base de su relación. Más bien, fue un amor abrumador. Amor lo suficientemente fuerte como para aceptar cualquier cosa que Hajime pudiese hacer y asegurarse de que nunca escapase de sus manos. Su voluntad no provenia de la confianza, sino del deseo.

En cierto modo, el amor de Yue por Hajime era bastante retorcido. En circunstancias normales, un amor como ese puede llevar a la ruina. Pero su pareja era lo suficientemente anormal como para aceptar el amor despótico de Yue.

La copia de Yue se encontró incapaz de negar su declaración. Después de todo, era una prueba fabricada por el laberinto, lo que significaba que conocía los verdaderos sentimientos de Yue, que acababa de superar su propia prueba.



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El amor de Hajime por Yue era una dependencia insana. Y el amor de Yue por Hajime era demasiado autoritario para ser sano. Realmente eran dos guisantes en una vaina. Suspirando con exasperación, la copia miró hacia el techo helado.

Estos dos están realmente locos. Dios, sólo quiero gritar ahora mismo.

Tanto Hajime como Yue habían sido traicionados y habían sido en los puntos más bajos de sus respectivas vidas cuando se conocieron. Un romance puro como los de los cuentos de hadas no les convenía a los dos en lo más mínimo, por lo que la copia sabía que ya no podía sacudir a Yue sacando a relucir su traición o cuestionando su confianza.

El combate estaba decidido. Yue había superado su juicio. Y como su amor, lo había hecho de una manera que el laberinto no había planeado. Ella no había superado la oscuridad de su corazón, simplemente reconoció su existencia.

"Es hora de terminar con esto..." Declaró tranquilamente Yue. Su maná dorado llenaba la habitación. Soltó a sus cinco dragones elementales, usando toda la magia antigua que tenía a su disposición.

La debilitada copia no tenía forma de salir del inquebrantable asalto de Yue. Sin embargo, no se había dado por vencida. Sus labios se acurrucaron con una leve sonrisa de satisfacción.

"Ya veo. Así que la fuente de tu fuerza es Hajime Nagumo."

Aletia se había ido hace mucho tiempo. El hecho de que Yue la hubiese aplastado sin dudarlo era prueba de ello. Eso significaba que el pasado de Yue no podía agitarla. ¿Pero qué hay de su futuro?

Incluso cuando los dragones de Yue hicieron volar la magia que su copia había invocado para defenderse, no estaba desconcertada. Sólo hablaba con calma y decía: "Sólo estás apartando la vista de la contradicción."

"¿Eh?"

"Nunca se te ocurrió que tal vez deberías pensar en quién y qué eres, ¿verdad?"

"¿Qué estás...?"

"¿De verdad crees que serás capaz de estar a su lado para siempre?"

"¿Eh...?" La voz de Yue vaciló un poco. Tres de sus dragones habían sido destruidos por el contraataque de su copia y los dos que habían pasado desapercibidos, aunque Yue debería haber dado un golpe claro. Un poco de la energía perdida de la copia fue devuelta.

"Tch... Te aplastaré con fuerza, entonces."



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"¿Estás a la altura de las circunstancias?"

La lucha debería haber sido decidida, pero una vez más se desató.

◇ ◇ ◇

Más o menos al mismo tiempo

"¡Muereeeeeeeee!"

"¡Gaaaaaaah!"

Feroces gritos resonaron por una habitación idéntica a la que Yue estaba luchando. Un segundo después, alguien gritó de dolor. Shea estaba de pie en una esquina de la habitación, Drucken sobre su hombro. Permaneció alerta mientras observaba a su oponente, una copia de sí misma de pelo negro y orejas negras, volar por la habitación como un pinball.

Incapaz de detenerse, la copia de Shea se estrelló contra el árbol de hielo en el centro de la habitación. Hubo un fuerte estruendo y trozos del tronco del árbol se desmoronaron. La copia de Shea se deslizó al suelo y cayó de rodillas. Sólo utilizando su propio Drucken pudo evitar el colapso total. El árbol comenzó a repararse a sí mismo con una serie de fuertes grietas y la copia miró a Shea. Ojos carmesí brillantes se asomaban por detrás de su flequillo negro.

"¿Ya has olvidado los gritos de tu familia? el dolor que sufrieron sólo para mantenerte con vida?"

Un segundo después, Shea fue lanzada en un vívido flashback. Nubes de polvo cubrían un páramo estéril.

"¡No! Detenteeeee!"

"¡Duele! ¡Me duele mucho! Por favor, ¡detente!"

"¡Corre! ¡Rápido!"

Gritos, gritos y más gritos llenaron los tímpanos de Shea. Gritos de dolor, gritos de tristeza, y gritos de gente diciéndole a Shea que siga corriendo. Puntuando los gritos estaba el sonido de una risa vulgar y el golpeteo de incontables cascos. Los sonidos se hicieron más fuertes a medida que la estampida de la malicia se acercaba a Shea y a su familia.

"Jajaja, es hora de cazar conejos."

"¡Mata a todos los viejos! ¡No los necesitamos de todos modos!"

"Vamos a vender la mitad de ellos, así que no los maltrates demasiado. ¡Puedes hacer lo que quieras con el resto!"



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Los soldados imperiales que perseguían a la tribu de Shea veían a los hombres conejos como nada más que juguetes. Esos recuerdos aún estaban frescos en la mente de Shea. Incluso si no se le mostrara un flashback, nunca olvidaría lo que había pasado.

"¡Hey, mira a esa chica pálida!"

Los soldados gritaban emocionados. Mostraron sus colmillos y empezaron a perseguir a su siguiente objetivo. Era como si estuvieran cazando bestias.

"¡Ella es mía! ¡No dejes que se escape!"

Los ojos codiciosos de los soldados fueron dirigidos hacia Shea. Ellos mataban a cualquiera en su camino como si los miembros de la familia de Shea no fueran más que basura.

"¡Nooooooooooooooooo! ¡Detenteeeeeeeee!"

Esta vez, el grito pertenecía a Shea. Se había dado la vuelta y estaba tratando de regresar con los miembros de su familia que estaban siendo pisoteados. Sin embargo, Cam y los otros hombres conejos cercanos la agarraron y siguieron corriendo.

Otra vez. Es todo culpa mía otra vez.

"Así es. Todo es tu culpa," se burló la copia de Shea.

Los soldados imperiales que atacaron a Shea levantaron sus lanzas y-

"¡Vete a la mierda!"

"¡Agh!"

Shea golpeó con su puño al centro de la formación de los soldados y impactó contra la cara de su copia. La copia voló por el aire, rebotó en el suelo varias veces y luego se detuvo.

"Ngh, realmente no tienes ninguna abertura, ¿verdad?"

Los recuerdos eran sólo recuerdos. Aunque el laberinto obligó a Shea a revivirlos, su atención se centraba por completo en el presente. Sabía que no debía perder de vista a su enemigo en medio de la batalla. De hecho-

"Tu nacimiento fue una niebla..."

La copia trató de irritar a Shea con más comentarios espinosos, pero de repente se detuvo y levantó sus orejas de conejo. Luego, sin dar la vuelta, saltó a un lado. Un segundo después, Drucken calló donde ella había estado.

"Voy a aplastarte."



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La linda voz de Shea no correspondía al tremendo impacto que causó con su martillo. Un cráter se había formado en el suelo y grietas corrían por toda la habitación. La copia aterrizó ligeramente de pie y miró hacia el cráter que había hecho Shea.

"¿Qué?"

Pero no había nadie allí. La copia tomó su martillo por los hombros y se dio la vuelta, sólo para ver a Shea de pie detrás de ella. Por increíble que pareciera, la había perdido de vista por un momento.



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"¿Cómo es que eres tan rápida?"

"¡Eres demasiado lenta!"

La copia temblaba de miedo. Hubo otro boom cuando el martillo de Shea aceleró más allá de la velocidad del sonido. La copia apenas tuvo tiempo de traer a su propio Drucken negro para bloquear. El impacto por sí solo liberó una onda expansiva lo suficientemente potente como para terminar la pelea y la copia fue enviada a volar. Chocó contra la pared espejo de hielo en el extremo más alejado de la habitación con suficiente fuerza como para obligarla expulsar el aire de sus pulmones. Pero sabía que no tenía tiempo para recuperarse, y disparó una escopeta de lado, esperando usar el retroceso para escapar del ataque de seguimiento de Shea.

"¡Toma estoooo!"

Shea amasó la pared con tanta fuerza que creó otro cráter.

"¡Todo pasó porque tú naciste! ¡Es todo culpa tuya!"

¡Esto es imposible! Pero a pesar de que la copia no veía ninguna vía posible de victoria, seguía cumpliendo con su deber. Tenía todas las tácticas de combate de Shea a su disposición, así como el conocimiento de qué palabras le harían más daño.

"¡Por tu culpa, tu familia tuvo que vivir escondida!"

Una lluvia de bolas de hierro se precipitó hacia la copia. Shea acababa de lanzarlas, pero tenían la velocidad de balas de cañón. La copia apenas logró esquivarlas y se vio obligada a desviar algunas con Drucken. Decidida, una vez más trató de despertar la oscuridad dentro del corazón de Shea.

"¡Hasta las otras tribus de hombres conejos te abandonaron!"

Era cierto que sólo los Haulia se habían preocupado por Shea. Los otros hombres conejos la habrían entregado si hubieran sabido de ella. Eso había forzado a la tribu Haulia a aislarse, y ni siquiera habían podido comerciar con las otras tribus. Como resultado, les costó mucho trabajo sobrevivir. Necesitaban conseguir todos sus alimentos y otras necesidades por sí mismos, sin depender de otros. Todo porque Shea había nacido con maná. A partir de ese momento, los haulia fueron tratados como marginados. De los Haulia, había sido Cam el que más había sufrido. Shea sabía mejor que nadie por todo lo que había pasado para poder criarla.

Finalmente, al ver la oportunidad de contraatacar, la copia disparó un aluvión de balas explosivas contra Shea. Trajo a Drucken y bloqueó el asalto con la cara del martillo. Una vez más, la copia la arrastró a un flashback. Esta vez estaba viendo un recuerdo de cuando otra tribu de hombres conejo había llegado a la aldea de los Haulia. Habían venido a convencer a Cam de que reconsiderara su política de aislamiento.



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"¡Jefe de los Haulia! ¡No puedes seguir así!" "¡Los hombres conejo ya somos la raza más débil que existe! ¿No deberíamos al menos

trabajar juntos para sobrevivir en este mundo?"

"¿No lo entiendes? ¡Tú, Haulia, estás haciendo las cosas más difíciles para el resto de nosotros, los hombres conejos también nos las arreglemos!"

Una joven Shea observaba la discusión desde su escondite dentro de una pequeña caja de madera. Aunque todo lo que los otros hombres conejos decían era correcto, Cam no cedió ni un poco.

"Lo siento. Si necesitas ayuda con cualquier cosa, puedes preguntarnos. Pero preferiríamos no comerciar con otros. Así somos los Haulia."

Aunque su expresión era dolorosa, la determinación de Cam era firme. No titubeó ni siquiera cuando los otros hombres conejos le lanzaron insultos. A lo largo de la reunión, lo único que hizo Cam fue bajar la cabeza disculpándose. Al final, los otros hombres conejos se fueron furiosos, aunque todos deberían haber sido aliados. Fue ese día que Shea comenzó a sentirse culpable de estar viva. Fue también ese día cuando se dio cuenta de que necesitaba esconderse del resto del mundo.

"Éramos las únicas hombres bestias irregulares en toda Haltina! Ni siquiera nuestra familia era como nosotras," gritaba la copia.

"¡Deberíamos haber huido por nuestra cuenta! ¡Dejando atrás a nuestra familia! ¡Al menos así no habrían muerto por nosotras! ¡Todo esto sucedió porque éramos débiles! Débil de cuerpo y débil de mente. Si sólo-"

"¡Cierra la puta boca!"

Shea pisoteó el suelo con tal fuerza que el hielo que había debajo de ella se levantó para formar un escudo. La pared de hielo bloqueó el siguiente bombardeo de balas explosivas de la copia. Después de que las ondas de choque se calmaron, Shea golpeó la pared frente a ella, volándola en pedazos. Fragmentos de hielo se abrieron paso a través de la tercera ola de balas explosivas de la copia. Entonces, ella instantáneamente corrió a través de la abertura y arrojó a Drucken a su copia. Ella cerró el resto de la distancia entre ellas mientras la copia estaba ocupada esquivando. En pánico, la copia trató de hacer estallar a Shea con una salva concentrada de balas explosivas.

"Maniobra defensiva del estilo Shea, ¡Poder Atravesar!"

"Eso difícilmente se puede llamar una maniobra."

La copia tenía razón, pero desafortunadamente para ella, eso no importaba. Shea cruzó sus brazos en forma de X delante de su pecho y atravesó la lluvia de balas. Ella mejoró su ya



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insano fortalecimiento corporal al aumentarlo con la magia de evolución. Como resultado, las balas explosivas apenas le lastimaron la piel al explotar. Acababa de pasar, literalmente. Y una vez que terminó, era su turno pasar a la ofensiva.

"¡Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡Muere!"

Shea golpeó directamente a su copia. Ella bloqueó con Drucken, pero no fue capaz de absorber el impacto del golpe y fue enviada a volar. Mientras volaba por el aire, escuchó el estruendo de unas cadenas.

"Oh mierd-"

Antes de que pudiera terminar ese pensamiento, el brazo izquierdo de Shea terminó su rotación. En su mano estaba el mango de Drucken, aún unido al martillo por medio de una cadena. La cadena envolvió al árbol gigante por el centro, añadiendo aún más fuerza centrífuga a la rotación del martillo. La copia apenas tuvo tiempo de registrar lo que estaba sucediendo antes de que Drucken se estrellara contra ella.

La fuerza del golpe hizo que cambiara de trayectoria en el aire, enviándola hacia los lados en lugar de hacia atrás. Incapaz de amortiguar su caída, la copia se estrelló contra la pared de nuevo. Pequeños cristales de hielo volaban por el aire, brillando en la tenue luz. Dentro de esa nube resplandeciente, también había partículas brillantes que no eran hielo.

"Ahaha... Parece que he perdido."

La copia se sonrió tristemente a sí misma. Estaba acunando su hombro, y partes de ella estaban empezando a desintegrarse.

"Así que finalmente estás en tu límite."

"Sí, no soy rival para ti."

Shea incluso había sanado el ligero daño que le había infligido la lluvia de balas de su copia a través de la magia de la restauración. La copia agitó la cabeza con asombro.

"Realmente no estabas para nada aturdida. Aunque todo lo que dije debería haber sido nuestros verdaderos sentimientos..."

Shea no había flaqueado en lo más mínimo. De hecho, cuanto más había intentado atormentar a Shea, más débil se había vuelto. No había sido un gran juicio. Shea miró la copia y agitó la cabeza con indignación.

"¿De qué estás hablando? No puedes cambiar el pasado. Todo lo que puedes hacer es llevarlo contigo. Pero incluso si el pasado sigue conmigo, juré que haría todo lo que estuviera a mi alcance para mejorar el futuro."



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Ese día, cuando Shea fue perseguida, cuando vio cómo asesinaban a su familia y luego la persiguían de nuevo, había visto el futuro. En las profundidades de la desesperación, en el abismo del dolor, había visto un futuro lleno de esperanza. Esperanza en la forma de Hajime y Yue. Fue entonces cuando se dijo a sí misma que no se rendiría, que seguiría adelante. Ella había hecho todo lo que estaba en su poder para alcanzar y captar el futuro que estaba junto a esos dos.

"Juré que me convertiría en alguien que pudiera proteger a la gente que amo de aquellos que intentan quitármelos, ¿recuerdas?"

Ese había sido el deseo de la madre de Mona-Shea. Y Shea había heredado ese testamento. Cansada de ser débil, Shea se había esforzado por hacerse fuerte. Como resultado-

"Hice las paces con todo ese sufrimiento hace mucho tiempo."

Shea devolvió a Drucken a sus manos y lo puso sobre su hombro. Se parecía al Gran Árbol. Firme y fuerte, pero también flexible.

"La oscuridad en los corazones de la gente se supone que es lo suficientemente fuerte como para paralizarlos incluso entonces."

No era fácil liberarse de la oscuridad que acecha en su interior. Y sin embargo, Shea lo logró.

"Puede que seas yo, pero parece que no me entiendes. Supongo que eso prueba que el laberinto está mezclado contigo en alguna parte. De lo contrario, habrías sabido desde el principio que tus palabras no me harían daño."

Las heridas en el corazón de Shea no se habían curado. Nunca olvidaría el día en que perdió a tantos miembros de su familia. Y no importaba lo que dijeran los demás, ella sabía de hecho que toda la terrible experiencia había sido culpa suya. Pero ya no estaba deprimida y llorando por ello. Decidió deshacerse de su debilidad y dejar de huir del conflicto. Ya nada podía detenerla. Seguiría avanzando hacia el futuro que deseaba.

¿Por que? Bueno, eso es obvio. Porque su familia había trabajado muy duro para protegerla. Aunque eran miembros de la raza más débil, habían resistido el desprecio y la burla sólo para criarla. Su padre y su madre habían soportado mucho para mantenerla con vida.

Su vida era preciosa para ella precisamente por lo que los otros habían hecho por ella. Y ahora había encontrado tantas otras cosas preciosas. Alguien que la apreciaba y aceptaba su amor de todo corazón. Una mejor amiga en la que podía confiar y en la que podía contar. Tantas otras personas que le importaban y que se preocupaban por ella. Esta vez, ella sería la que los protegería a todos.

"¿La oscuridad en mi corazón? Hah. Lo siento, pero no soy una heroína trágica."



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Shea sabía que estaba bendecida. Había personas que ella quería proteger y esas personas querían proteger su espalda. Podía decir con confianza que era feliz. Por eso era ella la que nunca se perdonaría si empezaba a actuar como una damisela desafortunada. Claro, tal vez ella podría haber tenido esos sentimientos por un momento fugaz, pero no era suficiente para debilitar su resolución.

"Escucha y escucha bien."

Shea sonrió sin miedo y señaló a Drucken a su copia. Ella enderezó su espalda, la confianza brotaba de cada poro. Ni siquiera su copia pudo evitar sorprenderse de lo hermosa que se veía. Entonces, se hinchó el pecho con orgullo y declaró: "Ahora mismo, soy invencible. No importa a quién me enfrente, no perderé."

Sus palabras sonaban ciertas. La copia se sintió aún más débil. Las palabras tenían el poder tanto de reforzar a la gente como de debilitarla. Shea había probado que esta prueba podía ser superada a través de la fuerza del cuerpo y la mente solamente. Se había enfrentado de frente y había salido victoriosa.

El laberinto no tuvo más remedio que aceptar la fuerza de este desafío. La copia de Shea le sonrió débilmente.

"Ya veo. Esta prueba te empuja a superarte a ti mismo, pero ya lo habías hecho hace mucho tiempo."

"Así es. De todos modos, mis amigos me están esperando, así que será mejor que me dejes pasar."

"¡Fufu, aún no me has ganado! Veamos si puedes aguantar mi último ataque."

Gemelos pilares de maná, uno azul cielo y el otro carmesí oscuro, se elevaron al cielo. Shea y su copia se adelantaron al mismo tiempo, dejando cráteres a su paso. Habían pasado de cero a la velocidad máxima en un solo paso. Las dos utilizaron el retroceso de las ráfagas de escopeta de Drucken para acelerar aún más.

Rayas de maná iban detrás de ellas dos, haciéndolas parecer estrellas fugaces. Shea se concentró en el enemigo que tenía enfrente, y el resto del mundo se desvaneció. Trajo a Drucken de regreso, listo para balancearse en cualquier momento. Todavía lanzándose hacia adelante, se giró una vez. Entonces, con toda la fuerza de su ataque detrás de ella, Shea se balanceó. Los estampidos sónicos seguían detrás del golpe mientras aceleraban más allá de la velocidad del sonido.

La copia imitaba exactamente sus movimientos, así que los martillos, negro y gris, chocaron con una fuerza increíble. La colisión causó una explosión ensordecedora. Las ondas de choque se propagaron desde el punto de impacto, volando el suelo y las paredes cercanas. Un enorme cráter se formó en el suelo, como si Yue acabase de lanzar magia de gravedad sobre él. De los dos combatientes, la única que quedaba en pie era-



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"Impresionante."

Shea.

La copia sonrió un poco al elogiar sus habilidades. Luego se desintegró en una masa de partículas brillantes y desapareció. Shea se quedó allí en silencio durante unos segundos, y luego suspiró aliviada. Los proyectiles de escopeta que había gastado para acelerarse se estrellaron contra el suelo.

Shea miró al techo y murmuró: "Mamá, quiero convertirme en un monstruo amable."

Una vez en el pasado, Shea había llegado a su madre llorando por lo monstruosa que era. En aquel entonces, Mona había dicho: "No importa lo que digan los demás. Eres quien quieres ser. Tienes el poder de ser cualquier cosa que elijas."

Esto no es suficiente. Necesito ser aún más fuerte. Voy a ser tan fuerte que pueda proteger a todos de cualquier cosa. Me convertiré en un monstruo amable. Fue esta determinación la que impulsó a Shea hasta este punto.

¿Qué pensaría mamá si me viera ahora?

"Enorgullécete de ti misma. Mantén la cabeza alta y dile al mundo: ¡Soy Shea Haulia! ¿¡Tienes algún problema con eso!?"

Shea sonrió mientras recordaba las palabras de su mamá. Siguiendo su consejo, Shea levantó la cabeza y gritó: "Soy Shea Haulia. ¿Tienes algún problema con eso?"

En el silencio que siguió, Shea sintió como si hubiera escuchado la voz de su madre.

"Te has convertido en una espléndida monstruo, Shea."

Sus orejas de conejo se movieron un poco. Entonces, como si el laberinto la bendijera, se abrió un túnel en la pared justo enfrente de ella. Shea apoyó a Drucken en su hombro y se metió en él sin dudarlo.

◇ ◇ ◇

Después de cinco minutos de trotar por el túnel de hielo poco iluminado, las orejas de Shea

se levantaron. Había movimiento adelante. Sonrió, reconociendo el sonido de esos pasos.

Pasada la siguiente curva en el túnel era un callejón sin salida. Pero la mejor amiga de Shea, cuyos pasos acababa de captar, ya había pasado ese callejón sin salida. Significa que la pared que estaba en el camino de Shea estaba a punto de ser pulverizada. Sus tendencias se habían vuelto bastante violentas recientemente, pero en lo que respecta a Shea, ir a toda velocidad era la única opción. Después de todo, la autoproclamada luchadora más fuerte no tenía nada que temer.



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"¡Los obstáculos están hechos para ser aplastados!"

Shea pasó de trotar a correr en el lapso de un solo paso, confiando en que existía otro camino más allá de lo que parecía ser un callejón sin salida. Levantó a Drucken y lo golpeó con todas sus fuerzas.

"Uryaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah— Qu!?"

Justo antes de que su martillo impactara, la pared de hielo frente a ella desapareció. Drucken se balanceó por el espacio vacío, desequilibrando a Shea y haciéndola caer hacia delante. Casi se plantó en el hielo, pero consiguió convertir su caída en un balanceo en el último segundo. Luego se puso en pie de un salto y levantó las manos en el aire, como si la maniobra acrobática anterior hubiera sido totalmente intencionada. Sus mejillas ligeramente sonrojadas hicieron obvio que no lo había hecho y que estaba avergonzada por su error. Aún así, ella sonrió en un intento de convencer a todos los que la veían de que quería hacer eso.

"Y-Yue-san. ¡No es lo que piensas! ¡Lo hice a propósito!"

Shea miró a su alrededor, buscando a su amiga. Su agudo sentido del oído le había dicho antes que estaba aquí en alguna parte. Shea estaba preocupada de que Yue se burlase de su torpeza, pero se dio cuenta de que no tenía que preocuparse de que eso pasase. Yue estaba aquí, pero no miraba a Shea. Tampoco había estado prestando atención cuando Shea la llamó por su nombre.

"¿Yue-san?"

Shea la llamó de nuevo, pero no hubo respuesta. Yue estaba en silencio frente al árbol de hielo en el centro, sin siquiera molestarse en mirar por encima de su hombro. Shea no tenía forma de saber que tipo de cara estaba poniendo Yue. Pero sintió que no debía acercarse más.

Por un momento, Shea se preocupó de que Yue hubiese fallado en su juicio, pero un segundo después esa preocupación fue borrada. Al inspeccionar más de cerca, Shea se dio cuenta de que había otros dos caminos que salían de esta habitación. Uno debió ser por el que había entrado Yue y el otro los llevaba a otra parte. Su copia no estaba en ninguna parte. Era prueba de que Yue había completado su juicio. Pensando que Yue probablemente no la había oído, Shea se dirigió al centro de la habitación. Fue entonces cuando se dio cuenta.

"¿Eh?"

Para su total incredulidad, Yue parecía muy golpeada. Por supuesto, gracias a su regeneración automática, Yue no tenía heridas físicas, pero sus ropas y accesorios destrozados dejaron claro que acababa de pasar por una pelea agotadora. La oponente de Yue había sido naturalmente una copia de sí misma. A diferencia de la lucha de Shea, que había sido una batalla de pura fuerza, la lucha de Yue había sido una guerra mágica.



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Además, el estilo de combate preferido de Yue era dejar que los ataques enemigos la golpeasen y dejar que su regeneración automática se encargase del daño, mientras que ella se concentraba únicamente en contraatacar con ataques aún más poderosos. Era lógico que no saliera ilesa. Pero ahora que la lucha había terminado, Yue debería haber restaurado su ropa con magia de restauración. En retrospectiva, Shea se dio cuenta de que era extraño que Yue se quedara ahí parada en vez de avanzar también hacia adelante.

Insegura de lo que le pasaba a su mejor amiga, Shea dudó en acercarse más. Pero un segundo después se deshizo de esa vacilación y gritó alegremente: "¡Yue-san!"

"Ah-"

Agitándose, sorprendida, Yue miró por encima de su hombro. Vio la sonrisa radiante de Shea y entrecerró los ojos contra su deslumbrante luz.

"Shea..."

"Así es, Yue-san. Soy yo."

Shea se rió un poco, y Yue finalmente sonrió. Sus hombros se desplomaron y relajó sus músculos previamente tensos.

"¿Nuestras habitaciones estaban conectadas?"

"Eso parece. Seguí el camino que apareció después de superar el juicio y me trajo hasta aquí. Parece que tú también derrotaste al tuyo, Yue."

Shea no se molestó en mencionar las ropas rasgadas de Yue y en su lugar se giró hacia el pasillo que llevaba hacia adelante.

"Mmm... Fue pan comido."

Fue en ese momento cuando Yue finalmente se dio cuenta en que estado estaba su ropa. Al darse cuenta de que Shea parecía completamente ilesa, se sonrojó de vergüenza y rápidamente se lanzó magia de restauración. Shea observó cómo se cosía la ropa de Yue y se preguntó si estaba bien o no preguntar sobre su juicio. No había forma de que Yue hubiese flaqueado, o no habría despejado su juicio. Pero al mismo tiempo, estaba claro que Yue seguía preocupada por algo. Lo suficiente como para que se olvidara de arreglarse la ropa y ni siquiera darse cuenta de la primera vez que la había llamado Shea.

¿Qué ha pasado? Yue-san no parecía que los susurros la estuvieran afectando tanto. Y no creo que nada de lo que diga nadie pueda hacerla dudar de su relación con Hajime o con el resto de nosotros. Por lo que puedo decir, la oscuridad en el corazón de Yue tiene que ver con su traición de hace 300 años... pero siento que ella no es el tipo de persona que deja que eso la arrastre a este punto. Pero, ¿qué le digo a ella? ¿Debería preguntarle qué está pensando?



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¿O debería estar aquí para ayudarla hasta que lo supere? Shea agonizaba sobre la mejor manera de ayudar a su mejor amiga.

"Shea, estoy bien... Sigamos adelante."

Sintiendo la angustia de Shea, Yue le sonrió.

"Yue-san... Sí, tienes razón. ¡Vamos a buscar a Hajime-san y a los otros!"

"Mmm... Quiero volver a ver a Hajime."

"¡Fufu, lo mismo digo!"

Shea sabía que Yue solo intentaba parecer fuerte para ella y eso causó que sus orejas de conejo se marchitasen preocupadas. Pero al mismo tiempo, sabía que no tenía sentido esperar. Además, encontrarse con Hajime para que Yue pudiese coquetear con él era probablemente la mejor forma de animarla. Shea se recuperó y sus orejas de conejo se levantaron. Caminó hacia delante, con una nueva fuerza en su paso. Yue la siguió, y ambas entraron en el recién abierto túnel de hielo.

"¿Crees que todos están bien? Parecía que no les iba muy bien cuando empezaron a llegar los susurros, pero..."

"Mmm... Buen punto. Shizuku y el héroe especialmente."

"Me sorprendió que Shizuku lo estuviera pasando tan mal. Siempre estaba tan tranquila y calmada cuando estábamos en el laberinto de Haltina... pero Kaori estaba muy preocupada por ella aquí."

"Shirasucky tiene problemas, así que probablemente lo esté pasando peor que Shizuku."

"¡Ya empezamos otra vez! Yue-san, realmente te gusta Kaori-san, ¿no?"

"Yo no..."

Las dos charlaron normalmente mientras se abrían paso por el túnel. Como siempre, Shea fue la que sacó los temas y Yue simplemente respondió. Pero esa era la dinámica que tenían las dos.

Las respuestas de Yue eran claras y concisas, y ocasionalmente incluso hacía chistes. Sin embargo, había un leve indicio de malestar que se superponía sobre todas sus acciones. Shea se dio cuenta. A pesar de mantener la conversación, la mente de Yue estaba en otra cosa. Algo que la hacía actuar un poco más distante de lo normal.

En realidad, Yue seguía pensando en la batalla que había tenido con su copia.



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◇ ◇ ◇

"¿De verdad crees que serás capaz de estar a su lado para siempre?"

Después de hacer esa pregunta, la copia de Yue había recuperado gran parte de su fuerza. La abrumadora ventaja de Yue se había ido erosionando lentamente.

"No seas estúpida..."

Yue había refutado las palabras de su copia y había intentado abrirse paso con la magia de gravedad. Pero aunque su copia había sido forzada a arrodillarse por el poder de su magia, había continuado haciéndole preguntas cortantes.

"Piénsalo. ¿Por qué estás viva ahora mismo?"

Eso es obvio. Porque Hajime me salvó. Adivinando la respuesta de Yue, la copia la había pinchado aún más.

"¿No entiendes lo que estoy diciendo? Bien, déjame reformular la pregunta. ¿Por qué no nos mató el tío?"

Yue había pensado que nada de lo que decía la copia le haría daño. Que sería capaz de forzar su camino a la victoria. Y aún así, Yue se encontró incapaz de ignorar esa pregunta. Le atravesó el corazón con la misma agudeza que cualquier espada. Aunque ella no lo sabía, su magia de gravedad se estaba debilitando.

"Deberías saberlo mejor que nadie. Tu inmortalidad no es perfecta. No habría sido imposible para él matarte."

La copia había sido correcta. La regeneración automática de Yue, la piedra angular que sostenía su inmortalidad, requería el uso de maná. Una vez que su maná se había agotado, Yue ya no podía regenerarse. Ese día, cuando había sido golpeada sin piedad una y otra vez, se había quedado casi completamente sin maná. Matarla habría sido posible. Dienleed había sido más que capaz de hacer eso.

La única razón por la que Yue no había hecho esa pregunta antes era porque 300 años de prisión la habían afectado. La abrumadora desesperación, la soledad interminable y la oscuridad total habían retorcido sus emociones hasta que sólo quedaban el odio y la ira. Se había convencido de que su tío simplemente no había sido capaz de matarla y había descartado cualquier otra posibilidad para alimentar aún más su odio.

"¿Él... nunca planeó matarme... desde el principio?" Yue murmuró en voz baja mientras la comprensión la bañaba.

"Así es. Él quería sellarte."



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¿Por qué? ¿Por qué? ¿POR QUÉ? El corazón de Yue golpeó su pecho. Si su objetivo había sido simplemente usurpar el trono, ¿por qué había dejado vivir a una carga como Yue? La pregunta dio vueltas dentro de la mente de Yue.

Hubo una enorme ráfaga de viento y la copia hizo a un lado los últimos vestigios de la magia de la gravedad de Yue. Luego contraatacó con un aluvión de explosiones de ónix.

"Ugh..."

Yue fue incapaz de neutralizarlos a todos, y uno le dio en el hombro. Ese simple golpe fue suficiente para que Yue volara por el aire como una muñeca de trapo. Su angustia mental, combinada con el daño físico, le hizo perder la concentración y regresó al mundo de los flashbacks. Pero este flashback era diferente de los anteriores. Hasta ahora, los recuerdos que había visto eran los que podría haber recordado por su cuenta, si así lo hubiera querido. Era un fragmento de un recuerdo que ella misma había enterrado en lo más profundo de su corazón y que había olvidado por completo durante sus largos años de confinamiento.

"Lo siento mucho... pero no hay otra... Un día... alguien a quien puedas... Seguramente... protegerás... Esto es todo... Pero por favor, olvida... Cariño..."

Fragmentos de conversación llegaron a los oídos de Yue mientras corría por el carril de los recuerdos. La voz era familiar y amable, pero también llena de tristeza y arrepentimiento. Era su tío, la voz de Dienleed.

La memoria era borrosa, y era difícil de escuchar por encima de la estática. Yue no podía ver claramente la expresión de Dienleed ni sus palabras. Pero sabía que estaba en la habitación donde la habían encerrado. Como su conciencia había estado confusa en el momento en que escuchó esta conversación, sus propios recuerdos tampoco eran perfectos.

Pero había una cosa que recordaba claramente. Algo suave acariciando su mejilla. A pesar de que la había traicionado, a pesar de que la había sellado aquí, la mano de su tío había sido extremadamente gentil. Había sido similar a la forma en que Hajime la acariciaba ahora. Su toque había sido el de un padre que adoraba a su hija.

"¿Pero, qué hay de tus verdaderos padres?"

Yue recuperó el sentido justo a tiempo para ver que estaba rodeada por cinco dragones elementales, todos ellos emitiendo chispas carmesíes oscuro. Rápidamente usó la Los cielos caen y la Separación Espacial para derribar algunos de los dragones, y luego intentó bloquear el resto con una barrera. Sin embargo, su copia se estaba volviendo claramente más fuerte y era incapaz de desviar a todos los dragones.

El dragón de viento atravesó y cortó su flanco. Mientras la regeneración automática de Yue curaba la herida instantáneamente, sus ropas fueron destrozadas. Y ya no tenía el margen de maniobra para restaurarlos con magia de restauración. En vez de eso, convocó a sus propios cinco dragones y los enfrentó contra los de su copia.



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"¿Qué me hiciste?"

Yue no debería haber tenido esa memoria. Eso no puede ser real.

Ella miró a su copia, pero sacudió la cabeza.

"Lo que tú no sabes, yo no lo sé. Todo lo que puedo hacer es forzarte a ver cosas que sabes, pero que finges no ver."

"Así que entonces..."

"Por ejemplo, ¿qué hay de nuestro verdadero padre? Queríamos al tío como si fuera nuestro verdadero padre, pero ¿qué clase de persona era nuestro verdadero padre?"

"¿Qué estás...?"

Naturalmente, él amaba a Yue. Y había sido despiadadamente asesinado por su tío. Pero aunque Yue quería decir eso, no podía. Porque ese recuerdo no estaba dentro de ella. No importaba lo mucho que buscase Yue en lo profundo de su cerebro, todo lo que encontraba eran recuerdos vagos e indistintos.

No era que se hubiera olvidado de sus padres, sino que durante más de 300 años, ninguno de esos recuerdos había sido lo suficientemente impresionable como para durar. Y esa comprensión disgustó a Yue.

"Ya sabes. Tú lo entiendes mejor que nadie. Justo como tu madre y tu padre pensaban de ti."

Los diez dragones se cancelaron mutuamente, y Yue y su copia empezaron a dispararse ataques mágicos. Mientras tanto, su copia seguía raspando sus recuerdos.

"Aletia, eres una chica maravillosa."

"Si hay algo que quieras, te lo conseguiremos."

"Nos aseguraremos de que todo sea perfecto para ti."

Los padres de Yue nunca la habían regañado. De hecho, nunca lo consideraron posible. Su padre y su madre habían hecho cualquier cosa y todo lo que ella había pedido. Se podría decir que se crió en un ambiente cariñoso, pero ¿realmente era así como los padres debían actuar con sus hijos? Se sentía menos como si la amaran, y más como si la adoraran. La única persona que había regañado a Yue había sido su tío. Él fue quien le enseñó lo que significaba ser de la realeza y lo que era importante para la gente.

"¡Hermano, no puedes seguir haciendo esto! ¿No te das cuenta de lo que es esa chica?"



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Yue de repente recordó como su tío y su padre siempre habían discutido sobre ella.

"¿La iglesia está pidiendo una reunión? ¿Otra vez? No, está bien, Aletia. Me encargaré de esto."

Recordó que su tío siempre había estado presente en todas las reuniones que había tenido con los funcionarios de la iglesia. Y la única vez que se reunió con ellos fue cuando él no pudo deshacerse de ellos por sí mismo. En ese momento, Yue se había enfadado con él por ser tan sobreprotector.

"Todavía lo recuerdas, ¿no?"

Una vez más, Yue volvió al presente. Ella estaba siendo atrapada por sus recuerdos más y más a menudo. Una ráfaga de magia espacial destruyó el espacio a su alrededor. Yue sólo consiguió evitar que la dividieran por la mitad, pero aún no estaba a salvo.

"¿Cómo se veía el tío cuando empezó a poner distancia entre tú y él?"

La irritación se apoderó de Yue con esas palabras. Sus recuerdos resurgieron, y la cara de su tío apareció en su cabeza. Aunque había hecho todo lo posible para parecer inexpresivo, una pizca de angustia había aparecido en su cara. Sus ojos parecían torturados, como si estuviera luchando con un sufrimiento inexpresable. En ese momento, sus arrugas parecían profundizarse, envejeciéndolo por décadas en el lapso de un instante.

"Ah..."

Otro de los ataques de la copia apareció. Sangre y trozos de tela volaban por el aire mientras la bala mágica atravesaba la pierna de Yue junto con el final de su abrigo. La copia había recuperado su fuerza anterior y era tan poderosa como Yue. Solo después de ver su fuerza, Yue se dio cuenta de lo agitada que estaba.

"Si no hubieras tenido a alguien a quien odiar, si no hubieras tirado por la borda toda esperanza y dejado de pensar, no habrías podido soportar el dolor. Tomó la conclusión más lógica y se convenció de que tenía que ser la verdad."

Yue no podía negarlo. ¿Alteré mis propios recuerdos?

Por primera vez, Yue empezó a considerar la posibilidad de que la verdad era diferente de lo que recordaba. Al mismo tiempo, su pregunta inicial se elevó al primer plano de su mente.

¿Por qué me ha encerrado? ¿Por mi magia especial? No, ya sé que no puede haber sido eso. ¿Fue sólo un último acto de compasión? No, confinarme en una prisión eterna de oscuridad era mucho más cruel que matarme sin más. ¿Entonces me odiaba? No, ya he recordado que no es eso. Aunque Yue no lo sabía, había una respuesta lógica.



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¿Había algo en mí de lo que no me di cuenta? ¿Había algo detrás de mí por eso? ¿Fue por eso que el tío me selló? ¿Significa eso que lo que me perseguía antes sigue aquí?

Un sinfín de preguntas se presentaban una tras otra. Mientras Yue deliberaba, su copia hacía una última y mordaz pregunta.

"¿Quiénes somos? ¿Qué somos?"

"Ah-"

Yue no pudo responder. Porque esa respuesta revelaría la razón por la que había sido sellada en primer lugar. Y no dudó que cualquiera que fuese esa razón, era por lo que aún estaba viva. Yue sintió como si un bulto de hielo se hubiese asentado en su estómago. Todo su cuerpo se sentía anormalmente frío.

Dejó de moverse, y el aluvión de magia de su copia la alcanzó. En lugar de protegerse de ello, se dejó volar por los aires. Ella patinó sobre el suelo, se detuvo y de alguna manera se puso de pie. Como siempre, su cuerpo estaba ileso. Pero su ropa estaba arruinada. Su preciosa bata blanca era un desastre rasgada y cubierta de sangre.

Su copia se le acercó y le dijo una vez más: "Nunca se te ocurrió que quizás deberías pensar en quién y qué eres, ¿verdad?

Esta vez, las palabras que siguieron sirvieron como un golpe final.

"¿De verdad crees que serás capaz de estar a su lado por siempre?"

Derrotada, Yue fue incapaz de responder con un "sí" definitivo. Podía imaginar fácilmente que la cosa de la que se había escapado en el pasado la encontraría una vez más en su futuro. Y ese pensamiento la aterrorizaba. Por primera vez en mucho tiempo, Yue sólo quería acurrucarse en una bola y llorar.

Para Yue, Hajime era la luz. Él cortaría a través de la oscuridad, iluminaría su mundo y le daría calor, bondad y felicidad. Estar aislado de eso sería lo mismo que estar muerta. La copia de Yue se fue acercando poco a poco. Cada paso traía a Yue un paso más cerca de la muerte. Miró hacia el techo helado. Sus ojos carmesí la miraron fijamente. Eran del mismo color que el maná de Hajime, el color que tanto le gustaba. Un segundo después, una sonrisa se extendió por su rostro.

"......"

La copia se detuvo. Una sombra de duda apareció en su cara. Yue miró hacia abajo y dijo en voz baja: "Aunque yo desaparezca, él no estará solo."

"No, tú..."



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"Hajime tiene a Shea... Y Tio. Y aunque odio admitirlo, a Kaori."

La copia miró inexpresivamente a Yue, su boca aún medio abierta. Pero un momento después, se dio cuenta de lo que Yue intentaba decir. Se miró a sí misma con total incredulidad. Podía decir lo que le estaba pasando a su poder.

"Al final, Hajime Nagumo es realmente el centro de tu mundo, ¿eh?"

"Por supuesto..."

La copia no se estaba debilitando. Pero tampoco se estaba haciendo más fuerte. Por lo tanto, aunque Yue se había enfrentado cara a cara con una sorprendente revelación, su resolución seguía siendo firme. Había sido sacudida por un momento, pero ahora estaba renovada.

"Ustedes dos son como pájaros de un plumero."

El tono de la copia cambió. Frente al amor abrumador de la princesa vampiro, ya no vio la necesidad de copiar el estilo de discurso de Yue. En vez de eso, levantó la vista con cansancio y recordó como Hajime también se había jactado de su amor por Yue mientras superaba su propia prueba.

"He terminado de cuestionarme a mí misma..."

"Eso parece. También me he quedado sin recuerdos que revivir."

Su poder era igual. La copia no tenía más recuerdos que sacar a relucir. Ambos bandos reunieron todo su maná. Derramando todo lo que tenían en un ataque final, Trueno Dracónico. Dos dragones, uno envuelto en truenos dorados mientras que el otro estaba envuelto en carmesí, se estrellaron el uno contra el otro.

"Sin importar lo que me depare el futuro, si pierdo aquí, ¡nunca volveré a ver a Hajime! ¡Así que piérdete!"

"¡Ah!"

Entre las dos, era el dragón de Yue el que estaba ganando. Después de una lucha encarnizada, abrió sus fauces y se tragó el dragón de la copia entero. Luego, pasó a tragarse la copia también.

Mientras desaparecía, el ejemplar de Yue miraba a Yue con una sonrisa exasperada y un poco preocupada. Con un último rugido, el dragón del trueno de Yue desapareció, y con ello, su copia. Parte de la pared de hielo se desmoronó, revelando un nuevo camino. Sin embargo, Yue ni siquiera lo miró. Se tambaleó hacia el árbol de hielo en el centro de la habitación y miró fijamente a su reflejo. Su resolución era tan firme como siempre. Pero esta pelea había puesto nuevas dudas en su mente.



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La vaga inquietud que abrazaba se extendió por su corazón como una tenue neblina, oscureciendo sus pensamientos. Revisó desesperadamente sus recuerdos, buscando una solución a sus preocupaciones. Sin embargo, si su copia no hubiera podido dar una respuesta, significaba que ella simplemente no lo sabía. Después de todo, todo lo que sabía, ella lo sabía.

Pero aún así, Yue no pudo evitar buscar en sus recuerdos. Se sintió obligada a hacerlo. Si realmente había algo de lo que su tío había tratado de protegerla en el pasado, y si ese algo estaba destinado a encontrarla en el futuro, entonces ella necesitaba--

◇ ◇ ◇

"¡Yue-san!"

"Ah, ¿Khea?"

Yue sintió una fuerte mano en su hombro y salió de su ensueño. Levantó la vista y vio a Shea mirándola con expresión de preocupación en la cara. Los ojos celestes de Shea se encontraron con los de Yue, y ella pudo ver cuán seriamente Shea estaba preocupada por ella. Parecía que había estado tan sumergida en sus recuerdos que se había vuelto loca. Detrás de Shea, el camino por el que caminaban había llegado a un callejón sin salida. Yue ni siquiera lo había notado. Dándose cuenta de que no había podido ocultar lo agitada que estaba, Yue miró hacia abajo con culpa.

"Por favor, Yue-san. Dime qué pasó."

La voz de Shea era tranquila pero aguda. Quitó sus manos de los hombros de Yue y tomó las suyas. Las manos de Shea eran cálidas y tranquilizadoras, recordándole a Yue que no estaba sola.

"......"

Pero aún así, Yue no se atrevió a hablar. No sabía cómo decir lo que quería decir, o si debía decirlo en absoluto. Sus preocupaciones por el futuro eran vagas y poco claras. No sabía cómo explicarlas y cuando se dio cuenta de lo vagas que eran, de repente se sintió avergonzada de ponerles palabras. Yue se enorgullecía de ser la figura de una hermana mayor de Shea.

Desafortunadamente para Yue, todas sus dudas fortalecieron el deseo de Shea de saber qué le estaba molestando a su mejor amiga. Shea ya no sentía que podía esperar tranquila hasta que Yue estuviese lista para hablar. Su aguda mirada dejó claro que iba a sacar la verdad de Yue de una forma u otra. Dándose cuenta de que ya no podía engañar a Shea, Yue suspiró. Pero aunque se resignó a explicarse, aún no sabía cómo articular sus preocupaciones.

"Lo siento, Shea... No he resuelto mis sentimientos yo misma."

"¿Así que no puedes hablar de lo que te molesta?"



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"Mmm... Mi imitación me dijo un montón de cosas sobre mi pasado... Por supuesto, eso no cambió mis sentimientos acerca de ti o de Hajime para poder aclarar el juicio, pero... me di cuenta de que podría estar recordando algunas cosas mal. Quiero aclarar todo antes de explicarlo, así que, ¿puedes esperar un poco?"

"Ya veo..."

Shea aún no estaba satisfecha. Y no mostró signos de soltar las manos de Yue. Viendo lo testaruda que estaba siendo Shea, Yue sonrió. Su sonrisa estaba llena de amor y confianza para su mejor amiga. Has crecido fuerte, Shea.

Cuando se conocieron, Shea había sido una llorona y una gata asustadiza. Una conejita inútil que se había aferrado a Yue y Hajime para vivir. Pero ella había trabajado duro. Más duro que nadie. No importaba cuánto había llorado, no importaba cuán patética se veía cubierta de barro y sangre, ni una sola vez se había dado por vencida. Antes de que Yue se diera cuenta, Shea se había vuelto tan fuerte que ella era la que la protegía. La naturaleza alegre y directa de Shea había salvado a Yue más veces de las que podía contar.

Supongo que no es justo que siga pensando en ti como una hermanita, ¿eh? Yue extrajo sus manos de las de Shea y luego las tomó por fuera. Ella le impartió su calor a Shea, de la misma manera que lo había hecho momentos antes.

"¿Yue-san?"

Shea la miró confundida. Yue la miró y se rió. El miedo borroso que se había asentado en el corazón de Yue había desaparecido. En su lugar, quemó una poderosa resolución. La expresión de Yue se hizo firme y ella dijo: "Shea..."

"Sí, ¿qué pasa, Yue-san?"

La expresión de Shea se hizo aún más preocupante, pero Yue no se inmutó ante su mirada. Sus ojos rojos rubí estaban llenos de confianza en su mejor amiga.

"Si... algo me pasa, cuida de Hajime por mí."

"......"

Shea se quedó sin habla. Sus ojos se abrieron de par en par, y miró a Yue estupefacta. Su reacción fue natural. Esto era lo último que esperaba que Yue dijera. Aún así, Yue confiaba en que Shea sonreiría tranquilizadora y diría: "¡Por supuesto, puedes contar conmigo!" Sin embargo-

"¿Estás bromeando?"

"¿Eh?"



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Para sorpresa de Yue, la voz de Shea era muy fría. Su expresión se hizo plana, sin emoción. Pero parecía como si se estuviera forzando a dejar de lado sus emociones y parecer estoica. Yue estaba tan sorprendida por la reacción de Shea que por un momento se olvidó de respirar. Pero un momento después renovó su determinación. Yue no estaba bromeando sobre esto. No había nadie más en quien ella confiara lo suficiente para contarlo. Y necesitaba que Shea aceptara su petición.

"Yo no soy... Digo esto porque soy una persona decidida."

"¿Estás decidida?"

Shea apretó los dientes y entrecerró los ojos. A pesar de la fulminante mirada de Shea, Yue no rehuyó. Incapaz de mantener sus emociones bajo control, la fachada de emoción de Shea se desmoronó. ¡Smack! Un fuerte ruido resonó por el túnel.

"¿¡Ah!?"

Antes de que Yue tuviese tiempo de reaccionar, Shea la abofeteó. O mejor dicho, Yue estaba tan sorprendida que no podía reaccionar. Nunca en sus sueños más salvajes Yue había considerado que Shea respondería a una petición tan sincera como esta de esa forma. Aunque Shea no había usado el fortalecimiento del cuerpo para aumentar la fuerza de su bofetada, tampoco se había contenido. Parpadeando de incredulidad, Yue levantó una mano hacia su mejilla.

"¿Shea?"

"Por favor, retráctate."

"......"

"¡Retira esa mierda de que quieres que me ocupe de Hajime-san si te pasa algo ahora mismo!"

La cara de Shea temblaba de rabia. Estaba a segundos de perder la cabeza por completo. Los ojos de Yue se entrecerraron, su incredulidad fue reemplazada por ira.

"¿Estás diciendo que mi resolución, mi fe en ti es una mierda?"

"Eso es exactamente lo que estoy diciendo."

Los ojos azul cielo de Shea miraban profundamente a los ojos carmesí de Yue. Ambas sabían que ninguna de las dos se movería ni un centímetro. ¿Por qué? Yue pensó para sí misma. ¿Por qué está tan enfadada? ¿Por qué no acepta mi confianza en ella? La tristeza se mezclaba con la ira que florecía en su corazón.



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Al mismo tiempo, Shea también pensó, ¿Por qué? ¿Por qué dices algo tan triste? Shea y Yue se miraron en silencio durante unos minutos. Si alguien más del grupo hubiera estado presente, se habrían quedado boquiabiertos. Shea y Yue eran tan cercanas que nadie esperaba que se enfadaran seriamente entre si.

La primera en hacer un movimiento fue Shea. Saltó hacia atrás y levantó a Drucken, apoyándolo sobre su hombro.

"Parece que las palabras no te convencerán. No sé qué te dijo esa farsante, pero es bastante triste ver que la vampira más fuerte del mundo ha sido reducida a este estado patético. Supongo que tengo que sacarte esa cobardía a golpes."

Una espiral de maná azul claro surgió hacia el cielo desde Shea. Yue, que no estaba preparada para una pelea real, parecía sorprendida.

"Shea... Espera..."

Sus palabras fueron interrumpidas por un golpe de Shea con toda su fuerza. Yue retrocedió apresuradamente, apenas evitando a Drucken. El suelo en el que había estado de pie explotó. Fragmentos de hielo se dispararon por todas partes mientras se formaba un cráter masivo en el suelo. Aunque el suelo comenzó a regenerarse instantáneamente, la fuerza del golpe demostró que Shea estaba actuando en serio.

"Shea... Estás llevando esta broma demasiado lejos."

"¿Broma? ¿Sigues medio dormida o algo así? Ya que parece que no lo entiendes, te lo deletrearé. Lo digo en serio. Yue-san, a menos que te retractes de lo que acabas de decir... Te voy a dar una paliza en serio."

"Shea... ¿Por qué?"

"¿En serio no lo entiendes? ¡Increíble! ¡La habitual Yue-san, la Yue-san que conozco nunca actuaría tan débil! ¡Despierta, maldita sea!"

Shea una vez más golpeó a Drucken con todas sus fuerzas. Se aceleró más allá de la barrera del sonido, empujando una película de blanco frente a ella. Yue usó la magia de gravedad para caer hacia atrás, apenas evitando el martillo. El columpio horizontal de Shea falló, y Drucken se estrelló contra la pared, destruyéndola.

Sin tener en cuenta el daño que estaba causando, Shea disparó una serie de golpes. Cada uno poseía tanta fuerza destructiva como un meteoro que caía. Para empeorar las cosas, el pasillo era bastante estrecho. No había a donde huir y el combate cuerpo a cuerpo nunca había sido la especialidad de Yue. Era sólo cuestión de tiempo antes de que quedara atrapada. Pero Yue estaba más molesta de lo que temía que la arrinconasen.

"Ya basta... ¿Te das cuenta de la valentía que se necesita para reunir esta resolución?"



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Yue entró en la tormenta de balanceos y lanzó la Caída Celestial. La gravedad condujo a Drucken hacia el suelo, alterando la trayectoria del movimiento de Shea. Yue saltó del martillo, que estaba pegado al suelo, dio la vuelta en el aire y luego lanzó el ataúd de cristal directamente sobre Shea. Cuando aterrizó detrás de la conejita, los muslos de Shea estaban cubiertos de hielo. Le recordó a Shea la vez que entrenó con Yue para ganarse el derecho a unirse al grupo de Hajime. En ese entonces, el mismo ataúd de cristal había sido lo suficientemente poderoso como para atraparla en el hielo instantáneamente, dejándola en un lío sollozante.

"¿A esto le llamas resolución? ¡Raaaaaaaaaaaaaaah!"

Pero ahora, ese hechizo no era suficiente para frenarla. Todo lo que se necesitó fue un solo ataque. Shea golpeó el suelo, destrozando el piso cercano junto con el ataúd de cristal. Su puño era más una bala de cañón que un puñetaso. Yue tropezó por las ondas de choque enviadas por el golpe de Shea, con una mirada de incredulidad en su cara. Estaba segura de que había puesto suficiente maná en el hechizo, pero Shea lo había roto fácilmente. Con un gruñido muy poco femenino, Shea levantó a Drucken con fuerza bruta, luchando contra la enorme cantidad de gravedad que presionaba sobre ella. Luego apretó un gatillo en el mango, transformándolo en modo de bombardeo. Sin dudarlo, disparó una descarga de proyectiles de escopeta a Yue. El pasillo era demasiado estrecho, sin dejar espacio para esquivar. Yue no tuvo más remedio que poner una barrera. Una lluvia de balas explosivas se estrelló contra la barrera, propagando ondas de choque a través de su superficie. Por un momento, el pasillo se llenó de ondas de maná azul.

"¡Shea! Basta ya con eso..."

"Esa es mi línea, Yue-san. ¿Finalmente tienes ganas de retractarte de tus palabras?"

"¿Por qué...?"

"¿Por qué? ¿Realmente no lo sabes?"

"......"

El interminable bombardeo de balas explosivas comenzó a agrietar la barrera de Yue. Las reparaba al instante, pero la abrumadora presión de la descarga la mantuvo en su sitio. Aunque no lo hubiese hecho, la pregunta de Shea había dejado a Yue arraigada en el lugar. Yue miró a su mejor amiga a través de su barrera y el mar de balas. ¿Por qué su confianza en Shea la enloqueció tanto? Incapaz de comprender las acciones de Shea, Yue frunció el ceño frustrada.

Pero cuando vio mejor la expresión de Shea, Yue suspiró. Shea parecía devastada. Yue también estaba triste, por supuesto, pero Shea se veía mucho peor. Lágrimas brotaban de sus ojos y aunque gritaba, era obvio que Shea estaba más triste que enojada. Las palabras de Yue habían llegado muy lejos.



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Shea volvió a apretar el gatillo, un fuerte chasquido rosonó por el pasillo. Pero no se dispararon balas. Shea se había quedado sin municiones. En el silencio que siguió, Shea dijo con tristeza: "Si estás intentando confiármelo, ¿no significa eso que no crees que estarás aquí en el futuro, Yue-san?"

"Shea..."

"¿Realmente crees que aceptaría un futuro como ese? ¿Realmente crees que diría: 'Claro, déjamelo a mí'? ¿¡Que aceptaría esa mierda de petición tuya!?"

Finalmente, Yue entendió la fuente de la ira de Shea. Yue había pensado que su petición había sido una forma de transmitir su confianza en Shea. Aunque era verdad que Yue confió su vida a Shea, la forma en que había expresado su petición había sido totalmente errónea. Shea amaba a Yue. Así que era natural que una petición basada en la muerte de Yue no era algo que Shea quería escuchar. Incluso si Yue hubiera hecho esa petición por fe.

Shea nunca aceptaría un futuro en el que Yue muriera. Al darse cuenta de lo mucho que había lastimado a Shea, Yue frunció el ceño. Pero aún así, Yue no podía permitirse el lujo de arriesgarse. ¿Qué era ella, en realidad? ¿Por qué su tío la había encerrado? Mientras no entendiera esas dos cosas.

"Tengo que prepararme para lo peor..."

Yue nunca se retractaría de sus palabras. Fue en ese momento cuando Shea enloqueció por completo.

"¡Como si me importara una mierda!"

"¿¡Ah!?"

Gritando de frustración, Shea se lanzó a Yue como una bala de cañón humana. El repentino asalto hizo que Yue titubeara por un momento. Esa vacilación momentánea era todo lo que necesitaba una conejita sobre cargada. Shea hizo que Drucken retrocediera, luego aumentó su peso con magia de gravedad y se fortaleció al máximo. Derramando toda su tristeza y frustración en un solo golpe, que se balanceó hacia abajo.

"¿¡Bwagh!?"

La barrera de Yue se rompió como un cristal y toda la fuerza del martillo de Shea impactó contra su pecho. El aire fue expulsado de sus pulmones cuando fue lanzada hacia atrás a una velocidad increíble. Pero Shea no se detuvo ahí. Giró con la fuerza de su propio golpe y continuó atacando a Yue.

"¡No entiendes nada, Yue-san!"

Ella volteó como una lanzadora y le tiró Drucken a Yue.



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"¡Ngh! ¡Tierra santificada!"

La barrera se formó alrededor de Yue justo a tiempo para bloquear a Drucken. Sin embargo, la velocidad a la que Shea lo había lanzado había multiplicado su poder destructivo. Hubo una explosión cuando Drucken atravesó la barrera sin bajar su velocidad. Cuando Yue se acercó al callejón sin salida hacia el que habían estado caminando, la pared empezó a disolverse. Pero se estaba disolviendo demasiado lento para que Yue o la bola rápida de Shea pudieran pasar a través de él. El impacto de Drucken envió una onda expansiva que destruyó el hielo cercano y envió a Yue a través de la recién formada abertura. Finalmente, Drucken cayó al suelo. Al mismo tiempo, Yue cayó al suelo y se deslizó sobre él. Una vez que se detuvo, se puso de rodillas y miró preocupada la pared derrumbada. Justo en ese momento

"¿¡Qué!?"

"¿Qué acaba de pasar?"

Dos voces confusas gritaron. Específicamente, Kaori y su copia. Las dos estaban empuñando espadas. Pero ambas estaban tan sorprendidas por la repentina intrusión que olvidaron su batalla. Sin preocuparse de su sorpresa, Shea atravesó la abertura que se estaba desmoronando y entró en la habitación. Sus orejas y cola estaban rígidas. Se puso de pie sobre el mango de Drucken y el martillo regresó a ella. Aterrizó en la parte superior del mango con un sonido satisfactorio. Luego, Shea lo giró hacia atrás y comenzó a golpear su hombro con él.

"¡Déjame recordarte cómo se supone que debe ser la verdadera resolución, Yue-san! Será mejor que no subestimes a esta conejita."

Dirigiéndose a Yue, Shea empujó a Drucken delante de ella. Estaba demasiado loca para preocuparse por su entorno ahora mismo. Esta fue la primera pelea seria que cualquiera de ellas había tenido con una amiga desde que nació. Kaori y su copia miraban confundidas, con su batalla casi olvidada.

◇ ◇ ◇

Retrocedamos el reloj unos minutos. Como todo el mundo, Kaori se había encontrado en

una habitación abierta con un árbol de hielo en el centro y se había visto obligada a luchar contra su copia. Un juicio de esta naturaleza, en el que se había visto obligada a enfrentarse a sus lados más feos, había sido especialmente difícil teniendo en cuenta su pasado. Pero ella estaba preparada. Después de todo, Kaori sabía mejor que nadie cuantas grietas tenía su corazón.

"Prometimos proteger a Hajime-kun, pero fracasamos. Nos pusimos celosas de Yue porque

sentíamos que no podíamos encajar."

"¿Cómo es que no éramos especiales?"



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"¿Cómo es que éramos la única débil?"

"Incluso tiramos nuestro cuerpo original para fortalecernos, así que ¿por qué eligió a Shea y no a nosotras?"

"¡Fuimos nosotras las que debíamos estar a su lado! ¡Somos las que más lo amamos!"

"¡No queremos perderlo! ¡No lo alejes de nosotras!"

Las palabras de la copia se habían aferrado a Kaori, arrastrándola hacia un pantano sin fondo. Quería taparse los oídos, apartar la mirada y gritar que nunca había pensado en esas cosas. Era como si la copia supiera exactamente qué decir para restregar sal en sus heridas mentales. El dolor era tan insoportable que Kaori había querido gritar. Insultar a su copia y llamarla mentirosa. Pero en vez de eso—

"¡Haaaah!"

"Ngh."

Ella dio un paso hacia adelante. Inquieta, inquebrantable, continuó avanzando. Usando su frustración para alimentar su agresividad, había cortado con sus espadas gemelas. Cada uno de sus golpes había sido increíblemente preciso. Tanto es así que la copia había sido rechazada. Kaori no había estado golpeando con una furia ciega. Sabía que cortar su copia significaría cortar su propia debilidad y atacó con precisión quirúrgica. Su espíritu había ardido hermosamente, vestido con el cuerpo divino del Apóstol de Dios. Su forma plateada había chocado con la forma negra de su copia.

Las dos danzaban por el campo de batalla, con el pelo suelto detrás de ellas. Sus espadas chocaban interminables veces, enviando una lluvia de chispas por el aire. La batalla había sido intensa. Pero también tenía una belleza mística, como una antigua danza sintoísta. Con el paso del tiempo, Kaori se hacía aún más experta en lidiar con sus cicatrices mentales, lo que hizo que su poder creciese a su vez.

"¡Yaaaaaaaaaaaaaaaaah!"

"Ngh, ¿¡te has vuelto aún más rápida!?"

Incapaz de resistir la embestida, la copia saltó. Luego desató un rayo de desintegración negro hacia Kaori. Kaori alineó la parte superior de su espada con su copia y desató una explosión de desintegración propia. Los dos rayos chocaron, enviando ondas de aniquilación. Cualquier cosa que las ondas tocaban era borradas instantáneamente.

"Tus celos, tu frustración, tu impaciencia y tu complejo de inferioridad no han desaparecido! Sigues siendo igual de frágil que antes, así que ¿por qué te estás haciendo más fuerte?"

"Aunque mis sentimientos no hayan cambiado, aún puedo crecer."



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La voz de Kaori era sorprendentemente suave. Un escalofrío bajó por la columna vertebral de la copia y miró por encima de su hombro mientras mantenía su rayo. Como temía, Kaori había conseguido crear un círculo mágico en el aire detrás de ella usando sus plumas.

"¡Estallido de truenos!" [Thunderburst] "¿Ahora puedes lanzar hechizos remotamente?" La copia desplegó sus alas y disparó al aire. Habían pasado unos treinta minutos desde el

comienzo de la batalla. En todo momento, Kaori había sido incapaz de usar sus plumas para crear círculos mágicos remotos. Pero la copia no tuvo tiempo de procesar este desarrollo, ya que Kaori desplegó sus propias alas de plata y la persiguió. Se inclinó hacia abajo con sus espadas, y la copia levantó la suya para bloquearla. Hubo un fuerte estruendo metálico cuando las cuatro espadas chocaron.

"¿No soy... más fuerte?" Hasta ahora, la copia había ido creciendo constantemente en fuerza. Con cada espinoza

burla, el corazón de Kaori había sido herido aún más. Pero ahora, eso también había dejado de ocurrir.

"Verte así me muestra lo egocéntrica que soy," contestó Kaori. Pero ella hablaba más

consigo misma que con su copia. "Era así en la escuela, e incluso cuando dejé a Shizuku-chan para unirme a Hajime-kun." Durante dos años, Kaori había estado completamente desprovista de autoconciencia. Todo

lo que ella quería era hablar con el chico que amaba, pero no había sido capaz de encontrar la manera de hacerlo realidad. Y así, ella se había lanzado desesperadamente hacia él, causando problemas a todos en el proceso. Sabía lo mucho que perdería Kouki y los demás si abandonaba el grupo. Pero incluso entonces, se había reunido milagrosamente con el chico que creía que había muerto. No soportaba que otras chicas estuvieran más cerca de él que ella, así que priorizó sus sentimientos sobre el bien de los demás.

"Así es. Es patético. Somos tan egoístas que es asqueroso." Con lo mucho que la copia ya había sido fortalecida, era mucho más fuerte que Kaori. Dejó

a un lado sus espadas y le lanzó un aluvión de plumas de desintegración. Kaori se abrió paso entre el ataque mortal y dijo en voz baja: "Quiero cambiar. Quiero ser

amable como Yue. Fuerte como Shea. Sabia como Tio. Y linda como Shizuku-chan." Aunque estaban en medio de una pelea, la silenciosa voz de Kaori llegó lejos. Por un

momento, la copia pensó que Kaori estaba siendo honesta sobre sus celos, pero un momento después entrecerró los ojos. Podría sentirse más débil.



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Kaori se giró en el aire, dejando que algunas de las plumas la golpeasen. Sin embargo, evitó sufrir daños mortales y agitó sus alas para acelerar. Se movía más rápido que nunca, tan rápido que dejaba imágenes residuales después de su estela.

No sólo parecía más rápida que la copia que se estaba debilitando. Ella realmente se estaba

volviendo mucho más rápida. Había una sola razón para el repentino aumento de potencia de Kaori. Finalmente estaba aprendiendo a sacar todo el potencial del cuerpo que habitaba. Las largas horas de entrenamiento finalmente estaban empezando a dar sus frutos. Su crecimiento, como ella decía, fue más que sólo mental.

Kaori desató un aluvión de rápidos y relámpagos golpes de espada. La copia los desvió a

todos, apoyándose en sus reflejos fortalecidos y dijo con convicción: "Ya veo... La razón por la que me estoy debilitando a pesar de que no has encontrado una manera de disolver tus sentimientos negativos es porque estás avanzando a pesar de saber que mantienes esta oscuridad en tu corazón. Incluso antes de que esta prueba comenzara, ya estabas empezando a crecer."

Kaori atacaba implacablemente, sus espadas formaban arcos de plata por el aire. Su

inigualable destreza con la espada estaba ahora al nivel de la de Noint. Aunque era sólo por un factor de milisegundos, la copia era ahora más lenta.

Las espadas de Kaori empezaron a rozar la copia, infligiendo numerosas heridas

superficiales. Sintiendo una sensación de logro, ella dijo: "Es verdad, estaba celosa de Shea. Pero al mismo tiempo, ¡era feliz!"

Cuando Kaori vio a Hajime aceptar a Shea, se puso celosa, claro. Pero también estaba

contenta de que a una de sus amigas se le hubiera concedido su deseo. "Yue realmente me hace enojar. Pero al mismo tiempo, ¡la quiero cerca!" Kaori nunca más dejaría que sus sentimientos de inferioridad se interpusiesen en su camino.

Los había superado en las ruinas hundidas de Melusine. "¡Hasta me di cuenta de cómo se siente Shizuku-chan!" Kaori seguía siendo tan imprudente y directa como antes, pero ahora era al menos más

consciente de lo que le rodeaba. En lugar de entregarse a los celos y al odio, había decidido concentrarse en superarse a sí misma. Kaori se había enfrentado a sus propias emociones negativas mucho antes de llegar a este juicio. Que es por lo que–

"Tengo miedo de la oscuridad en mi interior. ¡Pero no le daré la espalda!" Kaori lanzó uno de sus hechizos mágicos de evolución, Remover Limitador [Limiter

Removal]. Al hacerlo, fue capaz de simular el hechizo Romper el Límite [Limit Break] que Noint había sido capaz de usar. Vestida de maná plateado, Kaori se adelantó a una velocidad sin



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precedentes. En todos los sentidos se había convertido en la igual de Noint en términos de fuerza.

"¡Nunca perderé contra mí misma! ¡Voy a proteger a la gente que quiero proteger y volver a

Japón con todos!" "Parece que ya no hay necesidad de palabras. Parece que no me haré más fuerte." La copia sonrió cuando una de las espadas de Kaori la hizo volar. A pesar de la transferencia

de cuerpos, Kaori era indudablemente humana en la forma en que había crecido. La copia aterrizó de forma inestable en el suelo y Kaori se posó frente a ella. Las dos se miraron en silencio durante unos segundos.

"Este es el fin. ¡Allá voy!" "Muy bien. ¡Muéstrame todo lo que tienes! ¡Demuéstrame lo que tienes que hacer para

reducir nuestra debilidad!" Dos estrellas fugaces se lanzaron una hacia la otra, una plateada y otra negra. Chocaron

en el centro de la habitación, justo al lado del árbol de hielo. Ondas de choque se extendieron desde sus espadas y remolinos de maná surgieron a su alrededor.

Las dos estaban igualadas, pero solo por un momento. Muy pronto, las espadas de Kaori

empezaron a hacer retroceder la copia. Como la luz del sol desterrando la oscuridad, su maná plateado comenzó a erosionar el maná negro de su copia. Kaori y su copia se miraron a los ojos, sus caras separadas por centímetros.

Los ojos de Kaori ardían con una feroz determinación, mientras que sus copias eran oscuras

y silenciosas, como el cielo en una luna nueva. Sonriendo débilmente, la copia cerró los ojos y se resignó a su destino. Casi parecía como si se estuviera bañando a la luz del maná de Kaori. Pero justo antes de que Kaori pudiera dar el golpe final, una sección de la pared se derrumbó. Hubo un gran estruendo y una rubia familiar entró en la habitación.

◇ ◇ ◇

"¿¡Qué!?" "¿Qué acaba de pasar?" Kaori y su copia miraron con confusión. Cuando Kaori se dio cuenta de que la chica rubia

que estaba en el suelo era Yue y siguiendo a Shea, al principio suspiró aliviada. Pero entonces se dio cuenta de que Yue estaba sudando y que su expresión se tensaba mientras Shea se veía francamente amenazante. Confundida una vez más, Kaori intentó descifrar la situación. Antes de que pudiera, sin embargo.



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"¡Déjame recordarte cómo se supone que debe ser la verdadera resolución, Yue-san! Será mejor que no subestimes a esta conejita."

La mandíbula de Kaori se abrió, sorprendida al ver como Shea apuntaba a Drucken hacia

Yue. Nunca antes había visto a Shea tan enojada y no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Hace unos momentos, estaba a punto de terminar el épico enfrentamiento entre ella y su copia, completando su arco de crecimiento personal, un tanto tradicional, pero sin embargo significativo. Pero ahora Yue y Shea se habían metido en su propio enfrentamiento, y Kaori de repente se sintió excluida.

La copia, siendo un producto del laberinto, ya sabía que Shea y Yue habían despejado sus

pruebas. Sin embargo, todavía no tenía idea de por qué dos aliadas estaban peleando entre sí. Para ello, parecía como si Yue y Shea estuviesen en una batalla a muerte. Con sus espadas aún chocándose, Kaori y su copia se miraron fijamente. Llegaron a algún tipo de entendimiento y asintieron entre sí. Kaori se giró entonces hacia sus dos amigas.

"U-umm, ¿Yue? ¿Shea? ¿Qué están...?" "Shea... Escucha. Mis recuerdos no son..." "¡Cállate, carajo! ¡No me importa qué razón tengas! ¡La Yue-san que conozco y amo nunca

actuaría de forma tan débil! ¡Ella nunca renunciaría a su puesto como la única persona especial de Hajime-san! ¿Qué quieres decir con que tienes que prepararte para lo peor? ¡Maldita cobarde!"

La expresión de Yue se endureció. Ella nunca esperó escuchar insultos venenosos de Shea,

la única integrante del grupo que trataba a todos con amabilidad. Mientras tanto, Kaori estaba empezando a llorar. Yue y Shea la estaban ignorando completamente. Su copia retiró sus espadas y suavemente le dio una palmadita en el hombro. Aunque era un producto del laberinto, ni siquiera podía dejar de compadecerse de su difícil situación.

"La razón por la que me encerraron no fue lo que pensé que era..." Sin embargo, Yue ya no sabía cual era esa razón, por lo que quería estar preparada, por si

acaso. Y sólo podía contar con Shea, la persona en la que más confiaba. ¿Por qué no puedes entender cómo me siento? Sin embargo, no importaba cuán serias

fueran las súplicas de Yue, Shea no iba a escuchar. "¡Como si me importara!" Shea rechazó la explicación de Yue sin dudarlo. No le importaban

las verdades chocantes que Yue había descubierto. Nunca aceptaría un futuro sin Yue en él. Tampoco aceptaría nada de lo que Yue tuviera que decir mientras Yue no creyese que tenía futuro.

¿Por qué no puedes entender cómo me siento? La tristeza y frustración de Shea por la

terquedad de Yue se convirtió en ira.



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"¡Si alguien se interpone en nuestro camino lo matamos y seguimos adelante! Ese ha sido nuestro lema todo este tiempo, ¿no? Entonces, ¿qué demonios es esto de prepararte para la peor mierda? ¡Estúpida vampiresa enana!" Shea estaba tan nerviosa que ahora estaba lanzando insultos al azar.

"¿E-E-E-Enana? Fufufufufu, ahora sí te pasaste..." Esta vez, fué el turno de Yue para que se rompiera. Cualquier simpatía que pudiera tener

por los sentimientos de Shea desapareció. Sus ojos brillaban con una luz feroz. Ella había intentado jugar limpio y eso acababa de hacer que Shea se sintiera arrogante. Shea vio la ira en los ojos de Yue y se mofó. Se hinchó el pecho, mostrando la diferencia entre sus atributos y los de Yue. Claramente estaba intentando provocarla.

Truenos retumbaron cuando Yue empezó el proceso de llamar a su dragón relámpago. Se

veía absolutamente asesina. El campo de batalla de repente se volvió mucho más peligroso. Kaori y su copia llevaron sus manos a la boca y observaron con temor.

Un rayo cayó al suelo detrás de Yue mientras murmuraba: "Ésta es tu última oportunidad

de retractarte, conejita inútil." Shea le contestó tranquilamente: "Ésa es mi línea, vieja enana." Ya no había vuelta atrás. Yue y Shea se miraron fijamente, sus labios temblaban. Ambas

estaban furiosas. Kaori se entromete tímidamente, "U-umm, ¿ustedes dos? ¿Podrían calmarse un segundo?

No sé qué pasó, pero--" "Parece que necesitas que te recuerden quién de nosotras es más fuerte. ¡Te convertiré en

una conejita asada!" "No me preocupa una enana cobarde como tú. ¡Esta vez sí que te ganaré!" Yue y Shea ignoraron los intentos de mediación de Kaori. Esta iba a ser su primera batalla

seria desde que se habían conocido. El dragón del trueno de Yue se adelantó con un rugido, señalando el comienzo de la pelea. Se abalanzó sobre Shea, con la intención de freírla en pedazos. Shea respondió saltando hacia adelante con fuerza explosiva. Giró a Drucken de lado, las ondas de choque del golpe eran lo suficientemente fuertes como para interferir con el campo de gravedad del dragón. Sin la gravedad para mantenerlo unido, sus rayos se dispararon al azar. Con el cabello ondeando detrás de ella, Kaori las vio pelear con ojos vidriosos.

"Oh sí... Esas dos son mejores amigas. Por supuesto que me ignorarían. Bueno... Supongo

que soy realmente inútil después de todo..." "¿¡H-Huh!? ¿¡Mi poder está volviendo!? ¡Contrólate mujer estúpida!"



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"Mira, lo sabía... Sólo soy una estúpida fracasada..." "¡Espera, no, no quise decir eso! ¡No eres estúpida en absoluto! ¡Esos dos están tan metidas

en su lucha que no te están prestando atención! ¡No es porque seas fácilmente ignorable o algo así!"

"Lo sabía... Es como si no existiera para ellas..." "¡Ah, me estoy volviendo más fuerte otra vez!" Kaori daba tanta lástima que la copia, parte del juicio del laberinto, intentaba consolarla. Una

vista como esta nunca se había visto antes y probablemente nunca se volvería a ver. La lucha de Yue y Shea se hizo aún más feroz, su concentración se centraba únicamente en la otra.

"¡Voy a hacer que te comas tus palabras, maldita vampiresa pervertida!" "¡Si eres de las que hablan, conejita exhibicionista!" "¿A quién llamas exhibicionista? ¡Tú eres la que sigue atacando a Hajime-san en público!" "¿Estás diciendo que soy igual que Tio? ¡Voy a hacer que te orines en los pantalones otra

vez, conejita llorona!" "¿¡Qué!? ¡Eso fue hace mucho tiempo! ¡Debería haber sabido que te pondrías mezquina en

tu vejez, bruja!" "¡Que te jodan! ¡Te voy a matar Shea! ¡Voy a aplastar esas estúpidas bolsas de grasa tuyas

con magia de gravedad!" "¿¡Cómo te atreves!? ¡Voy a proteger las tetas favoritas de Hajime-san con mi vida!" O mejor dicho, la lucha de Yue y Shea se estaba volviendo aún más mezquina, no salvaje. Por supuesto, mientras luchaban a un nivel que los simples mortales apenas podían

comprender. Yue disparaba miles de rayos de magia, que Shea reflejaba o destruía directamente con un solo golpe de su martillo. Y sin embargo, cuanto más pequeños eran los insultos, menos tensa se ponía la lucha.

"¡Lo siento, pero a Hajime no le interesan las grandes extensiones de grasa! ¡Es un hombre

de culos! ¡Más específicamente, le gusta mi culo!" "Estás delirando. ¡Hajime-san ama mis tetas! ¡Anoche estuvo jugando con ellas toda la

noche! ¡Es la prueba de que soy mejor contigo en la lucha y en el sexo! ¡Pah!" Habían empezado a hablar de los fetiches de Hajime. Si Hajime hubiese estado presente,

probablemente habría estado llorando en la esquina con Kaori. Además, Shea parecía estar



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canalizando su Miledi interior. Sus burlas eran molestas y puntuales a la vez, haciendo que Yue se enfadase más y más.

"Yo soy la que te enseñó todo lo que hay que saber sobre el sexo. Soy responsable de tu

crecimiento. ¡Sé todo lo que haces! ¡Demostraré que ninguna de mis discípulas puede superarme!"

"¡Adelante! ¡Los discípulos siempre superan a sus maestros en algún momento! ¡Las

venceré a las dos en una pelea y follaré aquí mismo, ahora mismo!" Un velo de luz azul pálido rodeaba a Drucken. Shea lo giró más rápido que la velocidad del

sonido, golpeando la cara del martillo contra el dragón relámpago de Yue. Voló en pedazos en un estallido de chispas, pero luego apareció otro. Avanzando a una velocidad tremenda, con la boca abierta.

Yue había elegido el momento perfecto para atacar. Shea acababa de terminar un gran

swing, lo que significaba que inevitablemente tenía que mostrar una apertura momentánea. Sin embargo, Shea reaccionó instantáneamente, cayendo al suelo incluso cuando estaba girando 180 grados. Las mandíbulas del dragón del trueno se cerraron en el aire vacío, a centímetros por encima de las orejas de conejo de Shea. Luego, usó el retroceso de disparo de Drucken para deslizarse por debajo del dragón y usó un solo dedo para girar en el aire. Aterrizó con los pies en el suelo y se lanzó hacia Yue.

"¡Te voy a hacer papilla!" "¡Débil! ¡Igual que tu amor por Hajime!" Yue bloqueó el golpe de martillo supersónico de Shea con una barrera mágica espacial. Las

ondas de choque se extendieron en todas direcciones, pulverizando el hielo circundante. Un momento después, Yue contraatacó con destreza. Ella golpeó a Shea con un ataque que redujo el espacio y que convertiría a los humanos normales en carne picada.

El aire crujió al ser despedazado, y las paredes y el techo cercanos se desintegraron. Sin

embargo, Shea— "Técnica secreta: ¡sonreír y aguantar!" Resistió el ataque. Con su cuerpo. Ella estaba, por supuesto, usando la magia de evolución

y fortaleciendo la magia para elevar su resistencia al límite, pero incluso Yue no esperaba que su hechizo no causase ningún daño. De hecho, ella esperaba que el ataque le hubiera dado a Shea una conmoción cerebral, terminando la pelea.

"¡Patético Yue-san! Si esto es todo lo que tienes, no puedes detenerme." "¡Maldita conejita super poderosa!"



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Había un temblor de miedo en la voz de Yue. No podía creer lo dura que era Shea. Con un poco de pánico, Yue se retiró ante el ataque de Shea. Al mismo tiempo, reunió todo su maná.

Hubo un fuerte estruendo, y trozos de hielo volaron del suelo y las paredes. Las llamas

quemaban el aire, mientras que los relámpagos atravesaban el hielo. Otra explosión golpeó los tímpanos de todos y ondulaciones de maná se extendieron por toda la sala. La gravedad de los daños al medio ambiente demostraba la gravedad de ambas amenazas. Sin embargo—

"Yue-san, umm... ¡caraculo!" "Shea tu... gran tonta!" Sus insultos eran cada vez más infantiles. Parecía que se les habían acabado los mejores.

Kaori y su copia miraban con los ojos vacíos como Yue y Shea se llamaban entre sí con nombres de estudiantes de primaria mientras tenían una batalla épica como la que la historia nunca había visto. Ambas estaban sentadas en un rincón de la habitación, abrazando sus rodillas. Aunque se suponía que esta era la habitación para su juicio, Kaori se había convertido en una mera espectadora. Había estado a segundos de completar su juicio, pero ahora estaba viendo como Yue y Shea se insultaban entre sí. La desesperación de Kaori era comprensible.

Su ejemplar se puso en pie lentamente y dijo resueltamente: "Iré." Parecía sorprendentemente galante. De hecho, era difícil creer que estaba compuesta sólo

de emociones negativas. Parecía más bien una guerrera valiente que se dirigía a la muerte. Los ojos de Kaori se abrieron de par en par, sorprendida.

"¿Intentarás detenerlas? ¡No puedes, morirás!" Era demasiado imprudente para intentarlo. El campo de batalla ocupado por la conejita

super poderosa y la vampiresa rota era sin duda un lugar de muerte asegurada. En el momento en que alguien se interpusiera entre ellas, perecerían. Sin embargo, la expresión resuelta de la copia no cambió.

"Soy una prueba de este laberinto. No puedo permitir que otros interfieran con mi juicio. Este

es mi orgullo como vástago del laberinto." Haré esto. Por mi bien y por el tuyo. Al ver la sonrisa de la copia, Kaori se quedó sin palabras.

Sabía muy bien que la copia no tenía ninguna posibilidad de detener la batalla entre Yue y Shea. Algo más profundo que la amistad las conectaba a las dos, conduciéndolas a pelear. Era posible que las dos se hubieran vuelto locas.

Pero aún así, Kaori sonrió. Se puso de pie y miró su copia a los ojos. "Regresa sana y salva. ¡Te estaré esperando!" "Fufu, supongo que no tengo más remedio que regresar ahora."



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Kaori parecía una leal esposa viendo a su marido irse a la guerra. La escena entre las dos habría encajado perfectamente en una película. Si Kaori y su copia no estuvieran tan agotadas mentalmente, probablemente les habría importado más lo absurda que era esta situación. La copia, a regañadientes, se apartó de Kaori y luego miró fijamente al campo de muerte, destrucción e insultos mezquinos.

"¡La copia de Kaori Shirasaki, ahora está en camino!" "¡Por favor, mantente a salvo!" La copia salió a la luz sin dudarlo, igual que la original. Pero segundo después. "¡Fuera de mi camino!" "¿Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!?" Estaba volando por el aire. La copia trazó un arco perfecto a través del cielo. "¡¡¡M-mi Copiaaaaaa!!!" "Ngh, ¡estoy bien! ¡Aún puedo seguir adelante! Yo las detendré, ¡así que observa!" La copia se giró en el aire en el pico máximo de su arco y extendió sus alas negras para

estabilizarse. Su pelo y sus ropas estaban chamuscadas, pero su determinación estaba intacta. Luego, levantó sus espadas gemelas y enfrentó el campo de batalla con el coraje de un héroe. De hecho, parecía disfrutar interpretando el papel de mártir trágica. Eso tenía sentido, considerando que era una copia de Kaori.

La copia miró a Yue y Shea y gritó con una voz lo suficientemente fuerte como para sacudir

los cielos: "¡Ya basta, ustedes dos! ¡Este es nuestro campo de batalla! ¡Deja de perturbar el juicio!"

Dos explosiones simultáneas y un aluvión de insultos volaron entre Yue y Shea mientras

ignoraban completamente a la copia. Ambas estaban enfocadas únicamente la una en la otra. Atacaron a la copia de Kaori por reflejo, registrándola como un obstáculo más. Enfadada por haber sido ignorada dos veces seguidas, la copia se rompió.

"¡Bastardas! Bien, lo haré para que no me ignoren." Venas abultadas en su frente, la copia de Kaori agitó sus alas. Moviéndose más rápido de

lo que el ojo podía seguir, cayó justo entre Yue y Shea. Al aterrizar, cambió la empuñadura de sus cuchillas. Sostuvo sus espadas frente a ella, con los lados planos hacia afuera. La copia planeaba derribar a Shea y Yue simultáneamente con la parte plana de sus hojas. Su primer objetivo era Shea, que actualmente estaba siendo petrificada por el aliento del dragón de piedra de Yue. Usando la gravedad para acelerar su golpe, la copia cortó a Shea.



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"¡Te tengo! ¡Acepta tu castigo!" Pero justo antes de que la hoja de la copia golpeara a Shea. "¡Hmph!" Shea se liberó de la petrificación. Parecía que había usado la magia de evolución y la magia

de restauración para detener el progreso de la petrificación. Tras lo cual, la fuerza de voluntad le había bastado para romper la delgada capa de piedra que se había formado sobre su piel. La copia ni siquiera tuvo tiempo de impresionarse. Cuando Shea se liberó, tomó la hoja de la copia con una sola mano, evitando cortarse al agarrar la hoja entre sus dedos. No solo eso, sino que la había tomado de un costado, ya que la copia de Kaori había intentado golpear con la parte plana de la espada.

"¡Tienes que estar bromeando!" La copia estaba totalmente desconcertada. Mientras tanto, Shea seguía completamente

concentrada en Yue. Ella tiró de la hoja de la copia hacia atrás, como una lanzadora. Luego, con la forma perfecta, se la tiró a Yue.

"¡Toma esto!" Su lanzamiento fue tan perfecto que podría llamarse arte. Naturalmente, la copia de Kaori

seguía sosteniendo la espada. "¡Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!" Lanzada hacia Yue como un meteoro negro. Pero a pesar de sus gritos, Yue solo tenía ojos

para Shea. "¡Trágatelo todo, Trueno Dracónico Sobrecargado!" Un dragón relámpago muchas veces más grande que los anteriores de Yue descendió del

cielo. Abrió sus mandíbulas de par en par, listo para morder la copia de Kaori. "¿¡Eeek!?" La copia gritó y se envolvió desesperadamente en sus alas, activando sus habilidades de

desintegración. El dragón relámpago de Yue se lo tragó todo. Sin embargo, un segundo después, la copia de Kaori salió disparada por la espalda. Había usado el poder de desintegración de sus alas para abrir un agujero en el dragón. Un segundo después, Shea salió disparada por el mismo agujero. Se había adelantado en el momento en que terminó de tirar la copia de Kaori. Parecía que había planeado usar la copia como escudo de carne todo el tiempo.



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Por otro lado, Yue bloqueó el camino que tenía ante ella desplegando múltiples de Los Cielos Caen. Planeando hacer retroceder a Shea con el poder de la gravedad.

“¿¡Hwaaaaaaaaah!?” Como resultado, sin embargo, la copia fue absorbida por el campo gravitacional y se deslizó

por el suelo hacia las esferas flotantes. Uno no podía dejar de compadecerse. Si Shizuku hubiese estado presente, probablemente se hubiese ido con Shea y Yue por herir a su mejor amiga, incluso sabiendo que era solo una copia de Kaori. Y la copia se retorció en el suelo, luchando por levantarse. En el momento en que finalmente logró levantar la cabeza.

"¿¡Mmmph!?" Shea saltó sobre su cara, haciendo que volviera a estrellarse contra el suelo. Sin siquiera

echar una mirada hacia atrás a lo que había pisado, Shea golpeó a Drucken en Yue. Aunque Yue consiguió evitar el impacto cayendo hacia atrás y levantando una barrera, la copia no tuvo tanta suerte. El swing de Shea golpeó el suelo, y las ondas de choque resultantes hicieron que la copia volara. Trozos de hielo brillaban a su alrededor, así como unas cuantas gotas de agua. Parecía que la copia había empezado a llorar.

La lucha se intensificó hacia su clímax, sin que los combatientes se dieran cuenta de la

pobre víctima a la que habían atormentado. Tanto la ropa de Yue como la de Shea eran un desastre y aunque su magia respectiva las había mantenido a ambas ilesas, ambas estaban respirando con dificultad. Su maná casi había desaparecido. Era obvio que ambas se estaban acercando a sus límites. Pero ambas eran demasiado testarudas como para sacar sus accesorios mágicos para reponer su maná.

"Yue-san..." "Shea..." Yue invocó a sus cinco dragones elementales mientras Shea preparaba su bola y cadena.

Olas de maná dorado inundaban la habitación mientras un tornado de maná azul pálido se elevaba hasta el cielo. El aire crujió cuando su maná chocó. Al darse cuenta de que este sería su último enfrentamiento, ambas se miraron a los ojos. Entre ellas había una copia de Kaori que tropezaba, pero ninguna de ellas le prestó atención.

"¡Huye, mi copia! ¡Sal de ahí!" "¿Fweh?" Kaori tenía sus manos alrededor de su boca y le gritaba a su copia que huyese. Pero las

reacciones de la copia se opacaron. Parecía que aún no se había recuperado del todo de aquel aluvión de ataques, por lo que no estaba en condiciones de escapar de este choque final.

"¡No entiendes nada!" Gritó Shea.



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"¡Eres tan testaruda!" Contestó Yue. Yue soltó a sus cinco dragones, concentrando sus energías destructivas en un solo punto.

En represalia, Shea lanzó con todas sus fuerzas su bola de metal. La envió a volar a máxima potencia hacia la embestida de los dragones. Los respectivos pináculos de poder mágico y destructivo físico chocaban en el centro de la sala. Increíblemente poderosas ondas de choque ondulaban hacia afuera, destruyendo todo lo que encontraban a su paso.

"¿¡Ah!?" La copia apenas tuvo tiempo de gritar antes de ser golpeada. Las ondas de choque la

enviaron volando hacia Kaori, humo blanco la seguía. Rebotó en el suelo unas cuantas veces, y luego se detuvo a sus pies. El humo seguía saliendo de su cuerpo y no se movía en absoluto.

Kaori se cubrió la boca y susurró: "Qué horrible..." La cara de la copia se movió. "Lo siento. No pude derrotarlas." Parecía que la copia aún estaba viva, aunque sólo un poco. Kaori la tomó entre sus brazos

y la abrazó con fuerza. "¡No hables! ¡Si malgastas demasiada energía, morirás! ¡Ya has hecho bastante! ¡Sólo

descansa!" "Puede ser..." Las dos se hablaban como si fueran amantes, pero eran ostensiblemente la misma persona.

Por supuesto, la copia se guiaba por el laberinto, pero sus emociones y personalidad eran fundamentalmente las mismas.

Desafortunadamente, su reunión se vio interrumpida por un siniestro estruendo sobre ellas.

El techo había sido tan dañado por la lucha de Yue y Shea que amenazaba con derrumbarse encima de ellas. Viendo las grietas justo encima, la copia gritó: "¡Corre! ¡Estaré bien!"

"¡De ninguna manera! ¡No puedo dejarte atrás!" Ambas eran líneas que encajaban a la perfección en una telenovela. Demasiado débil para moverse, la copia imploró a Kaori que huyera por su cuenta. Pero

Kaori se negó a dejarla atrás. Por supuesto, todo esto podría haberse resuelto si Kaori hubiera levantado a la copia y se la hubiera llevado consigo, pero a ninguna de las dos se les ocurrió una solución tan desagradable desde el punto de vista estético.

"No soy nada más que tu copia. Una sombra. Es mi destino morir aquí."



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La copia sonrió débilmente. Kaori dudó durante un momento y luego reafirmó su resolución. "Supongo que tienes razón. ¡Toma esto!" Con un bonito grito, Kaori clavó su espada en el pecho de la copia. "¿Qué? ¿Por qué?" Kaori miró torpemente hacia otro lado y contestó: "Quiero decir, si morías por algo que no

era yo, el laberinto no me reconocería como alguien que lo había despejado, así que... mi única opción era matarte antes de morir."

Kaori tenía toda la razón. Pero eso le llevó a preguntarse por qué se había molestado en

tener ese dramático intercambio con su copia momentos antes. Pero mirando hacia atrás, todas las súplicas de Kaori podrían interpretarse como que ella

no quería que su copia muriera para poder ser ella la que la derrotara. Por supuesto, Kaori no se lo admitiría a su copia ahora que estaba empezando a desaparecer. La copia, sin embargo, lo adivinó todo y sus ojos estaban vidriosos.

"Fufufu, parece que hemos crecido más fuertes de lo que pensaba. Me alegra que hayas

madurado tanto, pero esta no era la forma en que esperaba morir..." Mirando hacia arriba, la copia notó que las propiedades de auto restauración del laberinto

ya estaban fijando el techo. Eso no es de extrañar; el laberinto ha estado haciendo eso desde que entró el grupo. Dándose cuenta de que incluso su sacrificio final había sido un desperdicio, la copia se desplomó. Lágrimas salieron de sus ojos mientras desaparecía en la niebla.

"La victoria nunca se ha sentido tan vacía..." Si alguien hubiera estado escuchando a Kaori, probablemente habrían respondido "Como

si tuvieras derecho a decir eso". La Kaori pura que había llegado por primera vez a Tortus hacía tiempo que había desaparecido. Había sido envenenada por la filosofía de Hajime ahora. Mientras tanto, la batalla de Yue y Shea finalmente había llegado a su fin.

"Tos..." "Respiración pesada..." Ambas estaban tumbadas en el hielo, respirando con dificultad. Estaban tan agotadas de

maná que ni siquiera podían pararse. El silencio llenó el espacio entre ellas mientras buscaban las palabras correctas para decir. Después de unos minutos, la primera en hablar finalmente fue Shea.

"Por favor, no digas cosas tan tristes nunca más."



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"......" "Si te preocupa que algo venga por ti, encarguémonos juntas." "......" "No importa a lo que nos enfrentemos, no importa cuán malas sean las probabilidades,

mientras estemos juntas, nunca perderemos. Estoy segura de ello." Shea era sorprendentemente elocuente para alguien completamente sin aliento. Yue

escuchó en silencio, su respiración lentamente se estabilizaba. "Tú y Hajime-san son quienes me enseñaron eso. Así que no importa lo que digas, nunca

aceptaré tu petición. No mientras estés tan asustada que hayas renunciado a tu propio futuro, Yue-san."

Precisamente porque Shea podía ver el futuro, nunca permitiría que Yue actuase de forma

tan resignada. Especialmente desde que Yue era la que estaba al lado del único hombre que nunca se rindió sin importar el destino.

"¡No me confíes tu futuro! ¡Déjame ayudarte! En lugar de pedirme que me ocupe de Hajime-

san, pídeme que luche contigo." Aquellos que lucharon a lo largo con Hajime no necesitaban sentimientos de voluntad débil

como el auto-sacrificio. Si lo que fuera tras Yue era lo suficientemente poderoso como para destruir el futuro de todos, seguirían luchando juntos. Después de todo, habían decidido compartir su destino. Y Yue debería saberlo mejor que nadie.

"Nunca aceptaré tu pedido de mierda, pase lo que pase. ¿Cómo podría?" "Shea..." Lágrimas salieron de los ojos de Shea mientras su tristeza finalmente abrumaba su ira.

Esperaba derrotar a Yue en una pelea y así probar que era lo suficientemente fuerte como para protegerla. De esa forma, Yue habría dejado de actuar tan débil. Eso fue lo que Shea había pensado. Pero al final, su maestra había demostrado ser demasiado fuerte para ser derrotada.

Shea no había podido ganar y estaba tan frustrada por su propia debilidad como lo estaba

Yue. Pensar que Yue podría morir porque no era lo suficientemente fuerte era insoportable. Pero al mismo tiempo, no podía soportar lo resignada que se estaba siendo Yue. Había mantenido sus emociones bajo control durante la pelea, pero ahora se estaban desbordando.

Mientras Shea lloraba a mares, Yue levantó con cautela la cabeza del suelo y miró a su

mejor amiga. Aunque había gastado hasta la última gota de su maná y estaba totalmente



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exhausta, su mente se sentía tan fresca y clara como una soleada mañana de invierno. La neblina de malestar que la rodeaba había desaparecido.

'El futuro es algo de lo que siempre tenemos el poder de cambiar.' Esa había sido una de

las primeras cosas que Shea le había dicho a Yue y Hajime. Más aún— 'Derrotaremos a cualquiera que se nos oponga y saldremos de este mundo de mierda.' Ella

había hecho esa promesa con Hajime. Sí, tienes razón. Yue suspiró para sí misma. Quería meterse en un agujero y esconderse.

No podía creer que le había mostrado un lado tan patético de sí misma a Shea. Resolver, ¿eh? Shea tenía razón. Yue había decidido contraatacar cuando escapó del

abismo. ¿Qué significado tenía la resolución de hacer otra cosa? Yue quería abofetearse, pero Shea ya había hecho un buen trabajo.

Ahora mismo, lo que necesitaba hacer era otra cosa. Ella reabasteció su maná usando uno

de sus accesorios y luchó hasta las rodillas. Luego se arrastró hasta Shea. Poniendo la cabeza de Shea en su regazo, le secó suavemente las lágrimas y los mocos.

"Shea, lo siento." "¿Yue-san?" Shea miró inexpresivamente a Yue. "Tienes razón. No importa lo que pasó en el pasado, o quién soy realmente. Quiero estar

contigo y con Hajime. Y si algo se interpone en nuestro camino, lo volaremos en pedazos. ¿No es cierto?"

"Sí, así es." "Mmm... Aunque me pase algo, estoy seguro de que tú y Hajime me salvaran. Así que no

hay nada de qué preocuparse." "¿No es eso obvio? Waaaaaaaaaaaah." "Mmm... Siento haberte pedido algo tan horrible. ¿Puedes perdonarme?" "¡Por supuesto! ¡Pero no vuelvas a pedirme algo así nunca más! ¡Prométemelo!" "Mmm... Lo prometo." Shea se sentó y abrazó a Yue. Saboreando el calor del abrazo de su mejor amiga, Yue la

abrazó en la espalda. Las dos se quedaron así durante unos minutos. El aire de la habitación se sentía como si se hubiera calentado. Esta fue la primera vez en sus vidas que se habían



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pelearon con una amiga. Afortunadamente, su lucha sólo había servido para fortalecer sus lazos. Como decía el refrán, lo que no las había matado sólo las hacía más fuertes.

Sin embargo, se habían olvidado por completo de la única víctima de pelea. Kaori se acercó

a la pareja, sus pasos rompieron el silencio. Con un pequeño gruñido, dijo: "Bien por ti. No tengo ni idea de por qué estaban peleando, pero parece que lograron resolverlo."

"¿Hm?" Aún abrazándose, Yue y Shea se giraron inexpresivamente hacia Kaori. Ella estaba

sonriendo, pero esa sonrisa no llegó a sus ojos. "Fufufu, pareces confundida. Supongo que ni siquiera te diste cuenta de que estaba aquí.

Está bien, no me importa. No, en absoluto. Estaban muy ocupadas peleando entre ustedes, ¿verdad? Ni siquiera notaste que golpeaste mi copia mientras estaba en medio de mi juicio. Está bien, supongo que soy fácil de ignorar. ¡Fufufufufufufufu!"

Yue y Shea intercambiaron miradas. Entonces, de repente lo recordaron. Ahora que lo

pienso, ¿no tiré algo en medio de esa pelea? ¿Y luego lo volé con mi martillo? Shea y Yue estallaron en un sudor frío. Miraron hacia Kaori y luego apartaron rápidamente

sus miradas. La culpa teñía sus expresiones. Con toda la cautela de un experto en desactivación de bombas, Shea dijo: "Ah, umm, ¿Kaori-san? ¿No crees que deberías calmarte un poco?"

"Ahahahaha, esa es buena, Shea. Estoy tan calmada como puedo estarlo." Shea se retrajo y le pasó el relevo a Yue. "K-Kaori... Umm, ¿conseguiste despejar tu juicio?" "¿Hmmm? Oh, le di una paliza a mi imitación. La maté con mis propias manos." Yue y Shea respiraron suspiros de alivio. Se habrían sentido muy mal si hubieran destruido

accidentalmente el juicio de Kaori por ella. Sin embargo, las siguientes palabras de Kaori borraron cualquier sensación de seguridad que tuvieron.

"Sí, la maté... después de que ustedes dos la golpearan." "......" "Eso sigue contando como evidencia, ¿no? El laberinto no dirá que no cuenta porque

ustedes dos lo golpearon primero, ¿verdad? ¿Qué te parece?"



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Yue y Shea una vez más estallaron en un sudor frío. Kaori se agachó junto a ellas, con su sonriente cara a centímetros de la de ellas. Ninguna de las dos podía mirarla a los ojos. A pesar de su dócil postura, había una profunda oscuridad en los ojos de Kaori. Francamente, era aterradora.



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Incapaz de resistir la silenciosa presión que provenía de Kaori, y queriendo proteger a su

amiga, Yue se apartó de Kaori y dijo en un tono deliberadamente provocativo, "Entonces deberías haber curado a tu copia y haber empezado de nuevo".



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La sonrisa de Kaori se hizo más profunda e incluso más aterradora. Ahora sí que había perdido la cabeza.

"¿Qué acabas de decir, Yue?" "No es mi culpa. Tú eres quien la mató en vez de curarla." Con pánico, Shea se apresuró a decir: "Y-Yue-san, ¡esto se está yendo un poco por la borda!

¡Nosotras somos las que estamos equivocadas! ¡Date prisa y discúlpate!" Pero para el disgusto de Shea, Yue sólo se separó y se giró. Tímidamente, Shea miró a

Kaori. Al ver su expresión, Shea trató de disculparse apresuradamente. "¡U-Umm, Kaori-san! Estoy realmente..." Pero antes de que pudiera, Kaori se puso en pie. Lo único a lo que prestaba atención era a

Yue. "Fufu. Es una broma graciosa, Yue. Irrumpiste en mi habitación, arruinaste mi pelea, ¿y eso

es lo que tienes que decir? ¿Qué tal si profundizamos nuestra amistad también, eh Yue?" Kaori desenvainó sus espadas gemelas con un brillo asesino en sus ojos. Aún evitando la mirada de Kaori, Yue dijo: "¡Muy bien, ven aquí, perra!" Se puso en una extraña postura de karate. La terquedad de Yue se multiplicaba por diez

cuando se trataba de Kaori. Igualmente, Kaori no tenía reparos en hacer todo lo posible cuando se trataba de Yue.

"Fufufufufu. ¡Te toca, perra!" Y así, el segundo asalto de las peleas de los mejores amigos comenzó. La habitación

acababa de terminar de repararse, pero una vez más fue destruida sin piedad. "¡Y-Yue-san! ¡Kaori-san! Sé que no soy quién para hablar, ¡pero no deberían estar peleando!

¡Cálmense!" Esta vez, era turno de Shea de actuar como mediadora. Nadie se había dado cuenta de que

parte de la pared se había derrumbado, revelando el camino hacia adelante.



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Capítulo II – ¡Gracias A Dios Que Sigue Siendo Una Pervertida!

Esto fue un sueño. Eso es lo que ella sabía. Era un sueño nostálgico, aunque mundano,

sobre un acontecimiento pasado sin importancia. Dos chicas de secundaria se sentaban en un banco del parque por el atardecer. El sol

poniente teñía todo de naranja y los graznidos de los cuervos llenaban el aire. Aparte de las chicas, el parque estaba casi vacío. Un anciano solitario paseaba a su perro y no había nadie más. De vez en cuando pasaba un vehículo por la carretera adyacente al parque, el rugido de su motor cortaba el ruido ambiental.

Las dos niñas estaban desplomadas en el banquillo, pareciéndose más a trabajadoras de

oficina agotadas que a chicas de secundaria. "Aaaaaaaaah..." Una de ellas se quejó en voz baja. La otra, Eri Nakamura, sonrió con

tristeza a su compañera. "Suzu, suenas como un viejo." "Pero Erirriiiiiiiiiin..." Suzu, porque la otra chica era naturalmente Suzu, la agitaba como un niño que hacía un

berrinche. Sus trenzas se agitaban a su alrededor mientras agitaba la cabeza. Estoy bastante segura de que fue el día antes de que nos convocaran... A pesar de cómo

estaba actuando, Eri examinó su entorno con ojos fríos y sin emociones. Era como si se hubiera desprendido de su cuerpo y estuviera mirando hacia abajo, en lo alto. ¿Por qué estoy viendo este sueño? Es sólo una escena sin sentido manchada de mentiras y engaños. Sin embargo—

"Eririn, hoy es domingo." "Umm... sí, ¿y?" "Déjame preguntarte algo." "Suzu, ¿estás tratando de imitar a un actor de TV otra vez?" "Ahora estamos en el instituto, ¿verdad? ¿No es nuestro deber disfrutar de nuestra juventud,

encontrar el amor y los amigos y sobre todo el amor?" "No estoy tan segura de eso. Además, dijiste amor dos veces." "Y sin embargo, ¿cómo pasamos nuestro precioso fin de semana?"



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"¿Nos lo tomamos con calma?" "¡Tonta bibliotecaria cuatro ojos de escuela! ¿Cómo puedes decir eso como si fuera algo

bueno?" "¿Qué tiene que ver ser la bibliotecaria de la escuela con esto?"



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Suzu tomó las gafas de Eri, que protegía desesperadamente mientras sonreía torpemente. Para un transeúnte normal, sus bromas juguetonas hacían que pareciera que las dos eran increíblemente unidas. Era otro fin de semana normal, con una pareja de amigas perfectamente normal pasando el rato. Eri suspiró internamente mientras veía cómo se desarrollaba la escena.

Suzu Taniguchi era una chica que se llevaba bien con cualquiera. Mientras tanto, el objetivo

de Eri era hacer suyo a Kouki. La única razón por la que se hizo amiga de Suzu fue para usarla para acercarse a Kouki. Para ella, estar así con Suzu no era más que una molestia necesaria.

Apuesto a que esta tonta cabeza hueca ni siquiera se da cuenta de que su tímida mejor

amiga la está manipulando... Por supuesto, Suzu no fue la única que no se dio cuenta de esto. Si le hubieras preguntado a alguien en la clase de Eri qué pensaban de ella, probablemente

te dirían algo como: "Es una chica tranquila e introvertida." "Pero ella también es muy lista y cada vez que abre la boca es para contribuir con algo

significativo." "Es amable y ayuda a la gente sin esperar nada a cambio." "Siempre está sonriendo y sabe cómo felicitar a alguien, es la chica perfecta." Ni una sola persona se había dado cuenta de la verdadera naturaleza de Eri. No sabían que

era una psicópata loca y maliciosa que no dudaría en lastimar a otros si eso la ayudaba a alcanzar sus metas. Incluso la perspicaz Shizuku había creído que Eri Nakamura era una chica de buen corazón. ¡Qué chiste! ¡Todos éramos idiotas! ¡No puedo creerlo!

"¡Malditos normis, se llevan a todos los chicos!" "No grites esas cosas, Suzu. ¡Es vergonzoso!" ¿Cuándo voy a despertar de este sueño? Eri pensó mientras miraba fríamente a Suzu.

Desafortunadamente, las siguientes palabras de Suzu llevaron a Eri de regreso al sueño. "Hola, Eririn. ¿Quién crees que sería un buen candidato para mí?" "¿Cómo voy a saberlo?" "Aww, vamos, pensé que tu hobby era mirar a la gente. ¿No deberías tener suficientes datos

para saber?" "¡No es un hobby!" Eri chasqueó mentalmente su lengua, regañando a su pasado por estar tan nerviosa ante

eso. Mientras miraba, recordó. Suzu Taniguchi ocasionalmente señalaba cosas así. No



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importaba lo bien que Eri escondiera su personalidad, Suzu se las había arreglado para recoger fragmentos de su verdadero yo.

Eri no había odiado particularmente a Suzu, ni Suzu había profundizado más en su vida

personal que cualquier otra persona. Suzu se las había arreglado para captar partes de la verdadera personalidad de Eri a través de las conversaciones cotidianas que tenían. Parte de la razón era que cuando estaba con Suzu, Eri ocasionalmente bajaba la guardia y su fachada se resbalaba. Como acababa de suceder.

Ahora que lo pienso, siempre fue buena en sentir las emociones de los demás.

Considerando el tiempo que pasamos juntas, supongo que es inevitable que capte algunas pistas. Eri intentó justificarse a sí misma.

Tal vez se dio cuenta de que yo era una mujer calculadora y astuta y decidió seguir estando

conmigo de todos modos... No, no hay forma de que eso sea verdad. Eri agitó internamente la cabeza, reprendiendo su propia estupidez.

Además, eso significaría que ella sabría que estaba planeando algo realmente malo. Desde que llegó a Tortus, Eri había estado encantada. Ser convocada a otro mundo había

hecho mucho más fácil hacer suyo a Kouki. En comparación con cuando había estado en Japón, había sido mucho más abierta sobre sus prioridades. Especialmente cuando fueron atacados por esa mujer demonio en el Laberinto del Gran Orcus.

Casi se le escapó que no le importaría que ella y Kouki escaparan. Como mínimo, estaba

segura de que su expresión no había sido la máscara perfecta que había sido antes. Aunque dudaba de que alguien más en la clase se hubiera dado cuenta, era plausible que

Suzu, la única persona que había pasado la mayor parte del tiempo con Eri, se hubiera dado cuenta de la malicia que ella escondía. Pero al final, Suzu no había dicho nada en ese fatídico día. Lo que llevó a Eri a la conclusión de que ni siquiera Suzu se había dado cuenta. O eso, o lo sabía desde el principio y no pudo decir nada.

Personalmente, Eri pensó que esta última era la opción más probable. Porque Eri conocía

a Suzu tan bien como Suzu parecía conocer a Eri. Suzu, eres una cobarde, ¿no? Incluso cuando Suzu se daba cuenta de algo, fingía que no

lo hacía. Incluso cuando lo entendía, fingía ignorancia. No importaba el momento, no importaba la situación, ella emparejaba su longitud de onda con los demás y los saludaba con una sonrisa alegre. Ese era el fragmento de la verdadera naturaleza de Suzu Taniguchi que Eri conocía.

Eri se rió burlonamente de la cobardía de su amiga. En ese momento, de repente se sintió

como si estuviera flotando. El sueño se desmoronó como un castillo de arena. Parecía que se estaba despertando. Eri se alejó flotando del sueño, sin sentir el más mínimo indicio de arrepentimiento. Cortó su pasado sin remordimientos. Desde el fondo de su corazón, no le importaba su supuesta amiga.



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"Mmm..." Eri se sentó y se estiró. Miró alrededor de su habitación, la que le había sido concedida en

el castillo del señor de los demonios. Era media tarde y la luz del sol entraba por su ventana. Por lo que ella podía ver, era a la misma hora del día en que se había quedado dormida. Lo que significa que ha estado durmiendo durante un día o más. Eri olfateó, sintiéndose como si estuviera en un sueño. Una vasta presencia voló sobre ella y Eri se dio cuenta de que esto debía ser lo que la había despertado.

"Es hora de irse." "Oh, ¿has venido hasta aquí para decirme eso personalmente? Eres un buen tipo, Freid." El general del ejército de demonios, Freid Bagwa miraba a Eri desde lo alto de su dragón

blanco, Uranos. Frunció el ceño en respuesta al tono frívolo de Eri. No le gustaba lo maliciosa que era ella.

Desafortunadamente, el estado por defecto de Eri era molesto, así que todo lo que hacía

molestaba a Freid. El mismo Freid sabía que decir cualquier cosa era una pérdida de tiempo, así que agitó la cabeza.

"No hagas nada imprudente. Sigue mis órdenes. No quiero tener que enterrarte." "Sí, sí, lo sé." Freid arremetió y dio la vuelta a Urano, saliendo por la ventana abierta. Un par de alas de

cenizas aparecieron en la espalda de Eri, y ella se puso en pie. Su cabello también se había vuelto gris y parecía una versión un poco más sucia de la de un apóstol de Dios. Mientras veía volar a Freid, Eri miró de nuevo a la habitación en la que había estado soñando. No podía entender por qué su cerebro le había mostrado un sueño como ese.

Sin embargo, era innegable que había soñado con alguien a quien nunca había considerado

su amiga. Quizás por eso se sintió obligada a decir: "Siempre apartas tus ojos de la verdad. Esa es tu debilidad, Suzu."

Sus palabras susurradas fueron llevadas por el viento, escuchadas sólo por ella misma. Un

momento después, agitó sus alas y persiguió a Freid. Suzu ya ni siquiera estaba en su mente. Incluso si se volvieran a encontrar, Eri no pensaría nada al respecto.

◇ ◇ ◇

"Esa es nuestra debilidad." La copia de Suzu se burló de ella. Su cabello, su piel e incluso los abanicos que tenía en

sus manos eran de color blanco puro, lo opuesto a la propia Suzu. Sus ojos carmesíes miraron a Suzu. Ella estaba respirando pesadamente y rodeada por todos lados por las barreras



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carmesí de su copia. Un segundo después, esas barreras comenzaron a emitir una presión abrumadora.

"¡Ngh! ¡Tierra santificada!" Suzu creó su propia barrera para defenderse y la empujó contra la barrera de gravedad de

la copia y empezó a destruirla desde dentro. Fragmentos de una brillante barrera amarilla mezclada con tentáculos carmesí de maná se desprendían a medida que las dos barreras se cancelaban mutuamente. Suzu luego bajó sus abanicos, invocando una barrera de gravedad propia para asaltar su copia. Forzada por la presión, la copia cayó de rodillas. Sin embargo, todavía se burlaba.

"A pesar de que tú sabes. ¡Aunque tú lo entiendas mejor que nadie!" A pesar de que era la copia la que estaba siendo atacada, Suzu se sintió como si fuera ella

la que estaba siendo rechazada. Las palabras de la copia apretaron el corazón de Suzu como un vicio y ella pudo sentir como se rompía su compostura. ¡No! ¡No es culpa mía! ¡Yo no sabía nada! Suzu no quería nada más que gritar esas palabras. Después de todo, admitir que su copia tenía razón significaba admitir que ella tenía parte de la culpa.

"Lo supiste desde el principio, ¿verdad? Te diste cuenta desde el principio de que Eri no era

solo una chica agradable y tranquila." Todos los demás habían pensado que eso era todo lo que Eri era. Pero Suzu no. Desde el

principio, supo que Eri era astuta. La razón por la que Eri se volvió una persona introvertida fue para poder observar a la gente desde lejos y asegurarse de que podía protegerse a sí misma.

Naturalmente, Suzu nunca lo señaló. Pero nunca había pensado menos en Eri por ello.

Porque Suzu había pensado que Eri sólo era así para protegerse. Era la razón por la que Suzu quería ser la amiga de Eri en primer lugar. Suzu nunca culparía a alguien por actuar para protegerse. Ella no pudo. Después de todo—

"Pensabas que ella era igual que tú, ¿no?" Culpar a Eri por poner una fachada habría sido equivalente a negarse a sí misma. Hubo una

fuerte grieta cuando la copia destruyó la barrera de Suzu. Luego atacó a Suzu con una barrera propia. Esta vez cayeron muros de fuego.

Suzu la neutralizó rápidamente con una barrera de agua. Usó su abanico izquierdo para

protegerse, mientras que se inclinó hacia abajo por la derecha para crear otra barrera que restringiera los movimientos de su copia.

"¿Qué tal si te ayudo a recordar qué clase de persona eres? junto con los crímenes que has

cometido!"



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Ambas partes siguieron desplegando y neutralizando barreras en un tira y afloja defensivo. La clase de Suzu era Maestra de la barrera y su enfoque era en la defensa. Debido a la forma en que sus habilidades funcionaban, no podía moverse mucho mientras luchaba. Lo que significaba que tanto Suzu como su copia estaban en los mismos lugares, bailando con sus abanicos para invocar aún más barreras. Así era la lucha entre los Maestros de la Barrera.

Mientras su batalla continuaba, las palabras de la copia continuaron llegando a los oídos de

Suzu. A pesar de que se estaba concentrando por completo en su batalla, Suzu se vio obligada a revivir viejos recuerdos. El primero fue un recuerdo de cuando ella era todavía una niña y mucho menos alegre.

Desde que tiene memoria, los padres de Suzu han sido adictos al trabajo. Día y noche

habían trabajado. Rara vez se habían presentado a las conferencias de padres y maestros o habían participado en eventos escolares a los que se invitaba a los padres. De hecho, Suzu había sido prácticamente criada por la cuidadora que habían contratado para ella. Suzu tenía más recuerdos de pasar tiempo con ella que sus padres. Siempre que su cuidadora se marchaba, Suzu se quedaba sola en esa enorme casa.

Tal vez debido al ambiente aislado en el que había crecido, Suzu no había sido muy alegre

de niña y no había tenido muchos amigos. Solitaria, pero también insegura de cómo deshacerse de su soledad, la infancia de Suzu había sido una infancia infeliz. Si no hubiera sido por su alegre y animada niñera, Suzu podría haber terminado aún más triste que antes.

No era que sus padres no la hubieran querido. Habían tenido cuidado de no malcriarla, e

incluso si Suzu estaba a menudo dormida cuando volvían a casa, la vigilaban todas las noches. Pero eso no había sido suficiente para una niña pequeña como Suzu. Así que incluso cuando estaba despierta cuando sus padres llegaban a casa, fingía estar dormida, o si habían hecho tiempo para volver a casa temprano, simplemente hacía pucheros en lugar de pasar tiempo con ellos.

Había sido gracias a su niñera que Suzu había sido capaz de transformarse de una niña

triste y malhumorada en la chica alegre y extrovertida que era ahora. Unos años después de haber sido empleada, la cuidadora había podido ver cómo Suzu se convertía poco a poco en una niña poco sociable y le había dado algunos consejos.

"Sólo sonríe." Honestamente, había sido un consejo a medias, pero la vieja cuidadora lo había dicho de

corazón. Además, había sido como una segunda madre para Suzu. Aunque Suzu no había creído plenamente que eso era todo lo que se necesitaba, había estado dispuesta a hacer cualquier cosa para aliviar su soledad. Primero, intentó sonreírles a sus padres.

"¡Mamá, papá! ¡Gracias!" Había actuado muy contenta la siguente vez que le entregaron un regalo. Honestamente,

ella todavía se sentía molesta con ellos por haberla descuidado todo el tiempo, pero ella había



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empujado esas emociones hacia abajo. Naturalmente, sus padres se habían sorprendido por su repentino cambio de actitud, pero también estaban contentos.

"¡No hay problema, Suzu! ¡Papá quiere que seas feliz!" "¡Suzu, ven a darle un abrazo a tu mamá!" Nunca antes los había visto sonreír tan felizmente. Por supuesto, su carga de trabajo no

había cambiado, pero ahora parecían felices cuando estaban con Suzu en lugar de disculparse. Y eso, a su vez, hizo a Suzu feliz de verdad.

Con el tiempo, ella también intentó sonreír más en la escuela. Aunque no necesariamente

se divertía en la escuela, sonreía todo el tiempo de todos modos. Antes de que se diera cuenta, había hecho docenas de amigos. Y todos ellos parecían

felices de pasar tiempo con ella. En un abrir y cerrar de ojos, su deprimente vida escolar se había vuelto emocionante.

Fue entonces cuando Suzu aprendió que sonreír era la solución a sus problemas. Mientras

sonriera, nunca estaría sola. Y así nació la creadora de humor de la clase. Desde entonces, Suzu siempre sonrió alegremente, aunque en realidad no se sentía tan feliz por dentro. Ella mantenía su alegre y burlona personalidad sin importar lo que pasara.

"Te identificaste con la naturaleza calculadora de Eri, ¿verdad?" Suzu regresó al presente. Parecía que había estado prestando demasiada atención a sus

recuerdos. Mientras estaba distraída por la batalla de las barreras y sus propios pensamientos, su copia había colado unas cuantas barreras en movimiento -Aplastadores Celestiales [Heaven Crushers]- debajo de sus defensas y las deslizó por el suelo hacia ella.

Cuando se dio cuenta de que estaba en problemas, ya era demasiado tarde. Los

Aplastadores Celestiales [Heaven Crushers] desataron un destello cegador y explotaron en una ráfaga de maná, enviando fragmentos de barrera volando por todas partes. Su copia la había golpeado con una barrera poderosa.

"¡Gah!" Suzu apenas logró proteger sus signos vitales con sus abanicos, pero la explosión la hizo

volar hacia atras y golpeó el suelo con un ruido sordo. Después de rodar unos metros, Suzu se detuvo y se puso de pie con cautela. A juzgar por lo poco que hablaba, Suzu estaba al límite tanto física como mentalmente.

Sin embargo, por alguna razón, la copia le dio una mirada confusa e indagatoria. Pero un

segundo después se mofó de nuevo y añadió: "Pensabas que Eri era igual que tú. Creíste que ella también se compadecería de ti. Por eso es por lo que realmente creíste que ella era tu mejor amiga."



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Suzu había pensado que Eri sólo actuaba para protegerse, no porque fuera malvada. Ella creía que Eri realmente se preocupaba por sus amigos y actuaba de esa forma como un mecanismo de autodefensa.

"No, eso no es verdad. Tú querías creer eso." Suzu había ignorado todas las señales de advertencia que había notado desde que llegó a

Tortus. Aunque había empezado a sospechar que Eri podía ser realmente malvada, había fingido no ver nada. Acababa de poner ciegamente su fe en Eri y aplastado todas sus sospechas. Había estado demasiado asustada como para enfrentarse a la verdad.

En el fondo de su mente, sin embargo, sabía que en el momento en que Eri Nakamura se

quitara la máscara, su relación amistosa llegaría a su fin. "Así que huiste de Eri." "......" Como resultado— "Fuiste responsabe de una tragedia." Debido a la ignorancia deliberada de Suzu, dos de sus compañeros de clase, el Capitán

Meld y toda una serie de otros caballeros murieron. Además de eso, Kaori también casi pierde la vida.

"Deberías haberte enfrentado a Eri. ¡Deberías haberle preguntado en qué estaba pensando

realmente! ¡Fuiste la única que tuvo una idea de lo que realmente era! ¡Fuiste la única que pudo haber detenido esa tragedia! Pero en vez de eso, ¡Escapaste! Para proteger tu frágil corazoncito, ¡Desviaste tu mirada de una verdad incómoda! Y al hacerlo, le quitaste la mirada de encima a tu mejor amiga."

La copia de Suzu presentaba una crítica tras otra. Pero todas esas declaraciones eran algo

que la propia Suzu había pensado al menos una vez. "Ngh..." Suzu rechinaba los dientes, incapaz de defenderse. Esta era la oscuridad que residía en su

corazón, la oscuridad que no le había dicho a nadie, la abrumadora culpa que sentía al no confrontar a Eri antes. Se había dicho a sí misma una y otra vez que no había manera de que su mejor amiga fuera malvada, y se había rendido de examinar críticamente las pruebas que tenía frente a ella. Como resultado, la tragedia había ocurrido. Incluso si no había tenido el valor de enfrentarse a Eri, al menos debería haber llevado sus preocupaciones a Shizuku. De esa manera, podrían haber podido prepararse.



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Por supuesto, todos ellos eran hipotéticas. Al final del día, había sido Eri quien había elegido el camino del mal y Suzu era una de sus víctimas. Suzu sabía que, si le decía a Shizuku lo que sentía, ella se lo diría.

Sin embargo, aunque Suzu lo entendiera en su cabeza, no podía librarse de la culpa que la

roía. Y su copia fue una manifestación de esa culpa. Por lo que fue despiadadamente desenterrada esa culpa y puesta al descubierto.

"Podrías haber sido capaz de hacer algo para salvar a Eri antes de que se volviera tan

retorcida. Y a pesar de eso, ¿tienes el descaro de llamarla tu mejor amiga?" "......" "Pensaste que todo saldría bien mientras sonrieras, ¿no? Pero en realidad, todo lo que eso

hizo fue darte un montón de amigas superficiales. No hay ni una sola persona de la que seas cercana, ¿verdad? Y aún así pensabas que ya no estabas sola. Eri tenía razón, eres una idiota."

Suzu agitó silenciosamente sus abanicos hacia su copia. Docenas de Trituradores

Celestiales aparecieron de la nada y se lanzaron hacia ella. Una vez que se amontonaron alrededor de la copia, explotaron en una serie de explosiones de barrera. Innumerables fragmentos de barrera dentados disparados hacia la copia.

Sin embargo, la copia salió ilesa. Había sido capaz de bloquear el bombardeo con una

simple barrera y miró con desdén a Suzu, su boca estaba escondida por un abanico. Había ganado mucha fuerza desde el comienzo de la lucha.

Suzu había permanecido en silencio todo el tiempo, respondiendo a todos los insultos

punzantes de la copia sin contraatacar. Su cara estaba retorcida por el dolor y la angustia, y ella era la única que recibía el daño de los ataques de barrera que las dos estaban desatando. Ni una sola de sus técnicas de barrera había pasado las defensas de su copia. Esa diferencia de fuerza entre ellas dejó claro lo sacudida que estaba Suzu por las palabras de su copia.

"Aunque vuelvas a ver a Eri, ¿qué harás? Ni siquiera sabes lo que quieres decirle. Además,

incluso tú crees que va a intentar matarte de nuevo." La copia incluso utilizaba los temores de Suzu sobre el futuro como arma. Si bien es cierto

que Suzu quería desesperadamente volver a ver a Eri, también es cierto que tenía miedo de hacerlo y que no tenía ni idea de qué decirle a su ex mejor amiga. Además, seguía arrastrando la culpa y el auto-odio de no haber confrontado a Eri antes con ella.

Cada uno de sus arrepentimientos y temores había quedado al descubierto. Su corazón

había sido reducido a una pulpa ensangrentada, tanto como su cuerpo. Y sin embargo— "A pesar de todos mis insultos, no me siento mucho más fuerte. De hecho, he dejado de

fortalecerme."



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La mueca de desprecio de la copia se convirtió en un ceño fruncido. Fue entonces cuando Suzu finalmente abrió la boca. Su voz era sorprendentemente firme, al igual que su mirada.

"Lo sabía, así es como funciona este juicio. En ese caso, no te fortalecerás más de ahora

en adelante." "Eso parece. Desde que te volé por los aires con esos Trituradores Celestiales, tu resolución

ha ido creciendo lentamente... Ahora veo, la razón por la que no respondiste fue porque..." Todo este tiempo, Suzu se había concentrado en sí misma. Esta era una prueba que Suzu

había anhelado. Desde el principio, quiso que la obligaran a enfrentarse a su debilidad. Porque incluso antes de entrar en este laberinto, se había prometido a sí misma que no huiría más. Solo así había encontrado el coraje para pedirle a Hajime que dejara que ella se uniera a él. Estaba casi agotada de maná, su cara estaba pálida, su respiración era corta y sus manos temblaban mientras sostenía sus abanicos. Pero su postura, su mirada y su voz tenían una belleza salvaje.

"Todo lo que dijiste es absolutamente cierto. Realmente fui una cobarde. Pero eso ya no

importa. Estoy harta de tratar de protegerme. Desde que vi ese sueño en el laberinto de Haltina, me di cuenta de que había estado huyendo de lo que realmente importaba."

"Esa fue la fantasía que viste, ¿no?" La copia se mofó de nuevo. Pero esta vez, Suzu también sonrió. Era una sonrisa marcada

por el dolor y el sufrimiento, pero esa sonrisa salía del corazón. "Ese sueño podría haber sido una realidad si hubiera aceptado la realidad para empezar." Con sus ojos despejados de dudas, Suzu empezó a hablar, más para sí misma que para su

copia. "En aquel entonces, cuando Umeko-san me dijo que sonriera, no quería decir que sonreír

era lo único que tenía que hacer. Lo que ella había estado tratando de decir era que si yo quería entender a los demás, primero necesitaba abrirles mi propio corazón. Pero me di cuenta de eso sólo ahora."

Suzu había logrado abrirse más a los demás. Pero no del todo. Porque había sido una

cobarde. Tenía miedo de hacer enojar a sus amigos. Estaba aterrorizada de ser abandonada por ellos. Como resultado, había perdido a la única persona a la que había llamado su mejor amiga.

"Tienes razón. Todavía no sé qué le voy a decir a Eri cuando la vuelva a ver. No sé si quiero

gritarle, disculparme por no prestarle más atención o tratar de persuadirla de que regrese." Esa noche, la noche en que fue traicionada, el corazón de Suzu estaba destrozado. Un

torrente de emociones se había apoderado de ella y le había costado todo lo que tenía para



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mantenerlo unido. Esa barrera aún mantenía unido su corazón. Suzu no tenía ninguna duda de que cuando se encuentre con Eri de nuevo, esa barrera se romperá. Sin embargo—

"No tengo ni idea de qué decir, pero sé que tengo que volver a verla." No volvería a repetir los errores que cometió en el bosque de Haltina. De ahora en adelante,

no apartaría su mirada de la verdad, por dolorosa que fuera. La ardiente determinación en sus ojos lo dejó claro.

"Mi poder se debilita. Parece que tu resolución es la verdadera." "Sí. Estoy cansada de ver dulces sueños. ¡Te superaré y seguiré adelante! Reúnanse y

conviértanse - Tierra Santificada - ¡Inversión!" Suzu alimentó su magia con su determinación y lanzó su mayor hechizo hasta ahora.

Mientras bajaba los abanicos, toda la habitación empezó a brillar. Innumerables puntos diminutos brillaban en el aire como estrellas en el cielo nocturno. Eran los fragmentos destrozados de todas las barreras que Suzu había puesto hasta ahora. Los fragmentos giraban alrededor de la copia, formando una galaxia de estrellas a su alrededor. Después de unos segundos, empezaron a tomar forma.

"Así que... Ya veo. Controlaste todas las barreras que lanzaste con tu abanico izquierdo, el

encantado con la magia de restauración. Todo para que pudieras utilizarlas de vuelta. ¿Planeaste esto desde el principio?"

"Sé que las pruebas del laberinto no son fáciles de superar. Desde que empezaron los

susurros, pensé que llegaríamos a esto. Y sabía que necesitaría una carta de triunfo." Suzu no sólo había estado lanzando barreras a diestra y siniestra. El número de barreras

que había invocado con su abanico izquierdo era de 150. Además, había derramado todo el maná que le quedaba para crear otras 300 barreras que se sumarían a la enorme explosión de la barrera que estaba preparando. Todas sus barreras convergían en la copia. Brillaron de naranja cuando se acercaron, preparándose para explotar. Toda la habitación estaba llena de un resplandor anaranjado y la colosal masa de barreras parecía un mítico castillo flotante. En el centro de ese resplandeciente castillo naranja estaba la copia, que parecía sorprendentemente tranquila.

"Muy bien. ¡Muéstrame lo fuerte que es tu voluntad! ¡Prueba que has superado tu debilidad!" "Gracias por existir, juicio. ¡Allá voy! Florece en mil flores..." Sonriendo un poco, Suzu empujó a sus abanicos hacia delante. "¡Estallido de flores!"



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Hubo una explosión de luz muy brillante y por un momento se sintió como si un sol hubiera aparecido de repente en la habitación. La luz lo cubría todo, borrando incluso el sonido. Segundos después, el sonido de la explosión lo siguió, sacudiendo la habitación con su fuerza.

Suzu había usado todo su maná disponible para una explosión masiva de barreras. A

diferencia de sus habituales hechizos, este fue un ataque completo que requirió que ella controlara tantas barreras como fuera posible y las explotara simultáneamente. Era la última carta de Suzu. Como su enfoque se había centrado únicamente en la ofensiva, Suzu no había sido capaz de erigir ninguna barrera para protegerse a sí misma. Las ondas de choque de la explosión también la enviaron a volar y se estrelló contra la pared detrás de ella.

Necesitó toda su concentración para permanecer consciente a través del dolor. No podía

oír nada más que un zumbido incesante. Aunque estaba demasiado cansada para moverse, mantuvo su visión borrosa firmemente enfocada en el enemigo que tenía enfrente. Fragmentos de barrera rotos y fragmentos de hielo desprendidos brillaban en el aire. Pero no había ninguna copia a la vista. En vez de eso, una suave voz pareció susurrar directamente al oído de Suzu.

"Sería bueno que tus sentimientos llegaran a ella." El alivio inundó a Suzu, y su conciencia empezó a desvanecerse. Creo que voy a descansar... por un ratito... Suzu vio como una sección de la lejana pared

se desmoronaba para revelar un nuevo pasaje y luego se desmayó con una sonrisa en su cara.

◇ ◇ ◇

Algún tiempo después, Suzu se encontró lentamente despertando de un profundo sueño.

Se sentía como si estuviera flotando en un oscuro charco de agua. La piscina en sí era sorprendentemente cómoda, como una cuna. Incluso la sacudió un poco con las olas.

Con la conciencia nublada, Suzu sintió que no le haría daño volver a hundirse en la piscina

por un rato más. Pero justo cuando empezó a cerrar los ojos de nuevo, el golpeteo de los pasos y una mano caliente en sus mejillas la obligó a estar totalmente despierta.

"¿¡Qué!? ¿¡Qué está pasando!? ¿Cómo...? "Yo, Suzu. ¿Finalmente estás despierta?" "¿Eh? ¿Ryutarou-kun?" "En carne y hueso." Por un momento Suzu pensó que estaba siendo secuestrada por un ogro, pero luego

escuchó la voz familiar de Ryutarou y se relajó. Parecía que Ryutarou la llevaba en la espalda.



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Sintiéndose un poco culpable por confundirlo con un ogro, Suzu aclaró su garganta y le preguntó: "Umm, ¿por qué me llevas, Ryutarou-kun?"

"Bueno, ya ves. Le di una paliza a ese imbécil que se parecía a mí y atravesé el nuevo túnel

que se abrió. Llevó a otra habitación que se parecía a la que yo estaba peleando, donde te encontré inconsciente en la esquina. Así que te recogí y te llevé conmigo. No te despertabas por mucho que te sacudiera y no iba a golpearte, así que llevarte era la única opción."

"Sí, si me hubieras golpeado, te habría roto una barrera en la cara." Suzu miró desaprobadoramente a la parte de atrás de la cabeza de Ryutarou. Sin embargo,

teniendo en cuenta hacer esto antes que golpear a las niñas, se podría decir que Ryutarou-kun también ha crecido un poco. Suzu evaluó a Ryutarou con pensamientos inusualmente arrogantes.

"Pero... No sabía que nuestras salas de juicio estaban conectadas a las de otras personas." "Eso parece. ¿A qué habitación crees que vamos a ir?" "Espero que sea Kaorin o Tio-san. Todavía estoy bastante cansada y... Oh si. Gracias por

llevarme, Ryutarou-kun. Tú también debes haber tenido una pelea muy dura. ¿Te encuentras bien? ¿Llevarme a cuestas te cansa?"

Aunque sólo podía ver su espalda, Suzu podía ver que Ryutarou también había sufrido

daños importantes durante la pelea. Como Suzu, su equipo estaba roto. De hecho, parecía que había sufrido más daños físicos que ella. Y aunque estaba caminando con los mismos pasos pesados de siempre, parecía un poco desequilibrado. También caminaba un poco más lento de lo habitual.

"No te preocupes. Eres ligera Suzu. Es como si llevara un rollo de papel higiénico." "¿Perdón? ¿Qué clase de metáfora es esa?" Aunque hubiera crecido, parecía que Ryutarou seguía careciendo de tacto. Suzu volvio a

mirar a Ryutarou. Dependiendo de tu respuesta, puede que tenga que matarte. Ryutarou tembló, y luego dijo tímidamente: "Perdón quise decir, ¿ligera como una flor?" ¿Eso fue suficiente? Bueno, como sea, yo me encargaré de ello. Afortunadamente, la atajada de Ryutarou satisfació a Suzu y ella le preguntó: "Pero, ¿estás

seguro de que estás bien? No te ves muy bien." Aliviado de que el tono de Suzu hubiera vuelto a la normalidad, Ryutarou respondió

alegremente: "Esto no es nada. Me disloqué un hombro, me rompí cinco costillas y un brazo. No es gran cosa."



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"¡Eso suena como un gran problema!" "No te preocupes. He vuelto a ponerme el hombro y he estado usando Diamond Skin para

mantener mi brazo en buen estado. "¡Aaaaaaaaaaaaaaah! ¡Ryutarou-kun, estás tosiendo sangre!" Ryutarou se dobló, sangre salía de su boca. La vista era tan espantosa que probablemente

ganaría el primer lugar en un concurso de los videos más impactantes. Con la cara pálida, Suzu saltó de la espalda de Ryutarou y apresuradamente lanzó magia curativa sobre él. No tenía una gran afinidad en ella como Kaori, así que su magia de sanación no era muy efectiva. Sólo había aprendido unos cuantos hechizos de principiante en caso de emergencia.

Sin embargo, su magia curativa elemental fue suficiente para curar la mayoría de las heridas

menores de Ryutarou y evitar que tosiera sangre, así que definitivamente ayudó. Ryutarou se limpió las comisuras de los labios y sonrió. Era difícil imaginar que se había desangrado hace unos segundos.

"¡Whoa, estoy curado! ¡Gracias Suzu!" "No estás curado en absoluto. Sabes, Ryutarou-kun, tosiste como un cubo lleno de sangre.

¿Cómo puedes seguir actuando como si estuvieras bien? ¿Eres un minotauro? ¿O sólo estúpido?"

"Siempre eres tan directa. Quiero decir, si, me has curado lo suficiente, puedo atravesar todo lo demás con agallas, así que no hay problema."

"Agallas, ¿eh? Qué conveniente."

Con un aspecto demacrado, Suzu terminó de curar a Ryutarou. Ella quería discutir, pero conocía a cierta conejita que literalmente lo hacía todo con agallas, así que no podía.

Quiero ver a Shizushizu... Ella es normal. Necesito a alguien que pueda curar mi corazón más que mi cuerpo... Aunque ella pensó eso, Suzu también se arrojó un poco de magia curativa.

La mayor parte de lo que pudo curar fueron pequeños cortes y moretones. No había nada que pudiera hacer con respecto al profundo agotamiento que sentía o al dolor intenso en las articulaciones que había estado sintiendo desde que se estrelló contra la pared. Para eso, necesitaba la ayuda de Tio o de Kaori.

Viendo la expresión exasperada de Suzu, Ryutarou añadió apresuradamente: "Bueno, supongo que también estoy entusiasmado porque finalmente logré superar una de las pruebas del laberinto."



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"Oh, sí, lo entiendo. Es una sensación agradable saber que puedes pelear... a diferencia de lo que pasó en el bosque."

"Lo sé, cierto."

"Por cierto, ¿cómo te fue en el juicio Ryutarou-kun? Siento que eres el tipo de hombre que nunca se preocupa por nada... Oh, pero si no quieres hablar de ello, está bien."

Suzu insinuaba básicamente: 'Eres un cabeza dura, así que no es como si los insultos pudieran herirte de todos modos,' lo que era bastante cruel para la alegre Suzu. Parecía que finalmente había empezado a dejar su máscara.

Por otro lado, a Ryutarou no le importó el insulto implícito. Más bien, ni siquiera pareció darse cuenta de ello.

"No, no me importa hablar de ello. No fue nada especial, de todos modos. Mi falsificación acaba de llamarme cobarde perdedor."

Suzu miró a Ryutarou en blanco. Ryutarou era el tipo de persona que se metía de cabeza en cualquier desafío, por muy peligroso que fuera. Ella no podía imaginarlo asustado de nada. De hecho, era un modelo de coraje temerario. De todas las cosas que la copia debe señalar, la cobardía parecía la opción más extraña. Viendo la expresión confusa de Suzu, Ryutarou sonrió torpemente.

"Sólo he estado tratando de ocultarlo actuando duro, ya sabes. Piénsalo, soy mucho más débil que Kouki y Nagumo."

"Quieres decir..."

"Siempre seguiré siendo un personaje secundario. El tipo de persona que los verdaderos protagonistas siempre necesitan ir a salvar."

"Estás celoso, ¿no? Quieres ser ese tipo que está en el centro de atención."

"¿Pero tú sabes por qué nunca intentas serlo?"

"Siempre he pensado que nunca podría vencer a esos dos. Y siempre he tenido miedo de perder contra ellos. Nunca quise desafiarlos porque temía que perder lo demostrara. Demuestra que sólo soy un compañero inútil. Esa es la clase de mierda que me dijo mi farsante."

"¿Realmente pensaste eso?"

Los dos continuaron caminando por el pasillo, uno al lado del otro. Suzu miró vacilante a Ryutarou, quien sonrió con tristeza y asintió.



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"Esa molesta falsificación era básicamente yo, ¿verdad? Significa que definitivamente había estado pensando eso."

Como mínimo, Ryutarou sabía que no había sido capaz de negar esas afirmaciones. Se rascó la cabeza torpemente y continuó su historia.

"¿Sabes que antes de que nos llamaran aquí, Kouki y yo solíamos meternos en los asuntos de los demás todo el tiempo?"

"Sí. Bueno, es más como si Kouki-kun atrajera los problemas de todos los demás. Shizushizu siempre hablaba de lo difícil que era para ella."

"Sí, eso me suena bien. De todos modos, la mayor parte del tiempo acabábamos salvando a las chicas de los delincuentes. Y cada vez que lo hacíamos, Kouki era el único al que le daban las gracias."

"Aaaaaaaaah..."

Suzu podía ver adónde quería llegar Ryutarou. Kouki parecía un caballero con armadura brillante. Destacó como un pulgar dolorido. Además de eso, era increíblemente carismático.

"Así que sí, incluso las chicas de las que me enamoré fueron por Kouki en vez de por mí."

"Ooof."

Suzu empezaba a preguntarse por qué Ryutarou era amigo de Kouki. Ella simpatizaba con su difícil situación. Mientras ella estaba todavía ocupada procesando todas estas nuevas revelaciones, Ryutarou le lanzó otra bomba.

"Incluso Yue-san es la mujer de Nagumo."

"Sí, ella... ¿Espera...? ¿Qué...? ¿¡QUÉ!?"

Gritó Suzu, su grito resonando por el pasillo. Sus ojos parecían como si estuvieran a punto de salir de su cráneo. Estaba tan sorprendida que se detuvo y dio unos pasos atrás. Ruborizado, Ryutarou miró hacia otro lado y cerró la boca.

"Espera, ¿lo dices en serio? Ryutarou-kun, ¿te gusta? ¿En serio?"

"¿Por qué pareces tan sorprendida? ¿Es tan raro que me enamorara de ella?"

"N-No, no realmente, es sólo que.... nunca lo demostraste ni nada, Ryutarou-kun..."

"¿Realmente crees que podría intentar ligar con ella cuando ellos dos están coqueteando 24 horas al día, 7 días a la semana?"



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"Pobre Ryuarou-kun..."

"¡Cállate! ¡No soy lamentable! Además, ¿cuándo te volviste tan mala?"

Suzu miró a Ryutarou como si fuera un cachorro abandonado y le acarició suavemente el brazo. Ryutarou le dio un bofetón en la mano y cambió el tema.

"De todos modos, mi falsificación hablaba de que sólo fingía estar contento con ser el compañero, aunque en realidad quería ser el protagonista."

"Ahora lo veo. Entonces, ¿tu copia también se hizo más fuerte, Ryutarou-kun?"

"¿Más fuerte? ¿Qué quieres decir?"

"¿Eh? ¿No se trata todo el juicio de si rechazas o aceptas tus sentimientos? ¿Y tu copia se vuelve más débil o más fuerte dependiendo de lo que hagas?"

"¿De qué estás hablando?"

Ryutarou no la seguía en absoluto. Suzu y Ryutarou, ambos ladeaban la cabeza confundidos. Suzu explicó brevemente las reglas del juicio, pero Ryutarou aún parecía confundido. Parecía que su juicio había sido diferente al de ella.

La copia de Ryutarou le había ofrecido un trato. Le había pedido que se fusionase con él para obtener el poder de suplantar a Kouki y a los demás como protagonistas. El poder de hacer lo que quiera y tomar lo que quiera por la fuerza. Sería capaz de convertirse en su ser ideal.

"Así que hay gente que ha tenido juicios como ese también..."

En lugar de superarse a sí mismo, el juicio de Ryutarou se había centrado en lo bien que podía resistir las tentaciones que se le ofrecían. Considerando que los dioses probablemente emplearían medios similares, tenía sentido como una prueba.

¿Tal vez el juicio pensó que no tenía suficientes emociones negativas, así que trató de tentarlo como último recurso o algo así...? No, no puede ser.

"Entonces, ¿qué pasó cuando tomaste la mano falsa?"

"Hey... ¿Realmente crees que aceptaría un trato así?"

Suzu apartó la mirada. Y en respuesta, Ryutarou suspiró y dijo: "Ni siquiera yo soy tan estúpido como para pensar que tomar la mano de ese impostor era una buena idea. Le di un puñetazo."

"Huh, ¿así que no sucumbiste a la tentación?"



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Suzu miró a Ryutarou con admiración, pero en lugar de parecer orgulloso de sí mismo, la expresión de Ryutarou era extrañamente rígida. Sus ojos se cerraron de par en par y dijo: "Sólo piénsalo. Si hubiera conseguido todo ese poder y hecho lo que hubiera querido, ¿qué crees que habría pasado?"

"¿Hm? Bueno, podrías tomar lo que quieras por la fuerza, así que... Oh."

La mirada de confusión de Suzu se transformó en una de simpatía. Si Ryutarou hubiera fallado el juicio y hubiera cedido a sus deseos básicos, era obvio lo que intentaría hacer primero. Hacer a Yue suya. Pero Suzu y Ryutarou sabían cómo terminaría eso. No importaba cuánto poder le diera el laberinto: "Nagumo-kun te destruiría."

"Igual que a Hiyama."

Habiendo visto lo unidos que eran Hajime y Yue, Ryutarou ya había hecho las paces con el hecho de que ella nunca miraría hacia él. Tratar de cambiar eso ahora era fundamentalme un suicidio. La copia puede haber pensado que intentaba tentar a Ryutarou a una vida de decadencia, pero para él no era más que un camino que conducía directamente a la muerte.

"Terminé gritando: '¿Qué carajo te pasa? ¡Echa un vistazo a la realidad! ¡Si hago eso, me voy a morir!' a mi imitación."

Ryutarou se había roto y derrotado su copia en una pelea a puñetazos siguiente a eso.

Después de escuchar su historia, Suzu dijo: "Así que básicamente venciste tu juicio haciendo un berrinche."

Al final, supongo que así es Ryutarou-kun... Los hombros de Suzu se desplomaron de decepción. Ryutarou se encogió de hombros y luego volvió a caminar por el pasillo.

"Aún asi..." Dijo Suzu con una sonrisa, negándose a dejar morir el tema. Se sintió feliz de que Ryutarou hubiera estado dispuesto a compartir sus sentimientos más profundos con ella. Como resultado, ella no sintió ninguna razón para ser reservada con él.

"Estoy un poco sorprendida. Nunca pensé que te habías enamorado de Yue-oneesama, Ryutarou-kun."

"¿Todavía sigues con eso? Además, ¿qué tiene de raro eso? ¡Tú eres la que la ha estado llamando onee-sama desde ese día!"

"Oh sí, buen punto. Supongo que no es tan raro después de todo."

Suzu aplaudió con las manos juntas. El día al que se refería Ryutarou era el día en que Hajime y Yue los habían salvado de los demonios y monstruos en el Gran Laberinto de Orcus. Yue se había visto deslumbrantemente bella cuando atravesó hileras de monstruos con su dragón de fuego azul.



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Había luchado con tanto aplomo, a pesar de su joven apariencia. Encima de eso, ella había mostrado una pizca de bondad hacia Suzu. Era natural que todos los estudiantes presentes en esa batalla se hubieran enamorado de ella. De la misma forma que Suzu había empezado a llamarla onee-sama, Yoshiki Saitou, Shinji Nakano, Ayako Tsuji y Mao Yoshino habían llegado a respetar inmensamente a Yue. Así que no era extraño que Ryutarou sintiera algo parecido.

"Será mejor que no le digas esto a nadie."

"No lo haré. Se burlarían de ti si lo hiciera. En realidad, ¿por qué te molestaste en decírmelo?"

"Bueno, supongo que no debería haberlo hecho, pero..."

"Oh. Sólo querías que alguien te escuchara... ¿no es así?"

"Siempre olvido lo lista que eres. Sí, eso es básicamente todo. Siento haberme quejado de toda esta mierda."

Ryutarou sonrió con tristeza a Suzu y ella le devolvió la sonrisa.

"Pero aún así, no deberías tratar de enfrentarte a todos los desafíos de frente. Kaorin se va a enfadar si sigues apareciendo tan golpeado."

"La cara de mi imitación me molestó mucho. De solo pensarlo me dan ganas de pegarle otra vez."

"Siempre puedes empezar a golpear espejos."

Los dos continuaron bromeando el uno con el otro durante unos minutos hasta que finalmente llegaron a un callejón sin salida. Parecía que habían encontrado la siguiente habitación.

"Oh, estamos aquí."

"Realmente espero que sea la habitación de Kaorin o la de Tio-san..."

Suzu juntó sus manos en oración y luego se acercó a la pared de hielo. A medida que se acercaban, se derretía para revelar la habitación que había a traves de ella. Afortunadamente para Suzu, sus oraciones fueron escuchadas. Sin embargo—

"¿¡Kyaa!?"

"¿¡Uwoooh!?"



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La primera cosa que recibieron Suzu y Ryutarou cuando entraron en la habitación fue un torrente de magia. Sorprendido, Ryutarou saltó apresuradamente delante de Suzu y cruzó los brazos defensivamente delante de él. Al mismo tiempo, Suzu erigió una poderosa barrera.

Después de que las ondas de choque se desvanecieron, los dos levantaron la vista para ver a Tio y a su copia intercambiando ataques de aliento.

◇ ◇ ◇

Vamos a rebobinar el reloj unos minutos antes de la llegada de Suzu y Ryutarou. Tio se

enfrentaba a su copia de pelo blanco y túnica blanca mientras ilusorias llamas negras bailaban en los bordes de su visión.

Esas llamas eran una manifestación del odio que había en su interior. Las semillas de ese odio fueron plantadas en ella hace 500 años, cuando los dragones fueron erradicados de la historia, junto con su próspera nación.

"A pesar de que cuidábamos de los débiles e impotentes, a pesar de que los apoyábamos y los protegíamos del daño..."

La voz de la copia era una mezcla de desprecio y arrepentimiento. Convocó una ola de llamas que amenazaba con tragarse a Tio entera.

"Cierto. Los dragones ofrecimos protección a todos los que la buscaban, sin importar su raza, nacionalidad o sexo."

Respondiendo con calma, Tio bajó el brazo. Su manga de kimono ondeaba con la brisa, y una pared de viento se elevó para encontrarse con la ola de fuego. El viento chocó con las llamas, las absorbió y transformó la ola en un tornado ardiente que Tio envió precipitadamente a su copia.

"¿Hubo alguien que no fue salvado por nuestra gracia? ¿Había alguien que no se conmoviera por nuestra naturaleza virtuosa y noble? ¿¡Había alguien que no nos respetara!?"

La copia se transformó en un bello dragón de escala blanca y atravesó el tornado en llamas. Se dirigió a Tio, planeando aplastar su cuerpo bajo el peso de su ataque.

"Otros nos alabaron, llamándonos la nación más fuerte y noble del mundo."

Hubo un destello de luz negra y Tio también se transformó en su forma de dragón. Se preparó, tomando el tackle de la copia de frente. Sin embargo, fue incapaz de absorber toda la fuerza del golpe y fue empujada nuevamente hacia la pared. Había una clara diferencia de fuerza entre las dos.

Enérgica, la copia gritaba: "¡Nuestra nación estaba destinada a ser un paraíso! Un lugar donde los débiles y los fuertes, los ricos y los pobres, puedan vivir juntos en armonía."



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El camino para llegar a ese paraíso no había sido fácil. Mantener los elevados ideales de los dragones había sido una prueba increíblemente difícil.

Durante siglos, otras razas se habían reído de los sueños de los dragones, mirándolos como nada más y nada menos que tontos idealistas. Pero gracias a la sangre, sudor y las lágrimas de generaciones de dragones, finalmente crearon el país ideal con el que habían soñado. Una nación firme e inquebrantable, llena de bondad y calidez. Habiéndose dado cuenta de un ideal que todos los demás creían imposible, las razas restantes habían inclinado sus cabezas con respecto a los dragones.

Desde entonces, los dragones fueron los protectores del mundo, los árbitros de la paz. Eran los verdaderos gobernantes de Tortus.

"Así es," murmuró Tio, con su voz teñida de tristeza.

Justo antes de que Tio se estrellara contra la pared, se envolvió en un velo de luz negro. Un segundo después hubo un gran auge, y una sección de la pared fue pulverizada. Sin embargo, Tio no estaba cerca de la pared. De hecho—

"Eliminación del Limitador."

Mejorada por la magia de la evolución, el aliento negro de Tio se dirigió hacia su copia. Se había deslizado directamente debajo del dragón blanco y lo impactaría desde abajo. Justo antes de ser golpeada contra la pared, Tio había cancelado su transformación, permitiéndole caer debajo de su copia. Sin embargo, la copia de Tio, sorprendida por el contraataque, logró desplegar sus alas y detener su impulso hacia atrás justo antes de estrellarse contra el árbol en el centro de la sala. Luego abrió la boca y le devolvió el aliento blanco a Tio.

Sorprendentemente, su ataque de aliento fue aún más fuerte que el de Tio, que había estado usando la magia de la evolución. Quemando el aire al pasar, el aliento retumbó siniestramente mientras se dirigía hacia Tio. El aliento envolvió a Tio, e instantáneamente licuó el suelo de hielo que había debajo de ella. El aliento se desvaneció, revelando el vacío donde una vez estuvo Tio. Era como si hubiera sido vaporizada.

La copia canceló su transformación y aterrizó suavemente en el suelo. Luego, como si no hubiera pasado nada, reanudó su discurso.

"Pero todo por lo que trabajamos fue destruido, convertido en cenizas por la maldad de dioses y hombres."

La copia se giró hacia un lado. Como era de esperar, Tio estaba allí de pie. Había usado el calor residual de su propio aliento para dejar un espejismo de sí misma, que era lo que había sido golpeado por el ataque de la copia.

Cuando Tio golpeó la copia con su aliento, la perdió de vista por un segundo. Y en ese segundo, Tio había dejado una ilusión a su paso y se había ido a otra parte. Tal hazaña sólo



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podría llamarse divina. Desafortunadamente, eso no cambió el hecho de que Tio estaba perdiendo en términos de potencia bruta.

Tio y su copia empujaron sus manos hacia delante, soltando ataques simultáneos de aliento. Dos alientos, uno negro y otro blanco, chocaron entre sí. Un impresionante contraste de luz y oscuridad llenó la habitación. Sin embargo, los dos alientos no tenían la misma fuerza. Lentamente, pero con seguridad, el aliento blanco comenzó a empujar al negro hacia atrás.

En ese momento, dos personas nuevas entraron en la habitación. Incluso sin mirar, la copia sabía que eran Suzu y Ryutarou. Con una sonrisa maliciosa, decidió mostrar a estos nuevos espectadores lo antiestético que era realmente Tio. Creía que si divulgaba los secretos de Tio a los demás, la acorralaría aún más.

"Los dragones no son realmente hombres. Han evolucionado a partir de monstruos."

Esas palabras habían marcado el final de la edad de oro de los dragones. Suzu y Ryutarou levantaron la vista con sorpresa, algo que tanto Tio como la copia notaron. La sonrisa de la copia se hizo más amplia y siguió contando la tragedia de la gente de Tio.

"¿Quién sabe cuándo su naturaleza viciosa levantará su fea cabeza? Pretenden ser protectores del mundo, pero detrás de esa máscara, la verdad es que sólo quieren gobernar sobre otras razas."

La copia miró burlonamente a Tio. Era verdad que en todo Tortus, sólo los dragones podían transformarse en bestias. Sus formas de dragón, tan alejadas de la apariencia normal de un humano, podrían considerarse monstruosas. Si a eso se añade su fuerza abrumadora, no es de extrañar que otras razas empezaran a creer en palabras tan insidiosas.

Pero aún así, a pesar de los rumores malvados difundidos por los dioses, los dragones permanecieron nobles. Mostraron bondad a todas las razas y continuaron haciendo crecer su paraíso. Sus siglos de altruismo deberían haber sido suficientes para ganarse la confianza de sus pares. Y sin embargo—

"Su verdadero objetivo es derrocar a los dioses. Así es, los dragones son... ¡herejes!"

Esas pocas palabras habían sido suficientes para derribar toda la confianza y la buena voluntad que los dragones habían acumulado. La gente común los había traicionado tan fácilmente. Fue como una pesadilla. El respeto de las otras razas se había convertido en miedo. Su confianza en la duda. Su admiración en desprecio.

Y entonces, en un abrir y cerrar de ojos, el país de Tio se quemó. Sus compatriotas habían sido masacrados y los cuerpos de su padre Kharga y de su madre Orna habían sido profanados. Por las mismas personas por las que ellos arriesgaron sus vidas para proteger y cuidar. El aliento blanco de la copia empujó el aliento negro de Tio unos centímetros más hacia atrás. Lenta pero segura, la luz blanca de la aniquilación se acercaba a ella. La copia se rió.



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"Fufufu, puedo sentirlo. Tu ira y tu odio, tu miedo y tu resignación. Incluso después de todos estos siglos, todavía no puedes olvidar la tragedia que te sucedió. Tú y tus hermanos fueron traicionados por la misma gente que salvaron. Se burlaron de tus amigos y familiares, profanando sus cadáveres por deporte."

"......"

Tio permaneció en silencio mientras las palabras de su copia resonaban por la habitación. Suzu y Ryutarou, por otro lado, parecían afectados por la historia de la copia. Los dos no sabían nada del pasado de Tio. Todo lo que sabían era que los dragones se suponía que eran una raza extinta. Pero nunca se habían dado cuenta de que los pocos artículos que habían leído sobre la historia de los dragones en la biblioteca real ocultaban tal tragedia.

Los dos no sabían nada de este lado de Tio. Y había otro lado de Tio que ni siquiera Hajime ni los demás conocían.

"Debe haberse sentido bien, ¿no? ¿Destrozar la iglesia en pedazos? Después de todo, ellos fueron los que encabezaron esa traición, hace siglos. ¿No fue emocionante ser capaz de matar a tu odiado enemigo?"

Tio tuvo suerte de que pudiera servir de excusa para destruir la iglesia salvando a Hajime. Después de todo, no se habría visto muy bien si hubiera dicho que la razón por la que masacró a toda esa gente era por venganza. Tuvo suerte de que Aiko también estuviera allí con ella. Las propias luchas de Aiko con lo que había hecho habían sido una buena manera de desviar la atención de Tio.

Ella había sido capaz de destruir la iglesia, y se había salido con la suya sin dudarlo. Naturalmente, Suzu y Ryutarou se sorprendieron al descubrir cuán profundo era el odio de Tio, y cuán calculadora era en realidad. Esperaban que Tio le respondiera a su copia, pero no lo hizo. Su silencio era como una confirmación tácita de que estaba diciendo la verdad.

Las afirmaciones de la copia se vieron reforzadas por el hecho de que el aliento de Tio seguía debilitándose, hasta el punto de que corría el riesgo de ser devorada por su copia. Eufórica, la copia siguió revelando todos los oscuros secretos de Tio.

"La verdadera razón por la que te uniste al grupo de Hajime Nagumo fue porque creías que podías usarlo, ¿no es así?"

La fuerza de Hajime había sido anormal. Tio sabía que eventualmente captaría la atención de los dioses. Y ellos fueron los que orquestaron toda la traición.

"Sabías que, si los dioses mostraban sus colmillos en Hajime Nagumo, él no dudaría en contraatacar. Lo que significa que sería el peón perfecto para llevar a cabo tu venganza. ¿No es cierto?"



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Considerando cómo actuaba normalmente Tio alrededor de Hajime, era imposible creer que había estado albergando pensamientos tan oscuros. Sin embargo, las palabras de la copia eran la verdad. Aunque esos sentimientos habían sido lo suficientemente leves como para que Tio no se hubiera dado cuenta de ellos, en algún lugar profundo de su corazón, ella había pensado esas cosas.

Suzu y Ryutarou no podían creer que la mujer masoquista que ocasionalmente actuaba como una hermana mayor amable y confiable tuviera tal lado. Mientras miraban en un silencio atónito, Tio finalmente se giró hacia ellos. No había emoción en su expresión. No había ninguna sonrisa alegre, ningún brillo amable en sus ojos, ninguna sabiduría, nada. Suzu y Ryutarou dieron un grito ahogado.

"Humanos, bestias, demonios y dioses. Los odias a todos por destruir todo lo que querías."

500 años no habían sido suficientes para apagar los oscuros fuegos del odio que ardían en las profundidades del corazón de Tio. Y ahora su copia estaba avivando las llamas.

"Pero no hay nada malo en ese odio tuyo. ¡De hecho, tenemos todo el derecho a tener sed de venganza!"

Las palabras de la copia resonaron en Tio. Una parte de ella quería estar de acuerdo con su copia. Pero otra parte quería negar su deseo de venganza. Su madre y su padre siempre le habían enseñado a ser amable con los demás y a tomar el camino noble sin importar lo que el resto del mundo eligiera hacer. Lo último que quería hacer era traicionar su memoria.

Consciente del conflicto dentro de Tio, la copia sonrió y le tendió una mano a Tio, con su otra mano aún desatando su aliento.

"Toma mi mano. Juntas podemos completar nuestra venganza. No hay necesidad de esconder el odio que arde en tu corazón. Si estoy contigo, tu conciencia ya no apagará los colmillos de tu malicia. Puedo ayudarte a guiar a Hajime Nagumo por el camino que deseas. Después de todo, ese hombre piensa bien de nosotras. Manipularlo será fácil."

La invitación de la copia era la leña necesaria para transformar el fuego del odio de Tio en un furioso infierno. En lugar de tratar de romper el espíritu de Tio con palabras cáusticas, la copia había optado por tratar de atraerla con promesas dulces. Era la misma táctica que la copia de Ryutarou había usado. Si Tio tomaba la mano de su copia, era dudoso que siguiera siendo la misma persona.

Como mínimo, sería imposible que Hajime y los demás mantuvieran la misma relación con una Tio que estaba decidida a hacer que sus camaradas se unieran a ella en una cruzada de deicidio.

El aliento blanco de la copia se hizo aún más fuerte y el aliento debilitado de Tio apenas pudo mantenerla a raya. Su luz vacilante parecía reflejar la vacilación del corazón de Tio.



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"¡Tio-san, no escuches sus tonterías!"

"¡Vuelve a ser la Tio-san que conocemos y amamos!"

Ryutarou y Suzu le gritaron a Tio, sus voces estaban teñidas de desesperación. Hacían todo lo posible por apoyarla de la misma manera que ella los había apoyado a ellos. El aliento blanco y ardiente de la copia estaba a centímetros de la cara de Tio. A este ritmo, sus opciones serían, o bien quedar impresionada por el entusiasmo, o bien aceptar la propuesta de su copia y convertirse en un avatar de la venganza.

Si elegía esta última opción, era obvio que a Suzu y Ryutarou, testigos de su oscuro pacto, no se les permitiría salir con vida.

Pero Suzu y Ryutarou no estaban preocupados por sus propias vidas. Simplemente no querían ver a la hermana mayor y confiable del grupo que los había ayudado, caer hacia el lado oscuro. Preferían a la sonriente y alegre Tio que siempre se aferraba a Hajime antes que a la Tio sin expresión que estaban viendo ahora. De hecho, si Tio no iba a escucharlos, ellos mismos estaban dispuestos a luchar contra su copia.

Pero justo cuando se preparaban para luchar, Suzu y Ryutarou notaron algo. La mirada de sus ojos había cambiado. Había una pizca de gentil amabilidad en sus pupilas y sus labios se inclinaron un poco hacia arriba, convirtiéndose en una sonrisa. Aunque ella no dijo nada, Suzu y Ryutarou lo sabían. No necesitaban preocuparse. Podrían quedarse en su lugar y mirar.

Tio se giró hacia su copia y dijo: "Aún no hemos aprendido nuestro propósito en este mundo."

Su voz era tranquila. De hecho, sonaba más como si se estuviera hablando consigo misma que con su copia.

"¿Este cuerpo es humano o bestia? Si todas las cosas fueron hechas con un propósito, entonces la respuesta a esa pregunta debe estar en alguna parte."

"Esas palabras..."

Los ojos de la copia se abrieron de par en par, sorprendida. Su sorpresa se hizo aún mayor cuando se dio cuenta de que su aliento ya no le ganaba a Tio.

"Durante siglos no hemos sido capaces de encontrar la respuesta. ¡En cuyo caso, es hora de que decidamos una respuesta por nosotras mismas!"

"Ngh, mi poder es... ¡Imposible! ¿Qué te causó...?"

La copia miró a los dos espectadores, pero luego volvió a mirar delante de ella y vio que su respiración era la que estaba siendo rechazada. El negro invadía el blanco, su brillo oscuro llenaba la habitación. La velocidad de su avance se aceleró, triturándose a través del aliento



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de la copia. No podía entender lo que estaba pasando. Estaba segura de que había astillado en las grietas del corazón de Tio. Y de hecho, hasta hace unos segundos, había sido la que se había hecho más fuerte cuando las emociones negativas de Tio la abrumaron.

Sin embargo, ahora estaba totalmente abrumada. Mientras miraba con incredulidad, Tio gritó sobre el rugido de su aliento: "¡Los ojos de un dragón ven la verdad, atravesando todas las mentiras y engaños!"

Quizás eran los ojos de una bestia, pero su propósito no era infundir miedo en los corazones de los demás. Eran un símbolo de sabiduría, para ver a través de las nieblas que engañan a la gente.

"¡Las garras de un dragón atraviesan fortalezas, derribando el mal que hay dentro!"

Mientras Tio tuviera gente que proteger, derribaría cualquier cosa que se interpusiera en su camino. Pero sólo levantaba sus garras para luchar contra el mal.

"Los colmillos de un dragón desgarran a través de la debilidad de uno, mordiendo a través del odio y la ira."

Precisamente porque los dragones podían transformarse en dragones, necesitaban ser estrictos consigo mismos. Si alguna vez dudaban, era su deber mostrar sus colmillos a su propia alma. El orgullo de un dragón era no dejar que el odio o la ira controlaran sus acciones.

"Cuando un dragón pierde su benevolencia, no es más que una bestia."

Si llegase el momento en que Tio se perdiese y usase su poder para herir a los inocentes, admitiría que los dragones no eran más que bestias. Pero sólo entonces.

"Mientras la hoja de la razón sea mi arma..."

Tio entrecerró los ojos. Sus lirios dorados emitieron un resplandor deslumbrante. Su mirada atravesó su copia.

"¡Entonces no somos bestias, sino dragones!"

Rugió Tio Klarus, gritando con ferocidad su identidad al mundo. Al mismo tiempo, una ola invisible de presión emanó de ella.

No era maná, ni tampoco era la abrumadora sed de sangre que a veces desataba Hajime. Era la misma presión noble, pero intimidante, que Tio había desatado cuando aniquiló la catedral en la Montaña Divina. Era la majestad de un gobernante, el peso de la realeza.

"Imposible... ¿Te dominaste a ti misma?"



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La copia no podía creer lo que estaba viendo. Sin ningún ímpetu para reforzarla, Tio había reunido su espíritu casi sin esfuerzo. Eso sólo puede significar una cosa.

Tio tenía control total sobre su estado mental en todo momento. La copia no había estado leyendo los pensamientos de Tio. Ella había estado dejando que los leyera. Y sólo los que ella quería mostrar.

Desde el principio, Tio había poseído tal maestría sobre sí misma que había engañado hasta el laberinto. Si Hajime y los otros eran dominantes cuando se trataba de luchar contra la destreza, entonces Tio dominaba cuando se trataba de fuerza mental.

"Espíritu de este laberinto. Te lo agradezco. Gracias a tu juicio, sé que puedo mantener el control incluso frente a la magia antigua. Con suerte, esto significa que seré capaz de manejar incluso a los dioses."

"Así que usaste todo este juicio como un experimento... para ver si eras capaz de resistir el empuje de los dioses. No, no sólo eso. Querías ver si podías engañar incluso a los dioses..."

"Por supuesto, yo también deseaba escuchar mis más profundos deseos desde una perspectiva objetiva. El corazón de una persona es tan vasto y profundo como un océano. Es posible que haya dejado pasar algunas grietas sin notarlas. Esto resultó ser una prueba muy instructiva."

Desde el principio, la copia de Tio había estado bailando en la palma de su mano. Retrocediendo, agitó la cabeza con incredulidad. Necesitaba idear un plan rápido, o el aliento de Tio la abrumaría.

"Sin embargo, mis palabras no eran mentiras. Realmente albergan odio y enojo en su corazón, así que ¿cómo es que pueden controlarse tan perfectamente a pesar de esos sentimientos que arden dentro de ti?"

Tio cerró los ojos en respuesta. Las mangas de su kimono y su largo pelo negro ondeaban como un torbellino torrencial de maná formado a su alrededor. En ese momento, se veía indescriptiblemente hermosa.

Si Hajime hubiese estado presente, incluso él se habría sentido cautivado por su apariencia, independientemente de si Yue también estaba allí. Cuando Tio finalmente habló, sus palabras resonaron con el solemne esplendor de una gran emperatriz.

"Tal parece que me subestimas. ¿Quién crees que soy?"



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'Nunca olvides el fuego oscuro que nace en tu corazón en este día, pero tampoco nunca olvides el orgullo que tienes como miembro de la familia Klarus. Vive fuerte, Tio.'

Esas fueron las últimas palabras que el padre de Tio, Kharga Klarus, le había dicho a ella antes de ir a morir. Como él le había dicho, ella había vivido mientras sostenía su odio, su enojo, sus emociones oscuras tan cerca de su corazón de la misma forma en la que ella sostenía su orgullo y conciencia. Con el juramento que hizo como miembro de la raza de dragones, su pilar de apoyo.

Todo lo que le había sido confiado, todo lo que había heredado, seguía con ella. Y esas cosas se habían fusionado para crear un núcleo irrompible que formó su voluntad.

Por eso podía mantener la cabeza alta y decir: "¡Soy Tio Klarus, orgullosa descendiente de la familia Klarus y una noble dragona!"

Como era Tio, nunca se rompería. No importa cuán profundo sea su odio, nunca sería lo único que llenaría su corazón. Eso era todo lo que había que decir.

La copia se quedó en silencio. Sonrió débilmente con resignación, como si supiera que no tenía sentido seguir luchando.

Con calma, añadió Tio, "los colmillos de la venganza no valen nada. Los únicos colmillos verdaderamente fuertes son los de un dragón. Permítame mostrarle."

El aliento de Tio palpitó y luego se expandió a docenas de veces su tamaño. A continuación, explotó a través del débil aliento blanco de la copia y se la tragó entera. En el momento en que lo hizo, el aliento de Tio parecía las mandíbulas abiertas de un feroz dragón.

Mientras la luz negra y cegadora del aliento de Tio se desvanecía, Suzu y Ryutarou pudieron ver que no quedaba nada donde estaba la copia. Tragaron, asombrados por lo que acababan de presenciar. Fue sólo cuando escucharon el suave desliz de la tela que volvieron a sus sentidos.

Tio se quitó su largo pelo negro de los ojos, su manga de kimono negro revoloteaba de un lado a otro. Parecía tranquila y distante. No había alegría en su rostro al despejar la prueba, ni estaba abrumada por la emoción. Simplemente había hecho lo que tenía que hacer. Lentamente, caminó hacia donde Suzu y Ryutarou estaban esperando. Incluso la forma en que caminaba parecía elegante y refinada. No sólo era completamente inquebrantable, sino que también era una belleza inigualable.

"Mierda... Creo que tendré que empezar a llamarla onee-sama a ella también."

"No estoy pensando en nada. No, nada en absoluto. Maldita sea, no puedo controlar mis pensamientos."



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Ryutarou y Suzu estaban un poco asustados. Este fue el regreso de Super Tio que había aparecido en el laberinto de Haltina para ayudar a Kaori y Shea. No sólo era tan genial que era un poco espeluznante, sino que también era tan confiable que daba miedo.

De hecho, parecía haber subido de nivel desde entonces. Suzu y Ryutarou sintieron que, si bajaban la guardia, simplemente correrían a sus brazos. Esta vez ella era tan abrumadoramente genial y confiable que no era ni espeluznante ni aterradora. Tio había evolucionado de Super Tio a Super Tio: Edición Emperatriz. Ahora mismo, su carisma era suficiente para encantar a cualquiera.

Al escuchar la conversación en voz baja de Suzu y Ryutarou, Tio les sonrió suavemente a los dos. Sus corazones empezaron a latir más rápido.

"Mis disculpas, ustedes dos. Aunque todo esto era parte de mi plan, tal parece que los hice preocupar. Sin embargo, agradezco el ánimo. Tienen mi agradecimiento."

"Oh, uh, no fue nada... Uhehehehehe."

"S-Sí. No hace falta que nos lo agradezcas."

Tio ladeó la cabeza, preguntándose por qué estaban tan nerviosos. Desafortunadamente, el gesto fue tan lindo que hizo que los corazones de Suzu y Ryutarou saltaran un poco.

Normalmente es una pervertida, así que, ¿cómo puede actuar tan hermosa ahora? Ryutarou gritó mentalmente.

Tio miró detrás de Suzu y Ryutarou, al tunel por el que habían entrado.

"Hmm... Así que las salas de pruebas están todas conectadas. ¿Son ustedes dos los únicos que se han reunido?"

"Creo que sí. No hemos visto a nadie más."

"Ya veo..." Tio murmuró con un asentimiento algo decepcionado. Parecía extrañamente sola. Por supuesto, eso sólo sirvió para hacerla lucir más sexy. Ryutarou podía sentir que se sonrojaba. Afortunadamente, Tio seguía siendo una pervertida de corazón.

"Si tan sólo el Maestro estuviera aquí. Seguramente me habría castigado por albergar pensamientos tan manipuladores. Probablemente más duramente que nunca antes... Qué desperdicio."

"¡Esa es nuestra línea!"

Suzu y Ryutarou respondieron en sincronía. Era un desperdicio que Tio fuera como era. Sin embargo, Ryutarou y Suzu se sintieron un poco aliviados de tener de regreso a la habitual Tio. Por supuesto, nunca dirían eso.



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Después, los tres se dirigieron por el nuevo camino que se había abierto, con Tio a la cabeza. La magia de restauración de Tío cubrió a Suzu y Ryutarou, iluminando el pasillo con un suave resplandor.

"Oh, mis disculpas. Pasé tanto tiempo estand seria que accidentalmente dejé que mis emociones se me escaparan un poco."

"¿Un poco?"

Una vez más, Suzu y Ryutarou estaban sincronizados. Miraron fijamente a Tio.

Cuando ella había estado actuando seriamente, el comportamiento elegante y noble de Tio había hecho que sus corazones empezaran a latir más rápido, por lo que el regreso a su vieja forma de ser masoquista había sido aún más estremecedor de lo habitual.

La mirada de Ryutarou era especialmente fría. Sentía como si sus emociones hubieran sido jugueteadas por Tio. Incluso mientras miraban, el hechizo de restauración de Tio hizo su magia y Suzu y Ryutarou se curaron completamente; incluso su agotamiento desapareció. Sus cuerpos se sentían más ligeros que nunca. Sólo habían necesitado unos segundos para que Tio sanara completamente sus heridas relativamente graves.

"Wow... pero aunque tu magia es tan asombrosa... Siento que no puedo halagarte por tu personalidad. Aún así, gracias, Tio-san."

"Sí, es un poco raro agradecer a una pervertida, pero... gracias."

"De nada. Sin embargo, Ryutarou, no me alegra que me insultes, así que no te molestes. Mis disculpas, pero sólo el Maestro es capaz de enviarme escalofríos por la espalda con su desprecio."

¡Haces que parezca que intenté confesarme contigo y me rechazaron! Ryutarou hirvió internamente. Quería gritarle a Tio, pero tenía la sensación de que eso sólo causaría que se repitiera lo que acababa de pasar, así que se mordió la lengua.

Era a la vez enfurecedor e impresionante lo fácil y rápido que Tio podía cambiar de una poderosa emperatriz dragona a una pervertida masoquista. Pero aún más impresionante que eso fue—

"Cielos. Nagumo es increíble..."

"No creo que debas elogiarlo por ser capaz de manejar a Tio-san. En todo caso, estoy bastante segura de que Nagumo-kun es sólo un sádico."

Ryutarou estaba asombrado de que Hajime tuviera las pelotas y la magnanimidad para tratar con Tio, pero Suzu veía las cosas de otra manera. Por lo que ella sabía, era el nivel de insensibilidad adecuado para tratar con una pervertida como Tio.



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Después de unos minutos de caminata, el grupo encontró un callejón sin salida. Parecía que habían llegado a la habitación de al lado.

"Hmm, siento que hay mucha gente adelante. Parece que algunos de los otros ya se han reunido."

"Espero que Nagumo sea una de esas personas. Necesitamos que se lleve a su mascota antes de que me vuelva loco," murmuró Ryutarou.

"Por favor, que el dueño de Tio-san esté más allá de esta pared."

Suzu unió sus manos en oración. Por que quería que Hajime les quitara a Tio de las manos.

Desafortunadamente, sus oraciones no iban a ser respondidas todas las veces. Cuando los tres se acercaron a la pared, se derritió para revelar—

"¡Mrrrrrrr! ¡Yue, pequeña perra!"

"¡Silencio! ¡Estúpida pervertida!"

"¡Cielos! ¡Ya basta, ustedes dos!"

Yue estaba tirada en el suelo con Kaori a su espalda. Las dos se tiraban de las mejillas, mientras que Shea se paraba a un lado, tratando de que se reconciliaran. Lamentablemente, sus intentos eran inútiles.

"¿Qué están haciendo...?"

"En serio..."

"Esto es muy común. Las dos son muy buenas amigas."

Tio sonrió, pero Suzu y Ryutarou suspiraron enfadados. Su amiga de la infancia y alguien a quien habían llegado a respetar estaban en medio de una antiestética pelea de gatas. Si se hubieran peleado en serio, Suzu y Ryutarou habrían intervenido para detenerlas, pero era obvio por la forma en que se tiraban de las mejillas y se rasguñaban la una a la otra que no lo hacían. A pesar de que Tio acababa de restaurarlos a su estado óptimo, una ola de cansancio los inundó a los dos.

Por cierto, la razón por la que ambas habían recurrido a tales tácticas juveniles era porque ya habían agotado todo su maná luchando seriamente entre sí. Al notar la llegada de los recién llegados, Shea se giró hacia la recién formada entrada.

"¿Oh? ¿Tio-san? Y la gente del grupo del héroe. Parece que todos ustedes superaron sus pruebas. ¡Eso es genial! ¡Mira, Yue-san, Kaori-san! ¡Tio-san está aquí! ¡Así que dejen de



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pelear y pongámonos en marcha! Vamos, quítense las manos de las mejillas y dejen de abofetearse. ¡Oye, nada de patadas! Cálmate y..."

A pesar de la súplica de Shea, las patadas, las bofetadas y los tirones continuaron. Shea ya ha tenido suficiente de esta payasada.

"¡Dije que se den un maldito descanso!"

Sin paciencia, Shea golpeó a Kaori y Yue en sus cabezas, usando el fortalecimiento de su cuerpo para aumentar el poder de su puño. La fuerza de sus golpes hizo que Kaori y Yue gritaran de dolor. Acunaron sus cabezas y rodaron por el suelo en agonía.

"Hmm... Parece que las posiciones de Yue y Shea han cambiado desde que entramos en este laberinto. Supongo que Yue está siendo afectada por este laberinto más que la mayoría... o quizás Shea simplemente ha crecido mucho en este corto priodo de tiempo" reflexionó Tio mientras veía a Shea agarrar a Yue y Kaori por el pescuezo de sus cuellos y arrastrarlas hacia ella.

Su conjetura fue acertada. El crecimiento de Shea, tanto en términos de destreza física como de fortaleza mental, había sido explosivo. Especialmente después de que Hajime la aceptara oficialmente como una de sus novias. Ya no era la novata alborotadora y difícil de manejar del grupo. Ahora era tan confiable como Yue. Como resultado, Yue había empezado naturalmente a dejarse mimar por Shea de la misma forma que se dejaba mimar por Hajime.

"Uf... Siento haberlos hecho esperar. El nuevo pasillo está por ahí. Vámonos, chicos."

"Debo decir que te has convertido en una líder confiable, Shea."

"Sheashea, eres tan genial..."

"Es tranquilizador saber que nos cubres las espaldas, Shea-san."

Tio, Suzu, y Ryutarou bañaron a Shea con elogios. Las orejas de conejo de Shea se levantaron y ladeó la cabeza, aún aferrándose a Yue y Kaori. Era un espectáculo bastante extraño, ver a las dos sujetadas tranquilamente en los brazos de Shea.

Con Shea a la cabeza, el grupo se dirigió al siguiente pasaje.

"Las únicas personas con las que no nos hemos encontrado son Hajime-kun, Shizuku-chan y Kouki-kun."

"Mmm... Esperemos que Hajime sea el siguiente. No quiero tropezarme con ninguna otra cosa."

"¿Insinúas que soy un inútil, Yue? ¿Hmmm?"



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Kaori y Yue discutieron amigablemente entre ellas, intentando pellizcarse las mejillas, pero Shea se lo impidió al separarlas. Todo lo que podían hacer era mirarse fijamente y abofetearse las manos. Una vez que comenzaron a ponerse muy agresivas, Shea las miró con frialdad, haciendo que se callaran mansamente.

"Al menos ustedes dos deberían caminar por su cuenta..." Ryutarou murmuró, Suzu y Tio asintieron de acuerdo. Antes de que cualquiera de ellos pudiera responder, llegaron al callejón sin salida que indicaba la entrada a la siguiente habitación. Pero en lugar de apresurarse, Shea y los demás se detuvieron. Los oídos de Shea se movieron un par de veces y su expresión se tornó perturbada.

Después de unos segundos, sus ojos se abrieron de par en par, sorprendida y exclamó: "¿Qué es lo que...? ¿Esos dos están...?"

Unos segundos después, Yue, Kaori y Tio también se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo más allá de la muralla y sus expresiones se volvieron sombrías. Yue y Kaori se liberaron de los brazos de Shea, y Suzu y Ryutarou intercambiaron miradas confusas.

"No tiene sentido holgazanear aquí. Vamos a ver la situación por nosotros mismos."

"No es una pelea amistosa como la nuestra, ¿verdad?"

"Mmm... Si realmente es el enemigo de Hajime, entonces lo mataré."

"Lo averiguaremos pronto."

Shea y Tio se adelantaron, sus expresiones eran sombrías. Yue parecía francamente asesina mientras que Kaori rezaba, la situación era menos grave de lo que parecía. Desafortunadamente, las oraciones de Kaori no fueron respondidas. Una tormenta de malicia y sed de sangre se extendió más allá de la pared de hielo. Parecía que Hajime y Kouki estaban en medio de un verdadero combate a muerte.



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Capítulo III – Qué Hace A Un Héroe

Kouki Amanogawa. Había nacido de padres normales y sencillos, pero había una persona en su familia a la que respetaba mucho, incluso hasta el día de hoy. Su abuelo.

El abuelo de Kouki se llamaba Kanji Amanogawa y había sido un abogado famoso en su

día. Era costumbre en la familia Amanogawa pasar largas vacaciones en la casa de Kanji. Como la esposa de Kanji había fallecido a una edad temprana, él vivía solo y se la pasaba con Kouki cada vez que venía de visita. Kouki, a su vez, se encariñó con su abuelo.

Lo que más le gustaba de niño era escuchar las historias de Kanji sobre sus días de trabajo.

Durante sus años como abogado, Kanji había acumulado mucha experiencia y sabiduría, que transmitió a su ansioso nieto. Por supuesto, había resumido sus historias para Kouki, tanto para que a su nieto le resultara más fácil entender las lecciones que contenía, como para proteger la información confidencial de los clientes. Aún así, era un buen narrador de historias, y Kouki se había aferrado a cada una de sus palabras.

Las historias de Kanji siempre trataban de salvar a los débiles, de humillar a los fuertes y de

ayudar a los que lo necesitaban. Los protagonistas de sus historias siempre hacían lo correcto y siempre eran justos e imparciales. En otras palabras, eran héroes estereotipados. Pero por supuesto, las historias de Kanji eran sólo eso. Historias. Si bien se basaban en la realidad, se embellecieron hasta el punto de ser cuentos de hadas.

Sin embargo, en lo que respecta a Kouki, el verdadero héroe era su abuelo. Mientras que

otros niños de su edad idolatraban a héroes de ficción populares como Kamen Rider, Kouki idolatraba a su abuelo. Y como Kanji era alguien con quien Kouki podía hablar en vez de un personaje ficticio, su admiración por él era mucho mayor. El sueño de Kouki era ser algún día como su abuelo.

Naturalmente, sin embargo, el mundo no era como las historias de Kanji. Las cosas no

estaban perfectamente divididas en blanco y negro, y la justicia no siempre ganaba. Los abogados no eran parangones de la justicia cuyo último llamado era revelar la verdad, sino defensores legales cuyo trabajo era proteger los intereses de sus clientes, independientemente de quién fuera el cliente. De hecho, la razón por la que Kanji había sido un abogado tan famoso era porque había sido capaz de aceptar tanto el bien como el mal que venía con la descripción de su trabajo y tomar decisiones racionales basadas en las pruebas presentadas. Había comprendido mejor que nadie que la justicia y el idealismo no eran suficientes para luchar contra el lado oscuro de la sociedad. Por supuesto, había ocultado los detalles más matizados de su trabajo a Kouki, creyendo que un niño pequeño no debería estar expuesto a tales verdades tan pronto. Tenía la intención de contarle a Kouki sus historias más sombrías una vez que el niño fuera un poco mayor.

Pero desafortunadamente, nunca tuvo la oportunidad. Poco antes de que Kouki comenzara

la escuela primaria, Kanji falleció. Y su muerte tuvo un gran impacto en él.



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Tenía sentido. Después de todo, el mayor héroe de Kouki acababa de morir. El fallecimiento de su amado abuelo hizo que Kouki inmortalizara los ideales de los que Kanji le había hablado en su corazón como una forma de honrar su memoria. Pero todos esos ideales estaban teñidos de simplicidad infantil, y no dejaban espacio para situaciones que no fueran en blanco y negro. Peor aún, la forma en que Kouki interpretaba esos ideales significaba que siempre se pondría del lado de lo que la mayoría creía que era justo, incluso si esa mayoría estaba equivocada.

Por supuesto, esa no era una mentalidad única. La mayoría de los niños de la edad de Kouki

creían en las mismas ideas simples del bien y del mal que él creía. Sin embargo, a la mayoría de los demás niños se les dieron dosis frías y duras de realidad que contradecían la simple moral en la que creían. Y después de muchos reveses y fracasos, aprendieron a comprometerse en sus creencias para sobrevivir al mar tormentoso conocido como vida. Se dieron cuenta de que sus ideales no eran más que ideales y que los héroes que alguna vez aspiraron a ser no existían.

La mayoría de los niños encerraron sus ideales infantiles en una caja y aprendieron a

enfrentar la realidad. Era parte de crecer. Lo mismo debería haberle pasado a Kouki. Si hubiera tenido una infancia normal, habría

terminado perfectamente bien. Desafortunadamente para Kouki Amanogawa, era demasiado extraordinario. Sus talentos

sobrehumanos le permitieron superar el muro conocido como realidad. No experimentó fracasos ni contratiempos y siempre pudo abrirse paso a través de la fuerza. Fue capaz de vivir de acuerdo con los ideales en los que creía, sin importar la situación y siempre tuvo éxito.

Como resultado, Kouki nunca dudó de la justicia de sus acciones. Sus padres, Shizuku, y

sus otros amigos cercanos señalaron los peligros de creer que siempre tenía razón, pero Kouki siempre ignoraba sus palabras. Debido a su carisma natural y al hecho de que sus acciones estaban arraigadas en principios morales, todo el mundo menos sus allegados creían que Kouki era realmente un héroe y lo apoyaban. Sin embargo, eso tristemente sirvió para fortalecer la creencia de Kouki de que las advertencias de sus amigos no valían la pena.

Naturalmente, no todo lo que hizo tuvo resultados positivos. Aunque no era consciente de

ello, causó casi tantos problemas como los que resolvió. Por ejemplo, la forma en que hizo que los compañeros de Shizuku se pusieran celosos de ella.

Sin embargo, Kouki siempre interpretaba las cosas de una manera que favorecía su visión

del mundo, lo que le permitía seguir fingiendo que siempre tenía razón. Estos delirios sólo fueron posibles porque la gran mayoría de la gente lo apoyaba y adoraba. Su popularidad lo hizo ciego a sus defectos. No importaba cuántas veces sus padres o Shizuku le advirtieran, él no escuchaba.

Aunque fundamentalmente siempre intentó hacer lo correcto, los ideales de Kouki se

deformaron por su pureza. Fue sólo después de ser convocado a Tortus que su visión del mundo fue finalmente desafiada. A diferencia del Japón pacífico, Tortus estaba lleno de



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violencia y odio. Más importante aún, en este mundo lleno de lo sobrenatural y sobrehumano, ni siquiera las estadísticas divinas de Kouki eran suficientes para que todo saliera como él quería. El mayor ejemplo de esto fue cuando un Hajime completamente transformado lo salvó a él y a sus camaradas del demonio y sus monstruos en el Gran Laberinto Orcus. Por primera vez en su vida, las cosas no le habían ido bien a Kouki. Después de su primer fracaso, la naturaleza infantil de su personalidad fue finalmente revelada a todos. No sólo eso—

"Te la robaron, ¿verdad?" "¡No! Eso no es lo que..." La copia de Kouki entrecerró sus ojos carmesíes y se mofó de Kouki. Su pelo era gris, y su

armadura negra. Habían pasado 30 minutos desde el comienzo de su batalla. Kouki respiraba pesadamente y el sudor caía en cascada por su frente. Pero no fue su cansancio lo que lo hizo tropezar con sus palabras.

"Es como dijo Shizuku, Kaori ha amado a Nagumo desde el principio... así que ella no era..." "¿A quién crees que engañas? Yo soy tú, ¿recuerdas? Te conozco mejor que nadie. Aunque

fingieras aceptar la explicación de Shizuku, la verdad es que crees que te la robaron. Diablos, todavía crees que eres el único con el que Kaori debería casarse. Lo has pensado desde la escuela primaria. A quién le importa qué tipo de super encuentro tuvo con Nagumo en la secundaria, tú eres el que la conoce desde hace más tiempo. Además, está destinada a ser tu heroína, la heroína del héroe."

"Cállate. ¡Nunca pensé algo así! ¡Deja de decir tonterías! Eres sólo otro de los monstruos

del laberinto. ¡No seré engañado por ti!" Con ojos enrojecidos, Kouki miró fijamente a su copia y soltó un aluvión de golpes de luz

sobre ella. Perezosamente soltó un aluvión equivalente de tajos oscuros para anular el ataque de Kouki. Algunos de ellos incluso desbordaron el hechizo de Kouki y se dirigieron hacia él.

"Eso es lo que dices, pero pareces bastante conmocionado. Cielos, esa espada legendaria

se desperdicia contigo. Nagumo incluso se tomó la molestia de perfeccionarla también. ¿O es por eso que no quieres usarla? porque el tipo del que estás celoso la hizo más fuerte?"

"¡Eso no tiene nada que ver! Además, no estoy celoso de..." "Hahaha. Sigues apartando tu mirada de la verdad, ¿eh? ¡Sigue así y me haré más fuerte!" Burlándose, la copia desató un Destello Celestial - Fragmentar [Celestial Flash - Shatter].

Era claramente más poderoso de lo que había sido el último. Tembloroso, Kouki se tiró a un lado justo a tiempo. Sus instintos le decían que no podía neutralizar ese ataque de frente. Pero su copia lanzó otra oleada de ondas de choque en el lugar donde aterrizó, lo que le impidió recuperar el aliento. Los ataques también eran cada vez más rápidos y a Kouki le costó todo lo que tenía para seguir esquivando.



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Mientras tanto, la copia continuaba burlándose tranquilamente de Kouki. "Odias que Yue y los demás también adulen a Nagumo, ¿verdad? Crees que todas esas

chicas lindas y fuertes pertenecen a un verdadero héroe como tú. Y no puedes entender por qué prefieren a un tipo como Nagumo, que está dispuesto a abandonar a la gente que no le agrada."

"¡Cállate ya! Todas esas chicas aman a Nagumo... y esa es su decisión... así que..." "Oh, y tú también odias lo fuerte que es Nagumo. Crees que toda esa fuerza debería

pertenecerte a ti, ¿no es así? Demonios, simplemente no te agrada para nada Nagumo." "¡Te equivocas! Claro que creo que es un poco egoísta, pero me ha salvado la vida muchas

veces... ¿Cómo podría odiarlo?" "¿Hablas en serio? Todas esas veces que te salvó, estabas celoso. No te sentiste nada

agradecido. Estabas enojado porque pensaste que era tu trabajo entrar y salvar a todos." "¡Eso no es verdad! ¡Estás mintiendo!" "¿Lo estoy? Entonces, ¿cómo es que mi poder sigue creciendo?" Su deseo de ser un héroe, sus celos rozando el odio hacia Hajime, y su deseo de acaparar

a Kaori mientras seguía queriendo que otras chicas se enamorasen de él, eran todo lo que había pensado en algún lugar de su corazón, pero Kouki se las había arreglado para convencerse a sí mismo de que no lo había hecho. Subconscientemente estaba ignorando su verdadera naturaleza, por lo que su copia seguía creciendo en poder. Y como esto estaba sucediendo subconscientemente, ni siquiera pudo detenerlo. La copia levantó en alto su espada negra, recogiendo maná negro a su alrededor. Ya que era una contraparte directa de la Espada Sagrada de Kouki, la Espada del Demonio era un nombre apropiado para ella.

Sonriendo, la copia empujó su Espada del Demonio hacia el cielo. Un pilar de luz negro se

elevó hasta el techo y estalló, transformándose en innumerables meteoritos oscuros. Se lanzaron hacia Kouki, una oscura lluvia de meteoritos de la muerte. Kouki usó Paso Destello para evadir el aluvión y buscó desesperadamente una oportunidad para lanzar un contraataque. Pero su copia no mostraba ninguna abertura y el sudor frío comenzó a correr por su espalda.

Para empeorar las cosas, la lluvia de meteoritos tenía una ligera capacidad de búsqueda y

cada meteorito desataba una onda expansiva de maná al explotar, lo que hacía aún más difícil evitar cada meteorito. Si esquivaba demasiado pronto, los meteoritos lo seguían y si esquivaba demasiado tarde, la onda expansiva lo atraparía.

Gracias a todas las mejoras que Nagumo ha hecho, mi falso N-No, eso no es lo que debería

estar pensando. Este tipo es fuerte. Kouki agitó la cabeza, desterrando esos pensamientos



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negativos. Después de todo, no eran lo "correcto" para pensar en alguien que lo había ayudado antes.

Desafortunadamente, sin embargo, sus emociones conflictivas lo llevaron a cometer un

error fatal. Falló al esquivar a uno de los meteoritos. Al darse cuenta de que estaba a punto de ser golpeado, Kouki apretó los músculos. Confiaba en su divina armadura para protegerle y en su lugar se centró en lanzar un contraataque.

"¡Ngh! ¡Vuela hacia el frente - Destello Celestial - Tormenta!" Destello Celestial - Tormenta era un destello celestial con hojas invisibles de viento añadidas

a él. Además, Kouki había usado suficiente maná para disparar un número de barras de luz de dos dígitos. Realmente fue una tormenta de destellos. Sin embargo—

"Estás desperdiciando tu maná. ¡Reúne, rasguea el cielo, destrúyelo! [Gather— Heaven

strum - Shatter]" Los meteoritos restantes se reunieron alrededor de la espada de la copia. La Espada del

Demonio brilló con una luz negra maligna y los meteoritos se fusionaron en una sola corriente. Empujó su espada hacia Kouki, enviando el rayo de luz a sus cortes del Destello Celestial. Era como si la copia estuviera tratando de probar que ni siquiera necesitaba esquivar. De hecho, la diferencia de fuerza entre él y Kouki ya era enormemente grande. El rayo negro de la copia borró el destello celestial-tormenta de Kouki en un instante.

"¿¡Ah!? ¡Proporciona una Gran Armadura Divina!" Un velo de luz blanca cubrió la armadura de Kouki, y sostuvo su espada ante él como un

escudo. Un segundo después, la luz oscura se lo tragó todo. "¡Nnnnnnnnngh!" Una inmensa pared de presión atacó a Kouki. Aunque trató de mantenerse firme, su velo

protector de luz comenzó a parpadear. Rasguea el cielo era originalmente un hechizo relativamente débil que cubría un área grande. Pero gracias al mantenimiento de Hajime, la espada de Kouki había sido restaurada a su poder original. Además, la Espada del Demonio de la copia había sido activada aún más por la negación de Kouki de sus emociones negativas. Aún así, fue toda una sorpresa que su poder fuese suficiente para superar la inimaginable armadura de Kouki.

"¿¡Gaaaaaaaah!?" Con un grito agudo, la luz que rodeaba la armadura de Kouki desapareció, y fue arrastrado

hacia atrás por el rayo oscuro. "¡Bwah!"



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Se sintió como si hubiera sido golpeado por un boxeador de peso pesado. Rodó por el suelo, tosiendo sangre mientras se detenía.

"Quieres ganarle a Nagumo, ¿no? Quieres hacer que se arrodille ante ti y pida perdón. De

esa forma podrás recuperar a Kaori y hacer que Yue y las otras sean tuyas. Entonces salvarás el mundo, llevarás a tus compañeros a casa y serás elogiado por todos."

"¡Cierra la boca!" Ignorando el dolor que atravesaba cada centímetro de su cuerpo, Kouki gritó y se puso en

pie. Confiando en las emociones oscuras que brotaban en su interior, atacó. Una espiral de maná blanco puro surgió de su cuerpo golpeado. Su deslumbrante resplandor llenaba la habitación; Kouki acababa de activar Romper el limite [Limit Break]. Estaba siendo presionado lo suficiente como para no poder permitirse el lujo de usarlo estratégicamente.

Además, no podía soportar escuchar más de las burlas de su copia. Se suponía que tenía

que estar en lo correcto en todo momento, por lo que no quería aceptar en absoluto que estaba sintiendo las cosas que su copia decía que estaba sintiendo.

Reforzado por sus estadísticas triplicadas, Kouki se lanzó hacia delante en una racha de

luz. Cerró la distancia entre él y su copia en un instante y bajó su brillante y blanca espada. "No, gracias, creo que seguiré hablando." Burlándose, la copia bloqueó la Espada Sagrada de Kouki con su Espada del Demonio. Las

dos espadas chocaron con un estruendoso estallido y las ondas de choque ondulaban por el suelo. Sin embargo, la copia permaneció intacta. A juzgar por el aura negra que lo rodeaba, también había activado Romper el Límite.

La Espada Sagrada de Kouki, envuelta en luz divina, luchaba con la Espada del Demonio

de su copia, vestida con un aura negra ominosa. Se miró a los ojos con su oponente y cuando vio la desilusión en los ojos de su copia, movió su muñeca con ira. Su corte hacia abajo se transformó en un corte horizontal, apuntando directamente al cuello de su copia. Pero la copia de Kouki bloqueó con facilidad incluso ese ataque a gran velocidad.

"Va directo al cuello, ¿eh? Pensé que estabas en contra del asesinato." "¡No eres humano!" Decidido a cortar a la copia falsa frente a él, Kouki desató una ráfaga de cortes aún más

rápidos. Su espada viajó tan rápido que dejó brillantes imágenes en su estela. Era fácil ver por qué él era el héroe. Su rápida y precisa habilidad con la espada era tan abrumadora que era como si una tormenta hubiese descendido sobre la copia. Todos estarían de acuerdo en que era uno de los mejores luchadores del mundo. Pero el enemigo frente a él era aún más poderoso. Sonriendo tranquilamente, la copia bloqueó todos los cortes de Kouki con facilidad. Era como si estuviera tejiendo una barrera con su espada, creando una zona en la que Kouki



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no podía penetrar por mucho que lo intentase. Además, cada vez que Kouki mostraba la más mínima apertura, le golpeaba con un contraataque. Al poco tiempo, el cuerpo de Kouki estaba cubierto de numerosos pequeños cortes.

"¡Uwoooooooooooooooooooooooh!" "¿Qué pasa? ¿No deberías bajar un poco el tono de esa sed de sangre, héroe?" La copia se burla de Kouki enfurecido. Y naturalmente, eso hizo la copia aún más fuerte.

Olvidando todo sobre el límite de tiempo de Limit Break, Kouki se perdió en la ira y comenzó a acuchillar al azar. Su trabajo con la espada se volvió descuidado, dejándolo más al descubierto que antes. Las chispas volaban cuando su espada chocaba con la de su copia una y otra vez. Lo miraba con ojos fríos, como un cazador dispuesto a acabar con su presa. Esta vez golpeó a Kouki con las palabras que más temía y las que menos quería oír.

"Si esto es todo de lo que eres capaz, te van a robar más cosas." "¿Qué?" "Deja de fingir que no te has dado cuenta. Si me he dado cuenta, eso significa que tú

también, ¿verdad?" "¡No quiero oír más!" Kouki estaba decidido a impedir que su copia dijera otra palabra, sin importar el precio.

Convirtiendo su ira en poder, Kouki empujó su espada hacia delante. "¿A quién crees que Shizuku ha estado mirando estos últimos días?" "Ah..." La ira de Kouki hirvió hasta el punto máximo. Su mente se quedó en blanco y sus

oídos dejaron de registrar el sonido. Moviéndose por instinto, Kouki intentó lanzar Estallido de Luz, sin tener en cuenta el hecho

de que él también se vería atrapado en la explosión. Su copia esquivó hábilmente con Paso Destello y volvió a sonreírle.

"¿No quieres pensar en ello? Primero te quitaron a Kaori, y ahora a Shizuku..." "¡Muereeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!" "Vamos, ¿es algo que un héroe debería decir? Además, gritar no cambiará el hecho de que

a Shizuku le gusta Nagumo más que tu. Yo tampoco la culpo. Él la ha salvado un montón de veces y ella siempre ha querido ser la damisela en apuros."

"¡Raaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!"



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Kouki bajó su espada, sus ojos estaban llenos de odio. Esto no era posible. No puede ser posible. Kouki negó las palabras de su copia, tratando de

atravesar la realidad misma. Su poder aumentó exponencialmente como resultado. El aura que rodeaba la espada de la copia se encendió, haciendo que la luz que cubría la hoja de Kouki pareciera una linterna parpadeante en comparación. Bloqueó el ataque al azar de Kouki con facilidad y luego le dio una patada en el estómago.

"¿¡Gaaah!?" Gruñendo de dolor, Kouki golpeó contra la pared tras él. Gracias a la habilidad de absorción

de maná que Hajime había añadido a la armadura de Kouki, podía permanecer en Romper el Límite durante más tiempo, pero estaba quemando maná tan temerariamente que incluso entonces su límite de tiempo se estaba acercando.

"¿No quieres escuchar la verdad? ¿Vas a intentar negar los sentimientos de Shizuku

también?" Sacudiendo la cabeza con desilusión, la copia miró fríamente a Kouki. Respirando con

dificultad, Kouki usó su espada como muleta para ponerse de rodillas. Su mirada venenosa arruinó su por demás hermoso rostro.

"Eso es imposible... Shizuku nunca..." Su voz salió como un gruñido bajo y bestial. Mientras tanto, su copia sonaba indiferente.

Aunque sus palabras eran de púas, su tono era casi agradable. "¿No te has dado cuenta de cuánto le ha sonreído y con qué frecuencia se deja llevar por

sus miradas?" "Ella hace eso con todo el mundo." "¿Cómo explicas la mirada que le dispara a Hajime cuando coquetea con Yue y Shea?" "Sólo está molesta... que Nagumo haga cosas tan indecentes en público..." "¿Entonces por qué le da a Kaori esas miradas de remordimiento a veces?" "Sólo está preocupada por Kaori..." "Viejo, eres un tipo testarudo. ¿Realmente no quieres creer la verdad tan

desesperadamente?" La copia empujó su espada frente a Kouki. Kouki lo miró con odio, pero tristemente para él,

las miradas no podían matar. De hecho, su enojo sólo sirvió para divertir a su copia. Pero justo



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cuando la copia estaba a punto de terminar con Kouki, murmuró "Así que ya está aquí," y se giró hacia una sección de la pared. Sus labios se enroscaron en una sonrisa malvada.

"Qué momento perfecto." "¿Crees que puedes mirar hacia otro lado?" Sintiendo una apertura, Kouki se lanzó a su copia. Sin embargo, bloqueó sin siquiera dar

marcha atrás. Mientras Kouki luchaba por dominarlo, miró hacia atrás y dijo: "Ahora bien, ¿serás capaz de negar la realidad cuando te está mirando a la cara?"

"¿Qué estás diciendo?" Un segundo después, una sección de la pared de hielo se desmoronó, revelando un nuevo

pasaje. Como Kouki aún no había completado su juicio, esto sólo podía significar una cosa. Por supuesto, Kouki no sabía cómo estaban conectadas las salas de juicio, así que miró con curiosidad el nuevo pasaje.

"Parece que aún no ha terminado..." La voz que resonaba por la habitación era familiar, pero también era la que Kouki menos

quería escuchar ahora mismo. Para empeorar las cosas, la escena reflejada en sus ojos dio crédito a las palabras de su copia. Hajime acababa de salir del pasillo, llevando a Shizuku a la espalda. Su mirada se dirigió naturalmente a Shizuku y la expresión de ella se grabó en su memoria. Estaba durmiendo tranquilamente con una relajada sonrisa en su cara, con su mejilla descansando contra la espalda de Hajime. Algo dentro de Kouki inmediatamente se rompió.

◇ ◇ ◇

Un torrente de pura luz blanca cayó sobre Hajime. Ante él había una cara conocida. Pero

nunca había visto esa cara familiar hacer una expresión tan poco familiar. Kouki parecía un demonio mientras saltaba sobre Hajime, bajando su espada hacia él. ¿Está tan absorto en su batalla que me confundió con un monstruo o algo así? Supongo que podría tirar a Yaegashi delante de mí y él recobrará el sentido común y se detendrá... No, esos ojos no parecen cuerdos. Había una locura en los ojos de Kouki que hacía obvio para Hajime que el héroe no estaba en su sano juicio.

Sintiendo que Kouki no se detendría, Hajime saltó hacia atrás para evitar el golpe. Un pilar

de luz blanca se estrelló contra el suelo sobre el que había estado parado un segundo antes. Las grietas se extienden por el suelo. Aunque se repararon al instante, era obvio que Kouki había golpeado a Hajime con la intención de matar. Hajime miró la copia de Kouki, que estaba sonriendo a corta distancia. Luego se giró hacia Shizuku, quien murmuró un poco, pero permaneció firmemente dormida. Estaba asombrado de su habilidad para dormir en medio de tanto alboroto. Aunque el hecho de que estuviera despierta contribuiría en gran medida a resolver esta situación, el interrogatorio de Kouki fue lo primero. Hajime se giró hacia él y le preguntó: "¿Qué demonios crees que estás haciendo Amanogawa?"



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Kouki miró su espada, que estaba firmemente clavada en el suelo. Su flequillo cubría su cara, haciendo que su expresión fuera ilegible.

"Tú... Esto..." "¿Qué? No te oigo, viejo. Mira, nosotros no somos los enemigos aquí, ese tipo de ahí es

quien..." "¿Nosotros?" Kouki levantó la cabeza, sus ojos brillaban siniestramente detrás de su flequillo. "¿Qué mierda quieres decir con nosotros? Shizuku no te pertenece." "Deja de decir tonterías y ve a terminar tu juicio. Tu oponente está allí, no aquí." Aunque la voz de Hajime era tranquila, tenía un mal presentimiento sobre el estado mental

actual de Kouki. El héroe sacó su espada del suelo y se balanceó hacia Hajime. Como era de esperar, las palabras de Hajime no le llegaban. Mana se levantó alrededor de Kouki mientras se preparaba para atacar de nuevo.

"Oh, lo terminaré bien. ¡Le pondré fin a todo!" Los ojos de Kouki se abultaron, sus pupilas ardían de locura. Rebosante de odio y sed de

sangre, Kouki atacó a Hajime. Giró horizontalmente su espada con infusión de luz, apuntando al cuello de Hajime.

"Tch. ¿Así que ya has sido corrompido? Idiota." "¡Cállate! ¡Si desapareces, todo volverá a la normalidad! ¡Muereeeeeeeeeeeeeee!" La premonición de Hajime había sido acertada. Kouki había perdido contra su copia y por

consiguiente se había perdido a sí mismo. Hajime se balanceó hacia un lado, evitando la espada de Kouki. Observaba con calma mientras la espada pasaba a centímetros de su cara. A juzgar por las primeras palabras de Kouki y por la forma en que había mirado a Shizuku, Hajime supuso que su aparición había sido el último clavo en el ataúd para cimentar la derrota de Kouki. Tch, vine en el peor momento posible.

"Destello Celestial - Ocho alas dobles!" "Whoa." Usando la menor cantidad de movimiento posible, Hajime esquivó el aluvión de cortes de

luz. "Cálmate, Amanogawa. Si no tienes cuidado, matarás a Yaegashi."



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La forma en que Hajime lo dijo sonaba como si estuviese reteniendo a Shizuku como rehén, pero lo que estaba diciendo era solo la verdad. Sin embargo, Kouki era incapaz de pensar racionalmente en este momento.

"¡Cobarde! ¡Libera a Shizuku de una vez!" Como era de esperar, Kouki interpretó mal las palabras de Hajime, aunque era él el que

atacaba a Shizuku. Enfurecido, desató otra ráfaga de golpes. Fue entonces cuando la princesa dormida finalmente despertó. Aunque había estado agotada después de su juicio, era impresionante cómo se las había arreglado para dormir durante todo esto.

"Mmmmmmmm... ¿Qué está pasando? Déjame dormir un poco más..." "No puedo creer que puedas dormir en una situación como esta. Será mejor que te levantes

o te lanzaré como a una bala de cañón humana." En ese momento, incluso Hajime estaba un poco molesto por cómo Shizuku seguía medio

dormida. Se echó hacia atrás y le pellizcó el muslo a Shizuku. Si eso no fuera suficiente para despertarla, realmente la tiraría. Con suerte, eso sería lo suficientemente chocante como para hacer que Kouki recupere la cordura también. Sin embargo, Hajime no pudo divertirse, ya que su pellizco, afortunadamente, despertó a Shizuku. Sacó su Cross Bits y desplegó una barrera en forma de cubo. La espada de Kouki destelló mientras su ataque se dispersaba alrededor de la invisible barrera espacial. El estruendoso rugido que lo acompañaba alertó a Shizuku sobre el hecho de que estaban en batalla y ella rápidamente se cayó de la espalda de Hajime.

"Cielos, tienes un sueño muy pesado." "¡No es así! Es sólo que tu espalda estaba tan cómoda que yo..." "Bueno, lo que sea. Podemos discutir tus hábitos de sueño más tarde. Más importante aún,

haz algo con ese tipo." Hajime disparó dos balas explosivas desde sus Cross Bits para contrarrestar el siguiente

hechizo de Kouki. Las balas cruzaron trayectorias justo delante de Kouki, explotando y enviando ondas de choque hacia él.

"¿Qué quieres decir con 'más importante'? Espera, ¿qué demonios está pasando?" Desgarrada por el trato cruel que Hajime le daba, la expresión de Shizuku pasó de dolida a

conmocionada al ver lo que estaba sucediendo. No podía creerlo. La persona que los atacó era Kouki de entre todas las personas. Su sorpresa era comprensible. Después de todo, no esperaba que uno de sus mejores amigos intentara matarla.

"Parece que el juicio logró corromperlo. Cree que soy la raíz de todo el mal o algo así." "No..."



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Shizuku siguió la mirada de Hajime y vio que estaba mirando la copia de Kouki. La copia sonreía mientras veía a Hajime defender los ataques de Kouki. Eso fue todo lo que Shizuku necesitó para entender la situación. Su expresión se tornó sombría y se giró hacia Kouki.

"¡Kouki! ¡No pierdas contra tu copia! ¡Estás haciendo exactamente lo que él quiere! ¡Regresa

a tus sentidos y vencete a ti mismo!" Miró a Kouki con preocupación en sus ojos. Aunque estaba lejos de ser perfecto, seguía

siendo un buen tipo y amigo de Shizuku desde hace mucho tiempo. Además, era un discípulo del estilo Yaegashi y por lo tanto parte de la familia Yaegashi.

Esta era la primera vez que Shizuku había visto tanto odio en los ojos de Kouki. No

soportaba verlo así. Alzando la voz, hizo todo lo posible para llegar a Kouki. Pero Kouki sonrió, con sus ojos aún llenos de odio y sed de sangre.

"No te preocupes. Te salvaré, Shizuku." "¿Kouki? ¿Qué estás diciendo?" "Nagumo te ha lavado el cerebro, ¿verdad? Está bien, volverás a la normalidad una vez que

lo mate." Kouki se giró de la aturdida Shizuku a Hajime. "Nagumo, incluso si eres un antiguo compañero de clase, no creas que puedes hacer daño

a mis amigas. ¡Voy a matarte y liberar a Kaori y a las otras chicas de tu lavado de cerebro! ¡Entonces salvaré el mundo junto con ellas!"

Shizuku se quedó sin palabras. Era muy posible que Kouki hubiese acabado así mucho

antes si Shizuku no hubiese hablado con él la noche que Kaori se unió al grupo de Hajime. El peso de sus palabras le había impedido volverse loco. Sin embargo, ella no había sido capaz de cambiar realmente la opinión de Kouki y él aún albergaba cierto resentimiento hacia Hajime. Esa fue la razón por la que siempre había discutido con Hajime cuando viajaban juntos. Pero Shizuku le había impedido cortar completamente los lazos con Hajime, o intentar recuperar a Kaori por la fuerza. Pero al mismo tiempo, eso significaba que solo porque Shizuku había estado a su lado, el había permanecido cuerdo.

Los procesos de pensamiento y la visión del mundo de Kouki eran muy infantiles. Era

comprensible, ya que no había encontrado ningún obstáculo que no pudiera superar con sus ideales juveniles hasta ahora. Así que también era natural que estuviera furioso de que su última amiga de la infancia hubiera sido "NTR"ada de él. Apenas había sido capaz de mantener su cordura negando continuamente las verdades con las que su copia lo había golpeado, pero al final, se había visto forzado a aceptar la realidad cuando había visto a Shizuku durmiendo felizmente sobre la espalda de Hajime. Ni siquiera Kouki estaba tan delirante como para negar lo que estaba viendo. Y una vez que aceptó la realidad, caída en espiral había comenzado.



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Kouki, ya desbordante de emoción, había decidido sustituir la realidad por una fantasía conveniente. Esa era la única manera en que podía proteger su frágil corazón. Se había convencido de que Hajime Nagumo era un monstruo que le había lavado el cerebro a Kaori y a las demás, y que era un demonio que intentaba impedir que salvara el mundo. Sorprendida por las salvajes afirmaciones de Kouki, Shizuku rechinó los dientes e hizo todo lo posible para que entrara en razón.

"¡Kouki! ¡Contrólate! ¡No dejes que tu copia te engañe!" "Shizuku..." Shizuku eligió cuidadosamente sus siguientes palabras. Habló suave y amablemente, como

si tratara de calmar a un niño que hacía un berrinche. Sabía que si metía la pata, Kouki acabaría yendo más allá del punto de no retorno.

"Escucha, Kouki. Sé que es difícil enfrentarse a las partes más siniestras de uno mismo.

Casi muero yo misma, así que lo entiendo. Pero si no aceptas tus emociones negativas y las superas, no podrás avanzar. Si realmente quieres salvar este mundo, no puedes permitirte aferrarte a tus delirios. Tu verdadero enemigo eres tú mismo. ¡Esa versión negra y sonriente de ti! ¡Abre los ojos, Kouki!"

Las palabras de Shizuku resonaron por la sala. La copia no se movió. Parecía que la

interferencia de los camaradas era considerada una parte válida del juicio. Pero su desprecio no se desvaneció cuando miró al original del que fue creado. Hajime miró en silencio la escena desde detrás de Shizuku. La razón por la que no se defendió al instante cuando lo atacaron fue por consideración hacia ella. Bajo la atenta mirada de Shizuku, Hajime, y su copia, Kouki sonrió. Aunque se parecía a la encantadora sonrisa que a menudo devolvía a las chicas en Japón, había algo distorsionado en ella.

"Gracias, Shizuku. Gracias por preocuparte siempre por mí." "Kouki..." La esperanza y la pena luchaban en Shizuku. "Estoy realmente feliz. Aunque te hayan lavado el cerebro, sigues pensando en mí." "¿Kouki?" "Está bien. Venceré a mi imitación y te salvaré de Nagumo. No tendrás que pasar más

tiempo con un tipo que ni siquiera te gusta. Te llevaré de regreso a donde perteneces, Shizuku." "......" Shizuku convirtió sus manos en puños.



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Su expresión se hizo plana y ella preguntó en voz baja: "¿Adónde pertenezco? ¿Qué quieres decir con eso?"

"Ya veo, así que te has olvidado de eso. Pobrecita. Nagumo es un verdadero monstruo." "Contéstame, Kouki." "A mi lado, por supuesto. Así es como siempre ha sido y así es como siempre debería ser." Shizuku levantó la vista con desesperación. Oscuras nubes se juntaron en su corazón y ella

exhaló un suspiro de dolor. "Kouki, ¿recuerdas lo que hablamos en el puente la noche que Kaori se fue?" "Sí, por supuesto que sí. Dijiste algo sobre que no siempre puedo asumir que tengo razón,

¿no? No te preocupes, siempre pensé que Nagumo era un sinvergüenza, pero gracias a tus palabras me quedé con él para asegurarme. Y ahora sé a ciencia cierta que es un sucio traidor."

"¡No! Kouki, lo que intentaba decir era..." "No malgastes tu aliento, Shizuku. Te lavaron el cerebro para que no te des cuenta, pero

estoy haciendo lo correcto." Kouki interrumpió a Shizuku, haciendo caso omiso de sus palabras. Al decirse a sí mismo

que a todos les estaban lavando el cerebro, tenía una excusa para luchar por su futuro ideal. Kouki se giró hacia Hajime, sus ojos brillaban con una oscura locura. Su Romper el Límite, que había disminuido a propósito mientras hablaba, regresó con toda su fuerza y la luz blanca estalló a su alrededor.

"¡Kouki, detente!" Pero el grito desesperado de Shizuku no llegó a su amigo de la infancia. Kouki saltó hacia

delante, dejando un rastro de luz a su paso. Ni siquiera le echó un segundo vistazo a Shizuku. Su mirada estaba fijada únicamente en Hajime, su enemigo jurado. Los intentos de persuasión de Shizuku habían fracasado. La sonrisa de la copia se hizo más amplia y Hajime chasqueó su lengua enfadado. La emoción desapareció de sus ojos, reemplazada por una mirada fría y tranquila.

Shizuku palideció mientras observaba el cambio en la expresión de Hajime. Una pelea a

muerte entre los dos era el peor resultado posible. "¡Espera, puedo detenerlo!" Bajo los efectos de su Romper el Límite, las estadísticas de Kouki superan a las de Shizuku

por un gran margen. Era improbable que ella pudiese detenerlo, e intentar hacerlo sola



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terminaría con ella saliendo herida. Aún así, no soportaba ver a dos personas que le importaban intentar matarse entre sí. Empujó su agotado cuerpo a la acción y se metió entre Hajime y Kouki.

"Yaegashi, a tu derecha." "¿Huh? ¿¡Ah!?" Aunque estaba confundida, el cuerpo de Shizuku se movió por reflejo. Levantó su katana a

su derecha y se dio la vuelta. La copia de Kouki se dirigía directamente hacia ella. Un escalofrío corrió por su espina dorsal y se preparó para el impacto, pero antes de que la espada de la copia llegara a ella, un objeto familiar se abrió paso entre ellos. Uno de los Cross Bits de Hajime. Brillaba de color carmesí, lo que indicaba que tenía activa la Piel de Diamante. Estaba allí para amortiguar la fuerza del golpe de la copia, haciendo más fácil para Shizuku bloquearla. Desafortunadamente, la copia se había fortalecido más allá de lo creíble gracias a la debilidad de Kouki.

"¡Ngh!" Con un dolor terrible, Shizuku quedó impresionada por la copia de Kouki. Rayas de maná

negro iban detrás de la copia, llenando el espacio entre Kouki y Hajime. Kouki bajó su espada hacia Hajime con suficiente fuerza como para partir una roca. Pero Hajime la bloqueó con un Donner recubierto de azantium. Mientras sonaba un agudo estruendo metálico, Hajime escuchó a la copia de Kouki decir: "Le haré compañía a Shizuku. Concéntrate en tu odiado enemigo."

Shizuku entrecerró los ojos y gritó: "¡Aléjate de mí! ¡No tengo tiempo que perder contigo!" "Ríndete. Ese tipo no puede ver nada más que a Hajime Nagumo. Este juicio es ahora entre

él y Hajime. No interfieras." "¡No vayas decidiendo eso por tu cuenta!" Enfadado por haber sido usado como examinador, Hajime miró hacia donde estaba Shizuku

y la copia de Kouki se estaban batiendo en duelo. "¿Seguro que quieres pelear conmigo? Tu preciosa amiga de la infancia está siendo

atacada." "Esa falsificación es una parte de mí. No la matará. Y maltratarla un poco le enseñará a no

volver a ser engañada por escoria como tú." "¿No lo llamaste monstruo antes?" "Es un monstruo con mi personalidad copiada en él, ¿no? En ese caso, incluso si es un

monstruo, no matará a Shizuku."



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"Eso no tiene ningún sentido." Kouki era verdaderamente el maestro de la interpretación de la realidad de la manera más

conveniente posible. Aunque acababa de negar su copia alegando que era un monstruo, también creía que no dañaría a Shizuku porque era su copia. Sin embargo, esa inconsistencia lógica no pareció molestarle ni un poco. De hecho, independientemente de la rima o la razón, Kouki parecía haberse convencido de que realmente era la verdad. Puso aún más fuerza en su espada, tratando de atravesar a Donner. Pero incluso con sus estadísticas mejoradas con Romper el Límite, fue incapaz de hacer que Hajime se moviera. Era como si estuviera frente a una fortaleza de acero. Furioso, gritó: "Prepárate. No dejaré que te salgas con la tuya con Kaori, ni con Yue, ¡ni con nadie más! ¡Liberaré a todas de tu tiranía!"

Kouki movió su muñeca y transformó su corte por encima de la cabeza en uno horizontal.

Apuntó al cuello de Hajime sin dudarlo. Pero por supuesto, Hajime bloqueó el golpe con facilidad. Esta vez con el bozal de Donner.

"¿Qué?" Kouki gritó sorprendido, y Hajime acercó su cara a la del héroe. Miró fríamente a los ojos de

Kouki y dijo: "Cuando eres tan estúpido, no tiene sentido alguno señalar tu estupidez. Pero déjame decirte una sola cosa. ¿Quién te crees que eres, diciendo el nombre de Yue sin honoríficos? Bastardo."

"¿¡Ah!¡" Hajime desató su sed de sangre, dejando que cayera en cascada sobre Kouki en oleadas.

La presión emitida por Hajime era tan inmensa que apenas podía ser considerado humano. Ante tan abrumador y monstruoso poder, Kouki se puso completamente tenso.

Hubo un fuerte estruendo cuando Hajime apretó el gatillo y su bala acelerada por railgun

golpeó la espada de Kouki como si no fuera más que un juguete de plástico. La muñeca de Kouki no pudo resistir el impacto y se vio obligado a soltarla. Su Espada Santa giró por el aire. Antes incluso de que tuviera tiempo de registrar lo que había pasado, Hajime le golpeó con una poderosa patada frontal.

"¿¡Gaah!?" Sus huesos emitieron una siniestra grieta y Kouki fue enviado a volar a una velocidad

increíble. Hajime lo persiguió y le dio otra patada de costado. Kouki sintió como si hubiera sido atropellado por un camión cuando cambiaba la dirección de vuelo de hacia atrás a hacia el costado. Viajaba tan rápido que ni siquiera cayó al suelo, como si fuera una bala humana. Sin manera de detenerse, todo lo que podía hacer era cubrirse la parte posterior de la cabeza como medida de protección. Esa pequeña medida fue lo que lo salvó de caer inconsciente cuando chocó contra la pared de hielo con suficiente fuerza como para pulverizarla.



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Aún así, había recibido una cantidad significativa de daño. Kouki tosió sangre mientras luchaba a cuatro patas. Aunque llevaba la armadura más fuerte de Heiligh y usaba Romper el limite [Limit Break], había estado a punto de ser sacado de la acción por una patada de Hajime. Además, Hajime ni siquiera había activado su Romper el limite. Kouki rechinó los dientes, frustrado por la diferencia de fuerza entre ellos. Pero, por supuesto, Hajime no iba a darle tiempo de arrepentirse.

Antes de que Kouki pudiese ponerse en pie, otro fuerte estruendo resonó por toda la

habitación. Dos rayos de luz roja se dirigieron hacia él. Pero Kouki se las arregló para sentir que los ataques venían y rodó a un lado. Desafortunadamente, eso no fue suficiente. Hajime había disparado un tercer tiro en la dirección en la que había predicho que Kouki rodaría y éste le golpeó el hombro mientras intentaba ponerse de pie con dificultad. El dolor lo atravesó, pero Kouki no tuvo tiempo de notarlo.

¡La última bala fue mucho más rápida! De hecho, la tercera bala de Hajime había sido mucho

más rápida que las dos primeras. La razón era simple. Hajime había envuelto sus dos primeros tiros en maná para que pareciera que las había acelerado con Campo Relámpago [Lightning Field], pero en realidad, sólo había acelerado el tercer tiro. Y la razón por la que disparó dos tiros normales fue para que... "¡Gaaaaah!" Para que rebotaran en la pared de hielo en lugar de destruirla. Utilizando el terreno desigual, Hajime había hecho rebotar sus balas con precisión para que atravesaran los huecos de la armadura de Kouki y rompieran una de sus rodillas.

"¡Ngh! ¡Ven, Espada Santa!" Sin embargo, tumbado en el suelo, sangrando por la pierna y el hombro, Kouki, llamó a su

Espada Sagrada. Ella respondió a su llamada y voló hacia su mano extendida. Pero por supuesto, voló en línea recta. Lo que significa que antes de que pudiese llegar a la mano de Kouki, Hajime la interceptó y la clavó bajo su bota. Ya sea por lealtad o solo porque estaba diseñada para ello, la espada luchó bajo los pies de Hajime, esforzándose por alcanzar a su dueño. Aun asi, el pie de Hajime no se movió en lo más mínimo.

"Patético. ¿Por qué no usas las funciones adicionales que añadí a tu equipo? Al menos, de

esa manera lucharías un poco más." No había desdén en la voz de Hajime. Sólo estaba diciendo la verdad con calma. Pero ese

tranquilo análisis de la realidad enfureció aún más a Kouki y su odio ardía más que nunca. No había nada que se pareciese al viejo y carismático Kouki que había existido una vez en su expresión. El hombre que condenaba el asesinato más que nadie ahora no se parecía más que a un asesino enloquecido. Hajime se inclinó y presionó a Donner contra la frente de Kouki. Como Kouki, emanaba suficiente sed de sangre como para hacer que la gente normal se desmayara. Era obvio que Kouki había sido sometido a jaque mate. Todo lo que Hajime tenía que hacer era apretar el gatillo. Pero una voz desesperada lo llamó antes de que pudiera apretar el gatillo.

"¡Nagumo-kun, por favor, no lo hagas! Te prometo que puedo hacer que recupere la

cordura."



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Mientras luchaba contra la copia de Kouki, Shizuku rogó a Hajime que le perdonara la vida. Eso no le gustó ni un poquito a la copia.

"Parece que necesitamos sacarte de este escenario, Shizuku." "¿¡Agh!?" Debido a su desesperación, Shizuku había revelado una apertura. La copia se aprovechó

al máximo de eso y la golpeó mientras ella estaba desprotegida con una ráfaga de luz a plena potencia. Shizuku tropezó hacia atrás y la copia siguió con un Destello Celestial - Fragmentar [Celestial Flash - Shatter]. Parecía que la copia no tenía reparos en usar las características adicionales que Hajime había añadido a su equipo. Antes de que Shizuku pudiese siquiera pensar en defenderse, un cross bit de Hajime apareció ante ella. Gracias a la pronta protección de Hajime, Shizuku logró evitar ser dañada gravemente. La copia, por supuesto, se había contenido para evitar matar también a Shizuku, por lo que las ondas de choque del efecto de fragmentación del Destello Celestial solo fueron lo suficientemente fuertes como para provocarle una conmoción cerebral y dejarla inconsciente. También la hicieron volar hacia atrás, pero el Cross Bit de Hajime la atrapó antes de que chocara contra la pared. Luego la colocó suavemente en el suelo, dejándola apoyada contra la pared. Por último creó una barrera espacial, protegiendo a Shizuku de cualquier cosa que la copia pudiera intentar hacerle. Sonriendo, la copia se encogió de hombros y se giró hacia Hajime. Le apuntó con su Espada del Demonio y soltó un aluvión de luz negra. La espiral de energía negra era lo suficientemente grande como para golpear tanto a Kouki como a Hajime. Parecía que la copia planeaba enterrarlos a los dos de una sola vez. Hajime no miró a Shizuku, murmuró "Dios, qué molestia," y saltó. Naturalmente, dejó a Kouki donde estaba.

"¡Uwaaaaaaaaaaaaaaah!" Con una rótula aplastada, Kouki no podía ni siquiera estar de pie. Al darse cuenta de que

no podría esquivar, gritó y adoptó una postura defensiva. Pero justo antes de golpearlo, la explosión cambió de trayectoria y se dirigió hacia Hajime. Parecía que el rayo era un rayo buscador. Hajime se concentró en la información que provenía de su Ojo de Demonio. Al hacerlo, pudo ver el núcleo del hechizo. Disparó a Donner, derribando el núcleo con gran precisión.

Sin embargo, a la copia no pareció importarle. Parecía que su objetivo acababa de ser

apartar a Hajime de Kouki. Despreocupado, se giró hacia Kouki. Kouki empujó débilmente su espada hacia el, pero la copia la apartó fácilmente y se inclinó para susurrarle algo al oído. Parecía un demonio tratando de hacerlo caer en la tentación. Hajime no tenía ni idea de lo que le susurraba a Kouki, pero una vez que acabó Kouki empezó a mirar hacia delante y hacia atrás entre Hajime y la copia, con sus ojos enrojecidos. Luego, como si hubiera renunciado, asintió. Un segundo más tarde, el contorno de la copia comenzó a difuminarse, y a desvanecerse. Motes de luz negra surgieron de el y empezaron a dar vueltas alrededor de Kouki.



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"Es hora de que nos convirtamos en héroes. ¡Acabemos con el mal y salvemos a nuestras amadas heroínas!"

"¡Cállate! ¡No recibo órdenes de ti! Sólo estoy usando tus poderes para derrotar a Nagumo.

Una vez que él se haya ido, tú serás el siguiente." La copia sonrió. Luego se convirtió por completo en partículas negras y entró en Kouki. Un

segundo después, el cuerpo de Kouki comenzó a latir. Latía tan fuerte que el ruido resonó por toda la habitación y rayas negras empezaron a aparecer en la luz blanca que lo rodeaba. Era como si se hubieran derramado gotas de tinta en un charco de leche. Kouki comenzó a ponerse de pie con dificultad. Su hombro y rodilla habían sido completamente curados.

"¿Cuánto tiempo vas a hacerme esperar?" Sorprendentemente, Hajime había esperado como un buen villano a que Kouki completara

su transformación de héroe. Pero ahora se había cansado de quedarse parado y disparó a Donner y Schlag a Kouki. Eso no fue todo, tampoco. Al mismo tiempo que apretaba el gatillo, también le lanzó una granada. Kouki no se molestó en esquivar nada, y rayas de luz roja le atravesaron el hombro y la pierna. La granada también explotó sobre él, bañándolo de fuego.

"Eso ya no funcionará." Kouki salió de las llamas, completamente ileso. Su voz temblaba con una alegría apenas

reprimida. Maná blanco y negro emanaba de su interior, haciendo desaparecer las llamas. Uno de los ojos de Kouki se había vuelto de color carmesí oscuro, dándole una mirada indiscriminada. El daño que había recibido de las primeras balas de Hajime también se había curado en su mayor parte. Parecía que algunas de las habilidades de héroe de Kouki, como la Resistencia Física, la Sanación Avanzada y la Absorción de Choque se habían fortalecido con su repentino aumento de maná. Su pelo también estaba cubierto de blanco ahora, y una telaraña de venas carmesí oscuras cubría su armadura blanca y pura. Pero lo más importante es que ahora tenía dos espadas. Su Espada Sagrada original, y la de su copia la Espada del Demonio.

"¿Ustedes dos se fusionaron?" "No me gusta, pero sí. Es la única forma en la que puedo vencerte. Pero luego voy a derribar

a este tipo." "Idiota. Ya has perdido por la tentación." "Grita todo lo que quieras. Ya no puedes vencerme. ¡Con este nuevo poder, recuperaré todo

lo que me pertenece!" "¿Cómo diablos no te has dado cuenta todavía? Es porque eres así que terminaste en este

lamentable estado para empezar."



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"Basta de charla. ¡Toma! ¡Sobrecarga!" El maná de Kouki se infló a proporciones masivas. Había usado la única habilidad derivada

de Romper el Límite, Sobrecarga, que multiplicaba sus estadísticas por cinco. Eso, combinado con el hecho de que se había fusionado con su copia, significaba que sus estadísticas habían superado los 10.000 puntos. Ahora el era tan monstruoso como Hajime. Kouki levantó sus espadas gemelas y luego desapareció.

"¡Haaaaah!" Un segundo después reapareció detrás de Hajime y bajó diagonalmente sus espadas

gemelas con un grito de guerra. Era tan rápido que Hajime ni siquiera pudo darse la vuelta. ¡Lo tengo! Una enfermiza sensación de satisfacción surgió en Kouki, pero un segundo después oyó tres murmullos familiares. Sus espadas volaron de sus manos y algo duro lo golpeó en el estómago. El aire fue expulsado de sus pulmones y fue enviado a volar hacia atrás. Respirando con dificultad, de alguna manera se las arregló para enderezar su postura en el aire y aterrizar con seguridad.

Creí que no tenía tiempo para reaccionar. Acunando su estómago, Kouki levantó la vista,

confundido. La respuesta a su pregunta estaba justo frente a él. El cañón de Donner lo apuntaba directamente, aunque Hajime seguía mirando hacia delante. Parecía que había invertido la empuñadura de su arma sin siquiera mirar y disparó con precisión a Kouki. En verdad, Hajime había tenido tiempo más que suficiente para reaccionar. No había necesitado darse la vuelta para detener a Kouki.

"¡No me jodas!" Enfurecido de rabia y humillación, Kouki atacó de nuevo a Hajime y bajó sus espadas. "Destello Celestial – Tormenta." Finalmente, empezó a usar las habilidades con las que Hajime había dotado su espada. A

Kouki ya no le quedaba orgullo. Había sido reducido a una bestia que actuaba puramente por rabia. Innumerables espadas de viento atacaron a Hajime por todos lados. Todos eran invisibles, apegados a las ondas de luz que había liberado. Con sus estadísticas mejoradas, el Destello Celestial de Kouki era lo suficientemente poderoso como para aniquilar a un ejército.

Pero Hajime se balanceó como una hoja en la brisa, esquivando la mayor parte del

bombardeo. Los pocos ataques que no pudo esquivar, los derribó o los desvió con Donner y Schlag. Incluso si algo era invisible, mientras era mágico, el Ojo de Demonio de Hajime podía verlo. Además, gracias a que Riftwalk mejoró sus sentidos, podía ver fácilmente una forma de esquivar la tormenta de ataques. Si a eso le sumamos su gran experiencia, entrenamiento y enfoque racional en el combate, esquivar las invisibles espadas del viento era un juego de niños. Y como no estaba concentrando toda su atención en esquivar, eso significaba que podía contraatacar. Mientras esquivaba, Hajime alineó naturalmente la mira de sus armas hacia



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Kouki. Disparó y sus balas se entretejieron entre cientos de espadas de viento para estrellarse contra el suelo a los pies de Kouki. Por supuesto, esto no fue un error. Apuntó hacia allí a propósito.

"¿¡Whoa!?" Ondas de choque carmesí ondulaban por el suelo. El suelo explotó por debajo de Kouki,

haciéndolo volar. Consiguió clavar su espada en el suelo para recuperar el equilibrio, pero eso lo dejó sin aliento. Antes de que se diera cuenta, Hajime estaba frente a él. Una vez más se comió una de las patadas delanteras de Hajime, y fue enviado precipitadamente hacia un rincón de la sala como si fuera un pinball.

"¿¡Mald...!?" Kouki ni siquiera tuvo la oportunidad de terminar de maldecir. Hajime ya lo estaba apuntando

con Donner y Schlag mientras volaba hacia atrás. Rápidamente activó Aerodinámica para salir del camino, pero Hajime ajustó su puntería y apuntó al lugar en el que Kouki acabaría. Con la expresión rígida, Kouki observó en cámara lenta como Hajime se movía para apretar el gatillo, pero luego dudó momentáneamente.

Hajime estaba debatiendo si disparar a la cabeza, o ajustar ligeramente su puntería. Sus

instintos le decían que pusiera fin a las cosas aquí y que golpeara a Kouki con un disparo letal. Pero al mismo tiempo, recordó cómo Shizuku le había estado suplicando que le perdonase la vida a Kouki. Y lo desesperada que estaba por salvar a su amigo de la infancia. También pensó en lo devastada que estaría Kaori si Shizuku se deprimía por la muerte de Kouki.

Sheesh... Hajime sonrió con tristeza y apretó el gatillo. Disparó tres veces en rápida

sucesión con ambos revólveres. Incapaz de cambiar su trayectoria, Kouki fue bañado en balas. Se sacudió como un muñeco de trapo mientras una luz roja lo atravesaba. Hajime incluso había tenido en cuenta cómo cada bala podía hacer que el cuerpo de Kouki se retorciera, asegurándose de que cada uno de sus disparos no diese en el blanco.

Un segundo después, la sangre roció de las numerosas heridas de Kouki y cayó al suelo

con un golpe húmedo. Desde lejos, Kouki parecía un cadáver. Pero era obvio que no lo era cuando empezó a moverse. Usando sus espadas gemelas como muletas, se puso en pie tambaleándose. Sus hombros, brazos y piernas sangraban profusamente, pero en segundos esas heridas se cerraron.

"¿Por qué te detienes? ¿¡Me estás mirando por encima del hombro!?" Cada uno de los disparos de Hajime había sido calculado para inmovilizar a Kouki, no para

matarlo. Humillado, la cara de Kouki se retorcía de rabia. Aunque tenía muchas ganas de matar a Hajime, a Hajime ni siquiera le interesaba una pelea a muerte con él. Casualmente tocándose el hombro con Donner, Hajime respondió: "Si te mato, Yaegashi y Kaori se deprimirán. Sería mucho más doloroso matarte que dejarte con vida. Dejaré que tus amigas de la infancia se ocupen de ti."



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"¡Púdrete! ¡Te mostraré lo que obtienes por subestimarme!" Furioso, Kouki atacó de nuevo. Odiaba como Hajime estaba más preocupado por Shizuku

y los demás que por el oponente que tenía ante él. Desató una ráfaga de ataques, intentando forzar a Hajime a que le prestase atención. Desafortunadamente, ninguno de ellos se aproximó. No importaba lo poderosos que fueran los golpes de Kouki, no importaba lo rápido que se moviese, Hajime tranquilamente los bloqueaba todos. La rabia ardía tan ferozmente en su corazón que la temperatura de su cuerpo comenzó a subir. Sus emociones comenzaron a desbordarse tanto que su espada se volvió descuidada también.

"¡Los tipos como tú siempre hablan como si lo supieran todo! ¡Pero yo soy el que realmente

entiende a Kaori y a Shizuku! ¡Soy el que más se preocupa por ellas! Yo soy el único con el que deberían estar unidas. ¡Tú no! ¡No un estúpido de mierda como tú!"

"Suenas como un mocoso malcriado." Hajime se metió entre las tajadas de Kouki y disparó a Donner a quemarropa. Aunque aún

así evitaba los signos vitales de Kouki, esta vez le pegó en el torso. Sin embargo, ni siquiera eso fue suficiente para detenerlo como estaba ahora mismo. No importaba lo mucho que Hajime dañase a Kouki, sus estadísticas sobrecargadas le permitían curarse instantáneamente. Kouki era realmente como un mocoso malcriado que sólo estaba haciendo una rabieta porque las cosas no le estaban saliendo como él quería.

Aunque hacía tiempo que había superado sus límites físicos, las emociones negativas de

Kouki le permitían exprimir aún más potencia de su Sobrecarga. Ahora que se había fusionado con su copia, cada vez que su copia crecía en poder, él también lo hacía. Kouki había llegado a un punto en el que pronto eclipsaría a Hajime, a menos que el propio Hajime usara Romper el Límite. Estaba blandiendo sus espadas con la misma velocidad y poder que Noint. Pero ni siquiera eso era suficiente y su fuerza siguió creciendo.

"¡Uoooooooooooooooooooooooooooh!" "......" Kouki soltó un aullido bestial. Por otro lado, Hajime permaneció en silencio. Aunque Kouki

ostensiblemente tenía el mismo nivel de poder que Noint, Hajime no se sentía ni un poco amenazado por él. No desató un grito de guerra como el que hizo contra Noint, ni siquiera se molestó en activar Romper el Límite. Y a pesar de todo el poder que Kouki tenía a su disposición, aún no podía golpear a Hajime. No importaba lo rápido o fuerte que fueran sus golpes, no podían arañar a su oponente.

La razón era simple. Su estado mental estaba hecho añicos. Estaba furioso, consumido por

el deseo de golpear a su enemigo hasta dejarlo echo una pulpa ensangrentada. Le costaría mucho ganarle a cualquiera un combate en el estado en el que estaba ahora, y mucho más a Hajime.



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Mientras Kouki estaba cazando ballenas, otra sección de la muralla se desmoronó, revelando otro pasaje. Hajime ignoró los furiosos cortes de Kouki y se giro para ver a Yue y a las demás entrar en la habitación con expresiones sombrías. Era obvio por sus expresiones de aturdimiento que no podían entender cómo habían terminado las cosas de esta manera. Normalmente Kouki se habría dado cuenta de su entrada, pero estaba tan absorto en luchar contra Hajime que no lo hizo.

"¡Todo es por tu culpa! Si no estuvieras aquí, todo sería perfecto. ¡Kaori y Shizuku serían

mías! ¡Hubiera salvado al mundo! ¡Pero lo arruinaste todo!" "......" "Aunque seas un asesino, aunque abandones a la gente sin pensarlo dos veces, ¿cómo es

que le gustas a todo el mundo? ¡No tiene sentido!" "¿Por eso crees que les lavé el cerebro a todas?" "¿¡De qué otra manera lo explicas!? ¡Kaori, Shizuku, Yue, Shea, Tio, les has lavado el

cerebro a todas! Apuesto a que estás tratando de lavarle el cerebro a Ryutarou y a Suzu también, ¿eh? ¡Bueno, no te lo permitiré! ¡Yo soy el héroe! ¡Salvaré a todos de ti y reclamaré el lugar que me corresponde! Ya nadie te necesita."

Los gritos de Kouki resonaron por toda la habitación. Naturalmente, los ojos de Yue, Shea,

y Tio se entrecerraron peligrosamente cuando escucharon eso. Kaori se cubrió la boca con asombro, mientras que Ryutarou y Suzu se quedaron sin palabras. Hajime suspiró y le habló a Yue y a los demás por telepatía.

"Yue, parece que superaron sus pruebas muy bien." "Mmm... Eran pan comido. De todos modos, ¿qué le pasa a ese imbécil?" "Realmente te está insultando." Había un poco de ira en las voces telepáticas de Yue y Shea. Naturalmente, no les gustó

que Kouki insultara a Hajime y a sus amigas. Especialmente desde que Kouki decía sus nombres sin honoríficos. Hajime sonrió a las dos y les dijo: "La versión corta es que se perdió con su imitación y se engañó a sí mismo pensando que tenía razón. Ahora está descargando su ira en mí. Se fortaleció aceptando la oferta de su imitación y fusionándose con ella. Si pudiera controlarse, aún así podría despejar el juicio, pero... no parece que eso esté ocurriendo. Yaegashi trató de persuadirlo y así fue como ella terminó."

Hajime dio un rodillazo a Kouki en el estómago y miró hacia donde estaba descansando

Shizuku. Yue y las demás siguieron su mirada. "¡Shizuku-chan!"



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"Ella no recibió ningún golpe directo, así que debería estar bien, pero ¿puedes vigilarla por mí, Kaori?"

"¡Por supuesto! ¡Déjamelo a mí!" Ver a su mejor amiga acostada inconsciente hizo que Kaori volviese a la normalidad y ella

corrió hacia Shizuku. Fue entonces cuando Kouki finalmente se dio cuenta de que Yue y los demás habían entrado en la habitación. Sus ojos se abrieron de par en par, sorprendido, y puso algo de distancia entre él y Hajime. Se giró hacia los recién llegados y les dio una sonrisa loca.

"Oh, están aquí chicos. Sólo esperen un poco más. Le daré una paliza a este tipo y los

liberaré a todos." Su declaración fue tan escandalosa que Yue, Shea y Tio pasaron de estar enfadadas a

mirarlo con compasión. Ryutarou y Suzu, por otro lado, salieron de su ensueño y gritaron: "¿Qué estás diciendo,

Kouki? ¿¡Qué te ha pasado!? ¡Despierta!" "¡Contrólate, Kouki-kun! Nagumo-kun no es tu enemigo, ¡eres tú mismo!" En vez de estar contento de que sus amigos se preocupasen por él, la sonrisa de Kouki se

contorsionó en un gruñido de enojo. Como era de esperar, se giró hacia Hajime. "Nagumo. No me digas que ya les lavaste el cerebro a Ryutarou y a Suzu. ¿Qué tan bajo

vas a caer? ¿¡Cuánto tienes que quitarme para estar satisfecho!? Oh, ahora lo entiendo. La traición de Eri también fue obra tuya, ¿verdad? Siempre pensé que era extraño lo repentinamente que había cambiado. Pero si le lavaste el cerebro, todo tendría sentido."

"No, no es así, idiota." "Ahórrate tus patéticas excusas. Te haré pagar por tus pecados." "El mayor pecado aquí es que te falta el cerebro." Rugiendo, Kouki levantó sus espadas gemelas. Un espiral de maná blanco y negro surgió

de ellas. Las ondas de choque del maná destruyeron el suelo cerca de Kouki y el techo justo encima de él. Kouki estaba reuniendo su maná para liberar la mayor Ira Divina de su vida.

"Sabes que no voy a esperar a que termines cada vez, ¿verdad?" Exasperado, Hajime sacó sus bolas espacialmente encantadas de su Tesoro escondido y

las arrojó a Kouki. Porque estaba en medio de su encantamiento, Kouki no pudo esquivar a tiempo. Las bolas lo envolvieron, atrapándolo en su lugar. Con las espadas en alto, Kouki gritó: "¡Mierda! ¡Cobarde!"



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Parecía que los villanos que no esperaban a que la revolución del héroe terminara eran unos cobardes. Maldiciendo, Kouki sacó aún más maná, intentando sacudirse las bolas por la fuerza. Pero incluso Noint había tardado unos segundos en escapar de ellas, por lo que naturalmente, Hajime tenía más que suficiente tiempo para atacar. Decidiendo que ya era hora de que terminara con esto, Hajime sacó una de sus armas grandes. Literalmente. Sacó una nueva arma de su Tesoro escondido. Estaba pintada de negro con detalles rojos y se parecía a Schlagen en apariencia. Sin embargo, su cañón era mucho más grande. Una pelota de baloncesto podría caber fácilmente dentro de él. El maná carmesí empezó a juntarse cerca del cañón de esta nueva arma. Una vez que la cantidad de maná alcanzó la masa crítica, comenzó a emitir chispas. Era como si Hajime hubiera metido una estrella en miniatura en su interior. La cantidad de fuerza condensada en ese disparo era tan grande que incluso Yue y las demás temblaron.

"Aunque seas demasiado estúpido para escucharte a ti mismo, al menos deberías haber

escuchado a Yaegashi." La forma en que hablaba Hajime, era como si fuese a matar a Kouki aquí y ahora. "¡Espera, Nagumo-kun!" "¡Nagumo, por favor, no!" "¡Nagumo-kun!" Shizuku, que había recuperado la conciencia gracias a Kaori, Ryutarou y Suzu le gritaron.

Pero desafortunadamente, aún así apretó el gatillo. El aire tembló y la luz carmesí llenó la habitación. Esta nueva arma de Hajime tenía tanta potencia de fuego como el cañón principal de una nave espacial de ciencia ficción. Incluso cuando el muro de luz destructivo cayó sobre Kouki, el odio no abandonó su expresión.

"Si tan sólo no estuvieras aquí, yo..." La luz se lo tragó antes de que pudiera terminar ese pensamiento. Shizuku, Kaori, Ryutarou

y Suzu observaron horrorizados. La explosión del arma de Hajime fue tan silenciosa que podrías haber oído caer un alfiler en la habitación. Y así como no hubo sonido, tampoco hubo destrucción. La luz tiñó de carmesí las claras paredes de hielo sin dañarlas, creando una sala de brillantes granates. La vista era tan bella que era difícil de creer que había erradicado a Kouki de la existencia. Probablemente porque no lo había hecho.

"Agh..." Kouki se lamentó suavemente, una gran diferencia de los insultos infantiles que había

estado soltando hacía unos segundos. Shizuku y los demás levantaron la vista, confundidos. La luz se disipó, revelando un Kouki perfectamente ileso. Cayó exhausto y si las bolas de Hajime no lo hubieran mantenido fijo en su sitio, probablemente habría caído al suelo. Ya no había maná alrededor de él.



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"¿Qué acaba de pasar?" Murmuró Ryutarou, expresando los pensamientos de todos. La respuesta fue simple. La nueva arma de Hajime, el cañón mágico Grentzen, era un artefacto que disparaba maná puro, sin ningún componente físico. De regreso en las Ruinas Hundidas de Melusina, se había encontrado con ilusiones del pasado que sólo podían ser dañadas por la magia, por lo que había creado esta arma en caso de que una situación similar surgiera de nuevo. No había tenido ninguna necesidad de usarlo hasta ahora. Las balas mágicas de Grentzen estaban hechas de una combinación de magia espiritual y evolutiva, y despojaban por la fuerza el maná de cualquier cosa con la que estuviese en contacto. Lo que significaba que Hajime acababa de sacarle a Kouki la imitación, así como todo su maná.

Aunque Suzu no entendía la mecánica de lo que acababa de ocurrir, suspiró aliviada al

darse cuenta de que Hajime había dejado a Kouki sin poder sin hacerle daño. Ryutarou asintió agradecido hacia Hajime mientras Kaori sonreía felizmente y lágrimas de alegría brotaban en los ojos de Shizuku. Con voz ronca, Kouki murmuró, "Mi poder se ha ido... ¡No! ¡Todavía no he recuperado nada! No puedo detenerme aquí."

Kouki soltó sus espadas y cayeron al suelo con un ruido sordo. Era obvio por el temblor de

sus manos que ni siquiera le quedaba la fuerza para sostenerlas. Después de unos segundos, la Espada del Demonio que Kouki había heredado de su copia se desvaneció, demostrando que la copia misma había sido destruida. Los ojos y el cabello de Kouki también volvieron a su color normal.

Viendo que la copia había desaparecido, Hajime liberó a Kouki de sus bolas. El héroe cayó

al suelo y murmuró delirantemente: "Necesito que todo vuelva a la normalidad". Tanteó ciegamente con sus manos, buscando su Espada Santa. Sus ojos estaban desenfocados y estaba claro que apenas se aferraba a la conciencia. Sin embargo, el odio que ardía dentro de ellos no había disminuido en lo más mínimo. Humillado y lleno de celos, Kouki se había obsesionado con la época de su vida en la que todo había ido como él quería. Hajime devolvió a Grentzen a su Tesoro escondido y se dirigió hacia Kouki. Viendo las botas de Hajime delante de él, Kouki dejó de moverse. Levantó la vista y dijo con expresión espantosa: "Por favor, Nagumo. Devuélvemelo todo. Te lo ruego, por favor, muérete."

No se dio cuenta de que todos sus amigos de la infancia lo miraban fijamente. Sus

expresiones eran difíciles de leer, pero no parecían tristes o enojados. "Lo has entendido todo mal, viejo. Esto no es lo que estás destinado a ser. ¿Cómo

terminaste así, Kouki?" Ryutarou apretó sus manos en forma de puños, tan fuerte que sus uñas se mancharon de

sangre. Había expresado lo que todos sus amigos estaban pensando. Hajime agarró en silencio a Kouki por el cuello y lo levantó. Kouki luchó débilmente, pero por supuesto, no pudo liberarse. Hajime se giró hacia Kaori y Shizuku. Shizuku cerró sus ojos en silencio, indicando que confiaría en cualquier decisión que tomase. Sus cejas se inclinaban en forma de disculpa, lo que era muy parecido a ella. Se había dado cuenta de que le había causado muchos problemas a Hajime pidiéndole que perdonase a Kouki. Kaori, por otro lado, miraba directamente a Hajime, su fe en él era absoluta. Suspirando, Hajime sonrió con pesar. "Bien,



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bien," murmuró en voz baja. Se giró hacia Kouki y preparó su mano derecha en forma de puño, la que no era protésica.

"Haz tu vida de nuevo, maldito imbécil." Golpeó a Kouki en la cara, sin usar ningún tipo de fortalecimiento del cuerpo o magia para

fortalecerse. Pero para Kouki, ese puñetazo era incluso más pesado que todas las balas que Hajime le había disparado. Voló hacia atrás, perdiendo el conocimiento unos segundos antes de golpear el suelo. Hajime miró de reojo a Kouki, luego se rascó la cabeza y suspiró. Supongo que me lo merecía por pensar que usaría a estos tipos como escudos contra el ejército de Noint.

◇ ◇ ◇

Una vez terminada la pelea, Yue y los demás corrieron hacia Hajime. O en el caso de Yue,

voló a sus brazos usando magia de gravedad. Hajime se giró hacia ella sorprendido y luego le sonrió suavemente, lo que era totalmente opuesto a la sombría expresión que había tenido hace un momento.

"Mmm... Hajime." "Sí, soy yo. ¿Cómo te fue en el juicio, Yue? Supongo que fue bastante difícil, ¿no?" Yue sonrió, contenta de que Hajime hubiese captado sus sentimientos de inmediato.

Aunque había sido más preocupante que duro, ya que ahora Yue no estaba segura de lo que le deparaba el futuro. Estaba avergonzada de haber dejado que un problema tan leve sacudiera su resolución, pero Hajime no parecía para nada molesto y la abrazó con fuerza. Shea y Kaori sabían de las circunstancias de Yue, ella se lo había dicho a Kaori mientras las dos habían estado teniendo su propia pelea, por lo que no se sorprendieron de lo malcriada que estaba actuando. Ryutarou, Suzu, Tio y Shizuku, sin embargo lo hicieron. Hajime miró al resto de los integrantes de su grupo y asintió.

"Parece que todos salieron bien. Vámonos, entonces." "¡Espera, espera! ¡Todavía necesitamos curar a Kouki-kun!" Kaori miró a Kouki, que yacía tendido, con las piernas abiertas, en el suelo. Ryutarou y Suzu

asintieron con la cabeza. "¿De verdad tenemos que hacerlo?" "¡Sí, realmente tenemos que hacerlo!" Kaori se mantuvo firme, y Ryutarou y Suzu asintieron una vez más. Hajime puso una mueca

de dolor, pero no impidió que Kaori se acercase a Kouki.



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"Dijiste que absorbió su copia, ¿verdad? Creo que hacer eso dañó su alma. Tomará un tiempo curarlo apropiadamente."

Se había esforzado mucho más allá de sus límites físicos combinando Sobrecarga y el

fortalecimiento de la copia, por lo que su cuerpo estaba en tan mal estado como su mente. Por supuesto, sus heridas físicas podían curarse fácilmente con magia de restauración, pero su espíritu era algo diferente. El espíritu de un humano era bastante frágil, y Kouki lo había dañado bastante al fusionarse con su copia. Si Kaori no era cuidadosa al repararlo, podía despertar con una personalidad completamente diferente. De hecho, si ella fallaba, era muy posible que se convirtiera en un tipo alegre que dijera cosas como: '¿Qué tal? Hoy es una gran mañana, ¿no? ¡Hahahahahahahahahaha!'

Mientras Kaori explicaba todo esto a Hajime, su expresión se hizo cada vez más reacia.

Inconscientemente abrazó más fuerte a Yue, con lo que ella estaba perfectamente de acuerdo. "Hagas lo que hagas, no lo cures del todo. Mientras su vida no esté en peligro, eso es

suficiente, ¿verdad? Lo último que quiero es que se despierte." "¿Eh? ¿Por qué...? Oh, sí, supongo que eso es lo mejor." Kaori ladeó la cabeza, confundida, pero al instante se dio cuenta a donde quería llegar

Hajime. Tejiendo sus cejas preocupada, Kaori empezó a curar a Kouki lo justo para evitar daños permanentes.

"Hey Nagumo, entiendo que Kouki intentó matarte y todo eso, pero... ya sabes..." "Nagumo-kun..." Ryutarou y Suzu, que no habían adivinado cuáles eran las intenciones de Hajime, parecían

descontentos con su decisión. Pensaron que Hajime estaba haciendo esto para fastidiar a Kouki porque no le gustaba el héroe. Pero al mismo tiempo, Kouki había intentado matar a Hajime por lo que no podían discutir.

Shizuku, por otro lado, sólo miraba a Kouki con una mirada triste en su cara todo el tiempo.

Ella lo conocía desde hacía más tiempo que nadie y él era prácticamente su familia. En respuesta a Ryutarou y Suzu, Hajime señaló a Kouki. No había animosidad en su expresión, solo molestia.

"Mira, piensa en la molestia que será curarlo completamente." "¿Molestia...? Oh." "Parece que lo has descubierto, Taniguchi. Escuchen. Amanogawa falló su juicio. No podía

soportar enfrentarse a su verdadero yo, así que se desquitó conmigo. Eso no va a cambiar mágicamente cuando se despierte. Seguirá enojado conmigo."



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"¿Quieres decir que sólo se repetirá lo que acaba de pasar aquí...?" "Exactamente. Bueno, esta vez estaba siendo incitado por su copia, así que es posible que

no se ponga furioso en el momento en que se despierte, pero aún así..." Hajime sacó su brújula de su bolsillo y la miró. "Ya casi llegamos. Supongo que este fue el último juicio del laberinto, pero no hay garantía

de que no haya algo esperándonos al final. Lo último que quiero es que me ataquen por la espalda mientras me enfrento a las pruebas del laberinto."

"Haaah... supongo que tiene suerte de estar vivo." Suspirando, Ryutarou asintió de mala gana. El argumento de Hajime tenía sentido. Pero al

igual que Shizuku, no podía evitar estar un poco triste por cómo habían acabado las cosas. Solo Yue no se vio afectada por la sombría atmósfera y sonrió felizmente mientras descansaba en los brazos de Hajime.

"Deberíamos dejarlo aquí..." "Eso no es suficiente, Yue-san. Deberíamos acabar con él mientras tengamos la

oportunidad." Shea levantó a Drucken siniestramente. "Ustedes dos... Entiendo cómo se sienten, pero controlen su ira. Su odio por Kouki causa

pesadillas." Tio ahuyentó a Shea y a Yue, actuando por una vez como una hermana mayor de confianza.

A regañadientes, Shea estibó su martillo y Yue disipó al mini dragón relámpago que había invocado. Las dos seguían enfadadas porque Kouki se había atrevido a atacar a Hajime. También odiaban cómo había usado sus nombres sin honoríficos, pero lo más importante era que se había tomado en serio la idea de matar a Hajime. Kouki gimió dolorosamente mientras dormía, cuando las dos chicas le dirigían su odio. Su frente se arrugó y estalló en un sudor frío. Lo más probable es que estaba soñando que era atacado por el dúo de chicas vampiro y conejita. Agitando la cabeza, Hajime les sonrió a las dos. Aunque estaba contento de que se enfadaran en su nombre, si las pesadillas de Kouki destruían su psique aún más, se perdería el propósito de mantenerle con vida.

"Tio tiene razón. Me tomé la molestia de no matarlo, así que no lo arruinen." "Mrr... Bien, si tú lo dices, Hajime." "Tuviste suerte, maldito héroe."



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Shea escupió a los pies de Kouki. ¿Siempre fuiste tan agresiva? Pensó Hajime mientras se giraba hacia ella, sorprendido. En un intento de calmar a Shea, Hajime usó su mano libre para acariciar sus orejas de conejo. En segundos, Shea pasó de ser una gángster a ser una persona normal y tranquila. Yue se movió un poco para hacer lugar a Shea y la conejita se acomodó alegremente en los brazos de Hajime. Yue frotó su cabeza contra el estómago de Hajime mientras Shea se apoyaba en su pecho. Shea cerró los ojos y envolvió sus orejas de conejo alrededor del cuello de Hajime. Su cola se movía felizmente de un lado a otro.

La lucha de Yue y Shea había acabado con ellas dos cada vez más cerca, pero también las

había hecho más pegajosas cuando se trataba de Hajime. Supongo que algo muy grande sucedió durante sus juicios. Hajime sonrió suavemente y envolvió sus brazos alrededor de las dos. Las cosas ya estaban bastante mal cuando sólo estaban coqueteando Yue y Hajime, pero ahora que Shea había sido añadida a la mezcla, su coqueteo era aún más diabético. Sintiéndose un poco excluida, Tio también se acercó a Hajime. Después de unos segundos de silencio, Tio dijo: "Maestro, tengo una confesión que hacer."

"¿Hm? ¿Qué?" "La verdad es que te he estado usando todo este tiempo para vengarme de los dioses." Suzu y Ryutarou se giraron hacia ella conmocionados. ¿Realmente le vas a decir eso? "¿Eh? ¿Ya lo sabía?" Suzu y Ryutarou se giraron hacia Hajime en estado de shock. ¿¡Ya lo sabías!? Hajime y Tio

se miraron en silencio a los ojos. Después de unos diez segundos, Tio preguntó: "¿Cuál es mi castigo?"

"Nada." Tio cayó de rodillas, desesperadamente. Suzu y Ryutarou también cayeron de rodillas, pero

por una razón diferente. Este no es el momento para eso... pensaron. Suzu decidió que le correspondía a ella hacer las preguntas correctas y se giró hacia Hajime.

"Hey, Nagumo-kun. ¿De verdad sabías que eso era lo que Tio-san estaba pensando?" "¿Eh? Por supuesto que sí." Hajime explicó que Tio ya le había contado una buena parte de su pasado. También estaba

el hecho de que había dejado su pueblo para investigar a los héroes que habían sido convocados. Y cuando descubrió que Hajime era más fuerte que el héroe, decidió quedarse con él. Juntar las piezas del rompecabezas no había sido difícil para Hajime. Pero más que nada: "Además, me gustaría pensar que tengo una idea de qué clase de persona es Tio."



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Después de todo, Tio Klarus era una de las valiosas compañeras de Hajime. Era natural que él le prestara atención. Sabía que ella tenía mucha sed de venganza y que era una aliada de confianza que no dudaría en dar su vida por sus amigos.

"Esa es parte de la razón por la que te pedí que vinieras durante mi combate con Noint,

¿sabes?" La pelea de Hajime con Noint había ocurrido a ocho mil metros en el aire. Si su único objetivo

hubiese sido poner a salvo a Aiko, podría haberle pedido a Yue que subiera usando un portal de teleportación. Por supuesto que Tio había estado libre en ese momento ya que estaba de guardia, y la fuerza de Yue era necesaria para proteger a Liliana y a los demás en el palacio, pero parte de la razón por la que Hajime había elegido a Tio era también porque quería darle la oportunidad de vengarse de la iglesia, que le había arruinado la vida.

"Maestro..." Por una vez, Tio parecía no tener palabras. Su corazón se llenó de emoción, pero no sabía

cómo expresarlo. Tio se veía tan linda que hasta Suzu se sonrojó, mientras que Ryutarou se abofeteó para mantener la cabeza despejada. No lo engañarían para que se enamorara de esta pervertida por segunda vez.

"Maestro, ¿puedo descansar en tus brazos también?" Antes de que Hajime pudiese decir algo, Yue y Shea se pusieron a ambos lados, haciendo

espacio para Tio. Dándose cuenta de que Tio también debía haber tenido una prueba bastante difícil, Hajime se encogió de hombros y lo permitió. Emocionada, Tio se acurrucó en los brazos de Hajime, entre Yue y Shea. Ahora había cuatro personas coqueteando en lugar de tres. La escena era tan repugnantemente dulce que Ryutarou no podía soportar mirarla. A poca distancia, Kaori miró a Tio y a las demás con envidia.

"Awwww, perdí mi oportunidad. Bueno... Supongo que esto es suficiente para Kouki-kun.

¡Hajime-kuuuuuuun!" "¿Eh? ¡Hey, Kaori! ¿No fuiste tú la que dijo que debíamos curar..." Kaori disparó una última ráfaga de magia sanadora a Kouki y luego lo abandonó para correr

a los brazos de Hajime. Al menos se había asegurado de que su vida no corriera peligro, pero eso era todo. Kouki se movió un poco mientras los últimos trozos de magia sanadora de Kaori lo invadían. Aunque Kaori era la que decía que curar almas dañadas era un asunto delicado, al final no había sido tan delicada. Shizuku miró preocupada de Kouki a Kaori.

Kaori también intentó meterse en el abrazo de grupo, pero Yue la bloqueó. Mientras corría

hacia delante, Yue disparó una pequeña piedra a su frente. Esta vez, sin embargo, no se disuadiría a Kaori. Esquivó el proyectil y se metió junto a Yue. Naturalmente, esto significaba que Kaori estaba entre el brazo de Yue y el de Hajime. Yue sonrió amenazadoramente a Kaori, quien le sonrió también en respuesta. Como de costumbre, las dos niñas invocaron sus



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posiciones ilusorias y se miraron con odio la una a la otra. Ryutarou y Suzu observaron con asombro cómo las dos niñas se peleaban en silencio mientras coqueteaban con Hajime. Al darse cuenta de que todos habían olvidado a Kouki, Shizuku se acercó para asegurarse de que su pulso y su respiración eran normales. Una vez que ella confirmó que él estaba bien, ella respiró aliviada.

"Ryutarou. ¿Podrías llevar a Kouki?" "Claro... Supongo que Kouki fue el único que no tuvo éxito. Va a estar deprimido cuando se

despierte." La expresión de Ryutarou se nubló mientras levantaba a Kouki sobre su espalda. Suzu lo

miró, su expresión también era de preocupación. "Sí... Aunque tampoco sabemos con seguridad si tuvimos éxito... Además, mientras esté

vivo, puede volver a intentarlo." Suzu sonrió alegremente, intentando alegrar el ambiente. Ryutarou agitó la cabeza para

despejarla de pensamientos negativos y le devolvió la sonrisa. "Buen punto. La cagó a lo grande, pero al menos está vivo para que le demos una paliza. Y

si quiere volver a intentarlo, podemos ayudarlo. Como siempre lo hemos hecho." "¡Sí!" Shizuku sonrió mientras vigilaba a sus dos amigos. Al darse cuenta de que los estaba

mirando, Ryutarou y Suzu pensaron: ¡Es porque actúas así que todos te llaman la mamá de la clase! La sonrisa de Shizuku se convirtió rápidamente en una simple mirada, como si hubiera leído sus pensamientos y rápidamente empezaron a pensar en otra cosa. Suspirando, Shizuku miró a Hajime y a los demás y cambió de pensamiento. Su juicio ya le había enseñado a dejar de priorizar a otros y a suprimir sus propios deseos. Había decidido vivir para sí misma ahora.

Naturalmente, esto significaba que ya no sentía vergüenza por mirar con nostalgia a Hajime.

Tio fue la primera en notar la mirada de Shizuku. Ladeando la cabeza con curiosidad, la dragona se giró hacia ella. Yue y Kaori estaban demasiado ocupadas luchando para darse cuenta, mientras que Shea estaba ocupado intentando calmarlas.

Shizuku se acercó una mano a su pecho, recordando lo que había aprendido de su juicio.

Enroscó sus dedos en un puño y Tio fácilmente adivinó lo que había decidido hacer. "Esto es muy interesante... Fufufu. Buena suerte, jovencita." "¿Eh? ¿Dijiste algo?" "Oh, simplemente estaba deseando suerte a una joven doncella con problemas en sus

esfuerzos."



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Hajime estaba momentáneamente confundido por la respuesta de Tio, pero luego siguió la mirada de Tio y vio a Shizuku preparándose. Se dio cuenta de lo que estaba pasando de inmediato. Era difícil no hacerlo, ya que ya había oído la confesión de Shizuku antes.

"Cielos, tienes que estar bromeando." La mirada de Hajime se encontró con la de Shizuku. En el momento en que lo hizo, Shizuku

se sonrojó. Un segundo después, su expresión se hizo determinada y ella se acercó. Sin saber sus verdaderas intenciones, Ryutarou y Suzu la siguieron. Shizuku se detuvo junto a Hajime, en el lado opuesto de donde Kaori y Yue aún se miraban fijamente. Ella estaba muy unida a él. De hecho, estaba prácticamente pegada al brazo izquierdo de Hajime, que en ese momento sostenía a Shea.

Fue entonces cuando Yue y las demás también notaron su presencia. Yue se giró con una

mirada interrogativa mientras Shea parpadeaba sorprendida. Shizuku miró fijamente a Kaori. Compartieron una mirada y Kaori notó de inmediato. Sus ojos se abrieron de par en par, sorprendida. No se sorprendió por los sentimientos de Shizuku, sino por el hecho de que ya no los ocultaba.

Una vez que superó el shock, sonrió. Su sonrisa era gentil y amable, llena de comprensión

y aceptación. Encapsulaba todo lo que sentía por Shizuku en una sola expresión. Ella calladamente dijo, "Buena suerte" en Shizuku, mostrando su apoyo. Shizuku asintió y le devolvió la sonrisa. Sostuvo las lágrimas de alegría que amenazaban con extenderse y miró con indecisión a Hajime.

"Nagumo-kun, gracias por salvar a Kouki." "Todo lo que hice fue darle una paliza." El tono de Hajime era brusco. Precisamente porque conocía los sentimientos de Shizuku,

no quería lidiar con ella. Desafortunadamente para él, ella no se disuadiría. Sonriendo nerviosamente, añadió: "Pero tú no lo mataste. Lo mantuviste vivo por el bien de Kaori, y un poco por el mío, ¿verdad? ¿Qué fue lo que dijiste antes, un veinte por ciento por mí?"

"Sí, supongo que sí." Hajime no iba a retractarse de sus palabras. Pero aún así parecía infeliz al admitirlo. Su mal

humor ayudó a aliviar el nerviosismo de Shizuku, y ella sonrió. Yue refunfuñó para sí misma mientras veía a los dos hablar mientras Shea murmuraba: "Ah, así que finalmente está sucediendo."

"Supongo que realmente me protegiste como prometiste." "Pero tengo mis límites. No te estoy protegiendo de todo."



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"Lo sé. Pero gracias a ti, no perdimos a nuestro amigo. Sé que es un gran buscapleitos y un imbécil, pero... sigue siendo como de la familia para mí."

Shizuku miró a Hajime con una mezcla de gratitud y tristeza, y se encogió de hombros sin

comprometerse. En verdad, Hajime había querido matar a Kouki y acabar con ello, para evitar que fuese una amenaza potencial en el futuro. Pero después de ver las expresiones de Kaori y Shizuku, se había dado cuenta de que la elección correcta había sido no dañarlo.

Como mínimo, sería mucho menos molesto lidiar con cualquier problema que Kouki causara

de ahora en adelante que con dos chicas traumatizadas por que acababan de ver al hombre que amaban matar a uno de sus amigos.

Al mismo tiempo, Hajime estaba impresionado y desconcertado porque Shizuku había

seguido intentando ayudar a Kouki incluso después de ver la radical transformación por la que había pasado. Ella realmente era como la madre de todos. Mientras Ryutarou y los demás estaban desilusionados con Kouki, Shizuku estaba triste de que las cosas hubieran llegado a este punto. Lo que demuestra cuánto se preocupaba por él. Si alguna de las personas que idolatraban a Kouki, como sus otros compañeros de clase o las nobles damas del castillo, hubiesen visto sus acciones aquí, probablemente no hubiesen querido tener nada que ver con él nunca más. Pero Suzu, Kaori, Shizuku y Ryutarou compartían un vínculo con Kouki que iba más allá de eso. Como Shizuku había dicho, era como de la familia. No sólo para ella, sino para todos ellos.

Así que, si Yaegashi es la madre, ¿eso hace que Amanogawa sea el hijo rebelde?

Normalmente Shizuku hubiese mirado mal a Hajime por pensar cosas tan groseras, pero en ese momento estaba demasiado concentrada en sus propias preocupaciones. Respiró hondo dos veces, y luego miró apasionadamente a Hajime.

"Gracias por llevarme después de mi juicio también. Era la primera vez que alguien hacía

eso por mí, pero se sentía sorprendentemente cómodo." "Lo dice la chica que me amenazó para que lo hiciera." "Uh, bueno... Supongo que lo hice, pero esa era la única de convencerte de hacerlo, ¿no?" Shizuku se sonrojó hasta las puntas de sus orejas. Su corazón latía fuertemente en su

pecho. Era increíble lo diferente que se veía de su habitual y distante apariencia. Suavemente puso una mano sobre el brazo izquierdo de Hajime. En realidad, ella quería agarrarlo, pero estaba demasiado avergonzada para hacer algo más que apoyar su mano en él. Podía sentir las miradas de todo el mundo sobre ella, pero sin embargo reunió su determinación y dijo con voz temblorosa: "De todos modos, te estoy muy agradecida. Así que aquí está tu recompensa. Y también es la prueba de que no bromeaba con lo que dije antes."

Shizuku se puso de puntillas y agarró el brazo de Hajime para mantenerlo en su sitio. Luego,

usando No Tempo para evitar que Hajime leyese sus movimientos, se inclinó rápidamente y besó a Hajime en la mejilla. Él sintió la suave sensación de los labios de ella presionar contra



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su mejilla. Estaban calientes, sólo un poco mojados y lo reconfortaron hasta el alma. El beso duró solo un segundo, pero fue lo suficientemente largo como para transmitir sus sentimientos a Hajime.



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Un segundo después, hubo un fuerte golpe detrás de Shizuku. Ryutarou estaba tan conmocionado por sus acciones que dejó caer a Kouki. De hecho, estaba tan sorprendido que ni siquiera se había dado cuenta de que había dejado caer a su amigo.

Shizuku rápidamente dio un paso atrás, su cara ardía de rojo. Miró hacia abajo, demasiado

avergonzada como para mirar a nadie. Pero luego se dio unas palmadas en las mejillas y se animó.

Hajime no sabía qué hacer. Sabía lo que necesitaba decir. Diablos, ni siquiera había

aceptado a Kaori todavía. No había forma de que pudiese aceptar los sentimientos de Shizuku. Dicho esto, necesitaba elegir cuidadosamente sus palabras. Si Kaori hubiese mirado preocupada, hubiese rechazado a Shizuku, pero para su sorpresa, ella estaba sonriendo. Si desestimara los sentimientos de Shizuku, causaría más problemas en el futuro.

Aunque Shizuku no tenía forma de adivinar los sentimientos de Hajime, lo vio vacilar y

decidió que esta era su oportunidad. Ella se endureció y dijo: "Yue, Shea, Tio... Kaori. Aprendí mucho de este juicio. Me enseñó cuáles son los malos hábitos que necesito arreglar y cuáles son mis verdaderos sentimientos. Sé que Nagumo-kun ya tiene a Yue y Shea, y sé que tú también lo quieres Kaori. Me doy cuenta de que esto me hace una persona horrible. Pero aún así..."

Shizuku se quedó callada, dudando, pero Kaori sonrió y le dio el empujón que necesitaba. "Está bien, Shizuku-chan. Nadie piensa que eres una persona horrible. Además, no es como

si pudieras controlar de quién te enamoras. En todo caso, estoy feliz de que finalmente pongas tus propios deseos antes que el de los demás, Shizuku-chan."

"Kaori..." Shizuku estaba preocupada de que confesar sus sentimientos haría que Kaori se enojara,

por lo que ver a Kaori apoyarla de todo corazón le quitó un gran peso de los hombros. Yue se encogió de hombros y luego sonrió sin miedo. No importaba cuantos nuevos rivales aparecieran, Yue lucharía contra contra todas ellas, como le había dicho a Kaori. Shea, por otro lado, simplemente agitó la cabeza con resignación, mientras Tio le guiñaba el ojo a Shizuku. Shizuku sonrió, aliviada de poder seguir adelante sin pisar ningún dedo del pie. Con la cabeza en alto, dijo: "Estoy enamorado de ti, Nagumo-kun. Y haré lo que sea necesario para hacerte mío."

La sonrisa de Shizuku era como el claro cielo azul que venía después de una tormenta.

Libre de preocupaciones y totalmente cautivadora. Tenía el mismo resplandor deslumbrante que el rocío de la mañana en un amanecer claro y brillante.

"Shizuku-chan, ¡estás muy guapa ahora mismo! ¡Muy bien, finalmente es hora de quitar el

combo de Yue-Shea creando nuestro propio combo de amigas de la infancia!"



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"¿Qué? Kaori, apenas he... Heh. Bueno, supongo que no es mala idea. Haremos que Nagumo-kun sea nuestro y sólo nuestro."

"Sabía que esto pasaría eventualmente Shizuku... te enterraré a ti y a Kaori." "¡No puedes hacer eso, Yue-san! ¡Oh, pero no podemos dejar que tengan a Hajime-san solo

para ustedes! ¡Te atacaremos de frente, Shizuku-san!" Yue, Shea, Kaori y Shizuku empezaron a empujar a Hajime, que estaba buscando

desesperadamente tomar distancia. Shizuku ni siquiera se había molestado en esperar su respuesta. Cuando intentó decir algo, Kaori lo interrumpió y dijo: "¡Prepárate, Hajime-kun!" Peor aún, hasta Shea había añadido: "Vas a decir que no, ¿verdad? Ya lo sabemos, así que quédate callado por una vez, Hajime-san."

Así que ahora estaba enfurruñado solo. Al final, supo que no iba a detener la fuerte

determinación de Shizuku así que se rindió y decidió dejarlo así. "Hey, Maestro. Siento como si me hubieran dejado fuera de la conversación. ¿Qué debo

hacer ahora que las otras se han emparejado?" "¿Por qué no empiezas a quejarte de que te están ignorando, como siempre lo haces?" Tio empezó a respirar con dificultad. Hajime miró a las chicas en sus brazos y pensó para

sí mismo: 'Ojalá dejaran de discutir sobre quién me quiere más'. Ryutarou suspiró, medio exasperado, medio asombrado, mientras veía como comenzaba la lucha por Hajime.

"No puedo creer que Shizuku se enamorara de él. ¿Qué tiene de bueno Nagumo?" "Vaya, incluso se ganó el corazón de Shizushizu. ¡Nagumo-kun es un verdadero Casanova!

¿Y si termino enamorándome de él también? ¿Pasaré mis noches haciendo todo tipo de cosas traviesas con Onee-sama...? Eso suena bastante bien."

"Eh, regresa a tus sentidos, Suzu. No me dejes solo en esta guarida de la locura." Suzu se llevó una mano a la barbilla y consideró la posibilidad mientras Ryutarou suspiraba

una vez más. Fue entonces cuando finalmente se dio cuenta de que había dejado caer a Kouki, y se apresuró a recogerlo. Miró a su mejor amigo, a Hajime, y murmuró en voz baja: "Hey, Kouki. Entiendo cómo te sientes. No puedo culparte por ponerte celoso."

Por supuesto, Ryutarou sabía que Kouki no podía oírlo. La pregunta era, ¿cómo actuaría

una vez que se despertara? Si terminaba en un alboroto de nuevo, Ryutarou decidió que él sería el único que haría entrar en razón a su mejor amigo.



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Capítulo IV – La Llave Del Mundo

"Ya veo... Así que solías hablar más como una princesa, Yue." "¿¡Huh!?" Una vez que todas las pruebas habían terminado, una escalera que conducía al subsuelo

había aparecido desde dentro del árbol de hielo en el centro de la sala de pruebas. En el fondo había un largo pasillo por el que el grupo estaba bajando. Yue acababa de terminar de contarle a Hajime sobre su juicio y la subsiguiente pelea con Shea, y eso fue con lo que respondió. Sorprendida, Yue pensó, ¿¡Eso es lo que estás diciendo!?

"Además, tu nombre original era muy largo." "¿¡Huh!?" ¡Eso es lo que estás diciendo! Ella pensó de nuevo. Shea y los demás también miraron a

Hajime con sorpresa. Pero Hajime ignoró sus desconcertantes expresiones. "Hey, Yue. Vuelve a hablar como una princesa por un rato." "¿Por qué?" "Sólo quiero oír cómo suenas cuando eres formal." Como siempre, Hajime no se anduvo con rodeos. "Puedes hablar como una princesa o una reina o lo que sea, sólo quiero oírlo. Ya sé, ¿por

qué no intentas decir: 'Vivo para servir a la gente', o ¿algo así?" "Mmm... Es vergonzoso, así que no." Siguiendo su expresión, Yue no mentía. "¿Qué hay de, Hajime-san, hiciste bien en despejar este juicio? Siempre he creído en ti.

Como recompensa, te concederé cualquier cosa que desees,' ¿entonces?" "Eso es demasiado largo... No quiero." Yue se giró enfadada. Era un testimonio de lo avergonzada que estaba de que rechazase

una petición de Hajime de todas las personas. Lo más probable es que lo encontrara tan mal como lo hubiera hecho Hajime si le hubiera pedido que empezara a hablar como solía hacerlo en sus días de solitario.

Supongo que cuando lo pienso de esa manera, es comprensible. Hajime peinó

cariñosamente a Yue y se disculpó por burlarse de ella.



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En ese momento, Kaori se acercó por detrás de Yue y dijo: "Vamos, Yue, ¿cuál es el problema? ¿Por qué no hablas como una princesa por nosotros? Hey—"

"Muere, Kaori..." "¡Bwah!" Yue se dio la vuelta y golpeó a Kaori en la cara. Se tambaleó hacia atrás, pero recuperó el

equilibrio más rápido de lo que nadie hubiera imaginado y gritó: "¿Y eso por qué fue?" Yue la ignoró y se giró hacia Hajime. "Yo también hablaba en serio... Estúpido Hajime." Yue estaba preocupada porque si ella era realmente más especial de lo que se había dado

cuenta, quizás necesitaría ser encerrada de nuevo en el futuro. Por supuesto, gracias a su pelea con Shea, no dejaba que esa preocupación la afectara, pero seguía siendo un tema serio. Yue hizo un puchero y Hajime le sonrió irónicamente.

"Culpa mía. Pero ya sabes, ¿no crees que es un poco tarde para darse cuenta de esto? Si

me preguntas, la forma en que actuabas cuando eras reina era mucho más interesante." Yue parpadeó sorprendida, sin fruncir el ceño. "¿Ya te diste cuenta, Hajime?" "Más o menos. Quiero decir, tienes el poder de regenerarte infinitamente. Estoy seguro de

que tu tío tenía muchas maneras de sacarte maná, así que me pregunto por qué eligió encerrarte en vez de matarte."

Si tan sólo fueras completamente inmortal, no tendría que preocuparme de que estuvieras

en peligro... Hajime pensó con un suspiro. Se dio cuenta de que Yue estaba llorando y añadió: "Pero ya sabes, por lo que me dijiste en el abismo, era obvio que no te acordabas de todo. Parecía que el shock de haber sido traicionada era tan grande que te volviste loca y antes de que te dieras cuenta, estabas sellada."

"Mmm..." "Así que pensé que, en lugar de tratar de hacerte recordar todos esos momentos

traumáticos, sería más fácil si me deshiciera de todo lo que intentara hacerte daño. No importa lo que realmente seas, yo te seguiré queriendo, Yue."

Hajime no entregaría a Yue a nadie y mataría a cualquiera que intentara quitársela.

Independientemente de si el mundo, o incluso los dioses, querían a Yue muerta, Hajime la apoyaría. Sin importar sus circunstancias, la condena de Hajime no cambiaría. Un mundo que hizo sufrir a Yue no merecía existir. Y cualquier cosa que la lastimara, lo destruiría con extremo



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prejuicio. Los ojos de Hajime brillaron con una ferocidad bestial mientras se decía a Yue. Incluso si eso significaba sacrificar al mundo entero, Hajime siempre escogía a Yue.

Ante tan abrumador amor, Yue se sonrojó y miró a Hajime con ojos anhelantes. Se inclinó

hacia delante y mordió a Hajime en el cuello. Luego, después de chuparle la sangre, se acercó para besarle en los labios.

"Shizuku... ¿Qué crees que estás haciendo?" Pero antes de que pudiera, una vaina negra bloqueó su camino. Yue se giró hacia la dueña

de la vaina, Shizuku, con una mirada penetrante. Shizuku miró hacia otro lado nerviosa. Parecía que los había interrumpido inconscientemente y no intencionadamente.

"U-umm... Bueno, todavía estamos dentro de un laberinto y el juicio no ha terminado, así

que, ¿sabes? ¿No deberías guardar ese tipo de cosas para cuando estemos en un lugar seguro?"

"¿En qué estás pensando realmente?" "No, olvídalo. Yo sólo... No, eso tampoco. Las demostraciones públicas de afecto son malas.

Sí, eso es todo." Considerando que Shizuku se negó a mirar a los ojos de Yue, era obvio que estaba

mintiendo. A su lado, Kaori gritó alegremente: "No puedo creer que hayas logrado detener a Yue... ¡Eres realmente increíble, Shizuku-chan!"

"Lo dice la chica que me besó en público hace unos minutos." Hajime miró por encima del hombro a Shizuku, con una sonrisa burlona en su cara. Shizuku

se sonrojó de un carmesí profundo. "Err, eso fue, ya sabes, no quería ser la única... que no te había besado," murmuró en voz

baja. Uniendose a la burla, Tio dijo: "Y sin embargo, te conformaste con un simple beso en la

mejilla. Se supone que los espadachines son audaces y decididos. Deberías haber tomado los labios del Maestro por la fuerza si tenías que hacerlo."

"Eso... eso habría estado mal. Necesitas el estado de ánimo adecuado y obtener el

consentimiento del otro para cosas así. Además, preferiría que Nagumo-kun... fuera el que empezara."

Shizuku miró tímidamente hacia abajo mientras decía la última parte. Llevó su katana negra,

el regalo que había recibido de Hajime, hacia su pecho y la abrazó. Casi como si insinuase a Hajime que eso era lo que ella quería que le hiciera.



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Por cierto, Shizuku había estado caminando tres pasos detrás de Hajime todo este tiempo, igualando perfectamente su ritmo. Su cola de caballo se movía de un lado a otro mientras caminaba, con la horquilla que Hajime le había hecho brillaba en su pelo.

"......" Hajime miró a Shizuku como si fuese un animal raro. La mayoría de las chicas que se habían

enamorado de Hajime eran extremadamente agresivas con su afecto. A las carnívoras que codiciosamente devorarían a Hajime por sí mismas se les dio la oportunidad. Por lo que estaba bastante sorprendido de que Shizuku estuviese dispuesta a ser la pasiva aquí. Le recordó lo agresiva que era Yue y las otras. Viendo la expresión de Hajime, Yue tembló.

"Qué increíble feminidad... Shizuku Yaegashi, realmente eres un monstruo." En lo que a Yue respecta, Shizuku era la más femenina de todas ellas. Kaori se giró hacia

Yue y sonrió. Empujó a Shizuku hacia delante como para presumirla. Por el momento, Shizuku estaba muy impresionada por los comentarios de todos y estaba muy lejos de ser la habitual chica distante y retraida que parecía ser normalmente.

"Mrrr..." Yue gimió y empujó a Shea delante de ella. Confundida en cuanto a lo que estaba

pasando, Shea se quedó de pie en blanco mientras Yue usaba magia del viento para hacer que sus suaves orejas se movieran de un lado a otro. Ella le sonrió a Kaori, confiada en que su protegida era tan encantadora como Shizuku.

Parecía que la relación entre Kaori y Yue había evolucionado hasta el punto de que estaban

luchando en guerras de poder. Los dos continuaron haciendo varias cosas para intentar demostrar que su mejor amiga era la más linda.

Como siempre, Shea terminó siendo quien mediaba entre las dos. O mejor dicho, que

intentaba mediar entre ellas. Las dos continuaron discutiendo como perros y gatos, ignorando los intentos de Shea de calmarlas. Al final, Shea se hartó tanto de ellas que sacó a Drucken y las amenazó con golpearlas. Cuando vieron su enfadada sonrisa, Yue y Kaori se quedaron inmóviles. Después de una breve pausa, ambas retrocedieron y mantuvieron la mirada fija en el pasillo de adelante. Todos los demás comenzaron a mirar a Shea con un nuevo respeto.

Incluso Hajime quedó impresionado. Pensó en la historia que Yue le contó antes y dijo:

"Pero tengo que decir que me sorprende que pudieras pelear con Yue cuando ella estaba hablando en serio. Además, te mereces una recompensa por darle una buena regañina cuando la necesita. ¿Qué quieres, Shea?"

"¿Eh? No necesito nada." Shea era definitivamente la MVP de esta conquista laberíntica. Especialmente desde que

ella fue la que le recordó a Yue su propia determinación. La propia Yue pareció no tener objeciones y miró a Shea.



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"Mmm... Eres la primera persona que me abofetea, Shea. Ni siquiera mis padres me habían abofeteado antes. Nunca olvidaré lo mucho que dolió. Te mereces una recompensa por eso."

"¿Soy yo Yue-san, o estás resentida por eso? De todos modos, no se me ocurre ninguna

petición especial. Ya tengo todo lo que quiero. Supongo que un regalo hecho a mano estaría bien. Sólo le grité a Yue-san porque personalmente no soportaba lo deprimida que estaba."

En el pasado, Shea habría rogado por una cita o que Hajime tomara su virginidad, pero ya

no había necesidad de eso. Sonrió satisfecha, con un aspecto extrañamente digno. Esta vez era el turno de Kaori de estar impresionada con lo encantador que parecía Shea.

"Increíble... Shea ya se ha convertido en una rival tan formidable como Yue. De hecho,

ahora es aún más formidable. ¿Cómo pude haber pasado esto por alto?" "U-umm, ¿Kaori? No tienes que hacer que suene tan dramático." "Shizuku-chan. No podemos seguir siendo indefensas para siempre. Necesitamos ganar

nuestro lugar al lado de Hajime-kun y alcanzar ese nivel de cumplimiento." "Err..." Kaori parecía infeliz por el hecho de que Shizuku estaba satisfecha con solo poder

confesarse con Hajime. Se cruzó de brazos y se puso una mano en la barbilla, intentando analizar las formas de ganarse el corazón de Hajime. Naturalmente, su comportamiento excéntrico dejó a Shizuku confundida.

Un segundo después, los ojos de Kaori se abrieron y ella declaró: "¡Lo sé! ¡Tenemos que

dejar de considerarnos desafiantes y pasar a la ofensiva! De ahora en adelante, ¡somos atacantes!"

"Kaori... Sé que estás cansada después de tu juicio, pero necesitas calmarte." "Una vez conquistado este laberinto, necesitamos colarnos en la cama de Hajime-kun,

Shizuku-chan." "¿Qué demonios estás diciendo?" "No te preocupes. Esta prueba me ayudó a entender cómo utilizar todo el poder de este

cuerpo. Debería ser capaz de hacer algo con Yue y Shea." "Tenemos que hacer algo con tu cerebro primero. Lanza la magia de la restauración sobre

ti misma ahora mismo Kaori." "Sé que será la primera vez para las dos... ¡pero podemos hacerlo si estamos juntas!" "Tal vez debería hacerte entrar en razón como Shea le hizo a Yue."



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Shizuku agitó la cabeza, enfadada, mientras veía a Kaori cerrar los puños y hablar. Pero imitar a Shea no sería fácil. Curar la tendencia de Kaori a atacar en línea recta sería un verdadero calvario.

"Dejen de actuar como un anime de comedia romántica y sigan caminando ustedes dos." "¿Cómo es que el encuentro hizo que todos se cansaran más en vez de aliviarse?" Suzu y Ryutarou se quejaron de Kaori y de los demás, hartos de sus coqueteos. Castigado,

el grupo continuó caminando por el pasillo. No había monstruos ni obstáculos que se interpusieran en su camino, y Hajime se estaba volviendo optimista de que podría llegar al final sin ninguna prueba adicional. Después de unos diez minutos, llegaron a un callejón sin salida.

La pared de hielo frente a ellos tenía una cresta en forma de hepágono tallada en su interior.

Hasta ahora, Hajime había visto crestas similares grabadas en algún lugar cerca del final de cada laberinto. Eran el símbolo personal de cada Libertador. Al acercarse el grupo, el símbolo comenzó a brillar y la pared que lo rodeaba se cubrió por una película de luz.

Hajime tímidamente tocó la brillante pared, haciendo que se ondulase. Al parecer, este era

el resplandor de un portal de teletransportación. Hajime se giró hacia sus camaradas y asintió. Yue y los demás asintieron, preparados. Hajime reunió su determinación y caminó hacia el velo de la luz.

◇ ◇ ◇

"Parece que no nos separamos esta vez." "Mmm... Más importante aún, mira eso." "Parece que esta vez hemos llegado al final." "Qué habitación tan bonita. Eso es... un palacio, ¿verdad?" Al desvanecerse la luz, Hajime y los demás se encontraron en una habitación abierta.

Pilares cilíndricos hechos de hielo sostenían la habitación cuadrada, que por supuesto también estaba hecha de hielo. Sin embargo, este hielo era perfectamente transparente en lugar de funcionar como un espejo. Lo más llamativo de todo, sin embargo, fue el suelo. Estaba lleno de agua en el centro, algo que el grupo no había visto desde que entró en este laberinto.

Esta habitación se mantenía claramente a una temperatura más cálida que cualquier otra.

La superficie del lago estaba burbujeando, lo que significaba que había una fuente bombeando agua desde algún lugar. El lago estaba rodeado de islas en miniatura, conectadas entre sí por una serie de escalones hechos de hielo. Las flores florecían en las islas, y la habitación parecía más un jardín que nada. Y en el centro mismo del lago había un palacio. Era solemne y hermoso, sus paredes grabadas con elaborados murales de naturaleza y flores.



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El grupo se sintió como si hubieran sido transportados a un país de ensueño de fantasía donde los parques estaban hechos de hielo. Durante un rato, el grupo simplemente disfrutó de la vista en un silencio aturdido. Pero entonces Hajime se quitó su Zona Aérea, y todos recuperaron la cordura.

"Sí, ya no hace frío. Hace un poco de frío, pero honestamente, es un buen clima." Eso sólo puede significar una cosa. "Sin duda alguna. Hemos llegado hasta el final. Aquí es donde vivía Vandre Schnee." Hajime volvió a comprobar su brújula por si acaso, y luego sonrió. Los ojos de Suzu se

llenaron de lágrimas. "Nosotros... realmente lo hicimos... Hic..." Estaba abrumada por la emoción. Se había necesitado cada gramo de su fuerza y voluntad

para llegar hasta aquí. Su reacción era natural. Shizuku y Ryutarou también tenían expresiones similares.

"Vencemos el laberinto..." "Sí. Pensé que iba a morir tantas veces, pero lo logramos." "No te habrías metido en tantas situaciones pegajosas si te hubieras parado a pensar antes

de actuar." "Jaja, supongo. Pero quiero decir, yo lo hice, así que a quién le importa, ¿verdad?" Shizuku miró a Ryutarou con una mirada fría, pero luego los dos se sonrieron el uno al otro

y se rieron. Suzu también se unió a ellos y los tres amigos se dieron una palmada en la espalda, sintiendo una sensación de logro. Kaori, Shea, Tio, e incluso Yue sonrieron al verlo. Sorprendentemente, Hajime cerró los ojos y también sonrió.

"No hay trampas ni nada, ¿verdad Nagumo?" Ryutarou dio un paso hacia el palacio, luego lo pensó mejor y se giró hacia Hajime. "¿Qué, no te gustó que te convirtieran en un helado?" "¿No podemos olvidarnos de eso? De todos modos, ni siquiera yo soy tan tonto como para

cometer el mismo error dos veces." Nunca más sufriría la vergüenza de dejar su entrepierna expuesta a los integrantes de su

grupo. Riéndose entre dientes mientras recordaba ese incidente, Hajime miró los peldaños con su Ojo de Demonio y se adelantó. Llegó a la isla del palacio sin incidentes. Justo delante del



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palacio había un círculo mágico detallado. Se metió en él y no pasó nada, así que adivinó que era el atajo que los teletransportaría de vuelta a la superficie.

El palacio en sí estaba construido con hielo azul opaco, un marcado contraste con el hielo

claro que formaba el resto de la sala. Hajime miró hacia el par de puertas dobles que servían de entrada al palacio. Una cresta en forma de copo de nieve fue tallada en el centro, donde estarían las manijas de las dos puertas. Ese era el símbolo de Vandre Schnee.

Hajime empujó las puertas y se abrieron sin esfuerzo. El hecho de que no crujieran era

prueba de que Freid había estado aquí recientemente. "Mmm... Esto se parece mucho a la casa de Oscar, ¿no?" "Sí, así es. Aunque esta es aún más grande y elegante." La construcción básica del área era bastante similar a como había sido la casa de Oscar.

Era más grande y estaba lleno de decoraciones innecesarias. Todo, desde las lámparas de araña hechas de hielo hasta las barandillas y las puertas de las habitaciones, estaban llenas de elegantes tallas de la naturaleza. Si Oscar había sido alguien que creía que la verdadera belleza estaba en la simplicidad y la funcionalidad, entonces Vandre era claramente lo contrario.

Hajime había leído en el diario de Oscar que él y Vandre no se habían llevado bien, y ahora

que vio la casa de Vandre, podía imaginarse fácilmente a los dos discutiendo sobre estética y cosas por el estilo.

Tengo la sensación de que eran como... Hajime miró a Yue y Kaori. Ambas le dieron miradas

de interrogación. Agitó la cabeza, indicando que no era nada y volvió a levantar la brújula. Quería saber qué habitación tenía el círculo mágico que le enseñaría la magia antigua de este laberinto.

"Todo recto, ¿eh?" Tomando la iniciativa, Hajime caminó por el pasillo, cortando por el centro del primer piso.

Pasaron unas cuantas habitaciones en el camino, pero la mayoría de ellas eran simples habitaciones con muebles de madera y metal. Las paredes de hielo estaban frías al tacto, pero en realidad no eran frías. Al igual que las Zonas de Aire de Hajime, parecía que estaban encantadas con el control de la temperatura a su alrededor. Admirando la artesanía del palacio, el grupo llegó frente a una puerta que era más grande y gruesa que el resto.

"Tiene que ser aquí." Hajime abrió la puerta sin dudarlo. Y como él esperaba, el círculo mágico que estaba

buscando estaba dentro. Suzu y Ryutarou se giraron con entusiasmo hacia Hajime, pidiendo permiso para entrar. Viendo que no había razón para detenerlos, Hajime asintió y todos ellos entraron en el círculo.



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Como siempre, el laberinto leyó a través de sus recuerdos y, aquellos que fueron considerados dignos, tuvieron la oportunidad de usar la antigua magia de Vandre, vertida directamente en sus cerebros. Sintiéndose un poco mareados, Suzu, Ryutarou y Shizuku tropezaron cuando los secretos de la magia de la metamorfosis, la última magia antigua que les quedaba por aprender, entró en sus mentes. Una vez terminado el proceso, se giraron el uno al otro, sonriendo. Pero justo entonces—

"¿¡Ngh!? ¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaah!” "¿¡Huh!? ¡Uwaaaaaaaaah!" Hajime y Yue gritaron. Shea y los demás giraron para verlos a los dos de rodillas, agachando

sus cabezas. "¿¡Hajime-san!? ¿¡Yue-san!?" "¿¡Qué ha pasado!? ¿¡Estás bien!?" Shea y Shizuku se movieron hacia ellos, preocupados. "¡Cálmate! ¡Kaori! ¡No es momento de estar de pie!" "¿Eh? ¡Oh, sí, los curaré!" Sorprendida por el repentino giro de los acontecimientos, fue necesario el grito de Tio para

que Kaori recobrara el sentido común. Rápidamente se acercó y empezó a examinar a Hajime y a Yue.

"Ngh." "Mmm...." Pero antes de que pudiera hacer algo, el dolor disminuyó y Hajime y Yue se desplomaron,

cubiertos de sudor frío. Shea agarró a Hajime y Shizuku agarró a Yue antes de que cualquiera de ellos pudiese golpear el suelo. Al parecer, ambos habían perdido el conocimiento. Nadie esperaba que dos de los miembros más poderosos de su grupo se desmayaran así, asi que los demás estaban completamente perplejos.

"Supongo que deberíamos dejarlos descansar en algún lugar por ahora..." Tranquila como siempre, Tio sugirió el paso a seguir más racional. Aún nerviosos, Shea y

Shizuku, sin embargo, asintieron el uno al otro y comenzaron a buscar una habitación para colocar a los dos.

◇ ◇ ◇



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Algún tiempo después, Hajime sintió algo suave en sus labios y su conciencia regresó a él. "¿Qué estás haciendo, Yue?" "¿Mmm? Es un beso de buenos días."



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Qué manera tan maravillosa de ser despertado... Hajime le devolvió el beso a Yue y luego miró a su alrededor. Estaba tendido en una cama, las paredes a su alrededor estaban hechas de hielo familiar. Parecía que aún estaba dentro del palacio de Vandre. Hajime se giró hacia Yue y la miró a los ojos.

"Supongo que los otros nos trajeron aquí después de que nos derrumbáramos. Yue, ¿sabes

dónde están los demás?" "Mmm... Lo siento. Me acabo de despertar, así que no lo sé." Hajime había pensado que se había despertado hace un rato y había ido a echar un vistazo

antes de regresar para despertarlo, pero parecía que no era el caso. Yue frotó su mejilla contra la cara de Hajime, sus pies descalzos se movían de arriba hacia abajo.

"¿Cuánto tiempo hace que te despertaste, exactamente?" "Mmm... ¿Diez minutos más o menos?" "¿Y has estado así todo el tiempo?" "Mmm... Quiero decir, estabas justo allí cuando me desperté, Hajime." Esa era la misma lógica que la gente que decía que escalaban montañas simplemente

porque estaban allí. Yue llevó sus labios hacia Hajime, planeando besarlo de nuevo. En la esquina de la visión de Hajime, vio otra cama. A juzgar por el aspecto que tenían sus sábanas, adivinó que Yue estaba allí. Y cuando se despertó, decidió que acostarse con él era más importante que averiguar adónde habían ido Shea y los demás.

Durante este juicio, ella había sido tan sacudida que Shea había necesitado hacerla entrar

en razón. Luego, cuando finalmente se había reunido con Hajime, Shizuku le había impedido hacer algo más físico con él. Pero ahora el juicio había terminado y se había despertado para encontrar a Hajime durmiendo profundamente a su lado. Por supuesto que no había sido capaz de resistirse.

Cielos, tengo una novia muy linda... Atraído por los encantos de Yue, Hajime rápidamente

se volvió más agresivo. Riendo, Yue se mojó los labios y se acercó a Hajime. "Yue. Creo que nos llevará un poco más de tiempo despertar." "Mmm... Podemos decirle a Shea que estamos despiertos cuando finalmente nos

despertemos." Desafortunadamente para Hajime y Yue— "¿Hm? ¿Ya están despiertos? ¡Espera, ¿qué están haciendo?!"



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Alguien estaba habiéndose dado cuenta de que ya estaban despiertos. Era Shea que abrió la puerta y entró en la habitación. Su oído sobrehumano había captado la voz de Yue y el sonido de la tela deslizándose. En el momento en que vio lo que Hajime y Yue estaban haciendo, sus oídos se levantaron. Tras ella, Kaori y Shizuku entraron en la habitación.

"¿Shea? Qué pasa... ¿Hajime-kun? ¿Yue? ¡¿Qué creen que están haciendo?!" "Ah..." La postura de Kaori, enmascarada por el diablo, apareció detrás de ella. Mientras tanto,

Shizuku se puso de color rojo remolacha y se cubrió la cara con las manos. Aunque, por supuesto, dejó un pequeño hueco entre sus dedos para poder espiar.

Hajime y Yue intercambiaron miradas, enfadados porque habían sido detenidos justo

cuando se estaban poniendo de humor. En perfecta sincronía, dijeron: "Regresen en dos horas."

Por supuesto, nadie iba a hacerles caso. "¿Eres estúpido?" "¡No vamos a ninguna parte!" "Ejerciten un poco de autocontrol, ustedes dos." Hajime y Yue fueron atacados por todos lados. Bueno, la reprimenda de Shizuku fue más

una declaración mansa que un grito. Estaba demasiado avergonzada para estar enfadada. Shea volteó la cama en la que estaban descansando, forzándolos a rodar mientras Kaori

los ataba por separado usando sus Cadenas de Luz de Atadura. Luego, Shea los llevó a la sala de estar, ignorando sus protestas.

"Hey, ¿qué diablos está pasando?" "Ah, creo que puedo adivinar." Había una gran mesa de madera en el salón, rodeada de sofás de cuero. Ryutarou y Suzu

se reclinaron en uno de los sofás, bebiendo tazas de té. Shea arrojó a Hajime y Yue al sofá frente a ellos dos.

Después de ver sus ropas revueltas, Ryutarou pudo darse cuenta de lo que había sucedido

también. Un segundo después, algo voló a su frente, golpeándolo hacia atrás. "¿¡Bwah!?" Se inclinó por la parte de atrás del sofá y se cayó al suelo.



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"Hmph. Eso es lo que obtienes por mirar a Yue con esos ojos." "¿Por qué me culpas?" Ryutarou se quejó, tocando su frente. Incluso atado por las cadenas

de Kaori, Hajime tenía suficiente libertad de movimiento para lanzar una bala de goma a la cabeza de Ryutarou con una precisión milimétrica. Ryutarou tenía razón esta vez, ya que no fue culpa suya.

"Mmm... ¿Estás celoso, Hajime? Qué lindo." Yue se sonrojó, haciendo que Shea la atacara. "¡Sheesh! Ustedes dos no están reflexionando sobre sus acciones, ¿verdad? ¿Tienes idea

de lo preocupados que estábamos?" A pesar de la ira en su voz, los ojos de Shea estaban llenos de lágrimas. Se tambaleó hacia

Hajime y Yue, que ya habían deshecho sus ataduras y se sentó entre ellos. Sus orejas de conejo se inclinaron tristemente frente a ella. Hajime y Yue finalmente se dieron cuenta de lo preocupada que estaba por ellos.

"Shea tiene razón. Estábamos realmente preocupados..." "Sí. Si estuvieras bien, deberías habérnoslo hecho saber de inmediato." Parecía que Kaori y Shizuku también estaban preocupadas. Como Shea, había lágrimas en

sus ojos. Hajime y Yue se sintieron de repente muy culpables. Intercambiaron una mirada incómoda, e inclinaron la cabeza para disculparse.

"Uh, mi error, chicos. Lo siento mucho. Cuando me desperté, Yue ya me estaba besando,

así que me olvidé de todo lo demás... Sí, todo esto es culpa de Yue por ser demasiado linda." "Mmm... Lo siento. Debería haberte hecho saber que estaba bien de inmediato. Pero la cara

dormida de Hajime era tan linda que no pude contenerme. Todo esto es culpa de Hajime por ser demasiado cool."

Sin embargo, sus disculpas no sonaban como una disculpa apropiada. "Ustedes dos no lo sienten en absoluto, ¿verdad?" "Haaah, oh, a quién le importa. Discutir más sólo me cansará." "Es doloroso ver algo así después de que acabo de confesarme..." Hajime y Yue coquetearon mientras se disculpaban y Shea los miró con ira. Kaori, por otro

lado, suspiró exasperada mientras Shizuku miraba hacia abajo, intimidada por lo grande que era para ella el obstáculo que necesitaba superar. En ese momento, Tio entró en la habitación.



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"Oh, veo que lo está haciendo bien Maestro. Maravilloso. Me alegra saber que mi preocupación era innecesaria."

"Ah, Tio-san. Lo siento, olvidé decírtelo." Shea se giró hacia Tio y se disculpó. Parecía que Tio había ido a revisar la biblioteca del

palacio para ver que podía haber hecho que Hajime y Yue colapsasen. Le preocupaba que no volvieran a despertarse solos. Cuando Shea encontró a Hajime y Yue despiertos y coqueteando, se había sentido demasiado aliviada y enojada como para recordar decirle a Tio que ya no necesitaba buscar documentos.

"No importa. Supongo que el Maestro y Yue intentaron fornicar en el momento en que se

despertaron." "¿Cómo lo adivinaste?" "Hmph. Era obvio. Si yo estuviera en la posición de Yue, ¡habría hecho lo mismo! Entonces

el Maestro me habría castigado más que nunca... Haaah... Haaah..." "De todos modos, ¿qué les pasó a ustedes dos, Hajime-kun?" "Debe haber sido muy doloroso si los hizo gritar hasta a ustedes." Ignorando a Tio respirando con dificultad de fondo, Kaori y Shizuku se giraron hacia Hajime.

Naturalmente, Hajime, Yue y Shea también la ignoraron. Sin embargo, reorganizaron la disposición de sus asientos para que Tio no tuviera dónde sentarse. Ruborizada, Tio se sentó a los pies de Hajime como si fuera su sitio.

"Bueno, la razón es... Supongo que, en pocas palabras, nuestros cerebros se

sobrecalentaron con información." "¿Qué quieres decir con eso?" Shea ladeó la cabeza confundida. "Básicamente, cuando el conocimiento de cómo usar la magia antigua final, la magia de la

metamorfosis, llegó a nuestros cerebros, aprendimos a hacer otra cosa también. Pero ese conocimiento puso demasiado estrés en nuestras mentes y perdimos el conocimiento."

"Hrmmm... La única cosa lo suficientemente poderosa para ponerlos de rodillas sería... el

conocimiento de cómo usar la magia conceptual, ¿correcto?" "Mmm... Eso es correcto. Aunque seas una pervertida, eres muy lista Tio. Si tan sólo no

fueras una pervertida."



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Yue se repitió, aunque esto era algo que todo el mundo ya sabía. A pesar de sus extraños fetiches, Tio era una genio. Incluso si estaba sentada a los pies de Hajime, era la integrante más inteligente del grupo.

"Estoy seguro de que se acuerdan, pero el holograma de Lyutillis Haltina nos dijo que

necesitamos conocer cada una de las técnicas de magia antigua para poder usar la magia conceptual. Sólo Yue y yo hemos despejado cada laberinto."

Shea y los demás asintieron con la cabeza. Parecía que no había efectos secundarios

duraderos en la obtención de ese conocimiento, lo cual era un alivio. Kaori le preguntó a Hajime lo que ella sabía que estaba en la mente de todos.

"La magia conceptual... es aún más fuerte que la magia antigua y puede hacer cualquier

cosa, ¿verdad? ¿Eso significa que podemos volver a Japón? ¿Puedes usarla ya?" "No, todavía no. Lyutillis nos dio esa súper vaga explicación de cómo necesitamos una

'voluntad increíblemente poderosa' para usarla, ¿recuerdas? El simple hecho de saber cómo usarla no es suficiente. Además, no nos enseñaron exactamente los pasos necesarios para usarla, sino la idea general de cómo funciona."

"¿Idea general?" Shizuku repitió las palabras de Hajime. Esta era su oportunidad de volver a casa. Shizuku,

así como Ryutarou, Suzu y Kaori, todos querían saber lo más posible. "Sí. Por ejemplo, ¿saben cómo aprendieron a hacer magia de metamorfosis? ¿Cómo le

describirías esa magia a alguien?" Shizuku y los demás estaban desconcertados. Después de unos segundos, ella dijo

indecisa: "Umm, bueno, es magia que me permite crear y transformar monstruos. ¿También me permite someter a los monstruos normales a mi voluntad?"

"Sí, así es como yo también lo entiendo. Además, puedes fortalecer a tus monstruos con

ella." La explicación de Shizuku y Kaori sobre la magia era más o menos la misma. Si uno quisiera

ser más específico, podría incluir el hecho de que la capacidad de fortalecimiento de la magia de la metamorfosis tenía varios niveles.

Si convertir animales en monstruos y monstruos en familiares era lo básico de la magia de

la metamorfosis, entonces fortalecer las estadísticas y la magia particular de los monstruos era el primer nivel. Otorgar inteligencia a los familiares y una voluntad propia era el segundo nivel. El tercer nivel era magnificar esa inteligencia, así como su magia y estadísticas especiales a proporciones gigantescas. Después de eso, los familiares necesitaban empezar a adquirir experiencia antes de que pudiera fortalecerse aún más.



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"Además, parece que los monstruos no son monstruos porque tienen cristales de maná dentro. Es una especie de sorpresa."

Como dijo Shea, no fueron los cristales de maná los que convirtieron a los animales

normales en monstruos. De hecho, fue al revés. Una vez que una criatura había absorbido suficiente maná para convertirse en un monstruo, el maná se solidificaba en un cristal de maná.

Básicamente, cuando el maná se reunía fuera de un cuerpo vivo se convertía en una Piedra

de la Divinidad, pero cuando se reunía dentro de una criatura viviente se convertía en un cristal de maná. Sin embargo, el maná cristalizaba más fácilmente dentro de una criatura viviente, por lo que los cristales de maná tenían una capacidad mucho menor que las Piedras de la Divinidad. Por supuesto, varios factores como el temperamento de la criatura, el entorno en el que vivía, etc., influyeron en la capacidad de su cristal de maná una vez que se convirtió en un monstruo.

La razón por la que los cristales de maná no se formaron dentro de los humanos y los

demonios era que las dos razas habían creado un sistema oficial para el uso de la magia. Usualmente gastaban maná regularmente y si accidentalmente almacenaban demasiado dentro de sus cuerpos, había maneras de curar eso para que no se formaran cristales de maná. En otras palabras, la tecnología y la civilización impidieron que las razas sensibles produjeran cristales de maná en su interior. Dicho esto, era posible que las personas que no usaban magia durante décadas pudieran formar cristales de maná dentro de su cuerpo.

Confirmando que todos habían aprendido la misma información sobre la magia de la

metamorfosis, Tio añadió: "Parece que tú también puedes elegir qué monstruos mágicos especiales creas con la magia de la metamorfosis. Pero esa magia tiene que estar al menos un poco en línea con la disposición natural de la criatura en la que el monstruo se basa originalmente."

"Sí, ese dragón blanco que Freid monta tiene un ataque de aliento como su magia especial...

Ahora que lo pienso, ¿cuánto ha fortalecido esa cosa?" preguntó Ryutarou. "Fue capaz de romper la barrera de la capital de un ataque, así que probablemente mucho.

Es fácilmente como... cinco o seis veces más poderoso que los monstruos del piso 80 del laberinto de Orcus."

Hajime enmarcó su respuesta utilizando como referencia la fuerza media de un monstruo

dentro del Gran Laberinto de Orcus. "De todos modos, así es como funciona la magia de la metamorfosis. Sin embargo, ustedes

están sutilmente equivocados. La definición más precisa de la magia de la metamorfosis es... magia que te permite manipular sustancias orgánicas."

"Umm..."



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Shea miró a Hajime confundida. Kaori y los demás podrían haber oído la palabra en algún lugar de la escuela, pero Shea no tenía idea de lo que significaba "orgánica". En realidad, tampoco lo entendió Tio.

Al darse cuenta de que estaba usando una terminología desconocida, Hajime se aclaró la

garganta y explicó: "Esta no es una definición muy precisa, pero para decirlo de manera más sencilla, la magia de la metamorfosis te permite meterte con las cosas de las que están hechos los seres vivos. Lo que significa que si quisieras, podrías usarlo en comida, papel y otras cosas, no sólo en plantas y animales. Por supuesto, también se puede usar en humanos."

En pocas palabras, uno podría cambiar su cabello, sus ojos, etc. Mientras Hajime terminaba

de hablar, Yue hizo una demostración visual. Ella lanzó magia de metamorfosis y convirtió su cabello rubio dorado en blanco pálido. También cambió sus ojos carmesí de azul celeste.

"¡Wooow! ¡Ahora coincidimos, Yue-san!" "Mmm..." Todos vieron con asombro como Yue completaba su transformación. Hajime miró

intensamente a Yue y luego tomó un artefacto de cámara de su Tesoro escondido y le sacó una foto. Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, Yue posó despreocupadamente para él.

Una vez que terminó el tiempo de la foto, Yue devolvió su cabello y sus ojos a la normalidad,

y luego se giró hacia Tio. Las piernas de la dragona se habían entumecido de estar sentada en el suelo durante tanto tiempo.

"Creo que las transformaciones del dragón también usan el mismo principio... Aunque no

tengo ni idea de cómo se hereda." "Oho. Así que la magia de la metamorfosis es la base sobre la que se construyen las

habilidades de nuestra raza... Ya veo." Tio se puso a pensar y Hajime continuó su explicación. "De todos modos, lo que quise decir sobre la idea general fue que. Cada magia antigua te

permite manipular algún hecho fundamental de la naturaleza, pero hasta ahora, no nos habíamos dado cuenta de cuáles eran todos ellos. Y para usar la magia conceptual, hay que entender los aspectos fundamentales de toda magia antigua."

"Mmm... Además, comprenderlas todas es tan difícil que necesitas ser lo suficientemente

fuerte para despejar cada laberinto y soportar la carga que el conocimiento pone en tu mente." Esa fue la razón por la que los Liberadores habían requerido que los posibles aspirantes

despejaran cada laberinto antes de otorgarles el conocimiento de la magia conceptual. Ahora que Hajime y Yue habían adquirido las siete, se dieron cuenta de que les faltaba comprensión



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de cada magia antigua. Tomemos por ejemplo la magia de la creación, que había sido la cuerda de salvamento de Hajime todo este tiempo.

No era 'magia que te permitía encantar el mineral', sino 'magia que te permitía manipular la

materia inorgánica'. En otras palabras, el polo opuesto de la magia de la metamorfosis. Ahora que Hajime lo sabía, se dio cuenta de que la magia de la creación también podía aplicarse al agua o a la sal.

Además, la magia de la gravedad era la magia que manipulaba la energía del planeta. En

otras palabras, aquellos que sabían que podía interferir con el campo magnético de un planeta o utilizar la energía geotérmica como el magma. También puede ser utilizado para causar terremotos o erupciones volcánicas.

La magia espacial era magia que manipulaba los límites. Lo que significa que podría

utilizarse para crear dimensiones enteras, así como para manipular los límites entre la fantasía y la realidad. Un maestro hábil podría convertir la realidad en ilusión y las ilusiones en realidad.

La magia de la restauración era magia que manipulaba el tiempo. Lo que explicaba por qué

en su mensaje, Meiru lo había descrito como magia que restaura y no como magia que sana. Sin embargo, podría hacer algo más que restaurar las cosas a un estado anterior. Puesto que podría interferir con el tiempo directamente, se podría utilizar para mirar al pasado o a futuros potenciales basados en variables de decisión establecidas. De hecho, La Visión Futura de Shea era sólo una aplicación de la magia de la restauración.

La magia espiritual era magia que manipulaba los elementos incorpóreos de los seres

sensibles. En términos más concretos, podría utilizarse para manipular el calor, la electricidad y otra energía sin materia que circula dentro del cuerpo de una persona. Eso también incluía cosas como recuerdos, pensamientos y conciencia. Con suficiente habilidad, un usuario de magia espiritual podría tomar esos elementos incorpóreos, duplicarlos y crear una nueva alma a partir de ellos. En otras palabras, crear otra persona.

La magia de la evolución era magia que manipulaba la información. Cuando se usaba para

fortalecer las estadísticas o habilidades de alguien, efectivamente sobreescribía la "información" de sus habilidades con algo de un nivel superior. Pero la magia de la evolución también puede ser utilizada para ver la información de cualquier persona u objeto, así como para interferir con su capacidad total de maná.

A todas las magias antiguas se les habían dado los nombres que tenían porque esos

nombres representaban mejor la forma en que esa magia interactuaba con la gente. Por cierto, la Brújula de Senderos Eternos usaba magia espiritual para leer los deseos de

los usuarios, luego usaba magia espacial para determinar la ubicación de lo que ellos deseaban, y finalmente, usaba magia de evolución para procesar toda esa información y mostrarla con precisión. Ninguna de esas tres cosas era posible con las aplicaciones más conocidas de la magia antigua. Hajime explicó todo eso a los demás y Shizuku frunció un poco el ceño.



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"Ya veo. Así que toda magia antigua puede interferir con algún concepto abstracto fundamental. Supongo que es demasiado para los humanos normales. No es de extrañar que no puedas hacer algo para llevarnos a casa... Por lo que parece, será bastante difícil combinar todos los elementos correctos juntos..."

"Eso es definitivamente parte de ello. Pero lo más importante es que el concepto de magia

requiere una voluntad increíblemente poderosa." Hajime sonrió con pesar. Partiendo de ese concepto tan vago, él y Yue necesitarían aclarar

su objetivo, condensarlo en una serie de pasos que podrían ser ejecutados, y luego proporcionar la energía necesaria para conseguir lo que querían, al tiempo que se fortalecían lo suficiente como para soportar la tensión de lanzar tal magia.

"Mmm... También necesitamos usar tu magia de creación para atar el hechizo a un objeto." "Sí. Tenemos que sincronizar tu control preciso del maná con mis habilidades de

transmutación y crear un artefacto capaz de mover a la gente a través de los mundos." "Pero es posible, ¿verdad?" A la pregunta de Shea, Hajime sonrió sin miedo. "Por supuesto que es posible. Me rompí el culo en el abismo, practicando hasta que pude

hacer algo." Hubo un fuego en los ojos de Hajime. Desde el principio, la idea de volver a casa había sido

lo que le había dado la fuerza para seguir caminando hacia adelante dentro del abismo. No iba a ser disuadido aquí. Cuando vieron su expresión, Kaori y los demás estaban seguros de que por muy difícil que fuese la tarea, Hajime la llevaría a cabo. Al mismo tiempo, un repentino anhelo de hogar se apoderó de ellos.

Hajime pensó en sus días en Japón y en sus días en Tortus. Sintió como su pecho se

estrechaba, e intercambió miradas con Yue. Los dos asintieron el uno al otro y se pusieron de pie.

"¿Piensas intentarlo de inmediato?" "Sí, explicarlo me ayudó a aclarar algunas cosas. El objetivo final está justo delante de mis

ojos, así que no puedo quedarme quieto. Tengo que intentarlo." Hajime cerró el puño y lo dejó caer sobre la palma de su mano. En un intento por calmarse,

Yue puso su mano sobre la suya. Su suave toque ayudó a Hajime a frenar sus emociones. Se relajó un poco y algo de la tensión se le drenó de los músculos.



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Hajime sonrió a Yue, pero antes de que pudieran volver a coquetear, Suzu preguntó torpemente, "Umm, Nagumo-kun. ¿Tomará mucho tiempo hacer algo que nos lleve a casa? Porque si es así, creo que podría ir a intentar encontrarme con Eri primero..."

"No, no llevará mucho tiempo." Incluso teniendo en cuenta el tiempo que les llevaría practicar las nuevas aplicaciones de

toda la magia antigua que habían aprendido, así como el hecho de que esta era su primera prueba, Hajime calculó que les llevaría a él y a Yue solo unas pocas horas preparar un objeto adecuado para encantar, luego enfocar su concentración y por último lanzar el hechizo.

"Una vez que estemos listos, el hechizo se lanzará en un instante. Apuesto a que puedo

hacerlo de una sola vez. Nadie quiere irse a casa tanto como yo. Lo único de lo que no estoy seguro es de lo agotador que será."

No tendría sentido que Hajime crease un camino de vuelta para ser convocado de nuevo.

Por eso también necesitaría un concepto mágico que pudiera evitarlo. Pero dependiendo de lo agotador que fuera el concepto de lanzamiento de magia, era posible que no pudiera añadir esa protección de inmediato. Lo que significa que tenía que intentarlo todo antes de decir algo con seguridad. Suzu consideró sus opciones durante unos minutos y luego asintió.

"De acuerdo. Lo tengo. En ese caso, descansaré aquí hasta que termines de lanzar la

magia. Finalmente me gané el derecho de usar la magia de metamorfosis, así que probablemente debería practicarla también. Podemos ir a la capital de los demonios después. Umm, ¿qué vas a hacer, Shizushizu?"

Suzu se giró hacia Shizuku, preguntándose cuales eran sus planes. Suzu estaba contenta

de que Shizuku finalmente hubiese decidido ser honesta con sus propios sentimientos y no le importaría si también dejaba el grupo para quedarse con Hajime. Suzu también se dirigió a Ryutarou. Su asunto era personal, y no iba a forzar a nadie a unirse a ella para infiltrarse en territorio enemigo si no querían.

"Por supuesto que iré contigo, Suzu." "Lo mismo digo." Shizuku y Ryutarou respondieron inmediatamente. No había la más mínima vacilación en

su voz. Sonriendo, Suzu agradeció a Ryutarou. Pero cuando se giró hacia Shizuku, su expresión se volvió tímida.

"Shizushizu, ¿estás segura? Finalmente..." "¿Qué estás diciendo? Mis sentimientos por Nagumo-kun son importantes, pero tú también.

No puedo dejarte en manos de estos dos idiotas. Además, no planeas quedarte mucho tiempo, ¿verdad? Una vez que termines de hablar, podemos regresar rápidamente con Nagumo kun,



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así que no es como si me fuera a sentir sola o algo así. Además, tengo mi parte para decirle a Eri también."

Shizuku se encogió de hombros despreocupadamente después de decir eso. Y como

respuesta, Suzu sonrió aliviada. "¡Ese es mi Shizushizu! Tan varonil que siempre hace que las chicas se enamoren de ella." Enfadada por ser llamada varonil, Shizuku le dio a Suzu un cabezazo tan poderoso que

Suzu rompió en lágrimas. Tratando de cambiar el tema, preguntó: "También, sobre Kouki-kun..."

Hajime ladeó la cabeza. Luego miró alrededor de la habitación. "Oh sí, ¿adónde se fue ese tipo?" "¿Acabas de darte cuenta de que no está aquí? Lo puse en una de las otras habitaciones.

Probablemente no se despierte durante un tiempo." Shizuku miró fijamente a Hajime con exasperación. No podía creer que se hubiera olvidado

del héroe hasta ahora. Naturalmente, Hajime la ignoró. "Oh, bueno, a quién le importa él. Yue y yo vamos a empezar a trabajar en la habitación

donde está el círculo mágico. Si Amanogawa se despierta antes de que terminemos, asegúrate de que no se interponga en nuestro camino."

"No hay forma de que trate de molestarte si estás en medio de crear un camino de regreso

a casa, ¿verdad?" En conflicto, Ryutarou trató de defender a su amigo. Hajime se encogió de hombros y no se

molestó en responder. "Espero que no. Estaré demasiado concentrado en el lanzamiento, así que es sólo por si

acaso." "Déjamelo a mí, Hajime-san. Ya que no puedo ayudarte a hacer la magia, al menos me

aseguraré de que nadie te moleste." "Gracias. Contamos contigo, Shea." "Si nos cuidas las espaldas, no tenemos que preocuparnos..." Shea se hinchó el pecho con orgullo. Hajime y Yue la sonrieron, su confianza en ella

absoluta. Luego, se fueron a la habitación donde estaba el círculo mágico. Shea se quedó fuera de la puerta para vigilar mientras Hajime y Yue entraban.



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◇ ◇ ◇

Dos horas después. "Me pregunto..." La voz de preocupación de Suzu resonó por la sala de estar. Se calló, sus

vagas preocupaciones tan borrosas como su declaración. Kaori, que estaba sentada a su lado, preguntó: "¿Qué te preguntas exactamente, Suzu-

chan?" "Umm... todo, supongo? Me pregunto si Nagumo-kun está bien. Me pregunto si realmente

podemos regresar a Japón. Me pregunto si Kouki-kun está bien. Ya sabes. Me pregunto si podremos salir vivos de la capital de los demonios..."

A pesar de que parecía que estaba recostada y descansando, al parecer Suzu tenía muchas

cosas en la cabeza. "Todo estará bien Suzu-chan. No importa lo duro que se pongan las cosas, Hajime-kun

siempre se recupera. Y también tiene a Yue con él, así que no hay nada que no pueda hacer." "Kaorin..." "En cuanto a Kouki-kun, es el único que puede hacer algo para mejorar su situación. Por

supuesto, ayudaré todo lo que pueda, pero al final depende de él. Y Eri-chan... Bueno, actúa primero, piensa después. No importa cuánto lo pienses, no sabrás cómo será tu reunión hasta que suceda."

Los intentos de Kaori de tranquilizar a Suzu fueron tan desordenados que Suzu no pudo

evitar reírse. "K-Kaorin... Hahahaha. Eres demasiado genial. Supongo que Nagumo-kun se te ha

pegado." "Te equivocas, Suzu. Kaori siempre ha sido así. Una vez que se decida a hacer algo, seguirá

avanzando hasta que esté hecho." "Hey, eso es grosero, Shizuku-chan, Suzu-chan. Haces que suene como si yo fuera como

Ryutarou." "Hey, Kaori. ¿Qué tiene de malo ser como yo? ¿Estás buscando pelea?" Ignorando las protestas de Ryutarou, Kaori frunció los labios y hizo pucheros. Pero un

segundo después, lo superó y se giró hacia Suzu mientras apretaba el puño.



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"De todos modos, aunque no sepa cómo van a ir las cosas con Eri-chan, al menos me aseguraré de que no te haga daño. Estaré contigo todo el tiempo y si ella trata de matarte, lo desintegraré todo y nos dará tiempo para correr."

Suzu y Ryutarou levantaron las cejas ante la declaración de Kaori de "Desintegraré todo". Parpadeando de sorpresa, Suzu preguntó: "¿Vienes con nosotras, Kaorin?" "Por supuesto que sí. No voy a dejarte sola, Suzu-chan." "Pero Nagumo-kun..." "Como dijo Shizuku-chan, no es como si fuéramos a estar separados por mucho tiempo.

Además, no es que yo pueda ayudarlo a añadir encantos que hagan imposible que nos llamen de nuevo, o que consiga a Myu-chan y Remia-san para él, así que mejor te protejo a ti, Suzu-chan."

"Oh, Kaorin... Eres una niña tan buena... Te quiero." "Suzu, ¿por qué hablas así?" Suzu había estado tan abrumada por la amabilidad de Kaori que empezó a actuar como una

tonta para ocultar su vergüenza. Sonriendo mientras veía jugar al grupo de amigos, Tio dijo: "Si Kaori está contigo, no tengo

por qué preocuparme. Hrmmm, supongo que debería regresar a mi propia aldea al menos una vez antes de seguir al Maestro a su mundo. Debo completar mi misión, después de todo."

"Oh, sí, estabas investigando a Tortus en nombre de tu clan, ¿verdad, Tio-san? Me olvidé

por completo de eso hasta que Hajime-san lo mencionó hace un tiempo." La cara de Tio se desilusionó. No podía creer que Shea había olvidado un hecho tan

importante. "Shea. Deseas reunirte con Cam-dono antes de irte también, ¿correcto?" "Sí. Pero ahora hay un artefacto de teletransportación conectando con el pueblo Haulia. Oh

sí, tu pueblo está en una isla más allá de las montañas del norte, ¿verdad, Tio-san?" Shea rebuscó entre sus recuerdos. Aunque Hajime comprendió que todas las niñas querían

hablar con sus familias antes de irse, si sus viajes eran demasiado largos, probablemente se cansaría de esperar.

"Ciertamente. Es una distancia bastante larga, sin embargo... ¡Estoy segura de que el

Maestro me permitirá ir después de que me castigue por hacerlo esperar! Sobre todo, porque podré volver a casa a través de un portal."



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"Tu familia probablemente se preguntará por qué pareces tan feliz a pesar de estar totalmente herida... Espero que no entren en pánico."

Tio empezó a babear mientras pensaba en cómo iba a ser castigada por Hajime, y Shea y

los demás se retiraron. Estaban acostumbrados a sus delirios masoquistas, pero eso no significaba que quisieran verlos. Shea no quería imaginar lo que pensarían los otros dragones cuando vieran en lo que se había convertido Tio. La princesa a la que todos habían reverenciado era ahora sólo una pervertida.

"Va a ser una tragedia..." "Algunas personas pueden incluso morir por el shock..." "Hey, Kaorin. Estaré bien, así que, ¿podrías ir con Tio-san en en vez de conmigo? Puede

que necesites devolverles la vida a los otros dragones." "Más vale que Nagumo asuma la responsabilidad de lo que hizo. Demonios, debería ir a

disculparse personalmente." "¿No están siendo un poco crueles?" Mientras todos bromeaban, la puerta se abrió de repente y Kouki entró. "Así que aquí es donde estaban todos..." "Oh, finalmente estás despierto. ¿Cómo te sientes?" Shizuku había dudado un momento, sin saber que decir, pero luego sonrió a Kouki y

preguntó por su salud. Pero se mantuvo cautelosa, por si acaso. Kouki le devolvió la sonrisa, pero era obvio que había una sombra tras su sonrisa.

"Estoy bien. Lamento haberlos preocupado." "Está bien. Siempre y cuando no estés herido." "Sí, nos alegramos de verte a salvo." "Gracias a Dios." Shizuku, Ryutarou y Suzu sonrieron a Kouki. Le devolvió brevemente la sonrisa, pero luego

empezó a explorar la habitación. Su expresión era inusualmente rígida. Kaori adivinó fácilmente a quién buscaba y dijo: "Si buscas a Hajime-kun, está escondido

en otra habitación." "Ya veo... Pensé que debería disculparme por atacarlo, pero..."



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Por lo menos, parecía que Kouki no atacaría a Hajime como la última vez. Su estado mental era más estable de lo esperado. Sin embargo, estaba bastante deprimido.

"No tienes que preocuparte por disculparte con Hajime-san. Mientras no empieces a

atacarlo de nuevo, probablemente no le importe." "Shea-san... Supongo que tienes razón." Kouki habló con vacilación, como si se estuviera

tragando algo amargo al decir eso. En verdad, aunque Hajime había encontrado que el alboroto de Kouki era una molestia, no

lo odiaba ni le importaba lo suficiente como para querer una disculpa. Para él, había hecho lo que había hecho para proteger los corazones de Kaori y Shizuku del trauma. Etiquetar a Kouki como enemigo significaría destruir lo que habían trabajado tan duro para proteger, así que decidió no preocuparse por él. Pero el hecho de que ni siquiera quisiera disculparse demostró una vez más que Hajime ni siquiera lo consideraba un rival.

"Parece que has recuperado el sentido común. ¿O todavía crees que Nagumo kun nos lavó

el cerebro a todos?" La mirada de Shizuku era severa. Aunque estaba contenta de que Kouki estuviese despierto

y no en una furia asesina, también sabía que la única razón por la que Hajime no lo había matado era por ella. Lo que significa que era su responsabilidad asegurarse de que Kouki no reincidiera en otro alboroto.

Kouki desvió torpemente su mirada, incapaz de mirar a los fríos ojos de Shizuku. Sin

embargo, Shizuku ya no lo mimaría más. "Mírame, Kouki." "Ngh... Sí, ya no lo creo. No estaba pensando directamente en eso." Aunque la expresión de Kouki aún estaba nublada, se encontró con la mirada de Shizuku y

habló con firmeza. Shizuku lo miró, intentando determinar si lo decía en serio o no. Shea y los otros hicieron lo mismo. Aunque era difícil saber si Kouki realmente lo creía en lo más profundo de su corazón, parecía que al menos creía eso. Pero eso fue suficiente para Shizuku, y asintió.

"Ya veo. Bien. Kouki... ¿hay algo que quieras preguntarnos?" Intentando disipar la atmósfera sombría, Shizuku sonrió y habló alegremente. Sintiendo sus

intenciones, Kouki le sonrió con pesar. Le preguntó qué había pasado después de perder el conocimiento.

Shizuku explicó que todos menos él habían despejado el juicio y que Hajime y Yue estaban

trabajando actualmente para dominar la magia conceptual lo suficiente como para crear un camino a casa en la otra habitación. Kouki se sentó en un sofá cercano y escuchó todo en silencio. Su expresión no cambió en absoluto a lo largo de la explicación de Shizuku. Sin



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embargo, fue el único que no logró despejar el laberinto. No había duda de que encontró en ello una dura verdad que aceptar.

Shizuku también podía fácilmente decir que dudaba sobre si preguntar o no la única cosa

que en realidad se moría por saber. Era la razón por la que se había vuelto loco en primer lugar y por la que se había convencido a sí mismo de que a Shizuku le habían lavado el cerebro. Shizuku esperó a que él se lo pidiera, pero al sentir que probablemente no sería capaz de hacerlo, decidió ofrecer la información ella misma.

"Kouki. Estoy enamorada de Nagumo-kun. Y quiero estar con él." "Ah..." Ante eso, la expresión de Kouki se torció. El hecho de que su amiga de la infancia le dijera

eso le hizo difícil intentar interpretar la verdad de una manera más conveniente, pero también era una verdad difícil de aceptar. Kouki pensó en lo tranquila que había estado durmiendo Shizuku sobre la espalda de Hajime y de repente sintió un deseo abrumador de arrancarle el corazón.

Manteniendo sus emociones bajo control, Kouki preguntó tan calmadamente como pudo,

"¿Significa eso que...? ¿tú también vas a viajar con Nagumo? ¿A pesar de que ya tiene una favorita y a Kaori? ¿No crees que deberías reconsiderarlo? Lo digo por tu bien, Shizuku, tú..."

Shizuku agitó la cabeza y le cortó las palabras. "Kouki, no te estoy pidiendo consejo. Simplemente te lo hago saber porque eres mi amigo

de la infancia." "......" Kouki parecía como si se hubiera tragado mil chinches. Miró a Ryutarou y Suzu para

salvarse, así como a Kaori. Seguramente no quieres que tu mejor amiga pelee contigo por el chico que te gusta, ¿verdad? Su mirada parecía indicar. Pero ninguno de ellos lo respaldó. Ya habían aceptado la decisión de Shizuku. Nadie simpatizaría con Kouki en este momento.

El color desapareció de la cara de Kouki. Al darse cuenta de que ya no podía huir de la

realidad, la impaciencia, los celos, el odio y la ira se apoderaron de él. Pero no tenía un objetivo válido para su rabia y sabía que no podía simplemente empezar a hacer una rabieta. Después de todo, la última vez que lo hizo, terminó inconsciente.

El amargo conocimiento de que había sido derrotado con facilidad fue una de las principales

razones por las que no estaba a punto de volverse loco. Sin embargo, todo el mundo podía darse cuenta de que Kouki se estaba deslizando una vez más por un camino oscuro. Aunque Ryutarou sabía que esta era una prueba que Kouki necesitaba superar, no pudo evitar querer ayudar a su mejor amigo. Miró a Kouki con simpatía, pero Kouki lo interpretó como una lástima, haciéndole sentir aún más enfadado.



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Sabiendo que no podía blandir salvajemente su espada contra la gente, Kouki dijo sarcásticamente: "Hahaha, así que ahora todos son sus amigos, ¿eh? Aunque sea un asesino que abandonará a cualquiera que no le guste..."

"¡Kouki!" Gritó Shizuku. Shea y Tio entrecerraron los ojos peligrosamente. Mientras tanto,

Kaori miraba toda la escena con una mirada de preocupación. Pero Kouki no notó ninguna de sus reacciones. Aunque lo hubiera hecho, era como un niño mimado que no sabía cuándo era suficiente.

"Tal vez debería haber sido yo quien se cayera de ese puente..." Kouki había ido demasiado lejos. Kaori, la chica más herida por la presunta muerte de

Hajime, abofeteó a Kouki para que se callara. Acercando una mano a su mejilla, Kouki miró inexpresivamente a Kaori. Con su mano aún

levantada, dijo con voz sollozante: "Kouki-kun, eres uno de mis preciados amigos... Así que por favor... no hagas que te odie."

"Kaori..." Kouki se quedó sin palabras. Esa bofetada los había derribado a todos. La expresión de

Kaori se quemó en su retina. Pero, decidido a decir algo, Kouki abrió la boca. Pero antes de que pudiera hablar, una ráfaga de viento atravesó la habitación. Le siguió una ola de maná tan densa y gruesa que parecía una pared. Aunque nadie había disparado una onda de choque de maná, todos lo sentían así.

"Esto se siente como... ¡Hajime-san! ¡Yue-san!" De hecho, la pared de maná era una mezcla de carmesí y oro. Shea salió corriendo de la

habitación. Nunca antes había pasado algo así cuando Hajime había hecho un artefacto. Más pulsos de maná emanaban intermitentemente de la habitación en la que estaban Hajime y Yue. Lo que sea que estuviera pasando ahí dentro, no era normal. Kaori y los demás entraron en razón una fracción de segundo después y corrieron tras Shea.

Cuanto más se acercaba el grupo a la habitación con el círculo mágico, más poderosas se

volvían las olas de maná. Era como si estuvieran tratando de luchar para llegar al centro de un tifón. Si no tuvieran cuidado, el torrente de maná los dejaría inconscientes.

Sin embargo, el grupo finalmente logró llegar a la sala. La puerta estaba abierta y Shea

entró primero. Cubriéndoles la cara, Kaori y los demás hicieron lo mismo. Dentro, encontraron una espiral

de maná dorado y carmesí que se elevaba hasta el techo. Hajime y Yue estaban arrodillados en el centro de la espiral, uno frente al otro. Sus ojos estaban cerrados y sus manos juntas. Ninguno de ellos se movió ni un centímetro. Una luz blanca azulada emanaba de sus palmas...



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y había un cristal resplandeciente en sus manos. Estaba hecho de Piedra de la Divinidad combinada con varios otros minerales.

"¡Sh-Shea! ¿Qué demonios es...?" "No lo sé. Pero parece que los dos están bien, al menos." Las orejas de conejo de Shea se movieron. Sonrió aliviada mientras escuchaba el sonido

regular de los latidos de sus corazones. A pesar de la tormenta de maná que se arremolinaba a su alrededor, los dos estaban perfectamente tranquilos.

Kaori y los demás también miraron a Hajime y a Yue. Los dos estaban callados, sin hacer

ruido. Estaban completamente concentrados en la tarea que tenían por delante. Ninguno de ellos se había dado cuenta de que Shea y los otros habían entrado, y tenían gotas de sudor en la frente. Claramente estaban vertiendo todo lo que tenían en el lanzamiento de la magia conceptual.

"Si están bien, deberíamos irnos," dijo Shizuku en voz baja. Tio asintió en acuerdo. "Ciertamente. Sería una lástima que fracasaran debido a nuestra interrupción... El Maestro

probablemente nos castigaría a todos." "Por favor, no te pongas tan contenta con eso, Tio-san." En silencio, el grupo se retiró de la sala. Cuando se fueron, Kouki miró intensamente a

Hajime. No había emoción en sus ojos. Pero eso fue porque estaba haciendo todo lo posible para no dejar que su rabia y frustración se manifestaran.

"Kouki." Shizuku lo llamó. Pero Kouki no dijo nada. De hecho, él hizo un paso hacia adelante. "¡Kouki!" "¡Ah!" Shizuku lo agarró del brazo y lo miró con ira. Su agarre era como el hierro. Aterrorizado por

la mirada en sus ojos, retrajo su pie extendido y lentamente empezó a dar unos pasos hacia atrás. Pero un segundo después—

"¿Qué está pasando?" "¿Es una película?" "¿Está mostrando una... caverna oscura?"



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Una proyección de un lugar desconocido apareció frente a Shea y los demás. La proyección se reflejaba en una fina película de niebla densa, y la proyección misma estaba hecha de maná. Shea y los demás miraron la extraña escena, olvidándose de que se suponía que se iban.

Suzu murmuró: "Se parece al laberinto de Orcus..." "Ciertamente, las únicas cavernas que conozco que están iluminadas por una piedra

incandescente verde son las del Gran Laberinto de Orcus." Tio asintió de acuerdo. Es cierto que sólo el Gran Laberinto de Orcus tenía ese brillo verde. Sin embargo, la razón por la que Suzu parecía incierta era que la caverna parecía mucho

más natural que los túneles artificiales que formaban los pisos superiores del Gran Laberinto de Orcus. Parecía como si no hubieran sido moldeados por manos humanas. Además, la caverna era mucho más amplia y espaciosa que cualquiera de los pisos que Suzu y los demás conocían. Pero a medida que el video se desarrollaba, todos se dieron cuenta rápidamente de lo que estaba sucediendo.

En lo profundo de la oscura caverna había una intersección de cuatro direcciones. Dentro

de esa intersección había un conejo de pelo blanco. Sus patas eran extrañamente agrandadas, venas oscuras y abultadas corrían a lo largo de su cuerpo. Otro pulso de maná sopló a través del grupo, éste llevaba emociones con él.

"¿Esto es... incomodidad? ¿O impaciencia?" "Yo también siento miedo... Creo que este video es un recuerdo." "Sospecho que es la memoria del Maestro. Un recuerdo de su tiempo en el lugar que

describe como el abismo." Las deducciones de las chicas resultaron ser correctas. A medida que el video seguía

emitiéndose, más emociones se derramaban del maná que salía de Hajime. Miró al monstruo desconocido con miedo e inquietud. Nadie tenía idea de cómo o por qué se reproducían los recuerdos del pasado de Hajime, pero todo el mundo estaba seguro de que éste era el pasado de Hajime y los sentimientos que se transmitían a través de su maná eran sus verdaderos sentimientos. No había dicho casi nada sobre el tiempo que había pasado en el abismo antes de conocer a Yue. Esos acontecimientos ya habían quedado atrás y Hajime no era el tipo de persona que se jactaba de todo el sufrimiento por el que había pasado, ni de lo dura que había sido su vida, ni de nada.

Shea y las otras chicas se miraron entre sí. Esta era una oportunidad de oro para aprender

más sobre el pasado de Hajime y no querían perdérsela. Sus sentimientos se unieron, asintieron una a la otra y decidieron quedarse. Se giraron hacia la proyección, mirando con atención absorta. Ninguna de ellas quería perderse lo que podría ser su única oportunidad de



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saber lo que había convertido a Hajime en la persona que era ahora. Ryutarou, Suzu y Kouki también observaron. Ellos también tenían curiosidad sobre la transformación de Hajime.

Mientras el extraño conejo saltaba hacia Hajime, alguien dio un grito ahogado. "¡Hajime-san!" "¡Hajime-kun!" Shea y Kaori gritaron reflexivamente advertencias. La proyección se difuminó un poco y el

miedo en el maná de Hajime creció tremendamente. Todos vieron cómo el conejo jugaba con él. Le aplastaba el brazo izquierdo y la angustia comenzaba a mezclarse con el miedo en sus emociones. Shea y Tio apretaron sus dientes en sincronía y la cara de Kaori se retorció de dolor.

"Oh no... Hajime-san, ¿cómo puedes ser derrotado tan fácilmente por..." "Este es el Nagumo-kun que conocíamos. Era tan débil que apenas podía luchar." Por un momento, el video se cortó. Hajime tenía tanto miedo del conejo que cerró los ojos.

Cuando todo el mundo se ahogó en su terror, volvió a abrir los ojos. Delante de él, el conejo que lo había estado torturando antes se encogía de miedo. Siguiendo la mirada del conejo, Hajime encontró a un oso de pelo blanco mirándolo fijamente.

Incluso a primera vista, sabía que estaba en un nivel completamente diferente al del conejo.

El oso partió el conejo por la mitad de un solo golpe y se lo comió. A través del video, Shea y los demás pudieron ver con sus ojos.

Con su nivel de destreza actual, un simple oso de garras no era una amenaza. Pero la forma

en que miraba a Hajime, como si sólo fuera comida, le explicaba en gran medida por qué estaba tan aterrorizado por la criatura. Las niñas vieron con horror cómo el oso acorralaba a Hajime, le cortaba el brazo izquierdo y se lo comía justo delante de él. Su amor por Hajime hizo la escena mucho más dolorosa.

Por las emociones que salían del maná de Hajime, se notaba que quería escapar de la

realidad, pero el dolor de perder el brazo y la sangre que brotaba del muñón lo obligó a aceptar lo que estaba sucediendo. Aunque no podían oír los gritos de Hajime, ya que la proyección era sólo visual, las ricas emociones que venían de su maná ayudaban a los que la veían a recrearlas en su mente.

Siendo tratado como nada más que comida, el miedo de Hajime llegó a un punto de inflexión.

Ya no le importaba lo patético que parecía, huyó tan rápido como pudo, aterrorizado por lo que tenía adelante. Incapaz de correr, transmutó un pasaje en la pared y se adentró cada vez más en la oscuridad. Había tantas emociones corriendo por su mente que eran difíciles de identificar.



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El video continuó, mostrando a Hajime sollozando mientras seguía gateando. Al poco tiempo, esos sollozos desaparecieron, las brasas de su vida comenzaron a desvanecerse lentamente.

"Hajime-san..." Lágrimas brotaron de los ojos de Shea y se mordió el labio. Kaori, Shizuku y Suzu se taparon

la boca con las manos, temblando. Parecía que podían sentir el dolor de Hajime. Por otro lado, Tio había cerrado los ojos y estaba haciendo todo lo posible por mantener sus emociones bajo control.

El video se oscureció cuando Hajime se desmayó y luego regresó unos segundos después.

Confundido de que aún estaba vivo, Hajime empezó a transmutar más allá del camino que había creando.

Finalmente, se encontró cara a cara con el maravilloso cristal cuyo líquido le había salvado

la vida. La Piedra de la Divinidad, que en aquel entonces había estado tan llena de maná que estaba goteando Ambrosía. Hajime lamió el líquido curativo y se acurrucó en un rincón, con el corazón destrozado.

Durante días esperó la salvación que nunca llegó. Sus recuerdos de esa época eran

claramente confusos, ya que el vídeo se cortaba con relativa frecuencia. Sin embargo, las emociones que sentía todavía se transmitían claramente a través de su maná. Shea y los demás sintieron de primera mano lo solo que se había sentido, esperando inútilmente la ayuda que nunca llegaría.

La oscuridad en la que vivía era tan absoluta que a veces casi se olvidaba de quién y qué

era. El hambre lo había roído en cada momento de su estadía en ese lugar. Y para colmo, el dolor fantasma de su brazo perdido lo dejó en completa agonía. Día tras día, Hajime vivió una tortura agonizante.

Eventualmente, se acostó y deseó la muerte, pero el líquido milagroso que lo mantenía con

vida evitó incluso eso. A partir de ahí, pasó de desear intermitentemente la muerte, a desear desesperadamente

sobrevivir. Como si fuera una radio rota, siguió intercambiando entre esos dos modos. Una y otra vez, se preguntaba a sí mismo cómo habían llegado las cosas a esto. Sin una salida para sus emociones, eventualmente se dedicó a odiar a sus compañeros de clase y a maldecir la injusticia del mundo.

Finalmente, se le rompió el corazón. Pero no terminó ahí. Al descartar emociones

innecesarias y retener solo el deseo de sobrevivir, Hajime se transformó en el tipo de persona que podía matar a cualquiera que se interpusiera en su camino sin dudarlo. La extrema presión a la que había sido sometido reforzó su voluntad en una hoja irrompible.



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Una vez que decidió que saldría vivo de allí, Hajime empezó a actuar. Miró hacia la pequeña depresión llena de ambrosía. Se arrastró hacia ella y la abrazó como un perro. Como siempre, sólo curó sus heridas físicas, sin hacer nada por su hambre o dolor. El rostro reflejado en ese pequeño charco resplandeciente era el rostro de una persona diferente. No era el mismo Hajime que había sido antes de caer aquí. Con los ojos brillantes de odio, Hajime dejó el pequeño refugio que había construido para sí mismo. La única arma a su disposición era su capacidad de transmutación, una capacidad tan débil que difícilmente podría llamarse un arma. Aún así, se armó con ella y se dispuso a cazar monstruos.

Desde allí, mató a su primer monstruo y— "Ngh, eso parece tan..." "Mencionó que había tenido que comer monstruos, pero... esto es horrible..." Kouki y Ryutarou vieron, horrorizados, como Hajime comía carne de monstruo por primera

vez. Sus manos, ropa y rostro estaban manchados de sangre. Realmente parecía nada más que un monstruo salvaje. Sin embargo, después de unos segundos, dejó caer su comida y empezó a gritar.

En su confuso dolor. Hajime empezó a golpearse la cabeza contra el suelo una y otra vez,

el vídeo se cortó varias veces cuando la carne de su cuerpo se destruía y la Ambrosia lo unía nuevamente. Fue un espectáculo horrible.

A medida que se desarrollaba la escena, el maná de Hajime transmitía lo dolorosa que había

sido esa primera transformación. Si el infierno existiera, ese era el tipo de sufrimiento que le esperaba a la gente. Si Tio no hubiese usado magia espiritual para estabilizar los estados mentales de Ryutarou, Suzu, Shizuku y Kouki, se habrían desmayado sólo por los sentimientos transmitidos a través del maná de Hajime. Tal como estaba, todo el mundo tenía la cara pálida. Incapaz de soportar mirar más, Ryutarou apartó la mirada... mientras Suzu hacía todo lo posible por no vomitar.

Finalmente, la transformación terminó y la figura de Hajime se reflejó en los charcos de

sangre y Ambrosía que habían derramados a su alrededor. Se veía igual que ahora. Su obsesión por la supervivencia y su odio por el mundo se habían fortalecido junto con su cuerpo. Ese fue el momento en el que realmente se había convertido en el monstruo del abismo.

Usando sus habilidades otorgadas por su común trabajo de sinergista, que era quizás el

trabajo más genérico en Tortus, creó armas de las que había aprendido en un mundo diferente. Le tomó semanas de práctica constante y miles y miles de intentos, pero finalmente, logró crear un arma. Luego desafió al Oso de Garras, que era el mismo monstruo que una vez había aplastado su espíritu, para que demostrarse a sí mismo que podía abrirse paso a través de cualquier cosa que se pusiera en su contra.



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Después de una feroz batalla, conquistó al Oso de Garras. Fue entonces cuando se dio cuenta de cuál era su verdadero deseo. Es decir, volver a casa. Como si respondiera a ese deseo, el maná de la habitación latía. Luego se contrajo, rodeando solo a Hajime y Yue.

Quiero volver a casa... Era un deseo puro y simple. Shea y los demás estaban tan

conmovidos por la profundidad de ese deseo que podían sentir que sus pechos se estrechaban.

El maná carmesí de Hajime brillaba con una luz deslumbrante, mientras que el maná dorado

de Yue lo sujetaba desde un costado. La deslumbrante columna de maná se oscureció lentamente y luego empezó a girar alrededor de Hajime y Yue. Iluminando a Shea y a los otros como si una galaxia girara alrededor de ellos dos.

Quiero regresar a casa a Japón... El deseo de Hajime era un deseo tranquilo y subyugado.

Pero al mismo tiempo, era un deseo que nunca vacilaría y la profundidad de su apego a él era aplastante. El Hajime del vídeo miró al oscuro techo y cerró silenciosamente los ojos, reafirmando su determinación. Cuando los abrió de nuevo, se reflejó en ellos una voluntad increíblemente poderosa.

Hajime se adelantó, dirigiéndose hacia el fondo del abismo. Ya no se contentó con la idea

de avanzar hacia la oscuridad sin fin. Desde allí, el vídeo se desvaneció y el maná que lo creaba fue absorbido por el remolino que se arremolinaba alrededor de Hajime y Yue.

Shea, Kaori, Tio y Shizuku estaban sollozando. No tenían palabras para describir las

emociones que estaban sintiendo en ese momento. Pero todos estaban sonriendo mientras lloraban. Estaban orgullosos del hombre que había logrado superar la desesperación y salir arrastrándose del infierno con pura fuerza de voluntad.

Incluso Ryutarou y Suzu se sintieron abrumados. Al mismo tiempo, se dieron cuenta de que

esa era la razón por la que siempre habían sentido que no podían competir con él. Mientras que estar en el grupo de Kouki significaba que habían tenido su parte justa de batallas duras, siempre habían tenido a Meld y a sus experimentados caballeros apoyándolos. Además, siempre habían tenido camaradas tranquilizadores a su lado, y cada uno de ellos los ayudaron a dominar sus propios poderes. Si le hubieras preguntado a Suzu o a Ryutarou si serían capaces o no de superar ese duro abismo, ambos habrían dicho que no. Sobre todo, porque sabían que lo poco que habían visto era sólo el principio. No había forma de que pudieran haber resistido lo que les esperaba.

Kouki, por otro lado, miró débilmente a su alrededor, con los ojos vacíos. Pensó en cómo

había dicho que habría sido mejor si hubiera sido él quien hubiera caído en el abismo en su lugar.

Hasta hace unos momentos, realmente creía que era injusto que Hajime fuera tan fuerte a

pesar de que aparentemente no lo intentaba en absoluto. Aunque Shizuku le había dicho a Kouki cuando Hajime había regresado que probablemente Hajime había pasado por una buena parte de sus dificultades, Kouki no se lo había creído. Había pensado que Hajime había ganado



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fuerza solo por ser arrojado al abismo y ahora estaba haciendo lo que quería. Pero ahora que Kouuki lo había visto todo a través de los ojos de Hajime, se dio cuenta de que se había equivocado.

Quieres irte a casa, ¿eh? Kouki pensó para sí mismo. Se preguntó a sí mismo si alguna vez

había tenido tantas ganas de regresar. Y al mismo tiempo, se dio cuenta de lo débil que había sido su propia convicción. Había dicho que sería un verdadero héroe y que salvaría a todos los que necesitaban ser salvados, pero nunca se había decidido a hacerlo.

N-No, eso no está bien. Yo no soy el que se equivoca. Claro, ahora entiendo de dónde viene

Nagumo... pero aún así... me quitó todo... Kouki intentó desesperadamente convencerse de que no estaba equivocado. Pero a medida que pasaba por su dilema mental, el hechizo de Hajime y Yue progresó.

Sus manos se abrieron como una flor en ciernes y el maná carmesí comenzó a verterse en

la Piedra de la Divinidad y en otros minerales que sostenían. Los metales comenzaron a fusionarse y a moldearse en algo nuevo. Todo el maná circundante comenzó a ser absorbido por esos minúsculos minerales. Estaban siendo transmutados. Limpiándose las lágrimas con el dobladillo de su manga, Kaori miró con curiosidad.

"¿Esa es... una llave?" Como ella dijo, los minerales estaban tomando la forma de una llave. Un cristal carmesí

translúcido, en forma de dodecaedro, ubicado en la base de la llave, desde donde se sostenía. Motas de maná dorado brillaban dentro del cristal como pequeñas estrellas. La llave en sí misma parecía una especie de vieja llave antigua con todo tipo de detalles artísticos añadidos.



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Hajime y Yue, que habían tenido los ojos cerrados todo este tiempo, finalmente los abrieron. Parecía como si no estuvieran mirando nada, pero al mismo tiempo también se miraban el uno al otro. A medida que se desarrollaba la escena mística, alguien tragó saliva.

Los dos abrieron la boca simultáneamente y dijeron: "¡Abran la puerta a nuestra tierra

deseada!" Sus voces resonaron por la habitación como el tañido de una campana. Los dos se

iluminaron, brillando más que el sol. La galaxia arremolinada de maná a su alrededor estalló como una supernova y la habitación se inundó de luz roja y dorada, borrando todo. El maná llevaba consigo una voluntad inquebrantable e indestructible. La fuerza del maná noqueó a Shea y a los demás por un segundo, pero recobraron el conocimiento antes de caer al suelo.

Cuando volvieron a estar lúcidos, la luz había desaparecido. Trastabillándose, Shea y los

demás recuperaron el equilibrio y observaron cómo esa tremenda cantidad de maná se vertía en el cristal de la llave. Por fin, Hajime había creado lo que quería. Una clave que los llevará a casa.

Más específicamente, un artefacto de teletransporte mágico conocido como la Llave de

Cristal. "¡Hajime-san! ¡Yue-san! ¿¡Estás bien!?" Shea se apresuró a acercarse a sus dos compañeros. Hajime y Yue se sentaron junto a la

Llave de Cristal, cayendo uno contra el otro. Todavía tomados de la mano. Kaori y los demás también corrieron hacia Hajime, un segundo después de Shea.

"Kaori-san, ¿cómo están?" Shea se giró hacia Kaori, con una mirada de preocupación en su cara. Después de una

breve pausa, Kaori se relajó y dijo: "Están bien. Usaron tanto maná que perdieron el conocimiento."

Todos respiraron aliviados al escuchar el diagnóstico de Kaori. Kaori rápidamente lanzó un

hechizo para transferir parte de su maná a Hajime y Yue. Después de unos segundos, los dos gimieron y abrieron los ojos.

"¿Eh? ¿Cómo nos fue?" "Mmm... ¿Dónde está el artefacto?" Kaori les dio un rápido resumen de la situación y les entregó la Llave de Cristal. "Ustedes dos se desmayaron después de usar todo su maná. Les he dado un poco del mío,

así que ya deberías estar bien. No estoy segura si tuviste éxito o no, pero este es el artefacto..."



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"Ya veo. Gracias Kaori. Ha pasado mucho tiempo desde que me desmayé por el uso excesivo de maná. No estaba seguro de cuánto necesitábamos, así que usé todo lo que tenía, pero... tú podrás ajustar cuánto usaremos la próxima vez, ¿verdad?"

"Mmm... Sí. Creo que ya le he encontrado el truco. La pregunta es si seremos capaces de

mostrar un deseo lo suficientemente fuerte como para convertirlo en un concepto la próxima vez."

Hajime se giró hacia la llave que tenía en sus manos y la examinó con su Ojo de Demonio.

Estaba saturado de más maná que cualquier otra cosa que hubiera hecho antes y a través de su Ojo de Demonio parecía un pequeño haz de luz.

"Hicimos un buen trabajo... Puedo sentir la energía dentro de ella. Se siente como la brújula

de los caminos eternos." Hajime sonrió satisfecho. Incluso Yue no podía leer las emociones en sus ojos mientras

miraba la Llave de Cristal. Hajime estaba tan conmovido que le temblaban las manos. Todo su viaje hasta ahora había

sido para obtener esta llave. La Llave de Cristal tenía el nombre que tenía porque era una cristalización de los sentimientos más fuertes de Hajime.

Yue sonrió suavemente y puso su mano sobre la de Hajime. "Gracias, Yue." "Mmm..." Hajime no sólo le estaba agradeciendo por ayudarlo a hacer esta llave. Él le estaba

agradeciendo por mantenerlo humano cuando la encontró por primera vez en el abismo, por estar siempre a su lado, por amarlo y, por supuesto, por crear la encarnación de su voluntad con él. Le estaba agradeciendo por todo.

Mirando hacia arriba, vio que Shea y los otros también le miraban suavemente. Sintiéndose

un poco avergonzado, Hajime aclaró su garganta en voz alta y dijo: "Vamos a probarla." Sacó de su bolsillo la Brújula de los Caminos Eternos. A diferencia de sus Llaves de Puerta,

que podían utilizarse para abrir portales a las respectivas cerraduras a las que se conectaban, la Llave de Cristal hacía exactamente lo que su concepto mágico había diseñado para él. Abrió una puerta que conducía al destino deseado por el usuario. Pero para ello, el usuario necesitaba tener una imagen mental precisa de su destino, así como una buena comprensión de la distancia física o metafísica en él. Pero eso significaba que, si Hajime también tenía la brújula, podía hacer que la llave lo llevara a cualquier parte.



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Hajime estableció un destino en mente y llenó la Llave de Cristal con maná. La llave brilló de un color carmesí profundo, mientras que las partículas doradas dentro del cristal fijadas en su base comenzaron a bailar.

Una espiral de maná surgió de Hajime. Nerviosamente, empujó la llave en el aire frente a

él. Se derritió en el aire como si hubiera una puerta invisible. Su brillo carmesí y dorado se hizo más brillante.

Como se esperaba de un objeto encantado con la magia conceptual, consumía una enorme

cantidad de maná para activarse. Hajime podía sentir como su maná se vaciaba a un ritmo alarmante. Con las cejas fruncidas, miró fijamente el aire brillante que tenía delante y respiró hondo. Luego, giró la llave. Parpadeó, y un segundo después el espacio a su alrededor giró, transformándose en un portal circular.

Hajime había tenido éxito. Sonriendo alegremente, se giró para informar a sus camaradas

de su éxito. "¡Aaaaaaaaahn!" Pero antes de que pudiera decir algo, escuchó a una chica gemir en éxtasis desde más allá

del portal. Le siguió el sonido distintivo de la carne golpeando contra carne. Sintiéndose como si estuvieran espiando en las profundidades del abismo, Hajime y los demás miraron dentro del portal totalmente abierto. Lo que vieron les dejó marcados.

"Te gusta eso, ¿verdad, perra descarada?" "¡Aaah! ¡Cam-sama! ¡Realmente eres el padre de Shea! ¡Eres increíble!" Cam estaba azotando a Altina, que yacía en una cama debajo de él. "Bwah." Shea se tambaleó hacia atrás, mirando como si su alma hubiera abandonado su cuerpo.

Kaori la golpeó apresuradamente en la espalda, trayendo a Shea de regreso a la tierra de los vivos. Aunque los otros no se habían llevado una conmoción tan grande como la de Shea, sin embargo estaban horrorizados.

Al sentir que había alguien allí, Cam se dio la vuelta. Cuando vio a Hajime y a los demás al

otro lado del portal, sus ojos se abrieron de par en par. "¿J-Jefe? ¿Cómo conseguiste abrir un portal aquí?" "¿Eh? ¡Shea! ¡Y a todos los demás también!" Cam parecía totalmente confundido, mientras que Altina se recuperaba rápidamente de su

confusión y sonreía felizmente al grupo.



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De alguna manera, logrando recuperarse de su conmoción, Hajime dijo: "Hey, Cam. Perdón por interrumpirte. No me di cuenta de que estabas en medio de algo."

"Mmm... No sabía que ustedes dos tenían ese tipo de relación. Shea, no te me mueras

ahora," añadió Yue. "Fufu, camarada Altina. Me alegra ver que has encontrado un maestro digno." Ignorando a Tio por completo, Cam se giró hacia Hajime y Yue y tartamudeó, "¡Esto es un

malentendido!" Sin embargo, no estaba engañando a nadie. Shea, que había recuperado el sentido común,

temblaba de rabia. Una columna de maná azul pálido se levantó de su cuerpo. Silenciosamente dio un paso adelante y sacó a Drucken de su Tesoro escondido. Mirando fríamente a Cam y Altina, transformó su martillo de guerra en modo de bombardeo. Su mano descansaba sobre el gatillo, preparada para descargar una bala explosiva contra su padre.

"¡Espera, Shea! ¡Esto no es lo que parece! Tu padre nunca..." "¡Shea! Cam-dono es un hombre maravilloso! ¡Debería haber esperado lo mismo de tu

padre! Sólo quería echar un vistazo a algunas de tus cosas, pero cuando me atrapó, me castigó muy duro."

Altina sonrió inocentemente, aplastando cualquier posibilidad de Cam que hubiera tenido

que hablar para salir de esto. Miró a Altina y gruñó: "¡Cállate, tú!" Pero eso sólo la hizo temblar de placer. Parecía que Altina ya no podía ser salvada.

Según Cam, la verdad es que Altina se había obsesionado tanto con Shea que trató de

colarse en la vieja habitación de Shea y revisar algunas de sus cosas. Cam la había atrapado y estaba en el proceso de castigarla.

"Dices eso, pero parecía que estabas disfrutando azotándola..." "¿¡Jefe!?" No sólo Hajime no estaba convencido, sino también la hija de Cam. "¡Muere, pervertido de mierda!" Shea apretó sin piedad el gatillo contra su padre. Una bala explosiva le dio en el torso.

Hajime cerró los ojos con simpatía y luego cerró la puerta. Justo antes de que se redujera a nada, todos pudieron escuchar los gritos de Cam y Altina. Sin embargo, nadie parecía dispuesto a ayudarls.

"Shea, anímate..."



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"No te preocupes, Shea. Eso fue sólo... un momento de debilidad. Estoy seguro de que tu padre entrará en razón ahora."

"Hic... Yue-san, Kaori-san, gracias. Pero sé que eso no fue suficiente para matar a papá.

Antes de ir al mundo de Hajime-san, necesito asegurarme de acabar con él para siempre... picándolo en pedacitos."

Shea no podía creer que había visto a su padre haciendo algo casi sexual con una chica de

su edad. Ella había quedado bien marcada. A pesar del desafortunado incidente que habían presenciado, Hajime al menos había

confirmado que la Llave de Cristal funcionaba. Aliviado y sintiendo un poco de lástima por Shea, Hajime acarició sus orejas de conejo.

"Uhh, mira Shea. Lo disciplinaré adecuadamente, así que por favor no llores." "Waaaaaaaaaaaaaah, Hajime-saaaaaaaaaaan!" Shea saltó a los brazos de Hajime. Sus orejas se movían de un lado a otro mientras

intentaba negar la realidad que acababa de ver. Cada vez que lo hacían, golpeaban a Hajime en el ojo. Pero él lo aguantó, por el bien de Shea.

Detrás de él, Suzu murmuró: "Siento que su relación no es diferente de la de Nagumo-kun

y Tio-san..." Por el bien de Shea, Hajime también la ignoró. Todos regresaron silenciosamente a la sala de estar. Nadie quería hablar de lo que

acababan de ver y el ambiente era incómodo. Pero muy pronto, Shea dejó de llorar y todos se olvidaron de eso.

Hajime y los demás se tumbaron en los sofás de la sala de estar y descansaron un rato.

Una vez recuperados, Hajime miró a todos con una sonrisa. "Muy bien, la primera prueba tuvo algunos contratiempos imprevistos, pero..." Sostuvo la Llave de Cristal. Lleno de emoción, dijo: "Funciona. Tenemos un camino a casa,

chicos." Suzu se puso en pie de un salto, sonriendo. Ryutarou también se levantó y levantó el puño,

gritando de alegría. Shizuku y Kaori se abrazaron, amplias sonrisas en sus caras. Incluso Kouki, que había estado deprimido todo este tiempo, no pudo evitar sonreír un poco.

Hajime sonrió, una profunda sensación de logro lo bañó. Viendo una sonrisa tan genuina en

su cara, Yue, Shea y Tio también sonrieron. Todo el mundo estaba de humor festivo. Durante unos treinta minutos, todos rieron y bromearon entre ellos.



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Una vez que la gente empezó a calmarse de nuevo, Hajime dijo: "Eso es genial y todo menos por... parece que va a pasar algún tiempo antes de que pueda elaborar un concepto mágico que nos proteja de ser re-convocados."

El solo hecho de crear la Llave de Cristal había dejado a Hajime y a Yue más exhaustos

que nunca. Parecía que el proceso de convertir un concepto en realidad dejaba a los lanzadores en un estado de tal cansancio que ni siquiera la magia espiritual o la magia de la restauración podían curarlo.

Tenía sentido, considerando que lanzar magia conceptual requería un nivel de conocimiento

y resistencia que sólo podría lograrse despejando los siete laberintos. La única forma de que Hajime y Yue se recuperasen era descansando regularmente.

Además, Hajime sabía ahora lo "increíblemente poderosa" que tenía que ser la voluntad

que necesitaba para hacer magia conceptual. Su deseo de algo tenía que ser tan grande como su deseo de volver a casa. Pero, por supuesto, era obvio que su deseo de regresar a casa era mucho mayor que su deseo de no ser convocado. Para cubrir su falta de voluntad, necesitaba tener una comprensión mucho más concreta de lo que estaba tratando de lograr.

¿Intentaba bloquear la magia de cualquier otro mundo para que no le afectara? ¿Intentaba

repeler sólo el poder de Ehit? ¿O estaba tratando de anular la invocación de la propia magia? Además, necesitaba asegurarse de que cualquier concepto de magia que creara, no le impidiera regresar por su propia voluntad. De lo contrario, Myu, Remia, Shea y Tio no podrían regresar a ver a sus amigos y familiares. Y eso era algo que él no permitiría.

"Así que sí, voy a necesitar mucho más ensayo y error. Supongo que puedo probar cosas

mientras vamos a buscar a Myu y ver a la familia de Tio... pero no estoy 100% seguro de poder hacerlo."

Hajime se rascó la cabeza disculpándose, pero honestamente, a Kaori y a los demás les

importaba un bledo que no estuvieran 100% seguros de que no les llamaran de vuelta. "Incluso entonces, esto significa que podemos irnos a casa... Esto es... asombroso... Hic...

Hajime-kun... Gracias..." Superada por la emoción, Kaori agarró la mano de Hajime y se puso a llorar. Su

agradecimiento estaba tan lleno de sentimiento como lo había estado el anterior agradecimiento de Hajime a Yue. Ella estaba especialmente agradecida después de haber visto sus recuerdos. Ella estaba agradecida de que él todavía estuviera vivo, agradecida de que no se hubiera rendido en el abismo, agradecida de que hubiera venido a salvarla cuando ella más lo necesitaba, agradecida de que él la cuidara y agradecida de que hubiera encontrado un camino de regreso a casa.

Hajime usó su mano libre para rascarse la mejilla. Luego, después de un momento de

vacilación, la abrazó. Los ojos de Kaori se abrieron de par en par, pero un segundo después,



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ella sonrió y lo abrazó en respuesta, enterrando su cara en su pecho. Viendo eso, Yue solo se encogió de hombros y palmeó suavemente el hombro de Kaori.

"Lo perdonaré por esta vez," dijo ella. Shizuku miró a Kaori con envidia durante un momento, pero luego miró a Kouki, agitó la

cabeza y sonrió a Hajime y Kaori. Sinceramente, ella también quería abrazar a Hajime, pero no quería arriesgarse a desestabilizar más a Kouki ahora mismo.

Por supuesto, ahora que había decidido vivir más para sí misma, no se iba a conformar con

mirar. Más tarde, cuando Kouki no estuviera, le pedía a Hajime que la abrazara. No tenía ni idea de si sería capaz de armarse de valor para preguntarle, pero al menos lo tomaría de la mano. A pesar de que ella ya lo había besado en la mejilla, Shizuku seguía avergonzada.

Hajime pudo leer los pensamientos de Shizuku con solo mirar su expresión, pero fingió no

hacerlo y en cambio habló sobre sus planes futuros. "Quiero pasar algún tiempo intentando hacer un artefacto de bloqueo de convocación, así

que tomaremos a Fernir para ir a buscar a Myu." Usar la aeronave para viajar en lugar de la Llave de Cristal ayudaría a preservar el maná de

Hajime, que necesitaría si estuviera intentando más magia conceptual. También necesitaría conservar su maná para regresar a casa. Abrir una puerta a la tierra requeriría mucho más maná del que poseía Hajime. Por lo menos 4-5 veces más que su piscina máxima de maná. Y aunque tenía las Llaves de la Puerta, que usaban relativamente poco maná, sólo podía usarlas para abrir portales a lugares en los que había establecido de antemano los Hoyos de Puerta. Como sólo había desarrollado la Llave de la Puerta después de regresar a la capital, aún no había podido instalar ninguna en el salón de Erisen.

"En ese caso, iremos a la capital de los demonios mientras tanto. Ahora que por fin tenemos

esta magia antigua, quiero domar a algunos monstruos para que se queden conmigo, pero..." Suzu no estaba segura de lo útil que sería domar a los monstruos de las Cavernas de

Escarcha. Mientras que los monstruos del laberinto eran mucho más fuertes que la variedad que se encontraba afuera, los que estaban en estas cavernas eran todos de hielo. Aquí, donde las temperaturas bajo cero anulaban la mayoría de la magia de fuego, eso no era un gran problema. Pero la mayoría de los otros lugares no eran tan fríos. No sólo los monstruos de aquí serían derribados fácilmente por la magia de fuego en la superficie, sino que tampoco serían capaces de regenerarse como lo harían con el hielo de aquí abajo.

Hajime consideró la difícil situación de Suzu durante un rato y luego casualmente le arrojó

una de las llaves de puerta. Tropezando, Suzu apenas se las arregló para atraparla. Miró confundida a Hajime.

"Yue y yo vamos a descansar aquí un rato para recuperar nuestro maná. Esa Llave de la

Puerta conecta con Verbergen, así que ¿por qué no van allí para domar a algunos monstruos



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del bosque mientras nosotros descansamos? La mayoría de los monstruos allí son buenos manipulando su presencia. Si los domas y los fortaleces, definitivamente te serán útiles."

"Ya veo... Sí, suena como una gran idea. ¡Gracias, Nagumo-kun!" Suzu sonrió a Hajime y el la saludó para que continuase. Al final, Suzu, Ryutarou, Shizuku, Kouki y Kaori decidieron ir a Verbergen, mientras que

Hajime y Yue se recuperaron todo lo que podían del agotamiento del uso de la magia conceptual. Kaori se les había unido porque estaba preocupada por dejar solos a Suzu y a los demás, mientras que Kouki aparentemente iba a ayudar a sus amigos. En realidad, no podía soportar quedarse en el mismo lugar que Hajime.

Una vez que se marcharon, la sala de estar se sintió mucho más vacía. De los que se

quedaron, Tio decidió que, en lugar de intentar domar a los monstruos, estaría mejor usando su recién adquirida magia de metamorfosis para fortalecer su transformación de dragón. Shea, por otro lado, era muy similar a Hajime en que su aptitud para la magia de la metamorfosis era lamentablemente baja. Ella podría haber ido con los otros de todos modos, pero ahora mismo, realmente no quería reunirse con su papá o Altina. Si los veía ahora, no estaba segura de poder evitar aplastarlos.

Hajime y Yue se quedaron un rato más, recobrando sus fuerzas. La expresión de Hajime

era más pacífica y relajada que nunca. Parecía como si estuviera tomando el sol en un agradable día de primavera. Habiendo finalmente encontrado un camino a casa, Hajime estaba regresando cada vez más a su viejo y amable yo. Tenía sentido, considerando que su largo y arduo viaje finalmente había quedado atrás.

Mientras Hajime y los demás descansaban, discutieron en mayor detalle todo lo que había

sucedido durante sus respectivas batallas contra sus copias. Cuando Tio terminó su historia, una vez más le rogó a Hajime que la castigara por atreverse a usarlo como una herramienta para vengarse. Y aunque todos sabían que se estaba volviendo más amable, Shea y Yue se quedaron totalmente sorprendidas cuando Hajime empezó a darle palmaditas en la espalda en vez de apartarla como de costumbre.

De hecho, incluso Tio se sorprendió. Se sorprendió tanto que la fuerza se le drenó de las

extremidades y empezó a temblar de vergüenza. Fue sólo después de que Shea gritó: "¿Dejaste de ser una pervertida por una vez?"

"H-Hrmm. Usted es demasiado amable, Maestro... pero mientras disfruto siendo

atormentada, esto se siente sorprendentemente placentero a su manera. Aunque también es bastante vergonzoso."

"Tio-san, si tan solo fueras así todo el tiempo. Serías la mujer más encantadora y capaz de

todas..." "Mmm... Hajime tiene que asumir la responsabilidad de arruinarla."



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Ruborizada, Tio enderezó su espalda y se sentó formalmente frente a Hajime. Shea y Yue sonrieron irónicamente mientras miraban.

Hajime también sonrió y dijo: "Bueno, supongo que no me gustaría que Tio llamara a otro

hombre Maestro, así que tendré que asumir la responsabilidad..." "¿Huh? Maestro, ¿está diciendo que finalmente me ve como una amante digna... igual que

Shea?" Los ojos de Tio brillaban de esperanza. Hajime respondió con una cara seria, "Quiero decir, ¿te gustaría que tu mascota empezara

a menearle la cola a otro tipo?" "¿¡Mmmmmmmm!? ¿¡Este es mi castigo!? ¡Pensar que usted me impartiría palabras tan

duras después de ser tan amable, Maestro! ¡Eres realmente increíble!" Tio abrazó a Hajime y empezó a respirar con emoción. Pero por una vez, Hajime no la alejó. Ambos están más allá de la salvación... Yue y Shea pensaron simultáneamente. Pasó medio día mientras Hajime y Yue descansaban y Tio se entrenaba. Finalmente, se

abrió un portal en el centro de la sala de estar. Suzu y los demás habían regresado. Habían traído una colección de tigres, lobos, serpientes y otros monstruos de alto nivel de Verbergen. Parecía que sus intentos de domesticación habían sido un éxito. El grupo descansó medio día más, y Suzu y el resto se tomaron ese tiempo para fortalecer a sus nuevos familiares.

Hajime también diseñó artefactos tipo collar, encantados con sus cerraduras de puerta para

los familiares de todos. De esta manera, Suzu y los demás podían dejarlos vagar libremente por su tierra natal y aún así llamarlos cuando los necesitaran.

"Muy bien, probablemente deberíamos irnos ahora," dijo Hajime. Suzu y los demás asintieron. Sus preparativos estaban completos. "Oh sí. Aquí tienes, Hajime-san." Cuando salieron del palacio, Shea le entregó a Hajime un colgante en forma de lágrima.

Estaba hecho de un cristal azul transparente que parecía hielo y estaba grabado con la cresta de Vandre Schnee. Esto era una prueba de que Hajime y los demás habían conquistado las Cavernas de Escarcha. En verdad, cuando Hajime y Yue habían caído inconscientes, parte de la pared se había deslizado para revelar una alcoba con el colgante. Shea lo había recuperado entonces, pero se había olvidado de dárselo a Hajime hasta ahora.

Hajime cogió el colgante y entró en el círculo mágico que había en la entrada del palacio.

Hubo un fuerte crujido y la fuente frente al palacio se congeló. Un trozo de hielo en forma de



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huevo se levantó de la fuente congelada. Un segundo después, el huevo estalló, enviando fragmentos de hielo a volar por todas partes. Desde el interior del huevo apareció un dragón hecho de hielo. El hielo translúcido estaba hecho de luz blanca brillante.

Hajime y los demás estaban asombrados mientras veían el espectáculo. El dragón de hielo

descendió hasta donde estaba el grupo y bajó su cuello para que pudieran subirse. Parecía que este dragón de hielo era el atajo que los sacaría de las Cavernas de Escarcha.

"Esta es una forma brutal de hacer un atajo." "Mmm... Tal vez sea nuestra recompensa." "Nunca pensé que el tipo que hizo un juicio tan desagradable nos daría algo así." Hajime y los demás se subieron a la espalda del dragón, usando su cuello escalonado como

una escalera. Una vez situados, el dragón agitó sus alas y se lanzó al cielo. Parecía que el dragón iba a estrellarse contra el techo, pero un momento antes parecía que

un agujero circular lo dejaría pasar. Voló a través de la abertura sin disminuir la velocidad. Mientras el grupo disfrutaba de la brisa, Tio murmuró: "El único dragón digno de llevar al

Maestro sobre su espalda soy yo... ¿Es demasiado tarde para cambiar?" Hajime y los demás se rieron, y unos segundos más tarde atravesaron el túnel. El dragón

emergió dentro de la tierra nevada de los Campos de Nieve Schee. Hajime esperaba que el dragón los dejase aquí, pero siguió volando hacia arriba. Se elevó a través de las nubes oscuras que cubrían los campos de nieve y se detuvo sólo cuando el grupo estaba disfrutando de la cálida luz del sol. Desde allí, se inclinó y comenzó a volar horizontalmente.

"A juzgar por la posición del sol, nos lleva al noroeste. Supongo que nos llevará todo el

camino fuera de los campos de nieve." "Mmm... Miledi y Meiru deberían haber aprendido de Vandre." "Siento como si todas las liberadoras tuvieran personalidades desagradables." Al oeste de los campos de nieve estaba el Reino Demoníaco de Garland, mientras que la

Garganta del Reisen estaba al norte. Como el dragón se dirigía hacia el noroeste, los dejaría en algún lugar cerca de ambos lugares, así que, independientemente de la raza de los contrincantes, estarían cerca de alguna parte de su propio territorio. A juzgar por el hecho de que el grupo no sentía frío a pesar de la altitud, el dragón también había levantado una simple barrera de protección contra la intemperie. El atajo de Vandre estaba muy lejos del inodoro de Miledi o del torpedo de agua de mar de Meiru. Y aunque Haltina ni siquiera había desalojado sin contemplaciones a los aspirantes de su laberinto, había incorporado cucarachas a su juicio.



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Mientras tanto, Vandre no sólo había proporcionado un cómodo y conveniente atajo, sino que también se veía bien. Hajime no pudo evitar sentirse agradecido con Vandre. Al mismo tiempo, no pudo evitar compadecerse de los miembros masculinos de los Liberadores. No cabe duda de que lo pasaron mal tratando con sus contrapartes femeninas.

"Sabes, nunca he visto a Nagumo-kun hacer una expresión así..." "No sé qué pasó en el laberinto de Miledi-san, pero recuerdo claramente lo horrible que fue

el final de las ruinas de Melusine." Mientras Suzu y Kaori charlaban, el dragón empezó a descender. Parecía que se estaba

acercando a su destino. Por lo que parece, el dragón de hielo era incapaz de traspasar los límites de los campos de nieve. Se sumergió de nuevo en las nubes que cubrían perpetuamente los campos de nieve y los llevó hasta el borde mismo de la nieve.

"Gracias. Estoy seguro de que el tipo que te hizo fue un gran hombre." "A diferencia de Miledi, Vandre Schnee sabe cómo tratar a sus invitados." "Mmm... Gracias. Me alegro de que Vandre fuera mucho mejor persona que Miledi o Meiru." Hajime, Shea y Yue agradecieron al dragón cuando se bajaron de él. Hajime no estaba

seguro si era solo su imaginación, pero el dragón parecía contento con la alabanza. Agitó su cola alegremente y luego voló de regreso a la helada ventisca.

Hajime y los demás no se alegraron de estar de nuevo atrapados en la ventisca del campo

de nieve, pero al menos sabían que la salida no estaba lejos. El grupo corrió hacia el borde de los campos de nieve, pero entonces Hajime y Shea se detuvieron repentinamente.

Ellos entrecerraron los ojos y dijeron: "Todos, tengan cuidado. Parece que tenemos una

fiesta de bienvenida esperando afuera." "Definitivamente reconozco esta presencia. Hay muchos de ellos también. Esto no es

bueno." Todo el mundo se puso tenso al escuchar las advertencias de Hajime y Shea. Sacaron sus

armas y se prepararon para la batalla. Hajime y los demás intercambiaron miradas, asintieron el uno al otro y luego salieron de la tormenta de nieve. Afuera, vieron-

"Así que viniste aquí después de todo. Es el mismo lugar donde me dejaron. Así que, ¿se

las arreglaron para despejar el laberinto, chico de pelo blanco?" "Fufu. Cuánto tiempo sin verte, Kouki-kun. ¿Has estado bien?" Era el demonio general Freid Bagwa y su dragón blanco Uranos. Había traído con él unos

cientos de monstruos voladores, la mayoría dragones. Eri también estaba allí, con sus cabellos



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grises ondeando en la brisa. Estaba volando con un par de alas grises brotando de su espalda. Pero lo más aterrador de todo fueron los apóstoles de dios. Había quinientos de ellos. Un ejército lo suficientemente grande como para borrar el cielo, estaban esperando a Hajime.



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Capítulo Extra – Las Siete Cosas Más Importantes Para Una

Invocación Al Otro Mundo

"Hajime... ¡Baja!" Oigo la voz de mi madre llamándome desde abajo. Mirando el reloj, me doy cuenta de que

son las 6:15 PM. Hora de cenar. Pero ahora mismo, estoy luchando contra el ejército del señor de los demonios, así que no tengo tiempo para cenar.

"Bueno, si estás en medio de una pelea, supongo que la cena puede esperar." Como siempre, mamá se las arregla para darse cuenta de lo que estoy haciendo sin que yo

diga nada. Mi mamá, Sumire Nagumo, es una popular artista de manga shoujo y también una otaku de buena fe, por lo que entiende estas cosas mejor que la mayoría de las mamás. Abro la boca para gritar que comeré cuando termine de ocuparme de los ataques del señor de los demonios, pero--

"Sólo quiero que sepas que, si no cenas ahora, haré tu tazón de carne sin la carne de alta

calidad que tenemos como regalo." "¡Un tazón de carne sin carne es sólo arroz!" ¿Mamá compró carne de res de alta calidad como regalo? ¡Este no es el momento de luchar

contra el señor de los demonios! Apresuradamente dejé caer mi control y me puse de pie. Mamá nunca hace amenazas sin sentido.

"¡Hajime! ¡Déjame los preparativos de la cena a mí y concéntrate en tu batalla!" No puedo creer que mi papá, Shuu Hajime, quiera tanto mi carne que está tratando de

convencerme de que no baje a cenar. Me duele la espalda, pero sin embargo me duele bajar las escaleras. ¡El tiempo es esencial! Irrumpí en la sala de estar y papá chasqueó la lengua.

"Tch..." A regañadientes pone la carne que sacó de mi tazón donde pertenece. "Papá, te das cuenta de que los padres normales no intentan robar la comida de sus hijos,

¿verdad?" Me siento y miro a mi padre. "Bueno, no soy un padre normal. ¡La familia Nagumo no cree en la paternidad laxa!" "Robar mi carne no tiene nada que ver con que tu paternidad sea laxa o no."



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"Sólo te estoy enseñando que es la supervivencia del más apto." Miro el tazón de carne de papá. Es hora de cazar. Si la supervivencia del más apto es la ley

de la tierra, entonces no puede quejarse si hago mía su carne. "Muy bien, es suficiente, ustedes dos. Deja de hacerte el tonto y come. Fufufu, no hay nada

más sabroso que la carne gratis." Mamá trae la sopa de miso y comienza la cena. En el momento en que los tres damos

nuestro primer mordisco, nos quedamos en silencio. La carne es tan blanda que se derrite en la boca. Como salvajes hambrientos, devoramos nuestros tazones de carne.

Una vez terminada la cena, todos suspiramos contentos. La carne de res de alta calidad es

otra cosa. Mientras estamos disfrutando del resplandor, las noticias de la noche empiezan a sonar en la televisión. La hermosa voz de la locutora me llena los oídos. Aparentemente, un chico de secundaria que desapareció hace un tiempo fue encontrado sano y salvo. No había sido secuestrado, sólo se fue de excursión a las montañas sin el equipo adecuado y se quedó varado.

Supongo que no podía controlar sus impulsos... Tomo un sorbo de mi té. "Ya veo. Así que fue convocado a otro mundo." Papá también bebe su té. Muy bien, papá. Te las arreglaste para dar una explicación aún

más nerd que yo. Papá es un otaku aún más grande que yo y es el presidente de una compañía de

videojuegos, así que supongo que tiene sentido que siempre esté pensando en cosas como ésta.

"Pero como logró regresar, podrá usar todos los superpoderes que ganó mientras estaba

en ese mundo de fantasía para vivir una vida fácil." "¿Podemos dejar de fingir que fué isekaiado? No hay forma de que eso haya pasado." Su familia probablemente estaba preocupada por él. Si todo lo que dijo después de ser

encontrado fue: 'Oh, me fui a otro mundo por un tiempo,' su vida ya está demasiado arruinada para ser fácil. Papá suspira y sacude la cabeza.

"No estés tan seguro, Hajime. Nada en este mundo es seguro." "Tiene razón, sabes. Los dos a menudo esperábamos tener aventuras de fantasía salvaje

cuando éramos jóvenes." El boom del isekai comenzó hace sólo unos años. Significa que mamá y papá se

adelantaron mucho cuando eran jóvenes. No sé si me gusta esto.



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"¡Oh, sí! ¡Déjame mostrarte algo genial, Hajime!" Papá sube corriendo las escaleras. Un montón de ruidos extraños empiezan a salir de su

habitación en el segundo piso. Después de treinta segundos de golpear y estrellarse, vuelve a bajar.

"Aquí. Te dejo esto a ti, Hajime." "¿Qué es esto?" Papá me dio un cuaderno viejo. Está encuadernado en cuero y se ve innecesariamente

elegante. "¡Oh, eso sí que es nostálgico!" dice Mamá con sus ojos brillando. Antes de que pueda abrirlo, papá sonríe y dice: "¡Esta es la tercera parte de mi serie 'Y si...!'

¡Es la edición isekai!" "¿¡Qué diablos significa eso!?" Aparentemente, mamá y papá habían escrito consejos y guías en caso de que se les

ocurrieran varias situaciones fantásticas. Los llamaban la serie 'Y si...' Las situaciones variaban desde un apocalipsis zombie hasta una invasión alienígena, pasando por qué hacer si tu brazo izquierdo empezaba a latir de repente. Aparentemente, este cuaderno era sobre qué hacer si te eras isekaiado.

Lo que realmente asustaba aquí era que papá había puesto este cuaderno de veinte años

en un lugar al que podía acceder en treinta segundos. Aunque les dije a mis padres que no necesitaba algo tan ridículo, ellos siguieron insistiendo.

Eventualmente, lograron ingresar "Las siete cosas más importantes" que necesitaba saber en caso de ser invocado a otro mundo, en mi teléfono celular. Incluso bloquearon el archivo para que no pudiera borrarlo. Eso me molestó, así que decidí que nunca los leería.

Luego, cuando empecé a olvidar que estaban en mi teléfono. Mamá, papá. Lo siento, me equivoqué. Nunca pensé que estaría sentado en un palacio en

otro mundo... De hecho, fui convocado a otro mundo, junto con el resto de mi clase. Mañana, vamos a sumergirnos en nuestro primer calabozo.

Desafortunadamente, soy el integrante más inútil de nuestra clase. No sólo mis estadísticas

son muy bajas, sino que mi trabajo también es un herrero genérico que mucha gente en este mundo tiene. Todo lo que puedo hacer es procesar y dar forma al mineral. Tampoco le caigo bien a nadie en mi clase. La intimidación de Hiyama está empeorando día a día, y ahora tiene magia y estadísticas agregadas para hacer de mi vida un infierno. Es como darle un arma a un niño pequeño.



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Pero peor que eso es la iglesia que adora al dios que nos trajo aquí, Ehit. Voy a ser honesto, el Papa y sus seguidores me dan un susto de muerte. El Papa siempre está sonriendo y actuando educadamente y nos da todo lo que queremos, pero definitivamente da miedo.

Tengo miedo del rey y de los otros nobles también. Todos parecen amar al Papa. Todo este

tiempo, me ha perseguido esa imagen de Ehit sonriendo que vi en la catedral a la que fuimos convocados.

Además, es la iglesia la que quiere que luchemos en su guerra. Tengo miedo de luchar,

tanto contra monstruos como contra otras personas. Además de eso, estoy enojado con Hiyama. Así que todo esto de los isekai honestamente no es tan bueno. Quiero decir, hay algunas cosas realmente geniales, pero estoy más preocupado de lo que estoy asombrado.

No es como si tuviera la espalda contra la pared o algo así. Y sigo haciendo todo lo posible

por hacer todo lo que puedo. Pero realmente me gustaría que hubiera al menos una cosa en mi vida ahora mismo que no fuera tras de mí. Sólo estoy cansado. Supongo que es por eso que de repente estoy recordando esa cena cuando me diste las siete cosas más importantes que necesitaba recordar para una invocación al otro mundo.

Regreso a mi cuarto y abro mi armario. Mi uniforme está colgado ahí. Meto la mano en mi

bolsillo y saco mi celular, que es inútil en este mundo. Desde que lo apagué justo después de que nos invocaron, todavía me queda una buena cantidad de batería.

Me relajo cuando la luz de la civilización llega a mi cara. Luego, navego por mis carpetas

hasta que encuentro el archivo que estoy buscando. Sonrío mientras leo el ridículo título. Hay un total de siete páginas aquí. Cada página contiene un solo consejo al parecer. Me

desplazo hacia abajo para leer el primer consejo. "Si te convocan junto a otras personas y alguien de tu grupo parece inútil, ¡asegúrate de ser

su amigo! Definitivamente tienen una fuerza oculta que no se puede ver." "Papá, mamá, lo siento, pero yo soy el inútil." Además, definitivamente no tengo ningún poder oculto. Esto no ayuda en absoluto...

Veamos qué dice el siguiente consejo. "¡Ten cuidado! Las princesas del país al que te convocan a menudo son perras malvadas.

Si vas a confiar en alguien, confía en la princesa de otro país." "No puedo creer lo parcial que son ustedes..." A diferencia del rey fanático y sus nobles, Liliana es una princesa sorprendentemente

agradable. Ya se ha hecho buena amiga de Shirasaki y los demás. Y hasta es muy buena conmigo. Probablemente porque soy inútil... Si incluso las sonrisas de ella esconden un interior malvado, entonces no creo que haya nadie en quien pueda confiar.



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Qué sigue... "¡Apúrate y sella tu brazo izquierdo!" "Papá, mamá, mi brazo izquierdo no me palpita y no tiene un dios maligno dentro." "Si oyes una voz misteriosa, ¡asegúrate de escucharla! ¡Probablemente sea un espíritu o

algo así! ¡Definitivamente será un aliado útil!" ¡No oigo ninguna voz! ¡Siguiente! "¡Inscríbete en el gremio de aventureros!" "¡Ahora estás escribiendo las cosas que quieres hacer!" Dios, mis padres son tan inútiles. Oh, bueno, ¡quizás la próxima sea útil! "¡Sé amigo del asesino de tu grupo! ¡Son probablemente los más fuertes!" "¿El asesino, eh...? Supongo que tenemos uno." Este es el primer consejo decente que han dado. Guardo mi celular en mi bolsillo y voy a

buscar al asesino de nuestra clase. Termino buscando durante medio día. "¡No encuentro a Endou-kun!" ¿¡Por qué!? ¿Por qué es que no importa a quién le pregunte, nadie tiene idea de dónde

está? Cuando revisé el comedor y los campos de entrenamiento, encontré rastros de que estaba allí, así que ¿por qué no puedo encontrarlo?

"Papá, mamá. Tenías razón. Endou-kun es el más fuerte entre nosotros." Siempre ha sido difícil de detectar, e incluso los profesores a veces se olvidan de llamarlo

por su nombre cuando pasan lista, pero nunca ha sido tan difícil de encontrar. Estoy bastante seguro de que no me está evitando... Además, siento que he estado escuchando a alguien susurrar mi nombre todo el tiempo que he estado buscando. Creo que me estoy cansando. Buscaré a Endou-kun más tarde. Es más difícil de encontrar que Waldo.

Regreso a mi habitación, con los hombros caídos. Luego, me acuesto en mi cama y saco

mi teléfono. Espero que el último consejo que mamá y papá me den no sea tan inútil como el resto.

"Si las cosas parecen peligrosas, ¡corre! ¡Tu vida tiene prioridad! Sé que normalmente te lo

tomas con calma, pero siempre actúas imprudentemente cuando las cosas se ponen peligrosas, así que asegúrate de cuidarte. No importa qué tipo de cosas sucias tengas que



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hacer para sobrevivir, ¡sólo vuelve con vida! Te perdonaremos todo lo que hayas tenido que hacer, siempre y cuando vuelvas con nosotros."

Mi visión se nubla y mi mano empieza a temblar. Pero no puedo empezar a llorar todavía.

Todavía queda una frase. "¡No te rindas! ¡Asegúrate de volver con nosotros pase lo que pase!" "Qué diablos... Ninguno de estos son en realidad consejos útiles. ¿Qué tan en serio se

toman sus delirios...? ¡Sheesh!" Miro la pantalla en silencio durante un rato. Gotas de agua caen en la pantalla LCD, lo que

dificulta la lectura. Pero no miro para otro lado. El tiempo se hace más lento. No tengo ni idea de cuánto tiempo paso mirando mi teléfono,

pero cuando vuelvo a mis sentidos, mi batería está casi agotada. El sol también se ha puesto, y mi habitación está a oscuras. La luz de mi teléfono es la única luz de la habitación.

Normalmente, la luz mecánica de una pantalla LCD me parece fría, pero ahora mismo se

siente sorprendentemente cálida y suave. Pero entonces la batería se agota y la luz se desvanece.

Mi celular no volverá a encenderse. Al menos no hasta que llegue a casa. Me seco las

lágrimas con la manga y me pongo en pie. Abro el armario y vuelvo a meter el teléfono en el bolsillo del uniforme.

Siento que ahora tengo algo que me apoya. Mi corazón ya no se siente atrapado en una

neblina de malestar. La cálida luz de mi pantalla LCD se ha asentado dentro de mí, guiándome hacia adelante.

◇ ◇ ◇

Fue gracias a esa luz que pude pedirle a Shirasaki que me protegiera esa noche antes de

entrar en el laberinto, por vergonzoso que fuera. Fue gracias a esa luz que pude decirle que estaría bien. Para ser honesto, pensé que se veía hermosa cuando me sonreía a la luz de la luna.

Por lo menos, estoy agradecido a mamá y papá por darme el coraje para tranquilizarla. Pero

al mismo tiempo, lo siento, mamá, papá. No escuché lo que me dijeron. Cuando debí haber huido, decidí quedarme y luchar. Al final, no pude priorizar mi propia vida. Sabía que era tonto intentar luchar contra ese gigante Behemoth. Cuando estaba cayendo al abismo, sólo podía pensar en cuánto lamento haberles fallado.

◇ ◇ ◇



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A partir de ahí, cambié. Pensando en ello, probablemente fueron esas palabras de mis padres las que me ayudaron a soportar todas esas dificultades en el abismo. Si no fuera por ellos, no habría podido levantarme para desafiar al Oso de Garras.

"¡No te rindas! ¡Asegúrate de regresar con nosotros pase lo que pase!" Incluso cuando mi corazón y mi alma habían sido aplastados, me aferré a esas palabras.

Por eso es por lo que yo-- "¿Hajime?" Lentamente abrí los ojos y encontré a Yue mirándome fijamente. "Lo siento, me quedé dormido." "Mmm... Sólo fueron cinco minutos." Sacudiendo el sueño de mi cerebro, miré a mi alrededor. Estaba en la sala de estar del

palacio de hielo al final de las Cavernas de Escarcha. Taniguchi y los demás acababan de regresar y todos estaban descansando.

Supongo que me quedé dormido mientras todos hablaban... "Hiciste muchas caras mientras dormías... ¿Estás bien?" Yue se trepó a mis rodillas y la miré a los ojos. Me miró adormilada, sus ojos carmesí

brillaban tenuemente. Le cepillé el cabello rubio hacia atrás y le acaricié la mejilla. Cuando la conocí por primera vez, pensé que estaba tan radiante como la luna, iluminando

la oscuridad del abismo. Por eso le puse el nombre de Yue. Algunos otros nombres, como Tsukuyo, Luna y Selena también habían aparecido en mi mente, pero Yue era el que parecía encajar mejor.

Hace poco me enteré de cuál era su nombre original. Aletia. No podía imaginarme lo que

debió sentir cuando tiró ese nombre y me pidió uno nuevo. Pero al menos- "Yue." "¿Mmm?" La mirada feliz que me daba cada vez que la llamaba por su nuevo nombre me aseguraba

que había tomado la decisión correcta. Estaba seguro de que le había regalado un nombre nuevo que era mucho mejor que el anterior. Los nombres tenían poder. Podrían usarse como una maldición para restringir a la gente... o, en mi caso, para unir a dos personas.



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Cuando Aletia se convirtió en Yue, renació. A pesar de llevar el profundo trauma de la traición, Yue había confiado en mí. Y cuando me sonrió por primera vez, me ató a ella. Dejé de ser un monstruo sin sentido y me convertí en el compañero de la princesa vampiro Yue. Fue gracias a ella que pude ser el monstruo del abismo y también un humano.

En realidad, elegir responder a las súplicas de Yue para salvarla fue uno de los momentos

decisivos más importantes de mi vida. Conocer a Shea fue otra. Pero en ese entonces, fue Yue quien me convenció de que dejara que Shea viniera.

Del mismo modo, mi encuentro con Tio fue lo mismo. Fue por las palabras de Yue que

empecé a cuestionar mi credo personal de matar a todos los que se me oponían y decidí perdonar a Tio. Los tres me siguieron sin quejarse cuando quise ir a salvar a Myu y a Kaori también.

Como mi imitación había dicho, podría estar usando a Yue como muleta emocional. Al

menos, ella era la única persona con la que sabía que nunca podría estar a la altura. Sonriéndome a mí mismo murmuré: "Gracias." "¿Mmm? Mmm... Mmm…" Yue ladeó la cabeza durante un segundo y luego me sonrió. Esa sonrisa dejó claro que

había entendido todo lo que trataba de decir. "Deberías matricularte en la escuela cuando regresemos a Japón Yue. Quiero verte con el

uniforme de la escuela." "Mmm... Lo lograrás." Estoy deseando que llegue. Me pregunto qué dirán mamá y papá cuando les presente a

Yue. Podrían estar incluso más contentos por el hecho de que traje a Yue que por el hecho de que regresé a casa. No, no podría. Definitivamente estarán más felices por eso. Esos dos otakus adoran la basura cliché como las princesas vampiro y esas cosas.

"Haré todo lo posible para impresionar a tus padres..." "Suena bien." "Necesito preguntarles cuántos nietos quieren, también…" "Suena bien..." "Y necesito disculparme..." "¿Eh? ¿Disculparme por qué?"



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"Madre, Padre, ¡por favor perdóname! Le robé la virginidad a su hijo antes de preguntarles si me aceptarían como su prometida."

"Yue-san, por favor, no digas eso. Te lo ruego." Mierda. Voy a tener que enseñarle a Yue cómo las costumbres japonesas son diferentes de

aquí antes de que volvamos. Sobre todo, porque mamá y papá le seguirían la corriente si empezara a decir esas cosas.

Lo último que quería era traer el caos a mi casa. Abrí la boca para explicarle a Yue cómo

iba a funcionar el hablar con mis padres, pero antes de que pudiera decir algo, ella se levantó de mi regazo.

"¡Sheesh! Te quito los ojos de encima por un segundo y vuelves a estar encima de él." Kaori fue la que levantó a Yue y arrojó a la pequeña vampiresa a un sofá separado. "¿Qué crees que estás haciendo?" Dijo fríamente Yue mientras se lanzaba hacia Kaori.

Kaori respondió de la misma manera, y Shea se vio forzado a saltar y mediar entre las dos de nuevo.

Tio y Yaegashi estaban tan acostumbrados a la vista que apenas les echaron un vistazo a

las tres. Mientras las observaba, pensé en mi viaje hasta ahora. Lo primero que pasó por mi mente fue mi primer encuentro con Shea. Al principio, sólo había

ayudado a la inútil conejita sollozante porque quería que me guiara a través del mar de árboles. Pero entonces esa misma chica que había estado aterrorizada por la lucha, logró golpear al Golem de Miledi. Honestamente, me impresionó.

Y luego, sin dudarlo, saltó al agua para salvar a Sensei, aunque no sabía nada de ella. Todo

porque Sensei era alguien que me importaba. Luego, cuando luchó contra su enemigo jurado, el Imperio Hoelscher, fue tan deslumbrantemente brillante que incluso yo quedé cautivado por ella.

En todo caso, ella es mejor seductora que yo. Se las arregló para capturar el corazón de

Yue y el mío... No había duda de que esta conejita clarividente era la persona con más coraje que cualquier protagonista que hubiera leído, y la chica había traído color y alegría a nuestras vidas.

"Shea." "¿Sí? ¿Qué pasa? ¿Qué es? Estoy un poco ocupada-" "Gracias."



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A pesar de lo mucho que la rechazamos al principio, se mantuvo obstinadamente con nosotros. Incluso logró que me enamorara de ella. Shea dejó de intentar sujetar los brazos de Kaori por detrás de su espalda y me miró inexpresivamente. Su sorpresa fue tan linda que sonreí.

"¡Vamos! ¡Ataques sorpresa como ese no son justos!" Empezó a moverse, su cola meneaba de un lado a otro. Luego, se cubrió la cara con sus

orejas de conejo, avergonzada. Parecía que ella también había sido capaz de comprender cuán profunda era mi gratitud por ella. Sin embargo, su avergonzada reacción fue muy linda.

Desafortunadamente, necesitaría encontrar alguna forma de esconder sus orejas cuando

volvamos a la tierra. Independientemente de si la gente pensaba que eran reales o falsas, sus orejas combinadas con su aspecto atraían demasiado la atención de otros chicos. En realidad, considerando que Cam estaba convirtiendo a todos los hombres conejos del bosque en asesinos despiadados, Shea podría ser la última súper linda conejita que quedaba.

Supongo que es mi culpa, ¿no? "Shea... Uh, lo siento." "Creo que puedo adivinar por qué te disculpas, pero en ese caso, ¿no deberías sonar un

poco más sincero?" Shea se quitó las orejas de los ojos y me miró fijamente. Miré hacia otro lado, sintiéndome

demasiado culpable como para mirarla a los ojos. Aparte de eso, tendría que contarle a mamá y papá todo sobre Shea también.

Yo también debería hablarles de Altina. Esos dos elfos del amor... Si no recuerdo mal, papá

insistía en que su equipo de desarrollo incluyera a los elfos en el juego más reciente en el que estaba trabajando. De hecho, uno de sus empleados había acudido a mí para convencer a papá de que dejara de jugar, ya que el juego que estaban desarrollando no estaba ambientado en un mundo de fantasía.

Hmmm… "Hey, Shea." "¡Yue-san, Kaori-san! Estoy teniendo un momento con Hajime-san, así que, ¿podrías dejar

de tirar de mi...? Oh, ¿qué pasa, Hajime-san?" "Estoy pensando en secuestrar a Altina y regalársela a mi padre. ¿Qué te parece?" "¡Creo que has perdido la cabeza!"



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Hey, eso es grosero. No me mires como si me hubiera vuelto loco. Oh no, ahora le está pidiendo a Kaori que me tire magia de restauración. Yyyyy Kaori lo está haciendo.

"Déjame explicarte. Papá es un gran fan de los elfos. Especialmente los Elfos seductores.

Aunque, supongo que Altina es más masoquista que seductora. Aún así, estoy seguro de que le gustará. Si la metemos en una jaula y la mantenemos como mascota, probablemente será inofensiva, ¿verdad?"

"¡Kaori-san! ¡Necesitamos más magia de restauración, ahora!" ¿Puedes dejar de echarme eso encima? La luz es cegadora... "Piénsalo. Papá estará contento. Y Altina estará encantada de ser su mascota, Shea. Es

una situación en la que todos ganan." "¡No, es una situación de derrota!" Shea me golpeó en la cabeza. No lo entiendo. No lo entiendo. ¿Cuál es el problema? "Maestro, ¿por qué conformarse con ella? Con mucho gusto sería tu..." "Quiero presentarte como una de mis camaradas, rechazada. No puedo tratarte de la misma

manera que trato a Altina." "O-Oh, ya veo..." Tio se llenó de vergüenza. Se sonrojó y murmuró: "Últimamente se ha portado tan bien

conmigo, Maestro. No estoy segura de cómo reaccionar..." Supongo que decirle a Tio la verdad es más eficaz para mantenerla bajo control que tratarla

como basura... Recordé mi primera reunión con Tio. Todo empezó cuando intenté clavarle una estaca en el culo. Como resultado, se convirtió en una gran pervertida.

Wow, eso es todo lo que había en esa reunión. No hubo ninguna escena emocional ni

nada... "¿Qué pasa, Maestro? Por favor, no me mires tan fijamente." Si ella supiera que lo único en lo que pienso es que no tenemos recuerdos emocionales

juntos y que el que yo intente clavarle una estaca en el culo es el recuerdo más vívido que tengo de nosotros, probablemente se enfadaría, ¿eh? En realidad, probablemente se excitaría...

Me preocupaba que los hombres del clan de Tio se enfadaran conmigo cuando

regresáramos a ver a su familia. Esperaba que no me culparan por convertir a su princesa en una pervertida. Oh, sí... Olvidé totalmente que Tio era de la realeza hasta ahora.



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"Hey, Tio." "¿Qué es esto?" "¿Quieres que pelee con Dios por ti?" Cuando pregunté eso, la habitación se quedó en silencio. Yue y Kaori dejaron de luchar, y

Shea y Yaegashi miraron desde Tio hacia mí, ida y vuelta. El rubor desapareció de la cara de Tio y ella me miró solemnemente. Sus ojos draconianos, rebosantes de inteligencia y dotados del poder de ver la verdad traspasaban a través de mí.

Después de una breve pausa, sonrió y dijo: "Aprecio que te preocupes tanto por mí... De

verdad que sí." Tio le llevó una mano al pecho y cerró los ojos. Se veía tan impresionante que todos se

quedaron sin aliento en la garganta. "Es cierto que mi clan ha soñado con el día en que alguien aparezca para derribar a Dios

por nosotros." "Sí. La única razón por la que dejaste tu pueblo fue porque querías ver si había llegado ese

momento, ¿verdad?" "Ciertamente. En este momento, usted es el único capaz de luchar contra Dios, Maestro." "Eso creía." "Sin embargo..." Tio habló con firmeza, con convicción. "Forzar a la gente a luchar cuando no lo desean iría en contra del credo del dragón." "......" "Maestro, me alegra que esté dispuesto a preguntarme cuáles son mis deseos, a pesar de

que su deseo de regresar a casa es tan fuerte que fue capaz de crear una magia conceptual alrededor de él. Pero respóndame sinceramente. ¿Deseas matar a Dios por el bien de este mundo?"

"No, no realmente." Respondí inmediatamente. No tenía ningún interés en luchar por el bien de miles de

personas que ni siquiera conocía, o de un mundo que no me importaba. Para bien o para mal, siempre daría prioridad a las personas cercanas a mí.



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Sin embargo, si después de mi regreso a casa, llegaba un momento en que Tio tenía que regresar a Tortus y luchar para proteger a su familia...

"Entonces no tendría sentido pedirte que pelearas," dijo Tio con suavidad, con una sonrisa. "Ya has hecho otras promesas que debes cumplir, ¿no?" "Sí." Le prometí a Yue que le enseñaría mi ciudad natal. También se lo prometí a Myu. Shea y

los demás también querían ir a Japón. Les prometí a todos que los llevaría allí y tenía la intención de mantener esa promesa.

"En ese caso, primero debes cumplirlas." Cielos, Tio es mucho más madura que yo... Miré a Amanogawa. Se movió, y luego miró hacia otro lado, fingiendo que no se había dado

cuenta de que yo lo miraba fijamente. Había estado diciendo que salvaría a todos de Dios por un tiempo. No tenía ni idea de lo que iba a pasar en el futuro, pero sabía que un tipo como él nunca se rendiría. También existía la posibilidad de que alguien con tanto potencial como Amanogawa apareciera en Tortus y despejara todos los laberintos.

Sin embargo... Me acordé de nuestra época en el Gran Volcán Gruen. Cuando fui

gravemente herido por Fried o por quien sea, Tio se había transformado sin dudarlo, aunque eso significaba que su existencia sería conocida por el mundo. Así que si alguna vez llegaba el momento en que Tio tuviera que volver y luchar...

"Tío." "¿Sí?" "Nos vamos a casa... a Japón." "Ya veo." "Yo también quiero mostrarte mi ciudad natal. Quiero presentarles a mis padres a la dragona

que me ayudó tanto en este mundo." "Ya veo." "Quiero regresar a vivir una vida pacífica y normal. Pero si alguna vez llega el momento de

que necesites volver a Tortus para luchar..." "¿Sí?"



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Todo el mundo tragó, mirándome con preocupación desde Tio hacia mí. Sin embargo, yo sólo tenía ojos para Tio y ella también me miraba a mí.

Después de un breve silencio, dije resueltamente: "Entonces haré una nueva promesa con

ustedes." "¿Una nueva promesa?" "Sí. En cuanto a qué tipo de promesa... Bueno, podemos decidirlo cuando llegue el

momento." "De hecho, podemos... Gracias, Maestro." Tio se cubrió la cara con sus mangas, mientras Yue y los demás le sonreían. Se

amontonaron a su alrededor, tratando de echar un vistazo a su expresión. Ahora mismo, Tio no se parecía en nada a la calmada, Super Tio en la que se convirtió cuando las cosas se pusieron serias, o a la habitual dragona pervertida que era normalmente.

Hey, Sensei. Tomé la decisión correcta, ¿no? Cuando conocí a Tio, Sensei me había dado un sermón. Me dijo que, si abandonaba todo

lo que no era importante para mí, terminaría viviendo una vida solitaria. Que mis decisiones no me harían feliz, ni a mí ni a la gente que me importaba.

Al final, mis prioridades aún no habían cambiado. No era capaz de luchar por la justicia o la

igualdad o por ideales abstractos como ese. Pero al menos, estaba dispuesto a luchar por las cosas que eran importantes para la gente que me importaba. Después de todo, fue gracias a Tio y a los demás por lo que llegué hasta aquí.

Observé con una sonrisa como Yue, Shea y Kaori intentaban apartar las manos de Tio de

su cara. Luego, miré a Yaegashi y a los demás, que también estaban mirando la escena con una sonrisa. Ver lo felices que estaban todos me hizo sentirme relajado. Mis emociones deben haber estado apareciendo en mi cara, desde que Yaegashi se dirigió a mí.

"Ah..." Se puso rígida. Después de un segundo de silencio, de repente se sonrojó. Preguntándome

qué había puesto a Shizuku tan nerviosa, Kaori y los demás también se giraron hacia mí. Cuando vieron mi cara, también se pusieron rígidos.

"¿Qué?" Le pregunté a Yaegashi, sintiéndome un poco avergonzado. "No es nada... Sólo... por una vez parecías sorprendentemente amable, así que..." Confundido, me toqué la cara. Mi expresión no se sintió diferente. Me volví

interrogativamente hacia Yue y ella asintió de acuerdo.



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¿Qué demonios...? Ustedes me están haciendo sonrojar... Rápidamente traté de cambiar el tema.

"Oh sí, también tengo que hacer algo con tu cuerpo, Kaori." "¿¡Huh!? ¿Qué quieres decir...? ¿Hacer algo con mi cuerpo?" Ruborizada, Kaori miró a una pared cercana. Estaba bastante seguro de que había un

dormitorio detrás de esa pared. Abrí la boca para decir algo, pero Yue se me adelantó. "Maldita pervertida... Hajime está hablando de lo que va a hacer con ese cuerpo en el que

estás ahora mismo después de que regreses a tu cuerpo original!" "¡Oh! Por supuesto que es... ¡No es lo que piensas, Hajime-kun! ¡No esperaba nada en

absoluto! ¡Además, me gustaría tener mi primera vez con Shizuku-chan presente también! ¡No soy una pervertida! ¡Por favor, créeme!"

Yaegashi miró a Kaori, como si dijera, "¡No me incluyas en tus delirios!" Mientras tanto, vi a

Amanogawa temblando en el rincón. Sakagami y Taniguchi también se dieron cuenta de que estaba actuando mal, y luego intercambiaron una mirada. Los dos querían que el otro fuera a calmarlo.

Tenemos un grupo muy animado. Recuerdo cuando Kaori y Yaegashi eran las ídolos de la

clase. Nunca pensé que ambas terminarían enamorándose de mí. Especialmente Kaori... Pensé en la conversación que habíamos tenido la noche anterior a mi caída al abismo. Kaori

había jurado que me protegería. E incluso después de mi caída, ella fue la única que creyó que aún estaba vivo. Después de reunirnos, se sentía constantemente inferior a Yue y a los demás. Tanto que intercambió cuerpos después de morir una vez. Su devoción por mí era tan grande que no pude evitar conmoverme.

Era una niña torpe, con el hábito de concentrarse tanto en sus metas que olvidó hacer un

balance de lo que la rodeaba, pero era más amable y fuerte que cualquier otra persona. Si yo no hubiera caído en el abismo, probablemente ella habría sido la ideal que yo buscaba.

"U-Umm, ¿Hajime-kun?" Parecía que había terminado mirándola inconscientemente. Ruborizada por la vergüenza,

Kaori evitó mirarla. "Lo siento. Estaba pensando en nuestra esperanza de vida." "¿Nuestras vidas?" Kaori no fue la única sorprendida por esa respuesta. Todos parecían confundidos.



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Le sonreí con tristeza y le dije: "Ya que he comido toda esta carne de monstruo, no tengo ni idea de lo que le ha pasado a mi vida."

No lo había pensado antes, pero era muy importante. Kaori, Yaegashi y Shea se tragaron,

pareciendo preocupados. Kaori parecía especialmente preocupada, como si acabara de anunciar que me iba a morir mañana o algo así.

Levanté la mano para calmar a todos y agregué: "Considerando que he sido fortalecido de

todas las maneras imaginables, mi vida útil es probablemente mucho más larga que la de un humano normal."

"O-Oh, eso es lo que querías decir." Kaori suspiró aliviada. Le sonreí y le dije: "A pesar de todo, no tengo intención de morir y

dejar a Yue sola. Pero Kaori, una vez que regreses a tu cuerpo original, tendrás la misma esperanza de vida que una persona normal, ¿verdad?"

Lo mismo ocurría con Yaegashi y Shea también. Ambas murmuraron: "Oh..." mientras Kaori

decía: "Eso es... cierto. Yo..." "No te preocupes tanto. Miledi logró unir su alma a un golem y vivir durante miles de años,

por lo que sabemos que hay formas de permanecer viva durante más tiempo. En el peor de los casos, podemos hacer eso con ustedes. Pero lo más probable es que encontremos la manera de alargar su vida si estudiamos el cuerpo de ese apóstol un poco más a fondo."

"......" Kaori me miró fijamente. Ladeé la cabeza, preguntándome si había dicho algo extraño. Pero

un segundo más tarde, sonrió con la misma delicadeza que Tio y dijo: "Hajime-kun, siempre estás pensando en el futuro, ¿no es así?"

"¿Eso está mal?" Kaori agitó vehementemente su cabeza y su sonrisa se hizo más profunda. Al mismo tiempo,

Yue, Shea, Tio y Yaegashi también me sonrieron. "Es sólo que siempre hemos estado luchando para salir vivos de la próxima crisis... Estoy

contenta. Especialmente porque el futuro en el que estás pensando me incluye a mí. Fufufu, siento como si mi corazón estuviera flotando!"

"Ya veo..." No sabía qué más decir. Cuando vi las sonrisas de Kaori y de todos los demás, sentí que

cualquier palabra que pudiera tener no tendría sentido de todos modos. Sintiendo el calor subir por mi cara, torpemente miré hacia otro lado otra vez. En el momento en que lo hice.



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"Kaori... Deberías tomar ese cuerpo tuyo y flotar lejos con tu corazón. Y luego no regresar nunca más."

"Yue, ¿cómo puedes decir eso? ¿No tienes alma?" No sabía si era para ahorrarme las miradas de todos, o solo porque a Yue le gustaba

burlarse de Kaori, pero ella empezó a insultarla de nuevo. Naturalmente, la sonrisa de Kaori pasó de feliz a amenazante, y ella se giró hacia Yue. Como siempre, las dos empezaron a pelearse.

Suspirando, Shea fue a separarlas mientras Tio sólo miraba y Yaegashi agitaba la cabeza.

Taniguchi también se unió, decidiendo que sería más divertido participar que descansar. Mientras el caos descendía sobre la sala de estar una vez más, pensé de nuevo en las palabras de mis padres.

"¡No te rindas! ¡Asegúrate de regresar con nosotros pase lo que pase!" El último de sus siete consejos había sido más útil de lo que pensaban. No te preocupes, mamá, papá. Volveré a casa pronto. Junto con toda la gente maravillosa

que conocí en este mundo.



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Relatos Cortos De Bonificación

La fuerza de la conejita no tiene límites Tio miró a Hajime con nostalgia, rogando ser castigada. Hajime y los demás estaban

descansando en el salón del palacio de Vandre Schnee, recuperándose de su larga prueba. Tio estaba sentada en el suelo bajo Hajime y poniendole ojos de cachorro, con el dedo en la boca. Tenía el aspecto perfecto y eso molestaba a Hajime. Parecía que Tio aún esperaba que Hajime la castigara por revelar que secretamente quería usarlo para matar a Ehit. Pero, por supuesto, Hajime lo sabía desde el principio, por lo que no tenía intención de darle lo que ella quería.

"Hajime... Hajime..." Una refrescante voz interrumpió los molestos pensamientos de Hajime. Se giró hacia Yue,

que estaba sentada a su lado, y le preguntó: "¿Sí?" "¿Me... castigarás?" "......" De acuerdo, tengo que calmarme. Sólo mantén la calma, lleva a Yue a ese dormitorio de

allí, y... "Hajime-kun, mejor que no lo hagas." En el momento en que Hajime vio aparecer la postura de Kaori tras ella, recuperó la

compostura y asintió. El demonio enmascarado parecía aún más vivo que antes. ¿Está usando la magia de evolución para hacerlo real o algo así?

Alejando su atención de Kaori, Hajime se giró hacia Yue y ladeó la cabeza. "Ejem. ¿De dónde salió eso, Yue?" Parecía como si hubiera cambiado de tema porque tenía miedo de seguir mirando a los ojos

acusadores de Kaori. "Mmm... Porque estaba pensando en confiarte a Shea." Parecía que Yue estaba pidiendo ser castigada porque dejaría que su miedo por el futuro la

venciera. Y como Tio estaba pidiendo un castigo, Yue no quería que la dejaran fuera. Ella le dio a Hajime una mirada suplicante, similar a la que Tio le había dado momentos antes. Luego, se dio la vuelta y levantó su lindo trasero en el aire, como si le pidiera a Hajime que le diera nalgadas y se mojó los labios.

"¡Desintegrar!"



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"¿¡Mmm!?" Un destello de luz plateada se dirigió hacia Yue. Un segundo después, el sofá se desintegró.

Yue apenas consiguió salir rodando a tiempo para evitar la explosión. El sudor frío le caía por la frente y ella giraba sobre la culpable.

"¡Kaoriii!" Kaori se giró hacia Yue con una sonrisa que no se extendía a sus ojos. "¿Sí?" preguntó ella inocentemente, haciendo que Yue se enfureciera. Ambas expresiones

eran lo suficientemente espeluznantes como para hacer llorar a los niños. "Cálmate, Yue. En cuanto a tu castigo... ¿No te ha castigado ya bastante Shea?" "Mrrr…" A regañadientes, Yue se tiró sobre otro sofá intacto. Sonriendo irónicamente, Hajime se giró

hacia Shea. "Pero tengo que decir... Estoy impresionado de que te las arreglaras para pelear con Yue

hasta que se detuviera, Shea." Las heridas de Yue se regeneraban instantáneamente, podía lanzar magia de nivel

avanzado sin encantamientos y, sobre todo, podía usar todo tipo de magia antigua. Honestamente, Hajime se había sorprendido al escuchar que Shea había crecido lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a Yue.

Medio avergonzada, medio orgullosa, Shea se sonrojó, sus orejas de conejo caían de un

lado a otro. "Jejeje, pensé que iba a morir allá atrás." "¿Le importaría darnos más detalles de su lucha?" En el momento en que Tio preguntó eso, los oídos de todos se animaron. Yue se cruzó de brazos y contó con una voz ligeramente temblorosa. "Incluso cuando intenté

congelarla en hielo, se abrió camino a través de mi magia..." "Espera, ¿en serio? ¡Fuiste capaz de detener el golem de Miledi con esa magia!" Hajime estaba aún más sorprendido ahora. Pero él, y todos los que lo escuchaban, pronto

se dieron cuenta de que eso era sólo la punta del iceberg. "Cuando intenté detenerla con magia gravitacional, ella ignoró la presión con espíritu de

lucha..."



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"Bueno, ella se especializa en magia para fortalecer el cuerpo... Pero aún así, es increíble. Tu magia de gravedad puede incluso hacerme retroceder, Yue..." Respodió Kaori asombrada.

"Ella golpeó mi Trueno Dracónico hasta que cayó en el olvido..." "Bueno, si ella cubriera su martillo de guerra con maná, eso sería teóricamente posible..."

Murmuró Tio. "Y ella detuvo mis ataques de magia espacial con sólo su cuerpo..." En ese momento, Hajime y los demás estaban empezando a preguntarse si seguía siendo

un hombre bestia. Sin embargo, Yue aún no había terminado de hablar sobre las hazañas de Shea.

Supuestamente, cada uno de los ataques de Shea había roto la barrera del sonido.

Supuestamente, todas sus heridas se habían curado en segundos, incluso las más graves. Supuestamente, aunque tenía poca afinidad por ella, Shea había sido capaz de usar la magia de evolución en su cuerpo fortaleciendo la magia, haciéndola tan rápida que ni siquiera Yue podía seguir sus movimientos. Supuestamente, se las había arreglado para hacer uso de su habilidad innata de un hombre conejo para manipular su presencia mientras hacía todo eso, lo que la hacía aún más difícil de rastrear. E incluso cuando Yue se las arregló para golpear a Shea con un hechizo, aparentemente lo soportaba sin recibir daño. Supuestamente, solo sus gritos de batalla habían sido lo suficientemente fuertes como para causar conmociones cerebrales en Yue.

La lista seguía y seguía. Los ojos de Yue se iluminaron mientras recordaba todas las

hazañas que Shea había logrado, y todos se giraron hacia Shea en shock. "Aww, me estás haciendo sonrojar con todos esos elogios, Yue." Shea se estaba sonrojando de verdad. De hecho, se veía absolutamente adorable,

escondiendo su cara detrás de sus orejas. Pero detrás de ese lindo exterior... "Shea, ¿puedes quedarte ahí un segundo?" Preguntó Hajime con indiferencia. "¿Hm? ¿Esto está bien?" Shea se paró contra la pared como se le pidió. En el momento en que lo hizo, Hajime

desenvainó a Donner a la velocidad de la luz y le disparó. Aunque sólo había disparado una bala de goma que no había sido acelerada por su pistola de rayos, Yue y los demás se sorprendieron al ver que le había disparado a Shea.

"Whoa." Casi reflexivamente, Shea agarró la bala que apuntaba a su hombro. Yue y los demás

temblaron. De hecho, acababa de agarrar una bala del aire.



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"¡Cielos, para qué fue eso, Hajime-san!" Incluso cuando estaba haciendo pucheros, se veía linda. Pensando que quizás la última

bala había sido una casualidad, Hajime disparó una más por si acaso. Hubo un estruendo metálico cuando Shea lo bloqueó con su puño y todos la miraron con asombro.



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Lecciones mágicas de Yue: Parte 2 Mientras todos estaban descansando en la sala de estar de Vandre Schnee y recuperando

fuerzas, Suzu de repente se acercó a Yue. "¡O-Onee-sama! ¿Puedes darme clases de magia?" Suzu juntó sus manos frente a su pecho, pareciendo casi como si estuviera rezando. Sus

ojos brillaban de expectativa. Yue, que había estado tratando de seducir a Hajime, se dio la vuelta con un "¿Eh?". Avergonzada, rápidamente se enderezó la espalda y fingió que no había estado a punto de abalanzarse sobre Hajime.

"¿Quieres que te enseñe magia?" "Sí. Me las arreglé para conseguir un familiar, pero la magia de metamorfosis sigue siendo

difícil de controlar..." "¿Por qué me lo preguntas a mí?" "¡Porque eres el mejor, Onee-sama!" Suzu ha mirado a Yue con algo parecido a la adoración de un héroe en sus ojos. Yue

parpadeó unas cuantas veces y luego se hinchó el pecho con orgullo. Estaba disfrutando de los elogios.

"Mmm... Bueno, yo no diría que soy la mejor," murmuró, pero estaba pateando sus piernas

de un lado a otro felizmente. Sin embargo, su euforia duró poco. Un segundo después, dos de sus amigos vinieron a arruinar su espectáculo.

"Suzu-san, lo digo por tu propio bien. No deberías pedirle a Yue-san que te enseñe." "Estoy de acuerdo. Suzu, estarías mejor aprendiendo de mí que de Yue." "¿¡Shea!? ¿¡Tío!?" Shea y Tio pusieron cada uno una mano sobre uno de los hombros de Suzu. Yue las miró

con dolor, mientras Suzu se giraba en blanco. "Sheashea? ¿Tio-san? ¿Por qué dicen eso?" "¡Porque Yue-san es la peor profesora de la historia!" "Además, es una genio tan natural que sólo te desanimarás." "¿¡Shea!? ¿¡Tío!?" Hace mucho tiempo, Shea y Tio habían intentado aprender magia de

Yue. Pero al final, Yue se había quedado perpleja, preguntándose por qué conceptos que a



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ella le parecían sumamente elementales se le escapaban a sus alumnos. El hecho de que no hubiera estado actuando por arrogancia en realidad había aplastado los espíritus de Shea y Tio y les había hecho sentir estúpidas. Por cierto, así fue como Yue intentó enseñar a Shea y a Tio:

"Así que, recoges tu maná con un bwaaaah, ¡y luego te vas al banco con pew pew! ¡Después

de eso, tienes que seguir con un fwoosh! Simple, ¿verdad?" No es de extrañar que Shea y Tio se hubieran quedado perplejas. Yue se giró hacia Hajime

con ojos llorosos. Señaló a Shea y dijo: "Están siendo malas conmigo." "Taniguchi. Yo también recomendaría aprender de Tio. Es la mejor maestra entre nosotros." "¿¡Huh!?" Yue cayó al suelo. Nunca esperó que Hajime, de todas las personas, la traicionara. Ya veo... Todos te traicionarán eventualmente... Así es como es la gente. Tenías razón

copia... pensó para sí misma. Se arrastró hasta un rincón de la habitación y se acurrucó allí, abrazando sus rodillas. Y mientras se enfurruñaba, miró a Hajime, Shea y Tio.

"Los odio chicos..." murmuró. Entonces, ella enterró su cabeza en sus rodillas. Suzu miró a

Shea y a los demás, mientras que Shizuku se rió secamente y Shea y Tio agitaron sus cabezas con exasperación. Hajime, por otro lado, parecía dolido, al igual que Ryutarou y Kouki por alguna razón. Solo Kaori parecía contenta por este giro de los acontecimientos. Sonriendo, se acercó a Yue, tarareando para sí misma mientras lo hacía y con un aspecto absolutamente extático.

"¡Yue-sensei!" exclamó ella con voz de canto. Shizuku miró al techo con indignación

mientras todos los demás retrocedían unos pasos, esperando que estallara otra pelea. "Muere, Kaori..." "¡Ves, ahí está tu problema! Es porque siempre eres tan mala con la gente que apestas

enseñando." A primera vista, parecía que Kaori estaba dando buenos consejos, pero por su expresión

era obvio que estaba contenta de haber captado finalmente una de las pocas debilidades de Yue. Solo en los alrededores de Yue Kaori fue siempre tan beligerante. Aún así, Hajime echaba de menos los días en los que era la gentil diosa de su instituto.

"¡Tengo una idea! ¿Por qué no intentas enseñarme? Por ejemplo.... ¿qué tal si me enseñas

cómo cambiaste el color de tu cabello con la magia de la metamorfosis? ¿Qué dices?" "Tch... ¡Te vas a reír de mí y llamar incomprensibles a mis explicaciones!"



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Lo único que Yue estaba dispuesta a enseñarle a Kaori era el significado del dolor. Se abalanzó sobre la curandera, pero Kaori estaba acostumbrada a los violentos arrebatos de Yue, así que simplemente tomó el puño de Yue y dijo: "Ahora, deja de jugar y enséñame correctamente."

Yue miró con ira a Kaori durante unos segundos, pero al parecer cambió de opinión y decidió

seguirle el juego a la farsa de Kaori. "Primero, aprietas tu maná como todos los buaaaah. Luego, empiezas a amasarlo como si

fuera paaa. ¡Y finalmente, todo lo que queda es sacarlo con un fwoosh!" Shea y Tio se giraron hacia Suzu, como si dijeran: "Mira, sus explicaciones son

incomprensibles". La expresión de Suzu se endureció y les dio una sonrisa nerviosa. La reacción de Shizuku fue muy similar. Ninguna de ellas esperaba que la princesa vampiro perfecta tuviera un defecto tan evidente. Sin embargo-

"Umm, así que voy a bwaaaah, luego paaaa, luego fwoosh... ¡Lo hice!" "¿¡Queeeeeeeeeeeeeeee!?" Los ojos de todos prácticamente se les salieron de la cabeza mientras miraban a Kaori. De

hecho, había conseguido cambiar su cabello plateado a negro siguiendo la incomprensible explicación de Yue.

"Ves, no eres tan mala enseñando, Yue. Me lo explicaste enseguida." "¿Realmente? ¿Entendiste lo que dije?" "¡Por supuesto! ¡Sólo tienes que ir a bwaaaah, luego paaaa, luego fwoosh! ¡Es pan comido!" "Sí... ¡Lo es!" La expresión deprimida de Yue se transformó en una sonrisa. Se puso de pie y señaló a

Shea y a Tio, hinchando su pecho tan fuerte que parecía que estaba haciendo todo lo posible por no caerse hacia atrás.

Las dos todavía estaban tambaleándose por esta revelación cuando Kaori añadió: "¿Qué

les pasa a ustedes dos? ¿Por qué están siendo tan malas con Yue?" "No estamos tratando de ser malas, sólo..." "De hecho... ¿Cómo es que puedes entender la explicación de Yue?" Kaori ladeó la cabeza y contestó con voz confusa: "Quiero decir, su explicación es muy

simple, ¿no es así?"



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Tio se agarró el pecho y se tiró al suelo mientras los ojos de Shea se abrían de par en par. En el silencio que siguió, Suzu dijo tímidamente: "Realmente son buenas amigas de Yue-

oneesama, Kaorin." Esta vez, Yue y Kaori no lo negaron. No pudieron. Por una vez, estaban de acuerdo. Y así,

Yue-sensei descendió una vez más. "Shea, Tio, Hajime. Shizuku, tú también. ¡De pie!" El orgullo dañado de Yue se había recuperado, y ella estaba deseando enseñar una vez

más. Nadie podía detenerla ahora. Hajime y los demás intercambiaron miradas, y luego se pusieron en pie cansados.

"¡De acuerdo, ahora repite después de mí! Bwaaaah, paaaa, y fwoosh!" Por supuesto, nadie repitió esas palabras. Después de todo, habría sido demasiado

vergonzoso decir sonidos sin sentido como ese. Sin embargo, Yue e era una profesora despiadada.

"¡Dije que repitas después de mí! ¡Empieza con bwaaaah! ¿Entendido? ¡Bwaaaah! ¡Ahora

dilo!" "B-Bwaaaah…" "¡Bwaaaah!" Solo Kaori parecía estar disfrutando de la improvisada lección. Sonriendo, levantó las manos

en el aire, haciendo lo que presumiblemente era un movimiento 'bwaaaah' con ellos. "¡No puedo escuchar la pasión en tu voz! ¡Otra vez! Esta vez, ¡dilo con el corazón!" La lección de Yue continuó durante bastante tiempo, haciendo que Hajime y los demás

murieran por dentro.



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Academia de Magia Común: Papá, un estudiante transferido y una víctima

El príncipe de Heiligh, de diez años de edad, el reino que albergaba la infame academia de

magia, se había enamorado. Al menos, eso es lo que dicen los rumores. Supuestamente, había venido a la ceremonia de entrada de la academia como invitado y se había enamorado de uno de los estudiantes a primera vista. Naturalmente, los estudiantes habían empezado a chismorrear sobre quién podría ser la futura reina potencial de Heiligh. Los rumores sólo se hicieron más pronunciados cuando la escuela anunció que el Príncipe Lundel asistiría a la academia a partir de ese día en adelante. Fue el primer miembro de la familia real que asistía a la academia. Era obvio para los estudiantes que había venido aquí para perseguir a su primer amor. Y todos querían ver a quién había elegido. Hajime Nagumo, un estudiante común y corriente, escuchaba distraídamente a los estudiantes que chismeaban a su alrededor mientras caminaba por los pasillos.

"¡Por fin te he encontrado, Hajime Nagumo!" Pero se detuvo cuando alguien de repente gritó su nombre. Se giró y vio al príncipe

mirándolo fijamente. Parecía tener un problema con Hajime. Todos los estudiantes cercanos miraron sorprendidos a Lundel y luego se giraron para mirar hacia atrás acusando a Hajime. Parecían creer que había hecho algo para crear problemas de nuevo. Por supuesto, Hajime se sintió insultado por creer que todas las conmociones anteriores habían sido culpa suya.

"Buenos días, Su Alteza. ¿Necesitabas algo de mí?" Algunos de los estudiantes que miraban estallaron de risa. El discurso educado no le venía

nada bien a Hajime. Lundel estaba tan concentrado en Hajime que ni siquiera notó las reacciones de los estudiantes que lo rodeaban. Él se adelantó y declaró, "¡Necesito hablarte de tu novia!"

¿Así que los rumores eran ciertos? ¿¡El príncipe realmente vino aquí para perseguir a una

chica!? pensaron los estudiantes. Más y más gente empezó a reunirse en el pasillo. Y, al mismo tiempo, los estudiantes pensaron: Espera, ¿qué tiene que ver el primer amor

del príncipe con Hajime Nagumo? El propio Hajime se preguntaba lo mismo. ¿Novia? ¿Tengo una novia? Espera, ¿esto

significa que la chica de la que el príncipe está enamorado tiene algo que ver conmigo? Su mente se aceleró furiosamente, Hajime llegó a una conclusión horriblemente

equivocada. Espera, ¿está hablando de Myu? ¡De ninguna manera! Myu había sido la nueva representante estudiantil durante la ceremonia de entrada, y era la

hija adoptiva de Hajime. Todo el mundo la había visto llamar a Hajime "papá", así que sabían que estaba emparentada con él de alguna manera. Todo tiene sentido ahora... ¡Tiene que estar



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hablando de Myu! Así que estás tratando de ponerle la mano encima a mi hija, ¿eh, sinverguenza real?

Hajime era un caso de libro de texto sobre un padre cariñoso. Contempló la mirada decidida

del príncipe con una mirada fulminante. Lundel, al igual que los estudiantes cercanos, se estremecieron.

"¡Que alguien despliegue una barrera! ¡Llevaré a los de clase baja a un lugar seguro!" Un agotado estudiante de último curso, acostumbrado a lidiar con los incidentes frecuentes

en la escuela, comenzó a evacuar a la gente de la zona. Mientras tanto, Lundel estaba perdido en sus pensamientos. Está tratando de acobardarme con esa mirada. Realmente no quiere entregar a su novia Kaori.

De hecho, la chica de la que Lundel se había enamorado era Kaori. Uno de los dragones

relámpago de Yue se lo había tragado entero durante la ceremonia de entrada, y después, la sacerdotisa había venido a curar sus heridas. Se había enamorado de la sanadora de aspecto santa a primera vista. Por supuesto, no tenía idea de que Kaori había sido parte de la razón por la que la pelea en la ceremonia de entrada había ocurrido en primer lugar, o que ella, junto con Shea, Yue, y Tio, era considerada uno de los cuatro niños problemáticos de la escuela. De hecho, solo porque no sabía lo que había debajo de la santa apariencia de Kaori, se había enamorado de ella. Y así, había venido aquí para ver qué clase de hombre era el amor de Kaori.

"He... oído hablar de ti." ¿Lo ha hecho? ¿De quién? ¿Myu? Ahora que lo pienso, ella es parte del consejo estudiantil

de la rama de primaria y todos estaban allí para saludar al príncipe cuando fue admitido por primera vez en la escuela. Debe haber hablado de mí entonces. Bueno, si va tras mi hija, no hay necesidad de ser educado con él.

El malentendido de Hajime se hizo aún más profundo, y él gruñó: "Oh, ¿y qué has oído,

eh?" Sus labios se acurrucaron en una sonrisa sin miedo. "Le pedí que se casara conmigo, pero dijo que no podía porque iba a casarse contigo." ¿Myu quiere casarse conmigo? Oh, espera, probablemente esté pasando por esa fase que

todas las chicas hacen cuando dicen que quieren casarse con su padre. Oh Myu, eres tan linda y...

"Ella dijo que ganaría tu amor por cualquier medio, que la embarazarías, y que comenzaría

una familia feliz contigo! ¡Y que aplastaría a cualquier rival que se interpusiera en su camino!" "¡Espera, en serio!"



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Myu, ¿estás tan obsesionada conmigo? Espera, ¿de verdad usaste esas palabras? Estoy un poco sorprendido...

El sudor frío corría por la espalda de Hajime mientras trataba de procesar esta nueva

información. Necesitaba repensar cómo interactuar con su hija. "¡Hajime Nagumo! ¡Respóndeme esto! ¿¡Tienes intención de corresponder a sus

sentimientos!?" Lundel estaba decidido a llevar esto a cabo, por el bien de su amada Kaori. Por otro lado,

Hajime estaba en pánico ahora que se había enterado de los sentimientos prohibidos de su hija. Los estudiantes espectadores habían escuchado la historia completa de los miembros del club de periódicos que habían venido a ver lo que estaba pasando y sabían que Kaori estaba enamorada de Lundel. Pero ninguno de ellos sabía que Hajime había hecho un grave malentendido. Estaban esperando a ver cuál era la respuesta de Hajime a la sincera pregunta de Lundel. Querían saber si Yue era su único amor, o si también quería llevarse a Kaori para él. Naturalmente, contestó Hajime a Lundel con sinceridad.

"No tengo... ningún interés en corresponder a sus sentimientos!" Oooooooh, ¡realmente lo dijo! Mientras los estudiantes se susurraban animadamente unos

a otros, los ojos de Lundel comenzaron a brillar de esperanza. Sin embargo, esa esperanza duró poco.

"¡Pero tampoco tengo intención de dártela a ti!" "¿Qué?" Lundel no fue el único sorprendido por eso. Los espectadores también lo estaban. "¡Y una mierda si se la entrego a un random como tú!" ¿Qué quieres decir con "random"? ¡Es un príncipe, por el amor de Dios! ¡Una de las

personas más influyentes del reino! los estudiantes pensaron simultáneamente. "Así que, aunque no planeas aceptar sus sentimientos, vas a mantenerla atada a ti." "Hmph, ella es así de importante para mí. Además, todavía es joven. Es demasiado pronto

para que piense en casarse. ¡No permitiré que te la quedes!" ¿Cuán egoísta puedes ser? ¡Especialmente cuando ya tienes a Yue-sensei! Pero mientras los estudiantes se llenaban de celos, Lundel estaba pensando en otra cosa

completamente diferente: ¿Joven? ¿Cómo es que Kaori es demasiado joven? ¿De qué está hablando? ¿Quiere decir que aún es inmadura?



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Él también estaba empezando a malinterpretar. "Por cierto, ¿qué quieres decir cuando dices que es joven? A mí no me parece que sea

así..." Los espectadores asintieron de acuerdo. Se giraron hacia Hajime, esperando su respuesta. "Quiero decir, sólo mírala. Obviamente parece joven." "¿En serio? ¿Estás... estás seguro? Supongo que su cara es un poco infantil, pero..." Tanto Lundel como los otros estudiantes no estaban de acuerdo con la evaluación de

Hajime. Preguntándose cómo Myu podría parecer madura para alguien, Hajime añadió: "Si no crees

que parezca joven, te demostraré que actúa joven. Para empezar, mira lo malcriada que está." "¿¡En serio!? ¿Puedes ser más específico?" Los estudiantes también tenían mucha curiosidad por saber cómo actuaba Kaori, malcriada. "Hmm.... Bueno, para empezar, siempre está pidiendo abrazos." "¿¡Ella esta!? ¡Increíble! ¡Quiero que la princesa la lleve también!" "Uhhhh, ¿no me has oído? Dije abrazos, como, ya sabes, abrazos normales. Desde el

frente." ¿¡Del frente!? ¿Qué clase de cosas traviesas estás haciendo con Hajime, Kaori? "Y ni siquiera puede dormir sola, así que siempre se mete en mi cama por las noches." "¡No puede dormir sola!" "Oh, y tiene miedo de ir al baño sola por la noche, así que tengo que ir con ella." "¿Ella qué?" "Además, ni siquiera puede lavarse bien el cabello." "¿Ella no puede?" Espera, Kaori-san, ¿no eres un poco mayor para hacer ese tipo de cosas?, pensaron los

estudiantes. Lundel, por otro lado, se había aferrado a una parte diferente de las palabras de Hajime.



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"¡Aguanta! ¿Cómo sabes que no puede lavarse el cabello?" ¡Sí, buen punto! No me digas que se bañan juntos... "¿Eh? ¿No es eso obvio? Eso es porque nos bañamos juntos." "Tú... ¿qué?" Lundel estaba tan sorprendido que se puso a cuatro patas. Mientras tanto, los estudiantes

temblaban de miedo. La forma en que Hajime había confesado tan despreocupadamente les había dejado claro que era demasiado Chad para cualquiera de ellos.

"¿Lo entiendes ahora? Es demasiado joven para seguir pensando en el matrimonio. En el

mejor de los casos, te permitiré ser su amigo. Si intentas pedirle algo más... Te aplastaré las pelotas."

Los estudiantes varones cubrieron sus partes privadas y dieron unos pasos hacia atrás. Por

otro lado, todas las chicas estaban asombradas de lo audaz que era Kaori. No puedo creer que se bañe con Nagumo-san...

Después de unos segundos, Lundel se recuperó de la conmoción y se puso en pie. "¡No creas que has ganado todavía!" Se giró sobre su talón y huyó, lágrimas salían de sus ojos. Después de unos segundos, Hajime dijo: "Al menos tiene agallas." Sorprendentemente, estaba sonriendo. Al final, el malentendido nunca se resolvió. Pero,

como resultado, la valoración de Hajime sobre Lundel había aumentado.

◇ ◇ ◇

Después de la escuela, un cierto trío visitó Kaori. "¡Kaoriiiiii, ¡cómo te atreves a meterte en la cama de Hajime! ¡Paga por tus pecados con la

muerte!" "¡Kaori-san, no puedo creer que lleves a Hajime-san al baño contigo por la noche! ¿Cómo

puedes ser tan lasciva?" "Kaori, ¿es verdad que te colaste en el baño del Maestro? Si es así, la muerte es un castigo

adecuado para ti." "¿¡Huh!? ¿De qué están hablando? ¡Cálmense, ustedes tres!"



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"Kaori, yo... ¡Aún así te aceptaré! Aunque no puedas lavarte el cabello, te sigo queriendo..." "¿¡Su Alteza!? ¿De qué demonios estás hablando?" Naturalmente, ese incidente terminó con una sección de la escuela volando en pedazos.

Lamentablemente, el malentendido nunca se resolvió y durante días, la gente le disparaba a Kaori miradas comprensivas cuando la veían en la escuela.



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Super Tio "¿Qué... has dicho?" Una voz conmocionada resonó por la sala de estar del palacio escondido de Vandre Schnee. "¿¡Estás bien!? ¿Te sientes mal?" "¿Tienes miedo? ¿¡Debería echarte magia curativa!?" Voces temblorosas y preocupadas siguieron a la exclamación. La primera voz había

pertenecido a Hajime, mientras que la segunda y la tercera provenían de Shea y Kaori, respectivamente.

"¿No están siendo un poco crueles?" Tio protestó ardientemente. Yue se engulló, las miradas de todos estaban fijas en ella. "¡Yue! ¿Por qué hasta tú pareces tan sorprendida?" Tio miró a Yue con dolor. Y con manos

temblorosas, Hajime-- "Y Maestro, ¿por qué tiemblan tus manos?" Hajime masajeó sus sienes, y luego se giró hacia Suzu y Ryutarou. "Taniguchi, Sakagami... ¿Estás seguro de que eso es lo que viste?" "Sí. Sé que es difícil de creer, Nagumo-kun, pero... ¡realmente fue Super Tio-san!" "Sí. Lo que realmente asusta es que era aún más asombrosa que aquella vez en Haltina..." "Imposible." "Maestro, me estoy acercando al final de mi paciencia. Si sigues así, te daré un puñetazo

en la cara." Tio se rompió los nudillos, algo que nadie la había visto hacer antes. Pero Suzu siguió

ignorándola y exclamó: "¡Esa fue, sin duda, Super Tio-san: Edición de realeza!" Esta fue la razón de la tensión en la habitación. Mientras tomaban el té, Suzu y Ryutarou

les habían contado a todos sobre la majestuosa y digna Tio de la que habían sido testigos durante su juicio. La historia había dejado a Hajime y a los demás sin palabras.

"¡Maldita sea, ¡cómo es que me lo sigo perdiendo! Dios, ¡todo esto es tu maldita culpa!"



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Hajime maldijo como si se hubiese perdido una oportunidad única en la vida. Tenía muchas ganas de ver a Súper Tio, y esta era la segunda vez que perdía su oportunidad. Agachó la cabeza, desesperado, y Tio lo miró con una mirada aún más despreciativa que la de Yue.

"No lo entiendo. Siempre he sido así. Incluso cuando estábamos en Haltina, simplemente

hice lo que había que hacer. ¿Por qué están actuando como si esto fuera un lado oculto de mi personalidad que nunca aparece de otra manera?"

Tio tenía razón, pero parecía que no era consciente de lo ridículas que parecían sus

acciones normales. Ignorando su pregunta, Yue sonrió tranquilamente a Hajime y puso sus manos sobre las de él.

"Ahora que he obtenido toda la magia antigua, no hay nada que no pueda hacer…" "¿¡Huh!? ¿Realmente puedes hacerlo, Yue?" "¡Sí! ¡Déjamelo a mí!" Yue se giró hacia Tio. Su obsesión con Hajime era tan grande que haría lo que fuera para

concederle su deseo. Sintiendo que su vida estaba en peligro, Tio se levantó rápidamente y murmuró: "Tengo que

ir a un lugar..." "¿Adónde crees que vas?" Desafortunadamente, Yue dio la vuelta para cortarle el paso. "Detente..." "¡Haré que muestres tus verdaderos colores con magia espiritual! ¡Vuélvete normal!" Tio gritó mientras un destello de luz blanca llenaba la habitación. Un momento después- "Fufu, qué niña tan problemática eres." "¿¡Mmm!?" Cuando la luz se desvaneció, Hajime y los demás vieron a Tio llevando a Yue en sus brazos.

Miraba amonestadoramente a Yue, como una madre regañando a su traviesa hija. Hajime tragó en sorpresa e intentó irritar a Tio para ver que pasaba.

"Hey, pervertida." "Maestro, ¿por qué las palabras acérrimas? ¿He hecho algo que te ha desagradado?"



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En lugar de respirar alegremente, en realidad parecía herida. Hajime estaba tan sorprendido que se resbaló de su sofá. Luego, miró a Shea y a los demás, que asintieron con la cabeza.

"¡Es Super Tio-san!" "Vaya, hoy están todos tan llenos de energía." Tio sonrió suavemente a todos. Esta era, sin duda, Super Tío. "¿T-Tio? ¿Puedes bajarme ahora?" Yue parecía un poco avergonzada cuando preguntó. "Pero Yue, aunque lo hicieras por el bien del Maestro, aún necesitas reflexionar sobre tus

acciones." "¿Eh?" "No me digas 'Eh'. Eres la persona más vieja aquí, después de mí. Si no actúas

responsablemente, ¿qué clase de ejemplo les darás a los demás?" "U-Umm... ¿Perdón?" Yue no esperaba que Tio, entre todas las personas, le diera un sermón. Además, Tio tenía

razón. No había nada que Yue pudiese decir para defenderse, especialmente con lo madura que parecía Tío. Viendo lo fácil que Tío amedrentó a Yue, todos los presentes se dieron cuenta de que Super Tio era aún más impresionante de lo que se habían imaginado.

Las pupilas de Suzu se convirtieron en corazones y ella susurró "Onee-sama..." con voz

ronca. Incluso Kaori y Shizuku se enamoraron de esta nueva y mejorada Tío. Yue, que aún estaba en los brazos de Tio, la miró y murmuró: "Así que esta es... una

verdadera dragona... Asombroso." Kouki también estaba encantado con esta nueva Tio. Ryutarou, sin embargo, estaba

sentado en una postura meditativa, repitiendo: "¡No dejes que te engañe! Todo esto es una mentira" para él mismo.

"Haaah, olvidé que así es Tio-san cuando se pone seria. Si tan sólo actuara así todo el

tiempo, nosotros... Espera, ¿Hajime-san? ¿Qué pasa?" Shea ya había visto a Super Tío una vez antes y por lo tanto estaba menos sorprendida. Se

giró hacia Hajime, pero se sorprendió al ver su cara inexpresiva. No, al mirarlo más de cerca, se dio cuenta de que parecía casi frustrado. Un segundo después, se puso en pie y empujó a Suzu y a Kaori, que se amontonaban alrededor de Tío, a un lado.

"Hey, Tio."



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"¿Sí, Maestro?" Tio sonrió suavemente a Hajime. Sin embargo, la agarró por los hombros y le gritó: "¡Esa

no es la reacción que quiero! ¡Todo esto está mal! ¡Tío!" "¿Qué pasa, Maestro? Por favor, cálmese y..." Aunque estaba agitada, Tio rápidamente recuperó la compostura y intentó tratar con Hajime

con calma. Pero él la interrumpió con un grito de angustia. "¡Tienes que recordar quién eres realmente!" Aunque fue culpa suya que Tio se hubiera vuelto así, Hajime no pudo dar testimonio de

Super Tio. "¡Eres una pervertida! ¡Una pervertida completamente desesperada!" "Aunque seas mi maestro, no puedo permitirte..." Hajime presionó lo suficiente los hombros de Tio que empezaron a dolerle. Tio, a su vez,

apretó su cara de dolor, pero Hajime la ignoró. "Eres la única persona en el mundo entero, no, ¡el universo entero, que estaría feliz de

recibir un pile driver en el culo!" "Ese fue un desafortunado momento de indiscreción..." "¡Despierta, Tio! ¡Eres el tipo de pervertida espeluznante que se desliza fuera de los barrotes

de tu jaula y se atasca el culo y se desnuda en momentos inoportunos! ¡Eso es lo que realmente eres!"

Yue y los demás se quedaron sin palabras. No podían creer que Hajime le estuviera diciendo

todo esto a Tio cuando por una vez estaba hablando en serio. Pero, al mismo tiempo, parecía tan desesperado que no se atrevían a interrumpirlo. Sólo miraron hacia atrás y hacia delante entre Hajime y Tio, confundidos.

"¡Eres una dragona inútil y pervertida que encuentra placer en el más atroz de los castigos!" "...Heh." ¿Eh? ¿Soy yo... o de repente Tio-san se ve diferente... Pensó Shea. "Eres la amada princesa del clan Klarus, ¿verdad?" "Haaah... Haaah..."



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"Una tio que es madura y comprensiva es como una hamburguesa sin la hamburguesa! ¡O como una soda sin gas! ¡O arroz al curry sin arroz! ¡No eres Tio sin tus partes pervertidas!"

Tio miró a Hajime, una mirada de éxtasis en su cara mientras esperaba que le diese el golpe

final. "¡Regresa a tus sentidos! ¡Quiero a la única súper masoquista, pervertida, Tio!" "¡Aaaaaaaah! ¡Por favor, insúlteme más, Maestro! ¡Castiga a esta pervertida dragona!" La vieja Tio había vuelto. Sonriendo, Hajime dijo: "Bienvenida, Tio." Babeando, Tio sonrió amorosamente. "He regresado, Maestro. Y has superado otra de mis pruebas. Te amo." "Pero yo no te quiero." "Oh, Maestro..." Tio y Hajime se rieron. Todos los demás lo vieron, pensando: "Será mejor que te hagas

responsable de esto, Hajime." Sin embargo, al mismo tiempo, odiaban cómo se sentían un poco aliviados por el regreso

de la Tío normal.



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Cuentos de hadas comunes: Aladino Hace mucho tiempo, vivía un pobre chico llamado Aladino. Sus padres habían malgastado

todo su dinero comprando artículos de anime y habían caído en la pobreza. Pero Aladino era un otaku, así que no podía quejarse.

Sin embargo, un día, un mago que decía ser un pariente lejano de él apareció ante Aladino.

El mago estaba cubierto de pies a cabeza con una larga túnica, incluso su cara estaba escondida bajo una gran capucha. Aunque decían ser un pariente, le parecían bastante sospechosos a Aladino. De hecho, nunca había visto a nadie más sospechoso en su vida. Estaba seguro de que el mago era un estafador de algún tipo. Y recordando, recordó que había muchos estafadores recientemente que habían estado por ahí diciéndole a la gente que había trabajos increíbles en los que podían ganar miles de dólares al día haciendo relativamente poco trabajo, cuando en realidad estaban corriendo en busca de gente para secuestrar y traer de nuevo a prostíbulos y cosas por el estilo.

Creyendo que el mago era uno de esos estafadores, Aladino sacó la pistola que llevaba

para defenderse y la apuntó al mago. Sorprendido, el mago saltó hacia atrás y bajó la capucha. Miraron a Aladino con más detenimiento, y luego con voz sorprendida dijeron: "Lo siento... Mentí. No estoy emparentado contigo. Soy tu esposa."

La declaración del mago sólo la hizo parecer aún más sospechosa. Naturalmente, Aladino

respondió: "Ya veo. Eso tiene sentido. ¿Cuándo celebraremos la boda?" Parecía que se había tomado las palabras del mago al pie de la letra. Desafortunadamente,

su belleza lo había cautivado, impidiéndole pensar con claridad. Fue su culpa por ser tan bonita. Incluso si esto fuera algún tipo de fraude matrimonial, Aladino dejaría felizmente que esta bella maga lo defraudara.

"Esta tarde..." Los ojos de la maga brillaron. Ya ni siquiera estaba pensando en defraudar a Aladino. Al

principio, ella se había acercado a él con la intención de estafarle, pero ahora todo lo que le importaba era convertirse en su novia. Y así, la pareja se casó pocas horas después de su primer encuentro. Pero antes de que pudieran celebrar su boda, la maga pidió una petición a Aladino.

"Antes de casarnos... ¿puedes ayudarme a sacar una lámpara mágica de una cueva?" "¿Qué clase de lámpara mágica?" "Mmm.... Supuestamente, un genio que puede conceder cualquier deseo vive dentro de la

lámpara. Si es que tenemos eso..." "Si tenemos eso, ¿entonces qué?"



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"Seremos capaces de celebrar la mejor boda de la historia." "Maga... ¿eres una genio?" No había nadie alrededor para detenerlos. Aladino y la maga se dirigieron a la cueva para

su primera cita, coqueteando todo el tiempo. Entraron juntos en la cueva y exploraron sus profundidades, mientras hablaban de los otros deseos que le pedirían al genio una vez que hubieran terminado su boda. Estaban cansados del desierto, así que pensaban pedirle al genio que les construyera una bonita casa blanca en la costa. Una casa con una cama king size, por supuesto. No se precipitaron al abismo, ni tuvieron que preocuparse por las ovejas, ni luchar contra los peligrosos guardianes de la cueva para llegar a la lámpara. De hecho, lo encontraron muy fácilmente. Creyendo que ya habían tenido éxito, tomaron la lámpara y se dieron la vuelta para irse. Desafortunadamente para ellos, las pruebas a menudo aparecen cuando uno menos las espera.

"¡Espera ahí, Aladdin-kun! ¡No dejes que esa bruja te engañe!" La princesa del país apareció de repente a la entrada de la cueva con un séquito de

soldados. "¡Cómo te atreves a engañar a Aladdin-kun para que te siga a esta cueva, bruja! ¿Qué clase

de cosas obscenas planeabas hacer? Quiero decir, ¿qué clase de travesura... Quiero decir, ¿qué clase de cosas horribles planeabas hacerle?"

"¡Estoy preocupado por este país con usted al mando!" La maga miró a la princesa, preguntándose cómo se las arregló para gobernar este país

cuando sus dirigentes eran así. Ella, por supuesto, no era consciente de la ironía de que había estado actuando básicamente de la misma manera hace unos momentos.

"¡Ahora ven, Aladdin-kun! ¡Cásate conmigo en su lugar!" Sonriendo, la princesa le propuso matrimonio a Aladino. Los soldados que estaban detrás

de ella la miraron con desilusión. Era obvio que también estaban preocupados por el futuro de este país.

Al oír la propuesta de la princesa, Aladino dijo: "Uhhhh, ¿quién diablos eres tú?" Miró a la princesa sospechosamente. En realidad, la princesa tenía los ojos puestos en

Aladino desde hacía bastante tiempo. Incluso se podría decir que ella lo había estado acosando. Sin embargo, nunca se habían conocido antes. Pero cuando la princesa vio a una bruja aparecer repentinamente ante él, salió corriendo sin considerar lo extraño que era para ella perseguir a un hombre con el que nunca había hablado. No es de extrañar que los soldados parecieran tan decepcionados.



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"Hmph, parece que estás malinterpretando algo, Princesa. Aladino ya es mi marido. Ahora, vete de aquí."

La bruja se aferró a Aladino y sonrió a la princesa. Aladino abrazó a la bruja y los soldados

de la princesa empezaron a instarla a que volviera al palacio. Sin embargo, la palabra retiro no existía en este diccionario de la princesa enamorada.

"Bien, ahora que hemos llegado a esto, ¡no hay vuelta atrás! ¡Ven, genio del anillo!" La princesa se frotó el anillo en la mano y cantó un conjuro. Un segundo después, una

persona apareció en el aire. "¿Qué pasa, princesa? Te he dicho una y otra vez que no te reconoceré como mi maestro.

Te falta el temperamento sádico para ello." Aparentemente, el anillo de la princesa era un objeto mágico que invocaba a una genio

pervertida que concedía deseos. "¡Pervertida del Anillo! ¡Encierra a esa bruja en esta cueva! ¡Entonces teletranspórtame a

mí y a Aladdin-kun al castillo!" "Como dije antes, no tengo intención de escuchar... ¿¡Oho!? ¿Mis ojos me engañan? ¡Ese

joven de allí parece tener las cualidades de un sádico maravilloso! Sus niveles de poder sádico son... ¿¡superiores a 9000!?"

Parecía que la pervertida del anillo tenía la habilidad especial de medir los niveles de

sadismo de otros. En el momento en que vio a Aladino, su indiferencia hacia los procedimientos actuales desapareció. Cuando la bruja se dio cuenta de que esta pervertida era una amenaza, ya era demasiado tarde.

"¡Por fin he encontrado al a maestro al que estoy destinado a servir!" "¡Pervertida del ring, por favor!" "¡Como desees! ¡Toma esto!" La pervertida del anillo chasqueó sus dedos, y la princesa, sus soldados, ella misma, y

Aladino desaparecieron en una nube de humo. Los había teletransportado a todos de vuelta al castillo de la princesa. Al mismo tiempo, hubo un profundo estruendo, y la entrada de la cueva se derrumbó, atrapando a la bruja dentro.

"Maldita sea, princesa..." La bruja pateó con enojo su pie. Tenía que recuperar a su amado Aladino de alguna manera.



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Pagarás por esto, princesa... Pero antes de que pudiera masacrar a la princesa o recuperar a Aladino, necesitaba salir de la cueva.

"Hmph, me subestimaste." Una vez que su ira retrocedió un poco, la bruja de repente recordó que aún tenía la lámpara.

Lo sacó de su bolsillo y lo miró fijamente. Sin duda la princesa estaba demasiado ocupada adulando a Aladino como para considerar la posibilidad de que pudiera haber un segundo genio invocando a un objeto.

"Espérame, Aladino. ¡Yo te salvaré! ¡Ven, genio de la lámpara!" La bruja frotó la lámpara, y un par de orejas de conejo salieron de ella en una bocanada de

humo. "¡La conejita de la lámpara ha llegado! ¿Llamaste?" La conejita salió completamente de la lámpara, sus voluptuosos pechos rebotando hacia

arriba y hacia abajo. Mirarlas molestaba a la bruja, pero ella apartó sus sentimientos y aclaró su garganta.

"Sácame de esta cueva". "¡Como desees! ¡Raaaaaaaaaaaaaaaaaah!” La genio cumplió el deseo de la bruja por medios sorprendentemente físicos. Dio un

puñetazo y atravesó los escombros de un golpe. "Ahora, ¿puedes llevarme al castillo?" La bruja preguntó con vacilación, preocupada de que su deseo se cumpliera de una manera

poco amable. "¡Tus deseos son órdenes! ¡Vamos, súbete a mi espalda! ¡Date prisa ahora!" "Uhhhh, okay..." Las esperanzas de la bruja de que la conejita los teletransportara como lo había hecho la

pervertida del anillo se vieron terriblemente defraudadas. "¡Allá vamos! ¡Corre como el viento!" Como prometió la conejita, corrió como el viento. Llevó a la bruja al castillo en cuestión de

segundos, y golpeó a todos los guardias que se interponían en su camino. Luego, abrió de una patada las puertas del castillo y llevó a la bruja a la habitación de la princesa. Sin palabras, la



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conejita desafió a la genio de la princesa a un duelo. Después de todo, esa era la única manera de resolver esta disputa.

Y así, la conejita de la lámpara y la pervertida del anillo se enfrentaron, mientras la princesa

y la bruja se miraban fijamente. La batalla comenzó, y fue tan feroz que una sección entera del castillo fue destruida en la confusión que siguió. Los soldados que custodiaban el castillo comenzaron a considerar un cambio de carrera, mientras que los ciudadanos de la ciudad huyeron de los alrededores del palacio.

"Aladdin-kun, si te casas conmigo, podrás usar la magia especial de la familia real: ¡la

autoridad! Podrás conceder todos tus deseos, ¡así que cásate conmigo!" "Mmm... qué enfoque tan vulgar. No te preocupes, Aladino, yo mismo te concederé cualquier

deseo". La bruja respondió. "¡Maestro, te concederé cualquiera de tus deseos también, así que por favor hazme tu

mascota!" "¡Aladino! ¿No quieres una esposa conejita? ¡Usaré la fuerza para conceder cualquier deseo

que tengas!" Las cuatro chicas confesaron su deseo de cumplir todos los deseos de Aladino. Y, mientras

veía cómo demolían el castillo a su alrededor, expresó el único deseo que tenía. "Quiero ir a casa..." murmuró con los ojos vidriosos. Algún tiempo después, se esparcieron rumores por todo el reino de que una cierta región

remota del desierto estaba siendo constantemente destruida por cuatro mujeres que estaban peleando por un niño muy afortunado, o quizás muy desafortunado. Pero a pesar de sus constantes discusiones, parecía que todas eran buenas amigas.



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El Cuarto Secreto de Vandre-san "¡Nagumooooooooooo! ¿Puedes venir aquí un segundo?" La voz de Ryutarou resonó en el

palacio de Vandre. Hajime, que había estado reclinado en la sala de estar, se dio la vuelta. "¿Qué pasa?" Ryutarou, que todavía tenía una cantidad ilimitada de energía, había estado explorando el

palacio junto con Kouki y Suzu. Habían pasado diez minutos desde que se había ido, y a juzgar por su voz de pánico, parecía que se había metido en algún tipo de lío. Hajime miró a Yue y a los demás y todos le sonrieron con pesar.

"¡Nagumo-kuuuuuuuuuuuuun!" Suzu también empezó a llamar a Hajime, pero su voz parecía más llena de curiosidad que

de pánico. "Por el amor de Dios. Ryutarou y Suzu tienen demasiada energía," murmuró Shizuku. Ves, por esto es por lo que todo el mundo te llama su mamá... "¿Nagumo-kun?" Shizuku sonrió sombríamente a Hajime. Era como si pudiera leer sus pensamientos. "Parece que encontraron algo. Vamos a ver qué es." Parecía que Shizuku estaba a punto de despertar su propia posición, y eso era lo último con

lo que Hajime quería tener que lidiar. Y así, rápidamente cambió de tema y se puso en pie. Encontraron a Ryutarou y a los demás parados en una pequeña habitación en una esquina del primer piso.

Cuando Ryutarou vio a Hajime, señaló con emoción un punto en la pared y dijo: "¡Mira!

¡Mira!" Señalaba un pequeño pasillo que contenía una escalera que llevaba hacia abajo. "¿Qué demonios es esto?" "Estaba mirando a través de esta habitación, y cuando me agaché para examinar algo,

accidentalmente me golpeé la cabeza contra esta parte de la pared." "Oh, ¿y luego se derrumbó para revelar esto?"



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Ryutarou se rascó la cabeza torpemente y asintió. Aparentemente, se las arregló para golpear un interruptor oculto con la cabeza por accidente. Y ese cambio había revelado este pasaje subterráneo.

"Una habitación oculta dentro de una de las casas de los Liberadores... Eso parece muy

interesante." "Lo sé, ¿verdad?" Ryutarou parecía un cachorro emocionado. Suzu parecía igual de ansiosa por explorar las

profundidades ocultas del palacio de Vandre. Kouki, por otro lado, parecía que estaba intentando contenerse, pero incluso él parecía curioso. Yue y los demás también estaban interesados en este pasaje oculto, por lo que parecía que había pocas razones para no explorar.

"Tal vez escondió algunos artefactos aquí como Oscar hizo con su tesoro escondido.

Podríamos también robar lo que sea que... Quiero decir, hacer uso de lo que esté disponible." "Mmm.... No tiene sentido intentar sonar como si no estuviéramos robando, Hajime." Shea y los demás asintieron de acuerdo con la evaluación de Yue. Hajime las ignoró y entró

en el pasillo. Después de bajar la escalera, encontraron algo en el rellano de abajo. Había una vitrina atascada dentro de la pared de hielo al final del pasillo, y apoyado dentro de esa vitrina estaba-

"¿Por qué gafas?" Un par de gafas. Tenían el borde negro y se colocaban muy delicadamente en la vitrina,

como si fueran muy importantes. Cuando Hajime se acercó, la parte inferior de la vitrina se iluminó, haciendo que las lentes brillaran con luz reflejante. Toda la escena estaba obviamente escrita, y a Hajime le molestaba un poco que Vandre tratara de hacer que pareciera que estas gafas habían estado esperando a un portador digno durante miles de años.

"¡Oh, Hajime-san! ¡Mira, hay una inscripción en el hielo!" "¿Oh? Veamos qué dice... 'Aquí duerme mi mejor amigo'." "¿Soy sólo yo, o hace que parezca que las gafas en sí son su amigo?" Dijo Shizuku mientras

su expresión se endurecía, y todos los demás asintieron de acuerdo. Sin embargo, Hajime murmuró: "No, no es eso. Estas... Estas gafas son de Oscar Orcus." "Hajime-kun, creo que aún estás exhausto por hacer la llave. Ven aquí, te lanzaré magia de

restauración."



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Todos los que estaban preocupados por lo que había dicho, miraban a Hajime mientras le llovía una luz plateada.

"Esperen, muchachos. Me están malinterpretando. Oscar escribió sobre esto en su diario.

Dijo que todos sus amigos pensaban que amaba tanto sus gafas que su alma residía secretamente dentro de ellas."

"¿Oh? ¿Así que los Liberadores eran bromistas?" La suposición de Suzu era correcta, aunque no tenía forma de saberlo. Aún así, se podía

imaginar a Vandre diciendo algo así como: "Ya que en realidad eres tan sólo tus gafas, te dejaré aquí para que te muestres a las generaciones futuras."

El grupo siguió adelante, siguiendo el pasaje mientras giraba. Una vez que doblaron la

esquina, encontraron algo nuevo. "¡Es genial!", dijeron los tres al mismo tiempo. Era raro que estuvieran sincronizados de esa

manera, pero tenía sentido, considerando lo que estaban mirando. Una espada azul, con adornos de rosas, hecha de hielo. La inscripción en el zócalo de la espada decía: "Hoja de Escarcha Azul Rosa". Como su nombre indica, la espada estaba hecha completamente de hielo. Además, todo, desde la empuñadura hasta la hoja, tenía grabadas en ella tallas con motivos de rosas. Parecía una espada legendaria esperando ser desenvainada por algún héroe elegido. Cualquier hombre se hubiera emocionado de ver algo así.

"¡N-Nagumo! ¿¡Puedo intentar sacarla!?" "Qué, pero... No, tú eres el que encontró este lugar, Sakagami... Bien, inténtalo tú primero." "Yo también quiero intentar sacarlo, Ryutarou..." "¡Ya tienes una espada especial, Kouki! ¡No puedes hacer trampa!" "¡No lo digas así! ¡Espera, espera, espera! ¡Mi Espada Sagrada parpadea!" "¿Ves, Amanogawa? Te está diciendo que no hagas trampa." "¡Eres la última persona de la que quiero oír eso, Nagumo!" Las chicas miraron a los chicos adular la espada con mirada exasperada. Por lo que podían

ver, era sólo una espada hecha de hielo. Claro, era bonita, pero los misiles de Hajime eran mucho más poderosos que ella. Naturalmente, no entendían la emoción que sentían los niños al ver espadas de anime de aspecto atractivo.

"Date prisa y sácalo ya, Ryutarou," le urgió Tío. "De acuerdo, Tio-san."



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Ryutarou se sorprendió al escuchar a Tío tan exasperada. Normalmente era extremadamente complaciente. Rápidamente agarró la empuñadura, y Hajime y Kouki tragaron. Yue y los demás miraron con una sonrisa de perplejidad.

"¡Aquí voy!" Los músculos de Ryutarou se abultaron, pero la legendaria espada de hielo ni siquiera se

movió. "¡Soy el siguiente!" Gritó Hajime. "¡Espera, eres un artillero, Nagumo! Soy el espadachín, así que debería ser el siguiente." "¡Sí, pero ya tienes una espada legendaria! ¡No puedes hacer trampa!" "¡Deja de llamarlo hacer trampa! De todas formas, no tienes derecho a hablar de hacer

trampas." Los dos chicos se agarraron durante unos segundos, pero luego Suzu notó algo y se dirigió

hacia el pedestal. "Oh, hay más escrito por aquí. Veamos... 'Sólo aquellos que desean eliminar los lentes de

este mundo pueden desenvainar esta espada. Si se les considera dignos, es su deber sagrado el destruir todas las gafas'."

¿Cuánto odiabas a Oscar, Vandre? Todos pensaban lo mismo. "¿Pero no puso esas gafas en exhibición antes? Debe de habérselas dado Oscar-san,

¿verdad? Seguramente eran amigos, ¿verdad?" Preguntó Kaori, buscando desesperadamente una razón para creer que los Liberadores habían sido cercanos.

Viendo su angustia, Hajime murmuró: "Ahora que lo pienso, Oscar mencionó en su diario

que Vandre era medio demonio, medio dragón." "¿Oho? ¿Es eso cierto? A juzgar por todo el hielo de por aquí, debe haber sido un dragón

de hielo, ¿no?" "Sí. Y había una espada similar a ésta en el taller de Oscar." "Espera un segundo, Nagumo-kun. Tengo un mal presentimiento de adónde quieres llegar

con esto." "Lo adivinaste. La espada se llamaba Cazador de Dragones." Esos dos deben haber peleado como perros y gatos... Yue y los demás pensaron para sí

mismos.



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"Hmm, pero ya sabes, cuando todo está dicho y hecho, parece que se preocuparon mucho el uno por el otro. Quiero decir, se dejaron estos recuerdos el uno del otro, ¿no?"

Sonriendo irónicamente después de decir eso, Shea se giró hacia Kaori y Yue. Las miradas

de todos los demás también se dirigieron hacia ellas y todos sonrieron hacia las dos niñas. "¡No es la misma situación! ¡De verdad odio a Kaori!" "¡No es la misma situación! ¡Realmente odio a Yue!" Las dos contestaron en perfecta sincronía. Entonces, se miraron con ira, enojadas porque

el otro les había robado su línea. En retrospectiva, era totalmente posible que Oscar y Vandre hubieran compartido una relación idéntica...



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Palabras Del Autor

Hola a todos, Ryo Shirakome, amante de los chuuni. Muchas gracias por comprar el volumen 10 de Arifureta.

Es la primera vez que tenemos un arco que abarca dos volúmenes. ¿Qué les pareció a

ustedes? También mencioné esto la última vez, pero escribir sobre los pensamientos y sentimientos

de los personajes es mucho más difícil que cualquier otra cosa. Descubrir qué se ajustaba a la personalidad de cada personaje era muy difícil, y me quedé atascado varias veces. Todo el tiempo me sentí como si estuviera dando un paso adelante y dos pasos atrás hasta que, finalmente, logré llegar a un punto en el que estaba dando tres pasos adelante.

Podría escribir escenas de batalla durante días, pero los momentos más emotivos como

estos son realmente difíciles. Pasé tanto tiempo pegado a mi PC escribiendo todas estas escenas de acción, que luego recuperé la cordura y me di cuenta de que necesitaba escribir más momentos emocionales y deprimirme.

De todos modos, basta de mis penas. Terminé haciendo la segunda mitad de este arco

bastante corto en la versión original, pero para la versión impresa, decidí dar cuerpo a todos los personajes un poco más. Espero que los fans del original encuentren todo el texto extra que valga la pena y puedan leer la versión impresa.

Nos acercamos al final de la historia de Arifureta, y ya estamos en los números de volumen

de dos dígitos. Honestamente, durante todo el tiempo que escribí este volumen me quedé asombrado por el hecho de que habíamos llegado al volumen 10. Es gracias a ustedes, lectores, que he llegado hasta aquí. Muchísimas gracias.

Por otra parte, el Volumen 10 viene con un CD de drama. La portada del CD de drama tiene

a Tio vistiendo ropa casual japonesa, y ella se ve absolutamente genial en ellos. Es como si hubiera entrado en el modo Super Tío para hacer interpretación de voz. Desafortunadamente, dentro del contenido del CD de drama, ella es sólo una pervertida de principio a fin. ¡Para aquellos de ustedes que compraron la versión en CD del drama, espero que disfruten de sus sensuales y eróticos gemidos!

Ahora bien, perdóneme, pero me gustaría hacer algo de chelín con las pocas líneas que me

quedan. El volumen 5 del manga y el volumen 3 del spin-off de manga de Arifureta Zero se lanzaron al mismo tiempo que Arifureta 10, así que, por favor, ¡compralos también! Roga-sensei, Misaki Mori-sensei, y Ataru Kamichi-sensei son todos mangaka maravillosos, y su arte realmente da vida al mundo de Arifureta. El manga es una experiencia totalmente diferente de las novelas, así que definitivamente deberías probar. Además, el anime saldrá pronto, así que ¡asegúrate de verlo también!

Ahora bien, por último, pero no por ello menos importante, los agradecimientos. Me gustaría

agradecer a Takaya-ki-sensei, Roga-sensei, Misaki Mori-sensei, y Ataru Kamichi-sensei por



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todas sus maravillosas ilustraciones. También me gustaría agradecer a mi editor, a mis correctores y a todo el personal de la división de publicaciones por asegurarse de que cada volumen sea lo más perfecto posible. Por último, me gustaría dar las gracias a mis lectores, tanto a los de Narou como a los que están leyendo los comunicados de prensa. ¡Muchas gracias, muchas gracias! ¡Espero que sigas disfrutando de la serie Arifureta!

Ryo Shirakome.



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Arifureta: From Commonplace to World's Strongest - Volumen 10 Por Ryo Shirakome

Translated by Ningen (English)

Edited by DxS

Este libro es una obra de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o se usan de forma ficticia. Cualquier parecido con eventos

reales, locales o personas, vivas o muertas, es una coincidencia.

Copyright © 2018 Ryo Shirakome Illustrations Copyright © 2018 Takaya-Ki

Ilustración de portada por Takaya-Ki Todos los derechos reservados.

Edición original japonesa publicada en 2019 por OVERLAP, inc

Esta edición en inglés se publica por acuerdo con OVERLAP, inc, Tokio Traducción al inglés © 2019 J-Novel Club LLC

Todos los derechos reservados. De conformidad con la Ley de derechos de autor de los

Estados Unidos de 1976, el escanear, cargar y compartir electrónicamente cualquier parte de este libro sin el permiso del editor es la piratería ilegal y el robo del autor propiedad intelectual.

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Ebook edición 1.0: Noviembre de 2019 Premium Ebook

Versión al español: Jaden

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Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou