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BUENAS OBRASBUENAS OBRAS

La trayectoria del arquitecto madrileño Urko Sánchez está íntimamente ligada al continente africano. Allí, en Yibuti, acaba de construir un complejo residencial para niños en colaboración con la ONG SOS Kinderdorf.

La fascinación de Urko Sánchez por Afri-ca viene de lejos, de antes incluso de que acabara la carrera, cuando descubrió el

continente en una gira del equipo de rugby de la Escuela de arquitectura. No es de extrañar, pues, que su primera obra fueran unas letrinas

en Somalia, y que después de desarrollar otros

proyectos solidarios en Centroamérica, los

Balcanes y Malasia acabara estableciéndose

en la isla de Lamu, frente a la costa de Kenia –donde conoció a su mujer– y decidiera ganar-se la vida allí. Su último proyecto en Yibuti, un pequeño país del cuerno de África, demuestra que la arquitectura sirve, principalmente, para

POR CAROLINA MAN FOTOS: JAVIER CALLEJAS

ciudadNIÑOS

de

ES UN ENTORNO PROTEGIDO, DONDE calles y plazas son un lugar seguro PARA JUGAR, A SALVO DE COCHES

A R Q U I T E C T U R A Y D I S E Ñ O | 47

BUENAS OBRAS

mejorar la vida de quienes la habitan y cons-truir un mundo mejor y más justo. El objetivo de este encargo de SOS Kiderdof, financiado por la Cooperation Aid alemana, era crear quince casas que propiciaran el fortalecimento fami-liar. Para desarrollarlo, Urko Sánchez tuvo que aprender cómo funcionaba la comunidad don-de el proyecto se llevaría a cabo, sus tradiciones nómadas y el clima extremo de la región. Buscó referencias de viviendas tradicionales en entor-nos culturales y climáticos similares, y decidió

que la mejor solución era diseñar una medina, el

tradicional barrio antiguo de una ciudad árabe,

especialmente del norte de África. Es un en-torno para niños, seguro, sin coches, donde las calles estrechas y plazas se convierten en lugares para jugar. El complejo cuenta con un montón de espacios abiertos y tanto las áreas públicas como las privadas están claramente definidas. En

estas últimas, el interior y las zonas exteriores se funden, lo que permite a los residentes mantener actividades al aire libre. En términos de distribu-ción, todas las casas siguen el mismo esquema, pero se disponen de diferentes maneras, coloca-das cerca unas de otras, dándose sombra entre sí y generando callejones de manera aparente-mente desordenada. Se estudió intensamente la ventilación natural y la protección solar, introdu-ciendo torres de ventilación natural cuando se hizo necesario. Por todo ello, esta medina puede llamarse con propiedad una buena obra. n

EN LAS CASAS SE PROCURÓ ventilación natural y protección solar PARA PALIAR EL CLIMA EXTREMO DE LA REGIÓN