Articule - Breve Sintesis Sobre El Armamento en Egipto Durante Las Dinastia XIX Y XX - Martinez Babon Javier

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Ancient Egypt Warfare

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  • Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Historia Antigua, t. 17-18, 2004-2005, pgs. 35-55

    UNED. Espacio, Tiempo y Forma 35Serie II, Historia Antigua, t. 17-18, 2004-2005

    Breve sntesis sobre el armamento en Egipto durante las dinastas XIX y XXBrief synthesis about the armament in Egypt durin XIXth and

    XXth dynasties

    JAVIER MARTNEZ BABNEscuela de Egiptologa de la Fundacin Arqueolgica Clos de Barcelona

    RESUMEN

    Los ejrcitos de Seti y de Ramses II quelucharon contra los hititas estaban en

    posesin de la mayora de las armas msmodernas de su poca.

    Las tropas egipcias dependan de loscarros y de la infantera que

    esencialmente luchaba con hachas,espadas cortas, espadas de hoz,

    jabalinas, mazas, venablos, hondas y sedefendan con escudos.

    El uso de cascos, cotas de placas debronce se extendi con rapidez y los

    mercenarios shardana introdujeron lasespadas largas.

    Con la crisis poltica a finales de ladinasta XIX, y la prdida de territorios a

    inicios de la dinasta del XX, el ejrcitoperdi tambin parte de sus recursos y los

    artesanos asiticos especializados en lametalurgia.

    PALABRAS CLAVE:Ejrcito, armas, Imperio Nuevo Egipcio,

    metalurgia.

    ABSTRACT

    The army of Seti I and Ramses II, whichfought against the hittites, possessed themost modem weapons of that era.The Egyptian troops depended uponchariots and infantry which essentiallyfought with axes, short swords, sickleswords, spears, javelins, lances, self andcomposite bows and who defendedthemselves with shields.The use of helmets and coats of mailbecame more and more widespread andthe shardana mercenaries introduced longswords.With the political crisis at the end of theXIXth. Dynasty and the loss of territory atthe beginning of the XXth. Dynasty, thearmy lost its arms resources, which comefrom Asian towns specialized inmetallurgy.

    KEYWORDS:Army, arms, Egyptian New Kingdom,matellurgy.

  • Estas lneas han sido diseadas como un complemento histrico a un artculopublicado en esta revista sobre armas de la dinasta XVIII1.

    Las dinastas XIX y XX forman, junto a la XVIII, el perodo egipcio conocidocomo Imperio Nuevo (ca. 1552-1070 a. C.). En esa poca el pas del Nilo era unade las potencias ms importantes del Prximo Oriente, asitico gracias a un ejr-cito profesionalizado que fue dotndose del armamento ms moderno de aquellostiempos.

    Los acontecimientos ms relevantes en el mbito militar que tuvieron lugar a lolargo de ambas dinastas fueron: las campaas de reconquista de Seti I contra si-rios e hititas2; las acciones de Ramss II, entre las que destacan la clebre batallade Kadesch, la expedicin a Transjordania y el asalto a la plaza fuerte siria de Dap-pur3; las operaciones, dentro y fuera de Egipto, protagonizadas por los hombres deMerenptah4 y la angustiosa defensa de los lmites territoriales contra invasores li-bios y Pueblos del Mar acaecida bajo Ramss III5. La fortuna ha permitido que mu-chos relieves sobre estos enfrentamientos militares se hayan conservado, consti-tuyendo, obviamente, una fuente magnfica para el estudio militar y armamentsticode la poca en cuestin6.

    JAVIER MARTNEZ BABN

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    1 J. MARTNEZ BABN: Breve sntesis sobre la introduccin de nuevo armamento en Egipto durante ladinasta XVIII. Espacio, Tiempo y Forma. Serie II, H.a Antigua, t. 14 (2001): 11-37.

    2 Las acciones militares de Seti I han sido tratadas por diferentes autores, entre los cuales cabe des-tacar: R. O. FAULKNER (The Wars of Sethos I. JEA 33 (1947): 34-39); A. SPALINGER (The Northern Wars ofSeti I: An Integrative Study. JARCE 16 (1979): 29-47) y J. W. MURNANE (The Road to Kadesh. A Histori-cal Interpretation of the Battle Reliefs of King Sety I at Karnak. SAOC 42, 1985/90).

    3 Buenas sntesis sobre las operaciones militares en tiempos de Ramss II se encuentran en K. AKITCHEN (Some New Light on the Asiatic Wars of Ramesses II. JEA 50 (1964): 47-70; Pharaoh Triump-hant. The Life and Times of Ramesses II. Warminster/Mississauga, 1982) y C. VANDERSLEYEN (Lgypteet la valle du Nil. De la fin de lAncien Empire la fin du Nouvel Empire. Pars, 1995: 521-532). Los tex-tos sobre la batalla de Kadesch y la interpretacin histrica de los mismos han sido tratados por nume-rosos investigadores, siendo algunos de los ms representativos: J. H. BREASTED (The Battle of Kadesh.Chicago, 1903); R. O. FAULKNER (The Battle of Qadesh, MDAIK 16 (1958): 93-111); A. GARDINER (The Ka-desh Inscriptions of Ramesses II. Oxford, 1960); H. GOEDICKE (ed.) (Perspectives on the Battle of Kadesh.Baltimore, 1985) y W. MAYER/R. MAYER-OPIFICIUS (Die Schlacht bei Qads. Der Versucht einer neuenRekonstruktion. UF 26 (1994): 321-368). Sobre la operacin de Ramss II en tierras transjordanas resultamuy interesante el artculo de P. W. HAIDER (Zum Moab-Feldzug Ramses II. SAK 14 (1987): 107-123). Enlo que refiere a las operaciones militares de Ramss II en Siria, menos conocidas pero muy importantes,se puede consultar el artculo de S. MORSCHAUSER (On the Plunder of Dapur. BES 7 (1985/86): 15-28).

    4 Sobre las acciones blicas asiticas en tiempos de este faran cabe destacar el trabajo de F.J.YURKO (Merenptahs Canaanite Campaign. JARCE 23 (1986): 189-215). La dispersa y fraccionada in-formacin sobre las operaciones acaecidas en tierra egipcia contra libios y Pueblos del Mar no ha re-sultado atractiva para los investigadores. Aun as, podemos subrayar el trabajo de C. VANDERSLEYEN (op.cit.: 561-571).

    5 Algunos de los profesionales que han tratado estos eventos son R. STADELMANN (Die Abwehr derSeevlker unter Ramses III. Saeculum 19 (1968): 156-171); L. H. LESKO (The Wars of Ramses III. Serapis6 (1980): 83-86) y P. GRANDET (Ramss III. Histoire dun rgne. Pars, 1993: 161-216).

    6 Estos relieves aparecen publicados en distintas obras y colecciones. Una completa y moderna re-copilacin es la obra de S. C. HEINZ, Die Feldzugsdarstellungen des Neuen Reiches. Eine Bildanalyse.Viena, 2001. El conjunto de fuentes sobre material blico del Imperio Nuevo presenta una curiosa pa-radoja; la dinasta XVIII ha legado numerosas armas y pocas representaciones blicas en tanto que lasdinastas XIX y XX han dejado pocas armas y abundante iconografa de guerra.

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    EL EJRCITO DE LAS DINASTAS XIX Y XXLas Fuerzas Armadas de esta poca eran una compleja maquinaria blica di-

    vidida, a efectos administrativos, en dos grandes armas: infantera y carros de gue-rra7. La unidad bsica de encuadre para la infantera era una compaa de 250 sol-dados que poda dividirse en cinco secciones de 50 soldados. 20 compaas,que sumaban unos 5000 hombres, constituan una brigada de infantera, la cual,junto a un escuadrn de 50 carros, formaba una divisin de combate8. Por su par-te, los escuadrones de carros de guerra estaban formados por secciones de 10 ve-hculos9. Cada unidad de combate tena su propio nombre y estandarte10. A partirdel gobierno de Ramss II hay constancia de la existencia de cuatro divisiones enactivo que portaban los nombres de las divinidades principales de las ciudades quelas albergaban: Amun de Tebas, Ptah de Menfis, Re de Helipolis y Sutej de Pi-Ramss. El hecho de que textos sobre acciones militares comandadas por Seti I ci-ten explcitamente tres de estas divisiones encabezadas por el trmino primerapermite la suposicin de que haba una segunda de cada una de ellas en la re-serva11.

    El comandante en jefe de todos los ejrcitos de Egipto era el rey, quien podadelegar esta funcin a su prncipe heredero. Por debajo de los miembros de laCasa Real haba una amplia jerarqua cuyos tres rangos ms representativoseran los de general, comandante de tropa y portaestandarte12. La alta oficialidadprovena de personajes cercanos a la familia del rey y poda incluir, contrariamen-te a pocas anteriores, a hombres de ascendencia asitica13. Los soldados pro-cedan de las familias egipcias y nubias que residan en las colonias militares14. A

    7 Durante la primera fase de la dinasta XVIII exista solamente una administracin y jerarqua parael ejrcito. La divisin en dos ramas se produjo en el perodo que engloba los gobiernos de AmenhotepIII y Ajenatn, segn demuestra la inclusin de nuevos rangos (R. O. FAULKNER, Egyptian Military Orga-nization. JEA 39 (1953): 32-47; A. R. SCHULMAN, Military Rank, Title and Organization in the Egyptian NewKingdom. MS 6 (1964): 14-15; A. M. GNIRS, Militr und Gesellschaft: Ein Beitrag zur Sozialgeschichtedes Neuen Reiches. Heidelberg, 1996: 17-18).

    8 Esta informacin se obtiene de una inscripcin, datada en el ao 3 de Ramss IV, que se encuentraen el Uadi Hammamat (leer, por ejemplo, en A. R. SCHULMAN, op. cit.:124).

    9 A. R. SCHULMAN, The Egyptian Chariotry: A Reexamination. JARCE 2 (1963): 90.10 Sobre los distintos estandartes se puede consultar el artculo de R. O. FAULKNER, Egyptian Military

    Standards. JEA 27 (1941): 12-18.11 En la Segunda Estela de Beit-Schean, que informa sobre una operacin militar protagonizada por

    tropas de Seti I contra ciudades palestinas, encontramos los siguientes trminos: Primera divisin deAmun, Poderoso de Arcos ... Primera divisin de Re, Abundante en Valor ... Primera divisin de Su-tej, Poderoso de Arcos (KRI, I, 12: 10). El trmino primera, como ya apunt R. O. FAULKNER en su mo-mento (1947: 37), tal vez implicara la existencia de una segunda divisin en reserva.

    12 Sobre rangos y ttulos en el ejrcito neoimperial resultan muy tiles las obras de A. R. SCHULMAN(1964) y P. M. CHEVEREAU, Prospographie des cadres militaires gyptiens du Nouvel Empire. Pars, 1994.

    13 En tiempos de Seti I y Ramss II, por ejemplo, tenemos documentada la presencia del general, deorigen hurrita, Urhiya, cuyos mritos le permitieron obtener una buena posicin social (K. A. KITCHEN,1982: 139-140).

    14 Aun cuando no existe demasiada informacin sobre las colonias militares, podemos destacar laalusin a las mismas que efecta Ramss II en las agrias palabras, segn el Poema de Pentaur, que de-dica a sus hombres por la cobarda demostrada ante el ataque por sorpresa que efectuaron los carros hi-

  • partir de la poca de Amenhotep III/Ajenatn, en la ltima fase de la dinastaXVIII, comenz una utilizacin de numerosos mercenarios de distintas proceden-cias geogrficas que aumentara considerablemente durante las dinastas XIX yXX. Una evidencia del nmero de extranjeros se encuentra en la siguiente relacinde soldados que formaban parte de una unidad de 5000 infantes citada en docu-mentos datados a finales de la dinasta XIX: 1900 egipcios, 520 schardana, 1600 li-bios kehek, 100 libios mescheuesch y 880 nubios, sin contar la oficialidad15. Estainformacin queda refrendada por la cantidad de soldados extranjeros en las filasegipcias que se puede observar en los relieves del templo funerario de Ramss IIIen Medinet Habu (fig.1).

    Figura 1. Unidades del ejrcito egipcio escoltando al rey en una cacera de leones. Relieve cinegticodel templo funerario de Ramss III en Medinet Habu. Dibujo a partir de W. WRESZINSKI, Atlas zur

    altgyptischen Kulturgeschichte, vol. II, Leipzig 1923-38: lm.115.

    De todos los guerreros forneos que sirvieron a los faraones de esta poca, losschardana posean el armamento ms vistoso: espada larga, lanza, escudo redon-do, casco con cuernos y, en algunos relieves de Abu Simbel y Medinet Habu, cor-selete o cota formado por lminas horizontales (fig.2).

    Figura 2. Mercenario schardana de la guardia real de Ramss II. Relieve blico del muro oeste de lagran sala del templo mayor de Abu Simbel.

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    titas: Ningn Seor ha concedido a su ejrcito las cosas que yo os he otorgado ante vuestro deseo. Yohe permitido que residirais en vuestras ciudades* (colonias) sin efectuar servicio militar (KRI II, 58-59).

    15 Papiro Anastasi I, 17-18; Ostracon Gardiner 364, 3-10.

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    UNED. Espacio, Tiempo y Forma 39Serie II, Historia Antigua, t. 17-18, 2004-2005

    ANTECEDENTES ARMAMENTSTICOSA lo largo de la dinasta XVIII las estructuras militares egipcias fueron mejo-

    rando el armamento tradicional e incorporando nuevas armas gracias al control so-bre importantes centros metalrgicos ubicados en el Prximo Oriente asitico. A fi-nales del citado perodo, y aun cuando a nivel de poltica internacional el pas delNilo perdi protagonismo en beneficio de Hatti16, las tropas faranicas contabancon el siguiente armamento:

    Infantera pesada: Soldados portadores de escudo, protector genital, lanzay hacha. A partir de la poca amarniense se extendi el uso de la espadacurva en sustitucin del hacha, aunque sta siempre tendra una mayor im-portancia.

    Infantera ligera: Soldados portadores de arco simple o compuesto y flechascon puntas de bronce palmiformes o romboidales.

    Unidades de carros: Soldados que fueron incorporando la cota y el casco apartir del gobierno de Thutms III, y que combatan, bsicamente, con ha-cha, arco compuesto, flechas y venablos con punta de bronce.

    A estos objetos blicos cabe aadir puales y espadas cortas fundidos en unapieza de bronce que haban sido introducidos en Egipto a finales de la pocahicsa. Estas armas, de gran efectividad, eran portadas principalmente por oficialesy guerreros que haban sido condecorados con el Oro de la Valenta17.

    ARMAS E INNOVACIONES TECNOLGICAS DURANTE LAS DINASTAS XIX Y XX

    Segn las fuentes escritas, los relieves y las piezas blicas que se han con-servado, las tropas que combatieron bajo las rdenes de Seti I, Ramss II, Me-renptah o Ramss III eran profesionales que posean una amplia panoplia arma-mentstica capaz de rivalizar con los ejrcitos ms avanzados del Prximo Orienteasitico. En base a lo expuesto, y subrayando la fundamental importancia que tie-ne el hallazgo de cuadras y dependencias para unidades de carros en la antiguaPi-Ramss18, as como el abundante armamento que fue pintado en una pared de

    16 Sobre la situacin geopoltica en Siria y las prdidas territoriales egipcias en esa poca leer, porejemplo, en W. J. MURNANE (1990: 22ss).

    17 El Oro de la Valenta era una condecoracin pblica consistente en entrega de joyas y armas lu-josas a hombres de armas que haban demostrado su valor en el campo de batalla. Se conservan nu-merosas evidencias de la dinasta XVIII como, por ejemplo, las referencias que aparecen en las biogra-fas de los oficiales Ahmose, hijo de Ebana, y Amenemheb, llamado Mahu.

    18 Una buena publicacin con fotografas y explicaciones sobre el armamento encontrado en los 3000m2 excavados es la de E. B. PUSCH (Pi-Ramesse-geliebt-von-Amun, Hauptquartier Deiner Streitwa-gentruppen. gypter und Hethiter in der Delta-Residenz der Ramessiden. ZBA 12 (1993): 126-144).

  • la tumba de Ramss III19, se pueden destacar las siguientes armas, con sus co-rrespondientes particularidades:

    1. Carros de guerra:

    Vehculos con ruedas de seis radios que aumentaron notablemente su capa-cidad de combate en relacin a pocas anteriores al incrementar el nmero de ar-mas que portaban. Los relieves muestran carros que tenan hasta tres cajas alar-gadas para guardar arcos compuestos, flechas y venablos (fig.3).

    Figura 3. Detalle de un carro de guerra de la dinasta XIX. Relieve blico de Seti I en la parte exteriordel muro norte de la Sala Hipstila del templo de Karnak.

    El papiro ramsida Koller contiene un texto que informa sobre las armas queportaba un carro de guerra20. Aunque parte de la narracin est deteriorada y al-gunos de los trminos son difciles de traducir, parece evidente que el armamentobsico estaba compuesto por arcos, 80 flechas, venablos, lanzas, espadas y cotas.Este dato coincide con los trabajos arqueolgicos en Pi-Ramss, que han sacadoa la luz puales y espadas cortas fundidos en una pieza de bronce, numerosaspuntas de flecha y venablo, as como placas de bronce que formaban parte de co-tas o corseletes (leer ms abajo).

    2. Armas para el combate cuerpo a cuerpo:

    Hachas: A pesar de las innovaciones tecnolgicas que se produjeron a lolargo del Imperio Nuevo, el hacha continu siendo un arma importantepara los soldados de infantera, segn demuestran los relieves (fig. 4-a/b) ylas piezas encontradas.

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    19 Ver, por ejemplo, en J. F. CHAMPOLLION, Monuments de lEgypte et de la Nubie. Pars, Vol. III, 1845:lms 263-264.

    20 Leer traduccin a la lengua inglesa, por ejemplo, en R. A. CAMINOS, Late Egyptian Miscellanies.Londres, 1954: 431.

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    Figura 4. A: Prncipe ramsida con arco y hacha. Relieve blico de Ramss II en el muronorte del patio del templo de Beit el-Walli. B: Soldados egipcios armados con hachas,puales y mazas. Relieve blico del templo funerario de Ramss III en Medinet Habu.

    Dibujo a partir de J. C. WILKINSON, The Ancient Egyptians. Their Life and Customs, vol. I,Londres 1853 (reed. 1994): 369.

    En esta poca, las hojas de bronce eran anchas, medan, aproximada-mente, entre 10 y 12 cm de longitud y posean largos apndices lateralesque facilitaban su sujeccin al enmangue de madera21. En algunos puntosasociados a este perodo, como el Ramesseum, se han encontrado hojasde hacha de hierro. Sin embargo, hay dudas sobre si son contemporneaso posteriores22. Baste tener en cuenta que de todo el material metlico en-contrado en el Mediterrneo Oriental y datable en torno a la crisis del 1200a. C., nicamente un 3% es de hierro23.

    Espadas curvas: Las espadas curvas fueron armas asociadas a la realezay, por tanto, usadas por el faran en el campo de batalla24 (fig. 5).

    Figura 5. Merenptah con corona azul, arco compuesto y espada curva capturando a dosenemigos asiticos. Relieve blico en la parte exterior del muro oeste del patio de la cachette

    del templo de Karnak.

    21 As lo demuestran las piezas que se han conservado y que pueden ser datadas en esta poca.Leer en W. V. DAVIES, Catalogue of Egyptian Antiquities in the British Museum. Tools and Weapons.Axes. Londres, 1987: 46, 48-50.

    22 Ibid.: 49. Armas de hierro, como objetos de lujo, estn documentadas en fuentes escritas y ar-queolgicas de finales de la dinasta XVIII.

    23 R. DREWS, The End of the Bronze Age. Changes in Warfare and the Catastrophe ca. 1200 B.C.Princeton, 1993: 75. Esta informacin proviene de un trabajo anterior elaborado por J. WALDBAUM.

    24 El papel de la espada curva dentro de la simbologa poltico-religiosa de Egipto se pone de mani-fiesto con la cantidad de relieves en pilonos y estelas donde son visibles estas armas en manos de reyesy dioses. Informacin concisa al respecto se encuentra en H. W. MLLER, Der Waffenfund von Balata-Si-chem und die Sichelschwerter. BAW 97 (1987): 139-149.

  • Como ya ha sido indicado, determinadas uninades de infantera ibanarmadas con estas espadas en lugar de las tradicionales hachas (fig.6).

    Figura 6. Soldados egipcios armados con espadas curvas. Fragmento de relieve blico de ladinasta XIX. Hildesheimer Museum, nr. 4571. Dibujo a partir de H. KAYSER, Die gyptischen

    Altertmer im Roemer-Pelizaeus Museum in Hildesheim. Hildesheim,1973: fig. 50.

    Se han conservado diversas piezas de este tipo halladas en distintospuntos del Prximo Oriente y datadas en el siglo XIII a. C.25. En Egipto, sepuede destacar una hermosa empuadura que muestra los cartuchos deSeti I (fig.7-a),y una espada de 57 cm de longitud, con hoja y empuadurafundidas en una pieza de bronce y final romo, que porta los cartuchos deRamss II en la empuadura (fig.7-b). Generalmente, estas armas aparecenmuy estilizadas en los relieves y pinturas de esta poca. Y ello ha generadoconfusin en cuanto a su verdadera forma (fig.7-c).

    Figura 7. A: Empuadura de espada curva de bronce negro e incrustaciones de oro y cobrecon el nombre de Seti I. Brooklyn Museum, acc. no. 49167. Dibujo a partirde H. W. MLLER,

    op. cit.: 153. B: Espada curva de bronce con el nombre de Ramss II en la empuadura.Museo del Louvre, E 25689. Dibujo a partir de H. W. MLLER, op. cit.: 152. C: Espadas curvas

    estilizadas pintadas en la KV 11, tumba de Ramss III en el Valle de los Reyes. Dibujo apartir de J. F. CHAMPOLLION, Monuments de lgypte et la Nubie. Pars 1845, vol. III: lm. 264.

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    25 Ibid.: 152, 158, 163-165.

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    Puales y espadas cortas: Este tipo de armas, con empuadura y hojafundidas en una pieza de bronce, fueron escasas dentro de la dinmica ar-mamentstica egipcia anterior a la poca en cuestin. Como ya ha sido des-tacado, eran objetos de lujo destinados a hombres y unidades sobresa-lientes. Las dependencias militares de Pi-Ramss han legado a laposteridad algunos puales de bronce con hoja plana de doble filo unida auna empuadura que tiene guardamanos corto, parte central vaca para sercubierta con cachas de madera, hueso o marfil, y pomo abotonado (fig.8-a).Los relieves blicos presentan, ocasionalmente, soldados armados conestos objetos (fig.8-b) en tanto que la armera pintada en la tumba de Ram-ss III muestra unas cuantas espadas cortas, de cuyos pomos pendencordones (fig.8-c), y espadas con extremo romo (fig.8-d).

    Figura 8. A: Pual de bronce hallado en un taller de una unidad de carros de guerra de laantigua Pi-Ramss. Dibujo a partir de la foto en E. B. PUSCH, 1993: 134, fig. 132. B: Prncipe

    egipcio degollando a un enemigo hitita con una espada corta. Relieve sobre la batalla deKadesch en el muro oeste de la Sala Hipstila del Ramesseum. Dibujo a partir de

    J. C. WILKINSON, op. cit.: 359. C: Espada corta pintada en la KV 11. Dibujo a partir de J. F. CHAMPOLLION, op. cit.: lm. 264. D: Espada, o machete, sin punta afilada. Dibujo a partir

    de J. F. CHAMPOLLION, op. cit.: lm. 263.

    Bastones y mazas: Los bastones, fcilmente elaborables, siempre tuvierongran importancia en los ejrcitos antiguos. Objetos de este tipo con guar-damanos eran utilizados en entrenamientos y exhibiciones castrenses, se-gn evidencian relieves y pinturas hallados en tumbas del Imperio Nuevo26.Sin embargo, algunas unidades de combatientes de la dinasta XX portabanuna modalidad de bastn, de unos 100 cm de longitud, que posea un

    26 Sobre la lucha con bastones resulta muy ilustrativo el enfoque de W. DECKER, Sports and Gamesof Ancient Egypt. New Haven/Londres, 1992: 82-87.

  • guardamanos y un extremo metlico con el que era fcil ocasionar gravesheridas a un enemigo poco protegido27 (ver en figuras 1 y 4-b). En la tumbade Ramss III estn representados con todo lujo de detalles bastones parala guerra (fig.9).

    Figura 9. Bastones de combate con proteccin de manos pintados en la KV 11. Dibujo apartir de J. F. CHAMPOLLION, op. cit.: lm. 264.

    Las mazas con cabeza ptrea haban sido armas de uso comn entiempos protohistricos aunque fueron perdiendo importancia en el campode batalla durante las primeras dinastas debido a su progresiva sustitucinpor hachas de hoja metlica28. A pesar de ello, las mazas con cabeza piri-forme se convertiran en un smbolo del poder faranico que pervivira a lolargo de los siglos29. Si en representaciones blicas de la dinasta XIX apa-recen ocasionalmente en manos de algunos soldados, en relieves militaresde la dinasta XX son frecuentes. Semejante dato permite afirmar que a fi-nales del Imperio Nuevo estos artilugios blicos fueron utilizados masiva-mente para la guerra (ver, por ejemplo, en fig. 4-b).

    Lanzas: Los relieves indican que los infantes pesados combatan con unalanza cuya longitud era algo menor a la de sus cuerpos (ver en figuras 1 y4-b). La gran variedad de puntas de lanza encontrada en diversos lugaresde la geografa egipcia crea grandes dificultades a la hora de intentar esta-blecer una tipologa. Hasta donde se sabe, la prctica totalidad de hojas de

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    27 W. WOLF, Die Bewaffnung des Altgyptischen Heeres. Leipzig, 1926: 79. Este egiptlogo aporta-ba informacin sobre un bastn del Louvre cuya longitud era de 126 cm y otro de Berln que meda102 cm.

    28 Ibid.: 8.29 Una buena recopilacin de escenas de masacre de enemigos en la cual se puede observar la

    maza con cabeza piriforme en manos del rey, se encuentra en la obra de E. S. HALL, The Pharaoh Smi-tes His Enemies. MS 44, 1986.

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    lanza de esta poca era de bronce, muchas posean nervatura central ycasi todas tenan una prolongacin hueca por la cual era introducido un ex-tremo de caa o vara (fig.10).

    Figura 10. Punta de lanza de bronce con el nombre de Ramss II. Dibujo a partir de W. WOLF, op. cit.: lm. 6, nr. 8.

    3. Armas arrojadizas: Arcos y flechas: Estas armas tenan gran importancia, tanto para las uni-

    dades de carros como para las de infantera ligera. Segn los relieves, losarcos compuestos, ms potentes que los simples, fueron utilizados cadavez con mayor frecuencia30. La arqueologa, por su parte, ha brindado arcossimples y arcos compuestos pertenecientes a este perodo. De los primerospodemos destacar la vara de 155 cm hallada en la tumba tebana del fun-cionario Bekenjons y de los segundos cabe mencionar los 105 cm que seconservan de una pieza con listones de madera y tiras de tendn de bueyencontrada en otra tumba tebana31. En cuanto a las flechas, se produjeroninnovaciones sustanciales, ya que las puntas de bronce fueron modificadas:las antiguas puntas palmiformes y romboidales fueron sustituidas progresi-vamente por puntas que posean espolones laterales (fig.11). Al margen dela mejora aerodinmica, esta forma dificultaba la extraccin de la punta enel cuerpo de un guerrero herido.

    30 Los relieves militares muestran numerosos arcos compuestos, en su esquemtica forma triangu-lar, portados por soldados egipcios.

    31 W. WOLF, op. cit.: 80-83, lm. 16, nrs. 1 y 3. Tambin se puede obtener informacin sobre el arcocompuesto en W. MCLEOD, Composite Bows from the Tomb of Tutankhamun. Oxford, 1982: 29, G.

  • Figura 11. Puntas triangulares de flecha de bronce con largos espolones laterales.Longitudes: 105 y 85 cm. Museo Egipcio de Berln, nrs. 17297 y 11502. Dibujo a partir de

    foto en W. WOLF, op. cit.: lm. 8, nrs. 17 y 18.

    Venablos: Estos objetos blicos eran utilizados bsicamente por las unida-des de carros y presentaban las siguientes caractersticas: longitud aproxi-mada de 125 a 150 cm, punta de bronce, y estabilizadores formados poruna bola y dos cordones. Clsicos son los relieves de Seti I y Ramss II enlos que estos faraones se disponen a rematar a un enemigo con un armade estas caractersticas (fig. 12).

    Figura 12. Seti I en ademn de matar a un enemigo Libio con un venablo. Relieve blico enla parte exterior del muro norte de la Sala Hipstila del templo de Karnak.

    Hondas: En comparacin con otras armas arrojadizas, las hondas fueronobjetos poco utilizados por los egipcios a lo largo de su historia. En lo querefiere a las dinastas XIX y XX se han encontrado pocos indicios de su uso.Uno de los ms representativos, sin embargo, aparece en el relieve de lagran batalla naval esculpido en el templo funerario de Ramss III: un hon-dero se dispone a lanzar su mortfero proyectil desde el mstil de un bajelegipcio (fig. 13)

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    46 UNED. Espacio, Tiempo y FormaSerie II, Historia Antigua, t. 17-18, 2004-2005

  • Breve sntesis sobre el armamento en Egipto durante las dinastas XIX y XX

    UNED. Espacio, Tiempo y Forma 47Serie II, Historia Antigua, t. 17-18, 2004-2005

    Figura 13. Hondero dispuesto a actuar desde el mstil de una nave de guerra. Relieve blicodel templo funerario de Ramss III en Medinet Habu. Dibujo a partir de J. G. WILKINSON,

    op. cit.: 357.

    4. Protecciones corporales:

    Escudos y protecciones genitales: Los escudos presentaban caracters-ticas similares a los de la ltima fase de la dinasta XVIII: piezas de madera,de unos 100 cm de longitud, 70 cm de anchura y parte superior en formasemicircular. Ocasionalmente posean un orificio por el que el soldado podamirar con la cabeza protegida o un emblema de una unidad de combate.

    En las excavaciones de Pi-Ramss han sido encontrados interesantesmoldes para el revestimiento metlico de los laterales de escudos, quepresentan la forma tpica de las protecciones hititas representadas en re-lieves militares del gobierno de Ramss II (fig.14). Esta particularidad de-muestra que algunos artesanos hititas trabajaron en la capital egipcia al ser-vicio del faran32. Obviamente, debemos suponer que esta colaboracin se

    Figura 14. Molde para escudo de origen hitita hallado en la antigua Pi-Ramss. Dibujo apartir de foto en E. B. PUSCH, 1993: 136, fig. 135.

    32 E. B. PUSCH, op. cit.: 142. La cuestin que plantea gira en torno al momento inicial de esta cola-boracin; lo ms lgico es suponer que se produjo a raz del tratado de paz y amistad.

  • produjo a raz del Tratado de paz y amistad firmado en el ao 21 del go-bierno de Ramss II. Las protecciones genitales, que aparecen reiterada-mente en escenas militares de esta poca, tenan forma triangular (ver en fi-guras 1, 2 y 6). Nada se sabe sobre el material utilizado sobre suelaboracin, aunque cabe suponer que era lino o cuero.

    Cotas y cascos: Estas defensas corporales fueron utilizadas, como ha sidoindicado, por los soldados de carros. En Pi-Ramss se han encontrado res-tos de cotas en forma de pequeas placas de bronce con diminutos orificiospor los que pasaban los hilos que las unan a una prenda de ropa (fig.15-a).Estas cotas, las cuales ya estn documentadas en antiguos textos de Nuziy cuyas primeras evidencias de su uso en Egipto se encuentran a mediadosde la dinasta XVIII33, se pueden observar, pintadas de distintos colores, enla tumba de Ramss III34 (fig.15-b). Los relieves de Abu Simbel, sin embar-go, presentan un nuevo tipo de proteccin portado por los mercenariosschardana y por algunos soldados egipcios de la guardia real, cuya carac-terstica esencial viene marcada por una serie de placas horizontales quecubran la prctica totalidad del tronco y, en algunos casos, los glteos.

    Figura 15. A: Placa de bronce, con agujeros para ser cosida a una pieza de tela, hallada enla antigua Pi-Ramss. Dibujo a partir de foto en E. B. PUSCH, 1993: 135, fig. 134. B: Cota,compuesta de pequeas placas, pintada en la KV 11. Dibujo a partir de J. F. CHAMPOLLION,

    op. cit.: lm. 262. C: Soldado egipcio de la guardia de Ramss II protegido por casco y cotaformada por grandes placas horizontales. Relive blico del muro sur de la gran sala del

    templo mayor de Abu Simbel.

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    33 Para informacin sobre cotas en la antigedad consultar en W. H. CATLING, Panzer. En Kriegs-wesen, vol I. Gttingen, 1977: 74-118. Sobre su introduccin en Egipto leer, por ejemplo, en J. MARTNEZBABN, op. cit.: 26-27; Ibid.: Historia militar de Egipto durante la Dinasta XVIII. Barcelona, 2003: 187-189.

    34 Los distintos colores estn en relacin a los materiales diversos utilizados para la elaboracin deesta cota: amarillo para oro, rojo para bronce y azul para fayenza. Esta conclusin, perteneciente a H. L.LORIMER, fue recogida por W. H. CATLING (op. cit.: 93). El uso de placas de materiales como hueso o ce-rmica para la fabricacin de una cota de parada de esa poca est documentado, desde el punto de vis-ta arqueolgico, en Pi-Ramss (E. B. PUSCH, op. cit.: 135).

  • Breve sntesis sobre el armamento en Egipto durante las dinastas XIX y XX

    UNED. Espacio, Tiempo y Forma 49Serie II, Historia Antigua, t. 17-18, 2004-2005

    Unas anchas tiras colocadas sobre el hombro unan las partes posterior yanterior de la pieza, la cual quedaba fijada al cuerpo del guerrero medianteunos engarces laterales (fig.15-c). Protecciones similares, nicamente parael torso y parte del brazo, son portadas por soldados egipcios en la batallanaval del delta (fig.15-d). Probablemente estos corseletes estaban hechosde cuero, pues, al margen de la incomodidad para el movimiento, sera ab-surdo que los soldados de la flota se protegieran con una pesada pieza quepoda provocar su muerte por ahogo si caan al agua35. El hecho de que lautilizacin egipcia de estos objetos defensivos coincidiera con la llegada demercenarios forneos que portaban prendas similares, permite la suposicinde que se trata de armamento de origen extranjero36. Un tercer tipo deproteccin del tronco aparece tambin en la pared de la tumba de RamssIII: se trata de dos piezas enteras unidas mediante engarces laterales; unacubra la totalidad del torso y la otra la espalda (fig. 15-e).

    Figura 15. D: Soldados egipcios de la flota protegidos por cascos y cotas formadas porplacas horizontales. Relieve blico del templo funerario de Ramss III en Medinet Habu.

    E: Corselete formado por una nica pieza, pintado en la KV 11. Dibujo a partir de J. F. CHAMPOLLION, op. cit.: lm. 264.

    En lo que refiere a los cascos, debemos subrayar que eran portados porel mismo tipo de soldados poseedores de cota. Los relieves blicos mues-tran protecciones de cabeza de distintas formas que cubran parte de lafrente y la totalidad del crneo con nuca incluida (figs. 4-b, 13, 15-c y 15-d).

    35 Probablemente las gruesas tiras de cuero estaban unidas mediante tiras de metal (W. H. CATLING,op. cit.: 103; R. DREWS, op. cit.: 175-176).

    36 En relieves del templo de Abu Simbel se pueden observar mercenarios schardana y soldados egip-cios que portan este tipo de proteccin. Puesto que no se conocen antecedentes sobre esta clase de cor-selete en Egipto, podemos considerar que se trata de una innovacin extranjera.

  • A la citada lista esencial de armamento egipcio de la poca en cuestin cabeaadir interesante novedad: las espadas largas. Es probable que estas armas, deorigen centroeuropeo37, fueran introducidas en el pas del Nilo por mercenariosschardana que entraron al servicio del faran en tiempos de Ramss II y cuyosdescendientes combatiran bajo los estandartes egipcios, incluso contra guerrerosde su misma procedencia38, durante el resto de la dinasta XIX y parte de la di-nasta XX. Al margen de la informacin que ofrecen los relieves militares, se hanencontrado diversas hojas de espada larga que ratifican su introduccin duranteesta poca. Dos de las ms representativas son (figs. 16-a/b):

    Figura 16. A: Fragmento de espada de bronce hallada en Zagazig. Museo Egipcio de Berln,nr. 20447. B: Fragmento de espada de bronce con el nombre de Seti II hallada en Tell

    Firaum. Museo Egipcio de Berln, nr. 20305. Dibujos a partir de foto en W. WOLF, op. cit.: lm. 15.

    a) Espada de bronce bien conservada hallada en Zagazig (Bubastis). Mide71,5 cm de longitud. La hoja es de doble filo y posee cuatro acanaladuras.Indudablemente se trata de un arma de origen extranjero39.

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    37 Hay evidencias de espadas largas en Egipto durante la Dinasta XVIII, pero se trataba de armasexcepcionales (J. MARTNEZ BABN, 2003: 181-182, 184-186). Sobre espadas largas egipcias de la po-ca en cuestin: M. BURCHARDT, Zwei Bronzeschwerter aus gypten. ZS 50 (1912): 62; R. DREWS, op. cit.:199-201. Y sobre espadas largas y puales de esta poca en distintos mbitos geogrficos se puedeconsultar el captulo de S. FOLTINY, Schwert, Dolch und Messer. En Kriegswesen, vol. II. Gttingen, 1980:231-274.

    38 Obviamente, si los schardana entraron al servicio de la Casa Real egipcia en tiempos de RamssII, algunas de sus unidades se enfrentaron contra los guerreros de su misma procedencia que formabanparte de la coalicin de pueblos que atac al pas del Nilo, segn informa la Gran Inscripcin de Karnak.

    39 M. BURCHARDT, op. cit.: 61.

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    UNED. Espacio, Tiempo y Forma 51Serie II, Historia Antigua, t. 17-18, 2004-2005

    b) Hoja de bronce con alto grado de deterioro, de la cual se conservan 45 cm,hallada en Tell Firaun (delta). Los cartuchos de Seti II grabados en una delas partes permiten datar con fiabilidad esta pieza40.

    Otro objeto de este tipo y de especial inters se hall muy lejos de Egipto; setrata de una hoja que mide 74,4 cm, posee acanaladuras y conserva una parte es-trecha por la que se introdujo la empuadura, hallada en Ras-Schambra (Ugarit).Su particularidad ms destacable, desde el punto de vista histrico, es que portalos cartuchos del faran Merenptah41. Este objeto demuestra, junto a otras evi-dencias, el grado de colaboracin alcanzado entre la corte egipcia y sus antiguosenemigos sirios en tiempos del citado rey.

    Como ocurri con otras armas incorporadas a la dinmica militar egipcia, la lle-gada de espadas largas al pas del Nilo no supuso ningn cambio sustancial en elarmamento: el hacha seguira siendo el arma ms comn para los soldados del fa-ran en la lucha cuerpo a cuerpo.

    ELABORACIN, ALMACENAJE Y REPARTO DE ARMAMENTOSi bien la elaboracin de armamento est perfectamente documentada, como

    ya ha sido indicado, en la antigua Pi-Ramss, otras pruebas ayudan a perfilar eltrabajo que efectuaban los artesanos en armeras y talleres. En Sakkara se halla-ron tumbas de algunos funcionarios que se dedicaban a la inspeccin metalrgicaen los arsenales menfitas de finales de la dinasta XVIII y comienzos de la XIX42.Inscripciones y relieves conservados en sus paredes aportan informacin sobre eltipo de armas que se fabricaban en Egipto durante esa poca. Un relieve de latumba de Ipuya, jefe de taller y superior de orfebres del Seor de las Dos Tierras,muestra, entre trabajos de cariz civil como la elaboracin de estatuas, a unos ar-tesanos puliendo la rueda de un carro (fig. 17). Y deteriorados fragmentos de re-

    Figura 17. Artesano menfita puliendo la rueda de un carro. Tumba de Ipuia en Sakkara. Dibujo a partir de S. SAUNERON, op. cit.: 10, fig. 1.

    40 Ibid.: 61-62.41 C. F. A. SCHAEFFER, A Bronze Sword from Ugarit with Cartouche of Mineptah (Ras Shambra, Syria).

    Antiquity 29 (1955): 226-229. En opinin de este investigador la espada fue elaborada en armeras delPrximo Oriente.

    42 S. SAUNERON, La manufacture darmes de Memphis. BIFAO 54 (1954): 7-12.

  • lieves de la tumba de Kyry, jefe de taller del Seor de las Dos Tierras, Superior defabricantes de carros y Jefe del taller del arsenal, permiten observar la elaboracinde flechas y el traslado de carros desmontados, espadas curvas y cascos a los al-macenes.

    La informacin sobre armeras en Pi-Ramss y Menfis, aadida a la que po-seemos sobre talleres tebanos de la dinasta XVIII, permite afirmar que haba lu-gares dedicados a la produccin de armas en las ciudades que posean acuarte-lamientos donde habitaban los soldados pertenecientes a las divisiones decombate. Dicho de otra manera, probablemente la alta oficialidad de una divisintena tambin algn tipo de competencia sobre la fabricacin de objetos para laguerra. Obviamente, los tributos, como los arcos simples y escudos forrados depieles procedentes de Kusch que aparecen en las paredes del templo de RamssII en Beit el-Walli (fig.18), y el botn de guerra, como la lista de armas incautadas alenemigo que contiene la Gran Inscripcin de Karnak escrita en tiempos de Me-renptah43, contribuyeron a engrosar el armamento de los ejrcitos del faran.

    Figura 18. Escudos y arcos como tributos nubios entregados a Ramss II. Muro sur del patio del templo de Beit el-Walli.

    Las armas que no eran necesarias para el servicio de las unidades en activoeran trasladadas y guardadas en grandes almacenes. Y all permanecan hastaque las variables geopolticas obligaban al faran a movilizar grandes cantidadesde soldados. Las paredes de la citada tumba de Ramss III muestran, como se hapodido constatar, un almacen que posea buena parte de la panoplia egipcia deaquella poca: espadas rectas, espadas curvas, venablos, arcos, bastones y todotipo de protecciones corporales. Tambin en los mencionados relieves de la tumbade Kyry era posible observar abundantes objetos blicos colocados en almace-nes44. Entre los mismos, se pueden destacar: carros, cascos y venablos.

    Ante una situacin de alarma eran llamados a filas todos los reservistas y seproceda al reparto del armamento almacenado. Un relieve del templo funerario deRamss III en Medinet Habu recoge el momento de entrega de armas a los sol-

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    43 En la lista de botn se recogen los trminos: Espadas de los mescheuesch: 9111.44 S. SAUNERON, op. cit.: 11.

  • Breve sntesis sobre el armamento en Egipto durante las dinastas XIX y XX

    UNED. Espacio, Tiempo y Forma 53Serie II, Historia Antigua, t. 17-18, 2004-2005

    dados que deben participar en una operacin de defensa del territorio frente a in-vasores hostiles. La escena presenta al faran presidiendo la entrega de cascos,lanzas, arcos compuestos, carcajs y espadas curvas (fig.19).

    Figura 19. Entrega de armas a los soldados como prembulo de una campaa militar. Relieve blico del templo funerario de Ramss III en Medinet Habu.

    CONCLUSIONES

    Las estructuras militares de las dinastas XIX y XX posean el armamento msmoderno que en aquella poca haba en el Prximo Oriente asitico. Sin embargo,no renunciaron a armas tradicionales, como el hacha y el arco simple, que eran con-tundentes en el campo de batalla, fciles de elaborar en comparacin con otros ob-jetos blicos y ms baratos. Cabe tener en cuenta que la carencia de grandesbosques en Egipto jams permiti un amplio desarrollo de la industria metalrgica.Evidentemente, sin ingentes cantidades de madera no se poda trabajar en grandeshornos de fundicin. De esta manera, el pas del Nilo deba importar materiales deelaboracin y armas desde sus territorios asiticos, capturarlas como botn o fabri-car masivamente aquellos objetos blicos que resultaran ms econmicos.

    El ejrcito de las dinastas XIX y XX combati bsicamente con el mismo tipode armas que el de finales de la dinasta XVIII, aunque hubo, a lo largo del tiempo,algunas innovaciones tcnicas, ampliaciones en el uso de determinados objetos yla incorporacin de un arma nueva:

    En el marco de las mejoras tcnicas se puede destacar el aumento de lacapacidad de combate de los carros, el cambio de la forma de las puntas deflecha con el fin de aumentar su capacidad de destruccin y la introduccinde un nuevo tipo de proteccin corporal ms ligero.

    Sobre la extensin del uso de algunas armas cabe subrayar el arco com-puesto y, en cuanto a defensa, las cotas o los corseletes, en sus diversasmodalidades, y los cascos. No hay que olvidar, sin embargo, que en unaprimera fase las protecciones corporales fueron destinadas, bsicamente, alas unidades de la guardia real y de carros.

  • Las largas espadas de origen centroeuropeo constituyen la novedad ar-mamentstica ms destacada de todo este perodo. Estas armas, portadaspor mercenarios y algunos egipcios, podan ser ms efectivas que las ha-chas y las espadas curvas.

    Desde el punto de vista histrico se puede afirmar que las tropas de Seti I yRamss II que participaron en numerosas campaas contra objetivos asiticos es-taban perfectamente armadas y pertrechadas. En los talleres y armeras situadosen las ciudades que posean divisin de combate se fabricaban objetos blicos querequeran una utilizacin limitada de la metalurgia. El resto del material de guerraproceda de dominios egipcios situados en tierras extranjeras o de las armas queportaban los mercenarios que a lo largo de esta poca se fueron incorporando alejrcito del faran. Asimismo, la paz firmada con el antiguo enemigo hitita en el ao21 de Ramss II permiti la llegada de artesanos anatlicos que contribuyeron amejorar la calidad tcnica de algunos objetos blicos.

    La situacin comenz a variar ante los ataques externos acaecidos en tiemposde Merenptah y las crisis internas que se produjeron en la ltima fase de la dinas-ta XIX: los incipientes signos de debilidad en un marco geopoltico internacionalinestable tendran tambin sus repercusiones en el ejrcito y su armamento. En po-cas dcadas el pas del Nilo pas de ser una potencia imperialista a un territorioque hubo de movilizar todos los recursos disponibles para rechazar agresiones delibios y Pueblos del Mar. Asimismo, la figura del faran como primer guerrero delImperio sufrira un gran desgaste debido a las pugnas desatadas en la Casa Realque culminaran con un cambio dinstico. Semejante deterioro contribuy a debi-litar al ejrcito, provoc prdidas territoriales y, por tanto, socav la capacidad deobtener armamento de muchos centros asiticos.

    Durante la primera fase de la dinasta XX tendran lugar las ltimas grandes ba-tallas del ejrcito neoimperial contra invasores extranjeros. Y un aspecto histricosumamente interesante radica en la comparacin de los relieves militares deRamss III, el gran guerrero de esta dinasta, con los de Ramss II. Partiendo delconstatable hecho de la acentuada similitud en muchos aspectos, encontramos,desde el punto de vista armamentstico, un elemento distinto: en las tropas deRamss III que combatieron contra libios y Pueblos del Mar aparecen unidades desoldados que portan un bastn de combate o una maza, armas escasas en los nu-merosos relieves de Ramss II. El bastn tambin forma parte de la panopliaegipcia en la pintura de la tumba de Ramss III. Y en tiempos de este ltimo se ob-serva tambin la presencia de honderos dentro de las fuerzas armadas. Esta sutildiferencia en los relieves tal vez nos est dando una informacin importante: al-gunas unidades de soldados portaban armas que podemos considerar excesiva-mente baratas para un ejrcito que en pocas anteriores estaba perfectamente ar-mado. Y ello se puede deber a dos razones:

    La prdida de influencia sobre ciudades asiticas con tradicin metalrgicahaba obligado a utilizar armas de fabricacin simple y escaso coste.

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    La movilizacin general de soldados, reservistas y milicianos provoc unafalta de armas que se solventara con la elaboracin rpida de objetos b-licos simples.

    Evidentemente, no puede descartarse una incidencia de ambos factores.Poco se sabe sobre el armamento de la ltima fase de la dinasta XX. Sin em-

    bargo, las prdidas de los ltimos territorios asiticos, el desgobierno y los conatosde guerra civil que marcaron el fin del Imperio Nuevo permiten suponer que dis-minuy la calidad de los objetos blicos.