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ASOCIACION DE MICROBIOLOGIA, HIGIENE Y MEDICINA PREVENTIVA CONSIDERACIONES A LA ACTUALIDAD EPIDEMIOLOGICA Y PROFILACTICA DE LA RABIA J. LóPEZ Ros Cuando en 1881 aquel gran sabio, pilar verdadero de la Microbio- logía, Loms PASTEUR, demostraba en una comunicación conjunta con sus inmediatos colaboradores CHAMBERLAND, Roux, y THUILLIER la constante virulencia del tejido nervioso en los animales enfermos y muer tos de rabia, asentaba, paralelamente, una serie de conceptos que, dura nt e más de 50 años, fueron verdaderos post ulados sobre los que reposaba la Epizootología de la enfermedad y, en consecuencia, su Profilaxis. Aquella comunicación de PASTEUR y colaboradores a la Academia de Ciencias de París demostraba: l. Que el perro era el único agente de transmisión de la enfer- medad. 2. Que la mordedura era casi exclusivamente la única vía de penetración del virus. 3. Que la evolución de la enfermedad era siempre mortal para la especie afectada, y 4. Que la única posibilidad de luchar contra la enfermedad era la vacunación. La tecnología científica moderna, y especialmente el supetior cono- cimiento de la etiología de la enfermedad, ha modificado considera- blemente las conclusiones de aquella primera comunicación de PAs- TEUR. En 19.32, RuRST y PAWAN, en unos trabajos fundamentales, de- muestran que la enfermedad podía ser transmitida por ciertos quiróp- teros, los vampiros hematófagos, demostrándolo así en casos bien con- cretos estudiados en la isla de La Trinidad. En 1953, ScATTERDAY demuestra, mediante el proceso de aislamiento del virus, que también los murciélagos insectívoros pueden tener su papel en la epizootolo- gía de la rabia. Es curioso el hecho ya apuntado por SAIZ MoRENO de que los cro- nistas españoles FERNÁNDEZ DE Ovi EDO y FRANCISCO MONTERO, en 1527, describen una enfermedad mortal que cursaba con alteraciones nerviosas en los soldados que eran atacados por los vampiros cuando

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ASOCIACION DE MICROBIOLOGIA, HIGIENE Y MEDICINA PREVENTIVA

CONSIDERACIONES A LA ACTUALIDAD EPIDEMIOLOGICA

Y PROFILACTICA DE LA RABIA

J. LóPEZ Ros

Cuando en 1881 aquel gran sabio, pilar verdadero de la Microbio­

logía, Loms PASTEUR, demostraba en una comunicación conjunta con

sus inmediatos colaboradores CHAMBERLAND, Roux, y THUILLIER la

constante virulencia del tejido nervioso en los animales enfermos y

muertos de rabia, asentaba, paralelamente, una serie de conceptos que,

durante más de 50 años, fueron verdaderos postulados sobre los que

reposaba la Epizootología de la enfermedad y, en consecuencia, su

Profilaxis. Aquella comunicación de PASTEUR y colaboradores a la

Academia de Ciencias de París demostraba:

l. Que el perro era el único agente de transmisión de la enfer­

medad. 2. Que la mordedura era casi exclusivamente la única vía de

penetración del virus. 3. Que la evolución de la enfermedad era siempre mortal para

la especie afectada, y 4 . Que la única posibilidad de luchar contra la enfermedad era

la vacunación. La tecnología científica moderna, y especialmente el supetior cono­

cimiento de la etiología de la enfermedad, ha modificado considera­

blemente las conclusiones de aquella primera comunicación de PAs­

TEUR. En 19.32, RuRST y PAWAN, en unos trabajos fundamentales, de­

muestran que la enfermedad podía ser transmitida por ciertos quiróp­

teros, los vampiros hematófagos, demostrándolo así en casos bien con­

cretos estudiados en la isla de La Trinidad. En 1953, ScATTERDAY

demuestra, mediante el proceso de aislamiento del virus, que también

los murciélagos insectívoros pueden tener su papel en la epizootolo­

gía de la rabia. Es curioso el hecho ya apuntado por SAIZ MoRENO de que los cro­

nistas españoles FERNÁNDEZ DE OviEDO y FRANCISCO MONTERO, en

1527, describen una enfermedad mortal que cursaba con alteraciones

nerviosas en los soldados que eran atacados por los vampiros cuando

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la conquista de Panamá y, posteriormente, la conquista de la península de Yucatán. Aquí tenemos, seguramente, las primeras descripciones de la rabia transmitida por los vampiros.

Otro embate de la moderna tecnología sobre el postulado que se­ñala al perro como único agente transmisor de la enfermedad está representado por el reconocimiento de la aparición o comprobación , en 1915, de la llamada rabia salvaje o selvática. Y recientemente Pws y ATANASIU, en 1966, comunican la adaptación y obtención de un virus rábico clásico entretenido en Drosophila melanogaster y conside­rado como verdadero mutante; nos referimos a la conocida cepa Rd.

El segundo postulado, consecuencia de aquella demostración de PASTEUR, también es reconsiderado cuando CONSTANTINE, en 1962, demuestra la transmisión de la rabia por vía aerógena, demostración que, posteriormente, también ha confirmado ATANASIU.

O trás vías habían sido consideradas en la época heróica de la inves­tigación rábica: La mucosa, la intraocular y la intracerebral, pero no se había considerado la vía digestiva, es más, se había considerado pero condicionada siempre a la presencia de un traumatismo previo en la mucosa bucal; ha sido SoAVE quien, recientemente, ha demostrado innecesario aquel traumatismo previo. También corresponde citar aquí la vía in terplacentaria ya observada naturalmente en el perro, bóvidos y óvidos y demostrada en 1963 para los murciélagos insectívoros por SrMs y colaboradores .

También el tercer postulado pierde su valor absoluto cuando en 1957 ANDRAL y SERIÉ demuestran la existencia de casos crónicos de rabia en el mismo pen o, hecho ya anunciado por WEBSTER en 1945, y, anteriormente, por LERTT, McNUTT, MARILLATTI y DRAND pero incapaces de soportar el empuje de la critica biológica que exigía demos­traciones palpables. En la actualidad GRIBENCHA y SELIMOV comprue­ban casos de rabia no mortal en el ratón blanco después de inoculación de prueba.

Y finalmente es el cuarto postulado el sometido a revisión cuando, ej1 1969, CAL! consigue en Candida Sousa Barbosa, en el Brasil, y previa una trepanopunción a través de un complicado sistema de tubos de plástico introducidos en los mismos ventrículos laterales por los que se introducía periódicamente gammaglobulina antirrábica, la para­lización de la marcha de la enfermedad rábica.

Finalizada esta introducción, que no podía sufrir limitación de ci­fras sin perjudicar la memoria y la concepción actual de la Epizooto­logía y la Profilaxis de la Rabia, quisiera comentar el empleo de los términos Epizootología y Epidemiología aplicados a esta enfermedad. Epizootología o Epizootiología es el coníunto de factores y condicio­nes determinantes de la frecuencia de aparición de las diversas enfer­medades, ya sean infecciosas, carenciales, etc .. . , su distribución y co­rrelación entre diversos grupos de la población terrestre y su medio

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62 ANALES DE MEDICINA

ambiente determinante de enfermedad; Epidemiología sería una sub­

división del término Epizootología referida al estudio de la enferme­

dad en los grupos de población humanos. Por ello, al tratar de las

Zoonosis, puede aplicarse perfectamente la denominación de Epide­

miología, y la Rabia es una de las primeras zoonosis conocidas.

La Epidemiología de la Rabia concuerda perfectamente con las

formas ecológicas de la misma, es decir, debe considerarse:

a) La rabia canina urbana. b) La rabia de los vampiros y otros quirópteros.

e) La rabia salvaje o selvática, y

d) La rabia de los posibles vectores de transmisión distintos de

los señalados. Según estas formas ecológicas bien establecidas, por lo menos en

la parte referente a los apartados a), b) y e), la cadena epidemiológica

podría quedar resumida en otros tantos puntos:

l. Todas las especies de sangre caliente son sensibles al virus

rábico, aunque en diverso grado.

2. Esta sensibilidad determina una paralela capacidad de trans­

misión, aún reconociendo la existencia de especies que actúan

como verdaderas vías muertas en la evolución de la enferme­

dad como son el hombre y los bovinos.

3. La transmisión de la enfermedad tiene lugar, en la mayoría de

los casos, por mediación de la saliva, ya sea por mordedura

o por vía aerógena, pero no puede desconsiderarse la vía diges­

tiva y la intraplacentaria. 4. La transmisión por mordedura es esencial en el caso de los

vampiros hematófagos, necesitan las tomas de sangre para rea­

lizar sus ciclos biológicos, mientras que la transmisión señala­

da es accidental en los carnívoros.

5. La evolución ecológica de la enfermedad, sus ciclos terrestres

indiscutibles, hacen pensar en la existencia de reservorios para

el virus, reservorios que, por otra parte, tendrían su inciden­

cia sobre los grandes pilares epidemiológicos: animales terres­

tres salvajes y el género de los quirópteros.

La verdadera cadena de transmisión podría esquematizarse de la

siguiente manera:

RABIA

RABIA

RABIA

~RESERV~~

SELVATICA ~ RABIA

~ANJNA URB~ ~ RABIA

!um~RABIA

EN QUIROPTEROS HEmATOfAGOS

t EN OTROS QUIROPTEROS

+ PARALITICA BOVINA

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J. LÓPEZ. EPIDEMIOLOGÍA Y PROFILAXIS DE LA RABIA 63

La rabia de la fauna salvaje, a ]a que hemos decidido llamar selvá­tiva, sufre una serie de modificaciones cíclicas de biotipo y, conse­cuentemente de biotopo. En la actualidad existe una clara inclinación hada el grupo de los carnívoros, que seguramente tiene su origen en un ciclo comprobado ya, que tuvo Jugar a finales del pasado siglo. Los huéspedes susceptibles, que a su vez actúan como vectores de transmisión, son, esencialmente, las distintas especies de zorros, los tejones, mofetas, corzos, chacales, lobos y coyotes, mangostas, martas y otros animales peleteros.

La rabia de los Quirópteros vampiros no parece estar sujeta a ta­les importantes modificaciones y se mantiene de forma crónica en el seno de estas especies. A lo sumo pueden aparecer modificaciones pero dentro del mismo biotopo o nicho ecológico, influyendo, por ejemplo, en la aparición de rabia en otros quirópteros (insectívoros, frugívoros, omnívoros) que utilizan las mismas cuevas.

Estas dos formas ecológicas de la rabia son capaces, por si solas, de determinar:

a) Recrudecimiento o regreso de la rabia urbana canina, con el consecuente peligro para el hombre.

b) La rabia paralítica de los bovinos, que tantos problemas eco­nómicos y relacionados con la higiene está produciendo en países de gran cabaña bovina como Brasil, Uruguay, Argen­tina, etc .. . y que, además, son exportadores (un punto que no debemos olvidar).

e) Asentamiento de nuevos eslabones epidemiológicos . Este último punto tiene considerable interés y le dedicaremos una

mayor atención. Sabemos positivamente que la simple modificación de la densidad en un determinado biotopo modifica la cadena epide­miológica de transmisión. Son ejemplos de este hecho las recientes experimentaciones de reducción de zorros en USA por Km.2 y también las experiencias llevadas a cabo por Alemania con motivo de la com­probación de los focos de rabia selvática polaca. En estos casos, no sólo cambian los huéspedes de transmisión sino que la velocidad de expansión de la enfermedad también se modifica. La gasificación ma­siva de las madrigueras trajo como consecuencia, junto a la total eli­minación del zorro en aquel biotopo, la posibilidad de grandes tras­lados por parte de las especies de otros biotopos próximos. Se favo­reció claramente la difusión de la enfermedad. Por el contrario, la sim­ple reducción sí es favorable de cara a una lucha contra la enfermedad en estas especies u otras afectadas. Consecuencia de esta eliminación total de las especies afectadas es la aparición de nuevos eslabones en la cadena epidemiológica que pueden pasar desapercibidos durante un período de tiempo importante.

Todo ello lleva al necesario estudio de los reservarías naturales del virus rábico. Estos reservorios, que con los trabajos de REAGAN y col.,

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64 ANALES DE MEDICINA

con los de BELL y col., y en los que estos autores habían comunicado

la transmisión indirecta de diversas cepas de virus calle a variados in­

sectos y artrópodos parásitos, parecían perfectamente localizados. Lue­

go los trabajos de KOKLES y WITTMAN han desmentido aquellas ase­

veraciones o, por lo menos, han modificado seriamente su interpreta­

ción. Con el mantenimiento de la cepa Rd. por parte de ATANASIU y

PLUS, en Drosophila melanogaster el problema se aviva nuevamente,

aun considerando que la susodicha cepa sea una mutante natural del

virus rábico. También es nota a tener en cuenta los modernos proce­

dimientos de lucha contra los insectos mediante el empleo de virus

específicos como consecuencia de las resistencias observadas frente a

los diversos plaguicidas químicos; y dentro de estos virus se conocen

varios del grupo de los Rhabdovirus. ¿Pueden ser estos Rhabdovirus de los insectos, y aún de las mis­

mas plantas (enanismo amarillo de la patata, amarillez necrótica de la

lechuga) el reservorio potencial del virus rábico de las especies de

sangre caliente? Lo desconocemos, pero no por ello debemos olvidar­

lo en futuras investigaciones. Por el momento conocemos, sobre este tema, los parentescos anti­

génícos de la llamada fracción soluble entre el virus rábico clásico y

el virus Sigma. Es más, recientemente han podido demostrarse antí­

genos nucleoproteínicos comunes (comprobables por F de C e IFA, no

por seroneu tralización) entre varios virus clásicos de rabia y ciertos

virus aislados en el continente africano. Ello ha permitido una clasi­

ficación provisional de serotipos del virus rábico:

Serotipo l.

Serotipo 2.

Serotipo 3.

Serotipo 4.

Cepa de prototipo CVS; agrupa a casi todos los llamados VI­

rus «calle». Cepa prototpio Lagos Bat; se trata de una mezcla de encéfalos

de murciélagos frugívoros de Nigeria. Cepa prototipo Mokola; aislada de la musaraña y del hom­

bre. Varias cepas aisladas de un caballo, de mosquitos Culicoides y

Mansonia, todos ellos en Nigeria. Estas cepas no están toda-

vía perfectamente clasificadas y es probable den lugar a otros

serotipos que pudieran ser clasificados en un futuro.

La técnica de los llamados «marcadores genéticos» seguramente

permitirá una futura clasificación de mayor exactitud.

Uno de los eslabones de la cadena epidemiológica que no hemos

considerado anteriormente es el de la enfermedad en las ratas y rato­

nes silvestres. Este tipo de rabia parece condicionada a la superpobla­

ción de estos animales dentro de un biotopo muy infectado, cosa no

frecuente debido al autocontrol a que está sometida la especie campes­

tre.

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J. LÓPEZ. EPIDEMIOLOGÍA Y PROFILAXIS DE LA RABIA 65

Parecido podemos decir con relación a estas especies con habitat en las ciudades (R. norvegicus, R. rattus) en las que la presencia de rabia depende exclusivamente de la existencia de infección importante en el perro y en el gato, al que consideramos importante interme­diario en esta forma zoonósica.

Siguiendo con el estudio de los reservorios naturales del virus rá­bico, y conocido el hecho de su presencia durante muy largos perío­dos de tiempo en la glándula interescapular y en el mismo tejido graso que protege cuello y pared abdominal de los murciélagos, del virus en su forma activa, y que no siempre les produce enfermedad, podríamos pensar en estos animales como verdaderos reservorios. Y debemos con­siderar que el orden de los quirópteros, en los que se describen 19 familias, 189 géneros y más de 1.280 especies, incluye, no solamente al vampiro común (Desmodus rottundus) americano, sino a otras mu­chas especies europeas comprobadamente afectadas (en Yugoslavia, en Alemania, en Turquía). Y que dispone, además, de especie capaz de trasladar la infección a muy largas distancias (Tabarida brasiliensis mexicana), que es una especie migratoria. En estas especies el virus se presenta como un verdadero virus adaptado, con un tropismo bien determinado por el tejido de las glándulas salivales, y que sólo des­pués de muy largos periodos de tiempo produce enfermedad nerviosa y posterior muerte. Es por lo que se debe continuar con el estudio de la rabia en estos animales.

Epiderniológicamente España está encuadrada, y clasificada por los organismos de la OlE, como país indemne, pero debemos añadir ame­nazado. Los motivos de esta afirmación están basados en los siguientes datos relativos exclusivamente al año 1973 y primer cuatrimestre de 1974 y tomados de los Boletines de la OlE:

Francia . . . . . Alemania Occidental Suiza.

1973 = 2.127 y 1.•r cuatrimestre 1974 = 935 1973 = 2.950 y 1.cr cuatrimestre 1974 = 857 1973 = 706 y 1."'' cuatrimestre 1974 = 201

No constan aquí los datos de los países del Norte de Africa, ni de Bélgica, Polonia, Italia, Hungría, Yugoslavia, Checoslovaquia ni si­quiera los de la Alemania Oriental, simplemente por no tener nuestro país un acceso muy directo, aunque ya sabemos que en la actualidad este hecho tiene solamente escasa importancia en la difusión de las epidemias y zoonosis.

Estos datos, que en su mayoría proceden de casos de la llamada rabia selvática o salvaje, imponen necesariamente unas medidas de Profilaxis sanitaria que debe ser llevada a cabo por innumerables ser­vicios oficiales.

Trataremos exclusivamente aquí de la Profilaxis sanitaria aplicada a aquella forma de rabia, forma eco-epidemiológica, que hace su aparición

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66 ANALES DE MEDICINA

en los animales silvestres en general, y también trataremos de ciertas

nuevas consideraciones relativas a la llamada Profilaxis médica o vacu­

nación; y lo hacemos así porque la verdadera amenaza que tiene nuestro

país en la actualidad proviene del animal silvestre . Ciertamente, la

rabia canina urbana ha sido perfectamente reducida y evitada gracias

a unas campañas masivas de inmunización, y con ella anulada también

la rabia del gato y la posibilidad de continuidad epidemiológica en la

rata y el ratón de las grandes ciudades, habitantes de los inmensos

subsuelos . Tampoco debemos considerar como inmediatamente preocu­

pante la forma epidemiológica de los murciélagos ni siquiera la rabia

paralítica de los rumiantes, formas interdependientes que, en su forma

enzoótica, es consecuencia la segunda de la primera.

Pero sí debemos recomendar la realización del estudio ecológico

completo de los distintos biotopos de nuestras regiones . Conocer cos­

tumbres, especies preponderantes y equilibrios biológicos; conocer con

toda exactitud, igual que se ha logrado con el zorro rojo, todas las

características biológicas de las distintas especies que pudieran actuar

como vectores de transmisión de la enfermedad en nuestra nación.

Y dentro de este estudio, iniciar el reconocimiento informativo en las

especies de quirópteros para así poder comprobar su papel como vec­

tores y reservorios del virus rábico. En España no se conoce la convi­

vencia de quirópteros hematófagos y quirópteros insectívoros, por la

sencilla razón de que no ha sido reconocida la existencia de los prime­

ros; ello quiere decir que la comprobación de virus rábico en cual­

quier de las especies insectívoras, frugívoras, omnívoras, etc ... , deter­

minaría unas conclusiones ciertamente apasionantes. La rabia es una

zoonosis que merece la unificación de esfuerzos y la colaboración de

todos los sanitarios y todos los biólogos en toda su amplia concepción.

La Profilaxis sanitaria en los animales salvajes comporta, además

del estudio ecológico profundo de los biotopos integrantes de nuestras

zonas naturales, dos capítulos de gran trascendencia:

a) Información adecuada epidemiológica.

b) Actuación. La información lleva consigo la necesaria constancia en los mues­

treos, que, por otra parte, deben ser realizados previa perfecta clasi­

ficación y ordenación. Estos muestreos deben provenir de dos hallaz­

gos de especies muertas, ya sea de forma natural o provocada cuando

se hace necesario. Deben también provenir de aquellas especies que

ofrecen una mayor sensibilidad al virus y mayores posibilidades de difu­

sión de la enfermedad por su mediación directa.

Estas muestras serán comprobadas siempre mediante el método de

aislamiento del virus y el método de IF, que tantas posibilidades permi­

te de diagnóstico rápido y eficaz de la rabia. Pensemos que la IF per­

mite, y aconseja hacerlo así, el sacrificio inmediato de todo animal sal­

vaje o vagabundo causante de heridas por mordeduras en el hombre, en

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J. LÓPEZ. EPIDEMIOLOGÍA Y PROFILAXIS OB LA RABIA 67

contrapos1c10n a observaciones reglamentadas no siempre eficaces s1 aceptamos la moderna patogenia del virus rábico.

Para la realización de aquellos muestreos arriba señalados, es pre­ciso, y se precisa, la total colaboración de los diversos servicios de la Administración; los motivos son de fácil colegir.

Pero la información no finaliza aquí, es menester la comunicación de resultados y las pruebas realizadas a los distintos centros regionales de OMS, y es menester la organización de seminarios y la formación profesional, todo ello junto a una continuada labor de educación sani­taria social que tantos tratamientos evitaría y tantos problemas resol­vería.

Dentro de este amplio apartado de la información, y como parte integrante de esta Profilaxis sanitaria, deben investigarse las relacio­nes existentes entre el virus rábico y la célula huésped, en cuyo capítulo deben comprobarse los sistemas enzimáticos que intervienen en su pe­netración, las causas de aquellas llamadas fases de latencia del virus, las causas, también, de la aparición de metabolitos inhibitorios y las llamadas replicaciones incompletas de la partícula viral; no debe olvi­darse tampoco la investigación de los diferentes sustratos celulares que permiten la multiplicación viral ni la investigación de las distintas fracciones antigénicas y su real composición química. En consecuencia, debe investigarse la patogenicidad variable de este Rhabdovirus y el poder inmunizante de distintas cepas.

La actuación sobre los animales salvajes debemos basarla siempre en la simple reducción de estas especies hasta lograr las llamadas den­sidades de seguridad. Se sabe, por ejemplo, que poblaciones de zorro de 1 por Km. cuadrado son peligrosas y no lo son cuando se reduce a 1 por cada 2 Km. cuadrados. Esta reducción, que no eliminación, puede lograrse por diversos procedimientos (caza recompensada, aplicación de trampas y cepos y distribución de cebos envenenados, que deberían evitarse siempre que fuera posible). Los procedimientos biológicos de aplicación de cebos alimenticios con progesterona para las hembras y estrógenos para los machos, no han dado resultados apetecibles; la provocación de enfermedades infecciosas (enfermedad de Carré y hepa­titis contagiosa) no son tampoco aconsejables por las consecuencias imprevisibles que puede provocar. Los más utilizados, para conseguir la reducción deseada, son los procedimiento químicos tales como la gasi­ficación de madrigueras en los momentos en que están ocupadas por la madre y los cachorros, empleando preferentemente cianhídrico en com­pasión variable y distinta.

La inmunización de los animales selváticos es, por el momento, de imposible realización pero, indiscutiblemente, sería el método de pro­filaxis más eficaz y decisivo con el que se podría agobiar seriamente hasta el mismo reservorio natural de la enfermedad.

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68 ANALES DE l\IEDICINA

La medida más prometedora es la de inmunización oral de los zo­

rros mediante cebos apropiados con la cepa ERA que más adelante

comentaremos. Pero es menester hacerse a la idea de que estos virus

vacunantes deben emplearse después de una perfecta comprobación

en cuanto a su posible poder patógeno, y aún infeccioso, residual y que

la medida de vacunación debería repetirse periódicamente y asegurar

la misma en un elevado porcentaje de animales sensibles.

Es menester estudiar este capítulo con dedicación y comprobar sus

resultados, cosa que, indiscutiblemente, sólo puede realizarse debida­

mente en cotos, zoos y parques naturales mediante la captura incruenta

de los animales a experimentar.

Antes de iniciar el comentario destinado al apartado de inmuniza­

ción, haremos un pequeño esquema de las cepas consideradas como

útiles y recalcar en la necesidad de, sea cual sea la cepa empleada y el

procedimiento de obtención del ant.ígeno, conocer todas las caracte­

rísticas de aquella y sus respuestas en los animales sensibles.

Estas cepas pueden agruparse así:

l. Cepas de virus fijo.

2. Cepas de virus vivo modifica­das y adaptadas a embrión de pollo.

Cepa PV-11 obtenida en conejo » PM obtenida en conejo » CVS mantenida en ratón » Pasteur O de conejo

Cepa Flury LEP ( 40-60 pases) » » HEP (225-230 pases) )> Kelev » SAD adaptada a embrión pollo

3. Cepas de virus vivo adaptadas ¡ Cepa Flury o Kelev a embrión de pato. Cepa PV-11

Cepa PM

4. Cepas de virus vivo modificado y adaptado a cultivo celular.

Flury HEP a riñón de perro ERA a riñón de cerdo Flury LEP a .fibroblastos de embrión

de pollo Fl.uty LEP a riñón de Hamster Knukovo-32 a riñón de hamster Flyry HEP a BHK, a WI-38 y NIL2

Las cepas ERA y Knukovo-32 provienen de la misma cepa SAD, y mientras la primera está adaptada a las células de riñón de lechón

en 35-45 pases, la segunda está adaptada al riñón de hamster después

de 90-100 pases; la cepa original SAD es una cepa proveniente de un

perro rabioso y adaptada rápidamente a embrión de pollo (sólo 10

pases fueron suficientes para su modificación) .

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J. DÓPEZ. EPillEMIOLOGÍA Y l'ROFIL.~XIS DE LA RABIA 69

En cuanto a la inmunización, es necesario precisar que todas las vacunas tienen sus ventajas e inconvenientes en cuanto a aplicación y resultados . Y que la que puede tener una clara utilidad en determinada especie es contraproducente en otra. Así, por ejemplo, la vacuna en embrión de pollo utilizando la cepa Flury LEP es perfectamente utili­zable para la inmunización de los perros; en realidad es la única estir­pe Flury generadora de suficiente tasa de anticuerpo protector en este animal, pese a la desfavorable opinión de los técnicos alemanes y al hecho comprobado por Rmz FALCÓ y SAIZ MoRENO, recientemente, de un caso de IF positivo debido a la presencia de dicha cepa en el cere­bro de un animal supuestamente vacunado y motivo, por mordedura, de análisis de comprobación. En realidad si este hecho fuera repetida­mente comprobado en los análisis de rutina por el método de IF, sería un serio inconveniente en el empleo de dicha cepa, ya que representaría una problemática en el procedimiento de mayor rapidez y seguridad de que dispone en la actualidad la metodología diagnóstica de la rabia. Esta estirpe, Flury LEP, por el contrario, no es utilizable en gato ni otros animales domésticos en los que se intente una profilaxis vacuna!, y ello debido a tma patogenicidad residual considerable y fácilmente compro­bable en el momento del control en cobaya.

Las tendencias modernas, dentro de este apartado de la obtención de preparados para la inmunización efectiva de los animales domésticos, se dirigen a la obtención de antígenos vacunantes cuyo origen sea el cerebro de ratón lactante y, especialmente, el cultivo tisular, ya sea como cultivo primario, ya sea como cultivo en estirpe celular continua convenientemente seleccionada. Para la primera técnica de obtención antigénica se utilizan preferentemente los virus fijos que posteriormente se inactivan por diversas técnicas al respecto, mientras que para las vacunas de sustrato celular se emplean indistin tamente las cepas Flury HEP o LEP, ERA o Knukovo y hasta pueden emplearse las cepas de virus fijo.

En general, hasta el momento, puede decirse que los mejores resul-. tados, en cuanto a tasa de anticuerpos y protección, fueron obtenidos con las vacunas preparadas, ya fueran en- embrión ya fueran en cultivo celular, utilizando las cepas de v.irus vivo y modificado .

En ganado bovino y gato, muy sensibles al virus rábico, dan bue­nos resultados de inmunización las vacunas preparadas con cerebro de ratón lactante inactivadas y las vacunas vivas modificadas tipo HEP, ERA, etc ... obtenidas en células de riñón de perro, hamster, embrión de pollo y riñón de lechón .

Los tiempos de revacunación oscilan entre 1-3 años como máximo. Las vacunas que están en estudio, pero que ya han sido aplicadas

en número suficiente para poder llegar a unas conclusiones, para la inmunización de la rabia en el hombre son :

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70 ANALES DE i\<IEDICINA

a) De tejido nervioso y purificadas al fluorocarbono u otros pro­

ductos químicos. b) De cultivo celular:

l. En sustrato riñón de hamster (tipo Knukovo); 2. en sustrato riñón feto bovino (tipo CVS); 3. en sustrato células WI-38 (tipo PM).

Todos estos cultivos celulares son, posteriormente, inactivados por

diversos procedimientos. Con la obtención de vacuna inactiva a la BPL, obtenida por siem­

bra de una cepa PM en cultivo celular WI-38, y previa una adaptación de la cepa, se logran, según comunicación al respecto por parte de EE.UU. y Francia, con posología reducida a tres aplicaciones con inter­valo de cuatro días, respuestas de anticuerpos neutralizantes superio­res a las obtenidas con las clásicas pautas de los 7-14 y 21 días utili­zando vacunas de tejido nervioso o embrión de pauto. El velúculo, las

células WI-38, ha sido muy estudiado y comprobado (se prepara ya vacuna contra poliomielitis en dichas células) solucionando el inconve­niente que representaba la capacidad mutágena de estas líneas y su relación oncogénica.

Debe considerarse también la vacuna tipo Fuenzalida obtenida en

el ratón de 4-5 días y que consiste en una suspensión al 2 por 100 en tampón del cerebro de dichos ratones inoculados con la cepa CVS y posterior inactivación mediante el empleo de la BPL en proporción al 2 por 1.000 en estufa a 35 °C. Una vez comprobada la inactivación antes mencionada, se centrifuga el total para la eliminación de todo resto de sustancia nerviosa que pudiera actuar como determinante o

fac tor paralítico. Y, en definitiva, pensar que el tratamiento vacuna! de la rabia debe

efectuarse cuando las características relacionadas con el animal agresor y su ecosistema así lo aconsejen. Quedan muchas páginas por escribir

con relación a la perfecta inmunización e inocuidad de los productos utilizados para tal fin.

Doctor en Veterinaria del Laboratorio Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Barcelona

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Cienc. Méd. de URSS, 1972.

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J. LÓPEZ. EPIDEMIOLOGÍA Y PROFlLAXlS DE LA RABIA 71

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