ATLAS DE LAS AVES EN INVIERNO EN ESPAÑA 2007-2010

ATLAS OF BIRDS IN SPAIN IN WINTER 2007-2010(English abstract included bellow)

Realizado por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife)Editores: Juan Carlos del Moral, Blas Molina, Ana Bermejo y David Palomino.Dirección Técnica del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente: Ricardo Gómez Calmaestra.

Cita recomendada:General: SEO/BirdLife 2012. Atlas de las aves en invierno en España 2007-2010. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-SEO/BirdLife. Madrid.

Capítulos:Carrascal, L. M. y Palomino, D. 2012. Variación geográfica de la riqueza de especies invernantes en la península Ibérica. Estacionalidad y determinismo ambiental. En, SEO/BirdLife: Atlas de las aves en invierno en España 2007-2010, pp. 36-47. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-SEO/BirdLife. Madrid.

Dibujo de portada: Juan Varela SimóMaquetación e impresión: ADVANTIA, S.A.© Dibujos: Juan Varela SimóTraducción: Andy Paterson

I.S.B.N.: 978-84-8014-840-5NIPO: 293-12-022-XDepósito legal: M-3233-2013Impreso en España/Printed in SpainEdita: Organismo Autónomo Parques Nacionales

Agradecemos la colaboración de todos los coordinadores y participantes voluntarios.

Más información: www.seo.org/trabajamos-en/estudio-de-especies/

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Programas de seguimientode avifauna de SEO/BirdLife

atlas en invierno

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CAT Pela-roquesGALGabeadorvermelloEUSHarkaitz-txoria

TreparriscosTichodroma muraria

DISTRIBUCIÓNYTAMAÑODELAPOBLACIÓN

En general, el treparriscos se comporta como migrante altitudinal o de cor-ta distancia, invernando básicamente dentro del área amplia de reproduc-ción o en zonas relativamente cercanas, si bien algunos individuos se pue-den desplazar hasta centenares de kilómetros (Del Hoyo et al., 2008), como evidencian los mapas de distribución mostrados. Aunque en invierno existen posibilidades de observar el treparriscos en casi cualquier zona con relieve marcado de la península Ibérica, como reflejan los resultados de este atlas y trabajos de síntesis previos (por ejemplo, Hernández et al., 1992), su dis-tribución regional concuerda bastante con este patrón global, puesto que la mayor parte de las observaciones se registran en el eje de montañas pire-naico-cantábrico donde se reproduce y en zonas poco alejadas. Los datos

fragmentarios disponibles en anuarios ornitológicos y trabajos locales indican que el treparriscos sería un invernante regular en el ámbito pirenaico-cantábrico, en el Sistema Ibérico, en las sierras mediterráneas desde Cataluña hasta Murcia, y probablemente tam-bién en el Sistema Central, si bien en Madrid es un invernante accidental (Díaz, 2009). En cambio, sería irregular en los sistemas Bético y Penibético y espo-rádico en otras zonas del suroccidente. Independien-temente de la regularidad en la presencia invernal, parece claro (aún asumiendo un sesgo debido a la densidad de observadores) que su frecuencia dismi-nuye con la distancia a las zonas de cría, de modo que

Distribucióneninvierno ▼

Distribuciónenépocareproductora ▼

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Treparriscos

En general, en invierno ocupa altitudes más bajas que durante la época de reproducción, y en algunas zonas como en el cantábrico desciende hasta el ni-vel del mar, donde utiliza los acantilados costeros (García Sánchez, 1996-2007; Domínguez, 2011). Aunque no es habitual, algunos ejemplares permanecen en alta montaña, habiendo sido observados ejemplares a 3.200 m s.n.m. (Del Hoyo et al., 2008). Para la cordillera Cantábrica y los Pirineos, Hernández et al. (1993) hallaron diferencias significativas en las altitudes ocupadas en los periodos de reproducción y de invernada, con medias unos 1.000 m inferiores en invierno para ambas cordilleras. El desplazamiento hacia zonas de menor altitud se explica por las dificultades de encontrar alimento en la alta montaña, donde las temperaturas son muy bajas y los invertebrados difícilmente accesibles.

EVOLUCIÓNDELAPOBLACIÓN

No hay información que permita analizar la evolución de la población, debi-do a la ausencia de estimaciones fiables y a la dificultad de detección de la especie. En Europa se considera una especie estable (BirdLife International, 2011). A escala local, en lugares de invernada tradicionales se sigue obser-vando con regularidad y sin cambios aparentes, siempre de forma escasa.

MOVIMIENTOSDELASAVESINVERNANTES

Considerando que realiza, en general, desplazamientos a distancias cortas o medias (Del Hoyo et al., 2008), se puede asumir que los invernantes en la penín-sula Ibérica proceden de los núcleos reproductores de los Pirineos y de la cor-dillera Cantábrica, y que si existen aportes de zonas más lejanas, éstos deben ser accidentales. Se trata de una especie que ha sido muy poco anillada, y la única recuperación existente en España concuerda con la anterior suposición, ya que corresponde a un individuo marcado en julio de 2004 en los Picos de Eu-ropa y recuperado muerto en enero de 2005 en el norte de Cáceres, a una dis-tancia de 425 km (GIA, 2006). Se desconoce cuál es la fracción de la población estival que pasa el invierno en las cercanías de las zonas de reproducción (radio de 20 km o menos), pero probablemente sea minoritaria, como sucede en Es-lovaquia, donde sólo quedaría una cuarta parte (Saniga, 1995). En los Pirineos la deserción de las zonas de reproducción resulta muy clara, como muestran, por ejemplo, la ausencia de datos entre diciembre y marzo en el Parque Nacio-nal de Ordesa y Monte Perdido (Woutersen y Grasa, 2002) y el hecho de que en Cataluña casi no se ha detectado en invierno por encima de los 1.800 m s.n.m., que es donde se reproduce (Aymerich y Palau en Herrando et al., 2011). En la vertiente norte de la cordillera Cantábrica la mayor parte de las observaciones invernales se sitúan entre los 300 y los 1.000 m s.n.m., sin que apenas existan registros por encima de los 1.200 m, donde se encuentra la mayor parte de las parejas reproductoras (García Sánchez, 1996-2007).

ÁngelFernándezGonzálezyPereAymerichBoixader

en la franja mediterránea es relativamente común en todo el sistema Costero Catalán (Aymerich y Palau en Herrando et al., 2011), pasa a ser un invernante raro en el norte valenciano (Luque y García, 2009) y se rari-fica mucho hacia el sur, para ser ocasional en las sie-rras andaluzas (Pérez-Contreras et al., 2002; Tamayo, 2007). Las zonas de presencia invernal más o menos frecuente se sitúan a distancias inferiores a los 300 km de áreas de reproducción, si bien la localización de ejemplares en algunas zonas de Extremadura y Anda-lucía implica desplazamientos de hasta 700 km. En las islas Baleares es accidental, con un solo registro en la última década (GOB, 2000-2010).

Se desconoce el tamaño de la población invernante, que debería ser muy similar a la población estival, ya que es improbable una llegada significativa de indi-viduos extraibéricos. La población estival también se desconoce, porque no fue evaluada en el último atlas de aves nidificantes (Herrero en Martí y Del Mo-ral, 2003) y la estimación anterior cifrada en 9.000-12.000 parejas (Hernández en Purroy, 1997) resulta claramente excesiva si se consideran los datos más concretos existentes en la actualidad a escala local o regional (por ejemplo, Woutersen y Grasa, 2002; Santandreu et al. en Estrada et al., 2004; Fernández, 2006). En Cataluña se ha estimado una población in-vernante de 400-500 individuos (Aymerich y Palau en Herrando et al., 2011).

PREFERENCIASDEHÁBITAT

Es un ave que se ha especializado en la explotación de paredes de roca, a las que está ligada todo el año (Snow y Perrins, 1998; Del Hoyo, 2008), y que de modo menos frecuente aparece en hábitats alternativos como canchales, taludes de sedimentos o edificios. El mapa refleja bastante bien esta dependencia de las rocas, pues la distribución principal coincide con sis-temas montañosos, donde los roquedos son abundan-tes. No refleja, en cambio, la preferencia señalada a menudo por las zonas calizas, que sí indican Hernán-dez et al. (1993) para las zonas de invernada ibéricas y que también se ha detectado en el atlas de invierno catalán (Aymerich y Palau en Herrando et al., 2011).

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Wallcreeper | Tichodroma muraria

� SUMMARY

The general behaviour of the wallcreeper is that of an altitudinal or short distance migrant as basically it winters within the widedistribution area or in relatively close zones, although some individuals may move several hundred kilometres. The wallcreepermay be seen in almost any area of the Peninsula with an abrupt landscape but is more frequent in the mountains of Pyrenean-Cantabrian axis where it breeds. It is accidental in the Balearic Islands but is not found in the Canary islands, Ceuta or Melilla. Itis strongly associated throughout the year with rock faces and seldom occurs in alternative habitats such as scree, sedimentedslopes or buildings. In general it occupies lower levels during the winter months than in the breeding period.

The size and evolution of the winter population are unknown. In general the species carries out short to medium distance move-ments and in the absence of evidence it is assumed that wintering birds in the Iberian Peninsula come from the breeding nucleiin the Pyrenées and Cantabrian mountain ranges.