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AUTORIDAD
¿Es igual que “autoritarismo”?
EQUIPO DE ORIENTACIÓN 2018 / 2019
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AUTORIDAD ¿Es igual que “autoritarismo”?
Los padres son los primeros y principales arquitectos de la personalidad de cada hijo.
Cada vez que les ponen límites, están dando forma y sostén a esa nueva e irrepetible
persona. Pero, ¿Cómo se ejerce la autoridad y cómo evitar caer en el autoritarismo? La
autoridad está unida a la responsabilidad; mientras que el autoritarismo aparece cuando
las ordenes se transmiten
como una exigencia. Por
ejemplo, no es lo mismo
exigir que su hijo se siente a
realizar las tareas de la
escuela porque su
educación forma parte de
su responsabilidad como
padre o madre, que
obligarlo que cumpla con
su tarea porque la
profesora se enfadará.
Aclarando términos
Como hemos dicho, no tiene nada que ver educar desde la autoridad que desde el
autoritarismo.
. Autoridad - escribimos tres acepciones:
1. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.
2. Potestad, facultad, legitimidad.
3. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su
legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.
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. Autoritarismo (de autoritario) - tres acepciones:
1. Sistema fundado primariamente en el principio de autoridad.
2. Actitud de quien ejerce con exceso su autoridad.
3. Régimen autoritario.
Diferencia entre autoridad y autoritarismo
Los padres, profesores tienen legítimamente Autoridad con los alumnos. Esa
legitimidad viene del cargo que ejercen y de las responsabilidades que tienen hacia los
niños/as.
Autoridad, como su propia definición indica supone “potestad, facultad”… es decir, que
el niño/a te considere como la persona que tiene poder sobre él y, a su vez, te lo
conceda. Y este respeto hay que ganárselo. Y se gana con autoridad, firmeza pero con
grandes dosis de cariño, paciencia, comprensión y amor. Si estas cuatro características
no están presentes en el proceso educativo o lo están en pequeñas y aisladas dosis,…
estamos frente al otro concepto: el autoritarismo.
El Autoritarismo viene determinado por el miedo: “Haces esto porque lo digo Yo”;
“¡Porque soy tu madre/padre y punto!”, “Así no se hace, hazlo así”, “No comas así”,
“No, no lo harás”, “A mí no me hables así, que soy tu padre/madre”, “te quedarás una
semana sin televisión”. El autoritarismo no genera respeto, genera miedo. No genera
aprendizaje ya que cuando la persona “autoritaria” no esté presente, el niño actuará
de la misma manera. El autoritario exagera los castigos, prácticamente no elogia
buenos comportamientos y siempre está pendiente de los pequeños fallos para
corregirlos. El miedo no educa y va generando, además, rechazo.
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Orientaciones y consejos
Disminuir el autoritarismo:
Evita frases como “Porque lo digo yo”, “Porque soy tu madre/padre”
Evita utilizar los gritos y largas reprimendas.
No les levantes el brazo.
No les amenaces ni utilices muy frecuentemente los castigos
Entrena la paciencia (los niños necesitan tiempo y equivocarse)
Refuerza su buen comportamiento (¡qué bien lo has hecho, cuánto esfuerzo!)
No hay límite para el cariño y demostraciones de amor: cuánto más mejor.
Ejercer la autoridad:
Establece normas claras, transmítelas con firmeza, serenidad y cariño.
Establece consecuencias positivas para los comportamientos que más esfuerzo
requieran (al tener consecuencias positivas y refuerzo estamos aumentando el
100% de posibilidades de que se repita)
Cuando cuestionen tu autoridad (lo harán…) mantente firme y no entres en grandes debates.
Dales la oportunidad de elegir lo que pueden hacer (ellos ya saben las
consecuencias que has establecido si lo hacen).
Si no emiten el comportamiento deseado no obtendrán la consecuencia
agradable (De esta manera, aprenderán a ver que su comportamiento siempre
tiene consecuencias y verán en el adulto como una persona que no cede en
este aspecto)
Refuerza, abraza, quiere. Esto es totalmente compatible con la autoridad, con
establecer normas y consecuencias. Y con el castigo, cuando es bien.
Es importante mantener lo más posible la coherencia. Lo establecido, ha de
ocurrir todos los días,… (si, hay que luchar contra el propio cansancio, nervios…
Educar es complejo)
Date el derecho a equivocarte y dáselo a los niños/as también. Además gracias
a las equivocaciones podemos aprender mejor.
Lo que has dicho, cúmplelo.
Y, a veces, decidir ceder en algún aspecto con los niños (si parece justificado),…
puede ser un triunfo en el proceso educativo.
No des premios porque sí. El premio o la consecuencia positiva siempre ha de
ocurrir tras el esfuerzo del niño/a en alguna tarea o por cumplir con alguna
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responsabilidad que se le ha encomendado…
Poner límites:
Reconocer cuáles son sus propios límites.
Muéstrese seguro, pero con afecto, hable y explique según las necesidades.
Mantenga la coherencia entre papá y mamá. No de dobles mensajes.
Respete el enojo de su hijo con paciencia.
Sea claro y concreto en sus pedidos.
Sea constante en la puesta de límites.