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www.ladiscusion.cl SÁBADO EDITORIAL 3 Sábado 8 de marzo de 2014 —LA DISCUSIÓN— Director: Francisco Martinic Figueroa • Representante legal: Daniel Sepúlveda H. • Domicilio: 18 de septiembre 721 • Fono: 2201 200 • Propietario: Empresa Periodística La Discusion S.A. Correo electrónico: [email protected] • Sitio web: www.diarioladiscusion.cl • Impresor: Impresora La Discusión S.A. •Empresa Corporación Universidad de Concepción. HUMOR Otra mirada» Efemérides ¿Autovalentes o dependientes? Germán Gómez Veas Consultor e Investigador en Educación [email protected] l Día de la Mujer que hoy celebramos es una fecha que se incorporó como efeméride nacional, pero que al igual que la Navidad, el Día de los Enamorados y otras celebraciones, ha perdido su sentido original al interior de un entramado comercial que nos ofrece mucho que comprar y poco para reflexionar. La fecha 8 de marzo fue elegida para conmemorar la movilización de más de cien trabajadoras de una fábri- ca textil (Nueva York, 1908), en demanda de mejores condiciones laborales. Los dueños encerraron a sus empleadas para reprimir la huelga y se desató un incen- dio que acabó con la vida de un centenar de ellas. A 106 años del incidente, la motivación que tuvieron aquellas mujeres para iniciar su huelga sigue vigente en Chile y América Latina: “Las condiciones laborales de la mujer”. Existe una mayor incorporación femenina a la econo- mía, pero principalmente en empleos precarios, donde los mejores ingresos siguen perteneciendo a sectores masculinos. La incorporación a la educación superior también está determinada por el género. Si bien ha aumentado el número de mujeres que ingresa a la uni- versidad, el gran porcentaje lo hace a carreras de menor proyección económica. En la versión 2013 del ”Global Gender Gap Report“, informe de igualdad de género presentado por el Foro Económico Mundial (WEF) a fines del año pasado, nuestro país quedó bastante mal parado, ya que bajó cuatro puestos desde 2012, posicionándose en el lugar 91 entre 136 economías, que representan más del 93% de la población mundial. Un retroceso que contras- ta con lo observado a nivel latinoamericano: según el informe, la brecha de género en América Latina y el Caribe se ha reducido en un 70% en 2013, porcentaje superior al de cualquier otra región. La situación es preocupante si tomamos en cuenta que Chile pasó del puesto 46° al 87° en el 2012. Además, 14 de las 26 economías de la región que figuran en el reporte están entre los 50 lugares mejor evaluados, mientras nues- tro país se ubica dentro de los 5 últimos lugares, superando únicamente a El Salvador, Belice, Surinam y Guatemala. ¿Por qué se produjo este descenso? Como señala el WEF, el informe evalúa el alcance de la brecha de género en cuatro pilares: Participación y oportunidades económicas (remuneración, participa- ción y puestos de trabajo de alto nivel de especializa- ción); Educación (acceso a niveles de educación básicos y superiores); Empoderamiento político (representa- ción en las estructuras de adopción de decisiones) y Salud (esperanza de vida y proporción entre sexos). Nuestro país ha registrado un nulo avance en la mayo- ría de estos aspectos, sobre todo en “Participación y oportunidades económicas”, donde bajó dos lugares (112°), principalmente porque el ítem “salario equiva- lente por trabajo similar“, referido a la brecha de suel- do para un mismo empleo, es el pilar peor evaluado. Igualmente, se advierte una pronunciada “segregación vertical” que, a diferencia de la “segregación horizon- tal”, se produce cuando el campo laboral de la mujer se vincula con ciertos trabajos que se estiman como típi- camente femeninos (por ejemplo, el servicio doméstico o la atención de personas). Es claro que los avances en Chile se han concentrado principalmente en la protección a la maternidad y la familia, pero la desigualdad laboral sigue siendo un tema pendiente en nuestra sociedad, donde todavía subsisten injustas diferencias entre los géneros que es necesario superar. Los claroscuros de nuestra sociedad se revelan muy claramente cuando se compara la equidad de oportunidades en materia laboral, donde hay claras diferencias en lo que concierne a las remuneraciones, con beneficio para el hombre, aunque la mujer realice el mismo trabajo. Desigualdad de género Y a parece una historia repetida, pero el problema que enfrentan los pequeños y medianos producto- res de uva vinífera en el Valle del Itata parece no acabar. Esta temporada, nuevamente ame- naza con dejar un gusto amargo entre los viñateros, luego que un informe de Odepa advirtiera que los precios podrían registrar una disminución de hasta un 35% respecto del año pasa- do, lo que se atribuye a un sobrestock de vino. Esto contrasta con la percepción que había en diciembre, cuando auguraban que las heladas harían disminuir la producción y elevar los precios. Frente a esta situación, los pro- ductores exigen una acción decidida del Gobierno que apunte a regular la actuación de los grandes poderes compradores, a quienes acusan de coludirse para fijar los precios. Exista o no colusión, lo importan- te es que los productores sigan invir- tiendo en infraestructura para vini- ficar sus uvas, dándole mayor valor agregado a la producción, con la capacidad de almacenaje para vender cuando los precios mejoren, y en eso el Gobierno puede aportar mucho. 1800. Se entregan las primeras salas del Hospital San Juan de Dios. 1822. El gobierno de los Estados Unidos reconoce la independencia de las antiguas colonias de España en América del Sur, entre ellas, Chile. 1857. Día Internacional de la Mujer. Existen diversas versiones, la más conocida es la de un incendio ocurrido en una fábrica textil de Nueva York donde habrían muerto quemadas las obreras que hacían una huelga. Hace 50 años El director de la Escuela Pública de Quinchamalí presentó a la Dirección Departamental de Educación Primaria, el serio problema de no contar con agua potable para el consumo de la población escolar del colegio. Hace 25 años Una decena de micros y taxibuses antiguos, de modelo correspondiente a 1966 o años anteriores, tendrían que ser retirados de la locomoción colectiva de nuestra ciudad. Sequía - Es de esperar que los Cores se pongan las pilas... Otra vez las uvas F orrest Gump cumple vein- te años desde su estreno, y a propósito de ello, bien vale la pena examinar la vigencia de al menos uno de sus mensajes. Desde la perspectiva educa- cional y sociológica la película a muchos nos parece fantástica, entre otras razones, porque la historia del excepcional joven caracterizado por sus discapaci- dades física y cognitiva, permite profundizar en una perspectiva antropológica de latente, pero huidizo alcance moral en relación a la sociedad que estamos constru- yendo en estos comienzos del siglo XXI. En efecto, desde el enfoque libe- ral moderno que va creciendo con fuerza en esta primera década del siglo XXI, mucho se promueve la autonomía individual como carac- terística fundamental de las perso- nas que logran su realización. Al mismo tiempo, también se realza la autonomía de cada individuo como uno de los valores centrales en torno al cual giran las socieda- des desarrolladas. En contraste, la historia de Forrest Gump nos plantea que la dependencia es algo muy natural y por tanto propia de la vida humana. Precisamente respecto de este tópico: ¿existe alguien que no requiera de los demás para ser quien es?; ¿en qué momento llega- mos a ser personas autovalentes e independientes? En tiempos en que prevalece el individualismo, a no pocos les resultará complejo comprender que los seres humanos somos natu- ralmente dependientes unos de otros, sin importar si se posee una discapacidad física o cognitiva, o si se es portador de un síndrome en particular. Sin embargo, ¿alguien podría negar que, en la vida práctica, una persona sin síndrome de Down o sin una discapacidad física, es tan dependiente de los demás como quien tiene esa condición? Esta alusión dispone de nutrida evi- dencia cuando nos referimos a la dimensión de los aprendizajes que requerimos en tanto somos reali- dades corpóreas. Pero la reflexión es válida también, en las dimensio- nes más espirituales que nos dis- tinguen como seres humanos. Alasdair Macintyre, razona en animales racionales y dependien- tes, que todo sujeto moral tiene una evidente dependencia en su relación con los demás, tanto en el proceso de aprendizaje de las vir- tudes éticas, como cuando las ejer- cita. Argumenta que la relación dependiente con los otros pone de manifiesto facetas de nuestra personalidad que, en ocasiones, no sólo sorprenden a los que nos rodean, sino que también a noso- tros mismos. De acuerdo a su razonamien- to, gran parte de lo que llegamos a ser se debe al autoaprendizaje que desarrollamos, precisamente, desde la relación que guardamos con los demás. Así, la vinculación por dependencia incide en los tres ámbitos que ponemos en ejercicio a partir del razonamiento prácti- co: el intelectual, el moral y el de los afectos. Por ello, reconocer que depen- demos de otras personas, y en par- ticular de los más cercanos, es un doble beneficio. En primer lugar, porque contribuye a orientarnos o a corregirnos. Y en segundo lugar, porque ese estado posibilita que otras personas nos auxilien y acce- dan a mitigar las carencias o dis- capacidades físicas, psicológicas, emocionales, o culturales que, en algún grado, todos poseemos.

¿Autovalentes o dependientes?

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Reconocer que dependemos de los demás contribuye a corregirnos. Y también posibilita que otras personas accedan a mitigar las carencias o discapacidades físicas, psicológicas o emocionales, que, en algún grado, todos poseemos.

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    SBADO

    EDITORIAL3Sbado 8 de marzo de 2014

    LA DISCUSINDirector: Francisco Martinic Figueroa Representante legal: Daniel Seplveda H. Domicilio: 18 de septiembre 721 Fono: 2201 200 Propietario: Empresa Periodstica La Discusion S.A.

    Correo electrnico: [email protected] Sitio web: www.diarioladiscusion.cl Impresor: Impresora La Discusin S.A. Empresa Corporacin Universidad de Concepcin.

    HUMOR

    Otra mirada

    Efemrides

    Autovalentes o dependientes?

    Germn Gmez VeasConsultor e Investigador en [email protected]

    !l Da de la Mujer que hoy celebramos es una fecha que se incorpor como efemride nacional, pero que al igual que la Navidad, el Da de los Enamorados y otras celebraciones, ha perdido su sentido original al interior de un entramado comercial que nos ofrece mucho que comprar y poco para reflexionar.La fecha 8 de marzo fue elegida para conmemorar la movilizacin de ms de cien trabajadoras de una fbri-ca textil (Nueva York, 1908), en demanda de mejores condiciones laborales. Los dueos encerraron a sus empleadas para reprimir la huelga y se desat un incen-dio que acab con la vida de un centenar de ellas.A 106 aos del incidente, la motivacin que tuvieron aquellas mujeres para iniciar su huelga sigue vigente en Chile y Amrica Latina: Las condiciones laborales de la mujer.Existe una mayor incorporacin femenina a la econo-ma, pero principalmente en empleos precarios, donde los mejores ingresos siguen perteneciendo a sectores masculinos. La incorporacin a la educacin superior tambin est determinada por el gnero. Si bien ha aumentado el nmero de mujeres que ingresa a la uni-versidad, el gran porcentaje lo hace a carreras de menor proyeccin econmica.En la versin 2013 del Global Gender Gap Report, informe de igualdad de gnero presentado por el Foro Econmico Mundial (WEF) a fines del ao pasado, nuestro pas qued bastante mal parado, ya que baj cuatro puestos desde 2012, posicionndose en el lugar 91 entre 136 economas, que representan ms del 93% de la poblacin mundial. Un retroceso que contras-ta con lo observado a nivel latinoamericano: segn el informe, la brecha de gnero en Amrica Latina y el Caribe se ha reducido en un 70% en 2013, porcentaje

    superior al de cualquier otra regin.La situacin es preocupante si tomamos en cuenta que Chile pas del puesto 46 al 87 en el 2012. Adems, 14 de las 26 economas de la regin que figuran en el reporte estn entre los 50 lugares mejor evaluados, mientras nues-tro pas se ubica dentro de los 5 ltimos lugares, superando nicamente a El Salvador, Belice, Surinam y Guatemala.Por qu se produjo este descenso?Como seala el WEF, el informe evala el alcance de la brecha de gnero en cuatro pilares: Participacin y oportunidades econmicas (remuneracin, participa-cin y puestos de trabajo de alto nivel de especializa-cin); Educacin (acceso a niveles de educacin bsicos y superiores); Empoderamiento poltico (representa-cin en las estructuras de adopcin de decisiones) y Salud (esperanza de vida y proporcin entre sexos).Nuestro pas ha registrado un nulo avance en la mayo-ra de estos aspectos, sobre todo en Participacin y oportunidades econmicas, donde baj dos lugares (112), principalmente porque el tem salario equiva-lente por trabajo similar, referido a la brecha de suel-do para un mismo empleo, es el pilar peor evaluado. Igualmente, se advierte una pronunciada segregacin vertical que, a diferencia de la segregacin horizon-tal, se produce cuando el campo laboral de la mujer se vincula con ciertos trabajos que se estiman como tpi-camente femeninos (por ejemplo, el servicio domstico o la atencin de personas).Es claro que los avances en Chile se han concentrado principalmente en la proteccin a la maternidad y la familia, pero la desigualdad laboral sigue siendo un tema pendiente en nuestra sociedad, donde todava subsisten injustas diferencias entre los gneros que es necesario superar.

    Los claroscuros de nuestra sociedad se revelan muy claramente cuando se compara la equidad de oportunidades en materia laboral, donde hay claras diferencias en lo que concierne a las remuneraciones, con beneficio para el hombre, aunque la mujer realice el mismo trabajo.

    Desigualdad de gnero

    Ya parece una historia repetida, pero el problema que enfrentan los pequeos y medianos producto-res de uva vinfera en el Valle del Itata parece no acabar.

    Esta temporada, nuevamente ame-naza con dejar un gusto amargo entre los viateros, luego que un informe de Odepa advirtiera que los precios podran registrar una disminucin de hasta un 35% respecto del ao pasa-do, lo que se atribuye a un sobrestock de vino.

    Esto contrasta con la percepcin que haba en diciembre, cuando auguraban que las heladas haran disminuir la produccin y elevar los precios.

    Frente a esta situacin, los pro-ductores exigen una accin decidida del Gobierno que apunte a regular la actuacin de los grandes poderes compradores, a quienes acusan de coludirse para fijar los precios.

    Exista o no colusin, lo importan-te es que los productores sigan invir-tiendo en infraestructura para vini-ficar sus uvas, dndole mayor valor agregado a la produccin, con la capacidad de almacenaje para vender cuando los precios mejoren, y en eso el Gobierno puede aportar mucho.

    1800. Se entregan las primeras salas del Hospital San Juan de Dios.

    1822. El gobierno de los Estados Unidos reconoce la independencia de las antiguas colonias de Espaa en Amrica del Sur, entre ellas, Chile.

    1857. Da Internacional de la Mujer. Existen diversas versiones, la ms conocida es la de un incendio ocurrido en una fbrica textil de Nueva York donde habran muerto quemadas las obreras que hacan una huelga.

    Hace 50 aos El director de la Escuela Pblica de Quinchamal present a la Direccin Departamental de Educacin Primaria, el serio problema de no contar con agua potable para el consumo de la poblacin escolar del colegio.

    Hace 25 aos Una decena de micros y taxibuses antiguos, de modelo correspondiente a 1966 o aos anteriores, tendran que ser retirados de la locomocin colectiva de nuestra ciudad.

    Sequa

    - Es de esperar que los Cores se pongan las pilas...

    Otra vez las uvas

    Forrest Gump cumple vein-te aos desde su estreno, y a propsito de ello, bien vale la pena examinar la vigencia de al menos uno de sus mensajes.

    Desde la perspectiva educa-cional y sociolgica la pelcula a muchos nos parece fantstica, entre otras razones, porque la historia del excepcional joven caracterizado por sus discapaci-dades fsica y cognitiva, permite profundizar en una perspectiva antropolgica de latente, pero huidizo alcance moral en relacin a la sociedad que estamos constru-yendo en estos comienzos del siglo XXI.

    En efecto, desde el enfoque libe-ral moderno que va creciendo con fuerza en esta primera dcada del siglo XXI, mucho se promueve la autonoma individual como carac-terstica fundamental de las perso-nas que logran su realizacin. Al mismo tiempo, tambin se realza la autonoma de cada individuo como uno de los valores centrales en torno al cual giran las socieda-des desarrolladas. En contraste,

    la historia de Forrest Gump nos plantea que la dependencia es algo muy natural y por tanto propia de la vida humana.

    Precisamente respecto de este tpico: existe alguien que no requiera de los dems para ser quien es?; en qu momento llega-mos a ser personas autovalentes e independientes?

    En tiempos en que prevalece el individualismo, a no pocos les resultar complejo comprender que los seres humanos somos natu-ralmente dependientes unos de otros, sin importar si se posee una discapacidad fsica o cognitiva, o si se es portador de un sndrome en particular.

    Sin embargo, alguien podra negar que, en la vida prctica, una persona sin sndrome de Down o sin una discapacidad fsica, es tan dependiente de los dems como quien tiene esa condicin? Esta alusin dispone de nutrida evi-dencia cuando nos referimos a la dimensin de los aprendizajes que requerimos en tanto somos reali-dades corpreas. Pero la reflexin es vlida tambin, en las dimensio-nes ms espirituales que nos dis-tinguen como seres humanos.

    Alasdair Macintyre, razona en animales racionales y dependien-

    tes, que todo sujeto moral tiene una evidente dependencia en su relacin con los dems, tanto en el proceso de aprendizaje de las vir-tudes ticas, como cuando las ejer-cita. Argumenta que la relacin dependiente con los otros pone de manifiesto facetas de nuestra personalidad que, en ocasiones, no slo sorprenden a los que nos rodean, sino que tambin a noso-tros mismos.

    De acuerdo a su razonamien-to, gran parte de lo que llegamos a ser se debe al autoaprendizaje que desarrollamos, precisamente, desde la relacin que guardamos con los dems. As, la vinculacin por dependencia incide en los tres mbitos que ponemos en ejercicio a partir del razonamiento prcti-co: el intelectual, el moral y el de los afectos.

    Por ello, reconocer que depen-demos de otras personas, y en par-ticular de los ms cercanos, es un doble beneficio. En primer lugar, porque contribuye a orientarnos o a corregirnos. Y en segundo lugar, porque ese estado posibilita que otras personas nos auxilien y acce-dan a mitigar las carencias o dis-capacidades fsicas, psicolgicas, emocionales, o culturales que, en algn grado, todos poseemos.