Awen

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  • EL AWENEn el corazn de la prctica druida se encuentra la bsqueda de la inspiracin. Proporciona fuerza al cuerpo, valor al corazn, conocimiento, sabidura y perspicacia a la mente y xtasis al espritu. En la tradicin druida britnica, el espritu de la inspiracin se llama Awen. Awen es un nombre femenino, traducido diversamente por musa, genio, inspiracin, furor potico y frenes potico. Est compuesto de dos palabras: aw, que significa fluido, y en, que significa espritu. As pues, literalmente Awen es el espritu fluido.El concepto de Awen es fascinante. Se puede encontrar en la poesa medieval de los bardos galeses; en la historia de Taliesin, un nio llamado Gwion Bach, Pequeo Inocente, bebe sin darse cuenta tres gotas de un brebaje de inspiracin (por ejemplo, Awen) preparado por la diosa Ceridwen. Gracias a esas gotas mgicas se le conceden tres dones: la poesa, la profeca y el cambio de forma. Estos dones definen las tres reas de la prctica druida; poesa para los bardos, profeca para los vates y cambio de forma para los druidas. Los bardos medievales britnicos consideran a la diosa Ceridwen, cuyo nombre significa mujer retorcida o la retorcida de blanco, la patrona de su orden.En Irlanda, el equivalente ms cercano a Awen es Dana, que ha sido traducido como don, tesoro, ofrenda o don espiritual, arte, ciencia, llamada o el arte de la poesa. Esto es visto como un don de la diosa Brighid, descrita en un manuscrito del siglo IX como una poetisa y una diosa adorada por los poetas por la generosa proteccin que les concede.Al igual que Shakti de la tradicin hind, Awen es el poder activo de la creacin; es una energa que adopta muchas formas, manifestndose en particular a travs de una diosa que es su origen y su agente.Desde los primeros periodos medievales, los bardos irlandeses se han referido a la inspiracin como a un fuego en la cabeza. Otros, como el gals Taliesin, la ven en forma lquida, y an otros la ven como un suspiro o un alimento, las bases de la vida. Siempre es vista como una sustancia tangible que podemos coger si lo intentamosEl Awen que cantolo llevo en mi interior,fluye como un ro,conozco su extensin;s cundo desaparece,s cundo se llena,s cundo se desborda,s cundo se derramaSENTIR EL AWENPara empezar a entender el flujo de Awen, necesitamos primero conocer el sentido de su presencia. Una manera de hacer esto es ser perfectamente consciente de las sensaciones fsicas y psquicas que los productos de la inspiracin de los dems producen en nosotros. El poeta Robert Graves dijo que la autntica poesa haca que se le erizara el vello de la nuca.Sumrjase en la forma de arte que le produzca ms inspiracin: un cuadro, un concierto de cmara, un concierto de David Bowie, un bosque, la cima de una colina o un lugar sagrado, una pieza de msica favorita, un poema, un pasaje de una novela o una pelcula. Mientras se ocupa de esta experiencia, intente descubrir sus reacciones personales fsicas y psquicas al espritu de la inspiracin. Sea consciente de cmo se senta antes y despus de la experiencia. Si se siente eufrico, abierto, libre, conectado, agradablemente intoxicado o elevado, subiendo hacia el xtasis y ms all, entonces hay posibilidades de que haya entrado en un autntico encuentro con Awen. Si, por contra, se siente deprimido, desanimado, aburrido o confuso, quiz debera pensar en cambiar de gustos.En el druidismo, hay muchos medios para intentar traer a Awen, la inspiracin, a nuestras vidas. Las artes son una buena manera, y el mundo natural, otra. Una vez ms, nuestras reacciones son personales. Ver, or y oler el mar motiva a algunos, mientras que otros encuentran su ms profunda inspiracin en las tranquilas profundidades de un bosque o en una colina en medio de una tormenta. Tambin los rboles pueden inspirar: la oscura y antigua sabidura del tejo, la grandiosidad pica de los al

  • tos pinos, la fuerza y la estabilidad del roble, la fluida flexibilidad del sauce y la espinosa belleza del espino o el endrino.SALMODIAR A AWENEn ritos comunes y en prcticas personales solemos invocar a Awen simplemente salmodiando la palabra. En ritos en grupo, lo hacemos para que nazca la inspiracin en los participantes y el crculo. En la prctica personal, el Awen puede ser salmodiado cuando se tiene una necesidad particular de inspiracin, tanto para un proyecto creativo como para encontrar la respuesta a un problema. Normalmente, la salmodia debe hacerse en el entorno de un crculo sagrado.Tradicionalmente, el Awen es salmodiado tres veces o un nmero de veces mltiplo de tres. A veces, se inicia una salmodia hasta que termina de forma natural. En grupos no es necesario que todo el mundo cante al unsono; de hecho, la calidad del sonido es mayor y est mejor tejida si las diferentes voces empiezan en momentos diferentes. La entonacin suele ser baja, produciendo una vibracin distinta en el vientre. Al elevar el tono, la vibracin sube hasta la barbilla o la cabeza. La experimentacin le indicar que le va mejor a usted bajo estas circunstancias. Cada slaba se extiende tanto como la respiracin lo permite.EN BUSCA DE AWENTrace su crculo. Quiz desee encender una vela en su altar o quemar un poco de incienso. Experimente hasta encontrar el ambiente propicio.Instlese ante el altar. Sintese cmodamente en con la espalda recta y la cabeza bien equilibrada. Ahora, concntrese en la intencin del ritual: aumentar el conocimiento de s mismo y de sus fuentes de inspiracin.Inspire profunda y lentamente un par de veces y expire tambin lentamente. Cuando vaya a tomar aliento por tercera vez, inicie la salmodia a Awen, repitiendo tres veces las palabras. El canto debe sonar as: Aaaaaaaaaaa-ooooooooooooo-eeeeeeeeeeeeeee-nnnnnnnn-nnnnnnn.Segn va diciendo la salmodia, tome conciencia de los efectos fsicos, psquicos y espirituales del proceso. Cuando haya finalizado con la salmodia, sintese tranquilo un instante, permitiendo que la resonancia del sonido penetre en usted e invada el espacio que le rodea.Cuando est listo, levntese y abra una puerta en su crculo. Puede hacerlo poniendo las palmas de sus manos juntas, deslizndolas hasta el borde de su crculo y entonces, separndolas, como si estuviera abriendo dos partes de unas cortinas. Otro modo de hacerlo es dibujar una entrada en el aire. Traspsela y cierre la puerta.Ahora, salga al mundo y busque algn objeto pequeo y transportable que le inspire. No busque demasiado conscientemente ni por mucho rato. Acte con su vientre, no con su cabeza. brase, librese de las ideas preconcebidas. Vaya donde le lleve el instinto y encuentre lo que el instinto le indique.Cuando haya encontrado algo, llvelo con usted; abra el crculo antes de entrar en l, cirrelo detrs de usted y sitese de nuevo ante el altar.Tenga el objeto en sus manos y concntrese en l, permitiendo a su mente rondar arriba y abajo por todas las avenidad del pensamiento que este abra. Si se descubre vagando por vanos pensamientos, utilice la presencia del objeto para concentrarse de nuevo. Examine sus aspectos: su textura, su forma, su color, su olor y su tacto. Qu pensamientos, sensaciones, sentimientos e impresiones le evocan estas cosas? Despus de seguir todas las cadenas de asociacin tan lejos como pueda, regrese al objeto. De este modo extender su conocimiento del objeto, de usted mismo y de sus reacciones hacia l, de sus fuentes de inspiracin y, si permite que su meditacin le lleve lo suficientemente lejos, de la estructura y el significado del universo.Cuando el objeto de su meditacin le lleve tan lejos como pueda, ser el momento de dar gracias por lo que ha aprendido y cerrar el crculo. En este momento debera saber si su objeto es algo por lo que debe hacer espacio en el altar o no. Si lo es, ponga una ofrenda en el lugar donde lo cogi y ofrzcala, dando gracias, al espritu del lugar. Las ofrendas deberan ser tales que no dejaran rastro al cabo de unos das: comida que cualquier animal pueda comer, bebida que pueda ser absorbida por la tierra, flores que se descompongan, nutrientes para el suelo.Si decide no conservar el objeto, devulvalo al lugar donde lo cogi y restityalo. Puede dejar alguna ofrenda al espritu del lugar, o puede dar el objeto en s mismo, y

  • el tiempo y el esfuerzo que ha costado devolverlo como ofrenda.