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Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 81 Volumen XIII / N° 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111 AYMARAS Y PLEBISCITARIOS. LOS INDÍGENAS ANDINOS, LA CHILENIZACIÓN Y LAS IDENTIDADES EN LA FRONTERA CULTURAL (PUTRE 1920-1929) * Aymaras and plebiscites. Andean Indigenous, the chilenización and identities in the cultural border. (Putre 1920-1929) Alberto Díaz ** Luis Galdames *** Rodrigo Ruz **** Recibido: 4 de noviembre de 2012. Aprobado: 9 de abril de 2013. RESUMEN Este artículo analiza, sobre la base de documentación archivística, cómo las poblacio- nes indígenas aymaras del extremo norte de Chile asumieron identidades nacionales pe- ruanas, en contraposición a las políticas de “chilenización” implementadas tanto por las agencias como los agentes chilenos en los poblados de la cordillera andina de Arica, ad portas del plebiscito pactado para 1926. Se examinan antecedentes cuantitativos (censos) y testimonios asociados a violencia y xenofobia en torno a la construcción de lealtades nacionales en la periferia de Putre y la frontera de los países andinos. PALABRAS CLAVES: Aymaras, plebiscito, chilenización. * Este artículo es resultado de la investigación del Proyecto Fondecyt Nº 1110965 y del proyecto de Investigación Mayor de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Tarapacá. Código 5710-12. Asimismo, se agradece el apoyo del Convenio de Desempeño Universidad de Tarapacá-Mineduc. ** Universidad de Tarapacá, Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas, Arica, Chile. Correo electrónico: [email protected] *** Universidad de Tarapacá, Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas, Arica, Chile. Correo electrónico: [email protected] **** Universidad de Tarapacá, Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas, Arica, Chile. Correo electrónico: [email protected]

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Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 81Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111AYMARAS Y PLEBISCITARIOS.LOSINDGENASANDINOS,LACHILENIZACINYLAS IDENTIDADESENLAFRONTERACULTURAL(PUTRE 1920-1929)*Aymaras and plebiscites. Andean Indigenous, the chilenizacin and identities in the cultural border. (Putre 1920-1929)Alberto Daz**Luis Galdames***Rodrigo Ruz****Recibido: 4 de noviembre de 2012. Aprobado: 9 de abril de 2013.RESUMENEsteartculoanaliza,sobrelabasededocumentacinarchivstica,cmolaspoblacio-nes indgenas aymaras del extremo norte de Chile asumieron identidades nacionales pe-ruanas, en contraposicin a las polticas de chilenizacin implementadas tanto por las agencias como los agentes chilenos en los poblados de la cordillera andina de Arica, ad portas del plebiscito pactado para 1926. Se examinan antecedentes cuantitativos (censos) y testimonios asociados a violencia y xenofobia en torno a la construccin de lealtades nacionales en la periferia de Putre y la frontera de los pases andinos.PALABRAS CLAVES: Aymaras, plebiscito, chilenizacin.*Este artculo es resultado de la investigacin del Proyecto Fondecyt N 1110965 y del proyecto de Investigacin Mayor de Ciencia y Tecnologa de la Universidad de Tarapac. Cdigo 5710-12. Asimismo, se agradece el apoyo del Convenio de Desempeo Universidad de Tarapac-Mineduc.**Universidad de Tarapac, Departamento de Ciencias Histricas y Geogrfcas, Arica, Chile. Correo electrnico: [email protected]***Universidad de Tarapac, Departamento de Ciencias Histricas y Geogrfcas, Arica, Chile. Correo electrnico: [email protected]**** Universidad de Tarapac, Departamento de Ciencias Histricas y Geogrfcas, Arica, Chile. Correo electrnico: [email protected] Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 82ABSTRACTUtilizingarchivaldocumentation,thispaperanalyzeshowtheindigenousAymaraof NorthernChiletookonPeruviannationalidentities,inoppositiontothepoliciesof chilenizationimplementedbybothagenciesandChileanagentsinthevillagesofthe Andean Mountains of Arica, right before the plebiscite agreed upon in 1926. It examines quantitative data (census) and testimonies associated to violence and xenophobia related to the construction of national loyalties in the periphery of Putre and the border of the Andean countries.KEY WORDS: Aymara, Plebiscite (o Referendum), Chilenization.I. INTRODUCCINEl 20 de octubre de 1883, fecha en la cual se frma el Tratado de Ancn entre Per y Chile, los territorios de Tacna y Arica pasaron a la administracin chilena por un plazo de10aos,tiempoenqueunprotocoloestableceralascondicionesburocrticaspara materializar un acto plebiscitario entre la poblacin local. Eleccin que decidira a qu pas correspondera la soberana de dichas provincias (Gonzlez 2008; Caldern 2000). Porlotanto,eralasociedadregionalqueresolveralosdestinossoberanosdedichos territorios, incluyendo a los indgenas que para entonces, no dudaron en manifestar sus compromisos ciudadanos a favor del Per (Daz, Galdames y Ruz 2010). En tanto, exis-tierondiversosintentosporalcanzarunasalidadiplomticaallitigio,aunquelaspro-puestas se frustraron una y otra vez, por lo que la planifcacin del evento plebiscitario fueperdiendovalidezcomoinstrumentoresolutivo,debidoaquealparecernoexista una total disposicin de las partes para fjar una fecha para el sufragio (Caldern 2000; Yepes 1999).Sin embargo, la historia fue otra. El mencionado plebiscito nunca logr materiali-zarse, generando un clima caracterizado por el conficto de identidades nacionales y es-tallidos de violencia entre la poblacin de Tacna, Tarata o Arica, como en los poblados de la sierra o del altiplano andino. Puntualizando, el Estado chileno tempranamente haba implementado una administracin con el fn de ejercer un control soberano de la zona y desplegar una serie de estrategias para chilenizar el territorio, lo que permitira en teo-ra que la poblacin votara a favor de Chile. Hubo ocasiones, sobre todo en momentos cercanosalpactadoeventoelectoral(principalmentepara1926,ltimafechaestimada por el rbitro internacional para el sufragio), donde los sentimientos nacionales se exte-Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 83Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111riorizabanconmayoreuforia,creandounaatmsferadeviolenciaciudadanaentrelos bandos peruanos y chilenos, lo que tambin se tradujo en distintos tipos de alteraciones al orden pblico (Daz 2006; Gonzlez 2004a; Palacios 1974).Durante todo este perodo, las agencias y agentes gubernamentales orientaron su accionar en establecer una estructura poltica, sostenida en el control social y en la repro-duccin de los valores e imaginarios nacionales chilenos. Desde una perspectiva terica, la exaltacin de los smbolos patrios, la aplicacin de un ordenamiento jurdico, la ins-tauracindesuaparatajeburocrticoymilitar,ademsdelsistemaescolar,losclrigos oempleadosciviles,operaron(alparecer)bajolalgicadeintegraratodosmedian-te diferentes estrategias para reproducir la comunidad imaginada, con sus tradiciones y emblemas (Anderson 2000; Hobsbawm y Ranger 2002; Gellner 1983). En defnitiva, con la aplicacin de polticas consecuentes a intereses geopolticos, incluso con un marcado sesgo xenofbico, se busc nacionalizar el territorio con fnes electorales y soberanos. Este perodo ha sido denominado como la chilenizacin de los territorios integrados a la soberana nacional tras la guerra del Pacfco (Gundermann 1998).Hacia la dcada de 1920 se evidenci un notable aumento de la poblacin chilena en el rea de Arica, lo que habra permitido al Estado aparentemente triunfar en el ple-biscitoprogramadodefnitivamentepara1926.Puntualizando,elcensode1917arroj lossiguientesdatos:5.308(41,23porciento)chilenos;5.627(43,71porciento)perua-nos; 1.374 (10,67 por ciento) bolivianos, y 562 (4,36 por ciento) de otras nacionalidades, con un total de poblacin de 12.871 (Archivo Histrico Vicente Dagnino 1917), lo que demuestra que el nmero de chilenos se equiparaba al segmento peruano, signifcando un escenario electoral bajo un empate tcnico. Pero, en torno a los comuneros andinos reconocidostnicamentecomoaymaras,conunalargapresenciahistricaenlacordi-llera ariquea, cabe advertir: cules eran las defniciones identitarias nacionales en un contexto electoral sociopoltico asumidas por este grupo tnico habitante de los espacios rurales? En el siguiente cuadro es posible constatar con mayor magnitud la presencia de distintas nacionalidades en las subdelegaciones rurales del rea de Arica: Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 84Cuadro N 1Porcentaje de poblacin de las subdelegaciones rurales de la provincia de Arica, con derecho a voto (1924)Distrito censal Peruanos Chilenos Bolivianos Extranjeros1TotalLluta 16.6 82.9 0.3 0.2 100.0Azapa 22.6 51.9 10.4 15.1 100.0Beln 84.1 3.7 12.2 -------- 100.0Codpa 86.4 4.5 8.2 0.9 100.0Putre 67.7 3.6 27.8 0.9 100.0General Lagos 45.3 37.5 14.1 3.1 100.0Fuente: Cuadro elaborado en base a la informacin contenida en el Archivo (Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925: 438). Losregistrossubrayanqueexisteunsignifcativonmerodeindgenasandinos que se adscribe a la nacionalidad peruana, la cual se concentra en los poblados serranos de Putre, Beln o Codpa en el hinterland o regin circundante de Arica, acaso los ayma-rasestabanasumiendocompromisossociopolticosenfavordelPer,comooposicin a la presencia de las agencias estatales chilenas? Como es de suponer, el cuadro anterior describe cuantitativamente esa intencin electoral de los indgenas1. La discusin ha in-tentado visualizar a los indgenas reconocidos tnicamente como aymaras, en escenarios histricos complejos en materia sociopoltica, relevando sus compromisos nacionales y la participacin en los distintos dispositivos que los Estados nacionales han establecido en la zona. Sobre el panorama tnico de las zonas rurales de Arica durante las primeras dcadas del siglo XX, hemos insistido previamente sobre la condicin cultural, lings-tica e identitaria de los aymaras, y cmo estos han sido a su vez descritos por los agentes gubernamentalesdelapoca(DazyRuz2009).Alrespectopodemosvolveracitarel siguiente manuscrito: La poblacin de la provincia de Tacna (departamentos de Tacna y Arica) tiene una com-posicin tnica que difere de la del resto de la Repblica [...]. De raza indgena ameri-cana, o mestiza, son la mayora de los 15.000 bolivianos y 12.000 peruanos que habitan elpas.LosextranjerosprovenientesdeotrospasesamericanosodeEuropasonde raza blanca. En la provincia de Tacna la situacin es muy diversa, pudiendo distinguirse 1En una serie de trabajos anteriores, hemos problematizado la participacin de los segmentos indgenas del rea de Arica, tanto en los contextos republicanos peruanos como en los procesos de incorporacin nacional a Chile (Daz 2006; Daz, Galdames y Ruz 2010). Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 85Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111claramente en su poblacin cuatro razas diversas, a saber: a) raza blanca; b) raza ind-gena; c) raza negra, y d) raza mestiza. [...] b). Los indgenas forman casi la totalidad de la poblacin en las regiones del interior de la provincia. Estos indgenas pertenecen a la raza aymar, que, junto con los atacamas y los quechuas, forman la rama de los peru-vianos de la familia indgena llamada andina [...]. Forman parte, en consecuencia, de esa raza, los indgenas de la provincia de Tacna, y los que se encuentran en el interior de la provincia de Tarapac. La inmensa mayora, de la casi totalidad de la poblacin de las subdelegaciones de Tarata y Palca, del departamento de Tacna, y de las de General Lagos, Putre, Beln y Codpa, del departamento de Arica, est constituida por estos indios de razaaymar.Todosesosindgenashablanelidiomaaymar.Losquehabitanlaparte ms oriental de la provincia, es decir, el distrito de Mauri, la subdelegacin de General Lagos y las regiones del departamento de Arica que limitan con Bolivia, hablan exclu-sivamenteesalengua,sinquesehayadifundidoentreelloselidiomaespaol.Estose debe al hecho de que all no hay centros de poblacin, sino que los indios viven aislados, a grandes distancias unos de otros, dedicados al pastoreo de sus llamas y alpacas. Los indgenas de las regiones de las quebradas que se extienden al poniente de la altiplanicie, es decir, los habitantes de las subdelegaciones de Tarata (menos el distrito de Mauri), y de Palca, del departamento de Tacna, y de la parte occidental de las subdelegaciones de Putre, Beln y Codpa, del departamento de Arica, que viven agrupados en aldeas y case-ros, y que tienen contacto constante con los habitantes de las ciudades de Tacna y Arica, hablan el idioma castellano; pero todos ellos practican tambin su idioma indgena, y se encuentrannumerososindividuos,sobretodoentrelasmujeres,quenoconocenotra lengua que sta (Barcel 1924: 777-82).Siguiendoestosantecedentesesplausiblepreguntarse:nohabasurtidoefectola chilenizacin en los poblados de la cordillera de los Andes, que los indgenas aymaras asu-man otros compromisos nacionales? Esta interrogante permite canalizar los temas que este artculo problematiza sobre el pasado del norte del pas, discutiendo sobre la base de ante-cedentes archivsticos y bibliografa de la poca, cmo participaron los comuneros aymaras en las diferentes estructuras sociopolticas (como el sufragio) que el Estado chileno imple-ment en la zona andina de Arica, amn de identidades y lealtades nacionales friccionadas (y fracturadas) al construirse una frontera cultural en el actual extremo norte chileno.II. UN AMBIENTE EN CALMAEl15deenerode1888desdelaprefecturageneraldeldepartamentodeTacna, localizada en Sama, el prefecto Varela envi una misiva al director general del Gobierno, Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 86exponiendo: Tengo el agrado de participar a Ud. que el orden pblico se conserva in-alterable en todo el territorio de mi dependencia (Archivo General de la Nacin 1888). LointeresantedeaqueldiagnsticoesqueenlazonadeTacna,Aricaysusalrededo-res, donde supuestamente deban esperarse condiciones socialmente hostiles, aquello no aconteca. De hecho, Varela describe que en la regin se posa un orden inalterable, y an ms, este tipo de relatos se repite en mltiples ocasiones.Esta nota podra evidenciar que durante los primeros aos de la ocupacin chile-na, no necesariamente se constituy un ambiente de disonancia poltica y social, quizs, debidoalaposibilidaddequelasprovinciasenconfictovolveranaformarparte,en virtud de un plebiscito, a la Repblica peruana. Ciertamente, es una circunstancia dismil si la comparamos con lo sucedido en Tarapac, territorio que automticamente se anex al territorio y soberana chilena. De acuerdo a los antecedentes que disponemos, tanto en Tacna como en Arica durante este perodo se generaron lazos de sociabilidad entre pe-ruanos y chilenos, que salvo excepciones (relacionadas con coyunturas de las negociacio-nes diplomticas o las conductas de las autoridades locales), mantuvieron un escenario caracterizado por una relativa tranquilidad social (Daz 2006).Alrespecto,Palaciosexponequeestosintervalosdepazresponderanauntipo dechilenizacindiseadaparaprocurarelordenmaterial,queaparentementepodra benefciaraloshabitantesdeesaregin(Palacios1974:55),contrariandoasdeuna chilenizacin violenta2. Vial Solar (1900) tempranamente seal que la chilenizacin en las provincias de Tacna y Arica durante los primeros aos consisti en una serie de me-didas que sin violencia hicieran simptico a sus habitantes el nuevo orden poltico a que su voluntad deba someterlos (Vial Solar 1900: 56). Pese a aquello, existieron reclamos debido a que la administracin diferenci entre la poblacin chilena y la peruana para la asignacin de benefcios. Un ejemplo corresponde a una nota del intendente chileno de Tacna, Emilio Bello, el cual en 1904 informa que el Congreso aprob realizar obras pbli-cas y otros adelantos en Tacna, recomendando la compra de terrenos para ser entregados solo a la poblacin de origen chileno (Archivo Histrico Vicente Dagnino 1904). Tras el fracaso en la materializacin del plebiscito de 1894 (y la postergacin de este), se reorientaron las prcticas burocrticas chilenas, con el objetivo de que en el fu-turo(inciertoporlodems),seintentaraganaralelectorado.Dehecho,para1900se 2De acuerdo a este autor, la chilenizacin pacfca fnaliza luego que Chile resuelve el problema limtrofe con Argentina,inicindoseasapartirde1900unachilenizacinviolenta.ParalazonadeTarapac,Gonzlez (1994) tambin identifca un momento de recrudecimiento de la chilenizacin, tildada como compulsiva, pero iniciada hacia 1910. Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 87Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111denota un claro giro en la intencionalidad de las prcticas de las agencias plebiscitarias. Pero, ser este cambio en la praxis sociopoltica lo que puede ser consignado como un programa chilenizador? Los supuestos chilenizadores apuntan a una campaa electoral y a una estrategia por unifcar criterios burocrticos que no alteraran las razones de fondo de la presencia chilena en la regin, cuyo fn pretenda consolidar la soberana y garanti-zar el dominio imperioso de la provincia vecina de Tarapac (zona donde se localizaban losyacimientosdesalitre).Entalsentido,unavisodeunpolicadelpueblodePutre, fechado en 1905, apunta con alarma que el subdelegado rural abandon su cargo, por lo que se tema que los indgenas se sublevaran, creyendo que haban conseguido su anhelo: No ms administracin chilena! (Archivo Histrico Vicente Dagnino 1905).Al ao siguiente, los putreos solicitaron izar la bandera peruana motivados por la celebracin de sus festas patrias, para lo cual se acercaron al jefe de polica, para requerir el enarbolado del pabelln, lo que obviamente fue prohibido. La bandera, como smbolo de la nacin, poda ser considerada como un gesto de agitacin nacionalista properuana. El argumento para evitar su uso fue que nicamente las autoridades consulares podan alzarbanderasdeotrasnaciones,ynolosvecinos.Elhechonoesmenorsipensamos que la solicitud no provena de autoridad alguna, sino de los propios comuneros, dando cuenta que dichas festividades cvicas actuaron como dispositivos que permitieron cata-lizar las antiguas identidades en una zona friccionada por las lealtades nacionales (Daz, Galdames y Ruiz 2010).Losaisladoshechosrelatadoscorrespondenasucesosparcialmenteconfictivos anterioresa1920;fecharelevante,yaqueseerigecomounpuntodeinfexindebido alacercamientodiplomticoentrelaspartesbeligerantes;peroalmismotiempo,1920 reinauguralascoyunturaspolticasylasfriccionesidentitariasentrelosactoreslocales en una frontera cada vez ms compleja. Al unsono, dos novedades se sumarn al debate: primero, los apremios o demandas nacionales ya no correspondern a hechos aislados, sino que aquellos actos se pueden evaluar como un conjunto coherente de olas o embates de violencia poltica; y en segundo lugar, la participacin civil tendr mayor signifcacin en el desarrollo de los acontecimientos, gravitando la tensin social y la violencia xenof-bica (Gonzlez 2008).III. PLEBISCITO Y FRICCIN SOCIAL (1920-1924)La dcada de 1920 se constituye como un escenario sociohistrico que marc las tensas relaciones sociales experimentadas por la poblacin de las provincias cautivas de Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 88Arica y Tacna, debido al incremento de una serie de hechos violentos, amn de la mate-rializacin del plebiscito pactado en defnitiva para 1926. Situaciones tensionales como altercados, expulsiones y enfrentamientos entre los bandos caracterizaron el preludio de la consulta popular; por tales motivos, es posible argumentar que la atmsfera electoral implicunadiscontinuidadenelambientedeaparentesociabilidadqueimpregnaron anteriormentelosprimerosaosdelaocupacinchilena.Sinperjuiciodeloanterior, existanevidentesconfictosquepaulatinamentefsuraronlasinteraccionesentreacto-reslocalesperuanos(indgenasparaelcasodeestudio)ylosagentesgubernamentales chilenos.Un actor invitado a este entablado fue Estados Unidos, que se posicion sobre un aparato negociador establecido en Washington, extendindose hasta Tacna y Arica por comisiones visitantes encabezadas primeramente por el general Pershing y, despus por la misin que acompa al estadista Lassiter. Esta ltima, al evaluar la situacin regional, instituylascondicionespolticasparalaaplicacindelosescrutiniossegnlospre-ceptosoriginalesdelAcuerdodeAncnde1883.Seadoptaronentoncesdisposiciones de quines tendran derecho a voto, lugares de sufragio, mesas inscriptoras, entre otros aspectos atingentes a las votaciones. Elarribodelosobservadoresnorteamericanosgenerpreocupacinentrelasau-toridades chilenas, despertando tambin el inters de la poblacin peruana por defender posiciones identitarias nacionales implicadas. De este modo, conjeturamos que a partir de 1920 se fracturan los lazos que propiciaron el relativo escenario pasivo de las dcadas pre-cedentes. Esta fsura de las relaciones polticas es posible advertirla en torno a las celebra-ciones pblicas de las festas patrias peruanas, siendo prohibidas a partir de 1921 en toda la subdelegacin de Putre las manifestaciones patriticas peruanas como el izar banderas albirrojas (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1921). Como en las dcadas pasadas, el acto de prohibir el izamiento de los emblemas nacionales para una conmemoracin de tal naturaleza gatill el descontento entre los comuneros, escenario que contrastaba con ml-tiples banderas chilenas en las reparticiones pblicas y escuelas de la sierra; inclusive, los locales educacionales fueron utilizados para la venta y distribucin de banderines tricolores en todas las comarcas (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1921). Como ya inferimos, la bandera como smbolo poda constituirse en un indicador de las intencionalidades de los electoresdelasierrayaltiplanodeArica.Lapreocupacinporlapresenciadebanderas chilenas(ytambinperuanas),seconstataenlacircularn604del26demayode1922 de la Gobernacin; en esta se informa que todas las subdelegaciones deban informar a la brevedad sobre el nmero de banderas que existen, e investigar a los lugareos para saber sus intereses patrios (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922a). Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 89Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111En 1922, lleg como capelln de la iglesia de Putre el sacerdote espaol Domingo Martnez Gago, nombrado por el vicario castrense de Arica, monseor Rafael Edwards. Despus de una visita a los distintos caseros y poblados andinos, y tras entrevistarse con los vecinos, denunci atropellos sobre los nativos peruanos en las aldeas. Agrega, ve-nan a decrmelo, confando en mi calidad de espaol. Yo les escuchaba y senta temblar mis carnes de horror. Vi muchos. Asimismo, este cura inform sobre la condicin de la parroquia luego de la expulsin de los sacerdotes peruanos a partir de 1911, en la cual noseadministrabaalllossacramentos,niseofciabamisa.Yotuvequedesenvolver los Sagrados Objetos, tal como lo haban dejado los peruanos (Revista Mundial 1925). Meses despus, Martnez fue cesado de sus funciones. Consignemos que Rafael Edwards solo posea jurisprudencia eclesistica ante las tropasmilitareschilenas,alservicariocastrense.Susprdicasyaccionesseregulaban bajo ese formato, ya que la administracin del culto an se encontraba bajo la jurisdic-cindelobispofranciscanodeArequipa,frayMarianoOlgun(Documentosrelativos al plebiscito de Tacna y Arica 1926a). Esta ambivalencia gener problemas en el campo religioso, ya que pese a las expulsiones de algunos sacerdotes peruanos, otros an conti-nuaron realizando liturgias y celebraciones en oratorios pblicos y privados de la sierra (Documentos relativos al plebiscito de Tacna y Arica 1926b). Aquel ao (1922), los agentes chilenos enfatizaron con propaganda los benefcios de su administracin, destacando los avances en infraestructura, higiene y salubridad p-blica. Adems, exista cierta inquietud entre las autoridades chilenas por la propagacin de las ideas peruanas entre los lugareos, tanto as que el 21 de octubre el subdelegado de Putre inform de la conveniencia que signifcaba que los cargos de contacto directo con la comunidad fueran asumidos por chilenos (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922-1923a). En el mismo tenor, el 4 de mayo de 1922, la Junta de Alcaldes de Arica de-cidi cambiar los nombres de las calles de Putre por denominaciones que hacan directa alusinahroespatrioschilenos,eliminandolosantiguosnombresdeorigenperuano (ArchivodelaSubdelegacindePutre1922-1923b).Tambinfueunapreocupacinel control de la poblacin que ingresaba y sala por los pasos fronterizos, buscando impedir la entrada al territorio de individuos sospechosos con propaganda peruana, cuya docu-mentacin no estuviera rotulada segn la normativa chilena, incluyendo a la poblacin boliviana (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922b). Tales disposiciones pueden ser comprendidas ante la posibilidad del sufragio para los extranjeros, los que eventualmente podan llegar a ser residentes con derecho a voto. Porloanterior,sedispusoelretirodelosextranjeroscontrariosalasideaschilenas,y Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 90simultneamente, la permanencia de aquellos que favorecan aquella causa. Con tal obje-tivo, a partir de 1921 se evalu la preferencia electoral de los extranjeros y de la poblacin local, encuesta (si es que as es posible denominarla) que fue conocida en aquel momento como el censo sentimental. El 2 de noviembre de 1922, el gobernador de Arica Emiliano Bustos protocoliz la actualizacin los datos del censo sentimental. En el ofcio se expone como pretexto hacer una vacunacin contra la viruela en los valles y la sierra, verifcando los datos del censoylasintencionalidadesdelelectorado,paraactualizarlosdatosdelaoanterior (ArchivodelaSubdelegacindePutre1922c).El28demarzode1923,elgobernador manifest que era necesario manejar el nmero exacto de pobladores de la regin, reco-mendalosagentestenermuchocuidadodedichossentimientosidentitariosdelos nativos. Se deban constatar, arguye, las tendencias o simpatas de los votantes, en parti-cular de los hombres mayores de 17 aos (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1923a), confgurndose paulatinamente una sociedad panptica en la cordillera andina de Arica. La tensin social generada en el altiplano se puede constatar en localidades como Caquena, poblado donde el inspector distrital solicit al subdelegado de Putre, el 27 de octubre de 1923, la eliminacin del cargo de comisario del pueblo ejercido por Mariano Gutirrez, argumentando la total prdida de confanza sobre este comunero, ya que man-tena vnculos con los ciudadanos peruanos. En su reemplazo, solicit la participacin de Domingo Yucra Olave, exaltando sus sentimientos chilenos (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922-1923c). Meses antes, el 7 de febrero, el gobernador inform al subdelegado quelaautorizacinaMartnApazChoqueparaexplotaryareta,soloserealizaraante una respuesta satisfactoria segn tres puntos claves: la extensin del territorio, la nacio-nalidad y los sentimientos patrios de este (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922-1923d). Sobre el mismo tema, el 30 enero de 1923, el subdelegado haba comunicado al gobernador sobre una solicitud de Leonardo Rocha Orozco, del pueblo de Parinacota, el cual requera una concesin fscal; pero esta deba ser denegada, ya que Rocha era un co-munero pernicioso para la causa chilena (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1923b). Delmismomodo,seobjetabalaautorizacinpararealizaralgntipodeactividadeso que los comuneros que no justifcaran la nacionalidad chilena accedieran a cargos pbli-cos y a benefcios (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922-1923d). El 25 de septiembre de 1923, el gobernador instruy a todos los oficiales sobre lanecesidaddefortalecerlasfiestaspatriasenPutre,paralocualenvidosejem-plaresdelperidicoElFerrocarril,informandodelosactoscelebradosenlasub-delegacinruraldeAzapa,destacandoqueeralaprimeravezquelosregncolas Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 91Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111(nativos)delvalleconcurranmasivamentealaconmemoracindelafiestadel 18deseptiembre,loquesignificabaquelosregncolasdeAzapahabanllegado alconvencimientodequelasoberanachilenaseafianzaraenformadefinitiva.La exhortacin conclua diciendo: esmenesterqueUd.obtengaelmayorprovechoposibledeestaactituddeloshabi-tantes del valle ms cercano a Arica, haciendo ver a los vecinos de esa Subdelegacin el signifcado que tiene su concurrencia a nuestra festa nacional en las proximidades del plebiscito. Por medio de una propaganda discreta. Ud. puede hacer valer ante ellos esto hecho, como la prueba ms elocuente de que el triunfo de nuestros derechos est asegurado (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1923c). En este pulso temporal, las autoridades enfatizaron las celebraciones cvicas, con-memorando a los hroes chilenos como una tnica central de la campaa electoral, enfa-tizando las asimetras entre las interacciones de los bandos peruanos y chilenos (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1924). As, el subdelegado de Putre, el 10 de junio de 1924, informaalosinspectoresdistritalesdeSocoromayParinacotaprestaratencinenla instruccinenlasescuelasydeterminarlasintencioneselectoralesdelosapoderados votantes. En esta brecha, es paradigmtica una nota confdencial enviada a las subdelegacio-nes por el gobernador Emiliano Bustos, sealando: Srvase convenientemente a los Directores de escuelas Pblicas y particulares de esa subdelegacin en el sentido de que deben concretar la enseanza que dan solamente a los nios menores de 16 aos, quedando prohibido ensear a leer, escribir, o a frmar a aquellos que tengan ms edad que de la indicada, que no sean chilenos netos. [Ms adelante en el mismo ofcio persuada a que] por otra parte, es necesario tratar de que aprendan, aunque sea solo a frmar los chilenos netos de esa subdelegacin que no lo sepan hacer. Recomiendo especialmente a ustedes poner en prctica, desde luego esta medida. (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1923d). La suerte entonces ya estaba echada para los indgenas aymaras que deban sufra-gar en el plebiscito.Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 92IV. 1925: ENTRE LA VIOLENCIA Y EL SUFRAGIOLas versiones tradicionales exponen que los indgenas no participaron de los pro-cesoselectoralesenelPercomolohacuestionadoAljovndeLosada(2005);porlo tanto, situar a las comunidades andinas del rea de Putre dentro de un formato electoral sera bajo la ptica clsica imposible de considerar en el proceso plebiscitario. Segn estas premisas, los requisitos bsicos estaran situados en el dominio de la lecto-escritura, locual,frenteaunaevidentepoblacinanalfabeta,determinaranlaimposibilidadde ejercerelderechoalsufragioalosindgenas,debidoalainexperienciadeestosenlos formatosdeparticipacincvicaenelejerciciodelaciudadanapoltica(Daz,Ruzy Galdames 2011). Pero aqu cabe evaluar tales aseveraciones: qu signifc el plebiscito en trminos de la praxis de infrapoltica e identidades nacionales para las comunidades indgenas de Putre, Socoroma, Parinacota y Caquena?Sobre este tema es necesario contextualizar el escenario sociopoltico de Arica y Tacna para la segunda dcada del siglo XX. En 1925, se aprob el Protocolo de Arbitraje y Acta Complementaria3, instituyndose los requisitos fundamentales para los votantes en el Plebiscito programado para 1926. El rbitro norteamericano estim que los requisi-tos electorales seran los siguientes:A.Los varones de 21 aos que sepan leer y escribir, que renan los requisitos de las siguientes clasifcaciones numeradas 1a, 2a y 3a.1a.Personas nacidas en Tacna y Arica y en las zonas aledaas.2a.Los peruanos y chilenos que:a.El 20 de julio de 1922 hubiesen tenido dos aos de residencia continua en el territorio.b.Continen residiendo en la misma forma en el territorio hasta la fecha de la inscripcin.c.Queresidantresmesesqueprecedaninmediatamentealafechadela inscripcin, en la subdelegacin en que tengan su residencia establecida al tiempo de inscribirse.d.Quesuscribanunadeclaracinjuradarespectoasuresidencia,segn modelo que suministrara la Comisin plebiscitaria.3a. Los extranjeros que cumplan con los requisitos de residencia.3Documentos relativos al Plebiscito de Tacna y Arica, Califcacin de los votantes, 1926, S/f. Sin edicin. Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 93Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111B.(1) Se establece que a nadie se le debe negar el derecho de voto en el Plebiscito por el solo hecho de no saber leer y escribir, si se trata de personas que el 20 de julio de 1922 fuesen propietarias de bienes races en el territorio4.Entrabajosprevioshemosdiscutidoquelasituacindelapoblacinandinaen trminos de instruccin pblica era precaria (Daz, Galdames y Ruiz 2010); por lo tanto, pesealacondicindeanalfabetismo,suintegracinaluniversodevotantespara1926 consignaba que los ciudadanos que posean propiedades y pagaban contribuciones, po-dan participar del evento electoral, como ya haba acontecido durante el perodo perua-no. Esta materia concili el acuerdo de las fracciones, considerando que un nmero no menor de campesinos tanto chilenos como peruanos estaban en igualdad de condiciones. Si es as, entonces es necesario explicar la situacin de la propiedad en el rea de Putre ad portas de las votaciones. En 1925, la delegacin peruana utilizando los ndices de avalos fscales chilenos, present ante la Comisin Plebiscitaria los detalles sobre el valor de las propiedades:Cuadro N 2Rol de avalos de la propiedad inmueble de la provincia de Arica (1924-1925)Jurisdiccin Lugar Cantidad Pesos ($)Puerto Arica 1.311 Propiedad c/n valor de 32.035.500DistritoAzapa 263 Propiedad c/n valor de 2.278.600Lluta 269 Propiedad c/n valor de 2.608.100Putre 1.661 Propiedad c/n valor de 1.469.254.036Gral. Lagos 70 Propiedad c/n valor de 897.580Codpa 599 Propiedad c/n valor de 903.990Beln 164 Propiedad c/n valor de 575.900Fuente: Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925: Cap. XI.ResultainteresantelacantidaddepropiedadesinscritasenlalocalidaddePutre (1.661propietarios),aspectoqueconfrmaelintensoprocesodeinscripcindetierras durante los primeros aos del siglo XX, y al mismo tiempo, destacamos el valor de la pro-4El sufragio femenino no existe en el Per ni en Chile; ninguna de las partes lo ha pedido, ni ha sido sugerido en el curso de las negociaciones entre stas. El saber leer y escribir es requisito para ejercer el derecho de sufragio enambospases;pero,envistadelascircunstanciasydelaquesetieneentendidorespectodelacalidadde considerable parte de la poblacin de las provincias, se cree justo no se exija este requisito a aquellos que poseen bienes races en el territorio (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925: 57). El subrayado es nuestro.Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 94piedad, que era mucho ms alto que en cualquier otro lugar de la provincia (Ruz 2009). Segn el documento del Laudo, la mayora de las propiedades de la subdelegacin de Pu-tre pertenecan a indgenas peruanos (88,26 por ciento), como se detalla a continuacin:Cuadro N 3Rol de avalos de la propiedad inmueble de la Subdelegacin de Putre (1924-1925)Cantidad Pesos ($)1.466 Propiedades de peruanos con valor de 826.48042 Propiedades de chilenos con valor de 264.780132 Propiedades de extranjeros con valor de 357.63421 Propiedades de fscales con valor de 20.3001.661 Propiedades con valor de 1.469.254,36Fuente: Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925: Cap. XI.Nodejadesorprenderlaaltaconcentracindeindgenasperuanosqueposeen propiedades en la subdelegacin (1.466). Por un lado, en el cuadro N 3 se constata que cuandolosindgenasinscribentierras,comopartedeunprocedimientolegalencon-cordanciaalaparatajejurdicodelEstadochileno,alunsonoseadscribenalacausa peruana, en un escenario beligerante. En trminos porcentuales, la relacin propiedad/nacionalidad en la subdelegacin de Putre fue la siguiente:Cuadro N 4Proporciones 1924-1925: nacionalidad/ propiedad porcentaje/valorNacionalidad En propiedad (%) En valores (%)Peruanos 88,26 56,25Chilenos 2,53 18,02Extranjeros 7,94 24,34Fiscales 1,27 1,39100,00 100,00Fuente: Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925.Delmismomodo,aligualqueelRoldeAvalos,serealizuncensoel15de octubre de 1924, medicin que sonde las propiedades de la subdelegacin de Putre, in-dicando como era de suponer que los peruanos posean ms tierras que los chilenos. En aquel censo se contemplaba informar sobre las condiciones de la tierra y el sitio donde se Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 95Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111localizaban dichas propiedades; adems, se precisaron antecedentes de los propietarios, similares datos registrados en los censos sentimentales realizados en los aos anterio-res. Las categoras incluidas en el Censo de 1924 fueron: a)propietarios peruanosb)dudososc)peruanos que han hecho el servicio militar y tienen sentimientos chilenosd)bolivianose)chilenos descendientes de peruanosf)bolivianos que han hecho el servicio militar g)y extranjerosLa impresin que manejamos es la contradiccin expresada por la poblacin an-dina,laqueinscribetierrasyparticipaciudadanamentealamparodelEstadochileno, adscribindose identitariamente como peruanos. A un ao del plebiscito, el trabajo de las juntas inscriptoras en toda la provincia de Arica alcanz la cifra de 3.332 electores, distribuyndose en los distritos rurales de la siguiente manera:Cuadro N 5Electores en las comunidades del rea rural de Arica (1924)Distrito N electoresLluta 270Azapa 106Beln 107Codpa 111Putre 220General Lagos 64Total electores 878Fuente: Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925.Para la jornada electoral en las subdelegaciones rurales se concentraba un total de 878 electores, signifcando el 26,36 por ciento del universo de votantes del departamento de Arica, que en su rea urbana concentraba el 73,64 por ciento. Este 26,36 por ciento del rea rural constitua una cifra atractiva para los intereses peruanos, por lo que la preocu-Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 96pacin de los propagandistas y la coaccin de los agentes chilenos se manifestaron entre 1925 y 1926, desarrollndose intensos episodios de violencia (Daz y Ruz 2003).Volviendoalmbitoelectoral,debemossealarquelosvotantesinscritosenla provincia de Arica (y tambin en Tacna) de acuerdo al Reglamento Plebiscitario, se di-vidanennativosyresidentes;aestosltimoscorresponderasegmentarlosentres subgrupos:peruanos,chilenosyextranjeros.Ladelegacinperuanaargumentantela comisin norteamericana que era inapropiada la inscripcin de los electores, proponien-do la abstencin de los votantes debido a la imposibilidad de materializar las mesas ins-criptoras administradas directamente por la parte peruana. Se debe entender que los an-tecedentes electorales son producto de las mesas inscriptoras organizadas por la fraccin chilenadecadasubdelegacin;porlotanto,entrelosdatosderesidentessecontempla mayoritariamente a chilenos y extranjeros. As, de los 878 electores comprometidos con la consulta popular en el rea rural, su desglose en nativos y residentes es:Cuadro N 6Electores de los distritos rurales segn nativos y residentes (1924)Distritos Nativos Residentes chilenos Residentes extranjeros TotalLluta 45 214 11 270Azapa 24 55 27 106Beln 90 4 13 107Codpa 96 5 10 111Putre 149 8 63 220Gral. Lagos 29 24 11 64Total 433 310 135 878Fuente: Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925.EstosdatosmuestranqueenlosvallesdeAzapayLlutalapoblacinresidente alcanza una mayora relativa sobre los nativos, probablemente por el grupo de gaanes, jornaleros, empleados u operarios del Ferrocarril de Arica-La Paz. En General Lagos, las condiciones de analfabetismo (68,1 por ciento), requisito primordial para el electorado y la presin sobre los indgenas en trminos electorales, sumado a la injerencia de autorida-des chilenas en la zona, permiten igualar relativamente los ndices de nativos y residentes. La situacin de Putre, Beln y Codpa es diferente, ya que es incuestionable la mayora de nativos, antecedentes que la delegacin peruana explica en los siguientes trminos: Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 97Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111las subdelegaciones de la sierra, Putre y Beln, presentan el fenmeno inverso y la explicacin est en que los pobladores de esos distritos son indgenas, y tienen relativa civilizacin y cultura, dedicndose perennemente a la guarda de sus pequeos intere-ses agrcolas y ganaderos, que trasmiten de padre a hijos (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). Adems, la delegacin peruana arguye que el alto grado de poblacin extranjera, es decir bolivianos, se deba al temor de muchos connacionales nuestros que indicaron tener dicha nacionalidad para estar cubiertos a la hostilidad chilena (Archivo del Minis-terio de Relaciones Exteriores del Per 1925). Respecto a los nativos, las cifras entregadas por las mesas inscriptoras chilenas, y confrmadas por la Comisin plebiscitaria de 1924, muestran un total de 433 inscritos que representan el 49,31 por ciento del electorado; con la salvedad de que no incluye a nativos que fueron perseguidos y expulsados por las autoridades chilenas y que apare-cen en los registros del Comit de Quejas, dirigido por el coronel Kregger hacia 1925. El desglose de la poblacin nativa es:Cuadro N 7Nmero de residentes nativos y no nativos en las subdelegaciones rurales desde 1920Distritos Nativos residentes desde 1920 Nativos no residentes desde 1920 TotalesLluta 45 -- 45Azapa 24 -- 24Beln 90 -- 90Codpa 90 6 96Putre 147 2 149Lagos 26 3 29Total 422 11 433Fuente: Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925.Debidoalascercanasdelplebiscito,lasautoridadeschilenasrestringieronelli-bretrnsitoporlasprovincias,bajolaexcusademantenerelordenpblicoentodoel territorio.Unadelascondicionesprimordialesparaviajardentrodelazonayhaciael exterior consista en poseer una tarjeta de permiso entregada por las autoridades, que eran exigidas en los retenes fronterizos de carabineros. As consta para la zona de Tacna un decreto publicado en el peridico El Pacfco del 31 de julio de 1925, condicionando la movilidad por los senderos andinos a travs de los siguientes preceptos:Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 981El trnsito de los viajeros del departamento de Arica quedan sujetos a las si-guientes disposiciones.2Los habitantes de la subdelegacin de Azapa, los habitantes de Livilcar, Huma-gata y puntos cercanos debern obtener boletas del inspector del distrito.3Los que tengan sus domicilios en Molinos, Churia y parte superior del valle viajarn por el camino que corre a lo largo del valle y solicitarn la boleta del inspector del distrito de Molinos o del retn de carabineros del mismo punto, debiendo avisar en el retn de carabineros de Poconchile.4Los habitantes de la Subdelegacin de Putre que viajen a Putre o Arica, debern obtener boleta en la forma siguiente:a.Los habitantes de Caquena, Parinacota, Colpitas, Masahuento, Choquelimpie y dems puntos del distrito de Maranacota, del retn de carabineros ms cerca-no a su residencia, debiendo entregarla o hacerla avisar en la tenencia de Putre.b.Desde este punto seguirn el camino a Socoroma, siguiendo por la pampa y cuesta de Oxaya para bajar por el valle de Lluta por la quebrada de Chaqui-re, cerca de Molinos, y desde ese punto a Poconchile y Chinchorro.c.Los habitantes del distrito de Putre y Socoroma seguirn el camino indica-do en el inciso anterior.d.Los habitantes de cualquier punto de la Subdelegacin de Putre que se di-rijan a la estacin de Puquios debern obtener boleta y hacerla visar en la tenencia de Putre y seguir el camino pblico recientemente construido que pasa por Jamirayo.e.Los que se dirijan al paradero General Alcrreca procedern como se indi-ca en la letra c), siguiendo el camino directo de Putre a dicho paradero.5Los habitantes de la subdelegacin de Beln debern obtener o visar la boleta en la forma siguiente:a.Los de Chapiquia, Murmutani, Sapabire, San Andrs de Pachama y pun-toscercanos,delretndecarabinerosdeChapiquia,debiendoseguirel camino de Oxaya, Chaquire y Molinos, en su trnsito a Arica.b.Los pueblos de Beln, de Tignamar, Saxamar, Guallatire, Chilcaya y Pampa de Laica, de la tenencia de carabineros de Beln, siguiendo en viaje a Arica elcaminodelacuestadeOxaya,Livilvar,QuebradadeRoAzapa,Alto Ramrez y retn de Lazareto.6Los habitantes de la Subdelegacin de Codpa obtendrn la boleta en la tenen-cia del pueblo de Codpa, y seguirn el camino de Ofragia, Quebrada de Garza, Pampa del Atajo o Palo del Gringo, Quebrada Acho y Arica.Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 99Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-1117El trnsito de Camarones o de las personas que lleguen a Tarapac solo podrn hacerse por el camino de Camarones, presentndose al retn de dicho punto y siguiendo el camino indicado por los vecinos de Codpa.8Los habitantes de la Subdelegacin del General Lagos obtendrn su boleta en los retenes de Carabineros ms cercanos a su residencia y debern visarlos en su trnsito al departamento de Tacna o a otras subdelegaciones de Arica, en la tenencia de Carabineros de Villa Industrial. El trnsito de la regin del Mauri y de la frontera boliviana, deber hacerse presentndose los viajeros a la tenencia de Visviri.9LascomunicacionesdentrodelassubdelegacionesdelGeneralLagos,Putre, Beln y Codpa o entre unas y otras de estas, se sujetaran a los que dispongan los subdelegados respectivos (El Pacfco 1925).A esta medida panptica debemos sumar otra disposicin que requera informar alasagenciassobreelaumento(odisminucin)delapoblacinenlasprovincias,yla nacionalidad de los mismos. Dicha ordenanza fue tildada por la Comisin Plebiscitaria presidida por Pershing como el decreto de alojamiento5.Estos dispositivos coaccionan el trnsito y alojamiento de los habitantes andinos, aumentando la vigilancia poltica sobre los comuneros. En noviembre de 1925, el subde-legado de Putre envi un ofcio a los inspectores de los distritos de Socoroma y Parinaco-ta, instruyendo que todos los documentos confdenciales relacionados con el plebiscito o con determinadas personas, deben ser destruidos o guardados con absoluto sigilo, pre-friendo su eliminacin. De igual modo, indicaba que aquella misiva tambin deba ser eliminada,debidoalavisitadeagentespropagandistasperuanos.Enconsecuencia,se deban custodiar prolijamente los archivos (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925). El 24 de febrero de 1925, el teniente del censo envi al gobernador un informe es-tadstico, demostrando una alta presencia de ciudadanos peruanos en las aldeas tal como 5Alrespectoseestablecaque:1.Losadministradoresdecasadehuspedesdiariamentedebanentregaralas jefaturas de Polica la lista de pasajeros de su responsabilidad, con las indicaciones contenida en un formulario proporcionados. Sin perjuicio que se pueda examinar por agente de polica en cualquier momento a manera de inspeccin. 2. Para las subdelegaciones rurales, las jefaturas de Polica tendrn un libro de registro de alojados, en el que se deben inscribir todos los hospedados. 3. Las autoridades sanitarias podrn visitar para inspeccin todaslascasasdehospedajes;enlaszonasrurales,estasserealzarnconelsubdelegadoyeventualmenteel practicante. 4. Toda persona que recibe alojados tendr un mnimo de 24 horas para dar cuenta a las autoridades competentes, asimismo si cambian de morada. 5. Cualquier infraccin de las disposiciones ser denunciada a la justicia ordinaria, sin perjuicio de las medidas que tome la autoridad. Cfr. (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925).Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 100registramos en los cuadros anteriores (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925b). La intranquilidad de las autoridades chilenas se hizo sentir en los catastros y censos reali-zadosperidicamente,elaborandocarpetasconinformacinreferentealastendencias de los ciudadanos de Putre que apoyaban a Per (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925b).Uninformesimilarseformulel14deagostode1925,cuandoelSr.Alvino, capitn de corbeta y jefe de seccin de extranjera chilena, exigi preocupado la pesquisa de los ciudadanos con derecho a voto en la Subdelegacin de Putre (Archivo de la Sub-delegacin de Putre 1925b). Parael22deoctubresedemandenSocoromacompletarunafchacensal,re-gistrando antecedentes sobre nacionalidad, propiedades y sentimientos de nacionalidad, fecha de nacimiento y ascendencia de cada uno de los socoromeos (Archivo de la Sub-delegacin de Putre 1925c). Los magros resultados censales llevaron a los agentes chile-nos a desplegar diversas estrategias para intentar ganar el plebiscito. Una reaccin ante tal diagnstico fue la extrema vigilancia de los electores indgenas. Por ejemplo, el jefe de seccin de extranjera chilena, el 14 de septiembre de 1925, acus el recibo de una lista de ciudadanos a los que haba que observar sus sentimientos plebiscitarios. Al listado se adjunt una nmina de ciudadanos a los que se exigan documentos de residencia y de propiedades (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925b). Para noviembre, se entrega-ron instrucciones especiales para algunos casos; puntualmente, se emplaz al subdelega-do de Putre a mantener cautela frente a los lugareos con evidentes sentimientos perua-nos, a los que se les deba negar la carpeta de nacionalidad (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925d). Una segunda reaccin fue abordar directamente casos confictivos, instituyndose el desplazamiento de ciudadanos peruanos lejos del lugar de litigio, so pretexto de ley de reclutamientos, desfles o expulsiones de algunos lderes, como aconteci con el comu-nerodePutreAntonioMollo(DazyRuz2003).Incluso,existieronsituacionesdonde se trasladaron comuneros desde Putre hasta Arica para manifestaciones de orden cvico chileno(ArchivodelaSubdelegacindePutre1925e).Tambin,ocurrieronpersecu-cionesalosactivistasperuanos,losquefueronmaltratadosporchilenos,comoacon-teci con Marcos Analoca, campesino putreo, quien tras ser agredido, se refugi en el Ucayali, embarcacin dispuesta por la Delegacin peruana como centro de operaciones (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). El 12 de octubre, el subdelegado solicit confdencialmente el acta de fundacin de la sociedad patritica de Putre (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925e). Este tipodeorganizacionesnacieronenTacna,Arica,Iquiqueylapampasalitreraconf-Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 101Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111nes xenfobos y represivos sobre el segmento poblacional peruano (Gonzlez 2004a). El mismo subdelegado un mes antes haba recibido de las autoridades ariqueas un nuevo estandarte nacional para el pueblo y para que la organizacin lo utilizara (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925e), al igual que banderas chilenas para poner a la venta (Ar-chivo de la Subdelegacin de Putre 1925f).Debido a los actos de persecucin en contra de los ciudadanos peruanos, el 2 de noviembre,laComisinPlebiscitariaylaDelegacinNorteamericana,encabezadapor Pershing, dictamin que varias autoridades chilenas deban ser removidas de sus cargos; entre ellos, el subdelegado de Putre (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per1925).Porelmismomotivo,el21denoviembreunanuevaresolucindelaCo-misin resolvi remover a Carlos Quiroga, que era el ofcial de Registro Civil de Codpa (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925), tensionando las relacio-nesdiplomticas,debidoaquelapartechilenaserehusadestituiralosfuncionarios mencionados, al igual que al Intendente y al gobernador, los que igualmente haban sido acusados de actos xenofbicos.Sobre algunos hechos acaecidos en el poblado de Codpa, el peridico La Voz del Surpubliclasiguientenoticia:ErnestoVadulliyotrosmaleanteschilenosdetienen endespobladosatresperuanosqueibanaCodpa.Unoformabapartedelamesade inscripcin y eleccin que va a funcionar en aquel pueblo (La Voz del Sur 1925). En tal sentido, los agentes chilenos, apoyados por grupos organizados como los Marzorqueros, los Cowboys, la Sociedad Patritica, las Sociedades de Nativos y los Comits Cvicos6, de-sarrollaron una intensa campaa propagandstica entre 1925 y 1926, intentado convencer 6Los apelativos de cowboys y marzoqueros fueron expresiones elaboradas por los peruanos para identifcar a los grupos xenfobos chilenos que durante la poca de la violencia plebiscitaria (1925-1926), de forma reiterada agredieron a: simpatizantes peruanos, representantes de la Delegacin Peruana Plebiscitaria, responsables o colaboradores de la Junta de Mesas Inscriptoras, como tambin a los propagandistas directo de la causa, especialmente a los trabajadores del peridico La Voz del Sur. De acuerdo a una entrevista realizada a una explebiscitaria, marzoquero era porque cuando uno de ellos atacaba a los peruanos, no lo dejaban que solo ataque a uno, sino que se venan todos, toditos comomazorca,esaeralacomparacin,otraexplebiscitariaprecisabaacercadeladenominacindecowboys porque andaban con sus tremendos sombreros, esos era pues los Cowboys que hacan las matanzas, desaparecan puestodo(Manrique1994:45-54).DeacuerdoconGonzlez(2004b),quienhaestudiadoestosgrupospara Tarapac, sugiriendo que sera plausible pensar que la violencia ejercida por los Cowboys y Marzorqueros en Tacna y Arica culminaron afectando la imagen exterior del pas, a la vez que facilitaron la estrategia peruana para declarar elplebiscitocomoinadmisible.AquellosgrupospatrioterosseorganizaronatravsdelasSociedadesNativaso Sociedad Cvicas, bajo la fgura de clubes sociales. No es errado pensar, de acuerdo a la documentacin revisada, que posean nexos formales con las autoridades locales; lo anterior es confrmado por las pruebas expuestas por la Comisin Plebiscitaria (entre la que destacan la violencia ejercida en la localidad de Putre) que contribuyeron a declarar imposible la consulta popular. Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 102incluso mediante el uso de la violencia a los habitantes de las serranas y altiplanicies queseidentifcabanconlacausaperuana.Yael21deagostode1925,laGobernacin de Arica haba notifcado a todas las subdelegaciones que el Comit Cvico de Tacna y Arica realizara un desfle patritico, solicitando urgentemente el envo de personas de localidadesrurales(ArchivodelaSubdelegacindePutre1925g).Noobstante,enun ambienteirascible,elpresidentechilenoArturoAlessandridemand,elmismo21de agosto de 1925, enrgicas medidas contra cualquier incidente antiplebiscitario realiza-do por los agentes chilenos (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925f). La copia del telegrama presidencial lleg a Putre tres meses despus (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925h). El ao 1926 se inicia con una intensa jornada de violencia. El 14 de marzo en Co-dpa, un grupo de chilenos dirigidos por Jos Tapia irrumpieron en la casa de Fortunata viudadeChvez,vociferandoqueenesaviviendaaosanteshabanizadolabandera peruana. Los chilenos golpearon ferozmente a los moradores, resultando heridos Fortu-nata, adems de Miguel Chvez, Fermn Chvez y Sal Pozo; estos ltimos ya haban sido agredidos por una turba de mazorqueros el 5 de febrero en Arica (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). El 19 de marzo, el empleado peruano de la Junta de Inscripcin de Codpa, Robustiano Chvez, al arribar a Arica con la correspondencia de los peruanos de aquella comunidad, fue atacado por ocho chilenos, los que despus de golpearlo, lo arrestaron en la seccin de investigaciones, requisando todos los escritos. Posteriormente, Robustiano fue amenazado por si delataba lo ocurrido (Archivo del Mi-nisterio de Relaciones Exteriores del Per 1925). El 2 de abril se hizo pblico el caso del socoromeo Bernardo Mamani Gutirrez, de 60 aos, campesino del pago de Aranche, quien al ser perseguido y golpeado por un grupo de chilenos, huy herido desde la sierra para refugiarse en Arica (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). Asimismo,otrosocoromeo,CleofePacaje,el17demayosequejantelaComisin Plebiscitaria de haber sido apaleado por unos rotos (Archivo del Ministerio de Rela-ciones Exteriores del Per 1925). En Putre, el subdelegado comunic al gobernador en una misiva confdencial del 4 de marzo, que haba comenzado la propaganda peruana, y para anularlos, instruy a que ningn poblador deba venderles productos, o cobrarles un 100 por ciento ms del valor original; por lo que la situacin, asegur, estaba controlada (Archivo de la Subde-legacin de Putre 1926a). Das antes, el mismo subdelegado haba informado sobre incidentes provocados por propagandistas peruanos, alterando la normalidad de la convivencia en la comarca Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 103Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111putrea (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1926b). Por otro lado, el 20 de marzo se denuncielcasodecuatrociudadanosperuanosdelvalledeLluta(DoroteoMarcelo Blanco,JosPrez,ManuelCantellaySalomnHumire),quienesfueronincitadospor el juez del poblado de Molinos a irse al sur de Chile. Contrariamente a la disposicin del juez, los comuneros de Lluta decidieron refugiarse en Putre, sitio donde fueron apresa-dos y maltratados. El informe diplomtico seala que otro ciudadano peruano, Lorenzo Humire, por las mismas fechas desapareci extraamente (Archivo del Ministerio de Re-laciones Exteriores del Per 1925).Al respecto, el gobernador comunic al subdelegado de Putre que el mayor Hum-berto Gordon viajara en comisin electoral a la zona, tomando disposiciones y resolucio-nes relativas a las actividades electorales (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1926c); aleccionando este ltimo a todos los subdelegados, inspectores, jueces y/o policas sobre sus acciones como autoridades frente al trato a los peruanos, evitando futuros incidentes y tensiones con el rbitro norteamericano (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1926c). No obstante, en Putre, los peruanos Amadeo Zarzuri y Pedro Huanca, y un boliviano de nombre Aquino, acusaron a la Comisin Plebiscitaria que estando pastando sus ganados enelpotreroIntini,fueronvctimasdeunoschilenosencabezadosporJosBenedicto Mazuelos, quienes los agredieron, amarraron y fagelaron, adems de robarles el ganado (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925).Loshechosregistradosconstituyenunbalancequeformapartedeuninforme del1demayode1926,elcualfuepresentadoalaComisinPlebiscitariaatravsdel Comit de Quejas. Pero, los hechos de violencia en los sectores andinos continuaron. El peridico La Voz del Sur, seal que una banda de chilenos prendieron fuego a la casa delperuanoAgustnCrdova,situadaenAltoRamrezenelvalledeAzapa.Tambin expone que asaltaron la hacienda de Juan de Dios Cornejo que se encontraba en el Pago de las nimas. Todos estos vejmenes, comenta el peridico, demuestran la absoluta falta de garantas, de seguridad y progreso de Chile en toda la zona en litigio (La Voz del Sur 1926).Enelmismoejemplar,seindicaqueloschilenoshanconstruidounambiente de intimidacin y terror en la provincia, puesto que no existe da en que no se realicen atropellos contra la poblacin peruana. La noticia termina sealando que dos profesoras chilenas, Carolina Echevarra y Ernestina de Varela, mortifcan a otras mujeres peruanas insultndolas y arrojndoles piedras (La Voz del Sur 1926). Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 104V. TESTIMONIOS DE VIOLENCIA EN LOS ANDES. 1925 Y 1926El 23 de mayo de 1925, carabineros apostados en Codpa notifcaron a 33 perua-nospropietariosparaquesepresentaranalcuartelconelobjetivodeenviarlosalas pampasdeTarapac.ElsubdelegadoCubillosyeltenienteDlano,quedaronacargo de conducirlos al poblado salitrero de Zapiga por la quebrada de Camarones. La mayo-ra de aquellos deportados fueron contratados como obreros en la ofcina Patria. Tiem-podespus,ungruporeducidodecampesinoslogrburlarlavigilanciadelapolica circunscrita al cantn salitrero, regresando a Codpa, como aconteci con Juan Bautista Sosa, el que habiendo sido internado en las ofcinas Patria y Asturias, el 12 de diciembre de 1925 huy caminando desde Zapiga a Arica presentndose a la Delegacin Peruana (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). El 11 de marzo de 1926 se formaliz la denuncia de Sosa, testimoniando la condicin de secuestrados en la cual se encontraban los peruanos en la pampas salitrera (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). Fue tan llamativo el caso de los codpeos, que los observadores norteamericanos se trasladaron al pueblo de Codpa a indagar sobre los detalles de este caso (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). Otros peruanos expulsados desde la sierra de Huaylillas o del altiplano ariqueo, fueron obligados a dirigirse a Bolivia, como aconteci con Manuel Flores, Rafael Tancara yDanielFlores,quienescomunicaronlosatropellosvividosenlosprimerosmesesde 1925:Charaa, abril 10 de 1925Ministro Peruano. La PazComunicamos V. E. que el terrorismo de carabineros chilenos en Cosapa, Cosapilla, Caquena, jurisdiccin Arica, continan con mayor violencia y cinismo. Somos vcti-mas de allanamientos a las casas, violacin de nuestras mujeres en nuestra presencia, prisiones arbitrarias, despojo de dinero, alhajas y animales. Solicitan por medios vio-lentos exhibicin de ttulos de nuestras propiedades para impedirnos derecho al voto plebiscitario. Con tales atropellos y agresiones, nos obligan a abandonar los hogares en compaa de esposas, hijos, para refugiarnos en la frontera boliviana, al margen del ro Caquena, a la intemperie, huyendo de torturas, prisin despus dos das sin alimentos.Rogamos pedir nuestro Gobierno solicite garantas a nuestras vidas y las de nuestras familias. Respetuosamente.Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 105Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111Manuel FloresRafael TancaraDaniel Flores (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925)Otroscasosdescribenlamismasituacin.Asaber,el26demarzofueronem-barcados en el vapor Amrica con destino a Iquique 87 peruanos de las aldeas rurales, despusdehabersidoencerradoshastacompletarestenmeroytransportadosporel ferrocarrildeLaPaz(ArchivodelMinisteriodeRelacionesExterioresdelPer1925). Se inform durante el mismo mes, que familias peruanas haban sido expulsadas por las autoridades chilenas y obligadas a cruzar la frontera hacia Bolivia, adonde haban llegado en estado miserable, arreando sus ganados, como les sucedi a las familias Quequesana, Honores, Flores, Ticona, Zarzuri, Blas Flores, Calisaya, Cruz, Zamora, Quispe, Mamani, Alabe, entre otras (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925).Frenteatalestestimonios,elComitdeQuejasdelaComisinPlebiscitariallega variadasconclusiones;entreellas,elestablecimientodelosvictimariosylasformas que tomaban dichos actos de terrorismo pblico, como la desaparicin, asesinato, deportaciones,asaltocallejeroyhostilidadcallejera.Sobreloslugaresdondese cometan actos violentos, el Comit de Quejas seal que no tan solo se realizan en lasciudadesdeTacnaydeArica,sinotambinenlosapartadosdistritosinteriores. Refejan el estado social de los distritos que colindan al norte con la frontera peruana, los sucesos de Challaviento... y refejan, as mismo, el estado social de los distritos que separan a Arica de Tarapac, al sur de aquel puerto, los atropellos de Putre, enumera-dos por el general Lassiter en su discurso sobre la impracticabilidad del plebiscito, y los atropellos de Codpa (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925).Enmarzode1926seexpusieronalpresidentedelaComisinPlebiscitariauna serie de quejas por los atropellos que estaban sufriendo los habitantes de Putre. Dichos actosgeneraronelnombramientodeunexaminadorcuyopropsitoerainvestigarlas acusaciones, para lo cual tom declaraciones en Arica y audiencias en Putre, utilizando fuentes peruanas como chilenas. El informe compil una serie de declaraciones que de-tallaban los acontecimientos, relevando nombres, fechas y lugares donde se cometieron abusosencontradelosaymarasperuanos.Elexaminadorpresenteldocumentoala Comisin a travs de la Comisin de Quejas. Bastar con reproducir consiguientemente los subttulos del documento que grafcan la situacin de la poblacin del rea de Putre.1.Notoria oposicin de los carabineros al regreso de los electores peruanos.Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 1062.Flagelaciones brutales a los electores peruanos que regresaban a la zona, a los miembrosdesusfamiliasyalossimpatizantesdelacausaperuana,porlos carabineros y los propagandistas chilenos.3.Prohibicin de cualquier clase legtima de propaganda peruana por medio de espionajeylaintimidacinllevadaatalextremoquelagentedePutrenose atreva a hablar a los electores peruanos que regresaban o al personal peruano de la Junta de Inscripcin y Eleccin.4.Prohibicin a los peruanos de usar su bandera.5.Confscacin de las propiedades de los peruanos que regresaban a la zona.6.Omisin de parte de las autoridades locales para castigar a los actores de estas ofensas.7.ParticipacindelasautoridadeschilenasenPutreenactosdeterrorismoe intimidacin (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925).Es necesario comentar que los hechos registrados por el examinador fueron opor-tunamente corroborados por las evidencias que posea la Comisin Plebiscitaria, antece-dentes que daban cuenta de los atropellos contra los electores indgenas peruanos (Archi-vo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925).VI. CONCLUSIONESLos eventos electorales (incluidos el plebiscito como mecanismo de participacin comunitaria) se constituyen como ritos cvicos colectivos que permiten a la ciudadana participar activamente en los comicios para la eleccin de sus autoridades o decidir sobre ciertas polticas que los ataen. Consiguientemente, es la materializacin de la ciudada-na al ser un evento que congrega a todos por igual. Si es as, por qu entonces los ind-genas aymaras hacia la dcada de 1920 se mostraron a favor del Per para el comentado plebiscito, a pesar de que participaban activamente de todos los dispositivos desplegados por el Estado chileno: escuela, administracin, reclutamiento militar?Ciertamente, las comunidades indgenas andinas se vincularon con el Estado chi-lenocomoantesyalohabanrealizadoconlaRepblicaperuana,participandodelas estructuras polticas imperantes. Pero al parecer, el tema ms sensible se concentraba en lasidentidadesnacionalescirculantesentodalaregin.Comoyahemosinsistido,los indgenas aprovecharon los recursos que Chile les entreg; sin embargo, a la hora de asu-mir un compromiso ciudadano simbolizado en el voto, estos manifestaran su lealtad en favor del Per, debido a que la construccin ciudadana est matizada por la intervencin Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 107Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111poltica, y aquella participacin estaba ligada directamente al evento plebiscitario (Daz, Ruz y Galdames 2011). Las cifras analizadas profusamente afrman esta tendencia: en el Censo de la Comisin Norteamericana de 1924, en Putre el 67,73 por ciento se declar que votara por el Per; en General Lagos 45,31 por ciento; en Codpa el 86,48 por cien-toyenBelnun84,48porcientoseadscribialaidentidadperuana.Esevidenteque los indgenas durante el perodo reconocido como chilenizacin asumen una identidad peruana, en oposicin a la chilena. Apelan a subjetividades como las emociones o senti-mientos para manifestar sus compromisos identitarios refejados en las festas pblicas o en el escrutinio, pese a la violencia testimonial. Desdeuncampoterico,lasidentidadescontienentresfuncionesquepermiten entender la tendencia de los aymaras en la cordillera andina de Arica. La primera fun-cineslalocativa,locualsuponequelaidentidadpermitealossujetos(indgenasen este caso) autoubicarse y orientarse por referencia a las coordenadas del espacio social. Tambinlasidentidadessonselectivas,yaqueprovienendelcarcteroperativodelas representacionessociales,locualsignifcaquelasidentidadesseleccionanenfuncin de los valores que les son inherentes, el sistema de preferencias de los sujetos sociales, y tambin,porsusopcionesprcticasenelcampodelimitadoporlaposicinsocialque ocupan. Por ltimo, las identidades poseen la funcin integrativa, la que implica la posi-bilidad de integrar las experiencias del pasado con las del presente, en la unidad de una biografa incansable (tratndose de identidades individuales) o de una memoria colectiva compartida (tratndose de identidades colectivas) (Gimnez 1994: 261), como acontece enelcomportamientodeloselectoresdelazonadePutre,queapelanalaexperiencia histricaperuanacomoundispositivointegradorquesevereformuladoporelritual cvico ciudadano, constituyendo la nueva oportunidad para imaginar la nacin peruana en un escenario inimaginable en trminos sociopolticos.Recapitulando, la frontera es el espacio semntico donde se cristalizan las identi-dades. Ms all del despliegue tctico de los Estados desde la metrpolis, es la comunidad indgena que en la periferia asume una postura identitaria ciudadana, que a su vez, fric-ciona el modelo chilenizador para concientizar a la poblacin local. Durante el perodo estudiado, son los mecanismos identitarios los que se movilizarn entre las partes para grafcar las intenciones de una comunidad indgena andina que desea ser protagonista en todos los detalles de la vida cvica en las comarcas.En sntesis, en Putre y otras localidades alto andinas, durante los aos de ocupa-cin chilena surgieron actores locales intermedios que operaban en un formato de una infrapoltica diseminada especfcamente en la vida cotidiana de los sujetos sociales andi-Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 108nos, con redes formales (y tambin informales) entre la comunidad y el Estado chileno, erigiendodiscursosidentitariosypraxispolticasmltiplesytambincontradictorias. Mientrasaparecen,undaparticipandoactivamenteenlaorganizacinadministrativa chilena y otro izando banderas peruanas o en ocasiones representando a la comunidad ante las festividades religiosas; es decir, en un campo de negociacin, una estrategia como resistencia al Estado chileno.Ellos funcionarn como actores intermedios con diversos discursos, actuando en su praxis poltica como bisagras entre la comunidad y el Estado, reorientando hbrida-mente sus prcticas ante la nueva autoridad arriba en la cordillera.REFERENCIAS1.Aljovn de Losada, Cristbal. 2005. Sufragio y participacin poltica. Per: 1808-1896. Pp. 17-74 en Historia de las elecciones en el Per, editado por Aljovn Cristbal y Lpez Sinesio. Lima, Per: Instituto de Estudios Peruanos.2.Anderson, Benedict. 2000. Comunidades imaginadas. Refexiones sobre el origen y difu-sin del nacionalismo. Mxico: Fondo de Cultura Econmica.3.Archivo General de la Nacin. 1888. 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