BANCO MUNDIAL - BIVICA · 2015. 12. 24. · Perspectivas para la reducción de la pobreza: Alcanzando la MDM de la pobreza 104 Impacto de las reformas de política en la pobreza y

BANCO MUNDIAL

Crecer beneficiandoa los más pobresEvaluación de la Pobreza en Bolivia , (PA, por sus siglas en inglés)

Diseño y diagramación: [email protected]

© Banco Mundial, 2006.

Primera edición : julio, 2006.

DL: 4-1-1194-06

vProducción:Plural editoresc. Rosendo Gutiérrez N° 595 esquina Av. EcuadorTeléfono: 2411018 / Casilla 5097, La Paz - BoliviaEmail: [email protected]

Impreso en Bolivia

ABREVIACIONES

EBRP Estrategia boliviana para la Reducción de la PobrezaIPC Índice de Precios al ConsumidorESW Trabajo Económico y SectorialPIB Producto Interno BrutoGRB Gobierno de la República de BoliviaIDH Índice de Desarrollo HumanoHIPC Países Pobres Altamente EndeudadosBID Banco Interamericano de DesarrolloINE Instituto Nacional de EstadísticaFMI Fondo Monetario InternacionalLAC Región de América Latina y El CaribeMECOVI Mejoramiento de las Encuestas y de la Medición de las

Condiciones de Vida en América Latina y El CaribeMDM Metas de Desarrollo del MilenioNBI Necesidades Básicas InsatisfechasFIS Fondo de Inversión SocialPTF Productividad Total de[ Factor

UDAPE Unidad de Análisis de Políticas Sociales y EconómicasPNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

Unidad de Sector de Reducción de la Pobreza y Gestión EconómicaRegión Latinoamericana y El Caribe

Con contribuciones de:UDAPE-Unidad de Análisis de Políticas Económicas

INE-Instituto Nacional de Estadística

ÍNDICE

Abreviaciones y siglas 3Agradecimientos 9

Resumen ejecutivo 11I. Tendencias en pobreza y desigualdad 12II. Crecimiento, pobreza y desigualdad 13III. Restricciones para la creación de empleo. La demanda laboral 14IV. Restricciones para la acumulación de capital humano. La oferta laboral 16V. Principales recomendaciones de política para reducir la pobreza y desigualdad 18VI. Perspectivas para el crecimiento y la reducción de la pobreza 21

Introducción 231. Tendencias en pobreza y desigualdad 25

Pobreza por ingreso y desigualdad 26Pobreza y población indígena 31Geografía de la pobreza y desigualdad 32Pobreza más allá del ingreso 34¿Quiénes son los pobres? Ingreso por pobreza y percepciones subjetivas 39

2. Crecimiento , pobreza y desigualdad 41Patrones de crecimiento 42

Fuentes y determinantes del crecimiento 46El impacto del crecimiento en la pobreza y desigualdad 48Factores determinantes de cambios en la distribución del ingreso 50

3. Restricciones para la creación de empleo . Demanda laboral 53Creación de empleo: desafíos y oportunidades 55El sector manufacturero: características y ambiente de inversión 55Creación y rotación del empleo manufacturero 59Productividad y eficiencia técnica 65La demanda laboral 67Restricciones micro a la utilización de capacidad y tamaño de empresa 68Intervenciones de política para incrementar la demanda laboral 70

4. Limitaciones a la acumulación del capital humano . La oferta laboral 75Empleo e ingresos: tendencias y desigualdades 76Las instituciones y el desempeño del mercado laboral de Bolivia 82Empleo informal e ingresos 86Migrantes rurales-urbanos en el mercado laboral 93¿Qué intervenciones de política pueden mejorar el rol del mercado laboralpara reducir la pobreza en Bolivia? 96

5. Perspectivas para el crecimiento y la reducción de la pobreza 101

Perspectivas de crecimiento 102

Perspectivas para la reducción de la pobreza: Alcanzando la MDM de la pobreza 104

Impacto de las reformas de política en la pobreza y desigualdad 104

ANEXOSAnexo 1.1: Fuentes de información para el monitoreo de la

111

pobreza y las condiciones de vida en Bolivia 112

Anexo 1.2: La geografía de la pobreza y la desigualdad 116

Anexo 1.3: Pobreza por ingreso y percepciones subjetivas 124

Anexo 2.1: Anexo técnico sobre determinantes del crecimiento 135

Anexo 2.2: Explicando los cambios en la distribución del ingreso 137

Anexo 3.1: Encuestas de empresas manufactureras 141

Anexo 3.2: Estimación de las tasas de creación, rotación y reasignación del empleo 143

Anexo 3.3: Productividad y eficiencia técnica en la manufactura boliviana 145

Anexo 3.4: La demanda de mano de obra 150

Anexo 3.5: Explicando las restricciones para el uso de capacidad y al tamaño de la empresa 155

Anexo 4.1: Determinantes de los diferenciales de ingresos en Bolivia 162

Anexo 4.2: Estimación de las brechas en los ingresos informal-formal 166

Anexo 4.3: Explicando el desempeño de los migrantes en el mercado laboral en Bolivia 172

BIBLIOGRAFÍA173

TABLAS

Tabla 1.1: Medidas de pobreza, 1993-2002 27

Tabla 1.2: La desigualdad ha aumentado en Bolivia, según muestran los coeficientes de Gini 30

Tabla 1.3: Pobreza según necesidades básicas insatisfechas 35

Tabla 1.4: El progreso boliviano en relación a las metas clave de desarrollo del milenio 36

Tabla 1.5: Tasas de matricula y asistencia de la niñez boliviana 37

Tabla 2.1: Crecimiento del PIB per cápita en Bolivia, ALC y el mundo, 1960-2002 43

Tabla 2.2: Tasa de crecimiento de la tendencia, volatilidad y persistencia del producto

per cápita en Bolivia, ALC y el mundo, 1960-1999 47

Tabla 2.3: Contribuciones por factor al crecimiento del PIB per cápita en Bolivia

y en países seleccionados de ALC, 1971-2000 47

Tabla 3.1: Indicadores del ambiente de inversión de Bolivia y países seleccionados de ALC 60

Tabla 4.1: Ratios de empleo e ingresos por sector, áreas metropolitanas 91

Tabla 5.1: Impacto de la mejora educativa y del empleo sobre los salarios 110

Tabla A.1.1.1: Líneas de pobreza en Bolivia, 2002 112

Tabla A.1.3.1: Determinantes de la autocalificación de pobreza en Bolivia 129

Tabla A.1.3.2: Determinantes de la pobreza por ingreso y pobreza autocalificada en Bolivia 130

Tabla A.2.1.1: Determinantes de las diferencias en el crecimiento del PIB per cápita en los

noventa de Bolivia con respecto a los países con mejor desempeño de ALC 135

Tabla A.2.1.2: Determinantes del crecimiento entre períodos de 10 años, Bolivia, '70-'90 136

Tabla A.2.2.1: Descomposición de cambios en la distribución del ingreso en Bolivia, 1993-2002 138

Tabla A.3.3.1: Estimaciones de la función de producción en la manufactura 148

Tabla A.3.4.1: Estimaciones de la demanda de mano de obrano calificada para la manufactura en Bolivia 152

Tabla A.3.5.1: Determinantes de la capacidad utilizada y el tamañode la empresa en la manufactura en Bolivia 158

Tabla A.3.5.2: Determinantes de la capacidad utilizada a partir de regresiones por cuantiles 160Tabla A.3.5.3: Determinantes del tamaño de la empresa a partir de regresiones por cuantiles 161

GRÁFICOS

Gráfico 1.1: Tasas de desempleo abierto en ciudades capitales de Bolivia, 1999-2002 28Gráfico 1.2: Cambio en el ingreso familiar per cápita por deciles de ingreso y área, 1999-2002 29Gráfico 1.3: Coeficientes de Gini en ALC, distribución del ingreso familiar equiparado, circo 2000 29Gráfico 1.4: Gasto en consumo y pobreza en Bolivia, 2001 34Gráfico 2.1: Crecimiento del PIB en Bolivia, 1984-2003 42Gráfico 2.2: Crecimiento del PIB por sector y subsectores seleccionados, Bolivia, 1993-2002 44Gráfico 2.3: Composición sectorial del PIB en Bolivia, 1990-2003 45Gráfico 2.4: Crecimiento promedio por departamento, Bolivia, 1990-1998 45Gráfico 2.5: Curvas de incidencia de crecimiento, 1993-2002 49Gráfico 3.1: La mayoría de las empresas manufactureras

bolivianas contratan solamente entre 5-14 trabajadores 56Gráfico 3.2: Evolución y distribución del empleo en la manufactura, Bolivia, 1995-1999 56Gráfico 3.3: Evolución y distribución del producto de la manufactura, Bolivia, 1995-1999 57Gráfico 3.4: Productividad laboral promedio en el sector manufacturero, Bolivia, 1995-1999 58Gráfico 3.5: Flujos brutos de empleo en la industria manufacturera, 1996-1999 63Gráfico 3.6: Bolivia tiene tasas más altas de creación de empleo,

destrucción y reasignación según estándares internacionales 64Gráfico 3.7: La creación y destrucción de empleo en la industria

manufacturera en Bolivia es mayor en empresas pequeñas, 1996-1999 65Gráfico 4.1: Indicadores del mercado laboral en Bolivia y América Latina 77Gráfico 4.2: Tendencias en la participación de la fuerza laboral en Bolivia, 1989-2002 79Gráfico 4.3: Transición demográfica de Bolivia y acumulación de capital humano 82Gráfico 4.4: Condiciones de empleo legislado en Bolivia y América Latina 83Gráfico 4.5: Niveles salariales mínimos en Bolivia y América Latina 84Gráfico 4.6: El costo de la seguridad del trabajo, Bolivia y América Latina, 1987 y 1999 85Gráfico 4.7: Desempeño del mercado laboral en Bolivia

comparado con América Latina (circo 2000) 87Gráfico 4.8: Flujos de migración en Bolivia por origen y destino, 1997 y 2002 95Gráfico 4.9: Flujos de migración en Bolivia por origen y destino, 1997 y 2002 95Gráfico 5.1: Proyecciones de crecimiento del PIB per cápita,

Bolivia y promedio de ALC, 2000-2010 102Gráfico 5.2: Distribución del ingreso familiar per cápita en logaritmos, 2002, urbano y rural 105Gráfico 5.3: Impacto del crecimiento per cápita sobre la pobreza en Bolivia 105Gráfico 5.4: Impacto de las diferentes políticas sobre la

pobreza y desigualdad del ingreso en Bolivia 106Gráfico 5.5: Curvas de crecimiento-incidencia en diferentes escenarios de política 108Gráfico A.1.2.1: Incidencia de pobreza por departamento, 2001 116Gráfico A.1.2.2: Áreas urbanas: incidencia de pobreza por departamento, 2001 117Gráfico A.1.2.3: Áreas rurales: incidencia de pobreza por departamento, 2001 118Gráfico A.1.2.4: Distribución de la incidencia de pobreza y de las brechas de pobreza

en los municipios, 2001 119Gráfico A.1.2.5: Desigualdad en la distribución del gasto en consumo: índice de Theil 120

Gráfico A.1.2.6: Desigualdad y gasto en consumo121

Gráfico A.1.2.7: Desigualdad y mediciones de pobreza 122

Gráfico A.1.2.8: Incidencia de pobreza por NBI y línea de pobreza (Alta) 123

Gráfico A.1.3.1: Perfiles de pobreza por autocalificación y por ingresos para Bolivia 127

Gráfico A.1.3.2: Impacto de la región de residencia en la pobreza por ingreso y autocalificada 131

Gráfico A.1.3.3: Efecto de las características socioeconómicas en las estimaciones

binarias por cuantiles sobre la autocalificación de pobreza 133

Gráfico A2.2.1A: Diferencias en los retornos a la educación 140

Gráfico A2.2.1B: Diferentes cambios en los retornos en el tiempo 140

Gráfico A.3.3.1: Elasticidades de los factores en el sector manufacturero boliviano 149

Gráfico A.4.1.1: Diferenciales en los ingresos por hora en Bolivia 1993-2002 162

Gráfico A.4.1.2: Retornos marginales a la educación en Bolivia, década de los noventa 164

Gráfico A.4.2.1: Densidad del Log de los ingresos por hora, por sector, áreas metropolitanas 167

Gráfico A.4.2.2: Brechas de ingresos por ser informal en Bolivia 170

RECUADROS

Recuadro 1.1: Población indígena y pobreza 31

Recuadro 1.2: Programas bolivianos de protección social 37

Recuadro 3.1: Simplificación del registro de comercio en La Paz 61

Recuadro 3.2: Restricciones para que los negocios se conviertany permanezcan formales en Bolivia 62

Recuadro A.1.3.1: Explicando la pobreza subjetiva y por ingresos 124

Recuadro A.3.3.1: Medición de la productividad y la eficiencia técnica de la empresa 146

Recuadro A.3.4.1: Estimación de la demanda de mano de obra de la manufactura 151

Recuadro A.4.2.1: Estimación de las brechas en los ingresosinformal-formal corregidas por selectividad 168

AGRADECIMIENTOS

Este informe fue preparado por un equi-po conformado por Omar Arias (LCSPP, Ge-rente del Proyecto), Wilson Jiménez (UDA-PE), Fernando Landa (UDAPE), MagdalenaBendini (LCSPP), Mabel Martinez (consulto-ra), Jessica Todd (pasante, LCSPP); con pu-blicaciones de respaldo dirigidas por Leo-nardo Gasparini (Universidad Nacional de laPlata, Argentina), Roberto Muñoz (Universi-dad de Maryland), Alejandra Palma (Univer-sidad de Maryland), Wálter Sosa (Universi-dad de San Andrés, Argentina), Donald Pian-to (Universidad de Brasilia, Brasil), y MaríaTannuri (Universidad de Brasilia, Brasil);contribuciones de Javier Monterrey (INE),Gustavo Canavire (INE) y Viviana Caro (UDA-PE); y el excelente apoyo de Lucy Bravo(LCSPP) y Ferozam Hashimi en la prepara-ción del informe final. Jaime SaavedraChanduvi (Gerente de Sector, LCSPP), JohnNewman (ex-Director de País, LCCBO), y Vi-cente Fretes-Cibils (Economista Jefe y Jefede Sector, LCC6A) proporcionaron una guíageneral a lo largo del trabajo así como Nor-man Hicks (ex-Gerente de Sector para la Po-

breza en América Latina) en la primera eta-pa conceptual. Los revisores pares fueronGeorge Gray Molina (PNUD, Bolivia), Step-han Klasen (Universidad de Góttingen), Wi-lliam Maloney (LCRCE), y Sergei Soares(LCSHD).

Christopher Humphrey (LCC6A) y BruceFitzgerald (LCC6A) realizaron un espléndidotrabajo alineando los contenidos y mensajesdel informe final. Mónica Navia terminó lalabor editando y corrigiendo el estilo delpresente libro.

El equipo agradece los muy útiles co-mentarios de Mauricio Santamaría (LCSPP),Luke Haggarty (LCSFR), Sara Calvo (LCSPE),Connie Luff (Directora de País, LCCBO), Car-los Mollinedo (LCCPE) y Neile Quintero (Eco-nomista de País para Bolivia, BID) en lasdiscusiones de los primeros borradores delinforme. También agradece a Armando Ortu-ño Yañez y Natasha Loayza de la oficina delPNUD en La Paz por concedernos acceso a laEncuesta Nacional sobre el Potencial y Aspi-raciones de Desarrollo Humano 2000, así co-mo los perspicaces debates iniciales.

Resumen ejecutivo1

Bolivia enfrenta altos niveles de persis-tente pobreza y desigualdad. En 2002, el 65por ciento de la población vivía en la pobre-za, y de éste, casi el 40 por ciento en la extre-ma pobreza. Hubo una disminución en la po-breza a mediados de los noventa; sin embar-go, hoy en día La tasa permanece cercana alnivel de la de principios de los noventa. Adi-cionalmente, la distribución del ingreso enBolivia está entre las más desiguales de Amé-rica Latina. Este informe sugiere tres princi-pales explicaciones para la persistencia detos altos niveles de pobreza y desigualdad:

Primera , el crecimiento durante los no-venta estuvo concentrado en las expor-taciones basadas en recursos naturales,las que tienen una demanda de servicioslaborales relativamente baja. Los secto-res intensivos en mano de obra y las re-giones más pobres crecieron a una tasamás baja. El empleo y las ganancias deingreso fueron insuficientes para tenerun impacto duradero en la reducción dela pobreza. Desde 1999, shocks negati-vos -tales como la reversión de entradade capitales, la disminución de los térmi-nos de intercambio y la reducción de ex-portaciones así como el programa deerradicación de la coca-disminuyeronel crecimiento, revirtiendo el progresoanterior de reducción de la pobreza. Más

aún, los altos retornos al capital compa-rados con los bajos retornos al trabajo(especialmente a la mano de obra no ca-lificada) acentuaron la ya alta desigual-dad de ingreso.Segunda , la baja productividad de lasempresas, particularmente del sector in-formal intensivo en mano de obra, ha re-tenido el crecimiento tanto del empleocomo de los salarios. Esto ha sido conse-cuencia de una regulación onerosa denegocios y del mercado laboral que desa-lienta la innovación y desalienta a lascompañías pequeñas a participar total-mente en la economía formal mediantesu ampliación y mejora de la productivi-dad.Tercera , los pobres tienen oportunidadesinadecuadas para mejorar su capital hu-mano (por ejemplo, a través de calidadde la educación, particularmente secun-daria y superior), a pesar del recienteprogreso en el acceso a la educación bá-sica. Esto tiene como consecuencia unabaja productividad laboral y un accesorestringido a trabajos mejor remunera-dos. Más aún, enfrentados con altos cos-tos de oportunidad e inadecuada protec-ción social, muchos de los pobres aban-donan la escuela y terminan realizandotrabajos urbanos de baja remuneración o

1 El Banco Mundial ha preparado este informe con la Unidad de Análisis de Políticas Sociales yEconómicas (UDAPE) del Ministerio de Desarrollo Económico de Bolivia y con la colaboración delInstituto Nacional de Estadística (INE).

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CRECER BENEFICIANDO A LOS MÁS POBRES

en la economía rural. Aquellos que in-vierten en educación, con frecuencia nopueden traducirla en grandes gananciasdebido a los limitados resultados en elaprendizaje que obtienen (por la baja ca-lidad escolar en las áreas pobres, así co-mo deficiencias de salud y nutrición queli mitan el desarrollo infantil inicial) y alli mitado acceso a trabajos mejor remu-nerados, dadas sus capacidades.La principal lección global de política es

que el crecimiento económico de base am-plia, sostenible en el largo plazo, es unacondición fundamental y necesaria para re-ducir la pobreza y la desigualdad. Sin em-bargo, esto necesita ser respaldado por po-líticas que permitan mejorar la productivi-dad laboral y la creación de trabajo. Estopuede lograrse al: (i) remover los obstácu-los para la modernización y crecimiento delas empresas, promoviendo su integraciónen la economía mundial; (ii) modernizar laregulación laboral y de negocios, y propor-cionar el marco y los incentivos para que lasempresas participen y permanezcan en elsector formal, especialmente las empresaspequeñas y medianas; y (iii) fortalecer elcapital humano y la protección social paraque los pobres puedan aumentar su produc-tividad y capacidad para comercializar sutrabajo.

I. TENDENCIAS EN POBREZAY DESIGUALDAD

Durante los noventa , la pobreza ydesigualdad disminuyeron, perodesde 1999 se han perdido lamayoría de los avances.Durante el periodo de crecimiento 1993-

1999, la pobreza urbana se redujo del 52 al46 por ciento, junto con su intensidad y se-veridad. La desigualdad del ingreso urbano

se mantuvo invariable. Aunque no hay infor-mación nacional adecuada disponible, hayevidencia de que tanto la pobreza nacionalcomo la rural pueden haber disminuido enlos noventa.

Los shocks económicos de finales de losnoventa redujeron el crecimiento y revirtie-ron el progreso en el frente de pobreza. En-tre 1999 y 2002, la pobreza se incrementódel 62 al 65 por ciento y la extrema pobrezacreció del 36 al 37 por ciento. Los hogaresurbanos pobres fueron particularmenteafectados. El desempleo urbano aumentódel 6 al 9 por ciento, y la pobreza urbana serevirtió a los niveles de principios de los no-venta.

La desigualdad del ingreso se incremen-tó significativamente entre 1997 y 2002, yBolivia actualmente tiene un coeficiente deGini de casi 0.58, haciéndolo uno de los paí-ses con la mayor desigualdad de ingreso enla región, junto con Brasil y Chile. La altadesigualdad de ingreso refleja significativasdisparidades en activos (por ejemplo, edu-cación y tierra), tamaño del hogar, y brechasde ingresos por género, etnia, ubicación ytipo de empleo. Nueve de cada diez bolivia-nos -pobres y no pobres por igual- consi-deran que la distribución del ingreso es "in-justa" o "muy injusta".

La pobreza y desigualdad estánen todas partes, pero las tasasporcentuales y la cantidad depobres varían según la ubicación.La alta pobreza y desigualdad de Bolivia

trascienden los límites rurales-urbanos y re-gionales. A pesar de que una porción abru-madora de la población rural vive en la po-breza, también hay grandes bolsones de po-breza urbana. La pobreza está concentradaen los valles y en el altiplano central, espe-cialmente en Potosí y Chuquisaca, seguidos

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RESÚMEN EJECUTIVO

por Beni, La Pazy Oruro. Santa Cruz y Cocha-bamba tienen tasas de pobreza más bajas;pero debido a sus grandes poblaciones cobi-jan a una gran cantidad de población pobre.Cerca del 40 por ciento de ta población en eldepartamento de Santa Cruz es pobre; perola tasa de pobreza es sólo del 20 por cientoen la capital. Muchas ciudades intermedias ymunicipios pequeños tienen igualmente ta-sas de pobreza bajas.

Los indicadores de pobreza nomedida por ingreso muestran unmayor avance que la pobreza por in-greso , pero los desafíos semantienen.Los indicadores sociales relacionados

con las necesidades básicas insatisfechas(NBI) y las Metas de Desarrollo del Milenio(MDM) mejoraron significativamente entre1992 y 2001. Por ejemplo, las tasas de mor-talidad de niños e infantes disminuyeron en30 por ciento, la matrícula neta en educa-ción primaria está alcanzando el 100 porciento, y los hogares carentes de agua pota-ble y saneamiento adecuado disminuyerondel 50 al 30 por ciento. Sin embargo, Boliviaaún se encuentra entre los países más bajosde la región en tasas de desnutrición, mor-talidad materna infantil, y está lejos de al-canzar la MDM de conclusión universal deeducación básica.

La autopercepción de la gente sobresu bienestar está generalmentealineada con la pobreza por ingreso.Las autopercepciones de la gente sobre

su pobreza y las medidas de pobreza por in-greso son, ambas, ampliamente determina-das por el desempleo, la educación, el acce-so a activos y servicios básicos, etnia y ubi-cación. Los bolivianos tienden a ser pobrespor ingreso -e igualmente se consideran a

sí mismos pobres- cuando son jóvenes, sineducación, desempleados o subempleados,indígenas, moradores rurales y carentes deservicios básicos.

Existen, sin embargo, algunas diferen-cias en ingreso por pobreza y autopercep-ción de pobreza alrededor de etnia y ubica-ción. Los bolivianos quechuas tienden a au-tocalificarse más pobres de lo que sugierenlos perfiles de pobreza por ingreso, mientrasque ocurre lo contrario con los aymaras. Conigual acceso a servicios básicos, los residen-tes rurales se perciben a sí mismos comomenos pobres que los habitantes urbanos, apesar de que es más probable que ellos seanmás pobres por ingreso. Por tanto, los facto-res de exclusión y/o culturales (por ejem-plo, sentido de empoderamiento o identi-dad) así como características de ubicaciónespecífica (por ejemplo, desigualdad, capi-tal social o crimen) pueden tener significa-tivos efectos en las autopercepciones de losbolivianos.

II. CRECIMIENTO, POBREZAY DESIGUALDAD

El crecimiento de los noventaredujo la pobreza y mejoró losindicadores sociales.El crecimiento promedió 4.7 por ciento

por año (2.2 por ciento per cápita) entre1993 y 1998, sobrepasando a otros países an-dinos por primera vez en 40 años. Las expor-taciones se diversificaron, más allá de los mi-nerales y de los hidrocarburos, hacia la soya,al café, al azúcary a la madera. Los niveles deinversión excedieron el 18 por ciento del PIB,cuatro puntos porcentuales por encima delpromedio de los ochenta. Una sólida estabili-zación y políticas estructurales explican granparte de la expansión del crecimiento de losnoventa, la que fue acompañada por una cre-

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ciente participación laboral (especialmentede mujeres) y una mejora de la productividadgeneral (1.2-1.7 por ciento por año).

Este crecimiento elevó los ingresos (el in-greso per cápita creció 13 por ciento acumu-lativamente entre 1993 y 1997) y redujo lapobreza. Específicamente, los ingresos de lospobres en las ciudades capitales crecieron ala misma tasa que los ingresos promedio, y lapobreza se redujo del 52 por ciento en 1993al46 por ciento en 1999. Adicionalmente, lasmejores condiciones de vida y de educaciónrural sugieren que la pobreza en las áreas ru-rales también puede haber disminuido.

A pesar de estos logros, la severidad de lapobreza hizo que el crecimiento sea insufi-ciente para sacar a muchos bolivianos de lapobreza. En 1997, el 37 por ciento de los bo-livianos aún estaban lejos de alcanzar el in-greso requerido para salir de esta condición.Esto implica que un incremento de un 1 porciento en el ingreso per cápita sacó a menosde medio por ciento de bolivianos de la po-breza. Bolivia tiene una elasticidad de pobre-za-crecimiento entre 0.3-0.5, comparada conuna elasticidad promedio de 1 para la región.

La reducción de la pobreza habríasido mayor si el crecimiento hubierasido sostenido , de base más ampliay más intensivo en trabajo.Los sectores intensivos en capital y tra-

bajo calificado (por ejemplo, hidrocarburos,telecomunicaciones y servicios financieros)crecieron más rápido, con limitados efectosindirectos para la agricultura y la manufac-tura, que emplean más del 60 por ciento dela fuerza laboral. Las exportaciones se diver-sificaron, pero esto no estimuló a los secto-res intensivos en trabajo orientados a la ex-portación por su parte, la participación delas exportaciones en el PIB permaneció in-variable. El crecimiento en estos sectores

modernos -en las tierras bajas alrededor deSanta Cruz- no se transmitió tan vigorosa-mente a los sectores de agricultura de sub-sistencia y de artesanos de baja productivi-dad, particularmente del altiplano.

Un factor clave que limita el desarrollo deuna actividad económica más intensiva entrabajo -necesaria para la creación de tra-bajo y reducción de la pobreza- es la bajaproductividad, particularmente ta del traba-jo. Los factores que retienen la productividadincluyen: (i) la capacidad de las empresas yproductores para adoptar nuevas tecnologíasy procedimientos de producción, capacitartrabajadores y desarrollar activamente nue-vos productos y mercados -i.e., la demandade trabajo-; y (ii) la capacidad de los pobrespara acumular capital humano y utilizarloefectivamente en los mercados laborales -i.e., la oferta de trabajo.

III. RESTRICCIONES PARALA CREACIÓN DE EMPLEO.LA DEMANDA LABORAL

El débil ambiente de negocios de Boliviadificulta la inversión, la productividad y lacreación de empleo. El progreso en la pro-ductividad total en los noventa reflejó, so-bre todo, una mejor asignación de recursosproducto de las reformas económicas, másque la mejora o innovación tecnológica. Laacumulación física de capital (vinculada a laadopción de nuevas tecnologías) contribu-yó poco al crecimiento, y la productividadgeneral del trabajo (PIB por trabajador) su-bió escasamente en 0.5 por ciento por añodurante el boom económico, reflejando li-mitadas mejoras en la productividad del tra-bajo en los sectores más productivos (porejemplo, petróleo, alimentos y textiles).

Pocas empresas pequeñas y medianas(PYME) logran expandirse. Las empresas pe-

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RESÚMEN EJECUTIVO

queñas (10 empleados o menos) representanel 83 por ciento del empleo -en gran parteno calificado- y el 25 por ciento del produc-to, mientras que unas pocas empresas gran-des (50 o más trabajadores) generan dos ter-cios del producto y únicamente 9 por cientodel empleo, en gran parte calificado. Adicio-nalmente, la demanda laboral de las empresasmanufactureras tarda más de un año paraajustarse a cambios en las condiciones econó-micas, en el rango superior de América Latinay el Caribe (ALC) y 2.5 veces el promedio deOECD. Más aún, existe una marcada relacióninversa entre salario y empleo. Por cada incre-mento de 10 por ciento en los salarios reales,la demanda en manufactura por mano de obrano calificada se reduce en 6.4 por ciento (dosveces el promedio internacional yen el rangomás alto de América Latina y el Caribe (ALC).

Un ambiente de negocios débildificulta la inversión y la creaciónde empleo; las empresas pequeñasson las más restringidas por La regu-lación , la confiabilidad contractual,el crédito y los mercados estrechos.Un mercado de pequeña escala, con re-

glas onerosas, crédito limitado y costoso, einfraestructura de transporte afectan nega-tivamente las tasas de capacidad utilizada,las perspectivas de expansión y, por tanto,la creación de empleo de las empresas ma-nufactureras. Para empresas pequeñas, lasrestricciones de la regulación (por ejemplo,registro y licencias de operación), elevadosrequerimientos de garantías para obtenercrédito y cuellos de botella de mano de obracalificada son los factores más complicados.Para empresas grandes, los costos de insu-mos, incluyendo crédito y acceso a la tecno-logía así como el tamaño del mercado repre-sentan las restricciones más limitantes. Másespecíficamente:

Un mercado estrecho y localizado. El co-mercio nacional está altamente concen-trado y hay un número Limitado de em-presas que exportan (por ejemplo, apro-ximadamente el 50 por ciento de las em-presas grandes exportan, y solamente el20 por ciento de las pequeñas y media-nas exportan).

> Regulación de negocios onerosa e institu-ciones débiles.El registro de negocios es costoso y suje-to a largos retrasos, a pesar de mejorasrecientes.Es dificil registrar la propiedad, y el cum-plimiento de los contratos o de los dere-chos de propiedad es incierto.Los costos de transacción e informaciónson altos, particularmente aquellos rela-cionados con el crédito, la tecnología einformación sobre mercados locales y ex-tranjeros, la acreditación y disputas decontratos.Acceso limitado al crédito. La costosa yalta garantía requerida para préstamo,especialmente para las empresas peque-ñas (más del doble del monto del présta-mo, principalmente a través de garantíasde bienes raíces), refleja mercados decrédito estrechos, registros de activosineficientes así como recuperación ries-gosa y costosa de la deuda.

> Un alto costo de logística y condicionesriesgosas de mercados de insumos y pro-ductos. Las cadenas de abastecimientoson débiles debido a que el transporte escostoso y lento (sobre una base unitaria,20 veces más costoso que en Brasil), eldespacho aduanero es aún engorroso ycostoso (a pesar de algunas mejoras re-cientes), la calidad de los servicios do-mésticos y de los insumos es pobre (porejemplo, abastecimiento de energía po-co confiable), y, como resultado, los in-

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ventarios/stocks de materiales son ele-vados (36-50 días).Regulación laboral restrictiva. La legisla-ción laboral (que data de 1943) dictacondiciones favorables para los trabaja-dores, comparada con la de otros paísesde la región y del mundo. Esta legisla-ción -que pretende proteger a los tra-bajadores- termina aumentando el cos-to total del empleo, haciendo que la em-presa sea menos competitiva y desalen-tando la contratación equitativa en elmercado formal. Como resultado, alientala informalidad, dificultando la producti-vidad y la creación de empleo. Más espe-cíficamente:Los pagos de indemnización muy eleva-dos resultan en costos de despido 2-3 ve-ces más altos que en la mayoría de los paí-ses andinos y países pobres de la región.Los beneficios extra-salariales (porejemplo, jubilación, salud) representancerca del 50 por ciento de los costos la-borales.Las reglas restringen cesantías (inclu-yendo aquellas debidas a shocks econó-micos), trabajo estacional, tiempo extra,duración de la semana laboral de la mu-jer y trabajo nocturno.

La informalidad generalizada estáinterrelacionada con la bajaproductividad, reflejando costoselevados y beneficios bajos paraconvertirse y permanecer formal.Enfrentadas con pocos incentivos para

cumplir las regulaciones para emprender yllevar adelante un negocio, muchas empresas-particularmente las micro y pequeñas-permanecen fuera del sector formal y carecende acceso a las instituciones formales (porejemplo, mercados de crédito y externos). Es-to restringe su potencial de expansión, ya

que no pueden capitalizar los logros de suproductividad , fruto de la innovación y eco-nomías de escala. Más específicamente,> Las empresas más pequeñas enfrentan

bajos beneficios e incentivos impositivosperversos para convertirse y permanecerformales.Los costos regulatorios para la incorpo-ración de socios son prohibitiva mentealtos.

- Las empresas no pueden deducir los im-puestos al valor agregado por las com-pras a empresas registradas en el régi-men simplificado de impuestos (SII),que comprende a la mayoría de las em-presas pequeñas.

> Reglas laborales de una-talla-para-todosno son propicias para incrementar la pro-ductividad en las empresas más pequeñas.

- Los beneficios extra-salariales de ley(principalmente seguridad social) soncostosos para las empresas pequeñas ypueden representar hasta el 8 por cientode las ventas. Esto crea incentivos parapermanecer en el sector informal de bajaproductividad y así perder el acceso ainstituciones formales de crédito, capa-citación y apoyo a las exportaciones. In-cluso las empresas pequeñas registradaspara operar y reportar impuestos no aca-tan las leyes laborales con frecuencia.

IV. RESTRICCIONES PARA LAACUMULACIÓN DE CAPITALHUMANO. LA OFERTA LABORAL

Obtener una educación de altacalidad es más difícil para lospobres , y los retornos del mercadolaboral gracias a la educación no sonequiparables.La combinación de altos costos de opor-

tunidad y bajos retornos para la educación,

17

RESÚMEN EJECUTIVO

desalientan a los niños de familias pobres apermanecer en la escuela. El sistema de edu-cación pública, especialmente en el nivelsecundario en las áreas rurales, ofrece edu-cación de baja calidad, limitando la capaci-dad de los pobres para acumular capital hu-mano y mejorar sus oportunidades de ingre-so. Más aún, las familias pobres enfrentanaltos costos de oportunidad y, con frecuen-cia, no pueden permitirse mantener a sus ni-ños en la escuela; en su lugar, los necesitanpara ayudar a la familia, ya sea mediante ac-tividades de generación de ingresos o me-diante labores domésticas y agrícolas.

Los retornos para la educación son ba-jos -seis de cada diez graduados de la es-cuela secundaria están en riesgo de pobre-za debido a estos bajos retornos. En lasáreas rurales, únicamente una educaciónpostsecundaria ofrece un significativo au-mento en el ingreso. Asimismo, la educa-ción no trae retornos iguales para todos lostrabajadores. Los retornos de la educaciónestán en el rango que se encuentra entre 0y 60 por ciento para los trabajadores coneducación primaria, entre 20 y 30 por cien-to para aquellos con educación secundaria,y entre 50 y 150 por ciento para la educa-ción universitaria. Los trabajadores de fa-milias pobres tienden a recibir retornosmás bajos por la educación, debido a la de-ficiente educación de los pobres (por la ba-ja calidad escolar en las áreas pobres, asícomo deficiencias de salud y nutrición queli mitan el desarrollo en la temprana infan-cia) y acceso limitado a los trabajos mejorpagados por sus capacidades. Las brechasde empleo que enfrentan las mujeres, jóve-nes y trabajadores poco educados, y lasdisparidades en los ingresos solamente re-lacionadas al género, etnia, ubicación ysector de empleo están por encima de lospromedios regionales.

Bajos costos de oportunidad delautoempleo y beneficios nomonetarios de la informalidadalientan un empleo masivo en elsector informal.El sector informal urbano de Bolivia es

grande y heterogéneo. En 2002, más del 55por ciento de la fuerza laboral estaba en elsector informal, ya sea autoempleada (40por ciento) o asalariada (15 por ciento).Un 10 por ciento adicional de trabajadoresestaban impagos, principalmente traba-jando en negocios familiares o comoaprendices.

El empleo informal refleja ampliamentelos bajos costos de oportunidad y beneficiosno monetarios de la informalidad. Para mu-chos bolivianos, esto ofrece una alternativacompetitiva a los trabajos en el sector for-mal de baja productividad o a no trabajar deltodo. Asimismo, el autoempleo puede sermás atractivo para algunos sectores de lapoblación, tales como las mujeres que bus-can horas flexibles de trabajo para equilibrarsu trabajo y sus obligaciones familiares, olos indígenas que podrían enfrentar menordiscriminación como trabajadores indepen-dientes más que como empleados en unacompañía. De hecho, los autoempleados seperciben a sí mismos como menos pobresque los trabajadores asalariados con carac-terísticas similares, una indicación de la im-portancia de los beneficios no monetariosdel autoempleo.

Debido a la baja productividad de los tra-bajadores en el sector informal, los trabaja-dores asalariados informales parecen teneruna significativa desventaja de ingresocomparados con los trabajadores asalaria-dos del sector formal con las mismas capaci-dades y características de trabajo, particu-larmente aquellos que están en la base de laescala salarial. En parte, esto se debe al me-

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nor acceso de las empresas informales a losprogramas que promueven la capacitacióndel trabajador, la adaptación tecnológica ua otra clase de intervenciones para mejorarla productividad.

La migración ha aumentado lasoportunidades de ingreso , pero hatenido un impacto limitado en lareducción de pobreza.Aunque hubo alguna migración desde las

regiones menos desarrolladas a las más de-sarrolladas, ésta se ha mantenido baja entrelos pobres del área rural. A mediados de losnoventa, las áreas urbanas atrajeron mi-grantes principalmente de las áreas rurales.La migración a los principales centros urba-nos, especialmente de pequeñas ciudades,se aceleró desde finales de los noventa.También hay una significativa migración ha-cia las áreas rurales que están experimen-tando booms económicos, especialmente enla región circundante a Santa Cruz.

Para los migrantes del área rural a la ur-bana, los ingresos mejoraron al migrar, par-ticularmente para aquellos que estaban enlo más bajo de la escala de ingresos. Esto sedio a pesar de una potencial ausencia decontactos y experiencia urbana; los migran-tes conseguían trabajos urbanos competiti-vos. Por tanto, la migración rural-urbanaprobablemente ayudó a reducir la pobrezadirectamente y quizás indirectamente a tra-vés de remesas.

Sin embargo, los flujos pequeños de mi-gración limitan el potencial de la mismacomo una válvula de escape para los pobresdel área rural. Cerca de 350,000 personasmigraron durante el boom 1993-1997, delos cuales tan sólo 69,000 fueron migrantesrurales-urbanos. Los individuos provenien-tes de los lugares más pobres y los jefes dehogar de origen indígena son más propen-

sos a la migración rural-rural. Es más proba-ble que los jóvenes, más educados, muje-res, y familias pequeñas migren hacia lasáreas urbanas. Como resultado, mientrasque los mercados laborales urbanos y rura-les parecen estar interrelacionados, lasmagnitudes absolutas de flujos cruzados semantienen pequeñas. Esto refleja en partelos altos costos y posiblemente factores nomonetarios que afectan las decisiones deasentamiento.

V. PRINCIPALES OPCIONESDE POLÍTICA PARA REDUCIR LAPOBREZA Y DESIGUALDAD

Es esencial reestablecer el crecimientoeconómico sostenible y facilitar el desarro-llo de los sectores intensivos en mano deobra para reducir la pobreza y desigualdaden el país. Bolivia puede tener un mayor cre-cimiento en el mediano y largo plazo vincu-lado al desarrollo del sector del gas. Sin em-bargo, para tener un impacto significativosobre la reducción de la pobreza, esto debeser acompañado por un entorno de políticasque promuevan, entre otras cosas, una in-versión más amplia, mejora en la productivi-dad y creación de empleo.

Para alcanzar esto, las reformas de polí-tica deberían enfocarse en: (i) removerobstáculos para la modernización y creci-miento de las empresas, promoviendo suintegración en la economía mundial; (ii)modernizar las regulaciones laboral y denegocios, y proporcionar el marco e incen-tivos adecuados para que las empresas par-ticipen y permanezcan en el sector formal,especialmente para las pequeñas y media-nas empresas; y (iii) fortalecer el capitalhumano y la protección social para que lospobres puedan mejorar su productividad ycapacidad de comercializar su trabajo. Más

19

RESÚMEN EJECUTIVO

adelante, se detallan recomendaciones depolíticas específicas.'

Remover obstáculos para lamodernización y el crecimientode las empresas, promoviendo suintegración en la economía mundial.Las medidas que ayudarían en esta áreaincluyen:Simplificar los procedimientos y dismi-nuir el costo de registro comercial, espe-cialmente en los municipios grandes, am-pliando los esfuerzos apoyados por laCorporación Finaciera Internacional (IFC,por sus siglas en inglés) en el Municipiode La Paz a otros gobiernos locales.

> Implementar incentivos (por ejemplo,crédito fiscal limitado) para adoptarnuevas tecnologías, incluyendo en elsector manufacturero, no solamenteequipos y programas de computación, si-no también técnicas gerenciales y capa-citación del trabajador, y en agricultura,tecnología rural de pequeña escala ynuevas variedades de cultivo.

> Promover un acceso más amplio a finan-ciamiento prudente para PYME, entreotras formas, a través de una profundareforma de las leyes sobre garantías.

> Aumentar la participación en los merca-dos mundiales, en particular, mediantela promulgación de acuerdos de libre co-mercio que aumenten las exportacionesy promuevan la inversión y la transferen-cia tecnológica.

> Alentar la creación de asociaciones deproductores/exportadores para reducir el

costo de información con el objetivo deaprovechar las ventajas del comercio yde otras oportunidades de mercado.

Modernizar las regulaciones laboral yde negocios, y proporcionar el marcoe incentivos adecuados para facilitarla participación de las empresas enel sector formal . Las empresas se be-neficiarían enormemente de las mejo-ras generales en el ambiente deinversión, incluyendo:Reducir el costo de registro y expansiónde negocios para micro y PYME, particu-larmente el costo de incorporación de so-cios, el registro en el Régimen General deImpuestos y licencias de exportación. Es-to podría lograrse mediante una mayorracionalización de los requerimientos dedocumentación (por ejemplo, registronotarial) y patentes públicas, y medianteuna optimización de portales de negociosen línea para registros y licencias en lasoficinas de los gobiernos municipales.

> Establecer iniciativas piloto que propor-cionen incentivos a las pequeñas empre-sas para que se conviertan a la formali-dad, alentando a las pequeñas empresasy productores a participar en las licita-ciones del Gobierno (el Decreto Presi-dencial No. 27328 "Compro Boliviano"establece las bases legales), extendien-do créditos parciales sobre impuestos alvalor agregado para las empresas elegi-bles y ofreciendo servicios de desarrollode negocios (acceso al crédito privado,servicios judiciales, prácticas adminis-

2 Estas recomendaciones son complementadas por otros informes recientes o en proceso, incluyendo la"Evaluación del clima de inversión" (Informe No. 24746-B0, 18 de octubre de 2001), la "Revisión delgasto público" (Informe No. 28519-BO, 18 de noviembre de 2004), el próximo "Memorándum económicode país" (que analiza otras restricciones para el crecimiento) y el próximo "Estudio del sectoreducación".

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trativas y contables) privilegiando elapoyo a iniciativas innovadoras y a pro-ducción para la exportación. Bolivia po-dría beneficiarse de la exitosa experien-cia de las oficinas de promoción de pe-queñas empresas tales como las que hayen Chile, Italia y los Estados Unidos.

> Optimizar las reglas laborales que ac-tualmente limitan la capacidad de lasempresas para ampliarse y contratar, deacuerdo a los ciclos económicos para ali-nearlas con las mejores prácticas inter-nacionales, y reducir el costo de los be-neficios laborales de ley, que actualmen-te representan casi el 40 por ciento delos costos laborales.

> Simplificar, reducir el costo, aumentar latransparencia de procedimientos burocrá-ticos del Gobierno requeridos para accedera la tecnología, certificación de calidad,acreditación y resolución de disputas.Fortalecer instituciones y coordinar ofi-cinas públicas relevantes para reducir laduplicación y costos de transacción, par-ticularmente la Superintendencia de Em-presas y el Ministerio de Trabajo.

Fortalecer el capital humano y laprotección social para que Los pobrespuedan mejorar su productividad ycapacidad de comercializar sutrabajo . Esto puede lograrse pormedio de las siguientes medidas:

> Elevar la calidad del sistema educativo,particularmente para los pobres. Imple-mentar una estrategia del sector educa-tivo orientada hacia el desarrollo de ca-pacidades cognitivas básicas y mejorar laproductividad de la fuerza laboral. Loselementos clave de esta estrategia, losque serán tratados en mayor detalle enun próximo "Estudio del sector de educa-ción", podrían incluir:

- Cerrar las brechas de cobertura en la edu-cación básica universal, mejorar las tran-siciones de la educación secundaria y elacceso a educación superior privada pa-ra estudiantes pobres, y atender el pro-blema de la baja calidad y desigualdad enel logro educativo en todos los niveles através de una gestión basada en resulta-dos, especialmente en municipios condébiles resultados educativos.Implementar un programa condicionalde transferencia de dinero (similar a laBolsa Familia de Brasil u Oportunidadesde México) que proporcione incentivosadecuados a las familias muy pobres conniños en riesgo, para mantener a los ni-ños en la escuela y hacer uso de inter-venciones preventivas de salud y nutri-ción. Cualquier programa debe ser desa-rrollado teniendo en cuenta las restric-ciones fiscales a mediano plazo, de ma-nera que pueda ser sostenido. El costo deprogramas similares en la región va del0.5 al 1 por ciento del PIB.Mejorar la equidad y oportunidades en elmercado laboral. Esto podría lograrse através de:Reducir obstáculos al empleo mediantela expansión de instalaciones preescola-res y centros de cuidado de niños, parafacilitar la participación de mujeres y mi-grantes en la fuerza laboral. Adoptar me-didas de prevención del crimen dirigidaspor la comunidad en los barrios urbanosmarginales para permitir a los trabajado-res, especialmente mujeres, aprovecharlas ventajas de oportunidades de trabajodisponibles.

- Proveer capacitación en habilidades re-levantes demandadas por el mercado la-boral en escuelas secundarias y colegios,y alentar la provisión privada de servi-cios al mercado laboral.

Usar el recientemente desarrollado mapade pobreza por consumo para focalizarintervenciones orientadas a la genera-ción de ingresos de los pobres. Estas in-tervenciones pueden incluir inversionespara mejorar el crecimiento, programasdirigidos a desarrollar capital humano,bienes comunitarios y generación de in-gresos, e inversiones que promuevan laintegración gradual de las comunidadesmediante la migración.Fortalecer las inversiones pro-pobres dela comunidad y el programa de empleo deemergencia.

VI. PERSPECTIVAS PARA ELCRECIMIENTO Y LA REDUCCIÓNDE LA POBREZA

Las perspectivas del crecimiento bolivia-no permanecen vulnerables a la inestabili-dad doméstica y a las circunstancias exter-nas. Sin embargo, el país puede mejorar supotencial de crecimiento futuro a través deuna reforma económica más profunda. Las si-mulaciones, que incluyen algunas de las re-comendaciones sugeridas anteriormente, in-

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RESÚMEN EJECUTIVO

dican que si los determinantes de política delcrecimiento se incrementaran significativa-mente, el crecimiento del PIB per cápita po-dría sostenerse en, o eventualmente por en-cima de, aproximadamente 4 a 5 por cientopor año. Debido a la profundidad y amplitudde la pobreza en Bolivia, y a la sesgada dis-tribución del ingreso, estas tasas son nece-sarias en el mediano y largo plazo si se va areducir significativamente el nivel de pobre-za del país. De hecho, la meta nacional de lasMDM de reducir la incidencia de pobreza ex-trema a la mitad hasta 2015 podría ser alcan-zada con tasas de crecimiento en este rango,acompañando otras intervenciones de políti-ca pro-pobres. Sin embargo, se necesita unatasa de crecimiento anual per cápita aún ma-yor para alcanzar la MDM orientada a reducirla pobreza a la mitad. Simulaciones econó-micas indican que reformas de política aisla-das tendrán relativamente bajos impactos enel crecimiento y en la reducción de la pobre-za por sí solas, pero pueden tener un impac-to mucho más grande si se implementan co-mo parte de una estrategia amplia de refor-mas que se refuercen mutuamente, incluyen-do la estabilidad macroeconómica.

Introducción

Bolivia experimentó importantes cam-bios económicos , políticos y sociales en losnoventa. La estabilización macroeconómicade fines de los ochenta fue seguida por re-formas de mercado para desregular la econo-mía, liberalizar el comercio , simplificar latributación , reformar el sistema de pensio-nes, privatizar las empresas públicas impro-ductivas y descentralizar recursos públicoshacia las municipalidades . Como parte de lainiciativa de Países Pobres Altamente En-deudados (Heavily Indebted Poor Countries-HIPC) en el período 2000-2001 , el país de-sarrolló su Estrategia para la Reducción de laPobreza ( EBRP ) con amplia participación dediferentes sectores y donantes.

Los esfuerzos bolivianos de reforma rápi-damente redituaron , con altas tasas de in-versión y crecimiento . La economía se ex-pandió a una tasa anual promedio de 4.7 porciento ( 2.2 por ciento per cápita) entre 1993y 1998. Se diversificaron las exportaciones,el gasto social se incrementó sustancialmen-te y las condiciones de vida mejoraron, par-ticularmente en educación , salud y otros in-dicadores de las Metas de Desarrollo del Mi-lenio ( MDM). Sin embargo , el progreso en va-rias áreas fue limitado y no sostenido. Trasvarios shocks internos y externos en 1999, elcrecimiento se desaceleró a una tasa prome-dio de tan sólo 1.7 por ciento (0 por cientoper cápita ) entre 1999 y 2002. Desequili-brios fiscales y dificultades en el sector fi-nanciero debilitaron la estabilidad macroe-conómica, reduciendo la creación de empleoy la reducción de la pobreza . Hoy Bolivia aúnsigue siendo uno de los países más pobres ycon mayor desigualdad en la región.

En este contexto, el Banco Mundial, encolaboración con la Unidad de Análisis dePolíticas Sociales y Económicas (UDAPE) y elInstituto Nacional de Estadísticas (INE) co-menzó la preparación del documento "Eva-luación de la pobreza en Bolivia" : Siguiendoel requerimiento del Gobierno, el informe seenfoca en brechas selectas de conocimien-to, identificadas con UDAPE y el INE en con-sulta con otros socios (BID, PNUD) sobre losfactores que evitan el crecimiento pro-pobreen Bolivia y en las políticas públicas desti-nadas a atender estos factores.

Desde fines de 2003, la situación del pa-ís cambió dramáticamente. La estabilidadpolítica parece consolidarse desde las ele-ciones de 2005 y el ascenso al poder del pre-sidente Evo Morales. La próxima asambleaconstituyente, orientada a reevaluar el mar-co de la política económica, emplaza seriosdesafios. Existen preocupaciones de que lapolarización social y política pueda condu-cir a prioridades divergentes que podrían serdifíciles de reconciliar entre la multiculturalpoblación boliviana.

Mientras que la nueva situación políticaimpone nuevos desafíos y prioridades decorto plazo, la generación de oportunida-des de ingreso para los pobres sigue siendoun tema crítico. Los hallazgos y recomenda-ciones de política de este informe buscanfortalecer la base analítica para la formula-ción de políticas públicas sólidas orienta-das a la reducción de la pobreza. Con estefin, el informe examina los vínculos entre laevolución y determinantes de pobreza y de-sigualdad en los noventa, las fuentes y ten-dencias del crecimiento y las persistentes

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restricciones micro a la creación de empleoen Bolivia.

Este informe está estructurado de la si-guiente manera:> El Capítulo 1 examina tendencias históri-

cas, características, fuentes y determi-nantes del crecimiento económico asícomo la evolución de la pobreza, la desi-gualdad y las MDM en los noventa.

> El Capítulo 2 analiza los determinantesde cambios en la distribución delingresoen los noventa, los perfiles/determinan-tes del ingreso de pobreza autodetermi-nado y una detallada caracterización dela pobreza y desigualdad.

> El Capítulo 3 discute las característicasdel mercado laboral, la oferta de trabajo,el empleo y los resultados de ganancias,con énfasis en el sector informal y la mi-gración interna.El Capítulo 4 examina las restriccionesmicro a la creación de empleo, la produc-tividad y la demanda laboral en el sectormanufacturero.El Capítulo 5 evalúa los prospectos parael crecimiento pro-pobre en Bolivia, par-ticularmente simulaciones de palanca depolítica para alcanzar la meta de pobrezade las MDM.El trabajo se construye sobre análisis

previos de temas de pobreza en Bolivia y va-rios elementos de trabajo analítico dentro yfuera del Banco Mundial (BM), que son: (i)informes previos del propio BM sobre pobre-za en Bolivia (Banco Mundial 2000, 1996)que analizan perfiles de pobreza, desarrollohumano y acceso a infraestructura social,

crédito y tierra; ( ii) el informe 2001 sobrerestricciones macroeconómicas para el cre-cimiento en Bolivia que analiza profunda-mente las restricciones que impone el am-biente de inversión boliviano a la competi-tividad; ( iii) el informe de " Revisión delGasto Público 2004", que analiza la sosteni-bilidad fiscal de reformas importantes, in-cluyendo las reformas del servicio civil y deeducación y salud, así como la eficiencia yequidad de los programas sociales; (iv) laEstrategia Nacional para el Desarrollo Ruraly Agrícola , enfocándose en la producciónagrícola y no agrícola y otros temas de desa-rrollo rural , con el apoyo técnico del BM; (v)un reciente estudio del BM sobre pobreza ydesnutrición que define la naturaleza y el al-cance del problema de la desnutrición en elpaís, las limitaciones de intervenciones yacciones corrientes para mejorar los resulta-dos nutricionales inmediatos y de largo pla-zo; (vi) un reciente trabajo económico ysectorial sobre la reforma de los sectores sa-lud y educación , incluyendo apoyo al desa-rrollo de la nueva estrategia educativa deBolivia y recientes análisis técnicos para eldesarrollo de recientes operaciones del BMen sectores sociales; y (vi¡) varios estudiosdel BM , otros socios e investigadores, entrelos que se encuentran recientes estudios re-gionales ( crecimiento , pueblos indígenas ypobreza ) e informes denominados flagship(desigualdad , educación y tecnología), elInforme de Progreso Económico y Social2003 del BID enfocado en empleo en Améri-ca Latina y los Informes de Desarrollo Huma-no y MDM del PNUD.

1. Tendencias en Pobreza y Desigualdad

En el período de crecimiento 1993-1999, la pobreza urbanadisminuyó de 52 a 46 por ciento; mientras su intensidad yseveridad cayeron moderadamente. Aunque no hay datos sóli-

dos, se evidencia que tanto la pobreza rural como la nacional tam-bién podrían haber disminuido durante este período. Los shockseconómicos y el estancamiento del crecimiento desde 1999 revir-tieron todo progreso. Entre 1999 y 2002, la pobreza se incrementóde 62 a 65 por ciento, y la pobreza extrema subió ligeramente. Loshogares urbanos pobres fueron particularmente afectados. La desi-gualdad del ingreso se incrementó en mucho. Ello determinó queBolivia tenga ahora un coeficiente de Gini de casi 0.58, lo que la

convierte en uno de los países con la mayor desigualdad de ingresoen la región (junto con Brasil y Chile). Las tasas de pobreza sonmás altas en los valles y en el altiplano central, aunque las áreas

urbanas tienen la mayor cantidad de pobres por su extensa pobla-ción. Los indicadores relacionados con las necesidades básicas in-satisfechas y las Metas de Desarrollo del Milenio (MDM) mejoraronsignificativamente entre 1992 y 2001. Las tasas de mortalidad in-fantil disminuyeron en más de 30 por ciento, la matrícula neta eneducación primaria está alcanzando el cien por ciento, y los hoga-res carentes de agua potable y saneamiento adecuado disminuye-ron del 50 al 30 por ciento. Existen algunas diferencias en ingresopor pobreza y autopercepción de pobreza, sobre todo alrededor deetnia y ubicación, lo que llama la atención de los determinantesno monetarios del bienestar.

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EVALUACIÓN DE LA POBREZA EN BOLIVIA

La pobreza en Bolivia es extremadamen-te alta y ha probado ser obstinadamente di-ficil de reducir. En 2002, se estimaba que el65 por ciento de la población boliviana erapobre (con ingresos insuficientes para cu-brir los gastos alimenticios y no alimenti-cios básicos), mientras que el 41 por cientovivía en la extrema pobreza (ingresos dema-siado bajos para costear la canasta alimen-ticia de ingesta mínima de calorías). Boliviatambién es uno de los países con mayor de-sigualdad en el mundo: la mayoría de la po-blación vive con ingresos muy bajos y unapequeña elite controla gran parte de la ri-queza del país. Este capítulo describe la po-breza y desigualdad a través del crecimientode los noventa y la reciente desaceleracióneconómica, tratando tendencias en el nivelnacional como municipal. Además examinalas estimaciones de pobreza no medida poringreso y concluye con un análisis de los de-terminantes de las actitudes de los bolivia-nos pobres frente a la pobreza.

POBREZA POR INGRESO YDESIGUALDAD

Pobreza en los noventa . Los datos dis-ponibles (de ciudades capitales de departa-mento, Tabla 1.1) muestran que el episodiode crecimiento de los noventa indujo a unareducción del ingreso por pobreza de 52 porciento en 1993 a 46 por ciento en 1999,mientras que la fracción de población enextrema pobreza disminuyó de 24 a 21 porciento.' Un estudio reciente (Klasen et al.,2004) concluye, sobre la base de mejoresindicadores de educación y condiciones devida, que los niveles de pobreza también

pueden haber mejorado en las áreas urba-nas pequeñas y en las rurales. Sin embargo,debido al rápido crecimiento de la pobla-ción, la cantidad de pobres en las ciudadesgrandes se incrementó de 1.5 millones en1993 a 1.7 millones en 1997, mientras quela cantidad de indigentes subió de 700,000a 730,000.

La brecha de pobreza (BP), un indicadorde la intensidad de la pobreza, también me-joró muy poco. Ésta representa la medida enque el ingreso promedio de las personas po-bres se encuentra por debajo de la línea depobreza. Esta brecha es dos veces más altaen las áreas rurales que en las urbanas, ycuatro veces más alta en el caso de la brechade pobreza extrema. En promedio, los ingre-sos de los pobres rurales cubren menos de lamitad de la canasta de consumo básico,mientras que los pobres extremos están 43por ciento por debajo del costo de la canas-ta alimenticia mínima en las áreas rurales.

Pobreza desde 1999 . La mejora previaen las tendencias de pobreza se ha revertidodesde 1999. Al 2002, los niveles de pobrezaen las ciudades capitales de departamentoretrocedieron a los niveles de principios delos noventa. La pobreza rural, particular-mente la extrema rural, mostró una tenden-cia más positiva entre 1999 y 2002. Las ta-sas oficiales de pobreza, basadas en el gas-to de los hogares para las áreas rurales,muestran una ligera mejora en la pobreza ru-ral total y una disminución de dos puntosporcentuales en la extrema pobreza rural(Tabla 1.1). Esto puede ser en parte conse-cuencia de movimientos rurales-urbanos ymigración intrarural hacia áreas con produc-

3 La ausencia de encuestas de hogares consistentes y representativas a nivel nacional para principios delos noventa, impide establecer una tendencia nacional de pobreza y desigualdad. En el Anexo 1.1 setratan temas metodológicos.

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TENDENCIAS EN POBREZA Y DESIGUALDAD

Tabla 1 . 1 - MEDIDAS DE POBREZA , 1993-2002

Estimaciones basadas en el ingreso

Pobreza Extrema pobrezaR BP R BP

Nacional 1997 63.6 33.7 36.5 18.91999 63.5 36.0 40.7 22.22002 65.2 36.7 41.3 22.3

Ciudades capitales* 1993 52.0 22.2 23.7 8.41997 50.7 21.0 21.3 7.51999 46.4 18.8 20.7 7.022002 51.0 22.1 23.5 8.8

Urbana 1997 54.5 23.8 23.8 9.11999 51.4 22.4 23.5 8.92002 53.9 23.8 25.7 9.4

Rural 1997 78.0 49.4 59.0 34.41999 84.0 59.4 69.9 45.12002 83.5 57.6 67.0 43.3

Nota : R: recuento (% de la población ), BP: brecha de pobreza (% de brecha

entre los ingresos promedio de una persona pobre y la línea de pobreza).

*Ciudades capitales : Sucre , La Paz, Cobija, Cochabamba , Oruro , Potosí , Tarija,

Santa Cruz, Trinidad y El Alto.

Tasas oficiales

Pobreza Extrema pobrezaR BP R BP

Nacional 1999 62.0 30.7 35.8 15.02000 65.5 33.7 39.2 17.22001 64.4 31.8 37.3 19.62002 64.6 31.2 36.8 14.4

Urbana 1999 51.4 22.4 23.5 8.92000 54.5 25.6 27.9 11.02001 54.3 24.6 26.2 14.72002 53.9 23.8 25.7 9.4

Rural 1999 80.1 44.8 56.7 25.42000 84.5 47.7 58.7 28.02001 81.1 43.6 55.6 27.82002 82.2 43.4 54.8 22.6

Nota: Sobre la base del gasto per cápita de hogares en áreas rurales

e ingreso per cápita de hogares para áreas urbanas.

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ción agrícola en expansión (por ejemplo,granos de soya, ganado).

En términos absolutos, la mayoría de lapoblación pobre vive en centros urbanos.Más de la mitad de los pobres (2.9 millo-nes) y 43 por ciento de la población en ex-trema pobreza (1.4 millones) vivían en áre-as urbanas en 2002, en contraste con untercio (1.8 millones) y un cuarto (800 mil)en 1997, respectivamente. En términosporcentuales, sin embargo, la pobreza per-manece significativamente más alta enáreas rurales. En 2002, aproximadamenteel 84 por ciento de los habitantes ruraleseran pobres por ingreso (2.7 millones) y 67por ciento (1.8 millones) estaban en la ex-trema pobreza, en comparación con 78 porciento (3.3 millones) y 59 por ciento (2.3millones) en 1997.

La reciente desaceleración económicaimpuso una tensión adicional sobre el em-pleo y los ingresos de las familias más po-bres, particularmente en las áreas urbanas.La tasa de desempleo abierto en ciudadescapitales se incrementó de 6 por ciento en

Gráfico 1.1 - TASAS DE DESEMPLEO ABIERTO

EN CIUDADES CAPITALES DE BOLIVIA,

1999-2002

TotalHombresMujeres

1999 ■ 2000 2001 ■ 2002

Fuente: UDAPE e INE, sobre la base de los datos de la

encuesta MECOVI.

1999 a 9 por ciento en 2002, con un incre-mento mayor entre las mujeres (Gráfico1.1). El aumento del desempleo afecta mása los trabajadores urbanos de las familiasmás pobres, quienes tienen el doble de pro-babilidad de estar desempleados y de reque-rir más tiempo para encontrar trabajo queun trabajador promedio. En 2002, al 60 porciento de los trabajadores del 20 por cientode las familias más pobres, le tomó por lomenos dos meses encontrar un trabajo, encomparación con 40 por ciento en 2000.Una proporción creciente de trabajadoresmencionan factores relacionados con ta re-cesión económica (por ejemplo, ser despe-didos, ausencia de ventas o proveedores)como las principales razones por las cualesestuvieron desempleados entre 1999 y2002. También existe evidencia de trabaja-dores desincentivados que abandonan lafuerza laboral (la tasa de participación dis-minuyó de 68 por ciento a 65 por ciento). Elsubempleo también se ha vuelto más co-mún. La informalidad engloba más del 80por ciento de los trabajos en los quintilesmás pobres y más de un tercio de los que seencontraban empleados en 2002 estabandispuestos a y disponibles para trabajar ho-rarios más largos -en comparación con uncuarto en 2000.

Los impactos negativos en los ingresosfamiliares han sido dispares. Los hogaresmuy pobres tuvieron la caída más grande deingreso en términos porcentuales. Esto es-tá detrás del reciente incremento de ta po-breza. El ingreso real (gasto) per cápita ca-yó bruscamente en 2 por ciento por año pa-ra los hogares urbanos en toda la distribu-ción de ingreso (excepto para el decil másrico). En los hogares rurales, se mantuvoinvariable o mejoró ligeramente para la mi-tad más pobre, y mostró disminuciones de2-3 por ciento por año para los deciles más

29


Gráfico 1 . 2 - CAMBIO EN EL INGRESO FAMILIAR PER CÁPITA POR DECILESDE INGRESO Y ÁREA , 1999-2002

••••• Urbano - Rural

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10Decites de ingreso per-cápita

Nota : Sobre la base de gasto familiar per cápita en las áreas rurales e ingreso familiar per cápita paralas zonas urbanas.Fuente : Estimaciones del autor sobre la base de Encuestas de hogares.

altos (Gráfico 1.2). También existe eviden-cia de que la mayor vulnerabilidad indujo aun número creciente de hogares pobres aliquidar activos familiares. La porción dehogares del 40 por ciento de los más pobresque registran una pérdida tanto en su in-greso regular como en activos se duplicó de2000 a 2002.

Desigualdad . Bolivia está entre los paí-ses con mayor desigualdad en la región másdesigual del mundo. Más del 90 por cientode los bolivianos consideran que la actualdistribución del ingreso es "injusta" o "muyinjusta" (Latinobarómetro, 2001). La mediaestándar de desigualdad es el coeficiente deGini, que compara la actual distribución del

Gráfico 1. 3 - COEFICIENTES DE GINI EN ALC, DISTRIBUCIÓN DEL INGRESOFAMILIAR EQUIPARADO , CIRCA 2000

Fuente : Gasparini et al., (2004).

30


ingreso con una distribución igualitaria hi-potética. Se encuentra entre cero (completaigualdad de ingreso) a uno (cuando todo elingreso está concentrado en una personasolamente). El Gráfico 1.3 muestra los coe-ficientes de Gini para varios países en la re-gión de América Latina y el Caribe (ALC) al-rededor del año 2000. Éstos varían de 0.42 a0.57. Bolivia está cerca del rango más alto,solamente por debajo de Brasil y Chile, paí-ses que, sin embargo, tienen un ingreso percápita cuatro a cinco veces más alto. Un re-ciente estudio regional del BM sobre desi-gualdad en ALC muestra que esta alta desi-gualdad de ingreso refleja significativas dis-paridades en activos (educación, tierra, vi-vienda), tamaño de hogar y diferenciales de

ganancias por género, etnia, sector y tipode empleo (De Ferranti et al., 2003).

La desigualdad del ingreso se ha incre-mentado desde finales de los 90. A pesar dela existencia de distintas bases y medidaspara desigualdad, este resultado es válidoindependientemente del indicador utiliza-do. Por ejemplo, la Tabla 1.2 presenta loscoeficientes de Gini sobre la base del ingre-so familiar equivalente (que ajusta las dife-rencias en la composición y tamaño de toshogares), ganancias totales (fuentes labo-rales) y para salarios por hora. Los Ginis sehan mantenido constantes entre 1993 y1997 en las principales áreas urbanas y lue-go se incrementaron desde 1997 a 2002.' Elincremento en la desigualdad de ingreso es

Tabla 1.2 - LA DESIGUALDAD HA AUMENTADO EN BOLIVIA,

SEGÚN MUESTRAN LOS COEFICIENTES DE GINI

Ingreso

equivalente

Gananciastotales

Salarios porhora

Ciudades capitales*1993 50.34 51.89 54.011996 49.05 52.18 54.28

1997 50.37 52.58 54.27

2002 53.94 55.40 57.00

Urbano1993 50.52 52.64 54.25

1993 52.59 54.48 56.13

Nacional1993 56.85 56.28 58.07

1993 58.80 58.40 59.24

Nota: * Las ciudades capitales incluyen las capitales de los nuevedepartamentos y la ciudad de El Alto.Fuente: Estimaciones del autor sobre la base de Encuestas de hogares.

4 Las diferencias son estadísticamente significativas. Véase el documento de antecedentes de Gasparini etal., (2004) para detalles.

31


consecuencia de una distribución menosigualitaria de ganancias (el ingreso laboralrepresenta cerca del 90 por ciento del ingre-so total -cf. Capítulo 3).

POBREZA Y POBLACIÓN INDÍGENA

La pobreza está vinculada con la situa-ción de la población indígena. A pesar delprogreso en la representación política y enalgunos indicadores sociales, la poblaciónindígena boliviana aún está severamenteafectada por la pobreza y la exclusión (verRecuadro 1.1). En 2002 había 1.4 indígenaspobres por cada pobre no indigente -com-parado con 1.3 en 1997.

1

Los bajos niveles de educación son unfactor principal detrás de la alta incidenciade la pobreza entre los indígenas. Sin em-bargo, aún con el mismo nivel de educación,es menos probable que la población indíge-na salga de la pobreza debido, en parte, aque sus retornos de la educación son másbajos que para el resto de la población. Losindígenas tienden a tener una representa-ción excesiva en trabajos de baja producti-vidad, tanto en el sector formal como en elinformal. Además, están concentrados enlas zonas menos aventajadas del altiplanocentraly los valles. El lento ritmo de mejorade esta situación ha contribuido a tensionessociales recientes.

Recuadro 1.1 - POBLACIÓN INDÍGENA Y POBREZA

En los últimos 50 años, la población indígena (definida según el idioma materno) ha crecido de 1.7a 3.9 millones, y actualmente representa la mitad de la población del país. Su influencia económica ypolítica se ha incrementado, como se ha visto en las últimas elecciones generales , cuando uno de lospartidos que representan a los indígenas obtuvo el 54 por ciento de los sufragios. Las reformas de la dé-cada anterior, especialmente la Ley de Participación Popular y la Descentralización Administrativa, re-conocieron la representación jurídica de las comunidades indígenas y pusieron recursos a disponibili-dad para inversión social en los municipios con mayoría de población indígena. A pesar de los cambiosque les favorecen, los hallazgos de un reciente estudio de Landa y Jiménez (2004), resumido a conti-nuación, muestran que la población indígena aún está severamente afectada por la pobreza y la exclu-sión.

A pesar de las mejoras recientes, las oportunidades educativas son menos favorables para la pobla-ción indígena. El promedio de educación de los bolivianos (mayores de 15 años) es de 7.5, pero sola-mente de 5.9 años para la población indígena comparados con 9.6 años de educación para los no indí-genas. La tasa de analfabetismo para la población indígena entre 15 y 69 años es de 8 por ciento enáreas urbanas y de 25 por ciento en áreas rurales. La participación no indígena en educación secunda-ria y terciaria es el doble que la de la población indígena. En términos de salud, la población indígenatiene tasas de mortalidad y de enfermedades endémicas desproporcionadamente más altas.

El bajo logro educativo está relacionado con el trabajo infantil. El trabajo infantil es más común enhogares indígenas pobres que en los no indígenas. En 2002, 31 por ciento de los niños indígenas entre9 y 11 años estaban trabajando, cuatro veces más que los niños no indígenas. La probabilidad de de-sertar de la escuela y trabajar es más alta para la niñez indígena, pero la educación en el hogar (parti-cularmente la educación de la madre) y los niveles de ingreso tienden a reducir esto.

1

32


El ingreso Laboral de los no indígenas en 2002 era 2.2 veces más alto que el de los trabajadores in-dígenas (en las mujeres, el ratio era 2.4). El análisis de los determinantes de estas diferenciales sala-riales es ampliamente explicado (hasta el 70 por ciento) por el menor capital humano de los trabajado-res indígenas. Los retornos de la educación también son más bajos para la población indígena. Las ta-sas de participación laboral en 2002 eran más altas y el desempleo era más bajo entre los trabajadoresindígenas, probablemente debido a su concentración en áreas rurales yen agricultura tradicional. Cer-ca del 84 por ciento de los trabajadores indígenas tienen un trabajo informal, comparado con 67 porciento de los trabajadores no indígenas. Cerca del 80 por ciento de las mujeres indígenas estaban au-toempleadas, mientras que el autoempleo entre las mujeres no indígenas es 53 por ciento. Ser indíge-na limita las posibilidades de obtener un trabajo remunerado, particularmente en los trabajos en el ni-vel de inserción.

Fuente: Sobre la base de Landa y Jiménez (2004a).

GEOGRAFÍA DE LA POBREZAY DESIGUALDADS

UDAPE e INE, con el apoyo del BancoMundial, recientemente desarrollaron unmapa de pobreza por consumo que propor-ciona medidas de pobreza y desigualdad porunidades geográficas desagregadas, inclu-yendo municipios. Esto permite la identifi-cación de las áreas con la mayor concentra-ción de pobreza y desigualdad utilizandotécnicas que combinan información del Cen-so 2001 y las Encuestas de hogares MECOVI1999-2001, para generar nuevos datos degastos de consumo basados en la pobreza ytres líneas de pobreza alternativas (véase elAnexo 1.1 para detalles metodológicos).

Mientras que la pobreza está diseminada,los patrones difieren. En el Anexo 1.2 de es-te capítulo, se describen los resultados com-pletos, que pueden resumirse de la siguienteforma:

Potosí y Chuquisaca tienen la mayor inci-dencia de pobreza, seguidos por Beni, LaPaz y Oruro, con independencia de la líneade pobreza utilizada. Los departamentosde Santa Cruz, Pando y Cochabamba sonlos menos pobres en términos porcentua-les en cualquier línea de pobreza, a pesarde que el 40 por ciento de la población enSanta Cruz es pobre. Sin embargo, los de-partamentos con menor incidencia de po-breza concentran la mayor cantidad depobres en términos absolutos debido a sumás alta densidad de población.Los conglomerados de Beni y La Paz pre-sentan los niveles más altos de pobreza(más del 50 por ciento para la línea bajade pobreza) mientras que Cochabamba ySanta Cruz están entre los menos pobres(un poco menos de un cuarto de la pobla-ción). El desarrollo urbano de estas dosciudades ha creado oportunidades de in-greso de base amplia.

5 Esta sección resume los resultados del informe Pobreza y desigualdad en municipios de Bolivia:estimación del gasto de consumo combinando el Censo 2001 y las Encuestas de Hogares (2003) lideradopor UDAPE e INE y, por parte del Banco Mundial, Quentin Wodon (AFTPM), Werner Hernani (consultor) yPeter Lanjouw (DECRG).

33


> Las áreas rurales en todo el país sonabrumadoramente pobres (sin ningunadiferencia significativa entre la línea al-ta y baja de pobreza), y la incidencia deextrema pobreza es casi tan alta como lapobreza total. Las áreas rurales de Co-chabamba y Santa Cruz tienen una inci-dencia de pobreza tan alta como las áre-as rurales de Potosí y Chuquisaca.

> La pobreza está diseminada en una grancantidad de municipios, en términos demagnitud e intensidad, e independiente-mente de la línea de pobreza. Muchosmunicipios exhiben pobreza por encimade los niveles nacionales: una significa-tiva proporción por encima del 80 porciento. La pobreza está particularmenteconcentrada en los valles y en el altipla-no central. Por lo menos en 20 munici-pios con poblaciones dispersas (porejemplo, Morochala, San Pedro de BuenaVista, Ravelo), la mayoría de los residen-tes no pueden cubrir las necesidades ali-menticias básicas.

> Bolivia también exhibe altos niveles dedesigualdad en el consumo a nivel local.Mientras que en los departamentos másigualitarios (Tarija, Pando y Beni) la de-sigualdad se debe a disparidades urbano-rurales, en los más desiguales (Potosí,Cochabamba y Chuquisaca) la desigual-dad es igualmente persistente en las lo-calidades urbanas y/o rurales.El actual sistema de transferencias in-termunicipales basado en las NBI para laselección del objetivo de pobreza tiendea ser menos sensible a municipios conarraigados bolsones de pobreza por in-greso.Los resultados destacan la conexión

central entre incrementos de consumo pro-medio (tal como ocurriría con crecimien-to), pobreza y desigualdad a nivel local: la

pobreza disminuye en la medida en que seincrementa el consumo, pero en la asocia-ción media la desigualdad. Los municipioscon un consumo promedio muy por debajodel promedio nacional registran pobrezapor encima del nivel nacional (Gráfico 1.4).Éstos se encuentran típicamente localiza-dos en las áreas urbanas con mayor dina-mismo económico . En niveles altos de con-sumo, muy pocos municipios tienen pobre-za por encima del promedio nacional. Sinembargo, ligeramente por debajo del nivelde gasto per cápita promedio, varios muni-cipios se despliegan por debajo y encimade los niveles nacionales de pobreza. Estorefleja diferencias en desigualdad y parti-cularmente en intensidad de pobreza entrelocalidades. En municipios con una brechade pobreza más pequeña , un incrementodel consumo per cápita induce a una reduc-ción mayor de pobreza , mientras que enaquellos con alta intensidad de pobreza,un significativo incremento del consumoper cápita incide de menor manera en la re-ducción de la pobreza.

Muchas localidades pueden estar cauti-vas en trampas de pobreza ( Azariadis,2004). El grupo más grande de localidadescomprende municipios con pobreza muy al-ta y baja desigualdad . En su mayoría, tie-nen población dispersa, como las comuni-dades indígenas remotas que viven en con-diciones de subsistencia. El segundo grupomás grande se refiere a aquellas con altapobreza y también con desigualdad; en és-te coexisten pequeños grupos más ricoscon grandes bolsones de pobreza; com-prende localidades urbanas más grandescon mejores dotaciones de recursos y ciu-dades pequeñas dedicadas a la explotaciónde minerales o comercio fronterizo conBrasil y Argentina. En muchas de estas lo-calidades, los hogares muy pobres pueden

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Gráfico 1 .4 - GASTO EN CONSUMO Y POBREZA EN BOLIVIA, 2001Gráfico

(a) Línea baja de pobreza

Pobreza y niveles de consumo Pobreza y niveles de consumoincidencia de pobreza baja brecha de pobreza baja

.8

0 ^

4.5 5 5.5 6 6.5 4 4.5 5 5.5 6 6.5Log consumo per capita Log consumo per capita

(b) Línea de pobreza extrema

Pobreza y niveles de consumo Pobreza y niveles de consumoincidencia de extrema pobreza brecha de extrema pobreza

.8-I

.8.6

.6

.4

4.4 -

2 2.2.2 -

.-o

4.5 5 5.5 6 6.5log consumo per capita

4 4.5 5 5.5 6 6.5Log consumo per capita

Fuente: Sobre la base de datos del Censo 2001 y Encuestas de hogares 1999-2001.

verse impedidos de emprender actividadeseconómicas de mayor rendimiento e inver-siones de largo plazo en capital humanopor una pobre infraestructura básica, acce-so costoso a mercados, dudosas dotacionesde recursos naturales, bajos retornos al ca-pital humano, y protección inefectiva deriesgos naturales e idiosincrásicos. Igual-mente, los bajos ingresos limitan la de-manda de bienes y servicios locales. El au-

mento en tos niveles de consumo a travésdel crecimiento solamente podría ser insu-ficiente y podrían necesitarse intervencio-nes objetivas para aumentar los ingresosde los pobres en estas áreas.

POBREZA MÁS ALLÁ DEL INGRESO

Un enfoque complementario a las medi-das de pobreza por ingreso consiste en mo-

35


nitorear la proporción de población con ne-cesidades básicas insatisfechas (NBI) y elprogreso en los resultados del desarrollo hu-mano. En la década pasada, Bolivia ha he-cho sustanciales progresos en condicionesde vida, acceso a servicios sociales básicos yen indicadores sociales. Como consecuen-cia, la proporción de población con NBI seredujo significativamente entre 1992 y 2001(Tabla 1.3). Sin embargo, quedan grandesbrechas en NBI en las áreas rurales y en mu-chos municipios.

También hubo mejoras significativas eneducación, salud y otros indicadores socia-les vinculados con las Metas de Desarrollodel Milenio (Tabla 1.4). Las tasas de morta-lidad de niños e infantes disminuyeron en30 por ciento, las tasas netas de matriculaen educación primaria alcanzaron casi el100 por ciento y el número de hogares sinagua potable y saneamiento mejorado dis-minuyó de 50 a 30 por ciento durante esta

década. Sin embargo, la desnutrición y lastasas de mortalidad materno-infantil per-manecen entre las más altas de la región yexisten altos niveles de malaria, chagas ytuberculosis. Bolivia aún califica entre losmás bajos en cobertura de servicios básicostales como agua, saneamiento y electrici-dad. El país no está logrando un progresosuficiente como para alcanzar la MDM deconclusión universal de educación básica, yel progreso en algunos indicadores ha sidodispar. Por ejemplo, las tasas de mortalidadinfantil disminuyeron en 27 por ciento paralos hogares más ricos y solamente en 5 porciento para los más pobres (WDI, 2003). Elacceso a servicios de salud entre grupos so-cioeconómicos y poblaciones indígenas y noindígenas es muy desigual.

Las mejoras en los indicadores socialesson, en parte, resultado de un mayor gastosocialy una mejor provisión de servicios re-lacionada con la descentralización (ver Re-

Tabla 1.3 - POBREZA SEGÚN NECESIDADES BÁSICAS INSATISFECHAS(% individuos)

1992 2001

Nacional Urbano Rural Nacional Urbano RuralÍndice agregado 70.9 53.1 95.3 58.6 39.0 90.8

Material de vivienda 48.2 22.5 83.6 39.6 15.6 75.7

Espacio de vivienda 80.0 76.3 85.1 70.8 68.9 76.3

Servicios de saneamiento 75.9 60.0 97.6 58.0 44.3 78.9

Servicios de energía 51.8 21.2 93.8 43.7 14.1 91.2

Educación 69.1 53.9 90.1 52.5 36.5 70.9

Salud 53.6 44.2 66.6 37.9 31.0 54.5

Nota : El índice de necesidades básicas insatisfechas se mide como el promedio de cuatro índices devivienda , saneamiento , educación y salud.Fuente : INE, sobre la base de datos del Censo de 1992 y 2001.

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Tabla 1.4 - EL PROGRESO BOLIVIANO EN RELACIÓN A LAS METAS

CLAVE DE DESARROLLO DEL MILENIO (MDM)

Indicadores de MDM Observaciones Meta MDMObjetivo

MDMAño Dato 2004 2007 2015 2015

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambreMeta 1.1 Incidencia de extrema pobreza(% de la población) 2002 36.8 33.7 29.6 20 19.2

Meta 1.2. Incidencia de pobreza moderada(% de la población) 2002 64.6 60.6 55 41 ND

Objetivo 2: Alcanzar educación primaria universalMeta 2.1. Tasa de conclusión primaria (8vo grado) 2001 71.5 75.3 80.7 88.8 100

Objetivo 3: Promover igualdad de géneroy empoderar a la mujerMeta 3.1. Razón de muchachas a muchachos eneducación primaria, secundaria y terciaria 001 .1 .5 0 0 0

Objetivo 4 : Reducir mortalidad infantilMeta 4.1. Tasa de mortalidad infantil(por cada 1000 nacidos vivos) 1998 67 58.8 55.2 45.1 NO

Objetivo 5: Mejorar la salud maternaMeta 5.1. Razón de mortalidad materna(por cada 100,000 nacidos vivos ) 1994 390 317 279 200 104

Objetivo 6 : Combatir el VIH/SIDA , malaria,y otras enfermedadesMeta 6.2. Municipios c/plaga de Chagas >3%de población 002 8 8 0 0 D

Objetivo 7: Garantizar sostenibilidad ambiental

Meta 7.1. Cobertura de agua potable (% de hogares) 2001 72.5 76.3 81 84.5 78.6

Meta 7.2. Cobertura de saneamiento básico(% de hogares ) 2001 41.9 45.0 55.5 64 ND

Fuente: UDAPE, 2003.

cuadro 1.2). La descentralización del gastocomenzó a finales de 1994, transfiriendo laresponsabilidad primaria de planificar e im-plementar la inversión pública a las prefec-turas y municipios, y se expandió con la LeyNacional del Diálogo de 2001. El gasto so-

cial alcanzó el 18.5 del PIB (el segundo másalto de ALC) en 2001 de 2.5 por ciento en1986. La descentralización, respaldada encrecientes ingresos por impuestos, indujoinversiones más grandes en capital humanoy social en localidades con atto anatfabetis-

37


mo y desnutrición así como con baja conec-tividad de agua y alcantarillado.'

Sin embargo, el reciente estancamientoeconómico podría comprometer las mejorasde los indicadores sociales y el logro de lasMDM. Mientras que ambas tasas de matricu-la y asistencia escolar se han incrementadoen general, éstas han disminuido para losniños de las familias pobres (Tabla 1.5).

El incremento en el uso de personal ca-pacitado e instalaciones de salud para laatención materno-infantil durante los no-venta se ha desacelerado en los últimosaños y continúa bajo a pesar del acceso gra-tuito para los pobres otorgado públicamen-te a través del programa de seguro de saludbásica (Seguro Universal Materno Infantil-SUMI).

Tabla 1 . 5 - TASAS DE MATRÍCULA Y ASISTENCIA DE LANIÑEZ BOLIVIANA (% de aquellos entre 5 - 12 años)

Matrícula Asistencia

Quintil 2000 2001 2002 2000 2001 2002

Más pobre 83.9 82.9 80.1 83.5 81.9 79.2

2do 84.6 86.1 88.7 83.6 85.5 87.9

3ro 86.6 88.4 88.3 85.6 87.4 87.6

4to 90.8 89.2 91.5 89.8 88.2 90.8

Más rico 94.1 95.6 95.4 93.3 94.6 95.4

Total 87.1 87.5 87.8 86.3 86.6 87.2

Fuente: INE, utilizando MECOVI 1999-2002.

1 Recuadro 1.2 - PROGRAMAS BOLIVIANOS DE PROTECCIÓN SOCIAL

Los programas de protección social, diseñados para ayudar a los extremadamente pobres a lidiarcon riesgos relacionados con una caída en el ingreso (como una enfermedad, crisis financiera o de-sastres naturales), han crecido en tamaño y cantidad en Bolivia en [os últimos años. Como porcen-taje del PIB, el gasto en protección social se ha triplicado desde 1999, incrementándose desde ca-si 1 por ciento del PIB hasta 3 por ciento en 2003. Una importante proporción de este incrementoes atribuible al programa BONOSOL de transferencias de dinero a todos los bolivianos mayores de65 años. Sin incluir el BONOSOL, el gasto público en protección social representa 1.7 por ciento delPIB en 2003. Entre los muchos programas que conforman la red boliviana de protección social es-tán aquellos dirigidos al alfabetismo, desarrollo infantil, seguro de salud, enfermedad previsible,

16 Véase Banco Mundial (2004), Faguet, J. (2004) y Bossert (2000).

38


1grupos vulnerables (particularmente población indígena y mujer), pobre mejora de barrios y provi-sión de agua potable.

EVOLUCIÓN DEL GASTO EN PROTECCIÓN SOCIAL

4%

3%]

2.0%Protección social

■ Protección social(sin Bonosol)

El sector público juega un rol clave en la provisión de programas de protección social para la vastamayoría de la población. Aproximadamente entre el 60 y 70 por ciento de los programas de PS (sin elprograma BONOSOL) se financian a través de créditos externos, lo que genera preocupación sobre lasostenibilidad del sistema de PS boliviano. Con la excepción del BONOSOL y el programa temporal deempleo PLANE, los municipios administran el gasto de la mayoría de los programas, lo que significa quetos municipios tienen un rol crítico implementando programas y coordinando las transferencias inter-gubernamentales. (véase Revisión del Gasto Público en Bolivia (RGP) para un catálogo de los progra-mas de protección social de Bolivia).

A pesar de que el monto de recursos fiscales gastado en protección social no es excesivo, en un con-texto regional y considerando las necesidades de la población boliviana, los programas de protecciónsocial no son bien administrados o destinados a aprovechar al máximo los fondos escasos. Más aún, im-portantes grupos de riesgo no están cubiertos, por ejemplo, jóvenes y adultos sin seguro de salud, y losvulnerables productores agricultores. Asimismo, el gasto en protección social muestra un desequilibrioentre el gasto en ciertos grupos y recursos muy limitados destinados a grupos más grandes con riesgosmás altos. Por ejemplo, los gastos del BONOSOL son muy altos comparados con el bajo financiamientodirigido hacia el muy exitoso programa de seguro de salud materno-infantil-SUMI y el programa de de-sarrollo infantil PAN. Siguiendo las recomendaciones de la RGP 2004, el Gobierno está desarrollando unsistema de protección social que englobará la vasta variedad de programas actuales respaldados por di-ferentes sectores del Gobierno y fuentes de financiamiento distintas. El objetivo es mejorar la coordi-nación, estandarizar la información y uniformar criterios para implementar y evaluar programas, y lomás importante, incrementar la eficiencia.

2.9%

Fuente: UDAPE , UPF, INE y VIPFE.

39


¿QUIÉNES SON LOS POBRES?INGRESO POR POBREZA YPERCEPCIONES SUBJETIVAS

Al mismo tiempo que es ampliamenteaceptado medir la pobreza a través de lí-neas de pobreza de ingreso y gasto, un en-foque complementario es examinar las per-cepciones subjetivas de la propia gente so-bre su pobreza. Dado que los indicadoresmonetarios de pobreza son aproximacionesi mperfectas de bienestar, las prioridades dela población relacionadas con la mejora desu propio bienestar pueden ser distintas delas que surgen de los perfiles de pobrezapor ingreso/gasto. Los determinantes de lapobreza autocalificada de la población sonconsideraciones válidas para una políticapública, y comprenderlos puede dar lucessobre factores que están detrás de recien-tes demostraciones sociales e inducir a unaestrategia de reducción de la pobreza conmayor aceptación. Un estudio de antece-dentes para este estudio (Arias y Sosa,2004) analiza estos temas yendo más alláde los perfiles de pobreza por ingreso/gas-to para examinar los determinantes de laspercepciones subjetivas de bienestar de losbolivianos. Los resultados se tratan en elAnexo 1.3 de este capítulo y se resumen acontinuación.

El estudio encuentra que las percepcio-nes subjetivas de pobreza en Bolivia sonconsistentes con mediciones de ingreso yconducen a conclusiones similares sobrequiénes son los pobres y los principales de-terminantes de la pobreza. Los determinan-tes centrales de la pobreza por ingreso asícomo de la pobreza autocalificada son: em-pleo, educación, acceso a activos y serviciospúblicos, etnia y ubicación. Los bolivianostienden a tener una mayor probabilidad decaer en pobreza por ingreso o considerarse a

sí mismos pobres cuando son más jóvenes,tienen baja educación, están desempleadoso subempleados, tienen una herencia indí-gena, viven en áreas rurales y carecen deservicios básicos. Educación y empleo con-llevan un gran peso en las percepciones depobreza de bolivianos que son más propen-sos a autocalificarse pobres, lo que sugiereque los factores idiosincrásicos son menosimportantes en las percepciones de pobrezade los menos educados y de los desemplea-dos. Las poblaciones indígenas asignan máspeso al desempleo que aquellas no indíge-nas en su pobreza autocalificada. Esto im-plica que las acciones para incrementar losingresos y empleo van mano a mano conaquellas que afectan las autopercepcionesde bienestar de los bolivianos.

Algunas diferencias en posiciones de po-breza por ingreso y de pobreza autocalifica-da llaman la atención de determinantes nomonetarios de bienestar. Los bolivianosquechuas tienden a autocalificarse comomás pobres de lo que sugieren los perfiles depobreza por ingreso, mientras que ocurre locontrario con los aymaras. Los autoemplea-dos se reportan a sí mismos como menos po-bres que los trabajadores asalariados concaracterísticas similares, mientras que indi-viduos fuera de la fuerza laboral se autocali-fican más pobres que aquellos empleados, apesar de su similar pobreza por ingreso. Losresidentes rurales ya no se autocalificanmás pobres que los habitantes urbanos sicuentan con igual acceso a servicios básicosy condiciones socioeconómicas similares,pero continúan siendo más propensos a serpobres por ingreso. A pesar de que Chuqui-saca es la segunda región más pobre por in-greso, sus residentes se autocalifican comolos menos pobres del país. Así, factores cul-turales y/o de exclusión (por ejemplo, sen-tido de empoderamiento o identidad), flexi-

40


bilidad laboral, así como características es-pecíficas de ubicación (por ejemplo, desi-gualdad, capital social, crimen) pueden te-ner significativos efectos en las autopercep-ciones de pobreza de los bolivianos.

En general, el ingreso emerge como unamedida proxy sensible del bienestar y sus de-terminantes. Los bolivianos de todos los orí-genes étnicos se preocupan por educación,empleo y condiciones de vida, y los autoca-lificados pobres asignan una prioridad aún

más alta a la mejora de estos factores. Losprogramas para capacitar, educar, o generarempleo entre tos pobres no sólo conllevanimportantes ganancias de ingreso, sino queson valorados por estas poblaciones. Sinembargo, las diferencias en las posicionessubjetivas de bienestar para varios segmen-tos de la población boliviana deberían re-cordar a los hacedores de política sobre laimportancia de los aspectos no monetariosde bienestar para estos grupos.

2. Crecimiento , Pobreza y Desigualdad

El crecimiento de los noventa redujo la pobreza y mejoró tosindicadores sociales. Entre 1993 y 1998, el crecimiento pro-medió 4.7 por ciento por año (2.2 por ciento en términos per

cápita), por encima de otros países andinos por primera vez en 40

años. Una sólida estabilización y políticas estructurales explican

gran parte de este arranque de crecimiento, apoyado por una ex-

pansión de la fuerza laboral y por incrementos en productividad.

Como se anotó en el Capítulo 1, esto indujo a una reducción de la

pobreza, pero ésta fue insuficiente para beneficiar a un número im-

portante de personas, debido al alto número de pobres y a ta ele-

vada brecha de pobreza. Asimismo, el crecimiento fue mayor en los

sectores intensivos en capital y en mano de obra calificada, lo cual

li mitó los efectos indirectos sobre la agricultura y manufactura,

que emplean más del 60 por ciento de la fuerza laboral. El impacto

del crecimiento sobre la pobreza fue reducido. Un factor clave que

li mitó el desarrollo de actividades económicas más intensivas en

mano de obra fue la baja productividad, particularmente ta produc-

tividad laboral. La productividad, a su vez, fue contraída por facto-

res que impactaron: (i) la capacidad de adoptar nuevas tecnolo-

gías, capacitar trabajadores y desarrollar activamente nuevos pro-

ductos y mercados por parte de las empresas -¡.e., la demanda de

trabajo-; y (ü) la capacidad de los pobres para acumular capital

humano y utilizarlo efectivamente en los mercados laborales -i.e.,

la oferta de trabajo.

42


Durante los últimos 40 años, el creci-miento en Bolivia ha sido lento y no ha teni-do un impacto significativo sobre la pobre-za y desigualdad. Incluso durante el boomde los noventa, el crecimiento fue más ace-lerado en sectores con baja generación di-recta de empleo y con pocos efectos indirec-tos hacia el resto de la economía. La débilmejora de los factores que permiten el creci-miento, impidió que Bolivia logre mayoresbeneficios. Con la desaceleración de iniciosde la presente década, los avances en pobre-za se revirtieron, la desigualdad subió y losprogresos sociales decayeron.

Este capítulo examina las tendencias ydeterminantes del crecimiento económico ysus implicancias para la evolución de la po-breza y desigualdad. Caracteriza los patro-nes del crecimiento económico en los no-venta e inicios de la presente década, desa-gregados por sector y región. Utiliza un mo-delo de contabilidad del crecimiento paramedir las contribuciones de acumulación decapital, expansión de la fuerza laboral y cre-cimiento de la productividad total de losfactores en Bolivia.

PATRONES DE CRECIMIENTO

Luego de la estabilización macroeconó-mica de mediados de los ochenta, Boliviaadoptó numerosas reformas de mercado pa-ra incrementar la participación del sectorprivado, alinear los precios con las fuerzasdel mercado e incrementar su integracióndentro de la economía global. La economíaboliviana se recuperó de la contracción quehubo en gran parte de los ochenta, y se ex-pandió a una tasa promedio anual de 4.7 porciento (2.2 por ciento per cápita) entre1993 y 1998, sobre la base de reformas delargo alcance y abundante capital externo(Gráfico 2.1).

Sin embargo, debido a los shocks negati-vos, tanto internos como externos, la eco-nomía se desaceleró a una tasa promedio desolamente 1.9 por ciento (cercana a 0 porciento en términos per cápita) entre 1999 y2003. La crisis financiera de 1988 en Rusia yla subsiguiente turbulencia de los mercadosinternacionales de capitales, indujeron auna brusca caída en elfinanciamiento exter-no a Bolivia y a muchos de sus socios comer-

Gráfico 2.1 - CRECIMIENTO DEL PIB EN BOLIVIA, 1984-2003

ÓJT

00W

orn

00rna,

OoO

Fuente: Sobre la base de los datos delINE.

43

CRECIMIENTO, POBREZA Y DESIGUALDA.D

ciales, con una consecuente desaceleracióndel crecimiento regional. Adicionalmente,las devaluaciones de las monedas brasileñay argentina así como las crisis resultantes en1999 y 2001 respectivamente, provocaronuna disminución tanto en la competitividadcomo en la demanda de las exportacionesbolivianas. Internamente, la erradicación dela coca redujo ingresos, y fue sólo compen-sada parcialmente por incrementos en laproducción de soya y la explotación de nue-vas reservas de gas. Estos factores, combi-nados con las elecciones de 2002 y el des-contento social, provocaron interrupcionesde la producción, déficit fiscal, problemas

en el sector financiero, salidas de capital ydesaceleración del crecimiento.'

El crecimiento boliviano ha seguido alpromedio del resto del mundo (Tabla 2.1). Elcrecimiento del PIB per cápita estuvo pordebajo del promedio regional de ALC entrelos sesenta y setenta y tuvo una reducciónmayor durante los ochenta. Siguió la ten-dencia regional de recuperación durante losnoventa, pero aún se mantuvo 0.5 puntosporcentuales por debajo del promedio deALC durante esta década. En promedio, Boli-via ha tenido menor crecimiento que losotros países andinos, excepto durante losnoventa cuando su economía creció al doble.

Tabla 2 .1 - CRECIMIENTO DEL PIB PER CÁPITA EN BOLIVIA,ALC Y EL MUNDO, 1960-2002

(%)

1961-70 1971-80 1981-90 1991 -99 2000-2002

Bolivia 0.35 1.67 -1.95 1 .53 -0.20

Región andina * 1.51 2.09 -1.18 0.77 0.06

ALC** 2.71 3.44 -0.74 2.05 0.26

Mundo*** 4.15 2.68 2.29 1.72 2.70

Nota : * Promedio simple , cálculos propios; **promedio ponderado, n = 26;

***promedio ponderado , n = 109 . PIB medido en paridad de poder de compra

$ 1995 . 2002 estimaciones preliminares.

Fuente : Sobre la base de Loayza , Fajnzylber y Calderón , 2002 y datos de WDI

(2003).

7 Véase Banco Mundial (2004b) para un tratamiento detallado de la evolución macroeconómica de Bolivia.

44


Gráfico 2.2 - CRECIMIENTO DEL PIB POR SECTOR Y SUBSECTORES SELECCIONADOS,

BOLIVIA, 1993-2002

2

1

43

1990-1993

1993-1998

AGR MIN MAN E,G,A CON CM T&C FIN SS&P R&H AP

Nota: * Preliminar. AGR: agricultura; MIN: minería ; MAN: manufactura; E.G.A: electricidad, gas y agua; CON:

construcción; CM: comercio; T&C: transporte & comunicaciones; FIN: servicios financieros; SS&

P: servicios sociales y personales; R&H: restaurantes & hoteles; AP: servicios de la administración pública.Fuente: Sobre la base de los datos del INE.

Los sectores intensivos en capital crecie-ron más rápido, lo que limitó los efectos in-directos sobre la agricultura y la manufactu-ra (que emplean más del 60 por ciento de lamano de obra). Los sectores de mayor creci-miento fueron: construcción, servicios deelectricidad, gas yagua, minería (incluyendohidrocarburos y gas natural), servicios finan-cieros, transporte y comunicaciones, que seexpandieron por encima del 6 por ciento poraño. La agricultura y la manufactura crecie-ron por debajo del ritmo de la economía(Gráfico 2.2). En particular, el programa deerradicación de la coca redujo su producciónen 80 por ciento, lo que afectó a muchosagricultores bolivianos. La expansión agrí-cola en otras cosechas -liderada por lasoleaginosas- fue insuficiente para absorbera los trabajadores agrícolas desplazados.

La composición de la economía se mo-vió moderadamente hacia servicios (Gráfico2.3). Los servicios financieros, comercialesy de bienes raíces incrementaron su partici-pación en el PIB de 10 a 13 por ciento en-tre 1990 y 2003. El producto de la agricul-

tura industrial creció por encima del 10 porciento por año, pero representa solamenteel 18 por ciento del PIB agrícola. Hidrocar-buros y minería permanecieron cerca del 10por ciento del PIB: las exportaciones de gasnatural a Brasil se incrementaron, pero esosolamente sirvió para compensar disminu-ciones en la producción de otros minerales.La participación de la manufactura cayó li-geramente de 18 por ciento en 1990 a 17por ciento en 2003, liderada por industriasde procesamiento de alimentos, que repre-sentan más de la mitad del producto manu-facturero.

Las exportaciones como porcentaje delPIB variaron poco, aunque su composicióncambió. La participación de minerales e hi-drocarburos en las exportaciones totales ca-yó desde cerca de 95 por ciento en 1985 acerca de 50 por ciento en 2002, mientrasque los productos no tradicionales (porejemplo, oleaginosas, café, azúcar, madera)subieron a 46 por ciento, en gran parte de-bido al significativo incremento de oleagi-nosas. Los acuerdos comerciales intraregio-

45

CRECIMIENTO, POBREZA Y DESIGUALDAD

Gráfico 2.3 - COMPOSICIÓN SECTORIAL DEL PIB EN BOLIVIA, 1990-2003

11% 16%

30%i3%» 2

111 AGR MIN ■ MAN E,G,A CON 111 CM

Nota : Véase definiciones en Gráfico 2.2

Fuente : Sobre la base de datos delINE.

nales de mediados de los noventa (por ejem-plo, el Pacto Andino y el Mercosur) posibili-taron este cambio estructural. Sin embargo,la diversificación de las exportaciones noimpulsó un modelo dinámico orientado a laexportación que añada valor a sectores derecursos naturales.

■ T&C FIN II SS&P 1 R&H °,, , AP

El crecimiento económico no afectó a to-das las regiones por igual. Los departamen-tos que comenzaron con los niveles más al-tos de PIB per cápita en general crecieronmás rápido (Gráfico 2.4). Pando es una ex-cepción: comenzó como número cinco enPIB per cápita, pero tuvo el máximo creci-

Gráfico 2 .4 - CRECIMIENTO PROMEDIO POR DEPARTAMENTO, BOLIVIA , 1990-1998

1 1990-1993

■ 1993-1998

ú

Nota: Las cifras entre paréntesis se refieren a la posición del PIB per cápita departamental duranteel período 1990-1993.Fuente : Sobre la base de los datos del INE.

46


miento entre 1993 y 1998. Los departamen-tos más pobres tuvieron un crecimiento pordebajo del promedio y continúan por debajodel ingreso nacional per cápita.

En resumen, el arranque de crecimientode los noventa fue desequilibrado y no soste-nible. El crecimiento de los sectores de recur-sos naturales -en las tierras bajas, alrededorde Santa Cruz- no se transmitió tan vigoro-samente a los sectores de agricultura de sub-sistencia -del altiplano- y de artesanos debaja productividad. Un modelo dinámico deexportación que añada valor a los sectores derecursos naturales no se ha iniciado aún.

FUENTES Y DETERMINANTESDEL CRECIMIENTO

Bolivia fue un líder en reforma económicaentre los países andinos durante las décadasde los ochenta y de los noventa. Las reformasse dieron en dos etapas.' La primera comenzóen 1985 y se orientó a estabilizar la economíay a desarrollar el sector privado. El sector pú-blico fue reducido y se eliminó la expansiónmonetaria como una fuente de financiamien-to gubernamental, allanando el camino parauna mayor fijación de precios a través delmercado. La segunda etapa de reformas tuvolugar a inicios de los noventa y enfatizó laspolíticas para atraer inversión extranjera di-recta (IED), mejorar la eficiencia y eficacia deprogramas sociales y provisión de serviciospúblicos, fortalecer el sector financiero y pro-mover la descentralización para fortalecer lagobernabilidad del país y de las instituciones.Estas reformas fueron acompañadas por unamplio monto de financiamiento externo.

La evidencia de un estudio reciente(Loayza, Fajnzylber y Calderón, 2002) su-

giere que el arranque de crecimiento de losnoventa fue en gran parte determinado porfactores estructurales más que cíclicos. Laprimera razón de esto es que Bolivia registróuna aceleración del componente de largoplazo (tendencia) del PIB per cápita, juntocon fluctuaciones de corto plazo relativa-mente pequeñas alrededor de esta tenden-cia (esto es, menor volatilidad y persisten-cia de shocks). La segunda es que la produc-tividad total de los factores se incrementósignificativamente. Y la tercera es que losresultados de la regresión del estudio indi-can que las políticas estructurales y de esta-bilización explican una porción significati-va del crecimiento de los noventa.

Para todo el período 1960-1990, la tasade crecimiento de largo plazo del productoper cápita en Bolivia (tendencia) se aproxi-ma a las tasas de crecimiento actuales, lasque asimismo están por debajo de la mun-dial, la de ALC y la de la región andina. Sinembargo, durante los noventa la tasa alcan-za el promedio de ALC y duplica la de los paí-ses andinos. Durante las últimas dos déca-das, la volatilidad del producto per cápita enBolivia estuvo por debajo de la región deALC y del mundo. Los shocks económicosfueron comunes durante los setenta yochenta, mientras que la persistencia de lasfluctuaciones del crecimiento fue más bajaque las de ALC y del mundo durante los no-venta (Tabla 2.2).

El significativo incremento en la produc-tividad total de los factores (PTF) tambiéncorrobora que el crecimiento en los noventano puede ser atribuido a factores cíclicos. Latasa de crecimiento de la PTF en Bolivia so-brepasó el promedio de ALC en los noventa(Tabla 2.3).

8 Banco Mundial (2004b).

47


Tabla 2 . 2 - TASA DE CRECIMIENTO DE LA TENDENCIA, VOLATILIDAD Y PERSISTENCIA DEL

PRODUCTO PER CÁPITA EN BOLIVIA , ALC Y ELMUNDO, 1960-1999

1960-99 1960-70 1971-80 1981-90 1991-99

Crecimiento de tendenciaBolivia 0.27% 0.45% 1.20% -1.97% 1.54%Región andina* 0.75% 1.50% 1.85% -1.04% 0.76%ALC** 1.42% 2.61% 1.62% 0.07% 1.51%Mundo*** 2.35% 3.31% 2.51% 1.64% 2.00%

Volatilidad'Bolivia 0.0220 0.0384 0.0127 0.0147 0.0106ALC** 0.0290 0.0208 0.0356 0.0314 0.0167

Mundo*** 0.0224 0.0195 0.0263 0.0213 0.0149

Persistencia2Bolivia 0.1911 -0.0406 0.78523 0.33924 0.0256ALC 0.19853 0.0354 0.1641 0.23163 0.27253

Mundo**** 0.16113 0.18003 0.13583 0.17603 0.1493

Nota: * Promedio simple, cálculos propios; **promedio ponderado , n = 26; *** promedio ponderado,n = 106 ; **** promedio ponderado , n=136 . 1Desviación estándar del componente cíclico del log delproducto per cápita. 2AR(1) coeficiente de persistencia ; 3significativo al 5%; 4significativo al 10%.Fuente : Loayza , Fajnzylber y Calderón, 2002.

Tabla 2 . 3 - CONTRIBUCIONES POR FACTOR AL CRECIMIENTO DEL PIB PER CÁPITA

EN BOLIVIA Y EN PAÍSES SELECCIONADOS DE ALC , 1971-2000

Método 1 Método 2 Método 3

Período País Crecimiento Trabajo Capitaldel PIB

PTF1 Trabajo Capital PTF2 Trabajo Capital PTF3

1971- Bolivia 4.15% 1.61 1.93 0.61 1.53 1.93 0.69 NO ND ND1980 Honduras* 5.39% 2.2 2.16 1.04 2.93 2.16 0.3 2.05 2.12 1.22

1981- Bolivia 0.10% 1.59 -0.26 -1.23 1.81 -0.26 -1.45 1.41 -0.31 -1.001990 Brasil* 1.55% 1.67 1.31 -1.43 2.39 1.31 -2.15 2.7 1.38 -2.53

1991- Bolivia 3.83°/o 1.72 0.46 1.66 2.14 0.46 1.23 1.76 0.45 1.62

2000 México* 3.50% 1.52 1.57 0.42 1.87 1.57 0.06 1.79 1.59 0.11

Nota : * Los países aquí expuestos alcanzaron la mediana anual de la década para la tasa de crecimiento de laPTF en la región de ALC. PTFI asume el crecimiento del capital como inversión menos depreciación y la tasa decrecimiento de la fuerza laboral . PTF2 ajusta por los logros educativos de la fuerza laboral . PTF3 ajusta por lautilización de capital y trabajo (tasa de empleo, población empleada y horas totales ). ND: No disponible.Fuente : Loayza , Fajnzylber y Calderón, 2002.

48


Los resultados de las regresiones en pa-neles de crecimiento de país indican que laaceleración del crecimiento boliviano en losnoventa es ampliamente atribuida a mejorespolíticas (Loayza et al., 2002). Las mejorespolíticas estructurales y de estabilizaciónexplican más del 80 por ciento del creci-miento en Bolivia en la última década (véa-se Anexo 2.1 para detalles). Las recupera-ciones de shocks negativos anteriores (re-versión cíclica) y las condiciones externastuvieron una menor relevancia.

Las debilidades que aún quedan en el mar-co de política, así como las barreras particu-lares del crecimiento de Bolivia, explican enbuena medida porqué el país no ha logradoun buen desempeño relativo en materia decrecimiento. Al comparar los determinantesdel crecimiento de Bolivia con países de altocrecimiento de ALC, ésta obtuvo un mejor re-sultado en crecimiento per cápita, gracias aun mejor desempeño de política que los otrospaíses (véase Anexo 2.1 para detalles). Dehecho, al ser un país mucho más pobre, Boli-via debería haber crecido por lo menos 1 porciento más rápido que la mayoría de estospaíses de acuerdo a la teoría de la convergen-cia de transición. Las características específi-cas del país explican entre 0.7 y 2.4 puntosporcentuales del subdesempeño del creci-miento boliviano. Éstas se relacionan confactores tales como: recursos naturales, geo-grafia, calidad del ambiente de inversión einstituciones políticas, que limitan la capaci-dad para aprovechar mejor los beneficios delas reformas estructurales y macroeconómi-cas. Si bien estas características son desa-fiantes, pueden ser sorteadas mediante laaplicación de buenas políticas.' En particular,a pesar del reciente progreso, las institucio-nes que gobiernan el ambiente de inversión

en Bolivia están muy por detrás de la mayoríade los países de ALC. Las características idio-sincrásicas de Bolivia hacen que crezca 0.7-0.9 puntos porcentuales más lentamente queColombia y Perú, países que tienen su respec-tiva parte de dificultades naturales y conflic-tos sociales, pero que cuentan con regulacio-nes de negocios cada vez mejores.

La evidencia internacional concuerda enque regulaciones sólidas de negocios, inclu-yendo las de entrada-salida y expansión deempresas así como leyes laborales, son esen-ciales para el crecimiento de la productivi-dad. Estas condiciones proporcionan los in-centivos para el aprendizaje e innovación delas empresas, y permiten la reasignación derecursos a usos más productivos. De hecho,los avances en productividad de Bolivia enlos noventa reflejan en gran medida la mejorasignación de recursos resultante de refor-mas económicas, pero poca mejora tecnoló-gica o innovación. La acumulación de capital(que frecuentemente acompaña la adopciónde nuevas tecnologías) contribuyó poco alcrecimiento, mientras que la productividadde la mano de obra (PIB por trabajador) se in-crementó escasamente en 0.5 por ciento poraño durante el boom de crecimiento. Los Ca-pítulos 3 y 4 tratan sobre la forma en la queun difícil ambiente de inversión, particular-mente la débil regulación laboral y de nego-cios, restringe el crecimiento en Bolivia.

EL IMPACTO DEL CRECIMIENTOEN LA POBREZA Y DESIGUALDAD

Varios factores redujeron el impacto delcrecimiento sobre la pobreza en los noven-ta. La gran brecha de ingreso que separa alos pobres de los no pobres en Bolivia (enparte resultado del bajo crecimiento pasa-

9 Véase Sachs (2003) y Rodrik y Hausman (2003).

49


do) es responsable en gran medida de La li-mitada reducción de la pobreza. Esto resultaen una baja elasticidad crecimiento-pobre-za, de modo que el crecimiento no tiene unimportante e inmediato impacto en la po-breza. Más aún, la mayor lentitud en el cre-cimiento de los sectores intensivos en manode obra y de las regiones más pobres así co-mo los escasos progresos en productividad

impidieron mayores incrementos en empleoe ingresos. Las mejoras en educación y otrosindicadores sociales, a pesar de ser cierta-mente positivas, tardan más en traducirseen generación de mayores ingresos en unambiente que no es favorable para el creci-miento de la productividad. Todo esto resul-tó en modestas ganancias de ingreso paralos pobres en términos absolutos.

Gráfico 2.5 - CURVAS DE INCIDENCIA DE CRECIMIENTO , 1993-2002(Variación % en el ingreso familiar per cápita, por percentil)

Ciudades Capital

Z v Media: 1999-2002-3 ------------------------------.................................¡.................i---------------------------------------------- -----

-6-

.2? -9-

á,-12-

-1993-1997 -1999-2002

1 11 21 31 41 51 61 71 81 91Percentil del ingreso per cápita de hogares

Nacional, Urbano y Rural , 1999-2002

1 11 21 31 41 51 61Percentil del ingreso per cápita de hogares

91

Nota : Sobre la base del gasto per cápita de hogares para las áreas rurales y en el ingreso per cápita de laprincipal ocupación para zonas urbanas , para mejorar la comparabilidad entre encuestas de la década de losnoventa y de la actual.Fuente : Estimaciones del autor basadas en datos de encuesta de hogares.

50


El crecimiento en los centros urbanosmás grandes no estuvo sesgado en contra delos pobres. Los ingresos per cápita de los po-bres metropolitanos se incrementaron enuna tasa similar a la de los ingresos prome-dio (cerca del 3 por ciento), a pesar de queel 20 por ciento más rico vio crecer sus in-gresos un poco más rápido. El Gráfico 2.5muestra curvas que describen la tasa de cre-cimiento por percentil de ingreso entre1993 y 1997 para ciudades capitales y paraáreas urbanas y rurales entre 1999 y 2002. Elhecho de que los pobres se hayan beneficia-do del crecimiento promedio por igual entérminos relativos, se refleja en que la curvaestá sobre el eje horizontal en el gráfico su-perior. A pesar de que la ausencia de datoscomparables de Encuestas de hogares paraáreas rurales impide mediciones definitivas,el estudio de Klasen et al., (2004) sugiereque el crecimiento no excluyó a los pobresen localidades urbanas pequeñas y rurales.

Nótese, sin embargo que las ganancias deingreso resultantes para los pobres son mu-cho más pequeñas en términos absolutos, de-bido a que empiezan con ingresos muy bajos.Como resultado, un 1 por ciento de crecimien-to en el ingreso per cápita saca a menos demedio por ciento de bolivianos de la pobreza(las elasticidades de pobreza-crecimiento son0.3-0.5, comparadas con una elasticidad pro-medio de 1 para ALC). Dada la gran cantidadde personas pobres y la severidad de la pobre-za, el 13 por ciento de crecimiento acumula-do det ingreso per cápita entre 1993 y 1997mejoró tos ingresos, pero no logró sacar de lapobreza a un número importante de personasen las áreas urbanas importantes. Cerca del37 por ciento de la población en 1997 aún es-taba muy lejos del ingreso requerido para sa-lir de la pobreza, y el 59 por ciento en las áre-as rurales no podía ni siquiera costear la ca-nasta alimenticia básica.

Los resultados también corroboran quela recesión económica produjo grandes y re-lativamente constantes disminuciones deingreso (excepto para el 10 por ciento másrico) en las áreas urbanas y ligeras mejorasrelativas de ingreso para los hogares ruralesmás pobres. Con relación a las recientes dis-minuciones de ingreso real, los ingresos delos pobres urbanos cayeron -0.8 por cientopor año entre 1993 y 2002.

FACTORES DETERMINANTES DECAMBIOS EN LA DISTRIBUCIÓNDEL INGRESO

Varias fuerzas demográficas y micro pue-den estar detrás del incremento en la desi-gualdad de ingreso durante los noventa: lareestructuración del empleo entre activida-des y ocupaciones económicas, cambios enel nivel de educación, el tamaño y composi-ción (género, edad, etnia) de la fuerza labo-ral y de hogares así como variaciones en laprima de ganancias asociada a estas carac-terísticas. Un estudio complementario deeste informe (Gasparini etal., 2004) mide lai mportancia relativa de estos factores paracambios en la distribución de ingresos enBolivia (la que representa el 90 por cientode ingreso total, véase el Anexo 2.1 para lametodología). Los resultados específicos sedetallan en el Capítulo 3. Los principales ha-llazgos apuntan a las siguientes fuerzas co-mo determinantes del cambio en la distribu-ción durante los noventa:> Un considerable incremento en la disper-

sión (i.e., desigualdad) de determinantessalariales no medidos o no observados(tales como calidad de la educación, con-tactos en el mercado laboral o capacida-des personales no medidas) es el princi-pal factor que está detrás del incrementoen la desigualdad de ingreso. Estos facto-

51


res han jugado un rol desigualador muysignificativo en los últimos diez años, es-pecialmente en las áreas urbanas.

> Los cambios en los retornos a la educa-ción fueron un factor igualador a princi-pios de los noventa en las áreas urbanasy un factor desigualador desde entonces.

> Los cambios en la estructura de educa-ción de la fuerza laboral han sido media-namente desigualadores, mayormente enlas áreas urbanas.

> Los cambios en las brechas regionales deganancias han jugado un rol moderada-mente igualador, particularmente en lasáreas rurales.

> Los cambios en las brechas de ingreso porgénero y etnia tuvieron poco efecto en ladesigualdad de ingreso, mientras que unabrecha creciente en horas de trabajo en-tre trabajadores calificados y no califica-dos fue medianamente desigualadora.A pesar de que una parte de la dispersión

en determinantes de ingresos no medidosprobablemente refleje errores de medición,la magnitud de los resultados y el corto pe-ríodo de tiempo sugieren que los factores nomedidos como calidad escolar, contactos enel mercado laboral y/o capacidades no me-didas (tanto cognitivas como no cognitivas)se han convertido en determinantes más im-portantes del desempeño del ingreso en Bo-livia en la década pasada, por ejemplo, através de su impacto en los retornos a laeducación.` Estos factores por sí solos ex-plican un incremento de más de tres puntosen el coeficiente de Gini de desigualdad enla distribución salarial, entre 1993 y 1997en ciudades capitales, tres puntos entre

1997 y 2002 en áreas urbanas y dos puntosen áreas rurales durante este periodo. Elim-pacto sobre la distribución de ingreso fami-liar equivalente es más pequeño, pero aúnsignificativo.

Contrario a los hallazgos de otros países,no existe evidencia de que al subir los retor-nos a la educación superior se haya incre-mentado la desigualdad de ingreso entre1993 y 1997. Al contrario, los salarios crecie-ron más rápido para trabajadores con educa-ción primaria y se redujo el coeficiente de Gi-ni en más de un punto. En contraste, las ga-nancias de la mano de obra no calificadaquedaron rezagadas con la desaceleracióndel crecimiento de los últimos cinco años. Elcambio en los retornos promedio entre 1997y 2002 fue desigualador, aunque de menormagnitud que en el periodo previo.

El efecto de los retornos a la educaciónsobre la desigualdad de ingreso es magnifi-cado por el cambio desigual en los retornosentre trabajadores (Gasparini et al., 2004).La disminución estimada en la desigualdadde ingreso en ciudades capitales entre 1993y 1997 es 2.5 puntos Gini, cuando conside-ramos la disminución relativamente más rá-pida de la brecha salarial de mano de obra nocalificada para trabajadores en lo más bajode la escala salarial ajustada, cuyo origentiende a estar en familias pobres. La contri-bución a la creciente desigualdad de ingresofamiliar entre 1997 y 2002 es también alta,debido a que el incremento en la prima sala-rial de mano de obra calificada benefició so-lamente a trabajadores en los trabajos mejorremunerados, mientras que los retornos seredujeron para la mayoría de los trabajado-

10 La evidencia de los estudios de respaldo (Gasparini et al., (2004) Tannuri-Pianto, Pianto y Arias,(2004a, 2004b) es consistente con esta interpretación de la dispersión del salario residual en la medidaen la que existen importantes diferencias en los retornos de las características observadas junto con ladistribución de ganancias. Véase el Capítulo 3 y Lemieux (2004).

52


res al final de la escala salarial ajustada. Es-tos resultados destacan la creciente impor-tancia de capacidades no medidas del traba-jador que afectan la productividad del capi-tal humano medido (años de educación) pa-ra el desempeño del mercado laboral en Bo-livia. Podría pasar que trabajadores de es-cuelas de mejor calidad y/o con anteceden-tes familiares menos favorables hayan so-portado la erosión de ganancias de la econo-mía aletargada y el desempleo creciente. Serequiere de mayor investigación para esta-blecer el significado de estos factores paraguiar el diseño de política pública.

El efecto desigualador de la moderadamejora educativa de la fuerza laboral se hahecho visible en años recientes. El impactode una fuerza laboral con mejor educaciónfue modesto en ciudades capitales entre1993 y 1997, grande en áreas urbanas entre1997 y 2002 e insignificante en áreas rura-les en este período.

Los resultados apuntan a reducciones enlos diferenciales de ganancias entre variosdepartamentos y Santa Cruz, particularmen-te entre 1997 y 2002 en áreas rurales. Estoscambios se reflejan en un efecto igualadorrelativamente grande sobre la distribucióndel ingreso en áreas rurales, debido a queSanta Cruz es una de las regiones más ricas.Esa convergencia refleja ampliamente el de-sempeño de Cochabamba, La Paz y Oruro yha obviado a algunas regiones pobres comoBeni y Chuquisaca. Sin embargo, dado quelos últimos son menos densamente pobla-dos, el efecto global ha sido igualador.

Cambios en la oferta laboral y en la brechasalarial por género han jugado un rol más pe-queño en los cambios de la distribución. Labrecha en horas trabajadas por semana entretrabajadores calificados y no calificados se haampliado en la última década. Mientras quegraduados universitarios trabajaron un pro-

medio de tres horas más por semana en 2002que en 1997, los que concluyeron la escuelaprimaria trabajaron un promedio de dos horasmenos en 2002 que en 1997. Esto tuvo unefecto desigualador en la distribución. Almismo tiempo, se redujo la brecha salarialpor género entre 1993 y 1997 y se incremen-tó desde entonces, resultando en un cambioigualador en el primer período yen una fuer-za desigualadora en el segundo. Sin embargo,todos estos impactos parecen haber sido mo-destos: los incrementos del coeficiente de Gi-ni son menores a medio punto.

Resumiendo, los cambios en la desigual-dad de ingreso en ciudades capitales en losúltimos 10 años son consecuencia de variasfuerzas, algunas de las cuales se compensanmutuamente. Gran parte del cambio no puedeser explicado porque es atribuido a caracte-rísticas del trabajador no observadas, y se re-queriría mayor investigación para identificarfactores específicos. Entre 1993 y 1997, lamejora educativa no observada contribuyó aincrementar la desigualdad; pero estos facto-res fueron sobrepasados por los impactosigualadores de la disminución de la brecha deingresos entre los trabajadores más y menoseducados y entre las regiones más y menosafectadas. En contraste, varios factores con-tribuyeron para que la desigualdad se incre-mente en los últimos cinco años, principal-mente el continuo incremento en los retornosde las características no observadas y la me-jora educativa de la fuerza laboral, junto conun incremento moderado en la prima salarialde la educación. Los cambios en las brechassalariales regionales fueron igualadores, es-pecialmente en áreas rurales, mientras quelos cambios en la brecha salarial por génerono han afectado significativamente la desi-gualdad de ingreso. En los Capítulos 4 y 5 seexaminan algunas de las palancas de políticaasociadas con muchos de estos factores.

3. Restricciones para la creaciónde Empleo . Demanda Laboral

EL débil ambiente de negocios de Bolivia limita la inversión,

reduce la productividad e impide ta creación de empleo. La

acumulación de capital aportó poco al crecimiento, mientras

la productividad de la mano de obra (PIB por trabajador) disminu-

yó 2 por ciento por año durante los 90. Las empresas se quejan

por un mercado de ventas pequeño, regulaciones laborales y de ne-

gocios costosas, crédito limitado y costoso, mata infraestructura de

transporte y restricciones comunes para sus operaciones. Para in-

crementar la productividad, y así elevar el empleo, los niveles de

ingreso y reducir la pobreza, el Gobierno debería mejorar el am-

biente de negocios. Se requieren dos grupos amplios de acción:

medidas para: (i) promover tos incrementos de productividad a tra-

vés de una mayor participación en mercados mundiales, cambiando

las reglas para facilitar el acceso al crédito y promoviendo la capa-

citación del trabajador y la adopción de tecnología; y (ü) moderni-

zar las regulaciones laborales y promover la participación en el

sector formal simplificando el registro comercial, relajando regula-

ciones laborales sobrerestrictivas, proveyendo incentivos para que

las empresas más pequeñas se integren al sector formal, y traba-

jando para crear asociaciones de negocios para alcanzar economías

de escala.

54


Este capítulo adopta una perspectiva dedemanda laboral para analizar los obstácu-los a la expansión y creación de empleo porparte de las empresas; complementa al si-guiente capítulo, que se centra en las regu-laciones laborales y en las característicasde la oferta laboral, el empleo y las ganan-cias. El análisis se centra en las principalesrestricciones que hay para la creación detrabajo y para la mejora en productividad enlas empresas manufactureras, con particu-lar énfasis en las pequeñas y medianas em-presas (PYME). El enfoque específico secentra en la dinámica de la creación o des-trucción de empleo, en las característicasde la demanda laboral, en los patrones sec-toriales de la productividad manufactureray en los factores microeconómicos queafectan la utilización de capacidad y tama-ño de la empresa en la manufactura. Los re-sultados se utilizan para medir las perspec-tivas de creación de empleo, particular-mente para trabajadores no calificados, eidentificar acciones de política que puedanpaliar estas limitantes.

El enfoque en manufactura se debe, porun lado, a datos limitados y, por otro, a lai mportancia del sector como una fuente decrecimiento intensivo de mano de obra. Elanálisis se basa en una encuesta sobre elambiente de inversión en 2000 (FACS) enempresas formales de manufactura y en unpanel de datos recientemente desarrollado apartir de encuestas sobre actividades de ma-nufactura realizadas por el INE (Anexo 3.1).Ambas encuestas, la del FAC y la del INE so-bre manufactura, son útiles para analizar elpotencial de creación de empleo de las em-presas, pero no existen datos similares paraotros sectores (por ejemplo, servicios) o mi-croempresas (con menos de cinco emplea-dos). A pesar de que esto limita el análisis,es probable que empresas manufactureras y

no manufactureras de todos los tamañostengan similitudes en lo que respecta a res-tricciones al ambiente de inversión. El capí-tulo también se esgrime a partir de un estu-dio de campo, junto con la encuesta FACS,que identifica los costos de cumplimiento yrequerimientos legales que enfrentan lasempresas pequeñas al emprender y llevaradelante un negocio.

Tanto las oportunidades de comerciopreferencial al mercado estadounidense,actualmente existentes, mediante la Pro-moción Andina de Comercio y la Ley deErradicación de Droga (ATPDEA), como elpotencial acceso de mayor alcance inclusi-ve si Bolivia se suma a las negociacionespara el Acuerdo de Libre Comercio (FTA porsus siglas en inglés) con los EE.UU., mejo-ran el potencial para el crecimiento lidera-do por las exportaciones para incrementarel empleo y las ganancias. El Gobierno pue-de tomar acciones de política que podríanmotivar una mejora en el potencial de ex-portaciones para incrementar la creaciónde empleo. Se ha considerado una serie deincentivos económicos para incrementarlas exportaciones de productos textiles yde madera bajo la iniciativa de ATPDEA; in-cluyen incentivos impositivos, la creaciónde conglomerados manufactureros que vin-culan a productores grandes, pequeños ymedianos (maqui centros), financiamientode capital de trabajo y capacitación. LasPYME pueden jugar un papel crucial en lapromoción del crecimiento más intensivoen mano de obra. Reformas adicionales alas regulaciones laborales y de negociospodrían reducir obstáculos y proveer incen-tivos para que las empresas pequeñas par-ticipen en las instituciones del sector for-mal y se expandan. El siguiente análisisbusca informar sobre estas opciones de po-lítica pública.

55

RESTRICCIONES PARA LA CREACIÓN DE EMPLEO

CREACIÓN DE EMPLEO:DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES

Las limitadas oportunidades de empleopara salir de la pobreza son una prioridadde los bolivianos, especialmente de los po-bres, debido a que la demanda laboral delsector formal no ha absorbido la crecientecantidad de personas -entre 80,000 y100,000- que se integran a la fuerza labo-ral cada año. La desarticulación laboralcausada por el programa de erradicación decoca, la predominancia de la agricultura desubsistencia, la débil inversión de empre-sas formales locales, y la baja demanda demano de obra en hidrocarburos y telecomu-nicaciones han contribuido a limitar lacreación de empleo. Pocas empresas pe-queñas llegan a empresas medianas, lo quehace que unas pocas empresas grandes pro-duzcan aproximadamente el 65 por cientodel PIB aunque solamente el 9 por cientodel empleo, mientras que muchas empresaspequeñas (de 10 empleados o menos) re-presentan el 83 por ciento del empleo y tansólo el 25 por ciento del PIB.

La manufactura es intensiva en mano deobra y es una importante fuente de deman-da de productos agrícolas y de pequeños ar-tesanos. Generó el 18 por ciento del empleourbano en los noventa (tercero por detrás decomercio y servicios, que generaron 31 porciento y 27 por ciento respectivamente) ycontribuyó aproximadamente al 17 por cien-to del PIB (el sector individual más grande).Más de 300,000 personas en áreas urbanastrabajan en manufactura, de las cuales el 60por ciento trabaja en negocios familiares omicro empresas, 18 por ciento en empresaspequeñas (de cinco a 14 empleados), 8 porciento en empresas medianas (entre 15-49empleados) y 13 por ciento en empresas demás de 50 empleados.

La manufactura boliviana apenas ha se-guido con el crecimiento global de la econo-mía, y su participación de 17 por ciento enel PIB es relativamente pequeña en compa-ración a estándares regionales (por ejemplo,21 y 24 por ciento en Ecuadory Perú, respec-tivamente). El sector ha sido particularmen-te golpeado por la recesión económica re-ciente. El crecimiento del producto se acer-ca al 2 por ciento, tan sólo la mitad de la ta-sa de los noventa.

El sector manufacturero, en particular lasPYME, enfrenta significativas limitacionesestructurales. La combinación de inadecua-da infraestructura, limitada oferta de manode obra calificada, limitado crecimiento deexportaciones, baja utilización de capaci-dad, un mercado doméstico pequeño, altoscostos de apertura y costosa burocracia, altoendeudamiento y acceso restringido a mer-cados de crédito, retrasan seriamente al sec-tor, a pesar de algunas mejoras recientes.

EL SECTOR MANUFACTURERO:CARACTERÍSTICAS Y AMBIENTEDE INVERSIÓN

En general, las empresas manufacturerasno incrementaron su contratación entre1995 y 1999 (Gráfico 3.1). La composicióndel sector en términos de tamaño de empre-sa se mantuvo relativamente estable, conexcepción de 1998 cuando la cantidad dePYME cayó. En ese periodo, la mayor canti-dad de empresas pertenecía a los sectoresde minerales no metálicos, alimentos, y pro-ductos de madera.

El empleo total cambió poco en el perío-do, pero hubo una relocalización hacia em-presas más grandes y hacia sectores de pe-tróleo y alimentos (Gráfico 3.2). Aproxima-damente 50,000 empleados trabajan en lasmás de 1,500 empresas consideradas en la

56


Gráfico 3.1 - LA MAYORÍA DE LAS EMPRESAS MANUFACTURERAS BOLIVIANASCONTRATAN SOLAMENTE ENTRE 5-14 TRABAJADORES

1650

1 +1600

■ 5-14

15-49

■ 50 y más- Número total de firmas

(eje derecho)

1995 1996 1997 1998 1999

Fuente: Estimaciones del autor sobre datos de la encuesta EEAM.

encuesta. El empleo en las empresas másgrandes se expandió a una tasa promedioanual de 3 por ciento, mientras que en em-presas pequeñas y medianas cayó 0.5 y 2.5por ciento, respectivamente. Los productosalimenticios y de petróleo mostraron incre-mentos estables en empleo entre 1995 y

1999, mientras que el empleo en activida-des relacionadas con madera se contrajo.Cerca del 70 por ciento del empleo formal dela manufactura estuvo concentrado en em-presas de 50 o más trabajadores, y más de lamitad de éste se generó en los sectores dealimentos, textiles y minería.

Gráfico 3 . 2 - EVOLUCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DEL EMPLEO EN LA MANUFACTURA,BOLIVIA , 1995-1999

Por tamaño de empresa

4% 100%90%

3%80%

2% 70%

° 60%1% v ó

'É 50%0% G 40%

-1 30%

20%-2%

10%

-3% 0%

Por tipo de actividad

1995 1996 1997 1998

5-14 ■15-49 50ymás ■Alimentos ■Textiles ■PetróleoBebidas y tabaco Madera Minerales

U

11999

■ Otros

Nota: *PAC: Promedio Anual de Crecimiento.Fuente : Estimaciones del autor sobre datos de la encuesta EEAM.

57


El producto de la manufactura se expan-dió más rápido y fue en gran medida genera-do por empresas más grandes y en sectoresintensivos en capital (Gráfico 3.3). El valoragregado creció a una tasa promedio anualde 5.5 por ciento para las empresas másgrandes, 3.8 por ciento para empresas pe-queñas, y se estancó para empresas media-nas. Las actividades de refinación de petró-leo generaron más del 50 por ciento del pro-ducto de la manufactura.

En general, hubo limitados progresos enproductividad promedio de la mano de obraen el período (medida como el ratio de va-lor agregado a empleo total); los progresosestuvieron concentrados en los subsecto-res más productivos (Gráfico 3.4). La pro-ductividad laboral se incrementó de formarelativamente pareja entre las empresas,con tasas promedio de crecimiento anualentre 2.5 por ciento (grandes) y 3 por cien-to (medianas). En promedio, la productivi-dad de las empresas grandes es dos a seis

veces más alta que la de empresas media-nas y pequeñas en el panel, respectivamen-te. Estos diferenciales son más amplios queaquellos señalados en la encuesta FACS. Laproductividad laboral se incrementó en lasindustrias de petróleo , alimentos, bebidasy tabaco (sectores en los que la mano deobra ya era más productiva), mientras quela producción de textiles, madera y mineríano progresaron . Estas comparaciones sonsolamente indicadores parciales de las di-ferencias de productividad total entre sec-tores e ignoran la intensidad de uso, tantodel capital, como de la mano de obra (ana-lizada más adelante).

El débil y desigual desempeño del sectormanufacturero es un síntoma de un pobreambiente de inversión en la economía boli-viana. Un estudio reciente del BM concluyóque un mercado pequeño de ventas, limita-ciones institucionales, un crédito restringi-do y costoso , altos costos operativos así co-mo una infraestructura vial pobre y costosa

Gráfico 3 .3 - EVOLUCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DEL PRODUCTO DE LA MANUFACTURA , BOLIVIA,

1995 - 1999 ( Bolivianos de 1995)

6.000Por tamaño de empresa

6/ 100%

80%5.000

4.000

3.000

v 2.000

1.000

01!}1—L-•º-1995 1996 1997 1998 1999 PAC*

5-14 ■ 15-49 81 50 y más

5%

4%

3%.0

2%

1%

0%

20%

0%

Por tipo de actividad

1 1 1 1 1-1995 1996 1997 1998 1999

■Alimentos ■Textiles Petróleo ■OtrosBebidas y tabaco Madera Minerales

Nota: *PAC: Promedio Anual de Crecimiento.Fuente: Estimaciones del autor sobre datos de la encuesta EEAM.

58


Gráfico 3 .4 - PRODUCTIVIDAD LABORAL PROMEDIO EN EL SECTOR MANUFACTURERO, BOLIVIA,

180

160

-140

- 120

J-100

80

60

40

20

0

1995 -1999 (Valor agregado por trabajador, Bs 1995)

Por tamaño de empresa Por tipo de actividad

1995 1996 1997 1998 1999 PAC

5-14 ■ 15-49 50 y más

1995 1996 1997 1998 1999

••••• AlimentosBebidas y tabaco

- Textiles - Petróleo

- Madera Minerales

OtrosNota: *PAC: Promedio Anual de Crecimiento.

Fuente : Estimaciones del autor sobre los datos de la encuesta EEAM.

li mitan la competitividad (Banco Mundial,2001). A pesar del progreso reciente, unacomparación de Bolivia con otros países re-vela muchas oportunidades de mejora (Tabla3.1). El estudio identifica las limitacionesprincipales que enfrenta el sector manufac-turero:> Un mercado estrecho y localizado con

competencia informal inflexible. La ma-yor parte del comercio doméstico es in-traregional; este comercio está altamen-te concentrado entre La Paz, Cochabam-ba y Santa Cruz; que representan cercadel 90 por ciento de las ventas domésti-cas. Para varios sectores, al menos untercio del mercado está provisto por pro-ductores informales de menor costo y porcontrabando. Menos del 10 por ciento delas empresas (casi la mitad de empresasgrandes y 20 por ciento de empresas me-dianas) superan las restricciones de losmercados domésticos exportando. Losactuales programas de promoción de ex-portaciones pueden ser mejorados para

4% 800700

3070 600

2%a)

u

1%

500

0 400v

300

^ 200ó

100

0% 0

contribuir a superar las barreras de mer-cado y de información.Limitado financiamiento de capital y difí-cil acceso al crédito. La cartera está alta-mente concentrada en unos pocos ban-cos locales, es muy costosa, y conllevaarduos requerimientos de garantía. Lasbases institucionales para el apalanca-miento -transparencia, auditoria, se-guridad jurídica, un registro de activos ymercado secundario para bienes de capi-tal- están ausentes.U.n ambiente costoso e inflexible para losnegocios. La estructura de cadenas deabastecimiento, altos niveles de inven-tario, altos costos laborales, escasez demano de obra calificada y una pobre in-fraestructura hacen que Bolivia sea unambiente de negocios de alto costo e in-flexible. A pesar de la liberalización delcomercio y mejoras en la administraciónaduanera, muchas empresas informansobre importantes retrasos y altos costospara desaduanizar los productos. Los

59


costosos y poco confiables servicios detransporte son una de las limitacionesmás severas. A pesar de que los salariosson bajos, el porcentaje de beneficiosextra-salariales (por ejemplo, bonos,subsidios, seguridad social y pensiones)en los costos laborales totales están en-tre los más altos en la región de ALC, quevan desde 42 por ciento para empresaspequeñas a 52 por ciento para empresasgrandes. Las empresas tienen problemaspara llenar las vacancias altamente cali-ficadas.Requisitos de licencia onerosos y costosose instituciones débiles. En 2004, un po-tencial emprendedor necesitaba comple-tar 15 procedimientos a un costo de 1.7veces el ingreso per cápita promedio pa-ra iniciar un negocio (Tabla 3.1). Esto re-presenta una mejora en comparación con1997, cuando el país tenía la mayor can-tidad de procedimientos en el mundo y elcosto era de 2.6 veces del PIB per cápita(Djankov et al., 2000); pero aún estámuy por detrás de los países vecinos y delos pobres. Los costos fijos siguen sien-do prohibitivos para las empresas máspequeñas, y las persistentes barreras a laentrada resultantes perjudican la pro-ductividad de la economía, la inversión yel crecimiento. EL gobierno ha hecho dela simplificación de procedimientos unaprioridad nacional. El IFC ha apoyado lasimplificación en La Paz y está exten-diendo su trabajo a otros municipios (Re-cuadro 3.1). Pero los costos fijos aún si-guen siendo prohibitivos para las empre-sas más pequeñas y es probable que con-

tinúen contribuyendo a la alta tasa deinformalidad (Recuadro 3.2). Los dere-chos de propiedad y la exigibilidad de loscontratos son débiles, con juicios exten-sos y con ausencia de canales alternati-vos efectivos para la resolución de dispu-tas.

CREACIÓN Y ROTACIÓN DELEMPLEO MANUFACTURERO"

Los cambios en los niveles de empleo sedan, ya sea a través de cambios en el tama-ño de las empresas existentes, o a través dela entrada o salida de empresas del mercado.La migración de trabajos formales o de em-presas a la economía informal es otra impor-tante fuente de relocalización laboral. Esimportante la comprensión de estos flujoslaborales para un crecimiento más pro-po-bres por dos razones:

Primera, la relocalización laboral es unai mportante fuente de crecimiento de pro-ductividad. El movimiento hacia una econo-mía más productiva es intrínsecamente unproceso de prueba y error en el que las nue-vas tecnologías desplazan a las obsoletas yla destrucción de empleo da curso a trabajosmejor pagados. Las ganancias de productivi-dad surgen de la mayor productividad de lasempresas existentes, de La salida de empre-sas menos productivas, y de la reasignacióndel empleo desde empresas menos a másproductivas. Estudios recientes encuentranque el proceso de relocalización laboral con-tribuye entre 15 y 50 por ciento al creci-miento en ta productividad agregada (BID,2003).

11 La creación y rotación de empleo fue investigada utilizando el panel de EEAM de manufactura, dado quelos datos de cambio en empleo, medidos por la encuesta de hogares, fallan al revelar los actuales nivelesde movilidad laboral o relocalización laboral intrasectorial. La metodología utilizada se describe en elAnexo 3.2.

60


Tabla 3. 1 - INDICADORES DEL AMBIENTE DE INVERSIÓN DE BOLIVIA YPAÍSES SELECCIONADOS DE ALC

País Bolivia Chile Perú Colombia Ecuador Honduras Nicaragua

Cantidad deComenzar procedimientos 15

un negocio Tiempo (días) 59

Costo (% ingreso pc) 173.9

Índice de dificultad 61

contratación'

Contratar y índice de dificultaddespedir de despido' 0trabajadores Indice de rigidez

de empleob 40Costos dedespido ( semanas ) 98

Cantidad de procedimientos 7Registro de Tiempo (días ) 92propiedad Costo (% del valor

de la propiedad) 5.1

Costo de constituirgarantía (% del ingreso pc) 51

Acceso al Indice de derechos

crédito legales` 3

Indice de información

crediticia' 4

Protección al índice deinversionista exposición, 2

Cantidad de 47Exigibilidad procedimientosde contratos Tiempo (días) 591

Costo (% de deuda) 10.6

Tiempo (años) 1.8Cerrar Costo (% de propiedad) 18un negocio Tasa de recuperación

(centavos por dólar) 32.5

9 10 14 14 13 9

27 98 43 92 62 4510

17

36.4

44

27.4

72

47.4

44

72.9

22

170.1

22

20 60 20 70 30 50

19 55 51 51 31 51

51

6

56

5

49

7

131

12

46

7

24

731 31 23 21 36 65

1.4

5.4

3.2

16

3.6

38.9

16

10.8

8.8

36.6

6

2

4 2 4 3 5 4

6

6

28

6

4

35

4

2

37

5

1

41

3

0

36

5

1

18

305 441 363 388 545 15510.4

5.6

34.7

3.1

18.6

3

15.3

4.3

33.1

3.7

16.3

2.218 8 1 18 8 8

19.3 31.1 54.6 18.1 21.5 38.1

Nota: aO-100, 0=menos dificil ; 100=más difícil ; bpromedio simple de índices de dificultad de contratación,rigidez de horarios y dificultad de despido ; 0=menos rígido ; 100=más rígido . c 0-10 , 0=menos derechoslegales; 10=más derechos legales. d 0-6, 0=menor información crediticia ; 6=mayor información crediticia. e 0-7, 0=menores requerimientos de exposición ; 7= mayores requerimientos de exposición.Fuente: Banco Mundial (2004a) y Djankov et al., (2002)

61


1 Recuadro 3.1 - SIMPLIFICACIÓN DEL REGISTRO DE COMERCIO EN LA PAZ

Con el apoyo de IFC y FUNDES Internacional, Bolivia está simplificando las regulaciones de nego-cios para facilitar que las PYME realicen negocios. País está simplificando las regulaciones municipalesde negocios por la razón fundamental de que, con frecuencia, el municipio es el punto de partida paranuevos negocios. Las PYME interactúan más con autoridades municipales que con agencias nacionalesde Estado. Las políticas de descentralización otorgarán mayor poder al nivel subnacional.

Un proyecto de simplificación del registro comercial fue implementado exitosamente en el munici-pio de la Paz. Se eligió este municipio, porque el 33 por ciento del sector privado en Bolivia está ubi-cado en La Paz; tiene un alto nivel de burocracia; se incluyó la simplificación comercial en el Plan deDesarrollo Municipal; y sobre todo, existió apoyo tanto de la Secretaría General a nivel local como delMinisterio de Desarrollo Económico a nivel nacional. El éxito del proyecto en La Paz se debió a una es-trecha colaboración con autoridades municipales y negocios privados. Durante la implementación, elproyecto: (i) identificó y logró el compromiso del cliente con las reformas; (ii) diagnosticó la situaciónactual; (iii) diseñó el programa de simplificación; (iv) desarrolló las regulaciones y procedimientos ne-cesarios; (v) capacitó a funcionarios municipales; (vi) condujo una campaña de información al sectorprivado; (vii) lanzó una nueva regulación simplificada de negocios; y (viii) ajustó el sistema sobre labase de la retroalimentación de negocios y funcionarios públicos.

Desafíos del proyecto

Los desafios encontrados fueron de naturaleza legal en su mayoría. Las bases legales eran tan dé-biles que la Resolución Municipal fue la única aprobada para apoyar al manual de procedimientos. En-te otros desafios estaban temas de personal tales como alta rotación y una definición no clara de ta-reas asignadas o capacidades, la inhabilidad de cumplir con la estimación de tiempos en el diseño y di-ficultades al desarrollar un juego de herramientas municipales para la simplificación de negocios.

Resultados(i) Disminución de 91 por ciento en el número de días para obtener una licencia de operación; (ii)

disminución de 32 por ciento para los negocios en el costo de cumplimiento; (iii) disminución de 68por ciento en la cantidad de pasos requeridos; (iv) creación de "una sola compra" de la licencia de fun-cionamiento; (v) 20 por ciento de incremento en la cantidad de negocios registrados; (vi) 70 por cien-to de incremento en ingresos gracias al proceso de simplificación de negocios hecho en la Municipali-dad; (vii) eliminación de requerimientos innecesarios en 50 por ciento aproximadamente; (vi¡¡) expo-sición pública de requerimientos y procedimientos; capacitación y concientización de empleados mu-nicipales; (ix) nueva base legal; (x) se redujeron las visitas de los empresarios de seis a dos; (xi) otrareducción de burocracia aplicada por la municipalidad en otros 30 procedimientos; y (xii) diseño delprograma computacional para el programa de apoyo para el registro comercialy procedimientos de au-torización desarrollados por el municipio en sí (www.ci-lapaz.gov.bo).

1

62


1Pasos siguientesLos pasos siguientes para proporcionar un ambiente de inversión sólido en otros municipios son

identificar un municipio con condiciones mínimas para intervenir, tales como actividad económica, ba-rreras burocráticas, voluntad política y capacidad institucional; lograr consenso sobre el diseño y la es-trategia de implementación; desarrollar proyectos de riesgo compartido con municipios para generarexperiencias positivas; replicar los resultados en otros municipios importantes, tales como la reducciónde burocracia, y, finalmente, garantizar la sostenibilidad de los esfuerzos de reforma aislándolos decambios políticos.

1 Recuadro 3.2 - RESTRICCIONES PARA QUE LOS NEGOCIOS SE CONVIERTAN Y

PERMANEZCAN FORMALES EN BOLIVIA

Un estudio de campo complementario al informe FACS 2001 señaló que los costos excesivamentealtos para cumplir con la mayoría de los requisitos legales para emprender y llevar adelante un nego-cio se encuentran entre las principales causas de la informalidad en Bolivia (Banco Mundial, 2001). Al-gunos de están siendo tratados por reformas en curso; pero los siguientes son barreras a la formalidadque aún quedan en Bolivia:> Altos costos de registro y expansión de negocios. A pesar de recientes progresos, los emprendedores

bolivianos incurren en costos prohibitivamente altos a través de valores gubernamentales (1.7 ve-ces el ingreso per cápita) para conseguir los permisos necesarios para operar. Los requisitos de re-gistro son más elevados para la incorporación de socios. Debido a que la mayoría de los negociosrequieren una escala mínima de operaciones para capitales de riesgo, esta situación obstaculiza larealización de economías de escala e impone costos fijos a la expansión de negocios. Las empresaspequeñas no pueden costear abogados experimentados para tratar con estos procedimientos. Másaún, para exportar, las empresas deben estar registradas en el Registro único de Exportadores(RUE), el que requiere un pago inicial de US$200 y pagos mensuales de US$20.

> Centralización y requerimientos onerosos. La excesiva concentración de las agencias encargadas delos registros y licencias en la Paz y los arcaicos requerimientos de documentación (por ejemplo, no-tarización) también incrementan los costos burocráticos para las micro y PYMEs. La licencia de fun-cionamiento y la patente municipal son más difíciles de obtener que el registro impositivo (NIT)para las empresas más pequeñas. Esto resalta la importancia de los actuales esfuerzos para fortale-cer la capacidad de los municipios y llevar el registro en vez de tener que hacerlo en las entidadescentralizadas.

> Incentivos impositivos negativos y bajos beneficios. El Régimen Simplificado (SII por sus siglas eninglés) del Servicio de Impuestos Internos no permite extender facturas sobre las compras, para quesirvan como crédito fiscal. Ésta es una desventaja mayor para un negocio pequeño que trata de ven-der sus productos a un negocio formal porque este último necesita un recibo formal para deducir susimpuestos. El costo de registro en el Régimen General para un establecimiento pequeño es 20 ve-ces mayor que para el Régimen Simplificado. Más aún, las empresas perciben pocos beneficios

1

63


cuando son formales. Las empresas más pequeñas con frecuencia tienen acceso limitado a licitacio-nes de compras del Gobierno y a actividades de subcontratación. Dado el pobre desempeño de losservicios judiciales y públicos, carecen de derechos de propiedad sobre sus activos, no tienen pro-tección legal en caso de robo o expropiación, no pueden utilizarlos como garantía para un créditoo transferirlas fácilmente. Muchos emprendedores deciden registrarse en algunas entidades y no enotras, lo que revela su voluntad de pago por algún grado de formalidad si hay beneficios netos po-sitivos. Por ejemplo, mientras que el registro impositivo de empresas pequeñas disminuyó en tér-minos absolutos y relativos entre 1988 y 1997, el cumplimiento del registro municipal se ha man-tenido alto.

> Altos costos de regulación laboral. Los beneficios laborales de ley implican un 42 por ciento de in-cremento en los costos laborales (8 por ciento de las ventas anuales para una empresa pequeña),los que son de completa responsabilidad de las empresas. Los costos que representan cumplir conlas regulaciones laborales son mucho más altos que los costos recurrentes que representan cumplircon licencias municipales o registro impositivo. En tanto los trabajadores no estén dispuestos aaceptar salarios nominales más bajos para pagar indirectamente por estos beneficios, las regula-ciones laborales actuales también desincentivan a las empresas para convertirse a la formalidad.

Segunda, la relocalización laboral exce-siva puede ser ineficiente si, por ejemplo,las empresas informales o PYME destruyerantrabajos si mercados financieros subdesa-rrollados les impiden ajustarse a shocks ne-gativos. Las excesivas cargas burocráticas yleyes laborales rígidas incrementan los cos-

tos de inicio y ajuste para las empresas e in-ducen a muchas a la informalidad; así, pue-den resultar en relocalización laboral inefi-ciente y alta mortalidad de empresas.

En general, la manufactura añadió pocostrabajos en la segunda mitad de los noventa(Gráfico 3.5). Los trabajos remunerados fue-

Gráfico 3.5 - FLUJOS BRUTOS DE EMPLEO EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA, 1996-1999(% empleos)

Total del trabajo remunerado Trabajo no calificado

11 Creación bruta■ Destrucción bruta

- Creación neta

Fuente : Estimaciones del autor sobre datos de la encuesta EEAM.

64


ron creados a una tasa de 20 por ciento, pe-ro la rotación de trabajos existentes fue de18 por ciento, así que hubo solamente 2.2por ciento de adiciones netas. La creación yrotación de empleo fue bastante volátil: lastasas de destrucción bruta fluctuaron entre10 y 18 por ciento, mientras que las tasas decreación bruta oscilaron entre 10 y 20 porciento. No hay evidencia de un sesgo encontra de la mano de obra no calificada en larelocalización laboral.

Cerca de cuatro de cada 10 trabajos fue-ron relocalizados entre trabajadores de lamanufactura en el período, una tasa altacomparada con la de otros países en desa-rrollo. El Gráfico 3.6 compara los flujos bru-tos de empleo entre países seleccionados. Apesar de que los períodos de referencia sondistintos, ofrece niveles de comparaciónútiles, e ilustra el alto nivel de relocaliza-ción laboral en Bolivia de acuerdo a están-dares internacionales.

Estos niveles de relocalización probable-mente reflejen la utilización de empleo tem-poral y trabajo familiar no remunerado, así

como la migración de trabajadores y/o em-presas al sector informal. Los empleadospermanentes tienden a tener más estabili-dad y representan mayores costos laboralespara los empleadores, mientras que la ayudatemporal y familiar puede ser sustituida deforma más barata.

Esto es consistente con el hallazgo deque ambas, la creación y destrucción de em-pleos, es mayor en empresas más pequeñas(Gráfico 3.7). Esto podría reflejar el flujo la-boral desde las PYME al sector informal. Sinembargo, la evidencia de otros países mues-tra claramente que la relocalización laboralentre empresas medianas y grandes típica-mente refleja cambios en las planillas de pa-go mientras que en empresas más pequeñasesto ocurre principalmente a través de la sa-lida y entrada de empresas. El alto nivel dedeterioro de empresas pequeñas en el panelde EEAM es consistente con esto. Desafortu-nadamente, no podemos confirmar directa-mente esta hipótesis debido a que no es po-sible determinar si las empresas que estánincluidas en la muestra también salen del

Gráfico 3.6 - BOLIVIA TIENE TASAS MÁS ALTAS DE CREACIÓN DE EMPLEO , DESTRUCCIÓNY REASIGNACIÓN SEGÚN ESTÁNDARES INTERNACIONALES

Creaciónf Destrucción

- Reasignación

rnD\ W ,^

ET y

Wco prn ^ rn .^

o+ "

rn ^

O1

00 H W O O^ m

Fuente: Sobre la base de Camhi , Micco y Engel ( 1997).

65


Gráfico 3 . 7 - LA CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN DE EMPLEO EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA EN

BOLIVIA ES MAYOR EN EMPRESAS PEQUEÑAS , 1996 - 1999 (% Empleos)

50%

40%

10%

0%, - i - -10%<15emp~ 15 - 49 50 & +

Creación ■ Destrucción - Creación neta

0% o >,o

E syá °m

14%

12%10%8%

6%4%

2%0%-2%

-4%

-6%

Fuente : Estimaciones del autor sobre datos de la encuesta EEAM.

mercado. Los únicos sectores que añadieron PRODUCTIVIDAD Ynuevos trabajos fueron: alimentos, refina-ción de petróleo y minería.

Los resultados expuestos más atrás su-gieren que un ineficiente y alto nivel de re-localización laboral está detrás de la aletar-gada creación neta de empleo en Bolivia. Lacombinación de un pobre ambiente de in-versión, altos niveles de informalidad y mer-cados de crédito restringidos significa que:i) muchas empresas se ajustan a shocks ne-gativos a través de una significativa rota-ción de trabajo; ii) probablemente existauna ineficiente y alta tasa de mortalidad deempresas que impacta negativamente en elcrecimiento de la productividad, debido aque a las PYME que operan en elsectorinfor-mal se les impide alcanzar economías de es-cala, aprendizaje y adoptar nuevas tecnolo-gías y procesos productivos; y iii) los traba-jadores bolivianos de la manufactura en-frentan un mercado laboral volátil, con limi-tada garantía de facilitar eficientemente elencuentro de sus capacidades con trabajosdisponibles.

EFICIENCIA TÉCNICA

El empleo está vinculado con eldesempe-ño económico de las empresas. La tasa deutilización y la mezcla de insumos dependende su costo y contribución a la generación deproducto. Lo último es capturado por la elas-ticidad producto-trabajo: el incremento por-centual de producto con relación a un incre-mento porcentual de insumos laborales. Elestudio de respaldo de Landa y Jiménez(2004c) estimó las elasticidades del produc-to con respecto al capital, mano de obra ca-li ficada y no calificada en el sector manufac-turero boliviano utilizando los datos del pa-nel de manufactura para 1995 a 1999. Sus re-sultados pueden ser utilizados para medir: i)si la existencia de tecnologías o los indica-dores económicos fundamentales favorecenel uso de la mano de obra no calificada; ii) encuáles subsectores existe mayor probabili-dad de generar crecimiento intensivo en ma-no de obra; iii) la eficiencia (o productividadtotal) con la que operan las empresas.

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Sus resultados se presentan en el Anexo3.3, y pueden resumirse según lo siguiente:> En promedio, la expansión de capital ge-

nera incrementos en el producto mayoresque los de la mano de obra. Esto refleja laescasez relativa y el alto costo del capi-tal en Bolivia.

> El crecimiento de los sectores manufac-tureros intensivos en mano de obra ten-dería a favorecer la creación de trabajosno calificados.

> El crecimiento favorecería el uso de ma-no de obra no calificada en los sectoresde bebidas y textiles y favorecería al ca-pital en minería y producción de madera.

> Existe una sugerente evidencia de un al-to grado de sustitución, entre capital ymano de obra no calificada, moderadasustitución entre tipos de trabajo y pocacomplementariedad entre mano de obracalificada y capital."Existe un significativo espacio para ex-pandir el producto de la manufactura me-diante un uso más intensivo de la capa-cidad instalada de las empresas.

> Las empresas de las tierras bajas, de lossectores de petróleo, productos de ma-dera y/u otras industrias muestran losmás altos niveles de productividad.

> Hubo significativos progresos en produc-tividad en este periodo.Nótese que estos resultados se refieren a

la relación entre los cambios marginales en-tre producto y utilización de insumo en lamanufactura. La cantidad de trabajos queserian creados en la economía depende de larazón de capital/trabajo en cada subsector yde efectos indirectos del empleo en otrossectores de la economía.

Los resultados también señalan los bajosniveles de eficiencia en las empresas manu-factureras. Muchas empresas producen me-nos de lo que se esperaría dados sus insumosy utilización de capacidad, antigüedad, ubi-cación y sector. La ineficiencia parece estaromnipresente entre las empresas, a pesar deque las bebidas y tabaco y petróleo son rela-tivamente más eficientes.

Todos los resultados sugieren que la in-novación es reprimida en la manufactura bo-liviana. Las combinaciones en el uso de ma-no de obra calificada y no calificada son sin-tomáticas de procesos productivos que noutilizan intensivamente las tecnologías deinformación o prácticas gerenciales moder-nas. Las empresas no logran alcanzar sufi-cientes progresos en productividad en lamedida en que maduran, reflejan débiles in-centivos a la innovación, un alto costo am-biental, ventas y mercados de crédito limi-tados y barreras a la entrada.

La alta variabilidad en el desempeño delas empresas obstaculiza la habilidad de lapolítica industrial dirigida (como créditosubsidiado o exenciones tributarias) de pro-mover la expansión de negocios y el empleo.El sector manufacturero se compone de mu-chas empresas eficientes e ineficientes, locual hace difícil predecir los impactos fina-les de las políticas sobre cualquier empresao subsector. Probablemente existan retor-nos más altos a políticas que mejoren el am-biente general de inversión, incluyendo laatención de cuellos de botella de infraes-tructura y barreras a la entrada y salida delmercado, profundización de mercados fi-nancieros y apoyo a la investigación e inno-vación.

12 La debida medición del grado de complementariedad entre insumos debería basarse en elasticidadescruzadas de uso de insumos, las que no fueron estimadas por Landa y Jiménez (2004c).

67


LA DEMANDA LABORAL

El estudio de Landa y Jiménez (2004c)mide la respuesta del empleo en la manufac-tura ante condiciones económicas cambian-tes considerando los costos laborales direc-tos (salarios reales) a través de la estima-ción de ecuaciones de demanda para manode obra no calificada. Los principales hallaz-gos se analizan más abajo. El Anexo 3.4 pre-senta la metodología y los resultados en ma-yor detalle.

Las empresas y los trabajadores enfren-tan una relación inversa de largo plazo en-tre salarios más altos e incremento del em-pleo no calificado relativamente alta. Laelasticidad de largo plazo de la demandalaboral con respecto al salario para la manode obra no calificada es de -0.64, lo quesignifica que por cada 10 por ciento de in-cremento en los salarios reales, la demandalaboral disminuye en 6.4 por ciento (man-teniendo constante el producto). Ésta esdos veces mayor que las estimaciones delpromedio internacional de -0.3 (Hamer-mesh, 2003) y que las estimaciones en elextremo alto para otros países de ALC, porejemplo, Brasil (-0.4), Chile (-0.37), Co-lombia (-0.49), México (-0.2), Perú(-0.2), y Uruguay (-0.69). Más aún, a pe-sar de que la elasticidad estimada no con-sidera costos laborales indirectos (porejemplo, beneficios de ley) la evidencia deotros países muestra que la elasticidad deestos componentes del costo laboral puedeser tan alta como las propias elasticidadesde salario y empleo (Saavedra y Torero,2000; Mondino y Montoya, 2000).

El empleo tiende a ajustarse lentamenteen respuesta a shocks de costo o producto.La velocidad estimada (vida media) de ajus-te de la demanda laboral es de 1.3 años que,nuevamente, está por encima de las estima-

ciones internacionales (medio año), pero enlínea con las de América Latina (1 año enBrasil, 1.2 años en Chile, 0.4 años en Colom-bia, 0.8 años en México, 1.3 años en Perú,1.5 años en Uruguay). Esto sugiere que serequiere un período de tiempo relativamen-te largo antes de que las fluctuaciones en lademanda laboral se ajusten a cambios en lascondiciones económicas.

La demanda laboral está dominada porun componente inercia[ del empleo. Lasempresas se basan exclusivamente en de-cisiones pasadas de empleo para ajustarsus nóminas (no en cambios pasados desalarios y producto). Esto es consistentecon la capacidad ociosa, en cuyo caso losempleadores pueden utilizar la fuerza la-boral existente más (menos) intensamentecuando enfrentan mayor demanda de pro-ducto (salarios).

La respuesta de largo plazo del empleoante cambios en el producto parece baja, apesar de que no es inconsistente con econo-mías de escala constantes. La elasticidadempleo-producto de largo plazo es de 0.47,implicando que un incremento de 10 porciento en el producto manufacturero de lar-go plazo resulta en un incremento de 4.7 porciento del empleo no calificado.

Estos resultados sugieren que el empleode la manufactura boliviana es bastante fle-xible frente a cambios en salarios (y muyprobablemente también en costos extra-sa-lariales), pero se ajusta lentamente en res-puesta a shocks. Esto, en cambio, implicaque las políticas que reducen el costo labo-ralincrementando la productividad laboral oreduciendo los costos extra-salariales serianmuy efectivas incrementando los niveles deempleo. Más aún, es probable que la lentavelocidad de ajuste del empleo frente ashocks esté relacionada con varios factoresque afectan los costos de ajuste de las em-

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presas (mercados financieros subdesarrolla-dos, regulaciones de despido/contratación,cuellos de botella de abastecimiento), lavolatilidad macroeconómica (depreciacióndel tipo de cambio real, shocks externos) yel grado de competencia (barreras de entra-da/salida).

RESTRICCIONES MICRO A LAUTILIZACIÓN DE CAPACIDADY TAMAÑO DE EMPRESA

La utilización de mano de obra puede to-mar la forma de un uso más intensivo delgrupo existente de trabajadores o de nuevascontrataciones. Éstas se relacionan con unautilización más fuerte de la capacidad ocio-sa y con la expansión de las empresas. Lautilización de capacidad (UC) es una medidade corto plazo de la intensidad del uso demano de obra. Niveles bajos de UC son sín-tomas de ineficiencias de producción, quepueden ser consecuencia de deterioro eco-nómico, crédito estrecho, tecnología obso-leta y/o inversiones de capital que estánmuy por encima del tamaño óptimo de plan-ta (por ejemplo, debido a arduos requeri-mientos de garantía). Mientras tanto, lacantidad de trabajadores puede ser utilizadapara seguir la pista de la expansión de lasempresas según tantas empresas se hagancargo de nóminas más grandes en el largoplazo. De hecho, en los ochenta, dos terciosdel crecimiento en las industrias del mundodesarrollado provienen del crecimiento en eltamaño de las empresas existentes más quede nuevas entradas (Rajan y Zingales,1998).

La baja utilización de capacidad y la dis-tribución del tamaño de la empresa son departicular interés en Bolivia. El uso de capa-cidad promedio para la empresa manufactu-rera fue solamente de 56 horas por semanaaproximadamente en 1999, lo que es consis-tente con 1.5 turnos de operación, muy pordebajo de otros países en desarrollo (BancoMundial, 2001).13 Las empresas más peque-ñas y que no exportan tuvieron la utilizaciónde capacidad más baja. Las empresas men-cionaron la ausencia de demanda como lacausa predominante, seguida por manteni-miento. La mayoría de las empresas manu-factureras en Bolivia se mantienen peque-ñas: casi la mitad de las empresas de lamuestra son pequeñas (4-15 trabajadores);solamente 15 por ciento son relativamentegrandes (más de 100 trabajadores). El pro-medio de trabajadores por empresa es de 18.

En un estudio complementario, Muñoz,Palma y Arias (2004) utilizan los datos deFACS para analizar cómo factores del am-biente de inversión afectan a la distribucióndel tamaño de empresa y a la utilización dela capacidad en Bolivia. Ellos tratan tres te-mas principales: (i) principales restriccio-nes para el crecimiento de las empresas ma-nufactureras; (ii) principales cuellos de bo-tella que afectan la utilización de capaci-dad; y (iii) tipos de cambios de política quepueden mejorar potencialmente la utiliza-ción y tamaño de empresa. Los principaleshallazgos se resaltan más abajo. El Anexo3.5 describe la metodología y los resultadosde la regresión.

Los resultados muestran que las tasasde utilización de capacidad son más altas,

13 Alternativamente, las empresas informaron que estaban utilizando 57 por ciento de su capacidadinstalada (comparado con 61 por ciento en 1998). Con esta medida alternativa de UC, en su mayoría seobtuvieron, cualitativamente, mejores resultados.

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en promedio, entre empresas que son másjóvenes, intensivas en capital, que pagansalarios más bajos, que usan insumos demayor calidad y de los sectores de alimen-tos y tabaco. La utilización de capacidadestá limitada por restricciones de crédito yfinancieras, y por los requerimientos gu-bernamentales que afectan los procesosproductivos (a pesar de que es relevantepara el 10 por ciento de las empresas sola-mente). La membresía en una asociacióncomercial (gremio) tiene un efecto positi-vo y significante en la utilización de capa-cidad. Los representantes de mercado deventas tienen un efecto positivo en la UC;pero no son estadísticamente significan-tes, lo que refleja la omnipresencia de lasrestricciones de demanda para las empre-sas bolivianas. Los siguientes efectos sondignos de enfatizar:> Los efectos de la antigüedad y de la in-

tensidad del capital sugieren que las em-presas con tecnologías más modernastienen mayor utilización de capacidad.Es probable que empresas con un proce-so productivo intensivo en capital apro-vechen economías de escala y mejor efi-ciencia administrativa y enfrenten ma-yores costos de dejar el stock de capitalocioso.

> Las empresas que usan insumos más cos-tosos tienen una mayor utilización decapacidad. Esto es consistente con losinformes de la empresa sobre la calidadde insumos como un factor importanteque afecta su desempeño.Los productos de textiles y madera tuvie-ron menor utilización de capacidad,mientras que la producción de petróleo

tuvo el doble de utilización de capacidadque la mayoría de los otros sectores.

> La alta garantía para obtener créditoconstituye un obstáculo mayor para in-crementar la utilización de capacidad.

> Los incumplimientos de deuda muestranuna significativa correlación negativacon la utilización de capacidad; ello su-giere que el incumplimiento de deudapuede convertirse en una restricción du-radera para acceder al crédito.Las empresas mencionaron que obtienenvarios beneficios al estar en un gremio:acceso al crédito, insumos clave e infor-mación técnica; ayuda con la resoluciónde disputas; información de mercadosdomésticos y extranjeros; y acredita-ción.A pesar de que no hay una prescripción

sobre un claro corte relacionado con el ta-maño óptimo que debería tener una empre-sa, los resultados indican que el crecimien-to de las empresas bolivianas está restringi-do por un débil ambiente de negocios." Lasempresas más grandes son más antiguas;tienen acceso a mercados más grandes, in-cluyendo mercados externos; son menos in-tensivas en capital; y están en los sectoresde petróleo, alimentos y tabaco. La dificul-tad de contratar trabajadores calificados yla incapacidad de establecer contratos conproveedores también tiende a reducir los ta-maños de las empresas. Éstas señalan los si-guientes puntos:> El efecto de la antigüedad de una empre-

sa destaca la importancia del proceso deaprendizaje y adaptación que permiteque las empresas exploten economías deescala al pasar el tiempo.

14 Los efectos de las variables financieras sobre el tamaño de empresa no fueron contundentes debido a tacausalidad revertida entre el tamaño y las restricciones de crédito (por ejemplo, las empresas pequeñasson clientes más riesgosos y en consecuencia, enfrentan un financiamiento más costoso y limitado).

70


> Mercados más grandes van de la manocon la capacidad de crecimiento de lasempresas. En particular, la orientación ala exportación está correlacionada conun tamaño de empresa más grande. Estoes consistente con dos hipótesis causa-les: que las empresas más grandes tien-dan a obtener acceso a mercados exter-nos y/o que la exportación facilite el cre-cimiento de la empresa.

> La ausencia de mano de obra calificadaevita que la empresa alcance mayores es-calas de operación a través de la adop-ción de nuevas tecnologías y prácticasgerenciales. La existencia de contratosentre la empresa y sus proveedores ayu-da a reducir costos de transacción de ne-gocios en expansión.Los sectores de petróleo, químicos y vi-drio/cerámica, y alimentos y tabaco con-tienen a las empresas más grandes deBolivia, lo que sugiere que condicionesparticulares en estos sectores han per-mitido que las empresas exploten econo-mías de escala.Los resultados subrayan que factores mi-

cro conectan a las empresas de manera dis-tinta dependiendo de la escala de su opera-ción. Para empresas que operan en escalascomparativamente más bajas, las restriccio-nes regulatorias son más vinculantes. Lasrestricciones regulatorias como registro y li-cencia de funcionamiento, alta garantía, ycuellos de botella de mano de obra califica-da son las más vinculantes para empresasque están operando en escalas (UC o tama-ño) más bajas de lo esperado por sus carac-terísticas (los que rinden por debajo de loesperado). Los costos de insumos y restric-ciones al crédito son comunes a la mayoríade las empresas que operan por encima delas escalas esperadas (las que rinden por en-cima de lo esperado). Pertenecer a una aso-

ciación comercial impacta positivamente laUC solamente para empresas con tasas de UCcon desempeño superior. Así, las políticaspara mejorar las restricciones instituciona-les y crediticias son de primer orden paraempresas que rinden por debajo de lo espe-rado con relación a aquellas relacionadascon las características de la empresa y suscostos operacionales.

Los modelos son utilizados para corrersimulaciones de política, con algunos resul-tados notorios:> Una expansión del tamaño del mercado

incrementa eltamaño de empresa, con unefecto más pronunciado en empresas re-lativamente más grandes. Esto significaque según crezca la economía, las empre-sas que ya eran relativamente grandes,crecerán mucho más que las pequeñas.Las intervenciones de política para in-centivar un mayor uso y exigibilidad decontratos entre empresas puede contri-buir al crecimiento de todas las empre-sas. Las simulaciones indicaron que unmejor uso y exigibilidad de contratos po-dría generar un incremento de entre 20 y50 por ciento en la cantidad promedio detrabajadores por empresa.

> Un acceso creciente a mercados interna-cionales también podría tener un mayori mpacto en el tamaño de empresa, espe-cialmente en las empresas pequeñas. Porejemplo, triplicar la proporción de ex-portadores (de 17 a 55 por ciento) podríadoblar la cantidad de trabajadores enempresas relativamente pequeñas.

INTERVENCIONES DE POLÍTICAPARA INCREMENTAR LA DEMANDALABORAL

Los resultados enfatizan que una políticapública integrada para mejorar los mercados

71


laborales no puede ser limitada a políticastradicionales del mercado laboral (véase el si-guiente Capítulo), y debería incluir interven-ciones que mejoren el ambiente de inversiónen el que operan las empresas. Como agentesde la creación de empleo, las empresas sonjugadores fundamentales para un adecuadofuncionamiento del mercado laboral.

El informe "Bolivia: restricciones microe-conómicas y mayores oportunidades paramayor crecimiento" del BM provee ampliasrecomendaciones para mejorar el ambientede inversión. Éstas incluyen acciones parareducir la burocracia; mejorar los derechosde propiedad y del acreedor, exigibilidad decontratos, registro de propiedad, y ley degarantías; introducir mecanismos para in-crementar el acceso a financiamiento pru-dente para PYME; y mejorar los servicios ju-diciales y públicos, logística comercial y ca-denas de abastecimiento. Estas recomenda-ciones también incrementarían la demandalaboral y en consecuencia, reducirían el ni-vel de pobreza y mejorarían la vida de losbolivianos pobres.

Acá nos centramos en opciones de políti-ca seleccionadas que pueden mejorar la pro-ductividad de la economía boliviana, parti-cularmente la de las empresas más peque-ñas. La esencia del desarrollo está en obte-ner más producto de los recursos del país.Esto es particularmente importante paraque Bolivia supere su inercia de bajo creci-miento y forje lazos más cercanos entre sec-tores basados en recursos naturales y la pro-ducción y empleo en sectores no transables.Ellas fortalecerían la integración boliviana amercados mundiales y nuevas oportunida-des de inversión.

El crecimiento de la productividad re-quiere un ambiente en el que los recursos(capital, trabajo) se puedan mover a su rit-mo más eficiente y en el que las empresaspuedan encontrar formas de operar más efi-cientemente. Esto se basa en la creación denuevas empresas y en la reestructuración(expansión, salida) e innovación de las em-presas existentes. Esto requiere enfocarseen mejoras sostenidas, en regulaciones delambiente de negocios así como en políticasespecíficas para promover innovación y pro-porcionar más incentivos para que las em-presas pequeñas participen en el sector deinstituciones formales.

Acelerar la reforma de regulacionesde negocios . Es crítico acelerar y expandirla modernización de las regulaciones de ne-gocios en curso, particularmente aquellasrelacionadas con la burocracia y los costosque implica iniciar y concluir un negocio.Èl Gobierno ha avanzado en esta dirección.Las iniciativas apoyadas por el IFC han con-tribuido a simplificar el registro comercialen La Paz y en otros municipios. Asimismo,se está avanzando con el apoyo del Banco ala Regulación y al Programa de Reestructu-ración de Empresas del Gobierno, apren-diendo de experiencias de reformas inter-nacionales como las de Colombia y Perú. Enel corto plazo, las siguientes acciones sonprioritarias:> Reducir por lo menos a la mitad el costo

de registro (al 85 por ciento del PIB percápita) y la expansión de negocios paramicro y PYMEs, particularmente el costode incorporación de socios, registro en elRégimen General Impositivo y licencias

15 Ésta es una de las principales acciones para acelerar el desarrollo económico en países en desarrollodestacado recientemente por un panel de laureados con el Nobel. Véase Copenhagen Consensus (2004),www.copenhagenconsensus.com.

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de exportación, bajando aún más los va-lores gubernamentales, eliminando re-querimientos innecesarios (notariza-ción), y delineando el registro y la licen-cia en línea en una sola oficina de lasmunicipalidades del gobierno. Las refor-mas colombiana y peruana ofrecen valio-sas lecciones.Optimizar las regulaciones laborales en lí-nea con los estándares internacionales,que actualmente son una limitación a lacapacidad de las empresas de expandirsey contraerse junto con los ciclos econó-micos y su propia competitividad, y da-ñan así, en el largo plazo, los niveles deempleo y salarios.

>

Promover incrementos en la eficienciade las empresas apoyando la innovación.El crecimiento de la productividad deberíaser la piedra angular de las políticas para elsector productivo. Esto significa tomar totalventaja de tecnologías de información,prácticas modernas de gerencia, nuevos pro-cesos de producción y control de calidad, asícomo tecnología rural de pequeña escala yvariedades de cosechas piloto. Concentrarseen la innovación mejoraría ampliamente losdividendos del apoyo gubernamental a lasempresas y a productores rurales a través de"pactos productivos" del Diálogo Nacionalinsertos en las "Estrategias Productivas In-tegrales" municipales.> Las acciones de corto y mediano plazo

pueden incluir incentivos para la adop-ción de tecnología, centros piloto de ser-vicios de tecnología para PYMEs y redesde innovación (vinculando al sector pro-ductivo, universidades nacionales e in-ternacionales y centros de investiga-ción en actividades de I&D), y fortale-cer gradualmente el sistema nacional decapacitación.

> En el largo plazo, se requiere una conso-lidación gradual de un sistema nacionalde innovación en la medida en que el pa-ís agote la innovación de primer orden ylas ganancias de aprendizaje. El apoyode donantes puede contribuir a desarro-llar opciones específicas de política enuna estrategia nacional de innovación apartir de lecciones de experiencias rele-vantes en la región (por ejemplo, Brasil,México y América Central) y el sudesteasiático.

Implementar políticas para incremen-tar los beneficios de la formalidad paraempresas más pequeñas . Además de mejo-ras generales en las regulaciones de nego-cios y en el ambiente de inversión, las em-presas más pequeñas deberían beneficiarsede intervenciones complementarias que lespermitan alcanzar economías de escala yganancias de productividad. Éstas podríanincluir:> Establecer un piloto de iniciativas que

provean los incentivos para que las em-presas pequeñas se transformen en for-males, alentando a las pequeñas empre-sas y productores a licitar contratos gu-bernamentales (el Decreto PresidencialNo. 27328 "Compro Boliviano" establecela base legal); extender créditos parcia-les de impuestos al valor agregado paraempresas elegibles; y ofrecer servicios dedesarrollo de negocios (acceso a merca-do de crédito, servicios judiciales, prác-ticas administrativas y contables) conespecial énfasis en apoyar a las iniciati-vas de innovación y producción para laexportación. El país podría tratar deaprovechar los recursos de la Cuenta delMilenio y aprender de los éxitos del Pro-grama de Pequeñas Empresas de losEE.UU. y otros como Italia y Chile. Estos

73


incentivos deberían ser sincronizadosgradualmente en la medida en que lasempresas crezcan en tamaño y sean arti-culadas, por ejemplo, requiriendo elcumplimiento de regulaciones impositi-vas y laborales mínimas para obtener losderechos de licitación y para acceder aprogramas de desarrollo de negocios.

> Facilitar que las pequeñas empresas yproductores alcancen economías de es-cala, por ejemplo, mediante el comercioo asociaciones profesionales en produc-ción y/o contratación de servicios, re-

formando las políticas gubernamentalesu otras intervenciones para superar li-mitaciones en el acceso al crédito, tec-nología, insumos, certificación de cali-dad, acreditación, resolución de dispu-tas o compra de planes de beneficios desalud.Fortalecer institucionalmente (personal,

capacitación, asistencia técnica) a la Supe-rintendencia de Empresas y coordinar con lasagencias públicas relevantes de modo quepuedan asumir su papel crecientemente máscomplejo."

16 Un reciente taller para aprender de la experiencia de reforma actual de Colombia en reestructuracióncorporativa debería ayudar a identificar prioridades y necesidades de creación de capacidades.

4. Limitaciones a la acumulacióndel capital humano.

La oferta laboral

A pesar de estar mejorando, el sistema de educación públicaofrece educación de baja calidad. Más aún, las familias po-bres enfrentan decisiones difíciles y no pueden permitirse

mantener a sus hijos en la escuela, necesitando en su lugar, suapoyo a la familia, ya sea en actividades que generen ingresos oen quehaceres domésticos y agrícolas. Los retornos a la educaciónson bajos -seis de diez trabajadores que se gradúan de la escuelasecundaria están en riesgo de pobreza. Solo una educación postse-cundaria ofrece una mejora significativa de ingresos en áreas rura-

les. Mientras los trabajadores del sector informal tienden a teneruna productividad más baja, puede que los autoempleados no ten-gan opciones alternativas para trabajar. En comparación con los

trabajadores asalariados del sector formal, los del sector informalenfrentan una desventaja de ingresos, lo que podría mejorarse si laparticipación formal aumentara. La migración es para muchos po-bres un medio útil para mejorar sus ingresos. Sin embargo, la mi-gración ha sido relativamente baja, limitando su ámbito para redu-cr la pobreza del área rural.

Para mejorar la capacidad del mercado laboral se requieren accio-

nes de política para: (i) fortalecer el sistema educativo, particular-

mente para los pobres en áreas rurales; y (ü) mejorar la equidad

del mercado laboral.

76


Para los pobres, el trabajo es la mayorfuente de sus ingresos. Así, el mercado labo-ral y las instituciones que lo gobiernan pue-den jugar un rol central en la reducción de lapobreza y la desigualdad. Los resultados delCapítulo 2 apuntan hacia disparidades en eldesempeño del mercado laboral. En este Ca-pítulo, se examina las características delmercado laboral en Bolivia, la oferta laboral,el empleo y earnings outcomes. Caracterizalos perfiles de los trabajadores que ingresanal mercado laboral; la aceptación de traba-jos en los sectores en crecimiento, y el retra-so ante la desaceleración de la economía.Una comparación de los indicadores labora-les y de las regulaciones del trabajo de Boli-via con otros países concluye que las regula-ciones son excesivamente restrictivas y jue-gan en contra de mayores ingresos y del em-pleo, tanto para los trabajadores como paralos empleadores.

Este capítulo tiene un particular enfoqueen el empleo informal y en la migración in-terna, dado el rol central de ambos en elequilibrio del exceso de mano de obra. Fre-cuentemente, el sector informal es visto co-mo un remanso para los trabajadores menosaventajados, a los que les están denegadostrabajos de mayor nivel en el sector formal,principalmente debido a rígidas regulacio-nes laborales. Sin embargo, como se señalaen este Capítulo, la segmentación del mer-cado laboral es una fuente de segundo ordenpara los bajos ingresos con relación a la ba-ja productividad laboral generalizada; asi-mismo, se destaca las diferencias entre ti-pos de empleo informal. Más aún, durantelos noventa, a los migrantes rurales-urbanosles fue mejor de lo que hubieran esperado sihubieran permanecido en las áreas rurales,particularmente a aquellos con trabajos cu-yos salarios eran relativamente bajos debidoa sus capacidades. Sin embargo, la migra-

ción se ha mantenido relativamente baja, li-mitando su ámbito a reducir la pobreza en elárea rural.

En el Capítulo se identifican intervencio-nes para mejorar los mercados laborales eintegrar mejor a los trabajadores informalesy migrantes en la corriente económica. Lacreación de empleo de mejor calidad requie-re hacer más competitiva a la formalidad;debe contemplar regulaciones que equili-bren mejor las condiciones para el creci-miento de la productividad y la protecciónde los trabajadores frente a la pérdida de sustrabajos así como la protección de sus dere-chos básicos. De igual manera, se requiereninversiones que generen ingresos para lasregiones rezagadas y acciones para suavizarlos costos de la migración interna, de mane-ra que los pobres tengan mayores posibili-dad de beneficiarse de las ubicaciones y es-fuerzos productivos con mejores perspecti-vas económicas.

EMPLEO E INGRESOS:TENDENCIAS Y DESIGUALDADES

Esta sección proporciona una fotografíade los resultados del mercado laboral de Bo-livia y examina las tendencias recientes enla oferta de mano de obra, empleo e ingre-sos. Identifica el perfil de los trabajadoresque se beneficiaron durante el boom del pe-riodo 1993-1997 y de los más afectados conla reciente desaceleración. Los mercados la-borales de Bolivia comparten muchas carac-terísticas con otros países pobres de la re-gión, pero Bolivia se destaca por sus bajastasas totales de participación de la fuerzalaboral, alto empleo informal, bajos retor-nos a la educación (particularmente secun-daria), y grandes desigualdades en los resul-tados del mercado laboral. Luego de las me-joras de los noventa, el empleo y las des¡-

77

gualdades de ingreso se ampliaron durantela desaceleración económica.

Participación de la fuerza laboral,desempleo y empleo informalBolivia tiene una de las más altas tasas

de participación de la mujer en la fuerza la-boral de la región (más del 55 por ciento),pero una de las más bajas entre hombres(por debajo del 80 por ciento), lo que resul-ta en una de las brechas más bajas de géne-ro (Gráfico 4.1). La participación total de lafuerza laboral se ha mantenido cerca del 65por ciento desde mediados de los noventa,aumentando muy poco durante el período1997-2002 solamente (Gráfico 4.2). La can-tidad de bolivianos en el mercado laboralsubió de 3.6 millones a 4 millones. La parti-cipación aumentó en las áreas urbanas, es-pecialmente entre las mujeres en las ciuda-

1

LIMITACIONES A LA ACUMULACIÓN DEL CAPITAL HUMANO

des principales, y muestra una aparente dis-minución reciente en las áreas rurales. Lastasas de participación permanecen muchomás bajas en las áreas urbanas (alrededordel 60 por ciento, 2.3 millones de trabajado-res) que en las áreas rurales (76 por ciento,1.7 millones de trabajadores), especialmen-te entre hombres.

Luego de permanecer estable en la mayo-ría de los noventa, el desempleo urbanoabierto subió casi 3 puntos porcentuales conla desaceleración económica (véase Capítulo1), estableciendo la cifra de bolivianos sintrabajo en 222.000 en 2002." La duracióndel desempleo y del subempleo involuntarioestá por encima del promedio regional (BID,2003) y han aumentado desde 1999. La tasatotal de desempleo en 2002 fue similar entrepobres y no pobres (más de 5.5 por ciento).Los pobres representan el 61 por ciento de

Gráfico 4 .1 - INDICADORES DEL MERCADO LABORAL EN BOLIVIA Y AMÉRICA LATINA

Tasas de participación de la fuerza laboral en ALC, 2000*

Hombres Mujeres

Uruguay

PerúEcuadorBolivia

BrasilColombia

ArgentinaParaguay

Rep.

El SalvadorHonduras

GuatemalaVenezuelaNicaragua

ChileMéxico

PanamáCosta Rica

100 80 60 40 20 20 40 60 80 T17 Se debe notar que estas cifras no consideran al gran número de bolivianos que están trabajando

únicamente unas pocas horas a la semana o que son trabajadores desanimados.

78


1Brasil

ColombiaChile

El SalvadorBolivia

Venezuela

Honduras

Costa Rica

PanamáNicaragua

MéxicoPerú

Uruguay

25

GuatemalaParaguay

BoliviaNicaraguaEcuador

PerúRep. Dominicana

HondurasArgentina

ChileUruguay

El SalvadorCosta Rica

MéxicoPanamá

Brasil

Honduras 1Brasil 1

Guatemala 1Bolivia r

Rep. Domonican, lParaguay

EcuadorPanamá

Nicaragua

ChileEl Salvador

UruguayCosta RicaVenezuelaArgentina

PerúMéxico

Colombia

Porción del empleo informal urbano, 2000

Hombres Mujeres

20 15 10 5 0 5

_;.. Principios de los 90

® Fines de los 90

10 15 20 25 30

Retornos marginales a la educación , áreas urbanas '90**

100 80 60 40 20 0 20 40 60 80 100

Brecha salarial por género en áreas urbanas, 2000

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50

Auto-empleoPequeñas empresas

Nota: *Datos nacionales excepto para Argentina, Bolivia , México y Uruguay. **Porcentaje de retorno anual

suponiendo grado de complejidad.

Fuente: Basado en BID (2003).

79


los desempleados. Esto refleja el hecho deque ellos no pueden permitirse estar sin tra-bajar. Los trabajadores urbanos con educa-ción primaria, particularmente los jóvenes ymujeres, fueron más afectados por el aumen-to del desempleo (4-6 puntos porcentualesde incremento) que aquellos con educaciónsecundaria y universitaria (3-4 puntos por-centuales de incremento). En 2002, el 16 por

ciento de los trabajadores urbanos entre 15-24 años de edad estaban desempleados,comparados con el 7 por ciento entre los tra-bajadores de la primera edad. El elevado de-sempleo entre las mujeres, jóvenes y trabaja-dores con menor educación enfatiza la im-portancia de redes de seguridad más fuertes,particularmente el programa de empleo deemergencia (PLANE).

Gráfico 4 . 2 - TENDENCIAS EN LA PARTICIPACIÓN DE LA FUERZA LABORAL EN BOLIVIA,

1989-2002

Nacional90

Urbano

80

70

60

50

40

30

20Total Hombres Mujeres Total Hombres

■ 1996 ■ 1997 ®1999 2000 2001 2002p■ 1996 91997 91999 912000 2001 2002p

90Ciudades principales

80

70

60

50

40

30 - Total Hombres •°•• Mujeres

20O O- N CO • ui 'o Lo O- rn o aLO a a a a oi OC OC OC OC OC O O Na a a a a a a rn a rn a o o o

c.i oa> > Li u c c>>> > > N

90

80

70

60

50

40

30

20

Rural

Total Hombres

Mujeres

Mujeres■ 1996 ■ 1997 $1999 2000 G' E 2001 2002p

Nota: P: Estimado preliminar.Fuente: Sobre la base de datos de la encuesta de hogares para 1989 -2002 del INE.

80


El empleo informales persistente; repre-sentan el grueso del empleo creado en losnoventa, más de dos tercios del empleo to-tal en 2002 y 80 por ciento de los trabajosen los quintiles más pobres. Esto comprendeuna mezcla de incipientes emprendedores(autoempleados, propietarios de pequeñasempresas), trabajadores asalariados en em-presas pequeñas y trabajo familiar no remu-nerado. Bolivia tiene la tasa más alta de em-pleo informal urbano de la región, La más al-ta para hombres (más de 60 por ciento) y so-lamente por debajo de Guatemala y Para-guay para las mujeres (más de 75 por cien-to). El empleo informal asalariado es menosatractivo para las mujeres bolivianas que enotros países de ALC.

Diferenciales de ingresosy retornos a la educación"El mercado laboral de Bolivia se carac-

teriza por grandes diferencias en ingresos.Las brechas de ingresos relacionadas sola-mente con género, etnia, sector, ubicacióny tipo de empleo son más grandes que lospromedios de ALC. En promedio, los hom-bres ganan más de 30 por ciento más quelas mujeres; los trabajadores asalariadosindígenas en promedio ganan 25 por cien-to menos que los no indígenas; y los dife-renciales de ingresos urbanos varían entreel 20 y 55 por ciento en promedio, segúnsector económico, tamaño de empresa yregión.

El crecimiento de los ingresos fue dese-quilibrado. Durante el boom económico,los ingresos crecieron relativamente másrápido para las mujeres, autoempleados yjefes de familia que vivían en centros urba-nos principales pobres (excepto los más po-

bres, Beni y Chuquisaca) y para los que tra-bajan en servicios urbanos (incluyendo hi-drocarburos), transporte, construcción, co-mercio y servicios financieros. Los ingresosde los jefes de familia indígenas y de losasalariados informales y trabajadores enagricultura, minería y del sector manufac-turero se quedaron rezagados. Los diferen-ciales de los ingresos regionales más redu-cidos aún durante la desaceleración, excep-to para Cochabamba y el área urbana enChuquisaca, en tanto ingresos por agricul-tura y manufactura, continuaron su aletar-gamiento.

La educación no rinde altos retornos pa-ra todos los trabajadores por igual. Las pri-mas urbanas de ingreso varían de 0 a 60 porciento para los trabajadores con educaciónprimaria, de 20 a 30 por ciento aproximada-mente para aquellos con educación secun-daria, y del 50 a 150 por ciento para quie-nes tienen educación universitaria. Los re-tornos promedio para los trabajadores ur-banos con educación secundaria permane-cen entre los más bajos en la región (cercade 6 por ciento por año de educación). Losretornos promedio para educación superiorse acercan al promedio regional (sobre 15por ciento por año). Los retornos para laescolaridad son menores en áreas rurales, ysolamente una educación universitariaofrece ingresos rurales significativamentemayores. Los trabajadores urbanos menoseducados obtuvieron los ingresos salarialesmás altos durante el crecimiento de los no-venta, junto con los que tenían educaciónuniversitaria; mientras tanto, aquellos coneducación secundaria quedaron rezagados.Los trabajadores rurales con alguna educa-ción secundaria y aquellos con educación

18 Véase el Anexo 4.1 para información de respaldo sobre esta sección.

primaria fueron los más afectados por ladesaceleración, mientras que, en prome-dio, los que tenían educación universitariaregistraron menores ganancias por ingre-sos.

Al margen de las significativas brechasde ingresos, se observan amplios niveles debaja productividad en la economía como untodo. Las simulaciones muestran que redu-cir las disparidades del mercado laboraltendría un impacto directo más grande so-bre la desigualdad que sobre la pobreza(Capítulo 5 y Gasparini et al., 2004). Estonuevamente refleja la generalización de losingresos de base baja de la mayoría de lostrabajadores. Cerca del 60 por ciento de lostrabajadores con educación secundariacompleta están en riesgo de pobreza (consalarios que rinden menos de $2/díaPPP).19 Sólo una educación universitariaasegura un nivel suficiente de ingresos pa-ra salir de la pobreza. En consecuencia, apesar de que la educación es una fuenteprincipal de diferenciales de ingreso, nocuenta totalmente para los trabajos con re-muneraciones bajas.

Sin embargo, los retornos bajos y sesga-dos de la educación pueden conducir a"trampas de pobreza". Enfrentados con ba-jos retornos o perspectivas nada promete-doras para completar un curso total de edu-cación secundaria o superior, los niños delas familias pobres abandonan la escuela.Dar atención a las fuentes de los bajos re-tornos a ta educación secundaria y a las de-sigualdades del mercado laboral puedecontribuir a acelerar las transiciones deprimaria a secundaria y liberar el potencialde crecimiento de la productividad en Boli-via.

81


La oportunidad demográficaLas fuerzas demográficas ofrecen a Boli-

via una oportunidad para reducir la pobreza.Aparte de Haití, Bolivia es el único país deALC que está entrando en la etapa de la tran-sición demográfica donde el "ratio de de-pendencia" (la parte de la población que esdemasiado joven o demasiado adulta paratrabajar) declinará en las siguientes dos dé-cadas (Gráfico 4.3). En la medida en que Bo-livia avance a través de esta transición, seespera que se eleve la participación en lafuerza laboral. Esto puede reducir la pobre-za si es que la economía genera suficientestrabajos de calidad sobre ta base de una pro-ductividad laboral más alta.

La transición demográfica también per-mite traducir la acumulación del capital hu-mano de grupos de jóvenes en una fuerza La-boral más productiva. La fuerza laboral deBolivia tiene logros educacionales desigua-les (Gráfico 4.3) con la brecha principal enel nivel secundario. Bolivia tiene una frac-ción de trabajadores relativamente alta conalguna educación universitaria (solamentepor debajo de Argentina, Panamá, Chile yCosta Rica); pero una gran mayoría con edu-cación primaria o menor (solamente más ba-ja que Nicaragua y Honduras). En la medidaen que el porcentaje del grupo de jóvenes enta población en edad laboral se incrementemás rápidamente, los trabajadores adultos ymenos educados serán reemplazados por jó-venes trabajadores quienes podrían tenereducación básica y secundaria. Ésta es unatransición gradual y tomaría más de una dé-cada para que estas inversiones en capaci-dad se traduzcan en una fuerza laboral másproductiva y, por lo tanto, en mejoras del in-greso nacional y familiar.

19 BID (2003).

82


Gráfico 4. 3 - TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA DE BOLIVIA Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL HUMANO

Ventana de Oportunidad ( Razón de Dependencia) Bolivia y América Latina

1,5-

1,4-

1,3

1,2

1,1

o' . o'Lf1 0D I^ W O^ O N M .0 lPO1 O1 O1 O1 O1 O o O O O ON H e-^ N H N N N N N N

ArgentinaPanama

ChileCosta Rica

BoliviaVenezuela

Uruguay

Colombia

México

Eras¡[

Nicaragua

Honduras

Composición de la Fuerza de Trabajo por Nivel de Educación

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Sin escolaridad a primaria completa ^° Más que secundaria completa■ Secundaria incompleta a secundada completa

Nota: Ratio de Dependencia = (población mayor de 65 años y menor de 15 años )/población entre 15-64 años.Fuente: BID (2003).

LAS INSTITUCIONES Y ELDESEMPEÑO DEL MERCADOLABORAL DE BOLIVIA

Esta sección describe Las regulacioneslaborales bolivianas y compara el desempe-ño del mercado laboral con otros países. El

análisis se apoya fuertemente en la recientepublicación del BID sobre mercados labora-les regionales (BID, 2003).20

Bolivia tiene regulaciones laborales so-breprotectoras. El Gráfico 4.4 muestra losresultados de un reciente estudio sobre lalegislación laboral en el mundo. EL índice

20 Agradecemos a Carmen Pagés por facilitarnos las cifras del informe del BID, aquí reproducido.

83

captura la rigurosidad de las regulacionespor horas de trabajo, turnos nocturnos, sali-das y beneficios de maternidad.` Sobre unaescala que varía de 0 (menos restrictiva) a 1(muy restrictiva), Bolivia se ubica cerca de0.9, colocándose en la cúspide de ALC y aúnpor encima de algunos países de EuropaOriental, la región con las leyes laboralesmás restrictivas.

La legislación laboral de Bolivia (que da-ta de 1943) restringe las capacidades de lasempresas para ajustarse a las condicioneseconómicas, tanto en prosperidad como endesaceleración. Bolivia es el único país deAmérica Latina sin límite sobre los pagos deindemnización por despido (un salario men-sual por cada año de servicio), lo cual repre-


senta costos de despido dos a tres veces másaltos que en la mayoría de los países andinosvecinos y que los países pobres de ALC. Lasregulaciones de despido no proporcionan in-demnizaciones parciales bajo situacionesjustificables de retiro voluntario . No se per-mite despidos temporales por deterioro decondiciones económicas para la empresa niel trabajo estacional, y el sobretiempo debeser aprobado por las autoridades laborales.La deliberada protección al despido desalien-ta a las empresas a contratar nuevos emplea-dos. Bolivia va bien con respecto a las regu-laciones de salario mínimo. El salario mínimoes relativamente bajo comparado con sala-rios promedio y tiene un nivel relativamentealto de cumplimiento (Gráfico 4.5).

Gráfico 4 . 4 - CONDICIONES DE EMPLEO LEGISLADO EN BOLIVIA Y AMÉRICA LATINA(Índice, 0-1)

Europa del Este y Asia CentralAmérica Latina y el Caribe

Africa Sub-saharianaSur de Asia

Medio oriente y Norte de AfricaIndustriales Europa continental

Este asiático y Pacífico

Anglosajones industriales

Bolivia

Venezuela

BrasilPanamá

ColombiaMéxico

Rep. DominicanaPerú

Argentina

Ecuador

ChileUruguayJamaica

0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1

Fuente : Sobre la de Djankov et al., (2003 ), tomado del BID (2003).

21 Véase Djankov et al., (2003) para mayores detalles de metodología.

84


Gráfico 4 . 5 - NIVELES SALARIALES MÍNIMOS EN BOLIVIA Y AMÉRICA LATINA(como proporción de salarios del trabajador mediano , 1996-2001)

Nicaragua

Colombia

Venezuela

Costa Rica'Perú

PanamáChile

El salvadorBrazil

Argentina

MéxicolHonduras

Bolivia

ParaguayUruguay

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90%

Nota: El salario usado para comparación es el salario medio de trabajadores entre 26 y 40 años que trabajan

más de 30 horas en el periodo de referencia de las encuestas.

Fuente: BID basado en información oficial de los países.

Las leyes laborales incluyen provisionesque desalientan a los empleadores a contra-tar mujeres y dificultan un cumplimientoefectivo. Las mujeres tienen una semana la-boral más corta, prohibición de trabajo noc-turno, regulaciones débiles para el trabajodoméstico (por ejemplo, horarios irregula-res de trabajo) y beneficios de maternidadpagados por el empleador que no pueden sercompartidos por los esposos. Las provisio-nes en contra de la discriminación en la re-muneración y de la promoción en base almérito se aplican débilmente. El cumpli-miento y La resolución de conflictos labora-les son demasiado centralizados en el subfi-nanciado y extendido Ministerio de Trabajo(por ejemplo, los concejos de solución deconflictos deben ser presididos por un repre-sentante del Ministerio de Trabajo, en La

Paz). Los incentivos para evadir Las duras re-gulaciones hacen de su cumplimiento unatarea abrumadora. De acuerdo con las per-cepciones de los empleadores, Bolivia tieneuna baja ubicación en términos del grado decooperación en las relaciones laborales (so-lamente por debajo de Venezuela, Uruguay yParaguay) y cerca del promedio de ALC, deacuerdo con las opiniones de la poblaciónurbana.`

Debido a que muy pocos trabajadores soncontratados en el sector formal donde las le-yes laborales se aplican potencialmente, lamayoría de los bolivianos no goza de protec-ción. Cerca del 64 por ciento de trabajadoresen los principales centros urbanos estabanautoempleados o trabajaban en microem-presas en 2002, comparado con un 58 porciento en 1993. Una pequeña fracción de los

22 Sobre la base de resultados de encuestas nacionales de las percepciones de los empleadores del Foroeconómico Mundial (2001) y los sondeos de opinión del Latinobarómetro (1997) en ALC, tal como seinforma en el BID (2003).

85

pobres y extremadamente pobres tiene em-pleo formal. A pesar de su pesada carga fis-cal, las tasas de cobertura de la seguridadsocial (aparte de la pensión mínima del Bo-nosol) son únicamente de 11 por ciento pa-ra los empleados proletarios, de 45 por cien-to para los trabajadores no proletarios, y demenos del 10 por ciento entre los trabajado-res de empresas pequeñas. La fracción contodos los beneficios de los contratos regula-dos es posiblemente más baja dado el rela-jamiento y los elevados costos que implicanhacer cumplir la ley (vía tribunales y nego-ciaciones).

El enfoque de las regulaciones laborales,una-talla-para-todos, está desalineado conlos niveles de productividad de las microem-presas y muchas PYME. El Gráfico 4.6 mues-tra que los costos de despido están entre los


más altos en ALC. Los beneficios obligato-rios no salariales (principalmente seguridadsocial) pueden alcanzar hasta el 8 por cien-to de las ventas pequeñas para una empresapequeña. Las empresas con una escala deoperaciones pequeña y con baja productivi-dad no pueden pagar un salario además deestos beneficios adicionales a un costo ma-nejable y esto las conduce hacia el empleono regulado. Algunas empresas pequeñas seregistran para operar y pagar impuestos, pe-ro no cumplen las leyes laborales. La eviden-cia internacional muestra que los costos ex-tra-salariales son costeados en gran partepor los empleados a través de menores sala-rios, y pueden reducir los niveles totales deempleo. Dados los bajos niveles de ingreso yla mala calidad de los servicios públicos,muchos trabajadores optan por alternativas

Gráfico 4.6 - EL COSTO DE LA SEGURIDAD DEL TRABAJO, BOLIVIA Y AMÉRICA LATINA,

1987 Y 1999

Ecuador-

Perú

ColombiaBrasil

Venezuela

BoliviaCosta Rica

Honduras

Panamá

Chile

México

El Salvador

Argentina

Rep. Dominicana

Nicaragua

Uruguayk+rxzrams

Paraguay

0

■ 1999

1987

4 6 8 10 12 14 16 18Costo de los beneficios como múltiplo de los salarios

Países industrializadosPromedio, 1999

Fuente: Heckman y Pagés (2003).

86


más apropiadas a los beneficios regulados,incluyendo sistemas universales de apoyo(tales como el cuidado de la salud materno-infantil y la pensión mínima del Bonosol),que dan un nivel mínimo de protección.

La informalidad puede entrampar al tra-bajo y otros recursos en actividades de bajaproductividad.23 Muchas micro y pequeñasempresas no tienen acceso al financiamien-to que podría permitirles invertir e innovary, en consecuencia, aumentar la productivi-dad laboral y los salarios. En operaciones demayor escala, la productividad es mayor,existen beneficios por participar en las ins-tituciones formales (por ejemplo, el accesoal crédito y a los mercados externos), y loscostos regulatorios se vuelven más maneja-bles. Muchas empresas pequeñas pueden es-tar entrampadas en un mal equilibrio: mien-tras que una baja productividad y conse-cuentes bajos ingresos implican que no pue-den pagar onerosas regulaciones de nego-cios y laborales, la informalidad limita el po-tencial de crecimiento de la productividad.

Una mirada a los resultados del mercadolaboral confirma que las regulaciones labo-rales bolivianas están obstaculizando el cre-cimiento económico y, al final del día, la ca-pacidad de tener una mejor vida y un traba-jo seguro para los trabajadores. El Gráfico4.7 proporciona algunas comparaciones re-gionales.24 El índice de eficiencia del ingresocaptura los diferenciales de ingreso entretrabajadores de productividad relativamen-te similar (i.e., por género, tamaño de em-presa y sector de actividad) y el índice deigualdad agrega los diferenciales por dota-ción (i.e., educación). El índice de segurocaptura los beneficios por pérdida del traba-

jo y seguridad social establecidos por ley yel porcentaje de trabajadores que están cu-biertos por esos beneficios. Finalmente, es-tá el índice de eficiencia total de factores enindicadores de desempleo y la cooperaciónen las relaciones laborales. Excepto por elíndice de seguro, valores más altos indicanun mejor funcionamiento del mercado labo-ral. Mediante estas medidas, Bolivia estáentre los países de ALC que se ubica entrelos mercados laborales menos eficientes yequitativos.

En resumen, las regulaciones del trabajode Bolivia están entre las menos efectivasen relación con la protección de los trabaja-dores en ALC. La legislación impone excesi-vos costos regulatorios que alientan la in-formalidad. Como resultado, muchas empre-sas pequeñas viables tienen limitada capa-cidad para acrecentar la productividad y elempleo a través de la inversión y la innova-ción. Consiguientemente, no sólo las regu-laciones laborales en Bolivia son inefectivaspara proteger al trabajador, sino que tam-bién obstaculizan el crecimiento de la pro-ductividad del país en el largo plazo.

EMPLEO INFORMAL E INGRESOS

Esta sección analiza la capacidad del em-pleo informal para crear trabajos de calidady así aliviar la pobreza en Bolivia. El sectorinformal ha sido frecuentemente represen-tado como una fuente de trabajo para lostrabajadores que no pueden obtener empleoen el sector formal. Es visto, sin embargo,como un obstáculo para una mayor produc-tividad en la economía y para el incrementodel ingreso per cápita de los trabajadores.

23 De Soto (2000).

24 Ver IDB (2003) para una discusión más detallada de la metodología y los resultados.

87


1 Gráfico 4. 7 - DESEMPEÑO DEL MERCADO LABORAL EN BOLIVIA COMPARADO CON AMÉRICA LATINA

(2000)

Resumen de la asignación de eficiencia

Menos eficiente

Guatemala (1998)Costa Rica

El Salvador(1999)Venezuela

Argentina

Perú', ,Chile ) ,

MéxicoR. Dominicana(1998)^

HondurasUruguay

BoliviaPanamá

Nicaragua (2001)'.Ecuador(1998)

Brasil

0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8

Resumen del indice de igualdad en la asignacion de ingresos

Estados Unidos (1996)

América Latina

Guatemala (1998)

Venezuela

Costa Rica -

Perú

ArgentinaEl Salvador(199)

HondurasMéxico

Bolivia

UruguayChile •.

PanamáEcuador(1998)

Nicaragua (2001)Brasil

1

0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8

7

88


1Resumen de la clasificación de la seguridad

América latina

Estados Unidos

México

Venezuela (1998)

Panamá (2001)

Perú (2000)

Bolivia (1999)

R. Dominicana (1998)

ChileArgentina

Ecuador (1995)

Uruguay

Clombia (1999)

Brasil

0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6

Resumen de medidas de la eficiencia global en el desempeño del mercado global

Menos eficiente4

México

Costa Rica

Nicaragua

Honduras

Ecuador

Perú

Chile

Guatemala

Venezuela

Panamá

Bolivia

Argentina

Brasil

Uruguay

Más Eficiente

0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8

Fuente: BID (2003).

89

Una investigación cada vez creciente hacuestionado esta visión monolítica (porejemplo, Maloney, 2004). Muchos trabajosinformales pueden reflejar la elección vo-luntaria de los trabajadores, dadas sus pre-ferencias, capacidades y perspectivas de in-gresos competitivos. En Bolivia, cerca del44 por ciento de los trabajadores en el quin-til más alto de ingresos son asalariados in-formales o autoempleados, muchos de loscuales conforman las características de unsector empresarial.

Dado nuestro enfoque en la creación deempleo, distinguimos tres grupos de traba-jadores:` informales asalariados (en esta-blecimientos con uno a cuatro empleadosmás empleados domésticos), formales (tra-bajadores en establecimientos con cinco omás empleados) y los autoempleados (aque-llos que se autoclasifican como cuenta pro-pia, empleadores de microempresas y traba-jadores de cooperativas). Según estas defi-niciones, 41 por ciento de las personas em-pleadas entre 15 y 65 años de edad en la Bo-livia urbana eran autoempleados en 2002 y50 por ciento eran trabajadores asalariados(el resto incluye trabajadores familiares noremunerados), de los cuales 14 por cientoeran informales.

Los resultados indican que, en gran me-dida, el empleo informal refleja el bajo cos-to de oportunidad y los beneficios extra-sa-lariales de la informalidad. Para muchos bo-livianos, ofrece una alternativa competitivaa trabajos de baja productividad en el sectorformal o a no trabajar del todo. El autoem-pleo es particularmente atractivo para cier-tos sectores de la población más pobre, ta-


les como mujeres en busca de horarios flexi-bles de trabajo para equilibrar su trabajocon sus obligaciones familiares, o los indí-genas que podrían ser menos discriminadoscomo trabajadores independientes que co-mo empleados asalariados. El hecho de queel autoempleo hace que se autocalifiquensubjetivamente menos pobres que los traba-jadores asalariados con características simi-lares, es consistente con los beneficios nomonetarios del autoempleo. Sin embargo, lamayoría de los asalariados informales sí pa-recen enfrentar una desventaja en ingresoscomparados con trabajadores con caracte-rísticas similares del sector formal, reflejan-do la baja productividad de las empresasmás pequeñas comparativamente.

Perfil del asalariado informaly del autoempleadoTal como en la mayoría de ALC, existen

muchas semejanzas, aunque también algu-nas diferencias importantes entre el asala-riado informal y el autoempleado. Éstas seresumen a continuación:> Los bolivianos autoempleados son hete-

rogéneos -desde vendedores callejeroshasta pequeños artesanos bajo acuerdosde producción subcontratada. Ellos tien-den a tener un mayor potencial de expe-riencia, el tenor más largo de ocupacióny una mayor proporción que desea traba-jar más horas.

> El sector informal asalariado comprendesobre todo trabajadores en pequeños ne-gocios (principalmente en comercio otransporte) sin acuerdos contractuales obeneficios tales como pensión o seguro

25 La definición del sector informal depende del aspecto del mercado laboral, que es el foco principal deanálisis (Ley, 2001). Un enfoque en la protección social usa una definición alternativa basada enprotecciones legales y beneficios que no tienen los trabajadores informales. Esto es fuertementecorrelacionado con el tamaño de la empresa en Bolivia.

90


de salud. En promedio, son cuatro a nue-ve años más jóvenes que los trabajadoresformales y los autoempleados, tienenocho años de escolaridad, menor ocupa-ción, y es muy probable que vivan consus padres.

> Ambos grupos trabajan más horas quelos empleados del sector formal y hayuna participación desproporcionada-mente alta de mujeres (cerca de la mi-tad) e indígenas (44 por ciento de los in-formales y 61 por ciento de los autoem-pleados en 2002).A pesar de tener un promedio de educa-ción similar, los logros educativos sonmás diversos entre los autoempleadosque entre los asalariados informales.Mientras una fracción más alta de los au-toempleados no ha completado la educa-ción básica (23 por ciento frente a 16 porciento en 2002) la porción con educa-ción universitaria es dos veces más altaque la de tos asalariados informales (8por ciento y 3 por ciento en 2002).

¿Existe segmentación informal-formal en el mercado laboral?La mediana de ingreso por hora en 2002

era entre 70 y 90 por ciento más alta en elsector formal que para los autoempleados yasalariados informales. Los ingresos totalestambién son más bajos para los informales(a pesar de trabajar un promedio de 5 horasmás por semana). Durante el boom (1993-1997), los autoempleados lo hicieron relati-vamente mejor que los asalariados informa-les, pero este patrón se revirtió durante larecesión (1998 a 2002). En 1997, los asala-riados formales ganaban en promedio 2.2veces por encima del nivel de pobreza poringreso, mientras que para los autoemplea-dos este ratio era de 1.6 y 1.2 para los asa-lariados informales, una mejora relativa pa-

ra los ratios de 1993 de 2.6, 2.1 y 1.3. Con ladesaceleración del crecimiento, los ratios deestos ingresos fueron de 3.3, 2.0 y 1.9, res-pectivamente.

Sin embargo, las brechas en el ingresopromedio por hora entre estos tres gruposno pueden ser tomadas como una evidenciade la superioridad de los trabajos del sectorformal. Mientras que los informales son máspobres relativamente, esto puede tener po-co que ver con la informalidad per se. Losmás bajos ingresos de los informales puedenreflejar las menores capacidades de los tra-bajadores (tanto observada como no obser-vada) más que las características de los tra-bajos informales. Más importante es el he-cho de que las brechas de ingresos moneta-rios no consideran diferencias de calidad enlas características de los trabajos, tales co-mo horarios flexibles de trabajo o beneficiostales como seguro de salud o capacitación.Más aún, las brechas en los ingresos prome-dio pueden enmascarar la situación diferen-cial que enfrentan los trabajadores, cuyascaracterísticas no observadas los colocan entrabajos con ingresos promedio por encimarespecto de sus capacidades.

Consideramos estos temas en dos for-mas. Primera, examinamos si los trabajado-res son "jalados a" o "expulsados" del sectorformal examinando la evolución del tamañorelativo e ingresos de los tres sectores. Se-gunda, conducimos un análisis multivariadopara computar las brechas de ingresos en di-ferentes categorías de pago, ajustándolaspor diferencias en participación del sector ycaracterísticas de los trabajadores relacio-nadas con la productividad. A continuación,analizamos las conclusiones clave (véase elAnexo 4.2 y Tannuri-Pianto et al., (2004)para mayores detalles).

Los datos de tendencia no respaldan laexistencia de segmentación en los asalaria-

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dos informales, pero sugiere que algunostrabajadores pueden haber sido expulsadoshacia el autoempleo con la crisis. La Tabla4.1 compara los porcentajes de empleo delos tres sectores entre 1993 y 2002 en lasáreas metropolitanas con ingresos relativosen diferentes puntos de la distribución deingresos, es decir, el más bajo (percentil10), el moderado (50mo) y los trabajos conalta remuneración (90mo). Por ejemplo, en202 los ingresos medios de los asalariadosinformales fueron 59 por ciento de los asa-lariados formales. La visión sobre el empleoinformal como de categoría inferior implicaque el tamaño relativo del empleo informaldebería moverse anticíclicamente con losingresos (Maloney, 2004). Las conclusionesmás notables son:> Los trabajos informales ofrecían ingresos

competitivos en el boom de 1993-1997,pero tambalearon con la desaceleración.Durante los noventa, los ingresos crecie-ron más rápidamente para los autoem-


pleados, particularmente para los traba-jos con baja remuneración, y casi con lamisma rapidez para los asalariados infor-males. Mientras tanto, la proporción delempleo formal aumentó del 40 al 44 porciento, el autoempleo subió levemente yel empleo asalariado informal cayó de 22a 16 por ciento.

> Sin embargo, con la desaceleración delcrecimiento durante 1997-2002, los dossectores, tanto el de los asalariados in-formales como el de los autoempleados,se expandieron (a 21 y 47 por ciento,respectivamente) a costa del empleoformal (32 por ciento). Mientras tanto,los asalariados informales se desempe-ñaron relativamente mejor a través dela distribución de los ingresos de lostrabajadores formales. No obstante, losingresos de los autoempleados cayerona los de los trabajos de remuneraciónmás baja a medida que se expandía elsector.

Tabla 4 . 1 - RATIOS DE EMPLEO E INGRESOS POR SECTOR,ÁREAS METROPOLITANAS

Sector/Año 1993 1997 2002

Formal (en porcentaje) 40.03 44.23 32.13

Informal (en porcentaje) 21.45 15.85 21.27Autoempleado (en porcentaje) 38.52 39.92 46.60

Cuanti [/Sectores Informal/formal10 por ciento 0.43 0.44 0.6450 por ciento 0.40 0.37 0.5990 por ciento 0.33 0.30 0.41

Cuanti (/Sectores Autoempteado/formal10 por ciento 0.45 0.64 0.37

50 por ciento 0.60 0.72 0.6490 por ciento 0.75 0.72 0.74

Fuente : Estimaciones de los autores sobre la base de los datos de la

encuesta de familias.

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Los resultados sugieren que durante elboom económico los negocios se expandie-ron y absorbieron muchos trabajadores nocalificados. Esto resultó en ganancias paraingresos de baja remuneración y de los au-toempleados, mientras que el tamaño delsector permaneció constante. En la medidaen que la economía se desaceleraba, muchosnegocios pequeños pueden haber fracasadoo haber sacado a los trabajadores menosproductivos, expulsando a muchos hacia elautoempleo, así como los salarios para lostrabajos con pagos más bajos se quedabanrezagados.

Los resultados de las regresiones de in-gresos sugieren, en gran medida, que el em-pleo informal refleja los bajos costos deoportunidad y los beneficios extra-salarialesde la informalidad para muchos bolivianos.Los principales hallazgos son:> Menos capacidades (por ejemplo, 3 años

menos de escueta en promedio) explicancasi todas las desventajas de ingresos delos autoempleados urbanos y cerca dedos tercios de la brecha para el asalaria-do informal. Elautoempleado urbano ob-tuvo retornos a sus capacidades seme-jantes a los del sector formal.A pesar de estar sobrerepresentados enel sector informal, los indígenas y mu-chas mujeres encuentran en el autoem-pleo mayor movilidad y flexibilidad enlas condiciones de trabajo que en el sec-tor formal basado en el patronazgo. Estoes consistente con el resultado del análi-sis subjetivo de pobreza que reportan losautoempleados de sí mismos, cuando sedefinen como menos pobres que los tra-bajadores asalariados con característicassimilares.

> Sin embargo, los trabajadores asalaria-dos informales, particularmente aquellosubicados en lo más bajo de la escala sa-

larial, enfrentan mermas relativamenteimportantes en sus ingresos y parecenser excluidos de los trabajos formales de-bido a sus capacidades. Los trabajadoresque se encuentran en los trabajos mejorpagados por sus capacidades puedenconvertirse voluntariamente en informa-les sin mermas significativas en sus sala-rios.

> Durante el boom económico, los trabaja-dores parecían capaces de moverse libre-mente entre los sectores formal y de au-toempleo sin que ello implique ningunamerma en su salario. Hacia 2002, los cos-tos de oportunidad de la informalidadaumentaron para los trabajadores en lostrabajos de baja remuneración, incluyen-do los autoempleados de baja remunera-ción, quienes soportaron el castigo de ladesaceleración y del aumento de desem-pleo. Puede ser que los trabajadores demás baja productividad hubieran sido ex-pulsados del sector formal.

> Las mermas más fuertes sobre los ingre-sos para los jefes de familias pobres deltrabajo no formal están asociadas con elhecho de ser mujer. Las mermas por etniason más bien pequeñas, aunque correla-cionadas con la pobreza. Los trabajado-res (varones) educados no sufren gran-des mermas por participar en el sectorinformal, mientras que para aquellos po-cos trabajadores pobres con mayor edu-cación la merma del trabajo no formal esbastante alta.En resumen, tal como en el resto de ALC,

el sector informal urbano en Bolivia es muyheterogéneo; abarca un nivel cada vez ma-yor de trabajadores voluntariamente infor-males y una corriente menor para la cual elsector puede funcionar como una red de se-guridad. Para muchos trabajadores, espe-cialmente los indígenas y las mujeres au-

toempleadas, la informalidad ofrece mayorflexibilidad y oportunidades de movilidadque el rígido sector formal. Sin embargo, lamayoría de los trabajadores asalariados in-formales parece estar en una substancialdesventaja de ingresos, reflejando la másbaja productividad comparativa de las em-presas más pequeñas. Esta baja productivi-dad está directamente relacionada con sucondición de informales, lo que limita su ac-ceso al crédito, a asociaciones con otrosproductores en su sector, a capacitación deltrabajador, a innovación y a otro tipo de in-tervenciones que mejoran la productividad.

Los hallazgos destacan que los hacedoresde política no deberían buscar la reduccióndel empleo informal simplemente. El consi-derable sector informal es en gran medida unreflejo de la elección voluntaria, dada la ba-ja productividad general de la economía bo-liviana y de las inflexibles y costosas regula-ciones. Se necesitan amplias ganancias enproductividad para mejorar la calidad de lostrabajos formal e informal mediante incenti-vos apropiados y mejores negocios y regula-ciones laborales (considerados en la secciónde recomendaciones de política de este capí-tulo y en las del capítulo previo).

MIGRANTES RURALES-URBANOSEN EL MERCADO LABORAL

La migración interna sirve para equili-brar los mercados laborales. Los migrantesdejan las regiones con menos oportunidadeseconómicas y se mueven a las más dinámi-cas. Las decisiones individuales de migra-ción responden a oportunidades económi-cas y son afectadas por numerosos factores:estándares de vida, tasas de desempleo, dis-tancias entre origen y destino, tamaño de lafamilia y la edad y educación de los indivi-duos. Los flujos de migración tienen conse-

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cuencias en los mercados laborales de las re-giones receptoras, demanda de bienes pú-blicos, gasto público, inversión, pobreza ydesigualdad.

A la luz de la variación de la pobreza ydesigualdad entre localidades, particular-mente la marcada brecha de pobreza urba-na-rural, la migración interna podría ser im-portante para la reducción de la pobreza enBolivia. Aún así, se sabe poco acerca del de-sempeño socioeconómico relativo de los mi-grantes y las características de aquellos quese integran mejor a la economía urbana. Es-tos temas son examinados en el trabajo deantecedentes de Tannuri-Pianto et al.,(2004) (el Anexo 4.3 resume la metodolo-gía). El análisis se enfoca en la migraciónrural-urbana en vista de que estos trabaja-dores son típicamente menos aptos que losurbano-metropolitanos y, por tanto, puedentener mayores dificultades para integrarseen los mercados laborales urbanos más de-sarrollados. El enfoque se centra en los jefesde familia que migran, ya que las familiasusualmente migran juntas o dejan la deci-sión de la migración al jefe de familia.

En general, las conclusiones apuntan aun significativo flujo cruzado entre los mer-cados laborales urbano y rural en Bolivia.Las áreas rural, urbana y metropolitana sontanto fuentes como destinos; pero las áreasmetropolitanas recientemente se han con-vertido en el destino principal de los mi-grantes. Los migrantes rural-urbano obtu-vieron mejores resultados que si no hubieranmigrado, particularmente aquellos que ob-tienen trabajos en la categoría más baja dela escala de ingresos por sus aptitudes.

Flujos de migración yperfil de los migrantesExisten importantes diferencias en las

dinámicas de los flujos de migración duran-

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te el boom económico y la reciente desace-leración. Los gráficos 4.8 y 4.9 muestran lafuente y áreas de destino de los migrantesque se desplazaron durante 1993-1997 yaquellos que lo hicieron durante 1998-2002.Cada barra describe el porcentaje de migran-tes que vienen (gráficos superiores) y que sevan (inferiores) a las áreas rurales, peque-ños centros urbanos y grandes ciudades. Lasprincipales conclusiones son:> Hasta 1997, las áreas rurales fueron la

principal fuente de migración y los polosde atracción principales fueron las áreasurbanas (más del 60 por ciento de mi-grantes se fueron a las ciudades peque-ñas o a destinos metropolitanos). Sinembargo, también hubo una migraciónsignificativa a las áreas rurales en el or-den de migración rural-metropolitana.Los migrantes procedentes de las áreasrurales preferían irse a otras áreas rura-les, mientras que los que abandonaronlos pequeños centros urbanos y áreasmetropolitanas fueron principalmenteatraídos a otras ciudades.

> La migración a los principales centros ur-banos, especialmente de las ciudadespequeñas, se ha acentuado desde finalesde los noventa. Los flujos de la migra-ción urbana aumentaron en casi la mitaddesde 1997 hasta 2002. Las áreas metro-politanas fueron el principal polo deatracción para los migrantes proceden-tes de las tres regiones. Aún permaneceuna significativa migración a las áreasrurales, incluyendo un aumento en la mi-gración urbana-rural.En general, esto sugiere que los mercados

laborales urbano y rural están entrelazadoscon significativo flujo cruzado. La significa-tiva migración a las áreas rurales puede estarvinculada a las redes familiares que apoyanla reducción de los costos de migración o

proporcionan una red de seguridad para losmigrantes que no existe en las áreas urba-nas. Además, estos migrantes pueden estarllenando nichos en el mercado laboral dedestino. Un migrante relativamente poco ca-pacitado en las áreas metropolitanas podríaser relativamente muy capacitado en las áre-as rurales, compensando su migración.

Sin embargo, los flujos absolutos de mi-gración son aún pequeños. Cerca de350.000 personas migraron en los cincoaños previos a la muestra de la encuesta dehogares de 1997 y solamente 69.000 fueronmigrantes rural-urbano. Las cifras son simi-lares para 2002. Esto refleja parcialmentelos elevados costos de migración y, como seanotó antes, los factores no pecuniarios queafectan a la adopción de decisiones.

En términos de características, una dife-rencia asombrosa entre jefes de familia mi-grante y no migrante es la representación ex-cesiva de las mujeres: 36 por ciento de losmigrantes rural-urbano eran mujeres en2002. Los migrantes son cerca de seis añosmás jóvenes que los no migrantes, y típica-mente tienen familias más pequeñas. En2002, los migrantes rurales tenían en prome-dio 7.3 años de educación, mientras que losno migrantes rurales tenían únicamente 4.5años, y los urbanos no migrantes tenían 9.2años. La participación en los sectores formal,informaly de autoempleo en 2002 era seme-jante para los migrantes y no migrantes. Laprobabilidad de migrar de la gente más jo-ven, cuyas ganancias son incrementadas porel mayor periodo de compensación esperado,es mayor. Igualmente mayor es la probabili-dad de migrar de los trabajadores con mayo-res capacidades y mejor educación.

Los resultados indican que la migraciónrural-urbano en el período 1993-1997 fueliderada por jefes de familia más jóvenes,mejor educados y con familias pequeñas,

Gráfico 4 .8 - FLUJOS DE MIGRACIÓN EN

BOLIVIA POR ORIGEN Y DESTINO,

1997 Y 2002(Sólo jefes de familia)

45

40

35

30

25

20

15

10

5

0

1997 2002

[-URural Urbano Metro... Rural Urbano Metro...

■ Rural Urbano Metropolitano

60

50

40

30

20

10

0

1997 2002

Rural Urbano Metro... Rural Urbano Metro...

■ Rural Urbano Metropolitano

Fuente: Estimaciones propias sobre los datos de

encuestas de familias.

que estaban en busca de trabajos en las áre-as más desarrolladas, que probablementeenfrentan menores restricciones al crédito yque tienen mayores ganancias de ingresoesperadas. Los migrantes rurales no provie-nen de las áreas más pobres o relativamentemenos desarrolladas (según la medición deingreso de IDH y las tasas de mortalidad in-fantil) y las comunidades con niveles deeducación más altos tienen menor migra-

95


Gráfico 4.9 - FLUJOS DE MIGRACIÓN EN

BOLIVIA POR ORIGEN Y DESTINO,

1997 Y 2002(Jefes y no jefes de familia)

10

0

1997 2002

L . .Rural Urbano Metro... Rural Urbano Metro...

■Rural Urbano 66 Metropolitano

60

50

40

30

20

10

0

1997 2002

Rural Urbano Metro... Rural Urbano Metro...■ Rural Urbano 66 Metropolitano

Fuente : Estimaciones propias sobre los datos deencuestas de familias.

ción, quizá debido a las apariencias que ge-nera la educación. Los individuos de las lo-calidades más pobres y los indígenas jefesde familia son más propensos a la migraciónrural-rural.

Ingresos de los migrantesLos migrantes rurales a las áreas urbanas

durante los noventa obtuvieron mejores re-sultados que si se hubieran quedado en las

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áreas rurales, particularmente aquellos queconsiguen trabajos en la base de la escala deingresos por sus capacidades. Los retornos ala educación son mayores para los jefes defamilia migrantes que para los no migrantes(excepto los de nivel técnico) en 2002. Exis-te una heterogeneidad relativamente altaen Las áreas rurales; ésta les permite a losmigrantes con menores capacidades (para elmercado laboral urbano) beneficiarse (entérminos absolutos) de la migración. A pe-sar de potenciales obstáculos, tales comofalta de contactos, "conocimiento de lo ur-bano" o habilidades que son demandadas enla economía urbana, los migrantes encon-traron rápidamente oportunidades econó-micas competitivas.

No obstante, la migración es ventajosaúnicamente para aquellos con característi-cas tipo-migrante. Si una persona tiene ras-gos observables que no conforman con el tí-pico perfil del migrante (antes descrito),pero aún así migra, ella va a ganar menos delo esperado en el lugar de destino. Por tan-to, cuando Los individuos con grandes fami-lias provenientes de localidades muy pobresmigran, tienden a ganar menos en el sectorurbano/metropolitano de lo que sus capaci-dades podrían predecir.

Los ingresos de los migrantes quedaronrezagados con la desaceleración económica.Particularmente el desempeño de las muje-res jefas de familia y de los individuos indí-genas en los mercados laborales urbanoscambió considerablemente de 1993 a 2002.Las migrantes mujeres han tenido peores re-sultados comparadas con sus contrapartesurbanas en 1993 y 1997; pero en 2002 habíauna prima para las mujeres migrantes en tra-bajos con pagos más bajos por sus habilida-des. Por otra parte, los migrantes indígenas,jefes de familia que consiguen trabajos en elnivel más bajo de la escala de ingresos, per-

dieron la postura relativa a indígenas jefesde familia no migrantes en 2002.

Los resultados son consistentes con elcambio en la dirección de los flujos de migra-ción desde los noventa hasta principios de lapresente década. Existe poca evidencia deldesplazamiento de migrantes con desempe-ño por debajo de lo esperado en los principa-les centros urbanos durante el boom del cre-cimiento. Pero con el estancamiento del cre-cimiento, hubo alguna reversión de los flujosde migración hacia las áreas rurales.

A pesar de que los migrantes no provie-nen de las áreas rurales más pobres, la mi-gración rural-urbana posiblemente tuvo unacontribución directa (y a través de remesas,indirectas) para reducir la pobreza rural. Sinembargo, el potencial de los residentes rura-les para salir de la pobreza a través de la mi-gración es limitado por los elevados costosde migración, por el hecho de que la gentemás pobre no migra a las áreas urbanas, ypor aspectos no pecuniarios de decisionesde reasentamiento.

¿QUÉ INTERVENCIONES DEPOLÍTICA PUEDEN MEJORAR ELROL DEL MERCADO LABORALPARA REDUCIR LA POBREZA ENBOLIVIA?

Los impactos de la pobreza y de la desi-gualdad en el crecimiento pueden ser mejo-rados removiendo una cantidad de obstácu-los que enfrentan los pobres para mejorar suproductividad y comercializar su trabajo. Es-to incluye un sólido apoyo a la acumulaciónde su capital humano en los futuros años, yacciones para mejorar la equidad, tanto enel mercado laboral, como en las inversionesque generen ingresos para regiones rezaga-das (incluyendo la reducción de tos costosinternos de migración). Más adelante se

presenta una selección de acciones de cortoy mediano plazo.

Fortalecimiento del capital humano yprotección social para los pobres. Paraapoyar la atención de las desigualdadesque limitan la capacidad de muchos boli-vianos pobres a acceder y beneficiarse delingreso al mercado laboral, el Gobierno de-be continuar y mejorar los esfuerzos paraaumentar el capital humano, particular-mente en educación y salud. Dado que elgasto social en Bolivia ya es relativamentealto como porcentaje del PIB, las accionesde política de gasto social deben enfocarseen seleccionar las localidades que están enpeor posición económica, mejorando laresponsabilidad y eficiencia del gasto me-diante un monitoreo intenso y gestión porresultados, y encontrando formas creativaspara aprovechar la participación del sectorprivado. Las áreas de atención especificadeben ser:> Implementar un programa "inteligente"

de transferencia condicional de efectivo,orientado a las familias más pobres y conniños en riesgo, para ofrecerles apoyo deingreso mínimo con la condición de quecomprometan su participación en inter-venciones de salud y nutrición (mujeresembarazadas y niños de 0-6 años deedad) y en edad escolar (niños de 7-12años de edad). Bolivia puede aprenderdel muy exitoso programa Oportunidadesde México Bolsa Familia de Brasil y deprogramas semejantes en Honduras, Ni-caragua, Colombia y Ecuador. El progra-ma puede ser aplicado en forma piloto engrupos con alta prioridad y crecer paula-tinamente. El financiamiento a través dela recaudación de impuestos del gas na-tural podría canalizar los beneficios deeste sector, enclave para mejorar el bie-

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nestary el capital humano de los bolivia-nos pobres (el costo regional de normasestá entre 0.5-1 por ciento del PIB apro-ximadamente).

> El programa complementaria esfuerzosactuales del lado de la oferta para avan-zar en las MDM de salud y nutrición, y enprotección social (con apoyo del BM).Éstos incluyen la expansión de la cober-tura del cuidado básico de salud en áreasdesatendidas fortaleciendo la red muni-cipal de servicio de salud, la provisiónsostenible de agua y saneamiento, y for-taleciendo las inversiones comunitariaspro-pobre y el programa de seguridad deltrabajo (PLANE).

> El desarrollo de la estrategia educacio-nal en Bolivia, orientada hacia el desa-rrollo de habilidades cognitivas y la pro-ductividad de la fuerza laboral, será pro-visto de recomendaciones específicaspor un estudio del sector educación delBM. Los temas clave para la implementa-ción a mediano plazo de la estrategia in-cluyen: rellenar brechas de coberturapara la educación básica universal y me-jorar las transiciones de la educación se-cundaria, encarando la baja calidad y lasdesigualdades en los logros aprovechan-do la gestión sobre la base de resulta-dos, mejorar el acceso a la educación su-perior privada para los estudiantes conbajos ingresos, y desarrollar capacida-des para el mercado laboral a través de lainstrucción en el uso de computadoras ydel idioma inglés.

Reforma de las regulaciones del mer-cado laboral para promover la formalidady el aumento de la productividad . La ele-vada tasa de empleo informal refleja el altocosto y pequeños beneficios del empleo enel sector formal. Las regulaciones laborales

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deberían permitir que el crecimiento generemás y mejores trabajos para los pobres,equilibrando la efectiva protección de lostrabajadores con el crecimiento de la pro-ductividad. Existen muchas opciones de po-lítica, que podrían alentar el aumento de laproductividad de los trabajos formales e in-formales. Éstas son:

Establecer un tope para pago de indem-nización, para poner los incentivos ne-gativos existentes a la contratación pordebajo del promedio regional, y al mismotiempo permitir que los trabajadores re-ciban indemnizaciones parciales en al-gunos casos de renuncia voluntaria;

> Extender el uso de contratos a plazo,adheridos a provisiones especiales (re-querimiento mínimo de inversiones encapacitación) para hacer menos atracti-vo el proceso de alta rotación de la con-tratación;Reglas de despidos más flexibles por ra-zones económicas y trabajo estacional,al mismo tiempo que se fortalecen las re-des anti-cíclicas de seguridad efectiva;

> Incentivos para la capacitación del tra-bajador, tales como tratamiento imposi-tivo semejante a la inversión en capitalhumano y a inversiones de capital, co-inversiones de trabajadores y seguridadde trabajo, postcapacitación mutuamen-te acordada por los trabajadores y lasempresas;

> Provisiones para adaptar los diferentescostos no salariales para las empresasmás pequeñas, bajo mutuo acuerdo entreempleadores y empleados, tales comoplanes simplificados de salud/pensión;

> Nivelar las condiciones contractualestransversalmente en género y etnia (in-cluyendo el trabajo doméstico), fortale-ciendo las provisiones antidiscrimina-ción, igualando el tiempo del trabajo de

la semana/día y compartiendo los bene-ficios de salida por maternidad; y

> Emplear mecanismos imparciales y opor-tunos extra-judiciales para resolver lasdisputas laborales, posiblemente inclu-yendo arbitraje neutro o concejos de me-diación.

> Fortalecer institucionalmente el Minis-terio del Trabajo (dotación de personal,capacitación, asistencia técnica) y coor-dinar con las agencias públicas relevan-tes, lo cual es necesario, de manera quepuedan asumir su importante y cada vezmás complejo rol.Como en la mayor parte de la región, la

agenda de reforma del mercado laboral haestado paralizada. Existe la necesidad deuna efectiva comunicación a trabajadores,empresas de todos los tamaños y gobiernoscentral y municipal sobre los beneficios delas reformas, que incluyen: mayor producti-vidad, más trabajos con beneficios socialesviables para más trabajadores, ingresos pú-blicos potencialmente mayores y un merca-do laboral más fluido, donde las recompen-sas y la movilidad laboral se basen en capa-cidades y mérito. El mayor reconocimientode la importancia de regulaciones sólidasdel mercado laboral para el crecimiento de laproductividad ha motivado recientementealgunas importantes reformas en países co-mo Colombia, Chile y Perú así como discu-siones en curso en otros como Ecuador.

Mejorar la equidad del mercado labo-ral. Con el fin de aumentar la equidad delmercado laboral, el Gobierno también po-dría considerar intervenciones para reducirbrechas de ganancias que no están relacio-nadas con la productividad. Éstas podríanbeneficiarse del auspicio de la sociedad civily del sector privado (podría tomarse encuenta el aprendizaje de experiencias simi-

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lares relevantes en la región, por ejemplo,de Perú y de Chile), y podrían comprenderlas siguientes acciones:> Alentar la expansión de instalaciones

preescolares para centros de cuidado deniños con el objetivo de facilitar la parti-cipación de las mujeres y de los migran-tes, aprendiendo de experiencias exitosasen la región (por ejemplo, Perú, Chile);

> Capacitar en escuelas secundarias e ins-titutos en técnicas de búsqueda de tra-bajo y promoción de servicios privada-mente provistos de intermediación delmercado laboral;

> Adoptar acciones de prevención del cri-men dirigidas por la comunidad y de con-trol en vecindarios urbanos marginalesque pueden permitir a los trabajadores,especialmente mujeres, tomar ventaja deoportunidades de trabajo (nocturnas)disponibles;

> Considerar aumentos moderados, deacuerdo con la productividad, en el sala-rio mínimo, así como la economía reanu-da el crecimiento, estrecho monitoreodel aumento de desempleo entre los jó-venes sin aptitudes para evitar la deter-minación muy alta del nivel.

Aumentar las oportunidades económi-cas en regiones en peores condiciones. Deigual manera, se necesitan inversiones parala generación de ingresos para regiones re-zagadas y acciones para disminuir los costosde la migración interna, de manera que lospobres tengan mejores posibilidades de be-neficiarse de ubicaciones y esfuerzos pro-ductivos con mejores perspectivas económi-cas. Las acciones de política incluyen:


> Mejorar el transporte urbano e interre-gional para reducir costos de conmuta-ción que dificultan el acceso al trabajo;Usar el mapa de pobreza recientementedesarrollado (UDAPE-INE) para guiar laasignación de recursos hacia los muni-cipios pobres, particularmente paraidentificar intervenciones orientadas ala generación de ingresos de los pobres.Este mapa podría ser considerado paraimplementar la fórmula de la Ley delDiálogo Nacional de transferencias in-termunicipales. El perfil geográfico depobreza de Bolivia es propicio para unamplio ámbito de intervenciones de-pendiendo de la pobreza local y nivelesde desigualdad, ubicación y donacio-nes. Éstas pueden incluir inversionesque alienten el crecimiento, programasseleccionados para el desarrollo de ca-pital humano, bienes de la comunidad ygeneración de ingresos e inversionesque promuevan la integración gradualde comunidades a través de la migra-ción. Los recursos de la cuenta del Mile-nio de EE.UU. podrían ser aprovechadospara financiar actividades empresaria-les y actividades sociales en las locali-dades rezagadas.Es importante enfatizar que las acciones

anotadas anteriormente deberían ser acom-pañadas por reformas complementarias quepermitan mejoras generales en el ambientede inversión y que incluyan intervencionespara incentivar a la micro y pequeña empre-sa a participar en instituciones formales, talcomo se explica en el Capítulo previo. Estopermitirá capitalizar sobre sinergias paraavanzar en múltiples reformas.

5. Perspectivas para el Crecimientoy la Reducción de la Pobreza

A pesar de que las perspectivas de crecimiento de Bolivia per-manecen vulnerables a circunstancias externas, el país pue-de mejorar fuertemente su potencial de crecimiento futuro

mediante reformas continuas. Las simulaciones sugieren que si losdeterminantes del crecimiento mejoraran hasta alcanzar el percen-til 75 de la región de ALC, el PIB per cápita podría incrementarse amás de 4 por ciento por año o a más de 5 por ciento por año si lasvariables de política mejoraran al percentil 75 del mundo. Debido ala gran cantidad de personas pobres en Bolivia y a la sesgada dis-tribución del ingreso, se necesitan altas tasas de crecimiento si sequiere reducir significativamente el nivel de pobreza. Considerandola existencia de la relación crecimiento-pobreza, se requieren tasasanuales de crecimiento per cápita del orden de 6.5 por ciento paraalcanzar la meta MDM de reducir la pobreza al 34 por ciento en2015. La tasa de crecimiento anual per cápita requerida para alcan-zar la meta MDM alternativa de reducir la incidencia de la extrema

pobreza a la mitad en 2015 es de 1 por ciento menor aproximada-mente. Las simulaciones indican que las reformas individuales depolítica tendrán, por sí mismas, impactos relativamente pequeños

en incremento del crecimiento y reducción de la pobreza, pero pue-den tener un impacto mucho mayor al implementarse como partede una estrategia integral de reformas que se refuercen mutuamen-te.

102


Este capítulo se desarrolla sobre los re-sultados de capítulos previos para medir lasperspectivas del crecimiento pro-pobre. Dis-cute escenarios que llevarían al país devuelta a la senda de rápido crecimiento y si-mula detonantes de política que dirigen ladistribución del ingreso que pueden reducirla pobreza y la desigualdad de ingreso.

PERSPECTIVAS DE CRECIMIENTO

El crecimiento de mediano plazo de Bo-livia está ligado al desarrollo del sector degas natural, incluyendo los proyectos encurso con Brasil y Argentina y posibles ex-portaciones. Estudios recientes estimanque estos proyectos podrían guiar haciauna tasa de crecimiento de, por lo menos, 6por ciento si alcanzan su capacidad totalhasta el final de esta década (FMI, 2004;Klasen et al., 2004). Como un sector encla-ve, el impacto sobre el resto de la economíase daría principalmente a través de impues-tos, efectos de cuenta corriente y aprecia-ción del tipo de cambio. Klasen et al., esti-man que el crecimiento sería algo mayor siel Gobierno desistiera de gastar todos losingresos adicionales en consumo, en vez deincrementar el ahorro público y evitar lacontracción de los sectores orientados a laexportación. Los beneficios directos paralos pobres serían modestos, debido a los li-mitados efectos indirectos de producto yempleo.

Un mayor avance en reformas estructura-les puede ayudar a Bolivia a iniciar un creci-miento de más corto plazo y sostenible en ellargo plazo. Los resultados del crecimientoanalizados en el Capítulo 1 pueden ser utili-zados para simular órdenes de magnitud(Gráfico 5.1). Con determinantes de creci-miento que sigan las tendencias de los no-venta, puede esperarse que el crecimiento

promedio del PIB per cápita sea aproxima-damente 0.5 puntos porcentuales mayor quela tasa promedio de los noventa (que alcan-zó un crecimiento de 2 por ciento por año)durante la siguiente década, comparada conuna ganancia de crecimiento per cápita de1.1 por ciento para ALC (en total 2.6 porciento por año). Si la política de determi-nantes de crecimiento mejoraran hasta elpercentil 75 de la región de ALC, el creci-miento del PIB per cápita en Bolivia podríaincrementarse de 2.7 puntos porcentuales amás de 4 por ciento por año (similar a otrospaíses de ALC). Finalmente, si las variablesde política mejoraran al nivel del percentil75 del mundo, entonces el crecimiento enBolivia podría alcanzar un promedio de 5.6por ciento por año.

Las simulaciones sugieren que las mejo-ras en educación, infraestructura e integra-ción comercial seguidas por mejor gober-nancia y profundización financiera, podríancontribuir mucho al crecimiento. Podríandarse amplios efectos indirectos hacia la

Gráfico 5 . 1 - PROYECCIONES DE CRECIMIENTO

DEL PIB PER CÁPITA , BOLIVIA Y PROMEDIO DE

ALC, 2000-2010

1%

o%oTendencia Variables Variables son

son iguales iguales al 25 %al 25% más más altoalto del ALC del mundo

Fuente : Sobre la base de Loayza , Fajnzylber

y Calderón, 2002.

103

PERSPECTIVAS PARA EL CRECIMIENTO Y LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA

producción y el empleo si los proyectos degas son acompañados de políticas y refor-mas en estas áreas. Esto requiere una com-binación de políticas y reformas económicaspara reducir las vulnerabilidades macroeco-nómicas, incentivar la inversión privada, yexplotar las dotaciones naturales más efi-cientemente.

Formular una agenda de reformas pro-cre-cimiento está más allá del alcance de este in-forme. En el Capítulo 3, ofrecimos algunasrecomendaciones de política para atenderrestricciones macroeconómicas claves queenfrentan las empresas bolivianas para elcrecimiento; éstas se discuten en mayor de-talle en la "Medición del ambiente de inver-sión en Bolivia 2001", del BM. Las restriccio-nes al crecimiento y temas comerciales sonanalizados en mayor profundidad en el próxi-mo "Memorándum económico de país", delBanco. Deberían buscarse mecanismos sos-tenibles para financiar infraestructura públi-ca utilizando criterios estándar de costo-be-neficio y cuando no haya disponibilidad definanciamiento de donantes; el Gobiernopuede buscar alternativas viables de finan-ciamiento domésticas o externas (incluyen-do sociedades público-privadas). Un próxi-mo estudio del sector educativo proveerá re-comendaciones específicas para desarrollaruna nueva estrategia educativa boliviana;pero algunas recomendaciones se discutenen el Capítulo 4. "La revisión del gasto públi-co 2004" del BM ofrece recomendaciones pa-ra mejorar la gobernancia. El BM está apo-yando el fortalecimiento del sector financie-ro a través del crédito de ajuste para Rees-tructuración Programática y Corporativa pa-ra mejorar el acceso al financiamiento (par-ticularmente para pequeñas y medianas em-presas) incluyendo la reforma de la ley de ga-rantías y el fortalecimiento de los derechosdel acreedor.

El crecimiento boliviano de los noventaen medio de un ambiente externo favorable(alto crecimiento de sus principales socioscomerciales, significativas entradas de flu-jos de capital, la expansión de las exporta-ciones de recursos naturales) y su subsi-guiente caída demuestran la vulnerabilidaddel país ante shocks externos y la dependen-cia del capital externo. Las anteriores pro-yecciones de crecimiento, basadas en refor-mas estructurales más profundas, no consi-deran posibles shocks -ya sean positivos onegativos. Un alto porcentaje del ingresofiscal proviene de exportaciones de gas na-tural, y shocks en su nivel de precios podríanafectar las cuentas fiscales. Andersen y Fa-ris (2002a y 2002b) sugieren un fondo deestabilización para los ingresos del gas na-tural para mitigar la volatilidad del precio,aunque podrían no ser tan efectivas cuandolos shocks de precio no sean permanentes(Nina y Brooks de Alborta, 2001).

Bolivia depende de recursos externos pa-ra un tercio del gasto público total. Como semencionó en el CAS 2003 del BM, los nivelescomprometidos de asistencia externa, parti-cularmente de donantes bilaterales, son in-ciertos, y la disponibilidad de inversión pri-vada doméstica y externa en las actuales cir-cunstancias del país podrían ser insuficien-tes para sostener el crecimiento. El gobiernodebería continuar buscando ayuda de cortoplazo condicionada al buen desempeño depolítica y a avances de la agenda de armoni-zación de asistencia.

Las inversiones en capital humano, in-fraestructura de transporte y comunicacio-nes, combinadas con un marco institucionaladecuado, pueden mejorar las perspectivaspara incrementar el impacto de la inversióndirecta local y externa. Si las empresas lo-cales pueden acceder a asistencia técnica,crédito, recursos humanos e información,

104


los efectos indirectos de la IED son másprobables. La creación de redes de distribu-ción, la adopción de nuevas tecnologías yel acceso a mercados externos podrían per-mitir que las regiones más pobres del paísobtengan mejores beneficios del comerciointernacionaL26

En resumen, los resultados de las regre-siones de crecimiento indican que las refor-mas estructurales llevadas a cabo en Boliviaentre los ochenta y noventa contribuyeronpositivamente al crecimiento, especialmen-te en los noventa. El crecimiento futuro se-rá limitado sin mayores reformas. Más aún,las lecciones del desempeño pasado exhor-tan a realizar acciones para incrementar eli mpacto del crecimiento en la reducción dela pobreza.

PERSPECTIVAS PARA LAREDUCCIÓN DE LA POBREZA:ALCANZANDO LA MDM DE LAPOBREZA

Bolivia requiere crecimiento sosteniblepara alcanzar reducciones sustanciales depobreza. Las distribuciones del ingreso es-tán fuertemente sesgadas, particularmenteen áreas rurales, haciendo más dificil que elcrecimiento de distribución-neutral logrereducir la pobreza en forma significativa einmediata. Esto se ilustra en el Gráfico 5.2,que muestra estimaciones de distribucionesdel ingreso familiar per cápita para 2002 ylas correspondientes líneas de pobreza. És-tas muestran el porcentaje de individuos encada nivel de ingreso; el área bajo la curva ala izquierda de la línea de pobreza el porcen-taje de individuos pobres.

Llevamos a cabo simulaciones para me-dir el impacto del crecimiento en la pobre-za, en particular para medir el crecimientoper cápita requerido para alcanzar la MDMde reducir la pobreza a 34 por ciento en2015 (Gráfico 5.3). Con tasas de crecimien-to alternativas, asumiendo que la distribu-ción de ingreso no cambia, la meta podríaalcanzarse si los ingresos crecieran a unatasa anual per cápita mayor al 6.5 por cien-to en los próximos 11 años, lo que significamás que doblar el ingreso per cápita en2015. La tasa anual de crecimiento per cá-pita requerida para alcanzar la MDM alter-nativa de reducir la incidencia de la extremapobreza a la mitad en 2015 es de aproxima-damente 1 por ciento menos. Estas tasas decrecimiento son significativamente mayo-res que las de los noventa. La pobreza po-dría disminuir a 29 por ciento con una tasaanual de crecimiento per cápita de 8 porciento, pero aún en este escenario irreal, lapobreza en áreas rurales permanecería muyalta (54 por ciento), y no se alanzaría laMDM de dividir en dos el headcount ratio.Las amplias brechas de pobreza en áreas ru-rales representan un desafio especial paraextender los beneficios del crecimiento ha-cia los pobres rurales.

IMPACTO DE LAS REFORMASDE POLÍTICA EN LA POBREZAY DESIGUALDAD

Hemos hecho simulaciones de políticaque miden el impacto de reformas sobre va-rias de las causas principales de la pobreza ydesigualdad identificadas en este informe.Las simulaciones: (i) extrapolan tendencias

26 Véase Instituto para Investigación Socio-Económica (IISEC) e "Inversión Extranjera Directa y Desarrollo:El Caso Boliviano' del Instituto de Desarrollo Internacional (ODI) para una discusión más detallada delrol de la IED en Bolivia.

105


Gráfico 5 . 2 - DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO FAMILIAR PER CÁPITA EN LOGARITMOS, 2002,

URBANO Y RURAL

0.5

0.45

0.4

0.350.3

0.25

0.2

0.15

0.1

0.05

00 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Nota : Las líneas verticales en cada gráfico representan una línea de pobreza "promedio" para cada área.

Fuente: Estimaciones del autor sobre datos de encuesta de hogares.

4 5 6 9 10

Gráfico 5.3 - IMPACTO DEL CRECIMIENTO PER CÁPITA SOBRE LA POBREZA EN BOLIVIA(Cambios en el nivel de pobreza)

Nacional Urbano Rural

g=1% g=3% g=6.5% g=1/ g=3% g=6.5% g=1°I g=3% g=6.5%

■ Pobreza Pobreza extrema te Brecha de pobreza

Nota: g = Tasa de crecimiento del ingreso per cápita de encuesta.


de mejoras educativas de tos noventa a 2015y acelerando las tendencias de los noventa;(ii) incrementan los retornos a la educaciónen diferentes niveles y para trabajadores endistintos puntos de la distribución de ingre-sos; (iii) continúan las disminuciones de fer-tilidad; (iv) reducen el empleo informal; (v)mueven el empleo desde actividades prima-rias hacia la industria manufacturera y/o ser-

vicios intensivos en mano de obra; y (vi) eli-minan las brechas de ingresos por género, ra-za e informalidad. Estas simulaciones son li-mitadas y su objetivo no es predictivo, sinoque permite ofrecer meramente una sensa-ción de los órdenes potenciales de magnitudde políticas alternativas. Algunos resultadosson ilustrados en los Gráficos 5.4 y 5.5 (véa-se Gasparini et al., (2004) para detalles).

106


Los principales hallazgos de las simula-ciones de política son:> Debido al bajo nivel de ingreso nacionaly

al alto número de personas pobres, la po-breza no puede reducirse mucho gracias apolíticas puramente redistributivas.

> El impacto en distribución de un incre-mento en ingresos por productividadsería mayor si se diera en actividadeseconómicas primarias (por ejemplo,agricultura) en áreas rurales. Un creci-

miento generalizado de ingresos es re-lativamente neutral, pero sería pro-po-bres si se diera en los sectores que em-plean a los pobres (por ejemplo, dondepredomina la mano de obra no califica-da), y menos pro-pobres si sucede en lossectores intensivos en mano de obra ca-li ficada (Gráfico 5.5).Un crecimiento de ingresos de 5 porciento por año en áreas urbanas tiene unimpacto considerable sobre la reducción

Gráfico 5 . 4 - IMPACTO DE LAS DIFERENTES POLÍTICAS SOBRE LA POBREZA Y

DESIGUALDAD DEL INGRESO EN BOLIVIA

45

40

35

30

25

ó 20

15

10

5

0

Nacional

Redistribución de impuestos

Cambio en los niveles de pobreza

Urbano

■ Pobreza Pobreza extrema Brecha de pobreza

t=10% t=301 t=10%

Distribución per cápita del ingreso familiar

0,50

0,45

0,40

0,350,30

0,25

0,20

0,150,10

0,050,00

70

m

Real2002 t=1 t=2 t=3

60

50

Rural

40 'E■ Participación 1ro

l Participación lomo30 - Gini

20

10

0

7

107


Escenarios alternativos de política

Cambios en pobreza total y extrema

Pobreza Extrema (Si)■ Pobreza extrema (S4)

Pobreza (Si)■ Pobreza (S4)

2,0

1,5

1,0

0,5

0,0

-0,5

-1,0

-1,5

-2,0

Estructura Retornos a la Estructura de Informalidad Brechas Numero deEducativa Educación Empleo Salariales Hijos <12

Cambio en la incidencia del coeficiente de Gini

Numero deEducativa Educación Empleo Salariales Hijos <12Estructura Retornos a la Estructura de Informalidad Brechas

Nota: Estructura Educativa : 51 extrapola tendencias entre los noventa y 2015. S4 simula la simulación de

analfabetismo , incrementos en conclusión de escuela primaria , asistencia a escuela superior y universidad.

Retornos a la educación : 51 asume incrementos de 20 % en los retornos a la educación . 54 ecualiza los retornospara trabajadores con salarios condicionalmente bajos a los retornos de trabajadores en la mediana . Estructura

de empleo : Slextrapola las tendencias de los noventa a la década siguiente . S4 simula movimientos masivos de

agricultura a manufactura, comercio , y servicios intensivos en mano de obra calificada . Informalidad: 51

extrapola tendencias entre fines de los noventa y 2015 . 54 asume un incremento de 20 puntos porcentuales enel porcentaje de empleo formal desde reducciones en el empleo informal asalariado y el autoempleo . Brechas

salariales: Si elimina la inexplicada brecha salarial de género . 54 elimina las inexplicadas brechas de ingreso

de los informales asalariados y los autoempleados . Número de hijos <12 51 extrapola tendencias entre los

noventa y 2015. 54 asume una disminución del porcentaje de hogares con más de tres hijos.Fuente: Estimaciones del autor con MECOVI 2002 (Gasparini et al., (2004)).

108


de la pobreza (desde 53 por ciento hasta29 por ciento), mientras que un creci-miento similar de ganancias en áreas ru-rales podría reducir la pobreza desde 85 a71 por ciento (véase curvas de incidenciade crecimiento en Gráfico 5.5).

> Incrementar considerablemente los ni-veles educativos de la población que tra-baja no cambia sustancialmente la dis-tribución de ingreso, e induce a reduc-ciones moderadas en la pobreza. Lo mis-

mo se cumple, para incrementos de losretornos a la educación.

> La relocatización sectorial de empleo ha-cia la manufactura, el comercio y el sec-tor de servicios tiene modestos impactosen la distribución de ingreso y pequeñosefectos en la pobreza.

> El impacto de un incremento en el em-pleo formal originado en reducciones delos trabajadores asalariados informales ylos autoempleados traería una reducción

Gráfico 5.5 - CURVAS DE CRECIMIENTO-INCIDENCIA EN DIFERENTES ESCENARIOS DE POLÍTICA

5% de Crecimiento anual en ingresos , por sector

5,0

4,5

4,0

3,5

3,0

2,5

2 3 4 5 106 7 8 9

- Total - Primarios •..•. Manufacturas - Servicios

Escenarios s1 and s4 para la estructura educacional

50,0

40,0

30,0

20,0

10,0

1 20,0

5 6 7 8 9 10-s1--s4

5% de Crecimiento anual en ingresos , por área

2,0

1,5

1,0

0,5

0,01 2 3 4 5 6 7 8

- Total --- Urbano •.•. Rural

Cerrando la brecha salarial por género,raza e informalidad

10

2 3 4 5 6 7 8 9 10- Informalidad --- Raza ••• Género

Fuente: Estimaciones del autor sobre simulaciones con MECOVI 2002 . Véase Gráfico 5.4 para definiciones de losescenarios de simulación . Véase Gasparini el al., (2003).

109


en pobreza nacional en el ratio de re-cuento de personas menor a 2 puntos.

> Una disminución de la fertilidad generaefectos igualitarios de reducción de po-breza que son relativamente mayoresque en los escenarios previos.

> Cerrar las brechas salariales inexplicadasentre indígenas y no indígenas, y espe-cialmente entre trabajdores formales einformales, podría beneficiar a los po-bres; pero nuevamente, la pobreza y de-sigualdad caen poco. Cerrar las brechasde ingreso por género tiene un impactoinsignificante en la desigualdad de ho-gares, en gran parte debido a que es másprobable que las mujeres trabajadorasestén en un lugar superior de la distribu-ción de ingreso familiar.A partir de estos escenarios, concluimos

que, aunque todos contribuyen a reducir lapobreza, los impactos de cualquier factorindividual son pequeños. Medidas exclusiva-mente redistributivas logradas por políticafiscal parecen alcanzar mayores gananciasde corto plazo en la reducción de la pobreza;pero, a menos que sean moderadas, puedentener un impacto negativo en el crecimien-to y esto puede obstaculizar la reducción dela pobreza en el mediano y largo plazo. Entanto que Bolivia es muy desigual, es, en

primer lugar, muy pobre. La baja productivi-dad general implica una base de ingresosmuy baja para los pobres. Aún después de uncambio importante en la estructura educati-va, o en la economía de la composición deempleo, el salario promedio sólo crece 8 porciento y 2 por ciento respectivamente (Tabla5.1). El impacto es acallado por el hecho deque la prima salarial por conclusión de la es-cuela primaria es bastante pequeña paratrabajadores en la parte más baja de la dis-tribución de ingreso.

La principal lección del análisis es que elcrecimiento sostenible, basado en políticasy reformas que provean las condiciones paraincrementar la productividad de los hogarespobres, es esencial para reducir sustancial-mente la pobreza. Dados los actuales nivelesde productividad, las políticas sociales pro-pobres por sí solas solo pueden alcanzar mo-destas reducciones de pobreza. No existe lavarita mágica en un país pobre como Boli-via. Se necesitan acciones en múltiplesfrentes, como las tratadas en los Capítulos 3y 4 de este informe, para maximizar las ca-racterísticas del crecimiento pro-pobres.Asimismo, estas políticas pueden contribuirpromoviendo el crecimiento en el largo pla-zo y así permitir un círculo virtuoso de cre-cimiento y reducción de la pobreza.

110


Tabla 5.1 - IMPACTO DE LA MEJORA EDUCATIVA Y DEL EMPLEO SOBRE LOS SALARIOS

(Salarios y número de empleados , áreas urbanas)

Salario Número de trabajadores Salario Número de trabajadorespromedio Base 2002 Simulación 4 promedio Base 2002 Simulación 4

Sin Sineducación 3.1 90 0 educación 4.6 21.8 23

Primaria Primariaincompleta 4.2 834 113 incompleta 4.8 325 451

Primaria Primariacompleta 4 .9 137 677 completa 6.8 215 181

Secundaria Secundariaincompleta 5.3 331 226 incompleta 4.7 213 135

Secundaria Secundariacompleta 6 .3 314 677 completa 5.8 639 790

Superior 13 . 7 551 564 Superior 10.9 647 677

Total 2257 2257 Total 2257 2257

Salarios Salariospromedio promedio

Real 7.0 Real 7.0

Simulado Simulado(S4) 7.5 (S4) 7.1

Cambio (%) 8.0 Cambio (%) 1.9


ANEXOS

112


Anexo 1 . 1 - FUENTES DE INFORMACIÓN PARA EL MONITOREODE LA POBREZA Y LAS CONDICIONES DE VIDA EN BOLIVIA

Existen dos fuentes principales de datospara el monitoreo de las tendencias recien-tes de la pobreza en Bolivia: dos censos na-cionales y varias Encuestas de hogares (aun-que de cobertura incompleta y limitadacomparabilidad).

Datos censualesLos censos (Censo Nacional de Población

y Vivienda) proporcionan datos sobre indi-cadores no monetarios del bienestar. Losmás recientes son de los años 1992 y 2001.Son utilizados para construir mapas de po-breza y orientar las intervenciones guberna-mentales a partir de indicadores de necesi-dades básicas insatisfechas (NBI). Un mapade pobreza basado en NBI fue recientemen-te preparado por INE-UDAPE con el Censodel año 2001.

Encuestas de hogaresNo se cuenta con encuestas de hogares

representativas a nivel nacional para princi-pios de los noventa. Hasta el año 1996, lasencuestas de hogares multipropósito cu-brían solamente las áreas urbanas. Este in-forme se basa en las siguientes encuestas dehogares: Encuesta Integrada de Hogares(implementada en las ciudades capitaleshasta 1995), Encuesta Nacional de Empleo(cobertura nacional; junio y noviembre de1996, y noviembre de 1997, la más comple-ta en términos de contenido), EncuestaContinua de Hogares de Condiciones de Vida(1999 hasta 2003). La cobertura es nacio-nal. Estas encuestas se han beneficiado delapoyo de MECOVI. Los datos son más am-plios, incluyendo módulos de salud, educa-ción, ocupación, ingresos y gastos.

Estas encuestas presentan serias limita-ciones en términos de comparabilidad:cambios consecutivos en los cuestionariosdificultan la comparación de las variablessocioeconómicas más básicas (ingresos,educación), y las encuestas previas a 1999no capturaban los gastos de los hogares.Nos basamos principalmente en las encues-tas de los años 1993, 1997 y 1999-2002,prestando una atención meticulosa a los as-pectos de consistencia y comparabilidad.Utilizamos las líneas de pobreza oficialesderivadas de las Encuestas de hogares delINE para cada departamento (TablaA.1.1.1). Las tasas oficiales de pobreza sebasan en el gasto per cápita de los hogaresen las áreas rurales y en el ingreso per cápi-ta de los hogares para las áreas urbanas, da-da la elevada volatilidad y falta de confiabi-lidad de la información sobre los ingresosrurales.

Tabla A.1.1.1 - LÍNEAS DE POBREZA ENBOLIVIA, 2002 ( Bs por persona/mes)

Pobreza Pobreza extrema

Rural 233.4 133.0

Urbano 321.8 170.9Sucre 335.6 169.5La Paz 327.0 181.8

Cochabamba 351.3 177.4Oruro 297.4 165.3

Potosí 273.5 152.1

Ta rija 251.3 177.4Santa Cruz 343.9 174.7

Trinidad 343.9 174.7

El Alto 272.2 165.2

Fuente: INE.

113

ANEXOS

Desde el año 1999, el Banco, a travésdel programa MECOVI, ha apoyado al INE enel desarrollo de Encuestas de hogares anua-les con representatividad nacional. Ello hamejorado significativamente la comparabi-lidad de la información para el monitoreo yel análisis de la pobreza. En la medida queel programa MECOVI llega a su fin, se re-quiere un mayor financiamiento por partedel Gobierno y de los donantes, para conti-nuar fortaleciendo la capacidad estadísticanacional y mejorar el uso de encuestas pa-ra la identificación de la pobreza y la eva-luación de programas. En la actualidad, so-lamente entre 0.5 y 1 por ciento del presu-puesto de los donantes para la reducciónde la pobreza a nivel nacional es destinadoa mejorar el sistema de información. Losdesafíos de mediano plazo para el marcoinstitucional general y la gobernabilidaddel sistema estadístico son considerables.Los principales objetivos son: (i) continuarproduciendo encuestas de representativi-dad nacional anualmente implementadas,cubriendo indicadores sociales y de condi-ciones de vida, acceso a infraestructura bá-sica y otros indicadores de bienestar; (ii)mejorar los cuestionarios de las encuestas,el trabajo de campo y el control de calidaden un conjunto de actividades de las en-cuestas; (iii) incentivar un mayor acceso yutilizar los datos de las encuestas para elanálisis de política y nutrir el diseño de po-lítica pública; (iv) construir un sistema es-tadístico integrado para asegurar coheren-cia entre las diferentes actividades esta-dísticas en el país y promover una integra-ción más fuerte entre productores y usua-rios de datos; y (v) mejorar la calidad y co-bertura de datos administrativos y la capa-cidad para recoger información en los nive-les subnacionales.

Encuesta nacional sobre potencial yaspiraciones de desarrollo humanoEn 2000, el PNUD auspició una encuesta

de hogares de representatividad nacional(una muestra de 10,000 personas), tambiénaplicada por el INE, que captura los valoresy aspiraciones de los bolivianos con respec-to a sí mismos, sus comunidades y las insti-tuciones del país. Esta encuesta incluye lasautocalificaciones de pobreza de los indivi-duos, al igual que muchas de las variablesincluidas en las encuestas MECOVI, tales co-mo estructura del hogar, condiciones de em-pleo, ingresos, activos y acceso a serviciosbásicos. Utilizamos esta encuesta paraconstruir perfiles (subjetivos) de autocalifi-cación de pobreza. La principal limitaciónde esta encuesta del PNUD es que no captu-ra los ingresos de todos los miembros delhogar o los gastos del hogar. Esto impidecomparaciones directas de determinantesobjetivos y subjetivos de la pobreza al ba-sarse exclusivamente en datos de esta en-cuesta. Sin embargo, es posible compararlos resultados con aquellos obtenidos por laencuesta MECOVI, ya que ambas compartenun marco maestral similar e instrumentoscomunes de la encuesta (por ejemplo, cues-tionarios).

Desarrollo de un mapa de pobrezapor consumo en BoliviaLas encuestas de hogares muy rara vez

permiten una estimación confiable de la po-breza por ingreso/consumo en áreas geográ-ficas pequeñas (por ejemplo, municipios).Mientras que la información de los censos amenudo permite una considerable desagre-gación geográfica (por ejemplo, a nivel mu-nicipal); no captura los ingresos/gastos delos hogares. Una metodología recientemen-te desarrollada deriva mapas de pobreza porconsumo combinando datos de los censos y

114


de las encuestas de hogares para completarlos datos faltantes de ingreso en los censos(Elbers, Lanjouwy Lanjouw, 2003). Esta me-todología es aplicada a Bolivia para derivarmapas de pobreza por ingreso/consumo anivel de municipios con niveles adecuadosde confianza estadística, utilizando mode-los de regresiones hedónicas.

Las principales fuentes de datos son: elCenso Nacional de Población y Vivienda delaño 2001 y las Encuestas de hogares MECO-VI de 1999, 2000 y 2001, las cuales fueroncombinadas para obtener una muestra ma-yor, luego desagregada por departamento yárea.

La metodología relacionó el gasto deconsumo de los hogares con variables me-didas tanto en las Encuestas de hogares co-mo en el censo para imputar los datos fal-tantes sobre ingresos (Elbers, Lanjouw yLanjouw, 2003); es desarrollada en dosetapas. En la primera, se generó un modeloeconométrico del gasto estimado de loshogares como función de variables de lasencuestas relacionadas con estructura delhogar, bienes durables y equipamiento devivienda, servicios básicos y característicassociodemográficas de los miembros. En lasegunda, se aplicaron los parámetros deeste modelo a los datos del censo para ob-tener estimaciones condicionales del gastoen consumo per cápita para cada unidadgeográfica.

Éstos pueden ser agrupados en cuatrocategorías: características del hogar/fami-lia (tipo de hogar, número de miembros, nú-mero de niños), características de la vivien-da (material de construcción, acceso a agua,alcantarillado, electricidad, bienes dura-bles), características del jefe del hogar(edad, sexo, nivel educativo, condición deempleo, ocupación), características de lacomunidad o área de residencia (nivel de

educación, atención durante el parto, mate-riales y espacio utilizado en el hogar, consu-mo de servicios y de energía).

Para estimaciones más sólidas, la mues-tra de la encuesta se divide en unidadesgeográficas más homogéneas, léase regio-nes y departamentos. Los errores de estima-ción del modelo están compuestos por dospartes: una atribuida a efectos geográficoso de ubicación, y la otra relacionada a loserrores individuales o idiosincrásicos. Laprimera indica la presencia de característi-cas no observables que afectan el consumode los hogares en una cierta zona o comuni-dad. Para manejarla, se generaron variablesexplicativas para cada comunidad o zona(grupo), las que predijeron el error de la ubi-cación con efectos fijos. El error idiosincrá-sico es entonces estimado, a partir de unadistribución teórica (normal, t-student) conprocedimientos de muestreo de por lo me-nos cien iteraciones.

Una vez que se estimó la distribución delgasto en consumo para cada unidad geográ-fica, fue posible calcular los indicadoresusuales de desigualdad y pobreza junto conintervalos de confianza empíricos. Las lí-neas de pobreza utilizadas para medir la po-breza fueron estimadas considerando la ca-nasta de productos básicos compuesta porlos tipos y cantidades de alimentos típica-mente consumidos dentro y fuera del hogar,junto con un consumo calórico mínimo re-comendado por la Organización Mundial dela Salud. El grupo familiar de referencia es-tuvo compuesto por familias cuyos nivelesde gasto en comida pueden cubrir los reque-rimientos nutricionales mínimos en un in-tervalo de 1 por ciento, 5 por ciento y 10 porciento por encima y por debajo del nivel denutrición adecuado. Las líneas de pobrezafueron obtenidas promediando los valoresde gasto en el intervalo.

En la práctica, pocos hogares cubren latotalidad de los requerimientos calóricos yproteicos básicos y, generalmente, no estáncompletamente representados. Estos facto-res, combinados con los errores de medicióndel gasto, explican el uso de estimacionesde intervalos en lugar de estimaciones ordi-

115

ANEXOS

nales. Se utilizaron dos líneas de pobrezapara las estimaciones de pobreza: una líneade pobreza más alta, que considera el límitesuperior del valor de los productos no ali-menticios, y una línea de pobreza más baja,que determina un límite inferior (Wodon,1997).

116


Anexo 1 . 2 - LA GEOGRAFÍA DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD27

Esta sección proporciona resultados másdetallados del reciente trabajo de UDAPE yel IN E, con el apoyo del BM, para desarrollarun mapa de pobreza por consumo para uni-dades geográficas desagregadas. El análisispresenta nuevos datos sobre la pobreza enBolivia, medida a través del gasto en consu-mo y de líneas alternativas de pobreza com-binando información del Censo 2001 y lasEncuestas de hogares MECOVI 1999-2001.Además de la línea de pobreza extrema, se

Potosí

Chuquisaca

Beni

La Paz

Ta rija

Cochabamba

Pando

Santa Cruz

61, 5°/°

59,1%

ffi Pobreza extrema

°t 46,3%

51,9%

51,1%

51,5%

83,1%

/%76,6%

)b,

61,8%

72,2%

74,4°

73,2%

72,8%

71,3%

67,7%

65,0%

61,7%

82,4%

50% 60% 70% 80% 90% 100%

Pobreza baja ® Pobreza alta

Fuente: Basado en información del Censo 2001 y las Encuestas de hogares 1999-2001.

utilizaron otras dos líneas: una línea de po-breza alta que considera el límite superiordel valor de los productos no alimenticios, yuna línea de pobreza más baja, que determi-na un límite inferior (ver Anexo 1.1 para de-talles). Los resultados identifican las áreas ylocalidades más desiguales con la más altaconcentración de pobreza y sus posicionesrelativas implícitas.

Mientras que la pobreza se encuentra ge-neralizada en Bolivia, existen importantes

Gráfico A.1.2.1 - INCIDENCIA DE POBREZA POR DEPARTAMENTO, 2001

L^^^sà asR

42,4%°

39,0°6,

34,7%

40,6%

0% 10% 20% 30% 40%

61,2%

27 Sobre la base del reporte "Pobreza y desigualdad en municipios de Bolivia: estimación del gasto deconsumo combinando el Censo 2001 y las Encuestas de hogares" (2003) realizado por UDAPE, el INE ypor el Banco Mundial, por Quentin Wodon (AFTPM), Werner Hernani (consultor) y Meter Lanjouw(DECRG).

117

ANEXOS

diferencias por ubicaciones. Los departa-mentos de Potosí y Chuquisaca tienen la ma-yor incidencia de pobreza, seguidos de Beni,La Paz y Oruro, con independencia de la lí-nea de pobreza utilizada (Gráfico A.1.2.1).Más del 70 por ciento de la población en es-tos departamentos es pobre. Los departa-mentos de Santa Cruz, Pando y Cochabambason los menos pobres según cualquier líneade pobreza, pero incluso en Santa Cruz, el40por ciento de la población es pobre. Estasposiciones son en gran medida similares pa-ra la pobreza extrema. Más del 60 por cientode la población en Potosí y Chuquisaca esindigente, comparada con 25 por ciento enSanta Cruz. Debido a la densidad de pobla-ción, los departamentos con las más altastasas de pobreza concentran el mayor núme-ro de pobres: Cochabamba y Santa Cruz con-

28%

Gráfico A . 1.2.2 - ÁREAS URBANAS : INCIDENCIA DE POBREZA POR DEPARTAMENTO, 2001

Beni

Tarijal

La Paz 1

Pando

Chuquisacaj

Oruro

Potosí

Santa Cruz

Cochabambalu,/,

0% 20%

24%

centran más del 42 por ciento de la pobla-ción de Bolivia, mientras que Potosí y Chu-quisaca tienen menos del 15 por ciento.

Los conglomerados urbanos de Beni y LaPaz presentan la mayor incidencia de pobre-za (más del 50 por ciento) mientras que Co-chabamba y Santa Cruz se encuentran entrelos menos pobres (casi una cuarta parte de lapoblación) (Gráfico A.1.2.2). Los patronesde pobreza extrema urbana son muy simila-res. La pobreza extrema urbana en Beni al-canza a 37 por ciento; es tres veces más altaque las de Santa Cruz y Cochabamba, las doseconomías locales más vibrantes de Bolivia.De hecho, el proceso de desarrollo urbano enestas dos ciudades mayores ha creado opor-tunidades de ingresos de base amplia.

Las áreas rurales en todo el país sonabrumadoramente pobres con independen-

42%

44%

44%

42%

41%

56%

51%

69%

68%

167%

61%

66%

59%

55%

50%

76%

40% 60% 80%

Pobreza extrema 51 Pobreza baja ■ Pobreza alta

100%

Fuente: Basado en información del Censo 2001 y de las Encuestas de hogares 1999-2001.

118


Gráfico A.1.2.3 - ÁREAS RURALES: INCIDENCIA DE POBREZA POR DEPARTAMENTO, 2001

Potosí

Chuquisaca

Cochabamba

Oruro

Santa Cruz

La Paz

Tarija

Beni

Pando

0%

94%88%

94%93%

87%

M 92%87%

7 7/o

67°5

40%

53%

50%

57%

68%

70%

66%71%

63%

77%■87 //°86%86%

M 84%80%

76%

20% 40% 60% 80% 100%

Pobreza extrema Pobreza baja ■ Pobreza alta

Fuente: Basado en información del Censo 2001 y de las Encuestas de hogares 1999-2001.

cia de la línea de pobreza utilizada ( GráficoA.1.2.3). Más del 40 por ciento de la pobla-ción rural tiene niveles de consumo insufi-cientes para cubrir las necesidades básicasde alimentación . Incluso las áreas rurales deCochabamba y Santa Cruz tienen niveles depobreza tan altos como los de las áreas rura-les de Potosí y Chuquisaca . La pobreza ex-trema rural está particularmente concentra-da en Potosí y Chuquisaca ( cerca del 90 porciento ). Las áreas rurales de Pando y Benipresentan los niveles más bajos de pobrezaextrema ( la mitad de su población).

La desagregación municipal muestra quemuchas localidades presentan bajo consumoper cápita y pobreza severa, mientras que enotras coexisten bolsones moderados de po-breza con una alta desigualdad en el consu-mo per cápita , independientemente de la lí-

nea de pobreza utilizada. El Gráfico A.1.2.4.muestra el porcentaje de municipios para elrango de incidencia de pobreza y brechas depobreza observadas en Bolivia utilizando lí-neas de pobreza alternativas ; las líneas ver-ticales punteadas representan los valoresnacionales correspondientes. Un amplioporcentaje de municipios exhibe una inci-dencia de pobreza por encima de los nivelesnacionales ( la mayoría de las curvas en losgráficos del lado izquierdo ( a-b) se encuen-tran a la derecha de la líneas punteadas). Dehecho, un significativo porcentaje de losmunicipios tiene incidencias de pobreza porencima del 80 por ciento (ver los picos de lascurvas ). Las curvas que muestran la distri-bución de las brechas de pobreza ( gráficosdel lado derecho ) sugieren que la mayoría delos municipios también tienen niveles de in-

119

ANEXOS

Gráfico A. 1.2.4 - DISTRIBUCIÓN DE LA INCIDENCIA DE POBREZA Y DE LAS BRECHAS DE

POBREZA EN LOS MUNICIPIOS, 2001

(a) Línea alta de pobreza

Incidencia de Pobreza en los Municipios Brecha de Pobreza en los MunicipiosLínea Alta de Pobreza línea Baja de Pobreza

2.5

.4 .6 .8Línea alta de pobreza

(b) Línea baja de pobreza

2.5

0

Brecha de Pobreza en los MunicipiosLínea Alta de Pobreza

.8

0{r0

.2 .4 .6 8Línea baja de pobreza

Incidencia de Pobreza en los MunicipiosLínea de Pobreza Extrema

.2 .4 .6 .8Línea de pobreza extrema

0 .2 .4 .6Línea alta de pobreza

(c) Línea de pobreza extrema

Incidencia de Pobreza en los MunicipiosLínea Baja de Pobreza

Brecha de Pobreza en los MunicipiosLínea de Pobreza Extrema

.4 .6 .8 1 0 .2 .4 .6Línea alta de pobreza Línea de pobreza extrema

Fuente: Sobre datos del Censo 2001 y de las Encuestas de hogares 1999-2001.

120


tensidad de pobreza que están por encimadel promedio nacional, a pesar de que la dis-tribución de municipios es más simétrica, yque cuenta con líneas de pobreza más bajas.

La pobreza está particularmente concen-trada en municipios ubicados en los valles yen el altiplano central. Los municipios condotaciones de recursos y poblaciones urba-nas más grandes se han desarrollado a unatasa relativamente mayor, tienden a con-centrar mayores niveles de actividad econó-mica y tienen mayores niveles de consumo.Éste es típicamente el caso de las capitalesde departamento y las ciudades relativa-mente grandes. Los municipios de Cocha-bamba y Santa Cruz ciertamente presentanlas incidencias e intensidades más bajas depobreza total y extrema (cerca de 20 porciento de su población es pobre). Sin em-bargo, algunos municipios que se ubicanfuera de las capitales de departamento (e.g.Montero, Cocapirhua, Puerto Quijarro) tam-bién han tenido este impacto, reduciendosus niveles de pobreza. Por el contrario, enal menos 20 municipios con poblacionesdispersas (Morochala, San Pedro Buena Vis-ta, Ravelo), virtualmente todos los residen-tes viven con niveles de consumo insufi-

cientes para cubrir las necesidades alimenti-cias básicas.

Los resultados también ilustran la im-portante interacción local entre pobreza ydesigualdad. Bolivia también exhibe altosniveles de desigualdad en el consumo tantoentre, como al interior de los departamen-tos. El Gráfico A.1.2.5 muestra el índice dedesigualdad de Theil, el cual, al igual que elcoeficiente de Gini, se encuentra en un ran-go de 0 (igualitaria) a 1 (la más desigual).Potosí, Cochabamba y Chuquisaca tienen lamayor desigualdad de gasto en consumo. Encontraste, Tarija, Pando y Beni muestranuna distribución más equitativa del gastoen consumo, reflejando parcialmente mayo-res oportunidades económicas al encontrar-se ubicadas bordeando las fronteras conBrasil y Argentina, con una menor propor-ción de población indígena, entre otros fac-tores. Cerca de la mitad del nivel de desi-gualdad en las regiones más desiguales esexplicada por las grandes brechas en los in-gresos rural-urbanos, mientras que en las re-giones más igualitarias, la desigualdad re-fleja principalmente disparidades, tanto alinterior de las áreas urbanas, como al inte-rior de las rurales.

Gráfico A.1.2.5 - DESIGUALDAD EN LA DISTRIBUCIÓN DEL GASTO EN CONSUMO:

ÍNDICE DE THEIL

Potosí

Cochabamba

Chuquisaca

Santa Cruzo ,

La Paz7

Oruro

Beni 0,17

Pando 0,17

Tarija 1 :. . . 0,160,00 0,10 0,20 0,30 0,40 0,50

Fuente: Basado en información del Censo 2001 y las Encuestas de hogares 1999-2001.

Gráfico A.1.2.6 - DESIGUALDAD YGASTO EN CONSUMO

4

Desigualdad y consumo

4.5 5 5.5Consumo per capita

6 6.5

Fuente : Basado en información del Censo 2001 y de

las Encuestas de hogares 1999-2001.

La información municipal no sugiereuna correlación clara entre el consumopromedio y los niveles de desigualdad. ElGráfico A.1.2.6 muestra los índices de de-sigualdad y de consumo per cápita de losmunicipios, con los correspondientes ni-veles nacionales (líneas verticales y hori-zontales). Mientras que la mayoría de losmunicipios con bajos niveles de consumotienen baja desigualdad entre aquellos conmayores niveles de consumo promedio,encontramos niveles de desigualdad tantoaltos como bajos. Esto es, para la mayorparte de los municipios (la nube de puntosen la parte inferior del gráfico), existe po-ca evidencia de que un mayor nivel de con-sumo promedio implique una mayor desi-gualdad. Sin embargo, en los municipioscon una alta desigualdad inicial, dado unnivel de consumo promedio (los puntosmás dispersos en la parte superior del Grá-fico), un incremento en el consumo pro-medio lleva primero a una distribuciónmás desigual antes de lograr una mayorigualdad. Estos patrones deben ser toma-

121

ANEXOS

dos de manera tentativa, ya que reflejancorrelaciones transversales.

Los datos municipales ilustran la formaen la que los elevados niveles de desigual-dad en Bolivia son un factor clave detrás delos altos niveles de pobreza del país. El Grá-fico A.1.2.7 muestra la relación entre desi-gualdad (total y extrema) y los niveles de in-cidencia e intensidad de pobreza para líneasde pobreza alternativas. Nuevamente, las lí-neas horizontales y verticales muestran losniveles nacionales para cada variable quedivide cada uno de los gráficos en cuatrocuadrantes.

En varias localidades, persisten una altadesigualdad y bajos ingresos. Vale la penadistinguir tres grupos de municipios. El gru-po más grande comprende a los municipioscon pobreza muy alta y baja desigualdad(cuadrantes de la parte inferior derecha encada Gráfico), que son en su mayoría comu-nidades indígenas remotas con baja pobla-ción, que viven en condiciones de subsis-tencia. El segundo grupo más grande inclu-ye a aquellos municipios que tienen tantopobreza alta como desigualdad (cuadrantesde la parte superior derecha en cada Gráfi-co) y comprende a las localidades urbanasmás grandes con mejores dotaciones de re-cursos y las ciudades pequeñas dedicadas ala explotación de minerales o al comerciofronterizo con Brasil y Argentina. Finalmen-te, los municipios con pobreza baja y bajadesigualdad (cuadrantes de la parte inferiorizquierda en cada gráfico) se encuentran tí-picamente en las áreas urbanas económica-mente más dinámicas. El perfil geográficode pobreza de Bolivia requiere de una ampliagama de intervenciones dependiendo de losniveles locales de pobreza y desigualdad,ubicación y asignación de recursos.

Finalmente, el análisis encuentra que larelación entre las mediciones de consumo y

122


Gráfico A . 1.2.7 - DESIGUALDAD Y MEDICIONES DE POBREZA

(a) Línea baja de pobreza

Desigualdad y pobreza

.5

.2 .4 .6 .8

incidencia de pobreza baja

(b) Línea de pobreza extrema

Desigualdad y pobreza.5

0 .2 .4 .6 .8incidencia de pobreza extrema

1


l

.2 .4 .6

brecha de pobreza baja


.2 .4 .6 .8

incidencia de pobreza extrema

Fuente: Sobre datos del censo 2001 y de las Encuestas de hogares 1999-2001.

necesidades básicas insatisfechas (NBI) sedebilita entre los municipios con los nivelesmás bajos de pobreza. El Gráfico A.1.2.8muestra la relación entre pobreza por NBI ylos niveles de incidencia e intensidad de po-breza en lineas de pobreza altas con los correspondientes niveles nacionales (líneasvertical y horizontal). Niveles severos de po-breza, evidenciados por altos porcentajes depoblación con NBI y bajos niveles de consu-mo, caracterizan a un gran número de muni-cipios en Bolivia (nótese la considerable

1

concentración en los cuadrantes de la partesuperior derecha en los gráficos). Sin embar-go, la relación es menos clara entre los mu-nicipios con niveles de pobreza moderados,precisamente aquellos donde las necesida-des de ir más allá de la identificación geográ-fica son mayores. Esto sugiere que el actualsistema de transferencias intermunicipalesbasadas en la identificación de pobreza porNBI (fórmula de la Ley del Diálogo Nacional)tiende a ser menos sensible a municipios conbolsones enraizados de pobreza por ingreso.

123

ANEXOS

.4

Gráfico A.1.2.8 - INCIDENCIA DE POBREZA POR NBI Y LÍNEA DE POBREZA (Alta)

NBI e incidencia de pobreza

°

.6 .8incidencia de pobreza (alta)

1-I

.81

^ .40

2

NBI y brecha de pobreza

lsi.

ll

.2 .4 .6 1incidencia de pobreza (alta)

Fuente : Basado en información del Censo 2001 y de las Encuestas de hogares 1999-2001.

124


Anexo 1 . 3: POBREZA POR INGRESO Y PERCEPCIONES SUBJETIVAS

El estudio de antecedentes de Arias y So-sa (2004) analiza los determinantes de lapobreza subjetiva y la estimación de pobre-za por ingreso utilizando modelos de regre-sión binarios (véase Recuadro A.1.3.1).28 Elestudio emplea una encuesta de hogares re-presentativa a nivel nacional (Encuesta Na-cional de Aspiraciones y Prioridades de De-

1

sarrollo Humano, ENAPD) llevada a cabo porel PNUD para su Informe de Desarrollo Hu-mano 2000 en Bolivia. La encuesta capturalos valores y aspiraciones de los bolivianos,incluyendo sus percepciones de pobreza au-tocalificada, además de la mayoría de las va-riables socioeconómicas de las encuestasMECOVI (véase Anexo 1.1).

Recuadro A.1.3.1 - EXPLICANDO LA POBREZA SUBJETIVA Y POR INGRESOS

Arias y Sosa (2004) estiman modelos de regresiones binarias de los determinantes de la pobrezasubjetiva y por ingreso. Para la pobreza subjetiva, la variable dependiente se basa en las respuestas delos individuos a la pregunta: "Usted se considera a sí mismo pobre?" en la encuesta ENAPD 1999 (a in-dividuos de 18 años o mayores). Una limitación importante de la encuesta ENAPD es que solamentecaptura una fracción limitada de los ingresos de los hogares. La encuesta MECOVI 1999 es usada paraestimar regresiones de pobreza basadas en ingresos per cápita de los hogares (área urbana) y gastos(área rural) yen líneas oficiales de pobreza para una muestra similar a la de ENAPD.

El estudio examina el rol de una cantidad de características socioeconómicas sobre clasificacionesde la pobreza: demografía (género, edad, tamaño del hogar, estado civil), capital humano (propio, edu-cación del padre y de la madre, experiencia laboral, asistencia a escuelas fiscales), situación de empleo(desempleado, subempleado o empleado, trabajo temporal), tipo de empleo (empleador, trabajador in-dependiente o empleado), ocupación (patrón, obrero), lugar de residencia (urbano/rural, departamen-to, condición de migración), etnia (español, aymara, quechua, lengua materna), riqueza (ingresos,gasto de consumo, activos) y capital social (participación en organizaciones sociales, económicas, po-líticas o de otro tipo).

Al igual que en un análisis probit/logit estándar, los modelos relacionan indicadores binarios de po-breza (1 si es pobre, 0 si no lo es) con características socioeconómicas y puede considerarse emergen-te del siguiente proceso. Los individuos se califican a sí mismos como pobres al comparar su nivel debienestar wi autodeterminado con un valor personal crítico wi' que considera adecuado para evitar lapobreza:

yi=lsi[wi* -wi=xi(3+ui>0],yOenotro caso

donde xi son características observadas, ui captura determinantes no observados del bienestar y ,1errores de medición, los 0 son las ponderaciones asignadas a xi. El término wi" - wi es una medida

1

28 Véase Ravallion y Lokshin (2001, 2002) para un análisis similar reciente para Rusia.

125

ANEXOS

1no observada del bienestar neto que captura la propensión de considerarse a sí mismo pobre. En elcaso de la pobreza por ingreso wi es una medida del ingreso o consumo y wi' es una línea de pobre-za basada en el costo mínimo de una canasta alimenticia básica. El modelo probit entrega estimacio-nes de la probabilidad condicional de ser pobres para individuos con diferentes xi.

En esta formulación, los factores no observados (no medidos) (ui) no interactúan con los determi-nantes observados del bienestar (pobreza). Esto es, las características individuales (xi) afectan el bie-nestar (pobreza) de la misma manera para todos los individuos (? es común para todos, i.e. indepen-dientemente de xi y ui). Sin embargo, es poco probable que el bienestar idiosincrásico y las percepcio-nes de pobreza se formen tan restrictivamente. Por ejemplo, el impacto de la educación en el bienes-tar y en la pobreza autocalificada puede diferir de acuerdo con el rango que las características no ob-servadas otorgan a un individuo en la distribución latente del bienestar, esto es, dependiendo de supropensión a autocalificarse como pobre.

Arias y Sosa (2004) estiman modelos de regresiones binarias por cuantiles con el fin de examinarsi los individuos que difieren en sus determinantes no observados del bienestar otorgan ponderacio-nes diferentes a las características socioeconómicas en sus autocalificaciones de pobreza (Manksi,1985; Kordas, 2002). Los resultados ofrecen información más sustantiva a los hacedores de políticaspara discernir las prioridades de los distintos segmentos de la población, específicamente de aque-llos individuos con mayor probabilidad de autocalificarse como pobres, dadas sus características so-cioeconómicas.

Se comparan los perfiles de pobreza au-tocalificada con perfiles convencionales ba-sados en ingresos/gastos. Los resultados se-ñalan algunas diferencias importantes en elefecto de las características socioeconómi-cas (tales como la educación, el empleo, laetnia) sobre la probabilidad de autopercep-ción de pobreza y de que sean clasificadoscomo pobres sobre la base de su ingreso fa-miliar. Los hallazgos también revelan la im-portancia relativa de los determinantes dela pobreza (i.e. las prioridades implícitas enlas autocalificaciones de pobreza) de acuer-do con las calificaciones de bienestar subje-tivo de los individuos (i.e. su propensión aconsiderarse a sí mismos pobres).

Perfiles de pobreza autocalificaday de pobreza por ingresoUn primer paso es comparar perfiles sim-

ples de pobreza por ingreso/gasto y las me-

diciones autocalificadas. El Gráfico A.1.3.1muestra, tanto la fracción de individuos queson clasificados como pobres de acuerdo a suingreso/gasto familiar per cápita, como lafracción de individuos que se autocalificancomo pobres de acuerdo con varias caracte-rísticas socioeconómicas . Esto se restringe ala muestra de jefes de hogar de 18 años omás. Las líneas verticales indican la fraccióntotal de pobres por ingresos y por autocalifi-cación para la muestra completa. Los princi-pales resultados son los siguientes:

Existe una sorprendente similitud entrelos patrones de ingresos y de incidencia depobreza autocalificada . Siempre que la tasade pobreza por ingreso de un grupo ( carac-terístico ) excede (está por debajo ) de la ta-sa general de pobreza por ingreso , ese mis-mo grupo tiene mayor (menor ) probabilidadde autocalificarse como pobre que los jefesde hogar.

126


Con pocas excepciones, las tasas de po-breza autocalificada son más bajas que (osimilares a) las tasas de pobreza por ingre-so. La incidencia de pobreza es 7 puntosporcentuales más alta de acuerdo con medi-das tradicionales de ingresos (55 por ciento)que con las propias evaluaciones directas delos individuos (48 por ciento). Esto es, laprobabilidad de que los individuos se consi-deren a sí mismos pobres es menor que la es-perada dado su nivel de ingresos per cápitafamiliar.

La educación reduce significativamentela pobreza por ingreso y asimismo la pobre-za autocalificada. La incidencia de la pobre-za por ingreso cae de 77 por ciento entre losjefes de hogar sin educación, a cerca de 10por ciento para aquellos que han completa-do la universidad, mientras que las tasas pa-ralelas de pobreza autocalificada declinande 74 a 12 por ciento. Las caídas más gran-des en la incidencia de pobreza, según cual-quier medida, ocurren con la conclusión deun grado educativo (primaria, secundaria ouniversitario).

Los perfiles de pobreza por ingreso y depobreza autocalificada también son muy si-milares cuando se considera indicadores deempleo, demográfico y varios referidos acondiciones de vida. Los desempleados, su-bempleados, obreros, autoempleados, lapoblación indígena (utilizando la lenguamaterna como proxy) y aquellos con bajo ac-ceso a activos y a servicios básicos tienenmayores tasas de pobreza por ingreso y au-tocalificada.

Sin embargo, para unas pocas caracterís-ticas importantes, la incidencia de pobrezapor ingreso se aleja significativamente delas tasas de pobreza subjetiva, sugiriendoque la primera puede fracasar en reflejaradecuadamente aspectos no pecuniarios delbienestar. Los autoempleados y la población

aymara tienen tasas de pobreza subjetivaaproximadamente 15 puntos porcentualespor debajo de sus tasas de pobreza por in-greso. Los quechuas y los aymaras tienen ta-sas similares de pobreza por ingreso; peroestos últimos tienen tasas más bajas de po-breza autocalificada. La incidencia de cabe-zas autocalificadas fuera de la fuerza laboralestá 10 puntos porcentuales por encima desu tasa de pobreza por ingresos.

Se utilizan regresiones probit para aislarlos efectos independientes de éstas y otrasvariables sobre la pobreza por ingreso y laspercepciones subjetivas de pobreza. La Ta-bla A.1.3.1 presenta los resultados, inclu-yendo también como variables explicativasa los niveles de ingreso de los individuos ylos gastos de las familias, indicadores de ac-tivos, condiciones de vida, trabajos tempo-rales, asistencia a colegios fiscales, educa-ción de los padres, proxies de capital social,y el hecho de que los efectos de variablesclave (por ejemplo, educación y condicionesde empleo) varían según etnia (columnas 3y 5). La Tabla A.1.3.2 compara los resulta-dos para la pobreza por ingreso y la pobrezasubjetiva solamente para variables comunesen las encuestas ENAPD y MECOVI. A efectosde comparación, cada conjunto de coefi-cientes es normalizado (columnas 3-4) detal manera que éstos midan la importanciarelativa de cada variable con respecto a to-das las variables explicativas (el signo aúnindica el hecho de que ellas reducen (nega-tivo) o aumentan (positivo) la pobreza). Porejemplo, los coeficientes de educación reve-lan si la educación es más importante parareducir la pobreza por ingreso que la pobre-za autocalificada, con relación a otras varia-bles explicativas.

Los resultados son consistentes con lanoción multidimensional de pobreza en lacual los ingresos/el consumo representan

127

ANEXOS

Gráfico A.1.3.1 - PERFILES DE POBREZA POR AUTOCALIFICACIÓN Y POR INGRESOS PARA BOLIVIA

(Jefe del hogar, 18 años o mayor)

14 1

4

48% Pobrezapor auto-calificación

N

55%Pobrezapor ingreso

0

0% 20% 40% 60% 80%

Pobreza por ingreso ■ Pobreza por auto-calificación

Demografía

Mujer

Hombre

Casado

Divorciado

Soltera

1Español

Quechua

Aymará 1

Otros

1

48% Pobrezapor auto-calificación

55%Pobrezapor ingreso

Desempleadoj

}

Empleo

Auto-Empleado

Asalariado

Empleador

Sub-Empleado

Fuera de la FL

Empleado

Privado

Público

Cuello blanco

Cuello azul

0% 20% 40% 60% 80%

Pobreza por ingreso ■ Pobreza por auto-calificación

Condiciones de vida

Electricidad

Inodoro

Computadora

Radio 1 f*- 55%

ierevision

Refrigerador

Telefono

Buen techo

Techo promedio

Mal techo

0% 20% 40% 60% 80% 0% 20%

Pobreza por ingreso ■ Pobreza por auto-calificación 80 Pobreza por ingreso ■ Pobreza por auto-calificación

Pobrezanor ingreso

Nota : Las mediciones de pobreza por ingresos se basan en el ingreso per cápita del hogar para áreas urbanas yen los gastos per cápita para áreas rurales.Fuente : Estimaciones de los autores basadas en la encuesta 1999 del PNUD y la MECOVI 1999.

128


una dimensión en particular. Ellos contradi-cen la afirmación de que la pobreza autoca-lificada refleja principalmente opinionesidiosincrásicas que tienen poca relación sis-temática con las características socioeco-nómicas. En general, las medidas de pobre-za por ingreso proporcionan una caracteri-zación razonable, aunque imperfecta, de lasposiciones de bienestar (pobreza) en Boli-via. Vale la pena mencionar los resultadosespecíficos que confirman los hallazgos deperfiles simples de pobreza:

Las probabilidades de ser pobre por in-greso y pobre autocalificado son mayoresentre las cabezas con menos educación, másjóvenes, desempleados o subempleados, enocupaciones de obreros, con una ascenden-cia indígena (quechua o aymara), con bajoacceso a activos y servicios básicos y/o vi-viendo en las áreas rurales. En muchos ca-sos, la importancia relativa de estas carac-terísticas para explicar la pobreza por ingre-so y la pobreza autocalificada es sorpren-dentemente idéntica (como en el caso de laeducación), a pesar del hecho de que proce-sos potencialmente diferentes podrían estardetrás de estas clasificaciones de pobreza.

Los efectos pequeños de los ingresos ygastos indican que su impacto en el bienes-tar subjetivo opera principalmente a travésde factores como educación o empleo. Se re-quiere una significativa compensación delingreso para incrementar la probabilidad deque un individuo se autocalifique como po-bre manteniendo constantes sus caracterís-ticas socioeconómicas.

Las posiciones de pobreza por ingresofracasan en revelar con precisión la condi-ción de bienestar subjetivo relativo de losautoempleados, de trabajadores fuera de lafuerza laboral, de migrantes, de la poblaciónindígena y de los efectos de la región de re-sidencia. Los trabajadores asalariados tie-

nen mayores probabilidades de autocalifi-carse como pobres que los autoempleados,mientras que los jefes de hogar fuera de lafuerza laboral tienden a considerarse a símismos más pobres que los empleados concaracterísticas similares; pero estas posicio-nes difieren para la pobreza por ingreso. Losmigrantes tienen la misma probabilidad deautocalificarse como pobres, pero menorprobabilidad de ser pobres por ingreso quelos no migrantes.

Las discrepancias por etnia son especial-mente relevantes. Los quechuas bolivianostienden a autocalificarse más pobres que loque sugieren sus perfiles de pobreza por in-greso (ajustando por características obser-vadas), mientras que lo inverso se da paralos aymaras. La importancia relativa de laeducación para la pobreza autocalificada essimilar entre líneas étnicas, pero la ponde-ración del desempleo es el doble para los in-dígenas autocalificados como pobres.

Los beneficios no monetarios asociadosa las decisiones de asentamiento no estánbien representados por las posiciones geo-gráficas de pobreza por ingresos. En el Grá-fico A.1.3.2, los departamentos son ordena-dos desde el más pobre por ingreso al menospobre por ingreso. A pesar de que Chuquisa-ca es la segunda región más pobre por ingre-so, sus residentes se autocalifican como losmenos pobres en el país. Los residentes deSanta Cruz tienen la misma probabilidad deser pobres por ingreso o por autocalifica-ción que los de La Paz, controlando por dife-rencias en las características individuales.Los residentes de las áreas rurales tienenmayor probabilidad de ser pobres por ingre-so o autocalificados que los habitantes ur-banos. Sin embargo, los residentes ruralesya no se autocalifican como más pobres quelos residentes urbanos si tienen iguales con-diciones socioeconómicas y condiciones de

129

ANEXOS

Tabla A.1.3.1 - DETERMINANTES DE LA AUTOCALIFICACIÓN DE POBREZA EN BOLIVIA(Estimaciones probit, individuos de más de 18 años)

Modelos empíricos(1) (2) (3) (4) (5)

Intercepto 0.043 0.093 0.048 0.050 -0.064

Hombre 0.022 0.031 0.021 0.031 0.032Edad -0.004 * -0.003 * -0.004 * -0.004 * -0.001Tamaño del hogar 0.015 ** 0.018 * 0.015 ** 0.015 ** 0.018 *Casado -0.078 ** -0.065 ** -0.077 ** -0.076 ** -0.045Educación -0.059 * -0.053 * -0.059 * -0.058 * -0.044 *Educación x no indígena -0.000 0.001

Educación de la madre -0.020 * -0.018 * -0.021 * -0.021 * -0.014 *Educación del padre -0.019 * -0.017 * -0.019 * -0.019 * -0.013 *Educación fiscal 0.019 0.000 0.018 0.019 -0.011

Desempleado 0.558 * 0.516 * 0.902 * 0.549 * 0.826 *Desempleado x no indígena -0.444 ** -.0478 **Fuera de la fuerza laboral 0.309 * 0.264 * 0.308 * 0.298 * 0.217Subempleado 0.138 * 0.136 * 0.138 * 0.144 * 0.128Empleador -0.274 ** -0.179 ** -0.275 ** -0.275 ** -0.167Empleado 0.118 * 0.115 * 0.121 *** 0.115 * 0.117 **Empleado x no indígena -0.006 -0.041Empleo temporal 0.126 * 0.117 * 0.117 *** 0.126 * 0.092T l i díempora x no n gena 0.011 0.012Obrero 0.218 * 0.20 * 0.22 * 0.214 * 0.147 *Rural 0.141 * 0.095 * * 0.141 * 0.159 * 0.004No migrante 0.046 0.041 0.047 0.048 0.044Quechua 0.218 * 0.213 * 0.210 * 0.217 * 0.154 **Aymara 0.134** 0.122** 0.119 0.141** 0.045Otros indígena 0.345 ** 0.344 ** 0.337 ** 0.352 ** 0.280Ingreso (Bs$1000) -0.004 * -0.003 *Consumo (Bs$1000) -0.007 * -0.003 **Org. Comunitaria -0.010 -0.047Org. Comunitaria x no indígena 0.012Org. Política -0.059 -0.054Org. Política x no indígena 0.001Org. Económica -0.041 -0.045Otras Org. -0.042 0.024

Otras Org. X no indígena -0.070Var. Dicotómicas regionales Si Si Si Si SiObservaciones 9018 9018 9018 9018 9018

Nota : * Significativo al 1%; ** significativo al 5%; *** significativo at 10%.

Fuente: Estimaciones de los autores sobre datos de las encuestas ENAPD y MECOVI 1999.

130


Tabla A. 1.3.2: DETERMINANTES DE LA POBREZA POR INGRESO Y POBREZA AUTOCALIFICADA

EN BOLIVIA ( Estimaciones probit, Jefe de hogar)

Coeficientes probit originales Coeficientes normalizados

ENAPDAutocalificada

MECOVIPor ingreso

ENAPDAutocalificada

MECOVIPor ingreso

(1) (2) (3) (4)

Hombre -0.022 0.021 -0.020 0.014Edad -0.004 ** -0.013 ** -0.004 -0.009

Tamaño del hogar 0.007 0.217 * 0.006 0.144Casado -0.050 -0.053 -0.046 -0.035Educación -0.061 * -0.085 * -0.055 -0.056Desempleado 0.530 * 0.628 ** 0.481 0.416Fuera de la fuerza laboral 0.142 ** -0.136 0.129 -0.090

Subempleado 0.075 0.104 0.068 0.069Empleador -0.303 ** -0.526 * -0.275 -0.348Empleado 0.194 * -0.107 0.176 -0.071

Obrero 0.263 0.494 * 0.239 0.327Rural 0.170 * 0.210 * 0.154 0.139No migrante 0.043 0.117 ** 0.039 0.077Quechua 0.227 * 0.087 0.205 0.058Aymara 0.180 ** 0.399 * 0.163 0.264Otros indígena -0.244 0.180 0.221 0.119

Intercepto 0.109 -0.158 0.099 -0.105Dummies regionales Si Si Si Si

Observaciones 3491 3035

Nota:*Significativo al 1%; ** Significativo al 5%; ***Significativo al 10%Los coeficientes en las columnas 3 y 4 están normalizados para propósitos comparativos , su significanciaestadística es similar a los estimados originales.Fuente: Estimaciones de los autores sobre datos de las encuestas ENAPD y MECOVI 1999.

vida, pero aún tienen mayor probabilidad deser pobres por ingreso.

Las discrepancias en las posiciones depobreza por ingreso y de pobreza subjetivapueden identificarse en aspectos no mone-tarios que afectan el bienestar de estos gru-pos. Entre ellos están factores de exclusióny/o culturales (por ejemplo, sentido de em-poderamiento o identidad) al igual que ca-racterísticas específicas de ubicación (por

ejemplo, desigualdad, capital social, cri-men), todos los cuales pueden tener efectossignificativos en las percepciones de pobre-za de los bolivianos.

Prioridades relativas de losautocaLificados pobresEsta sección da luces sobre si los distin-

tos segmentos de la población otorgan dife-rentes prioridades a las características ob-

131

ANEXOS

servadas como un medio para salir de la po-breza. Los determinantes del ingreso y elbienestar que no son capturados en las en-cuestas de hogares (tales como capacidadesno observadas, calidad de la educación, co-nexiones en el mercado laboral, actitudespersonales) llevan a diferencias en la pro-pensión intrínseca de los individuos a auto-calificarse como pobres. Esto a su vez puedeafectar la importancia asignada a las carac-terísticas observadas en las automedicionesde pobreza.

De hecho, los hallazgos señalan diferen-cias importantes en la forma en que las ca-racterísticas socioeconómicas medidas sonponderadas por los individuos en sus auto-calificaciones de pobreza. Los resultados semuestran en el Gráfico A.1.3.3, que expresalas ponderaciones relativas (eje vertical) dediferentes determinantes de pobreza para

los individuos con probabilidades condicio-nadas altas (e.g. cuantiles 0.3 a 0.5) a bajas(e.g. cuantiles 0.7 a 0.8) de autocalificarsecomo pobres (eje horizontal). La línea hori-zontal representa la ponderación promediorelativa. Para muchas características, lasponderaciones se incrementan o caen conlas probabilidades condicionales de pobrezaautocalificada. Por lo tanto, la importanciarelativa de los determinantes de la pobrezavaría de manera significativa entre los indi-viduos, dependiendo de cuán probable seaque ellos se autocalifiquen como pobres.

Específicamente, los factores que ayu-dan a las personas a salir de la pobreza (ta-les como la educación propia o la de los pa-dres o el conseguir un trabajo) son másefectivos (las ponderaciones declinan envalor absoluto con mayores probabilidadesde autocalificarse como pobres) precisa-

Gráfico A.1.3.2 - IMPACTO DE LA REGIÓN DE RESIDENCIA EN LA POBREZA

POR INGRESO Y AUTOCALIFICADA (Estimaciones probit)

Potosí

Chuquisaca

Oruro

Beni

Tarija

Cochabamba

Pando

Santa Cruz

1

Rural

-0,3 -0,2 -0,1 0 0,1 0,2 0,3 0,4

■ Auto-calificada Ingreso -':- No significativa

Nota: La Paz es la región omitida . Los coeficientes miden la importancia relativa de los efectos regionales conrespecto a todas las variables explicativasFuente : Estimaciones de los autores basadas en información de Encuestas de hogares.

132


mente entre los bolivianos que tienen mayo-res probabilidades de autocalificarse comopobres, dadas sus características observa-das. Principalmente, la educación es menosefectiva en reducir la autocalificación depobreza de los individuos para los cuales losfactores no observados juegan un rol mayoren sus percepciones de pobreza. Mientrastanto, el efecto de desempleo es más fuertea mayores probabilidades condicionales depobreza autocalificada, esto es, es relativa-mente más importante para los bolivianosmás propensos a autoclasificarse como po-bres.

Entre otros resultados, el efecto relativode la residencia rural se incrementa sistemá-ticamente, haciéndose menos notorio entrelos individuos que tienen mayor probabili-dad de considerarse a sí mismos pobres, da-das sus otras características observadas.Mientras tanto, el tener una ascendencia

quechua incrementa la pobreza autocalifi-cada (con relación a los no indígenas) de lamisma manera, sin importar los determinan-tes no observados del bienestar.

Estas diferencias en la formación de laspercepciones de pobreza son consideracio-nes importantes para la política pública.Aunque no son directamente tangibles, mu-chos de los factores no observados que lasgeneran son pasibles de intervenciones depolítica. Por ejemplo, el desarrollo tempra-no de capacidades, la calidad de la educa-ción y las conexiones en el mercado laboralson claves para el ingreso y el bienestar engeneral. Otros factores culturales e idiosin-crásicos son difíciles de cuantificar y muchomenos pasibles de influir a través de políti-cas. Sin embargo, el averiguar su rol es im-portante para coordinar las prioridades de lapolítica pública con las prioridades revela-das por su población objetivo.

133

ANEXOS

Gráfico A.1.3.3 - EFECTO DE LAS CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS EN LAS ESTIMACIONESBINARIAS POR CUANTILES SOBRE LA AUTOCALIFICACIÓN DE POBREZA

(ponderaciones relativas)

Masculino

0.0270

0.0170

-0.0030o u1 o u1 o v1 o u1 o uim cn - 't rn in LO LO n

o o o o o o o 0 O O

-0.0040

-0.0060

-0.0080

00o

o v1 o rn o UI o UI 0 LO oM M ^T ^T rl1 LL1 IO LO - n W

-0.0100

-0.0140

Educación de la Madre (años)

O O o

o

-0.0180 ' -0.0253

Educación de la Madre (años

0.0231 4

0 0141.

0.0051o u1 o rn o u1 0 Un o v, oM

o

M

o

Lt

o

'

o

LO

o

UI

o

tO

o

Ô n f` 00

Educación

-0.0379

-0.0439

-0.0499o u1 0 Un o u1 o uI o in om m .t ^t u1 u1 LO LO n n eo

-0.0093

-0.0173

o UI o r!1 O 1 0 UI o U O O UI 0 r!1 O UIM tn t r U b LO 1- f` co M M v lff lf1 IO 10 ll^. n 00ó ó 0 o o o ó ó c o o ó o o o o o ó o o o

Educación Pública

0.0500

0.0000

-0.0500o Yl O UI o u1 O 4l o UI 0M cn ^t 'Lt UI UI LO LO f\ r'- 00

ó ó o ó ó ó ó o o ó ó

0.5000

0.4000

0.3000

Fuera de la Fuerza Laboral0.2780 ---------------------------------- --------------- --- 0.1650

0.1400O Un o 01 o u1

o O o O o O

0.0650

O UI 0m m .ó ó ó

Tamaño del Hogar

O

o UI O ü1

ó ó 0

o rn o00

Sub-empleo

o 0n o u1tn M -t -t

O O O O O O 0

o ü1 Oe

OU uLO n

O 1 0 UI 0

O 0 0

134


-0.0200

-0.2100

Empleador

0.1350

0.1050

Empleado

----------

---' 0.0/50=O LLt O LL1 O LLt O LO O LLt O O LLt

M M ^* • LO LO W

o o o o o o o o o o o O O

Empleo Temporal Obrero

0.21204 ------------------------....-:

0.1720

0.0499 -t- 0.1320

0.0506

t+) ^7 YOq

b b O^

n W M ó LLt ^q ^ O^ oq

O O O o o O o o O O O O O O O O O O O O O O

Rural

0.1500

0.0900

0.1830

Quechua

0.0056

0.1500

0.1530

0.1230o o o O LL, O oM M ^1 Qi LO LL1 ID

^^D CO

O O O O

O M ov

o O 2 o Ov LO m

O O O O O O O O O O O

o O O O O O

0.0800

0.0100

M M < i

O LL1

O O O

No Migrante

O O o00OO

O

LO O LO OOJ

O o O O O O O O O O O

Aymara

WM T T

O O O O O

b uJ

O O O O O O

Nota: Los coeficientes han sido normalizados (norma 1) de tal manera que ellos midan la importancia relativa

de cada variable con respecto a todas las variables explicativas.

Fuente: Estimaciones de los autores sobre microdatos de Encuestas de hogares.

Anexo 2 . 1 - ANEXO TÉCNICO SOBRE DETERMINANTES DEL CRECIMIENTO

Tabla A.2.1.1: DETERMINANTES DE LAS DIFERENCIAS EN EL CRECIMIENTO DEL PIB PER CÁPITA

EN LOS NOVENTA. BOLIVIA CON RESPECTO A LOS PAÍSES CON MEJOR DESEMPEÑO DE ALC

Diferencia

actual

Diferencia

proyectada

Convergencia

transicional

Reversión

cíclica

Políticas

estructuralesPolíticas de

estabilizaciónCondiciones

externasEfecto

específico

de país

Chile -3.46 -2.82 1.82 -0.18 -2.83 0.01 -0.11 -1.53

Argentina -2.18 -1.45 1.92 -1.10 -0.81 1.19 -0.25 -2.4

Costa Rica -1.95 -1.12 1.28 -0.06 -0.7 0.1 -0.24 -1.51

Panamá -1.26 -1.21 1.05 -0.16 -1.85 -0.17 -0.22 0.14

Colombia 0.82 -0.83 1.17 0.04 -1.03 -0.16 -0.15 -0.7

Perú -0.79 -0.28 0.39 -0.46 -0.49 1.15 0.03 -0.9

Fuente: Basado en Loayza, Fajnzylber y Calderón, 2002.

136


Tabla A.2.1.2 - DETERMINANTES DEL CRECIMIENTO ENTRE PERÍODOSDE 10 AÑOS , BOLIVIA , '70-'90

'90 vs. '80 '80 vs. '70

Convergencia transicional 0.11 0.02

Reversión cíclica -0.02 -0.56

Poíticas estructurales 1.34 0.38

Políticas de estabilización 1.70 -1.53

Condiciones externas -0.59 -1.09

Cambio actual 3.49 -3.62

Cambio proyectado 2.54 -2.77

Fuente: Basado en Loayza, Fajnzylber y Calderón, 2002.

137

ANEXOS

Anexo 2 . 2 - EXPLICANDO LOS CAMBIOS EN LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO

Las simulaciones microeconométricas dedistribuciones contrafactuales son útilespara caracterizar cambios distributivos pa-sados y simular el impacto distributivo decambios en factores económicos y políticaspúblicas. La idea es simular la distribucióndel ingreso laboral en el período t como unafunción de las características observablesindividuales que afectan los salarios y elempleo, los parámetros para determinar elefecto de estas características en los sala-rios por hora del mercado y los resultados deempleo ( participación y horas de trabajo), ycaracterísticas no observables . Una distri-bución contrafactual en el período ti es ge-nerada tomando algunos de sus determinan-tes (parámetros o distribución de caracte-rísticas ) como si fueran los del período t2.Esta distribución contrafactual es entoncescomparada con la distribución actual obser-vada en ti . La diferencia entre las dos distri-buciones puede ser atribuida al cambio enlos determinantes elegidos entre ti y t2. Es-to permite aislar la contribución de cambiosen: (i) características observables de los ho-gares ( dotaciones ); ( ii) los retornos a dichasdotaciones ; y (iii) la heterogeneidad no ob-servada en los retornos.

Gasparini et al., (2004) estiman regre-siones para un modelo de oferta laboral deforma reducida con dos ecuaciones , una pa-ra el número de horas de trabajo y otra paralos salarios . Las variables explicativas inclu-yen las medidas típicas del capital humanode los trabajadores ( educación y experien-cia, aproximados por edad y por edad al cua-

drado), características demográficas talescomo género y etnia, características del tra-bajo (sector de actividad e indicadores deinformalidad de la mano de obra) y ubica-ción geográfica. Las ecuaciones de ingresosson estimadas por separado para los jefes defamilia y los no jefes de familia, tanto en lasáreas rurales como en las urbanas. Las simu-laciones fueron realizadas para los períodos1993-1997 y 1997-2002 y se centran en losefectos de cambios en la estructura educati-va, los retornos a la educación, las brechasde género y de ingresos regionales así comoen determinantes no observados de los in-gresos.

El análisis de descomposición es enri-quecido con estimaciones de ecuaciones deingresos por cuantiles (ver más abajo), lascuales son usadas para generar distribucio-nes contrafactuales cuando toda la familiade retornos a la educación (que varía entrecuantiles) cambia, o para cambios en cadauno de los coeficientes de retorno por cuan-tiles. Este procedimiento puede proporcio-nar una caracterización más rica de los cam-bios pasados y en las predicciones de éstosen la distribución del ingreso generada porcambios económicos y sociales o por inter-venciones de política. En particular, cuandose simulan cambios en la estructura educa-tiva, podemos simular el nuevo salario indi-vidual de una mejora en la educación deacuerdo al perfil salario-educación del per-centil particular al cual pertenece el indivi-duo. Véase Gasparini et al., (2004) para ma-yores detalles.

138


Tabla A . 2.2.1 - DESCOMPOSICIÓN DE CAMBIOS EN LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN BOLIVIA,

1993-2002

Contribuciones independientes a cambios en el coeficiente de Gini

Modelo 1 Modelo 2 Modelo 3

A. 1993-1997 Salario Ingreso Salario Ingreso Salario Ingreso(ciudades principales) por hora equiparado por hora equiparado por hora equiparado

Observadas 1993-1997 -0.3 0.8 -0.3 0.8 -0.3 0.8

Retornos

Educación-salarios -1.0 -1.0 -1.8 -1.6 -1.5 -1.3

Educación-horas 0.5 0.4 0.5

Género -0.2 0.0 -0.6 0.0 -0.5 0.1

No observables 3.9 2.7 3.6 2.7 3.7 2.9

Regiones 0.2 -0.6 0.0 -0.2 -0.1 -0.3

Estructura educativa 0.4 0.4 -0.7 -0.3 -0.1 0.3


B. 1997-2002 Salario Ingreso Salario Salario Ingreso Salario(áreas urbanas) por hora equiparado por hora por hora equiparado por hora

Observadas 1993-1997 2.0 1.5 2.0 1.5 2.0 1.5

Retornos

Educación-salarios 0.2 0.3 0.9 0.9 0.7 0.7


Género 0.23.0 0.0 0.3 0.1 0.3 0.1

No observables -0.2 2.2 2.9 2.3 3.0 2.3

Regiones 1.0 -0.6 -0.2 -1.0 -0.2 -1.0

Estructura educativa 1.5 0.5 0.9 0.3 0.9

139

ANEXOS


C. 1997-2002 Salario Ingreso Salario Salario Ingreso Salario

(áreas rurales) por hora equiparado por hora por hora equiparado por hora

Observadas 1993-1997 -5.8 -3.7 -5.8 -3.7 -5.8 -3.7

Retornos

Educación-salarios 0.0 -0.1 0.0 -0.2 -0.1 -0.1


Género 0.0 0.1 -0.2 0.2 -0.1 0.2

No observables 1.9 1.1 1.3 0.7 1.4 0.8

Regiones -1.1 -2.1 -1.6 -2.3 -1.6 -2.3

Estructura educativa 0.3 0.0 -1.4 -0.3 -0.9 -0.4

Aspectos básicos sobre lasregresiones por cuantilesLa técnica de regresión por cuantiles

(Koenker y Basset, 1978) es ampliamenteutilizada en los estudios de respaldo paraeste informe, ya que proporciona una carac-terización más rica del efecto de las varia-bles explicativas (X) en la distribución con-dicional de la variable dependiente (porejemplo, la distribución de los ingresos o eltamaño de la empresa). Cuando existe unaconsiderable heterogeneidad no observadaen la información, los modelos lineares deregresión de la media proporcionan sola-mente una caracterización limitada de sudistribución y del rol de los factores explica-tivos. Éste es probablemente el caso en unpaís heterogéneo como Bolivia, especial-mente dadas las limitaciones de las encues-tas existentes. Por ejemplo, podemos esti-mar líneas de regresión para diferentes per-centiles de la distribución ajustada (condi-cional) de los salarios (la distribución de losingresos que resulta si todos los trabajado-res tuvieran las mismas características ob-

servables). Por ejemplo, la regresión de lamediana (el cuantil 50) divide la muestrapor la mitad (la mitad de los residuos porencima y por debajo de la línea de regresión)y da los mismos resultados que los MínimosCuadrados Ordinarios (MCO, regresión de lamedia) cuando la distribución del salario essimétrica. Esto permite a los determinantesno observados del salario interactuar conmedidas de habilidades observadas. Esta in-teracción es capturada por los coeficientesde la regresión que varían a lo largo de lospercentiles de la distribución ajustada delsalario. De esta manera, podemos recuperardiferentes impactos de las variables explica-tivas a lo largo de toda la distribución sinimponer ningún supuesto previo, tal comola normalidad o la varianza constante de loserrores de la regresión. Los resultados tam-bién son robustos a outliers en la informa-ción de los salarios.

Supongamos que X es la variable dicotó-mica para género (mujer=1), el coeficientede la regresión de cuantiles mide la brechadel salario por género entre una mujer y un

140


hombre con características similares (e.g.misma educación y experiencia) y el mismocuantil condicional de la distribución delos salarios. Por ejemplo, el coeficiente enel percentil 90 daría el salario de desventa-ja que enfrentan las mujeres en el 10 porciento superior de los trabajos mejor paga-dos de cualquier nivel de habilidades ob-servadas, mientras que el coeficiente delpercentil 10 daría la brecha para las muje-res en el 10 por ciento inferior de los traba-jos de la escala de salarios. Ahora suponga-mos que X representa los años de educa-ción formal. MCO proporciona un solo esti-mado de los retornos a la educación, el pro-medio para toda la población. Los retornosindividuales a la educación, sin embargo,

pueden depender de factores no observa-dos, como la calidad de la educación, habi-lidades no medidas, o conexiones en elmercado laboral, y, por lo tanto, pueden di-ferir entre trabajadores (Gráfico A). De he-cho, estudios recientes para varios paísessugieren que los retornos son mayores paralos trabajadores en la parte superior de ladistribución. Más aún, es posible que losretornos a la educación se incrementen pa-ra aquellos trabajadores en los cuantilessuperiores de la distribución de los salariosy caigan para aquellos en los cuantiles in-feriores, dejando el retorno promedio sincambios (Gráfico B). Las regresiones decuantiles permiten evaluar estas importan-tes diferencias potenciales.

Gráfico A2.2.1A - DIFERENCIAS EN LOSRETORNOS A LA EDUCACIÓN

u0

W

Gráfico A2.2.1B - DIFERENTES CAMBIOSEN LOS RETORNOS EN EL TIEMPO

W

El E2 E E

141

ANEXOS

ANEXO 3.1 - ENCUESTAS DE EMPRESAS MANUFACTURERAS FACS

La Encuesta de Análisis y Competitividadde las Empresas (FACS) 2000 realizada por elINE y el Banco Mundial analiza las restriccio-nes microeconómicas al crecimiento de lasempresas manufactureras en Bolivia. Depen-de principalmente de medidas objetivas,cuantitativas de un amplio rango de caracte-rísticas de las empresas y de los problemasque las afectan , tales como la capacidad uti-lizada ( mercados internos , exportaciones),locación del sector, inversión, fuentes de fi-nanciamiento (garantías , riesgo cambiariode la deuda ), productividad de la mano deobra, costos operativos ( cadenas de insu-mos, niveles de inventarios , costo de la ma-no de obra , infraestructura ), y relaciones conel Gobierno (i mpuestos , licencias y permisos,regulaciones comerciales , judiciales). Un es-tudio que acompaña a éste identifica los cos-tos de cumplimiento y los requerimientos le-gales para las empresas informales y las mi-croempresas ( menos de cinco empleados)para iniciar y llevar adelante un negocio.

La encuesta cubre una muestra aleatoriade 659 empresas manufactureras formales enlos departamentos de La Paz, Cochabamba ySanta Cruz , que representan cerca del 40 porciento del número de empresas manufacture-ras en el país ( 85 por ciento ponderadas porempleo ). Casi la mitad de las empresas de lamuestra son pequeñas (4 a 14 empleados) ysolamente 14 por ciento tienen más de 100empleados . Las empresas informales y lasmicroempresas no están incluidas , dado quemuy raramente llevan registros y no están re-presentadas en la muestra.

La encuesta anual deactividad manufactureraDesde fines de la década de 1980, el INE

lleva adelante una encuesta anual para medir

las características básicas de Las actividadesmanufactureras (Encuesta de Establecimien-tos en la Actividad Manufacturera, EEAM). Laencuesta se compone de información del es-tablecimiento relacionada con el valor brutode producción, valor agregado, consumo in-termedio, ventas, insumos de bienes prima-rios y electricidad, nivel de empleo, salarios,i mpuestos y activos fijos. Tiene coberturanacional, con la excepción del departamentode Pando. La información es recogida comoparte del ejercicio de contabilidad de las em-presas (del 1 de abril al 31 de marzo del añosiguiente). Las empresas manufacturerasson clasificadas de acuerdo a siete tipos deactividades: alimentos, bebidas y tabaco,textiles y prendas de vestir, madera y produc-tos de madera, productos derivados del pe-tróleo, productos minerales no metálicos yotras industrias. Las empresas en este sectortambién son clasificadas por tamaño en tresgrupos (excluyendo las empresas familiares ymicroempresas): las empresas con menos de14, entre 15 y 49, y con más de 50 emplea-dos. La encuesta es aplicada en todas Las em-presas con cinco o más empleados. Todas lasempresas son clasificadas en el tramo de In-clusión Forzosa (IF), esto es, empresas conmás de 15 empleados; y en el tramo de Inclu-sión Muestra[ (IM), empresas con más decinco y menos de 14 empleados. La encuestacubre entre 1,500 y 1,600 empresas anual-mente, tanto de los grupos IF como IM, delas cuales aproximadamente dos tercios sonpequeñas empresas.

Es posible construir un panel de informa-ción, dado que las firmas son encuestadascada año. El panel es construido usando cin-co encuestas para el periodo (las únicascomparables debido a cambios en el diseñode la encuesta) con empresas para las cuales

142


se recogió información por dos o más años.Para las empresas con información incom-pleta (tales como capital, valor agregado, yempleo), se hicieron estimaciones basadasen otra información disponible para la mis-ma empresa. Debido a que los controles nofueron firmemente implementados, es difí-cil diferenciar a las empresas que salierondel mercado de aquellas que salieron de lamuestra, un problema principalmente evi-dente entre las empresas IM. El panel estácompuesto de entre 650 y 850 empresas, lamitad de las cuales son empresas pequeñas.

El número de empresas medianas es ligera-mente mayor que el de las empresas másgrandes para cada año. Cerca del 50 porciento de las empresas permanecieron esta-bles en la muestra durante el periodo. Lasempresas más grandes exhiben una tasa deatrición más baja que las PyMEs y, por lotanto, están ligeramente sobrerepresenta-das en la muestra. En general, se consideraque la información ofrece una buena repre-sentación de la actividad económica y la di-námica del empleo del sector manufactureroformal en Bolivia.

143

ANEXOS

Anexo 3 . 2 - ESTIMACIÓN DE LAS TASAS DE CREACIÓN,ROTACIÓN Y REASIGNACIÓN DEL EMPLEO

La metodología descompone los cambiosnetos en el empleo en la creación absoluta yla destrucción que ocurre entre dos puntosen el tiempo, resultando en la reasignaciónde trabajadores entre las diferentes activi-dades industriales. La creación de empleo dela empresa i es positiva si el nivel de empleocrece entre t-1 y t, mientras que la tasa dedestrucción es positiva si el empleo cae. Latasa de crecimiento neto del empleo entre t-1 y t para la empresa i es entonces:

Eit - Eit-1Netit = 2

Eit + Eit-1

donde E es el nivel de empleo de la empresaen el tiempo t.

La creación bruta de empleo (suma detodos los nuevos trabajos generados entrelas empresas entre t-1 y t) es medida como:

Ct = E ^;t max ( Netit, 0)

La destrucción bruta de empleo (suma detodas las pérdidas de trabajos entre t-1 y t)es:

Dt = E ^;t max (Netit, 0)

La diferencia entre Ct y Dt da la tasa ne-ta de creación en el sector durante el perío-do. La ponderación que cada empresa recibees el promedio de sus niveles de empleo du-rante el período dado. La tasa de reasigna-ción del empleo, que mide la reasignacióntotal de empleo entre los trabajadores, es lasuma de las tasas de creación y destrucción.

Landa y Jiménez (2004c) estimaron unafunción de producción estándar (Cobb-Douglas) relacionando el producto de laempresa (VAT) con las cantidades de mano

de obra no calificada (Lu) y calificada (Ls),y los factores de capital (K), un conjuntode características relacionadas a la empre-sa (Z), efectos en el tiempo (T) comunes atodas las empresas, y un componente deerror (a):

In VAT=a+¡31 In K+¡32ln Ls+¡331n Lu+T+a

donde los coeficientes ¡3 son las elasticida-des-producto de cada uno de los factores deproducción. Para medir la eficiencia de laempresa, ellos estiman una frontera de pro-ducción (la producción máxima obtenida,dados los niveles observados de utilizaciónde insumos) modelando el término del errorcon un componente simétrico (u) que cap-tura aspectos no observables, al igual queerrores de medición, y un componente no si-métrico (v) que captura la ineficiencia téc-nica, i.e., la distancia entre la producciónactual de la empresa y su frontera de produc-ción. La ineficiencia técnica ocurre cuandola producción de la empresa está por debajode su frontera de producción, y es medidacomparando el nivel actual de producción decada empresa con aquel estimado por el mo-delo. Otra medida común de ineficiencia esel ratio de la desviación estándar de v y u,esto es: ). = av/au, el cual compara la varia-ción en la ineficiencia bajo el control de laempresa con fuentes externas de variacióndel producto. Las fuentes de ineficiencia in-cluyen: tecnología obsoleta, baja calidad delos insumos y pobres habilidades gerencia-les y organizacionales.

El capital K es medido como el valor delstock de capital fijo en el período actual, in-cluyendo el valor de la maquinaria y otrosactivos fijos de la empresa. La mano de obra

144


calificada es el número de gerentes, admi-nistradores y empleados de la empresa. Lamano de obra no calificada es el número deobreros y trabajadores eventuales con sala-rios bajos, excluyendo a los familiares no re-munerados. El modelo controla por la edad

de la empresa, el uso de insumos interme-dios (electricidad y agua) como un proxy decapacidad utilizada, subsector, tiempo yefectos regionales. Los modelos son estima-dos por máxima verosimilitud con efectosaleatorios y tiempo invariante.

145

ANEXOS

Anexo 3 .3 - PRODUCTIVIDAD Y EFICIENCIA TÉCNICA EN LAMANUFACTURA BOLIVIANA

La creación de empleo está finalmenterelacionada con el desempeño económicode las empresas. Las empresas eligen lascantidades de insumos que utilizan (inclui-da la mano de obra) para minimizar el costode producir un nivel dado de producto. Porlo tanto, la tasa de utilización y combina-ción de insumos depende de su contribucióna la generación del producto (medida por laselasticidades-producto) y sus costos. En unmercado competitivo (i.e. sin distorsionessobre la determinación del precio), una em-presa utilizaría más aquellos insumos con laelasticidad- producto más alta y/o el menorcosto. Estas relaciones son resumidas porlas funciones de producción y costos de lasempresas. En un estudio base para este in-forme, Landa y Jiménez (2004c) obtuvieronestimaciones de las elasticidades-productocon respecto al capital, la mano de obra ca-li ficada y no calificada en el sector manufac-turero de Bolivia usando el panel 1995-1999EEAM (Recuadro A.3.3.1).

Estos resultados pueden ser utilizadospara: i) determinar el rol de los fundamentoseconómicos, tales como grandes diferenciasen la productividad marginal de los factores,en las tasas de utilización y el grado de sus-titución de mano de obra no calificada conrespecto a mano de obra calificada y el capi-tal, esto es, el grado en el cual los procesosde producción de la manufactura (tecnolo-gías) en Bolivia están sesgados en contra oa favor de la generación de trabajos no cali-ficados; ii) cuáles subsectores tienen mayo-res probabilidades de generar mayor creci-miento intensivo en mano de obra; y, iii) es-timar los niveles de eficiencia (o productivi-dad total) con los cuales operan las empre-sas manufactureras.

Los resultados generales son reportadosen la Tabla A.3.3.1. Los modelos empíricoscontrolan por la edad de la empresa, unproxy para su capacidad utilizada (uso deenergía y agua), subsector y efectos anua-les. Los coeficientes para el capital y la ma-no de obra no calificada y calificada son laselasticidades-producto de los factores quemiden el incremento en el producto que po-dría derivarse de un incremento en 1 porciento en cada uno de estos insumos. Porejemplo, la elasticidad total del capital de0.359 (en la especificación preferida, col.3) indica que en promedio un incremento de10 por ciento en la cantidad de capital ele-varía el producto de la manufactura en 3.4por ciento. Los resultados pueden resumir-se de la siguiente manera:> La elasticidad producto del capital es

más alta que la de la mano de obra, detal manera que, en promedio, su expan-sión lleva a mayores incrementos en laproducción manufacturera comparadacon la mano de obra. Esto refleja la esca-sez relativa y el alto costo del capital enBolivia.

> El crecimiento de la manufactura en sec-tores intensivos en mano de obra tiendea favorecer la creación de trabajos no ca-li ficados. Esto se debe a que las elastici-dades producto son esencialmente simi-lares para la mano de obra no calificada(0.24) y para la calificada (0.28). Debidoa que los salarios son más altos para lostrabajadores calificados, esto significaque la expansión de la manufactura ten-dería a utilizar más intensivamente a tra-bajadores no calificados.El crecimiento tendería a ser más inten-sivo en el uso de mano de obra no califi-

146


1 Recuadro A.3.3.1 - MEDICIÓN DE LA PRODUCTIVIDAD Y LA EFICIENCIA TÉCNICA DE LA EMPRESA

Landa y Jiménez (2004c) estimaron una función de producción estándar (Cobb-Douglas), relacio-nando el producto de la empresa (VAT) con las cantidades de mano de obra no calificada (Lu) y califi-cada (Ls), y los factores de capital (K), un conjunto de características relacionadas a la empresa (Z),efectos temporales (T) comunes a todas las empresas y un componente de error (e):

In VAT=ce +¡31In K+¡321n Ls+¡33In Lu+T+e

donde los coeficientes l3 son las elasticidades-producto de cada factor de producción. Para medir la efi-ciencia de la empresa ellos estiman una frontera de producción (el producto máximo obtenido dados losniveles observados de utilización de insumos) modelando el término de error con un componente simé-trico (u) que captura aspectos no observables al igual que errores de medición, y un componente no si-métrico (v) que captura la ineficiencia técnica, i.e., la distancia entre la producción actual de la empresay su frontera de producción. La ineficiencia técnica ocurre cuando la producción de la empresa está pordebajo de su frontera de producción, y es medida comparando el nivel de producción actual de cada em-presa con aquel estimado por el modelo. Otra medida común de ineficiencia es el ratio de la desviaciónestándar de v y u, que es: T,= ov/ou, , el cual compara la variación en la ineficiencia bajo el control de laempresa con las fuentes externas de la variación del producto. Las fuentes de ineficiencia incluyen: tec-nología obsoleta, baja calidad de los insumos y pobres habilidades gerenciales y organizacionales.

El capital K es medido como el valor del stock de capital fijo en el período actual, incluyendo el va-lor de la maquinaria y de otros activos fijos de la empresa. La mano de obra calificada es el número degerentes, administradores y empleados de la empresa. La mano de obra no calificada es el número deobreros y de trabajadores eventuales con salarios bajos, excluyendo a los familiares no remunerados. Elmodelo controla por la edad de la empresa, el uso de insumos intermedios (electricidad y agua) comoun proxy de la capacidad instalada, el subsector, y efectos temporales y regionales. Los modelos sonestimados por máxima verosimilitud con efectos aleatorios y tiempo invariante.

cada en los sectores de bebidas y textiles(elasticidades de 0.65 y 0.45) y más ca-pital intensivo en la minería y la produc-ción de madera (elasticidades capital de0.63 y 0.46). La elasticidad de la manode obra calificada es más alta que la de lano calificada solamente en los alimentos(0.39) y la minería (0.26), pero solamen-te en esta última es probable que la dife-rencia en la productividad marginal re-

suite en un crecimiento relativamentemás calificado.Las diferencias sectoriales en las elasti-cidades de los factores son consistentescon el alto grado esperado de sustituciónentre el capital y la mano de obra no ca-lificada, una moderada sustitución entretipos de mano de obra y una reducidacomplementariedad de la mano de obra yel capital." El coeficiente de correlación

29 La adecuada determinación del grado de complementariedad entre los insumos se basa en laselasticidades cruzadas de uso de insumos que no fueron estimadas en este caso.

de las elasticidades de los factores entresectores es de -0.65 para el capital y lamano de obra no calificada, de -0.45 pa-ra la mano de obra no calificada y califi-cada, y de -0.28 para el capital y la ma-no de obra calificada.

> De hecho, las empresas más jóvenestienden a alcanzar niveles de producciónmás altos para el mismo nivel de utiliza-ción de insumos que las empresas másantiguas. Eventualmente, las empresasmás antiguas parecen ser más producti-vas, pero aparentemente luego de un lar-go tiempo (45 años de acuerdo a estima-ciones cuadráticas).Existe un espacio significativo para ex-pandir el producto de la manufactura apartir de un uso más intensivo de la ca-pacidad instalada de las empresas. Unincremento de 10 por ciento en la tasa deutilización de la capacidad, aproximadapor el uso de los insumos intermediosenergía y agua, expandiría la producciónen un 1.9 por ciento.

>

> Las firmas ubicadas en las tierras bajas,en los sectores del petróleo, en productosde madera y/u otras industrias, alcanzanun nivel de producción más alto para elmismo nivel de utilización de insumos.Esto puede estar reflejando diferencias enlas condiciones del mercado y aspectosdel ambiente de negocios que favorecenlas operaciones de estas empresas.

> No se tuvo ganancias de productividadtotal en la manufactura durante el perío-do. La crisis de 1999 afectó duramente alsector con una caída de 10 por ciento enel nivel de producción de las empresas enla muestra, manteniendo constante elnivel de utilización de los insumos y de lacapacidad.Es importante enfatizar que los resulta-

dos anteriores no son una evaluación de la

147

ANEXOS

capacidad total para la creación de empleos(en número absoluto) de la manufacturacomparada con otros sectores de la econo-mía o entre diferentes subsectores en la ma-nufactura. Los resultados se refieren a la re-lación entre los cambios marginales en laproducción y la utilización de insumos alin-terior de la manufactura o para cada subsec-tor. La cantidad de empleos generados en laeconomía depende del ratio capital/manode obra en la manufactura (cada subsector)y de los efectos de rebalse al resto de la eco-nomía que están en la generación indirectade empleos. Por ejemplo, la expansión de laminería y de la producción de madera tende-rían a generar menores empleos directos porunidad de producto adicional (o nuevas in-versiones de capital) en estos subsectores.

Los resultados de Landa y Jiménez(2004c) también señalan los bajos nivelesde eficiencia de las empresas manufacture-ras en Bolivia, con una considerable varia-ción entre empresas. Una fracción impor-tante de las empresas opera por debajo delnivel de producción esperado dados sus ni-veles de utilización de insumos y capacidad,edad, locación y sector de operación (i.e.debajo de la frontera de producción óptimadefinida por las empresas con mejor desem-peño). La ineficiencia parece ser penetrantey tiene poca relación con el tamaño de laempresa, su edad y subsector. La producciónde bebidas y tabaco y petróleo presenta losniveles más bajos y una variación intrasec-torial en eficiencia.

En conjunto, los resultados sugieren quelas empresas manufactureras no han estadoadaptando tecnologías modernas y que, dehecho, varias de las más antiguas puedenhaberse convertido en obsoletas. La indife-rencia relativa en el uso de mano de obra ca-lificada y no calificada (aparte de su costorelativo) es sintomática de los procesos de

148


producción que no hacen un uso intensivode las tecnologías de información y tienenmuy poca innovación. La aparente inhabili-dad de las empresas de capitalizar las ga-nancias de productividad en la medida enque éstas maduran, puede reflejar los pocosincentivos a innovar frente a un ambiente

de costos elevados, ventas limitadas y mer-cados crediticios así como restricciones ins-titucionales al proceso de entrada y salida.El fracaso para adoptar nuevas tecnologías ocambios administrativos obstaculiza su ha-bilidad de alcanzar la frontera de producciónóptima.

Tabla A.3.3.1 - ESTIMACIONES DE LA FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN EN LA

MANUFACTURA

(Estimaciones por máxima verosimilitud y efectos aleatorios)

Variable dependiente Invalor agregado (1) (2) (3)

Log capital 0.420 ** 0.357 ** 0.359 **Log mano de obra calificada 0.289 * * 0.244 * * 0.243 * *Log mano de obra no calificada 0.321 ** 0.267 ** 0.281 **Edad -0.012 * * -0.009 *Edad al cuadrado 0.000 * 0.000 *Log agua y energía 0.189 ** 0.190Bebidas y tabaco 0.203Textiles -0.069

Productos de madera 0.335 **Petróleo 0.562 **Minerales -0.142Otros 0.322 **Valles -0.017Tierras bajas 0.143 *1996 -0.0081997 0.0231998 -0.0061999 -0.102 **Constante 6.040** 5.440** 5.122**ae 0.514** 0.470** 0.468**ou 0.742 ** 0.705 ** 0.660 **Observaciones 3106 2745 2743

Número de empresas 969 787 787

Nota : Las categorías omitidas son alimentos , tierras altas, y 1995 . * Significativo al 5%;** significativo al 1%.Fuente : Estimaciones de los autores basadas en la EEAM.

149

ANEXOS

0,7

0,6

0,5

0,4

0,3

0,2

0,1

0

Gráfico A.3.3.1 - ELASTICIDADES DE LOS FACTORES EN EL SECTORMANUFACTURERO BOLIVIANO

Bebidas y Textiles Alimentos Otros Petróleo Madera Mineralestabaco

- Capital ® Trabajo calificado ••••• Trabajo no calificado

Nota : Estimaciones del. modelo de frontera con efectos fijos.Fuente : Estimaciones de los autores basadas en información de la encuesta EEAM.

150


Anexo 3 .4 - LA DEMANDA DE MANO DE OBRA

Esta sección expande los resultados pre-vios con una consideración del costo ( direc-to) de la mano de obra (salarios reales) en ladeterminación de la respuesta del empleoen el sector de la manufactura a cambios enlas condiciones económicas . Este análisisestá basado en las estimaciones de ecuacio-nes de demanda de mano de obra no califi-cada en el sector manufacturero boliviano(Recuadro A.3.4.1). Estas últimas resumenlos principales parámetros que caracterizanlas dinámicas del empleo, incluyendo la res-puesta a cambios en los salarios reales (da-dos por la elasticidad del empleo respecto alsalario propio ) y la senda del empleo en res-puesta a shocks ( capturada por el términode rezago del empleo ) y expansiones de laproducción ( dadas por los coeficientes pro-ducto -empleo).

Estas relaciones son importantes paradeterminar el impacto de una variedad depolíticas en el empleo. La elasticidad del sa-lario es, por supuesto , clave para determinarel probable impacto en el empleo de medi-das para incrementar o reducir el costo de lamano de obra, tales como cambios en los sa-larios mínimos y en los costos no laborales(impuestos sobre los salarios , beneficios dejubilación ). Por otro lado , ajustes de empleomás rápidos (a, digamos , un incremento enla demanda final por productos , escasez deinsumos o un shock externo ) implican me-nores fricciones para los trabajadores y lasempresas bolivianas mientras se mueven ha-cia un nuevo equilibrio . La velocidad delajuste del empleo a shocks es afectada porvarios factores , incluyendo los costos deajuste ( mercados de capitales restringidos,regulaciones para el despido/contratación,cuellos de botella de la oferta ), volatilidadmacroeconómica (depreciación real cambia-

ría, shocks externos) y el grado de compe-tencia en la industria (a menor competen-cia, más lento es el ajuste).

La Tabla A.3.4.1 presenta los resultadosprincipales, incluyendo la elasticidad de lar-go plazo del empleo no calificado con res-pecto al salario propio, la cual toma encuenta el ajuste dinámico en el empleo co-mo resultado del cambio en salarios, y la ve-locidad de ajuste en el empleo medida comoel número de años transcurridos antes deque el empleo llegue a la mitad del nivel desu nuevo valor de equilibrio. La columna 3muestra los resultados que de acuerdo apruebas estadísticas representan de maneramás adecuada la función de demanda de ma-no de obra (Landa y Jiménez, 2004c). Losprincipales resultados pueden ser resumidosde la siguiente forma:> Las empresas y los trabajadores enfren-

tan un trade-off de largo plazo relativa-mente alto entre mayores salarios e in-cremento del empleo no calificado. Laelasticidad-salario de largo plazo de lademanda de la mano de obra no califica-da es -0.64 de tal manera que para cadaincremento de 10 por ciento en salariosreales la demanda por mano de obra caeen 6.4 por ciento (manteniendo la pro-ducción constante). Ésta es dos vecesmás alta que la estimación internacionalentre países de -0.3 (Hamermesh, 2003)y se encuentra en el lado alto de las esti-maciones para otros países latinoameri-canos, por ejemplo, Brasil (-0.4), Chite(-0.37), Colombia (-0.49), México(-0.2), Perú (-0.2) y Uruguay (-0.69).La elasticidad de corto plazo (suma delas filas 2da y 3era enla Tabla 3.3) es lamitad de grande y se encuentra en el ran-go medio de estimaciones recientes para

151

ANEXOS

1 Recuadro A.3.4.1 - ESTIMACIÓN DE LA DEMANDA DE MANO DE OBRA DE LA MANUFACTURA

El estudio de landa y Jiménez (2004c) estima una ecuación estándar de demanda de mano de obrapara mano de obra no calificada (derivada de la igualdad de equilibrio de la productividad marginal deltrabajo con el salario real):

li,t= ^li,t-1+YlWi,t-Y2Wi, t-1+Y3VAi ,t+Y4VAi,t-1+lr.t+µi'lit

donde (li,t) es el número de trabajadores no calificados en el tiempo t (excluyendo gerentes, adminis-tradores y empleados) y es especificado como una función del empleo en el periodo previo, los salariosreales actuales y pasados y el producto, tiempo variante y efectos fijos para las empresas, y un térmi-no de error. Los valores rezagados capturan el hecho de que las empresas no reaccionan inmediatamen-te a shocks de salarios y de producción debido a los costos de ajuste, mientras que los efectos tempo-rales son una proxy de fluctuaciones no esperadas en la demanda común a todas las empresas, y losefectos fijos específicos a cada empresa capturan factores que afectan la demanda de mano de obra queson específicos a cada empresa (e.g., su capacidad gerencial).

Siguiendo la literatura reciente, se utilizan tres métodos de estimación, incluyendo el preferido deArellano y Bond (1991) del Método Generalizado de Momentos (MGM) con Variables Instrumentales(IV), MGM en diferencias, basado en la ortogonalidad entre la variable dependendiente rezagada y eltérmino del error para estimar la ecuación en diferencias:

Ali,t= a.Ali,t-1+YlAWi,t-Y2AWi,t-1+Y3AVAi,t+Y4AVAi,t_1+A +A µi+Alit

Donde A es el operador de diferencias y el nuevo término de error está correlacionado con el reza-go de la variable dependiente. Se asume que todas las variables son exógenas, con excepción del reza-go del empleo, el cual es instrumentalizado utilizando los rezagos en segunda diferencia. La variablede la producción no pudo ser instrumentalizada con la información disponible en el panel corto.

algunos de estos países. Más aún, a pesarde que la elasticidad estimada no tomaen cuenta el costo indirecto de la manode obra (e.g., beneficios obligatorios),evidencia para otros países muestra quelas elasticidades de estos componentesdel costo de la mano de obra pueden sertan altas como las propias elasticidadesdel empleo con respecto al salario (Saa-vedra y Torero, 2000; Mondino y Monto-ya, 2000).

> El empleo tiende a ajustarse lentamenteen respuesta a shocks de costos o de pro-

ducción. La velocidad estimada de ajustede la demanda de mano de obra (ciclomedio) es 1.3 años, la cual, nuevamente,se encuentra por encima de las estima-ciones internacionales (medio año) peroconcuerda con aquellas para América La-tina (1 año en Brasil, 1.2 años en Chile,0.4 años en Colombia, 0.8 años en Méxi-co, 1.3 años en Perú, 1.5 años en Uru-guay). Esto sugiere que las desviacionesde los niveles de empleo deseados de lasempresas son relativamente persisten-tes, de tal manera que toma un tiempo

152


Tabla A.3.4.1 - ESTIMACIONES DE LA DEMANDA DE MANO DEOBRA NO CALIFICADA PARA LA MANUFACTURA EN BOLIVIA

Log empleo (1)

MCO

(2)Intra

grupos

(3)(Preferida)

MGM en diferencias

Log Lt-1 0.806 0.040 0.584(-27.128) (-0.527) (-2.565)

Log Wt -0.223 -0.191 -0.307

(3.566) (3.359) (2.378)

Log Wt-1 0.112 -0.011 0.043

(-2.414) (0.307) (-0.793)

Log VAt 0.234 0.238 0.196(-7.024) (-7.613) (-3.926)

Log VAt-1 -0.107 0.074 -0.022

(3.497) (-2.578) (0.415)

Var. dicotómicas anuales Si Si Si

Elasticidad-salario de largo plazo -0.572 -0.210 -0.635

Ajuste del empleo (ciclo medio) 3.21 0.22 1.29

Observaciones 1232 1232 924

Nota: La elasticidad del largo plazo del empleo con respecto al salario propio se obtiene como la

suma de los coeficientes de las elasticidades de corto plazo ( 2da y 3era filas), dividida entreuno menos el coeficiente del empleo rezagado (k., lera fila). El coeficiente de ajuste de "ciclomedio " en el nivel de empleo es calculado como ln (.5)/ln(X). Los estadísticos Ten paréntesisson robustos ante la presencia de heteroscedasticidad . Los tests de especificación(autocorrelación de 2do orden, J-Hansen ) apoyan los resultados de la Columna 3 como laespecificación correcta.

Fuente : Estimaciones de los autores basadas en información de encuestas de la manufactura.

relativamente largo antes de que fluc-tuaciones en la demanda de mano deobra se ajusten a cambios en las condi-ciones económicas.

> La respuesta de largo plazo del empleo acambios en el producto parece lenta apesar de que no es inconsistente coneconomías de escala constantes. Laelasticidad de largo plazo del productocon relación al empleo es 0.47, impli-

cando que un incremento de 10 por cien-to en la producción manufacturera delargo plazo resulta en un incremento de4.7 por ciento en el empleo de mano deobra no calificada. Sin embargo, el coe-ficiente estimado de la elasticidad delargo plazo no es estadísticamente dife-rente de 1 , de tal manera que los retor-nos constantes de escala podrían estardescribiendo las características de la

153

ANEXOS

producción manufacturera. Esto seríamás consistente con los hallazgos pre-vios de ineficiencias significativas de lasempresas en el sector.

> Las empresas se basan en decisiones pa-sadas sobre empleo para ajustar su de-manda de mano de obra. La dinámica dela demanda de mano de obra está domi-nada por el componente de empleo iner-cial, de tal manera que cambios pasadosen los salarios yen el producto no tienenun efecto independiente en los nivelesactuales de empleo. Este comportamien-to es consistente con la presencia de ca-pacidad instalada en cuyo caso los em-pleadores pueden utilizar la fuerza detrabajo existente más (menos) intensa-mente (cada hora) en respuesta a un in-cremento en la demanda del producto(salarios). Más aún, la flexibilidad defacto en el mercado laboral (dado el ele-vado nivel de informalidad) y la debili-dad de los sindicatos hacen que los cam-bios pasados en el salario sean menos re-levantes para la determinación de la de-manda presente por mano de obra, másallá de su efecto en los niveles de empleopasados.En conjunto, los resultados sugieren que

el empleo en la manufactura de Bolivia esbastante flexible con respecto a cambios enlos salarios; pero se ajusta lentamente enrespuesta a shocks. Una implicación clavees que las políticas que incrementan el cos-to de la mano de obra (e.g., incremento enel salario mínimo o un incremento en loscostos no laborales) más allá de su produc-tividad marginal podría tener un costo altoen términos de reducir el empleo total. Lasacciones de política que buscan reducir losexcesivos costos laborales (impuestos sobrelos salarios), descritas en la sección ante-rior de este capítulo, podrían tener un im-

pacto positivo en los niveles de empleo delargo plazo.

Con respecto a la lenta velocidad deajuste del empleo, varios de los factores ex-plicativos señalados anteriormente son re-levantes para Bolivia. Mercados financierossubdesarrollados, términos de intercambioy capital externo volátiles, regulaciones la-borales estrictas y barreras a la entrada enel sector manufacturero formal, todas ellastienden a conspirar para desacelerar la de-manda por mano de obra en la manufacturaen Bolivia. En particular, el deterioro de lostérminos de intercambio, la suspensión delos flujos de capital y la dolarización de lospasivos desde fines de la década de los no-venta probablemente han restringido demanera severa la habilidad de las empresasmanufactureras de asumir esfuerzos pro-ductivos y expandir el empleo a una veloci-dad mayor. Esto contribuye a los bajos nive-les de utilización de la capacidad, los cua-les a su vez llevan a las empresas a primeroajustar las horas de trabajo antes de realizarnuevas contrataciones. Las barreras a la en-trada, conjuntamente con los desincentivosde altos costos no laborales, incrementanlos costos de ajustes en el empleo para lasempresas manufactureras formales, aun-que, como se mencionó anteriormente,también llevan a muchas empresas a unirseal sector informal. Esto último significa quelas regulaciones de facto en la práctica sonmenos restrictivas que las regulaciones dejure, de tal manera que la velocidad de ajus-te del total del empleo en la manufactura(incluyendo las microempresas informales)y el total del mercado laboral es probable-mente más alta. Sin embargo, como vimosen el Capítulo 3, en muchos casos esto sig-nifica que el desempleo está encubierto co-mo subempleo en la parte más baja del sec-tor informal.

154


La información EEAM de panel no permi-te probar algunas de estas hipótesis directa-mente, ya que contiene información limita-da sobre las características de las empresasy carece de variables sobre el clima de inver-sión. En la sección final de este capítulousamos la encuesta FACS para examinar de

manera más sistemática el efecto de las res-tricciones macroeconómicas que enfrentanlas empresas manufactureras en dos aspec-tos de la creación de trabajos: las tasas deutilización de la capacidad y la distribucióndel tamaño de las empresas.

155

ANEXOS

Anexo 3.5: EXPLICANDO LAS RESTRICCIONES PARA EL USODE CAPACIDAD Y AL TAMAÑO DE LA EMPRESA

El estudio que acompaña a éste, de Mu-ñoz, Palma y Arias (2004) caracteriza losfactores que afectan las distribuciones deltamaño de la empresa y la capacidad utiliza-da (CU) de distintos grupos de empresas,con especial atención en las empresas ubi-cadas en los cuantiles inferiores de las dis-tribuciones condicionales del tamaño y laCU, empresas cuyos tamaños o CU son másbajos que lo estimado por sus característi-cas específicas y el ambiente de negociosmedido. La concentración de la regresiónestándar en las empresas "promedio" puedeoscurecer las condiciones particulares queafectan a estas empresas. Los determinan-tes clave y las restricciones micro claves pa-ra el crecimiento de la CU y el tamaño pue-den diferir para las empresas en diferentespuntos de las distribuciones condicionalesde CU y del tamaño. El estudio estima simul-táneamente regresiones para los cuantilesen 10 por ciento, 25 por ciento, 50 por cien-to, 75 por ciento y 90 por ciento de las dis-tribuciones de tamaño y CU, utilizando la in-formación de corte transversal de la encues-ta FACS 2000. Explora 50 diferentes varia-bles explicativas que la teoría sugiere quepodrían ser determinantes importantes deltamaño de la empresa y/o la CU. Las varia-bles consideradas incluyen característicasde la empresa (edad, sector, IDE, intensidadde capital); costos operativos (costos de losmateriales, mano de obra, el capital); limi-tados niveles de demanda y de competencia( mercados subdesarrollados, acceso a ex-portaciones, tipo de competencia); limita-dos niveles de inversión y fuentes de finan-ciamiento (investigación y desarrollo, fuen-tes de crédito, mora, requerimientos de ga-rantías); insuficiencia de factores de pro-

ducción (acceso a mano de obra calificada,rigidez de la mano de obra, tecnología); elambiente de negocios y legal (relacionescon los proveedores/clientes/trabajadores,existencia de contratos); servicios básicos einfraestructura (electricidad, agua), al igualque los requerimientos gubernamentales enlo que hace a licencias y permisos.

La variable dependiente en las regresio-nes para CU ("cap_hr") corresponde al nú-mero actual de horas de trabajo por semanade la empresa (el factor de transformaciónde la escala por la constante (1/168) hrs noafecta los resultados de la regresión). La va-riable dependiente en las regresiones del ta-maño de la empresa ("firmsize") es el núme-ro (log) de empleados reportado por las em-presas. Primero estimamos una regresión ro-busta de Mínimos Cuadrados Generalizados(MCG) para los modelos básicos de CU y ta-maño de empresa. En este modelo básico, el"modelo minimalista", incluimos como va-riables explicativas solamente aquellas quediferentes teorías coinciden que son rele-vantes. El grupo de variables explicativasminimalistas para CU incluye: edad de laempresa (Inage), variables dicotómicas parasectores, costo de materiales (lncostinput-cap), salario promedio (lnwage2n), tasa deinterés (lnltinterest) e intensidad de capital(lnKinl). Luego incorporamos las otras va-riables explicativas enumeradas anterior-mente. El análisis de la regresión robusta deMCG utiliza bloques de variables introduci-dos secuencialmente. Solamente las varia-bles que permanecen robustas y significati-vas se mantienen, para llegar a un modeloextendido parsimonioso, el cual incluye laedad de la empresa (lnage), el tamaño de sumercado interno (lnmktsizepop, lnmktsi-

156


zeinc), una variable dicotómica para los ex-portadores (exportador), intensidad de ca-pital (lnKin1), gastos en investigación y de-sarrollo (lnRyDspentl), y su interacción conla intensidad de capital (RyDbyKin), la va-riable dicotómica del exportador (RyDbyex-porter) y una proxy por competencia desleal(RyDbydishonest). Adicionalmente, exami-namos variables relacionadas con los aspec-tos regulatorio y financiero, relaciones em-presariales, contratos, infraestructura y ca-pital humano.

Una limitación importante, que es másrelevante para el análisis del tamaño de laempresa que para el de la CU, se refiere a laposibilidad de que algunas de las variablesindependientes puedan ser consideradas co-mo endógenas. Desafortunadamente, coninformación de corte transversal y falta debuenas variables instrumentales, no es posi-ble comprobar formalmente la causalidad enalgunas de las relaciones establecidas, y de-be tenerse cuidado en la derivación de im-plicaciones de política. Por lo tanto, el aná-lisis debe ser visto como un primer paso pa-ra examinar estas preguntas a través de unamayor investigación usando bases de infor-mación (e.g., información de panel) ade-cuadas para considerar estas preocupacio-nes metodológicas.

Las tablas A.3.5.1-A.3.5.3 muestran losresultados para las variables que presentanlos resultados más robustos. Las variablesconsideradas explican el 22-33% y el 37-49% de la variación de CU y tamaño de em-presa entre las empresas manufactureras bo-livianas, respectivamente. Primero resumi-mos tos principales resultados para los de-terminantes de CU.

Entre las variables "fundamentales", lastasas de capacidad utilizada son mayores,en promedio, entre empresas que son másjóvenes, intensivas en capital, pagan sala-

ríos más bajos, usan insumos de mayor cali-dad y están en los sectores de petróleo y ali-mentos y tabaco. Las proxies para restriccio-nes de demanda (tamaño del mercado apro-ximado por la población o el ingreso per cá-pita de las ventas al mercado interno de laempresa y el hecho de que exporte) son po-sitivas y están significativamente correla-cionadas con CU, pero sorprendentementeresultaron no significativas inclusive en elmodelo minimalista. Esto puede reflejar quela penetrabilidad de las restricciones de de-manda llevó a una insuficiente variabilidaden estas variables en la muestra. La proxypara el costo del capital (tasa de interés) re-duce CU, pero se hace no significativa unavez que otras características financieras sonincorporadas, en particular la mora previa.

Entre las variables "no fundamentales"( modelo extendido), las restricciones finan-cieras y de crédito imponen las restriccionesmás apremiantes sobre CU. El pertenecer auna asociación de negocios (gremio) tieneun efecto positivo y significativo en CU. Losrequerimientos del gobierno que afectan elproceso de producción de la empresa (gov-req) tienen un impacto negativo y conside-rable en CU, pero éste es medido de manerai mprecisa (10 por ciento de las empresasrespondieron haber sido afectadas). Las em-presas que reportaron restricciones legalesal despido (hardtofire) tienden a tener unaCU más alta.

Los resultados para el tamaño de la em-presa muestran la relevancia de los factoresfundamentales en explicar la distribucióndel tamaño de la empresa. Las empresasmás grandes son más antiguas, enfrentanmercados más grandes incluyendo el accesoa mercados externos, son menos intensivasen capital, y, nuevamente, se encuentranen los sectores de petróleo, alimentos y ta-baco. Entre las empresas intensivas en ca-

157

ANEXOS

pita[ o las empresas con orientación expor-tadora, aquellas que invierten en investiga-ción y desarrollo tienden a ser más peque-ñas. Estos resultados indican los siguientesefectos:

Entre otras variables referidas al clima deinversión, solamente la dificultad para con-tratar trabajadores calificados y la disponi-bilidad de contratos con proveedores tienensignificativos efectos negativos en el tama-ño de la empresa en Bolivia. A pesar de quedeterminantes no medidos del tamaño de laempresa podrían correlacionarse con la ca-pacidad de buscar habilidades escasas, lafalta de mano de obra calificada impide a lasfirmas alcanzar escalas más grandes de ope-ración adoptando tecnologías y prácticasgerenciales más eficientes. La existencia decontratos entre la empresa y sus proveedo-res ayuda a las empresas a crecer, ya que loscontratos reducen los costos de transaccióny otros costos ocultos resultantes de la ex-pansión de los negocios. La disponibilidadde contratos también facilita la externaliza-ción de actividades que llevan a las empre-sas a reducir su tamaño, pero este efectoaparentemente no es importante en Bolivia.Por lo tanto, las dificultades para firmarcontratos y la escasez de mano de obra cali-ficada colocan restricciones en el crecimien-to de las empresas en Bolivia.

Nótese que los resultados de Muñoz, Pal-ma y Arias (2004) muestran que el efecto delas variables financieras en el tamaño de laempresa no es robusto a la introducción de

otras variables de control. Esto no puede sertomado como evidencia de que el acceso alcrédito no es una restricción seria para elcrecimiento de las empresas en Bolivia, da-da la causalidad inversa entre el tamaño ylas restricciones al crédito ( e.g., las empre-sas pequeñas son clientes más riesgosos ypor lo tanto enfrentan costos de interés másaltos). Sin embargo , el hecho de que el fi-nanciamiento sí muestra ser una restriccióncrucial para la CU, especialmente las garan-tías, corrobora el hecho de que el tamaño dela empresa y la CU miden diferentes aspec-tos del crecimiento de la empresa. Las res-tricciones de liquidez tienen menos posibili-dades de ser restrictivas para el tamaño de laempresa que para la CU en el corto plazo,con relación a otros factores de demanda einstitucionales.

Las empresas que reportan restriccioneslegales para despedir a sus empleados tie-nen una mayor capacidad utilizada. El efec-to de las restricciones al despido puede su-gerir que la rigidez laboral lleva a las empre-sas a usar sus planillas más intensamente,logrando más trabajo de los trabajadoresexistentes antes de contratar nuevos traba-jadores. Alternativamente, es posible quelas empresas que enfrentan mayores restric-ciones para despedir a los trabajadores cali-ficados tengan una fuerza laboral más cali-ficada. Entre las empresas intensivas en ca-pital o con orientación exportadora, aque-llas que invierten en investigación y desa-rrollo tienden a ser menores.

158


Tabla A . 3.5.1 - DETERMINANTES DE LA CAPACIDAD UTILIZADA

Y EL TAMAÑO DE LA EMPRESA EN LA MANUFACTURA EN BOLIVIA

Capacidad utilizadaVariable Model minimalista

para capac_hrModelo para

capac_hr

Lnage -7.563 -7.911

(-2.30) * (-2.14)lncostinputcap 4.851 5.183

(2.88) ** (2.73) **lnwage2n -7.039 -5.701

(-3.36) ** (-2.40) *

lnltinterest -11.187 -4.376

(-1.86) x (-0.68)

lnKinl 4.392 4.614(1.69) x (1.67) x

Dsectorl 17.175 16.89

(2.33) * (2.00)Dsector2 6.61 7.267

(0.87) (0.85)

Dsector3 7.281 6.987

(1.62) (1.26)

Dsector4 24.177 27.01

(3.55) ** (3.31) **Col[ -7.109

(-2.01) *Mora -12.798

(-2.63) **otherlend -13.7

(-1.87) xGremio 13.766

(2.17) *Govreq -11.653

(-1.45)

hardtofire 9.921(1.8)x

Constante 67.609 54.977(2.67)** (1.94)x


R-cuadrado 0.22 0.33

Nota: La variable dependiente es capac_ hr = número de horas de

trabajo por semana . Estadísticos t robustos en paréntesis.

159

ANEXOS

Tamaño de la empresaVariable Modelo minimalista Modelo extendido

Inage 0.2406 0.2435

(2.74) ** (2.64) **

lnmktsizepop 0.3016 0.2148(4.92) ** (3.28) **

lnKinl -0.2506 -0.2023(-2.94) ** (-2.22)

lnRyDspent1 0.0207 0.0110

(0.75) (0.37)exportador 1.4213 1.9706

(4.85) (5.17) **RyDbyKin -0.0112 -0.0203

(-1.29) (-2.29)

RyDbyexporter -0.5839 -1.2888(-1.65) x (-2.95) **

hardtofire -0.1714

(-1.10)

Inerrandsl 0.1575

(1.12)

gremio 0.3002(1.64)

dispworker 0.7649(3.21) **

D_contract 0.6895(3.62) **

D_educger 0.3407

(1.61)Fillskill -0.0022

(-1.72) x

dsectorl 0.7121 0.7265(2.67) ** (2.66) **

dsector2 0.0271 0.1238

(0.12) (0.57)

dsector3 0.0637 0.2268(0.28) (1.03)

dsector4 0.6751 0.7161

(2.77) ** (3.02) **

Constant 0.2790 -0.1299(0.72) (-0.30)


R-cuadrado 0.3715 0.4889

Nota : La variable dependiente es tamaño de la empresa = In (empleo).

Nota : d sectorl= alimentos y tabaco, d sector2= textiles, prendas de vestir, y cuero; d sector3= madera,muebles, papel y publicaciones; d sector4= petróleo , químicos y vidrio/cerámica ; y sector omitido= metales,maquinaria , autopartes, y otros transportes. Significativo al 5%; **significativo al 1%; x significativo al 10%.Fuente: Estimaciones de los autores basadas en la encuesta FACS de Bolivia.

160


Tabla A . 3.5.2 - DETERMINANTES DE LA CAPACIDAD UTILIZADA A PARTIR

DE REGRESIONES POR CUANTILES

Variable Q (10%) Q (25%) Q (50%) Q (75%) Q (90%)capac_hr capac_hr capac_hr capac_hr capac_hr

Inage -0.145 -0.835 -1.004 -12.518 -13.721

(-0.1) (-0.59) (-0.28) (-2.23) * (-1.93)ncostinputcap -0.068 0.556 2.931 8.997 2.393

(-0.09) (0.75) (1.47) (2.96) ** (0.65)nwage2n -1.611 -1.728 -2.482 -7.626 -6.159

(-1.57) (-1.75) (-1.05) (-1.94) (-1.06)

nltinterest 2.121 -1.707 1.19 -3.049 -6.537

(0.48) (-0.53) (0.15) (-0.25) (-0.36)

lnKinl 1.409 0.705 4.248 6.647 4.024

(1.24) (0.55) (1.35) (1.39) (0.75)

dsectorl 6.376 7.663 2.395 22.054 48.753

(2.02) * (2.23) * (0.24) (1.25) (2.38) *dsector2 5.463 5.662 2.082 2.029 33.613

(1.49) (1.66) (0.28) (0.13) (1.64)

dsector3 3.851 4.519 3.47 0.239 8.88

(1.43) (1.67) (0.77) (0.03) (0.77)

dsector4 2.685 3.825 7.887 33.185 73.082

(0.8) (1.22) (0.95) (1.73) (3.58) **

col[ -3.596 -3.1 -4.969 -5.407 -13.406

(-2.39) * (-2.05) * (-1.65) (-0.79) (-1.54)

mora -2.921 -1.444 -3.911 -12.01 -20.058

(-0.83) (-0.54) (-0.86) (-1.56) (-1.83)

otherlend 2.38 -0.305 -6.069 -17.732 -13.934

(0.88) (-0.09) (-0.81) (-1.36) (-1.03)gremio -2.272 -4.339 -2.582 12.751 31.944

(-0.81) (-1.49) (-0.42) (1.23) (2.45) *

govreq -12.575 -10.172 -9.704 -17.676 -35.695

(-2.86) ** (-2.26) * (-0.95) (-1.09) (-2.27) *

hardtofire 0.868 0.112 6.179 11.841 3.458

(0.35) (0.05) (1.2) (1.51) (0.31)

Constante 40.241 52.601 33.979 48.303 130.815(2.60) * (4.52) ** (1.31) (0.91) (1.79)

Nota: Observaciones =150. Estadísticos - t en paréntesis . a Significativo al 10%; * significativo al5%; * * significativo al 1%.

Fuente: Estimaciones de los autores basadas en la encuesta FACS de Bolivia.

161

ANEXOS

Tabla A.3.5.3 - DETERMINANTES DEL TAMAÑO DE LA EMPRESA APARTIR DE REGRESIONES POR CUANTILES

Variable Q (10%)ln(empleo)

Q (25%)[n(empleo)

Q (50%)ln(empleo)

Q (75%)ln(empleo)

Q (90%)In(empleo)

Lnage 0.1480 0.2264 0.3222 0.3576 0.4532

(1.18) (1.90)x (2.60)** (2.25)* (2.67)**

lnmktsizepop 0.0472 0.0825 0.2108 0.3683 0.4200(0.52) (1.02) (2.24)* (3.28)** (3.14)**

lnKinl 0.0019 -0.1603 -0.1839 -0.3335 -0.2732(0.01) (-1.20) (-1.45) (-2.78) (-1.78) x

lnRyDspentl 0.0231 0.064 0.0354 -0.0180 -0.0134

(0.64) (0.17) (0.69) (-0.32) (-0.22)

exporter 2.3517 2.0586 2.3197 1.4263 1.7078

(3.50) ** (3.33) ** (3.59) ** (2.12) * (2.33)RyDbyKin -0.0168 -0.0061 -0.0197 0.0049 0.0021

(-0.58) (-0.27) (-0.83) (0.15) (0.05)

RyDbyexporter -1.6201 -1.7009 -1.8655 -0.8295 -1.1606

(-2.20) (-2.50) (-2.59)** (-1.13) (-1.45)

hardtofire -0.1895 -0.0207 -0.0870 -0.4002 -0.4122

(-0.71) (-0.10) (-0.42) (-1.46) (-1.21)

lnerrandsl 0.3571 0.4312 0.2825 0.1159 -0.0212

(1.53) (1.89) x (1.25) (0.51) (-0.08)gremio 0.4052 0.3210 0.0830 0.1406 0.2415

(1.32) (1.18) (0.27) (0.45) (0.67)

dispworker 0.4884 0.6102 0.6807 0.8724 0.5331(1.65) x (1.78) x (1.68)x (2.48)* (1.38)

d_contract 0.4949 0.475 0.6162 0.7027 0.9322

(1.92)x (2.05)* (2.17)* (1.98)* (2.33)*

d_educger -0.1184 0.2490 0.2015 0.1787 0.1391

(-0.23) (0.86) (0.63) (0.51) (0.37)

fillskill -0.0036 -0.0031 -0.0031 -0.0012 -0.0019

(-1.67)x (-1.56) (-1.48) (-0.53) (-0.72)dsectorl 0.2057 -0.0952 0.5517 0.9107 1.4642

(0.61) (-0.29) (1.21) (1.76)x (2.91)**

dsector2 0.0786 -0.1815 0.0800 0.2220 0.3346

(0.23) (-0.61) (0.25) (0.65) (0.88)

dsector3 -0.3366 -0.2776 0.1091 0.6173 0.8642(-0.81) (-0.87) (0.38) (1.47) (1.73)x

dsector4 0.5778 0.2920 0.7614 1.0923 1.1519

(1.45) (0.95) (2.29)* (2.57)** (2.66)**

Cons 0.4371 0.324 -0.1494 -0.4128 -0.7393

(0.51) (0.46) (-0.23) (-0.58) (-0.83)

No. Obs. 162 162 162 162 162R cuadrado 0.2516 0.2809 0.3013 0.3715 0.3975

Nota : Observaciones = 162. La variable dependiente es tamaño de la empresa = Ln(empLeo).Los estadísticos -t están en paréntesis. x Significativo al 10%; * significativo al 5%; ** significativo al 1%.Fuente : Estimaciones de los autores basadas en la encuesta FACS de Bolivia.

162


Anexo 4. 1 - DETERMINANTES DE LOS DIFERENCIALES DE INGRESOSEN BOLIVIA

Gráfico A. 4.1.1 - DIFERENCIALES EN LOS INGRESOS POR HORA EN BOLIVIA 1993-2002

(Jefes de hogar)

Género , etnia y tipo de empleo

Principales ciudades

Construcción

Util. yTransporte

Manufacturas

Principales Ciudades

Hombre

No Indigena

Auto empleo

Informal ...

Gob. y Neg.

Comercio

Construcción

Benil

Chuquisaca

Tarija

Potosi

Orurol

La Paz

Cochabamba

Beni

La Paz

Chuquisaca

Pando

Tarija

Oruro

Util. y PotosíTransporte

Manufacturas ■ 1997 2002 Cochabamba

Regiones

Principales ciudades

■ 1993 1997

Urbano

■ 19972 2002

-0,6 -0,4 -0,2 0 0 , 2 0,4 0,6 -0,6 -0 ,4 -0,3 -0,2 -O 1 0 0,1 0,2 0,3

163

ANEXOS

Hombre

No Indígena

Auto empleo

Informal ...

Gob. y Neg.

Comercio

Construcción

Util. yTransporte

Manufacturas

-1 -0,5

Rural Rural

0 0,5 1

Potosí

Chuquisaca

Cochabamba

Oruro

La Paz

Tarija

Pando

2=ama■ 1997 12002 -

-1,2 -1 -0,8 -0,6 -0,4 -0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8

Nota : Resultados de regresiones de Mincer (ver documento base de Gasparini et al., para detalles). Se excluyó a

Pando y Beni de las regresiones de las ciudades principales (1993 ) y las rurales ( 1997 ) debido a observaciones

insuficientes . Las categorías omitidas son: género femenino , indígena , trabajadores formales y sectores

primarios (agropecuaria y minería ) y Santa Cruz.

Fuente : Estimaciones de los autores basadas en información de Encuestas de hogares.

Gráfico A.4.1.2 - RETORNOS MARGINALES A LA EDUCACIÓN EN BOLIVIA, DÉCADA DE LOS NOVENTA

801

60a

40^

20^

0

60a

40^

20^

0

- 1993..... 1997

80

60

40

20

SO,

60a

40

- 1993•.... 1997 20

q = 0.1 0LS q = 0.9 q = 0.1 OLS q = 0.9

- 1993•.... 1997

q = 0.1 OLS q = 0.9 q = 0.1 OLS q = 0.9

0

- 1993..... 1997

q = 0.1 OLS q = 0.9

- 1993••••• 1997

q = 0.1 01s q = 0.9

120

100

80

60

40

20

0

...........................

- 1993••••• 1997

q = 0.1 OLS q = 0.9

120

100

80

60

40

20

0

200, 200

150

100

50

0q = 0.1 OLS q = 0.9

150

100

50

0

- 1993••••• 1997

q = 0.1 OLS q = 0.9

q = 0.1 OLS q =' 0.9

120

100

80

60

40

20

0

200

0

- 1993••••• 1997

q = 0.1 OLS q = 0.9

- 1993••••• 1997

q = 0.1 OLS q = 0.9


166


Anexo 4 . 2 - ESTIMACIÓN DE LAS BRECHAS EN LOSINGRESOS INFORMAL -FORMAL

Como lo enfatiza la literatura reciente,las comparaciones no condicionales de in-gresos no pueden ser utilizadas como evi-dencia de la superioridad de los trabajos enel sector formal. En primer lugar, no puedeplantearse que los ingresos informales másbajos se deben a características de los tra-bajos informales más que a los atributosproductivos de los trabajadores (tanto losobservados como los no observados). Unodebería comparar los ingresos de los traba-jadores bolivianos con características simi-lares, tanto observadas como no observa-das. En segundo lugar, las brechas en los in-gresos promedio apenas si pueden caracteri-zar la situación de los trabajadores en todoslos puntos del escalafón de ingresos. Lasbrechas en los ingresos promedio puedenencubrir las diferentes situaciones enfren-tadas por los bolivianos cuyas característi-cas no observadas los colocan en trabajoscon ingresos promedio por debajo o por en-cima de sus calificaciones. En tercer lugar, ymás importante, las brechas en los ingresosmonetarios no capturan de manera comple-ta las diferencias en la calidad de los traba-jos entre los sectores, en la medida que ca-racterísticas tales como los horarios de tra-bajo flexibles, el grado de protección y losbeneficios no monetarios (e.g. seguro de sa-lud, entrenamiento) también son valorados(de manera diferenciada) por los individuos.Estos aspectos deben ser factorizados comoparte del cálculo de la opción costo-benefi-cio de los trabajadores.

El estudio base realizado por Tannuri-Pianto et al., (2004) intenta considerar es-tos temas yendo más allá de las comparacio-nes restringidas de ingresos promedio,transversales y de un análisis multivariado

más cuidadoso de ecuaciones de ingresos(Recuadro A.4.2.1). Ellos estiman las dife-rencias en los ingresos entre sectores paratrabajadores en distintos puntos de distri-buciones de salarios específicas del sector,condicionadas a características medidas y ala probabilidad de participación del sector,esto es, comparando las distribuciones deingresos que resultarían si los trabajadorestuvieran el mismo conjunto de característi-cas medidas y propensiones similares de au-toselección del sector.

Es útil primero comparar las distribucio-nes de ingresos para los trabajadores forma-les, asalariados informales y los trabajado-res por cuenta propia ( Gráfico A.4.2.1). Esclaro que la mediana de los ingresos encubredisparidades sustanciales entre los trabaja-dores en distintos puntos del escalafón deingresos . La distribución para los trabajado-res del sector formal se encuentra más a laderecha de la de los asalariados informales,reflejando su ventaja salarial en cualquiernivel de salarios, y, de hecho , las distribu-ciones se apartan más aún en la cola dere-cha de la distribución - las brechas de in-gresos son mayores entre los trabajadoresen trabajos con sueldos mayores. Las distri-buciones de los trabajadores formales asala-riados y los trabajadores por cuenta propiaconvergen en la cola derecha de la distribu-ción (los trabajadores por cuenta propia me-jor pagados ganan salarios similares a losempleados formales mejor pagados ). Un tra-bajador en el cuantil 0.10 de la distribuciónpara los trabajadores formales asalariados(cuyos salarios los colocan por encima del10 por ciento de los trabajadores formales)gana cerca de 122 por ciento más que untrabajador en el cuantil 0.10 de la distribu-

167

ANEXOS

ción de un trabajador por cuenta propia en propia en el cuantil 0.90 y tiende a cero a1993. La brecha de ingresos se reduce a 33 medida que nos desplazamos hacia percen-por ciento para tos trabajadores por cuenta tiles mayores.

Gráfico A.4.2.1 - DENSIDAD DEL LOG DE LOS INGRESOS POR HORA, POR SECTOR,ÁREAS METROPOLITANAS ( Bs$, 2002)

1993

0.6 1 0.6

- formal-0.4 ..... informal 0.4

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0.0 1 ..ami r•.... 0.0-4 -2 0 2

Log ingresos por hora

1997

- formal

0.6

0.4 informal 0.4

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0.01 ... .. 1 i..... .-r>. __ 0.02 0 2

Log ingresos por hora

2002

0.6 .. I 0.6

Log ingresos por hora Log ingresos por hora

1993

1997

2002

-2 0 2 4 6 -4 -2 0 2


168


1 Recuadro A.4.2.1 - ESTIMACIÓN DE LAS BRECHAS EN LOS INGRESOS INFORMAL - FORMAL

CORREGIDAS POR SELECTIVIDAD

El estudio base de Tannuri-Pianto y Arias (2004) estima diferencias en los ingresos en los secto-res informal, formal y por cuenta propia tomando en cuenta el hecho de que la decisión del trabaja-dor de participar en un sector es afectada por las diferencias en los niveles de ingresos, las cuales asu vez están correlacionadas con sus características (observadas y no observadas). Los ingresos pro-medio no capturan el posicionamiento relativo de los trabajadores en la distribución condicional delsalario, ya que el sector informal es muy heterogéneo. El estudio utiliza regresiones por cuantiles pa-ra comparar a trabajadores con el mismo rango en las distribuciones de ingresos específicas para ca-da sector.

Las ecuaciones de Mincer de ingresos por cuantiles son estimadas conjuntamente con modelos deelección multinomiales para corregir por la autoselección de los trabajadores en cada sector utili-zando un procedimiento bi-etápico (Fitzenberger, 2003). En la primera etapa, la probabilidad de par-ticipación en los sectores formal/informal/por cuenta propia es determinada con un logit multino-mial. Esto permite considerar la simultaneidad en la elección del sector. Las ecuaciones de Mincerpor cuantiles de la segunda etapa incluyen factores de corrección relacionados a las probabilidadesde participar en cada sector. Esto corrige las ecuaciones de ingresos específicas de cada sector porel sesgo de selección que hace que los participantes se unan a un sector a pesar de que tienen unabaja probabilidad de estar en ese sector. Los ingresos incluyen los pagos en especie. Los resultadosson entonces usados para calcular descomposiciones del tipo de Oxaca de las brechas de ingresos pa-ra medir la fracción explicada por las diferencias en las características del trabajador y las diferen-cias en sus retornos entre sectores. El estudio utiliza las encuestas EIH 1993, ENE 1997 y MECOVI2002 para las áreas urbanas.

Relacionando la pobreza y los cuantiles condicionalesLos resultados de las regresiones por cuantiles permiten medir la heterogeneidad en los retornos a

las características de los trabajadores y determinar si los hogares más pobres son los más severamenteafectados al participar en los sectores informal o por cuenta propia y cuáles características son las quemás daño causan. Los retornos condicionales de las regresiones de Mincer de la primera etapa están re-lacionados a las posiciones de los trabajadores en la distribución no condicional del ingreso per cápitade los hogares. Esto permite identificar los retornos a las características recibidos por cada individuo,al igual que los retornos que recibirían en otro sector, y, por lo tanto, la penalidad (o beneficio) que re-ciben por sus características al no trabajar en el sector formal.

Para hacer esto, los autores primero identifican el cuantil condicional de cada trabajador. Las regre-siones por cuantiles son estimadas en 10 cuantiles, y entonces el cuantil al que pertenece cada traba-jador es identificado como el cuantil con el residuo de salario más pequeño (en valor absoluto). A con-tinuación, los retornos específicos del hogar para cada nivel de educación son calculados promedian-do los coeficientes de retorno entre los trabajadores que pertenecen al mismo hogar. Los retornos es-pecíficos del hogar para cada nivel de educación del centil del hogar (no condicional) son entonces re-

169

ANEXOS

gresionados en la distribución del ingreso per cápita del hogar. Las muestras en esta segunda etapa deregresiones están compuestas de hogares con retornos positivos. Dos especificaciones son considera-das: la primera incluye solamente variables dicotómicas para los cinco quintiles y la segunda, el centilno condicional y su cuadrado. Para determinar de manera adecuada la importancia estadística de los re-sultados, las regresiones de la segunda etapa son ponderadas para tomar en cuenta los errores están-dar de las estimaciones de los coeficientes de retorno por cuantiles de las ecuaciones de Mincer de laprimera etapa.

Estas brechas de ingresos en parte sur-gen de las diferencias en las característicasrelacionadas con la productividad de los tra-bajadores a lo largo de las distribuciones.Los resultados de la regresión ofrecen mayorluz sobre el tema del desempeño relativo delos asalariados informales y los trabajadorespor cuenta propia en el mercado laboral bo-liviano. Los hallazgos específicos son discu-tidos en detalle en Tannuri-Pianto et al.,(2004). El gráfico A.4.2.2 resume tos resul-tados principales de la descomposición con-trafactual de las brechas en ingreso infor-mal-formal en tres cuantiles de las distribu-ciones de ingresos (trabajos con sueldos ba-jos, moderados y altos) para el período1993-2002. Cada barra muestra los compo-nentes de tas brechas de ingresos (log) atri-buidas a las diferencias en las característi-cas del trabajador y las diferencias en sus re-tornos. Los gráficos del lado izquierdomuestran los cálculos usando las caracterís-ticas de un trabajador informal típico y losretornos recibidos en el sector formal mien-tras que los gráficos del lado derecho hacenlo opuesto.

Los resultados generales sugieren que elempleo informal refleja en gran medida losbajos costos de oportunidad y los beneficiosno salariales de la informalidad para muchosbolivianos. Si bien los trabajadores urbanosen microempresas y los trabajadores porcuenta propia tiene ingresos promedio por

hora entre 30 y 40 por ciento más bajos quelos trabajadores formales, la menor califica-ción (e.g., 3 años menos de educación enpromedio) explica casi completamente eltotal de la desventaja en ingresos para lostrabajadores por cuenta propia y cerca dedos tercios de la brecha para los asalariadosinformales. En los trabajos mejor pagados,los retornos a la calificación no son signifi-cativamente diferentes entre los sectores yparecerían permitir una elección para el tra-bajador. Es posible que la segmentaciónexista entre los sectores asalariados infor-males y formales para los trabajadores enpuestos con sueldos bajos debido a sus cali-ficaciones. Hasta el año 1997, los trabaja-dores bolivianos parecían ser capaces demoverse libremente entre los sectores for-mal y por cuenta propia sin ninguna penali-zación salarial. Sin embargo, hacia el año2002, las penalizaciones a los ingresos in-formales volvieron a entrar en vigencia enlos trabajos con sueldos bajos en la medidaque los trabajadores con las productividadesmás bajas (sin ninguna calificación) po-drían haber sido segmentados fuera del sec-tor formal.

Un descubrimiento que vale la pena se-ñalar es que los patrones de participación delos sectores cambiaron en el tiempo. En losaños 1993 y 1997, los trabajadores informa-les con características similares a los traba-jadores formales fueron seleccionados de

170


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manera positiva en el sector informal. Enese período de tiempo, los trabajos formaleseran abundantes y es probable que los tra-bajadores con características similares a lostrabajadores formales hayan aceptadoaquellos trabajos informales que ofrecíanbuenas oportunidades. Hacia el año 2002,esta selección positiva se había erosionado.La reducción en el tamaño del sector formalentre 1997 y 2002 puede haber sido la res-ponsable al causar que aquellos trabajado-res del sector formal con productividadesmás bajas pierdan sus trabajos y se trasla-den hacia el sector asalariado informal.Nuevamente, esto sugiere que los trabaja-dores formales con las productividades másbajas con características similares a los tra-bajadores informales dejaron (o fueron for-zados a dejar) el sector.

La significativa desventaja positiva eningresos para los trabajadores informales enla parte inferior del escalafón de ingresos esprobablemente un reflejo de la menor pro-ductividad de las microempresas y es dificil-mente compensada por otros beneficios nosalariales. Cualquier beneficio no contabili-zado recibido por los trabajadores formalessolamente incrementaría estos diferencia-les, y la carga tributaria sobre estos trabaja-dores de ingresos bajos (que reduciría lasbrechas) virtualmente no existe. Los pagosen especie, en alimentación, vestimenta ytransporte son incluidos en las estimacionesde ingresos y no deberían sesgar las estima-

171

ANEXOS

ciones de ingresos informales. Los costos decapacitación pueden ser sustanciales, perolos trabajadores formales gozan de salariosde un mínimo de 48 por ciento a un máximode 210 por ciento mayores que sus contra-partes del sector informal en trabajos desueldos bajos para la calificación que tie-nen, lo cual parece bastante grande compa-rado con cualquier estimación razonable delos costos incurridos en la capacitación.

Los hallazgos que relacionan las penali-zaciones a los ingresos por no ser formalescon la condición de pobreza de los trabaja-dores sugieren que para trabajadores conbaja calificación el costo de oportunidad dela formalidad es bajo. En el año 2002, laspenalizaciones educativas son pequeñas pa-ra la educación básica y primaria y se incre-mentan para la educación secundaria y otrassuperiores, llevándonos a concluir que lostrabajadores (hombres) informales con bajaeducación no enfrentan penalizacionesgrandes al no participar en el sector formal.Para aquellos con educación secundaria, laspenalizaciones son mayores, pero no estáncorrelacionadas con la pobreza. Para aque-llos con educación superior, existen muy po-cas observaciones en hogares pobres, a pe-sar de que la penalización por el trabajo in-formal es bastante alta. Las mujeres en loshogares pobres enfrentan las peores penali-zaciones del trabajo informal. Las penaliza-ciones por etnia son bastante pequeñas; pe-ro están correlacionadas con la pobreza.

172


Anexo 4 .3 - EXPLICANDO EL DESEMPEÑO DE LOS MIGRANTESEN EL MERCADO LABORAL EN BOLIVIA

En el trabajo base de Tannuri-Pianto etal.,(2004), un migrante es un individuo que se hatrasladado de una ciudad/localidad en Boliviaa otra en los últimos cinco años. Esto permi-te la comparabilidad entre encuestas (EIH,1993; ENE, 1997; MECOVI, 2002). El analizara migrantes tan recientes tiene la desventajade no considerar totalmente su asimilaciónen el lugar de destino, pero restringe la mues-tra a un grupo más homogéneo. Los resulta-dos se aplican a migrantes en una etapa tem-prana de integración a la economía urbana. Elanálisis de ingresos se centra en los migran-tes rural-urbanos.

El enfoque para modelar la migración sebasa en el modelo de Roy (1951), aplicado aun contexto de migración internacional porBorjas (1999). En éste, se asume que la mi-gración es costosa, y que solamente se da siel beneficio neto (diferencial del ingreso me-nos costo) es positivo. Dado que los ingresosde los inmigrantes (aquellos que eligen salir)solamente son observados en el lugar de des-tino, es imposible saber cuáles habrían sidosus ingresos si no hubieran migrado. En con-secuencia, debemos utilizar los ingresos delos no migrantes en el lugar de origen (queeligen quedarse) como una proxy, lo cual in-duce un potencial sesgo de selección. Esteproblema de selección de la muestra -inhe-rente al modelo de migración (característicasno observadas que influyen en la decisión demigrar)- es resuelto a través de un métodobi-etápico. En la primera etapa, se estima laprobabilidad de un individuo de migrar, y sela incluye en la segunda etapa, ecuacionesde ingresos para los migrantes en el lugar dedestino, para corregir por el hecho de que so-lamente observamos los ingresos de los indi-viduos que han migrado.

Este modelo es apropiado para describirlas opciones e ingresos de los migrantespromedio, pero presume que las brechas entos ingresos promedio caracterizan comple-tamente la situación de los trabajadores mi-grantes en todos los puntos del escalafón deingresos. Asimismo, es posible que los re-tornos a la migración varíen entre trabaja-dores que vienen y se insertan en diferentespuntos de la distribución condicional de lossalarios debido a, por ejemplo, su dotaciónde habilidades no observadas o a oportuni-dades diferenciadas (efectos de congestio-namiento) en el mercado laboral. Más aún,es posible que los sesgos de selección varíena lo largo de la distribución de ingresos,e.g., las motivaciones y los costos de opor-tunidad difieren entre migrantes en las par-tes inferior y superior de la distribución.

Es probable que las motivaciones y opor-tunidades de los individuos en la parte másalta de ta distribución de ingresos difieran deaquellas de los individuos que se encuentranen la parte inferior. Por lo tanto, estimamosecuaciones de ingresos por cuantiles para mi-grantes y no migrantes en las regiones urba-nas, corrigiendo por sesgos de selección uti-lizando la metodología desarrollada por Bu-chinsky (1998). Los modelos son corregidospor autoselección en 1997 y 2002, pero no en1993 debido a falta de información en el pun-to de origen, e incluyen el Índice de Desarro-llo Humano (IDH) y sus varios componentesen el nivel de sección municipal como una va-riable correlacionada con la decisión de mi-gración, pero no con los ingresos en el lugarde destino. Los modelos de probabilidadesfueron estimados utilizando el modelo deIchimura (1993) de mínimos cuadrados semi-paramétricos, pero no fueron muy diferentesde los resultados para los modelos probit.

173

ANEXOS

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