Baudrillard Jean - Contraseñas

8/19/2019 Baudrillard Jean - Contraseñas

1/37

Al analizar los vínculos que mantienen los grandes movimientos sociales y la

obsesión contemporánea de la producción, Jean Baudrillard se sitúa en el centro de la problemática de una generación rebelde a las referencias impuestas por la omnipotencia del

mercado. A la virtualización! de nuestro mundo, a la univocidad del comercio! de los

signos, a las virtudes ilusorias de la transparencia y a la mi"tificación del valor mercantil,

opone la prodigalidad del intercambio simbólico, el desafío de la seducción, el #uego íntimode lo aleatorio, la reversibilidad del destino.

Agentes seductores de un pensamiento que se reivindica como provocador y

paradó#ico, diecis$is contrase%as cristalizan aquí las ideas clave de sus obras, siguiendo el principio est$tico y pedagógico de un abecedario. &n libro accesible y de una gran libertad

de tono, una especie de paleta que reparte a pinceladas los principales conceptos filosóficos

de Baudrillard.

'esde (ace un cuarto de siglo, Jean Baudrillard )o#o melancólico, voz de barítono ) publica libros como arro#ando al mundo sus mensa#es radicales y crípticos. *olitario,

nietzsc(eano, posmoderno. &n desperado que acec(a con delectación el apocalipsis+ nel fondo Baudrillard es un analista de un mundo amenazado por el consenso y desertado por la razón!. -Jean/aul nt(oven, Le Point 0.

'iecis$is contrase%as como otros tantos *$samos destinados, si no a abrir, por lo

menos a facilitar la entrada a la obra consecuente de Jean Baudrillard!. - La Ouinzaine

Littéraire0.


2/37

Jean Baudrillard

Contraseñas


3/37

1ítulo original2 Mots de passe

Jean Baudrillard, 3444

1raducción2 Joaquín Jordá


4/37

s paradó#ico trazar un panorama retrospectivo de una obra que #amás (a querido ser

prospectiva. s algo así como 5rfeo, que mira demasiado pronto a urídice y, de golpe, ladevuelve para siempre a los 6nfiernos. so significaría que la obra se adelanta a sí misma y

presiente su final desde el principio, que estaba cerrada, que se desarrolla de forma

co(erente, que siempre (abía e"istido. Así que no veo otra manera de tratarla que en

t$rminos de simulación, un poco a la manera como Borges reconstruye una civilización perdida a trav$s de los fragmentos de una biblioteca. s decir que difícilmente puedo

plantearme la cuestión de su verosimilitud sociológica, a la que, por otra parte, me

resultaría e"tremadamente difícil contestar. *in duda (ay que ponerse en la situación de unvia#ero imaginario que tropezara con estos te"tos como con un manuscrito olvidado y que,

carente de documentos en los que apoyarse, se esforzara en reconstruir la sociedad que

describen.

J. B.


5/37

7ontrase%as+ 7reo que la palabra sugiere bastante bien una manera casi iniciática de

introducirse en las cosas sin la pretensión de catalogarlas. /ues las palabras son portadorasy generadoras de ideas, más, quizá, que al contrario. 8ágicas portadoras de espe#ismos, no

sólo transmiten ideas y cosas, sino que ellas mismas se metamorfosean y se metabolizan

entre sí, obedeciendo a una suerte de evolución en espiral. Así se convierten en

contrabandistas de ideas.9as palabras poseen para mí una importancia e"trema. :ue poseen una vida propia,

y, por consiguiente, son mortales, es evidente para cualquiera que no reivindique un

pensamiento definitivo, con pretensiones edificantes. 9o que es mi caso. 9a temporalidadde las palabras e"presa un #uego casi po$tico de muerte y renacimiento2 las

metaforizaciones sucesivas (acen que una idea crezca y se convierta en algo más que ella

misma, en una forma de pensamiento!, pues el lengua#e piensa, nos piensa y piensa por nosotros tanto, por lo menos, como nosotros pensamos a trav$s de $l. 1ambi$n a(í e"iste un

intercambio, que puede ser simbólico, entre palabras e ideas.

7reemos que avanzamos a base de ideas )esta es sin duda la fantasía de cualquier

teórico, de cualquier filósofo), pero son tambi$n las propias palabras las que generan oregeneran las ideas, las que sirven de embrague!. n esos momentos, las ideas se

entrecruzan, se mezclan al nivel de la palabra, que sirve entonces de operador )pero de un

operador no t$cnico) en una catálisis en la que el propio lengua#e está en #uego. 9o que loconvierte en una baza por lo menos tan importante como las ideas.

Así pues, dado que las palabras pasan, traspasan, se metamorfosean, se convierten

en porteadoras de ideas siguiendo unas rutas imprevistas, incalculadas, creo que el t$rmino

contrase%as! permite abarcar las cosas a la vez cristalizándolas y situándolas en una perspectiva abierta y panorámica.


6/37

l ob#eto

l ob#eto (a sido para mí la contrase%a! por e"celencia. 'esde el comienzo, elegí

ese ángulo porque quería desentenderme de la problemática del su#eto. 9a cuestión del

ob#eto representaba su alternativa, y se estableció como mi (orizonte de refle"ión. 1ambi$nintervenían cuestiones relacionadas con la $poca2 en los a%os sesenta, el paso de la primacía

de la producción a la del consumo situó los ob#etos en un primer plano. n cualquier caso,

lo que me (a interesado realmente no es tanto el ob#eto fabricado en sí mismo como lo que

los ob#etos se decían entre sí, el sistema de signos y la sinta"is que elaboraban. ;, por encima de todo, el (ec(o de que remitían a un mundo menos real de lo que podía (acer

creer la aparente omnipotencia del consumo y el beneficio. A mi modo de ver, en ese

mundo de signos, escapaban muy rápidamente a su valor de uso para #ugar entre sí, para

corresponderse.

'etrás de esta formalización semiótica, e"istía sin duda una reminiscencia de La

náusea de *artre y de aquella famosa raíz que es un ob#eto obsesivo, una sustancia

venenosa+ 8e parecía que el ob#eto estaba casi dotado de pasión, o, por lo menos, podíatener una vida propia, salir de la pasividad de su utilización para adquirir una suerte de

autonomía y tal vez incluso la capacidad de vengarse de un su#eto demasiado convencido

de dominarlo. 9os ob#etos siempre (an sido considerados un universo inerte y mudo, delque disponemos con el prete"to de que lo (emos producido. /ero, en mi opinión, ese

universo tenía algo que decir, algo que superaba su utilización. ntraba en el reino del

signo, donde nada ocurre con tanta simplicidad, porque el signo siempre es el

desvanecimiento de la cosa. Así pues, el ob#eto designaba el mundo real pero tambi$n suausencia, y en especial, la de su su#eto.

9a e"ploración de esta fauna y esta flora de los ob#etos es lo que me (a interesado.


7/37

#amás se resolverá, #amás se redimirá. ?o e"iste la @edención del ob#eto, en alguna parte

e"iste un resto! del que el su#eto no puede apoderarse> cree paliarlo mediante la profusióny el amontonamiento, pero sólo consigue multiplicar los obstáculos para la relación. n un

primer momento, se alcanza una comunicación a trav$s de los ob#etos, pero despu$s su

proliferación bloquea esa comunicación. l ob#eto desempe%a un papel dramático, es de

pies a cabeza un actor en la medida en que desbarata cualquier simple funcionalidad. ; por ese motivo me interesa.


8/37

l valor

s evidente que el valor está estrec(amente vinculado al ob#eto, pero, en este caso,

la intención es más limitada y se refiere al valor de uso y al valor de cambio, fundamentos

de la producción y del mercado. 'e entrada, valor de uso y valor de cambio )y ladial$ctica que se instaura entre ambos) se me anto#an como un edificio racional que

postula la posibilidad de equilibrar el valor, de encontrarle un equivalente general capaz de

agotar las significaciones y de e"plicar un intercambio. ntonces es cuando interviene la

antropología para invertir esas nociones y romper la ideología del mercado, es decir, elmercado como ideología y no únicamente como realidad. 9a antropología ofrece el recurso

de sociedades y de culturas en las que la noción de valor tal como nosotros la entendemos

es casi ine"istente, donde las cosas nunca se intercambian directamente entre sí y siempre a

trav$s de la mediación de una trascendencia, de una abstracción.

Al lado del valor mercantil e"isten valores moralesoest$ticos que funcionan, a su

vez, en t$rminos de oposición regulada entre el bien y el mal, lo (ermoso y lo feo+ 7reía,

sin embargo, que e"istía una posibilidad de que las cosas circulasen de otro modo, y queotras culturas ofrecían precisamente la imagen de una organización tal que no permitía la

instalación de la trascendencia del valor, y con ello la trascendencia del poder ya que esta se

constituye principalmente sobre la manipulación de los valores. *e trataba de intentar despo#ar el ob#eto )pero no sólo a $l) de su estatuto de mercancía, de devolverle una

inmediatez, una realidad bruta carente de precio y de valoración. 1anto si una cosa no

vale! nada como si no tiene precio!> en ambos casos nos (allamos ante lo

inapreciable!, en el sentido duro de la e"presión. A partir de a(í, el intercambio que puederealizarse se efectúa sobre unas bases que ya no dependen del contrato )como ocurre en el

sistema (abitual del valor), sino del pacto. "iste una profunda diferencia entre elcontrato, que es una convención abstracta entre dos t$rminos, dos individuos, y el pacto,

que es una relación dual y cómplice. /odríamos ver una imagen de ello en determinadas

modalidades del lengua#e po$tico en donde los intercambios entre palabras )con la

intensidad del placer que procuran) se operan al margen de su mero desciframiento, másacá o más allá de su funcionamiento en t$rminos de valor de significación!. 5curre lo

mismo con los ob#etos y los individuos. n esta perspectiva e"iste una posibilidad de

bloquear el sistema del valor y la esfera de dominio que sustenta. A partir del sentido nosconvertiremos en due%os del lengua#e, due%os de la comunicación -aunque el acto de la

palabra y sus modalidades intervengan en este dominio del discurso0, a partir del valor mercantil conseguiremos el dominio del mercado. ;, a partir de la distinción del valor del bien y del mal, se instituirá el dominio moral+ A continuación se edifican todos los

poderes. 1al vez sea utópico pretender superar el valor, pero es una utopía operativa, un

intento para pensar un funcionamiento más radical de las cosas.

stá claro que el estudio del valor es comple#o2 de la misma manera que el valor mercantil es apre(ensible, el valor signo es fugitivo y movedizo, en un momento


9/37

determinado se consume y se dispersa en el valedor. 7uando todo está sustituido por una

factividad, seguimos estando en el mundo del valor o en su simulación

s posible que siempre estemos en una doble moral+ "istiría una esfera moral, ladel cambio mercantil y una esfera inmoral, la del #uego, en la que sólo cuenta el

acontecimiento de #uego y el de una regla compartida. 7ompartir la regla no es lo mismoque referirse a un equivalente general común2 es preciso estar totalmente implicado para poder #ugar, lo que crea entre los #ugadores un tipo de relación más dramática que el

intercambio mercantil. n esa relación, los individuos no son seres abstractos que pueden

sustituirse entre sí2 cada uno de ellos tiene una posición singular frente a unas posibilidadesde victoria o de derrota, de vida o de muerte. 6ncluso en sus formas más banales, el #uego

impone otro modo de entrada en los envites que el intercambio, palabra, por otra parte, tan

ambigua, que (e llegado a (ablar de intercambio imposible.


10/37

l intercambio simbólico

l intercambio simbólico es el lugar estrat$gico en el que todas las modalidades del

valor confluyen (acia una zona que yo denominaría ciega, en la que todo se pone en

cuestión. 9o simbólico, en este caso, no tiene la acepción corriente de imaginario!, perotampoco la que le daba 9acan. s el intercambio simbólico tal como lo entiende la

antropología. 8ientras el valor posee siempre un sentido unidireccional, que pasa de un

punto a otro de acuerdo con un sistema de equivalencia, en el intercambio simbólico e"iste

una reversibilidad de los t$rminos. ;o quería, mediante este concepto, tomar el contrapi$del intercambio mercantil, y de ese modo (acer una crítica política de nuestra sociedad en

nombre de lo que tal vez podría ser tac(ado de utopía, pero que (a sido una forma viva en

muc(as otras culturas.

9a reversibilidad lo es tanto de la vida como de la muerte, del bien como del mal, de

todo lo que (emos organizado en valores alternativos. n el universo simbólico, vida y

muerte se intercambian. ;, como no e"isten t$rminos separados sino, por el contrario,

reversibles, se vuelve a poner en cuestión la idea de valor, que, a su vez, e"ige t$rminosclaramente enfrentados, entre los cuales puede entonces instaurarse una dial$ctica. A(ora

bien, lo simbólico carece de dial$ctica. n lo concerniente a la muerte y a la vida, nuestro

sistema de valores carece de reversibilidad2 lo positivo está del lado de la vida, lo negativodel lado de la muerte, la muerte es el final de la vida, su contrario, mientras que en el

universo simbólico los t$rminos, (ablando con propiedad, se intercambian.

so es válido en todos los ámbitos, y tambi$n, por tanto, en el del intercambio de los bienes2 en el portlatch funciona un determinado tipo de circulación de los bienes e"oneradode la idea de valor, que incluye la prodigalidad y la disipación de las cosas, pero que #amás

debe detenerse. l intercambio #amás debe detenerse, tiene que aumentar constantemente su

intensidad, (asta la muerte si es preciso. l #uego tambi$n participaría de esta forma deintercambio, en la medida en que el dinero carece de valor fi#o ya que entra una y otra vez

en circulación, de acuerdo con la regla simbólica, que no es, evidentemente, la ley moral.

n esta regla simbólica, el dinero ganado no puede, en ningún caso, reconvertirse en valor mercantil, tiene que ser puesto en #uego dentro del propio #uego.

1ambi$n podemos entender este intercambio simbólico a un nivel más amplio, el de

las formas. Así pues, la forma animal, la forma (umana y la forma divina se intercambiansegún una regla de las metamorfosis en la que cada una de ellas de#a de estar circunscrita asu definición, lo (umano se opone a lo in(umano, etc. "iste una circulación simbólica de

las cosas en la que ninguna posee una individualidad separada, y todas operan en una

especie de complicidad universal de las formas inseparables. 5curre lo mismo con elcuerpo, que tampoco tiene un estatuto individual!2 es una especie de sustancia sacrificial

que no se opone a ninguna otra sustancia, ni al alma ni a cualquier otro valor espiritual. n

las culturas en las que el cuerpo es puesto en #uego continuamente en el ritual, no es un


11/37

símbolo de la vida, y el problema no reside en su salud, su supervivencia o su integridad.

8ientras que nosotros tenemos de $l una visión individualizada unida a los conceptos de posesión y de dominio, para ellas el cuerpo es la baza de una constante reversibilidad. s

una sustancia que puede moverse a trav$s de otras formas, animales, minerales y vegetales.

/or otra parte, acaso no se desarrolla todo siempre al nivel de un intercambiosimbólico, es decir, de una apuesta que supera en muc(o el comercio racional de las cosas ode los cuerpos tal como se practica actualmente A decir verdad, y por paradó#ico que

parezca, prefiero pensar que #amás (a e"istido economía en el sentido racional y científico,

tal como lo entendemos, que el intercambio simbólico sigue siendo el fundamento radicalde las cosas, y que estas se desarrollan en ese plano.

7abe considerar el intercambio simbólico como un ob#eto perdido, interesarse por el

potlatch en las sociedades primitivas, tratarlo antropológicamente, constatando que

nosotros estamos viviendo por completo en sociedades mercantiles, en sociedades delvalor+ /ero esto es tan cierto s posible que sigamos en un inmenso potlatch.

7ircunscribimos unos ámbitos en los que parecen #untarse todo tipo de racionalidades,económica, anatómica y se"ual, pero la forma fundamental, la forma radical, sigue siendola del desafío, la de la pu#a, del potlatch, y, por tanto, la de la negación del valor. 9a del

sacrificio del valor. Así pues, seguiríamos viviendo de un modo sacrificial, pero a(ora sin

querer asumirlo. ;, además, sin poder (acerlo, porque sin los rituales y sin los mitos

carecemos de los medios para (acerlo.

6nútil sentirse nostálgico2 nosotros (emos fundado otra organización que (a creado

un sistema lineal e irreversible allí donde (abía una forma circular, de circuito, reversible.

Civimos, y despu$s morimos, y eso es realmente el final.


12/37

9a seducción

n mi opinión, el universo de la seducción era lo que se inscribe radicalmente contra

el de la producción. ;a no se trataba de (acer surgir las cosas, de fabricarlas y de

producirlas para un mundo del valor, sino de seducirlas, es decir, de desviarlas de ese valor,y por tanto de su identidad, de su realidad, para llevarlas al #uego de las apariencias, a su

intercambio simbólico. ste intercambio simbólico (a apuntado primero al mundo

económico, a los bienes )como en el potlatch ) y despu$s al intercambio simbólico de la

muerte. A continuación (a llegado la se"ualidad, que (a estrec(ado un poco el campo. nmi opinión, la seducción afecta a todas las cosas, y no solamente el intercambio entre los

se"os. s cierto que, por su diferencia, cada se"o busca y encuentra su identidad

confrontándose con el otro, en una forma a un tiempo de rivalidad y de connivencia,

(aciendo positiva la se"ualidad como función y como goce. /ero, para mí, la seducción era,fundamentalmente, una forma reversible en la que ambos se"os fisiológicos se #ugaban su

identidad, entraban en #uego. 8e interesaba una forma del devenir masculino de lofemenino, del devenir femenino de lo masculino, frente al pre#uicio que afirma que lo

masculino es en sí la identidad se"ual. ;o entendía lo femenino como lo que contradice la

oposición masculinoDfemenino, la oposición valorizada por los dos se"os. 9o femenino era

lo que transversalizaba esos conceptos y, en cierto modo, abolía la identidad se"ual. 1engoque decir que eso (a creado algún malentendido con las feministas. /orque, a partir de a(í,

el envite ya no era la liberación se"ual, que, a fin de cuentas, me parecía un proyecto

bastante ingenuo puesto que se basaba en el valor, en la identidad se"ual+

9a seducción es un #uego más fatal, y tambi$n más arriesgado, que no e"cluye enabsoluto el placer, muy al contrario, pero que no tiene nada en común con el goce físico. 9a

seducción es un desafío, una forma que siempre tiende a desconcertar a alguien respecto asu identidad, al sentido que puede adoptar para $l. @ecupera la posibilidad de una alteridad

radical. 8e parecía que la seducción afectaba a todas las formas que escapan a un sistema

de acumulación, de producción. A(ora bien, la liberación se"ual, que, al igual que la

liberación del traba#o, era el gran tema de aquella $poca, no escapaba al esquema productivista. *e trataba de liberar de la energía )cuyo modelo arquetípico era la energía

material), modelo en absoluto contradictorio con el gran #uego de la seducción que, por su

parte, no es de tipo acumulativo.

9a seducción #uega menos sobre el deseo porque no es un #uego con el deseo. ?o loniega, y tampoco es su contrario, se limita a ponerlo en #uego.

9as apariencias pertenecen a la esfera de la seducción, muc(o más allá de las

apariencias físicas. s la esfera donde la intervención del ser es una especie de deontología,donde permanecemos en formas fle"ibles y reversibles, donde ningún se"o está seguro de

su fundamento ni, sobre todo, de su superioridad.


13/37

contrase%a, contrarrealidad!, por decirlo de algún modo, de indicio de reversibilidad de la

vida y la muerte. 9a femina era tambi$n la reversibilidad de lo masculino y lo femenino.

&na puntualización, sin embargo2 el t$rmino seducción! (a sido utilizado cone"ceso, en una serie de acepciones como el poder seduce a las masas!, la seducción

mediática!, o los grandes seductores!+ ;o no entendía el t$rmino a ese nivel,e"tremadamente vulgar. s cierto que, en el campo de la seducción, creía que la mu#er poseía (istóricamente una posición privilegiada. /ero #untar la mu#er y la seducción se me

anto#aba condenarla a las apariencias, y por lo tanto a la frivolidad. &n contrasentido total2

la seducción a la que yo me refería es realmente el dominio simbólico de las formas,mientras que lo otro sólo es el dominio material del poder a trav$s de la estratagema.

l crimen originario es la seducción. ; nuestros intentos para (acer positivo el

mundo, darle un sentido unilateral, al igual que toda la inmensa empresa de la producción,

tienen sin duda la intención de eliminar, de abolir el terreno, a fin de cuentas, peligroso ymal$fico de la seducción.

l otro mundo de las formas )seducción, desafío, reversibilidad) es el más

poderoso. l otro, el mundo de la producción, posee el poder, pero la potencia, por su parte,

está del lado de la seducción. 'iría que no es la primera en t$rminos de causa y efecto, ent$rminos de sucesión, pero es más poderosa, a la larga, que todos los sistemas de

producción, de riquezas, de sentido, de placer+ ; cabe que todos los tipos de producción

est$n subordinados a ella.


14/37

9o obsceno

stá claro que escena y obscena no tienen la misma etimología, pero la

apro"imación es tentadora, pues, desde el momento en que e"iste escena, e"iste mirada y

distancia, #uego y alteridad. l espectáculo está relacionado con la escena. /or el contrario,cuando se está en la obscenidad, ya no (ay escena ni #uego, la distancia de la mirada se

borra. /ensemos en la pornografía2 está claro que allí el cuerpo aparece totalmente

realizado. /uede que la definición de la obscenidad sea el devenir real, absolutamente real,

de algo que, (asta entonces, estaba metaforizado o tenía una dimensión metafórica. 9ase"ualidad )al igual que la seducción) siempre tiene una dimensión metafórica. n la

obscenidad, los cuerpos, los órganos se"uales, el acto se"ual, son brutalmente no ya

puestos en escena!, sino ofrecidos de forma inmediata a la vista, es decir, a la devoración,

son absorbidos y reabsorbidos al mismo tiempo. s un acting out total de cosas que, en principio, son ob#eto de una dramaturgia, de una escena, de un #uego entre las partes. A(í ya

no e"iste #uego, ya no e"iste dial$ctica ni distancia, sino una colusión total de loselementos.

9o que vale para los cuerpos, vale para la mediatización de un acontecimiento, para

la información. 7uando las cosas devienen demasiado reales, cuando aparecen

inmediatamente dadas, realizadas, cuando nos (allamos en ese cortocircuito que (ace quetales cosas se apro"imen cada vez más, nos (allamos en la obscenidad+ @$gis 'ebray (a

(ec(o una crítica interesante de la sociedad del espectáculo desde esta perspectiva2 en su

opinión, no nos (allamos en absoluto en una sociedad que nos ale#aría de las cosas, en la

que estaríamos alienados por nuestra separación respecto a ellas+ 9a maldición que nosafecta sería, por el contrario, estar ultracercanos, que todo resulte inmediatamente

realizado, tanto nosotros como las cosas. ; este mundo demasiado real es obsceno.

n un mundo así, ya no e"iste comunicación, sino contaminación de tipo vírico,todo se contagia de uno a otro de manera inmediata. 9a palabra promiscuidad e"presa lo

mismo2 está a(í inmediatamente, sin distancia, sin encanto. ; sin aut$ntico placer.

A(í aparecen los dos e"tremos2 la obscenidad y la seducción, como lo muestra el

arte, que es uno de los terrenos de la seducción. A un lado está el arte capaz de inventar unaescena diferente de la real, una regla de #uego diferente, y al otro el arte realista, que (a

caído en una especie de obscenidad al (acerse descriptivo, ob#etivo o mero refle#o de ladescomposición, de la fractalización del mundo.

9a obscenidad tiende siempre a superarse2 presentar un cuerpo desnudo ya puede ser

brutalmente obsceno, presentarlo descarnado, desollado, esquel$tico todavía lo es más. stá

claro que actualmente toda la problemática crítica que los media gira alrededor del umbral

de tolerancia en el e"ceso de obscenidad. *i debe decirse todo, todo se dirá+ /ero laverdad ob#etiva es obscena. so no impide que cuando nos cuentan todos los detalles de las


15/37

actividades se"uales de Bill 7linton, la obscenidad sea tan ridícula que nos preguntamos si

en todo eso no (abrá una dimensión irónica. sta desviación sería tal vez el último avatar de la seducción, en un mundo que va a la deriva, (acia la obscenidad total2 en cualquier

caso, no acabamos de cre$rnoslo del todo. 9a obscenidad, o sea la visibilidad total de las

cosas, es (asta tal punto insoportable que (ay que aplicarle la estrategia de la ironía para

sobrevivir. 'e no (acerlo, esa transparencia resultaría absolutamente da%ina.

ntramos entonces, entre el bien y el mal, en un antagonismo insoluble en el que )

con riesgo de ser maniqueo y de contradecir todo nuestro (umanismo) no e"iste posible

reconciliación.


16/37

9a transparencia del mal

7ualquier transparencia! plantea inmediatamente el problema de su contrario, el

secreto. s una alternativa que no depende en absoluto de la moral, del bien y del mal2

e"iste lo secreto y lo profano, o sea, otra distribución de las cosas. 'eterminadas cosas #amás serán ofrecidas a la vista, se comparten en secreto de acuerdo con un tipo de

intercambio diferente de aquel que pasa por lo visible. 7uando todo tiende a irse al lado de

lo visible, como ocurre en nuestro universo, qu$ ocurre con las cosas que antes eran

secretas *e convierten en ocultas, clandestinas, mal$ficas2 lo que era meramente secreto,es decir, propicio a intercambiarse en secreto, se convierte en el mal y tiene que ser abolido,

e"terminado. /ero no es posible destruirlas2 en cierto modo, el secreto es indestructible.

ntonces será demonizado y atravesará los instrumentos utilizados para eliminarlo. *u

energía es la energía del mal, la energía que proviene de la no unificación de las cosas,defini$ndose el bien como la unificación de las cosas en un mundo totalizado.

A partir de a(í, todo lo que se sustenta en la dualidad, en la disociación de las cosas,

en la negatividad, en la muerte, es considerado el mal. /or consiguiente, nuestra sociedad seempe%a en conseguir que todo vaya bien, que a cada necesidad responda una tecnología. n

ese sentido, toda la tecnología está del lado del bien, o sea del cumplimiento del deseo

general, en un estado de cosas unificado.

Actualmente vivimos en un sistema que yo llamaría de cinta de 8oebius!. *i

estuvi$ramos en un sistema de enfrentamiento, de confrontación, las estrategias podrían ser

claras, basadas en una linealidad de las causas y los efectos. *e utiliza el mal o el bien enfunción de un proyecto, y el maquiavelismo no está al margen de la racionalidad. /ero nos(allamos en un universo totalmente aleatorio donde las causas y los efectos se superponen,

siguiendo el modelo de la cinta de 8oebius, y nadie puede saber dónde se detendrán los

efectos de los efectos.

&n e#emplo de efecto perverso aparece en la luc(a contra la corrupción que reina en

los negocios o en la financiación de los partidos políticos. s evidente que tiene que ser

denunciada. ; los #ueces lo (acen. ; nos decimos que allí e"iste una purificación, en el

buen sentido de la palabra. /ero la purificación tambi$n tiene necesariamente efectossecundarios. l caso 7linton pertenece a este orden. Al conseguir denunciar una perversión

#udicial que bordea el per#urio, el #uez contribuye a construir la imagen de una Am$ricalimpia!, beneficiándose de esa imagen para e"plotar )aunque sea democráticamente) el poder moral adquirido frente al resto del mundo.

*ólo de manera superficial cabe entender la acción de los #ueces como

conflictivamente enfrentada a la clase política. n cierto modo, son, por el contrario, los

regeneradores de su legitimidad, aun cuando el problema de su corrupción est$ le#os dequedar resuelto.


17/37

s tan claro que la corrupción tenga que ser eliminada a cualquier precio ?os

decimos, evidentemente, que el dinero alimenta las fabulosas comisiones de la financiaciónarmamentística, o incluso su producción, que sería, sin duda, preferible utilizarlo para

reducir la miseria del mundo. /ero se trata de una evidencia apresurada. 7omo nadie

pretende que el dinero salga del circuito mercantil, podría! gastarse en un pavimentado

general del territorio. A partir de a(í, por paradó#ica que pueda parecer la pregunta, es preferible, desde la perspectiva del bien! o del mal!, seguir fabricando, o vendiendo,

armas, de las que una parte considerable nunca serán utilizadas, que (acer desaparecer un

país ba#o una capa de cemento 9a respuesta a esta pregunta interesa menos que la toma deconciencia de que no e"iste un punto fi#o a partir del cual podamos determinar lo que está

totalmente bien o mal.

*e trata, sin duda, de una situación profundamente desastrosa para una mente

racional, y de una incomodidad total. so no impide que, de la misma manera que ?ietzsc(e (ablaba de la ilusión vital de las apariencias, podríamos (ablar de una función

vital de la corrupción en la sociedad. /ero, como su principio es ilegítimo, no puede ser

oficializado, y sólo puede operar, por consiguiente, en el secreto. videntemente, es un punto de vista cínico, moralmente inadmisible, pero tambi$n es una especie de estrategia

fatal, que, por otra parte, no es patrimonio de nadie y carece de beneficios e"clusivos. 7on

ello, reintroduciríamos el mal. l mal funciona porque de $l procede la energía. ;combatirlo )cosa necesaria) conduce simultáneamente a reactivarlo.

7abe evocar aquí lo que decía 8andeville cuando afirmaba que una sociedad

funciona a partir de sus vicios, o, por lo menos, a partir de sus desequilibrios. ?o por sus

cualidades positivas, sino por las negativas. *i aceptamos este cinismo, cabe entender quela política sea )tambi$n) la inclusión del mal, del desorden, en el orden ideal de las

cosas. Así pues, no (ay que negarla sino utilizarla, reírse de ella y desbaratarla.

ste título )la transparencia del mal!) no es del todo pertinente+ 7onvendría

referirse más bien a la transparición! del 8al que, queramos o no, transparenta! otranspira a trav$s de todo lo que tiende a con#urarlo. /or otra parte, la propia transparencia

sería el 8al, la p$rdida de todo secreto. 'e igual manera que, en el crimen perfecto!, es la

propia perfección lo que es criminal.


18/37

9o virtual

n su acepción (abitual, lo virtual se opone a lo real, pero su repentina emergencia,

al amparo de las nuevas tecnologías, ofrece la sensación de que, a partir de a(ora, se%ala su

desvanecimiento, su final. n mi opinión, como ya (e dic(o, (acer advenir un mundo realequivale a producirlo, y lo real #amás (a sido otra cosa que una forma de simulación. ?o

cabe duda de que es posible conseguir que e"ista un efecto de realidad, un efecto de verdad,

un efecto de ob#etividad, pero en sí, lo real no e"iste. 9o virtual, en tal caso, sólo es una

(ip$rbole de la tendencia de pasar de lo simbólico a lo real, que sería su grado cero. ndic(o sentido, lo virtual abarca la noción de (íperrealidad. 9a realidad virtual, esa que

estaría perfectamente (omogeneizada, numerizada, operacionalizada!, sustituye a la otra

porque es perfecta, controlable y no contradictoria. s decir, porque está más acabada!, es

más real que lo que (emos fundado como simulacro.

so no impide que la e"presión realidad virtual! sea un aut$ntico o"ímoron. ;a no

estamos en la confortable y tradicional acepción filosófica en la que lo virtual era lo que

está destinado a convertirse en actual y donde se instauraba una dial$ctica entre ambosconceptos. A(ora, lo virtual es lo que sustituye a lo real, es su solución final en la medida

en que, a un tiempo, consuma el mundo en su realidad definitiva y firma su disolución.

A partir de a(í, lo virtual es lo que nos piensa2 ya no (ace falta un su#eto del pensamiento, un su#eto de la acción, todo ocurre a trav$s de mediaciones tecnológicas.

/ero lo virtual es lo que concluye definitivamente con un mundo de lo real y del #uego, o

bien forma parte de una e"perimentación con la que #ugamos Acaso no estamosinterpretando la comedia de lo virtual, con una pizca de ironía, igual que en la comedia del poder 1oda la inmensa instalación de la virtualidad, la performance en el sentido artístico,

no será, en el fondo, un nuevo escenario en el que unos operadores (an sustituido a los

actores ?o (abría, en tal caso, que prestarle más cr$dito que a cualquier otra organizaciónideológica.


19/37

Actualmente e"iste una aut$ntica fascinación por lo virtual y todas sus tecnologías.

*i realmente es un modo de desaparición, sería una opción )oscura, pero deliberada) dela propia especie2 la de clonar los cuerpos y los bienes en otro universo, desaparecer como

especie (umana propiamente dic(a para perpetuarse en una especie artificial que tendría

unos atributos muc(o más competitivos, muc(o más operativos. s el envite

/ienso en la fábula de Borges sobre el pueblo que (a sido condenado al ostracismo,desterrado al otro lado del espe#o, y que sólo es el refle#o del emperador que lo (a

esclavizado. Así sería el gran sistema de lo virtual, y todo el resto quedaría en unas especies

de clones, del rec(azo, de la abyección. /ero en la fábula esos pueblos se empe%an en parecerse cada vez menos a su dominador, y un día retornan a este lado del espe#o.

ntonces, dice Borges, no volverán a ser vencidos. 7abe suponer una catástrofe seme#ante,

y al mismo tiempo esa especie de revolución al cubo /or mi parte, me inclino más a una

(ipertrofia de lo virtual tal, que nos llevaría a una forma de implosión. :u$ vendría acontinuación s difícil decirlo, porque, más allá de lo virtual, no veo nada, salvo lo que

Ereud denominaba el nirvana, un intercambio de sustancia molecular y nada más. *ólo

quedaría un sistema ondulatorio perfecto, que coincidiría con lo corpuscular en un universo puramente físico que ya no tendría nada de (umano, de moral ni, evidentemente, de

metafísico. @egresaríamos, de ese modo, a un estadio material, con una circulación

insensata de los elementos+

/ara abandonar la ciencia ficción, sólo cabe constatar, de todos modos, la singular ironía que e"iste en el (ec(o de que esas tecnologías, que relacionamos con la aniquilación,

pueden llegar a ser finalmente lo que nos salvará del mundo del valor, del mundo del #uicio.

1oda esa incómoda cultura (umana y filosófica que el pensamiento radical moderno se (adedicado metafísicamente a liquidar al t$rmino de una tarea agotadora, la t$cnica la e"pulsa

pragmática y radicalmente en lo virtual.

n la fase en que estamos, no sabemos si )perspectiva optimista) la t$cnica

llegada a un punto de e"trema sofisticación nos liberará de ella misma, o si nosencaminamos (acia la catástrofe. Aunque la catástrofe, en el sentido dramatúrgico de la

palabra, o sea, el desenlace, consiga, según los protagonistas, formas desdic(adas o felices.


20/37

9a aleatoriedad

9a aleatoriedad )a lo que yo a%adiría la fractalidad, la catástrofe) forma parte de

esas teorías modernas que toman en consideración los efectos imprevisibles de las cosas o,

por lo menos, una diseminación de los efectos y de las causas suficiente como para quedesaparezcan los puntos de referencia. ?os (allamos en un mundo aleatorio, un mundo en

el que ya no e"isten un su#eto y un ob#eto repartidos armoniosamente en el registro del

saber. @especto a los fenómenos aleatorios, no están únicamente en las cosas o en los

cuerpos materiales2 tambi$n nosotros formamos parte del microcosmos molecular a trav$sde nuestro propio pensamiento, y eso es lo que crea la incertidumbre radical del mundo. *i

estuvi$ramos relacionados con una materia aleatoria, con unos efectos físicos aleatorios,

pero acompa%ados de un pensamiento (omog$neo y unidireccional, seguiría e"istiendo una

buena dial$ctica del su#eto y el ob#eto, pero a(ora (emos caído en un pensamiento aleatorioque sólo nos permite emitir (ipótesis, que ya no puede aspirar a la verdad. s lo que ya

ocurre, como sabemos, con las ciencias microfísicas. /ero tambi$n, diría, con nuestrarefle"ión y nuestro análisis actual de la sociedad, de lo político+ *ólo cabe adelantarse a

los procesos aleatorios gracias a un pensamiento tambi$n aleatorio, lo que es un e#ercicio

que no tiene nada que ver con el clásico pensamiento discursivo que (abía sustentado la

filosofía tradicional. sta nueva trayectoria no carece de riesgos. A qu$ se puede dar elnombre de acontecimientos! cuando impera un desarrollo caótico, con causas o

condiciones iniciales mínimas e infinitesimales, y efectos prodigiosos a nivel mundial n

dic(o sentido, el fenómeno de la globalización es en sí mismo aleatorio y caótico, (asta ele"tremo de que nadie puede controlarlo ni pretender someterlo a una estrategia.

9a fractalidad tambi$n está en el centro de nuestro mundo. ?o me referir$ a las

teorías de 8andelbrot, que no conozco suficientemente, pero esa reproducción indefinidade una misma microforma, de una misma fórmula, sugiere nuestra propia situación en la

medida en que somos partículas infinitesimales, en las que toda la información concentrada

de cada partícula prolifera constantemente de acuerdo con una fórmula id$ntica.

1al como era identificado en la sociología, el fenómeno de la masa ya era unfenómeno fractal, un fenómeno virtual, un fenómeno vírico. 1odas estas dimensiones, que

(an tenido su fase (istórica de irrupción, reaparecen en la física de las masas. *olo

e"istiría por tanto, un individuo fractal, o sea, sin dividir )lo que seguiría asegurándole

una integridad, aunque fuera problemática), pero diseminado, multiplicado al infinito7ulturalmente, el individuo ya está clonado, no es necesario estarlo gen$ticamente,

biológicamente. 1al vez llegue a estarlo, pero en cualquier caso ya lo está mental y

culturalmente2 esta evolución es absolutamente perceptible.

Erente a estas formas caóticas y catastróficas, y a su proceso de e"ponencialidad,

constatamos que el macrocosmos (umano, que creíamos poder universalizar gracias al

dominio del mundo mediante la racionalidad, se (a convertido en una burbu#a dentro de un


21/37

microcosmos completamente incontrolable, que es de tipo microfísico y aleatorio. 9a regla

actual es lo molecular, lo aleatorio. 1odo lo referente a lo real, al sentido y a la verdadconstituye a(ora la e"cepción, es decir, un misterio. 7ómo este efecto de verdad, este

efecto de real pueden tener alguna participación en una ínfima localización del universo,

(aber nacido y durado por poco que (aya sido, aunque est$n en vías de su desaparición


22/37

l caos

l caos no se opone radicalmente a la racionalidad. sta está más o menos

dominada, pero ni siquiera las ciencias llegan a sus límites2 en determinado momento,

aparece el muro del ob#eto y las leyes físicas se invierten o de#an de funcionar. ?osotros no(emos salido, sin embargo, de la utopía de un conocimiento cada vez más sofisticado, pese

a que esta ilusión radical ya no sea intrínseca a la ciencia. /or mi parte, insinuaría

gustosamente una (ipótesis casi maniquea2 en última instancia, ya no nos enfrentaríamos a

una apropiación del ob#eto del mundo por parte del su#eto, sino a un duelo entre su#eto yob#eto. ; desconocemos su resultado+ 1enemos la impresión de que e"iste una especie de

reversión, de revanc(a, de venganza, casi, del ob#eto supuestamente pasivo, que se (a

de#ado descubrir, analizar, y que se (a convertido súbitamente en un e"tra%o imán y, en

cierto modo, en un adversario. A(í se establece un antagonismo casi fatal, seme#ante al deros y 1ánatos, en una suerte de enfrentamiento metafísico.

n la actualidad, nuestras ciencias confiesan la desaparición estrat$gica del ob#eto en

la pantalla de la virtualización2 a partir de a(ora el ob#eto es inaprensible.

'ic(o sea entre nosotros, es algo que me parece muy irónico2 la regla del #uego está

a punto de cambiar y nosotros (emos de#ado de imponerla. A(í está el destino de una

cultura, nuestra cultura. 5tras culturas, otras metafísicas, están sin duda menosquebrantadas por esta evolución, porque no (an tenido la ambición, la e"igencia y la

fantasía de poseer el mundo, de analizarlo para dominarlo. /ero, dado que (emos

pretendido dominar el con#unto de los postulados, es, evidentemente, nuestro propiosistema el que corre (acia la catástrofe.


23/37

l final

7on esta palabra, aparece la cuestión del tiempo, de su linealidad, de la

representación tal vez convencional que de $l tenemos2 pasado, presente, futuro, con un

origen y un final. "iste un binomio origenfinal de la misma manera que e"isten unascausas y unos efectos, o el su#eto y el ob#eto. 'e una u otra manera, todas ellas cosas

tranquilizadoras. /ero a(ora nos encontramos ante una especie de proceso sin límites, en el

que el final ya no es distinguible.


24/37

sino, por el contrario, que no lo tendrá> por tanto, se acabó la finalidad.


25/37

l crimen perfecto

l crimen perfecto sería la eliminación del mundo real. /ero lo que me interesa es la

eliminación de la ilusión original, la ilusión fatal del mundo. 7abría afirmar que el propio

mundo es un crimen perfecto2 carece en sí mismo de móvil, de equivalencia, de presuntoautor. 7abría imaginar por tanto que ya desde el origen estamos en el crimen.

/ero, en el crimen perfecto, lo criminal es la perfección. /erfeccionar el mundo

equivale a concluirlo, a realizarlo, y, por tanto, a encontrarle una solución final. /ienso en

esa parábola sobre los mon#es del 1íbet que, desde (ace siglos, descifran todos los nombresde 'ios, los nueve mil millones de nombres de 'ios. &n día, llaman al personal de la 6B8,

que llega con sus ordenadores, y en un mes acaban con toda la tarea. A(ora bien, la profecía

de los mon#es decía que, una vez concluido este cote#o de los nombres de 'ios, el mundollegaría a su fin. videntemente, los de la 6B8 no lo creen, pero, cuando descienden de la

monta%a, con su inventario terminado, ven cómo las estrellas del firmamento se van

apagando una tras otra. s una parábola muy (ermosa del e"terminio del mundo a trav$s de

su última comprobación, que lo completa a golpes de cálculo, de verdad.

Erente a un mundo que es ilusión, todas las grandes culturas se (an empe%ado en

gestionar la ilusión mediante la ilusión, el mal mediante el mal, en cierto modo. *ólo

nosotros pretendemos reducir la ilusión a trav$s de la verdad, lo que es la más fantástica delas ilusiones. /ero esta verdad última, esta solución final, equivale a la e"terminación. 9o

que está en cuestión en el crimen perfecto perpetrado sobre el mundo, sobre el tiempo,

sobre el cuerpo, es esta especie de disolución a trav$s de la comprobación ob#etiva de lascosas, a trav$s de la identificación. 7omo ya se (a dic(o, eso equivale a eliminar una vezmás la muerte, pues ya no se trata de muerte sino de e"terminio. n un sentido literal,

exterminar significa privar a algo de su fin propio, privarle de su caducidad. *ignifica

eliminar la dualidad, el antagonismo de la vida y la muerte, reducirlo todo a una especie de principio único )cabría decir un pensamiento único!) del mundo que se traduciría en

todas nuestras tecnologías> en la actualidad, muy especialmente en nuestras tecnologías de

lo virtual.

Así pues, es un crimen contra el mundo real, que se convierte en una función inútil, pero, de una manera más profunda y más radical, es un crimen perpetrado contra la ilusión

del mundo, es decir, contra su incertidumbre radical, su dualidad, su antagonismo, todo loque contribuye a que e"ista el destino, el conflicto, la muerte. 'e ese modo, al eliminar todo principio negativo, se llegaría a un mundo unificado y (omogeneizado, totalmente

revisado en cierto modo, y a trav$s de a(í, en mi opinión, e"terminado. A partir de a(ora, el

e"terminio sería nuestro nuevo modo de desaparición, aquel con el que (abríamossustituido a la muerte.

sta es la (istoria del crimen perfecto, que se manifiesta en toda la


26/37

operacionalidad! actual del mundo, en nuestras formas de realizar lo que es sue%o,

fantasía, o utopía, de transcribirlo num$ricamente, de convertirlo en información, cosa quecorresponde a lo virtual en su acepción más general. A(í está el crimen2 se llega a una

perfección en su sentido de culminación fatal, y esa totalización es un fin. ?o e"iste otro

destino al margen de este, ni siquiera e"iste margen!. l crimen perfecto destruye la

alteridad, al otro. s el destino de lo id$ntico. l mundo se identifica consigo mismo,id$ntico a sí mismo, por e"clusión de cualquier principio de alteridad.

n la actualidad, lo que sustenta la noción de individuo! ya no es el su#eto

filosófico o el su#eto crítico de la (istoria, es una mol$cula perfectamente operacional peroabandonada a sí misma y abocada a asumirse por sí misma. 7arente de destino, sólo tendrá

un desarrollo precodificado y se reproducirá (asta el infinito, id$ntica a sí misma. 9a

clonación! en su acepción más amplia forma parte del crimen perfecto.


27/37

l destino

8e gustaría ofrecer una imagen del destino sacada del ámbito geográfico, la de la

división de las aguas, el famoso continental divide a partir del cual, en los stados &nidos,

unas corrientes marinas parten (acia el /acífico y otras (acia el Atlántico. 8ediante esereparto, en un momento determinado, dos elementos se separan, según parece,

irreversiblemente, y #amás volverán a #untarse. 9a división es definitiva. 7abe decir lo

mismo del nacimiento, que es una separación definitiva. &na cosa adquiere forma de

e"istencia, otra no, y lo que no (a nacido simultáneamente se convertirá en el otro, y node#ará de serlo.

Así pues, el destino sería una forma de separación definitiva e irreversible. /ero una

suerte de reversibilidad (ace que las cosas separadas mantengan una complicidad. 9aultramicrofísica (abla simultáneamente de la separabilidad y de la inseparabilidad de las

partículas. Adondequiera que vayan, y aunque diver#an definitivamente, cada partícula

permanece vinculada y conectada a su antipartícula. stá claro que no sabría llevar muc(o

más le#os la comparación, pero e"plica la apariencia que el destino toma en la tragedia,donde es la forma de lo que nace y lo que muere ba#o el mismo signo. ; el signo que

conduce a la vida, a la e"istencia, tambi$n es el que lleva a la muerte. Así pues, las cosas

comenzarán y finalizarán ba#o el mismo signo. A(í está el sentido de la famosa (istoria dela muerte en *amarFanda+ n la plaza de una ciudad, un soldado ve que la muerte le (ace

un gui%o, se asusta, acude a casa del rey y le dice2 9a muerte me (a gui%ado el o#o, me ir$

lo más le#os posible, escapar$ a *amarFanda!. l rey llama a la muerte para preguntarle por

qu$ (a asustado a su capitán. ; la muerte le dice2 ?o (e querido asustarle, sólo queríarecordarle que esta noc(e teníamos una cita en *amarFanda!. /or consiguiente, el destino

tiene una forma en cierto modo esf$rica2 cuanto más nos ale#amos de un punto, más nosacercamos a $l.

n otras palabras, el destino carece de intenciones!, pero a veces tenemos la

impresión de que mientras se desarrolla una vida de gloria y de $"ito, en otro lugar,

oscuramente, un dispositivo actúa en sentido contrario y convierte, de manera imprevisible,la euforia en drama. l acontecimiento fatal no es el que cabe e"plicar mediante unas

causas, sino aquel que, en un momento determinado, contradice todas las causalidades,

llega de otra parte pero poseía ese destino secreto. 7abe encontrar, por tanto, unas causas a

la muerte de 'iana e intentar reducir el acontecimiento a esas causas. /ero reclamar unascausas para #ustificar unos efectos siempre será una coartada2 de ese modo no se agota el

sentido o el sinsentido de un acontecimiento. A(ora bien, en este caso lo que constituye el

acontecimiento es una inversión de lo positivo en negativo, un giro que (ace que, cuandolas cosas son demasiado favorables, se conviertan en funestas, como si interviniera

sigilosamente una fuerza sacrificial colectiva. l destino siempre es el principio de

reversibilidad en acción. n el mismo sentido, diría que el mundo es lo que nos piensa, node un modo discursivo sino al rev$s, contra todos nuestros esfuerzos para pensarlo al


28/37

derec(o. 1odos encontraríamos fácilmente e#emplos al respecto. 6ncluso las coincidencias

van acompa%adas de todo un arte. 7uando el psicoanálisis (abla de lapsus, de sustituciónde t$rminos en el c(iste, se refiere tambi$n a un arte de la coincidencia2 en un momento

determinado aparece una atracción e"tra%a entre unos significantes, y eso es lo que crea un

acontecimiento psíquico.

8e gustaría imaginar, como contrapunto de este universo completamenteinformatizado que podemos ver o prever, un mundo que sólo fuera una coincidencia. &n

mundo así ya no sería un mundo del azar y de la indeterminación, sino un mundo del

destino. n cierto modo, todas las coincidencias están predestinadas. *e opondría entoncesa la destinación, a lo que tiene una finalidad clara, el destino, es decir, lo que tiene una

destinación secreta, una predestinación, sin ningún sentido religioso. 9a predestinación

diría2 cualquier momento predestina otro, cualquier palabra otra, igual que en un poema en

que tenemos la impresión de que las palabras siempre (an tenido la vocación deensamblarse.

'e la misma manera, en la seducción aparece una forma de predestinación2 yo nocreo que entre lo femenino y lo masculino e"ista únicamente una relación diferencial, e"istetambi$n una forma de destino. *iempre estamos destinados al otro, es un intercambio, una

forma dual y no, contrariamente a la concepción común, un destino individual. l destino

es un intercambio simbólico entre nosotros y el mundo que nos piensa y que nosotros

pensamos, donde se desarrollan tanto la colisión como la colusión, tanto el enfrentamientocomo la complicidad de las cosas entre sí.

A(í está el crimen, y la dimensión trágica. l castigo es indefectible2 e"istirá una

reversibilidad que (ará que cada cosa, en su interior, sea vengada. 7anetti lo dice2 ?o valela pena querer la venganza, se cumplirá, se cumple automáticamente, mediante la

reversibilidad de las cosas!. sta es la forma del destino.


29/37

l intercambio imposible

Civimos en el intercambio universalmente2 todas nuestras concepciones culminan en

$l en un determinado momento, trátese del intercambio mercantil o del concepto de

intercambio simbólico que yo (e utilizado frecuentemente y que, en cierto modo, es sucontrario. /ero es un (ec(o que el intercambio sustenta realmente nuestra moral, al igual

que la idea de que todo puede can#earse, que sólo e"iste lo que puede adquirir un valor, y

pasar, por tanto, de una a otra mano.

l destino apro"ima el concepto de intercambio imposible, por lo menos en loabsoluto. l destino no se intercambia con nada. s algo que, en un momento determinado,

posee una singularidad que no es intercambiable con ninguna racionalidad, sea cual sea. Así

pues, la dimensión radical del destino sería la del intercambio imposible. n mi opinión, elintercambio es una trampa, una ilusión, pero todo nos lleva a actuar como si todo pudiera

intercambiarse, las ideas, las palabras, las mercancías, los bienes, los individuos+ 7omo si

la propia muerte pudiera intercambiarse con algo. ; sigue siendo una modalidad del

intercambio descubrir razones para todo, descubrir causas, descubrir finalidades. /ara queesta trampa funcione, es preciso que todo tenga un referente, un equivalente, en algún lugar.

5 sea, una posibilidad de intercambio en t$rminos de valor. ;, por el contrario, lo que no se

intercambia sería, quemando etapas, la parte maldita! mencionada por Bataille, y esta (ayque reducirla.

7reo que, pese a todos nuestros esfuerzos, este intercambio imposible es

omnipresente. *i tomamos el e#emplo del ámbito económico, que es el ámbito privilegiadodel intercambio, cualquier cosa es en principio intercambiable, ya que esa es su condiciónde entrada en ese campo. /ero la propia esfera económica, entendida en su globalidad, no

es intercambiable con nada. ?o e"iste una metaeconomía, una trascendencia con la que

pudiera medirse. ?o e"iste una finalidad última con la que la economía, como tal, podríaintercambiarse. n su interior caben todas las circulaciones, pero no e"iste la menor

trascendencia, otra cosa! contra cuyo valor podría intercambiarse.

;, en el límite, cabe sostener el mismo razonamiento respecto al propio mundo. l

mundo no es intercambiable ya que, en su globalidad, carece de equivalente en otro lugar. ;como todo forma parte del mundo, no e"iste nada e"terior a $l con lo que pueda medirse,

compararse, y alcanzar, así, un valor mensurable. n cierto modo, no tiene precio.

/ero a partir del momento en que algo es nombrado, codificado, cifrado, reapareceel circuito del intercambio. n ese momento, la parte maldita! se convierte en un valor. n

la actualidad, tanto la desgracia como la miseria se negocian perfectamente. /or decirlo de

algún modo, e"iste una cotización de los valores negativos. 9o mismo ocurre con la deuda,

que tiene algo de negativo y algo de virtual, y puede negociarse, venderse o comprarse.7reo que es ?ietzsc(e quien (abla de la deuda redimida. sta redención de la deuda es la


30/37

estratagema de 'ios2 (a enviado a su (i#o para redimir la deuda del (ombre, y el (ombre

#amás podrá redimirla, ya que el acreedor ya lo (a (ec(o antes. 'e ese modo, el (ombrenunca podrá pagarla y será un deudor perpetuo. ; lo que vale para 'ios, vale, actualmente,

para el capital2 el sistema crea una deuda ilimitada que $l mismo redime de vez en cuando,

renegocia, pone de nuevo en circulación, (asta el infinito+ &n poco a la manera del diablo,

que, despu$s de comprar la sombra del (ombre, la recicla.

7orresponde a la estrategia del propio sistema mantener un intercambio que no se

sustenta en nada, pero que posee toda la eficacia de un intercambio positivo. l sistema

puede reintegrarlo todo, con la salvedad de que en sí no consigue ser equivalente a nada.7ualquier sistema )económico, político, est$tico) tiene sus motivos, sus causas internas

que posibilitan los intercambios. /ero e"iste un límite, una masa crítica, una frontera, más

allá de los cuales estos sistemas carecen de sentido, porque no e"iste nada e"terior a ellos

que pueda convertirlos en valor. ntramos entonces en la dimensión casi sobrenatural delintercambio imposible. n algún lugar, nuestra ley moral del intercambio de#a de funcionar.

7ómo denominar a ese lugar ?o es un universo, porque precisamente lo universal, de

acuerdo con nuestra concepción, delimita un espacio en el que todos los intercambios son posibles2 nos (allamos en el centro universal del intercambio. n cualquier caso, en un

lugar en el que ya no se puede llevar a cabo la reconciliación de una cosa con su valor, con

el referente que le otorga un sentido. Así pues, ya no e"iste un intercambio sino unadualidad. 8ientras que en el intercambio e"isten igualmente dos t$rminos, pero sobre todo

paso de uno al otro, circulación )una circulación consensual, reconciliada, en la que los

contratantes están de acuerdo), allí el consenso no puede funcionar, y la consecuencia es

que tales sistemas están obsesionados por este límite, el muro del intercambio imposible.n todos los sistemas que poseen un desarrollo cada vez más proliferante, la saturación

conduce a ese muro del intercambio imposible, y la repercusión de ello es su propio

desarreglo interno.

/ero el caso es que estamos a punto de inventar un fantástico equivalente general, lo

virtual. *e presenta como algo cifrado, codificado, donde todo podrá medirse con una

misma medida, e"tremadamente reductora2 el sistema binario, la alternancia 4DG. ?adaescapará a esta ecuación simplificadora. A(í reside la forma última del intercambio, su

forma más abstracta, su forma límite, pró"ima al intercambio imposible. /odríamos asociar

a esa idea la de incertidumbre, en el sentido en que se utiliza en la física del principio de

incertidumbre!. 1odo contribuye a (acernos vivir en un mundo que se sumerge en unaincertidumbre definitiva. ;a no se trata de esa incertidumbre relativa que depende de los

retrasos de la ciencia, de estructuras mentales poco sofisticadas. *iempre e"istirá esta línea

más allá de la cual un sistema, al ser incapaz ya de demostrarse a sí mismo, se revuelve enese momento contra sí mismo. n física, el principio de incertidumbre estipula que no cabe

a un mismo tiempo definir la situación y la velocidad de una partícula. n nuestro caso,

significa que #amás se podrá definir simultáneamente una cosa )la vida, por e#emplo) ysu precio. ?o se puede captar al mismo tiempo lo real y su signo2 #amás podremos dominar

ambas cosas simultáneamente.


31/37


32/37

9a dualidad

n el fondo, los mundos paralelos son la consecuencia de una realidad que se

disocia porque nos (emos e"cedido en nuestro deseo de unificarla, de (omogeneizarla. 9a

dualidad )de la que, en cierto modo, la reversibilidad es una forma aplicada) debe ser colocada al principio ?os enfrentamos a un orden o un desorden del mundo en el que

e"istiría originariamente una coe"istencia antagonista de dos principios eternos, el bien y el

mal, como afirma el pensamiento maniqueo *i el mundo creado es la obra del mal, si el

mal es su energía, resulta bastante e"tra%o que en $l pueda aparecer el bien, la verdad.*iempre nos (emos preguntado acerca de la perversidad de las cosas, de la naturaleza

(umana+ /ues bien, convendría plantearse la pregunta inversa2 cómo es posible que, en

un momento determinado, pueda e"istir el bien, que en algún lugar, en una película del

mundo, pueda instituirse el principio del orden, un principio de regulación y de equilibrioque funcione ste milagro es ininteligible.

7reo que las cosas son diferentes. 9o que nos resulta más difícil de entender es el

principio dual, en la medida en que estamos moldeados por una filosofía general de launidad2 todo lo que la contraviene es considerado inconcebible. 6ntentamos controlar no lo

que e"iste, sino lo que, en nombre de este presupuesto, no debería e"istir. /or mi parte,

considero muc(o más fascinante plantear en principio una dualidad irreversible eirreconciliable. nfrentamos el bien y el mal en t$rminos dial$cticos para posibilitar una

moral, es decir, para que se pueda optar entre uno otro. A(ora bien, nada asegura que e"ista

realmente esta opción a causa de una reversibilidad perversa que (ace que, casi siempre,

todos los intentos de (acer el bien conduzcan, a medio o a largo plazo, al mal. s evidenteque tambi$n se produce lo contrario2 el mal culmina en un bien. "isten, por consiguiente,

unos efectos de bien y de mal totalmente contingentes, totalmente flotantes, (asta el puntode que es ilusorio considerar separadamente los dos principios y pensar que e"iste entre

ambos una opción posible basada en algún tipo de razón moral.

@ecuperando la conocida metáfora del iceberg , la dualidad supone que el bien es la

d$cima parte emergente del mal+ ;, de vez en cuando, se produce una inversión, el malocupa el lugar del bien, y a continuación el iceberg se funde y todo se reconvierte en una

especie de fluido en el que el bien y el mal se confunden. n cualquier caso, considero que

la dualidad es el aut$ntico origen de cualquier energía, sin que eso signifique pontificar

acerca del principio )bien o mal) originario. 9o esencial es su antagonismo y laimposibilidad en que nos (allamos para fundar un mundo del orden y e"plicar al mismo

tiempo su conte"to total de incertidumbre. @esulta imposible, y eso es, precisamente, el

mal.


33/37


34/37

l pensamiento

l mundo nos piensa, pero eso somos nosotros quienes lo pensamos+ n realidad,

el pensamiento es una forma dual, no corresponde a un su#eto individual, se reparte entre el

mundo y nosotros2 nosotros no podemos pensar el mundo, porque, en algún lugar, $l nos piensa a nosotros. Así pues, ya no se trata de un pensamiento su#eto, que impone un orden

situándose en el e"terior de su ob#eto, sosteni$ndolo a distancia. /uede que esta situación

no (aya e"istido nunca, sin duda no es más que una ma#estuosa representación intelectual,

que (a conocido, de todos modos, una e"pansión fantástica. /ero, a partir de a(ora, algo (acambiado2 el mundo, las apariencias, el ob#eto, están irrumpiendo. ste ob#eto, que

(abíamos querido mantener en una especie de pasividad analítica, se venga+ 8e complace

bastante la idea de este desquite, de este efecto devolución que nos obliga a tenerlo en

cuenta. A(í nace la incertidumbre, pero esta incertidumbre del mundo la inyecta en elmundo el pensamiento 5 será la ilusión radical del mundo lo que contamina el

pensamiento s posible que esto permanezca definitivamente irresuelto. /ero eso noimpide que la desaparición de la fi#eza del su#eto pensante, fundamento de nuestra filosofía

occidental, y la conciencia de un intercambio simbólico del mundo y del pensamiento

desestabilicen los discursos de orden y de racionalización, incluido el discurso científico. l

pensamiento vuelve a convertirse así en un pensamientomundo, en el que ningún territorio puede #actarse de un dominio analítico de las cosas. ; si, como yo creo, el estado del

mundo es paradó#ico )ambiguo, inseguro, aleatorio o reversible), es preciso encontrar un

pensamiento que sea tambi$n paradó#ico. *i quiere de#ar (uella en el mundo, el pensamiento debe estar (ec(o a su imagen y seme#anza. &n pensamiento ob#etivo era

perfectamente adecuado a la imagen de un mundo que se suponía determinado. ;a no lo es para un mundo desestabilizado e inseguro. Así pues, es preciso recuperar una especie de pensamientoacontecimiento, que consiga convertir la incertidumbre en principio y el

intercambio imposible en regla de #uego, sabiendo que no es intercambiable por la verdad,

ni por la realidad. s otra cosa, que seguirá siendo enigmática. 7ómo puede ubicarse sinaspirar al dominio de la significación, permaneciendo en el flu#o de las apariencias, sin

tener referencias respecto a la verdad A(í está el principio del intercambio imposible, y me

parece que el pensamiento debe tenerlo en cuenta y convertir la incertidumbre en una regla

de #uego. /ero tiene que saber que #uega sin conclusión posible, en una forma definitiva deilusión, por consiguiente de apuesta que incluye su propio estatuto.

l orden de las cosas, el orden de las apariencias, ya no puede seguir confiado a unsu#eto de saber determinado. ;o quiero un pensamiento paradó#ico y seductor, siempre,evidentemente, que no se confunda la seducción con la manipulación (alagadora, sino con

una tergiversación de la identidad, una tergiversación del ser.

l caso es que el pensamiento no actúa a favor de la identificación de las cosas,

como (ace el pensamiento racional, sino de su desidentificación, de su seducción, o sea, desu tergiversación, pese a su voluntad fantasmal de unificar el mundo ba#o su dependencia y


35/37

en su nombre.

videntemente, ese pensamiento es un agente provocador, que gestiona la ilusión

por la ilusión. ?o pretendo que ese tipo de pensamiento se aplique por doquier. 1al vez seanecesario aceptar dos niveles de pensamiento2 un pensamiento causal y racional que

corresponde al mundo neHtoniano en el que vivimos, y otro nivel de pensamiento, muc(omás radical, que formaría parte de un destino secreto del mundo, del que sería una especiede estrategia fatal.


36/37

9a palabra final

@esultaría e"tremadamente presuntuosa la pretensión de ofrecer una palabra final.

/ero creo que (emos recorrido un itinerario en el que los t$rminos se (an metabolizado

entre sí )la muerte, lo fatal, lo femenino, la simulación) siguiendo una especie de espiral. ?o (emos avanzado ni un solo paso en acercarnos a una finalidad eventual. ?os (emos

limitado a recorrer un determinado número de paradigmas que sólo terminarán en el

momento de su metamorfosis. /ues si los conceptos mueren, mueren de manera óptima, si

vale la e"presión, al pasar de una forma a otra, lo que sigue siendo la me#or manera de pensar. /or tanto, no (ay final, no (ay conclusión. n mi opinión, un pensamiento es radical

en la medida en que no pretende demostrarse a sí mismo, comprobarse en una determinada

realidad. so no significa que niegue su e"istencia, que sea indiferente a su impacto, sino

que depende en lo esencial de mantenerse como elemento de un #uego cuyas reglas conoce.l único punto fi#o es lo inefable, el (ec(o de que permanecerá, y todo el traba#o del

pensamiento tiene por ob#etivo preservarle.

/ero la presencia inalienable de lo inefable no me lleva a un pensamiento a#eno a lasituación, que sólo está relacionado con la especulación abstracta y con la manipulación de

ideas surgidas de la (istoria de la filosofía. 6ntento desprenderme de un pensamiento

referencial y finalista para proseguir un #uego propio de un pensamiento consciente de quealgo diferente lo piensa. /or ese motivo siempre (e estado bastante cerca de la actualidad,

menos en t$rminos sociológicos o políticos que para medir el ángulo de incidencia sobre

ella de un mundo paralelo con el cual se establece una perpetua confrontación.

l pensamiento tiene que desempe%ar un papel catastrófico, ser $l mismo unelemento de catástrofe y de provocación en un mundo que se empe%a en depurarlo todo,

e"terminar la muerte y la negatividad. /ero al mismo tiempo tiene que seguir siendo

(umanista, preocupándose por lo (umano, y recuperar para ello la reversibilidad del bien yel mal, de lo (umano y lo in(umano.


37/37

-@eims, Erancia, 34 de #unio de GI3I /arís, Erancia, K de marzo de 344L0. scritor,

filósofo y sociólogo. studió filología germánica en 9a *orbona, e#erciendo como profesor

de alemán en un instituto. 'octorado en sociología, fue profesor de esta materia en la

&niversidad de ?anterre en /arís, y en GIMK, profesor en el Institut de Recherche el l’Information ocio!"conomi#ue. 'esde el a%o 3443, lo fue de la "uropean $raduate

chool en *uiza, impartiendo filosofía de la cultura y de los medios para sus seminarios

intensivos de verano.

s autor de libros y ensayos sobre el cambio social y político de su tiempo, enespecial de los medios de comunicación. *u traba#o se relaciona con el análisis de la

posmodernidad y la filosofía del postestructuralismo.

Documents

Baudrillard Jean - Contraseñas