Bodei - Memoria y Olvido

8/18/2019 Bodei - Memoria y Olvido

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Memoria y olvido.

Una partida de ajedrez

0. Quisiera proponer una rápida partida de ajedrez entre memoria y olvido, en sietemovimientos teóricos.

Comenzamos con una observación. Frente a cambios repentinos e inesperados,frente a la desaparición de regímenes o a la disolución de enteras formas de vida, confrecuencia nos sorprendemos del gran nmero de !ombres y mujeres íntimamenteimplicados en ellos, "ue olvidan una parte substancial de su !istoria y modifican elsignificado de su pasado.

#uestras memorias están naturalmente e$puestas a la disolución y a lamutilación y ninguna forma de identidad puede ser indefinidamente preservada en eltiempo, sin ser transformada. %stos fenómenos & demasiado frecuentes para ser

accidentales, y a su vez demasiado e$tendidos como para ser sólo el resultado de unamala fe individual & pueden procurarnos la e$periencia de la melancolía "ue invade a"uien contempla la ruina de los recuerdos y afectos ajenos o la acumulación de símbolosrepudiados "ue son dejados como testimonios de vidas, credos y situaciones pasadas.'ebemos preguntar( en el largo curso de los eventos !umanos, )cómo pueden !aber sido borradas tantas ideologías y creencias* )Cómo se puede !aber !ec!o desaparecer tantas ciudades y lenguas* )Cómo !an sido e$terminados pueblos enteros* )Cuántase$istencias !an desaparecido dejando sólo d+biles e indescifrables !uella & o inclusoninguna*

Con la desintegración del patrimonio de memorias !eredadas de los e$ponentesde culturas e$tintas o de mentalidades obsoletas del ltimo de los mo!icanos a los

defensores de retaguardia de las doctrinas tolemaicas- mundos enteros corren el riesgode la e$tinción o de volverse incomprensibles o fragmentarios.

./ olvamos a!ora a nuestra pregunta de partida. )1or "u+ los individuos y lascomunidades renuncian repentinamente a su pasado o lo olvidan* 1ara responder demanera articulada, comencemos nuestra partida de ajedrez.

%l primer movimiento consiste en invertir la pregunta misma, no in"uiriendo por "u+ los individuos olvidan, sino antes bien, por "u+ recuerdan. 2i !ipótesis es "ue,despu+s de tantos cambios "ue van más allá del umbral normal de tolerancia de unsistema, el olvido no es simplemente imputable a la !ipocresía, al oportunismocamaleónico o al deseo de olvidar e$periencias altamente desagradables. %sto no

significa para nada e$cluir la e$istencia de !ombres "ue son 3buenos en todo clima4 nila más o menos consciente presencia en todos los individuos de una propensión aadaptar ad hoc la realidad a sus deseos.

%l olvido no representa sólo una forma de damnatio memoriae y de amnesia/amnistía !acia el pasado. #o se trata de una 3cancelación4 real o simbólica de nombres,fec!as y circunstancias & como !acían los antiguos romanos en los epígrafes & o unasimple sustracción de recuerdos. 'epende tambi+n en sentido positivo- del colapso deesas energías "ue activamente- forman o promueven memoria !istórica y sentido de

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pertenencia a una comunidad y "ue pasivamente- la mantienen y preservan.%l olvido involucra instituciones colectivas, !ábitos, festividades y traumas, para

no !ablar de las capilares y casi invisibles formas de adoctrinamiento e imposición desistemas de valores. %n estos sistemas, la e$periencia individual es pblicamenteconmensurada con el 3tiempo monumental4 de las conmemoraciones, las ceremonias

solemnes y los aniversarios.5a e$istencia de los individuos está vinculada tambi+n al pulsar de los ritmos3!istóricos4 y a los eventos "ue 3dividen aguas4, compartidos por comunidadesgeneracionales relativamente amplias por ejemplo, el asesinato de 6ennedy, el37eptiembre negro4, la caída del muro de 8erlín, el 99 de septiembre del 009-.

%l olvido es producido por la desaparición y la ruina de fuerzas "ue mantienenen vida, dan legitimidad y juzgan nuestras memorias compartidas y nuestras creencias.1or esto, a primera vista, parece ser una perturbación, una confusión o una p+rdida dememoria oficial y pblica.

%n ltima instancia, es un factor en la producción de significado. 1arafraseandoa 2iguel :ngel, el olvido, tal como el cincel con las estatuas, esculpe los eventos por

medio de la 3eliminación4 rimozione-.1odemos comparar la memoria colectiva con una vieja locomotora fuera demoda, "ue funciona sólo si se la alimenta con carbón; lo "ue e"uivale a decir "ue, si nose la alimenta de manera continua, se apaga. 'esde esta perspectiva, el olvido es una!ipo/alimentación temporaria o permanente de recuerdos.

Cuando las tradiciones se interrumpen o se modifican, tambi+n sus más sólidos yco!erentes criterios de selección comienzan a perder fuerza y a colapsar. 1ero si esverdad "ue nadie es capaz de vivir en una realidad desprovista completamente desentido, entonces cuando permanecen fragmentos apenas aludidos del pasado reciente,la identidad tiende a renovarse a sí misma recomponiendo dic!os fragmentos en figurasfantásticas o mitos. 'esgraciadamente, desinfectar el pasado de todos sus fantasmas esun objetivo imposible de alcanzar.

%l segundo movimiento implica una doble paradoja( la conciencia no sólo de la posibilidad de redimir el pasado sino tambi+n la conciencia de su efectiva mutabilidad.%sta aparente anomalía puede ser e$plicada de dos maneras.

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@./ Antentemos dar el pró$imo paso. Antegrando la perspectiva precedente, eltercer movimiento nos conduce a considerar el !ec!o de "ue no es tanto la e$actitud delos eventos pasados la "ue es puesta en cuestión, cuanto más bien su significado y la posibilidad de una reformulación del mismo. %n efecto, memoria y olvido no

representan territorios neutrales, sino verdaderos campos de batalla en los "ue laidentidad &especialmente la identidad colectiva& es decidida, puesta en forma ylegitimada. < trav+s de una serie de dificultades, los adversarios se apropian de sus patrimonios de !erencia simbólica; e$cluyen o enfatizan algunas características ae$pensas de otras, componiendo un 3claroscuro4 "ue resulta relativamente apropiado para las más apremiantes necesidades del momento.

Consideremos el ejemplo más simple. 'espu+s de toda guerra, el pasado estranscripto y transfigurado por los vencedores de un modo muy diferente al de losvencidos. Ancluso este caso no carece de complicidades sim+tricas & por ejemplo, laanulación recíproca de memorias traumáticas y concomitantes sentimientos de culpa ola atribución de criterios divergentes de relevancia a las acciones cometidas. 1or ello los

estadounidenses conmemoran el B de diciembre de 9D9, la fec!a del ata"ue de 1earlEarbor, como 3el día de la infamia4, mientras "ue ignoran o sólo recuerdan con muc!areluctancia el de agosto de 9DG, la fec!a del lanzamiento de la primera bombaatómica sobre Eiros!ima.

1or otra parte, todo poder o fe dominante !a planificado un tipo de 3olvidovertical4 en el sentido de "ue se impone literalmente sobre las viejas creencias, y precisamente en los lugares en "ue +stas tradicionalmente desarrollaban suscelebraciones. 1or ello los cristianos !an construido sistemáticamente sus iglesias sobrelas ruinas de los templos paganos y los misioneros espaHoles !an erigido sus santuariosen las cimas de las pirámides aztecas.

>tra forma de olvido vertical depende de no considerar la realidad ysobreponerle prejuicios "ue proyectan una superioridad imaginaria sobre la percepcióny el juicio racional. 1or ejemplo, en 9G@I en Ciudad de 2+$ico se celebró la paz selladaen la lejana %uropa entre Carlos y Francisco A. %l cronista 8ernal del Castillo narra"ue, en la ocasión, se montó en la plaza del =emplo 2ayor un e$traHo espectáculo.2iles de árboles fueron llevados !asta allí para simular un bos"ue "ue rápidamente fue poblado por salvajes !irsutos9. %ste espacio !abría debido representar el nuevo reinocon"uistado por %spaHa sólo "uince aHos antes. 5o "ue resulta a un tiempo interesante yasombroso es la siguiente doble incongruencia( !aber podido imaginar un bos"ue en unaciudad "ue estaba rodeada, segn Cortez, por cuarenta torres de cincuenta metros dealtura, esto es, más altas "ue el campanario de la Catedral de 7evilla, y "ue seres!umanos imberbes y de piel delicada !ayan sido representados cubiertos de pielesanimales. )Cómo es posible "ue la realidad fuera alterada !asta el punto de negar laevidencia de los sentidos* )Cómo !a sido posible, no sólo en el primer caso, sinotambi+n en el segundo, "ue antiguos modelos y prejuicios transmitidos a trav+s de viejasnarraciones fueran proyectados sobre una nueva e$periencia de alteridad, no sóloatribuyendo a los con"uistadores el monopolio de la civilización, sino representando alos salvajes como en la iconografía de 7an >nofrio, el eremita "ue se !abía vueltosalvaje y se !abía dejado crecer el cabello en el desierto*

Falsificaciones del pasado fueron practicadas a gran escala por los regímenes

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totalitarios del ltimo siglo, segn la famosa fórmula de >rJell( 3"uien controla el pasado, controla tambi+n el presente y el futuro4. 7ignificativamente, entre las tareasmás e$igentes del 32inisterio de la verdad4, estaba la incesante cancelación propagandística del pasado segn la voluntad del Kran !ermano. 8ajo la amenaza deterribles sanciones, completamente internalizadas por la mayoría, los ciudadanos son

inducidos a olvidar la 3realidad4 del evento y a contentarse con una memoria a cortot+rmino y !eterodirigida. 7e autoconvencen al fin de "ue la 3verdad4 ltima, proclamada por las autoridades, es absolutamente id+ntica a su contrario "uetácitamente es declarado nulo.

%stos fenómenos parecen tan perversos como anacrónicos. 1ero, )podemosnosotros, ciudadanos de los actuales gobiernos democráticos garantizar "ue somosajenos a formas similares de olvido autocomplaciente* 1lanteando el problema de unamanera más radical( si nos falta una selección infinita de formas y contenidos dignos dememoria focalizada o de olvido vago, )e$isten, pueden e$istir las e$periencias personales o !istóricas capaces, en fin, de estructurarse a sí mismas segn una serie deeventos inteligible o al menos sensible y plausible-*

#o es difícil prever la reacción alarmada ante las dudas "ue acabo de delinear.


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4.- Ello sucede gracias al pasado que, paradójicamente, no pasa, consintiendo asíidentidades en el proceso de reformulación para ser integrado en una continuidad latentede recuerdos con los que, en algunas circunstancias, podemos valorar más fuertemente unaspecto a expensas de otro. No obstante ello, se regenera a travs de de la !reconexión"con sus #uellas residuales, recombinándolas seg$n el redescubrimiento de afinidadeselectivas, en figuras que vuelven a amalgamar %o se cree que pueden #acerlo& imágenesperdidas. 'na nación o un grupo parece por ello capa( de despertar la propia identidad )asumir su comando incluso despus de una larga interrupción, opresión ) tentativasenemigas de borrarla o manipularla.


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ello menos comprometida. 7ucede así "ue los !ilos interrumpidos son nuevamenteentretejidos, a veces muy rápidamente. %s por esto "ue las !eridas más profundas nodeberían ser curadas con prisa. =oda conciliación precoz corre el riesgo de sonar falsa ysimple a largo plazo, incluso para a"uellos "ue parecen ser lo beneficiados en un primer momento. Como !a sugerido Eegel en sus Aforismos de Jena 3una media remendada es

mejor "ue una media rota, pero no vale lo mismo para la autoconciencia4B

.7omos particularmente conscientes de la urgencia de alterar el pasado, cuando la

situación precedente claramente colapsa. %n este punto, nos vemos constreHidos a trazar nuevamente nuestros mapas cognitivos y emotivos a fin de aventurarnos por nuevoscaminos atravesando lugares desconocidos.

. %l se$to movimiento tiende a afirmar "ue la transfiguración del pasado tiene lugar no sólo a trav+s de medios intelectuales, sino tambi+n por vía de las emociones.%s"uemas de realidad y cristales conceptuales son mezclados en un mortero deimaginación y deseo.

%l proceso de fijación de las formas y los lugares de la memoria tiene un tono

innegablemente emotivo y apasionado tal como sim+tricamente emociones y pasiones pueden ser recordadas y olvidadas y pueden ser tenues y volátiles-. Ona vez "ue !emosreconocido la inseparabilidad de los elementos simbólicos y de las tensiones afectivas, se!ace inmediatamente claro cómo podemos olvidar y recordar. 7omos inspirados ya sea por la voluntad iconoclasta de destruir imágenes internas y e$ternas en las "ue no nosreconocemos más, ya sea por el frenesí de reminiscencia, por la necesidad de acumular recuerdos e !istorias. %sta interdependencia de elementos cognitivos y afectivos nosayuda además a comprender cómo es posible "ue, precisamente en tiempos deemergencia, la estructura de la memoria y del olvido puede parecer tan provisoria y frágilsurgiendo y desapareciendo rápidamente del !orizonte de la visibilidad colectiva. 7i noe$aminamos atentamente datos y procedimientos, si no restablecemos la distancia

respecto de los !ec!os inmediatos, si no mantenemos una conciencia moral vigilante,entonces verdad y leyenda entran a formar parte del mismo proceso de descomposición yresignificación del pasado, en la morsa de un presente ciego y tiránico.

B. %l s+ptimo y ltimo movimiento consiste en comprender la complicidad conflictivade la lógica del recordar y la lógica del olvidar. %stas operan juntas segn la formula del3ni conmigo ni sin mí4. < despec!o del mutuo contraste, olvidar es indispensable para lamemoria, así como la memoria lo es para olvidar. %n efecto, +ste no correspondesimplemente al vacío & "ue en el universo mental en versión lucreciana permitiríasimplemente a los átomos de memoria moverse y asociarse libremente entre sí. < sumodo, tambi+n el olvido tiene substancia y solidez; está 3lleno4.

>lvidar no constituye un drama más de lo necesario. #o siempre implica un estado

mental melancólico. %n sí mismo no amenaza con una p+rdida mortal e irreparable. %neste sentido, podemos apreciar la posición de #ietzsc!e, "uien, en De la utilidad y perjuicio de la historia para la vida, al atacar tanto la teoría platónica de la anamnesispara la "ue 3conocer es recordar4- como el moderno !istoricismo, escribe( 3esabsolutamente imposible vivir sin olvidar4.

%sta tesis, además, no implica sólo el absoluto dominio del olvido, ya "ue el e"uilibrioóptimo depende 3del !ec!o de "ue se sepa olvidar tan bien como recordar en el momento

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justo; del !ec!o de "ue se discierna inmediatamente con firme instinto cuan necesario essentir de manera !istórica y cuánto de manera no !istórica4 I. ?efiri+ndonos nuevamente a #ietzsc!e, pero esta vez al #ietzsc!e de la Genealogía de la moral parece muy probable"ue todas las obligaciones +ticas tienen su origen en castigos corporales "ue !an sidoolvidados e interiorizados del mismo modo "ue la reiterada amputación de la mano

funcionaría para generar conciencia moral del mandamiento 3no robar4 lo cual imprimeel signo del conflicto en nosotros en la forma de la memoria borrada de una pro!ibición"ue a!ora se manifiesta en el ansia casi ine$plicable "ue acompaHa a su violación-.

#o obstante ello, debemos abstenernos por igual de e$agerar la valoración del papel"ue desempeHa el olvido y de minar la legítima defensa contra los e$tremistas de lamemoria. 'esear, como #ietzsc!e mismo propone, "ue el !ombre sea semejante alanimal "ue vive 3atado a la estaca del instante4 o sostener, como !ace 1essoa en uno delos primeros versos de su Fausto "ue 3todo lo "ue poseemos es olvidar4v parecenconstituir ejemplos de !ipertrófica persuasión pol+mica o de licencia po+tica. 7i en efectoel terreno de la memoria y del olvido constituye el campo de una batalla sin fin, entoncesla memoria & si bien nunca completamente cierta & combatirá tenazmente a fin de no ser

eternamente derrotada y viceversa-.

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necesidad indestructible de olvidar, "ue nos permite pensar e imaginar lo nuevo y lo posible.

%l ncleo de la cuestión se esconde en la voluntad contradictoria y dividida derecordar sin discontinuidad y de olvidar a la vez un pasado irremediablemente perdido, enla incesante reproducción de la tensión entre continuidad y discontinuidad.

Notas

9 +ase 8odei, ?.( Destinos personales! la era de la colonizaci"n de las conciencias, %l cuenco de plata,8uenos


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* +ase 8artra, ?.( #l salvaje en el espejo, 2e$ico '.F., %ra, 9, pp. B y ss.+ +ase, por jemplo, 6undera, 2.( $%&ccident 'idnapp(, 1aris, Eatier, 9ID y los artículos recogidos en el volumen Al%#st la memoire retrouv(e, 1aris, 5a '+couverte, 90. +ase tambi+n, para una perspectiva más amplia sobre el temadel olvido, Leinreic!, E.( $ethe! unst und riti' des *ergessens, 2Pnc!en, 8ecN, 9B, tr. ing. $ethe+ The Art and,ritique of Forgetting , At!aca and 5ondon, Cornell Oniversity 1ress, 00D. 8enjamin, L.( -er den .egriff der Geschichte, en Gesammelte /chriften, FranNfurt2ain, 7u!rNamp, 9B f., ol. A,@, p. G citado a"uí de Theses on the philosophy of history, en 0lluminations, #eJ MorN, 7c!ocNen, 9, p. GG-.

4 +ase =umarNin, #.( $enin lives1 The $enin ,ult in /oviet 2ussia, Cambridge 2ass.-, Earvard Oniversity 1ress,9I@. +ase 8aczNo, 8.( $es immaginaires sociau3+ 4emoires et espoires collectifs, 1aris, 1ayot, 9ID, pp. 9IG/@. +ase

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