BOLaETIN OFICIAlaDE LOS

Placticanto8 de medicina gGimgíaORGAN() DEL ~(JLEGIO DE MADRID Y DE LA FEDERACION NACIONAL

Presidente d. la Federaci6n

D. Fernando G. Iniesta(TOLEDO)

..DIRECTOR

D. Lnis López Garcfa.

Pruidentedel Colegio de Madrid

D. Francisco G. Dnarte..ADMINISTRADOR

D. Balblno Dill lorclDo

eol.bor.dor••• Todo. lo. P....tle.at•• de ~.p•••

pol8tia 080lal 4e 100!'raoUoaate. 4. "41oiDa 'g Olnlia: Convocalorla.-La Asamblea de Cla­ses Sanitarlas.-El servicio sanitario de ferrocarriles, por Bernsrdino AsenJo.-Pro-practicante en el aboli­cionismo, por Dado Qrenglzo.-Saludo cordial, por Vicioso y Rocamora.-Un florón más.-Ejemplo queJmitar.-Otra lucubración fantástica.-ImportanUslmo.- Nuevos practicanles.-Correspondencia adminis­

trativa.- Rectlflcando.-Noticias.

,JIOIetlD 48 la l"e4eraolón Jlaoloaal de CoI.po. 4& !'raoUoante. e.pdole.: A los practican­tes espalloles.-La presidencia de la Fe!leraclón.-El Directorio Militar y los practicantes.-De intet4s

para los practicantes Utulares.-La Delegación regional de Andalucía oriental y Afrlca.

lIovlembre 11123.

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Fósforo-Cal y yodoSon tres elementosprincipales y de ínte·g r a representaoiónen la eoonomía, ou­ya falta o defioien·oia se manifiestasiempre oon un es-

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ARo XIX MADRID, NOVIEMBRE 1923. NÚM 182

'BOLETIN OFICIALDE LOS PRACTICANTES DE MEDICINA Y CIRUGIA

ÓRGANO DEL COLEGIO DE MADRID Y DE LA FEDERACIÓN NACIONAL

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CONVOCATORIA

ORDEN DEL DIA

Asuntos relacionadoscon la Federación Na­cional de Practicantes.

<1 Este Colegio celebrará Junta general extraordinaria,

el día 15 del actual, a las diez de la noche, en su domi­

cilio social, Hern'n-Cortés, núm. 11, primero, con el

orden del día expresado al margen.

LA DIRECTIVA

La Asamblea de Clases SanitariasEn los días lO, II Y 12 del palado Octubre

tuvo lugar esta asamblea, concebida y prepa·rada por el genio organizador del doctor Cen­teno, de SeVIlla.

La mesa presidencial fué constituída comolIigue:

Presidente: al principio de la sesión de aperotura, D. Rafael Lancha Fal. de Sevilla y pre·sidente de la Asociación Sanitaria de la pro­vincia, el cual cedió el puesto al doctor D. Cé·sar Borrachero, vicepresidente del Colegio Mé·dico de Sevilla y presidente de la Asociación

Sanitaria de Sanlúcar la Mayor, que terminóla sesi6n y presidi6 todas las demás de laAsamblea.

D. l~nacio González y D. Román Herrerode la Orden, por los farmacéuticos, vicepresi.dente y vocal, respectivamente, de la UniónFarmacéutica Nacional y catedrático el se·gundo.

D. Félix Gord6n Ordax por los veterinarios,inspector provincial de Higiene Pecuaria deMadrid, con algún otro compañero, cuyo nomobre sentimos no recordar.

4 Boletln Oficial ck 10$ 1'7-acticantes de Medicina y Cirur;!a.

D. Fernando Ceballos, presidente accidentalde la Federaci6n Nacional de Colegios de Prac·ticantes, en representaci6n de nuestra clase.

Doña Filomena Guy1l6 por la de matronas,presidenta de la Federaci6n Naciocial de éstas.

y el doctor Centeno, como organi.zador delacto; sin representaci6n personal alguna, perosimbolizando, sÍ, el levantado espíritu rle uni6nentre sanitarios, que le anima fervientementey que le impulsá a la grandiosa obra de abra·zo fraternal, cariño mutuo y compenetraci6nintensa entre elementos orientados a un mis­mo,fín.

...... ...

Hecha la presentaci6n por el doctor Cente·no de todos los señores representantes de lasclases sanitarias congregadas, cada uno dirigi6su saludo a la Asamblea y expuso en brevesintesis la raz6n de su presencia y el grupo deaspiraciones de la clase representada.

A continuaci6n se acord6 el nombramientode ponencias, una por cada clase sanitaria, ycada una de las cuales habría de formular susconclusiones, que serían discutidas en sesi6nentre ellas, que también fué acordada para elsiguiente día.

La ponencia de practicantes qued6 consti·tuída por los señores D. Fernando Ceballos,presidente de la Federaci6n y representante deAndalucía; D. Victorino Martín, delegado re·gional de Vascongadas, y D. Antonio Gonzá·lez Cruz, por el Golegio de Madrid.

Abierta la sesi6n de ponencias, y llegado elturno a la nuestra, el Sr. González Cruz di6lectura al siguiente documento, en el cual secondentan los anhelos del practicante en ordensocial.

Dice asi:

SEÑORES ASAMBLEfsTAS:

«Sean las primeras palabras que de nuestroslabios salgan, al actuar en esta Asamblea, paratestImoniar nuestra leal adhesi6n y sincera

gratitud, en nombre de la clase de practican­tes organizada de España, a todos los concu­rrentes a este acto trascendental en la historiasanitaria de nutstro pais, y más especialmentea la Comisi6n organizadora y al, por todosconceptos ilustre, doctor Centeno, por la defe­rencia que con nosotros se ha tenido al invi·tarnos a cooperar, como elemento deliberante.

Loo practicantes, que en la actualidad po - .seemos una organizaci6n societari"a que, sinincurrir en hipérbole, podemos calificar deperfecta; organizaci6n que empezando en lasAsociaciones de Partido, allí donde han sidoposibles y precisas, culminan en nuestra Fe·deraci6n Nacional, pasando por los Colegiosprovinciales y las Delegaciones regionales, nopodíamos, no debíamos ni queríamos, en modoalguno, dejar pasar la ocasi6n que vosotrosnos habeis ofrecido, para aportar nuestro con·curso desinteresado al objeto de despertar enlas demás ;:Iases sa"litaria! el instinto de con~

servaci6n, que en este caso es el de asociación,y para, al mismo tiempo, aprovechando estosmomentos de contacto íntimo con nuestrosprogenitores y hermanos mayores en el campoprofesional, hacer resaltar ante ellos, de modoterminante y categ6rico, cuáles son nuestrasaspiraciones profesionales y cuáles los despo­jos de que nos creemos víctimas, así por partede los elementos oficiales, médicos o no, comode elementos particulares, profesionales unosy legos otros en los conocimientos sanitarios.

El carácter especialisimo de esta asamblea,primera de las de .Federaci6n de Clases Saonitarias. de índole nacional, ncs hace conce·bir grandes esperanzas por lo que al éxito delas justas aspiraciones de todos y cada uno delos sectores que integran estas clases, se re­fiere; y al presentarnós en estos momentosante vosotros, lo hacemos dispuestos a presotaros, por entero, nuestra más entusiasta co­operaci6n. Cooperaci6n que.si bien por nuestrasignificaci6n social y profesional puede serconsiderada como muy modesta, por nuestra

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I -- I

Eolettn Oficial de los Practicantes de Medicina y Cirugía.

alteza de miras, por nuestra elevada educaci6nsocietaria y por nuestro proceder impersonal,ha de ser muy tenida en cuenta y como delmás alto valer.

Pero, al prestar nosotros este nuestro va·lioso apoyo, hemos de recabar de todos vos·otros, el reconocimiento y definici6n explici.tos de nuestros deberes y de nuestros derechos.y en este punto, nos han de permitir ustedes,iluatres maestros e insignes asambleista!, quehagamos una 'iclaración, en nuestro conceptoindispensable.

Acabo de decir que nosotros ofrecem~s

nuestro valioso apoyo y que, a cambio de ello,recabamos de vosotros la definición de nues·tros deberes y derechos. Esto, dicho as!, habráparecido a todos vosotros una jactancia, algoasi como la fábula de «El camello y la pul.ga»; sin embargo, nada más cerca de Jo real ypositivo y, por consiguiente, más alejado de laexageración.

En efecto; tratárase aqui de cuestiones meramente cientificas, y entonces, claro es, nues·tros ofrecimientos serian ridiculos, hatiamosel mismo papel que la pulga cuando se ofrecíapara aliviar de su carga al camello; pero no,aqui se trata de asuntos de carácter puramentesocietarios, yen ese terreno, nosotros, que noshallamos condenados a vivir y a desenvolver·

nos en un plano mucho más inferior que elvuestro y en un circulo mucho más restringi.do, hemos aprendido de las duras lecciones dela vida aquello que ustedes, por fortuna vues·tra, no han hecho más que vislumbrar.

y que esto que afirmamos es cierto, loprueba de modo patente nuestra organizaci6n.Nuestros Colegios provinciales, no obstante elcarácter voluntario de nuestras asociaciones,hállanse constituidos, sino por todos los prac­ticantes de sus respectivas provincias, por lainmensa mayoria, y apenas si quedan algunosindividuos por ingresar en ellos. En muchosde estos Colegios, se conceden socorros pecu.niarios a las familias de los compañeros quefallecen; en otros, se conceden subsidios a loscolegiados enfermos; un gran número de Co·I~ios, cumplen funciones didácticas, propor­cionando a 8US asociados conocimientos supe.riores a los que oficialmente se les facilita; ytodos estos Colegios defienden por cuantosmedios están a su alcance, los intereses mora·les y materiales de todos los practicantes.¿Qué otra clase saniLaria tiene hecho otrotanto?

Pues aun siendo mucho lo que dentro denuestra esfera de acci6n societaria teníamosrealizado, ello nos pareci6 poco, y en Mayode 1921, celebramos los practicantes una gran

Jarabe de Hipofosfttos CLIMENT VIUDAEl primitivo, auténtico,

El más ANTIGUO de todosverdaderosus similares

Hipofosfitos Climent marca VI UUAPracticantes de Medicina y Cirugía:

Para evitar sustituciones de nuestro Jarabe Hipo/oslitos,rogamos encarecidamente al digno Cuerpo de Practicantes tenga muypresente nuestra marca V I U DA, para recomendar entre sunumerosa clientela el primitivo, auténtico y verdadero

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BIcarbonato de sosa qulmlcamente puro.-=---LIeenclado G. Torres Munoz, San Marcos, 11, Madrid.

Bolettn Oficial de los Practicantes de Medicina y Oirugta.

Asamblea Nacional de profesionales colegia­dos, y en ella pactamos nuestra gran Federa·ci6n NaGiollal de Colegios, cuya grandeza su­pera en mucho a cuantas análogas existen, sos­tenidas por otras clases sanitarias, toda vezque nuestra Federaci6n, es de carácter eminen­temente libre y voluntario, sin otra sujeci6n alos poderes constituídos, que la marcada porlas leyes, y sin otro poder coercitivo sobre losindividuos, que el que emana de los dictadosde la raz6n y de la conciencia.

En estas condiciones, los practicantes cam­biamos continua y normalmente impresiones,acerca de cuantos asuntos afectan a la colecti·vidad, ya por correspondencia, ya por la pren·sa de nuestra propiedad que, representada pordiez o quince periódicos, lleva nuestra voz alos más apartados rincones de la Naci6n; y,en una palabra, parodiando la frase de Arqui­medes, podemos deciros: «Dadnos vosotrosun punto de apoyo, y, actuando nosotros depalanca, moveremos el mundo de obstáculosque se oponen a nuestro triunfo, que es tamobién el vuestro ••

Perdonad si, con el entusiasmo que senti­mos por nuestra organizaci6n, al cantar susexcelencias, hemos distraido vuestra atenci6npor más tiempo del que debiéramos y, exten­diéndonos por demás en el uso de la palabra,hemos incurrido en el punible defecto de «ver­borrea»; sinceramente pedimos perd6n pornuestra falta y, con decidido prop6sito de noreincidir, rogamos permiso para, del modomás concreto posible, exponer a vuestra con·sideraci6n nuestro programa.

En síntesis, nuestras pretensiones puedencondensarse en la forma siguiente: Legalmen­te, con existencia amparada por la ley, que entodo caso tiene una mayor fuerza ejecutivaque cuantas Reales 6rdenes y Reales decretospuedan haberse publicado, la única entidad ju.ridica, .capacitada para actuar como auxiliardel médico y hasta para sustituirlo en deter­minadas circuntltancias de lugar y de tiempo,es el practicante; pues bien, nosotros pedimosque en todo momento y en toda ocasi6n sepreste acatamiento a esta disposici6n le~al yque no se nos despoje de nuestros derechos, conpretextos más o menos hábiles o especiosos,y si por deficiencias en la organizacl6n denuestros estudios, se considera que estos soninsuficientes para capacitarnos, venga enhora­buena la reforma ampliaci6n, o como quierallamársele, de nuestra carrera y d6tesenos delus conocimientos indispensables al noble yelevado fin, que es de nuestra incumbencia.

En épocas pasadas, la exposici6n que, enforma de alcaloide, acabamos de hacer de

nuestras pretensiones, habría sido suficientepara definir exactamente nuestra actitud, perolos tiempos actuales se caracterizan como pe­ríodo de evoluci6n, la sociedad en generalatraviesa un ciclo de transici6n, del que nopodemos eludirnos las clases sanitarias, ni aunen nuestros más modestos sectores, y ello nosfuerza a continuar abusando de vuestra aten­ci6n y exquisita benevolencia y a plantear yrazonar ante vosotros los siguientes proble­mas, que deseariarr. os saliesen de aquí resuel­tos en su totalidad, sin dejar inc6gnita algunaen suspenso, ni aun siquiera planteada su re­soluci6n en hipotesis.

He aquí, expue~tos a grandes rasgos, losTrinciqales temas que, concernientes de unmodo exclusivo a nuestra profesi6n, nos cree­mos obligados a someter a vuestra superiorconsideraci6n y estudio, y acerca de 10 que ossuplicamos nos permitais razonar:

Tema I~

¿El practicante, es útil y conveniente al médieo en sudoble función terapéu~ica y profiláctica. y es necesa·

rio a la Sanidad Nacional?

Sinceramente, con la mano puesta en el-co­raz6n, y prellcindieodo por un momento denuestra condición de practicantes, contestamosa la anterior pregunta con rotundo aSh. Sila profesión de practicante no existiera }a,era indispensable su creaci6n.

Todos vosotros los que nos ellcuchais, tantolos que e:jerceis en las grandes urbes, comolos que residís en los distritos rurales, sabeisde un modo positivo cuánto es el valor denuestros servicios, y el que más y el que me­nos de vosotros, habrá tenido ocasi6n de apre­ciarlos de cerca y de darse cuenta de que,siempre dentro de nuestra modesta esfera, so·mos realmente insustituibles.

¿Quién como el practicante para llevar aefecto las múltiples intervenciones de la llama­da cirugía menor? ¿En quién como en el prac­ticante, podrá el médico confiar la aplicaci6nde múltiples recursos científicos cuando, acu­ciado por la necesidad de atender a otros pa­cientes, se vea obligado a separarse de la ca·becera de un enfermo graver ¿Qué otro perso­nal, puede discernir con acierto entre diversosremedios indicados por el profesor, en previ­si6n de determinados incidentes?

En las grandes poblaciones, aun en aque­11as donde existe facultad de medicina, lospracticantes, no solo logramos trabajo en elejercicio libre o particular del médICO, sinoque a su lado y como auxiliares imprescindi­bles, figuramos en diversas entidadt:s y muy

BIcarbonato de sosa quimicamente puro.-Licenciado G. Torres Mufioz, San Marcos, 11, Madrid.

Boletín Oficial de los Practicantes de Medicina y Cirugía. 7

espedalmente en las dedicadas al seguro deenfermedad y de accidentes del trabajo. Peroaun hay más; las entidades oficiales, talescomo Municipios, Diputaciones provinciales yel mismo gobierno central, sostienen presti·giosos Cuerpos de practicantes y ensalzan loútil de nuestra labor.

y si esto es asi, si el practicante es la úni·ca entidad capaz y capacitada para actuar allado del médico como auxiliar suyo, en funcio.nell terapéuticas o curativas, ¿c6mo no ha deserie útil y conveniente bajo este aspecto? Ysi en el campo de terapéutica, el practicante esel auxiliar insustituible, ¿por qué no lo ha deser en el de la higiene y la profilaxis? Desgra.ciadamente el estudio de esta importante ramade la Medicina, se halla en nuestro desdichadopai., mál desorg&nizado y desatendido que elde las demás, aunque estas tampoco brillenpor el esmero con que se las cuida. Los profesionales de la Medicina (médicos, farmacéuti­cos, veterinarios, etc.), no salen de las aulas,ustedes bien lo saben, ni aun medianamentedotados de conocimientos, y los que real y po·sitivamente poseen, los deben, no a las ense·ñanzas oficiales, sino a su esfuerzo personal.Pues bien; del mismo modo que el profesormédico, mediante un esfuerzo de su voluntady de su inteligencia se pone o se pondrá encondiciones para llenar la' noble misi6n defen·siva que la profilaxis exige, el practicante, porotro esfuerzo de su voluntad y de su intellgen.cia, adquirirá y someterá al control oficial losconocimientos precisos para continuar al ladode su jefe nato, desempeñando su, no por másmodesta menos noble, funci6n auxiliar.

Tenemos, por tanto que, el practicant~ esútil, es conveniente, es insustituible como au·xiliar del médico en su doble función curativay preventiva; y siendo así que estos serviciosmédicos son de utilidad, para la sanidad nacio­nal, los servicios del practicante beneficiaránigualmente a ésta.

Tema 11

¿Aceptan las clases sanitarias el auxiliar médicoúnico, sin distinción de sexo?

Este tema, o mejor dicho, esta pregunta, deuna simplicidad tan extremada. en apariencia,que a primera vista pudiera creerse que huel .ga el formularla, encierra en si una trascen·dencia tan aita, que le hace hermanar, encuanto a importancia, con el que acabamos dedilucidar.

La profesi6n de practicante, como la de mé·dico, la de odont610go, la de farmacéutico,etc•••, es legalmente asequible a individuos de

los dos sexos, y demostrada y reconocida lautilidad del profesional practicante, como auxi·liar del médico, de este reconocimiento pare­ce desprenderse 16gicamente la contestaci6nafirmativa a esta pregunta. Esto, que en teo­ria parece de una certidumbre absoluta, no loes ya tanto en la vida práctica.

Porque es el caso, ilustres asambleistas ypacientísimos oyentes, que alrededor de nucs·tra modesta profesión, se ha creado un verda ­dero cúmulo de ... jornaleros pseudo·profesio.nales que, de un lado, desprestigian la sagradamisi6n del practicante; y de -otro, nos hacenuna competencia ruinosa bajo el punto de vis­ta económico.

En nuestro concepto 8010 existen legalmen.te dos profesiones (verdaderas profesiones, contitulo universitario) auxiliares del médico: lade comadronas y aquella en cuyo nombre ha·blamos, la de practicante. Todas las demás,creadas sin base ni fundamento, contravinien­do lo taxativamente dispuesto en las leyes, soo,han sido y serán considerados siempre pornosotros, como casos reales de intrusismo, queviven y se sostienen, aparte de por el apoyoque indebidamente se les presta en las esferasoficiales y en algunas profesionales, por laindiferencia con que la gran masa de las clasessanitarias ha considerado' estos asuntos.

Reputamos nosotros como incursos de in­trusas, así a las enfermeras con diploma de lasfacultades de medicina, que en un solo cursohan adquirido los ~onocimientos precisos, como las de Santa Isabel de Hungria, creadaspor el ilustre cirujano doctor Rubio, para lashumildes funciones de Iirppieza del estableci­miento y aseo de los enfermos, en el Institutoque lleva el nombre de aquel sabio y exaltadasdespués por... ¡quién sabe qué razonesl, a fun·ciones de auxiliaria médico quirúrgica. Tam .poco queremos dejar de mencionar las ilustresdamas de la Cruz Roja, para quienes solo res·petos y frases laudatorias tenemos en su cali·dad de señoras; ni las múltiples hermanas,hermanitas y hermanastras de todos los san·tos y santas de la celestial corte, que olvidan·do su verdadera misión de curadoras de almas,se dedican a explotar la curación de los cueropos.

Todas ellas no 1010 son, como decimos an­tes, intrusas en la profesión que ejercen, sinoque. y ello es lo de mayor interés, como careocen de los más nldimentarios conocimientos,son incapaces en absol~to, para la misión quese les confia, y su acci6n aliado del enfermo,lejos de beneficiar a éste, es nula cuando noperjudicial, y ello redunda, sin duda alguna,en desdoro de nuestros crédito y prestigio.

8 - Boletín Oficial de los Practicantes de Medicina y éirugia.

Pero, aun hay más; aun se cierne sobrenuestras cabezas un nuevo peligro; aun se pre·tende, por determinado elemento directivo ~ela sanidad oficial, coronar nuestro calvanocon el INRI de la creaci6n de un nuevo OFI·CIO SANITARIO; nos reterimos al-prop6si­to, reiteradamente manifestado por el Excelen­tisimo Sr. Director General de Sanidad, decrear lo que unas veces denomina visitadoresy visitadoras y otras enfermeros y enfermerassanitarios.

No se nos oculta, a nosotros los practican­tes, que este vehementísimo deseo del Sr. Mar­tin Salazar, no puede en modo alguno, obede­cer al resultado de un detenido y concienzudoestudio de las necesidades y conveniencias na­cionales, ni aun siquiera de las posibilidades.En repetidas conversaciones que, con tan altaautoridad en mater ias sanitarias oficiales, he­mos tenido ocasión de mantener sobre estepunto, s610 hemos conseguido de él, dos razo·nes que considera fundamentales, básicas, pura8US prop6sitos: l.a; que en varios paises ex·tranjeros, funcionan estos enfermeros y enfer·meras sanitarios; y 2.8

, que con tal disposici6nse facilitaría a la mujer un medio honroso ydigno para vivir con independencia.

¿No es cierto que lo pueril de estas razoneslas deja sin valor efectivo alguno? Lo l6gicosería, ya que de crear nuevas funciones yac­tividades médicas se trata: 1.°, no copiar ser­vilmente lo que en otros paises se hace o sehizo, pues en muchos de los que establecieronesas enfermeras, las han suprimido }' a; enotros, les han limitado sus funciones, prohi­biéndoles lo que aquí se pretende entregarles;y en algunos, donde aun subsisten en la inte­gridad de sus mal atribuídas funciones, es laclase médica la que empieza a aislarlas o aprotestar razonadamente de su actuaci6n, porineficaz cuando no perjudicial; 2.°, puesto queen España existe la profesi6n de practicante(asequible a hombres y mujeres), utilizar a es­tos funcionarios para aquellas mhiones, exi·giéndoles previamente que, de un modo prác­tico, acrediten estar capacitados para ellas. Ysi lo que se quiere es verdaderamente proteger.a la mujer en generalt y no a determinadasmujeres en particular, conv6quese el concursou oposici6n «solo para mujeres., pero a condici6n de que posean el título de practicante ydemuestren capacidad para la funci6n que hande desempeñar.

Al hacer nosotros la pregun ta de ¿si las cia·ses sanitarias aceptan el auxiliar médico úni·co? no quisiéramos ocultar a esta ilustre Asam·blea cual ha sUo nuestro pensamiento al ex·prexar la palabra UNICO. Hemos dicho ante-

riormente que existe otra profesión legal au­xiliar del méjjco: la de comadrona. Pero estaprofesi6n se encuentra limitada única y exclu­sivamente a la Obstetricia, y en esa rama desu peculiar competencia (siempre dentro delcarácter auxiliar), nosotros los practicantes,también estamos autorizados para actuar, porministerio de la ley, en poblaciones menoresde diez mil almas; por ministerio de la cosotumbre, ejercemos en todas partes.

Pues bien; nosotros hemos pensado, y paraconseguirlo solicitamos vuestro apoyo, que enlo sucesivo se supriman las profesiones de Ma·trona y d Practicante, creando en su lugar, lade Auxiliar Médico, común a hombres y amujeres, con un programa lo bastante amplio,para que el nuevo pi ofesional se encuentre 10suficientemente apto para ser útil al profesormédico, allí donde éste necesite un auxi liar.

Tema 111

Actuación del practi~a'lte all'ldo del médico.

En general, suele decirse: .La misiÓn delpracticante n~ es otra cosa, qu~ hacer lo queel médico dispone ú ordena •• Sin embargo, esa expresión tan Ilencilla, ofrece en si una sumatal de complicaciones y dificultades, que billnmerece, por nuestra parte, que intentemosaclarar punto tan importante y por la vuestra,que además de continuar favoreciéndonos consu atención, nos prellteis vuestras luces inte·lectuales para dilucidar este punto y, de unavez para siempre, delimitar el campo del prac­ticante en todo momento de su actuaci6n.

Es innegable, y no seremos nosotros quie.nes pretendamos discutirlo, que nuestra actua·ci6n ha de estar siempre subordinada a la delprofesor médico. Lo modellto de nuestros co­nocimientos y la categoría de nuestro titulo,marcarán siempre esta subordinaci6n.

Desde luego que siempre que ello sea facti·ble y las circunstancias lo permitan, el practi­cante no debe ni puede alterar en lo más mí­nimo las indicaciones del profesor; pero exis·ten circunstancias excepcionales, y ellas sepresentan, asimismo en las grandes como enlas pequeñas ciudades y más especialmente enlos partidos rurales, en los que, con frase elo­cuente y gráfica nos decís. en la sesi6n deapertura de nuestra Asamblea de la Fedfra·ci6n celebrada en Mayo de 1923, el ilustrepleJidente del Colegio de Médicos de esta Corote, Dr. D. José Blanc y FOrlacín: .el practi.cante ell un verdadero héroe; el practicantehace verdaderos milagros con los pocos cono·cimientos que atesora; maravilla el considerarc6mo con tan escaso bagGlje científICO, se ve

Bicarbonato de sosa qulmicamente puro.--Licenciado G. Torres Muñoz, San Marcos, H, Madrid.

Boletln Oficial de los Practicantes de Medicina y Cirtlgía. 9

compelido a resolver tan múltiples problemasde medicina y cirugía de urgencia y hastaafmntar la práctica de autopsia y otrils de me·dicina legal. .

Pues bien; estas circun3tancias excepciona·lel, que no lo son tanto como pudiera creersea primera vista, fuerzan al practicante, le obli.gan, en ocasiones hasta contra su voluntad ysolo en aras del bien del pr6jimo, a invadir uncampo de acci6n que realmente le está vedadopor las leyes, pero que ante el apremio de lascondiciones, de lugar y de tiempo en que sepresentan, tienen una fuerza de obligar, tande derecho natural, que ello está muy por en·cima de toda ley escrita y que lejos de deter­minar una sanci6n penal, debiera dar ori­gen a la más alta disiinci6n.

La misi6n del practicante no puede ser otraque la de actuar bajo las 6rdenes del médico,siempre que éste se halle en condiciones ma.teriales, por su presencia o proximidad, paradarlas; mas, si por una circunstancia cualquie­ra, el profesor no pudiera acudir a dar las dis .posiciones convenientes y, con ello pudierapeligrar la vida o la salud de un individuo, elpracticante, que antes que esto y por encimade ,:sto es un ser humano, se encuentra moraly materialmente obligado a poner a contribu­ci6n, todo cuanto pueda y sepa para remediarde momento el malo para aplazar el peligro.Pero asimismo, está tan obligado o más a bus­car inmediatamente al profesor, exponerla elcalo con la mayor suma posible de detalles,relatar los recursos em pleados v reeabar, o supresencia alIado del paciente o sus valiosísi­mos consejos para continuar nuestra actua.ci6n.

El practicante que así proceda, solo alaban·zas merecerá por parte de sus superiores y, so·bre todo, disfrutará de la tranquilidad que solodisfrutan los que tienen la conciencia del de­ber cumplido.

Por lo que respecta a nuestra actuaci6n allado del médico, no por menos exenta de res­ponsabilidades, deja de tenerlas y de exi~ir

una atenci6n continua, para aprender lo muchobueno que de las enseñanzas del maestro pue­de desprenderse, sino también para saber ser·le útil y hacérsele indispensable, interpretandorectamente sus órdenes y haciendo aplicaci6njuiciosa de los recursos y elementos que pon­ga a nuestra disposici6n.

En toda ocasi6n debemos, nosotrns los practicantes, ser modestos, profesionalmente ha­blando; pero cuando actuemos al lado de unprofesor esta modestia ha de se rmil veces ma·yor. Solo los necios e incapaces, pued::n supo­ner que saben lo bastante, para llenar siempre

cumplidamente toda clase de indicaciones. Yel practicante que quiera merecer el calificati­vo de sensato, único al que podemos aspirar,ya que el de sabios nos eJtá vedado, hará bienen atender con todas sus potencias intelectua­les, las exp1"caciones e indicaciones del prote­sor y en consultarle cualquier duda que pulie.ra abrigar, tanto respecto a interpretaci6n desus prescripciones, cuanto al modus jacíendi delas intervenciones que se le confíen.

No es el más necio el que confiesa su igno­norancia en bn punto y pide que III iluminequien sabe y puede hacerlo; el más necio, elmás ignorante y el que caerá siempre en elmás espantoso ridículo, es aquel que prefiereseguir ignorando.

En resumen; en nuestro concepto, la actua·ci6n del practicante al lado del médico, ha delimitarse a obedecer con toda exactitud lasprescripciones de éste, subordinando el crite­'rio propio al del profesor; pero cuando lal cir·cunstancias de lugar, de tiempo o de urgencia,así 10 exijan, el practicante está, no autoriza·do sino obligado a poner todos 8US recursos adisposición de la humanidad doliente.»

Se acord6 al terminar esta sesi6n de ponen·cías que, aprobadas ya las conclusiones conteonidas en cada una de ellas, no se discutirían~ás en la sesión plenaria de la Asamblea, quese había de celebrar inmediatamente.

Constituída a continuaci6n, en plenario, laAsamblea, se dedic6 la sesi6n a formular, conla labo!' ejecutada por las ponencias, un pro­grama mínimo de aspiraciones sanitarias, quequed6 prevenido para presentarlo en forma deconclusiones definitivas en la sesi6n de clau­sura y entregarlo a los Poderes.

Se acordó invitar a esta sesi6n de clausuraal excelentísimo señor Subsecretario de Go­bernaci6n, General Martínez Anido, que por,todo extremo deferente con la Sanidad Nacio.nal, se person6 en el acto en la Asamblea,acompañado del excelentísimo señor Directorgeneral de Sanidad del Reino, D. ManuelMartín Salazar, ocupando la Presidencia.

El ilustre doctor Centeno, salud6 en nom·bre de la Asamblea a tan preclaras represen­taciones del Poder público y de la Sanidadoficial, rindiéndoles tributo de gratitud por suamable deferencia, y poniendo en su oratoriaacentos de solemnidad y tremores de emoci6n,dijo con sentida frase y afortunada expresi6na la ilustre Presidencia, de los dolores de Es­paña en d penoso ab mdono de su función sa·nitaria; de la a"piración suprema y nobilísimade las clases sanitarias españolas, porque ceseeste abandono y se coloque a esta funci6n enplano digno; del calvario doloroso que pade-

lO Boletín Oficial de los Practicantes de Medicina y Círugla.-----------=--cen en España estas clases sanitarias, que noalcanzan, en ningún orden social, los respetosque mereceIY, y de la intensa labor que a losfines de dignificaci6n de la funci6n y mejora.miento social de sus profesionales, realizanfervorosos, los elementos sanitarios andaluces,iniciando y fomentando el desarrollo de lasFederaciones regionales sanitarias, inspiradasellas en los más puros anhelos de que España,en materia sanitaria, logre en breve, un prefe­rente lugar.

La brillante y sentida oraci6n del doctorCenteno, fué premiada con calurosos aplausosde la Asamblea, que bien le di6 a entendercon ellos, su profunda admiraci6n y hallarsecompenetrada con su gigantesca obra y aforotunadas ideas.

A continuaci6n, le fueron leidas al Sr. Mar·tinez Anido, las conclusiones definitivas-de laAsamblea, que en lo que nos afecta, dicen:

GConclusión única de los practicantes.-EI prac·tlcante, único individuo capaz, legal y profe.sional como elemento auxiliar del médico,debe figurar al lado de éste en todos los casosen que sea precisa aquella auxiliaria, tanto enel Ejército como en la Armada, Marina civil,hospitales, etc., etc.•

y como conclusiones especiales, estas otras:«Ampliacl6n del plan de estudios, pero

oyendo antes a los Colegios de practicantes.»«Colegiaci6n obligatoria y carnet sanitario

de identidad expedido por las autoridades yvisados por los Colegios de practicantes.»

«Los practicantes titulares serán los auxi·liares de los inspectores médicos de distrito yconsiderados como funcionarios del Estado••

«Delimitaci6n de los deberes y derechos decada una de las clases sanitarias con relaci6na las demás.»

Seguidamente, el ilustre Director generalde Sanidad, hizo uso de la palabra y expuso ala Asamblea, haciéndose eco del clamor gene·

. ral de las clases sanitarias españolas en estosúltimos tiempos, la crisis dolorosa que atra·viesa la Sanidad patria en punto a perniciosasdeficiencias, y un propósito sincero y decididoa laborar, en la actual situaci6n política, portodos ~us posibles mejoramientos y en la medida de sus pOSibilidades.

Elogios calurosos mereci6 de la Asamblea,traducidos en aplauso unánime y espontáneo,la expresión de tan eximio doctor, que acaba·ba de manifestarse en un todo de acuerdo conlas clases sanitarias españolas, por la más altadignificación de la Sanidad patria.

A continuación se levant6 el Sr. Martin~z

Anido, produciéndose en la sala, un !lobresilen·cio de la más alta intensidad, acusador del pro-

fundo interés con que la Asamblea, se disponiaa escucharle; su oración breve, sentida, since­ra y por todo extremo deferente para el actoen sí, para su organizador y para todas lasclases sanitarias representadas en él, di6 lasensaci6n de que el ciudadano hoy, en nuestrapatria, puede sentirse asistido de la acción tu·telar y protectora del Poder constituido, biendispuesto a recoger y amparar todos los dere·chos y todas las aspiraciones, si son justas.

Llev6 también a la A,amblea al convenci·miento, de que el actual Gobierno se preocupaprofundamente del problema sanitario yaspi­ra a ref .rmarlo en breve y en condiciones, quesatisfagan cumplidarr.ente a la función en siy a los profesionales encargados de desarro­llarla.

Unánime y clamorosa ovación de la Asam·blea, puso punto a las manifestaciones del se·ñor Martinez Anido, que se retiró a continua·ci6n, biendo cariñosamente despedido por to-dos los concurrentes. .

Reanudada por unos momentos la sesión"se acord6 que la Mesa entregara las condu­siones al Directorio Militar y que la pr6ximaAsamblea de Clases sanitarias españolas, secelebre el año pr6ximo en Sevilla, bien coin·cidiendo con el Congreso Nacional de Medici·na, convocado ya para el mes de O;tubre, o yaen el mes de Mayo; disyuntiva que resolverála Federaci6n sanitaria andaluza.

• • •Terminada la información de la Asamblea,

hemos de ponerle algunas apostillas.Se observa que a esta Asamblea no se ha

invitado, ni estaban representadas oficialmen·te, corporaciones sanitarias; pero también seve que las personalidades que formaron laMesa presidencial, hombres, los más avanza­dos, progresivos, entusiastas y abnegados' decada clase sanitaria, por sus obras, sus do&­trinas y sus hechos, representan y tienen de·trás de si una enorme masa de profesionalesque les sigue y les anima.

De otra parte, la significación del Dr. Cen­teno, representa la gran Federaci6n sanitariaandaluza y es notorio que en el seno de ésta,uno de los factores principales es la represen·tación del médico rural, en toda su amplitud,y otro, la totalidad de Colegios Médicos de la'Región, amén de otras grandes agrupacionesen el resto de España; nuestra Federaci6n deColegios de Practicantes, y la de Matronas,po'.' ejemplo.

Se explica asi, que esta Asamblea no hayaparecí io tan numerosa como suelen ser actosde esta naturaleza, sin que esto quiera decir,

Bolet!n Oficial de los Practicantes de Medicina y Ciruzía. Ir

ni mucho menos, que la concurrencia no hayasido la bastante para dar la sensación de in­terés; pero de ello se infiere que el Dr. Cente­no, ha querido conseguir con el mínimum deesfuerzo personal de los demás, el máximumposible ~e eficacia, lo que a la vez justifica suacertada proposición, de condensar en un pro­grama mínimo, la suma de aspiraciones detodas las clases sanitarias españolas, como finde la Asamblea, aportadas por 101 máximosrepresentantes de cada una: aspiraciones quehan de ser después y en todol los momentos,apoyadas por las fuerzas sanitarias que supo·ne cada figura de la Meaa presidencial.

La prensa política madrileña, siempre aten­ta a toda acción que signifique el mejora­miento de un valor social cualquiera, se brin·dó solícita y galante al organizador y di6 pu­blicidad a informaciones amplias y a las con-clusiones definiti vas. .

y en suma: que la Asamblea ha tenido todala importancia, que para ella auguramos ennuestro nú mero anterior. .

(1 ~~rvi[i~ ~anitari~ ~~ f~rm[arril~~.

El tiempo nos va dando la razón, del inhu­mano y terrible abandono en que tienen el ser­vicio sanitario las Compañías ferroviarias:claro está que la culpa, aunque virtualmentede éstas, no lo es tanto suya, como de los en·cargados de imponerles el cumplimiento de lolegislado en la materia, y cuyo cumplimientosaben eltas poderosas Compañías, eludir tansuavemente, haciendo de paso oídos de mercader a cuantas peticiones se les formulan enmateria sanitaria, por justas y equitativas queellas sean.

No pudieron nunca tan poderosas Empresassustraerse al loco afán de aumentar sus divi .dendos, rindiendo culto así al desenfrenadovértigo de explotaci6n, que convirtió a nuestraPatria en campo de avasallaje de logreros yagiotistas, sin más Dios que su ambición, nimás ley que el acaparamiento del dinero.

Pero en los últimos diez años transcurridos,la desaprensión de estas entidades llega al Ji­mite, y ya es inútil aducir poderosos argumen·tos de conciencia, que las decidan a cumplircon su deber; todo inútil, todo lo desoyen, todolo desprecian; nada les importa que su propioobrero, sieffipre expuesto a graves accidentesen talleres, dep6sitos, recorridos, estaciones yotros puntos, donde siempre le amenazan lospeligros, propios de su trabajo, carezca de las

más elementales previsio'1~s sanitarias, en perosonal y elementos, con que acudir al instantey remediar en lo posible, Vcon arreglo a cien·cia, los daños ocasionados; mucho menos, queun viajero sucumba, en el trayecto de un punoto a otro, o a la llegada a una estación, porlas mismas elementales y punibles d~ficien'

cias.Grave dejación del sentimiento de humani­

dad, sacrificado a su ambicioso egoísmo, quetal vez, algún día, tenga la merecida sanción.

Es lo más corriente, que los mal surtidosbotiquines de las estaciones, los maneje el mozode lampilltería, y los no menos abundantes delos trenes, el guardafreno de los mismos, perosanas muy respetables como tales y muy ap­tas para la. función de los respectivos oficios,pero... también muy capacitadas para el culti.va dd tétanos o para preparar una septicemia,en su función adventicia de curadores circuns·tanciales.

y todo esto, a ciencia y paciencia del públi­co tolerante y pagano por añadidura, que nun·ca pudo viajar con una, siquiera mediana tran­quilidad, de ser debidamente asistido, caso deaccidente en su recorrido, y también de gober­nantes, poco o nada escrupulosos, que negan­do su atención a problema tan vital, fueronsiempre el cómplice protector de abandono tanpenoso, acaso porque entre gobernantes y Em­presas hubiera uroa estrecha relación de perso­nas, ó tal vez concomitancia de intereses.

Botón de muestra es el siguiente caso, quecopiamos de La Voz del día 15 de Octubre:

«El servicio sanitario en las estaciones.Valencia 1] (lI,30 n.)-El Consejo obrero

de la Compañía de Ferrocarriles del Norte, sedirigió a la opinión pública, señalando el aban­dono en que se encuentra el servicio sanitarioen esta estaci6n, y exigiendo, por considerarlopreciso y urgente, la intervenci6n de las auto­ridades.

Un accidente ocurrido hoy, en la estaci6n, havenido a demostrar la justicia de la protesta.Un hombre, al que atropelló un vagón, ha per­manecido por espacio de dos horas sin asilten·cia; y cuando se le trasladó al departamentosanitario, no se pudo practicar la cura, por ca­recer de material quirúrgico, y el herido hubode ser conducido al hOllpital.

Los obreros han protestado nuevamente, yesperan que las autoridades intervendrán, paraevitar lo que viene ocurriendo.-(Febt,s).1

El caso vergonzoso que se narra, se comen·ta por sí solo; esa poderosa Compañía, que enel ornato de la hermosa estación, de la bella

Boletín Oficial de los Practicantes de Medicina y Cirugía.-----------capital valenciana, supo gastar varios millones,no ha podido dedicar aún, un poco de su aten·ción al cuidado sanitario de sus obreros y unmenos de sus pingües beneficios a disponer, entan importante centro ferroviario, un modestobotiquin a cargo,' cuando menos, de un turnode practicantes, que habría sabido evitar losperjuicios consiguientes al he;ido, por perni­cioso retraso en la intervención, y la vergüen·za que supone el que un hombre lesionado pasedos horas sin asistencia, y cuando se le va aprestar-acaso por el lampistero de la esta·ci6n-no se encu~ntran elementos con que hacerIo. Señores accionistas, ¿hasta cuándo?

Gobernada España hoy, por ese grl:lpo dehombres buenos, abnegados y patriotas, quehan echado sobre sí, la abrumadora carga dealiviar a la Naci6n, de la flora virulenta de mi·crobios que la esquilma y empobrece, es deesperar que el problema sanitario, en las Em·presas ferroviarias, no escape a su labor, pro·fundamente renovadora de antiguos procedi­mientas y lo resuelva en condiciones que ofrez­can al viajero y al trabajador, siempre amena·zados en su vida, las debidas garantías de unaasistencia inmediata y eficaz.

y no parece aspiración absurda, si llegaradía tan venturoso, que la función sanitaria, en­comendada hoya lampisteros y guardafrenos,hecho que demuestra claramenle, la verdaderanecesidad de la misma en las estaciones y enlos trenes en circulaci6n, fuera transferida apracticantes.

No es interesada nuestra indicación; es se·cuela consiguiente a la importante mejora, quepara este servicio deseamos en las Compañíasferroviare!, a título de profesionales; que nopor ser los más modestos entre ellos, estamos

incapacitados para conceb'ir las grandezas deun !.ervicio sanitario modelo, en los ferrocarri.les de España, capaz de ser envidiado por lasdemás naciones.

Por eso hemos hecho invocación a los actua·les gobernantes, reverso de los que siemprepadeció la Patria, en la que si pensaron, fuépara llevar la corruptela al Parlamento, Dipu­tación y Municipio, y convertirlos en granjeríade sus ambiciones, colmando así el despresti­gio nacional.

Por eso ha sido que el modesto practicante,en las columnas de su modesta prensa profe.sional, aspire a dlir al Directorio Militar lasensación de admiración y respeto, en primertérmiro, a que se hace acreedor, por su obrapatriótica y abQegada, y en lugar segundo, dela grande concepción que tiene, de la realidadque se impone en materia sanitaria, al servicioferroviario, que debe disponer de puestos desocorro de importancia en todos los nudos dela red; otros secundarios, para puntos de se·gundo y tercer orden; material científico, abun­dante; médico o consejo médico, director gene·ral y responsable de la organización y buenaejecución de los servicios; personal médico yauxiliar de practicantes, suficiente y bien retri .buido y afecto a todos estos puestos de socorroy buen servicio de botiquin, y personal facul·tativo circulante, en los trenes en recorrido.

Es lo menos a:que tienen derecho, el obreroque trabaja para tan poderosas Compañias yel ciudadano que paga para enriquecer a susaccionistas.

Es lo menos, también, que el más humildede los factores sanitarios pide al DirectorioMilitar, no a impulso de un interés, que si eshumano, en relación con la necesidad de vivir,

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.13oletln Oficial de los Practicantes de Medicina y Cirugía.

sería bastardo, puesto al lado de la grandezade dos ideas: el engrandecimiento patrio y ladignificaci6n profesional de la funci6n sanita­ria, por el perfeccionamiento de este impar.tante aervicio público, en bien de la salud y lavida de seres humanos y españoles por ape­llido.

Por la Comisón,

Bernardlno Asen)o.

prn-vraOli03D18 8n al aDolioionismoDocumento importante.

En nuestro BOLETIN de Octubre último, nosenterarnos de la notable proposici6n que laSociedad Española de AbolicIOnismo, dirigi6oportunamente al Directorio militar.

En dicho documento, los abolicionistas so·licitan del Gobierno actual, con admirableclaridad y concisi6n e irrefutables razona·mientos, la supresi6n del reglamento actualde la prostituci6n; creaci6n de una ley de va·gabundeo; creaci6n del delito sanitario; fo·mentar la implantaci6n de Dispensarios deprofilaxia de enfermedades evitables, y final·mente, demandan la certificaci6n médica pre.matrimonial.

Tan sabia obra, no podía menos de ser elfruto de la cruzada emprendida por ese puña­do de preclaros hombres y mujeres (en su ma.yoria maestros nuestros), libres de corruptelasy llenos de buena fe.

La proposici6n de los abolicionista., ea unaley de profilaxia de enfermedades contagiosasevitables, tan acertada corno noble y humana.

Es, a su vez, un C6dlgo perfecto de moralbien entendida.

La labor realizada por esa Sociedad con tanadmirable tel6n, ha echado ya la semilla; elfruto no se hará esperar.

Pero, ahora más que nunca, demandan elconcurso de todos, profesionales y profanos,grandes y pequeños; esp"ran que cada uno, ensus medios, puede y quiera aportar una indis·cutible ayuda a la humanitaria obra por ellosemprendida.

Pretenden crear Dispensarios de profilaxiade enfermedades contagIOsas evitables, con larclpidez que les sea posible. En ellos llevarána la prál"tica sus ideales, con la alteza de mirasque caracteriza todos sus actos.

El practicante no debe permanecer indife­rente a la invitaci6n que esa benemérita So-

ciedad, más o menol directamente le hace;antes por el contrario, en la labor de Dispen­sarios principalmente, podría aportarle unaayuda valiosa.

A más nOI interesa prestar nuestro concur­10 a esos Centros. Neutralizaríamos alí losefectos de la posible irrupci6n de elementos,muy dignos y respetables, pero tal vez dema·siado jóvenes, para una función un tanto de·licada.

Pero, hemos de demostrar, que estamosdispuestos a cooperar en la medida de nues·tras fuerzas. ¿C6mo?

Se nos ocurre que lo más fácil será solici·tanda la admisi6n en la S. E. de A.: mediantela cuota mensual de una peseta, puede perte­necerse a dicha Sociedad.

Nuestro querido camarada, el administra.dar del BOLETíN, Sr. Díaz Morcillo, se habrindado generosamente a recibir y tr..mitarlas solicitudes de todos los compañeros quequieran asociarse: será una gratitud más quelos practicantes madrileños especialmente, de·beremos a tan benemérito compañero.

La idea está lanzada. Si la creéis acertada,seguidla, y sino, perdonadla. Ahora bien; anosotros desde hoy, podéis contarnos entre losentusiastas abolicionistas.

Darlo Grenglzo.Practicante.

Octubre de 1923.

•••La idea de nuestro buen amigo Sr. Grengi.

zo; nos parece por todo extremo laudable: esel abolicionismo un probable campo más anuestra intervenci6n y a su conquista debe·mas ir.

Nos pondremos en contacto con la Sociedadque se menciona y cambiaremos impresiones

·con ella, que en el próximo Boletín comunica.remos detalladas, a nuestros compañeros.

y entre tanto, bueno será que todo el quesimpatice con la idea, envíe su adhesi6n alSr. Díaz Morcillo a la Administraci6n de esteperi6dico.

La Dlreccl6n.

Toda la correspondencia que se rela­

cione al BeLBTIN, diríjase a nombre

del Director, Don Luis L6pez García,

Rernán C!ortés, número 11, primero.

130ledn Oficial de tos Practicantes de Medicina y Oirugta.

Queridos compañeros: Cuando las palabras-lo mismo que la espuma del champán-acu­den a flor de labio atropelladamente, pierdensin' duda la forma retórica del bien decir; sinembargo, no dejan de tener esa belleza salva­je y sutil de un alma, que palpita pletórica desinceridad.

y como n080tros al coger la pluma, no pre­tendemos construir, sino derramar por el pa­pel esa esencia de los afectos que nacen en elcorazón, para enviaros un saludo fraternal,prencindimos en absoluto de toda ráfaga de li­rismos, dejando en completa libertad la expan­sión de los sentimientos.

¡Parece que fué ayer, cuando en el andén delas estaciones, nOI dábamos el abrazo de des­pedidal Las horas, los días, las semanas y losmeses, con su marcha vertiginosa y veloz ca·rrera, desaparecieron dejando grabados ennostros, las emociones de un viaje.

Pronto hará dos años en que llenos de idea·lismos, dejamos la dulzura del hogar, los ami·gos y el bienestar.

En este tiempo y con la resignación delmártir, recorrimos todo un calvario: y aunquenuestras quejas y lamentos llegaron hasta vos­otros, no por eso flaquearon nuestras fuerzas.Nuestro entusiasmo, nuestro deseo de reivindi­caci6n era tan grande y tan rabioso, que hastaen 10fl momentos más dlficiles nos invé día eloptimismo del triunfo. Y cuando se tiene fe yse posee una voluntad de hierro, más tarde omás temprano, es indudable que se triunfa.

El desaliento llamó infinidad de veces anuestras puertas, que no se abrieron jamás.Son tantas las dificultades con que tropezamosy tuvimos que vencer, que se haría intermina.ble la enumeración de los hechos.

Habitamos un edificio todo lleno de escom­bros y de ruínas: edificio, que a fuerza de undía y otro día, vamos consiguiendo higienizarcon una labor perseverante y tenaz.

De todas suertes, el cambio experimentadoes enorme, casi increíble; y en esta mejoría nodejais de tener una buena parte vosotros.

Saludo eot1dial En el oleaje de nuestras vicisitudes, venía arollustecer este esplritu de sacrificio que presi.de en un cuerpo que pretende demostrar conhechos prácticos y~reales, lo inj usto y absurdode su preterición; las innumerables cartas yartículos de Marzo, Ceballos, G. Cruz, L6pezGarcía, Meizoso y otros muchos más.

Aquellos escritos de frales confortadoras, i._fluían en nuestro ánimo para proseguir sindesmayo nuestra empresa, y con mayores bríos.Nada nos hizo retroceder en nuestro empeñode vencer o morir. El triunfo del mañana, laaurora de un amanecer alegre y risueño nosenardecía a todos y todos llevamos en nuestrointerior el siguiente interrogantt:

¿Qué importan todas las penalidades juntasy los mayores sufrimientos, si al final de lajornada hemos de salir victoriosos?

Este y no otro, fué el lema de todos, desdeque pisamos tierras rifeñas, cuyos anhelos sevan realizando satisfactoriamente.

Fué necesario que España derramara mu­cha sangre, para que los practicantes ingresa­ran en el Ejército: fué necesario que en elfragor de la batalla, cayeran algunos de nues·tros camaradas, que generosamente daban susvidas por salvar la de 108 demás, para que sedieran cuenta de lo sagrada que es nuestra mi·si6n.

Nadie podrá negar que cumplimos con nues.tro deber. Ahí teneis la medalla militar queostenta este novel cuerpo y que España en jus­ticia le otorgó.

y el sentIrnos orgullosos con tan preciadacondecoraci6n, es por que con ella queda pa·tentizada nuestra actuaci6n.

Hoy que la, suerte nos sonríe, tenemos elgusto-sintiendo un verdadero placer-de ofre.cer estos laureles, a quienes por su perseveran.cia y acertada gesti6n, se debe el que nosotroshayamos tenido el alto honor de conquistar elprestigio de este cuerpo, que tantos sinsaborescostó.

Vosotros que fuisteis el alma de este heroicocuerpo militar, aceptad esta ofrenda como tes­timonio de nuestra más sincera gratitud aaquellos trabajos realizados en hora tan amar­gas como las nuestras.

Bicarbonato de sosa qufmlcamente puro.--Licenciado G. Torres Mufioz, San Marcos, it, Madrid.

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Sirvales pues, como tal, a nuestros queridoshermanos militares, la certeza de que en todoslos momentos, el Practicante español mira enellos un hijo espiritual, que ha sabido colocara gran altura el pabell6n de la clase, conQuis·tando a todas luces, la eatimaci6n general, quehoy ya, y a favor de su actuaci6n, honrosapor todo extremo, el una evidencia.

UN FLORÓN MÁS

•• •Y ea un praclicante, quien tan alto sabe co­

locar el sentimiento de humanidad; preciadogalardón, que la Clase puede, orgullosa, ostentar en sociedad y decir, plenamente convencidade la razón que la asiste, demostrada con he.chos tan convincentes, que también el practi.cante hace honor al cumplimiento de sus de­beres sociales.

¿No fijarán !u atención por un momento, loseternos e injustos detractores del practicante,a quien consideran poco menos que moléculadespreciable, en tan bravo ejemplo de civismo?¿Qué pensarán del noble espiritu de sacrificio

Copiamos de A B C del día 17 de Octubre:

«DESDE LARACHE

Larache 16,· 9 mañana.-Se ha celebradoel acto de imponer la medalla de plata de sal·vamento de náufragos, al practicante militarD. Vicente Mayer, ante las fuerzas de la Com­pañía de Mar, con asistencia del general Fer­nández Garcia.

Este impuso la medalla y pronunci6 un dis­curso enalteciendo al agasajado.

Después, el c6nsul, Sr. Zapico, le entreg6una cantidad en metálico, que dedic6 el con­decorado a la Sociedad de Salvamento deNáufragos. Las tropas desfilaron ante el prac­ticante, que está además propuesto para doscruces de Beneficencia. J

•* •Y••• de tanto como quisiéramos decir, ante

grandeza tanta, nada se nos ocurre; el senti.miento de la admiración no deja espacio en elespiritu a otro orden de ideas y ••• solo sabe.mos ¡admirarl

Otra cosa también sabemos: pedir a todopracticante español esa misma admiración yun tributo de respeto a D. Vicente Mayer, quecual es, honra con sus nobles procederes laPatria de quien ea hijo, la Clase a que perte­nece, el Cuerpo en que milita, y a si mismo,en confortador cumplimiento del más humani·tario de los deberea del hombre: salvar la vidaen peligro de un semejante, su hermano porley de Dios.

Son la Medalla de Salvamento y dos Crucesde Beneficencia, las que van a orlar el noblepecho de un hombre bueno, ante el cual y lejos de él, ¡hay que descubrirse con respetol yofrendarle incienso y mirra, que le envuelvaen nubes de gloria inmarcesible.

Oarretas, 89Planta baja

PHOTOMENA

y para terminar, s610 nos resta recordaros. las últimas palabras del discurso de uno de losmás entusi811tas compañeros, en la memorablenoche del banquete, celebraci6n del primertriunfo de la Asamblea.

«Mientras nos libremos de la muerte y lasbalas enemigas nos respeten, los PracticantesMilitares guardaremos en el rinc6n más pre­ciado de nuestro pecho, el recuerdo más since­ro y cariñoso, para estos paladines e incansa·bies luchadores y padres espirituales, que sellaman Sánchez y Tarrero. ~

Para el ap6stol Barahona, Asenjo, Mateos,Duarte, Marcoa, Estalayo, La Llana y en fin,para todos, un abrazo tan apretado como cari­

.ñoso d\J vuestro compañeros de Afdca,

Vh:loao y Rocamora.

BIcarbonato de sosa qnlmIcamente puro.-LicencIado G. Torres !uñoz, San Marcos, U, ladrld.

lb holetin Oficial de los Practicantes de Medicina y Cérugta.--------de este hombre honrado, que desde su modestoplano social, se juega repetidamente la vida,por ~alvar la de sus semejantes, sin que a ellole obligue otro imperativo de conciencia queIU propia honradez y amor al pr6jimo?

¿y qué, de la nobilísima id~a, acusadora dela grandeza de espíritu de este hombre mo·desto, que rinde en beneficio de la Sociedadde Salvamento de Náufragos, prendas de gra­titud que le fueran ofrecidas en premio a IU

heroiBmo, representadas por unas cuantas mo.nedas?

Alma grande, quiso el bien por el bien mis·mo y lo practica con grandeza, alejando de sí,con dignidad que le honraria más, si más fue·ra posible, toda otra idea bastarda de lucro oaprovecbamiento.

y aquellos eternol e irreductibles enemigoly despreciadores de esta modesta clase social,¿no percibieron en el rostro, el rubor de la ver·güenza, al saber «que el general impuso laMedalla .... y que elas trupas desfilaron anteel practicante»?

Acaso la lecci6n sea provechosa y quedeabierta para el practicante, en sociedad, unaera de justo reconocimiento de su personalidaden ella, precursora de tiempos más felices paraél, que le aseguren, cuando menos, el respetoy la consideraci6n a que ha sabido hacerseacreedor.

En esta era, el nombre de Vicente Mayer,tiene un puesto de honor, que le confieren SUI

propios merecimientoll; la admiraci6n y el ca·riño de todos 8US compañeros, y la sociedadmisma, obligada por el propio peso, de tan no·bilisimo proceder.

•• •Cierto que D. Vicente Mayer es antes que

todo practicante y la Clase podría recabarpara sí toda la gloria que emana de su meriti·lima conducta, pero no; la Clase es la madrey como tal muy buena: sus queridos hijos sonlas muy diversas modalidades en que cadaprofesional desenvuelve su actuaci6n, y unade ellas el practicante militar.

y como el Sr. Mayer, forma parte de esteya brillante Cuerpo, hiJO, no diremos predi­lecto, pero Ilí preclaro de la Clase, recaiga enél todo el honor que ha sabido conquistar connoble hombría, este insigne practicante, y alesculpir su acci6n el Cuerpo, en el album glo.riolo de su historia, tenga, para la madre es·piritual, un cariñoso recuerdo.

Este número ha sido revlaado por la cen­aara militar.

Ejemplo que imitarNuestro compañero D. Demetrio G6mez,

Practicante en Montebermoso (Cáceres), cons·ciente del respeto que deben merecer a los de·más 8US derechos profesionalell y viril, lo su·ficiente, para saber imponer este respeto, hainterpuesto en el pueblo de su residencia yejercicio, denuncia por intrusismo contra Ni·colás y Jacinto Moriente Clemente, de su mis.ma vecindad, que ejercían, sin hallarse en po·sesi~ n del título de Practicante, actos propiosde esta profesi6n.

E! Colegio de Cácercs reseña el hecho ensu órgano oficia! de prensa, y copia íntegra lasentencia recaída, que nosotr. s trans\:ribimospara conocimiento general, por entender queen ella se destacan circunstancias de extraor­dinario valor espirtual.

Dice así:

SENTENCIA

En Montehermoso, a 9 de Agosto de 1923,el Tribunal municipal del mismo. compuestode los señores, como juez suplente, D. Fran.cisco Mateos Garrido, y como adjuntos, donDavid Ruano Lorenzo}' D. Hilarío SánchezDomínguez, éste como suplente por ausenciadel de turno, habiendo visto y examinado elprecedente juicio verbal de faltas seguido eneste juzgado en virtud de denuncia interpues·ta por D. Demetrio Gómez González, de estavecindad, practicante y mayor de edad, contraNicolás y Jacinto Moriente Clemente, tamobién de esta vecindad, solteros, barberos y ma•yores de edad, por ejercer sin título la profe.si6n de practicantes, en cuyo juicio ha lidotambién parte el Ministerio fiscal; y

Primero resultando: Que con fecha 30 deJulio últtlJlO, D. DemetrilJ G6mez present6ante el juzgado, escrito denunciando a Nico·lás y Jacinto Moriente CIt:mente, por haberejercido sin título acto de la profesi6n de prac.ticante. Hechos probados.

Segundo resultando: Que señalado el juiciopara el dia 2 del corriente, en cuyo día no pu.do celebrarse por haberse inhibido de conoceren el mismo el señor fiscal municipal y no serposible citar al suplente en el acto, por lo quese suspendió y señaló para el día ... siguiente,en el que comparecieron las partes, ratificán­dose el denunciante en su denuncia ofreciendoprueba testifical, y los denunciados confiesanser cierto que han practicado varias curas,pertenecientes a la profesi6n de cirugía menor,pero que lo han hecho con el consentimiento

Boletín Oficial de los Practicantes de Medicsna y Cirugía. 17

y bajo la dirección de los señores médicos dela localidad, a los que piden se reciba declara·ción, y acordando así pfJr el Tribunal se seña·le al efecto para evacuar dicha prueba el día7 del corriente.

Tercero resultando: Que constituído nueva­mente el Tribunal, se señaló al efecto paraevacuar dicha prueba el día 7 siguiente;en dicho día y comparecidas las partes ytestigo, se procedió al examen de ésta, ma·nifestando el médico D. Tiburcio Garrido,que cuando hay algún enfermo que necesitade la asistencia concerniente a cirugía menor,únicamente se limita a decir a la familia deéste. que llamen a un practicante, pero sin dis·tinguir a quién, constándole que algunos hanllamado a los denunciados y éstos le han pues·to inyecciones; y el otro médico, D. HonorioAmeiquias Rey, manifestó que efectivamentelos denunciados han puesto varias inyeccionesy hecho curas y sangrías, en calidad de ayu.dantes suyos y siempre bajo la dirección suya,haciendo estrictamente lo que le ordena.

Cuarto resultando: Que el señor fiscal, en sudictamen, pide se absuelva libremente a los de­nunciados, por entender que no existe falta al·guna que corregir, en virtud de que éstos, alejercer los actos por que se le denuncian, lohan hecho con el consentimiento y bajo la di·rección del médico titular, según este mismomanifIesta. en cuyo dictamen no se conformóel denunciante sin hacer conclusión alguna.

Quinto r<:sultando: Que en la tramitación deeste juicio se ha seguido el procedimiento le­gal.

Considerando: Que los denunciados Nico·lás y Jacinto Moriente Clemente han ejercita.do sin título acto de la profesión de practican·te en cirugía menor, para lo cual es necesarioobtener aquél, según tienen confesado, han in­currido en la falta que señala el arto 591 delCódigo penal en su número 104, por lo queprocede imponerle el mínimun señalado, sinque pueda tenerse en cuenta lo manifestadoen su declaración por el médico D. HonorioAmeiquias, puesto que a entender de este Tri·bunal, dicho facultativo no tiene atribucionespara ordenar que cualquier individuo, por há­bil que sea, ejerza la profesión de practicantelin obtener el correspondiente título.

Considerant!o: Que toda persona responsa·ble criminalmente de un Qelito o falta, lo estambién civilmente, así como de las costas delprocedimiento. Vistos el artículo citado delC6digo penal y el 620 del mismo, los 962 si·guientes de la ley de Enjuiciamiento criminalen pp.rfecta unanimidad y en votaci6n ordina,ria, fallamos:

Que debemos condenar y condenamos a losdenunciados Nicolás y Jacinto Moriente Cle·mente, a la pena de cinco pesetae de multacada nno, que harán efectivas en papel de pa­gos al Estado, y en caso de ineolvencia, a quelufran un día de arresto menor, en sustituciónde dicha multa y al pago de las costas y gal'tos de este juicio.

Así por esta nuestra sentencia definitiva­mente juzgando, lo pronunciamos, mandamosy firmamos.-Francisco Mateos.-David Ruano.Hilario Sánchez.-Es copia, Daniel Herrero PUllido.

lit

• •Las circunstancias en que hemos creido ver

aquel valor espiritual que enunciamos al prin·cipio, son esencialmente el hecho, en sí, de lasentencia condenatoria; hecho confortador,que nos dice claramente, que en España haytambién quien sa"e hacer honor a la justicia yamparar en ella derechos reconocidos por laley. Es otra, la dolorosa indefensión en quela clase médica, ha dejado en este caso alpracticante, y más aún, la franca protección alintrusismo por parte del Dr. Ameiquias Rey:afortunadamente nuestro digno compañerotuvo valentía suficiente, aún sin contar conmás defensa que el peso de su raz6n, parallevar con ella a 1an cariñoso enemigo, al lu­gar que bielí merece por su estulticia. Y ee laúltima y acaso la de mayor importancia, quehay en E.paña un Tribunal de justicia, foromado por hombree rectos de espíritu y severaconciencia, que entiende (ved el primer con·siderando), que un facultativo, no tiene atribu­ciones. etc., o lo que es igual, carece de derechoa proteger al intruso.

ILoor a ese Tribunal justol y reciba desdeaquí la gratitud de todos los practicantes.

Vaya también un aplauso muy sincero paranuestro bravo co.profesional, Sr. G6mez, queasí entiende el valor de su derecho y así sabeejecitar éste, en franca lucha, contra todos SUI

detentadoree.Nuesfra cordial enhorahuena al Colegio de

Cáceres, al cual felicitamos por IU feliz idea,de dar publicidad al hecho sentenciado.

•• •y corolario: es deber cívico y de clase, de

todo practicante, buscar el intrusiemo con ver·dadero interés; demostrarlo plenamente y de­nunciarlo de cara y con valentía, que en Es­paña son muchos los Tribunales y todos ha·cen justicia.

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Rese r va do para la acreditadacasa de productos químicos de

f). Gastaoo ~edep

Zoppillo, .23. = = (padpid. .

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Boletín OficiaZ de los Practicantes de Medicina y Cirugía. 19

Otra Iucu bración fantásticaNo eran bastantes todavía, con ser muchos,

los entes parasitarios que en conjunto consti­tuyen el intrusismo de nuestra profc:si6n y yasurge otro más en el horizonte; apenas se di·buja todavía, pero ya está forjado en la mentede otros creadores, que a imitación de más al·tas personalidades sanitarias, conciben por noser menos, una nueva enfermera.

y no es nada más que en la Beneficenciaprovincial de Madrid, donde se incuba esta no·vísima creación; o lo que es igual, en el campode actuaci6n, con más ilusi6n soñado por elpracticante, que entiende que es precisamenteen los grandes hospitales destinados a pobresde solemni:iad, donde mejor se indican su ac·tuación y sus propias aptitudes y donde mejory más piadoso servicio puede rendir a la hu.manidad doliente y olvidada por los dones dela fortuna.

El Hospital Provincial de Madrid, con suscuarenta o cincuenta salas, a cuatro filas dequince o veinte camas cada una, yen el que secobija, al amparo de la caridad oficial, tantay tanta desdicha; donde el campo inmenso dela patología ofrece todas sus múltiples varie·dades, hasta las menos frecuentes; donde cadaenfermo es un drama de pobreza y cada camauna tragedia de dolor y de miserias humanas.

El hospital de San Juan de Dios, con suenorme cubicación para enfermería y el culti·va de sus especialidades morbosas, que reco.gen y amparan al paciente, cuando acude con.Yertido ya en despojo humano, efecto inevita·ble de una vida irregular y poco en armoníacon el debido equilibrio de la función sexual.

En ambos vastos campos de dolor, donde laaugusta Medicina ejerce en todo su esplendorla magnánima virtud de la Caridad; donde elmédico, en función de sacerdote de tan excelsavirtud, derrama a manos llenas los dones infi·nitos de su bendecida ciencia sobre la salud, yen muchos casos la vida del enfermo pobre y

carente de todo otro consuelo, y donde, enfin, otros elementos auxiliares pueden hacertanto bien, aliado del profesor, con arreglo aciencia y cerca del enfermo, rodeándole decuidados y cariños, por mandato de la con­ciencia... , allí ... va a ser fulminada una sen·tencia de procripci6n para el practicante y...lexaltada la enfermera I ¡Otra enfermera másl

• • •Una ponencia facultativa de la Beneficencia

provincial de Madrid, por en.:argo del Cuerpomédico· farmacéutico de la misma, y formadapor ilustres doctores, ~uyo nombre se resistea los puntos de nuestra pluma, pero que he.mas de consignar, por imperativo de la con·ciencia, los doctores Goyanea, Sanchís Banusy Enríquez de Salamanca, ha formulado UQ

proyecto de reorganización de los servicios deaquélla, acreedor a todo género de alabanzas,por la alteza de miras con que eleva la funcióncientífica a una altura digna de toda conside·ración y la caritativa para el enfermo, a puntotal, que representa para él innúmeros benefi·cios; pero••• , que al m¡lrgen de la ley y olvi·dando al practicante propone la creación de unCuerpo de enfermeras tituladas, tal que hayauna por sala, cuando lt1enos.

• • •No es esta la ocasi6n más oportuna de con·

trolar para compararlos el coeficiente de utili·dad que rendir podrían practicante y enferme·ra en los servicios de la Beneficencia provinocial, supuesta la reforma que se propone. Delo que sí es ocasión es de dicernir la cuestiónjurídica, planteada por la ponencia al proponerla enfermera titulada.

El título de esa enfermera ¿va a ser el depracticante? Si es así, queda terminada lacuestión con arreglo a ley, y vayan a la Be.neficencia cuantas enfermeras 'luieran sus di­rectores; el tiempo les dará el coeficiente deutilid"d de este practicante femenino, y acasoalgún día tengan ocasión de apreciar y com-

gua de SolaresNenrastenia, estómago, digestiones V para lavados intestinales

20 Boletín Oficial de los Practicantes de Medicina y Ciruf;ía.

23 centigramos.6 miligramos.2 centigramos.

pararle con él el que podría rendir el practi.cante varón.

Pero si no es éste, ¿cual otro título ha de sery quién lo va a expedir?

¿El Cuerpo médico de la Beneficencia? Ten·gan en cuenta los ponentes que su enfermeraha de practicar actos propios de la profesiónde practicante, sin título de tal que la amparepara ello, y que los tribunales de justicia des­autorizan al facultativo que ordena estas ac­tuaciones a persona no titulada, y castiga aésta.

No ha de amparar tampoco a esa enfermerael título expedido por la Beneficencia, porquepara ello es preciso que el Estado lo sancione,creándola por Real orden o Real decreto, y elEstado no puede, o cuando menos, no debecrear una profesión igual a otra que ya tienecreada y titulada, que es el practicante.

No podrá tampoco, ser el Estado quien ex­pida el titulo a la presunta enfermera, por lamisma'raz6n que antecede, o sea, porque altitularla determinaria un claro intrusismo parala profesi6n de practicante, consecuencia enpu~na con la Ley.

y aaí pues. si la Beneficencia provincial nola puede titular, o si lo hace, su titulo carecede valor legal, y si el Estado ni puede ni debecrear la profesi6n de enfermera, ni menos ti­tular la creada o pensada por la Beneficencia,¿quién la va a titular?

Vean, pues, los ilustres doctores que for­man la ponencia, c6mo su proyectada enfer.mera es ona entelequia, porque jurídicamentees un imposible.

Podrán, si les ayuda la sinraz6n, llegar aconseguirla y pasar por encima del practican.te; pero no olviden que habrán detentado unsacratísimo derecho; ello es igual que cometeruna mala acción, y en esta vida, toda malaacción, a la corta o a la larga encuentra su

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timo.

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merecido; por de pronto, entiendan que el prac·ticante no se resigna y hará cuanto posible seapor cortar el paso a su desatinado Proyecto,en la parte que le afecta, y si en esta legítimadefensa de los propios intereses, adoptara so·luciones extremadas, no les extrañe: ello esmuy justo. ... ..

No terminaremos este comentario, sin reco­ger una curiosa apreciación de los citados po·nentes, que aparece en las primeras frases desu Proyecto.

Se con~ratulan de que hayan desaparecidoen la Beneficencia provincial, ciertos cargos:practicante y sangrador, que entonces (se refierena los tiempos de la fundación) tenían razOOde ser.

Ciertamente, la sangría se practica hoy conmucha menos frecuencia que en aquellos tiem·pos; pero... Ise practica alguna vezl, y no tanpocas como ellos suponen; pues en tanto lasangria se practique, patentizando con ello suabsoluta necesidad, el profesional encargadode practicarla, sea el que fuere, tiene razOO deser, aunque esos señores no quieran.

La titulación de sangrador ya no existe, nien la Ley ni en la costumbre, y su funci6n hapasado al practicante, que la tiene consignadaen el programa de su carrera; luego el practi­cante practica la sangría en ejercicio de su legítimo derecho; claro está que el médico lapractica también si 10 desea; y nosotros invi·tamos a los señores de la ponencia, a rebatiresta afirmación: el 95 por 100, cuando menos,de las sangrías que se practican hoy, las haceel practicante. '

De otra parte, el practicante actúa en todoslos hospitales de poblaciones donde no hayalumnos de Medicina, ni señoritas que aspirenal nobilísiml) cargo de enfermeras; en el infi-

No receteis específicos ex­

tranjeros, y menos si no co­

noceis su composición; el

Jarabe Orivenetamente español, no es

u n medicamento secreto.

Boletín Oficial de 10$ Practicantes de Medicina y Cirugía.

nito número ¡e pueblos, en concepto de titu­lar, donde los señores médicos no quieren ir;en el Ejército, en la Marina de guerra y en laBeneficencia Municipal de Madrid. formandobrillantes y honrosas Corporaciones. y enotros muchos sitios y modalidades más, queomitimos por razón de brevedad, y en todaspartes con el beneplácito y a satisfacción decultos profesores, que si no valen más que losilustres ponent~s a quienes'nos referimos, tam­poco valen menos.

Vean éstos, pues, cómo el practicante, tan­to para efectual' la sangría cuanto para el ejer.cicio de sus muchas e interesantes modalida­des, tiene razón de ser, aunque les pese.

• • •y vea la Clase ahora si es ocasión de alzar­

se, ya de veras una vez, frente a tanto deten·tador de sus legítimos derechos, y agruparseen Colegios y Federaciones flara procurarllefuerzas que la dtfiendan de tanto mal. De otrasuerte, ya sabe lo que le espera.

IMPORTANTISIMOInteresa a la clase, que los señores Presi­

dentes de los Colegios de Practicantes que secitan al pie, remitan al Excmo. Señor Subse­cretario del Ministerio de la Gobernación, en­tre los dfas 20 y 25 del actual mes de No­viembre, un oficio, ajustado o parecido al si­guiente modelo:

EXCMO. S~OR:

Habiendo sido presentada en ese Ministe­rio de su merecido cargo, en 1.0 de Junio delaño actual, por D. Bernardino Asenjo, en re­presentación, instancia de este Colegio dePracticantes, firmada por el que subscribe elpresente oficio, acompañando a otras treintay tres instancias, de otros tantos Colegios, ensúplica todas, de Colegiación oficial obligato­ria y cuya presentación de documentos, cons­ta señalada con el núm. 14 de entrada, folio463, del libro correspondiente al año actual,y cuyo asunto corresponde a la Sección deSanidad mterior, todo según resguardo enpoder del citado representante D. BenardinoAsenjo;

y habiendo éste, en el dfa 25 del anterior,

solicitado personalmente, en el Negociado deReclamaciones de ese Ministerio, noticia y laposible brevedad en el despacho, para elasunto a que se contraen las instancias de re­ferencia, a cuya solicitud del repetido repre­sentante, le fué manif~stado, que carece delderecho a la reclamación que formula, por noser el firmante de las instancias, me permitorogar a la superior autoridad de V. E. se dig­ne tener por presentada la citada reclamación,por el presente escrito, en lo que afecta a lade este Colegio de Practicantes.

Dios guarde a V. E. muchos años.. . • . . • • . . .. a ... . de Noviembre de 1923.

El Presidente,(Firma y sello).

Excmo. Señor Subsecretario del Ministeriode la Gobernación.

Colegios que han de remitir el anterior oficio

Albacete. Córdoba. San Sebastlán.Alcoy. Cuenca. Santander.Alicante. Guadalajara. Sevll1a.Almeria. Huesca. Sorla,Badajoz.

IJaén. Tarragona.Benavente.La Corui\a, Terue!.Bilbao.

Burgos. León. Toledo.Cáceres. Lérlda. Valencia.Cádiz. Madrid. Valladolid.Castellón. Málaga. Vltorla.Ciudad Real, Pamplona. Zaragoza.

NOTA.-Los Colegios, cuyo Presidente ac­tual no fuera el mismo que suscribió la ins­tancia, deben interesarse en recabar su firmapara este oficio, añadiendo a la antefirma cen1.0 de Junio de 1923) y de no lograr la firmade éste, firmará el actual, poniendo debajo dela antefirma: (Por cambio de persona en elcargo).

Se encarece la importancia, de que todoslos Colegios remitan este oficio, en los dfasseñalados.

Ruego a los compañeros que me pregun­tan la forma de efectuar el pago, tengan la

bondad de ver el boletín de suscripción im­preso en la pág. 29.

Bokt(n Oficial de los Pt'acticanüs de Medicina y Cit'ugía.

NUEVOS PRACTICANTESCon aprovechamiento digno de aplauso, han

terminado la carrera de practicante en la Fa­cultad de Madrid, los siguientes:

Notables: Srtas. Felisa Calzadi1la, SoledadMontero ~icolás y Felipa Menéndez Iglesias.

Aprobadas: Srtas. Ignacia Huelvez Vázquez,Maria Roldán Pérez y María Suárez Parrando.

Sobresalientes: D. Francisco López López,D. Amadeo L6pez González y D. AgustínFoneeca Valque.

Nntabks: Sr. Angulo García y D. Pedro Va­dillo Cenizo.

Aprobados: D. Julián Rr¡drí~uez, D. JuanSobrado Serrano, D. Jl1an Larruc'l. Arrnio,D. Felipe Perdiguero B"!rglm. D. O Um, Cle­mente Gil. D. Pausto G'IrcÍa Martínpz. donTimoteo Alba Espinos. D. Emiliano SánchezPérez, O. Raimundo Alvarez MarHnez, donFernando Calvo Cavanell. Sr. Del~ado Guz­mán, D. Juan Atvarez Espí, D. Manuel San­tos Morales, D. Antonio Malina Cofrade, donCarlos Estedandin, D. Jasé Rubio Gomarit.D. Agustín Clarabal Fuentes, D. JOllé TrejoParejo, D. Miguel Cervantes Estella, D. Pe­dro Boluda Tendero, D. Julián Ranero Gon­zález, D. Celestino L6pez Fernández, D. Ri­cardo González Alonllo, D. Modesto Rodrí­guez Fernández, D. Vicente Medina Macarro,D. Francillco Perezagua G6mez, D. DomingoExp6l1ito Berrocal.

Cordial felicitación para todos, y con ella,nuestro deseo de que en el ejercicio de la pro­fesión, alcancen señalados triunfos y muchasocasiones de honrar a la Clalle, de que ya sonparte.

También ha terminado la carrera, en estaFacultad, en los exámenes de Septiembre úl­timo, con brillantes ejercicios, el practicantemilitar en expectación, sargento del Ejército.D. Julián Romero, a Quien igual que a los an­teriores, felicitamos sinceramente.

Toda la correspondenela admInIstra­tiva diríjase a nombre del AdminIs­trador, Don Balblno Díaz Morcillo,

Libertad, 2, Madrid.

CorreSDonOencia anmfnfslrativaGiros recibidos en eetubre.

D. Pahlo Quintana.-Abonado fin Septiem­bre de 1924.

D. Andrés Hermida.-Idem fin A~osto de192 4.+D. Raimundo Fernández.-Idem fin Enerode 1924.-+ D. Antonio Jiménez.-Idem fin Mayo 1924.~ D. Francisco Díez Miguel.-Idem fin Octu·bre de 1923.

D. Francisco Trujillo.-Idem fin Diciembrede 1923.

D. Je!lús Rubio.-Idem fin Mayo de 1924.D. Miguel de la Prieta.-Idem fin Diciem·

bre de 1924.D. S:l.nti'lgo Calder6n.-Idem fin Nt>viem·

bre de 1923.+D. José Martínez Bañ6n.-Idem fin Juliode 1924.

D. JOSé Armen~ol.-Iflem fin A~osto 1924.)o( D. Manuel Centeno.-Idem fin Marzo 1924.+D. Gabriel Prieto.-Idem fin Enero 1924.

José María G:l.rcía Carretero.-Idem fin Di·ciembre de 1923.

D. Felipe Martínez Izquierdo.- Idem finAgosto de 1924.

D. Agustín Rivera Fraile.-Idem fin Octu­bre 1924.

D. Ciriaco Olías.-Hem fin Octubre 1924'D. Gre~orio Gil Sabadia.-Idem fin de Oc­

bre de 1924.D. Recaredo Centelles.-Idem fin Octubre

de 1924.D. Rogelio Nalda.-Idern fin Octubre 1924.

:RECTIFICANDO

En el número anterior, y en la relación desocios corresponllales de este Colegio, incur.IIOS en falta de pago, hubimos de figurar, equi·vocadamente, al culto practicante militar donJuan M. Calvo Pedrero, que presta !lUS esti·mables servicios en el Consultorio indígena deEl Zaio (Melilla).

Por la presente rectificaci6n queda excluídoel Sr. Calvo de aquella relación, el cual, porpertenecer a otro Colegio, no fué nunca aso­ciado en este de Madrid.

Boletín Oficial de los Practicantes de Medicina y Cirugía 23

NO':r:tO:I:AS

La Asociaci6n del Cuerpo Facultativo de laBeneficencia Municipal de Madrid, celosa delos intereses morales y materiales de sus aso­ciados en la Corporaci6n municipal, ha pre­sentado una razonada exposici6n al Excelenti·simo Ayuntamiento, en la que se proponen,para el servicio de guardia en las Casas de So·corro, importantes modificaciones que, deaceptarse, beneficiarian notablemente al per­sonal de médicos y practicantes, haciendo másllevaderas las dificultades actuales de su peno·so servicio.

Nos consta que la exposici6n, ha sido acogi.da con benevolencia y que en la actualidad setrabaja activamente, para ver de convertirla enrealidad,.tanto por el Negociado correspon-

E

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de la inmunidad (Dr. Méndez).Neumococo.-Núm. 2.-Estudio y tra-

diente del Ayuntamiento, como por el ilustredoctor Presidente de la Asociaci6n, D. Fran·cisco Carmona, a quien se debe tan plausibleiniciativa, de la cual se ha convertido en fer­voroso paladin.

Hacemos votos porque triunfen los merito­rios prop6sitos del Sr. Carmona, a quien a lavez que gratitud, ofrecemos nuestra sincerafelicitaci6n. ..

Con toda felicidad ha dado a luz el dia Sdel actual, la señora doña Pilar Lapuerta, es­posa de nuestro buen compañero y colegiadoD. César Fernández, una preciosa niña.

Al ofrecer a sus padres nuestra cordial en­horabuena, deseamos para la ne6fita larga ypr6spera vida.

tamiento de la gripe " su verdadero conocimientocomo entidad patológica.

Núm. 3.-Endometritis puerperal.- E~tudio

etioI6~ico.-Contribuci6nal estudio clínico.­Exudado uterino· (Loquioll).-Tratamiento.­Casuística (por el Dr. Lais G. Gret).

Núm. 4.-Notas terapéuticas sobre el Haptin6.geno Neumo (recopllacióni,

Difteria.-Núm. 5.-El tratamiento de ladifteria por la Haptinogenina Diftérica. (por losDres. Julio Méndez, Lucio A. Garcia, NicetoS. L6izaga y Emilic Troise).

Núm. 6.-Comparaci6n de la acci6n curativadel ~uero Antidiftérico y la Haptinogenina en ladifteria humana (por el Dr. Julio Méndez).

Gonococo.-Núm. 7.-Notas bibliográfi.cas sobre la acción del Haptin6geno Gono (recopila .ción).-Núm. 8.-Haptinógeno Gono en el trata.miento de la Blenorragia y sus complicaciones (porel Dr. Héctor Dasso).

Eczema.-Núm. 9.-Terapéutica esencialdel Eczema por el Haptinógeno Eczema (por el doc­tor Niceto S. L6izaga).

E.tllfilo.-·Núm. !o.-Diabetes y Antrax.7ratamiento biológico de la infección (Dr. HéctorDasso). -Núm. u.-·Osteo periostitisestafilocócci.ca de la tibia (oor el Dr. Héctor Dasso).

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Hilo 111. NeVIEMBRB 1923 Núm. 30.

BOLETIN DE LA FEDERACIOH NACIONALDE COLEGIOS DE PRACTICANTES ESPAÑOLES

presidente del Colegio madrileño, mi queridoamigo González Duarte, me remitl6, notificándome el acuerdo mencionaJo. IYo el sucesordel gran Tarrero y del batallador Marzal ¡Miinsignificante personalidad, elevada al puestode ma}or responsabilidad y honor! ¿Cómopoder saltr airo:>o de este cometido? Consulta­do primero mi coraz6n, me dictaba que el noaceptar implicaba una deserción, consultadosmIs muy queridos colegiados, todos, todos medIjeron que por honor al Colegio y cumplien­do como buen practicante disciplinado, teníaque acatar la dIsposición de aquellos, que enmi persona habían puesto los oJos, para quefuera el presidente de la Federación; decisiónque acepté, si bien necesitaba entrevistarmecon los delegados regionales y presidentes delas Comisiones permanentes de los diferentesasuntos en tramitaCIón domiciliados en Ma­drid, para lo cual me trasladé inmediatamentea la Corte, sintiendo en el alma no llegar atiempo de saludarles y haciéndolo únicamentea los Sres. Ceballos y Garcia Rosso, delega­cos de Andalucía y teniendo la satisfacción detener una entrevisla, con el digno presidentedel ColegiO madrIleño Sr. Gunzález Duarte,el director del BOLETíN OFICIAL, Sr. LópezGarcia, y el delegado rt:glOnal de Castilla laN uc:va y Extremal1ura, Sr. Asenjo, y otrosdignos ~úmlJañerull, a qUienes reltt:l é mi gra­tlLud, pur lo. cOIJfial za en ml depOSitada. De laentrevista saqué la impresión satisfactoria, deque el CJlegw madrlleño, respondía siempre asu hidalguía y subordinación e inmediatas ór­denes; Igual impreliión obtuve de los abnega.dos andatul:es, por lo que acepté el cargo enel que qUiera Dws la suerte me acompañe, nopor mi persuna, que bien poco vale, sinó porla prosperidad de nuestra clase, necesitadahoy de mejolas justas, que no quisieron con­ce<1t:rle lUIl púhtlcos que:: en buena hora, des­terro pur Illeptos y perj uÜIClales, el actualUlreCLOflU mllllar que rige nuestros destinos.Hccnas t:Sla8 aCJaradones, debo de participa-

MI SALUDOAnonadado ante la responsabilidad y la im­

portancia del cargo que mis queridos compa­ñeros, los delegados regionales, me han hon­rado, cunfiándome la presidencia de la Federa­ción, no acierta mi pobre pluma a manifes·tarles el agradecimiento sincero por tal honor.Indudablemente, han visto en m ipersona con­diciones, que seguramente no poseo, pues elpresidir un Colegio provincial, fundar un pe­riódico profesional y formar en la vangLlardiade los entusiastas, no Ion mérItos suficientespara elevar a una persona, a la más alta re­presentación de una clase, sino que se precisancondiciones excepcionales que creo no tener,cuales son: disposición, competencia, tacto,que si bien es cierto pueden suplir a estascualidades la buena fe, el entuSIasmo en lasideas, la ábnegación férrea en nuestras deter·minaciones, también es cierto, que no solo es­tas condiciones se precisan para conseguirnuestras justas y deseadas aspiraciones.

Al tener conocimiento de mi designaciónpara tal cargo, creedme, dudé un momento enla determinación, pues no me creía en condi­ciones para desempeñar, cual se merece, estedelicad~bimo puesto.

Retenido en mi Toledo por grave dolenciade un ser querido, causa justificada, por la queno pude concurrir, cual hubiera ludo mi de·leo, a la próxima pasada Asamblea de clasesSanitarias, donde el Colegio toledano llevabaconclusiones de evidente desagradu, haCia unaalta personalidad sanllada, pur la injusta ac­tuación y menosprecio a nuestra clalle, ajenome encontraba de que en la Corte, reunidoslos delegados reglOnalts de nuebtra Federa­ción, deSIgnaran a mi humilde persuna paraser el sucesor del beneméntu Marzu. Per~llju

quedé al leer el telegrama que el entu81aota

(;============JII'realdeate. D. PBRN1lNOe G. INIBST1l Teaorero. D. M1lNUBL BBLTR1lN VIVBS

MA~T1N GAME~O, 13, SEGUNDO E~MJTA DE SAN JAIME, 3, P~IME~O

TOLEDO YALENCJA

Dios uraCllCnn18S 8SDanOI8S.

130lettn de la Pede,aci&n Nacional de Colegios de Practicanlts españoles.

ros que, hombre que no buscó, ni pretendiótan elevado puesto y que sólo llegó a él, por elazar .~e las circunstancias, seguro no se apeogará al mismo, si vuestra confianza algún diale faltara, volviendo al rinconcillo provlOcianode donde salió, sólo por la voluntad y mandatode nuestros representantes legítimos, los de·legados regionales.

Cumpliendo con el deber de subordinadocorrecto y obedIente, al act;ptar sus disposicio.nes, pero que proLurat é por cuantos medíosle fl.eren precisos, haceue acreedor a vuestraconfianza, poniendo todas mis energías ennuestros j ustísimos anbelos de reivindicación.Seré el fit:! contlnuadur de mi antecesuI, señorMarzo, en el que me InspIraré muchas veces,para poder lograr los eXl10S que a él le esta·ban reservadotJ. Procuraré enterarme de lasneceSIdades más perentorias de la clase, paramis mayores energías, desplegarlas en 8U cau·sa. VIVIré en constante comuntcaclón con misdignos compañeros los delegados regionalesy con el ComIté ejecutivo, acudiendo, cuandoles fueren precislJs, mi actuación o presencia.

Bn una palabra: seré el fiel cumplidor denuestros estatutos y aunque mi lema es su·marnos y no restarnos, seré severo para losque delincan, principalmente en aquellos ca­sos en que se intente la desmembración denuestra sacrObanta Federación, logrando, deesta manera, conservar la dlsdplina elltrecha,con la que beguramente lograremos todo cuan­to eS de jU!ltlcla.

TermlOo ofreciéndome a todos y esperoque cumplamos con nuestro deber cada cualdesde sus puestos, para que la pujanza de laFederación sea arroHadora y llegadu un díaen que, unida la razón y la tuerza, no tenga·mal; peligros serios que arrostrar, porque loshabremus vencidos cun la unión y con la dis­Ciplina.

Así lo espero de vosotros, porque a más depracticantes sois españoles, y estas dos cuali·dades nos hacen 8er Invencibles.

La Presidencia.

la Pros GOllcla DO la Fodcrac Óll.De modo inOpinado y en ocasión altamente

interesante, ha sorprendido a la clase la dlmi·sión irrevocable del Presidente de la Federa­ciún, D. Enrique Marzo, recibida en Madriden los días de la pasada Asamblea de clagessanitarias.

Coincidentes en la Corte con motivo de ellala mayoría de los Delegados regionales, y en

contacto con el Comité ejecutivo, que tiene suresidencia en esta capital, acordaron reunidos,proveer accidentalmente, y enviar a los actosde Asamblea, la debida representación de laClase, recayendo la elección en D. FernandoCeballos, Delegado de Andalucía y director deEl Practicante Gaditano, que por aclamación fuéproclamado Presidente accidental.

De cómo el Sr. Ceballos ostentó en la Asam­blea, la elevada representación que le habiasido conferida, huelga todo elogio; lo hizocomo él sabe hacer las cosas ¡;randes, y logródar en tan importante Congreso, la sensaciónde corrección, dignidad y propia estimacióncon que el Practicante debía presentarse enaquel acto.

Terminada la Asamblea y tras prolijas yaccidentadas discusiones del plenario de la Fe·deración, bien justificadas por la gravedad delcaso, se acordó aceptar }a dimisión al señorMarzo y designar para el cargo, hasta la pró·xima Asamblea de directivas, al Presidentedel Colegio de Toledo, D. Fernando Gonzále~Iniesta.

•••Hasta aquí los hechos; ahora••• ¿c6mo po·

nerle un comentario al transcendental sucesoque nos ocupa? Conceptos nos faltan para la·mentar las dolorosas razones que bacen irre .vocable la decisión del Sr. Marzo, de alejarsede nosotros y dejar vacío un puesto, que en suhonor y por su entusiasmo, talento y aptitu­des, labramos los Practicantes españoles, en lainolvidable Asamblea del 21.

Puesto que por ser de bonor, es también obli·gatoriamente de lucha y de trabajo, y en elcual, y por lo mismo, tuvieron ocasiones milde brIllar esplendorosas, las mentisimas dotesde nuestro dimisionario amigo.

Llévese a la pi cidez de su descanso la ceroteza, y ella le sirva de halagadora satisfacción,de que su grande obra, la actuación beneficio·sa que ha desarrollado, la sinceridad de su es­fuerzo y la fe y buena intención que pusosiempre en todosllus trabajos por la Clase, hande ser por eHa, justipreciados como valor espi.ritual de la más alta estimación y conservadosen su historia con perenne y gratísimo recuerodo, en el l ual perdurará siempre el nombre deIEnrique Marzol

•••Don Fernando González Iniesta, Presidente

del Colegio de Toledo, es el nuevo Presidentede la Federación, y a su mayor elogio, lo me·jor que podemos decir, es el asombro que leprodujo verse erigido a tan alto puesto, porqueello significa que ea consciente de la grandeza

Eoletetn d la Fede"aci61t Nacianal de Colegios de Practicentes españoles.

del mismo, o lo que es igual, sabe que allumesobre si, la supre;;ma representación de la clasey la enorme n::sponsablliaad de encauzarla ydirigirla por útiles derroteros.

Claro está que su reconocida modestia leaconseJó, en un principiO, resistirse; pero es·

piritu disciplinado y obediente a los mandatosf de la clase a que perttnece, entendi6 de su de·

ber la aceptación, y a cumplirlo se apresta,puniendo a contrlbuci6n todo su valer, que esmucno; su entusiasmo, por todos reconecido,y su firme voluntad, nunca desmedida.

El Directorio Militar y los PracticantesCon motivo de los actos de Asamblea recientemente celebrados en Madrid, la represen­

tación de la clase, vinculada en los :;¡res. Delegados regionales, nos honró con el encargo dehacer una Exposición que sirviera de preámbulo al maglstral Proyecto de reforma de La ca­rrera de J!racticantes, conjeccionado por el ilustre Dr. ::;anchls Bergón, a ruego, Vcon la feLizcolaboración de nuestro,.. ¡siempre Enrique Malzol, y que ha sido presentado por el Colegiode Madrid al Directorio M¿Litar.

Grande fué el compromiso en qIle nos vimos, frente a empresa de tal aliura, ya que pro­logar a inteligencias tan priviligiadas, era y es superior a nuestras fuerzas; pero eLLo era pre­ciso, y en hacerlo pusimos corazón y voluntad, a falta de mejores prendas, y a continuaciónvan Exposición y Proyecto.

LA DIRECCIÓN

~X:J?OSJ:OJ:ON

Excmo. Señor Presidente del Directorio Militar.Excmo. Sr:

En los momentos actuales, en que ese ilus­tre Directorio dedica sus CUidados al funda­mental problema docente de la NaCión, y paracuyas soluclOnes recaba, con laudable aCIer­to, inspuación y consejo de aquellas c1a5esSOCIales que en el mIsmo tienen pnmordlalesintereses, una clase cuitural, modesta en susesenCIas, pero imprescmdible en su funcion,se acerca respetuosa a ese ilustre Duectonoy le confía la mas elevada de sus asptraclo­nes. E.L PRACTlCANTtt DE ME.DICINA y CIRUOIA es­pañol (revreseutado por el Cokgiu ae Practi­cantes de Maand que suscnbe el vresente 0.0­cumento) y que desea la amp¡iaaLóny rejor­ma del programa de su carrera.

Es por tanto, Excmo. Sr., la voz de cincomil practicantes oIgaDlzlldos, la que llegahasta V. E. ardlente en fervoroso aeseo, aemayor pan cultural. ¡Suprema aspiración deesta clase humilde, que qUlere digmficarse porla cultura y ser útil al enfermo, por efecto in­declmable y deIlvcldo de la rnl:.mal

El conteniao del proyecto que se adjunta,

responde bien a esta aspiración, por ser él, laresultaute de un meditado e5tudlO, al que hanprestado su concurso, entre múltIples facto:'res, la me~timable enseñanza de la expenen­Cla de muchos años; las ideas aportadas porcada profeslOnal, en aras del mejor aCIerto, yCUldadosi>mente recogIdas, estudiadas y se­lecClOnadas por todos lOS demás, y los valio­síSImos consejos de emmentes Profesores Mé­dll.:os, que se han dignado honrarnos con susmuy estlmables insJ,J1faClOnes.

Es, así pues, que el Proyecto elaborado, yque tent:rnos el honur ae :>ometer a la sabiacunsldt:raclon de ese nonorable Duectorio,contIene eu sus e~encias: una cultura gene­ral llllclal, suÍlclente a servu de buena basepara el e:.tudlO ulteIlor; una dehcada seleCCIónde las m..tenas técnico-profesionales, bIen en­tendida y ue exacta apllcaclón a las funclOnespropIas del practicante, comprendIdas ellasen UI1 campo de acclOn, lógiCO y racional; unajusteza de límites para cada una de estas ma­terias, que le acredita de ecuánime y ponde­rado, y vor Íln, una característica importanU­SIma y de muy POSitIVO valor, la de ser emi­nentemente prácUco y manual; que por algo

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está ordenado a la actuación auxiliar del Prac­ticante.

.@

Todo anhelo cultural, Excmos. Señores, serecomienda por sí mismo, y ocioso pudieraparecer argumentar en apoyo de nuestra soli­citud; séanos, sin embargo, permitido alegaralgo que la ampare, siquiera con el fin de po­ner de manifiesto, beneficios positivos que ala función sanitaria patria, habría de reportaresta realidad a que aspiramos, aunque talesbeneficios fueran muy pequeños.

Estudiemos, por ejemplo, el caso del actualPracticante rural y sin ahondar mucho, nosdaremos pronto cuenta exacta, de la enormeresponsabilidad, no ya legal, sino de concien·cia y de humamdad que pesa sobre él, frentea las realidades de su misión samtaria, siem-

. pre o casi siempre a descorazonadora distan­cia del Médico, en pueblos y partidos, tenien­do en casi todos los casos tres o cuatro ane­jos que asistir, además del pueblo de su resi­dencia y sin otro bagaje cientifico, para lasnecesidades corrientes de todos ellos y paralos casos de ur~ente gravedad, que el arcáicoprograma actual de su carrera y... su buenavoluntad. ¡Asusta mirar tanto abandono, caraa cara!

En tanto los partidos rurales no puedenser, por Médicos asistidos, habrán de serlopor practicantes y es de una evidencia con­vincente, que a mayor cultura en este, corres­ponden mayores garantias sanitarias para laasistencia rural, y como en España, por desdi­cha, son numerosísimos los pueblos a los cua­les la acción médica sólo llega por reflejo,recogido y actuado por el Practicante, todaacción que propenda a mejorar a éste en or­den cultural, es mejorar la función sanita­ria patria más poco o más mucho, pero algo.

La culminación de este caso podtíamosbuscarla, aunque muy lejos, en las posesionesespañolas de Fernando Poo, donde tres ocuatro señores profesores, asistidos de unaveintena de practicantes, cuidan las necesida­des sanitarias del país, y bien se infiere la pre­sencia médica, no más que en los centros depoblación; el interior corre a cargo del prac­ticahte, que llega hasta el hecho de certificarlas defunciones.

Si fijamos ahora la atención en el practi­cante militar, pálida será toda exaltación, fren­te a la realidad positiva de su eficiencia pro­fesional, bien demostrada; buen testigo, LaCorrespondencia Mtldar, que lo proclama así,con su voz autorizada; pero todavía es poco:él ha sabido, además, acreditarse de soldado

valeroso, dando su sangre a la patria en elcampo de batalla, en sublime y nobilísimafunción de salvar la vida ajena, con despreciode la suya, y alcanzando para el Cuerpo, enuno de sus individuos, la gloriosa MedallaMilitar.

R.enunciamos a estudiar otras facetas delpracticante; ellas son muchas y todas intere­santes, y cansarfamos la atención del Directo­rio; esto no obstante, a ello estamos dispues­tos si para ello fuésemos requeridos.

oSe observa en la actuación de ese dignlsi­

mo Directorio, una plausible tendencia a launificación de cosas de igual naturaleza, queanduvieron hasta hoy, harto dispersas y en la­mentable y perniciosa autonomla; el caso pre·sente es una de esas cosas, y ello es como si­gue:

Es evidente que, alIado de la función mé·dica directora, existe otra acción subordinaday ejecutora de la prescripción facultativa deaquélla, y personalizada en un elemento auxi­liar. Este elemento es, pues, de una necesidadabsoluta.

Y, en efecto, existen en la actualidad, rela­cionados con aquella acción subordinada,practicantes, matronas, enfermeras, enferme­ros, damas de la Cruz R.oja y alumnos deMedicina pseudo titulados practicantes, auxi­liares todos ellos del médico en su función, yen número considerable.

Sin establecer paralelos comparativos, queno son del caso, puede sentarse la conclusióndefinitiva, desprendida de la observaciónconstante de la realidad, que tal promiscuidadde auxiliares para una función sola, es alta­mente petjudicial a la función misma.

Bueno será, sin embargo, hacer notar eneste sitio, que de todos estos auxiliares, sólouno está total y ampliamente autorizado porla Ley, por ser el único a quien se expide TI­tulo Académico, para ejercer como auxiliardel médico en toda la extensión de este con­cepto: el practicante.

y otro: la matrona, a la cual también se ex­pide el expresado Titulo; pero sólo en rela­ción con el parto normal, siendo asl, del mis­mo modo, auxiliar del médico, para esta clasede actuaciones.

Los demás, no son otra cosa que simplesdiplomados, por modos, razones o procedi­mientos más o menos discutibles, y por Cen­tros, personas o entidades más o menos mo­ralmente autorizados para hacerlo; pero queen modo alguno pueden colocarse a nivel delpracticante, legalmente, ya que entre un di-

Boletín de la Federaci6n Nacional de Colef!ios de Practt"cantes españoles.

ploma privado, asf expedido y un Título Aca­démico oficial, debe haber alguna diferencia.

Si ese elevado Directorio, fiel a su sanateorfa de unificación, suprimiera todos estosauxiliares, practicante y matrona incluso, ycreara la carrera de Auxiliar Médico, ajustadaal proyecto que se adjunta y asequible a en­trambos sexos, es posible que ganaran muchola función facultativa, el profesor que la rige,el auxiliar que la ejecuta y, esencialmente, elenfermo.

Ello darfa también satisfacción a una ideamuy moderna y muy humana: la de abrir unhorizonte más, siquiera fuera modesto, a lamujer española de humilde condición, creán­dole un campo de ejercicio en el cual encon­traría indiscutibles actuaciones, bien armoni­zadas con sus peculiares aptitudes, que serfanpara ella un camino más hacia el logro de suemancipación económica, y con tanto másmotivo, ya que entonces formarfa parte de unaprofesión digna en sf, dignificada por la Leyy reconocida por la sociedad.

O

Inútil parece insistir con nuevas argumen­taciones, aunque podrían aducirse muchasmás y todas ellas del más alto interés. Proce­de ahora un poco de historia retrospectiva endemostración de no ser este acto nuestro, hijocircunstancial y poco meditado del momentonacional en que ·vivimos.

La sed cultural del practicante no es deahora, pues siendo por todo extremo irrisorioen tiempos ya pasados, por fortuna, el plande estudios, consiguió en 1902, tras titánicosesfuerzos, una estimable· reforma del mismo,que dió origen al vigente en la act~alidad, detodos modos muy escaso, aun para la épocaen que fué puesto en vigor; pero de muchamás amplitud que el que hasta entonces tu­viera.

·Mas tomando como punto de partida elaño que se cita, brinda la realidad de la vidala observación de que todas las carreras, enEspaña, han evolucionado, ampliando la exi­gencia en sus programas, en armónico parale­lismo con la evolución de las ciencias respec­tivas.

Sólo una, el Practicante, continúa estacio·naria, a pesar de ser la Medicina precisamen­te, una de las Ciencias en la que el progresode los tiempos ha ejercido influencias mástranscendentales, aumentando su riquísimocaudal con múltiples y nuevos métodos yprocedimientos de Clínica, Diagnóstico, Te­rapéutica, Profilaxis, etc., y a pesar tambiénde que el practicante, que segufa siempre

atento y con anhelo, esta evolución de laCiencia madre, para él, pedfa un año y otroaño a los públicos Poderes, más cultura, másenseñanzas, para seguir a su vez el movimien­to progresivo y mantenerse en plano digno yefidente, a la misión que por ministerio de laLey le ha sido conferida.

Pero todo inútil; nada ha conseguido des­de entonces y bien puede definirse como unanacronismo, el hecho cruel, de que se nieguesiempre, por modo sistemático y con insisten­cia tal, que pone pena en el alma y lágrimasen los ojos, pan espiritual, a quien tan de ve­ras lo pide, para aplicarlo a la más alta ysanta función social y humana: el enfermo.

Tanta amargura, con ser tanta, todavía espoca; el practicante no ha podido constguiraún el ideal supremo de su justa aspiración,con ser tan justa; pero en cambio ha vistosurgir, crecer y desarrollarse en fantásticaexuberancia, la planta parasitaria del Intru­sismo, en su cada dfa más mermado campo,aún siendo él, desde el principio, tan breve ylimitado; planta de maldición, tanto más odio­sa, cuanto más protegida está y lo está mu­cho, precisamente por quien está en el deberde amparar los Títulos Académicos que seexpiden en la nación.

©>

La inexorable cuanto plausible actuaciónde ese digno Directorio contra el dualismo yaún multicismo de destinos, mal tan arraigadoen nuestra Patria, dice claramente que loshombres que en el día la gobiernan por biende el'a, entienden con acierto, que cada profe­sión debe bastarse a sí misma, para dar satis­facción económica a cada uno de sus indioviduos..

Ninguno de los actuales auxiliares de laMedicina podría vivir con decoro, ni siquierasuficiencia, si hubiera de ceñirse al ejer­cicio de su profesión, de modo único'y txclu­sivo; y está claro, que la situación de todos,obligados por la fuerza de la necesidad devivir, al cultivo simultáneo de tra.bajos muydistintos, pugna abiertamente con aquellalaudable actuación de ese elevado Duectorio,impuesta con tanta valentía por el mismo,para bien del Estado.

y así, no parece atrevido asegurar, que lacreación del Auxiliar Médico, único, seguidade una legislación adecuada, sería suficientea corregir aquella deficiencia y a crear, paraeste elemento auxiliar de la Sanidad, una si­tuación legal, que hoy no le ampara.

©

Es también, excelentísimos señores, de una

Eoletln de la Federación Nacional de Colegios de Practicantes españotes.

importancia extraordinaria, la consideraciónque sel?uidamente nos permitimos f'xponera su elevado criterio, como razón de con·ciencia.

Si el practicante hubiera de seguir a perpe­tuidad en la situación de hov, por completoabandonado de toda protección, lo mismo lavoluntaria y graciosa del médico, su jefe na­tural, que la oficial y obligada del Estado. pormérito de su titulo; atenazado Dor la inculturaque supone la patente insuficiencia de suplan actual de estudios oficiales; preteridopor todos y tan poco respetado en sociedad'que la idea «practicante>, en la vida de rela~ción, parece Querer decir idea de menospreciomerced a la ignorancia en Que todo el mund~está. de su existencia, por la falta de aquellasprotecciones; vegetando tristemente y rodea­do de múltiDles intrusos que le restan. sin ra­zón y sin justicia. la grata satisfacción delejercicio profesional y a la vez los elementosque le son precisos al desenvolvimiento. deu,na vida, humilde si, pero honrada y labo­nosa; tenazmente obstruccionado por las másaltas autoridades sanitarias, en su lIcita yplausible aspiración de avance social y cultu­ral, hasta el extremo de no serIe permitido(como expuesto queda más arrioa) desearmayor cultura, ni actuar en grandes urbes, vaque en ellas su actuación es absorbida por lafauna parasitaria del intrusismo, y confinado.en cambio, su ejercicio al campo rudo y pocoremunerador de la asistencia rural, Que no'desea Iclaro estál ninguno de sus oficiososplagiadores y a otras ocasiones de lugar ymodo, Que no están a su alcance, aunque lespese (EI,ército, Marina de Guerra, etc.), y queel practicante ha sabido conquistar, a pesarde todos los Desares, por su propio y esencialvalor, acaso fuera llegado el momento de ful­minar contra él, una fatfdica sentencia de«muerte profesional» y borr:lrle de la lista dehombres buenos, Que en España aspiran avivir de su trabajo, honrado por ellos mismosy dignificado por los Poderes ¡Que es el me­nor derecho de una clase profesional, creada

por el Estado y sancionada por S. M. el Rey(q, D. g.)

Más si tal momento. por fortuna, no fuesellegado aún, habria que creer, por el contra­rio. en razón a Que el término medio no esposible, que ha llegado la ocasión de impo­ner a los l?estores de la función sanitaria,

.aunque ellos no lo han procurado nunca, elelemento auxiliar imprescindible, que les esabsolutamente necesario, apto de veras, cultoen justa medida y bien capacitado profesio­nalmente, para el cumplimiento de su misión;y esto, no por el médico; no tampoco en be­nf'ficio de su auxiliar, sino por mandato im­perativo y necesiriad inexcusable de la fun­ción misma, Que hoy, pese a quien afrme locontrario ya nuevas creaciones de otros ele­mentos auxiliares QUE' actualmente se provec­tan. al mar!!".n del Título oficial, NO ESTÁBIEN ASISTIDA.

Cuanto f'Xpupsto queda en la exposiciónque antecede; la básica razón de que otorgarcultura a quien no pide otra cosa, ha de sergrato a Quien puede concederla yel mandatoimperativo de la lógica, Que impone retirarpor anticuado, en los tiempos de progresoque corremos. un ré2'imen de estudios, seael Que fuere, Que cupnt:l en su vigencia, unaantil?üedad del año 1902, animan al practi­cante español a acariciar la halagadora espe­ranza, de que ese culto Directorio, que nopuede nel?ar su valioso apoyo a una manifes­tación cultural, de tanta más simpatfa cuantomás humilde es la clase social que la formu­la, se pronuncie por la plena concesión de lareforma a que aspiramos, y si posible fuera,por la creación de la carrera de Auxiliar Mé·dico, seguida de una legislación bien definida,en cuanto a limites del campo de su actua­ción profesional y de sus relaciones con elmédico, con la sociedad y con el enfermo~

pareciendo también, acaso conveniente, laanulación de todas sus similares existentes enla actualidad.

Madrid 25 de Octubre de 1923.ExcelenUsimo señor.

l?EOYEOTONotas para un Proyecto de Re­forma de la Carrera llamadahoy de ,Practicante de Medicina

y Cirugia •.

BASES1.a En lo sucesivo, esta carrera adquirirá

la denominación de «Auxiliar de Medicina y

Cirugia., y su titulo le dará facultad, dentrodel ejprcicio de las profesiones médicas, a serel profesional oficialmente capacitado paraejercer las funciones determinadas por los es­tudios asignados a su oficial enseñanza.

2.a Esta facultad se refiere a cuanto con­cierne a la técnica de la Cirugia menor, acuantos medios de acción y tratamiento son

Bolettn de la Federaci6n Nacional de Colet:!ios de Practicantes españoles. 7

inherentes a la Terapéutica local, a la inten­siva especialización del arte del Masaje, Gim­nasia médica y Ortopedia, a su especial inter·vención en los partos normales, en los casosde Medicina y Cirugía de urgencia, en lasepidemias y en la Policía Higiénico-sanitaria.

3.a Los puntos concretos de la competen­cia de esta facultad, quedarán determinauosen las asignaturas que constituyen el progra­ma oficial de la enseñanza de la carrera, re­gularizando con carácter legislativo la funciónfacultativa de su ejercicio y todas sus inci­dencias profesionales.

4.· Como complemento adicional al ar­ticulo 62 de la Instrucción general de Sani­dad vigente, será expresada la función sanita­ria peculiar a esta profesión, con arreglo a lasnecesidades de la Sanidad, tanto interiorcomo exterior, en armonia con lo que deter·mina la primera de estas Bases.

5.a En conformidad con lo que disponela anterior, se legislarán los deberes y lasatribuciones de este profesional sanitario enlas condiciones y circunstancias siguientes:

1.° En las Beneficencias general, provin-cial y municipal.

2.° En la Sanidad de la Armada.3.° En la Sanidad Militar.4.° En el Cuerpo de Prisiones.5." En el Cuerpo Auxiliar de Subdelega­

dos de Medicina y Cirugía.6.° En el Cuerpo de Auxiliares de los Ins­

pectores Médicos de las Escuelas.7.° En el Cuerpo Auxiliar de los Médicos

de Baños.8.° En el Cuerpo Auxiliar de los Médicos

Forenses.9." En el Cuerpo de la Marina Civil.10.° En las Estaciones Sanitarias, Puertos

y Fronteras terrestres y fluviales. En las Bri­gadas Sanitarias. En Ferrocarriles.

11. En todas las instituciones cuyo fin seala propagación, instauración, sostenimiento ovigilancia del cumplimiento de los principios,prácticas y disposiciones relativos a la higie­ne y salubridad públicas.

6.a Mientras tanto se modifican las funcio­nes sanitarias expuestas en la base anterior,se procederá con carácter de urgencia a lega­lizar sus atribuciones y responsabilidades:1.0, en lo relativo a su intervención en losbotiquines de urgencia; 2.°, en lo referente asu peculiar intervención en los accidentes deltrabajo; 3.°, en su auxilio a la administraciónde justicia; 4.°, en lo que hace mención a losauxilios que puede y debe prestar en las epi­demias; 5.°, a las particularidades de su in­tervención en la Policía Sanitaria.

7.a La enseñanza de los estudios que im­plican las actuaciones enunciadas en las an­teriores bases, se verificará en las Facultadesde Medicina; será teórico-práctica, lo suficien­temente extensiva para abarcar cuantos cono­cimientos teóricos requieran sus particularesfunciones en las diferentes condiciones de lu­gar y de tiempo en que puedan ser ejercidas.

8.a El programa contendrá suficientes lec­ciones de prácticas c1inicas en correlación conlas lecciones teóricas, a cuyo efecto las Fa­cultades de Medicina proveerán de cuantosutensilios y medios sean necesarios, así comodel material de enfermos, enfermerias y labo­ratorios donde realizar estas prácticas.

9.a Los conocimientos necesarios par aadquirir este Título, se estudiarán en tre~ cur­sos académicos, en la forma establecida enel programa anexo.

Será condición necesaria la aprobación delprimero para cursar el segundo, y sucesiva­mente igual para el tercero. Los exámenes desuficiencia se llevarán a cabo en las épocasoficialmente establecidas en el régimen aca­démico universitario, ante un tribunal consti­tuído por un catedrático del claustro de laFacultad de Medicina como presidente, elprofesor de la asignatura, que será profesorde la Facultad, y un profesional de esta ca­rrera como vocal-secretario; este cargo serádesempeñado por el presidente del Colegiode Auxiliares de Medicina y Cirugía de la lo·calidad. y si no existiere Colegio, el decanode la Facultad designará de entre jos queejerzan en la población, el auxiliar que a sujuicio reuna mayores méritos.

10: Para cursar los estudios de la carrerade Auxiliar de Medicina- y Cirugía, es condi­ción precisa y previa, resultar aprobado en elexamen de ingreso de un Instituto general yTécnLo y en el primer curso del Grado deBachiller.

11. Obtenido el titulo de Auxiliar de Me­dicina y Cirugía previos los requisitos necesa­rios, adquiere facultad el que los posee parael ejercicio de los derechos y el cumplimien­to de los deberes determinados en las presen­tes bases y en el programa de estudios deesta carrera; pero es condición indispensablepara el ejercicio profesional, el tener el tituloregistrado por el subdelegado de Medicinadel distrito, sin cuyo trámite no tienen valoralguno los documentos suscritos por los fa­cultativos.

12 y última. Incurrirán en la responsabi­lidad que señala el Código Penal, los Auxi­liares de Medicina y Cirugía que en el ejerci­cio de sus funciones traspasen los limites que

8 Boktln de la Ferh,.ación Nacional de Colegios de p,.acticantes españoüs.

quedan determinados en estas bases comoinherentes a su peculiar competencia. Lossubdelegados de Medicina, en cumplimientode lo que preceptúa el articulo 17 de la Ins­trucción general de Sanidad, cuidarán de quelas funciones facultativa y sanitaria de estaprofesión se realicen debidamente, amparan­do el cabal cumplimiento de las atribucionesaquí determinadas, en cuantas circunstanciaspuedan ser suscitadas, pero vigilando delmismo modo y persiguiendo el uso indebidode esta facultad.

Programa para la Carrera deAuxiliares de Medicina y Cirugla.

PRIMER CURSO (60 LECCIONES)

Elementos de física aplicables a la Medicina.

Presión atmosférica. -Barómetros -Ac­ción de la presión atmosférica sobre el hom­bre. - Efectos que produce su aumento ydisminución -Aparatos de orden médico,fundados sobre este fenómeno. -Aspiradores,Ventosas, Saca-leches, Bi berones.

Presión de gases.- Utilización en Medici­na. -Manómetros.

Calor en general.-Efedos de su aumentoy disminución sobre el organismo humano.­Termómetros.-Calor animaJ.-Termometriaclinica.-Diagramas.

Efectos terapéuticos del caLor.-Calor secoy calor húmedo. -Fria. -Cauterios actuales.Idea general de la diatermia.

Acústlca.-Elementales ideas acerca de lateoria del sonido.-Medios y modos de supropagación.-Aplicaciones a la Medicina.­Estetóscopos. - Fonendoscopios. -Plexime­tras.

Luz.-Ideas elementales acerca de la luz.­Luz solar: Sus efectos sobre los cuerpos orga­nizados y singularmente sobre el hombre.­Luz artificiaJ.-Sus manantiales más potentesde aplicación médica.-Lámparas e'éctricas.Aplicaciones de la luz a la inspección médi­ca: Microscopios, Oftalmoscopios, Laringos­copios.-Oto y Rinoscopias: Aparatos para lailuminación de cavidades.-Aplicaciones te·rapéuticas de la luz: Baños de sol.-Baños deluz artificial.-Cromoterapia.

ELectricldad.-Ideas generales elementalesacerca de la electricidad.-Electricidad ad­mosférica.-Sus efectos sobre el hombre.­Pararrayos.-Electricidad estática: Idea gene­ral de los aparatos que la producen: Modosde aplicación en el orden terapéutico.-Elec­tricidad galvánica: Pilas, Electrodos y reófo-

ros comunes.-Busca polos.-Voltfmetros yamperimetros.-Interruptores e inversores.­Precauciones que exige su aplicación al en­fermo.-Corriente farádica.-Bobinas.-C. deVautville.

Hidrología -Humedad admosférica.-Suacción sobre los organismos y singularmentesobre el hombre.- Higrómetros -Aplicacio­nes terapéuticas del agua: Baños, Duchas,Pulverizaciones, Abluciones y envolturas.­Acción del agua según su temperatura, segúnla presión a que se aplica, según la duraciónde la aplicación, según las sustancias q uimi­cas que pueden añadirse en mezcla o disolu­ción y según su radio·actividad.- Baños ge­nerales y locales.- Baños hidro-eléctricos. ­Irrigaciones: En Cirugia y en Medicina.­Inhalaciones.

Química.-Idea general acerca de la no­menclatura.-Signos de los principales cueropos simples -Cuerpos simples y compues­tos. - Elementales ideas acerca del oxigeno,del hidrógeno, del carbono y del ázoe, conaplicación a la Medicina.- Fenómenos qul·micos: Mezcla, Com binación, Suspensión,Disol ución, Precipitación, Cristalización, Des·tilación, Ebullicion, Fusión y Combustión.­Aparatos químicos de uso elemental: Retor­tas, Matraces, Cubetas, Probetas, Cápsulas,Pipetas, Embudos y tubos de ensayo.-'-Gra­dil1as.-Tapones.-Lámparas y Hornillos.­Filtros. - Balanzas. - Trabajos elementalescon el vidrio.-Elementales reactivos de usocorriente en Medicilla.-Papel de tornssoJ.­Tintura de violetas.-Tintura deyodo.-Reac­tivo cupropotásico.-Reactivo de Sbach.­Acidos sulfúrico, nUrieo y c1orhldrico.

Historia natural.-Conocimiento prácticode los productos vegetales, animales y mine­rales de uso más común y elemental en lapráctica de la Medicina.-Simples y Drogas.Sanguijuelas y cantáridas.

Anatomía.- Con fo r ma ció n exterior delcuerpo humano".-Planos yejes.-Cuadrlculatopográfica.-Idea general de la estructuradel cuerpo humano.

2. Esqueleto humano.-Partes en que sedivide para su estudio.-Cráneo, columnavertebral, tórax, pelvis y extremidades.-Hue­sos largos, cortos y planos.- Idea general desu estructura.

3. Cráneo.-Huesos que lo constituyen.Cavidades que presenta.-Principales orifi­cios y conductos.-Organos que alberga.­Sistema dentario.

4. Columna vertebraJ.- Número de hue­sos que la forman. - Regiones en que se di­vide.-Principales caracteristicas de las vérte-

Bolet!,. de la Federaci61i Nacioflal de Cotegios de Practicantes españoles. ~

bras.-Cavidad que constituyen y órgano quealbergan.-Onhcios que presentan y fin quellenan.

5. Tórax.-Huesos que lo constituyen.­Costillas.-Su número, su disposición y susarticulaciones.-Esternón. -Cavidad torácica.Organos que alberga y relaciones entre ellospor su situación. .

6., Cavidad abdominal.-Planos que laconstituyen.-Plano óseo.-Pelvis.-Huesosque la forman y sus articulaciones.-Organosque contienen.-Situación de los mismos yrelaciones entre ellos.

7. Extremidades superiores.-Hombro.­Huesos que lo constituyen y modos de arti­culacIón entre ellos.-Brazo.-Sus huesos y.articulaciones con el hombro y antebrazo.­Antebrazo.-Huesos que lo constituyen y susarticulaciones con la mano.-Carpo, metacar­po y dedos.-Enumeración de sus huesos yarticulaciones que los relacionan entre sí.

8. Extremidades inferiores.-Muslo.­Hueso que lo constituye y articulaciones conlos huesos de la pelvis y con los de la rodIlla.Rótula.-Pierna.-Huesos que la constituyeny sus articulaciones entre sí; con la rodilla ycon el pie.-Tarso, metatarso y dedos.-Sushuesos y articulaciones.

9. Enumeración y uso de los músculosde la cabeza y cuello.

10. Enumeración y uso de los músculosdel tronco.

11. Enumeración y uso de los músculosde los miembros superiores e inferíores.

12. Organos génito-urinarios, masculinoy femenino.

13. Aparato circulatorio - Enumeraciónde los troncos y ramas principales y situa­ción de ellos.

14. Idea general elemental del cerebro,de la medula y de los principales troncos ner­viosos.

15. Ligera reseña de los órganos queconstituyen los sentidos de la vista, oído, ol­fato, gusto y tacto.

SEGUNDO CURSO (70 LECCIONE~)

Elemental idea del aparato digestivo.­Enumeración y breve descripción de los ór­ganos que lo constituyen y de las funcionespeculiares a cada uno.-Mecanismo de la di­gestión.-Su importancia para la vida del or­ganismo humano.

Elemental idea del aparato circulatorio.­Enumeración y breve descripción de los ór­ganos que lo constituyen y de las funcionespeculiares a cada uno.-Mecanismo de la cir-

culación.-Pulso.-Importancia de la circula­ción para la vida del organismo humano.

Elemental idea del aparato respiratorio.­Enumeración y breve descripción de los ór­ganos que lo constituyen.-Mecanismo de larespiración.-Importancia de la respiraciónpara la vida del organismo humano.

Elemental idea del aparato génito-urinariodel hombre.-Breve reseña de los órganosque 10 constituyen y de las funciones pecu­liares a cada uno.-Mecanismo de la miccióny de la eyaculación.-Importancia de estasfunciones para la vida del individuo y parala conservación de la especie.

Aparato génito-urinario de la mujer.-Des.cripción de los órganos que lo constituyen ymisión que les incumbe a cada uno.-Vidagenital de la mujer.-Embarazo y parto.

Pelvis de la mujer con relación al embara·zo.-Estrecho superior.-Su diámetro y ejedel mismo. -Pelvis menor ó excavación: li·mites, diámetros, planos y ejes de la misma.

EstrechO inferior de la pelvis.-Sus diáme·tros, plano y ejes.-Pelvimetría externa.

Menstruación.-Glándulas mamarias.- Sufunción.

Ovulo.-Su maduración.-Lugar de la fe·cundación.-Blastodermo.-Amnios y líqui­do amniótico.

Placenta y co'rdón umbilical.-Caducas.­Epoca de su fusión.

ModIficaciones de la vulva y vagina duran·te el embarazo.-Cambios en el cuello ycuerpo del útero.-Altura del fondo del úteroen los distintos meses del embarazo.-Cuida­dos a la mujer embarazada.-Estudio delfeto.-Cráneo y cara.- Sus diámetros.-Su­turas y fontanelas.-Diámetros del tronco.

Actitudes del feto en el útero.- Presenta·ciones y posiciones.-Mecánica del parto.­HIgiene del puerperio.

LactanCIa, natural y artificial.-Vigilanciadel niño.-Peso.-Cuidados higiénicos alniño.

Breve síntesis fisiológica del cerebro, me·dula y nervios periféricos.

Breve síntesis fisiológica de la visión, audioción, olfaclón, gusto y tacto. .

Piel y glándulas sudorlparas.-Funcionesde la piel.-Pelos y uñas.

Ideas elementales acerca del calor animal,sus fuentes y sus elementos reguladores.­Prácticas de termometrla clIniea y trazado dediagramas.

SIgnos de trastornos en las funciones di·gestlvas.-Exploración cliniea del aparato di­gestivo. - 'Vómitos. - Diarreas.- Timpanis·mo.-Borbonqueos.-Exploración del híga·

to BoletÍn de la Federación Nacional de Colegios de Practicantes españoles.

do y bazo.-Explora::ión del estómago.­Sondas.-Lavados gástricos.-Lavados intes­tinales.-Técnica del cateterismo gástrico.­Bomba estomacal.-Modo de evacuar el con­tenido del estómago.-Principales y más gra­ves síntomas procedentes del aparato digesti­vo, que conviene tratar con urgencia, y me­dios con que pueden combatirse ínterin acu­de- el médico.-Gastrorragia.-Melena.

Signos de trastornos en las funciones circu­latorias.-Alteración del ritmo cardíaco. - Ta­quicardia y bradicardia. - Alteraciones delpulso.-Esfigmógrafos. - Trazados esfigmo­gráficos.-Aparatos medidores de la presiónsanguínea.- Principales y más graves sínto­mas procedentes del aparato circulatorio, queconviene tratar con urgencia, y medios quepueden utilizarse ínterin acude el médico.­Extracción de sangre para su análisis.-Fle­botomfa.-Sus accidentes y modo de comba­tirlos.

Signos de trastornos de las funciones res­piratorias. - Modificaciones patológicas de larespiración. - Estertores.-Tos.-Esputos.­Mecánica de la auscultación y de la percu­sión. - Principales y más graves síntomasprocedentes del aparato respiratorio, que con­viene tratar con urgencia, y medios que pueden utilizarse ínterin acude el médico. -Epis­taxis.- Hemoptisis.- Respiración artificial.

Signos de trastornos en los aparatos géni­to-urinarios del hombre y la mujer.- Modifi­caciones patológicas de la orina. -Albuminu­ria.- Glucosuria. - Hematuria. - Elementalesprocedimientos de análisis para demostrar suexistencia.-Retención de orina.-Metrorra­gias. - Principales y más graves síntomasprocedentes de los aparatos génito-urinariosdel hombre y de la mujer, que conviene tra­tar con urgencia, y medios que para ello pue­den utilizarse hasta la llegada del médico.­Cateterismos de la vejiga y uretra.-Sondapermanente.

Aborto y parto prematuros.-Parto distód­co.- Indicaciones y oportunidad de reclamarla presencia del méGico-tocólogo.-Terapéu­tica que es dable utilizar hasta la llegada delprofesor.

Signos de trastornos en el sistema nervio­sO.-Delirio febril y delirio apirético. - Con­vulsiones.-Neuralgias. - Parálisis. - Epilep­sia.-letu apoplético.-Temblores.- Trastor­nos de la sesibilidad.-Medios exploratoriosdel sistema nervioso.- Reflectómetros.- Púasy pinceles. - Estesiómetros. - Termoestesió­metros. - Lápices dermográficos. - Dinamó­metros de extensión y de presión.-Cronógra-

fos.-Péndulos para. la medición de temblo­res. - Principales y más graves síniomas pro­cedentes del sistema nervioso, que convienetratar con urgencia, y medios que para ellopueden utilizarse interín acude el médico.

Ideas elementales, acerca de los principalessignos de alteración, que pueden sufrir los ór­ganos y funciones de la visión, audición, 01-fación y gusto. , '

Signos cutáneos propios de las más usua­les enfermedades de la piel y cuero cabelludoy de algunas infecciones: (Sarampión, escarla­tina, viruela, sífilis).-Sarna.-Tiña.-Parási­tos: Piojos, sus especies.- Enfermedades quepueden propagarse por picaduras de insec­tos.-Moscas, mosquitos, pulgas y chinches.Modos de luchar contra ellos.-Picaduras deinsectos y reptiles ponzoñosos.-Tratamientode urgencia.

Forúnculos, antrax, abceso y f1egmón.­Pústula maligna.-Erisipela.- Concepto ge­neral de estos procesos.- Nociones del trata­miento.

Tera péutica medicamentosa.- MedicameR­tos.--Concepto de dosis.-Fosología.- Uni­dades métrico decimales de la farmacopea es­pañola.-Receta, partes de que consta.

Medicación tópica. - Fricciones, unturas,embrocaciones, cataplasmas y emplastos.­Medicación purgante.-Purgantes más usa­dos: Modos de administración y dosis.

Medicación tónico-cardíaca: Digital, estro­fanto, esparteína y cafeína.-Modos de admi­nistración y dosis.

Principales medicamentos modificadores dela sensibilidad, del sueño y del poder reflejo.Opio, morfina, sulfonal, veronal, belladona,beleño, valeriana y bromuros, cloral.-Estric­nina. -Cocaína.

Medicamentos diuréticos usuales.- Tisa­nas diuréticas.-Nitro.-Lactosa.-Sus indi­caciones y contraindicaciones más señaladas.Teobromina.- Formiatos.

Medicación antitérmica: Quinina, sntipiri­na, aspirina.

Medicación hipodérmica.-Inyecciones hi­podérmicas.- Manual operatorio. - Precau­ciones que deben adoptarse, accidentes quepueden ocurrir y medios de combatirlos.­Inyecciones intramusculares. -Inyecciones in­havenosas.-Manual operatorio.-Precaucio­nes que deben adoptarse y accidentes quepueden ocurrir.- Modo de combatirlos.-In­yecciones de sueros.

Alimentación forzada.Intoxicaciones. - Tratamiento general.­

Tratamiento especial de las más comunes.

Bicarbonato de sosa quimicamento pnró. - Licenciado G. Torres Muño2, San Mareos, ti, MadJld.

Bolettn'de:la Federación Nacional de Colegios de:Practicantes españoles. t t

TERCER CURSO

Operaciones de cirugía menor.-Incisión.­Punción. - Aspiración. - Sutura, etc. - Pre­cauciones con que deben rea1Jzarse y descrip­ción detallada de cada una de ellas.

Vacunación.-Diversos modos de realizarlay descripción de cada uno de ellos.-Mediosrevulsivos. - Ventosas.

Anestesia general: Medios de producirla ynociones acerca de los agentes empleados.­Precauciones en su apJicación.-Accidentesque pueden sobrevenir y manera de comba­brlos.-Anestesia local: Su técnica y agentesmás empleados para conseguirla.-Raquia­nestesia.

Fracturas óseas: Definición, clasificación ysIntomas. - Primeros cuidados a un fractura­do.-Medios más adecuados para su trans­porte.

Tratamiento de las fracturas: Reducción,coaptación, inmovilización y extensión con­tfnua.-Elementos y aparatos más usadospara conseguir estos fines terapéuticos.

Luxaciones y esguinces.-Diagnóstico di­ferencial entre sí y con las fracturas. - Su tra­tamiento de urgencia.

Heridas: Por contusión, incisión, punción yavulsión.-Primeros socorros a un hendo.­SIgnos de las heridas penetrantes en cavida­des y de los órganos que estas contienen.­Precauciones que eXige el transporte de unherido con henda penetrante.

Shock traumático.-Dehnición del Shock ytratamiento de urgencia.

De la hemorragia como complicación deun traumatismo,-Medios para dominarla.­Compresión, ligadura, taponamiento y caute­rización.-IndlcaclOnes de- cada uno de estosmedios.

Hemostasia mecánica.-Tortores y torni­quetes más usuales.-Hemostasia quirúrgica.Medios de reahzarla.-Hemostasla qulmlca:principales medicamentos para reahzarla ysus inconvementes.

Infección de las heridas.-Preca ucionespara evitarla y medios de combatlfla.-In­dicaciones para la renovación de curas.- In­convenientes de las curas frecuentes y de lascuras tardlas, según los casos.

Quemadura y congelación.-Fases dIstin­tas de estos procesos.-Pnmeros socorros queexigen.

Material de curación y protección de lasheridas en general. -Gasas, lienzos, algodo­nes, envolturas impermeables, etc.-Prepara­ción y descnpclón del modo de uso de cadauna.-Drenage de las hendas y cavidades.-

Material necesario y procedimientos parausarlo. - Irrigación continua y dispositivo pa­ra establecerla.

Apósitos rlgidos.- Vendajes almidonados,destrinados, si1Jcatados, enyesados y de celu­loide.-Descripción de ellos.

Vendajes. - Definición y clasificación.­Confección de los más principales. - Aplica­ciones de vendas y vendajes simples.-Ven­dajes circulares y oblicuos.-Sus variedades.

Vendajes en ocho de guarismo.-Vendajesrecurrentes.-Vendajes por el método de Ma­yor.-Aplicáciones del pañuelo triangular.

Cha.rpas y corbatas más comunmente em­pleadas.-Vendajes de cuerpo.-Vendajes enT. - Frondas. - Suspensorios. - Vendajescompuestos y vendajes mecánicos.- Fajas.­Vendajes elásticos.-Bragueros. - Corsés ycamisas de fuerza.

Prótesis dental.- Aparatos mecánicos deprótesis.-Muletas, piñones, brazos, manos,piernas, ojos artificiales.-Condiciones quedeben reunir estos aparatos en general y pre­cauciones que su uso requiere.

Instrumental indispensable para las gran­des operaciones quirúrgicas.-De cráneo, depecho, de abdomen, de torso y de extremi­dades.

Instrumental especial para la intervenciónquirúrgica en las operaciones de cada una delos ólganos torácicos y abdommales.

Preparación de una gran operaciónn qui­rúrgica.- Habitación.-Cama. -Aparatos.­Instrumentos.-Medicamentos que deben te­nerse prevenidos para combatir los posiblesaccidentes en cada caso.

A.sepsia, antisepsia y desinfección.-Asep­sia del operado. -Asepsia del medio operato­rio.-Esterilización del campo operatorio.­Medios y modos de obtenerla y conservarla.

Esterilización del material quirúrgico.- Ins­trumental; medios de esterilización química ymedios de esteri!Jzación flsica.-Descripciónde cada una de estas técnicas.

Estefl!Jzación del material de curas.-Auto­clave y su funcionamiento.-Substancias tes­tigos.-Tindalizaclón.

Material de sutura aséptica.-Hilos metáli­cos y comunes.-Sedas.--Catgut.--Tendón decanguro.-Crin de Florencia.-Agraffes.-In­dicaciones de su empleo.

Nociones acerca de los gérmenes morbo­sos.-Enumeración de las afecciones más co­munes a ellos debidas y especificación delgermen que la produce.-Ideas generalesacerca de la infección y del" contagio.-Pan­demias y epidemias.

Modos de propagación de cada uno de los

Bolet!n de la Fedtracián Naci<Jnal de Colegios de Practicantes espatwks.

gérmenes de las enfermedades de origen mi­crobiano, más comunes y modo de combatirsu difusión en cada caso.

Precauciones para la recolección de pro­ductos suspectos de ser vehículos de infec­ción.-Medios de recogerlos para su exameneu ellaboratorio.- Desinfección de estos pro­ductos.-Medios que deben utilizarse en cadacaso.-Ventilación y soleamiento de las ha­bitaciones de enfermos.

Precauciones que deben aconsejarse a losasistentes de los enfermos infecciosos.

Desinfección de ropas y habitaciones ocu­padas.-Estufas: seca y húmeda.-Desinfec­ción por el ácido sulfuroso. por el formol, ypor el ácido cianhídrico.-Precauciones parasu uso.

Lavado de los suelos.-Creolina, etc.Asistencia hospitalaria. - Documentación

especial. - Recetarios.- Partes.Embalsamamientos y Autopsias.Será obligatoria la asistencia a cursos prác­

ticos de los auxiliares de medicina.Para este fin las clases técnicas se darán

por [a tarde.Durante el primer curso, los alumnos debe-

rán asistir a las clinicas de medicina de cual·quier establecimiento hospitalario provincial,municipal ó del Estado.

Durante el segundo curso, deberán asistira las clínicas de cirugía establecidas en cual­quiera de los establecimientos antedichos.

Durante el tercer curso asistirán, según lasmaterias en que quieran especializarse, a curasos oficiales o libres de tocologia y ginecolo­gía, de electrologIa, de microbiología conprácticas de desinfección, de medicina o decirugía, de odontología o prótesis, masaje,pedicuro y manicuro.

Los jefes de las respectivas clínicas, expedi.rán certificados, que acrediten el aprovecha­miento de sus alumnos, que en todo caso, ha­brán de sufrir el correspondiente examenpráctico, solamente en el curso último. Apro­bados que sean se les expedirá el correspon­diente título, en el que se hará constar, que ese: Auxiliar Médico. ESPECIALIZAOO enaquella materia que haya demostrado cultivacon provecho; es decir, en «Medicinu, en«Cirugía., en «Partos., en .Electrología., en«Microbiologia», en ~OdontologIa.,en ~Pró­

tesis., etc., etc.I

j)e interés para los practicantes titularesSe anuncia, para celebrarla en Madrid, el

día 22 de Noviembre actual, una interesanteAsamblea de médicos titulares, organizadapor la Asociación de los mismos, que tienesu residencia en esta Corte y que tratará so­bre tres cuestiones vitales. a saber: Eficaciade las Brigadas sanitarias, Proyecto de ley debases del Dr. D. Manuel Martln Salazar yRegionalismo administrativo con la sanidady acaso otro tema no menos interesante:Reorganización del Mqntepío Nacional O

institución económica que pueda sustituirle.El momento político actual; los aires reno­

vadores que orean la nación, por fortunasuya; III gran fuerza qlle representa el Cuerpomédico titular, por el número y. calidad desus elementos y la circunstancia de estarseelaborando en estos dias una profunda re­forma de la Ley de sanidad por una brillantecomisión de Clases sanitarias españolas,nombrada para este fin por el Directorio yconstituida por figuras preeminentes de laSanidad, hacen suponer que la anunciadaAsamblea de médicos titulares, influya bene­ficiosamente en los acuerdos de esa Comi-

sión y aporte al problema 'rural interesántessoluciones.

Nuestros practicantes titulares, que tam­bién por su número y calidad forman un nú­cleo interesante de la clase y darIan para ellaun respetable índice de consideración y res­peto si lograran quedar bien organizados,constituIdos y en aceptable situación legal­profesional dentro de las grandes reformasque se avecinan para este problema titular,harán mal si dejan pasar esta oportunidad deconcurrir al interesante comicio anunciadopara el día 22.

Atenta, como siempre, nuestra Federación,a cuanto suponga interés para el practicanteen cualquiera de sus modalidades, no podíapasar inadverlido el acto que se prepara y alobjeto de obtener del mismo los posibles be­neficios para la Clase, invita con interés a to­dos los practicantes titulares de España, aque contribuyan con su labor a la menciona­da Asam blea.

A este fin, todo practicante titular que lodesee (bien entendido que el estímulo debealcanzar a todos, sin excepción, en bien de

.l101ett,. de la l'ederacióñ NaciOl.al de Cole~io~ de P,'acticantesespañoles. 13

cada uno en particular y de la Clase, en ge­neral), puede formalizar un estudio de los te­mas que se anuncian y añadir cuantas inicia­tivas se le alcancen y que puedan re"u1tarbeneficiosas a la solución del problema depracticantes titulares.

Estos estudios se dirigirán al Comité Eje­cutivo de la Federación en Madrid y en sunombre, al vocal del mismo D. Luis López,director del BoleUn, calle de la Orden, 20,principal, 3, Madrid, hasta el día 20 del ac­tual.

El Comité Ejecutivo celebrará sesión lanoche de ese mismo dia, para resumir el es­tudio de todos IGS trabajos recibidos y for­mular, para presentarlo y apoyarlo en laAsamblea, el programa total de aspiracionesdel practicante rural.

Todo interesado que guste de asistir a lasesión del Comité Ejecutivo y actos de laAsamblea, puede solicitar informes del citadovocal con la antelación debida, el cual noti­ficará, en cuanto le sea púsible, todos los da­tos necesarios.

No será necesario estimular el celo e inte·rés de todos, pues la certidumbre de que esmuy oportuna la ocasión para lograr mej:Jrasa esta-interesante modalidad del practicante,está en todos los ánimos. Los Colegios pro­vinciales deberán prestar todo su apoyo a

esta Asamblea, procurando notificarla portodos los medios a su alcance, al mayor nú­mero posible de rurales, invitándoles a quehagan y remitan a Madrid el estudio que seinteresa y ayudándoles en todo cuanto plledaserIes necesario, a los fines que se persiguen.

Pernando G. Inlesta,Presidente.

La Delegación regional de Andalucía- oriental y Africa.

Por acuerdo unánime de los Colegios fede·rados de esta regf6n, o lean los de Málaga,Jaén y Almel'ia, ha sido nombrado Delegadoregional nuestro estimado compañero D. Die·go Garcia Rosso, de Málaga, que tiene su do­micilio en la calle de Atarazanas, número 4.

Es un gran acierto el de estos Colegios, porhaber votado a quien tanto se distingui6 en lapasada Asamblea de Mayo, con su acertada in,tervenci6n en cuantos asuntos tom6" pallte ..

Nuestra enhorabuena al interesado y a 108

C ,legios que representa.

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ne con el BOLETIN: correspondencia. pagos, avisos, etc., se dirigirán a la Administración.Libertad, núm. 2, D. Balbino Diaz Morcillo. .

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