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Presentación 3 Programa Nacional de Desarrollo de Estadística y de Información Geográfica (PRONADEIG) 4 Estadística La población, sus ondas y su momentum demográfico 18 Manuel Ordorica Mellado (El Colegio de México) • La migración de mexiquenses sureños a Estados Unidos de América 29 Francisco Herrera Tapia (Universidad Autónoma del Estado de México) • Condiciones de la salud en México 38 Entrevista con Sonia B. Fernández Cantón (División Técnica de Información Estadística en Salud, IMSS) Geografía • Representación de modelos digitales de elevaciones por medio de curvas de barrido usando código de cadenas 45 Ernesto Bribiesca (IIMAS-UNAM) • Perspectiva educativa ambiental del turismo cultural y alternativo en México 52 Alicia Batllori Guerrero (CRIM-UNAM) • Información Referenciada geoespacialmente Integrada en un Sistema (IRIS) 66 Carlos Anzaldo Gómez (CONAPO), José Lidio Ramírez Navarro y Leopoldo Zamudio Gutiérrez (SAGARPA) Informática • BiblioDigital, red para compartir información distribuida 73 Adolfo Guzmán Arenas y Víctor Polo de Gyves (CIC-IPN) • Sociedad de la información y del conocimiento 81 Fco. Javier Quiroz Waldez (INEGI) • Admisibilidad de la evidencia digital: de los conceptos legales a las características técnicas 93 Jeimy J. Cano (Universidad de los Andes) Reseñas • Comités Técnicos en el contexto de los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica 109 Vol. 1, núm. 1 mayo-agosto 2005 Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica

BOLETIN DE LOS SISTEMAS NACIONALES ESTADÍSTICO Y DE ...internet.contenidos.inegi.org.mx/contenidos/productos//prod_serv/... · relacionada con los Sistemas, como la difusión de

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Presentación 3Programa Nacional de Desarrollo de Estadística y de InformaciónGeográfica (PRONADEIG) 4

Estadística• La población, sus ondas y su momentum demográfico 18 Manuel Ordorica Mellado (El Colegio de México)

• La migración de mexiquenses sureños a Estados Unidos de América 29 Francisco Herrera Tapia (Universidad Autónoma del Estado de México)

• Condiciones de la salud en México 38 Entrevista con Sonia B. Fernández Cantón (División Técnica de Información Estadística en Salud, IMSS)

Geografía• Representación de modelos digitales de elevaciones por medio de curvas de barrido usando código de cadenas 45 Ernesto Bribiesca (IIMAS-UNAM)

• Perspectiva educativa ambiental del turismo cultural y alternativo en México 52 Alicia Batllori Guerrero (CRIM-UNAM)

• Información Referenciada geoespacialmente Integrada en un Sistema (IRIS) 66 Carlos Anzaldo Gómez (CONAPO), José Lidio Ramírez Navarro y Leopoldo Zamudio Gutiérrez (SAGARPA)

Informática• BiblioDigital, red para compartir información distribuida 73 Adolfo Guzmán Arenas y Víctor Polo de Gyves (CIC-IPN)

• Sociedad de la información y del conocimiento 81 Fco. Javier Quiroz Waldez (INEGI)

• Admisibilidad de la evidencia digital: de los conceptos legales a las características técnicas 93 Jeimy J. Cano (Universidad de los Andes)

Reseñas• Comités Técnicos en el contexto de los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica 109

Vol. 1, núm. 1mayo-agosto 2005

Sistemas Nacionales Estadísticoy de Información Geográfica

Vol. 1, núm. 1, mayo-agosto 2005

Vol. 1, núm. 1Boletín de los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica

Directorio

Gilberto Calvillo VivesPresidente del Instituto

Dirección General de Coordinación de los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica

Dirección General de Contabilidad Nacional y Estadísticas EconómicasJaime Andrés de la Llata Flores

Dirección General de EstadísticaFrancisco Javier Gutiérrez Guzmán

Dirección General de GeografíaMario Alberto Reyes Ibarra

Dirección General de Innovación y Tecnologías de InformaciónCornelio Robledo Sosa

Coordinación AdministrativaLino Arturo Vera Pérez

Editor responsable del número 1David Romero Vargas

Coordinación EditorialNatalia Volkow Fernández, Mercedes Pedrosa Islas

Corrección de EstiloJosé Pablo Covarrubias Ordiales y Laura Elena López Ortiz

Arte y Diseño Juan Carlos Martínez Méndez

D.R. © 2005, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática Edificio sede Av. Héroe de Nacozari sur núm. 2301 Fracc. Jardines del Parque, C.P. 20270 Aguascalientes, Ags.

Boletín de los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica es una publicación cuatrimestral. El contenido de los artículos, así como sus títulos y, en su caso, fotografías y gráficos utilizados son responsabilidad del autor, lo cual no refleja necesariamente el criterio editorial. Asimismo, el Boletín se reserva el derecho de modificar los títulos de los artículos, previo acuerdo con los autores. La mención de empresas o productos específicos en las páginas del Boletín no implica su respaldo por parte del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Toda correspondencia deberá dirigirse a: [email protected] Boletín de los Sistemas Nacionales Esta-dístico y de Información Geográfica, publicación cuatrimestral mayo-agosto del 2005. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor (en trámite). Número de Certificado de Licitud de Título (en trámite). Número de Certificado de Licitud de Contenido (en trámite). Domicilio de la publica-ción, imprenta y distribución: Av. Héroe de Nacozari sur núm. 2301, acceso 11, P.B. Fracc. Jardines del Parque,C.P. 20270, Aguascalientes, Ags., México. Se permite la reproducción total o parcial del material incluido en el Boletín sujeto a citar la fuente.Esta publicación consta de 5 000 ejemplares. Disponible en http://www.inegi.gob.mx.

Impreso en México

3

Presentación

Presentación

La Ley de Información Estadística y Geográfica le confiere al Instituto Na-

cional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) la atribución de co-

ordinar los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica

(SNEIG). Bajo este marco normativo, el Instituto presenta un nuevo órgano

informativo cuatrimestral dedicado a la difusión de temas relacionados con

el quehacer de los SNEIG en materia de estadística, geografía e informática,

esta última considerada como herramienta de soporte de cualquier actividad

relacionada con los Sistemas, como la difusión de la información.

Con el Boletín de los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información

Geográfica, el INEGI reitera su responsabilidad con la sociedad mexicana

de mantener la labor de la divulgación del conocimiento en sus ámbitos de

atribución. Sin embargo, sólo con la participación comprometida de todos

los integrantes de los Sistemas podremos posicionar a la revista como el foro

de intercambio de experiencias y proyectos de investigación, y convertirlo así

en un instrumento útil para quienes tiene la responsabilidad de tomar de-

cisiones. De esta manera, invitamos a los distintos sectores a contribuir con

aportaciones para enriquecerla.

Dr. Gilberto Calvillo VivesPresidente del INEGI

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El Gobierno de la República, en cumplimiento con lo establecido en los artículos 14 y 15 de la Ley de Información Estadística y Geográfica (LIEG) y en el marco del Sistema Nacional de Planeación Democrática, elaboró el Programa Nacional de Desarrollo de Estadística y de In-formación Geográfica (PRONADEIG), como el instrumento rector de las acciones que con-duzcan a las unidades productoras de informa-ción (UPI) de la administración pública hacia la consolidación de los Sistemas Nacionales Esta-dístico y de Información Geográfica, para brin-dar la información que exige la sociedad.

El PRONADEIG está alineado al Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, el cual de-fine, como visión de México para el año 2025, un país con plenitud democrática, alta calidad de vida y equidad en las oportunidades de de-sarrollo integral, respeto a la legalidad y el ejer-cicio de los derechos humanos, y una economía con crecimiento estable, competitiva y en equi-librio con el medio ambiente.

La información como infraestructura

La geografía y sus disciplinas afines han de-sarrollado tecnologías y metodologías que per-miten visualizar los fenómenos geográficos con gran detalle; la estadística, en cambio, no es materia de estudio en sí misma, sino un instru-mento mediante el cual se miden los fenómenos que son objeto de análisis de otras disciplinas; por ello, cuando ambas se vinculan, se convier-ten en un recurso estratégico de conocimiento; en suma, la herramienta más poderosa de pla-neación es la información estadística referida a un espacio físico concreto.

Durante milenios y hasta ahora, el hom-bre se ha esforzado por entender el mundo y el universo, no sólo para dar respuesta a las pre-guntas que su curiosidad dicta, sino para vivir con mayor seguridad y bienestar. En múltiples ocasiones, ha planteado hipótesis y desarrolla-do teorías erróneas, pero a final de cuentas ha

En diciembre de 2003, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informáticapublicó el Programa Nacional de Desarrollo de Estadística y de Información Geográfica,

el cual presenta los lineamientos para articular las actividades de las institucionespúblicas en estas materias y cuyo resumen se presenta a continuación.

Programa Nacional de Desarrollo deEstadística y de Información Geográfica

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logrado formar un cuerpo de conocimiento que le ha permitido avances tecnológicos que en otras épocas bien podrían haberse asociado con la magia. Aun cuando los avances mencio-nados se refieren más a las ciencias naturales, también se ha progresado en las ciencias socia-les. Hoy se cuenta con mediciones estadísticas que ayudan a entender el quehacer humano; se puede saber con relativa facilidad y precisión cuántos habitantes hay en la Tierra y cómo es-tán distribuidos, o bien, cuál es la dinámica económica de las naciones.

En tal sentido, la sociedad cuenta con una especie de oráculo, al cual se le puede preguntar gran cantidad de cosas: éste se lla-ma internet. Sin embargo, internet tiene una limitante, además de que no predice el por-venir: la información es, a veces, incorrecta o contradictoria.

En general, un medio que proporciona in-formación, basado o no en internet, constituye una infraestructura de apoyo para quienes to-man decisiones. Desde luego, un requisito ne-cesario para elegir alternativas adecuadas es que este medio sea de calidad.

El tema central del PRONADEIG es un oráculo que ofrece información estadística y geográfica. Idealmente, éste debe ser fidedig-no y proporcionar cualquier dato estadístico o geográfico que se requiera del país. Si el orácu-

lo ideal existiera no habría muchas discusiones que ahora se dan acerca de cuál es la verdadera situación de México. Posiblemente, tal orácu-lo nunca se tendrá, pues la realidad sólo puede ser conocida en forma aproximada. Sin embar-go, esta metáfora permite definir la situación idónea por seguir; sirve como guía en la cons-

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trucción de mecanismos que brinden cada vez mayor conocimiento del entorno geográfico y de todos aquellos fenómenos que pueden estu-diarse a través de la estadística.

Un oráculo real no puede ser perfecto y tampoco mágico, es decir, hay que crearlo. El Programa pretende fincar las bases para la construcción de uno muy modesto que deberá estar listo para el año 2006 y, también, dar un bosquejo de otro mucho más ambicioso que de-bería ser edificado para el 2025.

Se ha decidido caracterizar a este oráculo como una infraestructura que permita dar sus-tento a las decisiones de todos los sectores de la sociedad mexicana y, de manera particular, de los funcionarios públicos. Así, en adelante no se hace referencia al oráculo, por ser un artifi-cio literario, sino a la infraestructura de informa-ción. No obstante, será útil mantener en mente la metáfora para no perder el objetivo último del Programa. Dicha infraestructura debe pensar-se como algo extremadamente dinámico, que cuenta con un marco jurídico y normativo para controlar su comportamiento general. En ella participan todos los que generan información y también quienes ayudan a establecer los marcos conceptuales y los conceptos técnicos necesarios para obtener información de calidad y con rigor metodológico. El propósito permanente de este sistema es evolucionar para proveer información cada vez más precisa y oportuna.

La estrategia para armar el primer orácu-lo es organizar los componentes de la infraes-

tructura actual de información de acuerdo con un orden básico, el cual proporciona la LIEG y su Reglamento. En la Ley se hace referen-cia a tres conceptos fundamentales, que son los Servicios Nacionales de Estadística y de Infor-mación Geográfica, los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica y el Servicio Público de Información Estadística y Geográfica.

Los primeros representan el conjunto de actividades para la elaboración de estadísticas y de información geográfica que desarrollan las dependencias y entidades que integran la Ad-ministración Pública Federal (APF), y los po-deres Legislativo y Judicial de la Federación y Judicial del Distrito Federal. Los Sistemas Na-cionales se definen como el conjunto de datos producidos por las instituciones públicas antes mencionadas y el Servicio Público de Informa-ción Estadística y Geográfica es a través del cual se busca brindar acceso a la sociedad a los acervos de datos para satisfacer sus necesidades de información, las cuales se generan a par- tir de las actividades técnicas que de manera continuada y permanente realizan las mismas instituciones.

En la actualidad, estos tres conceptos se materializan, pero no con suficiente claridad, orden y precisión. La propuesta contenida en el PRONADEIG es armar, con los elementos que existen hoy en día, la primera fase de la Infra-estructura de Información Estadística y Geo-gráfica (IIEG) y establecer un proceso para su desarrollo y evolución. La IIEG se constituye

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por la unión sistémica de dos subestructuras: la Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) y la Infraestructura de Información Estadística (IIE). El desarrollo de la IIEG se dará por la interrelación entre las dos subestructuras. Am-bas tienen una meta común, que es la integración de información estadística georreferenciada.

Previsiblemente, en las próximas décadas habrá gran avidez en México por disponer de

información estadística y geográfica de calidad, con el objetivo de fundamentar la toma de de-cisiones de los procesos de planeación del desa-rrollo social y económico de nuestro país en la primera mitad del siglo XXI. La IIEG que se vislumbra para el 2025 tiene como reto principal lograr la coordinación de todos los participan-tes para obtener datos compatibles y coherentes entre sí. Entre sus principales características, la

IIEG debe proporcionar información requerida para la planeación en los tres órdenes de gobier-no y los poderes Legislativo y Judicial, federales y estatales; asimismo, no deberá contener in-formación contradictoria, aun cuando puede haber distintas representaciones del mismo fenómeno que sirvan a diversos propósitos y, finalmente, la información debe ser de óptima calidad, acorde con los desarrollos tecnológicos y metodológicos.

La IIEG se integrará por la Red Nacional de Información Estadística y Geográfica, los datos estadísticos, las imágenes geográficas, la cartografía básica y temática y los registros administrativos, todos con sus respectivos me-tadatos. La Red Nacional y su interfaz serán, al mismo tiempo, una herramienta de trabajo para organizar a las personas que integren la IIEG y un medio para difundir la información

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y las metodologías usadas; ésta evolucionará a la par del desarrollo tecnológico.

El PRONADEIG contempla, para los próximos tres años, consolidar el concepto de la IIEG, establecer el marco jurídico-normativo que regirá en los años venideros, desarrollar un diagnóstico detallado sobre los problemas más importantes que deben superarse para poder avanzar en el desarrollo de dicha infraestructu-ra en el largo plazo e integrar su primera versión sustentada en la Red Nacional de Información Estadística y Geográfica.

Marco jurídico vigente

El H. Congreso de la Unión expidió la LIEG el 23 de diciembre de 1980 con los siguientes objetivos principales:

• Normar el funcionamiento de los Servi-cios Nacionales de Estadística y de Infor-mación Geográfica.

• Establecer los principios y las normas conforme a los cuales las dependen- cias y entidades de la APF deben ejercer las funciones que les correspondan como par-tes integrantes de los Servicios Nacionales.

• Fijar las bases para coordinar la partici-pación y colaboración que corresponda a los gobiernos de las entidades federativas a efecto de mejorar el funcionamiento de los Servicios Nacionales.

• Promover la integración y el desarrollo de los Sistemas Nacionales Estadístico y

de Información Geográfica para que se suministre a quienes lo requieran, en los términos de la LIEG, el servicio público de información estadística y geográfica.

Respecto a los Sistemas, la LIEG los declara de interés público; su organización,funcionamiento, coordinación, planeación de actividades y evaluación de resultados están su-jetos a los procedimientos y normas que al efec-to establezca el Instituto Nacional de Estadísti-ca, Geografía e Informática (INEGI).

En este sentido, la LIEG confiere al INEGI dos funciones:

• Como productor de información. En ma-teria de geografía, debe elaborar estudios del territorio nacional, realizar el levan-tamiento de inventarios nacionales de re-cursos naturales y de la infraestructura del país, así como la administración del Registro Nacional de Información Geo-gráfica. En materia de estadística, es responsable de planear, desarrollar, vigi-lar y realizar el levantamiento de censos y encuestas económicas y sociodemográ-ficas de interés nacional, además de pla-near, promover y operar la organización de un Sistema Integrado de Contabili-dad Nacional.

• Como unidad central coordinadora de los Sistemas Nacionales Estadístico y de Información Geográfica. Le correspon-de normar, evaluar, integrar y difundir la información que generen las UPI en los

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ámbitos sectorial y local, así como solici-tar a la APF y convenir con las entidades federativas la producción de información estadística y geográfica.

En adición a lo anterior, para la integración y funcionamiento de los Sistemas Nacionales, la LIEG establece que se deben homogeneizar los procedimientos de captación de datos en las

fuentes de información estadística y geográfica, entre muchas otras: padrones, inventarios, di-rectorios, catastros, cuentas nacionales, estudios geográficos y geodésicos y encuestas.

Con el propósito de que el INEGI esté en condiciones de articular los Sistemas Naciona-les Estadístico y de Información Geográfica, así como para lograr la ordenación y regulación de

las actividades necesarias para su debida inte-gración, la LIEG establece, además de la exis-tencia del PRONADEIG, la conformación de instancias de participación y consulta para su elaboración y ejecución en los ámbitos nacio-nal, sectorial y regional, es decir, los Comités Técnicos Consultivos, Sectoriales, Regionales y Especiales de Estadística y de Información Geográfica.

Situación actual

En el marco de las economías globales y par-ticularmente en lo que se refiere a la difusión masiva del uso de la tecnología de la información y las comunicaciones, se han creado nuevos am-bientes de comportamiento social y esquemas de trabajo con base en la disponibilidad y acceso a un gran acervo de conocimiento. Dicha tec-

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nología –en especial internet– ha modificado las formas tradicionales de producción y difu-sión de la información, entre ésta, la estadística y la geográfica.

Hoy en día, el INEGI ha otorgado priori-dad a la integración de los Sistemas como ele-mento fundamental para proveer los insumos que se requieren en los procesos de la planea-ción gubernamental y en los de toma de deci-siones que realizan los diferentes sectores de la sociedad.

La elaboración del PRONADEIG, que es una obligación de ley, se cumple por primera vez, y pone de manifiesto el volver operativos los mecanismos de coordinación formal esta-blecidos por la LIEG.

En materia de generación de información estadística se han ejecutado numerosos pro-yectos, en particular de carácter nacional, así como sobre ciertas áreas temáticas sectoriales y en el ámbito de algunas entidades federativas; sin embargo, hace falta una visión organizada e integral de la estadística nacional que la dote de congruencia, consistencia y complementa-riedad. En la cuestión geográfica, el panorama de México presenta diferencias en el desarrollo de la producción, tratamiento, uso y diseminación de la información del entorno, así como en las condiciones culturales y tecnológicas.

En este sentido, el Programa plantea polí-ticas y un programa estratégico de acciones para sendas vertientes.

Información estadística

El desarrollo de la Infraestructura de Información Estadística (IIE) está orientado a definir las moda-lidades bajo las cuales se dará atención a la deman-da de información de la sociedad, a promover el fortalecimiento de la capacidad estadística de la APF y de los gobiernos locales y, finalmente, a fomentar una mayor participación de los distin-tos sectores de la sociedad para conocer sus ne-cesidades e identificar los temas sobre los cuales se requiere generar datos estadísticos.

Con el objetivo general de desarrollar la IIE con un enfoque sistémico, los integrantes de la Infraestructura deberán regir su actividad bajo las siguientes políticas:

1. Mantener y mejorar la oferta actual de información estadística. Está dirigida a consolidar la producción, integración y difusión de estadísticas, tanto de aspec-tos de los que ya existe información como de los nuevos requerimientos.

2. Observar las normas y metodologías es-tandarizadas vigentes para la generación, integración y difusión de estadísticas se-gún los principios, normas, metodologías y clasificaciones acordadas con el INEGI.

3. Establecer mecanismos permanentes de concertación que vinculen a producto-res, usuarios e informantes para garan-tizar, por un lado, que las estadísticas producidas sean relevantes y, por el otro, que tengan el concurso de la población con el fin de proporcionar la informa-

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ción veraz y oportuna que permita pro-ducir estadísticas de calidad.

4. Impulsar el desarrollo de las estadísticas sec-toriales y locales a través de una mayor ex-plotación de los registros administrativos.

5. Procurar satisfacer las necesidades de información de los usuarios.

Los integrantes de la IIE deberán cumplir con varios objetivos específicos y estrategias, los cuales se enumeran enseguida:

1. Constituir las instancias de participa-ción previstas en la LIEG y procurar que mantengan su operación en forma permanente. Sus dos estrategias son:

• Instalar y/o consolidar, así como mantener en operación los Comi-tés Técnicos Sectoriales, Regio-

nales y Especiales, y otros meca-nismos de coordinación. Para la elaboración de los distintos pro-gramas de desarrollo estadístico, es primordial la participación de

las UPI a través de esas instancias de coordinación.

• Elaborar e instrumentar los pro-gramas sectoriales, regionales y es-peciales de desarrollo estadístico.

2. Consolidar el Sistema Nacional Estadís-tico con un enfoque integral. Se dirige a mantener y mejorar el nivel actual de producción, integración y difusión de la información estadística. Cuenta con dos estrategias:

• Producción y mejoramiento de las estadística oficiales, las cuales

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son el fundamento para la deter-minación de políticas públicas y toma de decisiones en los distin-tos sectores productivos. En este sentido, destaca la promoción, entre los estados, de la genera-ción de información estadística mediante registros administrati-vos y el levantamiento de encues-tas sobre aspectos económicos, sociodemográficos, de ciencia y tecnología, así como del medio ambiente.

• Conciliación e integración de estadísticas con los sectores y las entidades federativas.

3. Ordenar y regular el servicio nacional y los servicios estatales de información estadística. Este objetivo específico se orienta a proporcionar las bases norma-tivas, lineamientos técnicos, marcos de referencia y, en general, a la regulación de la infraestructura estadística para que todas las unidades participantes en la ge-neración, integración y divulgación de las estadísticas realicen su actividad bajo es-quemas estandarizados. Las tres estrate-gias son:

• Generar la normatividad, me-todologías y lineamientos del Sistema Nacional Estadístico y promover su aplicación.

• Formar recursos humanos en materia estadística.

• Promover y desarrollar las activi-dades de investigación estadística.

4. Promover la prestación continua y perma-nente del servicio público de información. Comprende la ejecución de actividades relacionadas con los servicios de aten-ción a los usuarios para facilitar el acceso a la información estadística que éstos re-quieran mediante el uso de diversos me-dios de acuerdo con las características de la demanda. De éste se desprenden cinco estrategias:

• Diseñar e implementar los me-canismos para conocer en forma sistemática las necesidades de in-formación de los usuarios.

• Ampliar la Red Nacional de Consulta (es un servicio en el que el INEGI proporciona sus publicaciones a bibliotecas y cen-tros de documentación).

• Promover el uso de la informa-ción existente, mostrando su uti-lidad y sus campos de aplicación.

• Concertar acciones para la di-fusión de las herramientas y datos estadísticos en el sector educativo.

• Fomentar una relación de cola-boración con los informantes.

5. Establecer la Red Nacional de Informa-ción Estadística. Sus tres estrategias son:

• Diseñar el modelo de la Red Na-cional de Información Estadística.

• Adecuar la información estadís-tica de las UPI para su incorpo-ración a la Red bajo las normas establecidas.

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• Orientar la administración de la Red para facilitar a los usuarios

el acceso a la información.

En la instrumentación de las acciones con-templadas en el Programa intervienen nume-rosos organismos con funciones distintas. En primer lugar están las UPI de los sectores, de las

entidades federativas y de los poderes Legislativo y Judicial de la Federación, las cuales tienen una función eminentemente operativa, vinculada de forma principal a la explotación estadística de los registros administrativos y, en menor grado, al levantamiento de encuestas por muestreo.

En segundo lugar se encuentran las UPI –cabeza de sector– que, además de realizar una función de coordinación, integran la infor-mación, supervisan a las unidades productoras, las representan ante las instancias de participa-

ción y establecen vínculos con el INEGI para obtener la normatividad correspondiente.

Por último está el INEGI, que efectúa funciones normativas, además de la coordi-nación del Sistema, la operación –principal-mente censos y encuestas– y la supervisión para que la información cumpla con los re-

quisitos de pertinencia, confiabilidad, opor-tunidad, cobertura y frecuencia necesarios. Asimismo, integra la información de interés nacional y facilita a los usuarios el acceso a los datos que forman el Sistema Nacional Estadístico.

Los tiempos establecidos para cada una de las estrategias y las acciones contempladas en el Programa deberán estar asociados a in-dicadores que permitan verificar el cumpli-miento de los propósitos establecidos.

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Información geográfica

La expresión de la IIEG en el ámbito geo-gráfico se denomina Infraestructura de Datos Espaciales de México (IDEMEX). Su consoli-dación como un concepto sistémico permitirá la participación interinstitucional bajo esquemas de administración eficiente y aprovechamiento óptimo de los recursos orientados a la genera-ción de información geográfica. Los integran-tes de la IDEMEX deberán guiarse por las siguientes políticas:

1. Aprovechar las experiencias, los cono-cimientos, el esfuerzo y la participación conjunta y organizada de especialistas, productores y usuarios para el cumpli-miento del Programa.

2. Integrar la información generada por el sector público en una Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) –con la par-ticipación organizada de las dependen-cias y entidades de la APF, los estados, el Distrito Federal y municipios– para constituir la fuente principal de datos en materia geográfica de la sociedad mexicana.

3. Formar el marco técnico-normativo sobre los datos geográficos en relación con su diseño, captación, integración y difusión, en concordancia con estánda-res internacionales. La compatibilidad, facilidad de transferencia, uso y aprove-chamiento de la información geográfica requieren que ésta se desarrolle bajo es-tándares comunes, tanto en los aspectos

de registro como de producción, inter-cambio y presentación, por lo que una tarea inmediata será integrar grupos de trabajo para la formulación de normas, atendiendo las tendencias y estándares internacionales.

4. Mantener actualizado el Sistema Nacio-nal de Información Geográfica y el Ser-vicio Público de Información Geográfica del país conforme a las nuevas tecnologías de captación y procesamiento de datos.

5. Procurar satisfacer las necesidades de in-formación de los usuarios.

México está atento a los avances tecnoló-gicos y comparte con el resto del mundo esta concepción integradora porque encuentra, en primera instancia, un beneficio para el país al conceptuar y organizar la información geo-gráfica bajo normas y estándares comunes. Se propone integrar la IDEMEX como una estrategia organizativa y una arquitectura co-mún que, con un enfoque sistémico, permita organizar y compartir los datos de las UPI de acuerdo con los preceptos contenidos en la LIEG en lo que compete al Sistema y al Ser-vicio Nacional de Información Geográfica.

Desde el punto de vista operativo y de generación de información, los productores, propietarios y responsables de ésta ocupan un lugar preponderante dentro de la IDE-MEX; son los actores principales de la mis-ma, dentro de un ámbito de coordinación y cooperación orientado a maximizar la utili-dad de la información geográfica.

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PRONADEIG

Los usuarios, en su carácter de beneficiarios del Servicio Público de Información Geográfi-ca, también son integrantes de la IDEMEX; son quienes establecen las demandas asociadas a las necesidades derivadas de los requerimien-tos para fundamentar la toma de decisiones en la planeación del desarrollo económico y social del país. Como primer paso para su integración,

se requiere conocer quiénes producen informa-ción geográfica en el ámbito nacional y cuáles son sus características, a efecto de identificar las fuentes de datos de información geográfica y su ubicación, así como el medio en el que se encuentran.

Los datos que se integren a las bases deben estar perfectamente definidos por sus metada-tos, es decir, en términos de sus características y cualidades para que puedan ser consultados

por los usuarios. De esta manera, éstos podrán conocer las fuentes, calidad, institución pro-ductora, fechas de producción, disponibilidad y, en general, todas las características que per-mitan al usuario hacer un juicio apropiado sobre la utilidad de los datos para el propósito que los requiera. El fundamento de la integración de la IDEMEX radica en el desarrollo de metadatos

a cargo de las instituciones productoras confor-me a normas estandarizadas.

Al esquema anterior se agrega el meca-nismo Centro Distribuidor de Metadatos, que es un registro de datos geográficos que permi-te su localización, ponderación y análisis. De esta forma, la IDEMEX se constituye en la columna vertebral que permite estructurar el Sistema Nacional de Información Geográfica, organizar el Servicio Nacional y los Servicios

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Estatales de Información Geográfica y conso-lidar el servicio público de información como un patrimonio para el desarrollo sustentable de nuestra nación.

Dentro de su programa estratégico, la IDEMEX plantea como objetivos específicos:

• Instalar las instancias de participación previstas en la LIEG y procurar que se mantengan en operación permanente.

• Consolidar el Sistema Nacional de In-formación Geográfica con un enfoque integral.

• Ordenar y regular el Servicio Nacional y los Servicios Estatales de Información Geográfica.

• Promover la prestación continua y perma-nente del servicio público de información.

• Desarrollar la Red de Información Geo-gráfica y participar en su administración y operación.

En la actualidad, el conocer la distribución y características de los recursos debe concebirse como una responsabilidad compartida entre las diferentes UPI de la APF y con la sociedad en ge-neral. En el marco del Sistema Nacional de Infor-mación Geográfica, el INEGI conviene acciones específicas con las distintas UPI para producir, integrar y diseminar información que contribuya a enriquecer los diversos proyectos de interés na-cional, entre las que destacan:

• Programa de Certificación de Dere-chos Ejidales y Titulación de Solares

(PROCEDE), el cual es un instrumen-to estratégico del gobierno federal, bajo la coordinación del sector agrario, que se implementó con el objetivo de llevar a cabo el ordenamiento y regularización de la tenencia de la tierra en los núcleos agrarios.

• Imágenes de satélite, donde las institu-ciones participantes han instrumentado trabajos de asesoría mutua e integración de proyectos relacionados con sistemas de control, recepción, decodificación, al-macenamiento y procesamiento de datos provenientes de información satelital.

• Recursos naturales, basados en el inven-tario de éstos en materia de información de uso del suelo y vegetación, geológica e hidrológica.

• Información para evaluar desastres na-turales, el cual se constituye como medio para conocer y mitigar los efectos nega-tivos de este tipo de eventualidades, así como para precisar los sitios y concertar los apoyos de información geográfica necesarios.

• Sistemas de información geográfica que, desarrollados por el INEGI con fines específicos, constituyen potentes herramientas para obtener información estadística y geográfica relacionada, a efecto de brindar elementos que apo-yen los procesos de toma de decisio-nes; ejemplo de ello son los sistemas Focos Rojos Agrarios, límites territori-les y la actualización de la información geográfica.

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PRONADEIG

Mecanismos de seguimiento

La ejecución del PRONADEIG hace necesario el seguimiento de avances y cumplimiento de metas, lo cual implica la participación de todas las instancias para informar y evaluar resulta-dos, donde se expongan los logros u obstáculos para el desarrollo de las acciones y se determi-nen medidas de solución, así como los ajustes que sean necesarios.

Cada entidad o dependencia participante debe generar su propio esquema de seguimiento y evaluación interna que dé cuenta sobre el des-pliegue, alcance y orientación de los trabajos. Son los propios organismos los ejecutores y, al mismo tiempo, beneficiarios de los resultados derivados del cumplimiento del PRONADEIG.

En el aspecto interinstitucional, las ins-tancias de seguimiento y evaluación deben ser

los Comités, creados como parte de los linea-mientos estipulados en la LIEG. Los informes deberán centrarse en el análisis de las metas es-pecíficas definidas en el programa respectivo de cada Comité, en el que se detallarán los com-promisos de cada UPI participante.

De conformidad con la Ley de Informa-ción Estadística y Geográfica, los mecanismos de participación y consulta y los de relacio-

nes interinstitucionales son de dos niveles: los de cobertura general, a cargo de los Comités Técnicos Consultivos y los de cobertura espe-cífica, a través de los Comités Sectoriales, Re-gionales y Especiales. El INEGI funge como secretariado técnico de normas de todos los Comités y de los grupos de trabajo en el se-guimiento de metas, cumplimiento de acuer-dos o compromisos, y en la elaboración de los informes respectivos.

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La población,sus ondas y sumomentumdemográficoManuel Ordorica Mellado*

“El momentum demográfico dará lugar a importantes incrementos de población durante los próximos 25-50 años. Un descenso de la tasa de fecundidad no conlleva una desaceleración inmediata del crecimiento demográfico. Aunque la fecundidad se estabilizase

al nivel de reemplazo –2.1 hijos por pareja que reemplazarían a la generación de los padres– la población continuaría aumentando

durante algún tiempo. Este fenómeno, conocido como momentum demográfico o impulso demográfico, es más prolongado cuanto más joven es la estructura de edad de la población. Cuando la proporción de mujeres en edad de procrear es elevada, el número de nacimientos puede permanecer constante o incluso aumentar mientras desciende

la tasa de fecundidad. Esta inercia de crecimiento derivada de la estructura por edades de la población es un motor importante

del crecimiento demográfico, y será responsable de aproximadamente la mitad del aumento de la

población mundial en los próximos 100 años”.1

* Maestro en Demografía y doctor en Ingeniería. Profesor e Investigador del Centro de Estudios Demográ-ficos y de Desarrollo Urbano, El Colegio de México. Teléfono: (55) 54 49 30 00, ext. 3119. Correo electró-nico: [email protected].

1 DaVanzo, Julie y David M. Adamson (traducido por Teresa Castro Martín). “La planificación familiar en los países en desarrollo. Un éxito incompleto”, en: Population Matters. Un programa de RAND para la difusión de investigación relevante para la formulación de políticas. Documento temático, p. 2. http://www.rand.org/publications/IP/IP176.2/IP176.2.pdf.

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El inicio

Los estudios demográficos nos interesan porque estudian aspectos relacio-nados con la vida y la muerte, además de la movilidad de la población. La palabra demografía aparece por primera vez a mediados del siglo XIX en la obra Elementos de estadística humana o demografía comparada, de Achille Guillard. Podemos decir que se trata, más bien, de un bautismo tardío que de un nacimiento.

¿Cómo surgió? La demografía nació de la aritmética de la vida y la muerte, así como de las tablas de mortalidad en tiempos de la peste. Se con-sidera a John Graunt el padre de la demografía, quien publicó Observaciones sobre boletines de mortalidad en 1662. Las listas de mortalidad analizadas por Graunt fueron iniciadas durante una de las peores pestes, la de 1603.

Es posible considerar a Graunt como el Cristóbal Colón de los trabajos en materia de población, ya que fue más lejos en el estudio de los registros de defunciones. Por eso, para muchos, Graunt fue el pionero del análisis de-mográfico y precursor, junto con W. Petty, de la aritmética política, quien desarrollara esta dimensión al analizar otros aspectos de la sociedad.

Sin embargo, desde mucho antes del siglo XVII pueden encontrarse re-flexiones sobre demografía; Platón, por ejemplo, planteó un tamaño de po-blación ideal para la ciudad: afirmaba que 5 040 era el número más adecuado para todas las ciudades porque tiene 59 divisores y proporciona números para la guerra y la paz, para los impuestos y los negocios.

Momentum demográfico

El despegue del crecimiento poblacional se dio a mediados del siglo XVII. En esa época, la Tierra apenas estaba habitada por 500 millones de seres humanos; en 1999, el planeta llegó a tener 6 mil millones de personas; hoy cuenta con alrededor de 6 400 millones de individuos y en el 2011 habrá 7 mil millones. Cada 12 años la población mundial aumenta en mil millo-nes, cada 12 años los habitantes de este mundo tienen que construir un país

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semejante a la población actual de la India, que se acerca a los 1 100 millones y que en el 2040 superará a la de China, según la hipótesis de proyección media de Naciones Unidas.

Aun cuando se observa una disminución en los niveles de crecimiento, la cantidad de habitantes continuará incrementándose debido al momentum demográfico. Dicha reducción no ha impedido ni tampoco impedirá que se presenten adiciones significativas en el número absoluto de personas.

Es importante tener conciencia de lo que significa un fenómeno social como éste, el cual tiene una dinámica tan acelerada cuya representación ma-temática se acerca a una función exponencial. Un crecimiento como el de la población produce resultados que han fascinado a la humanidad durante siglos. Este tipo de aumento es muy engañoso porque genera números muy grandes con elevada rapidez. Puede hacerse la analogía de la evolución de-mográfica con el paso del tiempo medido con la manecilla que marca las ho-ras del reloj: la aguja parece que no se mueve. La población mundial parece que no aumenta; sin embargo, en casi ocho décadas ésta se multiplicó por tres al pasar de 2 mil millones en 1920 a una cifra de 6 mil millones en 1999.

Éste es un momento propicio, por encontrarnos en los primeros años del nuevo milenio, para hacer una reflexión de los hechos sociales de estos 2 mil años de nuestra historia ya que, según las previsiones demográficas, la población del mundo llegaría a 9 300 millones de personas en el 2050, lo cual quiere decir que sería necesario construir en medio siglo casi otro mundo como el de 1987, cuando había 5 mil millones de personas. En la ac-tualidad, cada año nacen en el planeta 133 millones de individuos y mueren 56 millones; esto implica un crecimiento natural de 77 millones.2 Debido a la inercia demográfica, la población mundial continuará incrementándose, aun cuando ha descendido significativamente la tasa de natalidad.

Hace unos años se cumplió el aniversario número 200 del Ensayo sobre el principio de la población, elaborado por Thomas Malthus, trabajo que ha-bría de tener una influencia decisiva en la teoría demográfica. Malthus se preguntaba cuál sería el crecimiento natural de la población si se le dejara 2 United Nations. World Population Prospects. The 2000 Revision. New York, United Nations, 2001.

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sin freno y cuál la tasa a la que podrían aumentarse los medios de subsis-tencia. Sobre esta base, formuló dos hipótesis fundamentales: la población tiende a duplicarse cada dos decenios y medio, es decir, a crecer en progre-sión geométrica, mientras que, en las condiciones más favorables, la produc-ción agrícola también aumentaba cada 25 años en una cantidad constante y, en consecuencia, sólo en progresión aritmética.

Si bien la teoría de Malthus no tiene hoy validez, ocupa un lugar impor-tante en la historia demográfica y representa un estímulo para los problemas sociales de nuestro tiempo. El debate actual se refiere a nuestra capacidad para sostener a una población en rápido crecimiento. Sabemos que el ritmo de incremento demográfico del mundo es todavía elevado, de alrededor de 1.4% anual, lo cual quiere decir que la población se duplicaría en periodos de 50 años, de mantenerse esta tasa de crecimiento.

La demografía en nuestro país

¿Qué pasaba en la demografía mexicana hace un poco más de tres décadas, cuando se presentaba el crecimiento demográfico más elevado de nuestra historia? El censo de 1970 mostraba que la población era de casi 50 millones de individuos y la tasa de crecimiento demográfico, de 3.5% anual; esto sig-nifica que la población se duplicaba cada 20 años: en 1950 había 25 millo-nes de personas y en 1970, los 50 millones ya mencionados. En 1960, el país tenía 35 millones de habitantes y en 1980, casi 70 millones, lo cual indica que esta duplicación cada 20 años se presentó en México por varios decenios durante el siglo XX.3

Nuestra esperanza de vida al nacer hace tres décadas era de un poco más de 60 años y la tasa global de fecundidad fue de seis hijos. Se registraban casi 80 defunciones de niños menores de un año por cada mil nacidos vivos: un gran número de éstas se hubieran podido evitar porque se derivaban de las de-ficientes condiciones de vida de los mexicanos y la elevada desnutrición (mu-chas muertes eran de tipo infeccioso y parasitario, así como por neumonías).3 Consejo Nacional de Población (CONAPO). El poblamiento de México. Una visión histórico-demográfica.

Tomo IV. México, CONAPO, 1993.

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Además, los niveles de mortalidad eran –y son– diferentes según las condiciones socioeconómicas, hecho que se ha presentado en diversos mo-mentos y lugares en la historia de la humanidad. Hagamos la analogía con los que fallecieron en el hundimiento del Titanic: gran parte de los que murieron en el naufragio eran, en su mayoría, los de los estratos más bajos, quienes iban en segunda o tercera clase, mientras que muchos pasajeros que viajaban en primera sobrevivieron; también, como ocurre en la realidad, se salvaron más mujeres que hombres. Si bien es cierto que todos vamos a morir, hay quienes fallecen antes y su tiempo de vida es poco saludable. La muerte ocurre en forma distinta entre pobres y ricos.

¿Qué ha pasado en tres decenios y medio? ¿Cuál es la situación demo-gráfica actual de México? En estos casi 35 años, los mexicanos hemos tenido que construir otro país como el de principios de la década de los años 70. La población de México, según las proyecciones del Consejo Nacional de Pobla-ción (CONAPO), llega a los 105.3 millones de habitantes, con una tasa de mortalidad infantil ligeramente inferior a 20 por mil, una esperanza de vida al nacer de 75 años y nos acercamos a una tasa global de fecundidad de reem-plazo (2.1 hijos por pareja).

El nivel de la esperanza de vida al nacer es semejante al de varios países de Europa y cercano al de Estados Unidos de América, lo cual significa que los padres conviven más años con sus hijos, y va a ser normal encontrar a cuatro generaciones vivas. El concepto de familia se transformará tomando en cuenta estos hechos sociales.

En estos 35 años se les ha salvado la vida a un poco más de 2 millones de infantes de menos de un año de edad, lo que muestra el éxito de las polí-ticas de salud. La disminución de la natalidad y la de la mortalidad son dos de los acontecimientos sociales más relevantes en la historia social de este país; sin embargo, México todavía cuenta con una mortalidad infantil cinco veces superior a la de Japón, que presenta una tasa de cuatro defunciones de niños menores de un año por cada mil nacidos vivos.

La reducción de la fecundidad trae algunos cambios en la composición por edad: se presenta una disminución de la población en las edades jóvenes y

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un acelerado crecimiento en las edades adultas y avanzadas. No obstante, aun cuando se ha observado una rápida declinación de la fecundidad y la mor-talidad, se registran todavía diferencias entre los diversos grupos sociales y áreas geográficas. Así, mientras el número de hijos por mujer en Chiapas es de cuatro, en el Distrito Federal y Nuevo León es de poco más de dos, lo cual muestra que estas dos entidades federativas ya llegaron al nivel del reemplazo. También, mientras la esperanza de vida al nacer en Chiapas y Oaxaca es de casi 70 años, en el Distrito Federal y Nuevo León supera levemente los 75.

De acuerdo con estos datos, podríamos decir que en nuestro país hay dos demografías claramente diferenciadas: una cuenta con una estructura por edad joven, alta natalidad y alta mortalidad, con fuerte migración interna e internacional; la otra tiene baja mortalidad, baja natalidad y una estructura por edad en acelerado proceso de envejecimiento, con crecimiento demográ-fico muy lento.

Las ondas en la estructura por edad: ¿bono o pagaré demográfico?

Dada la dinámica demográfica, dos temas llamarán la atención en lo que res-ta del siglo XXI: el acelerado crecimiento de la población en edades activas y la rápida tasa de incremento de habitantes en edades avanzadas.

¿Qué efectos se presentarán en la estructura por edad de la población de México? El descenso de la fecundidad traerá importantes cambios en la com-posición por edad. Se presentará una disminución relativa de habitantes en edad preescolar y escolar, además de un aumento apreciable en la población en edades activas. Por ejemplo, de cumplirse la hipótesis programática del CONAPO, la población en edad escolar (6 a 14 años) se reduciría de 20.3 millones en el 2000 a 15.8 millones en el 2030, mientras que la correspon-diente a edades activas (15 a 64 años) pasaría de 62.3 millones en el 2000 a 85.7 millones en el 2030. En 30 años, este grupo se incrementará en 23.4 mi-llones, es decir, aumentará 780 mil anualmente en promedio. En el supuesto de que todas estas personas estuvieran buscando trabajo, esta cifra debería ser el número de empleos por generar, más los que se encuentren sin empleo.

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Por su parte, la población de 65 años y más aumentaría de 4.7 millones en el 2000 a 15.6 millones en el 2030, casi se cuadriplicaría en 30 años. Esta po-blación se incrementará en 10.9 millones en tres décadas, o dicho de otra ma-nera, crecerá en 360 mil en promedio anualmente. Esto significa que una cifra semejante será el número de nuevos pensionados que se sumarán cada año.

Tales transformaciones en la estructura por edad permiten concluir que mientras el descenso en los niveles de fecundidad tiene un efecto inmediato sobre la población que demandará escuelas primarias, jardines de niños y ser-vicios de atención de salud materno-infantil, ese impacto tarda más tiempo en afectar el grupo de población en edades activas, debido a que esa población se encuentra presente en el momento actual, porque ya ha nacido. Estos cambios demográficos tendrán como resultado que las acciones en materia educativa y de salud materno-infantil, al reducirse la cantidad de habitantes en las pri-meras edades, podrán dirigirse a mejorar la calidad de los servicios.

Otro efecto de grandes implicaciones sociales será el elevado número de personas en edades activas (15 a 65 años) en relación con las inactivas (menos de 15 y más de 65 años), razón que recibe el nombre de índice de dependen-cia.4 Se dice que este proceso podría transformarse en un bono demográfico, el cual se ubicará, principalmente, entre los años 2010 y 2030, cuando por cada 100 personas en edades activas haya un poco menos de 50 en edades inactivas (ver gráfica).

Este fenómeno puede explicarse como una onda5 en la que nos encon-traremos en condiciones ideales cuando estemos en la parte más baja de ella: muchas personas en edades de trabajar en relación con la población que se debe mantener; pero en problemas cuando estemos en la parte alta de la onda: pocos en edades de trabajar respecto a los que habrá que mantener (ver gráfica).

Este cambio en el índice de dependencia podría transformarse en un bono demográfico sólo si las personas en edades activas tienen trabajo pues,

4 El índice de dependencia se calcula dividiendo la población de menos de 15 y más de 65 años entre la pobla-ción de 15 a 64 años. Se interpreta como el número de personas en edades no activas por cada 100 personas en edades activas.

5 El máximo de la onda se ubicó en la década de los años 70 y el mínimo se encontrará en el decenio de los 20 en el siglo XXI.

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Índice de dependencia

Porcentaje

de no ser así –es decir, en el caso de que la población no tenga trabajo o cuen-te con uno pero con ingreso bajo–, esta situación podría también representar una crisis demográfica por falta de empleo y presentarse una fuerte emigra-ción al ser una válvula de escape de dicha población. En el 2030 habría una cantidad de habitantes en edades activas equivalente a la población total que México tuvo en 1990. Asimismo, en el 2030 habría una población en edades de 65 años y más equivalente a la población que tuvo todo el país en 1930.

En poco más de un siglo, la población del país se multiplicó por ocho al pasar de 12.6 millones en 1895 a los 105.3 millones en el 2004. Así, du-rante el decenio que transcurre se espera que México aumente en una cifra aproximada de 15 millones de personas, aun cuando se alcance una tasa de crecimiento de 1% en los próximos años. Tendemos hacia el crecimiento demográfico cero y es probable que en casi un siglo tengamos que construir otro México como el de hoy.

La política de población, la aritmética política y el momentum demográfico de México

Hace tres decenios se publicó la Ley General de Población –por cierto, en el 2004 cumple 30 años– y México comenzó una larga vida en su política demográfica, que llegó a su edad madura. La Ley considera como eje fun-damental el principio del respeto a los derechos humanos de la familia y el

Índice de dependencia

Fuente: United Nations. World Population Prospects. The 2000 Revision. Vol. 1, Comprehensive Tables. New York, United Nations, 2001, p. 326.

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individuo en cuanto al número y espaciamiento de los hijos. Con estos prin-cipios se iniciaron programas oficiales de planificación familiar con un am-plio contenido en salud y educación. Dicha ley plantea como fin regular los fenómenos que afectan a la población en relación con su volumen, estructu-ra, dinámica y distribución en el territorio nacional para lograr que participe justa y equitativamente de los beneficios del desarrollo.

Los cambios de una política pronatalista a otra que regula el incremen-to poblacional se debieron tanto a resultados de simulaciones y proyecciones de población elaboradas por Benítez y Cabrera en 1966 como a las que se publicaron en 1978 por la Dirección General de Estadística, el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México y El Colegio de México. Con base en estas últimas proyecciones, se estimaba que el número de habitantes de México al 2000 llegaría a 151.8 millones. Según la hipótesis constante, dejaron de nacer 50 millones de personas, po-blación equivalente a la que tuvo el país en 1970.

El momentum demográfico6 (calculado como el producto de la tasa de natalidad por la esperanza de vida al nacer entre la raíz cuadrada de la tasa neta de reproducción) pasó de 1.07 en 1930 a 1.69 en 1970, y a 1.58 en el 2000 (ver cuadro). Esta última cifra significa que si se redujera repentina-mente la fecundidad hasta el reemplazo desde el año 2000, México estabili-zaría su población en un crecimiento nulo, varias décadas después, con una población 58% mayor a la inicial, debido a la inercia demográfica. La pobla-ción tiene oculto el impulso de su crecimiento en la estructura por edades. Con una población como la de México, el número de padres y madres va en aumento porque ya han nacido. Estamos en franco descenso de la fecun-didad, aunque es importante señalar que el momentum sólo se redujo en un décimo en tres decenios.

Aun cuando sabemos que no se debe utilizar un concepto de las ciencias físicas en las ciencias sociales, esto a veces permite aclarar conceptos teóricos. Por ejemplo, supóngase un barco de 100 mil toneladas que viaja a 20 nudos por hora, ¿qué ocurre si lo queremos detener? A partir del momento en que

6 Keyfitz, Nathan. Applied Mathematical Demography. New York, John Willey and Sons, 1977.

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paramos las máquinas comienza a perder velocidad, pero por la ley de la iner-cia sigue avanzando, no se detiene inmediatamente.

Con el crecimiento demográfico se presenta un fenómeno similar, aun-que detengamos dicho crecimiento, la población sigue incrementándose; sólo después de muchos años ésta podrá estabilizarse.

También, significa que si quisiéramos aumentar la tasa de crecimiento no lo podríamos hacer, pues resulta muy difícil revertir procesos sociales de este tipo. Por ejemplo, la población europea ha envejecido hasta tal punto que comenzará a disminuir aunque la natalidad aumente. Esto se debe a que las mujeres están retrasando cada vez más el momento de empezar a tener a sus hijos. En Europa, las generaciones ancianas son más numerosas que las jóvenes, por lo cual las generaciones posteriores tienen menos madres poten-ciales, de modo que aun cuando las mujeres tuvieran más hijos no se podría compensar la tendencia descendente, además de que el número de hijos por mujer es menor de dos. Otro hecho que está contribuyendo a este proceso es que la edad a la que se tiene el primer hijo ha ido incrementándose con el tiempo, lo cual reduce el número de niños que nacen anualmente.

Una reflexión con nuevos escenarios de largo plazo

En estos años habrá que meditar respecto al país que dejaremos a las gene-raciones más jóvenes. Según estimaciones propias, en el caso de que el creci-

Año b e°0 Ro √Ro be°0 be°0/√Ro =momentum

1930 .0495 36.9 2.93 1.712 1.827 1.071940 .0481 41.5 2.98 1.726 1.996 1.161950 .0453 52.5 2.49 1.578 2.378 1.511960 .0446 60.6 2.75 1.658 2.703 1.631970 .0432 65.2 2.78 1.667 2.817 1.691980 .0319 71.2 1.92 1.386 2.271 1.641990 .0270 74.5 1.44 1.200 2.012 1.682000 .0222 76.4 1.16 1.077 1.696 1.58

Momentum de la población = be°0/√Ro

México: momentum demográfico, 1930-2000

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miento de la población de México se estabilice en 1% anual, al final del siglo XXI sería de 300 millones de personas; y si en cambio lo hace en 0.5%, en el 2100 sería menor a 150 millones de individuos, la mitad de la población de la primera hipótesis.7 Son dos escenarios totalmente diferentes. ¿Qué país que-remos? Me parece que ha llegado el momento de responder esta pregunta.

Las proyecciones de población resultan muy relevantes para detectar los posibles escenarios demográficos. Podemos señalar que el envejecimiento, el empleo y la migración internacional serán los temas del siglo XXI, aunque asuntos como el de salud reproductiva deberán mantenerse en la agenda de los temas nacionales; el de las pensiones ocupará el centro de atención en diversos ámbitos políticos, privados y académicos. En las edades avanzadas habrá más mujeres que hombres debido a la mayor esperanza de vida de la población femenina, y muchas de ellas podrían no tener seguridad social, vi-vir solas, enfermas y pobres. Éste podría ser un escenario no muy positivo.

Ha sido posible observar cómo sí se alcanzó el monto de casi 100 millo-nes para el 2000, pero no la meta de crecimiento demográfico, aunque según las cifras del CONAPO el 1% se logrará en el 2005. Es importante señalar que la fuerte migración internacional a los Estados Unidos de América ha reducido la tasa total de aumento de la población, lo cual ha originado que estemos cerca del 1%.

Se cumplió la meta cuantitativa en el número de habitantes al final del siglo XX, pero es necesario avanzar en lo cualitativo, es decir, en el mejora-miento de la calidad de vida, para hacer efectivo el famoso spot de la década de los años 70 que decía: “la familia pequeña vive mejor”.

Otras fuentes

CONAPO. Proyecciones de la población de México, 2000-2050. México, CONAPO, 2002.Keyfitz, Nathan. Introducción a las matemáticas de la población. Santiago de Chile, CELADE, 1979.Platón. República. Libro V. México, UNAM, 1972.Preston, Samuel H. et al. Demography: measuring and modeling population processes. Blackwell Publisher,

Oxford, 2002.Vallin, Jacques. La demografía. Madrid, Alianza Universidad, 1995.

7 Ordorica, Manuel. Cuatro escenarios de la población de México para fines del siglo XXI construida a través de una función expo (exponencial). México, El Colegio de México, inédito, 2004.

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Introducción

México muestra tres patrones de migración internacional a EE.UU.; el primero –de gran tradición–, localizado en los municipios rurales del sur de la entidad; un segundo, en las cabe-ceras municipales de Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan y Nezahualcóyotl, ubicados en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México

(ZMCM); y el tercero tiene lugar en el norte de la entidad, compuesto, principalmente, por po-blación rural e indígena (otomíes y mazahuas).

Las redes sociales de los inmigrantes mexi-quenses integran un sistema de interacciones y relaciones establecidas entre sus lugares de pro-cedencia y destino. Dichas redes y comporta-mientos son ocasionados dentro del fenómeno

La migraciónde mexiquenses sureños a Estados Unidos de América

Francisco Herrera Tapia*

Datos recientes sobre la migración de mexicanos a Estados Unidos de América (EE.UU.) indican que la región centro del país ha

incrementado significativamente la cifra de personas que abandonan el estado para trabajar en aquel país del norte. Sin embargo, hay poca información referente al tema, no obstante que uno de sus patrones migratorios posee características muy similares a las de entidades consideradas tradicionalmente expulsoras de población. En este

artículo se presenta un análisis general de la migración del estadode México en sus dimensiones sociales más representativas.

* Maestro en Ciencias Sociales por El Colegio Mexiquense, A.C. Profesor de la Universidad Autónoma del Estado de México. Teléfono: (722) 2 17 33 59. Correo electrónico: [email protected].

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migratorio y suelen ser diferentes, ya que el ori-gen étnico, cultural y territorial no es homogé-neo en el estado de México.

El mercado de trabajo es muy claro en sus reglas, y en ellas se basa el desplazamiento la-boral mexiquense, así como la del resto del país; pero es innegable que este suceso tiene otras di-

mensiones de orden sociocultural, es aquí don-de se centra la atención para marcar las particu-laridades de los migrantes oriundos del estado de México.

Merece especial atención la población ru-ral del sur mexiquense. En ese sentido, la hi-pótesis planteada para el desarrollo de este tra-bajo es que la caracterización de los migrantes sureños corresponde a un tipo particular en el que éstos han contribuido a cambiar sus lugares de origen en los ámbitos económico, político y cultural, desarrollando nuevas dimensiones so-ciales de la localidad rural.

Origen de la migración mexiquense a Estados Unidosde América

El estado de México se ha caracterizado por te-ner una costumbre migratoria similar a la de en-tidades como Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Zacatecas, desarrollada y consolidada desde los inicios del Programa Bracero.1 Las localidades ubicadas en los límites con el norte de Guerre-ro, sureste de Michoacán y noroeste de Morelos comparten una franja fronteriza donde la emi-gración a EE.UU. ha sido una constante durante décadas.

Entre los municipios rurales con dicha tra-dición encontramos Tonatico, Tejupilco, Villa

1 Instrumentado por el gobierno de Estados Unidos de América con el fin de reclutar mano de obra mexicana para trabajar en su país. Dicho programa duró, oficialmente, de 1942 a 1964.

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Guerrero, Almoloya de Alquisiras, Luvianos y Coatepec Harinas, poblados de segunda, terce-ra y cuarta generación de migrantes, es decir, en algún momento los abuelos, padres e hijos se han ido –y lo siguen haciendo– hacia el país del norte, en el marco del mercado de trabajo y la utilización de las redes sociales.

La existencia de localidades expulsoras de población altera sustantivamente la manera en cómo se organiza la vida económica por quienes viven la experiencia migratoria, ya que se desa-rrollan nuevas formas de administración en sus familias y en sus comunidades de origen, pues tienen como base los ingresos provenientes de la Unión Americana (remesas).

Las transformaciones de las comunidades transnacionales son múltiples, no sólo de or-den económico; algunas de ellas tienen que ver con nuevos esquemas de comportamiento social atribuibles a las experiencias adquiridas, combi-nadas y reproducidas en ambos países (Estados Unidos de América y México).

El Programa Bracero contribuyó, de ma-nera significativa, a que muchos mexicanos emigraran debido a los atractivos salarios. Otra serie de leyes y arreglos jurídico-políticos que también han incentivado el fenómeno son la Special Agricultural Workers (SAW), la Inmi-gration Reform and Control Act (IRCA) y las visas de trabajo agrícola para trabajadores hués-pedes tipo H2 y H2A. Dichos mecanismos te-

2 CONAPO. La población de México en el nuevo siglo. México, CONAPO, 2001.

nían como propósito, por un lado, regularizar la condición migratoria de los mexicanos en la nación norteamericana y, por otro, reclutar, de formas legal y temporal, mano de obra para los cultivos agrícolas estadounidenses.

Cifras para el estado de México

Según datos del Consejo Nacional de Pobla-ción (CONAPO)2, los desplazamientos de per-sonas que buscan establecerse en el vecino país se acompañan de movimientos laborales de ca-rácter circular que, en la actualidad, ascienden a cerca de medio millón (ida y vuelta). Ello nos da un referente sobre la importancia de la migra-ción laboral y, por consecuencia, de sus deriva-ciones a partir de la experiencia que tiene lugar en EE.UU., aunado a las cantidades de remesas que entran a nuestra nación, pues el CONAPO estima que en el año anterior (2000) ingresaron a México más de 6 200 millones de dólares en-viados por los migrantes a sus familiares.

La distribución porcentual de migrantes internacionales involucra a entidades federati-vas claramente identificables con la migración tradicional: Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Zacatecas (cuadros 1 y 3); el estado de México también se encuentra entre las primeras cinco entidades consideradas como altamente expul-soras de población a la Unión Americana y ha sido poco estudiado en relación con el occiden-te mexicano (cuadro 2).

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Las cifras denotan una tendencia de incre-mento en los porcentajes de migrantes interna-cionales mexiquenses. Una de las principales razones es que las crisis económicas recurrentes en nuestro país hicieron que en la década de los años 90 la población de la ZMCM y los mu-nicipios metropolitanos del estado de México intensificaran la expulsión de población a la Unión Americana.

Cuadro 3

Distribución porcentual de los migrantes internacionales por

entidad federativa, 2000

Entidad federativa Porcentaje

Jalisco 10.64

Michoacán de Ocampo 9.98

Guanajuato 9.83

México 8.27

Distrito Federal 5.34

Veracruz-Llave 4.85

Guerrero 4.49

Puebla 4.31

Zacatecas 4.01

San Luis Potosí 3.75

Hidalgo 3.69

Oaxaca 3.44

Chihuahua 3.07

Morelos 2.75

Durango 2.62

Otros 18.96

Fuente: INEGI. XII Censo General de Población y Vivienda 2000. Ta-bulados de la muestra censal. Cuestionario ampliado. México, INEGI, 2001.

Entidad federativa Porcentaje

Michoacán de Ocampo 14.5Jalisco 11.7Guanajuato 8.6México 6.1Zacatecas 5.1Durango 4.5Guerrero 4.5Chihuahua 4.4Distrito Federal 4.1Nuevo León 3.6Resto 32.9

Cuadro 1

Principales entidades federativasexpulsoras de población migrante

internacional, 1987-1992

Fuente: INEGI. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 1992. México, INEGI, 1993.

Cuadro 2

Principales entidades federativasexpulsoras de migrantes a Estados

Unidos de América, 1995

a/ Los 1.75 y 0.07% restantes corresponden a la migración a otro país y a datos no especificados, respectivamente.

Fuente: INEGI. Conteo de Población y Vivienda 1995. México, INEGI, 1996.

Entidad federativa Porcentaje

Guanajuato 12.07Michoacán de Ocampo 11.80Jalisco 11.52México 7.21Zacatecas 5.34Chihuahua 4.59Resto 47.20No especificado 0.27Total 98.18ª/

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Impactos sociales

Las consecuencias que acarrea la migración son múltiples, sin embargo, las de impacto directo se ven reflejadas en la configuración de nuevos esquemas de relaciones familiares a la vez que el migrante, como actor social, cambia las for-mas de vida de sus comunidades de proceden-cia debido a la importancia económica que él o ella representan; en ese sentido, los patrones de educación en los hijos, la organización del tra-bajo doméstico y extradoméstico, los sistemas de ahorro e inversión y las formas de interacción con la comunidad se han adaptado a las circuns-tancias generadas por el fenómeno migratorio.

En las relaciones sociales ha traído consi-go otros acontecimientos que reestructuran la cultura y los patrones de comportamiento. En términos de migración temporal, hay quienes se van a trabajar y después de un tiempo –de seis a 12 meses en promedio– regresan con la finalidad de reafirmar los lazos de parentesco e intereses materiales o reproducir elementos tradicionales-simbólicos que los unen a su lu-gar de nacimiento. No obstante, la adopción de estilos de vida adquiridos en EE.UU. es incor-porada a su cultura original, desarrollando así patrones de comportamiento mezclados.

Por ejemplo, en el imaginario social de los migrantes rurales y de las personas relacionadas de manera directa o indirecta con la emigra-ción, hay estructuras representativas, mediati-zadas por el lenguaje –también cambiante– y la utilización de elementos materiales (camio-

netas, ropa, construcciones, dólares, etc.) que constituyen un nuevo tipo de sociedad. A lo an-terior, debemos agregar que el uso de tecnología de la información no requiere necesariamente la presencia física de la persona en su lugar de origen, por lo cual la distancia entre México y Estados Unidos de América resulta poco rele-vante para la comunicación entre los migrantes y sus familiares; es así que la retroalimentación de información entre el allá y el acá se intensi-fica en la medida que la tecnología avanza y se tiene acceso a ella.

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Respecto a los cambios sociodemográficos, retomamos la cuestión de migración mediante las comunidades transnacionales, que son todos aquellos grupos de personas cuyas actividades cotidianas, trabajo y relaciones se extienden a través de las fronteras de dos o más países (en nuestro caso México y EE.UU.); aquí, “…los migrantes del México rural tienden a mantener relaciones familiares, económicas, sociales, or-ganizacionales, religiosas y políticas múltiples [donde aquello] que caracteriza a los migran-tes y a las comunidades transnacionales son sus

esfuerzos por organizar sus vidas dentro de las condiciones de globalización política y econó-mica que prevalecen en el mundo”.3

La reciprocidad entre los lugares de pro-cedencia rural y destino (rural o urbano) y los desplazamientos no deben verse como un su-ceso fijo, sino más bien como un proceso en el que los migrantes construyen sus relaciones laborales de tal forma que los miembros de las agrupaciones transnacionales tienen que man-tener la convivencia entre dos países, viviendo en dos sociedades distintas. “Las nuevas teorías sobre transnacionalismo representan un cam-bio en las perspectivas duales de la migración, que entienden el fenómeno como algo fijo y a los migrantes como población estable. Estas teorías representan igualmente el abandono de la visión asimilatoria o de la adaptación de la migración”.4

La existencia de dichas comunidades altera profundamente la manera en cómo se observan las cuestiones económicas por parte de quienes viven la experiencia migratoria; a decir verdad, las transformaciones de las sociedades transna-cionales se deben, en gran parte, a la experien-cia en diversos ámbitos de la vida diaria.

Con esta serie de acontecimientos, no po-demos quedarnos con la idea de que las comu-nidades rurales son pasivas en su dinámica so-cial o que sólo viven de actividades primarias, 3 Peri, Fletcher. “Comunidades transnacionales”, en: Revista sobre

Investigaciones del México Rural. Núm. 1. Distrito Federal, Méxi-co, El Colegio de México, 2002.

4 Idem.

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donde el campesino tiene sólo una fuente de financiamiento para satisfacer sus necesidades cotidianas. Así, se abre la posibilidad de explo-rar otras formas de conceptuar el medio rural mexicano, en contextos donde los migrantes lo modifican significativamente.

Sociedad y migración internacional del sur del estadode México

En el ámbito rural de la región sur del estado se conjugan, destacadamente, dos elementos: el primero tiene relación con que la mayor parte de las localidades de los municipios son de vo-cación agropecuaria y el segundo, que cuentan con altos índices de migración internacional. Ambos son básicos en nuestro análisis. En términos del mercado de trabajo, hacen que el panorama social de esa región adquiera una multiplicidad de formas enriquecedoras en la reorganización del medio rural mexiquense.

En la vida cotidiana entramada en las áreas rurales se forman nuevas dimensiones. Esa construcción de acciones personales y co-lectivas por parte de los sureños oscila en un campo binacional metainstitucional, el cual crea un ambiente propicio para generar otras formas de orden colectivo que pueden tener su origen en las tradicionales o, ciertamente, pueden ser modificadas o creadas de manera novedosa a la luz de la migración.5

La participación de los habitantes en la vida productiva y social de la región es diversa y, pese a que hay tendencias de modernas vo-caciones sectoriales, la permanencia de otras actividades consideradas como habituales pre-valecen; éstas van desde la producción agrícola campesina de subsistencia hasta la organización de fiestas religiosas patronales. Sin embargo, también en estas tradiciones se registran al-gunos agregados referidos a la construcción de identidades, originadas en la migración.

El cuadro 4 ubica los municipios sureños más representativos en lo que a migración se refiere.

Municipio Intensidad (%)Coatepec Harinas 8.23Almoloya de Alquisiras 5.22Zacualpan 4.91Tonatico 4.59Texcaltitlán 4.44Zumpahuacán 4.14Sultepec 4.09Ixtapan de la Sal 4.09Villa Guerrero 3.90Temascaltepec 3.90Malinalco 3.77San Simón de Guerrero 3.42Ocuilan 3.42Tenancingo 2.35Joquicingo 2.28

Cuadro 4

Intensidada/ migratoria internacional en el estado de México

a/ Se refiere a la proporción de migrantes internacionales en relación con el número de población del municipio.

Fuente: INEGI. Xll Censo General de Población y Vivienda 2000. Ta-bulados de la muestra censal. Cuestionario ampliado. México, INEGI, 2001.

5 Por ejemplo, los clubes de oriundos o equipos de futbol, organiza-dos ambos por el origen común de los migrantes.

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Podemos observar que hay un caso en el que ocho de cada 100 habitantes son migrantes internacionales en Estados Unidos de América. Coatepec Harinas es el municipio con mayor in-tensidad migratoria en el estado de México. Por ello, la sociedad y el propio mercado de trabajo rural de esta zona no pueden analizarse por sepa-rado, pues la presencia de la migración le imprime un sello particular a la región, situación que nos obliga a reconsiderar la nueva dinámica y confi-guración rural, así como los diferentes impactos de ese fenómeno en la disposición de los factores de producción agropecuaria, sea ésta de tipo em-presarial o campesina.

Municipios rurales migrantes

novedoso campo de acontecimientos sin prece-dentes que también han impactado la actividad productiva agrícola. Se generan nuevas estra-tegias por parte de los productores para que el fenómeno migratorio afecte lo menos posible la demanda de mano de obra, de tal suerte que, en una lógica económica, al hacerse escasa la fuerza de trabajo –de varones, en especial– los empresarios agrícolas sureños tienen dos op-ciones básicas: a) aumentar el salario y generar incentivos de permanencia o b) contratar mano de obra barata con características más precarias: migrantes de otros estados mexicanos (Guerre-ro e Hidalgo), mujeres y niños.

También, se han registrado cambios que aluden a procesos de empoderamiento de las mu-jeres, pues la toma de decisiones o la ejecución de las mismas –no sólo domésticas– en ausencia del varón recae en ellas, debido a que las tareas consideradas propias del hombre igual tienen que resolverlas; por ejemplo, el cultivo de sus tierras, la participación en la vida política local, el cuidado del ganado, los trámites burocráti-cos y, en general, el trabajo extradoméstico que desempeñan para complementar el ingreso por concepto de remesas.

Recientemente, en términos políticos, el gobierno estatal ha instrumentado programas especiales de apoyo para los migrantes mexi-quenses (que se intensifican cuando los paisa-nos regresan a sus lugares de origen), cuyo ob-jetivo es brindarles facilidades institucionales en territorio mexiquense y estadounidense, esto último, mediante la creación de una oficina es-

.D.F.

Los cambios han sido sustanciales. El pro-ceso de consolidación de las redes sociales en-tre los migrantes mexiquenses y sus vínculos con el país del norte ha hecho de esta zona un

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pecial del Gobierno del Estado de México en Texas. En ese sentido, la administración estatal no desconoce la importancia del fenómeno en términos sociales, pero tampoco como forma de capital político emergente.

Según la Fundación Solidaridad México Americana6, existen las siguientes organizacio-nes de migrantes: Asociación Orgullosamen-te Mexiquense, Club Reinas de las Américas y Conquistadores del Aire de San Gabriel (en California), Club Alas y Club Tonatico (en Illi-nois), Club de Mexiquenses de Bejucos y Club de Mexiquenses de Luvianos (en Texas) y Club de Oriundos de Toluca (en Pensilvania).

Sus destinos

Muchos migrantes son de Tonatico, cuya inte-racción con la región sur de la entidad es cons-tante; se dirigen al estado de Illinois, específi-camente a la localidad de Waukegan, lugar que ellos mismos denominan otro Tonatico. La inte-gración cultural referida con su pueblo de ori-gen se desarrolla por la participación organiza-da en torno a un club de oriundos que tiene por objetivo mantener los lazos culturales; de esa forma, la reproducción social continúa.

Los de Coatepec Harinas se trasladan, principalmente, a California e Illinois. Otros lugares de destino son Texas, Florida, Arizona

y Pensilvania, por mencionar algunos. La ma-yor parte de los migrantes de Luvianos y Teju-pilco se encuentran en Texas y los de Almoloya de Alquisiras, en Pensilvania. Las actividades en las que se desempeñan son, en su mayoría, de servicios y agricultura.

Conclusiones

El fenómeno migratorio trae consigo otros adi-cionales que repercuten en la vida cotidiana de los mexiquenses, en especial en la población ru-ral ubicada al sur de esa entidad. La nueva rura-lidad generada con la migración obliga a repen-sar las sociedades con características como la estudiada. En ese sentido, es importante consi-derar este tipo de variables para la formulación e instrumentación de políticas públicas para el medio rural.

6 Fundación Solidaridad México Americana. Las organizaciones mexicano-americanas, hispanas y mexicanas en Estados Unidos. Se-gunda edición. Distrito Federal, México, 2003, p. 705.

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Es egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se tituló como actuaria; posteriormente, realizó el posgrado en

Demografía en el Instituto de Estudios Demográficos de la Sorbona en París, Francia.

Su experiencia profesional la ha desarrollado alrededor de los sistemas de información sociodemográficos y de salud desde hace más de 25 años. Inició su carrera profesional

en el Centro Nacional de Información y Estadísticas del Trabajo (CENIET) como analista de información (1976-1978) y jefa del Departamento de Análisis Censal (1982); ocupó el cargo de subdirectora de Estudios Demográficos y del Bienestar en el Consejo

Nacional de Población (1983-1986); durante varios años (1986-1990) se desempeñó como subdirectora de Estadísticas Demográficas y Sociales en la Dirección General de

Estadística del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.

De 1990 al 2001 fue directora de Estadística de la Secretaría de Salud, teniendo bajo su responsabilidad la coordinación del Sistema Nacional de Información Estadística del Sector Salud; a partir del 2001 se incorporó al Instituto Mexicano del Seguro Social

(IMSS), donde actualmente es titular de la División Técnica de Información Estadística en Salud de la Dirección de Prestaciones Médicas. A la fecha, forma parte del Grupo

Interinstitucional de Información del Sistema Nacional de Salud.

Condicionesde la saluden México

Entrevista con Sonia B. Fernández Cantón*

* Teléfono (55) 52 86 31 35. Correo electrónico: [email protected].

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Doctora Fernández, ¿cuál es su punto de vista sobre la evolución de las enfermedades en México? ¿Podría darnos una descripción breve?

En México, la salud ha experimentado un cambio en las causas de enferme-dad, aunque dicha evolución ha sido con superposición de las etapas des-critas en la teoría de la Transición epidemiológica clásica, por lo que algunos investigadores la han denominado Transición dilatada. A principios del siglo pasado, las enfermedades infecciosas constituían las causas con mayor por-centaje, y el grupo de edad más afectado era el de los niños pero, de forma paulatina, la situación ha cambiado y en la actualidad los males denominados crónicos y degenerativos (que atacan a adultos y ancianos) han ido ocupando los primeros lugares en las listas de los principales motivos de morbilidad y mortalidad. A pesar de lo anterior, padecimientos contagiosos que represen-tan un serio problema de salud (como infecciones intestinales, tuberculosis y neumonías, llamadas enfermedades de la pobreza) todavía coexisten con males crónicos (diabetes mellitus, afecciones al corazón o cardiovasculares y tumores malignos, conocidos como enfermedades de la riqueza).

Un indicador de la evolución favorable es la esperanza de vida al naci-miento, que se incrementó de 29.5 a más de 75 años entre el inicio y el fin del siglo anterior.

¿Cuál es la situación actual de la morbilidad y la mortalidad en el país?

La distribución de los padecimientos no es homogénea; no obstante, de-pendiendo de las áreas geográficas, los males más frecuentes por los que se demanda atención médica son hipertensión arterial, diabetes mellitus, infec-ciones respiratorias agudas y enfermedades diarreicas.

Los estados con menor desarrollo socioeconómico son los que presentan mayores tasas de enfermedades transmisibles; los más desarrollados presen-tan tasas altas de morbilidad y mortalidad por padecimientos crónicos.

Entre las primeras causas de muerte en el país se encuentran las enfermedades del corazón, los tumores, la diabetes mellitus, los accidentes de tránsito y la violencia.

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En relación con la distribución por sexo, más mujeres acuden a buscar atención en las unidades médicas del sector salud, sin embargo, por cada 100 personas del sexo femenino, mueren 125 hombres.

Aunque la tasa de mortalidad en México disminuyó de 13.5 en 1955 a 4.33 muertes por cada mil habitantes en el 2000, las causas de fallecimiento también han cambiado. En 1955, el grupo de enfermedades transmisibles constituyó poco más de 70% de las causas y los padecimientos no transmisi-bles, 25%. En el 2000, el primer grupo había disminuido a menos de 20%, pero el segundo representó 80%.

Al respecto, ¿cuáles son los retos a los que hay que enfrentarnos?

Son los que están relacionados con los procesos de transición tanto de tipo demográfico como epidemiológico, en particular, el fenómeno del envejeci-miento de la población (que es un logro de los programas de salud) en el que han intervenido factores como el descenso de la fecundidad, la urbanización, la educación y, en general, el desarrollo socioeconómico. Como ya dijimos, las principales causas de morbilidad y mortalidad son las enfermedades cró-nicas y degenerativas que están en relación con la edad y los hábitos de vida poco saludables.

¿Cuál es la situación del país en cuanto a servicios médicos?

México cuenta con un modelo de atención a la salud de gran diversidad, que incluye a los sectores público y privado. Dentro de las instituciones del pri-mero destacan las responsables de atender a la población derechohabiente, como el IMSS y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabaja-dores del Estado (ISSSTE), y la Secretaría de Salud (SSA) cuando se trata de la población sin derecho a la seguridad social, todas de cobertura nacional.

De acuerdo con su tipo de capacidad resolutiva de los problemas de salud, estructuran la atención en tres niveles: el de primer contacto con la población derechohabiente (se estima que puede resolver cerca de 85% de

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los casos); el segundo está constituido por las unidades hospitalarias (se considera que solucionan alrededor de 12% de las necesidades de salud) y el tercer ámbito de atención comprende a las unidades médicas de alta es-pecialidad (para remediar los problemas no resueltos en el segundo nivel, es decir, 3%).

Por otra parte, la población que no tiene acceso a la medicina privada ni a la seguridad social cuenta con servicios médicos provistos por el Estado mexicano organizados, igualmente, en niveles de atención.

En cuanto al sector privado, atiende a la población (independientemente de su adscripción a la seguridad social o no) y está en función de su poder adquisitivo.

¿Puede darnos una perspectiva basada en cifras para conocer el volumen de los recursos que, en materia de salud, se cuenta en México para satisfacer las demandas de la población?

El sector salud dispone de 19 359 unidades médicas en todo nuestro país, de las cuales 18 354 brindan consulta externa y 1 005 son hospitales; de éstos, 17.9% son de especialidad. Se dispone de poco más de 30 mil camas censables.

En dichas unidades médicas laboran 121 654 médicos que tienen con-tacto con el paciente (de los cuales 24.9% están en periodo de formación), 167 369 enfermeras en sus diferentes disciplinas y 254 726 personas de otras categorías.

Al año se proporcionan, aproximadamente, 240 millones de consultas, 15% corresponde a consulta de especialidades; 10%, a urgencias y 5%, a dentales. Los egresos hospitalarios son casi de 4.5 millones, que se distri-buyen de la siguiente manera: gineco-obstetricia, 36.8%; cirugía, 22.1%; medicina interna, 18.9%; pediatría, 14% y otros servicios, 6.3%. La suma de los días que cada paciente permaneció hospitalizado da un total de9 738 830.

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En el mundo existen grandes avances en la ciencia médica, ¿qué puede destacar al respecto en el caso de nuestro país?

En el área de salud, México es reconocido como líder en Latinoamé-rica por la cantidad y calidad de sus instituciones. La tecnología para el diagnóstico y tratamiento presentan avances vertiginosos, los cuales implican, en general, altos costos en adquisición y mantenimiento; por ello, si bien en las unidades hospitalarias de tercer nivel de atención el equipamiento es mejor que en el resto de las unidades, no deja de ser un gran reto para el país estar a la vanguardia tecnológica. Existen no-socomios que se encuentran a la altura de los mejores del mundo, sien-do ejemplo de ello el complejo hospitalario La Raza, el Centro Médico Siglo XXI (IMSS), los institutos nacionales (SSA) o el Hospital 20 de Noviembre (ISSSTE).

Al mismo tiempo, el costo de dicha tecnología restringe el acceso, sobre todo en naciones cuyas economías están en vías de desarrollo y que tienen la responsabilidad de optimizar los recursos para beneficio de una mayor cantidad de población derechohabiente.

La utilización de nuevas tecnologías puede ser un factor desestabi-lizador, pues requiere de insumos, capacitación y actualización del per-sonal, además de la educación a los derechohabientes.

En materia de salud pública, ¿qué programas se han emprendido y cuáles han sido los resultados?

Los programas de mayor impacto han sido aquéllos orientados a la va-cunación para abatir padecimientos transmisibles como poliomielitis, sarampión, difteria y otros; así, por ejemplo, la polio ha sido erradicada del país. Son operados a través del Programa de Vacunación Universal (PROVAC) y ha permitido el seguimiento nominal a cada uno de los 10 millones de niños, asegurando la cobertura de esquemas completos a más de 95% de la población de menores de 5 años.

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En este sentido, México ha sido reconocido por organizaciones interna-cionales como el Fondo de las Naciones para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) y la Organización Panamericana de la Salud.

Otro gran esfuerzo, que es digno de presumirse en los ámbitos nacional e internacional, es la denominada Estrategia de Programas Integrados de Sa-lud, emprendida en fecha reciente por el IMSS (conocida de forma coloquial como PREVENIMSS), que pretende cambiar el enfoque de la prevención de enfermedades y riesgos específicos por el de la protección a la salud en grupos de riesgo, otorgando a cada individuo un paquete completo de accio-nes de acuerdo con su edad y sexo. Con ello, se busca despertar el interés y la coparticipación de la población en el autocuidado de la salud a través de cartillas que se han preparado para grupos prioritarios: niños (menores de 10 años), adolescentes (10 a 19 años), mujeres y hombres (por separado, de 20 a 59 años) y adultos mayores (de 60 años y más).

Los programas que se han emprendido en relación con los padecimien-tos crónicos y degenerativos tienen el propósito de detectarlos antes de que inicien los síntomas y así poder ofrecer mejores alternativas en cuanto a ca-lidad de vida y tratamiento oportuno. Aun cuando todavía no se observa una disminución en la morbilidad o mortalidad, se puede apreciar un incre-mento en las coberturas de los programas de detección, por ejemplo: cáncer cérvico-uterino o de mama, diabetes mellitus e hipertensión arterial.

También, se han encauzado los de tipo educativo para modificar hábi-tos; aquí se pueden mencionar los relacionados con la actividad física, mejor alimentación y disminución del tabaquismo, entre otros.

¿Qué opina de los sistemas de información disponibles en las instituciones del sector salud para la obtención de información en la materia?

El sector salud está formado por, al menos, siete instituciones públicas que atienden a la población mexicana: SSA, IMSS, ISSSTE, Petróleos Mexi-canos (PEMEX), fuerzas armadas (Marina y Defensa) e IMSS Oportuni-

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dades. Entre ellas existen grandes diferencias de desarrollo tecnológico para el procesamiento de la información, desde el momento de su registro. Sin lugar a dudas, las tres primeras atienden a la mayor parte de los usuarios y son las que cuentan con más avances tecnológicos.

En cuanto al Sistema Nacional de Información en Salud, es importante destacar que nació de manera formal a inicios de la década de los años 80; su principal interlocutor fue conocido como el Grupo Interinstitucional de Información. Los primeros boletines sectoriales surgieron entre 1983 y 1985 en un volumen con información sobre recursos y servicios; la cobertura ins-titucional, conceptual, temporal y geográfica de las variables presentadas ha sido creciente desde entonces; hoy en día, las cifras se presentan en cuatro volúmenes: el de recursos y servicios (que incluye datos municipales), el de daños a la salud (con morbilidad y mortalidad hospitalaria), programas prio-ritarios y recursos financieros.

La información así captada tiene una enorme limitante pues, hasta el momento, la gran categoría de observación es la unidad médica, caracteri-zada por la productividad que registra, y no el individuo como eje central del análisis de la salud.

Para concluir, quiero destacar que un gran aporte del IMSS es el deno-minado Sistema de Información de Atención Integral a la Salud (SIAIS), que tiene como propósito dar seguimiento a PREVENIMSS, a través de un modelo de carácter nominal –y, por ello, centrado en el paciente– mediante el cual cada médico podrá conocer las coberturas de atención y requerimien-tos individuales de las 2 400 personas adscritas a su consultorio de medici-na familiar que, en conjunto, representan los 33 millones de usuarios de los servicios de salud del IMSS.

En ese sentido, no dudo en afirmar que, hoy por hoy, el SIAIS es lo más avanzado en el seguimiento de las condiciones de salud y que sentará el precedente para su aplicación a nivel nacional.

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Se describe un método para representar curvas de barrido para el cubrimiento de superficies de modelos digitales de elevaciones (MDE) usando el código de cadenas

de cambios de dirección ortogonal. Este código sirve para dibujar gráficamente curvas tridimensionales (3D). Así, cada superficie de un MDE queda como una

curva de barrido, la cual a su vez es representada por una cadena. Los elementos de ésta presentan los cambios de dirección ortogonal de los segmentos de línea recta de

longitud constante de la curva de barrido. Sólo hay cinco posibles cambios de dirección para mostrar cualquier curva 3D. En el código, dichos cambios son relativos, lo cual permite tener un descriptor único invariante a la traslación y a la rotación. También, este descriptor puede normalizarse al punto de inicio de la curva, y la transformaciónde espejo puede ser obtenida fácilmente. Al final del trabajo se presenta un resultado

de este método para representar la superficie de un MDE.

Representaciónde modelos

digitales deelevaciones

por medio de curvas de barrido usando código de cadenas

Ernesto Bribiesca*

* Doctor en Matemáticas. Jefe del Departamento de Ciencias de la Computación en el Instituto de In-vestiga-ciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Apartado 20-726, México, D.F., 01000. Fax: 52 (55) 56 22 36 20. Teléfono: (55) 56 22 36 17. Correo electrónico: [email protected].

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Introducción

La representación de curvas y superficies por computadora es de gran im-portancia. Este trabajo explica cómo describir una superficie 3D mediante una representación unidimensional. Los tipos de superficie corresponden a los de MDE.

Para dibujar gráficamente superficies se usan curvas de barrido1 y cur-vas que llenan el plano.2 Varios autores han usado diferentes técnicas de barrido.3 Así, en el contenido del presente documento se usa un patrón de ba-rrido. Una curva de barrido inicia en una frontera y termina en otra opuesta de la superficie. El código de cadenas usado corresponde al de cambios de dirección ortogonal.4

Los códigos de cadenas tienen una utilidad muy amplia debido a que conservan la información y permiten una considerable reducción en el alma-cenamiento. Uno de los primeros autores en definir un código de cadenas para formas bidimensionales (2D) fue el profesor H. Freeman; posterior-mente, en 19745, lo extendió a tres dimensiones. Una representación intere-sante para describir objetos compuestos de segmentos rectos fue propuesta por A. Guzmán.6 Otros autores han aportado interesantes métodos para la representación de formas 3D.7

1 H. Y. Tam. “Towards the uniform coverage of surfaces by scanning curves”, en: Computer-Aided Design. Núm. 31. 1999, pp. 585-596.

2 Mandelbrot, B. The Fractal Geometry of Nature. New York, H. Freeman, 1983.3 Cfr. Rossetti Baptista, H. “A method for incremental image generation”, en: Computers & Graphics. Núm.

23. 1999, pp. 449-454. / Wuthrich, C. A. “A model for curve rasterization in n-dimensional space”, en: Computers & Graphics. Núm. 22. 1998, pp. 153-160. / Roelandt, J. R. T. C. “Three-dimensional echocar-diography: the future today!”, en: Computers & Graphics. Núm. 24. 2000, pp. 715-729.

4 Bribiesca, E. “A chain code for representing 3D curves”, en: Pattern Recognition. Núm. 33. 2000, pp. 755-765. 5 Freeman, H. “Computer processing of line drawing images”, en: ACM Computing Surveys. Núm. 6. 1974,

pp. 57-97.6 Guzmán, A. “Canonical shape description for 3-d stick bodies”, en: MCC Technical Report Number: ACA-

254-87. Austin, Texas 78759, 1987.7 Zhao, C. S. “Epipolar parameterization for reconstructing 3D rigid curve”, en: Pattern Recognition. Núm.

30. 1997, pp. 1817-1827. / Jonas, A. and N. Kiryati. “Digital representation schemes for 3D curves”, en: Pattern Recognition. Núm. 30. 1997, pp. 1803-1816. / Kim, C. E. “Three-dimensional digital segments, IEEE Trans. Pattern Analysis Mach. Intell. PAMI-5. 1983, pp. 231-234. / Rosenfeld, A. “Three-dimensional digital topology”, en: Inform. And Control. Núm. 50. 1981, pp. 119-127. / Bascle, B. and R. Deriche. “Ste-reo matching, reconstruction and refinement of 3D curves using deformable contours”, en: Proc. Fourth Int. Conf. on Computer Vision. May. Berlin, Germany, 1993, pp. 421-430. / Cohen, F. and J. Wang. “Modeling image curves using invariant 3D object curve models-a path to 3D recognition and shape estimation from image contours” (Part I), en: IEEE Trans. Pattern Analysis Mach. Intell. PAMI-16 (1). 1994, pp. 1-12.

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En este trabajo se usa el código de cadenas de cambios de dirección or-togonal8; entre sus principales características sobresale que: 1) es invariante a la traslación y a la rotación; 2) opcionalmente, puede ser normalizado al pun-to de arranque, al sentido de construcción de la curva, y la transformación espejo puede ser obtenida con facilidad; y 3) este código sólo necesita cinco cambios de dirección ortogonal para representar cualquier curva 3D. Así, este código permite tener un descriptor único para cada superficie, la cual está representada para una curva de barrido y ésta, a su vez, por segmentos de línea recta de longitud constante. Dos segmentos de línea recta contiguos definen un cambio de dirección y dos cambios de dirección determinan un elemento de la cadena.

Código de cadenas de cambios de dirección ortogonal

En el presente estudio la longitud l de cada segmento de línea recta de cual-quier curva de barrido es considerada igual a uno y las superficies contempla-das corresponden a MDE. Dichas superficies pueden ser representadas por medio de una sola curva de barrido y ésta, a su vez, por una sola cadena.

Definición 1Una cadena A es una secuencia ordenada de elementos, y está representada por:

A= a1 a2 ... an , donde n indica el número de elementos de la cadena.

Cada elemento de la cadena etiqueta un vértice de la curva de barrido e indica el cambio de dirección ortogonal de la ruta poligonal en tal vértice. Solamente hay cinco posibles cambios de dirección, los cuales están repre-sentados en la figura 1 (a) y son los siguientes:

I. El elemento de cadena 0 es el cambio de dirección que se mantiene en la misma dirección del último segmento de línea recta.

II. El 1 indica un cambio de dirección a la derecha.III. El 2, un cambio de dirección hacia el fondo.

8 Bribiesca, E. “A chain code…, op. cit.

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IV. El 3, un cambio hacia la izquierda.V. El 4, un cambio de regreso.

Definición 2Un elemento ai de una cadena, tomado del conjunto {0,1,2,3,4} es obtenido del cálculo del cambio de dirección ortogonal relativo a lo largo de la curva.

Formalmente9, si los lados consecutivos de los ángulos de referencia tienen direcciones respectivas b y c, y el lado del vértice por etiquetar tiene dirección d (por dirección se entiende un vector de longitud l), entonces el elemento de cadena (b,c,d) está dado por:

0 si d=c,1 si d=b x c,2 si d=b,3 si d=-(b x c),4 si d=-b,donde x indica el producto cruz.

Figura1

Un ejemplo de una curva 3D y su cadena: a) los cinco posibles elementos de cadena; b) ejemplo de una curva 3D orientada a representar una superficie; c) obtención de los ele-mentos de la cadena a lo largo de la curva; y d) la cadena de la curva.

9 Bribiesca, E. and C. Velarde. “A formal language approach for a 3D curve representation”, en: Computers & Mathematics with Applications. Núm. 42. 2001, pp. 1571-1584.

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La figura 1 (b) ilustra cómo calcular los elementos de cadena; la curva está enfocada a la representación de una superficie; su origen se encuentra considerado en el lado inferior y se representa con un punto. La figura 1 (c) muestra los elementos de la cadena y se nota que los dos primeros segmentos de la curva discreta son sólo de referencia para definir el primer elemento. Finalmente, la figura 1 (d) presenta la cadena de la curva. Es importante considerar que cuando se está construyendo una curva y existen elementos 0, es necesario ver el último elemento diferente de cero para definir el elemento, de esta manera la orientación de la curva no se pierde.

Representación de superficies de MDE por medio del código de cadenas de cambios de dirección ortogonal

Se hace por medio de los patrones de curvas de barrido entre las que sobresa-len los propuestos por Tam.10 Así, cuando se están usando curvas de barrido para el cubrimiento de superficies rectangulares, existen cuatro orígenes. Se recomienda que el origen seleccionado sea el del menor valor numérico; en caso de que existan dos con el mismo valor mínimo, se recomienda agregar más criterios. Además, cada origen tiene dos posibles direcciones de cons-trucción de la curva de barrido; es conveniente seleccionar al punto vecino de menor valor.

Independencia en la rotación para superficies

El código de cadenas de cambios de dirección ortogonal es invariante bajo traslación y rotación, debido a que solamente se usan cambios relativos. La figura 2 (a) muestra una curva de barrido con su superficie discreta y sus ele-mentos de cadena. La figura 2 (b) despliega una rotación realizada en el eje Y de la curva de barrido y de la superficie que representa; también, despliega sus elementos de cadena. Nótese cómo los elementos de la cadena son los mismos. Así, con este ejemplo se puede ver que esta notación es invariante a la rotación.

10 H. Y. Tam. Op. cit.

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Imágenes espejo para superficies

Definición 3La cadena de la imagen espejo de una superficie es otra cadena (llama-da cadena espejo) cuyos elementos 1 son reemplazados por elementos 3 y viceversa.

La figura 2 (c) presenta un ejemplo de la imagen especular de una curva de barrido y de su superficie. Fíjese cómo los elementos de la cadena cambian sus elementos 1 por 3 y 3 por 1. En el caso de la figura 2 (c), el espejo está alineado al plano estándar XY, pero esta definición es válida para las tres posibles alineaciones de planos ortogonales.

Figura 2

Independencia en rotación y transformación espejo: a) un ejemplo de una curva de barri-do, su superficie y su cadena; b) un ejemplo de la independencia en la rotación de la curva realizado en el eje de rotación Y; y c) un ejemplo de la transformación espejo alineado al plano estándar XY.

Resultado

En esta sección presentamos el resultado de la representación de una super-ficie del modelo digital de elevaciones del volcán Iztaccíhuatl por medio de una curva de barrido, la cual, a su vez, está descrita por el código de cadenas

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de cambios de dirección ortogonal (figura 3). La información corresponde a la escala 1:250 000 topográfica digital proporcionada por el Instituto Na-cional de Estadística, Geografía e Informática.

Figura 3

Curva de barrido para describir la superficie del modelo digital de elevaciones del volcán Iztaccíhuatl; la curva está representada usando el código de cadenas de cambios de direc-ción ortogonal.

Conclusiones

Se ha presentado un método para describir curvas de barrido para el cubri-miento de superficies con base en el código de cadenas de cambios de direc-ción ortogonal. El descriptor único de superficies mostrado es invariante bajo traslación y rotación; de igual forma, es fácil hacerlo independiente al origen de construcción y obtener con facilidad la imagen especular de cualquier curva. Así, usando este método es posible representar cualquier superficie de MDE. Sólo existen cinco posibles elementos de cadena para representar cualquier curva de barrido, esto produce una secuencia numérica de longi-tud finita sobre un alfabeto finito también. Todo lo anterior hace posible el uso de técnicas gramaticales para el análisis de superficies. Esta representa-ción preserva la información y permite una enorme reducción en el almace-namiento de datos. Por ejemplo, la cadena de la curva de barrido del volcán Iztaccíhuatl está compuesta por 32 933 elementos de cadena. Considerando que cada elemento puede ser representado por 3 bits, se obtiene una consi-derable reducción de datos sin pérdida de información.

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Tanto el turismo cultural como el alternativo tienen que descansar en un modelo racional que incluya programas de desarrollo económico y

social, planes de manejo, inversiones en infraestructura de bajo impacto, educación ambiental y una promoción responsable.

Perspectiva educativa ambiental delturismo cultural

y alternativoen México

Alicia Batllori Guerrero*

* Doctora en Educación. Investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Cuernavaca, Morelos. Teléfono: (777) 102 16 85. Correo electrónico: [email protected].

1 Casasola, Luis. Turismo y ambiente. Distrito Federal, México, Trillas, 1990, p. 13.

Introducción

La perspectiva educativa para el desarrollo del turismo en México, bajo el punto de vista cul-tural y ambiental es buscar en los individuos la armonía con su ambiente a través de actitudes de respeto y solidaridad con las generaciones pre-sentes y futuras.

Se debe tener claro que la relación entre hombre y Naturaleza a lo largo de la historia

ha dependido de los tipos de modelo de pro-ducción, consumo y educativo, así como de los estilos de vida elegidos para satisfacer sus ne-cesidades; sin embargo, estos últimos y otros elementos relacionados (como la organización social, sistema económico, organización políti-ca o la participación individual y/o colectiva en la toma de decisiones) son sustentados por los sistemas de valores, cuya interpretación y apli-cación pueden traer diferentes consecuencias sobre el ambiente. 1

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La primera parte del documento hace re-ferencia al testimonio de los bienes arquitectó-nicos y monumentos históricos en el turismo cultural como una manera de rescatar la historia y vivirla en el presente.

En segundo término, aborda una clase de tu-rismo novedoso, el alternativo o ecológico, el cual tiene una gran diversidad de actividades que pro-porcionan diversión, en particular a los jóvenes.

En relación con lo anterior, expone lo que hacen las comunidades indígenas y campesinas para la conservación y usufructo del entorno. Asimismo, se hace hincapié en la importancia de integrar la educación ambiental a los programas de turismo cultural y alternativo para impulsar la conciencia de conservación y el disfrute.

Testimonio de bienes arquitectónicos y monumentos históricos en el turismo cultural

La formación de categorías del patrimonio cul-tural se define a partir de una oposición entre

lo que se considera universal y lo reconocido como propio.2 Sus principales componentes en la práctica del turismo se agrupan en tres gran-des rubros: zonas y monumentos arqueológicos e históricos, poblaciones y comunidades tradi-cionales; artesanías y artes populares; así como lenguas, conocimientos, fiestas, costumbres y valores tradicionales.

Las sociedades rescatan ciertos bienes culturales del pasado de manera diferente. La mayoría de las veces la selección de manifes-taciones culturales es realizada por las clases sociales dominantes, de acuerdo con sus in-tereses, pero otras están determinadas por los intereses nacionales del Estado.

En México no existe, aparentemente, una vinculación clara del desarrollo económico con la conservación del patrimonio cultural. En muchas ocasiones, las propias autoridades desconocen la importancia que un monumento presenta como atractivo.

A pesar de que la ley expresa con claridad que sólo el Instituto Nacional de Antropología

De acuerdo con las previsiones de la Organización Mundial del Turismo, el rápido crecimiento de las corrientes turísticas en las últimas décadas continuará hasta llegar a ser la actividad comercial

más importante del planeta, con un volumen de transacciones mayor que el de la industria automotriz y la del petróleo. Esto supone, por lo pronto, una creciente presión (para educar a la

población) y aprovechar adecuadamente los espacios naturales de uso turístico.

Sergio E. Molina

2 Ibid., pp. 33.

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e Historia (INAH)3 puede otorgar los permisos de excavaciones y dirigir las labores de restau-ración y conservación de los edificios arqueoló-gicos e históricos, lamentablemente sucede que, muchas veces, dependencias federales, estatales o municipales llevan a cabo obras de infraes-tructura (construcción de carreteras, drenaje, alumbrado, calles y plazas o equipamiento en zonas arqueológicas) con el objetivo de dotar de servicios a los turistas que visitan los sitios mo-

Entidad2000 2001

Total Nacionales Extranjeros Total Nacionales ExtranjerosTotal 753.2 710.8 42.4 888.3 842.9 45.4Baja California 3.6 3.0 0.7 N.A. N.A. N.A.Campeche 78.2 73.2 5.0 134.2 125.6 8.6Guerrero 8.2 5.1 3.1 32.3 25.2 7.1Hidalgo 46.1 44.7 1.3 48.7 48.0 0.7Jalisco 6.6 6.6 N.S. 5.8 5.8 N.S.Ciudad de México 152.1 145.6 6.5 160.1 154.1 6.0Michoacán de Ocampo 23.0 21.0 2.0 24.6 23.2 1.4Morelos 127.5 117.4 10.2 134.0 124.6 9.4Oaxaca 33.9 28.9 4.9 32.8 28.0 4.8Puebla 74.6 73.3 1.3 84.0 82.9 1.2Tlaxcala 2.5 2.3 0.3 N.A. N.A. N.A.Veracruz-Llave 192.6 185.4 7.2 227.5 221.3 6.2

Cuadro 1

Visitantes a monumentos históricos administrados por el INAHpor entidad federativa, 2000 y 2001

(miles)

N.A. No aplica.N.S. No significativo.Nota: Debido al redondeo de las cifras, las sumas de los parciales pueden no coincidir con los totales.Fuente: INEGI. Patrimonio cultural (en línea). Dirección General de Estadística. Dirección de Estadísticas Demográficas y Sociales, 2002.

numentales, sin avisar oportunamente a las au-toridades competentes, ocasionando deterioro, e incluso, destrucción de los edificios arqueoló-gicos y coloniales. Lo anterior hace patente que la educación deberá empezar por el gobierno.

Gran parte de las veces, junto a un inmue-ble arqueológico o colonial se construyen hote-les, restaurantes y otros tipos de instalaciones que acaban, en primer lugar, con los vestigios y

3 El INAH es responsable de la explotación de zonas arqueológicas e históricas del país, así como de su vigilancia, protección, conservación y restauración, de acuerdo con su ley orgánica, expedida el 19 de diciembre de 1985, y la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueo-lógicas, Artísticas e Históricas, promulgada el 6 de mayo de 1972. Cfr. Casasola, Luis. Op. cit., p. 37. Los inmuebles considerados artísticos quedan bajo la jurisdicción del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Los monumentos arqueológicos son propiedad de la nación, en tanto que los históricos pueden ser privados.

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Entidad2000 2001

Total Nacionales Extranjeros Total Nacionales Extranjeros

Estados Unidos Mexicanos 9 472.8 6 273.4 3 199.4 9 154.4 6 513.0 2 641.4

Baja California 15.9 15.4 0.4 17.3 17.1 0.2Baja California Sur 8.2 3.8 4.4 8.0 4.1 3.9Campeche 131.7 106.6 25.1 126.5 99.7 26.8Colima 29.6 25.0 4.7 25.0 21.3 3.6Chiapas 486.1 285.9 200.2 467.1 291.1 175.9Chihuahua 65.3 54.2 11.0 58.4 50.8 7.6Distrito Federal 135.8 128.0 7.8 162.9 154.2 8.7Durango 11.1 10.9 0.1 11.7 11.6 0.1Guerrero 14.1 13.9 0.2 12.4 12.3 0.1Hidalgo 238.9 219.8 19.1 225.3 212.6 12.7Jalisco 11.0 9.9 1.1 12.8 12.8 N.S.México 3 334.3 2 262.9 1 071.4 2 794.5 2 186.8 607.7Michoacán de Ocampo 83.1 72.3 10.8 86.2 76.8 9.4Morelos 541.3 440.0 101.3 597.9 528.5 69.4Nayarit 17.1 13.5 3.7 17.5 15.3 2.2Nuevo León 1.9 1.9 N.S. 2.5 2.4 0.1Oaxaca 570.0 397.7 172.4 647.9 468.4 179.5Puebla 233.7 207.4 26.2 251.2 224.0 27.2Querétaro de Arteaga 26.0 25.6 0.4 42.0 41.0 1.0Quintana Roo 1 010.3 317.3 693.0 976.4 266.2 710.2San Luis Potosí 7.9 7.5 0.4 7.0 6.5 0.5Tabasco 85.3 83.2 2.1 87.6 85.6 2.0Tamaulipas 7.7 6.3 1.3 7.7 6.5 1.3Tlaxcala 82.6 79.2 3.5 86.3 83.5 2.9Veracruz-Llave 441.4 341.8 99.6 588.7 473.9 114.9Yucatán 1 827.0 1 090.0 737.0 1 772.9 1 102.9 670.0Zacatecas 55.6 53.2 2.4 60.6 57.1 3.4

Cuadro 2

Visitantes a zonas arqueológicas administradas por el INAHpor entidad federativa, 2000 y 2001

(miles)

N.S. No significativo.Nota: Debido al redondeo de las cifras, las sumas de los parciales pueden no coincidir con los totales.Fuente: INEGI. Patrimonio cultural (en línea). Dirección General de Estadística. Dirección de Estadísticas Demográficas y Sociales, 2002.

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restos históricos, y en segundo, con la armonía visual de los edificios con respecto a su entorno. Sería conveniente que a quien le corresponde, realizara un control estricto en el uso del sue-lo donde se ubican los atractivos culturales con acciones concretas para salvaguardar el patri-monio cultural, atendiendo a las modalidades donde se localizan aquéllos.

Se debe hacer hincapié en la relación entre los monumentos y el ámbito de los conjuntos o asentamientos. Esto es el concepto de contextua-lidad, que apoya muchas de las razones que exis-ten en un momento dado para no desvincular al monumento del conjunto al que pertenece.4

Por regla general, el gobierno en sus dife-rentes grados, atraído por el deseo de rentabili-dad que se supone conlleva el turismo, intervie-ne en las zonas de monumentos con miras muy estrechas. Se protegen y restauran mínimas porciones de la arquitectura, abandonando con indiferencia extensas áreas urbanas, barrios, co-munidades completas, e incluso, regiones con alto valor patrimonial.5

Los cuadros 1 y 2 muestran la af luencia de turistas tanto a los sitios históricos como a las zonas arqueológicas por entidad federativa durante el 2001 y 2002, y el mapa lo ilustra gráficamente.

4 Ibid., pp. 40 y 47.5 González Pozo, Alberto. Conservación del patrimonio cultural en el ámbito de los asentamientos humanos. Reunión para definir una política na-

cional de conservación de monumentos. México, INAH, 1985, p. 30.

Lugares de afluencia turística a zonas arqueológicas y monumentoshistóricos administrados por el INAH

Fuente: Alicia Batllori Guerrero, CRIM-UNAM, con información del INEGI, 2002.Elaboró: Claudia Aguilar Zúñiga, CRIM-UNAM, 2003.

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Ecoturismo

Hemos desconocido por mucho tiempo los sis-temas ecológicos; ahora es el momento de estu-diarlos a fondo y, de esta manera, relacionarlos con las actividades que en ellos se desenvuel-ven. La perturbación de su funcionamiento se refleja en una costosa alteración que el hombre realiza con sus acciones; por tanto, se impone, sin duda, reconocer que su presencia empieza a condicionar la gestión del ecosistema.6

Por falta de educación, en la mayoría de los casos, el ser humano ha llegado a situaciones en las que utiliza a la Naturaleza de manera inade-cuada, más intensa, diversa y compleja.

En términos generales, el ecoturismo pue-de entenderse como una actividad que tiene lugar en ambientes naturales y se orienta a fa-

vorecer el conocimiento y aprendizaje de mani-festaciones naturales mediante ciertas interac-ciones de bajo impacto: en la actualidad se le conoce como turismo alternativo.

Para incursionar en esta modalidad, se re-quiere de empresas que cuenten con personal altamente especializado, conocedor de la diná-mica de los ecosistemas y de las funciones que desempeñan en la evolución de las comunida-des con las cuales se relacionan.

Diversidad de actividades

El ecoturismo cuenta con una variedad de prácticas turísticas que se les conoce como: turismo reto, de aventura y místico-espiritual, entre otros nombres. Éstos se llevan a cabo en lugares distintos: a) en mar, lagunas o ríos: bu-ceo libre o autónomo –de playa y nocturno o en cenotes–, snorkel de arrecife, observación de ballenas y puestas de sol, recorridos en lancha por manglares, visita a campamentos tortugue-ros, surfing, kayakismo, canotaje y pesca, entre otros; b) en zonas desérticas: apreciar la rique-za biológica y del paisaje; c) visita a reservas de la biosfera y parques nacionales: para observar aves y f lora, senderos interpretativos, campis-mo, escalada en roca, rappel, tirolesa, escalada, bicicleta de montaña, fotografía escénica, safari fotográfico, exploración de grutas y cabalgata; d) recorridos agroturísticos y de turismo rural: aprendizaje de la organización y sistemas de producción del campo y experiencias de la vida rural campesina y alojamiento en casas rurales;

6 Molina, Sergio E. Turismo y ecología. Distrito Federal, México, Trillas, 1998, pp. 91 y 92.

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y e) turismo de salud: baños de temazcal y aguas termales, masajes y arcillas minerales, por men-cionar algunos.

Hoy en día, existen nuevas prácticas en este esquema innovador: el salto con bungy, nado con delfines, rafting, paseo en shotover jet, cañonismo (visita a cañones o barrancas pro-fundas), rutas en cuatrimotos y paseo en globo.

A diferencia de las giras culturales tradi-cionales, el turismo alternativo tiene un valor agregado, resultado de la imaginación y crea-tividad de los operadores. La observación de aves puede ser aburrida para una persona que no tiene información sobre ello, pero es muy in-teresante cuando se le da a conocer acerca de sus

ciclos de vida, hábitats y estrategias de sobrevi-vencia. Si lo anterior va acompañado de activi-dades adicionales, como la fotografía, el interés puede aumentar significativamente.

La práctica de este tipo de turismo exige un mayor desgaste físico y emotivo, por ejem-plo, el rafting o cruce de rápidos en botes infla-bles resulta una experiencia con un alto conte-nido emocional. La habilidad y conocimientos de los conductores de un grupo son indispensa-bles para seguridad de todos los participantes. Detrás de ellos tiene que haber mucho tiempo de preparación y conocimientos adquiridos en cuanto a crecidas, corrientes, áreas de peligro, sistemas de rescate e información sobre la f lora y fauna que se va observando a medida que se remonta su curso.

El auténtico turismo alternativo no es un producto más en el mercado tradicional, como tampoco una ramificación agregada a la indus-tria turística, más bien es una modalidad de nueva generación regida por un conjunto de condiciones que superan la práctica del turis-mo convencional de masas. Esto no quiere de-cir que prescinda de soportes como alojamien-tos, transporte, establecimientos de alimentos y bebidas, carreteras y otros servicios comple-mentarios, por el contrario, los necesita, pero requieren de planificación para llevar a cabo sus actividades.

Es de vital importancia la promoción del turismo alternativo sin riesgos. Por ello se creó la Norma 09, que se refiere a la formación de

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guías especializados, y la 011, la cual exige las condiciones mínimas de seguridad para formar una empresa operadora que ofrezca este tipo de actividades turísticas.7

Futuro promisorio

Toda vez que México destaca entre las 10 na-ciones con más biodiversidad en el mundo, re-cientemente se han realizado algunas acciones para activar el turismo alternativo.

Un caso es la inversión de 203 millones de pesos y la puesta en marcha en el 2002 del pri-mer Destino Integralmente Planeado de Eco-turismo en Sian Ka’an, Quintana Roo, para ha-cer un desarrollo de infraestructura turística de baja densidad habitacional.

De manera paralela, se han puesto en mar-cha innumerables proyectos fomentados por or-ganizaciones comunitarias rurales; ello obedece a que 60% del territorio nacional está en manos de grupos ejidales o indígenas, lo cual represen-ta una opción económica verdaderamente ren-table en sus comunidades.

Comunidades indígenas y campesinas

La Ley de Equilibrio Ecológico y de Protección al Ambiente señala que las reservas de la bios-

fera8 son representativas de uno o más ecosiste-mas no alterados de manera significativa, y que contienen especies de la biodiversidad nacional. Las actividades que en ellas se estimulen deben ser congruentes con los objetivos del desarrollo sustentable y con las orientaciones de los planes de manejo que se hayan preparado.9

En este contexto, es necesario destacar los esfuerzos de comunidades indígenas y campe-sinas por aprovechar sus recursos naturales, in-tegrando a sus tareas productivas actividades de turismo alternativo o ecoturísticas que no sus-tituyan ni alteren su estilo de vida tradicional. Entre las experiencias que buscan llevar bene-ficios directamente a las comunidades, se men-cionan las siguientes:

• Ejido Tres Garantías, en Quintana Roo. Los ejidatarios han diseñado y operan excursiones que muestran a los visitantes el proceso de extracción de chicle (que se obtiene del chicozapote y cacao), ofre-ciendo la posibilidad de alojamiento en instalaciones adecuadas.

• Motozintla, en Chiapas. La comunidad indígena programa recorridos ecoturísti-cos y cuenta con instalaciones de hospe-daje. Promocionan el servicio en los em-paques de los productos que exportan.

• Mazunte, en la Costa Esmeralda de Oaxaca. Es una localidad con casi mil personas que se transformó radicalmen-

7 “Mayor atención al ecoturismo”, en: Buen Viaje. Cancún, México, 2002, p. 30. 8 En México, existen 22 con una superficie total de casi 99 millones de hectáreas.9 Molina, Sergio E. Op. cit., p. 144.

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te al dejar de operar el rastro de tortugas más grande de México (con alrededor de 500 sacrificios diarios de esta especie) para desarrollar servicios ecoturísticos; una de las mejores opciones es ver a la tor-tuga marina en su ambiente natural. En la actualidad, sus habitantes han creado cooperativas dedicadas a la elaboración de cosméticos, productos resultantes de la agricultura orgánica; además, llevan a cabo actividades sujetas a criterios am-bientales, como el aprovechamiento de materiales locales para construcción, edi-ficaciones de no más de dos pisos, reci-claje del agua y la instalación de letrinas secas composteras.

• El Vizcaíno, en Baja California Sur. Es el santuario para la observación de la ba-llena gris. Últimamente, con la participa-ción de diversas dependencias federales, el gobierno del estado y algunas ONG han definido un plan de reordenamiento para presenciar el arribo y estadía de este mamífero marino, que emigra de los ma-res de Alaska y Canadá (en el periodo in-vernal del hemisferio norte) a México.10

Como hemos visto, es importante instru-mentar una serie de medidas, entre las que des-tacan una normatividad más estricta y la nece-sidad de elaborar estudios de impacto ecológi-co, para todo proyecto turístico situado en am-bientes naturales. Es conveniente satisfacer los requerimientos de comunidades, turistas y de

quienes operan negocios pero teniendo siempre en mente un criterio de sustentabilidad.

Objetivos de la educación ambiental

Las personas que desean abordar un proyecto de educación ambiental vinculada con el tu-rismo deben tener planteadas de antemano los propósitos de carácter general que orienten y den sentido a sus acciones, y cuidar que éstos sean coherentes con los objetivos de la educa-ción ambiental. A continuación hacemos men-ción de lo que se espera de las personas y los grupos sociales:

• Actitudes. Obtención de valores sociales y un profundo interés por el medio am-biente que les impulse a participar activa-mente en su protección y mejoramiento.

• Aptitudes. Adquisición de habilidades para resolver problemas relativos a la práctica de algún deporte alternativo o de turismo ecológico que pudiera perju-dicar el entorno.

• Capacidad de evaluación. Valoración de las medidas y los programas de educa-ción ambiental alternativa en función de los factores ecológicos.

• Conciencia. Mayor sensibilidad hacia el medio ambiente en general y de los pro-blemas conexos.

• Conocimientos. Comprensión básica

10 Ibid., p. 147.

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del medio ambiente en su totalidad y de los problemas relacionados entre sí.

• Participación. Que el turista desarrolle un sentido de responsabilidad suficiente de la urgente necesidad de prestar aten-ción a no depredar los sitios históricos y el entorno donde lleve a cabo actividades culturales o alternativas.11

Sobre los objetivos enunciados se hacen al-gunas consideraciones: en primer lugar, se trata de que las personas que participan en los proce-sos de educación ambiental en el turismo cultu-ral y el alternativo construyan su propio modelo de pensamiento y acción como un acto libre y autónomo en el cual el profesor o profesora sean únicamente los facilitadores del aprendizaje.

La educación ambiental no sólo se dirige al mundo de la enseñanza formal, sino a to-das aquellas personas o agrupaciones que se plantean la posibilidad de afrontar procesos educativo-ambientales con individuos o gru-pos humanos de cualquier edad. Con esto se busca, por un lado, estimular el conocimiento y promover la identidad y, por otro, despertar los intereses del mercado turístico.

La cultura, como fuente alternativa de trabajo, puede ayudar a elevar el nivel de vida de los pobladores, estimulándolos así a ser los guardianes y protectores de su patrimonio cul-tural y entorno natural.

Integración de la educación ambiental a los programas de turismo cultural y alternativo

La educación ambiental se considera, dentro del turismo tradicional, como un elemento que ins-truye acerca del patrimonio cultural de un país, el cual varía entre diversas posibilidades para formar individuos acerca del conocimiento de los bienes históricos. En el alternativo, la aplica-mos a la enseñanza de prácticas o ejercicios en actividades relacionadas con la Naturaleza.

La educación ambiental se comprende me-jor si la pensamos como un incesante proceso di-námico de cambios que da pie a la aparición de nuevos estados y posibilidades en el que se apren-de; es decir, es la progresiva creación de estructu-ras y funciones que en parte están determinadas en los programas culturales y alternativos.

La intencionalidad de los procesos edu-cativos plantea la necesidad de un referente complejo que dé cuenta de todas las variables e interacciones presentes en éstos, a la vez que sirva de elemento orientador. Si a tal referente le denominamos programa cultural o alternati-vo, entendemos que debería contener, al menos, cinco componentes básicos:

• Aquellos que reflejan las tareas de plani-ficación y gestión de los operadores res-ponsables de los mismos.

11 Los objetivos de la educación ambiental fueron señalados por el Seminario Internacional de Educación Ambiental celebrado en Belgrado en 1975. Posteriormente, en 1977, fueron ratificados por la Conferencia Internacional de Educación Ambiental de Tbilisi. Novo, María. La educación ambiental. Bases éticas, conceptuales y metodológicas. Madrid, España, UNESCO-Universitas, S.A., 1998, p. 246.

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• Quienes dan cuenta del perfil sociocultu-ral de las personas que participan.

• Los que expresan las finalidades de una educación cultural o alternativa.

• Quienes describen el contexto del entor-no tanto físico como sociocultural, ade-más de sus necesidades y posibilidades en el orden educativo.

• Los que permiten comprender cuál es el clima de comunicación relacionado con el entorno.

En la medida en que cambie cualquiera de estos componentes, variará sustancialmente el carácter del programa, al resultar esencial la re-lación de todos ellos para el logro de un modelo de educación cultural o alternativa integrada y dinámica.

Del programa de una educación de este tipo nos interesa destacar tanto sus aspectos

prescriptivos como los descriptivos, de modo que, en conjunto, se configure un verdadero plan de acción cooperativa, en el cual los parti-cipantes se abran a los problemas y posibilida-des del entorno y encuentren un ámbito para la innovación, investigación y reflexión.

Impulsar la conciencia de conservación para el disfrute turístico

La preservación y el buen uso del patrimonio cultural y ecológico en nuestro país nos condu-cen a promover una conciencia de conservación para el disfrute turístico a través de la difusión de mensajes educacionales sobre el valor de la Naturaleza y los bienes localizados en rutas de destinos turísticos.

Por extensión, el territorio y las actividades deben organizarse de tal modo que se contem-plen las siguientes estrategias básicas:

• Ofrecimiento a los turistas de una ex-periencia auténtica cultural y ecológica: conocimiento de la historia de zonas y monumentos históricos, y de mamíferos o especies vegetales en escenarios que conservan su integridad, como los ecosis-temas naturales o que están sujetos a una estrategia de desarrollo permanente, por ejemplo, los agrícolas.

• Promoción de una demanda que reúna un perfil con determinados requisitos, entre los que destaquen:

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- Escolaridad suficiente.- Interés por viajes de contenido cultu-

ral o alternativo.• Combinación, dentro de los programas,

de excursiones o paseos de diversos te-mas: visita a monumentos históricos o sitios arqueológicos, observación de aves, identificación de especies en peligro de extinción y actividades como caminatas y cruces de ríos.

• Diseño y operación de programas de ca-lidad en servicios y experiencias.

• Aprovechar la existencia de ecosistemas complejos, ya sean desiertos, mar, ríos, lagunas u otros con abundante vegeta-ción y visible vida salvaje para ser apre-ciada por los visitantes.

• Generación constante de información que facilite la administración estratégica y la evolución de los ecosistemas, así como la seguridad de los turistas y los asentamien-tos humanos localizados en las cercanías.

• Formación de fondos financieros para proteger a las áreas naturales contra la caza, incendios y otras actividades y fe-nómenos depredatorios.

• Definición de sistemas avanzados que re-glamenten los usos turísticos de los recur-sos existentes.

• Integración de las comunidades locales para consolidar el sostenimiento a largo plazo del turismo cultural o alternativo, en una determinada región, ofreciéndo-les opciones laborales en programas de

reforestación, desarrollo de artesanías, agricultura, pesca, ganadería y comercios varios.

• Establecer opciones de trabajo para los habitantes de la reserva.

• Crear conciencia ambiental entre todos los visitantes.

• Monitorear por medio de recorridos per-manentes la f lora y fauna de los espacios protegidos.

• Que los grupos sean reducidos (no más de 10 personas).

• Tener previsto alimentación, alojamien-to o lugar para acampar en excursiones de día completo u otras que comprenden dormir por lo menos una noche.

• Que la conducción esté a cargo de espe-cialistas en sitios arqueológicos y monu-mentos históricos en el caso de turismo cultural o de biólogos, ecólogos y técnicos en el turismo alternativo, de manera que la información que se comunique sea fi-dedigna y especializada.

• Que se transmita a las comunidades loca-les el valor económico tanto del turismo cultural como del alternativo.12

Es necesario que el turista conozca y en-tienda los significados de los valores de las co-munidades rurales respecto a sus propias con-cepciones sobre la protección de sus recursos naturales y culturales, donde se defina que la tierra y los restos arqueológicos son una unidad que les fue heredada por sus ancestros.

12 Ibid., pp. 145 y 146.

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Las comunidades rurales deben buscar proyectos alternos para lograr su desarrollo lo-cal a partir de la investigación, protección y uso consciente del patrimonio cultural y ecológico, el cual tendrá un efecto multiplicador, pues no sólo va a tener repercusiones locales, sino regio-nales y, en un plazo mayor, hasta nacionales.

Este interés en dar a conocer elementos que permitan delimitar un plan nacional de defensa y protección del patrimonio cultural y del ambiente en destinos turísticos implica rea-lizar un trabajo exigente, de requerimientos y actualización en conocimientos de arqueología, historia y ecología, así como del campo sicoló-gico y educativo para la gente de la comunidad a través de una serie de actividades de carácter pedagógico: charlas, proyecciones, videos, vi-sitas guiadas a las excavaciones y lugares eco-turísticos, textos ilustrados, concursos entre los participantes, etcétera.

Conclusiones

Se puede afirmar que en México, la gran ma-yoría de los lugares donde existen atractivos culturales no cuenta con un proyecto integral de ordenamiento del espacio que evite el dete-rioro de ecosistemas, e incluso, la destrucción de los edificios históricos y zonas de interés patrimonial.

Para evitar que la interferencia del hombre altere de manera negativa los edificios históri-cos, los sitios arqueológicos y el medio ambien-te, es necesario sentar las bases educativas para garantizar que hombre, patrimonio cultural y entorno natural alcancen sus propios objetivos, organizando su participación. Por eso, a la ad-ministración en una inversión turística debe in-tegrarse la educación ambiental como parte de la administración adecuada de un ecosistema.13

En síntesis, un turista tiene que reconocer el significado de un sitio cultural, paleontológi-co, arqueológico, histórico y ambiental a través de una campaña nacional de promoción de edu-cación preventiva del patrimonio cultural y de la Naturaleza, conjuntamente al ámbito del sector turístico. La finalidad es desarrollar y reforzar el sentimiento de identidad cultural y del entorno local, así como estimular la actividad turística con programas de generación de empresas fa-miliares, que reciban el asesoramiento de parte de las mismas comunidades para el desarrollo de sus servicios y bienes asociados al turismo.

13 Molina, Sergio E. Op. cit., p. 91.

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IRIS, herramienta de apoyo para la delimitación de zonas metropolitanas

Carlos Anzaldo Gómez*

La delimitación territorial de las áreas metropolitanas constituye un elemen-to fundamental para el estudio del proceso de urbanización y el diseño de políticas públicas orientadas a fortalecer las ciudades como centros impulso-res de desarrollo económico y social.

El 3 de noviembre de 2003, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) recibió el reconocimiento Innova

por el desarrollo del producto en disco compacto Información Referenciada geoespacialmente Integrada en un Sistema (IRIS), el cual

presenta datos geográficos, vinculados con aspectos estadísticos, económicos y sociales, haciendo de éste un instrumento

de gran versatilidad para satisfacer las necesidades de quienestoman decisiones. El presente trabajo contiene dos

testimonios que reflejan su utilidad.

Información Referenciadageoespacialmente

Integrada enun Sistema

(IRIS)

* Licenciado en Diseño de Asentamientos Humanos. Director de Poblamiento y Desarrollo Regional Sus-tentable en el Consejo Nacional de Población (CONAPO). Teléfono: (55) 54 88 84 15. Correo electrónico:

[email protected].

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Durante el 2003, el Consejo Nacional de Población (CONAPO), la Secretaría de Desarrollo Social y el INEGI han trabajado de forma conjun-ta en la definición de las zonas metropolitanas de nuestro país para tener un referente territorial común que sirva de base para avanzar en el conocimiento y la planeación de las diversas urbes de la nación.

Este trabajo se ha desarrollado en dos vertientes complementarias: la de tipo conceptual, donde el fenómeno metropolitano se concibe como un proceso en el cual la ciudad desborda los límites político-administrativos que originalmente la contenían; y el operativo, en el que se han definido criterios para identificar y delimitar dicho fenómeno.

De igual manera, se han acordado una serie de criterios demográficos, físico-geográficos y de política urbana relacionados con el tamaño de la po-blación, la continuidad del área urbana, la cercanía entre las localidades, el grado de integración funcional y el carácter predominantemente urbano de los municipios, así como con la planeación del desarrollo urbano y la orde-nación del territorio de las propias zonas metropolitanas.

En el marco de estas actividades, IRIS ha sido una herramienta de gran utilidad para revisar todos aquellos casos donde existían dudas o diferencias entre algunos de sus aspectos directamente relacionados con el análisis del territorio.

En particular, IRIS facilitó la consulta en un mismo sistema de referencia de varias de las uni-dades que integran el Marco Geoestadístico Na-cional (estados, municipios y localidades), lo cual hizo posible identificar y corroborar situaciones de conurbación física entre localidades de dos o más estados o municipios.

La combinación de esta información con la de la infraestructura carretera del país permitió medir, dentro del mismo sistema, la distancia por carretera que separa a las localidades de diferentes

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municipios, indicador que también fue utili-zado como criterio de delimitación.

En algunos casos se consideró impor-tante analizar las características del relieve mediante el despliegue de las curvas de ni-vel para evaluar la pertinencia de incorporar, como parte de las zonas metropolitanas, un número reducido de municipios bajo crite-rios de política urbana, dada la proximidad y condiciones de acceso de sus localidades.

Este sistema de información y los da-tos del XII Censo General de Población y Vivienda 2000 constituyen insumos de gran

valor para formular una delimitación exhaustiva de las zonas metropolitanas que facilite tanto la generación de información estratégica como su estudio y comparación con diversos fines; además, es de utilidad para los diferentes sectores y niveles de gobierno involucrados en el desarrollo urbano y regio-nal de México.

Proyecto IRIS INEGI-SAGARPA: gran alianza interinstitucional

José Lidio Ramírez NavarroLeopoldo Zamudio Gutiérrez**

Cada vez resulta más evidente la importancia que tienen los sistemas de infor-mación geográfica (SIG), la cual radica en la asociación de datos descriptivos con geográficos. Al utilizar los SIG se pueden realizar operaciones de bases de datos, visualización de información espacial y análisis geográfico. Dichos bene-ficios permiten responder a preguntas que con otro tipo de sistemas no sería po-

** Desarrolladores de información geográfica del Servicio de Información y Estadística Agroalimentaria y Pes-quera de la SAGARPA. Teléfono: (55) 59 72 14 58. Correos electrónicos: [email protected] y [email protected].

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sible hacerlo. Los SIG contribuyen a la toma de decisiones y resolución de problemas.

Sabemos que IRIS es un medio visuali-zador y de consulta que, en un futuro cerca-no, tendrá nuevas herramientas de análisis y que serán incluidas en próximas versiones, lo cual enriquecerá su manejo.

En septiembre del 2002, el INEGI y el Servicio de Información y Estadística Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) forma-ron un grupo de trabajo orientado al desarro-llo de un sistema de información geográfica. El SIAP –como organismo desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Ali-mentación (SAGARPA)– decidió utilizar IRIS para visualizar la informa-ción geográfica y estadística, así como para realizar los respectivos análisis, reportes y consultas de las actividades relacionadas con el sector rural.

Con ello, el SIAP pretende coadyuvar con las metas del Sistema Nacio-nal de Información para el Desarrollo Rural Sustentable (SNIDRUS).

Objetivos del proyecto

Promover un SIG que facilite la integración, visualización, consulta, análisis e interpretación de la información estadística y geográfica generada por el INEGI, la SAGARPA y otros agentes económicos relacionados con el sector rural, lo cual permitirá a la Secretaría incorporar, en forma conjunta y per-manente, los datos captados de las actividades del sector mediante el mapeo de información estadística que involucre a los gobiernos de los estados.

Asimismo, se podrá aprovechar el material generado por el INEGI, for-malizar mecanismos de intercambio, además de ajustar parámetros para esta actividad, utilizando estándares y metodologías establecidas.

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Contexto

De junio a noviembre del 2003, la SAGARPA se dio a la tarea de imple-mentar la difusión de IRIS en el ámbito nacional mediante siete talleres re-gionales de capacitación.

Referente al establecimiento y aplicación de técnicas modernas para captar datos estadísticos y geográficos con el manejo de SIG, se propuso, de manera prioritaria, la difusión de IRIS, el cual incluye información geográ-fica digital.

Con ello, se pudo involucrar no sólo al personal de la SAGARPA, sino también a los gobiernos de los estados, asignándoles la tarea de formar un equipo de trabajo estatal para la generación de información geográfica y es-tadística que resulte de interés y utilidad para cada administración.

En el sistema IRIS, los involucrados cuentan con el siguiente esquema de participación:

SIAP-SAGARPA:• Concentrar la información geográ-

fica y estadística del sector, integra-da por los comités estatales a través de las oficinas de estadística.

• Autorizar la incorporación de esta información.

• Apoyar en la asesoría.• Coordinar capacitaciones regionales

y estatales sobre IRIS.• Distribuir las nuevas versiones de

IRIS.• Normar el procedimiento para la

captación de informes de manera periódica con el propósito de cap-tar el avance de las actividades del comité.

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INEGI (ámbito central):• Realizar talleres de capacitación y actualización sobre el uso y apli-

cación de IRIS.• Proporcionar las versiones de actualización de IRIS.

INEGI (ámbito estatal):• Capacitar, asesorar y dar soporte técnico.• Notificar a las oficinas centrales del INEGI las asesorías, capaci-

taciones y soporte que se brinden al comité y gobierno del estado.

Gobiernos estatales:• Integración de la información geográfica y estadística del sector

agropecuario que será incorporada a IRIS.• Dar seguimiento mensual a los trabajos estatales.• Elegir al responsable del manejo de IRIS en el estado.• Definir la información que será integrada a IRIS.• Incorporar la información geográfica y estadística a IRIS; reportar

avances y enviarlos al SIAP.• Evaluar la definición del universo

de información del sector que ha hecho el SIAP-SAGARPA con el propósito de detectar otras unida-des de observación que se consi-deren necesarias para el ámbito estatal.

IRIS va en camino, sin embargo, ha-brá que dar algunos giros para enriquecerlo. Próximamente, saldrá la tercera versión del sistema, donde se contempla aumentar su ca-pacidad en cuanto a herramientas de manejo. Se considera que existen algunos puntos por reforzar, como: exportación de cartografía di-gital en formato SIG; digitalización y genera-ción de cartografía propia dentro del mismo software; edición de cartografía digital; liga a

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bases de datos relacionales y no sólo a tablas planas; transformación de pro-yecciones cartográficas; diseño de plantillas, templetes o salidas cartográfi-cas de forma flexible; actualización de la información geográfica y tabular dentro del mismo sistema; así como trabajar en el nivel multiusuario, sólo por mencionar algunos.

También, es importante destacar las fortalezas de IRIS, entre las que se cuentan:

• La interfaz permite una fácil aplicación y manipulación de todas sus herramientas y capacidades, por lo que el periodo de aprendi-zaje es bastante corto y dinámico.

• Su valor reside en la información que contiene y en su característi-ca de desarrollo propio, que no requiere licencias comerciales para su uso.

• Su diseño está soportado en plataforma Windows y sus aplicacio-nes desarrolladas en Delphi para correr en ambiente de computa-dora personal monousuario.

• No requiere software adicional para su manejo.• Puede ser aprovechado en distintos proyectos con múltiples fines y

aplicaciones.

Comentario final

Aun cuando este trabajo correspon-de al comienzo, en SAGARPA se visualiza que, en un futuro no muy lejano, será posible no sólo la reali-zación de un proyecto, sino tener el orgullo de haber llevado a cabo una labor conjunta con varias dependen-cias del gobierno federal a través del cual se dará un empuje al Sistema Nacional para el Desarrollo Rural Sustentable.

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BiblioDigital,r e d p a r a c o m p a r t i r

i n f o r m a c i ó nd i s t r i b u i d a

Adolfo Guzmán Arenas*

Víctor Polo de Gyves**

BiblioDigital1 es una red de repositorios (R) de documentos textuales; cada documento existe primariamente en un R, con duplicados posibles

en otros R (copias). Cada R yace en un servidor propio. Cada documento se indexa de tres maneras: por temas (vocabulario controlado dado por

el bibliotecario de un R), por cada palabra contenida en cada documento (inversión total) y por los temas de los cuales cada documento habla

(usando Clasitex®). Cada R contiene el índice global (de todos los R), de manera que cada R puede brindar servicios de: hojear por temas,

hojear por conceptos y búsqueda con condiciones booleanas. Además, BiblioDigital permite suscripción a un boletín personalizado de noticias: mediante un perfil de interés

del usuario, BiblioDigital localiza y le envíaperiódicamente, por correo electrónico,documentos que cumplen con su perfil.

* Investigador del Centro de Investigación en Computación (CIC) del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Teléfono: 52 (55) 57 29 60 00. Fax: 52 (55) 56 68 12 50. Correos electrónicos: [email protected] y [email protected]. En internet: http://alum.mit.edu/www/aguzman.

** Ingeniero en Computación, analista de SoftwarePro International. Correo electrónico: [email protected].

1 BiblioDigital es un desarrollo del doctor Adolfo Guzmán para SoftwarePro International.

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Descripción

BiblioDigital es una confederación de bibliote-cas independientes, pero ligadas entre sí por un índice global, que se actualiza cada noche.

Un nodo de BiblioDigital, al que llama-mos R (por repositorio) es un lugar físico (una computadora) donde se almacenan de manera organizada documentos (de texto, imágenes y otros) electrónicos para ser suministrados a los usuarios, mismos a los que pueden acceder des-de cualquier punto de la red internet.

Denominamos bibliotecario al administra-dor de un R: da de alta a los autores, las colec-ciones y los temas clasificados (taxonomía) de su repositorio. Los lectores no necesitan darse de alta.

Los repositorios están enlazados en una estructura de árbol, es decir, cada R (excepto el R Adán) tiene uno superior al que nombra-mos su padre. Cada documento reside en exacta-mente un R; cada R reside en una computadora personal con bastante disco, no break, antivirus, etcétera (figura 1).

Características técnicas de BiblioDigital:

• Un lector puede conectarse a cualquier R y tener acceso a todos los documentos.• Un bibliotecario (dueño de un R) da de alta autores; los lectores no necesitan dar-

se de alta; los documentos son, en principio, gratuitos y sin encripción.• Permite versiones de un documento, documentos accesorios (ejercicios, software,

etcétera).• Subsume (absorbe textos completos o indexa y usa en búsquedas) documentos

que yacen en bibliotecas exógenas.• Permite indexar (y entregar texto completo) de documentos que yacen fuera del

enjambre de los R.• Permite el uso de metadatos (Dublín Core), sin ser obligatorio.• Indexa documentos multimedia (videos…) con una ficha descriptiva de ellos.• Maneja documentos en formatos populares (Word, Excel, texto plano y PDF,

entre otros).• Permite que cada bibliotecario tenga su propia taxonomía u ontología y, al mismo

tiempo, utiliza una ontología global (impuesta por Clasitex®).• Cada R tiene un caché de documentos frecuentes, el cual funciona de manera

automática.

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Repositorio(R)

Un lector puede conectarse a cualquier R, y tendrá acceso a todos los documentos de Bi-blioDigital, no sólo a los del repositorio al que está conectado.

Los autores tienen la facultad de: a) agre-gar nuevos documentos a su R, b) actualizar los suyos y c) agregar documentos complementa-rios a otros previamente entregados al sistema.

Acceso a los documentos• Por tema. La estructura temática o árbol

de temas la define cada bibliotecario. Los autores clasifican sus documentos en uno o varios temas predefinidos (vocabulario controlado) o en Otros.

• Por concepto. La estructura o árbol de conceptos lo da el sistema. Éste (a través de Clasitex®) clasifica (automáticamen-te) cada documento en los temas de los que trata.

• Por las palabras y frases temáticas. Por ejemplo: “Por mi raza hablará el espíri-tu”, que contiene estructura y clasifica-ción automáticas.

Hojeando los documentosHay dos maneras de hacerlo:

• Un lector visita cualquier R y localiza los documentos según la estructura temática de ese R; aparece un resumen –y luego el texto completo– de cualquier documento.

• Lo mismo resulta usando el árbol de con-ceptos; es posible buscar por tema: Oaxaca, subir (a México), descender (a Juchitán)…

A la izquierda aparece un árbol con la es-tructura temática de R (o la estructura de la on-tología de Clasitex®); el lector puede seleccionar un nodo, abrirlo y mostrar sus nodos hijos, etc.; tal como en el explorador de Windows; a la derecha

Los R forman árboles; cada R tiene un padre y varios

hijos. Hay un Adán.Repositorio

(R)Adán

Cada documento reside exactamente en un R.

Cada R reside en una computadora personal con bastante disco, no break,

antivirus…

Repositorio(R)

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Figura 1

Repositorio(R)

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de la pantalla se van presentando los documentos contenidos en el nodo seleccionado (BiblioDi-gital se encuentra en construcción operacional, pero le faltan la interfaz humano-máquina, las pantallas de despliegue y las de captura, entre otras, por eso no se muestran en este artículo), su título y un pequeño resumen de ellos.

Una acción del ratón sobre determinado documento origina que se visualice completo al lector (sin importar en qué R esté), quien lo puede leer, imprimir o copiar (almacenar en su disco local).

Búsquedas lógicasSi el lector no desea hojear, sino que el sistema le dé todos los documentos que cumplan con cier-ta propiedad, se utiliza la opción de búsquedas de BiblioDigital.

• Búsquedas sencillas. “Dame todos los do-cumentos que hablen de tal tema y de tal otro”, “que estén en tales repositorios”, “de tal autor”, “que hablen de tal concepto”, “que contengan tal y tal palabra entre tal y tal fecha”, usando caracteres comodines (wild cards). Combinaciones con AND, OR, NOT.

• Búsquedas más complejas. “Que tengan revolución cerca de independencia, en el mismo párrafo”. Se puede combinar en la misma búsqueda condiciones sobre temas, conceptos y palabras. Se muestra una lista de títulos y resúmenes que cum-plieron, como en el caso del hojeador.

Es posible almacenar las búsquedas: de hecho, el sistema guarda automática-mente las últimas 10.

Suscripción a un boletín personalizadoUn lector puede indicar su perfil de temas, con-ceptos y palabras clave que le interesan. Enton-ces, el sistema le envía por correo electrónico cada semana, quincena… un boletín de noticias donde aparecen los títulos y resúmenes de los documentos (nuevos o de todos) que coinciden con su perfil.

También, puede tener más de un perfil; re-cibirá un boletín por cada perfil. Los documen-tos estarán disponibles el día de su publicación en su R y al siguiente globalmente.

ColeccionesEl bibliotecario está facultado para dar de alta una colección de documentos, a cargo de un editor. Ejemplo: revistas digitales.

Cada colección reside en exactamente un R; una colección contiene en realidad apunta-dores a documentos ya existentes (dados de alta previamente por su autor, en cualquier R).

Una colección puede tener varias particio-nes (documentos recibidos, en revisión, aprobados, publicados, etcétera).

El editor los pasa de un estado al otro (de una partición a otra). En el futuro, ciertos agen-tes (correo electrónico, por ejemplo) provocarán

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la transición. Un documento puede pertene-cer a cero, una o más colecciones.

Más sobre un documento• Documento principal.• Versiones de un documento.• Documento asociado: ejercicios, solucio-

nes, guía para el maestro...• Cada documento tiene una ficha (meta-

datos) que lo describe, hecha por el autor.• El sistema propone un resumen del docu-

mento, que el autor edita.

Búsquedas avanzadas o de MarkovTe ofrezco documentos similares (mismos te-mas) a los que has estado consultando; te ofrez-co los que otros lectores con tu misma trayec-toria han leído: ¿qué lee Carlos Fuentes? Dame los artículos más leídos por el Colegio de Inge-

nieros... por los miembros del PAN... en la últi-ma semana... sobre la invasión a Irak, etcétera.

Algunas de estas búsquedas, aunque téc-nicamente posibles, no estarán disponibles por atentar contra la confidencialidad de los lectores.

Acceso a otras bibliotecas digitales ya existentesSus documentos pueden indexarse por Biblio-Digital:

• Si tienen metadatos, por tema...• En todo caso, por conceptos y contenido

de palabras.• Si tiene un resumen, éste se usará por Bi-

blioDigital.

Cada documento puede ser desplegado llamando al desplegador original (figura 2).

R Le pasa cadadocumento

Otra biblioteca

Lo indexa ylo asimila

Le pide a la otra biblio-teca que lo despliegue

La otra biblioteca lo despliega según

su estiloEl usuario puede hacer consultas y hojear… un documento foráneo como si fuera

documento nativo de R.

Figura 2

Desde BiblioDigital es posible acceder a otras bibliotecas electrónicas ya existentes, así como proporcionar los ser-vicios de indexado y mostrar documentos de ellas.

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De igual forma, es posible verter en Biblio-Digital una biblioteca ya existente.

Caché de documentos frecuentesDe manera automática, BiblioDigital conserva en el disco del servidor R local un área caché con los do-cumentos más consultados. Se actualiza automáti-camente. Esto aumenta la velocidad de acceso.

Modificaciones a la taxonomía temáticaInfrecuentemente se permitirán cambios a la taxonomía que un bibliotecario define para su R. Agregar nuevos temas en un inicio vacíos no es problema... excepto que el bibliotecario debe-rá bajar algunos documentos del nodo padre al nuevo nodo.

En otro caso, la reubicación de los docu-mentos de la vieja a la nueva taxonomía se hará como sigue:

• Se da de baja la vieja biblioteca (con todos sus documentos).

• Se da de alta la nueva biblioteca (con su nueva taxonomía).

• Se le agregan los documentos que con-tenía la vieja biblioteca, indexándolos según la nueva taxonomía.

Modificaciones a los temas de un documentoUn documento pertenece a varios temas (los de-fine su autor). Habla de varios temas. El autor los puede cambiar. Para esto, debe dar de baja a su antiguo documento y dar de alta al nuevo (con la temática cambiada). Es un proceso in-tencionalmente penoso.

Protección contra bibliotecarios neófitosAlgunos errores frecuentes de un bibliotecario y su manejo por BiblioDigital:

• Cambios frecuentes a la taxonomía. No serán posibles, ya que intencionalmente es un proceso manualmente penoso.

• Dar de alta a un sinnúmero de autores (ejemplo: dar de alta a 1 millón de ni-ños de secundaria como autores). Pue-de haber límites impuestos por Bi-blioDigital.

• Taxonomías mal hechas (ejemplo: don-de el abuelo resulta hermano del nieto). Es responsabilidad del bibliotecario. BiblioDigital tiene accesible una guía para erigir buenas taxonomías.

Protección contra autores neófitosAlgunos errores frecuentes de un autor y su ma-nejo por BiblioDigital:

• Controlables por el bibliotecario:- Un autor mete textos pornográficos o

irrelevantes.- Introduce demasiados textos. En reali-

dad, son imágenes, música, tareas... que él quiere compartir.

- Asigna temas equivocados a su documento.

Un autor asigna temas que no existen en la taxonomía temática a su documento:

• Esto es imposible. Los temas se escogen de un menú. La única opción extra es en Otros.

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Informática

• Un autor puede sugerir al bibliotecario agregar algún tema nuevo a la taxono-mía temática de ese R.

Escritura de obras en forma conjuntaEs sencillo en BiblioDigital:

• El bibliotecario define a uno de ellos como editor de una (nueva) colección.

• Los autores escriben documentos y los envían a un R.

• El editor toma esos documentos y los mete a su colección.

Manejo de documentos exógenos

No importa cuántos documentos puedan existir en todos los R, siempre habrá más afuera (en la web). Por esto mismo, y para aprovechar esta riqueza exógena, BiblioDigital puede leer e in-dexar (por conceptos y por palabras contenidas) los documentos fuera de BiblioDigital.

Para ello, se da una colección de sitios (URLs’6’¿5), donde hay documentos indexa-bles. Esta colección se divide (por BiblioDigi-tal, editable) en varias subcolecciones. Cada R tendrá un buscador (araña) que localizará los documentos de su subcolección.

Para evitar duplicidad de trabajo (una ara-ña accede al nodo Politécnico y otra, también); el Adán, al construir el índice global (cada no-che), reasignará estas subcolecciones, buscando balancear la carga.

Otros documentos: audio, imágenesSe pueden indexar, siempre que se acompañen de un texto, introducción o ficha que permita indexarlos o, lo que es lo mismo, que contengan metadatos.

Sólo ciertos tipos de formatos se podrán guardar en BiblioDigital (TXT, HTML, XML, PDF, PS, DOC).

Alto rendimiento• Más de 100 búsquedas por segundo (pen-

sando en cinco servidores).• Los temas, conceptos y palabras ya están

indexados.• Cada R tiene el índice total y todos los re-

súmenes (de todos los R).• Entre los R existe balanceo de carga (en

una segunda versión).• Normalmente, cada usuario se conecta a

un R de tema afín: - Un médico se conecta al R de medicina.- Esto disminuye tráfico entre los R.

• Caché de documentos frecuentes, automático.

• Puedo mandar a buscar la noche anterior.

Módulo para mantener taxonomíasSe proveerá uno que permita al biblioteca-rio elaborar y mantener su taxonomía: dar de alta, baja y cambiar términos, con la adver-tencia de que todo cambio en la taxonomía de un R afectará los índices; para evitar rein-dexaciones por el sistema, mucho de esto será manual.

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BiblioDigital contiene el manual Buenas maneras de formar una taxonomía.

A manera de recomendación, se debe pen-sar y probar la taxonomía antes de darla de alta en el sistema.

Envío de correo y otras funcionesBiblioDigital permite a un lector enviarle un documento a algún colega a quien le pueda interesar. De igual forma, hay comunicación con el bibliotecario, el autor y el editor (de una colección).

Características de una segunda versión de BiblioDigital:

• Los servidores pueden ser poco confiables; se tiene redundancia en el resguardo de documentos; el sistema repara (corrige) documentos dañados.

• Los servidores pueden morirse (salirse del enjambre) o entrar al enjambre.• El protocolo será entre iguales (peer to peer), sin tener un Adán.• Índice distribuido cuando no quepa en un servidor.

Si así se desea, un autor tiene la posibili-dad de escribirle a sus lectores. Un autor, editor o bibliotecario puede agregar (un apuntador a) su página web en BiblioDigital.

StatusLa versión 1 de BiblioDigital está disponible desde enero del 2004; además, cuenta con ma-nejo de archivos de audio y con un monitoreo de las principales noticias periodísticas. La versión 2 tendrá las características descritas en los apar-tados Búsquedas avanzadas o de Markov y Acceso a otras bibliotecas digitales ya existentes.

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Informática

El siglo XXI se presenta asomando el rostro de un nuevo paradigma de sociedad, un modelo donde la información entendida como

conocimiento acumulado de forma comunicable aparece como el cimiento del desarrollo económico, político y social. El proceso de transformación hacia este modelo –se afirma– es irreversible. El avance tecnológico faculta al ser humano para hacer provecho de datos, información y conocimiento en formas, modos o maneras

sin precedentes, propiciando un intercambio científico, cultural y técnico a escala mundial, pasando sobre las barreras geográficas,

las divisiones políticas y las de tiempo.Una gran oportunidad histórica.

Sociedadde la

informacióny del

conocimientoFco. Javier Quiroz Waldez*

* Coordinador de Sistemas de Información y Bases de Datos en la Dirección General de Estadística del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Correo electrónico: [email protected].

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Dinámica actual

Conforme nos adentramos en el nuevo siglo, es más que evidente para las distintas organizaciones el entorno dinámico y de incertidumbre al que se enfrentan a diario, si hemos de ser rigurosos: 24 horas, los siete días de la semana, todo el año.

Los increíbles avances tecnológicos han hecho posible lo que hace ape-nas algunos años era considerado como ciencia-ficción. El mundo se ha empequeñecido virtualmente: ahora es posible compartir ideas, proyectos y resultados, por citar sólo algunos ejemplos, sin importar las distancias geo-gráficas o los husos horarios. En consecuencia, las organizaciones1 se ven inmersas en un proceso continuo intentando anticipar, reaccionar y respon-der a un medio ambiente de cambio, duda y complejidad. Considerando el grado de interdependencia y diversidad a que se ha llegado en los tiempos actuales, tal mecánica es indispensable para garantizar un mínimo de con-diciones de supervivencia.

Nada parece detener el cambio ni se anticipa una posible disminución en su velocidad, por el contrario, da la impresión de incrementarse cada vez más, añadiendo severas presiones a las estructuras internas de cualquier or-ganización. Se requiere saber más en menos tiempo con el fin de tomar las decisiones correctas.

Para mantener la adaptabilidad, es necesario crear y preservar un esta-do de cambio permanente en estructuras, procesos, objetivos y metas; como ejemplo, la capacitación tiene que considerarse de acuerdo con los parámetros dinámicos del medio: es preciso un aprendizaje organizacional donde el no aprender se encuentre abolido y el personal mejore continuamente sus capa-cidades, porque podría ser la única fuente para lograr ventajas competitivas y de eficiencia en los productos y servicios.

1 Carlos Stark, en Regulación, agencias reguladoras e innovación de la gestión pública en América Latina (1996), distingue entre organizaciones e instituciones: “…las instituciones constituyen las normas formales (leyes, reglamentos, ordenanzas) e informales (convenios, hábitos y códigos de conducta), así como los mecanismos para asegurar su cumplimiento. Las organizaciones son grupos de individuos que actúan colectivamente para lograr objetivos comunes en el marco institucional vigente”. En su propia analogía: las instituciones son las reglas del juego y las organizaciones, los equipos.

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Este frenético entorno global no es la única fuerza que impulsa a las organizaciones hacia el cambio, las presiones internas también son casi tan poderosas. Por tales razones, cada vez es más requerido un nuevo estilo de trabajar, individuos capaces de superar las limitantes de espacio, tiempo o ubicación geográfica: los trabajadores y las trabajadoras de la información y el conocimiento, así como personas en las que cualidades como la creatividad y la innovación siempre estén presentes.

2 Penagos Corzo, Julio César. Creatividad. Capital humano para el desarrollo social. Puebla, Universidad de las Américas-Instituto Autónomo de México. http://homepage.mac.com/penagoscorzo/penagos, 2001(PDF).

3 Véase, por ejemplo, González, Ma. del Pilar. La educación de la creatividad. Tesis doctoral, dirigida por el doctor Miguel Siguan, septiembre. Universidad de Barcelona, 1981. http://www.biopsychology.org/tesis_pilar/ o Nonaka, Ikujiro y Hirotaka Takeuchi. La organización creadora del conocimiento. ISBN: 970-613-454-9. Oxford University Press, 1999.

Creatividad e innovación

Según J. Penagos, la creatividad “...ha sido un término sobre el cual se ha de-sarrollado bastante actividad creativa y, en ocasiones, lo único que ha existido es actividad”.2 Por ello, debemos estar alertas en cuanto a lo que significa este concepto y la innovación como consecuencia.

Sin entrar en profundidades, pues existe abundante literatura sobre el tema3, presentamos algunas definiciones sustentadas por algunos autores, considerando que algunos ven la creatividad como proceso y otros como pro-ductos, e incluso, como aptitudes y actitudes:

“...considerar desde el punto de vista psicológico este juego de combinaciones que me parece ser la característica esencial

del pensamiento productivo.”

Einstein, A.

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“...el pensamiento creativo consiste en la formación de nuevas combinaciones de elementos asociativos cuyas combinaciones o

cumplen requisitos determinados o son útiles. Cuanto másremotas son las combinaciones nuevas de elementos, más

creativo es el proceso o la solución.”

Mednick, M.T.

“...es un proceso para formar ideas e hipótesis, verificarlas y comunicar los resultados, suponiendo que el proceso creado sea algo nuevo.”

Thurstone, L.L.

“...es la conducta original productora de modelos o seres aceptados por la comunidad para resolver ciertas situaciones. Cuando el producto resuelve situaciones consideradas como importantes recibe el nombre de invento.”

Fernández Huerta, J.

“...la capacidad humana de producir contenidos mentales, hasta el punto que pueden considerarse nuevos y desconocidos para quienes los producen (...)

Una actividad para poder ser considerada como creativa ha de serintencional y dirigida a un fin determinado.”

Drevdahl, J.

“...no es una cualidad de la que estén particularmente dotados los artistas u otras personas, sino una actitud que puede poseer y realizar cada hombre.”

Fromm, E.

De las definiciones anteriores, podemos derivar características funda-mentales, como la originalidad del producto o proceso, la imaginación, la asociación de ideas, las nuevas combinaciones de elementos aparentemente inconexos, la finalidad o intencionalidad previa a la actividad creativa, la condición de aprendizaje de la aptitud o actitud, e incluso, la necesidad de una situación particular que dispare todas estas situaciones.

Penagos señala, también, que es preciso el contexto, un modelo más integrador donde la creatividad consista en las transformaciones que una persona haga en determinada disciplina, área de habilidad o conocimiento (campo) y que sean aceptadas por un ámbito. Si un individuo hace cambios, generando procesos, productos y/o maneras de hacer las cosas que antes no existían, además de un juicio social y el ámbito las llama valiosas, entonces se afirma que hubo creatividad.

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Otro importante señalamiento del mismo Penagos nos advierte que “...la creatividad no sucede por decreto. No basta generar una iniciativa de ley para que la creatividad suceda en las aulas y luego en la sociedad. Es necesaria una profunda transformación en las escuelas normales (...) La preparación de los futuros maestros debería incorporar el desarrollo de las habilidades de la creatividad para cualquier asignatura. La imaginación es más importante que el conocimiento, dijo Albert Einstein, y creo que todavía no lo hemos escuchado”.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el Informe so-bre desarrollo humano, 2001: “...la promoción de la creatividad requiere contar con ámbitos económicos flexibles, competitivos y dinámicos. Para la mayoría de países en desarrollo, esto significa ampliar las reformas que destacan la apertura a nuevas ideas, a nuevos productos y a nuevas inversiones. Pero el aspecto medular de fomentar la creatividad es la ampliación de las aptitudes humanas (...) cada país debería asignar inversiones en la educación y el de-sarrollo de las aptitudes de sus habitantes”.

Sociedad de la información y el conocimiento

Es un hecho que este nuevo paradigma de sociedad se constituye de facto como el fundamento del desarrollo económico, político y social del siglo XXI. En un proceso que se realimenta a sí mismo, las nuevas tecnologías facultan a la sociedad en el manejo de grandes volúmenes de información, las cuales, a su vez, generan más conocimiento en un círculo virtuoso ascen-dente de progreso.

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Hansson4 afirma que este fenómeno no se encuentra exento de riesgos por el hecho de que la información y el conocimiento se están acumulando a un ritmo sin precedentes. Se necesitaría, entonces, hablar también de una so-ciedad de riesgo, lo cual contradice o, al menos, hace contrapeso a la sociedad de la información y del conocimiento. En efecto, en esta última se esperaría que los encargados de tomar decisiones supieran cómo lograr sus objetivos, en tanto que en la primera serían los acontecimientos imprevisibles e incon-trolables los que impedirían su tarea, algo muy de tener en consideración.

El tema del conocimiento es un asunto complicado a lo largo de la histo-ria humana y para lo cual existe una parte de la filosofía (epistemología) que trata de los fundamentos y métodos del conocimiento científico. Notables son las pugnas entre empiristas y racionalistas en el mundo occidental, sin embargo, parece que existe un acuerdo general para definir el conocimiento como una creencia verdadera y justificada.

Lo que uno no cree no puede ser conocimiento; según la condición de veracidad, el conocimiento que un individuo tiene acerca de algo no existe, a menos que su propuesta sea verdadera. La condición de creencia no sólo exige que una declaración sea verdadera sino que, además, creamos que ésta sea verdadera. Así, entonces, la condición de veracidad es un requerimiento objetivo y la de creencia, subjetivo. La condición de justificación exige evi-dencia que pruebe la veracidad del conocimiento; la originada sin evidencia válida no constituye conocimiento, aun cuando en algunas circunstancias pueda llegar a ser verdadera.5

En cuanto a la información, el concepto se encuentra muy enlazado al del conocimiento y la informática. El diccionario Larousse define infor-mación como “conocimiento que se tiene de algo” y a la informática, como “ciencia del tratamiento automático y racional de la información considerada como soporte de los conocimientos y las comunicaciones”; bien puede tenerse a la primera como la comunicación o adquisición de conocimientos que per-miten ampliar o precisar los que se poseen sobre una materia determinada.6

4 Hansson Ove, Sven. Las inseguridades en la sociedad del conocimiento. http://www.campus-oei.org/salactsi/ove.pdf.

5 Nonaka, Ikujiro y Hirotaka Takeuchi. Op. cit.6 http://www.diccionarios.com.

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Por lo tanto, requerimos de la asimilación cognitiva para transformar la información en conocimiento e integrarlo al sistema de creencias del sujeto. Por ejemplo, si leemos cualquier libro es probable que ocurra la transforma-ción en caso de entender su contenido y lo adecuemos a nuestro sistema de creencias; si lo aprendemos de memoria sin entenderlo, entonces tendremos información, pero no conocimiento.

Los datos se diferencian de la información en que no tienen que estar en una forma determinada o adecuada para su asimilación. Los cuestionarios de una encuesta incorporan datos. Cuando éstos se vierten en una publicación, se vuelven información. En consecuencia, los datos deben ser asimilables cognitivamente para considerarlos información y asimilados de igual manera para calificarlos como conocimiento.

Por ello, es difícil trazar una línea clara entre el conocimiento y la mera información, con el agravante de que la informática hace más difícil el punto al tratar ambos conceptos como sinónimos, razón por la cual encontramos con tanta frecuencia las frases de “sociedad de la información” y “sociedad del conocimiento”.

Desde el punto de vista del conocimiento organizacional, Nonaka y Takeuchi (1999) hacen la distinción entre los conocimientos tácito y explíci-to: el primero es lo aprendido con la experiencia personal e involucra factores intangibles como las creencias, el punto de vista propio y los valores, es decir, del comportamiento humano, y lo definen como el más importante y apega-do a la filosofía oriental, sobre todo en las compañías japonesas; el segundo es lo que puede expresarse mediante el lenguaje formal, incluidos enunciados gramaticales, expresiones matemáticas, especificaciones, manuales, etc. y lo consideran como resultado de la tradición filosófica de occidente.

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Dichos autores intentan establecer relaciones complementarias entre ambos tipos en una interacción dinámica centralizada para la creación del conocimiento en las organizaciones, demostrando que el individuo interac-túa con éstas a través del conocimiento.7

P. Drucker es reconocido como uno de los primeros en percibir la trans-formación de una sociedad industrial manufacturera a una de servicios, don-de el conocimiento se convierte en el recurso básico. Drucker acuñó términos básicos como trabajo de conocimiento o trabajador del conocimiento, sugiriendo que uno de los retos más importantes para las organizaciones, como parte de la sociedad del conocimiento, es construir prácticas sistemáticas para admi-nistrar su propia transformación: “El único gran reto para los ejecutivos de los países desarrollados es incrementar la productividad de los trabajadores del conocimiento y de servicio. Este reto, que controlará la agenda adminis-trativa por varias décadas, determinará el comportamiento competitivo de las compañías. Aún más importante: determinará la configuración de la so-ciedad y la calidad de vida de todos los países industrializados”.8

A partir de los conceptos expresados, pareciera que la información se está acumulando con mayor velocidad que el conocimiento, y el proceso de transformación de la información en conocimiento se va quedando atrás. Por lo tanto, sería mejor hablar de una sociedad de la información, e incluso, de una de datos; sin embargo, esto no invalidaría el hecho de que vivamos, también, en una sociedad del conocimiento por las mismas razones de acu-mulación y transformación, aunque más exclusiva y estratégica.

Considerando que la sociedad de la información es la frase más recu-rrente, ¿hacia dónde debe dirigirse tal instancia? Enseguida se presentan al-gunas consideraciones sobre el tema:

• Diversidad cultural. La sociedad de la información (SI) deberá conservar y promover la diversidad cultural en todas las naciones.

7 Algunos autores, como Wilson (2002), consideran que el conocimiento explícito es sinónimo de informa-ción y, en consecuencia, sólo existiría un tipo de conocimiento: el tácito.

8 Drucker, P. Post-Capitalist Society. ISBN: 0887306616, reprint edition, May. HarperBusiness, 1994.

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• Desigualdad. El ingreso de 1% del más rico de la población mun-dial equivale a 57% del más pobre.9 La SI tiene la gran oportuni-dad de participar en el propósito de reducir esta desigualdad hasta niveles dignos de bienestar (ONU, Cumbre del Milenio).

• Creatividad e innovación. La clave del éxito de los países es, y se-guirá siendo, liberar la creatividad de sus habitantes. Para propi-ciar ésta, se requieren ámbitos económicos flexibles, competitivos y dinámicos, a la vez que se amplíen las capacidades humanas. La SI debe fomentar fuertemente que cada nación asigne importantes recursos a la educación y capacitación de sus habitantes. La cose-cha será una población con mayor conocimiento, competitividad, creatividad e innovación.

• Conectividad para todos. La SI necesita un sistema de comunica-ciones rápido y flexible; esto es normal en los países desarrollados (como en Estados Unidos de América, donde prácticamente de 60 a 70% de su población tiene acceso a internet), mas no en otras na-ciones (por ejemplo, en México, la proporción es más o menos 10 veces menor pues o no existe el medio de conexión o el habitante no tiene recursos siquiera para contratar una línea telefónica). En consecuencia, los precios de conexión deberán ser asequibles para el grueso de la población, sea por reducción de costos (programas de gobierno) o del aumento en el ingreso de sus habitantes (poten-ciación de las aptitudes y capacidades de la población).

• La era de las redes. La nueva era está dando lugar a redes mundiales en muchas esferas de actividad. La sociedad de la información debe continuar con este proceso creativo propiciando complejas interac-ciones, donde cada quien desempeñe su papel especial y se creen

9 ONU: Informe sobre desarrollo humano, 2001. ISBN: 968-7462-27-2. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Mundi-Prensa Libros, S.A., 2001.

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las cadenas de valores para el impulso de la economía mundial. Actualmente, existen alrededor de 50 nodos interconectados de importancia mundial en cuanto a innovación tecnológica. México constituye un nodo potencial de ese nivel, sin duda.

• El bienestar humano. La tecnología es un medio para ello, aunque igualmente puede ocurrir lo contrario. La SI no debe perder nunca esta perspectiva mediante la normatividad, regulación y evaluación de los resultados que se deriven de su uso. En el mismo sentido, la aplicación de una tecnología, sobre todo experimental, deberá es-tablecer rigurosos criterios preventivos antes de su liberación como un bien para la sociedad.

• La libertad. La SI debe promover en todos los niveles el concepto de la libertad humana, la cual resulta vital para el desarrollo tanto de las aptitudes como del ejercicio de los derechos. El desarrollo personal y los derechos humanos ayudan a garantizar el bienestar y la dignidad de todas las personas, además de que fomentan el res-peto por sí mismo y los demás.

• Analfabetismo informático. Este concepto, que algunas veces pue-de adquirir una connotación peyorativa, no deberá ser objeto de abuso en la SI; en muchos países, la mayoría de la población no tiene acceso a una computadora (en México10, poco más de 2 mi-llones de viviendas, es decir 9.4%, tienen computadora, de un total de 21.95 millones). El gran reto, primero, es proveer el recurso y luego enseñar su uso a todos por igual.

• El usuario, ese desconocido. En teoría, todos los sistemas de in-formación y de servicios tienen a los usuarios como objetivo fun-damental. Si bien el principio es correcto, en el diario acontecer observamos que muy pocos sistemas cumplen con sus expectativas; por lo tanto, la SI deberá acometer la tarea de que los sistemas que la nutran sean accesibles en términos y ámbitos conocidos por ellos. Los cambios de paradigma en la interfaz hombre-máquina hacia modelos cada vez más semánticos harán que cualquiera pueda usar una computadora con un mínimo de entrenamiento.

• El cambio tecnológico. Una SI plena tendrá que sufrirlo. Los ries-gos que esto entraña no son fáciles de predecir, se supone que todo

10 INEGI. XII Censo General de Población y Vivienda 2000. México, INEGI, 2001.

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adelanto tecnológico resultará beneficioso. Sin embargo, los costos ocultos del avance científico pueden ser devastadores (por ejemplo, la enfermedad del ganado vacuno vacas locas o las semillas termi-nator). Así, la SI debe implementar una cuidadosa evaluación de los usos derivados de las nuevas tecnologías, lo cual redunda en el establecimiento de una reglamentación interna e internacional que cierre el paso a potenciales peligros.

• La opinión pública. En sistemas democráticos, las referencias pú-blicas cuentan, ya que son las personas y comunidades quienes, en última instancia, se beneficiarán del cambio o asumirán su costo.

• Los recursos humanos. En la SI, las naciones tendrán que contar no sólo con instituciones flexibles y capaces sino, también, con una va-riedad de opciones tecnológicas que les permitan crear otras solucio-nes. De ahí la necesidad de invertir en el desarrollo de la capacidad educativa institucional y de investigación. Los países subdesarro-llados se enfrentan a varias dificultades concretas con sus riesgos y costos:1. Falta de personal capacitado.2. Insuficiencia de recursos.3. Mecanismos de retroalimentación inadecuados.

Por lo anterior, es necesario, primero, vencer estos desafíos mediante políticas nacionales y el apoyo mundial:

• La fuga de cerebros. El éxodo de profesionales desde países don-de faltan los especialistas hacia otros en los que éstos abundan es un fenómeno que ha de continuar al menos en el futuro previsible. ¿Cuáles son los recursos en juego por las naciones de origen de los especialistas? ¿Cómo podrían éstas recuperar parte de los recursos que pierden debido a la emigración de profesionales?

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• El potencial humano. Vivimos en una época de información y conocimientos llena de oportunidades, pero también de peligros, tantos como para que los desfavorecidos se vuelvan ricos y fuertes o para que se amplíe la brecha entre países pobres y ricos. Si un pueblo tiene, además de espíritu emprendedor, confianza tanto en sí mismo como en sus instituciones, entonces puede hacer que su nación se convierta en un país avanzado de primera categoría; en consecuencia, si el ciudadano es estimulado en su espíritu creativo y de aventura, los parámetros de productividad superarán cualquier marca convencional y se habrán liberado potencialidades innatas en el individuo, así como su determinación para un desarrollo pleno.

• La dignidad humana. En palabras de Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz en 1991: “El respeto a la dignidad humana implica un compromiso para crear condiciones en que los individuos pue-dan desarrollar un sentido de autoestima y de seguridad. La ver-dadera dignidad proviene de la capacidad de ponerse a la altura de los desafíos inherentes a la condición humana”.

El desarrollo de la sociedad de la información implica seres humanos plenos y fortalecidos por la confianza en su propio valor.

Otras fuentes

Hesselben, Frances et al. La organización del futuro. ISBN: 950-641-255-3. Granica, 1998.

Hammer, M. Reengineering work: don’t automate, obliterate. ISBN: B00005RZ34, July 1. Harvard Business School Press, 1990.

Hammer, Michael y James Champú. El papel capacitador de la informática. Santiago de Chile, CEPAL/ CLADES, 1996 (PDF). http://infolac.ucol.mx/documentos/politicas/21.

ONU. Informe sobre desarrollo humano, 2000. ISBN: 84-7114-902-8. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Mundi-Prensa Libros, S.A., 2000.

Informe sobre desarrollo humano, 2002. ISBN: 84-8476-070-7. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Mundi-Prensa Libros, S.A., 2002.

Declaración del milenio. http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/ares552.html.

Kelley, Tom. The Art of Innovation. ISBN: 0385499841, January 16. Doubleday, 2001.

Landy, Walt. Discover the Next Big Idea. http://www.gesmallbusiness.com/magazine/2001_fall/f2001_ Discover_the_Next_Big_Idea.jsp.

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Admisibilidad de la evidencia digital:

de los conceptos legalesa las características técnicas*

Jeimy J. Cano**

“Las instituciones judiciales y las organizaciones requieren concientizarse sobre la existencia de la evidencia digital y de sus estrategias de aseguramiento para repensar

la seguridad informática en el nuevo milenio.”

Jeimy J. Cano

La evidencia digital (ED) como factor fundamental en los procesos de judicialización de los delitos informáticos se convierte en desventaja para el sistema legal de los estados,

dada la fragilidad y volatilidad de la misma. Este trabajo tiene la finalidad de plantear un modelo de análisis de prueba digital en arquitecturas de cómputo que permita a las

partes involucradas en el proceso analizar y verificar la autenticidad, confiabilidad, suficiencia y conformidad con las leyes y reglas de la administración de justicia de la ED presentada. Asimismo, ofrece elementos de análisis asociados a las limitaciones

del modelo, los cuales se consideran como una manera de avanzar y desafiar las posibilidades de la evidencia digital como un campo abierto de investigación

en el mundo de los negocios y las instituciones de la rama judicial.

* La versión original del artículo está publicada en: Grupo de Estudios en Comercio Electrónico, Teleco-municaciones e Informática (2003). Derecho de internet & telecomunicaciones. Legis-Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia, pp. 178-193.

El autor agradece a los doctores Hugo Carrión y Ernesto López Villegas por sus acertados comentarios y ref lexiones sobre el desarrollo de este artículo.

** Ingeniero y maestro en Ingeniería de Sistemas y Computación por la Universidad de los Andes, Colombia y doctor en Filosofía de la Administración de Empresas por la Newport University de California, Estados Unidos de América. Se desempeña como profesor en las facultades de Ingeniería y Derecho de la Universi-dad de los Andes, donde forma parte del Grupo de Estudios en Comercio Electrónico, Telecomunicaciones e Informática. Es miembro de la Red Iberoamericana de Criptología y Seguridad de la Información (Crip-toRED) (http://www.criptored.upm.es) y de la Comunidad Internacional de Derecho Informático (ALFA-REDI) (http://www.alfa-redi.org). Correo electrónico: [email protected].

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Introducción

La evidencia digital es frágil y volátil. La in-formación residente en los medios de almace-namiento electrónico puede ser borrada, cam-biada o eliminada sin dejar rastro, lo cual limita la labor del investigador forense en informática tendiente a identificar y encontrar elementos clave para esclarecer los hechos relevantes de una investigación.

En este sentido, las pruebas digitales son piezas probatorias básicas que requieren una revisión detallada sobre cómo se crean, reco-lectan, aseguran y, finalmente, cómo se presen-tan en la corte a efecto de aportar, con claridad y precisión, factores que orienten las decisiones en casos donde sean parte fundamental.

Al ser un objeto relativamente fácil de ma-nipular, generado por dispositivos electrónicos de los cuales no sabemos nada sobre su funcio-namiento, la susceptibilidad a las fallas, entre otras características, nos advierte que estamos entrando en un campo de investigación delica-

do y formal donde el conocimiento técnico es tan fundamental como el forense y el de técni-cas probatorias.

En razón de lo anterior, es preciso indagar sobre estrategias para implantar reglas mínimas que le permitan a la corte validar o no pruebas digitales. Si bien esta labor requiere un enten-dimiento técnico de los medios electrónicos, también establece un reto a los fiscales y jueces para involucrarse en los cambios que estable-ce una sociedad digital, donde la delincuencia también ha evolucionado en sus métodos y es-trategias delictivas.

Al aportar elementos digitales en un caso, es preciso que el aparato judicial tenga una base formal y clara sobre la admisibilidad de la ED presentada, es decir, que la administración de justicia pueda contar con características básicas de las pruebas e implementar procedimientos básicos con los que pueda verificar su autentici-dad, confiabilidad, suficiencia1 y conformidad con las leyes establecidas.

Este documento tratará de revisar una se-rie de características técnicas y conceptos lega-les que permitan establecer una relación viable entre ambos mundos, para desarrollar elemen-tos de admisibilidad de evidencia digital como un punto de inicio en la discusión de un tema que plantea retos tanto para la tecnología infor-mática y sus medios de protección como para la justicia en el entendimiento y seguimiento de los delitos informáticos. 1 Que se aportan todas las evidencias pertinentes al caso.

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Fallas y pérdida de evidencia digital

De acuerdo con Eoghan Casey2, la ED está fre-cuentemente sometida a errores, fallas y pérdi-das, lo cual hay que analizar y profundizar para tratar de disminuir el nivel de incertidumbre relativo a la misma, ya que mientras mayor sea la duda alrededor de la evidencia digital iden-tificada, recolectada y aportada a un proceso, menor será la fortaleza de su admisibilidad y capacidad probatoria sobre los hechos presen-tados en la corte.

Los errores asociados con los medios de almacenamiento y configuración de los siste-mas de cómputo son frecuentes. Por lo general se encuentra que los disquetes, discos duros, cintas, CD-Rom y Digital Video Disk (DVD), entre otros3, tienen errores de fábrica que no son identificables previamente a su uso, lo cual hace que las posibles evidencias allí residentes no cuenten con características confiables y ve-rificables. Sin embargo, es importante aclarar que, aun cuando más adelante se revisarán as-pectos sobre técnicas antiforenses, muchas ve-ces los atacantes o intrusos en los sistemas4 (con amplios conocimientos de los procesos de alma-cenamiento de archivos) pueden manipular las estructuras de datos y esconder información va-liosa en sectores de los discos que, en apariencia, reflejan fallas.

Por otra parte, y como complemento a los defectos de los medios de almacenamiento, las fallas del software base (sistema operativo) o de las aplicaciones, pueden generar inconsis-tencias o imprecisiones sobre los archivos ge-nerados. En este sentido, el afinamiento en su instalación, la sincronización de las máquinas y la actualización se convierten en actividades críticas para disminuir la posibilidad de un fun-cionamiento inadecuado tanto de él como de las aplicaciones que se ejecuten en los equipos.

Al no contar con una adecuada sincronía en las máquinas, los eventos registrados no co-rresponden a la realidad de los mismos, lo cual abre la posibilidad de mayor incertidumbre al-rededor de los hechos que, a su vez, favorece la posición del posible intruso y produce una duda razonable sobre las acusaciones efectuadas. De manera adicional, al presentarse una falla en el sistema operativo (la cual puede ser provocada por el atacante o ser producto del mismo siste-ma) puede involucrar elementos técnicos de ad-misibilidad de las pruebas que no favorezcan su veracidad y desviar el proceso judicial normal para concentrarse en la validez de las pruebas digitales aportadas.

Como hemos visto, la ED está soportada en medios electrónicos que, si bien físicamente pueden presentar errores y, por lógica, pueden ser manipulados, son la vía requerida para pre-

2 Casey, E. “Error, uncertainty, and loss in digital evidence”, en: International Journal of Digital Evidence. Vol.1, issue num. 2, Summer. USA, NY, 2002.

3 Morgan, C. “An historical perspective of digital evidence: a forensic scientist’s view”, en: International Journal of Digital Evidence. Vol. 1, issue num. 1. www.ijde.org, Spring, 2002.

4 Miller, T. Rating your enemy: how to identify the enemy. www.incidents.org/detect/rating.html, 2001.

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sentar las pruebas de los hechos ocurridos en sistemas o dispositivos de este tipo.

No obstante lo anterior, existe una discipli-na científica denominada computación forense5 que ofrece un marco de acción para disminuir las imprecisiones e incertidumbres, no sobre los medios de almacenamiento y sus fallas, sino de las estrategias de identificación, recolección, aseguramiento, análisis y presentación de la ED que permitan a las partes involucradas y al aparato judicial obtener una visión más certera de los acontecimientos identificados en los re-gistros digitales involucrados.

Estrategias evasivas: eliminando los rastros

Dadas las características de los investigadores forenses en informática y sus métodos de traba-jo se deben cumplir, entre otros, tres requisitos básicos6:

• Usar medios forenses estériles para copias de información.

• Mantenimiento y control de la integridad del original.

• Etiquetar, controlar y transmitir de forma adecuada las copias de los datos, impre-siones y resultado de la investigación.

Sin embargo, los especialistas no siempre logran avanzar e identificar los posibles móvi-les de los hechos o, peor aún, no pueden apor-tar las evidencias suficientes para establecer las relaciones entre la víctima, el sospechoso y la escena del crimen que permitan validar el prin-cipio de intercambio de Locard.7 Si esto ocurre, el esfuerzo adelantado alrededor de la evidencia digital presente en el caso podría no rendir los frutos esperados.

En este sentido, la experiencia del inves-tigador, sus calificaciones y herramientas utili-zadas8 son elementos importantes en el levanta-miento de información digital9 involucrada en el caso. No obstante, pese a tener un profesional en computación forense de la más alta calidad, si la organización no se encuentra preparada para atender un incidente –es decir, no cuenta con estrategias mínimas de registro, control y análisis de registros de auditoría–, la labor del investigador será demorada y con mayores li-mitantes para aportar la ED requerida en un proceso judicial.

5 Allgeier, M. Digital media forensics. http://online.securityfocus.com/infocus/1253, 2000. // Armstrong, I. “Computer forensic: tracking down the clues”, en: Secure Computing Magazine. www.scmagazine.com, 2001. // Farmer, D. y W. Venema. “Forensic computer analysis: an introduction”, en: Dr. Dobb’s Journal. www.ddj.com/documents/s=881/ddj0009f/0009f.htm, September, 2000.

6 Cano, J. Informática forense, liderando las investigaciones. Portal de seguridad virusprot: www.virusprot.com/Col8.html, 2001.7 Casey, E. Digital evidence and computer crime. USA, Academic Press, 2000, p. 4.8 Cano, J. “Credenciales para investigadores forenses en informática. Certificaciones y entrenamiento”, en: Revista Electrónica de Derecho

Informático. Núm. 38. http://v2.vlex.com/global/redi/detalle_doctrina_redi.asp?articulo=114090, September, 2001.9 Allgeier, M. Op. cit. // Brezinski, D. y T. Killalea. RFC 3227: guidelines for evidence collection and archiving. Network Working Group.

www.rfc-editor.org/rfc/rfc3227.txt, febrero, 2002. // Brown, C. Procedural aspects of obtaining computer evidence with highlights from the DoJ search and seizure manual. Technology Pathways LLC. www.techpathway.com, 2002. // Farmer, D. y W. Venema. Op. cit.

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Aun cuando se tengan estas medidas, los atacantes constantemente están actualizando sus estrategias para causar mayor daño y di-ficultar la labor del investigador10: cubren sus rastros e invalidan el trabajo de las herramien-tas forenses, lo que genera falsas pistas o mani-pulaciones lógicas que confunden dichos pro-gramas. Esta tendencia, denominada estrategias antiforenses, revela la necesidad de que los profe-sionales e investigadores en la materia avancen en un estudio más detallado de las característi-cas de los sistemas operativos y de archivo pre-sentes en cada uno de ellos.

Una forma relativamente sencilla para im-plementar estas técnicas es tratar de esconder información en los discos flexibles, identifican-do los espacios lógicos dejados por el sistema operativo al formatearlos lo cual no es detecta-do a simple vista por el usuario final. En estos lugares, un intruso puede esconder archivos o información sensible que pasa inadvertida para el sistema, dado que ésta no se encuentra regis-trada en el espacio establecido para identifica-ción de los mismos, para ello, sería necesario recorrer de forma física la superficie del disco, pista por pista.

Si bien la técnica anterior es fácil de rea-lizar, los problemas de identificación y elimi-nación de evidencia pueden ser mayores. Es el

caso de sistemas como el Unix que, dada la fle-xibilidad en su diseño y, por ende, potencia de sus comandos, es susceptible de manipulaciones más sofisticadas que confunden reconocidas he-rramientas forenses, como el Coroner Toolkit.11

En el mercado existen herramientas que buscan sanear los medios magnéticos para su disposición final, es decir, una vez que los dis-positivos magnéticos (cintas, CD-Rom, disque-tes, discos zip, magneto-ópticos, discos duros, etc.) han cumplido su ciclo de funcionamiento, ya sea por daño o donación a terceros, es preciso eliminar de manera permanente la información allí residente.

En este sentido, Peter Gutmann12 ha desa-rrollado una serie de características requeridas para que los medios magnéticos puedan ser sa-neados, eliminando la posibilidad de recupera-ción de la información previamente registrada en ellos: se requiere que los medios menciona-dos sean sometidos a técnicas de borrado se-guro, bien sea por sobreescritura de manera aleatoria, que dificulte y limite la extracción de

10 CERT. Overview of attack trends. www.cert.org/archive/pdf/attack_trends.pdf, 2002.

11 Para mayores detalles ver Defeating Forensic Analysis on Unix. Num. 59. www.phrack.org.

12 Gutmann, P. Secure deletion of data from magnetic and solid-state memory. USENIX Security Symposium Proceedings, July, 1996.

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información, o por la utilización de desmagne-tizadores (degaussers), los cuales, técnicamente, cambian la polaridad de los campos magnéticos presentes en el medio, ya que emiten un campo tan fuerte como para generar una modificación de dirección del trazado magnético y lo dejan semejante a cuando lo creó el fabricante.13 Des-pués de este procedimiento, es casi imposible recuperar los datos, pues ha ocurrido un cambio físico en el medio mismo.

Estas técnicas son útiles para las organiza-ciones cuando de disponer de medios magnéti-cos se trata; sin embargo, en manos equivocadas o por fallas en los procedimientos de uso, pue-de desaparecer de manera permanente informa-ción importante.

Tras estas reflexiones sobre la eliminación de evidencia digital, se sugieren algunas estra-tegias disponibles por los intrusos para eludir posibles seguimientos o procedimientos foren-ses. Si bien la capacidad de los atacantes para vulnerar y desaparecer la evidencia es clara, las organizaciones y los especialistas en seguridad

informática continúan generando posibilidades y procedimientos que permiten disminuir la probabilidad de alteración de registros digita-les14, generando elementos culturales y meca-nismos técnicos que hagan más difícil la labor evasiva de los posibles invasores.

Consideraciones para la admisibilidad de evidencia digital

Muchos de los problemas enunciados anterior-mente están relacionados con la capacidad de las organizaciones y del personal para estable-cer estrategias y mecanismos que mejoren las arquitecturas de cómputo para realizar segui-miento de las actividades que en ellas suceden.

Es frecuente encontrar que las diferentes funciones críticas de los negocios cuentan con altos niveles de registros o auditoría (a los cuales se les sigue de cerca), mientras que a otras, en apariencia menos críticas, sólo se les efectúa la debida inspección del resultado. Esta disyunti-va sugiere que los mecanismos de seguimiento y análisis de acciones15 en los sistemas de infor-mación no son de carácter preventivo y genera-lizado en las diferentes tareas de la corporación (que se encuentran soportadas por tecnología informática), sino más bien son actividades im-

13 Ibid. 14 Sommer, P. Downloads, logs and captures: evidence from cybers-

pace. British Computer Society Legal Affairs Committee. www.bcs.org.uk/lac/dlc.htm, 2000. // OWASP Project. Chapter 9. Event Logging. http://www.owasp.org/guide/, 2002.

15 Farmer, D. y W. Venema. “Being prepared for intrusion”, en: Dr. Dobb’s Journal. www.ddj.com/documents/s=868/ddj0104f/0104f.htm, April, 2001.

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puestas, por lo general, cumpliendo requisitos legales o de auditoría.

Cuando se interroga a los administradores o encargados de los sistemas de información so-bre las actividades y uso de los registros de au-ditoría, nos encontramos con la respuesta reite-rante de que éstos sólo se utilizan cuando existen problemas o se requiere revisar algo específico. Si es así, ¿será que los registros, que representan la historia del sistema y sus cambios, pueden ser entendidos como piezas probatorias claves ante una investigación de algún incidente?, ¿será que existen mecanismos diseñados para proteger su integridad?, ¿habrá estrategias formales de di-seño e implementación de estrategias de regis-tro?, ¿estarán diseñados y concebidos para que sea viable relacionar eventos para establecer vínculos entre ellos y sugerir de manera cohe-rente afirmaciones concretas que esclarezcan los hechos de un incidente?

Responder a estas interrogantes implica desarrollar un discurso relacional que permita establecer las condiciones y conceptos legales de la ED con características específicas requeridas en las arquitecturas computacionales, que dis-minuyan el espectro de incertidumbre sobre los registros electrónicos para avanzar en elemen-tos concretos necesarios para contar con eviden-cia digital de carácter probatorio admisible en procesos legales.16

Es claro que los requerimientos deben es-tar alineados con políticas de seguridad infor-mática definidas y orientados a dar un soporte legal a los medios magnéticos y a los registros electrónicos a través de la preconstitución de pruebas o declaratoria organizacional sobre la importancia y formalidad de los registros de los sistemas de información, herramientas de segu-ridad informática y procedimientos asociados en materia probatoria.

Características legales de la ED y sus posibles implementaciones técnicas

La evidencia digital (representada en todas las formas de registro magnético u óptico genera-das por las organizaciones) debe avanzar hacia una estrategia de formalización que ofrezca un cuerpo formal de evaluación y análisis que deba ser observado por el ordenamiento judicial de un país. En general, las legislaciones y las insti-tuciones de justicia han fundado sus reflexiones sobre la admisibilidad de la evidencia en cuatro conceptos, que a continuación se detallan.17

1. AutenticidadSugiere ilustrar a las partes que la evidencia ha sido generada y registrada en los sitios relaciona-dos con el caso, particularmente en la escena del posible ilícito o lugares establecidos en la diligen-cia de levantamiento de evidencia. Asimismo, la

16 Feldman, J. Top ten things to do when collecting electronic evidence. Computer Forensics Inc. www.forensics.com/pdf/Top_Ten.pdf, 2001. // Lundblad, N. Digital evidence. Designing a trust third party service for securing evidence. Stockholm, Chamber of e-commerce & Victoria Institute, 2001.

17 Casey, E. Handbook of computer crime investigation. Cap. 6. Academic Press, 2001. // Sommer, P. Forensic computing, CSRC research pro-ject. http://csrc.lse.ac.uk/People/sommerp/forensic.htm, 1995.

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autenticidad es entendida como aquella caracte-rística que muestra la no alterabilidad de los me-dios originales y busca confirmar que los registros aportados correspondan a la realidad evidenciada en la fase de identificación y recolección.

En medios no digitales, la autenticidad de las pruebas aportadas no será refutada, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 11 de la Ley 446 de 1998: “Autenticidad de los docu-mentos.- En todos los procesos, los documen-tos privados presentados por las partes para ser incorporados a un expediente judicial con fines probatorios, se reputarán auténticos, sin necesidad de presentación personal ni autenti-cación. Todo ello sin perjuicio de lo dispuesto en relación con los documentos emanados por terceros”. En este sentido, todas las pruebas que se aporten por las partes se entenderán como válidas y sólo vía una demostración de hecho y científica podrán ser refutadas.

En los medios digitales resulta complica-do aplicar lo anterior, dada la volatilidad y alta capacidad de manipulación que se presenta en el almacenamiento electrónico. Si bien estas características también son, de alguna manera, inherentes a las vías tradicionales, el detalle se encuentra en que existe una serie de procedi-mientos asociados con el manejo y control de los mismos en las organizaciones, mientras que para los registros magnéticos aún no se tiene la misma formalidad.

El Código de Procedimiento Civil Co-lombiano (modificado por la Ley 527 de 1999 en sus artículos 10 y 11) sugiere en su aparta-do 175 que “…sirven como pruebas la decla-ración de la parte, el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial, los documentos, los indicios y cualesquiera otros medios que sean útiles para la formación del convencimiento del juez…”; en este caso, los archivos digitales o mensajes de datos podrían verse involucrados dado que formarían parte de otros medios presentados para aportar al caso en estudio, pero la forma como sean identificados, generados y recogidos puede influir en la mane-ra en que sean valorados por la corte.

En este sentido, verificar la autenticidad de los registros digitales requiere, de manera com-plementaria, a la directriz general establecida por la organización sobre éstos, el desarrollo y configuración de mecanismos de control de in-tegridad de archivos, es decir, necesita que una arquitectura exhiba mecanismos que aseguren la integridad18 de los registros y el control de cambios de los mismos.

Al establecer una arquitectura de cómpu-to con la que se fortalezca la protección de los medios digitales de registro y el procedimiento asociado para su verificación, aumenta sustan-cialmente la veracidad de las pruebas recolec-tadas y aportadas. En consecuencia, la infor-mación que se identifique en una arquitectura

18 Este concepto de integridad se manifiesta en el contexto de la Ley 527 de 1999, artículo 8o: “a) La integridad de la información será evaluada conforme al criterio de que haya permanecido completa e inalterable, salvo la adición de algún endoso o de algún cambio que sea inherente al proceso de comunicación, archivo o presentación”.

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con estas características tendrá mayor fuerza y solidez, no sólo por lo que su contenido ofrezca, sino por las condiciones de generación, control y revisión de los registros electrónicos.

En otras palabras, al contar con mecanis-mos y procedimientos de control de integridad, se disminuye la incertidumbre sobre la manipu-lación no autorizada de la evidencia aportada y se concentra el proceso en los hechos y no en errores técnicos de control de la ED bajo análisis.

2. ConfiabilidadEs otro factor relevante para asegurar la admi-sibilidad de la misma. La confiabilidad nos dice si, efectivamente, los elementos probatorios aportados vienen de fuentes que son creíbles y verificables y que sustentan elementos de la de-fensa o del fiscal en el proceso que se sigue.

En medios digitales podríamos relacio-nar este concepto a la configuración de la ar-quitectura de computación: ¿cómo se diseñó la estrategia de registro?, ¿cómo se diseñó su almacenamiento?, ¿cómo se protegen?, ¿cómo se registran y se sincronizan?, ¿cómo se reco-gen y analizan?, son preguntas cuyas respuestas buscan demostrar que los registros electrónicos poseen una manera confiable para ser identifi-cados, recolectados y verificados.

Cuando logramos que una arquitectura de cómputo ofrezca mecanismos de sincronización de eventos y una centralización de registros de sus actividades (los cuales, de manera comple-mentaria, soportan estrategias de control de

integridad), hemos avanzado en la formaliza-ción de la confiabilidad de la ED.

Asimismo, en el desarrollo de software o di-

seño de programas es necesario incluir, desde las primeras fases de la creación de aplicaciones, un momento para la configuración de logs o regis-tros de auditoría del sistema ya que, de no hacer-lo, se corre el riesgo de perder trazabilidad de las acciones de los usuarios en el sistema y, por tan-to, crear un terreno fértil para la ocurrencia de acciones no autorizadas, es decir, se sugiere que la confiabilidad de la evidencia en una arquitec-tura de cómputo estará en función de la manera como se sincronice la inscripción de las acciones de los usuarios y de un registro centralizado e íntegro de los mismos. Esto reitera la necesidad de un control de integridad de los registros del sistema para mantener su autenticidad.

3. SuficienciaEs la presencia de toda la evidencia necesaria para adelantar el caso; esta característica, al igual que las anteriores, es factor crítico de éxito en las investigaciones adelantadas en procesos

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judiciales. Con frecuencia, la falta de pruebas o insuficiencia de elementos probatorios ocasiona la dilación o terminación de procesos que po-drían haberse resuelto. En este sentido, los abo-gados reconocen que, mientras mayores fuentes de análisis y pruebas se tengan, habrá más po-sibilidades de avanzar en la defensa o acusación en un proceso judicial.

Desarrollar estas particularidades en ar-quitecturas de cómputo requiere afianzar y manejar destrezas de correlación de eventos en registros de auditoría, es decir, si se cuenta con una arquitectura con mecanismos de integri-dad, sincronización y centralización, es posible establecer patrones de análisis que muestren la imagen completa de la situación bajo revisión.

La correlación de hechos (definida como el establecimiento de relaciones coherentes y con-sistentes entre diferentes fuentes de datos para establecer y conocer eventos ocurridos en una arquitectura o proceso) sugiere una manera de probar y verificar la suficiencia de los datos en-tregados en un juicio. Si analizamos esta posi-

bilidad, es viable establecer relaciones entre los datos y los sucesos presentados, canalizando las inquietudes y afirmaciones de las partes sobre comportamientos y acciones de los involucra-dos, sustentando dichas conexiones con aconte-cimientos o registros que previamente han sido asegurados y sincronizados.

Con esto en mente, la correlación se con-vierte en factor aglutinante de las características anteriores referenciadas para integridad y con-fiabilidad de la evidencia, lo que propone un panorama básico requerido en las arquitecturas de cómputo para validar las condiciones solici-tadas por la ley en relación con las pruebas.

Es decir, que la correlación de sucesos (como una función entre la centralización del registro de eventos y el debido control de integri-dad de los mismos) se soporta en una sincroniza-ción formal de tiempo y eventos que deben estar disponibles por la arquitectura de cómputo para asegurar la suficiencia del análisis de la informa-ción presente en una arquitectura de cómputo.

4. Conformidad con las leyes y reglas de la administración de justicia Hace referencia a los procedimientos interna-cionalmente aceptados para recolección, ase-guramiento, análisis y reporte de la evidencia digital. Si bien están previstos en los códigos de procedimiento civil y penal las actividades mínimas requeridas para aportar evidencia a los procesos, existen en medios digitales ini-ciativas internacionales [como las de la Inter-national Organization on Computer Evidence

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(IOCE), la convención de cybercrimen realizada por la Comunidad Europea y el Digital Forensic Research Workshop19, entre otros] donde se es-tablecen lineamientos de acción y parámetros que cobijan el tratamiento de la evidencia en medios electrónicos, los cuales deben ser revi-sados y analizados en cada uno de los contextos nacionales para su posible incorporación.

Cuando se tiene acceso a ED por medios no autorizados y no hay vías para probar su au-

tenticidad, confiabilidad y suficiencia, los ele-mentos aportados carecerán de la validez reque-rida y serán tachados de ilegales. La evidencia obtenida de esta manera no ofrece formas para comprobar las posibles hipótesis que, sobre el caso, se hayan efectuado, dadas las irregulari-dades que enmarcan su presentación.

A manera de resumen, podríamos estable-cer un modelo que se muestra en el siguiente cuadro:

ConvencionesCn=Configuración I=Integridad Cr=Correlación

Ase=Aseguramiento Sin=Sincronización Cen=Centralización

I~Autenticidad Se materializa en arquitecturas de cómputo como la integridad de sus registros.

Cr~Suficiencia Se materializa en arquitecturas de cómputo comola función de correlación de sus registros.

Cn~Confiabilidad Se materializa en arquitecturas de cómputo como la funciónde configuración y definición de sus registros.

I=(Sin x Ase)/Cen La integridad está en función de la sincronizacióny el aseguramiento. Factor clave: centralización.

Cr=(Cen x Ase)/Sin La correlación está en función de la centralizacióny el aseguramiento. Factor clave: sincronización.

Cn=(Sin x Cen)/Ase La configuración está en función de la sincronizacióny la centralización. Factor clave: aseguramiento.

19 Digital Forensic Reseach Workshop (DFRWS). A road map for digital forensic research. Technical report. www.dfrws.org, 2001.

Modelo de análisis de ED en arquitecturas de cómputo

Cn

I CrIntegridad

Configuración

Correlación

Sincronización

Centralización

Aseguramiento

I=(Sin x Ase)/CenI~ Autenticidad

Cr=(Cen x Ase)/SinCr~ Suficiencia

Cn=(Sin x Cen)/AseCn~ Confiabilidad

De acuerdo conprocedimientos formales establecidos

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Basados en lo anterior, podríamos valorar ED presentada por las partes en conflicto con el fin de establecer la confiabilidad, autenticidad y suficiencia de la misma. En este sentido, al presentarse la evidencia habría que probar cada una de sus características siguiendo el modelo de la siguiente forma:

• Confiabilidad:- ¿La arquitectura de cómputo cuenta con

una estrategia confiable de sincroniza-ción (Sin) de tiempo y eventos?

- ¿Existe un proceso formal para la defini-ción de lo que deben contener los regis-tros de eventos en los diferentes compo-nentes de la arquitectura de cómputo?

- ¿Los registros de auditoría presentados están respaldados por una estrategia de registro centralizado (Cen) donde se ase-gure (Ase) la integridad de los mismos?

- Si los registros presentados no cuentan con una estrategia de registro centrali-zada, ¿cómo aseguran su integridad en la arquitectura?

- ¿Puede usted exhibir mecanismos de control de integridad sobre los registros, los cuales están debidamente formaliza-dos en la organización en las políticas de seguridad informática?

- ¿Existen procedimientos definidos y for-malizados por la organización para la re-colección y análisis de evidencia digital?

• Autenticidad:- ¿La arquitectura de cómputo cuenta con

una estrategia confiable de sincroniza-

ción (Sin) de tiempo y eventos?- ¿Los registros de auditoría presentados

están respaldados por una estrategia de registro centralizado (Cen) donde se ase-gure (Ase) la integridad de los mismos?

- Si los registros presentados no cuentan con una estrategia de registro centrali-zada, ¿cómo aseguran su integridad en la arquitectura?

• Suficiencia:- ¿Es posible correlacionar los eventos re-

lativos a los registros presentados para establecer un vínculo claro entre la es-cena del posible ilícito, el atacante y la víctima?

- ¿Existe un proceso formal para la defini-ción de lo que deben contener los regis-tros de eventos en los diferentes compo-nentes de la arquitectura de cómputo?

- ¿La información presente en los registros de auditoría entregada en la corte es su-ficiente para vincular los eventos expues-tos con el hecho en investigación?

- ¿La arquitectura de cómputo cuenta con una estrategia confiable de sincro-nización (Sin) y un registro de tiempo y eventos?

• Conformidad con las leyes y reglas de la administración de justicia:

- ¿Existen procedimientos definidos y for-malizados por la organización para la re-colección y análisis de evidencia digital?

- ¿Se mantuvo el debido proceso y la confidencialidad requerida para el (los)

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implicado(s) en el caso en investigación?- ¿Los permisos y autorizaciones requeri-

das para adelantar la investigación fueron debidamente solicitados y registrados?

Limitaciones de la propuesta

Las consideraciones elaboradas para el fortale-cimiento y avance hacia la admisibilidad de la evidencia digital son ideas básicas que, imple-mentadas en arquitecturas de cómputo, pueden manifestar capacidades y efectos interesantes al momento de aportar registros de auditoría o bitácoras de eventos de sistemas o medios elec-trónicos. Sin embargo, tienen inherentes limi-taciones importantes20 que deben ser revisadas para contener y disminuir los posibles efectos negativos que sobre la ED puedan tener.

Dentro de las restricciones identificadas alrededor de las consideraciones efectuadas es-tán las que a continuación se detallan:

Factor humanoComo en todos los campos de la ciencia y la tecnología, éste es determinante para la gene-ración de conocimiento y avance. Sin embargo, se necesita una formación básica que oriente las actividades y acciones de los profesionales con el fin de disminuir la incertidumbre de sus re-sultados y mejorar la efectividad de sus proce-sos. Las investigaciones forenses en informática

no son la excepción, es un campo que requiere una preparación técnica avanzada y detallada en las tecnologías y aplicaciones de software que le permita explorar con profundidad los elementos aportados y poder relacionarlos para fundar hipótesis coherentes y sustentadas en la ED presentada.

Es claro que la formación y la práctica constante de estos profesionales son fundamen-tales para el buen curso de las investigaciones en que se hallen involucrados. No obstante, la sus-ceptibilidad de la falla siempre estará presente no sólo por el uso de herramientas tecnológicas involucradas, sino por posibles fallas en los pro-cedimientos aplicados, los cuales son sensibles a la hora de aportar ED a procesos judiciales.

Estrategias de recolección y análisis de evidencia digitalGeneralmente se encuentran sustentadas en he-rramientas de software, procedimientos acepta-

20 Institute for Security Technology Studies. Law enforcement tools and technologies for investigating cyber attacks. Research Paper. www.ists.dartmouth.edu, 2002.

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dos de forma internacional y experiencia del investigador. Mientras mayor sea la capacidad de los instrumentos para identificar, recolectar, asegurar y analizar la evidencia en medios elec-trónicos, mejores resultados y controles se pue-den mantener, dado que la intervención huma-na en el proceso ha sido mínima. Sin embargo, no podemos perder de vista que el software no es infalible y requiere un proceso de depuración y pruebas que exige una revisión por parte de la comunidad científica, identificación y valo-ración de su porcentaje de error y resultados de uso en casos anteriores, entre otras, que hagan posible aumentar la confiabilidad y la repeti-ción de los resultados.

Limitaciones tecnológicasFinalmente, la tecnología en sí misma, como resultado de una reconstrucción de la realidad humana para mejorar y aumentar la capaci-dad de acción de los procesos, está fundada en aproximaciones y precisiones (previamente comentadas), por lo tanto, si es correcto que la tecnología es una realidad cambiante de las ne-cesidades de la humanidad, podemos esperar mejores técnicas y afinamientos que permitan disminuir la probabilidad de errores, aumen-tando las expectativas de control e integridad de los medios, tan necesaria para fortalecer los elementos probatorios. En este sentido, las li-mitaciones de los medios tecnológicos son consecuencia de la teoría y la práctica de los conocimientos científicos aplicados, los cuales son los mismos elementos críticos consignados por la sana crítica y la formalidad probatoria requerida en los procesos de prueba.

Reflexiones finales

La propuesta presentada para establecer un vín-culo entre los conceptos legales de la evidencia y una forma de manifestarlos en arquitecturas de cómputo no pretende agotar el debate alrededor del tema, sino plantear un punto de partida para la discusión de procedimientos y estándares re-queridos para valorar evidencia digital generada en ambientes computarizados.

Hoy en día, las organizaciones se ven abo-cadas, cada vez más, a tratar de establecer me-dios probatorios en ambientes digitales, dada la alta interconectividad de las operaciones y re-laciones con terceras personas. Dicha situación plantea múltiples interrogantes a las empresas para tratar de validar las acciones y registrar, de manera clara, las transacciones que previa-mente han realizado con terceros. Esto se hace evidente al tratar de resolver un conflicto en que las partes han mantenido una relación de negocios vía medios electrónicos, dado que las jurisdicciones y planteamientos legales existen-tes no formulan directrices y recomendaciones concretas a las mismas.

La admisibilidad de la ED como problemá-tica y realidad de los negocios actuales sugiere responsabilidades compartidas en doble vía:

• Hacia las organizaciones, para establecer arquitecturas de cómputo más sólidas que busquen aumentar la integridad (capaci-dad de sincronización y aseguramiento de las bitácoras), la confiabilidad (sincroniza-

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Informática

ción y centralización de los registros de au-ditoría) y la suficiencia (aptitud de correla-cionar eventos en arquitecturas con regis-tros asegurados y centralizados) de todos y cada uno de los elementos que la forman, promoviendo un escenario confiable y ve-rificable para la identificación, recolección y análisis de ED.

• Hacia el sistema judicial, para comprender y analizar en contexto las condiciones re-queridas de la ED y, así, establecer proce-dimientos de valoración de pruebas digita-les que hagan posible mantener un debido proceso con las garantías requeridas por las partes alrededor de la evidencia aportada al caso. Asimismo, aumentar la capacidad de los jueces para comprobar y verificar la ED que permita avanzar hacia una actua-lización de los procedimientos probatorios y fortalezca las apreciaciones y fallos que se profieran en el contexto de un juicio.

En pocas palabras, se busca promover el de-sarrollo de un estándar legal de políticas de segu-ridad informática que, de observarse, habilitaría la admisibilidad de la prueba en juicio, es decir, podría establecerse una presunción iuris tantum (salvo prueba de lo contrario) de la validez de la evidencia digital en tales condiciones de seguridad o características de la arquitectura de cómputo.

Finalmente, la ED es un desafío para la justicia, que sugiere una evolución de la misma

para disminuir la brecha técnico-legal existen-te, y se constituye en un reto para los profesio-nales de la tecnología para descubrir, en el or-denamiento legal, una manera de soportar las investigaciones con material y medios tecnoló-gicos más idóneos y precisos.

GlosarioSistema operativo. Conjunto de procesos re-queridos para administrar los recursos disponi-bles en un sistema de cómputo como la memo-ria, los periféricos (impresoras, CD-Rom, zip drives, etc.), los dispositivos de comunicaciones (tarjetas de red, puerto serial, puerto paralelo, etc.) y los medios de almacenamiento. Ejem-plos: Windows 95/98, Windows NT/2000/Xp, Unix y Linux.

Evidencia digital. Es un tipo de prueba físi-ca. Está construida con campos magnéticos y pulsos electrónicos que pueden ser recolectados y analizados con herramientas y técnicas espe-ciales.21 Ejemplos: archivos, imágenes, sonidos, correos electrónicos, etcétera.

Computación forense. Es la aplicación legal de métodos, protocolos y técnicas para obtener, analizar y preservar evidencia digital relevante para una materia en investigación.22

Trazabilidad. Capacidad de seguimiento y reconstrucción de acciones efectuadas por los usuarios en un sistema.

21 Casey, E. Digital evidence…, op. cit., p. 4.22 Kovacich, G. y W. Boni. High-technology crime. Investigator’s handbook. Boston, Butterworth Heinemann, 2000, p. 243.

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Registros de auditoría. Anotaciones de una aplicación, dispositivo hardware o procedi-miento, que permiten recordar las acciones que han sucedido en la operación o funcionamiento del mismo.23

Principio de intercambio de Locard. Conjunto de relaciones básicas propuestas por Edmond Locard para vincular a la víctima, el sospechoso y la escena del crimen a través de la evidencia física relevante para el caso.24

Información sensible. Datos claves (relativos a la misión) del negocio que, de comprometerse o exponerse, pueden alterar el funcionamiento y viabilidad de los procesos de la organización. Ejemplo: Estrategias de mercadeo, listado de clientes, claves de acceso a aplicaciones del ne-gocio, etcétera.

Obras sugeridas sobre el tema

Baase, S. A gift of fire. Social, legal and ethical issues in computing. NJ, USA, Prentice Hall, 1997.

Cano, J. “Evidencia digital: conceptos y retos”, en: Internet, Comercio Electrónico & Telecomunicaciones. Bogotá, Colombia, Univer-sidad de Los Andes, Legis, 2002, pp. 82-97.

Council of Europe. Convention on cybercrime. http://conventions. coe.int/Treaty/en/Treaties/Html/185.htm, 2001.

Digital Evidence: Standards and Principles. Scientific Working Group on Digital Evidence (SWGDE). International Orga-nization on Digital Evidence (IOCE). (2000) www.fbi.gov/hq/lab/fsc/backissu/april2000/swgde.htm. Forensic Science Communication. Vol. 2, num. 2.

Dippel, T. It as an enabler of computer fraud. Information security tech-nical report. Vol. 5, núm. 2. 2000, pp. 60-70.

Farmer, D. “What are MACtimes?”, en: Dr. Dobb’s Journal. www. ddj.com/documents/s=880/ddj0010f/0010f.htm, October, 2000.

Farmer, D. y W. Venema. Computer forensic analysis class handouts. www.fish.com/forensics/, 1999.

Garfinkel, S. Network forensics: tapping the internet. www.oreillynet. com/pub/a/network/2002/04/26/nettap.html, 2002.

Icove, D., K. Seger y W. Vonstorch. Computer crime. A crimefighter’s handbook. O’Reilly & Associates, Inc., 1995.

Information Security Magazine. 2001 industry survey. www.infosecuritymag.com, October, 2001.

Instituto Colombiano de Derecho Procesal. Memorias. XXII Congreso Colombiano de Derecho Procesal. Bogotá, Colombia, Ediciones Universidad Libre, 2001.

IOCE. Guidelines for best practice in the forensic examination of digital technology. www.ioce.org/2002/Guidelines%20for%20Best%20Practices%20in%20Examination%20of%20Digital%20Evid.pdf, 2002.

KPMG. 2001 global e-fraud survey. www.kpmg.co.uk/kpmg/uk/direct/forensic/pubs/EFRAUD.cfm, 2001.

Leon, W. De la comunicación a la informática: jurídica penal bancaria. Colombia, Ediciones Doctrina y Ley Ltda, 2001.

Mandia, K. y C. Prosise. Incident response. Investigation computer cri-me. McGraw Hill, 2001.

Marcella, A. y R. Greenfield (editors). Cyber forensics. A field manual for collection, examining, and preserving evidence of computer crimes. Auerbach, 2002.

Parker, D. Fighting computer crime. A new framework for protecting in-formation. NY, USA, John Willey & Son, 1998.

Parra, J. Manual de derecho probatorio. Undécima edición. Bogotá, Colombia, Ediciones Librería del Profesional, 2000.

Power, R. Tangled web. Tales of digital crime from the shadows of cyberspace. QUE Corporation, 2000.

República Dominicana. Ley de Comercio Electrónico, Documentos y Fir-mas Digitales. www.indotel.org.do/Site/Boletin/notas_de_prensa/Boletin1/Ley_firma_digital.pdf, 2002.

Reyna, L. “El bien jurídico en el delito informático”, en: Revista Elec-trónica de Derecho Informático. Núm. 33, abril, 2001.

Ribas, J. Aspectos jurídicos del comercio electrónico en internet. Aranzadi Editorial, 1999.

Shaw, P. Managing legal and security risk in computing and communica-tions. Butterworth-Heinemann, 1998.

Sommer, P. Digital footprints: assessing computer evidence. Brtish Com-puter Society Legal Affairs Committee. www.bcs.org.uk/lac/df.htm, 2000.

Sous Bois, R. “Elements for testing of internet investigators”, en: IOCE 2000 Conference. www.ioce.org, 2000.

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Wilkins, B. Effective logging & use of the kiwi syslog utility. http://rr.sans.org/toppapers/kiwi.php, 2002.

23 Weber, R. Information systems control and audit. NJ, USA, Prentice Hall, 1999, p. 404.24 Adaptado de Saferstein, R. Criminalistics. An introduction to forensic science. Cap. 1. NJ, USA, Prentice Hall, 2001

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Reseñas

Comités Técnicosen el contexto de los

Sistemas Nacionales Estadísticoy de Información Geográfica

La Ley de Información Estadística y Geográ-fica (LIEG) y su Reglamento establecen que la responsabilidad de coordinar el desarrollo y fun-cionamiento de los Sistemas Nacionales Esta-dístico y de Información Geográfica (SNEIG) corresponde al Instituto Nacional de Estadísti-ca, Geografía e Informática (INEGI); por ello, sus funciones y tareas se reajustaron para poder interactuar con todas las unidades productoras de información de la Administración Pública Federal (APF), los gobiernos de las entidades federativas y municipios, así como los poderes de la Unión que intervienen en la integración de los Sistemas.

En ese contexto, al interior del INEGI

se creó la Dirección General de Coordinación de los SNEIG, destacando entre sus funciones promover la constitución de los Comités Téc-nicos, los cuales son órganos colegiados de par-ticipación y consulta marcados por la Ley para elaborar y vigilar la ejecución de los programas de desarrollo de estadística y de información geográfica en los ámbitos nacional, regional y sectorial, además de servir de conducto para transmitir y vigilar el cumplimiento de las nor-

mas y disposiciones para la generación, integra-ción y difusión de la información.

En particular, las instancias a las que se

refiere la LIEG son:

• Comités Técnicos Consultivos de Estadística y de Información Geográfica. Están presidi-dos por el INEGI, y participan las principa-les instituciones de la APF, de los gobiernos de los estados, así como de los poderes Le-gislativo y Judicial de la Federación.

• Comités Técnicos Sectoriales de Estadísti-ca y de Información Geográfica. Los coor-dinan cada una de las secretarías de la APF y se establecen a través de acuerdos con las mismas.

• Comités Técnicos Regionales de Estadística y de Información Geográfica. Los presi-

den los gobiernos estatales, previa firma de un convenio para su incorporación a los Sistemas.

• Comités Técnicos Especiales de Estadística y de Información Geográfica. Están for-mados por los poderes Legislativo y Judicial de la Federación.

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En específico, corresponde a los Comités Técnicos Consultivos opinar sobre:

• Las prioridades a señalar en el Programa Nacional de Desarrollo de Estadística y de Información Geográfica(PRONADEIG).

• Los cuestionarios, procedimientos de reco-lección y normas de coordinación.

• Las propuestas de medidas para obtener mayor cooperación de los habitantes del país, en el ejercicio de las funciones que competen a los Sistemas Nacionales.

• La colaboración de las dependencias y en-tidades de la APF, de los gobiernos de los estados y de los municipios, así como de los demás usuarios en la captación, proce-samiento y presentación de la información estadística y geográfica.

Es preciso resaltar que el INEGI –en su carácter de Secretariado Técnico de Normas de los Comités– tiene la atribución de orga-nizar cursos y seminarios de capacitación en las temáticas de estadística y geografía con el fin de dar a conocer las normas y metodolo-gías para generar y presentar la información, además de proporcionar las asesorías necesa-rias que sirvan para encauzar la integración de los SNEIG.

Esta coordinación del INEGI permiti-rá que el trabajo conjunto de las instituciones que participan en los Sistemas derive, entre otras acciones, en:

• Reforzar los Servicios Estatales de Infor-mación Estadística y Geográfica de los SNEIG.

• Organizar y ofrecer capacitación, consulto-rías y asesorías dirigidas al personal de las unidades productoras de información esta-dística y geográfica.

• Disponer y aplicar normas y metodologías estandarizadas en las etapas de capta-

ción, validación, procesamiento, presenta-ción y difusión de información estadística y geográfica.

• Apoyar con información confiable la elabo-ración, ejecución, seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo en sus distintos ámbitos.

• Integrar la Red Nacional de Informa- ción Estadística y Geográfica, la cual faci-litará el acceso a información a todo tipo de usuarios.

• Ofrecer información estadística y geográfi-ca actualizada, homogénea, oportuna, con-fiable y comparable de los integrantes de los SNEIG.

Trabajo de los Comités Técnicos Consultivos

Con el fin de plasmar los grandes lineamientos y acciones prioritarias para la conformación e integración de los SNEIG, se elaboró el Pro-grama Nacional de Desarrollo de Estadística y de Información Geográfica1, como documento

1 El PRONADEIG se puede consultar en www.inegi.gob.mx en la liga de Comités Técnicos Consultivos.

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Reseñas

rector en estas materias a nivel nacional, el cual se presentó en su primera versión durante la re-unión de instalación de los Comités Técnicos Consultivos de Estadística y de Información Geográfica el 17 de febrero de 2003.

En cuanto al Comité Técnico Consultivo de Información Geográfica, su segunda asam-blea fue los días 21 y 22 de agosto de ese mismo año, donde se organizaron cuatro mesas de tra-bajo para atender proyectos específicos de inte-rés nacional: Atlas Nacional Interactivo, Nor-mas Técnicas, Estándares para la Diseminación de la Información Geográfica y Registro Na-cional de Imágenes. En su tercera reunión, del 24 de junio de 2004, se fijó el compromiso de continuar impulsando el trabajo de estos grupos con el fin de avanzar en la Infraestructura de Datos Espaciales de México.

Por su parte, el Comité Técnico Consulti-vo de Estadística (CTCE) sesionó por segunda ocasión los días 22 y 23 de octubre de 2003. Los aspectos que se trataron fueron los siguientes: la visión general sobre los SNEIG y el esque-ma de coordinación interinstitucional a través de los Comités, la recolpilación de opiniones de las instituciones respecto al PRONADEIG, la si-tuación general del Sistema Nacional Estadísti-co (SNE) y la captación de planteamientos de los vocales respecto al desarrollo estadístico. Poste-riormente, el 20 de octubre de 2004, el CTCE se reunió por tercera vez, siendo los temas cen-trales: la visión de los SNEIG al 2006, 2012 y 2025; la necesidad de contar con un inventa-rio nacional de estadística y la importancia de

la corresponsabilidad interinstitucional en este trabajo; los avances en la normatividad para la operación del SNE; el reto del sector público en cuanto a la evaluación y conciliación de las es-tadísticas sectoriales y estatales; la necesidad de vincular la estadística con la información geo-gráfica; la detección de necesidades prioritarias del sector público en materia estadística; la con-solidación de instancias de coordinación al inte-rior de los sectores y de las entidades federativas como base para el desarrollo estadístico en esos ámbitos; y los principios fundamentales de las estadísticas oficiales, como norma general de comportamiento.

Avance en la conformación de los Comités Técnicos de Estadística y de Información Geográfica

Comités Técnicos RegionalesPara integrar estos Comités, se requiere la fir-ma de convenios con los gobiernos de los esta-dos; en este sentido, hay 23 entidades que han aceptado incorporarse a los SNEIG, 16 de los cuales ya están sesionando, donde estos últimos muestran avances en la elaboración de su re-glamento interno y todos han formado grupos de trabajo para atender aspectos específicos. Sin embargo, es fundamental que cada Comité elabore su programa de desarrollo de estadís-tica y de información geográfica, en línea con lo establecido en el PRONADEIG, para orde-nar y dar prioridad a las actividades de genera-ción, integración y difusión de la información. Para ello, una de sus primeras tareas será llevar

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a cabo un diagnóstico de la situación que guar-da actualmente su respectivo servicio estatal de información estadística y geográfica en cuan-to a recursos humanos, tecnológicos, de infra-estructura física y de productos para determi-nar los requerimientos que permitan brindar de manera satisfactoria el servicio público de in-formación de los SNEIG.

Comités Técnicos SectorialesEn relación con los 18 Comités Técnicos Sec-toriales que es necesario establecer, a la fecha se ha contactado a la totalidad de los secto-res. Así, a finales del 2004 se tenían constitui-dos 13, de los cuales nueve están en operación:SAGARPA, SENER, SECTUR, SCT, SEDENA, SEMARNAT, SEMAR, SSA y STPS; sólo constituidos, pero sin operar hay cuatro: SRA, SRE, SEGOB y SEP. Los cinco restantes se encuentran en proceso de concer-tación: SEDESOL, SFP, SSP, SHCP y SE. Al igual que en la parte regional, los Comités Sec-toriales deberán elaborar sus respectivos pro-gramas de desarrollo de estadística y de infor-mación geográfica.

Comités Técnicos EspecialesEn agosto del 2002 se firmó el convenio para constituir el Comité Técnico Especial de Esta-dística y de Información Geográfica Legislativa que celebraron la H. Cámara de Diputados y el INEGI.

Como parte del convenio, en junio del 2003 se inauguró la Unidad de Servicios de In-formación Estadística y Geográfica, lo cual ha

permitido brindar un mejor servicio a los inte-grantes del recinto de San Lázaro, promovien-do la disponibilidad oportuna de los nuevos productos del INEGI y coadyuvando a cubrir los requerimientos específicos de información de los diputados.

Por otra parte, están en proceso de concer-tación la conformación de los Comités Espe-ciales con el Senado de la República y el Poder Judicial.

FuentesINEGI. Programa Nacional de Desarrollo de Estadística y de Informa-

ción Geográfica. México, INEGI, 2003.

Poder Legislativo Federal. Ley de Información Estadística y Geográfica. México, INEGI, 1983.

Decretos que reforman el Reglamento Interior de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. México, Diario Oficial de la Fe-deración, 17 de junio de 2003 y 7 de mayo de 2004.

Decreto que reforma el Reglamento Interior del Servicio de Ad-ministración Tributaria. México, Diario Oficial de la Fede-ración, 30 de abril de 2003.

Tipo Total de Comités

Cons-tituidos Operando En con-

certación

Consultivos 2 2 2 -

Sectoriales 18 13 9 5

Regionales 32 23 16 9

Especiales 3 1 1 2

Total 55 39 28 16

Situación de los Comités Técnicos(Al 31 de diciembre del 2004)

Nota: Es importante mencionar que los 55 Comitésdeberán estar concertados a finales del 2006.

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