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Trabajo en conjunto con la Arquidiócesis para hacer llegar el concepto de cultura de la legalidad a las parroquias
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Boletín de Cultura de la Legalidad para la Iglesia Católica Monterrey, N.L. / 2012
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Cultura de la
Legalidad Editorial
Lo que opina la Iglesia Católica de la Cultura de la Legalidad.
¿Qué es?
Definición de Cultura de la Legalidad y también de donde surge el concepto.
¿Es posible en Mty.?
Respondiendo a si es posible la Cultura de la Legalidad en Monterrey y el rol que tiene la Iglesia Católica para lograrlo.
¿Por qué Cultura de la Legalidad? “Porque es el único antídoto que existe contra la inseguridad.” -‐ Leoluca Orlando, ex alcalde de Palermo (Italia).
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Pareciera que en Nuevo León nos
estamos acostumbrando a vivir con agresividad y en un entorno negativo…
Todos hablamos de que la violencia está en nuestras calles, en nuestras colonias, en nuestra ciudad, en nuestro estado -‐latente-‐ cada día. Se manifiesta de diferentes maneras, en robo, asaltos, secuestros, en agresividad al manejar, en la relación con el vecino…
LA VIOLENCIA NO ES UNA COSA AISLADA, no tiene vida propia, se alimenta de nosotros los ciudadanos, del miedo, del dinero que nos quita, de las autoridades corruptas y complicidad ciudadana, de la costumbre de callar sobre lo que esta mal, de no denunciar…
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LA VIOLENCIA NO SE DIO EN EL VACIO: Se gestó en nuestra cultura. Nosotros, TODOS… Los que vivimos en esta Ciudad hemos aportado nuestro grano de arena al problema y del mismo modo podemos aportar nuestro grano de arena para revertir esta situación y crear ASI OTRA MANERA DE RELACIONARNOS.
CULTURA DE LA LEGALIDAD es una manera de ponernos de acuerdo:
+ que incluye a todos
+ aunque pensemos diferente
+ y que nos permite convivir en paz y armonía a pesar de todo…
Crear Cultura de la Legalidad es tarea
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de todos. De toda la sociedad: de la familia, de la escuela, de los medios, de las organizaciones civiles, de los empresarios, de las Iglesias…
Debemos conocer que es Cultura de la Legalidad para adoptarla; necesitamos creer que sí es posible.
En estas páginas encontrarás herramientas que te ayudarán a entender bien lo que es y como poder adaptarlo a tu vida diaria.
“Cada uno de nosotros sólo será justo en la medida en que haga lo
que le corresponde.”
-‐ Sócrates.
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Boletín de Cultura de la Legalidad para la Iglesia Católica Monterrey, N.L. / 2012
Editorial
¿Qué opina la Iglesia sobre la Cultura de la Legalidad? En junio de 2006 se llevó a cabo en el Vaticano la Conferencia Internacional organizada por el Pontificio Consejo « Justicia y Paz » sobre el tema: « La lucha contra la corrupción ». En ella participaron altos funcionarios de Organismos Internacionales, estudiosos e intelectuales, embajadores ante la Santa Sede, profesores y expertos.
En la situación imperante de violencia, corrupción e impunidad, las instituciones religiosas tienen un rol importante en animar a sus feligreses a tomar acciones positivas para contrarrestar el actual clima de violencia e ilegalidad. La Iglesia, comunidad orientada hacia la construcción de una sociedad mejor desde el amor, puede apoyar enormemente en esta labor. Desde el púlpito, desde la comunidad y desde los programas de pastoral social y de catequesis, cada católico es invitado a tomar conciencia de su contribución al desarrollo de una CULTURA DE LA LEGALIDAD, colaborando en la disminución de la violencia e ilegalidad. Esfuerzos necesarios para lograr armonía social. Motivar a cada uno de los creyentes es el objetivo y la encomienda de este Boletín.
¡Bienvenido!
El objetivo de la Conferencia era tener un mejor conocimiento del fenómeno de la corrupción, precisar los métodos para contrarrestarlo y clarificar la contribución que la Iglesia puede dar para llevar a cabo un cambio. En esta Conferencia se concibió a la Legalidad como fundamental para alcanzar el « El Bien Común ».
La Conferencia elabora sus reflexiones sobre la postura del Magisterio de la Iglesia Católica que defiende la Doctrina Social como una herramienta privilegiada tanto de los principios ético-‐cristianos rectores para el justo orden social como de la metodología apropiada para la transformación ética de las estructuras humanas:
“La corrupción priva a los pueblos de un bien común fundamental, el de la legalidad: respeto de las reglas, funcionamiento correcto de las instituciones económicas y políticas, transparencia. La legalidad es un verdadero bien común con destino universal. En efecto, la legalidad es una de las claves para el desarrollo, en cuanto que permite establecer relaciones correctas entre sociedad, economía y política, y predispone el marco de confianza en el que se inscribe la actividad económica. Siendo un « bien común », se le debe promover adecuadamente por parte de todos... La práctica y la cultura de la corrupción deben ser sustituidas por la práctica y la cultura de la legalidad.” (Consejo « Justicia y Paz, La lucha contra la corrupción », § 5).
Para ello, continúa el Documento, “la doctrina social de la Iglesia empeña todos sus principios orientadores fundamentales en el frente de la lucha contra la corrupción, los cuales propone como guías para el comportamiento personal y colectivo. Estos principios son la dignidad de la persona humana, el bien común, la solidaridad, la subsidiaridad, la opción preferencial por los pobres, el destino universal de los bienes.” (Ídem, § 8).
El conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia es, pues, un primer recurso en esta toma de conciencia de la importancia del compromiso ético de cada uno; sin embargo, este primer paso deberá ir acompañado de una tarea de discernimiento eclesial, aunado a un diálogo maduro con los demás agentes sociales, que permita detectar los mejores caminos de acción concreta para responder a las necesidades de este momento.
La contribución de la Iglesia Católica para disminuir la corrupción es de vital importancia ya que, como dijimos, no solo es acompañante para los grupos dentro de la Iglesia en el como reaccionar, sino también debe asistir de modo personal a cada integrante y fortalecer los compromisos que se adquieren en los sacramentos y diferentes momentos que se viven como cristianos. La Iglesia así pues opina y respalda para que la legalidad sea vista como un objetivo alcanzable.
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Boletín de Cultura de la Legalidad para la Iglesia Católica Monterrey, N.L. / 2012
El concepto de Cultura de la Legalidad no es nuevo. Desde que nacieron reglas para limitar el comportamiento social fue necesario que las personas valoraran la utilidad de esas reglas. Los grupos mas básicos de interacción debieron comprender que las reglas les permitían vivir en armonía, que requerían instituciones que hicieran valer esas reglas y que era necesario que la mayoría las respetara.
hacer las cosas para reducir la violencia, para tener paz en las calles. ¿Qué hicieron? Involucrar a sectores clave de la sociedad para esta transformación social tan exitosa: Iglesia, medios, lideres políticos, empresarios, escuelas, jóvenes. No fue una tarea fácil, pero fue posible… Gracias a la experiencia de Palermo, y de otros países, sabemos cuales son los mejores medios y estrategias. Es tiempo de ponerlos en practica y complementar con lo que nosotros mismos sabemos.
CULTURA DE LA LEGALIDAD “existe cuando la mayoría de los miembros
de la sociedad apoya el Estado de Derecho, al creer que es la mejor opción para asegurar
sus derechos y lograr sus objetivos”
¿De dónde surge el concepto de Cultura de la Legalidad? Poco a poco, la actitud frente a las normas fue adaptándose hasta acuñarse el concepto de Cultura de la Legalidad. La experiencia en otros países ha mostrado que es posible generar apoyo de toda la sociedad para tener instituciones fortalecidas. En la ciudad de Palermo, en Sicilia (Italia) en la década de los ochenta todas las instituciones tanto ciudadanas como gubernamentales y eclesiásticas encontraron una manera diferente de
¿Qué es Cultura de la Legalidad?
Cultura de la Legalidad es la actitud de una sociedad con respecto a sus leyes. Se dice que existe una cultura de la legalidad –que favorece la legalidad-‐ cuando la mayoría de los miembros de esa sociedad entiende los principios que rigen el derecho en su país, están de acuerdo en seguir las leyes y hacen lo propio para
que se cumplan los mecanismos legales. Además, sus miembros están de acuerdo en denunciar a quien no cumple las leyes y acatar los castigos al romperlas. Por último, existe respeto por las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley y
reciben el apoyo de la sociedad.
Los cuatro principios que deben existir en un país con verdadero Estado de Derecho son: (1) Todos participan en la elaboración de las leyes, (2) éstas deben proteger a todos por igual, (3) se aplican para toda la sociedad, y (4) se cumplen con mecanismos legales.
A través de conceptos sencillos, como el anterior, la gente puede apropiarse del Estado de derecho, qué son y las razones por las cuales son relevantes para los ciudadanos, fundamental para crear una cultura de apoyo –una cultura de la legalidad-‐.
“Haz a otros lo que quieres para ti.”
Estado de Derecho:
Link para ver el video sobre la historia de Palermo y Cultura de la Legalidad: http://vimeo.com/34563652
Yo#prac(co#Cultura#de##la#Legalidad#cuando:#
Cumplo las leyes
Denuncio a quien no las cumple
Entiendo las normas legales y sociales
Respeto a las instituciones encargadas de cumplir la ley
Fuentes: Manual para el curso de la licenciatura en derecho: Cultura de la Legalidad, 2011, CEEAD y Seminario de Cultura de la Legalidad, The National Strategy Information Center, 2011.
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Boletín de Cultura de la Legalidad para la Iglesia Católica Monterrey, N.L. / 2012
La mejor manera de implementar Cultura de la Legalidad es crear las condiciones donde se pueda trabajar simultáneamente en dos vertientes:
Primero, involucrar e integrar a los lideres de la organización. En este sentido las “cabezas” hacen una serie de cambios para integrar cultura de la legalidad en los manuales, códigos de conducta, reformas, normas, etc.
El objetivo final debe ser modificar nuestro comportamiento y nuestra actitud hacia una cultura diferente, hacia una Cultura de la Legalidad.
¿Cómo se implementa una Cultura de la Legalidad? El segundo enfoque es trabajar con los integrantes de las organizaciones: con los empleados, con las fuerzas y responsables de la operación. En este sentido, lo que se busca es primero informar acerca de los conceptos de Cultura de la Legalidad para después concientizar y hacer un llamado a la acción. Solamente integrando ambos enfoques se podrá tener éxito.
Los estudiosos de las leyes han concluido que en toda sociedad se observa un patrón similar: hay un 10% de la población que siempre cumple las leyes y un 10% al que le cuesta trabajo cumplirlas. Bajo este esquema, la población restante, un 80%, son los ciudadanos a los cuales podemos persuadir, educar y convencer de la importancia de cumplir con las leyes.
De este modo, los esfuerzos y acciones podemos dirigirlos a esta población.
Cultura de Legalidad
En#ende&las&leyes,&sus&derechos&y&obligaciones&
Está&dispuesta&a&cumplir&con&su&responsabilidad.&
Rechaza&el&comportamiento&
ilegal&y&lo&denuncia.&
Apoya&a&las&ins#tuciones&encargadas&de&aplicar&la&ley.&
Fuente:'Manual'para'el'curso'de'la'licenciatura'en'derecho:'Cultura'de'la'Legalidad,'2011,'CEEAD'
LA PERSONA Y SU ZONA DE INFLUENCIA:
Es muy importante –factor clave-‐ resal-‐tar la responsabilidad que tiene cada persona de manera individual para que la cultura de la legalidad sea posible. Esto se logra al ser consciente de que lo que puede cambiar es lo que está en su ámbito de acción, bajo su influencia y no pretender que lleve a cabo actividades que no dependen de su control. Ejemplos concretos ayudan a las per-‐sonas a visualizar el impacto que pue-‐den tener sus acciones: no comprar productos ilegales o piratas, evitar es-‐tacionarse en lugares asignados, no dar mordida… Dejemos claro que si todos actuamos en nuestra zona de control, no solo de preocupación, el resultado será positivo. ¡Todos debemos generar esa confianza!
Existe Cultura de la Legalidad cuando la mayoría de las personas:
!!!
Las leyes se hacen para el
80%
10%
Le cuesta trabajo cumplirlas
10%
Siempre cumple
LEYES
Educar
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Boletín de Cultura de la Legalidad para la Iglesia Católica Monterrey, N.L. / 2012
Cultura de la Legalidad en Monterrey: ¿Es posible?
La iglesia siempre ha llamado a sus hijos a vivir en la verdad y a ser coherentes con la fe que profesan. Por eso la Arquidiócesis de Monterrey acoge con beneplácito el programa de “Cultura de la Legalidad” y entiende que puede y debe comprometerse en el proceso de su construcción de la siguiente manera:
Católicos: ¡vivamos el compromiso de fe!
La Iglesia Católica invita a que cada persona de buena fe, y cada asociación de fieles, en conjunto, actúe legalmente en todos los espacios con el fin de promover una armonía pacifica y respetuosa marcada en principios y valores como la honestidad, la lealtad, la transparencia, el respeto y el amor y, además, rechace los actos de ilegalidad, corrupción, deshonestidad y delincuencia porque son acciones que van en contra de las normas establecidas no solo por los hombres sino por Dios.
Si, será posible con la ayuda de muchos, de todos: educadores, catequistas, sacerdotes, padres de familia, medios de comunicación, amas de casa, estudiantes, empresarios…
Establecer un compromiso con el tema de la Cultura de la Legalidad es una tarea que nos corresponde como miembros de la sociedad y una obligación moral para los fieles de esta Arquidiócesis de Monterrey.
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1. Catequesis y Celebración Sacramental: A través de los diferentes momentos que se viven. Desde las platicas de preparación para el Bautizo, Primera Comunión, Confirmación y el Matri-‐monio, hasta el momento mismo de las ceremonias, se pueden transmitir mensajes de qué es Cultura de la Legalidad, su importancia y ejemplos concretos de cómo se puede ejercer.
2. Celebración Eucarística: La Liturgia Eucarística, principalmente la dominical, es un excelente momento para la reflexión de temas de suma importancia y entre ellos esta el de la Cultura de la Legalidad. La homilía es especialmente relevante por su capacidad de transmisión del mensaje y por su base reflexiva con apoyo del Evangelio, el cual contiene una riqueza enorme de mensajes acordes a la legalidad y a la paz.
3. Los Tiempos Litúrgicos: El período de Adviento,
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Navidad, Cuaresma y Pascua son tiempos de acciones litúrgicas, reflexión, y concientización donde se podrían insertar recomendaciones concretas para vivir una Cultura de la Legalidad.
4. Catequesis Infantil: El catecismo tiene como misión acompañar en la formación de los mas pequeños por lo que resulta un ambiente propicio para insertar mensajes de legalidad, y en especial reforzar el papel tan importante que tiene cada niño en esta tarea. Si iniciamos desde una temprana edad, estaremos asegurando una mejor cultura y mejores hijos de Dios.
5. Formación de Integrantes: Hacia el interior de los agentes de pastoral en nuestras comu-‐nidades es necesario reforzar la Cultura de la Legalidad mediante el recurso de materiales impresos, momentos de oración y la lectura la palabra de Dios.
El apoyo e impulsos necesarios para que la Cultura de la Legalidad sea edificada debe estar presente en estos cinco momentos y además, los mensajes deben transmitir la importancia de: (a) apoyar a quienes están haciendo esfuerzos en implementar Cultura de la Legalidad, y (b) denunciar situaciones, abusos, o cualquier otro evento que atente contra el respeto y la dignidad de la persona humana, o de la comunidad. El esfuerzo debe ser constante, debe ser de todos y debe ser reafirmado permanentemente.
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Boletín de Cultura de la Legalidad para la Iglesia Católica Monterrey, N.L. / 2012
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“Una comunidad está sólidamente fundada cuando tiende a la promoción integral de la persona y del bien común. En este caso, el derecho se define, se respeta y se vive también según las modalidades de la solidaridad y la dedicación al prójimo.” (Pontificio Consejo Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, § 391).
Con gestos retadores para el orden de su época, Jesucristo es retratado por el evangelista Marcos (1, 40ss) al inicio de su vida pública sanando a un leproso. El pasaje merece una reflexión centrada en los alcances del compromiso cristiano desde el Evangelio.
Primera, dejando por un momento la fuerza de la lectura literal, queremos centrar la atención en el potencial simbólico de este encuentro: un leproso, aquel que lleva en su cuerpo las marcas de la corrupción, aquella indeseable víctima del ostracismo social, arriesga la vida al aproximarse a una persona sana. Para el creyente cristiano, la Cultura de la Legalidad debiese ser el mecanismo que evitase la reproducción de procesos de exclusión y marginación social que agravan la condición de las víctimas.
Segunda, quien ha sido excluido es libre de mostrar su deseo de ser reintegrado al orden social, Si quieres, puedes limpiarme. Palabras que deberán transformarse en una aguda revisión de nuestros mecanismos de corrección y de reintegración social.
Tercera, (Jesús) lleno de pasión, extendió su mano y le tocó. Cultura de la Legalidad es la extensión de esta mano
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que toca, que se acerca a cada uno para ofrecer la seguridad mínima posible que impida el desamparo, la despersonalización. Continuando en esta línea de lectura simbólica podríamos añadir que, fieles al ejemplo del Maestro, cada creyente debe ‘ensuciarse’, correr el riesgo de implicarse en la construcción de un orden social y legal que, sin ser perfecto, sí contribuya a un desarrollo integral.
Cuarta, es evidente que Jesucristo, al tocar al leproso, violenta la ley de pureza de su época. Lección durísima para las comunidades cristianas que tienen el papel no solamente de cumplir con una serie de reglamentos, sino de ir más allá, involucrándose en la evaluación de los mismos desde la ética. ¿Son nuestras normas una oportunidad de garantizar condiciones de vida digna?
Quinta reflexión, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda prescrita por Moisés. Como señala el papa Benedicto en la encíclica Deus caritas est (§ 27-‐29), lo propio del cristiano es el servicio de caridad, sin embargo, éste no puede relegar el compromiso que como individuos y como comunidad se tiene con las leyes, verdadera escalera de Jacob que permite el ascenso dignificante hacia Dios.
A imitación de su Maestro, el católico deberán asistir en la reflexión y en la evaluación de la sociedad presente, teniendo el valor de denunciar las medidas que no permitan una vida humana plena pero, promoviendo y defendiendo las estructuras indispensables para que cada ser humano encuentre la protección, la calidez, para caminar con dignidad hacia el Reino.
Desde el evangelio: “Quiero, queda limpio” (Mc 1, 41)
“El derecho viene a perecer menos veces por la violencia que por la corrupción.” Henri Dominique Lacordaire (1802-‐1861).
Escrito por el Dr. Luis Eugenio Espinosa Gzz. (UDEM)
Boletín de Cultura de la Legalidad para la Iglesia Católica Monterrey, N.L. / 2012
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ORACION POR LA PAZ Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. AMEN. Santa María, Reina de la paz, ruega por nosotros.
Referencias de la Carta Pastoral que son apropiadas con Cultura de la Legalidad…
LA RECONSTRUCCIÓN DE NUESTRA CIUDAD, UNA TAREA DE TODOS _________________________________________________
+ CARDENAL J. FRANCISCO ROBLES ORTEGA
“…parece urgente comenzar una verdadera reconstrucción, total, profunda, sin perder de vista que toda reconstrucción siempre ofrece la posibilidad de hacer las cosas bien y mejorar lo anterior, de volver a empezar superando los defectos y proponiéndonos nuevos objetivos más ambiciosos que ayuden a reconstruir el tejido social de nuestra ciudad y las condiciones de vida de todos los que habitamos en ella.”
Con esto en mente, en la carta se presentan a “los protagonistas de la reconstrucción”, es decir, aquellos quienes son llamados a la responsabilidad de reconstruir nuestra sociedad:
La iglesia La familia La educación
El Estado La sociedad El mundo empresarial
También se enfatiza en el mensaje que la Iglesia debe insistir a sus fieles:
“Los católicos no debemos olvidar que un buen católico es necesariamente un buen ciudadano, consciente de sus deberes y derechos sociales, integrado en su comunidad y un constante luchador por el bien y la verdad en su vida y en su ambiente, alguien que sabe ser misericordioso y comprensivo con los demás, pero al mismo tiempo inflexible ante el pecado y el mal en cualquiera de las formas que pueda presentarse en la sociedad.”
Y, en sus conclusiones, se resalta que:
“Ahora, ante este nuevo reto, nos sostiene la convicción de que vamos a poder y de que vamos a conseguirlo con esfuerzo y dedicación, con sacrificio, pero lo haremos por el bien de las futuras generaciones de regiomontanos que nos miran con confianza, seguros de que vamos a dar la medida.”
Mayo 2011 / Arquidiócesis de Monterrey.
Arquidiócesis de Monterrey y la Cultura de la Legalidad en la Carta Pastoral
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Boletín de Cultura de la Legalidad para la Iglesia Católica Monterrey, N.L. / 2012
+ «Cultura», en un sentido general, es todo aquello que hace el ciudadano de manera regular y cotidiana: costumbres y hábitos. La suma de lo que hacen todos los ciudadanos en México es lo que conocemos como cultura Mexicana.
+ Cultura de la Legalidad es básicamente cambiar nuestros hábitos encaminados hacía el respeto y buen trato a los demás, aun sin conocerlos, solo así aseguramos una buena convivencia y paz social. ¡Que el respeto sea costumbre!
+ Seguramente todo te preocupa, pero no todo lo puedes cambiar. Modifica aquello que está a tu alcance, en tu área de influencia y control. Empieza por lo básico: pagar lo justo, no comprar productos ilegales, tratar bien a tus empleados.
+ No pretendas cambiar a los demás: empieza por ti mismo, pon el ejemplo, sé la muestra.
+ Habla de este tema con tus hijos, con tus amigos, con tus parientes, con los vecinos, con quien quieras. Haz tu parte, todos somos responsables. El tamaño de nuestro esfuerzo será la medida de nuestros resultados. ¡Actuemos ya!
+ MENSAJE FINAL:
“Se ha permitido mucho el mal y la corrupción, y ahora nos toca una tarea ardua de exigencia en la búsqueda de la honestidad total. Tiene que ser cada ciudadano, en su medio ambiente, en su actividad cotidiana, quien se proponga el respeto exquisito de la ley y el no permitirse ni permitir nada que no pueda ofrecer garantías de legalidad. La reconstrucción de la honradez no es tarea de los cuerpos policiales, sino de cada uno de los ciudadanos. Y es indispensable para edificar la paz.”
-‐ Cardenal J. Francisco Robles Ortega. Carta Pastoral, Mayo 2011.
Para Recordar…
Gracias a Lisa Lungren (NSIC), Myrna Benavides Peña (CEEAD), Luis Eugenio Espinosa González (UDEM), Norma Treviño de Villarreal (GIAM) y Pbro. Rogelio Narváez Martínez por su apoyo en la elaboración de este Boletín. Agradecemos a ‘Paz es’ por amablemente facilitarnos las fotos y su autorización para utilizarlas en este Boletín.
Agradecemos la colaboración de:
Cuando la sociedad logra entender y vivir una cultura de la
legalidad se crea un círculo virtuoso difícil de romper.
Responsable de la publicación:
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