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Boletín Salesiano mayo junio 2015

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Boletín Salesiano mayo junio 2015

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Todos los Derechos Reservados ®Inspectoría Salesiana de las AntillasLas opiniones y/o informaciones contenidas en los artículos firmados por autores deter-minados son de la exclusiva responsabili-dad de éstos.

Cuando vemos pasar los años en una obra o misión y somos testigos de que esta obra aun sigue dando frutos, nos convencemos de que esto no es obrar humano, si no de obrar de Dios. Esto es lo que presentamos como tema central en nuestra revista, el fruto de aquellos Salesianos que hace 80 años llegaron a esta tierra de Quisqueya y que nos dejaron el carisma salesiano. A ellos y a los que aun continúan esta misión dedicamos nuestro Boletín de mayo-junio.

1 Editorial: Salesianos, 80 años en República Dominicana

2 El Rector Mayor Dios nos dio una verdadera madre

4 La voz del Inspector: P. Francisco Batista, SDB

13 Reflexión: Perra Madre

15 Artículo Central: 80 años de Presencia Salesiana en República Dominicana

22 Cambié y el mundo cambió: Apego, dependencia afectiva y vida religiosa-sacerdota

24 En Familia: ¡Gracias Señor!

26 Bicentenario Don Bosco: ¡Cuéntame cómo pasó!

29 Realidad Social: Goce científico de la realidad

31 Noticias Salesianas

32 Nuestros Difuntos

Edición AntillasAño 60, No. 59, Mayo-Junio de 2015

DirectorP. Pablo Abreu, SDB

EditorLic. Francisco Alberto Pérez

Consejo Editorial P. Julio Soto, SDBP. José Luis Gómez, SDBSor Mercy Guzmán, FMACarlos Daniel Urquijo

Oficina de Prensa Lic. Juan Fco. Rodríguez

Colaboradores de esta ediciónP. Juan Linares, SDB P. José Pastor, SDBP. Luis Rosario, SDB Lic. Aimée RosaJosema RodríguezP. Gumercindo Díaz, SDBP. Federico Rodríguez, SDBP. José Luis Gómez, SDBP. Julio Soto, SDBLicda. Juana DíazSr. Caruchy Castellanos

Fotografía y DistribuciónDECOSAL

Diseño Editorial R. Nin, Conceptualización & Diseño ImpresiónEditora de Revistas, S.A.

Sede Legal y AdministrativaInspectoría Salesiana de Las AntillasAv. 30 de Marzo #52.Apartado 2569, Santo Domingo, R.DTel. (809) 688-7746 ext. 236

Correo electrónico:[email protected]@gmail.com

Contenido

El Boletín Salesiano es la revista oficial de formación, animación y difusión de la Familia Salesiana. Fue fundado por San Juan Bosco en 1877. Actualmente se imprime en 55 ediciones y 24 lenguas diversas y se distribuye en 151 naciones de los 5 continentes.Este medio de difusión se sostiene con ayuda de sus lectores y les agradecemos su cooperación para mantener el boletín y las obras salesianas en las Antillas, y por tendernos sus manos en las misiones salesianas en el mundo.

El Boletín Salesiano se distribuye gratuitamente a la Familia Salesiana y a los amigos de Don Bosco.

El costo de la edición y la distribución del Boletín Salesiano se cubre con las contribuciones voluntarias de sus lectores. Sus aportes puede enviarlos a:

Sociedad-Salesiana DECOSAL Cuenta: 680824 (Banco BHD-LEÓN)

¡Don Bosco cuenta con tu apoyo!Tu ayuda puede ser enviada a: BOLETIN SALESIANO - Inspectoría Salesiana.Av. 30 de Marzo #52, apdo. postal 2569. Santo Domingo, Rep. Dom. • Tel. 688-7746.

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Nuestra Portada

Salesianos, 80 años en República Dominicana

Vocación de Servicio

Contacto:Pastoral Vocacional SalesianaP. Carlos Nabel García, SDBTel. 849-214-0207E-mail: [email protected]

4ta Etapa Vocacional del 1 al 3 de mayo en Cacique, Mao.

¡Tú también puedes ser como Don Bosco!

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EditorialP. Pablo abreu, SDb

[email protected]

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S 1

La historia de los Salesianos en la República Dominicana inicia el 26 de agosto del 1935, cuando el puerto de la Ciu-dad Primada de América recibió junto con el padre Pittini al primer grupo de los hijos de Don Bosco: el padre Francisco Cojazzi; los seminaristas Francisco Bordin, Gerardo Bors-bom y Gabino Sánchez; los coadjutores Clemente Faccin, Pedro Dalla Valle, Mario Veglia, Celestino Dall’Alba y Hermi-nio Taglieri.

Ese pequeño grupo vislumbró por primera vez en tierra quisqueyana la posibilidad de realizar el sueño que Juanito tuvo cuando contaba con apenas nueve años, y revelar a los jóvenes dominicanos el amor que Dios les tiene. Esto gracias a esos pioneros que ofrecerían cada día de su vida a favor de la porción más delicada de la sociedad. Desde el primer momento los Salesianos intuyeron la necesidad de aplicar los mismos principios inspiradores de un estilo pas-toral similar a la experiencia de Valdocco.

El espíritu salesiano, inspirado por el estilo del Buen Pas-tor, ha marcado la vida de los cientos de miles de jóvenes que desde ese momento inicial han recibido un servicio edu-cativo que les ha ayudado a crecer, haciéndoles ser prota-gonistas de sus propias vidas. Ese mismo espíritu generó el amplio movimiento de personas que vibra al oír hablar de Don Bosco, porque sabe que su corazón oratoriano hace que, al compartir la misma misión e ideales, por sus venas fluya sangre salesiana. Y los que en un primer momento fue-

ron tan solo diez, comenzaron a crecer y extenderse en toda la geografía nacional.

Actualmente la labor desarrollada en favor de la niñez, la adolescencia y la juventud en la República Dominicana en estos 80 años es apreciada y reconocida por gran par-te de la sociedad. De forma sintética podemos decir que hemos participado en la misión de la Iglesia, que realiza el plan salvífico de Dios, llevando el mensaje de la educación y evangelización siguiendo un proyecto de promoción integral orientado a Cristo, formando “honrados ciudadanos y bue-nos cristianos”.

Guiados por María, que ha sido siempre la maestra, los Salesianos siguen enfrentando los nuevos retos que pre-senta la sociedad: atender a quienes se encuentran en alto riesgo, ofrecer una educación de calidad para nuestros des-tinatarios, mostrar el rostro joven de la Iglesia, oratorios y centros juveniles renovados que responden a las exigencias de los destinatarios.

Ese Don Bosco que llegó en 1935 ha querido quedarse con los jóvenes dominicanos, prefiriendo los más pobres, abandonados, en peligro, alejados de Dios y marginados por la sociedad. Continúa ofreciendo su estilo típico que pri-vilegia el trato cariñoso del espíritu de familia que supera la soledad y vive la experiencia de la alegría. Es esa alegría que nos hará encontrarnos con él un día en el paraíso.

M a y o - J u n i o d e 2 0 1 5

P. Francisco Batista junto a jóvenes en Jarabacoa

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María es nuestra Madre porque al cuidar de nosotros nos enseña desde lo profundo de nuestra alma a cuidar de nosotros mismos y de los unos a los otros, a cuidar la vida, la creación, el crecimiento de nuestros hermanos y hermanas, de la vida de aquellos que están en ma-yor riesgo de perderla y perderse.

El sueño que Don Bosco tuvo en Bar-celona la noche del 9 al 10 de abril de 1886 y que luego narró con la voz rota por los sollozos es de verdad inolvidable. Lo es para la inmensa cantidad de jóve-nes que, corriendo a su alrededor, le de-cían: «Te esperábamos, te hemos espera-do por tanto tiempo, pero finalmente estás aquí: ¡Estás entre nosotros!» Lo es sobre todo para la figura de la Pastora que dice a Don Bosco: « ¿Te acuerdas del sueño que tuviste a los nueve años?». María, la Madre de Jesús, es una presencia fuerte y significativa, al punto de ser ella tantas veces la Buena Pastora que lleva a sus hijos a Jesús.

Nosotros, como miembros de la Familia de Don Bosco, no podemos pensarnos sin ella, porque “ella lo ha hecho todo” ¡y sigue haciéndo-lo! Aquí me surge la pregunta: ¿Quién es María para ustedes? ¿Quién es para ti? ¿Quién es para mí?

Mis muy queridos, les invito a con-templar a María con los ojos de la inte-ligencia y del corazón y a contemplarla como Mujer, Mamá, Maestra y Auxilio.

Ella es primero que nada Mujer. En el cuarto evangelio Je-sús mismo la llama así dos veces, en dos ocasiones “centra-les”: durante el primer signo que Él realiza, en las bodas de Caná, (cfr. Jn 2,1-12) signo gracias al cual «...sus discípulos creyeron en Él», y en el momento de la cruz, cuando María y el discípulo amado por Jesús estaban allí (cfr. Jn 19, 25-27).

«¿Qué quieres de mí, Mujer?» y «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» “Mujer”: un bello título dado a la nueva Eva, madre del nuevo Adán. En ella la humanidad entera despierta y renace por la acción del Hijo. También san Pablo para hablar de la humanidad del Hijo único de Dios lo define como «nacido de mujer» (Ga 4,4). No podemos asomarnos al misterio de

la Encarnación sin contemplarle como mujer. Y contemplarla como mujer significa empren-der cada vez más el camino de humanización que señala la vocación salesiana de todos los

miembros de nuestra Familia. Vivimos y trabajamos por una humanidad ver-dadera, fraterna, solidaria y en paz. Y ella es la primera que nos acompaña al realizar esto.

María es para nosotros Madre tam-bién, más bien, diría ¡Mamá! Dios eli-gió para su Hijo una mamá verdadera. Seguramente Jesús mientras crecía junto a María y a José, supo reconocer

dentro de sí el amor cálido y acogedor que había experimentado desde toda la eternidad junto a su Padre, el Padre de

todos. María ha sido una como tantas de nues-

tras mamás. «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy an-gustiados mientras te buscábamos.» (Lc 2,48). Este pasaje de Lucas nos muestra todo el corazón de una mamá. ¡Cuántas veces las

mamás sienten angustia por sus hijos! ¿Y qué cosa vieron los pastores que

fueron hasta Belén? No hallaron aca-so una mamá y un papá cuidando

de su pequeño hijo? (cfr. Lc 2, 16) He aquí la razón por la que es mamá: ¡Por-

que nos cuida! Entonces resplandece aún más el regalo de Jesús a su amigo: «He ahí a tu madre!» (Jn 19,27). Ella es nuestra Madre porque al cuidar de nosotros nos ense-ña desde lo profundo de nuestra alma a cuidar de nosotros mismos y de los unos a los otros, a cuidar de la vida, de la creación, del crecimiento de nuestros hermanos y herma-nas, de la vida de aquellos que están en mayor riesgo de perderla y perderse.

Mis muy queridos: como Familia Salesiana, como amigos de Don Bosco, cuidemos la vida, cuidemos los unos a los otros.

Tampoco podemos olvidar lo que hizo nuestro amado Don Bosco cuando perdió a mamá Margarita: fue al santuario

Rector MayorDon Ángel FernÁnDez artime

M a y o - J u n i o d e 2 0 1 52B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S

Dios nos dio una verdadera madre

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Rector Mayor

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de la Consolata y con el corazón en la mano renovó su filiación y confianza en aquella mamá que ha segui-do siempre a su lado, de él y de sus muchachos. Tam-bién hoy nosotros queremos decir a María: ¡Se nuestra mamá! Y ¡enséñanos a cui-dar la vida!

María es también Maestra. La maestra que nos dice una y otra vez: «Hagan lo que él [Jesús] les diga.» (Jn 2,5); la maestra supo prime-ro custodiar todas las cosas de Jesús en su corazón (cfr. Lc 2,51) y nos enseña a ha-cer lo mismo. Un cristiano es aquel que sabe custodiar las cosas de Jesús en el co-razón y recurre siempre a ese tesoro.

Ella, la mujer madre, fue indicada por Jesús a Don Bosco como aquella que

habría de hacerle ver cómo cumplir la misión asignada, “la maestra bajo cuya disci-plina puedes volverte sabio y sin la cual toda sabiduría se vuelve necedad” (Memo-rias del Oratorio).

Y la “disciplina” es propia de los “discípulos”. Nosotros somos buenos discípulos de María, como lo fueron Don Bosco, Madre Mazzarello y las primeras y primeros de nuestra Familia Salesiana.

Finalmente, María es Auxi-lio. La primera acción de la mujer una vez madre, des-pués de la anunciación del Ángel fue ponerse al servicio de Isabel (cfr. Lc 1, 39ss.) Dice el Evangelio que «partió y fue sin demora» ¡Que bella expresión del servicio ecle-sial y particularmente del sa-lesiano: sin demora o rápido buscamos ponernos al ser-

vicio para cuidar la vida que crece y que tantas veces se ve amenazada; rápido para responder al grito de los jó-venes, sobretodo de aque-llos que están en mayor peli-gro; rápido pero sin prisa, es decir dedicando el tiempo suficiente y oportuno, como Ella que «permaneció con [Isabel] unos tres meses y [luego] regresó a su casa».

María es aquella que se da cuenta de que faltaba el vino en Caná... que pone en ac-ción a Jesús y de esta ma-nera se vuelve ayuda para que no faltara la alegría en la fiesta de la vida. Por tan-to, mis queridos hermanos y hermanas, les digo una vez más: ¡no tengan miedo a nada! Porque María es nuestro Auxilio, Ella es nues-tra Madre y Maestra que nos enseña a ser verdaderos dis-

cípulos misioneros de Jesús y a cuidar nuestra vida para volverla más humana, según la medida de Cristo, el Verbo eterno nacido de Mujer.

Don Ángel FernÁnDez artime

Nosotros, como

miembros de la

Familia de Don

Bosco, no podemos

pensarnos sin ella,

porque “ella lo ha

hecho todo” ¡y sigue

haciéndolo! Aquí me

surge la pregunta:

¿Quién es María para

ustedes? ¿Quién es

para ti? ¿Quién es

para mí?

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Existía la nada y Dios creó: tierra, firmamento, las aguas, las luces, las plantas, los animales… Todo era os-curo y vacío.

Dios no es creatura y crea una persona que en medio de todo este “lío de cosas” se diferencia de las otras creaturas. Lo Divino es Es-píritu y da su Espíritu a una creatura y la hace seme-jante a Él para poder darle participación con Él donde Él esté. Lo creado es cam-biante, evoluciona y Él per-manece inmanente.

Su creatura es humana y por si se debilita cae, se arrastra, se hace frágil y Él la ama y por amor a ella, se desprende de sí mismo y se

hace como ella, se hace una de ella y se llama Jesús, el Salvador, Emmanuel, Dios- con-nosotros y se hizo hom-bre y habita entre nosotros y vuelve a brillar la luz original en el mundo creado. Un día fue Navidad, volvió al mun-do la Luz, que grandeza y que misterio: Dios se hace creatura porque el amor busca elevar a lo más alto a quien se ama, busca liberar lo que está atrapado en la fragilidad, quiere fortalecer lo que se ha debilitado.

Lo que es grande se hace pequeño y conocimos la humildad de Dios en un pe-queño gigante: Jesús.

El hombre lleva la semilla del contraste en su existen-

cia, pero ese Jesús le ense-ña el camino para vencer esa dicotomía y le predica el Reino: Reino de Paz, justicia y amor. Un día lo cuelgan para no salir de su históri-co y permanente contras-te. Quisieron matar la idea del Reino proclamado por Jesús, y solo mataron su cuerpo frágil y Jesús resuci-ta desde su realidad de Dios para seguir con nosotros.

En el mundo continúa el contraste y el hombre recibe en ese Jesús que lo mataron como hombre, pensado que ya se exterminaría esa histo-ria. El mundo recrea la luz con la resurrección, luz más clara del mundo. Y todo aquel que recibe esa luz, se

fortalece y vence la oscuri-dad que opaca la visión del espíritu de Dios fue con gra-titud hemos recibido con la vida; y se recrea la vida en la vida y nos hace nacer de nuevo en el bautismo para que todo el que crea camine en la luz del que resucitado proclame la vida del que siempre viene y participe de esa vida que es la del que dio la vida, Dios eterno padre creador que humilde se hu-milló y Divino nos liberó, que grandeza el Espíritu de Dios que sigue entre nosotros.

P. FranciSco batiSta (Pancho), SDb

La Voz del Inspector

Fuen

te e

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na

Tiempo del espíriTu, Tiempo de la iglesia, Tiempo de

consTruir el nuevo reino de dios.Los contrastes en nuestra

historia de fe.

El mundo recrea la luz con la resurrección, luz más clara del mundo.

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El pasado mes de marzo estuvo en Haití, don Ángel Fer-nández, Rector Mayor de los salesianos, en una visita oficial a ese país hermano.

Por tal motivo realizó una para técnica de escala en nues-tro país, la cual aprovechó para darnos un caluroso saludo familiar. A la vez aprovechamos la ocasión para realizarle una entrevista que con mucho gusto concedió al Boletín Sale-siano.

BS. Hemos visto que está visitando algunas inspectorías y que en esta oportunidad ha visitado a nuestro país hermano, Haití. ¿Por qué Haití en esta ocasión, a menos de un año de haber sido elegido sucesor de San Juan Bosco?

RM. Es una opción que se ha hecho con Haití y con algu-nas otras inspectorías que tenemos más marcada por la po-breza y lejanía. Así he visitado otros países por ejemplo, he visitado Venezuela por el momento delicado que pasa este país. Lo hago al principio de mi apostolado como Rector Mayor compartiendo así el pensamiento y forma de actuar del Papa Francisco, no por novedad, sino que lo siento y lo creo así y me sensibilizo con él en el sentido de que se pue-de comenzar por algunos lugares alejados, de mas periferia y más fragilidad.

BS. ¿Cuál es la imagen que más ha llamado la atención del Rector Mayor en su visita a Haití?

RM. He visto en Haití un pueblo joven, con inmensas ga-nas de vivir. Me impresionó ver a miles y miles de jóvenes en nuestras casas estudiando, formándose, capacitándose, preparándose profesionalmente. He visto un Haití en parte en reconstrucción, en parte aun no terminado. He visto algu-nos lugares donde la vida de las personas, antes y después del terremoto, sigue siendo la misma, con la misma pobreza y eso realmente me duele. Creo que es un gran desafío que está presente.

He visto una visitaduría de Haití muy llena de vida, con grandes posibilidades, joven, con un futuro muy compro-metedor y que tiene lo más importante que es la misión con los pobres y en ese sentido está garantizada la identidad salesiana en Haití.

BS. Le ha tocado ser el Sucesor de Don Bosco en un momento donde las redes sociales tienen una fuerza fundamental y es sa-bido por todos que hace uso de ellas. ¿Qué podemos decir para motivar a quienes todavía no se han montado en ese tren?

RM. El mensaje es muy claro, hoy en día cerrarnos a es-tar en esos espacios virtuales, patios virtuales, aldea global virtual es, para nosotros educadores, cerrarnos a encontrar-

EntrevistaFranciSco a. Pérez roDríguez

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EntrevistaFranciSco a. Pérez roDríguez

nos con una parte del mundo de los jóvenes. Ellos están muy familiarizados con este mundo y nosotros salesianos debemos estar en el mundo como ellos están. Yo hago uso de ello con la exigencia que supone, pero con profunda convicción. De ejemplo le pongo que administro mi propia página y entre los buenos días y las fotos que he colocado de Haití, la página comunicaba que ha llegado a 167,000 personas. Creo que debemos de formarnos para estar pre-sentes en las redes, debemos de aprovechar todo lo bueno que tienen las redes sociales y no ser ingenuos, es decir que como todo lo que tenemos ha de ser usado de la manera adecuada, hay que prepararse para ello y hacer camino con los jóvenes, prepararnos para saber estar en las redes. Con todo esto tenemos que saber que el peligro de la adicción también está ahí. Así como está la adicción al tabaco, al alcohol, a la droga, también está la adicción a la tecnología, que es un instrumento fascinante, pero que debemos mirar con esa revisión.

BS. Hace unos días, el Papa Francisco ha anunciado el año San-to extraordinario de la Misericordia. ¿Cómo puede la congrega-ción asumir este nuevo reto que nos lanza el Papa?

RM. Tengo esta sensación hermosa y es que la sensibili-dad del Papa Francisco en la iglesia y por los pobres y en su corazón pastoral, es una sensibilidad que a nosotros salesianos y toda la Familia Salesiana, nos calza muy bien. Pareciera como que está ofrecido para nosotros porque va muy en sintonía con nuestro carisma. No hemos de hacer grandes esfuerzos para entender al Papa Francisco, hemos simplemente de seguir decididamente queriendo estar en esa dirección, por ejemplo la opción por la periferia esta en nuestro ADN salesiano, hemos nacido en la periferia de Val-docco. El anuncio del Papa por la misericordia es una gran convicción que él tiene de una iglesia pobre, de los pobres y para los pobres y de una iglesia que no condena, una iglesia que tiene los brazos abiertos para recibir.

Para un corazón salesiano, qué mejor actitud que la de estar abierto a todo joven que podamos encontrarnos y así recibirlo en su situación y ayudarlo a levantarse.

BS. Desde Roma, cuando se piensa en Antillas, ¿Cuáles son las riquezas y los retos que se piensan?

RM. Creo que tenemos una realidad muy hermosa en toda América Latina. América Latina es muy hermosa y lo puedo decir porque he vivido 5 años en el cono Sur. Hay una gran sensibilidad con el evangelio y una gran sensibilidad para con los pobres y me permito decir que no podemos dor-mirnos, no podemos acomodarnos. En mi opinión América Latina tiene la misión también de ser un faro que ilumina y un vigía para decirnos por dónde tiene que ir la iglesia sin renunciar nunca a la opción preferencial por el evangelio y con el evangelio opción preferencial por los pobres. Y este es el norte también para nuestra inspectoría de las Antillas. Si ustedes me preguntan qué pienso para la congregación y para la inspectoría yo le diría: fidelidad al Señor Jesús siendo muy fieles al carisma de Don Bosco. ¿Cómo sueño yo la congregación y por tanto esta inspectoría dentro de 5 años,

al término del servicio para el cual fui elegido?, la sueño como una inspectoría mucho más fiel todavía a Don Bosco en la medida en que creamos que se puede hacer, fidelidad que pasa por ser muy fieles en nuestro vivir con autenticidad como salesianos de Don Bosco, como familia Salesiana, vi-vir con profundidad nuestra fe y nuestra consagración, vivir lo que dice el capítulo general 27, con una gran autenticidad nuestra fraternidad, que sea realmente atractiva e irresistible y ser en verdad servidores de los jóvenes en especial los que más lo necesitan. Si eso lo tenemos garantizado, el futuro de la inspectoría de las Antillas es un futuro comprometedor. Pero es una inspetoría muy saludable.

BS. En el 2017 celebraremos el centenario de la presencia sa-lesiana en Cuba. ¿Qué posibilidad existe y qué pasos se tendrían que dar para contar con una visita oficial del Rector Mayor a nuestra inspectoría?

RM. Lo tiene que anunciar el inspector pero aprovecho para anunciarlo por medio del Boletín Salesiano. Ya hemos acordado con el Padre Inspector que celebraremos la fiesta de Don Bosco el 31 de enero de 2017, si el Señor nos da salud e iniciaremos la visita oficial a la inspectoría aprove-chando el centenario de la llegada de los salesianos a cuba.

BS. Agradecemos su saludo y paso breve por República Do-minica y pedimos que deje un mensaje fraterno a toda la Familia Salesiana de las Antillas y a los jóvenes que participarán en los próximos Juegos nacionales Salesianos.

RM. Seamos de verdad Familia Salesiana, vivamos con au-tenticidad el carisma que hemos recibido y seamos discípu-los misioneros como pide el Papa Francisco.

A los jóvenes que participarán en los XIV Juegos Salesia-nos les digo que de verdad los juegos sean una manifesta-ción, no de poder, no de fuerza, pero sí de vida salesiana, de alegría salesiana y de invitación a todos los jóvenes, por que donde este Don Bosco, todos los jóvenes tienen las puertas abiertas.

Ex-alumnos junto al Rector Mayor Don Ángel Fernández Artime

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Siempre se ha dicho que las cosas, o se hacen ‘’bien he-chas’’, o mejor NO se hacen. Pero…¿hasta qué punto esto aplica? Parece que se aplica en todas las esferas, ya que robarse una chinola se sanciona más fuerte que quien incu-rra en desvalijar más de 100 millones de pesos que son de todos (Estado).

El asunto no es tan sencillo como secundar los movimien-tos civiles en contra de la Impunidad, lo cual sin duda, pro-cede y lo apoyo. Me gusta ir más allá, abogo por profundizar un poco, por percatarnos hasta qué punto andamos por la vida sin temor de Dios; hasta qué punto se relaja la huma-nidad e indulgencia celestial, hasta qué punto asumimos la bondad divina como un consuelo a todo, desconociendo que Dios es bueno y misericordioso, pero no idiota ni tonto.

‘’Basta de Impunidad’’, ‘’No más Impunidad’’, ‘’Paz con impunidad no es paz’’ y otros lemas, no son suficientes cuando una justicia magna es la que debemos entender que existe y ¡de qué manera opera!!!, es decir, en pocas palabras, ‘’no chancea’’. Esa justicia es la más poderosa, se impone y con ella nadie nunca ha podido. A esa precisamente es que quiero y busco apelar. ¡Con esa (justicia) nadie puede!, la misma que ataca cuando menos la esperas, te lleva a juicio sin darte cuenta, no te asigna ni abogado y a los testigos los manda de vacaciones.

Que si vas a robar, que sea con gusto, que si eres narco-traficante que sea de los buenos, que para que sea chinola, que sea un buen tajo; que para que sea a un individuo, que sea mejor al pueblo. Óigame bien amigo mío, ‘’lo mucho hasta Dios lo ve’’, no lo provoques, no lo cuquees.

A todo esto, el detonante más fuerte de este asunto es que un absurdo pensamiento se va esparciendo como plaga exterminadora, y es el hecho de que muchos entienden que todo puede ser resuelto con dinero y NO es así.

Compramos justicia como si Dios sufriera de cataratas o tuviera estrabismo. Compramos ética profesional como si al cielo se le haya ido la luz y no se viera nada de allá arriba para abajo. Funcionarios compran conciencias como si el país se encontrara en un ‘’blackout’’ general o como si los medios de comunicación estuvieran secuestrados (sin de-recho a hablar). Se ofrece dinero por todo como si todos los periodistas, abogados, ministros, dirigentes públicos y políticos tuvieran código de barras, dígase precio; se com-pran penas jurídicas como si la sociedad estuviera jugando a la gallinita ciega (con los ojos vendados). El día en que se callen los piquetes, será el día en el que los dominica-nos perderán su verdadera naturaleza, su principal dote, su neto ‘’tigueraje’’. Ser dominicano, entre otras cosas, es ser ‘’tíguere’’, porque tontos nunca hemos sido, hacerse no es lo mismo que ser. Lo peor del caso es que como siempre, se habla del tema, se lanzan a las calles, pataleamos, nos quejamos, se arman los piquetes y se le celebra un nove-nario, y después de ahí, ¿qué? Nos limitamos a 9 días de lamento como si se tratara de un duelo común y punto. Te exhorto hacer un ejercicio en el que podamos dirigirnos por la vida con la firmeza de que un ente indescriptible siem-pre nos está mirando. Deja de satisfacer los ojos ajenos y preocúpate por satisfacer los ojos de Dios, pues la justicia divina no tiene desperdicios, se impone, no transige y así mismo como no se queda con nada de nadie que mal actúe, tampoco se queda con el premio de quien humildemente bien accione.

Sí, es cierto, BASTA YA!!! Pero.... Aquí te dejo la tarea, ¿qué podemos tú y yo hacer en torno a esto? ¿Qué pasa con el fallo ahora? ¿Qué pasa con el Juez? ¿Qué pasa con la pena? ¿Qué pasará con el dinero del pueblo? ¿Hasta aquí llegó la fiesta o te atreves a poner más música?

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 57

En la Miralic. aimée roSa | ma Dir. com

[email protected]

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Un mismo carisma unen a estas dos personas. Maestros en el arte de amar a los jóve-nes desde la cotidianidad que los rodea. Juan Carlos y Adita: dos corazones que laten por los Salesianos Cooperadores de Cuba.

Juan Carlos Urquijo, diácono permanente de la Iglesia Ca-tólica. Se desempeña en el servicio a los hermanos con Ce-lebraciones de la Palabra, en la pastoral bautismal y como Secretario de la Comisión Diocesana de Pastoral. Trece años siendo Director del Centro Diocesano de Formación Dra. Fe-licia Pérez. Junto a su esposa, fueron Secretarios Ejecutivos de la Comisión Nacional para la Familia de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

Durante muchos años fui Coordinador del Centro Local de Santa Clara y Coordinador Nacional de la Asociación de Sa-lesianos Cooperadores de Cuba desde el 2010. Hice mi pro-mesa como salesiano cooperador, el 31 de enero de 1983, en la parroquia del Carmen en Santa Clara. Fue un reto para aquel entonces. Éramos el primer grupo formado después de un largo vacío desde la década del 60 y existíamos sin ninguna relación con la Inspectoría.

¿Cuáles fueron las mayores dificultades que encontraste du-rante el tiempo que te desempeñaste como Coordinador Na-cional?

Como coordinador nacional de los cooperadores la mayor dificultad fue que no existía comunicación recíproca y fluida con el Consejo Inspectorial de los SSCC. En cuanto al caso cubano, son las dificultades económicas de los miembros de la Asociación, lo que hace que las actividades de anima-ción y formación necesiten de un financiamiento externo. Un momento muy triste fue la renuncia de los miembros pro-mesados y aspirantes del Centro de la parroquia de María Auxiliadora en La Habana. Esto me causó mucho dolor y además porque no logré reanimarlo. Los mejores momentos…

El sostén que he recibido de los coordinadores locales de los distintos Centros a lo largo de todos estos años, los cua-les siempre han estado disponibles para las actividades, ani-mando en sus respectivos lugares. Una satisfacción especial ha sido el apoyo del Delegado de los SDB para la Asociación y el acompañamiento espiritual, tanto a nivel de centro como nacional. También los encuentros nacionales realizados en la casa de las FMA, en Peñalver, donde hemos vivido la fra-ternidad salesiana con alegría, entusiasmo y esperanza. Un momento importante fue el aporte económico realizado por la Región Interamericana y de la Provincia de México Norte, ello posibilitó que la animación del Consejo Nacional fuera más efectiva.

Salesiano de Corazóncaruchy caStellanoS

Juan Carlos Urquijo

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Un mensaje a los Salesianos Cooperado-res

No se cansen de amar a la Asocia-ción. Aporten todas sus energías, su juventud para verla crecer. Sueñen a lo alto, tengan esperanza, el Señor de la Historia nos ama y quiere que cuide-mos a los jóvenes. Mi corazón siempre estará aquí, en Cuba. Vivimos en una aldea global y para quien ama profun-damente las distancias no existen. Los quiero mucho a todos y a la Asocia-ción.

Adita, así le llaman los muchachos, los amigos Mujer sencilla, siempre ale-gre. Animadora, formadora de adoles-centes y de salesianos cooperadores, miembro de la Comisión Diocesana de Adolescentes y del Equipo Nacional de Pastoral Juvenil Salesiana, colabo-radora en el proyecto Príncipe Enano. Profesora del Centro de Diocesano de Formación Dra. Felicia Pérez. Es es-pecialista en seguridad informática de la Dirección Provincial de BANDEC en Santa Clara. Realizó su promesa como Salesiana Cooperadora el 31 de enero del 2006. Reconocida en su parroquia del Carmen como una “Gente Maravi-llosa”, llega a nuestro corazón la nueva Coordinadora Nacional de la Asocia-ción de Salesianos Cooperadores de Cuba: Ada Silverio. ¿Cuentan que la primera noche como Coordinadora Nacional no dormiste?

Bueno, yo soy un poquito emotiva, con esta sucesión de premios y cargos ustedes me quieren matar del corazón y ya no seré un corazón salesiano, sino un corazón infartado.

Seguro que el mal dormir estuvo rela-cionado con la nueva responsabilidad, los nombramientos traen una mez-cla de honor, alegría, preocupación y compromiso. Es bien importante te-ner entre manos la animación de una asociación nacional, es un servicio que nos obliga a pensar en grande, a co-menzar a dar pequeños pasos hasta recorrer el camino.

La historia de los Salesianos Coopera-dores de Cuba está marcada por per-sonas que se dedicaron por entero a la Asociación, ¿qué piensas de los que te han precedido en el cargo?

Los que me han precedido no han sido sólo mis coordinadores naciona-les. Cheo, Nelita, María del Carmen y Juan Carlos han sido mis amigos per-sonales, mis paradigmas como Sale-sianos Cooperadores, los animadores del centro local, pilares de la comuni-dad del Carmen en Santa Clara, tes-tigos de la fe en momentos difíciles, ejemplos de coherencia de vida. Me han dejado la varilla alta, la vida nos pone a veces en caminos que nunca pensamos transitar, seguiré sus pasos. Aunque anden lejos de mí físicamente, seguro ellos seguirán siendo mis com-pañeros de camino y yo pondré todo mi esfuerzo para no defraudar el traba-jo que realizaron. ¿Qué sueñas para el futuro de la Aso-ciación?

¡Que se mantenga con vida! Eso es animar, dar vida. Aunque quisiera con-tinuar creciendo en número, si voy a soñar, prefiero la calidad ante la canti-dad. Anhelo que los SSCC seamos es-pecialistas en animación y masters en acompañamiento. Deseo que seamos de verdad para los jóvenes ¨signos y portadores del amor de Dios¨, que no sea un slogan, que podamos cumplirlo siguiendo los pasos de Don Bosco. Y si puedo seguir soñando, pues quisiera que ya no crezca más la Asociación en el exilio, porque la nuestra va disminu-yendo proporcionalmente en número.

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 59

Salesiano de Corazóncaruchy caStellanoS

Ada Silverio

Es bien importan-te tener entre ma-nos la animación de una asociación

nacional, es un ser-vicio que nos obliga a pensar en grande,

a comenzar a dar pequeños pasos hasta recorrer el

camino.

Page 12: Boletín Salesiano mayo junio 2015

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Pasos para montar una obra teatral

Hora de ActuarJoSé manuel roDrí[email protected]@josemaladiva

Existen muchas formas y técnicas diferentes de llevar a escena una obra teatral. Aquí te recomiendo algunos pa-sos para hacerlo. No son una regla sino una sugerencia que proviene de mi experiencia y contacto con 8 directo-res teatrales que aunque tenían estilos diferentes saqué lo mejor de ellos para realizar esta sugerencia:

• Asignación de personajes y leer toda la obra, resaltar parlamentos de personajes asignados.

• Investigar sobre la obra, conocer datos importantes como: vida del autor, argumento y mensaje de la obra.

• Analizar todos los signos de puntuación, las acotacio-nes hechas por el autor y por consiguiente descubrir el sub-texto de mi parlamento, es decir el mensaje que encierra todo lo que dice mi personaje.

• Investigar sobre mi personaje con las siguientes 6 pre-guntas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? Aspecto físico (forma de caminar, movimientos, gestos, voz, vestuario, maquillaje) grado educativo, as-pecto psíquico (forma de ser del personaje).

• Lectura dramática con todos los personajes.

• Debatir en el grupo de teatro sobre qué piensan de la obra y la psicología de los personajes, diálogo e impre-siones (análisis de mesa).

• Calendario de ensayos hasta el día la presentación.

• El director coloca los movimientos y muestra su apre-ciación de la escenografía básica.

Nota: el director puede cambiar las acotaciones hechas por el autor.

• Aprenderse el texto asignado (no embotellado), toman-do muy en cuenta el parlamento anterior de los perso-najes que actúan junto a nuestro.

• Por último, colocarse la ropa de su personaje, lo que es lo mismo que vivir el papel.

Page 13: Boletín Salesiano mayo junio 2015

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ReflexiónP. luiS roSario, SDb

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Abramos el ropero y bus-quemos el mejor de los ves-tidos. Parece raro, pero la santidad se vistió de alegría.

Estamos acostumbra-dos a ver la santidad con el vestido de la tristeza y el rostro torcido. Esto es muy

extraño y poco atractivo para quienes no queremos quedarnos estancados en el Calvario del Viernes Santo y hemos optado por dar el paso hacia el Domingo de Pascua.

Nuestra vida es Pascua y

deseamos tomar del rope-ro el más hermoso de los vestidos, el de la verdadera alegría. Queremos retratar-nos con el traje de la alegría y de la fiesta. Nuestro mejor selfie, el autorretrato más auténtico y hermoso, es el

que refleja nuestra santidad.Pero, ¿En qué consiste

la santidad? Tal vez no sea una definición teológica-mente depurada, pero: “No-sotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”, respondería Don

Page 14: Boletín Salesiano mayo junio 2015

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 512

ReflexiónP. luiS roSario, SDb

Bosco. Y así se lo enseñó a sus muchachos.

La pedagogía de Don Bosco ha bajado la santi-dad de la altura difícilmente alcanzable, para colocarla al nivel de niños, adolescen-tes y jóvenes. Él le ha dado a la santidad un color más humano y menos austero, poniéndole el vestido de la alegría. En esta escuela de la alegría se santificaron jo-vencitos como Domingo Sa-vio y Laura Vicuña.

“Un santo triste es un triste santo”, afirmaba San Francisco de Sales, del cual Don Bosco aprendió que la alegría es camino a la san-tidad. Por esa misma razón Don Bosco decía: “Tristeza y melancolía fuera de la casa mía.”

El se sentía profundamen-te preocupado cuando veía a un joven triste, taciturno, arrinconado y perdido en sus propios pensamientos. Consideraba que estaba en-fermo, del alma o del cuerpo.

El ambiente pedagógico de las obras de Don Bosco incluye, por eso, música,

teatro, deporte, caminatas, campamentos y las más va-riadas actividades juveniles. Siempre con la intención de vivir en alegría: “Corran, Sal-ten, Griten, Jueguen... pero no ofendan a Dios”, decía él.

El mundo que nos rodea abre también cada día el ropero, buscando un vesti-do que lo haga lucir y sentir bien. Al fin de cuentas busca la alegría, pero la divorcia de la santidad. Por eso hace ruido ensordecedor, bebe alcohol hasta más no poder, usa droga, compra y vende sexo, busca fama, poder, dinero, y emprende tantas otras iniciativas en las que se deja engañar por la apa-riencia.

Los vestidos del mundo son confeccionados por los mejores modistas y, quien más y quien menos, de acuerdo a sus posibilida-des, quiere vestir lo mejor posible. Hasta concursos de moda y de belleza se orga-nizan, en los que parece que la alegría llega a su máxima expresión.

Pero ¡Qué va! Mucha es-puma y poco chocolate. Todo es pura apariencia.

La alegría y la santidad van de la mano. Por eso, para ponernos el vestido de la alegría, es necesario iniciar una vida nueva, enraizada en el amor de Dios, que se ex-presa en bondad solidaria a los demás, especialmente a los marginados sociales.

El servicio solidario a los más débiles: hambrientos, sedientos, desnudos, enfer-mos, encarcelados, despre-ciados de la sociedad, es fuente de alegría profunda y camino de santidad. Así nos lo testimonió Jesús.

Se comprende de esta manera, mucho mejor, el saludo tan usual en la fami-lia franciscana: “Paz y Bien” y la otra persona responde: “Santa alegría”. En efecto, no es cualquier alegría la que es expresión de santi-dad: es la santa alegría.

Además de la espiritua-lidad de San Francisco de Sales, Don Bosco siguió el llamado a la sencillez y po-breza de que dio testimonio Francisco de Asís; su san-ta alegría, fruto de un amor intenso al Señor. Los dos Francisco dejaron hondas

huellas en el corazón de Don Bosco y lo llevaron a hacer de la santa alegría el camino hacia la santidad.

Hay que recordar que Don Bosco se sintió atraído por el estilo de vida franciscano y que incluso quiso seguir-lo cuando se trató de hacer una opción vocacional en la Iglesia. Pero fue disuadido por su confesor, quien veía otra orientación para el fu-turo Padre y Maestro de la Juventud, sin que por eso abandonase el estilo sencillo y la santa alegría que tiene sus raíces en el evangelio de Jesús.

La santa alegría es la que procede de un corazón so-lidario, lleno de paz y de armonía espiritual, porque sigue las buenas inspiracio-nes y porque busca a Dios con sinceridad. Es santa ale-gría porque nace de un alma que busca el bien y evita el mal; así de sencillo.

Al celebrar en este año el bicentenario del nacimiento de Don Bosco, queremos con él hacer consistir la san-tidad en estar siempre ale-gres en el Señor.

En el ropero del mundo hay muchos vestidos; el más hermoso es el de la verdadera alegría, el de la santidad.

Este vestido cuesta poco y vale mucho. Es un regalo de Dios a quienes han abando-nado el camino de la maldad y han hecho del amor el sen-tido de su vida.

“Un santo triste es un

triste santo”, afirma-

ba San Francisco de

Sales, del cual Don

Bosco aprendió que

la alegría es camino

a la santidad. Por esa

misma razón Don

Bosco decía: “Tristeza

y melancolía fuera de

la casa mía.”

Page 15: Boletín Salesiano mayo junio 2015

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 513

La huida acelerada desde la

parte trasera de la clínica, pro-

vocó la curiosa mirada del niño

travieso del barrio, a quien le

eran ya familiares los ladridos

de la perra viralata protagonista

de la presente historia.

A pesar de la evidente apariencia de perra realenga, el animal había siempre despertado simpatía en el niño, pues parecía tener sentimientos de humanos.

Cada vez que en el barrio alguien fallecía, se escuchaban infaltablemente los ladridos y llantos, casi humanos, de la perra, propiedad de todos y de ninguno en el barrio. Wauuu! Wauuuuuuuu! Y el eco del ladrido asemejaba la sirena de un tren que se aleja.

Y ahí estaba de nuevo ladrando la perra, tras la fuga rauda desde el centro de salud; carrera tan vertiginosa como la del ladrón sorprendido en el acto, sin otra alternativa fuera de la huida.

La noche estaba haciéndose espacio, venciendo al día con la oscuridad; lo que no impidió al niño darse cuenta de que, efectivamente, de algo se había adueñado la perra y que lo aferraba certera en sus fauces.

ReflexiónP. luiS roSario, SDb

[email protected]: @luemrope

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Fuen

te e

xter

na

Fuen

te e

xter

na

Page 16: Boletín Salesiano mayo junio 2015

Reflexión

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 514

Tras el momento de la escan-dalosa fuga, daba la im-presión de que todo ya había pasa-do y el niño resolvió regresar a su casa, a poca distancia del lugar de los hechos; allí el cá-lido beso de su madre ha-cía competencia a la cena caliente preparada para la familia.

Luego venía el baño y las tareas de la escuela, para posteriormente rendirse al descanso merecido, tras un día de una amplia cartelera de actividades infantiles.

Pero no. Apenas haber-le solicitado a la sábana el abrazo que hace de antesala al sueño, los plañidos de la perra delataron nuevamente su presencia en la cercanía. Pero esta vez, al quejido identificable de la perra de la historia, se añadió el coro de varios otros canes que pare-cía se le habían asociado en solidaridad.

Resistir a la tentación de acercarse al lugar de los hechos, era mucho pedir. Lanzando la sábana con los pies hacia un lado y dando un salto para abandonar la cama, el niño se puso la ropa y el calzado, con la fir-me decisión de acudir a la madriguera donde él acos-tumbraba visitar a su amiga, la perra.

Era todavía temprano en la noche; las mujeres, y también algunos hombres, cumplían con el casi sagra-do e irresistible deber de darle seguimiento a la nove-la de turno. El niño caminó la no larga distancia que lo

separaba de la casa en

ruina, donde sin falta encontraría a su amiga, la perra, y sus acompañantes caninos, también vecinos del barrio.

Rompiendo la oscuridad con unos ojos profunda-mente abiertos que le ser-vían de linterna, y ayudado por una tierna luz de luna primaveral, el niño penetró entre los escombros de la casa que había sido aban-donada, vencida por su pro-pia historia encanecida.

El espectáculo que se abrió a su mirada era digno de cualquier Congreso y Au-toridad que pretenda acredi-tarse de moderno y progre-sista, olvidando el valor de la vida.

La perra viralata, recos-tada junto a los restos de alguien que los médicos se ufanan en llamar “produc-to”, despedía con sus aulli-dos lastimeros una criaturita apenas formada en el seno de una mujer que hacía po-cos instantes había renun-ciado a la maternidad,

Y, formando un coro de especíme-nes de la misma calaña, otros pe-rros contemplaban la escena, respon-

diendo al lamento de la perra madre, cual cantilena de una letanía de oficio de difuntos.

Con sus patas y sin dejar de aullar su canto litánico, la perra madre fue separando la tierra en torno a la cria-

tura, hasta empujarla y cubrirla con cuida-do, al estilo del mejor de los entierros. Un wauuuu interminable

perturbó finalmente el silencio de la noche, re-

plicado por los gritos plañi-deros de los otros animales.

Los concurrentes tomaron cada uno sus caminos y el niño travieso siguió asom-brado a la perra madre, hasta verla postrarse en el rincón que ya tenía reserva-do en la parte trasera de la clínica, a la espera de que, por la parte delantera, al-guna otra madre abortada acudiera ante quien había renunciado al deber hipo-crático de proteger la vida.

P. luiS roSario, SDb

Un wauuuu in-

terminable per-

turbó finalmente

el silencio de la

noche, replicado

por los gritos

plañideros de los

otros animales.

Fuen

te e

xter

na

Page 17: Boletín Salesiano mayo junio 2015

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En el 1876 Monseñor Roc-co Cocchia había visitado a Don Bosco en Turín y le ha-bía pedido que enviase a la República Dominicana algu-nos sacerdotes para que se hicieran cargo del Semina-rio. Entre otras, se conserva una carta enviada por él a Don Bosco, en la que pinta al desnudo la realidad políti-ca, económica y educativa de aquella época. Diversas vicisitudes, que no es el caso mencionar ahora, impidieron la llegada de los Salesianos. A partir del año 1878 no vol-vió a hablarse del tema.

Continúa en la Página 18...

Artículo CentralP. Julio Soto, SDb

Page 18: Boletín Salesiano mayo junio 2015

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 516

Campamento en Manabao, Jarabacoa con alumnos y alumnas de la Escuela Salesiana Sagrado Corazón de Jesús, Villa Juana

Celebración vigilia pascual María Auxiliadora Puerto Rico

Concentración Pascual 2015

La comunidad salesiana de ITESA junto a Rafael Alburquerque y directivos del distrito educativo 15-02.

Pascua joven de los jóvenes del Carmen, Cuba.

Page 19: Boletín Salesiano mayo junio 2015

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 517

Comunidad del Postnoviciado junto al Rector Mayor

Sor Basilia Ramírez, nueva Provincial de las FMA

Mons. Fabio Mamerto Rivas, SDB, junto a sus hermanas en la celebración de sus 50 años de sacerdocio el día 11 de abril en Pinar Quemado, Jarabacoa.

Jóvenes animadores de la Concentración Pascual “Un selfie con Jesús”, el 18 de abril en el Club Mauricio Báez.

El Sr. José Rafael Lantigua junto al equipo organizador del Festival Cultural Salesiano OMA 2015, los días del 5 al 8 de mayo en la comunidad de María Auxiliadora.

Page 20: Boletín Salesiano mayo junio 2015

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 518

Artículo CentralP. Julio Soto, SDb

Cincuenta y cuatro años después de la última car-ta de Monseñor Cocchia a Don Bosco, llegó a la Repú-blica Dominicana el primer salesiano en la persona del Padre Ricardo Pittini, con el encargo de fundar una Es-cuela Profesional. Se radicó definitivamente aquí el 6 de febrero de 1934.

El Padre Pascual Richetta, primer director de la nueva “Escuela Salesiana de Ar-tes y Oficios”, había llegado al País el 25 de febrero de 1935. El 26 de agosto re-cibió en el Puerto de Santo Domingo juntamente con el Padre Pittini al primer grupo de salesianos. Fueron ellos: el Padre Francisco Cojazzi; los seminaristas Francisco Bordin, Gerardo Borsbom y Gabino Sánchez; los Co-adjutores (hermanos) Cle-mente Faccin, Pedro Dalla Valle, Mario Veglia, Celestino Dall’Alba y Herminio Taglie-ri. Increíble, pero cierto: de este grupo vive todavía, jun-to a la tumba de Don Bosco

en Turín, el Señor Mario Ve-glia. Fueron los primeros de muchos que vinieron a com-partirlo todo con los domini-canos. El exceso de trabajo minó la salud de algunos de ellos, hasta tal punto que se vieron obligados después de varios años a regresar a Europa.

Además de haber sido ellos los cimientos humanos de la “Escuela Salesiana de Artes y Oficios”, fueron también los fundadores del Oratorio Festivo: ese Ora-torio que realizó una labor promocional, educativa y re-ligiosa de primer orden y al cual recuerdan muchos con amor y nostalgia.

El 30 de enero de 1940 fue inaugurada la iglesia “San Juan Bosco”, fruto del celo de Mons. Pittini y del Padre Antonio Flores. Esta iglesia fue, sin duda alguna, el cen-tro de irradiación cristiana en toda la parte alta de la Ciu-dad de Santo Domingo.

La Obra Salesiana empe-zó a extenderse a partir del

año 1945. Fueron nacien-do, una a una, las siguien-tes presencias: Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Moca; Aspirantado Sa-lesiano, en Jarabacoa, para la formación de los futuros salesianos; Parroquia María Auxiliadora, Parroquia Sa-grado Corazón de Jesús, Parroquia San Pedro Após-tol y Parroquia Cristo Rey, en Santo Domingo; Parroquia Santo Domingo Savio en la Vega, y Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Mao. Estas parroquias tienen anexas obras educativas y sociales, tales como escue-las y oratorios festivos con canillitas, chiriperos y apren-dices; centro juveniles con un cúmulo de actividades formativas y de promoción; dispensarios y proyectos de promoción humana.

Aunque sea de pasada, no podemos dejar de men-cionar al Hogar Escuela Santo Domingo Savio en Santo Domingo, en donde durante cincuenta años han

encontrado calor humano y el amor de familia miles de niños y jóvenes.

La antigua “Escuela Sa-lesiana de Artes y Oficios”, trasladada al Barrio María Auxiliadora de Santo Do-mingo y convertida en el “Instituto Técnico Salesia-no”, al igual que el “Instituto Agronómico Salesiano” de La Vega, continuación de la antigua “Escuela Agrícola San Juan Bosco” de Moca, y el “Instituto Politécnico In-dustrial de Santiago”, son obras de capital importancia en el proceso de desarrollo de la Nación. El entorno del Instituto Agronómico Sale-siano ha cambiado hasta tal punto que se ha convertido en una zona industrial. A si-tuaciones nuevas, respues-tas nuevas.

En el año 1976 los salesia-nos pusieron pie en la nue-va diócesis de Barahona, precedidos por Monseñor Fabio M. Rivas. Les fue en-tregada la Parroquia “Cristo Rey” con sus obras anexas.

Viene de la Página 15...

El padre Inspector Francisco Batista, SDB y el Rector Mayor Don Ángel Fenández Artime

Page 21: Boletín Salesiano mayo junio 2015

Es importante mencionar algunos salesianos que han entregado su vida en conti-nuación con aquellos sale-sianos que iniciaron la obra en estas tierras. Unos están sepultados en Santo Domin-go, en La Vega, en Moca, en Jarabacoa y en Baraho-na. Otros reposan en otras tierras. Sin ser excluyente, me siento en la obligación de mencionar a varios de ellos, que han dejado honda huella.

A una parte de los lectores tal vez los nombres les dirán poco. Para aquellos que han vivido con esas perso-nas la realidad de la propia vida, esos nombres les to-carán las fibras más hondas.

De la primerísima hora hay que mencionar a Monseñor Ricardo Pittini, fundador de la Obra Salesiana en el País, cuyos restos reposan, por voluntad suya, debajo del piso de la iglesia San Juan Bosco. Murió el 10 de di-ciembre de 1961. Su figura, teniendo en cuenta la época en la que le tocó regir a la Iglesia Dominicana, no ha sido todavía aquilatada en su genuino valor.

Del primer grupo de sa-lesianos llegados al País recordamos al Señor Celes-tino Dall’Alba, al Señor Her-minio Taglieri, primer salesia-no muerto en la República Dominicana en el año 1955; y al Padre Gabino Sánchez, fallecido en España en el 1991, el Señor Tomás Mo-rales, llamado el “Maestro Sastre”, y el Señor Santiago Arroyo, maestro de carpinte-ría. El Señor Tomás Mora-les murió en México el año 1984. Al Señor Arroyo el Señor le concedió una larga vida. Murió en Puerto Rico el año 2002.

Recordamos al Padre An-tonio Flores, al Padre Anto-nio Figura y al Padre José

Ortiz, Padre José González del Pino (Inspector Provincial de la Inspectoría Salesiana de las Antillas en los difíci-les años desde el año 1957 hasta el año 1965). Moca lo cautivó. Habría sido su de-seo terminar sus días en esa ciudad. El Señor tenía otros designios. Murió en la Re-pública Argentina, su patria, el 2 de febrero de 1971.

No podemos dejar de mencionar al P. Bartolomé Vegh, Padre de los huérfa-nos, muerto en el año 1999; al P. Valentín Debski, al P. Ernesto Buson, al Padre Hi-ginio Paoli.

En La Vega y Jarabacoa está viva la memoria del Padre Renato Capello, fa-llecido en Jarabacoa el año 1988, y del Padre Manuel Serrano, cariñosamente lla-mado “Manolito”, muerto en un accidente en el año 1992 en España. Esos lugares y Mao recuerdan también al Padre Ángel Oggionni, quien fue a morir a su natal Italia en el año 1988. En la Vega murió, varios años antes, en el 1964, el Coadjutor Sa-lesiano Manuel Fernández, primer salesiano nativo de la República Dominicana.

Recuerdan también en La Vega con cariño al P. Mau-ro Mourlot, quien murió ya anciano en Jarabacoa en el 2000. El P. César Dal Santo, P. Pablo Mosko,

En el cementerio de La Vega están sepultados los restos del Padre Juan Artale, Inspector Provincial durante seis años.

Barahona conserva los restos del P. Eugenio Mayo-ral quien, enfermo de cán-cer, continuó en su labor de promoción y religiosa hasta su muerte el 11 de julio de 1985.

Aquellos que fueron mu-chachos en el Oratorio Don Bosco de Santo Domingo

a finales de los sesenta y principios de los setenta re-cuerdan al Señor Félix Evelio Alonso. Para esos mucha-chos era extraño el nombre “Evelio”. Sin malicia de nin-guna clase llegaron a llamar-le “Señor Sepelio”. Murió en Santo Domingo el 10 de diciembre de 1986.

Moca guarda con celo los restos del P. Pedro Pesca-tore, del P. Carlos Mandly y del P. Juan Miguel Vicente. Debemos mencionar con veneración en este momen-to al Padre Cipriano Ibáñez, apóstol de Moca por más de treinta años y quien mu-rió vilmente asesinado el 26 de enero de 1999, mientras realizaba su labor sacerdo-tal. Moca entera se volcó en sus funerales, que fueron un triunfo.

El 25 de mayo de 1989 la Inspectoría Salesiana de las Antillas perdía en un accidente automovilístico al Padre Aurelio Jiménez, Encargado en ese enton-ces de la coordinación de la Pastoral Juvenil Salesiana. Amable, recto, entregado, dejó huellas profundas. Lo recuerdan con admiración y agradecimiento muchos que eran jóvenes en esa época.

Recordamos también al P. Víctor

Miranda, al Señor José Ra-vizzini, al Señor Juan Fran-cisco García, al Señor Efrén Bertan, al P. Jorge Martí, P. Fernando Perdomo, el de-cano de los salesianos en edad, el Padre Sixto Pagani, P. Ignacio Ozmec, P. Andrés Németh, PP. Vicente Hór-vath y Julio Sillas, P. Juan Ballari, P. Mario Borgonovo, (Inspector Provincial de la Inspectoría Salesiana de las Antillas desde el año 1966 hasta el 1972), P. Nelson Carrillo, P. Luis Sertore, P. Enrique Mellano, (Inspector), P. Rafael Fernández, P. Joa-quín Soler, P. Jorge Gonzá-lez.

Nos comprometemos a seguir las huellas de estos hombres que abrieron sur-cos y sembraron lo que no-sotros estamos cosechan-do.

Nos comprometemos también a seguir las huellas de muchos colaboradores de los salesianos, hombres y mujeres, que dejaron su vida en un servicio a la Patria y a la Iglesia Dominicana en labores apostólicas, de en-señanza y de servicio.

La fiesta del Bicentenario de Don Bosco nos estimula a la fidelidad.

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 519

Artículo CentralP. Julio Soto, SDb

Page 22: Boletín Salesiano mayo junio 2015

EducaciónlicDa. Juana Díaz

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 520

Nadie duda que la educación es el único modo de desa-rrollo y de progreso para el individuo. La educación enten-dida como formación de valores, conocimientos y actitudes es fundamental para la creación de ciudadanos conscientes de su papel en la sociedad y esta conciencia se adquiere desde la niñez, dentro de la familia y de la escuela.

El progreso de la sociedad en su conjunto no tiene senti-do si deja postergados a algunos niños o niñas porque no se tiene en cuenta sus diferencias, porque no hay espacio para la diversidad. De ahí ha surgido la educación inclusiva, que no por estar definida como concepto, se ha esparcido como una realidad inherente a las necesidades del mundo actual.

La educación inclusiva reconoce el derecho que tienen los niños, adolescentes, jóvenes y adultos a una educación de calidad, que considere y respete las diferentes capacida-des y necesidades educativas, costumbres, etnia, idioma, discapacidad, edad, entre otros aspectos (Foro Educativo, 2007). Pretende eliminar los obstáculos que impiden o limi-tan el aprendizaje o la participación de todos los niños en el sistema educativo.

La educación inclusiva no cree en la segregación, ni tam-poco considera que haya que hacerle un lugar especial a la niñez con discapacidad. Sino propone que hay un lugar que

se llama escuela que es para todos y hay un proceso social que se llama educación y ese proceso se vive en común (Manual de educación inclusiva, 2006).

Por supuesto que este enfoque se opone al de homogeni-zación, que establece una tipificación de lo que se considera normal, excluyendo por motivos de sexo, pobreza, raza o discapacidad. Esto es discriminatorio porque desconoce las diferencias, la diversidad que existe en los grupos humanos.

Desde hace varios años, la UNESCO (Educación para todos, 2011) identificó los enfoques educativos para la di-versidad, la inclusión y la cohesión social. Entre estos es-tán los que promueven mecanismos de concertación entre diferentes sectores del gobierno y de la sociedad civil para el debate y monitoreo de las políticas educativas y para en-frentar las causas que generan desigualdad dentro y fuera de los sistemas educativos, de manera que pueda atender-se a la diversidad mediante una educación de calidad. Por esto existe la educación inclusiva, para superar estereotipos y desarrollar a los niños y jóvenes de acuerdo con sus capa-cidades, con igualdad de oportunidades.

La idea de la inclusión es transformar, no solo es acce-der, es sobre todo ofrecer una educación de calidad que dé respuesta a las diferencias, es hacer efectivo para todos el derecho a la educación (Blanco, 2004).

Page 23: Boletín Salesiano mayo junio 2015

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 521

A pesar de todo lo que se ha avanzado, la realidad toda-vía dista mucho de alcanzar esas metas de la inclusión. En muchas regiones todavía se mantienen las diferencias entre el sector público y el privado, y entre las zonas rurales y las urbanas, indicativos de que continúa la desigualdad en el acceso a una educación de calidad para todos. También se mantienen diferencias en tecnologías, horas efectivas de aprendizaje, infraestructura de los centros educativos, entre otros problemas.

Otro aspecto tiene que ver con la capacitación de los do-centes para atender a estudiantes con discapacidad o con necesidades educativas especiales. Y no solo esto, sino que los maestros deben estar preparados para identificar las diferencias individuales, los problemas de aprendizaje, las situaciones personales o familiares de los alumnos que pue-dan afectar en algún momento su aprendizaje, entre otros aspectos.

Es imprescindible, en este instante, hacer una correcta de-finición de necesidades educativas especiales, necesidades

educativas individuales y necesida-des educativas comunes. Las pri-meras no están referidas siempre a una condición de discapacidad, sino a las dificultades que se pue-den presentar, de forma temporal o permanente, para el aprendiza-je y que requieren ayudas, apoyo especial, para facilitar el proceso educativo. Sin embargo, las ne-cesidades educativas individuales están asociadas a la diversidad y requieren la atención pedagógica, ya que cada estudiante tiene expe-riencias, motivaciones y capacida-des diferentes. Por último, las ne-cesidades educativas comunes las comparten todas las personas: las relaciones interpersonales, el desa-rrollo de la identidad, la autoestima,

el pensamiento lógico, etc.¿Qué debe ofrecer la escuela inclusiva? En primer lugar,

aceptación y comprensión de las diferencias; buen trato a todos los alumnos por igual; adaptaciones curriculares, me-todológicas y de la infraestructura, y expectativas de desa-rrollo de acuerdo con las potencialidades de los estudiantes (Foro Educativo, 2007).

Rosa Blanco (2004) afirma que: No existe la pedagogía del niño sordo o del niño ciego, no existe el método para enseñar a leer al niño con Síndrome de Dawn; un niño con discapacidad antes que nada es un niño, con 7,8,9 años y después tiene, entre otras cosas, una condición que es la discapacidad.”

Tanto las discapacidades como las necesidades educati-vas especiales son condiciones de la persona, que no expli-can todo lo que esa persona es y lo que puede llegar a ser. Por ello, la educación inclusiva apela a derribar las barreras actitudinales y a lograr intervenciones pedagógicas que per-mitan las mejoras significativas de los estudiantes y que es-

tos puedan acceder a todas sus potencialidades. La educación inclusiva no es un problema que deben

resolver los sistemas educativos y las instituciones de las diferentes naciones. Es, simplemente, un reto que hay que asumir. Significa preocuparse por cómo enseñar juntos a alumnos heterogéneos con ritmos, motivaciones, capacida-des e intereses diferentes (Orientaciones para el apoyo a la inclusión educativa, 2013).

Varios foros educativos, redes y asociaciones han expues-to estrategias para lograr la inclusión educativa. Algunas de estas estrategias son:

- Currículo flexible: Planificar y diseñar una metodolo-gía participativa, potenciando el protagonismo de los estudiantes y la interdependencia.

- Criterios y procedimientos flexibles de evaluación: La evaluación debe partir de los objetivos, pero basa-da en el crecimiento y progreso individual del estu-diante, en los logros alcanzados, sin establecer una comparación con el grupo.

- Tutoría entre iguales: Se basa en la creación de pa-rejas de alumnos entre los que se establece una relación guiada por el profesor y, de acuerdo con el nivel de competencia entre los estudiantes, uno hace de tutor y otro de tutorado para un determina-do contenido curricular.

- Aprendizaje por proyectos: Consiste en crear situa-ciones de trabajo en las que los alumnos aprendan procedimientos que les ayuden a indagar, organizar y asimilar una información. Es una forma de lograr el conocimiento de modo interdiciplinario.

- Centros de interés: Se puede organizar los conteni-dos curriculares de acuerdo con los intereses de los alumnos; esto favorece la motivación, los estímulos para observar y permite asociar hechos, experien-cias y recursos.

- Participación de los padres: Debe buscarse la inte-gración de los padres en las actividades de la es-cuela, en el apoyo de los aprendizajes en el hogar y en el control de los progresos de sus hijos.

Se trata, además, de reorganizar los recursos ya exis-tentes en el centro educativo, armonizando todos los aspectos técnicos, humanos y de infraestructura para responder a las necesidades del alumnado, contando con la colaboración de todos: directivos, maestros, pa-dres y alumno.

EducaciónlicDa. Juana Díaz

La educación inclusiva reconoce el derecho que tienen los niños,

adolescentes, jóvenes y adultos a una edu-

cación de calidad, que considere y respete

las diferentes capaci-dades y necesidades educativas, costum-bres, etnia, idioma, discapacidad, edad, entre otros aspectos

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Distinguidos lectores del Boletín Salesiano:

El artículo “apego, dependencia afectiva y vida religiosa-sacerdotal” corresponde al quinto de la serie “de-pendencia emocional”. En esta entre-ga se resalta la importancia del “ape-go seguro” como factor determinante en el logro de la madurez psicológica, afectivo y sexual de toda persona; las consecuencias negativas del “apego desorientado-desorganizado” en la elección vocacional. Bowlby sostiene que en el ser humano existe una ten-dencia innata y universal a buscar la cercanía protectora (apego) de una fi-gura bien conocida que lo cuide, cada vez que aparecen situaciones de peli-gro, dolor, enfermedad, fatiga o sole-dad.

Comportamiento de apego es cual-quier forma de conducta que hace que una persona busque y mantenga la

cercanía de otro individuo diferenciado y preferido que le ofrece ayuda, cariño y seguridad. El apego procura a la per-sona supervivencia, seguridad emocio-nal, facilita el aprendizaje, favorece la salud física y mental. El comportamien-to de apego se activa solamente en condiciones de cansancio, extrañeza, enfermedad, crisis, miedo, inaccesibili-dad de la “figura de apego” o ausencia departe de la misma.

Estudios realizados revelan que entre las personas más significativas para construir “apego seguro” está la figura materna. Según Bowlby “el recién na-cido y el niño deben experimentar una relación continua, íntima y cálida, con su madre (o madre sustituta perma-nente) en el que ambos puedan encon-trar tanto satisfacción como placer”, cuya falta puede acarrear consecuen-cias significativas e irreversibles para la salud mental.

Por lo general los niños seguros tie-nen padres sensibles, cooperativos, accesibles y disponibles, emocional-mente expresivos, flexibles en el trato. Los niños huidizos tienen padres que manifiestan un elevado rechazo hacia el niño; presentan reacciones negativas al contacto corporal. Son padres que no responden a las conductas de ape-go de sus hijos y bloquean los intentos del niño por lograr contacto; son pa-dres poco expresivos emocionalmente que suelen infravalorar las relaciones afectivas; son padres rígidos en el trato con el niño.

Una actitud de respuesta cariñosa y solícita al niño en sus primeros años le ofrece una “base segura” para el de-sarrollo de la autonomía, creatividad y responsabilidades futuras. En otras pa-labras, contribuye a su madurez y equi-librio psicosocial. Un niño que tiene la profunda experiencia de disponibilidad

Cambié y Cambió el MundoP. JoSé PaStor ramírez, [email protected]

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B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 523

y sensibilidad de la “figura materna” inicia un proceso que lo llevará a sentirse confiado en sí mismo, flexible en sus sentimientos y, paradójicamente, autónomo emocionalmen-te; la confianza en la relación con la madre se convierte en confianza en sí mismo, la seguridad dentro de la relación de “apego” en seguridad consigo mismo. El niño con “apego resistente” tiende a apoyarse sobre todo en la afectividad, excluyendo las informaciones externas y dependiendo com-pletamente de la “figura de apego”. Estas personas son pro-pensas a la dependencia emocional.

El “apego seguro” es fruto de la interrelación de un con-cepto positivo de sí y de los otros: corresponde a la po-sición existencial “yo estoy bien tú estás bien” del Análisis Transaccional; el apego evitante” fruto de la interrelación de un concepto negativo de sí pero positivo de los otros, en cuanto son necesarios para la supervivencia: corresponde a la posición existencial “yo estoy mal, tú estás bien”; el “apego resistente” fruto de la interrelación de un concepto positivo de sí pero negativo de los otros: corresponde a la posición existencial “yo estoy bien, tú estás mal; el “apego desorientado-desorganizado” futro de la interrelación de los conceptos negativos de sí y de los otros: corresponde a la posición existencial “yo estoy mal, tú estás mal”. Quienes actúan en esta posición existencial son también virtuales de-pendientes emocionales.

El comportamiento de apego y el comportamiento sexual, aunque claramente distintos, están íntimamente relaciona-dos. El comportamiento de apego, hace que la sexualidad implique una relación donde la calidad del vínculo afectivo sea importante. Una persona que ha tenido una “figura ma-terna” cruel escogerá un compañero sexual cruel, repitiendo así el modelo; un individuo que ha tenido una madre que lo controlaba, puede buscar una compañera que también lo controle.

Sostiene la psicóloga norteamericana, Bárbara De An-gelis, que por lo general la persona reproduce lo conocido aunque ello implique sufrimiento y dolor. Como seres huma-nos, gravitamos entorno a lo familiar. El regreso a lo familiar es un instinto básico que da a nuestras vidas un sentido de continuidad y seguridad en un universo caótico y cambian-te. Es lo que se llama el síndrome del “regreso a casa”. Des-afortunadamente, el instinto puede actuar contra nosotros.

El “apego seguro” que se ha establecido en su niñez, con-tinúa de una u otra forma durante toda la vida, y transfor-mándose de muchas maneras, se mantiene a la base de la adhesión a la nación, a los soberanos, a grupos religiosos y a la Iglesia. Es la base del sentido de pertenencia. El niño que tiene un “apego resistente o ansioso” llora la separación de la madre y evita o ignora en el reencuentro. Por lo general son madres “analfabetas emocionales”.

El patrón de apego a la “figura materna” que el sacerdo-te o el religioso ha formado en los primeros años de vida, influye en su madurez afectiva, en el concepto de sí, a man-tener bajo nivel de ansiedad y a la calidad de su adhesión al sacerdocio o a la vida religiosa. Por el contrario, el “apego inseguro” favorece un alto nivel de ansiedad y contribuye a un menor grado de adhesión; el “apego desorientado-des-organizado”, aporta un mínimo grado de adhesión; el “ape-go desorientado-desorganizado” genera un altísimo nivel de ansiedad.

El “apego seguro” a la “figura materna” se manifiesta a lo largo de la vida en la relación positiva con un amigo íntimo, con un director espiritual, con otro sacerdote, con una co-munidad religiosa, con el ministerio sacerdotal, que hacen las veces de aquella.

José R. Prada en su investigación “Madurez afectiva, con-cepto de sí y la adhesión al ministerio sacerdotal” sostiene que la “figura materna” es determinante en la vida del sacer-dote, no sólo durante su niñez sino también en la elección de su vocación sacerdotal. Sostiene también que el “apego seguro” está íntimamente unido a la “adhesión al sacerdo-cio” y a bajos niveles de “ansiedad” en la personalidad.

El “apego seguro” no es patológico en la edad adulta, todo lo contrario, es necesario. El sacerdote, como cual-quier ser humano, no importa la edad que tenga, necesita de una “base segura” en la cual apoyarse. Esa “base se-gura” se la ha de dar su identificación con Jesús, su per-tenencia a la Iglesia, su comunión con el presbiterio, su ministerio sacerdotal, su pertenencia a al Instituto religioso o la Congregación. Mientras el religioso o el sacerdote no haya una “opción fundamental por Je-sús”, encarnada en una vivencia con-creta de comunidad, su experiencia de seguridad será teórica, pasajera, no personal ni totalizante. El “apego a Jesús ha de ser “apasionado”, de otra manera la consagración no será definitiva, sino temporal.

Un joven con “apego desorientado-desorganizado” difícilmente podrá responder con serenidad a la voca-ción religiosa o sacerdotal. Este tipo de apego no contribuye a la “adhesión al sacerdocio o a la vida religiosa” y es fuente de altos niveles de “ansiedad”. Desde el punto de vista psicológico el mejor candidato es aquel que mues-tre “apego seguro”. Los formadores y la comunidad formadora pueden convertirse en “base segura” para los formandos. En la labor formativa se ha de responder a las necesidades del formando, no a las necesidades del formador. El formador facilita un proceso de identificación que ayuda al proceso de formación de la identidad del formando.

El formador ha de ser una persona con un “apego segu-ro”. Quien no es coherente e integrado, no puede ayudar a la coherencia y a la integración; quien no camina los sende-ros de la libertad y la autonomía, no puede ayudar a ser libre y autónomo; quien no acepta sus propios sentimientos y emociones, no puede ayudar a la madurez afectiva de otro; quien no siente humanamente, no puede humanizar; quien no vive la experiencia de Jesús, no anima a otros a vivir una experiencia similar. Antes de ponerse la pregunta del cómo hacer, el formador ha de ponerse el problema del cómo ser. Conocerse a sí mismo es esencial para acompañar el creci-miento de otros.

Cambié y Cambió el MundoP. JoSé PaStor ramírez, SDb

[email protected]

El “apego seguro” no es patológico en la edad adulta, todo lo contrario, es necesario. El sacerdote, como cualquier ser humano, no im-porta la edad que tenga, necesita de una “base se-gura” en la cual apoyarse.

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El Papa Francisco en este año de la Vida Consagrada nos invita a hacer memoria de la intervención del Señor en nuestras Congregaciones, en las comunidades y a nivel personal. En la parte introductoria de su Carta apos-tólica a todos los consagrados nos dice: “Demos gracias juntos al Padre, que nos ha llamado a seguir a Jesús en plena adhesión a su Evangelio y en el servicio de la Iglesia, y que ha de-rramado en nuestros corazones el Es-píritu Santo que nos da alegría y nos hace testimoniar al mundo su amor y su misericordia.”

En el primer apartado del mismo documento en “Objetivos para el año de la vida consagrada”, nos expresa: “que cada familia carismática recuerde en este Año sus inicios y su desarrollo histórico para dar gracias a Dios. Y un poco más adelante: “Poner atención a la propia historia es indispensable para mantener viva la identidad….” “Reco-rrer la propia historia es alabar a Dios y darle gracias por todos sus dones.”

Estas consideraciones me motivan para testimoniar la intensa experiencia que el Señor me ha concedido particu-larmente en los últimos años y reforzar mi Acción de Gracias a la que se unen tantas personas que han estado aten-tas a todo el proceso de mi salud.

Confío en que el Señor me conceda un corazón agradecido para tener pre-sente su acción en mi historia. Consi-dero que toda mi vida ha sido un don del Señor.

La niñez transcurrió con gratos re-cuerdos en una familia unida en la que soy el quinto de ocho hermanos. Gra-cias a Dios en la actualidad estamos todos bien. Cuando apenas tenía once años Dios se sirvió de la enfermedad y muerte de mi padre para que cono-ciera a los salesianos en los que vi una acogida familiar y un ambiente atrac-tivo, lo que me llevó a pensar que me gustaría ser como ellos. Inicié mis años de seminario. La vocación recibida del Señor se fue fortaleciendo en los años de estudio de la filosofía donde sentí la llamada misionera. Después de ex-presarlo me llegó la comunicación que estaba destinado a Santo Domingo de la Inspectoría de las Antillas. Recibí el don de la Ordenación sacerdotal el 22 de febrero del año 1970 y me incorpo-

ré de lleno a la misión salesiana: parte educativa, parroquial, formativa…

La prueba de la enfermedad ha sido intensa en estos últimos años. Me rea-lizaron el cambio de la cadera izquierda en el 2011. Dos años después se me declaró un tumor bastante voluminoso, de cerca de 13 centímetros por 9, del que me operaron pensando que se podía extirpar; pero resultó que no se podía tocar y que había que hacerlo desaparecer con quimioterapia. Se ini-ció el proceso pensando que en 4 o 5 meses quedaría resuelto. En la ac-tualidad ya ha pasado casi año y me-dio. Después de las 6 sesiones que se pensaban que eran suficientes aún quedaba casi el 50% de la masa con lo que se decidió darme dos sesiones más y se completaron las 8 quimios que es el máximo que me podían dar. Al comprobar que quedaba una par-te recibí 24 sesiones de radioterapia. Después de los seis meses que indi-can para comprobar el resultado he podido hacerme el Pet scan y verificar la situación real. El resultado dio la bue-na noticia de que toda la masa que se me había formado había desaparecido totalmente. Al comunicarlo se elevó al cielo un grito de alegría por todos los sitios a donde llegaba la noticia. “De-mos gracias a Dios”.

La experiencia de todo este proceso que el Señor ha permitido en mi vida es una prueba del inmenso amor de Dios. He podido comprobar la veraci-dad de la frase de San Pablo. Cuan-do soy débil es cuando soy fuerte. He comprobado que en medio de la prueba se puede vivir lleno de alegría y paz, comprobando que todo lo que

está sucediendo es lo mejor que podía ocurrir. Yo mismo estoy admirado de cómo vivía todos esos momentos fuer-tes. El Señor sorprende y regala dones que nos superan. El ver que me podía morir, que personas me decían como que no me esperaba ver más, no me daba la más mínima preocupación sino que lo consideraba una gracia. Para mí todo estaba muy bien, aunque no pudiera caminar por mí mismo, aunque los intestinos estuvieran revoluciona-dos y el comer me repugnara, aunque se me taparan las venas por donde me ponían la quimio y me tuvieran que instalar una puerta venosa, aunque se me pudrieran las uñas de los pies, el que no me valiera por mí mismo y tu-viera que trasladarme apoyado en otra persona o en silla de ruedas…. Todo me parecía que lo que sucedía era lo normal. La actuación de todas las per-sonas que se desvivían por mí y que me rodeaban me parecía lo ideal. Al certificarse que ya había desapareci-do todo el tumor me alegraba por la alegría que comprobaba en todas las personas que recibían la noticia y mos-traban su gran satisfacción. Pero por dentro me venía el pensamiento: En realidad anteriormente en medio de la prueba me sentía como más contento. Lo considero como una obra de Dios que me sorprende.

Toda esta historia me lleva a mani-festar mi ACCION DE GRACIAS al Se-ñor y afianzar este memorial que Dios nuestro Padre ha permitido en mi vida. Agradezco a todas las personas que me han acompañado en este proceso y les invito a unirse en acción de gra-cias a Dios.

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En FamiliaP. FeDerico roDríguez, SDb

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En FamiliaP. FeDerico roDríguez, SDb

La casa Mamá Margari-ta está ubicada en la calle Manuela Díez, #86, Santo Domingo, frente a la parro-quia María Auxiliadora. Inició su presencia entre los niños y niñas por el año 1996 en el que Inés C. Rodríguez ad-quirió el inmueble. La activi-dad que ha realizado es de acoger durante el día a nu-merosos niños y niñas pro-cedentes de los barrios mar-ginados de alrededor de la parroquia. Inés consiguió de España una buena cantidad de instrumentos musicales de viento y percusión. Cor-netas, redoblantes, trompe-tas, flautas, platillos y varios instrumentos más. Se forma con esos niños una Banda musical que alegra el am-biente a su paso. Los niños logran animar y dar colorido a diversas actividades que se realizan mayormente en el ámbito de la presencia sa-lesiana. Se hacen presentes en las procesiones de María Auxiliadora, en los inicios de los campeonatos deportivos y otras actividades. Los do-mingos participan en la Misa de los niños que organiza la

parroquia al final de la maña-na. En la Casa Mamá Mar-garita se realizan los ensa-yos y además utilizan el local para la catequesis, como sala de tareas, manualida-des y recreación.

La enfermedad obliga a Inés a ausentarse en estos últimos años y decide que la Banda Mamá Margarita pase a la Plaza Educativa Don Bosco a donde acuden numerosos niños pobres que pueden potenciar la ac-tividad musical. En la actua-lidad se está fortaleciendo en la nueva sede.

Al iniciarse este año 2015 se vio la necesidad de dar mayor atención a los niños que se acercan al Dispen-sario parroquial de María Auxiliadora y que no tienen cabida en las actuales ins-talaciones del mismo. Se considera la posibilidad de utilizar la Casa Mamá Mar-garita para realizar la misión de salud que necesitan tan-tos niños. En la actualidad, ayudados por Salud Públi-

ca, se han instalado varios consultorios, una sección de vacunación infantil; se lle-vará a cabo el programa de crecimiento y desarrollo para ver el estado nutricional de los niños. Se contempla la sección de orientación a las madres sobre la importancia de llevar los niños sanos a un control y seguimiento de peso, talla, perímetro cefáli-co y así evitar enfermedades futuras. También se contem-pla realizar el programa ma-terno infantil, atención y se-guimiento de embarazadas, obstetricia y pediatría.

En este año del Bicentena-rio de Don Bosco tenemos muy presente a su madre, Mamá Margarita, que es-tuvo muy activa en el inicio de la gran obra de Don Bos-co y que tanto se desvivió atendiendo a sus queridos jovencitos. Ciertamente que estará muy satisfecha por esta labor que se realiza a través de la acción pastoral de la salud de nuestra pa-rroquia María Auxiliadora de Santo Domingo.

CASA MAMÁ MARGARITA

Inés Rodríguez Hermana del P. Federico Rodríguez, SDB, fundadora de la casa Mamá Margarita.

La actividad que

ha realizado es de

acoger durante el día

a numerosos niños y

niñas procedentes de

los barrios margina-

dos de alrededor de

la parroquia.

Page 28: Boletín Salesiano mayo junio 2015

HACIA EL BICENTENARIO DE DON BOSCO

(Parte III)

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 526

Año BicentenarioP. JoSé luiS gómez, SDb

Juan Bosco estudiante Aunque la educación formal de Jua-

nito Bosco empezó algo más tarde de lo habitual, el buen Dios lo había do-tado de cualidades intelectuales algo más allá que las de sus coetáneos. Y así lo demostró recuperando, durante su adolescencia en Chieri, de una for-ma no común, los años “perdidos” en su agitada vida familiar en I Becchi. El 4 de noviembre de 1831 (contando ya 16 años) comenzó sus estudios secun-darios en la pequeña ciudad de Chieri, a 12 km. de I Becchi y para poder pa-gar las 12 liras mensuales, Juanito de-bió recorrer las aldeas vecinas pidiendo ayuda. Su simpatía, su memoria prodi-giosa y su total dedicación al estudio le ayudaron a salir adelante económi-camente. No obstante debió realizar diversos trabajos para continuar pa-gándose sus estudios. Juan aprendió los rudimentos de pastelería, sastrería, ferretería, zapatería y otros variados ofi-cios (que le serían de gran utillidad en su futuro rol de educador de jóvenes aprendices). Se conviertió, además, en maestro de teatro, música, prestidigita-

dor y animador juvenil con su grupo “: La Sociedad de la Alegría”. Fue promo-vido varias veces en su vida escolar y era sin duda el mejor estudiante entre sus compañeros. Cursó brillantemen-te los estudios requeridos para el sa-cerdocio y siempre, como una buena esponja, absorbía cuanto leía. En su vida adulta se sintió profundamente sensible a las culturas extranjeras. Don Bosco llegó a dominar, además de su lengua natal, el piamontés, el italiano, francés, español e inglés, además de las lenguas clásicas latín y griego.

La imprenta como recurso evangelizadorApenas tuvo los recursos suficientes,

montó en su Oratorio la primera, de los miles de talleres de imprenta, que sus hijos salesianos irían preparando en los centenares de Escuelas Vocacionales en los cinco continentes. Siempre im-pulsó que en sus Imprentas estuviesen a la altura de las mejores en su género.

Don Bosco escritorEn los listados de las obras escritas

y salidas de sus manos, se enumeran más de 200 títulos.

Fechado en 1844 (tenía Don Bosco 29 años de edad, 3 de sacerdote…en los orígenes de su ajetreada vida en fa-vor de los jóvenes “de la calle”) escribe “Apuntes históricos sobre la vida del clérigo Luis Comollo” (lo hace más con el corazón que con las artes literarias sobre su joven compañero de semi-nario en Chieri, y fallecido a temprana edad). Parece ser que a Don Bosco le fascinaba la historia, pues su 3ra obra escrita (1845) es sobre “Historia Ecle-siástica” y en 1953 inicia, con la “Vida de Santa Zita y de San Isidro”, lo que será una veta inacabable de vidas de biografías de santos (se enumeran 56), destacando las biografías de sumos Pontífices y del joven Domingo Savio. Entre los años de 1854 a 1881 (27 años) publicaba “Il Galantuomo”

(Almanaque-Anuario-Calendario) para uso de toda persona educada e instruída. También, quizás para bene-ficio de sus estudiantes editó (en 1849 y en 1881) dos obras sobre el “Sistema Métrico”. Llama la atención su atención por las innovaciones técnicas. Incursio-nó, además, en la historia de Italia y de la educación cristiana de la juventud

“Cuéntame cómo pasó..!”

Don Bosco, laborioso, escritor, comunicador y

difusor de la Buena Prensa.

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Iglesia

(1847) con “ Giovane Proveduto” (Joven Instruido) y del que (en vida de Don Bosco) en 1875 se habían impreso ya 40 ediciones.

Son incontables las ediciones que durante muchos de-cenios se hicieron de este manual religioso para uso de la juventud. Otros temas recurrente se refieren a documentos relacionados a su nueva Congregación.

Las Lecturas CatólicasPero donde Don Bosco puso mucha alma, esfuerzo y co-

razón fue en la publicación mensual de “Las Lecturas Católi-cas”. En 1853 Don Bosco se metió de lleno en un proyecto, que sería como la proa de una gran nave editorial del pensa-miento católico de su tiempo.

En esa misma época ya se estaban publicando colec-ciones diversas promocionales por Obispos, y otros grupos católicos, que solían consistir en pequeños opúsculos sobre religión, política, moral…cuya finalidad principal era combatir las ideas protestantes o grupos políticos contrarios al pen-samiento de la Iglesia Católica y eran más bien de índole apologético y dirigidos a personas de cierta educación

Don Bosco buscó sembrar ideas cristianas a un área bien definida: artesanos, campesinos, y jóvenes de de clases po-pulares de la ciudad y del campo. Su lenguaje sería sencillo, con colorido popular.

Con este tipo de publicación, Don Bosco vió que podía conseguir mejores resultados y por eso se decidió por una publicación mensual y su temática sería variada, con temas religiosos y amenos.

El esquema seguido, principalmente entre los primeros números solían ser un diálogo entre un padre y sus hijos, sobre los temas tratados. Muchos de los protagonistas eran jóvenes, que dejando el campo, marchaban a la ciudad y allí, lejos del control familiar, abandonaban las prácticas de pie-dad, los sacramentos y las buenas constumbre aprendidas en sus hogares.

Más que en consejos moralísticos, Don Bosco se concen-tró en testimonios y narraciones de ejemplos a imitar de jó-venes, que actuaron correctamente, como Domingo Savio, Miguel Magone o Francisco Besuco.

Para el apoyo económico y divulgación Don Bosco logró implicar a Obispos, Párrocos, así como a numerosos bien-hechores del Oratorio de Valcocco.

Se cada uno de los volúmnes se llegó a imprimir, al princi-pio, unos 3,000 ejemplares, pero a partir de 1870 se impri-mían 15,000, algunos, incluso con varias ediciones.

Entre 1853 y 1888 se publicaron 432, de los que Don Bos-co fue autor de 70 títulos. Según cálculos aproximados, en los primeros 50 años de publicación el total de volúmenes superó los 1.200,000 ejemplares.

Con la llegada de los Salesianos a los diferentes países y lenguas, la Lecturas Católicas, fueron para la Obra Salesiana una actividad primordial en el mundo entero, traduciendo y acomodando los contenidos a las diversas lenguas y cos-tumbres.

Sin lugar a dudas las Lecturas Católicas constituyeron el núcleo central y más importante de la actividad editorial de Don Bosco.

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 527

Año BicentenarioP. JoSé luiS gómez, SDb

Entre 1853 y 1888 se publica-

ron 432, de los que Don Bosco fue autor de 70

títulos. Según cálculos aproxi-

mados, en los primeros 50 años de publicación el total de volúme-

nes superó los 1.200,000 ejem-

plares.

Page 30: Boletín Salesiano mayo junio 2015

B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S M a y o - J u n i o d e 2 0 1 528

¿A CUÁL VALDOCCO PIENSAS IR?

La celebración del Bicentenario del Nacimiento de Don Bosco tiene una característica de fiesta y otra de gra-titud por las maravillas que Dios ha realizado con nosotros en estos dos-cientos años, desde el nacimiento de Don Bosco.

Cuando en el Bicentenario miramos hacia atrás, podemos contemplar cómo con el nacimiento de Don Bosco aparecía “un hombre enviado por Dios cuyo nombre era Juan, Juan Bosco”, el Profeta de los Jóvenes, que daría origen a una misión en favor de la ju-ventud más pobre, abandonada y en peligro. Para ello, Dios encarnó en él un preciado carisma, convirtiéndole en fecunda fuente y manantial de un gran río que llevase esta agua por el mundo entero.

Pues bien, si Don Bosco fue la fuente en la que se encarna el Carisma Sa-lesiano, nosotros somos ahora el río en el que crece y se prolonga. Si Don Bosco recibió un fuego del Espíritu, no-sotros somos ahora la hoguera ardien-te de ese mismo Espíritu.

El Papa Francisco nos recuerda que la fidelidad al carisma “no quiere decir petrificarlo –es el diablo el que petrifi-

ca-, no significa escribirlo en un perga-mino y ponerlo en un cuadro. La refe-rencia al legado… no puede reducirse a un museo de recuerdos, de decisio-nes tomadas, de normas de conducta. Comporta, en cambio, fidelidad a la tradición, y fidelidad a la tradición (de-cía Mahler) significa tener vivo el fuego, no adorar las cenizas”.

Tremendo mensaje el del Papa que nosotros podemos aplicar muy bien a la celebración del Bicentenario del Na-cimiento de Don Bosco.

Ciertamente, la fidelidad al Carisma Salesiano como don del Espíritu a su Iglesia, a través de la Familia Salesiana, nos exige recordar e ir a la fuente del Valdocco de Turín pero, sobre todo, nos exige ser misioneros e ir a los “Val-doccos” que debe haber en nuestra Inspectoría de las Antillas como conse-cuencia de los cientos de vocaciones salesianas que han nacido en estas tie-rras y que son enviadas a esta misión. Esta es la manera de mantener encen-dido el fuego del Carisma Salesiano.

La exigencia del carisma salesiano hoy es que aquellos que hemos recibi-do este don como vocación, lo haga-mos vida y demos buenos y abundan-

tes frutos a favor de los muchachos y muchachas más necesitados como los dio Don Bosco.

Se trata de refundar el Oratorio, di-namizar las Espiritualidad Juvenil Sale-siana, redefinir el Sistema Preventivo, encontrar los nuevos patios, y crear los Nuevos Don Bosco, eso nos corres-ponde a nosotros dejándonos recrear por el Espíritu. El Año del Bicentenario ha sido proclamado como un Año de Gracia, un Año Santo, precisamente para eso.

Mantener vivo y renovar con todo en-tusiasmo el fuego del Carisma Salesia-no es nuestra misión y no quedarnos adorando sus cenizas, que es uno de los peligros más graves en que pode-mos caer.

Con la Pascua que hemos vivido, Je-sús nos ha regalado el don de su Espí-ritu, que nosotros lo llamamos Espíritu Oratoriano, y que en este Bicentena-rio ha de dar frutos abundantes en la renovación de nuestro “ser salesinos/as”. Es ésta la única manera de poder decir que Don Bosco vive hoy.

De esta manera, el “Don Bosco Hoy” (que somos nosotros) crea nue-vos espacios y nuevos sistemas de educación para los jóvenes. En esta sociedad, los “nuevos patios” en que encontrar a los jóvenes se multiplican y nosotros nos metemos en ellos para ofrecerles los mejores caminos para su desarrollo integral y convertirlos en “buenos cristianos y honestos ciuda-danos”.

La fidelidad al carisma nos obliga, también, a ser soñadores, como Don Bosco, a tener grandes ideales en los que la ilusión y el optimismo nos hacen volar alto y ser atrevidos en las metas que nos proponemos. Soñemos con una juventud que hace posible la Civili-zación del Amor que todos deseamos.

Gracias Don Bosco por estar con no-sotros y ser el inspirador de la vocación encarnada en nuestras vidas, gracias por seguir bendiciéndonos desde el Cielo.

Jóvenes participantes del Congreso Juventud 2015

Año BicentenarioP. Juan linareS, SDb

FIDELIDAD AL CARISMA

Niños del Colegio Cristo Rey en Barahona

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Aun considerando que estamos en el mundo para amar a Dios y a los hermanos, y que en ese amor glorificamos a Dios, la vida del hombre en este mundo consiste en “entre-tenerse y gozar con la realidad que le rodea”. Percibir esa realidad, aceptar esa realidad, y hacerla que se transforme en gozo personal, en eso consiste la grandeza del hombre.

Captar esa realidad y percibirla como útil constituye la riqueza de la experiencia humana. Las limitaciones de nues-tras mentes, con sus múltiples interferencias emocionales, con frecuencia nos fuerzan a ver la realidad como algo que molesta, y no como algo útil, y a eso se debe la enorme variedad, a veces caótica, de una sociedad poco delicada. Para captar mejor la utilidad de la realidad, debe darse una perfecta armonía entre lo que yo necesito del otro y lo que el otro necesita de mí. El gran mal de la humanidad radica en que potenciamos la necesidad que tenemos del otro, y silenciamos la necesidad que el otro tiene de nosotros. El equilibrio del universo consiste en que uno disfrute tanto del dar como del recibir. Y la riqueza del universo está en que yo guste más del dar que del recibir. Hay una clase de hormigas que no pueden comer por sí mismas, y lo único que comen es lo que la compañera le da de comer. El equilibrio de ese universo de hormigas consiste en que cada una come lo que la otra le da de comer. No hay competencia, sólo hay servicio. Y yo me imagino que todas ellas son felices, pues nadie se queda sin comer, y cada una descubre el tremendo valor que tienen las demás.

Cuando, al percibir la realidad, yo veo como útil lo que me favorece y como algo molesto lo que le favorece al otro, yo debilito el equilibrio de la creación, y limito la percepción del valor de la realidad. La persona que es capaz de captar la realidad como algo útil, es aquella que se goza en lo que le favorece a ella y en lo que le favorece al otro. A la capacidad de almacenar conceptos en la mente y de relacionar esos conceptos, le llamaremos “inteligencia” y esa inteligencia permite estudiar mucho y sacar buenos títulos. A la capaci-dad para percibir la realidad como algo útil y agradable, le llamaremos “intelecto”, que se usa para la percepción del goce científico de la simple realidad. Así, podremos tener un individuo muy inteligente, con buenos títulos académicos, pero que vive amargado, que es un peso para los otros, pues posee limitación del intelecto para el goce científico de la realidad. Una persona con limitación del intelecto para el goce científico de la realidad, se aburre en las conferen-cias, se duerme en muchas películas, y tiene limitación para la vida de grupo o de comunidad. Su intelecto en vez de echar el puente para unirse a los demás, para ver la utilidad de las cosas como elementos de unidad, más bien le aísla, formando el archipiélago de los que no tienen ni ojos para ver, ni capacidad de enriquecerse con la riqueza de los de-más. Según la Biblia, serían una especie de descendientes de Caín.

Los niños y las niñas no tienen inteligencia para llenarse de conceptos en una universidad, pero tienen muy desarro-

¿A CUÁL VALDOCCO PIENSAS IR?

Realidad SocialP. gumercinDo Díaz, SDb

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llado el intelecto para el goce científico de la realidad: dis-frutan del agua en el río, disfrutan de los juegos en el patio, corren detrás del perrito o de la mariposa, brincan y saltan con los juguetes en la casa, y cuando les cuentan un cuen-to, sus mentes parecen extasiarse. Las personas que viven como niños, que son felices con lo poco que tienen, que tienen bien desarrollado el intelecto para el goce científico de la realidad, son personas alegres, serenas, con una bella in-teracción social, y una visión optimista de la vida, pues todo lo que les rodea es una enorme riqueza que les hace felices. Esas personas captan la utilidad de todo lo que les rodea, y viven en un entorno enriquecido tanto para ellas como para los demás. Quien capta como útil lo que le sirve a él y lo que le sirve al otro, y esa utilidad es parte del goce científico de la realidad, esa persona ha abierto una puerta hacia la felicidad que no se vuelve a cerrar fácilmente. Despertar el intelecto para el goce científico de la realidad es algo que se puede potenciar con la fe y el amor a Dios, pero fundamentalmente es un don que se trae de familia y que se acuña a través de una serena niñez. Un rico intelecto para el goce científico de la realidad es un puente seguro para una vida feliz, una aventura emocionante en este pequeño mundo llamado pla-neta tierra, y nos permite vivir en “victoria”, aunque los golpes de la vida sean fuertes y abundantes.

Cuando vemos personas que se aburren de todo, que se quejan de la comida, que las cosas que se programan nunca les gusta, que nun-ca ríen, pues sus caras están siempre nubla-das como en días de tormentas, allí no hay una percepción útil de la realidad. Cuando vemos sacerdotes, religiosos o monjas, que han con-figurado sus vidas con un proyecto misionero, pero sólo quieren trabajar en la gran ciudad, o en las obras centrales de su instituto, o en los cargos que les gusta, todo eso se debe a que tienen “li-mitación del intelecto para el goce científico de la realidad”. Todos tenemos alguna limitación de nuestro intelecto y de hecho, hay per-sonas muy limitadas, pero nunca reconocen que lo son. Decía un gran escritor alemán: “Lo importante no es lo que traes a la vida, sino lo que piensas hacer con ello”. He visto per-sonas en una silla de ruedas que son más felices que yo, y no me ha extrañado nada.

• Un barrendero puede ser más feliz que un presidente, si logra percibir la preciosa misión de su escoba.

• Un monaguillo puede ser más feliz que el señor obis-po, si logra que Dios se incline ante la sencillez de su vela en-cendida.

• Una madre puede ser feliz con un hijo incapacitado, pues

tiene el intelecto para transformar esa realidad en goce cien-tífico de su propia vida.

La felicidad no viene de afuera, sino de dentro. La felicidad no es un regalo, sino una conquista. La falsa felicidad es pa-trimonio de unos pocos. La verdadera felicidad es privilegio de todos, pero hay que tener el alma limpia, libre de basura del mundo, para que sus ojos puedan mirar hasta el infinito.

Todo ser vivo ocupa este tiempecito de vida que le toca entreteniéndose con la realidad que le rodea como un pez que nada en el agua, o una avecilla que vuela por los aires. Unos disfrutan de la realidad que les ha tocado, y otros, esa realidad se les vuelve pesada y la rechazan. A ese peso se le llama “aburrimiento”, pues no saben qué hacer con la reali-dad. Como un pez que nadara en chocolate, que se estaría siempre quejando, aunque el chocolate es algo precioso.

La persona con gran limitación del intelecto para el goce científico de la realidad rechaza muchas cosas y hasta se vuelve agresiva, pues la realidad no le entretiene, sino que se le vuelve molesta. No es que la realidad no le sirva, es que la limitación de su intelecto es muy grande. Nadie tiene la culpa de eso, esa es su naturaleza, y es un antivalor que no es fácil de modificar. En cierto sentido, es a eso que lla-

mamos “genio y figura, hasta la sepultura”. Una persona puede modificar la apreciación y el

goce científico de la realidad, pero, para ello, tiene mucho qué desbaratar. Casi

debe volver a nacer. Quien desarro-lla un poco el intelecto para el goce científico de la realidad, destruye el contenido de la palabra “trabajo”, pues en lo que hace, no encuentra

nada pesado. Su vida es una diver-sión, y cada elemento enriquece su fe-licidad. No trabaja mucho, sino que se divierte mucho. Todo se le vuelve útil y agradable.

Si uno quiere saber cuál es la cali-dad de su felicidad, que analice la ca-

pacidad de su intelecto para lle-gar al goce científico de su

realidad y verá qué clase de mundo le rodea, y para qué le sirve todo eso. En tu verdadero mundo nadie puede competir, porque eres tú solo. La felicidad no depende de que unos bienes sean muchos o sean pocos, sino de la apreciación de tu rea-lidad, donde tú haces ver que te gusta, que te satisface, que llena todo el proyecto de tu vida y que eres feliz.

M a y o - J u n i o d e 2 0 1 530B o l e t í n S a l e S i a n o a n t i l l a S

Realidad SocialP. gumercinDo Díaz, SDb

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Ordenaciones Episcopales

La Arquidiócesis de Santiago y las Diócesis de Baraho-na y La Vega celebraron con mucha alegría la ordenación Episcopal, respectivamente, de Su Excelencia Reverendísi-ma Monseñor Freddy Bretón Martínez, sábado 18 de abril, Su Excelencia Reverendísima Monseñor Andrés Napoleón

Romero Cárdenas, sábado 25 de abril, y de Su Excelencia Reverendísima Monseñor Héctor Rafael Rodríguez Rodrí-guez, 9 de mayo, con la participación de los Obispos de la Conferencia del Episcopado Dominicano.

Monseñor Freddy Bretón MartínezArzobispo Arquidiócesis de Santiago

Su Eminencia Reverendísima Monseñor Héctor Rafael Rodríguez

Rodríguez, M.S.CObispo Diócesis de La Vega.

Su Eminencia Reverendísima Monseñor Andrés Napoleón

Romero CárdenasObispo Diócesis de Barahona

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Dale, Señor, el descanso eternoy brille para ellos la luz que no tiene fin.

+ María Teresa rivera de Briz

Tronco de una admirable Familia Salesiana, desde su natal Cuba.

Fallecida el 28 de marzo 2015.

+ Miguel FaMiliaCanillita de Don Bosco

Fallecido el 29 de enero de 2015

+ roiBil liranzo Canillita de Don Bosco

Fallecido el 22 de abril de 2015

+ María dolores Herrera valenzuela

Misionera y Catequista parroquia San Juan Bosco (Cuba)

Fallecida el 9 de marzo 2015

+ José sáncHezCanillita de Don Bosco

Fallecido el 3 de abril de 2015

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Todos los Derechos Reservados ®Inspectoría Salesiana de las AntillasLas opiniones y/o informaciones contenidas en los artículos firmados por autores deter-minados son de la exclusiva responsabili-dad de éstos.

Cuando vemos pasar los años en una obra o misión y somos testigos de que esta obra aun sigue dando frutos, nos convencemos de que esto no es obrar humano, si no de obrar de Dios. Esto es lo que presentamos como tema central en nuestra revista, el fruto de aquellos Salesianos que hace 80 años llegaron a esta tierra de Quisqueya y que nos dejaron el carisma salesiano. A ellos y a los que aun continúan esta misión dedicamos nuestro Boletín de mayo-junio.

1 Editorial: Salesianos, 80 años en República Dominicana

2 El Rector Mayor Dios nos dio una verdadera madre

4 La voz del Inspector: P. Francisco Batista, SDB

13 Reflexión: Perra Madre

15 Artículo Central: 80 años de Presencia Salesiana en República Dominicana

22 Cambié y el mundo cambió: Apego, dependencia afectiva y vida religiosa-sacerdota

24 En Familia: ¡Gracias Señor!

26 Bicentenario Don Bosco: ¡Cuéntame cómo pasó!

29 Realidad Social: Goce científico de la realidad

31 Noticias Salesianas

32 Nuestros Difuntos

Edición AntillasAño 60, No. 59, Mayo-Junio de 2015

DirectorP. Pablo Abreu, SDB

EditorLic. Francisco Alberto Pérez

Consejo Editorial P. Julio Soto, SDBP. José Luis Gómez, SDBSor Mercy Guzmán, FMACarlos Daniel Urquijo

Oficina de Prensa Lic. Juan Fco. Rodríguez

Colaboradores de esta ediciónP. Juan Linares, SDB P. José Pastor, SDBP. Luis Rosario, SDB Lic. Aimée RosaJosema RodríguezP. Gumercindo Díaz, SDBP. Federico Rodríguez, SDBP. José Luis Gómez, SDBP. Julio Soto, SDBLicda. Juana DíazSr. Caruchy Castellanos

Fotografía y DistribuciónDECOSAL

Diseño Editorial R. Nin, Conceptualización & Diseño ImpresiónEditora de Revistas, S.A.

Sede Legal y AdministrativaInspectoría Salesiana de Las AntillasAv. 30 de Marzo #52.Apartado 2569, Santo Domingo, R.DTel. (809) 688-7746 ext. 236

Correo electrónico:[email protected]@gmail.com

Contenido

El Boletín Salesiano es la revista oficial de formación, animación y difusión de la Familia Salesiana. Fue fundado por San Juan Bosco en 1877. Actualmente se imprime en 55 ediciones y 24 lenguas diversas y se distribuye en 151 naciones de los 5 continentes.Este medio de difusión se sostiene con ayuda de sus lectores y les agradecemos su cooperación para mantener el boletín y las obras salesianas en las Antillas, y por tendernos sus manos en las misiones salesianas en el mundo.

El Boletín Salesiano se distribuye gratuitamente a la Familia Salesiana y a los amigos de Don Bosco.

El costo de la edición y la distribución del Boletín Salesiano se cubre con las contribuciones voluntarias de sus lectores. Sus aportes puede enviarlos a:

Sociedad-Salesiana DECOSAL Cuenta: 680824 (Banco BHD-LEÓN)

¡Don Bosco cuenta con tu apoyo!Tu ayuda puede ser enviada a: BOLETIN SALESIANO - Inspectoría Salesiana.Av. 30 de Marzo #52, apdo. postal 2569. Santo Domingo, Rep. Dom. • Tel. 688-7746.

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Nuestra Portada

Salesianos, 80 años en República Dominicana

Vocación de Servicio

Contacto:Pastoral Vocacional SalesianaP. Carlos Nabel García, SDBTel. 849-214-0207E-mail: [email protected]

4ta Etapa Vocacional del 1 al 3 de mayo en Cacique, Mao.

¡Tú también puedes ser como Don Bosco!

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