BOLETÍN “JUNICON 2014

Marzo- Abril

Boletín numero 2

Quiero ante todo compartir que, cuando la Hna. Julia Apesteguia, Superiora General, me

solicitó el servicio de acompañar a las jóvenes de la Congregación en la preparación para sus

votos Perpetuos, coloqué este nuevo Proyecto de mi vida en las manos de la Virgen María y

con la seguridad puesta en Dios acepté con fe y esperanza este servicio y misión.

Para mí el Juniorado Congregacional ha sido un gran Proyecto de unidad Congregacional,

de comunión, crecimientos a todo nivel, de interculturalidad, de misión, de pertenencia, de

compromiso… en el fortalecimiento de un ideal de vida inspirado por el Espíritu Santo al

Padre Fundador y acogido por él y puesto en marcha de acuerdo a los ideales de San

Francisco de Asís.

Los seis años de permanencia como acompañante de las hermanas jóvenes marcaron mi vida

personal en el seguimiento Jesús por las ricas experiencias: Centralidad en la vida

espiritual, largos espacios de oración, Liturgias, Eucaristías, Ejercicios Espirituales, espacios

marianos. De fraternidad y comunión, la fiesta, la alegría, el estudio, compartir, la

valoración, la interculturalidad, las salidas, las expansiones. De formación, intercambios,

estudios, seminarios, evaluaciones, conocimiento diversas culturas, proyecto, exigencias,

acompañamiento. Experiencias de misión, Cercanía a los más necesitados, visitas, misión

en tiempos fuertes. Experiencia de unidad en la diversidad, de culturas, lenguas,

costumbres, razas… con un solo y único ideal, SEGUIR A JESUS DE NAZARET SEGUN EL

Carisma legado por el Padre Fundador y la espiritualidad franciscana.

Mi mayor gozo es ver que las semillas que se cultivaron y fortalecieron en esta etapa

se convierten ahora en fuente de nueva vida para la Congragación, allí en las

diferentes realidades donde están.

Este tiempo y espacio que fortalecieron mi vida de seguimiento a Jesús, hoy de nuevo lo

agradezco y en compañía de la Virgen María cantamos: M A G N I F I C A T

Hna. Ligia Elena Llanos

¡SER TERCIARIA CAPUCHINA HOY, ES SER COLOR EN UN

MUNDO GRIS!

“Habiendo amado a los suyos, los amo hasta el extremo” Jn 13,1b

Una vida gris, una noche oscura, es la ausencia de Jesús en nuestras vidas; solo Él

puede convertir esa noche oscura en claridad y permitirnos pintar de colores la vida

de nuestras hermanas y hermanos con los que diariamente compartimos la vida y

nuestra fe, desde nuestra experiencia de intimidad con Él, desde ese estar con Él,

desde ese ser de Él.

Al mirarnos en los ojos del Señor hemos contemplado el infinito amor que nos tiene,

un amor que no tiene límites, un amor que se dona, que lo entrega todo, ¡Todo!,

porque no se reserva nada para sí. San Agustín decía: “Dios es más íntimo a mí mismo,

que mi misma intimidad”, porque experimentó la presencia sentida de Jesús en su

vida. Esa intimidad con Él desde la oración, es la que hemos ido cimentando y la que

nos lleva día a día a una entrega incondicional y a ese deseo profundo de

consagración definitiva de nuestras vidas en este estilo de vida a la que Él mismo nos

ha invitado a vivir.

Tener la certeza a quién seguimos, es lo que nos ha permitido gustar los regalos que el

buen Padre cada día nos ofrece. Ser conscientes de nuestra vocación, es reconocer

que es un don que no ha todos se nos da y el amar nuestro carisma, y abrazar nuestra

espiritualidad tan rica, tan actual, tan llena de amor y misericordia nos da el gozo de

sabernos privilegiadas por el Señor.

Los Ejercicios Espirituales nos han dejado con un gran compromiso personal: “no

negociar los espacios de oración personal y los encuentros comunitarios con el Señor”,

un compromiso que te invitamos a que tú también lo acojas; somos hermanas y

muchas veces el activismo nos hace perder esos momentos de compartir, esos

espacios de encuentros, de fortalecimiento de nuestras relaciones fraternas y mutua

comprensión que nos lleva a sentirnos miembros de una familia, teniendo un trato

cordial, respetuoso, sencillo, sintiéndonos hermanas.(Cf. Const. 33)

El beber de las fuentes de nuestros orígenes nos ha llevado a interpelarnos mucho en

nuestras vidas y a cuestionarnos la manera de cómo le hemos venido respondiendo al

Señor. Nuevos desafíos se nos presentan, los que con la ayuda y gracia de Dios

estamos dispuestas, disponibles a vivir y a abrazar, guiadas de la mano del Padre y con

la gracia de su Espíritu Santo. Sentimos la alegría de vivir un proceso de re-

estructuración que le está permitiendo a nuestra amada Congregación renovarse,

para continuar respondiendo desde nuestro carisma y espiritualidad a las necesidades

y urgencias del mundo de hoy, lo que nos exige una mayor cercanía y fidelidad al

Señor.

Configurar nuestras vidas a las de Cristo, es aprender a ensanchar nuestra tienda (el

corazón), es saber tomar la actitud del Buen Pastor, es aprender a limpiar nuestro

rostro para reflejar al Padre, es ser una Terciaria Capuchina profética que lucha por la

dignidad del pobre, del necesitado, del marginado a ejemplo de Jesús, San Francisco y

nuestro amado padre Luís Amigó, en la escucha de la Palabra y de la voluntad de Dios.

La invitación fuerte es a madurar día a día nuestra vocación, a no perder su sentido

fundamental: “el seguimiento de Cristo”, a escuchar las palabras del Tabor: “Tú eres

mi hija amada” y a vivir con gozo lo que nos configura, lo que nos distingue en la

Iglesia como Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia. (Cf. PGF 28,

Const. 3, OCLA 2293)

Pinta con los colores del evangelio, de nuestra espiritualidad y con nuestro carisma

franciacano-amigoniano el lugar donde estés, ahí donde realizas tu misión. Inúndalo

del perfume de Dios y dale tu toque de amor, tomada de la mano de nuestra madre

María. Nosotras estamos llenas de esperanza y nos sentimos felices y realmente

orgullosas de ser Terciarias Capuchinas y tú… ¿TAMBIÉN LO SIENTES?

Unidas en la oración…

JUNICON 2014

Mis impresiones del Mes de Ejercicios de las Hermanas que se preparan para sus votos

perpetuos.

Puedo decirte, sin exagerar, que yo quedé muy satisfecho de la seriedad y profundidad con

que los hicieron las 19 ejercitantes de 7 naciones distintas, pero unidas

en el mismo Carisma y en el deseo de aprovechar al máximo esta

experiencia.

En los Ejercicios se nota mucho quiénes son "mujeres de oración" y

quiénes aquellas que se habían enfriado un poco, pero puedo asegurarte

que todas, sin excepción, entraron a fondo en los Ejercicios. Yo les había

propuesto hacer al menos 4 horas de oración de 60 minutos, pero creo

que ninguna hacía sólo 4 horas. La mayoría hacían 5 o 6 y aún más.

Unas empezaban antes de que los pajaritos empezasen a cantar y otras,

como pájaros nocturnos, se quedaban en la capilla hasta altas horas de la noche.

Durante la Misa teníamos la comunicación voluntaria de lo que habían experimentado

durante el día y nadie pretendía hacer homilías o decir palabras bonitas, sino que todas

hablaban directamente desde el corazón.

Era un momento en que podíamos comprobar que la Palabra de Dios es inagotable, pues a

cada una le habla según su situación personal.

En las conversaciones personales que son una especie de discernimiento espiritual, había

una comunicación profunda y transparente sobre la oración realizada para descubrir las

mociones del Espíritu y seguir sus impulsos.

Hubo un ambiente de silencio que se guardó con mucha fidelidad. Yo disfruté dando estos

Ejercicios, pues es un gozo ver el interés con que todas escuchaban la "palabra de Dios"

para luego llevarla a la oración principal.

Les he recomendado mucho que al tiempo de oración personal lo consideren el más

importante del día, pues es el que hace crecer en la fe y el amor, y esto es el alma de la

vida religiosa y de todas las actividades del día.

Muchos saludos a todas las hermanas que hicieron este Mes de Ejercicios y especialmente

para Fanny y Cecilia. Con cariño.

Carlos Palmés, S.I.

La experiencia del mes de Ejercicios Espirituales nos hizo beber y nutrirnos del encuentro privilegiado con el Señor y al término del mes, nos sentimos dichosas, enviadas, de poder colaborar con nuestra Iglesia en la misión evangelizadora, Semana Santa 2014. El Peñol, Venecia y Versalles, son los tres lugares hacia donde nuestros pies se dirigieron para compartir la alegría del Evangelio en esta Semana Mayor. Es interesante destacar que al llegar a las distintas parroquias se sumaron un número considerable de evangelizadores con el objetivo de llegar a todas las comunidades. El párroco de cada lugar, nos recibió con mucha alegría confiando a nuestras manos las veredas elegidas para la misión. El agradecimiento y la alabanza son actitudes que brotan ante una experiencia tan llena del Evangelio, desde el inicio nos acompañó la alegría, la disponibilidad, el deseo de compartir la fe con las personas de las distintas veredas, en estos días santos. Es hermoso ver como el Señor se manifiesta de distintas maneras: en la naturaleza, en su tierra tan fértil que es sustento de la gente humilde, pero sobre todo en el corazón de estas personas, personas llenas de la presencia de Dios y en actitud constante de agradecimiento al Padre Eterno aún en medio de muchas carencias. Es una riqueza estar en medio de los predilectos del Padre, los pobres, y contemplar cómo día a día, se vive entre ellos la experiencia del Resucitado, “te doy gracias Padre, porque le has dado a conocer los secretos del Reino a la gente sencilla”. Bien es cierto que la experiencia también nos hace estar de cerca a las necesidades de las gentes, al igual que ver a muchas personas viviendo en condiciones muy precarias, mientras que a la par, grandes terrenos, fincas y haciendas, donde a la mayoría de sus dueños, ni se les conoce. El rico, enriqueciéndose y el pobre empobreciéndose cada vez más; grandes desigualdades que igual que ayer continúan manifestándose y que es motivo de levantar voces proféticas que hagan un llamado a la conciencia de quienes contribuyen con tantas injusticias en el pueblo de Dios. La pasión de Cristo es vivida por nuestra gente sencilla que en medio del dolor y la incertidumbre se levantan cada mañana con una sonrisa en los labios agradecidos con el Dios de la vida porque en Jesús les regala la esperanza de resucitar a un mañana mejor.

Es un día para alabar, bendecir y dar gracias al Señor por mi país. Como una gran familia,

reunida en comunión de sentimientos, celebremos la Santa Eucaristía, en la que todos

alabamos al Dios Creador de la Vida, en un solo canto de amor.

Es interesante sentir como en el compartir se afianzan los lazos fraternos; todas las

compañeras avocadas en comunión solidaria en la celebración de Venezuela. Desde el

amanecer hasta el anochecer fue un brindar a mis hermanas un trocito de mi patria, una

patria que se encuentra golpeada por el egoísmo encerrado en el corazón de muchas

personas.

.

Venezuela ha sido una tierra donde se ha regado la semilla del Evangelio y en ello doy

gracias a Dios por nuestra querida Congregación, que en su tiempo, y a la escucha de la voz

profética del Padre Luís, deciden en 1928 pisar tierras venezolanas para llevar el anuncio

del Evangelio desde los diferentes campos de misión que encierra nuestro carisma.

Venezuela, patria querida, a ti elevo mi canto en este

día y alzando la vista al cielo, te coloco con humildad

en las manos del Señor.

Vuelve a sonreír, enarbola la bandera de la verdadera

libertad, una libertad que sea constructora de unidad,

de diálogo, donde las diferencias marcadas cada vez

sean menos y desde ahí ir reconstruyendo el rostro

afable de cada venezolano.

Le damos gracias a Dios por darnos la oportunidad de compartir con ustedes la alegría que

experimentamos en nuestro hermoso día cultural. Ha sido una experiencia inolvidable,

porque hemos descubierto que la cultura es una riqueza grande y que es bueno compartir y

decir a los demás la grandeza de un amor de Dios que se encarna en nuestra realidad,

dándonos una actitud única que es la alegría en medio de todo. Un amor grande a nuestra

esencia, a la música y a Dios Padre.

Damos inicio a nuestro día con la celebración de Laudes, dando lo mejor de nosotras para

que se disfrutara y vivenciara con un corazón abierto nuestra celebración.

Después, como buenas cristianas nos acercamos a la cumbre de toda celebración y el fin de

todo católico: La Eucaristía reconociendo la bondad, el amor, la

misericordia y la

ternura de un Dios

Padre y Madre

presente en nuestra

nación haitiana. Se

desarrolló en medio

de cantos en francés,

y creole y danzas

como nos caracterizamos en todas nuestras celebraciones Eucarísticas.

Como la cocina haitiana tiene un sabor inigualable, entonces no podría faltar nuestra rica y

deliciosa comida como: Paté, gremas o coctel, mariscos (pescado y camarones), sopa de

ahuyama….etc. donde toda la fraternidad disfruto y nos valoran lo delicioso que habíamos

cocinado las Chef haitianas jajaja.

En la noche fue inaudito, insólito con toda la creatividad nuestra y en compañía de nuestras

hermanas junioras para dar a conocer lo mejor de nuestro folclor, teatro y poesía de nuestra

tierra.

En nuestro corazón hay gratitud, esperanza, alegría, cariño y amor a Dios, a nuestra Tierra

y nuestra Congregación. Alabado seas mi Señor

El día 5 de mayo, celebramos en el JUNICON el día

cultural de mi querida tierra italiana. Fue una ocasión

muy especial en la que sentí toda la participación y

cercanía de mis hermanas junioras y de la comunidad

que nos acoge.

¡VIVA ITALIA!

Nos sentimos muy alegres al poder expresar nuestros sentimientos al celebrar nuestro día cultural de Tanzania dándole gracias a Dios por tantas maravillas. Iniciamos con la Eucaristía, presidida por el padre Jairo Hernán Gómez Guzmán, que estuvo seis meses en nuestro país. Fue una experiencia muy bonita y significativa en la que nos sentimos acompañadas por nuestras hermanas y los vecinos de la comunidad y de una manera especial, con la compañía de nuestro compatriota, el diácono Paulino Madege. Reinó un ambiente de mucho gozo, alegría, cantos y danzas, como es propio de nuestra cultura. Hicimos todo lo posible para que los presentes se sintieran viviendo una Eucaristía en Tanzania.

Terminada la Eucaristía, continuamos con la preparación de un almuerzo exquisito y propio como: Pilau, Ugali, Maharage, Mboga, La majani, Wali wa Maua, Pombe y A choya. En la tarde compartimos con nuestras hermanas la historia sobre nuestra patrona que es María Inmaculada Concepción, a ella le tenemos especial devoción, ya que por su intercesión se logró nuestra independencia sin derramamiento de sangre el 9 de diciembre de 1961.

En la noche, con la participación de las hermanas junioras disfrutamos de un recreo excepcional y con un tinte especial de lo que somos y tenemos en Tanzania. Nuestro corazón se siente muy agradecido con el Señor de la vida por habernos permitido compartir nuestra riqueza de fe, amor, alegría, paz y sabor.

Por todo, ¡gracias sean dadas al Señor!

Hemos celebrado con gran alegría el día cultural de nuestra amada patria Colombia y en

torno a esta celebración fueron muchos los motivos que nos llevaron a alabar, bendecir y

agradecer al Dios de la vida.

En primer lugar celebramos la Solemnidad de Pentecostés, fiesta grande para la Iglesia

porque es gracias al Espíritu Santo que cada bautizado es transformado en lo más profundo

de su corazón al seguimiento de Jesucristo. De igual manera, en el marco de esta gran

fiesta, agradecimos al Señor por la presencia de nuestra amada Congregación en Colombia,

desde 1.905.

Nuestro país Colombia, es el país de la alegría. Es el que ríe, grita y salta de gozo con su

selección, es el país de los dos océanos y el del pulmón del mundo, el de la Sierra Nevada

de Santa marta, el de las tres cordilleras; es el país del carbón, del petróleo, del café, de la

gente bella, pujante y trabajadora; pero también, es el país que sufre, el que durante más 50

años ha sido víctima de la violencia y de un sistema social injusto y desigual. Es el pueblo

que ha tenido que llorar y aún llora la pérdida inexplicable de su gente, es el país que en

medio de todo mantiene viva la esperanza en el anhelo común por alcanzar la paz.

Esta es nuestra querida y amada Colombia, la que llevamos en nuestros corazones, la que

en medio de toda su realidad le sigue mostrando al mundo lo lindo que es la vida, la que

aun en medio del dolor que día a día sufre, sigue sonriendo y sacando lo mejor de cada

momento difícil, la que sabe reírse de su propia realidad para que no la agobie, la que en

cada amanecer el suave olor del café nos recuerda ponernos en manos del Señor para que

sea Él quien se derrame en bendiciones sobre cada colombiano, para que la gracia

renovadora de su Santo Espíritu nos continúe fortaleciendo y llenando de esperanza.

Que feliz es escuchar el nombre de nuestra patria, que alegres nos sentimos de nuestra

gente, de nuestra tierra, que orgullosas nos sentimos de ser Colombianas…. ¡Cómo te

queremos Colombia!

CONDOLENCIAS Hna Arelys Martinez( su Mamá) y hna María Dolores de

Sousa (su Papá) y Hna. Fanny Londoño (su Hermano)

“Damos gracias sin cesar a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por

vosotros en nuestras oraciones” Col. 1, 3

Hermanas desde nuestras oraciones nos hemos unido a cada una de ustedes en la

perdida de sus seres queridos. Sabemos que no es fácil, pero es el buen Dios el que

en momentos como estos reviste de fortaleza la vida, que en su presencia se halla el

consuelo y en la oración su amor y su paz.

Por fe sabemos que ellos están gozando ya de la presencia del Señor y les pedimos

intercedan por cada una de sus familias en sus necesidades.

Renovaciones

Hermanas: Karen, Guillermina y Jenemer

¡Gracias Señor por tanta riqueza!

Resaltamos nuestros momentos de

estudio donde hemos tenido la

oportunidad de crecer en nuestros

talante de nuestro ser de Terciaria

Capuchina

Historia de la

Congregación

tomo II

Consagración

y Votos

Seguimiento

de Cristo

Eclesiología

Llegada a

Yarumal

Seminario

Sgda Flia. Mariología

Identidad y

Carisma