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BOURDIEU: VIOLENCIA SIMBOLICA "No mires nunca de dónde vienes, sino a dónde vas" Bourdeu Bourdeau, define a la violencia simbólica como una “forma de agresión, no ejercía de manera física, sino a través de una imposición social invisible, por parte de las clases privilegiadas a las desprotegidas”. El autor hace referencia a un tipo de violencia simbólica que se suscita en la escuela, ya que ésta se apropia de las prácticas sociales (valores y reglas) de una clase dominante adoptándolas como universales, lo que ocasiona que las desigualdades entre los individuos muchas veces sean abismales. Es un hecho, que el fracaso o éxito de los alumnos no reside precisamente en sus capacidades, sino en la posición social de la que provengan, lo que quiere decir que aquellos que han nacido bajo el yugo familiar privilegiado no tendrán problema alguno en adaptarse a las normas del colegio, sin embargo aquellos que de nacimiento no sean favorecidos, seguramente estarán destinados al fracaso. Por lo tanto esta forma de agresión al ser tan sutil, no es posible identificarla y peor aún, cuando ésta se vuelve algo legítimo o universal para todos, lo que quiere decir que la aceptamos, y que el aceptarla pondrá siempre en desventaja al más desprotegido. Motivo por el cual el autor se realiza una reflexión en la que deja un papel importante al docente, ya que delega en él la función de educar a los alumnos para romper esquemas, ser crítico, reflexivo y consciente de su papel en la sociedad y en el cambio

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BOURDIEU: VIOLENCIA SIMBOLICA

"No mires nunca de dónde vienes, sino a dónde vas"

Bourdeu

Bourdeau, define a la violencia simbólica como una “forma de agresión, no ejercía de manera física, sino a través de una imposición social invisible, por parte de las clases privilegiadas a las desprotegidas”.

El autor hace referencia a un tipo de violencia simbólica que se suscita en la escuela, ya que ésta se apropia de las prácticas sociales (valores y reglas) de una clase dominante adoptándolas como universales, lo que ocasiona que las desigualdades entre los individuos muchas veces sean abismales.

Es un hecho, que el fracaso o éxito de los alumnos no reside precisamente en sus capacidades, sino en la posición social de la que provengan, lo que quiere decir que aquellos que han nacido bajo el yugo familiar privilegiado no tendrán problema alguno en adaptarse a las normas del colegio, sin embargo aquellos que de nacimiento no sean favorecidos, seguramente estarán destinados al fracaso.

Por lo tanto esta forma de agresión al ser tan sutil, no es posible identificarla y peor aún, cuando ésta se vuelve algo legítimo o universal para todos, lo que quiere decir que la aceptamos, y que el aceptarla pondrá siempre en desventaja al más desprotegido.

Motivo por el cual el autor se realiza una reflexión en la que deja un papel importante al docente, ya que delega en él la función de educar a los alumnos para romper esquemas, ser crítico, reflexivo y consciente de su papel en la sociedad y en el cambio que ellos a través de su cátedra podrían modificar esas desigualdades.

Por ello será de suma importancia reconocer la labor del docente, no solo como un profesionista mas, sino como aquel mediador entre la dictadura de la sociedad y la parte pensante que proclama una verdadera democracia.