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5/18/2018 C-WINDOWSEscritorioFicheros2LaEternidaddeLaVida-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/c-windowsescritorioficheros-2la-eternidad-de-la-vida La eternidad de la vida  Adapted from an article in the December 1998 issue of the  SGI Quarterly with permission from Soka Gakkai  International Office of Public Relations Como religión y filosofía, el Budismo siempre ha subrayado la importancia de encarar directamente la realidad de la muerte. El Budismo define la muerte, junto con la enfermedad y la vejez, como uno de los sufrimientos fundamentales que todos debemos enfrentar. raíz de este !nfasis es que muchas veces se ha asociado al Budismo con un punto de vista pesimista ante la vida, cuando en realidad es precisamente lo contrario. Como la muerte es inevitable, todo intento de ignorar o de evitar esta realidad esencial de la vida nos condena a una forma de vida superficial. "na clara conciencia y correcta comprensión de la muerte nos pueden permitir vivir sin miedo y con fortaleza, con claridad de propósito y alegría. El Budismo considera al universo una vasta entidad viva en que los ciclos individuales de vida y muerte se repiten sin cesar. #osotros pasamos por estos ciclos todos los días, mientras que millones de unas sesenta mil millones de c!lulas que componen nuestro cuerpo mueren y se renuevan mediante el proceso metabólico. $a muerte es entonces  parte imprescindible de la vida, que posibilita la renovación y el nuevo crecimiento. En el momento de la muerte nuestra vida regresa al vasto mar de la vida de la misma manera que una ola rompe y vuelve a internarse en el mar abierto. %ediante la muerte, la fuerza vital fundamental, individual, que sostiene nuestra e&istencia regresa al gran universo. $o ideal sería poder e&perimentar la muerte como un período de descanso, como un sue'o rejuvenecedor que sigue a las luchas y los esfuerzos del día. El Budismo afirma que la continuidad de los ciclos de la vida y la muerte es permanente y que, en este sentido nuestra vida es eterna. Como escribiera #ichiren( )Cuando e&aminamos la naturaleza de la vida desde la perfecta iluminación, nos encontramos con que no hay un comienzo que marca el nacimiento y, por ende, no hay un fin que significa la muerte.) En el siglo * el gran filósofo *asubandhu de la +ndia desarrolló la )Ense'anza de las nueve conciencias) que describe las funciones eternas de la vida. En su teoría, las  primeras cinco capas de conciencia corresponden a los cinco sentidos y la se&ta al  pensamiento consciente. Esta se&ta capa de conciencia incluye la capacidad de efectuar  juicios racionales y de interpretar la información que recogen los sentidos. $a s!ptima capa de conciencia se denomina conciencia mano! corresponde al subconciente tal como lo describe la psicología moderna y es donde se encuentra nuestro sentido profundo del yo. or debajo de esta se encuentra la octava conciencia o conciencia ala"a. Esta octava capa de conciencia contiene energía potencial, tanto positiva como negativa, creada por 

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La eternidad de la vida

Adapted from an article in the December 1998 issue of

the SGI Quarterly with permission from Soka Gakkai

International Office of Public Relations.

Como religin y filosofa, el Budismo siempre ha subrayado la importancia de encarar directamente la realidad de la muerte. El Budismo define la muerte, junto con la enfermedad y la vejez, como uno de los sufrimientos fundamentales que todos debemos enfrentar.

A raz de este nfasis es que muchas veces se ha asociado al Budismo con un punto de vista pesimista ante la vida, cuando en realidad es precisamente lo contrario. Como la muerte es inevitable, todo intento de ignorar o de evitar esta realidad esencial de la vida nos condena a una forma de vida superficial. Una clara conciencia y correcta comprensin de la muerte nos pueden permitir vivir sin miedo y con fortaleza, con claridad de propsito y alegra.

El Budismo considera al universo una vasta entidad viva en que los ciclos individuales de vida y muerte se repiten sin cesar. Nosotros pasamos por estos ciclos todos los das, mientras que millones de unas sesenta mil millones de clulas que componen nuestro cuerpo mueren y se renuevan mediante el proceso metablico. La muerte es entonces parte imprescindible de la vida, que posibilita la renovacin y el nuevo crecimiento. En el momento de la muerte nuestra vida regresa al vasto mar de la vida de la misma manera que una ola rompe y vuelve a internarse en el mar abierto. Mediante la muerte, la fuerza vital fundamental, individual, que sostiene nuestra existencia regresa al gran universo. Lo ideal sera poder experimentar la muerte como un perodo de descanso, como un sueo rejuvenecedor que sigue a las luchas y los esfuerzos del da.

El Budismo afirma que la continuidad de los ciclos de la vida y la muerte es permanente y que, en este sentido nuestra vida es eterna. Como escribiera Nichiren: "Cuando examinamos la naturaleza de la vida desde la perfecta iluminacin, nos encontramos con que no hay un comienzo que marca el nacimiento y, por ende, no hay un fin que significa la muerte."

En el siglo V el gran filsofo Vasubandhu de la India desarroll la "Enseanza de las nueve conciencias" que describe las funciones eternas de la vida. En su teora, las primeras cinco capas de conciencia corresponden a los cinco sentidos y la sexta al pensamiento consciente. Esta sexta capa de conciencia incluye la capacidad de efectuar juicios racionales y de interpretar la informacin que recogen los sentidos.

La sptima capa de conciencia se denomina conciencia mano, corresponde al subconciente tal como lo describe la psicologa moderna y es donde se encuentra nuestro sentido profundo del yo.

Por debajo de esta se encuentra la octava conciencia o conciencia alaya. Esta octava capa de conciencia contiene energa potencial, tanto positiva como negativa, creada por nuestros pensamientos, palabras y actos. Esta energa potencial, tambin conocida como tendencia profunda de vida, es a lo que nos referimos como karma.

Nuevamente y a diferencia de ciertas suposiciones, el Budismo no considera al karma fijo e inmutable. Nuestra energa krmica, que los textos budistas describen como el torrente embravecido de la conciencia alaya, interacta con las otras capas de conciencia. Es en este nivel sumamente profundo que los seres humanos ejercen su influencia entre si, en su entorno y en toda la vida.

Tambin es este el nivel en donde se mantiene la continuidad entre los ciclos de la vida y la muerte. Cuando morimos, la energa potencial que representa el " balance krmico de todas nuestras accionescreativas y destructivas, egostas y altrustascontina fluyendo en la conciencia alaya. Este karma es el que determina las circunstancias en que la energa potencial de nuestra vida se volver a manifestar, mediante el nacimiento, como una nueva vida individual.

Finalmente, existe un noveno nivel de conciencia. Esta es la fuente misma de la vida del cosmos, que abarca y sostiene incluso la funcin de la conciencia alaya. El propsito de la prctica budista es estimular y despertar esta conciencia amala fundamentalmente pura o sabidura, que tiene el poder de transformar hasta el flujo de energa negativa ms arraigado en las capas ms superficiales de la conciencia.

Las cuestiones de la vida y la muerte son fundamentales, subyacen y determinan cmo vemos prcticamente todo. As, una comprensin profunda de la naturaleza de la muerte, y de la eternidad de la vida, puede abrir nuevos horizontes para toda la humanidad y dar rienda suelta a reservas de sabidura y misericordia que anteriormente se encontraban sin explotar.

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