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FACULTAD DE CIENCIAS POLTICAS Y SOCIOLOGA
UNIVERSIDAD COMPLUTENSEDE MADRID
TESIS DOCTORAL
EIU EEMEr.rrIzIs IJN~. (EirIjFCIL. It Ti C~
Y Lt~1 r~z
U t~. 0 SrF~?LJccTIjr~1 SIJCTt~iIL
rzhIEL CCINWLrcrcl TEEFZ~F? [TflF~Tt%L
AF?rart~Ur It JO flF~ Ir T~AIJ 1 CO
Heriberto CAIRO CAROU
Director: Dr. D. Jess J. OYA
Departamento de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Polticosy Sociales 1 y Geografa Humana.
1993
Para Adela,
que ha padecido la elaboracin de esta tesis,
aunque no hubiera sido posible realizarla
sin su apoyo y ayuda.
.I/..1.it
Entre las personas cuyo estimulo y ayuda han permitido la
realizacion de esta tesis quisiera mencionar especialmente a
Mara Gonzlez Encinar, que me ha apoyado y alentado ms
all de lo que se podra esperar, y cuyos comentarios sobre
el trabajo han resultado de particular utilidad; y al
de la tesis, Jess Oya,
me ha ayudado de fo
producto final. Tambi
Victor Mat sobre al
ayuda en la obtenc
utilizados, En esta
grado Claudio Lobeto,
Stephan, Manolo Ortuo
amable ayuda de las
Ciencias Polticas y
rma dec
n quier
guna de
in de
tarea t
Carlos
y Cha
bib i
Socio
que, adems de orientarme,
isiva a hacer inteligible
o agradecer los comentarios
las partes de la tesis y
algunos de los materia
ambin cooperaron en dive
Allones, Carlos Castro, 1-le
ro Otegui, y tambin recib
otecaras de la Facultad
logia, en especial Marivel
el
de
su
les
rse
ike
la
de
y
Margarita. En
Jess Palanco.
el trabajo de reproduccin final colabor
La Consejera de Educacin de la Comunidad de Madrid
mediante la concesin de una Ayuda para estancias breves en
centros de investigacin en 1988 permiti mi desplazamiento
al Scott Polar Research Instituto de la Universidad de
Cambridge, donde comenc a plantear en toda su complejidad
el conjunto de problemas que intento analizar en este
trabajo. En el Scott quiero mencionar especialmente a Bob
Headland por las sugerencias para la investigacin, as como
por su amable acogida; asimismo el conjunto de
investigadores, estudiantes y personal administrativo del
Instituto me ayudaron en diferente medida, e hicieron que mi
estancia all fuera un periodo agradable y fructfero.
Director
.1. Y
Pero seria injusto olvidar a todos los que de un modo u
otro han estado a mi lado durante el periodo de elaboracin
de la tesis, porque puedo afirmar sin dudas que esta tesis
no hubiera llegado a completarse sin el aliento y afecto de
mis amigos y companeros. Por ltimo, hay que hacer constar
que sin el apoyo constante de mis padres no me hubiese
podido siquiera plantear la realizacin de este doctorado
que ahora se pretende culminar. Gracias por ello a todos
.
11 r4 EJ III O r~jJ
Y...INRI U
PREFACIO xiii
1 PARTE: ELEMENTOS PARA UNA GEOPOLTICA CRTICA DE LAGUERRAY LA PAZ
INTRODUCCION
NOTAS
CAPITULO 1. EL CONTEXTO CIENTIFICAMBIO EN LA GEOGRAFA POLTICA
1.1. LA GEOGRAFA POLTICA
1.1.1. Orgenes e institucionalidisciplina
1.1.2. La Geografa Poltica y la
1.1.3. La Geografa Poltica y la
1.1.4. Una disciplina intermedia.
1.2. LA GEOPOLTICA
1.2.1. La Geopoltica: estudio deespaciales exteriores de los Es
1.2.2. Otras formas de entender la
1.2.3. Cdigos geopolticos
1.2.4
1.3.
1.3.1si
1.3.2
1.3.3
1.3.4Ge
1.4.
Geopoltica y Geoestra
UNA GEOPOLTICA CRTICA.
- La economa polticastemasmundiales
- La geografa del poder
- La Geografa Poltica
- Elementos para definiropol itica crtica
GEOPOLTICA Y RELACIONES
2
6
CO: TRADICION
zacin de
Geo gr af a
Ciencia Polti
las relaciontados
Geopoltica.
y modelos geopoltic
tegia
y el anlisis
humanista
y desarrollar
INTERNACIONALES.
1.4.1. El tratamiento de los factores geogrfen Relaciones Internacionales
1.4.2. La Geopoltica y el realismo
Y
la
ca.
es
os.
de
un a
icos
7
9
lo
13
18
20
23
23
32
40
42
44
45
50
55
57
64
65
68
Vi. 3.
1.4.3. La Geopoltica y la investigacin para lapaz
NOTAS
71
73
CAPITULO 2.- EL MARCOTEORICO: POR UNA GEOPOLTICACRITICA DE LA GUERRA Y LA PAZ
2.1. GEOGRAFA DE LA VIOLENCIA Y LA PAZ (UNAPRECISION CONCEPTUAL>
2.1.1. Contradiccin, conflicto y guerra
2.1.2. Violencia estructural Violencia conductual
.
2.1.3. Paz negativa - Paz positiva o activa
2.2. LA GUERRA ENTRE ESTADOS Y LA GEOGRAFAPOLTICA CLASICA
2.2.1. El conflicto permanente por la supervivenciade los Estados en tanto que organismost e r r i t o r i a 1 es
2.2.2. El conflicto metafsico derivado de laposicin de las tierras emergidas
2.2.3. El conflicto como accidente resultado de lafriccin con Estados vecinos
98
99
- .106
.111
.112
.114
- .119
.124
2.3. LASSOBRE
2.3.1. La
CORRIENTES DE REFLEXION GEOGRAFICA CRTICALOS PROBLEMASDE LA GUERRA Y LA PAZ
tradicin geogrfica radical: KROPOTKIN yRECLUS
132
135
2.3.2. La
2.3.3. La
2.4. POR
2.4.1. El
2.4.2. Elcapi ta
2.4.3. Lasimbliterrito
Geografa pacifista.
s nuevas Geopolticas c
UNA GEOPOLTICA CRTICA
Estado territorial y el
espacio planetario delista y la guerra
legitimidad jurdicacos de justificacin deriales
r it i cas
DE LA GUERRA
militarismo
la economamundo
y los discursoslas reclamaciones
138
142
148
151
156
160
2.4.4. La funcin del espacio, su valor y losconflictos sobre la soberana territorial en elsistema de Estados de la coanomamundo capitalista.
2.5. ELEMENTOS PARA GEOESTRATEGIAS DE PAZ
.169
.179
95
2.5.1. La resolucin de conflictos y la GeografaPoltica
2.5.2. Medidas espaciales de desarme: Zonas Libresde Armamento Nuclear y Zonas de Paz
2.5.3. Geoestrategia de paz planetaria: Un soloEstado mundial
NOTAS
Y Y t Y
.180
- . . .181
- . . .186
.189
CAPITULO 3.- PROBLEMAS METODOLOGICOS Y TECNICAS DEINVESTIGACION EN EL ESTUDIO GEOGRAFICO DE LOSCONFLICTOS 218
3.1. LA ELECCION DEL METODO: IMPLIDECISION CLAVE
3.1.1. Mtodo cientfico y otrconocimiento
3.1.2. Eclecticismo en las tcnicas
3.1.3. La cuestin de la formuladde investigacin
3.2. EL PROBLEMA DE LA ESCALA:DIATOPICO
3.2.1. Reconstruir el razonamiento
3.2.2.eco
La estrucnom 1 a~mundo
tura geogrficacapital ista
3.2.3. El anlisis diatpico y el e
3.3. EL PROBLEMA DE LA COMPARACION:SINTOPICO
3.3.1. Las comparaciones en el espac
3.3.2. La estructura geogrfica horieconomamundo capitalista
3.3.3. El falso dilema entre geogrageografa regional
3.4. EL PROBLEMA DEL CAMBIO:GEOGRAFICO-HISTORICO
3.4.1. El componente temporal deanlisis. La periodizacin
3.4.2. El tiempo espacial
NOTAS
CACIONES DE UNA
as formas de
de investigacin.
n de hiptesis
EL ANALISIS
estratgico
vertical de la
spacio concreto.
EL ANALISIS
lo
zontal de la
fa general y
EL ANALISIS
la matriz de
220
.221
.223
225
226
227
230
232
233
234
235
236
238
239
240
243.
INI? fi ~
II PARTE: LA CONSTRUCCIONSOCIAL DEL CONFLICTO TERRITORIALANGLO-ARGENTINO EN EL ATLANTICO SUDOCCIDENTAL Y LA ANTARTIDA
INTRODUCCION
La evolucin del conflicto territorial...
El problema de la toponimia
247
251
261
Los conjuntos es pa c ial es implicadosinvestigacin
en la264
NOTAS
CAPITULO 4.- EL ATLANTICOSISTEMA MUNDIAL MODERNO
SUR Y LA ANTARTIDA
INRI /7/.:
CAPITULO 5.- NACIONALISMO E IMPERIALISMO ENARGENTINA Y GRAN BRETAA
5.1. EL NACIONALISMO TERRITORIAL EN ARGENTINA Y LOSCODIGOS GEOPOLITICOS DEL PROCESO
5.1.1. Algunas ficciones directrices de la Nacinargentina
5.1.2. La conformacin definitiva de un nacionalismoterritorial patolgico
5.1.3. La Geopoltica terica en Argentina
5.1.4. Los cdigos geopolticos del Proceso deReorganizacin Nacional
5.1.5. El nacionalismo territorial y los discursospolticos antiimperialistas
5.1.6. El nacionalismo territorial y lasdificultades para construir la paz tras la guerra..
5.2. LAS TRANSFORMACIONES DEL IMPERIALISMO COMOIDEOLOGA TERRITORIAL Y LOS CODIGOS GEOPOLITICOSDEL GOBIERNO THATCHER
5.2.1. La prdida del impulso ntimo: del Imperiocomo ficcin directriz al trauma de la hegemonaperdida
5.2.2. El grupo de presin pro-Falklands en el ReinoUnido, la reafirmacin moral de Gran Bretafia y suinfluencia sobre la poltica gubernamental
5.2.3. Los cdigos geopolticos del Gobiernoconservador de la Sra. Thatcher
5.2.4. El derecho a elegir el estilo propio de vidaen el lugar donde se habita y la repulsa de lainvasin
5.2.5. La evolucin de los compromisos britnicosen el rea, tras la guerra de 1982
5.3. LAS ESTRUCTURAS DE LEGITIMACION DE LARECLAMACION TERRITORIAL
5.3.1. Los argumentos tradicionales sobre el derechode propiedad del territorio
5.3.2. Los nuevos argumentos para la descolonizaciontras la II Guerra Mundial: autodeterminacinfrente a integridad territorial
5.3.3. El rechazo legal de la agresin territorial
365
.368
.370
383
392
397
.410
.415
.418
.420
.426
.431
.438
.440
.442
.444
.448
.450
INI??! ff~xi.
NOTAS 452
CAPITULO 6.- LAS ISLAS FALKLAND/MALVINASI LAANTARTIDA Y LAS ISLAS GEORGIAS DEL SUR YSANDWICH DEL SUR (DINAMICA GEOPOLTICA DELCONFLICTO EN LA ESCALA GRANDE
>
6.1. LAS ISLAS FALKLAND/MALVINAS: EN EL OJO DELHURACANDEL CONFLICTO TERRITORIAL
6.1.1. Las caractersticas del medio, la poblaciny el poblamiento de la Colonia
6.1.2. El sentido de pertenencia de los isleEos y suterritorialidad: identidad kelper y britanidad....
6.1.3. Los kelpers y el conflicto territorial. Lasperspectivas de la Colonia tras la guerra
6.2. LA ANTARTIDA: LA ZONA DE PAZ
6.2.1. Las condiciones de la actividad humana en laAntrtida y las consecuencias para su poblamiento.
6.2.2. La territorialidad humana en la Antrtida
6.2.3. El Trtado de Washington y la consagracindel Continente a la paz
6.2.4. La Zona de Paz antrtica y el conflictoargentino-britnico
6.3. LAS ISLAS GEORGIAS DEL SUR Y SANDWICH DEL SUR:EL CAMPUSMARTIUS
6.3.1. La actividad humana en una regin de fronteraextrema
472
.474
.477
.485
.496
.499
.502
.505
.517
.523
.527
531
6.3.2. El estatuto jurdico territorial deGeorgias del Sur y Sandwich del Sur....
6.3.3. El conflicto territorial enarchipilagos y la guerra de 1982
las Islas533
los dos535
NOTAS
CAPITULO 7.
-
CONEL1 CTOLAS GEOESTRATEGIAS DE PAZ PARA ELTERRITORIAL
COOPERACIONCOMO POSIBILIDAD DE REDUCCION DEINTENSIDAD DEL CONFLICTO (LAS GEOESTRATEGIASPAZ DE COURTE DUREE> 551
7.1 LALADE
537
.550
7.1.1. La experiencia de los alios 70 .552
IAII2!17/
7.1.2. La gestin compartida de la Zona Exteriorde Conservacion Pesquera
7.1.3. La posibilidad de gestin compartida enotros mbitos territoriales
7.2. LAS GEOESTRATEGIAS DE PAZ DE MOYENNEDUREE.
7.2.t. La relacin de la Antrtida con otras ZonasDesnuclearizadas y Zonas de Paz
7.2.2. La ampliacin espacial del Tratado Antrtico
559
560
562
7.2.3. La Zona de Paz y Cooperacin en el AtlnticoSur
7.3. PERSPECTIVAS PARA GEOESTRATEGIAS DE PAZ DELONGUE DUREE
7.3.1. Una evasin de soberana ulterior:concepto de Parcue Mundial en la Antrtida.
7.3.2. El protocolo de Madrid de 1991..
NOTAS
CONCLUSIONES
1. SOBRE EL MODELOANALTICO PROPUESTO.
b65
566
el- .. 568
572
574
579
2. SOBRE LA CONSTRUCCION SOCIAL DELTERRITORIAL ARGENTINO-BRITANICO
BIBLIOGRAFA
CONFLICTO586
1 PARTE 603
II PARTE 625
CARTOGRAFA . eografia.de ~a vieler)ca conductual y de la estructural e 1 mundoex~resi~n e~!rl~n1s~a e uontlcte en la geogratia poltica clascaare de con ~ ~ ~efi~l~Wan ~ dW~tes~1g2o !o~ ra ajos es
topo7~s
mperiogriv t~t - cuje para el~ ~hlj~is: la ~lantir&ida
fl OTO
pflf.::fl4~Yffj :< te-
muestra de esa atencin; atencin que se debe principalmente
al deseo de reorientar una disciplina tradicionalmente
ligada a la guerra hacia nuevos derroteros, dando por otra
parte un nuevo sentido a la siempre buscada relevancia de
las investigaciones. Pero no se trata, en nuestro caso, de
la pretensin de seguir una moda, ni tampoco de practicar un
agradable ejercicio intelectual de incierto alcance, ya que,
por un lado, la moda, si es que cabe hablar de ella, es
minoritaria, quizs porque aleje a sus autores de la
posibilidad de llevar a cabo investigaciones, ciertamente
mas remuneradoras en lo econmico, en las reas denominadas
de seguridad y defensa del Estado, y, por otro lado, se
pueden encontrar, desde luego, temas que resultan
relativamente ms fciles de abordar para desarrollar una
tesis doctoral.
A la hora de comenzar una investigacin, siempre es
necesario hacer explcitos los puntos de partida del
investigador. No hay duda de que en caso contrario se
estara de algn modo ocultando al lector una parte
importante del tema el proceso que lleva a enfrentarse con
un problema, pero, adems, es fundamental realizar un
anlisis previo donde cada uno evale cules son los
presupuestos iniciales, lo que ayuda a impedir las posibles
parcialidades y deformaciones. En este sentido, la
problemtica por seguir la recomendacin terminolgica de
RAFFESTIN
pflf:f.V,4/ J/) . Pensamos que tanto una como otra faceta son
importantes en una investigacin como la presente, que
adopta una perspectiva de conocimiento en proceso de
determinacin; adems de que entendemos que, por lo general,
abordar el estudio de casos sin una fundamentacin terica y
analtica previa es tan intil como intentar desarrollar
teoras sin ninguna base emprica. Ciertamente, el
planteamiento puede ser arriesgado, pero no irracional.
PRCF4C,T/.7 cvi. ..
La eleccin del anlisis del conflicto territorial
argentinobritnico, adems de ser un intento de cerrar un
ciclo personal de reflexin e investigacin, representa una
decisin que podramos calificar de fcil, en el sentido de
que en este conflicto aparecen con cierta claridad el
conjunto de elementos espaciales que entendemos que
contribuyen a conformar una situacin blica, y, en
comparacin con otros, relativamente ms asequible de
analizar desde una perspectiva geopoltica, dado que, como
seflala SEACKLETON:
Si ha habido alguna vez un problema que reclame una comprensingeogrfica, se ha sido la cuestin de las Islas Falkland. Esnecesario considerar el -reciente conflicto tanto en relacin conlas Islas Falkland en si mismas como a la vista del rea msamplia del Atlntico Sur, en particular el Mar de Weddell y lapennsula de la regin Antrtica (4).
Adems, las caractersticas diferentes de las tres porciones
geopolticas del territorio en conflicto una deshabitada,
bajo un rgimen funcional efectivo de administracin
internacional; otra, tambin desahabitada, pero administrada
por un solo Estado, y una tercera, habitada, que constituye
una colonia tradicional nos permiten estudiar los diversos
aspectos de las dinmicas geopolticas de carcter
conflictivo que pueden conducir a la guerra, as como los
factores que las pueden inhibir.
En cuanto a la trascendencia del objeto de investigacin,
algunos pensarn que los conflictos territoriales y las
guerras son hechos estrictamente aislados en el presente
sistemamundial, y que la situacin habitual es la paz, pero
no es se nuestro punto de partida, porque en todo momento
los massmedia nos ponen ante la evidencia de la generalidad
t>PE/4AC.Zt1 X%,tLi.1
de los conflictos en el planeta. Ms an, nos encontramos
ante una realidad, que afortunadamente ya hemos llegado a
comprender al parecer, no todos, que se ha convertido en
la amenaza ms formidable para la supervivencia de la
especie humana: una guerra nuclear podra provocar lo que
BUNGE denomin acertadamente autoespeciecidio (solf
speciescide> (5>; de ah que la bsqueda de las condiciones,
estructuras, sistemas, etc., que permitan la paz no sea slo
un problema moral, tico o ideolgico, sino que se ha
convertido en una condicin fundamental para la
supervivencia. Por ello nos interesa investigar tambin las
acciones, acuerdos o situaciones que supongan una ruptura
temporal y espacial de la carrera de armamentos, sobre todo
de los nucleares, y eso es lo que se pretende con la
instauracin de las denominadas Zonas Desnuclearizadas y
Zonas de Paz. En la segunda parte de la tesis, esa
investigacin sobre las rupturas espaciales de la carrera de
armamentos se va a fijar fundamentalmente en un espacio
determinado: la Antrtida o, si se quiere ser ms explcito,
en el rea cubierta por el Tratado Antrtico, donde se
encuentra desde 1958 una de esas Zonas, que es en realidad
la nica plenamente efectiva en la actualidad. Este hecho,
que se puede calificar de singular, y no menos tambin de
trascendental, ha provocado en buena medida nuestro inters
por el tema, que en nuestro caso va ms all de la mera
curiosidad cientfica, y se nos aparece cono ejemplo de
modelo de posible aplicacin en otros contextos, incluido el
planetario.
Por ltimo, afladiremos que no es nuestro propsito
xii. x
realizar una de esas investigaciones al uso en la que el
autor, desde su torre de marfil, se regodea en la certeza de
su mtodo y teora. En efecto, no pretendemos simplemente
explicar u ofrecer los fundamentos racionales para predecir
las pautas geogrficas del potencial poltico del sistema
poltico internacional . Si tal hiciramos, podramos
considerar baldo el esfuerzo, porque nuestra labor como
cientficos sociales quiere articularse con el conjunto de
la sociedad humana y no con determinados grupos que aspiran
a mantener sus privilegios, sean stos los que fueran. Por
ello, no basta con explicar y predecir, hay que deconstruir
los discursos y las prcticas de poder sobre las que se basa
el presente estado de cosas, especialmente inhumano. El
nimo de nuestra investigacin se corresponde ms bien con
el de propuestas del tipo de la que no hace mucho apuntaba
FOUCAULT, cuando sefialaba que
est por escribir una historia completa de los espacios, desdelas grandes estrategias de la Geopoltica a las pequeflastcticas del hbitat (. . .) [y esa historia ha de ser] unahistoria de los poderes, [ya que] el espacio esfundamental para el ejercicio del poder (7)
Y, en suma, la nuestra aspira a ser una aportacin a esa
historia del ejercicio de Los poderes en una porcin
determinada del espacio terrestre el Atlntico
Sudoccidental y la Antrtida, desde la perspectiva de una
Geopoltica crtica
.
NOTAS
El ttulo de la Memoria de Licenciatura era: El conflicto de lasIklv-inas, en la carrera por la Antrtida? El caso del Com de Beagle.Dirigida por el Prof. Dr. D. Jess J. Oya.
Para RAFFFSTIN una problemtica no es slo un conjunto de probleuasque se plantean en el seno de una disciplina cientfica, sino que
tm9r4Uf1) MX
implica un demarche qui consiste & dterminer, pralablement & touteanalyse, le statut dintelligibilit capable de rendre compte dunsystme [un procedimiento que consiste en determinar, previamente acualquier anlisis, las condiciones de comprensibilidad capaces deexplicar un sistema] (Claude RAFFESTIN: Ptur une gographie & pouvoir,Pars, Liteo. 1980, p.25>.
(3> Muchos gegrafos polticos anglosajones tienden a hacer mshincapi en el desarrollo de teoras, mientras que los franceses connotables excepciones, como CLAVAL o RAFFESTIN- han dedicadopreferentemente su atencin al estudio de casos concretos.
(4) If ever there vms a problem that called for geographicalunderstanding, such has been the Falkland Islands issue. It is necessaryto consider the recent conf lict both in relation to the Falkland Islandsthesnselves and in regard to the wider area of the South Atlantic, inparticular the Weddell Sea and the peninsula of the Antarctic region.
(5) Vase William BOlEE: Nuclear Ver Atlas, Oxford, Basil Blackwell.1988, p.xv.
(6> to explain or to provide a rational basis for predictinggeographic patterns of political potential in the internationalpolitical system A whole history remains to be written of spaces, f roe the greatstrategies of geopolitics to the little tactios of the habitat ahistory of powers, (...> space is fundamental to the exercise of power(Michel H)UCAULT, oit. en Derek GREX3ORYAreal differentiation and post-modern Human Geography, en D. GREXJORV y It. WALFT)RD, eds.: Horizoas iiiIkunnGeography, Londres, Macmillan, 1989, p.84>.
1 F~ TE
ELEMENTOS FARA LN~Ot SEOPOCIT ICA
CNITTC~ OE L~ SLJEFWOB -r L~j~h PAhZ
1 I%UrF~ODLJCC 1 3M
The earths stzrface as the horne of manis geographers definition of theirflaid of study, btU Is this planet theborne of Horno sapiens, or hisgraveyard? (BUNGE. 1973)
.TN rpoDucj,:.wN a
En esta primera parte nos vamos a ocupar de establecer
los elementos para proceder al anlisis de la guerra y la
paz desde una perspectiva geogrficopoltica. Con tal fin
entendemos que debemos precisar, en primer lugar, cules son
las caractersticas de esa perspectiva de conocimiento, para
luego concretar los elementos de carcter terico que han de
informar el procedimiento analtico y el mtodo y las
tcnicas de investigacin que emplearemos.
En cuanto a la perspectiva de conocimiento, de saber,
desde la que se pretende desarrollar el quehacer que nos
proponemos, este trabajo reivindica su pertenencia a una
disciplina cientfica: la Geografa Poltica, y, ms
concretamente, a la Geopolitica. Adems, quiere incluirse en
el campo de las Investigaciones para la Paz. No hay duda de
que la combinacin resultar sorprendente para muchos
investigadores quizs ms para aquellos que se sitan en la
disciplina de las Relaciones Internacionales, pero
la Geografa, en tanto que sujeto interdisciplinar y que noest limitada por barreras (ya sean fsicas, polticas oculturales), es enemiga del aislamiento. Es una materiaprctica, que aprecia el mando cmo es, verrugas inclusive ysabe que puede parecer muy diferente cuando se la observa desdeel Sahara o desde la cima del monte Everest (2>
Y, en parte por estas caractersticas, BUNGE llega a
considerar a la Geografa como Reina de las Ciencias de la
Paz
ENTRODUCC.TIJN 4
Pero por qu situar una Geopoltica en el campo de las
rnvestigaciones para la Paz, alejada de su mbito
tradicional del realismo poltico?. Para algunos, la
respuesta podra parecer evidente: algn prejuicio
ideolgico nos induce a tomar esa decisin y aleja el
resultado de nuestro trabajo del mbito de lo que consideran
ciencia pura. Nosotros quisiramos entenderlo de otra forma.
fro pretendemos desarrollar un investigacin libre de
valores; si deseamos enmarcar la presente investigacin
-cuya adscripcin disciplinar es la Geopoltica en el campo
de las Investigaciones para la Paz, es porque entendemos que
as es relevante socialmente; es decir, que es relevante
desde la perspectiva del conjunto de la sociedad humana que
habita el planeta Tierra.
Antes de seguir adelante, convendra aclarar que, aunque
reclamemos que el trabajo que aqu se expone es cientfico
,
no pretendemos que ste sea el nico mtodo vlido de
conocimiento objetivo. En un sentido parecido hay que
entender que el paso, necesario para la aparicin de una
Geografa cientfica, que se da entre la mera descripcin y
la explicacin, no se ha de confundir con la profusa
utilizacin de un lenguaje cientifista, o de apariencia
cientfica
ENrRntIccInN 5
tambin, de algn modo, la superacin del reduccionismo
cientifista del positivismo.
Decamos que ibamos asimismo a intentar precisat un
conjunto de proposiciones tericas que nos permitiese
abordar el estudio de los problemas concretos.
Evidentemente, un anlisis total de las razones que conducen
a la guerra, o al xito en la creacin y mantenimiento de
una Zona Desnuclearizada o una Zona de Paz, tendra que
tomar en cuenta todos los elementos estructurales, sean
stos espaciales o no, que intervienen en la misma. Sin
embargo, aunque ciertamente hay que seflalar que existe la
posibilidad terica y prctica de realizar una lectura
espacial de cualquier elemento estructural, en esta
investigacin se ha optado por abordar fundamentalmente el
estudio de los elementos ms especficamente espaciales, sin
pretender, entonces, que todo es geografa y aspirando slo
a realizar una contribucin terica desde una perspectiva
geogrficopol itica.
Por ltimo, haremos una breve referencia a la forma de
proceder en la investigacin, es decir, al mtodo y a las
tcnicas de investigacin. En este caso, ms que de un
trabajo de sntesis del quehacer colectivo e indagacin
personal, se trata de facilitar al lector una descripcin
informativa de los pasos que ha seguido el autor, a fin de
permitirle tener ms datos, y ms claros, para poder
enjuiciar la obra.
INTRLJ/XJGC.UJN 6
NOTAS
Geography. es an interdisciplinary subject. and one not limnited bybarriers
CARI TLJLSJ 1~
EL CONTEXTOCIENTIFICO: TRADICION Y CAMBIO EN
LA GEOGRAFIA POLTICA
Because of the militaris tic con text ofthe introduction of the subject ofgeopolitics, most pesco geographers
totally dismiss the subject out ofhand. Rut this is a mistake
CAF.ET/iLfl Ji 8
Se trata, en primer lugar, de establecer cul es el
contexto cientfico, la tradicin donde queremos enmarcar el
trabajo. No es tanto un esfuerzo de posicionainiento
doctrinal, lo que a la larga resultara estril, sinO ms
bien de una reflexin, aunque breve, sobre los conocimientos
cientficos -los saberes, s se prefiere a partir de los
cuales se pretende desarrollar esta investigacin. Y ello
porque entendemos que el conocimiento no es fruto de un solo
individuo, sino que es un producto de la interaccin de
comunidades. Ms concretamente, el conocimiento cientfico
es un saber acumulativo y los nuevos desarrollos no pueden
dejar de lado olmpicamente los anteriores. Esta reflexin
se hace ms importante en una disciplina como en la que
queremos situar esta investigacin: la Geografa Poltica,
generalmente mal definida y peor comprendida, que muchos
consideramos que se encuentra a caballo entre la Geografa y
la Ciencia Poltica, por lo que precisamente se presta ms a
la confusin y, en ocasiones, el desatino.
Se tratara, en fin, de una reflexin crtica sobre la
tradicin de la Geografa Poltica, una tarea de objetivos
similares a los que propona no hace mucho ORTEGACANTERO:
Intentar saber dnde estamos y qu es lo que hoy podemos ydebemos entender por conocimiento geogrfico. Se trata, en suma,de indagar acerca de la razn de ser de la Geografa en nuestrotiempo (3)
Por otro lado, la comunidad cientfica no ha alcanzado
todava un acuerdo sobre qu se ha de entender por Geografa
Poltica y por Geopoltica, ni tampoco existe un consenso
sobre cules son las relaciones existentes entre ambas. Por
y
esta razn, tambin intentaremos aqu esclarecer este tema,
o, al menos, procuraremos establecer cul es nuestra
posicin al respecto. Dicha posicin parte de la base de que
actualmente se ha llegado o se est llegando a un
acuerdo, bastante amplio, que considera a la Geopoltica
como una parte especializada de la Geografa Poltica
.
Pero no se trata exclusivamente de establecer cul es la
tradicin en la que se pretende actuar, sino tambin de
hacer explcito el punto de partida del trabajo a la luz de
los cambios ocurridos desde finales de los afios 60 en
nuestra disciplina. El surgimiento de una Geopoltica
crtica (4), que pretende liberarse del fetichismo del
Estado, y-a a marcar una ruptura radical con la reflexin
geopoltica tradicional y abre nuevos senderos que, sin
duda, merece la pena recorrer.
Tambin creemos que es necesario precisar cules han sido
y cules son las relaciones entre la Geopoltica y la
disciplina de las Relaciones Internacionales; pero, sobre
todo, hay que intentar indagar sobre los posibles beneficios
mutuos que se puedan derivar de una colaboracin, de una
interfecundacin, si se nos permite el trmino.
1.1. LA GEOGRAFIA POLTICA
Esta investigacin se enmarca, como ya hemos seuialado,
dentro de una tradicin cientfica conocida como Geografa
Poltica, tradicin que hace no muchos anos pareca
abandonada. Era considerada una corriente estancada que
DAF E VIII /1 7 .rc?
mora segn la expresin tantas veces citada de BERRY (5),
pero desde los afios 70, como trataremos de describir y
analizar ms adelante, ha resurgido con renovado vigor.
Vamos a ocuparnos a continuacin del surgimiento e
institucionalizacin de una disciplina cientfica, la
Geografa Poltica; tambin de cmo entronca con la
Geografa, entendida como saber estratgico, as como de
cul ha sido su relacin con la Ciencia Poltica; o dicho de
otra forma, situaremos la Geografa Poltica en el contexto
de la geografa de los profesores y de la geografa de
los estados mayores (6), sin olvidarnos de hacer una
referencia a sus relaciones con otros saberes y disciplinas
cientficas.
1.1.1. Orgenes e institucionalizacin de la disciplina
La institucionalizacin de la Geografa como disciplina
cientfica durante el siglo XIX en Europa (7> signific la
delimitacin de varios campos dentro de la misma. Uno de
esos campos es la Geografa Poltica, que estuvo
estrechamente ligada en sus inicios a la Geografa Comercial
y a la Geografa Colonial.
Las razones que condujeron a dicha institucionalizacin,
como sefiala CAPEL.
hay que buscarlas no tanto en la lgica interna delconocimiento cientfico como en la accin de factores, en estmulos procedentes de la sociedad de la poca(8).
Estos estmulos no se pueden reducir exclusivamente a uno
LZ4PITIJLU it it.
; sin embargo, si se puede afirmar que la Geografa
Poltica y no menos la Colonial y Comercial se
desarrollaron, fundamentalmente, por mor de los intereses
nacionalistas e imperialistas de las pujantes burguesas
europeas; en otras palabras, una y otras fueron instrumentos
de las nuevas clases dominantes, tanto para perfeccionar el
control polltico interno del territorio de cada Estado, como
para competir en las mejores condiciones con otros Estados
por el dominio de otros territorios.
En general, se considera que la aparicin formal de la
Geografa Poltica en sentido moderno (10) coincide con la
publicacin en 1897 de la obra con tal titulo de Friedrich
RATZEL ; aunque, en sentido estricto, habra que seflalar
el afio anterior, cuando aparece su conocido artculo sobre
Las leyes del crecimiento espacial de los Estados
CAPf~/itt) 1 12
Geografa Poltica de RATZEL es de hecho una Geografa del
Estado y es el vehculo. implcitamente, de una concepcin
totalitaria, la de un Estado todopoderoso , se
ocuparan exhaustivamente de diversos aspectos de la
Geografa Poltica.
A partir de la anterior exposici6n no podemos, ni mucho
menos debemos, deducir que fuese sta la primera vez que
abordaba el ser humano reflexiones sobre las relaciones
i$s$P,tTUL!) it -fa
entre lo poltico y lo geogrfico. Se pueden citar
numerosos antecedentes a este respecto (19>, desde HERODOTO,
o incluso ARISTOTELES
CAPETULO 1 14
Es un hecho ampliamente sealado (25>. sin embargo, que
la Geografa Poltica, en tanto que subdisciplina acadmica,
entra en una severa crisis a raz del descrdito en el que
cay debido a los indudables excesos de la Geopolitik
alemana ms adelante nos ocuparemos de ella durante el
rgimen nacionalsocialista. Sin embargo creemos que este
factor no puede explicar, por s solo, la decadencia de la
reflexin geogrficopoltica en los ambientes cientficos,
Ho eran HAIJSHOFER, sus colegas y discpulos los nicos
pensadores que haban desarrollado esta tradicin, y, no
obstante, es slo su labor la considerada por algunos como
el factor desencadenante de la crisis (26>. Creemos que es
acertado seflalar que los gegrafos polticos de los aos
cincuenta y sesenta intentaron permanecer fuertemente
anclados en el campo cientfico de la Geografa evitando
la peligrosa esfera de lo poltico, a fin de superar el
callejn sin salida al que haba llegado la Geopolitik, a la
vez que se intentaba buscar un camino menos controvertido a
la subdisciplina. En cualquier caso, pensamos que de ningn
modo se puede atribuir la responsabilidad a este nico
factor.
Asimismo, en la decadencia de la Geografa Poltica
influy un hecho relacionado con el propio desarrollo
cientfico de la Geografa. A partir del decenio de los aos
50 y en este sentido, suele seflalarse un conocido trabajo
de SOHAEFER (27) como el punto de partida-, se impone un
modelo de ciencia que se encuentra obsesionada por la
bsqueda de una neutralidad imposible, para la que, en buena
lgica, todo lo que sonase a poltico era tab. De este
CAPE TUL!? 1 :15
modo, los trabajos de Geografa Poltica son relativamente
escasos e intentan desarrollar una Geografa Poltica
apoltica; como seala SHORT, en le nueve Geografa
el nfasis de la economa neoclsica en sealar la economacomo un sistema armnico, que se autorregula, donde cada factorde produccin recibe su justa recompensa, ignoraba lascuestiones del conflicto y de la distribucin desigual, y elobjetivo del positivismo lgico enfoca su atencin sobreafirmaciones empricamente verificables en particular y alanalisis de datos en general, lejos de donde operan las msinmateriales relaciones de poder dentro de la sociedad. Unaverdadera Geografa Poltica no poda florecer en un clin as(28).
Un pequeo nmero de gegrafos, en cualquier caso, sigui
practicando la subdisciplina. Son notables los casos de
GOTTMANN(29), HARTSHORNE (30> y JONES , que desde un
enfoque funcionalista desarrollaron las escasas innovaciones
de este momento; aunque, como seala SMITH, continuaron
concentrando su objeto de estudio de modo ms o menos
exclusivo en el Estado
/)APETULt? :1 18
ausente de la Geografa acadmica, ausencia que se acenta
en la medida en que sus practicantes se aislen, en mayor o
menor medida, en sus torres de marfil. Se habra producido,
segn LACOSTE, un divorcio entre los gegrafos acadmidos y
los gegrafos empleados por la Administracin civil y
militar, entre la Geografa de los profesores y la de las
estados mayores .
Pero esta afirmacin creemos que, en cierta medida, es
excesiva. No slo la Geografa de los estados mayores
como el mismo LACOSTE reconoce, tanto hoy como antes,
recurre a los resultados de las investigaciones cientficas
emprendidas por los universitarios (35>. sino que tambin
las investigaciones de los profesores tienen, en mayor o
menor medida, una intencin de intervencin poltica, sea
inmediata o no. Adems, no se puede olvidar que existe una
movilidad de gegrafos profesionales entre ambos mbitos,
cuando menos en determinadas circunstancias como, por
ejemplo, durante los conflictos blicos (36).
En ltima instancia, creemos que esta posicin de LACOSTE
responde a una concepcin especfica, en cierta medida
reduccionista, del poder; ste estara concentrado en el
Estado y slo desde esta instancia se puede asignar sentido
al saber. Considerar el poder como algo que se puede
conquistar, mantener o perder, supone independizarlo de
las relaciones sociales, que entonces se podran en teora
constituir al margen del poder; implicara poco menos que
entenderlo como un botn que genera guerras por su
captura. Pero, como seala FOUCAULT, la humanidad es
CAP.E TuL 0 it 17
efecto e instrumento de relaciones de poder complejas, cuerposy fuerzas sometidos por dispositivos de encarcelamientomltiples, objetos para discursos que son ellos mismos elementosde esta estrategia tel subrayado es mIo)
y los cientficos, universitarios o no, no son ajenos a
esa realidad, son efecto e instrumento, pero tambin sujeto
en las relaciones de poder. Entendemos, en definitiva, que
estas relaciones son ms complejas que como las concibe
LACaSTE, y es ese reduccionismo el que le conduce, segn
creemos, a la concepcin pasiva del cientfico.
Nos parece tambin arriesgado, a la vista de lo
antedicho, afirmar, como hace LACOSTE, que la Geografa
acadmica -y, en especial, la Geografa Poltica acadmica
tienen fundamentalmente una funcin ideolgica, que sirve
para apuntalar, con la nebulosidad de sus conceptos.
cualquier tesis poltica (38). A nuestro entender, las
posiciones tericas que ven en el discurso poltico o
geopoltico un mero instrumento justificador de una
determinada prctica olvidan que el discurso ideolgico goza
de una autonoma que genera unas relaciones de poder propias
que en numerosas ocasiones conducen, por encima de otras
consideraciones, a la toma de determinadas decisiones.
Creemos que intervenciones, como las de los Estados Unidos
en Corea o en Vietnam y muchas otras durante la llamada
guerra fra, no se pueden explicar si no se tienen en
cuenta no de forma exclusiva, pero s en gran medida los
cdigos geopolticos mantenidos por los Estados Unidos en
aquellos momentos; cdigos geopolticos en cuya elaboracin
cobra una gran importancia un modelo geopoltico, que
podemos calificar de ideolgico, como es el que elabor Sir
CA/-RE rut ti 1
Halford MACRINDER (41> ha supuesto una incorporacin
completa y efectiva de esta disciplina (42). Situacin que
redunda en una frgil comprensin del politlogo del rol o
roles que desempea el espacio en la constitucin de su
objeto de estudio.
Dos revisiones bastante exhaustivas de la literatura en
Ciencias Polticas, realizadas desde diferentes perspectivas
y en diferentes momentos, llegan a las mismas conclusiones:
PRESCOTT seala que los politlogos han realizado una
contribucin mucho menor al campo [de la Geografa Poltica)
que los gegrafos ; y LAPONCE, tras un estudio de los
flujos entre la Geografa y la Ciencia Poltica, concluye
que
entre 1975 y 1981 la densidad de trfico interdisciplinario hasufrido un fuerte incremento, pero, tanto en 1981 como en 1975,los lazos entre la Geografa y la Ciencia Poltica son todavadbiles. Si en 1981 la Geografa importa de la Ciencia Polticaun poco ms de lo que lo haca en 1975. sta ltima, tanto en1981 como en 1975, ignora a la Geografa
CARI EIJLO 1 19
acuerdo con lo que afirmbamos anteriormente.
Entre otros motivos que explican esta ignorancia de la
Ciencia Poltica, estamos de acuerdo con LAPONCE en qu hay
que sealar el hecho de que los trminos del razonamiento de
un gegrafo y de un politlogo son diferentes: el primero
busca las relaciones que puedan existir entre lugares,
mientras que el segundo analiza fundamentalmente
instituciones que no parecen tener soporte en ningn lugar
caracterstico . Pero, por otra parte, es sorprendente
esta falta de atencin, si tenemos en cuenta que el objeto
de estudio al menos, en las versiones tradicionales de la
Geografa Poltica y de la Ciencia Poltica es comn: el
Estado.
Puede que sea ms fructfero indagar en la lgica de
formacin e institucionaliacin de las Ciencias Sociales a
la hora de explicar la falta de inters de la Ciencia
Poltica por la Geografa Poltica. La Ciencia Poltica ha
sufrido, como todas las Ciencias Sociales, la primacia
terica de la historia sobre la geografa
C4P.t 77JL0 1 jo
segn la califica SOJA Ciencia Social crtica ha sido capaz
de reincorporar una hermenutica espacial a la hermenutica
histrica. Esta puede ser una de las vas que transforme la
disposicin actual de la Ciencia Poltica hacia la
Geografa Poltica, cuya conexin, como veremos a
continuacin, ofrece una posicin sumamente valiosa para el
cientfico social.
1.1.4. Una disciplina intermedia
Las ciencias sociales, por ms que algunos lo pretendan,
no constituyen compartimentos estancos y, lo que es ms
importante, una actitud de rgida separacin es muy poco
fecunda. Deca FOUCAULTque
todas las ciencias humanas se entrecruzan y pueden siempreinterpenetrarse las unas a las otras, que sus fronteras sedesvanecen, que las disciplinas intermedias y mixtas semultiplican indefinidamente (48)
Una de estas disciplinas la constituye o deberla
constituirla, a nuestro juicio, la Geografa Poltica.
Evidentemente, esta posicin no es aceptada de forma
universal por los practicantes de la disciplina. Como hemos
visto, desde los que defienden a toda costa el mtodo
geogrfico como sea de identidad de la disciplina hasta
los que la rechazan por su partidismo poltico, muchos
consideran que debe ser estrictamente Geografa o Ciencia
Pal t i ca.
No obstante, el deseo de vincular la Geografa con la
Ciencia Poltica se encontraba ya, sin lugar a dudas, en los
padres fundadores de la Geografa Poltica; as RATZEL, en
IAP.E TI/LO it 21
la Introduccin a su obra seminal, escriba, refirindose a
la misma: Si pudiese contribuir a un acercamiento entre las
Ciencias Polticas e Histricas, de una parte, y la
Geografa, de otra, me sentira generosamente recompensado
por mi trabajo (49).
Pero no siempre ha sido sta la actitud ms generalizada
en el campo de la Geografa, y mucho menos en las Ciencias
Polticas. La importancia de definir con precisin las
disciplinas que se generan en los siglos XVIII y XIX es
consecuencia, en ltima instancia, de la lucha por lograr
extender la influencia en el mbito acadmico y, por lo
tanto, el dominio que conduce a una situacin privilegiada,
ya sea desde un punto de vista econmico o desde cualquier
otro. En este sentido, la agria disputa, mantenida en
trminos cientficos, que a principios de siglo enfrent a
DURRHEIM y VIDAL DE LA BLACHE, as como a varios de sus
discpulos, no puede entenderse al margen de los intereses
institucionales de unos y otros (50>.
Desde una perspectiva cientfica, este tipo de actitud es
completamente estril, pues no slo no conduce a una mayor
precisin explicativa, sino que a la postre en numerosas
ocasiones los rivales desvirtan por completo los argumentos
cientficos en aras de una mayor contundencia. Con irona
denuncia PIATIER este tipo de conductas:
El mandarn que en la Universidad pasa ms tiempo defendiendola frontera de su disciplina que desbrozndola no es muydiferente del mono que marca los limites de su zona reservadacon sus excrementos
Esta satrica comparacin no hace ms que poner en evidencia
>9IrAn TIlLO 1
una necesidad: si se quiere defender una disciplina hay que
practicarla, y se habrn de traspasar los lmites que sean
necesarios en aras del perfeccionamiento de la descripcin y
explicacin de los hechos.
Ms aun, no se trata aqu slo de tener un prejuicio
negativo hacia la separacin de los saberes, sino que creo
que hay que superar las barreras, establecerse en las zonas
intermedias como mejor modo de lograr avances en el
conocimiento; como seala REYNAUD:
Razonar en trminos de interseccin es ciertamente msfructfero que considerar las relaciones entre las cienciassociales en trminos de todo o nada
CAPE tUL!? .li 23
1.2. LA GEOPOLTICA
Es importante establecer desde un principio qu se
entiende por Geopoltica, dado que la denominacin se ha
utilizado desde mltiples perspectivas y con un significado
a menudo contradictorio.
No es uno de los propsitos de este trabajo, como ya
hemos sealado antes, realizar un estudio pormenorizado de
la evolucin de la Geopoltica como disciplina (53), No
obstante, s que es importante establecer cules son sus
presupuestos bsicos, as como cules han sido sus escuelas
principales, es decir, el corpus de conocimiento donde se
inscribe, a fin de poder fijar mejor la perspectiva con la
que abordamos el presente trabajo. Tampoco es ociosa la
precisin sobre las caractersticas del anlisis
geopoltico, a la vista de la escasez de ejemplos en el
quehacer cientfico espaol . Las causas de este hecho
podran ser objeto por si mismas de otra tesis doctoral, ya
que es sorprendente que, al menos durante un rgimen con
tantas similitudes al nacionalsocialista alemn o al
fascista italiano, no se conformase, ms all de espordicas
aportaciones, una Geopolitik de parecidas caractersticas a
las desarrolladas en los antedichos Estados.
1.2.1. La Geopoltica: estudio de las relaciones
espaciales exteriores de los Estados
El trmino Geopoltica ha sido usado, de forma precisa,
por EAST & MOODIE
CARI TI//O it 24
para referirse convenientemente a las relaciones geograficasexternas de los Estados y, ms especficamente, a los aspectosgeogrficos de esas relaciones exteriores y los problemas de losEstados que afectan a todo el mundo .
En trminos generales, se va a utilizar en este trabajo en
ese sentido. Pensamos que esta definicin recoge el conjunto
de elementos en cuyo estudio se ha ido conformando una
peculiar tradicin, que es fundamentalmente moderna, aunque
entronca con la tradicin ms antigua de la Geografa en
tanto que saber estratgico, a la que ya nos hemos
referido con anterioridad.
En la medida en que se acepte la anterior definicin, la
Geopoltica tiene que ser entendida entonces como una
subdivisin de la Geografa Poltica y no una disciplina
paralela . De esta forma, se podra afirmar que todo
estudio de carcter geopolitico estara englobado dentro del
campo de la Geografa Poltica, pero que el objeto de
estudio de esta ltima seria ms amplio. Por ello, sobre
todo, entendemos que la definicin antedicha expresa de una
forma bastante precisa cul es el objeto general de estudio
de lo que en la actualidad conocemos como Geopoltica, que
no puede ser otro que la escena internacional desde un
punto de vista espacial o geocntrico (57).
Hay que sealar, tambin, que desde sus principios la
Geopoltica va a concentrar su atencin en el entendimiento
del todo (58); por lo tanto, la escala global es su nivel
analtico fundamental. Este hecho constituye para algunos
una seria deficiencia en la virtualidad explicativa de la
Geopoltica y, sobre todo, de su capacidad crtica; en este
CAPET//t 0 1 25
sentido, es notable la crtica de RAEFESTIN, que seala
precisamente que la Geopoltica
no es un enfoque utilizable con todas las escalas Eyaque] se trata de un mtodo que entraa una concepcin del poderque proviene directamente de un determinismo geogrfico (..> ElEstado, con mayscula, es el nico actor que la Geopolticatiene en cuenta. Retomar, sin darle otra forma, el modo derazonamiento geopoltico significa negar de antemano lasposibilidades de la poblacin para reencontrar su propio poder(59>.
En nuestra opinin, no se puede pretender continuar sin ms
las prcticas de la Geopoltica clsica de ello nos
ocuparemos ins adelante. Ahora, slo quisieramos aqu
adelantar que no creemos que sea una tradicin completamente
desdefiable dentro de la perspectiva de una Ciencia Social
crtica, y tal entendemos que es el sentido de la
apreciacin de RAFFESTIN: no se puede retomar la Geopoltica
sin conformara de otra manera; porque, desde luego, no cabe
pensar en desechar la disciplina slo sobre la base de
determinada prctica clsica, pues seria poco til
desaprovechar su potencial analtico.
La Geopoltica, cuyas caractersticas definitorias ms
importantes acabamos de sealar, se fue conformando
inicialmente desde la obra del britnica MACKINDER; a pesar
de que fue el sueco KJELLEN , en 1899, el autor que
acu el trmino Geopolitik, que apenas seria conocido
antes de la Primera Guerra Mundial.
Algunos autores (61> citan asimismo al norteamericano
MAHAN como otro de los padres fundadoresde la Geopoltica.
Este oficial de la Armada
I.~API71/LO .7 26
Amrica, public en 1890 una de las primeras y ms
relevantes obras sobre el tema (63). En ella sealaba que
el podero naval era el fundamental en un Estado, y, que tal
poderlo se deriva de una Marina de Guerra fuerte, que slo
poda desarrollarse ntimamente ligada al comercio martimo,
cuyo auge se originara en la posesin de colonias ni que
decir tiene que el modelo inspirador no era otro que la
Armada britnica. Tambin examin los factores que
condicionan la potencia naval, agrupndolos en seis tipos:
posicin geogrfica, conformacin fsica, extensin del
territorio, cantidad de poblacin, carcter del pueblo y
carcter del gobierno, y escrutando en cada uno de ellos las
posibilidades de los Estados Unidos -pas del que, no
olvidemos, era ciudadano en tanto que potencia naval.
Tambin se suelen situar los trabajos de RATZEL en el
origen de la Geopoltica. En alguno de ellos se ocup de
problemas similares a los de MAHAN
CARI Tiff. 0 1 27
surgimiento de la Geopoltica. Estamos de acuerdo con PARKER
en que fue MACKINDER, no obstante, quien trenz estos
diferentes cabos de pensamiento para producir lo que L.S.
AMERY llam una idea comprensiva . Es decir, que fue
MACRINDERquien conform la subdisciplina tal y como hoy la
conocemos; l fue precisamente quien encaj las piezas del
conjunto.
No es casualidad que la obra de MACKINDER se desarrollase
en plena poca de expansin imperial britnica, situacin
que dio lugar a un creciente inters por los problemas de
ultramar. Su preocupacin por las ventajas geoestratgicas
de la potencia terrestre sobre la potencia martima para el
dominio del planeta era, en gran medida, reflejo de un
hecho: se habla completado el reparto colonial de los
territorios libres ultramarinos, y diversas potencias
comenzaban a reclamar la realizacin de uno nuevo,
disconformes con lo injusto del anterior, cuando no
pasaban directamente a la accin desalojando a viejos
imperios de sus dominios coloniales sin ir ms lejos, la
agresin norteamericana a los restos del imperio espafiol en
1898- para apoderarse de los mismos. El propio MACRINDER
sealaba que los inicios del siglo XX marcaban el fin
de la poca colombina, durante la cual la exploracin
geogrfica del planeta se haba terminado prcticamente, y,
lo que era ms importante an, ya no existan territorios
cuya posesin pudiera realizarse de forma pacfica, por eso
consideraba que
De aqu en adelante, en la era poscolombina, nos hallaremos conun sistema poltico cerrado y, lo que no tiene menosimportancia, la esfera de accin del mismo ser el mundo entero
CARTEL/LO it 28
Considero, en consecuencia, que en la dcada actual nosencontramos por primera vez en condiciones de intentar ladeterminacin ms o menos completa de la correlacin que existeentre las ms amplias generalizaciones geogrficas e histricas
y podemos buscar una frmula que expresar, hasta ciertopunto, algunos aspectos de la causalidad geogrfica en lahistoria universal o corazn continental (Heartland>,
segn la versin de 1919 dentro de Eurasia podra ejercer
una influencia decisiva sobre la vida poltica del mundo
entero. A fin de contrarrestar esta superioridad
geoestratgica, MACRINDER prescriba a la potencia martima
en aquellos momentos, el Reino Unido una poltica de
equilibrio de poder en el cinturn interior que rodea al corazn continental de Eurasia, ya
que si esta masa llegase a ser dominada por la potencia
terrestre, sta dominara inevitablemente el mundo .
Una formulacin de este tipo se presta a una fcil
crtica por su determinismo; es sencillo deducir de los
escritos de MACKINDER que los procesos geopoliticos
importantes estn determinados por la posicin que ocupan en
el planeta las diferentes potencias que intervienen en
ellos. Esta concepcin recuerda mucho a la interpretacin
que hace RAIZEL del evolucionismo darwinista; sin embargo,
no se ajustan a ese fatalismo las frmulas de accin
prescritas por MACRINDER que, como seala PARKER,
presuponan un alto grado de potencial emancipador de
CARI 77/LI? it 99
aquellas ataduras ambientales que tanto se haban apretado
histricamente .
No obstante, la mayor parte de las criticas que se han
realizado al modelo sobre todo, las contemporneas parten
de un malentendido fundamental:
MACKINDER est escribiendo sobre un sistema global que estapareciendo [de forma clara], en un momento en el que se pensabatodava [slo] en trminos de un sistema continental .
La percepcin de ese sistemamundial, que se haba comenzado
a gestar cuatrocientos aos antes, probablemente no se
pudiese realizar antes de que se hubiera cerrado el sistema,
pero lo que no se le puede perdonar al cientfico social es
que contine realizando su labor como si ese sistema no
existiese -
Esta tradicin geopoltica, que es como hemos visto
necesariamente moderna, tiene sus continuadores (73>. Tras
MACKINDER hay que mencionar, entre los ms importantes, al
norteamericano de origen holands SPYKMAN , que a
finales de los aos 30 se adentr en el anlisis de las
relaciones entre geografa y poltica exterior ,
expresando de nuevo la frmula que desde Napolen fascina a
todo hombre de Estado realista: La Geografa es el factor
condicionante ms fundamental en la formulacin de una
poltica [exterior] nacional porque es el ms permanente
(76>. Pero SPYKMAN es especialmente conocido por dos libros
, escritos con intencin explcita de intervencin en la
formacin de la poltica exterior norteamericana. En ellos,
partiendo de la consideracin de que
la sociedad internacional es (...> una sociedad sin una
1$APT TIlLO .7 30
autoridad central para mantener la ley y el orden y sin imainstancia oficial que proteja a sus miembros en el disfrute desus derechos [SPYKMANplantea que] una acertada polticaexterior para los Estados Unidos debe desarrollar unaestrategia global tanto para la guerra comopara la paz basada en las implicaciones de su localizacingeogrfica en el mundo
Esta declaracin de realismo poltico se encuentra en
la base del desarrollo de la escuela realista de las
Relaciones Internacionales, de la que nos ocuparemos ms
adelante; pero, sobre todo, plantea descarnadamente la
cuestin del deseo de los autores que escriben de
Geopoltica de modelar o influir en la poltica exterior de
su pas, lo que conduce necesariamente a una elaboracin
tendenciosa de los modelos geopoliticos desde una
perspectiva nacional .
La importancia de SPYKMAN, vista desde una perspectiva
actual, radica tambin en su papel de puente entre MAHAN y
MACKINDER y la Geopoltica conservadora que reaparece con
vigor en los aos 70 ; hay que resaltar especialmente
los trabajos de GRAY
CAPfTIJLO 1 31
otras una justificacin intelectual de objetivos
nacionalistas espurios; MAOKINDERestaba tan obsesionado, al
menos, como HAUSHOFERcon la intencin de influir en la
poltica exterior de su propio pas; en otras palabras, la
Geopoltica tradicional es una disciplina prescriptiva.
Tampoco creemos que haya que vincular la tradicin a la obra
de MACKINDER. y no a otros, debido a que su modelo ha sido
el ms conocido y el que ms influencia ha tenido en el
siglo XX. La clave para entender la originalidad del
pensamiento de MAOKINDER reside, a nuestro juicio, en el
hecho de que el punto de partida de su anlisis es el mundo
en tanto que sistema poltico ya cerrado; la historia ya no
puede seguir siendo slo europea, ha de ser universal, y
slo desde esta aseveracin puede desarrollarse la
Geopoltica.
No olvidemos, por ltimo, que esta Geopoltica
clsica, que como hemos sealado consideramos parte de la
Geografa Poltica, sufre los mismos problemas que sta;
as, la categora fundamental de su anlisis, por no decir
la nica, es el Estado. Las limitaciones que conleva esta
fetichizacin del Estado ya las hemos sefialado antes, pero
adems hay que entender que, en la medida que son
considerados como entidades autnomas cuyo objetivo es
aumentar su poder, la funcin de esta Geopoltica no puede
ser otra que la de informar y aconsejar a los conductores
del Estado y, en ltima instancia, movilizar al pueblo
encuadrado en dicho Estado. Pueblos y Estados que son
considerados realidades dadas, son los actores del drama o
de la comedia, y no cabe ir ms all.
CARI TLIL 0 it 32
1.2.2. Otras formas de entender la Geopoltica
En otro lugar sealbamos Geopoltica cono ciencia del Estado: la Geopolitik
Los practicantes de la Geopolitik adoptaron, con mayor o
menor fidelidad segn el autor, la definicin dada por el
que acufi el trmino, el sueco KJELLEN (87>, que consideraba
que la Geopoltica estudiaba
la influencia de los factores geogrficos, en la ms ampliaacepcin de la palabra, sobre el desarrollo poltico en la vidade los pueblos y Estados .
CAP]? it/LO it .113
En efecto, esta definicin ampla y a la vez centra
excesivamente el objeto de estudio: no se ocupara slo de
las relaciones externas de los Estados, sino de todas las
actividades del mismo y, por otro lado, adoptara una
perspectiva ultradeterminista centrada en el estudio de la
influencia del medio sobre la accin poltica.
Las anteriores son dos de las caractersticas principales
de lo que se pretendi ciencia del Estado
CA/RE Ti/LO Ji 34
Conviene sealar, tambin, la importancia de esta
tendencia para nuestro estudio, ya que en varios pases del
Cono Sur americano este tipo de estudios han mantenido plena
vigencia (97) y, lo que es ms importante como veremos, gran
influencia entre los integrantes del estamento militar (98),
sobre todo.
E> La Geopoltica reducida a Geopolitik
Durante la II Guerra Mundial y en el decenio posterior
sobre todo, un buen numero de gegrafos (99> asimil la
disciplina de la Geopoltica con la prctica de la escuela
alemana, considerando que va mas all del estudio objetivo
de los factores geogrficopolticos y es una pseudociencia
aplicada con objetivos muy cuestionables . Entonces,
distinguiran esa despreciable geografa de Estado
de la respetable Geografa Poltica que, por el contrario,
constituira una autntica ciencia. Pero ni la distincin ni
la descalificacin tienen mucho sentido. Por un lado, las
investigaciones realizadas en otras subdivisiones de la
Geografa Poltica como, por ejemplo, la Geografa Electoral
han sido utilizadas para manipulaciones polticas as el
caso del gerrymandering (102)- sin que ello haya conducido
a un rechazo de la misma. Por otra parte, a la luz de
estudios realizados recientemente , el carcter
instrumental de la Geopolitik respecto al rgimen
nacionalsocialista alemn es cada vez ms discutido, y no
parece ajustarse a una controvertida realidad la versin que
los primeros crticos formulaban, en la que los ejrcitos de
Hitler eran poco menos que el brazo armado de los
35i.A1-ITULL? .1
geopoliticos.
Estos crticos, como sefiala SPENCER rechazara no slo el trmino Geopoltica, sinotambin ese cuerpo de investigacin que el trmino habacomprendido previamente .
Dejando, de este modo, el razonamiento geopoltico
exclusivamente en manos de los estados mayores, a los que
se refera LACOSTE, como hemos visto ms arriba.
O) La Geopoltica como una Ciencia Poltica
Algunos politlogos han intentado diferenciar Geografa
Poltica y Geopoltica asignando a cada una un nfasis
diferente; la primera estudiara los aspectos polticos de
los fenmenos geogrficos, mientras que la segunda dara una
interpretacin geogrfica de los fenmenos polticos .
Semejante separacin se intenta imponer, principalmente,
en el contexto del enfoque autodenominado Ecologa Poltica
, que se desarroll, bsicamente, en Norteamrica en
los aRos 50 y 60. Se propona estudiar tanto lo geogrfico
que est detrs de la poltica, como lo poltico que est
detrs de la geografa; lo que propicia una aproximacin
bastante descriptiva y superficial a los problemas. Incluso,
lejos de ser una base adecuada para solucionar los problemas
de la relacin entre Geografa Poltica y Geopoltica, como
CAPE/tILO Ji 36
seala SMITH, ello no hizo ms que reafirmar el dilema
acerca < . . . > de cul era el objeto del que se ocupaba la
disciplina .
D> Geopoltica: una -ciencia dinmica
Siguiendo un cierto paralelismo con los tericos de la
Geopolitik, algunos gegrafos especulan con el carcter
supuestamente ms esttico de la Geografa Poltica frente a
la dinamicidad de la Geopoltica. En este sentido, MASSI
considera que
la primera estudia ms estticamente los Estados sobre la basede sus contenidos territoriales, buscando tipos yclasificaciones en conexin con las caractersticas ambientales;la segunda tiene por objeto los espacios polticos, msdinmicos en su desarrollo, ya sea microespacios en el interiorde una frontera poltica, ya sea macroespacios que puedensuperar los confines estatales .
Esta definicin llevar a MASSI a comparar la Geopoltica y
la Poltica Econmica: aqulla es a la Geografa Poltica,
lo que sta es a la Economa Poltica .
Al entender de este modo la Geopoltica como geografa
voluntaria se adopta una posicin, como ya hemos sealado,
que est en lnea con la pretensin de la Geopolitik de ser
un auxiliar del arte de gobernar. Desde luego, consideramos
que entre los objetivos de las obras de la Geopoltica
tradicional se encuentra el de influir en la poltica de los
Estados de sus autores; como seala TAYLOR la mayor parte
de los escritores geopolticos han querido practicar la
Geopoltica . Esto ha sido una fuente continua de
problemas en el seno de la disciplina, por lo que no parece
el mejor cauce para el desarrollo de la misma.
LAPETI/LI? ji 37
Hay que tener en cuenta que todo discurso ayuda a
conformar unas determinadas relaciones de poder y en esa
medida, de cualquier Geopoltica se derivan necesariamente
estrategias, implicitas o explcitas, de accin. Por ello
diferenciar a la Geografa Poltica y a la Geopoltica sobre
estas bases podra conducir a un proceso esterilizante de
separacin entre teora y prctica, anlisis y aplicacin.
Adems, en cualquier caso, aunque se pueda estar de acuerdo
con el hecho de que para realizar un estudio geopolitico sea
necesario considerar la evolucin de su objeto, ello no
tiene por qu constituir una caracterstica diferencial
C.4P.E TI/LI) .1 38
configuraciones geogrficas, a la vez fsicas y humanas
(114), y que puede ser utilizada tanto a escala
internacional como a escala regional, en tanto que se trata
de un razonamiento tctico y estratgico (115>: +
Hablar de Geopoltica a propsito de las rivalidades de lasgrandes potencias
CARI TI./L. (3 .1 La Geopoltica como estudio de la rivalidad entre
potencias
Para algunos, la Geopoltica debera reducirse al estudio
de determinadas relaciones externas, fundamentalmente las
rivalidades entre superpotencias; una forma de usar el
trmino similar al utilizado por KISSINGER, en su
popularizacin en los aos 70
t$ulPI TUL!? .1 40
Ambas estructuras estn relacionadas, segn TAYLOR, ya que
la rivalidad en el centro se produce a fin de dominar la
periferia.
No encontramos til la reduccin del objeto de estudio
que realiza TAYLOR: por un lado, dificultarla la comprensin
de las relaciones existentes en el sistema de Estados
nacin, ya que habra una sobredeterminacin de las mismas
por parte de las superpotencias; por otro, la ruptura con la
tradicin geopoltica, en este aspecto, no facilitara la
percepcin de las continuidades existentes.
1.2.3. Cdigos geopolticos y modelos geopoliticos
Va a ser importante, tanto para el anlisis que
acometeremos en la segunda parte del trabajo como para una
definicin precisa de la Geopoltica, distinguir entre lo
que TAYLOR, siguiendo a AGNEWy OTUATHAIL, denomina cdigos
geopolticos y modelos geopolticos. A partir de la
definicin que hacen stos de la Geopoltica como
una forma particular de razonamiento que evala y ordenalugares en trminos de la seguridad de un solo Estado o grupo deEstados
CAPITL/L/3 1 41
los intereses del Estado, una identificacin de las amenazasexternas a ese inters, una respuesta planificada a talesamenazas y una justificacin para esa respuesta .
Se tratara, en otras palabras, de una geopoltica prctica
necesaria en todo momento para conducir la poltica exterior
de cualquier Estado.
No cabra pensar en ningn pas sin un cdigo
geopoltico, que, dependiendo de la importancia de aqul,
tendra mayor o menor amplitud de miras. As, de los tres
niveles de cdigo geopoltico que distingue TAYLOR local
regional y global .
todos los Estados, por ms pequeos que fueran necesitaran
un cdigo geopolitico local que evaluara los intereses y
amenazas de los Estados vecinos; los cdigos de nivel
regional son necesarios para los Estados que aspiran a
proyectar su potencia ms all de sus vecinos ms
inmediatos (126>; mientras que slo unos pocos potencias
de mayor rango tendran codigos globales que evaluasen
todos los espacios del planeta. Esta multiplicidad de
niveles de un cdigo provocara que un mismo suceso como,
por ejemplo, una guerra respondiese a ms de una lgica en
su desarrollo.
En cambio, al hablar de modelos geopolticos se est
haciendo referencia al razonamiento geopoltico formal,
donde las ideas prcticas se organizan en teoras en los
escritos geopolticos acadmicos
CAPITULO 1 42
contexto donde se generan. Se trata, fundamentalmente, de la
produccin por lo general, acadmica realizada en la
prctica de esa subdisciplina que estamos intentando
definir: la Geopoltica.
Cdigos y modelos no estn desvinculados en mundos
aparte; aquellos que elaboran modelos querran que stos se
convirtiesen en cdigos, es decir, pretender influir en la
poltica exterior de su pas
API TUL/3 .1 43
o sus colonias (131)
Sera entonces una especialidad de la Geografa Poltica
que, desde luego, recuerda mucho a la Geopoltica, tal como
la hemos definido antes.
El origen del equivoco se encuentra muy probablemente en
el empleo que hace COHEN de los trminos regin
estratgica y regin geopoltica ,
mientras que el segundo, en cuanto subdivisin de la
anterior, expresa la unidad de caractersticas geogrficas
. Este uso particular se recoge en el proceso de
recuperacin de la Geografa Poltica, quizs a fin de
evitar los problemas del uso del trmino Geopoltica,
hablndose de este modo sobre las investigaciones
gecestratgicas de Sir Halford MACKINDER o de el
resurgimiento de los estudios geoestratgicos , y creemos, como
FOUCHER, en la necesidad de conservar ese sentido al trmino
CARI TUtU 1 44
(140>. Entendiendo, as, que
la Geoestrategia no es entonces una ciencia social, sino unaprctica concreta en los lugares que son analizados coso teatrosde operacin, reales o eventuales. La Geoestrategia afronta lasconfiguraciones espaciales con arreglo a la guerra y a ladefensa
CAP.E TUL(3 .1 45
Por otra parte, es necesario sealar que esta renovacin
de la Geopoltica, en cualquiera de sus versiones, no
supondra una ruptura total con la anterior; existen
continuidades y tambin rupturas, las primeras predominan en
la nueva Geopoltica conservadora, mientras que las
segundas abundan en la Geopoltica critica; pero ello no
supone que nos encontremos ante una nueva disciplina, antes
bien, mediante esa renovacin, se contina extendiendo la
tradicin geopoltica moderna. Es importante sealar que,
incluso en el caso de la Geopoltica crtica, hay una
continuidad de la tradicin moderna, que es asumida, aunque
al hacerlo se muestran sus limitaciones con el fin de
superarlas.
Entre los varios enfoques no conservadores de la
Geopoltica que han surgido recientemente vamos a
detenernos, con mayor insistencia, en los tres que
consideramos fundamentales en la reaparicin y nueva
conformacin de la Geopoltica: el de la economa poltica,
en especial el anlisis de sistemasmundiales; el de las
relaciones de poder, y el cultural humanista, As, ms
adelante, podremos definir los elementos fundamentales que
entendemos conforman esa Geopoltica crtica.
1.3.1. La economa poltica y el anlisis de sistemas
mundiales
Diversos autores introducen la Economa Poltica en la
explicacin geopoltica como elemento constitutivo
fundamental de la mismat incorporacin que no va a ser una
L$4P.ETULU 1 46
excepcin en el panorama global de la Geografa Humana
.
De ello deduce una geopoltica del capitalismo, o mejor,
como l mismo expresa, las consecuencias geopolticas de
vivir bajo un modo de produccin capitalista . En
otras palabras, las estructuras geopolticas hunden sus
races en la forma y condiciones en las que se realiza la
produccin de bienes -en el caso del capitalismo,
mercancas, que es histricamente variable. No existe,
entonces, un espacio o un tiempo absoluto; desde esta
perspectiva
cada formacin social construye concepciones objetivas delespacio y del tiempo suficientes para sus propias necesidades ypropsitos de reproduccin material y social, y organiza susprcticas materiales de acuerdo con estas concepciones .
Aqu es importante tener en cuenta que HARVEY no est
hablando de percepciones subjetivas cambiantes de una
realidad que pudiese estar por encima de las relaciones
API TI It. 1? 1 47
sociales, sino de la construccin de concepciones
objetivas, de estructuras espaciales y temporales
especficas de cada formacin social.
Pero, sin duda, el autor que ms influencia ha tenido en
los ltimos aos en la renovacin econmicopoltica de la
Geopoltica, y de la Geografa Poltica en general, ha sido
Peter TAYLOR que, descontento con los enfoques
neopositivistas imperantes, reclam a principios de los 80
una reorientacin de la disciplina (150> hacia un enfoque
neomarxista: el anlisis de sistemasmundiales de
WALLERSTEIN.
TAYLOR define el anlisis de sistemas-mundiales como
un enfoque materialista del estudio del cambio socialdesarrollado por Irmnanuel WALLERZI7EIN. Este enfoque se elabora apartir de tres tradiciones de investigacin: el estudio de ladependencia, la escuela de los Amules y la teora y prcticamarxista
I4P[fl/L13 1 48
modo los fundamentos de la misma. No se trata de sustituir
en la explicacin de la gnesis del cambio social histrico
un conflicto por otro, sino que lo que asume es que
la Geopoltica no se puede entender completamente sinconsiderar las dinmicas de la economa global, ya sea entrminos de relaciones EsteOeste o NorteSur
.4/! TULO it 49
TAYLOR son numerosas. Desde perspectivas tradicionales se ha
llegado a discutir su parcialidad ideolgica (158).
mientras que desde posiciones radicales su heterodoxia es
descalificada . Tienen mayor importancia, para nuestros
objetivos, las criticas desde posiciones radicales; las dos
ms relevantes, desde nuestro punto de vista, tienen que ver
con el papel de los Estados en el sistemamundial y, ms
especficamente, con la importancia de lo econmico en dicho
sistema.
En cuanto al primer conjunto de crticas realizadas desde
posiciones radicales, se apunta que la autonoma de los
Estados no ha sido completamente suprimida en el actual
sistema mundial. Tal y como la formula CORBRIDGE,
los verdaderos cambios en la economa rmmdial capitalista queen un sentido han erosionado la soberana nacional, en otrosmbitos han alentado y hecho posible la planificacin econmicanacional, as como ofensivas econmicas y polticas nacionales(leo).
Creemos que en la medida que consideremos la realidad como
algo cambiante, y no como una categora congelada en
equilibrio ms o menos permanente, es importante tener en
cuenta la crtica de CORBRIDGE. Los procesos no se
desarrollan linealmente, sino de forma contradictoria,
engendrando permanentemente su anttesis; por eso el proceso
de desarrollo de una economamundo capitalista no significa
la desaparicin de los Estados, sino que, por el contrario,
el sistema de Estados es consubstancial a la misma. Desde
luego, la crtica de CORBRIDGEva ms all, y sefiala que no
se puede hacer abstraccin del papel de los Estados en la
economa, por ms que sta sea cada vez ms global; pero
creemos que no invalida las bases fundamentales sobre las
CAPITULO .1 .50
que se puede desarrollar la perspectiva geogrficopoltica
de la economa-mundo , que pretende TAYLOR.
El segundo conjunto de criticas hace referencia tambin
al papel del Estado, y repara esta vez en una interpretacin
economicista por parte de TAYLOR y WALLERSTEIN:
Al centrarse sobre la escala internacional y al tomar lasfuerzas econmicas como determinantes de las relacionesentre Estados hay, sin embargo, una tendencia a relegar losprocesos polticos y culturales que se producen a escala estatalcomo si estuvieran relacionados causalmente con las fuerzaseconmicas, cuando de hecho pueden desempear un papelimportante e independiente en el modelado de las relacionesinternacionales .
No cabe duda de que, cuando menos, la acusacin es reflejo
de un peligro latente en el anlisis de los sistemasmundo.
En la medida que se intenta investigar la dinmica global de
la economamundo, se pasa a un segundo plano,
conscientemente o no, el papel de otras fuerzas, de otros
procesos en el desarrollo de la dinmica geopoltica. Por
ello, nos parece sumamente oportuna la crtica, y
entendemos que el desarrollo de una Geopoltica crtica no
puede anclarse slo en la Economa Poltica.
1.3.2. La Geografa del poder
Junto a las Geopolticas que han construido su
argumentacin principalmente en torno a la Economa
Poltica, se hacen or tambin en los 70 aquellos que creen
que se ha hecho poco caso de las dimensiones espaciales de
los actos de poder . Seala CLAVAL
ARE rut fl t .51
la comunicacin; pero, indudablemente, sern los trabajos de
FOUCAULT, sobre todo en el caso de la propuesta de geografa
del poder de RAFFESTIN , los que pongan sobre el tapete
la posibilidad de realizar un anlisis espacial de las
relaciones de poder. En ltima instancia, esta aproximacin
a la Geografa entroncara con una perspectiva ms amplia
dentro de las Ciencias Sociales, que pretende continuar
determinados aspectos de la obra de NIETZSCHE.
Estos gegrafos entienden que el poder es algo que
circula, que aparece en todas las relaciones sociales como
elemento constitutivo de las mismas:
En toda relacin circula el poder, que no es ni poseido niadquirido, sino pura y simplemente ejercido por actoresprovenientes de [la] poblacin < . . . > Estos producen elterritorio partiendo de esta realidad primera dada que es elespacio (166>.
De este modo, las relaciones espaciales son en ltima
instacia relaciones de poder, y stas constituyen la
problemtica
CARI TUL.. 1~7 1: 52
posterioridad , esta perspectiva de la Geografa del
poder: Paul CLAVAL y Claude RAFPESTIN. Ambos consideran,
como acabamos de sealar, que la Geografa Poltica debe
centrarse en lo poltico, en las relaciones de poder; los
dos parten de la base de que estas relaciones no se pueden
reducir, de ningn modo, al mbito de lo estatal (170); pero
el valor de las aportaciones de uno y otro, en relacin con
la posibilidad de una Geopoltica crtica, es muy diferente.
Para RAFFESTIN, la Geografa Poltica,
en tanto que reveladora del poder, puede contribuir a poner encuestin este proceso de hacer naturales los fenmenos dedominacin que se presentan como necesarios para lasupervivencia del grupo
flsiRTflJ/fl 7 5,.?
asegurar la viabilidad de una arquitectura social compleja,
y la misin de la Geografa Poltica entonces no podra ser
otra que, en primer lugar, mostrar a los hombres esa
necesidad y en consecuencia, hacer aceptar a los
idealistas esa realidad, a fin de que no continen
sacrificando la organizacin de la sociedad por alcanzar
una utopa; o lo que es lo mismo, convencer a aquellos que
se oponen al orden social existente que no intenten
superarlo, porque en una sociedad tan numerosa la defensa
del individuo implica la autoridad.
En cualquier caso, no podemos dejar caer en saco roto los
problemas que seala CLAVAL respecto de los proyectos
sociales liberadores; hoy en da es ms cierta que nunca su
afirmacin de que las ideologas igualitaristas estn
llenas de contradicciones, cuya importancia se comienza a
medir
APITUL.(3 54
explicaciones econmicas , aunque no puedan abarcar
todas las situaciones que presenta la vida poltica en la
actualidad; sta constituye una posicin ms abierta y,
desde luego, menos reduccionista de lo que caba imaginar a
partir de la afirmacin reseada a principio del prrafo, De
este modo, la explicacin poltica se complementara con la
explicacin econmica, y la Geopoltica puede as continuar
incorporando el anlisis de los elementos que constituan la
esencia de su enfoque tradicional sobre una nueva base, ya
que
poder, autoridad e influencia son aspectos consubstanciales contoda la vida social dentro de una rea definida: se derivan dela desigual distribucin de los recursos, de la existencia deposiciones estratgicas, de las ventajas que otorga eltransporte y los servicios de comunicacin y todo tipo deintercambios
Por otro lado, es fundamental para la Geopoltica el
hecho de poder reconsiderar las relaciones polticas como
relaciones de poder , que van ms all de las
relaciones constituidas en torno al Estado. As pues, la
Geopoltica puede trascender en su enfoque el Estado y
constituirse en disciplina demistificadora, liberadora; lo
que no resulta una ilusin, a pesar de las advertencias de
RAFFESTIN , cuando seala el discurso geopoltico como
discurso totalitario; creemos que se trata de incorporar al
anlisis las perspectivas de otros actores, adems de los
estatales, para cambiar la unidimensionalidad del discurso
tradicional.
/.;4n1ft/t/i? 1 55
1.3.3. La Geografa poltica humanista
Se viene produciendo en los ltimos tiempos un creciente
nmero aunque, a nuestro juicio, todava insuficiente de
aportaciones a la subdisciplina de la Geografa Poltica por
parte de gografos que podemos considerar humanistas, es
decir, que buscan reconciliar la ciencia social y el
hombre, acomodar comprensin y juicio, objetividad y
subjetividad, y materialismo e idealismo . En otras
palabras, consideran al individuo como parte integrante
fundamental de la explicacin en Ciencias Sociales, y aunque
no rechazan, ni mucho menos, la existencia de estructuras
subyacentes, pretenden realizar una ciencia social
antropocntrica, es decir, que en la misma la accin y la
conciencia humana desempean un papel activo y central.
En una de las propuestas ms elaboradas para el
desarrollo de una Geografa Poltica humanstica, BRUNN y
YANARELLA la definen como aquella que se ocupa de
poner de manifiesto los procesos sociales dinmicos por mediode los que las dimensiones espaciales del mundo social y naturalson organizadas y reorganizadas en campos geogrficamentedelimitados y simblicamente significativos por gruposnacionales y transnacionales
El procedimiento que se propone para esta tarea pone el
nfasis en las dimensiones fenomenolgicas y experienciales
de la realidad social. Se tratan de forma especial los
problemas de las ideologas territoriales, o si se prefiere,
el significado del territorio para los actores polticos, y
conceptos como los de sentido del lugar , iconografa estatal o
nacionalismo
CAPIUJLL) .7 56
anlisis. Por tanto, los problemas de percepcin del
territorio constituyen una de las columnas de la geografa
humanstica, pero junto a ellos aparece la preocupacin por
el modo en el que se ha construido socialmente el espacio,
que no se puede considerar como una estructura previa
determinante.
Una aproximacin cultural humanista a la Geopoltica
tiene un gran inters, ya que nos permite vincular la
sociedad civil, y en ltima instancia el individuo, con el
Estado, pero no de arriba abajo, es decir, como sbditos o
ciudadanos de este ltimo, sino en sentido contrario, como
constructores de esa entidad espacial. Como seala SMITH,
este tipo de enfoque examina la base sobre la que el Estado
se funda y organiza, y a travs de la cual justifica sus
acciones territoriales, tanto domstica coma globalmente
CA(->1 TUi 1? 1 57
1.3.4. Elementos para definir y desarrollar una Geopoltica
crtica
Tras haber repasado, someramente, en primer lugar, cmo
se conforma la tradicin geopolitica moderna, y ahora,
cules son las corrientes que estn contribuyendo a
recomponer la Geopoltica, ya nos encontramos en disposicin
de enfrentarnos a la tarea de delimitar qu cabe entender
como una Geopoltica crtica.
Ya hemos mencionado antes (186> que la expresin
Geopoltica crtica fue utilizada por primera vez al
menos, en lo que alcanzamos a conocer por OTUATHAIL y por
DALBY. Este ltimo se propuso el desarrollo de una teora
crtica de la Geopoltica, que defini como
la investigacin de cmo un conjunto particular de prcticasllega a ser dominante y excluye otro conjunto de prcticas. Endonde el discurso convencional acepto las circunstanciasactuales como dadas, naturalizadas, una teora crtica seplantea preguntas sobre cmo han llegado a ser tal cual son
C.41-rr/ILL7 58
el anlisis centra, as, la atencin sobre cmo estos discursosse usan en poltica; y se enfoca en las prcticas discursivas,o, en otras palabras, en cmo se construye y usa el discurso
CARL TUTU .7 59
constituye parte integrante fundamental sin el que no se
puede explicar el sistema completo.
A fin de comprender el espacio global, planetario,
tambin como producto social hay que superar las dos
disimulaciones que sealaba LEFEBVRE (194): la ilusin de
la transparencia~~ y la ilusin realista, es decir, la
creencia en la explicacin simblica o en la materialista,
exclusiva y excluyentemente. Una aproximacin ms holstica
a la Geopoltica crtica parece ser necesaria entonces, y en
este sentido el enfoque que propone OTUATHAIL puede sernos
de suma utilidad El concepto de una cultura de la Geopoltica es una posicinontolgica mucho ms slida porque no reifica ni lo econmiconi lo poltico, sino que postula una relacin dialctica(interconectada) entre los dos (mbitos] dentro de ini contextohistrico de prcticas significantes
CARITULLJ 1 60
planteaban las Geopolticas clsicas.
La cuestin surge con fuerza en el momento de la
renovacin crtica de la Geopoltica a resultas de la
consideracin de que el espacio es un producto social. Al
entenderlo como algo que se produce, el proceso de
produccin ha de partir de alguna materia prima, que, como
seala LEFEBVRE, no puede ser otra que la naturaleza
(197); podra parecer entonces que cabria la posibilidad de
distinguir entre un espacio natural, preexistente, y un
espacio social , resultante, eso s , de un proceso de
produccin mucho ms complejo que el de cualquier otra
mercanca
APITUL 0 1 81
indiferenciado fsicamente, sin variaciones climticas, de
vegetacin, de relieve, etc.; peculiaridades cuyo uso.
impacto o significado ser determinado, a su vez, por
procesos econmicos, polticos, culturales, etc.; es decir,
que no se pueden entender los unos sin los