25
Cambio Climático, incendios forestales y su interacción con granívoros no- nativos:una amenaza potencial para la conservación de los bosques de Araucaria en Argentina Proyecto Pehuen - Infome de Avance Octubre 2015 Dr. Javier Sanguinetti (Departamento Conservación y Manejo - Parque Nacional Lanín) Colaboradores: Hugo Arriagada, Margarita Ávila, Carlos Clerici, María Rosa Contreras, John Cuiñas, Laura Costa Rojo, Julia Delgado, Marcelo Fernández, Nicolás Ferreyra, Gloria Gristein, Leandro García, Olga Jara, Liliana Lozano, Fernando Milesi, Giovana Miño, Martín Monteverde, Iara Pra, Celeste Prieto, Luciana Piudo, Ana Szychowski, Esquivel Soto, Abel Reyes y Mario Ernesto Torres. Instituciones participantes: Dirección de Producción, Dirección de Bosques, Dirección de Areas Protegidas, Dirección de Guardafauna, todas de la Provincia del Neuquén; Corporación Interistadual Pulmarí (CIP). Voluntarios: Valeria A. Androsiuk, Amalia Bursztyn, Tomas Busan, Carolina Zambruno, Melissa Foster, a Beatriz Nobua y a estudiantes coordinados por la empresa Wildland Studies.

Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

  • Upload
    others

  • View
    5

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Cambio Climático, incendios forestales y su interacción con granívoros no-

nativos:una amenaza potencial para la conservación de los bosques de

Araucaria en Argentina Proyecto Pehuen - Infome de Avance – Octubre 2015

Dr. Javier Sanguinetti (Departamento Conservación y Manejo - Parque Nacional Lanín)

Colaboradores: Hugo Arriagada, Margarita Ávila, Carlos Clerici, María Rosa Contreras, John Cuiñas, Laura Costa Rojo, Julia Delgado, Marcelo Fernández, Nicolás Ferreyra, Gloria Gristein, Leandro García, Olga Jara, Liliana Lozano, Fernando Milesi, Giovana Miño, Martín Monteverde, Iara Pra, Celeste Prieto, Luciana Piudo, Ana Szychowski, Esquivel Soto, Abel Reyes y Mario Ernesto Torres. Instituciones participantes: Dirección de Producción, Dirección de Bosques, Dirección de Areas Protegidas, Dirección de Guardafauna, todas de la Provincia del Neuquén; Corporación Interistadual Pulmarí (CIP).

Voluntarios: Valeria A. Androsiuk, Amalia Bursztyn, Tomas Busan, Carolina Zambruno, Melissa Foster, a Beatriz Nobua y a estudiantes coordinados por la empresa Wildland Studies.

Page 2: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Resumen

En este informe del Proyecto Pehuen se sintetizan las acciones realizadas durante 2014-2015 con relación al daño

producido por los incendios en bosques de araucaria ubicados en Tromen, Rucachoroy, Ñorquinco y Moquehue en los

últimos 30 años. Se analiza la severidad de quema y mortalidad de araucarias en general y de semilleros en particular y se

compara la producción de conos y de kilos por hectárea de semillas entre parches quemados y no quemados para evaluar la

capacidad y tendencia de recuperación en la reproducción. En el informe final se sumará los análisis de la presencia y

abundancia relativa de granívoros introducidos en parches quemados y no quemados y de las tasas de consumo de piñones

por ganado, liebre, ciervo colorado y jabalí.

Los incendios de Moquehue (2005 y 2012) y de Ñorquinco de 1987 tienen una mayor proporción de araucarias con

severidad de quema más severa (30 % por clase Leve y moderada). Por el contrario, el incendio en Rucachoroy del 2013

presenta más proporción de árboles (cerca del 50%) en las categorías de severidad más bajas (clases Sana y Chamuscado).

Los incendios de Ñorquinco del 2013 y de Tromen del 2009 representan una situación intermedia de severidad. En

Ñorquinco 2013 el fuego afectó más extendidamente a los árboles dado que casi no se observaron individuos sanos,

mientras que en Rucachoroy y Tromen se registró hasta un 25 y 60% de árboles sin quemar, respectivamente. La severidad

de quema sobre Nothofagus spp. en general fue, en la mayoría de los parches evaluados, más severa que en araucaria. Sin

embargo, en tres parches del incendio de Ñorquinco 2013 y en dos del de Rucachoroy, en uno del de Ñorquinco 1987 o en

el incendio de Moquehue 2005 se observó similar afectación severa tanto en araucaria como en la especie acompañante.

El promedio global de mortalidad de araucarias se estimó en 61% (rango: 33-89%). Los incendios de Ñorquinco 1987 y

Rucachoroy 2013 fueron los que tuvieron menor tasa de mortalidad mientras que en el de Moquehue 2012 se observó la

tasa más alta. Los árboles sobrevivientes tienen mayor tamaño, a partir de 50 cm de diámetro aumenta la probabilidad de

supervivencia.

Globalmente el fuego redujo un 48% la densidad de semilleros en los incendios pasando en promedio de 26 a 13 árboles

por hectárea. Los incendios con mayor proporción de semilleros muertos fueron Moquehue 2012, Tromen 2009 y

Ñorquinco 2013. En dos parches (MAMA Y TCO) del incendio de Tromen y en uno (de Ñorquinco y Rucachoroy 2013 se

perdió más del 80% de los semilleros. Antes de los incendios, 11 de los 19 parches estudiados presentaban una abundancia

razonable de semilleros, ej. más de 20 por hectárea, luego del fuego sólo 4 parches mantienen una densidad superior a este

valor.

Los árboles quemados producen en promedio 62-67% menos conos que árboles sanos y en general, la producción

disminuye con el aumento de la severidad de quema, tanto en años de baja como de alta productividad. En incendios

recientes, los árboles sanos producen el doble de conos que árboles chamuscados, el triple que árboles leve y ocho veces

más que aquellos con severidad moderada. Estas diferencias se acentúan en años más productivos. En incendios de 7 años

de antigüedad no se observan diferencias de productividad entre árboles sanos y chamuscados pero sí entre árboles sanos

y aquellos con severidad Leve y Moderada. Estos últimos tardaron 6 años en volver a producir conos y lo hicieron en una

magnitud 8-30 veces menor que en árboles sanos. Luego de 29 años del incendio, los parches quemados en Ñorquinco

producen la misma cantidad de conos que parches no quemados. En promedio los sitios quemados produjeron 8 y 121

kg/ha de semillas por hectárea en 2015 y 2016, respectivamente, cuando deberían haber producido 64 y 526 kg/ha. Los

incendios de Moquehue 2012-Ñorquinco 2013 y Ñorquinco 1987-Moquehue 2005 fueron los más y menos afectados,

respectivamente. En promedio luego del fuego los parches produjeron 71 y 75 % menos kilos de semillas por hectárea de lo

que hubieran producido en 2015 y 2016 si no se hubieran quemado.

Se presentan una serie de recomendaciones para generar mayores garantías de recuperación de los parches quemados y

mejorar su estado de conservación a futuro. Las medidas están relacionadas con el control del ingreso de ganado, con la

restricción en la recolección de piñones y con la necesidad de controlar a especies exóticas silvestres como el jabalí y la

liebre para aumentar la supervivencia de semillas y la regeneración de araucaria.

Page 3: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Introducción

La Araucaria araucana es una conífera longeva (> 1.200 años), emergente y de semilla grande, endémica del sur de Chile y Argentina. La especie es muy escasa y tiene una distribución restringida en ambos países, dado que ocupa sólo 792 km2 netos de superficie como especie y 4.500 km2 como comunidad boscosa junto con especies del género Nothofagus spp., estos valores representan el 0.5% y 2.5% de la cobertura total de bosque templado binacional. Araucaria tiene baja fertilidad, escasa dispersión pasiva y una clara limitación en su regeneración por semillas. Un conjunto diverso de aves, mamíferos e insectos dependen de sus semillas para sobrevivir y reproducirse. En el siglo pasado, el bosque de araucaria ha sido invadido progresivamente por mamíferos exóticos invasores (ganado, jabalí, ciervo colorado, liebre y conejo) que se alimentan de sus semillas. La especie tiene un gran significancia biológica y cultural por presentar diversos valores ecológicos, sociales, económicos y culturales. La Araucaria posee características ecológicas y evolutivas únicas y especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave para un amplio y diverso grupo de especies nativas y por ende, la variación en su abundancia afecta el funcionamiento de todo el ecosistema. Por otro parte, la araucaria tiene un significado cultural valioso para la cultura Mapuche y la especie brinda recursos naturales (leña y piñones) indispensables para la vida rural de los pobladores. El fuego es un disturbio importante en la formación del mosaico forestal de bosques de Araucaria - Nothofagus, pero puede promover la invasión de mamíferos exóticos invasores. Aunque hay estudios sobre la historia del fuego y la dinámica de sucesión en los bosques de araucaria, existe poco conocimiento acerca de la recuperación del bosque post-incendio frente a distintas severidades de quema y en presencia de granívoros exóticos invasores. Para tomar acciones de conservación informadas, sería útil conocer la supervivencia y la capacidad de los semilleros de araucaria para volver a producir semillas luego de diferentes intensidades de fuego y conocer los niveles de regeneración por semilla, en los años siguientes al incendio, en sitios con distintos grupos de especies exóticas granívoras. El Plan de Gestión del Parque Nacional Lanín definió a los bosques de araucaria como uno de los valores prioritarios de conservación de esta área protegida. En 2012, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en su Libro Rojo categorizó a la especie como “En Peligro” (hasta 2011 figuraba como “Vulnerable”) debido a su escasa distribución y grado de amenaza. En el Parque Nacional Lanín desde 1999 se viene desarrollando un proyecto de investigación aplicada y conservación (Proyecto “Pehuen”), que busca generar conocimiento sobre la producción de semillas de araucaria, la biodiversidad asociada a sus semillas y los impactos que producen las especies de fauna exóticas invasoras y las actividades humanas. En este contexto, desde el año 2009 se incluyó en el Proyecto en la evaluación de la recuperación de los bosques de araucaria en la zona incendiada en Tromen. Desde 2014, con el apoyo de la Fundación Rufford, se está ampliando el estudio a otros incendios y se están implementando acciones de educación, capacitación y divulgación sobre herramientas y manejos necesarios para la conservación de los bosques de araucaria. La investigación en esta etapa tiene permiso de la Delegación Regional Patagonia (Permiso N° 1336/2014) y las acciones fueron autorizadas por la Intendencia del Parque Nacional Lanín (Disp. N° 440/2014). En esta etapa, en particular se quiere conocer cuál es el grado de supervivencia de la araucaria frente a distintas severidades de quema y en cuánto tiempo comienzan dichos semilleros a producir

Page 4: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

nuevamente semillas y a regenerar el bosque. Esta información es clave para saber cómo manejar un sitio quemado, por ejemplo definir hasta cuándo restringir el acceso ganadero en zonas con actividad ganadera, cuándo re-establecer la autorización de cosecha de piñones, y qué medidas especiales y particulares adoptar frente a la granivoría realizada por fauna introducida y frente a la mayor probabilidad a futuro de ocurrencia de incendios extensos e intensos en el contexto del cambio climático. El cambio climático está provocando sequías más intensas y prolongadas en el tiempo y mayor frecuencia de caída de rayos lo cual ya está generando incendios de grandes dimensiones. Por ejemplo, en la temporada 2001-2002 se quemaron 20.000 hectáreas de bosque nativo de la Región de la Araucanía (Chile), se quemó el 50% de los bosques ubicados en el Parque Nacional Tolhuaca y en la Reserva Nacional Malleco, afectándose el 70% de los bosques de Araucaria-Nothofagus en esas áreas protegidas. Los científicos predicen que los incendios extensos e intensos serán más frecuentes en los próximos 40 años. La magnitud de los incendios ocurridos en las provincias del Neuquén y de Chubut en 2014 y 2015, respectivamente, dan muestras claras de dicha tendencia. En el presente informe de avance se informa los resultados obtenidos durante 2014-2015 con relación a los relevamientos forestales de los incendios. En el próximo informe final se presentarán también los resultados sobre cobertura vegetal y madera muerta en el sotobosque y sobre fauna exótica y granivoría, y sobre las demás acciones educativas generadas por el proyecto.

Area de Estudio e incendios estudiados

El área de estudio abarca el norte del Parque Nacional Lanín desde el volcán Lanín hasta Ñorquinco,

más las zonas adyacentes en jurisdicción provincial hacia el este y norte hasta Moquehue,

totalizando una superficie de 1250 km2. En esta región se identificaron y seleccionaron seis sitios con

bosques de araucaria incendiados en los últimos 30 años (Mapa N° 1). Los sitios seleccionados

cumplen los siguientes criterios: presentan parches con una superficie mayor a 4 has. con araucaria

quemada, tienen acceso garantizado, inclusive en otoño, ya sea en vehículo o caminando. Los

sectores muestreados tienen una pendiente que razonablemente permite que se pueda caminar y

muestrear el sector, se excluyeron los parches con pendiente muy fuerte por la imposibilidad de

transitar por ellos.

Los seis incendios seleccionados presentan distintas características forestales y ambientales, difieren

en su tamaño, historia de fuego y tienen diferente patrón de uso de la tierra y situación de invasión

por fauna exótica silvestre (Tabla N°1).

Sitio Ubicación Coord. Año Sup. (has) Altitud Exp. Composición Exóticas

MOQ-12 NO Moquehue 59/24 2005 10 1600-1700 E Aa/Np Li MOQ-05 NO Moquehue 00/25 2012 100 1100-1200 N Aa/Pino Li-Ga ÑOR-87 S-O Ñorquinco 9/14-16 1987 3200 1150-1700 O Aa/Np Li-Ga-Ja ÑOR-13 S-O Ñorquinco 9-10/18-19 2013 1200 1100-1600 N Aa/Na/No/Nd Li-Co-Ga-Ja RUCA-13 N-E Rucachoroy 11-12/7-9 2013 1500 1300-1700 S Aa/Np/Na Li-Ga-Ja

TROMEN-09 S-E Tromen 34-38/21-24 2009 2978 1100-1600 N NE Aa/Na/Np Li-Co-Ga-Ja-Ci

Composición: Aa: Araucaria araucana (araucaria); Np: Nothofagus pumilio (lenga); No: N. obliqua (roble pellín); Nd: N. dombeyii (coihue);

Na: N. antarctica (ñire). Exóticas: Li: Liebre; Co: Conejo; Ga: Ganado bovino u ovino o equino; Ja: Jabalí y Ci: Ciervo colorado. Los códigos

resaltados en “negritas” indican que esa fauna es muy abundante en el sector. Salvo el incendio de Moquehue de 2012, todos los incendios

se ubican dentro de los 39° y 71° de latitud y longitud y lo que se indica son los rangos de minutos en los que están dispersos los parches

estudiados.

Tabla N° 1. Nombre del incendio, ubicación, coordenadas geográficas, año del incendio, superficie total

quemada, cantidad, rango de altitud, exposición y composición forestal de los parches relevados.

Page 5: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Actividades y metodología

Trabajo de Campo

Caracterización forestal y severidad de quema

Entre octubre y diciembre de 2014 se relevaron los seis incendios para caracterizar los bosques y la

severidad de quema por árbol y parche. Para ello, en cada parche seleccionado se instalaron sobre 3

transectas de 120 m de largo separadas 50 m, 12 puntos de muestreo cada 30 m. En estos puntos se

aplicó el método de Cuadrantes Centrados para estimar la densidad forestal y el área basal por

especie, la proporción de semilleros de araucaria, la frecuencia de individuos con distinta severidad

de quema y la proporción de árboles muertos (Tabla N° 2).

Por otro lado en cada parche, se estimó la cobertura de la vegetación del sotobosque usando el

método de intercepción de punto a partir de 20 puntos por transecta, distanciados 5 m totalizando

60 puntos por parche. A su vez, mediante el método de intercepción de faja se relevó toda la madera

muerta interceptada por las tres transectas de 100 m y sobre una faja de 4 m de ancho. Se identificó

la especie de cada madera muerta interceptada y se registró su diámetro en el punto interceptado.

Estos muestreos se realizaron también en parches de bosque no quemado lo más próximo posible a

los sitios quemados.

La severidad de quema se evaluó siguiendo la metodología utilizada por el Servicio de Parques

Nacionales de los EE.UU (UDI- National Park Service, 2003). Básicamente se clasificó como “Sano” (S)

a aquellos árboles que no fueron dañados por el fuego o a los ubicados en sitios no quemados

(controles), “Chamuscados” (CH) a aquellos que mantuvieron las hojas aunque las mismas estuvieran

chamuscadas en porciones o en la totalidad de la copa, “Leve” (L) a aquellos árboles donde el fuego

consumió mayormente las hojas pero mantuvieron parcial o totalmente los tallos más finos en las

ramas, “Moderada” (M) a aquellos árboles donde el fuego consumió totalmente los tallos finos y

gruesos de las ramas y “Fuerte” (F) a aquellos árboles donde el fuego consumió totalmente las

ramas, incluyendo las gruesas, y/o consumió parcial o totalmente los troncos.

Mapa N° 1. Ubicación de los seis incendios con araucaria estudiados en este

proyecto. MOQ-12: Moquehue 2012; MOQ-05: Moquehue 2005; ÑOR-13:

Ñorquinco 2013; ÑOR-87: Ñorquinco 1987; RUCA-13: Rucachoroy 2013 y

TROMEN-09: Tromen 2009. Abajo: personal del parque aplicando el método

de cuadrantes centrados para estimar la densidad del bosque.

Page 6: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Incendio (n° de parches)

N° parches

Coordenadas de la 1° transecta permanente

Cantidad de transectas o parcelas totales Puntos

Forestales Transectas Ungulados

Parcelas Lagomorfos

Ar_GPS conos

Tromen 2009 (7)

TPT TCO Ctrl

BOLSICO Ctrl

MAMA Ctrl

39° 35´30” – 71°24´47” 39° 36´44.6” – 71° 24´10.1” 39° 37´13.3” – 71° 25´20.9” 39° 37´12.6” – 71° 25´24.6” 39° 34´ 27.3” – 71° 25´20.3” 39° 38´29.8” – 71° 21´45.3” 39° 36´00.6” – 71°22´57.6”

84 21 420 141

Ñorquinco 1987 (3)

ÑORQ87-1 ÑORQ87-2

Ctrl.

39° 10´20.0” – 71° 18´47.7” 39° 10´ 22.5” – 71° 18´44.6” 39° 09´56.8” – 71° 19´08.8”

36 9 180 46

Ñorquinco 2013 (7)

ÑORQ1 ÑORQ2 ÑORQ3 ÑORQ4 ÑORQ5 ÑORQ6

Ctrl.

39° 09´30.3” – 71° 14´17.2” 39° 09´20.9” – 71° 14´17.3” 39° 09´15.8” – 71° 15´02.0” 39° 09´21.2” – 71° 15´18.2” 39° 09´19.1” – 71° 16´03.4” 39° 09´15.8” – 71° 16´39.0” 39° 09´09.1” – 71° 15´25.2”

84 21 420 66

Rucachoroy 2013 (4)

RUCAQ1 RUCAQ2 RUCAQ3 RUCAQ4

39° 10´40.4” – 71°06´56.4” 39°10´50.7 – 71°06´50.1”

39° 11´42.7” – 71° 08´43.7” 39° 12´24.6” - 71° 09´30.6”

48 12 240 46

Moquehue 2005 (1)

MOQ-05 39°00´15.5”- 71°24´15.3” 12 3 60 10

Moquehue 2012 (1)

MOQ-12 38° 59´22.6” – 71°23´55.4” 12 3 60 12

Tabla N° 2. Incendio, cantidad de parches relevados, coordenadas geográficas delos parches, cantidad de

puntos forestales para estimar densidad, de transectas para ungulados y para madera muerta y de parcelas

para heces de lagomorfos y para cobertura vegetal en sotobosque, y de semilleros georeferenciados para el

monitoreo de la producción de conos. TPT: Potrero del Tromen; TCO: Correntoso; BOLSICO: Bolsico del Diablo; MAMA: Mamuil

Malal. ÑORQ1-ÑORQ2: Sector Rehue; ÑORQ3-ÑORQ4: Arriba de la Seccional; ÑORQ5-ÑORQ6: Al este de A° Coloco. RUCAQ1-RUCAQ2:

Sector subángulo; RUCAQ3: Arriba del Rehue; RUCAQ4: Zapata. Ctrl.: Controles (bosques sin quemar).

Monitoreo de ungulados y lagomorfos en sitios quemados y no quemados

La abundancia relativa de fauna exótica doméstica y silvestre consumidora de semillas de araucaria

se monitoreó a partir del registro de signos y de fotos con cámaras-trampa por unidad de esfuerzo.

La abundancia de signos de ungulados (ganado, ciervo colorado, jabalí) fueron estimado mediante

tres transectas de 100 m de largo y 4 m de ancho por parche. Para el jabalí, también se contabilizó la

longitud de las hozadas interceptadas en las transectas. En el caso de los lagomorfos (liebre y

conejo) se estimó la abundancia de heces en parcelas pequeñas (18 cm de radio y 0.10 m2)

dispuestas sobre las transectas cada 5 m y totalizando 60 por parche (Tabla 2). Los signos registrados

(huellas o bosteos) fueron removidos de las transectas o parcelas para no recontarlas en la siguiente

fecha de muestreo. Estos muestreos se realizaron en los seis incendios en primavera y verano, en el

período sin piñones de araucaria en el bosque, y se repitieron en otoño (Marzo-Abril) durante la

época de caída de semillas.

Estimación de la producción de conos de araucaria en árboles quemados y no quemados

En enero de 2015 se muestreó en los seis incendios la abundancia de conos de araucaria en

semilleros ubicados en parches quemados y no quemados. Se contó conos con prismáticos en un

mínimo de 10 semilleros por parche. En cada caso, se registró el DAP (diámetro a la altura del pecho),

Page 7: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

la forma de la copa (cónico 100%, cónico 50% o aparasolado) y la severidad de quema (sano,

chamuscado, leve, moderado o fuerte) del semillero. Lo mismo se hizo en parches no quemados.

Con el dato del número de conos promedio por semillero, de densidad de árboles vivos y proporción

de semilleros, se estimó la producción de kilos de semillas por hectárea por parche quemado y no

quemado. Para este cálculo se consideró un promedio de 100 semillas por cono, tomando como

referencia estimaciones realizadas en años previos (período 2000-2008).

Estimación de abundancia de regeneración de araucaria en sitios quemados y no quemados

En los sitios incendiados, en cada parche quemado y no quemado relevado, se censo la abundancia

de regeneración de araucaria de hasta 2 m de altura en la sombra de semilla de los semilleros que

fueron marcados e identificados para el monitoreo futuro de la producción de conos. De este

conjunto de árboles, se seleccionaron entre 10-15 semilleros por parche que tuvieran las sombras de

semillas sin solapar con árboles vecinos. Se midió la altura de cada renoval y su distancia al semillero

más cercano.

Capacitación y Educación

En marzo de 2014 se realizó durante 3 días un Taller de Capacitación teórico-práctico sobre técnicas

para la estimación de la producción de semillas en los bosques de Araucaria. La capacitación estuvo

dirigida hacia el personal de instituciones nacionales y provinciales ligadas con el manejo del bosque

y a pobladores de Comunidades Mapuches que viven y dependen de las araucarias. Se transfirió la

información básica sobre la ecología y conservación de la araucaria y se ejercitó en el terreno las

técnicas y mediciones necesarias para estimar la cantidad de conos por semillero, la densidad de

semilleros en el bosque y la producción de kilos de piñones por hectárea. En esta instancia de

capacitación se entrenó a 26 personas pertenecientes a las Comunidades Mapuches Aigo y Puel, a las

Direcciones de Bosques y de Producción, de Areas Protegidas y de Guardafaunas de la Provincia del

Neuquén, a la Corporación Interinstadual Pulmarí (CIP), a personal técnico y de guardaparques del

PN Lanín y a miembro de ONGs locales de Aluminé y Villa Pehuenia.

En el marco del proyecto, el Dpto. de Educación Ambiental y de Conservación y Manejo del PN Lanín

se elaboró un afiche para el público en general para difundir las problemáticas que aquejan a los

bosques de araucaria y el Dpto. de Conservación colaboró con información para la elaboración de un

juego didáctico para chicos de escuela primaria diseñado por el Dpto de Educación Ambiental. Con

estos productos educativos se pretende transmitir mensajes importantes sobre la conservación de

estos bosques.

En los medios masivos de comunicación se publicaron notas en los diarios digitales sobre los

incendios y la capacidad de recuperación de los bosques de araucaria y las amenazas que enfrentan,

y sobre los resultados obtenidos en el presente proyecto.

Durante el 9 y 10 de septiembre del 2015 se realizó el Taller “Bases científicas para el manejo y

protección del ecosistema Araucaria” donde científicos de Chile (Universidad Austral, Universidad de

Page 8: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Chile, Universidad de Concepción, Universidad Pontifícia), USA (Mercer University), Canadá (British

Columbia) y Argentina (INTA-Bariloche, IADIZA, IANIGLA, UBA, CIGEOBIO, IIDYCAP, APN e INIBIOMA)

expusieron y/o compartieron la información científica generada en los últimos años y que es clave

para la toma de decisiones en el ecosistema araucaria. Del encuentro participaron 55 personas entre

dirigentes mapuches, pobladores, decisores, educadores, técnicos y científicos de distintas

instituciones nacionales y provinciales de la región.

Resultados

Composición y Estructura de los bosques quemados

Los incendios estudiados presentan bosques mixtos de Araucaria araucana con Nothofagus spp. En

la mayoría de los casos los parches quemados relevados están formados por bosques mixtos de

araucaria y lenga (Nothofagus pumilio) o ñire (Nothofagus antarctica). Dos de los parches relevados

en el incendio de Ñorquinco de 2013 tienen coihue (N. dombeyii). El parche relevado en el incendio

de Moquehue del 2012 tiene pino (Pinus contorta)(Tabla N° 3).

Los sitios relevados presentan claramente diferentes estructuras forestales (Tabla N° 3). El diámetro

de las araucarias varía entre incendios y parches relevados, siendo Ñorquinco 1987 el que tiene los

árboles más grandes, seguido por Rucachoroy, Ñorquinco 2013, Tromen, Moquehue 2005 y

Moquehue 2012. También los parches relevados del incendio de Ñorquinco de 1987 presenta la

mayor densidad de araucarias, seguido por Ñorquinco 2014, Tromen, Rucachoroy y los dos incendios

de Moquehue (Tabla 3).

El área basal (AB) de araucaria previo al fuego en los parches quemados es relativamente baja en

todos los incendios con rangos entre 6 y 65 m2/ha (Tabla N° 3). Antes del fuego, en promedio los

parches de Ñorquinco de 1987 tenían un área basal de 56 m2/ha, los de Ñorquinco 2013 26 m2/ha,

los de Rucachoroy 16 m2/ha, los de Tromen 10 m2/ha y los valores más bajos se observaron en los

dos incendios de Moquehue.

La variación en el tipo o clase de estructuras observadas entre parches e incendios, refleja la

diferencia de historia de disturbios previos (principalmente de fuegos). En Tromen predominan

estructuras con desarrollo moderado de los rodales, con mayoría de árboles medianos (dap entre 26-

50 cm) o chicos (dap < 25 cm), estas estructuras indican la existencia de incendios previos hace más

de medio siglo, posiblemente hace 70-100 años. El bosque de araucaria en Moquehue quemado en

2012 presenta una estructura con árboles chicos, lo que estaría indicando que hubo en el sector un

incendio amplio previo a la instalación de la plantación de pino contorta y no hace muchas décadas,

quizás hace menos de 60-70 años. En el bosque quemado en Moquehue en 2005, la estructura

irregular observada en la lenga indicaría la ocurrencia de varios incendios previos de leve a

moderada intensidad y ocurridos hace 30-120 años atrás. Los bosques afectados por el incendio de

2013 en Ñorquinco presentan características con moderada madurez e incluso, algunos rodales con

estructuras irregulares (IR) lo que es evidencia de la ocurrencia de múltiples incendios ocurridos en

los últimos siglos. En casi todos los parches se observaron ñire o coihue de gran porte, lo que indica

que el incendio previo de 1987 que afectó el sector quemado en 2013, no había eliminado todos los

Page 9: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

árboles acompañantes de la araucaria, probablemente estos parches sufrieron en ese entonces, un

fuego de leve a moderada intensidad con islas sin quemar.

Incendio Parche Comp Dap Aa Densidad_Aa AB_ha Dap_spp (rango)

Clase-Estr

Tromen 2009

TPT Aa/Na 34.2 (3.6) 128 (14) 11.8 < 20 ST-MT

TCO Aa/Na 36.7 (2.7) 55 (7) 5.8 < 10 MT

MAMA Aa/Np 30.2 (2.3) 175 (21) 12.6 20 (10-87) ST-MT

BOLSICO Aa/Np-Na 42.2 (4.2) 79 (14) 11.1 15 (10-40) ST-LT

Moquehue 2012-2005

MOQ_12 Aa/Pc 16.6 (1.0) 58 (10) 1.2 24 (11-38) ST

MOQ_05 Aa/Np 42.4 (3.7) 41 (7) 5.8 32 (10-73) LT-ST

Ñorquinco 2013

ÑORQ1 Aa/Na 48.2 (6.7) 202 (16) 36.8 24 (11-41) MT-ST

ÑORQ2 Aa/Nd 50.3 (5.4) 324 (31) 64.6 45 (11-158) IR

ÑORQ3 Aa/Na 60.1 (8.1) 26 (5) 7.5 41 (11-104) IR

ÑORQ4 Aa/Nd 60.5 (7.8) 98 (17) 28.1 47 (11-97) LT-MT

ÑORQ5 Aa/Na 68.4 (5.8) 16 (2) 5.9 18 (10-40) LT

ÑORQ6 Aa/Na 65.9 (6.2) 31 (3) 10.6 19 (10-50) LT-MT

Ñorquinco 1987

ÑOR87-1 Aa/Np-Na 60.1 (4.5) 176 (24) 49.8 20 (16-25) LT

ÑOR87-2 Aa/Np 97.0 (4.5) 85 (8) 63 43 (14-80) LT

Rucachoroy 2013

RUCAQ1 Aa/Np 47.2 (5.5) 92 (15) 16.1 55 (10-154) ST-LT

RUCAQ2 Aa/Np 57.3 (6.5) 108 (19) 27.8 56 (14-126) LT-ST

RUCAQ3 Aa/Np 74.7 (7.1) 32 (6) 13.9 56 (12-140) LT

RUCAQ4 Aa/Np 66.9 (5.1) 21 (3) 7.6 40 (10-138) LT

Tabla N° 3. Composición arbórea, diámetro a la altura del pecho (dap), Area Basal por hectárea (AB-ha) y

Densidad por hectárea de araucaria en cada uno de los parches quemados relevados. Dap promedio y rango de

la especies acompañante. Aa: Araucaria araucana; Na: Nothofagus antarctica; Np: N. pumilio; Nd: N. dombeyii;

Pc: Pinus contorta. ST: árboles chicos < 25 cm de dap; MT: árboles medianos, 25-50 cm de dap; LT: árboles

grandes, > 50 cm de dap.

Severidad de quema y tasa de mortalidad

La severidad de quema provocada por el fuego sobre las araucarias varió entre incendios y entre

parches dentro de un mismo incendio. En los incendios de Moquehue y de Ñorquinco de 1987 se

observó una mayor proporción de araucarias en las clases de severidad más severas (Leve-Moderado

o L/L-M y Moderado-Fuerte o M/M-F)(Fig. N° 1). En estos incendios, las dos clases más severas

agruparon cada una más del 30% de los árboles totales. Por el contrario, los incendios en Ñorquinco

y Rucachoroy de 2013 presentan más proporción de árboles (cerca del 50%) en las categorías más

leves de severidad (Sana o S y Chamuscado o CH). El incendio de Tromen representa una situación

intermedia de severidad entre estos dos grupos de incendios.

Araucarias afectadas con severidad moderada (Tromen-

09 parche MAMA)

Araucarias afectadas con severidad chamuscada

(ÑOR-13 parche ÑOR3)

Page 10: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Figura N° 1. Porcentaje (%) promedio de árboles por clase de severidad de quema en cada uno de los seis

incendios relevados.

Al observar la severidad de quema sobre la araucaria en cada parche de un mismo incendio, se

observa una importante variabilidad entre parches (Fig. N° 2). Por ejemplo, en Tromen el parche

ubicado en el extremo este del incendio (M. Malal) tuvo mayor severidad de quema que aquellos

ubicados en el centro o en el oeste del incendio. En Rucachoroy, dos de los parches tuvieron más del

40% de las araucarias en las dos severidades de quema más fuertes mientras que en los restantes

parches los árboles fueron poco afectados. En el incendio de Ñorquinco de 2013 es donde se observa

una mayor homogeneidad entre parches en la severidad de quema en araucaria, en 5 de los 6

parches más del 40% de las araucarias fueron agrupadas en las dos clases de severidad más altas (Fig.

N°2).

La afectación del fuego dentro de los parches con araucaria fue más extendida en el incendio de

Ñorquinco 2013 que en los restantes sitios. En este incendio casi no se observaron árboles sanos sin

daño por el fuego, mientras que en Rucachoroy y en Tromen se observó hasta 25% y 60% de árboles

sanos del total relevados, respectivamente.

Con relación a la severidad de quema sobre Nothofagus spp., en general en la mayoría de los parches

se observó un mayor daño sobre las especies de éste género que sobre araucaria. Sin embargo, en

los parches 1, 3 y 4 de Ñorquinco 2013 y en los parches 2 y 3 de Rucachoroy o en el parche 2 de

Ñorquinco 1987 o en el incendio de Moquehue 2005, el grado de afectación en araucaria y su

especie acompañante fue igualmente severo (Fig. N° 2 y 3).

Severidad

% p

rom

edio

por

cla

se d

e s

everi

dad e

ntr

e p

arc

hes

Tromen 2009

S CH L/L-M M/M-F0

10

20

30

40

50

60

Ñorquinco 1987

S CH L/L-M M/M-F

Moquehue 2005

S CH L/L-M M/M-F

Moquehue 2012

S CH L/L-M M/M-F0

10

20

30

40

50

60

Ñorquinco 2013

S CH L/L-M M/M-F

Rucachoroy 2013

S CH L/L-M M/M-F

Page 11: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Figura N° 2. Distribución entre las clases de severidad de quema (S: Sano; CH: Chamuscado; L-M: Leve a

Moderado; M-F: Moderado a Fuerte) de los árboles (araucaria, pino y nothofagus spp.) muestreados en los

parches e incendio en Tromen 2009, Rucachoroy 2013 y Ñorquinco 2013.

Page 12: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Figura N° 3. Distribución entre las clases de severidad de quema (S: Sano; CH: Chamuscado; L-M: Leve a

Moderado; M-F: Moderado a Fuerte) de los árboles (araucaria, pino y nothofagus spp.) muestreados en los

parches e incendio en Moquehue 2005 y 2012 y Ñorquinco 1987.

Para todos los incendios, la proporción promedio de árboles vivos fue de 39 % (rango: 11-67%) y de

árboles muertos fue de 61% (33-89%)(Tabla N° 4). Los incendios de Ñorquinco de 1987 y el de

Rucachoroy de 2013 son los que tuvieron menos % de árboles muertos, por debajo del promedio

general. El incendio de Moquehue del 2012 fue el que tuvo mayor proporción de árboles muertos

(Tabla N° 4). El diámetro (Dap) de los árboles vivos y muertos es de 60.5 (± 2.3 EE) y 48.5 (± 1.93 EE)

cm, respectivamente y difieren significativamente en general y en 4 de los 6 incendios. Los árboles

con más de 50 cm de Dap aumenta la supervivencia.

Se estimó una densidad promedio de 26 semilleros por hectárea para el conjunto de bosques

estudiados con máximos de 44 y mínimos de 8 observados en parches del incendio de Ñorquinco de

1987 y de Moquehue de 2012, respectivamente (Tabla N° 4). Luego de la afectación por el fuego,

esta densidad se redujo a 13 árboles por hectárea, con un promedio de mortalidad de semilleros del

48%. Antes de los incendios, 11 de los 19 parches estudiados presentaban una abundancia razonable

de semilleros, ej. más de 20 por hectárea; luego del fuego sólo 4 parches mantienen una densidad

superior a este valor (Tabla N° 4).

Izquierda: Parche mayormente chamuscado en Rucachoroy (RUCAQ-1). Derecha: árboles sobrevivientes

rebrotados luego de 9 años en Moquehue (MOQ-05).

Page 13: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Incendio Parche % vivos % muertos Dap vivos Dap muertos Densidad semilleros pre-fuego

Densidad semilleros post-fuego

Tromen 2009

TPT 81 19 36.4 25.7 35 32 TCO 36 64 44.9 30.1 27 12

MAMA 4 96 52.2 29.2 52 2 BOLSICO 18 82 51.3 40.7 27 5 Promedio 35 65 46.2 31.4 35 15

Moquehue 2012-2005

MOQ_12 11 89 21.7 15.9 8 3 MOQ_05 37 63 47.8 37.7 10 8

Ñorquinco 2013

ÑORQ1 63 38 50.2 36.8 82 48 ÑORQ2 45.8 54 39.2 59.5 88 15 ÑORQ3 10.5 89 76.0 57.4 9 2 ÑORQ4 28 72 65.6 58.6 36 13 ÑORQ5 38 61 78.1 62.6 9 4 ÑORQ6 24 76 66.0 67.1 21 7

Promedio 32 68 55.6 49.5 41 14 Ñorquinco

1987 ÑOR87-1 51 49 72.5 55.7 52 23 ÑOR87-2 83 17 95.5 105.9 36 31 Promedio 67 33 84.0 80.8 44 27

Rucachoroy 2013

RUCAQ1 64 36 53.7 35.3 18 16 RUCAQ2 22 78 64.5 27.4 26 0 RUCAQ3 85 15 80.7 40.1 11 9 RUCAQ4 37 63 79.8 59.4 5 3 Promedio 52 48 69.7 40.6 15 8

Incendios Promedio 39 61 54.2 42.7 26 13 Tabla 4. Porcentaje y diámetro a la altura del pecho (Dap) de araucarias vivas y muertas; y de la densidad de

semilleros vivos previo y posterior al incendio.

Recuperación de la producción de conos en sitios quemados

Productividad durante 2015 y 2016 en bosques quemados y no quemados.

El número promedio de conos por árbol quemado en bosques incendiados fue significativamente

menor que en árboles sanos sin quemar tanto en 2015 (1.8 ± 0.6 EE vs. 4.7 ± 0.9 EE) como en 2016

(14.6 ± 4.8 EE vs. 44.7 ± 3.1 EE), siendo la producción en árboles quemados un 38% y un 33% de la

observada en árboles no afectados, en 2015 y 2016, respectivamente. Sin embargo en el año 2015

con baja productividad, las diferencias en la producción de conos entre los sitios quemados y no

quemados sólo se observaron en los incendios de Rucachoroy y Ñorquinco del 2013, en los sectores

de alta montaña del incendio de Tromen (MAMA y BOLSICO) y en el de Moquehue ocurrido en 2005

(Fig. 4). Por el contrario, en el año de alta productividad del 2016 estas diferencias fueron más

acentuadas y fueron significativas en todos los casos menos en el incendio de 29 años de antigüedad

ocurrido en Ñorquinco 1987 (Fig. 4).

Page 14: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Incendio o sitio control

RUCA-13ÑORQ-13

MOQ-12-VA

TROMEN-09-VA

TROMEN-09-AM

MOQ-05-AMÑORQ-87

Control_región

Pro

me

dio

co

no

s p

or

árb

ol

0

1

2

3

4

5

6

2015

* *

* *

RUCA-13ÑORQ-13

MOQ-12-VA

TROMEN-09-VA

TROMEN-09-AM

MOQ-05-AMÑORQ-87

Control_región0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

2016

*

**

*

*

*

Aumento edad del incendio Aumento edad del incendio

2 2

3

6

6 10

28

3

34

7

7

11

29

Figura N° 4. Cantidad promedio de conos por árbol en 2015 y 2016 en incendios con distinta antigüedad y en

bosques sin quemar. Los números encima de las barras indican los años luego del incendio. Los asteriscos

indican diferencias significativas con respecto al bosque sin quemar.

Cambios en la productividad antes y después del incendio en Tromen

En el caso del incendio de Tromen ocurrido en 2009, se cuenta con datos desde 2010. En este caso,

los árboles afectados recién comenzaron a producir conos en 2012 (Fig. N° 5a). Los árboles sanos en

bosques no quemados produjeron significativamente más conos en 2010, 2011, 2013 y 2016, es decir

en los primeros años luego del incendio y en los años de mayor productividad (Fig. N° 5a). Luego de 6

años, los árboles en bosques quemados han acumulado en promedio una producción de 44 conos en

comparación con los más de 100 acumulados en árboles sanos en dicho período (Fig. N° 5b).

Izquierda: Semilleros ubicado en Ñorquinco con severidad Leve e identificado por la presencia de conos

previos al incendio (círculo). Derecha: Semillero con rebrote de copa y conos del 2016(Tromen-09).

Page 15: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Año

2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Pro

me

dio

co

no

s p

or

árb

ol

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Control

Quemado

Año

2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Ca

ntid

ad

de

co

no

s a

cu

mu

lad

a p

or

árb

ol

0

20

40

60

80

100

120

Control

Quemado

*

*

* *

a)

b)

Figura N° 5. Número de conos promedio por año y árbol (a) y acumulados en el tiempo (b) en la cuenca Tromen

en sectores quemados y no quemados (control) en el período 2010-2016. La fecha indica la ocurrencia del

incendio. Los asteriscos señalan las diferencias significativas (p < 0.05).

Producción de conos y severidad de quema

En general, la producción de conos por árbol disminuye con el aumento de la severidad de quema,

tanto en años de baja como de alta productividad (Fig. 6). Los árboles sanos (S) en bosques no

quemados producen casi el doble de conos que árboles chamuscados (CH), el triple que en árboles

con severidad Leves (L) y casi ocho veces más que árboles con severidad Moderada (M). Además, en

años productivos los árboles CH producen significativamente más conos que los árboles L y en ambos

tipos de años producen más que árboles con severidad de quema moderada (Fig. 6).

Page 16: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Figura N° 6. Cantidad promedio de conos en árboles sin quemar (S) y en aquellos con severidad chamuscada

(CH), Leve (L) y Moderada (M) estimada para el conjunto de incendios en Moquehue 2005 y 2012, Tromen

2009, Ñorquinco y Rucachoroy 2013 y Ñorquinco 1987.

La variación en la producción de conos por árbol entre distintas severidades de quema difiere entre

incendios. En los incendios más nuevos (ej. Rucachoroy y Ñorquinco 2013) se observa el mismo

patrón promedio descripto en la figura anterior (Fig. 7). Por el contrario, en los incendios más viejos

(ej. Ñorquinco 1987 y Tromen 2009) no se observa diferencias en la producción de conos entre

árboles sin quemar (S) y aquellos con severidad Chamuscada (CH). A su vez, en los incendios de

Moquehue 2005 y 2012 se observa que los semilleros con severidad chamuscada producen muy

pocos conos a pesar de haber transcurrido en ambos incendios 10-11 años y 3-4 años,

respectivamente. Las diferencias en la producción de conos entre árboles con distinta severidad de

quema se acentúan en años de mayor productividad (ej. 2016 vs 2015)(Fig. 7 y 8).

S CH L M

Severidad

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

Conos p

rom

edio

por

árb

ol

Año 2015

a)

S CH L M

Severidad

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

Conos p

rom

edio

por

árb

ol

Año 2016

b)

Page 17: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Figura N° 7. Cantidad promedio de conos por árbol en el año 2015 (a) y 2016 (b) y según severidad de quema

en los incendios de Tromen, Rucachoroy, Moquehue (2005 y 2012) y Ñorquinco (2013 y 1987).

Severidad

Co

no

s p

rom

ed

io p

or

árb

ol

Cuenca: TROMEN

S CH L M0

10

20

30

40

50

60

Cuenca: RUCA

S CH L M

Cuenca: Moquehue

S CH L M

Cuenca: ÑORQ-13

S CH L M0

10

20

30

40

50

60

Cuenca: ÑORQ-87

S CH L M

Año 2016

b)

Severidad

Pro

me

dio

de

co

no

s p

or

árb

ol

Cuenca: TROMEN

S CH L M0

1

2

3

4

5

Cuenca: RUCA

S CH L M0

1

2

3

4

5

6

7

Cuenca: Moquehue

S CH L M0

1

2

3

4

5

6

Cuenca: ÑORQ-13

S CH L M0

2

4

6

8

10

12

14

16

Cuenca: ÑORQ-87

S CH L M0

1

2

3

4

5

6

7

Año 2015

a)

Page 18: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

En el incendio de Tromen se pudo evaluar la variación temporal del efecto de la severidad de quema

sobre la producción de conos durante 7 años (Fig. 8). Durante los años muy productivos del 2013 y

2016 no se observaron diferencias significativas en productividad entre árboles sanos y

chamuscados; por el contrario los sanos produjeron 2 veces más conos que los afectados con

severidad Leve-Moderada (L-M) y 8 a 30 veces más que aquellos con severidad Moderada-Fuerte (M-

F). Los árboles con severidad moderada a fuerte tardaron 6 años en comenzar a producir conos

nuevamente.

Figura N° 8. Variación anual en la producción promedio de conos por árbol según severidad de quema (S: Sanos

en bosques sin quemar; CH: Chamuscados; L-M: Leve a Moderada; M-F: Moderada a Fuerte) en el incendio de

Tromen. Los asteriscos indican las diferencias significativas entre árboles sin quemar y aquellos con severidad

L-M o M-F.

Estimación de la pérdida de productividad de semillas por hectárea en sitios quemados

La pérdida de productividad en la producción de semillas por hectárea en los incendios se redujo

como consecuencia de la combinación de la mortalidad de semilleros y de la reducción en la cantidad

de conos en los árboles sobrevivientes. En promedio los bosques incendiados perdieron 20-67 % de

los semilleros y produjeron un 58-66 % menos conos que sitios no quemados (Tabla N° 5). Sin

embargo, se observó una gran variación entre parches tanto en la mortalidad de semilleros (rango: 8-

100 %) como en la pérdida de conos (0-98 % en 2015 y 4-98 % en 2016)(Tabla N° 5). Los incendios

con mayor proporción de semilleros muertos fueron Moquehue 2012, Tromen 2009 y Ñorquinco

2013 (Tabla N° 5). Dentro de los incendios, existen parches con grandes proporciones de semilleros

muertos. Por ejemplo, en Tromen en los parches densos de Mamuil Malal (MAMA) y de Bolsico del

Diablo (BOLSICO) se perdieron más del 80% de los semilleros. Lo mismo ocurrió en el parche ÑORQ2

de Ñorquinco y en el parche RUCAQ2 de Rucachoroy, donde se murieron más del 82% de los

semilleros en 2013 (Tabla N° 5). En los dos incendios del 2013 es probable que se esté

sobreestimando la mortalidad de árboles al no transcurrir suficiente tiempo para que ocurra el

rebrote en los árboles y por ende, verificar si los individuos están vivos o muertos.

Año

2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Pro

me

dio

co

no

s p

or

árb

ol

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Control

CH

L-M

M-F

*

*

*

*

Page 19: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Reducción (%) Kilos por hectárea Diferencia en año Parche

Incendio En

densidad En conos 2015-2016

Sin fuego 2015-2016

Con fuego (2015)

Con fuego (2016)

poco productivo

muy productivo

TPT 8 21-18 50-492 36 277 28 44 TCO 55 0-33 29-380 13 85 56 78

MAMA 86 98-98 67-732 0 0 100 100 BOLSICO 80 73-73 29-380 1 14 95 96 Tromen-09 57 48-56 44-496 13 94 70 79 MOQ_12 67 100-85 12-41 0 2 100 96 MOQ_05 20 60-21 0-109 0 52 68 53 ÑORQ1 42 89-76 344-1240 22 131 94 89 ÑORQ2 83 97-91 369-1331 2 15 99 99 ÑORQ3 82 96-89 38-135 0 2 99 98 ÑORQ4 65 96-80 151-540 2 29 99 95 ÑORQ5 55 93-60 38-135 1 18 97 87 ÑORQ6 67 93-67 88-315 2 26 98 92

Ñorquinco-13 66 94-77 171-616 5 37 98 93 ÑOR87-1 55 0-17 16-780 7 215 56 72 ÑOR87-2 15 27-4 11-540 7 335 37 38

Ñorquinco-87 35 14-11 14-660 7 275 46 55 RUCAQ1 11 33-27 33-401 20 195 40 51 RUCAQ2 100 99-91 48-579 0 0 100 100 RUCAQ3 14 38-30 20-245 10 105 49 57 RUCAQ4 50 78-65 9-111 1 18 87 84

Rucachoroy-13 44 62-53 27-334 8 79 69 73 Incendios 48 66-58 64-526 8 121 71 75 Tabla N° 5. Reducción porcentual (%) en la densidad de semilleros y en la cantidad de conos por árbol y;

productividad (kilos de piñones por hectárea) del parche para los años 2015 y 2016 si no se hubiera quemado

(sin fuego) y en la situación actual (con fuego); diferencia porcentual en la productividad para años poco

productivos (ej. 2015) y muy productivos (ej. 2016).

En 2015 y 2016 los bosques quemados en promedio produjeron 8 (rango: 0.1-13) y 121 (rango: 2-

275) kilos por hectárea pero hubieran producido 64 (rango: 0.2-171) y 526 (rango: 41-660) si no se

hubieran quemado (Tabla 5 y Fig. 9). Esto significa una pérdida promedio del 71 y 75 % en la

productividad de kilos por hectárea en 2015 y 2016, respectivamente. Sin embargo, se registró una

gran variación en estos porcentajes entre incendios y entre parches de un mismo incendio (Tabla N°

5). Los incendios de Moquehue de 2012 y de Ñorquinco de 2013 fueron los que perdieron más

productividad tanto en 2015 como en 2016 comparado con el mismo sitio si no se hubiera quemado

(Fig. N° 9).

Page 20: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Figura N° 9. Kilos promedio por hectárea de semillas para 2015 (a) y 2016 (b) en parches quemados antes (pre)

y después (post) de los incendios. Se indican los porcentajes de pérdida de productividad en cada caso. ÑORQ-

87: Ñorquinco 1987; MOQ-05: Moquehue 2005; TROMEN-09: Tromen 2009; ÑORQ-13: Ñorquinco 2013;

RUCAQ-13: Rucachoroy 2013.

Estimación del grado de tiempo de recuperación del dosel y de la capacidad reproductiva

En función del grado de severidad de quema que el fuego produjo sobre las araucarias en general y

considerando la relación entre el grado de severidad y la tasa de mortalidad y de velocidad de

Incendio

ÑORQ-87MOQ-05

TROMEN-09MOQ-12

ÑORQ-13RUCAQ-13

Promedio

Kilo

s p

or

he

ctá

rea

0

50

100

150

200

250

2015 pre-fuego

2015 post-fuego

a)

Incendio

ÑORQ-87MOQ-05

TROMEN-09MOQ-12

ÑORQ-13RUCAQ-13

Promedio

Kilo

por

he

ctá

rea

0

200

400

600

800

10002016 pre-fuego

2016 post-fuego

b)

-46%-70%

-98%

-69%-71%

-55%

-53%

-68%

-79%

-93%-73%

-75%

-100%

-96%

Page 21: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

respuesta para rebrotar en los árboles, se estableció una estimación de recuperación del dosel en

función del tiempo transcurrido luego del incendio (Fig. 10a).

Se estima que las araucarias en los parches 1 y 4 del incendio de Rucachoroy del 2013 (RUCAQ13-1 y

RUCAQ13-4) rebrotarán rápidamente en los próximos 2-5 años y recuperarán el dosel vivo con

vigorosidad como lo hicieron los parches 2 del incendio de Ñorquinco de 1987 (ÑOR87-2) y el parche

en Potrero del Tromen (TPT)(Fig. 10a). El parche 3 en Rucachoroy probablemente tarde más en

recuperarse (ej. 5-10 años), similar a lo que se viene observando en el parche TCO en el A°

Correntoso en Tromen. Los parches 1, 4, 5 y 6 de Ñorquinco afectados en 2013 también se espera

que tarden en recuperar el dosel en 5-10 años. Por el contrario, los parches 2 (al este del Rehue) y 3

(al sur de la seccional) de este incendio se estima demorarán más tiempo, quizás 10-20 años. Las

araucarias quemadas en Moquehue en 2012 y en 2005 probablemente se recuperen también en

estos plazos aunque en éste último se espera una respuesta más lenta no sólo por presentar mayor

proporción de árboles con severidades más graves sino por su ubicación a mayor altitud. Similar

situación se espera para el parche evaluado en Tromen en alta montaña (BOLSICO). En el parche 2 de

Rucachoroy (zona Subángulo) y en el parche MAMA (Estancia Mamuil Malal en alta montaña) se

estima que la recuperación demorará más de 30 años o no se recuperarán. Otros sectores con fuerte

pendiente en el incendio de Ñorquinco 2013 no evaluados también fueron severamente afectados y

muy probablemente no se recuperen.

Por otro lado, teniendo en cuenta la relación entre el grado de severidad de quema y la tasa de

mortalidad de semilleros y con la producción de conos, se estableció una estimación de la

recuperación de la capacidad reproductiva para los distintos incendios y parches (Fig. 10b). Todos los

parches del incendio de Rucachoroy salvo el 2, se estima producirán conos en los próximos años y

sus semilleros alcanzarán niveles “normales” de producción en menos de 5 años. El parche 2

(RUCA13-2) de Rucachoroy, el 4 (ÑORQ-4) de Ñorquinco y el ubicado al Este del Bolsico del Diablo

(BOLSICO) en Tromen seguramente tardarán 5-15 años en recuperar valores normales de

productividad. Los semilleros en los incendios de Moquehue ocurridos en 2005 y en 2012

probablemente demoren 10-15 años y más de 15 años, respectivamente (Fig. 10b). Por su parte, los

semilleros en la mayoría de los parches presentes en el incendio de Ñorquinco de 2013, en especial

los parches ÑOR13-2, ÑOR13-6 y ÑOR13-5, posiblemente demoren hasta 25-30 años en alcanzar

valores normales de productividad, incluso su recuperación podría ser más lenta que la observada en

los parches evaluados del incendio de Ñorquinco ocurrido en 1987. Por otra parte, más allá de lo que

tarden los semilleros en volver a producir conos, los parches MAMA, BOLSICO, ÑORQ13-2, ÑORQ13-3

y RUCAQ13-2 presentan alta mortalidad de semilleros y por lo tanto su potencialidad reproductiva ha

sido seriamente afectada por el fuego.

Page 22: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Figura N° 10. Porcentaje de araucarias con severidad Sana + Chamuscada (S-CH), severidad Leve a Moderada

(L-M) y Moderada a Fuerte (M-F) en las araucarias en general (a) y en los semilleros relevados (b). Cuanto más

abajo y a la derecha se ubique el parche en el triángulo, mayor será su velocidad de recuperación o de

respuesta reproductiva. Lo opuesto sucederá con parches ubicados en la porción inferior e izquierda del

triángulo. Los parches ubicados en el triángulo central resaltado presentan árboles con mayor heterogeneidad

de severidad de quema y por ende, en ellos la recuperación será dispar.

S-CH

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

L-M

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

M-F

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

RUCA-13

ÑOR-13

TROMEN-09

ÑOR-87

MOQ-05

MOQ-12

MOQ-12

MOQ-05

ÑORQ87-2

ÑORQ87-1

MAMA

TCO

TPT

BOLSICO

RUCAQ13-2

RUCAQ13-4

RUCAQ13-3

RUCAQ13-1

ÑORQ13-2

ÑORQ13-6

ÑORQ13-5

ÑORQ13-3

ÑORQ13-1

ÑORQ13-4

Rápida recuperación del dosel

Lenta recuperacióndel dosel

Moderada recuperación del dosela)

S-CH

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

L-M

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

M-F

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100Rápida respuesta

reproductivaLenta respuesta

reproductiva

Moderada respuestareproductiva

MAMA

TCO

TPT

BOLSICO

ÑORQ87-2

ÑORQ87-1

ÑORQ13-2 ÑORQ13-6

ÑORQ13-5

ÑORQ13-3

ÑORQ13-1 ÑORQ13-4

RUCAQ13-2

RUCAQ13-4

RUCAQ13-3

RUCAQ13-1

MOQ-12

MOQ-05

RUCA-13

ÑOR-13

TROMEN-09

ÑOR-87

MOQ-05

MOQ-12

b)

Page 23: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

Conclusiones preliminares

Del análisis e interpretación de los resultados se pueden sacar las siguientes conclusiones

preliminares:

1. Se observó una gran heterogeneidad y variabilidad espacial en el grado de severidad de

quema en araucarias entre incendios y entre parches de un mismo incendio afectados en los

últimos 30 años. En general las araucarias fueron más afectadas en los incendios de

Moquehue (2005 y 2012) y en Ñorquinco 1987, mientras que en el incendio de Rucachoroy

de 2013 fueron menos afectadas. Los incendios de Ñorquinco 2013 y Tromen 2009

representan situaciones intermedias de afectación.

2. La exposición y la pendiente parecen tener una influencia clara sobre la severidad de quema,

siendo más intensa en sitios más secos (exposiciones N, NE, E (ej. en ÑOR13) vs. S o SO (ej. en

RUCA13) y con mayor pendiente (ej. BOLSICO-MAMA vs. TCO-TPT en Tromen).

3. Los parches ubicados con regímenes de lluvias menores (ej. MAMA-09 vs MOQ-05 o

RUCAQ1-2 vs. RUCA3-4) y ubicados a similar altitud parecen sufrir mayores severidades de

quema.

4. Los parches con árboles más chicos, de menor diámetro, fueron más afectados que aquellos

con estructuras más maduras (ej. MOQ-05 y MOQ-12 vs. RUCA13 o ÑORQ-13). A partir de 50

cm de diámetro se observa una mayor probabilidad de supervivencia.

5. El grado de severidad de quema afecta la tasa de mortalidad de las araucarias en general y la

capacidad en los semilleros de rebrotar y producir conos en particular. Los incendios en

promedio redujeron la densidad de semilleros casi un 50%, antes del fuego más del 60% de

los parches tenían valores de densidad de semilleros razonable (ej. 20 por hectárea o más),

luego del fuego sólo el 22% de los parches evaluados se mantiene por encima de dicho valor.

6. La pérdida de producción de conos por árbol en parches quemados comparado con bosques

sanos se acentúa en años productivos (ej. 2013-2016 vs. 2012-2015 en Tromen; 2015 vs.

2016 en todos los incendios).

7. Según la severidad de quema, los semilleros sobrevivientes pueden tardar 1 a 6 años en

producir conos nuevamente luego del incendio. Sin embargo, sólo los árboles con severidad

“chamuscada” pueden recuperar la productividad original en su capacidad de producción de

conos, la cual la alcanzan luego de 5 años o más de ocurrido el incendio. Los árboles con

severidad “leve” tardarían entre 15 y 25 años en recuperar la productividad original que

tenían previa al incendio.

8. La producción de semillas por hectárea se disminuye drásticamente en un sitio quemado

debido a la mortalidad de semilleros y a la pérdida de productividad en los árboles

sobrevivientes.

9. Recién a los 30-32 años de ocurrido un incendio (ej. ÑOR-87) los semilleros recuperan su

capacidad reproductiva y la cobertura de dosel en el bosque para permitir el parche alcance

valores razonables de productividad (ej. que alcance 200 kg/ha).

Recomendaciones de manejo

Incendios en Moquehue

1. En el incendio de Moquehue ocurrido en 2012 se recomienda eliminar todos los ejemplares de Pino

(lo plantado y la regeneración natural existente) y reforestar el sitio con araucarias. Mantener el sitio

Page 24: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

sin ganado y sin recolección de piñones. También dejar la madera muerta en el suelo dado que

favorecerá la regeneración de la vegetación.

2. En el incendio de Moquehue ocurrido en 2005 en alta montaña, este sitio se podrá recuperar

pasivamente sin necesidad de aportes de plantines o de semillas. Es necesario mantener la zona sin

ganado y sin recolección humana, manteniendo la madera muerta en el suelo y en pie (no realizar

extracción de leña). En este sitio debería observarse un aumento de regeneración de araucaria en los

próximos 15 años.

3. Se sugiere la aplicación de la técnica de siembra aérea con piñones en amplias zonas de alta montaña

y mitad de faldeo ubicadas al oeste y sur de Moquehue donde había bosques de araucaria

originalmente y que fueran afectadas por incendios en los últimos 60-70 años.

Incendio de Ñorquinco

Teniendo en cuenta el grado de severidad alcanzado en este incendio, las tasas de mortalidad observadas y el

plazo de recuperación que se espera en la producción de conos, se plantean las siguientes recomendaciones:

1. Mantener sin ganado todas las zonas no destinadas al uso ganadero según la zonificación del Plan de

Gestión del Parque. En zonas con uso autorizado de ganado, mantener la carga ganadera al mínimo

posible al menos por los próximos 10 años hasta que se instale la vegetación arbórea.

2. Debe ponerse atención en la recuperación de los parches con mayor severidad de quema (ej.ÑOR-2 y

ÑOR-3) ubicados al oeste del Rehue y al sur de la seccional para minimizar el impacto por el ganado y

por la recolección de piñones.

3. No se recomienda autorizar la recolección de piñones en el sector del incendio, en especial en los

parches ÑOR13-2, ÑOR13-6 y ÑOR13-5, considerando los plazos de recuperación esperados (25-30

años).

4. Se recomienda evaluar la aplicación de caza de control del jabalí en la zona de distribución de la

especie conocida en la zona considerando que el área de manejo es acotada y que la especie se

encuentra por ahora en baja densidad pero con tendencia al aumento. No debe autorizarse la caza

deportiva ni cualquier modalidad de cacería que no tenga como prioridad reducir la densidad de

hembras y de subadultos.

5. Se recomienda evaluar la aplicación de la siembra aérea en los sectores afectados, en 1987 y/o 2013,

con moderada a fuerte severidad y que presentan fuerte pendiente donde la mortalidad de araucaria

superó el 70-80%.

Incendio en Rucachoroy

Teniendo en cuenta la menor afectación de la araucaria en los parches evaluados y los tiempos

relativamente cortos de recuperación de la capacidad de rebrote y de producción de conos en este

incendio, se recomienda lo siguiente:

1. Se recomienda discutir con los pobladores la implementación de un manejo ganadero en el sector

incendiado que se focalice en proteger los bosques altos de araucaria y Nothofagus spp. (lenga) y en

simultáneo que priorice el manejo de los bosques y matorrales de ñire y los pastizales con un enfoque

silvopastoril para lograr la recuperación de estos ambientes en el corto plazo para que preserven la

capacidad de proveer de recursos naturales (forraje y leña) en el mediano y largo plazo.

2. En sintonía con el punto 1., se recomienda poner sobre la mesa de discusión el cierre de los caminos y

cortafuegos abiertos al este del incendio (Subángulo) para proteger los bosques mixtos con buen

estado de conservación y que no se quemaron.

Page 25: Cambio Climático, incendios forestales y su interacción ... Detailed Final Report_0.pdf · especiales (es un “dinosaurio viviente”). Sus semillas representan un recurso clave

3. También en sintonía con el punto 1., se recomienda poner en discusión el cerrar las zonas con bosque

de ñire y de pastizal para permitir la semillazón y establecimiento de pasturas, el rebrote y el

crecimiento de los árboles sin herbivoría para evitar su arbustización y posibilitar el desarrollo de la

forma arbórea en los ñires que a futuro permitirá mayores rendimientos leñeros.

4. Se recomienda poner en la discusión la necesidad de prohibir la recolección de piñones en los parches

de araucaria por 5 años y a partir del 6° año regular su recolección en función de lo que produzca el

bosque, de este modo se podrá facilitar la regeneración en la especie.

5. Se recomienda poner en la discusión la prohibición de la recolección de madera muerta, caída y en

pie, por lo menos por los próximos 10 años. La madera muerta es clave en el bosque quemado dado

que facilita la germinación, establecimiento y crecimiento de la vegetación arbustiva y arbórea y la

defiende frente a la herbivoría por liebre, conejo o ganado u otros ungulados silvestres introducidos.

Los primeros años de protección de un sitio quemado son claves porque definen el rumbo de la

sucesión vegetal (si se vuelve a formar un bosque alto o por el contrario si se arbustiza o en casos

extremos, se transforma en pastizal o en peladal).

6. Se recomienda prestar especial atención al parche 2 (RUCA13-2 en sector subángulo) de araucaria por

su grado de afectación y severidad de quema. En este sitio quizás sea necesario aplicar medidas

activas para garantizar la regeneración de araucaria (siembra y/o plantación). En este sitio la

supervivencia de araucaria del dosel se estima es menor al 25% y los semilleros sobrevivientes

recuperarían su capacidad reproductiva recién en unos 15 años.

Incendio de Tromen

El incendio de Tromen presenta una severidad de quema intermedia comparada con los restantes incendios y

diferencias importantes entre parches en su nivel de recuperación luego de 7 años y en un contexto de alta

densidad de fauna exótica silvestre (liebre, jabalí y ciervo colorado) y presencia de caballos no autorizados y

uso ganadero en el sector de reserva nacional. En este marco se recomienda lo siguiente:

1. Los parches MAMA y TCO por el nivel de severidad de quema que sufrieron y por la nula o escasa

recuperación de los árboles luego de 7 años, sumado a la fuerte presión de granivoría por ungulados y

lagomorfos (liebre y conejo), requiere de un manejo activo para su restauración. Ambos parches están

en propiedad privada (Estancia Mamuil Malal) por lo cual se buscará la forma de consensuar la

aplicación de las posibles opciones de manejo que sean factibles y efectivas. Entre estas opciones sería

necesario discutir el control del acceso a los parches al ganado, al jabalí, al ciervo y a la liebre hasta

que se recuperen o alternativamente subsidiar al bosque con plantines y/o con un exceso de semillas

(siembra aérea) para contrarrestar la granivoría ejercida por esta fauna. De todos modos, esta fauna

está produciendo diversos impactos en los parches quemados, el consumo de piñones y la falta de

regeneración es sólo uno de ellos.

2. No es recomendable la recolección de madera muerta en los parches quemados de bosque de

araucaria y de Nothofagus spp. en el sector del quemado. La madera muerta ayuda a contrarrestar el

impacto de la fauna mencionada.

Agradecimientos: A Bertil Grahn de la Estancia Mamuil Malal por permitirnos trabajar en los bosques de su

propiedad; a la Corporación Interstadual Pulmarí (Ing. Ftal. Fernando López Espinosa), la Dirección de Bosques,

Dirección de Producción, Area de Manejo del Fuego de la Provincia y la Dirección de Guardafaunas Provinciales

por la colaboración prestada por las autoridades y por el personal de campo; a Beatriz Nobua y a la empresa

Wildland Studies por coordinar a los estudiantes que colaboraron con las tareas de campo en la primavera de

2014. A Valeria A. Androsiuk, Amalia Bursztyn y Tomás Busan por su valiosa colaboración durante 20 días de

trabajo de campo como voluntarios del Parque Nacional Lanín en el verano 2015. A la Fundación Rufford y al

Parque Nacional Lanín por financiar este trabajo.