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Cannes 2013 | Grazia

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Page 1: Cannes 2013 | Grazia

EL LUJO Y LA MODA SE DAN LAMANO CADA AÑO EN LA CITACON MÁS GLAMOUR DE LA COSTAAZUL, DONDE TAMBIÉN SE VE CINE,MUCHO Y BUENO. Por Armando Pinedo

EN CANNES estos días ocurre algoinverosímil: se mezcla la más profundaintelectualidad cinematográfica con lafrivolidad más glamurosa einimaginable. Y ambas conviven enarmonía. El mayor y más importantefestival de cine del mundo, convertidotambién en el más prolífico mercado depelículas que existe, es un hervidero decelebridades, productores,distribuidores y curiosos llegados detodo el mundo. Esta pequeña ciudad dela Costa Azul, que durante el resto delaño vive sumergida en un ostracismoabsoluto, y que apenas destaca poralgún evento puntual, se convierte en lamejor pasarela de moda, lujo y glamour.

UN ESPECTÁCULO DE MODADesde la suite que el gigantecosmético L’Oréal Paris instala en elático del mítico Hotel Martinez deCannes –adonde la revista GRAZIAha sido invitada– se divisa unespectáculo tan cinematográfico quepodría satisfacer todo tipo de fantasíasde lujo: yates, aviones privados,caravanas de limusinas, decenas depeluqueros y maquilladores, estilistas(que viajan con cada estrella),diseñadores llegados exclusivamentepara vestir a las protagonistas de losmejores estrenos, periodistas de loscinco continentes, y lo másimportante, historias contadas bajo lafirma de grandísimos directores.

Cannes es una fiesta dondecompiten en reinado desde NicoleKidman, miembro del jurado oficialque capitanea Steven Spielberg, a JaneFonda, espectacular embajadora de

DE LA SEMANALas10noticias

FASHIONREPORTER

Inès de la Fressange, enuno de los pasillos delHotel Martinez de Cannes.

La top DoutzenKroes, con un vestido

de Calvin KleinCollection, en la

alfombra roja.

ArmandoPinedo, de

GRAZIA, enCannes.

Nicole Kidman,vestida de Dior,es este añomiembro del juradodel Festival.

Doutzen Kroes, con el últimonúmero de GRAZIA, en lasuite de L’Oréal Paris instaladaen el Hotel Martinez.

CANNEStiene otra cara

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LA CLAVE DEL ÉXITOde cualquier ficción se encuentra enla solidez de sus personajes. Ya noimporta tanto qué suceda sino aquién le suceda. Si el protagonistaes un soso sin fondo, ya puede viajaral pasado en una máquina deltiempo o naufragar en una islahabitada por dinosaurios, que nosva a dar un poco igual. Por eso megusta Fringe, una serie futuristacentrada en las realidades paralelasy la posibilidad de desafiar elespacio-tiempo. El tema me resultaapasionante de por sí, pero, además,sus cuatro protagonistas tienenencanto, complejidad, sentido delhumor y humanidad. Cuando llevascinco años siendo testigo de susaventuras, de alguna manera, acabascreyendo que son tus amigos. Tesientas a cenar mientras vigilas susmovimientos, te metes en la camareflexionando sobre sus destinos, ysus voces se confunden en tu cabezacon las de la gente real. No, noestoy tan loca (y de estarlo, no seríapor esto). Es el resultado de unamagnífica construcción de susprotagonistas, y todo guionista

sueña con conseguir un diseño depersonajes que le asegure lafidelidad incondicional delespectador. Ese tipo de proyectos,cuya última temporada marcatambién un periodo importante detu vida, son los que consiguen quellores desconsoladamente mientrasasistes a su cierre definitivo.Urgencias, A dos metros bajo tierra,

Seinfeld, The Wire o Los Sopranodesaparecen para siempre de lapantalla dejando tras de sí unaatmósfera de irremediablenostalgia. Y sí, ya sé que son soloseries de televisión, no comparablesa la vida real, pero como sugierela tesis de Fringe, ¿tenemos tanclaro qué es la realidad?La 5ª temporada se emite en mayo en Canal Plus.

‘FRINGE’: universosparalelos (y con encanto)

Esta semana @Barbaraalpuente

La agente OliviaDunham y sus

compañeros de viaje,en la quinta (y última)

temporada de la serie.

‘UN PRÍNCIPE PARA CORINA’

¿Cuántos sapos hay que besar para llegar al príncipe?

Corina sabe la respuesta, porque 24 hombres se

disputan su corazón en el nuevo ‘dating’ de los

domingos en Cuatro. El cuento comenzó en una

discoteca de Málaga, donde la joven fue hallada por el

equipo de ‘casting’ del programa. La nueva princesa

del pueblo (y en ‘prime time’) está custodiada por

cuatro grupos de hombres: los guapos, los únicos, los

‘nerds’ y los simpáticos, aunque caben en las dos viejas

categorías: los guapos y el resto. Casi todos podrían

protagonizar un vídeo viral compartido, retuiteado,

posteado y ‘pineado’ por doquier. Salvador Raya y

otras celebridades de YouTube recuerdan mucho a la

construcción de algunos personajes del programa. Un

vampiro costurero con mechas, un adicto a las

operaciones estéticas, un ‘feapo’ fan de Capitán

América o un boxeador y filósofo. Aquí no hay

‘heteruzos’ que valgan. La mayoría responde al

estereotipo de hombre noventero metrosexual. Son

‘non threatening boys’ sensibles, con un lado bizarro y

otro inquietante. Como formato, tiene rasgos de los

clásicos del ‘dating’ internacional como ‘The Bachelor’

(padre americano del género), ‘Mujeres y hombres’

(la hermana de Corina y su mejor amigo como

consejeros del amor) y el reciente ‘My Little Pincess’,

en el Reino Unido. La prueba de eliminación, oyendo

sus voces frente a un espejo ciego, recuerda a ‘La voz’.

Pero lo mejor del programa es su edición. Ágil,

divertida y ocurrente, no existe cosa igual en el

panorama televisivo español. @inmateria

LOVE IS FREAK

TV

LA GUERRA DE LOS MANDOS

OJO¡¡¡ RECUPERAR EL MONTAJE , FOTO FIJA

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EL LUJO Y LA MODA SE DAN LAMANO CADA AÑO EN LA CITACON MÁS GLAMOUR DE LA COSTAAZUL, DONDE TAMBIÉN SE VE CINE,MUCHO Y BUENO. Por Armando Pinedo

EN CANNES estos días ocurre algoinverosímil: se mezcla la más profundaintelectualidad cinematográfica con lafrivolidad más glamurosa einimaginable. Y ambas conviven enarmonía. El mayor y más importantefestival de cine del mundo, convertidotambién en el más prolífico mercado depelículas que existe, es un hervidero decelebridades, productores,distribuidores y curiosos llegados detodo el mundo. Esta pequeña ciudad dela Costa Azul, que durante el resto delaño vive sumergida en un ostracismoabsoluto, y que apenas destaca poralgún evento puntual, se convierte en lamejor pasarela de moda, lujo y glamour.

UN ESPECTÁCULO DE MODADesde la suite que el gigantecosmético L’Oréal Paris instala en elático del mítico Hotel Martinez deCannes –adonde la revista GRAZIAha sido invitada– se divisa unespectáculo tan cinematográfico quepodría satisfacer todo tipo de fantasíasde lujo: yates, aviones privados,caravanas de limusinas, decenas depeluqueros y maquilladores, estilistas(que viajan con cada estrella),diseñadores llegados exclusivamentepara vestir a las protagonistas de losmejores estrenos, periodistas de loscinco continentes, y lo másimportante, historias contadas bajo lafirma de grandísimos directores.

Cannes es una fiesta dondecompiten en reinado desde NicoleKidman, miembro del jurado oficialque capitanea Steven Spielberg, a JaneFonda, espectacular embajadora de

DE LA SEMANALas10noticias

FASHIONREPORTER

Inès de la Fressange, enuno de los pasillos delHotel Martinez de Cannes.

La top DoutzenKroes, con un vestido

de Calvin KleinCollection, en la

alfombra roja.

ArmandoPinedo, de

GRAZIA, enCannes.

Nicole Kidman,vestida de Dior,es este añomiembro del juradodel Festival.

Doutzen Kroes, con el últimonúmero de GRAZIA, en lasuite de L’Oréal Paris instaladaen el Hotel Martinez.

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L’Oréal Paris, sin olvidar la incesantelluvia que estos días ha caído «casi adiario desde Navidad», según cuentael chófer que me acompaña de lado alado de este minúsculo espacio costero.

Cuando llego al Hotel Martinez,cuartel general de muchas estrellas yperiodistas –otras suelen elegir villasmás alejadas del megaespectáculo quees Cannes estos días– me cruzo con AlPacino en la entrada. Reparo en élporque me asusta una avalancha degritos y disparos de cámaras que meobligan a buscar a cada lado una caraconocida. Y ahí está, inapetente antetanta fama; se esconde tras gafasoscuras y camina acelerando el pasohacia su coche. Las nubes de fotógrafosy el gentío le siguen como moscas,porque aquí se huele el negocio delcine en cada esquina.

Así me lo recuerda el jefe de prensade una productora con el que coincidoen el ascensor. «Si existe algo rigurosoen este festival es la promoción de laalfombra roja, la más fotografiada ydeseada por todos», me cuenta mientrasme cruzo con Rooney Mara, lainquietante y bella actriz, que acaba dese fichada por Calvin Klein, y que,custodiada por guardaespaldas y agente,enfila el paso acelerado hacia su cochecamino, claro, de una rueda de prensa.

cada día del festival la larga, ancha yroja alfombra. Karim Rahman,maquillador internacional de L’OréalParis, me sorprende con su sencillez:«Es mucha presión para ellas, pero yosiempre las maquillo en mi habitación,solos, sin sus agentes, con música, nosreímos, charlamos y no hablamos denada trascendente. Solo quiero que serelajen antes de la hora punta».

Acelero el paso hacia mihabitación, y esperando el ascensor –quedo convencido de que en estosespacios es donde realmente te enterasde casi todo lo importante– escuchouno de los temas más comentados deldía (además de la incesante lluvia):han robado en la Suite Chopard. «¿Noserá parte de un rodaje en paralelo alfestival?», comentan entre risas dosperiodistas francesas, rememorandoaquella maravillosa película de GaryGrant y Grace Kelly, Atrapa a unladrón. A veces, sientes el cine dentrodel cine. Y de eso hablamos en losminutos previos al estreno de la nuevapelícula de Benicio del Toro, Jimmy P.

Y se acerca esa hora punta. Tocabauna copa antes del estreno de hoy en lapiscina del Martinez, pero la lluviacambia los planes. De nuevo, larecepción del hotel es una carrera defotógrafos, celebridades, jefes de

Pero, ¿cómo es todo este procesoque se activa horas antes de llegar a laalfombra roja y mostrarte antebatallones de fotógrafos, todos deriguroso y obligatorio esmoquin? Paraaveriguarlo, tuve la oportunidad dehablar con el equipo que L’Oréal Paris,patrocinador del Festival, que vuelahasta Cannes desde todos sus cuartelesgenerales, una impresionantemaquinaria que reúne bajo un mismoespacio desde los mejores peluqueros,maquilladores y manicuristas hasta laexperta en piel que dicta los nuevosprotocolos cosméticos.

LA DESEADA ALFOMBRA«La alfombra roja impone mucho, y damucho respeto porque es unaresponsabilidad muy grande», mecuenta la top holandesa Doutzen Kroes,imagen de L’Oréal Paris y Victoria’sSecret, mientras charlamos en unrincón de la inmensa estancia. «Tienesa decenas de fotógrafos que gritan tunombre y debes estar estupenda paraellos, atenderlos a todos, lucir bien tuvestido, tus joyas y tu maquillaje, peroes una subida de adrenalina muygrande. Me encanta», confiesa mientrashojea el último número de GRAZIA.Me pregunto la cantidad de secretos debelleza de estas mujeres que recorren FO

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Las10noticiasDE LA SEMANA

prensa. Aparece Eva Longoria, y sedesata la locura, aunque ella se deslizasobre sus tacones sin titubear; eso sí,con tres guardaespaldas que prohíbenfotos con el móvil. «Solo fotógrafosoficiales», me advierte uno de ellos.

En la alfombra roja, sin embargo,todo vale. Cientos de fotógrafos recibena sus estrellas a gritos: «¡Nicoool!»(Kidman), «¡Steven!» (Spielberg),«¡Eeeeva!» (Longoria)... y la mayoríadesfilan, profesionales, altivas yentregadas a un objetivo único: ser lasmás fotografiadas. Menos mal que eltoque español estará a la altura: PazVega, cuya escuela americana se nota ala hora de posar y sonreír. Paz da latalla en las mejores alfombras rojas.

Pensando en este curioso protocolodel festival, me dispongo a ver Jimmy P.Se apagan las luces. En ese instante escuando la maquinaria del cine se activade verdad, porque aquí cada uno tieneclaro cuándo viene a lucir un vestido odebe vender ante el mundo una buenapelícula. Y mientras apagan las luces,me quedo pensando en la espectacularJane Fonda y trato de digerir lo que meacaba de contar la directora decomunicación de L’Oréal Paris: «Laedición del próximo año comienza aorganizarse el próximo mes de junio».Así que, ¿quién dijo resaca?

Steven Spielberg,presidente deljurado de esta

edición.

Aimee Mullins,atleta y modelo,

además deembajadora de

L’Oréal Paris.

Eva Longoria,con un Versace

verde agua.

Jane Fonda, deVersace, y ala izq., Rooney

Mara, deCalvin Klein.

Freida Pinto,hablandoanimadamentecon Inès dela Fressange.

El hotel Martinez es uno de losestablecimientos más icónicos de Cannes,y lugar de encuentro durante el Festival.A la dcha., f itting previo a la alfombra roja.

Doutzen Kroes,en los retoques

previos a su pasopor la alfombra

roja, quecontinuaría en una

exclusiva cena.

A la izq., vistade la suiteL’Oréal Paris,en Cannes.

La alfombra roja de Canneses una gran pasarela nosolo de cine, sino deglamour, moda y belleza.Freida Pinto y Paz Vega sondos buenos ejemplos.

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Definís vuestra música como«sonidos que regresan a lanaturaleza». ¿En qué consiste eso?La respuesta de mi hermana Biancasería muy diferente a la mía. Yo tengouna conexión muy profunda con lanaturaleza y la vida salvaje. Ella tehablaría de explorar el ser humanoy de cuestiones sociales como elfeminismo, el trato que damos a losniños o la ecología. Creo quedeberíamos ser más conscientes yrespetuosos con el planeta. Esa es laverdadera religión.El nuevo disco es una conversaciónentre una niña abandonada y unaanciana marginada. ¿De quépersonaje te sientes más cerca?¡Ufff! No lo sé. Es una conversaciónque tiene lugar dentro de un mismoindividuo, entre el pasado y el futuro,

las causas y los efectos. Es una manerapoética de explorar la responsabilidadesy lo que le hacemos a otras personas.¿En tu infancia te sentiste algunavez así, abandonada o marginada?Sí, mi infancia no fue normal,viviendo en un mismo sitio y con losmismos amigos. Nos mudábamos aotra ciudad una o dos veces al año. Mesentía como una cíngara. Mis padreseran de la Native American Church,y pasábamos mucho tiempo visitandoreservas indias. También me sentíasola, incluso dentro de mi familia,porque Bianca y yo éramos lasmenores de ocho hermanos.¿Y ahora te sientes igual?No, no (risas). No le presto muchaatención. Igual estoy sola ymarginada, pero ya no me importa.Se ha descrito vuestra música

como ‘freak folk’. Hay quienos define como dos frikis.¿Os lo tomáis como una ofensa?No sé… Tengo sentimientoscontradictorios. A veces, pienso:‘¡Qué demonios! ¡Solo estoy siendo yomisma!’. No sé cual es el problema…Pero también es un honor ser vistacomo algo único y diferente, aunqueese nunca haya sido mi objetivo.En este álbum habeis vuelto acolaborar con Antony Hegarty [deAntony and the Johnsons].¿Cómo fue la experiencia?Fue fantástico, claro. ¡Ella es unángel! ¡Un verdadero ángel!¿Os interesa la moda? Lo digoporque Prada ha utilizado vuestrascanciones en algunos de susdesfiles, al igual que Kenzo yEscada en varios anuncios.No estoy interesada en la moda y,además, no llevo ninguna prenda dediseñadores famosos. De hecho, nisiquiera conozco el nombre deninguno de ellos. Lo que sí hacemoses diseñar nuestra propia ropa ycustomizarla. La moda nos interesacomo arte visual y como una manerade expresarnos diariamente.¿Y os habéis negado alguna veza participar en una campaña?Bueno, hubo un momento realmenteextraño, cuando una compañía quisoutilizar una de nuestras canciones¡que habla sobre abusos sexuales amenores! Quizás es que no habíanescuchado la letra... El hecho de saliren televisión era como: ‘¡Guau, esuna oportunidad increíble!’. Pero noslo planteamos mejor y decidimosque no tenía sentido, que iba a sertodo demasiado raro.

CocoRosie actúa el próximo 8 de junioen el Parque de la Devesa, Girona.

CULTURA

El extraño (y adorable)caso de Cocorosie

MÚSICA

HABLAMOS CONSIERRA, DEL DÚOMÁS PECULIAR DELFOLK YANQUI,QUE VUELVE CON‘TALES OF A GRASSWIDOW’, ÁLBUMCARGADO DE HIPHOP Y POP ‘ARTY’.Por Igor López

Sierra (en la foto, en segundo término)nació en Iowa y Bianca, en Hawái. PeroCocoRosie se creó en París, donde lashermanas Casady se reencontraron en2003, tras no haberse visto en años.Su debut, La maison de mon rêve(2004), se grabó en el baño de lacasa de Sierra en Montmartre.El nombre del grupo viene de losapodos que les puso su madre depequeñas: Bianca (Coco) y Sierra (Rosie).Han trabajado con Robert Wilson enuna nueva versión de Peter Pan.

COCOROSIE, EN 4 CLAVES

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L’Oréal Paris, sin olvidar la incesantelluvia que estos días ha caído «casi adiario desde Navidad», según cuentael chófer que me acompaña de lado alado de este minúsculo espacio costero.

Cuando llego al Hotel Martinez,cuartel general de muchas estrellas yperiodistas –otras suelen elegir villasmás alejadas del megaespectáculo quees Cannes estos días– me cruzo con AlPacino en la entrada. Reparo en élporque me asusta una avalancha degritos y disparos de cámaras que meobligan a buscar a cada lado una caraconocida. Y ahí está, inapetente antetanta fama; se esconde tras gafasoscuras y camina acelerando el pasohacia su coche. Las nubes de fotógrafosy el gentío le siguen como moscas,porque aquí se huele el negocio delcine en cada esquina.

Así me lo recuerda el jefe de prensade una productora con el que coincidoen el ascensor. «Si existe algo rigurosoen este festival es la promoción de laalfombra roja, la más fotografiada ydeseada por todos», me cuenta mientrasme cruzo con Rooney Mara, lainquietante y bella actriz, que acaba dese fichada por Calvin Klein, y que,custodiada por guardaespaldas y agente,enfila el paso acelerado hacia su cochecamino, claro, de una rueda de prensa.

cada día del festival la larga, ancha yroja alfombra. Karim Rahman,maquillador internacional de L’OréalParis, me sorprende con su sencillez:«Es mucha presión para ellas, pero yosiempre las maquillo en mi habitación,solos, sin sus agentes, con música, nosreímos, charlamos y no hablamos denada trascendente. Solo quiero que serelajen antes de la hora punta».

Acelero el paso hacia mihabitación, y esperando el ascensor –quedo convencido de que en estosespacios es donde realmente te enterasde casi todo lo importante– escuchouno de los temas más comentados deldía (además de la incesante lluvia):han robado en la Suite Chopard. «¿Noserá parte de un rodaje en paralelo alfestival?», comentan entre risas dosperiodistas francesas, rememorandoaquella maravillosa película de GaryGrant y Grace Kelly, Atrapa a unladrón. A veces, sientes el cine dentrodel cine. Y de eso hablamos en losminutos previos al estreno de la nuevapelícula de Benicio del Toro, Jimmy P.

Y se acerca esa hora punta. Tocabauna copa antes del estreno de hoy en lapiscina del Martinez, pero la lluviacambia los planes. De nuevo, larecepción del hotel es una carrera defotógrafos, celebridades, jefes de

Pero, ¿cómo es todo este procesoque se activa horas antes de llegar a laalfombra roja y mostrarte antebatallones de fotógrafos, todos deriguroso y obligatorio esmoquin? Paraaveriguarlo, tuve la oportunidad dehablar con el equipo que L’Oréal Paris,patrocinador del Festival, que vuelahasta Cannes desde todos sus cuartelesgenerales, una impresionantemaquinaria que reúne bajo un mismoespacio desde los mejores peluqueros,maquilladores y manicuristas hasta laexperta en piel que dicta los nuevosprotocolos cosméticos.

LA DESEADA ALFOMBRA«La alfombra roja impone mucho, y damucho respeto porque es unaresponsabilidad muy grande», mecuenta la top holandesa Doutzen Kroes,imagen de L’Oréal Paris y Victoria’sSecret, mientras charlamos en unrincón de la inmensa estancia. «Tienesa decenas de fotógrafos que gritan tunombre y debes estar estupenda paraellos, atenderlos a todos, lucir bien tuvestido, tus joyas y tu maquillaje, peroes una subida de adrenalina muygrande. Me encanta», confiesa mientrashojea el último número de GRAZIA.Me pregunto la cantidad de secretos debelleza de estas mujeres que recorren FO

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Las10noticiasDE LA SEMANA

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En la alfombra roja, sin embargo,todo vale. Cientos de fotógrafos recibena sus estrellas a gritos: «¡Nicoool!»(Kidman), «¡Steven!» (Spielberg),«¡Eeeeva!» (Longoria)... y la mayoríadesfilan, profesionales, altivas yentregadas a un objetivo único: ser lasmás fotografiadas. Menos mal que eltoque español estará a la altura: PazVega, cuya escuela americana se nota ala hora de posar y sonreír. Paz da latalla en las mejores alfombras rojas.

Pensando en este curioso protocolodel festival, me dispongo a ver Jimmy P.Se apagan las luces. En ese instante escuando la maquinaria del cine se activade verdad, porque aquí cada uno tieneclaro cuándo viene a lucir un vestido odebe vender ante el mundo una buenapelícula. Y mientras apagan las luces,me quedo pensando en la espectacularJane Fonda y trato de digerir lo que meacaba de contar la directora decomunicación de L’Oréal Paris: «Laedición del próximo año comienza aorganizarse el próximo mes de junio».Así que, ¿quién dijo resaca?

Steven Spielberg,presidente deljurado de esta

edición.

Aimee Mullins,atleta y modelo,

además deembajadora de

L’Oréal Paris.

Eva Longoria,con un Versace

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Jane Fonda, deVersace, y ala izq., Rooney

Mara, deCalvin Klein.

Freida Pinto,hablandoanimadamentecon Inès dela Fressange.

El hotel Martinez es uno de losestablecimientos más icónicos de Cannes,y lugar de encuentro durante el Festival.A la dcha., f itting previo a la alfombra roja.

Doutzen Kroes,en los retoques

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roja, quecontinuaría en una

exclusiva cena.

A la izq., vistade la suiteL’Oréal Paris,en Cannes.

La alfombra roja de Canneses una gran pasarela nosolo de cine, sino deglamour, moda y belleza.Freida Pinto y Paz Vega sondos buenos ejemplos.

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