Cantar de los Cantares - Orígenes

8/21/2019 Cantar de los Cantares - Orgenes

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COMENTARIO AL CANTAR DE LOS CANTARES

Orgenes

NTRODUCCION. Vida

rgenes nace alrededor del ao 185 en Alejandra de Egipto. El pad

enidas, que era cristiano, cuid de su educacin, iniciando tempranamejoven en el estudio de la Sagrada Escritura. Lenidas fue apresado

onfes su fe con la sangre en tiempos de Septimio Severo, alrededor del

02-203. Orgenes, el mayor de muchos hermanos, fue maestro de escu

urante algn tiempo, para atender a las necesidades de la familia.

ero an no tena dieciocho aos cuando el obispo Demetrio le encarg qucupase de la preparacin al bautismo de los catecmenos: en esta tarea

istingui de tal forma, que cuando los tiempos se fueron calmando,

nseanza era conocida mucho ms all de los lmites de la escu

atequtica. Vinieron a l oyentes paganos, as que, a partir de un momen

ado, Orgenes divide la escuela en dos cursos: uno elemental, dirigido aerdaderos y, propiamente hablando, catecmenos para la preparacin

autismo, del que fue responsable su amigo y alumno Heracles; y un cu

uperior de cultura cristiana, abierto a todos, incluso a los no cristian

entrado sobre la interpretacin sistemtica de la Sagrada Escritura y dirigi

aro est, por el ya conocido exegeta. Ms o menos por esta poca, Orgen

rrastrado por su juvenil entusiasmo e interpretando a Mt. 19,12 demasi


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mpezaron a requerirlo de aqu y de all, bien para rebatir a los herejes, b

ara proponer su enseanza o tambin para acercarse a los paganos de

ivel, que tenan inters por la religin cristiana: en ese sentido, tuvo va

ontactos, con el gobernador romano de Arabia, o en Antioqua con JuMamea, madre del emperador Alejandro Severo. Entre los muchos cristia

ue fuera de Egipto se unieron a l con profunda amistad, recordemos a

bispos Alejandro de Jerusaln, Teoctisto de Cesarea de Palestina, Fermili

e Cesarea de Capadocia.

a gran celebridad de Orgenes, empezaba a levantar sospechas en el obi

ejandrino Demetrio, cayo autoritarismo malamente poda tolerar a su lad

n doctor de fama universal y a quien por esa razn consideraba demasi

ndependiente en sus opiniones. De cualquier modo, la ruptura definitiva

uvo lugar hasta el ao 230 aproximadamente. De paso por Cesarea, Orge

ue ordenado sacerdote por Alejandro y Teactisto, sin que Demetrio, de qurgenes dependa eclesisticamente, hubiese sido informado. Deme

onsider este hecho como una afrenta a su autoridad e hizo que

ondenase a Orgenes en dos concilios celebrados en Alejand

onsiderando insostenible, a partir de ese momento, la situacin en su pat

rgenes prefiri abandonar Egipto y establecerse en Cesarea de Palestinaonde abri una nueva escuela, que muy pronto se hizo famosa en Palest

ria, Arabia y Asia Menor: entre sus discpulos figura Gregorio

aumaturgo, el evangelizador del Ponto.

unque Roma haba confirmado la condena que Demetrio hizo que

nfligiese a Orgenes, las iglesias de Oriente, en su gran mayora, noi l l b di l d i


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u polmica con el obispo Berillo di Bostra, cuya doctrina trinitaria suscit

rofundas sospechas: Berillo, al final de la discusin, se aline en la post

e Orgenes. Durante la persecucin de Decio (250), el gran maestro

etenido, y a pesar de su avanzada edad fue sometido a la tortura, oport sin claudicar. En esta ocasin el obispo de Alejandra, que

ntonces era su antiguo alumno Digenes, lo reconcili con su Iglesia. Pue

n libertad, pero reducido a condiciones de salud muy precarias, a causa

os tormentos sufridos, Orgenes muri en el 253 en Tiro, en Fenicia, a do

e haba retirado no sabemos por qu motivos.

urante su vida, Orgenes ya haba sufrido diversas criticas por parte de

ristianos que no compartan sus principios exegticos ni algunos aspectos

u teologa, a la que tenan por demasiado tributaria de la filosofa grie

emejantes criticas no fueron ajenas a la condena infligida por Demet

unque el motivo oficial fuera slo de carcter disciplinar. Despus demuerte, los ambientes ligados a las escuelas de Alejandra llevaron adelant

lanteamiento exegtico y doctrinal del maestro, procurndole am

ifusin, pero suscitando tambin speras oposiciones. En los aos

ansicin entre el siglo III y el IV la controversia origeniana estaba en pl

pogeo en territorio siro-palestino y, tambin, en otros lugares de OrieHacia fines de siglo IV, se removieron nuevas criticas a Orgenes, y ms tar

n el siglo VI, sobre todo a consecuencia de la difusin y del radicalismo q

doctrina de Orgenes haba tenido en ambientes monsticos. Despus

arias condenas, se llega a una definitiva en el concilio ecumnico

onstantinopla, en el ao 553.


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urante todo el Medioevo. Las polmicas a favor y en contra de Orgenes

enovaron a partir del ao 500, pero hay que llegar a nuestro siglo para log

na rehabilitacin global de la figura y de la obra de nuestro autor:

delante, es conviccin general que la experiencia origeniana haba marcn momento decisivo en el desarrollo de la cultura cristiana, bajo todos

spectos, de la teologa a la exgesis, de la eclesiologa a la mstica.

. Obras

n estrecha relacin con su actividad de maestro, Orgenes escribi muchomigo Ambrosio, convertido por l al catolicismo y que era muy rico, pas

u disposicin un equipo de estengrafos y calgrafos que se ocuparon d

ublicacin de sus obras. Para entender globalmente su significacin y va

ay que tener en cuenta que la principal finalidad que Orgenes se propu

as las huellas de Clemente, fue la de elevar adecuadamente el nivel de

ultura cristiana, para plantear sobre esa base una accin que tendies

ifundir el cristianismo, en los ambientes social y culturalmente m

evados, de la sociedad pagana de la poca y, sobre todo, a recuperar par

glesia Catlica al nada despreciable sector que se haba pasado

nosticismo 1.

os dos objetivos estaban estrechamente unidos entre si: en efecto, nica

causa que por un lado impeda al cristianismo una adecuada penetrac

n las capas elevadas de la sociedad pagana, y por otro, favoreca el pas

nosticismo de los cristianos particularmente exigentes en el mbito cultu

sta causa estaba representada por el aspecto absolutamente elemental ntonces presentaba el cristianismo en el terreno cultural, hasta el punto


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ivel muy comprometido, sobre todo en polmica con los gnsticos. Con e

n recurrieron ampliamente a cuanto pudiera ofrecer la rica tradic

losfica griega, bien fuera en el aspecto metodolgico o tambin

ontenido: de ah la acusacin de conceder demasiado a la cultura pagaero el riesgo mereca la pena, porque la influencia que la obra de Clement

obre todo, la de Orgenes, ejerci, fue de un alcance incalculable para el lo

e uno y otro de los dos objetivos arriba mencionados. Despus de Orge

ingn pagano ni gnstico podr acusar al cristianismo de ser una relig

decuada solamente para personas ignorantes y fanticas.

eterminado as el carcter general de la obra origeniana, aludim

pidamente, a cada una de las obras. Tngase presente que las sucesi

ondenas provocaron la retencin y ms adelante la prdida de gran parte

vastsima obra origeniana. De lo que se ha salvado, una buena parte nos

egado por la traduccin latina de Rufino, Jernimo y otros. Puesto rgenes fue sobre todo un intrprete del texto sagrado y por eso la ma

arte de sus escritos fue de carcter exegtico, hacemos alusin en prim

gar al trabajo que ciment semejante actividad exegtica, las llama

Hexapla. Orgenes sinti la necesidad de fundamentar su exgesis en

xto seguro de la Sagrada Escritura y ya que normalmente se vala para e de la mencionada traduccin del hebreo al griego de los Setenta, compr

u consistencia apoyndose en otras traducciones griegas. Con este fin man

anscribir en columnas paralelas el texto hebreo del A.T. en caracte

ebreos, la transcripcin de este texto en caracteres griegos y luego, por e

rden, las traducciones griegas de Aquila,

l S 2 T d i D d di i l


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nnumerables escritos exegticos de Orgenes fueron reagrupados ya por

ntiguos en tres secciones: Glosas, Homilas y Comentarios. Las glosas e

olecciones de interpretaciones de los pasajes significativos de tal o cual li

e la Escritura. De las diversas colecciones (sobre xodo, Levtico, Juan einguna nos ha llegado completa.

as Homilas proceden de la actividad de predicador que Orgenes ejer

on particular celo, en Cesarea, comentando sistemticamente lib

ompletos de la Escritura o parte de ellos; de los 574 que fueron transcr

or los estengrafos, han llegado hasta nosotros cerca de 200, normalmente

aduccin latina, sobre el Gnesis, xodo, Levtico, Nmeros, Josu, Jerem

n griego), Ezequiel, Lucas etc. Los Primeros Comentarios son obras

astas dimensiones que reflejad la actividad de Orgenes en la escuela: lib

ompletos de la Escritura o parte de ellos son comentados de for

stemtica con una interpretacin fundamental del mismo tipo que la llevcabo para las Homilas, pero en forma ms minuciosa y con preludios

arcter doctrinal y frecuentes cuestiones de carcter filolgico. Orgenes

e ha preocupado aqu por ser conciso y ha procurado sobre todo llegar a u

nterpretacin en la que ninguna cuestin concreta fuese descuidada. En

ngua original, nos han quedado ocho libros, no correlativos, de losscritos sobre el Evangelio de Juan y los de los captulos 10 a 17 sobre

vangelio de Mateo que contaba con 25. Una parte del primer Comentario

ompuesto en Alejandra, la otra, inmediatamente despus del traslad

esarea; el segundo, en Cesarea, alrededor del 245. Adems del Comenta

Cantar, del que tratamos aqu, nos han llegado traducidos 10 de los

bros origenianos del Comentario a Romanos traducido por Rufino, esc


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ecordemos, entre las que nos han llegado, escritos de menor entidad So

martirio; Sobre la oracin; la Disputa con Herclides; relacin esc

e una discusin que tuvo Orgenes contra este obispo, tal vez de Ara

rededor del ao 245, restituidos de un papiro hace algunos decenios; y soodo el Contra Celso y el tratado Sobre los Principios. Los 8 lib

Contra Celso que nos llegan en el original griego, fueron escritos

rgenes alrededor del ao 246 para refutar el Discurso verdico del fils

elso, violenta requisitoria anticristiana escrita en tiempos de Marco-Aure

l escrito de Celso es refutado sistemticamente, con abundancia rgumentos que demuestran el buen conocimiento que tena Orgenes d

losofa griega.

os cuatro libros sobre los principios fueron escritos por Orgenes en torn

o 220. Aunque no constituyeron un tratado sistemtico de teologa como

ntienden los modernos, la obra trata de los principales temas, objetostudio en la Escuela de Alejandra: Dios, Cristo, el Espritu Santo, el mun

fin, la Sagrada Escritura, el libre arbitrio: Orgenes es consciente de q

obre muchos puntos la tradicin de la Iglesia todava estaba muda oinseg

que, por eso mismo, la solucin que l propone puede suscitar perplejid

ero l la propondr sobre todo como una invitacin a la discusin y arofundizacin. Muchas veces sobre una misma cuestin l mismo sug

os soluciones alternativas. En esta obra es donde Orgenes ha expuesto, p

iscutir ms que para definir, las doctrinas que sucesivamente seguir

endo objeto de tantas criticas hasta desembocar en la condena. En la base

las est la conviccin, contra el dualismo gnstico, de que todo lo que D

a creado est destinado, tarde o temprano, a ser recuperado para el b


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iferenciado en las categoras de ngeles, hombres, demonios, para retor

odos, en el momento final, a la condicin originaria. Como hemos dic

arios puntos de sobre los Principios fueron criticados y condenados; p

muchos fijaron de manera casi definitiva la tradicin cristiana por materaste con aludir adems a varios puntos sobre teologa trinitaria, a

atados sobre la incorporeidad de Dios y su libre albedro, al tiempo qu

atado sobre la Sagrada Escritura (L. IV) fijaba la metodologa y los caracte

e la exgesis escriturstica de tipo alejandrino. Pero ms all de la validez

s soluciones propuestas, esta obra origeniana es

preciada sobre todo como tentativa de organizar en una sntesis armnic

rofunda los puntos fundamentales y de comprensin ms dificultosa d

octrina cristiana. En este sentido, superaba con mucho a todo cuanto

aba hecho hasta entonces en los distintos puntos y propona a toda pers

ulta una visin global del cristianismo que nada tena que envidiar a las mudaces especulaciones de la filosofa griega. Haba mucho riesgo en e

ntativa: pero,

istricamente, su importancia fue muy grande.

.

Principios de exgesis

I/EXEGESIS-ORIGENES: Para introducirnos de forma ms especifica en

cturas del Comentario al Cantar, es preciso hacer previamente u

ndicacin sobre los principios exegticos que han informado la interpretac

rigeniana de la Sagrada Escritura, sobre todo, del A. T. Con este propsito

e destacar que Pablo ya haba empezado a interpretar ciertos hec


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refiguracin de los judos y de los cristianos. Este tipo de interpretacin,

os modernos llaman simblica 3, fue valorado sobre todo, en polm

ontra los gnsticos quecomo vimosdistinguan el dios inferior del A

el Dios supremo del N. T. y por eso quitaban valor a la revelacin ntiguo Testamento. Justino e Ireneo, interpretando, alegricamente,

modo bastante sistemtico, muchos hechos y figuras del A. T. co

nticipacin y prefiguracin de los hechos de Cristo y de la Igle

onsiguieron conectar entre si los dos Testamentos, realzando juntos

uperioridad del Nuevo respecto al Antiguo. Pero este modo nterpretacin todava no estaba codificado en reglas concretas y sobre to

o se insertaba en una visin sistemtica que abarcase globalmente

scritura. Si bien los hechos del xodo eran objeto de interpretac

mblica, en cambio el relato de la creacin del mundo y del hombre de

-2 era objeto de una interpretacin preferentemente literal, como se lee e

II Ad. Autolico, de Tefilo de Antioqua. Y, sobre todo, a nivel popu

ra prevalente la tendencia a una interpretacin literal de la Escritura q

onservando los muchos antropomorfismos del A. T. (Dios que se irrita

rrepiente, habla con el hombre, etc.) se prestaba a fciles criticas por parte

os paganos, exigentes en el terreno cultural.

I/ITO-LITERAL-ESPA: En su interpretacin del texto sagrado, Orgenes tu

resentes las diversas exigencias de la polmica antignstica y de

resentacin del mensaje cristiano, fundado precisamente en la Sagr

scritura, a los paganos cultos. Por eso, sobre la firme base filolgica de

Hexapla elabor una serie de criterios que hiciesen ms profunda

omognea la interpretacin escriturstica: de ellos, habla, sobre todo, en e


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iene ampliada por Orgenes precisamente, en sentido platnico, en

ontraposicin entre un mundo terreno, sensible, fenomnico y un mun

eleste, ideal, inteligible. Ambos son reales, pero, a muy distintos niveles

mundo sensible, ms all de su real, pero modesto grado de autenticidadmagen desvalorizada, y por eso smbolo, del mundo inteligible, superior.

ada mbito de su actividad, el esfuerzo constante de Orgenes fue el de pa

e la apariencia terrena a la autenticidad celeste, del smbolo a la verdad

ealidad inteligible y espiritual; y, sobre esta base, plante la distincin en

ristianos sencillos y cristianos perfectos o que de cualquier modo intenrogresar en la posesin de la verdad y del bien: los primeros se conten

on la realidad sensible, terrena, inferior; los otros buscan trascenderla p

egar a la realidad espiritual y superior.

raducida en contexto exegtico, esta distincin significa que a

nterpretacin literal, inherente a la realidad material del texto sagradoontrapone la interpretacin espiritual, que, con mtodo alegrico, inte

escubrir el significado ms verdadero de la Escritura, el signific

recisamente espiritual, del que el literal es imagen y smbolo; quien se ati

significado literal, nunca podr progresar ms all de la condicin

mple, de principiante, porque, slo se progresa en el conocimiento de Dracias a la profundizacin del texto sagrado en busca del signific

spiritual, oculto bajo el velo de la letra. Para entender con exactitud

omplejidad de este planteamiento exegtico debe tenerse presente que, s

gnificado literal es destinado por Orgenes a ser transcendido por

nterpretacin espiritual mediante el mtodo alegrico, esto, por otro la

onstituye el punto de partida imprescindible para toda interpretacin de t


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eniendo presente este planteamiento resulta fcilmente comprensible

parente paradoja de que el propio Orgenes, el exegeta alegrico

ntonomasia, haya sido en el mundo cristiano el primero en cuidar tamb

e la interpretacin literal del texto sagrado a nivel culturalmente apreciade ah se comprende tambin el componente filolgico de su trabajo

xgesis. En efecto, slo la exacta verificacin de la letra del texto sagr

ermite el planteamiento de la interpretacin espiritual de modo no arbitra

por ello correcto: slo partiendo de las realidades terrenas (= letra de

agrada Escritura), las nicas con las que nosotros podemos entrar ontacto inmediatamente, podremos gradualmente alcanzar las realida

elestes (= espritu de la Sagrada Escritura). El paso de una a otra tiene lu

n virtud del procedimiento que tiende a interpretar la Escritura con

scritura. En el pasaje que Orgenes tiene a mano, destaca el concepto y

rminos fundamentales, los pone en relacin con otros pasajes escritursti

onde se repiten el mismo concepto o los mismos trminos, y de e

cercamiento hace brotar el significado espiritual, el ms autntico para l.

rgenes distingue ms tipos de significado espiritual: da un amplio mar

la tipologa tradicional, que vea en hechos y figuras del A.

refiguraciones y anticipaciones de hechos y figuras de Cristo y de la Igleero, junto a esta interpretacin, que pudiramos llamar horizontal,

mayora de las veces pone en paralelo una vertical, que considera

icisitudes terrenas narradas en el texto sagrado como imagen y smbolo

s realidades celestes, del mundo de las potencias superiores, angelicale

emonacas, lo cual, en sintona con la poca, tuvo una gran importan

articularmente cuidado es el tipo de interpretacin que los modernos llam


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risto. Para sistematizar de modo orgnico estos diversos tipos

nterpretacin, en Princ. IV 2,4 Orgenes se ha basado en la divisin tern

el hombre, de origen paulino, en cuerpo/alma/espritu y ha establec

orrespondencias con la divisin ternaria de la Escritura en sentteral/sentido moral4/sentido espiritual y con la divisin tripartita de

ristianos en las categoras de principiantes-aventajados- perfectos. Pero

istincin no fue supervalorada, por cuanto que Orgenes estuvo bien lejos

plicarla sistemticamente en sus trabajos de exgesis: en efecto, normalme

introduce primero la interpretacin literal del pasaje que tiene a su alcan a continuacin, utiliza uno de los tipos antes mencionados

nterpretacin espiritual, generalmente el tipolgico o el psicolgico, dos ti

e interpretacin eminentemente espirituales.

a correspondencia entre el sentido literal y el sentido espiritual en el te

agrado es normal, pero no es absolutamente sistemtica. Para Orgenes casaje de la Escritura hace presente el sentido espiritual, pero no to

manifiestan el sentido literal: en efecto, hay algunos pasajes del texto sagra

ue, interpretados en sentido rgidamente literal, resultan incomprensible

bsurdos, indignos de la santidad de la palabra divina 5: el espritu divino

uerido ocultar el sentido espiritual de la Escritura bajo el literal para queuese accesible a cualquiera, a los indignos, sino slo a los que se consagra

ello con pasin y pureza de corazn. En ese sentido, estos pas

teralmente insostenibles han sido introducidos adrede en el texto para qu

xegeta hbil y espiritualmente digno fuese empujado a partir de ello

uscar el sentido autntico del pasaje, el espiritual. Este es uno de los aspec

e la exgesis origeniana y alejandrina en general (junto con la tendenc


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aloracin histrica de este fenmeno, que ya haba sido aplicado por

lsofos paganos a la interpretacin de los mitos, frecuentemente inmora

poco en consonancia con la dignidad de los dioses; y sobre todo,

ambin permita superar las dificultades que los gnsticos, enemigos del del A. T. presentaban respecto al texto sagrado fundndose en sus propio

umerosos antropomorfismos. Hoy est en boga entre los exegetas moder

exigencia de la desmitificacin: cuando Orgenes deca que no se po

ceptar que el mundo hubiese sido creado en seis das y por eso indagaba

stas expresiones un significado alegrico, estaba desmitificando a su manero, sobre todo, hay que procurar caer en la cuenta sobre el valor m

utntico de la exgesis de Orgenes en armona con las Ideas maestras de

ensamiento: para l, el texto sagrado es Palabra de Dios, es el Verbo, pala

ivina, que oculta su divinidad bajo la letra del texto, as como en o

imensin la oculta bajo el cuerpo humano asumido; y seria impo preten

ncerrar la infinita fecundidad de la palabra de Dios en una determin

nterpretacin imaginada por la dbil mente humana. En realidad, p

rgenes la Sagrada Escritura encierra infinitos significados, infinitos teso

cultos bajo la envoltura terrena de la letra, y esos significados se desplie

radualmente ante el exegeta que progresa continuamente en el estudio y

santidad, sin poder agotarlos nunca. En otros trminos, la relacin entrxto sagrado y la persona que lo aborda no se configura de modo estt

omo adquisicin de un significado determinado y concluido, sino de for

minentemente dinmica y existencial, para penetrar cada vez ms a fondo

fecundidad de la palabra divina. Infinitos son los niveles a los que pu

cceder quien se acerca a ella, a medida que profundiza en su estudiaralelamente aumenta la propia vida espiritual.


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antar como la obra maestra de Orgenes: observando que, si bien con

tras obras Orgenes super a todos los dems, con el Comentario al Can

e super a si mismo. Y no cabe dUda de que en la interpretacin de

anto de amor Orgenes ha podido aplicar sus principios hermenuticosmodo particularmente acertado, al servicio de un mpetu mstico que en

tras cristianas de aquel tiempo, represent una profunda novedad destin

vida exuberante. La explicacin de estos hechos resulta evidente: si hay

bro de la Sagrada Escritura que necesariamente exige, en sentido cristia

na interpretacin de tipo alegrico, ese es sin lugar a dudas el Cantar deantares. En efecto, observado desde el nico punto de apoyo de la letra

xto, el canto de amor de los dos esposos reales no presenta nada

udiese autorizar su insercin entre los libros divinamente inspirados

nico exegeta antiguo que haba impugnado la exgesis alegrica,

ntioqueo Teodoro de Mopsuestia a principios del siglo V, se vio forzad

egar tambin su carcter inspirado.

os judos, que atribuyeron el Cantar a Salomn junto con los Proverbios yclesiasts, ya lo interpretaron como el canto de amor que mutuamenteirigen el esposo Yavh y la esposa Israel. Los cristianos se limitarondaptar y a hacer suya esta interpretacin, identificando al esposo con Cr

a la esposa con la Iglesia, valorando la clebre imagen de Pablo en Ef1ss. El comentario cristiano ms antiguo al Cantar, el de Hiplito 6, alguos anteriores al de Orgenes, est planteado enteramente sobre epologa de base, y no presenta ningn indicio de interpretacin liteeguramente deba ser, en gran parte, tributario de una exgesis quequella poca ya era tradicional. En esa Inea se sita Orgenes, pero con unterpretacin muy diferente en el grado de complejidad y amplitud.

l inters de Orgenes por el Cantar se concret en una serie de homila


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e carcter preliminar antes de pasar a la efectiva interpretacin del te

ero, as como Jernimo nos salv, traducidas al latn, las dos prime

omilas de la coleccin, del mismo modo Rufino de Aquileia tradujo, en

rimeros aos del siglo V, la parte preliminar del comentario, hastanterpretacin del Cant. 2,15, distribuyndolo en cuatro libros7, a los

fortunadamente antepuso la traduccin del extenso e importante prlogo

Filocalia, antologa de pasajes de obras origenianas de la que se ocupa

asilio de Cesarea y Gregorio Nacianceno, ha conservado un pasaje

omentario original relativo a la interpretacin del Cant. 1,5. Ms tardeomentario origeniano fue ampliamente utilizado por Procopio de Gaza,

dujo algunos pasajes relativos a la interpretacin de versculos del Can

istribuidos, con muchas soluciones de continuidad, desde el principio ha

fin de la obra 8. Procopio ha abreviado mucho el texto origeniano q

tiliz, pero de cualquier modo lo ha conseguido reproducir si no perfecta

menos, satisfactoriamente.

os textos extrados de la Filocalia y de Procopio permiten junto con alg

ndicacin externa, controlar en cierto modo la fidelidad de la traduccin

ufino. En consonancia con los cnones tradicionales de la traducc

teraria, que aconsejaban plasmar el sentido de la obra traducida peroorma libre para que pudiese ser adecuadamente elegante, Rufino hizo uso

na gran libertad al traducir el Cantar. En efecto, no se ha limitado a

azn del texto origeniano ad sensum, sino que lo ha podado drsticame

e todo el aparato erudito que Jernimo tanto admiraba pero que hub

esultado en gran parte intil para el lector latino generalmente poco vers

n filologa. En efecto, sabemos que Orgenes, a pesar de atenerse, para


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eodocin), comentando las expresiones en que estas traducciones

iferenciaban notablemente del texto de los Setenta9. Nada de todo esto

ermanecido en Rufino, que se ha limitado a citar aqu y all algu

ariantes al texto, que lea en los ejemplares latinos del Cantar que tenimano: esta prdida es muy grave.

n compensacin, el traductor latino ha aadido alguna aclaracin de

osecha, pocas veces doctrinal, las ms de las voces meramente explicat

ara esclarecer algn punto particular del texto griego que pudiese resu

scuro o equvoco para el lector latino: vase por ejemplo en la p. 53

aseologa latina que explica la filosfica griega citada en primer lugar por

cnicismo; y en la p. 200 la aclaracin de que es preferible traducir me

on el grecismo melum que con el normal latino malum, ya que, dad

ontexto, alguno hubiese podido equivocarse e interpretar malum co

male en vez de como melo. Estas indicaciones bastan para resaltar ca sido la libertad que ha tenido la traduccin rafiniana: pero tambin h

ue aadir que esa libertad no ha falseado el sentido del discurso origenia

ue, por eso, podemos seguir de forma, si no perfecta, al menos satisfactori

ludiendo a la traduccin de Rufino hemos mencionado el aparato erudito

nusitado empeo que Orgenes haba puesto en la base de su interpretaci

ero no se limitan a sta las novedades de gran peso que Orgenes aport

a tradicional interpretacin del Cantar. Una breve descripcin de

aracteres del comentario origeniano bastar para resaltarlas.

a interpretacin de cada versculo o grupo de versculos se inicia con reve comentario de carcter literal: por cuanto nos consta Orgenes e


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hora el esposo, y alguna vez, tambin, se dirigen a otros interlocutores,

ompaeros de la esposa y del esposo. Delimitado este carcter, Orge

ada vez describe minuciosamente, dira ms, puntillosamente, los contin

ambios de escena: a veces, por ejemplo, en las pginas 227 y siguientes, ton consideracin, bajo el aspecto literal, amplios trozos del te

onjuntamente para mejor establecer todas las particularidades, que en

omentario fragmentario, de versculo a versculo, pudiesen pa

nadvertidos. La razn de este comportamiento ya la hemos aclarado antes

contexto del desarrollo sobre los principios exegticos de Orgenes: en ecostumbra a fundamentar la interpretacin alegrica sobre una ate

onsideracin a la letra del texto bblico que interpreta; por eso consid

ndispensable, precisamente para encaminar justamente la alego

eterminar con exactitud su base literal. Respecto a la interpretac

scriturstica de otros autores contemporneos o un poco anteriores,

emplo Hiplito, Orgenes presta mucha atencin a cada uno en particula

o hace objeto de esmerada interpretacin espiritual: paralelamente

crecienta su inters por la verificacin de la letra del texto.

a interpretacin literal tiene, como hemos visto, un valor exclusivame

ropedutico: una vez bien establecidos los caracteres del texto, Orgentroduce la interpretacin espiritual con el acostumbrado mtodo alegr

esarrollndola con muy distinta amplitud. Dicha interpretacin se llev

abo sistemticamente en dos lneas que se cruzan de muchos modos, p

ue en conjunto permanecen bien diferentes. La primera est constituida

interpretacin tipolgica, que Orgenes hereda de la tradicin: la esposa

sposo son figura de la Iglesia y de Cristo respectivamente y apoyada en


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modernos llaman psicolgico, Orgenes sigue viendo en el esposo a Cr

ero en la esposa al alma que tiende a l. Tambin aqu la interpretacin

os dems personajes se propone en base a esto.

or consiguiente, una interpretacin que podremos llamar de t

omunitaria y otra, en cambio, de carcter individual; pero para Orgene

alvacin y la perfeccin de cada alma se realiza en la Iglesia pese a que

empre logra diferenciar netamente los dos tipos de interpretacin.

quiera el orden en el que se introducen las dos interpretaciones es regu

n algunos casos va delante la interpretacin tipolgica, a continuacin d

teral queobviamentees siempre la primera; otras veces, en cam

unque ms raramente, a la interpretacin literal le sigue la psicolgica. P

n conjunto los dos filones se consideran muy distintos, porque vie

rticulados sobre temas diferentes. Tema fundamental de la interpretac

polgica es el contraste entre Israel y la Iglesia cristiana, entre la v

erencia del A. T. y la nueva economa del N. T.: en este sentido los ami

el esposo pueden simbolizar fcilmente a los profetas, y las hijas

rusaln a las que alguna vez se dirige la esposa, al pueblo de Israel que

a querido aceptar el mensaje de Cristo. Las diversas particularidades

iscurso estn interpretadas con este modelo, y siempre para que resaltuperioridad del esposo: su aroma, su pecho son mejores que los perfum

ue el vino de la ley y de los profetas: pginas 79 y siguientes. El ofr

bjetos de oro a la esposa, mientras que los profetas slo hablan pod

frecerle objetos de un material parecido al oro con bordados de plata: pg

72 y siguientes. Para Orgenes la Iglesia no empez con Cristo y pstoles, sino que existe realmente desde siempre, desde el comienzo


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igna de unirse con su esposo tanto tiempo esperado. Este es el te

undamental de la interpretacin tipolgica del Cantar en el comenta

rigeniano.

ema fundamental de la interpretacin psicolgica es el de la distincin en

os sencillos incipientes por un lado, y los perfectos por otro. La distinc

o se introduce tericamente, sino con el nico fin de resaltar cmo c

ristiano, cualquiera que sea su condicin, debe sentir el empeo de progre

ada vez ms para unirse an ms y mejor a Cristo: cada cristiano d

olverse como la Esposa del Cantar. En el modo de describir la dulzura d

nin, de sealarla como meta a la que hay que tender con todo el

rgenes se ve invadido con frecuencia por un autntico entusiasmo que

oncreta en aperturas msticas11 de gran sugestin y que tanto xito tendr

aste pensar en los temas de los sentidos espirituales, de la herida de amo

n el tema fundamental de toda la obra, el de los desposorios msticos.

n este contexto normalmente se ve a la esposa como expresin del a

erfecta que ya ha llegado al momento de la unin definitiva con el Lo

ivino12; en cambio, las doncellas que la rodean representan a las almas q

que ms y la que menos, an son imperfectas, y corren tras el aroma

erfume del esposo pero todava no han logrado reunirse con l: pginas 9

guientes. Estas an estn en la fase de adhesin al Cristo encarna

mientras que la esposa sin duda que ya ha conseguido adherirse a

ivinidad del Logos: pgina 101 Frente a las doncellas la esposa simboliza

stadio de progreso mucho ms avanzado, la perfeccin, habamos dic

ero aqu se pone de relieve el estado de tensin con el que Orge


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ginas 147 y siguientes aludiendo al Cantar 1,8puede perder su est

rivilegiado. De ah las advertencias incluso a la esposa para que proteja

ropia condicin, mientras que va aflorando otro tema tpico de este conte

rigeniano, a saber, la exigencia de que el alma perfecta est siemisponible para el progreso de las otras almas: incluso la esposa corre tra

erfume del esposo, bien sea porque quiz ella tambin necesite progresa

ien porque deba ayudar en la carrera a las doncellas, es decir a las alm

menos perfectas que ella y que por eso necesitan de su ayuda: pgina 92.

os comentarios escritursticos de Orgenes, debido tambin a

costumbrada gran extensin, muchas veces son un poco dispersos: en efe

xaminados de cerca reflejan la intencin de enseanza con todo lo que

onlleva de improvisado y alternativo. Forman parte de un gnero litera

ui generis, la literatura escolstica bblica, y tienen su propia elocut

inalmente es muy fcil reconocer en los comentarios origenianos continigresiones, ampliaciones anmalas de temas particulares, repeticiones

arecen llevarnos verdaderamente hasta dentro de la escuela al contacto

viva voz del maestro.

stos caracteres tampoco estn ausentes en el Comentario al Cantar. En

ama de la interpretacin sobresalen algunos contextos en los que el exeg

refiere detenerse, incluso demasiado, para desarrollar a fondo un pu

articular. La esposa es negra y bella, (Cant. 1,5): para el griego Orgenes

os adjetivos literalmente entendidos no son conciliables, por eso neg

st explicado con particular atencin. He aqu por qu trae a colacin va

asajes de la Escritura en los que se habla positivamente de hombrej d l d i l li i d l l l


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el amor en las pginas 209 y siguientes sobre el Cant. 2,4 y sobre

onocimiento de si mismo en las pginas 147 y siguientes. sobre el Cant. 1,8

or otra parte, a pesar de estas descompensaciones resulta muy claro qustructura general del Comentario al Cantar es fundamentalme

omognea y orgnica, en cuanto que est articulada de modo sistem

obre los dos grandes temas de los que ya hemos hablado antes, caracters

ue distingue bien a este Comentario de los otros que nos han llegado, y q

or eso determina una unidad incluso de tono difcilmente recognoscible

tro lugar. De semejante homogeneidad y mantenimiento de tono se benef

desarrollo de toda la obra, especialmente en el componente mstico,

esulta particularmente acentuado por la reiteracindebidamente variad

e los mismos motivos en todo el conjunto de la obra: de ah el carcter

tsima espiritualidad que empapa de un extremo a otro esta gran obra

rgenes. No podemos por menos que aludir muy brevemente al xito uvo esta obra, que fue inmenso. Todos los comentaristas del Cantar

inieron detrs la tuvieron muy presente, algunos se inspiraron en ella

orma fundamental. Generalmente las dos interpretaciones, tipolgica

sicolgica, no vuelven a aparecer yuxtapuestas una a otra tal y como

aba puesto Orgenes. Algunos prefieren la tipologa tradicional, aunqueoder sustraerse a la influencia de la interpretacin psicolgica, co

eodoreto entre los griegos y Gregorio de Elvira entre los latinos. Pero, so

odo, es la interpretacin psicolgica la que ha suscitado el inters: Grego

e Nisa fundamenta

nteramente en ella su comentario, y Gregorio Magno gran parte del suyl M di b d B d d Cl l M ll d l i


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El gnosticismo una elementos religiosos de disti

rocedencia: cristiana, hebrea, griega y oriental, asentado sobre u

aloracin negativa del mundo material, distingua el Dios del A.T., crea

el mundo, del Dios del N.T., Padre de Cristo, considerando al primero somo a un dios menor, justo, pero no bondadoso, inferior al Dios supre

ue se revel por obra de Cristo en el N.T. A esta distincin del mundo div

orresponda la divisin de los hombres en dos categoras, los espirituales

on los menos, y los materiales, muy numerosos: los primeros, destinados

aturaleza a la salvacin, los otros, destinados a la corrupcin.

BI/VERSION-SETENTA: Era la traduccin ms antigua al griego

.T.. Se llam as porque segn la leyenda haba sido compuesta en 70 d

or 70 sabios de Alejandra en el siglo III antes de Cristo. En realidad se tr

e un conjunto no homogneo de traducciones, a veces ms bien lib

aboradas entre los siglos lll y I.

De typos= figura, smbolo.

Por sentido moral de la Escritura, Orgenes entiende que es aqul

ermite aplicar el texto escriturstico a las exigencias de la vida cotidiana

os cristianos.

As, por ejemplo, resultaban para Orgenes los numero

ntropomortismos del A.T. que hemos indicado anteriormente.

Este comentario, al menos tal y como ha llegado hasta nosotros,

st completo, y concluye con la interpretacin del Cant. 3, 7 -8.


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El comentario de Procopio no era original, sino que consista

nterpretaciones deducidas de varios autores y citadas de vez en cuando

nombre de cada autor, por eso el material

rigeniano se puede identificar con seguridad incluso en los fragmen

onde falta la confrontacin con la traduccin de Rufino. El est

xcesivamente fragmentario de este material nos ha disuadido de la idea

frecerlo traducido.

Todo esto lo sabemos por Jernimo. Los fragmentos de Proconio honservado alguna que otra huella de esta forma de proceder.

0 Orgenes postula platnicamente la existencia de una iglesia id

eleste, de la que es imagen la terrestre. En cuanto a esta Iglesia terrestre,

ntes de la venida de Cristo, contaba con los justos del A.T., que Orge

onsidera hermanos de los cristianos, parte del rebao de Cristo.

1 El adjetivo mystikos indica propiamente algo que es secret

misterioso y Orgenes lo emplear a menudo para indicar el sentido espirit

e la Escritura, y no con el sentido que hoy le damos al trmino. Por otro la

contenido del comentario origeniano, en gran parte, se puede llammstico en la acepcin verdaderamente moderna de la palabra.

2 Orgenes distingue entre los perfectos que se adhieren a Cristo

uanto a Dios, es decir al Logos, y los sencillos que slo logran adherirs

risto encarnado. Para l la encarnacin tiene precisamente un va

ropedutico para posibilitar el contacto con Dios a quienes todava


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PROLOGO

Bae 61-88] Este epitalamio, es decir, canto de bodas, tengo para mi

alomn lo escribi a modo de drama y lo cant como si fuera el de una noue va a casarse y est inflamada de amor celeste por su esposo, que e

erbo1 de Dios. Lo cierto es que apasionadamente le ha amado, ya el al

ue fue hecha a su imagen, ya la Iglesia. Con todo, el presente escrito

nsea adems qu palabras utiliz personalmente este magnifico y perfe

sposo al dirigirse a su cnyuge, el alma o la lglesia. Y por este mismo libue se titula Cantar de los Cantares, podemos igualmente conocer qu dije

s jvenes compaeras de la esposa, presentadas junto con la misma espo

qu, asimismo, los amigos y compaeros del esposo. Y es q

fectivamente, tambin a los propios amigos del esposo se les dio

osibilidad de decir algo, siquiera lo que

ubieran escuchado al esposo mientras se alegraban de su unin con

sposa. Por consiguiente la esposa no slo habla en persona a su esposo, s

ambin a las jvenes, y la palabra del esposo, por su parte, no va dirig

nicamente a la esposa, sino tambin a los amigos del esposo. Y a esto

eferamos arriba cuando decamos que el cantar de boda estaba redactadoorma de drama. Efectivamente, hablamos de drama como suele hacers

epresentar una pieza teatral cuando se hace intervenir a diver

ersonajes y, mientras unos entran y otros hacen mutis, los diferen

nterlocutores van dando cabo a la trama de la narracin.

l presente escrito contiene cada uno de estos elementos por su orden, y to


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de aquellos que en Cristo se alimentan de leche, no de manjar slido3

ue ahora, por primera vez, apetecen la leche autntica y sin enga

fectivamente, en las palabras del Cantar de los Cantares est el alimento

ue dice el Apstol: Sin embargo, el manjar slido es propio de adultoequiere unos oyentes tales que, por la prctica de comer, tengan sus senti

ntrenados en el discernimiento del bien y del mal5.

ciertamente puede ocurrir que los prvulos antedichos vengan a es

arajes y no aprovechen nada absolutamente de esta Escritura, aun

ampoco se daen demasiado al leer lo que est escrito, o bien al examina

ue para su explicacin se dir. En cambio, si se acerca alguien que slo

ombre segn la carne, para ste tal lo escrito producir una situacin

eligro muy crtica. La razn es porque, al no saber escuchar con purez

astos odos las expresiones del amor, har que toda accin de or se des

el hombre interior al hombre exterior y carnal; del espritu se volver hacarne, nutrir en s mismo concupiscencias carnales y parecer que

scritura divina es para l ocasin de dejarse mover e incitar al deseo carn

or eso yo advierto y aconsejo a todo el que an no est libre de las moles

e la carne y de la sangre ni ha renunciado a los afectos de la natural

material que se abstenga por completo de leer este libro y cuanto se dir so. De hecho cuentan que incluso entre los hebreos se procuraba que no

ermitiese a nadie ni siquiera tener en sus manos este librito, a no ser qu

ubiera alcanzado la edad adulta y madura. Es ms, teniendo en cuenta

ntre ellos es costumbre que los maestros y los sabios transmitan a los ni

odas las Escrituras junto con las que ellos llaman tradiciones6, hemos sab

ambin que guardan para lo ltimo estas cuatro partes: el comienzo


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or consiguiente, antes de entrar a discutir lo que se contiene en este libro,

arece necesario que previamente expongamos unas breves consideracio

cerca del amor mismo, que es la causa principal de haber sido escrito el lib

espus, acerca del orden de los libros de Salomn, entre los cuales este liarece ocupar el tercer lugar; luego tambin sobre la intitulacin misma

brito: por qu se le puso el ttulo de Cantar de los Cantares; y adems,

u manera fue compuesto, a guisa de drama, segn parece, y como pi

atral que se suele representar en escena con mutacin de personajes.

ntre los griegos, ciertamente, muchos fueron los sabios que, querien

nvestigar la verdadera naturaleza del amor, produjeron no pocos y varia

scritos, tambin en forma de dilogos, con el intento de poner de manifie

ue no existe ms fuerza del amor que aquella que puede conducir al al

esde la tierra hasta la cumbre excelsa del cielo, y que no es posible llegar

uma felicidad si no media la provocacin del deseo amoroso. Pero tenemambin noticia de haberse discutido este tema en algo as como en banque

ienso que entre personas que hacan banquetes, no de manjares, sino

alabras. Otros, es verdad, tambin dejaron por escrito ciertas artes media

s cuales pareciese que se haca nacer o crecer a este amor en el alma. P

gunos hombres carnales aplicaron estas artes a los deseos viciosos y a ecretos del amor culpable. Por consiguiente, no es de extraar que tamb

ntre nosotros, donde cuanto mayor es el nmero de simples mayor par

er el de inexpertos, hayamos dicho que es difcil y hasta peligroso dispu

obre la naturaleza del amor, siendo as que, entre los griegos, que pasan

octos y sabios, hubo no obstante algunos que no entendieron este tema

omo estaba escrito, sino que, bajo el pretexto de cuanto se dice sobre el am


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scritos de los antiguos como cobertura de su incontinencia.

s pues, para no incurrir tambin nosotros en algo parecido interpretan

iciosa y carnalmente lo que escribieron los antiguos en sentido buenspiritual, extendamos hacia Dios nuestras palmas tanto del cuerpo como

ma, para que el Seor, que dio la palabra a los que evangelizaban11

ran poder, nos d tambin a nosotros, por su poder, la palabra con

odamos presentar una sana inteligencia de lo que est escrito y, en orden

dificacin de la castidad, ajustada tanto al nombre mismo como a

aturaleza del amor.

H/2-CLASES: Al comienzo de los libros de Moiss, donde se escribe sobr

reacin del mundo, hallamos referida la creacin de dos hombres

rimero, hecho a imagen y semejanza de Dios12; el segundo, modelado

arro de la tierra13. El apstol Pablo, que saba esto muy bien y con taridad, escribi en sus cartas con particular franqueza y transparencia

n cada hombre hay un doble hombre. Dice as, efectivamente: An cuan

uestro hombre exterior se va desmoronando, el interior, en cambio,

enueva de da en dia14; y tambin: Pues me complazco en la ley de D

egn el hombre interior15; y cunto no escribi por el mismo estilo? De

ue yo piense que nadie debe ya dudar de lo que Moiss escribi al comien

el Gnesis sobre la hechura y formacin de dos hombres, cuando vemos

ablo, que sin duda entenda mejor que nosotros lo que Moiss escribi, d

ue en cada hombre hay dos, y nos recuerda que uno de ellos, el interior

a renovando de da en da mientras el otro, el exterior, se va corrompiend

ebilitando incluso en santos de la calidad del propio Pablo. Por si algui d b l d d b d li i


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ombre interior y al hombre exterior. En realidad, con ello queremos ha

aber que en las divinas Escrituras se suele nombrar mediante homnim

sto es, mediante denominaciones semejantes, ms an, con idnti

ocablos, los miembros del hombre exterior y las partes y sentidos ombre interior, y su mutua confrontacin se realiza no slo en las palab

no tambin en los hechos mismos. Por ejemplo: uno es, por la edad,

muchacho segn el hombre interior; entonces le es posible crecer y alcanza

dad juvenil, y luego, continuando su crecimiento, llegar al estado de hom

erfecto16 y hasta convertirse en padre17. Pues bien, nos hemos querervir de estos trminos con el fin de presentar vocablos acordes con la div

scritura, esto es, con lo que escribi Juan. Dice, efectivamente: Os escrib

osotros, muchachos, porque ya conocis al Padre; os escribo a vosot

adres, porque ya conocis al que exista desde el principio; os escrib

osotros, jvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece

osotros y ya habis vencido al meligno18. Es evidentey nadie creo

ueda en absoluto dudarlo que aqu Juan habla de muchachos, jvene

ncluso padres, segn la edad del alma, no segn la del cuerpo. Pero es qu

mismo Pablo dice en algn lugar: No puedo hablaros como a espiritua

no como a carnales; como a nios en Cristo, os di a beber leche, y

imento slido19. Sin duda alguna se les llama nios en Cristo segn la edel alma, no segn la de la carne. Efectivamente, el mismo Pablo dice tamb

n otro lugar: Cuando yo era nio, hablaba como nio, pensaba como ni

iscurra como nio. Cuando me hice un hombre, acab con las nierias20

n otra parte vuelve a decir: Hasta que todos alcancemos el estado del ham

erfecto, la talla de la edad de la plenitud de Cristo21.


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mismo vocablos al hombre exterior y al hombre interior, as tambin halla

ue incluso los nombres de miembros corporales se trasladan a los miemb

el alma, o ms bien stos deben llamarse facultades y sentimientos del alm

or eso se dice en el Eclesiasts: Los ojos del sabio, en su cabeza22; y envangelio: El que tenga odos para oir, que oiga23; tambin en los profe

alabra que habl el Seor por mano del profeta Jeromas24, o de cualqu

tro. Parecido es tambin aquello que dice: Y no tropezar tu pie25; y

uevo: Por poco resbalan mis pies26.

videntemente tambin se designa al vientre del alma all donde se d

eor, tu temor nos ha hecho concebir en el vientre27. Segn eso, qu

udar cuando se dice: Sepulcro abierto es su garganta28; y tambin: Hun

eor, y divide sus lenguas29; e incluso lo que est escrito: Machacaste

ientes de los enomigos30; y an: Quiebra el brazo del pecador y

malvado31? Pero qu necesidad tengo de andar recogiendo muchos texobre esto, si las divinas Escrituras estn repletas de abundantsim

stimonios? Por ellos se demuestra con toda evidencia que esos nombres

miembros no pueden en modo alguno ajustarse al cuerpo visible, sino

eben ser referidos a las partes y facultades del alma invisible, porque, s

erto que tienen vocablos semejantes, tambin es claro y palmario resentan significados del hombre interior, no del exterior.

or consiguiente, la comida y la bebida de este hombre material, que tamb

e llama exterior, son parientes de su naturaleza, es decir, corporale

rrenas Ahora bien, el hombre espiritual, el mismo que tambin se d

nterior, tiene su propia comida, como es el pan vivo que baj del cielo32, ybid d l J i d dij El b b d l


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ncorruptible se propone al hombre incorruptible. De ah result que algu

ms simples, por no saber distinguir y discernir en las divinas Escrituras

osas deben atribuirse al hombre interior y cules al hombre exter

ngaados por la semejanza de los vocablos, se refugiaron en estpibulas y en vanas invenciones, hasta el punto de creer que incluso desp

e la resurreccin nos serviremos de manjares corporales y que beberemos

lo de la vid verdadera34 y que vive por los siglos, sino tambin de e

ides y frutos de los rboles de ac35. Pero de esto hablaremos en o

casin. As pues, siguiendo la distincin precedente, segn el homnterior, uno carece de hijos y es estril mientras otro abunda en hi

onforme a lo que se ha dicho: La estril dio a luz siete hijos y la de muc

ijos qued baldia36; y como se dice en las bendiciones: No habr en

osotros mujer sin hijos ni estril37.

ntonces, si esto es as, de la misma manera que hay un amor llamado carnue los poetas llamaron Eros38, y quien ama segn l siembra en la carne

s tambin existe un amor espiritual, y el hombre interior, al amar segn

embra en el espritu40. Y por decirlo con mayor claridad, si an hay algu

ortador de la imagen del hombre terreno41 segn el hombre exterior, a e

o mueven el deseo y el amor terrenos; en cambio, al portador de la imael hombre celeste42 segn el hombre interior, lo mueven el deseo y el am

elestes. Ahora bien, el alma es movida por el amor y deseo celestes cuan

xaminadas a fondo la belleza y la gloria del Verbo de Dios, se enamora de

specto y recibe de l como una saeta y una herida de amor43. Este Verbo

fectivamente, la imagen y el esplendor del Dios invisible, primognito

oda la creacin44, en quien han sido creadas todas las cosas en el cielo y e


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osas y traspasado por la magnificencia de su esplendor como por una sa

ruida, en expresin del profeta46, recibir de l una herida salutfer

rder en el fuego delicioso de su amor. Sin embargo, nos conviene saber q

e la misma manera que el hombre exterior puede caer en un amor ilcitontrario a la ley, de modo que ame, por ejemplo, no a su prometida o a

sposa, sino a una ramera o a una adltera, as tambin el hombre interior

ecir, el alma, puede caer en un amor, no hacia su legitimo esposo,

ijimos que era el Verbo de Dios, sino hacia algn otro, adltero y corrup

s lo que, utilizando la misma figura, expone con toda claridad el prozequiel47 cuando introduce a Ohl y a Ohlib, figuras de Samaria y

rusaln, corrompidas por un amor adulterino, como el texto mismo d

scritura proftica demostrar a quienes quieran conocerlo mejor. Por lo ta

ambin este amor espiritual del alma, segn hemos sealado, unas vece

nflama por algunos espritus perversos, y otras por el Espritu Santo y po

erbo de Dios: este es el esposo fiel y se llama marido del alma instruida, y

se dice esposa la misma de que se habla sobre todo en la Escritura q

stamos manejando, como demostraremos ms plenamente, con la ayuda

ios, cuando empecemos a exponer sus mismas palabras.

or otra parte, tengo para mi que la divina Escritura, queriendo evitar actores cualquier motivo de tropiezo a causa del trmino amor, en atenci

os ms dbiles, lo que entre los sabios del mundo se denomina deseo (eros

ama, con vocablo ms decoroso, amor (gape)48, como, por ejemplo, cuan

ijo de Isaac: Y tom a Rebeca, que pas a ser su mujer, y la am

gualmente de Jacob y de Raquel vuelve a decir la Escritura: Raquel

ambio era de buen ver y de hermosa presencia; y am Jacob a Raquel y d


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espus de esto sucedi que, teniendo Absaln, el hijo de David, u

ermana hermosa, llamada Tamar, la am Amnn, hijo de David51. P

am en lugar de se enamor. Y Amnan andaba atormentado hasta

unto de enfermar por causa de su hermana Tamar, pues era virgen mnn le pareca difcil hacerle algo52. Y pocas lneas despus, dice as

scritura acerca de la violencia que Amnn ejerci sobre su hermana Tam

ero no quiso Amnn escuchar sus palabras, sino que, imponindose po

uerza, la derrib y se acost con ella. Despus Amnn sinti por ella un o

rrible, pues el odio con que la odiaba era mayor que el amor con queabla amado53. As pues, hallars que, en estos y en otros muchos pasajes

ivina Escritura rehuye vocablo deseo y pone amor en su lugar. Alguna v

mpero, aunque raramente, llama al deseo por su propio nombre y ha

onvida e incita a las almas a l, como cuando en los Proverbios dice de

abidura: Desala, y ella te guardar; asdiala, y ella te engrandec

nrala, para que ella te abrace54. Y en el libro titulado Sabidura de Salom

ambin se ha escrito sobre la misma sabidura lo siguiente: Me hice desea

e su belleza55. Con todo, creo que slo all donde no parece que hab

casin de tropiezo es donde insert la palabra deseo. Efectivamente, qu

odra advertir algo de pasional o indecoroso en el deseo de la sabidura o

ue alguien se constituya en deseador de la sabidura? Pues, si hubiera diue Isaac dese a Rebeca o Jacob a Raquel, ciertamente por esta expres

ubiera podido entenderse alguna pasin vergonzosa en los santos homb

e Dios, sobre todo entre aquellos que no saben elevarse de la letra al espr

or lo dems, en este mismo libro que tenemos entre manos est clarsi

ue el vocablo deseo se ha sustituido por el de amor all donde dice: Yoonjuro, hijas de Jerusaln: si encontris a mi amado, qu le anunciar


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mismo es llamado amor, como dijo Juan: Queridos, ammonos los unos a

tros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dio

onoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor57.

aunque sea propio de otra ocasin el decir algo de lo que como ejem

emos aducido de Juan, sin embargo no nos ha parecido fuera de lugar to

qu algo brevemente. Ammonos los unos a los otrosdiceporque el am

iene de Dios; y poco despus: Dios es amor58. En esto demuestra que D

mismo es amor, y tambin que el que viene de Dios es amor. Ahora b

quin viene de Dios si no es aquel que dice: Sal de junto al Padre y vin

star en el mundo59? Porque, si Dios Padre es amor y el Hijo es tamb

mor, y por otra parte amor y amor son una sola cosa y en nada difieren

gue que el Padre y el Hijo son justamente una sola cosa60. Y por esta raz

s pertinente que Cristo, igual que se llama sabidura, fuerza, justicia, pala

verdad, se llame tambin amor. Y as la Escritura dice que si el amermanece en nosotros, Dios permanece en nosotros61': Dios, esto es, el Pa

el Hijo, que viene al que es perfecto en el amor, segn la palabra del Seo

alvador, que dice: El Padre y yo vendremos a l, haremos morada en

or tanto debemos saber que este amor, que es Dios, cuando est en algu

o ama nada terrenal, nada material, nada corruptible, y por eso va contraaturaleza el amar algo corruptible, ya que l mismo es fuente

ncorrupcin. Efectivamente, l es el nico que posee la inmortalidad, pue

ue Dios es amor, el nico que posee la inmortalidad y habita en una

naccesible63. Y qu otra cosa es la inmortalidad ms que la vida eterna

ios promete dar a los que creen en l mismo, nico verdadero Dios, y en

nviado, Jesucristo, su Hijo64? Por esta razn se dice que ante todo y so


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osotros algo que se le asemeje, de modo que por medio de este amor que

n Cristo Jess, que es amor, nos unamos a l con una especie de parente

e afinidad por el amor, en el sentido de aquel que, ya unido, le deca: Qu

os separar del amor manifestado en Cristo Jess, Seor nuestro?66. Ahien, este amor ama a todo hombre como prjimo, y esa es la razn por la

Salvador reprendi a uno que se figuraba que el alma justa no debe tene

uenta los derechos que da el ser prjimo, cuando se trata de un a

nvuelta en maldades, y por eso compuso la parbola que narra cmo

ombre cay en manos de salteadores cuando descenda de Jerusalric67. El Salvador culpa al sacerdote y al levita porque, aunque le vie

medio muerto, pasaron de largo; en cambio aplaude al samaritano, porque

aba compadecido de l; y que este samaritano fue su prjimo, lo confir

on la respuesta del mismo que le hiciera la pregunta, al que dice: Vete y

lo mismo68. Efectivamente, por naturaleza todos somos prjimos unos

tros, sin embargo, por las obras del amor, el que puede hacer el bien

onvierte en prjimo del que no puede. De ah que tambin nuestro Salva

e hiciera prjimo nuestro y que no pasara de largo cuando yacamos me

muertos por las heridas de los salteadores. Por consiguiente debemos sa

ue el amor de Dios siempre tiende hacia Dios, del que se origina, y mir

rjimo, con el que tiene parte por estar asimismo creado en incorrupcis pues, todo lo que est escrito sobre el amor tmalo como dicho del des

n preocuparte en absoluto de los nombres, porque, de hecho, en los do

one de manifiesto el mismo valor. Y si alguien dice que se nos acusa de am

dinero, a la ramera y otras cosas tan malas como ellas, utilizando el mis

ocablo que deriva de amor, preciso es saber que en tales casos se nombrmor, pero no en sentido propio, sino impropio. As, por ejemplo, el nom


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mpropiamente, la Escritura llama dioses tambin a aquellos a quienes

irige la palabra de Dios, segn confirma el Salvador en los Evangelio

dems, tambin a las potestades celestes se les llama, al parecer, con e

ombre, cuando se dice: Dios se alza en el consejo de los dioses, y en el meuzga a los dioses72, y en tercer lugar, ya no impropiamente sino sin razn

ama dioses de los gentiles a los demonios, cuando dice la Escritura: To

os dioses de los gentiles son demonios73. Pues, de modo parecido, tambi

ombre de amor se aplica en primer lugar a Dios, y por eso se nos man

mar a Dios con todo nuestro corazn, con toda nuestra alma y con touestras fuerzas74, como origen que es de nuestra misma capacidad de am

sin duda alguna, en ese mismo amor va ya incluido tambin nuestro amo

sabidura, a la justicia, a la piedad, a la verdad y a todas las virtudes, p

na sola y misma cosa es amar a Dios y amar el bien. En segundo lugar y

entido impropio y derivado, se nos manda amar al prjimo como a noso

mismos75. En tercer lugar, sin embargo, est lo que sin razn alguna

xpresa con el nombre de amor: amar el dinero, los placeres o todo lo q

ene que ver con la corrupcin y el error. No hay, por tanto, diferencia

ecir que se ama o que se desea a Dios, y no creo que se pueda culpar a na

ue llame deseo a Dios, lo mismo que Juan le llam amor. Por lo menos

ecuerdo que uno de los santos, llamado Ignacio, dijo de Cristo: Mi deseo erucificado76, y no creo que merezca ser censurado por ello. Ahora b

ebemos saber que todo aquel que ama el dinero o cuanto en el mundo h

e materia corruptible abaja la fuerza del amor, que proviene de Dios, ha

o terrenal y caduco, y abusa de las cosas de Dios para cosas que Dios

uiere. Efectivamente, Dios no concedi a los hombres el amor de tales cono el uso. Hemos tratado esto algo ms ampliamente porque queram


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s amor. Ciertamente se demuestra que el amor es cosa de Dios y que es d

uyo, pero tambin que no siempre los hombres lo ponen en prctica para

osas que son de Dios y para las que Dios quiere.

n embargo es preciso tambin saber que es imposible que la natural

umana no ame siempre algo. Efectivamente, todo el que alcanza la edad

amamos de la pubertad ama algo, ya sea menos rectamente cuando am

ue no debe, ya sea recta y provechosamente, cuando ama lo que debe. Ah

ien, este sentimiento de amor, que por favor del Creador fue entraado e

ma racional, algunos lo desvan hacia el amor del dinero y a la pasin d

varicia, bien para lograr fama, y se hacen vidos de vanagloria, bien p

ecuentar a las rameras, y se ven cautivos de la impudicia y la sensualida

ien derrochan la fuerza de este bien tan grande en otras cosas parecida

sas. Pero incluso cuando este amor se ordena hacia las diversas artes de t

manual, o por causa de actividades de la presente vidano las necesariasplica, por ejemplo, a la gimnasia o a las carreras, o tambin a la msica o

ritmtica, adems de a otras disciplinas de parecida ndole, ni siqu

ntonces opino que se le utiliza de manera digna de aprobac

fectivamente, si lo bueno es tambin lo que es digno de aprobacin, y

ueno se entiende propiamente, no lo que mira a los usos corporales, snte todo lo que est en Dios y en las potencias del alma, la consecuencia

ue amor digno de aprobacin es aquel que se aplica a Dios y a las potenc

el alma. Y que esto es as lo demuestra la definicin del mismo Salvad

uando, al preguntarle alguien cul era el mandamiento supremo y

rimero en la ley, respondi: Amars al Seor tu Dios, con todo tu coraz

on toda tu alma y con todas tus fuerzas. El segundo es semejante a


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ntera y los profetas. Y tambin est lo que dice: No cometers adulterio,

matars, no robars, no levantars testimonio falso y cualquier otro precep

odos se resumen en esta frmula: Amars a tu prjimo como a ti mismo79

ual tendr ms fcil explicacin como sigue.

ongamos, por ejemplo, una mujer que se abrasa de amor por un hombr

nsa unir a l su suerte: no obrar en todo y dispondr todos

movimientos en la forma que sabe que agrada a su amado, no sea que, si

go obra contra su voluntad, este excelente varn desprecie y rechace

ompaa? Esta mujer, que arde en amor por ese hombre con todo su coraz

on toda su alma y con todas sus fuerzas, podr cometer adulterio, si s

ue l arna la castidad? o matar, si sabe de su mansedumbre? o robar

abe cunto le complace la generosidad? Y podr desear lo ajeno, ella

ene toda su capacidad de deseo ocupada en el amor de ese hombre? En e

entido se dice tambin que en la perfeccin del amor se resume tmandamiento y que de ella penden toda la ley y los profetass80. Por causa

ste bien de amor, los santos no se dejan aplastar por la tribulacin ni

esesperan en la perplejidad ni se dejan aniquilar cuando los abaten

ontrario, su leve y momentnea tribulacin de ahora produce en ellos u

nconmensurable riqueza eterna de gloria81. En realidad esta tribulacresente se dice momentnea y leve, no por todos, sino por Pablo y por

ue son como l, porque poseen el perfecto amor de Cristo, derramado en

orazones por el Espritu Santo82. De igual modo, el amor a Raquel

ermiti tampoco que el patriarca Jacob, ocupado en los trabajos durante s

os continuos, sintiera la quemadura del calor diurno y del fro de

oche83. Por eso, escucha al mismo Pablo que, inflamado en este am


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ue no tenemos el amor que todo lo aguanta.

si no sufrimos pacientemente algunas cosas, es porque falta en nosotro

mor que todo lo sufre. Y si en nuestra lucha contra el diablo fallamecuentemente, no cabe dudar que la causa es nuestra carencia de aquel am

ue nunca falta.

ues de este amor habla la presente Escritura: en l arde y se inflama po

erbo de Dios el alma bienaventurada, y canta este cantar de bodas movi

or el Espritu Santo por quien la Iglesia se enlaza y une con su celeste esporisto, ansiosa de juntarse con l por medio de la palabra, para concebir d

as poderse salvar gracias a esta casta maternidad85, con tal que sus h

erseveren en la fe y en una vida santa y sobria, en calidad de concebidos

semilla del Verbo de Dios y engendrados y alumbrados por la Igle

nmaculada o por el alma que no busca nada corpreo ni material, sino lo se inflama de amor por el Verbo de Dios. Esto es lo que por el mome

a podido ocurrrseme acerca del amor al que se hace referencia en e

pitalamio del Cantar de los Cantares. Sin embargo es de saber que de

mor se debieran decir tantas cosas cuantas se dicen de Dios, puesto qu

mismo es amor86. Efectivamente, as como nadie conoce al Padre, sino el H

aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar87, as tambin al amor nadie

onoce, sino el Hijo. Y de modo parecido, puesto que tambin l es amor

Hijo mismo nadie lo conoce, sino el Padre88. Y por el hecho de llamarse am

lo es santo el Espritu que procede del Padre89, y por eso conoce lo que h

n Dios, igual que el espritu del hombre conoce lo que hay en el hombr

o cierto es que este Parclito, el Espritu de la verdad, que procede


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n primer lugar intentemos indagar cuidadosamente qu significado pu

ner el hecho de que, habiendo recibido la Iglesia de Dios tres libros escr

or Salomn, se ponga como primero de ellos el libro de los Proverb

egundo el que llamamos Eclesiasts, y slo en tercer lugar el Cantar deantares. Lo que a m se me ocurre sobre este particular es lo siguiente.

encias generales por las que se llega al conocimiento de las cosas son t

ue los griegos llamaron tica, fsica y terica y que nosotros podem

enominar moral, natural y contemplativa94. Ciertamente algunos de en

os griegos pusieron tambin en cuarto lugar la lgica, que nosotros podemamar ciencia del razonamiento, pero otros afirmaron que sta no qued

uera, sino que forma cuerpo compacto con las susodichas ciencias.

ealidad, la lgica la ciencia del razonamiento, como decimos nosotro

ontiene al parecer la naturaleza, propiedades e impropiedades de

alabras y de las frases, los gneros y las especies, y ensea tamb

minuciosamente la figuras aplicables a cada expresin particular: una cien

al no conviene que est separada de las otras, sino bien trabada o inserta

las. Moral llamamos a la ciencia por la cual se dispone una condu

onrada y se proveen normas tendentes a la virtud. Natural llamamos a

encia en que se discute la naturaleza de cada cosa, con el fin de que en

ida nada hagamos contra la naturaleza, sino que apliquemos cada cosa asos para los que el Creador las hizo. Contemplativa llamamos a la cien

or la que, yendo ms all de lo visible, contemplamos algo de las co

ivinas y celestiales, y las consideramos slo con la mente, porque excede

visin corporal. As pues, en mi opinin, estas ciencias las tomaron algu

abios griegos de Salomn95 que, por su mayor antigedad, las aprendi bra del Espritu de Dios mucho antes que ellos, las presentaron co


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st escrito: Y dio Dios a Salomn prudencia y sabidura muy grandes y u

nchura de corazn como la arena que est en la orilla del mar. Y la sabidu

e multiplic en l muy por encima de todos los antiguos hijos de hambre

or encima de todos los sabios de Egipto96. Por consiguiente Salomn, pueue quera distinguir y separar entre ellas a estas tres ciencias que ms arr

ijimos ser generales, esto es, la moral, la natural y la contemplativa, las d

onocer en tres libros, dispuestos separadamente por su orden lgico.

ues, primero ense en los Proverbios la doctrina moral, redactando

ormas de vida en breves y sucintas sentencias, como era del caso. egunda ciencia, la que se llama natural, la expuso en el Eclesiasts, en el cu

iscurriendo largamente sobre temas naturales y distinguiendo lo int

ano de lo til y necesario, exhorta a abandonar la vanidad y a buscar lo q

s til y recto. La cuestin contemplativa la ense en el presente libro

nemos entre manos, esto es, en el Cantar de los Cantares donde, bajo

gura de la esposa y del esposo, despierta en el alma el amor de las co

ivinas y ensea que se ha de llegar a la unin con Dios por los caminos

mor.

hora bien, que al poner el fundamento de la verdadera filosofa y estable

orden de las ciencias y de las reglas, no se le pas por alto a Salomnesech tampoco la cuestin lgica, lo demuestra con toda claridad

omienzo mismo de sus Proverbios. Lo primero de todo, por el hecho mis

e haber titulado su libro Proverbios, pues en todo caso este nombre signi

ue por fuera, a la vista de todos, se dice una cosa, pero por dentro se e

ndicando otra. Esto, efectivamente, lo ensea el uso que comnmente se h

e los proverbios97, y Juan, en su Evangelio, presenta al Salvador cuan


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nmediatamente una distincin de lenguaje, y distingue la ciencia de

abidura y la disciplina de la ciencia, pone que la comprensin de

alabras es diversa, y dice que la prudencia consiste en poder entender

utilezas de las palabras99. Distingue tambin la verdadera justicia deectitud de juicio, y hasta nombra cierta sagacidad como necesaria a los q

st instruyendo, la misma creo que hace posible el comprende

squivar la argucia de los sofismas. Y por esa razn dice que por la sabidu

e da a los simples la sagacidad, sin duda alguna para que en lo que atae

alabra de Dios no se les sorprenda con la trampa del sofisma100. Y creo qustamente en este punto Salomn est recordando la lgica, gracias a la c

e delimitan la ciencia de las palabras y los significados de las sentencias, y

istingue con norma segura el carcter especifico de cada expresin. En e

isciplina es en la que conviene ante todo instruir a los nios. A ello exho

fectivamente, cuando dice: Para dar al joven ciencia y reflexin101. Y co

uiera que quien se instruye en esto forzosamente se gobierna a s mismo

manera racional, gracias a lo aprendido, y mantiene su vida en ma

quilibrio, por eso dice: Y el inteligente adquirir el arte de gobernar1

hora bien, por conocer que en las palabras divinas, en las cuales se

ntregado al gnero humano por medio de los profetas el plan de vi

xisten diversas figuras de lenguaje y varias clases de estilos,.y sabiendo ntre ellas tenemos una figura que podramos llamar parbola, otra

odramos decir palabra obscura, otras que podramos denominar enigma

tras que se podran llamar sentencias de los sabios, por eso escribe lue

ntenders tambin la parbola y la palabra obscura, y las sentencias y

nigmas103. As pues, con estas expresiones Salomn va exponiendo abieraramente la lgica, y con breves y sucintas mximas declara pensamien


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el justo, que se ejercita en la sabidura del Seor106, podr investigarlo

mayor exactitud, con tal que lo busque rectamente y, al buscarlo, h

amado a la puerta de la sabidura pidiendo a Dios que le abran, y mere

ecibir, por obra del Espritu Santo, la palabra de sabidura y de cienciaarticipar de aquella sabidura que deca: Pues dilataba yo mis palabras y

scuchabais107. Y dice con razn que dilataba sus palabras en el corazn

quel a quien, segn dijimos antes, Dios haba dado anchura de corazn1

ues, efectivamente, se dilata el corazn de quien es capaz de explicar

mayor amplitud doctrinal, mediante afirmaciones tomadas de los libagrados, lo que en los misterios est dicho brevemente.

or lo tanto, en conformidad con esta misma doctrina del sapientsi

alomn, es necesario que quien desee conocer la sabidura comience po

nstruccin moral y comprenda lo que est escrito: Deseaste la sabidu

uarda los mandamientos y el Seor te la dar109. Por la misma razn maestro, el primero en ensear a los hombres la filosofa divina, puso co

rembulo de su obra el libro de los Proverbios, en el que, segn dijimos

nsea la moral, de suerte que, cuando uno ya progresado en la inteligenc

n las costumbres, pase tambin a la disciplina del conocimiento de

aturaleza, y all, al distinguir las causas y la naturaleza de las coeconozca que es preciso abandonar la vanidad110 y apresurarse, en camb

acia las realidades eternas y perpetuas. Y por eso, tras los Proverbios, se p

Eclesiasts, que, segn dijimos, ensea que todas las cosas visible

orpreas son caducas y frgiles. En todo caso, cuando se d cuenta de ell

ue se consagra a la sabidura, sin duda alguna las despreciar y desdear

enunciando, por as decirlo, al mundo entero, se encaminar hacia


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modo que, cuando se llegue a l, uno est ya purificado y haya aprendid

onocer y distinguir las cosas corruptibles y las incorruptibles, y por ello

ea imposible escandalizarse de nada a causa de esas alegoras con que

escribe y representa el amor de la esposa al esposo celeste, es decir, del aerfecta al Verbo de Dios. Efectivamente, una vez establecidos los medios

os cuales el alma se purifica en las acciones y en las costumbres, y alcanz

iscernimiento de las cosas naturales, es el momento adecuado para pasa

s exposiciones dogmticas y elevarse con amor sincero y espiritual a

ontemplacin de la divinidad.

or eso pienso que esta triple forma de la filosofa divina est prefigur

ambin en aquellos santos y bienaventurados varones en razn de cu

ormas de vida santsimas el Dios supremo quiso llamarse Dios de Abrah

ios de Isaac y Dios de Jacob111. Abrahn, por su obediencia, represent

losofa moral: fue tanta, en efecto, su obediencia y su observancia de mandatos que, cuando oy: Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa

u padre112, no vacil, y en seguida lo hizo; es ms, hizo algo an m

rande, pues, cuando oye que inmole a su hijo, ni an entonces duda, s

ue obedece al mandato113 y, para dar a la posteridad ejemplo de obedien

ue es parte de la filosofa moral, no perdon ni a su hijo nico114. Tambaac: representa la filosofa natural cuando cava los pozos115 y escudri

ondura de las cosas. Y Jacob, por su parte, representa la filos

ontemplativa, ya que, por causa de su contemplacin de las cosas divin

ecibi tambin el nombre de Israel, vio el campamento del cielo y la casa

ios, y divis los caminos de los ngeles, es decir, las escalas tendidas de

tierra hasta el cielo116. De ah que con toda razn hallamos que estos


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la gracia de Dios. Habitan adems en tiendas, para demostrar con ello

uien se dedica a la filosofa divina no puede poseer en la tierra nada prop

no que siempre debe estar avanzando, no tanto de un lugar a otro, cua

el conocimiento de lo inferior al conocimiento de lo perfecto. Pero allars en las divinas Escrituras muchos otros pasajes, que, segn este mis

riterio, sealan ese orden que, dijimos, se guarda en los libros de Salom

lo que exponerlos ahora nos resulta largo, cuando tenemos entre ma

tro tema. Por consiguiente, si alguien ha cumplido el primer capitu

ealado por los Proverbios, enmendando las costumbres y observando mandamientos, y luego, tras comprender la vanidad del mundo y conside

fragilidad de las cosas caducas, consigue renunciar al mundo y a todo

ue en el mundo hay, llegar tambin a contemplar y desear las realida

nvisibles y eternas117. Mas, para poder llegar a ellas, necesitamos de

misericordia divina. Ojal entonces, tras contemplar la belleza del Verbo

ios, seamos capaces de abrasarnos en saludable amor por l, de suerte

ambin l se digne amar a esta alma a la que ha visto ansiosa de l!

espus de lo dicho, la ilacin del discurso nos est exigiendo que hablem

ambin del ttulo mismo del Cantar de los Cantares. En realidad, este g

ene parecido con lo que de la tienda de la Alianza se denomina santo deantos118, con las obras de las obras mencionadas en los Nmeros119, y

o que en Pablo se llama los siglos de los siglos120. Ahora bien, cmo

iferencia de lo santo el santo de los santos y en qu se distinguen de

bras las obras de las obras, lo hemos expuesto, segn nuestras posibilida

n sendas homilas sobre el xodo y el libro de los Nmeros. Tampoco hem

asado por alto lo de siglos de los siglos en los pasajes donde aparece, y ba


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bra de los profetas y de los ngeles. Efectivamente, se dice que la ley ha s

dministrada por obra de los ngeles en la mano de un mediador121,

onsiguiente, todo lo que por medio de ello se anunciaba eran cantares

os amigos del esposo hacan preceder122. En cambio, ste es el nico canue, en forma de epitalamio, deba cantar ya el propio esposo a punto

ecibir a su esposa. En l la esposa no quiere ya que le canten los amigos

sposo, sino que anhela escuchar las palabras del esposo en persona, prese

a cuando dice: Que me bese con besos de su boca123. Es la razn por la q

merecidamente se le prefiere a todos los cantares. En efecto, los demantares que la ley y los profetas cantaron parecen haber sido cantados a

sposa todava nia, cuando an no haba penetrado en los umbrales de

dad madura, mientras que este cantar parece estar cantado a la esp

dulta, rebosante de salud y apta para el vigor fecundante del varn y

misterio perfecto. En conformidad con esto se dice de ella que es palo

nica y perfecta124, y as, en cuanto esposa perfecta de un marido perfecto

oncebido palabras de doctrina perfecta.

l primer cantar lo cantaron Moiss y los hijos de Israel cuando vieron a

gipcios muertos por la orilla del mar y cuando vieron la mano fuerte y

nso brazo del Seor125 y creyeron a Dios y a su siervo Moiss. Entonantaron, diciendo: Cantemos al Seor, pues gloriosamente se ha cubierto

loria126. Sin embargo, tengo para mi que nadie puede llegar a este perfect

mstico cantar y a esta perfeccin de la esposa, tal como se describe en

resente libro, si primero no camina a pie enjuto por medio del mar

acrsele el agua un muro a derecha y a izquierda127 y puede as escapar

s manos de los egipcios, de modo que los vea muertos por la orilla del m


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loriosamente se ha cubierto de gloria129. Un canto as lo cantar cualqui

on tal que primeramente se haya librado de la esclavitud de Egipto. Ah

ien, despus, cuando haya pasado por todo lo que se describe en el xod

n el Levtico y llegue al punto de ser incorporado al censo divino, entonantar, nuevamente, el segundo cantar, en cuanto haya salido del valle

ared (que significa descenso extrao) y haya alcanzado el pozo130 del

st escrito: Y dijo el Seor a Moiss: Junta al pueblo, y les dar de beber a

el pozo131. Efectivamente, all cantar y dir: Dedicadle el pozo.

xcavaron los prncipes, lo ahondaron los reyes de los pueblos en su reiuando los dominaban132. Pero sobre esto ya se ha hablado m

umplidamente en el comentario al libro de los

meros, segn el Seor nos dio a entender. Es, pues, necesario llegar al p

xcavado por los prncipes y ahondado por los reyes, obra en la que ning

lebeyo interviene, sino todos prncipes, todos reyes, es decir, las almas regprincipescas que escudrian la hondura del pozo de agua viva. Despus

ste cntico, se llega al cantar del Deuteronomio, del que dice el Seor

hora escribos las palabras de este cantar, y enseadlo a los hijos de Israe

metedlo en sus bocas, para que este cantar me sirva de testigo contra los h

e Israel133. Y mira la importancia y calidad de este cantar, pues pscucharlo no basta la tierra, sino que se convoca al cielo. Dice, en efe

scucha, cielo, y hablar, y oiga la tierra las palabras de mi boca134. Y m

un grandes y elevadas son las cosas que se dicen: Esprese como lluvia

octrina, y caiga como roco sobre la grama y como nieve sobre el csp

orque invoqu el nombre del Seor, etc.135. El cuarto cantar se halla en

bro de los Jueces, y de l se escribe: Y cantaron Dbora y Bareq hijo


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ue tanto los reyes como la gente corriente la usan para curar.

fectivamente, abeja es lo que significa Dbora, la que canta este can

unque tambin con ella Baraq, y Baraq significa fulguracin. Y se canta entico despus de la victoria, porque nadie puede cantar lo que es perfe

n haber vencido antes a los enemigos. As al menos se dice en el cn

mismo: Despierta, despierta, Dbora: aviva a los millares del pueb

espierta, despierta: entona un cantar. Despierta, Baraq137. Pero tamb

obre esto hallaris exposiciones ms cumplidas en las breves Homilas

obre el libro de los Jueces hemos publicado. Despus de los anteriores

uinto cantar est en el libro segundo de los Reyes, cuando David dirigi

eor las palabras de este cntico el da en que Dios le libr de la mano

odos sus enemigos y de la mano de Sal, y dijo: El Seor es mi roca y

aluarte; el Seor, mi libertador: mi Dios ser mi guardin138. As pues

ambin t puedes considerar atentamente quines son los enemigos avid a los que vence y derriba en los dos primeros libros de los Reyes y

u manera se hizo digno de merecer la ayuda de Dios y el ser librado

odos sus enemigos, entonces tambin t podrs entonar este quinto cantar

exto cantar est en el primer

bro de los Paralipmenos, cuando David, al comienzo, estableci a Asaf

us hermanos para alabar al Seor, y el inicio de este cantar es as: Alabad

eor y dadle gracias, e invocadlo en su nombre. Cantadle y entona

imnos, contad todas sus maravillas, las que hizo el Seor139. Conviene

mbargo saber que el cantar que se halla en el segundo libro de los Reye

muy parecido al Salmo XVII 140, mientras que el del libro primero de li l S l CIV141 l i h l


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orque viene a juzgar la tierra143. Por

onsiguiente, si con esto debemos dar por cerrado el nmero de los cnti

ntonces deber ser puesto en sptimo lugar el presente libro del Cantaros Cantares. Pero si alguien opina que tambin debe contarse junto con

ems el cntico de Isaas144 por ms que no parezca muy acertado pen

ue vaya delante el cntico de Isaas, cuando ste escribi en tiempos m

osteriores, no obstante, si alguien piensa que las palabras de los profe

eben sopesarse, no atendiendo a las pocas, sino al contenido, enton

ambin incluir ese cntico y dir que ste que escribi Salomn es el Can

o slo de los cantares que le precedieron, sino tambin de los que habran

antarse despus. Sin duda, si alguien cree que deben tomarse, adems,

bro de los Salmos aquellos en que aparece escrito Cntico o Cntico

almo, entonces se reunir buen nmero de cnticos anterio

videntemente, aadir a los dems el grupo de los quince Cantos deubidas145, y si busca los sentidos de cada uno de los cnticos y de e

olige los grados del alma en su progreso y determina el orden y el acue

el sentido espiritual, entonces podr mostrar con qu magnficos paso

sposa va atravesando por todo eso y llega hasta el tlamo del esposo, yen

lagar de la tienda admirable, hasta la casa de Dios, entre gritos de jbile alabanza, bullicio de gente festiva146; llega, como dijimos, hasta el tla

mismo del esposo, para escuchar y decir todo lo que se contiene en el Can

e los Cantares.

ero antes de entrar en el meollo mismo del libro, podemos todava inda

o siguiente: por qu razn Salomn, que en estos tres libros parece obedel d d l E i S l lib d l P bi di S l


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avid y rey de Israel, pero

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Cantar de los Cantares - Orígenes