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Centro de Investigaciones Culturales – Museo UABC El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectiva José Eduardo Cerda González Director: Mario Magaña Mancillas Email: [email protected]

Capítulo 1. Marco Referencial. Introducción. Marco Teórico. Metodología

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Centro de Investigaciones Culturales – Museo UABC

El Grito de Dolores:entre el discurso y la memoria

colectiva

José Eduardo Cerda González

Director: Mario Magaña Mancillas

Email: [email protected]

El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

16 de mayo del 2011

Índice tentativo

Agradecimientos

Introduccióna. Presentación del tema (porque elegí el tema)b. Mención del capituladoc. Planteamiento del Problema

CAPITULO 1. Estado de la cuestióna. Marco teóricob. Antecedentesc. Objetivo generald. Objetivos específicose. Preguntas de Investigaciónf. Planteamiento metodológico

CAPITULO 2. La construcción discursiva del Grito de Dolores (el Grito de Dolores como discurso)

CAPITULO 3. La memoria colectiva: recordar el Grito de Dolores

CAPITULO 3. Operacionalización y análisis de los discursos sobre el Grito de Dolores en el contexto del Bicentenario

CONCLUSIONES

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

Introducción

A lo largo de doscientos años, en México se han establecido mitos y símbolos que sintetizan

episodios trascendentales de la historia del país; en México el recuerdo de su Independencia se

encuentra estrechamente asociado al “Grito de Dolores” mismo que se reconoce como el acto

más simbólico de la insurgencia y el cual consistió en el llamamiento que hizo el cura del pueblo

de Dolores, Guanajuato Don Miguel Hidalgo y Costilla la madrugada del 16 de septiembre de

1810 mandando a tañer la campana de la parroquia para convocar a los habitantes, para liberar a

los presos e incitar al pueblo novohispano a la rebeldía y desconocer a las autoridades del

Virreinato de la Nueva España. Según se presume, en el acto se gritaron consignas libertarias,

entre las cuales destaca la de Hidalgo: “¡Viva la religión católica! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la

Patria y viva y reine por siempre en este Continente Americano nuestra sagrada patrona, la

Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno!”1. Este acontecimiento en la historia

de nacional es considerado el punto cronológico que marca el inicio de la Independencia de

México.

Hoy en día el Grito de Dolores se conmemora tradicionalmente con una ceremonia cívica

compuesta principalmente por una representación del mítico momento del inicio de la

independencia2 hecha por el presidente de la república. En este acto se recuerda a los héroes de la

patria enunciando los ¡Vivas!, y aunque ha sufrido algunos cambios a través de los Centenarios,

el ritual se ha consolidado como un elemento significativo que refuerza la identidad nacional en

1 Para más información puede consultarse la obra de Verónica Hernández Márquez (2010:22) “La fiesta de la independencia nacional en la ciudad de México”. En este texto se argumenta que la arenga de Hidalgo quedo reafirmada con la proclama del 17 de octubre de 1810 la cuál es un manuscrito que circuló entre los insurgentes de la época y en el mismo el cura Hidalgo reafirma lo dicho en Dolores. 2 Año con año cada gobernante, municipal, estatal y federal está obligado por carácter constitucional a conmemorar y representar la arenga de Hidalgo y, aunque no hay una ley que determine como proceder y como representar el acto, si existe un consenso de los hechos prácticos y de las actitudes que deben estar implícitas en el discurso de los gobernantes. Por mencionar algunos de los cambios que ha sufrido el Grito de Dolores.

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la memoria colectiva. Además cabe mencionar que la representación del Grito de Dolores se ha

distinguido por un papel protagónico dentro del contexto de los proyectos políticos bajo los que

se ha gobernado el país, de tal forma que comprende una de las más importantes tradiciones

nacionales en México que se han visto en una disputa simbólica y política.

En base a lo anterior, la presente investigación aborda las implicaciones prácticas de la

representación del Grito de Dolores a fin de contextualizar cuáles son sus usos y significados

actualmente. Para ello se centra en la problemática de cómo el Grito de Dolores ha sido un

instrumento de dominación simbólica en un contexto sociocultural utilizado por las elites que lo

representan conformando en él un elemento de cohesión para la constitución de una identidad

nacional; esta situación remite a la cuestión de qué estructuras cohesionan a los individuos en una

sociedad que ha llegado a convertirse en una nación, y por otra parte, cómo una sociedad llega a

compartir un sentimiento común a través de la narración de los hechos históricos de su país y que

es necesario para la integración de un Estado.

Recientemente, en el año 2010 se cumplió el Bicentenario de la Independencia de México y

Centenario de la Revolución Mexicana, un momento hiperconmemorativo3donde el tiempo se

desvaneció entre la expectativa, la celebración y el recuerdo de varios episodios fundamentales

en la construcción de la nación mexicana. Como era de esperarse, dentro de este marco

conmemorativo de festejos y discursos que honran a los próceres de la patria, el 15 de septiembre

y especialmente el Grito de Dolores tuvieron un papel central en la esfera de lo público

consolidando y reafirmando del ritual cívico.

3 Adrian Bantjes (2010:1) se refiere a los tiempos hiperconmemorativos para hacer alusión al exceso de conmemoraciones en una sola fecha, misma situación que ha provocado que el trabajo historiográfico se vea entre un cumulo de conmemoraciones, celebraciones y que confirman o reivindican un pasado.

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En el marco de la conmemoración del Bicentenario se organizaron dos representaciones del Grito

de Dolores: la primera representación se hizo de forma tradicional llevándose a cabo en Palacio

Nacional a las 23 horas siento transmitido por televisión abierta y de paga. La segunda

representación ocurrió ocho horas después, ya en el 16 de septiembre en la ciudad de Dolores

Hidalgo, Cuna de la Independencia Nacional a fin de recrear “fielmente” el momento histórico,

sin embargo, esta representación se caracterizó por ser distinta en el aspecto tradicional de la

representación que se hace en Palacio Nacional, además de que el discurso del presidente Felipe

Calderón omitió dos fragmentos esenciales del mensaje en la arenga de Hidalgo: “¡que muera el

mal gobierno!” y “¡que viva la religión!” y a diferencia de la otra representación la hecha en

Dolores Hidalgo no fue transmitida a nivel nacional.

Por otra parte cabe destacar que dentro del campo político se produjeron otras representaciones

del Grito de Dolores por parte de frentes opositores al gobierno de Felipe Calderón, tal es el caso

del “Grito de los Libres” encabezado por Andrés Manuel Obrador4 el día 15 de septiembre del

2010 en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco5. A su representación de la arenga de Hidalgo

le acompaño un discurso donde autoproclamado “presidente legitimo” invitaba a los mexicanos a

tomar conciencia para “salvar a la nación” según sus argumentos.

Ante el contexto político y sociocultural del uso de los símbolos, el presente trabajo se sitúa en el

análisis de discursos donde se representa el Grito de Dolores y que recuerdan este hecho histórico

en el contexto del doscientos aniversario de la Independencia de México. En la actualidad, el

Grito de Dolores es un fenómeno que convoca a los mexicanos cada 15 de septiembre a revivir

4 Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue candidato a la presidencia de la república en el año 2006. Después de que el Instituto Federal Electoral (IFE) declarará la victoria de Felipe Calderón en un contexto de irregularidades, López Obrador se declaró como el “presidente legitimo” de México emprendiendo una lucha política y simbólica frente al gobierno que llama “espurio” de Felipe Calderón.5 La Plaza de las Tres Culturas ubicada en el Tlatelolco fue el lugar en donde ocurrió la masacre de manifestantes el 2 de octubre de 1968 siendo presidente Gustavo Díaz Ordaz del Partido Acción Nacional (PRI).

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un momento en la historia del país, de ello, uno de los intereses de la investigación radica en

analizar una de las formas por las que se comunica y se conserva el recuerdo de un hecho

histórico y simbólico en la memoria colectiva de los mexicanos.

Marco teórico

Para abordar los discursos sobre el Grito de Dolores en el Bicentenario la investigación se

fundamenta en cuatro categorías de análisis que comprenden las teorías de la memoria colectiva,

las representaciones sociales, el discurso y el performance

Teoría de la memoria colectiva

La memoria inicialmente ha sido tema de discusión en la filosofía, en donde se reconoce

principalmente a Aristóteles como precursor en el abordaje de la cuestión. En su tratado De la

memoria y la reminiscencia, Aristóteles concibe la memoria como la facultad de conservar el

pasado por medio de las reminiscencias que fungen como disparadores del recuerdo, de tal forma

que en esta concepción de la memoria la reminiscencia tiene el don de volver a llamar y repetir

ese pasado. Posteriormente, partiendo del tratado aristotélico Thomas de Aquino en su Summa

Theologiae formuló algunas reglas mnemónicas que se resumen en cuatro puntos6.

1. La memoria ligada al cuerpo: según la interpretación de Thomas de Aquino, el poder de

recordar está vinculado al alma por ello ve necesario el método de inventar imágenes para

que el recuerdo salga fácilmente del alma salvo que este asociado al cuerpo, ya que el

humano y su conocimiento tienen más fuerte relación con sensibilia, constituyendo un

vínculo entre materia-memoria establecido en la relación memoria-cuerpo.

6 Jacques Le Goff en su libro, El orden de la memoria (1991:161) hace una interpretación de las tradiciones en que se ha concebido la memoria, dentro de la cual hace una esquematización de la interpretación de Thomas de Aquino sobre el tratado de De la memoria y la reminiscencia de Aristóteles.

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2. La memoria como razón y movimiento: la memoria requiere y dispone de un orden de lo

que se desea recordar de manera que un punto recordado suceda a otro.

3. La memoria ligada a una intención y una atención a la misma: el recuerdo requiere un

esfuerzo motivado por el interés de las cosas que se desean recordar.

4. La memoria por repetición o hábito: el trabajo de la memoria requiere un esfuerzo para

traer el recuerdo de lo que deseamos “recuperar”, partiendo de esta situación Thomas de

Aquino, siguiendo a Aristóteles argumenta que la meditación a modo de hábito preserva

la memoria.

A principios del siglo XX los estudios sobre la memoria a cobraron interés dentro de las Ciencias

Sociales, principalmente en áreas de investigación que comenzaron a alejarse poco a poco del

método positivista predominante en la época. En este sentido, los estudios de Sigmund Freud en

la psicología y principalmente Henri Bergson7en la filosofía marcaron un cambio en la

concepción de la memoria en una época donde el positivismo científico la asociaba más a

cuestiones orgánico-biológicas que a cuestiones cognitivas y sociales.

Henri Bergson en su texto, materia y memoria (1919) aborda el estudio de la memoria individual

estableciendo su discusión entre lo objetivo y lo subjetivo. En este sentido, Bergson construye su

teoría a partir de la oposición entre una memoria-hábito sobre la cual la materia toma la dirección

de las acciones y una memoria pura8 sobre la cual el espíritu puede evocar el recuerdo orientado

a la utilidad y la adaptación.

7 Freud y Bergson fueron contemporáneos, proveyendo cada uno desde su campo de estudio, nuevos abordajes sobre la memoria relacionado la noción con una psicología más sociológica, mientras que hasta entonces los alcances en los estudios sobre la memoria se limitan a enfoques biológicos (véase Le Goff, 1991)8 De acuerdo con Adriana González (2007) La memoria-hábito se entiende como el proceso activo de memorización que es la prolongación de la imagen que debo aprender por repetición con el fin de organizarlas en movimientos para crear un mecanismo, o un hábito corporal, mientras que por memoria pura correspondiente al espíritu se concibe está relacionada al recuerdo, siendo este parte de la experiencia irrepetible a diferencia de los hábitos que se ejecutan por repetición.

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Para Bergson la memoria pura está relacionada a la noción de duración9 mientras que la

memoria-hábito se relaciona al espacio y tiempo siendo esta parte de la memoria la que está en

contacto con el presente (Huici, 2002). A través de la memoria pura, la memoria-hábito toma los

recuerdos para hacerlos operativos de manera motriz constituyendo una memoria que se hace de

conocimientos aprehendidos mecánicamente y donde se prologa el recuerdo por repetición;

además, esta noción de una memoria mnemotécnica se destaca por invisibilizarse en la práctica

de la vida cotidiana de tal forma que el recuerdo es una constante que desaparece y se reinventa.

Por otra parte, la memoria pura se distingue por ser “una operación inconsciente, en tanto que

ésta no depende de un acto aislado de la voluntad: la evocación” (González, 2007:31). Para

Bergson, en la memoria pura o del espíritu los recuerdos no están ubicados en un lugar físico

como ocurre con el hábito en la memoria corporal, sino que está sujeto a la evocación10

En la teoría de la memoria de Bergson existen dos aspectos que de acuerdo con Vicente Huici son

importante considerar: el primero es la dimensión social de la memoria pura individual y la

memoria hábito individual y la segunda es la dimensión dinamizadora de la memoria-hábito

frente a la memoria pura, es decir, la capacidad de hacer útiles un conjunto de recuerdos en el

presente (Huici, 2007)

Siguiendo estos puntos de referencia, Maurice Halbwachs quien había sido alumno de Bergson,

marca un cambio en el enfoque que hasta entonces concebía la naturaleza de la memoria como

algo individual y hasta cierto punto aislado. Oponiéndose a las nociones individualistas,

Halbwachs no cuestiona las funciones motrices y psíquicas de la memoria, en cambio, sigue la

9 Para señalar el carácter único e irrepetible de los recuerdos-imágenes, Bergson desarrolla la noción de duración la cual se define como “una experiencia subjetiva de la conciencia” (González, 2007:9)10 Por evocación se entiende propiamente la capacidad de actualizar un recuerdo.

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propuesta del legado de Durkheim de comprobar que hasta el acto más interno e individual del

hombre, como así se creía la memoria, guarda un carácter social.

En la teoría de la memoria de Halbwachs una de las preocupaciones del sociólogo francés es que,

como el menciona “tomamos recuerdos por realidades” (Halbwachs, 2004a: 13), de ahí que el

recuerdo y el olvido tienen un papel fundamental dentro de las colectividades. Halbwachs señala

que:

“desde el momento en que […] que un recuerdo se ha reproducido varias veces, no corresponde ya más a

la serie cronológica de acontecimientos que no tienen lugar sino una vez […] se superponen una o varias

representaciones, pero éstas no corresponden ya a un acontecimiento que no se ha visto sino una vez”

(2004a:18).

A diferencia de Bergson, para Halbwachs no existe una “memoria pura” sino una memoria

permeada por el carácter social de los recuerdos:

“cuando reflejan los acontecimientos de nuestra vida, no nos ponen solamente en relación con nuestro

pasado, sino que nos relacionan con una época, nos reubican en un estado de la sociedad en donde

existen, alrededor de nosotros, muchos otros vestigios de aquellos que descubrimos nosotros mismos”

(Halbwachs, 2004a:35).

A partir de este argumento, la teoría de Halbwachs rechaza la resurrección de los recuerdos de

manera estable y natural, sino que estos son reconstruidos y actualizados desde la realidad

presente en utilidad de lo que se desea recordar.

Para construir su propuesta sociológica de la memoria, Halbwachs adopta el problema

durkheimniano de la existencia de una conciencia colectiva sobre la cual actúan los individuos.

En su texto, Los marcos sociales de la memoria (2004a) Halbwachs construye el concepto de

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memoria colectiva adoptando la delimitación de marcos sociales compartidos por los individuos

de un grupo como estrategia metodológica. Por definición, Halbwachs concibe los marcos

sociales como “instrumentos que la memoria colectiva utiliza para reconstruir una imagen del

pasado acorde con cada época y en sintonía con los pensamientos dominantes de la sociedad”

(2004a:10).

Los marcos sociales de la memoria permiten el análisis de cualquier recuerdo el cual “sólo

emerge en relación con personas y lugares, fechas, grupos y palabras” (2004a:37). En este

sentido, como señala Javier del Rey Morato (2005) Halbwachs (2004a:57-104) llegó a la

conclusión de la existencia marcos generales y marcos específicos:

MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA

GENERALES ESPECÍFICOS

Espacio

Tiempo

Lenguaje

Se componen de referentes de los diferentes grupos sociales a los que pertenecen los individuos, que construyen un sistema global del pasado en el que se produce la memoria individual y social.Por ejemplo: Espacio: lugares de culto que conmemoran el pasado, real o ficticio-Familia: identidad y papel dentro del grupo. -Religión: conmemoraciones, festividades, calendario litúrgico.-Clase: alta-baja, dominante-dominado

Por lo anterior cabe aclarar que “los marcos sociales generales y específicos son constructos

sociales, no son imágenes ni conceptos, sino nociones, combinaciones de imágenes, ideas o

conceptos, representaciones en las que interviene una parte sensible y otra abstracta” (Del rey

Morato, 2005:241).

Aunque Maurice Halbwachs no llega a una definición concreta de la memoria colectiva por su

pronta detención y muerte por los nazis, llego a establecer en su teoría algunas particularidades

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para continuar el estudio de la memoria colectiva. Marie Claire Lavabre (1998:8) señala al

respecto:

El pasado no se conserva; se reconstruye a partir del presente.

La memoria del pasado sólo es posible por obra de los marcos sociales de referencia con

que cuentan los individuos. Como el individuo aislado es una ficción, la memoria

individual sólo tiene realidad en cuanto participa de la memoria colectiva.

Además, existe una función social de la memoria. El pasado, mitificado, sólo es

convocado para justificar representaciones sociales presentes.

Para llegar a su noción de memoria colectiva Halbwachs aborda las relaciones entre historia y

memoria colectiva. Según Halbwachs, existe una oposición entre memoria colectiva e historia la

cual lleva a confundir ambos términos, y que generalmente desemboca en la expresión no muy

afortunada de “memoria histórica”. Halbwachas (2004b:80) concibe la historia como: “la

recopilación de los hechos que han ocupado la mayor parte de la memoria de los hombres”. Sin

embargo, los acontecimientos pasados que se han conocido por algún medio oral o escrito, son

elegidos, clasificados y adecuados según las necesidades o reglas, mismas que no tenían los

hombres que conservaron el recuerdo de dicho acontecimiento.

Halbwachs argumenta que en contraposición de la memoria, “la historia comienza en el punto

donde termina la tradición, momento en que se apaga o se descompone la memoria social”

(2004b:80). Es decir, que cuando un acontecimiento recordado ya no se apoya en el grupo

implicado (compuesto de los primeros actores y espectadores que experimentaron el suceso):

“se dispersa en varias mentes individuales, perdidas en sociedades nuevas a las que ya no interesan estos

hechos porque les resultan totalmente ajenos, el único medio de salvarlos es fijarlos por escrito en una

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narración continuada ya que, mientras que las palabras y los pensamientos mueren, los escritos

permanecen” (Halbwachs, 2004b:80)11.

Por otra parte la memoria colectiva es continuidad en el presente que no se opone al pasado

siendo definida como:

“una corriente de pensamiento continuo, de una continuidad que no tiene nada de artificial, ya que del

pasado sólo retiene lo que aún queda vivo de él o es capaz de vivir en la conciencia del grupo que la

mantiene […]en el desarrollo continuo de la memoria colectiva, no hay líneas de separación claramente

trazadas, como en la historia, sino simplemente límites irregulares e inciertos” (Halbwachs, 2004b: 83-

84).

El debate entre historia y memoria lo prolonga Pierre Nora12 para quien la historia esta “dotada de

sus métodos y sus saberes técnicos, toma la memoria como objeto” (Lavabre, 1998:1). En este

sentido, si bien Halbwachs ya se había cuestionado sobre la localización de los recuerdos, Pierre

Nora hace operativa esta cuestión con su propuesta de los “lugares de la memoria”13 como “los

lugares donde se ancla, se condensa y se expresa el capital agotado de la memoria colectiva”

(Allier, 2008:2). Los lugares de la memoria son lugares donde se inventa la tradición, no

necesariamente aislado a un sentido espacial, sino en términos de ubicación del recuerdo en el

imaginario social.

11 Halbwachs se refiere la escritura como forma documental de conservación de la memoria como práctica que remite a una de las formas más tradicionales en que se ha localizado la memoria.12 Pierre Nora aborda el tema de la memoria en su investigación “Les lieux de la mémorie” (1984) que comprende uno de los proyectos más polémicos dentro de la historiografía francesa. A través de varios volúmenes de aborda el tema de las interpretaciones históricas en relación con la noción de memoria dentro de las ciencias sociales. 13Eugenia Allier (2008:2) argumenta al respecto que: “Para ser considerados como tales [a los lugares de la memoria] debe poder caracterizárseles desde los tres sentidos de la palabra: material, simbólico y funcional; todos ellos con grados diferentes, aunque siempre presentes. Por otra parte, aquello que los convierte en lugares de memoria es un juego de la memoria y la historia, una interacción de ambos factores que permite su sobredeterminación recíproca. En un principio, se necesita que exista la voluntad de memoria. Si ella falta, los lugares de memoria serán lugares de historia”

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Hasta aquí se han desglosado las principales bases sobre las que se ha construido la Teoría de la

memoria colectiva. Aunque actualmente se han producido otros desarrollos que tocan otras

disciplinas de las ciencias sociales como la política y principalmente desde la antropología en

esta investigación se adopta la postura sociológica de la memoria desarrollada por Maurice

Halbwachs considerando los marcos sociales como elementos fundamentales implicados en la

reconstrucción del recuerdo tanto en las representaciones como en los discursos. Por otra parte,

con la propuesta de los lugares de la memoria de Pierre Nora se pretende rescatar los elementos

patrimonial y simbólico que permean al recuerdo yendo de la memoria colectiva a la cuestión de

autentificación y adopción de ésta por la historia oficial y sus representaciones. A partir de estas

consideraciones aquí se plantea considerar la memoria colectiva como construcción socio-

histórico del pasado articulado a partir del presente; partiendo de las premisas de que: a) la

memoria implica la capacidad de conservación de información, b) la memoria es social, y se

apoya en memorias individuales, c) la memoria del pasado, sólo es posible por su reconstrucción

a partir de puntos de referencia y d) la memoria sólo es posible por medio de representaciones

sociales en el presente sobre el pasado.

Teoría de las Representaciones Sociales

La problemática que plantea estudiar la producción sentido en el pensamiento social ha ocupado

un papel fundamental dentro de las ciencias sociales. Como antecedente, a finales del siglo XIX

Emile Durkheim planteo la noción de representaciones colectivas definiéndolas como:

"producciones mentales colectivas que van más allá de los individuos particulares y que forman

parte del acervo cultural de una sociedad y sobre estas representaciones se forman las

representaciones individuales que no son más que su expresión particularizada según las

características concretas del sujeto" (Durkheim, 1898). Tal como lo hiciera Halbwachs con la

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memoria y el recuerdo, Durkheim buscó a través de la representación colectiva acceder a los

componentes del pensamiento social como los conocimientos, las creencias o las opiniones que

se producen sobre objetos socialmente significativos.

Es en la década de los sesenta cuando Serge Moscovici, basado en la propuesta de Durkheim

desarrolla la noción representación social desde el campo de la Psicología Social argumentando

lo siguiente:

"En el sentido clásico, las representaciones colectivas son un mecanismo explicativo, y se refieren a una

clase general de ideas o creencias (ciencia, mito, religión, etc.), para nosotros son fenómenos que

necesitan ser descritos y explicados. Fenómenos específicos que se relacionan con una manera particular

de entender y comunicar - manera que crea la realidad y el sentido común -. Es para enfatizar esta

distinción que utilizo el término "social" en vez de colectivo..." (Moscovici, 1984:3-63).

A partir de esta extensión de la noción durkheimniana, Moscovisci define las representaciones

sociales como:

“un conjunto de conceptos, enunciados y explicaciones originados en la vida diaria, en el curso de las

comunicaciones interindividuales. En nuestra sociedad se corresponden con los mitos y los sistemas de

creencias de las sociedades tradicionales; incluso se podría decir que son la versión contemporánea del

sentido común.... constructos cognitivos compartidos en la interacción social cotidiana que proveen a los

individuos de un entendimiento de sentido común” (Moscovici,1981, pp-181- 209)14

Los desarrollos de la categoría realizados por Moscovici se han ampliado en el campo de la

psicología social desde donde se ha enriquezido la teoría, en este sentido, esta investigación toma

14 Serge Moscovici distingue entre tres tipos de representaciones sociales: 1) las representaciones hegemónicas; las cuales se distinguen por su alto grado de consenso entre los miembros de un grupo, 2)las representaciones emancipadas; estas se reconocen por no tener un carácter hegemónico, surgen entre subgrupos específicos y son portan nuevos pensamientos sociales, 3)las representaciones polémicas, surgen entre los grupos que atraviesan una situación de conflicto y expresan formas de pensamiento divergentes (Moscovici, 1988)

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la definición de Denisse Jodelet (una de las continuadoras más importantes de Moscovici) para

quien las representaciones sociales son:

“imágenes condensadas de un conjunto de significados; sistemas de referencia que nos permiten

interpretar lo que nos sucede, e incluso dar un sentido a lo inesperado; categorías que sirve para

clasificar las circunstancias, los fenómenos y a los individuos con quienes tenemos algo que ver...formas

de conocimiento social que permiten interpretar la realidad cotidiana... un conocimiento práctico que

forja las evidencias de nuestra realidad consensual...” (Jodelet, 1986:469-494)

Las informaciones y significados que permiten construir representaciones son elementos

fundamentales que son producidos en las prácticas sociales de las colectividades, sea verbal, no

verbal o escrita. Metodológicamente las representaciones sociales apuestan por el análisis

cualitativo, el cual interesa en a la investigación como un medio al que se accesa por el lenguaje a

la dimensión simbólica y semántica de lo que representan los sujetos, de ello se argumenta que

existe una constante relación entre las representaciones sociales y el discurso.

Teoría del Discurso

Hablar de una sola línea de estudios del discurso plantea por sí misma una difícil cuestión ya que

el discurso ha sido objeto de investigación en diversas disciplinas de las ciencias sociales como la

lingüística y la comunicación, misma situación que ha causado que alrededor del discurso haya

una diversidad terminológica la cual ya ha sido señalada por Dominique Manigueau15 (1980,

1984).

15 Dominique Manigueau (1980,1984) distingue entre seis definiciones de discurso que van de la consideración del discurso como una unidad lingüística hasta un lugar de contextualización donde se producen nuevas convergencias en la lengua.

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Hasta antes de los años sesenta la lingüística ([Dressler y De Beugrande,1981], [Ducrot y

Todorov, 1974], [Jakobson, 1960]) predominaba ampliamente la teoría del lenguaje, sin embargo,

tras el paradigmático giro lingüístico se produjeron nuevos enfoques teóricos que tuvieron como

interés definir el papel del lenguaje, y en específico el discurso en relación con el sujeto y la

realidad dentro de una situación comunicativa. Entre los cambios producidos por el giro

lingüístico destacan los siguientes (Garrido, 2002:129):

a) La extensión de los análisis lingüísticos por encima de los oracionales.

b) La investigación de todo lo concerniente al habla.

c) La consideración del lenguaje como acción e interacción.

d) El desarrollo de disciplinas que hasta entonces se habían considerado marginales como la

semiótica, la sociolingüística, la psicolingüística que dieron lugar al paradigma de la

lingüística de la comunicación.

En Francia, los desarrollos en el campo de la semiología y la filosofía dieron gran relevancia al

discurso principalmente en el análisis estructural de las narrativas16 y de otras formas de discurso

con autores como Roland Barthes (2001)17 y Michel Foucault. Llegar a una definición de discurso

de Foucault es una difícil tarea puesto que más que concretar una teoría del discurso a Foucault le

interesó construir el aparato conceptual18 e instrumental para el análisis del discurso desde la

historia y la filosofía. Foucault desarrolla una perspectiva arqueológica ligada al poder que se

materializa en la práctica de la vida cotidiana (excluyendo, señalando, impidiendo hacer o ocultar

algo), fundamentalmente mediante el lenguaje con el que se comunican los individuos

16 Aunque el impacto del giro linguistico se reflejo plenamente en la semiología francesa otras disciplinas produjeron importantes desarrollos, tal es el caso de la antropología estructural de Claude Lévi-Strauss (1995) quien se intereso por el discurso mítico.17 Según Barthes (2001), el discurso no debe considerarse un texto por el cual se construye sentido, sino que refiere al sentido que es socialmente creado y compartido que se ubica en los textos; y que debido a ello, el análisis del fenómeno discursivo no debe recaer únicamente en la comprensión del texto (una revisión desde la lingüística del texto) sino también en la comprensión de los sujetos discursores que se comunican a través de esta práctica social. 18 Foucault acude a la noción de “dispositivo” a manera de “estructuras” que pueden variar y en donde se produce la subjetividad del individuo (Foucault, 1999).

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estableciendo una variedad de discursos normativos que producen lo real dentro de una sociedad

(Foucault, 1980,1993,1999); de tal forma que el discurso en el sentido foucaultiano es una forma

de representar la práctica o prácticas sociales, como forma de conocimiento, como sucede con las

cosas que dice la gente sobre la práctica o prácticas sociales.

Aunque la propuesta de Foucault resulta innovadora al relacionarse profundamente con la

producción de sentido mediante el lenguaje, su operacionalización del discurso se limita a una

dimensión política donde el discurso es un componente del lenguaje susceptible a unos

determinados dispositivos de naturaleza estratégica. Al respecto, María del Camino Garrido

(2002:126-130) argumenta que la noción de discurso ha enfrentado otro tipo de abordajes lo que

ha dado lugar a una variada comparación con otros términos:

a) Lengua/discurso: generalmente se refiere al sentido que como hablantes hacemos de ella.

b) Oración/discurso: esta postura resulta actualmente contradictoria pues la oración pasa a

ser parte de unas estructuras generales del discurso.

c) Enunciado/discurso: al igual que la oración, el enunciado se desarrolla como un

componente lingüístico (en el sentido literal) y retórico en el sentido analítico dentro de

una situación de comunicación concreta (emisor-mensaje-receptor)

d) Discurso/texto: es uno de los más utilizados en la actualidad, se usa para referirse al

aspecto hermenéutico y a la dimensión comunicativa y sociocultural (antes que

gramatical) que surge en la interacción social. Esta concepción del discurso surge como

consecuencia de la vinculación entre la Lingüística del Texto (o Gramática del Texto) y el

Análisis de Discurso. Actualmente, la diferencia sustancial entre estos términos radica en

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que el texto sin contexto (=texto) se considera como un producto estático, mientras que un

texto en contexto (=discurso) remite a un proceso interactivo, dinámico y comunicativo19.

La idea de considerar el texto como subyacente al discurso forma parte de la propuesta de los

Estudios del Discurso20 de Teun Van Dijk (1999, 2000, 2001 2007). Esta última es la que se

asume aquí. En la teoría del discurso de Van Dijk no se identifica concretamente una definición

pues como argumenta "remite a fenómenos complejos, es la disciplina en su totalidad" (Van Dijk,

2000:21), siendo más un punto de intersección en donde se encuentran el "lenguaje", la

"comunicación", la "interacción", la "sociedad" y la "cultura" en contexto.

Sobre su conceptualización del discurso, Van Dijk (1999:246) argumenta al respecto:

“El significado principal del término "discurso" tal como se lo utiliza aquí tal como se lo utiliza

actualmente de un modo general en la mayoría de los análisis del discurso orientados socialmente, es el

de un evento comunicativo específico. Ese evento comunicativo es en sí mismo bastante complejo, y al

menos involucra a una cantidad de actores sociales, esencialmente en los roles de hablante/escribiente y

oyente/lector (pero también en otros roles, como observador o escucha), que intervienen en un acto

comunicativo, en una situación específica (tiempo, lugar, circunstancias) y determinado por otras

características del contexto”

Por lo anterior aquí se entenderá por discurso tanto un acto como un producto comunicativo

dentro de un contexto sociocultural, pensando en tres principales dimensiones que sugiere Van

19 Por otra parte, aunque actualmente texto y discurso se toma por igual, se debe tener conciencia de la diferencia sustancial entre hablar de discurso como un fenómeno social y cuando se habla de discurso de un determinado texto o de una conversación, por ejemplo: el discurso médico o el discurso político. 20 Teun van Dijk (2007:19) establece una crítica sobre el enfoque de la gramática textual, pues argumenta que “sólo puede dar cuenta de ciertas propiedades lingüísticas ("gramaticales") del discurso y no de aquellas estructuras, como las retoricas y las narrativas, que requieren discreción en términos de reglas y categorías de otras teorías”. Con el propósito de resolver los vacíos teóricos, van Dijk argumenta que es preferible hablar de los Estudios del Discurso (que también puede llamarse Análisis de Discurso de manera general) para referirse a un campo entero de la investigación sobre el discurso concretándose más en una transdisciplina (2000,2007,).

[18]

El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

Dijk (2000:23): a) el uso del lenguaje, b) la comunicación de información, creencias (cognición)

representaciones (de sustento ideológico) y c) la interacción en situaciones de índole social.

Según Van Dijk (1999), el discurso se compone de estructuras abstractas que abarcan algunos

componentes como la gestualización21, las representaciones semánticas o los actos del habla;

además de caracterizarse por orientar el discurso de los usuarios del lenguaje hacia acciones

sociales dentro de un contexto específico.

Por otra parte, es importante mencionar "que dotar de sentido, entender, interpretar,[...]no

pertenecen exclusivamente al domino de las estructuras del discurso y la interacción social, sino

también al ámbito de la mente" (Van Dijk, 2000:42). Es decir, que tanto lo abstracto como lo

concreto en el orden del discurso, de los significados y los esquemas narrativos, siempre está

compuesto de un conocimiento dotado de creencias socioculturales por parte del usuario del

lenguaje; mismos que "expresan sus opiniones o ideologías y así contribuyen a la construcción de

nuevas opinones o ideologías o a la modificación de las existentes en los receptores" (Van Dijk,

2000:42)

Finalmente, de la misma manera que no se puede descartar el papel del discurso en sociedad se

debe tener siempre en consideración el papel del discurso en la cultura. Dentro de una cultura se

comunican los miembros de un grupo con otros grupos de otras culturas, en este sentido el

discurso se presenta según los actores que pertenecen a un colectivo más amplio de

características culturales en contexto como creencias sobre tal o cual tema, valores y normas,

tradiciones orales que abarcan la construcción de un discurso sobre hechos y ciertos temas dentro

21 Los estudios del discurso actualmente analizan generalmente los discursos como formas de uso de la lengua. Esto no significa que teóricamente se remita únicamente a las formas gramaticales de los actos verbales, sino que también cuando los sujetos entonan, hacen gestos, actúan sobre ciertos movimientos, etcétera.

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

una comunidad. De diversos modos existe una relación entre sociedad y cultura, cuyo vehículo de

conocimientos (cognición)-comunicación es el discurso.

Antropología del performance

Dentro de la investigación antropológica, el interés por el uso y significado de los símbolos de las

prácticas culturales llevo a la formación de un proyecto más englobante de una antropología

simbólica22. Por lo anterior, el carácter público y material de los símbolos entonces se orientó por

el estudio de los géneros públicos de metacomunicación como los rituales, las representaciones,

las ceremonias religiosas de los cuales su actividad simbólica se ha convertido en objeto de

estudio.

Con influencia del estructural-funcionalismo, la antropología simbólica, indaga en los sistemas de

significación en la búsqueda de los valores y normas dentro de los colectivos, en su estructura

social, en los conflictos y las tensiones que se producen (Mendoza, 2010). Victor Turner se

interesó por la manera en que se representa y se narran estas tensiones como una forma de

abordar de distinto modo las prácticas socioculturales, para ello en su propuesta teórica pasa de

una antropología simbólica a una antropología del performance adoptando las categorías de

ritual, drama y performance. En este trabajo se retoma, concretamente, el ritual y performance

como faces de un mismo proceso de significación que están estrechamente vinculados a la

representación del Grito de Dolores.

En su texto “La antropología del performance” (1987) Turner dirige su atención sobre los actos

de representación vinculados a las fiestas, el teatro, las danzas, que contienen valores,

interpretaciones de la realidad y significados. Así mismo, “Turner pensaba que el material básico

22 Para una mejor división de los enfoques de la antropología interpretativa, y específicamente de la antropología simbólica puede consultarse la obra de Carlos Reynoso Paradigmas y estrategias en antropología simbólica (1987).

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

de la vida social es el performance; el hombre es un hombre que representa papeles

continuamente: es un homo performans” (Mendoza, 2010:95).

Como condición del performance se requiere ver como este se dramatiza y representa en forma

ritual centrándose en el cuerpo que experimenta y representa lo interpretado en un tiempo, un

espacio y con lenguaje (no verbal) una historia singular, el cuerpo entonces es sometido a

técnicas y hábitos marcados por protocolos a seguir de lo que se desea representar para producir

efecto (Díaz, 2008).

La perspectiva del performance surgió en gran medida que el desarrollo de los estudios rituales

generaron aportaciones de tal manera que no se puede disociar de este. Aquí se entenderá el

ritual23 en la misma manera que lo define Victor Turner (2005:21): “una conducta formal

prescrita en ocasiones no dominadas por la rutina tecnológica, y relacionada con la creencia en

seres o fuerzas místicas”. Turner considera que dentro de la estructura del ritual el símbolo tiene

un papel fundamental considerándolo como: “la más pequeña unidad del ritual que todavía

conserva las propiedades específicas de la conducta ritual; es la unidad última de estructura

específica en un contexto ritual” (Turner, 2005:21).

Dentro de la actuación ritual se localiza el performance que se define como: “un acto de

dramatización en el que sus participantes no sólo representan lo preestablecido en un guión, sino

que consiste en una traducción, una transformación, un desplazamiento en el que se reelabora,

recrea e interpreta lo relatado o escrito” (Díaz, 2008 en Mendoza, 2010:95). En el caso del Grito

de Dolores como un evento que toca la mitología fundacional de la nación, la representación se

23 Turner hace una diferenciación entre distintos tipos de ritual: estacionales (aluden a ciclos temporales), contingentes (dentro de este se hallan los rituales de aflicción, que representan una contestación a un suceso sin precedente, y rituales de crisis vital, que generalmente están asociados a cambios de estatus social) (Reynoso, 2008)

[21]

El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

sujeta a una condición señalada por Georges Balandier (1994: 15): “los actores políticos deben

pagar su tributo cotidiano a la teatralidad”.

Dentro del contexto ritual el performance constituye un acto creativo donde la experiencia vivida

es resignificada. Esta condición lo determina al tiempo y espacio donde se lleva a cabo el ritual,

además de a un campo discursivo por el que se narra lo representado. Turner (1987) señala que el

performance tiene la facultad de hacer reexperimentar ciertos códigos identitarios y ponerlos

frente a la reflexividad de los individuos de un grupo en dos niveles: 1) pueden conocerse mejor

gracias a su papel como actores y 2) a partir de la observación y participación en los

performance se comprenden mejor a sí mismos como grupo. En este sentido, Mendoza (2010:95)

argumenta que:

“los participantes en el performance inducen a la reflexión porque al actuar se revelan creencias, tramas

conceptuales, técnicas corporales, formas de vida, convenciones y expectativas culturales. Pero también

retrotrae a lo ya hecho, a lo concluido, a lo recordado, a lo olvidado y vuelto a recordar”

La dimensión cultural del performance generalmente se ha situado dentro de una controversia en

base a la crítica de que el performance es un gran contendor de cultura. Si bien el ritual y el

performance no se actúan fuera de un sistema cultural, tampoco se puede argumentar que estos

sean objetos de estudio más concretos en donde se puede estudiar la cultura, más bien deben ser

abordados como parte de un gran marco de referentes culturales en tanto que participa del

lenguaje, espacio, un contexto político, etcétera.

Antecedentes

Las obras editadas que tocan la temática de la representación del Grito de Dolores revisan

diferentes perspectivas donde destaca un abordaje de la dimensión histórica donde uno de los

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

grandes temas historiográficos ha sido el estudio de la nación y la reconstrucción de sus procesos

de formación, y por otra parte el análisis de la dimensión simbólica, en donde se abordan los

aspectos simbólicos de la conmemoración de la Independencia de México y la representación del

Grito de Dolores como un elemento en la vida sociocultural y política de México.

En el campo de la historiográfica destacan los trabajos de Verónica Hernández Márquez quién

presenta un análisis del proceso de institucionalización de la conmemoración de la Independencia

de México en su obra La fiesta de la independencia nacional en la ciudad de México. Su proceso

de institucionalización de 1821 a 1887 (2010). El análisis de Hernández abarca el período de

inicios del siglo XIX hasta el principio del Porfiriato mostrando los pasajes en los que la

conmemoración de la independencia y, por supuesto, el Grito de Dolores tuvo un papel central

como símbolo nacional en las disputas políticas y en varias facetas de la vida social del México

independiente. En este mismo sentido, Emmanuel Carballo expone en su artículo “El grito de

Dolores de 1812 a 1968” (2009) un recuento cronológico sobre las formas y modos en que se ha

celebrado el Grito de Dolores entre los años 1812 hasta 1968. Carballo aborda el Grito como un

ritual cívico que al paso del tiempo ha pasado a ser parte de la identidad de la nación mexicana.

Algunas investigaciones analizan los Centenarios de la Independencia de México: Adrian Banjtes

(2010) realiza un análisis el horizonte historiográfico sobre los elementos de cambio y

continuidad en una historia de larga duración, que situando esta perspectiva en la memoria

mexicana, se vio interrumpida por las revoluciones de 1810 y 1910, y por otra parte, Annick

Lempériére (1995) hace una serie de observaciones sobre los centenarios del inicio y

consumación de la independencia a principios del siglo XX revisando las modalidades de la

memoria, tal como las elaboraron las élites político culturales desde el siglo XIX, y que después

de la Revolución se consideraron dentro de la enseñanza de la historia nacional moderna.

[23]

El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

Sobre el papel simbólico del Grito de Dolores en la construcción de la nación en el primer

centenario destaca la obra de Rafael Tovar y de Teresa (2010) El último brindis de Don Porfirio,

1910: los festejos del Centenario. El autor presenta un análisis sobre los acontecimientos y

peculiaridades que acompañaron los festejos del Centenario de la Independencia de México; en la

primera parte de su capitulado aborda la ceremonia del Grito de Dolores y el contexto político de

la época. En su segunda parte contextualiza el Centenario a través de la descripción de los varios

festejos organizados por los responsables de la conmemoración, finalmente en su tercera parte

muestra el panorama del año del Centenario una vez ya detonada la revolución mexicana y las

disputas políticas en la nueva guerra

Por otra parte, el investigador y catedrático en Ciencia Política Fernando Serrano Migallón

Fernando Serrano Migallón en su obra El grito de independencia, historia de una pasión

nacional (1988) se centra en el análisis del Grito de Dolores desde los aspectos políticos del

festejo poniendo énfasis en las diversas disposiciones de los proyectos liberal y conservador a

través de la historia. En su artículo "El grito de independencia: pasión y ocasión" (2006) Serrano

Migallón pone énfasis en el aspecto político del Grito de independencia como ocasión de revisión

histórica y de recuperación de la memoria y del orgullo mexicano. Del mismo autor destaca el

artículo “El Grito: símbolo, fiesta, mito e identidad” (2008), texto en el cual el Grito de Dolores

se analiza desde su carácter mitológico y su eficacia como símbolo de la identidad nacional. En

este orden de ideas, Serrano pone en discusión el lugar del Grito de Dolores en el imaginario

colectivo.

Enrique Florescano aborda los aspectos míticos del movimiento insurgente que ha reproducido el

discurso histórico en la memoria histórica. En su libro Memoria Mexicana (2001), Florescano da

cuenta de la importancia del Grito de Dolores como elemento simbólico en la construcción de

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

una nación “asentada en una historia antigua, dotada de padres fundadores” (Florescano,

2001:521). Por otra parte, en su artículo “Patria y nación en la época de Porfirio Díaz” (2005)

Florescano analiza el proceso de consolidación del Estado a través de la exaltación del caudillo

Miguel Hidalgo y otros héroes de la independencia durante el porfiriato, en este sentido, la

representación de la arenga de Hidalgo tuvo un papel fundamental en la narración de los orígenes

de la identidad mexicana a través de la monumentalización, la pintura y la escritura.

La conmemoración de la Independencia no ha escapado del análisis de la narrativa y la memoria,

tal trabajo se puede revisar en la obra de autores como Brian Connaughton (1995), Rebecca Earle

(2002), Carlos Aguirre Rojas (2004) y César Federico Macías Cervantes (2010), estos autores

examinan la formación de la memoria histórica y la construcción del discurso cívico patriótico

dotado de un sentido de continuidad de normas y valores ligados a las elites, los orígenes de la

nación y los "padres de la patria". Igualmente William Beezley (2008) estudia las celebraciones

de la independencia como parte de una tradición inventada para la consolidación de un naciente

Estado nacional en el siglo XIX.

Carlos Herrejón Peredo (2003) en su libro, Del sermón al discurso cívico: México 1760-1834

proporciona un tratamiento historiográfico del fenómeno del discurso dentro de una época de

transición política y sociocultural donde se señala que el papel del discurso ha sido de capital

importancia en una tradición del culto patriótico. En el mismo sentido, en su artículo, “Versiones

del grito de dolores y algo más” (2010) Herrejón Peredo hace una relación cronológica y análisis

de diversas versiones de la arenga de Hidalgo distinguiendo desde las proclamas manuscritas

hasta las frases y aclamaciones con las que se ha representa el acto de Hidalgo.

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

Otro tipo de análisis ofrece Victor Turner en “Hidalgo: history as a social drama” (1974), en este

texto argumenta sobre cómo el movimiento de Hidalgo ha sido concebido como un drama social

y con ello se produjeron mitos, símbolos y nuevas estructuras políticas. En este sentido, en su

obra Turner analiza como los héroes son “resucitados” del pasado en un presente donde se les da

un significado político.

Como parte de la conmemoración del Bicentenario la Universidad Iberoamericana en México

público un libro titulado "Reflexiones académicas del bicentenario" (2010) coordinado por Perla

Chinchilla. Este texto compila el trabajo de varios autores que desde distintas perspectivas

abordan la conmemoración de los centenarios reflexionando sobre los aspectos simbólicos,

tradicionales y sociales que rodean el discurso histórico de la independencia y sus héroes.

Mauricio Tenorio Trillo (2009) examina la memoria de fondo en la puesta en escena del

Bicentenario de la Independencia en el año 2010. Para Tenorio resulta fundamental que los

historiadores repiensen los usos de la historia y lo que se sabe respecto a la Independencia, por lo

que la memoria y la historiografía se entrecruzan para abordar los Centenarios como marcos de

análisis de la sociedad y la política mexicana.

Una vez planteados los abordajes y enfoques en los que se ha tratado el Grito de Dolores como

símbolo, representación, discurso o memoria, a continuación se presenta el objetivo general y

objetivos específicos así como las preguntas que guían la investigación.

Objetivo General:

Analizar la construcción discursiva y simbólica del Grito de Dolores en el contexto del

Bicentenario de la Independencia de México.

Objetivos específicos:

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1. Describir el discurso tanto oficial como opositor donde se representa el Grito de Dolores en el México contemporáneo.

2. Analizar las estructuras textuales del discurso en las representaciones del Grito de Dolores.

3. Realizar un análisis de discurso performativo a las representaciones del Grito de Dolores.

4. Interpretar las representaciones de los Gritos de Dolores en 2010.

Preguntas de investigación

1. ¿Cuál es el papel de las representaciones del Grito de Dolores en el escenario sociocultural y político en el 200 aniversario de la Independencia de México?

2. ¿Cuál es el significado de la representación del Grito de Dolores en el discurso oficial (en México y en el extranjero) y el discurso opositor?

3. ¿Cómo se recupera, se recuerda, se construye o se inventa la memoria colectiva sobre el Grito de Dolores en el contexto del Bicentenario de la Independencia de México?

Metodología

Para abordar el cumplimiento de los objetivos anteriormente planteados la metodología de la

investigación se orienta por los principios cualitativos del método hermenéutico, el cual se asume

permitirá explorar el discurso donde se representa el Grito de Dolores y sus relaciones

correspondientes con la memoria colectiva en el contexto del Bicentenario.

En esta perspectiva se opta por la técnica del análisis discurso, en la que cabe señalar es posible

encontrar enfoques con diversos aspectos de procedimiento: por una parte ubican los estudios

meramente cualitativos de casos específicos, y por otra parte, hay enfoques de análisis ampliados

que se basan en conjunto de datos extraídos del trabajo de campo y la investigación etnográfica.

Aunque el análisis del discurso cuenta con diversas formas (histórico o más enfocado a los

aspectos lingüísticos o cognitivos) aquí se adopta la modalidad crítica24 del discurso ligada a los

24 La noción de crítica fue acuñada por Teun Van Dijk (1986) como una manera de orientar los objetivos del análisis del discurso al compromiso social que deben tener las investigaciones académicas. Por otra parte el espíritu crítico de

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

aspectos cualitativos, entendiendo la noción “crítica” como el resultado de tomar cierta distancia

respecto a los datos, enmarcar éstos en los social y adoptar explícitamente una postura política

respecto al tema (Meyer, en Wodak y Meyer, 2003). En este sentido, se prefiere hablar de un

Análisis Crítico del Discurso (ACD) que se centra en los problemas sociales predominantes de

manera crítica para analizar las formas de uso del poder, a los responsables y a los medios por los

que tienen oportunidad de hacerlo.

El procedimiento del ACD es entendido como un proceso hermenéutico para aprehender,

entender y producir relaciones significativas (Meyer en Wodak y Meyer, 2003), además de que

no debe entenderse como un método único, sino como un enfoque donde los objetivos adquieren

consistencia en varios planos de la investigación social. Otra característica del ACD es su

naturaleza interdisciplinar que permite la descripción del objeto de investigación desde distintas

perspectivas:

“una explicación plenamente critica del discurso requeriría […] una teorización y una descripción de tanto

de los procesos y las estructuras sociales que dan lugar a la producción de un texto como de las estructuras

sociales y los procesos en los cuales los individuos o los grupos, en tanto sujetos históricos, crean sentidos

en su interacción con textos” (Meyer en Wodak y Meyer, 2003:19)

El papel del lenguaje como práctica social es crucial de modo que el texto discursivo es

considerado como una unidad básica de la comunicación. En este marco, el ACD pone atención a

la relación de los textos en contexto (discursos), a su interpretación y la relación que tienen con

las estructuras sociales. Algunos supuestos básicos del ACD son los siguientes:

El lenguaje es un fenómeno social

la propuesta se encuentra directa o indirectamente ligado a la Escuela de Frankfurt donde una de las tareas de la teoría crítica consistía en luchar contra la emancipación y el olvido del pasado amenazado por la falsa conciencia.

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

Los textos son las unidades relevantes del lenguaje en la comunicación

Todos los discursos son históricos y por consiguiente solo pueden entenderse en referencia a su

contexto.

No solo los individuos sino también las instituciones y los grupos sociales poseen significados y

valores específicos que se expresan de forma sistemática en el lenguaje

Los lectores o los oyentes no son receptores pasivos en su relación con los textos.

Por otra parte, la investigación se inscribe en el paradigma del construccionismo social como

forma de observar en el contexto social, las prácticas y fenómenos aparentemente naturales como

construcciones socioculturales25.

Tomando los aspectos operativos, el ACD no cuenta con una metodología de obtención de datos

ni de operacionalización y análisis concretas y bien definidas sino que se compone de una

diversidad de enfoques y propuestas que se adecuan según sus objetos de estudio por lo que aquí

se recurre a un procedimiento de triangulación26 teorética y metódica como modo de combinar

perspectivas frente al fenómeno de la representación del Grito de Dolores en los discursos a fin

de minimizar el riesgo de un análisis sesgado.

Metodología para la obtención de datos

En la investigación se considera analizar el discurso donde se representa el Grito de Dolores que

realiza el presidente de la república el día 16 de septiembre. No obstante, se tiene en

consideración que aparte de la tradicional representación en Palacio Nacional, dentro del marco

conmemorativo del Bicentenario se realizó otra representación en Dolores Hidalgo, Guanajuato.

25 Phillips y Jørgensen (2002:1) explican que: “nuestros modos de hablar no reflejan de forma neutral nuestro mundo, nuestras identidades y relaciones sociales sino, que por el contrario, desempeñan un papel activo en su creación y cambio”.26 Ruth Wodak (Wodak y Meyer, 2003) sugiere la aplicación del procedimiento de triangulación desde un enfoque teorético y multimetódico que pueda hacer un diseño sobre la base de datos empíricos y la base del trasfondo de información existente, que permitirá el aporte de críticas y perspectivas desde varios ángulos.

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

Además existen otras representaciones en otros discursos de parte de otros actores políticos el

mismo día de la conmemoración. En este sentido se considera que otras fuentes de obtención de

datos sea: 1) el discurso de la oposición al gobierno de Felipe Calderón que encabeza Andrés

Manuel López Obrador quién como se ha dicho después de las elecciones presidenciales del año

2006 se autoproclamo presidente legítimo de México y 2) las representaciones del Grito de

Dolores en los discursos de los embajadores de México en el extranjero.

La representación del Grito de Dolores presenta la característica de llevarse a cabo solamente una

vez al año debido a los aspectos ceremoniosos de la tradición, esta condición conlleva la

dificultad de delimitar el levantamiento de datos dentro de un corto período de tiempo.

Contemplada esta situación se opta por obtener los observables de videograbaciones de la

ceremonia donde se representa el Grito de Dolores los días 15 y 16 de septiembre del año 2010.

Dichas videograbaciones fueron extraídas del sitio www.youtube.com categorizándose de

acuerdo a los actores:

a) Presidente de la república Felipe Calderón Hinojosa: presidió las representaciones

del Grito de Dolores y el discurso oficial del gobierno de México en Palacio Nacional

y en Dolores Hidalgo, Guanajuato las cuales se pueden consultar a través del canal

GobiernoFederal27.

b) Andrés Manuel López Obrador: encabeza la oposición política a la actual presidencia;

presidió en el Bicentenario el “grito de los libres” en la plaza de Tlatelolco, este video

puede ser consultado en el canal RadioAMLO28.

c) Francisca Méndez Escobar, cónsul adscrita de México en Barcelona, España:

encabezó la tradicional ceremonia del Grito de Dolores el día 15 de septiembre del 27 http://www.youtube.com/user/gobiernofederal28 http://www.youtube.com/user/RadioAMLO#p/search

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

2010 en el balcón del ayuntamiento de Barcelona en la Plaza de Sant Jaume

considerada el corazón de la ciudad29.

Metodología de la operacionalización y análisis

Respecto a los criterios de operacionalización y análisis, el ACD caracteriza por ser un

instrumento flexible de acuerdo a las cuestiones de cada investigación; considerada esta

condición la investigación se apoya en el análisis de estructuras verbales y no verbales que

concretan una revisión de la interacción social comunicativa y los aspectos estructurales del

discurso así como el contexto de su producción.

Partiendo de la premisa de que todos los discursos son históricos, en un primer momento se hace

una reconstrucción del contexto histórico del discurso del Grito de Dolores hasta el Bicentenario

de la Independencia de México. Para un tratamiento más explicito de la contextualización aquí se

adoptan las categorías macrocontextuales y microcontextuales propuestas por Teun Van Dijk

(2001b):

a) Categorías globales del contexto:

a. Dominio: refiere al “sector” en donde se produce la comunicación como un

dominio político o de educación. En este sentido se habla de un dominio o espacio

público y privado donde se produce la interacción discursiva.

b. Participantes globales: esta categoría alude a los productores del discurso a modo

colectivos y representaciones sociales de forma que se habla de un gobierno que

puede gobernar al país o una universidad que educa estudiantes.

29 La Secretaría de Relaciones Exteriores de México no cuenta con un canal propio en el sitio www.youtube.com por lo que se acude a una videograbación subida por un usuario cuyo canal es alfredogtzh: http://www.youtube.com/watch?v=a1dONBVlM34

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

c. Acción global: en esta categoría se representan los hechos de los agentes por

ejemplo se puede argumentar que los políticos “gobiernan” el país.

b) Categorías locales del contexto:

a. Escenario: tiene por subcategorías el espacio y lugar donde ocurren los discursos.

b. Acción: Se trata de intenciones y objetivos del participante actos como generales

entendidos como “actos políticos” como defender o atacar al gobierno, hacer

oposición, representar a votantes o un pueblo.

c. Participantes (locales): en esta categoría se distinguen varios roles como

participantes comunicativos (actores sociales hablantes y oyentes, como medios

de comunicación involucrados en la producción de discurso), participantes

interactivos(interlocutores, oponentes, aliados) y participantes sociales/políticos

(relativo al papel social o de ámbito político del participante)

En un segundo momento se procede a un análisis estructural centrado en los aspectos verbales y

no verbales del lenguaje. El modelo de análisis aquí utilizado procede del diseño metodológico

de ACD propuesto por Teun Van Dijk (1996, 1999, 2000,2001a, 2001b) compuesto por

estructuras que profundizan en los significados locales y globales o las estrategias retoricas. Por

otra parte, considerado el contexto ritual del acto se incluye la categoría de interacción relativa al

performance para abordar el análisis de la comunicación no verbal implícita en el texto

discursivo.

1. Estructura fonológica: el análisis de las variaciones fonológicas son una rica fuente por

las cuales se puede controlar el énfasis o alguna característica distintiva en función de la

importancia semántica e ideológica, como la opinión, la emoción o se puede exaltar la

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El Grito de Dolores: entre el discurso y la memoria colectivaMaestría en Estudios Socioculturales

posición social (la autoridad enuncia con cierto tono sobre los otros). Aquí se analiza el

volumen, la entonación, los picos y la tensión de la voz o el “sonido” durante la

enunciación del discurso.

2. Estructura sintáctica: está centrada en el estudio de las formas oracionales. La variación

en el orden o en las relaciones jerárquicas de las estructuras de clausulas y oraciones

puede señalar la relevancia del significado y otras funciones semánticas. Dentro de esta

estructura se destacan los siguientes puntos analizables:

a. Sintaxis: Es analizado el orden de las unidades o constituyentes, esto se refiere a

las posiciones activas o pasivas relativas del verbo, el sujeto y el objeto en el

discurso y las oraciones.

b. Forma de la frase nominal: describe los referentes de manera implícita o explícita

a través de pronombres. La formalidad o la polarización y otras funciones sociales

pueden visualizarse en la variación pronominal (Van dijk, 1999)

3. Estructura semántica: compone el nivel del significado y la referencia del discurso

interpretable en dos sentidos: a) una microestructura que denota la estructura local del

discurso, es decir, la estructura de las oraciones y las relaciones de conexión y de

coherencia entre ellas, y b) una macroestructura que se expresa en secuencias completas

de oraciones y da cuenta del contenido global del discurso. En esta estructura está

compuesta por los siguientes tópicos:

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a. Tema: refiere, en un sentido global, al resultado, asunto o idea general o lo que es

importante y esencial en el discurso.

b. Coherencia: el ACD trata de dar cuenta de las estrategias que van más allá de la

oración. Un discurso se considerará logrado si cumple determinadas condiciones

de coherencia respecto al tema como: a) relaciones condicionales: entre los

“hechos” denotados por las oraciones o las proposiciones, y b) relaciones

funcionales: acción de generalización, especificación o contraste.

c. Proposiciones: exhiben las formas en que los participantes están asociados con un

acontecimiento, activa o pasivamente; estás representaciones semánticas son una

función de cómo se representa y evalúa un acontecimiento y que puede estar

ideológicamente controlado.

d. Lo implícito/explícito: se muestra al enfatizar o implicar positiva o negativamente

un significado.

4. Estructura esquemática: también conocidas como superestructuras del discurso,

representan la forma global de organización del texto y la conversación. Generalmente se

organizan por una serie de categorías convencionales sobre el que se organiza el discurso

como introducción-conclusión, problema-solución, relato-argumentación.

5. Estructuras retóricas: usualmente se les conoce como “figuras de estilo”. Las estrategias

que se usan en el ACD están fundamentadas en la retórica clásica y aparecen en todos los

niveles del discurso antes mencionados, generalmente a través de figuras de hipérbole,

antítesis, metáfora, subestimación o sobreestimación.

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6. Pragmática del discurso: aborda el estudio de la comunicación lingüística en contexto así

como los actos del habla. Una frase puede tener significados diferentes en diferentes

momentos dependiendo el contexto y el sistema cultural de los sujetos. Emitir palabras

bajo las anteriores condiciones es al mismo tiempo estar en interacción realizando varias

acciones sociales por lo que esta estructura se inscribe dentro de una dimensión de acción

donde se puede ser asertivo, negativo o realizar una acusación.

7. Estructura de interacción: Las estrategias de interacción no solo están en el discurso

verbal sino que también se reflejan en la comunicación no verbal de los participantes. De

acuerdo con lo anterior la dimensión interactiva del discurso es importante en la vida

cotidiana, en los rituales, y en los actos donde se representa algo como modo de establecer

relaciones subyacentes. Esta estructura requiere necesariamente estar en un tiempo y un

lugar que se observe como un escenario donde se pone en acción el lenguaje. La teoría del

performance adquiere una singular relevancia como un medio de observación de los

sujetos como actores, la acción como actuación y del lugar como escenario donde se

retrotrae el pasado en un sentido prospectivo, que posteriormente sirve para establecer

modelos de la acción a futuro. Por otra parte, aunque el proceder metodológico del

performance sugiere la etnografía, como se ha mencionado aquí se opta por el análisis del

discurso dentro del contexto ritual a través de videograbaciones como una manera de

analizar la puesta en escena de la representación del Grito de Dolores.

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8. Estructura ideológica: la producción discursiva está relacionada con ideologías

subyacentes que pueden afectar de varias formas los niveles y estructuras del discurso. Si

las ideologías están estructuradas en base a información, valores, creencias y actitudes,

entonces se asume que los significados del discurso estén bajo la influencia de estas

categorías. Teun Van Dijk (1996) propone los siguientes tópicos para la identificación de

ideologías:

a. Descripciones autoidentitarias: responde al argumento identitario de quiénes

somos, típicamente para describirse y legitimar a uno mismo o al grupo al que se

pertenece.

b. Descripciones de actividad: Las descripciones de actividad identifican los papeles

sociales de los actores de los grupos además de que responden a la descripción de

la actividad ideológica, este tipo de descripciones sugiere que los grupos se

definen por lo que hacen.

c. Descripciones de propósitos: Si en las actividades recae el sentido ideológico y

social, este sentido únicamente se puede adquirir si se tienen propósitos que las

orienten. De esta forma comúnmente se habla de propósitos positivos o negativos

en las actividades que definen a determinados grupos.

d. Descripción de normas y valores: la ideología en los discursos está fundamentada

sobre valores y normas que se consideran buenas o malas, correctas o incorrectas

y en base a estos valores se acciona y están determinados los propósitos a

alcanzar. Las apreciaciones de la verdad giran respecto a los valores y normas de

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los grupos, de este modo la oposición será el otro, una forma contraria de

democracia, eficiencia, etcétera.

Cronograma de actividades

ACTIVIDADES Primer semestre

Segundo Semestre

Tercer Semestre

Cuarto Semestre

Elaboración de protocolo XBúsqueda bibliográfica X XRevisión de antecedentes del tema XRevisión teórica XBúsqueda de documental XProcedimiento de obtención de datosAnálisis de discursosRedacción de tesisRevisión y correcciones

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