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CAPITULO II: MARCO TEORICO
2.1. Antecedentes de la investigación
2.1.1. Autoestima
A nivel internacional Plata, Riveros, & Moreno (2010) identificaron
la asociación entre la autoestima y la empatía en un grupo de
adolescentes víctimas, observadores y agresores de acoso escolar en
una institución de Chía, con una población de 100 estudiantes. Se utilizó
como herramientas la Escala de Autoestima de Rosenberg, Escala de
empatía del cuestionario de conducta prosocial de Martorell, Gonzales y
Calvo (1998), y el Cuestionario secundaria de 12 a 16 años de edad de la
UNICEF, donde se concluyó que el acoso con mayor frecuencia es el tipo
verbal, “poner apodos” y “hablar mal del otro” en un 80%, también esta
situación pasa desapercibida para el adulto, ya que los observadores no
reportan esta situación a los profesores o los padres.
ACOSO ESCOLAR Las investigadoras de la Universidad Católica
de la ciudad de Asunción, Montaner & Álvarez (2010) realizaron un
estudio de tipo descriptivo comparativo sobre el Nivel de Acoso
Escolar en una Institución Pública y una Privada de Asunción. Los
participantes fueron 374 alumnos/as de educación básica y media,
de entre 13 y 18 años a los cuales se les aplicó la Escala Cisneros
de Acoso Escolar. Los resultados mostraron que en promedio, la
mayoría de las conductas agresivas o maltrato son de
hostigamiento verbal y en menor frecuencia la agresión física y
manipulación social.
V JUNTAS Calderón (2012) cuyo objetivo fue estudiar repercusión
del bullying en la autoestima de los estudiantes en un colegio
privado de Guayaquil, Ecuador; donde sesenta y seis fueron los
participantes que conformaban la muestra de la población. Utilizo el
cuestionario para estudiantes sobre acoso escolar y la guía de
observación de comportamiento creados por ella misma, y donde
se pudo concluir que el acoso escolar es un fenómeno peligroso
que se da con mayor frecuencia en campos escolares, tanto en
hombres como en mujeres, variando en profundidad según su
edad, y que si la política del colegio no incluye este tema, o no
están conscientes sobre lo que ocurre, los alumnos comienzan a
aceptar estas conductas como normales.
ACOSO ESCOLARF Brown &Gómez (2007), también de la
Universidad Católica de Asunción, realizaron un estudio sobre la
percepción de acoso y violencia interrelacional en un colegio
privado de Asunción. Se aplicó el test Acoso y Violencia Escolar
(AVE) de Piñuel y Oñate, a escolares de 9 a 12 años. Los
resultados mostraron que el 46,92% presenta acoso constatado, el
23,46% acoso bien constatado y el 8,08% acoso escolar muy bien
constatado. Concluyendo que casi la mitad de la población
encuestada ha sido víctima de acoso escolar, ya sea una vez en
toda su vida estudiantil.
AUTOESTIMA Moysén, Garay, Valdés& Balcázar (2001) cuyo
objetivo fue estudiar el autoestima, depresión y rendimiento escolar
en alumnos de primaria y secundaria de un colegio estatal de
México, cuya población con la que se trabajó fue 150 niños y 150
niñas de entre 9 y 14 años, utilizando test de Acoso y Violencia
Escolar (AVE) para medir acoso escolar, y el Cuestionario de
Autoestima para niños y adolescentes (IGA 2000) elaborado por
González Arratia (2001), para medir autoestima, concluyeron que el
acoso escolar es uno de los problemas que ha ido creciendo e
incrementado considerablemente en los últimos años, teniendo
consecuencias graves como el suicido por parte de la víctima,
asimismo en el caso del agresor se ha encontrado que es muy
probable que en su juventud sino se trata se convierta en un
delincuente con conductas antisociales, vinculado con el uso de las
drogas.
V JUNTAS Pérez (2014) realizo una investigación con el objetivo
de estudiar la autoestima como factor protector al entramado del
acoso escolar (Bullying) donde considero que el acoso no solo
podría observar factores ambientales, sino también orgánicos. Es
decir, que alguna anomalía cerebral o un déficit en ciertos
neurotransmisores, podrían potencializar la violencia y
consecuentemente en acoso; donde también intervienen
situaciones como vivir en un ambiente violento. Por ello debe
considerarse los cambios estructurales en la sociedad, y la
atención clínica en niños/adolescentes cuando se observe estos
síntomas, para ello proponen fortalecer la autoestima en ambos
casos: víctima y acosador.
ACOSO ESCOLAR Moreno, Vacas & Roa (2006) realizaron un
estudio sobre Victimización escolar y clima socio-familiar, donde
encontraron que el 3.15% era victimizador y el 24.65% era
victimizado. Los niños menores de 12 años eran los más
victimizadores y victimizados. Además encontraron que cuando la
vida familiar se rige por estrechas reglas, o las familias son
conflictivas, el trato percibido por los niños y adolescentes, tanto de
la familia como en la escuela, es deficiente, además aumenta la
probabilidad de comportamientos sociales desadaptados por parte
de los hijos. Este estudio demuestra que la familia cumple un rol
trascendental en la formación de futuras personas agresivas o
pasivas.
V JUNTAS Arias &Cartuche (2013) estudiaron las dos variables
juntas, se centraron en conocer qué relación existe entre la
autoestima y el acoso escolar en niños y niñas de tres a cuatro
años, dado que un niño acosado sufre daño en su autoestima,
generándose en la víctima inseguridad, desvalorización y una falsa
imagen de sí mismos.El acoso escolar puede iniciarse en contextos
familiares y ampliarse a los centros educativos, donde se
manifiesta en forma silenciosa y poco visible. La agresividad está
presente desde el momento en que el niño entra en contacto con el
entorno familiar y social, y no exclusivamente en las escuelas. El
acoso en preescolares es un comportamiento no deseado que
causa daño físico y emocional a los niños víctimas, se manifiesta a
través del rechazo del grupo y por la agresión verbal y física por
parte del acosador.
ACOSO ESCOLAR En los estudios realizados por Estévez, Murgui,
Moreno, & Musito (2007) sobre estilos de comunicación familiar,
actitud hacia la autoridad institucional y conducta violenta del
adolescente en la escuela, echa en Valencia; con una muestra de
1,049 escolares de ambos sexos postularon que existe una
estrecha asociación entre la comunicación negativa con el padre y
la conducta violenta en la adolescencia. También encontraron que
existe una influencia indirecta del padre, la madre y el profesor en
el comportamiento violento del hijo-alumno, fundamentalmente a
través de su efecto en el auto concepto familiar y escolar.
2.1.2. Antecedentes Nacionales
ACOSO ESCOLAR Amemiya, Oliveros & Barrientos (2009)
realizaron un estudio sobre factores de riesgo de violencia escolar
(bullying) severa en colegios privados de tres zonas de la sierra del
Perú. Con una muestra de 736 alumnos, entre quinto de primaria y
quinto de secundaria de Ayacucho, Cusco y Huancavelica,
encontrando a 37 alumnos portadores de bullying severo asociado
a múltiples factores de riesgo. Entre estos factores está el haber
vivido en un ambiente familiar donde se ejercía violencia entre
padres, otro de los factores que consideran importante es el lugar
urbano donde han crecido los últimos años de su vida, y otro de los
factores, que consideran importante, es el aspecto económico. Los
estudios demuestran que jóvenes que no tienen recursos para
solventar gastos y necesidades básicas como agua, luz, desagüe,
existe la probabilidad de que surja un comportamiento agresivo
dentro del lugar donde vive, estudia o se desarrolla.
ACOSO ESCOLAR Oliveros, Figueroa, Mayorga, Cano, Quispe &
Barrientos (2009) realizaron un estudio sobre la Intimidación en
colegios estatales de secundaria del Perú. Los resultados
evidenciaron que "La incidencia de intimidación tuvo un promedio
de 50,7%. Las variables asociadas fueron apodos, golpes, falta de
comunicación, defectos físicos, obligar a hacer cosas que no se
quiere, discriminación e insulto frente a frente o por correo
electrónico. Concluyendo que la intimidación tiene orígenes
diversos que ocasionan problemas en la salud, fobia escolar y el
pronóstico a largo plazo para víctimas y agresores es negativo.
ACOSO ESCOLAR Becerra (2009)En una muestra de 1087
adolescentes escolares de secundaria (542 hombres, 545 mujeres)
de Lima Metropolitana cuyo objetivo era determinar la incidencia
del acoso escolar, se encontró que el 45% es agredida, esto se da
cuando el profesor se ausenta del aula, el 22% no sabe porque lo
acosan, la forma más frecuente de maltrato es poniendo apodos, el
67% es maltrato psicológico, no existiendo diferencias entre sexos,
con frecuencia las víctimas no comunican a nadie que son
acosados, por no ser considerados “soplones” o por miedo a volver
a ser agredido, como consecuencia la víctima se siente triste, bajan
sus notas, no duerme bien o está nervioso, y dentro de las
actitudes que más los identifican es sentir rabia y odio hacia los
demás, faltar a clases o fugarse de sus casas.
ACOSO ESCOLAR Muro (2010) cuyo objetivo principal fue
describir los niveles de cólera y los indicadores de acoso escolar en
un grupo de adolescentes estudiantes de un colegio estatal con
administración religiosa en Lima.Se aplicó el Inventario Multicultural
de la Cólera-Hostilidad (IMECH) y el Cuestionario de Intimidación y
Maltrato entre Iguales en una muestra de 263 estudiantes, donde el
46.8% de los participantes eran de sexo masculino, y el 53.2% de
sexo femenino, donde se encontró que el grupo de alumnos
identificados como “agresores” en comparación con los demás
participantes del fenómeno, obtenían puntajes más bajos en lo que
respecta a la escala de Control de la cólera manifiesta. Asimismo,
los alumnos que se encontraban en riesgo de convertirse en
agresores indicaban un mayor control de la Cólera Manifiesta, en
contraste con aquellos identificados como “víctimas”.
ACOSO ESCOLAR García (2006) investigó a problemática de la
intimidación entre iguales, en estudiantes secundarios,
encontrando resultados parecidos a los encontrados por Avilés
2006 en "incidencia y modalidades de intimidación, diferenciándose
en la disminución del bullying con la edad y en las atribuciones de
los protagonistas, expresados en las coincidencias entre las
víctimas y agresores en la explicación de los hechos.
AUTOESTIMA López (2003) tuvo como objetivo conocer la relación
de la autoestima y los valores de organización que presentan los
alumnos en la actualidad. Asimismo se busca conocer la relación
entre la autoestima y ciertos rasgos demográficos y también las
diferencias entre los valores organizacionales. Se tomó como
muestra a 420 estudiantes de la universidad Mayor de San Marcos.
Se realizó un test de autoestima de Coopersmith. Los resultados
indican que los estudiantes universitarios le dan mayor importancia
a las calificaciones o promedios de notas, que desarrollar y poner
en práctica los valores personales, sociales, familiares (honradez,
responsabilidad, respeto, etc.).
AUTOESTIMA Vildoso (2004) en su investigación tuvo como
objetivo general determinar y analizar si la autoestima, la
satisfacción con la profesión elegida y la formación académica
influyen significativamente en el coeficiente intelectual de los
estudiantes del tercer año de la facultad de educación. Como
resultado del estudio realizado, se establece que existe influencia
significativa de la satisfacción de la profesión elegida, la autoestima
en el coeficiente intelectual de los alumnos ingresantes a la
facultad de educación.
AUTOESTIMA Jiménez (2005) realizo un estudio comparativo entre
los niveles de autoestima y el ajuste de personalidad de los
alumnos universitarios de la especialidad de ciencias sociales de la
facultad de educación de la universidad nacional José Faustino
Sánchez Carrión, y conocer mediante un estudio comparativo los
niveles de autoestima (alta y baja) y la personalidad (positiva y
negativa) de los alumnos universitarios. La muestra de
investigación estuvo constituida por 80 alumnos(as) de dicha
facultad; y se utilizó como muestra de investigación una ficha
familiar, un cuestionario de ajuste de personalidad de Hugh Bell y
la escala de autoestima. Se llegó a las siguientes conclusiones, los
alumnos(as) con baja autoestima revelan mayor desajuste en el
área del hogar, observándose este hecho especialmente en las
mujeres, las mujeres presentan experimentan desajustes
presentando mayor ansiedad, tensión y trastornos psicosomáticos.
2.1.3. Antecedentes Locales
AUTOESTIMA Hualpa, López, Sánchez, Lévano, Sandoval, Tijero&
Vega (2014) cuyo objetivo fue determinar qué factores influyen en
los niveles de autoestima de los estudiantes de secundaria de la
Institución Educativa San Luis Gonzaga. La población está
compuesto por 2257 alumnos, donde se tomaron en total 70
alumnos, 14 alumnos de cada año, de las últimas secciones. Y se
utilizaron como instrumentos el inventario original forma escalar de
Coopersmith Stanley traducido por Panizo MI en 1988, concluyeron
que: Para que un individuo pueda tener óptimos niveles de
autoestima, requiere indispensablemente que se ejerzan sobre su
persona influencias positivas, pero si en el ámbito físico en que se
desenvuelve, que es la familia, se presentan situaciones de
violencia, de poca afectividad, es decir, cuando su entorno no es lo
adecuado para que su autoestima pueda desarrollarse
positivamente. No solo el entorno familiar influye, sino también el
entorno social, el entorno escolar.
En el ambiento local se revisaron investigaciones y no se encontró
antecedentes respecto a las variables juntas.
NIVELES DE LA AUTOESTIMA
Vidal (2001) y Eguizabal (2007), coinciden con Coopersmith (1990), en
considerar que la autoestima presenta los niveles: alto, medio y bajo.
Nivel Alto
Es consecuencia de un historial de competencia y merecimiento altos.
Son personas que tienen una sensación permanente de valía y de
capacidad positivos que 20 les conduce a enfrentarse mejor a las
pruebas y retos de la vida, en vez de tener una postura defensiva. Su
auto-concepto es suficientemente positivo y realista. No significa un
estado de éxito total y constante, sino la conciencia de las propias
debilidades y limitaciones, sentirse bien por las capacidades y
habilidades, tener confianza en la naturaleza interna para tomar
decisiones.
Nivel medio
Suele ser la más frecuente, las personas con nivel de autoestima
media tienen una buena confianza en sí mismas, pero en ocasiones
esta puede llegar a ceder. Son personas que intentan mantenerse
fuertes con respecto a los demás, pero en el interior sufren. La
autoestima posee una estructura consistente y estable, pero no es
estática, por tanto puede crecer, fortalecerse y en ocasiones puede
disminuir en forma situacional por fracaso.
Nivel bajo
Implica grandes deficiencias en los dos componentes que la forman
(competencia y merecimiento). La persona tiende a hacerse la víctima
ante sí mismo y los demás. El sentirse no merecedor puede llevar a la
persona a mantener relaciones perjudiciales que además de reforzarlo
negativamente dificultan la búsqueda de fuentes de merecimiento tales
como el hecho de ser valorado por los demás o saber defender sus
derechos.
Ellos también señalan que “existe una “franja” de autoestima sana. El
individuo que tiene una autoestima alta dentro de esa franja se
caracteriza por su madurez, tolerancia a las diferencias y aprobación
de sí mismo. Las personas que tienen autoestima por debajo de
aquella franja sana, se reconocen por su permanente actitud defensiva
o de repente agresiva y sin motivo, evitan la controversia sometiéndose
fácilmente al criterio ajeno” (Vidal, 2001, p.13). De acuerdo con
Eguizabal (2007), la autoestima sana reside en el hecho de poder
responder de manera activa y positiva a las oportunidades que se nos
presentan en el aspecto laboral, afectivo y en la diversión, es también
la base de una serenidad de espíritu que nos permite disfrutar de la
vida. Señala también que para tener una autoestima alta, se deben dar
estas cuatro condiciones:
Seguridad y singularidad: un niño que se siente seguro puede
actuar con libertad en la forma que le parezca más oportuna y
efectiva. Si se siente seguro y a su vez se 21 considera especial,
tendrá una autoestima alta. Para ello el niño necesita ser
aceptado, valorado y querido como es. Esto no se da en
ambientes donde el niño percibe que es juzgado continuamente
o es amenazado con experiencias de fracaso, rechazo o
indiferencia.
Sentido de competencia: el niño debería sentirse capacitado
para hacer frente a las distintas situaciones que ocurren durante
su desarrollo. Para ello debe dársele la oportunidad de elegir, de
acertar y de equivocarse, también de asumir responsabilidades y
sus consecuencias.
Sentido de pertenencia: es la sensación de sentirse aceptado
por parte de su grupo familiar, escolar, comunal, para que se
reconozca vinculado y formando parte “de” y “con” otros.
Sentido de motivación y finalidad: la motivación es el impulso
a actuar de forma lógica y razonable para alcanzar objetivos
específicos, los niños con autoestima alta perciben sus éxitos y
fracasos en gran parte determinados por su propio esfuerzo y
habilidad, en cambio, aquellos con una autoestima baja tienden
a creer más en la suerte y tienen menos confianza en sus
capacidades de éxito en el futuro
Estos autores definen el acoso o violencia escolar como “un continuado y
deliberado maltrato verbal y modal que recibe un niño por parte de otros u
otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de someterle,
amilanarle, intimidarle, amenazarle u obtener algo mediante chantaje y que
atenta contra la dignidad del niño y sus derechos fundamentales”
(Piñuel,I.,2006, p.6)