Carla y El Lago - Raquel Pisa Muñoz-FREELIBROS.org

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Novela

Citation preview

  • Raquel Pisa Muoz

  • Hace no mucho tiempo, tan slo unos pocos aos, viva una nia enuna casa preciosa con jardn, junto a sus padres, Sara y Bruno, y a su perro Coco. Suspadres le haban puesto de nombre Carla pues, adems de ser un nombre mgico, erauna palabra que denotaba fuerza, la misma fortaleza y vigor que las estrellas le habanregalado a aquel beb el da de su nacimiento. Una tarde, a principios de verano, mientras jugaba con su amiga Mara en el jardnde su casa, su mam se acerc muy despacio hasta ella.

    -Carla? Tengo que hablar contigo le dijo Sara.

    Pero la nia no la escuchaba. Ella jugaba junto a su amiga y su perro, y no dejabade rer y de gritar.

    -Carla la llam entonces su padre con voz serena.

    La nia se introdujo en la casa y se dirigi hasta el sof. Su padre estaba sentadoen l. Ella se sent junto a Bruno.

    -S, pap?-Me han llamado del trabajo. Tenemos que mudarnos, me trasladan. Tengo unnuevo empleo, en otro lugar.-Dnde pap? pregunt la nia.-No muy lejos de aqu En un pueblecito, a los pies de las montaas.-Pero, yo no me quiero ir! No quiero dejar a mis amigos Si me voy, no les volvera ver!-No te preocupes. Vendremos siempre que quieras contest el padre.

    Ya era tarde. La amiga de Carla haba regresado a su casa y la nia debaacostarse. Con lgrimas en los ojos se ech a la cama y se tap con su mantita denubes azules. Carla pens en todo lo que iba a abandonar: su colegio, sus amigos, suparque Con lgrimas en los ojos, Carla al fin se durmi. Al da siguiente, cuando Carla se levant de la cama, sus padres ya haban hecholas maletas y estaban desayunando.

    -Vamos Carla! Come algo.

    A la nia le encantaban la leche y los cereales, as que se tom todo el bol que sumadre le haba preparado con mucho cario antes de que ella se hubiese levantado dela cama. Una vez acabado el desayuno, los tres, junto al perro Coco, abandonaron lacasa, se metieron en el coche y se fueron de aquel hermoso barrio. Pero, cuando llegaron a la casa de las montaas, Carla, antes de bajar del coche,dijo que se senta enferma. El padre la llev en sus brazos hasta su nuevo cuarto y latumb en una cama de colchn mullido con un edredn rosa. Las paredes del cuartoeran de color lila, y toda la habitacin estaba repleta de muecas.

    -Ves? le dijo el padre -. La hemos decorado como a ti te gusta.-Yo quiero volver con mis amigos! exclam ella, testaruda.-Lo siento, Carla. Ahora nuestro hogar est aqu, en este pequeo pueblo.

  • -Vale, pap contest resignada. Luego se dio media vuelta y, de tan cansada queestaba, se durmi.

    A la maana siguiente Sara estaba muy preocupada, su hija estaba muy enferma.No tena fiebre, ni le dola nada. Sin embargo, no poda levantarse de la cama. Sarallam al doctor. Al cabo de las horas, tras varias visitas de buenas vecinas que le llevaron leche ypasteles a la recin llegada y enferma nia, el doctor Bosque llam a la puerta.

    -Pase, doctor le invit Sara.-Gracias.

    El mdico de aquel acogedor pueblecito se acerc a Carla.

    -Qu te ocurre, princesa? le pregunt.-No lo s respondi ella.

    El doctor le mir los ojos, luego los odos, y despus la garganta. Pero no encontrnada extrao. Entonces le toc la tripita, pero pens que todo era normal. En esosmomentos, el doctor le pidi a Sara que saliera de la habitacin. Despus, se sentjunto a la nia.

    -Por qu ests triste, nia? le pregunt.-Echo de menos a mis amigas! lloraba Carla.-Ellas te daban fuerza y coraje, verdad?-S! exclam Carla.

    El doctor Bosque llam inmediatamente a la madre de la nia.

    -Carla ciertamente est enferma. Ha perdido la felicidad. Para volver a hallarladeber marchar al Lago de los Cisnes; sus aguas sanan todos los males.-Est bien, doctor dijo Sara -. Y cmo se llega hasta ese lugar?-No se preocupe respondi el doctor -, el guardabosque les acompaar y lesmostrar el camino.

    Una vez Bruno hubo regresado a casa tras una larga maana de trabajo, la madrede Carla le cont todo lo ocurrido. Le dijo que deban marcharse cuanto antes pues suhija necesitaba el agua de aquel mgico lago. Luego fue a la habitacin de Carla paravestirle y peinar sus dorados cabellos. Despus, los tres, junto al guardabosque y aCoco, emprendieron la marcha. Carla iba sobre la espalda de su padre, como si se tratara de una mochila. La madreiba junto a ellos, con una cesta llena de comida y de leche. El guardabosque caminabams rpido, haciendo crujir las hojas del suelo, para llegar al lago antes de que fuerade noche. La nia, que senta recobrar su antigua fuerza, salt al suelo y persigui a su perroCoco, pues esa era una de las cosas que la hacan ms feliz.

    -Venga, venga! le animaba -. Tenemos que llegar al Lago de los Cisnes lo antesposible!

    Pero la nia se gir y, asustada, comprob que estaban solos. Dnde estaban suspadres y el guardabosque? Se haba perdido!

  • -Oh, no! grit -. Y ahora qu hacemos?

    Carla decidi seguir caminando.

    -Carla? escuch de pronto.-Quin ha hablado? chill Carla al no ver a nadie.-Soy yo, la marmota!

    La nia observ a su alrededor y contempl a un gracioso animal del tamao de superro con aspecto de roedor.

    -Puedes hablar?-Y t? pregunt la marmota, molesta.-Por supuesto, soy una nia dijo Carla.-Y qu buscas en este bosque? - le pregunt la marmota.-El agua del lago para sanar mi tristeza.-Tu tristeza? Ten! el animal le ofreci un fruto del bosque -. Para sanar, debescomer-Gracias respondi la nia.

    Luego, la marmota se march y Carla y Coco siguieron su camino. Caminaronminutos, puede que horas. Y Carla no encontraba a sus padres por ninguna parte.

    -Mira, Coco grit al perro -, es una cra de oso!

    El perro, asustado, sali corriendo. Pero Carla se acerc al osito.

    -Hola! Dnde est tu mam?-Ha ido a buscar comida dijo el pequeo oso cuyo pelaje era del color de lasavellanas.-Muy bien respondi ella.-Y dnde estn tus paps? pregunt el oso.-Han ido al Lago de los Cisnes, en busca de agua para curar mi tristeza.-Y por qu ests triste? le pregunt el oso.-Porque ya no puedo ver al resto de mi familia.-Tus paps son tu familia Si fueras valiente, lo sabras Y no tendras miedo! leincrep el oso.-No tengo miedo! replic Carla.-Toma este peluche le ofreci el osito -. Debi carsele a algn nio que caminarahace tiempo por aqu. Si lo abrazas, te dar fuerza.

    Carla le dio las gracias al oso y se march en busca de sus padres. Pero no habacaminado ni unos pasos cuando se top con un cisne.

    -Qu hermoso! exclam la nia llena de entusiasmo -. Qu haces tan lejos delagua, pequeo?-Te equivocas! Estoy ms cerca del agua de lo que t te crees.-Ah, s?-Por supuesto! Nos encontramos muy cerca del lago al que t te diriges.-Y cmo sabes que voy al lago, hermoso cisne blanco?

  • l ri.

    -La magia que descansa en el agua nos lo cuenta todo-Oh exclam ella, impresionada.-Mira le dijo el cisne all estn tus padres, junto a las aguas del lago. Observasus rostros, estn muy preocupados por ti.-Y, qu puedo hacer? pregunt Carla.-Vuelve junto a ellos y busca el amor. Si crees en el amor, despus de beber el aguadel lago, te curars.

    Carla se despidi de su amigo el cisne y corri hasta donde se hallaban sus padres,el guardabosque y su perro Coco.

    -Mam, pap! grit.-Carla! exclamaron los padres al verla.

    Se fundieron en un abrazo del que Carla no se quera soltar. Aunque, al fin, lospadres se desprendieron de los bracitos de la nia y le preguntaron:

    -Dnde has estado, Carla?-Me perd respondi ella -. Pero unos pequeos amigos me han ayudado aencontrar lo que buscaba.-Ten le ofreci el padre un vaso -. Ahora debes beber esta agua.

    La nia pos su mirada en el lago de cristalinas aguas y en los cisnes que nadabansobre ellas. Era un paraje muy hermoso Carla al momento tom el vaso y bebi. Elagua recorri el cuerpo de la nia y llen de felicidad su corazn. Saba que nunca msestara triste, pues todo su ser comprenda que tena lo que ms deseaba en el mundo:amor.

    As, felices y unidos, todos juntos regresaron al pueblo, donde viviran para siempre.