Casos de éxito en la observancia a los estándares

de juegointernacionales

Latinoamérica•

por Karen Sierra–Hughes

12 LA LEY DEL JUEGO • PRIMAVERA DEL 2012

Cada vez que me piden que hable o que

escriba sobre Latinoamérica me siento

muy orgulloso de ser Latinoamericana,

porque he tenido la suerte de poder ver y

experimentar cómo han evolucionado las distintas zonas

de esta región hasta el punto en el que se encuentran

ahora. Se trata de una región próspera y floreciente, que

atrae a inversiones de todo el mundo.

Las distintas zonas de Latinoamérica, en materia de le-gislación, han experimentado un enorme cambio durante losúltimos 14 años y finalmente la región ha conseguido qui-tarse de encima la leyenda aquella de que Latinoamérica erael lugar donde iban a pasar sus días antes de morir las má-quinas de juegos de los operadores anglo-norteamericanos.Al menos éste es el caso en la mayor parte de las jurisdiccio-nes de la región.

Cuando hablamos sobre cómo el cumplimiento norma-tivo, la tecnología y la seguridad se convierten en ingre-dientes esenciales para el crecimiento y el desarrollo delsector de los juegos de azar, no tenemos más que echar unvistazo al testimonio que nos han dejado los países de Lati-noamérica, empezando por México, pasando por importan-tes jurisdicciones de Centroamérica y Sudamérica, y hastallegar a Argentina.

GLI lleva más de 14 años trabajando con las entidadesreguladoras de esta zona y hemos podido constatar que exis-ten jurisdicciones donde los juegos siempre han sido legales,pero no existía un marco legal que los amparase o, de ha-berlo, era muy débil. Gracias a la voluntad de los gobiernosactuales, el sector Latinoamericano se rige ahora por una le-gislación especializada en materia de juegos que no para deactualizarse y que cambia y se adapta a los cambios tecnoló-gicos que forman parte de la evolución natural del siemprecambiante sector de los juegos, aunque en ciertos casos nosiempre suceden esos cambios al ritmo que algunos quisie-ran, sino que cada nación tiene su propio ritmo de desarro-llo.

No hay más que mirar los ejemplos de jurisdiccionescomo Perú, Argentina, Panamá, Chile y México, entre otras.Cada país posee unas características particulares propias,dado que son distintas las situaciones políticas que rodeanla evolución de los juegos y en cada uno de ellos existen di-versas razones que provocan los cambios normativos co-rrespondientes.

En materia de cumplimiento técnico Perú es obligadareferencia, en tanto que país pionero a la hora de poner enpráctica controles y requisitos técnicos con el objetivo depromover una competencia más justa en el mundo de los jue-gos, siempre con la perspectiva de conseguir un crecimientosupervisado y controlado del sector.

Según le consta al laboratorio (GLI), hace 14 años habíatres o cuatro grandes proveedores de tragamonedas activosen Perú, en donde primaba la distribución de máquinas an-tiguas y/o recicladas. Hasta el año 2007, el país solamentecontaba con 29 establecimientos de juegos con la corres-pondiente autorización legal por parte de la entidad regula-dora competente, la DGJCMT (Dirección General de Juegosde Casino y Máquinas Tragamonedas), lo que suponía tansólo un 3,63% de la actividad total desarrollada en el país.Gracias a los esfuerzos de la entidad reguladora competentey del gobierno se procedió a la formalización de la totalidaddel sector de juegos de azar. Hoy presenciamos un escenariototalmente distinto, siendo Perú en la mayor parte de loscasos la primera jurisdicción en la que los proveedores detodo el mundo intentan obtener la certificación correspon-diente para adentrarse en el mercado Latinoamericano. En laactualidad cuenta con un total de 684 salas de juegos (de lasque el 60% está situado en la ciudad) y 12 casinos (10 de ellosen la ciudad) autorizados legalmente, 46 proveedores regis-trados, 10.990 memorias de juegos y 408 máquinas traga-monedas homologadas. El proceso de homologación ycertificación se puso en práctica en esta jurisdicción hace másde 14 años, como una de las herramientas tecnológicas queutiliza la entidad reguladora para lograr un juego justo ylegal, y constituye una de las principales razones por las quela calidad de los productos de juegos que se ofrece a los ope-radores se había vuelto tan competitiva y de tan alto nivel.En Perú vemos jugadores experimentados que, debido a lavariedad de oferta entre operadores, buscan siempre la mejorexperiencia de juego, algo que los operadores parecen en-tender. Por ello aprecian el valor de poder escoger entretodas las opciones diferentes en materia de productos dejuego que tienen ahora a su disposición.

Los controles normativos empiezan en las aduanas,donde los inspectores de la DGJCMT se aseguran de quesolamente se puedan introducir en el país aquellos juegos ymáquinas que figuren como debidamente homologados ensu registro. Son ya varios los países de la región que han co-piado el modelo de Perú hasta la fecha.

El sector peruano no tardó mucho tiempo en darse

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cuenta de que ahora que toda esta nueva tecnología estaba dis-ponible lo lógico sería pasar a proteger mejor sus actividadese ingresos, por lo que se instalaron Sistemas de control y desupervisión en línea en una buena parte de las salas de juegos,mucho antes de que la DGJCMT impusiese el requisito de quetodos los dispositivos de juegos del país estuviesen conectadosa un Sistema que transmitiese la información relativa a los in-gresos a una base de datos normativa. La reglamentación a laque se hace referencia salió en septiembre del año 2010. GLI re-cibió la acreditación pertinente para comprobar y certificar sis-temas en diciembre de 2010. Desde entonces 10 sistemas hansido homologados por la DGJCMT y muchos otros se en-cuentran en proceso de certificación y homologación.

Una necesidad similar, pero que respondía a un motivodistinto, la encontramos en el ejemplo de la Provincia de Bue-nos Aires, Argentina, donde el desarrollo normativo técnicotuvo lugar en el año 2003 con la publicación de la Resoluciónnº 98-2003 por parte del Instituto Provincial de Loterías y Ca-sinos (IPLYC). Con la puesta en práctica de los Sistemas, los in-gresos por impuestos aumentaron casi un 300%. Se hizonecesario un cambio en la reglamentación para lograr un mejorcontrol. Además, también se implementó un proceso de homo-logación conforme a la misma reglamentación. Muchas Pro-vincias de Argentina han seguido el ejemplo de IPLYC y hoyen día ya son seis las que se someten a este tipo de requisitos ycontroles técnicos y muchas otras están trabajando en la mismalínea.

Panamá no tardó mucho en seguir los pasos de Perú y Bue-

nos Aires. La Junta de Control de Juegos (JCJ), mediante la Re-solución nº 40 de 2003, establecía un proceso de homologaciónque se basa en la reglamentación de Perú. Se trata de un buenejemplo de cómo nuestras jurisdicciones abogan por un entornode requisitos técnicos similares para beneficiarse de la entradade tecnología similar en nuestra Región. El sector de juegoshabía experimentado un crecimiento exponencial en esta juris-dicción donde hoy en día hay un total de 11.499 dispositivos dejuegos en 18 casinos, 28 salas de máquinas tragamonedas y 1 hi-pódromo. También están operativas 19 agencias de apuestas de-portivas y 2 salas de bingo.

En la actualidad están intentando actualizar la reglamen-tación en cuestión para incluir los requisitos técnicos relativos

a las nuevas tecnologías y mantenerse al día con los avancesdel sector de juegos de azar a nivel internacional.

En el año 2004 Chile se convirtió en el siguiente país dela Región que se unió al movimiento regulatorio, con la apro-bación de la Ley sobre Casinos en 2005. Se trata de una ley in-tegral, que establece las bases para la Superintendencia deCasinos de Juego (SCJ) con el objetivo de que pueda elaborar yejecutar la reglamentación necesaria para conseguir un creci-miento del sector más controlado. Dicha ley permitía la activi-dad de un máximo de 24 casinos, además de los 7 que habíanestado operando en el país debido a leyes específicas que per-mitían su actividad. El caso de Chile es único, dado que estabapensado para un nuevo sector de juegos. Tanto la publicaciónde la ley como el desarrollo normativo, así como la mayor partede las licencias, surgieron en el mismo contexto político. El de-sarrollo normativo fue impresionante durante el primer año,siendo los principales objetivos de la SCJ trabajar para la con-cesión de licencias de los nuevos casinos y la elaboración de re-glamentación para su actividad futura. El resto de lasjurisdicciones de la región no tuvieron tanta suerte, debido aque tuvieron que regular un sector cuya actividad se venía de-sarrollando ya desde hacía años y años.

Otra particularidad de esta jurisdicción es que no se per-mite ninguna nueva tecnología salvo que se publique algunareglamentación a tal efecto que perita su control. De nuevo,ésta no es la regla aplicable en la mayoría de nuestras jurisdic-ciones, en las que la reglamentación correspondiente se sueleaprobar una vez que las tecnologías ya están operativas.

En 2006, México también se unió al desarrollo regulato-rio de cumplimiento técnico, pero de una forma singular, dadoque es la única jurisdicción que, conforme a su legislación na-cional, permite la publicación de normativas voluntarias para elsector de juegos bajo la Ley Federal Sobre Metrología y Nor-malización. Seis años después de la publicación de la primeraNorma Mexicana, hemos podido constatar cómo el sector dejuegos sigue este programa de cumplimiento voluntario. Tam-poco tardó mucho el gobierno mexicano en decidir sacarlespartido a las nuevas tecnologías y en el año 2010 el Servicio deAdministración Tributaria (SAT) impuso el requisito para losoperadores de cualquier tipo de juego de conectar sus disposi-tivos de juego a un Sistema en línea para informar sobre los in-

Gracias a la voluntad de los gobiernos actuales, el sector Latinoamericano se rige ahora por una legislación especializada en materia de juegos que

no para de actualizarse y que cambia y se adapta a los cambios tecnológicos[ ]

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gresos correspondientes. Una vez que se hayan completado deimplementar los controles del SAT dispondremos de unas ci-fras que ofrecerán una visión más precisa de los beneficios que,sin duda alguna, redundarán en una mayor y más eficaz re-caudación en el futuro cercano.

Otros países, como Colombia, emprendieron estas inicia-tivas en el año 2008 y ahora están en proceso de establecernormas técnicas para el sector de los juegos. Por ley es obli-gatorio cumplir con las normas ya establecidas y también in-terconectar los dispositivos de juegos a un sistema. Másrecientemente, Bolivia decidió dar el mismo paso y tambiénintegró el proceso de certificación en los controles que la nuevaentidad reguladora en materia de juegos, la Autoridad de Fis-calización y Control Social del Juego (AJ), venía aplicandodesde su constitución en noviembre de 2010, ampliando loscontroles no solamente a los juegos típicos de los casinos, sinotambién a la lotería y a cualquier tipo de juego de azar.

Cabe mencionar que un importante número de las enti-dades de gobierno reguladoras se ponen en contacto con GLIpara asesorarse sobre el establecimiento de normas técnicas yalgunos incluso deciden adoptar y aprovechar los reconocidos“Estándares GLI”, en lugar de intentar “reinventar la rueda”.

Aquí estamos hablando de juegos y los juegos no se limi-tan a los típicos que se pueden encontrar en los casinos. El tér-mino es muy amplio y abarca también la lotería, las apuestasdeportivas, apuestas remotas o “iGaming”, etc., y en mi ám-bito profesional he presenciado una tendencia en la Región aadoptar el mismo tipo de controles aplicables a todos esos sec-tores. Las entidades reguladoras de estas jurisdicciones estáncada vez más especializadas y siguen el ejemplo de sus paísesvecinos para aprender de sus experiencias y establecer sistemasde control similares a los suyos.

En tema de loterías, hemos podido observar cómo nues-tras jurisdicciones están pasando de utilizar la lotería tradi-cional a la lotería electrónica, incluso utilizando internet parallegar a un mercado más amplio. La mayor parte se asegurade cumplir con todos los requisitos técnicos aplicables para ga-rantizar la transparencia y la integridad de su actividad, dadoque, como todos sabemos, la credibilidad en el sector de la lo-tería constituye una condición sine qua non para el triunfo.

La seguridad cobra una especial importancia en este tipode actividades. Todos aquellos que conforman la comunidadde juegos de lotería abogan por el establecimiento de normas

para que esta sección del sector de juegos se pueda auto con-trolar mejor, garantizando así la confidencialidad e integridadde su información operativa y la de los jugadores. Prueba deello es la iniciativa de la Asociación Mundial de Loterías(WLA) de publicar unas normas de control de seguridad(WLAS SCS) basándose en la ISO 27001, estableciendo unprograma de certificación acorde. GLI es miembro asociadode la WLA y se se encuentra acreditado para poder auditar ycertificar las actividades en materia de lotería conforme a lasnormas mencionadas.

En cuanto a las apuestas deportivas, todavía tienen queestablecerse controles técnicos en la región de Latinoaméricay no se puede hacer referencia a ninguna jurisdicción a esterespecto, dado que todavía no han implementado controles nirequisitos técnicos para este rubro del sector, aunque en cual-quier caso estamos observando que las entidades reguladorasestán encaminando sus esfuerzos en la misma línea que lasdemás modalidades de juego.

Y no podemos concluir este artículo sin mencionar el iGa-ming (también conocido como juego “online” o remoto) comoun rubro novedoso y con un crecimiento exponencial dentrodel sector de juego. Cada vez son más los proveedores y ope-radores internacionales que buscan información sobre el pro-ceso de concesión de licencias para iGaming en lasjurisdicciones latinoamericanas. Desafortunadamente, el pa-norama todavía no está muy claro en este aspecto, dado que enmuchos países sí se han intentado legislar determinadas cues-tiones, pero en la mayoría de ellos la entidad reguladora com-petente todavía se encuentra en vías de definir los requisitospara el registro y el otorgamiento de licencias para los prove-edores y operadores de plataformas de iGaming. Este tipo dejuegos debería reglamentarse de la misma manera que se re-glamentan los juegos que se practican in situ, haciendo uso delos mismos principios: integridad, transparencia y justicia enel juego. �

Lic. Karen Sierra – Hughes, le-trada panameña con un máster enDerecho comercial y un posgrado enDerecho público. Exdirectora jurí-dica de la Junta de Control de Jue-gos de Panamá. Trabaja para GLIdesde 2004 y en la actualidadocupa el puesto de Directora paraLatinoamérica y el Caribe.

Con la puesta en práctica de los Sistemas, los ingresos por impuestos aumentaron

casi un 300%. [ ]

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