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Ponencias presentadas Segunda parte
ISSN 1909-0676
Celebración de los 47 años de la Investigación
Acción Participativa en Colombia y Encuentro
de Metodologías y Concepciones Participativas
2
UNIVERSIDAD DEL SINÚ
-Elías Bechara Zainum-
Rectora
Adriana Suárez de Lacouture
Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y
Educación
Decana
Alma Lafont Mendoza
Centro de Estudios
Sociales y Políticos
Víctor Negrete Barrera. Director
Campus Universitario
Carrera 1 W Calle 38 Barrio Juan XXIII
P.B.X: (4) 7840340 / Fax: (4) 7841954
Montería – Colombia
Derechos reservados.
Se permite la reproducción total o parcial
citando la fuente
27 febrero de 2020
Montería- Colombia Diseño de portada:
Daniela Buriticá
ISSN 1909-0676
3
Presentación
Esta es la segunda entrega de los trabajos presentados durante la Celebración de los 47 años de la
investigación acción participativa en Colombia y el Encuentro de metodologías y concepciones
participativas. Contiene estudios, experiencias, reflexiones y propuestas de autores y organizaciones
de varias partes del país, indispensable tenerlas en cuenta para dar consistencia a los diferentes trabajos
que hacemos en las localidades, zonas o regiones. En este sentido, el intercambio resultó provechoso
y oportuno por la situación que vive la sociedad actual.
En la presente edición no solo tienen la oportunidad de leer los materiales anunciados, también pueden
ver y escuchar apartes de las intervenciones de los organizadores y asistentes y una recopilación sobre
algunos aspectos de la vida y obra de Orlando Fals Borda.
Empecemos con la bienvenida al evento por parte de Claudia Marcela Bernal Jiménez, gerente del
Banco de la República en Montería y Diana Carmona Nobles Coordinadora del Área Cultural del
mismo clic aquí. Enseguida las palabras de Víctor Terán Reales, director de la Universidad Católica
Luis Amigó clic aquí y Víctor Negrete Barrera director del Centro de Estudios Sociales y Políticos de
la Universidad del Sinú clic aquí.
Posteriormente intervinieron Mauricio Giraldo Mejía a nombre de la Maestría en Educación convenio
entre la Universidad Católica de Oriente y la Fundación Universitaria Católica del Norte clic aquí;
Víctor Terán Reales director de la Universidad Católica Luis Amigó clic aquí; Albio Martínez escritor
clic aquí; Víctor Negrete Barrera clic aquí; Joanne Rapapport de la Universidad de Georgetown de
Estados Unidos clic aquí; Mauricio Sierra de la Universidad Católica de Oriente clic aquí y Jhon
Giraldo de La Macarena, Meta clic aquí
En la inauguración del evento. Claudia Bernal Jiménez, Víctor Terán Reales, Víctor
Negrete Barrera y Jorge Villadiego Lorduy
4
Presentación
La Investigación Acción Participativa
y su relación con la investigación y
construcción de paz
Poligrafía Social: la investigación
comunitaria del territorio como entramado
vivo de memoria, naturaleza y cultura
Víctor Negrete Barrera,
Director Cespo Universidad del
Sinú, Montería
Héctor León Hernández Flórez.
Fundación Universitaria Claretiana,
Sincelejo
Álvaro César Velasco Álvarez.
Fundación Fundaminga, Bogotá
Reflexiones metodológicas para la
construcción participativa del lineamiento
para la asistencia integral de niños, niñas y
adolescentes víctimas de minas
antipersonal (MAP) y municiones sin
explotar (MUSE)
Andrea Mireya Jiménez Pinzón.
Miembro Colectivo Itinerante
Orlando Fals Borda, Bogotá
La participación comunitaria en la
construcción de paz: un aporte desde
el Plan Comunitario de Salud Rural en
La Macarena, Meta
Grupo de trabajo Salud Rural de La
Macarena y San Vicente del
Caguán. John Giraldo Díaz
El compromiso del investigador en la
resignificación de las metodologías
implicativas –Aire para la investigación–
Nancy Rocío Mora Ruíz y Luis
Ernesto Vásquez Alape, Red de
Saberes (REDISAB), Bogotá
Tejiendo la memoria del agua: la
resignificación de ecosistemas estratégicos
en términos de paisaje cultural
Mauricio Javier Sierra Morales.
Fundación Universitaria de
Popayán
Museos y colecciones de piezas
arqueológicas y antropológicas en Córdoba
Víctor Pantoja, Tierralta
Franklin Pla Elías, Punta de Yánez
José Arteaga, Lorica
Para tener en cuenta en el trabajo
comunitario.
Dos experiencias pasadas, todavía vigentes
Víctor Negrete Barrera,
Director Cespo de Universidad del
Sinú, Montería
Homenaje Orlando Fals Borda Víctor Negrete Barrera
Roger Serpa Espinoza
40
La Investigación Acción Participativa y su relación con la Investigación
y la Construcción de Paz1
Héctor León Hernández Flórez. Investigador Uniclaretiana Región Caribe
gradeciendo al maestro Víctor Negrete por la invitación y el interés por seguir dialogando
permanentemente pese a mi estancia en Sincelejo y él aquí en Montería, tan cerca y tan
lejos. Porque uno cree que Sincelejo está cerca de Cartagena (a tres horas), pero no joda,
son pesadas. Al igual que venir aquí a Montería, no he venido más de 4 o 5 veces, aunque todas gratas,
con mi familia, luego en el marco del III Encuentro para la No Repetición, invitación que me extendió
la Comisión de la Verdad-Córdoba, en un momento personal difícil.
Voy a compartir hoy algunos apuntes de aproximaciones a la Investigación Acción Participativa y la
Investigación para la paz.
Para empezar, debemos reconocer desde donde hablamos, en este caso, desde el Caribe, es decir, donde
cualquier discusión debería pasar por la cultura.
Al hablar de cultura recordemos que la Ley General de Cultura expresa en su artículo 6: “El Estado
colombiano reconoce la especificidad de la cultura caribe y brindará especial protección a sus diversas
expresiones”.
Antes de comenzar, la ponencia anterior estoy éticamente obligado a invitarlos a una reflexión sobre
una serie de palabras que se usan y se repiten, como acaba de suceder incluso con el funcionario de
Promigas, quien explicó la iniciativa institucional con la Agencia de Renovación del Territorio. Ocurre
de igual manera con los funcionarios de la ‘Paz con Legalidad’, quienes usan y abusan del lenguaje de
la justicia transicional y la construcción de paz como distractor, profundizando la desconfianza en los
liderazgos comunitarios, la opinión pública y el país en general.
“Interculturalidad”, “cultura de paz”, “reconciliación” y “construcción de paz”: ¿qué significan
realmente?
Hay un uso y abuso de estos términos, todos parecieran saber lo que es, pero al indagar sobre estas
cuestiones y contrastar con investigaciones académicas rigurosas, muchas de ellas confiables porque
se sustentan en la praxis de valores, significados, tejidos y construcciones de paz desde las bases,
enriqueciendo las investigaciones sobre estas cuestiones, se sabe que hay muchas universidades donde
aún no se “reconoce” que hay diversidad de culturas de paz que ni la academia ni mucho menos las
entidades gubernamentales las reconocen como culturas y valores de paz propios, resistencias civiles
y diversas acciones colectivas positivas para cuidar y proteger sus territorios, incluso en medio del
conflicto.
1Las opiniones personales y subjetivas no comprometen a la institución académica que represento, excepto los
principios de paz, interculturalidad y enfoque socio crítico.
A
41
No es lo mismo “respeto” que “reconocimiento”. La antropología del filósofo balcánico Slavoj Zizek
dejó la lección y la alerta del supuesto “respeto”, al que relacionó con el “multiculturalismo” y es esa
misma sensación de sentirnos todos “iguales”, cuando la realidad nos muestra realidades y
desigualdades abismales para una supuesta paz que “construimos entre todos”, mientras el statu quo y
la violencia estructural, por ende, cultural, se mantienen intactas.
En ese caso, el respeto es en realidad un valor algo hipócrita, incluso verticalista, mientras que el
“reconocimiento” es horizontal, empático, como una característica básica de la cuestión intercultural.
Hay que tener cuidado con el “multiculturalismo” que pregona el hecho de ser todos los que debemos
“aportar” nuestro “granito de arena” y desde donde “cada no pueda” a la construcción de paz.
Intercultural implica, en primer lugar, hacer un análisis lo más profundo posible de la cultura. En
segundo lugar, implica reconocer que no hay solo una cultura de paz, sino que hay diversidad de
culturas de paz que deben dialogar “inter” entre ellas, de manera horizontal. Intercultural es encontrar
los significados de cada una de estas categorías, reconocer ese encuentro entre las ideas de escritorio
o ideas externas con las ideas de paz, reconciliación y justicia de las comunidades, aún inexploradas y
por supuesto, invisibilizados. A manera de ejemplo, respetar a la comunidad ‘lgbti’ implica permitir
su existencia, pero reconocer interculturalmente a esta comunidad se entiende como una interacción,
que al mirar al otro lo haga a los ojos, pero que se refleje en todo tipo de relacionamiento, comenzando
por la política pública.
La horizontalidad es el camino que pasa por reconocer que las capacidades de todos los actores de
construcción de paz no son los mismos. No tienen los mismos recursos simbólicos y económicos, las
comunidades y las multinacionales o entidades estatales por el otro. Desafortunadamente, en el mayor
de los casos, las iniciativas externas terminan imponiendo un modelo externo, una agenda que no es la
comunitaria, basada en necesidades y gestión institucional, que aleja la interacción intercultural de los
actores. También reconocer que nunca una iniciativa generada desde salas de juntas y centros urbanos
va a aproximarse más a la realidad territorial que las comunidades que habitan territorios, en la mayoría
de casos, ancestrales como en Latinoamérica, y por supuesto, el Caribe.
Insisto desde la academia y su misión que al hablar de “interculturalidad” se ponga la cultura en el
centro del debate, así como el relacionamiento entre la diversidad de cultural, con ello le damos cada
vez más reconocimiento a las iniciativas de paz de las bases, sus potencialidades, empoderamientos
pacifistas, para que de manera progresiva se propenda porque las comunidades controlen tanto el
diseño como la implementación de todos los proyectos que tienen que ver con su territorio, lo que
sería realmente una relación intercultural. Porque reconocer que las comunidades también tienen
construcciones de paz desde sus bases con capacidades propias, que parecieran precarias pero que al
profundizar en las culturas nos damos cuenta que la cultura de paz no es una idea que deba llevarse a
los territorios, sino por el contrario, reconocer la existencia de la cultura de paz instaladas como un
fenómeno de todas las comunidades, por supuesto, unas más organizadas (que también tienen visiones
de paz, así como las instituciones, empresas, entre otras), por ende, producen conocimiento para la
paz.
Si muchos de los proyectos de construcción de paz externos, fueran realmente interculturales, no se
referirían a la comunidad como “comunidad receptora” ya que la pone en una posición de pasividad,
como de necesidad y dependencia de recibir algo y es lo que define su existencia. La academia y la
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investigación, tanto “abaqcúa”(así le dicen los sucreños a los cordobeses) como “barriga ved-de”(así
le dicen los cordobeses a los sucreños), en general del Caribe Sur o bien llamado Caribe Sabanero,
deberían preocuparse progresivamente por esta realidad, implementar cátedras de paz, cátedras de
interculturalidad o sencillamente investigar sobre estas cuestiones para poder realizar diálogos sanos
sin interpretaciones confusas o superficiales, producto del excesivo uso de términos, algo previsto en
todas las transiciones del mundo.
Ya incluso tenemos los síntomas patológicos del posconflicto bosnio luego de los Acuerdos de Dayton.
Desde 1995 y sus inicios, la práctica de la construcción de paz estaba tan lejos de la realidad que
subestimaron la capacidad de gestión de las comunidades y los convirtieron en meras receptoras de
proyectos y en el mejor de los casos, operadores logísticos de proyectos dando continuidad a la
violencia estructural, a mantener los mismos recursos simbólicos y económicos tanto a las
comunidades como a los operadores de paz o quienes “construyen” paz institucional. Esto me lo
constataron en Sarajevo las propias Madres de Sbrenica de Bosnia Herzegovina en 2014 y hoy se viven
en Montes de María y el país.
Sobre la Investigación Acción Participativa
Ahora sí, sobre el objeto de esta ponencia, es casi un consenso que este Siglo XX ha traído para la
humanidad afortunados cambios en las ciencias sociales y las ciencias de la educación en las
dimensiones ontológicas, epistemológicas, éticas y metodológicas, para acercarse al objeto de estudio,
que este caso es la realidad.
Ontológico implica la pregunta sobre el ser, en este caso el ethos costeño, y su relación con las distintas
territorialidades tanto individual, relacional, grupal, institucional, ecológica, lingüística.
Epistemológico implica la pregunta sobre el conocimiento, su producción, intención y lugar de
enunciación. Ético, me refiero a la percepción del bien y el mal, los valores y su relación con la cultura
y la convivencia. Y por último la metodología, donde se encuentran también aportes en la producción
de conocimiento, la intención y el lugar socio-histórico desde donde se investiga.
Es interesante cómo en otras latitudes se han hecho preguntas similares. Habermas en “Acción
Comunicativa, reflexividad y mundo de vida” habla de los intereses y las formas de producir
conocimiento: el empírico-analítico, que tiene un interés técnico de predecir y controlar, el histórico-
hermenéutico, que tiene el interés práctico con intención de ubicar y orientar. Y el crítico-social, con
el interés emancipatorio o liberador, y más allá de eso, de develar.
Cada uno de estos paradigmas tiene una visión ontológica, epistemológica, metodológica, ética y sobre
todo, la forma como se relaciona el “objeto de estudio” del investigador e incluso en la forma de
presentar los hallazgos.
El paradigma socio-crítico, donde se ubica la investigación acción participativa nos soluciona la
imposibilidad de la neutralidad en la investigación. Esto favorece la investigación ya que ofrece
opciones metodológicas de mucha riqueza, pero también implica una visión del mundo.
1977-2019: Años convulsos para Colombia en medio del debate sobre los valores en la
investigación y la Investigación Acción Participativa
43
En un año tan convulso para Colombia como este 2019, cuando se ha reactivado la guerra con el
gobierno Duque, se profundiza por ende la violencia teniendo serias afectaciones en la cultura, como
la aceptación de gran parte de la sociedad de la Masacre de Tumaco o la reciente Masacre de los Niños
a través de bombardeos, pero, por otra parte, grandes movilizaciones, más de 800 manifestaciones en
Bogotá en lo que va de este 2019, estamos hablando aquí de investigación. Si fuera el querer de la
academia incidir en la realidad, estos serían debates e investigaciones de primer orden, rompiendo con
negacionismos, silencios y olvidos.
El Simposio Mundial de Investigación Activa de 1977, convocado por Orlando Fals Borda en un año
extremadamente convulso, casi tomas de poderes locales en barrios de Bogotá, a través del gran Paro
Nacional convocado por la organización social general, obrera, población en general, y en especial,
estudiantil y campesina ha sido considerada como una de las movilizaciones populares más
importantes de la historia contra los incumplimiento de Alfonso López Michelsen en el aumento de
salarios y exigiendo la congelación de precios de la canasta familiar, los servicios públicos, detener la
represión, la desmilitarización de las universidades, el derecho a la protesta, la reforma agraria,
jornadas laborales decentes, pareciera el 2019. En ese contexto, Orlando Fals define la investigación
acción participativa como “una vivencia necesaria para progresar en democracia, como un complejo
de actitudes y valores y como un método de trabajo que le da sentido a la praxis en el terreno”. Con
esto quiso decir que más allá de tratarse de una metodología de investigación, la IAP es una filosofía
de vida, para los “sentipensantes” que son quienes lo practican o algunos como yo que intentamos
caminar en esa dirección.
El llamado de la IAP en 1977 es el mismo en 2019: a observar, investigar, debatir e incidir en las
realidades y preocupaciones más profundas de las comunidades más vulnerables, la verdad, justicia,
reparación, no repetición, la interculturalidad, entre otros debates contemporáneos de la construcción
de paz.
Sobre la investigación para la paz
Este es un campo de estudio que busca espacios de reflexión para dar fundamento científico al concepto
de paz. Desde la década de 1950, se abre espacio como respuesta a la posguerra de la Segunda Guerra
Mundial, en principio, como una antítesis de la guerra, pero luego a raíz del auge de la
interdisciplinariedad, la sociología, la teología, las relaciones internacionales, el derecho, la ciencia
política, la economía y las diversas áreas formales del conocimiento occidental también alimentaron
esta categoría encontrando que la paz va más allá, siendo la antítesis de la violencia.
Sobre el particular, creo personalmente que la interdisciplinariedad en el Caribe debe ir en dirección a
la transdisciplinariedad, ya que este es un territorio histórico ancestral con culturas aun inexploradas y
diversidad de expresiones que generan conocimiento, con lo cual la investigación debe tener en cuenta
las disciplinas pero también lo que han categorizado como artes, oficios y otras actividades poco
estudiadas en el Caribe.
Hay un campo muy grande y con dificultad de reconocimiento la academia sucreña, que es la que más
conozco del Caribe y es la investigación para la paz de base o desde abajo. Para comenzar serias
investigaciones que funcionen como agencia y voz de comunidades invisibilizadas, muchas de ellas
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organizadas por dos o tres décadas, ejemplares que tiene para aportar a los debates en los que se
encuentra sumida la academia: Objetivos de Desarrollo Sostenible, Objetivos del Milenio, Acuerdo
Final de Paz, pero que no es lo único, ni son los únicos conocimientos en materia de paz, desarrollo y
sobre todo territorial.
Hay en cambio ejercicios ejemplares como la construcción participativa de los Planes de Desarrollo
con Enfoque Territoral, del Acuerdo Final y por otra parte, el proceso de reconstrucción de memoria
de la zona rural de El Carmen de Bolívar por parte del Proceso Pacífico de Reconciliación e Integración
de la Alta Montaña, quienes junto con el Centro Nacional de Memoria Histórica bajo la dirección de
Gonzalo Sánchez y la Asociación Sembrando Paz, encontraron un modelo híbrido de construcción de
paz en el que se reconoció horizontalmente a la comunidad como promotora y creadora de memoria,
a través de sus propios lenguajes y capacidades históricas y milenarias, y de esta manera, este modelo
permitió observar la necesidad de memoria y verdad para ponerla a dialogar con la idea del Centro y
con ellos fortalecer la memoria, capacitando a sus líderes para que ellos mismos contaran, narraran,
escribieran y realizaran una reportería de su propia montaña.
Si leyéramos la realidad bajo el foco intercultural, así como el municipio de Ovejas (Sucre) es la
Universidad de la Gaita, la Alta Montaña de El Carmen de Bolívar es hoy La Universidad de la
Memoria en la región, que cuentan con su reconstrucción de memoria, una guía metodológica para
investigar y reconstruir memoria histórica, además cuentan con narradores, reporteros, jóvenes
provocadores de paz, campesinos con conocimiento en la praxis de la reconciliación y la cultura de
paz, más allá de teorías. Un auténtico trabajo psicosocial, otra categoría constantemente usada, que
muchos relacionan de manera reduccionista con la presencia de un profesional de la psicología en
espacios de construcción de paz.
No todas las comunidades han contado con la misma suerte de convertirse en resistencias civiles que
acumulan acciones colectivas para exigir este diálogo intercultural, y ante esa falta de tejido y
organización social son vulnerables a distintos ataques psicosociales que las revictimiza, y permite
incluso la implementación y control de políticas externas en el territorio contando con la comunidad
como mera receptora, aunque con un lenguaje de empoderamiento, donde hasta les terminan
gestionando la organización, los derechos básicos y la vida en general, que no provee ni garantiza el
Estado, haciendo proyectos sostenibles en el título pero difícilmente en la realidad.
Antes de finalizar, me preocupa que aún se crea en la idea “nacional” de país. Ante la poca
investigación crítica, se sigue creyendo en la idea de paz universal, es decir, una paz plantilla que
funciona en todas partes de la misma manera, sin reconocer la diversidad cultural. Incluso la política
pública ya en su accionar reconoce un país de regiones y cuando hablamos de cultura de paz debemos
reconocer que las culturas de paz suero, yuca y ñame, otras con cañaflecha, palenques, cimarronaje,
ríos, mares, sones, bullerengues, porros, costeños de rio y mar, anfibios, juglares, cultura gaitera,
bullereguera, son de negro o ‘danza de negros’ como le llaman en El Carmen y estamos mencionando
poquito, con grandes conocimientos que la academia está comprometida a explorar para ponerse en
clave de defensa del territorio ante los famosos ataques psicosociales.
Y por último, ante el auge de lo psicosocial: La paz será relacional o no será.
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La participación comunitaria en la construcción de paz: un aporte
desde el Plan comunitario de salud rural en La Macarena
Grupo de trabajo salud rural de La Macarena y San Vicente del Caguán.
John Giraldo Díaz
Introducción
na palabra ha cobrado fuerza en el día a día de los territorios, las organizaciones y las
comunidades: la planificación. En distintos niveles, momentos y con distintos objetivos, se
vienen adelantando ejercicios de planificación, algunos involucrando directamente a las
comunidades a través de talleres, encuentros, asambleas, y otros solo para presentar productos o
decisiones ya tomadas desde otros territorios. Es decir, la planificación puede ser un ejercicio que se
impone de arriba hacia abajo, o que se construye de abajo hacia arriba, contando con un participación
amplia e incidente de las comunidades.
En esta ponencia se describe algunos momentos dentro del proceso de construcción del Plan
Comunitario de Salud Rural “Salud Sin Fronteras Ni Barreras de Acceso” en el municipio de La
Macarena. Este ejercicio de planificación tuvo tres características relevantes que merecen recogerse y
compartirse en este encuentro dedicado a las metodologías participativas y a la IAP. Estas
características son: 1) Dialogo continuo de saberes; 2) La planificación comunitaria, como herramienta
de autogestión, transformación y fortalecimiento de las organizaciones en los territorios; 3) El
fortalecimiento de los tejidos comunitarios para la construcción de paz.
Aunque este proceso se mantiene vivo, y en la actualidad transita otras etapas, de lo andado hasta ahora
se puede recoger una enseñanza valiosa. Sin una base comunitaria que tenga sus propias propuestas,
los actores externos pueden imponer de manera más fácil sus decisiones; pero sin movilización ni
organización los planes comunitarios difícilmente se podrán impulsar ante lo espacios importantes de
toma de decisiones, o incluirse en la planificación estatal. Las metodologías participativas han sido
herramientas fundamentales para consolidar dicha base comunitaria, y para organizar e impulsar las
demandas ante el Estado.
A continuación, se presenta un breve contexto de la región de La Macarena, seguido de una breve
descripción de los escenarios que abrió el Acuerdo de Paz, en particular frente a la planificación
comunitaria en salud rural. Finalmente se presentan las principales etapas y resultados del proceso de
construcción del Plan Comunitario de Salud Rural “Salud Sin Fronteras Ni Barreras de Acceso”, para
recoger algunas enseñanzas de todo este proceso.
Contexto de La Macarena
Los seis municipios que constituyen la Región de La Macarena en el Departamento del Meta – La
Macarena, La Uribe, Mesetas, San Juan de Arama, Vista Hermosa y Puerto Rico – han constituido
históricamente territorios de confrontación bélica y violación de los derechos humanos entre la Fuerza
Pública, los grupos paramilitares y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP)
por el control geopolítico, de la población y de los recursos.
U
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La guerra allí desarrollada por más de 50 décadas se recrudeció en el marco de la ocupación militar
del territorio mediante el Plan Colombia (2000), el Plan Patriota (2004-2006) y el Plan Integral de
Consolidación de La Macarena (2007 hasta hoy), implementados por el gobierno de Colombia con el
apoyo de los Estados Unidos de América para combatir los cultivos de uso ilícito y a la insurgencia
luego de terminados los infructuosos diálogos de paz de El Caguán entre 1998 y el 2002. La guerra ha
dejado miles de víctimas entre desplazados, homicidios y desaparecidos, además de la grave situación
de pobreza de las comunidades y de la falta de apoyo estatal para el crecimiento económico, el progreso
social y la convivencia pacífica.
Los 6 municipios del territorio de La Macarena en el Meta constituyen una parte de los 11 municipios
de este departamento que luego de firmados los acuerdos de paz entre el gobierno nacional y las FARC-
EP a finales del año 2016, han sido caracterizados como 4 municipios en “posconflicto” y se deben
aprestar para la implementación de dichos acuerdos, especialmente del Plan Nacional de Salud Rural
(PNSR), entre otros planes de desarrollo nacionales y con enfoque territorial con previsible impacto
en salud, en el marco de la puesta en práctica de la Reforma Rural Integral y de otros puntos para la
terminación de la guerra, la sustitución de cultivos de uso ilícito y el narcotráfico, la aplicación de una
jurisdicción especial de paz y de participación política que dichos acuerdos lograron.
Los acuerdos de paz y la planificación comunitaria en salud rural
El acuerdo sobre la Reforma Rural Integral (RRI) parte del reconocimiento de diferentes dificultades
en las condiciones de vida y de trabajo de las poblaciones en las zonas rurales, como la falta de acceso
a la tierra y de apoyo para hacerla producir y generar ingresos, la insuficiente cobertura, barreras de
acceso e inadecuado modelo de atención y de gestión del actual sistema de atención en salud, entre
otros problemas que son producto de la inequidad y la exclusión social, la privatización y
comercialización de la seguridad social y de la salud, la corrupción y el abandono histórico del Estado,
pero también del desconocimiento de las realidades y potencialidades de las poblaciones de los
territorios rurales, entre otros aspectos. En el anterior sentido, la RRI, y otros puntos del acuerdo de
paz, apuntan a superar dichas problemáticas por medio de la entrega y titulación de tierras a los
campesinos y demás comunidades rurales pobres, el apoyo financiero y tecnológico al desarrollo del
campo, la construcción de infraestructura vial y de riego, la electrificación e interconexión eléctrica
de los territorios, la dotación de los mismos con vivienda digna, agua potable y saneamiento básico,
el acceso a la educación, a la alimentación y a los servicios de salud, y el diseño e implementación de
los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET, entre otros.
En particular, con el Plan Nacional de Salud Rural (PNSR) se busca incrementar y fortalecer el acceso
a los servicios de salud de las diferentes comunidades a partir de la construcción y mejoramiento de
la infraestructura sanitaria, la dotación en equipamiento y tecnologías apropiadas, el aumento del
recurso humano, la definición e implementación de un modelo de atención especial con enfoque
intercultural, diferencial y de género, y la creación de un sistema de seguimiento y evaluación de éste.
Con respecto a este punto, el Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) ha venido trabajando
un documento que busca desarrollar los contenidos del PNSR “de conformidad con lo estipulado en
el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera
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(2016).” 2 Aunque en la Introducción del documento el MSPS considera que su aporte se orienta a
vincular la salud con el desarrollo y la construcción de la paz, garantizar el derecho a la salud de las
comunidades rurales y propiciar el cierre de las brechas urbano-rurales existentes sin limitarlo a las
zonas que hacen parte de los PDET, sin embargo, lo enmarca estrictamente en la normatividad del
Sistema General de Seguridad Social y Salud (SGSSS) actualmente existente, con lo cual restringe el
alcance de la incidencia de la participación comunitaria de estos territorios a un simple ajuste del
mismo.
Entender la situación desde otra perspectiva ha requerido retomar conceptos como el de territorio,
autonomía, libre determinación, participación directa y relaciones de poder. Por un lado, el territorio
lo asumimos en el sentido que son las comunidades las que lo han construido y continúan
construyéndolo en su disputa con ciertas fuerzas del Estado y sectores de la sociedad ligados a la gran
propiedad territorial, al narcotráfico y la extracción de recursos naturales, incidiendo de este modo en
su configuración, organización y jerarquización. En el caso de La Macarena, el territorio se ha
construido por sus habitantes y por las organizaciones campesinas e indígenas a través de un proceso
permanente de territorialización desde el inicio de su poblamiento, no sólo a través de los diferentes
momentos de colonización desde finales del siglo XIX3 o la década del 50,4 sino mediante las actuales
concepciones y prácticas sociales, políticas, culturales, económicas y ambientales, que determinan la
salud de las comunidades y el territorio.
Por otro lado, los conceptos de autonomía, libre determinación, participación y relaciones de poder
vienen formando parte de los discursos que guían las disputas de las comunidades y organizaciones
sociales con sus contradictores, y de las formas y procesos de formación de la política pública y de la
institucionalidad propia de salud en el territorio, es decir, estos otros conceptos, que también articulan
los discursos que fundamentan las concepciones actuales sobre los determinantes sociales de la salud
y de la historia de la estrategia de Atención Primaria en Salud desde su formulación en Ama-Ata en
1978, nos han permitido comprender la relación entre territorio, procesos sociales y políticos, papel
del Estado y de la sociedad civil, paz democrática5, y su influencia en salud. A partir de ellos, y del
sentido que le dan al discurso cotidiano de las comunidades, el territorio lo interpretamos como una
construcción sociohistórica y cultural, basada en relaciones de identidad, poder y modos de vivir y
trabajar, de producir y distribuir la riqueza y el bienestar. Esto se entiende, por un lado, desde los
procesos de territorialidad, referidos a la construcción social y cultural en tanto ocupación de un
espacio que posibilita configurar la identidad individual y colectiva; y por otro, desde el sentido de
pertenencia, inmerso en las acciones cotidianas que reproducen pautas culturales y configuran formas
de relacionamiento y jerarquización que se desarrollan a través del tiempo, lo que permite reconocer
2 MSPS, 2019. Plan Nacional de Salud Rural. Versión Borrador Marzo del 2019, p. 6
3 Rincón JJ. 2018. La gente de la Macarena. Odecofi-Cinep, Bogotá abril del 2018 4 Molano, A., Fajardo, D. y Carrizosa J. 1989. La colonización de la reserva de La Macarena: Yo le digo una de las
cosas... Bogotá: Fondo FEN Colombia-Corporación Araracuara. 5 Se entiende por paz democrática aquella que tiene en cuenta las condiciones sociales, económicas, culturales e
institucionales que la hacen posible, entre ellas las relacionadas con la articulación de la democracia representativa con la
participativa, la reconciliación con base en la justicia social y cultural, la más amplia pacificación posible de las relaciones
sociales, el respeto de los derechos humanos, la transformación del modelo de desarrollo con justicia territorial (Ver De
Sousa Santos B. Colombia entre la Paz neoliberal y la Paz democrática. En: Democracia y Transformación Social, a
publicar en Bogotá, por Siglo del Hombre, abril 2017.
48
al territorio como producto social.
Así hemos logrado comprender que la territorialización de la salud en el municipio de La Macarena
ha estado determinada por relaciones de poder entre distintos actores, lo cual es observable, por
ejemplo, en hechos como la delimitación político-administrativa del territorio, en particular, en las
implicaciones del conflicto fronterizo entre los departamentos del Meta y el Caquetá; en la disputa
socioambiental y por la propiedad y uso de la tierra entre el Estado, comunidades, terratenientes,
narcotraficantes y empresas de extracción de hidrocarburos67; en el conflicto entre campesinos e
indígenas por la ocupación y ordenamiento material y espiritual del territorio; y en la carga del
conflicto armado entre el Estado y la insurgencia, que no sólo ha estigmatizado a los habitantes del
territorio mostrándolos como integrantes de las FARC-EP, sino que ha puesto en escena modos
distintos de ubicar la salud en las estrategias de guerra.
Las anteriores disputas por el territorio han incidido en la vida cotidiana de las comunidades y en sus
acciones para dar solución a sus apremiantes necesidades de salud. En ese contexto, las organizaciones
campesinas, indígenas y de mujeres han logrado generar unas dinámicas que les han permitido un
posicionamiento en la interlocución con el Estado a través de sus instituciones, incidir en el
ordenamiento territorial de la salud y tomar decisiones con respecto a la solución de las principales
necesidades que les aquejan.
En esta propuesta también partimos del supuesto más general que, en el caso colombiano, el proceso
salud-enfermedad ha estado influenciado por relaciones de poder asimétricas, explotadoras,
discriminatorias y subyugantes, que han generado hondas desigualdades sociales que se expresan en
profundas injusticias sanitarias. Aunque se proclama la salud como un derecho humano fundamental
reconocido en los pactos internacionales, en diversas sentencias de la Corte Constitucional y en la Ley
Estatutaria de Salud 1751 del año 2015, el Estado colombiano no ha garantizado, respetado ni
protegido de modo efectivo tal derecho a toda la población. En los territorios rurales no sólo ha sido
singular el desconocimiento real de su carácter interdependiente de otros derechos económicos,
sociales y culturales, sino que el derecho a la salud, en su comercialización, ha sido reducido a una
precaria prestación de servicios sin compromiso real con su cobertura y acceso universal, su contenido
equitativo e igualitario y su enfoque intercultural y diferencial étnico, de género y generacional, que
no puede ser entendido como simple atributo o característica de los individuos para focalizar acciones
afirmativas, sino como resultado de las relaciones sociales económicas, políticas y culturales en que
estos están inmersos.
El compromiso con la idea de un PCSR partió de reconocer que las organizaciones de la sociedad civil
tienen el potencial de hacer contribuciones al logro de la salud para todos y todas mediante su esfuerzo
orientado a lograr cambios en los determinantes sociales de la salud en general, y en el sistema de
6 Ver Declaración “Por la Defensa de la Macarena, la Uribe y San Vicente del Caguán”, de Ascal G, Corpoayaría,
Asopeproc, Comunidades indígenas del Yarí, Aspromacarena, Ascatragua, Agrogüejar-Cafre, Agrocun, Corpoamen,
DHOC, Mucapoc, Asocampoariari, Ascagroan, y demás organizaciones de las regiones afectadas, incluyendo juntas
comunales etc., a propósito de la Resolución 0018 de INCODER, marzo 19 del 2015, que declara el territorio un gran
baldío de las FARC. https://prensarural.org/spip/spip.php?article17674 7 Ver también: “Aquí no hay ningún baldío”. Entrevista de Prensa Rural con Carlos Julio Rodríguez, de Corppayarí, 23 de
octubre de 2015. https://prensarural.org/spip/spip.php?article18024
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salud en particular, a través de su capacidad de construir sus propias concepciones y prácticas en salud,
participar en las decisiones relacionadas con las políticas y planes de salud, hacer abogacía por el
derecho a la salud, influir en la gobernanza del sistema de salud, generar capacidades y proveer apoyo
en gestión y en servicios que otros no se comprometen a prestar8. A partir de esta consideración, y de
la experiencia construida con base en los principios éticos, teóricos y metodológicos de la IAP,
logramos construir una mirada de las condiciones de vida y salud de la población del territorio, y
pudimos, mediante un enfoque de planificación comunitaria desde los territorios, facilitar la
construcción del PCSR. Este proceso tuvo su inicio con una visita al territorio en agosto del 2016, en
la que se efectuó un diálogo de reconocimiento entre los diferentes actores comunitarios y miembros
del eje 1 del doctorado de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Javeriana. Allí se pactó el
compromiso de trabajar conjuntamente para contribuir a dar respuesta a la situación de salud de las
comunidades de los territorios mediante la definición de un PCSR construido con la participación de
las mismas a través de sus organizaciones, incluida la antigua Zona Veredal de Transición y
Normalización -ZVTN- Urías Rondón.
El compromiso incluyó hacer una caracterización de la situación de salud de los territorios que se
diseñó y comenzó a desarrollar conjuntamente en junio del 2017 con la Red SaludPaz, lo cual ha
representado un ejercicio enriquecedor y un desafío creativo del diálogo entre las lógicas, saberes y
prácticas de las comunidades y las de la academia. Es a partir de este ejercicio de IAP y de
planificación comunitaria desde los territorios que se pudo no sólo poner en la agenda de la
gobernación del Meta y del Ministerio de Salud y Protección Social el tema de la salud como una
prioridad de la comunidad, especialmente como una deuda y un reto que dejó el cese del conflicto
armado, sino también como un proceso de organización y generación de capacidades que ha permitido,
por un lado, reactivar o conformar 42 Comités de Salud, 25 en Corpoayarí y 17 en Asopeproc, y por
otro, formar 80 trabajadores comunitarios de salud, 9 en Asopeproc, 36 en Corpoayarí y 35 en Ascal-
G, para intervenir, desde las comunidades, y con el apoyo de otras entidades de la sociedad civil,
problemas acuciantes de salud mantenidos en el olvido por el Estado. Mediante la caracterización de
las condiciones de vida y trabajo y del estado de salud de las personas y de la población, de la cobertura
y acceso a los servicios de salud del territorio, hecha posible a través de la revisión de fuentes
secundarias, la observación participante, el desarrollo de entrevistas y talleres, y de un sondeo tipo
encuesta elaborada y aplicada con las organizaciones sociales del territorio en el 2018, pudimos
construir una imagen enriquecida de la grave situación de salud de las comunidades y buscar
soluciones a la misma.
La construcción del plan comunitario en salud rural PCSR
Se partió de la problemática en salud de tres territorios rurales del municipio de La Macarena y sus
posibles soluciones a la misma a través de un Plan Comunitario de Salud Rural (PCSR) construido
participativamente para contribuir a la formulación e implementación del Plan Nacional de Salud
Rural (PNSR) que propone el Acuerdo de Paz9 entre el Estado y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
8 People´s Health Movement. Contributions of Civil Society to the Achivement of Health For All. A Summery ynthesis
of the Case of Colombia. Translated by Elis Borde. edied by Nicholas Bond. Bogotá Colombia, 2017 9 Acuerdo para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera Firmado Entre el Estado
de Colombia y la Insurgencia de la FARC-EP. Bogotá, noviembre de 2016
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de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) - en el punto 1 sobre Reforma Rural Integral (RRI). El
PCSR se ha formulado en el marco de las limitaciones de la política y normatividad de salud vigente
en Colombia desde 1993, y de cara a las oportunidades que brinda la implementación del Acuerdo de
Paz para conocer la verdad sobre las realidades de salud de la ruralidad, transformar las instituciones
y movilizar las comunidades para que incidan en las decisiones orientadas a atender sus necesidades.
Se partió de las potencialidades y de la experiencia aportadas por un proceso de Investigación Acción
Participante (IAP) basada en la comunidad, y de una metodología de planificación comunitaria desde
los territorios, para identificar y analizar la situación de salud, generar capacidades en las comunidades
y en las organizaciones sociales y formular el PCSR. Con tal propósito, a partir de junio del año 2017
se construyó un acuerdo de trabajo conjunto entre un equipo de investigadores de la Pontificia
Universidad Javeriana, la Universidad Nacional y la Universidad de La Salle, integrante de la Red de
Universidades SaludPaz, y dirigentes de las organizaciones campesinas Corpoayari, Asoprepoc y
Ascal-G, del cabildo indígena Emberá-Chamí y de la parcialidad indígena Nasa Cxhacxha, de las
organizaciones de mujeres Aampy y Asmucad y de la población reincorporada de la Farc del Espacio
Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Urias Rondón.
Los enfoques de investigación acción y de planificación adoptados, buscaron contribuir al
empoderamiento de las comunidades y organizaciones sociales de los territorios con dos propósitos:
primero, para propiciar su participación directa y dialogada en el proceso de formulación e
implementación de los aspectos relacionados con salud de los Planes de Desarrollo con Enfoque
Territorial (PDET) y el PNSR acordados en la RRI y, segundo, para actuar por sí mismas en el
desarrollo de iniciativas orientadas a buscar soluciones a los problemas. Todo ello con un espíritu de
autonomía, autorresponsabilidad y libre determinación de las comunidades y organizaciones sociales.
Algunas etapas para la construcción del PCSR en La Macarena
El proceso de construcción del PCSR ha contado con tres momentos relevantes:
-La consolidación del tejido comunitario en salud:
Se trabajó en la capacitación de los trabajadores comunitarios en salud y en la conformación e impulso
de los comités de salud. Esto se desarrolló entre el 2018 e inicios del 2019 y permitió que las
organizaciones del territorio incorporaran en sus agendas internas la problemática de salud como
prioritaria. Este tejido comunitario ha impulsado la construcción del PCSR. De igual manera, en estos
espacios se generaron insumos para definir las principales problemáticas en materia de salud, así como
sus posibles soluciones.
-Estrategias de participación amplia e incidente:
Estas estrategias se concentraron en ampliar la convocatoria para las jornadas de planificación
comunitaria programadas en los territorios de cada una de las organizaciones (ASCAL-G,
ASOPEPROC, CORPOAYARI), cabildos indígenas y organizaciones de mujeres), y en las cuales se
construyó el PCSR. De esta manera primero se buscó ampliar la participación comunitaria informando
en veredas y centros poblados sobre la realización de las jornadas de planificación comunitaria a través
de la campaña “Salud Sin Fronteras.
51
En el territorio de CORPOAYARI se realizaron actividades y talleres que abordaron temas en salud
como el autocuidado y la salud infantil. Esto desde una perspectiva crítica y reflexiva, y a través de las
herramientas artísticas. El desarrollo de estas actividades permitió, entre otras cosas, que en la apertura
de la jornada de formulación del PCSR, Ingrid y José, niños de Playa Rica, transmitieran un mensaje
sobre la responsabilidad quienes los adultos con la salud generacional de la comunidad y la confianza
que los niños y niñas del territorio dejan en sus manos. Esta intervención estuvo acompañada por la
presentación de un video que reflejaba mediante fotografías el trabajo con la comunidad, la asistencia
a las JAC, y las actividades y talleres desarrollados durante la campaña. Estas actividades de apertura
se realizaron con el propósito de dar cuenta del tejido que viene fortaleciendo en el territorio, y de los
aportes simbólicos tan necesarios en los procesos comunitarios.
Por su parte, en el territorio de ASCAL-G se desarrollaron actividades que permitieron que el día de
la jornada de formulación se instalaran, alrededor del salón, los cuadros realizados con material
reciclable y las fotos creadas por los/as promotores de salud y por la comunidad de las diferentes
veredas. También se ubicó en un lugar central y visible la frase “Salud sin fronteras” elaborada con
materiales reciclables. A esto se sumó, el cartel del mapa de Colombia que incluía la frase “Salud Sin
Fronteras” elaborada con frijoles, y la planta sembrada en una llanta y decorada con esta misma frase,
haciendo alusión a “que, así como poco a poco va creciendo la planta con el cuidado de la comunidad,
así irá creciendo la salud en la población”.
Finalmente, en el territorio de ASOPEPROC en el marco de la campaña Salud Sin Fronteras se instaló
una cartelera con la idea fuerza “SALUD SIN FRONTERAS NI BARRERAS DE ACCESO”, la cual
contenía fotos, fechas y mensajes del recorrido histórico de ASOPEPROC, con los sucesos
significativos como la ampliación de la farmacia comunitaria e inauguración del centro de salud de La
Cristalina, el trabajo comunitario y los proyectos para mejorar las condiciones de vida de la población,
entre otros. La cartelera también contenía fotografías y diferentes papeles con los aportes de la
comunidad recolectados en las reuniones veredales. Esto, con el fin de mostrar lo que la comunidad
ha construido en salud, desde el pasado hasta el presente con su participación en la construcción del
PCSR. En el cartel se plasma el refrán “una sola golondrina no llama agua”, que surgió en una reunión
veredal. Bajo este refrán se pintó un trazado electrocardiográfico que se continúa con una enramada,
con el propósito de expresar simbólicamente el enfoque territorial en salud.
Con estas actividades previas de la campaña, se logró informar en los distintos territorios la
importancia de la planificación comunitaria en salud rural, y de que cada una de las veredas pudiera
contar con representación activa en las jornadas de planificación. De esta manera, la participación en
dichas jornadas puede resumirse de la siguiente manera:
-El domingo 14 de abril se realizó la jornada de planificación comunitaria en salud de CORPOAYARÍ
en el ETCR Urías Rondón. Los 6 núcleos participaron. De las 35 veredas asistieron 18, junto con 2
comunidades indígenas y 3 organizaciones sociales. Con un total de 64 asistentes, se identificó una
mayor participación por parte de los hombres y una participación de una organización de mujeres.
- El martes 16 de abril se realizó la reunión en la sede de ASCAL-G en San Juan de Lozada. De los 7
núcleos que conforman la asociación participaron 6, y de las 68 veredas participaron 18. A éstas se
suma la participación de la vereda Delicias que pertenece a otra asociación campesina. Se contó con
un total de 42 asistentes, resaltando una participación equitativa entre hombre y mujeres; además de la
asistencia de dos asociaciones de mujeres.
- El miércoles 17 de abril se realizó la reunión de ASOPEPROC en la caseta comunal de la vereda
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Laureles, con la participaron de los 3 núcleos que conforman la asociación. A esta reunión asistieron
15 de las 21 veredas, para un total de 30 participantes. Se observa una asistencia equitativa de hombres
y mujeres, con la participación de una asociación de mujeres.
Aunque los esfuerzos por desplegar una estrategia que posicionara la problemática de la salud rural en
los territorios, que facilitara a través de metodologías participativas el diagnóstico y la construcción de
propuestas, y que incentivara la participación amplia en las jornadas de planificación comunitaria para
la construcción del PCSR, el trabajo no ha sido suficiente. Muchas veredas aun no se sienten recogidas
en la iniciativa y por ello las etapas venideras de este proceso deben concentrarse en dos propósitos
fundamentales: 1) En materializar lo construido en el PCSR y 2) En sumar más comunidades en este
proceso.
A continuación, se presentan los resultados de las jornadas de planificación comunitaria.
Los resultados de la planificación comunitaria: el PCSR
Los principales acuerdos generados en las jornadas de planificación comunitaria en salud, se recogen
en el PCSR el cual tiene cinco ejes estratégicos:
1) la creación por parte del estado, con el apoyo de las organizaciones sociales y de las comunidades,
de condiciones que permitan a la población del territorio acceder sin fronteras ni barreras, y en
condiciones de equidad, a servicios, programas y proyectos de salud integrales, de calidad y con
cobertura para todos;
2) impulsar la construcción de un modelo de gestión comunitaria y atención primaria integral en salud
por territorios, centrado en las personas, las familias y las comunidades;
3) valorar, rescatar y poner en práctica de forma autogestionada los conocimientos y procedimientos
ancestrales y locales sobre salud e incorporar otras terapias alternativas;
4) promover acciones intersectoriales y transectoriales para mejorar el bienestar social y la coexistencia
en armonía de las comunidades con la naturaleza, mediante la coordinación y cooperación entre las
instituciones del estado y la comunidad; y
5) construir un sujeto social y político por el derecho a la salud integral y lograr el reconocimiento del
derecho de las comunidades y de las organizaciones sociales a participar en forma vinculante en las
decisiones, gestión, veeduría y control de los servicios y acciones de salud de sus territorios.
De estos ejes se discutieron, construyeron y aprobaron por parte de las comunidades las siguientes
acciones:
Eje Estratégico I: Logremos cobertura y acceso a la salud sin fronteras ni barreras de acceso
Acciones en infraestructura física:
Se realizarán obras de rehabilitación de la infraestructura física de 4 puestos de salud ubicados en
el territorio de Corpoayarí (La Tunia, Alto Morrocoy, La Sombra y La Machaca), de 4 puestos de
salud ubicados en el territorio de Ascal-G (El Rubí, Samaria, Puerto Losada y Villa Rica); y debe
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ser reconstruido el puesto de salud ubicado en el territorio de Ascal G (Platanillo). Se deberá
construir un nuevo puesto de salud en el territorio de Corpoayarí (Yaguará), dos nuevos puestos
de salud en el territorio de Acal-G (Bocanas del Perdido y Caimán en el núcleo 3), y un nuevo
puesto de salud en el territorio de Asopeproc (Laureles).
El puesto de salud ubicado en el territorio de Asopeproc (La Cristalina) será rehabilitado y
transformado en un centro de salud; el puesto de salud de San Juan de Losada en territorio de
Ascal-G será ampliado y transformado en centro de salud; y el puesto de salud ubicado en el
territorio de Corpoayarí (Playa Rica) será reconstruido y transformado en centro de salud.
En aquellos núcleos de veredas donde no queden centros o puestos de salud se construirán casas
de la salud.
Toda la infraestructura rehabilitada, reconstruida, transformada o construida como nueva permitirá
articulación intercultural entre la práctica médica occidental, la tradicional ancestral y la
complementaria según las características étnicas de las comunidades del territorio, y se adecuará a
las exigencias de la orientación centrada en la persona, la familia y la comunitaria del modelo de
atención primaria en salud.
Se pondrán al día con respecto a la legalización de la propiedad del suelo y la definición sobre la
legalidad de la ubicación con respecto a parques nacionales de los sitios donde se propone
rehabilitar o construir nuevos puestos, centros y casas de salud, en particular en los siguientes
casos: Samaria (suelo comunidad cedido al estado pero en zona de reserva), Villa Rica (suelo de
la comunidad), Platanillo (zona de reserva), Bocanas del Perdido (tienen suelo para un puesto de
salud pero está en zona de reserva), El Rubí (zona de parque), San Juan (suelo del municipio),
Puerto Lozada (no se conoce la propiedad del suelo ni el material en que está hecho), Laureles (hay
un lote de la JAC aunque con un documento “falso” de venta, pueden conseguir otro), La Cristalina
(de la comunidad, se comprometen buscar los papeles), Vergel (conseguirán terreno para la casa
de salud), Playa Rica, Morrocoy, La Tunia, entre otros.
Acciones en equipamiento:
Todos los puestos de salud (13 en total) tendrán la dotación necesaria para el trabajo de auxiliares
de enfermería y promotores de salud; igualmente deberán permitir la realización de consultas
médicas y odontológicas extramurales periódicas.
Los Centros de salud (3 en total) serán dotados para prestar servicios de medicina general,
enfermería, odontología y farmacia, resaltando que en el centro de salud de San Juan de Lozada se
dotarán 2 consultorios de cada uno de los servicios anteriores, uno para psicología, un laboratorio
clínico básico y un servicio de urgencias para observación 24 horas.
Cada uno de los centros de salud tendrá una ambulancia y un vehículo para transporte de los
equipos de salud a las consultas extramurales en los puestos y casas de salud
Se construirá una red de comunicaciones basada en las nuevas tecnologías que permita enlazar los
equipos de salud con las necesidades de las comunidades y viceversa, resolver las demandas de
atención mediante citas oportunas y coordinar la referencia y contra-referencia de casos.
Sin excepción, todo tipo de infraestructura tendrá el equipamiento que permita realizar las
actividades de prevención y promoción a través de personal auxiliar y de promotores de salud, y
aquel para garantizar el enfoque intercultural.
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Acciones en recurso humano:
Todas las veredas tendrán un promotor de salud, con excepción de San Juan de Losada donde habrá
4 dada la cantidad de población de este centro poblado; todos los puestos de salud tendrán una
auxiliar de enfermería; todos los centros de salud contarán con un médico, una enfermera, un
odontólogo, una auxiliar de enfermería, un auxiliar de odontología, un técnico de farmacia, un
conductor de ambulancia y otro conductor del vehículo de transporte del equipo de salud de cada
uno de los centros de salud para las consultas extramurales. El centro de salud de San Juan de
Losada deberá tener el doble del personal misional anterior además de un psicólogo y un
bacteriólogo.
Se garantizará la cohabitación de prácticas entre el personal de salud de la medicina occidental y
el de los prestadores de servicios de medicina ancestral (parteras, curanderos, yerberos, guías
espirituales).
Se procurará la capacitación continua de todo el personal de salud de la red de atención y su
adecuación a las exigencias de la atención primaria en salud integral e intercultural
Acciones en el centro de salud de La Macarena
Se ampliarán las capacidades físicas, de dotación y recurso humano del Centro de Salud de La
Macarena hasta convertirlo en un hospital de primer nivel con servicio de pediatría, gineco-
obstetricia y cirugía general; se montará un programa de Telesalud y otro de investigación,
formación y control en las enfermedades tropicales endémicas en el territorio.
Así mismo, en el Hospital de La Macarena se constituirá un equipo de salud complementario para
actividades extramurales regulares de apoyo a los centros de salud que incluirá médico,
odontólogo, enfermera, psicólogo, nutricionista, trabajador social, fisioterapeuta e ingeniero
sanitario.
Acciones en financiamiento:
Se exigirá a las respectivas autoridades departamentales y municipales del Meta y el Caquetá el
fortalecimiento de la inversión de recursos procedentes del Sistema General de Participación y de
rentas cedidas de acuerdo a las necesidades de infraestructura, equipamiento y tecnología para
poner en operación el PCSR de los territorios
Se exigirá a las EPS y a los responsables de los programas de salud pública que la contratación de
la prestación de los servicios respectivos de atención se haga con los centros, puestos y casas de
salud del territorio para garantizar su sostenibilidad financiera en gastos de funcionamiento.
Se formularán proyectos para presentar a donantes externos (por ejemplo, embajadas de Noruega,
Suiza, Británica, universidades, Médicos del Mundo, entre otros) desde la organización de
promotores y comités de salud con el objetivo de fortalecer y completar la inversión en
infraestructura, dotación, tecnología, transporte, red de comunicación, programas de salud pública,
capacitación de promotores y comités de salud, y para la organización y fortalecimiento de la
gestión de la asociación o cooperativa de promotores y comités de salud que se decida crear.
55
Acciones para superar barreras económicas
Se desarrollará una campaña de sisbenización y de afiliación al SGSSS según la cercanía y deseo
de cada persona
Lograr que todas las personas sisbenizadas se afilien al régimen subsidiado y reciban otros
beneficios de programas sociales
Se solicitará que las citas para la atención en los centros de salud sean posibles por internet y que
desde los centros de salud se tramiten directamente las citas de cada persona para su atención en
otros niveles de complejidad cuando sean remitidos
Acciones para superar las barreras geográficas y organizativas
Constituir el área de influencia territorial de cada organización social (Ascal-G, Asopeproc y
Corpoayarí) en un territorio de salud, y cada uno de los núcleos de cada organización en un
microterritorio de salud, para efectos de acercar la atención a las personas, familias y comunidades
Clasificar los microterritorios de salud en tipo A, tipo B y tipo C, según la cantidad de población a
cargo por cada equipo de salud, el grado de dispersión de la población y la distancia entre las
veredas que los constituyen y el centro, puesto o casa de salud10
Lograr que en cada microterritorio de salud el recurso humano se organice por equipos de salud:
i) Equipo de salud tipo A integrado por un médico, un odontólogo, un/a auxiliar de enfermería y
de odontología y un promotor/a de salud por cada vereda integrante del área de influencia de este
tipo de microterritorio de salud11; ii) Equipo de salud tipo B constituido por una auxiliar de
enfermería y los promotores de salud de las veredas integrantes del microterritorio de salud; y iii)
un equipo de salud tipo C conformado por los promotores de salud de las veredas del área de
influencia del respectivo microterritorio de salud.
Garantizar que al territorio de salud de cada organización social llegue periódicamente y de forma
regular el equipo complementario de apoyo del hospital (hoy Centro de Salud) de la Macarena o
del hospital de San Vicente del Caguán, constituido por médico, odontólogo, trabajadora social,
psicólogo, nutricionista, enfermera, ingeniero sanitario, chofer
Desarrollar convenios de coordinación, cooperación y complementariedad para la atención en
salud de toda la población del territorio entre los servicios de atención primaria de los hospitales
públicos de la Macarena y San Vicente del Cagúan, y sus respectivas ESE departamentales,
buscando garantizar acceso a la atención de salud sin fronteras geográficas de toda la población en
áreas de litigio
Lograr un acuerdo entre las organizaciones sociales del territorio, las EPS que afilian la población
del régimen subsidiado (Capital Salud y Asmetsalud, entre otras) y el gobierno, para evitar que la
actual forma de aseguramiento de la población del territorio en el SGSSS, y las formas de
contratación de las EPS con los prestadores de los servicios de salud, introduzcan barreras de
acceso económicas, geográficas, administrativas/organizativas y culturales a la atención de la
10 Nota: Un Microterritorio tipo A es el que en su núcleo dispone de un centro de salud; un Microterritorio de salud tipo
B es el que en su núcleo dispone de un puesto de salud y un Microterritorio tipo C es el en su núcleo sólo dispone de una
casa de salud 11 Como promotoras de salud pueden actuar las parteras reconocidas de cada vereda, los curanderos y yerbateros
formados para tal fin
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población, y garanticen oportunidad en las citas, continuidad y calidad de la atención. Ello mientras
se adoptan decisiones más efectivas de política pública que eviten la mercantilización del
aseguramiento y de la atención en salud.
Realizar reuniones entre las organizaciones sociales y las alcaldías de La Macarena y la de San
Vicente, el centro de salud de la Macarena, la ESE Solución Salud Meta, la ESE departamental del
Caquetá y el Hospital de San Vicente para definir cómo armonizar el PCSR con los planes
territoriales de salud, municipales y departamentales, en materia de inversiones en infraestructura,
equipamiento y nombramiento de recurso humano, sisbenización y afiliación al SGSSS, acciones
en organización de los microterritorios y equipos de salud, acceso a la atención sin fronteras, entre
otros
Acordar con las comunidades indígenas del territorio el diseño de un programa intercultural basado
en el SISPI (Sistema Indígena de Salud Propio e Intercultural) que evite barreras culturales de
acceso de esta población a la atención en el sistema de salud occidental y garantice el
fortalecimiento y desarrollo del sistema propio de salud
Acciones para fortalecer los programas de salud pública en el territorio:
Lograr que las alcaldías municipales a través de las secretarías de salud y los hospitales encargados
de desarrollar las acciones de salud pública conjuntamente con los equipos de atención primaria
de salud de los territorios, microterritorios y otros sectores de la sociedad, planifiquen y ejecuten
los siguientes programas básicos de salud pública: educación en salud; fomento del acceso al agua
potable y saneamiento básico; promoción de la disponibilidad de alimentos saludables y de
nutrición adecuada; salud sexual y reproductiva, atención materno infantil y planificación familiar;
prevención y control de la violencia basada en género e intrafamiliar; inmunización contra las
principales enfermedades infecciosas; prevención y control de enfermedades infecciosas
endémicas del territorio; prevención y control de enfermedades crónicas; prevención y control en
salud mental; prevención y tratamiento de enfermedades comunes; atención de las necesidades de
salud de las personas en situación de discapacidad; promoción de la paz y la reconciliación entre
los actores el territorio; cuidado de los ecosistemas y la madre tierra; y entrega en el territorio de
los medicamentos esenciales relacionados con la atención primaria en salud y salud pública.
Lograr que el análisis de la situación de salud, la planificación, ejecución, seguimiento y evaluación
de resultados de las acciones de los programas de salud pública se haga desde los territorios y
cuente con la participación de los comités y promotores de salud de los mismos.
Otras acciones varias:
Buscar el documento sobre los PDETS de la reunión de Villavicencio para armonizar el PCSR, lo
mismo que se buscará participar en la formulación de los Plan territoriales de salud de La Macarena
y San Vicente (responsables: Corpoayarí, Asopeproc y Acal-G)
Organizar el núcleo 1 de Ascal G (para que exista el microterritorio y se puedan formar promotores
y comités de salud)
Definir y delimitar bien las funciones de los promotores y comités de salud para que no se generen
confusiones entre ellos y se posibilite su complementariedad
Se propone que una primera fase de ejecución del PCSR sea hasta finales del 2020 cuando se
deberá hacer una primera evaluación de su ejecución
57
Eje Estratégico II: Construyamos atención y gestión integral en salud
Acciones para implementar el modelo de atención en salud:
● Se desarrollará un modelo que garantice la atención en salud de toda la población residente en
el territorio rural, con un enfoque intercultural y articulado con la normatividad del país.
● Se conformarán 3 territorios de salud correspondientes a las áreas delimitadas en las 3
organizaciones campesinas (ASCAL-G, CORPOAYARÍ y ASOPEPROC), que a su vez
estarán conformados por microterritorios de salud que corresponden a los núcleos de cada
organización (7 en ASCAL-G, 6 en CORPOAYARÍ y 3 en ASOPEPROC).
● Se clasificarán por tipos los microterritorios de salud, dependiendo de la cantidad de habitantes
y el grado de dispersión de la población y distancia entre veredas, así como de la infraestructura,
dotación y recurso humano de la institución de referencia que se disponga en cada núcleo. En
este sentido, se configurarán 3 microterritorios tipo A, los cuales contarán con centros de salud
y su respectivo equipo básico de salud tipo A; los microterritorios tipo B contarán con puestos
de salud y su respectivo equipo básico de salud tipo B y; los microterritorios tipo C contarán
con una casa de salud en la que se reunirán los promotores de salud de las veredas
pertenecientes al microterritorio. Los promotores de salud de cada vereda de los
microterritorios tipo A y tipo B se reunirán en los correspondientes centros o puestos de salud
de su microterritorio. La constitución del equipo interdisciplinario tipo A y tipo B se mencionan
en el Eje Estratégico I. Se resalta que esta territorialización de salud está sujeta a ajustes con la
comunidad debido a que, para la construcción de la infraestructura, en algunas veredas aún no
se cuenta con la documentación de la propiedad de los predios y otras se encuentran ubicadas
en la zona de parques naturales. (Pendiente definir el número de microterritorios tipo B y tipo
C dependiendo de la clasificación de los núcleos en CORPOAYARÍ).
● Existirá un equipo complementario encargado de los 3 territorios de salud y equipos de salud
comunitarios con promotores de salud por cada microterritorio de salud, que se desplazarán
periódicamente a las veredas pertenecientes al área de influencia de los microterritorios;
asimismo, se dispondrá de 3 psicólogos, 1 por cada territorio de salud, que realicen consultas
y seguimiento en los colegios, teniendo en cuenta la falta de atención psicosocial a niños y
adolescentes, referida por la comunidad.
● Se articulará el modelo de atención con la Red Integrada de Atención de Salud, adaptando las
Rutas Integrales de Atención en Salud (RIAS) a las particularidades del territorio, con el apoyo
del Estado, implementando RIAS específicas para la prevención y tratamiento de enfermedades
transmitidas por vectores; accidentes y enfermedades laborales; prevención y detección
temprana de enfermedades de transmisión sexual y; salud de la mujer y atención de la gestante
(siendo estos prioritarios para la comunidad). Se propone que las RIAS sean apoyadas por las
diferentes asociaciones campesinas, de mujeres y de jóvenes pertenecientes a los territorios de
salud.
● Se mejorará la cobertura de internet para implementar efectivamente el programa de telesalud
y se solicitará a las EPS generar una plataforma virtual para el agendamiento de citas y
seguimiento de las condiciones de salud.
Acciones para el subcomponente institucional y comunitario
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● Se mejorará la contratación y remuneración del personal de salud, tanto el actualmente
vinculado como los que se requieren vincular a futuro, por lo que se propone la generación de
contratos laborales a término indefinido y no por prestación de servicios, con salarios acordes
a los cargos y actividades que desempeñen.
● Se constituirá una organización conjunta (cooperativa o asociación comunitaria de salud) de
promotores de salud y comités de salud de los tres territorios de las organizaciones sociales
(Corpoayarí, Asopeproc y Ascal-G), para que ayude a la coordinación, planificación,
contratación, capacitación, desarrollo de proyectos, consecución de recursos, ejecución y
control de las acciones de atención primaria en salud en el territorio. Esta organización estará
bajo la supervisión de las organizaciones sociales del territorio y de las comunidades de origen
de los promotores y comités de salud a quienes rendirán cuenta de sus actividades.
● Se creará una campaña para concientizar a la comunidad de la importancia de la exigencia del
derecho a la salud y la implementación del PCSR.
● Se fortalecerán los comités de salud existentes y se constituirán los comités de salud de las
Juntas de Acción Comunal restantes (la comunidad propone que los promotores de salud sean
integrantes de los comités, para fomentar el empoderamiento en salud y el sentido de
pertenencia).
● Se continuará el proceso de capacitación de promotores de salud y se vincularán nuevos
promotores en las veredas donde no existan.
● Se generará un manual de funciones para los promotores de salud y para los comités de salud
con el fin de definir responsabilidades y competencias, siendo una de ellas las acciones de
control y vigilancia epidemiológica por cada microterritorio y territorio de salud, realizando
una vinculación directa con el centro de estudios en enfermedades tropicales (la comunidad
propuso eliminar el objetivo específico correspondiente a la creación de comités de control y
vigilancia epidemiológica y plantearlo como una función de comités y promotores de salud).
● Se harán cartillas de difusión que socialicen temas de interés comunitario en salud, con la
participación de la comunidad y de los promotores y comités de salud
Eje Estratégico III: Desarrollemos saberes ancestrales y alternativos
Acciones para fortalecer el recurso humano propio
Se identificarán las personas con el conocimiento en medicina ancestral y alternativa en el
territorio.
Se generarán espacios para que las personas con estos conocimientos en medicina ancestral y
alternativa puedan capacitar a las demás personas en el territorio.
Se propiciará un “Encuentro de Sabedoras y Sabedores” que permita el dialogo, el intercambio
y el aprendizaje en torno a la medicina ancestral y alternativa.
Se gestionará la certificación, homologación y validación de los conocimientos en medicina
ancestral y alternativa.
Se construirá un diccionario botánico de la región, en el cual se identifiquen los nombres de las
plantas y sus usos medicinales.
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Acciones para incluir los conocimientos y prácticas ancestrales y alternativas en el modelo comunitario
e institucional de salud
Se integrarán a las personas con conocimientos ancestrales y alternativos en los Comités de
Salud de las respectivas veredas.
Se recopilarán los saberes ancestrales y alternativos a través de cartillas, videos, grabaciones,
etc., para que puedan ser transmitidos a las generaciones actuales y futuras dentro y fuera del
territorio, y promocionados en los centros y puestos de salud.
Se incluirá en el equipo de los centros y puestos de salud, a una persona con conocimientos
certificados en medicina ancestral y alternativa.
Se conformarán en los espacios comunes, escuelas, colegios, fincas y en las viviendas huertos
comunitarios con hierbas y plantas medicinales.
Se aprovecharán las horas sociales de los colegios para que se generen diálogos sobre la
medicina ancestral y alternativa, y para que los/as estudiantes apoyen los huertos caseros.
Se incluirá dentro de la ruta de atención el nivel de medicina ancestral y alternativa, pues la
mayoría de personas en el territorio acuden primero a los “remedios caseros”.
Se fortalecerá el dialogo entre los comités de salud de las JAC y los comités de salud
conformados en los colegios.
Acciones para impulsar la organización del sistema intercultural de salud propio.
Se constituirá una organización con nombre, logo, etc., y se le definirá un plan de trabajo para
que gestione las acciones correspondientes a un sistema intercultural de salud.
Se fortalecerá el dialogo entre los comités de salud de las JAC y los comités de salud
conformados en los colegios.
Acciones para promover el desarrollo de proyectos de producción de plantas y hierbas medicinales.
Se fortalecerán y ampliarán los programas de plantas aromáticas y medicinales que se estén
desarrollando en el territorio a través de las organizaciones de mujeres y; los programas de
huerta casera y jardín botánico promovido por el PENIS, entre otros.
Se investigará y analizará el mercado de las plantas medicinales para identificar cuáles de las
que existen en la región tendrían mayores posibilidades de distribución.
Se gestionarán capacitaciones para aprender a transformar las plantas medicinales en productos
como aceites, pomadas, jarabes etc.
Eje Estratégico IV: Promovamos acciones transectoriales por la salud
Acciones para garantizar convivencia armoniosa con la naturaleza
Se exigirá el cumplimiento del Punto 1 RRI del Acuerdo de Paz de La Habana
Se gestionarán proyectos productivos agrícolas para el mejoramiento de suelos, tecnificación
de las actividades mediante maquinaria y tecnologías que faciliten el arado, fertilización,
siembra y cosecha, y la implementación de granjas autosostenibles.
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Se gestionarán proyectos silvopastoriles para la tecnificación de la actividad ganadera con
criterios de sostenibilidad.
Se impulsará y promoverá el uso de energías limpias, como la construcción biodigestores que
reemplacen el consumo de leña para las actividades de la cocina.
Se gestionarán recursos y asistencia técnica para sembrar especies nativas que permitan la
recuperación y cuidado de cuencas hidrográficas.
Se conformarán cooperativas y asociaciones para la comercialización de semillas nativas.
Se impulsarán las discusiones entre instituciones y campesinos/as para llegar a acuerdos sobre
la problemática ambiental en el territorio.
Se adelantarán campañas pedagógicas en las escuelas, colegios y veredas sobre el cuidado
ambiental, y sobre el daño que genera la tala y la caza desmedida.
Se conformará una veeduría ciudadana para garantizar el mejoramiento fisico de las plantas de
sacrificio en la zona, y para el control de sus procesos internos, entre ellos el vertimiento de
aguas residuales.
Acciones para preservar y cuidar las especies animales
Se adelantarán campañas en educación ambiental, en las cuales se informe sobre las especies
nativas en peligro de extinción, y sobre los riesgos de la deforestación y la caza indiscriminada.
Se establecerán multas desde las JAC para el control de la caza y la pesca.
Acciones para promover la producción de fitosanitarios orgánicos
Se gestionarán capacitaciones y asesoría técnica sobre el control biológico de plagas, y sobre
la generación de abono orgánico.
Acciones para promover el acceso a agua potable y saneamiento básico.
Se gestionarán capacitaciones a las comunidades en la elaboración, uso y mantenimiento de
filtros para tratar el agua en las viviendas.
Se gestionarán recursos y asesoría técnica para la construcción de sistemas de acueducto y
alcantarillado alternativos que permitan tratar el agua potable y residual, con técnicas
amigables con la naturaleza; y se identificarán otras alternativas como el aprovechamiento y
mejoramiento de aljibes, y de los pozos sépticos para la generación de biodigestores.
Se gestionará la adecuación de rellenos sanitarios que faciliten la disposición final.
Se adelantarán campañas de reciclaje y clasificación de residuos sólidos.
Se adelantarán charlas en la comunidad sobre la problemática de la contaminación del agua.
Acciones para impulsar la soberanía y la seguridad alimentaria.
Se fomentarán las buenas prácticas para la manipulación y preparación de alimentos.
Se estimulará nuevas prácticas de consumo basada en la alimentación sana y balanceada, y en
el consumo de productos orgánicos (agroecológicos).
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Se establecerá en el territorio un banco de semillas para conservar las especies nativas y
medicinales, asegurando la producción de estas especies y el equilibrio en el ecosistema.
Se conformará un centro de acopio para la comercialización de los productos agrícolas.
Acciones para procurar la seguridad en el trabajo.
Se garantizará la seguridad en los trabajos de alto riesgo a través de capacitaciones sobre el uso
de implementos de protección, y sobre el uso de herramientas como la guadaña y la motosierra,
por ejemplo. De igual manera se identificarán las actividades que mayor riesgo pueden
presentar en el territorio.
Se consolidará un seguro para accidente o enfermedades derivadas de las labores de los
campesinos, campesino.
Se impulsará la afiliación al sistema de riesgos laborales del SGSSS para los trabajadores/as
del campo.
Acciones para promover el mejoramiento de las viviendas
Se impulsará la readecuación y reemplazo de cocinas de leña por energías renovables como la
generación de gas a través de biodigestores;
Se gestionará el cambio de techos con goteras y el reemplazo de pisos de tierra por piso de
material.
Se adecuarán baterías sanitarias.
Se impulsarán las actividades de mantenimiento de tanques de recolección de agua lluvia
instalados en las viviendas.
Acciones para desarrollar colegios y escuelas saludables.
Se intervendrá en escuelas y colegios para garantizar la instalación y mantenimiento de filtros
de tratamiento de agua, baterías sanitarias, la limpieza y mantenimiento de tanques de
recolección de agua, el manejo de agua empozada, y el manejo de residuos sólidos.
Se identificarán los principales factores que afectan la salud de los/as estudiantes en sus áreas
de estudio y se generarán las respectivas soluciones.
Se gestionará la construcción y el mejoramiento de unidades recreativas en colegios y escuelas.
Se fortalecerán y construirán las bibliotecas en los colegios y escuelas.
Acciones para fomentar el logro de veredas y centros poblados saludables.
Se desarrollarán campañas para sembrar árboles en espacios públicos.
Se fortalecerá la convivencia pacífica en la comunidad, y el dialogo afectivo y respetuoso a
través de la instalación en lugares públicos de sillas.
Se gestionará el mantenimiento e instalación del alumbrado público en aquellas zonas donde
sea necesario.
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Se gestionará la construcción y el mejoramiento de unidades recreativas, parques y
polideportivos, con equipos para el ejercicio según las edades de la población.
Se gestionarán programas culturales y deportivos como cineforos y aeróbicos.
Se adelantarán campañas y programas que promuevan la vacunación y esterilización de los
animales de compañía.
Acciones para adecuar vías amigables con la salud.
Se desarrollarán campañas para arborizar las vías.
Se gestionará maquinaria para garantizar el mejoramiento y mantenimiento de las vías, y su
pavimentación para evitar el polvo.
Se implementará señalización en las vías.
Exigir al Estado la inversión en la construcción y mantenimiento de las vías en el territorio.
Eje Estratégico V: Hagamos participación social y comunitaria vinculante y desde una perspectiva
diferencial de condición socioeconómica, etnia, género, edad y discapacidad
Acciones para impulsar la construcción de un sujeto social y político de la salud
Se gestionarán capacitaciones sobre Derecho a la salud y mecanismos de exigibilidad. Estas
capacitaciones también desarrollarán contenidos relacionados con las estrategias de
comunicación comunitaria, pedagogía y formulación de proyectos, entre otras temáticas.
Se impulsará la cátedra de derechos en los colegios, con contenidos y metodologías que
faciliten la práctica de los y las estudiantes, y la vinculación de los colegios y escuelas al PCSR.
Se impulsará la campaña vinculante por la salud del territorio.
Se buscarán espacios institucionales y departamentales para resolver los conflictos de litigio
limítrofe.
Acciones para promover la organización, el fortalecimiento y la vinculación en red de los comités de
salud.
Se consolidará la caracterización y el censo poblacional.
Se garantizarán los encuentros de los comités de salud dos veces al año.
Se gestionará el apoyo externo para el fortalecimiento de las JAC y de sus Comités de Salud.
Se fortalecerá el apoyo a los territorios y microterritorios de salud.
Se fortalecerá la organización de los núcleos para que desde allí se apoye la implementación
del PCSR a través de la definición y ejecución de acciones conjuntas entre las veredas de cada
núcleo, y del intercambio de información y experiencias entre Comités de Salud.
Se desarrollarán estrategias comunicativas, entre ellas la actualización e instalación de los
tableros informativos.
Se incluirá en la agenda de las reuniones por núcleos un punto para abordar el tema de salud
rural a cargo de los Comités de Salud.
Se conformará un fondo pro-urgencias de salud.
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Acciones para impulsar la movilización por el derecho a la salud
Se impulsarán movilizaciones y manifestaciones ante instituciones encargadas. Entre esas
acciones se tendrá en cuenta mecanismos democráticos de apoyo electoral a quienes se
comprometan con la implementación del PCSR y de democracia participativa como los
cabildos abiertos, para hacer aprobar el PCSR a nivel municipal y, en conjunto con otros
territorios rurales, iniciativas populares legislativas para introducir cambios que faciliten la
transformación de la salud rural
Se buscará el apoyo de organizaciones defensoras de DD.HH para impulsar la exigibilidad del
derecho a la salud en todas sus formas, incluida una exigencia a la Corte Constitucional de
declarar el estado de cosas inconstitucional en salud en los territorios rurales de Colombia.
Se empoderará a las personas, familias y comunidades para la exigibilidad del derecho a la
salud y los demás derechos sociales, ambientales, económicos y culturales relacionados con la
salud
Se impulsará el abordaje estructural e integral de las problemáticas.
Se fortalecerán los procesos de articulación de las diferentes comunidades y culturas que
habitan el territorio.
Se impulsará la constitución de un Consejo o Mesa Municipal Permanente de Salud con la
participación de los distintos actores institucionales, de la sociedad civil, sector privado, ONGs,
organizaciones comunitarias, de mujeres, indígenas, entre otras, como espacio para la toma de
decisiones, formulación de políticas, planes, programas y proyectos saludables, hace
seguimiento de su ejecución y garantizar rendición de cuentas
Acciones para contribuir a la reconciliación entre las personas en proceso de reincorporación y las
comunidades del territorio.
Se gestionará el reconocimiento de los saberes de los y las excombatientes en salud rural.
Se adelantarán actividades simbólicas de reconciliación que la apuesten a la reconstrucción
de la memoria y del tejido social.
Se apoyará el proceso que viene desarrollando el ETCR Urías Rondón.
Algunas enseñanzas
La firma del Acuerdo de Paz en La Habana, abrió un escenario no solo para una posible solución
negociada al conflicto y el tránsito hacia un eventual escenario de posacuerdo, sino también la
oportunidad para que las comunidades golpeadas por años y años de conflicto proyectaran su trabajo
hacia la construcción de la paz. En esta ponencia se presentó un ejemplo sencillo a través del cual las
comunidades de una zona que históricamente ha estado en medio del conflicto, han logrado
recomponer su tejido y apostarle a la planificación comunitaria para la salud rural.
Sin duda han sido muchas las enseñanzas que ha dejado este proceso que aun continua, y que no se
han sistematizado de manera precisa. Sin embargo, lo presentado en esta ponencia, genera insumos
para la reflexión-acción en tres sentidos relevantes:
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Diálogo continuo de saberes
En el transcurso de este proceso, el dialogo de saberes se ha dado en tres niveles principalmente:
-Entre comunidades y academia: Se han complementado los enfoques de atención primaria en salud
APS, entre otros, con los saberes populares y ancestrales en torno a la salud, incluyendo el que poseen
los y las excombatientes dentro de la denominada “medicina de la guerra”. Este dialogo permitió
reconocer que las comunidades mantenían un saber importante, pero que éste se estaba olvidando, de
allí su importancia de rescatarlo e incluirlo en la planificación comunitaria en salud. E
-Entre disciplinas: La apuesta por la interdisciplinariedad ha generado que profesionales de las ciencias
sociales, interlocuten y construyan con profesionales de las ciencias de la salud, por ejemplo. Las
barreras de acceso del sistema de salud pública, vistas a la luz de las particularidades sociales,
culturales, económicas, políticas y ambientales, y de las características de configuración del territorio,
permite una mirada más amplia, compleja e histórica de la problemática. Fruto de este dialogo han
sido las pasantías y trabajos de grado de estudiantes.
La planificación comunitaria como herramienta de autogestión, transformación y
fortalecimiento de las organizaciones en los territorios;
La planificación es un ejercicio político. Si al nombre de planificación agregamos el apellido
“comunitaria”, estamos definiendo quienes son los y las protagonistas de ese ejercicio, sus posibles
intereses y objetivos políticos, y hasta la metodología que esta planificación debe tener.
La planificación comunitaria también busca reducir las incertidumbres y las incoherencias, pero una
diferencia con aquella planificación externa o estatal, por ejemplo, está en los medios o los
instrumentos que se emplean para eso. El principal mecanismo que tienen las comunidades y a través
del cual se fortalece el trabajo, es el trabajo organizativo y comunitario. A través de este trabajo se
impulsan los principios de participación directa en la toma de decisiones para actuar sobre los
problemas más importantes en la comunidad, o para interlocutar con instituciones encargadas de
hacerlo.
La planificación comunitaria busca la participación desde que se identifican los problemas y sus
posibles soluciones, hasta el seguimiento y evaluación de las acciones planeadas. Es una participación
amplia y constante: 1) amplia porque busca involucrar al mayor número de personas ganando
representatividad y presencia en distintas veredas; y 2) constante porque busca superar la simple
participación de la comunidad en los talleres y llevarla a una participación activa y propositiva sobre
las acciones que se deben adelantar.
De esta manera, la planificación comunitaria es una posibilidad para fortalecer el trabajo organizativo,
y una herramienta para dar forma a los sueños de la comunidad, e impulsarlos hasta que se realicen,
ya sea de manera autónoma o estableciendo diálogos con otros actores o instituciones externas al
territorio.
Entendido como el resultado de un proceso, el Plan Comunitario de Salud Rural ha transitado hasta
ahora distintas etapas, de las cuáles podríamos resaltar, entre muchas otras, las siguientes enseñanzas
que se han obtenido hasta ahora.
-Incluyendo la lucha por la salud en el día a día de las comunidades: Aunque las comunidades tienen
claras las barreras que dificultan impiden el pleno disfrute del derecho a la salud, muchas de ellas se
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han naturalizado, de tal manera que resulta difícil cambiar las cosas, o mejor esperar a que otras
personas lo hagan. Una de las apuestas para cambiar esta forma de pensar y de actuar, ha sido la
recomposición de lo que podríamos llamar el tejido comunitario para la salud.
Un tejido conformado por un grupo de Trabajadores Comunitarios de Salud, que a través de
capacitaciones han logrado adquirir y fortalecer los conocimientos básicos en materia de salud. A los
Trabajadores Comunitarios se suman los Comités de Salud, que si bien muchos estaban establecidos
como parte de las JAC, en este proceso se impulsó su reactivación dirigida a respaldar y desarrollar
acciones para mejorar la salud en los territorios. Aunque falte mucho camino por delante, este tejido
comunitario para la salud es fundamental, por eso debe seguirse fortaleciendo.
Los diagnósticos participativos o como superar el problema del “carro viejo”: Las herramientas
participativas, antes que generar desgastes deben permitir el fortalecimiento de las comunidades, como
actores conscientes y transformadores de sus propias realidades. Sin embargo, en los últimos años este
tipo de herramientas se ha multiplicado, a tal punto que muchas personas piensen que se encuentran
como “carro viejo… de taller en taller”. Aunque el proceso de construcción del Plan Comunitario de
Salud también pudo caer en esto, replicando en algunos momentos dichas prácticas, resulta
conveniente mencionar las enseñanzas que puedan quedar de esto, para superar dicho problema y evitar
que el carro viejo vuelva al taller, o que lo haga para arreglos más sencillos y rápidos.
Que existan compromisos para la devolución de la información: es importante que la
comunidad pueda contar con los resultados de los talleres a los cuales asiste. Pero esta
devolución no puede ser extensa e incomprensible, contrario a ello, debe ser de fácil uso para
la toma de decisiones de las organizaciones en el territorio. De allí, la importancia en que se
establezcan acuerdos entre la comunidad participante de los talleres y las organizaciones o
instituciones que los realizan, para que la información recolectada pueda regresar a las
comunidades, luego de ser ordenada (sistematizada). Así se evitará caer en el
“sobrediagnóstico”, o a volver sobre asuntos ya tratados.
Que la comunidad proponga e incida en las metodologías de los talleres: deben existir
compromisos previos para que sean las personas de los territorios quienes hagan parte del
diseño de las metodologías, los objetivos y la información recolectada en los talleres. Es decir,
la comunidad está en total capacidad de aportar en los talleres más allá de facilitar información
o garantizando los aspectos logísticos. Esto permitirá que las personas de las comunidades
adquieran destrezas y herramientas metodológicas para desarrollar, de manera autónoma,
espacios participativos en sus respectivas veredas o territorios.
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Poligrafía Social: la investigación comunitaria del territorio como
entramado vivo de memoria, naturaleza y cultura
Álvaro César Velasco Álvarez. Fundación Fundaminga, Bogotá
“Más allá de las partículas, de los campos de fuerza, de la geometría, del espacio y del tiempo, hay un
último elemento constitutivo de todo ello, un acto sutil: el del sujeto que participa para darle existencia
al mundo, habitamos un universo de participación que al mismo tiempo nos habita. John Wheeler
1. Introducción
a Poligrafía Social de Fundaminga12 se puede definir como un entramado conceptual y
metodológico inspirado en la Investigación Acción Participativa que comenzó a tejerse en los
años 7013, época en la cual un vigoroso movimiento social campesino, hizo visible dimensiones
de la realidad más profunda y diversa de la sociedad colombiana. Movimiento campesino que, en la
región montañosa de los Andes del sur de Colombia, habitada por pueblos originarios y comunidades
raizales, tuvo características especiales que, fueron modeladas por hechos, acciones y circunstancias
inesperadas que propiciaron la emergencia de reveladores fenómenos que hicieron posible el
resurgimiento en la región de culturas y comunidades raizales, que habían sido hasta ese entonces
completamente ignoradas. Comunidades y culturas raizales que, al calor del movimiento y con el
tiempo, formaron un campo relacional solidario con quienes, desde diversas organizaciones de la
sociedad civil, salieron a apoyarlas. Y al interior de ese nuevo campo relacional, un colectivo de
activistas intentaba desde la práctica del acompañamiento y la reciprocidad procuraba responder a los
inusitados desafíos que ese naciente y atípico movimiento planteaba. Colectivo plural, autónomo y
abierto que terminó siendo reconocido como: “los solidarios”.
Conviene decir, sin embargo, que la relación de los activistas con las comunidades raizales (calificativo
que en el presente escrito abarca por igual a comunidades indígenas, negras y campesinas), comenzó,
como era obvio, sin el nivel apropiado de comunicación que se requería para construir una relación de
respeto y reconocimiento entre personas y comunidades de tan diverso origen y cultura. Barrera en la
comunicación producto, en primer lugar, de la ignorancia fundada y promovida por los sólidos
prejuicios derivados de la formación colonialista eurocéntrica del conjunto de la sociedad dominante,
prejuicios también arraigados, aunque de otra manera, en los activistas políticos de la izquierda de
12 Fundaminga es un colectivo interdisciplinario de amigos solidarios que inspirados en el legado de Orlando Fals Borda y
con lo aprendido en una larga práctica de acompañamiento a procesos comunitarios que comenzó en la década de los años
70 del siglo pasado, ha creado la Poligrafía Social. Gloria María Restrepo, Juan Carlos Peña Márquez, Rodolfo Álvarez
Figueroa, Juan Carlos Preciado By Álvaro César Velasco Álvarez han conformado a través del tiempo el núcleo principal
de la Fundación 13 El movimiento social de esa época se formó en torno de la ANUC Asociación de Usuarios Campesinos, creada en el
gobierno de Carlos Lleras Restrepo con el propósito de modernizar el campo, para lo cual pretendía, transformar a los
campesinos en “usuarios” es decir, en trabajadores agrícolas dependientes del crédito, la asistencia técnica y de los demás
insumos propios de la agro-industria. La ANUC, sin embargo, influenciada por la izquierda radical se convirtió en
promotora de un movimiento social que bajo la consigna “la tierra para quien la trabaja “cubrió todo el país, haciendo que
los campesinos tomaran grandes latifundios improductivos apoyados por un decidido destacamento de activistas, estudiante
e intelectuales.
L
67
aquellos años, especialmente en cuanto a la concepción del mundo de la gente raizal y concretamente
a sus costumbres, valores, saberes, creencias y territorios. No obstante, buena parte de esas
incomprensiones fueron superándose a medida que las comunidades al recuperar su íntima relación
con la tierra de sus ancestros recuperaron también la memoria primordial que la tierra y los ancestros
humanos y no humanos, parecía haber guardado para ellos. Memoria que se recuperaba con relatos
que emergían en boca de los mayores, a medida que se avanzaba en los recorridos que se hacían para
volver a reconocer los distintos elementos de su tierra ancestral montañas, ríos, lagunas, piedras,
árboles, plantas y animales se convertían así en surtidores de historias, mitos y saberes. Experiencia
vivencial que confirmaba, en nosotros, lo acertado y pertinente de la Investigación Acción Participativa
IAP, recién propuesta, en aquel tiempo, por Orlando Fals Borda y el grupo La Rosca14. De esa forma
se recuperaba la sabiduría ancestral tejida con la memoria viva de la naturaleza, memoria que, se hacía
presente para mostrarnos que la tierra ancestral, es el fundamento vivo del pensamiento, el lenguaje y
la cultura de esas comunidades.
Esa emergente y dinámica realidad, no cabía en las formas y los esquemas dominantes de
investigación, de modo que comprenderla sólo fue posible cuando con la recuperación de la tierra
ancestral se recuperaron raizales formas y maneras de saber y de vivir que propiciaron material, mental,
espiritual y emocionalmente el renacimiento de esos pueblos y culturas antes condenados a una
supuesta e inevitable extinción.
La investigación entonces se transformó en una experiencia vivencial de intercambio de información,
materia y energía que le dio sustento y consolidó una productiva, generosa y respetuosa amistad,
energía que fue formando un nuevo campo relacional fundado en el respeto solidario a la diversidad,
campo que durante dos décadas pudo enfrentar con relativo éxito el desafío de construir con la gente
raizal otra forma de generar participación, acción y conocimiento para animar el resurgimiento de esas
otras maneras de ser y de vivir. La reciprocidad amistosa se convirtió en una forma permanente de
solidaridad de doble vía. Reconocimiento mutuo que en muchos de nosotros produjo una modificación
radical en la manera de comprender la diversidad del mundo, la vida y la cultura, como expresión viva
del intercambio orgánico entre cultura y naturaleza. Relación que ahora, en nuestro tiempo se deshace,
más rápido de lo que algunos piensan, debido a la explotación intensiva, irracional y criminal que de
la diversidad biológica y cultural se realiza para impulsar el “desarrollo”.
2. El territorio: entramado vivo de memoria, naturaleza y cultura.
Esa relación construida mediante el diálogo amistoso y solidario, en poco tiempo cambiaría nuestra
visión del territorio, sobre todo por cuenta de las conversaciones y recorridos que se realizaron en el
territorio del Gran Cumbal del pueblo indígena de los pastos. Territorio ancestral formado sobre el
nudo montañoso en los Andes del sur de Colombia y norte del Ecuador, al que los nativos nombran
14 La Rosca de Investigación y Acción Social colectivo de intelectuales orgánicos conformado por Orlando Fals Borda,
Víctor Daniel Bonilla, Augusto Libreros y Gonzalo Castillo que impulsaron la investigación social militante con el
propósito de generar con la gente de base, el conocimiento necesario para transformar la sociedad. Independiente de los
partidos, en la década de los 70, produjeron importantes documentos en busca de un método de acción e investigación
capaz de superar el neo-colonialismo en la producción social de conocimiento.
68
como el “nudo de la huaca”15 que anuda o enlaza, por los cuatro puntos cardinales la diversidad de la
naturaleza y la cultura características de la geografía en esa ecuatorial región de Suramérica. Por el
oriente de esa gran montaña, se anuda los Andes con la amazonia de los pueblos indígenas inga, siona
y kofan, por el occidente con la selva habitada por las comunidades afro-raizales del litoral Pacífico,
por el sur con las montañas y volcanes de las comunidades descendientes de las antiguas culturas
quichua y aimara y, por el norte con pueblos y comunidades raizales indígenas, campesinas y negras
del departamento de Cauca. Los recorridos permitieron descifrar el significado y la memoria del
paisaje, ríos, montañas, lagunas, páramos y piedras gravadas. Varios de esos sitios según la tradición
indígena son sagrados porque propician la relación fecunda del cielo con la tierra. Extraordinario fue
escuchar en esos lugares, antiguas historias y míticos relatos anclados en esos sitios, que al
reconocerlos avivaban la memoria de los ancianos sabedores, dando lugar a múltiples reflexiones y
preguntas. Dinámica de aprendizaje, emocionante, sensible y creativa, que hizo posible el que
pudiéramos captar, por primera vez, la resonancia de la sabiduría ancestral en el territorio. Resonancia
que abrió la mente colectiva hasta llevarnos a comprender de otra manera la relación que hace la
memoria viva y presente del pasado que permanece y da sentido a la existencia de todo lo viviente.
Esa historia tuvo un momento culminante, cuando los mayores empezaron a evocar en sus relatos la
figura mítica y legendaria de Juan Chiles16. Evocación que produjo en un grupo de solidarios la
necesidad de investigar archivos históricos, juzgados y en notarías, en busca de alguna información
sobre Juan Chiles. Pesquisa que culminó con éxito ya que pudieron recatar documentos que daban
cuenta de la gestión realizada por Juan Chiles ante la corona española, en procura del reconocimiento
de su pueblo. Reconocimiento de los pastos que Juan Chiles obtuvo del rey, en un documento que
terminaba reconociendo al pueblo indígena de los pastos diciendo “Carlos os ama”. La emoción y el
entusiasmo que produjo ese hallazgo, dieron origen a un hecho inédito, notable y de innegable valor
estético y cognitivo. Ocurrió un buen día, en una de aquellas conversaciones que, alimentadas por la
memoria ancestral, la imaginación y el fervor de la gente, se preguntaba acerca de la sabiduría de don
Juan Chiles, cuando un hombre anciano tomó la palabra y con emoción desbordada comenzó a hablar
con delirio creando en el ambiente la sensación de que algo iba a suceder escuchando sus palabras,
hasta que haciendo una pausa, dijo:
“Juan Chiles llegó a ser sabio porque sabía tres cosas: sabía desatar el quichua, conocía el libro del
rey y sabía labrar a cordel”
Palabras nunca oídas, que tejieron con misterio, belleza y sabiduría, los tres saberes que aún son
necesarios para que un pueblo sea reconocido y pueda existir, evolucionar y permanecer:
Juan Chiles sabía “desatar el quichua” es una expresión que, luego del desconcierto que causa,
seduce y sutilmente lleva a reconocer la necesidad de recuperar el profundo sentido relacional de la in-
formación latente en las lenguas raizales que por estar formadas a partir de relaciones orgánicas con el
entorno natural y con el cosmos pueden dar cuenta, sin fragmentar de la biodiversidad que nombran y
15 El término huaca, waca o uaca, del quechua wak'a designaba a todas las sacralidades fundamentales, santuarios, ídolos,
templos, tumbas, momias, lugares sagrados, animales, y astros de los que los ayllus, o clanes creían descender sus
antepasados y deidades principales, el sol y la luna.
16 El volcán Chiles, por donde pasa la línea fronteriza entre Colombia y Ecuador, según la tradición es morada del espíritu de Juan
Chiles.
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de la que hacen parte. Desatar lenguajes ancestrales permite comprender el significado y la función
que esas culturas le asignan a las relaciones entre los seres vivos y a los elementos con que comparten
su existencia, relación que permite comprender el sentido de la sacralización de lugares que cumplen
una función primordial para el sustento de la vida, la protección de ecosistemas y el acoplamiento
cultural a los ciclos de reproducción del conjunto y de cada uno de todos los seres vivos que configuran
la compleja, frágil y diversa red de relaciones que configura la ancestral territorialidad de la que
orgánicamente hacen parte. Comprensión de los lenguajes raizales, que, de otra parte, es indispensable
para generar procesos de “endogénesis explicativa y contextual” que Fals Borda17 aconsejaba como
necesarios para producir el conocimiento a partir del reconocimiento de la tierra que pisamos y de la
diversidad biocultural que en ella habita, para como el maestro lo planteaba, superar el euro-centrismo
y la dependencia económica, cultural e intelectual que nos impide generar una adecuada compresión
de nuestra compleja realidad.
De Juan Chiles, aprendimos a comprender el sentido y significado de los lenguajes ancestrales que
afloran en la memoria de los mayores, cuando se realizan romerías por el territorio, para reconocer y
conversar. De esa experiencia de recuperación de la memoria primordial se deriva nuestra propuesta
de recrear la memoria elaborando mapas ancestrales, memoria viva que se expresa y se recrea al
reconocerla anclada en la flora, la fauna, los ríos, las montañas, los lugares sagrados, las semillas, así
como también en las prácticas tradicionales de cultivo, los mitos y ceremonias rituales que re-crean
conexiones con la primordial memoria del origen de la vida y la cultura. Los mapas ancestrales activan
y valoran hábitos, pautas y formas tradicionales de cooperación que en los procesos de investigación
son fundamentales para fortalecer el resurgimiento de todo lo viviente, en cuanto que, vuelve, esa
memoria primordial, a hacer resonancia en el presente, se trata, en mi sentir, de aquello que R.
Sheldrake18 ha identificado bajo el nombre de camposmorfogenéticos, cuya resonancia, una vez
recuperada, puede generar nuevas dinámicas de re-creación de la vida y la cultura.
Lenguajes ocultos, que en la práctica se vuelven indispensables para re-construir relaciones orgánicas
de intercambio equitativo y solidario, con la otredad que nos circunda. Lenguajes que elaborando
mapas ancestrales vuelven a resonar en la mente de los participantes cuando al dibujar, vuelven
virtualmente a pasar por lugares, ríos, montañas, plantas, animales y lagunas y demás elementos de su
territorio. Lenguajes que, por la manera emocional, ética y estética en que se recrean traen al presente
memorias que restauran la dignidad y le dan fuerza, sentido y esperanza, a quienes luchan e investigan
con el propósito de proteger la diversidad biocultural para defender la vida.
Juan Chiles “conocía el libro del rey” sólo comprendimos el valor de esa sabia enseñanza cuando hubo
que defender el derecho fundamental de los pueblos indígenas a su identidad y territorio, derecho
necesario para que esas comunidades no fueran a desaparecer como culturas diferentes de la faz de la
17 En la “Lección inaugural” del sociólogo Orlando Fals Borda, pronunciada en agosto de 2002, en Bogotá, con el título de
“Ciencias Sociales, integración y endogénesis”. Plantea la necesidad de confrontar y contextualizar los conocimientos y
saberes que circulan por la Academia con las realidades propias, para recrear a su vez esos conocimientos como resultado
de esa interrelación. Esa propuesta se conoce como “principio de la endogénesis contextual” 18 Rupert Sheldrake, autor de la hipótesis sobre los campos morfogenéticos parte de considerar que todos los sistemas
auto-organizados se inspiran en una memoria colectiva precedente de sistemas similares. Ver Futuros científicos, pág.
422 de “El espejismo de la Ciencia”. Editorial Kairos Barcelona 2013.
70
tierra. Entonces entendimos que es el “libro del rey”, es decir, la Ley que gobierna, la que dice como
se construyen los mapas del presente para someter y controlar las dimensiones ambientales,
económicas y político-administrativas de los estados-naciones, importante para comprender como bajo
la lógica del poder dominante los territorios de las comunidades raizales se fragmentan, segregan y
degradan la naturaleza, la comunidad y la cultura, es decir que, la Ley, entonces, sino se maneja para
defender la diversidad cultural y natural atenta contra la vida y el bienestar de todos los seres vivos.
Y sobre ese mapa del presente es el mapa del poder dominante, pero si se elabora y se dibuja sobre el
mapa ancestral, puede hacer la crítica de la ley sino del orden vigente, para saber cómo no reconoce
realmente el derecho de las comunidades raizales a existir sin renunciar a su sentido de identidad
enraizado a la naturaleza que sustentan la vida de sus territorios y que manejan de acuerdo con un
conjunto conocimientos, creencias, usos y costumbres. De tal modo que, al construir el mapa del
presente, es posible orientar los procesos de restauración de la cultura y la naturaleza que adelantan las
comunidades raizales haciendo que de forma autónoma y creativa proclamen sus derechos mostrando
como los territorios y culturas raizales son fundamentales para la protección del entramado de la vida,
derechos que hoy, resultan necesarios para garantizar el bienestar de toda la humanidad.
Con los mapas del presente la realidad hace posible resignificar el contenido y alcance de las normas
que consagran los derechos fundamentales colectivos y del ambiente en las actuales Constituciones de
muchas naciones. Resignificación que realizada con la participación de las comunidades permite de
forma autónoma y creativa proclamar el Derecho a la Vida de manera cualitativamente distinta, no
antropocéntrica, coherente, ética y creativa que constituye en nuestro tiempo, el Derecho Mayor de
todos los pueblos y comunidades raizales del mundo. El Derecho que se proclama haciendo uso de la
Ley, cambia radicalmente la forma en que hoy generalmente se administra justicia sometiendo el
Derecho de los pueblos a la Ley formula que impide, sobre todo en países caracterizados por la
diversidad biocultural la vigencia real de los derechos colectivos. Cambiar entonces esa relación es
indispensable para proteger la vida y los derechos colectivos y del ambiente de toda la humanidad y
por ese camino construir el nuevo orden que el mundo reclama y que en la actualidad es incompatible
con el uso de la Ley que hace parte del “orden” discursivo y falso de los poderosos.
Y Juan Chiles “sabía labrar a cordel” referirse de esa manera al arte de cultivar la tierra, generó de
inmediato entre nosotros, la necesidad de preguntar a los mayores que significaba para ellos esa manera
de cultivar. Las respuestas fueron sorprendentes: Alguno dijo, por ejemplo, que se refería a una técnica
refinada y cuidadosa, propia de los mejores cultivadores, que consistía en favorecer la fecundidad de
ciertas semillas volátiles adhiriéndolas a un cordel húmedo para luego cuidadosamente cubrirlas con
la mejor tierra. Otros lo refirieron a la chagra, sistema tradicional que propicia el intercambio y
reciprocidad entre las plantas, que bien se cultiva sólo cuando se re-conocen los cordeles invisibles
que relacionan el cultivo de la chagra, con el sol, la luna y las estrellas en las distintas épocas del año.
De esa manera, el momento de siembra de la semilla se relaciona con el cosmos mediante esos cordeles
invisibles que unen el cultivo con las estrellas. De ahí se deriva la importancia de los calendarios
agrícolas y ceremoniales de las diversas comunidades raizales. Desde entonces, pensamos que “labrar
a cordel” es la mejor manera orgánica de cultivar la tierra y construir con autonomía, futuro en el
presente.
71
Con lo aprendido, los solidarios al referirnos, a esa otra manera, de concebir la vida, el territorio y el
derecho comprendimos lo siguiente:
“El Derecho que se reclama es de pertenencia a la Tierra, derecho que, no emana de la voluntad de la
Ley porque al decir Tierra no es ni se reclama simplemente como un medio de producción, tampoco a
consolidar relaciones de propiedad privada individual o colectiva porque ante todo la Tierra es madre,
es memoria, es naturaleza, es sustento y parte fundamental de la cultura. La naturaleza y el territorio
se viven objetiva y subjetivamente, un río, por ejemplo, es agua y símbolo: “en la comunidad como en
un río, hay distintos pensamientos, el agua dice vamos, el lecho dice quedémonos, la espuma dice
bailemos”19 lenguaje que se nutre de la naturaleza que está integrada a su pensamiento y a su cultura”20
La experiencia vivencial compartida por años con las comunidades raizales abrió un nuevo y fecundo
camino al pensamiento, la acción y la investigación, circunstancia que fue determinante en la
transformación de nuestra manera de ver, sentir, interpretar y compartir la vida con las comunidades
campesinas, indígenas y afroraizales. La Poligrafía Social como forma de investigación-acción-
participativa, desde entonces, para procurar que la naturaleza de los territorios raizales participe, se
propone la elaboración comunitaria de mapas, tomando como base y fundamento para la reflexión
participativa el mapa ancestral para la recuperación de la memoria primordial anclada al territorio y la
naturaleza y de esa forma también recuperar la concepción del tiempo con la elaboración de los
calendarios tradicionales. De ese modo un camino autónomo de resurgimiento y recreación de las
culturas y territorios raizales se hace posible porque no obstante las graves agresiones recibidas, en el
territorio y en el inconsciente raizal comunitario se mantiene vivo el ADN de la propia existencia como
comunidad íntimamente conectada con la madre tierra. Trabajo que, bajo la forma de pensar dominante
parece marginal, pero que, visto en relación con el caótico contexto del mundo contemporáneo, es en
mi sentir, absolutamente necesario, si de verdad, aspiramos a resistir, mitigar y en el proceso aprender
a superar la profunda crisis ambiental y cultural que vive el mundo. Defender la vida sólo será posible
reconociendo, cuidando y defendiendo la diversidad biocultural de nuestro planeta, ahora tan
seriamente amenazada. Aprendizaje invaluable y maravilloso, sin duda el que nos deparó el
movimiento social de aquellos años para comprender el complejo entramado de la vida y la cultura en
la América profunda. Los solidarios lo expresamos de la siguiente manera:
“En la década de los años setenta, en toda Colombia, los campesinos lucharon por la tierra y lograron
recuperar importantes latifundios de manos de terratenientes. Los Indígenas atraídos por la misma
necesidad, en el curso de esa lucha fueron encontrando que esa tierra guardaba la memoria de su origen
y con ello la esencia de la sabiduría ancestral, semilla de esa otra manera de ser, de hablar y de
pertenecer a la madre tierra. La lucha entonces pasó de ser, por un pedazo de tierra, para ir más allá y
recuperar la tierra para recuperar identidad, cultura y dignidad, recrear sus territorios y, de ese modo,
19 Cita tomada de la conversación en Muellamues, comunidad indígena del pueblo de los pastos, recogida por Dumer
Mamián Guzmán del grupo Solidarios en 1979. 20 Alvaro César Velasco A. “El Derecho también nace de la Tierra y la Comunidad” publicado en Derechos Humanos y
Servicios Legales en al Campo” ILSA, Comisión Andina de Juristas y Comisión Internacional de Juristas. Bogotá D.C.
Colombia 1988.
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luchar para no desaparecer como culturas diferentes de la faz de la Tierra”21
3. Candelarios ancestrales: otra manera de vivir y administrar el tiempo.
El Sentido y manejo del tiempo sustenta las
relaciones comunitarias, la memoria y el lenguaje
con que se tejen los territorios ancestrales. El
significado de las relaciones entre seres, cosas,
símbolos y lugares cercanos o lejanos genera una
consciencia de conectividad no antropocéntrica que
transforma el sentido de responsabilidad, la ética y
la estética de la manera de ser en el mundo. En el
conjunto de todo lo viviente, cada cosa, cumple un
rol distinto en cada uno de los períodos de los
calendarios solares o lunares que marcan ciclos de
re-creación de la vida de la naturaleza, de la
comunidad y del territorio.
El calendario ecológico y cultural que ilustra la
presente reflexión fue elaborado en un taller de
Poligrafía por la comunidad indígena amazónica
Yurutí de la familia lingüística tucano-oriental que
habita al sur occidente de Mitú la capital del
departamento colombiano del Vaupés22. El calendario adjunto ilustra profusamente la manera como
esa comunidad indígena tradicional comprende, siente y vive el tiempo, conectada con la naturaleza y
el universo. La imagen parece un mandala23 multicolor, poligráfico y también, de cierto modo
polifónico si consideramos los distintos relatos, mitos, rituales y celebraciones que de su lectura
derivan los sabedores de la comunidad Yurutí que lo construyeron. Son múltiples los significados y
las relaciones que se expresan en el calendario, por ejemplo, las estrellas que aparecen en el círculo de
la periferia se relacionan con la naturaleza, el cultivo, la caza y la pesca representados en los espacios
circulares que se articulan hacia adentro hasta el centro donde se dibujan las prácticas rituales de
manejo correspondientes en cada época del año. El calendario entonces señala las pautas del quehacer
cotidiano en cada período del año, de esa la vida comunitaria se acopla a la dinámica de reproducción
21 Memoria personal inédita.1989.
22 Calendario elaborado por la comunidad Yurutí del Vaupés en la amazonia colombiana en un taller de tres días animado
por Juan Carlos Peña Márquez de Fundaminga en 1997 23 Mándala es una palabra que en sánscrito, quiere decir círculo sagrado. Se utiliza para meditar, concentrar energía,
equilibrar desordenes, producidos por diferentes factores, que alteran y desestabilizan. El círculo es un símbolo de la
psique. El cuadrado es un símbolo de la materia terrenal, del cuerpo y de la realidad.' 'La frecuencia con que surgen el
cuadrado y el círculo no debe desdeñarse, esas formas aparecen, a veces, como si fuesen gérmenes de un nuevo amanecer.
un símbolo de la psique. El cuadrado es un símbolo de materia terrenal, del cuerpo y de la realidad.' 'La frecuencia con que
surgen el cuadrado y el círculo no debe desdeñarse, esas formas aparecen, a veces, si fuesen gérmenes de un nuevo
crecimiento recen, a veces, como si fuesen gérmenes de un nuevo es un símbolo de la psique. El cuadrado es un símbolo
de materia terrenal, del cuerpo y de la realidad.' 'La frecuencia con que surgen el cuadrado y el círculo no debe desdeñarse,
esas formas aparecen, a veces, como si fuesen gérmenes de un nuevo crecimiento
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de las comunidades de las diversas especies, es decir que, de acuerdo al saber tradicional de las
comunidades raizales el cuidado de la vida no se restringe a lo específicamente humano, sino que se
realiza en función del conjunto de elementos que configuran el entramado orgánico de la Vida.
El mes de enero, por ejemplo, para los Yurutí está regido por las estrellas de la constelación que
denominan Pamo-puwe, tatú-creciente o del armadillo, que corresponde al verano-tatú, tiempo
adecuado para la limpieza de la chagra, época en la que se realizan diversas prácticas rituales:
Mujirõtiro-ritual de prevención, Niña Basero-rezo para curar los niños, Cãmoãtiropreparación para
acompañar la enseñanza de los niños. Besugu cumupĩrõ para curación del bastón de mando, y del
siento tradicional y Mũnodi curación del polvo de tabaco, wẽrõsõãpóbolsa curación de carayuru, Patu
curación del mambe Capisitoru-Tinaja de Yagé. El mes de febrero, para los Yurutí está regido por la
estrella Dasiawu- camarón, tiempo creciente de verano, propicio para la roza y quema que sigue las
pautas de la sabiduría ancestral que maneja la relación con el territorio y con la memoria de los mayores
y que se expresa en mitos, rituales, símbolos, creencias y costumbres.
Elaborar calendarios y conversar, con las comunidades raizales permite reconocer que para ellas el
territorio es un entramado vivo de naturaleza y cultura que se maneja de acuerdo con la memoria
ancestral que guardan los mayores. Permite reconocer también la red de relaciones que a lo largo de la
historia ha constituido como sujetos raizales vinculados mental, material y afectivamente a la
naturaleza de su territorio de la que hacen parte. Cosmovisión que se manifiesta en diferentes prácticas
culturales de producción y reproducción dinámicas que manejan información primordial profunda,
latente o explícita que los conecta su propio origen que afirma el sentido de pertenencia propio de estas
comunidades bio-céntricas que comparten con todos los seres vivos su vida y su territorio.
Sin desconocer que en el presente han cambiado las relaciones con el entorno social, cultural y natural
de los pueblos y comunidades raizales, recuperar las fuentes de su memoria primordial, es posible y
necesario para recrearla para que esas comunidades puedan convertirse en baluartes de resistencia de
largo aliento, y aprender con ellas, en ese proceso a renovar creativamente nuestras maneras de ser,
hacer, estar, tener y así solidariamente con sentido orgánico de la vida aprender a construir
territorialidades vivas y, no obstante las difíciles condiciones del presente, hacer del territorio un
sistema vivo y cognoscente conforme lo ha planteado por Francisco Varela24, cuando afirma que un
sistema cognoscente, se configura en el curso de una determinada historia de acoplamiento estructural
de la que emerge un mundo (campo relacional cognoscente). Acoplamiento que para el autor, solo será
posible mediante la acción efectiva entendida ésta como aquella que se despliega en el quehacer
cotidiano tejiendo un orgánico entramado relacional que nos permita vivir conectados participando
como parte de un sistema cognoscente que como una obra de arte viva, que el poeta, describe cuando
dice:
“Hay pueblos que creen que si hay grandes desiertos en el mundo esos desiertos corresponden a
errores cometidos por los seres humanos, y que, si hay regiones hermosas, selvas praderas, mares y
ríos todo eso corresponde a las virtudes de los seres que habitan un territorio. De ese modo todo el
universo sería obra de la ética y la estética, pero no sólo de la conducta de los pueblos sino de la
conducta de todos, incluida, por ejemplo, la conducta de un zorro o de un pez (además creo que alguna
vez fuimos un zorro o un pez)”. Jorge Luis Borges.
24 Véase Francisco Varela “Conocer” síntesis de la doctrina páginas 108 a 115. Gedisa editorial. Barcelona 2005
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4. La clave: aprender a reconocer para compartir y conocer
“La inteligencia ha dejado de ser la capacidad de resolver problemas, para pasar a ser la capacidad de
ingresar a un mundo compartido” Francisco Varela
El proceso de investigación con PS busca generar procesos destinados a cambiar la manera de
participar, de hacer memoria, de interpretar y de pensar, dinámica que se promueve conversando
mientras se elaboran mapas relacionales recorriendo virtualmente el territorio, pintando, nombrando y
re-conociendo a los otros humanos y no humanos y, a los elementos que los sustentan, de ese proceso
que surgen los elementos que nos conectan con la memoria de origen del territorio. En las culturas
raizales, surge en ese proceso, la relación viva que existe entre el tiempo ante-pasado, es decir, anterior
a la dominación colonialista y el presente, memoria de la cultura y el lenguaje ancestrales ligados a la
naturaleza. Lenguaje oracular presente en relatos, mitos, rituales y celebraciones. Con la emergencia
de ese lenguaje, elementos tangibles e intangibles recuperan conectividad, función y sentido. La mente
individual y colectiva vuelve a relacionar, por ejemplo: mujer, fertilidad, chagra y luna, en muchas
comunidades indígenas, conjunto de elementos de energía femenina, indispensables para la fecundidad
material, mental y afectiva de la comunidad, del mismo modo que: maloca, noche, coca, tabaco forman
el conjunto de elementos para amasar la palabra indispensable para pensar, reflexionar y decidir lo que
debe hacerse en el nuevo amanecer. Conexiones que animan la conversación que recorre el territorio,
los mapas, “hablan” y un sistema o campo relacional cognoscente emerge haciendo que el lenguaje
recupere su capacidad orgánica de ordenar el mundo. Tal y como, en una ocasión, una comunidad del
pueblo de los pastos lo expresó diciendo: “en la comunidad como en el río, hay distintos pensamientos,
el agua dice vamos, el lecho dice quedémonos, la espuma dice bailemos” Esa manera de decir es,
expresión viva y dinámica de un lenguaje relacional, creativo, ético, estético y cognitivo, propio de
muchos pueblos raizales en los cuales se conoce para vivir y se vive para conocer.
.
Metáfora del rio, ayuda a comprender la profundidad relacional del lenguaje alegórico o poético, en el
cual la in-formación emerge, siempre trastocando para ordenar, contrario a la visión dura, lineal y
fragmentaria de la realidad que caracteriza al lenguaje que mantiene la estructura de la civilización
occidental. En el ejemplo, el lecho del río alude a la estructura que permanece, el caudal que fluye, al
proceso dinámico y cambiante, y el modo de ese fluir (ruidoso, torrencial o plácido) a la manera como
el río se adecua y supera las condiciones que enfrenta en su accidentado fluir, nada lo detiene, va en
busca del mar.
La PS, se ha construido en el acompañamiento buscando favorecer la emergencia de acción efectiva
que ocurre cuando la capacidad de comprender que se acumula en el curso del proceso permite, sentir
y reconocer el mundo para reconocernos en él y compartirlo, con lo cual se recupera y se disfruta del
participar de la maravillosa experiencia de vivir
Podemos decir, después de una larga experiencia, que, trabajar a nivel figurativo construyendo mapas
relacionales, permite conversar para generar un lenguaje potente franco, claro y accesible para todos.
Los mapas de la PS son expresión de ese lenguaje figurativo y analógico que, al contrario de los mapas
convencionales usa dibujos, símbolos y signos que configuran un entramado relacional polisémico y
polifónico, información cualitativa que aviva la memoria intelectiva y afectiva, renovando los lazos
que nos conectan mediante el reconocimiento de las cualidades de cada cosa y de cada quien. Un mapa
relacional es el resultado de una experiencia entrañable, que se guarda en la memoria del corazón.
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Puede hacerse a partir de quehaceres y aconteceres que favorezcan los lazos de amistad y activen la
imaginación y la creatividad. Se trata de imaginar, proponer y crear experiencias que congreguen
capaces de recuperar la gana de vivir. Explorar las relaciones del territorio doméstico (práctica que
hemos olvidado), por ejemplo, activa la memoria, los sentimientos y el sentido fraterno del hogar,
renace el afecto que la gente guarda por su “patria chica” y genera sentimientos de retorno al origen
que llevan a recordar la niñez y la juventud. Memoria que si se aviva con canciones, danzas, leyendas
y anécdotas creando ambientes y estados placenteros que hacen de la investigación una actividad viva
y agradable. Sin emoción, las relaciones con los otros, y los otros no fluyen ni se transforman. Pero
cuando el proceso se realiza comprometiendo sentidos, memoria y sentimiento, la mente se abre, el
corazón se ilumina y emerge renovada la palabra para tejer un lenguaje incluyente y creativo. De ese
modo conversando, dibujando y en veces cantando se teje el mapa relacional para reestablecer los lazos
afectivos entre la gente y de la gente con su entorno, es decir resurge la consciencia relacional latente
en todos los seres vivientes y entonces la creación es posible:
“La experiencia muestra que el sonido y la palabra tienen un impacto sobre la conciencia, no solo sobre
la conciencia humana sino aun sobre aquella de los animales y las plantas. Incluso una sola sílaba o
frase puede producir un efecto perturbador si quien escucha esta oprimido por la ira o el disgusto. Pero
por otro lado una simple palabra o un sonido pueden llevar consuelo y esperanza si la fuente es el amor
y la simpatía” Radha Burnier
4. Auto-organización
“sin auto-organización las sociedades son esencialmente ingobernables” Dee Hock
La Poligrafía Social parte y se inspira en una profunda la convicción, según la cual, en todo lugar, en
toda parcela del planeta habitada por humanos y no humanos, existe una manifestación sorprendente
y maravillosa del entramado de la vida. Sin embargo, para sentirse partícipe de ese tejido producto de
intercambios orgánicos, se requiere promover procesos de auto-organización individual y colectiva,
que nos permitan dejar de ser extraños en nuestra propia tierra.
Las experiencias de auto-organización hoy en el mundo, son muy exigentes, en cuanto que, se llevan
a cabo en contextos inestables, expresión de la civilización occidental que no obstante su “imparable”
avance científico y tecnológico promueve el estancamiento y la degradación de la naturaleza y la
humanidad. Civilización que, hoy incapaz de autorregularse, atrapada en sus propios deshechos y a su
insaciable voracidad, se encuentra en rápida y caótica decadencia. Degradación ética, política, cultural
y ambiental que avanza haciendo metástasis en sus más importantes instituciones públicas, privadas y
religiosas, fenómeno que genera niveles crecientes de incertidumbre nunca sentidos en occidente.
En ese complejo y caótico contexto global, ha sido para nosotros una experiencia de aprendizaje difícil
pero reveladora, de la cual nace la Poligrafía Social que recrea el legado del querido maestro Orlando
Fals Borda. Claro que, restaurar o crear relaciones de acoplamiento orgánico con el entorno natural
parece hoy, poco menos que imposible dado el caos ecológico, político-económico y social que nos
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envuelve. No obstante, en medio de tan difícil situación, sorprende, la manera como algunas
comunidades raizales lo están haciendo, precisamente porque la incertidumbre que esa tendencia
contra la vida genera, conduce necesariamente a reconocer valores, técnicas y conocimientos propios,
legado de la experiencia y la sabiduría ancestrales, reconocimiento que conduce a alentar procesos de
autoorganización. Sabemos además que, lo mismo ha sucedido en los momentos más críticos de la
historia, cuando no hay alternativa distinta que la de resistir y recrear cultura para la vida, tarea que se
ha realizado tomando como fuente el saber acumulado por otras culturas y maneras de organizar la
sociedad en otras épocas o en otros contextos. El Renacimiento ha sido tal vez el mejor ejemplo de
cómo se pueden tomar saberes y experiencias olvidados para aprender para transformar con creatividad
el mundo en períodos de penuria y de gran incertidumbre:
“Estar confundido por aquello que es diferente (sin referentes para decifrarlo) es estar confundido del
todo (…)de ahí que no es accidental que nuestra fragmentaria forma de pensar se esté dirigiendo hacia
una larga crisis social, política, económica, ecológica y psicológica individual y colectiva (…) es
necesario entonces realizar un trabajo creativo para poder crear nuevas ideas sobre la fragmentación y
la totalidad, labor que es mucho más difícil que hacer nuevos descubrimientos en la ciencia o realizar
una obra de arte (…) Pero de pronto en un momento de lucidez, se puede descubrir la irrelevancia de
nuestra forma de pensar y con ese nuevo acercamiento crear algo en el que todos los elementos encajen
conformando un nuevo orden, en una nueva estructura.” David Bohm.
El resurgimiento de culturas y comunidades raizales está llamado a cumplir un importante y estratégico
papel creativo en medio de las críticas circunstancias que vive el mundo. Resurgimiento en que están
hoy comprometidas algunas de esas comunidades y culturas en distintas regiones y lugares del mundo.
Muestra de esa tendencia dinámica de resurgimiento, la ofrece el taller25, que acompañamos, en el
territorio de la comunidad indígena africada de Chesive del pueblo Venda, una de las últimas
comunidades tradicionales de ese pueblo originario que habita en Sudáfrica. El evento muestra la
vitalidad del fenómeno del resurgimiento. Esta comunidad, bajo el liderazgo de un grupo mujeres
tradicionales está comprometida en un dinámico proceso de recreación y resurgimiento de su modo de
vida q seriamente amenazado, no obstante que se ha decretado el fin de apartheid. Del evento
participaron lideres tradicionales de Siberia pertenecientes a la cultura Altai y de la Amazonía
pertenecientes a la cultura Barasana, junto a observadores activos de comunidades tradicionales de
África y acompañantes solidarios de África y Europa26. La orientación metodológica estuvo a cargo
de Fundaminga, labor que se realizó con base en la experiencia amazónica en asocio de dos de los
líderes tradicionales que animan el proceso de su propio resurgimiento en el Pira-Paraná donde se ha
usado extensamente la metodología, adaptándola a sus necesidades y condiciones.
La primera parte del taller, tuvo como referencia el legado de Juan Chiles, que anteriormente relatamos,
es decir que se comenzó por “desatar el venda”27 elaborando el mapa y el calendario ancestrales con
25 Poligrafía Social en África, video en YouTube. 26 Las delegaciones de comunidades indígena pudieron participar gracias al apoyo activ y solidario de las fundaciones
MUPO de África y GAIA-Londres fueron quienes hicieron posible el taller
27 Metodológicamente de acuerdo con los tradicionales amazónicos se acordó en la preparación del taller compartir el
relato de Juan
Chiles con mujeres y hombres tradicionales de la comunidad venda
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el propósito de recrear la territorialidad viva siempre relacionada íntimamente con la naturaleza y con
el cosmos y de ese modo recuperar también el sentido profundo de la lengua venda28, luego la
comunidad elaboro el mapa del presente, tendiendo un nuevo pliego de papel sobre el mapa ancestral
para sentir y mirar cómo la infraestructura y el monocultivo propician la extinción de especies, el
desplazamiento de humanos y no humanos y el despojo amenazando de muerte la vida y la cultura
ancestrales y para completar el ejercicio, en un muevo pliego de papel colocado sobre el mapa ancestral
procedieron a elaborar el mapa del resurgimiento, es decir del futuro que en el presente ya la
comunidad con decisión y autonomía está construyendo a partir del rescate de la memoria que guardan
las semillas ancestrales, las prácticas rituales y sus propios saberes y costumbres.
El resurgimiento de la diversidad cultural que se propicia recreando territorialidades ancestrales forma
y/o restaura la identidad haciendo a los sujetos responsables de sí mismos, comprometiéndose con el
cuidado del entramado de la vida del que individual y comunitariamente hacen parte. Resurgimiento
que, en nuestro sentir, es una obligación ineludible para quienes sentimos la necesidad de
comprometernos en la búsqueda de caminos orientados a superar la crisis social, política, económica,
ecológica y psicológica individual y colectiva que padece el mundo. Sin mesianismo, como lo ha
planteado André Gorz, sabiendo que ninguna teoría global puede asegurar la cohesión y la coherencia
necesarias para formar sujetos individual y colectivamente aptos para tener la continuidad creativa que
exige hoy toda acción social. Frente a ese enorme desafío, es necesario, como lo plantea David Bohm,
realizar un trabajo creativo para superar la fragmentación que se deriva de la frma dominante de pensar,
labor que es mucho más difícil que la de hacer nuevos descubrimientos en la ciencia o realizar grandes
y originales obras de arte, pero que se puede lograr aprendiendo a investigar acompañando procesos
de cuidado y resurgimiento de la diversidad, por ese camino de pronto, se puede comenzar con lucidez
a crear nuevas formas de existencia y de territorialidad en el que todos los elementos, a medida en que
orgánicamente se encajan pueden dar lugar a la germinación de un nuevo orden que podrá crecer desde
esas nuevas territorialidades.
La Poligrafía Social, se puede considerar también como una caja de herramientas conceptuales y
metodológicas que ha sido creada en la experiencia de acompañar y aprender en procesos siempre
orientados hacia la protección de la diversidad cultural y natural. Se trata de una propuesta
metodológica que response a la necesidad actual que tenemos todos de reconocer para poder realmente
conocer, transformar y compartir, propósito que sólo se puede alcanzar, mediante procesos de
restauración cultural del entramado de la vida destinados a crear o recrear territorios vivos y culturas
raizales. Necesidad ética, estética y cognitiva, de la humanidad entera urgida de encontrar caminos que
permitan cambiar para evolucionar y permanecer y compartir su existencia con las demás especies que
tejen el entramado de la vida en nuestro pequeño planeta participando de la inmensidad del universo.
28 Para mayor información se puede ver Poligrafía social en el pueblo Venda de Sudáfrica. Video en YouTube
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Reflexiones metodológicas para la construcción participativa del
lineamiento para la asistencia integral de niños, niñas y adolescentes
víctimas de minas antipersonal (MAP) y municiones sin explotar (MUSE)
Andrea Mireya Jiménez Pinzón29
Resumen
a presente ponencia, expone las reflexiones metodológicas que propiciaron la participación del
Estado, las comunidades, familias y niño(a)s de ocho departamentos colombianos, para la
construcción participativa de la Guía30 para la Asistencia Integral de niños, niñas y
adolescentes víctimas de minas antipersonal (MAP) y municiones sin explotar (MUSE), a través de la
praxis participativa de estos grupos desde su saber como víctima directa, indirecta y agente de Estado
garante de derechos. Todo lo anterior a través de la reflexión de sus tres fases de desarrollo:
comprendiendo el punto de partida, organizando las acciones, e implementando las acciones y
reflexionando sobre ellas.
Introducción
El Programa Presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (ahora Dirección para la
Acción Integral contra Minas Antipersonal) creó la Guía para la asistencia integral de los niños, niñas
y adolescentes víctimas de minas antipersonal (MAP), municiones sin explotar (MUSE) y artefactos
explosivos improvisados (AEI): lineamientos para la construcción de planes, programas, proyectos y
protocolos, que tiene como intención “servir de lineamiento para la construcción de protocolos
nacionales en la materia, que garanticen los derechos de los NNA víctimas y propendan por acciones
reparadoras” (2014, p. 8). La Guía reconoce cuatro dimensiones –niños, niñas y adolescentes, familia,
comunidad y Estado- y las responsabilidades que les competen en la asistencia integral de los niños,
niñas o adolescentes que han sido víctimas directas e indirectas de MAP y MUSE. Así mismo, destaca
que la asistencia integral debe realizarse en el marco de los enfoques de derechos humanos, diferencial,
psicosocial y de acción sin daño.
En su conjunto, las dimensiones se articulan entre sí alrededor de cuatro ideas claves: 1. La
corresponsabilidad de los actores comunitarios, de las familias y de la sociedad civil con el Estado para
favorecer las mejores condiciones y posibilidades de desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. 2.
El reconocimiento de las potencialidades de los niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas de
MAP y MUSE, como punto de partida de las acciones de reintegración social. 3. La participación de
29 Doctora en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Magister en Desarrollo Educativo y Social, y Trabajadora Social.
Docente Universidad de La Salle- Bogotá. Octubre de 2019. 30 Esta guía fue realizada en el marco de un convenio establecido por la DAICMA (Dirección para la Acción Integral de
minas antipersonal), USAID y la OIM (Organización Internacional para las Migraciones), con el CINDE (Centro
Internacional de Educación y Desarrollo Humano) para su desarrollo investigativo; del cual fui coordinadora técnica e
investigadora principal, desde donde compartiré las reflexiones del proceso metodológico participativo.
L
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los niños, niñas y adolescentes como factor de inclusión social. 4. La articulación y activación de redes
como estrategia para la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes víctimas.
En este sentido, se elaboró un Lineamiento para la asistencia integral de los niños, niñas y adolescentes
víctimas de MAP y MUSE junto con una Caja de Herramientas que establece una propuesta
metodológica participativa para la generación de sinergias y de formas de acción que permitan la
implementación de la Guía para la asistencia integral de los niños, niñas y adolescentes víctimas de
minas antipersonal (MAP), municiones sin explotar (MUSE) y artefactos explosivos improvisados
(AEI), para la construcción de planes, programas, proyectos y protocolos.
Ruta metodológica participativa
La ruta metodológica permitió ofrecer a los diferentes niños, niñas, adolescentes, actores del Estado,
comunidades y familias, unos elementos metodológicos para propiciar su participación en la asistencia
integral de niños, niñas y adolescentes víctimas de MAP y MUSE. Este proceso está constituido por
cuatro apartados. En un primer apartado se describe la metodología de trabajo para la generación de
planes de asistencia integral en los territorios. En el segundo apartado se aborda el momento 1 de la
metodología, Comprendiendo el punto de partida. En el tercer apartado se desglosa el momento 2 de
la metodología, Organizando las acciones. En el cuarto apartado se traza el momento 3 de la
metodología, Implementando las acciones.
La metodología que se presenta se basa en la idea de que la reflexión y la acción conjuntas que les
permiten a los actores aprender de sus experiencias. El aprendizaje permanente que acompaña a las
acciones es lo que posibilita que estas últimas sean cada vez más contextualizadas. Para construir los
planes de asistencia integral en los territorios se hace necesario que los diversos actores, además de
conocer la ruta, aprendan de las acciones que realizan para garantizar los derechos de los niños, niñas
y adolescentes afectados por las MAP y MUSE.
Lo primero que encontramos en la ruta de asistencia integral de niños, niñas y adolescentes víctimas
de MAP y MUSE son las concepciones que le dan sentido, las normativas que la enmarcan y los
elementos que la componen, entonces debemos forjar un primer aprendizaje que nos permita saber el
punto de partida que es necesario construir para poder empezar a implementar la ruta. Es así, como el
primer momento de la metodología participativa se denomina “Comprendiendo el punto de
partida”, que tiene como objetivo que cada territorio pueda reconocer de forma sistemática las
capacidades y recursos con los cuales cuenta, las capacidades que debe desarrollar y los recursos que
requiere gestionar para comenzar a incorporar la ruta en las dinámicas cotidianas de los niños, las
niñas, los adolescentes y de las instituciones, comunidades y familias.
Posteriormente se debe construir un nuevo aprendizaje a través de la planeación. Planear no es
simplemente un proceso técnico de elaboración de matrices, de trazado de objetivos o de construcción
de marcos lógicos. Planear significa reunir información clave para tomar decisiones sobre la forma en
que se van a usar las capacidades y recursos con los cuales se cuenta. El aprendizaje consiste, entonces,
en relacionar información distinta, proveniente de diferentes fuentes, para construir ciertas claridades
que se traducen en intenciones u objetivos. La planeación siempre se realiza con otros y por ello,
también aporta un aprendizaje. Es así, como el segundo momento se llama “Organizando las
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acciones” y tiene como objetivo generar sinergias entre diferentes actores y acopiar recursos y
capacidades en el marco de un proyecto para la apropiación y cualificación de la ruta, para la definición
de un horizonte de acción compartido.
Y finalmente, lo planeado debe implementarse, y este proceso requiere de un nuevo aprendizaje
consistente en escuchar a los niños, niñas y adolescentes, a las comunidades y familias, y construir con
ellas y ellos. No basta, en los territorios, con difundir información. Se requiere de todo un trabajo
orientado a que las comunidades construyan conciencia sobre la problemática de las MAP y las MUSE
y la forma en que pueden enfrentarla. Este nuevo aprendizaje se da a través de un momento
denominado “Implementando las acciones y reflexionando sobre ellas”, cuyo objetivo es construir
planes de acción estatales y comunitarios, como resultado del diálogo y la construcción de
conocimiento conjunta entre los diferentes actores.
Reflexiones
En aras de construir y afianzar en los territorios donde se establecía la ruta metodológica para el
desarrollo de la Guía de Asistencia Integra, fue imprescindible considerar los siguientes ejes de acción,
de manera que se afianzara una mirada participativa entre los actores vinculados, que permitiera
garantizar que el proceso solo se construiría a través de sus saberes. En este sentido, fue necesario para
el equipo de investigación organizar las siguientes acciones en los territorios:
- Identificación de experiencias e intereses de los niños, niñas, adolescentes, familias, comunidades
y actores institucionales desde un enfoque diferencial (momentos del ciclo vital, género, etnias,
contexto urbano-rural). Identificación de buenas prácticas en otros territorios.
- Identificación de experiencias previas en inclusión de niños, niñas y adolescentes afectados por
MAP y MUSE.
- Identificación de modelos para la formación de profesionales en ejercicio en el tema. Identificación
de experiencias de formación y trabajo comunitario sistematizadas.
- Identificación de procesos de exigibilidad de derechos realizados desde la sociedad civil y
comunidades en el tema.
- Identificación de experiencias y modelos de evaluación de políticas.
- Identificación de experiencias de movilización social y construcción de política en el tema.
De manera posterior, para implementar las acciones y reflexionar sobre ellas, fue importante considerar
como mecanismo participativo, los siguientes elementos:
- Los niños, niñas y adolescentes víctimas pueden actuar en función de sus derechos promoviendo
la prevención de accidentes en el territorio, favoreciendo sus propias formas de organización con
otros pares. Las organizaciones de niños, niñas y adolescentes víctimas son fundamentales para
resignificar sus experiencias, reflexionarlas, realizar control social a los procesos de asistencia
integral y dinamizar formas de acompañamiento y apoyo de las instituciones del Estado, las
comunidades, las familias y los pares, para generar procesos orientados a la plena garantía de sus
derechos.
81
- En este mismo sentido, no debería considerarse que los niños y las niñas menores de 5 años que
hayan sufrido un accidente no pueden realizar sus aportes a los procesos de apropiación y
cualificación de la ruta de asistencia integral. El contacto permanente con sus hermanos y sus
padres, o la posibilidad que tengan de interactuar con niños y niñas mayores víctimas en espacios
de juego y recreación, pueden generar ideas y movilizaciones en la comunidad, en la escuela y en
la familia. Se trata, entonces, de asegurar para los niños y las niñas más pequeños espacios de juego
y recreación que propicien, a través de diferentes actividades expresivas, la manifestación de sus
intereses y necesidades, asegurando que puedan ser comunicadas y tengan incidencia en los
procesos de asistencia integral.
- En este contexto, es fundamental reconocer y potenciar las capacidades que poseen los niños, niñas
y adolescentes para continuar su proceso de desarrollo después del accidente. La flexibilidad del
desarrollo infantil y la gran capacidad de resiliencia de los niños y niñas les brindan oportunidades
de retomar sus vidas, que no deben verse obstaculizadas por la sobreprotección de las personas
adultas cercanas.
Bibliografía
Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (2016). Lineamiento para la asistencia
integral de niños, niñas y adolescentes víctimas de minas antipersonal (MAP) y municiones sin
explotar (MUSE). Bogotá: Vicepresidencia de la República de Colombia – OIM- USAID- CINDE
ICBF (2015). Ley 1098 de 2006: Código de infancia y adolescencia. Recuperado de:
http://www.icbf.gov.co/portal/page/portal/PortalICBF/Bienestar/LeyInfanciaAdolescencia
ICBF, UNICEF y OIM (2014). Guía de atención psicosocial para casos de niños, niñas y adolescentes
víctimas de minas terrestres: antipersona o antipersonal o terrestre antipersona (MAP), municiones sin
explotar (MUSE) y artefactos explosivos improvisados (AEI). Bogotá
Naciones Unidas (1997). Convención Sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción
y Transferencia de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción (Convención de Ottawa). Recuperado
de: http://www.cinu.org.mx/temas/asun_hum/conv_ottawa.htm
Programa Presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (2014). Guía para la
Asistencia Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Minas Antipersonal (MAP),
Municiones sin Explotar (MUSE) y Artefactos Explosivos Improvisados (AEI). Bogotá:
Vicepresidencia de la República de Colombia
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El compromiso del investigador en la resignificación de las
metodologías implicativas. –AIRE para la investigación
Nancy Rocio Mora Ruiz31y Luis Ernesto Vásquez Alape32
ás allá de pensar en un enfoque, en un método, la preocupación radica en el ¿cómo
reencontrarnos y reivindicarnos con la vida?, en medio de esta, ¿cómo comprender la
conflictiva, problemática y problematizadora condición humana? y, finalmente, ¿cómo
dignificar y hacer trascender nuestra presencia en la presencia de la naturaleza, la sociedad y la cultura?
Premisas
El núcleo fundamental de la investigación es la vida, por lo que se debe privilegiar el diálogo con
la misma, su contemplación y el compromiso con su enriquecimiento.
El ser humano, como “vida”, al tiempo que parte de sus ecosistemas, debe ser mirado y admirado
desde su multidimensionalidad, fuente pluriversal de su existencia.
La complejidad histórica compuesta por el entrecruzamiento de procesos educativos con lo
cultural, social, lo económico y lo político es producción humana, generadora de esferas y
realidades. (¿cuáles?)
Se requiere que el investigador tenga argumentos construidos desde la combinación de sus
experiencias y vivencias ético-estéticas y políticas; empírico-teóricas; singulares y universales.
El investigador está llamado a superar los obstáculos epistemológicos, la mediocridad, las prácticas
erróneas y el miedo a la dificultad.
El investigador construye los significados y el sentido de la investigación desde prácticas y
habilidades cimentadas en sus potencias o facultades de curiosidad, admiración, asombro y deseo.
El investigador cuenta con el dominio epistémico de herramientas investigativas tales como
enfoques, tipos, metodologías e instrumentos de recolección de información.
Toda investigación se debe cimentar en “los lugares del conocimiento” de los participantes
(agentes, actores) que ha de constituir una subjetividad histórica-historizadora, con “conciencia de
su ser tranformador en el mundo” como conciencia ética-estética-´política.
El proceso del AIRE, articula la observación/contemplación con la categorización/comprensión y
la explicación/conceptualización en dinámica crítico/transformadora.
La historia presente
El contexto coyuntural por el que estamos pasando; la historia presente que vivimos, responde a
racionalidades estructurales en donde el pensamiento reflexivo crítico se ha visto relegado hasta en los
espacios académicos por fuerzas, tensiones y poderes técnico-instrumentales que niegan la
31 Presidente de Red Diálogo de Saberes-REDISAB. Fundadora EGEIS INTERNACIONAL. Experta en proyectos de
Educación Superior, Social y comunitarios , Responsable Montaje Seccional UPB Montería, Magister en Planeación
Urbana y Regional. Pontificia Universidad Javeriana. Trabajadora Social Unisinu 32 Docente-Investigador Universidad de La Salle.Vicepresidente de Red Diálogo de Saberes –REDISAB Doctorando en
Comunicación y periodismo Universidad de La Plata
M
83
construcción ético/estética y política del conocimiento. De un lado, las dinámicas de “mercado-capital-
trabajo.-y, de otro, los ámbitos de miedo y de mentira propiciados por los actores de violencia política,
social y cultural, en nuestro país, limitan las construcciones epistémicas e investigativas.
La mirada economicista, de productividad, netamente mercantil, desde el consumo y para el consumo
se impone al dejar de lado prácticas y saberes que alimentan la existencia, y permiten disfrutar la vida
para potenciarla y en última instancia para “vivirla” y proyectarla. Lo humano sólo se tiene en cuenta
para ser explicado y explotado en términos de comportamiento: acción/reacción: estímulo/respuesta.
Es ésta la cimiente de toda productividad inmersa en la vorágine del cocktail en donde se entremezclan
economicismo y evolucionismo (econocionismo) agitándose permanente, cotidiana y rutinariamente
hasta producir una pócima, un bebedizo que con sus solos vapores enajena y hace perder la conciencia
de las personas constituyéndolas en sujetos sin voluntad o.. con una voluntad doblegada… ajena,
enajenada.
Se hace creer entonces, aprovechando el cuerpo alienado, que el mero crecimiento económico y
material, sin importar el medio a través del que se obtiene, garantizan el reconocimiento y la
cualificación de lo humano, en el sentido del obtener más y más dinero y alimentar el mundo de las
apariencias: si se “trabaja” más y se obtienen “otras entradas”, al tiempo que se “demuestra” el
crecimiento con movimientos de adaptación a las modernas y foráneas formas de conocer, vestir, de
vivir, consumos de todo tipo (religiosos, académicos, artísticos, educativos, de necesidades primarias),
que oferta el mercado y que denotan “clase”, “distinción”. De esta manera, se considera, se obtiene la
felicidad, el bienestar y se logra la “libertad” y “dignidad humana.”
El mundo del mercado-capital-trabajo, el de los bienes de uso-bienes de consumo impuestos desde la
“modernidad/colonialidad” está determinado por la lógica occidental y su racionalidad de progreso
legitimada física, ideológica y simbólicamente, desde la conquista y la colonia por medio de múltiples
prácticas políticas, sociales, culturales, educativas.
Lograda la independencia y rota la subyugación con los españoles, en el siglo XIX, los movimientos
de la modernización capitalista se incrementan en las colonias a través de la determinación de las
clases dirigentes del país, quienes aumentan la actividad comercial, tecnológica e intelectual en el
Atlántico Norte, con el fin de alcanzar el mundo industrial y la modernidad para no quedarse
incrustados en lo que ellos llamaron “la barbarie insular” para ello se copian los modelos económicos,
políticos, sociales e institucionales de Europa y de los Estados Unidos sin tener en cuenta la realidad
del país: “una geografía accidentada en relación con la escasa población; la pobreza secular; el
desbarajuste de las estructuras de la administración pública agravado por las ambiciones y rencores
que, anidados, primero en el corazón de las élites arrogantes, se filtrarían bajo la forma de sectarismo
rojo y azul, desde las ciudades a los vecindarios más apartados y humildes”. (Palacios 2003 P:14).
En ese contexto AIRE, emerge como un método implicativo, de investigación-formación y
sistematización en las ciencias sociales y humanas que surge de la preocupación por generar
ambientes, esferas constitutivas de conocimiento conducentes a un compromiso crítico con la
complejidad histórica del sujeto, y su multidimensionalidad a través de la detección de situaciones
problemáticas y/o de la problematización de situaciones, procesos o estados naturalizados que
estancan en la pasividad, el conformismo negando de esta manera la presencia del sujeto histórico
como ser creativo, proyectivo y trascendental. De lo que se trata es de posibilitar, a partir de la
84
ubicación y/o formulación de problemas concretos, la comprensión de las situaciones y realidades que
emergen en la articulación o bucle que existe entre la pluridiversidad de la vida con las tensiones de la
condición humana en su multidimensionaldad y, de estas con la complejidad histórica, esto, para la
construcción de caminos que respeten la vida, en general y, con esta, la dignificación del ser humano,
en particular.
La intencionalidad es asumir de manera imbricada, la vida, la complejidad histórica y la
multidimensionalidad humana dentro de los procesos constitutivos de problemáticas culturales y
sociales, en particular y, de las ciencias humanas y sociales en general, a partir del tener en cuenta que
eso que llamamos realidad no corresponde a una sola, ni está fragmentada y que, por lo tanto, solo se
puede comprender e innovar si se analiza e interpreta en sus totalidades y múltiples interacciones.
Lo histórico, en su complejidad, se comprende como configuración de campos de tensión, conflictos
dados en la interacción constante entre las dinámicas económicas políticas, sociales, culturales y
educativas que se suceden hoy en nuestro contexto “real glocal” presente en nuestra vida individual y
colectiva, en nuestros ámbitos de lo público y lo privado, en la espacio/temporalidad concreta de la
comunidad, por polifonía de voces (muchas de ellas, quizá la mayoría mudas), de tristeza, angustia,
soledad, felicidad, sueño, ilusión, esperanza, nacidas en un devenir singular “propio”, entretetejido con
unos hilos auténticamente construidos y otros, sutil, subliminal, coercitivamente impuestos,
designados.
Es aquí, en el territorio de lo corpóreamente humano, en donde lo complejo-histórico entra en diálogo-
conflicto con su multidimensionalidad compuesta por lo emocional/afectivo; lo racional/ cognitivo; lo
espiritual/trascendental, lo estético/creativo, lo ético/político desde y en el marco del devenir histórico,
historizador e historizante.
Es en relación con la existencia de la vida y lo vivido, lo polifónico, lo pluriversal-humano y su
complejidad histórica que se deben proponer prácticas investigativas y de transformación social y
cultural que permitan comprender la trascendencia de la vida y, dentro de esta, de la condición
humana, para su dignificación a través de procesos que potencien los sujetos desde ambientes
pedagógicos que les posibilite constituir criterio, en un ejercicio de ruptura con la censura impuesta
por la unidireccionalidad tanto metodológica como de contenidos propuesta por esquemas de
formación y de investigación rígidos; es decir, que develen, al tiempo que dinamicen la voluntad de
poder y las potencias del sujeto investigativo, del sujeto-comunidad, social y cultural,
A partir de los anteriores aspectos y, en relación con los procesos tanto investigativos, formativos y
de resignificación, el método propone como punto de partida tener en cuenta el entrecruzamiento y
diálogo constante entre la esfera de la vida y lo vivido, de lo individual (yo), con lo histórico (social
y cultural) y lo vocacional ( profesional como opción de vida),de tal forma que el proceso constitutivo
y constituyente de conocimiento tiene como finalidad el de proponer un ambiente investigativo y
epistémico que al entrecruzar estos tres campos posibilite el reconocimiento y el auto reconocimiento
del sujeto investigador, dando paso a la constitución de subjetividades o modos de subjetivación
indagadores en el constante “ir y venir” (trayecto) entre el campo del yo, el histórico –social-cultural
y el vocacional de manera crítico/reflexiva en forma perseverante y permanente, de tal manera que en
este movimiento se tejan las urdimbres de pro-yecto, trascendencia, a partir de la constitución de
voluntad de potencia (Nietszche 2000), voluntad de conocimiento (Zemelman, H. 2005) y,
85
decolonización del saber, del poder y del hacer (Mignolo, W. 2003)
El dispositivo fundamental de la caja de herramientas del AIRE, es la reflexión crítica que se produce,
se inventa y reinventa en una vorágine constante en donde se sumerge y emerge el individuo, la
comunidad, su intención e interacción dialogal, su lenguajear, mediados por su historia
individual/colectiva, vivencial/experiencial desde donde se han propuesto fundamentos, horizontes de
sentido empíricos, teórico/conceptuales, metódicos adquiridos en la perspectiva del asumir una
actitud y un pensamiento epistémico- investigativo a partir de la construcción de significados y
sentidos de lo indagador-problémico en una dinámica constante que garantiza la constitución de una
actitud y pensamiento investigativo, es decir, unos modos de subjetivación cuyas prácticas y saberes
conducen a la desujeción de estructuras anquilosadas.
El método propone, no solo la dinamización de los campos anteriormente planteados y su interacción
con el propósito de favorecer el saber y el conocimiento, sino que considera indispensable la toma de
conciencia sobre todos y cada uno de los pasos del proceso y sus correspondientes interacciones para
garantizar la interiorización, incorporación de los elementos propuestos por la realidad y el campo o
los campos problémicos hallados.
El investigador, sujeto historizador, de potencias-sujeto potenciado.
El sujeto que se investiga descubre y despliega sus potencias
El sujeto colectivo se potencia y resignifica su historia
AVEL
El investigador como sujeto reflexivo, crítico argumentativo, debe reconocerse como sujeto de
potencias o facultades que, al ser reconocidas le posibilitan descubrirse como sujeto histórico-
historizante-historizador, con voluntad de poder y de saber transformadores. Las potencias, son
inherentes a, una “ontología crítica del sí mismo” (Foucault,1998) estas, para mencionar algunas, son
la curiosidad, el asombro, la admiración y el deseo.
La potencia, la inherente al ser humano y alimentada por la historia, es pasiva y activa, en el primero
de los casos siempre está en disposición para ponerse en acto, en el segundo es acción transformadora,
En este sentido la curiosidad, el asombro, la admiración y el deseo están presentes en la corporeidad
del investigador “en potencia”, dada su pretensión e intencionalidad de investigar, de indagar, de
dinamizar procesos de búsqueda, que al ser iniciados las movilizan transformando la realidad.
El deseo de conocer está presente en el ser humano y se articula con los contextos, los estímulos, los
lenguajes que recibe de su entorno individual, cultural, social en donde se desenvuelve; las
herramientas, las maneras como este las percibe y las comprende; el deseo de conocer del investigador
se alimenta por intereses específicos que lo han llevado a problematizar, a plantearse preguntas que lo
proyectan a procesos de búsqueda sistémica, sistemática y metódicamente organizado su curiosidad,
es potencia para la pregunta, la pregunta, potencia para los procesos de búsqueda y, los procesos de
búsqueda para los hallazgos, los hallazgos para las transformaciones.
La curiosidad del investigador es potencia pasiva en su mirada, en lo que escucha, en lo que percibe,
es activa cuando se convierte en cuestionamiento, problematización y búsqueda, cuando se comienza
86
a saciar en los procesos de contemplación/observación y lo que estos le comunican.
El asombro como potencia del investigador radica en la capacidad de ir hacia “el mundo de las
sombras” de, “quitar la sombra” de develar la realidad y sacar a la luz aquello que está oculto. Como
complemento, aparece la admiración que emerge cuando se acompaña lo “mirado” con detenimiento
hasta sentir no solo sus significados, sino su sentido, esto se logra cuando, desde lo
observado/contemplado, se categoriza y se comprende.
El “ser deseante de conocimiento”, si bien es cierto, se alimenta desde la potencia de la investigación
y, de los interrogantes planteados, antes de comenzar los procesos de indagación, se nutre con avidez,
de la comunicación desplegada, la información recolectada, las comprensiones obtenidas y la
conceptualización construida.
Los lugares del conocimiento.
Los lugares del conocimiento son los que ya están y los que se construyen, aquellos donde nacemos,
nos criamos y nutrimos física, emocional intelectual y espiritualmente. ¿Cuáles son los lugares de
procedencia del investigador? ¿Cuáles los del colectivo donde se desarrolla la práctica investigativa?
Al iniciar el proceso investigativo, es indispensable reconocer al sujeto investigador como procedente
de “lugares”, de “sus” espacio-temporalidades, sujeto con historia, con un camino recorrido, unos
aprendizajes y saberes incorporados unos lenguajes que simbolizan, al tiempo que evidencian
significados estructurados y sentidos impregnados. El investigador es persona, individuo, conjunto y
entrecruzamiento de emociones, pensamiento, experiencias, vivencias, sueños e ilusiones;
expectativas, esperanzas y desesperanzas…. Es sujeto con voluntad de conocer, que arriba al ámbito
de la investigación con conocimientos disciplinares, inter (¿?), tansdisciplinares(¿?) desde donde se
ubica y lee las situaciones, las interacciones y las realidades indagadas.
Aludir a los lugares del conocimiento en la investigación, es tener en cuenta, en primera instancia, que
el investigador aporta desde su vida constituida por su multidimensionaldad en corelación con las
complejidades históricas que lo entrecruzan y, en segundo lugar, de la vida, las complejidades
históricas y las multidimensionalidades que constituyen las territorialidades donde se siguen indicios,
signos y símbolos de la indagación.
Análisis e interpretación de la realidad – aire-
Dado el contexto anterior es importante hacer un análisis e interpretación de la realidad de una manera
metódica, sistémica y sistemáticamente organizada de tal forma que se puedan mirar todos los
componentes que la constituyen para, de esta manera posibilitar que emerja y se fortalezca una
conciencia histórica “conciencia de la historia presente” que deje ver los poderes , los saberes, los
intereses y “ las verdades” que generan los hechos, las dinámicas y los procesos históricos que afectan
las subjetividades de las poblaciones dentro de sus territorios.
Es, en este sentido que se propone AIRE como método que posibilita el escudriñamiento de la vida,
en general y, del ser humano, en particular como parte de esta y, de las complejidades históricas que
él mismo ha construido y dejado de construir a través de las instituciones y sus múltiples
87
interacciones, de acuerdo con esto, AIRE, se circunscribe en un tipo de investigación interpretativo,
histórico hermenéutico, enfoque cualitativo de metodologías implicativas.
Desde el método AIRE se propone observar- contemplar; categorizar – comprender; explicar –
conceptualizar la realidad, para construir trascendencia que enriquezca la vida y lo vivido a partir de
procesos investigativos, de sistematización de experiencias y evaluación permanente, en donde se
tenga en cuenta que la mirada interpretativo- comprensiva se debe cimentar en la articulación entre la
vida , la multidimensionalidad del ser humano, dentro de la misma y, las complejidades históricas que
este constituye a través de su narrativa y la creación artificial de las instituciones económicas,
ambientales, políticas, sociales y culturales.
Referencias Bibliográficas
Mignolo, W (2003) Historias locales, diseños globales. Madrid: AKAL
Nietzsche, F (2000). Voluntad de poder. Madrid: EDAF
Palacios, M (2003) Entre la legitimidad y la violencia.-Colombia 1875-1994. Bogotá: Norma.
Zemelman, H (2005) Voluntad de conocer. México D,F: Anthropos
En la Universidad Santo Tomás sede Lourdes, Bogotá, la autora, en el centro, con estudiantes
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Tejiendo la memoria del agua: la resignificación de ecosistemas
estratégicos en términos de paisaje cultural
Mauricio Javier Sierra Morales
na de las facultades más sorprendentes del agua es su capacidad de almacenar memoria. El
investigador japonés Masaru Emoto (2012), demostró mediante la microfotografía que, a
nivel molecular, el agua se organiza en patrones armónicos de gran belleza o fealdad,
dependiendo del mensaje escrito que representa a su vez pensamientos de amor y armonía o de
discordia y odio respectivamente.
Así como el agua es capaz de recordar acontecimientos, también es posible para nosotros los humanos
decodificarla. Finalmente somos un 70 por ciento agua, al igual que la superficie terrestre: 70 por
ciento es agua.
Las energías sutiles relacionadas con la consciencia (HADO), son capaces de materializarse hasta el
punto de satisfacer las necesidades y deseos más humanos. ¿Cómo algo tan simple, desde el punto de
vista químico como el agua puede contribuir al desarrollo en términos más complejos y humanos?
Es posible, tal y como lo demuestran experimentos científicos del Instituto para la Investigación
Estratégica de Moscú, liderados por el fisiólogo Vasily Kashisrky del Centro para la Seguridad
Fisiológica, imprimir mediante diseños geométricos complejos la memoria del agua almacenándola en
forma de energía cósmica.
Influir en la estructura del agua y con ello también en la memoria puede contribuir a corregir errores
de comportamiento de las personas a partir de la forma. Esta es la asombrosa hipótesis de trabajo de
la presente investigación denominada: Tejiendo la Memoria del Agua.
Lo anterior es equivalente a desarrollar maneras de corregir Gaia. Suponiendo que sea cierta la
hipótesis de James Lovelock (1985), quien concibe el planeta entero, la tierra, como un organismo
viviente, este macroorganismo vivo es capaz de albergar vida debido a su capacidad de autoregulación.
¿Somos nosotros, los humanos la mente de Gaia?
Si la respuesta a la anterior pregunta es afirmativa, entonces estamos ante un gravísimo error de auto
programación a escala planetaria. Es decir, si aceptamos la idea de que no podemos dejar al azar de la
vida o a la voluntad divina el futuro, no sólo de la humanidad, sino del planeta entero como organismo
viviente, entenderemos inmediatamente que no se trata solamente de la mente en términos científicos,
sino la mente de quienes habitamos el planeta.
Paradójicamente tenemos que reconocer con humildad que no somos los primeros en este planeta en
darnos cuenta de que “el consumo desmesurado de combustibles fósiles, además de modificar la
química de la atmósfera y la temperatura 'global' del planeta, induce en la Tierra un proceso de
'retroalimentación' que hace subir la temperatura casi en espiral -rompiendo este mecanismo de
'autorregulación' para la preservación de la vida en el seno del planeta.” (Lovelock, 2000).
U
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Antes de nosotros, quizá, y es lo que intenta demostrar la presente investigación, hubo otras
humanidades que probablemente intentaron corregir sus propios errores, quizá también un poco tarde.
Nos interesa descubrir hasta donde lograron avanzar en dicho propósito y si lograron de alguna manera
corregir errores del comportamiento de los seres humanos modificando intencionalmente la forma del
agua y tejiendo, entre todos, humanos y no humanos, la memoria colectiva.
Palabras claves: Memoria del agua. Ecosistemas estratégicos. Paisaje cultural. Bordes e interfaces.
Referencias.
EMOTO, Masaru. (2012). Mensajes del agua – La belleza oculta del agua. Editorial: La Liebre de
Marzo, España.
LOVELOCK, James. (2000). Homenaje a Gaia – La vida de un científico independiente. Editorial:
LAETOLI. México.
LOVELOCK, James. (1985). Gaia, una nueva visión de la vida sobre la Tierra. Barcelona: Ediciones
Orbis.
Enlaces en la Internet:
http://franciscocabanzo.blogspot.com/2009/01/paisaje-zenu.html
Las ciénagas son unos de los recursos naturales más importantes desde todo punto de vista.
De ahí la necesidad de preservarlos
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Para tener en cuenta en el trabajo comunitario.
Dos experiencias pasadas, todavía vigentes
1. Los Puestos de atención comunitaria: una propuesta para la orientación a adolescentes y jóvenes de barrios y veredas
a Fundación del Sinú, Fundación Universitaria Luis Amigó, Corporación Universitaria del
Sinú, Corporación María Cano, Corporación Minuto de Dios, Procuraduría de Familia,
Instituto Colombiano de Bienestar Social ICBF y Visión Mundial, decidimos conformar en el
año 2004 la Red de orientación a familias en estilos de vida saludable.
Los objetivos de la Red de orientación a familias en estilos de vida saludable eran:
- Elaborar estudios, proyectos, artículos y propuestas sobre la familia cordobesa en aspectos de interés
- Proponer, ejecutar, sistematizar y evaluar programas de capacitación, acompañamiento y atención a
las familias
- Organizar eventos, difundir por todos los medios posibles los resultados obtenidos y promover
centros de documentación
Puestos de atención
En las comunidades de Montería las familias en general y los adolescentes y jóvenes en particular
enfrentan serias dificultades personales, familiares, comunitarias y sociales.
Estamos convencidos que podemos ayudar a capacitarlos, organizarlos y brindarles el apoyo que
requieren por parte de las administraciones gubernamentales, gremios, iglesias, asociaciones y
organizaciones no gubernamentales y de esta manera mejorarían sus condiciones de vida.
Hemos identificado que las mayores dificultades de los adolescentes y jóvenes son: 1. El riesgo de no
tener un desarrollo personal sano. 2. Los conflictos familiares y comunitarios. 3. Los problemas
sicológicos ocasionados por el desplazamiento, la inseguridad y la pobreza. 4. La falta de generación
de ingresos y empleo.
Por estas razones propusimos conformar los siguientes:
L
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Son sedes atendidas por jóvenes, encargados de orientar a adolescentes, jóvenes y otros miembros de
la familia en aspectos que tienen que ver con prevención de alcoholismo y drogadicción, violencia
intrafamiliar, delincuencia y prostitución, salud sexual y reproductiva y vida familiar.
Objetivos
- Informar y orientar a los miembros de la familia que acudan a ellos en los aspectos señalados. La
información es el suministro de nombres, direcciones, funciones y demás datos de personas,
instituciones y organizaciones que pueden prestar ayuda en los temas anotados.
La orientación, además de la información, es la atención y el acompañamiento que harán los jóvenes
orientadores las veces que sea necesaria a las personas que acudan a ellos. Los orientadores cuentan
con el apoyo de profesionales de las instituciones que componen la Red y pueden remitirlos a ellos en
caso sea necesario para atención personalizada.
- Promover en los distintos grupos de la comunidad (adolescentes, jóvenes, padres de familia, iglesias,
organizaciones comunitarias, económicas, deportivas, culturales y colegios, entre otros) la vida sana y
bien llevada. La labor será constante y utilizarán todos los medios posibles para lograr lo propuesto.
- Capacitar y organizar a los interesados en estos temas con el fin de crear, fortalecer y ampliar estos
Puestos.
Resultados obtenidos
- Estos Puestos funcionaron durante algún tiempo en varios barrios de la ciudad de Montería.
Desaparecieron por falta de apoyo de instituciones que se habían comprometido a impulsarlos.
- Durante el tiempo que permanecieron observamos la importancia y utilidad que tenían.
- El Foro Córdoba 67 años solicita a los barrios y veredas que tengan interés y posibilidades de
analizar e implementar estos u otros tipos de organizaciones y liderazgos que ayuden a entender y
apoyar estas iniciativas, favor comunicarse con nosotros, estamos dispuestos a compartir documentos
y conocimientos adquiridos con esta y otras experiencias.
Víctor Negrete Barrera
2. Diálogo sobre investigación comunitaria y procesos sociales
Compilación resumida elaborada por el licenciado Miguel Garcés como parte del diplomado en
formación de líderes cristianos con énfasis en investigación y desarrollo adelantado por la
organización Visión Mundial en el año 2007
A continuación, presentamos las conclusiones de la charla sostenida con Víctor Negrete. Es una
síntesis de carácter propositivo que busca hacer de la reflexión teórica y académica de la investigación
participativa, un laboratorio de vivencias e ideas que inciten al compromiso y la acción creativa y
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proactiva en procura de contribuir a mejorar las condiciones de vida de las comunidades marginales
del municipio de Montería:
- Surgió la idea de compartir la experiencia de los Puestos de atención comunitarios y otras similares
con los adolescentes y jóvenes de Visión Mundial como parte del proceso de divulgación, formación,
sistematización, análisis e implementación de propuestas de trabajo con comunidades.
- Es necesario lograr en el proceso de los proyectos, involucrar desde el principio a las organizaciones
sociales y comunitarias interesadas y si es posible las administraciones locales, que aseguren la
ejecución de lo proyectado.
- Las capacitaciones que se realicen deben ser de máxima calidad, verificando el nivel de conocimiento
y comprensión de los asistentes, con métodos y medios que faciliten y motiven la participación y el
análisis, en lo posible que exista confianza mutua entre capacitadores y asistentes. Es recomendable
verificar de antemano los participantes cómo asimilan y socializan vivencias y experiencias en las
familias y comunidades.
- Es importante incluir la institucionalidad pública y privada dentro de estos procesos de intervención
comunitaria, no es posible asumir el compromiso social sin contar con ellos, sobre todo cuando se
refieren a obras y acciones que también les corresponden.
- Es necesario que cada persona desde su especialización en el trabajo, encuentre lugar para hacer lo que
sabe hacer dentro del proyecto.
- Hay que divulgar y compartir por todos los medios posibles lo que están haciendo, con el objeto de
establecer nuevos vínculos o relaciones de utilidad.
- Es importante que la organización considere necesario dar a conocer la historia y situación actual de
los barrios. Esto les permite que las familias conozcan mejor sus comunidades, las valoren y afiancen
sus identidades, reconozcan a las personas que les han servido. Con el material recopilado pueden
hacer proyectos, programas y solicitudes; textos escolares, archivo y exposiciones fotográficas
- También es posible fomentar la elaboración de planes de desarrollo comunitario para que no sean los
políticos y otros quienes digan a la comunidad lo que hay que hacer. Para ello es fundamental contar
con asociaciones organizadas, participativas, honestas y con gran capacidad de gestión.
- Hay que insistir en la participación y organización de las comunidades, esta debilidad ha hecho que la
politiquería, la indiferencia y el conformismo tome partido haciendo que los beneficios individuales
consuman las necesidades colectivas.
- Deben proponer nuevos tipos de liderazgo y organización, distintos a los tradicionales que han
funcionado en las comunidades que no les gusta capacitarse, no aceptan las críticas ni la diversidad de
opiniones. El nuevo perfil debe mostrar profundidad ética y moral, amante del crecimiento, la
formación integral y una gran apertura a crecer y madurar con tolerancia y convivencia.
- Es necesario que surjan nuevas formas de asociación, comunicación, trabajo, afectos y disciplina
distintas a las tradicionales. Con frecuencia son copias traídas de otras realidades, impuestas muchas
veces con resultados no recomendables.
- Incentivar para que surjan organizaciones de niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, madres cabeza de
familia, tercera edad, deportistas, artistas, ambientalistas… hay elementos de sobra para crear nuevas
organizaciones más eficaces.
- Es clave que las organizaciones trabajen en generar nuevos movimientos de opinión donde converjan
diversas propuestas y corrientes de pensamiento, elaborar alternativas de desarrollo viables y
convincentes y obtener resultados.
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Museos y colecciones
de piezas arqueológicas y antropológicas en Córdoba
Museo Arqueológico Zenú Sergio Restrepo Jaramillo
l Museo Arqueológico Zenú
de Tierralta, es el más
completo en su género, el
único en Colombia y el más
representativo en información y
aspectos generales de la cultura Zenú.
Está constituído por más de 1.500
piezas de las cuales se destacan
cerámicas y materiales líticos e
información sobre la orfebrería.
El número y variedad de piezas, la
antigüedad y el arte consignado en las
mismas, la dispendiosa labor de
recolección, desde las manos de los
guaqueros y traficantes de los tesoros
precolombinos. Aunque poco
conocido el Museo Arqueológico Zenú de Tierralta, en Córdoba, es un lugar de extraordinario valor
cultural y científico. Su organización fue el legado del sacrificado sacerdote jesuita Sergio Restrepo.
Ubicación.
Se encuentra ubicado en el área contigua al templo de la Parroquia San José de Tierralta, municipio
situado al sur del departamento de Córdoba a 85 kilómetros de Montería, la capital departamental.
Localización.
El museo ocupa una edificación de dos plantas contiguas a las dependencias de la Parroquia San José,
complejo arquitectónico situado en el corazón de la cabecera municipal.
Antecedentes.
El inicio del museo ocurre con la llegada de la Comunidad religiosa de los Padres Jesuitas a Tierralta
en 1980, donde se hicieron cargo de la Parroquia San José.
Mientras atendía su labor pastoral y social en la parroquia, el padre Sergio Restrepo Jaramillo dedicaba
su tiempo especialmente los fines de semana y feriados a obtener piezas provenientes de los más
apartados lugares donde se lograron rescatar vestigios de la Cultura de los Zenúes, especialmente en el
área de las cerámicas.
Viajaba a municipios del bajo Sinú como Momil, Chinú, Chimá, Ciénaga de Oro y el San Jorge como
Planeta Rica, Buenavista, Montelíbano, Ayapel, Puerto Libertador y Uré. En Tierralta visitaba Betancí,
E
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hacienda Gallo, los alrededores de Batata, especialmente el Cerro del Venado, Palmira, Caramelo y la
hacienda El Cabrero. Sitios en los cuales se asentaron las tribus indígenas de la familia Zenú. Los
Zenúes estaban conformado por tres familias indígenas parientes entre sí, localizados en la costa
noroccidental de Colombia. De acuerdo a su ubicación los españoles le dieron tres diferentes nombres:
los Finzenúes, que habitaron las orillas del río Sinú, los Panzenúes que se ubicaron a orillas del río San
Jorge y los Zenúfana, ubicados entre el río Nechí y el bajo Cauca. Lo que al principio parecía un
pasatiempo del padre Sergio Restrepo, se convirtió a través de más de diez años de cuidadosa y
paciente labor, en una positiva realidad, en unos resultados de gran valor histórico, cultural y científico.
Cuando ya el padre Sergio Restrepo había avanzado en su tarea de organizar el museo, contó con el
apoyo del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) con sede en Bogotá, Este apoyo
fue especialmente para clasificar las piezas que en un número superior a 1.500 integran el museo.
Además de las cerámicas, hay infinidad de objetos que fueron de uso diario de los integrantes de la
Cultura Zenú, elaborados en piedra, huesos, raíces y conchas de origen marino.
Inicialmente todas las piezas del museo estaban en unos armarios en salones de la parroquia. Gracias
a las gestiones del padre Sergio mucho antes de su muerte, logró el apoyo de la Compañía de Jesús y
la fundación Adveniat, la construcción de dos edificios de dos plantas cada uno para el uso de la
biblioteca municipal y el Museo Arqueológico Zenú. Estos fueron terminados y entregados el 1 de
junio de1990, un año después del asesinato del padre, pese a esto la obra continuó con el aporte de los
padres Gustavo Jiménez, mantenimiento por más de 28 años. gestionó la clasificación y registro oficial
de las piezas del Museo por parte del ICANH, dándole una ubicación con más trascendencia de
exposición ante el público, en la presencia del padre Jorge Uribe se llevó a cabo la investigación sobre
la cultura Zenú que recoge la información de esta cultura en 7 documentos cuidadosamente organizado
en espera de poder ser publicado.
Una de las más importantes exposiciones registrada en el museo es la sepultura del Hombre de El
Cabrero, que data del siglo III DC, fue rescatada en la hacienda El Cabrero por tal razón lleva su
nombre, este rescate arqueológico se hizo bajo la supervisión del instituto ICANH.
Este museo arqueológico de gran renombre, por la condición del material que guarda en su seno desde
su inicio contó con la visita o presencia de personas de diferentes partes del departamento, el país,
estudiantes de otros municipios de diferentes instituciones y con un gran número de extranjeros que
han visto en él una fuente histórica de la cultura Zenú tan original o tan virgen que se puede decir que
es el único en Colombia en su género o el único de su especie en la costa Caribe, el único en Córdoba
y afortunadamente lo tenemos en Tierralta. Gracias al padre Sergio, a la Compañía de Jesús y a la
incansable labor de Víctor Pantoja quien al lado del padre Sergio organizó, restauró y conoció el
proceso de este museo orgullo de los altosinúanos.
Este museo arqueológico de la Cultura Zenú que usted visita, lo inició un sacerdote de la Compañía
de Jesús, muerto trágicamente aquí en Tierralta el 1 de junio de 1989, el padre Sergio Restrepo. Por
eso lleva su nombre. La obra continuó con el aporte de los padres Jesuitas Enrique Herrera, Tulio
Aristizabal, Jorge Uribe y Víctor Pantoja su actual Director.
Este museo contiene tres segmentos de mucha importancia como ya lo habíamos comentado
anteriormente, el primer componente es el material lítico, el segundo componente es el material
cerámico, el tercer componente es la fantasía, muy representativa de la cultura Zenú y una exposición
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de mucha importancia es la sepultura de El hombre de El Cabrero.
La Red departamental de museos
En la ciudad de Montería, siendo las 9:00 de la mañana del día 14 de abril de 2015, se reunieron en el
Auditorio de la Corporación Universitaria del Caribe-CECAR los representantes de los diferentes
museos del departamento de Córdoba que a continuación se relacionan e invitados convocados para
participar de la reunión:
Andres Felipe Segura Tirado – Secretario de Cultura Departamental.
Libia Recalde Piñeres – Asesora Red de Museos Ministerio de Cultura.
Fredy Ballestero – Representante Junta Pro Semana Santa de Ciénaga de Oro.
Álvaro Madera – Representante Museo José Dolores de San Andrés de Sotavento.
Fabio Alberto Domicó Domicó – Representante Museo Comunitario Pueblo Embera Katío del Alto
Sinú Cabildo Indígena Tierralta.
Víctor Pantoja: Representante Museo Arqueológico Zenú Sergio Restrepo – Tierralta.
Elia Rosa León León: Representante de FUNISOC.
José Paternina: Representante Museo San Andrés de Sotavento.
Ana María Fernández Paternina: Museo San Andrés de Sotavento.
Cristian Padilla Mercado: Profesional Universitario Secretaría de Cultura.
Invitados especiales:
Augusto Amador Soto: Periodista en temas culturales.
Gleiner Spir: Contratista de la Secretaría de Cultura Departamental.
Gustavo Céspedes Ramírez: Técnico Operativo Secretaría de Cultura.
El orden del día fue el siguiente:
Sensibilización del Programa de Fortalecimiento de Museos a cargo de Libia Recalde Piñeres.
Funcionaria del Ministerio de Cultura.
Presentación de cada uno de los asistentes al evento.
Conformación de la Red Departamental de Museos.
Elegir un representante de la Red Departamental de Museo ante la Mesa Nacional de Museos.
Preposiciones y varios.
Para dar inicio al evento programado la representante del ministerio presento saludó de bienvenida a
todos los asistentes y explicó la importancia de fortalecer los procesos de organización y gestión de
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las redes territoriales a partir de la construcción de un Plan de Acción para el 2015, teniendo como
referencia los planes estratégicos y la Política nacional de Museos de cara a su inclusión en los planes
de desarrollo departamentales.
También resaltó el grado de importancia y responsabilidad de la conformación de la Red
Departamental de Museos en el Departamento y de allí la necesidad de emprender actividades efectivas
del sector que amplíen su campo de acción.
A continuación, en presencia de la funcionaria del Ministerio de Cultura Nacional los asistentes al
evento volvieron a elegir por unanimidad VICTOR PANTOJA, como representante a la Mesa
Nacional de Museos.
Para mayor constancia esta acta es firmada por el Secretario de Cultura Departamental.
ANDRES FELIPE SEGURA TIRADO
Secretario de Cultura Departamental.
Museo Arqueológico-Cultural itinerante Zenú de Colombia
A 15 kilómetros del municipio
Ciénaga de Oro, por carretera recién
pavimentada y paralela a un caño
llamado Aguas Prietas, se encuentra
el corregimiento Punta de Yánez.
Hace 24 años allí funciona el primer
Museo Arqueológico Cultural
itinerante Zenú de nuestro
departamento, ya que aquí
descubrimos un gran yacimiento
arqueológico perteneciente a la
cultura de nuestros indígenas
zenúes. Abarca cinco fincas y dos
calles públicas. Está dirigido por un
personaje muy interesante llamado Franklin Pla Elías. Él lleva 24 años clasificando el museo en 6
categorías según el material: cerámico, óseo, malacólico, lítico, fósil y fragmentos. Aquí se pueden
observar vasijas de muchos estilos, ocarinas, patenas, cuencos, copas ceremoniales, budares,
herramientas de pecho de morrocoy, de hueso de primates, collares de colmillos de felinos y de dientes
humanos, espátulas, macerador, volantes de huso, collar de caracoles de agua salada, dijes y cuentas
Visita del cabildo indígena de San Sebastián de Lorica
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de collar con orificios. Pero también en piedra, manos de moler, hachas y metales. (Antigüedad: 1400
años antes de Cristo) y en la última categoría del Museo observamos los fósiles descubiertos por
Franklin, arqueólogo empírico. Aquí, en tierras zenúes, hay corales, ostras y caracoles. (Antigüedad
65 millones de años). Nota. Esta antigüedad es basada en un sistema llamado Arqueología Comparada.
Franklin Pla Elías es un personaje polifacético dentro del Museo: es conferencista, fotógrafo,
camarógrafo, decorador, marquetero, custodio, archivador, dibujante, aseador, propagandista,
relacionista, guía turístico, restaurador, expositor, bodeguero, celador y protector de toda su colección
Zenú.
La historia es muy larga pero el final del único capítulo terrible que ha tenido este Museo fue en marzo
de 2015, todo el Museo fue botado a la calle con el fin de robarse las instalaciones que Franklin había
conseguido hacía 18 años.
Dos familias rompieron los candados y las puertas y se metieron a vivir allí con todos sus muebles y
el patio también fue invadido por otras tres familias. Esto fue permitido por varios punteyaneros y con
el aval del corregidor y del alcalde de turno de Ciénaga de Oro. La noticia salió en los periódicos, a
raíz de esto a Franklin, para que se quedara callado, lo amenaza un sicario que fue enviado por esas
familias.
Franklin duró 11 días recogiendo todas las piezas, mesas, cuadros, fotos, etcétera sin que nadie lo
ayudara y se las llevó para su casa que es extremadamente vieja y en este lugar sigue con la titánica
tarea, dictando conferencias, explicando cada una de las piezas que posee y que siempre han sido
obtenidas por medio de un procedimiento llamado Arqueología de rescate.
Cabe anotar que hace muchos años Franklin incluyó este museo en el Plan de Ordenamiento Territorial
POT y también en la Red de Museos de Córdoba y Colombia ante el Ministerio de Cultura en Bogotá.
Franklin recibe en su Museo todos los años a decenas de alumnos de primaria, bachillerato,
universidad, padres de familia, políticos, alcaldes, turistas, profesionales en diferentes áreas de la
ciencia, todos provenientes de diferentes ciudades, municipios y veredas de nuestra región caribe y del
interior del país.
Hay que resaltar que este personaje ha logrado esto sin tener ayuda de ninguna administración y
ninguna entidad de Estado.Solamente trabajando sin ánimo de lucro, con sus uñas y su buena voluntad
ya lleva 24 años y continúa la labor.
Como será tan importante este Museo y este personaje que fue invitado especial a la gran inauguración
de la Casa de la Cultura en Ciénaga de Oro (Córdoba) para que expusiera sobre la gran riqueza de cada
una de las piezas que posee.
Franklin y su Museo han salido por el periódico en nueve ocasiones, por televisión en tres programas
diferentes y por Telecaribe cada 22 días.
El objetivo principal de este personaje es rescatar, conservar, reparar, limpiar, proteger y divulgar todo
lo relacionado con los vestigios arqueológicos encontrados aquí en el corregimiento. Sin comprar ni
vender una sola pieza.
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Museo de los Pequeños Arqueólogos del Lácides
s una iniciativa que surge en el año 2016 gracias al trabajo del grupo de investigación Los
Pequeños Arqueólogos del Lácides, conformado por siete niños y un docente vinculados al
programa Ondas de Colciencias y apoyados por el convenio 572 entre la Corporación
Unificada Nacional de Educación Superior – CUN y la Gobernación de Córdoba. Este equipo de
trabajo interesado en conocer y preservar el patrimonio arqueológico, cultural y natural del bajo Sinú,
ha ganado varios premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional, realizando el inventario
y rescate de piezas arqueológicas en el cabildo indígena de San Nicolás y sus alrededores con la ayuda
de la etnia Zenú, afro-colombiana y de los campesinos, asesorados por el Museo de la Universidad del
Norte MAPUKA. Un gran aliado que facilitó el registro de 251 piezas arqueológicas ante el Instituto
Colombiano de Antropología e Historia – ICANH.
Con los vestigios encontrados se aspira a organizar el primer museo arqueológico del bajo Sinú,
gestionado por niños con el apoyo de docentes, padres de familia y comunidad.
En la actualidad estas muestras arqueológicas han sido protegidas con fines pedagógicos y científico,
capacitando a estudiantes y personas interesadas en la arqueología.
Las muestras arqueológicas se encuentran ubicadas en una casa de familia en la avenida primera en el
legendario pueblo de San Nicolás de Bari en Lorica, Córdoba, un lugar arqueológico visitado por
Reichel Dolmatof, padre de la arqueología colombiana.
Esta población fue centro indígena, sede religiosa y funeraria de la antigua provincia indígena de
Finzenú morada de caciques y mohanes. Este museo en formación cuenta con 251 piezas arqueológicas
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de la cultura Zenú, Malibú y Tairona, fabricadas en materiales como cerámica, líticos (piedras), óseos,
malacológicos (conchas), metálicos y fósiles. Cada pieza es un libro que enseña algo del pasado, entre
las piezas más representativas están:
1. Herramientas: hachas, lascas cortantes, azadones, cinceles, pulidores para cerámica, petro esferas,
yunques, cuencos, metales y manos de moler.
2. Vasijas utilitarias y ceremoniales: antropomorfas (forma humana), zoomorfas (forma animal), fito
morfas (forma vegetal) y otras globulares, semi globulares, mini vasijas, entre otras.
3. Copas ceremoniales:
4. Platos y cazuelas (utilitarias)
100
5. Misceláneos: collares en cerámica, huesos, conchas marinas y piedra
6. Rodillos o pintaderas: estampar tela, cerámica o piel
7. Sellos planos
8. Volantes de huso, en concha marina y cerámica
9. Amuletos
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10. Figuras antropomórficas y zoomórficas
11. Instrumentos musicales: pitos, ocarinas, flautas y sonajeros
12. Bala de cañón española (colonia)
13. Fósiles (diente fosilizado de Megalodón)
14. El señor cazador
102
15. Material didáctico para el museo: en la actualidad se cuenta con material didáctico diseñado por
el grupo de investigación tales como:
Mapas, imágenes, ilustraciones, relojes y postales que recrean la ubicación y las firmas de vida de los
indígenas de la región, además juegos que facilitan conocer mejor su historia y actividades.
Nuevo inventario de piezas arqueológicas
En la actualidad existe un inventario que sobrepasa las 400 piezas arqueológicas que pueden ser
rescatada para consolidad el museo. Para ello necesitamos:
- Una sede adecuada para el museo
- Vitrinas para su conservación
- Transporte y urnas adecuadas para su traslado
- Arqueólogos que asesoren el proceso
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Recomendaciones del Programa Fortalecimiento de Museos
Documento con recomendaciones de José Bernardo Acosta, asesor Programa
Fortalecimiento de Museos - Mincultura. Fecha: 20/Mayo/2014. Remitido a la
Secretaría de Cultura de Córdoba, producto de visita realizada para esa fecha.
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Directorio Red de Museos y colecciones de Córdoba
Nombre Teléfono Correo Lugar
Silvio Burgos 3017892018 [email protected] Ciénaga de Oro
José Arteaga 3106554735 [email protected] Lorica, San Nicolás de Bari
Erit Urango 3003728772 [email protected] Momil
Lucy Castilla 3006431208 [email protected] Colección Universidad del Sinú
María Yovadis Londoño 3136853747 [email protected]
Museo Etnopedagógico del Alto San Jorge Palenque
de Uré
Franklin Pla Elías 3114882853 [email protected] Punta de Yánez
Álvaro Madera 3045889629 [email protected] San Andrés de Sotavento
Julieta Cardona 3215865884 San Antero
Víctor Pantoja 3128119089 [email protected] Tierralta
James Jarupia Domicó 3127489960 Tierralta, Museo Embera Katío
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1. Urabá, conflictos y educación rural.
2. Las fuentes de agua en Córdoba.
3. La pobreza dentro de la pobreza. Cantaclaro y su canal.
4. Desplazados, finqueros y jóvenes creativos.
5. Memorias del encuentro con Tierralta.
6. Los asentamientos subnormales en Montería.
7. Memorias del encuentro con el Alto San Jorge.
8. Memorias del Encuentro con la otra Montería.
9. Nuestra educación para la creatividad, la identidad, la convivencia pacífica y el bienestar.
10. Vidas y oficios de pobladores del Alto Sinú. Testimonios.
11. Desarrollo agropecuario y reforma agraria. Memorias.
12. Las familias de Montería ante los derechos y los riesgos.
13. El desplazamiento por la violencia en el departamento de Córdoba. 1999-2002.
14. El proceso de reubicación de población desplazada por la violencia en predios rurales del municipio de Montería.
15. Jóvenes, familia y sociedad: de la exclusión al riesgo. El caso Córdoba.
16. Memorias del conversatorio El proceso de negociación con las AUC y el posconflicto en Córdoba. Serie Documentos.
17. Memorias del foro La calidad de la educación en Córdoba. Serie Documentos.
18. Adolescentes y jóvenes de asentamientos con presencia de desplazados confiesan sus opiniones, creencias y prácticas sexuales.
19. Los puestos de atención comunitarios, una propuesta para la participación y organización. Serie Documentos Comunitarios.
20. Desarrollo y fortalecimiento de la actividad empresarial en Montería. Impacto de los programas de capacitación y crédito.
21. Las fuentes de agua en el departamento de Córdoba. un inventario desalentador. 1952-2000.
22. Algunos aspectos del proceso de negociación Gobierno-AUC. Documentos para la reflexión Nro.1.
23. Grupos políticos, iglesias y conflicto armado. Documentos para la reflexión Nro.2
24. Las peleas en casa y el maltrato infantil, una guía para conocerlas, atenderlas y prevenirlas.
25. Lucha por la tierra y reforma agraria en Córdoba.
26. Parapolítica, posdesmovilización, elecciones y organizaciones sociales. documentos para la reflexión Nro.3.
27. Situación del conflicto y la pobreza en Córdoba y perspectivas de paz.
28. Hidroeléctricas, inundaciones, energía, desarrollo. Documentos para la reflexión Nro. 4.
29. Otro Córdoba es posible. Documentos para la reflexión Nro.5.
30. Análisis sociopolítico de Montería y propuestas sobre liderazgo, participación y compromiso ciudadano.
31. Conflicto y crecientes. Documento para la reflexión Nro.6.
32. Cultura política y participación en Montería 2006-2008.
33. Cuatro miradas al conflicto en Córdoba. Documentos para la reflexión Nro.7.
34. La investigación Acción Participativa en Córdoba.
35. El sur de Córdoba ¿conflicto sin fin?
36. El desarrollo rural. Conocimientos y experiencias del sur de Córdoba, bajo Cauca y Urabá antioqueños.
37. El desarrollo rural y los consejos municipales de desarrollo rural – Cartilla.
38. Las familias en el Sinú.
39. Los municipios del San Jorge en Córdoba ¿Desarrollo rural en medio del conflicto y la pobreza? Documentos para la reflexión Nro.8.
40. Córdoba: 9 años después de la desmovilización de las AUC, 2 años después de los diálogos de La Habana. Documentos para la reflexión
41. El proceso de construcción de la Investigación Acción Participativa en Córdoba-Colombia. Documentos para la reflexión Nro.10.
42. Ciénaga de Ayapel. Así empezó la escasez y el deterioro. Documentos para la reflexión Nro.11.
43. Relatos de nosotros los cordobeses.
44. 1. Posibilidades de implementar en Córdoba los acuerdos de desarrollo rural territorial firmados entre el Gobierno y las Farc. 2. El
45. Las familias en Córdoba. Entre los riesgos y la incertidumbre. Documentos para la reflexión Nro.12
46. Los humedales en Córdoba 1987-2007 ¿Cuántos hemos perdido y deteriorado? ¿Es posible su recuperación?
47. 1. Usos, distribución y ordenamiento territorial en el departamento de Córdoba. 2. Región Urabá Caribe 3. Elecciones para Congreso. Doc Nro. 13
48. Santos, creencias, identidades y oficios populares en el departamento de Córdoba
49. Historia y situación actual de mi vereda
50. 1. El pasado reciente de Córdoba: ¿qué lecciones nos ofrece? 2. ¿Para dónde vamos en educación? Documentos para la reflexión Nro.14
51. El desarrollo de Córdoba, experiencias a tener en cuenta. Documentos para la reflexión Nro. 15
52. Conflicto, Historia, ¿Paz? Documentos para la reflexión Nro.16
53. Foro Córdoba 67 años. Documentos preparatorios. Documentos para la reflexión Nro.17
54. Foro Córdoba 67 años: Ponencias presentadas. Primera parte. Documentos para la reflexión Nro. 18
55. IAP La Investigación Acción Participativa en Córdoba
56. Foro Córdoba 67 años: Ponencias presentadas. Segunda parte. Documentos para la reflexión Nro. 19
57. Foro Córdoba 67 años: Ponencias presentadas. Tercera parte. Documentos para la reflexión Nro.20
58. Celebración de los 47 años de la IAP y Encuentro de Metodologías y Concepciones Participativas. Ponencias presentadas. Primera parte. Sesiones
especiales. Documentos para la reflexión Nro. 21
59. Proyecto de Acceso a la Justicia. Diagnóstico de Barreras de Acceso a la Justicia en los Municipios del Sur de Córdoba
60. Celebración de los 47 años de la IAP en Colombia y Encuentro de Metodologías y Concepciones Participativas. Ponencias presentadas. Segunda parte.
Documentos para la reflexión Nro. 22
61. Costumbres campesinas, conflicto social y propuestas de paz. El problema de la violencia en el alto y medio San Jorge. Documentos para la reflexión
Nro. 23
www.unisinu.edu.co/cespo
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