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Celebración del Centenario de la Batalla de Ayacucho - 1924

Un siglo de luz en Arequipa

Calle Mercaderes - 1926

Presentación........................................................................................................... 05

I. Arequipa antes de la luz eléctrica....................................................................... 07

II. La llegada de la luz............................................................................................. 11

III. Charcani I........................................................................................................... 15

IV. Arequipa de Noche............................................................................................ 19

V. Desarrollo de la Industria y el Comercio............................................................21

VI. El auge de las Comunicaciones...................................................................... 27

El boom de la radio en Arequipa...................................................................... 29

VII. El Transporte: El tranvía....................................................................................37

VIII. La electricidad en nuestros días..................................................................... 43

Créditos.................................................................................................................. 45

ÍNDICE

Nocturno de Arequipa

Plaza de Armas a fines del siglo XIX

Portal de Flores - 1880

PRESENTACIÓN

03EGASA 05“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

EGASA se complace en presentar la publicación “Un Siglo de Luz en Arequipa” comoun homenaje a aquellos visionarios hombres de Empresa que hace justamente un sigloconstituyeron la Sociedad Eléctrica de Arequipa Ltda. – SEAL, e instalaron la CentralHidroeléctrica Charcani I, ahora a cargo de EGASA, iniciando un proceso de constantedesarrollo para la Región Arequipa a partir del suministro eléctrico.

La publicación contiene ocho capítulos excepcionales con expresiva narración deAntonio Ugarte y participación del equipo Editor de EGASA, que han querido recordarlo que eran las costumbres del poblador arequipeño antes de la llegada de la luzeléctrica: Hombre de jornada que vivía bajo la influencia de la naturaleza y profundamentededicado a los designios de Dios desde el amanecer hasta el ocaso.

Se describe el gran acontecimiento que significó la llegada de la luz al centro históricode Arequipa. La historia cuenta que la catedral, portales, fuente y jardines de la plazamayor se iluminaron por primera vez hace un siglo ante los ojos de los espectadorescomo jamás había ocurrido, y permitió que Arequipa fuera una de las primeras ciudadesde América en ingresar a la modernidad, gracias al suministro eléctrico.

A partir de este momento, la vida de la población cambió totalmente, se agregaronhoras nocturnas al día, se prolongó el tiempo útil de la vida pública y social. La ciudaddio un giro notable en su apariencia, las calles ahora más iluminadas ofrecían laarquitectura de sus edificios, aspectos que pudieron ser capturados por los HermanosVargas en bellas fotografías nocturnas, algunas inéditas, que presentamos aquímostrando ese rostro único y singular de Arequipa del siglo pasado.

La industria y el comercio adquieren mayor protagonismo que nunca a partir de lallegada de la luz eléctrica con la conformación de gremios especializados desde 1905,ostentando Arequipa una robusta y visionaria personalidad descentralizadora.

Las comunicaciones en el siglo XX alcanzan un auge sorprendente con la electricidad,tanto o más que la invención de la imprenta en el siglo XV y la del teléfono a finales delsiglo XIX. El invento de la televisión y sobre todo de la radio, transformaron lascostumbres y la forma de vida de las personas, permitiendo recibir las noticias entiempo real y convirtiéndose a la vez en la principal fuente de entretenimiento.

El transporte se vio favorecido con la aparición del tranvía eléctrico que reemplazó alde tracción animal y cuya simpática presencia era emblemática de ese progresismohumanista de principios de siglo XX.

Es difícil imaginar como sería nuestra vida sin la electricidad, ya que hoy en día todaslas actividades cotidianas requieren de este servicio imprescindible al que estamosacostumbrados y vemos como algo natural; sin embargo también es un servicio escasodel que muchas personas están privadas principalmente en las zonas rurales del país.

Queda pues aun mucho por hacer, por ello hemos querido presentar la experienciavivida en nuestra ciudad que hoy celebra jubilosa y con justa razón: “UN SIGLO DELUZ EN AREQUIPA”.

Nocturno: Cementerio con vista del Misti

Nocturno: Puente, gente y vista del Misti

I.- AREQUIPA ANTES DE LA LUZ ELÉCTRICA

EGASA 07“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

Las costumbres de los habitantes de Arequipa al finalizar el siglo XIX, seguían siendolas mismas de siglos anteriores. Hombre de “jornada” por su antigua vocación agrícola,el arequipeño del campo o de la ciudad, vivía bajo la influencia de la naturaleza.

Despertaba con el canto de los gallos y el trinar de las aves que anunciaban el amanecer.Se levantaba cuando el sol, asomando su luminosa faz entre las crestas de los volcanesMisti y Pichu Pichu, inauguraba en el cielo el celeste purísimo de la aurora; y en la tierra,la policromía prodigiosa del paisaje: dorado del trigo; verde intenso de la alfalfa, verdeclaro del maizal y violeta trémulo del patatal en flor. En el medio, como perla engastadaentre esmeraldas, la sorprendente arquitectura de la ciudad hecha de sillar, se animabaal toque tempranero de las campanas de las seis, que en su llamado de bronce cantarínrecordaban al hombre su primera obligación: la de cumplir con Dios.

Resplandeciente espectáculo de luz, color y sonido vibrando en la inmaculadadiafanidad del aire.

Luego del rezo matinal, el aseo y el tibio pan del desayuno, el arequipeño se disponíaa iniciar su rutina diaria bajo la pauta luminosa del sol.

Hombre, ciudad y campiña; río, valle y volcanes recibiendo el cálido beso de lamañana.

Sea en el taller, la oficina, la escuela o la chacra, la jornada se verificaba siguiendoel discurrir del astro rey por la esfera limpísima del cielo.

Así, cuando en su mayor esplendor marcaba con enceguecedora luz la mitad dela jornada y su calor abrasador y agobiante hacían pedir tregua al músculo y sosiegoal cerebro, campanas en la ciudad y rebuznos en los campos anunciaban quellegaba la hora del descanso y el alimento.

Entonces, bajo la fresca sombra de una ramada en la chacra; entre las protectorasparedes de adobe de la choza con techo de paja y barro de la aldea; o en la ventiladacasa solariega de la ciudad, la familia reunida en torno a la mesa hogareña, sepersignaba y rezaba con la intensidad y devoción de quien en diálogo directo agradecea Dios las bondades recibidas y el sustento por recibir, que el olfato ya anticipabasuculento. Las tentadoras emanaciones de la cocina anunciaban la apetitosa presenciade la incomparable comida arequipeña: sustanciosa y creativa mezcla de la sabiduríaculinaria de España y del Perú, en la alquimia amorosa del fogón a leña.

La andina chicha de maíz en el sencillo tablón de la mesa campesina o el hispánicovino de las haciendas de los valles de Vítor, Siguas y Majes en la mesa con mantelde la ciudad, acompañaban al merecido alimento.

Después del necesario reposo, nuevamente al trabajo, que el sol sigue en el cielo,y mientras su luz alumbre, ha de continuar el hombre el designio que Dios le haquerido imponer: trabajar hasta que el sol, cumplido también su periplo, se alejeocultando tras los cerros de Sachaca y Tiabaya, la sobrecogedora visión del ocaso.

08 EGASA “UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

Dios te salve Maríallena eres de graciael Señor es contigo,bendita eres

entre todas las mujeresy bendito es el fruto detu vientre: Jesús”

Rezo del Rosario al anochecerRezo del Rosario al anochecer

Hora dramática y sagrada, agonía de la luz que las campanas del Ángelus acompañangraves. En el rojizo escenario que domina campo y ciudad, hombres y mujeres searrodillan para rezar la oración del “Ángelus”...”y el ángel del Señor anunció a María:

La tristeza que el silencio de la hora impone, se dulcifica con el vaticinio milagroso:En el vientre sin pecado de María, el Espíritu Santo engendraría un niño divino quetraería luz al mundo de los hombres. Bella metáfora de la promesa de un nuevo díaen el cotidiano renacer del sol.

Así, con el alma en paz, el habitante de Arequipa se recogía a la seguridad tibia de sumorada, mientras en los confines se iba empozando la intimidante penumbra de lanoche.

En el interior de las viviendas alumbradas por candelabros, después que los niñosrealizaban sus tareas escolares bajo la vigilancia colaboradora de los padres, lafamilia volvía a congregarse a la mesa para “comer” (el término “cenar” se usópoco en Arequipa) y nuevamente todos reunidos incluyendo servidumbre, sedisponían con el mayor recogimiento a rezar el Santo Rosario coreando al unísonolas monótonas letanías de la oración.

EGASA 09“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

Concluida esa larga obligación religiosa con la que se daba fin a la rutina diaria,...todos a acostarse. Era entonces el momento en que los pequeños pedían “un cuentopara dormir” cuya narración corría a cargo de uno de los padres o alguna personamayor de la casa. Estos relatos – muchos de origen español y que hasta en dosocasiones fueron editados en el siglo XIX por el impresor arequipeño don FranciscoIbáñez – siempre contenían una moraleja y eran escuchados con suma atención,sobre todo aquellos que relataban historias de fantasmas o aparecidos, como aquelque habla de “la procesión de las ánimas”, séquito de esqueletos de túnica y capuchaportando cirios de canilla humana y que asustaban y se llevaban a ultratumba aquienes se atrevieran a mirar la macabra procesión. Era narrado precisamente paradesalentar la curiosidad que las tinieblas de la noche siempre suscitan en el almainfantil. Y es que afuera, al margen de la ficción – la ciudad apenas alumbrada porfaroles, quedaba desierta y tenebrosa; y después de las nueve, hora en que seapagaban esas débiles luminarias, Arequipa era verdaderamente fantasmal y supropia monumentalidad contribuía a esa siniestra apariencia.

Sólo el paso de la caballería de la guardia urbana que efectuaba su última ronda,o el ladrido alarmado de algún perro, rompía el silencio de las solitarias callesúnicamente iluminadas por la luna. Muy de vez en cuando, una serenata en la queno faltaban las quejumbrosas notas de un yaraví o el sonido aristocrático de algúnpiano, ponía música a la noche.

Arriba, sobre el terciopelo negro del cielo, las constelaciones exhibían el nítido resplandorde su enjambre de estrellas. Abajo, custodiada por sus volcanes, la ciudad dormía.

Así transcurría la vida en Arequipa cuando su calma habitual no era alterada porel furor de un terremoto, o el estallido de una revolución civil o militar.

En ese panorama, los arequipeños sencillos y, aún los más instruidos, no podíanimaginar que se avecinaba una revolución de tal magnitud y naturaleza que afectaríadefinitivamente el ritmo del progreso de la ciudad y transformaría su existencia.

Plaza de Armas luego de la llegada de la luz

Esa revolución – de origen científico – recorría vertiginosamente el mundo, inaugurandoa su paso una era en el proceso de la civilización: la Era de la Energía Eléctrica.

Esta nueva energía poseía sorprendente y poderosa capacidad dinámica. Con ellapodía funcionar maquinaria de todo tipo que hasta entonces se accionaba poresfuerzo humano, tracción animal, combustible y fuerza hidráulica o eólica. Y nosólo eso. La incandescencia de esta maravillosa energía, producía una iluminaciónnunca antes vista: la Luz Eléctrica. Su fulgor, intenso como el rayo, atravesaba lastinieblas y el hombre, inicialmente deslumbrado, muy pronto comprendió suextraordinaria utilidad y en el horizonte de la noche así iluminada, vio prolongarseel día y por lo tanto, la vida.

El don de la inteligencia que le permite al ser humano “pensarse a sí mismo” hizoque su mente – también de pronto iluminada – percibiera quizá por vez primeralos impulsos eléctricos que animaban y relacionaban las neuronas de su cerebropara producir el pensamiento.

Si en la antigüedad, en su intento de explicar el descubrimiento del fuego, losgriegos crearon el mito de Prometeo, según el cual, este héroe robó el fuego a losdioses, entregándoselo a la humanidad para que tuviera lumbre y calor en la noche;pudiera cocinar alimentos; fundir y forjar metales; producir alfarería y otros usosque le permitieron iniciar el largo proceso de la cultura y la civilización; esta vez, elhombre dominando esta poderosa energía cuya maravillosa luz superaba al fuego,desterraba para siempre la sombra del mito y la superstición. Y un histórico día,esta luz, llegó a Arequipa.

II.- LA LLEGADA DE LA LUZ

EGASA 11“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

El prodigioso acontecimiento habría de verificarse el 27 de julio de 1898. Aquel día,desde temprano, Arequipa bullía con la excitación de citadinos y habitantes de losdistritos y la campiña que acudieron al Cercado de la ciudad; y hasta de gentellegada de provincias que venía a ver el maravilloso espectáculo con el que los“characatos” celebrarían las Fiestas Patrias. Al respecto conviene consignar aquíque sólo a partir de 1875 – cincuenta años después de producida definitivamentela Independencia del Perú – Arequipa la conmemoraba; y lo hacía de manera muysobria y ejemplar mediante la convocatoria a la juventud a participar en concursosde arte, ciencia e industria. No es de extrañar pues, que en esta ocasión, losarequipeños exaltados por el amor patrio cada vez más consolidado desde la Guerracon Chile, desearan reafirmar su peruanidad designando las Fiestas Patrias paraeste acontecimiento en lugar de hacerlo el 15 de agosto, su aniversario de fundación.Además, en esos momentos el Perú era gobernado por un arequipeño: Don Nicolásde Piérola.

El centro de la atracción era la Plaza de Armas, donde cuadrillas de obreros plantabanpostes de pino de Oregón, conectaban cables y otros aditamentos, despertando lacuriosidad general y los más variados comentarios sobre “este asunto de la luzeléctrica”. No faltaba sin embargo el presuntuoso testimonio de algún tambeño que,con voz que quería ser oída por todos, aseguraba haber visto personalmente “esaluz” en la casa de don Víctor Lira allá en Tambo. Y era la pura verdad. Don Víctor F.Lira personaje de progresista visión y carácter emprendedor, había adquirido hacíaalgunos años, un generador modesto pero efectivo con el que iluminaba su casahacienda de “Pampa Blanca”, ingenio azucarero que poseía en el Valle de Tambo.

En cualquier caso, la curiosidad se intensificaba conforme avanzaba el día y seacercaba la noche y con ella, la hora en que se vería si el espectáculo correspondíaa tan gran expectativa. La realidad se encargaría de superar el más optimista delos pronósticos.

El sol inició su descenso y el crepúsculo tiñó de rojo el horizonte. El momento seacercaba. A las seis, las campanas de la catedral anunciaron el “Ángelus”. Laconcurrencia toda, se arrodilló y con palpitante fervor elevó su plegaria al cielo yaoscuro de esa memorable tarde de invierno.

La noche, parecía más oscura que nunca, pues para hacer más impactante elsuceso, esta vez no se encendieron los faroles de kerosene. Súbitamente, todo seiluminó con tal intensidad y resplandor, que la concurrencia sorprendida sólo atinóa exhalar una exclamación de asombro. Cuando sus ojos superaron eldeslumbramiento inicial, pudieron fijarse en los detalles que componían el fulguranteespectáculo: el entorno y el recinto de la histórica plaza: catedral, portales, fuentey jardines resplandecían en una nueva dimensión visual, gracias a las más de 800bombillas sabiamente distribuidas en el magnífico escenario. El júbilo estalló y losprolongados aplausos y vítores marcaron el inicio de un festejo que durójustificadamente varios días hasta casi finales del mes de julio, pues el memorableacontecimiento introdujo masivamente en los arequipeños el conocimiento de loque era la luz eléctrica y sus maravillosas posibilidades de progreso.

Beneficios de la llegada de la luz

Primer Ferrocarril en Arequipa -1871Primer Ferrocarril en Arequipa -1871

EGASA 13“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

Esto fue posible por la iniciativa de los empresarios don Francisco La Rosa y donFrancisco Velasco, fundadores de la Empresa Eléctrica de Arequipa, quienesencargaron al ingeniero Eduardo López de Romaña el delicado aspecto técnicodel proyecto que incluía la instalación de turbinas y generadores monofásicos enla Central Hidroeléctrica Charcani I. Cabe mencionar, que López de Romaña llegaríaa ser Presidente de la República tres años después.

Arequipa demostraba así el espíritu tenaz de su pueblo, el carácter progresista dela gestión de sus autoridades y el empuje de sus agentes económicos, que a pesardel desastroso sismo de 1868 y la trágica Guerra con Chile una década después,permitieron que en el consenso internacional siguiera siendo considerada la ciudadmás ilustrada del Perú. En lo comercial, era la segunda en importancia por suintensa actividad en el rubro de las exportaciones e importaciones con Europa ysu hegemonía regional como proveedora de bienes y servicios que el ferrocarrilconsolidó.

En efecto: el "Camino de Hierro" que unía Arequipa al puerto de Mollendo, le permitióconvertirse - gracias a ese nexo directo con la vía marítima - en el más dinámiconúcleo exportador de productos del sur peruano y de Bolivia a los mercadoseuropeos y norteamericanos, de los que a su vez importaba diversos artículos. El"Ferrocarril de Arequipa" fue posible por la vigorosa gestión de tres arequipeños:el Dr. Mariano Felipe Paz Soldán, Presidente del Directorio Provisional de ObrasPúblicas; el Dr. Juan Manuel Polar, Jefe del Gabinete de Gobierno y el GeneralPedro Diez Canseco, Presidente del Perú.

El ferrocarril que se inauguró apoteósicamente en 1871, fue construido en tiemporécord por el ingeniero norteamericano Enrique Meiggs.

En el largo periodo de 30 años que duró la reconstrucción de la Ciudad Blanca, serealizaron importantes obras públicas como la restauración – con ciertas variantes -de la derruida catedral erigiendo un imponente monumento; la remodelación de laPlaza Mayor; la reconstrucción de los portales; el traslado del mercado que funcionabaen la Plazuela San Francisco hacia la Alameda San Lázaro, denotando una intenciónhigienista y de ornato; la prolongación de arterias; el ensanchamiento de calles a20 metros y se crean alamedas y paseos. Además se potencia el atractivo delbalneario de Tingo haciendo un lago artificial. En lo que respecta a servicios básicos,se inaugura en 1895 el suministro de agua potable desde Yumina abasteciendocon suficiencia a la población, se instalan cañerías de drenaje y se construyenparapetos en las torrenteras.

Hay que recordar que el espectáculo de luz que se vivió en aquel memorable juliode 1898 sólo se circunscribió a la Plaza de Armas. Hubo que esperar hasta 1905para que la población de Arequipa pudiera servirse plenamente de las bondadesde la energía eléctrica proveniente de la Central Charcani I.

Tambo La Cabezona

III. CHARCANI I

Central Hidroeléctrica Charcani I - 1905

La Empresa Eléctrica de Arequipa fundada en 1898 no prosperó por problemaseconómicos y fue adquirida por los empresarios y comerciantes arequipeños ManuelUgarteche, Alejandro von der Heyde, Juan Barclay, Francisco Gómez de la Torre yJuan Manuel Polar, quienes decidieron unir esfuerzos y forjar una nueva sociedadgeneradora de energía eléctrica, aprovechando las valiosas instalaciones existentesya en Charcani I.

Así el 18 de marzo de 1905 fundaron la Sociedad Eléctrica de Arequipa Ltda. (hoySEAL) con un capital de 60 000 libras esterlinas, iniciando un proceso deimplementación que se manifestó pronto en la adquisición de dos unidades VoithSiemens con 1,2 Mégawatts de potencia (que son las que actualmente conservaEGASA), suficientes para abastecer de energía eléctrica a la población de aquelentonces.

Charcani I, es una Central Hidroeléctrica, inmersa en una ciudadela construida enla margen derecha de la quebrada del río Chili, a 20 km. aguas arriba de la ciudadde Arequipa, con cortas callecitas, plazoleta, bellos jardines e iglesia consagradaa la “Virgen de la Candelaria”.

Tablero de Control Charcani I

Central Hidroeléctrica Charcani I - 1920Central Hidroeléctrica Charcani I - 1920

EGASA 17“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

La central se encuentra en medio de los volcanes Misti y Chachani entre las altasparedes del cañón del río Chili, que muestran claramente las sucesivas capas delava que depositaron las erupciones de estos colosos.

Atrae la atención, la “Casa del Superintendente”, una encantadora construcciónde principios de siglo, con techos rojos a dos aguas que complementan una fachadade perfecta gracia y armonía. Se aprecian también las habitaciones que ocupabanentonces los más de cien trabajadores que laboraban y vivían en la planta.

Concita especial interés, las obras de la central propiamente dicha: La bocatomaque capta las aguas del Chili y las dispara sobre las turbinas; la pequeña oroya condos sillas en las que se balanceaban los aforadores del caudal del río diariamente;una ruidosa cascada de hilo estrecho originada en los reboses del agua del canal;y en conjunto, la prueba del trabajo tesonero de los que hicieron la luz y la fuerzapor primera vez en la historia de la ciudad de principios del siglo pasado.

Causa impacto la casa de máquinas, construida con paredes de sillar de metro deespesor, que aloja los motores alemanes de 1905, que aún se encuentran operativosy en funcionamiento, pintados de rojo brillante; el gran tablero de mármol conmanómetros y contadores de agujas oscilantes tipo barco de 1900, todocuidadosamente mantenido. Y en la puerta, cuelga, una pequeña vieja campanacolor bermellón, que marcaba la señal de las alarmas.

La Central Hidroeléctrica Charcani I contribuyó a que Arequipa fuera consideradauna de las primeras ciudades de América en contar con el suministro eléctrico.Esta central se encuentra a cargo de EGASA desde 1994; su pequeña unidadgeneradora de energía es operada por un técnico y la ciudadela se conserva intactacomo testimonio mudo del origen de la industria eléctrica de Arequipa.

Plaza de Santa Marta - 1920

IV.- AREQUIPA DE NOCHE

EGASA 19“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

Una vez establecido el servicio de luz eléctrica en Arequipa, que permitió agregarhoras nocturnas al día, se prolongó el tiempo útil de vida pública y social, y la ciudadtransformó notablemente su apariencia nocturna. En 1909 se había contratado elalumbrado de la ciudad por 10 años con la Sociedad Eléctrica, que comprendía:840 lámparas de luz incandescente; 32 en los portales y 24 de luz de arco en laPlaza de Armas.

Las casas comerciales extendieron su atención en nuevo turno exponiendo sumercancía en bien iluminadas vitrinas a los clientes que cada vez con mayorfrecuencia acudían al “centro” para admirar y ver precisamente esa brillante exhibiciónde artículos importados por empresarios ingleses, italianos, españoles o “turcos”que así se les llamaba a los palestinos. Los conceptos de “moda” y “novedad”adquirieron importancia y la nueva luz servía para que la gente también mostrarasu atuendo y su belleza.

En los portales y arterias adyacentes se habían instalado cafés, salones de té,confiterías, etc., que propiciaban una socialización fluyente y atractiva y constituíanel punto de encuentro o estación obligada para un refrigerio antes y después deasistir al teatro o la máxima atracción del momento: el cinema o “biógrafo” comocuriosamente se le dio en llamar al cinematógrafo. Pasear en las noches por laciudad resultaba pues una experiencia muy agradable.

Las calles ahora más iluminadas ofrecían a la vista con mayor amplitud y profundidadsu trazo y con detalle, la arquitectura de sus edificios. Y aunque después del sismode 1868 al reconstruirse la ciudad, sufrió modificaciones el estilo abovedado quepredominaba; y a inicios del siglo XX la influencia de estilos francés e inglés es notoria;el respeto por la uniformidad de escala, la continuidad del uso del sillar en muchoscasos, y un evidente “buen gusto”, brindaban a los ojos del paseante nocturno unaperspectiva volumétrica y monumental de un atractivo estético no exento de misterioy encanto. Fotógrafos con visión artística como los Hermanos Vargas, supieroncapturar en bellos “nocturnos” ese rostro inédito y singular de Arequipa.

Fábrica de chocolates La Ibérica

V.- DESARROLLO DE LA INDUSTRIAY EL COMERCIO

EGASA 21“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

En el siglo XX, la industria y el comercio, importantes motores de desarrollo en lahistoria de la civilización, adquirieron mayor protagonismo que nunca con la llegadade la energía eléctrica.

La industria potenció sus posibilidades y la maquinaria se hizo más eficiente. Laproducción mecanizada demandaba menos tiempo que la manual y permitía eliminarerrores generalmente ocasionados por el hombre. Si esto disminuyó inicialmentela demanda de mano de obra, se compensó con la adición de nuevas horas detrabajo (horario nocturno) y la contratación de obreros especializados.

La condición de “especialización” que exigían las factorías a su personal, promovióla aparición de institutos tecnológicos que ofrecían enseñanza de manejo y aúnreparación de maquinaria. Gracias al ingeniero arequipeño Pedro Paulet, propulsory primer director de la Escuela de Artes y Oficios de Lima, esa institución se convirtióen uno de los mejores centros de enseñanza técnica de Sudamérica al que muchosarequipeños acudieron para adquirir los conocimientos que los nuevos tiemposdemandaban y que luego difundían en la Ciudad Blanca. Hubo también quienesrealizaron estudios de ingeniería mecánica por correspondencia, mediante excelentescursos a distancia difundidos vía correo desde Estados Unidos.

De esta manera aleatoria y de “reacción espontánea”, se fue formando un númeroimportante de obreros calificados que hacían honor a la bien ganada tradición deversatilidad e ingenio del trabajador de oficios arequipeño, que se remonta a lacolonia y cuyo origen está en la sabia institución de los “gremios” en que se formaronlos mejores artesanos y obreros del virreinato del Perú. La persistencia de estatradición de excelencia, la encontramos hasta en las postrimerías del siglo XIX ybien entrado el XX, en la fama que adquirió a nivel continental, la extraordinariacapacidad técnica demostrada por los obreros de la Maestranza del Ferrocarril delSur; y aún en nuestros días la persistencia continúa en los términos “maestro” y“aprendiz” que utilizamos con tanta frecuencia en nuestro trato con artesanos yobreros, y que son términos típicos de la institución gremial.

Adicionalmente, la creciente capacidad de producción en muchos casos abaratabalos costos y, en consecuencia, la demanda de los productos crecía, con lo que elcomercio paralelamente florecía.

Esa cadena de progreso estuvo eslabonada en Arequipa por empresas emblemáticascuya relación transcribimos de la edición “Centenario” del diario “El Pueblo” del 02de enero del 2005:

ALMACENEROS O GRANDES COMERCIANTES EXPORTADORES EIMPORTADORES: Braillard, Jorge Stafford y Cía, Zizold y Colsman y Cía, GibsonForga, Caballero, etc.

Estudio de Arte Vargas Hnos., Portal de San Agustín - 1928

Palladoras de lana - 1920

EGASA 23“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

HOTELES: Hotel Americano, Lafetti, Hotel Italiano, etc.

RESTAURANTES Y FONDAS: Pastelería La Italiana, Restaurant del Comercio, Mesónde Arequipa.

BANCOS: Banco de Arequipa, Sociedad de Crédito de Arequipa, Banco Italiano.

CASAS COMERCIALES: Ricketts, Sugars y Berrier, Manuel Muñoz Nájar, etc.

CURTIEMBRES: Mortemousque y Cía, Ibáñez, Gutiérrez, etc.

DIARIOS: El Deber, La Bolsa, El Pueblo.

TAMBOS: Tambo de Santa Rosa, Tambo de Ruelas, Tambo del Matadero, Tambode la Cabezona, etc.

EMPRESAS VARIAS: Cerveza Pilsener de Ernesto Hunter, Fábrica de Cigarros ElPacífico, fábrica de jabón y velas La Excelsior, fábrica de velas La Extranjera. AguaGaseosa Cosmos, Fideos Cavallero Hnos., Sociedad Eléctrica de Arequipa, bujíasSol del Misti, fósforos Paramount, Fábrica de Hilados y Tejidos la Industrial delHuayco, Empresa de Ferrocarriles.

Además de estas entidades había una gran cantidad de gremios que agrupabana los trabajadores menores que se ocupaban de diferentes oficios, a continuaciónla lista de gremios existentes en 1905:

Oculista - 1922

EGASA 25“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

Clase de anatomía - 1920

- Carpinteros: Alberto Weis, Santiago Mostajo, etc.- Cigarreros: Mariano Belaúnde, Mario Ballón, etc.- Bodegueros: Manuel Muñoz Nájar, Marino Tenorio, etc.- Arquitectos: Augusto Gilardi, Nicolás Cuba, etc.- Peluqueros: Juan de Dios Pages, Manuel R. Ballón, etc.- Sastres: Ariel Halphen, León Bachman, etc.- Talabarteros (correajes): José A. Ramírez, Domingo Mendiburo, etc.- Herreros: Luis Armengaud, Pedro Cárdenas, etc.- Abogados: Manuel Alcázar, Fidel Carreño, etc.- Escribanos: Tomás Laguna, Mateo Zegarra, etc.

Y otros gremios como el de Hojalateros, Agrimensores (Topógrafos), Carniceros,Zapateros, Médicos, Impresores, Fotógrafos, Dentistas, Joyeros y Relojeros.

Por nuestra parte añadiremos que la Cámara de Comercio e Industria de Arequipaya era representativa en cuanto a asociación de gestión y liderazgo.

Otras empresas que merecen ser mencionadas por su supervivencia son “AnísNájar” con 150 años de existencia y las famosas “La Ibérica”; “Fábrica AméricaPedro P. Díaz” y “Azúcar Chucarapi” que se aproximan al siglo de vida en Arequipa.

Para finalizar este capítulo, diremos que en la época que nos ocupa (última décadadel siglo XIX y dos primeras del XX), Arequipa ostentaba una robusta y visionariapersonalidad descentralizadora que ojalá en el futuro próximo pueda recuperar.

Oficina de contabilidad - 1918

Dr. Edmundo Escomel Arequipa - 1923Dr. Edmundo Escomel Arequipa - 1923

VI.- EL AUGE DE LAS COMUNICACIONES

EGASA 27“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

1 Licenciado en Letras y Artes Canadiense, autor de la obra “Imperio y Comunicación”. Falleció en 1980.

El siglo en que vivimos, es sin duda el siglo de las comunicaciones. Tal comolo vaticinara Marshall McLuhan1 en la década de los setentas del siglo pasado,el planeta Tierra se ha convertido merced a la conexión satelital en una “aldeaglobal” y vía Internet podemos decir que efectivamente, los habitantes del globoestamos comunicados en tiempo real.

Así, resulta lógico que a este fenómeno se le haya llamado “globalización”.Sin embargo, ésta no es la primera globalización de la historia.

La primera se produjo en el siglo XV y se debió a la imprenta de caracteresmóviles inventada por Gutemberg el año 1450 en Mainz – Alemania, quepermitió la impresión o reproducción en serie del libro, masificando elconocimiento a nivel del mundo conocido de la época. Tan masiva fue ladifusión de los libros y diversos impresos – entre los que se contaban mapasy cartas marítimas – que gracias a ello, el navegante Cristóbal Colón, pudoefectuar el descubrimiento que lo hizo inmortal y de paso abrió la ruta paraque el nuevo mundo también pudiera beneficiarse del conocimiento transmitidoen los libros. Así fue que nos llegó la Biblia (el primer “best seller” de lahistoria, y el primero durante 500 años).

Así fue también que empezamos a comunicarnos europeos y americanos y,finalmente todo aquel ciudadano del orbe que supiera leer.

La segunda onda de comunicación global, podemos atribuirla al telégrafode Samuel Morse, o al teléfono de Graham Bell, ambos de finales del sigloXIX. Casi paralelamente, el fonógrafo, la cámara de cine y el proyector deThomas Edison, hicieron posible capturar los sonidos y las vistas en movi-miento, que era una manera “milagrosa” de detener el tiempo y viajar alpasado con sólo reproducir aquellos sonidos e imágenes.

La tercera onda de globalización está directamente relacionada con laelectricidad en cuanto adelanto tecnológico en beneficio de las comu-nicaciones, y podemos ubicarla con claridad en 1907, que es cuando DeForestinventa el bulbo al vacío, inaugurando el fascinante mundo de la radio y latelevisión.

En Arequipa, conocimos – diríamos oportunamente – el libro impreso en elsiglo XVI; el telégrafo y el teléfono, en el XIX; y la radio y la televisión en lasegunda y la sexta décadas del siglo XX respectivamente.

No obstante el atractivo de la imagen que nos brinda la televisión, es la radioel invento que más profundamente conmovió la percepción que del mundoteníamos y transformó definitivamente nuestras costumbres.

Estación Radiotelegráfica - 1918

EGASA 29“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

EL BOOM DE LA RADIO EN AREQUIPA.

Esta auténtica onda de globalización que se instala en el siglo más caracterizadopor cambios trascendentales y revolucionarios, tuvo su primera señal en Arequipaen la frecuencia de onda corta entre 1920 y 1930 para establecer comunicacióncomercial entre la Casa Ricketts y la Hacienda Chucarapi, en la banda de“radioaficionados”.

La emisión precursora de señal eléctrica como medio de comunicación, fue la quetransmitió en 1932 “Radio Arequipa” entonces propiedad de la familia Arévalo. Casisimultáneamente, aparece “Radio Landa” que fue la pionera en difundir publicidad,entonces llamada propaganda comercial.

El primer “réclame” (que así se denominaba a lo que hoy decimos “aviso” o “spot”)fue para la Casa Álvarez que precisamente distribuía los famosos radios y vitrolasRCA Víctor. Fue un aviso gratuito. Aquí vale consignar un comentario: no obstanteel manifiesto beneficio de la propaganda, el Ing. Max Landa, dueño de la radio,tuvo que gestionar el permiso de la familia Álvarez para la emisión del mensaje.

Es recién en la década de los ‘40’s cuando con motivo del Congreso EucarísticoNacional que se realiza en Arequipa, la radio se hace masiva con la inauguraciónde “Radio Continental”. Esto se produce por la circunstancia especial de requerirque el congreso fuera transmitido a nivel internacional. Ni Radio Arequipa, ni RadioLanda podían alcanzar con sus equipos la cobertura deseada, por lo que el Comité

Campanario de la Iglesia de Cayma - 1922

EGASA 31“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

Calle La Merced - 1916Calle La Merced - 1916

de Relaciones Públicas del Congreso, cursa invitación a un inversionista limeño, elSr. Antonio Umbert proponiéndole que realice esta cobertura, considerando queposeía “Radio Universal” que operaba en Ica y cuya potencia era la adecuada. ElSr. Umbert accede y traslada los equipos a nuestra ciudad para cubrir el evento aescala continental. Por esta razón es que la radio transplantada a Arequipa, esrebautizada con el nombre de Radio Continental ya con membresía arequipeña ya la vez, constituye el inicio de una cadena de difusión que culminaría en la empresa“América Televisión”.

Sin embargo, fue Radio Landa la primera en producir programas que además detransmitirse por las ondas de la radio, eran expectados en el auditorio que poseíala emisora. Allí se presentaban cantantes, orquestas y grupos de teatro. Allí sehicieron por primera vez los “radio teatros” que luego habrían de ser conocidoscomo “radio novelas”. Estas producciones se realizaban con talentos locales y paramuchos fue el trampolín que los impulsó a la fama nacional.

Estos fueron los inicios de la radio en Arequipa y como mencionamos líneas arriba,también fueron el comienzo de una nueva forma de sentir la vida.

La posibilidad de recibir información mediante las ondas sonoras de la radio,sobrepasaba la mejor expectativa de quien estuviera ávido de noticias frescas.El periódico aunque fuera de aparición diaria contenía noticias un tanto“atrasadas”. En cambio, la información que emitía la radio, era recibida en loque hoy llamamos “tiempo real”. Es decir, en el momento mismo en que se

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Calle Moral

producía la señal sonora. Así, podíamos captar las inflexiones y matices emotivosde la voz de un político mientras pronunciaba un encendido discurso. Adicionalmente,la radio ofrecía al gran público un amplio programa de variado entretenimiento:desde el inefable disfrute de la música clásica - la más excelsa de las artes -, laamena lectura de obras famosas de la literatura, dramatización de obras teatrales,presentaciones en vivo de cantantes y orquestas de moda, concursos de aficionados,espacios humorísticos...¡y hasta el rezo del Santo Rosario!

Con tan atractiva oferta se comprenderá fácilmente la gran demanda de aparatosde radio en Arequipa. Todos querían tener radio y como para los comerciantesimportadores era un gran negocio, se multiplicaron las tiendas que los vendíany competían para mostrar las ventajas de las marcas y modelos que representaban,atrayendo a los clientes de dos maneras: mediante la invitación impresa de unanuncio impactante en los diarios, o la exhibición directa en salones adecuadamenteacondicionados donde se podía ver - y sobre todo escuchar - “cantar” a las radios.

El cliente, fascinado por la magia de la música, se animaba a entrar y, una vezadentro, el dueño o un vendedor –según el rango social del cliente- se encargabade convencerlo sin mayor esfuerzo de la necesidad impostergable de adquirir unade esas maravillas cuya posesión anhelaba cualquier familia; sin mencionar el statusde modernidad que esa compra adjudicaba instantáneamente al feliz poseedor deuna radio.

Ante razones tan poderosas, el potencial comprador, seguía dócil y atento a lademostración de modelos y tamaños sabiamente dispuestos para acrecentar

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Casa Forga en el viejo Boulevard Parra - 1928

paulatinamente la admiración y el deseo de posesión de una radio. Aquellosartefactos trascendían su condición de “máquinas” pues los tubos, alambres,bobinas y demás ingenio mecánico que las constituían, estaban convenientementeprotegidos y ocultos por una caja de fina madera que podía ser pequeña y sobria,o grande y lujosa o hasta de estilo, pues había modelos de tan artístico diseño quemerecían ser lucidos como parte del mobiliario del salón de la casa. Todo dependíade lo que podía pagar el cliente. Sea como fuere, tarde o temprano, al contado oa plazos, había que comprar una radio.

Y es que era increíble. Con la posesión de una radio ya no teníamos que salir decasa para tener música, teatro, literatura –y como ya dijimos- hasta el oficio divinode la misa. Tanto era así que en Semana Santa, la radio transmitía el Sermón delas Tres Horas que antes se hacía desde el púlpito de la iglesia. Ahora el solemneacto podía ser transmitido vía ondas sonoras a la comodidad del hogar. Desdetemprano, a la par que se propagaba la “frugal” (siempre abundante y deliciosa)comida de Semana Santa, se sahumaba la casa con incienso; y llegada la hora,todos los habitantes se congregaban con el debido respeto alrededor de la radio.Podemos imaginar el impacto emocional de la familia que asistía compungida entrelágrimas y suspiros de compasión, al dramático y pormenorizado relato del cruelsufrimiento a que fue sometido Jesús en el sacrificio sublime de su crucifixión.

Una vez más, la Iglesia Católica aprovechaba el poder de un medio de comunicaciónpara la propaganda masiva de su fe. Primero fue la Biblia impresa por Gutemberg.Esta vez era la “palabra” difundida por la radio. Tiempo después, diversos credostambién utilizarían otro poderoso medio de comunicación: la televisión.

Nocturno: Plaza de Armas de Arequipa

Fiesta de San Juan - 1916

EGASA 35“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

En contraste con la difusión religiosa, la radio ofrecía la transmisión de unentretenimiento ciertamente mundano: las radionovelas.

Estas eran historietas dramatizadas por voces especializadas, que contenían unaextraordinaria carga de conflictos conyugales, infidelidades, hijos ilegítimos,paternidades desconocidas, censurables amoríos entre patrones y sirvientas, entreblancos y negros, etc. Todo mezclado en un vértigo de pasiones de nunca acabary que, lejos de ser repulsivo, conmovía hasta las lágrimas al elemento femenino delhogar por aquel mecanismo que la psicología llama “de transferencia” para darleterminología al siempre ávido apetito de chisme, tragedia e inmoralidad que granparte del género humano fatalmente aún posee. Prueba de ello es la progresivaescala de la radionovela a la telenovela y de ésta a los malhadados talk show yreality show hoy tan en boga.

Por supuesto, hay que remarcar que no es el medio en cuanto a instrumento decomunicación sino el contenido de lo que emite, lo que convierte en censurable ono lo transmitido.

Felizmente, por regla general, la radio se especializó en la difusión de noticias. Eneste campo había para escoger: desde los noticieros locales hasta los internacionalescomo el de la “BBC de Londres” que era emitido en varios idiomas. Así losarequipeños pudimos enterarnos diariamente de los terribles sucesos de la SegundaGuerra Mundial.

Y es que el gran aporte de la radio a la humanidad es su capacidad de informarsin demora los sucesos. El término inglés “flash” que significa en español “relámpago”expresa perfectamente el concepto de la noticia inmediata. Esa virtud de la radio,ha de ser siempre reconocida; así como su insuperable capacidad de amicalcompañía en territorios donde no llega la televisión; en la intimidad del dormitorio,en la soledad del guardián nocturno que la escucha en su versión portátil y hastaen la celda carcelaria, la radio es la comunicación sonora con el mundo a travésde las noticias; es la continuidad de la tradición oral de la humanidad; es la expansióninfinita y sideral de la música y mucho más pues como dice el slogan: “la radioestá más cerca de la gente”.

Para concluir este capítulo, hay que reconocer, que la luz eléctrica al traer múltiplesentretenimientos como televisión, radio e Internet, trajo consigo también el que launidad familiar se viera afectada por la disgregación de sus miembros. Sino bastarecordar cuando ha ocurrido un apagón prolongado en horas de la noche y estosaparatos de distracción dejan de funcionar, la familia vuelve a reunirse en casa ala cálida luz de una vela para conversar después de mucho tiempo y compartirmomentos gratos como se hacía en antaño.

Afortunadamente, la luz eléctrica también ha aportado diversos beneficios en eldesarrollo de las comunicaciones en general, con la telefonía fija, celular e internet,que permiten una comunicación a distancia en tiempo real con los seres queridos,que antes era imposible de imaginar.

Estación del Ferrocarril de Arequipa - 1915

Grupos de la Central Charcani II que permitieron el funcionamiento del Tranvía en 1913Grupos de la Central Charcani II que permitieron el funcionamiento del Tranvía en 1913

VII.- EL TRANSPORTE

EGASA 37“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

La instalación en 1905 de la energía eléctrica en Arequipa trajo como consecuencialógica la implementación del servicio de tranvía eléctrico que reemplazó al “tranvíade sangre” llamado así por ser de tracción animal (caballos percherones).

En efecto, en 1907 el Concejo Provincial de Arequipa otorgó a don Carlos Espejoy Ureta una concesión para la construcción y explotación de ese nuevo sistemade transporte de pasajeros. En mayo de 1908 el supremo gobierno aprobó laoperación y al año siguiente, el Sr. Espejo en su condición de Gerente del “CréditoUrbano de Arequipa”, compró los derechos y acciones de la “Empresa de TranvíaUrbano de Tracción Animal” que transportaba pasajeros y carga. Así, una solaentidad era propietaria de los derechos de los dos medios de transporte de laCiudad Blanca. Desafortunadamente, le fallaron los cálculos al Sr. Espejo y lo queprometía ser un buen negocio, devino en fracaso. Consecuentemente, el “CréditoUrbano” quebró.

La preocupante perspectiva de colapso de un servicio de tanta importancia, obligóa la urgente conformación de una junta liquidadora que tuvo que asumir laresponsabilidad de la concesión del tranvía eléctrico. Carente de fondos y con lacarga del Crédito Urbano, la junta intentó vender el tranvía de sangre para contarcon el dinero que permitiera echar a andar el tranvía eléctrico. Lanzada la oferta,no concitó el interés de inversionistas locales, por lo que hubo de iniciarse gestionescon instituciones crediticias de Lima que tampoco mostraron entusiasmo alguno.

Es en medio de estas circunstancias desfavorables cuando surge una posibilidadde solución en la asociación de tres grandes empresas: el Banco Italiano (antecesordel actual BCP), el Banco del Perú y Londres y la firma W.R. Grace y Cía., queofrecen reflotar el negocio - siempre que parte del capital fuera suscrito por capitalesarequipeños - requisito que no se logró, por lo que finalmente el consorcio decideasumir la empresa y se funda la Sociedad Anónima del Tranvía Eléctrico de Arequipaque emite bonos de primera hipoteca por 70 000 Libras Peruanas para cubrir elpresupuesto de la primera etapa del proyecto. Esto es: instalación de vías férreas,tendido de cables y adquisición de coches.

La primera ruta se inauguró en 1913 y cubría el tramo de Arequipa – Tingo que másque una ruta inter-urbana, era una ruta de paseo y excursión a ese concurridísimoy pintoresco balneario mistiano. Para hacer posible este proyecto, SociedadEléctrica construyó la Central Hidroeléctrica Charcani II en 1912.

En 1924, el tranvía amplió el servicio extendiendo líneas inter-urbanas que unían laciudad con poblados aledaños: Antiquilla – Yanahuara; Paucarpata – Cementerio;y posteriormente Miraflores.

Aunque nunca fue un negocio lucrativo en el sentido mercantilista del término, eltranvía brindó sus servicios hasta 1966 en que se abandonó este eficaz, limpio yagradable medio de transporte cuya simpática presencia era emblemática de eseprogresismo humanista que caracterizó a las empresas arequipeñas de principiosdel siglo XX.

Tranvías en la Plaza de Armas de ArequipaTranvías en la Plaza de Armas de Arequipa

Paso del Ferrocarril por el Puente BolívarPaso del Ferrocarril por el Puente Bolívar

Aeropuerto de Arequipa - 1932

Quienes alcanzamos en nuestra niñez a usar – mejor diríamos “gozar” – del tranvía,guardamos gratísimas impresiones que al evocarlas nos devuelven sensacionesque ni el tiempo ni las ocupaciones de la vida han logrado borrar.

Al avistar desde el paradero su esperada figura metálica avanzando sobre losrieles con el cadencioso bamboleo producido por una velocidad cuidadosamentecontrolada por el maquinista, nuestro ánimo infantil se tornaba atento y – comoen un acto reflejo, se predisponía a una actitud de urbanidad y civismo aprendidaen la casa y permanentemente recordada en el colegio, que nos obligaba aesperar – una vez detenido el tranvía – a que subieran primero las damas ycaballeros - que el respeto a los mayores era precepto incuestionable que losniños debíamos observar - según el célebre “Manual de Carreño”. Luego subíamosnosotros en un ordenamiento formal y espontáneo que decía mucho de nuestraeducación. Ya en la entrada del vagón pagábamos el boleto – o los que teníanpase lo mostraban al cobrador, señor de impecable uniforme, quien de un solovistazo dejaba ingresar gratis a los más pequeños pues sólo a partir de ciertatalla, era obligatorio el pago a los niños. Cuando existían dudas o reclamos, serecurría a la verificación exacta de la estatura poniendo al niño muy derechito yapoyando las espaldas en la pared lateral del vagón en cuya lustrosa madera,una raya de color rojo marcaba el límite de la talla para merecer el derecho degratuidad. Si la cabeza del niño pasaba la raya, tenía la obligación de pagar. Perocomo en toda ley hay excepciones, los “chatos” gozaban de una impunidad

Funeral en Plaza de Armas de ArequipaFuneral en Plaza de Armas de Arequipa

EGASA 41“UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

Estación de Tranvías

natural – siempre que un precoz desarrollo no los denunciara con el inocultable(y doloroso) granito en la nariz, o el graciosísimo graznido de la voz “con gallos”.Entonces la decisión dependía del buen humor del señor cobrador que por lodemás nunca abusaba de su prerrogativa y más bien solía ser permisivo.

El ambiente interior del tranvía ofrecía la nítida impresión de ingresar al vagón deun tren inglés. El diseño de las bancas; la limpieza general; el característico olorde “la máquina” que sugería modernidad; la sensación de estar sobre rieles; en fin,todo el entorno proponía una experiencia especial. El personal, desde el maquinistageneralmente con mostachos (a propósito, recuerdo a uno con barba que siempreme dio la impresión de un Miguel Grau urbano); el cobrador, al que ya hemosaludido; el inspector, que parecía el de más rango y autoridad; la cortesía y urbanidadde los pasajeros, conformaban una atmósfera tan simpática que el martirio de ir alcolegio se dulcificaba con el comportamiento amable de todos.

Los pasajeros se saludaban sin distinción y se cuidaban de no proferir improperios.Muy por el contrario, procuraban la conversación discreta en un despliegue debuenas maneras que a los niños nos comprometía a mantener un comportamientoejemplar, y si estando sentados nos percatábamos de que una señora o un ancianose encontraba de pie, le cedíamos el asiento sin ninguna afectación en un acto denatural respeto.

No ha de creerse sin embargo, que todos los niños eran ejemplo de urbanidad.Quizá lo fueran los que todavía eran pequeños e inocentes. Afortunadamente

Plaza de Armas de Arequipa en la actualidad

42 EGASA “UN SIGLO DE LUZ EN AREQUIPA”

– ahora así me lo parece – existía una considerable minoría que gozaba de esarebeldía sin causa que se nos instala en el cuerpo al mismo tiempo que losvellos y que nos impele a “la palomillada”, que en buena cuenta es el ejerciciodel más saludable deporte: el de la libertad sin restricciones. Estos díscolosrepresentantes de la desobediencia eran los “gorreros”, mozuelos que tomabanel tranvía en plena marcha, agarrándose con rápida y envidiable precisión dela barra de acero cromado que servía de pasamanos y en atlética flexión delcuerpo, saltar para poner un pie, y luego los dos en el primer escalón del estribode la puerta posterior del tranvía y permanecer agazapados. Esta arriesgadaoperación se llamaba “subir al vuelo” para viajar de “gorra” o gratis al tranvía.Llegado el momento, todos los niños aprendimos a hacerlo y hay que confesar,que pocos placeres se asemejan a esa sensación que experimentábamos conel cuerpo casi por entero expuesto a la ráfaga en contra del aire, cómplice denuestra inocente chiquillada. Era tan intensa y gratificante esa emoción, queaún sin necesidad de “gorrear”, subíamos y bajábamos al vuelo por el puroplacer viril de hacerlo.

Hoy después de tantos años, quisimos averiguar cual fue el destino de esasentrañables máquinas. Nos enteramos que algunos tranvías fueron a dar apueblos jóvenes para ser usados como aulas. Noble fin es cierto, pero quefatalmente duró poco, pues mutilados, y vendidos por partes como chatarra,han desaparecido por completo.

VIII.- LA ELECTRICIDAD EN NUESTROS DÍAS

Central Hidroeléctrica Charcani I en la actualidadCentral Hidroeléctrica Charcani I en la actualidad

Resulta difícil imaginar como sería nuestra vida sin electricidad. El ambientefamiliar sería inconcebible sin iluminación, sin el uso de electrodomésticos yartefactos eléctricos a los que ya estamos acostumbrados para nuestra alimentación,aseo, entretenimiento y otros.

Tampoco cabe pensar en el desarrollo normal de la sociedad sin energía eléctrica. La industria, el comercio y las oficinas no funcionarían normalmente, ni los serviciosde salud, educación y seguridad. ¿Puede alguien pensar en nuestros días, en unquirófano sin luz, una oficina o escuela sin computadoras, una fabrica sinmaquinarias y equipos eléctricos, o fuerzas armadas sin sistemas de comunicación?

Es indudable que casi todas las actividades del mundo moderno necesitan directao indirectamente de la electricidad. Este servicio imprescindible que vemos comoalgo natural y cotidiano, requiere de gran esfuerzo e inversión para ser producidoy distribuido a los hogares e industrias.

Son las empresas generadoras de electricidad como EGASA las que se encargande producir la energía eléctrica las 24 horas del día de manera ininterrumpida, yasea mediante el uso de fuentes naturales como el agua para mover turbinashidráulicas o empleando petróleo o gas natural recientemente en las centralestérmicas.

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Panorámica de Arequipa - 1922

Hace un siglo, la pionera Charcani I inició sus operaciones en Arequipa con 1,2Mégawatts (MW) de potencia para iluminar el centro de la ciudad. Desde entoncesla generación local de energía eléctrica se ha ido incrementando, y hoy a cargode EGASA, alcanza 320 MW producidos en seis centrales hidroeléctricas Charcaniy dos centrales térmicas, que abastecen a la Región Arequipa y a parte del SistemaEléctrico Interconectado Nacional.

Es importante mencionar que desde que llegó la electricidad a nuestra ciudad,la cobertura eléctrica ha ido en aumento paulatinamente, siendo Arequipa, con96%, la segunda ciudad del Perú con mayor índice de electrificación después deLima, que tiene el 99%.

Sin embargo, existen muchos pueblos del interior del país que no gozan de losbeneficios del fluido eléctrico, ya que el Perú a la fecha tiene un 75% de cobertura,es decir de cada 100 peruanos 25 no tienen electricidad. Esta carencia, es másevidente en las áreas rurales.

Para que nuestro país siga progresando, es necesario que en los próximos añosse incremente el índice de electrificación, que permita potenciar los demás sectorescomo motores de desarrollo y se cubra la brecha existente, tarea que nos competea todos: Estado, población y Sector Privado, siguiendo así el ejemplo de nuestraciudad que hoy celebra jubilosa y con justa razón: “UN SIGLO DE LUZ ENAREQUIPA”.

CRÉDITOS

Textos y Recopilación:Antonio Ugarte y Chocano

Colaboración en textos:- Presentación por José Estela Ramírez- Revisión por Fernando Chaves Belaunde.- Equipo Editor de EGASA: Cap. III: Charcani I Cap. VIII: La Electricidad en nuestros días.

Fotografías:- Hermanos Vargas (Derechos

autorizados por Jaime Laso Vargas)- José Rey de Castro- Dante Lucioni- Archivo fotográfico de EGASA

Dibujos:Leo Ugarte

Equipo Editor de EGASA:- José Estela Ramírez- Jessica Estremadoyro Agramonte- Alfredo Passano Constantini- Juliana Landa Zapata

Diseño:Equipo Editor de EGASA

Diagramación:Leonel León López

Impresión:LAYCONSA IMPRESIONES

Propiedad:Empresa de Generación Eléctrica deArequipa S.A. - EGASA

Año:2005

EMPRESA DE GENERACIÓN ELÉCTRICA DE AREQUIPA S.A.