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Chabrol Varios

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Crimen y castigo

Crimen y castigo Desde el 14 de enero hasta fin de mes, la sala Lugones del Teatro San Martn presentar una retrospectiva del gran cineasta francs, con diecisiete de las cincuenta pelculas que Chabrol film a lo largo de su fructfera carrera. Comenzando por El bello Sergio (1958) y terminando con No va ms (1997), la seleccin de films incluye varias obras inditas en la Argentina, como La ruptura (1970), Pollo al vinagre (1985), Un asunto de mujeres (1988) y Betty (1992). Por DOLORES GRAALos personajes de Claude Chabrol son bestias en el ms estricto sentido de la palabra: animales de costumbres que pierden todo sentido de la socializacin cuando son acorralados. Y los corrales en los que Chabrol acostumbra a encerrar a sus monstruos morales, con la saa y el deleite de quien arranca pata tras pata a las araas para descubrir hasta cundo seguirn vivas, adoptan mltiples mscaras pero tienen siempre el mismo nombre: el discreto encanto de la burguesa. Los oficios heredados irremediables o elegidos, el resentimiento de clase, la hipocresa, las ambiciones pedestres y monumentales, los matrimonios felices, las folis a deux y las ilusiones perdidas son algunas de las especies que pueblan el bestiario Chabrol. A lo largo de cincuenta pelculas, el cineasta ha tratado de mostrar a los herederos del flaubertiano boticario Homas en todo su siniestro y mezquino esplendor: golpeando a la burguesa francesa donde ms le duele, para el deleite feroz de la burguesa internacional que lo aplaude sentada en el cine. No siento odio contra la burguesa, pues es una forma de vida coherente y no se puede odiar lo que es coherente. S se puede luchar contra eso. La burguesa es la clave de una forma de sociedad que debemos reformar. Por lo tanto, constituye el armazn que ms hay que mirar. Es ms interesante contemplar a un burgus harto que a un noble arruinado, dijo Chabrol a Cahiers du cinma en el nmero especial que le dedic la revista en 1997 y donde haba comenzado a escribir en 1953, reseando Cantando bajo la lluvia. Cinco aos despus de aquella crtica, el joven Chabrol integrara la lista de cineastas novatos que la emprenderan contra el cine de pap, cambiando para siempre la forma en que se ven las pelculas. Utilizando la herencia de su esposa por entonces, Stphane Audran (protagonista de una veintena de sus pelculas, desde El carnicero a Betty), para filmar su pera prima, El bello Sergio, as como para financiar el debut de Eric Rohmer, El signo de Leo. Recuerda Chabrol, con bastante poco sentido pico: La mquina se puso en marcha con un razonamiento un poco extravagante: si realizadores tan reputados como Dassin podan fabricar productos calamitosos, nosotros (que no tenamos ninguna experiencia) debamos estar capacitados para hacer films mucho ms baratos y quiz ms decentes. Pero no nos equivoquemos: si la prensa habl tanto de la Nouvelle Vague fue porque se quera imponer la ecuacin De Gaulle = renovacin, en el cine como en todas las reas. El general llega, la Repblica cambia, Francia renace. Cuarenta aos despus, Francia no es la misma y sigue sin renacer, pero Chabrol contina siendo uno de los directores ms profesionales que dio su pas. Una especie de productora cinematogrfica de un solo hombre, que analiza una y otra vez con ojo clnico los focos infecciosos que produce una sociedad fatalmente enferma (como el sombrerero Michel Serrault en Los fantasmas de un hombre respetable). Chabrol viene observando el desarrollo de sus criaturas dilectas a travs de distintos gobiernos, ideologas, morales y reformas. Filma pelculas brillantes y no tanto, para dejar en claro que la paradoja chabroliana es siempre la misma, no cmo ni dnde se la ambiente: En mi opinin, no hay temas grandes y pequeos. Cuanto ms pequeo es el tema, ms susceptible es de ser tratado con grandeza. En realidad, no hay nada ms que la verdad. La bsqueda de la verdad, de crear un mundo paralelo que amenaza contaminar permanentemente el mundo real (con un pueblito de provincias basta), poblndolo de personajes y analizndolos como en un formicario hasta sus ltimas consecuencias es lo que convierte a Chabrol en uno de los pocos directores que se sienten a gusto en compaa de Balzac, con quien comparte bastante ms que una obra caudalosa. Sin ir ms lejos, es uno de los pocos maestros que reconocen haber hecho pelculas psimas, un director al que nadie considera intocable porque se sabe que resistir cualquier tipo de ataque. En suma, Chabrol es algo as como el tpico gusto francs en pelculas negras. Truffaut, Godard y Malle me criticaban por la frecuencia con la que filmaba, pero no se trataba de una disidencia artstica: todos ellos tenan, en 1958, una vida fcil gracias a la fortuna familiar. Yo, en cambio, era y soy un busca. Mi drama es otro: con el tiempo he descubierto los grandes vinos, los mejores restaurantes. Por eso siempre que escojo una ciudad para filmar, busco en la gua Michelin a ver cuntas estrellas tienen los restaurantes locales. Los lujos hay que pagarlos. Y, como soy incapaz de encontrar trabajo, no me queda ms remedio que filmar seguido. Lamentablemente, el filmar seguido de Chabrol sufri un bache considerable en nuestro pas por esas veleidades de la exhibicin comercial: los diecisis aos que separan a Relaciones ntimas (1979) de La ceremonia (1995) y No va ms (1997) son tambin los aos de algunas de sus mejores pelculas, como Un asunto de mujeres (1988) y Nia de da, mujer de noche (1978), que viene a resolver esta merecida muestra de diecisis de sus mejores largometrajes. La ocasin permitir, adems, observar paso a paso una de las asociaciones ms fructferas del cine: la que form el director con Isabelle Huppert, su segunda musa inspiradora, luego de Stphane Audran. Con ella, la ira y la crtica al catolicismo de las primeras pelculas de Chabrol fueron dejando paso a una suerte de contemplacin cida, de boutades alegremente dirigidas a la yugular. Una suerte de decantacin de la esencia del misterio Chabrol: reproducir en ambiente controlado el universo de las miserias humanas (el rostro enigmtico de Isabelle Huppert es, probablemente, lo ms parecido a una encarnacin metafsica de lo perverso). Siempre tuve debilidad por la compaa de mujeres. Una mujer ya es un tema de pelcula en s mismo, dijo Chabrol alguna vez. En sus pelculas, a Huppert le toca ser siempre el detonante de la implosin que barrer con la tranquilidad burguesa de la pequea galera de personajes a los que Chabrol somete a juicio, sea la partera abortista de Un asunto de mujeres, la parricida de Nia de da, mujer de noche, Emma en Madame Bovary, la psictica empleada de correos en La ceremonia o la estafadora por partida doble de No va ms. Yo intento ser coherente. Todos mis films obedecen a las mismas leyes. Si hay contradicciones son naturales, nunca prefabricadas. Quizs esas contradicciones sean las mismas del propio Chabrol y de sus personajes, un manual de uso de la subversin pura que no obedece a otras reglas que las del juego al que se est obligado a jugar, sabiendo que no se tiene nada que perder ms que la respetabilidad. Que, en la escala de valores, cotiza muy por debajo de la coherencia.Das contadosEn Claude Chabrol, una revisin se proyectarn las siguientes pelculas: El bello Sergio, (el viernes 14), Los primos (el sbado 15), Doble vida (el domingo 16), Estas buenas mujeres (el lunes 17), Claude Chabrol, el entomlogo y La mujer infiel (el martes 18), Que la bestia muera (el mircoles 19), El carnicero (el jueves 20), La ruptura (el viernes 21), Pollo al vinagre (el sbado 22), Inspector Lavardin (el domingo 23), Nia de da, mujer de noche/Violette Nozire (el lunes 24), Un asunto de mujeres (el martes 25), Madame Bovary (el mircoles 26), Betty (el jueves 27 y el viernes 28), El infierno (el sbado 29), La ceremonia (el domingo 30) y No va ms (el lunes 31). En el Teatro San Martn, Corrientes 1530.Cable cinfilo: hoy ciclo Claude Chabrol

Seccin semanal de Cinfilo donde les proponemos armar ciclos de cine con la programacin del cable.Para sorprenderse con las joyas que se pueden encontrar buceando en la tele. El men de hoy incluye varias gemas del director ms prolfico de la Nueva Ola francesa. Por Gonzalo Casas Pelculas de Chabrol que se exhiben este mes en el cable: Las dulces amigas (1960)-- sbado 18 02:20 Europa, europa La mujer infiel (1969)----sbado 25 03:40 Europa, europa La bestia debe morir (1969)---domingo 19 23:35 Europa, europa El carnicero(1970)--- lunes 20 12:10; 18:40; 23:45 Martes 21 05:15 Europa, europa La ruptura (1970)--- martes 21 22:00 Mircoles 22 04:55 Europa, europaEl despertar de la bestia Nacido en Pars en 1930, la pasin de Claude Chabrol por el cine nace y se encamina de manera idntica a la de quienes seran sus compaeros de ruta en la Nouvelle Vague: tras haber estudiado para farmacutico por algn tiempo (como su padre y abuelo), el hombre pas sus obligadas temporadas de fatiga visual en la Cinemathque de Henri Langlois, para luego ingresar junto a sus amigos del grupete en la entonces flamante Cahiers du Cinma, donde firm su primer artculo sobre el film Cantando bajo la lluvia (1953). Antes de llegar al primer largometraje, public el libro Hitchcock, escrito junto a Eric Rohmer en 1957. Un ao ms tarde, y gracias a la herencia que le dej su primera esposa, funda la productora AJYM, a travs de la cual materializa su primer film y adems produce otros de Rivette, Rohmer, Phillipe de Broca, Jacques Doniol-Valcroze y de su montajista Jacques Gaillard (La ligne droite-1961). Sorprendentemente, la primera pelcula de Claude Chabrol (y de la Nouvelle Vague) es tambin la ms atpica en su filmografa. El bello Sergioel nico de sus films que encuentra puntos de contacto con los fundamentos estticos que signaron los primeros aos del movimiento: utlizacin integral de decorados naturales, actores no profesionales, una intencin por retratar la vida de los personajes con la mayor fidelidad posible (rasgos que componen la largamente discutida influencia del Neorrealismo en la Nouvelle Vague), una cmara siempre fiel al punto de vista de su protagonista y la materializacin del guin en el mismo momento del rodaje. Despus de hacer pelculas como primos, Las buenas mujeres o Landr el as llamado "entomlogo" del cine ingresara en un perodo de su obra en el empez a enfrentarse con ciertas obsesiones que se convertiran en impronta de todo su cine posterior. Sin aliento Acercarse a la obra de Chabrol supone un enfrentamiento con la propia moral que impide mirar hacia otro lado. Entre 1967 y 1974, junto al productor Andr Genoves, Chabrol entrega una serie de pelculas formidables que constituyen su primera gran etapa (slo comparable a la que comienza a mediados de los 80 y se extiende hasta hoy). La mujer infiel, El carnicero, La ruptura, son slo algunos de los ttulos que conforman una seguidilla excepcional de la que pocos directores pueden ufanarse. Esta serie, en su conjunto, revela una conclusin que podra resumirse en que el hombre puede, de un momento a otro y ante una situacin lmite, convertirse en una bestia, pasar a ser ese brutal asesino sobre el que poco antes slo lea en la ms roja de las crnicas. De la noche a la maana, por debilidad o por una maldad innata pero contenida, puede convertirse en el ser ms ruin, capaz de los actos ms bajos. Tal vez sea La mujer infiel el mejor film que haya realizado Chabrol hasta esa fecha, entendindolo como la primera construccin que retrata decididamente los dos tpicos centrales que venan apareciendo en embrin y que se profundizaran a lo largo de su obra: el desprecio por la "burguesa" como modo de vida y la certeza de que el hombre, ante una adversidad extrema que lo lleva a una total prdida de su dignidad, puede dejar de lado su civilidad y comportarse como una bestia. Y siempre con un lugar para un humor fino e irnico que muchas veces roza el cinismo. Stphane Audran (primera actriz fetiche de Chabrol que ms tarde sera reemplazada por Isabelle Huppert) y Michel Bouquet interpretan a un tpico matrimonio burgus, sirviendo de maqueta para un Chabrol cuyo trabajo en esta etapa se asemeja al de un arquitecto. Al descubrir el marido la infidelidad de su esposa, entra en un estado psictico que lo lleva a asesinar al amante. El final, en el que la complicidad entre marido y mujer deja el crimen impune (y que podra leerse como una metfora de las clsicas tcticas burguesas para esconder sus actos ms bajos), es sencillamente memorable y merece un lugar entre los mejores de la historia: con slo una mirada que atraviesa los extensos jardines de la mansin, Hlene termina de asumir la situacin y quema la foto de su amante para encubrir a su marido, a quien la polica ha venido a buscar. La mujer infiel encuentra una descripcin de "la vida burguesa" que no oculta el desprecio que su director siente por ella: hipcritas, inescrupulosos y cmplices de una construccin ficticia sustentada en una aburrida vida familiar a todo confort, los burgueses de Chabrol son seres miserables de los que, afirmarn las pelculas siguientes, es necesario defenderse. No es casual que en casi todos sus films los problemas tengan una resolucin inexorablemente violenta.El siguiente hito de Chabrol es El carnicero, primera ocasin en que el realizador se preocupa por la compleja psicologa de un personaje ms que por su funcin y supervivencia en un ambiente determinado. Con estos dos antecedentes, todo estaba listo para lo que ser una suerte de primer manifiesto chabroliano: La ruptura ,acaso la ms furiosa de sus pelculas. Todo est mal aqu: Stphane Audran es una ex bailarina de cabarute, casada con un joven escritor de familia bien. Despreciada por sus suegros y maltratada por su marido neurtico, la muchacha- a quin Chabrol defiende y cuida en todo momento- decide dar fin a la historia cuando el hombre, en un arranque ultraviolento, se la agarra con el pequeo hijo del matrimonio y lo manda al hospital (primera, impresionante escena de la pelcula en la que Jean-Pierre Cassel levanta al pibe del cogote y lo tira contra una pared como El Increble Hulk). Desde aqu, este Chabrol, ms irritado (y ms malo) que nunca, describe los miserables y crueles ardides que idea el suegro para apropiarse de su nieto y dejar a su nuera en la peor situacin posible. El burgus es visto aqu como hijo dilecto de Maquiavelo, subrayndose su inescrupulosa capacidad de hacer lo que sea por dinero, para obtener o mantener el poder o simplemente por el mero hecho de ganar la contienda (el empleado del ricachn llega a drogar y abusar de una pequea para armar una treta en perjuicio de la Audran). El retrato parece focalizarse en la difcil supervivencia del "proletario" en el salvaje mundo "burgus". Esto se repetir en films posteriores como Un asunto de mujeres y, por supuesto, La ceremonia.La siguiente etapa de la obra de Claude Chabrol (conformada por ttulos como Les magiciens o Les liens du sang), la menos fructfera (con la notable excepcin de Violette Noziere -1978), ser omitida en esta nota para pasar a la que, creemos, representa lo mejor de su filmografa. La consolidacin de un estilo "Alguna vez dije que alcanzara mi verdadera dimensin a los sesenta aos. Ahora tengo sesenta y siete, estoy un poco retrasado..." C.C., tras el estreno de No va ms. Chabrol miente. La ltima etapa de su cine, desde Pollo al vinagre(1985) hasta la fecha, seala la culminacin de un camino casi siempre ascendente en la afirmacin del auteur como un verdadero clsico contemporneo. No es ninguna sorpresa que en No va ms el hombre haya dejado fuera de un primer plano las obsesiones que haban marcado toda su obra anterior para hacer un film completamente inusual, tanto por su historia como por su tono (incluso por su carcter autobiogrfico, segn palabras del propio realizador). Sin embargo, la depuracin narrativa de esta pelcula no es otra cosa que una consecuencia del in crescendo al que hacamos referencia ms arriba. Desde el dptico conformado por la citada Pollo... e Inspector Lavardin ambas marcadas a fuego por el inolvidable personaje encarnado en Jean Poiret que titula a esta ltima-, el cine de Chabrol ha adquirido una precisin que no atenta contra su crudeza en la exposicin de la ms oscura naturaleza del hombre. Gradualmente, el furioso carnicero se ha convertido en el ms eximio de los cirujanos. Francotirador certero, su blanco est ms claro que nunca y debe ser atacado: en La ceremonia, por primera vez los "proletarios" dejan de padecer el mundo "burgus" para lanzarse decididamente hacia l. Si en films como La ruptura toda la accin era en defensa propia, ahora ya no se necesita una excusa: el enemigo es bien conocido y debe ser aniquilado, an cuando sus agresiones provengan de su natural forma de vida y no de una actitud deliberada.Transparente y sereno, Chabrol alcanza aqu su mayor grado de sutileza y detallismo, pudiendo verse i>La ceremonia como una reformulacin de todo su cine, como lo fuera El dinero para Bresson. Lo que no es en absoluto azaroso: la obra de Claude Chabrol se asemeja a un recorrido que, an con sus varios altibajos, ha sido siempre progresivo y ha procurado reunir nuevos elementos y dar una nueva dimensin a los que ya se hacan presentes en sus pelculas. En esta etapa, resulta evidente que el hombre ha trabajado en todos los casos con un material que realmente le interes (lo que ha sido determinante en toda su filmografa y donde debe buscarse la causa de sus fracasos estticos en algunos films, especialmente los posteriores a la "etapa Genovs"). En La ceremonia, Chabrol encuentra los personajes ms fascinantes con los que se haya cruzado y los acompaa con un tratamiento cinematogrfico que se traduce en lo mejor que el hombre haya filmado alguna vez. Un asunto de mujeres (1988) es quizs el ms revolucionario de sus films. Acostumbrado a plantear sus inquietudes desde micromundos particulares (en general, sus pelculas transcurren en pequeos pueblos y en el seno de una familia o de una comunidad reducida: esto se da en El bello Sergio, El carnicero, Pollo..., El infierno, slo por citar algunos ejemplos), esta vez Chabrol decide cuestionar directamente a las instituciones, tomando la historia de una mujer (Isabelle Huppert: la mejor actriz francesa de todos los tiempos en una de sus ms memorables interpretaciones) que para subsistir necesita practicar abortos. Cuando el negocio empieza a prosperar, la seora le toma el gustito a esto de tener dinero hasta que es descubierta y ejecutada por la Justicia, que necesita un fallo ejemplificador para sostener "la moral" (que, claro est, es una moral burguesa). Pesimista como de costumbre, Chabrol parece sostener que, tal como estn las cosas, un pobre siquiera puede considerar la posibilidad de salir de la ms absoluta miseria sin ser castigado.Despus de Pasiones en Clichy (1990; adaptacin de la novela de Henry Miller y Madame Bovary (1991; fiel transposicin de la obra de Flaubert que es una de sus pelculas ms convencionales), se producira un nuevo hito en la filmografa del furibundo entomlogo. Se trata de Betty, cinta que representa una nueva dimensin en ese otro Chabrol que se preocupa ms por las complejas e irresueltas psicologas de ciertos personajes (como en El carnicero, Pasiones... y la posterior El infierno) que por sus clsicos desenlaces sangrientos. Desde "Le Trou", un restaurant situado en Versailles donde podran encontrarse todos los personajes del septuagenario director, se describe la vida infernal de Betty, una ninfmana- alcohlica que no consigue evitar hacer todo aquello que irremediablemente la hunde cada vez ms. Con un ojo clnico, Chabrol describe el derrotero de una Betty que, miope e inconsciente, avanza tambaleante, desconcertada, destruyendo todo lo que toca. El infierno (1994) fue el antecedente inmediato de La ceremonia. Esta vez, Chabrol se la agarra con los celos devenidos en paranoia, mediante un alterado Franois Cluzet que se vuelve loco cada vez que se imagina a su mujer Emmanuelle Bart (mejor que nunca, en serio) revoleando la chancleta con algn vecino del pueblo. Chabrol acompaa su locura, hacindonos llegar a una total desconfianza de las imgenes. Es tan lograda la construccin flmica de los puntos de vista que llega un momento en el que verdaderamente no podemos saber qu es lo que en realidad est sucediendo. Algunos interrogantes y una certeza Por qu es importante, cuarenta aos despus de la Nouvelle Vague, la figura de Claude Chabrol? Una primera respuesta podra sealar que se trata del ms prolfico cineasta francs en actividad (52 pelculas en 42 aos). Tambin se lo podra considerar por ser, junto a Rohmer, el nico bastin accesible que queda entre los ms clebres del movimiento (muerto Truffaut y encerrado Godard en su inagotable crculo experimental). Sin embargo, hay una cuestin esencial que no pocos strapas omiten al referirse a sus pelculas: saludable y vigente, la obra de Claude Chabrol es duea de una singularidad que no encuentra comparacin en la actualidad del cine. El estreno de La ceremonia trajo consigo una supuesta revalorizacin que en el mejor de los casos fue tarda: asumiendo que La ceremonia es en efecto una obra maestra y adems el mximo punto en la obra de Chabrol, constituye realmente una sorpresa? No es acaso la culminacin, la derivacin natural de su cine? No resulta evidente que es la ms pesimista de sus pelculas, que ya eran muy pesimistas? Qu son sus personajes sino una suerte de versin depurada de aquellos que retrat durante las cuatro dcadas anteriores? No obliga esta pelcula a revisar una obra de absoluta vigencia? No tiene Chabrol, a esta altura, la solvencia de un clsico? Con un cine vivo que no se agota en s mismo, queda claro que, mientras se mantiene joven a fuerza de filmar, mientras escarba e indaga, mientras no deja de sacar a la luz lo ms oscuro, lo srdido, lo cruel, lo desgarrador, a fuerza de irona y con la ms exquisita sutileza, Claude Chabrol sigue hundiendo su preciso bistur con un pulso que nunca tiembla. Claude Chabrol, cuarenta aos despus, sigue revolviendo en la basura.

Texto extraido-y revisado- de Filmonline n 42 - Dossier Nouvelle Vague"

Claude Chabrol

"Siempre procuro ser claro en mis films"

Mdicos quince minutos fueron el precio de conseguir una entrevista a solas con Claude Chabrol, el simptico presidente del jurado del festival. En ese breve lapso tratamos de sacarle algunas definiciones.

Con una carrera cinematogrfica de casi 50 aos y siendo uno de los fundadores de la Nouvelle Vague, cmo ve hoy la influencia de ese movimiento en el cine contemporneo?Creo que es ms importante de lo que yo pensaba al principio. La Nouvelle Vague en sus comienzos no era un movimiento, ni siquiera una postura esttica. Solo intentbamos dinamitar aquello que nos molestaba en el cine, particularmente en el cine francs de los aos cincuenta que, salvo excepciones, era de un academicismo espantoso: principios demasiado rgidos, formas de rodar muy poco libres, elementos de sintaxis intiles. Creo que hemos liberado al cine de esas cosas, recuperando ciertos elementos del lenguaje provenientes del cine mudo.Usted es un caso peculiar dentro de las realizadores de la Nouvelle Vague, ya que ha logrado insertarse en la industria y desarrollar una carrera casi sin tropiezos ni interrupciones.S, pero no soy el nico. Truffaut, hasta su muerte, y el propio Rohmer han desarrollado una carrera regular aunque, es cierto, cada uno eligi una solucin diferente para seguir trabajando. Yo opt por hacer una especie de inversin en el sistema, de meterme a fondo en l para buscar la manera de salir. A m tambin me ayud rodar con productores que me permitieron trabajar con absoluta libertad.Me parece que usted es uno de los escasos narradores clsicos que quedan. Se considera un clsico?Yo esencialmente procuro ser claro y para ello necesito adoptar una forma narrativa clsica. Digamos que he renunciado a todo tipo de investigacin o bsqueda revolucionaria, aunque en cada pelcula trato de introducir algn elemento novedoso.Usted, junto con los fundadores de Cahiers du cinma, impulsaron en su momento la poltica de autores. Sigue creyendo hoy en ella?Yo me considero el autor de mis films, incluso en aquellas pelculas en las que no he participado en el guin. Existe cierta ambigedad en esa idea de la poltica de autor, ya que mucha gente cree que ser autor es escribir el guin y rodar, pero no es as. Un autor cinematogrfico tiene un universo particular, una visin del mundo y eso se debe reflejar en sus obras. La mejor prueba de lo que digo es que uno de los ms grandes exponentes del cine de autor, Howard Hawks, nunca escribi una lnea de guin.Qu opina del cine francs actual?Me parece muy vivo y diverso, inclusive con muchas mujeres dirigiendo, aunque no creo en la divisin entre un cine de hombres y otro de mujeres, ya que las pelculas son buenas o malas, independientemente de quin las haga. Sin embargo, hay films en los que se percibe una personalidad femenina. Por ejemplo una pelcula como Madame St Cyr, con Isabelle Huppert que no es una obra particularmente lograda, tiene una mirada completamente femenina. Un hombre no podra haber hecho esa pelcula.A propsito de Isabelle Huppert, que ha trabajado con usted en varias pelculas, qu puede decir de ella?Es una actriz extraordinaria. Es realmente inteligente y capaz de adaptarse a cualquier personaje. Adems evita las tensiones y los enfrentamientos durante el rodaje, y por momentos es como si ella condujera al director. En La profesora de piano es la primera vez que veo una actriz que transmite con fidelidad ese personaje.Qu directores le interesan del cine contemporneo?Creo que cada pas tiene un director lder, que en el caso de Espaa sera Pedro Almodvar, que a m me gusta mucho; en el de Italia, Nanni Moretti, y en Dinamarca, Lars von Trier, aunque no sea un director muy de mi gusto. Cmo se siente juzgando las pelculas de otros colegas?Es divertido. Veo pelculas que se parecen a las que podra hacer y otras que son absolutamente opuestas a lo que yo hara. En realidad, para m es mejor ser un espectador neutral.Por Jorge Garca

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Publicado el 30/11/2001