Q&A World Potato Congress

¿Qué es el Centro Internacional de la Papa?

El Centro Internacional de la Papa (CIP) es una institución que trabaja en la investigación agrícola para el desarrollo del cultivo emblemático del Perú, la papa (así como el camote), contribuyendo al desarrollo agrícola sostenible y a la seguridad alimentaria. Para ello, el CIP articula iniciativas con socios y otras organizaciones que colaboran a la consecución de esos objetivos estratégicos.

¿Por qué enfocan sus esfuerzos en la papa?

La papa cumple un rol fundamental en nuestro país puesto que, aproximadamente, el 10% de la población depende económicamente de este cultivo y existe un alto consumo del mismo (en promedio cada persona consume 85 kg por año). Es necesario mejorar su competitividad para incrementar su consumo, producción y revalorizar la biodiversidad (variedades nativas). Asimismo, es un alimento fundamental en la dieta diaria, a través del cual se puede combatir la desnutrición que aqueja al Perú. Cabe destacar que además de la papa, también trabajamos en la preservación y utilización de otros cultivos como el camote y raíces andinas (achira, ahipa, arracacha, maca, mashua, mauka, oca, ulluco y yacón).

¿En qué consiste el trabajo del CIP con el cultivo de la papa?

Nosotros trabajamos en la conservación de la biodiversidad, la mejora de los cultivos, el desarrollo de nuevas tecnologías para la agricultura sostenible. Para ello, llevamos a cabo proyectos de investigación y desarrollo de innovaciones para el mejoramiento de la papa (nutrición, variedades, productividad), así como el manejo integral del cultivo. Brindamos soluciones científicas para que el sector sea eficiente, competitivo y pueda cumplir con los estándares que le permitan para satisfacer la demanda externa y consolidarse internamente.

¿Cómo realizan la conservación de las variedades de papa?

Desde 1971 el CIP cuenta con el Banco de Germoplasma, donde se conserva y estudia la colección mundial de papa que a la fecha alberga 4,954 ejemplares de papas cultivadas,

entre variedades tradicionales y mejoradas; además de sus parientes silvestres (2,338) y líneas en proceso de mejoramiento (3,683). La conservación segura de estos recursos genéticos se realiza en campo y aplicando técnicas in vitro y de crio preservación.

¿Qué resultados ha tenido el Banco de Germoplasma?

En los últimos 10 años el Banco de Germoplasma del CIP ha distribuido 4,185 variedades de papa únicas, las cuales han sido entregadas a instituciones o agricultores peruanos y enviadas a investigadores en 56 países en desarrollo y 14 países desarrollados. También llevan a cabo investigación participativa con los agricultores de regiones altoandinas de Huancavelica y Cuzco para seleccionar y estudiar cultivares nativos promisorios para afrontar el cambio climático. Paralelamente, provee a los agricultores semilla libre de enfermedades que les permiten restablecer sus sementeras y elevar su productividad.

¿Cómo apoya el CIP a los agricultores?

El CIP desarrolla y promueve diversas tecnologías apropiadas para ayudar a los pequeños productores a mejorar su producción de papa y camote. Esto incluye tecnologías para el manejo de semilla, control de enfermedades y plagas, gestión del suelo y agua y también el desarrollo de estrategias para promover el consumo, utilización y cadenas de valor de los cultivos, especialmente con el objetivo de mejorar la nutrición de los consumidores y el ingreso de los productores, especialmente mujeres y jóvenes. Asimismo, llevamos a cabo capacitaciones especializadas en las zonas productivas.

¿De qué manera el cambio climático está afectando los cultivos?

La ocurrencia cada vez más frecuente de eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías, heladas, aumento de temperaturas, de plagas y enfermedades, nos vienen alertando sobre la inminente presencia del cambio climático. Por ejemplo, en algunas zonas altoandinas del Cusco, los agricultores tienen que sembrar sus papas cada vez a mayor altura debido al aumento de las temperaturas. En un futuro no tan lejano existe el riesgo de no poder producir sufrientes alimentos en esas zonas.

¿Qué está haciendo el CIP al respecto?

En el CIP tenemos el conocimiento necesario para defender los cultivos andinos del cambio climático y proteger la seguridad alimentaria. Nuestros proyectos contribuyen a la conservación/adaptación de los Andes (casa de la papa) y su biodiversidad, así como la de la Amazonía. Se desarrollan nuevas variedades con tolerancia a plagas y a sequía, calor y salinidad. Además, diversificamos a través del desarrollo de los sistemas andinos más sostenibles. También trabajamos en el cultivo de camote en diversas regiones y ponemos a disposición de los agricultores las buenas prácticas (identificadas, adaptadas y difundidas) en sistemas agroalimentarios climáticamente inteligentes, así como innovaciones para la vinculación diferenciada hacia mercados locales e internacionales.

¿Cómo contribuye el CIP a combatir la desnutrición?

El programa de mejoramiento de papa del CIP ha desarrollado nuevos clones de papa biofortificados con mayores contenidos de hierro y zinc. La evaluación de los primeros productos de este programa se ha realizado en colaboración con socios estratégicos y actualmente se cuenta con un grupo de clones avanzados que poseen alrededor de 50 por ciento de mayor contenido de ambos minerales fundamentales para combatir la anemia y desnutrición que afecta a las comunidades más pobres que se desenvuelven alrededor de los sistemas de producción y consumo de papa en nuestro país. Esto además del trabajo con camote anaranjado, con alto contenido de vitamina A, que está teniendo gran éxito en el África.

¿De qué manera apoyan a los agricultores para ser más competitivos?

En alianza con socios públicos y privados, el CIP desarrolló y aplicó el Enfoque Participativo de Cadenas Productivas (EPCP) logrando innovaciones comerciales (nuevos productos en el mercado como chips nativas de exportación, vodka, cremas antiarrugas, etc.), institucionales (competitividad) y tecnológicas (demanda). Este trabajo ha sido reconocido por el Banco Mundial como un ejemplo exitoso de cadenas de valor inclusivas ya que los pequeños agricultores de la sierra peruana se han beneficiado significativamente de esta iniciativa, especialmente obteniendo mayores precios por la venta de papa.

¿Por qué es importante que se lleve a cabo el Congreso Mundial de la Papa en el Perú?

La designación del Perú como sede 10° Congreso Mundial de la Papa, es una prueba del dinamismo que ha alcanzado el sector, lo que nos ha permitido competir con países con una gran tradición de desarrollo, innovación y oportunidades de mercado de la papa y traer la sede del evento a América Latina por primera vez en 30 años. Creemos que será una gran oportunidad para que tanto el CIP como otras instituciones locales puedan demostrar toda su experiencia en el uso sostenible de la biodiversidad de la papa, intercambiar experiencias con otros países y encontrar nuevas oportunidades de innovación y negocios, y vincular el desarrollo científico internacional con los investigadores peruanos.

¿El CIP también les brinda servicios a empresas privadas?

La vasta experiencia del CIP en investigación en papa, camote y raíces y tubérculos andinos, nos permite poner a disposición un gran capital de conocimientos, competencias y tecnología científica, para atender las necesidades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) de la comunidad científica y empresarial aplicados a la agricultura. Asimismo, somos una de las instituciones acreditadas por CONCYTEC para ofrecer conocimientos y experiencia técnica en fitomejoramiento y protección vegetal a

organizaciones y empresas del sector agrícola en el marco de la Ley 30309, la cual ofrece beneficios tributarios a las empresas que deseen invertir en este ámbito.

¿Han tenido alguna experiencia con la empresa privada en el marco de la Ley 30309?

En el año 2016 la empresa HORTUS y el CIP formaron una alianza estratégica para llevar a cabo proyectos de investigación para lograr incrementar la eficiencia y eficacia de la curva de innovación, y la inversión en desarrollo de nuevos productos para el sector agrícola en papa. La información generada por el CIP servirá a la empresa HORTUS para realizar decisiones comerciales estratégicas sobre estos productos, así como para futuras acciones que debe tomar la empresa para nuevos lanzamientos.

¿El CIP ha modificado genéticamente alguna papa en los Andes?

No hemos trabajado en modificación genética de la papa en los Andes. Actualmente se encuentra vigente una moratoria para la liberación de cultivos genéticamente modificados (GM) en los Andes y el CIP la respeta a cabalidad tal como acatamos las leyes y reglamentos en todos los países del mundo donde operamos. Cooperamos con los socios nacionales para hacer el mejoramiento y liberación de variedades con métodos convencionales.

¿Es cierto que años atrás el CIP ha incurrido en piratería genética?

El CIP es una institución que se rige bajo los más altos estándares y que cumple firmemente los convenios internacionales sobre recursos genéticos y las leyes y reglamentos sobre el tema en los países del mundo donde operamos, especialmente en el Perú. Todo el material que se distribuye desde el Banco de Germoplasma se hace respetando los reglamentos y bajo el acuerdo específico de transferencia de materiales únicamente para investigación.

¿El CIP está a favor de medidas como la compra de excedentes de papa?

El CIP es una institución científica que busca articular iniciativas que contribuyan al desarrollo del sector papa en el país y bridar soluciones técnicas. En ese sentido, las medidas que pueda tomar el gobierno u otros organismos exceden a nuestro ámbito de evaluación y opinión. Lo que sí podemos indicar es que es necesario generar información que permita planificar las fechas de siembra y cosecha; sembrar en diferentes pisos ecológicos para minimizar riesgos de pérdidas; tener alternativas de innovaciones para controlar estas nuevas plagas y enfermedades; difundir información climática, tecnológica y de mercado.

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