Cisterna, Felix Eduardo - El Evangelio de Mateo

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    FLIX EDUARDO CISTERNA CMF

    EL' T^y ange l o d e M a t e o

    EDITORIAL CLARETIANA

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    Diseo de Tapa: G r u p o U n oCon las debidas l icencias .Todos los de rechos rese rvados .Hec ho e l deps i to q ue prev i ene la ley .Impreso en la Argent ina .Printed in Argentina.I.S.B.N. 950-512-426-0 Editoria l Claretiana, 2001.EDITORIAL CLARETIAN ALima 1360 - C1138AC D Buen os AiresRepbl ica Argent inaTels. 4305-9510/9597 - Fax: 4305-6552emai l : editoria l@editoria lc laretiana.com.ar www.edi to r ia lc la re t iana .com.ar

    mailto:[email protected]://www.editorialclaretiana.com.ar/http://www.editorialclaretiana.com.ar/mailto:[email protected]
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    Introduccin"Libro de la generacin de Jesucris to" (Mt 1,1)son las pa labras que in ic ian e l Evange l io deMateo , cas i un t tu lo pa ra comprender e l ca rc te rde la obra .En cuan to l ib ro se nos p resen ta com o un en tre

    te jido de acciones y palabras que marcan la re lacin entre Jess y los res tantes personajes : susadversa r ios en pr imer lugar , sus seguidores y lamul t i tud que s iempre lo rodea . Por de t rs de esarelacin se art iculan los vocablos , que se jerarquizan segn su ce rcan a a l cen tro , ocupado por e lEvange l io de l Re ino . Es te Re ino es en tendido com o la nue va Ley que se p ro po ne y que se desp l ie ga en un re la to es t ruc turado en que seguidoras yseguidores de Jess , ms a l l de la p rop ia memor ia ind iv idua l , a sumen la memoria comuni ta r ia .Para e l lo hay que es ta r d ispues to a pe rder t tu losy pergam inos y s i tua rse en e l pue s to de d isc pu lo :"esc r iba conver t ido en d isc pu lo de l Re ino de loscielos" (Mt 13,53). De esa forma, poco a poco, elc r is t iano se va parec iendo a un dueo de casa en

    poder de la l lave de la "comprens in" , v is inreve lada a los pequeos .Pero es te l ibro hace referencia a una generac in , de l sucederse de t iempos y momentos quemarcan una v ida en d i logo con o t ras v idas quepreceden y s iguen . E l ambien te de te rminado enque nace recoge his torias anteriores de las naciona l idades a la s que per tenecen los in tegran tes dela comunidad . La nueva en t idad as cons t ru idaex ige nuevas f ide l idades que no anulan pero s superan las f ide l idades a la s an t iguas pe r tenencias: a l pueb lo descendien te de Abraham y a lospueblos de Orien te que , en los magos , debenemprender un camino s i qu ie ren ver a l Nio Reyde los Judos . A todos e llos se pide la apertura aun fu turo marcado por una presenc ia confor tan te :"Yo estar s iempre con ustedes hasta e l f in delmundo" (28 ,20) , capaz de supera r los rechazos yenemis tades que susc i ta e l nuevo es t i lo de v idacomunitario . La difc il tarea de ofrecer de las prop ias " rese rvas lo nuevo y lo v ie jo" , la p ro longa-

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    cin de esto en la or iginal idad de la s i tuacionesque p lantea aquel lo , se convier te en encargo deense ar a "cum pl i r todo lo . .. m an da do " (28,20) .Fina lme nte, desd e el relato y el am bien te se nosinvi ta a abri rnos a una visin concreta, la de Jessproc lamado como Cr i s to , Seor sobre cuyas ensea nz as se ha d e edif icar la vid a perso nal y de relacin con los dems. Slo as se podr descubrir elReino, f ru to de l des ignio de l Padre : "que venga tuReino , qu e se ha ga tu v olu nt ad " (6,10a), slo as sepodr supe r a r e l de sencuen t r o expe r i m en t ado acada paso en e l presente .

    Los problemas que se producen a par t i r de l acercana de lo diferente se t ransparentan a cadapaso en es te Evangel io y t ambin es tn grabadosa fuego en nues t ra poca . Ante es ta presencia delo diferente se or iginan enfrentamientos y cont i nuas luchas que asumen ml t ip les formas : expol iacin del dbi l , fundamental ismos e intoleranciarel igiosa. En medio de todo el lo se nos l lama adescubr i r de nuevo la f ra te rn idad como ley de l ahumanidad, a saber reconocer a l padre comn, aAb raha m, y a rem ontarn os m s a l l de l, a l Pad rede los cielos.

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    La herencia recibidaCo n l a p a la b ra " e v a n g e l io " s e g u id a d e u n"segn.. . Mateo, Marcos, Lucas o Juan", se designan los esc r i tos s i tuados a l in ic io de l NuevoTestam ento. Pero, antes de indicar u n escrito , e l trmino s i rv i pa ra denominar la Buena Noticia de lapredicacin cris t iana sobre Jess . Con es te sentido,al com ienzo d e la segun da m itad del s iglo I, la palabra es uti l izada por Pablo, primero en la carta a loscristianos de Tesalnica (1,5; 2.4.8.9; 3,2) y posteriormente en su correspondencia con Filemn y conlos cris t ianos de C orinto , Galacia , Fil ipos y Rom a.Marcos hereda e l t rmino de Pab lo y , conforme

    a e l lo , en t ien de por "evan ge l io" e l con ten id o de lapredicacin cris t iana. Esta se centra en e l anunciode la "His to r ia de la Pas in" , pe ro es t p rese n te entoda la ac t iv idad te rres t re de Jess , en tendidacomo un "servir dando la vida", que se refle ja noslo en los acontecimientos finales de su exis tenc ia , suced id os en Je rusa ln , s ino prev ia me nte e n e l"camino de Jess" y en su ac t iv idad en Gal i lea a

    par t i r de la p red icac in deJuan. De es ta forma, e l trmino s i rve para ind ica r la s"me mo r ia s " d e l a a c tu a cin de Jess y para comprender e l sen t ido de d i chas acciones (Me 1,1.14.15 ; 8,35; 10,29; 13,10; 14,9),como ejercic io del seorode Jess en la His toria desu Pas in , que impregnade s ignificado a toda su act iv idad te rres t re .Sin embargo, la colocacin del trmino al inic iode la obra tendr repercus iones en su posterior comprens in . A par t i r de Marcos, Evangelio o Buena Noticia des igna las obras quesuces ivamente nos cons ignan , a l menos , los aconte c imien tos que tuv ie ron lu gar desde la p red icac inde Juan has ta e l anunc iode la Resurreccin. Entrelos dos ex tremos de es tea rco tempora l se o rdenan:

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    el Bautismo y la Tentacin, la predicacin en Mateo se atiene a este esquema heredado de suGalilea, el camino hacia Jerusaln y los Hechos predecesor (ver recuadro que sigue), pero intro-acaecidos en esta, que culminan con la Crucifi- duce algunos cambios significativos,xin, Muerte y Sepultura de Jess.

    S U C E S I N C O M N A M A T E O Y M A R C O S

    1. Predicacin de Juan, Bautismo y Tentacionesde Jess, proclamacin del Reino y primerasvocaciones.2. Curacin de un leproso y jornada deCafarnam: curacin de un paraltico,comida con los pecadores, discusinsobre el ayuno y el sbado y curacindel hombre de la mano paralizada.3. Acusacin de los escribas sobreposesin diablica, enseanza sobrela verdad era familia d e Jess y Parbolasdel sembrador y grano de mostaza.

    4. Visita a Nazaret, muerte del Bautista,primera multiplicacin de los panes,camino sobre las aguas, discusinsobre las tradiciones farisaicas ycuracin de la hija de la cananea.

    81" ,*MMe 1,4-20

    Me 1,40-3,6

    Me 3,23-4,32

    Me 6,l-6a; 6,14-7,30

    flrJ3Mt 3,1-17; 4,1-22

    M t 8,2-4; 9,1-7; 12,1-14

    M t 12,24-32; 12,46 -13,23;13,31-32

    Mt 13,53-15,28

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    5. Segunda mul t ip l icac in de los panes ,s igno pedid o por los far iseos yconfesin de Pedro .6 . Pr im er anun cio de la Pasin ,condic iones ex ig idas para segui r aJess , Transf igurac in , venida deEl ias y endemoniado ep i lp t ico .7. Segundo anuncio de la Pasin ,enseanzas sobre la verdaderagran deza y la gra ved ad de escndalo .8 . El ma t r imo nio y e l d ivorc io ,

    Jess y los nio s, el rico y lasr i q u ezas , l a reco mp en sa p ro m e t id aal desprendimiento ; la Parbola delos viadores; el tercer anuncio, loshijos del Z ebe deo y el(los) ciego(s)de Jeric.9 . Ent rad a mesin ica , expuls in de loscomercian tes , h iguera es tr il , cont rovers iasobre la au tor idad , v iadores homicidas ,impuesto a l Csar , Resurrecc in , mandamiento principal , cuest in sobre el hi jo deDavid y condena de los escr ibas/ far i seos .10. El discurso apocalpt ico.11. Pas i n , mu er t e y sep u l t u ra .12. A n u n c io p ascu a l .

    M e 8,1-20

    M e 8,21-9,29

    M e 9,30-37.42-48

    M e 10,1-52

    M e 11,1-12,40M e 13,1-37M e 14,1-15,47M e 16,1-8

    M t 15,32-16,20

    M t 16,21-17,20

    M t 17,22-23; 18,1-11

    M t 19,1-29; 20,17-34

    M t 21,1-27.33-46; 22,15-23,39M t 24,1-36.42-43M t 26,1-27,3; 27,11-61M t 28,1-8

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    Los cambios de MateoDos cambios fundamenta les dan como resu l ta do la ampl iac in de l a rco tempora l de los aconte

    c imien tos . E l p r im ero de e l los in t roduce , desp usdel anuncio pascual, e l re la to de las aparic ionesde l Seor resuc i tado a su comunidad . La segundatransformacin afecta a l punto inic ia l del re la to,que dirige su mirada ms all de la predicacinde l Baut is ta , in t rod uc iend o un tex to que nos narr aacontecimientos de la infancia de Jess .Un manual para el discpulo

    En las aparic io nes del f inal del evangelio , sobretodo en la lt ima (28,16-29) -que t iene una espec ia l re levanc ia pa ra su com prens i n y que ha s id ocons iderada como la conc lus in de toda la obra - ,Jess se p resen ta en una s i tuac in rad ica lmentenuev a . En presenc ia de los Once d isc pu los dec la ra: "Yo he recibido todo poder en e l c ie lo y en latierra" (28,18). Esta nueva s ituacin es e l presupuesto que jus tifica la tarea que les as igna para e lfu turo : "Vayan y hagan que todos los pueblossean mis d isc pu los , bau t izndolos en e l nombredel Padre y del Hijo y del Espri tu Santo, y ensendoles a cumpli r todo lo que yo les he mandad o " (28,19-20a).10

    En n t ima re lac in con es te manda to que debetransm it i rse a todos los pueb los , se in t roduce o t ramodificacin respecto a l evangelio de Marcos. Seacrec ien tan cons iderab lemente la s pa labras deJess destinadas a la ins truccin de los discpulos ,p resen tadas ba jo fo rma de "d iscursos" , y es to deta l manera que podemos cons idera r a toda la obracomo e l "Manua l de l d isc pu lo de Jess" .Ms a l l de la p rovenienc ia de es te mate r ia lp rev io u t i l izado por Mateo (ver recuadro "Lafuen te" ms ade lan te ) , la importanc ia que asu

    men esos "d ichos" como enseanza de l Seor asu comunidad , jun to con la ex igenc ia de t ransmit i r e sa enseanza como Ley para se r observadapor todo d isc pu lo , da una ca rac te r s t ica pa r t icula r a es te evange l io . Conform e a la pa labra in icia lde la obra , se tra ta de un "Libro" (Mt 1,1) graciasa l cua l se nos pe rm ite conocer e l p ro gra m a o pro yec to de Jess .En es te escrito , a la multiplicacin de las inst rucc iones , que permiten conocer mejor la s ense a n z a s d e J e s s -d e imp o r ta n c ia fu n d a m e n ta lpara la conciencia ecles ia l- se agrega la considerac in -no muy exac ta desde e l pun to de v is tah is t r ico- de que e l evange l io de Mateo fue e lp r imero en se r cons ignado por esc r i to (c f I reneo ,

    Adversus haereses III, 1,1).

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    La fuente (Q)M ucho s pasajes de Mateo que se refieren a la ense anza de Jess y a ciertos episodios d e su actividad (ausentes en el material ofrecido por Marcos) se colocan en la misma sucesin en que se encuentran tambin en la obrade Lucas.Ambos coinciden, sobre todo en la primera parte, en el orden en que nos transmiten sucesivamente las bienaventuranzas (Mt 5,1-12 y Le 6,20-23), el mandato de amar a los enemigos (Mt 5,38-48 y Le 6,27-35), la benevolencia en el juicio (Mt 7,1-5 y Le 6,37.41-42), la raz de las buenas obras (Mt 7,16-18 y Le 6,46-49), la curacin del sirviente del centurin (Mt 8,5-10 y Le 7,1-10), la pregu nta de los enviado s d e Juan sobre los signos m esinicos (Mt11,2-6 y Le 7,18-22), el testimon io d e Jess sobre el Bautista (Mt 11,7-15 y Le 7,24-30) y la cond ena de "esta gene raci n" (Mt 11,16-19 y Le 7,31-35).Estas coincidencias se hacen difciles de explicar sin la existencia de un escrito comn utilizado por ambosautores. Esto ha llevado a postular, como hiptesis ms probable, la existencia de una obra que no ha llegadohasta nosotros, constituida fundamentalmente por una coleccin de "dichos de Jess". Tal escrito es denominado usualmente como "Q", inicial de la palabra alemana que significa Fuente.Si tomamos en consideracin ciertos pasajes pertenecientes a esta obra, como por ejemplo los referidos alam or a los enem igos, debem os situar su o rigen en el m bito sirio-palestino. En efecto, la ley de Mt 5,39 -"sialguien te da una bofetada en la mejilla derecha, presntale tambin la otra"- hace referencia a las medidas aad opt ar frente a un signo concreto que sancionaba la expulsin de la sinagog a y, por consig uiente, p erfectam ente

    comprensible en el mbito de un judaismo fuerte y con rasgos de intolerancia.El mismo signo difci lmente podra ser captado por las comunidades ubicadas en el mundo helnico deLucas, lo que lleva a este a transformar el pasaje de Le 6,29 ("Al que te pegue en una mejilla..."), con lo que eltexto pierde su significacin original. La misma dificultad presentaba para los lectores del tercer evangelio lacomprensin de tal exigencia, propia de las t ropas imperiales de ocupacin, que podan requerir en el mbitosiro-palestino (no as en Grecia) el transporte de sus arreos a lo largo de la distancia de una milla, aadiendo asuna nueva humillacin a los habitantes de aquellos territorios sojuzgados. De ah que Lucas haya omitido la respuesta ante quien exige "acompaar una mil la".

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    Esto ha l levado a colocar es ta obra en e l pr im erluga r de l o s e sc r i t o s de l N uevo Tes t amen to . Ta lo rd en e s a t e s t i guado ya po r e l an t iqu s imo Can onde Murator i , y con l coinciden tambin los msan t iguos manusc r i t o s g r i egos de l N uevo Tes t a mento y los escr i tos de los Padres .

    De esa forma, la pa la bra "eva nge l io" ha rec ib i do un nuevo sent ido. El la inc luye las exigenciasque debe a sumi r en su v ida t odo d i sc pu lo deJess . Es t e nuevo sen t ido se pone t ambin demanif ies to en la forma con que Mateo usa d ichotrmino. En todos los casos , e l vocablo va acompaado de una de t e rminac in que exp l c i t a sucon ten ido .

    En un caso , es ta de terminacin se efec tamediante la expresin "este evangelio" (26,13) y,en los res tantes , con la frmula "evangel io de lRe ino" (4,23; 9,35; 24,14).El cumplimiento de las profecas

    De sde 1 ,23, po r o t ra par t e , Ma teo mul t ip l ica lasc i tas expl c i tas de l Ant iguo Tes tamento en mayormed ida que los o t ros evange l i s t a s . Repe t idasveces nos t ransmi te "c i tas de cumpl imiento" int roducidas por las frmulas "entonces se cump l i " (2,17; 27,9), "a f in de qu e se cu m plie ra" (2,23;

    8,17; 13,35) o con un "para que se cumpliera(n)"seguida de " las Escri turas" (26,56) o " lo dicho porel Seor" (1,22; 2,15) o " lo dicho por el profeta"(4,14; 12,17; 21,4).De es ta forma se pone de manif ies to la c larapreocupacin del autor de l evangel io , que quierehacer descubrir a sus lectores la real izacin de lasp romesas ve t e ro t e s t amen ta r i a s en Je ss , y e s tohas t a t a l pun to que un sa lmi s t a e s denominadoprofeta (13,35; cf Sal 78,2). Las citas escriturariasdescubren e l s en t ido ms p ro fundo de mi l ag ros(8,17), parbolas (13,35) y de cualquier otro acontecimiento de la vida de Jess: inicio de la predicacin (4,14), rechazo (12,17), aclamacin de losnios en la ent rada a Jerusa ln (21,4) , aceptac inde la Pasin en el acto de la captura (26,54.56),traicin y muerte de Judas (27,9), etc.

    Es te procedimiento adquiere especia l re l ieveen los textos que da n com ienzo a l evangel io (e l seg u n d o c a m b i o q u e h a b a m o s m e n c i o n a d o m sarr iba) . En la composic in d el "Eva ngel io de la infancia" , e l acontec imiento pascual se proyecta alos pr imeros momentos de la exis tencia de Jess .En estos captulos, la Pascua se anticipa con laay ud a de la luz que proy ecta n los textos escr i turar ios de l pasado, y es to a ta l punto que e l evangel i sta cons igna com o per tene ciente a la Escr i tura u n

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    t ex to que no ha podido ser encont rado en todo e lA n t i guo Tes t am en t o : "Se r l l am ado N aza r eno"(2,23). Por el lo,esos cap tulos pueden ser catalogados dent ro de l gnero midrash. Esta pa labra der ivade un verbo hebreo que signif ica "buscar" y cons i s te en un procedimiento de bsqueda o expl icac in de l a Escr i tura en que nuevos acontec imientos se leen a la luz de aco ntecim ientos o textos d elp a s a d o .Adversarios de Jess: nombre y retrato

    "Sum os sacerdotes" , "anc ianos" y "sadu ceos"En los acontec imientos desencadenantes de l amu er te in jus ta de Jess , ocu pan e l lugar pr inc ipa llo s sumos sacerdotes. El los aparecen s iemp re en conexin con dicho acontec imiento . Dejando d e l ad oel Evan gel io de la infancia, en que estn l iga dos alcl ima am en az an te qu e se cierne sobre el ni o (2,4) ,se mencionan por pr imera vez en e l pr imer anuncio de la Pasin (16,21). A partir del tercer anuncio(20,18) se hace sen t i r m s su presen cia e n los acon tecimientos de Jerusaln (21,15.23.45) y, sobret o d o , ocupan el pr imer lugar de la escena en la

    Histor ia de la Pasin. En no pocos textos sonacom paados f r ecuen t em en t e po r l o s "anc i anos"(16,21; 21,23; 26,47; 26,57-59; 27,1.3.12.20.41; 28,11-12). Respecto a el los, s in embargo, el evangel is taparece l imitarse a t ransmit i rnos el mater ial recibido de la t radicin, presente ya en el texto deMarcos . Slo aa de la mencin d e su presencia enlos episo dios d e la mue rte de Jud as (27,3.6) y en el13

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    sobo rno d e los sold ad os (27,62 y 28,12). Sin dis m inu i r en nada su responsab i l idad en la muer te deJess , no se los p resen ta como ocupando e l lugarde pr inc ipa les adversa r ios de Jess .L os saduceos, por su par te , aparecen con personal idad propia slo en la discusin acerca de laresurreccin, un texto comn a los t res s inpticos(Me 12,18; Le 20,27; M t 22,23). Su ne ga ci n acercade la v ida despus de la muer te es un punto d i s t int ivo de su doctr ina y, por el lo , deben aparecerd o t a d o s d e l a i n d e p e n d e n c i a n e c e s a r i a . P e r oMateo es el nico que relaciona esa intervencincon una reaccin de los far iseos (23,34) . En todoslos o t ros casos en que menc iona a los saduceos ,es tos aco mp aan a l g ru po fa ri seo como esco l tas ocom parsas . En 3,7 Juan ve " que m uch os fa r iseos ysaduceos se acercaban a recib i r su bau t i smo" y en 16 ,1 :"Lo s far iseos y los saduce os seacercaron a l (Jess) para poner lo a p rueba ." Hechos es tosque mot ivan la adver tenc ia deJess sobre la doctr ina de "far i s e o s y s a d u c e o s " (16,6.11.12). Da la sensac in de quees tos l t imos son absorb idospor aque l los .

    Los "far iseos"Los far iseos son el grupo que se pinta con con

    notac iones ms nega t ivas en es te evange l io y a lque se ded ica la mayor a tenc in . En la t rad ic ins inpt ica , a cada menc in de e l los en Marcos cor responden dos de Lucas y t res de Mateo .La mala fe del far isesmo e n su conjunto se p on ede mani f ies to en que e l t rmino que los des ignaaparece s iempre en plural , salvo el "far iseo ciego"de 23,26. Pero este nico s ingular no restr inge la

    ex tens in de l t rmin o s ino que engloba a cada un ode los miembros de l g rupo . Igua lmente , l a n icaaccin indiv idua l que se relata adqu iere el carcterde una delegacin grupal : "Cuando los far iseos. . .se reunieron en ese lugar y uno de el los que eradoc tor d e la Ley.. ." (Mt 21,34-35).A lo la rgo de l evange l io , se va sembrando lasospecha s obre la prct ica de los discpu los resp ecto al ay un o (12,2) y a las t radiciones de los ant i guo s(15,1). En otros casos, la cr t ica pro nu nc iad a delan te de los discpu los o de la gente se dir ige directamente cont ra Jess , que "come con publ icanos ypecadores" (9 ,11) y que "expulsa a los demoniospor.. . el Prncipe de los demonios" (9,34; 12,24).Repe t idam ente se sea la que su acercamiento a

    Jess t i ene como f ina l idad la de "poner lo a p rue-

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    ba" . Esta accin prop ia d e Satans en 4,1.3 se as igna a e llos cuando piden una seal del c ie lo en 16,1y cuando preguntan acerca del divorcio (19,3), delim pue s to a l Csar (22 ,18) y de l m and am ien to pr in cipal (22,34). En dos ocasiones (12,14 y 22,15), asemejanz a de los sum os sac erdo tes en 27,1.7 y 28,2,p lan if ican las medidas necesa r ias que se debenadopta r con tra Jess y , s ino proceden a su de tencin, es to se debe al temor que le inspira la gente(21,45). Su animosidad contra Jesscont ina despus de la muer te de s te ,acompaando a los sumos sacerdo tes afin de lograr la custodia del sepulcro(27,62). Ms all de la narracin, losrasgos se acentan en la forma con queJuan o Jess se dirigen a ellos. El calificativo de "raza de vboras" en los lab ios de l p r imero , pues to por Lucaspara fundamenta r la neces idad de convers in que t ienen todos sus oyentes(Le 3,7), se convierte en una invectiva que tocadirectamente a fariseos (y saduceos: Mt 3,7). Elmismo calificativo les aplica Jess en 12,34 y 23,33.En el p r im ero d e d ichos tex tos , Jess resp ond e deese modo a la acusacin de posesin diablica quele hacen (cf Mt 12,24ss) y e l segundo forma partede su condena def in i t iva , p ronunc iada por Jessen el captulo 23.

    Todo es te cap tu lo es t des t inado a mos tra r ladesaprobac in de su comportamien to t ico , enque se despliega la insufic iencia de "su jus tic ia",sea lada precedentemente en 5 ,20 y , segn a lgunos manuscr i tos , en 7 ,29 : " les enseaba comoquien t iene au to r idad y no como su s escr ibas y fariseos". El juic io negativ o d e 23,1-37 asu m e la forma de los ayes p rof t icos ya que su l ide razgo("ocupan la c tedra de M oiss" : v 2 y son "g u as" :vv 16.24; cf 15,14) puede ser calificadode "ceguera" (vv 16.17.19,24.26) e "insensatez" (vv 17.19) que conduce a la

    ruina definit iva a toda Jerusaln.Retomando la enseanza sobre "lopuro e impuro" de 15,1-14, se los describe a ll preocupados por una prcticame ram ente exterior de la re ligiosidad. Yesta bsqueda de lo aparente les hacedescuidar lo verdaderamente "esencialde la Ley: el juicio, la misericordia y lafidelidad" (23,23). Pre ocu pad os por ser vistos po r losh o mb re s (23,5; cf 6,1), su actuacin es una mscarasemejante a la de un actor de teatro, y por ello Jesslos califica de "h ip cr ita s": w 13.14.15 cf 6,2-5-16;17,7; Is 29,13). El juicio de Dios e n este tex to de Isaasdescribe adecuadamente la re lacin re ligiosa delfariseo qu e "m e honra con los labios pe ro su cor aznest lejos de m ", ya qu e "dice n y no h ace n" (23,3).

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    Las consecuencias inevitables de es ta conductason la presencia de la muerte que habita en su interior y se difunde a su alrededor. Los fariseos son"sep ulcr os" (23,27), son "hijos de los qu e m atar on alos profetas" (23,31), a los enviados de Jess: "profetas, sabios y escribas, ustedes matarn..." (23,34);a cada un o de sus prosli tos lo hacen d os veces msdig no d e la Geh ena (23,15) que ellos mism os.

    Los "escrib as"n icam ente en 17,10, do nd e ejercen su funcinpropia de intrpretes de la Escritura , no se en

    cuentran en compaa de miembros de o t ros g rup o s . En los res tantes casos se los menciona unidosa los fariseos (5,20; 9,3; 12,38; 15,1; 23,2.13.14.15) ya los sumos sacerdo tes -y anc ianos - (2 ,4 ; 16,21;20,18; 21,15; 26,57; 27,41). En todos estos casos,rec iben e l ju ic io nega t ivo que merecen sus acompaantes ; en e l p r imer caso , incoherenc ia y an imos idad contra Jess ; en e l segundo , responsab il idad en su condena a muer te .S in embargo , jun to aeste juic io negativo, tene-\ ^ fm mos tres casos en que nosL | | P ^ Z l ^ / l ^ e n co n tr a m o s c o n e sc ri ba sE Q b / j l ^ ^ Q q u e n o p er te ne ce n a lo s o-

    ponentes de Jess . El primero en 8,19, nos prsen

    l o

    ta un escriba con la intencin, aun qu e frustrada, deseguir a Jess . Los res tantes son an ms claros:por boca de Jess se anuncia a los fariseos y escribas hipcritas : "voy a enviarles profetas , sabios yescribas; us tedes matarn y crucificarn a unos,azo tarn a otros en las s inagog as, y los persegu irnde ciudad en ciudad" (23,34). El otro caso (13,52)habla de "todo escriba convertido en discpulo delReino de los Cielos". En ambos textos se pone demanifies to la presencia de escribas dentro de lacomunidad cris t iana. De es te modo, e l evangelis tad is t ingue den tro de l mismo grupo la p resenc ia deadversa r ios y de seguidores , aunq ue es tos l t imosaparezcan con menor frecuencia .El lenguaje de la praxis

    E l "hace r"De la presentacin precedente del farisesmo sepuede deduc ir e l e lemento fundamenta l que d iv i

    de a Jess de sus adversarios . A pesar de que,como hemos v is to , se mul t ip l ican las pa labras deJess , nos encontramos con un tex to que subrayade modo especial la prctica . La mayor o menorcoherencia de cada uno es e l cri terio de verificacin de lo que se proclama. A diferencia de losfariseos , qu e "dic en y no hace n", Jess acta s iempre lo que an tes ha d icho .

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    Las pa labras es tn d i r ig idas a su ac tuac in ,como toda ley t iene la capacidad de exigir cuentass o b re s u ma y o r o me n o r c u mp l im ie n to .La forma en que usa e l verbo "hacer" expresaclaramente es ta importancia . A nivel s imblico loshom bres se compar an con la rea l idad vege ta l y sucap aci dad de fructificacin en 7,17-19; 12,33 y en laparbola de la cizaa (13,26; cf 13,23). Dichos textos nos hab lan aparen temente de t res pos ib i l ida des ; el rbol o la hierba que hace (da) fruto bueno,el que hace frutos malos y e l que no produce frutos. Pero, s i examinamos ms de cerca los textosprecedentes , la s dos l t imas pos ib i l idades pe r tenecen a la misma categora y , por consiguiente , e lenfrentamiento se da entre los que hacen frutosbue nos y los que no hacen f ru tos bu eno s .

    Las personas se dis t inguen entre s de la mismama nera. Ya en la prim era aparic in d el verbo en 1,24se presenta posit ivamen te a Jos, "qu e hizo com o elngel le haba ordenado" (1,24). El fruto bueno sedefine en re lacin con una "determ inacin" de Dios ,en es te caso por m edio del ngel o d e Jess.

    "Voluntad de l Padre " , "Ley" ," m a n d a m i e n t o s "Es ta de te rminac in rec ibe e l nombre de "quere r /v o lu n ta d d e (mi Pa d re )" . La e x p re s i n , u s a d a

    por p r imera vez en e l Padre Nues t ro (6 ,10) , vue lve a aparecer en las cues t iones fundame nta les queafectan a toda persona. Adecuarse a e lla es propiode quienes "entrarn en el Reino de los c ie los"(7,21); de los que per tenecen a la ve rdadera familia de Jes s (12,50); justifica las act itu des q ue sedeben adoptar frente a los pequeos (18,14), es e lobjeto de la oracin de Jess en G etse m an (26,42).Cada persona debe responder a la p regunta de Je ss en la parb ola de los hijos : "Cul. . . h izo la voluntad del padre?" (21,31).O t ro s t e x to s n o s h a b la n d e "ma n d a mie n to "(5,19; 15,3; 19,17; 22,36.38.40) o de "mandar". Enlos pasajes de la tradicin s inptica en que aparece e l verbo, slo Me 13,34 no t iene parale lo enM ateo . De las res tan tes , dos es tn presen te s en losotros evangelis tas (Mt 4,6 parale lo a Le 4,10 y Mt19,7 a Me 10,3). Ellas indican una comprensinequivocada de l quere r d iv ino pues ta en boca deoponentes de Jess (demonios o fa r iseos ) . En lascitas sin paralelo (15,4; 17,9 y 28,20), la primerapone al descubierto la mala fe de los fariseos y laso t ras dos se s i tan en momentos l igados a manifes tac iones de l pode r de Jess en las mo nta as dela Transfiguracin y de la Galilea . Esta lt ima,sobre todo, s irve para resaltar e l carcter obligatorio de la enseanza de Jess .

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    La "ley" est presente en 5,17.18; 7,12; 11,13;12,5; 15,6; 22,36.40; 23,23. Da la impres in de queMa te o h a s id o a t r a p a d o p o r e l mis mo l e g a l i s mode los fa r iseos que pre tende combat i r . S in embargo , s i e x a min a mo s m s d e te n id a me n te e l p r ime rpasa je en que aparece la pa labra un ida a "mandamien to" (5 ,17-19) podemos comprender e l sen t idoque se as igna a d icho t rmino .

    Por boca de Jess se sea la que su acc in nose d i r ige a "abol i r la Ley y los Profe tas" s ino adarles cu mp lim iento (5,17). Y a continuacin (v.18)s e d i s t in g u e n d o s t ip o s d e re a l id a d e s : e l o rd e nna tura l (c ie lo y t ie r ra ) y e l o rden h is t r ico-sa lv -f ico en su in tegra l idad : una " i" o un p ice de laLey . La suces in de verbos en es tos ve rs cu los(v e n i r -h a c e r s e ) e s l a mis ma q u e e n c o n t ra mo s e nla o rac in de l Seor : "venga tu Re ino , hgase tuv o lu n ta d " (6 ,1 0 ) . Le y y ma n d a mie n to s o n e n to n c e s mu c h o m s q u e u n c o n ju n to d e p re c e p to s ;c o n s t i tu y e n l a e x p re s i n d e l a v o lu n ta d d e l Pa d r e , es decir , la realizacin de la salvacin en sui n t e g r a l i d a d .

    La "justic ia"De sde all se es tablece la dis t incin en tre la just icia de los fariseos y la jus tic ia qu e pro po ne Jes s;

    entre lo completo y lo insufic iente del comporta

    mien to t ico de cada persona humana . La jus t ic iade los escribas y fariseos no alcanza par a ent rar enel Reino de los cielos (5,20). La prctica de la limosna (6,1-4), de la oracin (6,5-8) y del ayuno(6,16-19), pilares de la piedad juda , pueden es tarfa lseados en su ra z cuando se hacen en vis tas aconseguir gananc ias en la cons iderac in soc ia l"de lan te de los hombres" . Ni s iqu ie ra la poses inde los dones re l ig iosos ex traord inar ios de la p rofec a , de l pod er d e expulsa r dem onio s y de la rea lizacin de milagros-fuerzas capacita para la entrada en el Reino. La jus tic ia del Reino exige unaprc t ica que puede se r aprobada por e l Padre , quese adecu profundamente con su quere r en s incer id a d y d e s d e lo m s p ro fu n d o d e l c o ra z n h u m a n o . Slo as e l Pa dr e qu e ve en lo secreto te re com pensar (6,4.6.18).

    La pr imera a f i rmac in de Jess en su Baut i s mo : " c o n v ie n e q u e c u mp la mo s to d a ju s t i c i a "(3 ,15) apunta a una cua l idad to ta l e n tegra : lajustic ia del Reino (cf 6 ,33) o e l "camino de la just ic ia" recorr id o por Ju an (21 ,32). S lo su p rc t i cap u e d e a s e g u ra r p le n i tu d - " lo d e m s s e l e s d a rpor aad idura"(6 ,33)- y fe l ic idad : " fe l ices . . . losque t ienen hambre y sed de jus t ic ia (5 ,6 ) . . . " " losq u e s o n p e r s e g u id o s a c a u s a d e l a ju s t i c i a "(5,10).18

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    El lenguaje sobre el grupo de seguidores "Disc pulos" , "Hacer (se) d i sc pulos"El grupo de seguidores es cal i f icado como "los

    Doce". A l per tenece Judas (26,14.47) y, despusde su defeccin, se t ransforman en "los Once"(28,16). El nmero aparece genera lmente con unadeterminac in: " estos Do ce" (10,5); "los Doce ap stoles (enviados)" (10,2) , nica vez que se usa eseapelat ivo por t ratarse de la introduccin al discurso de envo ("misionero") . En los restantes casosse emplea los "Doce-Once d i sc pulos" (10,1; 11,1;20,17; 26,20).En pocas ocasiones, el evangel is ta ut i l iza lapa l ab r a discpulo para indicar a los seguidores deJu an (9,14; 11,2 y 14,12); un a v ez in dica con l a lo sdisc pu los d e los fariseos (22,16) y en 8,21 -s i a ten demos a los mejores manuscr i tos que leen "ot rode los discpulos" y al texto precedente (cf 8,19)-puede t ra ta rse de un in tegrante de l grupo de lose sc ri bas. Pe r o no r m a l m en t e en Ma t eo , m u cho m sque en Marcos y Lucas, el trmino es la formahabi tua l de des ignar a los seguidores de Jess . Ael los se d i r igen d i rec tamente los d i scursos deJess , com o veremo s a l presen tar e l p lan de l ev angelio. El grupo en su to ta l idad, o a lgunos de susin tegrantes , es tn con Jess "en pr ivado" (17,1;

    20,17) y all preguntan (17,19; 24,3; cf 13,36: "regres a la casa") .Mateo som ete a un a profund a revi s in los ras gos m ar cadam en t e nega t i vos que a s i gnaba e levangel io de Marcos a los discpulos. De el los seconservan una c ie r ta incomprens in sobre a lgunos acontec imientos -e l caminar d e Jess sobre l asa g u a s : 14,26; la imposicin de manos a los nios:19,13; el pel igro de las r iquezas: 19,25; la uncinde Betania: 26,8; - que cont ina inc luso despus del a R e s u r r e c c i n : " a l g u n o s t o d a v a d u d a r o n "(28,17); y su imposibi l idad de conformarse en ciertas ocasiones con las exigencias del seguimiento(fracaso en la expulsin de un demonio: 17,10-20;falta de vigilancia: 26,40.45 y, sobre todo, el abando no en la histor ia de la Pasin (26,56) a pesar desus pr om esa s pre vias (cf 26,30-35).

    Sin embargo, los reproches que merecen deJess respecto a su fe son suavizados con la expresin que (salvo Le 12,28) es exclusiva de Mateo:"h om bre s d e poca fe" (6,30; 8,26; 14,31; 16,8). Y e nme dio d e sus dud as , se l es a t r ibuye la adorac in aJess (14,33 y 28,17) , a quien obedecen, como seconsigna en la f rase: "hicieron lo que Jess habaord ena do ", re ferida en los epi sodios de la en t radade Jerusaln (21,6) , y en los preparat ivos de lacena (26,19) , en los que se dir igen al Maestro con

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    la invocacin "Seor" ante las dificultades (8,25:14,28-30; 15,23; 18,21). Repetidamente se seala ,sobre todo en la seccin que s igue al discurso delas parbolas , la funcin mediadora de los discpulos entre Jess y la gente: "dio e l pan a los discpulos y los discpulos a la gente" (14,19); " losd isc pu los le p id ie ron" (15 ,23) , " le d i je ron"(15,23); "los dio a los discpulos, y ellos los distribuy eron en tre la m ul t i tud " (15,36).Esta capacidad de mediacin nace, en dichodiscurso y en las acciones subsiguientes , de sucapac idad de "comprender" : Fren te a los que no

    comprenden (13,13.14.15.19), e l grupo de discpulos acepta la invitacin de Jess a comprender(15.12). Como la tierra frtil que escucha la Palabray la com pre nd e (13,23), pu ed en resp ond er s a lapregunta de Jess : "Comprendie ron todo es to?"(13,51), y el evangelista consigna, respecto a ellos,que "entonces comprendieron" (16,20; 17,13).M ateo usa tambin e l ve rbo "hacer(se) d isc pulo" ; de la misma ra z que e l sus tan t ivo precedente ; por t res veces (de las cua tro que aparece entodo e l nuevo Tes tamento) . En dos ocas iones sehab la de personas conver t idas en d isc pu los -" to do escriba " (13,52), Jos de Ar im atea (27,57)- y enla res tan te Jess o rdena hacer d isc pu lo a " todaslas nacio nes " (28,19).

    Se pone de manifies to as que los rasgos msmarcados de cada in tegran te de l g rupo son las re laciones que cada uno de e llos ha es tablecido respecto a Jess y a su Padre. "H erm ano s e Ig les ia"Respec to a la relac in mut ua en tre los seguidores , el trmino preferido por e l evangelis ta es e l de"hermano" . La pa labra aparece sobre todo en e lSe rm n del m on te (5,22,23bis.24.47; 7,3.4.5) y en el"discurso de la comunidad" (18,15bis .21.35). Estafra te rn idad es t fundamentada en e l d isc ipu lado

    q u e , c re a n d o l a z o s d e h e rma n d a d e n t re J e s s ysus discpulos (12,46.47.48.49.50), establece unaestrecha relacin entre todos ellos (23,8.28,10), superior a la del orden natural (19,29).En slo dos lugares (16,18 y 18,17bis), pero pornica vez en el texto de los evangelios cannicos ,y de gran impo rtanc ia po r los con tex tos en los que

    se ubican (confesin de Pedro y "regla de la comun idad") se recurre a la pa labra "asamblea" ( ig le si a /eklesa) p a ra d e s ig n a r a l g ru p o c o mu n i ta r io .La pa labra pa re ce se r un a adap tac in de la "asa mblea" ve te ro tes tamenta r ia , reun ida en to rno aMoiss (cf Dt 9,10; 10,4; 18,16). En ambos textos,es ta es e l espacio en el que se crea un mbito dev ida semejan te a l desc r ip to en e l d iscurso de20

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    Esteban: "Este (Moiss) es el que, en la asambleadel des ier to . .. rec ib i pa lab ras de v ida para com unicr nos la s" (Hch 7 ,38). Se co mp ren de en tonces lagran dis tancia que separa en es te punto a Mateode la "asamblea" de la c iudad gr iega mencionadaen H ch 19,32.39.40, qu e parec e ser la base sobre laq u e , con modif icac iones , se cons t ruyen las comun ida des pau l inas (cf 1 Tes 1,1; 2,14 etc.).

    Paula t inamente , e l texto va de l ineando as undiscernimiento sobre e l l iderazgo re l ig ioso ac tuado por Jess , exigido a los d isc pulos , y que seaparta de la prctica histrica concreta del farise s m o . El d iscernimiento se hace a par t i r de la s i tuac in concre ta de o t ras personas que ocupan, dees t e modo , un luga r impor t an t e en e l evange l iom a t e a n o .Los carenciados

    "La gen te"En la His tor ia d e la Pas in, " la gent e" es ar rast rada por la d i r igencia re l ig iosa en la bsquedade la condena de Jess . Desde su ar res to has ta sucondena, en cinco pasajes (26,47.55; 27,15.20.24)se m ue st ra a la gente a l ine ndo se jun to a sus l deres y causando, de es ta forma, su propia ru ina .Pero de nuevo aqu Mateo parece segui r de cerca

    a Ma rcos , sa lvo cua nd o hace expl c i to con e l t r mino lo que estaba implci to en Me 14,48 y en lacont inuacin de la l t ima c i ta , en la que se muest ra agravada su culpa ("Y todo e l pueblo respond i : Que su sangre caiga sobre nosotros y nuestroshijos.").

    Sin emba rgo, a lo la rgo del re la to preceden te , la"gente" o "mul t i tud" rec ibe un ju ic io moral menos severo. A cada paso se afirma de el la que sereuna a su alrededor (8,18; 13,2bis; 15,30; 17,14) y" lo segua" a Jess (4,25; 14,13; 19,2; 20,29), es tabaadmirada por su enseanza (7 ,28) y por su ac tuac in (9,8.33; 12,23; 15,31; 21,8.9.11; 22,33); tena enconsideracin al Bautista y a Jess (14,5; 22,26.46)p ro t eg i ndo los de sus adve r sa r ios .

    La si tuacin de los integrantes de esta gente / m ul t i tu d pu ed e descr ib i rse a par t i r de 9 ,36: " fat igados y abat idos com o ovejas qu e no t ienen pas tor ." En el la se seala la presencia de la enfermedad (14,14), y se especifica su carcter: "paralticos, l i s iados , c iegos , m ud os y m uch os o t ros enfer m o s " (15,30) pad ece n h am bre .Su comp osic in t rasc iende los l mi tes de Is rae l.Ya al inicio (4,25) se ubica a la Decpolis entre Galilea y Jerusaln (4,25) y la afirmacin de 15,31("glorif icaban al Dios de Israel") deja especial

    m ente en c laro que hay en e lla pers ona s no judas .0 1

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    Frente a esa s i tuacin, la acti tud constante deJess es la compas in : El mismo sen t imien to quetiene frente a los ciegos de Jeric (20,34) es el quebrota en l frente a la gente/multi tud (9,36; 14,14;15,32). "H u m i ld e s " , "p e q u e o s " , " l t imo s "

    A lo largo del evangelio, se sucede la mencinde los sujetos carenciados. En 5,5 se proclama bien a v e n tu ra d o s a lo s p o b re s , d o lid o s , h u m i ld e s y alos que t ienen hambre y sed de jus tic ia . A los peq u e o s o f re c e J e s s h u mi ld e u n y u g o s u a v e(11,50). Igualmente , los ms pequeos son objetode la predileccin del Padre (18,10.14), deben sers o c o r r id o s d e mo d o e s p e c ia l : c a lma r s u s e d(10,42), no ser escandalizados (18,6) ni despreciados (18,10). Aunque en ciertos textos e l evangelista parece referirse con es te concepto a los miemb ro s d e l a c o mu n id a d c r i s t i a n a , p a u la t in a me n tees tos t rm inos am pl an su s ignif icac in englob ando a todo carenciado por ser ta l .

    Esto acontece en la descripcin del juicio (Mt25,31-46) donde se identifica a Jess, Rey escatol-g ico , con e l "mn imo" de sus he rmanos . De todoslos que t ienen hambre, o sed, o son forasteros yes tn desnudos , enfe rmos o presos , depende lasuer te de los res tan tes in tegran tes de la hum anid ad .

    Una organizacin social diferenteLo d ic h o p re c e d e n te m e n te s o b re lo s s e g u id o re sy los carenciados exige una forma diferente de

    es t ruc tura r la s re lac iones humanas en tre s y conDios. Esta forma diferente la s inte tiza Mateo conel anuncio "Reino". Objeto central de la predicac in de Jess, e l Re ino es subr ayad o de un a m ane ra espec ia l por pa r te de l evange l is ta . Mucho msque en los otros evangelis tas aparecen las referenc ias a es te Re ino "d iv ino" . Por cada menc in deMarco s corresp ond en cas i tres en Lucas y cas i cuat ro en Mateo .Usua lmente se lo nombra como "Reino de loscielos". Tanto los parale los de Marcos y Lucas ,como o tros tex tos de Mateo en que "c ie los" des igna e l mb i to de la d iv in idad -a p ro ps i t o de l ju ra m en to (5,34; 23,22) o del ay un o y la oracin (6,1.9),e t c . - indican que el evangelis ta identifica ese lugarcon Dios m ism o, a l que , segn la usanza jud a dela poca , p re f ie re nombrar ind irec tamente .

    Sin embargo, la atribucin directa a Dios aparecetam bin e n las formas: "Reino d e Di os" (12,28; 19,24;21,31; 21,43); "Rein o d e m i (el) Pad re " (13,43; 26,29);o con el posesiv o "t " referido a Dios (6,10.13).Conforme al f inal del evangelio, en que elPad re t rans fie re to do su po der a Jess , e l Re ino es22

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    t ambin suyo, como proc lama la madre de loshi jos del Zebedeo (20,21) , o del "Hijo del hombre"(13,41; 16,28).Es ta a t r ibucin personal comprueba su re la cin directa con el ejercicio de la soberana porparte de Dios o de Jess. Por eso, ante su presencia (3,2; 4,17; 10,7), hay que asumir una actitudac t iva d e bsq ue da (6,33). El sent ido m s profundo de l a v i da hum ana cons i s t e en pode r"e nt ra r" en el R eino (5,20; 7,21; 8,12; 18,3; 19,23.24;21,31.43) y participar en su banquete (8,11).Ot ras formas -"e l Reino" (6,33; 25,34) o las

    expres iones "evangel io de l Reino" (4,23; 9,35;24,14), "palabra de l Reino" (13,19) - nos indicanque aceptar e l Reino supone obedecer a l a voluntad divina. En las parbolas que se inician con "elReino se parece" se hace manif iesta la urgenciaque a sum e pa r a cada hom br e su "com pr ens i n" .

    3 . EL PLAN DLL. EVANGELIO

    Ingres ando en un ja rd n , e l pr im er sent imientoque su rge ins t in t ivamente en nues t ro in ter ior es e lde le i t e que nos produce la hermosura de l as f lores . Per o , pos i b l em en t e , en un s egun do m o m e nt o ,nos interesa conocer la disposicin intentada porel jardinero y, para el lo, nos s i rven de ayuda eldescub r imiento de formas cons tantes en qu e es tndis t r ibuidas l as d iversas espec ies . De manerasemejante , encont ramos en e l evangel io de Mateocier tas repet iciones sealadas por su autor que, almodo de bordes de canteros , de l imi tan acc ionesdel texto. Dicha del imitacin se real iza por mediode comienzos solemnes que in ter rumpen la nar racin y cier tos f inales semejantes entre s que estnesparcidos a lo largo de la obra.Dos comienzos

    Ent re los comienzos solemnes que funcionancomo seales a par t i r de l as cua les pu ed en di s t ingui r se unidades d i ferentes en e l t exto , podemossealar dos: 4,17 y 16,21. All po dem os leer :23

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    4,17A partir de ese momento, Jess comenz a proclamar:"Convirtanse..."

    16 ,21A partir de ese momento, Jess comenz a "mostrar asu s discpulos que deba ir a Jerusaln..."

    Se nos dan , por tan to , c la ras ind icac iones que inau gur an respec t ivamen te la p red icac in y la m archahacia la Pasin. Por consiguiente , e l mismo texto nos seala tres grandes bloques , a saber:(I) 1,1-4,16 (II) 4,17-16,21 (III) 16,22-28,20

    Cinco finales semejantesJunto a estos solemnes com ienzos, llama pod erosa m ente la atencin el uso qu e hace el evangelista del ver bo"terminar", "concluir". Dejando de lado 10,23 -"no terminarn (de recorrer) las ciudades de Israel"- y 17,24-"el Maestro de ustedes no termina (paga) el impuesto?"-, en los restantes casos, por cinco veces, encontram os coincidencias significativas q ue sirven para ind icar uni da des q ue se suceden a lo largo del texto. Tenem osas respectivamen te en 7,28; 11,1; 13,53; 19,1 y 26,1 la misma construccin, como vemos a continuacin:7,28-8,1Y acontecic u a n d o J e s stermin(de decir). . .estas palabras. . .bajde l a montaa

    1 1 , 1Y acontecic u a n d o J e s sterminde dar . . .estas inst ruccionespa r t i de a l l

    1 3 , 5 3Y acontecic u a n d o J e s stermin(de decir). . .e s t a s pa rbo la sse alejde all

    1 9 , 1Y acontecicuando Je sstermin(de decir). . .e s t a s pa l abra sdejla Galilea

    2 6 , 1 - 2Y acontecic u a n d o J e s stermin(de decir). . .todas estas palabras. . .Ya saben que , d en t rode dos d a s ,se ce lebrar la Pascua.

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    En todos esos textos se observa:1) La mis ma in t roducc in sea lada por un idn t ico : "Y acontec i" .2 ) Un a re ferenc ia a l m om ent o en que se ha conc lu ido una ensean za .3) La preoc upac i n po r de ja r c la ramente es tab lec ida es ta ensean za , que correspon de a una ac t i

    v id ad ora l de Jess y se expresa con vocablos como " pa lab ras" , " ins t rucc ion es" o "parbolas" .4 ) La ind icac in de un cambio de s i tuacin pro duc ido en los cua tro p r im eros casos po r un desp la zam ient o local y en e l lt im o con el inicio de la lt im a y decis iva e tapa d el re la to de la Pasin delSeor.Se nos ind ica c la ramente , de es te modo, e l f ina l de c inco d iscursos ms o menos la rgos s i tuados ende te rm inad os m om ento s de la ac tuac in de Jess . Cad a un o de esos "can te r os" o d iscursos t iene en suscom ienzos u na in t rodu cc in en qu e aparece un a forma de l ve rbo d ec i r ("d ic iendo" : 5 ,2; 10 ,5 ; 13 ,3 ;

    "dijo": 18,2; 24,2). En casi todas e llas es tn p resen tes los discpu los en calid ad d e oye ntes (5,1; 10,1; 18,1;24,1). El los so lamente no son menc ionados an tes de l te rce r d iscurso , pe ro su presenc ia se cons igna enmedio del mismo (cf 13,10.36). De esa forma los discursos es tn enmarcados por las acciones previas alos m ism os rea l izada s por Jess y la s que s iguen a con t inuac in . Tenem os as :De sp u s de l pr im e r c om i e nz o4,17.25: Acciones5,1-7,29: Discurso de la montaa8,1-9,38: Acciones10,13-11,13: Discurso "misionero"

    ll,lb-12,50: Acciones13,l-53a: Discurso en parb olas13,53b-16,20: Acciones

    De spu s de l s e gundo c om i e nz o16,21-17,20: Acciones18,l-19,la: Discurso "comunitario"19,lb-23,39: Acciones24,l-26,la: Discurso del fin del m undc26,lb-28,20: Acciones

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    La presencia de c inco discursos y e l hecho deque se tra ta de un "Libro de la gnesis" (his toria-generacin; cf Mt 1,1) l leva a pensar que el autor,con bas tan te p robabi l id ad , ha que r ido ofrecer a suc o m u n i d a d u n a Torah (ley-enseanza) que, a semejanza de los c inco lib ros de l Pen ta teuco , pu ed aconsti tuir la base firme sobre la cual se construyala existencia.S in de l imi ta r por ahora la ex tens in que debemos as ignar a la in t roducc in a esos d iscursos ,que cons igu ien temente fo rma par te de e l los , losh e mo s s e a la d o e n ma rc n d o lo s p a ra d i s t in g u i r

    los de los otros fragmentos del res to del texto, querefieren a e tapas de la actividad de Jess .Relacin entre discursos y relatos

    Se hace necesa r io ahora p regunta rse sobre larelacin entre las acciones de Jess y las palabrasque d i r ige a sus d isc pu los (y even tua lmente a lagen te ) . Se t ra ta de op ta r por un "orden" de suces in, es decir , s i cada uno de los discursos debeasoc ia rse a lo re la tado p rece dent em ente (que es laopinin ms comn) o s i se debe unir a la actividad subs igu ien te . Es ta cues t in t iene importanc iapara la in te rpre tac in . La respues ta a es te p rob le ma s lo puede surg ir de las sea les que e l mismotexto nos ofrezca.

    Un a p r ime ra in d ic a c i n s u rg e d e l a p re s e n c iad e u n v o c a b u la r io c o m n e n t re p a s a je s d i s t in to s .En lo s t e x to s lu c a n o s e n c o n t ra mo s ma y o r c a n t i d a d d e t r m i n o s c o m u n e s e n t r e c a d a d i s c u r s oc o n l a s a c c io n e s s u b s ig u ie n te s q u e e n t re e l mis m o d i s c u r s o c o n l o p r e c e d e n t e m e n t e r e l a t a d o .Te n e mo s a s q u e , d e s p u s d e l Se rm n d e l aM o n t a a , c a r a c t e r i z a d o p o r l a a u t o r i d a d d eJess , como se lee en su f ina l : "Jess enseabac o mo q u ie n t i e n e a u to r id a d " (7 ,2 9 ) , l o s c a p tu lo ss ig u ie n te s r e mi te n a l a " a u to r id a d " e n d o s e p i s o d io s d e c u ra c io n e s : l a d e l s i e rv o d e l c e n tu r i n(8,9) y la de un paral t ico (9,6.8). Algo semejantese observa luego: "e l d a de l ju ic io" s lo apareceen los captulos 10-12 (10,15; 11,22.24; 12,36). Lomis mo a c o n te c e c o n e l " e n te n d e r" e n lo s c a p tu los 13-17 (13 ,13 .14 .15 .19 .23 .51 ; 15 ,10 ;16 ,12 ;17 ,13). Por o t ra pa r t e , en los ce 19-23 ha y un ama rc a d a in s i s t e n c ia e n e l " e n t ra r " (1 8 ,3 .8 .9 ;19,17.23.24bis; 21,10.12; 22,11.12; 23,14bis) y enlos ce 24-28 en el "suceder" (24,6.20.21bis .32.34.44; 25 ,6 ; 26 ,1 .2 .5 .6 .20 .42 .54 .56 ; 27 ,1 .24 .45 .54 ;28,2.4.11).

    Adems , e l tex to que se ex t iende en tre 4 ,23 y9 ,35 se p resen ta como una un idad ind iso lub le ,c o mo s e d e s p r e n d e d e la c o mp a ra c i n d e lo s v e r s cu los c i tados , donde leemos :26

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    4,23Jess recorratoda la Galilea,enseando en las sinagogas,proclamand o la Buena Noticia del Reinoy curando toda enfermedady toda dolencia de la gente.

    9,35Jess recorratodas las ciudades y los pueblos,enseando en las sinagogas,proclamando la Buena Noticia del Reinoy curando toda enfermedady toda dolencia.S i e x c e p tu a m o s M t 1 0 ,1 , q u e re to m a e l l t im od e lo s v e r s c u lo s me n c io n a d o s p a ra s e a la r l at rans fe renc ia de l poder de Jess a los d isc pu los ,s lo e l los en todo e l evange l io menc ionan e l t r mino "do lenc ia" y e l evange l is ta no hab la de "enfe rme d a d " fu e ra d e l t e x to d e l imi ta d o p o r d ic h o sver scu los (4,23.24; 8,17; 9,35).Am b a s c i ta s s e c a ra c te r i z a n a d e m s p o r l a p re senc ia de expres iones que no aparecen en o t rolugar de es te evange l io o que no son muy fre c u e n te s . A l a p r ime ra c a te g o r a d e b e mo s a s ig n a rla f rase "enseando en las s inagogas" , a la segunda "evange l io de l Re ino" , que s lo se rep i te en24,14 y 26,13.

    La repe t ic in de l mismo tex to con las ca rac te r s t icas sea ladas es tab lece una n t ima asoc iac inde to do el pasaje q ue va del 4 ,23 al 9 ,35, y , por cons igu ien te , e s indudable que e l au tor ha in ten tadore lac ionar e l Sermn de la Montaa con la ac t iv i dad subs igu ien te de Jess .Esta frmula comn de 4,23 y 9,35, por otrapar te , nos i lumina respec to a la ex tens in de lma rc o in t ro d u c to r io a l p r ime r y a l s e g u n d o d i s curso . Al p r imero hay que as ignar tambin 4 ,23-25. Al segundo , que se in ic ia con la convocac inde los doce aps to les , pe r te nece po r tan to tam bin9 ,36-38 , que desc r ibe e l e s tado de una mul t i tudneces i tada .

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    /Observaciones complementarias

    En consecuencia de todo lo antedicho, se hacenecesario, en primer lugar, explicar la funcin delo s p a s a je s s i tu a d o s e n t re lo s d o s s o le mn e scomienzos y e l p r imer d iscurso de cada una deesas e tapas .

    Dichos pasajes (4,17-22 y 16,21-17,27) puedenser cons iderados como la in t roducc in respec t ivaa cada una d e las un ida des ma yores . En am bos p asajes que s iguen a lo que se seala como un "comienzo" se hace referencia a l Reino que ha l legado o qu e pu ed e ver se (4,17b y 16,28) y un a notic iareferente a pescadores y a pesca (4,19 y 17,27).Por o t ra pa r te no de ja de sorprender la pos i c in que ocupan el tercer discurso y las accionesque lo con t inan: Colocado en e l lugar cen tra l deto d o e l e v a n g e l io , p re c e d e a l s e g u n d o c o mie n z oso lemne y , por cons igu ien te , cae den tro de l mbito de la p r imera par te de l evange l io , pe ro suvocabula r io lo pone en n t ima re lac in con las e g u n d a p a r t e .En efecto:

    a ) Desde 13 ,1 comienzan a aparecer expres iones p rop ias de s ta como la menc in de l " f in de lt ie m po " (13,20.40.49; 24,3; 28,20) y del "c om pr ar "(13,44.46; 14,15; 21,12; 25,9.10; 27,7).28

    b) Tambin a pa r t i r de l comienzo de es te te r ce r d iscurso se mul t ip l ica e l uso de uno de losv e rb o s g r i e g o s q u e s ig n i f i c a " s e n ta r s e " (kazidso:13,48; 19,28bis; 20,21.23; 23,2; 25,31; 26 ,36) , menc io n a d o a n te r io rm e n te s lo e n 5 ,1 . E l o t ro v e rb oc o n e l mis mo s e n t id o (kazemai), q u e a n te s h a b aaparecido pocas veces (4,16bis ; 9 ,9; 11,16) se emplea con mayor frecuencia (13,1.2; 15,29; 19,28;20,30; 22,44; 23,22; 24,3; 26,58.64.69; 27,19.36.61;28,2).c ) E l ve rbo " reunir" re fe r ido a pe rsonas , quean tes s lo se hab a usado en 2 ,4 (y a n ive l s imb

    lico en 3,12), se repite frecuentemente: 13,2; 18,20;22,10.34.41; 26,3.57; 27,17.27.62; 28,12). Lo mismosucede con "v en der " (an te r io rm ente s lo en 10 ,29)regis trado en 13,44; 19,21; 21,12bis; 25,9 y con "al egr a" (p recedentemente s lo en 2 ,10) , que apareceen 13,20.44; 25.21.23 y 28,8.F ina lmente se debe tambin sea la r que 28 ,16-20 t iene todas la s ca rac te r s t icas de u na conc lus iny que 1,1-4,16, en que se resalta la presencia del"Espri tu Santo" o "Espri tu de Dios" (1,18.20;3,11.16; 4 ,1), s irve de Prlogo de lo que s igue acont inuac in .Con es tas p rec is iones podemos confecc ionar e lp lano def in i t ivo que , a modo de "gu a" , nos o r iente en la lectura de es te evangelio:

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    I. PrlogoEl "Esp r i tu" en la infancia de JessEl "Esp r i tu" en los co mien zo sII . Pr imera mi t adIn t roduccin" A u t o r i d a d " del Reinodiscursoacciones

    A n te el Da del Juiciod i scu rsoaccionesIII. Transic inEn ten d e r el Reinod i scu rsoaccionesIV. Segu nda mi ta dIn t roduccin"En t ra r"d i scu rsoacciones

    "Y su ced i "d i scu rsoaccionesV. Conclusin

    1,1-4,16

    4,17-12,50

    9,36-12,50

    13,1-16,20

    16,21-18,15

    26, lb-28 ,15

    1,1-2,233,1-4,164,17-224,23-9,354,23-7,298,1-9,359,36-ll,lal l , l b - 1 2 , 5 0

    13, l -53a13,53b-16,2016,21-17,2718,1-23,291 8 , l -1 9 , l a19,lb-23,292 4 , l -2 6 , l a26 , lb-28 ,15

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    La progresin nos seala un camino. Jess,asistido por la fuerza del Espritu (Prlogo), promulga con su autoridad la Ley del Reino (primerdiscurso y su continuacin), impulsa al anunciomisionero en el marco de la urgencia del Da deljuicio y es rechazado (segund o discurso y su continuacin).

    Sin embargo, algunos se abren a la com prensin(transicin) e intentan entrar al Reino y a Jerusaln(cuarto discurso y su continuacin) donde se desarrollan los acontecimientos definitivos de la Pascua del Seor (discurso del fin del mundo, realizado en la Pasin, Muerte y Resurreccin). La con clusin seala la misin u niversal.

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    El Evangelio y los evangelios:1. Qu sentido tiene Buena Noticia (Evangelio) paraPablo, par a Marcos y para M ateo?2. Cules son las dos variantes ms significativasque introduce Mateo en el arco temporal del relatode Marcos?3. De dnde derivan los elementos comunes deMateo y Lucas que estn au sentes en M arcos?r Los adversarios de Jess:1. Cules son los adversarios de Jess ms frecuentemente mencionados por Mateo?2. Confeccione el retrato d e los fariseos qu e apa recedelineado en este evangelio.3. Cules son las distintas imgenes de Mateo sobre los escribas?

    El lenguaje de la praxis:1. Cul es el elemento fundamental que separa aJess de los fariseos?2. Qu sentido tiene para Mateo "la voluntad delPadre"?3. En qu se diferencia la justicia de los escribas yfariseos de la exigida por Jess?

    ^ El grupo de los seguidores:1. Cules son los trminos preferidos por el evangelista para referirse a los seguidores de Jess?2. Cul es la diferencia principal en el retrato deMateo sobre ellos respecto a M arcos?3. Con qu trminos se describe la relacin entrelos integrantes de la comunidad?/s Los carenciados:1. Cules son las dos visiones sobre la "ge nte" q uepresenta Mateo?2. En qu parte se encuentra la visin ms propiadel evang elista?3. Con qu texto puedes expresar adecuada men 11los sentimientos d e Jess frente a la m ultitud?

    El plan del evangelio:1. En qu versculos se encuentran los dos solemnes comienzos del evangelio de Mateo?2. Dnde se ubican las frmulas que indican elfinal de los discursos?3. Cmo se relacionan los discursos con los relatosque transm ite el evangelista?

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    FVI ambientem i i0

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    1 . E L T I C M I '

    Alusin a la ruina de JerusalnEn la parbola de l rey qu e invi ta a l as bo da s d esu hi jo (Mt 22,1-14) se introducen una ser ie devar iantes respec to a l a t ransm is in, m s cercana ala or iginal , del texto por par te de Lucas. La msextensa (vv 11-14) concierne a la suerte del invi ta

    do "que no tena t raje de f iesta" y, en real idad,ms que de una ampl iac in se t ra ta de o t ra parbola . Pero hay o t ras en e l f ragmento , comn aam bos evange l i s t a s , r e l a t ado p r eceden t em en t e .

    Luc as se l imita a con signar las excusa s de los invitados y su respuesta negat iva a la invi tacin.M ateo, junto a l des in ters p or l a invi tac in, se ala l a hos t i l idad de a lgunos que "se apoderaron delos servidores , los mal t ra ta ron y los mataron" (v6). Frente a esta reaccin, el hombre que hace lainvi tacin -que en el caso de Mateo es un rey, yc o n s i g u i e n t e m e n t e , e s t d o t a d o d e p o t e s t a dp l e na - " s e i nd i gn y env i a sus t r opas pa r a queacabaran con aquel los homic ida s e incendiara n suciudad" (v 7) . Esta s i tuacin a nivel s imblico seasemeja a l anuncio de 23,37.39: "Jerusa ln ,Jerusa ln , que matas a los profe tas y apedreas alos que se te son enviados. . . por eso la casa deu s t e d e s q u e d a r d e s i e r t a " . A m b o s v e r s c u l o shablan de l mal t ra to a los enviados y ambos pasa-

    . N Jerusaln en ruinas P a | a c i o d e S a | o m nN uevo templo del 515

    er esValle del Cedrn 'gq ,

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    1je s sea lan un cas t igo : incendio de una c iudad ,vac iam ien to de su T emp lo . Por tan to 22,7 es pa r t i cu la rmente in te resan te pa ra de te rminar la pocade compos ic in de es te evange l io . La mayora delos comentadores cons idera que Mateo es t des c r ib iendo aq u la suer te de Je rusa ln . El evange l is ta , por tan to , ha inse r tado den tro de la pa rbolaoriginal un hecho his trico concreto acaecido en elao 70 , cuando las t ropas romanas des t ruyeron laC iu d a d y e l Te mp lo .

    La afirmacin "les quedar la casa desierta"(Mt 23,38 como su parale lo en Le 13,35) describeuna s ituacin de la poca posterior a la destruccin de Jerusaln, provocada por la accin de losrom ano s respec to a l lugar en qu e es taba e r ig ido e lT e m p l o .Efectos de esa ruina

    Este acontec imien to tuvo consecuenc ias quema rc a ro n p ro fu n d a me n te l a v id a d e l c r i s ti a n i smoprim it ivo . Podem os sea la r , en t re o t ras , por e jemplo, la definit iva desaparic in de los conflic tosentre Pablo y sus seguidores y la Igles ia de Jerusa ln , l ide rada p or San t iago , e l he r m ano de l Seor , que se leen en e l ep is to la r io pau l in o au tn t icopero es tn ausen tes en la l i te ra tu ra c r is t iana pos terior.

    La des t rucc in de la c iudad in f luye dec is iva mente tambin en e l desa rro l lo de l mismo juda is m o , a fec tando de manera d i rec ta a la v ida de lgrupo de seguidores de Jess . En efecto, con ladesapar ic in de l templo y su sacerdoc io se hac anecesa r io asegura r una base d is t in ta de un idad ala exis tencia de una nacin que se conceba a s misma como rea l idad teocr t ica .Se emprende de es ta fo rma un enrg ico proceso en orden a p rese rvar la un id ad n ac iona l , pa r a e lque se recurre a la n ica herramien ta d isponib leque hab a q ue da do en p ie : la Escr i tu ra . Dicho pr o

    ceso s lo poda se r conduc ido por un grupo en e lque la ca ts t ro fe p roduc ida hubie ra de jado huel la s n o d e m a s ia d o p ro fu n d a s .De los grupos exis tentes en la poca previa , losms d i rec tamente impl icados en la revue l ta fue ron los ze lo tas . Su a rdor revo luc ionar io los condujo a su an iqu i lamien to to ta l . La misma suer te

    parece haber exper imentado e l g rupo de los ese -n ios (que probablemente v ie ron en la guerra jud ae l "s igno" la rgamente esperado) . Por su par te , e lg rupo saduceo se v io sobrepasado por acontec i mien tos que no pudo contro la r y que lo condujo ala p rd ida de todo e l poder que prev iamentehaba de ten tado . Debido a es ta incapac idad paraconservar la s i tuac in prev ia , en ade lan te no36

    (^

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    po dr a n ser los conductores d e l a nac in. El man tenimiento de la unidad rel igiosa y nacional slopoda, por tanto, ser real izado bajo la conduccindel grupo far iseo.Por su menor part icipacin en la revuel ta , steera, entre los grupos t radicionales, el que habasal ido ms ntegro del desastre y el que haba conservado mejor sus cuadros d i r igentes .Por esos aos , ese gru po pre te nd e imp oner un acier ta uniformidad a la vida juda, que corr a pel i gro de desapar ic in debido a l a prdida de t i e r ra ,c iud ad, t emp lo y sacerdocio . A par t i r de su pro pia

    conc epcin , se aboca a esta tarea pero en cue ntra laopos ic in de l c ri s t iani smo y de o t ros grupo s m arginales judos. Es sobre todo aquel el que se presenta como obs tculo mayor para l a consecucinde una in terpre tac in unnime de la Escr i turadesde la que se pudiera fundamentar una nical i turgia y una d i sc ip l ina uni forme de v ida comn.La forma en que Mateo emplea l a pa labra"sinagoga" es ref lejo de una fractura ya real izadaentre el far isesmo y el cr is t ianismo naciente.Dicho trmino en la mayora de los casos es especif icado por un posesivo ("sus", "de el los", "deus tede s") y , de es te mod o, se mu es t ra a los segui do res de Jess fuera del m bito de la mis ma . En lainvect iva contra los far iseos se descr ibe su reac-

    cin frente a los env iado s de Dios en los trmin oss iguientes : "azotarn a o t ros en las s inagogas deus ted es" (23,34) e igua lm ente e n el discu rso m isionero se dice a los discpulos: "los azotarn en lassinagogas de el los" (10,17) . La misma act i tud setransf iere al t iempo de Jess, de quien se dice que"enseaba en sus s inagogas" (4,23; 9,35; 13,54). Enlos dos pr imeros casos no se dice de quines setrata. El texto restante parece aludir a la s inagogade sus com pa t r i o t a s de N aza r e t , pe r o puedeentenderse t ambin como un caso par t i cular de lrechazo far iseo general izado respecto a Jess. Lomismo puede infer i r se de 12,9 donde , despus dediscut i r con los far iseos a propsi to del sbado,Jess "fue a la s inagoga de el los".

    Tablasde la Ley

    w Mesa de los rollosPulpito CandelabroSinagoga - Lugar donde se guarda la Tora

    37

    r r w

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    En los tex tos en que no se aad e la de te rm inac in , e l g rupo fa r iseo aparece ms o menos a lud ido en e l t rans fond o . M ateo advie r te a los d isc pulos que los fa r iseos aman e l p r imer pues to en lass inagogas (23,6) y que deben cuidarse de la actitud adoptada respec to a la l imosna y la o rac in(6,2.5) por parte de los hipcritas, calificativo conque otros pasajes sealan a los fariseos .La conduccin fariseo.

    Todas es tas c itas pueden explicarse mejor s itenemos en cuenta la decis in de Gamalie l II entorno a los aos 80 de nue s t ra e ra . Este in t r oduc een los Shemon 'Esr (dieciocho bendiciones recitadas en la o rac in jud a ) es ta nueva bendic in -enre a l id a d u n a ma ld ic i n - c o n t ra lo s minim o h e re jes jud os q ue profesaban e l c r ist ian ismo:

    Birkat ham-minimQue los calumniadores no tengan esperanza,que los malvolos sean aniquilados,que tus enemigos sean destruidos.Que la fuerza del orgullo quede pronto,en nuestros das, abatida, rota y humillada.Alabanza a ti, Eterno,que destrozas a tus enemigosy derrib as a los orgullosos.

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    Co n e s ta n u e v a f rmu la s e p ro d u c e u n c a mbio s ign if ica t ivo en tre e l juda ismo of ic ia l y e lc r i s t i a n i s mo n a c ie n te r e s p e c to a la s i tu a c i n p re c e d e n t e .Hasta ese momento, los cris t ianos de origen israeli ta partic ipaban en la l i turgia s inagogal, ta lcom o lo a tes tigua la actuacin de P ablo, que a vecesexplicaba en ella la Escritura a sus compatriotas.Re s e rv a n d o u n mo me n to e n l a o ra c i n p a rapedir contra e l grupo cris t iano, s te deja de acudira e lla y , de esa forma, e l grupo fariseo logra su obje tivo: impedir a los cris t ianos e l acceso a la l i tur

    g ia s inagoga l neu tra l izando e l p rose l i t i smo de lc r is t ian ismo nac ien te , que f recuentemente se l le vaba a cabo mediante la explicacin de la Escritu ra en las s inagogas . Se produce as una rup turadef in i t iva que convie r te a " las s inagogas" en prop iedad de l g rupo fa r iseo mayori ta r io .Mateo po lemiza con es te juda ismo fa r iseo cuyas asambleas quedaron s in la p resenc ia de c r is t i a n o s y q u e , a d o p ta n d o e s a s me d id a s c o n t ra e lcris t ianismo, colocaron a s te fuera del mbito enque hab a nac ido .Podemos en tonces ub ica r la compos ic in dees te evange l io d espu s de es ta dec isin y , por cons iguiente , en la dcada de los aos 80-90 de la eracris t iana.

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    2 . E L L U G A R

    La ciudadCie r t a me n te q u e Ma te o n o p u e d e d e ja r d e l a d oelementos que refle jan s i tuaciones propias del mbi to ru ra l en que nac i y desa rro l l su ac t iv idadJess , e l profeta de Galilea . La mayora de esose lementos deben a t r ibu irse a mate r ia l p reex is tente p resen te ya en Marcos o en " la Fuente" dondeel evangelis ta se ha inspirado. Pero, junto a esose lementos , se nos t ransmiten numerosas pa labrasy rea l idad es que proc eden de l m bi to u rb ano . "Ald e a " , " c a m p o " y " c iu d a d "En lo que se refiere a l vocabulario, convieneatender a es tos tres trminos y a l uso particular

    que hace de e llos e l evangelis ta . En primer lugar,Mateo u t i l iza sens ib lemente menos que Marcos lapa labra "a ldea" . De jando de lado los pa ra le loses t r ic tos -"para que vaya a la s aldeas a c o mp ra r s ealimentos/a lgo de comer" (Mt 14,15 y Me 6,36) y"vayan a la aldea que es t enfrente" (Mt 21,2 y Me11,2)- , tenemos otro texto en que la diferencia ess ignificativa; en 6,6, do nd e M arcos lee "recorra la s

    1aldeas de los a lrededores", Mateo coloca: "recorratodas las ciudades y aldeas" (Mt 9,35). De esa form a,e l t rmino "a ldea" aparece subord inado a la c iu dad y ocupa la misma posicin en el texto res tante : "cuando en tren en a lguna ciudad o aldea..." (M t10,11). Este lt imo vers culo no t iene correspondencia es tric ta en Marcos; solo en 6,56 aparece untexto semejante referido a Jess y no a los discpu los: "d o n d e e n t rab a , aldeas, ciudades y campos...". Lasucesin de es tos trminos en Marcos, a diferenciade Mateo , concede a la c iudad una importanc iame nor que a la a ldea . Respec to a "ca m po" , co locado al f in del lt imo vers culo c itado, e l uso de

    Casas Cisternas

    p r T T t k O f e r t a

    PozoEstanque Muralla

    Sinagogacon patio

    Plano de una aldea

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    M ateo deja de lado el sent ido d e lugar en que h abit an pe r sonas m s o me nos a i s ladas con que se presenta en este texto y en otros de Marcos (Me 5,14;6,36) y parece reduci r su significado a poses in yl u g a r de trabajo (13,44; 19,29; 22,5; 24,18.40;27,7.8.10), o lugar de crecimiento de la vegetac iny produccin agrcola (6,28.30; 13,24.27.31.36).Por o t ra par te , se subr aya en m a y o r m e d i d aq u e en Mar cos la relacin entre el anunc i o evanglico y la c i u d a d . En 8,33 los cu i dador es de loscerdos l l evan la noticia "a la c i u d a d " y no "a lac i udad y a los cam pos" com o cons i gna Mar cos , e

    inmedia tamente se repi te que toda " la c iudad" sale a r oga r a Jess que se aleje (8,34). En el m i s m osent ido , la exigencia a los Doce de 10,11-14 coincid e con Me 6,10 en la m enc i n de la en t r ada a "lacasa" , pe r o aad i endo a ella "la c i u d a d " (v 11).I gua l m en t e , hab l ando de l r echazo (v 14), introduce otra var iante al colocar de nuevo "c iudad" en elp u e s t o de "un lu ga r" (Me 6,11). La expl ici tacind e un t r m i no ms genera l es ndice evidente deq u e se quiere sealar que el anunc i o se real iza sob r e t odo en el m bi t o u r bano .En el episodio de la acusac in de poses in d iabl ica, aparece de nuevo "c i udad" j un t o a casa(Mt 12,25) en l uga r de "re ino" , que es la forma conq u e la sentencia ha s ido t ransmi t ida por Mar cos

    40

    Una casa

    Planta alta^ Terraza

    PuertaComedero -de los animales(Pesebre)

    Escalones

    Animales domsticos

    \lf ^ DespensaMoledora habitable Estantes

    *- Fogn ^ i- f\r-Esteras para \ / ^dormir \ ^ j ^ " ^ / /

    Tfc

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    (3,24-25). En otras dos ocasiones , propias de Mateo, se consigna el rechazo por parte de las c iudades . En e l d iscurso mis ionero se a f i rma: "Cuandolos pers igan en una ciudad, huyan a otra , y s i lospers iguen en s ta , huyan a una tercera" (10,23) y,en la invectiva contra los fariseos , Jess los acusade que "perseguirn de c iudad en c iudad" (23 ,34)a sus env iado s . La mism a opos ic in de la c iudada l anun c io evang l ico se da a con t inuac in de l"par t i de a l l pa ra ensear y p red ica r enlas c iudades de e llos" (11,1) como se refle ja en la condena pronunciada en 11,20contra "aque l las c iudades . . . porque nose hab an conver t ido" . De esa fo rma setransfiere a otra poca -la de Jess- loque acontece en e l p resen te de l a u tor . La rea l idad c iud adan aMs a l l de l vocabula r io p recedente , la v idaciudadana se refle ja en mltiples indicios . El co

    merc io urbano puede de tec ta rse en rea l idades mnimas (se vende un par de pajari l los por un as ,moneda romana correspondien te a la s d iec ise isa vas partes de un denario, por e jemplo), pero se evidenc ia sobre todo en las g randes can t idades querefiere de forma desmedida el evangelis ta . Ya uno,dos o c inco ta len tos represen tan una suma cons i derable (25,15-28), pero diez mil ta lentos que se

    adeudan al rey (18,24) es una suma sencil lamenteexorbitante . Por otro lado, se menciona la exis tencia de banqueros (25,27) y el comercio en perlas finas (13,45), y se efectan f recuen tes r eferen cias a lacompra y ven ta de los c iudadanos .Igua lm ente se a lude a la condic in urb ana de lacom unida d c uan do se hab la de la ex istenc ia de u naorgan izac in ec les ia l con p lura l idad de min is te rios , en tre los cua les se menc iona a "profe tas , sabios y escribas" (23,34) que corren elr iesgo de apegarse a los ape la t ivos de"maestros", "padr es", "doctores" (23,8.10).

    De l mis m o mo d o , d ic h a c o m u n id a d e s td o ta d a d e u n d e s a r ro l l a d o p ro c e d imie n to disciplinar para e l caso de las ofensas(18,15-18): correccin en privado, ante tes tigos y ante tod a la co m un ida d. Slo s i se fracasa enes te la rgo camino , un ind iv iduo se puede cons idera r ex t rao a la misma ("cons idra lo como pagano o publ icano") .La regin

    Ha blan do d e la Fuente (Q) , ya se a lud i en es tao b ra a l c o n o c imie n to d i re c to q u e ma n i f i e s t aMateo de la obligacin que pesaba sobre los s irio-pa les t inos , somet idos a ca rgar por espac io de unamilla (5,41) los arreos de los individuos de las41

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    Mar

    1TUREA

    Cesrea de FilipoGAULANTIDE

    GALILEA (CorozanCafarnanj BetsaidaGenesaret tf j i Betsaida^JuliasMagdala ^M^d^Salilea

    SAMARA

    Arimatea EfralnJUDEA

    J e r u s a l n ^M de osOlm

    IDUMEA

    La Palestina de M ateo

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    t ropas imper ia les de ocupac in , a s com o de l s ignopblico de,la expuls in de la s inagoga (5,39).Ambos hechos t ienen su or igen en e l mismombito en que ac tuaba Jess . Como mues tran losp a ra le lo s d e Lu c a s , n o p u e d e n s e r c o mp re n d id o sen una regin ale jada de la Pales tina ni donde seadbi l la p resenc ia de l juda ismo. En bsqueda dede te rminar la pa t r ia de es te evange l io , debemostener en cuen ta por tan to dos condic iones necesa rias : 1) que no es t s i tuada muy le jos de Pales tina;2) que se pu ed a cons ta ta r una fuer te p resenc ia de ljuda ismo fa r iseo que , como hemos v is to p rece

    den t em ente , ha ocu pad o e l lugar d e Moiss (23 ,2).Amb a s c o n d ic io n e s s o n t a mb i n e x ig id a s p o ro tros ind ic ios : e l uso de t rminos rameos que e levange l is ta cons idera innecesa r io t raduc ir comoraca (5 ,22b) pa ra un insu l to a l he rmano o korbana(27,6) para indicar e l tesoro del Templo. A diferencia de Marcos, Mateo no explica las tradicionesjudas sobre las abluciones (15,2; cf Me 7,23) ysupone conoc idos tambin usos is rae l i ta s como"colar el licor" (23,34) a fin de evitar la ingestinde mosquitos exis tentes en e l l quido (23,34), o"dila tar las fi lacterias", es tuches que se l levabanen la frente y en e l brazo izquierdo con fragmentos de la Ley (23,5), y "a gr an da r los flecos de su smantos" (conforme ind ica la p resc r ipc in de Nm

    Tfc

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    Recipiente paralas abluciones O Filacterias

    Botelln Manto

    15,37-38: colocar cordones prpuras en los extremo s d e l ma n to p a ra r e c o rd a r lo s ma n d a mie n to s ) .Adems, Mateo parece conocer las discusionesrabnicas y las soluciones m s o me nos rgidas pa rapermitir la "entrega de la declaracin de divorcio"(19,3-9; cf 5.31-32) y otras costumbres tpicas de lareligiosidad y de la cultura hebrea: abluciones , ayunos, discusiones ideolgicas sobre el ms all, elre torno de Elias o sobre la naturale za d el Mesas .A es tas dos condic iones hay que aad ir unatercera: un punto geogrfico de encrucijada cultural que jus tif ique la aparic in en los textos de unespac io en que cohabi tan jud o s y gen t i le s.Ya desde el Evangelio de la infancia se hacenpresentes los no judos: mujeres originarias deotros pue blos: canan eas com o Tam ar (1,3; cf G n38,2) y Ra ha b (1,5; cf Jos 2,1), la mo ab ita Ru t (1,5; cf

    Rut 1,3), la mujer de Uras, un hitita (1,6; cf 2 Sm11,3); a l N io a cud en "M agos d e Ori ent e" (2,1-12).Luego de l p r im er m ilagro que se re la ta en el evangelio - y q ue t iene como benefic iario a un judo , porlo que revela la orden "ve a presentarte a l sacerdote y entrega la ofrenda que orden Moiss paraque les s irva de tes timonio" (8,4)- se narra la curac in de un s ie rvo de un cen tur in pag ano p er tenec ien te a los "muchos que vendrn de Orien te yOcc iden te y se sen ta rn a la mesa con Abraham,Isaac y Jaco b" (8,11). En 15, 21-28 Jess cu ra a un a"canan ea" proced ente de la reg in de Tiro y S idny la mul t i tud de 15,31, que tambin recibe losbenefic ios producidos por la accin de Jess , procede de los l mites fuera de Israel ya que, com o seafirma, en e lla " todos glorificaban al Dios deIsrael" , frase incomprensible s i se tra tara de integran tes de l pueb lo jud o .

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    Por o t ra pa r te , nos encontramos con f rases demarcado t in te xenfobo . Entre o t ras podemos se a la r : "No vayan a reg iones paganas n i en t ren enn inguna c iudad de los Samari tanos" (10 ,13) o e lcalificativo de "cachorros" en boca de Jess aplicad o a la mujer canan ea (15,26), qu e era una formausu a l con que los jud os des igna ban a la s pe rson asper tenec ien tes a los pueblos de a l rededor . Es tasfrases slo pueden explicarse en un contexto enque la cercana de razas dis t intas da origen a lam u t u a a n i m o s i d a d .

    Las t res condic iones menc ionadas so lo se danconjuntamente en Siria . Todos los indicios apuntan a que e l lugar de com pos ic in de es te evang elio deb e ser s i tua do all . Este da to se confirma conotro: en 4,24 se seala que "su fama se extendipor toda Siria", nico caso de los evangelios enque se menciona a ese pas como lugar a l que l legala influencia de la predicacin de Jess . De es temodo Mateo proyec ta hac ia e l pasado la resonancia "actual" del mensaje cris t iano en el mbito enq u e e s t n s i tu a d a s su s c o m u n id a d e s .

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    Ciertos textos son tes tigos de las hosti l idadesque descargan contra e l g rupo de c r is t ianos losque no per ten ecen a l. La c iud ad es concebid a como u n mb i to d e a me n a z a s p a ra s u in te g r id a dfsica. Textos com o 10,23 ha bla n de c iu da de s q uepers iguen y, s ignificativamente en 10,11-14, a diferencia de lo que se consigna respecto a la "casa"que puede acep ta r (v 11) o rechazar a los env ia d o s , se sea la s lo el rechazo c iu da dan o . Es ta hos t i l idad de la c iudad , la misma exper imentada porJess a lo largo de los captulos 11-12, t iene undoble o r igen : la au tor idad imper ia l romana y lasau tor idades re l ig iosas jud as .Las dificultades con el poder imperial

    En 10 ,17-18 , hab land o de las pe rsecu c ion es ,se sea lan dos t ipos de poderes que causan d i f i cultades en la vida de los cris t ianos. Pero a continuac in e l evange l is ta d i r ige su mirada a de ten to-res de l poder co locados a l margen de la teocrac iais rae l i ta : "gobernadores y reyes" que e l tex to asoc ia a " los pag an os" (v 18). Refe r ido a pe rso na s

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    expr esam en t e no m b r adas , e l p r i m er t r m i no ( gobernadores) designa en este evangel io slo a Pi-latos y el t tulo de rey es at r ibuido a Herodes elGrande y a su hi jo.De es ta forma, se nos mues t ran dos t ipos degobierno que coexis ten en la regin somet ida a ldominio imper ia l romano: e je rc ic io d i rec to de lpode r po r m ed i o de gobe r nador es des i gnadospor e l em per ado r , e indi rec to a t ravs de reyes vasallos .A dichas "autor idades c iv i les" cor responda l asancin de las sentencias ms graves en la vida

    pbl ica . Muy pronto l as comunidades c r i s t i anasse vieron enfrentadas a el las . La muerte en cruzapl icada a Jess arrojaba sospechas sobre susseg uido res. En efecto, dicho cast igo se reservaba acasos de del i tos de esclavos contra sus amos y derevuel ta cont ra e l po der imper ia l .Los documentos de l a poca nos informan quemuy pronto en Sir ia , el ao 38 bajo Cal gula, sep r od uce una expu l s i n de g r upos j ud os que m uyprobablemente profesaban e l c r i s t i ani smo.Por otro lado, era importante para la autoridadimperial la distincin entre religiones lcitas e i l citas. El gru po cr is tiano, en u n pr inc ipio, se consideraba parte del judaismo, pero sus concepcionespro duc an conflicto en el seno de este grup o ma yor.

    La dinasta de HerodesPODER SUPREMO:R O M A

    Herodes e l G rande 37 - 4 a .C ..TetrarquasIdumea

    judeaSamara

    Gal i lea Gaulan t idePerea

    Arq ue lao Herodes Ant ipas Fel ipehasta el 6 d.C,luego bajo losgobernadoresromanos;PoncioPilato, 26-36

    ex i l iado en e l 37con Herodades hasta el 34 d.C.

    ^ 7Herodes Agr ipa 1,41-44Hermano de HerodadesHerodes Agr ipa I IEn 70 Ti to conquista Jerusaln

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    La notic ia de H ch 11,23 respecto a la deno minacin de "cris t ianos" recibida por los discpulos por p r imera vez en Ant ioquia , admite una dob le lec tura : " fueron l lamados" o "se l lamaron" .Cons iderando que la fo rma como te rmina la pa la bra "cris t iano" indica una cierta desvalorizacin(en lengua griega es te sufijo t iene carcter despect ivo) podemos suponer que la p r imera de lasopc iones es la m s exac ta: Probablemen te e l t rm ino haya s ido creado por e l judaismo no-cris t iano afin de descalificar a los seguidores de Je