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Editado por la HERMANDAD DE LA PASIOX DEL SEÑOR Dormitalería. U - 31001 PAMPLOM • D. L. M: 477-1994 Año 1. V 2 • Diciembre, 1994 CJAVIDAD CERCANA adrugadores nuestros comerciantes am- bientando las calles con luces de fiesta, con luces de Navidad. Juguetes y dulces pasando atropelladamente por la pequeña pantalla, apoyados a veces en recursos senti- mentales. Ensayos corales de villancicos con mensajes entra- ñables y recuerdos de antaño. Pero... ¿la verdadera Navidad? La Navidad que se hace cuando los hombres se per- donan, comparten, se aman? ¿La Navidad de la paz? Repetimos hasta la saciedad que Jesús nació en Be- lén para salvarnos. Pero da la impresión con mucha frecuencia, de que esta salvación no nos hace ninguna falta. Nos salvamos solos. Nuestra salvación está en nuestras «seguridades», nuestros dineros, nuestros odios y venganzas, nuestras diferencias sociales, nues- tras pasiones desbocadas, nuestras apariencias, nues- tras superficialidades, nuestros méritos... ¡Y qué amarga paradoja! Con tantas «segurida- des», perdemos la seguridad, la certeza de que la vida y la muerte del hombre tienen sentido a la luz de un Niño que nació muy pobre y murió espantosamente pobre en el suplicio de la cruz. ¿Festejar, celebrar la Navidad...? ¡Claro que sí! Al fin y al cabo, si de algo puede alegrarse el hombre es de la cercanía de su Dios. Pero jamás una celebración insultante por el des- pilfarro, oscurecida por el egoísmo, desvirtuada por la superficialidad. Una celebración cristiana de la Navidad ha de ir precedida por una oración que sea verdadero diálogo con el Dios hecho hombre, revitalizada por la lectura del Evangelio de Lucas que narra en sencillas pincela- das lo que aconteció a raíz del empadronamiento de- cretado por César Augusto. La Navidad no es verdadera, si nuestro corazón no se hace limpio y empieza a sentirse inquieto y molesto por el sufrimiento de tantos hermanos. No basta una limosna para tener caridad. El amor es constante. El amor es cosa de todo el año,~de toda la vida. Ojalá, hermanos de la Pasión del Señor y hermanas de la Soledad, sea todo esto lo que nos deseamos cuando en las próximas fiestas nos digamos de cora- zón: ¡FELIZ NAVIDAD! Vuestro CAPELLÁN Saludo Agenda Personas Firmas Reflexiones Entrevista Actualidad.,.. . 2 .. 3 .,4-5 .. ó . 7 MOZORRO i

CJAVIDAD CERCANA - semanasantapamplona.org · tan orgullosos que estamos de nuestro Jijo-na y Alicante! «Pero aquí, en Navarra -ex-plica con orgullo- también tenemos nues-tros

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Editado por la HERMANDAD DE LA PASIOX DEL SEÑOR • Dormitalería. U - 31001 PAMPLOM • D. L. M: 477-1994 Año 1. V 2 • Diciembre, 1994

CJAVIDAD CERCANA

adrugadores nuestros comerciantes am-bientando las calles con luces de fiesta, con luces deNavidad.

Juguetes y dulces pasando atropelladamente por lapequeña pantalla, apoyados a veces en recursos senti-mentales.

Ensayos corales de villancicos con mensajes entra-ñables y recuerdos de antaño.

Pero... ¿la verdadera Navidad?

La Navidad que se hace cuando los hombres se per-donan, comparten, se aman? ¿La Navidad de la paz?

Repetimos hasta la saciedad que Jesús nació en Be-lén para salvarnos. Pero da la impresión con muchafrecuencia, de que esta salvación no nos hace ningunafalta. Nos salvamos solos. Nuestra salvación está ennuestras «seguridades», nuestros dineros, nuestrosodios y venganzas, nuestras diferencias sociales, nues-tras pasiones desbocadas, nuestras apariencias, nues-tras superficialidades, nuestros méritos...

¡Y qué amarga paradoja! Con tantas «segurida-des», perdemos la seguridad, la certeza de que la viday la muerte del hombre tienen sentido a la luz de unNiño que nació muy pobre y murió espantosamentepobre en el suplicio de la cruz.

¿Festejar, celebrar la Navidad...? ¡Claro que sí! Alfin y al cabo, si de algo puede alegrarse el hombre esde la cercanía de su Dios.

Pero jamás una celebración insultante por el des-pilfarro, oscurecida por el egoísmo, desvirtuada por lasuperficialidad.

Una celebración cristiana de la Navidad ha de irprecedida por una oración que sea verdadero diálogocon el Dios hecho hombre, revitalizada por la lecturadel Evangelio de Lucas que narra en sencillas pincela-das lo que aconteció a raíz del empadronamiento de-cretado por César Augusto.

La Navidad no es verdadera, si nuestro corazón nose hace limpio y empieza a sentirse inquieto y molestopor el sufrimiento de tantos hermanos. No basta unalimosna para tener caridad. El amor es constante. Elamor es cosa de todo el año,~de toda la vida.

Ojalá, hermanos de la Pasión del Señor y hermanasde la Soledad, sea todo esto lo que nos deseamoscuando en las próximas fiestas nos digamos de cora-zón: ¡FELIZ NAVIDAD!

Vuestro CAPELLÁN

Saludo

Agenda

Personas

Firmas

Reflexiones

Entrevista

Actualidad.,..

. 2.. 3.,4-5.. ó. 7

MOZORRO i

NDA

Queridos Hermanos y amigos:

Una vez más estamos con voso-tros aprovechando este medio de co-municación. Queremos informarosde las cosas que ya hemos realizadoen el poco tiempo que llevamos delpresente ejercicio y de cuanto tene-mos en programa para realizar.

.¡fe En el mes de junio celebramosla Junta General ordinaria a la queasistió la Junta de Gobierno, la Co-misión de Hermanas de la Soledad,los Ex-Priores y Compromisarios.

En ella se dio lectura al acta dela Junta anterior, con la lectura dela memoria; se dio a conocer todo lorelevante que la Junta de Gobiernorealizó en el pasado ejercicio; sepresentó para su aprobación el es-tado de cuentas y los presupuestospara este ejercicio y hubo el capí-tulo de ruegos y preguntas. En suexposición, el Hno. Prior dejó clarasu preocupación- por-el-deseenso-ítehermanos en estos últimos años;clausuró la sesión el Hno. Capellán,que representaba al Sr. Arzobispo, yel Hno. Mayor que animó a todos atrabajar dentro de la Hermandadpor un mundo mejor.

•fe La Junta de Gobierno acudióa las Procesiones del Corpus Christiy San Fermín en corporación con labandera, en representación de todala Hermandad.

í& Ya en el mes de septiembreempezamos las Eucaristías que cadames celebramos por los Hermanos yHermanas fallecidos, así como lassesiones de la Junta de Gobierno.

<& El 14 de septiembre se celebróla festividad de la Exaltación de laSanta Cruz y conmemoración de losDolores de María en la Parroquiade San Agustín.

¡fe Como ya es costumbre en eldía de Todos los Santos, en el ce-menterio se celebró una Eucaristíapor todos los Hermanos y Herma-nas fallecidos.

¡fe Ahora os anuncio los actosprevistos: en el mes de enero cele-braremos la festividad de la Her-mandad y el funeral por todos los

Hermanos y Hermanas fallecidos enel año.

£D El día 3 de mayo, en el TeatroGayarre, se celebrará el Pregón dela Semana Santa, para el que secuenta como pregonero con monse-ñor Cirarda, y con la participacióndel Orfeón Pamplonés y la OrquestaPablo Sarasate.

¿fe Celebraremos los cuatro VíaCrucis solemnes en la cuaresma y eltradicional Septenario en honor anuestra Dolorosa.

& Como siempre, se efectuará eltraslado de la Dolorosa desde SanLorenzo, y ya este año, hasta la Ca-tedral, así como la Procesión delSanto Entierro, si el tiempo nos lopermite, para terminar el capítulode Procesiones con el retorno la no-che del Viernes Santo.

jío Al tener ya este año abierta laCatedral, celebraremos en este pri-mer templo la función cíe las '«SietePalabras» y el Vía Crucis de lasHermanas de la Soledad.

•fe A la semana siguiente de laPascua, recibiremos en nuestro ora-torio la imagen de San Miguel den-tro de una Eucaristía.

¡fe De todo cuanto celebraremos,lo publicaremos puntualmente enla prensa con sus horarios, lugaresy días.

¡fe También tenemos nuestras in-quietudes. Ya las expuso nuestroHno. Prior en la Junta General. Eneste último ejercicio, entre bajas vo-

luntarias y fallecimientos, contamoscon 127 hermanos menos, mientrassólo se han dado de alta 23 herma-nos. Llevamos ya en ese ejercicio102 hermanos menos. Y lo peor esque así llevamos unos diez años.Gracias a Dios que de la sección deHermanas no podemos decir lomismo ya que cada año va cre-ciendo muy considerablemente. Enlo poco que va de ejercicio entrehermanos y hermanas, hemos tenido23 altas, 46 fallecidos y 6 bajas.

Con buena voluntad por parte detodos, podemos y debemos dar solu-ción a esta situación. Cada uno denosotros consigamos a un nuevohermano y haremos una joven ypróspera Hermandad.

& Otra inquietud es la baja par-ticipación de los Hermanos en nues-tros actos, que son de todos y quepuntualmente son anunciados. Hastaen la procesión del Santo Entierronos vemos con dificultad para portarpasos, completar los manípulos desoldados romanos, etc. Cada vezque tenemos renovación de Juntade Gobierno, las cosas se nos ponendifíciles, ya que no contamos conhermanos voluntarios para tal fin.

Animo, Hermanos. Contamos contodos vosotros. Queremos en nues-tras filas a vosotros, a vuestros fami-liares y amigos. La Residencia de laHermandad es vuestra casa.

Recibid un abrazo de vuestroamigo y Hno. Secretario

JESÚS ÁNGEL AREOPAGITA

PARA QUE CONSIGAS UN HERMANO • SOLICITUD DE INGRESO

El que suscribe de añosNombre y dos apellidos

domiciliado en.... Calle de....

n.a piso solicita el ingreso en la Hermandad de la Pasión del Señor

o en la Sección de Hermanas de «La Soledad», aceptando el reglamento de la misma.

Abonará la cuota anual de pesetas, en la cuenta

N.s del Banco o CajaFirma

Pamplona, de

2 MOZORRO

• •

HERSONAS EL TURRÓN

Según reza el Diccionario de laReal Academia Española, se lla-ma colación a la «porción de cas-cajo, dulces, frutas u otras cosas

de comer, que se daba a los criados el día deNochebuena». Y es que, fíjense qué cos-tumbres tan castizas se han perdido; losconfiteros, en las primeras décadas de estesiglo, hacían los turrones para regalarlos asus clientes de toda la vida.

Así lo cuenta Joaquín Donézar, el últi-mo cerero que queda en Navarra y miem-bro de la Junta Directiva de la Hermandadde la Pasión. «Los confiteros, cuando llega-ba la Navidad, regalaban a sus clientes fijosunos turrones. Eran clientes que venían acomprar durante todo el año, porque en-tonces las confiterías eran también ultra-marinos. No se hacían turrones para ven-der». Era, en cierto modo, un pago a la fide-lidad; un antecedente del márketingmoderno. Además, el que era mejor clien-te, se llevaba más turrones. Pero tambiénlos clientes correspondían con un par depollos o lo que terciara. Eran, indudable-mente, otros tiempos.

Pero la verdad es que viendo los rotun-dos botes de cristal, llenos de bolas de colo-

res, gominolas y caramelos, las velas amon-tonadas por tamaños y formas, e infinidadde pastas, mantecados, polvorones, piño-nes, peladillas, tarros de miel y frutas confi-tadas, da la sensación de volver a los tiem-pos de nuestros mayores, cuando una onzade chocolate daba para todo el bocadillo dela merienda.

«Una cosa que seguro que nadie sabe-dice Joaquín Donézar- es que el turrón esde origen árabe». ¡Quién nos lo iba a decir,tan orgullosos que estamos de nuestro Jijo-na y Alicante! «Pero aquí, en Navarra -ex-plica con orgullo- también tenemos nues-tros propios turrones: el royo, el guirlachey los mazapanillos. Se hacía también un tu-rrón parecido al de Alicante, que le llama-mos turrón blanco. Entonces no se conocí-an el turrón duro y el blando como ahora».Y es que «¡allá abajo estaba Alicante!, quesalías a Noain y mirabas para atrás...».

Si serán de aquí estos turrones, que untío abuelo de Joaquín hacía en San Sebas-tián unos cuantos guirlaches para los ami-gos, como algo especial, porque ni siquieraen la Bella Easo se conocían.

Estos son los turrones que todavía haceJoaquín de modo artesanal en el obrador

Joaquín Donézar en su «mágico establecimiento».

Joaquín Donézar.

de la calle Zapatería. Este hombre campe-chano y divertido representa a la cuarta ge-neración de un negocio que abrió sus puer-tas allá por 1853. Y esos turrones son losmismos que año tras año se siguen vendien-do, incluso a gente de fuera. Como él mis-mo apunta hay personas a las que veo de unaño para otro, «que vienen por ejemplo deMadrid y se acercan antes de Navidad»a comprar unos guirlaches y unos royos.

Lamenta que hayamos perdido esa «cul-tura del dulce y el culto a la mesa». Antes elnivel de vida era muchísimo más pobre queahora y la gente no pensaba más que en co-mer, primero porque había hambre y luegoporque tampoco había televisión ni otrasdiversiones y la comida era un aconteci-miento. «Fíjate lo que se decía -me cuen-ta-, si ves a un pobre comer merluza es quealguno de los dos está malo».

De todas formas, a todos nos gustan losdulces y las chucherías y todos nos volve-mos un poco más golosos al acercarse las fe-chas navideñas, nos saltamos los regíme-nes, los horarios e incluso hasta los maloshumos.

Y con estas modas modernas de los ver-des, los ecologistas, naturistas y demás au-ténticos, los guirlaches y los royos no correnningún peligro de extinción. «Un royo llevaun 45 % de miel y azúcar y un 55% de fruto.El guirlache es muy parecido pero no llevamiel. Así que como puedes ver -dice Joa-quín con rotundidad- es todo natural, nollevan conservantes ni colorantes ni nadaque se le parezca».

Resulta que los jóvenes nos estamosdando cuenta de que el buen hacer y el sen-tido común de nuestros mayores son algomás que meros ritos y tradiciones. Brindodesde aquí con champán y un buen guirla-che por estas Navidades y por un feliz 1995.

María LOZANO URIZ

CAJA DE AHORROSDE NAVARRA

MOZORRO 3

QlRMASEmilio EOHAVARREN

be

Cuando llega la Navidad,no importa la edad ni lasarrugas de cada uno, a

todos se nos pone, por unosdías, cara de Dios.

«Puer natus est nobis» diceel introito de Navidad. Y esverdad. Nos ha nacido un niño,un Niño entre las pajas y unniño en la memoria empolvadadel recuerdo.

La Navidad es el maravillosopaisaje de la infancia: un pai-saje de cortezas, de musgo ver-deamarillo, de corcho rugoso,de caminos enarenados, concascadas y arroyos de papel deplata realizados con los envol-torios de las tabletas de choco-late, de montes nevados conharina espolvoreada, de puen-tes sin barandilla, por dondepasa un leñador con un haz de

ramitas a la espalda, de came-llos y caballos, alguno de elloscojitranco, con una hermosa es-trella pendiente de un hilo deseda sutilmente arrancado dealguna media vieja de la madre,y por todas partes ovejas tre-pando por los riscos, y otras fi-gurillas que caminan con tarrosde miel o que lavan arrodilla-das a las orillas de la quieta co-rriente.

M^^mfiÁ:•:•• .•::•:•-...,,.. .•......,.-:••' :«<&«'• :'••" •''"•'.*;:*SS;̂ ííí*Sí** >* áS-SS ;5:S:;:ÍK ^ -:

SUPER MABOCON... SUMA CALIDAD

lo alto, el castillo delmalvado rey Herodes; y en elportal de Belén, un San José,con larga barba y túnica de ra-yas como de colchón, apoyadoen su enorme bastón, una Vir-gen niña, absorta de tanto gozoy de tantos ángeles y prodigios,y un Niñito, al que el villancicopopular canta una canción de

cuna; «Ay del chiqui-_ x rritín.» Es un pai-

saje desajustado yanacrónico. Nadaestá hecho a me-dida ni escala.

ABEJERAS, 1 7 -VI11AVA, Ezcaba, I y 3 •

MENDEBALDEA, Benj. de lúdela, 34 •BURLADA, Mayor, 20 y 22 •

SAN JUAN, Ms Eunate, 4 -

AMAYA, 11AVDA. SAN JORGE, 71ORVINA, Avda. Villava, frente n2 60ROCHAPEA, Bernard. Tirapu, 18MILAGROSA, Río Queiles, 3 y 5

id cezca eie U

Pero poco im-porta que algunasovejas sean másaltas que el pastorni que los cisnesque navegan suquietud por las su-perficie de losfragmentos de es-pejos rotos sean

demasiado grandes para pasarpor debajo de los puentes.

Y es que el paisaje de la me-moria es así. Cuando, desde laatalaya de la edad adulta, se re-cuerdan las navidades infantilesnada importa que las piezas es-tén desencajadas. Recordar,

por ejemplo, aquellas Noveni-cas del Niño Jesús en la Parro-quia de San Miguel, con donPaciente Sola, ensotanado, pá-lido y, en algunas ocasiones, apesar de su nombre, un tantoimpaciente por tanta bullangainfantil. Todos los días, desde

4 MOZORPO

Navidad a Reyes, primero losrezos y los villancicos, despuésel consabido boleto numeradoa la salida de la iglesia antes desentarnos en aquellas incomo-dísimas sillas de madera del de-saparecido cine parroquial paradisfrutar el abrigo arrebujadoentre las piernas y los dientesadiestrados en comer cantida-

cruda y con abarcas para dis-frutar en el Olentzero que or-ganizaban las Juventudes deSan Antonio. El arzobispo,monseñor Enrique DelgadoGómez era un experto en cor-tar el bacalao navideño: permi-tía que saliera el Olentzero,aunque para ello fuera necesa-rio que en un carromato, tirado

des ingentes de pipas saladascon alguna película de Cantin-flas, de aventuras o de roma-nos. Y, cuando llegaba la mara-villosa fecha del seis de enero yhabíamos comprobado que, porlo visto, una vez más, no había-mos sido lo suficientementebuenos y aplicados, pues losReyes no nos habían traído nila décima parte de lo que leshabíamos pedido insistente-mente en la carta, esperar, almenos, que el sorteo parroquialnos compensara en parte deldesaire de la mañana con algúnbalón de goma.

_L oco tiene que ver si esterecuerdo maravilloso se ajustaa la realidad o no. Qué importasi es verdad o no que por aque-llos años el frío navideño nossembraba de sabañones los nu-dillos de los dedos de los pies,de las manos y el reborde delas orejas, o si nevaba por en-cima de la rodilla o si el turrónde almendra sabía a cacahuete.La tarde de Nochebuena habíaque disfrazarse con pellizo depastor, con calcetines de lana

por una pareja de bueyes ro-yos, desfilara un nacimiento vi-viente. San José solía ser unode los hijos de un famoso fut-bolista, la Virgen una mucha-cha preciosa, y el Niño, un mu-ñeco de aquellos que tenían elpelo rubio, los ojos azules y lapiernecita derecha levantada unpoquitín para que se la pudie-ran besar mejor los fieles al ter-minar las misas.

Qué importa si los recuerdosde la infancia son transcripcio-nes reales o memorias embelle-cidas de unos años maravillo-sos, unos años en ^que los niños, másque descubrir elmundo, lo inven-tábamos.

los nietos. Nos miramos en elespejo de sus ojos y nos revivi-mos. Tener un niño en casa du-rante esta fecha de Navidades una bendición del cielo, elmejor regalo de Reyes y dela vida.

Ahora ya no nieva hasta larodilla, ni nos pican los sabaño-nes, ni nos espera impacientedon Paciente Sola en la Nove-nica del Niño Jesús; pero esigual. «Fuer natus est nobis».Cuando llegan estas fechas nossigue naciendo el niño conpantalones cortos y calcetinesde rombos que todos lleva-mos acurrucadito dentro y quesólo parece despertar por es-tas fechas.

La Navidad esde los niños: «Di-me Niño», «Pasto-res chiquitos», «Dul-ce Niño, «Ro, miNiño, ro».

Pasan los años,pero llegan los hi-jos, y más tarde

VOLVOConcesionario oficial para Navarra:

IRUJO NAVARRA, S.LExposición y Venta:C/ Sangüesa, 19Tels: 23 57 94 - 24 87 89PAMPLONA

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MOZORRO

QjEFLEXIONEl

Nos habíamos quedado comentando el Art. 1° de losEstatutos, en nuestra obligación de «dar culto aDios, exaltando el Misterio Pascual de la Muerte y

Resurrección de Jesucristo» en el umbral de la Pasión deNuestro Señor.

En el Monte de los Olivos, había, allá arriba, un huertoy un molino de aceite que le daba nombre: Gethsemaní.A aquel lugar solían retirarse a orar Jesús y los suyos.

Pero aquella noche, tras cantar el himno, el gran Hallel,que cerraba la cena pascual, se iniciaba en el Monte de los

Olivos el momento cumbre de la existencia de la humani-dad, su redención por y en el amor.

Cristo, como Dios que es, conoce paso a paso las horasque le esperan y por ello se asusta como hombre: «Abba,Padre, toda cosa te es posible... Padre mío, que pase de míeste cáliz».

Pero su obediencia, y el amor hasta la muerte a los hom-bres, le hacen corregir, «mas no se haga mi voluntad sino lavuestra». Este hágase, que también suena en Nazaret, nosha hecho libres, a ti y a mí, por que El se da a sí mismo enexpiación de nuestros pecados.

«Si decimos: no tenemos pecado, nos engañamos y laverdad no está con nosotros», nos dice San Juan.

El pecado existe, es ante todo ofensa a Dios, ruptura dela confesión con El; por ello su realidad sólo se detecta, seconoce, a la luz de la Revelación divina. Sin el conoci-miento de Dios no es posible el conocimiento del pecado.El ateo no comprende el pecado, y lo niega, porque nopuede existir ofensa al no existir a quien ofender. Pero no-sotros, hermanos de la Pasión del Señor, sabemos que Diosexiste y lo conocemos en nuestra fe porque «cuando hayaslevantado al Hijo del hombre, entonces sabrás que Yo soy».

Como conocemos a Dios, sabemos del pecado y lo fácilque es caer en la tentación por nuestra fragilidad carnal.

Jesús al cabo es hombre también, hombre de carne ysangre, hombre que se mueve, respira y sufre, y sabe que su

muerte es inmediata, está a unas horas, que su carne serátraspasada, que correrá su sangre por la tierra, y es tentadopor segunda vez.

El tentador sabe que Cristo, abandonado por los másqueridos, traicionado por sus discípulos, buscado por susenemigos va a morir, e intenta vencerlo por el miedo yaque en el desierto no pudo por la codicia.

Y dijo no, aun cuando sudó sangre («No se haga comoYo quiero sino como Tú quieres»).

Hermano, cuántas tentaciones tenemos por el miedo.El miedo al qué dirán, el miedo al ambiente, el miedo aser tú solo...

La permisividad que vivimos en estos tiempos no nosgusta, pero no queremos ir contra corriente y nos callamos.Y soportamos los ataques a la familia, base y sostén de lasociedad, transmisora de la fe, minando su indisolubilidad.Y soportamos las ironías a la fidelidad y cumplimiento denuestra promesa sacramental el día de la boda, otorgandocon nuestro silencio que dura lo que dura el amor, confun-diendo amor y apetencia sexual.

Y nos callamos ante sofismas sobre la paternidad respon-sable. Y soportamos como hecho consumado el aborto, lamuerte de ese ser, que ni vota ni se manifiesta, pero quetiene una identidad propia y propio código genético que sedesarrolla por sí mismo.

Hermano, recordemos que todos los días rezamos: «Há-gase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo.»

Comunión de Noche Buena

No vayáis hacia el portal Kpastorcitos de Belén ¡|porque en el establo fríono está e! Señor que queréis. 1

Reyes que montáis la estrellaque os conduce a vuestro Rey..

Viento que alegre le llevastu salmo de parabién... j ;

JVo le busquéis en la cuevaentre la muía y el bueyporque en el establo frío

íiiff está el Señor que queréis. 111

{Virgen que llevas los senos |1|como fuentes sin romperno vayas hacia el pesebre lilipara darle de beber... .Jlll;:

¡porque está en mi corazóndonde acaba de nacer.

VÍCTOR M. ARBEBOA

• ; :: -

6 MOZOBRO

HELENES Y NAVIDAD

-¿Cómo nace la Asociación deBelenistas de Pamplona?

-Yo siempre he dicho que nacióde un guateque que hicimos unosamigos, en 1950. Nos reunimos estosamigos de estudio y decidimos pre-sentarnos al concurso de belenes queorganizaban el «Diario de Navarra»y Acción Católica. Lo montamos enNavas de Tolosa y ganamos el pri-mer premio: ¡500 pesetas! Al año si-guiente volvimos a ganar el primerpremio y a partir de entonces, surgióla idea de crear una asociación debelenistas. En diciembre de 1952 fuia Barcelona y allí encontré una Aso-ciación de Pesebristas catalanes. Meexplicaron, me animaron y en 1953nacimos como Asociación de Bele-nistas de Pamplona. Ahora, ya so-mos 362 socios y tiene un caráctermuy familiar

-Los belenes en Pamplona sontoda una tradición...

-¡De toda la vida! Es más, el be-lenismo de Navarra está ligado a laAsociación de Belenistas de Pam-plona. Antiguamente, había tres be-lenes: los capuchinos de Extramuros,los escolapios y el Convento de losCarmelitas. Y también hay tradiciónen los concursos de belenes. Du-rante la guerra civil, la Sociedad dela Prensa organizaba uno. Al fina-lizar, hacia 1940, la Asociaciónde Prensa traspasó la organiza-ción de este concurso a «Dia-rio de Navarra» y a AcciónCatólica y finalmente nos latraspasen a nosotros. Y aquí estamosdesde entonces, dando auge a la Na-vidad. Como decía el anterior presi-dente de la Asociación, «nosotroshacemos Navidades».

MANUEL CASTELLS es el presidente de la Asociación de Belenistas de Pamplona.

-Y, ¿cómo responden los pampló-nicas?

-¡Colas de hora y media! Total. Sino hubiera sido por el público hu-biéramos tirado la toalla hacetiempo.

-¿Dónde exponen los belenes?

-Hemos andado un poco comoSan José y la Virgen, cada año bus-cábamos una posada: en las Escuelasde San Francisco, en los sindicatos.Durante muchos años, el padre Ma-rino, el que lo organizaba antes todo,lo montaba en el paseo Sarasate, enuna caseta con una hucha. De ahísacábamos para los gastos y el restolo dábamos a Caritas. Simultánea-mente, montábamos en la Caja deAhorros Municipal y en la Caja deAhorros de Navarra. En 1982 noscedieron por 15 añoslos bajos de la Pa-rroquia de Cristo iRey y ahí ya tene-mos preparado el 'belén de esteaño; se inau-gurará el9de

diciembre. También en la Caja deAhorros y en el Ayuntamiento. Esteaño, por ser el Año Internacional dela Familia, en todos los belenes ha-brá la Sagrada Familia.

-Y ¿fuera de Pamplona?

-Llevamos unos 4 ó 5 años ha-ciendo belenes que se puedan des-montar y los regalamos. Por mediaNavarra tenemos esparcidos belenes.Este año ponemos uno en Cascantey en Estella. También hemos dadocursillos en Tudela, donde queremosmontar una asociación de belenistas,en Pamplona y en Mutilva.

v -¿Existen concursos nacionales debelenes?

-No, no hay. Ha habido intentos,pero no han tenido existo porque losbelenistas somos unos Quijotes. En1987 fuimos a Zaragoza. Expusimosun belén, también con su hucha y loque obtuvimos lo dimos a la Asocia-ción de lucha contra el cáncer. Con-cursos locales sí que hay y también anivel de parroquias, donde se hacenconcursos de belenes hogareños.Pero nacionales, no.

-¿Reciben algún tipo de subven-ciones?

-Recibimos del Gobierno de Na-varra, de la Caja de Ahorros de

Navarra, del Ayunta-miento y del «Dia-

rio». Nosotros, elaño pasado concedi-mos el Trofeo Be-

lén, que lo damostodos los años a

alguien que seha distin-guido en fo-

*««««««««^««««^«™«JUJ»™ mentar elhelenismo, la Navidad, a «Diario deNavarra» porque fue el casi «culpa-ble» que naciera la Asociación. Gra-cias a aquel concurso nos conocimos.

Yolanda FALCON

MODORRO

HCTUAUDAD

Espléndido aspecto de las naves catedralicias.

*a Catedral vuelve a abrir sus puertas tras casitres años dé permanecer cerrada para cabildo, fieles y culto.Vuelven los devotos a poner sus plegarias a los pies deSanta María. Vuelve la misa dominical a las doce oficiadapor nuestros canónigos en ritos capitulares y salmodias gre-gorianas. Vuelve la recitación de las Horas Canónicas alAltísimo en ofrenda permanente y estatutaria desde el corocatedralicio, corazón orante de la diócesis de San Fermín.Vuelven, en fin, los Esclavos a cantar sus diarios rosariosprocesionales a la luz, ayer mortecina, de las naves góticas,hoy desconocidas desde sus lámparas granadinas.

Y volverá la Hermandad de la Pasión a su Catedral deSanta María para cumplir sus actos piadosos en ceremos-nias devotas y tradicionales.

De nuevo las misas de los domingos cuaresmales con sutanto de presencia representativa, con su espíritu de con-versión, que la aproxima, fecha a fecha, a la vivencia de laPascua; actos cuaresmales seguidos de «vía crucis» peniten-ciales que aproximan al misterio del Redentor.

La Soledad cruzará el Viernes de Dolores la puerta prin-cipal del primer templo de la ciudad y de la Iglesia localpara que todos podamos admirar piadosos los ojos de laMadre en los que se funden dos sagradas miradas bien sabi-das: la del dolor mariano lleno de dolores populare, con lade la historia de reyes y siglos en la Señora Real, asentadaya en su trono de plata.

El tumulto infantil y palmero del Domingo de Ramos,rodeando el paso de Arcaya, llenará de infancias festivas,padres fervorosos y preludios pasionarios las naves colorís-

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tas y heráldicas de un gótico restaurado y exquisitamentepulido. Esas mismas naves acogerán en sonoridad nueva lavoz de las Siete Palabras del Viernes Santo; palabras cum-plidas en nostalgias de fervores repetidos y en exigencias defidelidades nuevas.

Por si fuera necesario, preparado y remozado se halla elpavimento catedralicio para recibir el solemne «vía crucis»con el Cristo Alzado, memoria permanente del Cristomuerto y sepultado. Y dispuesto el misterio nuevo del tem-plo, si así lo dispone el capricho de la nube ocasional, paradespedir a la Dolorosa con fervoroso sermón, a última horadel viernes silencioso y Santo.

)n la mañana de las alegrías pascuales, vivirála Hermandad la fiesta del Señor resucitado, cuando des-pierte la ciudad solicitada por la campana María, con sustoques redondos y sonoros, para regustar la luz vivida porlas tres Marías ante el sepulcro vacío.

Regresa la Hermandad a la Catedral a venerar el Cristode la Expiración de Juan de Ancheta en su nuevo emplaza-miento de la capilla de San Juan; a rendir sus devocionesdelante del Cristo de Caparroso, acompañado por los pro-fetas que anuncian en sus filacterias los dolores del Hijo delHombre; a manifestar su admiración delante de esa maravi-lla de Calvario gótico en el sepulcro de Guenduláin-Ayanz;a desgranar fervores ante el Cristo de los capellanes y antela Dolorosa del retablo real; a seguir los pasos de la pasión,sublímente representados en la predela del retablo de Ca-parroso, antes de acompañar por la ciudad, tocados sus her-manos de túnica y caperuza, a sus pasos devocionales.

La sangre de Cristo, recogida en cálices por tres ángulosen la verja plateresca del crucero sur, vuelve a derramarsepor todos. La Hermandad y sus devociones en la Catedral.Novedad y tradición.

Jesús ARRAIZA

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