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A/451359 JOSÉ GARCÍA ORO ClSNEROS Un cardenal reformista en el trono de España (1436-1517) lae/fera®de lo/ libro/

ClSNEROS Un cardenal reformista en el trono de … · y Santa Cruz de Valladolid 45 ... y cultural: hacia el éxodo judío 47 Sus vecinos hebreos y moros 47 Campaña de «cristianización»

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A/451359

JOSÉ GARCÍA ORO

ClSNEROS

Un cardenal reformistaen el trono de España (1436-1517)

lae/fera®de lo/ libro/

í n d i c e

Presentación. El cardenal Cisneros o fray Francisco 19Fuentes impresas 20Bibliografía específica 22Siglas y abreviaturas frecuentes 23

Capítulo ID E CISNEROS DE CAMPOS A TORRELAGUNA.

LOS NUEVOS CAMINOS DE UNA FAMILIA EMIGRANTE (1400-1495)

Cisneros en Tierra de Campos: el antiguo solar 25Los prohombres: don Gonzalo, don Juan y don Toribio 26García de Cisneros y sus parientes 27Torrelaguna: nueva patria, nuevos nombres 28Cisneros y De la Torre, los nuevos apellidos 29La casa de los Cisneros en Torrelaguna 30La vida de cada día en Torrelaguna 31Los «cotos» y sus adversarios 31Los «notables» y sus quehaceres 33Gonzalo Jiménez de Cisneros: en casa y en familia 34El camino de Gonzalo 35Estampa juvenil: de noche, «tañendo la guitarra» 36En la Salamanca de los letrados (c. 1450-1460) 37El currículo académico 38Estrenos magisteriales 40Corregidor y arcipreste de Uceda: primer desafío a la fortuna 41Arcipreste de Uceda, ¿por asalto? 42

8 CISNEROS

«Muchos días en prisión», ¿por las iras del arzobispo Carrillo? 43El «honrado Gonzalo Ximenes de Cisneros» 43Una elección de futuro: con los Mendoza en Sigüenza 44Capellán mayor y vicario general 44Aprendiz de mecenas: San Antonio de Portaceli

y Santa Cruz de Valladolid 45Un trauma político y cultural: hacia el éxodo judío 47Sus vecinos hebreos y moros 47Campaña de «cristianización» judía 48La hora de la prosperidad 48Fray Francisco o la ruptura con el pasado 49Un nuevo ermitaño en La Salceda 50Estilo personal: ¿ermitaño o peregrino? 51Un extraño «confesor real» 53Provincial de los franciscanos dé Castilla 54Un ahijado: fray Francisco Ruiz 54Desde Andalucía, mirando a Berbería 56

Capítulo IID E FRAILE ERMITAÑO A ARZOBISPO DE TOLEDO (1495).

INTRIGA Y MISTERIO

Un asceta para la sede de Toledo 57«Otro camino» para las elecciones episcopales 57Miras políticas y religiosas 57Los datos y su evidencia 59La sorpresa de un asceta 60La misión: para la reforma de la Iglesia de España 61Los primeros intérpretes 62Los primeros compromisos: el subsidio de 1495 64El Toledo eclesiástico de 1495 en ebullición : 65El problema de la sede vacante en la corte 66El ocaso de Mendoza y sus sombras :.'. 66Los Reyes y el Cabildo: un diálogo de sordos 67Los oficiales reales en el Arzobispado 67¿Acuerdo o tregua? 68

ÍNDICE 9

Primeros contactos entre Cisneros y el Cabildo de Toledo 69En Tarazona: «A le besar las manos» 69Un mensaje provocador: «Que no tuviesen mancebas» 70El Cabildo de Toledo se agita 71Alarma en la corte: «Cosas en nuestro deservigio» 72Conspiración «so grandes juramentos» 73¿Conmoción de los cabildos castellanos? 74Una aventura: Alfonso de Albornoz, a Roma 75Las sospechas y los hechos 76Escarmiento de eclesiásticos: «Que vean en toda España...» 78Cisneros busca el acuerdo: «Quisiéramos que antes se oviera alcanqado» 79

Capítulo DI

LOS DIFÍCILES ESTRENOS DE UN ARZOBISPO CONTESTADO

(1495-1499)

1495-1497: un bienio a la sombra de la corte 81Primeros testigos mudos: las Cuentas 82Las primeras decisiones: provisiones señoriales 83Las primeras construcciones: obras son amores 83Interrogantes abiertos 84Los amigos de primera hora: parientes, cortesanos y pobres 84Con la corte, en Burgos (1496): infantes, bodas y sorpresas 85La entronización de un primado de España (1497) 86Tarazona: consagración en la intimidad franciscana 86En Toledo: como san Ildefonso 87En los tablados: apoteosis de un ermitaño 88El reverso del cuadro: luto por el príncipe donjuán 89Alcalá, 1497: un sínodo para la renovación pastoral 891498: las riendas del poder episcopal 90La casa familiar de Torrelaguna 90La basílica toledana 90Casas y fortalezas arzobispales 92Viaje político a Aragón: las duras lecciones de los Fueros 92Los diputados aragoneses: ¿legalismo o rudeza? 93Extrapolación castellana: ¿reforma por comisarios? 93

10 CISNEROS

De nuevo en casa: la vida cristiana en cláusulas (1499) 94Ciento seis distritos diocesanos y visitadores episcopales 94El Cabildo de Toledo y sus posturas 95La administración en marcha: casas y caseros arzobispales 95La «familia del arzobispo», ¿una casa de recolección? 96¿Corte u oratorio? 96¿Hogar misionero? 97Una sorprendida mirada eclesial: la Roma de Alejandro VI 98¿César Borja oSavonarola? 99Hombres y negocios del Toledano en Roma 99Una obsesión diabólica: «Los desposorios de doña Lucrecia» 99Un desafío al papa Borja: «La reforma de su casa» 100Roma es fiesta: «Antes que el Papa se acostase, venia el dia» 101Escarnios en fábula 102El escándalo: «Partió Monseñor de Valencia... en habito seglar» 102Cuando la desgracia se hace símbolo: el Papa, entre escombros 103El primado de España y Roma 104Buena fama: la «integritas et devotio» del Toledano 104Privilegios beneficíales: «Estos son mis poderes...» 105

Capítulo IVEL CAMBIO: UN ARZOBISPO DE TOLEDO QUE SE SIENTE PRIMADO

DE ESPAÑA (1500-1506)

En Granada, cruzada y misión 107La Iglesia de Toledo quiere estar en Granada 108Catequesis con capitulaciones 109Un torbellino religioso 110Una ilusión misionera: «Vuestra Señoría ganó las almas...» 111Toledo, 1502: Sínodo y Cortes 112La guerra del Rosellón (1502): el latido de la monarquía 114Doña Isabel, en Alcalá (1503): natalicios y disgustos ; 115Las varas de justicia y doña Isabel 115Cisneros enferma y sus amigos mueren 117Cuando el Cabildo dijo «no» al arzobispo 117De Medina a Alcalá (1504): silencio ante la muerte de doña Isabel 118

ÍNDICE 11

De Toro a Salamanca (1505): entre don Fernando y don Felipe 120El arbitraje de Cisneros 121Confidencias políticas de don Fernando 122Junio de 1506: el Toledano, tras las huellas de don Felipe 123Conclusión política: en Castilla, con el rey don Felipe 124Septiembre de 1506: la inesperada tragedia de Felipe I 126

Capítulo VCARDENAL E INQUISIDOR GENERAL: ARBITRAJE POLÍTICO

EN UNA ESPAÑA EN TRANSICIÓN (1506-1508)

De nuevo la sombra del «Aragonés» sobre Castilla 127El Consejo de Regencia 127Cláusulas y armas para lapaz 128Regente: ¿sin ejecutoria? 129La legitimidad real, en cuestión 130Las sorpresas de doñajuana 1311507-.pestesy miedos 131Aventuras y banderíos nobiliarios 131El regreso de don Fernando y los reticentes 133Francisco Ruiz, portavoz de Cisneros 133Los pros y los contras del «Rey de Aragón» 134Iniciativas cisnerianas en los años 1506-1507 134Nueva mirada hacia el Vaticano: el papa Julio II 136Apoteosis del Toledano: cardenal de Santa Balbina 137Mensajes y augurios 138Un desafío moral: el protocolo cardenalicio 139La «corte» de un cardenal 140El gran compromiso político: inquisidor general (abril de 1507) 141El «Santo Oficio» y sus tribunales 141Córdoba, en llamas: cuando los inquisidores se obcecan 142El relevo de Diego deDezay su drama 143La reacción popular: por una Inquisición «franciscana» 144Los primeros criterios inquisitoriales de Cisneros 145Burgos, junio de 1508: proceso a la Inquisición 145Los acusadores y su lista de agravios .- 146

12 CISNEROS

Las urgencias: ofendidos y reparaciones 147La Inquisición del «cardenal de España» 147El Consejo de la Inquisición 148Los procedimientos 148Las inquisiciones locales y Cisneros 149Murcia: las vacilaciones de Cristóbal de Avila 151Llerena: despotismo de Larrea 151Jaén: alternante e inestable 152Toledo, en conflicto permanente 152En las poblaciones: vecindad molesta y costosa 153Lo más ingrato: secuestros y penitencias 154La Inquisición por dentro: los inspectores de Cisneros 155Para control y memoria: los archivos y registros inquisitoriales bajo

Cisneros 156

Capítulo VICISMA EN LA IGLESIA Y GUERRA EN LA CRISTIANDAD.

TANTEOS RELIGIOSOS Y DECISIONES MILITARES (1508-1512)

Con el rey, de camino y aprisa 159Anudando fidelidades a la Corona 160Un nombre que da delirio: Oran 162Junio de 1509: de nuevo en la paz de Alcalá 1631510. Entre Alcalá y Madrid: un abuelo para el infante

don Fernando 1641511. Con rabia y estupor: la guerra y el cisma 165En Sevilla: respaldo para Julio II .' 166En Alcalá: auscultando intenciones francesas 167En Burgos: un ensayo de concilio a la española 168La «Liga Santa» y el Concilio Lateranense V 168Cantando ideales: paz cristiana, cruzada y reforma 169Clamores devotos: Cisneros, caudillo de la ortodoxia 170La voz del nuncio Cassador: «Su Santidad os llama» 171El pulso de la vida política, día a día 171Fiebre de noticias: «Escríbeme siempre muy largo» 172«Servir nuevas»: los informadores cisnerianos de Italia 173

ÍNDICE 13

El mejor regalo para el arzobispo Deza: noticias 174De nuevo en casa y en familia: buscando marido para Juana

de Cisneros 174Enfermo y dolido: «Un dolorcillo de tripas debaxo del ombligo» 175Un éxito de palacio: Francisco Ruiz, obispo 176Los cálculos: Ciudad Rodrigo, sí; Salamanca, no 176Ambiciones de un antiguo paje 176¿Reviven el reformador y el pastor? 177Al hablar con las «beatas»: nueva tentación espiritualista 179Valedor de la beata de Piedrahíta y sus devotos 179Un nuevo interrogante: las emociones y revelacionesde sor María 181Un desafío a la disciplina dominicana 182Una solución: los «monasterios pequeños» dominicanos 183Otra cita peligrosa: las «oraciones y contemplaciones»

de la madre Marta 184Oraciones para Oran 184Sor Marta de la Cruz, una lámpara en San Clemente de Toledo 185Confidencias de la madre Marta: «Muchas cosas... para entremi y Vuestra Señoría» 186Y un triste final: «Murió con mal en las tripas» 186«Santa Juana de la Cruz» y un «alumbrado de Satanás» 187Encuentros con Cisneros: «Como personas de espíritu» 187Delirios de un penitente: «Un hijo en una persona santa...» 188El «Pastor de la Cuerda»: la transfiguración profética 189El inventor: fray Juan de Cazalla .-. 190La caricatura: fray Melchor 190Veredicto de Juan de Vergara: «Aficionavase á personas de estraña

y estremada vida» 192

Capítulo VIIEL CARDENAL DE ESPAÑA Y EL REY CATÓLICO.

ACUERDOS Y DISCORDANCIAS (1512-1515)

Dos hombres, dos testamentos: Cisneros y don Fernando en 1512 193Buscando una nación con fronteras seguras ....-..-. 194En Burgos, con los ojos en Navarra 194

14 CISNEROS

Un halago militar: «Soys a natura belicoso» 196Muchos rumores y un triste nombre: Rávena 196Cisneros, «deseoso de saber noticias» 196¿Dónde está el cardenal? 198Lutos en España y en Francia 198Nerviosismo: «¡Que venga el Gran Capitán!» 199Una apuesta de don Fernando: «Que sea papa el cardenal

de España» 200Julio II desafía a la muerte (agosto de 1511) 200La condesa de Carpi: ¿una devota romana de Cisneros? 201El terror en Roma: quiebras en la banca y tumultos en la calle 201Una llamada eclesial: «Sois necesario para el reparto de la Iglesia» 202Renace la tensión nobiliaria: «El Rey Nuestro Señor espantóse» 203En la atalaya política 204Otra vez doblan las campanas de San Pedro 204Espiando los primeros pasos del papa Médicis 205Con el rey don Fernando, día a día 206El Concilio Lateranense en su cima: reforma, estudios y catequesis 207Aplausos y dinero para la basílica de San Pedro 209Las «gracias» del papa León 2091515. Cuando el rey Fernando se desmorona 210Muerte de Luis XII: «Que no venga otro peor» 210Bruselas: el niño don Carlos quiere mandar 211La hora de las intrigas: «Maldades que andan urdiendo» 211León X y Francisco I: la ingrata sorpresa del Concordato de Bolonia 212El último antojo del rey: «Mi ida es a Sevilla» 212Con Adriano de Utrecht, epilogando un reinado 214La mirada episcopal: siempre en la Iglesia de Toledo 215El mecenas en plenitud: las «obras de Su Señoría» 216En la nativa Torrelaguna: el convento de la Madre de Dios 218Los oficiales de Cisneros en Torrelaguna 219Ermitas y leyendas de un solar 219A la hora de las sombras: Juan de Cisneros hace testamento 220Devociones familiares 220El sepulcro familiar: «Donde Su Reverendissima Señoría mandare» 221El ajuar doméstico 222Las tormentas de la tarde: fray Bernardino, un fraile rebelde 222

ÍNDICE 15

¿Pariente entrometido? ¿Violento? 223Dedo acusador 224Un solitario en la Alcalá universitaria 225

Capítulo VIIIREGENTE Y GOBERNADOR (1516):

LO QUIEREN LOS TRECE GRANDES DE CASTILLA

Desde Castilla a Flandes: concordando voluntades y proyectos 227Regente: por testamento real y pleito homenaje nobiliario 228Adriano de Utrecht, el «embajador»: la sombra de Cisneros 229Entre Madrid y Bruselas: presupuestos y hombres para un diálogo 231Los interlocutores flamencos 231El regente que se imaginaban 232Con las riendas del poder en las manos 232Un puente al señor de Chiévres: «Que la negociación sea una» 234En la Corona de Aragón 235Frente a la intriga francesa 235Por la legitimidad frente a los caprichos de don Carlos 237Nobles, burgueses, villas y ciudades: un diálogo por la paz 237Los Girón conmueven Andalucía 237Un volcán en Málaga 239Castilla, en el marco institucional 239Toledo: cita de señores y señoríos 241Soluciones pactadas 242De nuevo Ayalas y Silvas 242El corregidor Jaime Ferrer: un aragonés odioso 243Buscando el arbitraje de Cisneros: «Por ser patrón e perladodesta cibdad» 243La burguesía castellana se define 244Los comerciantes, por sus libertades 244Los artesanos, por sus exclusivas 244Los oficiales, por la riqueza de Castilla 245La alta nobleza castellana y Cisneros 245Los polos: entre la estirpe y la Corona 247Una chapara la paz: todos en casa de Cisneros :'. 248El mayor escollo: las órdenes militares ante la Corona 249

16 CISNEROS

El marco legal: la administración de la Corona 250Forcejeo nobiliario y apatía institucional 250La pugna por la autonomía 252Las razones de Cisneros 252Las órdenes por dentro 253Hacia una reorganización: «Su Señoría comenqo luego a poner

la mano» 253Conclusión desenfadada: «Que me dexen a mi hazer acá...» 254Milicia urbana y armada: dos corazas para una monarquía 254Las reticencias de Bruselas: ¿ un gobierno policial? 255La tesis de un regente: que la monarquía gobierne 255Resistencias urbanas 256Un argumento de calidad: «Son hombres de pro» 256La voz de los comerciantes: por la congelación del proyecto 257La armada y su teoría: «Ninguno es poderoso... si no lo es

por mar» 258Alcázares para el Mediterráneo 258Sevilla: atalaya y mercado 259Málaga: un faro en peligro 259Cartagena: un fortín frente al corso berberisco 260La lección amarga: una batalla perdida contra el turco 260Cuando la máquina se traba 261Las causas aparentes del fracaso: «Mochachos labradores que nunca

han tomado armas» 262Cisneros ante el fracaso: «A punto para... hazerse la enmienda» 263El drama de Navarra: ¿legitimidad o «razón de Estado»? 264Navarra, muralla de España 264Previniendo sorpresas del francés 265La implantación castellana y sus expedientes 266El último temor: el polvorín navarro en manos aragonesas 267Una incógnita para el futuro: el foralismo aragonés 267La memoria de la monarquía: proyecto de un archivo real 269

ÍNDICE 17

Capítulo LXENTRE BRUSELAS Y MADRID (1517):

PREPARANDO LA MONARQUÍA DE CARLOS V

Las verdades y las cuentas 271Análisis y soluciones 271Enero de 1517: el señor de La Chaulx, en Madrid 274Febrero de 1517: el secretario Varacaldo, en Bruselas 274Las rentas reales tienen ley 276Criterios de regularidad: control y registro 277Las relaciones diplomáticas deben estar avaladas 278Requisitoria a León X: Francia no hace cruzadas 278Respuesta del papa Médicis: Francia es la excepción 278Enredos diplomáticos y audacias de intrusos 279Por la verdad de la cruzada 280Los presupuestos y los gastos deben concordar 281Examen de gastos 281Liquidación de deudas '. 282Fijación departidas 282Presión flamenca: ¿hacia la incautación del Tesoro? 283Los oficios públicos tienen su estatuto 284Una grave sospecha: ¿al dictado de aragoneses y conversos? 285Un frenazo momentáneo: las negociaciones de Varacaldo en Bruselas 2 85Una tesis firme: los nobles deben lealtad a la Corona 286El señor duque de Alba... desconfía 286Cuando el condestable solivianta a Burgos 288El almirante, receloso 288El duque del Infantado, un Mendoza altivo 289Los Girón se agitan 290De nuevo el zumbido de los rumores 292El infante don Fernando y su futuro 292La «casa del Infante» y sus personajes 293¿Conspiración aragonesista? 295La reina doña Juana y su forzada reclusión 296Cisneros, censurado: «Siempre tuvo ganas de publicarla por loca» 297Agitación en el palacio de Tordesillas : 297«Un hechicero que vino a curar a Su Alteza» 298

18 CISNEROS

La voluntad del regente: «Que Su Alteza sea muy honrada» 299Doña Germana de Foix: viuda más que reina 300Arévalo, Madrigal y Olmedo: tres joyas para una viuda 300Negativa de Cisneros: «Que en ninguna manera enagene sus villas» 301La seguridad de España y sus urgencias 302En Navarra: sentimientos y castillos 302En el Mediterráneo: corso, rebeliones y motines 303

. En el Cantábrico: la flota vizcaína, espada de la Corona 3 04Don Carlos y Cisneros: citas fallidas de un encuentro 305Por fin, la «bienaventurada venida» delRey 305Las Comunidades, en ciernes 305La comitiva real, camino de Valladolid 307La agenda de Cisneros y sus puntos rojos 308Por un gran proyecto militar: el «orden de la artillería» 308Cruzada en el Mediterráneo 310Adivinando los apetitos de la nobleza 310En Mojados (Olmedo), con fecha y lugar: unas vistas que no fueron 311El otoño del cardenal de España 3128 de noviembre de 1517: «Dios acordó de llevarle para sy» 31315 de noviembre: San Ildefonso de Alcalá se despide del «Santo Amo» 314El mecenas: «Seréis exemplo a otros perlados» 314Los temidos «expolios» pontificios 316

Epílogo. El cardenal de España 317

Notas ! 323índice onomástico 381