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10 Escenario electoral y terror A partir del 2000, Sendero Luminoso es un virus mu- tante que conoce la forma como el Estado lo combatió y desarticuló y sabe también que tras el ciclo de Fujimori ha llegado un ciclo distinto, aprovechable para su repo- tenciamiento y continuación de su guerra prolongada. El Senderismo no ha aban- donado la lucha armada; ahora con un nuevo esque- ma estratégico y la ausencia de un gobierno con ideas y estrategias antiterroristas definidas, le será más fácil avanzar en esta etapa. Todos sabemos que en el Huallaga y en el VRAE se producen esporádicas acciones te- rroristas y guerrilleras. Ellas han sido un elemento no preponderante en estos 10 años, pero hoy ante el es- cenario electoral eso puede cambiar dramáticamente. Sendero Luminoso ha vis- to en estos 10 últimos años cómo se ha reconstituido el poder de los políticos tradicionales, cómo se han agudizado las contradiccio- nes al interior del sistema, y cómo se han ido creando las condiciones objetivas y sub- jetivas para el reinicio de la lucha armada. Hoy Sendero Luminoso ve con gran regocijo cómo se han desprestigiado nueva- mente todas las institucio- nes del Estado, empezando por el Congreso y el Poder Judicial. Ve cómo se suce- den, uno tras otro, escánda- los y escandalotes en la cima del poder, y cómo la nueva corrupción se impone. Ve cómo la población rechaza a los políticos y desconfía de la democracia. Ha llegado, pues, la hora para ellos. El escenario elec- toral es el momento propi- cio para desplegar la nueva estrategia que no sólo con- templa la utilización plena de la institucionalidad de- mocrática; tal es el caso de partidos Senderistas con membretes inofensivos, pero que generan agitación en sindicatos, universidades y organizaciones populares. Y paralelamente, cuando lle- gue la hora, se dará reinicio a la acción armada en gran escala, pero esta vez con una actitud diferente frente a las poblaciones, a las que el Senderismo no va a gol- pear ni esquilmar. Aprendida la lección, el te- rrorismo más bien se acerca a la población, e intentará montarse sobre las olas de protesta social. Ya no necesi- ta los cupos de la población ni de empresarios; ahora su vinculación más firme y evi- dente con el narcotráfico le asegura un financiamiento permanente. A esto, nosotros debemos añadir lo que se sabía hace años: el progresivo entendi- miento de Sendero Luminoso con las FARC de Colombia. Enfrentar esta posible nueva agresión del terror supone primero dejar de ignorar la dimensión real del proble- ma. No se trata de la acción de remanentes terroristas que actúan como sicarios del narcotráfico, sino de la con- tinuación del proyecto Sen- derista, tras haber cumplido exitosamente con distintos importantes objetivos. La sociedad democrática y la clase política deben, a pesar de sus diferencias, ce- rrar filas frente a esta ame- naza real. No olvidemos que ahora Sendero Luminoso es un vi- rus mutante, y por lo tanto puede ser más letal. Debe- mos detener a tiempo su propagación. Escribe: Juan Gonzales Sandoval General PNP (r) [email protected] EL PITO DE VILLA STEIN “A mí me importa un pito que incluyan mi nombre, me im- porta un reverendo... hagan lo que quieran”, respondió casi a gritos el presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein a la pregunta de un colega sobre la posibilidad de ser incluido en el informe parlamentario de la Comisión Luizar. Nos parece que quien maneja un poder del Estado no puede hablar de ese modo ¡Qué lindo ejemplo para la juventud! Señor presidente con todo nuestro res- peto le recomenda- mos “que si maneja no tome y si toma, no maneje”.

Col. Juan Gonzales

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10 Escribe: Juan Gonzales Sandoval General PNP (r) [email protected]

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Escenario electoral y terrorA partir del 2000, Sendero Luminoso es un virus mu-tante que conoce la forma como el Estado lo combatió y desarticuló y sabe también que tras el ciclo de Fujimori ha llegado un ciclo distinto, aprovechable para su repo-tenciamiento y continuación de su guerra prolongada. El Senderismo no ha aban-donado la lucha armada; ahora con un nuevo esque-ma estratégico y la ausencia de un gobierno con ideas y estrategias antiterroristas definidas, le será más fácil avanzar en esta etapa. Todos sabemos que en el Huallaga y en el VRAE se producen esporádicas acciones te-rroristas y guerrilleras. Ellas han sido un elemento no preponderante en estos 10 años, pero hoy ante el es-cenario electoral eso puede cambiar dramáticamente.Sendero Luminoso ha vis-to en estos 10 últimos años

cómo se ha reconstituido el poder de los políticos tradicionales, cómo se han agudizado las contradiccio-nes al interior del sistema, y cómo se han ido creando las condiciones objetivas y sub-jetivas para el reinicio de la lucha armada.Hoy Sendero Luminoso ve con gran regocijo cómo se han desprestigiado nueva-mente todas las institucio-nes del Estado, empezando por el Congreso y el Poder Judicial. Ve cómo se suce-den, uno tras otro, escánda-los y escandalotes en la cima del poder, y cómo la nueva corrupción se impone. Ve cómo la población rechaza a los políticos y desconfía de la democracia. Ha llegado, pues, la hora para ellos. El escenario elec-toral es el momento propi-cio para desplegar la nueva estrategia que no sólo con-templa la utilización plena

de la institucionalidad de-mocrática; tal es el caso de partidos Senderistas con membretes inofensivos, pero que generan agitación en sindicatos, universidades y organizaciones populares.Y paralelamente, cuando lle-gue la hora, se dará reinicio a la acción armada en gran escala, pero esta vez con una actitud diferente frente a las poblaciones, a las que el Senderismo no va a gol-pear ni esquilmar.Aprendida la lección, el te-rrorismo más bien se acerca a la población, e intentará montarse sobre las olas de protesta social. Ya no necesi-ta los cupos de la población ni de empresarios; ahora su vinculación más firme y evi-dente con el narcotráfico le asegura un financiamiento permanente.A esto, nosotros debemos añadir lo que se sabía hace años: el progresivo entendi-

miento de Sendero Luminoso con las FARC de Colombia.Enfrentar esta posible nueva agresión del terror supone primero dejar de ignorar la dimensión real del proble-ma. No se trata de la acción de remanentes terroristas que actúan como sicarios del narcotráfico, sino de la con-tinuación del proyecto Sen-derista, tras haber cumplido exitosamente con distintos importantes objetivos.La sociedad democrática y la clase política deben, a pesar de sus diferencias, ce-rrar filas frente a esta ame-naza real.No olvidemos que ahora Sendero Luminoso es un vi-rus mutante, y por lo tanto puede ser más letal. Debe-mos detener a tiempo su propagación.

Escribe: Juan Gonzales Sandoval General PNP (r)

[email protected]

EL PITO DE VILLA STEIN“A mí me importa un pito que incluyan mi nombre, me im-porta un reverendo... hagan lo que quieran”, respondió casi a gritos el presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein a la pregunta de un colega sobre la posibilidad de ser incluido en el informe parlamentario de la Comisión Luizar. Nos parece que quien maneja un poder del Estado no puede hablar de ese modo ¡Qué lindo ejemplo para la juventud! Señor presidente con todo nuestro res-peto le recomenda-mos “que si maneja no tome y si toma, no maneje”.